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Control de Lectura “El Modelo Cognitivo de la Depresión”

Autores del Artículo: Rivadeneira, Carmela; Dahab, José y Minici, Ariel


Alumno: Kenner Alberto Molina Ortega

Simplemente observando el entorno y analizando la cultura popular podemos decir


que la Depresión es una enfermedad muy extendida en la actualidad. Rivadeneira,
Dahab y Minici (2013) nos confirman esto, mencionando que “más de la mitad de la
población mundial experimentará, en algún momento de su vida, un episodio
depresivo suficientemente grave como para requerir asistencia profesional”.
Bajo la premisa que nuestro modo de pensar puede enfermarnos, pero también
puede ser parte de la curación, múltiples enfoques tratan de explicar la
psicopatología de la depresión, así como tratan de aportar operaciones prácticas
para efectuar el tratamiento del cuadro depresivo. Entre estos enfoques, el enfoque
cognitivo-conductual sobresale por sus resultados eficaces. Sin embargo, dentro de
este enfoque existen muchos modelos, entre cuales se destaca la Terapia Cognitiva
de Aaron Beck.
Esta Terapia postula que existe un filtro mediante el cual la persona aborda, ve e
interpreta las múltiples situaciones a las que se enfrenta día a día. Este filtro, al que
Beck llama esquema, contiene conjuntos de significados creados inevitablemente
durante toda la historia del individuo con base en lo visto, aprendido e interpretado
de la cultura y la educación. y que dan significado a las situaciones vitales. En la
depresión, el esquema propuesto por Beck es la Triada Cognitiva, que consiste en
una visión negativa de sí mismo, del entorno y del futuro. En cuanto a sí mismo, hay
un sesgo cognitivo en donde el individuo se desvaloriza y solo presta atención a sus
deficiencias y fallos. En cuanto al futuro, existe un pesimismo que le indica que las
cosas seguirán mal o empeorarán, esta desesperanza está relacionada con el
peligro de suicidio.
Este esquema negativo se manifestará a través de interpretaciones puntuales
llamadas pensamientos automáticos, que son mensajes cortos y específicos que
perpetúan el sentimiento de tristeza, algunos ejemplos son: “soy un inútil” y “soy
incapaz de hacerlo”. La manifestación de este esquema negativo dependerá de
distorsiones cognitivas, es decir, maneras distorsionadas de procesar la
información. Por ejemplo, si el lector no entiende este control de lectura, podría tener
el pensamiento automático de “soy tonto” proveniente de una distorsión cognitiva
que le dicte que los que no entienden a la primera, son tontos, cuando la falta de
entendimiento se puede deber a muchas variables diferentes a su capacidad.
Un paciente depresivo percibe perdidas donde no las hay, afectándose el dominio
personal.
La terapia de Beck se encuentra entre las más eficaces para tratar este
padecimiento y lo hace con el elemento nuclear de la discusión cognitiva, que es un
dialogo socrático que tiene como fin identificar y discutir las ideas del paciente. Se
comienza por los pensamientos automáticos que son los elementos más visibles,
ello conduce al trabajo con las discusiones cognitivas y finalmente al esquema.

¿Con qué estoy de acuerdo?


La explicación que hace sobre los elementos de la depresión y como
comenzar a trabajar con ellos clarifica datos aislados y hace que el
conocimiento se solidifique.
¿Con qué no estoy de acuerdo?
Me hubiese gustado que fuera más largo el artículo, ahondando más en los
tópicos.
¿Para qué me sirve lo que aprendí?
Ayuda a estructurar el conocimiento obtenido y tener claro en como
comenzar la terapia: a identificar y discutir los pensamientos automáticos
para luego pasar a las distorsiones cognitivas.

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