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sit¡lo veintiuno editores, s.a. de c.v.F


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siglo veintiuno de españa editores' s.a. pnóloco I


CAULE PLAZA 5,28043 MAORIO, ESPANA
rxrnooucclón L2

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J PARTE I: LOS LIMITES

I.LA MATRIZ RET-ACIONAL 29


2. "t-{S PU¡.SIONES" Y I.A MATRIZ RELACIONAL .)C

\pnnre II: [.A SEXUALIDAD

g. LA TEoRf¡ pu$loNnl v r¡ ltetÁroRA DEL ANIMAL 85


+. l¡rroRf¡ DEL snxo sIN PutslÓN ll5
PARTE III: EL INFANTIUSMO

¡. l,l tr.l¿rÁron¡ oel- srsÉ, l5l


6. coNsrcu¡Ncns c¡.fNIcAS DE tA oRlrNrlclÓN onl
DESARROLLO 178

PARTE IV: EL NARCISISMO


traducción de
MERCEDES CÓRDOBA 7. LA ALAS o¡ fc¡ro 209
8. UN DELICADO EQUILIBRIO: ELJUEGO ClfNlCO On l¡
lluslóN 236
portada dc carlos pallciro
-frDntispicio: nanos oru sc d.ibujan, de m.c. escher @ 1988 PARTE V: LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO
*3*
r{ prlmcrr cdición en cspañol, 1993
9. EL PRoBLEMA DEL ¡I-s¡onlo 275
@ rlglo nl editores, s.a. de c.v.
:i¡bn 96&2!1868-8 10. EL TELAR n¡ psNÉlopr: tA PSICoPAToI-oGÍn v ¡,L
PRocESo .rNRLÍrtco 3r0
primcra edición en inglés, 1988
@ han'ard unh'ersity press, cambridge (ma) y londres, 351
sIsLlocRArfR
título original: nlalional concepts in psychoanal¡sis: an inlegration .,1 tl

íN¡rc¡ Rxnlfrlco 361


der.echoÉ.rescnados conforme a la ley I

impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico I

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PRÓLOGO

Lgs interrogantes más urgentes de la teoría y la pr:íctica contempo-


ráneas del psicoanálisis son: ¿qué relación guardan entre sí las
numerosas escuelas y tradiciones psicoanalíticas? ¿Fs armónica esta
relación? Si lo es, ¿de qué manera? Y si no, ¿por qué? De una u otra
forma, estás interrogantes apremian (y con frecuencia entusias-
man) a todos los miembros de la comunidad psicoanalítica, desde
los que apenas se inician en ella hasta sus teóricos y practicantes
más experimentados. [,as dos rícdcas miís populares para habérse-
las con la floreciente heterogeneidad de las escuelas psicoanalíticas
han consistido en adoptar sólo una teoría (cliísica, neoclásica o
contemporánea), excluyendo todas las demás, o bien en aceptar
todas las teorías en el más amplio eclecticismo.
La ortodoxia (sea cual fuere) parte de la hipétesis de que sólo
existe un camino psicoanalíticp verdadero; gracias a alguna defini-
ción arbitraria, se excluye a todos los demás. El eclecticismo parte
de la hipótesis de que todas las teorías sgn verdaderas o útileo y de
que es posible creer en diferentes teorías y aplicarlas simultánea-
mente a diferentes pacientes, o al mismo paciente en difenentes
momentos. La ventaja de utilizar sólo una teoría es la continuidad
y la sencillez; la desventaja, la pérdida de riqueza y abundancia que
se obtienen al aprovechar las demás tradiciones. [,a ventaja del
eclecticismo es el cúmulo de lo que abarca; su desventaja, la falta
de rigor conceptual.
Todos tratamos con la misrna realidad, arguye el ecléctico,
aunque con diferentes partes de ella y desde diferentes puntos de
vista. I a.q distintas teorías psicoanalíticas son como otros tantos
ciegos que analizan diferentes partes del elefante. Cada unade las
versiones es acertada; todas pueden tener cabida en un marco más
ampl.io.'Esta manera de ver las cosas puede ser muy engañosa.. la
realidad no sólo se descubre, sino que en parte se crea rrfediante
las teorías que elaboramos de ella. Existen muchos ciegos, p€ro no
todos utilizan las mismas premisas ni operan con la misma realidad.
No todos analizan elefantes. Q"iá algunos estudian jirafas. Al
tratar de incluir todas las versiones en el mismo marco.puedon

te1
10 PRÓI,OGO PRóLoco ll
producirse híbridos curiosos con cuatro patas gruesas y un cuello i
interesante son su heterogeneidad y las infinitas posibilidades que
largo y gnícil, o con cuatro patas delgadas y un tronco pesado, por existen de integrar la diversidad de sus tradiciones en nuestro estilo
ejemplo. clínico y nuestra visión personal. En ese sentido, este libro refleja
Una tercera táctica resPecto de la heterogeneidad psicoanalítica mi visión muy personal. Con todo, el mundo del psicoanálisis
efectuar una asimismo constituye una comunidad de relaciones ricas y complejas
-y es la que caracteriza a este volumen- consiste enconsidera que con diferentes tradiciones y generaciones. Ninguna postura psicoa-
integración selectiva. Desde este punto de vista, se
todas las teorías y tradiciones enriquecen el campo de la búsqueda nalítica surge en el vacío; cada una es en cierto sentido la cristali-
analítica y que sus aportaciones son valiosas; que en algunos zación de muchas influencias, algunas conocidas y muchas desco-
aspectos son compatibles con las demás, y que en otros se excluyen nocidas.
entre sí. Es menester no conservar sencillamente estas diferentes Deseo expresar mi especial agradecimiento a todos aquellos de
aportaciones dentro de un ecumenismo que lo abarque todo, sino mis pacientes, alumnos y supervisados, necesariamente anónimos,
integrarlas con sentido crítico: ¿en qué casos pueden aplicarse las que me han estimulado y ayudado a afinar muchas de las ideas que
mismas teorías? ¿En qué casos es necesario dar a los diferentes aquí se encuentran.
conceptos un marco nuevo y más amplio que los incluya? ¿En qué Durante los años que me llevó escribir este libro, muchos de mis
casos son incompatibles? colegas leyeron diferentes partes del mismo y me comunicaron sus
En la evidente confusión conceptual del psicoanálisis contempo' opiniones, entre ellos, lrwis Aron, David Brand, Peter Qasey,
ráneo hay dos perspectivas amplias y oPuestas: la teoría freudiana Harold Cook, Emmanuel Ghent, Ruth Gruenthal, Susan Knapp,
de las pulsiones y un conjunto de teorías (entre ellas la teoría Joseph Newirth, Susan Robertson, Dennis Schulman y Charles
británica de las relaciones objetales, el psicoanálisis interpersonal Spezzano. Deseo expresar mi particular agradecimiento a Margaret
y la psicología del self) derivadas de una serie de premisas a las Black, Philip Bromberg,Jay Greenberg yJohn Schmerler, quienes
cualesJay Greenberg y yo hemos llamado modelo relacional. La leyeron numerosas versiones de estas ideas y tuvieron la atención
teoría de las pulsiones constituye una unidad, es amplia y obsoleta, de indicarme cuando pensaban que andaba descaminado. Asimis-
y se conserva fielmente como un sistema de creencias en torno al mo deseo expresar mi profundo agradecimiento a Merton Gill, que
cual se acomodan las ideas innoladoras sin descartar los principios repetida y decididamente criticó este texro, f en cuya obra he
tradicionales. Este procedimiento tiende a impedir y distorsionar encontrado una profunda pasión por las ideas y una integridad
las innovaciones y a mantener la teoría a cierta distancia del modo intelectual que me han servido de inspiración.
en que piensan y trabajan la mayoría de los especialistas contem-
poráneos.
Por otra parte, la teoría de las relaciones es fragmentaria y
dispersa, y ha sido elaborada por escuelas psicoanalíticas que se
consideran opuestas a las otras, m:is que complementarias. Si bien
l4georía de las relaciones es mucho más congruente con la manera
en qué la mayoría practica el psicoaniílisis y la terapia psicoanalítica,
nunca se le ha dado un marco teórico amplio y coherente. El
propósito de este libro es efectuar dicha unificación, al observar
desde una perspectiva íntegra de las relaciones el principal terreno
de la búsqueda psiconalítica: la sexualidad, el desarrollo temprano'
la fantasía y la ilusión, la continuidad y el cambio'

En parte, lo que hace que el psicoanálisis sea una disciplina tan


¡vrnooucclóN l3

INTRODUCCIÓN La teoría de Freud sobre las pulsiones presenta una visión


pujante de la naturaleza y la experiencia humanas; nos define como
un conglomerado de tensiones asociales y físicas representado en
la mente por urgentes deseos sexuales y agresivos que pugnan por
expresarse. Vivimos en el choque de estos deseos con las exigencias
secundarias y miís superficiales de la realidad social; nuestro propio
Generalmente se considera que el "comunicado preliminar" gYe razonamiento se deriva de estas energlas' primitivas y animales y
escribieron Freud y Breuer-en 1893 es la primera publicación constituye una transformación de los rnismos. [a mente está com-
.,psicoanalítica"; por lo tanto, la historia de las puesta de complejos y elegantes acomodos entre la expresión de
verdaderamente
ideas psicoanalíticas abarca ahora casi un siglo' En la primera m-itad los irnpulsos y las deferrsas que los controlan y canalizan. [,a
de esá siglo dominó el genio fecundo y monumental de Freud' Una txisqueda analítica clásica implica el descubrimiento de los impul-
vez que-Freud interrumpió su colaboración inicial con Breuef, sos infantiles instintivos y la posterior renuncia a.ellos. Dtrrante-$us
prefriió desarrollar él solo sus ideas, en un "aislamiento espléndi' primeros cincuenta años, esta perspectiva dominó la generación y
io" (1914a, p. 22 l2ll*), e incluso después de que atrajo a.una el desarrollo de las ideas psicoanalíticas. l

multitud de seguidores, la contribución de los demás fue mínima' A pesar de la notable obra de Freud, en los últimos decenios
En nuestra cu1t,ro, no hay ninguna otra disciplina intelectual hemos presenciado una revolución en la historia de las ideas
comparable que haya sido conducida casi por una sola persona' La psicoanalíticas. [¿s últimas aportaciones psicoanallticas esrán con-
t"ort psicoanalítica de Freud representa claramente una de las formadas por una,visión diferente: hsmos aiaüo en. unrr na ewruiat'
alentad'oras realizaciones intelectuales de nuestra cultura llevadas mmxe posfreudi.ana.Empero, debido a la gran sombra que proyectan

a cabo por una sola Persona' la genialidad y el prestigio de Freud, y debido a que la teoría ha
La tÉorla ¿s l¿rpuisión instintiva constituye el marco conceptual sido desarrollada por tantos al¡tores (los cuales por lo general no
en el que están inscritas las ideas de Freud: sus postuladoJ' sus reconocen las aportaciones de los demás), con frecuencia no se
comprobaciones. clínicas y sus recomendaciones técnicas' Freud aprecia lo diferente que ha llegado a ser el psicoanálisis de lo que
consideró qr't. tt teoría de las pulsiones formaba parte de su era en la primera vlsión de Freud. Las "grandes ideas", las influen-
.,metapsicol^ogí"", lo cual indica que constituye el nivel más abstrac- cias más impórtantes para la elaboración de las teorías y la pnáctica
to de sus teórías, lo miís alejado de la experiencia clínica' No clfnica no proceden del modelo de las pulsioneS, que el propio
obstante, sería erróneo p..ts"iq.,. la metapsicología de Freud sólo Freud llevó a unlcontplejidad y sutilez:i considerables. Las colabo-
tiene un interés filosófiio, separable e independiente de la teoría raciones más originales y que más influencia han tenido se derivan
clínica y gue, si se le rasca, puede revelar en su interior conceptos de lo quq$reenberg yyo (1983) hemos llamado modelo relacional,
clínicos intactos. como Kuhn (1962) demostró en su historia de las punto de vista diferente según el cual las relaciones con los demás,-'*
revoluciones científicas, los marcos paradigmáticos y los'modelos y no las pulsiones, son la materia prima de la vida me¡!q!. Algunas
amplios conforman a toda la obra científica que contienen' La de estas aportaciones provienen de autores que en general perha-
meLpsicología de la teoría freudiana de las pulsiones conforma e necen fieles al modelo de las pulsiones, pero cuyos puntos de vista
impacta de áiversas y complejas maneras todas las áreas de su en gran medida lo sustituyen (por ejemplo, Mahler): Otras son de
perrsa*ierrto, desde ias especulaciones más abstractas hasta las autores que al escribir emplean lajerga del modelo de las pulsiones,
observaciones clínicas miás insignifi cantes. aunque definen de nuevo todos los términos clave y señalan que
los elelnentos básicos de sus estmctr¡ras tienen otra procedencia,
con lo que resulta una visión relacional en todgs los aspectoi
* Para las citas de Freud damos, enre corchetes, después de la página
de la
importantes (por ejemplo, Winnitott y Loewald). Finalmente, hey
página en que aparecen en la edición en español de
Standard editan, el número de la
colaboraciones importantes de autores que han rechazado ablcft¡.
las Obras completu, Buenos Aires, Amorrortu' 1976' [E] t \
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14 INTRODUCCIÓN ¡rrnooucclóN l5

mente la teoría de las pulsiones (como Sullivan, Fairbairn y Kohu$.


Freud, la mente es fundamentalmente monádica; desde dentro
[,as teorías del modelo relacional que han dominado el pensa- pqja algo que forma parte de ella, que está ensartado y estructurado
en ella. Pjrrafreud, la mente surge en forma de presiones endóge-
miento psicoanalítico de los últimos decenios son variadas y hete-
nas. Para las teorías del modelo relacional, la mente es fundamén-
rogéneas y difieren en muchos aspectos importantes. Con todo,
constituyen en común una perspectiva muy diferente de la freudia- talmdnte diádica e interactiua; por encima de todo, la mente busca
na y, en conjunto, @cambiado la naturalezadela investigación el contacto, el engranaje con otras mentet. [,a organización y las
psicoanalítica. No nósdescriben como un conglomerado de impul- estructuras psíquicas se constn¡yen a pfftir de tos modelos que
conforman a estas interacciones.
sos de origei físico, sino como si estuviéramos conformados por
'Estos dos puntos de vista teóricos no son dicotómicos y discon-
una rnatriz de relaciones con los demás, en la cual estuviéramos
inscritos de manera inevitable, luchando simultáneamente POr tinuos, sino que coinciden ampliamente. l¿s teorías monádicas
conservar nuestros lazos con los demiis y por diferenciarnos de convincentes como las de Freud no son ingennamente solipsistas.
ellgE. Según este plrnto de vista, la r¡nidad básica de estudio no es
Según ellas, la mente trata de expraarse en un medio y las présiones
inherentes necesariamente encltentran dentro de ese medio grati-
el individuo. como entidad separada cuyos deseos chocan con la
realidad exterior, sino un campo de interacciones dentro del cual ficaciones, callejones sin salida e interacciones. Algunas ¿é las
solt¡ciones a los conflictos producidos por estas presiones internas
surge el individuo y pugna por relacionarse y exPresarse. El d¿s¿o
son la internalización selectiva del mundo interpersonal mediante
sie,mpre se expenimenta en eI contexto d¿ la relación, y este contexto
identifi caciones, iri troyecciones, etcétera.
define su signiñcado. La mente está compuesta de configuraciones
De la misma manera, las teorías relacionales no son ingenuamen-
relacionales. l,a persona sólo es inteligible dentro de la trama de
sus relaciones pasadas y presentes. La búsqueda analítica implica
te*nbientales. se entiende que la experiencia se estrt¡ctr¡ra rne-
el descubrimiento, la participación, la observación y la transforma'
diante la interacción, aunqL¡e la persona participa mucho e¡r ella
ción de estas relaciones y de sus representaciones internas. Desde con su temperamento, con hechos y procesos corporales, con
este punto de vista, la figura siempre eslá en la trama y las hebras respuestas fisiológicas y modelos distintivos de,regulación y sensi-
siempre están en la figr.rra (mediante las identificaciones e introyec- bilidad. El modelo relacional no considera que los significados
ciones). psicblógicos sean t¡niversales e inseparables; considera que las
experiencias y los acontecimientos corporales son capacidades
evocadas que derivan su signilicado de la manera en que se confi-
Muchos autores contemporáneos.conservan el término "p.tlriórr"
gr¡ran en la interacción con los demás. Desde este punto de vista,
[ "instinto") pero alteian su significado para poder titilizar y lo inherente no pmfubna esfommtiw; no impulsa a la experiencia ni
desarrollar los conceptos del modelo relaciong! (por ejemplo,
Winnicott y Loewald). Esto crea confusiones cuando se trata de la configrrm, sino qrre es configurado por el contexto de las relacio-
averiprar aquello de Freud que se conserva y aqtiello que ha nes. I a mente utiliza Io que le proporcionañ la anatomía y Ia
cambiado fr¡ndamentalmente. Además, mttcha de la retórica de las fisiología, pero lossrgrüficados de esas partes y procesos corporales,
controversiái psicoanalíticas consiste miís que nada en discusiones la estructura fr¡ndamental de Ia experiencia y sus significaáos miís
sobre los términos, en qr¡e las distintas palabras se adoptan o profundos se. derivan de modelos relacionales, de str papel en la
desprecian dependiendo de la habilidad pe¡suasiva de cada quien: lucha por estáblecer y conser.rar contactos con los demás.
"pulsión", "interpersonal", "intrapsíquico", "social", y así sucesiva- La distinción entre el modelo pulsional y el modelo relacional - .
no equiaalc a la distinción entr-e la biología y la ctrlrtrra, o entre el
mente.
Este libro se basa en la creencia de que existe ttna distinción cuelpo y el medio social. Snto en el rnodelo de las pulsio¡res corno i}
fr¡ndamental entre la teoría de las pulsiones de Frer¡d y las princi- en el de las relaciones se han ronrado en consideración la biología
pales tendencias del pensamiento psicoanalítico contemporáneo 1 la ctrltura, el cuerpo 1 el rnedio social. J o diferente es cónro-lc
(algrrnas de las cuales consen'an el lenguaje de las "pr,rlsiones"). Para concibe la interacción de estos factores. En el rnodelo de las
_*qry¡{|r,&{q
il8i

l6 INTRODUCCIÓN nnnoouccróN t7
Si tantos de los pensadores de más peso en el psicoanálisis contem.
Dulsiones. "la anatomía es el destino" (Freud' lg24b; p' 178-[185]);
{* conforrnan poráneo presentan y desarrollan perspectivas esencialmente com-
las presiones lnsunuvas fundamentales e inseparables patibles, ¿por qué es evidente su falta de consenso? ¿Por qué parede
modelo de las relaciones' la biología y
a los faetores sociales. Err el
de in- que en los últimos años el psicoanálisis desarrolla un sistema
los procesos interperséi-rales constituyen ciclos PerPetuos teórico tras otro, cada uno con su propiajerga, su secta de fieles y
del humano ha generado un animal
fluencia mutua.-[-a evolución su firme convicción dé que constituye el único camino verdadero?
para
.-"y"-".."tidafde desarrollo cultural y su 8f1l capacidad contiene De hecho, pÍrece que el psicoanálisis está más disperso y dividido
biológica' El cuerpo
togr"rto rectifica su propia n-aturaleza
que cualquier otra disciplina intelectual o profesional comparable.
el cual a
Drocesos mentales q,r.i. efectúan en un contexto social'
El principal problema estriba en que cada uno de los que proporien
ir u.t define los significados subjetivos de las partes y losimagenprocesos
de otro modelo afirma ser el único poseedor del nuevo paradigma.
.orpord"t, q.r. *i"lu"r, a moldáar la vida mental' 'l'a
a este'libro' Es difícil pensar en otra figura de la tradición intelectual occi-
Escher, Msnos que se dibujat?' que sirve de frontispicio
de este ciclo de influencia mutua' dental que haya tenido más impacto que Freud en la manera en
."pogt*n."-Érrt" la naiuraleia
la que crea simulváneamente; que la gente ha llegado a comprenderse a sí misma. Parece que sólo
Ci¿a i¡ano es creada por la otra, a
Darwin y Marx tuvieron influencia parecida. Y, además, Freud tenfa
¿"i, a.'manera recípioca, se crean la biología y las relaciones
mucho que decir a propósito de muchos temas. El alcance de los
humanas.
veintitrés volúmenes (más el índice) que contienen sus escritos es
''"1," ¿irtinción entre la teoría monádica de la mente y la teoría
más como asombroso, su argumentación muchas veces es brillante; su estilo
interactiva y relacional de la mente (que a veces se define
de dos Personas; :::tt literario es admirable. Por ello, al abandonarse la teoría de las
la psicología de una Persona qYt-I1-definitiva " pulsiones de Freud se crea un gran vacío conceptual. L,a mayoría
Ri.l-"r,, ígS?t Vro¿"ff , f gA+) es para señalar las diferen'
definir lo nueuo de las de los aspirantes a suceder al arquitecto de la teorla de las pulsiones
cias de los conceptos psicoanalíticos, para
de lo anterior' Qué ha tratado de llenar este hueco con nuevos sistCmas, ninguno de
**i", contempóráneas y ctimo esto difieremucho; lo importante los cuales ha estado a la altura; todos se han forzado demxiadciy
nombre se les áÉ a estas ieorí¿rs no importa
la mttáfora óperativa de la mente que el carecen de la sustancia necesaria para llenar el mismo espacio o
.s l" premisa subyacente,
conrienen paraalcanzar la profundidad y arnplitud de la teoría freudiaha de
úsiú enc.rbre. Si bien todas,las reorías psicoanalíticas ellas porfuerza las pulsiones. EI resultado ha sido una serie de soluciones parciales,
;;;;;g". monádicos como diádicos, cadaunade
fu-e1te.de.la cada una con su propia importancia y tal vez más apegpda a los
refuta.rtio u otro lado de esta dicotomía al asignar ! datos clínicos quela teoría clásica de las pulsiones, pero no tan rica,
del signifi'
estn¡cturalizacién de la experienc'iay la conformación
ó corsidera a la interacción amplia y estimulante para un buen porcentaje de los analistas. i,
cado, y la eleccién es fundamental' se
ya estableci Cada uno de los aspirantes a suceder a Freud afirma que su obra
en el contexto de la expresién de fuerzas o presiones constituye un linaje aparte, y si llega a reconocer a los autores
el contenido mental se exPresa y
das, o bi¿n se considera que contemporáneos estrechamente relacionados, es de manera insig-
de
foing.rr" en el contexto dll establecimiento y la conservación
nificante. Cada uno de los teóricos irnportantes da una nueva
las riaciones con los dernás. O se considera que el significado
de 'las rela.ciones' perspectiva de determinado aspecto que a él le parece el defecto
psicotOgico es inherente y que :: llera al.camPo
X O;^ f,r" se gestlona pár rnedio de la interacción; Las diversas fundarnmtal de la teoría clásica. Entonces, el estudio de este nuevo
(que coin frecuenciaemplean diferen- atlpecto'se vuelve el punto de partida de una nueva metateoría; se
teorías del moáelo relaáonal
t"t" común' la considera que todas las dem¡ís críticas de la teoría ckísica sonil
te terminología) conforma" Perspectiva'interactiva
incompletas y tibias y que constituyen empresas en la misrna
de la teoriza-
ctral acerca p"rácticamente a todos "qttellot lerre$os dirección. En los decenios de lg30 y lg4},Sullivan, Melanie Kl-eiti,
de la derivada'de la teoría de las
.ián pri.o"nalítica diferentes Fromm, Fairbairn y Horney casi no pararon mientes,en]ló a¡drh,
pulsiones freudiana'
brosdde sus coincidencias. Cuando después de ello.i Winnicoú
20 INTRODUCCIÓN wrnooucc¡óN 2l
apego a los otros ("objetos"), las transacciones interpersonales y el ciones que se refieren tanto a la autorregulación como a la regula.
papel activo del analizando en larecreación continua de su mundo ción del c:rmpo de las relaciones. Igual que las Marws que sc dibujan
subjetivo. l¿s características fundamentales del enfoque integrado de Escher, los terrenos interpersonal e intrapsíquico se crean,
de las relaciones descritas en los siguientes capítulos, no s. dénnie- penetran el uno en el otro y se tr¿nsforman de manera mutua, sútil
ron a partir de estas tradiciones teóricas para luego aplicarse al y compleja.
trabajo clírtrco:frrcron üscubi¿rtas durante la práctica del análisis, la
su(ervisión y la docencia. Empiezo a darme cuenta de que lo que
9-o la teoría pulsional consideraquela menre es esencialmen-
te monádica, por fuerza tiende a restar importancia a la generación
he ganado con €stas tradiciones se ha plasmado on todo mi trabajo, de significado personal mediante la interacción. [.o esencial es lo
en mis conocimientos clínicos y en ml pfopia práctica de la inves- que se da a priori; lo esencial es la economía psicológica interna de
tigaciiln analítica. la persona; las relaciones interpersonales proporcionan la materia
Con frecuencia se divide tajantemente la obra de Freud: por un prima para que las pulsiones innatas y las fantasías universales y
lado su teorúa.clínica y por el otrci su metapshología, en la cual primitivas, de acuerdo con sú patrón constitucional, sus presiones
desempeña el papel protagónico la teorfa de las pulsiones. A pesar y restricciones, den forma a las experiencias. [,as teorías del modelo
de que, cüng veremos, esta distinción con frecuencia es más I relacional más ligadas a la teoría pulsional (la psicología freudiana
engañosa y se señala con más facilidad de lo que uno pudiera del yo y la psicología del self), incluso cuando llegan a abandonar
suponer,g¡¡chos de los descubrimientos clínicos de Freud pueden el concepto de la pulsión, suelen conservar algunos aspectos de esta
separan¡e ile la metapsicología de la teoría pulsional para traducine perspectiva monádica de la mente: siguen destacando la dimensión
e integrarse al contexto de la matriz relacional. Freud abrió caminos del "self' de la matriz relacional, y aunque lo derivan de la interac-
,-hasta etrtonces inexplorados que permitieron estudiar procesos e ' ción, una vez pstablecido consideran que existe y opera con más o
I identificaciones inconscientes, así como fuertes pasiones conflicti- menos independencia de las interacciones con los otros. Asi estas
1- rras dentro de lai constelaciones diádicas y triangulares de la familia. teorías subrayan, entre otras cosas, la organizaclón del self, las
Muchos de los descubrimientos de Freud constituyen el bagaje de funciones del yo, la regulación homeostática de los afectos, las
los analistas, sin importar cómo se ubiquen ellos mismos con. necesidades de desarrollo y el selfnuclear o verdadero. Esta versión
respecto a la teoria de las pulsiones, y muchas de las colaboraciones del modelo relacional, en la cual se considera gue las interaccioner i
de Freud y de los "freudianos" contempciráneos (en especial Loe- pasafus son formativas pero se resta importancia a las propiedades
\
wald y Schafer) tienen un lugar destacado en la síntesis que aquí interactivas praenl¿s de la mente, es el fundamento de lo que se ha J
expbnemos. llamado concepto de la detención del desarrollo de la accí6n'
terapéutica del psicoanálisis.
Empleo el término "matriz relacional" tratando de superar la La contribución más importante tanto de la teoría de Fairbairn
desafortunada tendencia a dicotomizar algprnos conceprbs, por sobre las relaciones objetales como del psicoanáisis interpersonal .

ejemplo los de las relaciones i¡terfrsonales y las "objetales", o de de los norteamerica.nos, h3 sido la de eitudiar más a fonáo y con
lo interpersonal y lo intrapsíquico, como si al considerar cualquiera más congrugncia alí"otro"-como una verdadera presencia interac-
de ellos por fuerza se negara o restar¿ importancia a los otros. No tiva (en el psicoanálisis interpersonal) y como unapresencia intrap.r
creo que las interacciones interpersonales sean meramente la l'ac- e interna (en la escuela británica). Destacar este :rspecto no
- asíquica
tuación" de un mundo (psicológicamente más fundamenral) de me parece una alternativa.ala consideración de la organización'del
relaciones o "representaciones" objetales internas; tampoco creo self y las necesidades internas, sino que proporciona un contextF
la experiencia subjetiva sea sólo el registro de las transacciones más cabalmente interactivo y amplio para comprender la org¡aniza-
-que
" interpersonales reales. La inlerpretaciót¿ mds útil dc la realidad psico- ción del self y la economía psíquica del individuo. Así, uno dc lo¡
,lógica a la d,c quc open.dcntro d¿ una n¿atriz de relacion¿s que abarca propósitos m:ís amplios de este libro es el de establecer una
'/ l9 terrercs intrapslquico e inlnprsonal. [,a mente opera con motiva- perspectiva panorámica de los problemas de la teoría y la técnice
4 Tr

22 rrtrnonuccróN trr'rnOOUCCIÓN tt
psicoanalíticas, pen¡pectiva que ofrece unate¡cera opción aparte del cias corporales, sino que es conformado por patrones de inrctec.
i modelo pulsional yel modelo de la detención del desarrollo. ciones inevitablem'ente conflictivas. [,a marcada fisiología y la fuer-
\ Slmodelo pulsional concede gran importanciaal confliclio entre za fenomenológica de la sexualidad como capacidades evocadas
, ,1 las defensas y los impulsos instintivos; después, la teoría estructural dentro de contextos relacionales sumamente conflictivos, hacen
.rdestaca la importancia del conflicto entre las entidades psíquicas que las experiencias co¡porales y sexuales sean el rnedio por
t-del ello, el yo y el superyó. El modelo de la detención del desarrollo excelencia para la experiencia del self que interactúa con los otros.
resta importancia al conflicto para dársela a la expresión de las En laparte III se analiza el uso que hace la teoríapulsional clásica
necesidades de desarrollo y de provisiónes ambientales que se de la "historia" del desarrollo y de las imágenes del "niño'; asimis-
consideran imprescindibles para el crecimiento psicológico. La mo se estudia la nueva versión del "infantilismo" que ha su¡gido
tercera bpción, que se expone en estos capítulos, es la del tnodelo dentro del modelo de la detención del desarrollo. Freud creía que
rela,ci.onaly el conflicto que, igual que el modelo pulsional, considera la sexualidad estaba formada por vestigiosfilogénicos que luchaban
¿
que la pugna psicodinámica esencial de la experiencia humana por liberarse; por su parte, los modernos teóricos desarrollistas
consideran que los anhelos infantiles insatisfechos y las necesidado..
¡-ti¡qplica conflicios éirtre fuéft¿sdÉTé6$:a.t¡h-ql.girteqp-¡Q¡ffñiféilo,
A' ,r...*
.offi éI rrrodetu délátétóñéión "ilél desarrolid ééñsidera que I os de relacionarse son vestigios ontógénicos que luchan por liberarse-'
elementos básicos de la mente son configuraciones de relaciones, Esto ha dado por resultado que en lateoríay en la técnica analíticas
no derivados pulsionales. En el modelo relacional y el conflicto, los se tergiverse la matriz relacional, de manera que se da menos
antagonistas de los conflictos psicodinámicos medulares son las importancia al conflicto que al surgimiento del pasado (sobre todo
configuraciones de las relaciones, las inevitables pasiones conflicti- a la primera relación entre la madre y el hijo) y se considera que el
vas que surgen en cualquier relación y las exigencias contrarias, por analizando es.esencialmente pasivo.
fuerza incompatibles, de las diferentes relaciones e identificaciones En la parte Iv se estudian los tratamientos psicoanalíticos a los
significativas. problemas teóricos y técnicos clave referentes a la naturaleza del
narcisismo. Yo analizo la premisa monádica tanto de la perspectiva
Cada parte de este libro está dividida en dos capítulos; el primero tradicional que considera que la ilusión narcisista es una defensa,
es más bien teórico y el segundo más bien clínico. como de la perspectiva de la detención del desarrollo, para la cual
:S Ett la parte I se presentan las diferentes estrategias y opciones (y r, la ilusión es el centro vital del self. Luego ofrezco una perspectiva
la terminología) de los teóricos del modelo relacional empeñados (con una teoría y una técnica más equilibradas del conflicto en las
en tratar de establecer que la relación es la unidad psicológica relaciones) que toma en cuenta las características defensir"as de la
primitiva de la vida emocional y en ubicar a los conceptos relacio- ilusión y las que fomentan el desarrollo. Desde la perspectiva de la
nales con referencia a la tradición anterior. interacción, se considera que las ilusiones compulsivas operan
En la parte u se estudian las limitaciones del modelo pulsional dentro de una mafiz relacional para conservar vínculos con viejos
de Freud al considerar que la naturaleza de la sexualidad, clave de objetos y con modelos interpersonales repetitivos.
la teoría clásica de la mente, está estructurada de manera interna, En la parte v se estudian la continuidad (la restauración del
por medio de la expresión de las fi¡erzas interiores. Desde esta mundo relacional del analizando) y la naturaleza del cambio analí-
persPectiva, y tomando en cuenta que de hecho somos animales, tico; reviso las hipótesis deterministas de las teorías psicoanalíticas
nuestra naturaleza bestial, rectificada durante milenios de evolu- y la crítica existencial de dichas hipótesis; luego analizo y expongo-
ción a fin de sobrevivir, esrá inscrita en nuestros propios cuerpos y ios hallazgos contemporáneos qrr" ,ro, p..-it.r, trascendér
pugna por expresarse. Empero, el terreno de la sexualidad se dialéctica al considerar que la matriz de relaciones se experimenta"ri"*
comprende de manera muy distinta si partimos de la premisa de y al mismo tiempo se construye fielmente. En el último capltulo dc
que el impulso básico de la mente es el de vincularse, y que el esta parte se exponen más ampliamente las consecuencias clfnlc¡¡
significado psicológico no es proporcionado a priori por las urgen- de esta perspectiva; se presenta el bosquejo de un modelo intCf¡C.
24 rñTRoDUccróN
I

tivo de la,acción terapéutica del psicoanálisis en las interacciones PARTE I


de las relaciones y los conflictos, y se compara tanto con el modelo ¡
LOS LfMITES
/ ,'Uo. L,as diferentes interpretaciones de la naturaleza de la situación
clásico pulsional como con el modelo de la detención del desarro-

psicoanalítica y las contribuciones de los participantes destacan el


t,
contraste entre la visión mon:ídica de la mente y la visión de la t
mFnte interactiva.
A lo largo del libro se dan ejemplos de diferente extensión y f
complejidad. Los más amplios no proceden del trabajo con un sólo
paciente; por discreción, son el resultado de la mezcla de trabajos
mlos y de mis colegas con diferentes analizandos de configuracio-
nes psicodinámicas parecidas que, porlo tanto, plantean cuestiones
teóricas y problemas técnicos parecidos. Estos casos no se presen-
tan como prucbar, sino como testimonios para demostrar la pers- $
pectivadc los conceptos teóricos y de la integración aquí presenta-
da cuando re aplican al material clínico real. fl
El propósito más amplio de este libro es demostrar que las t
actudo tradiciones del pensamiento psicoanalítico no constituyen
ldar conceptuales separadas, sino que en principio muchas pueden
integrarse y que hacerlo es interesante, agradable y clínicamente
útil. Causa mucba confusión la afirmación de que todas las innova-
ciones psicoanalíticas contemporáneas sólo son extensiones de la
teoría pulsional (y no lo son); de la misma rnanera, con la afirmación
de que sólo una de las escuelas contempoúneas de pensamiento il
es la desgendiente legítima (lo cual no pierden frucrí-
es cierro) se
feras oportunidades. La madurez del psicoaniálisis como disciplina
depende de que reconozcamos cuánto hemos avanzado y cuán
interesante es la red de comunicaciones que une los caminos que
hemos emprendido.
il

il
-"ryl"i.qñiq.q*ñ

I. LA MATRIZ RELACIONAL

" Podría dzcirse quc para las perona^s no puzdc haber separación:
sóla am'ena'zn dc separadón'
D.w wINNIcorr

[,as teorías psicoanalíticas de los úhimos decenios han sufrido lo


que Kuhn llama cambio paradigmárico cuando describe la evolu-
ción de las teorías de las ciencias naturales. Los límites del tema
psicoanalítico se han fliado de nuevo, y esra variación de sus
linderos ha tenido profundas consecuencias para la teoría y para la
práctica clírttca. La rnente, qu,e se co¡uid¿raba un conjunto d¿ estru¿turas
predetnmirudas que surgían d¿I interior dc un organismo singular, ha'
recibüo una mteua dzfinicion y ahma se crqe qu¿ "¡mstitule-uofulns de
tratuacciona y eshucturas internas d,eriuadas de un campo iüeractiao c-
interpersornl.
El modelo relacional, en cuanto teoría social de la mente, de
ninguna manera es el terreno exclusivo de las hipótesis psicoanalí-
ticas. La teoría interpersonal y la teoría de las relaciones objetales
forman parte de un movimiento más amplio de disciplinas estre.
chamente relacionadas y a la vez vinculadas con las teorías sociales
de la mente. Au¡rque la exposicién completa de esta afirmación nos
llevaría muy lejos, podemos analizar brevemente dos cambios
paralelos.
Los antropólogos de finales del siglo xtx y principios del xx
suponían que la especie humana evolucionó a coro y a la vez. Se
pensaba que los atributos físicos, sobre todo el cerebro humano,
evolucionaron porque constituían una adaptación para la supewi-
vencia física, y que esta mayor capacidad cognoscitiva permitió el
desarrollo de l.a cultura y de otras características de intenca¡.nbio
social. En los últimos años, sobre todo debido a los fósiles, descu.
biertos recientemente, hemos llegado a pensar que lo¡ di.ferentes
atributos humanos evolucionaron sucesivamente a lo largo del
I
tiempo, y que las relaciones culturales no sólo son una consiíumciü
del mayor tamaño del cerebro, sino un factor importante para'elzglr
el áumento del t¿maño del cerebro. Es decir que los protohumanós

t2el
fA MATRIZ RELACIONAL
#ry
30 ,
Los Llr{ITEs EI
privado, e imaginar un lenguaje es imaginar r.oda una forma de vida social.
fueron interviniendo gradualmente en intercambios sociales como
(Eagleton, 1983, p. 60.)
la participación, la sensibilidad mutua y quiÁ la empatía, etc', y
estas habilidades sociales constituyeron una ventaja selectiva que
El modelo psicoanalítico de las relaciones constituye una reoría
permitió el aumento del tamaño cerebral. Como indica Clifford social de la mente con un senrido parecido. Sullivan y Fairbairn, .
Geertz:
sus más puros representantes, sentían que Freud no había estable-
cido la unidad adecuada para el estudio de la vida emocional
En cierto sentido, el cerebro fue elegido por la cultura. No es que primeró
cuando se centró en la mente del individuo (su aparato psíquico)
e*istiera el cerebro human<¡ y de él emanara la cultura, o más bien la
capacidad del hombre para la cultura; y de aquí se desprende una conse- y no en el campo d9 las interacciones. Freud, iguat que ló, i.rtro-
cuincia más: que probablemente el cerebro humano no podría funcionar pólogos y los lingüistas del siglo xrx, suponía que la menre del ser
adecuadamenie fuera de la cultura; que, en realidad, si acaso funcionara, humano poseía un contenido independiente de la experiencia
no funcionaría muy bien. (Miller, 1983, p. 195.) pocial y anterior a ella. El significado es inseparable de la hsiología
del hombre, es su equipo biológico. Asi la menre del individuo
Los humanos no evolucionaron primero para luego trabar interac- tiene un contenido a priori que trata de expresarse dentro del
cicines sociales y culturales; la mente, por su propio origen y Por su medio social (más amplio) ya sea absorbiendo la cultura, aprendien-
naturaleza, es un producto social. do un lenguaje público, más que un lenguaje privado, o dominando
Un cambio muy pareóido se ha efectuado en el campo de la y encauzando las pulsiones. Pa¡a l!.s teóricos del 'modelo de las t-
lingüística. Las primeras teorías consideraban que el lenguaje era relaciones, los antropólogos y los lingüistas modernos, la mente del
esácialmente separable de la experiencia y accesorio de ésta' El individuo es tanro un producto de Ia matriz iultufu,l- y'lingrií,;Éca
individuo vive en un mundo de experiencias que después traduce d.:"rl? de la_cual se produce, como un parti_cjpa-lre,i-1¡¡grqcFl-9. eu
en el lenguaje como medio social y vehículo de interacción. Ahora ella. El significado no se da a priori: se deriva de la matriz relacioñal.
por lo gineral 99 duda que el lenguaje pueda separarse de la El campo de las relaciones cónstiruye la expeiilnciá liüiüidrüI.
lxperieñcia; se cree que la experiencia se estructura mediante -el En las teorías miís r¿dicales de la postura relacional r. .,réltiorr"
lenguaje y que es de naturaleza inevitable y esencialmente sociál e la idea misma de que la mente dé una persona constituya una
interactiva. unidad signifiéativa de estudio. Desde sus primeros días, el indivi-
En cuanto al desarrollo, las experiencias preverbales son ante- duo está en cofitinua inte¡acción con los deiniís; de hecho, slr
riores al surgimierrtq del lenguaje, y la comunicación no verbal experiencia está conformada por estas interacciones. [,a repre-
puede ser importantísima en las relaciones adultas. Una vez que se sen$glg¡1-del.sg!{gBg cada uno de nosorros se forma constituye
ésablece una matriz semiótica, las dimensiones preverbal y no una coJTtT!¡-c-9!6n seqrndaria que se estampa sobre la redidad de
verbal de la expeiiencia sólo pueden recuPerarse, experimentarse lasiñteracciones, que es más fluida y fundamenral. Sullivan indica:
y 'éxpresarse dentro de un sistema de signiñcadob lingüísticos "Organizarnos nuestro conocimiento del mundó para conservar
conformados socialmente. una actividad funcional necesaria o agradable dentro del mundo
con el que debemos mantener una existencia comunal (no importa
Lo distintivo de la "revolución lingüística" del siglo x|, desde Saussure y que sus objetoq sean manejables o no, que estén lejos o cerca),
Wittgenstein hasta la teoría literaria contempoÉnea, es su reconoci¡niento aunque sea inadvertidamente" (1940, p. 34). De la misma manen¡,
de que el signiñcado no es sencillamente algo que se "expresa" o "reflejai'
.n .t teng,rá¡.: de hecho, es proú.uid,o por é1.'No es que tengamos signifi'
cados o éxperiencias que luego envolva¡nos en palabras; sólo podemos
tener significados y experiencias Porque tenemos un lenguaje en que
la síntesis que Stern efectúa de la infancia lo lleva a la conclusión
de que "los e-st4glgq de conciencia y- actividad del infante son en
esencia egtados logrados por la sociedad" (1985, É.'104. Már
I
todavía: "la vida del infante es tan cabalmente social, que la mlyof "--)
darles cabida. Más aún: lo que esto indica es que nuestra exPeriencia como
individuos es social desde sus raíies, pues no puede existir un lenguaje
parte de las cosas que háce, sienre y advierte, l"r iiéy". á S*n:t"il
a

LOSLfMITES ra, MATRTZ RELAcToNAL I E


82
gracias a la memoria' rara
sonales? ¿Por qué tenemos tanto que ver con los demás? ¿Por qué
diferentes clases de relaciones' De hecho' son tan decisivas nuestras primeras relaciories con los demás, de
H|],';;;;áJ (o tal vez esleciatmenre) durante los
"*iq"*ra la idea del yo+on-
ori*Lro, seis meses ¿t"""tto vida"' Asi pues'(p'.118)'
manera que de hecho estamos compuestos de estas relaciones que
son "precipitados" de nuestros primeros afectos, como diieraFreud
#;;;;;;¡iá"¿ subjetiva es casi universal"
*"Xi=J¡,Jui.*t-r" como unidad básica de 9¡q¡di91o f
(re23)?
á"iio"
iLtrr"t" No hay un consenso acerca de est¿s cuestiones; los últimos
elimina la dimensió.i de las cosas,-á'"difii:ñncia de la
lo contrario' esto Per' decenios en la historia de las ideas psicoanalíticas se han earacteri-
ái-.itio" procedente de la "crianza";lipor
natural'ezi y la educación' zado lor estudiar una serie de posibles respuestas. I4 heterogenei'
mite ver de'manera menos dicotómica dad política de este campo se debe a que se ha pensado que estag
secundariollg:
[¡s relaciones sociales no se consideran un Pegote y primanas' vías para la elaboración de las teorías no están relacionadas, o que
q"" .;;;i;;a sobre las funciones biológicas másbásicas Ias.Pi"Pi^ se excluyen mutuamente. No obstante, s-us coincidencias conc€p:
considera que
como la agresión y la sexualidad' SJ tuales y sus fecundas compatibilidades son asornbrosas.-Para ilus-
d;;; raíces biológicas' qu9 están codificadas
relaciones sociales trar estas coincidencias, hablo sobre algunos de los principales
fundamentales'
genéticamente y que son procesos motivacionales teóricos del modelo relacional, no en orden cronológico ni agru-
agrlsión no se consideran instintos prefor-
I i.ffiü;;ñ;O";L pándolos según sus orientaciones, sino con base en Ju tendencia
l,
ir iliü¿-;;;ts"tñ¿'dosínherentesquesetT':11':f^"*,:T::'
interpone.l." conceptual y en la manera en qúe establecen la primácía de'las
sino_poqe¡rtes reacciones en las 9|e.se :t::?lilP'
U1.otogt91 relaciones dentro de la experiencia humana. Las tres principales
deun campo de relaciongs intervenido
h
I
I
"i"#.¿""¿ntro matriz de relacio- estrátegias que pueden servir para agrupar a la maysía de las
Hi,i,j;ñfá, .'. á."va su significado de esa
t
I (
| '., hipótesis de los modelos relacionales constituyen distintas perspec-
II
t nes, que es más Profunda'
---Ñiirgt"o tivas para analizar este acertijo común: la naturaleza d¡: la experien-
I
de más impo¡tantes de las relaciones
ios i.otítot
i cia humana, la cual se basa en las relacitliiéb.-liii-ló qüe sigue
¡i considera que el o *o un pizárrón en blánco sobre el cual
i,
i "ino las cualidades de los examino todas estas estrategias no a partir de sus argumentos y
se olasman los acontecimientos externos y
ar..

pruebas, para lo que se requeriría un volumen aparte, sino como



il ;;iJ' que son significativos. Las- g{meras relaciones' rgual que un intento de destacar las premisas y estrategias clave, y para
I complejas' No.se,regrs-
las relacione, port ,io"s, son múlúples,.y explorar la manerá en que se compenetran mutuanr€nte. No he
il pati.ónes fi siológicos 1:
I tran sencillam.rr,", r"-"*ffi entan'mediLnre tratado.de abarcar ni representar toda la gama de textos analíticos;
t del temperam,ento'
'i
de reacciones, caracteríJticas constitucionales he elegido las teorfas de miís peso o que mejor ilustran detenninado
t
't
;;iltltdtd.r'y t"t..ttos, y se repasan' digieren' fT-ry:.TT y
f,'
los patronet -"T"o:- y esquema conceptual.
lrrelven .o-birrtt para inscribirse en
!,1

;;i; " q,r" .o,.p""'de la vida del individuo' La obra de Bowlby I


v muchísimos de los datos proporctonados por la
investigación
La intural¿z,a iürírueca d¿ las relaciones
ffi; los i;i;;r". ir,¿i."tt q'" considera que.las^relaciones se
tto t"
la
;:il;;;;i.i"-""i' ¿ei exterior' ¡i1o que éstán fincadas en
y que.Por lo.tanto La primera estrategia general para abocarse a la cuestión de los
g""J,I." y lahsiología de la experiencia humana' del orígenes y las motivaciones de la comunicación personal podrfa
lo criado' El
trascienden la ai.otf-á "t"'" to natural y
los
-estudioy los
infantes definirse con la respuesta "porque así estamos hechos'. Según este I
ffi;;;il;':Jgi";riuo, de las maneras en qúe permite todavía una razonamiento, la gente está hecha de tal manera que los. individuos
;ñ;t li.r,r"i y o,g"tútu" la experiencia'
se atraen de manera poderosa e inevitable y buscan intensaiy
mejor comprensió,'"d" l"' en que la primera experiencia
-t"t'i' constantement€ las relaciones con los demás. Esta teorfa' se ln
se Procesa y reorganlza' desarrollado de diferentes maneras, en distintos niveles de ab¡tr.
'T;;
relacional
los demás son- la materia de la .
il¿ i"t t.i"áo""'1o1
es la naturaláza de las relaciones
per- ción y con diversos mecanismos. ,i tr¡
.*i"ri"rr.i" humana? ¿Cuál
34 LOS LÍMITES I-A, MATRTz RErAcroNAL. \ 3ó
,,apego" de Bowlby rePresenta un amplio intento sucede en el modelo pulsional, e.l apego no se deriva de l¡¡
El concepto del
de ubicar li relación h,r*"ttu sobre una base segura' A Bowlby le necesidades biológicas más fundamentales; el apego en sí es una
interesaba que la motivación siguiera teniendo una explicación con necesidad biológica fundamental inscrita en la especie humana, asf
bases biológicas y, como Freud' se aPoya en la teoría de Darwin, cqmo construir un nido es necesario para un pájaro.
que le sirve-de referencia..Empero' Bowlby sentía que Freud había Bowlby (1969, 1973, lg75) se basa en una gran cantidad de
dado una explicación deinasiado estrecha de los mecanismos de pruebas empíricas, de estudios con aniinales.y de observaciones de
supervivencia det ueu¿. [.a supervivencia del bebé no depende los efectos de la separación en los niños, para afirmar que el apego
'ex^clusivamente de sus necesidades físicas, como por ejemplo comer es ún rasgo indudablemente prirnario, y.que no se establece de
y regular su temperatura. Para que el infante sobrevivi, es necesaria manera secundari¿ mediante la satisfacción de necesidades físicas
ia pioximidacl más o menos constante de la madre;ltnecesi.d'ad de como la oralidad. Empero, algunas de las pruebas más impresio-
la'madre es la necesidad miis urgente e importante del infante, es nantes de la primaeía biológica, fisiológica y psicológica de,la
la condición para satisfacer todas sus demás necesidades. Por ello, primera relaciórl del niño con quiepes lo cuidan proceden de un
arguye BowlLy, el infante siente apego por su madre desde el campo muy distinto: las investigaciones sobre la infancia.*
piíncipio y está muy unido a ella. Así cémo las criaturas de otras Si la relación personal fuera una vicisitud de procesos pulsiona-
especies en los primeros "periodos críticos" sc ft¡ndieron Para les más elementales, el infante necesariameñte tendría qu e aprmdcr
siámpre en quienlas crridaba de manera impresionante, automática a relacionarse con su madre. Los mecanismos para las gr.atificacio.
e irréversiblá, el infante ht¡mano se apega a quien lo cuida y lo hace nes de las necesidades (los mecanismos alimenticios y el reflejo de
de manera intensa y automática, gondtrctual y emocionalmente. La succionar, entre otros) serían constitr¡cionales, pero el infante se
madre no tiene que hacer nada en particular. No tiene qt¡e ganarse percataría poco a poco de que sus necesidades eran satisfechas pór
su lrrgar satisfaciéndo las necesidades.del infante: lo úrnico qtte tiene una figura externa que sólo entonces se volyería interesante. Desde
qtte hacer es estar ahí. este punto de vista, que es el del modelo pulsional, la relación
Bowlby se basa en los estudios etológicos del comportamiento personal es menos "natural" que los caminos pulsionales, y las
instintivo de otras especies pala argr¡mentar qtle para la supelvi- relaciones sqciales son algo superpuesto por las exigencias de la
ii
vencia de las especies son menester sistemas complejos de compor- realidad. Sin embargo, durante los últimos veinte años, el campo
tamientos organizadosjerárquicamente a través de mecanismos de cadavezmás refinado de la investig;ación infantil ha producido una
retroalimentáción y control inrerno. Bowlby indica (1969) qt¡e en cantidad impresionante de datos que indican que el infante puede
$ f, buscar, y de hecho busca, una'relación personalísima desde sus
i*
lit
el apego de los hnmanos intetvienen.cinco reacciones irrstintivas:
*u*"i, sonreír, agarrar, llorar y segrrir, las cuales sin'en conjtrnta- primeros días.
ri mente para establécer ft¡ei'te r'ínct¡lo entre la madre y el bebé, A diferencia de la imagen tradicional del bebé que inicia su vida
,l 'n
asegurándo la proximidad de la primera Para atlmentar las opor- en una confusión autista (segúnJames, una "confusión floreciente
tr,r¡iidades de sripen'ivencia del segundo. Fstas reacciones intervie- y aturdidora") y. que sólo gradualmente se vuelca hacia el mundo
nen directamente en el apego del niño a la madre, en contraste con social externo, ahora parece que todos los sistemas percepiivos del
el concepto tradicional psicoanalítico de la oralidad, que es antedor bebé funcionan desde que nace. Incluso, lo que más le interesa al
al desairollo de ctralq.ier vínculo afecti'o posteriot', e inde- * Muchas de las teorías contemporáneas acerca de los bebés se basan en la
pendiente de éste. obsen'ación de éstos con sus madres. Aunque mucho de lo así investigado merecc
\
Para Borvlby, dado que los niños cr¡idados por sL¡s ¡rrach'es están toda nuestra confianza, no lo presento como datos fidedignos pues, por los motivot
menos exp¡estos a los predadores y a otros factol'es qt¡e allrenacen que se harán elidentes en los capítulos que siguen, me parece un error hacorb,¡¡f,
I
su s.,pet"ti"encia, el apego qrre el niiro siente pol'stt ¡rr:rclre l'ePl'e- Las teorías acerca de los bebés, como todas las ideas psicoanalíticas, nrcz{¡n lr
información basada en datos prácticos y las meras teorías; aquí se prese¡ru¡n €gttlo
senta una "herencia arcaica" codificada genéticantetlte clesde los
¡r

ej.emplo de una manera de pensar, como una estrategia conceptual, no conto ut¡¡l
li principios mismos de la especie hu¡nana. A diferencia de lo qtre vérdad indiscutible. '¡'
i

it
', Fr ? 5flr,. !r
vl

36 LOS LÍMTES tr, MATRrz RELAcroNAL E7

recién nacido desde el primer momento son las Personas: l'zv-oz clave Ia expresión *capacidad preadaptativa". Parecen abrumado-
humana es el estímulo luditivo que más caPta cu atención, y los ras las pryebas de que el bebé ¡o se vuelae social mediante el
aprendizaje o el condicionamiento ni mediante la adaptación a la
estudios han demostrado que los bebés se mueven con ritmos
realidad, sino que está programado para ser social. La relación no
precisos ante los Patrones aet naUU humana (Condon y Sandler,
es un recurso con otro fin (reducir la tensión, sentir placer o
in Tronick y Adamson, 1980, p' 137). Asimismo, el rostro humano
seguridad); la naturaleza misma del bebé lo empuja a relacionarse.
es el mayor estlmulo visual para el recién nacido. El estudio de los
Además, parece que la relación en sí constituye una gratiñcación.
b.ebés en la sala de partos dlmostró su preferencia por la configu'
á.iO' visual de la cara humana incluso antes de que el recién Los bebés buscan el contacto humano, y'muchos estudios han
nacido hubiera visto rostros de verdad, es decir, sin tapabocas mostrado que este'mero contacto, o la oportunidad de observar la
" actividad humana, consduyen un poderoso incentivo para que los
(Goren, en Tronick y Adamson, l'980, pp. 5960)' Durante las
bebés resuelvan acertijos o efectúen diversas tareas.
primeras semana,s de su vida, el infante no dirige los ojos al p^ünto
Esta línea de investigación sobre la infancia complementa la
que tiene enfrente, como uno esperarfa'si el pecho que mama fuera
.t ou¡"to que más le interesara, sino que los enfoca a 23 centímetros teoría de Bowlby sobre el apego al descubrir y señalar parte del
de sü carai a la distancia de la cara de la maáre en la postura normal equipo fisiológico constitucional e inherente y el modelo que
197?, 36). La cantidad y'complejidad de interviene en el apego del niño y la madre. Lá hipótesis de Bowlby
de daq el pecho {Stern, P.
con otras personas, tanto en resPuesta a se basa en información sobre la separación y la psicopatología
las interacciones del bebé
la iniciativa de éstas como por iniciativa del propio bebé, no deja infantil y adulta, así como en consideraciones macrocósmicas res-
pecto de la supervivencia de las especies; la investigación del bebé
I
I de impresionar a quienes las observan: "Así pues, de manera muy
permite efectuar un análisis microcósmico de las capacidades del'
t,
clara, a sus tres meses cuando mucho, el bebé está bien provisto
infante para interactuar con otras per.sona$, de sus complicados
t:
con un amplio repertorio de compgrtamientos para llamár la
mecanismos para lograrlo, y del gran interés que siente por ello.
atención de iuienes lo cuidan, o pará désentenderse de ellos, Todas
sus conductas (las conductas motrices más sencillas, la combinación ¿No es verdad que Bowlby y los teóricos que se basan en las
investig¡acionÉs sobre la infancia (q.ri? todos los gue utilizan el
más compleja de estas unidades sencillas en unidades integradas, y
modelo relacional) de hecho establecen que el "apego" es una
la secuencia de combinaciones de estas unidades) tienen una fuerte
"pulsión" con el mismo tipo de propiedades inseparables que la
predisposición innata" (pp. a8a9).
u
' El bebé, además de establecer una relación activa con la gente "libido" freudiana? Sl y no. Desde luego, cualquier hipótesis acerca
li de que el apego o la relación son primarias indica que tienen
en general y de reaccionar ante las personas, muy Pronto-1Pfnd:
h propiedades motivacionales dmtro del organismo y que lógicamen.
ü a distinguira quienes tienen más significado en su vida: a disuhguir
te podrían considerarse una "pulsión". Mas como el "apego" es
a lgs alñgadoi.tttt sí, y a distinguirlos de los extrañqq.Al final de
.- interactivo por antonomasia, fste es un concepto de la motivación
["
la primeá semana, el rostro de la madre ya es unQstalbercePtual
müy distinto de la "púIsión" freudiana. Esta última da por sentados
F. conocida, de manera que lo perturba si aparece cibi-erto Por una
moüvos y significados en el individuo a priori, en las tensiones de
h máscara o con otra voi (Tronick y Adamson, 1980, p' l4l)' A los
los tejidos corporales mismos, los cuales intervienen en la interac-
t ocho dlas puede distinguir los algo.dones empapados en leche de
I ción y la moldean. El motivo del apego de Bowlby y los modelos
su madre de los algodones empapados en la leche de otras mujeres,
inscritos de interacción descritos por quienes investigan la infaaaia,
y prefiere el olor de su propia madre. cuando el bebé tiene cuatro
impulsan al individuo.a buscar el contaeto por el conlacto,la interm-
i"-"ttas -ueve las manos y los pies con dos ritmos distintos: uno cién por ella mism4 no el contacto como un medio para satisfaccr
para la madre y otro para el padre. cuando Lichtenberg informa
o canalizar alguna otra cosa. Esta inversión de los medios y loo fliror
sobre esta investigación, afirma: 'Un estudio tras otro ratifica la
plasmadaen el lemade Fairbairn "Lalibido nobuscael placcg.¡lno
capacidad preadaptativa del recién nacido para la interacción
el objeto", es clave y vuelve mucho más importante quila c¡ dotro,
diiecta, de ñumanó a humano, con 14 madre" (1983' p' 6)' Aquf es
lr
38 LOS LflfITES r.\ MATRTZ REr-AcroNAL 39

quéhacey cómo observa lo que sucede. El otro no es sólo un medio miento de él mismo ha tomado forma en el contex¡o de las
para manejar las presiones y los estados internos; los vínculos y los necesidades y los pensamientos de los otros y de la comprensión
intercamblos intéractivos con el otro se vuelven la realidad psico- de sí mismo.
lógica fundamental misma. como veremos en los siguientes capí-
t,rl-or, att" diferencia tiene consecuencias importantes para todos
los aspectos de las teorías psicoanalíticas. Nos relaciondtnos a propósito
del
. La perspectiva teórica áe Sullivan representa otra variante
principio áe q,t" la estructura de los humanos tiene una base Un nutrido segundo grupo considera que las relaciones humanas
ielaciónal, si bien no codificación genética o en las
se centra en la primordiales rurgeú más bien con un propósi'bo. Establecemos
-fuertes
capacidades perceptuales, sino en una perspectiva teórica que lazos porque deseamos relncionantos, y esto se considera
deitaca la manera en que las necesidades humanas interactúan y se como un hecho fenomenolóS.o y como'una deducción clínica
entrelazan en el esquema de la experiencia humana' irresistible. Los pacientes buscan y conservan sus relaciones a toda
Sullivan.... q.,é uno de los principales impedimentos para la costa. [¿ teoría de las relaciones objetales de Fairbairn es la que
autocomprensión es nuestra teirdencia a pénsar acerca de nosotros expresa de manera más completa este punto de vista.
mismos én términos concretos y materializados. 3e piensa que la Según Fairbairn, empezó a desarrollar su innovadora t€oría al
tr gente "tiene" una personalidad y "POSee" una serie de rasgos o encontrarse con el intrigante fenómeno de la lealtad de los niños
tt óaracterísticas, como si de hecho estuvieran colocadas dentro y las maltratados hacia los padres que los maltrataban. De acuerdo con
fr llevara de una situación a otra, tal qomo un vendedor de puerta en la teoría clásica de la pulsión, la gente es esencialmente hedonista
ti puerta muestra el,mismo producto de casa en casa. Para Sullivan, y busca el miíximo de placer y el mínimo de'dolor. Fairbairn
ill .tt" -"tt"t" de pensar no deja ver en qué medida reacciona la gente encontró niños que tenían relaciones sumamente Penosas con sus
en las situaciones en que participán'otras personas, y cómo de padres y, con todo, cuando se les ofrecía la oportunidad de que
hecho adquiere forma en estas situaciones. Los individuos no otras personas se hicieran cargo de ellos, no aceptaban y demostra-
siempre manifiestan el mismo comportamiento, sino que su con- ban gran devoción por sus padres naturales. Fairbairn razonaba
ducta varía según la situación, el público y las conductas de los que, si la libido consiste sobre todo en la búsqueda del placer, los
l{it
otros. La personalidad no es algo que uno posee' sino algo que uno objetos libidinales debían ser más sustituibles.
Irl
hace. Unó desarrolla esquemas constantes' pero éstos no reflejan Al reflexionar en lo anterior, nos damos cuenta de que éste no es
4f, algo
,,interior", sino más bien modos aprendidos de enfrentar las un prciblema exclusivo de los niños maltratados, sino de la psi'
siiuaciones; por ello en cier¡.o sentido siempre responden a las copatología en general. En términos generales, el espectro de la
H
propias situaciones y alavezson moldeados por éstas' psicbpatología puede definirse como la tendencia de la gente a
-
Segun la hipótesis de Sullivan, las personas no constituyen repetir una y otra'vez las mismas cosas dolorosas, a sentir los
ür:

lt '

ir
entidades separadas, sino que participan en interacciones con otras miimos sentimientos desagradables, a entablar constantement€
personas teales y cott "personificaciones" (o "representaciones") de relaciones autodestructivas. ¿Cómo encaja este esquema con la
['i Ltros derivadas de intéracciones previas con otras personas verda- premisa hedonista del principio del placer? Si la gente actúa sobre
'ili deras. En pocas palabras, el individuo sólo es interpretable en el la base de la búsqueda del placer ¿por qué no hace a un lado las
contexto del campo interpersonal. Así, para Sullivan, la gente es experiencias desagradables, los con'flictos tempranos y los traumas,
'it
definitivamente social desde la infancia hasta la senectud: para por qué no los olvida sin más, en vez de reestruclurarlos sistemática
rill
expresarse tiene que relacionarse. Cuando el infante empieza a y constantemente a lo largo de su vida?
formarse una imagen de él mismo, a tener un reflejo de sí mismo, Freud no se desentendió de este problema y le buscó varias
es que lleva tiempo enredado en una madeja viva de interacciones soluciones posibles. Habló de la adhesividad de la libido que "
trli co.tllos demás. Sus necesidades, sus pensamientos, el propio senti permanece tenazmente hel a las primeras relaciones objetales,
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I 40 LOS LfMTTES I.A T4ATRIZ R,EI.ACTONAL 4l
I aunque fueran penosas, y de la "compulsión de la repetición", de El niño aprende una manera de establecer contacto, un modo
la continua recreación de los primeros traumas. lnicialmente trató de pertenecer a la familia humana, y practica desesperadamente
de explicar este fenómeno dmtro de la estructura del principio del estos modos aprendidos a lo largo de su vida. En algunas familias,
placer: en la psicopatología, el sufrimiento rePresenta el castigo por la eensualidad es el modo preferido de contacto émocional; en
ios deseos prohibidos (1900); la libido elige maneras "acartonadas" otras, las explosiones de rabia; en otras más, los anhelos depresivos.
de amar, que siguen aferr¿das a ella en el transcurso de la vida S.grr el shtema de Fairbairn, el niño establece,rrr.orrt"tto..o--
(l9l2b); el sufrimiento en sí es sensual e inevitablemente placente- pulsivo precisamente con el caÉcrer patológico de sus padres y lo
i'o (1924a), yasl sucesirramente. Con todo, el propio Freud conside- metabolizaporque sienté que ahí es donde residen emoiionalmen-
raba q¡re estos intentos de explicar la compulsión repetitiva con te sus padres. Al parecerse a sus padres depresivos, masoquistas o
base en el principio del placer no eran muy convincentes' y argu- sádicos, conserva un fuerte vínculo con ellos. Asi según el sistema
mentó (1920a) que la repetición de las primeras experiencias de Fairbairn, en el centro del reprimido no hay t.rir tr.,r*a, ,r'
dolorosas se efectúa "más allá del principio del placer" y es una recuerdo o un impulso, sino una relación (una parte del self
l{ caracterfstica instintiva del funcionamiento mental, derivada del estrechamente identificada con una represgntación de los verdade-
instinto de la muerte. Esta explicación no lp convencido a¡ la ros cuidadores) que no podría tener cabida en conciencia y conti-
mayoría de los psicoanalistas y ha habido muchos intentos de volver nuidad:o-n otras experiencias del self. para Fairbaiin, la psicopa_
il a explicar las repeticiones dolorosas 6ün base en el principio del tologÍa del self se est{uctura en torno a los conflictos, no ántr.i*
plaper. pulsiones y las defensas, sino alrededor de lealtades divididas hacia
otras personas, en diferentes dimensiones de la relación de uno
con los dem¡ás.
Fairbairn efectúa.ro ..*¡io básico en las premisas y llega a una Abandonar estos vínculos y ataduras se experimenta como el
ütr
explicación mucho más económica que'no está ni dentro ni miis equivalente de aislarse por completo del contacto humano, lo que
allá del principio del placer pues argumenta que la libido no busca es una elección imposible. Así, a los pacientes en análisis, .n"ndo
el placer, sino el objeto. l,a principal necesidad del niño no es el empiezan a sentir la posibilidad de vivii y rener experiencias de
placer ni la gratificación, sino establecer una fuerte relación con ellos mismos y del mundo de otra manera, generalmente los
otra persona. Si guienes lo tienen a su cargo le permiten gozar de aterroriza caer en un profundo aislamiento. ser diferente, aunque
fit experiencias placenteras busca el placer, no como un fin en sí, sino esto signifique abrirse al goce y a la verdadera intimidad con ios
iltl
(1.
como el medio para interactuar con los demás. Si sólo le propor- d.emás_, significa perder lazos con objetos internos que han propor_
,l Ll

cionan experiencias dolorosas, el niño no se da por vencido para cionado un sentimiento duradero de integración con los demás, de
&i esthr relacionado con ellos, aunque esto esté teñido de dolor y
:l
ir a buscar experiencias placenteras. en otro lugar, sino que busca
f,
i; I el dolor como medio Para interactuar con el otro que es significa- desconsuelo.
it
r,i tivo para é1. Lo fundamental es el contacto' no el placer. Según Fairbairn considera que la búsqueda del objeto es innata, y su
Fairbairn, el motivo básico de la experiencia humana es la búsqueda punto de vista tiene mucho que ver con la idea del apego de Bowlby,
y conservación de un fuerte vínculo emocional con otra Persona. a la que complementa. Para Bowlby, el apego eJ,rñ me.anismo
iiil
,Si partimos de esta premisa, son menos sorprendentes la consoli- automático producto de subsistemas conductuales instintivos y
dación de las primeras relaciones y los modos de gratificación, y la 1efl9xivo1;
en general, Bowlby se centra en la proximidad ffuica
:ubicuidad de las redundancias dolorosas'de la compulsión de Fairbairn además torna en cuenta la intención y la presencia o
j repetición. l¡s sentimientos dolorosos, las relaciones autodestruc' ausencia emocionales, y con ello destaca el anhelo y-el ansia dc
contacto que impulsa a las relaciones humanas.
l¡ivas y las situaciones de autosabot{e se recrean a lo largo de la vida
como medios de perpetuar los primeros lazos con las demiís De la misma manera, el concepto de búsqueda del objcO do
personÍur signifi cativas. Fairbairn complementa la idea de sullivan del campo intdrpcno
rI
LOS LÍMITES Lq, MATRIZ RELACIONAL tl 49
42
objeto por
nal. Para sullivan, el niño está más relacionado cQn el precisamente porque el otro incontrolable es tan importante que
tiende a relacionarse el amor y la gratitud se vuelven dolorosos.
naturaleza que con un propósito emocional y
tll Klein elaboró su concepto de reparación en el contexto de la
debido a la torma y la naturaleza de sus diferentes necesldacles'
niño no busca relaciones afectuosas con los demás; más bien' la importancia teórica que concede a las fuerzas constitucionales y a
y su reacción la fantasía. Empeio, su descripción de la pugna entre la gratitud y
misma estructura de sus necesidades de satisfactores
lo empujan a estas relaciones' En su Ia reparación, por un lado, y la envidia vorazy el triunfo maniático
ante la ansiedad de los demiís
intenso anhelo de relacionarse sólo por el ótro, se trasladan y traducen de manera útil en la matriz
Sullivan incluye un
"rlrr.-",
pr"udolescencia, en la primera relación verdaderamente interactiva del marco metapsicológico de Fairbairn, arraigada en la
"rr^1" *amigo" (que Sullivan describe con intensidad consideración del carácter de los padres y las transacciones reales.
amorosa con el
rela-
lírica), como antídotoie loi efectos nocivos de las primeras Puede interpretarse que la necesidad urgente de reparación no es
Sullivan destaca en sus argu- una reacción ante el daño fantasioso, sino que surge como una
ciones y la amenaza del aislamiento'
*.rrro, que sólo en la preadolescencia empieza el niño. a buscar reacción ante los verdaderos sufrimientos del otrg y a Ia patología
intimidaá y a preocuPaise verdaderamente por los dem¡ís; ":t*tj- característica. I.a envidia voÍaz puede interpretarse no como un
mo afirma que los padres que interpretan comp preoctlpaclon-e exceso de agresión constitucional, sino como el intento de escapar
aunque
interés el egocentriimo del niño se engañan tristemente' de la penosa posición de amary desear a un padre en gran medida
Fairbairn encuentra este anhelo ausente o lastimado o, en particular, a un padre incongruente. A
l.rira p". n"ecesidad. En cambio, del niño con la lo largo de la vida, la principal pugna dinámica es la que se traba
áe reüci¿n e intimidad en la primera relación
madre! entre la fuerte necesidad de establecer, mantener y proteger víncu-
TambiénexistensimilitudesasombrosasentrelateoríadeFair- los íntimos con otros, y los diferentes esfuerzos por escapar de las
bairn y la variante de la teoría interpersonal elaborada por Erich penas y los peligros de estos vínculos, el sentimiento de r,ulnerabi-
social lidad, la amenzzade la desilusión, la inmersión, la explotación y la
Fromm. Este último consideraba que el temor al aislamiento
era el principal factor dinámico en el desarrollo de las formas pérdida.
regre'
psicopatolégicas, y le parecía que éstas constituían esfuerzos t
'riuo, ^po. .!*pui ¿É tos rigbres y rerrores existenciales de la
condición humana. La gente idoptu p"ptles culturales y familiares' Nos relncionamos por implicación
-put"
así como identidades, tto éttcatut las realidades de su exis-
de vista
tencia independient". Árrrrq.t. Fairbairn expresa su punto Los filósofos distinguen lo humano de otras formas de conciencia
ñlil menos filosóficos, tácitamente dice animal por la reflexión; las personas tienen conciencia de sí mism,as.
con un lenguaje y un inter-és
motivacional es la de ingre- Adquirimos y conservamos la conciencia de nosotros mismos, nos
[:i algo pareciáo.Lverdadera prioridad
'l ,uí u t" comunidad humana, éstablecer fuertes lazos con los demás formamos imágenes de nbsotros mismos, sentimos estima por
nosotros mismos, y todo esto representa un papel destacado en la
y conservarlos a toda costa'
de
En este contexto cabe mencionar el concepto de reparación manera como experimentamos y registramos nuestros encuentros
ril Melanie Klein (1935, 1940). El enfoque de esta analista en la con el mundo externo y con otras personas, y en las elecciones que
ugt.riOtt y la eñvidia con frecuencia oscurece el papel dg:P:ud" efectuamos en el transcurso de nuestras vidas, Con frecuencia se
qi. a.s.ápeñan en su teoría el amor y la gratitud' Según Klein' el supone que es fácil llegar al sentido del self, que éste se adquiere
úebé aprecia profundamente el pecho bueno y el objeto
amoroso' con la madurez o que es producto de la experiencia, que lo
teme haberle causádo en conseguimos como las partes de nuestro cuerpo o como las funcio-
y lame.tta el iaño que fantasiosamente
,rrs s.,eños destructivos y vengativos' La necesidad de reparación nes perceptivas. No obstante, los psicoanalistas han llegado a
anhelo de repárar, cánsolar y rectificar' En la expli"ación considerar que el sentido del self se desarrolla a través de un
de la señora Klein, la envidia tiene una dinámica muy fuerte
"*pr"ru "t pr,€)ceso complicador eu€ €s una elaboración,compleja y con mu-
44 LosllMtrEs TAMATRTZRETAcToNAL 45

