Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Av.

Corrientes 1543

19 – 21 hs. Sala M. Duborvsky: Proyección de Los locos de las acciones físicas

Proyección de un corto documental de clase magistral de Raúl Serrano en el Taller de Teatro
de la UNLP. Charla posterior con Mariel Bignasco actriz, directora, docente (Escuela de Teatro
Buenos Aires) y Laura Lago (Taller de Teatro UNLP)

Son mis ojos.

En La Plata 2014 presentando la Biblioteca Teatral de La Plata "Alberto Mediza" en las "XIV
Encuentro NACIONAL DE PROFESORES de TEATRO" de la Red DRAMATIZA
Unas palabras que atraviesan a la Mediza son:
Teatro
Hacer
Texto
Letra
Verbo encarnado
Se trata de textos, de textos de teatro. Encontré un epígrafe que ilumina de algún modo la
relación de los textos con el saber viviente, con el verbo encarnado:

“En África, cuando un anciano muere, es como si una biblioteca se quemara”. Amaoudou
Hampaté Bá

El hacer reunió personas y las afinidades electivas abrieron un camino por donde se deslizó
una herencia impensada. Otra vez había allí un cuerpo para recibir, para soportar, para
resguardar, para habilitar a muchos otros la biblioteca personal de un artista que fue cuerpo y
si hay quien preste cuerpo seguirá siendo obra.

Los textos han sido primero cuerpo. En parte cuerpo. En origen algo de cuerpo. Verbo
encarnado que sigue su existencia por otros medios, el escrito.
En el Teatro de la Universidad Nacional de La Plata sigo asombrándome del plus de cuerpo
que experimento al entrar a la casona de calle 10 entre 54 y 55 n° 707.
Hoy, vale decir aquí ahora , nos reunimos para seguir nuestras prácticas por otros medios. Por
otros medios que también son prácticos como la formalización, la transmisión y la
camaradería.

Cuando un visitante entra al Teatro se llena de sensaciones: aroma de comidas, actores

ensayando, martillazos, tangos y la máquina de coser. El murmullo de quien organiza algo, un
grito de gol. La voz anfitriona que cuenta la casona y su historia de mueblería, de imprenta, de
abandonos y de estrenos. Los muebles y objetos de alma mixta: hoy en el museo de
antigüedades, mañana en una escena y tras cartón la calle incluso. Bastidores y clavos,
volantes y maquillajes. El revolver de utilería y toallas para el actor que sangra en escena, un té
para la actriz que espera “su pie” y necesita atajar el catarro. Al mediodía se lavan verduras y
se mandan las gacetillas, se compra el asado y se organiza la platea de la noche. Alguien baja la
hornalla al mínimo, se quita el delantal y atiende a un extranjero que encontró en la Biblioteca
las revistas del 30 base de su investigación. Un actor busca obra para tres, alguien pregunta si
ya mandaron un libreto a Paraná. Pasa el vecino que a la noche vendrá a festejar el estreno, un
amigo avisa que del helado se encarga él. Y más acciones y más acciones mientras se vive se
crea mientras se crea se lee, se estudia, se cocina, se duerme, se lava, se cataloga, se ensaya,
se ensaya estar con uno mismo entre otros y viceversa. El silencio laburante convive con la
carcajada del Colo (Barruti) querido maestro, con una discusión de fondo o con el chisporroteo
del chiste.

Barruti es hijo de una actriz que lo introdujo en el mundo del circo y el radio teatro. Muchas
de sus frases, indicaciones y procedimientos derivan de la cultura del teatro popular, tradición
que se basa en la transmisión oral de códigos de creación y recepción. Este director formado
en estética y en la metodología de las acciones físicas, discípulo directo de personalidades de
la talla de Raúl Serrano y Alberto Mediza, entiende las obras de la cultura popular como
aquellas que representan a los intereses del pueblo y por eso las considera complejas,
profundas y con alto potencial identificatorio para el público. Barruti sostiene que los artistas
contemporáneos tenemos mucho que aprender de los géneros nacionales para abordar textos
de esa poética como otros textos nacionales o extranjeros. Es asimismo un conocedor de la
filmografía de Leonardo Fabio y Stanley Kubrick a partir de los cuales ofrece charlas para
abordar el tema del proceso creador en arte. Sistematizó sus conocimientos de la dirección
teatral que ofrece en forma de seminarios y asistencias técnicas a grupos de teatro a lo largo y
ancho del país.

Barruti no solo dirige textos nacionales, también aborda textos de la literatura universal clásica
y contemporánea como por ejemplo “El proceso” e “Informe para una academia” (en cartel)
de F. Kafka, “Rápido Nocturno, aire de Foxtrot” de M. Kartun, “El príncipe azul” de E. Griffero o
“El dragón de fuego” de R. Mahieu, o “La cocina” de A. Wesker. Actualmente dirige la tercera
temporada de “La Nona” de Roberto Cossa. Este espectáculo se presenta los jueves para
alumnos de secundarios en el marco del proyecto “Los clásicos en cartel. Las escuelas al
teatro” y los sábados para público general. “La Nona” está preparada para hacer giras y tiene
un equipo técnico de 8 personas tras escena. Roberto Cossa, Osvaldo Pelletieri (ya fallecido),
Mauricio Kartun, Jorge Huertas, Vicente Zito Lema, son algunos de los artistas e intelectuales
que conocen a Barruti y su espacio de trabajo. Y son algunos de nuestros potenciales
entrevistados además de teatristas de distintas localidades con las que Barruti tiene
entrañable relación.

