Sie sind auf Seite 1von 3

ESCALETA PROGRAMA EL BUEN VIVIR

"GUÍA PARA CURAR LA TIERRA"


Realizador: David Lasso

PRIMER SEGMENTO: AGRICULTURA URBANA

1. PG del distrito metropolitano de Quito.


2. Marcos (50 años) se encuentra sentado debajo de un gran árbol en el barrio La Gasca. Nos
habla de cómo la naturaleza emerge en la ciudad a pesar de que ha sido cubierta por el
cemento. La cámara le sigue por las calles para indicarnos la vegetación silvestre urbana. El
suelo quiere respirar y las plantas quieren crecer. En algunos lugares observamos que hay
las llamadas “hierbas malas”, pero es un caos ordenado de una naturaleza que queremos
comprender. Por eso nos dirigimos a la casa de Marcos, subimos las gradas que nos llevan a
su terraza, ahora transformada en un hermoso jardín. Luego de un proceso meticuloso de
impermeabilización, ha implementado un invernadero en poco espacio y en medio de la
ciudad. Marcos come lo que siembra y enseña a otros citadinos a hacer lo mismo. ¿Cómo
sembrar en medio de la ciudad?
3. Estamos en la escuelita Yachay Wasi, en el barrio Monjas, en el centro oriente de la ciudad.
La chakra ha madurado y cubre el paisaje del fondo: la ciudad. Los niños al son de una
guitarra entran como hormiguitas a la chakra y cosechan maiz, frejol, arbeja, zambo, zapallo.
Todos los ingredientes necesarios para que doña Ofelia proveniente de Zumbahua cocine
una tradicional fanesca al fuego de la leña. Es una fiesta de gratitud, la tierra nos ha dado
todo para comer en medio de la ciudad. La escuelita está integrada por migrantes
campesinos de varias comunidades indígenas y afroecuatorianas de la costa, sierra y
oriente. Muchos saberes ancestrales van emergiendo, otros se van perdiendo y otros
saberes modernos van apareciendo. Yshkay Yachay es el diálogo de los dos saberes: la
andina y la moderna, que conviven en consenso y equivalencia. Marcos conversa con los
dirigentes de la escuela sobre el diálogo de la permacultura con sus costumbres y
tradiciones.

Corte comercial

SEGUNDO SEGMENTO: SEMBRAR EL AGUA

4. PG. Valle de Tumbaco.


5. Plano frontal de un barrio residencial, vemos casas de un barrio cualquiera. Caminamos junto
a Paulina (26 años) bordeando el barrio, intentando llegar a la quebrada. Observamos las
tuberías que salen por la parte “trasera” de cada casa. Esta zona todavía tiene vestigios del
campo que alguna vez fue. Nos percatamos que en el lugar existe un ojo de agua, los ríos
subterráneos que algún momento afloran con agua limpia. Es precisamente en este sitio

1
donde quebrada y ojo de agua se juntan. El agua pura que sale de la tierra se mezcla con el
agua sucia que sale de los retretes de los humanos.
6. Paulina junto con su pareja, Miguel (27 años), nos cuentan la historia de su casa. Ellos
recibieron una vieja construcción y tenían que readecuarla. Entre muchas otras cosas
pensaron en el diseño del agua y nos cuentan que su techo es un gran balde que recibe a la
lluvia para luego conducirla hacia un tanque de ferrocemento que ellos mismo armaron
(archivo fotográfico) en mingas. La cantidad de agua de lluvia que cosechan es la que
ingresa a su domicilio y es suficiente para cocinar, lavar, bañarse, asear la casa y regar su
huerto.
7. Esto no sólo es sentido común, tiene que ver con su preocupación y respeto por el agua. Por
tanto otro componente es intentar ensuciarla lo mínimo. El lugar donde más ensuciamos el
agua es el retrete, cuando le agregamos nuestras heces, convirtiendo el agua potable que
llega a nuestras residencias en mal olientes y contaminadas “aguas negras”. Un perfecto
caldo de enfermedades, pues las bacterias y patógenos necesitan de mucha agua para
reproducirse y nosotros les creamos todas las condiciones necesarias para que se
reproduzcan. Pero Paulina y Miguel no, ellos han optado por una tecnología que
mundialmente va creciendo: los baños composteros. Así que en vez de agua, ellos botan
aserrín con ceniza en un balde. Ellos no sólo que NO ensucian el ojo de agua que está
detrás de su casa, sino que no desaprovechan el abono humano que producen. Después de
6 meses ellos tienen tierra fertilizada, abono orgánico gratis que sus árboles se lo
agradecerán.
8. Pero toda casa ensucia el agua y ellos no son la excepción. Así que construyeron un sencillo
bio filtro de purificación de aguas grises. Mediante archivo fotográfico vemos cómo lo hicieron
y nos cuentan cómo funciona a través de plantas acuàticas que con un debido proceso
pueden llegar a limpiar poco a poco el agua enjabonada. Luego que las plantas trabajan
mucho para ello, una pequeña laguna recibe agua ahora mucho más limpia, lista para el
riego, para deleitar la vista y para generar un microclima donde peces y ranas nos
acompañan con sus cantos y colores.

Corte Comercial

PRIMER SEGMENTO: LOS ARBOLES ENSALADA

9. PG. Nor-occidente de Quito. Estamos a 500 metros sobre el nivel del mar, pero todavía
dentro del Distrito Metropolitano de Quito. Geográfica y políticamente podemos decir que es
el trópico de Quito.
10. Alejandro (28 años) y Jaime (70 años) caminan por un bosque regenerado. Es decir, 30 años
antes el lugar que estamos visitando era un potrero con un suelo herido por la tala de
bosques y la ganadería. Pero ahora no, Jaime ha dedicado tres décadas en sembrar más de
600 especies de árboles de todo el planeta y ahora vamos a conocer sus frutos. Buscamos

2
dos en especial, pues son conocidos por su Realeza. La reina y el rey, Mangostino y Durían.
Dos frutos exquisitos y exóticos, que crecen en el bosque tropical de Quito, gracias a Jaime,
un guardián de semillas, que ha provocado las condiciones necesarias para que el bosque se
recupere y floresca nuevamente. Luego de dos horas de caminata, nos encontramos con
màs de 30 tipos de frutos, de colores, sabores, texturas y formas impresionantes. Es un
bosque de comida, que cumple con muchas funciones para que el resto de seres vivientes
podamos existir.
11. Alejandro y su pareja Agustina (26) también están siguiendo sus pasos. Hace cinco años
adquirieron un suelo herido. Pero no sólo querían recuperar el bosque sino desarrollar un
proyecto productivo económicamente. Piensan que es posible producir dinero y respetar a la
naturaleza. Producir para conservar y conservar para producir. Decidieron sembrar cacao
asociado a otras especies, todo lo contrario a un monocultivo. Ellos nos cuentan su historia, a
través de su archivo fotográfico vemos cómo recibieron el terreno y cuáles fueron los pasos
que poco a poco fueron dando. Así nos hablan del chocolate que producen.
12. Al final de la jornada disfrutamos de un rico y nutritivo almuerzo tropical: todos sus
ingredientes salieron del bosque.

Das könnte Ihnen auch gefallen