chas facetas, que consdnrye unaPreocupación motivacional


defni- de la estabilidad del reflejo y del sentido del self es innara y
tiva a lo largo'de nuestra viday que paraello dependemo: Pt"ll- definitivamente'motivacional, y nos lleva de manera poderosa e
inevitable a la relacióh con los demiís.
damente de las demás personas. Algunos de los téoricos del modelo
relacional consideran que el establicimiento y la conservacién del Esta visión de lo primordial que es la necesidad de relacionarse
sentido de identidad I ittainid.r"lidad constituye la motivación ha sido uno de los principales temas de la psicología freudiana del
yo. En la obras de Mahler y de Loewald, por ejemplo, parece que
fundamental y más importante, lo que también plantea cierta clase
dg relacionerirrt".p.ttonales que son definitivas para la reflexión'
el yo del infante surge de una fusión pslquica con el otro. para
Mahler, el desarrollo de un sentimiento saludable del self depende
como piezas clave para la construccién psicológica'
Dos característiias de la conciencia humana contribuyen de de que la madre proporcione al infante eqperiencias graduales y
manera importante a las dificultades para desarrollar el sentido del
adecuadas de fusión simbiótica, auroarticulación y diferenciación,
así como retornos'y reinmersiones continuos y periódicos. (Véase
self: su ..tii¿"d temporal y su complejidad' t'a conciencia humana
Mahlet, Pine y Bergman, 1975) Loewald (1960a) desraca la organi-
opera en el tiempo,-es un flujo continuo de pensamientos' senti'
lo que cambiaconstantemente zación y el procesamiento de la experiencia efectuada por loq
-i"tttos, sensaciones y deseos, Todo padres, misma que el niño aprende a organizar y procesar paulatiJ
por fuerza está incompleto en cualqui-e1 momento determinado'
'Err.rr"rrto
uno lo captay lo define, cambia y se welve algo distinto' namente mediante identificaciones. A la largp, el proceso secunda-
Esta cualidad de cambío continuo e inefable siempre ha sido un rio de los padres, aplicado al proceso primario de experiencia del
problema para la humanidad, tanto en la historia de la evolución niño, que es más fluido, tiene como resultado un proceso secunda-
de las culturas como en el desarrollo de la vida de cada Persona' rio efectuado por el niño. (Bion, 1957, ha llamado metáfora del
"recipiente" a las funciones organizativas de la madre referentes a
[¿ teoría platónica de las formas probablemente es el intento rnás
la primera e incipiente experiencia del niño.)
elegante áe establecer una suPerestructur¿ estática para f$a1 u-n
*ri.o de referencia rt.*pot.l, un mundo del Ser fuera del flujo Los dos teóricos contemporáneos que han estudiado de manera
de la conciencia hurnani. Empero, la necesidad de establecer más directa y amplia (y asombrosamente parecida) el desarrollo del
puntos de referencia fijos asimismo constiuye una necesidad en
la self son Winnicott y Kohut.
ui¿" ¿" cada persona, Para encontrar la manera de ordenar una Winnicott llegó a considerar que la adquisición de un fuerte
experiencia qrr. tr"r.i.ñda sus cambiantes discontinuidades. sentimiento del self es el principal logro del desarrollo remprano
L p"t..p.ión gradual que adquiere el niño de quién es o qué normal y declaró que algunos paciente s {ólo parecm personas, pero
es entre el ñ"jo t"-poral y las complejidades de la conciencia
no carecen de las experiencias de ellos mismos como seres reales
constituye ..tr proceio sencillo. Todos los distintivos de la vida existentes en el tiempo, a diferencia de algo construido de nuevo
mental r¡"¿"¡i. (las autorrepresentaciones duraderas integradas, y de manera diferente en cada ocasión inte¡personal. ¿Cómo
la constancia del objeto y tá nexiUitidad en la regulación de la sucede esto?
autoestima) se adquieren Poco a Poco. Si la experiencia no -nos Winnicott describe al bebé como alguien que se da cuenta de
necesidades que surgen de manera espontánea. El rasgo caracterís-
proporciona rr.," uid" mental y una reflexión organizadas ¿como
i"r togrt Según la mayor parte de los teóricos psicoanalíticos tico del necesario entorno "facilitador" proporcionado por la ma-
"s?
conte"mporán.or] logra cuando menos parcialmente por medio
t" dre es su preocupación por conformarse en torno a los deseos del
de las relaciones. El ru;ño organiza su experiencia a Uavés de la niño, intuyendo lo que el niño necesita y proporcionándoselo. El
experiencia de la madre. La cognición individual surge del recono- bebé tiene la experiencia de que el deseo y su satisfacción son caai
cimiento, por lo que el niño aprende a conocen¡e y se encuentra simultáneos, por ejemplo el deseo del pecho y su aparición; nattt
en los ojos y las palabras de li madre. Así, el self como entidad ralmente, supone que sus deseos producen el objeto deseado, qüC
fenomeñológica ionstituye una culminación del desarroüo. Según el pecho, su cobiia, y de hecho rodo su mundo, son prodtffil
esta línea teóiica del modelo relacional, la búsqueda y conservación creados por é1. Los cuidados de la madre y su conformid¡dt,f'lol
LOS LfilIITES I.A MATRIZ RETACIONAL
46 47
el momcnto de la
deseos del infante crean lo que Winnicott llama Poco a poco, el resplandor narcisista de estas experiencias se
ilusión. Así, en los primerls momentos de la vida, 11 .-*:9t: transforma en un sentido más realista y duradero del self como algo
y buena"'es invisible, y precisamente esta
invisibilidad valioso. Las ulteriores definiciones de Kohut y las de los autores
,lriri".ro¡"
p.t*i,. q.r" !t bebé tenga la definitiva- experiencia megalomaniaca posteriores de la psicología del self o de aquellos influidos por ella
llama estado áe "omnipotencia subjeti-
; r;itp:tü que Winnicóttvista' la experiencia relativamente prolon-
han subrayado la función "empática" general de los objetos del self
desde la primera infancia, que "se sintonizan" con la experiencia
ua". S.gr.r, p.rrrto de
"it"
gada dZ la omn'ipotencia subjetiva ionstituye
los cimientos de una subjetiva del niño, resuenan con ella y la reflejan de nuevo. Desde
personalidad sana. este punto de vista, igual que desde el de Winnicott, parece que la
casi se olvida
Según Winnicott, al principio de-su vida el bebé experiencia del niño sólo capta un senrido subjetivo de la realidad
"le el mundo al-bebé" y es el
de la madre .o*o p.rrónu; .úu lleva cuando se efectúa a través de la conciencia de la madre. Desde el
Más tarde' el bebé se da cuenta punto de vista del self psicológico, las cuestiones relacionales son
invisible de ius necesidades'
"t.","
áZ t" pr.r"rrcia de la madre, Pero un asPecto clave
del papel de ésta primarias debido a que el analizando que sufre perturbaciones del
; qri" le refleja al niño * pt9p1" apariencia' apariencia la
la experiencia
del self busca y utiliza objetos del self para sustituir las funciones
propio ser del niño. La ."putiaia dé tener tanto paternas decisivas que faltaron en la infancia. A través de las
lamadre
;;r-i;lt;presión de nuesiro propio ser depende de que Así' en.el
relaciones con objetos del self idealizado o que sin'en de espejo, se
i;;"g" primero, reflejando quie" "t el niño Y córy-o es' fortalece el sentimiento vacilante del self. Así, para Kohut y para
del desarrollo es el estable- Winnicott, la estabilidad del reflejo consriruye el impulso motiva-
sisteria áe winnicott,"la primera rarea
quien
cimiento de un sentimiento dei self. Para que esto suceda, cional medr¡lar de la experiencia humana, y las relaciones con los
papeles y proporcio-
cuida al niño debe desempeñar determinados otros, y los papeles que desempeñan en esta búsqueda, constitlryen
narle determinadas experiencias' el contexto fundamental para la experiencia humana.
pa-
La teoría de Kohut siguió un desarrollo parecido' Algr'rnos
con las Pulslones las y
cientes no sufren por conflictos relacionados
del self' que experimen-
á"á"t"i, sino poideficien9ias en el sentido Una multiplicidad, de voces
iur, .o*á lgo fégl, carente de cohesión e integridad' aunqulie
Como Winnicott' Ko lll modelo relacional se basa en la premisa de que los esquemas
pr"ta p.,ed"e p..Iipit"rr" en la atttoestima' desarrollo'
i',.,, puró de la obselnación clínica a las cuestiones del repetitivos de la experiencia humana no se derivan (como en el
el sentido saludable, coherente y estable del modelo pulsional) de la búrsqueda de la gratificación de presiones
¿COtlr" se desarrolla
lelP ¿Cómo se descarrila este Proceso?-Segun Kohut' el
self se y placeres inherentes (ni, como en la interpretación de Freud
clave que llama relaciones posterior a 1920, del funcionamiento automático del instinto de
á.suriollo a partir de ciertas reláciones
sin-en corno
del self .or, .l objeto, en las cuales los padres no sólo mtrerte) sino de r¡na tendencia general a consen'ar la continuidad,
niño' sino que desemge-
ot¡"to, de las neJesidades y los deseos del las conexiones y la familiaridad del mr,rndo personal e interactivo.
(1971) describió dos
ñá funciones..narcisisras". Al principio, Kohut llxiste una poderosa necesidad de conserrar el sentimiento dura-
"reflejan" la ampulosidad
funciones distintas del self y ettU¡etá qrre dero de uno mismo relacionado con r¡na matriz de otras personas
q.,. ri"rrt espontáneamenie el ttiño ltste concePto esrá-íntimamen- y con referencia a ellas, en términos de transacciones reales y de
propor-
tL .elacionad^o con la idea de Winnicott de que los padres presencias internas.
que idealice al padre'
cionan el momento de la ilusión) y le permiten Por definición, las configuraciones relacionales básicas tienen
del self surge de es-tas
i"gú,r, Kohut, el sentido estable y valioso tres dimensiones: el self, el otro y el espacio entre ambos. No existe
'lnarcisistas", en las cuales. el niño es visto como algo ttn "objeto" con un senticlo psicológico sin el sentido particular de
"*i"rl"rr.i*
p.if".,o por el padre que lo admira, o bien el niño ve al padre como tuno en relación con éste. No hay "self' en trn sentido psicológico
algo perfecto Y vinculado a él' en el aislarniento, fuera de una matriz de relaciones con los de¡nás.
LOSLfMITES ¡.A MATRTZ REr.AcroNAL 49
48
sin [,os teóricos que destacan las rela.cio¡ws por inplicación han pro
lNi el self ni el obieto son conceptos dinámicos con sentido en porcionado herramientas para estudiar y comprend er el ph dcl setf
de espacio físico en el cual inreractúan,
il;;:}.^.,.r,,."'ri¿" Estas dimensiones del campo relacional. Así Winnicott se centra en la fragrnentación
fel cual hacen cosas con el oiro o Para el otro' y las divisiones internas en las experiencias del self y en la presencia
i J;i[iii'.d* .,ro*tttt" y tejen tanto la experiencia subjetiva
o ausencia del sentido de aurenticidad y realidad. Kohur subraya la
[d.l
'--1,", como su mundo psicológico'
-"lir"ttdo
i"oricos que hacen hincapié en-ln irrt lrueco d¿
las relncinn¿s necesidad primordial que tiene el "self' de conservar su continui.
dad y cohesión, y los procesos complejos e intrapsíquicos a través
#;;;Ñion'aoherramientasP"'a'9TP:,'{TlTi::-'::*
y.el de los cuales esto se logra. En estos sistemas siempre se incluye a
,r.r..p".incas que se efectúan entre el self "-T:'-Ti^:t?:?Y los "otros", aunque sea implícitamente. Winnicott destaca perma-
enlre ambos' Asl' los
lquná de los pblot, sino más bien ¿I es@cb nentemente la función de la madre que provee experiencias que
3,."', que han estudiado el "mündo interper-
L"tl-o'it*.i-o las sutilísimas inte' hacen posible un sentido de vitalización y de realización, y el "self'
sonal' del bebé, han anatiza¿o detenidamente los bebés de Kohut siempre esrá inscrito en una serie de "objetos del self'
cuidan a
racciones y las -,rt ras regulaciones de quienes que lo apoyan. No obstante, el foco, lo que la práctica clínica
el psicoanálisis interper-
,, los oropíos bebés' De lJmisma manera'
reales entre el anallzanco destaca, son la naturaleza y las sutiles texturas de la experiencia de
lorrJ,i"t ¿" a deshcar las transacciones
de lo que realmente autorreflexión.
y-t,o, orror, a hacer una encuesta detallada El proceso que interviene en la conservación del mundo psico-
lo que sucede nor-
1"."¿iO en las primeras relaciones familiares' lógico personal podría compararse con los factores que intervienen
malmente entre el y los demiás' y lT p."Tt"pciones del
;"q"iy .i"nora" "r,¡iza"¿" reaJmente en la conservación de la cohesión estructural del cuerpo humano.
de la relación psicoanalítica' ¿Qu: hace
reales? l'a pregunta Marcar las prioridades al sentido del self,¿ los vínculos objetales o
¿Qué sucede entre él y los otros
a los patrones de interacción, es como tratar de decidir si lo que le
p"o'J.r,Ji'o
"iltraíiza"¿o? interpersbnal' según la ha expresado
-"J"r". (1983), es: aquí?
(:onserva la forma al cuerpo son la piel, los huesos o los músculos.
kvenson ¿qué sucede Como la piel, el sentido det setf poilo general estií miís qerca de la
qu. d'eitucun lo intetuionnl de In^s relaciones propor-
Los teóricos
el polo objetal del superficie, más cerca de la conciencia, y proporciona al flujo de la
cionan herramientas para estudiar y comprender vida mental una superficie y una forma continuas. Como los
de identifica'
;"*; ,etacional, l",it""to "" qt'é diferentes clases
aglutinamiento Iruesos, los vínculos con los demás con frecuencia no son visibles a
cionls y vínculos con otra gt"tt 'i*"tt de
enlace y
de ánimo y la primera vista, pero proporcionan una base esquelética que confor-
del mundo p".rotJ' Así,"para Klein' los estados tna la experiencia. Como los músculos, los esquemas característicos
inconscientes
.-p"t*"l. áel self est¡án áeterminados por fantasías
mientras que para rle la interacción permiten la acción que da lugar tanto a,la
reJpecto de diferentes clases de objetosinternos'
determinan la estructura experiencia del self como a las relaciones objetales. Así como lai
f"ilU"irn tot vínculos con "objetoJmalos" diferentes dimensiones del cuerpo físico ayudan simultánea e
en estas definiciones'
latente de la personalidad' H JeH siemPre está lndependientemente a conservar la existencia física, así estas dife-
psicodinámicas
cuando menos implícitamente' L'as d-escripciones a los rentes dimensiones de la matriz relacional son facetas indispensa-
que corresponclen
á" n"i" implican áif"ttttt"t estados del yo llles para la búsqueda analítica.
ve los aspectos
áirtirrto, sinos de los objetos internos' y Fairbairn Desde este punto de vista, los seres humanos simultáneamen-
configura'
ñ;J;t del self q.""" fragmentan Para conservar
te regulan al self y al campo relacional. Nos interesa tanto crear
ciones dinámicas esiecíficas á tt" vínculos
con varios objetos
clínico' está en las como conseryar un sentido del self relativamente estable y tohe-
internos. No oUrt",,L, el meollo, el núcleo inter- rente a partir del flujo continuo de la percepción y el afecto; y
como presencias
-{t'"!a" principalmente experiencias del anali'
pt ot* i-Ugenes objeíales, crear y mantener contactos seguros y sustentores con los otrog
l".l¿q"e ráia,ror i" Ias primeras
consciente o inconscierr- tanto en la realidad como en forma de presencias internas. [¿
zando con los demfu-? ¿Qué experihenta' clialéctica entre la autodefinición y la conexión con los demás e¡
*"nra, cuando hace-lo que hace tott los demás?
LOS LíMITES LA MATRIZ RELACIONAL 51
50
compleja e intrincada, y a veces destaca la primera y a veces la perderla sería pavoroso. Con todo, siente que su carga es excesiva,
segunda. Los procesos reguladore~ del self y l,os reguladores del ~ue ~leva demasiado peso; que está maniatada por su propia
campo de relaciones a veces armomzan entre ~I y a vec~s entra~ e~ Idenudad. La parte del sueño en la que va por algo que le interesa
pugna, constituyendo la base de fuertes confll~tos. Lo mtrapslqUl- está relacionada con el tema principal del análisis durante los
co y lo interpersonal son terrenos que se trasmman d~ contm~o, y últimos. meses: su dificultad para permitirse desear verdaderamen-
cada uno tiene su propia serie de procesos, mecamsmos e mte- te algo que no esté teñido por el sacrificio o la sumisión a otra
persona, la incapacidad de permitirse querer o desear espontánea-
reses. mente.
Schafer (1983) sugiere que las diferentes teorías tradicionales,
como el modelo pulsional y el modelo relacional, .constituyen Este sueño, más bien típico de la fase intermedia del análisis,
diferentes "argumentos". Las teorías del mod~lo relaCl~nal, como representa una dimensión central del proceso analítico; las diferen-
la teoría interpersonal, la teoría de las relaCiones obJetales y la tes maneras de interpretar un sueño como éste destacan las simili-
psicología del self, producen en esencia el. ~ismo argu~ento, tudes y las diferencias de las distintas tradiciones psicoanalíticas.
aunque con distintas voces. Estas teorías trad~Clonal~s consideran (Por supuesto, ningún analista, de la tendencia que sea, interpreta-
que la mente se desarrolla a partir de la m~tnz relaCional y ~ue la rá sencillamente el sueño como aquí se presenta sin procurarse
psicopatología es un producto de alteraCiones en las rel~CI?nes muchas otras asociaciones; yo lo utilizo como ejercicio para indicar
interpersonales. Lo que distingue a estas teorías son ~as dls,tl~tas las diferentes interpretaciones que puede recibir.)
cuestiones que tratan con base en estas mismas premisas ~aslcas; ¿Qué sucede aquí? La analizanda va en busca de algo nuevo y
todas tienden a producir interpretaciones compkmen~anas; las pierde algo abrumador aunque precioso. ¿Cómo interpretarlo?
cuestiones que plantean y las respuestas que proporCionan no Desde la perspectiva del modelo relacional, el sueño sería la repre-
constituyen puntos de vista alternativos, sino diferentes ángulos sentación que se hace la paciente de su propia experiencia, y de ella
para observar la escena reconocida por todos. misma en relació,n con los demás, en diferentes maneras: una en la
que interviene la entrega opresora y compulsiva mediante la cual
se vincula de manera característica a los demás, la otra más espon-
tánea y, con todo, también arriesgada y peligrosa. ¿Puede ir a buscar
Un sueño las cosas que desea espontáneamente, o esto la aislará de los demás,
Veamos el siguiente sueño recurrente, que fue relatado tras varios la separará sin sentido de identidad, sin manera de relacionarse con
los otros? Desde el punto de vista del modelo relacional, esto
años de análisis productivo.
constituye el núcleo del análisis, y el cambio implica que poco a
Me encuentro en algún lugar, en un tren subterráneo; e~ todo un cao~. Me poco tolere cierta ansiedad que le permita volver a definirse paula-
siento abrumada mental y físicamente; voy cargando vanos paquetes junt.o tinamente en relación con los otros, incluido el analista.
con mi portafolios. Algo capta mi atención y dejo por .un moment~ mIs La analizanda creció en una familia dominada por una madre
cosas para experimentarlo. Cuando regreso, el portafohos ya no es~. Me depresiva y exageradamente solícita que había renunciado a sus
enfurezco conmigo misma por haber hecho esto... Luego me sIento ambiciones para dedicarse a criar a sus hijos, entrometiéndose
aterrada. prácticamente en todos sus aspectos mentales y conductuales.
Aunque la paciente entró a la vida adulta con ciertos recursos y
La mujer que sueña relaciona el sentimiento de caos y de ag~bio aptitudes, sentía que el mundo era un lugar peligroso y opresivo;
físico y mental con la depresión general y los enredos masoqUlst~s no existe una "manera correcta" de hacerlo todo; encontrar el
que padecía cuando inició el tratami~nto y con lo~ que todavIa camino recto y angosto y permanecer en él constituye una manera
lucha. El portafolios está lleno de significado: la anallza~a lle:a en de vivir sensata y sana. El placer y la diversión eran vistos con
él muchas cosas importantes para ella; representa su Idenudad: especial desconfianza; la entrega a los demás, la "responsabilidad"
Los LfMIrEs 'r¡' MATRTZ RELAcToNAL
52 óE

eran "razonables" y tran' intimidad con los demás. Fue en este punro cuando habló dc ru
y los sistemas complejos de obligaciones
quilizadores. Tanto.., itttt"Jpersonal como en el profesional' sueño recurrente.
"t sumamente inseguras El sueño simboliza la estructura del campo de las relaciona¡ en
tendía a involucrarse con figuras fúertes Pero
su ansieád proclamando una absolutz que vive la analizanda, que se encuentra ansiosa y agobiada; el
cerLezz^
q.r"
"orrtrotaban
resDecto de todo, y en particular respecto de lo que sería más portafolios representa las obligaciones e identificacio-nes que la
fue su senti-
;'í;;i;; il que
;;;'.i". la uevó al rratamienro agobiaban. [-os acontecimientos del sueño reflejan la ansiedad con
estas relaciones y una depresión e
inquietud que se aferra a dichas idenúficaciones y obligaciones y su temor de
miento de sumisión en
que descuidarlas la aísle y la deje profundamente vacía.
generales.
inconsciencia estaba Aquí, las psicologías del self llaman nuestra atención al compo-
[,a investigación analítica reveló con qué
la sumisión' la depresión y la nente del self del campo: al sentimiento de ca¡g'ar un peso excesivo,
.";gti; ""r.r, ,írrto*"'; cómo para anclarla en al temor a su propia espontaneidad, al terror al vacío. El portafolios
preocupación se entrelazaban en su experiencia
conocido' Si bien conocido y deprimenre con sus obligaciones y exigenlias repre-
un sentimiento de ,.g¡"id"d, sombrío aunque
dio cuenta de con cuánta fuerza senta al self, que es visto y reflejado en su familia y qué, por lo tanto,
deseaba sentine librei eftciente, se
y estancamiento' como si aunque distorsionado, es el úóico'medio de autorrecoáocimiento;
r"-j"f"u" a sentirnien'to de ineiiciencia "tlit::'J^:tl::::" para la paciente, perder su portafolios equivale a desintegrarsg a
ftÉo ".rrr" gran fuerza magnética" y le impedía
en preocupaciones m€zqutnas' perderse.
-e, arrt rriirmo. Se sentfa;hscada daba cuenta de que era Las teorías de las relaciones objetales llaman nuestra atención
Con todo, conforme proseguíael análiJis
se
previsiones de lo que sucedería si se sobre la función del portafolios como objeto inrerno y fijador que
oreferible es6ratasc;á"
iti"üi" á."i;;;";ú;, "it"
la ansiedad v la depresió1 1l^mi1do
a,lo la fragmenta y la distrae de su vitalidad, alejándola áe ielaciones
relaciones significativas con nuev:B y más ricas. El ponafolios representa vínculos con objetos
á.r.o.,o.i¿o, el aislamiento total de sus
del self' Se doblegaba ante viejos y la paciente se resiste a soltarlo porque ello impli-caría
t,o, árror, la dispersión de su sentimiento
gue se calaba mantenían abandonar los lazos con sus padres depresivos y agobiados, pr*o-
la voluntad de los A.*¿" y las anteojeras
su vista al frente. il;;il;"u" tá"tt" lL limitaciones' cada vez cando un sentimiento intolerable de pérdida, culpa y aislamiento.
daba vivir sin ellas' El psicoanálisis interpersonal llama nuestra atención sobre el
era más consciente def miedo que le
versión del viejo empleo del portafolios por la paciente: la manera en que estructua
También veía al análisis como una nueva
matriz relacional' las situaciones al crear exigencias y oblig¡aciones exte;nas a las que
esquema, .o*o .rrru *tua variación de
la misma
era "mejor''.para ella' pero ella se entrega para distraer su atención de deseos más auténtiios
El analista tenía su propia idea de lo que
exPresara abierhmente sus y de su terror a acabar sola. El portafolios representa sus trilladas
l*;A* de este júegó Ptohtli"" quesí misma a partir de las claves maneras de actuar en el mundo, y la paciente se resiste a soltarlo
ooiniones. t.nia que?e'scubrirlas por
l"i'""'"rrtta' Así, le á"b" ttt un código secreto. las porque la aterroriza estar sin él: no conoce otra manera de ser.
"tffii"t
indicaciones resPec; de "lo correcto"' y
la entrega.al lendero --
Estas interpretaciones nos permiten comprender mejor tanto la
üda mejor'Si no lograba dinámica reflejada en el sueño como el procéso analítico, en el cual,
. analítico seguramente la conduciría a una que uabSjalt tTl"t":il" para esta analizanda, el analista inevitablemente se transforrna en
,"gri. este íendero se enojarí1$ analista' qt¡e tuera una carga y en un colaborador para vivir de manera menos ago-
p.Tá á"*o de influir én ella, y por lo tanto hacía
esta manera trató de rem- biante y más espontánea. Asd la conducta rituarizaday constreñi-cla
imposiUte continuar el tratamiento'-De
el del analista' simbolizada por el portafolios puede inte¡pretarse alrernarivamen-
;ií;;i ür,.rr,"'J át st'tcaracterlstico
"sistema"
-"d'e con inrcgrar las relaciones y te, según Sullivan, como una operación de seguridad, como una
su esquema de
conservando
continuo de estos operación que constiruye algo conocido y permite escapar de la
de mantener su mundo subjetivo' El análisis
había empezado a ansiedad; según Fairbairn, como un objeto malo que le pioporcio
esquemas dentro y f"era de" la transferencia
y otra clase de na a lapaciente lo que ella cree que son sus únicas rtlicionc¡
sentar las bases p.ra distintas experiencias Para
54 LOS LtMITES

seguras con otras personas, y según Kohut, cor:n0. un objeto del ~~lf
que le proporciona a la paciente el único senUmlento de cohesIOn 2. "LAS PULSIONES" y LA MATRIZ RELACIONAL
y continuidad internas con que puede contar. _
Esta concentrada interpretación del significado de este sueno en
el contexto de la vida de la analizan da no sirve para valorar la
pertinencia o utilidad de los diferentes m~delos interpretativos;
~como todos los análisis, es el producto parCIal de un modelo. Las
teorías del analista y sus hábitos de razonar inevitablemente se Primero hay que enfrentarse a la cuestión de los límites; de ella
vuelven un importante factor en la producción al alimó.n de los fluy~ todas l~ demás, Marcarle limite a cualquier cosa es
defintrla, analtzarla y reconstruirla.
datos analíticos. Lo que aquí se quiere indicar es q~e ~as mterp:e-
taciones del sueñp de esta paciente basadas en las dlstmtas teonas FERNAND BRAUDEL
del modelo relacional operan dentro del mismo marco conceptual: ..
La re~exión y la práctica psicoanalíticas se efectúan en un campo
un marco muy diferente del modelo pulsional, en. el cual los
defimdo P?r muchos conceptos dicotómicos, algunos de los cuales
resultados del analizando se consideran derivados complejos de
son .10 p~lsIOnal y lo relacional, lo intrapsíquico y lo interpersonal,
umt lucha entre fuertes impulsos de origen corporal y defensas
lo bl~lóglCO y lo social, el mundo interior y el mundo exterior, el
contra estos impulsos.
confll~to y la ,de~ención del desarrollo, lo edípico y lo preedípico,
En el modelo pulsional, las unidades básicas para el análisis son
la realldadpSlqUlca y la realidad exterior, etc. Existe la tendencia a
el deseo y el temor al castigo. Las relaciones con los demás son
identificar :arias posiciones teóricas con una sola de e~tas polari-
importantes, pero no como constituyen~es básicos ~e la mente o
dades relaCionadas de manera compl~a, o con una posición que
porque contribuyan con significado propIO: son medIOS para ~xpre­ desea trascender a una o más de ellas.
sar las pulsiones y las defensas. En este sueno, a,todo se le ~na una
En el capítulo anterior esbocé una interpretación de la teoría y
prioridad motivacional: al referente anal del tunel subterr~neo, al
la té~nica psicoanalíticas con base en el concepto de una matriz
significado fálico del tren, a la castración ~ ~ la imagen v,ag¡nal del relacIo~ cuyo con~enido incluye al self, al objeto y a los esquemas
portafolios, al significante edípico de seguIr lmpul~os falhdos. Aun- transaCCIOnales. ¿Donde podemos localizar esta matriz relacional
que las demás personas son objetos de deseo e mstrumentos de dentro de las dicotomías retóricas que organizan el terreno concep-
castigq, la fonna del conflicto y del drama se encuentra en~l deseo tual de las ideas psicoanalíticas? En los siguientes capítulos se verá
mismo, que inevitablemente conducirá al temor al casugo: ~a
~ue la ,m~triz rel~cional abarca muchas de estas polarida:des: lo
naturaleza inherente del deseo proporciona el significado a pnon .• ~ntra~)SlqUlco y lo mterpersonal, lo biológico y lo social, el mundo
En las diferentes interpretaciones del modelo relacional, las lntenor y el exterior, el conflicto y la detención del desarrollo, lo
unidades básicas de análisis son los vínculos de relación y la matriz edípico y lo preedípico, la realidad psíquica y la realidad exterior.
de relaciones que constituyen. Lo que se estudia son las distintas ¿Y las pulsiones? Una vez que se compara al modelo relacional con
pf¿nnas de relacionar~e, una teñida de agobio y dolor, otr~ de el modelo freudiano de las pulsiones ¿podemos darle un lugar'al
actividad y espontaneIdad. Los procesos corporales, la sexualIdad
concepto de la pulsión dentro de la matriz relacional? ¿Cuáles son
y la agresión son temas de investigación importa~tísimos,. pero los las vent.yas y los costos de esto?
conflictos se fonnan y el drama se moldea en las mteracClon~s del
analizando con los demás. Las diferentes teorías de las relaCIOnes
P~ resJ?onder ~stas pr~guntas necesitamos regresar al punto
en la hlst~na de las Ideas pSI~oanalíticas en que surgió el concepto
estudian diferentes facetas de la matriz relacional; reflejan impor-
de l~ p.ulsI.ón, a fin de estudIar tanto su alcance explicativo como
tantes ·diferencias de tenninología y con frecuencia conducen a sus hmltaclones, con las que el propio Freud luchó, y analizar cómo
interpretaciones e intervenciones analíticas muy distintas. No obs-
han tratado este problema las principales escuelas psicoanalíticas.
tante, todas operan con una misma visión metapsicológica.

[55J
LOS LÍMITES "IAs pursroNEs" y LA MATRTZ RELAcIoNAL 67
56
d¿admtro.I ls consecuencias de esta idea fueron tremendas. Freud
De l,a seduccün a las Pulsima sugería que la mente contiene dantro d¿ sí la simiente de su propia
consideraba fragmentación. La inocencia de la niñez era una ilusión: indeo
En sus primeras explicaciones' antes de 189?' Freud pendientemente de la estimulación externa precoz y desacostum.
q"" f. rir"rrt. neuróiica había sido uastocada d'adéftura-p9l "TP brada, los niños están dominados por fuertes pasiones sexuales de
había sido
;;;;;;. La conciencia, antes uniformey transPa-rente' naturaleza inevitablemente conflictiva y que no pueden estar con-
ir".t r."¿. por las seducciones infantiles 9Yt .f"1ti3oi-1:1T-," tenidas en una conciencia uniforme y transparente.
hasta la Pu bertad'
simientes pátógenas y que Perman€cen dormidas Cuando Freud carnbió la teoría de la seducción infantil por la
que tiene la mente
.""ttá" f."*ii.tt "í tót escondriios recónditos de la sexualidad infantil, la Ínente se transformó en un fenómeno
inadmisibles' Freud descubrió que
;;ñ;";orias y losdeafectos "reminiscencias"' Así' en sus primeros
infinitamente más complejo y estructurado, con dramas y secretos
ios neuróticos sufien internos inevitables. La línea que dividía lo normal de lo anormal
mente del
.r.ri,ot indica que los límites que circunscriben a laprobdble-el se alteró para siempre. Con frecuencia, los críticos de la teoría sobre
hombre son fatídicam.,,t" p"'*"ables' que es muy
y que las la sexualidad infantil no observan que el desarrollo de dicha teoría
peligro de que sean invadidts por influencias externas' produjo el cambio del modelo excesiramente simplista y superfi-
la fuerza etiológica
!*f3ti""ai"i traumáticas con los demás son cialmente contaminante de la seducción infantil a la perspectiva de
que la mente- sana
,rráa,rUt que genera la psicopatología' Mientras la mente como algo intrincado, matizado, inevitablemente alterado
de límites claros'
f,r"li"* ion"integridad y tiansparencia' dentro por conflictos pasionales y que produce activamente significados
la mente neuróticá pierdá Las intrusiones del mun-
"' ""iotto*ía'
do social e interpersonal generan en la mente fragmentos
patogé- personales: la idea que ha inspirado durante decenios las teorías
psicoanalíticas y el psicoanálisis clínico.
nos ocultos.
--Enl89?,Freuddecidióquelosrelatosdesuspacientesacerca [¿ teoría de la sexualidad infantil también produjo una interpre-
no eran ciertos' tación muy diferente de la cudstión de los límites y la motivación.
de seducciones que habían sufrido cuando niños La teoúa de la seducción había colocado al individuo, por lo menos
de este
.i* proa.r.to di ta fantasía' Recientemente' motivos
los
opinión al neurótico, en un contexto social. No'se podía comprender la
..-bio han sido el tema de muchas controversias. seducidos mrís
t'a
por psicopatología observando sólo al individuo: para estudiar las ideas
;"cept"a." es que mientras más historias sobre hijos
que no eran verídicas' Al y los afectos patógenos había que conocer las influencias sociales
f.attt
.rrt escuchaba Freud, más penlaba
externas, los escenarios interpersonales originales de donde sur-
áe.LtU¡t su propio complejo dl ldipo-en una serie
de sueños
después de la'muerte de su iadre, tn 1896'¡tl"t
t?l t]
1"::,*:
gen. AI abandonarse la teoría de la seducción infantil, las demás
en la poslbl' personas y el contexto cultural pasan a un segundo plano, l,amente
intimi¿aA sexual con su madre, parece haber pensado del individuo ha producido su propia fragmenración y sus dificul-
refirieran a aconte-
iiJ"¿ ¿" que los relatos de sus pacientes no se
tades. l,o importante no son las otras person:rs, sino las fantasías
sino a deseos p"tetidos a los suyos (véase Ellenberger'
cimientoi del paciente acerca de los demás, y estÍts fantasías brotan de la
iéZol Autores más recüntes han señalado otros aspectos más mente del propio individuo. Lo que en realidad sucede pierde
defensivos del cambio de Fret¡d: su reticencia a
acePhr algunos de
(kvenson' 1983) y.lo importancia frente a lo que el paciente ,r¿¿ que sucedió, lo qie fusea
los secretos e hipocresías de su propio padre que haya sucedido, etc. La mente del individuo crea su propio
que Freud tendió
q"" t"."*i¿eá ta u.rgo"'o'"lorina-de humo alta mundo con el material de la experiencia, pero la composición-de
vienesa más
sobre los etrores moral"es de los padres de la clase ese mundo está fijada de antemano. l,a experiencia y los aconteci.
1984)'
y f"t a" los establecimientos médicos (Masson' mientos reales no carecen de importancia, pero se utilizan p4¡a
de Freud'
Para nuestros fines, lo importante no son los motivos construir los anhelos, temores
posterior de las ideas y dramas inevitables que constituyen
,irro impacto de su cambio en la historia extensiones de la naturaleza del niño. Freud indica (lgl8, p. ,it9
"t
pti.o*Afh.as. Si el rnaterial patógeno no se introduce en la mente
'del niRo a través de seducciones externas, entonces debe provenir t1,08]) que: "Donde las vivencias no se adecuan al esquema heredi.
Los LfMIrEs RELACIONAL
58 "I!q,S PUISIONES" Y [¡, MATRIZ ó9

tario, se llega a una refundición de ellas en la fantasía"'


L'as en,l9l0. La pulsión instintiva quedó establecida como el constitu.
en las categorías produ- yente básico y la materia prima de la vida mental. l,as pulsiones son
.*p.ri"r,.i"s interpersonales se clasifican
sus vicisitudes' así
cidas inevitablemente por las tensiones y Por tensiones co¡porales con representaciones psíquicas. El impulso
el dibujo ejecutado instintivo empieza en alguna "fuente" corporal determinada ly
como el artista rellena con rozos de mosaico
preüamente' Frzud agrega que: ejerce presión sobre la mente para liberarla de sus tensiones. La
excitación es una experiencia displacentera y todo el movimiento
-*:3 necesarios' pertenecen de los procesos instintivos tiene como propósito reducir la excita-
tales hechos de la infancia son de alguna
en la
al oatrimonio indispensable de la ieurosis' Si esán contenidos ción, generando placer con ello. Freud derivó todos los aspectos
no los ha concedido, se los establece a partir de
;ffi;;;b;;;;;ii" importantes de la vida psíquica de los derivados (sumamente
mediante la fantasía' El resultado es el mismo'
y
iJt.t;ti se íos completa alguna' en cuanto a.las
complejos e intrincados) del "órgano de placer" de las pulsiones:
il^átt"ly no hemos lofado regis-trar.diferencia todas las motivaciones reciben el pábulo de la búsqueda de gratifi-
consecuencias de esos'rrr..ro, Infantiles,
por el hecho de qW en-ellos
caciones sexuales; el cambio fundamental en la secuencia del
.árr.rpota" mayor participación a la fanLsía o a la realidad' ["'] ¿De desarrollo del niño representa un movimiento desde el centro de
y elmaterial t""
dónde vienen ta neceiidad át t""t tales fantasías 1l:,t;t un componente de la gratificación pulsional psicosexual hasta otro;
que su fuente está en las pulstones (rvro-
corrstitt'ry.rrl No cabe duda de la mente se estructura de acuerdo con la necesidad de controlar v
1917, p. 370 [337-338]')
regular los modos de gratificación pulsional y defensa. Freuá
gené- describe a la mente como un organismo de naturalezay morfología
La teoría psicoanalítica se transformó en una "psicobiología
igigl, y la unidad de estudio pasó a serlo el intrínsecas y predeterminadas, así como la estructura y las caracie-
t";i's"ti"*"lt rísticas de cualquier planta de frijol son inseparables del DNA que
orsanismo del individuo.
"^
il;;;uio i""au-"ntal, Freud remplazó una serie de ideas, provoca su existencia. La interacción entre las pulsiones básicas
estableciendo dos "produce todos los matices deifenómeno de laviáa" (1940, p. la9).
pt.rrrro, de interés y de enfoque con otros'
que más tarde fueron relacio' En los quince años posteriores a su abandono de la teoría de la
iorr¡,r"tot de concepto's dicotómicos
.,intrapsíqui.ó"
nados con los ténninos .
"irrt.rpersonal": f1n31ía seducción infantil, años sumamente productivos, Freud desarrolló
ptiq"it3 contra realidad' mundo inte-
.orr,r" percepción, realidad
y elaboró el modelo pulsional y lo utilizó como guía en su práctica
la teoría de clínica. Freud argumentaba que los puntales de toda expeúencia
rior contra mundo exterior, y teoría pulsional contra
las influencias ambientales. Uno podríá
argumentar que el giro qrre son la colección de componentes pulsionales que se manifiestan en
los dos lados la sexualidad infantil y, distorsionados for¿osamente por la reali-
áio Fr..rd a su teoría en 1897 sáparó forzadamente
estado tratando de dad, generan, entre ot us.cosar, defensas, deriíados cuyt propósito
de estas dialécticas, y desde entónces hemos
zrnjar dicha separaóió"' Ettot contrastes no
son estricamente se inhibe, y sublimaciones. Las pulsiones son el pábulo que crea los
global de sueños, los síntomas neuróticos, las pervprsiones sexuales, el hu-
p"áf.f.t, sino que fueron agrupadol debido al cambio
la teoría freudiana en f89i la cual condujo '1 tt"u..t"oi":":
mor y los estados de ánimo: toda la gama de la experiencia humana.
la realrclact pstqut-
decir' lafantasía' la psicopatología clínica debe inte¡prerarse y curarse siguiéndole
subrayaba lo "intrapsíquico", es.
de la la pista a ios derivados de los deseos infantiles. Los síntomas
.", .f *rrn¿o ir,t.rio, y las pulsiones-instintivas' (Los teóricos
ejemPlifican cómo histéricos de Dora se interpretan como transformaciones de diver-
escuela británica, como Fairbairn y Winnicott,
o casi, el concepto de pulsión freudiano sin sos anhelos sexuales relacircnados con Herr K. y, en última instan-
ouede uno eliminar, el cia, con su padre. Las obsesiones del Hombre dé las Ratas se
fii]j. ,;"_""", i^p""."cia a la fantasía, la realidad psíquica y interpretan como complicadas transformaciones de sus anhelos
mundo interior.)
edípicos teñidos por su fuerte fijación anal. Así, en 1905, para
Freud la teoría de la Freud, la persona misma es un compuesto de tensiones corporales,
El modelo pulsional que surgió al abandonar
seducción infantil se desarroÍ¿ ¡ miíximo y de la manera más pura de su forzado surgimiento, de transformaciones y obstrucciones.
"LAs pulsroNEs" y LA MATRTZ RELAcToNAL
60 Los LfMrrEs 6l
se dirigen.al propio paciente, sino aI objeto amado desaparecido.
Lo que llamamos el "carácter" de un hombre está construido en buena Es como si el paciente vituperara al sei amado perdido, pero en
parti con el material de las excitaciones sexuales' y se comPone- de lugar de sentir al otro como una presencia externa, er. ttro .r,
prrlriott.t fijadas desde la infancia' de otras adquiridas porsublimación y
cierta forma se hubiera internalizado y se hubiera confundido con
áe.onst uc.iones destinadas a sofrenar unas mociones Perversas' recono-
cidas como inaplicables. (1905a, pp. 238-239 [218]') :]p-r:pi":.lf del pacienre: "La sombra del objeto cayó sobre el yo,,
(1917, p.249 [246].)
Este brillante c'so de elucidación clínica le provocó a Freud un
La mou.cijoda de Freu^d problema metapsicológico. ¿Cómo y po, qué se internaliza un
objeto libidinal exrerno? Antes de la péráida, ie experimenra al orro
En el segundo decenio de este siglo, conforme Freud insistía no como algo exrerno al self del sujeto; luego de la pérdida, el sujeto
'sólo
en'[os deseos infantiles objetales, sino en la manera en que de alguna manera se internaliza y se vuelve el blanco de los ataq"ues.
estos misrnos obietos se internalizaban, empezó a destacarse otro Freud razonaba que la internalización es la consecuencia ie n
aspecto. En "Sofire el narcisismo" (l9l4b), Freud desc¡ibió una catexia de un objeto abandonado. Er objeto se internariza para
"agencia psíquica especial" que desempeña un PaPel clave €n la mantener viva la catexia objetal, que ya no es posible en el mrrndo
transición de la fase-del nariisismo primario al desarrollo de los red y exterior' aunque puede conservarse médiante la identifica-
apegos a objetos externos. En el narcisismo primario, el niño-se ción con el objeto perdido como presencia interna. L¿ identifica-
.Lniid.t" pitf..to y autosuficiente, y el propio narcisismo que los ción sirve para conservar un canar para la gratificación y regulación
padres'0.,.1."n en el niño contribuye a mantener este sentimiento. pulsionales.
bonforme el niño crece, las expectativas y exigencias de los padres ¿Por qué no rodas las pérdidas objetales producen identificacio-
augientan; el niño ya no se considera perfecto, sino que elabora nes? Freud observó que en el duelo ttormal se conserva temporal-
una imagen interna de un ser perfecto, basándose parcialmente en mente el apego, una negación de la realidad de la pérdida. Empero,
las norrnas de sus padres. Este "yo ideal" y los procesos que con el tiempo, se evocan los recuerdos y las esperanzas relaciona-
intervienen en la comparación del desempeño real del niño con das con el ser perdido e interviene la realidad; poco a poco,se
dicho ideal iban a constituir la basepara el concepto freudiano del renuncia a la carexia objetal. Freud llamó a esri p.n*ó olvido
superyó. En este Punto del desarrollo de sus ideas, Freud se apegó paulatino "la labor del duelo". El objeto perdido se^olvida porque
ü, drro. clínicós al describir las'voces interiores, la labor de la los objetos reales y accesibles ofreceñ *ayo, posibilidad ae pUceq
""conciencia;'y los restos de los valores Paternos, que parecen haber las satisfacciones narcisiltas de esrar vivo y relicionadas con
óu¡.to,
adquirido un lugar preponderante en su trabajo clínico, emPezan- reales "convencen" a la libido de desprenderse del objeto.
do a rivalizat en i*portanci4.con los impulsos y las defensas' ¿Por qué el melancólico no encuentra también -uyo, placer en
"Duelo y melancolía" (1917) es decisivo para la creciente impor- objetos nuevos? Freud razonaba que la naturaleza áe La cate*ia
tancia que'Freud concede a las relaciones objetales internalizadas' original es diferente en el melancólico. Esta no es una relación que
Aquí, Fieud describe las autoacusaciones de los'depresivos psicóti- se car¿cterice por un rnero intercambio de placer, sino una."t.*iu
cot. Lt pérdida de una Persona amada no precipita un proceso "narcisista" caracterizada por la propensión a la regresión a met"s
normal-áe duelo, sino ataques rencorosos que se latlza z sí mismo psicosexuales anteriores y a una fuerte ambivalencia inconsciente.
el piopio doliente. Freud se pregunta de qué naturaleza.es este Los componentes orales y caníbales de ra relación original hacen
auiocastigo irnplacable, y cáusticamente indica que sentimos la que la internalización del objeto posterior a su pérdid"a sea espe-
tentación-de aceptar las acusaciones por su valor superficial para cialmente placentera, y el maltrato que el paciente prodiga al objáto
creer que el paciente es culpable de los.delitos que él mismo se acabado de internalizar proporciona un ianar sumameite plalerr-
atribuye. Empero, si ponemos más atención' nos daremos cuenta tero para expresar el sadismo del paciente. Así, en ra melancolfa,
de que las acusacionei tienen más sentido si consideramos que no en contraste con el duelo normal, la diferente naturaleza d,e la
62 Los LfMITES "LAs puIJroNEs" y LA MATRTZ RaLAcToNAL 63

relación y la importancia de los rasgos orales y sádicos hacen que tratar de vincular las identificaciones con pérdidas objetales inevi.
sea más placentero conseryar el objeto mediante la internalización tables y momentáneas dentro del contexto de una relación gene.
que renunciar al objeto perdido y encontrar nuevos objetos' Esta ralmente congruente (como harían más tarde Mahler y KohuQ.
explicación, basada en la economía pubiornl, es muy congruente con Estas dos interpretaciones fueron acercándose m:ís y más al modelo
ésta: todo lo explica a partir de la búsqueda de la gratificación de relacional. En este punto, Freud tenía que encontrar alguna cons.
malas pulsiones mediante el principio del placer, el aumento de trucción teórica para la gran importancia clínica que daba a las
esta sensación y la evitación de la pena. identifi caciones tempranas.
Varios años más tarde, en Psicolngía d'e las masas y aruilisis del yo Freud habló de este problema biásico de los orígenes psicodiná-
(1921), Freud agregó nuevas observaciones acerca de las identifica- micos y la categoría merapsicológica de las identificaciones en I g23,
ciones, las cuales se alejan del modelo de "Duelo y melancolía" y en el tercer capítulo de Elyoy el ello. A diferencia de la gran mayoría
complican el cuadro considerablemente. Freud habla de las identi- de los escritos de Freud, este capítulo parece imperfecto concep-
ficaciones muy tempranits como "la más temPrana exteriorización tualmente, aquejado de una tensión interna. Al leerlo, sus primeros
de una lig;azón afectiva con otra persona" (p. 105 [99]), afirmación titubeos y su solución final nos dan la impresión de que al principio
interesante y enigmática por varias rzrzones. Primero, Freud está no estaba seguro de la dirección que debía seguir; empero, una vez
ampliando el concepto de identificación, de un mecanismo patoló- que se decidió, lo hizo sin retroceder. ¿Merece la importancia
gico, a un fenómeno general de desarrollo humano. Los bebés se clínica de las identificaciones tempranas que se les dé un lug¡ar
apegan a otras personas y se identifican con ellas de cierta forma fundamental en el desarrollo y la motivación? O bien, ¿deben
elemental e ilimitada. Aquí parece que Freud trasPasa los límites sujetarse a las vacilaciones de la explicación de la teoría pulsional
del marco teórico de la teoría pulsional y se aventura en la Perspec- e interpretarse como vicisitudes instintivas?
tiva que más tarde desarrollaron los teóricos del modelo relacional. Freud abre el capítulo describiendo "la existencia de un grado
Además, parece que Freud separaba las identificaciones de la en el interior del yo, [y] una diferenciación dentro de él que ha de
pérdida objetal, que en 1917 estableció como el mecanismo (del lllmarse idzal-yo o superyó" (1923, p. 28 [30]) y nos recuerda que en
todo congruente con la teoría pulsional) mediante el cual surgen t9l7 había explicado las penosas auroacusaciones del melaniólico
las identificaciones. Si la identificación es la primera expresión de como resultado de la identificación con un objeto ambivalente y
un vínculo emocional, ¿cuál es la relación entre las identificaciones perdido. Desde entonces, ha descubierto que estas identificaciones
y las catexias objetales? Si las primeras identificaciones'han de no son exclusivas de los melancólicos, sino que son universales. El
explicarse mediante el modelo pulsional, en cierta forma deben superyó es precisamente el resultado de este proceso de internali
considerarse derivados pulsionales. Pero ¿por qué debe internalizar zación. El problema básico de este capítulo consiste ahora en cómo
el niño un objeto que no ha perdido? Y ¿cómo es posiblecalectiTar explicar esta estn¡ctura fundamental, universal e interna.
tanto un objeto externo como una identificación? Al ampliarse el Como en 1921, Freud observa que muy al principio de nuestra
concepto de identificación en l92l se resta claridad al ¡necanismo vida parecen darse ciertas identificaciones: "Al comienzo de todo,
(la identificación como consecuencia de urfa pérdida objetal) y se en la fase primitiva oral del individuo, es por complero imposible
resquebraja la construcción de la teoría. Si Freud iba a seguir dando distinguir entre invesridura de objeto e identificación" (p. 29 t3ll).
tanta importancia clínica a las identificaciones, tenía que crear un /,Esta afirmación nos llena de confusión merapsicológica y oscurece
marco metapsicológico distinto del pulsional para incluirlas y deri- lel nivel más b¡ísico de los sistemas motivacionales. si las identifica-
varlas, o encontrar la manera de explicarlas de nuevo sólo a partir
Jciones no pueden distinguirse de las catexias objetales, rampoco
de la teoría pulsional. pueden derivarse de ellas o remplazarlas. Freud parece acariciar la
I
Freud pudo haber explicado el proceso de la introyección oral
i nosibilidad de que las idenrificaciones rengan una importancia
como algo más extenso y fundamental que condujera a las identi- emocional y que no sean, como pensaba en 1917, meramente una
I
ficaciones primarias (como hizo m¿ís tarde Melanie Klein), o pudo 'compensación por los objetos perdidos; parece considerar que

,i i'
*6a
64 Los LÍMITES "LAs ruIsroNEs" y lá MATRJZ RELAcToNAL 65

algún tipo de relación objetal primera constituye un factor motiva- Freud concluye el capítulo ampliando sus observaciones hasta
cional biísico. comprender la religión, la moral y el 'sentido social", y aqul sus
Con todo, Freud.regresa en el sigtriente párrafo al mecanismo interpretaciones tienen mucho que ver con la cuestión quJ raa-
que estableció en 1917: "el carácter del yo es una sedimentación de mos. ¿Cómo ra a derivar Freud la cohesión social y el apágo? Ésta
las investiduras de objeto resignadas" (p.29 tSll). Las identificacio- es otra manera de replantear la cuestión expuesta al priniipio de
nes siguen a las pérdidas objetales; siguen siendo una vicisitud este capítulo: ¿cuál es la relación entre el concepto de pubién y la
instintiva. Al final del mismo párrafo, Freud da otro giro y señala matriz relacional?
' qr" hay casos de "simultaneidad de investidura de objeto e identi- Frgud arguye que todos los fenómenos sociales reflejan funcio.
ficatión", con lo que de nuevo sugiere que las identificaciones nes del superyó, y por lo mismo se basan en compensaiiones por
pueden ocurrir independientemente de lagratificación y la defensa la expresión de pulsiones básicas o en la reacciórrde formaciones
pulsionales, fenómeno que entonces necesita tener alSuna base en contra de la expresión de pulsiones más básicas: "Los sentimien-
metapsicológica. Con todo, en el siguiente párrafo Freud vuelve a tos sociales nacen todavía hoy en el indMduo como una superes-
dar un cambio, indicando que las alteraciones de identificación del lfrf,clura
que se eleva sobre las mociones de rivalidad y celos" (p. 37
yo quizá son el mecanismo de fondo de la transformación de la [39]). Filogenética y ontogenéticamente, el superyó y sus vínculos
libido objetal en libido narcisista, permitiendo el proceso de subli- sociales concomitantes se originaron a partir de los primeros
mación. Así, las identiñcaciones son un mecanismo por el cual el acontecimientos históricos que condujeron al totemismo: el asesi-
yo capta el amor del ello y de esta manera las identificaciones de nato del padre primitivo debido a quemonopolizaba sexualmente
nuevo se derilan de las catexias pulsionales y las sustituyen. a las mujeres y la consiguiente inquietud y culpa por su pérdida.
Parece ha- Así co-n el propósito de construir su teoría, Freud se decide por
¿Cómo resuelve Freud esta vacilante contradicción?
ber identificaciones tempranas cuya categoría metapsicológica si' un modelo mental basado en las pulsiones. Obüamerrte, no cree
gue siendo ambigua: "A primera vista, no parece el resultado ni el que pueda concedérsele mucho peso a las premisas pulsionales y
desenlace de una investidura de objeto: es una identificación relacionales; tampoco cree que las "identificacio:rel primarias;
directa e inmedlata y más temprana que cualquier investidura de puedan explicarse sencillamenre dentro del marco dél modelo
objeto" (p. 3t t33l). Aquí tenemos uná premisa del modelo relacio- pulsional, de manera que indica que son posibilidades, aunque sin
nal que supone una especie de relación objetal primaria. Con todo, concederles gran importancia al explicar la formación del carácter.
las identificaciones más importantes en la formación del carácter No retrocede para derivar las "identificaciones primarias" del
son las que resultan del complejo de Edipo, y aquí Freud aplica el 1od9lo pulsional, y rampoco se retractade ladescripción que hace
mecanismo del modelo pulsional: las identificaciones como conse- de ellas. sencillamente deriva todas las identificaciones posteriores
El niño presa del importantes de los mecanismos de la formación dá
$' cuencia de catexias de objetos abandonados. superyó,
basados en las pulsiones. De esta manera, Freud hace a un lado la
complejo de Edipo tiene fuertes catexias que dirige hacia sus padres
como objetos. Cuando se abandonan estas catexias, en su lugar se premisa interactiva, el modelo relacional y la relación de un objeto
establecé internamente el superyó' Las catex'ías objetales son rem' primario implfcita en su descripción de las identificaciottes tempra-
plazadas por las identificaciones. Claramente, el motivo para esta- nas, y hace que todas las relaciones objetales se deriven del moáelo
ii
blecer al superyó forma parte de las inte¡pretaciones de la teoría pulsional.
ii
li pulsional. El superyó es una compensación por la pérdida objetal [.o asombroso de la conclusión de este tercer capítulo es el
I

que forma parte de la renuncia a los deseos edípicos, y oPera como apremio de Freud por regresar a la explicación de las identificacio-
li
aliado del yo para defenderse de estos deseos' De esta manera' nes como cateúas objetales abandonadas. Al explicarlossentimien-
concluye Freud, el superyó es "el heredero del complejo de Edipo" tos sociales como formaciones de reacciones, parece haber dejado
g- (p. 36 [37]): es tanto un sustituto compensatorio del amor objetal atrás definitivamente su anterior sugerencia de que existen idlnd-
o+edípico como una defensa de dichos deseos. ficaciones primarias previas o simultáneas a las iatexias objetales.
i
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l:

LOS LÍMITES
66 "I.AS PUISIONES" Y LA MATRIZ REI-ACIONAL 67
una base mucho más económica
¿No serán estas identificaciones si Freud le hubiera dado un papel rnrás destacado a las identifi-
ionceptualmente para los apegos objetales y los sentimientos socia- caciones, en lugar de derivarlas de las propiedades de la regulación
les? páro está chró que Freud no eligió esa posibilidad metapsico- y la defensa pulsional, su reoría habría sido muy diferente. Hubiera
lógica, ni trató de integrarla a la teoría pulsional; deja el cabo suelto podido seguir la dirección que romaron después los autores de la
de-las identificacioneJprimarias, que son oscuras en lo metapsico- escuela británica de las relaciones objetales, dándole una categoría
lógico, y termina explicando las identificaciones posteriores como motivacional primaria al apego objetal y a la búsqueda del oU¡to
I
.oi-rr".ú.r,.ia de caiexias objetales abandonadas. l'a importancia (como hicieron Fairbairn y Bowlby), o pudo m¿rcar límites moiho
i
!
clínica de las identificaciones ha sido explicada mediante los prin- menos rígidos entre los objetos externos y los internos (como hizo
cipios de la teoría pulsional. L¿s identificaciones son medulares en
i'
lo psicodinámico porque remplazan a las fuertes catexias del com- Slein). También pudo darle a las relaciones objetales un papel
determinante en la producción y formación de las pulsiones (áomo
I
pá¡o ae Edipo y constituyen una defensa de las mismas' Loewald y Kernberg). No obstante, Freud prefirió seguir otro
' É,n 1926, Fenichel, el codificador de la teoría y la técni-ca clásicas,
ii camino, y sus escritos posteriores constituyen con mucho ingenio
I
elimina por completo la ambigüedad con que Freud luchaba en una teoría que de hecho rompe sus costuras conceptualei; los
lr 1923. demás caminos para la construcción de la teoría qu.daron para
ii
teóricos posteriores.
tlt
La fuerza del motivo de las identificaciones siempre está en las pulsiones Mucha de la historia (tan compleja y llena de facetas) de las ideas
(o instintos). Ést^s, q,.t. se originan en fuentes somáticas e imponen sus psicoanalíticas puede verse como una serie de estrategias p¿rra
il'
eúgencias al yo, quJcontrola la motilidad, anhelan la gratificación, esto
il, "rrrr" tratar el dilema conceptual medular con que Freud luihabi en
.r, adecuada iteración del mundo externo mediante la cual puedan
1923: el choque entre los datos clínicos, étr los que abunda la
tl!
Ii eliminarse las tensiones en la fuente de la pulsión... Así, es razonable
describir a la identificación también como una vicisitud instintiva. Se información referente a las relaciones con los demás, y el marco
fli
$t efectúa un cambio tanto en el objeto como en el blanco del instinto objetal conceptual, que relega estas relaciones personales a un papel
original que conduce al proceso identificatorio... En último análisis, todas secundario. cada una de las principales escuelas psicoanalítiias
[l lasidentihcaciones tienJn como motivo un factor económico, es decir, el contemporáneÍrs representa una tradición que 9e basa en una
tii fuerte deseo de enconüar un sustituto a la gratificación perdida' (1927, egtr-ltegia particular para resolver este dilema (Greenberg y Mit-
lrr pp.97-101.) chell, 1983).
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[i: Asi para Fenichel no quedan cabos sueltos; todas las identificacio-
-de
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,res pueden derivarse la economía pulsional, y de ese modo El sino del concepto pubiqnal
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desaparecen las pruebas del coqueteo de Freud con el concepto de
tll relación objetal primaria. Regresemos a la cuestión con que empezamos.
It ¿Es útil o posible
h
encontrar un lugar para la idea freudiana de la pulsión dentro del
EI yo y el elln marcóun hito en el desarrollo de las ideas psicoanall contexto de la matriz relacional? ¿Queremos hacer lo que Freud
lrr
ticás, pues Freud encontró la manera de ampliar el mode_lo pulsio- prefirió no hacer, y unir estos dos modelos?
lr
nal a fin de que abarcara su creciente interés por las identificaciones Como hablamos aquí de sistemas interpretativos, no de hechos,
Il entusiasmo al final del tercer capítulo,
y las relaciones objetales. Su las respuestas a estas pr.grrrrtus no puedei ser "falso" o ,,verdade-
lr
cuando deriva todas las relaciones sociales a partir del complejo de ro". l,as pulsiones y la matriz relacional constituyen principios
l" Edipo (basado en las pulsiones), indica su alivio por haber podido organizativos; permiten pensar de ciertas maneras o arreglar el
ii y sólida, a pesar de qr-re
iri
.orri.*". ntta teoría de la mente coherente complejísimo tejido de la experiencia humana en esquemas de
descartó el concepto de los apegos primarios anteriores a las interpretación distintivos y congruentes. Se afirma que al integrarse
[,t
I catexias objetales, o simulráneos a ellas. todas las perspectivas, al reunir las teorías existentes, funcionan de
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Los LfMITES
"I¡,s putsroNrs" y lA MATRTZ RELAcToNAL 69
68
o¡ganización del self, las relaciones objetales y las transacciones
manera.orr..pt ,il y aümentan nuestro camPo de opciones' cual- interpersonales pueden yuxtaponerse sin problemas y combinarse
quier intento de sÑ.dzar distintos sistemas teóricos funciona o con las interpretaciones pulsionales; esto enriquece nuestro nuo
fallacuando obsenacómooPeran estos sistemas al yuxtaponerse
se
namiento y nuestnrs posibilidades clínicas. Freud habría empren-
y utilizarse conjuntamente. ¿Parece que juntos marchan como dido el camino de la mezcla de modelos si hubiera conserrado las
sObre ruedas, di manera congruente, resaltando las virtudes de identificaciones primarias junto con la economía pulsional como
cada uno? ¿La síntesis establece un marco de referencia coherente base dual para las siguientes relaciones objetales.
o se tiene li impresión de zarandearse al pasar de un Punto de vista I a tercera estrategia consiste en afirmar que la matriz relacional
a otro fundamentalmente distinto, siendo todos incongruentes? y la perspectiva del modelo pulsional constituyen alternativas fun-
¿Qué sucede cuando uno
trata de integrar la teoría pulsional con damentalmente distintas y que en realidad se trata de conceptos
ias explicaciones proporcionadas por la perspectiva de la matriz incompatibles. Esto no quiere decir que no puedan mezclarse: con
relacional? cierta astucia, uno puede combinar los conceptos más dispares. La
El asunto de la combinación de rrtodelos puede...recibir tres cuestión es si conceptual y clínicamente es económico y útil hacer-
respuestas, y son las mismas posibilidades que Freud enfrentó en lo. Seg¡in este tipo de razonamiento, yuxtaponer y mezclar las
l9á3; cada una tiene ventajas y desventajas propias, y cada una se explicaciones de los modelos pulsional y relacional es incómodo y
ha gpnado un lugar en los textos psicoanalíticos' causa confusión, además de que da como resultado un híbrido que,
ü primera r.sp,terta la matriz relacional es tautológica
es que
pese a sus dimensiones, no constituye un adelanto respecto de sus
respecio de la teoría pulsional y que siempre ha estado implícita en
antecesores, sino una monstruosidad que todo lo incluye pero que
el modelo pulsional. Desde este punto de vista, la idea misma de no tiene mucho movimiento.
"pulsión" es inconcebible sin un campo de relaciones en el cual la Esta posición, que rechzza la mezcla de modelos, es la que
p.rt.ion pueda descargarse o expresarse. Por ello, las reflexiones adopta Freud cuando omite el papel de la relación primaria en su
i..r"" dL h autoorg¡a.nización, las relaciones objetales y los esque- teoría, para basarse únicamente en la economía pulsional. Esta
rras Fansaccionales corilttituyen una redundancia del concepto tercera posición sobre la combinación de las pulsiones con lq
pulsiorral; tas teorías que analizan estos asPectos sólo redondean el relacional constituye también la base de este libro, aunque aquí elijo
mundo en que oPeran las pulsiones. Se afirma que Freud-siempre otro camino, pues presento una perspectiva meramente relacional
se refirió árt"r áimensiones, pero cuando se piensa en ellas sin el sin mezclarla con las premisas del modelo pulsional.
"
concepto de la pulsión resulta una PersPectiva plana y empobreci' Veamos con más amplitud algunas de lL consecuencias de las
da, un mundo sitt rrt. teorla sobre el motivo o el significado' Freud tres posibilidades.
habría adoptado esta táctica si hubiera derivado las identificaciones
primarias áe h economía pulsional, como hizo Fenichel más tarde.
n l la primera solución al problema de la mezcla de modelos La interprekitün libre
consiste en descartar el asunto afirmando que el modelo relacional
está implícito en el concePto de pulsión. Las luchas intestinas dentro del mundo psicoanalítico respecto de
[.a slgunda est'rategia consiste en afirmar que las teorías. que la teoría pulsional ejemplifican el dilema humano universal de
analizan*la matriz relaiional representan un'Punto de vista distin- relacionar los pensamientos actuales con las ideas pasadas, las
tivo que de ninguna manera está implícito en el modelo pulsional, iirnovaciones con la tradición. En Object relntiotu in psychoanalytic
aunqire es comiatible con é1. De acuerdo con este razonamiento theory fRelacimt"es objetal,a m la teoría psiroarnlttica), Greenberg y yo
(que'ha sido la principal estrategia de la psicología freudiana del aplicamos la teoría de Kuhn sobre las revoluciones científicas a la
yó aoa. Hartminn hasta Kernbeqg y Pine), las explicaciones del historia de las ideas psicoanalíticas; los paradigmas viejos se fuerzan
modelo relacional se consideranmiis bien extensiones natürales de y ge acondicionan con observaciones discordantes hasta que son
las explicaciones de la teoría pulsional. [,as inte¡pretaciones de la
¡-
LOS LIMITES
70 "LAs pulsroNEs" y LA MATRTz RELAcToNAL 7l
rerRplazados por una visión nueva y radicalmente distinta. No y puede obtenerse de ahi constituye una forma de interpretación
obsárrte, este procedimiento no es exclusivo de la ciencia' Desde libre muy atractiva en numerosos aspectos, mantiene vivá a Freud
un principio, l,os compromisos con los diferentes movimientos y al actualizar continuamente sus ideas y produce la impresión de
y
escuelas áel psicoanálisis han tenido tintes religiosos y políticos' completa continuidad con el pasado.
Freud, ¿por qué no c.eár un texto
la discusión i..r." de qué hacer con el legado de especial- diferente, menos cargado dé significados anácrónicos? según Loe-
mente con la teoría puliional, muchas veces Parece menos científi- wald, esto se debe al lenguaje de Freud, a ese lenguaje añaico de
ca que religiosa, como si se discutiera acercade los libros sagrados' resonancias primordiales que evocan formas "primitivas" de orga-
por la Biblia, o como si se tratara de discusiones políticas nización, experiencias corporales, deseos apaJionados... ."ro.,irr_
"¡"*pio
o t.gá.. u."rca del funcionamiento de la Constitución' ¿El signifi- cias perdidas en el discurso psicoanalítico que omite las "pulsio-
cadó del texto original quedó fijado en el momento en que se nes".
escribié, o está su.¡Jto a interpretaciones y-cambia con el.tiempo? Esto esüi bien cuando la libertad de la interpretación es cons-
¿Se le pued.t "gi.g",
otros libros? ¿Puede enmendarsel ¿COmo ciente y reconocida. Por ejemplo Loewald, cuyas ricas contribu-
i.betri.ttegt"ttJloi nuevos libros a la obra original? ¿Puede uno ciones han causado un profundo impacto en el pensamiento
impugnar ü categoría divina o inalterable del documento original psicoanalítico contemporáneo, admite abiertamente que su inter-
sindejar de ser un verdadero creyente? ,. .
pretación de Freud es lo que él llama imaginativa: no eJuna lectura
de las estrategias psicoanalíticas respecto de Ia teoría literal de lo que Freud pensaba, sino un uso creativo del texto de
-al,airimera
p,!ti""A, basada en la premisa de que las relaciones objetales son Freud para producir nuevos significados: "Lo que los psicoanaristas
io.o-.rrt. vicisitudes áe las pulsiones y Por ello que la teoría de necesitan podría no ser un 'lenguaje nuevo', sino cbmprender e
las relaciones objetales está implícita en la teoría pulsional' se interpretar con menos inhibición, estrechez y pedantería su lengua-
parece mucho al concepto de la interpretación libre de la ley' je para que los lleve a elaborar y transformar los significadós y
ley consideran que la Cons-
Quienes interpretanlibremente a la conceptos, las definiciones teóricas, o las definicionei que Freud
titución es un documenro sin significado fijo; los Padres de la Patria pudo o no tomar en cuenra" ( 1976, p. 1g3). Básicamente, a Loewald
no previeron los enormes cambios sociales y'económicos qu-e se no le interesa cómo comprendía Freud las cosas y cómo esto difiere
handado en el transcurso de la historia, así que lo mejor es utilizar de la manera en que él las comprende; le interesa utilizar a Freud
a la Constitución como un texto cuya interPretación depende de como texto al que asignar nuevos significados, como medio para
las circunstancias. La interpretación que se le dé en estos tiempos sentar las bases de su propio pensamiento, presentarlo y desárro_
puede ser radicalmente distinta de lo que los Constituyentes h1f1n llarlo.
pensado o previsto. (En cambio, quienes se aPegan a Ia letra de la Empero, el problema surge cuando no se acepta que se efectúa
iey, considáran que el significado de la Constitución esuí limitado una interpretación libre y se lee a Freud como si en rialidad di¡'era
pát.f propósito esp.cíFt.o de los Padres de la Patria; si hemos de lo que el autor del caso ahora proclama. Esto causa mucha confu-
iii
.-pteat a^la Consútución como base significativa de la ley, debe' sión; se borran las diferencias esenciales de las premisas y los
mos guiarnos por ese propósito o cambiar explícitamente la cons- conceptos y se vuelve imposible analizar acertadamente las conse-
titución.) cuencias de estas diferencias. En última instancia, esta estrategia se
Si el meollo del asunto en la ley constitucional (que por lo basa en la ilusión de que al emplear las palabras original-es se
general es un Pretexto que oculta otros motivos políticos) es cómo conserva algo de los significados originales.
L-ot ..,ttf h Consiitución, el meollo en la historia de las Así los modernos partidarios del modelo pulsional suelen afir-
" psicoanalíticas (que con frecuencia también oculta
tradiciones mar que sólo ponen al día el concepto de ,,pulsión" cuando lo
morivos más políticos) ha sido cómo hemos de usar el legado de alteran fundamentalmente, y sostienen que conserva la autoridad
Freud. La afirmación de que lo que parece diferente en las teorías y. la fuera interpretativa de la definición original. Brenner, por
del modelo relacional en rlalidad está implícito en el texto de Freud ejemplo, desconecta a Ia "pulsión" de cualquier sustrato orgánico

iili

jili
rett-ñTri

"LAS PUISIONES" Y LA MATRIZ RELACIONAL


72 Iros LfMIrEs '79

o fluido de energía, y lt :lr:ara como un concePto que es evidente


otras estrategias combinatorias (como la de pine) consideran
que las-pulsiones y las relaciones objetales constituyen diferentep
por sl mismo, ,ñ"o*.ttt psicolégico, y con' todo no siente la
dimensiones de la experiencia humana. La primera corresponde a
necesidad de derivar de otras fuentes la fuerza de la pulsión, que
los "impulsos" físicos y ra segunda a los apegos interpersonales.
Freud basaba en tensiones orgánicas. Por un lado, vuelve a definir
Estas dos interpretaciones implican un proceso en estratos
radicalmente el concepto original; por el otro, afirma que conserv-¿ o sec-
ciones. Mrís que considerar a ros modelos pulsional y reracionar
las connotaciones y los atributos del concepto original'
libre rara vez vuelven a como sistemas interpretativos amplios, cada uno dé los cuales
Quienes efectúin esta interpretación explica toda la experiencia humana, cada teoría se concentra en ra
deñir todos los términos de manera claray explícita, pues eso sería
como romPer el encanto y Poner en evidencia que ya no se
explicació-n de una parte de Ia experiencia humana, ya sea en
capas
contemPla el panorama anterior, sino uno fabricado por uno
horizontales que incluyen determinadas épocas del desarrono
o en
mismo,'así q.t" t" introducen nuevos significados con un en{oque
secciones verticales que incluyen ciertos du*.os y necesidades
a lo
largo de épocas de desarroilo (o como fases secuánciales y distintas
suave y s. .ótte el peligro de sacrificar la claridad'
de tratamiento; véase Modell, lgg4).
- Decir que estas interpretaciones constituyen una combinación
de modelos es engañoso, pues alteran los modelos antes de
In cunbitnciútt d'e mod¿bs combi_
n3rl9s, disminuyendo la capacidad interpretariva de cada sisrema,
al mismo tiempo que borran las diferencias entre ellos. El
La segunda estrategia, que generalm-ente s€ conoce como combi- concepto
pulsional de Freud no se refiere sóro a los impursos físicos o á h
nacióá de modelos, t" bu"i en la afirmación de que, si bien las
fase edípica. La fuerza y ra utilidad del modelo pursional
teorías contemporáneas constituyen un paradigma 9 modelo muy como
sistema unificado de interpregación consiste en la'manera
diferente del pulsional, se complementan y pueden integrarse a la en que
teoría más vieja con relativa faóitida¿. Aunque los modelos suelen
ilumina toda.s las áreas de la experiencia, incluido et apego, at
considerar que se derivan de ras pursiones fundamenralár. bá ru
confundirse ci¡ando sejuntan, en la práctica esta interpretación es
misma manera, una teoría sobre las reliciones objetales, como
muy distinta de la intérpretación libre de la primera estrategia' la
Mientras que esra últimilleva el significado mucho más allá de lo
de Fairbairn, no explicasólo las necesidades emocionales inconexas