Para sus montajes escénicos realiza una investigación preliminar donde se pregunta por la
necesidad social de llevar a escena esa obra. De esa investigación surgen las líneas estéticas
que serán el criterio para definir el tono de las actuaciones y el tipo de musicalización, luz y
escenografía. Se destaca por ser un maestro de los ritmos, los contrastes y la construcción de
metáforas escénicas que superan el nivel anecdótico de los textos. La efectividad en sus
montajes la logra a través de un riguroso estudio de los lenguajes que conforman el total de
una puesta en escena: la música, la iluminación, la escenoplástica. El eslogan que caracteriza al
Taller de Teatro de la UNLP “Para el querido público” enfatiza la voluntad de este director por
lograr una comunión con los espectadores. Voluntad que se ve materializada en la alta y
sostenida convocatoria de público que permite que las puestas en escena perduren en cartel
varias temporadas. Este saber de Barruti se ha transmitido a su equipo creativo estable.
Barruti funda en 1986 el Taller de Teatro de la UNLP en una casona en ruinas actualmente
remodelada y adecuada como espacio teatral gracias a la gestión colectiva de un grupo de
personas formadas bajo su orientación en aspectos técnicos, artísticos y humanos. Más allá de
este grupo estable se incorporan jóvenes que se acercan llamados por los seminarios o las
puestas en escena. El Taller de Teatro les ofrece un espacio de entrenamiento al modo de las
viejas compañías donde tanto se aprende a hacer la técnica de una obra, como se estudia un
libreto, se asiste en la confección de un vestuario, se prepara el almuerzo para el elenco, se
volantea o se sale al toro reemplazando un actor que falta.

Descripción del proyecto:

A largo plazo se trata de realizar un audiovisual documental del proceso creador del director
teatral Norberto Barruti.
“Son mis ojos. Una vida de teatro dedicada al querido público”

Nuestro personaje se caracteriza por ser un referente de la poética teatral enraizada en los
géneros nacionales y criollos: el sainete, el melodrama y el grotesco. “Tal vez el género sea ese
lugar donde el teatro encuentra su poesía”, dice en una entrevista publicada en la Revista “El
picadero” LINK. Las maneras de hacer teatro de Barruti abrevan en la tradición de los géneros
nacionales. Esto se observa en sus códigos de dirección, en el ensamblado de los lenguajes de
la puesta en escena y en aspectos más cotidianos de la vida del grupo. A modo de ejemplo
describimos la cotidianidad del trabajo en el Taller de Teatro de la UNLP, contexto principal de
producción de Barruti y donde también funciona una Biblioteca Teatral:
Barruti recibió premios y distinciones como el “Premio Homero Manzi”, el “Premio Pepino el
’88”, el “Premio Cóndor”, el “Premio Leónidas Barletta”, el “Premio Juan Moreira”, el “Premio
a la Trayectoria - Región Centro”, que le fue otorgado en la 30º Fiesta Nacional del Teatro
Independiente que el Instituto Nacional del Teatro realizó en Salta y el Premio “Podestá” a la
Trayectoria Honorable que otorga el Senado de la Nación de la República Argentina
conjuntamente con la Asociación Argentina de Actores. Fue seleccionado en más de una
oportunidad para dirigir en la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y fue director del Plan
Federal del Teatro Nacional Cervantes en dos oportunidades Santa Rosa (La Pampa) y Paraná
(Entre Ríos).
Su concepción del teatro como derecho cultural de todos los habitantes y en especial de los
más desfavorecidos lo ha llevado a dar clase en cárceles y manicomios, a hacer giras y
funciones localidades a los que el teatro oficial y comercial difícilmente llega, a asistir técnica y
materialmente a grupos que se inician o que tienen dificultades para producir. Este
compromiso le ha valido un especial reconocimiento de sus pares.

Mostraremos con imágenes, testimonios y documentos de archivo la labor de este discípulo de

Raúl Serrano y uno de los pocos continuadores en plena producción del legado del teatro de
tradición nacional. Registraremos ensayos, eventos de la vida social y artística cotidiana,
momentos del montaje escénico, preparación de decorados, de vestuario, de la planta de
luces, etc. Así como fragmentos de funciones de producciones teatrales en cartelera dirigidas
por Barruti en el contexto del Taller de Teatro de la Universidad Nacional de La Plata.
Barruti se caracteriza por montar obras con elencos y escenografías “grandes” así como
elencos reducidos y dispositivos escenográficos sintéticos. Estas escenografías se construyen
en el mismo Taller de Teatro siendo un espacio de aprendizaje integral de los aspectos
artísticos, de diseño, de construcción y montaje.

Este director propone a su equipo artístico la reposición de títulos a lo largo del tiempo, es
decir que trabaja con la idea de repertorio, suponiendo esto una continuidad pero también
una reelaboración de los elementos en juego.

Debido a estas características nuestro documental podrá registrar ensayos, funciones y demás
preparativos de una o varios de los montajes que se estén llevando a cabo en el periodo de
filmación así como rememorar a través de imágenes y documentos de archivo dichas puestas.
Esto resultará en una riqueza estética y semántica a la hora de mostrar en imágenes el
complejo y sustancioso modo de trabajo del director y el equipo del Taller de Teatro.

En síntesis nuestra intención es plasmar algo de este universo en un audiovisual que se nos
presenta como formato adecuado para registrar la metodología y poética de este director
reconocido pero que amerita una mayor difusión. El audiovisual será un medio comunicativo
efectivo tanto para teatristas como para el público en general especialmente para las nuevas
generaciones.