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INTRODUCCION
El problema en torno al cual giran y es punto de inicio u origen de las teorías sobre
la autoría y participación es encontrar la manera de lograr, lo más exactamente
posible que se pueda, la distinción entre el autor y los colaboradores que hayan
participado en la realización de un hecho delictuoso, valorar cada conducta y de
acuerdo a esa distinción y participación penar dichas conductas.
Para resolver el problema que plantea la intervención de varias personas en la
realización de un delito, tradicionalmente la Dogmática jurídico penal distingue entre
autoría y participación. La distinción entre una y otra categoría se lleva a cabo
utilizando distintos criterios, entre los que predomina la teoría del dominio del hecho,
según, hasta el punto que sin su intervención y decisión el delito no se podría
cometer.
El partícipe, en cambio, es sólo, como su propio nombre indica, alguien que
favorece, ayuda, induce o coopera en la comisión de un delito, cuya realización, sin
embargo, depende la voluntad de otra persona que es el verdadero autor. Pero la
más importante consecuencia de la distinción dogmática entre autor y partícipe es
que la punibilidad del partícipe, aunque sea la misma que la del autor, depende o es
accesoria de la del autor, que es la figura en torno al cual gira la configuración del
tipo delictivo.
Las ventajas de este sistema se ven con especial claridad en la distribución de
responsabilidad que hay que hacer en los delitos especiales propios cuando en su
realización interviene alguien que no tiene las cualidades exigidas en el tipo delictivo
en cuestión para ser considerado autor en sentido estricto de dicho delito
Esta distinción se hace más difícil de realizar e incluso a veces puede quedar
gravemente comprometida, cuando el delito es cometido, no ya por varias personas
cada una con distinto grado de intervención o responsabilidad en su realización, sino
por esas mismas personas integradas en grupos u organizaciones en cuyo seno y
por otros miembros del grupo se ha diseñado un plan conjunto o decidido la
realización de esas acciones.
En estos casos, no se plantea sólo la necesidad de castigar a todos los miembros
del grupo por su pertenencia al mismo, cuando éste ya de por sí constituye una
asociación criminal, sino el problema de cómo hacer responsables a los miembros
de esos grupos que no intervienen directamente en la ejecución de los delitos
concretos que sólo llevan a cabo otros, sino que simplemente los diseñan, los
planifican asumen el control o dirección de su realización.
También se plantean problemas similares de difícil solución cuando se trata de
grandes delitos económicos y medioambientales, o de la responsabilidad por el
producto en el ámbito de grandes empresas, que si bien en algunos casos pueden
ser ya de por sí organizaciones criminales, no operan como éstas desde un principio
fuera de la ley o realizando actividades generalmente constitutivas de delitos.
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En todo caso, para resolver el problema que aquí nos ocupa, hay que partir, del
delito de asociación ilícita, que se tipifica en el Art. 317 del Código Penal y que se
castiga de forma autónoma e independientemente del delito o delitos que a través de
la asociación ilegal se cometan, con los que en todo caso puede entrar en concurso
real o ideal.
Esta autonomía del delito de asociación ilícita puede ser muy importante para
castigar adecuadamente algunas formas de criminalidad organizada, ya que el
castigo de la pertenencia o la dirección de una asociación ilícita, tanto más cuando
se trata de las bandas armadas, organizaciones y grupos terroristas del Art. 317,
puede ya de por sí ser suficiente o servir de penalidad alternativa en los casos en los
que no se puede imputar, conforme a las reglas generales de imputación a título de
autoría o participación y a la valoración de la prueba que haga el Tribunal, a todos
los miembros de la organización los hechos concretos realizados sólo por algunos
miembros de la misma.
Esta distinción es puramente conceptual y no impide que, desde el punto de vista de
la gravedad de la pena, también el partícipe pueda ser condenado con la misma
pena que el autor en sentido estricto.
La búsqueda de un concepto de autor, útil para explicar las diferentes
manifestaciones de la autoría, ha avanzado mucho si se considera la forma distinta
de aproximación al hecho punible, desde la suficiencia de la causa o condición del
resultado hasta que finalmente se consolida en aquella de la intervención que
domina el acontecimiento delictivo.