que Freud pensaba, con la combiñación de modelos se liririta el de contacto y apego, o sólo las primeras reraciones del bebé con
su
órr."pto freudiano de pulsión, a fin de yu'Ytaponerlo a otras madre. [-a fuerza y la utilidad der modelo relacional como_sistema
interpretativo se prueba en la manera en que ilumina todas las
teorías.
zonas de la experiencia, incluyendo los impülsos sexuales
La combinación de modelos consiste m¡ís bien en yuxtaPonerlos y otros
y impulsos físicos, cuando toma sus significados de vínculos
que, en integrarlos. Algunas de esus estrategias (las de Gedo. funda-
relacio- mentales para objetos internos y esquemas de relaciones inte¡per-
tiemberg, pór ejemploj consideran que las gulsig1es y las
sonales, como si se moldearan en uncontexto interactivo y relacio
nes objeiJe. .ó*út ty"n una secuencia- de distintas clases de
nal.
fenóménos del desarrollo que surgen en diferentes momentos de
La obra de Pine (1985) ilusrra este problema: pine desea incldir
la niñez e interfieren con lo que produce fundamentalmente -
a la teoría de las relaciones objetares y a la psicologñ del serf
diferentes clases de psicopatologías. Según esta intet?retación, los y der
aspectos referentes al apego, a la separación y a la ubicación de
uno /.o ejr un-marco amplio y flexible que enriquezcalateoríapuhíonal
de Freud, sin sustituirla. Una ve, q.re esiablece que cada.una
,"rp".,o de los demás sé considéran problemas tempranos del de
desarrollo, anteriores a los conflictos sexuales y agresivos del ello'
estas constituye una base motivacional primaria e
-"psicolodas"
inicialmente independiente, con ríneas de desarrollo distintivas,
el yo y el superyó, miís que cuestiones psicodinámicas fundamen-
trata de entrelazarla¡, apoyándose en la expansión del'principio
t¡et i touSt d. h vida que dan significado a las experiencias dé
sexuales y agresivas.
waelder de la "función mrlltipre" (1936): cada acto uene un sigJ
I-os lftulrns "LAs putsroNEs" y LA MATRJZ RELAcToNAL
74 75

la función del yo' de diferente manera las distintas parres. Er mismo principio
ficado acorde con las psicologías de la pulsión' aplica
se
a los m-odelos pulsional.y relacional. Cada uno
las relaciones objetales y el self' tiene ,r, propiu
está en las priorida- y amplitud interprerativa, aunque a?ágla la información'de
El problema con est; combinación de Pine f19rza
que Pine afirma que existe diferente manera. Lo que constituye ia figura en un modelo
a., qjrr. marca. La "unidad esencial" fondo de la otra, y viceversa.
es el
entrelateoríadelasrelacionesobjetalesylapsicologíapulsional de
áfirmaciones fundamentales
iigaf, p. 59) sélo es posible si hs limitan radicalmente y se borran
."át t"ori" (que cho.i,, entre sí) se el principio de
;;;;"t"p;,iuiti¿u¿.r. Una ve' que Pine.establece pauta: congruentes
logra proporcionar
;;; ;.á" significa todo, no o arreglan los diferentes
v'sólidas oa"ra distinguit cómo-se órdénan
los otros' y cómo los elige
irs"ift*il;;;;ci3""t respecto- de de estas teorías superpone
$sá; el punío de vista clínicó' Cada t"ta
a todos en un solo
los motivos de diferente manera; para reuntrlos
marco hay que concederles a todós h misma importancia
"--d;";úJg que los modelos.pulsio-
y yo (1983) hemos
'o5¡snido amplios que
nal y relacioiál'corrstit.'yen sistemas interpretativos se y que
.*píi."" todas las dimensiones de la experiencia humana' de la gene-
¡uiu" premisas fundamentales muy distintas acerca como el
""
ración de la experi"rrli" y el significado' Por ello' sistemas
mantener un
á" pirr", Kohui (en 1977) y Sándler' que tratan de tienden
áe[cado equilibrio .,,,'" é'io' dos sistemas interpretativos'
a tambalearse en una u otra dirección'
Ya que cada modelo :t "lu Inversión óptica de figura y fondo
inversión del otro, lo que es secundario en
un modelo es tunca-
mental en el otro; se absorben mutuamente' y tratar de Tomada de R.L. Atkinson, R.c. Atkinson y E.R. Hilgard,
Introduetion to psychorogy,
"-Lot
combinarlos dentro {el mismo marco es como
tratar de pararse 8a' ed', Nueva York, Harcourt BraceJovanovich, lggá.
cortesía de H".cáurt s.i.
tiempo' U19 nue{e Jovanovich, Inc.
sobre la cabeza y ,oU," los pies al mismo
no muy útil cuando
hacerlo si es sumamente flexible, pero esto
es
demostrar un gran sentido Interpretar con una combinación de modelos es como querer
," i*r" de ir a algún lado, y no sóio de incluye Ia dividir el campo üsual tratando de fijar la atención en cada
tiempoque
del equilibrio' La teoría ^ás ef'ca',al mismo del cudilro por separado: en un lado iay un perfil, en medio
área
fuerza incluye el mayor
;;* cantidad de información, no por una
copa, del otro lado otro perfil. Hay que .urrrbiu. rápidamente
número de teorías' el
de la.ciencia enfoque de la perspectiva conform. ,. ,..o*" el cuadro
Kuhn (1962) describió los diferentes paradigmas con la
madttra' Cada modelo com- ello
no logra uno mejor visión, sino que la fragmenta, la
como distintas maneras de reflexión Itj-?.-?l
la hace más estrecha; pierde la visión global q.r. L
de diferente manera'
informaciónr pero la
;;;;. toda laimagen trata 'mtta, obtiene
con cada perspectiva por separado. De la misma manera,
Analicemos la incluiáa abajo' 9ug es una de las empleadas cada uno
la inversión de la figura y de estos sistemas teóricos s. alte* fundamentalmente
cuando uno
;;l* iibt"s de picología-p-arailustrir si mira la parte trata de incluir a la fuerzalos modelos pulsional y relacional
ll forrdo. Si uno se fija ei el fondo, ve perfiles;
dos
un Punto de de un mismo marco, desintegrándolos según determinadas
dentro
la figunr desde
blanca, ve una.op".io que constituye o necesidades de desarrollo.
líneas
Aunque lavista abarque
vista es el fondo áesde el'otro, y viceversa'
el cual lo observe' interpreta Decir que al combinar los modelos se pierde el equilibrio
,"J" .f dibujo, según el punto desde
LosLfMIrEs "LAs pursroNEs" y LA MATRIZ RELACIoNAL
76 77
cómo utilizan los
conceptual y que esto es costoso no aclara (y subsecuentemente mezcladas con ellas), sino derivándolas del
sesiones' donde con
*"litiut tu í.oriu psicoanalítica durante sus teóricos de
campo de las interacciones.
n...r"rr.i" ," prr"á. acudir a la reserva de conceptos Adeniás' un - Gillme comunicó personalmente que elegir un modelo en lugar
una manera más necesaria que rigurosa o sistemática' d3 otro no significa que uno ignore o reste importancia ala infoña-
-u.git
diversos y trans-
u""fit,u puede utilizar.ottteptot de autores muy ción que puede condrrcir a los demás a elegir e1 oro modelo.
imptícito' inarticu- este modelo y no aquél equivale a descartar algunas construcciories
ior-"rtá, dentro de un marct metapsicológico uno-mlsmo'
l¿do, aunque por lo general congruente, fabricado Por teóricas, más que el material o la experiencia clínicos. (Estrictamen-
diferentes
óe h mism"'rrrar,.á, el que al-g"ttot clínicos utilicen pacientes' te hablando, no existe una información clfnica independiente por
de
modelos Para comPrá"¿ei y tt"át diferentes clases completo de las construcciones teóricas.) Ios teóricoi que rechazan
no aclla
o A -ir*o pacienie en diferentes rnomentos' 11^tl:: el concepto metapsicológico de la pulsión suelen restar importan-
estos modelos pueden unirse lógicamente'
A este resPecto' nay cia a los interesantes datos clínicos que llevaron a Freud a djesarro-
mayor llar el concepto de pulsión, entre ellos el sentido ,,pulsional", la
uuri* p."g"ntas interesa,'tts q"Jtttto podría Plantear: ¿La
to"gruet'te-enrc el marco de un fenomenolod" de la presión y la urgencia, las fantasías de uno
p;;; ;. ios analistas utiliza
si se utiliza
Iroá"fo .speciat? ¿Cómo se ve afáctado el tratamiento mism_o comoalgo animal y el empleo recurrente de metáforas que
"r, cambia constante-
sólo un modálo, y qúe difetencia hay cuando ¡efiieren a los procesos y partes corporales. Toda teoría psicba-
se se
conceptos de nalltica sólida debe tomarlas en cuenta y en la parte ll ráa*o,
mente de modelo? cuando los analistas emplean-
original de estas rdeas este tipo de experiencias. Que se incluyan y deitaquen no tiene
diferentes autores ¿siguen fieles al concePto
y tod.r."r, y moaifican los conceptos a fin de que ca¡ien con s-u que ver con que se conserie o descarte la teoría de Freud y el
enterado' nadie
p.opio mielo congruente? Hasta donde estoy lenguqie pulsional. La riqueza y las resonancias de la tradición
sabe mucho de estJs aspectos; no se han
sometido a pruebas clásica pueden conservarse si se da una forma radicalmente nueva
empíricas ni es fácil estudiarlos en la práctlca' a su colaboración clínica dentro de una teoría de la mente inter-
activa y relacional. A la larga, ésta parece una base más coherente
y económica para elaborar una teoría que sólo conserve el aspecto
lJn modelo relacional integrado semántico de la "pulsión" (interpretación libre) o que se limite su
alcance interpretativo a uno de importancia meramente simbólica
las principales al agregarlo a otras teorías incompatibles (combinación de mo-
l,a estrategia de este volumen consiste-en integrar-
relacional dentro
pil i.i* teorías psicoanalíticas del rnodelo concepto de
delos).
á" .r* perspectiva de la cual se.ha omitido el
"ápti", - El concepto de pulsión hace mucho hincapié en lo "innato,, en
p.rtriOr,'q,r" ideó Freuá' Este concepto i1n19nl !]1,:Ti:n::" lo que es constitucional y a priori en la construcción de ta experien-
'.t¡"i." dá todos los campos de la teoría y la técnica psrcoanalltrcas' cia humana. ¿Qpé le sucede a lo innato en las teorías del modelo
psicoanalítico. relacional que derivan la mente del establecimiento y la conserva-
l-as principales innovaciones del pensamiento Po*
marco que considera
.fetii. tt"" adquirido su forma dentro de un ción de relaciones y esquemas de interacción con l,os dem¡ís? si
interactiva, y esta premisa también marca
las
;; l; *"r,," escontemporáneas en iodos los terrenos de la refle-
descartamos la teoría pulsional de Freud,
¿sigue siendo necesario
algt'rn concepto pulsional para explicar lo ionstitucional?
interPretaciones
Ját pri.o"rralítica. Antes que efectuar un ensamble forzado de dos En términos generales, tratar de ubicar lo innato en el modelo
puntls de vist¿ que no cotc"erda"' he preferi*-::::::..1]*
del
relacional es imposible porque se toma un término medular de un
escuelas psicoanalíticas de la peripectiva. interacdva paradigma para incluirlo en otro, en el cual por fuerza adquiere un
irincipales
'mo¿eto relacional' ü "intrapsíquico", la experiencia del cuerpo y significado diferente. Es más o menos como tratar de incltiir los
destacado en
ia psicotogía 'de una pt"o"'"" éncuentran un lugar epiciclos de Tolomeo en el modelo del sistema solar de copérnico.
.rü irrr"gá.ión, no sepuradts de las interpretaciones relacionales Para los teóricos relacionales, todos los significad.os," produ.".,
"n
78 Los LfMrrEs "LAs putsroNEs" y LA MATRTZ i¿l¡croNRr 79
Kohu$. La naturaleza social del hombre lo lleva a buscar muchas
la relación y por ello nada es innato de la misma manera que en el formas de relación, familiaridad, seguridad, dependencia, fusión,
modelo pnisional. Incluso se cree que los acontecimientos corpo- protección, placer, validación, conoiimiento mutuo, etc.
rales m¡ís elementales, como el hambre, la defecación y el orgasmo' eué di-
mensiones de la infinita variedad de relaciones humanas tGgan
se experimentan mediante las texturas simbólicas de la matriz a
ser centrales dinámicamente y conflictivas para cualquier p".io.ru,
relacional y en ese contexto se intelpretan' depende fuertemente de las particularidades del conlexto culturar
Así puei, en un sentido amplio, el propio establecimiento de la
y. farñiliar y la constelación específica de talentos,
mejor definir el desarrollo sensibilidades y
ryatriz^relacional es innaro, y-quizá es ritmos que el individuo desiubre en sí mismo denrro de
h,r*".ro como "el despliegue continuo de una naturaleza social contexto.
esá
determinada de manera intrínseca" (Stern, 1985, p' 234)' ¿Cómo
podemos designar a los procesos qu9 constituyen esd naturaleza
social y que có.rducen a la constn¡cción de la matriz relacional?
;Jisne sentido hablar de una pulsión innata hacia la relación?
--Á.-,ttqu. no oPongo fuertes objeciones a ese concepto' no estoy
seguro á. q,.r. ,ror ll"u. muy lejos. O se describe a la "pulsión"
reiacional .r, lot términos más amplios, como "apego", búsqueda
del objeto, unión -lo que casi no especifica nada nuevo-' o se
fragménta la complejidad de las relaciones sociales e interpersona'
les-en lo que se-supone que son necesidades más esenciales y
fundamentales, como la dependencia (Fairbairn), la seguridad
(Sandler), la protección (Sullivan), el reflejo (Kohut), y otros' Con
ir"rr"rr.it, estas últimas simplificaciones me parecen arbitrarias y
pierden algo de la riqueza de las variadas formas de relacionarse
á.rrtro de la trama áe relaciones. (Véase en Eagle' 1984, pp'
lg7-202, un argumento muy vinculado con esto en contra del
,,reduccionismo-" cuando se establecen "motivos.primordiales", ya
sea que se rrate de la pulsión, las relaciones objetales o la psicología
aet setf.¡ Además, uno señala que un motivo es innato'
"tt..tutto
irónicamente lo pone fuera del terreno de la búsqueda analfica y
con ello pierde li oportunidad de profundizar en el estudio de sus
orígenes y r.rorrurr.i", dentro de li matriz relacional particular
del
individuo.
Por mi parte' prefiero emplear el concepto de la matriz relacio-
nal, pero .ro et .ttt sentido motivacional estrecho y limitado' sino
.rr'rn sentido amplio y paradigmático que abarque la relación
innata (como los esquemai de reacción de Bowlby y las preferencias
y capacidades de percepción de los recién nacidos), el propósito
motivacional (como h blsqueda del objeto de Fairlairn y la pulsión
de Klein hacia la reparación) y los procesos interpersonales implí-
citos que intervienen en la autodefinición (como el "medio facilita-
dor" áe Winnicott, y las relaciones entre el self y el objeto' de
PARTE II

I.-4, SEXUAUDAD
El primero de los fenómenos clínicos que Freud encontró, y el miís
constante, fue el de las perturbaciones en el terreno de la sexuali-
dad; no tardó en convencerse de que los síntomas aparentemente
extravagantes de sus pacientes no eran los murmullos ni estallidos
de un sistema nervioso descompuesto, sino aspectos disfrazados de
la sexualidad del paciente, reprimida y separada del resto de la vida,
obligada a buscar expresión de manera indirecta y clandestina.
Freud llegó a pensar que en realidad los síntomas neuróticos
cotutituyenlasexualidad del paciente; cuando la sexualidad madura
y se integra a los demás aspectos de las relaciones personales, la
neurosis es imposible. En 1910, Freud declaró que el resquebraja-
mign¡g de la sexualidad, que ahora llamaba,,impotencia psíquica"
-es.d-e-qir, la incapacidad para experimentar la eicitación s.*úal ..t
la rel-ación íntima-, ,era la perturbación. mental más común de
nuestro tiempo, y que en realidad era universal. ..Cuando aman no
an_h9lan, y cuando anhelan no pueden amar" (l9l2a, p. tg3
tl26l).
¿Cómo puede explicarse la "impotencia psíquica"i Freud desa-
rrolló el concepto de "pulsión" instintiva, que fue su fundamento
metapCicológico, para éxplicar lo que, .or, b*" en su experiencia
clínica, creía que constituía el antagonismo fundamentai entre la
sexualidad y las demás dimensiones de la experiencia humana.
Freud argumentaba que la fuerte tendencia al envilecimiento de la
sexualidad es intrínseca en la naturaleza humana, y esto impide la
cabal integración de la sexualidad y el amor. Así lo dice .nñu*^
conferencias de introdu.cción al psitoaruil¿'sü: "desde el comienzo mis-
mo se sostuvo entre nosotros que el ser humano enferma a raíz del
conflicto entre las eúgericias de la vida pulsional y la resistencia
que dentro de él se eleva conrra ellas" (1933, p. 5? t53l).
Por lo general, cuando alguien elige el modelo pulsional, se basa
en eljuicio clínico de que la sexualidad es decisiva para er desarrollo
humano y que además lo moldea, y que las dificultides en el terreno
de la sexualidad son el trasfondo de las psicopatologías. Cuando
las teorías del modelo relacional descartan el modelo pulsional, con
frecueruia no toman en cuenta a la sexualidad. Esté expediente
histórico es desafortunado y, en lo conceptual, innec.rurio, prr.,

t83l
tA SEXUALIDAD

relacional' 3. LA TEORÍE PUTSTONAL Y I.A. METAFORA DEL ANIMAL


elimina lo amplio y sólido de la teoría del modelo
existe.entre la
En el capítuto 3 examino la estrecha relación que
de la sexualidad y de su
irrt"ftr.ac^ión freudiana de la naturaleza
psicopatología, y el concepto de "pulsión", basado en los principios
;ilñ;;litigl" *t* y ett tl uttgti:t científico de los tiempos de
le sucede
F;;. Después'"en el cápítulo 4, riflexiono sobre loelque concepto de Pero, como dicen nuestros amigw inglescs (y en esle caso d¿
i""t"" interpretaciOn ¿e ta sexualidad cuando
,tuúura litcral) el argummta estd, "patas pam arriba". Los
"p"itiO".. rnodifi.u radicalmente o cuando se traslada al marco de penonas son la primalzs mds actiaos sexualmente y ademós
ia -atri, relacional. En el modelo integrado que aquí Presenra,
se
ticn¿n el thgano sennl más grande d¿ nueslro ord¿n, Si ltcmas
aspectos alternativos; más
lo sexual y lo relacional no se consideran & prweguir con ala útd,osa lírua de I aryammto, Ia persono más
un terreno en el que los
Li.rr, t" sexualidad se considera como dotada que la genualidad es, m todo caso, mtís humana.
hasta su fin'
.orrái.,o, relacionales se forman y desarrollan STEPHENJAY COULD

Aunque el acento clínico que Freud dio a la sexualidad y al


{r concepto metapsicológico de la pulsión se entretejieron con el
material de la teoría clásica del psicoanálisis, no los concibió
simultáneamente. Freud llevaba mis de diez años hablando de la
etiología sexual de las neurosis (1894, 1896) antes de que inrrodu-
jera la teoría'de la sexualidad infantil y de que desarrollara por
comoleto la teoría pulsional (l90ba). para comprender bien la
relación entre Ia sexualidad y la idea metapsicológica freudiana de
pulsión, tenemos que ver primero qué pensaba Fieud de la sexua-
lidad antes de elaborar la teoría pulsional.

El sexo antes d¿l coruepto de pulsitín

ha. definido al siglo xrx como la .,edad


le de la energía". I.a
floreciente tecnología de la era industrial había revelado ñraneras
de aprovechar la energía hidr:íulica, química y eléctrica, permitien-
do ampliar los recursos humanos y las fuerzas prodüctivas en
proporciones inconcebibles poco tiempo antes. Newton, el modelo
de los filósofos de la Ilustración (Gay, 196g) y de los posreriores
científicos naturales y sociales del siglo xtx, pensaba queil universo
era como una máquina grande e intrincada compuesta de masa en
movimiento y gobernada por principios energéticos y físicos comu-
nes. Casi todos los contempoúneos de Freud encuadraban ¿ la
mente de la misma manera, y la explicaban mediante la materia y
la energía, y esto lo refleja de manera impresionante la metáfora

t85l
T-{ SEXUALIDAD TEORÍA PUI,SIONAL Y METAFORA DEL ANIMAL
86 87
de
freudiana del aparato físico: la mente como sistema hidráulico el momento real de la seducción (cuando, según pensaba,
el niño
presiones, ."rri.r, diques, flujos, soPortes y desviaciones' era protegido por la ingenuidad y la ausencia=de pasión
anterior a
' A.erq.rémonos mái al contexto de la neurobiología en que la pubertad); sólo después, con la actividad hormtnal
a. f" p,rU".-
una pequeña
trabajaba Freud. Golgi desarrolló su técnica para teñir tad, la sexualidad despierta y proporciona a los recuerdos
de la
ftopát.iO" de célulá cerebrales en 1875, y esto Permitió aislar.y seducción una intensidad "traumáiica" y perturbadora
que causa
'.rrrr¿iu, un número determinádo de neuronas de entre la masa de un exceso de excitación. Como Freud dice en su .,proyecto de
aPenas en
cél.ulas cerebrales. EI término de "neurona" Se acuñó psicología" de 1895: "es reprimido un recúerdo que sóro'con
efecto
Freud desarrolló su modelo de la mente en retqrlado (rnchtrdgtich) ha devenido trauma"
t8'91; de esta manera, 1¡i. sso [a03]i en
preocupada por la energía, paralelamente a una explosión curslval en el original). De esta manera, las toxinas de Ia
.rrr" priáera
"r"
á. i"u.*ig'"ciones sobre fisiología c-ere!1l' con base en el impre- teoría de la sexualidad de Freud son producto de ra contaminación;
sionante iescubrimiento de la óonducción de impulsos eléctricos el efecto retrasado de las seducciones infantires invade ar
sistema
intensos
a través de las células nerviosas' Éste fue un periodo de nervioso con estimulantes (recuerdos y afectos) que la inmadura
estudios sobre el cerebro y la mente' organización psicológica del niño (dentro de ra cual se experimen-
Los primeros intentos de Freud por explicar la psicopatología taron las seducciones) no puede asimilar ni procesar. como Freud
,.n.¡uri t" inquietud de este medio intelectual' Desde el principio' y Breuer dlieron en 1893, los histéricos "sufren por las
reminiscen-
se párrsó q,r. L t.rrrosis era una falla en la
regulagign de la energía' cias": esto es, por los recuerdos perturbadores.
Freud rorirruo siempre que la función esencial del sistema nervioso [¿ teoría de la seducción infántil proporcionó una expricación
l,a enfermedad neurótica rePresenta
es el control de la excitación. para el problema clínico al que se enfrentaba con rnás cánstancia
un nivel cuantitativo que excede a la
una sobrecarga de energía, Freud: la impotencia psíquicá. Según esta explicación, la
sexualidad
capacidad refrrhtoria del sistema nervioso' Freud' como
Charcot se- había separado de otros arpéctos de la experiencia
la causa de las neurosis y y ae l.s
y ir.,r"r, peñsaba que los traumas eran relaciones personales porque se excitó demasiado y antes
en un exceso de de tiem-
t"gti" los términos de la energía, consiste po. Ias capacidades energéticas del sistema nervioso pueden con_
in.,
oti*t ñ.i¿t: "Un trauma se podríi definir como un aum¿nto de
tener una intensa excitación sexual cuando dicha exciiación
surge
exci,tacióndentro del sistema nervioso, que éste último rw
capaz de es a su debido tiempo y en el contexto adecuado,
durante la pubertai.
p'. I 37.[ 171-
trami.tar suficimt¿¡nmte med,iante reacción motriz" 1892b'
(
Cuando lacxperiencia sexual precoz se une después a la pubertad,
l72J;las cursivas son del original)' Es evidente que Freud no habla con todo el empuje físico de ésta, excede a la capacidad del
concretamente; sistema
de excitación como una metáfora, sino muy literal y (que_ empieza a quebrantarse) y se desborda.
"en el sector ñebe hacerse notar
habla de "ciertas sustancias químicas" que se producen que otra persona desempeña el principal papel patógeno en esta
las-neurosis co,n J1
intersticial de las glándulas genésicas" y compara-a versión. En estas primeras definiciones,-rreud'pensauá
de inóxicaciónlt905a, 215
P' [196])' El exceso de -..,y se.ia- ,
el estado menté en la sexualidad dentro del contexto de las primeras íelacio-
el
estimulación produce un estado tóxico que invade al sisrcma; nes con otras personas significativas. l,os padres que seducen
a sus
neurótico se aficiona a las excitaciones, las que' como no encuen- hlios siembran en ellos Ia simiente de la neurosis al vejarlos, al
ffan una salida motriz, quedan bloqueadas' excitar en ellos, y de manera precoz, sentimientos inadniisibles,
y
:Cuál es la fuente de'estas excitáciones? Antes de 1897' Freud estamparles recuerdos que no pueden asimilar.
peisaba que los orígenes de las excitaciones sexuales patógenas
Lra' ciertas clases de "impresiones externas' de seducciones sexua-
les en la niñez temprana". con base en el modelo del
"arco reflejo" La sarualldad. y la pubion
de la función menlal, que entonces predominaba, se pensaba que
a reacciones
las seducciones sexuales eran estímulos que conducían En 1897, Freud, debido a la muerte de su padre, a su autoanálisis
"bloqueadas". Freud crefa que el impacto patógeno no se recibe en y al creciente alambicamienro de su práctiáa, da un giro impresio-
rA SEXUALIDAD TEORIA PUTSIONAL Y METAFORA DEL ANIMAL
89
88
distintas de objetos. En realidad, el instinto sexual carece de objeto
nante en la manera en que comprendía la neurosis y la sexualidad'
al principio, aunque va topándose con varios de ellos en el cirso
Freud decidió que los recuerdoJ de seducciones de que le hablaban
muchos de las actividades de autoconservación, como la alimentación. Así,
sus paciente, ,ro ,ra..sariamente eran ciertos' Además'
neuróticos' l,a Freud desea "aflojar [...] los lazos enrre pulsión y objeto", al que ya
niñol sufren experiencias sexuales sin volverse
abrumar al sistema no consideraparre esencial del instinto (1905a, p. l4g
memoria por sí iola carece de la fuerza para tlg4l).
nervioso, pao p.ono.ar el estado de estancamiento e inundación
Desde su punro de vista, Freud se considera áulpablá deionce-
_
der demasiada importancia al objeto en su primeri teoría sobre la
que constituye ia fuente Patóg:-na de laneurosis' El modelo conta-
seducción infantil, en la cual el objeto despierta la reacción sexual.
ái".",. de la seducción infantil era demasiado.simplisla; había que Ahora bien, Freud afifma que el objeto ei ,rn peq.reño factor que
explicar de alguna otra manera 91" "l exceso de estimulación
se agrega después, una de las infinitas posibilidades de apegarse
alimentaba la sintomatología neurótica'
que tiene el instinto sexual tan promiscuo, tan veleidoso y,,r¡!to u
La teoría pulsional fue la solución' La presión se genera dentro
presiones internas. En repetidas ocasiones compara a la libidl con
del organismo. Como Freud explicó en yla carta a Fliess ya en
;las estructur?rs psíquicas q.,e, en la histeria, se ven afecadas una especie de hambre voraz que, en su forma natural, comprende
189?,
una amplia serie de objetos y propósitos. La sexualidad *nbrmal"
por represiones, en ieali¿aa no son recuerdos -pues nadie- se
'.rrtt"g" a los recuerdos sin motivo- sino impulsos" (1985' p- 239)' es lo que queda después de que ra cultura inhibe todas las formas
El auirento de estímulo en la neurosis no es producto de una de sexualidad infantil. Más que despertar la sexualidad, el objeto
sólo es el afortunado sobreviviente de todas las otras formai de
impresión desde fuera, sino de una expresión desde dentro' De
esta
*árr"r", el concepto de pulsión le permitió a Freud ver que los placer sexual que han sido excluidas por las restricciones sexuales.
iryrotivos sexuales istán piesentes desde el principio mismo'
que 'J
Alc-olqp*ar'atel-_c¿mbio_{e,t_érmi-nosenrrelasedicionesde-1.9-0b
{
tratan de descargarte, y qrre no son estimulados desde afuera'
Una I y t9l-5 de l9l Tles e:yaro:, se observa cOmq f"u.nl."a" i"..r".1
i
teoría de la üda mental con un esquema a priori ha remplazado el I' punto de vista de Freud ace,róa de gue 11exp19¡¡d1 l[é-pi.s¡""ip
\ intérnasx gqponiáneas, y no la interalción ion obietos exrernos. es
enfoque más interactivo; las pglsiones contienen en sí mismas toda
mediante los cuales la
t la clave de la sexualidad humana. En 1905 define-al i";li"t;;;""1
h fuÉrza y los principios dé órganización
mente se desPliega Y se estructura
como "la contribución de un óigáno que rgcibe esrímulos
[... un]
Los frcs iwayos de t¿orúo sexual (1905a) representan la presenta- g^tf": ggla excitación confiere a la pulsión carácter ,"*ü" 1p.
ción formal qué Freud hace de esta solución' Su argumento tiene
l68n [153n]). Obsérvese que aquí sigue considerándose q,r" ü,
de órganos sexuales se dirigen hacia el exterior, que interaccionan con
como blancoia idea, corriente y "popular" en aquellos tiempos'
la que se consideraba en é1, y que de él reciben los estímulos, los cuales funcionan
la naturaleza de la sexualidad humana, a en el
grzn medida una reacción ante los encantos de la persona del sexo objeto. Estos términos se remplazaron en 1915, cuando se definió
.
al instinto sexual como "la agencia representante psíquica de una t"
óp.."rto, con el fin de reproducir a la especie: Freud se aPoya en
fuente de estírnulos intrasomárica en óontinuo fluii; eúo a diferen-
las perversiones y las neurosis para declarar que existe una Sama
rn,rlno más ampiia y variada dé fenómenos sexualgs que incluyen cia del.'estímulo', qu..e es producido pbr excitaciones singulares
y ademiás ' provenientes defuzra" (p. 168 [153J). Ahora los órganos se]xuales
a muchas clases de objetos y muchos tipos de propósitos,
se impulsan desde dentro, reciben estímulos qu",uig"., del somj
remonta la sexualidad a la primera infancia'
El eje freudiano en este caso es que en nuestra interpretación ¡ bus_can objetos externos como medior pu*.i "órgaño del placerl
de la sáxualidad humana le hemos dado demasiada importancia al
(p. 126).
"obieto". Freud arguye que lo que despierta una resPuesta sexual De este modo, Freud fue concretando el concepto de pulsión
como la energía motivacional que habilira al apárato psíquico,
I no ion los atractivos del objeto; la sexualidad aparece como una
\ fuerte reunión de presiones internas con muchas formas, de una como "una medida de exigencia de trabajo p"*i" vida anímica'l
(p. 168 tl53]). A lo largo de sus escriros, fieua subraya la cualidad
contumacia poliforme, que puede verse atraída por muchas clases
r-ASEXUALIDAD TEORfA PUISIONAL Y METAFORA DEL ANII\{AL
90 9r
que
energética de las pulsiones como "cierto monto de energía
el accidental necesita apuntalarse en la constitución para volverse
esfuáza en deterhinada dirección' De este esforzar recibe
su eftcaz" (1905a, p. 239 [2lg]). En la teoría freudiana áe la pulsión,
con que el impulso motivacional básico de la experiencia humana, alimen_
nombre: pulsión" (1933, P. 96)'Las-ex¡r-9¡ivas imágenes
ft""a ," l.pr.."rrü las maniobras de la libido adquieren toda,su tado por las pulsiones, tiene por objito reducir las presiones
"Es internas, buscar el placer y evitar el dolor. La sexualidad, en sus
fuerza ,n Érqu"*o dct psicoaruíIlsls, publicado póstumamente.:
in".g"Ul" q,r" t" libido tiene fuehteJsomáticas, y aflllg {-yi1*9" diferentes formas,.es la manifestación de su fuerza impersonal, que
diveños órganos y partes del cuerpo" (1940' p' 151 [1a9])'
La emplea experiencias interpersonales para expresar argumentos y
y las pulsio- fantasías a priori.
sexualidad J, r'rrr" expresión de las pulsiones sexuales'
cuerpó, de él reciberrsu fuerza perentoria' y siempre Para la nueva solución del problema clínico de la impotencia
nes surgen del
nuevo a él: "La meta de una pulsión es en todos los psíquica es esencial "aflojar los vínculos" entre la pulsion y él objeto.
se refieien de
que sólo puede altatt'utie cancelando el estado si bien la sexualidad se expresa en las experi.ncias .o'io, de'mas,
casos la satisfacción
no es universalmenre problemática por lo que hagan o dejen de
de estimulación en la fuentá de la pulsión" (1915a, p. 122 [ll8]).
hacer sus objetos, sino porque la naturareza misma.Je h sex;alidad
si bien el anrílisis clínico efectuado por Freud a las transformacio-
pró¿námicas y a las vicisitudes de la libido con frecuencia ey antqgónica y agresiaa para el otro. r.z fragmentación de la
sexuali
".r
p.ao d. complicado, continuamente destaca los fundamentos
or- dad, cuajada de conflictos, no depende de traumas específicos, sino
satisfacción libidinal: "Ésu sólo puede que gstá inscrita en la naruraleza rapaz de la propia sexualidad.
A;.;t "rp".ífi.o, deunala modificación, apropiada a la meta-(ade' Freud explica en sus últimos escritos que el elro'trpr..u er genuino
á."rrrurr"-*ediante
cuada) de la fuente interior de estímulo" (19l5a, p' I 19 [l la])' . propósito vital del individuo. consiste en satisfaceisus necásidades
al papel de la experiencia, a las "impresio- congénitas" (1940, p. 148 tl46l). y, para Freud, las necesidades
agúU le ha sucedido es dema- innatas del organismo individual por fuerza chocan con otras
nes'üerivadas de los oU¡e-toJ? El pensamiento de Freud
siado complejo para qrrá a.¡. fuera al Pábulo de la experiencia' características de las relacione's sociales e interpersonales.
áe gravedad de la teoría ya no está en
;;;; .t "Ñi" q"" el cántro
las interacciones con los demlís; sino en el despliegue de
las
Freud, y Danuin
p*si.o;* innatas. Todo el campo de las relaciones interpersonales
con
se hunde en torno a los impulsos que surgen espontáneamente
,igrrin."ao. codificados y Sigue vigente el modelo del arco
i priori' En el transcurso de los siglos de la civilización occidental anteriores
pone en a Freud, se pensaba que los seres hurnanos procedían de la preci_
re?e¡o de la función del sistema newioso; el estímulo que
*atlh" proceso, y que era una impresión externa' Pasa a ser
una pitación desde un estado superior. para platón, la experüncia
presión "linterna, la pulsión: "Debe descargarse un estado
urgente humana, y de hecho toda la vida en el curso de los tiempts, era el
medio de descenso desde un mundo eterno de formas ideales. Según la
he tensión causado químicamente, que se manifiesta por
tradición judeorristiana, el hombre había caído de la arLonía
estlmulos sensoriales" (Fenichel, 1945, p' 54)' Ahora los
objetos
"lo paradisiaca de
facilitan la expresión de las necesidades inherentes' El objeto .origen divino. La perspectiva evolucionista que
es
con introdujo Darwin, y que domin ó el zcitgeist científico en la épéca
más variable en la pulsión: no esta enlazado originariamente
ella, sino que se la óordina sólo a consecuencia de su aptitud
para de Freud, constituyó un cambio bruslo respecro de los siglos
poriUitir"it" satisfacción" (Freud, 19l5a, p' 122 tl l8l)' anteriores de pensamiento platónico y cristianb. Según Darwiñ el
' Asi Freud llega a considerar que el papel del objeto es como el hombre no se había precipitado desde arriba, sino-que había ido
con-lo perfeccionándosepoco a poco. El hombre no era un ángel caído,
del residuo diurno de un sueño' que constituye el eslabón
preconsciente y permite que la vérdadera fuerza del motivo del una astilla separada del palo divino, sino un animal más=o menos
's.reño, el deseó infantil, encuentre una salida: *El factor constitu' refinado. Este cambio proporcionó una perspectiva fresca e intere-
cional tiene que aguardar a que ciertas vivencias lo pongan en vigor; sante sobre la naturaleza y la experiencia humanas y fue muy útil
T.A SEXUALID.dD TEORfA PUI,SIONAL Y METAFORA DEL ANIMAL
92 93

para Freud. De hecho, Sulloway ha sostenido enérgicam-ente que otra" (1953, p. I l). Y este historicismo, combinado con los impre-
barwin "le preparó el terreno" alas teorías de Freud y que fue quien sionantes descubrlmientos de Darwin, ejerció una gran influencia
más influyb en su Pensamiento (1979, P' 238)' (Los primeros en Freud y en los primeros psicoanalistas. Fereirczi llevó esta
autores piicoanalíticos también habían obsenado, aunque con interpretación hasta sus límites cuando requirió "una biología
menos penetración, la influencia de Darwin en Freud' Véase, por profunda que explicara cómo se acumularon en el germen áel
ejempló, a Jones, 195?, ut, pp. 302'333; y a Rapaport, 1960' pp' plasma las huellas de los recuerdos, imprimiendo ál 'todas las
2?-23.) "n
catástrofes del desarrollo ñlogenético'" (iitado por Kermode, 19g5,
Enelsentidomásamplio,lateoríaclínicadelasexualidad P.5).
elaborada por Freud, y la metapsicología de la teoría pulsional que .
[,a p_referencia psicoanalítica tradicional por explicaciones .ge_
la comprende, tienen un brillinte paralelo en la estructura de la néticas" a la que se llegó a través de "desarro[os defrazonamienó"
teoría áarwiniana sobre la evolución de la especie humana' Así (Pine, 1985, p. l9), en parte se debe al entusiasmo de los científicos
como los orga.nismos inferiores evolucionan hacia formas supe- de la época freudiana por sus descubrimientos acerca del principio
riores de vidá, bs impulsos animales, sexuales y agresivos se trans- de la historia de la vida en nuestro planeta y del propio pi"n.t". Et
forman en toda la sórie de actividades humanas civilizadas' Los pasado distante, geológico y filogenético, se volvló trn".i." fuente
inapulsos "primitivos" brotan del ello, "caldera llena de excitaciones !e m-etáforas en las que Freud sé inspiró para explicar las dificulta-
boiboteanies" (Freud, 1933, p. 73 [68]) y se modifican mediante un des de Ia vida (véase Fantasúa fitoge^¿üc;, el manuscrito de Freud
,.secundario" que sé refiere a la adaptació¡r a la ¡ealidad que se acaba de descubrir): "Era importante poder seguir la huella
proceso
txterna, para alimentai funciones "más altas". La filogenia queda de las neurosis, genitalmente y de otras
-arreras, hasia un pasado
resumida no sólo en la ontogenia, sino en el proceso mismo del que se extendía indefinidamente', como él mismo lo exp.esá, "para
,pensamiento. [gel sistema frludiano,lasexualidad (y, después de llenar la brecha de la verdad individual con ra verdad prehistóiiea"
ig20, t" agresión) es el vínculo fundamental con nuestro pasado (J. Kermode, 1985, p.5).
animal. [,a teoría de la sexualidad inspirada en Damin, y
Que pasó a
l,aistrategia general de ehcontrar significados en el presente al formar la base de la teoría putsional, le proporcionó pr",r¿ .,r,
descubrir la-pre-hlstoru del individuo en un pasado ancestral y " interve-
valioso modelo explicativo paia iluminar l,os Conflictos que
remoto dominó a las ciencias naturales durante la segunda mitad nían en la impotencia psíquica. Es difícil integrar a la iexuaridad
del siglo xx, inspirada no sólo por los desarrollos de la biología' con otras dimensiones de las relaciones interpenonales, pues es un
sino támbién por los avances de la geología' vestigio de los óryanos primitivos der hombré, de sus primeros días
Antes del desarrollo de la teoría darwiniana de los altepasados como protohumano precivilizado, y de los prehuma-
prehumanos animales, se descubrió lo que McPhee (1980) llamó la nos en su desarrollo ñlogenético como especie. "r,t.p"."áo,
Ásí Freuá conside-
noche de los tiempos. A diferencia del relato bíblico, el cual indica ra aquello gue es distintivo y especial de lo humano como una suave
que la humanidad existe desde el principio de las cosas, los geólo' cubierta-que rgo d núcleo animal y rapaz, y que a grandes penÍrs
gor, partir de la primera mitad del .s-iglo 1tx, -emPezaron a se pone bajo el conrrol de los motivos civilizadós.
"
Io*pr"rrd"r que la historia de la humanidad sólo abarca un frag-
.. .Segútr Sulloway, dado que Freud deseaba describir al psicoaná_
*"nio de la vasta edad de la tierra (véase Gould, 1987a)' El lisis
-como
,una disciplina verdaderamente singular y autónoma,
significado del presente, de la superficie, de lo manifiesto, palidece trató de ocultar la medida en que sus teorías se inspiraban en la
frénte a lo sucedido antes. Aquello a lo que Berlin se refiere como biología evolucionista, aunque en muchos lugares .*p..r" abierta-
el historicismo del siglo xx refleja esta tendencia a buscar respues' mente su creencia de que numerosos aspectos específicos de la
tas en el pasado r.rnoto, "Sólo la historia -la suma de la informa' sexualidad tienen un fundamento prehum"rro o s.r-bhrmano. por
ción que puede descubrirse empíricamente- tenía la clave del ejemplo, las org¡a.nizaciones pregenitares son verdaderos residuos
misterio di por qué lo que ocurrió, ocurrió de esa maneia y no de de'la morfología sexual de las especies subhumanas: ,.restos de
T.{ SEXUALIDAD TEORfA PUISIONAL Y METAFORA DEL ANIMAL
94 95
dispositivos que se han conservado en muchas clases de animales'' no desaparecen, sino que siguen existiendo por
debajo de procesos
(19i8, p. 10&t991). (Véase una comParación parecida en 1905a, p' mentales superiores. comodice Freud en Él rnatestár
d¿ la cuttura:
igg trgol.l como afirma Gould, la oralidad y la analidad están "semejante conservación de todos los estadios
".rt"rioroJ,rii" l,
vinculadas a "un antepasado cuadrúpedo antes de que la visión forma última sólo es posible en lo anímico,, (1930,
p.7lÍiiJi;. "
fuera un sentido principal que superara al sentido del olfato y del Así el ello de Freud pasó a ser el depásito dL U
gusto" (1977,p. f SZ¡. Freud" con una impresionante combinación filogenética e histórica dál hombre. (Las tiorías jungianas
"uol.r.iO'
¿e ros
áe pudor vicioriano y chovinismo de su especie, afi¡ma qu.e los arquetipos y el inconsciente raciar se basan en r*
pi-J.u, premisas
g"nitul"t son un resto concreto de los días animales: "Los genitales
irir*ot no han acompañado el desarrollo hacia la belleza de las I darwinianas y lamarckianas.) El .iello, con sus
das, [representa] el pasado oryánico,, (1940,
tendencias hereda-
p. 206 fiO8lj.-y
formds del cuerpo humano; conservan un carácter animal, y en el pasado, el cual Freud cree que "t
riteralente en el
fondo lo es tantó el amor hoy como lo fue en todo tiempo" (1912a, ello, es un codunto de desios "ití.o*pr.ndid-o
animales. El hombre civilizado vive
p. 189 tl83l). siempre en rcnsión enrre su existencia social y
su pasado pJ-i,iuo,
Freud frecuentemente dice que es difícil educar los instintos que habita en él como un fuerre centro motivácional.
F;;J;;;;""
sexuales, como si fueran un perro tonto y terco, y que es lo único la metáfora del Zuiderzee para definir el proceso
analítico: ,.Donde
que falta arrancar al dominio del principio del placer-(l9ll); Ello estaba, deberá yo llegar a estar" ( 19d3, p. g0
t7al). Emperá, en
siempre define a la civilización como algo secundario en un sentido más amplio, roda la existencia ,o.i"l ;;p;#;;'r"
"ri-ir-o,
la naturalezaanimal del hombre: "La sociedad, en efecto, tiene que proyecto de reclamación que funciona en brritorio
prestado, con
hacerse cargo, como una de sus más importantes tareas pedagógi- la conrinua amenaza de volver a ser destruido
po. r.r"á", f ;ir"i;*
[... pues] con el afloramiento e instintivas. por ello, segul
Qas, de domeñar la pulsión sexual {re.qd, es [an ubicua la ar,"ri.iJ" q,r.
pleno de la pulsión sexual toca a su fin también, en la práctica, la tt3m1 i1p..9t9nfirp!íquila.r.a sexuatidad es
¡¡¡¡ ve¡tigio d. .,,r.iiro
iocilidad a ia educación. En caso contrario, la pulsión rompería pasádo aieimal, una amenaza constante p"ru
,ru"3,*-;jñ;;
cultura, trabajosamen- civilizada prendída con alfileres. Segun Freud,
todos los diques y arrasaría con la obra de la .;
te erigida" (191&1917; pp. 311-312 t2841). "iÁ;;ül;
Íi*s''9geg.gs,.que el acto sexual r:1¿S" degra+nte" lrgriá, n
De"manera inevitablg Freud contemplaba la historia del hombre 186 [179])' En el fondo, cada uno de no"sotros
es un lobo con niel
a través de los ojos etnocéntricos de la antropología delsiglo xtx
y de oveja.. El objeto amado se protege a" f", a"r.o,
,,darwinismo (para u!^ gscudo' la.autofragmenráción es er p¡eqio
;;;;ü i;"
d.e su acartonado" excesivamente simplista i".uit"bü'á"]"
¡

adaptar una expresión de Gould, 1987b), como si fuera una gran -ingir4i_d4d.
batalla, co-o úrr" batalla prolongada para alcanzar la cima del
desarrollo humano: la cultura de la Europa occidental del siglo xtx. I a fuerza de.la interpretación que Freud hacía
de la natrrraleza de
ra sexuarldad humana ha sido irresistible
Desde este punto de vista, se considera que los pueblos no-occiden- y ha afectado ra manera
tales, supuéstamente primitivos, expresan una animalidad burda y en que hemos llegado a experim.rrt", y .oÁprender
los fenómenos
bruta, *..ro, disfrazaáa y ffansformada por la cultura (Freud, 1940' sexuales. Así, desde t¡n punro de visra literari,o,
Bloom (
lgg6) afirma
p. 200), En los 'lsalvajes" encontramos "un estadio previo bien que las concepciones de Freud .,han empezado
a fundirse con
lonservado de nuestro propio desarrollo" (1912'1913, p' I Il l]) y' nuestra cultura, y que en realidad ahora foiman
la única mitolosía
de la misma manera, lós primeros periodos de Ia historia de la occidental
.que
comparten los i ntelectuales,,. I_or ro. iot ogo;
¡i;"";
Europa occidental fueron épocas de mayor satisfacción sexual y y Gagnon (1973) afirman que la perspectiva
que Freud tenía de la
*"rró, culturadlglSa, p' 131 t1261). Mientras que las reproduccio- sexualidad en su "estado natural'i como algo
animal, ha marcado a
nesfísicas y embrionalés ontogenéticas del feto humano son fases nuestra cultura y ha moldeado la rn"náru
en que tenerRos la
p^á¡.t"t én el camino hacia estructuras superiores.e irreversibles, experiencia de nosotros mismos.
en ei modelo freudiano de la mente las reproducciones psíquicas Para la experiencia de ras innumerables formas
del deseo sexr¡al
i
I

I
96 t"t SEXUALIDAD r¡onfe pulsroNAt, y METAFoRA DEL ANTMAL g7

es definitivo sentir toda su fuerza, una'lpulsionalidad", un hartazgo I salmente? si en el fondo somos animales
¿por qué somos animales
y un clímax, la tensión y la liberación. I ¡ sexualidad con frecuencia tan poco eficaces?
se experimenta como un motivo más fundamental, más primitivo I

. El hincapié de Freud en er conflicto inconsciente y en los objetos,


y peientorio. El deseo sexual Parece irrumpir, intermmpir y sub- incestuosos originales ayuda a resolver este enigma. L uui¿o
ú,r.o
y"'g", más civilizados de la experiencia, más mundanos y I
al placer; en cambio, el yo busca a la realiLd; los propósiios
"rp".tos
mieaUlis. Freud estableció la hipótesis de que una serie atávica e originales de la libido
-ra búsqueda del pracer- carectizin peligro-
insidiosamente polimorfa de tensiones sexuales y animales era la bl sos objetos edípicos, con metas que propician Ia venga"o.
órn
füente primaria de la energía psíquica, y esto constituye un sólido todo, el conflicto inconsciente ántri las carexias q.ru
marco ixplicativo para comprender por qué tenemos precisamente buscan.el placer y los controles reguladores y punitivo,"iípi.",
,ro
la experiincia de nosotros que tenemos. Empero, desde el princi- de explicar la reestructumción repetitiva ¿el súfrimiento "."b"
neurótico.
pio áismo, en la explicación-que dio Freud de los inbtintos sexuales ¿Por qué no se renuncia con miís facilidad a las catexias originales,
hubo serias contradicciones. y por qué éstas no se cambian por metas que proporcionen"placer
y.que sean menos problemáticas y conflictivas?
¿por qué se dbmes-
tica con tanta facilidad er animal? segun Freud,'el práblema
era lo
El probbma d.e Ia adhesividad que llamó la adhesividad de la libido, su tendencia a aferrarse
aJos
primeros objetos, a apegarse a ellos y a entregarse a deseos insatis.
sexual y su objeto, -Freud
Al aflojar el vínculo entre el instinto tu.j9lig:-"_t-o largo de la vida (1905a, pp. 242i24g
[221]; 1916_1917,
ehborá un modelo de la mente elegante y lleno de fuerza, así como p.348 [317]; 1918, pp. l15-ll6 tl08_i091).
una impresionante explicación de la impotencia psíquica' ['o que . Así, el modelo pulsional llevó aFreud a una difícil paradoja. Nos
hay que reprimir y fragmentar no son los objetos o las experiencias violenta una necesid-ad u^rgente de placer; con todo, la psiiopato-
¿iscor¿otties; el niño viert. ett sus objetos y experiencias una serie logía, con su rnultitud de formas, se caracteriza por la reproduición
de deseos rapaces que hacen que la vida y el amor social sean' por sistemática del dolor y la infelicidad. t a desciipción ie ra ribido
antonomasia, un Proceso de autorrestricción y disimulo- "adhesiva" constituye una elegante metáfora que señala
er proble-
No obstante, siio inconsciente funciona con base en el principio ma sin resolverlo. Frgu! dljo que el concepto psicológico de la
del placer, empleando a los objetos como medios para sus PI"P9- "adhesividad" o "fijabilidad" de ias "exterioriiac¡ánes sexuales
p.e.
sitos, tre¿Onicoi el.rPeñarnos en la búsqu9{1 de
¿po¡..qué-s9!em9l ma1u31', era provisional, un factor de origen desconocido
1t9óSa,
obj*os- tempr.anos que .ao,s-Pg{P9{ci9r-L-an tqo. pqea "{atigfeccjó*n y y. 24? [221]) que evidentemente lo intñgaba. t¿ integridad Je
y
-¡"frto dolori para Fieud, ta iiUi¿o es "insidiosamente perversa" Freud como clfnico muchas veces lo llevóá describir los"aspectos
que se
;iEA¿ cambiar con frecuencia de objetivos y "E:!91 así del modelo que empleaba en determinado momento y
iue le
iaracteriza por una gran "plasticidad" (1933, p' 97 [90])' De-acuer- costaba trabajo explicar. Una vez que esrableció el prináipio
del
do con esta PersPectiva hedonista la gente debiera ser de otra placer como modus operandi de la teoría pulsional, siguió trope_
manera, debiera-resistirse a las exigencias de la civilización o ándose con la búsqueda y Ia reproducción sistem¿ricai ael ¿oior
encontrar maneras tangenciales de extraer placeres clandestinos dentro de la experiencia humana.
de lo esencial de la vida iivilizada. Con todo, los pacientes de Freud ¿Por qué se sentía tan incómodo Freud con la adhesividad
sufrían. Es verdad que buscaban el placer en objetivos libidinales libidinall Sulloway señala que er "apego exclusivo de un instinto a
ocultos tras sus síniomas, pero no los buscaban acertadamente; su primer objeto de atracción" er, ..rridad era un principio
bioló-
buscaban los placeres en oitas personas inaccesibles, prohibidas, gico.común de la épocade Freud (197g, p. 266).
¿po.qué no pensar
que sustitufan a objetos incestuosos; Por ello, su búsqueda del sencillamente que la libido funciona J partir á. ,r.t" .rp..i.
d.
pl"."t estaba destináda al fracaso. Si la búsqueda del placer es tan impresión? Así como los patitos siguen á sus mamiís, asíia libido
insistente y plástica ¿porqué se desencamina sistemática y univer' va detrás de quien ande cerca. Empero, como vimos al hablar
de
98 T^A SEXUALIDAD TEopJA putsroNAl- y MrtÁ¡on¡, nr¡_ ¡Nltrt¡¡_ 99

las identificaciones primarias, Freud no podía acePtar como con- objetos, el instinto de muerte, no ha convencido a la mayoría de
cepto primario a la impresión sin alterar radicalmente su teoría. Si los teóricos y practicantes.
hlaracterística sobresaliente de la libido es el apego a los objetos
primeros, se altera el principio del placer. l,os patitos siguen a su
madre no por que ella los gratifique sensualmente, sino porque la La sexuali.dad, y la teorúafreudiana contemponirua
pata está iht; eo realidad los patitos no buscan el placer, sino el
ót¡eto. Si Freud hubiera hecho hincapié en el apego a los primeros A lo largo de la historia de las ideas psicoanalíticas ha eústido un
ObJetos, se habría acercado a un modelo meramente relacional vínculo constante entre el sexo como aspecto de interés clínico y la
paiecido a la teoría de las relaciones objetales de Fairbairn o a la pulsión como concepto metapsicológico, como si estuvieran liga-
ieoría del apego de Bowlby' Pero no siguió este camino: deseaba dos indisolublemente. Los autores posteriores parecían estar áe
aflojar el vinculo entre la libido y sus objetos, no estrecharlo; acuerdo en que descartara uno de estos factores equivalía a restarle
desáaba destacar la interpretación darwiniana de la sexualidad importancia al otro. Por lo general, los teóricos y los practicantes
como una pulsión inherente y vorvz' así que conservó el principio para los que es importante seguir estudiando clínicamente la
del placer como concePto motivacional rector, y acePtó que la sexualidad también conservan el concepto de pulsión. Según ellos,
adhesividad es un enigma, un verdadero misterio' ['a mente es quienes desechan el concepto de pulsión cierran los ojos al cueqpo
moldeada por fuerzas que pugnan por expresarse' Pero que de y a Ia parte animal y se alejan de las realidades perturbadorai e
alg¡rna manera se enredan con los primeros blancos qtle encLlen- improbables acerca del lugar primordial de la sexualidad en la
tran, y así se distorsionan. [-a sexualidad animal se conserva como exp-griencia humana. Cuando uno se identifica como psicoanalista
base motivacional, y las relaciones civilizadas no sexuales son ttn "freudiano", por lo general lo hace tomando en cuenta lo anterior.
mero barniz superficial. Con todo, parece qtte la piel de oveja I
Por otra parte, los psicoanalistas (teóricos y practicantes) que
controla al lobo de alguna forma o' Para emplear otra metáfora, la ¡¡ conservan a la teoría pulsional como base metapsicológica (por
I ejemplo los de las escuelas interpersonales, los de la escuela britá-
cola termina moviendo al Perro.
f
Debe notarse que al incluir el instinto de muerte (1920a), Frettd ? nica de las relaciones objetales, la escuela existencial y la escuela
encontró por fin una explicación para la adhesividad y el apego
1

más nueva de la psicología del silf), también tienden a resrarle


I

dolorosos a los primeros objetos como una mera característica de importancia clínica a la sexualidad pn sa. George Klein señala el
la vida mental: como una tendencia a repetir fases anteriores ¡
acuerdo tácito de unos y otros en el vínculo entre la pulsión y. la
derivadas del instinto de la muerte y qL¡e operan "más allá del sexualidad:
principio del placer", Desde luego, Freud nLrnca creyó que pudiera
éxplicár adecuadamente el masoquismo y el apego a las primeras La supuesta identidad de la teoría pulsional y la teoría clínica de la
experiencias dolorosas denrro del marco de la teoría libidinal, y la sexualidad está tan arraigada y se cuestiona tan poco... que automática-
teóría del instinto de muerte lo atraía en parte por este motivo. El mente se considera que [rechazar la pulsión] equivale a negar la primacía
motivacional de la sexualidad. Los neofreudianos aceptan esta ecuación.
masoquismo constituye "r'¡n fenómeno harto enigmático para la
Porlo general, cuando expresan su insa¿isfacción con el modelo pulsional,
teoría de la libido [...]; además, todo es como debe ser si lo que terminan impugnando la importancia.de la sexualidad en la estructuración
constituyó la piedra del escándalo para una teoría esui destinado a de la personalidad. (1976, p. 17.)
prop,orcionai la piedra angular de la teoría que la st¡stitt¡ya lel
instinto de muertel" (1933, p. 104 I97l). Al explicar el fenómeno Los autores que han rechazado sin ambages la teoría pulsional
de la impotencia psíqrrica como un primitivismo filogenético en la suelen ver a la sexualidad como un fenómeno que aparece más
naturaleza misma de la sexualidad, Frettd disminuyó la importancia tarde y que sólo se lr¡elve conflictivo cuando se relaciona con los
metapsicológica del objeto. Como sea, siguió acosándolo en la problemas de las fases anteriores. De esta manera, Sullivan inter-
práctica, y stt posterior explicación del ftrerte aPego a los primeros
100
LA SEXUALIDAD TEoRIA PUI,SIoNAL Y META¡oRA DEL ANIMAL IO I
portantes se deben a la obra de George Klein, Holt y Schafer.
preta la sexualidad al estilo prefreudiano, lallama "lujuria" yseñala
con.lo,cual I.a estrategia esencial de estos tres autores, cuya obra va más allá
i.r" ,,rrg. durante las fases hormonales de la pubertad, de las intelpretaciones de la sexualidad y abarca todas las áreas de
,:.rt" iripottancia a la naturaleza profundamente sexual de Ia la teoría psicoanalítica, ha consistido en declarar que la obra de
experieniia durante la infancia y la niñe'z' Tanto Fairbairn como
Freud puede dividirse más o menos en dos campos, en dos tipos
fonut ubican a la sexualidad en la fase edípica de la niñez' aunque
de conceptos y teorías muy diferentes; por un lado una teoría
consideran que los conflictos edípicos y sexuales se deriuan de
clínica y psicológic^, y por el otro una teoría más abstracta, filosó-
confl ictos práedípicos anteriores, que constituyen para Fairbairn.el
fica y metrpsicológica. Sé considera que esta última se deriva de la
vehículo ae ta aepenaencia infantil y para Kohut el de las alteracio-
filosofía mecánica y física de la ciencia de tiempos de Freud, que
nes fundamentaies del self.* Muchos teóricos del modelo de
las
se inspiraen la biología y la neurofisiología del siglo xx, ya caducas.
relaciones suelen considerar que las experiencias y fantasías sexua-
A su manera, cada uno de estos autores ha tratado de d.escartar la
les son "sexualizaciones" de otros motivos, rePresentaciones de
anacrónica dimensión metapsicológica del concepro de pulsión,
necesidades y sentimientos que se experimentan de manera
más
.conservando al mismo tiempo lo que le parece la dimensión clínica
apropiada y constructiva de otras formas'
^ importante de las teorías freudianas. Klein (1976) y Schafer (1976)
eii atejarse del concepto pulsional par-ece indicar que se resta se mostraron muy ambiciosos respecto de varias áreas de la teoría
importanáa a la sexualidid cbmo algo definitivamente motivacio'
clínica; el primero incluyó conceptos freudianos en una teoría de
ni y problemático. La experiencia de la sexualidad sólo es conflic- los significados relacionales, y el segundo tradujo los conceptos
tiva'y animal cuando intirvienen problemas más fundamentales;
freudianos en un "lenguaje activo" basado en la filosofía analitica
.r, .ir..rrrrt"rrcias normales, la sexualidad se integra sin dificultad
briuínica.
en los aspectos no sexuales de la vida emocional' La experiencia . Klein afirma que el concepro de pulsión de ninguna manera era
fenomenblógica de la sexualidad como algo conflictivo que causa
esencial para la interpretación que Freud dio a la naturaleza y las
tensiones y qiie no se integra fácilmente a otros fPectos de la vida
funciones de la sexualidad, sino que lo añadió a su interpretación
,rr, .*pádi.tt. q.,. resulta de difict¡ltades de fondo anteriores'
", Desdá mi punto de vista, estas dos escarelas teóricas se han visto clínica de los fenómenos sexuales. Asimismo,, Klein afirma que la
sexualidad no surge desde el interior, sino que los demiís la
afectadas ¿eúiAo al vínculo implícito de la sexualidad y la p'lsión; ; , despiertan desde fuera. Klein desarrolla un modelo
los freudianos Porque p"ta cót se*ar la teoría clínica de Freud I que destaca el
:significado interactivo y relacional de Ia experiencia, lo que llama
sobre la sexualidad necesitan conservar a toda costa el concepto i
{ rla dimensión del "superyó" de la perspectiva freudiana, arguyendo
científicamente anacrónico de pulsión (Schafer, 1976; Eagle' l98a);
¡que los factores sociales no sólo determinan lo que se hará con la
?

ylos..neofreudianoS"yposfretrdianosporqueelvínculoharestado t iexcitación sexual, sino que rigen a la excitación misma. Klein vuelve
importancia a los paplles motivacionales y estructttrales de la f ra definir los instintos, no como pulsiones, sino como una especie
tt.,H'*:o.onservar I de reacción inherente. Los "instintos" pueden referirse ala"capa-
la frecuente exactitud fenomenológica y la ü
t cidad y a la actividad en porencia" (1976, p. 49).
udiidad clínica dé la reoría de la sexualidad freudiana sin r'¡ncirla a I
De la misma manera, Holt (1976) critica el concepto de excita-
las ideas caducas y Poco convincentes de las pulsiones como
{,

I ción sexual como producto de una fuerte tensión (la única urgencia
vestigios filogenéticoti É¡t. ha sido el principal obstáculo para los
provocada por este mecariismo, según Holt, es la de orinar) y señala
autoies frer.¡áianos contempoúneos' y las colaboraciones más im-
que el surgimiento de la sexualidad no depende de la privación,
sino de la estimuliación exteina. Miás adelante, Hott insinúa que
*En la obra de Kohut How docs anal;sis anre?, publicada póstumamente'
habla ü. Freud y sus contemporáneos malinterpretaron radicalmente tanto
específicas del "objeto del selfedípico", alteración que puede causar
de las funciones
que los^padres la naturaleza de la sexualidad humana como la animal: "Los estu-
muchas p.rt,rrb"ciorres edípicas, aunque indica que es muy probable
qu. no'h"y"n cumplido eitas funciones iampoco hayan cumplido a satisfacción dios recientes en animales, efectuados con todo cuidado, así como
funciones previas del objeto del self.
I.A SEXUALIDAD
102 TEoRfA putsIoNAL y MrrÁrop¿ DEL ANIMAL 103

los estudios experimentales, que eran las encarnaciones clásicas del culturales y la estructura social (véase a Loisel, lgl2). proba-
,instinto animal" zo refuerzan la idea de que el sexo es una pulsión blemente la antropomorfización es un fenómeno universal que se
o tensión que surge desde dentro y hace que el organismo !Y.tq-"' presenta en todas las culturas. l,a experiencia del self y de nuestra
objetos que sadsaagan sus necesidades" (1976, pp' 175-176)' La sexualidad como algo animal es el producto de una proyección
seiualidad animal sé despierta gracias a estímulos externos especí- inconsciente de la experiencia sexual humana en una imagen de
ficos; si los estímulos noestán presentes, no hay conducta sexual animales a la que se le da un tinte romántico, como si estuvieia libre
ni aumenta la tensión: de hecho, no hay sexualidad' Holt cita a de restricciones sociales, y luego en la consiguiente identificación
Fiank Beach, distinguida autoridad acerca de la sexualidad de los con estos aspectos proyectados de la experiencia, algo desprendi-
animales: dos. En el siguiente capítulo analizaré este proceso con más dete-
nimiento.
En mucho mayor medida qu! el hambre o la sed, las tendencias sexuales
despiertan debido a estímulos extemos. A concePto algo romántico del Para Freud, la sexualidad constituye un poderoso motivo debido a
*u.ho solitario que busca a su compañera es engañoso. cuando el macho que las pulsiones proporcionan la energía que dirige a la mente, y
encuentra a una hembra recePtiva, puede o no excitarse sexualmente, la apremiante expresión de la serie de deseos sexuales moldea a la
aunque lo menos probable es que en ausencia de estímulos eróticos viva
experiencia de acuerdo con las configuraciones existentes de estos
en r,¡n constante estado de tensiones sexuales que no se descargan. Esto
deseos. Los primeros recuerdos y experiencias sexuales son forma-
sería igualmente cierto en el caso del macho humano, de no ser por los
fuerteJ efectos de estímulos simbólicos que suele llevar consigo adonde tivos estrlrcturalmente porque están vinculados a deseos primitivos
quiera que va. (En Holt, 1976, p. 173.) que luchan por satisfacerse. Debido a las características primitivas
de la sexualidad, a su aspecto prehumano, a que está inscrita como
La frase de Beach "estímulo simbólico" podría traducirse fácilmen- un resto aávico en nuestra organización pregenital, es difícil
te por el concepto psicoanalítico de las relaciones objetales inter- integrarla con la ternura y la intimidad. Al omitirse de la teoría
nalizadas. freudiana sobre la sexualidad el concepto de pulsión, como hacen
Es una ironía que los estudios contemporáneos sobre el compor- G. Klein, Holt y Schafer, desaparece la base de estas explicaciones.
tamiento animal indiquen que para que se despierte la sexualidad [,a sexualidad se luelve más bien una reacción o una acción y no
en las especies no humanas son necesarias la conciencia sensorial una presión interna, y regresamos a las preguntas que la teoría
y la expeiiencia del otro, mucho más que en el caso de los humanos, pulsional de Freud había resueho con tanta claridad: ¿por qué la
' y que én cambio no intervienen las presiones internas esPontaneas' sexualidad tiene tanta importancia motivacional y estructuralmen-
ii,l-.o-pott"miento animal "movido por la pulsión" de la teoría te? ¿Por qué se vuelve tan problemática?
freudiana del instinto no se parece mucho al comportamiento de Los freudianos de hoy contestan Ia primera pregunta con base
las especies no humanas. l,a experiencia de la animalidad en la en el concepto del placer. La sexualidad tiene unagran importancia
sernalidud humana Parece tener poco que ver con la filogenia; en motivacional y estructural debido a la intensidad de las primeras
cierta manera parece ser un fenómeno exclusivamente humano y experiencias placenteras y a su naturaleza monopolizadora. Así,
debe tener otra exPlicación. George Klein define a la sexualidad como "la capacidad para tener
La historia de la representación que nos hacemos de los otros una experiencia primaria, envolvente y sumamente intensa, del
animales es compleja y fascinante. Los historiadores de los parques placer" (1976, p. l9) y sugiere que la importancia de los motivos
zoológicos han observado que "la aparición de los primeros par- sexuales se deriva de la duración de las primeras experiencias
ques ioológicos coincidió con la "urbanización" (Veltre, 1987, p' sexuales en la memoria: "Una vez que se experimentan siguen
2¡, y q.r. las ideas acerca de los animales "salv{es" y el interés que paladeándose; es difícil borrarlas del registro de la memoria" (p.
despiértan han tenido mucho que ver con los acontecimientos 26). A Klein le parece que es posible conservar la teoría freudiana
de la sexualidad descartando al mismo tiempo la idea metapsicoló-

f nilrEsD oú-¡imoqlA
1."
104 IASExUALIDAD tronfe punloNnt y unrÁroRA DEL ANTMAL 105

gica de la pulsión; la fuerza perentoria de los motivos sexuales esquema" (1976, p. 63): no sólo suprime de la teoría freudiana de
Jencillamente se deriva del gran placer que ProPorcionan' Esta la sexualidad el concepto de pulsión, sino que introduce otro marco
perspectiva ¿esfiel al meollo de la PersPectiva de Freud, as¿ manera para la explicación, en el que cual inscribe la teoría de Freud.
de entender la naturaleza de la sexualidad? La proposición de Brenner (lgS2) representa la corriente que
Para Freud, el principio del placer funciona con base en la se sigue por lo general para enfrentar este problemay es interesante
tensión somática (fuente de las pulsiones). Más bien se trata del compararla con la perspectiva de Klein. Brenner no quiere descar-
principio del displacer: "el estado de reposo psíquico fue perturba- tar el término de "pulsión", pero acepta que ya no es práctica la
áo inicialmente por las imperiosas eúgencias de las necesidades idea de que las pulsiones tienen una fuente orgínica específica, así
internas" (l9ll, p. 219 t224)). Para é1, la pulsión es un proceso que declara que la pulsión no es más que una explicación psicoló-
somatopsíquico que se origina y termina en un órgano corporal' El gica, descarta los elementos anacrónicos de "tensión y deicarga"
deseo consciente o inconsciente y sus derivados, así como el placer de la teoría freudiana de la sexualidad, y termina apoyando to=da
que busca, son procesos generados por la tensión del órgano y su explicación,en el principio del placer. Empero, a diferencia de
tienen el propóiito de acabar con dicha tensión. Al eliminar el Kfein, no agrega más conceptos en su explicación, sino que se limita
concépto de pulsión se eliminó el principio y el fin de la interpre- a la teoría pulsional freudiana (ahora trunca) y, al hacerlo; demues-
tación freudiina de la naturaleza del impulso sexual'(al eliminar la tra cómo se empobrecen las explicaciones de Freud cuando se
fuente y su fin) y con ello se frena (uno siente la tentación de decir eliminan sus fundamentos somáticos. Freud podía explicar por qué,
"se castra") el impulso libidinal. El concepto del plaeer ya no tiene el sexo constituía unafuerzamotivacional primaria: pórq,re proui.-
referentes somáticos precisos, lo que hace que su capacidad aclara- ne de tensiones orgánicas específicas que necesitan aÉscargarse.
toria sea mucho menos determinante y se trunque. l¡91ner sólo puede afirmar, arbirrariamente, que las pulsiones
A Klein no se le pasa Por alto este problema y Presenta otros libidinales son hechos empíricos.
conceptos que lo expliquen, concePtos de naturaleza relacional, Si uno elimina el origen y él destino somático de las pulsiones,
para ttatar la cuestión de los tipos de experiencias que se vuelven como hace Brenner, y sigue insistiendo en que el placer es el único
placenteras y el porqué se conservan, e indica que el placer sensual motivo de la vida mental, la definición misma del placer y la
no funciona de manera autónoma en la motivación humana; no "se naturaleza de su búsqueda se vuelven completamente incompren-
busca porque sí" (1976, P. 38). L,a experiencia sexual no "impulsa" sibles. En el sistema de Brenner, a diferencia del sistema de Fieud,
a una persona, sino que "la Persona busca la experiencia sexual no resulta obvio que los placeres sexuales sean motivos más impor-
debido a signi{icados que ha llegado a relacionar con dicha expe- tantes que cualquier otra forma de placer, o en qué sentido deben
riencia en el curso de su desarrollo" (p' 28). considerarse "placenteras" las actiüdades sexualés y agresivas, mu-
Al eliminarse de nuestra explicación del placer psicológico el chas de las cuales producen ansiedad y dolor. Brenner se siente
concepto de pulsión somática, Parece necaario introducir factores impulsado a defender el principio del placer como criterio motiva-
socialés y de relación en apoyo de la explicación. El "animal" de cional singular al insistirpost hoc en que cualquier cosa que haga la
Freud ya no es un residuo filogenético, sino algo fenomenológico, persona, no importa lo doloroso que se sienta y que parezca, d,ebe
una metáfota para organizar y describir la experiencia. La fuerza ser placentero según algún deseo inconsciente. Éstr es una estrate-
de esta interpretación es muy diferente de la freudia¡ra, y Klein gia parecida a la defensa de Skinner
-inatacable aunque tautológi-
parece hacerlo todo miís confuso al afirmar que fundamentalmente ca- de su concepto del condicionamiento operante como la úniéa
és la misma interpretación de Freud, o que es parte de la explica- base del aprendizaje, con la premisa de que cualquier cosa que el
ción freudiana. (Véase un argumento parecido en Eagle, 1984' p. sujgto llegue a hacer, lo eligió porque recibió un refuerzo posiriuo.
89.) Para Freud, el significado y la fuerza de los motivos sexuales Asimismo, Brenner afirma que cualquier deseo, ,rrru ué, activa-
son endógenos y a priori; para Klein, provienen del contexto de las do, prosigue en busca del placer hasta que lo encuentra (p. 32). Este
rélaciones, que él define como "un sistema y la concepción de un principio del placer resulta en verdad peculiar. Brennér empieza

