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MANTENIMIENTO: CLAVE EN LA ESTRATEGIA DE

OPERACIÓN DE UNA EMPRESA


La estrategia de operaciones de una empresa se basa en un plan a largo plazo que
busca mejorar la competitividad de la misma. Parte de un análisis del entorno, del
mercado y de los competidores, así como de un estudio de los recursos internos
disponibles, para fijar unos objetivos y una hoja de ruta.
El objetivo final es encontrar una ventaja competitiva que diferencie claramente a la
compañía de sus competidores. Se trata de que el valor agregado del producto o
servicio ofrecidos justifique que el cliente acepte el producto entregado y no solo
este dispuesto a pagarlo, sino también satisfecho de hacerlo. Esta ventaja debe ser
sostenible en el tiempo y de difícil imitación, entre otras cualidades.

La globalización de los mercados, las nuevas tecnologías de la comunicación y la


reducción de costes en el transporte internacional han provocado una revolución en
los antiguos sistemas de producción y logística. La necesidad de adaptarse a los
cambios y a las nuevas demandas de los clientes de forma ágil y rápida hace que se
desarrollen nuevos productos a una velocidad vertiginosa.
El conocimiento y la información son las herramientas más valiosas para la
competitividad. Esta nueva manera de trabajar permite una mayor rapidez de
respuesta de la empresa a los cambios del entorno y del mercado. La empresa
entendida como un sistema también ayuda a unir sinergias y a sumar el esfuerzo de
toda la organización para avanzar en un único sentido.

Estrategia Operacional basada en el Mantenimiento


Las estrategias pueden ser de muy diversa índole y pueden hacer hincapié en
aspectos competitivos diferentes. Las áreas de decisión sobre las que inciden abarcan
ámbitos diversos, como el proceso de generación del bien o servicio, las inversiones
de capital, los ritmos de capacidad productiva, el uso adecuado de los activos
existentes, la rotación de stocks o mantenimiento de inventarios, la previsión de
compras, la política de personal y el control de calidad, por poner algunos ejemplos.
Las organizaciones en la industria petrolera, minería y manufactura dependen de la
confiabilidad de los activos para generar utilidades, aumentar el valor de las acciones,
el patrimonio de los accionistas y cumplir con los elementos de seguridad y
ambientales incluidos en la misión de la empresa. La gestión eficaz de los activos
crea una ventaja competitiva para la organización. Sin embargo, si los activos son
mal administrados, el resultado es una erosión en las ganancias, la riqueza y el
desempeño ambiental y de seguridad – en algunos casos catastrófica.

Hace tiempo que el mantenimiento dejó de considerarse un mero factor de costes.


Un mantenimiento efectivo y eficiente proporciona una importante ventaja sobre la
competencia en el sector productivo. Con la reducción de los márgenes de tiempo y
de stock, y con las nuevas estrategias de logística, los tiempos de inactividad han
adquirido gran importancia y pueden ocasionar graves pérdidas de producción. Las
principales fuentes de pérdidas de tiempos en una planta son:

1. Paradas de la instalación
2. Pérdida de tiempo ligada a la preparación de los equipos
3. Secuencias de trabajo a ritmo reducido
4. Dificultades asociadas a la puesta en marcha
5. Pérdidas de calidad de los productos y servicios
Creando una ventaja competitiva

Es un hecho que mantenimiento colabora en el valor atribuido a un activo y en la


realización del valor generado desde un activo o sistema productivo (por ser un
proceso soporte del mismo). Es también un hecho que la empresa no existe solo para
que hagamos mantenimiento (excepto aquellas que su negocio principal es
suministrar servicios de mantenimiento a otras empresas).

Exploremos como el mantenimiento puede generar beneficios en una Empresa:

EL MANTENIMIENTO SIRVE PARA REDUCIR LAS PERDIDAS.

Las medidas con efectos a corto plazo orientadas a disminuir el costo de producción a
través de la reducción o corte del costo de mantenimiento preventivo necesario,
conducen inevitablemente, en el mediano y largo plazo, al efecto indeseado
de incremento del costo de producción.

Si, el “costo directo de mantenimiento” se incrementa por tratarse de un incremento


de actividad correctiva imprevista, ello implica un alza del costo de producción
porque se incurre en un “costo de mantenimiento por correctivo imprevisto” más “el
costo de la consecuencia del fallo” (“costos inducidos”). Esto incluiría las pérdidas de
producción y la posible caída de ventas o las pérdidas derivadas por el incumplimiento
de compromisos (multas, penalizaciones, cobertura de daños, pérdida de contratos).

Cuando se incrementa el “costo de mantenimiento en actividades preventivas” (lo


que incluye al mantenimiento cíclico o predeterminado y al mantenimiento basado
en condición), entonces se hace posible disminuir las pérdidas por resultado de las
consecuencias de los fallos. Esto incidirá en la mejora de la eficiencia y la eficacia de
la producción. Y desde el punto de vista del costo de producción, este se mejora, al
limitarse el costo por fallos imprevistos que exigen acciones correctivas inmediatas.
Esto es así, porque se parte del hecho que los costos inducidos, por la ausencia o
inadecuado mantenimiento o por errores, son mucho mayores que el costo directo
de mantenimiento preventivo.

MANTENIMIENTO AÑADE VALOR A LOS ACTIVOS.

El mantenimiento adecuado permitirá tener a un equipo en una condición de


operación de máximo rendimiento. Posibilitando mantener niveles de producción que
maximicen las utilidades. Asimismo, las actividades de mantenimiento colaboran en
el preservar el valor atribuible a un activo, fundamentalmente cuando prolongamos
la vida útil del mismo, garantizando las funciones previstas del activo, a costos que
no son comparables con el valor atribuido al activo de sustitución, combinado con
la capacidad del activo de producir beneficios económicos futuros.

MANTENIMIENTO GENERADOR DE UTILIDADES.

Se aprecia que una empresa que incrementa sus costos en la mejora de procesos,
en la mejora de la confiabilidad humana, en modernización, en la mejora de sus
relaciones comunitarias, que invierte en innovación, tecnología… incurre en más
costos y reduce su utilidad a corto plazo, pero incrementa su valor (en óptica de lo
que se generara en el futuro) como resultado del mejor posicionamiento competitivo.

Pero la generación de utilidades, gracias a la aplicación de la correcta estrategia de


mantenimiento y su ejecución, no es una ecuación lineal porque depende de otras
variables de mercado y de la propia estrategia de empresa. Por ejemplo, depende
del crecimiento, la diversificación, la modernización, la mejora de la eficiencia
productiva, la adquisición de otras empresas, del comportamiento del mercado…
Mantenimiento puede colaborar a obtener mayores utilidades en la medida que viene
ejecutado según las exigencias del contexto operacional:

• Menos costo de mantenimiento predeterminado, que nos lleve a un incremento


del costo de la actividad correctiva.
• Más costo de mantenimiento predeterminado, que implique menos disponibilidad
productiva por actividad programada excesiva e innecesaria.
• Mantenimiento en su justa medida, es el único modo de erogar el costo justo y
obtener las menores pérdidas de producción por fallas o sobre-mantenimiento.

Conclusión:
La utilidad efectiva de una estrategia de mantenimiento adecuada, permitirá a una
empresa recibir beneficios. Sea como una reducción de los costos directos de
producción, o posibilitando maximizar las capacidades de producción de una planta
o permitiendo extender la vida útil de sus activos.

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