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2. MARCO TEÓRICO
Una corriente todavía más revolucionaria que la del dominio del hecho, ha
querido renovar los conceptos de autoría y de participación, por supuesto que
nos estamos refriendo al funcionalismo sistémico-normativo de Günther
Jakobs.
Teoría "Formal Objetiva", según la cual solo puede ser autor el que
realiza personalmente toda la acción escrita en el tipo. Esta teoría resulta
también insostenible. Ejemplo: Porque si alguien encañona a un paseante
con un arma mientras otro se apodera de su billetera, en lugar de ser robo
con arma sería un delito de coacción cometido por el que encañona y un
hurto por el que se apodera.
Teoría Del Dominio Del Hecho: Autor va a ser el que tenga el dominio
del hecho, el que maneje el curso causal
Puede suceder que en un delito concurran varios autores. Si los varios
autores concurren en forma que cada uno de ellos realiza la totalidad de
la conducta típica, habrá una co-autoría que no admite dudas. Pero
también puede acontecer que haya una división de tarea, lo que puede
provocar confusiones entre la co-autoría y la participación.
La explicación para estos casos se da por el llamado "dominio
funcional del hecho".
Cada uno debe dominar su rol, y ese rol debe ser indispensable para la
comisión del hecho, con relación al plan trazado, al hecho concreto.
Estamos entonces frente a un supuesto de co-autoría
Naturalmente que en la co-autoría cada uno de los co-autores debe reunir
los requisitos típicos exigidos para ser autor. Si estos requisitos no se dan,
NO hay co-autoría. Se trata de una limitación legal al principio del dominio
del hecho.
El criterio del dominio del hecho se rige por aspectos tanto objetivos como
subjetivos, puesto que el señorío del autor sobre el curso del hecho lo
proporciona tanto la forma en que se desarrolla en cada caso la
causalidad como la dirección que a la misma se le imprime, no debiendo
confundirse con el dolo, porque dolo hay también en la participación (el
cómplice y el instigador actúan con dolo), sin tener el dominio del hecho.
Normalmente los tipos contenidos en el derecho penal se refieren a la
realización del delito por persona única. Sin embargo, cada tipo de la
Parte Especial aparece complementado por las prescripciones contenidas
en la Parte General y que extienden la pena a casos en que el delito es
obra de más de una persona.
Se puede manejar un concepto amplio de participación, por el cual
participan o "toman parte" en el hecho los que son autores como los que
ayudan a los autores.
La teoría de la participación tiene dos posibilidades teóricas: o bien
diferencia distintas formas según la importancia de la participación, de tal
manera que distingue entre la realización del papel principal (autor) y
la ejecución de papeles accesorios (cómplices o cooperadores) o
bien renuncia a tales diferencias a favor de un concepto unificado de
autor.
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para cada intervención. Conforme este sistema son dos conceptos de autor
diferenciados:
X.FORMAS DE AUTORÍA
Por una parte puede suceder que el autor inmediato actúe sin
antijuridicidad porque:
*Puede ocurrir que el instrumento actúe de manera atípica.
*Que el autor inmediato actúe sin dolo o que en él no concurran los
elementos subjetivos del injusto.
*Por último, puede concurrir alguna causa de justificación.
En otras palabras, tiene el dominio del hecho porque se está valiendo del
permiso legal que tiene el otro a raíz de la situación en la que él lo ha
colocado.
- Violencia
- Falta de dolo
b. AUTORÍA DIRECTA
Es autor directo "el que realiza por sí el hecho punible" vale decir, aquel
cuya acción se le va a imputar por referirse a la realización directa de los
elementos objetivos y subjetivos del tipo, es aquel que lo realiza en forma
final, en razón de su decisión volitiva. La conformación del hecho mediante
la voluntad de ejecución que dirige en forma planificada es lo que
transforma al autor en señor del hecho. Por esta razón, la voluntad final de
realización (el dolo de tipo) es el momento general del dominio sobre el
hecho. No debe confundirse "dolo" con "dominio del hecho". El dominio del
hecho es expresión de la finalidad dolosa del autor; por eso es sólo un
criterio de imputación objetiva al autor en los delitos dolosos, de allí que,
los participes, si bien actúan dolosamente, sin embargo, no alcanzan a
dominar el hecho
no realiza conducta, como cuando el que empuja a otro sobre una vidriera
lo hace para cometer el delito de daños contra el comerciante a quien odia.