*
106 TA SEXUALIDAD TEoRfA puIsfoNAL y l\{nrÁFonn DEL ANINIAT 107

afirmando que el único principio rector de la vida mental es la cbnflictos sexuales que son la base de la psicopatología.
búsqueda dél placer; a partir de ella se persiguen los deseos ¿Por qué esrá destinado al fracaso el amor infantil? Aunque la
libidinales y agresivos. Una vez que se tienen deseos que busquen sociedad lo prohíbe, esro no explica el problema. Hablar del iniesto
el placer, activos para siempre, y así el resto de lavida
p..-utt.c"tt sólo desplaza el tabú de un plano individual a un plano cultural. La
estií dominado por los primeros deseos libidinales y agresiyos. Para interpretación que dio Freud del incesto se basaba en el concepto .
Brenner, la mente, en lugar de buscar el placer, se entrega a los de pulsión. La culturadeóe oponerse al amor incestuoso y t.-p.á.ro
primeros deseos que I'e brotan desde dentro, cualesquiera que éstos precisamente debido a que sus características animales y rr, .rut,rru-
iean. ¿Por qué ocurre esta fijación en los primeros deseos, a pesar leza prehumana amenzzan la base misma de la civilización. para
de qué producen toda una vida de displacer y frustración? Aunque Freud, la civilización se construye sobre un territorio prestado y
et propio Freud tuvo dificultades para explicar el apego -a los :xtrae la energía de deseos arcaicos ontogenéticament¿, como lo
primeros objetos, al menos pudo explicar la persistencia de los hizo filogenéricamente (con la culpa produlida por el asesinato del
primeros objetivos como requerimiento de la estimulación conti- padre en la horda primitiva). Sin el concepto áe pulsión, el tabú
nua de las fuentes somáticas. Al eliminar la idea de las fuentes del incesto debe tener otra explicación; nuevamenté nos quedamos
somáticas y reducir las pulsiones a deseos que buscan el placer, las con la pregunra ¿por qué la sexualidad, por medio de las iestriccio-
pulsiones de Brenner Parecen arbitrarias, y se conservan sin que nes sociales, se vuelve tan difícil para el individuo?
.o.ru.-u la explicación de por qué funcionan como éste afirma Algunos autores, sobre todo los que se inspiran en la psicología
que lo hacen. Lá comparación de las posturas de Brenner y de Klein del yo freudiano, atribuyen la naturaleza problemática ¿e la r"*i"-
in¿ica que al trutur d. eliminar las características anacrónicas del lidad y el tabú relacionado con el amor incestuoso, a los peligros y
.orr."pto de p.ulsión se empobrece desmedidamente la capacidad conflictos universales de las primeras relaciones; por elló, p.i"a".,
aclaraioria dá la teoría freudiana de la'sexualidad. Sólo cuando ubicar el problema en el terreno interactivo e inevitabñ-".rt.
vuelve a ubicarse la percepción clínica de Freud en un marco conflictivo del campo relacional. La madre, que se vuelve el primer
relacional (como lo hace implícitamente Klein) pueden encontrar- objeto sexual, también es la matriz simbiótica de la que surge el
se buenas explicaciones de la importancia motivacional y estructu- niño cuando adquiere un sentido rudimenrario del self y ..,urá lo,
ral de la sexualidad. primeros límites provisionales. Desde este punto de vista, muy
La segunda pregunta que contesta el concepto de pulsión y oue parecido a varias teorías del modelo relacional que se verán en el
vu'blve u ptuttteátt. cuando dicho concePto se elimina, es ¿por qué siguiente capítulo, el tabú del incesto es fundámentalmenre un
el sexo sé luelve tan problemático? La sexualidad, como manifes- baluarte en contra de la regresión que borra la diferenciación. De
tación de la pulsión, es problemática debido a su naturaleza misma esta manera, Schafer considera que el temor a la pérdida de esta
como conjunto de restos arávicos y animales. Sin el concepto de diferenciación de la madre, a la que se considera *v6raz,, ,es la causa
pulsión, lJsexualidad es Ia capacidad general para el placer sensual. fundamental de muchas disfunciones sexuales, y señala la univer-
bntonces, ¿por qué se llena de conflictos? Los revisionistas freudia- salidad de estos temores y su persistencia a lo largo de la vida.
nos de nuéstro tiempo (aquellos que han descartado el concePto Schafer describe
de pulsión) también necesariamente restan fuerza explicatoria a
-está concepto y hacen que todo el peso de la explicación recaiga la diferenciación diñcil, rensionante e inestable de uno como figura activa
en la natural eza i.ncutuosa de los deseos infantiles. Todas nuestras -como una persona- respecto de la arrolladora figura materna que nos
\
primeras reacciones sexuales, que son tan intensas (aunque no por cuida." El niño imagina que la pérdida de la individualización ., .o-o ,",
absorbido, como perderse, corno ser aniquilado por la madre o perperrar
irr.t u animales), se dirigen a los padres que nos cuidan; debido al la aniquilación de la madre.,. una fantasía que, paradóji."-.rrü, É iguat
tabú del incesto, estos deseos se luelven prohibidos e inevitable-
que la fantasía de la castración, se vive al mismo tiempo ion emoción y"con
mente conflictivos. El choque entre la intensidad de la experiencia un escalofrío de horror. Esta pugna, concebida de manera arcaica en pro
sexual infántil y su destino fatalmente trágico es lo que produce los
j
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[.A SEXUALIDAD TEORIA PUI"SIoNAL Y METAFoRA DEL ANIMAL 109
108

y en contr¿ de la individualización, parece durar toda la vida. (1978' p. madre y a perder la masculinidad, la lealtad profundamente dividi-
157.) da y exclusiva, la intensacompetencia con los padres y el sadismo,
y algunos otros.
De la misma manera, Loewald describe el amor edípico como algo Ya sea que los conflictos edípicos se atribuyan a luchas uni-
que contiene en su centro algunas características de la identifica- versales en el desarrollf¡ del self o a la dinámica específica de la
.iO' y la simbiosis primarias.-De €sta manera, la función del tabú familia, es claro que estas versiones contemporáneas de la teoría
dql iicesto r" t*rrrio.*a en el fortalecimiento de la separación de freudiana de la sexualidad son distintas de la del propio Freud. El
los objetos primeros no diferenciados, que refuerzan la separación problema de la sexualidad no radica en su naturaleza a priori, sino
del niio y ru tiUeración del medio que lo envuelve. Para Loewald, en el campo interactivo de relaciones
-las vicisitudes de las relacio-
tanto los d.r"ot edípicos como la culpa edípica son universales, no nes objetales- que le proporciona sus significados. En la pugna por
como la expresión áir".t" o derivada de pulsiones, sino debido a establecer y mantener al self en la matriz relacional, se ha sustituido
la pugna inlvitablemente conflictiva por la autodefinición con una al animal literal del darwinismo del siglo xrx (que reside en el ello
,.rrirü relacional. "En su autonomía, el self es una estructura de y conduce al aparato psíquico) por un animal metafórico.
expiación, una estn¡ctura de reconciliación" (1978, p' 394)'*
Freud hace mucho hincapié en el temor a la castración cuando Klein, Holt y Schafer han hecho interesantes aportaciones a la
explica la naturaleza universal y conflictiva de la sexualidad, pero interpretación tanto de la sexualidad como de su relación con las
el complejoy'eud,iarw de la castración también está ligado estrecha- dimensiones no sexuales de la experiencia humana. l,a estrategia
*.rrt. u Ju interpretación de la función y la fuerza de la pulsión. política de los tres analistas se basa en la premisa de que puede
I-a intensidad de los deseos incestuosos del niño hace que sean descartarse el concepto de pulsión sin alterar fundamentalmente
irresistibles -nada puede interponérseles- y Ia idea de eliminar o la teoría clínica de Freud sobre la sexualidad. A mí esto no me
casrrar a Ios,rivaleJes una solución natural e inevitable. Así pues, convence. Hemos visto que el concepto de pulsión (con sus rígidas
eito se vuelve la base Para que el niño tema ser castrado por el implicaciones darwinianas) se ideó para resolver determinados
padre vengador como castigo Por su rivalidad sexual' problemas clínicos, el más importante de los cuales era la impoten-
si uno ái*irr" la idea metapsicológica de la pulsión, por fuerza cia psíquica. [¿ fuerza aclaratoria de la teoúa freudiana de la
cambia la interpretación clínica de los temores a la castración. si se sexualidad se debe a su relación con el darwinismo del si$lo xx y
aspira a la sexualidad debido a una extensa búsqueda del placer' a la imagen del animal. Para Freud, bsta imagen del animal no es
asesinato y la castración para
¿|iano empezar el niño a planear el metafórica. Conservamos impulsos animales en los tejidos mismos
iealizar sus deseos? La mera proyección de estos impulsos en los de nuestro cuerpo, y estos impulsos son la fuente de la fuerza de la
padres, ¿podrí"producir una fuerte ansiedad por la castración? Sin sexualidad y de su naturaleza problemática. [,a sexualidad sin
ia teoríJde h p-ulsión, el interés en la castración como fenómeno pulsión es un fenómeno muy distinto: la animalidad se luelve una
clínico parece requerir (y de hecho así es cómo como se plantea) meráfora que simboliza nuestras relaciones y nuestros sentimientos
que se iambie el peso de la explicación y que ahora recaiga en-l9s respecto de nosotros mismos y de los demás. Si llamamos o no
f".tor., interactivos, como las seducciones de los padres, la doble "freudianas" a estas nuevas definiciones es un asunto político que
atadura, las amenazas reales, los temores a ser devorado por la implica el papel de la semántica en la conservación y modificación
de las escuelas teóricas. Mucho más importante es que se reconoz-
* Fromm también considera que el empuje regresivo y el peligro a la pérdida de
del can los cambios de interpretación relacionados inevitablemente
la diferenciación es la base de los conflictos edípicos y la universalidad del tabú
no son primero un resultado de los deseos sexuales, con la eliminación del concepto de pulsión.
incesto. "Los deseos incestuosos
sino que constituyen uno de los más fundamentales deseos del hombre: el
deseo de Desde mi punto de vista, al eliminar un componente tan esencial
p.r-"rr".., ligado a la fuente de la que provino, el temor a ser libre' y el temor a de la perspectiva de Freud como es el concepto de pulsión, se altera
renun-
ser destruido precisamente por'la figura ante la cual Permar¡ece indefenso, fr¡ndamentalmente la teoría y queda un hueco en la explicación, el
ciando a toda independencia" (1964' p. l3a)'
110 Tr'\ SEXUALIDAD TEoRfA pulJroNAL y METAFoRA DEL ANIN{AL II I
cfral hay que llenar de alguna manera. Si la sexualidad no es un y la función de la sexualidad opera con un modelo relacional, más
impulso fuerte, peligroso, integrado dentro de nosotros, sino una que con un modelo basado en la primacía morivacional de la
reicción ante una acción en un contexto interactivo, entonces pulsión?
j
dicha sexualidad se \uelve una función, una expresión de Ia matriz Los modelos teóricos arreglan los fenómenos tomando en cuen-
l relacional. Así como Freud "aflojó" el vínculo entre el instinto y el ta la superficie y la profundidad, la figura y el fondo. No importa
; objeto, la lógica de la propUesta que elimina a Ia pulsión pa-rece cuánto tratemos de escuchar a los pacientes a partir del coniexto
reáuerir qrJt. fortal¿zca esa relación. Desde luego, Holt y Klein se de su propia fenomenología; no importa con cuánto escrúpulo
po. .tt". En esta escuela hay una tendencia en pro de las
irrctlirran tratemos de que nuestras propias teorías no intenengan en la
teorías del modelo relacional. Holt indica que "el fenómeno que información clínica: escuchar es arreglar. Como han dicho Spence
los psicoanalistas han imaginado desde hace tiempo en términos (f982), Schafer (1983) y orros, nadie escucha sin estructurar, sin
meámente intrapsíquicos (o intraorgánicos) debe explicarse de incluir una teoría. cuando el analista escucha las asociaciones del
manera que tome seiiamente en cuenta el medio ambiente de la paciente las.va organizando, y los principios de dicha organización
persona, sobre todo las amenazas y oportunidades que constituye son postulados teóricos que dan a algunos elementos rnayor pro-
para ella" (19?6, p. 191). Y Klein llama al significado psicodinámico fundidad, mayor prioridad morivacional y estructural. El proieso
ie la sexualidad i'valores del mundo propio": 'Esta relación con la analítico no funciona ni puede funcionar en un plano carente de
individualidad y las acritudes hacia otras gentes como objetos es lo significado: "Hay esto, esto y esto." El proceso analítico implica una
que distingue a la sexualidad del hombre, de la sexualidad de los interpretación tridimensional de la experiencia del pacienie, la cual
animales" (pp.3940). se adquiere mediante la colaboración, poco a poco y con dificultad:
. Estos autores están a un paso de señalar que la búsqr"reda y "Hay esto, que está en el fondo de esto, que conduce a esto y que
conservación de las relaciones objetales tiene una categoría moti- da significado a esro." Gradualmente se distinguen la superficil y
vacional primaria. Una vez que eliminan a la pulsión como marco la profundidad; poco a poco se capran y precisan s.,i difí.il.,
metapsicblógico y corno primer motivador, muestran cierta reticen- contrapuntos.
cia (quizá .ri pu.t. por fidelidad a la tradición) a remplazarla con Los distintos modelos teóricos le señalan al analista diferentes
otro principió, como el de Fairbairn referente a la búsqueda del clases de estructuras profundas, las cuales se cree que constitllyen
objetl. Nos de¡an con la importancia clínica de la sexualidad dentro el fondo de la experiencia humana. En el modelo pulsional, las
de-un marco teórico más amplio, compuesto de categorías vastas y presiones rítmicas y endógenas, su canalización y control, constitu-
abstractas como los deseos (Holt), las acciones (Schafer) y los yen la estructura de la experiencia. En los modelos relacionales, el
desequilibrios y desajustes (Klein); un marco cuyas explicaciones, establecimiento y la conservación de los esquemas relacionales
en mi opinión, carecen de fuetza y especificidad' constituyen la estructura de la experiencia. Estos dos modelos no
La matriz relacional puede emplearse como marco básico' de se refieren a distintas zonas de la experiencia: uno a las impulsos
manera que no reste importancia clínica a la sexualidad, sino que físicos y el otro a las transacciones personales; cada uno es lo
le proporcione un contexto teórico con más significado que aclare contrario del otro; los dos toman en cuenta todos los datos clínicos,
po, qiA la sexualidad adquiere y consen'a tal importancia en la pero los ordenan de distinta manera. Para el relacionista, el ,.órgano
motívación h'mana ypo r quélaimpotencia psíquica es un problema del placer" previamente conectado no es (como Freud creía) eiqtle
tan t¡bicuo. le da a la sexualidad su frrerza y significado, sino los significaáos
que se agregan a estas sensaciones fisiológicas en el contexto de un
intercambio idiosincnitico estnlct'rado con otra persona determi-
El cambio dc modelos nada.
Comparemos la diferencia de las est¡-ategias interpretativas ba\
interp: retación de la naturaleza
¿Qué quiere decir que determinada
sadas en los dos modelos. Seg-un el modelo ptrlsional, los rnotivos!

&,
I 12 t"{ SEXUALIDAD TEoRfA pulsroNAI, y METAFoRA DEL ANTMAL I l3
y significados fundamentales de la experiencia humana se derivan te la contraria de la manera en que se interpreta en el
modelo
de los instintos. Los elementos de la vida del paciente y de sus pulsional. Para Freud, las relacionei objetares son el terreno""!".
asociaciones libres se fraccionan y se agrupan de acuerdo con las los impulsos pulsionares se expresan, sá gratifican
o se atacan. para
categorías pulsionales. En esencia, se considera que la diversidad el teórico del modelo relaciónal, la seiualidad y otros
de ta vida constituye una serie de mefáforas de los deseos sexuales corporales son el terreno er.l que se expresan o t;;;r,
las configu-
y agresivos. El documento cliísico de Abraham (1921) "Contribu- raciones de las reraciones. Ambas t"oúa contienen "ta.antoda la
inftr-
.ioñ.r a la teoría del carácter anal" constituye un notable ejemplo TTig", pero la orga.nizan de manera muy diferente. precisamente
dé h aplicación de este modeloi muestra diferentes facetas de la debido a este cambio de medios y significados, la teoría p,.rtsiorrat
analidad y las aplica a rodos los aspectos imaginables de la vida; de Freud y las teorías de las ..l"cúrr"s objetales _como la
de
considera que lós deseos anales y la oposición a ellos son funda- Fairbairn- no pueden yuxtaponerse ni mézchrse sin cambiar
mentos estructurales que Provocan el interés por la limpieza o el radicalmente a una de ellas o á las dos.
desorden, el orden, el poder, laacumulación, el control, el sadismo,
la envidia, el placer por nuestras obras y nuestra creatividad, la ¿Y la sexualidad infantil? ¿Es inevitable que la perspectiva de un
avaricia, la extiavagancia, la ambilalencia, el equilibrio, la simetría, modelo relacionar reste importancia a la sexuiidaá infantil,
ere-
los cambios, la oposición, el interés por observar la otra cara de las mento tan primordial en el modelo pulsional? Así como es
verdad
cosas, toda clase'de separaciones, el dar y el recibir, la sumisión y que la mayoría de los teóricos de ros modelos relacionales
no le han
el dominib, todas las regularizaciones, la superioridad y todos los dado
-el
lugar que le corresponde a la sexualidad infanril
tV i b
conflictos. El empleo del modelo pulsional implica el descubrimien- sexualidad en general), esto es más un expediente histórico
que
to de la representación metafórica de las cuestiones corporales, algo dictado por las premisas del modelo. La sexuaridad infantit
sexuales y igresivas, en todos los aspectos imaginables de la expe- :*i:1., igual que la del adulto; el asunro es ¿qué cosa es la sexuali-
riencia. dad? ¿Al niño lo atraen cierras experiencias y fantasías
determina-
El modelo relacional establece diferentes categorías y estructu- das de antemano, o bien las agudas ,arrr".iorra, corporales
que
ras fundamentales para organizar la experiencia; supone que lo experimenta gracias a otras personas adquierent'rrr" gran impir-
esencial es establecer fuertes lazos con los otros' ya sea en la tancia y un significado apasionado a partii del contextó
de relácio-
realidad o en la fantasía. Las formas de las relaciones se consideran nes en el que,ocurren? En el capítuló 4 veremos de qué
manera la
fundamentales y se cree que la vida es en gran medida una serie de perspectila de un modelo relacional permite otra interpretación
metáforas para expresar y practicar nuestros esquemas de relacio- de,la importancia motivacional y estructurar de la sexuariiad
tanto
nes: descu-brir, pénetrar, dominar, rendirse, controlar, anhelar, infantil como adulta
evadir, revelar, envolver, fundirse, diferenciar, y así sucesivamente' [,a solución de Freud al problema de la impotencia psíquica
El cuerpo sigue teniendo una importancia medular. se considera consistió en aflojar el vínculo entre la sexualidaá y sr* oUj.tor.
ft
que la sexualidad y las experiencias corporales son tenenos espe- problema no radica en el objeto per se, sino que estriüa en la
.i"l-"ttt" propicios para esta actividad, ya que la sexualidad es naturaleza constitucional de la sexualidad como vestigio prehuma-
multiformé y Jumamente plástica. [¿ variedad casi infinita de las no y protohumano de nuestro pasado animal. El punú de vista
del
posibilidades sexuales del hombre (el número de las distintas partes modelo relacional es el contrario. Miís que aflojar er lazo entre
ra
i. ,., ..r.tpo, la diversidad de sus interacciones, la intensidad de sexualidad y sus objetos, lo amplía. Desdá luego, Freud feníarazón
sus sensaciones, la inmensa serie de combinaciones) hace que esto al impugrrar-la idea popular dé que la sexualúad despertaba
en la
sea un rico almacén de meráforas para expresar distintos tipos de pubertad debido a los atractiuoJ d.l objeto. Con toáo, no puede
relaciones y diferentes conjuntos de contactos entre el self y los decirse que la sexualidad pervers" ..rt" i-portancia al objetá,
sino
demás. Así, la manera en que el modelo relacional explica la que refleja diferentes tipos de vínculos objetales: ra relacián con
er
relación entre la sexualidad y las relaciones objetales es exactamen' objeto no es menor, sino que sigte otroi caminos. I¿ sexualidad
ll4 r*{ SEXUALIDAD
I

proporciona otras alternativas para establecer y conservar las con- 4. LA TEORfA DEL SEXO SIN PUISIÓN
figuraciones relacionales. Desde esta persPectiva,. la "adhesividad"
no es una anomalía, sino que refleja la naturaleza misma de las
primeras relaciones interpersonales, y la sexualidad y sus variacio-
nes polimorfas se consideran un acomodo de distintas clases de
autoorga.nizaciones y vínculos objetales. fuí, la impotencia psíqui-
ca no es el resultado de la naturaleza vencida y animal de la Todo lo que pofumw imaghwr es la que hace a la gmte igwl a
seiualidad, sino Ia fragmentación y ansiedad dur¿nte la búsqueda tod.oslw dend4 loqu lagattz ti¿wmcunún. Et "yo" ind,ividual
y conservación de relaciones con los dem¡ís. es la qte üfurc dt h conúq esto es, la que no
Wd¿adivina,rs¿
ni calm,hrse, apzlh a la quz hay que quitarlc el oelo, qn hoy
quc dcscubrir y conquütar... .isí, lo qw b lonzó en pw da tas
rnujera no fru el d.eseo dc placer (el planrfite un añadi.da, mmo
un pil6n), síno el dc poseer aI munda.
MILAN KUNDERA

En el capítulo anterior pasamos revista a las aportaciones a la


interpretación de la sexualidad (aparte de la pulsión), de parte de
los teóricos que trataron de separar la teoría pulsional en lo
metapsicológico, de la teoría clínica de Freud sobre la sexualidad.
Se conserva lo medular de la sexualidad como primer.motor
motivacional, pero se oscurece su natural¿za motriz, aquelio que
justifica su importaircia medular. Sin el concepto de pulsión, y iin
ningún otro marco motivacional parecido, la importáncia motiva-
cional y estructural de la sexualidad parece quedar volando en el
espacio metapsicológico. Si la sexualidad no está regida por la
expresión forzosa de necesidades internas ¿por qué se vuelve
imprescindible para el desarrollo de la personalidad y para la
psicopatología?
Ha habido varios intentos de responder a esta pregunta median-
te una teoría de la sexualidad con una perspectiva explícitamente
relacional. En términos generales, estos intentos pueden dividirse
endos grupos: los quese centran en ladimensiínobjaa/de lamatriz
relacional y los que se centran enelself. Ambos describen la misma .

matriz relacional en la cual el self se estructura mediante sus


interacciones con los demás. Uno de estos grupos de teorías destaca
el vínculó'con el otro y cómo se estableá y se conserua; el otro
grupo resalta la continuidad del self y la conservación de la identi-
dad. Si bien en la retórica de los textos psicoanalíticos se le saca
mucho partido a estas diferencias, creo que se trata de estrategias
más bien complementarias y que en la práctica las dos son muy

ul5l
116 lA SEXUALIDAD rsoRln sExo sIN putslóN
r"q, DEL tt7
productivas. Primero veamos las teorías que destacan el papel del causa, así como por su resistencia a que el niño la controle de
vínculo con los demás en la experiencia sexual. maneraomnipotente. Ias fantasías destructivas son muy fuertes y
muy reales. El niño teme haber destruido a la madre, teme haberle
destruido las entrañas que guardan todo lo bueno y también teme
La sennlid,ady el ohjeto que la madre se venguepor ello. Aparecen entonces fuertes anhelos
de reparación con un profundo sentimiento de pesar y una intensa
Es r,rna ironía que Melanie Klein, a pesar de toda su fidelidad a la necesidad de reconciliarse con Ia madre, de déjarla como estaba,
teoría pulsional, preparara el terreno Para uria interpretación muy de curarla y causarle placer en lugar de pena.
distinta de la nituralezz de la sexualidad y de su lugar en las . El"rlg contexto, dar y recibir placer sexual adquiere un gran
relaciones humanas. Para Freud, así como para la psicología del yo significado. Para los hombres y para las mujeres, darll phcer seiual
freudiana tradicional, la genitalidad aparece al final del periodo de a otra persona tiene un significado relacionado con la reparación
sexualidad infantil, después de que se han efectuado un gran de la madre, la superación de la ansiedad depresiva al causar más
desarrollo emocional y una alta estructuralización psíquica. La alegría que dolor, más placer que pena. propoicionar una experien-
principal distinción entre la psicopatología edípica y la preedíp_ica cia sexual satisfactoria para uno y para alguien más es un testirnonio
ésrá en que la segunda indica cuándo se origina la genitalidad' Por del triunfo de nuestras capacidades de reparación por encima de
otro hdó, Klein señala que la serie completa y compleja de relacio- la destructividad, es un testimonio de ñuestra cipacidad para
nes objetales (incluyendo la genitalidad, los problemas edípicos y mantener vivos tanto a nuestros objetos internos como a los eiter-
el desárrollo del superyó) surge durante el primer año de vida nos, y alimentarlos. De la misma manera, recibir y experimentar
(1945, 1957). Sean cuales fueren las interrogantes plantead"t.pgt placer sexual de oro y con otro tiene un signinicado relacionado.
este discutible fechamiento, sus efectos en la comprensión de la con la identificación'con nuestros objetos internos, ahora vivos en
naturaleza de la sexualidad son enormes y muy constructivos, la experiencia y miís felices que destruidos y vacíos. La capacidad
porque la coloca a mitad del surgimiento y la estructuración del para el placer sexual es un testimonio de la integridad de huestro
self en relación con los demás. Para Klein, la sexualidad no es un cuerpo, que no ha sido destruido por la madre (como se temía) en
fenómeno que se desarrolle tardíamente y que no sea perturbado pago por las fantasías de destruirle las entrañas: "De esta manera,
mientras seLfectúan otras actividades más básicas; la sexualidad es el deseo de dar y recibir gratificación libidinal se hace más inrenso
el principal medio para representar y llevar a cabo las fuertes luchas debido a la pulsión por la reparación, pues el bebé siente que de
.n1re ef odio y el amor, entre la destrucción y la reparación, esta manerael objeto lastimado puede ser restaurado y que el poder
luchas que forman el núcleo de,las primeras relaciones objetales' de sus impulsos agresivos dismintrye, que sus impulsos-de r.
Desde mi propio punto de vista (que expongo en los capítulos 5 desencadenan y que la culpa se mitiga" (Klein, tb+f, p. Sat¡. "*or
y 6), no es-menestér darle fecha tan temprana a la sexualidad para D.esdg esta perspectiva, la reproducción también aáquiere fuer-
expli'car que los aspectos edípicos son esenciales Para las primeras tes significados. En la reoría freudiana, los significados piicológicos
relaciott.i objetales; más bien, los llamados aspectos preedípicos (o más profundos de la reproducción sexual se refieren á las suititu-,
aspectos de ielaciones objetales) son esenciales durante todo el ciones o simbolizaciones de las partes corporales y el órgano del
curso del círculo vital y la sexualidad es un temeno importante para placer. Para el hombre, fecundar a una mujer representJla pose-
que se desarrollen y Pongan en práctica' sión sexual de la madre y el t'iunfo sobre los iemorls a la castración;
Para Klein, la actitud depresiva proporciona el contexto para los para-la mujer, el embarazo y los bebés la compensan por el pene
significados que el niño le da a su sexualidad. Se traba una fuerte que le falta y son un bálsamo por la envidia que esta careniia le
luiha entrp él amot y la gratitud que inspira la madre por la proroca. En la explicación de Klein, los significados psicológicos
alimentación, los cuidados y el placer que proporciona, por un de la reproducción sexual son más primarios y fundamentale-s; se
lado, y el odio y la envidia por las desilusiones y frustraciones que refieren al sentimiento biísico del self de una persona frente a otros.
118 IA SEXUALIDAD r¡. rronfn DEL sExo srN pursróN l lg
para el hombre, fecundar a una mujer significareparar ala madre, impersonal. El niño internaliza esta ,.cosa
creada" por la madre;
curarle las entrañas destruidas previamente en la fantasía; para la debido al fracaso de Ia madre para relacionane dé manera más
mujer, el embarazo significa lacuración de la madre al identificarse personal y distinta, el niño se aficiona a las primeras sensaciones
cori ella como objetolnterno, y también es una prueba de que sus físicas y constantemente trata de reparar el dáño, de reanimar a su
propias entrañasiro fueron destruidas porlavenganl" 9t lu.T"9:: self malogrado. De esta manera, "I a pulsión reparadora
[se dirige]
a" q". la nueva madre está íntegra y puede producir vida: "El hacia el self como objeto inrerno idolizado" (Ig7g, p. 16).
desirrollo sexual del niño está unido indisolublemente con sus Desde la perspectiva de Khan, la otra persona nunca es realmen-
relaciones objetales y con todas las emociones que moldean desde te "otra persona" para el pervertido, sino un objeto de transición
el principio su'actitud hacia la madre y el padre': (p' 390)' Según al que mqnipula y acomoda para recrear el vínculo con la madre y
Klein, el placer sexual y la fecundación tienen un profundo signi- así sentirse completo. La perversión funciona como una "técnica
ficado p"tu tt,t"sttos mayores anhelos y ansiedades, los que nunca de intimidad de naturaleza profundamente solitaria... aunque dos
se satisiacen del todo sino que siguen pendientes y suelen exacer- personas participan en una modalidad profundamente insiintiva,
barse con cada contacto interpersonal. en esencia todo es invención de una de ellas... No hay relación
Aunque muchos de los elementos del ampliopanorama de Klein objetal y, por ende, no hay alimentación" (p. 2g). para Khan, el
son francamente discutibles, el hecho de que coloque a la sexuali- estadomental del pervertido es como el del artista que crea, o algo
dad genital en medio de los asPectos que intewienen en las parecido a un s.eño. se establece una especie de control ilusor-io
relaciánes objetales, y no después de ellos, ha tenido un fuerte y omnipotente sobre el objeto (con la complicidad del otro) que es
impacto en riruchos autores que no se consideran "kleinianos". esencial; cualquier resistencia rompe el encanto. Así, para Kh.r y
Kh"" y Kernberg han sido dos de los más originales seguidores del para Klein (pero no para Freud) la sexualidad no desencadena la
caminb abierto por Klein para que comprendamos la naturaleza y acción endógenamente, llevando a la persona a relacionarse con
función de la sexualidad. los demás; más bien, las características físicas y fisiológicas de la
Khan incluye algunos de'los conceptos biísicos de Klein en una sexualidad se emplean para establecer y expresar esquemas y
perspectiva winniátdana, destacando especialmente la tdea de necesidades relacionales previas: "Todo se fragua enlacabezaey
,'transición". Para Winnicott, el desarrollo es el paso después los aparatos y las funciones instintivos sé ponen celosamen-
expériencia de
de un estado original de "omnipotencia subjetiva" a la posterior te al servicio de la sexualidad programada" (p. l5).
apreciación de la.,realidad objetiva". En el primer estado, el niño, Khan se centra casi exclusivamente en la sexualidad patológica,
con considerable apoyo de su madre' cree que es omnipotente y aunque algunas de sus observaciones sugieren la posibilidaá de
que sus deseos y aá.*uttes crean los objetos que él desea',En- el extender su análisis a todo el campo de los fenómenos sexuales.
m,:ndo posterior de la "realidad objetiva" llegamos a apreciar los Por ejemplo, el uso del otro como objeto de transición, que debe
límites áe nuestro poder sobre los demás y su propia realidad acomodarse y controlarse para el placer de uno, acaso es un
subjetiva, Entre estos dos estados del ser se encuentran experien- elemento esencial no sólo en la sexualidad pervertida, sino también
ciai y objetos de transición cula relación con el self es ambigua y en las relaciones sexuales más maduras, en las cuales la pareja se
paradójica. Aunque nosotros no creamos literalmente a estos otros alterna los papeles de sujeto y objeto, actor y público. DésdJeste
(por ejemplo, al tradicional osito de felpa), de todas maneras punto de vista, la experiencia común de la pérdida de interés sexual
sentimts q.,e sott extensiones nuestras y que nueslra qxperiencia en la intimidad que ocurre con el tiempo tiene menos que ver con
con ellog, el control que ejercemos sobre ellos' son algo el aburrimiento que con la inhibición. "En la llamadaiexuaridad
especial.
"tí.o*o genital normal surgen muchas alteraciones debido a la incapacidad
Khan ubica a las pewersiones sexuales dentro de este terreno de para relacionarse con el objeto de esta doble manera: de un modo
trbnsición. La madre del futuro peryerso ha alimentado y cuidado distante e impersonal con una persona que es un cuerpo y, afecti-
físicamente al niño con generosidad, aunque de manera distante e vamente, con un ser amado" (p. 178).
f20 L{SExUALIDAD r¡ r¿onf¡, DEL sExo srN pursróN l2l
La experiencia del 'romance" Parece indicar precisamente el envidia y rabia en la excitación sexual. Asimismo, amplía los con-
tono que Khan da a las perversiones, en las que se crea otro reino ceptos de Mahler sobre la simbiosis y la separación-individualiza-
rpatte, fuera de la realidad objetiva normal, en el cual el juego de ción al destacar la importancia y los peligros inevitables que implica
lá entrega mutua a las ilusiones del otro crea una especie de la experiencia de traspasar los límites en la intimidad sexual.
encantamiento que permite la pasión y que puede romperse fácil-
mente por falta de cumplimiento. Mucha gente recurre a las drogas
o 4l alcohol para crear este estado de alteración que' debido a las La serualilad y la autoorganizadón
restricciones, no puede crear por sí misma'
Kernberg también ha empleado conceptos kleinianos al estudiar Otra perspectiva (muy relacionada con la anterior) para compren-
la variedad de las experiencias sexuales y la capacidad de amar en der el lugar destacado y la fuerza de la sexualidad sin el coniepto
toda la gama de las psicopatologías. Una característica fundamental metapsicológico de pulsión se centra en el papel de la experiencia
de la perspectiva de Kernberg ha sido su razonable impugnación sexual en el moldeamiento y la conservación del sentido del self o
de la iaracterología clásica de Freud y Abraham, la cual deriva los identidad. En la teorfa pulsional clásica, las urgencias y los deseos
tipos de personalidad del punto de la fijación libidinal. En la teoría psicosexuales son el motor de la experiencia y el comportamiento,
pülsional clásica, la sexualidad es el centro de la personalidad; las y el sentido qu€ uno tiene de su self se deriva de la expresión de
áemás dimensiones sólo reflejan o exPresan el desarrollo sexual estos motivos esenciales. Diferentes autores de diferentes escuelas
fundamental. Si se logra la "primacía genital", se alcanza la salud han'invertido esta secuencia, afirmando que para el humano lo más
psicológica. Cuando Kernberg fusiona la teoría kleiniana con la afremiante es mantener el sentido de identidad y continuidad, y
psicología del yo mahleriana, centra la estructura de la personali- que las experiencias sexuales muchas veces obtienen su significado
dad en diferentes organizaciones de relaciones objetales y hace que e intensidad al cumplir este fin.
el funcionamien[o sexual sea la manifestación y expresión de estas Para Fromm, la sexualid4d es el medio para expresar y consen?r
relaciones objetales. Asi afirma Kernberg, en algunos tipos de la orientación esencial del car:ícter. Mientras que para Freud las
alteraciones sétias del carácter, el funcionamiento sexual Permane- fijaciones libidinales determinan el tipo de caráctei, para Fromm
ce intacto y sirve para reforzar una profunda división de las el tipo de carácter es más fundamental y se manifiesta en estilos
relaciones objetales. Irónicamente, conforme el analizando mejora libidinales particulares; Fromm reubica las descripciones psicodi-
y va integrando diversas dimensiones de las relaciones' su funcio- námicas de Freud de las organizaciones libidinales en un marco
namiento sexual suele volverse más conflictivo e inhibido. De la que subraya el carácter en un contexto más amplio, cultural e
misma manera, a Kernberg le parece que en neuróticos muy histórico. La sexualidad se vuelve "la expresión de una actitud hacia
funcionales la experiencia sexual depende y se deriva de configu- el mundo en el lenguaje corporal" (1941, p. 320). Fromm cree que
raciones relacionales fundamentales, y no al contrario: "El estudio la estructura del caúcter y la posición del self en relación con el
clínico de las parejas indica el efecto significante de la naturaleza mundo de los demás siempre es la mayor preocupación psicodiná-
de Su relación total en sus experiencias sexuales: todo depende de mica; las sensaciones y experiencias sexuales proporcionan los
la calidad de las relaciones objetales de la pareja" (1980, p.297). materiales con que se anna esta estructura.
Como Klein, Kernberg considera que la sexualidad refleja con- , F.n "Identity and sexuality", Lichtenstein anal:aalos significados
figuraciones de relaciones objetales -en realidad, que está consti' de la sexualidad de manera asombrosamente parecida: dóclara que
tuida por ellas- y por lo mismo dice que la experiencia sexual el hombre, a diférencia de las especies inferiores, carece de una
inevitablemente contiene significados que se refieren a diferentes identidad inscrita biológicamente y debe forjársela él mismo. pre-
necesidades y aspectos relacionales.J. Kernberg aumenta el campo cisamente debido a esta falta de orden biológica, "la conservación
de Klein en la primera agresión oral al destacar la integración de la identidad tiene prioridad para el hombre sobre cualquier otro
esencial y con frecuencia problemática' de los sentimientos de principio que determine el comportami'ento humano, no sólo el
r22 t¿, SEXUALIDAD r¡. r¡onf¡, b¡¡. snxo snv rursróN t23
principio de realidad, sino también el principio del placer" (1961, son actuaciones de los guiones. Según Stoller, los guiones inscritos
p. 189). Según Lichtenstein, el núcleo de la identidad individual se en la pasión sexual siempre tienen que ver con el intento de
crea durante las primeras interacciones sexuales entre el bebé y su humillar al otro, como lo contrario de los traumas y humillaciones
madre, en "una sociedad de compenetración sensual" que "plasma" de la niñez y como un triunfo sobre éstos. Stoller declara que los
en el bebé un "tema de identidad irreversible" (p. 208). El conteni- acontecimientos de la niñez son muy traumáticos porque repre-
do específico de este tema procede de los deseos inconscientes de sentan amenazas "al núcleo de la identidad sexual": "Me parece que
la madre, a la cual el bebé se ve impulsado a satisfacer inevitable- el temor a la castración es un término algo incorrecto para una
mente: "Cuando la madre satisface las necesidades del bebé, en arnena:za que más bien debe expresarse en términos de identidad,
realidad crea ciertas necesidades que a ella le agrada satisfacer; el pues la humillación es acerca del 'temor a la existencia"'. (1g85,
bebé se transforma en un órgano o instrumento para satisfacer las p. 20n). De nuevo se interpreta al revés la explicación de Freud
necesidades inconscientes de la madre" (p. 207). sobre la relación entre los factores sexuales y el papel social. "I a
Otras colaboraciones más recientes, que analizan a la sexualidad identidad est¿í detr¡ís de la anatomía. Esto es: el hombre no teme
desde el punto de üsta de la identidad, se centran en la identidad perder los genitales pn se (temor a la castración) tanto como teme
sexual e indican que el establecimiento y la conservación del sentido perder su masculinidad y -lo que es miís fundamental- su senti-
de uno como hombre o como'mujer constituye el motivo fundamental miento de que es varón" (p. 35).
de gran parte del comportamiento y las fantasías sexuales. Estos De la misma manera, Person explica el papel de la sexualidad
autores se basan esencialmente en el autorizado estudio sociológico como "las estructuras que comunican la impresión del sexo" ( 1980,
sobre la sexualidad emprendido por Simon y Gagnon, que consti- p. 630). La experiencia y el comportamiento sexuales apoyan la
tuye una cútica completa y razonable del concepto de Freud sobre identidad sexual. Person afirma que en los hombres (cuya identidad
la sexualidad como instinto innato y peligroso. sexual es mucho más frágil l.se ve amenazada con más facilidád
Simon y Gagnon afirman que todos los aspectos de la experien- que la identidad de las mujeres) la sexualidad parece más compul-
cia sexual, incluso la excitación y la saciedad, provienen de contex- siva e "impulsada". ([,a teoría cl¡ísica de la pulsión institucionaliza
tos sociales e implican significados sociales que ellos llaman "gtio- esta "hipersexualidad" con lo que Simon y Gagnon llaman el mito
nes":. "L¡s gpiones intervienen en el aprendizaje de los estados de la naturalidad, que oculta su procedencia e importancia al
internos, organizan las secuencias de actos específicamente sexua- conseryar la identidad del sexo.) De esta manera, afirma person,
les, decodiñcan situaciones nuevas, establecen los límites a las "el significado de la sexualidad siempre estará unido a un significa-
respuestas sexuales y conectan los significados de los aspectos no do no sexual, debido al entretejirniento infantil de la sexualidad
sexuales de la vida con la experiencia. específicamente sexual" con las relaciones objetales... Sex qua sex, sin estos otros significados,
(1973, p. l9). Si bien los guiones reciben su significado del campo es una imposibilidad. El sexo siempre estará carga.do de significa-
social interpersonal, se vuelven fenómenos intrapsíquicos que pro- dos que se añaden a los parámetros individuales y sociales" (p. G27).
ducen motivación, excitación y entrega. Desde este punto de vista, En un principio, Kohut distinguió a la sexualidad m¿ís diferen-
la inte¡pretación de Freud a la relación de los fines y los medios en ciada o no narcisista (libido objetal) de la sexualidad con significa-
los motivos sexuales y el comportamiento social es lo contrario de dos narcisistas (libido narcisista). Pero, como con el tiémpo llegó a
la manera en que funciona en realidad: "Los papeles sociales no considerar que toda la psicopatología se derivaba de alteraciones
son medios para la expresión del impulso sexual Pero... la sexuali- del self, la sexualidad en general, o cualquier sexualidad suficien-
dad se vuelve un medio para expresa.r las necesidades de los papeles temente enardecida para ser interesante, se considera más bien en
sociales" (p. 45). términos de sus significados con respecto del self. Stolorow y
Stoller (cuyas primeras contribuciones son anteriores a las de Lachmann ¡raza;n hábilmente la secuehcia del desarrollo de dife-
Simon y Gagnon, y las posteriores se inspiran en ellos) también cree rentes tipos de experiencias sensuales y psicosexuales y de su papel
que los comportamientos sexuales, en particular lasaPewersiones, corho "organizadores psíquicos" en la construcción de imágenes
t24 LASEXUALIDAD t-A TEoRIA DEL sExo sIN purslóN t25
estables del self y el otro. "I a naturaleza, en su sabiduría evolutiva, complejas. Como Schafer (1978) señaló, se vuelven paradigmas de
ha frenado la intensidad del placer sensual para servir a la ontogé- todos los acontecimientos psicológicos posteriores.
nesis de la subjetividad" (1980, p. la8). En segundo luga.r, el que la sexualidad comprenda una interpre-
Varias definiciones de la psicología del self que se refieren a los tación de los cuerpos y las necesidades hace que sus interminables
fundamentos motivacionales de las experiencias sexuales destacan variaciones sirvan para representar anhelos, conflictos y negocia-
la estrecha relación entre la necesidad de conservar un sentido de ciones en las relaciones del self con los demiís. El sexo es un
continuidad y coherencia del self y los vínculos con experiencias competente orga.nizador de la experiencia. Las sensaciones corpo-
tempranas con otras person$ significativas. Por ejemplo, se cree rales y los placeres sensuales nos definen la piel, definen nuestras
que algunas perversiones constituyen la búsqueda de funciones características generales, nuestros lfmites; las dialécticas de las
saludables y objetales del self, como el reflejo. Se cree que otras intimidades corporales y sexuales nos ubican en relación con el
perversiones (como el masoquismo del señor Z, Kohut, 1979) otro: encima, abajo, dentro, en contra, alrededor, cbntrolándolo,
constituyen la conservación de integraciones objetales patológicas sometiéndose, adorando, en éxtasis, y así sucesivamente.
del self como única base para mantener la cohesión del self. Otras En tercer lugar, los fuertes impulsos biológicos en la fenomeno-
más se consideran la reproducción de la sensación física como logía de la excitación sexual y el sentimiento de ser "impulsado"
prueba de la existencia personal, dada la falta de relaciones vitali- proporcionan un vocabulario natural para la expresión dramática
zadoras con los demás. de la dinámica que comprende al conflicto, el temor, la compul-
Si bien las diferentes explicaciones que el modelo relacional sión, el escape, la pasión y el éxtasis.
encuentra para la sexualidad pueden dividirse en las que se centran Con frecuencia, los críticos de la teoría clásica de la pulsión
en el contacto y el apego y las que se centran en la identidad, ésta restan importancia a la fisiología y el temperamento en la fenome-
es más una diferencia de acento y escuela que un concepto básico. nología y la dinámica de la sexualidad. Es vitalmente necesario
Estas corrientes, consideradas en conjunto, demuestran cómo la distinguir entre lo que Person (1980, p. 6lln) llama'lel aconreci-
inscripción en una matriz interactiva relacional, y la fidelidad a ella, miento que inaugura la excitación", el activador inicial, y diferentes
puede servir de alternativa para la teoría cl'ásica pulsional en la presiones que intervienen como mecanismos o consecuencias de
explicación de la gran variedad y fuerzz de la experiencia sexual la excitación. Freud pensó que el activador consistía en las presio-
humana. nes fisiológicas endógenas y espontáneas, que exigían descarp..
Holt, Person y otros citan considerables pruebas de que la fisiología
sexual en los animales y los humanos no prod:uce su propia energía;
¿Por qué el sexo? ¿Por qué la sexualidad se vuelve el campo de
batdla en el cual se libran las luchas relacionales? Cuatro factores más bien se trata de un sistema de reacción a claves extentas, a,
parecen definitivos. activadores sociales. Por ejemplo, las hormonas no causan presión
Primero, los procesos, acontecimientos y sensaciones corporales interna; en cambio controlan la excitabilidad, las reacciones en un
dominan la primera experiencia del niño. Como Winnicott afirma campo interactivo de relaciones, de interrelaciones interpersonales
(1988), la mente se desarrolla inicialmente en "la elaboración y de relaciones objetales internalizadas. De esta manera, la biología
imaginativa del funcionamiento co¡poral". El niño se inspira y de la sexualidad es importantísima desde una perspectiva interac-
generaliza a partir de los principales esquem:rs de la experiencia tiva, pues proporciona el medio -muchas veces, el medio más
corporal al construir y representar una perspectiva del mundo y de importante- dentro del cual se libran las pugnas relacionales.
otras personas. De esta manera, considera al mundo y a la demás En cuarto lugar, la misma intimidad y la reserva de la experiencia
gente como alimento o excremento potenciales, como posibles de la sexualidad de los padres, de la cual estamos excluidos, hace
apaciguadores o invasores, probables heraldos de placer sexual o que sea muy adecuada para adquirir significados respecro de una
de dolor. Las primeras experiencias corporales se vuelven ?gin- división de terrenos interpersonales: lo accesible y lo inaccesible,
cantes orga.nizativos básicos para experiencias posteriores y más lo visible y lo sombrío, la superficie y la profundidad. La sexualidad
L26 I-{ SEXUALIDAD t-A, TEoRfA DEL sExo srN pursróN r27
absorbe toda la intensidad de las enardecidas luchas por establecer secreta y mutua de los padres, aunque los padres son misteriosos
contacto, comprometerse, superar el aislamiento y la exclusión. para los niños de muchísimas otras maneras. [,a intensa y persona-
Así pues, uno no necesita una idea metapsicológica de Ia pulsión lísima curiosidad que cada analizando llega a sentir por su analista
para explicar la universalidad del conflicto sexual y la experiencia en parte es una recreación de la curiosidad aviesa y reprimida
perentoria del deseo sexual. Cuando se ve a la experiencia subjetiva acerca de la experiencia interior y personal de los padres. De esta
del conflicto y la "pulsionalidad" como producto de un aumento manera, si el apego y la relación objetal se interpretan como algo
de la tensión física, se oscurece el significado de los deseos sexuales más que una presencia física sencilla y literal, la búsqueda del objeto
como reacción fuerte y fisiológica dentro de una influencia recípro- de que habla Fairbairn es un proceso muy complejo y sutil. Cada
ca particular del self y del otro, en un esquema de relaciones más uno de los padres es accesible en determiriadas situaciones e
amplio, estructurado subjetivamente y por fuerza conflictivo. Pase- inaccesible en otras. En algunos zrsuntos está a la mano, en otros
mos ahora a considerar algunas de las maneras por las cuales la no. Si la búsqueda del placer debe gonsiderarse una motivación
sexualidad se transforma en el medio para experimentar y repre- humana fundamental, no nos referirhos a la presencia o ausencia
sentar los temas relacionales universales. literales, sino a una serie compleja de deseos, identificaciones y
conductas que reflejan nuestro empeño por acercarnos a otros.
I(han (1979, p. 22) señala que la palabra "intimidad" se comprende
I-a hkqued,o" la entrega y et acápe mejor si se considera su forma verbal "intimar" tal como la define
el Oxford English Dictiornry: merer, encajar, informar ("to put into,
La libido, según Fairbairn, busca al objeto. ¿Qué quiere decir esto? drive or press into, to make knod'¡.*' El lenguaje refleja el senti-
El niño no busca el placer per se sino el contacto, el intercambio miento de interioridad: una brecha o un espacio entre uno mismo
emocional. Dado que Fairbairn suele centrarse en las primeras y aquel otro, brecha que uno anhela o ansía superar.
relaciones entre el bebé y la madre, escribe como si la disponibili- Winnicott presenta una perspectiva de las primeras relaciones
dad del contacto y la receptividad frente a la búsqueda del objeto muydiferente de lade Fairbairn. Éste destacahbúsquedadel padre
efectuada por el bebé fueran un asunto rutinario. Aunque hay emprendida por el niño; el problema es la falra de disponibilidad
objetos buenos y objetos malos, madres bien dispuestas y madres del padre. Para Winnicott, el niño está felizmente absorto en sí
que desertan, las relaciones entre los niños y sus padres son mucho mismo, tiene deseos y ademanes espontáneos que se materializan
más complejas y sutiles. los padres proporcionan las experiencias gracias a la "madre satisfactoria", quien le permite creer que es él
emocionales más variadas y, como su experiencia respecto del niño mismo quien en realidad materializ¿ todo lo que desea. Idealmente,
está entreverada con sus propias necesidades de seguridad, contie- la madre es invisible. El problema con la explicación de Winnicott
ne significados narcisistas. La capacidad de los padres p¿r¡:r acercar- no es la falta de disponibilidad, sino rlla infracción"; quien cuida al
se al niño y expresarle sus sentimientos afectuosos necesariamente niño casi no toma en cuenta las necesidades y los gestos espontá-
se altera debido a la lulnerabilidad y los conflictos estn¡cturales del neos de éste, quebmntando Eu autosuficiencia arrobada y subjetiva.
carácter de cada padre. l,as personas son tramposamente escurri- Mientras en el desarrollo sano la madre es sumamente sensible.a
dizas, y esto hace que la búsqueda del objeto, el intento de llegar a los deseos del niño y los materializa, la madre que produce un self
otros y conectarse con ellos, sea un proceso fascinante y complica- falso no satisface del todo los deseos del bebé y sólo toma en cuenra
do. L,a patente visibilidad del rostro humano desmiente la compleja su propia imagen del niño y sólo se interesa en su programa
intimidad de la experiencia. (Por ejemplo, Winnicott, 1963, creía personal de actividades.
que el núcleo del verdadero self siempre está incomunicado, que
¿Qué le sucede al niño en estas circunstancias? Winnicott afirma
siempre es inaccesible para los demiís.)
$
En los textos psicoanalíticos se han hecho constantes referencias .l
L
* Según el Diccionarb idcohígia fu la laryw upañola, deJulio Casares, inti¡nar es
a la impresión de misterio que el niño atribuye a la vida sexuaf "lnformar, notificar, haccr saber una cosa. Introducirse una cosa material por las
ü porosidades de ora. lntroducirse en el afecto o amistad de uno," [r.]
128 L{sEXUALTDAD r¿'rnonle on¡, sExo srN pursróN 129

que el infante no puede conservar deseos y necesidades auténticos apariencias aceptables y conformadas por la sociedad. Así, las
en un medio que no es receptivor pu€s le resulta demasiado identificaciones contrarias son terrenos establecidos e inconscien-
doloroso. El verdadero self queda sin atender, se conserya en tes (o conscientes y secretos) execrables para el objeto primeuio,
secreto o es reprimido. Ademiís, Quien lo cuida debe cumplir con que sabotean al que se rinde ante "la bondad" y la aceptabilidad.
su agenda personal, y la relación es esencial para la supervivencia Con frecuencia, las identificaciones con cada uno de los padres
física y emocional. De esta manera, el niño aprende a ajustarse a tienen un contrapeso de este tipo. A veces hay una identificación
los perfiles de la visión de la madre y se luelve "el bebé de mamá", secreta y prohibida con un padre o con otra figura significante que
"uh self falso y sumiso" (Winnicott, 1954A). esá ausente casi siempre o que desempeña un papel envilecido o
Winnicott presentó esta descripción refiriéndose a patologías degradado. La principal identificación con el padre primario y más
del carácter mucho más severas; empero, una lectura atenta de sus fuerte se conservajunto con sus elementos de sumisión, mientras
últimas obras indica que llegó a considerar que no sólo se aplicaba que un pacto clandestino con el objeto prohibido proporciona una
a los casos de alteraciones serias, sino a la gama completa de las emoción y una vitalidad clandestinas.
psicopatologías. Todos los pacientes (todos nosotros) recibimos la Para Fairbairn, igual que para Bowlby, el niño busca objeros
atención de padres que sólo de manera imperfecta captan nuestros ' inalcanzables; para Winnicott, el niño se somete a objetos entrome-
deseos y experiencias. Además, la cantidad de contacto y atenciones tidos y asimismo escapa secretamente de ellos. ¿Qué relación hay
que la mayor parte de los niños desean suele exceder a los recursos entre estos dos procesos? Para Guntrip (1971) son efecruados por
físicos y emocionales de los padres. El niño aprende a hacérsele dos clases diferentes de madres, dando como resultado dos tipos
más visible a sus padres pareciéndose miís a la imagen que los diferentes de psicopatologías. A mí me parece que son más univer-
padres tienen de é1. Por ende, en todas las personalidades existen sales; que cada padre en cierto sentido es inalcanzable y en cierto
elementos de falsedad y sumisión. sentido es infractor; por esto, el conflicto relacional desempeña un
Farber llama a este proceso "promiscuidad", con el sentido papel psicodinámico tan ubicuo. [¿s relaciones del niño con cada
original de "asociación indiscriminada": la tendencia de uno a una de las personas significativas que lo cuidan (y todas sus relacio-
sentirse'"inclinado a prodipr sus aperturas, como si fuera todo nes intensas posteriores con adultos) son una mezcla de la adecua-
para cadá quien" (1976, pp. 195-196). El concepto que Freud ción autoprotectora a la perspectiva y los lalores del otro, una
elaboró del superyó se basa en la hipótesis parecida de que al niño presión contraria para escapar a esos ajustes inevitables y, al mismo
le parece necesario doblegarse hasta deformarse a fin de adaptarse tiempo, una búsqueda de la experiencia más profunda y privada
al medio social; en cambio, para Freud este'ajuste es necesario del otro. En cada relación puede destacar más alguno de estos
debido a'tendencias sociales más elementales, [,os teóricos del procesos, pero en general están presentes los dos. ',
modelo relacional como Winnicott, Sullivan y Farber, suponen una Los significados predominantes de la sexualidad en la vida de
fuerte necesidad primaria de contacto interpersonal, que hace los analizandos suelen proceder de estos esquemas relacionales
necesario que el niño, en uno u otro grado, se conforme a la manera básicos de búsqueda, entrega y escape. Fairbaim afirma que el
en que lo ven sus padres; a presentarse de modo que sea visible y placer y el dolor son el "canal" hacia el objeto. [¿ relación se efectúa
aceptable, a volverse, en términos de Sullivan, la definición del "yo . mediante actividades y sensaciones. Fairbairn sugiere que si el otro
bueno" del padre. De esta forma, el niño inevitablemente queda proporciona actividades placenteras, éstas se buscan como manera
atrapado en el mundo de significados y valores de sus padres. ) de contacto. Empero, la función del placer en la intimidad es m¡ís
La presión por someterse a las imágenes y los valores del otro sutil. Si el acceso emocional al objeto es tan complejo como he
con frecuencia crea otra presión: la de escapar a la severa cútica de indicado, las experiencias mutuas intensamente placenteras tienen
la relación sumisa. Quien se entrega a la tiranía del objeto infractor múltiples significados. Como la excitación sexual implica una reac-
sufre tal ansiedad que, primero de niño y más tarde de adultó- ción fisiológica muy fuerte, y dado que la respuesta emocional del
siente que no posee nada real ni auténtico, nada aparte de sus otro nunca puede darse por un hecho -a diferencia de su presencia
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130 t-,r SEXUALIDAD
r-c. rroRle o¡L sEXo srN pulsróN lgl
fisica-, los contactos sexuales siempre contienen un elemento de combate atribuyendo reclamos imperiosos a nuestro propio deseo
riesgo y de tragedia. ¿Estará ahí el otro, y de qué manera? Cuando
sexual. El sexo se pide en nombre del amor, y su ausencia se
la sexualidad se acerca a la verdadera intimidad, a una búsqueda
experimenta como una presión sexual en ascenso, que tiene más
espontánea de franco intercambio emocional, uno se pone en
que ver con la ansiedad que con la excitación. El desfogue sexual
manos del otro (el doble sentido es a propósito). De esta forma, la
se experimenta no sólo como reducción de la tensión, sino como
sexualidad desempeña un papel medular en casi todas las relacio- la seguridad - que buscamos desesperadamente- de que no.sere-
nes íntimas. Esto no se debe a que la regulación misma del placer
mos abandonados y traicionados. ¿Quién hace qué, y a quién, y con
sea la meta humana fundamental y, por ello, como Freud lo qué frecuencia? Estos son aspectos fundamentales en el enfoque
interpretaba, amar sea "la relación del yo con sus fuentes de placer" de la sexualidad del obsesivo, que con frecuencia se elabora en un
(19l5a, p. 135). Más bien,lo fundamental es establecer y conservar
orden complejo definido por Sullivan como "contabilidad por
la relación, y acaso el medio más fuerte en el que la intimidad y el partida doble". El sexo se vuelve el campo de batalla en el cual se
contacto emocional se buscan, establecen, se pierden y se recupe- ventilan una y otra vez las mismas cuestiones: "Si te necesito
ran, es en el intercambio mutuo de intenso placer y respuesta ¿estarás
ahí? ¿Me satisfarás o me agotarás y me explotanís? Si conservo mi
emocional.
deseo hacia ti sin distraerlo o agotarlo ¿la satisfacción será superior
Cuando la sexualidad funciona al servicio de la intimidad, el que al dolor y a la desilusión?"
la otra persona determinada sea quien reacciona a la vulnerabilidad
Con frecuencia, la masturbación permite un escape de estos
inherente en el sostenimiento del deseo es lo que produce intensi dilemas; es una forma de autoexcitación y autogratificación en la
dad y significado. Precisamente la intensidad fisiológica de la que el drama fisiológico interviene para sostener y tranquilizar al
reacción sexual es lo que le da a este tipo de contacto su gran self, y tambiénlznza el mensaje interpersonal: "Bueno,
significado. Esto indica que es un error considerar como "sexuali- ¿y quién te
necesita? Puedo excitarme y satisfacerme sin a1'uda, puedo regular
zación" el papel de la sexualidad cuando se refiere a la necesidad mi propio deseo, independientemente de que estés disponible y a
de relación y apego, lo que implica que el sexo contiene algo que la mano." La tensión que provoca la masturbación compulsiva no
puede -y en cierto modo debe- ser atendido de otra forma. surge endógenamente, sino que es la ansiedad provocada por un
(Aunque a veces esto sucede así.) L,a diferencia entre los niveles de sentimiento de gran lulnerabilidad interpersonal que se experi-
desarrollo preedípico y edípico con frecuencia constituye una menta físicamente, así como también constituye su solución. De
división artificial y eng;añosa entre la experiencia sexual y los esta manera, luego de una experiencia sexual con otra persona,
aspectos del apego y el contacto. Quizá nada más propicio para algunos obsesivos se masturban en cuanto pueden, como si reafir-
expetimentar y profundizar el drama de la búsqueda y el descubri- maran su autonomía empleando la fisiología de la excitación y
miento que la excitación mutua del deseo sexual, su sostenimiento satisfacción sexual como medio para establecer su autosuficiencia
y extinción. (Véase en Stern,1977,la discusión sobre la importancia respecto del otro a quien anhelan y, por lo tanto, cuya importancia
de la "sintonización" en relación con lo que él llama sentimientos temen.
de vitalidad entre la madre y el bebé.) En alteraciones más serias, el vínculo que conecta con la expe-
l,a incapacidad para sostener el deseo en relación con otro es riencia del deseo en relación con otro suele ser tan grande que
una constante en el continuo de la psicopatología, desde las neul impide que uno llegue a desear algo de otra persona. Kernberg
rosis hasta los desórdenes de carácter más severo. En partictrlar, el, ( 1980) describe a pacientes lfmite cuyo deseo se refiere siempre á
obsesivo suele enfrentarse a la vulnerabilidad inherente al deseo ellos mismos, y que eliminan la posibilidad de que el otro ofrezca
sexual mediante un ritual de complicadas operaciones de poder la oportunidad de excitar o que sea una fuente de satisfacción. I as
(Schimel, 1972). Dada la capacidad del otro para proporcionar o personas límite muy funcionales pueden gratificarse sexualmente
no satisfacción sexual, se le vive como alguien muy podelo¡o y, pol con otras personas a las que más tarde consideran inevitablemente
ende, peligrosísimo. l,a impresión de estar a merced del otro se degradadas o sin valor. La degradación no estriba, como Freud
r.rq, TEoRfA DEL sExo srN purs¡óN l3g
132 LA SExUALIDAD

lidad genital suele parecerles poco atractiva, algo que se permite


pensaba, en el significado a priori de lapropia actividad sexual, sino
fácilmente a cualquiera; permitir la penetración anal signiñca una
que reaae en la actividad sexual como manera de restar significado
revelación e intimidad más profunda, la única m¿rnera de tener
al otro. Tanto el concepto de "transformaci6n malintencionada"
acceso a otros secretos.
de Sullivan, como el concepto de Melanie Klein de "envidia",
Con frecuencia, el sadismo adquiere significados relacionados
explican la destrucción sistemática de la esperanza y el deseo,
con la impresión de que el otro se oculta o se contiene, de que sólo
extraordinarios empeños destructivos Para evitar ponerse en situa-
puede llegarse a él superando cierta resistencia, provocando cierto
cióq de tucaitar algo irnprtante de alguim importante, lo que se dolor, luchando un poco, con un fuerte impacto. Los sádicos suelen
interpreta como ponerse a merced de dicha persona.*
considerar que la entrega de su pareja masoquista es como una
segunda desfloración y como una intimidad exclusiva, y no sienten
celos porque la pareja haya tenido relaciones con orra persona,
Puspectiva relacinrnl de las perunsi.ones
aunque se sienten traicionados si esa entrega también fue maso-
quista.
Para Freud, la variedad de las llamadas perversiones es prueba de
De la misma manera,.el masoquismo suele adquirir sigqfficados
la naguraleza heterogénea de la sexualidad; la libido no es una relacionados con una impresión de contacto con el otio y de
pulsión unitaria, sino un conjunto de pulsiones, cada una de las
impbcto sobre é1, lo que sólo se logra mediante el descubrimiento
cuales surge de una tensión en una parte distinta del cuerpo. Desde
y la entrega. Sentir dolor a manos del otro se vuelve una señal de
la perspectiva del modelo relacional, las perversiones, como todas
devoción y despierta una respuesta fantasiosa de parte del otro, al
las formas de la sexualidad, obtienen su significado de la manera
que no se puede alcanzar de otra manera. Tanto los analizandos
en que se prestan a la amplia serie de motivos relacionales.
'La analidad con frecuencia adquiere significados relacionados como las analizandas suelen tener fantasías pasivas, por ejemplo de
que son violados, para representar la entrega enardecidi y diri-,r-
con la impresión del otro como alguien evasivo al que sólo se llep
lada a un padre arrollador al que no se le permite entrometerse de
mediante entradas ocultas o puertas traseras, permitiéndole a uno
ninguna otra manera.
asomarse tras la máscara, bajó la superficie, o iescondrijos secretos
A una paciente, hija única de un viudo, la habían afectado las
donde, en lafantasía, vive realmente el otro. El erotismo anal puede
súplicas emocionales y los ademanes sexuales casi explícitos de su
representar, para ambas partes, una especie de acceso a misterios padre, que para ella fueron agobiantes. A partir de entonces, su
e intrigas a las que no pueden llegar los dem¡ís y que no pueden carácter constituyó un delicado equilibrio de rendición y resistencia
alcanzarse de otras maneras. [.os analizandos que Presentan esta
frente a su protección y entrometimiento. El esfuerzo por controlar
dinámica con frecuencia tienen padres que mantienen celosamente todos los aspectos de la vida y, en última instancia, sus propios
en secreto sus mundos interiores, e incluso a veces algunos datos anhelos pasivos, dominaba su experiencia. Su vida parecfu tener el
esenciales acerca de sus propios orígenes. Como adultos, la sexua- propósito de impedir la esponraneidad y lo orgánico; por ejemplo,
le costaba trabajo cultivar plantas, pues no podía abstenersC de
' Las alteraciones en la alimentación, como la anorexia nerviosa y la bulimia, abrir los retoños en lugar de dejar gue ellos mismos revenlaran a
ilustran de mancra impresionante cómo pueden manipularse los estados y deseos su tiempo. El sexo le parecía desagradable y el acto sexual le causaba
corporales a fin de conservar la ilusión de autosuficierrcia y omnipotencia en las
relaciones con los demás, así como del control total del deseo y el intercambio
dolor; empero, su vida erótica giraba en torno a la fantasía de que
interpcrsonal. En cstos estados, el hambre, en Énto estímulo fisiológico endógeno, un desconocido la asaltaba súbitamente,la atzba y la violaba. l"a
se vuelve insignificantp; tos actos de comer, quemar calorías y excretar suelen falta de control de su padre la había obligado a maRrenerse aislada
transformarse en declaraciones simbólicas de la total ausencia de deseo y vulnerabi- de él tanto en su conducta como internamente, y para ella era
lidad rcspecto de otros. l,as preocupaciones corporales y el autoescrutinio del peligroso reconocer que anhelaba tener contacto con é1. No obs-
a¡roréxico recuerdan de m"nar" irnprarionante lá mirada atenta de Ia madre cuandp '
'mide las onzas y cuando observa al recién nacido para saber si tiene dificultad para
tante, la fantasía sexual y las experiencias de masturbación conce
alimentarse o eliminar.
134 LASEXUALIDAD
r¡, rnonfn oel sEXo srN purslóN 135
mitantes le permitían establecer un compromiso secreto, apasiona-
celosía de las regiones accesibles e inaccesibles que constituyen él
do y cataclísmico con su padre; le aterraba permitirse o desear este
carácter humano.
contacto de cualquier otra forma.
El voyerismo y el exhibicionismo representan muy claramente Hay otro conjunto importante de significados relacionales que
la cualidad medular de las perversiones y de la sexualidad en suelen expresarse en las fantasías y los comportamientos se*rrales
general: la dialéctica entre la superficie y la profundidad, entre lo
y que no se refieren al anhelo del objeto, sino a la huida de éste.
visible y lo secreto, ent¡e lo que está a la mano y lo que está fuera En estos casos, la sexualidad adquiere el significado de único
de ñuestro alcance. Muchas veces los padres de los voyeristás terreno en el que es posible la independencia respecto del otro-in-
fueron personas depresivas para quienes la superficie emocional fractor. Uno se entrega al objeto primario, y la sexualidad con éste
de las cosas se consideraba sin vida y carente de significado. La vida
tiene la cualidad sin vida, ritualizad.a y artificial caracterísrica de
se éncuentra dentro, oculta, envuelta; lo emocionante es observar
todas las dimensiones del que se enrrega. [a impotencia o la
los escondrijos secretos, contemplar a los demás en terrenos y actos
frigidez con el cónyuge legal suele tener esta cualidad, en la que
que de otra manera están fuera de nuestro alcance. El exhibicionis-
todas las interacciones se revisten de respetabilidad y conformidad
mo también es frecuente en los analizandos de familias en las que
a las normas sociales. Ambos consortes sienten que se han entrega-
era difícil causar impacto o hacer impresión. Parece que el inter-
do a tal grado al otro, que contener la excitación sexual se vuelve
cambio normal con la gente es simple, sin sentido, ensimismado.
un motivo secreto de orgullo, una manera de conservar cierto
No sucede nada; en realidad, nadie se conmueve. I-a pasión y el vestigio de individualidad. I¿ excitación sexual genuina, a diferen-
verdadero contacto llegan a través de un choque, captando la
cia de la falsa sumisión sexual, se finca en lo que Winnicott llama
atención, tomando a alguien por sorpresa.
el verdadero self, cuya mera existencia nunca debe ser conocida del
La intimidad del cuerpo, el de uno y el de los padres, hace que
otro, tirano e infractor.
la sexualidad se preste admirablemente para la experiencia y sim-
Los demás pueden despertar la reacción sexual auténtica, pero
bolización de la búsqueda objetal, el anhelo del contacto y el acceso
sólo en las contraidentificaciones. En este caso, la sexualidad se
a los dem¿ís. La pasión sexual, ya sea que se concrete en argumentos
constituye en un terreno secreto -fuera de la esfera de acción y del
repetidos y compulsivos o que se le dé rienda suelta en un contexto
control del objeto primario- en el cual se representa el desafío del
interpersonal más espontáneo y auténtico, se vuelve emocionante
objeto primario, ya sea en la fantasía o en la realidad. En este país
y vital no por la mera presión en las zonas erógenas, sino por el
del espejo, las relaciones suelen construirse sobre inaersion¿s de la
juego dramático entre lo visible y lo oculto, lo que está disponible
estructura de las relaciones primarias. De esta manera, los pacientes
y lo que se reserva, el anhelo y la revelación. Como saben tcidos los
cuyas verdaderas relaciones íntimas se caracterizan por la sumisión
que han estado en un campo nudista, nada acaba tanto con el
a otros, tienen fantasías o relaciones sexuales caracterizadas por el
erotismo como la visibilidad total; la entrada libre, en la forma que
dominio y la agresión; en cambio, los pacientes cuyo papel compul-
sea,'le resta a la fisiología del placer sexual los significados relacio-
sivo en las relaciones primarias es de dominio suelen tener fantasías
nales que constituyen el fundamento de la pasión y el deseo;
sexuales de pasividad y enrreg'a. McDougall hace la impresionante
Cuando las vicisitudes del desarrollo permiten que labúsqueda del
descripción de un sádico sexual cuyas relaciones no sexuales esta-
objeto sea entusiasta, la sexualidad se luelve un terreno atractivo y
ban marcadas por una gran sumisión a los demás:
enriquecedor; cuando dichas vicisitudes hacen que la búsqueda sea
peligrosa y desesperada, la sexualidad se transforma en la búsqueda
Su mundo estaba dividido en dos: un mundo exterior en el que todo eran
de la tranquilidad simbólica y las garantías ilusorias. De esta mane- engaños y embaucamientos, en el que debía controlar cada uno de sus
ra, en la promiscuidad compulsiva, lo evasivo de la persona se movimientos y de sus palabras a fin de "adaptane exageradamente" a é1,
sustituye con lo concreto de los genitales, en una búsqueda inter- y un mundo interior, el 'verdadero", donde estaba sólo con su cuerpo y
minable e inútil por introducirse detrás o debajo de la complicada sus .fantasías. Tr¿té de expresarle con palabras los dos rnundos que me
136 LASEXUALIDAD r¡. rronl¡ o¡r snxo srN punróN lg7
habla descrito con tanto cuidado en las riütimas sesiones: un mundo sin categoría ideal y sacrosanta. En estos czulos nos encontrarnos con
valor, sin color, controlado y distante, y ot¡o íntimo y sensual, que era el padres exageradamente exigentes, virtuosamente tiranos ; seguir en
reino del deseo en el cual era el único soberano (1980, p. 39). contacto con una persona de normas tan elevadas exige una
devoción y una autosuperación totales. L,as prostitutas y las mujeres
Stoller afirma que el motivo fundamental de las perversiones es el consideradas inferiores y devaluadas atraen precisamente porque
de humillar, y que la pasión sexual en general tiene un comPonente no hay que preocuparse por agradarles, est¿rr a su altura, merecer
predominanternente agresivo. A mi manera de ver, el elemento que aprueben nuestros impulsos y deseos. Ora variante se ve en la
agrtsivo tan frecuente en la pasión sexual no representa la descarga. persona que exige un abierto despliegue de sexualidad en el otro
de una pulsión elemental, ni sólo una inversión de los traunns y (lo cual le parece al mismo tiempo excitante e impúdico) o que
humillaciones de la niñez, como afirma Stoller, sino un desafío del necesita que el otro le haga una invitación explícita para sentir que
modo primario de relaciones objetales. Esto se aplica al vínculo casi sus propios intereses sexuales son aceptables. En el fondo de esta
universal entre la sexualidad y la suciedad,la impropiedad y el mal. doble clasificación de los miembros del sexo opuesto está la preo-
Freud hacía mucho hincapié en la proximidad anatómica y en la cupación compulsiva por eljuicio del otro, no la experiencia inicial
coincidencia de las funciones sexuales y eliminatorias en esta de que la sexualidad es degradante.
vinculación, así como en el logro filogenético de la represión de la De la misma manera, las perversiones en las que interviene la
sensualidad olfativa durante la fase en que se deja de gatear. Desde excreción, en las que lo medular de la experiencia erótica consiste
mi punto de vista, un aspecto importante del vínculo entre la en orinar o defecar sobre el cuerpo del otro, suelen desarrollarse
sexualidad y la sociedad es su función de escape de lo que se suPone en personas sometidas a regímenes tiránicos de limpieza y control
que son las exigencias del objeto primario (como agente socializa- durante la infancia. Hay un ciclo que se perpetúa debido a la
dor), que pide limpieza, virtud, sumisión: escape Precisamente a lo tensión entre los terrenos inversos de convencionalidad compulsi-
que Sullivan llama "yo malo". Desde esta perspectiva, los significa- va y excesiva restricción por un lado, y la fantasía o experiencia de
dos "sucios" y excéntricos de la sexualidad no están inscritos en la distensión total (del esfínter), de suciedad y desobediencia, una
anatomía o en la fisiología, sino que se adjudican al crear un reino orgía (muchas veces violenta) de indulgencia ensimismada que
desafiante y contraobjetivo en el cual nuestro placer no está a recae en el otro.
merced de los deseos y valores dél otro. Woody Allen, en su película
Todo lo gue uted qucría sabn sobre el saco, capta esta dimensión de la Para Freud, los fetiches simbolizaban el falo de que carecía,la
pasión sexual cuando pregunta "¿Es sucio el sexo? Sólo cuando se madre, y por ello funcionaban como una negativa de la ansiedad
hace correctamente," por la castr¿ción. El fetiche representa la nega.tiva a reconocer la
En versiones más radicales de esta diniimica; las actividades y los diferenciación anatómica entre los sexos y la amenaza de iastración
objetos pueden ser elegidos precisamente porque son ajenos ai que encierra esta diferencia. Desde el punto de vista del modelo
objeto primario y le parecen repulsivos. [,a fascinación por las relacional, se considera que el fetiche expresa tesis relacionales que
prostitutas y la división del sexo opuesto en dos categorías -santos no pueden integrarse en los principales canales de las integraciones
y pecadores-, suele reflejar este fenómeno. Freud pensaba que con los otros. El fetiche se vuelve un elemento fundamental en la
procedía de la premisa de que la sexualidad inevitablemente se vive composición de configuraciones relacionales delicadamente equi-
como degradante:. uno no puede imaginar fácilmente que efectúa libradas. Esto se ilustra mejor con un ejemplo.
estos actos con los padres que ama, y por ello elige a los objetos Un joven estudiante de filosofia de veintitantos años -como el
sexuales con bale en sus diferencias de las elecciones edípicas. héroe deJensen, Grad,iaa (Freud, 1907F, tenía una secreta obse-
Desde la penpectiva de las relaciones y los conflictos, este sión por cierta curva del tobillo de las mujeres, que pasó a ser el
fqnómeno no se origina por la vivencia del impulso sexual como pivote de su sexualidad. El joven tenía relaciones con una mujer
algo degradante, sino porque se eleva al objeto paterno a una con la cual era muy cariñoso y dedicado pero que carecla de este
138 T.A. SEXUALIDAD r¿, r¡onfn DEL sExo srN puHlóN 139

