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86 establece lo siguiente:
o En primer lugar, para fijar el domicilio conyugal o disponer sobre la vivienda habitual y
objeto de uso ordinario de la familia.
o En segundo lugar, para fijar la contribución a las cargas del matrimonio en caso de que
uno de los cónyuges incumpla este deber.
o En tercer lugar, para realizar actos de administración sobre bienes comunes que exijan el
consentimiento de ambos cónyuges o actos de disposición a título oneroso si uno de los
cónyuges está impedido o se niega injustificadamente a prestar el consentimiento.
o En cuarto lugar, para conferir la administración de los bienes comunes cuando uno de los
cónyuges se encuentre impedido para prestar consentimiento o haya abandonado la familia
o exista separación de hecho.
o Por último, para realizar actos de disposición sobre bienes inmuebles, establecimientos
mercantiles, objetos preciosos o valores mobiliarios salvo el derecho de suscripción
preferente cuando uno de los cónyuges tenga la administración de los bienes comunes por
ministerio de la ley o por resolución judicial.
Al respecto ante casos de desacuerdos en el ejercicio de la patria potestad, el art 156 CC señala
que el Juez podrá atribuirá la facultad de decidir al padre o a la madre, y en el caso de que los
desacuerdos fueran reiterados o concurriera cualquier otra causa que entorpezca gravemente el
ejercicio de la patria potestad, como pudiera ser la Violencia de Género, podrá atribuirla total o
parcialmente a uno de los progenitores o distribuir entre ellos sus funciones. Esta medida tendrá
vigencia durante el plazo que se fije, que no podrá nunca exceder de dos años.
La Ley 1/2004 de Protección Integral Contra la Violencia de Genero, señala por su parte en sus
artículos 65 y 66 que el Juez podrá suspender para el inculpado por violencia de género el ejercicio
de la patria potestad, guarda y custodia, acogimiento, tutela, curatela o guarda de hecho, así como
régimen de visitas, estancia, relación o comunicación respecto de los menores que dependan de él.
Si no acordara la suspensión, deberá pronunciarse sobre la forma en la que serán ejercidas.
Asimismo, adoptará las medidas necesarias para garantizar la seguridad, integridad y recuperación
de los menores y de la mujer, y realizará un seguimiento periódico de su evolución.
Por otra parte la reforma introducida en el 2018 en el art 156 CC ha suprimido la asistencia
psicológica a los hijos menores de edad del catálogo de actos que requieren la decisión común de
los titulares de la patria potestad, señalando el precepto que dictada una sentencia condenatoria o
iniciado un proceso penal contra uno de los progenitores por atentar contra la vida, la integridad
física, la libertad, la integridad moral o la libertad o indemnidad sexual de los hijos comunes menores
de edad o por atentar contra el otro progenitor, bastará el consentimiento de éste para la atención
y asistencia psicológica de los hijos menores si bien el primer progenitor será informado previamente.
No obstante, se precisará el consentimiento expreso de los hijos mayores de 16 años.