En este caso, puesto que el empujado actúa como una masa mecánica, lo
mismo da que haya sido su cuerpo o una piedra, de manera que el que
actúa valiéndose de alguien que no realiza conducta también es autor
directo, porque realiza directamente la conducta típica.
b.1. Circunstancias especiales
Estas circunstancias no niegan, ni desplazan el criterio del dominio del
hecho, sino, únicamente lo complementan a nivel típico. La autoría de
los delitos especiales.- Reciben el nombre de delitos especiales, o de
delitos propios, aquellos, que solamente pueden ser cometidos por una
determinada categoría de personas que el tipo indica.
En tales casos se produce una limitación de la esfera de autores; por
ejemplo: funcionarios, jueces, depositarios, eclesiásticos, etc.,
Sobrevendrá el título de la imputación (autor en sentido estricto) en el
sujeto que practique finalmente el supuesto de hecho de la norma con
la calificación objetiva especial. Esto quiere decir que el solo dominio
del hecho no basta, siendo necesario que el autor reúna además todas
las condiciones exigidas por el tipo.
c. AUTORÍA Y COAUTORÍA
- Puede ser que en un delito concurran varios autores. Si los varios
autores concurren en forma que cada uno de ellos realiza la totalidad de
la conducta típica, como si cinco personas descargan puñetazos contra
una sexta causándole todas lesiones, habrá una co-autoría que no
admite dudas, pues cada uno tiene el dominio del hecho en cuanto al
delito de lesiones que le es propio. Pero también puede acontecer que
los hechos no se desarrollen de esta manera, sino que haya una división
de la tarea.
hace es de naturaleza tal que, sin ese aporte el hecho no podría haberse
realizado.
d. AUTORÍA DOLOSA
- Precisión de la diferente base conceptual.
- La autoría dolosa se basa en el dominio del hecho, la culposa lo hace
en la causación del resultado.
e. AUTORÍA CULPOSA
- La autoría culposa se basa exclusivamente en la causación:
recordemos que autor culposo es el que causa un resultado
(determinado por la violación de un deber de cuidado) no pudiéndose
hablar allí de dominio del hecho
f. COAUTORÍA
- Común acuerdo.
- Quien ejecuta por su propia mano todos los elementos del tipo.
5. Teoría Del Dolo: Esta teoría hace depender de los intervinientes las
calidades de autoría y participación; en otras palabras, dependerá del
dolo del sujeto actuante para decidir si estamos en presencia de un
autor o de un partícipe. Desde luego, una teoría subjetiva como la que
se expone, no puede ser aplicada en la práctica, pues, a decir verdad,
muy poco nos debe interesar si una persona quería ser autor de un
delito, o simplemente tenía el propósito de cooperar en el mismo
-realizando buena parte de los hechos delictivos-, y en atención a ese
mero dicho atribuirle responsabilidad corno autor o partícipe. La
responsabilidad penal no puede estar sujeta a la libre interpretación del
interviniente.
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6. Teoría Del Interés Esta teoría sostiene que es autor quien tiene un
interés propio en que el hecho delictivo se produzca, mientras que es
partícipe aquel sujeto que interviene en los hechos delictivos sin un
interés propio, es decir, a favor de un interés ajeno. La teoría del
interés, al igual que la teoría del dolo, son teorías subjetivas, que no
pueden ser aceptadas, pues al depender de lo subjetivo no son
demostrables en un proceso penal.
Teoría del autor mediato: esta teoría fue construida por los autores
alemanes. Soler define el autor mediato como "el que ejecuta la acción
por medio de otro sujeto que no es culpable o no es imputable, por ese
autor".
Nuestra ley equipara al instigado con el autor y adopta una
accesoriedad limitada ya que basta con que el accionar del autor haya
sido antijurídico, sin necesidad también de que sea culpable. Porque se
puede ser instigador de un inimputable o de un ininculpable y sin
embargo ser responsable.
Por consiguiente Cabral considera que la figura de autor mediato, es
una institución propia de otras legislaciones y que no tiene cabida en la
nuestra. Y siguiendo al mismo Soler que dice "frente a nuestra ley, la
cuestión tiene mas bien un interés teórico dada la equiparación entre el
autor y el instigador".
