Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Bien común (en latín: bono común) se refiere en general al bien (estar) de todos los
miembros de una comunidad y también al interés público, en contraposición al bien
privado e interés particular; también puede definirse como el fin general o como los
objetivos y valores en común, para cuya realización las personas se unen en una
comunidad.
“El Bien Común con desarrollo sostenible, se constituye en el Fin Supremo del
Estado. Es la Visión Filosófica que guía todo el accionar doctrinario que se
pretende poner en marcha con las leyes, principios, preceptos, fundamentos,
procedimientos y demás elementos necesarios para la consecución de este
cometido”.
(a) concepciones a posteriori del bien común, las cuales enfocan un tipo del bien
de todos que sólo puede determinarse empíricamente y posteriormente,
producirse sólo de modo aproximativo y modificarse en el proceso político.
(b) concepciones normativo-a priori del bien común que suponen un bien general
preestablecido y objetivo que no está ligado al consentimiento de los miembros
de la sociedad o comunidad, pero al que éstos deben sujetarse. Remitiéndose
a las teorías generales de la época antigua sobre la finalidad del Estado, las
argumentaciones y los fines normativos del bien común pueden ser muy
diversas: la vida virtuosa en la comunidad bien ordenada, la idea del derecho y
la justicia, de la paz, la libertad, o bien el bienestar y la autorrealización
generales dentro y por medio de la participación política.
Una posición particular entre las concepciones aprióricas del bien común la ocupa J. J.
Rousseau con su teoría de la democracia identitaria.
1.2. Estado
en sentido amplio, la totalidad de las instituciones públicas que garantiza o debe
garantizar la vida en común de las personas en una comunidad; definido
tradicionalmente con tres elementos: territorio estatal, pueblo del Estado y poder del
Estado
1.3. Paz
la paz positiva se define como ausencia de violencia estructural y no solamente
personal. El significado más antiguo y más amplio [la define] como patrón de proceso
del sistema internacional que se caracteriza por una reducción de la violencia y un
aumento de la justicia distributiva.
1.4. Libertad
a la función de ser término de legitimación del poder, que aún perdura, en el siglo XX
se le unió la idea de la libertad como derecho humano ilimitable de los individuos que
ha sido codificado en declaraciones sobre los derechos humanos, en el derecho
internacional y en la mayoría de las Constituciones.
1.5. Participación
el acto de tomar parte, en el sentido de participar, en el cual se puede distinguir
(siguiendo a distintos modelos de democracia o conceptos de política) una concepción
instrumental y una normativa de la participación política.
Éste no sólo persigue sus deseos individuales, sino que, además del “amor propio”,
encarna la voluntad general.
Esta contradicción se “resuelve” por medio de la ficción de una voluntad popular
concebida como homogénea y la identidad de gobernantes y gobernados. No es
gratuito que para él la educación para la virtud, la razón y el patriotismo tienen un
papel destacado y sus proyectos de constitución concretos están concebidos para
comunidades de dimensiones territoriales limitadas y socialmente homogéneas, no
divididas por intereses especiales. Diferenciándose de Rousseau y su concepción
contradictoria sobre el bien común, la teoría liberal del contrato, desde J. Locke hasta
E. Frankl, abandona el supuesto de un bien general a priori a favor de la concepción a
posteriori del bien común individual para todos. En este contexto, se argumenta de
modo análogo a los supuestos de la economía nacional clásica sobre el mercado y se
parte, igual que ésta, de la idea de que el bien común se produce —parecido al
equilibrio en el mercado— más bien de manera natural en cuanto resultado no
intencional de los conflictos de intereses individuales u organizados, en tanto que las
condiciones de competencia lo permitan sin desviaciones y que, de este modo, todos
los participantes estén interesados en que continúe ese estado de equilibrio. Esto
significa en la teoría del pluralismo de Frankl, por un lado, que la decisión sobre la
cuestión fundamental de cualquier política qué es en la voluntad general
Democracia se puede generar sólo de forma autónoma y.… con la participación activa
de eso grupos autónomos”. Además, implica que el bien común no es un valor
preestablecido, sino que se presenta como el resultado de los conflictos sociopolíticos,
“la resultante que se deriva del paralelogramo de las fuerzas económicas, sociales,
políticas e ideológicas de una nación cada vez que se pretende lograr y se logra un
equilibrio que objetivamente corresponde a las exigencias mínimas de un orden social
justo y que subjetivamente no es percibido como violación por ninguno de los grupos
de mayor peso”. No obstante, por otro lado, al bien común se define no como “realidad
social” sino como “idea reguladora”.