rasgo anatómico, y él arreglaba las cosas para que su trato fuera Cuando la sexualidad adquiere este tipo de significados relacio-
ampliamente asexual. Entonces utilizaba su estado de privación nales, la intensidad de la pasión suele ser exagerada. Esta pasión
sexual como pretexto para perseguir la obsesión. Con el tiempo, no proviene del aumento de la necesidadsexualpa' se, sino de una
recordar la imagen visual de la línea del tobillo se volvió imprescin- especie de ansiedad que sofoca. En la rendición primaria al objeto
dible para el orgasmo. hay la impresión de ceder demasiado, de que nuestra individuali-
Este analizando había sido el objeto consentido de su madre, dad se asfixia; se busca con desesperación el desafío al contraobjeto,
una. mujer exageradamente deprimida y asustadiza que se servía de ya sea en la fantasía, en la masturbación, o en relaciones secreras.
él como confidente y sustituto, dado el gran sentimiento de priva- Con frecuencia lo que se experirnenta como una gran necesidad
ción que le provocaba su esposo y, antes de é1, sus padres. La madre sexual refleja un aumento de ansiedad por la pérdida del self, así
lo había inutilizado con su exceso de cuidados y protección, y como la necesidad de escape y desafío que permite la sexualidad.
literalmente lo empleaba como percha cuando se cosía su ropa. El El verdadero significado de algunas infidelidades sexuales suele
niño arregló su vida emocional, y después también su vida sexual, oscurecerse precisamente debido a esta confusión entre la necesi-
como una mezcla cuidadosamente equilibrada de entrega a los dad de desafío y las tensiones fisiológicas que se rransforman en
cuidados de su madre (volviéndose "el hijo de su madre") y un medios de esta necesidad. Así, las traiciones sexuales suelen vivirse,
desafío a las exigencias de la misma (entremezclado con identifica- por ejemplo, como obligadas o "impulsadas" por la privación, por
ciones con su padre hipermasculino). la incompatibilidad en los niveles de deseo o por otras causas, como
El fetiche constituía una complicada mezcla de estos aspectos. si la traición fuera una consecuencia desafortunada de la intensidad
Por un lado, al venerar el pie de Ia mujer, revivía, mediante una de la urgencia física. Con frecuencia, la propia traición es lo
inversión de los papeles, las primeras atenciones de su madre, la importante, en tanto que la impresión de necesidad inexorable no
dedicación con que ella Io había cuidado. Elaboraba en sus fantasías refleja el impulso sexual perentorio, sino la fuerzaimperativa de la
un complicado ritual (que a veces llevaba a efecto) en el que ansiedad.
arreglaba los tobillos, ahora de una manera, ahora de otra, recrean- Una analizanda, a la que le insatisfacía la vida sexual con su
do los cuidados físicos que la madre había tenido con él cuando marido, solía coquetear con otros hombres, aunque su esposo
era bebé y la manera en que lo había manejado después como invariablemente la descubría, ya fuera porque la observaba pérso-
extensión de ella misma b{o sus propias ropas. La transformación nalmente o porque ella se descubría (muchas veces inconsciente-
de activo a pasivo le permitía recrear esta fusión con la madre y su mente), al sentirse culpable. l,a búsqueda analítica reveló que los
entrega a ella, a lá que por otr:r parte temía como ente devorador coqueteos, aunque en sí Ie resultaban agradables, en gran medida
e inutilizante. Por otra parte, esta obsesión constituía un mundo servían para algo mucho más importante: la,venganzay la expia-
privado en el cual estaba libre de la madre o de cualquier otra mujer ción. t a señora er¿ sumamente atenta con su esposo y sentía que
que por el momento fuera el objeto de sus atenciones; arreglaba su la relativa indiferencia sexual de éste era una t¡aición a lo que éila
vida para permitirse horas en la búsqueda de su rarojuego, identi- consideraba un aduerdo tácito entre ellos; la dedicación y la aten-
ficándose así con su padre, que llevaba una complicada vida clan- ción debían compensarse con dedicación y disponibilidad sexual
destina, de la que no estaba al tanto su temerosa mujer. A mitad recíprocas. (I as relaciones de la señora con su propia madre se
del análisis, el paciente soñó que era un centauro con un par de habían basado en un acuerdo de este tipo, pues se ganaba su afecto
piernas tr:rseras ocultas, las cuales doblaba para esconderlas bajo el gracias a su entrega.) Los coqueteos servían de protesta por su
chaleco, si bien por las noches las utilizaba para galopar solo. De sentimiento de que el esposo violaba el contrato implíciro, y las
esta manera, la dicotomía entre su dedicación no sexual a las veces en que ella misma se delataba éran como confesiones en que
mujeres y el fetiche como obsesión erótica, correspondía a una imploraba el perdón, declarando de nuevo su ',bondad" y ,,,
impresión interior de sí mismo como alguien bifurcado entre una dedicación. En este ciclo neurótico ella creía que al resistir la
persona constreñida y otra clandestinamente potente y apasionada. tentación de cometer un verdadero adulterio, al confesarse y
l4O L-A SEXUALIDAD
r¡ rronf¡, onl. sn(o stN pursróN 14l
suplicar perdón, con seguridad obtendría la recomperua de su Un elemento del alivio que con frecuencia se experimenta en
esposo en forma de mayores atenciones e interés sexual. Cuando relación con la sexualidad dentro del contexto de esta dinámica, es
se frustraban sus esperanzas, volvía a sentir la urgencia de tratarde el triunfo maniaco sobre el objeto que permite mucha de la
vengarse y luego demostrar su virtuosa dedicación. sexualidad contraobjetiva en las fantasías y actividades con otras
Otro analizando decía que era un "niño insaciable". Se sentía personas anónimas, sustituibles, que son elegidzis y descartadas
agobiado por fuertes impulsos primitivos de naturaleza oral y informalmente. [¿ ansiedad depresiva implícita en la relación
sexual, y constantemente luchaba contr¿ la tentación de comer primaria y necesaria se trastoca. Así, la promiscuidad con frecuen-
chdcolate e iniciar relaciones adúlteras con las mujeres. Se consi- cia es el resultado de una pérdida de diferenciación, en la cual la
deraba un bebé hambriento que había'sufrido serias carencias particularidad del objeto primario se desafía en un arrebato de
debido a su madre exageradamente depresiva, la cual a su vez había escape de la dependencia y la ansiedad depresivas. Uno podría
sufrido graves carencias cuando nina. I.a investigación analítica describir este proceso, que está en el fondo de muchas experiencias
reveló que había arreglado su vida de tal manera que siempre lo y perversiones sexuales, en los términos originales de Freud, de
atormentaban impulsos que difícilmente lograba resistir. Podía aflojar el lazo entre la sexualidad y su objeto. Mientras que para
comer apen:rs el chocolate necesario para mantenerse ligeramente Freud este lazo flojo es una característica intrínseca de la sexualidad
adicto fisiológicamente, y coqueteaba con mujeres que dejaban las humana, podemos interpretarlo como un escape universal de las
cosas lo bastante ambiguas para tentarlo sin parar. Descubrimos presiones y ansiedades inevitables de las relaciones humanas.t
que el propósito de estas trampas que él mismo se ponía era el de
permitirse la posibilidad de la abstención heroica. Su madre tenía Como la conciencia individual humana es un fenómeno claramente
aspiraciones sociales y sentía que se había casado con un hombre temporal, las relaciones personales nunca permanecen estáticas.
inferior a ella, burdo y libertino -en una palabra, insaciable-, y lo En la mejor de las relaciones existe un drama conflictivo y recurren-
poco que apreciaba de su hijo era su "virtud" esto es, su modera- te de compenetración y despego, búsqueda y descubrimiento. La
ción. Al sentirse un bebé insaciable, sexual, podía seguir identifi- tragedia de la relación sexual, como observó en cierta ocasión
cándose secretamente con su padre, y al mismo tiempo estrechar Yeats, "es la perpetua virginidad del alma". Prefiero no pensar en
el vínculo con su madre mediante la virtud y el renunciamiento. una virginidad perpetua que nunca ha sido penetrada, sino en una
Así como Odiseo se había atado al m¡ístil a fin de escuchar el canto virginidad que se recupera a perpetuidad, que nunca se desflora
de las sirenas y resistirlo, él planeaba su vida para estimular cons- permanentemente, una accesibilidad que nunca se da por supuesta
tantemente sus propios impulsos "infantiles" e "insaciables", resis- en el flujo y la intimidad continuos de la experiencia. l,a experiencia
tiéndoseles. sexual m:ís rica e integrada es la que se caracteriza por la fran queza
La fisiología de la excitación sexual hace que el sexo sea ideal en este drama interpersonal y por la inclusión de varios aspectos
para concretar las protestas conra el sometimiento a la "virtud", relacionales caracterizados por el descubrimiento y la desconfianza
precisamente porque esta excitación no puede provocarse ni con- mutuos, donde los significados de la búsqueda, el ajuste y la
trolarse. [,os relatos autobiográficos y novelísticos de las luchas rebelión (de cada uno frente el otro, y de ambos frente a las normas
torturadas de los adolescentes pertenecientes a culturas muy reli- sociales) encuentran un lugar en la secuencia de las acciones. I.a
giosas y sexualmente represivas (como Elretrato d¿I artista adal¿scm-
psicopatolqÉia de la sexualidad podría medirse con esre ideal: en
te, defoyce,y What's bred, in the bona, de Davies), captan la aflicción
y los esfuerzos por hacer que la experiencia de uno se conforme a
* P¡rece que entre los hombres
los moldes aceptables y a la pe{petua protesta del "miembro y las mujeres existe una diferencia de fondo en
cuanto a la facilidad con que unos y otras pueden separar y abstraer a la sexuatidad
ingobernable". En esta matriz inte¡personal, precisamente las ca-
de la intimidad. A este respecto parecieran esenciales las diferencias marcadas por
racterísticas "malas" y demoniacas de la respuesta sexual contienen la cultur¿i, aunqu€ es posible que también intervengari las diferencias fisiológicas,
lo que queda de espontaneidad y autenticidad personal. las primeras diferencias entre los primeros varones y las hembras, y la calidad de sus
relaciones objeales (véase Gilligan, 1982; Sroller, 1985; Silverman, 1987).
742 TA, SEXUALIDAD r¡, tnonln nnl sExo srN pursróN t43
la psicopatología predomina sólo un motivo relacional, y la búsque- Schafer (1976) afirma que la idea de una pulsión agresiva que
da, la entrega y el escape se efectúan mediante una iconografía de aumenta, busca descarga y se derrama, podría considerarse como
las partes corporales estereotipada, compulsiva y concreta, más que una teoría anal de la cólera. Los actos coléricos del analizando se
con la delicada dialéctica emocional de la intimidad. desautorizan, se independizan de éste como actor, y reciben signi-
No deseo sugerir con toda esta discusión que el deseo sexual ficados anales, lo que sirve a diferentes fines: el principal de ellos,
siempre es un asunto de lo más solemne en el que intervienen la desaprobación. Quien actúa coléricamente no es el analizando,
agobiantes pasiones de uno u otro tipo. Como sucede con los pues éste tiene dentro de sí una sustancia que aumenta, busca una
cigárros, el sexo a veces sólo es sexo. No obstante, para casi toda la salida catártica, etcétera.
gente, la importancia de la experiencia sexual y su papel clavb en Puede decirse que la interpretación de la sexualidad como
la psicopatologia no se deriva de sus propiedades inherentes, sino manifestación de pulsiones animales tiene una funciói parecida.
de sus significados interactivos y relacionales. No es el analizando quien desea entrar, penetrar, rendir, poseer,
desafiar, envilecer: son las pulsiones libidinales, los restos fiiogené-
ticos inscritos en los tejidos corporales, que se originan fuera de la
La mehifora del qnirnal mente y le exigen cosas a ésta. El concepto de sexualidad, más que
destacar la sexualidad, la separa de la persona.
Quienes aceptan el modelo pulsional creen que las "pulsiones son Quizá la experiencia de uno mismo como animal es universal.
las que permiten e inflaman la sexualidad; abandonar la teoría l,a interrogante es ¿por qué es tan irresistible vivirnos como anima-
pulsional suele considerarse como la resistencia a aceptar nuestra les? ¿Y por qué esto aparece como una metáfor¿ normal de la
propia naturaleza animal, con lo que resulta una teoría superficial, autoorg'anización? Ser animal sugiere que uno no toma en cuenta
un cobarde rechazo de verdades desagradables. Desde luego, el a la otr¿ persona, que el rapto de placer es puramente bestial (esto
rechazo de la teoría pulsional pued,e sewir para restar importancia es, según nuestro punto de vista romiintico de los animales) y
a los significados sexuales del material clínico. Cualquier teoría nos equivale a utilizar a la otra persona con este fin. Ser animal es
permite engañarnos a nosotros mismos, lo que acaso es el anhelo liberarse de las restricciones de la relación objetal, d,espersonnlizar
universal de disimular las artrbivalencias y ambigúedades de la al otro, a veces para llegar a él de manera más fundamental, a veces
experiencia humana; si uno supone que existen las pulsiones, para escapar a sus reclamos. Ser animales juntos puede implicar el
cuando abandona la teoría pulsional obviamente cae en una forma uso mutuo de cada uno, logrando con ello una claridad e inmedia-
de negativa y autoengaño. tez que acaso no se encuentre en la sutil coreografía de otras
Empero, cuando se parte de la matriz relacional como premisa dimensiones de la intimidad emocional.
básica, la idea de que la sexualidad es producto de "pulsiones" que Pero ¿qué sucede cuando esta experiencia del animal se mate-
son vestigios filogenéticos y que todavía vibran y pulsan en los rializa en una entidad teórica, cuando la meráfora de la experiencia
tejidos de nuestros cuerpos, ya sea que la proclame el analizando se considera una verdad que refleja un vínculo menos estrecho d¿
o el teórico, presenta un diferente cariz. Esta metáfora materializa- por sí entre la sexualidad y sus objetos? Así como la teoría de la
da de la bestia suele proclamarse con golpes de pecho, lo que en cólera como sustancia contaminante puede servir para desaprobar
efecto oculta la manera en que la teoría pulsional puede conside- los actos coléricos, la teoría animal de la sexualidad, ya sea que se
rarse el rechazo de una responsabilidad más plena y completa de relacione o no con las pulsiones, puede servir para despersonálizar
la pasión sexual y el papel esencial que desempeña en la experiencia y rechazar los significados conflictivos de las relaciones inherentes
y la conducta. Al observar a la sexualidad dentro de una perspectiva a las experiencias sexuales, en especial a las que sirven para desafiar
de la matriz relacional no disminuye importancia ala sexualidad, a los contraobjetos y escapar de ellos.
sino que se da razón de la experiencia de la sexualidad como algo Muchos analizandos de uno y otro sexo sienten que deben poner
pulsionado y animal, pero de otra manera. sus cuerpos al servicio de la persona amada, en vez de que sea un

ulflvasDADEAr6i0QUA
1 '¿i"

BtsLIOTECAgo{tTAL
144 IASExUALIDAD r¡ r¡onln DEL sEXo srN purslóu l4S
instrumento para su propio placer. Así, las inhibiciones sexuales 9ra.
Así primero se establecieron las introyecciones del superyó, y
muchas veces implican la incapacidad para sentirse libre de "apro- los deseos e impulsos animales fueron una reacción de desafío,.rrr"
vechdr" al otro para nuestra propia pasión. las atenciones y las protesta en la que declaraba el derecho a su propia edstencia y
su
precauciones con el otro no pueden suspenderse el tiempo nece- placer en la única forma que conocía: en ra-imagen de ér mismo
sario para perderse en las sensaciones propias, los ritmos y movi' como insaciable y animal. Estas experiencias redoÍlaban la necesi-
mientos propios. En estas ocasiones, la sexualidad de uno suele dad que_sentía por las. c¡ueles introyecciones de los padres, que le
vivirse como algo animal y peligroso que no puede integrarse en la proporcionaban losjuicios críticos que consideraba necesarios para
intimidad con el otro. Veamos un c¿!so. mantenerse. controlado, libre de problemas.
Un abogado de edad madura evitaba el sexo con las mujeres, Asi la fenomenología de ra animalidad suere formar parte de un
que le parecían casi desprovistas de interés, y en cambio acariciaba circuito neurótico (véase watchel, l9g2) dentro de la matriz rela-
fantasías de masturbación bastante alambicadas. Era hijo de una cional. Se produce como una reacción de desafío a Ia sumisión y a
madre excéntrica, frecuentemente agresiva, y de un padre ensimis- la compulsión por elevarse. La metáfora del animar sirve pára
mado y narcisista, y ambos lo consideraban un niño malo, egoísta ocultar el signinicado del conflicto relacional personar e interperso-
e insaciable. El propio abogado se había adjudicado este papel, y nal del desafío, que a su vez confirma la necesidad de miís ,r-iriórr,
aunque er¿ muy muy talentoso y sociable, había lleg;ado a conside- la cual provocó en primer lugar el.deseo de la conducta bestial. para
rar que la demiís gente en realidad no le ofrecía nada, que proba- algprnos analizandos es importantísimo conservar la imagen
bestial
blemente él no le agradaba a los demás ni ellos deseaban Propor' y cautiva de ellos mismos para poder sentir que su rJnuncia es
cionarle placer. L¿ investigación analítica reveló que su experiencia verdadenamente heroica y que protegen de su nituraleza peligrosa
del sexo con otras personas era como un acto en que él las servía; a la persona amada. La metáfora del ielf como animal proporáo'u
no concebía que se interesaran en él o que pudieran proporcionarle un ingrediente esencial y teatral para que el analizando se u.".o-o
placer alguno y, desde luego, nada parecido al placer que él mismo alguien extraordinariamente entregado y abnegado, y así se repre-
podía proporcionarse. sente ante los demás.
Este analizando conocía superficialmente la teoría Psicoanalítica El historiador Perer Gay señala que para los filósofos de la
y creía que podía interpretarse perfectamente mediante la teoría Ilustración, que constituyen ra base de muchos de los valores y
de la pulsión instintiva de Freud y el modelo estructural: como actitudes frrndamentales de Freud, la fascinación por el primitivis-
estaba lleno de pulsiones malas y animales, nunca podía soltarse las mo f'e una reacción y una especie de solución-mítica a ro que
riendas. Era esencial que fuera cortés con los demás y que les diera consideraban "artificios de la cultura urbana".
lo que aparentemente esperaban, a fin de ocultar lo malo que él
era. Sentía que su superyó era cruel, que era una extensión proyec- El deforrnado elogio que Montaigne hacía de los caníbares, y el feliz
tiva de sus propios impulsos animales y primitivos. té'nino de Dryden de "el buen salvaje", conse^,ó su popularidaá du¡ante
[,a investigación analítica basada en el modelo relacional indica- la Ilust'ación. Mient'as que la mayoda de los firóioios y de ra gente
pensante festejaba el refina¡niento, alg'nos críticos de la cultr-rra.*f,-.ru-
ba otra secuencia. L,a relación con sus padres, en especial con su
ban con eloct¡encia su disg'sto por: la civilización y aprovechaban la
madre culpígena y arbitraria, exigía que internalizara la imagen que
paradoja de que precisarnente aqrrellcl que la gente educada valoraba era
ella tenía de él como malo y bestial y que se elaborara una lo rnás funesro. (1969, p. 9a.)
personalidad falsa, exageradamente pendiente de lo que esperaban
los demás, y que además ocultara todas sus necesidades y sus deseos Freud unió estas dos corrientes: la dedicación y el amor enormes
espontáneos. Este sometimiento compulsivo a los dem¡ís le produ- por la civilización, sobre todo por la ciencia, con la perspectiva
cía mucha rabia, así como el anhelo de escapar a esta presión romántica de los animales y el hombre primitivo comó seres m¡ís
interpersonal, de estar libre de la necesidad de ser bueno: en cercanos al placer. De esta manera, Freud establecía que la sexua-
realidad, de ser el niño malo y animal que sus padres creían que él
146 L^A Sf,XUALIDAD

'lidad era el terreno de la dicha sin trabas, libre de la tiranía del PARTE III
objeto y de las necesidades sociales, una "reserya natural", una
especie de zoológico en medio de un recinto urbano. EL INFANTILISMO
Desde esta perspectiva, resulta muy atractiva la metáfora del
animal institucionalizada en la teoría pulsional. Una parte de
nosotros, la más fundamental, ha escapado a la tiranía del objeto,
se ha distanciado de sus objetos y existe independientemente de
los acomodos necesarios para las relaciones interpersonales, y antes
de\óstos. [¿ sexualidad es un terreno que ha escapado a la intromi-
sióh de la socialización. De esta manera, el concepto de pulsión y
la rbaterialización de la metáfora del animal pueden emplearse
conx) recurso para opacar la estructura y la calidad de nuestros
propios esquemas de relaciones, y la manera en que nuestra
sexualidad expresa o desafía las configuraciones relacionales. Iró-
nicamcnte, al vincular a la sexualidad con las pulsiones pueden
ocultarse los significados y el verdadero atractivo de experimentar
a la sexualidad como un apéndice atávico de nuestro pasado
animal. Como otras metáfoñrs que sirven paralaautoorga.nización,
la experiencia del self como animal resucita las complejas presiones
y los conflictos de la matriz relacional. [,a importancia de la
sexualidad no disminuye cuando se considera dentro de un contex-
to interactivo y relacional; más bien, su importancia se comprende
mejor.
En su ensayo de 1906 rirulado "Mis resis sobre el papel de la
sexrralidad en la etiología de las neurosis", Freud hizo público por
primera vez el impresionante giro que le había dado a su interpre-
tación de las neurosis desde hacía casi diez años. Lo que par-ecían
haber sido meros "recuerdos" eran algo más complejo, sumamente
transformado e incluso a veces creado por las propias fantasías del
niño. La teoría de la seducción infantil había sido remplazada por
la teoría de la sexualidad infantil. Freud observa que a pesar de los
cambios en su teoría, "hubo dos puntos de vista que yo nunca
desmentí y que no abandoné p".. i todas las mudaüs:'la impor-
tancia atribuida a la s eru.a lidad, y al infanti li sn o" (pp. 27 7 -27 I t2691 ).
Posteriormente, en diferentes momentos de su desarrollo,
Freud estableció varios crirerios distintos como principios psicoa-
nalíticos esmciala. Con todo, el infantilismo, junto con la sexuali-
dad, haseguido siendo un pilar tradicional del credo psicoanalítico,
y a quienes excluyen los puntos de vista contrarios por considerar-
los "no psicoanalíticos" suele reprochárseles este descuido.
El infantilismo -el importante papel de los conceptos del desa-
rrollo temprano en la teoría y la pníctica psicoanalíticas- es el tema
de la parte In. En el capítulo 5 analizo la importancia del infantilis-
mo en la teoría clásica de la pulsión y su función en las interpreta-
ciones de la detención del desarrollo, que son muy diferentes,
aunque igualmente importantes. De hecho, el paso del modelo
pulsional al modelo de la detención del desarrollo podría descri-
birse mejor como un cambio en la comprensión del infantilismo.
Luego expongo una tercera perspecriva de estos aspectos (la cual
es muy diferente) que se deriva de un punto de vista de los
conflictos relacionales. En el capítulo 6 estudio las considerables
coniecuencias clínicas de estas diferencias.

u4el
5. LA METATORA DEL BEBÉ

La nwtalgia cala honda m la psiqw d¿I hombre... trarufonna


las iwatisfacciaws safudables m tm anluln okÍttico por wú
situa¿ión ¡ruis sencilla" por una nifuz d¿ inumcia y felicidad, gtz
se recuerda an todar su purezn crislali¡n precisamentc porquz
nunca etcistió.
PETERCAY
,
¿Qué quiere decir Freud con infantilismo? El analizando se presen-
ta para recibir tratamiento siendo ya un adulto que posee una
experiencia sumamente compleja, cuyos significados y relaciones
de ninguna manera son evidentes. Parte de su experiencia (los
síntomas neuróticos) es distónica del yo y puede ser totalmente
oscura para el analizando, y acaso apenas note otra parte o sólo se
dé cuenta de ella borrosamente. t¿ manera como "interpreta"
muchos aspectos de su vida sirve (como se descubre durante la
búsqueda analítica) para racionalizarlos, para distraer su atención
de ellos y pzra no fijarse en sus significados más importantes y
perturbadores.
La experiencia psicoanalítica ha mostrado que los fragmentos
aislados e intrigantes del pasado del analizando con frecuencia
pueden integrarse e iluminarse observándolos como experiencias
infantiles. (Por lo general, Freud empleaba el término "infantil"
para referirse al lapso de la niñez que va desde el nacimiento hasta
la solución del complejo de Edipo, más o menos a los seis años,
aunque su práctica clínica casi siempre se centraba en los años
"edípicos" posteriores.) Mientras que el analizand.o como adulto
parece funcionar de una manera oscura y desconcertante, si se le
observa cotno niño es más fácil ordenar las piezas y los fragmentos
de su experiencia en esquemas coherentes e inteligibles. Al anali-
zando lo motiva algún deseo infantil, trata de escapar de alg{n
terror infantil, se empeña en que sus padres le proporcionen ciertos
cuidados o en gue desempeñen determinada función. Así es posi-
ble ver que los fragmentos y las asociaciones de la experiencia del
analizando se relacionan con esquemas fundamentales de los pri-

u5u
t52 EL INF.\NTILIST,IO r-,r urr.{ror.¡ onL nnsÉ 153

meros años de su vida, y esto con frecuencia ordena y aclara la lo manifesto. Su técnica para interpretar los sueños, en la cual la
información analítica, como si fuera el impacto organizador de un aparente coherencia del relato se considera trna especie de disfraz
imán que se coloca debajo de un papel con limaduras de hierro' Al que distrae y cuyas piezas deben separarse (Aron, 1988), refleja la
recurrir al infantilismo como base para la interpretación, u¡tilizamos convicción de Freud de que el signi{icado no se encuentra amplifi-
nuestra imagen del bebé como metáfora. El analizando no es cando la superficie (Levenson, 1985), sino desmenuzándola y si-
literalmente un bebé, pero si pensamos en él como si lo fuera, como guiendo los caminos latentes e invisibles de sus fragmentos hasta
si sus deseos, lemores y experiencias fueran los de un bebé, le sus orígenes remotos.
encontramos significado y estructura a los fragmentos de su expe- Así, el hincapié de Freud en el infantilismo y en el pasado más
riencia que de otra manera parecen incongruentes' distante y personal esrá estrechamente vinculado a stt creencia de
L,as metáforas pueden indicar diferentes grados de similitud. lo que significa explicar algo analíticamente, y a lo que se ha
Quizl decir que A se parece a B no signifique que A en realidad llamado sL¡ metáfora arqueológica (Spence, 1982). Freud muchas
tenp algo que ver con B, sino sólo que A se parece a B de cierto veces procede como si supusiera que el "bebé" revelado por el
modo que puede servir para que comPrendamos a A. Decir que A método analítico hr¡biera tenido (y en parte todavía tuviera) una
es como B también puede indicar en cierto sentido fundamental y existencia tan literal como la antigua Roma. Los deseos animales
más profundo que 4 y S están relacionadas estrechamente, o del bebé que todavía existe contienen las fuerzas arrolladoras que
incluso que son transformaciones del mismo fenómeno. conforman la experiencia. Aunque las teorías de la detención del
[,a comprensión que se logra por medio del infantilismo y la desarrollo, que restan importancia al concepto de las pulsiones o
met'áfora del bebé depende en gran medida de cómo comprenda que prescinden por completo de éstas, cambian la natttraleza
uno la naturaleza del desanollo y la relación del presente con el animal del bebé de Freud, siguen materializándolo, si bien con otra
pasado. En gran parte de los textos psicoanalíticos se ha visto al naturaleza.
presente como producto directo del pasado, como una delgada
capa debajo de la cual el pasado, con mucha más fuer¿a causal,
dirige la vida psíquica. De acuerdo con la llamada realidad psíquica, DeI bebé freud,iano al belxí moderno
no hay distinción entre el pasado y el presente; el presente ¿s el
pasado que se representa una y otra vez. Si bien los recuerdos delos ¿Cómo es el bebé metafórico del psicoanálisis? No puede darse una
acontecimientos pasados pueden no ser literalmente fieles, los respuesta r¡niforme a esta pregunta. Los diferentes teóricos y
motivos y las experiencias infantiles funcionan por debajo de la practicantes describen a una amplia serie de bebés distintos como
apariencia de madurez, guiando y conformando los sentimientos y metáforas para organizar la información psicoanalítica. Antes de
la conducta. l,a materialización de la metáfora pulsional del animal 1897, el beM de Freud era la víctima pasiva de los vejámenes de los
relativa a la experiencia se observó ya en el capítulo pasado; de la adultos; registraba las "impresiones" del mundo exterior y h'rego
misma manera, el infantilismo muchas veces deja de ser una sufría por ellas. Por su parte, el bebé de la posterior teo¡ía pulsional
metáfora y se l'uelve una realidad psíquica. En términos psicodiná- es de naturaleza esencialmente animal; lo impulsan fuertes instin-
micos, el analizando ¿s el bebé. tos, fantasías y terrores; lo esclaviza la bÍrsqueda de toda la variedad
Antes analizamos lo que Berlin ha llamado el historicismo de la polimorfa y perversa del placer; teme la mutilación provocada por
época freudiana. Lo que Freud entendía por "explicar" algo tenía la venganza. Cuando Freud.abandonó la teoría de la seducción su
una clara influencia del descubrimiento de Copérnico del espacio bebé se volvió mucho más activo; contaba con pulsiones somáticas
intergaláctico, del descubrimiento geológico de la noche de los y fantasías y temores primarios y universales que constituían las
tiempos, y del descubrimiento darwiniano de los antepasados categorías biísicas de'la mente.
remotos y prehumanos del hombre. Para Freud, explicar significa El bebé de Freud siempre está lleno de conflictos. Existe un
llegar hasta el pasado por debajo del presente, de la superficie, de antagonismo básico entre slt naturaleza, que busca el placer como
a

t54 EL INFANTILISMO r¿. unrÁronl DEL BEBÉ 155

un reflejo, y el medio social y físico que lo rodea. La vida no botánico que zoológico, preconflictivo, inocente. En circunstancias
funciona bien cuando la rige el principio del placer: la realidad no normales, se perfila un bebé moderno que encaja en su medio
tarda en entrometerse, con frecuencia dolorosamente. En el mo- interpersonal, que busca pacíficamente las condiciones necesarias
delo freudiano de la mente, el surgimiento mismo de la vida mental para desarrollarse, como una planta que sigue la luz.
tal como la conócemos está llenó de conflictos: se da un choque También la naturaleza del bebé moderno determina de qué
entre el proceso reflexivo primario del bebé y los requisitos y las manera se le utiliza como metáfora Para organizar los datos clíni-
realidades de la vida. Como lo expresa suscintamente Fenichel: "[,a cos, seleccionando y destacando determinados asPectos y resán'
parte no instintiva de la mente del hombre es inteligible como dole importancia a otros. En este cÍrso, se cree que el analizando
producto de la lucha en pro y en contra de la descarga, originada padece lo que Winnicott llama "enfermedad por deficiencia": ha
por la influencia del mundo exterior" (1945, pp. I l-12). dejado de crecer igual que una planta sin los nutrientes minerales
[,a naturaleza del bebé de Freud determina la manera en que se adecuados. Se cree que la psicopatología del analizando es una
le utiliza como mefáfora para organizar la información clínica. Los adaptación necesaria frente a la privación; es el resultado de un
fragmentos de la experiencia del analizando se organizan conforme esfuerzo de improvisación para encontrar sustitutos compensato
a determinadas líneas dramáticas; se perfila un analizando desga- rios que lo protejan.
rrado por fuertes conflictcis y con insistentes deseos que vive com.o De esta manera, el modelo de la detención del desarrollo com'
algo prohibido, pavoroso, en mutuo conflicto, que pueden provo- bina hipótesis monádicas con hipótesis interactivas acerca delavida
car abrumadoras "situaciones de peligro" que amenazan su vida psicológica. Se cree que las primeras experiencias del niño tienen
debido a su impacto en el medio social. Inevitablemente, tanto el una importancia interactila; la estructura psíquica se conforma en
intercambios diádicos dentro del campo interpersonal constituido
'
bebé de Freud como el analizando interpretado mediante la metá-
fora del bebé de Freud son seres atormentados. por el bebé y por quienes lo cuidan. Cuando se detiene el desarrollo
En los últimos decenios, de los textos psicoanalíticos (sobre todo émocional, los procesos mentáles se vuelven altamente monádicos.
de los de la la escuela de la psicología norteamericana del yo, la [,as necesidades infantiles se petrifican y paralizan; las más hondas
teoría británica de las relaciones objetales y la psicología del self) y significativas profundidades psicológicas de la personalidad se
ha surgido como metáfora organizadora un bebé diferente, un aíslan y se separan de nuevos elementos en el campo interpersonal.
bebé relacional que tiene un significado esencial en las teorías de El niño que está dentro del adulto traslada los anhelos infantiles en
la detención del desarrollo; su rostro y su naturaleza son muy cada nueva interacción, en su eterna búsqueda de lo que no ha
distintos de los del bebé freudiano. Se cree que, para crecer y obtenido. tas configuraciones relacionales establecidas durante la
desarrollarse, este bebé necesita ciertas condicionei ambientales interacción se vuelven constantes, con fuerzas inscritas que confor-
básicas, entre ellas la posesión, la represión, el reflejo, las oportu- man toda la experiencia posterior.
nidades para la fusión simbiótica, la separación y la idealización. En el modelo de la detención del desarrollo, tanto la situación
Según esta perspectiva, la provisión de condiciones ambientales analítica como su proceso se consideran de otra manera: así como
adecuadas es oportuna y tranquilizadora y permite un desarrollo el bebé de Freud necesita Ia abstinencia analítica para iluminar los
ininterrumpido. $ólo cuando los padres no proporcionan las con- primeros deseos y temores y con el tiempo renunciar a ellos a la
diciones necesarias surgen las tensiones y dificultades: el crecimien- luz de un proceso secundario, el bebé moderno necesita, además
to del bebé se detiene, la criatura reacciona con agresividad y busca de una clara comprensión, verdaderas experiencias con el analista
compulsivamente sustitutos inferiores, mientras trata de obtener a fin de sustituir las funciones que no desempeñaron los padres (o
del medio interpersonal lo que necesita con desesperación para por lo menos bastante parecidas a las funciones no desempeñadas
sobrevivir y seguir creciendo. Así como el bebé de Freud inevita- por los padres) para estimular de nuevo el proceso malogrado de
blemente provoca conflictos, sus deseos instintivos siguen chocan- desarrollo. Según Winnicott (1954a), sin estas experiencias no
do con el mundo exterior. El bebé moderno a veces parece más puede lograrse nada miís. Si bien no se ha hablado francamente de
156 EL rNFANTrLrsr\{o I,A METAFORA DEL BEBÉ, I51

esto debido al temor político de ser acr¡sado de defender algo Freud, en especial la importante teoría darwinianade la evolución"
parecido a la "experiencia emocional correctiva" de Alexander, la El darwinismo era nuevo, interesante y diScutible. El estudio del
metáfora del beM modemo suele destacar los aspectos no inter- hombre como algo esencialmente bestial deseubría muchos ángu-
pretativos de la relación analítica, esto es, las experiencias permiti- los conceptuales inesperados sobre la experiencia humana, los
das, más que la información transmitida. cuales nL¡nca habían parecido tan razonables' El bebé como algo
¿Cómo debemos interpretar este giro? ¿Por qué se modificé el animal constituyó un vínculo directo entr€ las personas adultas y
bebé psicoanalítico y cuáles son las consecuencias de que cambiara? nuestros antepasados animales. Como "la ontogenia resume a la
Qüizá lo más común es pensar que este cambio en los bebés es filogenia" se volvió un grito de campaña, la aceptación del darwi-
resultado directo del progreso de la ciencia, que el floreciente nismo hizo qtre el bebé de Freud ¡cst¡ltara muy convincente. I(agan
campo de la investigación infantil, así como los datos que se afirma que, de la misma manera, la imagen del bebé presentada
obtienen de la experiencia psicoanalítica, llevaron a una revisión por Erikson (1950) estaba conformada por ftlerzas intelectuales y
del bebé freudiano, de lacual surgió el bebé moderno. Desde luego, sociales más amplias. Erikson, que era un refugiado de la Europa
esto es cierto en parte. Los principales autores de este cambio, devastada por la guerra, escribía en Estados Unidos en tlna época
Winnicott y Mahler, pasaron mucho tiempo observando bebés y de considerables discusiones entre los biólogos y los psicólogos
(como vimos en el capítulo I ) muchos de loJconcepros de la esctrela acerca de las dificultades económicas y sociales de los grrrpos de
britiínica de las relaciones objetales, de la escuela de la psicología inmigrantes europeos. Dada la situación social, el interés político
del yo y de la psicología del self, han sido ampliamente ratificados aumentaba más que los instintos heredados como formativos y
por los datos de la investigación infantil (véase Lichtenberg, lgB3). como base de las diferencias entre los pueblos.
Empero, considerar que es¡e cambio de los bebés psicoanalíticos Según Kagan, estos significados intelectuales, sociales y políticos
sólo se debe a un adelanto de la ciencia es engañnso y demasiado prestan veracidad a cualquier imagen del bebé qt¡e esté de moda
simplista pues, para empezar, se da por sentado que dentro de la en el momento que sea; la comparación que hizo Freud de la
comunidad científica hay un consenso acerca de los bebés y de las satisfacción del bebé cuando mama, con el rubor poscoital conven-
influencias más importantes.y duraderas en su desarrollo. Y esto ció a stu contemporáneos, como convence la comparación que
no es cierto. Erikson hace del mismo fenómeno con la confianza del adtrlto'
Quizá pocos fenómenos permiten tantas interpretaciones como Podríamos extender este análisis al signiñcado de conceptos como
los pacientes psicoanalíticos, y entre éstos se encuentran los bebés. la "integridad simbiótica", el "medio controlador" y el "reflejo
Los bebés son sumamente complejos y con frecuencia restrltan muy empático" para aQuellos de nosotros que vivimos en un medio cada
incongruentes y confusos; son como pantallas en blanco sobre las vez más vacío y amenazado por la contaminación y la extinción.
ct¡ales todos proyectamos nuestras fantasías, y los psicólogos infan- Esta exposición de ningprna manera sugiere que las teotías acerta
tiles lo hacen de maneftr más formal. Schafer (1983, pp.237-2ZB) de los bebés sean ficticias; que, como "la cosa en sf' de los filósofos,
ha observado que las teorías acerca de la infancia suelen presentar- "el bebé en sf' no existe o no es cognoscible. Más bien sugi-e!3.qrre
se como meras exposiciones de datos, cuando es evidente que nuestraimagen e interprg¡aqió,n dg.-qgé es un bebf está impregnada
quienes efectúan investigaciones sobre la infancia, como todos los ds ¡scu:ías, ú c qal99 -fu !t9,i. p*n?Lc-gng !r e,!é-[q t:at cargáaaS aa S g n -
i

investigadores, de antemano se preparan para sus descrrbrimientos. ficados e hipótesis¡nospone.-eJ¡-gra.{dia Pa,ra-g-!! no-{9m,o--s",tigl¡.so
Ya Kagan (1984) señaló cuánro cambia nuestra imagen sobre la demasiado...goncr€ro*,a -!9,s.--c-9-4-c-epr-os y nqtá"{olas desat'rollistas
naturaleza del niño según las rnodas, y cómo en estas modas como explicafio-nesde los-d¿tos clínicos, Para que no nos aptesu-
influyen mr"rcho otros factores, además de la obsen'ación de los rernog a dar- el" g!tp-'de.la-clura al.-dixin'1.. com-o dijo l-achman n
datos. (1985, p. l7).Además, sugiere que, como con las teorías psicoana-
Hemos visto que en la imagen del bebé como animal había líticas en general, no nos corresponde tomar demasiado en serio
inflt¡ido el medio científico e intelectual en el que vivía y trabajaba nuestras teorías acerca de los bebés y, desde luego, nos aconseja
I58 EL INFANTILISMO I-{METAFoRADELBEBÉ, 159

que no supongamos que han sido aprobadas universalmente por rablemente de la interpretación de lametapsicología clásica, la cual
quienes no piensan en general de la misma manera. (Por ejemplo, considera que la experiencia humana es una lucha entre los reque'
muchos psicólogos infantiles impugnan casi todos'los aspectos del rimientos de las tensiones corporales, que son asociales y psíquicas,
bebé moderno del psicoan:ílisis y creen que muchas de las fases del y las exigencias de la realidad social. CW*lo
desarrollo que consideramos producto de procesos y logros emo- relacional considera que el organismo ileTTq@g es-¡ó-Cial por
cionales en realidad reflejan progresos de madurez cognoscitiva y naruráleá, i¡ue éitá i;sclitó eñ üni*rn&"iz de-reiát¡óñét;-)''Eüe
fisiológica.) estatlg_g¿^L4áciones primarias y funelasplltd-e1-9g1. lps gqrqs$gla
TIay una segunda razón para andarnos con cuidado en el empleo eipiiéación del modelo relaciqnaL describe-p3.s-iqnes que caracteri-
del bebé metafórico, una razón que se reñere al determinante papel zan lós ilé3éos y fémores de las-p-9rso¡1¡.d9,ggdas*ry egl.ges- !a
político que las teorías acerca de la naturaleza del bebé han desem- Iuchá éntré"ia destrucüvidad y la buená disposición, Ia búsqueda
peñado en la historia de las teorías psicoanalíticas de los últimos de un amor total, la tensión entre la expresión de uno mismo y la
decenios. complacencia, entre la autonomía y el deseo de fundirse, la necesi'
dad de un reconocimiento sustentador y de héroes admirados, es
una dimensión fundamental de las relaciones humanas desde la
Los cambios d¿ tas teorías y la orizntación d¿t dcsanolb infancia hasta la senectud. Todas estas teorías parten del modelo
relacional, cuyas premisas básicas difieren del modelo pulsional
Melanie Klein elaboró una complicada explicación de la experien- clásico, y todas consideran que la matriz relacional es el marco
cia humana como una apasionada lucha entre las intenciones motivacional básico para la investigación psicodinámica, con dife-
asesinas, la malevolencia y la envidia que provocaban los "otres", rentes teorías que destacan las distintas facetas de dicha matriz.
significativos por una parte, y el profundo sentimiento de amor y
gratitud que inspiraban, junto con el deseo de salvarlos y rehabili- { L^ característica más esencial de lo que generalmente se consi-
ideran teorías de las "relaciones objetales" es precisamente esta
tarlos. Para Balint, las relaciones humanas constituyen la búsqueda i nueva dirección que se aleja del paradigma fundamental. Con todo,
de un amor perfecto y sin condiciones que permite la posibilidad I los aspectos dinámicos que describen las teorías tienden a corrside-
de entrega.rse pasivamente a la seguridad de unos cuidados cariño- r rarse infantiles, preedípicos o inmaduros; que continúen a lo largo
sos y seguros. Para Winnicott, la psicopatología se centraba en la :de la vida suele tomarse como un resto de infantilismo, más que
lucha entre una expresión auténtica y espontánea de los impulsos : como la expresión de necesidades de relación fundamentales para
y deseos, y la necesidad de conformarse a la manera en que nos ven qué hay esta tendencia a limitar las necesidades de
l el hombre.¿Por
Ios demiis, de acuerdo con la imagen que los demás se forman y relación a los primeros años?
parecen requerirnos. Para Mahler, la experiencia del self se ubica
en una amplia dialéctica entre la necesidad de autonomía y la El proceso de desarrollar una teoría psicoanalítica es comparable
autodefinición, por un lado, y el deseo desesperado de entregarse al de elaborar el plano de una casa, al de construir espacios en los
a la otra persona y fundirse con ella. Para Kohut, el self es como que la gente viva y actúe. Pueden concebirse diferentes espacios; el
una estructura bipolar producida por la tensión entre la necesidad problema consiste en ac<¡modarlos todos de manera que lo más
de un reconocimiento cálido y amplio y la necesidad de identificar- microscópico y circunscrito de lo señalado por la interpretación
se con las personas admiradas. clínica descanse cómodamente en las premisas metapsicológicas
Cada una de estas imágenes (que, por supuesto, aquí se sinteti- fundamentales de la teoría.
zan y se presentan esquemáticamente) constituye una teoría del El concepto de pulsión er¿ la base conceptual de la teoría
modelo relacional que se aplica a todos los momentos de la freudiana cliísica (antes de la psicología del yo). Todos los fenóme-
experiencia. humana dentro del ciclo vital; cada una explica las nos del desarrollo, de la estructura o de la motivación, tanto de Ia
principales pasiones de la vida y cada explicación difiere conside- vidá en general como de la situación psicoanalítica, se consideran
I58 . EL INFANTILISMO Tc, METAFORA DEL BEBÉ, I59
que no supongamos que han sido aprobadas universalmente por rablemente de la interpretación de la metapsicología clásica, la cual
quienes no piensan en general de la misma rnanera. (Por ejemplo, considera que la experiencia humana es una lucha entre los reque-
rnuchos psicólogos infantiles impugnan casi todos los aspectos del rimientos de las tensiones corporales, que son asociales y psíquicas,
bebé moderno del psicoaniílisis y creen que muchas de las fases del y las exigencias de la realidad social. Cada explicación del modelo
desarrollo que consideramos producto de procesos y logros erno- relacional considera que el organismo del hombre es social por
cionales en realidad reflejan progresos de madurez cognoscitiva y naturaleza, que está inscrito en una matriz de relaciones, y que
fisiológica.) establece relaciones primarias y fundamentales con los otros. Cada
TIay una segunda razón para andarnos con cuidado.en el empleo explicación del modelo relacional describe pasiones que caracteri-
del bebé metafórico, una razón que se refiere al determinante papel zan los deseos y temores de las personas de todas las edades. La
político que las teorías acerca de la naturaleza del bebé han desem- lucha entre la destructividad y la buena disposición, la búsqueda
peñado en la historia de las teorías psicoanalíticas de los últimos de un amor tohl, la tensión entre la expresión de uno mismo y la
decenios. complacencia, entre la autonomía y el deseo de fundirse, la necesi'
dad de un reconocimiento sustentador y de héroes admirados, es
una dimensión fundamental de las relaciones humanas desde la
Los cambios de lz^ls teorías y la orientación d¿l d¿sanolb infancia hasta la senectud. Todas estas teorías Parten del modelo
relacional, cuyas premisas básicas difieren del modelo pulsional
Melanie Klein elaboró una complicada explicación de la experien- clásico, y todas consideran que la matriz relacional es el marco
cia humana como una apasionada lucha entre las intenciones motivacional básico para la investigación psicodinámica, con dife-
asesinas, la malevolencia y la envidia que provocaban los "otros" rentes teorías que destacan las distintas facetas de dicha matriz.
significativos por una parte, y el profundo sentimiento d.
"-o, i
gratitud que inspiraban, junto con el deseo de salvarlos y rehabili-
La característica m¡is esencial de lo que generalmente se consi-
deran teorías de las "relaciones objetales" es precisamente esta
tarlos. Para Balint, las relaciones humanas constituyen la búsqueda nueva dirección que se aleja del paradigma fundamental. Con todo,
de un amor perfecto y sin condiciones que permite la posibilidad los aspectos dinámicos que describen las teorías tienden a corrside-
de entrega,rse pasivamente a la seguridad de unos cuidados cariño- rarse infantiles, preedípicos o inmaduros; que continúen a lo largo
sos y seguros. Para Winnicott, la psicopatología se centraba en la de la vida suele tomarse como un resto de infantilismo, más que
lucha entre una expresión auténtica y espontánea de los impulsos como Ia expresión de necesidades de relación fundamentales para
y deseos, y la necesidad de conformarse a la manera en que nos ven el hombre. ¿Por qué hay esta tendencia a limitar las necesidades de
los demás, de acuerdo con la imagen que los demás se forman y relación a los primeros años?
parecen requerirnos. Para Mahler, la experiencia del self se ubica
en una amplia dialéctica entre la necesidad de autonomía y la El proceso de desarrollar una teoría psicoanalítica es comparable
autodefinición, por un lado, y el deseo desesperado de entregarse al de elaborar el plano de una casa, al de construir espacios en los
a la otra persona y fundirse con ella. Para Kohut, el self es como que la gente viva y actúe. Pueden concebirse diferentes espacios; el
una estructura bipolar producida por la tensión entre la necesidad problema consiste en acomodarlos todos de manera que lo más
de un reconocimiento cálido y amplio y la necesidad de idenrificar- microscópico y circunscrito de lo señalado por la interpretación
se con las personas admiradas. clínica descanse cómodamente en las premisas metapsicológicas
Cada t¡na de estas imágenes (que, por supuesto, aquí se sintiti- fundamentales de la teoría.
zan y se presentan esquemáticamente) constituye una teoría del El concepto de pulsión era la base conceptual de la teoría
modelo relacional que se aplica a todos los momentos de. la freudiana clásica (antes de la psicología del yo). Todos los fenóme-
experiencia. humana dentro del ciclo vital; cada una explica las nos del desarrollo, de la estmctura o de la motivación, tanto de la
principales pasiones de la vida y cada explicación difiere conside- vide en general como de la situación psicoanalítica, se consideran
160 EL rNFrrNTrLrsN{o t¡, METAFoRA o¡r- srnÉ, 161

productos pulsionales y defensas en contra de los mismos. La teoría de la compleja serie de teorías sobre las relaciones objetales pueden
cl'ásica comprende una explicación de las relaciones con los demiis dividirse en dos posturas básicas, que llamamos estrategia de la
pero, como los otros fenómenos, se considera que dichas relaciones alternativa radical y estrategia de ajuste. l,os estrategas de la alter-
consisten en transformaciones de presiones y defensas pulsionales nativa radical han abandonado por completo el modelo pulsional
fundamentales, las que sirven para lagratificación pulsional o como y lo han sustituido por un marco conceptual que cumple la función
defensas del yo contra las presiones pulsionales. En este sentido, la que antes carp.ba con todo el peso. [,os practicantes más puros de
teoría clásica pulsional tiene una coherencia interna y constitL¡ye. . esta es.euela son Sullivan, Fairbairn y Bowlby. [,os estrategas del
uná construcción conceptual bien planeada y fundamentada. ajuste siguen fieles a la teoría pulsional y han recurrido a varios
En parte, la teoría de las pulsiones satisfacía desde el punto de expedientes (incluso la interpetación libre y la combinación de
vista intelectual a los primeros analistas porque, además de su modelos) para reforzar y resucitar al modelo pulsional, ampliándo-
característica dalwiniana y de str coherencia interna, era perfecta- lo y adecuándolo a fin de poder concederle cada. vez mayor
mente congruente con las tendencias científicas de la época y con importancia a las relaciones objetales.
lo que se conocía como fisiología cerebral y nerlroanatomía. Ya no ¿Cómo puede uno conservar una teoría e incluir en ella concep
es así. Nuestros actllales conocimientos sobre el funcionamiento tos nuevos que difieren de su tendencia original y de sus hipótesis
del cerebro han descartado los principios de reducción de la fundamentales? Y, sobre todo, ¿cómo puede uno decir que Freud
tensión, el modelo del arco reflejo y el sisterna cerrado de energía; teníaraz6n cuando afirmaba que la psicopatología implicabra con.
en conseclrencia, los más celosos defensores del concepto pulsional flictos por las pulsiones y defensas centradas en el complejo'de
han luchado por actualizarlo. Por ejemplo, Brenner ha eliminado Edipo, y al mismo tiempo darle un papel primordial al desarrollo
las fuentes somáticas; Rothstein, lo referente a la energía; y Kem- y la esquemadzación de las relaciones con los demás? ' :

berg ha señalado que las pulsiones se derivan de las primeras Una solución ha consistido en alterar uno o más elementos del
relaciones objetales. Sin temor a equivocarse, puede decirse que modelo original para que comprenda los procesos y aspectos
para la mayoría de los analistas prácticos y teóricos de nrrestro relacionales. Por ejernplo, Hartmann (1939) üansforma al concep.
tiernpo, la teoría pulsional (por lo trnenos, como la concibió y to del "yo", instrumento cuya única utilidad era la de controlar y
desarrolló Freud) ya no constituye un sisrema metapsicológico útil regular las pulsiones, en un instrumento que comprende las réla-
(Greenberg prepara una obra al respecto). ciones cómplejas y primarias con el medio (incluso el medio
Además, dentro de la serie de teorías que funcionan con la interpersonal), relaciones que son relativamente independientes de
matriz de relaciones, las ideas psicoanalíticas recientüs (desde fines las pulsiones. Otros teóricos han transformado el concepto del ello,
del decenio de 1940) destacan cadavez más las relaciones con los de manera que el depósito de las pulsiones está sujeto al impacto
otros, ya sean pasadas o presentes, reales o imaginarias. Algunas de las primeras relaciones objetales $acobson) o está compuesto de
hacen hincapié en la autoorganización, otras en el apego, otras más configuraciones relacionales (Kernberg). Otra solución ha sido la de
en las transacciones interpersonales. En general, la mayor parte de dar un uso estratégico al diagnóstico (Kernberg, Kohut y Stolorow
los psicoanalistas clínicos y teóricos han empezado a conceder a las y Lachmann): la teoría clásica y el conflicto estructural que describe
relaciones con los demás un papel más importante y amplio que es adecuado para las neurosis; empero, en el caso de alteraciones
antes, y esto ha provocado una crisis en el proyecto. T a creciente más severas (los casos límite, l¿s alteraciones de la personalidad
importancia clínica y teórica que se da a las relaciones objetales ha narcisista y las detenciones del,desarrollo, entre otras) es rnenester
ejercido demasiada presión sobre el modelo clásico, como si frrera un nuevo modelo que enfoque las relaciones objetales.
un gn¡po de vigas voladas a las que se les colgaran cada vez más Uno de los primeros casos en los que se ha efectuado el ajuste,
adornos, hasta que estuvieran a punto de derrumbarse bajo tanto con amplias consecuencias para la conformación de los conceptos
Peso. de las relaciones objetales, es lo que puede llamarse la orientación
Greenberg y yo (1983) opinamos que las diferentes estrategias del desarrollo, según la cual Freud tenía razón al interpretar a la
162 EL INFANTILIsMo
r¡ MsrAroRA orr. sn¡É 163

mente con base en los conflictos entre las pulsiones, y en afirmar Si bien conceptualmente es molesto, el uso de la orientación del
que las relaciones objetales también son importantes, aunque desarrollo para ubicar al bebé moderno por debajo del bebé de
anteriares. Freud tiene ventajas políticas sumamente atractivas. I¿s nuevas
Segtin los estrategas del ajuste, el modelo estructural, pilar de la características del bebé moderno funcionan como una bandera que
metapsicología clásica, proporciona un marco adecuado para ex- n¡elve políticamente aceptable la innolación teórica. Para quienes
plicar la experiencia humana, sea ésta normal o patológica. Esta permaneceJr fieles a los conceptos clásicos ha sido difícil ponerles
versión describe los conflictos entre diferentes productos pulsiona- reparos sélo sobre bases clínicas, lógicas o estéticas; ahora, la
les'y entre los productos de las pulsiones y las funciones defensivas investigación sobre el desarrollo que ha producido al bebé moder-
del yo y del superyó. Cuando los teóricos que recurren a esta no les permite ponérselos con base en las investigaciones. Como
estrategia desean presentar diferentes necesidades y procesos rela- hablamos de la observación directa y el manejo experirnental de los
cionales como primarios por dcrecho propin, como irrebatibles, como bebés y los niños, puede parecer que la teoría del desarrollo (en mi
si no se limitaran a gratificar o a defender contra las pulsiones, opinión erróneamente) esuí menos sujeta a interpretaciones que
suelen indicar que funcionan d¿sd¿ anta de que las estructuras los datos clínicos obtenidos durante el análisis. Así, el uso del bebé
tripartitas del ello, el yo y el superyó se separen y se vuelvan moderno (mediante la orientación del desarrollo) como un hecho
inteligibles. l.os teóricos interesados en la continuidad lineal tienen real, y no como una metáfora, presta verosimilitud científica al
que conservar a la teoría cl¡isica de las neurosis centrada en los cambio de la teoría.
conflictos sexuales y agresivos de la fase edípica, e incluyen las Desde un principio, los psicoanalistas han temido que se les
definiciones de las relaciones objetales en la teoría.existente, añr- acuse de deslealtad o de revisionismo cobarde. Al apelaralos datos
mando que pertenecen a una época del desarrollo anterior a la de las investigaciones se curan en salud. El sexo y la agresión siguen
diferenciación de las estructuras psíquicas, en las primeras relacio- siendo medulares pero, después de todo, los hechos son los hechos.
nes de la madre y el niño. Así, elevan al modelo tradicional para Pine ha expuesto de manera extraordinariamente franca una lista
deslizarle por debajo nuevos conceptos relacionales. Siguiendo con de las contingencias del cambio en la teoría:
nuestra metáfora arquitectónica, es como si por debajo de un
edificio viejo se agregara un sótano complejo y espacioso: los pisos La asombrosa fuerza de Freud como tutor y la de nuestro propio andista;
de arriba siguen como antes, aunque el centro de gravedad cambia la necesidad de referencias, que nos pide cautela con lo que presentamos
hacia abajo. [.a estructura original sigue intacta, pero sin ocuparse; de nuestro trabajo al mundo; la facilidad con que pueden interpretarse los
el lug¡ar de la acción pasa a los niveles inferiores. motivos de los revisionistas en este tereno (por ejemplo, el recurrir al
Esta estrategia en la construcción de la teoría significa que el argumento ad honinern) y la "intemporalidad" de la enseñanza, esto es, la
bebé moderno se coloca pm debajo del bebé de Freud o, para tendencia a enseñar lo que nos enseñaron, en vez de lo que nosotros hemos
expresarlo con los términos de costumbre, los aspectos "preedípi Ilegado a pensar o hacer. Pero el advenimiento del niño del aniílisis y luego
de las primeras investigaciones sobre el desarrollo, que proporcionan una
cos" preceden en el desarrollo a los "edípicos". Puesto que el
nueva base constituida por información, y que está fincada en el marco de'
aniilisis de los aspectos preedípicos suele presentarse sencillamente
referencia de la reunión de datos de la ciencia más amplia, exterior a la
como un adelanto desde los tiempos de Freud en la interpretación
comunidad analítica, ayudó a cambiar esto en cierto modo. (1985, pp.
de la infancia, es fácil pasar por alto el cambio profundo en el marco 26-27.)
teórico que esto implica, la enorme diferencia en la clase de
"pasado" que se supone que controla la experiencia del analizando Así, el respaldo que la investigación concede al bebé moderno hace
y que se encuentra en el fondo de ella. Como hemos visto, el bebé que pueda pensarse en cambiar de teoría (lo que parecía una
(moderno) preedípico es muy distinto del bebé edípico, que histó- ü deslealtad) al permitir que las innovaciones teóricas se arropen en
ricamente es anterior y, en el desarrollo, supuestamente es poste- el manto de la investigación.
rior. El bebé moderno también ha permitido efectuar innovaciones
164 EL rNFANrrLrsMo r¡lr¡rAronnDELBEBÉ, l6b
en los principios de la técnica psicoanalítica tradicional, apreciados -desde saludarlo en la cdle hasta darle sus condolencias por la muerte de
desde hacía tiempo. La regla clásica de la abstinencia se estableció algún ser queride, ahora existe la posibilidad de decidine por otras
en el contexto de la teoría pulsional y se ajusta perfectamente al conductas. (1983, p. xvi.)
concepto de pulsión. La neurosis es causada por la regresión y por
el fallo de la represión, por impulsos positivos que buscan otros Así pues, parte /el atractivo del bebé moderno estriba en que
caminos de gratificación en la formación de síntomas. Conforme proporciona una solución para quienes no desean limitarse a la
se desarrollan las , resistencias al proceso analítico, los mismos técnica y la teoría del clasicismo psicoanalítico, pero que tampoco
inipulsos buscan la satisfacción en la ransferencia. [a negativa del desean impugnar la teoría pulsional clásica ni su regla de abstinen-
analista a gratificar es una condición sine qua non del cambio cia.
analítico, pues intensifica y destaca los impulsos, obligando a que
vuelv¿n a considerarse de acuerdo con el proceso secundario y su [.os autores que conservan la teoría pulsional, aunque indicando
posterior renuncia. [.as gratificaciones de la transferencia, aunque que la dinámica de las relaciones es anterior, terminan con una
son tentador¿rs tanto para el analista eomo para el analizando, visión bifurcada del ciclo vital. Al señalar que los aspectos relacio-
ocultan los derivados pulsionales fundamentales y, con ello, le nales son anteriores a los pulsionales, se divide al desarrollo huma-
quitan al analizando la oportunidad de tener la experiencia cabal no en dos vertientes: los bebés tienen necesidades de relación; los
de los restos de la vida infantil y de trabajar con ellos. Así pues, niños y los adultos (los sanos o los que sólo padecen de problemas
dentro del marco de la teoría pulsional, la regla de la abstinencia neuróticos) se enfrentan a conflictos entre los impulsos instintivos
es esencial y, de hecho, inatacable. y las defensas. Por ello, Winnicott distingue entre las primeras
Empero, el bebé moderno lo cambia todo. Si alguna psicopato; necesidades y los deseos instintivos posteriores; Stolorow y l,ach-
logía, o algunas dimensiones de la psicopatología, proceden de las mann, entre lás detenciones del desarrollo y los conflictos estruc-
privaciones, puede pensarse en algunas gratificaciones de la trans- turales posteriores; Kohut, entre las alteraciones del self y las
ferencia. I as "necesidades" de provisiones necesarias para el desa- neurosis estructurales posteriores, y Mahler entre las alteraciones
rrollo pueden distinguirse de los "deseos" de gratificaciones pulsio- referentes al proceso de separación e individualización y los con-
nales. Se introducen estratégicamente nuevos conceptos fl ictos edípicos posteriores.
diagnósticos - como "caso límite" y "alteración de la personalidad ¿Es acertado o factible limitar los aspectos relacionales a las
narcisista"- a los cuales no se aplican el conflicto estructural y la primeras fases del desarrollo? ¿Surgen secuencialmente los asPec-
abstinencia. El analizando no se siente mejor debido a que ahora tos relacionales en el transcurso de la primera infancia y se resuel-
satisface algún deseo infantil, sino porque ha llegado al self (Win- ven progresivamente, permitiendo que el niño avance? Las últimas
nicott, 1954a). El paciente necesita algo especial (Silverman, [a- hipótesis de algunos de los rniís destacados investigadores sobre la
chmann y Milich, 1982) y ahora es factible proporcionárselo. Uno infancia indican que no es así.
no satisface viejos deseos infantiles, sino que proporciona algo Por ejemplo, a Stern (1985) no le parece acertado inscribir el
nuevo que antes faltaba. problema de la separación y la individualización descrito por
Por éjemplo, Goldberg atribuye al concepto de Koht¡t sobre la Mahler en una fase temprana del desarrollo. Algunos teóricos del
necesidad que experimenta el niño de tener objetos del.self, el desarrollo como Mahler, Erikson y Spitz, consideran que en una
mérito de reaccionar con los pacientes fuera de las estructuras de fase temprana de la vida se provoca y se resuelve una crisis vital
la técnica clásica, que a Goldberg le parecieron francamente limi- determinada de naturaleza relacional; por ejemplo, se establece la
tantes. confianza básica, la autonomía, la separación e individualización,y
así sucesivamente. En cambio, Stern afirma que es más acertado
Ya sea que uno se proponga adoprar respecto del self la postura del considerar que estos problemas son luchas de toda la vida. Por
psicólogo y se permita varias reacciones no interpretables con el paciente ejemplo, la dialéctica entre las experiencias de la unión y la fusión
166 EL INIANTILISMO
[A META¡ORA DEL BEBÉ, 167

por un lado, y la diferenciación y la autonomía por el otro, es una a fin de que no arraiguen todavía más, sino que su recuerdo se
faceta duradera de la existencia humana, que se manifiesta en el transforme y puedan abandonarse. No obstante,'algunos pacientes
bebé mediante la fijación de la vista, en el infante que gatea se estancan en el análisis y requieren ciertas respuestas de parte del
mediante la movilidad, y en el niño y el adulto por medio de varios analista, sin las cu-ales parece que no pueden progresar. Según
procesos simbólicos. Hay diferencias, no de significado o en los Balint, estos deseos y requerimientos de gratificación por parte del
aspectos dinámicos, sino en el equipo motor y cognoscitivo, me-
paciente son una necesidad de "amor primario":
diante las cuales el niño puede tener la experiencia del mismo
próblerna. Así, al limitar los aspectos relacionales de toda la vida a En mi opinión, todos estos procesos se dan dentro de una relación objetal
fases tempranas y circunscritas por medio de la orientación del muy primitiva y peculiar, r¿dicalmente distinta de la que normalmente se
desarrollo, se distorsionan la naturaleza de estos problemas y Ias observa entre los adultos. En definitiva, se trata de una relación entre dos
maneras en que se manifiestan en diferentes puntos del ciclo vital. personas en la cual, no obstante, sólo interesa una de ellas; sólo interesan
L¿ orientación del desarrollo ha producido lo que por momen- sus deseos y necesidades y son los únicos que deben satisfacerse; aunque
tos parece ser un retroceso inñnito en las declaraciones de priori- se cree que la otra persona posee una gran fuerza, sólo interesa en la
dad del desarrollo. Determinada explicación psicodinámica, que medida en que esté dispuesta a satisfacer las necesidades y los deseos de
un autor considera más básica, más primaria que el conflicto la primera persona o decida frustrarlos; fuera de esto, sus intereses,
necesidades y deseos personales sencillamente no existen. (1968' p. 23.)
estructuml, se presenta como anterior, como si por ella se atribu-
yeran al recién nacido capacidades afectivas ycognoscitivas extraor-
dinariamente complejas (M. Klein), se concede gran peso a las Balint ha dado una explicación de la relación analítica basada en
experiencias prenatales y del nacimiento (Winnicott, 1946b), e conceptos relacionales, la cual constituye una alternativa de la
incluso se especula sobre los efectos que tienen en el embrión las explicación del modelo pulsional. El paciente no busca la gratifica-
actitudes de los padres en el momento de la concepción (Laing, ción de determinados impulsos, sino establecer cierto tipo de
1976). "Más profundo" se traduce como 1'anterior", no como "más relación: una especie de amor incondicional. Lo que llama la
fundamental'r, como si la dinámica atribuible a los primeros meses atención es que Balint limita estos deseos a las relaciones objetales
de vida o a la existencia prenatal siguiera ocupando las primeras primeras y más "primitivas".
capas de la experiencia, como si estuviera en la base de los aconte-
Parece que la descripción que hace Balint del deseo de amor
cimientos y procesos cronológicamente posteriores y los goberna- primario tiene una vasta aplicación. Desde luego, podemos definir
ra. Esta manera de introducir innovaciones teóricas no es verosímil al "amor maduro" como una relación que se caracteriza por la
y tergiversa de manera especial dichas innovaciones, al limitar los reciprocidad. Cuando la satisfacción o seguridad de otra persona
se vuelve tan importante para uno como la satisfacción o seguridad
aspectos relacionales a la interacción de la madre y el bebé durante
los primeros meses de vida. personal, entonces existe el "estado de amor" (Sullivan, 1940, pp.
Supongamos que son representativos varios conceptos clave de 4243). Empero, esta reciprocidad parece algo ideal, nó una prácti'
la obra de Michael Balint, quien elaboró algunos muy promisorios ca normativa. Todas las relaciones amorosas, sin importar lo ma'
sobre las relaciones objetales, tratando al mismo tiempo de conser- duras y sanas que sean, se caracterizan por ausencias periódicas de
var los principios básicos de la teoría. pulsional. Balint desarrolló. la reciprocidad y periodos de ensimismamiento con peticiones de
los conceptos de "objeto primario del amor" y'falla básica" en un sensibilidad y aceptación incondicionales. En el caso de muchos
intento innovador y clínicamente útil de explicar los puntos muer- pacientes (y no precisamente tan "regresivos" como los que Balint
tos de Ia transferencia y la contratrans_fe¡-e¡c!¿r con algunos pacien- considera que sufren debido a una "falla básica"), pasan años antes
tes difíciles. Balint señala que el principio de abstinencia, esencial de que sus relaciones evolucionen del ensimismamiento a la reci'
para-la técnica clásica, se elaboró dentro del contexto de la teoría procidad. Según Sullivan, casi todos somos inmaduros crónicos:
pulsional. No hay que gratificar los impulsos y deseos del paciente integramos las relaciones sóbre la base de nuestros propios intere-
168 EL INFANTILISMO r-{ METAFORA DEL BEBÉ, 169

ses egocéntricos y carecemos de capacidad para la intimidad y para exterior, que da a las primeras construcciones, es de estilo gótico
ver las cosas desde la penpectiva del otro. Parece especialmente tradicional, mientr¿s que la fachada interior da a un patio colonial:
raro considerar "primitivo" que en la situación analítica el paciente uno entra al edificio (o a la teoría) por un siglo y sale por otro. I a
experimente sus propias netesidades y sienta que el anatista sólo continuidad externa se conserva a costa de la contradicción y
existe en relación con dichas necesidades, Podríamos decir que tensión internas. No obstante, el mayor impacto de la orientación
precisamente así se d,efav.lasiwación analítica. Para la mayor paüe del desarrollo sobre los conceptos de las relaciones objetales recae
de los pacientes, el ahalista sólo eínte en relación con ellos.rqi¡¡¡1os sobre la púctica clínica, y de esto se hablar:á en el siguiente capítulo.
(y álgunos luchan para no,sentirlo así); de hecho, con frecuencia se
creé qrle la falta de este sentimiento refleja una resistencia a la
transférencia. El concepto de Balint acer-ca del amor primario El razqnarniento d,el desanollo
constituye una explicación muy clara de los deseos y conflictos de
relación durante el transcurio del ciclo vital pero, como sucede con Primero veamos otras características del infantilismo, observando
muchas definiciones de las relaCiones objetales, esra explicación se con más amplitud la tendenciapsicoanalítica tradicional a conside-
limita a la primera infancia: "una relación objetal muy primitiva y rar los datos clínicos de los adultos como si fueran infantiles o,
peculiar". según lo expresa Kohut, "los esquemas de pensamiento arraigados
Podría alegarse que el impacto de la orientación del desarrollo en el analista [que] de inmediato me llevan a la situación de la
sobre los conceptos de las relaciones objetales es insignificante. niñez" (1984, p. 128). Lafuerza conceptual y la utilidad clínica de
Como sea, ahí estáü los conceptos de la matriz relacionall ¿Qué este tipo de razonamiento es parte de lo que hace tan atractiva la
diferencia hay si se considera que los aspectos relacionales funcio- meráfora del bebé moderno. Segtin este razonamiento, lo que
nan esencialmente antes'de la diferenciacióp de la estructura observamos en el presente procede de lo que sucedió antes; lo
psíquic4 y del inicio del conflicto instintltvo? anterior es lo más fundamental; todavía existe y sigue funcionando
Por fuerza, esta perspectiva restaría importancia al análisis de la por debajo de los acontecimientos y procesos posteriores. El pasado
economía en la elaboración de Ia teoría, pues las teorías que siguen esuí debajo del presente: 'el niño es el padre del hombre" o, más
la orientación del desarrollo suelen ser excesivamente (y con fre- bien, en cierto modo, los niños de diferentes edades y niveles de
cuencia innecesariamente) complejas y artificiosas: conceden prio- desarrollo coexisten dmtro d,el hombre.
ridad temporal a los aspectos de las relaciones, pero inevitablemen- Esta manera de pensar acerca del desarrollo y la estructuraliza-
te establecen que el conflicto instintivo es el núcleo de la neurosis. ción es básica para que comprendamos la psicopatología tanto por
No es fácil llenar este vacío conceptual, y con frecuencia se requiere medio del modelo pulsional como del de la detención del desarro-
un ingenio como el que hizó famoso a Rube Goldberg. Lahipótesis llo. Freud y Abraham afirmaban que los diferentes elementos y
de Kohut de que existen dos energías Iibidinales diierentes y dos organizaciones del instinto sexual se despliegan en secuencia a lo
líneas de desarrollo (la libido narcisisra y la libido objetal), sq largo del tiempo y, en condiciones saludables, culminan con la
"principio de complementariedad", y el empleo que Kernberg dal primacía genital como centro de la madurez del adulto. En situa-
a la "teoría de los sistemas generales", son los mejores ejemploi de ciones psicopatológicas, cuanto más temprana es la fijación, más se
cambios de terminología y argumentos forzados que sirven como distorsiona la personalidad.
conceptos salvadores para permitirle al teórico empezar con la Freud y Abraham pensaban en el desarrollo con base en los
matriz relacional y llegar a la versión tradicional del complejo de elementos instintivos. Empero, extendieron este razonamiento a la
Edipo. (Mitchell, 1981, efectúa un amplio aniilisis de estas estrare- perspectiva del desarrollo (dentro del contexto de la matriz relacio-
g1as.) l,as teorías resultantes tienen una cualida{ curiosamente nal) de las teorías más contemporáneas de la psicología del yo y de
inquietante e inverosímil que recuerda la notable característigi las relaciones objetales, perspectiva que es muy distinta. El desarro-
arquitectónica de la residencia universitaria de Yale, cuya fachada llo atraviesa por diferentes fases de relaciones que se describen de
170 EL INFANTILISMO r-A, METAFoRA DEL BEBÉ 171
\
diferente manerat desde el autismo hasta la simbiosis y la separa- las tensiones aisladas al principio de la vida pocas veces causan perturba-
ción e individualización (Mahler); desde la situación paranoide-es- ciones duraderas, que son causadas con más frecuencia por tensiones
quizoide hasta la situación depresiva (M. Klein); desde la depen' múltiples y agudas, y los daños duraderos son más probables cuando
surgen multiples tensiones agudas en un marco de desventajas crónicas.
dencia infantil hasta la dependencia madura (F$rbairn), y algunas
(1979, p. 293.)
otras. Mientras más temprana la dificultad, más temprana la fija-
ción y más grave la psicopatología. Para Pine, este razonamiento
Freud pronto observó cuánto más fácil es reconstruir lo que
del.desarrollo, como él lo llama, se basa en
consideraba secuencias causales que predecir los efectos de las
caus:rs supuestas.
Dos maneras de pensar características del pensamiento psicoanalítico en
general: l] buscar los primeros periodoS nornales de desarrollo que
Durante todo el tiempo en que perseguimos el desarrollo desde su resul-
proporcionan el fundamento de -las posteriores formas de psicopatología
tado final hacia atr:ís, se nos depara un entramado sin lagunas, y conside-
y que la conforman, con base en la hipótesis de que estas formas posterio-
ramos nues tra intelección acabadamente satisfactoria, y quizás exhaus tiva.
res deben haberse editado con anterioridad; y 2l razonarr en que mientras
Pero si emprendemos el camino inverso, si partimos de las premisas
más grave es la patología, más tempra¡ra la "prirnera edición", o sea, él
descubiertas por el análisis y procuramos perseguirlas hasta el resultado,
momento de la "ñjación". (1985, p. a7.)
se nos disipa por co,rnpleto la impresión de un encadenamiento necesario,
que no pudiera determinarse de ningún otro modo. Reparamos enseguida
De acuerdo con los supuestos del razonamiento del desarrolloi en que podría haber resultado también algo diverso, y que a este otro
esperaríamos que la psictpatología posterior se predijera¡:on ciertd resultado lo habríamos podido comprender y esclarecer igualmente bien
exactitud a partil de las vicisitudes de la experiencia de la niñez, y [...] en otras palabras: no estaríamos en condiciones de prever, conociendo
especialmente que los traumas graves sufridos al principio de la las premisas, la naturaleza del resultado. (1920b, p. 167 [160].)
vida causaran daños emocionales posteriores muy específicos' Em-
pero, nada de esto parece confirmado por las pruebas. [¿ subsecuente explicación que da Freud de este dilema es un
ejemplo perfecto de pensamiento newtoniano. Según la física
A pesar de que estos puntos de vista [de las fases secuenciales sensibles del newtoniana, que dominó el pensamiento de las ciencias natllrales
desarrollo] han prevalecido durante decenios, todavía no hay estudios y sociales hasta bien entrado el siglo xx, si se conociera toda la masa
longitudinales en perspectiva que apoyen las clarísimas predicciones de del universo, además de su ubicación, velocidad y dirección, po-
estas teorías. Los daños y traumas psicdlógicos sufridos en determinada
drían predecirse todos los acontecimientos del universo desde este
edad o fase debían provocar problemas especíñcos y predecibles. Pero no
momento hasta el final de los tiempos. Frgud extiende esta metá-
hay pruebas de ello. (Stern, 1985, p. 23.)
fora del universo como mecanismo al desarrollo de la mente a lo
largo del tiempo.
En un amplio estudio de los datos obtenidos en las investigaciones
sobre los efectos mediatos de las privaciones maternas en el funcio-
Es muy fácil reconducir a sus causas este conturbador conocirniento. Por
namiento intelectual, social y conductual, Rutter impugna de ma-
más que los factores etiológicos decisivos para un cierio resuitado nos sean
nera parecida la utilidad del concepto de "periodos críticos" dis- notorios acabadamente, los conocemos sólo según su especificidad cuali-
continuos en los primeros añop, y observa que (contrariamente. al tativá y no según su fuerza relativa. Algunos de ellos, por demasiado
razonamiento del desarrollo) los ambientes que mejoran a mitad débiles, son sofocados por otros y no entran en cuenta para el resultado
de la niñez o ya entrada ésta provocan mejorías importantes, y que final. Pero nunca sabemos de antemano cuáles de los factores detenninan-
las experiencias favorables de los primeros años no protegen a los tes se acreditarán como más débiles ni cuáles como más fuertes. De tal
niños de los efectos nocivos de las carencias posteriores. Y concluye modo, la causación enel sentido del aniílisis puede reconocerse con certeza
que: en todos los casos, pero su previsión en el sentido de la síntesis es
imposible. (1920b, p. 168 [60].)
t
172 EL INFANTILISMo LAMETAFoRAon¡.g¡¡É L73