Nuestra ley prevé y define con claridad y amplitud la situación de las
diversas personas que pueden participar en un delito, por eso parece
innecesario hablar de autor mediato, sino que solo se habla de "autor"
a secas.
3. Teorías Positivas
Dentro (le las teorías que admiten la existencia de una diferencia real
entre autores y participes se dividen, según la distinción del injusto, la
culpabilidad, o la mixtura de ambos -obteniéndose, así, un concepto
restringido de autor-, en objetivas, subjetivas y mixtas.
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4. Teorías Subjetivas
Parte de aceptar la equivalencia de las condiciones en el plano
meramente causasivo. La teoría subjetiva sólo atiende a la intención
del sujeto, a su ánimo. Autor será quien actué con ánimo de autor
(ánimus auctoris), y partícipe quien obre con ánimo de participe
(ánimas socii). Para determinar en qué caso el sujeto ha actuado con
animus auctoris o animus socii los subjetivistas han recurrido a
diversas fórmulas: así, hay quienes consideran que autor es quien
quiere el hecho como propio, y partícipe, el que lo quiere como ajeno;
otros sostienen que autores quien tiene interés en la producción del
resultado, y participe, quien no lo tiene; por último, están quienes
indican que partícipe es quien somete su voluntad a la del autor,
dejando al criterio de éste decidir sobre la consumación del delito.
Esta teoría también encierra inconvenientes político criminales, por
ejemplo, los tribunales alemanes castigaron como meros partícipes a
sujetos que habían realizado por sí mismos todos los elementos del
tipo, mientras que consideraron autores a quienes no habían tenido
intervención material en el hecho,
El hecho de penar como cómplice a quien verdaderamente es autor
extiende el concepto de autor hasta un punto que afecta la función de
garantía de la ley penal. Además, al relevarse la actitud interna de los
intervinientes como criterio diferenciador entre autoría y participación
conduciría a entender este problema equivocadamente fuera del tipo,
como una problemática de culpabilidad.
5. Teorías Mixtas
Se destacan por la importancia que confiere al aspecto objetivo o al
aspecto subjetivo: subjetivo-objetivas y objetivo-subjetivas. Para la
teoría subjetivo-objetiva, autor es el que actúa con voluntad autorial. En
cambio la teoría objetivo-subjetiva indica que autor es el que ejecuta
potencial o totalmente el tipo legal.
6. Teorías Objetivas
Las teorías objetivas distinguen la diversa contribución al injusto y se
dividen en objetivo-materiales y en objetivo-formales.
Las teorías objetivo-formales, parten de la descripción típica para
distinguir al autor del participe. Autor viene a ser aquél cuyo
comportamiento puede ser apreciado como clara verificación del tipo.
Lo importante es la realización de todos o parte de los actos ejecutivos
establecidos expresamente en el tipo legal.
Esta teoría es fascinante, pero, no supera importantes dificultades:
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En los delitos comunes el autor principal será "el que " o "quien", en
cuanto tengan dominio del hecho, manifestado en el dominio de la
acción.
En los delitos especiales, donde se limita el numero de autores
exigiendo cualidades especiales en los tipos, solo podrá ser autor
principal el sujeto que pertenezca al círculo definido por el tipo penal, y
además tenga el dominio de la acción. Al no existir otros sujetos que
intervengan simplemente habrá que comprobar si la acción que domina
este sujeto es conforme con el tipo penal correspondiente.
XVII. LA PARTICIPACIÓN
1. Naturaleza Jurídica
Si son varios los que intervienen en la comisión de un delito, realiza
el tipo en sentido estricto tan sólo quien domina formalmente la
conducta típica, así, por ejemplo: quien dispara y causa la muerte de
otro. No puede invocarse lo mismo si la otra persona se limita tan
solo a inmovilizar a la víctima, o quien suministra al autor el arena
homicida, o simplemente induce a otro a que le dé muerte.
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2. Participación:
La participación Se entiende por participación el hecho delictivo
realizado por un conjunto de personas a las cuales se les impondrá la
pena en función del modo de intervención en la comisión del delito. El
comportamiento del partícipe depende del hecho principal el cual
pertenece al autor, y por lo tanto su infracción no es autónoma. El
tipo del partícipe depende del tipo principal que se le atribuye al
autor.