El bien común abarca al conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las
cuales los seres humanos, las familias y los colectivos pueden lograr con mayor
plenitud y facilidad su propia perfección.
En esta concepción el bien común no es la suma de los bienes de cada uno de los
miembros de la sociedad ya que ese bien es indivisible y solo con la colaboración de
todos puede ser alcanzado, aumentado y protegido. Afecta a la vida de todos. Exige la
prudencia por parte de cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la
autoridad.3 Posiciones fuertemente influidas por este punto de vista han sido
incorporadas en las constituciones y legislaciones de numerosos países y es extante
en la posición de la iglesia católica, por ejemplo, en la Doctrina Social de la Iglesia, a
partir de la encíclica Rerum Novarum. En la encíclica posterior se ha seguido
profundizando en su concepto.
Así el bien común es también fin común. Algo que no necesariamente existente, pero
a ser obtenido por esta. En las palabras de Píndaro: llega a ser el que eres. A partir de
eso, de Aquino sugiere:
"constituyéndose la ley ante todo por orden al bien común, cualquier otro
precepto sobre un objeto particular no tiene razón de ley sino en cuanto se
ordena al bien común. Por tanto, toda ley se ordena al bien común"
Parece seguir entonces que seria el deber común o general adecuar la acción de
todos y cada uno (por lo menos, dentro de ciertos límites) a la preservación u
obtención de ese bien común: “Si toda comunidad humana posee un Bien Común que
la configura en cuanto tal, la realización más completa de este Bien Común se verifica
en la comunidad política. Corresponde al Estado defender y promover el Bien Común
de la sociedad civil, de los ciudadanos y de las instituciones intermedias”.
En la Rerum novarum
"A través de estas cosas queda al alcance de los gobernantes beneficiar a los demás
órdenes sociales y aliviar grandemente la situación de los proletarios, y esto en virtud
del mejor derecho y sin la más leve sospecha de injerencia, ya que el Estado debe
velar por el bien común como propia misión suya. Y cuanto mayor fuere la abundancia
de medios procedentes de esta general providencia, tanto menor será la necesidad de
probar caminos nuevos para el bienestar de los obreros."
"Mas, aunque todos los ciudadanos, sin excepción alguna, deban contribuir
necesariamente a la totalidad del bien común, del cual deriva una parte no pequeña a
los individuos, no todos, sin embargo, pueden aportar lo mismo ni en igual cantidad.
Cualesquiera que sean las vicisitudes en las distintas formas de gobierno, siempre
existirá en el estado de los ciudadanos aquella diferencia sin la cual no puede existir ni
concebirse sociedad alguna. Es necesario en absoluto que haya quienes se dediquen
a las funciones de gobierno, quienes legislen, quienes juzguen y, finalmente, quienes
con su dictamen y autoridad administren los asuntos civiles y militares. Aportaciones
de tales hombres que nadie dejará de ver que son principales y que ellos deben ser
considerados como superiores en toda sociedad por el hecho de que contribuyen al
bien común más de cerca y con más altas razones. Los que ejercen algún oficio, por el
contrario, no aprovechan a la sociedad en el mismo grado y con las mismas funciones
que aquellos, aunque también ellos concurren al bien común de modo notable, aunque
menos directamente. Y, teniendo que ser el bien común de naturaleza tal que los
hombres, consiguiéndolo, se hagan mejores, debe colocarse principalmente en la
virtud. De todos modos, para la buena constitución de una nación es necesaria
también la abundancia de los bienes del cuerpo y externos, «cuyo uso es necesario
para que se actualice el acto de virtud». Y para la obtención de estos bienes es
sumamente eficaz y necesario el trabajo de los proletarios, ya ejerzan sus habilidades
y destreza en el cultivo del campo, ya en los talleres e industrias. Más aún: llega a
tanto la eficacia y poder de los mismos en este orden de cosas, que es verdad
incuestionable que la riqueza nacional proviene no de otra cosa que del trabajo de los
obreros. La equidad exige, por consiguiente, que las autoridades públicas prodiguen
sus cuidados al proletario para que este reciba algo de lo que aporta al bien común,
como la casa, el vestido y el poder sobrellevar la vida con mayor facilidad. De donde
se desprende que se habrán de fomentar todas aquellas cosas que de cualquier modo
resulten favorables para los obreros. Cuidado que dista mucho de perjudicar a nadie,
antes bien aprovechará a todos, ya que interesa mucho al Estado que no vivan en la
miseria aquellos de quienes proveen unos bienes tan necesarios."