Freud, como Newton, está seguro de que si supiéramos cuáles son Existen abundantes pruebas de que los niños que padecen
las partes y las fuerzas, podríamos predecir todos los acontecimien- carencias y perturbaciones, y cuyas familias presentan también
tos posteriores. estas características, posteriormente sufren todo tipo de problemas
Otra manera de explicar por qué es fácil .".orrr,*irlla llamada graves; empero, esto no por fuerza quiere decir que los primeros
cadena de causalidad e imposible predecirla, es que no existe tal años y las primeras necesidades sean esenciales para el desarrollo.
cadena. Acaso las dificultades posteriores de la vidano son produc- [¡s datos referentes a este asunto, y sólo a éste, deberán obtenerse
tos causales directos de las carencias y los problemas tempranos, de niños que hayan sufrido graves carencias durante los primeros
sino una combinación del impacto de la experiencia temprana y las años de su vida y luego hayan vivido en ambientes más normales.
reacciones a las tensiones y los conflictos posteriores. Desde esta Si la explicación del razonamiento del desarrollo es completa, estos
perspectiva, l4 predicción es imposible porque ndoBeran causas y niños debieron sufrir fuertes daños durante sus primeros años, y
efectos sencillos; la reconstrucción,'¿s posible porque una buena su personalidad debió resultar dañada, forrnando estructuras inter-
reconstrucción siempre puede encontrar las primeras versiones de nas patológicas permanentes, por ejemplo, una fragmentación del
los fenómenos posteriores y atribuirles significados causales. yo, divisiones verticalesy horizontales del self, personalidades falsas
Algunos tipos de conflictos (como la fusión y la separación, el y procesos patológicos primitivos como la división y la identiñca-
amor y el odio, la dependgncia y la independencia) constituyen ción proyectiva, impidiendo su desarrollo saludable.
experiencias básicas a lo largo del ciclo vital. Así pues, quien razona Los textos acerca de estos niños (incluyendo a los huérfanos de
según el modelo del desarrollo (ya sea un teórico pulsional o. un guerra refugiados, a los niños adoptados que proceden de hogares
teórico de la detención del desarrollo) siempre puede encontrar coreanos humildes, y a los niños vejados y abandonados) indican
experiencias infantiles parecidas o de estructura paralela. Lo que que, a pesar de las hipótesis psicoanalíticas más generales, cuan"d,o
hace tan atractiva (y peligrosa) a lá reconstrucción genética,,es la estos niños se integran a hogares normales antes de los diez años,
facilidad con la que uno puede volver causales los paralelos estruc- sus perturbaciones resultan insignificantes.
turales y afirmar que el fenómeno anterior. de alguna manera está
bajo el posterior o lo causa. Lo más impresionante es que, con unas cuantas excepciones, parece que
Veamos otra faceta de este asunto. Todos los analistas clínicos no padecen de paralización de los afectos ni de la afectuosidad indiscrimi-
nada de que habla Bowlby. Hasta donde puede saberse, las rglaqiones.con
han observado que quienes padecen psicopatologías severai suelen
sus familias adoptivas son auténtica¡nente afectuosas... Los actuales resul-
proceder de familias con alteraciones importantes, y muchas veces
tados indican que los niños que sufren graves pérdidas tienen nrucho
de madres de carácter sumamente patológico. Para recurrir a la mejores oporttrnidades de recuperación de las esperadas. (Rathbun, De
meráfora del bebé moderno, se cree que esta severa psicopatología Virgilio, y Wadfogel, 1958; citado por Kagan, 198a, p. 100.)
del adulto refleja la incapacidad de la madre para ProPorcionar el
cuidado materno apropiado al principio de la infancia, por ejemplo Cualquier psicoanalista competente puede poner objeciones a estas
oportunidades para la fusión simbiótica, el reflejo y la posesión. [,a conclusiones; dirá que los daños causados por las carencias están
patología posterior es severa precisamente porque la madre no ahí, aunque ocultos, escondidos. [.as medidas son demasiado con-
satisfizo las primeras necesidades del niño, con lo que impidió que ductuales, no lo suficientemente sutiles para captar la psicopatolo-
se desarrollar¿. Todas las experiqncias posteriores que pudieran ser gía oculta. O bien dirá. que los ambientes "normales" posteriores
positivas se tergiversan debido al fuerte nudo formado por la fueron d¿masiado normales, que proporcionaron el remedio para
psicopatología temprana y primitiva. Así pues, se considera que los las carencias tempranas que permitió que se disolvieran los proce-
pacientes afectados por graves psicopatologías severas, y a veces sos de detención del desarrollo. Estas dos interpretaciones son
todos nosotros, llevamos dentro un bebé fijado en el tiempo pertinentes, aunque desde mi punto de vista esto, á"tor, analizados
(ocasionalmente vinculado a conceptos como el de "núcleo psicó- con justicia y objetividad, señalan los peligros de conceder dema-
tico".)
t74 EL INFANTILISMO r¡u¡rA¡on¡DELBEBÉ, l7b

siado efecto causal a los primeros años de vida. ran la separación e individualización a la pérdida y el abandono.
En la mayoría de las circunstancias, la privación de cuidado¡ Entonces, las ideas y los actos de los miembros de la familia que no
maternos no es específica de determinada fase. Las madres que nci concuerdan con estos supuestos se consideran ataques destructi-
proporcionan los cuidades adecuados a los bebés, y por ejemplo vos, y así se reacciona ante ellos" (R. Shapiro, 1979, pp. 130-l3l).
son frías e incongruentes, su€len presentar las mismas fallas con Como el problema tiene que ver con la separación, el razonamiento
lói niños mayores. Por lo general, la madre que no está a tono con del desarrollo nos lleva a ubicar los orígenes en los primeros añbs
las necesidades y los afectos de su bebé, tampoco se comunica de vida. Con todo, los datos indican que, aunque estas dificultades
gozósamente con el infante que gatea, ni le enseña al niño latente pueden haber empezado en los primeros años, no son intrínsecas
con respeto, ni reacciona gozosamente con el adolescente,.r4arcán- de las interacciones precoces, y de hecho se extienden a reacciones
dole límites al mismo tiempo. Con frecuencia, los mismos proble- fuertemente patológicas a lo largo de la niñez, la adolescencia y los
mas básicos de las relaciones afectan a toda la familia, aunque en primeros años de la vida adulta.
diferentes formas, dependiendo de las edades. Segun Stern, en l,a madre que sólo puede querer al "niño de brazos" fracasa con
estudios longitudinales a díadas bebé-madre desde los dos meses el niño en todas las fases posteriores del desarrollo. El adulto
hasta los tres años, "ambos individuos llevan a cabo su relación constreñido, ¿busca la libertad para subirse y bajarse del regazo
interpersonal de manera parecida e identificable" (1985, p. 186). como si tuviera tres años, o busca la manera de estar al rnismo
El razonamiento del desarrollo, al buscar los prototipos temPranos tiempo conectado y separado de muchas formas y en diferentes
de los aspectos posteriores, nos alerta acerca de las carenciasr circunstancias? Desde esta perspectiva,lo severo de la psicopatología
tempranas y las integraciones patológicas. Concedemos más pesol no refleja tanto lo temprano de los problemas, sino su rigidez y
a éstas, suponiendo que en este punto se f¡jan los procesos del ubicuidad; no tanto el fracaso de los padres para proporcionar los
desarrollo. Al incluir las versiones posteriores en los primeros primeros cuidados, sino su fracaso para relacionarse y permiti¡ el
prototipos, concedemos peso causal a los primeros acontecimien- crecimiento dr¡rante todo el ciclo que va de la infancia a la vida
tos, que bien pueden ser arbitrarios, como indica la investigación adulta.
de que se habló arriba.
A diferencia de los temas de est4 investigación, los cuidados
proporcionados por los padres de muchos de fos pacientes tratados El pasado y el presmte
clínicamente no se habían interrumpido notablemente. El reperto-
rio de personajes familiares suele permanecer sin variaciones du- Una de las contribuciones más duraderas de Freud fue su descr¡bri-
rante la infancia, la latencia y la adolescencla. Así Pues, parece miento de la continuidad entre la experiencia de la niñez y la
razonable suponer que la madre que no logra relácionarse adect¡a' psicología del adulto; los ecos de los significados de Ia psicodiná-
damente con el bebé también le Plantea Problemas al niño durante mica y las luchas de la vida posterior llegan a las primeras fases del
su desarrollo, y que la psicopatología de este niño, al llegar a la vida ciclo vital. Según la teoría clásica, el pasado vive en el presente
adulta, no refleja meramente la fijación de necesidades de desarro- debido a los impulsos sexuales infantiles y agresivos que dominan
llo más tempranas, sino adaptaciones y estrategias para enfrentarse a la niñez; la parte animal del self sigue alimentando y formando
a un medio interpersoanal alterado, aprendidas en el curso de la base de la motiyación del adulto. Como señala Kermode, Freud
varios años. "permaneció fiel al principio [derivado de la biología y la geología
Los estudios a familias de adolescentes con graves perturbacio- del siglo xtx] de que uno explica mejor las cosas si aclara cómo
nes revelan interacciones intensamente patológicas entre los pa- llegaron a ser así" (1985, p. 10).En realidad, p?ra Freud no hay
dres y sus hijos mayores. "En las familias de adolescentes con diferencia entre cómo son las cosas y cómo llegaron a ser así,
alteraciones limítrofes o narcisistas, constántemente hallamós porque el tiempo psicológico se acomoda en capas: lo madrrro es
pruebas de una fuerte serie de hipótesis inconscientes que equipa- urra versión disfrazada de lo infantil, lo inconsciente es intemporal,
176 EL TNFANTILISMO I-4, META¡oRA DEL BEBÉ, 177

y la sexualidad y la agresión infantiles constituyen la fuente moti' el adulto busca interacciones en su mundo perponal normal, de una
vadora a lo largo de la vida. u otra forma, y de la manera que le parece más segura y deseable.
La teoría pulsional ha sufrido un gran desplazamiento dento La experiencia probablemente universal de uno como bebé, a
del modelo de la detención del desarrollo que, con todo, conserva veces deleitosa, a veces de vergüenza y horror, no refleja una
algunas características de su perspectiva del pasado. En este caso, reexperiencia directa, el contacto con nuestro fuero más interno,
la continuidad del desarrollo se explica con referencia a la deten- Ia expresión de nuestra composición estructural interna. Más bien,
ción del crecimiento. El tiempo psicológico sólo avanza cuando los esta experiencia universal, igual que la experiencia del self como
pad.es toman las medidas adecuadas. Las deficiencias ambientales animal, refleja un esquema de segmentos y dimensiones simboliza-
dan como resultado detenciones del desarrollo'bien deterrr¡inadas, dores de la experiencia adulta en tal forma que obtiene su defini-
y por ello las fallas dEl cuidado materno al principio de la infaneia ción y sus significados de las configuraciones d-e relaciones pasadas
producen el núcleo étiológico de la psicopatología posterior. El y presentes. Como veremos en los ejemplos clfnicos que se presen-
bebé moderno, como el de Freud, se encuentra d,entro delanalizan- tan en el siguiente capítulo, la experiencia de uno como bebé refleja
do. Originalmente se trata de t¡n producto interactivo, de un el empeño por expresar dimensiones de la experiencia que, tanto
producto de las relaciones, pero una vez que se constituye trata de en la niñez como en el presente, son conflictivas y por ello se
expresarse y configura toda la experiencia subsiguiente. El adulto rechazan dentro de las configuraciones predominantes de la matriz
se lr¡elve una especie de bebé que persevera, detenido en el tiempo de relaciones.
del desarrollo. r
Una tercera posibilidad, más plenamente interactiva, consiste erl
considerar que la continuidad del desarrollo es como un reflejo de
similitudes en los tipos de problemas con los que luchamos en todos
los momentos del clclo vital. Ser una persona con los demás implica
una dialéctica constante entre el apego y la autodefinición, entre
el contacto y la diferenciación, una transacción continua entre los
deseos y la voluntad de uno y los deseos y la voluntad de los demás,
entre la realidad subjetiva propia y la realidad consensual de las
otras personas con quienes uno vive. Según esta perspectiva, el
medio interpersonal desempeña un papel constante y esencial en
la creación de la experiencia. [,as primeras experiencias no tienen
signifrcado porque constituyan los restos estn¡cturales que perma'
necen f¡jos, sino porque constituyen la primera rePresentación de
esquemas de estrucit¡ra familiar y de interacciones que se repiten
L¡na y otra vez en diferentes formas y en diferentes fases del
desarrollo. Es esencial comprender el pasado, no Porque el pasado
esté oculto o debajo del presente, sino porque comprendiéndolo
se tienen las claves para descifrar cómo y por qué el presente-se
{t* observa y configr.rra de determinada manera.
Vista de este modo, la matriz relacional no tiene las propiedades
fijas y estrtrcttrradas que las teorías de la detención del desarrollo
le atribuyen al infantilismo. Los restos del pasado no exch"ryen al
presente; proporcionan maneras de negociarlo' Inevitablemente,
coNsEcuENcrns clñrc,rs oE oRrE¡.¡TAcróN DEL DEsARRoLLo 179

6. CONSECUENCIAS CLfNICAS DE LA ORIENTACIóN DEL los teóricos de todas las escuelas relacionales cstarían de acuerdo.
DESARROLLO Pero ¿qué quiere decir que el analista sea un objeto bueno? ¿"Bue-
no" en qué sentido? El analista le proporciona al paciente nuevas
oportunidades p¡rra relacionarse, diferentes de las que antes dispo-
nía o podía aprovechar. ¿Qué tipo de oportunidades? Aquí es
decisiva la orientación del desarrollo, pues incluye a las relaciones
en general en el tipo de interacciones que caracterizan a la relación
El predicammta d¿l wurótico es fu lo traduce tod.o m los entre el bebé y la madre.
tér¡ninu d¿la sennlidad infantil. Más si el ¡nédico también lo
hace así, ¿adnnn¿ tnmos mtonca?
JOSEPH CAMPBELL El arnlista como objeta buerw

Desde un principio, la relación entre el paciente y el analista ha Para muchos teóricos de la escuela de las relaciones el analista
ocupado un lug'ar importante en las teorías acerca de la situación proporciona varias dimensiones que caracterizan a la intimidad a
analítica y su acción terapéutica. Empero, la manera en que se lo largo del ciclo vital, entre otr¿s, la represión (Bion) o la posesión
concibe esta relación ha sufrido muchas y complicadas transforma- (Winnicott) del otro, las experiencias de fusión (Mahler) y admira-
ciones. Aunque cualquier geheralización acerca de esta compleja ción; las oportunidades para la idealización (Kohut) y una sensa-
historia conceptual corre el riesgo de pecar de simplista, no es ción general de solicitud (M. Klein). En lugpr de considerar que
completamente falso observar que en los últimos decenios la estas dimensiones de la relación analítica le proporcionan al pacien-
relación analítica se considera cada vez más como una relación te una especie de intimidad más rica, compleja y adalta que la que
nueva y verdadera (Cooper, 1987). Para Freud, la relación con el le permitía experimentar su anterior psicopatología, la orientación
analista era una recreación de las relaciones pasadas, una nueva desarrollista considera que estas dimensic¡nes en esencia constitu-
versión extraída del "lugar [original] de los estereotipos" (Freud, yen remedios para el desarrollo. Más que considerar que el presen-
19l2b). [¿ relación "aquí y ahora" era esencial, aunque como una te del paciente se enriquece, considera que se rectifican sus dimen-
réplica, como el medio para recuperar los recuerdos o para reme- siones pasadas y se corrigen sus lapsos de desarrollo. Esto le da un
diar las amnesias, y se suponía que esta función era lo que curaba matiz regresivo a la actividad analítica y distorsiona seriamente la
al paciente. [,as perspectivas de los modelos relacionales actuales naturaleza de estas experiencias. Veamos varios ejemplos.
tienden a destacar más lo nuevo de la relación analítica. El pasado A continuación presentamos el resumen de un caso del que
sigue siendo importante, pero como medio para captar el signiñ- habla Melanie Klein, quien describe a lapaciente como unapersona
cado de la relación actual con el analista, y la cura se logra resentida en todos los aspectos de su vida.
trabajando con esta relación. (Véase en Racker, 1968; y Gill, 1983,
un amplio estudio de esta diferencia.) Aunque la habían.alimentado al pecho, sus demás circunstancias no habían
¿En qué consiste esta nueva relación? Hay una gran variedad de sido favorables y estaba convencida de que su crianza y su alimentación no
opiniones. Fairbairn (1958) lo expuso así: para que el paciente habían sido nada satisfactorias. Además de sus resentimientos acerca del
desate su vínculo con los objetos malos (el cual constituye el núcleo pasado, no sentía ilusióñ ni por el presente ni por el futuro:". La paciente
de todas las psicopatologías) debe creer que el analista es un "objeto telefoneó para avisar que no podía venir al tratamiento porque le dolía el
bueno". Es imposible que se quede sin objeto; uno no puede dejar hombro. Al día siguiente me habló de nuevo para decir que todavía no se
sentía bien, pero que ebperaba verme al otro día. Cuando por fin se
los vínculos viejos a menos que encuentre la posibilidad de contraer
presentó al tercer día, se quejó de todo. La había cuidado su criada, pero
vínculos nuevos y atractivos.
nadie más se había interesado por ella. Me dijo que en determinado
Que el analista debe volverse un objeto bueno es algo con que

tl78l
180 EL INFANTILISMo CONSECUENCIAS CLAIICAS DE ORIENTACIÓN DEL DESARROLLO I8I
momento el dolor se había agudizado de repente, y que al mismo tiempo Poco a poco se hizo evidente que su incapacidad para reaccionar estaba
había sentido un frío exagerado. Había sentido la necesidad imperiosa de vinculada a un temor paralizante de incertidumbre siempre que tenb que
que alguien fuera de inmediato y le cubriera el hombro para que se le correr algún riesgo, es decir, siempre que debía tomar una decisión. Estaba
calentara, y que en cuanto lo hubiera hecho se fuera. En ese momento se muy unida a su padre, que era muy enérgico y más bien obsesivo, pero
le ocurrió que así debió sentirse cuando era bebé y deseaba que la cuidaran, muy formal; ambos se comprendían y se apreciaban mutuamente, en tanto
sin que nadie lo hiciera. que la relación que sostenía cen su madre, una mujer miís bien temerosa,
Una característica de Ia actitud de la paciente hacia los demás, que aclaró y que la paciente consideraba poco digna de óonfianza, era de plano
su primera relación con el pecho, es que deseaba que la cuidaran, pero que ambivalente.
al mismo tiempo rechazaba precisamente al objeto que iba a satisfacerla. [¿ Tardamos casi dos años en lograr que estas relaciones tuvieran sentido
sospecha del don recibido, junto con su necesidad imperiosa de que la para ella. Más o menos en este lapso se le expuso la interpretación de que
cuidaran, que en última instancia significaba el deseo de ser alimentada, en apariencia lo más importante para ella era no perder la cabeza y
expresaba su actitud ambivalente hacia el pecho. ( 1957, p. 20a.) conservar los pies bien firmes sobre la tierra. Como respuesta, mencionó
que desde que era muy pequeña había tratado de dar una voltereta y que
En este caso, Klein describe a una mujer que tiene la impresión de nunca lo había logrado. Entonces le pregunté "¿Y ahora?" Ella se levantó
que su vida y sus relaciones con los dem¡ís se caracterizan por las del diván y,para su asombro, dio una voltereta perfecta, sin la menor
privaciones, la desesperanza, el cinismo y la negativa metódica a dificultad. (1968, pp. 128-129.)
entregarse a nadie. I.aq definiciones de Klein respecto de la envidia
(un deterioro premeditado de lo "bueno") proporcionan un rico Esta interacción resultó un importante descubrimiento en el trata-
contexto metafórico para aclarar la dinámica de la paciente. Con miento: "siguieron muchos cambios en su vida emocional, social y
todo, Klein reduce esta negativa de toda la vida del paciente a no profesional, con los que adquirió mayor libertad y elasticidad" (p.
permitir que nadie le dé nada, o a no permitir que alguien sea 12e).
importante para ella, para su relación como bebé de pecho. Klein ¿Cómo interpreta Balint la voltereta, el "acontecimiento decisi-
es clara en este punto: el pecho no es una metáfora de la alimenta- vo" en este caso? Considera que se uata de una regresión, a la cual
ción y la esperanza. No indica que los s€ntimientos respecto del deñne cuidadosamente como "el surgimiento de una forma de
pecho sean los primeros en una serie de relaciones con los otros comportamiento infantil luego del establecimiento de formas más
en los cuales la paciente se enfrenta al desaliento y la ansiedad maduras y adultas" (p. 129). Esta es una definición inverosímil y
mediante la envidia voraz: "Su necesidad imperiosa de recibir curiosa. ¿Por qué es infantil y primitivo dar una voltereta? ¿Con qué
cuidados [...] en última instancia tr¿ducía sus deseos de que la forma anémica y borrosa de la adultez se mide? Aquí tenemos a
alimentaran." Klein describe diferentes manifestaciones de la ne- unajoven cuya vida adulta es sumamente precavida y limitada, una
cesidad de recibir cuidados -que con seguridad era una necesidad joven que no intima con nadie. Dado el contexto de interpretación
de relación fundamental a lo largo del ciclo vital- como símbolos establecido por Balint y la paciente, y dado el posterior progreso
y transformaciones de los primeros deseos despertados por el de ésta, parece que la voltereta es la representación metafórica de
pecho. su nueva disposición a correr riesgos, a participar en los aconteci-
[,os textos de Balint revelan una orientación similar en su mientos sin saber exactamente cómo resultzrán, a dejar de funcio-
interpretación de los sucesos inte¡personales significativos del nar midiendo sus pasos. Entonces ¿por qué infanril y primitivo? El
proceso analítico. Balint (1968, p. 128) habla de su trabajo con Lrna significado del acto obviamente es un progreso; no un retroceso;
"veinteañera atractiva, chispeante y más bien coqueta" que empezó una expansión, no una disminución, de la madurez de la paciente
el tratamiento quejándose de su "incapacidad para lograr nada". y de sus capacidades. ¿Es tan infantil y primitivo el comportamien'
Aunque había tenido éxito en los estudios, no había presentado sus to? ¿Los adultos no deben tener movimientos físicos espontáneos?
exámenes finales; aunque era popular con la gente, no había ¿No deben comportarse as?
logrado relacionarse con ningún hombre. .No obstante, lo que más impresiona de la interpretación que
182 EL INFANTILISMO CONSECUENCIAS CLft.¡ICAS DE ONINVTNCIÓN DEL DESARROLLO I83

Balint da a este emocionante momento clínico es que lo considera miento de una conducta infantil, aunque ésta se vea con buenos
un surgimiento; esto indica algo que ha estado contenido dentro ojos, se distorsiona gr¿vemente su importante significado interac'
de esta mujer, reprimido, sumergido, pugnando por liberarse, tivo frente a la nueva relación con el analista.
como si la voltereta y la espontaneidad infantil que expresa estuvie- La orientación del desarrollo no sólo es evidente en los textos
ran dentro de ella, esperando que la presencia del analista precipi- de los autores de la escuela británica, sino en la obra de los teóricos
tara su liberación. No obstante, según la explicación de Balint, este de la tradición de la psicología del yo norteamericana. En este caso,
acto no surgió así nada más: fue estimulado. Balint, el analista se cree que el conflicto estructural de los impulsos sexuales y
adulto, sugirió que la paciente tratara de dar una voltereta; lo nuevo agresivos domina el final de la niñez y el desarrollo posterior'
fue que lajoven respondiera a la invitación. Cuando se agregan a la teoría aspectos referentes a las relaciones,
La paciente estaba íntimamente ligada a su padre, un hombre específicamente en las colaboraciones de Mahler,Jacobson y Kern-
obsesivo pero íntegro. Su analista de varios años, sin duda también berg, se indica que pertenecen a la primera fase del desarrollo, y el
obsesivo e íntegro, la invita ajugar, a correr un riesgo, y al hacerlo q.r" r."tt evidentes más adelante en la vida se considera un residuo
también él corre un riesgo. En cierto modo la seduce, o tal vez se regresivo de perturbaciones muy tempranas. Veamos este resumen
permite reaccionar ante su seducción truncada. Aquí tenemos a un cXáico de Blánck y Blanck, quienes sintetizaron y aplicaron varias
hombre que, a pesar de su respetabilidad, no está atado por las contribuciones de la psicología del yo.
convenciones, un hombre dispuesto a intentar algo muy diferente,
cuyo resultado también es desconocido e imprevisible. Parece una La señora Fl¿tcñar: Siempre me siento rechazada. Mi esposo sólo me deseaba
manera muy engañosa de describir un caso muy brillante y creativo sexualmente, pero nunca me abrazó nada más Porque yo le gustar¿'
de trabajo clínico. Durante la transferencia, la paciente y el analista EI terapzutg:itodos necesitamos que nos abracen a veces' pero ¿cuándo
establecieron un fuerte apego basado en la confianzayla precau- es más fuerte esta necesidad?
ción, y en el cual el decoro y el profesionalismo de la situación La señora Fletchert¿Se refiere a cuando somos bebés? Parece que usted
analítica son los equivalentes simbólicos de la timidez de la madre me dice que el que yo piense en una mujer, aunque sea sexualmente' en
realidad iefleja cuánto deseaba yo que mi madre me abrazara, consintiera
y de su profundo temor a la vida y la espontaneidad. Quizá el
y amafa.
acontecimiento definitivo no fue la voltereta de la paciente, sino la
La terapula: ¿Entiende ahora por qué me preguntó si yo era lesbiana?
invitación del analista, con lo cual se salió de la integración de la La señora Fbtcher. Ay, eso me mortifica' Yo necesito a una mujer'
transferencia en que participaba, transformando así la relación. La terapeuta: ¿Pero entiende usted porqué?
Los datos clínicos de Balint sugieren que la psicopatología del La sniora Fl¿tchen Necesito los cuidados de una madre.
paciente está estrechamente ligada a su apego a los padres y a la De esta manera, la Paciente llega a darse cuenta dp que sus deseos
patología de su carácter. Es benél¡co que se vea claramente dicho homosexuales contienen el fuerte deseo de los cuidados maternos que no
apego y que la paciente y el analista entablen nuevas formas de fueron satisfechos en la edad adecuada de la fase simbiótica. (197a' p' 306')
relación. Estas nuelas formas reflejan espontaneidad, buen humor
y disposición a correr riesgos. La manera en que Balint describe Veamos la primera intervención de la teraPeuta. [,a paciente ha
este cambio positivo en {a capacidad para relacionarse ilustra los expresado la opinión de que su esposo la utiliza sexualmente sin
dos principales problemas causados por la orientación desarrollis- señtir ternura Por ella, sin que ella le guste. El terapeuta se fija en
ta: define a la psicopatología como una falta de experienciab su necesidad de ternura a lo largo de la vida, y de inmediato la
infantiles y no como esquemas limitantes de las relaciones en inscribe en la necesidad que tiene el bebé de que su madre le
general, y considera que las necesidades no satisfechas residen en muestre ternura. Las necesidades de relaciones que con justicia
la paciente, ejercen presión para surgir, y no las ve como una podrían considerarse asPectos de las relaciones adultas, como el
función del campo interactivo de las relaciones en el cual se anhelo de ser abrazado y mimado, le parecen regresivas, las ve
desenvuelve la analizanda. Al definir a la voltereta como el surgi- como anhelos simbióticos, como residuos no disueltos de la prime-

UNÍVERSIDAD DE
ANnoQtxA

UBUOIEACD{t?'¡ft
184 EL rNFANrrLrsMo coNSEcuENcrAS clb,rrcAs or onnNrRcróN DEL DESARRoLLo 185
ra niñez. Al introducirse el concepto mahleriano de simbiosis como contárselo todo al analista, esperando su aprobación y sus elogios.
algo preestructural, en vez de que lo vea como una descripción de Creía que esta necesidad de "reflejarse" (había leído a Kohut) era
la tensión entre la autonomía y la entrega a lo largo del ciclo vital, infantil y embarazosa, que era una señal de lo dañado que había
necesita referirlo a la necesidad de ternura v al deseo de fundirse resultado su sentimiento de autoestima.
en la primera relación con la madré. Estos anhelos referentes a la
¿De qué naturaleza es esta interacción deseada por el analizando,
madre no se consideran como los primeros de una serie de anhelos que la expresó entre titubeos? El paciente deseajactarse de su éxito,
parecidos en las relaciones posteriores, sino como el único foro festejarlo, provocar en el analista admiración, orgullo y tal vez
paia el desarrollo en el cual tienen sentido estas necesidades. envidia, pero cree que esto es infantil y lo incomoda. Esta actitud
(Bergmann, 1971, hace una explicación mahleriana, que resulta frente a su deseo es congn¡ente con la manera en que las teorías
conmovedora, acerca del amor adulto, diciendo que se basa en de las relaciones objetales tratan muchas de las necesidades de
anhelos simbióticos, aunque estos son regresivos por antonomasia, relacionarse mediante la orientación desarrollista; es la postura que
y no importa que lo sean en pro del romance.) tomó Klein frente al deseo de cuidados experimentado por su
Que los aspectos relacionales se orienten hacia la infancia tiene paciente, por Balint frente a la voltereta, por Blank y Blank frente
importantes consecuencias en el manejo del material clínico, como al deseo de la paciente de ser abrazaday mimada. En este caso, el
ilustra el siguiente ejemplo. I analista no considera que el deseo del paciente de compartir su
Un joven analizando, profesor universitario de una disciplina j éxito sea como el de un bebé que trata de reconocerse en los ojos
relacionada con el psicoanálisis, motivo por el cual había leído de su madre, o el de un bebito que se exhibe, sino el de un hombre
muchos textos psicoanalíticos, luchaba con la ansiedad fóbica de que siente un tímido orgullo por su éxito y por las capacidades que
presentarle su trabajo a sus colegas. El profesor provenfa de una fl
acaba de descubrirse. El analizando, que manifiesta su orgullo
familia numerosa y muy unida que veía con suspicacia al mundo disculpándose al mismo tiempo, desea que el analista lo tranquilice
exterior, y en especial a quienes se desenvolvían exitosamente en (explícita o implícitamente); le pide permiso para demostrar sus
é1. El paciente sentía un fuerte conflicto enrre sus acrividades f, capacidades, lo que mantiene tanto la defensa caracterológica del
intelectuales y sus ambiciones de progresar, por un lado, y su paciente como la sutil protección del otro (que, según se supone,
profunda ñdelidad a las tradiciones antiintelectuales y paranoides no puede presenciar completamente la lucha y los triunfos del
de su familia. Su madre era una hlja, esposa y madre muy sufrida paciente). l,a interacción resultante es una mezcla de vitalidad
que inspiraba fuertes sentimientos de culpa y esperaba que sus hijos expansiva, protección y solicitud, deferencia y un gran triunfo
se pusieran de su parte y la protegieran. Su padre era un hombre secreto. Por supuesto, este hombre orgulloso tiene que ver con el
irritable y fanfarrón que despreciaba la vida fuera de los estrechos niño fanfarrón y con el bebé anhelante; estas comparaciones re-
confines de sus intereses, alavez que esta vida le inspiraba un gran flejan expresiones de la misma necesidad de relacionarse, en dife-
temor. El paciente nunca se había sentido apoyado ni admirado rentes niveles del desarrollo y mediante diferentes modalidades
por sus méritos, que él mantenía ocultos y devaluados, convencido cognoscitivas y simbólicas. Empero, referir las diferentes transfor-
de que destruirían las relaciones con sus padres, lo que al mismo maciones de esta necesidad a sus primeras manifestaciones, equi-
tiempo temía y deseaba. vale a distorsionar seriamente su significado e infantilizar al mismo
Luego de trabajar con el analista en muchas facetas de su tiempo al analizando.
ansiedad fóbica, el paciente empezó una sesión disculpándose por
hablar sobre un acontecimiento reciente. Una reunión a la que
había temido durante mucho tiempo, en la que debía presentar su Conflicto y pasiuidad
trabajo, había transcurrido de maravilla; en realidad, hablaba con
rriucho entusiasmo de sus capacidades; sentía que debía tratar otros El sesgo que la orientación del desarrollo le da a la matriz relacional
asuntos, pero de todas maneras experimentaba la necesidad de suele destacar dos aspectos clínicos: la tendencia a restarle impor-
186 EL TNFANTILISMO coNsEcuENcres clñlces or onl¡Nr.lclóN DEL DESARRoLLo 187

hncia al conflicto, y la tendencia a considerar esencialmente pasivo te. Sería una persona cabal e íntegra cuya dif'erenciación y organización
al analizando. psíquica interna sencillamente representaría sus diversos intereses y capa-
La teoría pulsional es una teoría del conflicto: los impulsos cidades, dentro de un desarrollo cornpleto del yo, con buenas ¡elaciones
objetales. $. a25.)
asociales chocan con las defensas inspiradas por la sociedad en
contra de los impulsos, y debido a este choque se produce la vida
Cuando los cuidados de los padres son adecuados, el resultado son
mental. Los teóricos de la detención del desarrollo, que introducen
una armonía y un equilibrio internos perpetuos.
aspectos relacionales por medio de la orientación del desarrollo,
nó suelen referirse a estos aspectos como algo que ocurre al Entonces, el niño puede iniciar una relación erótica libremente, sin senti-
principio de la vida, sino como no conflictivos o Preconflictivos'
-l,as mientos de culpa o ansiedad, con alguien que no peltenezca a su farnilia;
nécesidades de relación no son asociales e inevitablemente puede entablar otr¿s relaciones personales importantes en las que encuen-
producen conflictos con el medio social; estas necesidades son tre verdaderos espíritus afines sin el elemento erótico, y ejercitar una
lociales por antonomasia; lo que se busca es alguna forma de personalidad activa y esponánea, libre de temores inhibidores. Este afecto
relación. Si el medio interpersonal proporciona oportunidades paterno, que los griegos llamaban agape para diferenciarlo del aros, es el
para relacionarse, no surgen conflictos; pero si el medio interper- tipo de afecto que el analista ha de prodigarle a su paciente, pues no lo
sonal no proporciona estas oportunidades, el resultado no son los obtuvo adecuadamente de sus padres. (p. 357.)
conflictos, sino la privación.
Winnicott expresa con mucha claridad el punto de vista de la Cuando Kohut expone su "psicología del self en sentido amplio"
detención del desarrollo, al distinguir entre neiesidades y deseos' (1977), adopta una postura muy parecida: si los cuidados paternos
[,os deseos se derivan de los impulsos instintivos y con el tiempo proporcionan las funciones objetales del self adecuadas, la vida
chocan con la realidad social; si no son gratificados, pueden ser transcurre sencilla y fácilmentf. Incluso experimenta el apogeo de
reprimidos, sublimados y transformados en gratificaciones inhibi- la fase edípica, el clímax del "fragor y la tempestad" de la teoría
das. Las necesidades son necesidades del desarrollo; el niño requie- cl¡isica, como un feliz ejercicio de funciones. Kohut pregunta si
re que sus padres observen determinados comportamientos para podría ser que
adquirir las experiencias necesarias' Si los padres se las proporcio-
nan, el niño prosigue su desarrollo; en caso contrario, se petrifica' el dramático complejo de Edipo del análisis clásico, tan cargado de
De la.misma manera, si el analista no proporciona de alguna conflictos y que describe a un niño cuyas aspiraciones se desmoronan bajo
manera estas oportunidades para las relaciones objetales, no puede el impacto del temor a la castración, no es una necesidad prirnaria de
madurez, sino sólo el frecuente resultado de repetidos fracasos por parte
haber más progresos. No se trata de gratificar los impulsos, sino de
de padres con alteraciones narcisistas. (p.2a7.)
llegar al seltpropiciando las experiencias necesarias. Según Winni-
coit, las psicopatologías serias siempre son resultado de un sumi-
Kohut sugiere que, de la misma manera, si el analista evita someter
nistro inadecuado de necesidades, de una "enfermedad de deficien-
al paciente a fracasos traumáticos en la empatía, opuestos a los
cia ambiental", y la sencilla provisión de funciones maternas le
"fracasos empáticos óptimos", las reacciones por las que él mismo
produce al niño experiencias no conflictivas y le permite desplegar
siente empatía, el análisis se efectúa con fluidez y sin rabas.
su personalidad sin problemas'
Algunos analistas que se consideran "ortodoxos" descartan las
be la misma manera, Guntrip (1969) parte de la premisa de que
teorías de las relaciones con el argumento de que omiten la
es posible vivir una existencia libre de conflictos, y que esto desde
importancia medular del conflicto que ellos relacionan con las
luego es muy deseable.
neurosis edípicas. Se trata de una críticajusta, aunque el no tomar
en cuenta al conflicto (como el restarle importancia a la sexualidad)
Si imaginamos una Persona perfectamente madura, esta carecería de
??o es un elemento inevitable de la perspectiva relacional, sino más
estructura endopsíquica con pulsiones y controles en oposición permanen'
188 EL INFANTILISMo coNSECUENcres clñrc¡s or onnrgrncróN DEL DESARRoLLo 189
esperanza entraña un gran peligro. Puede ser precisamente el
bien un artificio histórico. Cuando se introducen contribuciones
sentimiento de contacto significativo lo que precipite el retiro del
relacionales por medio de la orientación del desarrollo, se resta
analizando, porque la posibilidad de este contacto impugna las
importancia al confl icto.
premisas bfuicas del mundo subjetivo del analizando, mundo que
Considerar que el conflicto es elemento exclusivo de la teoría
es penosamente limitado, La definición de Sullivan (1953) sobre la
pulsional y que los conceptos relacionales son de naturaleza funda-
"transformación maligna", el concepto de Klein ( 1957) de la envidia
mentalmente no conflictiva, es limitar seriamente la utilidad clínica
vonLz, y la descripción de Bion (1957) de los "ataques a la vincula-
de Jas aportaciones relacionales. Este Punto de vista no toma en
cuenta la universalidad de los conflictos entre las diferentes rela- ción" señalan los peligros de la esperanza y la naturaleza conflictiva
ciones e identificaciones; hasta cierto Punto, los vínculos y la de las necesidades de relación. El modelo de la detención del
fidelidad con uno de los padres inevitablemente se viven como desarrollo (en el cual los conceptos relacionales se introducen
amenazas a los vínculos y fidelidades debidos al otro (y esto puede
mediante la orientación del desarrollo), al restarle importancia al
conflicto, produce una visión simplista de los procesos de relación
ser cierto en realidad). Tampoco se toma en cuenta la importancia
y pasa por alto la ambivalencia esencial de la situación psicoanali
clínica del conflicto d¿ntro de una relación única. [,a intimidad no
tica.
e¡ un sendero de rosas, sino un procedimiento que implica correr
riesgos, tomar decisiones y tener preocupaciones. En la intimidad
Un aspecto estrechamente relacionado con lo anterior y que desta-
por fuerza hay que buscar entendimientos, Ios cuales, no importa
ca la orientación del desarrollo, es la tendencia a considerar al
con cuánta libertad y buena disposición se llegue a ellos, inevitable-
paciente como una úctima pasiva y aislada. [,a psicopatología es un
mente implican ajustes del self. Dada su cualidad temporal, las
relaciones íntimas no son estáticas, sino que implican una tensión
producto directo de la privación, una "falla ambiental". Para el
desarrollo del self son necesarias ciertas experiencias interpersona-
y un conflicto activos entre la franqueza Para con el otro y la
les; cuando éstas no se presentan, las características principales del
autodefinición, entre la apertura frente a los requerimientos del
niño permanecen enterradas, sin despertar, paralizadas. Cuando el
otro y la necesidad de marcar límites. Como indica Winnicott
(1963), cada uno de nosotros necesita Permanecer "incógnito" en paciente se pres€nta al tratamiento es un cascarón vacío carente de
este núcleo, el cual sólo puede formarse si el analista crea un medio
cierto sentido para recuPerar la impresión de la experiencia perso-
más estimulante; el "verdadero self'pasivo del paciente espera esta
nal y renovar la capacidad para la intimidad. El conflicto es inherente
a lns relncin¡us.
invitación. Guntrip expresa con toda claridad las premisas de esre
sistema de tratamiento, que podría definirse como el modelo de la
Para aquellos analizandos cuyos pasados esfuerzos y relaciones
Bella Durmiente. La psicoterapia consiste en
se han visto severamente frustrados, el calor, los cuidados y las
relaciones pueden resultar aterradores y constituir una perspectiva
sumamente conflictiva. Como Will observa, para algunos pacientes,
permitir la posibilidad de una relación personal auténtica, basada en la
confianza, en la comprensión, el respeto y la solicitud, en la cual una
paradójicamente, "la cercanía con el otro implica ansiedad, sePara-
persona cuyo verdadero self ha sido aplastado por las técnicas de rnanipu-
ción y muerte" ( 1959, p. 213). El analizando puede retirarse, aislarse lación de quienes sólo deseaban que "no fuera una molestia" para ellos,
y fragmentarse si el analista deja de establecer determinado contac- por ñn pueda experimentar sus propios sentimientos, tene¡- sus propias
to, aunque esto no tiene que suceder por fuerza. Suponer que esto ideas espontáneas, y descubra que es real. (1971, p. 182.)
no es necesario limita las oportunidades clínicas. Con frecuencia
no es la experiencia del "fracaso empático", sino la del éxito Para Guntrip, el neurótico es "un niño grande descuidado física-
empático, lo que precipita la huida, la devaluación y la fragmenta- mente" que estuvo privado del "derecho elemental a la relación
ción. Para alguien que ha experimentado repetidos fracasos en sus primaria de apoyo, la única que puede permitirle vivir" (p. 156).
contactos significativos, que establece esencialmente relaciones "En el nivel miis profundo, la psicoterapia es una terapia del
limitadas y dolorosas (reales o imaginarias), el sentimiento de
190 EL INFANTTLISMO
coNsEcuENct¡,s clñrces o¿ onnNrncróN DEL DEsARRoLLo l9l
remplazo que le proporciona al paciente lo que la madre no logró su relación mutua, sino precisamente a los rasgos ausentes. El
darle al principio de su vida" (p' l9l). medio del apego es la carencia, el dolor, la depresión.
Este panorama del analizando como bebé abandonado, con Inscritas en gran parte de la experiencia y el comportamiento
privaciones y aislado, no toma en cuenta las propiedades interacti- psicopatológicos están las personificaciones de otras personas a las
vas de la mente frente a la realidad interpersonal. El principio de que el analizando se siente unido por medio de la patología. El
la vida se concibe como una interacción, pero una vez estructurada, analizando no sólo evita o excluye de la conciencia las señales que
los. vestigios de la experiencia infantil, que acechan las condiciones lo llevarían al apego balsámico, sino que busca claves diferenta que
apiopiadas para volver a surgir, acosan a Ia mente sin cejar. Lo que lo llevan a apegos que no se basan en el afecto y el apoyo, sino en
no se toma en cuenta es la medida en que el analizando Participa el dolor y el sufrimiento. El peligro de las nuevas dimensiones de
en el campo interactivo, tratando de conformar sus relaciones la relación analítica es que ponen en tela dejuicio eStas alianzas. El
actuales -incluida su relación con el analista- de las maneras que analizando debe elegir entre el apego a imágenes y presencias de
le parecen miís deseables. la fantasía que le proporcionan una sutil impresión de seguridad y
L,a psicopatología suele comprender una insistencia activa en contacto, y la posibilidad de apegarse de nuevas maneras a otras
esquemas de relaciones inadecuadas, en conductas sintomáticas y personas reales, con todos los riesgos del caso. Así pues, los
experiencias penosas a las que se aferra tercamente. Si bien en el analizandos suelen hablar de un profundo sentimiento de soledad
capítulo 9 se analizan con más amplitud el albedrío y la voluntad, relacionado con la renuncia a sus neurosis. La psicopatología no
pelmítaseme observar brevemente la importancia del compromiso constituye un estado de desarrollo detenido y paralizado; es un
áctivo en la teoría de las relaciones objetales de Fairbairn, qr-re capullo tejido laboriosamente con los vínculos trabados por la
difiere de la postura de detención del desarrollo. fantasía con otras personas significantes. Por debajo de un despego
Fairbairn Itgrrme.tta que en todas las formas de psicopatología aparentemente pasivo suele haber Lrn apego secreto, en gran me-
encuentra uno el apego a "objetos malos", con lo cual aptlnta a una dida insconsciente, pero que se experimenta como algo necesario
dimensión activa que se pierde en las posteriores explicaciones de que le da sustento a la vida.
Guntrip. La psicopatología es más que una ausencia o una evitación Los aspectos de las relaciones descritos por los partidarios de la
temerosa de buenas relaciOnes. Con frecuencia no sólo observamos teoría de la detención del desarrollo, aclaran mucho de las luchas
que se evita lo positivo, sino una fascinación por lo negativo' Así pasadas y presentes de los pacientes. Con todo, la tendencia a
como la mariposa siente atracción por la flama, Ios analizandos con inscribir estos aspectos en la primera infancia y a describir median-
alteraciones repetitivas en las relaciones interpersonales se sienten te Ia metáfora del bebé a un paciente que espera pasivamente, sin
atraídos por determinados tipos neptivos de relaciones con Perso- conflictos, a que vuelvan a surgir, distorsiona su naturaleza e impide
nas sádiias, tímidas o débiles. Esta repetición compulsiva de la una mayor apreciación de los procesos interactivos mediante los
experiencia primaria y dolorosa parece reflejar el despego de cuales se perpetúan.
ciertas formas de relación y el apego a determinado tipo de per-
sonas. El carácter masoquista busca el maltrato en parte porque la
violencia le permite la ilusión de que se comunica con Personas que La n¿caidad imperiosa y la pnspectiua del self cotno bebé
son inaccesibles de otra forma, y así logra que lo atiendan' Con
frecuencia, el depresivo busca las privaciones Porque se trata de un Parte del atractivo que encierra -tanto para el analizando como
estado que le pérmite una profunda -y con frecuencia ilusoria- para el analista- la materialización de la metáfora del bebé, es qLre
impresién de éomunicación con alguno de sus padres esquizoide corresponde a la experiencia de muchos pacientes que tirnen la
o áepresivo /, por lo mismo, al que no puede acercarse de otra impresión de que sus deseos y sus necesidades son infantiles. Con-
vndaderos atributos del
-".rir". EI analizando no se aPega a los los rasgos satisfactorios de
forme se dan la oportunidad de interesarse por otras personas y
padre, sino a atributgs imaginarios, no a désear cosas de éstas, sienten que sus nt¡evos,deseos son irresisti-
f92 EL INFANTILISMo coNsEcuENcrns clb¡¡cns os onrnNrnclóN DEL DEsARRoLTo 193

bles, intensos, insaciables, como un Pozo sin fondo' No soportan deseo la debilita, que la vuelve vulnerable, exigente y mala.
el no obtener lo que desean de la otia Persona' y no obtenerlo de Así pues, la experiencia de estas personas acerca de las primeras
inmediato. Esta necesidad imperiosa es idéntica a la experiencia reacciones de sus padres frente a sus necesidades ha hecho que a
del bebé hambriento o del que empieza a dar sus primeros psgs: todos sus deseos los invada una intensa ansiedad. [,a ansiedad
I-o que observamos hace peniar en las necesidades insatisfechas del imprime en el deseo términos perentorios, de exigencia, que se
desarrollo primario, que se manifiestan de manera inadecuada en basan en una lógica de este tenor: "Deseo estar cerca de ti, lo que
ql contexto del adulto;por ejemplo, la necesidad de una gratifica' me provoca mucha ansiedad y me hacer sentirme vulnerable, y
éiO. ot¡ primitiva (freud), ia dépendencia infantil (Fairbairn)' la preveo que reaccionarás con disgusto o con frialdad. Por ello, debes
fusión sim¡iotica (Mahler) y el reflejo (Kohut). Estas necesidades darme de inmediato cuanto deseo, para asegurarme de que no me
han sido soslayadas durante años y el tiempo parece haberlas lr-¡elto dejariís, para eliminar este deseo que siento. Necesito tener la
voraces e insaciables. Esta interpretación suele hacer que sea difícil seguridad." Este conjunto de sentimientos e ideas, inscritos en la
satisfacer la necesidad imperiosa del analizando o trabajar con
ella, necesidad imperiosa (a veces como una fuerte necesidad sexual)
lo que puede resolverse áe dos maneras' amlas poco tentadoras' suele considerarse infantil, como un desplazamiento del distante
nstas dos posibilidades son la renuncia definitiva a los deseos pasado del desarrollo que limita las opciones terapéuticas.
"infantiles" que ahora se interpretan en el contexto histórico La alternativa consiste en separurr al deseo de la ansiedad a que
adecuado (téinica clásica), o bien la inmersión en la.gratificación está sujeto, así como de las diferentes operaciones defensivas para
la detención evitar dicha ansiedad, todo lo cual forma parte de la experiencia
de esos deseos duranre la relación analítica (técnica de
del desarrollo). El primer tratamiento da por resultado una renun- de la necesidad insoslayable. Esta perspectiva del conflicto relacio-
cia; el segundo, un enajenamiento de la relación analítica' que así nal le permite al analizando una tercera posibilidad además de la
'st* s.p".id"l resto de la vida y se constituye en el único
terreno en renuncia y de la gratificación "planeada específicamente": la búp-
el cual nuestros deseos se toman en cuenta seriamente' queda de la manera en que el deseo inevitable de la interdependen-
Lo que el analizando siente como una necesidad imperiosa cia con otros ha sido conformado por la primera experiencia, de
puede ütrry..t"rte de manera más útil dentro del marco de los tal modo que estos analizandos no tienen deseos ni anhelos, y
conflictos relacionales, no como un reflejo de las f[aciones irrfanti- tampoco pueden acariciarlos el tiempo necesario para compene-
les o de las necesidades del desarrollo detenido, sino como una trarse de ellos e integrarlos a las necesidades y los deseos de las
compleja rnezcla de deseos adultos perfectamente adecuados' teñi- dem¡ís personas.
dos p"i una intensa ansiedad. Con frecuencia estos analizandos Debido a la creencia en una secuencia universal de desarrollo en
proui"n"r, de familias en las que se consideraba que depender de la cual se despliegan los afectos y las conductas (propiciados por
L,ru, p"rrorras (para lo que fuera) constituía una flaqueza y era un medio adecuado) hacia una forma de madurez previamente
infanút (y muchas t;mbién algo "malo"), con lo que desarro- concebida, muchos de los datos clínicos Frecen infantiles. El pa-
'eces organizados a partir de una exigencia ciente que expresa sus afectos, impulsos y deseos de manera
ItaUan esiilos de personalidad
desmedida o, po. lo contrario' .ñ la pttuettción de la dependenc'a' veleidosa y explosiva, obliga a ver a esta patología como reflejo de
probablemente estos analizandos sufrieron frustraciones cuando fallas del desarrollo en la capacidad de regular el afecto, la tensión
bebés, pero la urgente necesidad que experimentan en sus vidas y la emoción. Empero, sin este esquema preconcebido del desarro-
adultas tiene menos que ver con las necesidades infantiles frustra- llo, con frecuencia se descubre que en algunas familias la expresión
das, que con las ideas y los sentimientos que surgieron en ellos'
a veleidosa y explosiva de los afectos e impulsos constituye un sistema
travéi de estas primeras experiencias, respecto del deseo en gene- de vida. Todas las familias tienen reglas acerca de cómo expresar y
ral. Cuando una de estas personas experimenta un deseo muy experimentar las necesidades. ¿Qué encuentran los pacientes en el
intenso relacionado con otra Persona (el pan de cada día de Ia vida tratamiento analítico? ¿Encuentran las oportunidades que no ha-
emocional del adulto) suele émbargarla la ansiedad; siente que el bían tenido para desplegar sus capacidades innatas, o bien oportu-
194 EL INFANTILISMO
CONSECUENCIAS cLÍ\IcAs D¡ onmNreclÓN DEL DESARRoLLo I95

nidades para integrar las experiencias instrapsíquicas.e interperso- mismo o por los demás, hay que hacérselo todo, situación que
nales con otra Persona de rnanera di'fermte, más enriquecedora y contempla cón un arrobo romántico y feliz.
adecuada que dentro de su familia? Al interpretar los datos clínicos Otra caraterística de la dinámica de los pacientes cuya imagen
como un desarrollo detenido suele disfrazarse la creencia del de sí mismos corresponde a la del bebé moderno es que los bebés,
paciente en esta manera de vivir, y su fidelidad a ella' Con frecuen- y con frecuencia los impedimentos y la indefensión, adquieren un
.i", lo, sentimientos y las conductas aParentemente infantiles' significado especial en la ideología familiar, sobre todo para las
a-unque constreñidos, suelen seguir interviniendo en los contactos madres. Un analizando tenía una madre que se consideraba muy
más significativos con los dem:ís' maternal, sobre todo respecto de los bebés de pocos meses. No se
sentía a gusto con los niños de más edad y parecía que su relativa
Así como la metáfora del bebé moderno a veces zclaraconside' independencia la molestaba, mientras que se sentía más a gusto y
rablemente los datos clínicos que Poco a Poco van surgiendo a cerca de los bebés de meses. Las hermanas menores de este
través de la difícil búsqueda analítica, en el caso de ciertos analizan- analizando fueron remplazándolo como centro de atención y preo-
dos (en los que casi parece exigirla la información) puede ser cupación de su madre. Ella temía que si tenía más de un bebé, fuera
engañoJa. Se trata de pacientes que de hecho se ven necesaria su entreg'a total, y al mismo tiempo se sentía culpable por
"rp"iiul-.rrté
ií -ir*ot, a veces conscientemente' a veces inconscientemente' haber privado a su hijo de su situación privilegiada. Esta mujer
"conlaimagen del bebé moderno, con una infancia interrumpida y exageradamente masoquista encontraba en el cuidado de un bebé
trastornadá, y que experimentan un Sran deseo de volver a ser el único medio de entregarse, aunque fuera indirectamente. Como
niños. se consideran una especie de adultos fraudulentos; no adulto, el analizando tenía ideas excesivamente románticas acerca
logran sentirse íntegros debido a que sus primeras necesidades no de la niñez y anhelaba ser un bebé. En su familia sólo había dos
frráron satisfechas. ia dinámica de estos casos gira en torno a varios maneras de existir: siendo bebé y negando totalmente al self.
tem¿ui recurrentes. Con frecuencia se descubre que la experiencia Otro analizando de este tipo era el hijo mayor de una pareja
del self como bebé no representa una Parte de la vida infantil de la embelezada con toda la idea de los bebés, específicamente los szyos.
mente que aguarde el momento de surgir, sino que constitl¡ye Llna La madre había sufrido una serie de pérdidas dolorosas a tierna
decidida estiategia para conformar al self de manera que se posi- edad; aunque se sentía lesionada y atrapada, creía que sus bebés
biliten varias clases de contactos interactivos con otras Personas y eran la oportunidad para una vida nueva y sin mácula; cuando
puedan pretenderse derechos sobre ellas' hablaba de cada uno de sus bebés (tanto durante el tiempo de su
' Estos analizandos suelen tener una activa experiencia de relacio- infancia como más tarde) lo hacía como si fueran entes perfectos,
nes con otras personas que se caracteriza Por su sumisión a las extraordinarios física e intelectualmente, heraldos de una nueva
expéctativas qrll t*-,po.t.oen los demás, la disposición a-darle a los forma'de vida. El analizando creció bajo la fuerte impresión de que
¿em¿s lo qué deseln a cambio de su relación o aprobación' I'a era una desilusión para su madre, como si nada de lo que él tenía
imagen dei niño que en secreto creen ser (o quisieran ser) es. la de distintivo (y por ende de humano y finito) se tomara en cuenta,
op,.".rt" a su estilo interpersonal. Consideran que la característica como si las miradas que le arrojaba su madre siempre se dirigieran
esencial de los bebés esla de no tener que ser ni hacer nada para al bebé perfecto que ella había creído que era.
nadie: los bebés no tienen responsabilidades, no saben nada de las El bebé que el analizando cree que es o anhela ser invariable-
necesidades de los demás, todo gira en torno a su propia experien- mente tiene que ver con las relaciones y los valores familiares. Por
cia. Estos pacientes, dentro de los límites de su sensiblidad y ejernplo, otra analizanda, a pesar de sus considerables talentos y
sumisión cómpulsivas, creen que losbebés son los únicos humanos logros, se veía como "una calamidad de bebé por dentro". Esta
que tienen derecho a se. .ilot mismos' No les parece que .la impresión de que era "una calamidad" se plasmaba en varias
impotencia del recién nacido sea una desventaja,,sino unarrentaja' conductas sintomáticas, Que incluyen comer en exceso, sentir la
Prácisamente Porque el recién nacido no puede hacer nada por sí necesidad compulsiva de orinar en situaciones sexuales, y caer en
196 EL INFANTILISMo coNsf,€uENcrns clÍ.¡rces on onnvreoóN DEL DEsARRoLLo 197

(dados los valores de la cultura occidental) al compararlos con los


retraimientos depresivos. La investigación analítica reveló que
que relacionamos con recuerdos y anhelos de la niñez. Para pro-
desde hacía -rr.ño, durante sus numerosas depresiones, tenía la
fundizar en la investigación analítica, es importantísimo tener
impresión de que sus dos progenitores eran una "calamidad" literal
conciencia del empleo de la metáfora del bebé como organizador
y metafóricamlnte. Así pues, siendo una.calamidad mantenía los
fenomenológico.
vínculos con sus padres. Más importante todavía era la relación
Empero, la fenomenología no constituye toda la vida mental, ni
entre su madre y un hennano másjoven de ella, que había resultado
refleja siempre con exactitud y amplitud los procesos psicológicos
severamente lesionado en un accidente. ['a madre había centrado
con significado. Sin darnos bien cuenta de que lo hacemos, nos
su vida en torno a su papel de cuidadora de este niño "calamitoso"
formamos una impresión de nosotros mismos y conformamos
y severamente impedidó. El lazo entre la madre y el bebé impedido
nuestra experiencia teniendo buen cuidado de conservar un senti-
y lesionado p"r".i" ser el más estrecho en la familia y se volvió una
miento de seguridad y de permanecer inscritos en'una matriz
especie de iáeal en la búsqueda de relaciones de este paciente. Ser
relacional conocida. Los organizadores metafóricos de significados
amado por competente y airactivo era superficial y vacuo; ser amado
se materializan, con lo que conservan los lazos con modos anterio-
incondicionalménte, como una calamidad, era la única prueba del
res de relación e impiden los rechazos y aislamientos previstos. I as
verdadero cariño.
teorías psicoanalíticas que ponen el acento en la autoorganización
a costa del apego a los demás y a los esquemas transaccionales,
Estas imágenes indican que la metáfora del bebé moderno suele
suelen considerar que estas metáforas interactivas materializadas
terret.ttt"=gran importancia para los analizandos, pues sirve para
son residuos estructurales y motivacionales intactos de los inicios
fines mútifles y dinámicos. El peligro de emplear la meráfora de
de la vida, los verdaderos elementos básicos de la vida psíquic4 y
manera concreta y material, como suele hacerse dentro de Ia
no elaboraciones secundarias cuyo propósito es conservar el com-
perspectiva de la detención del desarrollo, es suponer que esta
plejo tejido de las relaciones.
hguia refle¡a algunas necesidades infantiles genéricas y universales,
Una de las principales habilidades en el arte del psicoanálisis es
ue"rdaderal h.r.ll"r d" recuerdos, .y u na dim ensión estructural bási-
la capacidad de captar el mundo del analizando y penetrar a é1.
ca en la experiencia del analizando. Más bien funciona como un
elemento complejo dentro de los esquemas interactivos de la matriz ¿Cómo está constitufdo el mundo de esta persona? ¿Cuiíles son sus
dramas; cuáles sus person{es recurrentes? ¿Qué significan en
relacional delánafizando, que sirve para perpetuar los lazos con-
realidad las palabras en tomo a las cuales el analizando org¡a.niza su
flictivos y creados por la fantasía, con otras personas significantes
experiencia? Uno aprende a ver al mundo en estos términos
y con esquemai característicos de integración personal
' [,a quintaesencia de la actividad de la mente hurnana es la de sumamente individualizados, a conversar con el lenguaje del anali-
zando. En este sentido, las teorías de la detención del desarrollo
.r.", ,ígt ificados y organizar las experiencias aisladas y determina- han sido utilísimas para aclarar la utilidad clínica y la fuerza
das en c-iertas categorías para darles un significado. Los significados
al evocadora de las importantes metáforas del "bebé" y el "crecimien-
se atribuyen al as&iar diferentes clases de experiencias entre.sí,
to" para simbolizar el proceso del cambio analítico. Estos temas son
encontrar elementos comunes y crear relaciones. Por ello, el em-
universales en las mitologías de todas las culturas conocidas, y no
pleo de la metáfora es un instrumento muy útil para la mente' Al
sorprende que se presten para la representación de experiencias
articular y elucidar las sutjles org-anizaciones de la fenomenología
analíticas de anhelos frustrados, para echar borrón y cuenta nueva,
del analizando se domina lo más sustancial de la obra de la con inicios tentativos y delicados. Con frecuencia estas metáforas
búsqueda analítica, que se efectúa día con día' Quizá la metáfora
constituyen un fuerte medio para articular y conectar los aspectos
del bebé, como la *átífor" del animal, es universal. Todos lucha-
disociados del self. La experiencia de uno como bebé, igual que la
mos por establecer conexiones con sentido entre la experiencia
experiencia de uno como bestial, puede permitir el acceso a las
p*"d" y la presenre, para aislar la rica complejidad de_n'estra vida áreas intensamente apasionadas e irracionales de la experiencia
interior en motivos que parecen maduros, inclr¡so independientes
198 EL INFANT'ILISMo
coNSEcuENcrAS cLñrcAs or onr¡NrnclóN DEL DEsARRoLLo 199

que no están bien integradas a la racionalidad y madurez conven- las primeras relaciones entre el bebé y quienes lo cuidan son
cionales, y ayudar a caPtarlas. precursoras de las posteriores relaciones, las cuales son más com-
Empero, como ,.r.éde con la metáfora del animal, la metáfora plejas. Un principio general de las versiones de las teorías del
del beüé se luelve problemática cuando se materializa y se confun- modelo relacional es la premisa de que las alteraciones de las
de con la explicaci|n. En última instancia, su utilidad clínica se
basa primerísimas relaciones con quienes cuidan al bebé interfieren de
en la doble capacidad del analista Para sumergirse en los esqu.emas manera importante en las siguientes relaciones, y son un factor que
de la experie.t.i" d.t mundo subjetivo del analizando y para distin- propicia la generación de la posterior psicopatología.
g,rit, y traducirle al analizando de qué maneras esos esque- Sin embargo, en cuanto a su aplicación clínica, los modelos del
".iut"t
áas restringen e impiden una experiencia más rica' conflicto relacional y de la detención del desarrollo no divergen
Considerar a estas experiencias como esencialmente metafóricas acerca de cuál fue el problema del analizando (esto es, qué hubo
no implica urra post ,- técnica en la que se recuerde continuamen- de malo en sus primeras relaciones), sino de cuál ¿s el problema
te al analizandó que en realidad, no es un bebé; más bien significa ahora y cuál es el mejor camino que seguir al respecto. Este capítulo
que el analista, a¿emes de aprender el lenguaje del analizando' empezó con el consenso de los teóricos del modelo relacional
áebe aprender el contexto q.-,. se desa¡rolló ese lenguaje y el acerca de que el analista debe llegar a ser un "objeto bueno". ¿Qué

propósito con que se conserva. El analizando debe conocer algo de clase de relación implica esto?
ese contexto y esos propósitos para poder desarrollar un lenguaje Los escritores de la detención del desarrollo, que se basan en la
más rico y vivir en un mundo más complejo' teoría del modelo relacional tergiversada por la orientación del
Como analistas, sabemos que los pacientes adultos siguen re- desarrollo, suelen ver al paciente como un self infantil dentro de
creando a sus familias dentro de sns experiencias subjetivas mucho un cuerpo adulto, el cual ha quedado fijo en el tiempo del desarro-
después de que pueden sePararse de ellas' ['o que no sabemos
es
llo, en espera de condiciones interpersonales que le permitan
si .st. t. fija estiucturalmente en los primeros años de volver a evolucionar. Desde esta perspectiva, la experiencia que no
"rqn"-"
vida debiáo a h insátisfacción de las primeras necesidades, o si se tuvo sigue haciendo falta y debe propiciarse con la misma forma
constituye una adaptación al medio social conformado a lo largo que debió tener la primera vez que debió proporcionarse. Según
de mucÍros años y que ahora se conserva activa y fielrnente' El la orientación del desarrollo, las necesidades relacionales en gene-
empleo de la meráfora del bebé ha sido tan característico del ral tienen formas infantiles, y el analista debe llegar al punto de la
pensamiento psicoanalítico desde un principio' que suponemos llamada falla ambiental, para propiciar experiencias de relaciones
que at explici los fenómenos de los adultos como prototiPos que remplacen a las que el bebé nunca tuvo. levenson se refiere a
infantiles en realidad se dan datos y explicaciones causales, en vez esta perspectiva de la psicopatología como incrustación de las
de destacar similitudes de la experiencia, las cuales también nece- necesidades infantiles del pasado cuando dice que para la teoría de
sitan más investigación. las relaciones objetales el paciente es como un adulto "que tiene
atorado dentro de su madurez a: un bebé, como si tuviera una
espina en la garganta" (1983, p.142)."
Lo, d¿tmcün d¿t dcsanolta y eI confli.cto en lns teorías rela'cionales Desde la perspectiva del conflicto relacional, las alteraciones en
las primeras relaciones con quienes nos cuidan distorsionan seria-
Todas las teorías de los modelos relacionales se basan, explícita o mente las subsecuentes relaciones, no al petrificar o fiar las nece-
implícitamente' en una amplia perspectiva del desarrollo' Se cree sidades infantiles, sino al echar a andar un complejo proceso a
q,r" t^ relaciones humanas constituyen la materia prima de la través del cual el bebé crea un mundo interpersonal (o mundo de
experiencia, y que la búsqueda y conservación de la relación son el relaciones objetales) con lo que tenga a la mano. El niño no puede
principal moioi motivaciónal de la normalidad y de la psicopatolo- funcionar sin relaciones, sin vínculos con otras personzu, sin inte-
il". ttir relaciones adoptan diferentes formas durante el ciclo vital; racciones reales que le hagan sentir que está conectado e integrado,'
200 EL INFANTILISMo coNsEcuENcrns clñlces o¡ onn¡.¡rRcróN DEL DESARRoLLo 201