3. Principio de accesoriedad
Por su importancia, creernos conveniente estudiar el problema de la
accesoriedad en un apartado especial. La participación en
intervención en un hecho ajeno, el partícipe no realiza un tipo
delictivo autónomo, sino realiza una actividad accesoria de un hecho
principal ajeno.
Accesoriedad significa que la participación requiere para su
existencia de un hecho principal que es realizado por el autor. La
accesoriedad implica un problema que puede ser planteado en (los
sentidos diferentes).
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5. Formas de Participación
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a) INSTIGACIÓN
Instigador es el que determina dolosamente a otro a la comisión de un
injusto doloso. Consecuentemente, el hecho del instigado (autor)
debe ser una conducta típica y antijurídica. Debe cometerse
mediante un medio psíquico.
Hay determinación directa cuando el que determina es autor, pero
también la hay cuando el que determina es instigador; pero no hay
determinación directa cuando un sujeto se limita a hacer sutiles
sugerencias, sugerimientos ambiguos o medias palabras.
Por medio psíquico directo no debe entenderse solo la palabra clara y
determinante, sino que puede ser cualquier otro medio simbólico:
gestos, actitudes, palabra escrita, claves, etc.
Es una forma de participación, pero por su entidad cualitativa, a
efectos de la dosimetría penal, la ley la considerable equiparable a la
autoría.
La instigación estriba en que el instigador hace surgir en otra persona
-llamado instigado- la idea de perpetrar un delito, aún más y esto es lo
relevante- quien decide y domina la realización del hecho es
precisamente el instigado y, por tanto, éste es verdaderamente el
autor Esta caracterización es notable, porque de lo contrario, el
instigador aparecería como autor mediato. El autor en este caso el
instigado es el responsable de la realización típica del hecho, tanto es
así, que si no se da inicio a la ejecución del delito, no se daría el
comienzo de la ejecución típica
En síntesis, el protagonista principal es el instigado -autor-, y al
instigador le alcanza el castigo en tanto que la conducta del instigado
se subsuma en cualquiera de los tipos legales.
Ejemplo: Evidentemente, el inductor debe actuar intencionalmente, a
fin de lograr el hecho delictivo.. En efecto, A es instigador tácito al
entregar a B el pañuelo que C había obsequiado a D para que crea
que lo engaña con B y, consecuencialmente, resuelva dar muerte al
traidor
b. LA COOPERACIÓN
Distinguen entre cooperación necesaria y complicidad, se centra en
la cooperación necesaria, y establece como cooperador necesario el
que coopera en la ejecución del hecho con un acto sin el cual no se
habría efectuado. El cooperador necesario es aquel que interviene en
la comisión del delito a través de una aportación determinante para
que sea posible la realización del hecho.
En la cooperación necesaria distinguimos entre un elemento subjetivo
y otro objetivo:
b.1. Requisitos:
1. Debe de haber un acuerdo de voluntades previo.
2. El cómplice debe de conocer el plan del autor.
3. Conocimiento de que se está cooperando en el plan.
4. La contribución debe de ser secundaria.
Es relevante la distinción entre el cooperador necesario y el
cómplice porque de ella depende que al sujeto activo se le castigue
como si fuera el autor del hecho o con la pena inferior en grado.
Para diferenciar estas dos figuras debemos de preguntarnos si es
necesaria la cooperación para la producción del resultado.
Asimismo, hay que acudir a la teoría de los bienes escasos, según la
cual lo importante de la aportación es que sea complicado su
reemplazo. Para saber si específicamente la aportación es
determinante, es necesario el estudio de las circunstancias de cada
caso.
c. COMPLICIDAD
Debe entenderse como la actividad por la cual se presta cooperación,
auxilio o ayuda para que otro ejecute el hecho. Esto puede realizar
por actos de comisión o por actos de omisión, y puede darse en dos
formas que se denominan complicidad primaria y complicidad
secundaria.