en consecuencia, el bien de la persona está por encima (es la razón de ser) del Bien
Común. Pero el hombre, como individuo, se ordena al Bien Común: el Bien Común
está por encima del bien individual. El bien de la persona no se alcanza sino en su
trascenderse en la búsqueda del Bien Común
Ibídem
El Bien Común de un grupo social es pues el fin común por el cual los integrantes de
una sociedad se han constituido y relacionado en ella. Ese Bien Común tiene como
característica distintiva el hecho de que por su propia naturaleza es esencialmente
participable y comunicable a los integrantes del grupo social
Abarca a todo el hombre, es decir, tanto a las exigencias del cuerpo como a las del
espíritu. De lo cual se sigue que los gobernantes deben procurar dicho bien por las
vías adecuadas y escalonadamente, de tal forma que, respetando el recto orden de los
valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes
del espíritu
Si toda comunidad humana posee un Bien Común que la configura en cuanto tal, la
realización más completa de este Bien Común se verifica en la comunidad política.
Corresponde al Estado defender y promover el Bien Común de la sociedad civil, de los
ciudadanos y de las instituciones intermedias.
• El Estado liberal en el que cada uno se ocupa de sí mismo, peca por defecto.
3. Interpretación
Por Bien común se entiende, en filosofía en general, aquello que es compartido por y
de beneficio para todos los miembros de una comunidad; en sentido general, no solo
físico o económico. El bien común abarca al conjunto de aquellas condiciones de la
vida social, con las cuales los seres humanos, las familias y los colectivos pueden
lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. En esta concepción el bien
común no es la suma de los bienes de cada uno de los miembros de la sociedad ya
que ese bien es indivisible y solo con la colaboración de todos puede ser alcanzado,
aumentado y protegido.2 Afecta a la vida de todos. Exige la prudencia por parte de
cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la autoridad.3 Posiciones
fuertemente influidas por este punto de vista han sido incorporadas en las
constituciones y legislaciones de numerosos países y es extante en la posición de la
iglesia católica, por ejemplo, en la Doctrina Social de la Iglesia, a partir de la encíclica
Rerum Novarum. En la encíclica posterior se ha seguido profundizando en su
concepto. Esta percepción deriva de los clásicos griegos (principalmente Platón y
Aristóteles) a través de la tradición escolástica, especialmente del trabajo de quien es
considerado su más grande representante: Tomás de Aquino, quien re introduce el
tema en su Suma teológica -cuestión 98- cuando al hablar sobre la esencia de la ley
afirma que esta:"no es más que una prescripción de la razón, en orden al bien común,
promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad"
Así el bien común es también fin común. Algo que no necesariamente existente, pero
a ser obtenido por esta. En las palabras de Píndaro: llega a ser el que eres. A partir de
eso, de Aquino sugiere:
"constituyéndose la ley ante todo por orden al bien común, cualquier otro
precepto sobre un objeto particular no tiene razón de ley sino en cuanto se
ordena al bien común. Por tanto, toda ley se ordena al bien común".
4. Conclusiones
Se puede también objetar que es una utopía (utopía= Proyecto, deseo o plan ideal,
atrayente y beneficioso, generalmente para la comunidad, que es muy
improbable que suceda o que en el momento de su formulación es irrealizable.)
Además de que el ser humano necesita una utopía y que el capitalismo a destruido el
pensamiento utópico se puede afirmar que las búsquedas del bien común es bien una
utopía no en el sentido de una ilusión, sino de la que no existe, hoy pero que pude
existir mañana.
5. Recomendaciones
En el ejercicio del bien común, deben repartirse las cargas de acuerdo a las
posibilidades, se logra a través del correcto ejercicio de la autoridad bajo el criterio de
subsidiariedad. No se construye el orden social si sólo existe buena fe o buena
voluntad, sino además con eficacia real en su construcción
Para que un bien común funcione todos deben ser partícipe de ella