Ser humano significa estar relacionado con los demás, pertenecer do con la teoría del analista. Ambos ven al paciente como un bebé
a una matriz de relaciones. sumamente delicado y frágil que debe ser tratado de una manera
El analizando inicia el tratamiento dentro de una matriz de muy precisa por una persona singularmente sensible, a fin de llegar
relaciones limitada; busca contactos Proyectando y recreando los a escindir la transferencia y extirpar al análisis del mundo de la
esquemas conocidos y limitados de patrones relacionales, experi- gente de verdad, al cual nunca regresa. Otros trabajos analíticos
,n"rrt"rrdo todas las relaciones importantes (sobre todo su relación efectuados bajo la égida de la teoría de las relaciones objetales y
cgn el analista) de acuerdo con modelos viejos; internaliza y conso- con la orientación del desarrollo, como la invitación de Balint a dar
lida sin parar estas configuraciones relacionales. l-a clave del trata- una voltereta, parecen constituir un análisis excelente al cual se da
miento psicoanalítico consiste en abandonar los vínculos con estos una curiosa explicación. El analista interactúa con el analizando de
.rq,r"*L de relaciones, para poder entablar nuevas y miís fructífe' manera cálida, espontánea, interesada, y quizá corriendo algún
ras relaciones interPersonales. riesgo. Así se expresan dimensiones de las relaciones que, en otro
cerrado el analista y el 4rralizan- contexto, se considerarían un elemento importante de intimidad a
¿Cómo escapan á. "rte sistema
¿o) f,a descriplión de Fairbairn del analista como objeto "bueno" lo largo del ciclo vital, incluyendo la intimidad entre adultos.
no puede.q..,ipuots. a ninguno de los objetos o fantasías internos Empero, la interacción se limita a la que se da entre Ia madre y el
del pacientq ei analizando nunca ha conocido un objeto bueno (no bebé, traducida a la novela del cuarto de cuna.
exisie un padre totalmente al alcance y siempre bien dispuesto);
L¿s teoúas psicoanalíticas han oscilado dialécticamente de la culpa
por esto ." hu d"do la fragmentación que constituye la base de la
a la responsabilidad. Antes de 1897, se consideraba que los padres
psicopatología. Con seguridad, el "objeto.bueno" no equivale al
;oU¡eio estiñruhnte" de Fairbairn, a los cuidados que sólo existie- que seducían a sus hijos eran los instigadores de la neurosis, y que
,o.".r la fantasía del analizando (pues en la realidad fue imposible el niño era una víctima inocente. l,a teoría de la pulsión, que en
que los recibiera) y que lo sostuvieran a falt¿ de verdaderas relacio-
buena medida se basaba en la rhetáfora del bebé como algo animal,
nes. No, el objeto bueno de Fairbairn funciona fuera del sistema
colocaba el factor causal de la neurosis en la naturaleza inherente
cerrado de las relaciones objetales internalizadas del paciente del niño, y los padres sencillamente le proporcionaban la materia
(como la descripción que hace Racker del analista como intérpre- prima para sus elaboraciones inevitables. [a teoría de la detención
te); el objeto bueno debe ofrecer algo real, algo auténtico que del desarrollo, que en buena parte se apoya en la metáfora del bebé
permita áit ¿"1 mundo cerrado de los vínculos creados por la moderno, ha hecho oscilar demasiado al péndulo; considera que
iantasía del paciente. El paciente puede vivir al analista como un la neurosis constituye una parálisis del desarrollo y que durante la
objeto estimulante dentro de su mundo subjetivo cerrado, y es infancia se careció de ciertas experiencias y lo9 padres presentaron
fallas, todo lo cual predispuso la experiencia y la psicopatología del
póbable que esto sea necesario para que el analista adquiera
verdadera ímportancia para el paciente. Empero, la perspectiva.de adulto. Precisamente debido a la polarización de estas dos posturas,
la detención del desarrollo, según la cual la cura analítica estriba muchos teóricos y clínicos se empeñan en combinar los modelos y
yuxtaponen eclécticamente las dos metáforas
en el suministro de un remplazo de las e:qperiencias infantiles -los puntos de vista
discordantes-, para encontrar una postura más equilibrada acerca
faltantes, en realidad es paralela a la propia fantasía infantil del
analizando de que existe una curación mágica; el analista !?9 d' del complejo problema de la etiología.
ser un objeto estimulante, el "auxiliador mágico" (Fromm, 1947,p' [,a perspectiva integrada de las relaciones y los conflictos permi-
70), para'construir una realidad con el "pensamiento oPortuno" te tomar en cuenta la importancia decisiva del carácter de los
del analista (Sullivan, 1956, p. 203). padres, y al mismo tiempo considera que el analizando desempeña
De esta manera, algunos trabajos analíticos efectuados bajo la un papel más activo en su psicopatología. No somos víctimas
égida de la teoría de ias relaciones objetales y con la orientación pasivas de la experiencia; más bien creamos activamente
-y perpe-
dá desarrollo se desvirtúan al confabularse la fantasía del analizan- tuamos fielmente- los esquemas de los conflictos interactivos en
EL INFANTILISMo
202
un mundo de relaciones que' si no es seguro' por lo menos es PARTE IV

conocido. No es la carenciá en sí de las necesidades infantiles en


el
general lo que causa la psicopatología, sino el uso que el niño y EL NARCISISMO
id.rlro dan posteriormente a-los primeros recuerdos, experiencias
y fantasías, a fin de establecer y conservar vínculos con otras
p"rrorr", significantes, para tejer las hebras de los acontecimientos
y. necesidaies previos Ltt r'ttt tapete de experiencia
subjetiva que
proporcione uña impresión de familiaridad, seguridad y contacto'
Si bien había estado empleando el término descriptivamente du-
rante algunos años, no fue sino hasta 1914, tras la penosa deserción
deJung de la comunidad psicoanalítica, cuando Freud introdujo
formalmente el concepto de narcisismo como un importante prin-
cipio explicativo de la teoría psicoanalítica. Freud fue ampliando
gradualmente la teoría sobre la etiología de las neurosis hasta lograr
una explicación más general de las motivaciones del hombre, y fue
investigando toda la gama de los esfuerzos humanos mediante
complejos canales asociativos de transformación y disimulo, hasta
llegar a los conflictos provocados por los deseos libidinales. Jung
se oponía a esta explicación de las motivaciones humanas, que
consideraba restringida, y afirmaba que había otras clases de moti-
vaciones, totalmente desvinculadas de la sexualidad, que desempe-
ñaban un papel destacado tanto en la salud mental como en la
psicopatología, sobre todo en las alteraciones psicóticas) como la
esquizofrenia. A fin de hacer frente a las objeciones deJungy poder
ampliar la teoría pulsional, Freud debía explicar la esquizofrenia
en términos libidinales, para derivarla -mediante una interpreta-
ción- de los deseos y conflictos psicosexuales.
Para colocar a la esquizofrenia dentro del ámbito de la teoría
pulsional, Freud amplió su visión de la naturalezay el curso del
desarrollo de la psicosexualidad. t¿ libido no se origina en Ia serie
de los diferentes instintos infantiles que Freud había descubierto
bajo la sintomatología neurótica. Los deseos que constituían la
psicosexualidad infantil formaban una fase secundaria del desarro-
llo libidinal, en la cual la libido adopta objetos del mundo exrerior.
Freud afirmaba que antes de este vuelco hacia el mundo exterior
todos los deseos del bebé se dirigen hacia su propio self y se
descargan dentro de é1. En una de sr¡s metáforas más expresivas,
Freud postula "una catexia libidinal original del yo, parte de la cual
se'emite posteriormente hacia los objetos, pero que en esencia se
conserva y se relaciona con las catexias objetales, asícomo el cuerpo
de t¡na amiba se relaciona con el seudópodo que expele para
moverse" (19l4b, p. 75). Al presentar al narcisismo como una fase
previa de las relaciones objetales, Freud pudo dar una explicación

l2o5l
206 EL NARcISISMo EL NARcrsrsMo 20i

plausible de la fenomenología y la sintomatología esquizofrénicas un lugar común que han explotado todas las teorías psicoanalíticas:
como productos de una regresión libidinal que se remontaba más la clásica, la de la psicología del yo, la interpersonal y la de las
allá de las imagos infantiles de los padres (los puntos de fijación de relaciones objetales. Si bien suele conectarse al narcisismo con
las neurosis), hasta ese olvido del mundo externo y de las demás alteraciones del carácter más severas, las conceptualizaciones y las
personas que es característico del estado original del narcisismo recomendaciones técnicas para el manejo de los fenómenos narci-
primario. sistas han tenido una gran influencia en la práctica clínica de las
. Empero, las consecuencias
de la introducción del concepto de agrupaciones diagnósticas.
narcisismo no se limitaron a proPorcionar una teoría de la esqui- Lo decisivo del concepto de narcisismo para la teoríayla técnica
zofrenia. Al ubicar al amor a uno mismo antes del amor objetal y de todas las escuelas psicoanalíticas es lo que lleva al uso del
en relación constante y recíproca con éste, Freud abrió a la refle- narcisismo -según nuestra consideración de la sexualidad y el
xión psicodinámica todo el terreno de los asPectos y fenómenos infantilismo- como un campo psicoanalítico importante en el que
relativos al amor de uno mismo y a la regulación de la autoestima' comparar e integrar diferentes perspectivas teóricas. Tanto en el
El amor a uno mismo, aunque no es totalmente independiente del modelo pulsional como en muchas proposiciones del modelo
sino de las catexias objetales y de los conflictos que éstas generan' relacional se considera que las formas específicas del narcisismcr
pasa a ser un área de la investigación psicodinámica por derecho son propiedades esmciala de la mente. En el capítulo 7 anaJizaré
propio. Con la subsecuente expansión del papel del yo en los las maneras en que los puntos fuertes de estas proposiciones
éscritos posteriores de Freud, así como en los de Anna Freud, pueden integrarse en un marco más puramente interactivo, y en el
Hartmann y otros, el narcisismo quedó como un decisivo eslabón capítulo B se aplicará esta perspectiva integrada de las relaciones a
conceptual fiunto con la sublimación y la neutralización) mediante algunos casos clínicos muy amplios.
el cual el yo se liga a las energías libidinales para mantener cierto
nivel de amor de sí mismo y Para estimular sus funciones y
elecciones.
El concepto de narcisismo permitió que el modelo pulsional
tratara el tipo de asuntos que iban a ser decisivos Para los posterio-
res teóricos del modelo relacional; por ejemplo, cómo llega una
persona a tener cierta exPeriencia y visión de sí misma, cómo
evoluciona el amor por uno mismo y cómo se conserya. El referente
del término "narcisismo" se iba separando cada vez más de su
significado original de forma de perversión sexual y también de las
consideraciones energéticas más generales' Al acercarse a las apli-
caciones contemporáneas del concepto, Storclow preconiza una
definición "funcional" del narcisismo que en esencia equivale a la
conservación de la autoestima: "l,a actividad mental es narcisista
en la medida en que su función consiste en conseryar Ia cohesión
estructural, la estabilidad temporal, y el tono afectivo positivo de
la representación de uno mismo" (Stolorow y Lachmann, 1980, p'
10). Esta deñnición podría aplicarse tal cual a las funciones que
Sullivan denominó "autoestima". En la historia posterior de las
ideas psicoanalíticas, el problema del narcisismo, el desarrollo y la
conservación de la imagen y la estima de uno mismo, se ha vuelto
7. LAS ALAS DE ÍCARO

En este mand.q sólo m el juego -el juego que practicnn los niñoo
y Iw adistas- es rnanifiato el llegar a ser y el dejar dz ser, la
estructuración y ln destruuión... Y así corno jwgan los niños y
los qúistas, así juega etfngo sempitemo. Cáwnrye y d,eSruye
cmt tada inocencia.... Tranformdndase co¡t el agua y la tieno
construye tones d¿ arena, corno sifiura unniño a¿ Ia, playa: las
arnontona, Las l¿uanta y las deniba... El impuko fu jugor,
sianpre renwado, crea nueuos mundos. El niño anoja nu
jtlgtctcs deuez en cuando ) truefue a ernpeznr, m inoccnte
capricho. Etnpero, cuanda construye, enlonces combina, une y
conJonna &Ls eslruchrra^t normalmente, segin hyes int¿tnas.'
NIETZSCHE

Cuando descubrió al narcisismo como una fuerte corriente oculta


de la experiencia humana, Freud señaló las similitudes entre la
megalomanía del esquizofrénico, el pensamiento mágico de los
pueblos "primitivos" (los no occidentales), el ciego engreimiento
del amante y los mimos excesivos e "infantiles" de los padres con
sus hijos. Freud afirmaba que el elemento común de estos estados
es el "exceso de valoración": se exagera la importancia de aquello
que se toma en cuenta, ya sea en uno o eh otra persona, y se exaltan
sus capacidades y sus perfecciones singulares. Segun Freud, todas
estas valoraciones narcisistas exageradas
-las del esquizofrénico, el
primitivo, el amante y el padre- son productos secundarios de un
estado narcisista más fundamental que constituye la primera fase
del desarrollo psíquico. Freud describe al narcisismo primario
como un estado de omnipotencia, perfección e integridad totales.
El bebé cree que constituye todo el universo, y desde luego todo lo
que éste tiene de bueno y placentero.

El aspecto deferciuo d.e la. ihuion

Si bien el estado del narcisismo primario no puede consenarse


múcho tiempo en un mundo de frustraciones inevitables y de

t2oel
210
EL NARCISISMO t¡c,s ALAS o¡ fcnno 2l I

segln Freud' no se renuncra menos que lo impida la neurosis, el progreso del desarrollo se
crecientes exPectativas de los padre¡'
por completo t".*pJ'i""tiu i'u"itittu
Jtigi"A' Mucha de la libido caracteriza por el paso del proceso primario al secundario, del
" Cn autogratificación que principio del placer al principio de la realidad. El tratamiento
narcisista se transtorma en libido objetal'
es remplazada por gtaiifitacio"es
prilsionales proporcionadas por psicoanalítico permite que se efectúe este proceso mediante el cual
obstan te' t:: lo irracional y lo fantástico llegan al ¿ímbito de lo racional y lo real:
q"i"""" funcionan.ómo obj etos libidinates' Nyo el amor ]llf "Donde Ello estaba, deberá Yo llegar a estar" (1933, p. 80 [7a]).
del narcisismo orrgrnal pti-uttttt intac-to ProPlo se
se conserva la libido narcisista' Kaplan ha descrito con mucha expresividad la racionalidad de
deriva de tres formas
""'qtt
Parte del narcisismo irimario conserva
su estado original y' Freud:
como una fuente de
como el protopl",*" Jt't" "*i¡"' funciona Si la gente debe sufrir la perdida de sus esperanzas y fantasías infantiles,
recursos libidinales Ñ "t""" se vacía
por completo-y de la que
narcisista se trans- entonces debe sufrir por el hecho de esta pérdida más que por las
;;;;;;il.atexias tiüidinates' A veces' la libido manera distorsiones de la misma en bien de la estética, las promesas vacías de la
il;?; objeto sexual; en este caso el objeto no es amado de las religión y la desdeñable protección de los órdenes sociales. La alternativa
sigue rnoatfo de {uienes proporcionaron de Freud en El mabstar d¿ la cultura era el afán interminable en pro de la
anaclítica -no "i sino que se conforma de manera
g;;;.";s pitsio"ales-,
del amor exaltado de uno
ciencia -los medios desnudos hacia los verdaderos fines-, al menos para
idealizada y ,r"r.rrrr,", segtitt el modllo él mismo. Cualquier otro tipo de vida era un enga.ño ilusorio que estaba a
de la libido narcisista se finca
mismo del narcisismo ptiit"tio' Parte un pequeño paso de la neurosis (pp. 290-291).
autotransportaciones con
." li i¿.¡ det yo. Ya no son posibles lasniño; empero' si los valores En este contexto más amplio, Freud consideraba que las ilusiones
;;;.;; ; los íerdadero' "ttilt'ttot del satisfacerse' nuevamente se narcisistas eran el residuo forzoso del estado mental miás primitivo
uli.*o".otivas de los padres pueden e infantil, y por ello eran inevitables y peligrosas. Precisamente
Ár n inla integridad y la perfeccción' de la libido porque el narcisismo implica, por definición, una valoración exce.
La característica comú" de estas tres vicisitudes "estig-
".*.t'o áe valoración" que Freud denomina siva e ilusoria, se opone a la realidad y constituye la tentación
narcisista mismo'
", "t (1914b, p' 9l t87])' Ya sea que se trate de uno constante de un retiro defensivo. El alejamiento de la realidad
,""
""i.ititta" ie considera que el objeto siempre es peligroso; su mayor riesgo es la pérdida total de contacto
del selfdese"ao o atii ptt'o"á amada' esta rnawr&'
de las que revela la realidad' De con el mundo real (el estado esquizofrénico); otro de sus riesgos,
;;;",á" .ualidades i'mplira Ia atribtrción de ualora aunque menos devastador, es el de la pérdida vulner¿ble del self
en el sistema ¿¿ freud, '*"ib*o
'i oscilatorio y que sufrida por el amor no correspondido, cuyo narcisismo se tr¿nsfie-
ihnoriu.su metáfora ie la amiba y el piotonlasma
y u uaa.r". repliega en el núrcleo, re al amadci y nunca retorna.
a veces se lanza al mundo exterior
veía entre el compromiso La que podría considerarse como la principal corriente del
deshca la relación *iptot" que hreud
y las ilusiones narcisistas' Para pensamiento freudiano de nuestro tiempo, en buena medida sigue
con la realid.a 1y.o" oias personas¡
la.idealización las transfiera dando la misma importancia que Freud dio a la función defensiva
Freud, las ilusiones t'"ttitit'tut (aunque
amados) en írltima instancia impiden que uno esta- de las ilusiones, aunque exactamente de qué defiende varía, según
"-fo.lU¡.as otras personas y con las lo extenso de las premisas teóricas, que comprenda la versión del
blezca un verdadeio'-*p'o-iso con
caso. Como ejemplos de esta perspectiva de la ilusión como defen-
gratificaciones que éstas proporcronan'
o- -Á.rrrq,r. e lrracro- sa, consideremos dos de los textos más recientes sobre narcisismo
Freui explorába ias dimensiones más oscuras
de los valores sociales' de la psicología freudiana del yo: las colaboraciones de Kernberg y
nales de la experieniia humana' su sentido
racionalista' La racionalidad' Rothstein.
morales y científicos era el de un gran
represen-h la evolución más elevada
alimentada por la sublimación'
v feliz de la mente tt"*""". Los sinsabores que sufrimos con la Si bien Kernberg puntualiza su fidelidad hacia Mahler,Jacobson y
inevitable de sus grandes ventajas'
A la tradición de la psicología del yo, sus colaboraciones se inspiran
It"u"oi" t;;';i;;;;it
c)19 EL NARCISISMO r"q,s ALAS oE fc¡no Zlg
de la vida mental' y las teorías brosamente parecida a la definición que hace Klein de Ia ,,envidia"
ampliamente en el modelo kleiniano (1957), el infante con inclinaciones narcisistas se siente tan frustra-
de Melanie ru"in ti.rr",, t"'" gt"" influencia en su PersPectiva.de
sufre una rerrible do y lleno de odio que no tolera la esperanza ni la posibilidad de
la ilusión narcisista. n"i" á"rJriue a un bebé que
ansiedad por la que reprime' y considera que el primer que alguien le ofrezca algo placentero o sustentador; considera que
"g,.tiO"pa]'o ¿e ias ansiedades paranoide: yStp.to es tan poco lo que puede esperar, y que se le ofrecerá de.tan mala
desarrollo corrrtit.,y"
"" de la realidad' Dentro gana, que es mejor no esperar nada, no desear nada y desvalorizar
,iuu, fru.i" .rn sentiáo más integrado y seguro todo lo que lleguen a ofrecerle. Las fantasías normales de que el
narcisistas funcionan como
'
;;;; ;;;úecdva kleiniana, hsllusiones estas primeras ansiedades' que self y el otro son ideales se funden con la propia percepción realista
defensas y repliegues regresivos de que tiene de sí mismo el niño, con lo que resulta un ,,self ampuloso"
un refugio de la ansiedad
son aterradoras: la idealüación constituye que se percibe como un ente completo, perfectoy sustentador: *yo
objetos malos; la
p-"r."*rori" y de la i"J" á"t""rtenadá hacia loscontrala ansiedad lo soy todo y lo tengo todo. Tú no eres nada ni ofreces nada." Esta
"maniaca"
ámpulosidad constituye tt"a aefe"'u
ád..,]jñ:";;,;; ptl""no' impotente' desamparado' v de postura sirve para expresar la agresión oral explosivay paraciefen-
de otro' derse de ella, y constituye la única solución segura en un mundo
--'f"-U"rgabyechmente
depender rr-+i^-,ó al
- - -.y-dlstilgu.e
estas conceptualizaciones
ñar..
at narct- que es considerado traidor y siniestro. l,a conservación y protec-
"aopo lo define (basándose en ción del self ampuloso se vuelve el principal motivo psicodinámico,
sismo normal det patológico' Ai primero 127) como y da como resultado un estilo de personalidad desdeñosa y una
p'
¿" rr".,J.ot?tgt9o pgt Hartmann' 1950'
"i.á"."p,o eti p.r.s, Kernberg llama narcisismo manera de relacionarse con los demás llena de desprecio.
la investidura libidinJdet ,Etr.
atañen a la representaclon
n¿r-rolal resultado de los procesos que un paciente narcisista experimenta las relaciones con otras personas como
et
á.f ..ff y a h esdma de uno mismo' P"t" Kernberg' tantoTi::ltT"
una lm- meras explotaciones, como si "exprimiera un limón y luego anojara la
dinámico que oroduce
paloligico es un mecanismo cáscara", Cree que la gente puede contener cierto alimento que él debe
presión fundamentaáu dt "grandioso; -una amPulosidad-
'"t
pti*i'iu"'"tternberg' siguiendo tl]t:::.l'
extraer, o bien que ya le ha sido extraído y entonces carece de valor. (1925,
io*o .rtu idealización de defensa primtttvos
p. 233.)
Klein, considera que ésios son mecanismos
funcionan junto con otros mecanismos de
;;;;; frecueniia enajenamiento' la negación
Según Kernberg, la idealización primitiva de los demiís también es
defensa, nmbién p,i,"i'iuo', coiro el característica de las personalidades que se organizan en torno a un
Las ilusiones narcisistas constltuyen
yi" ia."rin.ación proyectiva' en su lucha con''un
self ampuloso, pero la idealización tiene muy poco que ver con el
una defensa q,r. ,.i"í"t'ta dentro del niño' valor real de los demiís. Miís bien, el paciente narcisista de Kernberg
a"J"rroilo f"iotOgit" dela agresión oral'l (1975' p' 234)
proyecta su imagen ampulosa sobre los dem:ís cuando le resulta
"."g"-á"
q:"""ü pt"a"ce ansiedades páranoides y
dcpresivas ; las ilusiones se
imposible conservarla dentro de s( y asimismo recurre a la ideali-
el objeto
io*un a partir de la fusión patológica dei yo ideal con zación como defensa secundaria
-junto con la enajenación- para
ideal y la ihagen verdadera del self' reprimir y disimular su desvalorización de los demás, que está
la versión de
;Cómo r.,,,.io,,',, ta" il..sion.s narcisistas? Segun cargada de odio.
agresivos y pttl:t:::"t'
K"ñ;;;, "i'r"i""i" r. agobian sus impulsosdeterminada en 3L¡ constrtlr-
y Asípues, las ilusiones narcisistas pqotegen al paciente del terrible
debidos I una'fuerte pu"lsión agresiva estado en el cual pasó gran parte de sus primeros años, cuando
determinada consti'
ción, o a una falta Jt iot"ot'tia'a la ansiedad dependía del cuidado y la protección de los demás y a pesar de ello
imptrlsos- asresivos' o a Llna severa
tucionalmente resPecto de los vivía siempre insatisfecho, estafado y enfurecido. Al establecer el
p' 23a)' El infante
frustración .r, prir*, "no ¿" su vida" 1iOZ1, self ampuloso, el paciente elirnina el proreico dolorpsíquico de esta
"t también otras
.i""r. q"" él mismo y, proyectilamente' de agresividadPersonas' domina
situación; una vez establecido este self, peqpetúa aquellas mismas
son esencialmente sádicas, y esrc panofirma hipótesis devaluador¿s respecto de los demás que originalmente
cuya explicación es asom-
;; p;il"- experiencia' Para Kernberg'
EL NARCISISMO trc,s ALAS or fceno 215
214
crea un "círculo vicioso de del modelo estructural de Freud (del cual ha eliminado práctica-
obligaron a su establecimiento' Así se
de los demás y eliminación mente todas las consideraciones energéticas). El resultado es una
admiración por.i -i,io, áepreciación
temor de estos pacientes es.el versión psicodinámica que resalta el conflicto entre los diferentes
de toda dependencia real' Eimayor
odiar' envidiar motivos relacionales y sobre todo hace hincapié en la importancia
á" á.p.i¿!r de atg.'ie", potq"" depender sisnifica y frustrado"
de.la relación real con otras personas significativas. Lo que más ha
y exponerse al perigro d: sei explltado' mátratado
(n.-U"tg, 1975, P' 235)'
influido en la perspectiva de Rothstein, sobre todo en cuanto a
nocivopara alteraciones más severas, es la descripción que hace Mahler del
.'; k, il.riiorr"r rrir.isisias tienen un efecto de sabotaje
u*"tt en las ilusiones de autosufi- proceso de la separación e individualización respecto de una matriz
el tratamiento psicoaJiiito; '"
la base misma en simbiótica original. Para Rothstein, el narcisismo es una combina-
;;i; y perfección del self ampuloso' y minan tt'tpotición de que el
que descans" .r pro..to ptit"i""fi'ito' l"
ción de las definiciones originales de Freud y de la perspectiva más
más (en este contemporánea de Mahler acerca de la lucha del niño por lograr
podría lograr igo significativo de alguien
ser un considerable
caso el analista). e i"t"t át tJ q"t podría
"-'rr"li"urrdo relaciones autónomas.
en el tratamiento' el Rothstein distingue la definición fenomenológica que hace
sufrimiento psi.orOgico l t"' "t't¿"iito interés
ampu-
*yo ."i,i.*i está organizado en torno a un self impor- Freud del narcisismo como "la impresión de una cualidad de
""¡it""¿" permitir que el anáista adquiera la suficiente perfección", y marca la diferencia respecto de su tratamiento
f"t"
',;;;;t; *""::::l::"
"áp".¿e p.áporcionarle una verdadera ayuda' p1 metapsicológico del narcisismo (como carexia libidinal del yo). A
desvalorice constantemente al analista y a sus interprehcrones' la explicación que Freud dio del narcisismo primario le añade la
a una.situación de anhelo abruma- simbiosis y considera que el desarrollo de las ilusiones narcisistas
fora evit r el verse precipitado y envidia intolerables' depende de las experiencias preindividualizadas de un self perfecto
áor, ¿" abyecta dependencia y de
9{i-o con-
técnicas de Kernberg son totalmente fusionado con un objeto perfecto. La pérdida de este estado
tr" ,ecómerrdaiiones una interpre- original de perfección constituye un fuerte revés narcisista, un
gruentes con este retrato psicorlinámico;-constituyen
de la ampulosidad inevitable golpe para el desarrollo que sólo se soporta reinstalando
nción metódicay toiiá" dt f" función defensiva (1984' p' 197)'
ocurren en la transferencia en el yo ideal la perfección narcisista perdida. El bebé, al identifi-
;;iá;;ltr"ción tal como de úempo' ya que las carse con las imágenes del yo ideal teñidas de narcisismo, atempera
Cualquier oo".or..o"stituye una pérdida
el terreno mismo el dolor de la separación, que de otra manera sería insoportable:
ilusiones narcisistas á",""y"tt sisteÁáticamente
;; q". se efectúa el traLmiento' A menos que se haga aflorar "I-¿ identificación investida de narcisismo es la única condición
;;;;;" ""2la
labor del self ampuloso.-v q:ry,1t^^t::T.t-lT; -'nn
bajo la cual el ello puede renunciar a sus objetos y es una concomi-
tante fundamental de la separación e individualización primarias.
.t ilp".,o del tratamiento se viciani sutil v sistemádcamente:
la cualidad
estos ca¡ios' el analista debe enfocat to""i"t'"-ente
La búsqueda de una u otra forma de perfección narcisista es una
todo el tiempo; de distorsión defensiva que constituye una caracterlstica ubicua del
particular de la transferencia y contrarrestar
manera congruente' los esfueizos del paciente
poi yo" (Rothstein, 1983, p. 99).
(1975' p'"!":1Yu:""
Este Así pues, Rothstein, como Freud, considera que los residuos del
.orrtrof y ,ri. deváuación omnipotenies" -246)'
delos fenómenos narcisismo primario son inevitables y que se instalan en el yo ideal.
acento tradicional en la interprttuiiótt agresiva
de Freud es Para Rothstein, y desde su perspectiva mahleriana, la pérdida del
narcisistas se deriva de lá primera interyretación -y
la "neurosis narcisista" es narcisismo infantil tiene otro efecto, ya que no sólo representa la
totalmente aorrg*a,'i" con ella- de que
generan las pérdida de magnificencia y perfección, sino la pérdida del estado
Jft i""""rirunl y át que las defensas narcisistas (Véase' por
resistencias más recalcitrt"tt' t" el proceso analítico' simbiótico original. De acuerdo con esto, las ilusiones narcisistas {
funcionan como repliegues defensivos no sólo de las desilusiones
eiemolo. Abraham, 1919')
definicio- en general, sino también de la ansiedad y el temor por la separa-
'"ii5;;r.," Otáii ha prásentado una rica amalgaml de"evolutiva" ción. Rothstein sostiene que "la perfección narcisista es una distor-
nes dinámic"t, que se trata de una extensión
"ntt""iáo
EL NARCISISMO L¡'S AI-AS DE fcARo 217
216
Como-muchas de las defensas Si bien Sullivan no elabora un procedimiento técnico explícitopara
sión defensiva de la realidad" (P' 98)'
del yo, el narcisism" t"
t] el tratamiento de las ilusiones, sus textos dan una clara impreiión
inscritas dentro ¿"1 *"¿.fo pJicotégico
y tienen una de que el analista no ayuda en nada si no se enfrenta a la valoracién
ut ni patológico; tas defensas son nece$arias
"" "i.u"" Si bien es imposible exagerada que efectúa el paciente, de sí mismo o del propio
función de adaptaciónin la economía psíquica'
narcisistas' según Roths- analista. Se cree que ambas clases de ilusiones son expedientes pira
il;;j"*;;;r'completo de las ilusiones en identificar las principales el. autosabotaje que refuerzan el tambaleante sentimiento dé au-
;.ií;ñ;tdósito dei*¿ritit consiste toestima, el cual sirve de obstiículo para el desarrollo de los recursos
ellas'
investiáuras narcisistas y trabajar con y la autoestima del analizando.
interpersonal par- Fromm ve con miís pesimismo todavía el lugar de la ilusión en
Aunque los principales teóricos de la tradición
b¡ísicas respecto- de los la vida emocional. Considera a la psicodinámica dentro del contex-
ten de una serie *.,y ái"i"tu de hipétesis
to general de ciertas realidades ineludibles de lacondición humana,
su Perspet'111-*t
fundamento, *otiuu.iottuftt y est;ucturales' muy parecr- entre las cuales están la finitud y la segregación. Hay dos respuestas
tiene implicaciones
f"rrá*".to clínico de las ilusiones Freud hasta posibles para esta condición: las respuestas progresistas y produc-
freudiana' desde
¿*-" f"t de la principal corriente es una opera- tivas que aceptan las realidades existenciales y crean vínculos
K;*b;tg y Rothstein. Para Sullivan' la idealización
en el significantes con los demás; y las respuestas regresivas y destructivas
;tóJ; t?ú"riaaa p.tig'osa y autorreductora; Sullivan insiste
el do¡tor.es basadas en el autoengaño de negar las realidades de la condición
¿;;;; qüe implica i"tu .t p-aciente."pensar que
Sttlliuin recomienda refutar las humana. Según Fromm, la valoración excesiva de las ilusiones
maravilloso" (White, I'SSZ, p' ig+); respecto del self y de los demás, de la que uno obriene cierta
del paciente de qt'e el analista es muv
distinto de la demás
hipótesis tranquilización compensatoria, constituye un autoengaño regresi-
que.ot r"tJt'LJ t' ¿e ta f¡ta de experiencia
ptodt"to
gente, lo
y considera que los periodos vo y como tal debe enfrentarse. De hecho, Fromm acusa a Sullivan
en correr riesgos con otras Personas,
te idealización reflejan una especie de expresión de en varias ocasiones de ser condescendiente con el fenómeno de las
;;;l;"grd"s la idealización ilusiones, dado que Sullivan insiste en que hay que satisfacer la
la contratrarrrr.r"r,JJ"Lu n-iLtión efiáz de necesidad de seguridad que expbrimenta el analizando. Todo lo
;;;J" de que "t *t¿ito't'o padezcaen la misma personalidad"'
desvíos de
medida en que que no sea una interpretación que impugne sin reposo a las
nitJJi.o p.r"a. inhibir la idealización con el paciente' Los ilusiones sobretasadoras del analizando respecto de sí y del analista,
ld;;;. ierdadera intimidad en la situación
de esta capaci- es una prueba del desprecio del analista por la contratransferencia,
pacientes intuyen o .JiUo" por empatía la medida
^d"d" una confabulación irrespetuosa con Ia separación entre el analizan-
1s,rltiuzn,1972, P' 3a3)' do, la realidad y el significado.
qr'r9la ampulosidad es
De la misma *urr!,", Suíliua" considera
de inseguridad con la
una diruimica para encubrir sentimientos Así pues, aunque se derivan de tradiciones e hipótesis psicodiná-
;|.*p"*.iOn envidiosa" entre uno y los demás: micas muy diferentes, las principales líneas de la teorización orto-
por reforzar una se- doxa, de la psicología freudiana del yo y de la teoría interpersonal,
una espiral ascendente de intentos desesperados convergen en un tratamiento técnico esencialmente igual del fenó-
de que el paciente es más
guridad que se mina ti" tott, con el resulüdo
se da cuenta de lo insignifican- meno clínico de las ilusiones narcisistas. Estas últimas se consideran
detestado y se te evita m¿s"' Si el paciente
sentirse a gusto o ser defensas regresivas ante la frustración, la segregación, la agresión,
te que ,. ,iarrta con quien quiera que Parezca
exitoso en cualquier a,ittto, é"to"ttt plttdt qt-tt ":.*t::tjt^Y-:^1:*" la dependencia y el desengaño. Es menester interpretar las ilusio-
él mismo se detesta
superioridad... que ." p"'tt -es odiosa Porque (Citado por White' nes de la transferencia respecto del self o del analista; hay que
tanto, que rro prr.at que afirÁa qitt t'' señalar que son irreales y hay que definir su propósito defensivo.
1952, P. r39.)
"""q"tllo
EL NARCISISMO r¡'S ALAs DE fcARo 219
218
la ihsión gente poseen existencias propias e independientes, y que el niño
EI asPecto creati,ao d¿
sólo ejerce sobre ellos un control insignificante. l,a característica
persPectiva de tos es11!11 distintiva del terreno que se encuentra entre la omnipotencia
En los últimos años ha surgido otra. se
narcisistas que supuestamente subjetiva original y la posterior realidad objetiva, o sea la experien-
*"",¡"t i"f"ntiles y las ilusiónesestá íntimaminte vinculado con el cia de transición, es la ambigüedad acerca del estatus del otro. EI
derivan de éstos' n,t" ""-foq"e de la detención
por la teoría objeto de transición (por ejemplo, el tradicional osito de felpa) ¿lo
modelo de la psicopatitsá;;tpuesto
l"rá"r"rr"rto y.on r" tetapéutiéa del tratamiento psicoana- crea el niño, tiene alguna relación especial con é1, el niño Io
"tJio" de esta PersPectiva tan distinta controla, o sólo es uno de los objetos de su mundo terrenal y puede
lítico. Los teóricos *á, i-poror,üs del
son Winnicott y Kohut; tienen una visión muy personal perderlo, estropearlo, descartarlo y lavarlo? Durante esta fase, la
"-Uo'
i" üt t"Utecuentes ilusiones narcisisbs
en las madre suficientemente buena perrnite esta ambigüedad en el niño,
narcisismo infantil y y
;ñ;;t*rior., !Jl" ui¿" to*o núcleo de la personalidad
"narcisista"
participa en sus ilusiones, como la madre cuyos ajustes permiten la
como la principal fuente dtia t'eutiuidad' Para ellos' el experiencia incial de la omnipotencia subjetiva, y así permite que
loco o el salvaje, sino el artista creativo el niño fortalezca su impresión de que el self es una fuente
nrofotíDico no es el
r--- l . "i*, "r
que busca su mspración en las ilusiones
sobrevaluadoras' inagotable de deseos, ánhelos y recursos espontáneos.
mucho acerca del narcisismo per Freud medía la salud mental según la capacidad de amar y
Si bien Winnicott no escribió en
se, toda su obra gira en torno
al asPecto que' como vimos' está trabajar; para Winnicott, la salud está en la capacidad dejuga.r, en
entre la ilusión y la realidad' la libertad para pasar de la dura luz de la realidad objetiva a la
el centro de este terreno: la relacién
Para Winnicott' la clave del ambigüedad mitigadora del ensimismamiento orgulloso y la ampu-
entre el self y el -tt"á" "o"rior'
esrá en que se establezca losidad de la omnipotencia subjetiva. De hecho, Winnicott consi-
proceso para que pti*tpi" el desarrollo
que esto suceda' dera que la reinmersión en la omnipotencia subjetiva es del domi-
el sentimiento de que el self es real'
Para
-tl^TlU
satisfacen sus necesrda- nio de la creatividad, donde uno no toma en cuenta a la realidad
quienes
necesita una relación especial con
que el bebé no debe externa y da rienda suelta a sus ilusiones. Originalmente, Winnicott
des, cuya característica es' irónicamente' siquiera
no debe sospechar describió a los pacientes con personalidades fragmentadas y acar-
enterarse de la existencia de la relación:
tonadas (falsas) como un grupo de diagnóstico muy claro que
que están satisfaciéndolo'
l-a catacteristita del necesario ambiente "facilitador'l
J'""ci¡ refleja una psicopatología más severa y, respecto de la orientación
es el afán de ésta de conformar
dicho del desarrollo, indicó que eran anteriores a las neurosis edípicas.
proporcionado por ütu¿t"
del bebé' de adivinar Como suele suceder con las innovaciones teóricas que se introdu-
ambiente en torno u-fot-Jtttot espontáneos
sus necesidad., y
La madre hace realidad los deseos cen estableciendo una nueva categoría de diagnóstico, la categoría
'*i'fut"rlas' los que
que son sus deseos se populariza y la definición adquiere más importancia cada vez.
del bebé, y esto Permite que él suponga
materializan los objetos que anhela:
qt'"-:l pecho' y-en t-YT" 1"d" Así, Winnicott llegó a pensar que muchas de las psicopatologías
pór él' En realidad' Winnicott reflejaban deficie¡rcias en el establecimiento del self sano, como
su mundo, ,on p'oát"'os t"ados del bebé que se
experiencia consecuencia de no haber experimentado las ilusiones de la omni-
denomina "momento de ilusión" a esa
gracias a que la madre se ajusta
perfecbmente a sus potencia subjetiva y de la fase de transición.
"t.i"" f.tfUle buena" de Winnicott Permite Estaperspectiva del desarrollo del self llevó a Winnicott a definir
deseos. La "madre ,"nti"""-ente
en un estado ilusorio' megalomaniaco y de nuevo tanto la situación como el proceso analíticos. Mientras
que el bebé se t;;ti"
que es decisivo para el para Freud la situación analítica era una abstinencia (los. deseos
solipsístico a" "o-"iiot""ti" subjetiva"'
instintivos no son gratificados), para Winnicott es la satisfacción,
desarrollo. r' r ,r ^L:^.:-,^ /
en la realidad objetiva (en no de impulsos instintivosper se, sino de experiencias decisivas para
Con el tiempo, el niño aprende avivir
que la madre se ajusta cadavez el desarrollo y de funciones que no cumplieron los padres. El diván,
r" q;p"rr.tru.o¡'" t"Jo áebido a
patente que los objetos y la lá constancia de las sesiones, el semblante y el comportamiento del
menos a sus deseosj to"fo'*e se hace
EL NARCISISMO r¡s Ar-As o¡ fc,cRo 221
220
se gozó en la estructuras psíquicas de qüe carece la personalidad del paciente.
analista constituyen el "medio acogedor" de que no En la transferencia de proyección, el paciente se vive dentro de una
infancia. Freud veía al Proceso uiulitlto como una renuncia; al
y renunciar a ellos' es ampulosidad sobrevaluada y necesita las respuestas proyectadas del
sacar a la luz los deseos á ilusiones infantiles
saludable y madura' analista para evitar la desintegración del self. En la transferencia
p"JUi. organizar a la libido de manera más idealizadora, el paciente siente una admiración excesiva por el
'para una especiede revita-
Winnlcott, el Proceso analítico es como
se ha detenido' puede analista y necesita que éste le permita idealizarlo para evitar la
liztciÍn; el self paializado, cuyo desarrollo desintegración del self.
ponerse de nuévo en movimiento para empezar a desarrollarse
del yo' Segun Kohut, la aparición deilusiones narcisistas en la situación
conforme se vayan satisfaciendo las necesidades imperiosas
analítica -la ampulosidad o la idealización primitiva- representa
Si bien Winnicott no aplica este modelo de tratamiento
al
lo que implica' el intento del paciente porestablecer oporrunidades decisivas para
problema de las ilusiones naicisistas pe r se, está cla;ro
aplastado por el impacto el desarrollo y la relación objetiva que no tuvo en su niñez. Estos
Lt raf del paciente ha sido fracturado y fenómenos no constituyen un repliegue defensivo de la realidad (al
de la madre, creando la necesidad de una adaptación Prematura a
desconexión de la realidad estilo de Freud, Sullivan, Rothstein y Kernberg), sino el reinicio de
la realidad externa y provocando una
de toda la creatividad un proceso paralizado de desarrollo que se detuvo porque los
subjetiva, del núcleá áel self y de la fuehte
padres no permitieron que el niño tuviera una serie sostenida de
poriUf.. L^ r^r" del analista consiste en avivar el fuego' volver
a
más receptivo que sea experiencias de ilusiones de ampulosidad e idealización. Así, la
Lrr.errde, la chispa; debe crear el ambiente
poner en aparición de las ilusiones narcisistas en la relación analítica consti-
posible para la subjetividad del paciente; debe evitar tuye una frágil oportunidad de revitalizar al self. Las ilusiones
al pacieite en ningúnientido que pueda considerarse
entredic^ho
deben cultivarse, hay que recibirlas calurosamente y, desde iuego,
una infracción; hay qrr. .otá"ttender con la realidad exterior'
no deben impugnarse a fin de permitir que se reanime el procéso
i.g,ú" el modelo de winnicott, las ilusiones narcisistas no constr- normal de desarrollo mediante el cual las ilusiones, gracias a la
tuy"en ni defensas ni obstáculos. Las ilusiones del
paciente respecto
el crecimiento de su self exposición a la realidad en un ambiente emocionalmente acogedor,
dJ sí mismo y del analista rePresentan
buena implica se transformaún en imágenes más realistas del self y de otras
paralizado; uri .orno la maternidad suficientemente
del niño' el análisis personas.
li,rrta, el mundo Para apoyar las ilusiones A lo largo de su obra, Kohut insiste en que recomienda una
la situación analítica a la
,'.rfi.i.rrr.*ente búeno impiica ajustar "comprensión empática" de las necesidades narcisistas y no *una
realidad subjetiva del paciente: "salir al encuentro de la esperanza
representación" o un "cumplimiento de los deseos". Empero, la
y ajustarse a ella" (1945, P' 309).
' "Ir" implicaciones técnicas más evidentes de esta nueva interpre- comprensión empática implica la receptividad frente a las ilusiones
tación ¿é tas ilusiones narcisistas fueron exPuestas por
Kohut narcisistas y que a toda costa se eyite cuanto constituya una crítica
su innovación junto con una y sugiera que dichas ilusiones no son realistas: "Así como en el
quien, como Winnicott, presentó
(las alteraciones de la persona- análisis resulta nociva la idealización artificiosa del analista, de la
átegoría de diagnóstico más severo
teoría misma manera hay que recibir don simpatía la movilización tera-
hdaá narcisista)-pero que amplió estas innovaciones en una
fíqica y motivación' péutica y espontánea de la imagen idealizada del padre o del self
u"r," y ,rou.dor" d.l dÉsarrolü, la estructura la-
dos formas amprrloso, absteniéndose de interferir con ella" (1971, p. l6a).
En su primera Presentación en 1971, Kohut describió
idealización' las cuales' Kohut considera que los peligros de la interferencia, aniílogos al
de transferencia: la de proyección y de la
de las transferencias concepto de infracción de Winnicott, en realidad son enormes y.
según él argumentab",'ron muy diferentes
pone sobre aviso contra "el menor exceso de objetividad en la
neuróticas comunes. En estos casos, el paciente no transfiere
persona del actitud del analista o la menor frialdad en sL¡ voz, así como la
sencillamente los impulsos y conflictos infantiles a la
En estos dos tipos de transfe- tendencia a no tomar en serio la admiración del paciente o a
analista como objeto diferenciado'
rencia, el analisá y sus reacciones funcionan en lugar de las desdeñar, aunque sea de manera amable y humorística, la idealiza-
222 EL NARCISISMO rAs Ar-As on fcnno 223

ción narcisista" (p. 263). Todo lo que no sea una cálida aceptación Kernberg observa, los conflictos narcisistas no resueltos del analista
de las ilusiones nárcisistas referentes al self y al analista -se supone "pueden propiciar tanto una aceptación exagerada como un recha-
que las ilusiones del analista se exPresan sencillamente, sin que zo de la idealización del paciente... Aceptar la admiración parece
tenga que ver el campo de interacciones en que él participe- pue-de equivaler al abandono de la postura neutral" (1975, p. 298).*
blo[uear los anheloi narcisistas delicados y prístinos, I 9o1 e]!o
eliminar la posibilidad de que se inicie el sano desarrollo del self. En términos generales, las perspectivas de la ilusión como defensa
y desarrollo del self se derivan de puntos de vista divergenres acerca
Existe una asombrosa simetría entre estuui dos interpretaciones de la relación entre el individuo y la sociedad, la cual tiene una larga
tradicionales de las ilusiones narcisistas; desde el Punto de vista de historia en la cultura occidental. Desde una de estas perspectivas
cada una, la perspectiva de la otra linda con la locura' Desde el (desarrollada al m:íximo por los filósofos de la Ilustración del siglo
punro de visti de Kohut, la interpretación metódica de las transfe- xvtll), la cultur¿ y la civilización humanizan al individuo, a cuya
iencias narcisistas recomendada por Kernberg es de lo miís contra' subjetividad personal se renuncia en pro de la mayor objetividad y
producente e implica una actuación de la contratransferencia. Para racionalidad de la sociedad. Desde la otra perspectiva (expresada
kohut, la hipótésis de Kernberg indica una gran dificultad para en toda su amplitud en el movimiento romántiio del sigloxlx),la
aceptar la pbstura en que colocan al analista las transferencias experiencia subjetiva es una forma superior de realidad; la sociedad
,rur.irirt"r, provocándole ansiedad respecto de su propia ampulo- amenaza. a lo más precioso del individuo y la "racionalidad" con-
sidad (en la transferencia idealizadora) o envidia por la ampulosi- vencional se considera una fuerza opresiva y represora.
dad del paciente (en la transferencia proyectiva). De esta manera, Estos dos panommas de la ilusión han provocado una emocio.
Atwood y Storolow afirman que la rabia oral que Kemberg detecta nante controversia en los textos analíticos, sobre todo por el gran
en los pacientes límite en realidad es la consecuencia yatrogénica contraste que hay entre uno y otro y porque se excluyen mutua-
de su iraramiento técnico. Para el paciente lulnerable desde el mente (lo que suele suceder con las teorías psicoanalíticas que
punto de vista narcisista, la interpretación metódica de la transfe- hacen oscilar el péndulo en dirección contraria). Esta controversia
rencia es como un asalto y le provoca una fuerte rabia narcisista; demuesi.ra de manera impresionante hasta qué punto están ligados
Kernberg considera que ésta es básica y duradera y que requiere a la teoría los conceptos de neutr¿lidad, contratransferencia y
los mismls procedimientos que la originaron. Desde el punto de empatía.
vista de la piicología del self, Kernberg crea y destruye sin parar al Es un error considerar que cualquiera de estos dos puntos de
mismo monstruo, vista es más empático que el otro. Sencillamente proceden (empá-
Así, desde el punto de vista miís tradicional, el tratamiento de ticamente) de hipótesis diferentes acerca de la experiencia del
Kohut constituy¿ una práctica ineficaz. Si las ilusiones del paciente paciente. El narcisista de Kernberg vive en un mundo fortificado
se aceptan sin cuestionarlas, indiscriminadamente, suponiendo en el cual él y los demiís se consideran sádicos, egoístas y explota-
q.r" .ó.r el dempo disminuirán por sí solas, se establece una dores. La única seguridad posible esrá en la devaluación de los
ionfabulación con las defensas del paciente; el proceso analítico se demás, en quitarles la capacidad de lastimar. Desde esta perspecti,
revierte y se impide que el analista surja como una figura que puede
prestar áyuda valiosa al pacienre. Desde el punto de vista tradicio- * Debe observarse que en su último texto, publicado póstumamente (1984),
nal, la párspectiva de Winnicott y Kohut sugiere lo-q1e Loewald Kohut, aparentemente en respuesta a críticas como la de Loewald, desuca el
(lgZ3) il"*u ...*."ro de identificación con las necesidades narcisis-
equilibrio que debe lograr el analisu enrre la orienración hacia la iealidad y el
estímulo de las ilusiones. Para Kohut, el elemenro telapéutico sigue procediendo de
tas del paciente" durante la contratransferencia (p. 3a6)' Además, este estímulo, y hace hincapié en que por objetivo y limitante que pueda ser
para Lóewald, el que Kohut evite enfocar "la afirmación de los reconocer las interpretaciones del analista, si antes son comprendidas por el
Lp..to, positivos y enriquecedores de las limitaciones" del self y analizando y profundizan el reconocimienro de éste de que ha sido comprendido,
otios conitituye "una sutil seducción del paciente" (p' 3a9)' Como entonces "la antigua tranquilidad de un r'ínculo de fusión, aunque sea en los niveles
arcaicos, repercutirá en la experiencia, aunque sea débilmente." (p. 19l).

uxrvxr3tDAD DAITüQIA
BtsUOT.ff,{CSNTRAI,
224 EL NARCISISMO r.-{s ALAs nr, fceno 225

va, una respuesra empárica implica la apreciación del riesgo


de la papel interactivo en la perpetuación de la matriz relacional del
situación lveaseSchifer, 1983) y la alineación de las defensas analizando. Al considerar que el narcisismo sólo es defensivo o que
junto con el interés Por establecer un contacto signifi-
narcisistas, sólo favorece el crecimiento, las dos posturas hacen demasiado
cativo. Acefmr sencillamente la ampulosidad sería tener empatía hincapié en lo que consideran la naturaleza inhrente de\as ilusiones
sólo con el nivel más superficial de las defensas del paciente y no narcisistas, pero en cambio descuidan la función clave del narcisis-
con su supuesta experiencia fundamental' mo a lo largo del ciclo útal: la conservación de los esquemas
un ser frágil que vive en esterebtipados durante la integración de las relaciones interperso-
. Por ,., purt., el narcisista de Kohut esgolpe' I-a única seguridad nales y los vínculos de la fantasía con objetos significantes.
Lr, -"ndo cruel que le asesta golpe tras
posible está en enajerrar partes importantes del self (ya sea vertica-
ies u horizontales) para proteger los sentimientos tiernos y profun-
dos relacionados con .jtus partes, que suelen encubrirse con alar- EI tratamicnto relaciorml inte grada
des o accesos narcisistas. Desde'esta percpectiva, la respuesta
empática implica la apreciación de la vmenazacontinua de autodi- En el transcurso del ciclo vital se produce toda la gama de las
solvencia y áesintegráción, y la estimulación de las ilusiones que ilusiones narcisistas, desde la exuberancia del bebé que da sus
favorecen el crecimiento. Impugnar las ilusiones del paciente sería primeros pasos hasta las meditaciones nostiílgicas del anciano: el
perpetuar los traumas rePetidos de la. niñez' En el caso de las cálculo exagerado de las capacidades y la perfección propias; el
il.lriorr.t narcisistas, iguai que en el de Ia mayor parte de los arrobamiento ante las cualidades de los seres amados o envidiados
f,enómenos analíticos, la empatía y la contratlansferencia están en -cualidades que se perciben de manera exagerada-, y las fantasías
la mirada del espectador' de una fusión-intensa y perfecta con otras personas deseadas o
temidas. l¿ decisión entre la salud emocional y la psicopatología,
Me inclino a creer que la mayoríade los analistas no trabaja de por lo que respecta a las ilusiones narcisistas, tiene menos que ver
ninguna de estas doi maneras tan oPuestas, sino que casi todos con el contenido real de las ilusiones que con la actitud del
lucñamos por encontrar algún punto medio -que indudablemente individuo frente a dicho contenido. Probablernente todos tenemos,
refleja rr.r.rtro propio esdló y personalidad- entre la impugnación en diferentes momentos, sentimientos y pensamientos de autoen-
y la iceptación be las ilusiones narcisistas. Como aquí son decisivos noblecimiento como los del narcisista más ampuloso, tan fervientes
ia sutileza y el matiz, es difícil expresar.esta postura clínica en como los del mayor idealista, de tanta fusión como los de quien
términos sáncillos y esquemáticos. l¿ siguiente descripción se busca la máxima simbiosis. El narcisismo se refiere a la estructura
ofrece como marco para ubicar el aspecto técnico y conceptual de del carácter, no al contenido mental; no es tanto lo que uno hace
estapostura dentro á" utr" perspectiva integrada de las relaciones. y piensa, como Ia actitud hacia lo que uno hace y piensa, y qué tan
Ef tratamiento más tradicional del narcisismo destaca los distin- en serio se tome uno. ¿Cómo conceptualizar este punto sutil de la
tos usos defensivos de las ilusiones narcisistas, pero no toma en acritud?
cuenta su papel en la salud, la creatividad y la consolidación de Veamos la teoría de la tragedia elaborada por Nietzsche (1872-
algunas ,"ü.ion.r interpersonales decisivas para el desarrollo. El 1956), según la cual vivimos la vida en dos dimensiones fundamen-
tritamiento de la detención del desarrollo ha dado lugar a una tales. Por un lado vivimos en un mundo de ilusiones; continuamen-
perspectiva del narcisismo que subraya la función de las ilusiones te producimos formas y significados pasajeros con los quejugamos
narcisistas en el desarrollo, pero no toma en cuenta en qué medida y que luego descartamos rápidamente. Nietzsche llama apolínea a
suelen obstaculizar el verdadero entendimiento del analizando con esta manera de vivir (Apolo era el dios de los sueños, el arte y las
otras personas, entre ellas el analista. ilusiones). Por otro lado, formamos parte de una unidad más
Es posible aprovechar la utilidad clínica de estas dos contribu- amplia, de una fuente universal de energía de la que surgimos
ciones y considerar a las ilusiones narcisistas en el contexto de su ternporalmente para expresarnos y luego volvemos a desaparecer
226 EL NARclslsl\'Io LASALASDEÍcARo ZZ7

en ella. Nie¿sche llama dionisíaca a esta manera de vivir, Dionisio tragicomedia de este tercer hombre que construye constituye la
representa la reinmersión en esta unidad no diferenciada y, en el forma de vida más rica y en ella se produce el significado más
sistema de Nietzsche, representa la pérdida inevitable de las ilusio- profundo de la mutua influencia enrre la ilusión y la realidad.
nes y de la existencia individual.* Loewald (1974, p. 35a) nos recuerda que la palabra misma de
Para Nietzsche, el modo "trágico" de vivir es el más rico y ilr¡sión procede del latín ludcre,'J.rga.". El narcisismo sa?w refleja
completo, y lo verdademmente trágico constitrrye el equilibrio el sutil equilibrio dialéctico de Nietzsche enrre las ilusiones y la
entre las dimensiones apolínea y dionisíaca. El hombre trágico (hay realidad; se forjan ilusiones respecro de uno y de los demás, se
' que despojar a este término de la menor connotación Peyorativa) disfrutan y, ante el desencanto, se abandonan. Continuamente se
es aquél capaz de entregarse a sus ilusiones apolíneas' pero qtte forjan y se pierden nuevas ilusiones. Winnicott (1971) ha descrito
asimismo puede abandonarlas ct¡ando se enfrenta a las realidades la importante relación entre la ilusión sana, eljuego, la creatividad
inevitables de la condición humana. Para el trágico, la vida es una y los fenómenos crrltr¡rales en general.
obra de arte que debe recrear, moldear y ptrlir, y que inevitable- En cambio, en el narcisismo patológico se insiste en las ilusiones,
mente se desintegra. La actividad tnígica PrototíPica es eljuego, en que además se toman muy en serio; en algunas alteraciones narci-
él cual se crean y destruyen contintlamente nllevas formas, y la sistas se acarician activa y conscientemente; incluso se sacrifica la
individt¡alidad deljugador se exPresa, desarrolla y pierde sin parar' realidad en aras de Ia entrega -que constituye una adicción- a
En el pasaje que sirve de epígrafe a este capítulo, Nieusche rect¡rre ilusiones de autoennoblecimiento, idealización o simbiosis. Éste es
a la metáfora de la construcción de castillos de arena para la el caso del primer hombre de la playa, que ciegamente construye y
dialéctica que él descubre como estrl¡ctura básica de la vida y reconstruye sin parar. En algunas alteraciones narcisistas, las ilusio-
esencia del trágico. nes se encrrbren o reprimen; la preocupación por las limitaciones
Imaginemos la playa durante la bajamar. Podemos Pensar en tres y los riesgos de la realidad tiene como efecro la ausencia de vitalidad
imágenes. El ser apolíneo constn¡ye complicados castillos de arena y gozo, e incluso la pariílisis. Cualquier actividad constituye un
y se entrega a esta actividad como si sus obras fueran a durar para riesgo, pues inevitablemente tienen limitaciones que se consideran
siempre; no piensa para nada en la marea alta que arrasará stts inadmisibles. Éste es el caso del segundo hombré de la playa, que
castillos; no toma en cuenta la realidad, que por ello incesantemen- busca la inmortalidad y a pesar ello espera la marea.
te lo sorprende, lo golpea y lo lastima. Por su Parte, el dionisíaco
¿Cuál es la etiología de estas alteraciones? ¿Qué decide si se logra
se da cuenta de que la marea subirá inevitablemente y por lo tanto el delicado equilibrio del narcisismo sano entre las ilusiones y la
no construye ningr.rn castillo. Su constante preocLlPación poi"'lq realidad, o si se cae en la adicción a las ilusiones y en el consiguiente
naturaleza efímera de su propia vida y de aqtrello que él crea no le alejamiento de la realidad o la desesperanza frenre a ella? L¿ clave
deja un espacio psíquico en qtle vivir ojugar. Aunque sólo constrtt- eslá en la mutua influenciá de las ilusiones y la realidad en aquellas
ye algo si se le garantiza que perdurará para siempre, no se etrgaña relaciones formadoras del carácter que se entablan con las personas
a est¿ respecto, a diferencia del apolíneo. Al apolíneo la realidacl signiñcantes. Por ello, es decisiva la función interactiva de las
lo oprime y lo vacía. ilusiones dentro de la matriz relacional del analizando.
La tercera imagen es la del tr'ágico nietzscheano, qtre sabe qtte A fin de lograr el equilibrio necesario para el narcisismo sano se
existe la marea y qtte ctlanto él haga será pasajero y' no obstante, necesita r¡na relación especial con la madre; una relación en la cuai
construye sr¡s casrillos. Las inevitables limitaciones cle la realidad la madre puede experimentar cómodamente tanto las ilusiones de
no disminuyen la pasión co¡'¡ qr¡e constt'uye; de hecho, lzr realidacl ampulosidad, idealización y fusión, como los desencantos que
inexorable intensifica y esúmtrla su pasión. Seg-trn Nietz-sche, l:r bajan los humos y las limitaciones realistas; en esta relación, la
madre puede pasar cómodamente por estas experiencias tanto en
* É,sre ¡ro es el Dionisio posterior de la nritología gliega, dios del enstreño y la el caso de ella como en el de su hijo.
embriagucz, sillo una ñgr,rra antelior', rnuv relacionada con é1, quc rcPrcscnta la
El niño, de manera alegre y natural, lleno de orgullo, se sobre-
aniqr.rilacióIr y ¡nL¡ertc del individtro.
229
228 EL NARcISISMo

En estas circunstancias, sostener las ilusiones de los padres se


valora y valora en exceso a su madre, y tiene experiencias de
vuelve la base de la estabilidad y del contacto con los demás, el
identidad y fusión ilimitadas. L¿ reacción ideal de la madre o el medio de lo que Fairbairn repetidamente llama "el vínculo con
padre ante estas experiencias consiste en participar en ellas-y al objetos malos" o lo que Robbins ha descrito m:is recienteménte
mismo tiempo medirlas a distancia; en tener la capacidad de (1982) como tentativas patológicas de vinculación simbiótica. En
disfrutar las ilusiones del niño y gozar con ellas, añadir sus propias este caso, las ilusiones ya no son la creación espontánea, pasajera y
ilusiones y desprenderse de ellas, con Ltná visión realista del niño y gozosa de una mente activa. las personas significativas exigen las
. de st¡ propia pérsona. De esta manera, los padres Participan con el ilusiones, que pasan a ser el precio que hay que pag¿r por el
niño én éxperiencias imprescindibles que se caracterizan por el contacto y la relación. Ogden (1982) habla de
vaivén de la idealización y el engrandecimiento, que a veces recaen
en el niño, a veces en los padres y a veces en el niño y los padres al La presión que se ejerce sobre el bebé para que se comporte de manera
mismo tiempo. La reacción ideal de los padres no consiste en congn¡ente con la patología de la madre, y la constante amenaza de que,
sumergirse en la ilusión ni en ejercer una racionalidad cínica, sino si no se somete, dejaní de existir para ella. Esta amenzva es la presión que
en tenér la ca¡racidad de jugar con las ilusiones sin perder de vista se ejerce para lograr la sumisión: "Si no eres lo que necesito que seas, no
el hecho de que se trata de un juego. existes para mí." O, en otros términos: "Sólo puedo ver en ti lo que yo
Consideremos la posición del niño respecto de un padre que, misma pongo. Si no veo eso que pongo, no veo na@." (p. 16.)
de una u otra forma, toma demasiado en serio estas ilusiones; de
un padre cuyo propio sentido de seprridad depende de las ilusio- Esto no es cierto sólo en la infancia, sino durante toda Ia niñez y la
,r.r. Ert" padre insiste en determinadas sobrevaloraciones* del vida adulta. Todos los analistas conocen el temor de los pacientes
niño, de él mismo o de ambos; llega a aficionarse tanto a estas adultos ante lós cambios importantes de carácter, pues prevén el
ilusiones, que pasan a ser la principal característica de las posibili- profundo sentimiento de separación de sus padres (vivos o muer-
dades de relación que le ofrece al hijo' Mientras más adicto se tos), con los que se relacionaron mediante tantos requisitos de
vuelve el padre a las ilusiones, más inevitables son para el niño, y carácter patológico, del mismo carácter del que están a punto de
éste siente que la única manera de entrar en contacto con el liberarse y trascender (véase Searles, 1958).
progenitor es participando en sus ilusiones. El niño debe creer que Así pues, debido a "las ilusiones a que se vuelven adictos los
ás plrfecto y extraordinario y, Para que el padre lo vea, éste debe padres, el niño aprende modos de contacto que lo llevan a desarro-
verlo así también; o debe venerar al padre como a alguien perfecto llar problemas narcisistas y que conside-ra la única alternativa frente
y extraordinario a fin de ser real e importante Para el padre' a la decisión insoportable de no establecer contactos. Mientras más
Además, los niños suelen captar lo decisivas q¡¡e son estas ilt¡siones adicto a la ilusión es el padre, menos puede tener otra vivencia de
para la tambalente ar¡toestima de los padres. Hace tiempo, Deutsch su hijo y, por fuerza, el niño se enajena de las fuentes espontáneas
( 1937) observó el papel de la "incorporación" del padre en los casos de fantaslas e ilusiones, con lo que su personalidad se vuelve frágil
defolie d d¿ux, en los ct¡ales el niño adopta el delirio del padre, lo y se adhiere precariamente a las rígidas ilusiones del padre. Si el
que constituye "una parte importante del intento de rescatar al padre no sabejugai con las ilusiones, si no es capaz de formarlas y
objeto identificándose con él [...] o con srr sistema delirante" (p. desbaratarlas a fin de ofrecerle al niño una presencia emocional
247\. Así pues, abandonar las ilusiones paternas equivale (emocio- más completay mattzada, entonces el niño participa en aquello que
nalmente) a abandonar a los propios padres, y evitar el abandono se lc proporcione y aprende estas maneras de participación, que son
es, como ha'dicho M. Friedman (1985), Llna característica ftrnda- la base de todas sus futuras relaciones interpersonales.
mental de muchas formas de psicopatología. El padre que sólo está consciente de la marea ascendente, y que
no soporta ningún juego con las fantasías e ilusiones espontáneas
* En este caso, "sobrevaloración'no implica una realidad objetiva y f$a con la del niño, ya sea por temor o por una afición morbosa a la desilusión,
que se midan las ilusiones, sino una realidad fleúble y consensual que abarque las
percepciones y valoraciones de los demás'
230 EL NARCISISIUO
LAS ALAS DE fcARo 23t
le plantea al niño una serie de problemas estrechamente vincula- propio Dédalo logra emprender el vuelo que le permite escapar.
dos: las ilusiones se consideran peligrosas; la esperanzay la alegría Los hijos de padres ilustres tienen una particular tendencia a los
se ven como algo nocivo que traiciona a los padres, cuya impresión
problemas narcisistas. Cuando los padres destacan en uno u otro
de seguridad (y acaso también de ser entes especiales) radica en el aspecto, se necesita una sensibilidad especial para ayudar al hijo a
aferramiento acartonado a una realidad pálida e incluso lúgubre. asimilar la identificación con los padres a fin de que rengan sus
En este caso, cualquier sentimiento de alegría y de gozo que se propias ilusiones y ambiciones.
desprenda de las ilusiones es severamente rePrimido, y cuando las En las dos anteriores perspectivas del narcisismo, la ampulosi-
ilusiones surgen durante el análisis suelen estar acompañadas de dad y la idealización patológicas se interpretan en términos gene-
ansiedad, vergüenza o temor intensos al total aislamiento interper- rales como fuerzas que funcionan dentro de la economía psíquica
sonal. interna del individuo; se consideran fenómenos producidos inter-
namente, ya sea como soluciones defensivas ante la ansiedad, la
L,a figura mitológica de Ícaro expresa vívidamente la fuerte relación
frustración y la envidia, o como necesidades iniciales de desarrollo,
entre el niño y las ilusiones de los padres. Dédalo, que erige el espontáneas y transparentes. El tratamiento de la detención del
laberinto, construye con plumas y cera unas alas para que él y su
desarrollo se ve afectado por esta limitación tanto como por el
hijo puedan escapar de la isla en que están presos. Para usar esas enfoque más tradicional. La ilusión no se considera un producto
alas es menester el delicado equilibrio dialéctico de que habla
normal de la actividad mental durante el ciclo vital, sino que se
Nietzsche: si se n¡ela demasiado alto las alas pueden derretirse con
ubica en las primeras fases del desarrollo y, en la situación psicoa-
el sol; si se vuela demasiado bajo las alas pueden empaparse con la
nalítica, las ilusiones se consideran el reflejo de las primeras nece-
brisa del océano. Ícaro no escucha las advertencias de su padre;
sidades del desarrollo en forma pura, miís que modos aprendidos
como vuela demasiado cerca del sol, las alas se derriten, cae y
de contacto con los demiís o que los lúgubres, estereotipados y
desaparece bajo un montón de plumas que quedan flotando en el
compulsivos esquemas de integración en que se han transformado.
mar.
Desde que Freud abandonó la teoría de la seducción infantil, el
Todos hemos nacido de padres imperfectos que, como sostén
legado de la teoría pulsional a la posterior historia de las ideas
de su autoestima, acarician determinadas ilusiones respecto de
psicoanalíticas le ha restado importancia al papel de las oerdaderas
ellos mismos y de su prole; el transclrrso en el que acarician estas
relaciones en la evolución de las estructuras y el contenido de la
ilusiones hace que terminen adictos a la ilusión. Todos hemos
mente, y a los residuos de las verdaderas interacciones en los
llegado al conocimiento de nosotros mismos mediante la participa-
vínculos objetales imaginarios. Respecto del narcisismo, las dos
ción en las ilusiones de nuestros padres, que luego pasan a ser las
tradiciones aíslan a la figura dentro del tejido de las relaciones. Así,
nuestras. Por ello, todos, como Ícaro, nos hemos puesto las alas de
no paran mientes en la medida en que la ampulosidad y la ideali-
Dédalo. [,as sutilezas de la participación de los padres en estas
zacíón funcionan como modos de interacción, surgen como esque-
ilusiones influyen en la naturaleza del luelo que se emprende con
mas aprendidos para integrar las relaciones, y se conservan com"o
esas alas: en que uno pueda levantar el vuelo a suficiente altura para
medio para establecer contactos íntimos (reales o imaginarios) con
disfrutarlas y remontarse, o en que Ia impresión de la pesada
otras personas. Las dos escuelas se concentran en una dimensión
necesidad de la ilusión nos impulse a elevarnos demasiado o a no
de la matriz relacional: en el self, pero no en el self con otras
despepr de la tierra.
personas, y observar estos fenómenos sólo desde la perspectiva de
El mito de fcaro apunta a otra característica importante de la
Ia autoorganización es como trabajar nada más con la mitad de las
interacción de las generaciones en las sutilezas de la ilusión narci-
piezas d'el rompecabezas.
sista. En casi todas las versiones se describe a Dédalo como un padre
Los principales teóricos de que hemos estado hablando no dejan
atento, por lo menos en lo que respecta a sus advertencias a Ícaro
de fijarse en estas facetas interactivas del fenómeno narcisista; son
de que no se remonte demasiado ni vuele demasiado abajo; el
analistas demasiado astutos para ello. El problema es que los
232 EL NARclslsMo r-As ALAs DE fcARo Zgz
pormenores del carácter de los padres y de los vínculos objetales (internalizados en el yo ideal) se vuelven importantes más tarde
al
imaginarios no están incluidos en los modelos teóricos que desta- recuperarse la experiencia narcisista primaria, para Freud el nar-c-i-
catt los fenómenos supuestamente esPontáneos del desarrollo, de sismo infanril se deriva de las propieáades intrerentes de la libido
manera que se observan clínicamente y luego se dejan de lado dirigida hacia el self. La ampulósidad infantil es una vicisirud
cuando se asignan dinámicas etiológicas importantes o se aplican instintiva; el amor a uno mismo produce el narcisismo, aparte de
tratamientos técnicos; se pasan por alto las sutilezas de las perso- la matriz de relaciones. En efecto, para Freud, el niño inspira. el
nalidades de los padres y las maner¿rs en que eúgieron que el niño narcisismo de los padres; Ios anhelos narcisistas no resueltos de los
mantuviera las ilusiones narcisistas; los padres se observan desde padres y la oportunidad que proporciona el narcisismo infantil der
un punto de vista binario: como gratificadores o no de las necesi- niño.evocan su propio narcisismo. Cuando Freud considera que
el
dades infantiles (pulsionales o relacionales). narcisismo es una cualidad inherente de la libido dirigida ai
self,
Por ejemplo, en "Sobre el narcisismo", Freud hace una descrip- resta importancia a la rnedida en que las fantasías de"los padres
ción incisiva y cargada de ironía de la inversión narcisista de los influyen en la impresión-que tiene elniño de quién es y quién debe
padres en sus hijos: ser para sus padres. A través del ejercicio de la pateinidad, la
experiencia infantil moldea el carácrer dél adulto y Ll carácter
del
Si consideramos la actitud de padres tiernos hacia sus h1jos, habremos de adulto moldeala experiencia del niño, en un cicro generacional que-
discernirla como renacimiento y reproducción del narcisimo propio, ha no deja de evolucionar en la matriz de las relacioies. 1

mucho abandonado [...] Así pr"evalece una compulsión a atribuir al niño Por su parte, Kernberg también hace una descripción muy
toda clase de perfecciones (para lo cual un observador desapasionado no expresiva del narcisismo de los padres que entra en
descubriría motivo alguno) y a encubrir y olvidar todos sus defectos ['..] ¡uego en las
interacciones dinámicas de hs ámilias que dan corño iesultado
Pero también prevalece la proclividad a suspender frente al niño todas esas
niños con problemas posterioqes de narciiismo.
conquistas culturales cuya aceptación hubo de arrancarse al propio narci-
sismo, y a renovar a propósito de él la exigencia de prerrogativas a que se
r'as historias de estos pacientes revelan que todos poseían
renunció hace mucho tiernpo [...] Debe cumplir [el niño] los sueños, los arguna cualidad
inhe¡ente que objetivamente debía despertar la envidia o admiración
irrealizados deseos de sus padres; el varón será ún grande hombre y un de
los demás' Por ejemplo, una apariencia física extraordinariamente
héroe en lugar del padre, y la niña se casará con un príncipe como tardía atracti-
va o algún talento especial se vuelven un refugio contra los sentimientos
recompensa para la madre. El punto más espinoso del sistema narcisista,
de no ser amado y de ser objeto de od.io vengaivo. A veces
esa inmortalidad del yo que la fuerza de la realidad asedia duramente, ha es más bien el
uso frío y hostil del narcisismo de la madre ñacia el niño lo que
ganado su seguridad refugiándose en el niño' El conmovedor amor pater- lo vuelve
"especial", lo. que lo pone en el camino de la admiración y'la
nal, tan infantil en el fondo, no es otra cosa que el narcisismo redivivo de grr.rJ.r"
compensatorias y produce la defensa de carácter que consisie
los padres. (1914b, pp. 90-91 [8788].) en la
devaluación desdeñosa de los demás. por ejempro, áos pacientes.eran
tratados por sus madres como "objetos de arte": lós vestían'y ros
Freud llama nuestra atención hacia la asombrosa similitud entre la a la admiración pública de manericasi groresca, de modo
exponían
qúe ras ru"ori*
actitud de los padres para con el niño y la actitud del niño para
consigo mismo. Los padres valoran excesivamente al niño y el fe podel y grandeza, unidas a las tendencias exhibicionistai, pasaron a ser
los ejes de sus tácticas compensatorias conra la envidia y la rabia
oral. Estos
prqpio niño se sobrevalora. Empero, para Freud el narcisismo del pacientes suelen funcionar como pivotes de la estructura familiar;
por
niño no se deriva de la actitud de los padres; señala la necesidad ejemplo, suelen ser hiios únicos, o el único niño ,,brillan,.,,, o
.í i...
de los padres (frecuentemente comPulsiva) de usar al niño como supuestamente cumplirá las aspiraciones de la familia. ( 1925, pp.
2g4-2d5.)
soh¡ción mágica de sus propias limitaciones y desilusiones y toma
en cuenta cómo esta serie de exPectativas y necesidades puede ¿Cómo podrg dejar de ser narcisista un niño que crece en esras
contribuir a formar en el niño la impresión de quién es él y quién circunstancias? ¿Cómo puede ser visible para ,.rs padres de cual-
necesita ser para los demáq. Si bien los valores de los padres qqier otra forma que no sea como un ser extraordi'nario y de talla
234 EL NARCISISN{O r-{s ALAs or fcRno Zgb
exceso de modelo relacional han hablado de que los padres no sólo dejaron
desusada? ¿Por qué es necesario evocar un hipotético
una gtave carencia de cumplir ante el niño las funciones objeiales del self, sinó que
agresividad (ya séa constitucional o a partir de
deriva más sencilla y además utilizaron al niño como propio ob¡"to der self (Artwood
.i i"t pri-"íot años) para explicarlo que se y
claramente de la matrii relacional? Kernberg, como Freud' observa Storolow, 1984).
iu i*po.o.rcia clínica de los valores y exPectativas de los padres'
las.formas constreñidas de relaciones qLle ofrecen al
niño; con todo, He sugerido que en el ejercicio ideal de la paternidad, el padre
etiológico periférico en la participa con el hijo, de diversas maneras, tanto en unj.rego gtroso
u..rt" fa.to, sólo se le atribuye un papel
ánformación de las defensas posteriores frente a los primeros con la ilusión como en la comprensión reafirmante d! la"ráidaa.
En una nueva definición der cóncepto tradicional d. ta co-probu-
conflictos. En el modelo mental de Kernberg, que sigue basándo-se
en el marco monádico de la teoría funcional' el narcisismo
patoló- ción de la realidad, l,oewald ha descrito cómo de esta interacción
internamentey que se estable- p".9d" desprenderse una mutua y delicada compenetración entre
gico es un mecanismo que se ger-Ier?
h vida ante la rabia oral exagerada'
años áe la ilusión y Ia realidad co.rse.ts.rai,.
le dr'r.unt. los primeros
o por
La madre es importante, no Por las sutilezas de su carácter
que ofrece- al comprobar la realidad es mucho m:ís que una función intelectuar o
las particularidades de los .,qtt"*ut- de relaciones
las necesidades orales cognoscitiva, y puede comprenderse mejorsi se considera como la
niño, sino Por ser quien en general frustra experirnental de la fantasía
prueba
del niño y potqrr. ella .s el objeto de su rabia oral' -de las posibilidades de concretarlu, a" u
pare- conveniencia de llevarra a ra práctica- y como ra comprobación
Los iniormes clínicos de Kohut reflejan una discordancia de la
realidad -laposibilidad de incluirla en nuestras fantasías. ños enfrentamos
de los padres
cida entre las ricas observaciones de las interacciones a la tarea de la transposición recípro ca. (1g74, p. 36g.)
con el hijo y el modelo teórico de narcisismo que atribuye.el
contenidó párticular de estas interacciones a un papel secundario' ¿c.ómo contribuye el anarista á que el analizando alcance el equili
Kohut trabL de pacientes que exhiben diversas formas de ampulo- brio.entre la ilusión y la realidad, y asimismo adquiera la .upu.id"d
aver-
sidad, alguno, .on bombo y platillos, algunos disimulándolas de vivir en ambos tenenos y de fusionarlos? Segrin Loewald,
Para Kohut' és]as esto
g""-doi, tratando de mantenerlas en secreto' es posible gracias a dos sutiles cualidades de laslnterpretacio'es y
son manifestaciones de la ampulosidad "arcaica" que no pudo
el comportamiento del analista. por un lado, sus descripciones
e
expresarse y sufrir la transmutáción normal de la internalización i"::.p.t:?.iones permiten que el pacienre tenga acceso a su propia
¿.ti¿o a qúe los Fadres no cumplieron su función de objetos det -
subjetividad y a sus recursos interiores. por eiotro,
."5. eti, á" .t tnáA"lo de Kohut el narcisismo se deriva de la
ex[resión de fuentes inherentes. Con todo, Kohut comenta con En ocasiones, en la comunicación del analista puede háber además esa otra
frJcuencia (por lo general entre paréntesis) que los padres.descui- cualidad difícil de describir, que proporcioni ot.u dimensión u lus
.*pl-
daron obligaciones muy específicas ante su hljo' pues lo utilizaro.n riencias del paciente, haciendo q.r. sé i.rt g..n y se acrediten
de manera
.o-o ,rrru é*tensión naicisista de ellos mismos, precisamente de la más elevada y más ampliamenre humana, il miimo tiempo
que señala la
misma manera en que el niño constn¡ye después su ampulosidad' naturaleza transitoria de la experiencia humana.
ltSZ+, p. Sfé.¡
En estos dos moáelos se ha empezado a conceder mayor
impor-
tancia etiológica al carácter de los padres y a los pormenores de sus En el siguiente capítulo pasamos a esta dialéctica sutil entre la
Roüstein (1984), que sustenta la.teoría articulación y la inclusión de las ilusiones del analizando, por
interacciones con sus hios'
-en un
prrtriorrut, ha insistido el papel que desempela la verdadera lado, y la provisión de un contexto más amplio .".t q".'prr.a".,
lelación en la producción y ei manténi*iento de la ilusión
narci- experimentarse, por el otro.
maneras en que funcio-
,iro, y Robbins (1982) ha escrito sobre las
basadas
nan los fenómenos narcisistas como ilusiones comPartidas,
Los teóricos del
en fantasías que exaltan a los objetos idealizados'
DELICADO EQUTLIBRTO: ELJUEGO Crf¡uco or t¿ lluslóru 237