La complicidad es una forma de participación, en principio, la
contribución anterior o simultánea a la realización del delito es común
en toda clase de complicidad; lo que destaca es su mínimo soporte
material, permitiendo que la pena sea inevitablemente inferior a la
que merezcan los autores del delito. En consecuencia, el cómplice
ayuda o coopera, en forma auxiliar o secundaria a la ejecución, a
diferencia de los coautores que ejecutan directamente el delito.
Estos actos de cooperación son variados: pueden ser materiales o
intelectuales, entre ellos encontramos por ejemplo:
c.2. Penalidad
En definitiva, la difícil labor de establecer los aportes necesarios
corresponde al juez que deberá valorar prudentemente todas las
circunstancias concurrentes, tratando de soslayar la lógica de los
acontecimientos parciales concretos o abstractos con criterios
inapelables y firmes. Lo que importa es detectar si la aportación al
hecho pudo ser o no insustituible para el autor.
En principio, sólo para efectos represivos, los instigadores y los
cómplices primarios, son equiparados a los autores. La
incomunicabilidad de las circunstancias y calidades personales
Bajo el título de incomunicabilidad se tratan, muchas veces,
cuestiones relativas a la accesoriedad y al principio de
individualización de la pena. En los casos de coautoría, la cuestión
no importa problema alguno pues al verificarse la comisión de un
delito, al juzgador sólo le queda determinar el quantum de la pena a
imponerse de acuerdo con su culpabilidad.
De otro lado, creemos que las distinciones legislativas respecto a las
circunstancias y cualidades personales resultan, hoy en día,
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d. LA INDUCCIÓN
La inducción se caracteriza por ser una forma de participación
parecida a la autoría que consiste en que una persona hace nacer en
otra la decisión de delinquir a través de la persuasión. A diferencia de
la autoría mediata, quien decide y domina la realización del delito es
el inducido. Al inductor se le castiga con la misma pena que al autor
porque aunque sea una forma típica de participación, el legislador por
su entidad cualitativa la asimila a la autoría.
d.1. Requisitos:
4. La inducción se debe de realizar con anterioridad a la ejecución del
delito. Asimismo puede ser concomitante, por ejemplo cuando una
discusión se incita a uno de los que discute a agredir a la parte
contraria.
5. Tiene que ser directa, es decir, entre el autor y el inducido debe de
existir una relación personal e inmediata, a través de la cual se
induzca de manera concreta a la realización de un delito.
6. Ha de ser eficaz. Tiene que tener la suficiente entidad para que el
inducido decida cometer el delito y que al menos inicie su ejecución.
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5. La accesoriedad de la participación
La punición de la participación se debe a que se ha extendido el
ámbito de personas responsables. Esta extensión se basa en el
principio de accesoriedad. La accesoriedad significa que la
incriminación de la participación depende de la conducta que tiene el
partícipe respecto de la conducta del autor.
Hay tres tipos de accesoriedad:
La accesoriedad máxima, según la cual solo es punible si el autor
actuó típica, antijurídica y culpablemente.
La accesoriedad mínima según la cual es punible la participación
en el caso en que el autor haya actuado típicamente y a pesar de
que su conducta esté amparada por una causa de justificación.
El principio de accesoriedad limitada. Es el que mayor acogida
tiene entre la doctrina y la jurisprudencia. Establece que la
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6. Principios de la Participación
Es un instituto que cumple una función similar a la de la tentativa, ya
que amplia el radio de acción de los tipos penales. Extiende la punicion
de personas que no revisten la calidad de autores del delito debido a
que intervienen en calidad de instigadores o cómplices. Entre sus
principios tenemos los siguientes:
CONCLUSIONES
La teoría del dominio del hecho distingue tres tipos de autoría: autoría
directa, autoría mediata y coautoría.
Por lo que respecta a los delitos culposos, éstos no distinguen entre autor
y partícipe: sólo existe autoría. Sobre este punto no profundizo, por el
momento, pero considero que no existe impedimento para que existan
autoría y participación en los delitos culposos.
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BIBLIOGRAFIA
apuntes.rincondelvago.com/.../derecho/derecho_penal/
http://www.mariocafiero.com.ar/lesa/Art.Dr.CarlosDazaGomez.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Autor%C3%ADa_y_participaci%C3%B3n
http://www.altillo.com/examenes/uba/derecho/derepenal/derepenal2009cua
droautoria.asp
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