CLÍNICO DE t'A' do. El analizando con frecuencia solicita una relación.de mutua
8. UN DELICADO EQUILIBRIO: ELJUEGO admiración: tanto el analista como el analizando deben considerar-
ILUSIÓN se personas verdaderamente distinguidas que guardan parecido en
algún aspecto inusitado. Responder a esta invitación de mane'r
constructiva desde el punto de vista analítico tiene sus bemoles, y
es difícil explicarlo con una fórmula sencilla. Muchas veces lo esencial
no son las palabras, sino el tono en que se pronuncian. [.a respuesta
miís útil implica una dialéctica sutil: hay que unirse al analizando en
Si eres ttanidoso, es vani'd'oso quefirmes ttts cuadros 1 tarnbim
que no lw firmes' Si no ionid'otq no es tnnidoso que los la integración narcisista y al mismo tiempo hay que cuestionar la
"tt
no lw f.nne' naturaleza y el propósito de esa integración; hay que participar de
firmes ni tampoco que
FATRFTELD poRTER buena gana en las ilusiones del analizando y hay qui rnostr", i'te.és
y curiosidad acerca de cómo y por qué llegaron a s€r tan serias, lo
y la
Los modelos que tienen como objeto aclarar el significado que constitnye el sine qua non del sentimiento de seguridad del
función de los fenómenos narcisistas implican que el analista analizando y de que se interese por los demiís.
mejor; por
adopte aquella Postura clínica que permita resolverlos Es más fácil definir la postura analítica que tengo en mente
cuando se
elto, tas táorías iobre el narcisismo-son más completas ubicándola entre las actitudes-recomendadas por rai principares
se considera
recomienda el tratamiento técnico' Si el narcisismo escuelas teóricas.
interpretativa; si se
;;;;il;, está indicada una actitud activa e En la tradición clásica, se descubren las ilusiones narcisistas y se
indicada una
considera una formd fallida de la vida mental'
está someten al análisis "objetivo". con esra técnica de interpreta¿ión
no es útil considerar v franca y abierta (al estilo de Kernberg) no se toma en cuenta la
postura cálida y recePtiva. He afirmado que
ante una
ias ilusiones nárcisistas sólo como la solución defensiva tucesidad que tiene el analizando de establecer la integración narci-
interna, ni sólo como un mero florecimiento de sista y se corre el riesgo de obstaculizar y ocullar la úansferencia.
"*";r"-p.fquica
la vida -.rr,"l infantil, sino sobre todo como
una forma de interac- [-a ampqlosidad y la idealización constiruyen inrentos de [egar al
vista' la
.iOn y participaciór, con los demás' Desde este punto^de objeto mediante formas conocidas y preferidas de contalto e
defensivos ya
u*l,ifJtia"a y U iaeAización a veces tienen fines pero
intimidad. Por ejemplo, cuando Kernberg discute estos aspectos,
insatisfechas;
veces representan necesidades de desarrollo considera que las configuraciones narcisistas son dcferuas contra la
manera estereotipada en la situación analítica' ansiedad producida por la agresión oral en las primeras relaciones
cuando oa,rrr".t de
su función medular es la de un subterfugio:
son la invitación a una objetales, más que expresiona de estas relaciones objetales como
¡;;; particular de interacción' Lo más importan-te'. como diio esquemas familiares arraigados en el curso de la infañcia.
S.ft*utit (1978, p' 8), es "la 'petición' en la rePetición"' . ,
Kernberg habla de que "el self ampuloso y patológico se emplea
a la
Cuando las ilusiones narcisistas se consideran invitaclones en la transferencia precisamente pará evitar que surjin los aspectos
interacción, la respuesta del analista se ve desde otra Perspectiva' disociados, reprimidos o proyectados del self y de las repre-
cierta manera
El analizando necesita que el analista particiPe de sentaciones de las relaciones objetales primitivas" (lgg4, p. fb7¡.
p"r".o-pl.tar el viejo lazo objetal; el analizando debe conectarse Kernberg no considera la posibilidad de que el self grandioio surji
'.on el urr"liro de .rná o inconscien-
-"',tra*q" desea consciente necesitar que
dentro de la transferencia para recrear las verdadáras relacionás
temente. si en ello interviene la ampulosidad, puede obje-tales y familiares y los lazos objetales primitivos. Si se inte¡pr-e-
tenga el
i" su admiración o aprecio, o-P91lo menos que tan la ampulosidad y la idealización sólo como defenr"r, ," .ár..
"*pt.t.de no interferir; si interviene la idealización'
..ri¿iao
puede, nece' el riesgo de estimular la resistencia a la expresión y el establecimien-
admiración de que
sitar que el analista exprese cierto placer por la to de estas configrrraciones de la transferencia qtre son decisivas,
del analizan-
.t oU¡lto, o por lo ,rr"rro, q,'" '"totto'ca la admiración aunque con frectrencia sean conflictivas y provoquen mucha ansie-

[236]
238
EL ¡-ARCISISI\IO DELTCADO EQUTLTBRTO; ELJUEGO CLÍNTCO o¡ Uq l¡_uslów 239
del analizando ante lo del analista en la impresión que se forma el analizando acerca del
dad. De esta manera se propicia la docilidad analista: quién es y qué puede suceder entre ambos
del analista en per-
que probablemente co.,sidere una insistencia ..nerrtral",
ceociones v relaciones menos narcisistas
y más "reales"' ¿Por qué el analista no puede permanecer sin pedir
*tililJ.;;;;1u que se basa en-la cambios ni disuadir de que se efectúen, sino meramente ca[ádo o
detención del desarrollo,
las ilusiones narcisistas del haciendo interpretaciones descriptivas? Cuando a uno lo invitan a
metáfora del analizanáo to-o bebé' un baile, asiste de cierta manera o no asiste de cierta manera.
espontánea de la
paciente adulto se equiparal " q exuberancia Permanecer callado y negarse a contestar las preguntas son reac-
este tratamiento receptivo e
niñez, y por fuerza se'estimttlu"' Con ciones fuertes y el analizando las considera como tales. A este
y Kohut) no se toma en
indiscríminado (como el de Winnicott r€specto es impresionante que tanto Kohut como Kernberg consi_
enlaperpetuación de
."."t" el papel de hs integraciones narcisistas de fortalecerlos' deren cada uno que su propio tratamiento es neutral y qué el del
i"t lazos objetaÉs y se corre el riesgo
"""gJ"J de la psicología otro no lo es. En mi opinión, cada uno acierta acerca del otro, pero
Át*ooa"y Storolow, {r'.. pt'í"t"cen a la tradición
narcisistas son el producto no se da cuenta de la medida en que su propia actitud es una fórma
del self, consideran q'r',. á"u' ilusiones de participación que el analizando inevitablemente interpreta
en la transferencia
de la tentativa del iutit"tt "por establecer como tal. (Véase en Black, 1987, una exposición de las consecuen_
necesario que no existió o que
analítica el contexto intersubjetivo cias de la transferencia en todos los tratamientos técnicos.) Como
y que ah91u P""1it"
fue insuficiente dttrante los aáos de formación
(1984' p'83)' dice el dicho: "Quien paga, manda."
;;; ,. reinicie .l p.octso detenido del desarrollo"
narcisistas' se estimu- La forma más constructiva de participación analítica consiste en
Con este tratamiento se reflejan las ilusiones el descubrimiento de un camino entre los diferentes peligros de la
del, desarrollo' y se supone
ü; p;; reactivar el procesJdetenido realidad y a la comprensión complicidad y la impugnación, un carnino que refleje la disposición
la
que desapar"."r, por'rí solas frente a
que naturalmente experi- a participar de buena gana, a aceptar la importancia de la integra-
J*pari.u del aniista de las desilusiones
ción narcisista como modo especial y preferido de relación, u,"r.rq,ru
*.itr" E*pt'o, cuando el analista no se da cuenta de
el paciente.
los esquemas familiares al mismo tiempo uno pregunte por qr-ré éste ha de ser el único
que las ilusiones ,ot' *tdio' parvconÚmrar
u-rruiguaor, el analizando considerar que el analista participa modo. Esta actitud es parecida a la reacción ideal de los padres ante
"tát estimtlla' las ilusiones del niño, descrita en el capítulo anrerior. Ei padre está
e. lal ilusiones narcisistas compulsivas y que lasnarcisistas sólo son atento a las ilusiones del niño acerca de sí mismo y del propio padre,
Para estas dos escuelas, las transferencias
como defensas o como recreación de pero su participación es sutil y comunica la impresión de que es
alltorreguladoras, yu
""
estados infantiles, por lo que ambas
restan importancia a la com- placentera y de qr.re no es forzada. La respuesta del analisti a los
Para ambas' la subter{trgios de la transferencia del analizando debiera reflejar la
pi.jid.a interactiva á" la'"'puesta del .analista'
en la interacción misma disposición a participar con gr¡sro. La capacidad de jtrgar
transferencia no inten'iene fundamentalmente juntos y de participar en las ih"rsiones del otro es definiriva,ró sélo
el analista puede reac-
.on fu persona del analista, de manera que menos distante' para las relaciones entre el niño y el adulto, sino también para las
más o
cionar a sLts características con una actitud No se relaciones entre adultos.
poniéndole reParos. o. a;ePt{la
por completo'
;; t;" la influencia de la reacción del analista Esta postrlra analítica no puede adoptarse con todos los pacien-
presta Ia menor ur"t'tiót' a
tes desde el principio ni puede mantenerse ininterrumpidámente
acerca del analista:
en la impresión que se forma el analizando a lo largo del análisis. EI analista se confunde con las ili¡siones de
c1at3s son sus valores y qué
quién esi qué le gusta, qué necesita' los pacientes a medida qlle se manifiestan en el forcejeo de la
interpretación más
iipo a" reiación p""at entablar con él' Una transferencia. Inevitablemente se despiertan en él serrlimientot
narcisistas son intentos
interactiva considera que las transferencias
la del analista de conflictivos acerca de sus propias iltrsiones narcisistas, y a vece$
del analizanao pa,u iottto"t con Persona pasado' Este descubre que las facultades qtre el paciente le atribuye re propor-
del
u..r.rAo con paiadigmas de relación derivados cionan trn placer exagerado; otras
a la influencia de la reacción siente la necesidad dt,
tratamiento .o.rcede"gran importancia 'eces
EL NARcISISN'Io DELIC.{DO EQUILIBRIO; ELJUEGO CIfNICO DE IA ILUSIÓN 247
240
para explorar estos aspectos constructivamente con el analizando
con las atribuciones; otras
marcar un hasta aquí; a veces se regodea depende de que aprecie esre punto medular. El peligro que se corre
analítica oue describo no es
las combate con sutileza' t'a actitird es el de que el analista crea, secreta o inconscientemente, que la
indefinida; ,""'ü;t;;; trabajo laborilso a través de los
que el autoridad y las declaraciones ampulosas son preciosas y que jon h
conflictos
", "l
narcisistas tt' tt to"t'ut'u'i'ft'""tia' a fin debúrsque- mejor manera de vivir. Esto conduce a que el analista, motivado
espíritu d-e curiosidad en la
analista adquiera,," u"JJ"to por la envidia ("si yo no puedo tener esto, tú tampoco"), insista más
da del significado a" t"t it"'io"es
iel arralizando' ¿Dóndt "ltt"li'" o menos sutilmente para que el paciente renuncie a sus añrmacio-
de relacionarse? ¿De.qué depen-
el analizando.ro -uñru.tp..i"r nes, o a que goce por inte¡pósita persona, al permitir al analizando
primeras relaciones significantes
dían estas ideas fantasio'u' "t' las era unplacer envidiado y prohibido, un placer que el analista se niega.
ptaceres dispensabay cuál
del analizando con rolátÁ¿t¡ ¿q"é a sí mismo ("soy demasiado maduro para caer en esto, p.ro p.r"do
es especialmente importante'
,r.r fr..iol La última Pregunta dejar que tú goces de esto").
relaciones con los demás a
Los analizandos que integran sus [,a identificación desmedida del analista con las declaraciones
partir de ¿.clar"cio'll; ;;i;l;*t tienden a creer a pie juntillas
ampulosas del analizando equivale a no apreciar cuán nocivas son
posibles; buscan admiradores
que ésta es la mejor atj* tá"ti"nes estas afirmaciones, cuánto afectan el compromiso del analizando
considerándolos faltos de
v descartan a qulenes no los admirán con otnts personas, y cómo lo aíslan y lo lanzan en una confusión
l;;* i;: l"iii-" a"t qu e man ti en e n e n s ecr e to'
Y i-p-{ -".:'.1.1: paranoide. El analizando puede llegpr a sentir cada vez más que
constltuye
pasión que ser objeto de admiración
creen con la misma sólo e-l analista lo aprecia. otro peligro de trabajar con este tipo de
la m:lxima satisfacción i"t"'p""o""f' p9l? temen que nunca logra- transferencia es que los propios deseos conflictivos idealizadores
fenómenos
r6n úcanzzrla') l-a i"u"ttigutiOt' u""lítitt de estos del analista lleguen a intervenir en su admiración del analizando.
a atesorarse tanto esta
sugiere importantes nrgSu.nia¡ Esto puede llevar a que el mismo analista participe de la ampulosi-
-aComo descubre uno que
lt^eg0
forma asimétrica de reláción? Frecuentemente dad del analizando e impida que supere esta iniegración, o a que
más íntimos con la familia o
fue el medio p"- "'oiLler vínculos se preocupe por la ampulosidad del analizando e interfiera en la
acerca de cómo podían
para compartir las fu*u'iu' de la familia integración naícisista.
el analizando que la
Lstablecerse ro, ui.*iá, estrechos' ¿Supone
pasión con que ;;;" i;.tt3*"ir,ti1-tonstituye la forma más [¡s analizandos que integran sus relaciones a partir de la idealiza-
""
intensa de contacto que puede llegar
a tener con los demiís?
Por lo
ción de los demás, también suelen creer a pie juntillas que ésta es
con
general, el analizandl tstá coñsciente de lo que se pierde la mejor relación que pu,ede establecerse. La vida les parece exce.
"i
áu t""tttu ¿t que las relaciones
to estn¡cturadas
esta asimetíu, sivamente complicada y peligrosa. [,a estrategi" más sencilla y
"
en torno a la adrniraciO" ¿t los demás impiden que las otras
segura para vivir es la de encontrar a alguien que parezca seguro y
en él y que ei analizando
disfrute
Personas despierteostt'timie"tos o:T-1t::' 9"it9:9, que tenga todas las respuestas, y consrituirse en apiendiz
con ellas; tampoco i;;;;it"" se"ti'se a-gusto'con ttt
como personas d9 dicha persona. A cambio de una gran devoción, ef objeto
simplemente como reflejos-y,
de. su
Ptpi? qloti"' sino idealizado cobiiará al discípulo b{o sus alas, lo protegerá y lo guiará
diferentes, interesantes de hecho' admirables' a través de los obstáculos de la vida por el camino que
analítica de las ilusiones y las I han
Es vital que la'i"tlliig"tion transitado. Los analizandos que integran sus relaciones sobre esta
fá"i" qttt tr-"nalizando cree' observa deja
o
relaciones base están convencidos de que este vínculo idealizado es precioso
"-pt'ro'"', un tono moralista' Las
de observar ..r. l.rjp..a, i't" adquiera y especialísimo. Sullilan pregunta respecto de los pacientcs quc
" a lla ampulosidad sonprol]::*
relaciones .*,,,"tt'oái' "" 'ot"o idealizan al analista: "¿Pueden pagar el precio?" El analizando no
del analizando' no porque sean
ticas porque truncan la experiencia capta que ése es precisamente el costo de la idealización.
debiera centrarse en lo que
iniustas o inverosímifo' nio"'utiento Feuerbach, el filósofo alemán del sigto rux, aflrmaba grfc la
r¡tuá estas relacion::'y lalimitadaconciencia
ganay lo q.,.
[¿"" capacidad religión es, por su naturaleza, uRa forma de en{enación humana,
se del analista
cosas'
que tiene el analizando de ambas
242
EL NARCISISMO DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO Cr_lNrCO O¡ r¡ rluslóN 243
religión atribuye ma de laidealización no es que sea "infantil" (como observó Freud),
v oue las caracrerísticas y facultades que cualquier
lT;;;'";;ilñ;;pl u' capaciáades humanas que los miem- sino que, como manera exclusiva de relacionarse, es muy limitante.
vr¡elve una pantalla en la Los analizandos que integran compulsivamente sus relaciones a
bros de esa cultura r.Á"r, por"... Dios se
qrr. proy..on los aspectos disociados del
self' partir de la idealización se perpetúan como alumnos y nunca llegan
excesivamente simplista de la a experimentar su propia fortaleza ni sus recursos. Además, con
Si bien ésta es r.rna e*pticución
con frecuencia frecuencia abrigan la sospecha de que el objeto idealizado es
,.rüiJr¡ r. idealiz¿ciin ¿á us relaciones humanas Debido a las
imperfecto e irritable, y que si miran más de cerca a la persona del
¡efleja el mismo Proceso masoquista,.y.Proyectivo'
pri-ri"r"r r.t".iorrár p.rt.,rbadas, ia indiviáualizaciónI^t] L:t1"]l: analista ambos resultarán perjudicados. Un riesgo de explorar
su proPro
i;;i;" terror. El inalizando teme que al encontrar analíticamente estos aspectos es que el analista puede identificarse
camino se aísle, y temor con fiecuencia se origina en el excesivamente con los deseos idealizadores del analizando, y creer
"r,"
contexto de las reiaciones con padres que-exigen
que los veneren secreta o inconscientemente que la mejor maner¿ de vivir consiste
interés' Para estos
y-f.t-it*." con deferencia como preci'o deelsucontacto humano es
en estar bajo las alas de una figura mayor y más fuerte (o en
someterse sexualmente a ella). Esto puede provocar que el analista
analizandos, la única manera de aségurarse
insista sutilmente en que el analizando renuncie a sus reclamos,
la de encontrar a alguien que tome la delantera' Para Permanecer
tan susceptible debido a la envidia del analista, o al goce indirecto que experimenta
siempre a su sombra. S"p""t" que todala-gente-es
el mismo temor de al permitir que el analizando goce de un placer prohibido, de un
v exisente como sus p"a,"', quÉ todos sienten

il;:i;;;;;;á" nJ*'."' temen que deiar de estar a laanalista' sombra placer que el propio analista se niegp. Otro peligro es que al analista
a perder al padre o al le satisfaga desmedidamente ser el objeto idealizado, de manera
á.i p"ar. o del analista equivalga todo el esfuerzo que se le dificulte liberar al analizando de la integración narcisista
Por lo general, estos anaiizandos no aprecian
en convencerse de
mental que invierter, * ,tfo'"tr a los dgmas' (o que tema tanto el gozar con ser el objeto de la idealización, que
camino que siguen' sea no permita que el analizando tenga esta experiencia).
qubal oiro siempre va más adelante en el
desilusiones' el Por lo general, los analizandos que manifiestan transferencias
cual fuere. A pesar Je hs inevitables y rePetidas
es demasiado idiosincrá- narcisistas necesitan que uno participe en la admiración o idealiza-
analizando no se da.r,."t" de que la vi'da
a otr¿'
ti." p"r" q". las soluciones de una persona puedan aplicarse ción del self para involucrarse y para sentir que ocurre algo impor-
como Parte de un tante. Esto no puede fingirlo el analista. Para el analizando hay una
con frecuencia, la idealización funciona que trata de mitigar' gran diferencia en que el analista lo admire verdaderamente o que
círculo vicioso' Pues genera la misma ansiedad
en aforismos las inter- se muestre protector; en que la admiración le cause placer o que
El analizando idealiádor suele transformar
valiosísimas con sencillamente la tolere. Los analizandos que presentan esquemas
;;;;;i";.t del analista, las consider¿ posesiones
'un significado s.rperio, al que realmente contienen' Más que de integración narcisistas y rígidos suelen ser sumamente sensibles
la mantiene a a la autenticidad de la actitud del analista hacia él y hacia su propia
ii¡¡á, o digeriria interpreiación,,el analizando
idealizado' la recuerda en persona. Lo que es menester no es la hipótesis forzada de una
distancia: como es ,rr, ,.g"'lo del analista
los momento. ¿. Al conservar el vínculo enue las ideas conduca "analítica" prescrita, ya sea "neutral" o "empática", sino la
"*i"¿l¿'
y el analista Protege su función mágica en
los momentos de duda disposición a ponerse a la altura del analizando. E[ analista debe
asimismo conserva las ampliar gradualmente su repertorio de contactos con el analizan-
o confusión; de esta *",,"'", el anJizando
Así' su falta de autoestima do, para fratar a la integración narcisista como una forma dejuego
ideas sin transformarlas ni hacerlas suyas'
socavada por la idealiza- y participación que puede elegir y disfrutar, miís que como una
yl"-f. en sus propias ideas siempre se-ve
por la magia del analista triste necesidad.
ción, la cual crea un ambiente suavizado
El problema con las ilusiones de la transferencia es precisamente
idealizado'
- la búsqueda de que no sonfestivas (en el sentido de Loewald y Winnicott). Hay que
i*"J que el anáisis de las ilusiones ampulosas'moralista' El proble-
eltono transformarlas, y que, de un requisito previo y desesperado para
las ilusiones idealiáoras debe evitar
244 EL NARcISISMo DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO Cr_fNlCO Or r¡ ltuslóN 245
conectarse y sentir seguridad, Paten a ser un enriquecimiento de como el trabajo clínico con las ilusiones narcisistas se forja de
otras formas de participación. Es menester que el analista efectúe esta manera y es tan sutil, durante el resto de este capítulo hablaré
un cambio en la manera de relacionarse. Para esto se necesita d: f*q"_:",9s amplios de aniílisis que ilusrran las tres principales
tiempo y sincronización. Este aspecto de la sincronización es suma- clases de ilusiones narcisistas: la ampulosidad, la admiraiión
mente complejo y sólo puede decidirse de acuerdo con los compli (lo que Kohut llama "gemelidad") ylaidealización. El propósito-rtrra
es
caciones de cada caso. Bromberg (1983) ha descrito un contexto ilustrar de qué manera las organizaciones der self, cenirad]as en las
lariable de "equilibrio entre la empatía y la ansiedad" para que en ilusiones narcisistas respecto de uno o de los demás, desempeñan
'él se efectúe el tratamiento, y afirma que en el caso de los pacientes funciones importantes en la conservación de la matriz relacional
narcisistas el inicio del tratamiento debe tender más bien a la del analizando al conservar esquemas característicos de integracio-
empatía. nes personales y vínculos objetales producto de la fantasír cabe
hacer hincapié en que se rata de fragmentos, no de historias
Para algunos de estos individuos más que Para otros, el éxito del análisis completas de casos. se han omitido muchas dimensiones del aná-
depende de que puedan participar en un primer periodo -de duración lisis a fin de destacar los diferentes aspectos que deseo examinar.
indeterminada- en el que el aniílisis los proteja parcialmente de la dura En cada caso, la dificult¿d clínica consiste en lograr que el analizan-
realidadque no logran integrar, mientras se efectúa su función más amplia
do también se sumerja en las integraciones narcisistas y resurja de
de llevar la transición a un nivel más maduro y diferenciado de repre-
ellas.
sentación del self y de los objetos. (p. 378.)

Estos analizandos suelen ser exageradamente sensibles a las reac-


La empresa c'e5t moi
ciones del analista ante sus ilusiones y subterfugios. [,a actitud
analítica que describo traduce la disposición a ParticiPar y la
curiosidad acerca de los límites que marca esta forma de participa- John, un hombre de cincuenta y tantos años, se sometió a análisis
como parte de un plan de autoperfeccionamiento. Era cineasta y
ción. Para volver a la meráfora de la invitación al baile, no propongo
había invertido su pasión por la aventura y su considerable talento
que uno vayzalbaile y se queje por la música, sino que disfrute del
en una exitosa compañía fflmica que había llegado a dominar su
baile como venga y que al mismo tiempo analice lo singular del
vida. [,a compañía casi siempre era un caos, lo que reflejaba (y era
estilo ¿Por qué el analizando no aprendió otros pasos? ¿Por qué
consecuencia de) la manera de vivir deJohn. La tendencia deJohn
cree que éste es el único baile deseable? I-a mayoría de los analizan-
a correr riesgos, junto con su agudo sentido de los negociós, le
dos necesita sentir que su propio estilo de baile es apreciado para
habían permitido formar la base de una empresa sum¿unente
poder aumentar su repertorio.
exitosa. con todo, sus ambiciones siempre excedían asus recursos.
Una de las grandes verdades acerca de la técnica analítica (y una
Sus nuevos negocios mantenían a ia organización al borde del
verdad que no suele reconocerse) es que se Practica siguiendo el
desastre, y con frecuencia sólo gracias a su encanto y a su capacidad
método áel ensayo y el error, y que se planea personalmente en la
de convencimiento lograba que siguiera funcionando. Ádemás,
interacción con cada uno de los analizandos. Con algunos puede
ninguna de las personas que empleaba en la empresa (que siempre
uno abocarse a las ilusiones desde el principio; con otros no' y esto
estaba ampliando) era competente en su trabajó.. Invariablemente
no puede adivinarse de antemano. Útto pót. prueba diferentes
"
técnicas: la perplejidad, la broma, el análisis, la refutación intelec-
contrataba a gentejoven y sin experiencia, creativa, idealista y que
lo vener¿ba como a un sabio mecenas. L,a mena:a de qüe ios
tual y el arqueo de cejas (en sentido literal y figurado) hasta que
empleados cometieran errores garrafales exigía que supervisara
descubre cuál de las voces y actitudes del analista permite que
continuamente todos los aspectos de la compariía, A pesir de una
determinado analizando sienta que uno comulga con él y Io lleva a
serie de éxitos pasmosos, vivía en una aprensión y un pánico
una mayor comprensión.
constantes, porque en cuanto sorteaba una catástrofe se presentaba
246 EL NARCISISMO DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUECO Cr_fNlCO nr r¡ l¡.uslóN 247
accesos de proyecto, la apartó del control de sus padres, que la protegían
orra. Iohn inició el tratamiento debido a prolongados
perfeccionar demasiado y, como Pigmalión, la conformó de ácuerdb .oñ ,.,
;;;JJ¿; f "*i.a"a; en Parte buscaba ayuda para
sus habilidades de organi Áao,
y administrador, a fin de supervisar propia perspectiva. [,a relación terminó cuando lajoven resultó ser
sris operaciones de negocios' una alumna reacia y angustiada; además, exigía cada vez con más
.á"
-- t"¿t serenidad a
I.a;;-P aiiia eA todi su vida' Sin embargo' .como llegamos desesperación queJohn le dedicara tiempo, io q,.r. interfería con
a Poco, en realidad erasu medio para lograr una la necesidad de libertad y aventuras del cineasta.
comprender poco
Su panorama del [,a transferencia se efectuó siguiendo más o menos el mismo
;tÉ, perspectiva y ,tÁi'u' sus ambiciones' incluía una dicotomía esquema.John hablaba sin parar Jobre sus problemas de negocios,
,".t'"ao'¿. f ós ,regocios y de la vida en general
y la conformidad la desesperante incompetencia de sus empleados y sus brillantes
recurrente entre la est;bilidad, la oigpnización
y los riesgos esfuerzos'por.mantenerlo todo a flote. Se asesoraba de diferentes
Dor un lado, y la expresividad artística' la elasticidad
j"nn empezó a exPresar sus ambiciones más maneras, incluso de libros para autodidactas, y consideraba que el
ñ;;il;:i"""J" píofund" it su piopia capacidad Para.lograr analista era su máúmo recurso y referencia. Daba la impresiEn de
lmplias, reveló una "tt dós polos; la creación de este
perfeito enüe estos estar fascinado con sus propias ideas, que desplegaba en uno u otro
""'"q"ifmti" un enfoque de los orden, para que el analista las apreciara.
eouilibrio en su compañ ía datíacomo reiultado
;:;il;;."" y *ar.¡mente distinto' en el cual la expresividad De vez en cuando expresába sentimientos de soledad, y de
y tZ org^;oción se complementarían
mutuamente' Esto impulsa- inmediato los evitaba para volver a sus preocupaciones de negócios
emPresariales' y un y a sus impresionantes salvamentos.John y yo llegamos a comp.err-
ría una revolución más amplia en las prácticas
sus esperan- der que temía no poder mantener ningún tipo deielación personal,
uá.tunto cultural más geneial' Cuando examinábamos
;;,i;h" t. incluía e,t't" la' grandes firyt* políticas.y culturales
consideraba un Atlas
en especial el compromiso íntimo con una mujer. Sentía que
cuando le presentaban a alguien era muy agradable, p.ro qr.re á h
de las sociedades presentes ! pasadas' Se
Recordó que larga le sería difícil mantener el encanto y la emoción neclsarios
t.-i.o y acosado .,, ,"' *t'Á¿-o de incompet:nte^s' fantasías de q,1e para conservar el interés de una mujer. k atraían las mujeres que
durante ias crisis de negocios solía tener repetidas
sorprendentes entre las parecían realizadas y deseables, aunque con ellas se sentíá incémo-
eru Uerrty Kissinger y éoncertaba treguas.
así como sueños de que se encontraba en do y torpe; se sentía más seguro con lasjóvenes que admiraban sus
;;.; co'ntendieit.,, se hacía cargo para asombrosas capacidades, pero le daba miedo que lo necesitaran. Se
lviorres que caían en picada, de cuyos controles
heroicos' hizo evidente que aunque lo atormentaban eintranquilizaban las
efectuar salvamentos
en sus relaciones personales; sólo presiones y preocupaciones de su vida, temía que si aflojaba el paso
John tenía una gran dificultad de guru' se sentiría vacío y se aburriría. I¿ vida menos acelerada iería
poái" Con quienes lo consideraban una especie
"rrtUlarlas y con sus consejos ayudar
y insoportablemente tediosa y monótona y él dejaría de resultar
Era sumamente gener;so con su dinero
Aunque de atractivo para los demás. John sentía que era una persona muy
a la gente le proporcionaba una gran satisfacción' "compren-
sus amigos deficiente y siempre estaba al borde de la depresión; cón todo, creía
momento se encontrara disponible' todos
contarion que siempre estuviera libre' pues que su compañía era infinitamente perfectible y que funcionaba
Ji""; q"" no podían
y viniendo' y aparecía en como un equivalente de sí mismo que seguiría él expandiendo y
.áo.iti.-pá estab. ocupadísimó yendodesaparecgt después' perfeccionando: "Lacompañía no se deprime ni se asulta. Siempre
sus vidas como un bólido para volver
a Pgto
no afectarle la falta de sexua- puedo seguir cambiándole el rostro público, siempre puedo cam-
Rara vez salía con mujerei y parecía
y sus actividades biarle las partes. Cuando alguien falla, puedo susiituiilo.', Descu-
lidad en su vida. Et sexá era áemasiado complicado
planes anticipados' Su brimos que creía que en cuanto su compañía fuera eficaz y estable,
á.**i"¿. impredecibles Para-que hicieramujer *l:h.o mfujoven él podría surgir como una persona por derecho propio.
i.f..iOn m¿s duraderahab?a sidó con una
capacidades- y a la que l,a ampulosidad deJohn cumplía importantes funciones defen-
;l; q"" él consideraba hermosa, con muchas un
;;;;*t no habían sabido apreciar' Corno la consideraba sivas, la principal de las cuales era su efecto antidepresivo. por
EL NARCISISMO DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO CLfNTCO OS LA lr_us¡óN 24g
248
era una mujer llamativa y en apariencia fascinante; casi toda la
debajo de su chisp?J.*",iil1HIi#tT t'.H:""#":: ii
'::; familia pensaba que formaban un matrimonio ideal.
mundo de los demás €rl sumarr'"';-- ^-^- -1"^t-,,^"
eran esclavos dei. las
1". La madre deJohn adoraba a su hermano. Aunque ella también
demás gente llevab" "ii*-át-tdT:-111 inteligente, sus padres, cuya principal preácupación había
desesperadamente que alguien les
".T -,ry
convenciones y que ;;;"; sido que alguien se hiciera cargo *até.ialmente de ella, no habían
q"b podíatener un impacto vitamí-
irradiaraüdu y "-o.iii. órá ni.ncado tantas esperanzas en iu hlia, que había asistido
nico y reparador ú''¿1-*et""1T:,t^::lo por un breve lapso' durante
cierto tiempo a la universidad, peio desertó para casarse con el
"" esfuerzos antidepre-
Como no podía -""t"i-t"t t* i"":t-p,:iilsus
vacío' sin nada que ofrecer' como si padre deJohn, un contador formal aunque en apariencia aburrido,
sivos, se deprimía y t;tt;; a quien los padres de la señora consideiaban ,,ún gran
los de1ás' partido,,. A
desilusionara amargamenrc a una fuerte defensa contra la madre deJohn le preocupaba mucho la estabilúad económica,
l,as ilusione' t-P;i;;; constituían por lo menos en parte debido a los reveses de fortuna de sus padres
;;;""r" y deficiencia personal. También
esta impresión de t*p tttión y el control /. a g1e en ese tiempo las mujeres gozaban de menos oportunida_
iu"áio
desempeñabun i*po'''á"i"' "tt :l ^?
gt1t".".1$^:T:"t carecía de valor y no
des: al parecer, había elegido a su marido pensando sobre
todo en
de la agresiór,. fu'u1ot"' i" el aspecto económico. Después deJohn, qrr" .o el primogénito,
il;';';P"*:?T:lH**'; *n:F,ii"ililil:':l':i; había tenido otras tres hiias. La *.ár. se inreresó mücho .i.¡of,r,
y en.una_de sus hijas, la m¿ís brillante y de tempe.amentJm¿ís
iffiii;L?I":i;:il:iH;;;r:,r^l':i:T::'i:"::::?::" artístico. I-,as otras dos hijas pasaron al segundo piano, junro a
su
padre; eran más tranquilas y sus alteracioñes máJevidentes.
fffi :ffi *,f$:ixt:1'ffiti61fr :'üf]í,+:,ijfr H . [,a madre deJohn daba mucha importancia a la falta de conven-
estar en de
Posición exponerse a Ia u¡lnera- cionalismos y a la aventura. Su esposole parecía insoportablemente
mente cap^zy"tt'o"'LTt"i"'
t::::i-O:.:
étteparecía la desilusión y traición aburrido y locomparaba desvdntajoru-.rrt. con su propio herma-
bilidad y la rabia, ";l;;;;; no, que era el modelo de la vida que valía la pena. Veía-enJohn
al
toTr'tlli''''"s llegado a desempeñar príncipe heredero, no del trono de su padre, s^ino del ae su tíi..¡ohn
ilusiones ampulosas -habían era el compañero de aventuras de su madre, pasaba ras vacaci"ones
con sus tíos y se aficionó a toda una serie de pasatiempos y.gustos
*ffi:li:i:fi:'}:1;.":xt'['dü{dit":l*il:?hi'"1:
q.,l r'-Jiu ilegado.a
hac¡1 sulas las esperanzas y exóticos que lo acercaron más a la órbita de su madre y. ae
iu tío.
de la manera
"r,
"*""1::t:::rnos habían sido inmi- l,a madredeJohn le enseñaba a comportarse en socieáad, a pulir
ambiciones de su *;;;;'-¡"' su pronunciación e incruso lo animó a que se hiciera
cirugía plÁtica
para. "mejorar" su apariencia.

ndt$g$fff$5spp¡1s;'"',;g
una posición bastat
..
El padre deJohn provenía de una familia pobre de inmigranres
irlandeses' su padre apenÍrs se había ganado il ...,st"nto. suierma-
no.mayor.vivía entrega.do a la religión, apartado del mundo,
*¡"'-attii"":: d1ltÍ,t:los y la mala suerte se
sin
más tarde r", poder dejar la casa paterna ni éstablecerse de manera inde.
;;bi";""'*'{#li:;"#T#*:
deJohn
5ilTf ;T jiiilBli; pendiente. una de sus hermanas menores era una acdvista
porítica
La madre
h;;. "o-.',, "fnll;::i: #;TH:fi: H#""i? il:
erarquía casi mltica g:"tt 1: :^t;;;, ;; ; .;."
radical y llevaba una vida bohemia. El padre de
John era
responsable de la familia y apoyab" á los ¿em¿s financiera
el más
y
j i tt"¡ i" emocionalmente. como había desempeñado trabajos humildes
;;;i.,i*o:'*.**,F jru:*f:'i,Tilffi ;::,::i:":llx:i"
" "l*t
para pagarse la escuela, estaba muy orgulloso de su p-rofesión,
que
decidido dedicarse tanto le había costado.
l,i pr,ur*",111::qf j:lf#Í;Tiljl"HlX".Tf:il:l'J:,; Dado que su esposa se había apoderado deJohn, su padre
se
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interesantes Y !'laJa

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250 EL NARCISISMO
DELICADO EQUILIBRIO: ELJUEGO CLINICO ON IA ILUSIÓN 25I
replegó calladamente, con cierta amargura' y estableció una alianza analista de verdad admirara los talentos deJohn y se sintiera agusto
.o" tá dos hijas que fueron abandonadas por su esposa, desilusio- con é1. Si se limitaba a interpretar los aspectos defensivos de su
nada de ellas. Por temporadas, el matrimonio era tempestuoso y ampulosidad, entonces no se fijaría en lo importante que era para
animaba a los niños a tomar partido.John sentía que muchas veces John integrar las relaciones sobre esta base, la única base a partir
tenía que desempeñar el papel de juez en la competencia-de sus de la cual creía que podfa relacionarse con los dem¡ís. Si no lograba
padres, quienes, áebido a iu dificultad para reconciliar sus diferen- relacionarse con él de esta manera, el tratamiento dejaría de
c¡us, putá.íun creer queJohn poseía una sabiduría Precoz y salomó- interesarle o lo dejaría derrotado (siguiendo el modelo de su
nica.'Co.t el tiempó, á matrimonio se deshizo en medio de la padre).
hostilidad y desconfianza' Por otra parte, si no analizaban a fondo las posturas ampulosas
Durante su niñezJohn se sintió distinto de los demás niños, que deJohn, éstas no servirían para que se efectuara el cambio analítico.
le parecían convencionales y conformistas, aunque tampoco se John estaba firmemente convencido de que los demás, incluido el
sentía suficientemente bueno Para que lo aceptaran los más PoPu- analista, llevaban vidas monótonas y vacías y que necesitaban
lares y admirables, junto a los cuales se sentía torPe y aburrido. se apoyarse en su vitalidad. Uno tenía la impresión de que sus exhibi-
habíaformado una imagen de sí mismo con base en la imagen que ciones podrían durar años, decenios quizá, sin que le mostraran
su madre tenía de é1, basada zlavez en la perspectiva rutilante de algo nuevo, sino que le conservaban algo viejo. Si el analista
su propio hermano. John sólo tenía significado positivo como participaba en esta integración sin impugnar la ampulosidad de
renl¡o iel brillo de su río, y el modelo de todas sus relaciones era John, éste corroboraría su creencia de que eso era todo lo que podía
el qrie existía entre su tío y su madre, entre un guru qu-e lo sabía ocurrir entre la gente: uno muestra y enseña y el otro admira y
tod-o y era infinitamente interesante' y un discípulo que lo venera- aprende.
ba. pár otra parte, durante toda su niñez había sentido que desilu- Lo que parecía más útil era recibir alegremente las declaraciones
sionaba a su madre, que nunca estaría a la altura de sus esperanzas, ampulosx deJohn e inquirir gobre sus orígenes y funciones. poco
y que la preocupación de la señora Por su comPortamiento.y a poco, el analista aprendió a estar a gusto con él sin tomar en serio
,pári..r.iu reflejatan una profunda desilusión. La señora, al sentir- las virtudes queJohn se atribuía, y esto pareció permitir queJohn
," .o*pro-etída y lastimada, parecía mirarlo como el medio empezara a reírse de sl mismo, lo que constituyó un indicio positivo
redento. y justificador, lo queJohn' Por suPuesto' nunca sería' El muy important€ para el pronóstico del tratamiento. Resulró útil
éxito edgía una escala de réquisitos para mantener viva la tensión simpatizar con el desaliento que sentía por sus fracasos de negocios,
dinámicJy la esperanzz de la señora de que curaría- su propia aunque observando que el meollo del asunto aparentemente no
depresión a través de¡ohn. Su impresión de fracaso también estaba eran los negocios, sino su papel en la evolución de la especie; por
refacionada con la secreta identificación con su pardre mediocre y ejemplo, comparando la relación deJohn con su compañía con la
descartado. relación de Luis XIV con el Estado. Exploramos sus expecrativas
Elprincipalproblematécnicodelanálisiseralaactituddel de entusiasmo instantáneo y total en la reacción de los demiís hacia
analisü frenie a1a ampulosidad deJohn. Por un lado era probable é1, tanto dentro de la transferencia como fuera de ella; la selectivi
que la interpretación sistemática y exclusiva de las funciones defen' dad de lo que esperaba en los demás y sus reacciones ante é1, y la
sivas de la ampulosidad lo hicieran interrumpir el tratamiento. l,a prontitud con que suponía que el otro no se interesaba en él y que
necesidad quó tenía de exhibirse y de exhibir sus talentos era John lo había desilusionado. Lo que más lo sorprendía era que el
intensa, y lairansferencia se organizó en torno a estas necesidadees analista señalara la poca satisfacción queJohn en realidad esperaba
exhibiciánistas. SegúnJohn, el analista era como su madre, necesi- y obtenía de sus relaciones con los demiís. Tenía la convicción de
taba que ¿l se exÉibiára y gozaba con ello y, en sus humildes que en los asuntos humanos no había nada mejor que ganarse el
esfuerzos por analizarlo, lo ayudaba a perfeccionarse' Es probable aprecio deJohn como gurú. Poco a poco llegó a ver cuánto estaba
que para qr" t" efectuara el análisis fuera indispensable que el peidiéndose y cuánto lo irritaba y amargabb eso que se perdía.
252
EL NARCISISMO DELTCADO EQUTUBRTO: ELJUEGO CLÍNTCO Or l¡ lluslóN 253
la investig;ación de los su propia madre, que se había ido a vivir con la familia de Lucy
El contexto más amplio del aniílisis fue cuando ésta era pequeñita. [,a presencia de la abuera había distan-
de sus declaraciones y ambiciones ampulosas:
"trg.;;;t;";ciones ciado a los padres y la brecha fue creciendo con el tiempo. Aparen-
cório llegaron a ser tan decisivas, cómo ayudaban a que conservara
temor de John de que si temente esto no afectó mucho a la madre de Lucy, cüyo v?nculo
el vínculo con su madre, y el profundo más intenso parecía ser con su propia madre. I.as trés
compulsivas perdería
estas ilusiones dejaban áé t"i necesidades de mujeres de esta familia poseían dores bastante
geÁerucion.s
ser importante y emocionante.Para y ciertas
o.ru ri.-o.e la pásibilidad de
peculiaridades que los demás no sólo toleraban, ".tírii.""
de manera más conjunta sino cerebraban.
Í',,il;. ñi"u"tiig""io" fue efectuánáose
n] n3aJe.fue alejándose más y más de la familia y se refugió en
;;?;;ñ;'.o*iitte"¿"se con una participación máslig"T y.ti" el
alcohol. Aparentemente quería más a Lucy y entre ellos exlstía
adiccióndelanalistaenlasilusionesnarcisistas;así'larelación una
diferente' permitiendo verdadera unión, aunque lajoven no entendía las razones
analítica se transformó en una integración de esta
preferencia. sus interacciones solían tener un matiz sexual, aunque
de lado sus anteriores esquemas
oue Iohn funcionara dejando ritualizado y formal.
aprendió a sentir satisfacción Por sus
;;;.iJ;;. En camuio, ¡óhn Cuando su esposo
({ue antes eran una to::"-)^]..,1,.Tt^::: y sus hijos abandonaron el hop.r, la
frodigiosos talentos y metas que requNltos para madre de Lucy se fue a 1u¡ió
vivir con la abulra a una cabaña e.r et u8sq,-,e.
ambic-iones fueran más bien pautas Era como si las dos señoras hubieran descartado a los elementos
sentirse bueno. extraños y reestablecieran su unión perfecta. A veces se sentaban
cada una en un extremo del sofá, como dos gatitas al sol. l,a
madre
llevaba una vida apática, dedicándose .rr, a la pintura
Como dos gotas dc agua* foco y la
poesía, ensimismada y rodeada de fotos de cuando '
años' y llevaba más de un "rá¡ou".r.
Lucy había sido una niña tímida, soñadora, talentosa'y
Lucy era Pintora' tenía cerca de treinta za, y szlía poco de su casa. Se había casado con su návio
asustadi-
sendaque sus anterio-
decenio en diferentes tratamientos' Aunque preparatoria, un joven muy sociable que la veneraba. Se conside_
de la
en su lucha contra la depre-
t.t ,"-pi* la "ayudaban" vagamente
raban uno el complemento del otro; él se enfrentaba al mundo
en ninguna de ellas' Tenía
sión, en el fondo no se involuáó en serio exterior (lo que Lucy no podía hacer) y proporcionaba el sustenro
y no había
iu-iáp"..iOn de ser muy distinta de la demás gente terapeutas' material de su existencia; por su pa.te, L[" proporcionaba la
qus anteriores
togttáo establecer comúnicación con suavidad y riqueza emocional de que él carecía y adornaba su
última analista' y con ella las cosas vida
Llevaba ocho meses con su
con su imaginación desbordada; pintaba en casa y pasaba semanas
la terapia y
ft.ron muy distintas; sentía que participaba mucho en casi sin salir del departamento, como una princesa metida
impresión át q" lo que estaba ocurriendo
era
t..ría ,rrra i.r"rt en el
en su
torre; su esposo regresaba por las tardes para hablarle del mundo
muy interesada
muv importante. La analista también estaba exterio.r y participar en el exódco terr.r,ó de la fantasía de
sentimientos
;;#"," en realidad, le preocupaban mucho los Lucy.
Lucy pintaba con muy buena técnica, aunque anticuada, y sus
de contratransferencia, qttt it parecían desproporcionados' y esto temás
tenían significados sumamente personalls; parecían iuadros
la llevó a consultar el caso' de
madre era una mujer otra época, y la investigación analítica reveló asociaciones entre la
Lucy era la mayor de cinco hermanos' Su pintura de Lucy y las ensoñaciones de su madre acerca de su propia
muy fuerte y
-..y dirp"reja: aunque en algunos asPectos era juventud. Al analista le parecía que era como si lajoven
talentosa, vivía encerrada en sl misma'
I¿ señora había sido una ,. f,,rUil..
relación muy estrecha con vuelto un personaje de la vida imaginaria de su madre.
niña excesivamente mimada y tenía una Casi en cuanto conoció a la analista, Lucy decidió que las dos
ideas de personas al mismo
er¿n muy p_arecidas, y esa idea llegó a dominar mucho di
* La expresión ?bin at at thc hip" conjylu.en ilgtcs su trabajo
idénucas
las
("como dos gotas de agua")' No he conjunto. Como tenía muy buen ojo para los detalles, encontró
tiempo inseparaules ("una y carrie"¡ e qúe
conceptos y' por lo a¡mf' .en poseían infinidad de gustos, val,oris y sensibilidades afines.
enconrrado un giro en .t"aor que abarque.ambos Se
tJnect'iaa¿ de Lucy de encontrar afinidades' [r']
este caso lo ,rli, i-po't"lt ts
254
EL NARCISISMO DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUECO CLINTCO or Ut rlusróN 255

convenció de que las dos tenían una


comunión muy marcada' casi Voy caminando por la playa con usted y con mis hermanas. Usted y yo

espiritud. Las interpretaciones de la analista muchas veces la vamos,juntas. Yo me quito la ropa y me meto al agua; usted se queda en
preguntaba "¿Cómo lo supo?" la orilla y yo retozo con un pez... atrapo un esplénd.ido pez azul y se lo
dejaban sin aliento, y sorprendida la arrojo. Usted lo cacha sin titubear. Todo parece perfecto, de maravilla.
especial para
ó;'"lt- q.r. ,. había'vuelto una páciente muy
meticulosamente
analista, dado que eran almas gemelas'-y-buscó Este sueño ¡efleja algo de la perfecta sincronización que Lucy, y
mucha curio-
claves que indiiaran que *í :t"
en realidad; sentía
cuando con frecuencia la analista, sentían en la integración dC la fansfe-
;td; j"; los detalles'de Ia vida personal
que
de la
lograba
analista;
vislumbrar'.con rencia y la contratransferencia al principio del tratamiento.
estaba a solas entreveraba las facetas
Se volvió imprescindible
l,a experiencia de Lucy con la demils gente y con la analista se
sus fantasías de una relación maravilloia' basaba en la ilusión de que existía entre ellas cierta afinidad. El
que también la analista sintiera que su relación
era
;;;;ii; que determinado color era único contacto con sentido entre ella y la demás gente dependía
ñ;;i. Pár ejemplo,habíadecidido de la fantasía simbiótica de que eran idénticas en algún aspecto
ella empezó a preferirlo también.y le
ei'pref.riao aá la análista; la fundamental, de que su contenido psíquico era prácticamente
especial' Cuando
diá un signifcado como símbolo de su vínculo equivalente. l,a vida de Lucy se orga.nizaba en la búsqueda de esta
sentía muy halagada y satisfecha;
urr"tirru ,isaba ere color, Lucy se
relación; cuando encontraba algún rasgo idéntico se aferraba a él
y se sentía traicionada' como si la
cuando no, se preocupaba desesperadamente.
a piopósito en su bienestar y la desilusionara
analista interfiriera A medida que se acercaban las primeras vacaciones de la analista,
de manera casi cruel' surgió la segunda configuración de la üansferencia en sus sueños
una paciente esp-ecial;
En realidad, para la analista Lucy sí era y en sus fantasías. Lucy empezó a imaginar que la analista era
similitudes entre ellas' y
también sentía que existían considerables "prescindible", que llevaba una vida solitaria, vacía de placer y
era como una versión "preanalizada"
i. pur".iu qrr" .r, cierto modo a Lucy' la alegría. El mes que se inrerrumpió el tratamiento debiáo a hs
JJJ ,rrir-". Por un lado, esto era gratificante: admirabaen ayudar a vacaciones resultó muy difícil para Lucy: se puso nerviosa y sufrió
un placer maternal
halagaba que la apreciara y sentía una regresión, sintiéndose abandonada y miís o menos atada de
se sentía cada
quien se identihcaba tanto' Por otro lado' manos. Cuando la analista regresó, Lucy le contó el siguiente
"tg.ri"rr.on y attapadapor la intensidad de la transferencia
ve? más opri-id" sueño:
la impresión de ser tan
yit.orrrooansferáncia"Sabía que Parte de
tan intuitiva como la joven
lfirr", .ru obra de Lucy y que no era
responder a Usted estaba de vacaciones.,. el plan era que yolaalcanzara. No es que me
no cómo
quería hacerle .r."' qt" era'-Además'
sabía
hubiera invitado precisamente, pero sabía gue usted quería que fuera.
y a sus estratagemas'
ll curiosidad de Lucy, a su labor detectivesca parecía
uegué a la casa donde usted vacacionaba. Estaba emocionadísima. Enton-
nrr."*bio, sí sabía qíe no debía darle,más detalles' aunque vínculo
ccs descubrí que usted estaba en algún aprieto, que había sido lastimada.
de que confirmara su
q.r" Lr.y sentía uni gran necesidad oía o me daba cuenta de que usted gritaba y lloraba. Entonces me percaté
tenía
."p1J"iir"mía desilisionarla, al grado de inhibirse cuando le tocaba
de que la herida era yo, no usted. Me di cuenta de que me enconúaba en
pondría cuando
oue decidir el color de la ropa que se un lugar aislado... no podía encontrarla... no había nadie cerca... no había
para confirmar su nadie que me ayudara. De pronto esraba en un hospital. Usted me
l*." ."" l"cy. ¿Se pondríá el color especial Cada vez erv mayor su explicaba en términos muy fríos que no podía ayudarme. Se trataba de un
pacto' o usaría btio tólot y la traicionaría? "atesoraba" la problema médico. Usted era doctora y llevaba una bata blanca; quería lo
Lucy
impresión de que eshba atada de manos'
mejor para mi pero no participaba en mi tr¿tamiento,
que al mismo
impresión de un contacto especial enla.transferencia'
era importantísimo' fnígil y delicado'
"'-nifri".ipiá
tiempo
panorá- Por el sueño y por todo lo relacionado con las vacaciones de la
del análisis, Lucy le contó algunos sueños analista puede verse que las ilusiones de Lucy de que existían ciertos
los que aparecía la analista'
micos, rutilantes y en tecnicolor en aspectos idénticos entre ella y la analista le servían de defensa y
EL NARCISISMO DELrCá,DO EQUTLTBRTO: ELJUEGO CLINTCO n¡ r¿ ¡luslóN 257
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vacío' perjuicio y rechazo' ¿Debieron inrerpretarse decididamenre desde el principio las di-
reprimían
'i,i.y sus sentimientos de depresión'
al vínculo especial de identificación mensiones defensivas de esta transferencia?
,t-L que la ¿Llevó la gritificaeión
fuera una
"ftt*tii""
desoladora falta de contacto.en el que ella y la otra de la conratransferencia a la creación de unapli¿ a deluc antitera-

Dersona estarían carlacara con su


propio dolor y su incapacidad péutica? ¿O la experiencia que tenía Ia paciente de.la gratificación
producida por la ilusión de identidad era el indicio dó un posible
:::i"";';;;.;;';:-;; es. se"ddo' la ilusión de identificación
y antidepresiva que era menester progreso, de un desarrollo en el que no había que interferir para
:;;trü;;;; J.fe"sa narcisista nada?
intemretar. I.as,iilusiones de Lucy de ser idéntica a la analista, que se.
a lailusión de identidad como
Asimismo, podríamos considerar
de unirse simbióticamente con su madre' afirmaban en la integración de la transferencia y la contratiansfe-
""" ""f."tiO"^¿"f ""itfo
q""p-u"ul"tt*;*u:*i"i:i'.:"iT:[JT::i""$:]: rencia, eran esenciales para que participara en el tratamiento pero
también retardaban su crecimiento, y había que enfrentarse,tll",
señora con su ProPla
fundirse con su propi" -"at" hu.í" qt'" laseparacftn pareciera un de alguna manera. Con base en la úistoria áe los primeros.trata-
en torno a la crisis de mientos de'Lucy, puede deducirse que la contratr¿trsferencia de la
asunto precario q"" tt""U" confliitos a las diferencias y con analista y su disposiciórr a participar en las ilusiones de la paciente
ei temor
r."r.r*'i."ro y dejaba a Lucy con Lachmann y Miluch' 1982') y a regocijarse con ellas no era fortuita;.permitía un compromiso
el anhelo de "identifica.r.l'. 1éitu.ttn"n, terapéutico más profundo del que hubiera sido posible de otra
aparecía en el tratamiento
En ese sentido, U ift"iátt de ser idénticas
una transferencia "de gemeli- manera, y esto también habría sido imposible si al principio del
mediante lo que Kotrut (1971) llama
de desarrollo que tratamiento se hubieran, interpretado las funciones defensivas de
dad" que ."pr"r",""-t'nu t*itti"t:iu l"ljT" experiencia que debía esta configuración. Con todo, dado que la ilusión de identidad no
debía recrearse en l" ti'"*i¿ti arnlíticz'una sólo representaba la posibilidad de un nuevo desarioilo, sino
po.t^3^-^
propiciarse para superarse-poco u son impor- también la recreación de los viejos vínculos objetales, parecía que
narcisista
Estas dos dimensiones de la transferencia
declaraciones ampulosas resultarfa contraproduc.rrte,a.eptur sin reparoi.rtu .orrfig.rr".ióo
Entes; sin embargo, ."-o sucedía
con.las
I-"ty a: t"T t9éllca sólo se captan bien narcisista.
deJohn,las ilusiones at l¿ analista comenzó por explorar las primeras relaciones de la
de sus primeras relaciones con
en el contexto del tejido interactivo paciente cofio prototipos en la búsqueda de identidad con los
de esta familia había
oüas Person"r. fu"fi"e entre los miemb¡os
dem¡ís. Altnismo tiempo empezó a invéstigar por qué Lucy conside-
po.or' iodos poseían presencias fuertes y desarro-
dabaa los demiís el derecho de raba que:esta forma,de contacto, a la, que se referían como ..ser
lladas, y parecía q"" tua" t"to lt
"..r.urrri.rr,or'
de esta armada de barcos que como dos gotas de agua" (luego de que la paciente empleó esra
ensimismarse. Parece que e¡ medio La persona frase), era lo máxirno en las relaciones hurnanas y le hizo ver a I-ucy
,. .rrroU"r, .r, la t'otÉe, Lucy tenía sed de contacto' cuánto esfue¡zo invertía en forzar una identidad cuando las dife-
m¡isunidaaellaerasupadre,aunquesusrelacioneseranepisódi-
miís bien a través de rencias podfánlresultar interesantes. Al principio, Lucy opuso una
cas, extrañas, t-uigt;i y "'*u"i-ftttaban fuerte resistencia a estas preguntas; sentía que la analis¿a lé quitaba
intimidad' t'os miembros más com-
rituales que de."'"'uttáátra algo muy preciado,,y sus sueños de actividades vigorizantei en el
la madre y la abuela' y todos los
penetrados de esta f"-ifi" eran aire puro y delicado de la montaña de pronto cambiaban a €seenrx¡
de,esa fusión' Esta relación
demás, incluida Lucy, t""U"" excluidos [¿ de barraneas lodosas o resecas. La inte¡pretación que se dio a estos
la forma esencial de contacto humano'
;;;;';"i-o¿trá'atioi u"ror"r y cualidades comunes y la exclusión cambios ftre que reflejaban el temor de Ia paciente de que,la única
abstracción mutua, alternativa a la identidad'compartida era la desolación que había
.,""'ú" t"'"ttt'is'¡tas de la verdadera intimidad'
de los demás Lucy permanecía experimentado cuando niña, una soledad que temía que se recreara
presencia'
Cuando no era pttiUf" inferir su se ensimismaba' con el distanciamiento de la analista.
características'
distante; cuando ¿itiiig"f" estas ["a paciente y la analista empezaron a lrabajar juntas en la
decTr del manejo analítico de este material?
¿Qué podemos
EL NARCISISIUO
258 DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO CLfNTCO Or r,r llusróN 259
de ser
apreciación de lo forzadas que eran muchas de las ilusiones si el niño carece de experiencias que formen la base de esta
iáénticas, basadas en to que llamaron contacto talismánico' expre- relación, entonces las imagina. Asú el objeto seudoideal no se
sado medÍante rittiales y signos mágicos' Un resultado de este constituye con la experiencia del niño, sino que se confecciona a
rabajo fue que Lucy confesó por primera vez qtle había experien- partir de nada.
cias {ue mantenía en secreto sin comttnicársela-s al analista
o a sL¡ t a distinción entre los objetos buenos, ideales y seudoideales
y que eran el complemento natt¡ral de la identidad forzada proporciona un marco útil para reflexionar acerca de los tipos de
"rpo*,
qJ. p"rá.á ser el precio áel contacto significativo. Orro resultado idealizáción que se dan en lá transferencia. parre de la idedüación
.á" .rt. fase del traiamiento fue que Lucy se sintió con rnás libertad se basa en la experiencia real con el analista, por ejemplo, en las
para perseguir algunas de sus propias a¡nbiciones y actividades' interpretaciones que resultan útiles. L,o iluloiio tipo de
De esta manera, con la participación de la analista y con str idealización no son las experiencias o cualidades "ñ "ri. sino el
buenas,
investigación de las ilusionls de identidad' Lucy adquirió
más
cuidado que se toma para no reconocer o integrar otras cualidades
concieicia de los conflictos resultantes de su manela de relacionar- o experiencias menos buenas, como por ejemplo las interpretacio_
se mediante lzs identificaciones forzadas, y empezó
a transfotmar nes que no resultaron muy útiles o que lastimaron. El paciente sólo
la relación analítica en un contacto con una estructt¡ta más com- toma en cuenta aquellas dimensiones de su relación con el analista
pleja y con mayores posibilidades' que considera aceptables.
otras transferencias idealizadorqs se basan en experiencias rea-
les con el analista, pero que se recrean más o menos fantasiosamen-
Det objeto bumo al objela sandoid'eal te. Con un poco de experiencia buena y una pizca de verdadera
ayuda se forma el núcleo alrededor del cual ie tejen supuesros
cuando Melanie Klein habla de las diferentes exPeriencias y fanta- atributos acerca del alcance y la profundidad de las facultades del
sías relativas a la orppnización del desarrollo que llarna
actitt¡d analista, la riqueza idílica de su vida personal, la constancia y pureza
"br¡enos", "ideales" y
paranoide-esq'izoide] se refiere a obj^etos de sus motivos, y así sucesivamente.
iseudoideales-". Atrnque no define ni diferencia con precisión estos Hay una tercera clase de transferencia seudoidealizadoraque se
conceptos, todos son pr oducto de la partición' que a Klein -Put.":'
l* crea a partir de nada. En este caso, lo que el analista dice o hace
primeros meses de la vicla'
.f pti*ip"f mecanismo de defensa de los casi no interesa. con trocitos de realidad que se unen para formar
y p""a"" ordenarse en r¡na línea continua de gr avedad ascen.dente' la impresión de una imagen verosímil, se supone qu. .t analista es
i,iediante ta partició', el niño nrantiene separadas stts experiencias bueno y c paz. Al final de esra seudoidealización, Ls probable que
buenas (placenteras y de cariño) de stts experiencias malas-(dolo- el analista tenga a veces, durante la contratransfereniia, la descon-
rosas y áe odio), a ón de proteg€r sr¡s relaciones libidinales
clel
certante impresión de qrre no se reconoce para nada en la imagen
impacto destrt¡ctivo de su agresión' De esta mallera' el objeto que el analizando se ha forjado de é1.
bt,eno se constittrye con todás las experiencias btrenas colr
los
demiis. El objeto ided es.el objeto bueno fabricado por: la fantasía: Diana, una joven abogada y política, ilusrra et resultado de una
lo br¡eno a ló que se atribuyen poderes mágicos para protegel
al
trarufererc ia id¿ a liza dma.
niño y alejarlo de los Peligros. Los hitos del desarrollo emocional de Diana como persona
fufás ¿qíe sucede.,iando casi rodas las experiencias
del n-i¡io con adulta consistían en una serie de relaciones intensas e idsalizadas
displacenteras; crnndo entre
los dern'iis son igpralmente Penosas y con diferentes tipos de guías o maestros. Diana elegía a personas
constmir un objeto bueno o ideal?
t.".*p..i."cias"no hay con qué -existiera talentosas y exitosas en aquello que le interesara poi el momento
Voltaire dijo que si Díos no habría qu€ inventa'lo. De la y se constituía en su aprendiz. Lajoven abogada Diana era muy
misma -ui"o, Klein ahrma qr.re el niño no puede sobre'il:ir sin la talentosa, pero en lo que más destacaba. era en el arte de sei.
y qtle
impresión de contacto con otra Persona amada o que lo a¡r]e' discípula. Tenía rrna gran capacidad para colocarse junto a ta
260 EL NARCISISMo
DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO Cr_fN¡CO oe r¡ rl-usrór\¡ 261

ella' entrega a los demás y a ella cuando niña, y perdonándole que no


persona que admiraba, protegía y veneraba,.o atrás o debajo de la átendiera todo el tiempo. parecía,que la relación de amlas se
segun fuéra el caso. l¿lnvestipción analítica revelaba el contrato
centraba en un profundo anhero por lograr una perfecta sincron!
im"plfcito qt¡€ establecía en estas relaciones: por encima de todo zación madre-hija.
y
cokrcaba t" l""tttd con su maestro' al que admiraba, defendía El padre de Diana, que era sumamente inestable y explosivo,
"
representaba públicamente como su discípula talento-sa,. de tal
mantenía sus estallidos y su miedo fijándose obsesivamente
*lrr.r" que exaltaba la categoría y fama del maestro' Hablaba de ^r^yacon una actitud
en los detalles
de la existencia, melindrosa. Dejoven había sido un
éste como de alguien que había lleg-ado al pináculo deportista consumado e intrépido y un hombrá bastante eleganre,
que conocía tod=as las resPuestas y había limado todas las asperezas'
pero una serie de lesiones y de fracasos profesionales lo québran-
q,r. ,ro tenía flaquezás, áebilidádes ni cualesquier,otros defectos' taron, dejándolo escamado y amargadísimo. Había
Á l. u.r, esperaba que el maestro la considerara su alumna especial' unido a Diana, su hla mayor, sobre todo cuando ella "rtudo
,rrr,y
que fuera ion ella hás lealque con nadie, que la protegiera de
los era chica.
Diana lo-adoraba y le encantaba estucharlo hablar de su intrepidez
üntratiempos de la vida y.que la guiara directamente y sin titubear y de sus hazañas. se volvió una destacada alumna del perfeccionis-
hasta la miJma categoría d; excelencia, privilegiada e invulnerable mo y la seguridad de su padret f ecta como un buen soldado del
que (supuestamente) él había alcanzado en la vida' ejército de este spñor. Creía que, como ,.elegida", se había ganado
' L,a rélación duraba bastante tiempo y solía ser satisfactoria para
un luga.r por encima de sus hermanos y se señtíaprotegida y"segura
ambas partes, tanto dentro como fuera del pacto-idealizado' Natu- bajo el duro pero seguro co¡r*tror de su padre. s-ólo cuando Dlana
ralmente, Diana siempre sufría periodos de desilusión en los que creció se dio cuenta de lo temeroso y temperamental que era éste
se creía traicionada: rásultaba que el objeto adorado tenía
su talón
de y sufrió muchas desilusiones por la negativa de supadre a participar
de Aquiles o que era menos estable que Diana' Tras periodos
en las actividades de Diana en el mundo exterior y por t.ti terribles
fuerte desengaño, llenos de furia, la joven encontraba un nuevo accesos de violencia y sadismo. A él le cosraba mucho trabajo
maestro. Auñque era muy aractiva, tenía una apariencia aniñada aceptar los triunfos de Diana y a veces se burlaba de ellos, u".-.t
y sus involucramientos románticos eran pocos'
i

. I.^s fuentes de la estructura de esta manera idealizadora se se atribuía el crédito de éstos, y a veces hacía ambas cosas." Diana
fue desilusionándose de su padre poco a poco, aunque se opuso a
descubrieron en las relaciones de Diana con st¡s padres, qlle se ello con todas sus fuer¿as. Le asustaba el temor q,ri t. provocaba
consideraban a símisnios especiales y admirablei; competían entre la irracionalidad del señor, pero apreciaba profundamente el vín-
ellos por el reconocimiento de la gente en general, y en especial culo establecido como la hlja preferida de un hombre noble e
por lá ñdelidad de Diana. l¿, niadre era r¡na Persona sumamente intrépido.
agobiada y dura, que representaba papel de ví9¡irya de las
-ef Con su madre es'fableció una contraidentificación fuerte y con-
fláq.,.r", á" r., Considéraba a Diana como su aliada secreh;
"rpoio. flictiva. Por un lado señda intensos anhelos de unirse a la situación
pensaba que (a diferencia de su esposo) tomaba en cltenta su difícil
masoquista y degradada de su madre; por otro, el padre era su
situación y que, como era la consentida de éste, podía interceder
modelo para funcionar eficazmente en el mundo. sentía intensos
ante él en su beneficio. deseos edípicos y re¡ia la impresión de ser una triunfadora edípica.
Como Diana era la hija mayor' se sentía privada del afecto y los No tenía dudas de que sería una esposa más dócil.y de que valoiaría
cuidados que la madre ie prodigaba a slts hermanos menores' La a su padre más de lo que su madre lo valoraba. Además, creía que
madre menospreciaba las necesidades de Diana, aParentemente en se parecía en muchos Írspectos a su padre explosivo y arrebatadb.
parte para miiigar st¡s sentimientos de culpabilidad por l9 poder Aunque Diana le había dado a su vida un curso muy diferente,
satisfac.r.o-pl"tamente a todos sus hiios. t a relación más intensa en la adultez conservó en muchos aspectos fundamentales la estruc-
de la madre erá con sus propios bebés y con diferentes parientes tura de su ¡elación con su padre. Cuando lo visitaba, el señor la
impedidos que tenía a sr, cuidado. Diana sólo podía establecer acicatebacon sus prejuicios sociales y políticos a fin de reclamar su
contacto con su madre rnostrándole su simpatía, admirando su
EL NARCISISN{O
262 DELTCADO EQUTLIBRTO: ELJUEGO Cr_fU¡CO Or ¡-¡ l¡_uslóN 263
(como era
lugar como objeto de fidelidad a toda prueba' Si Diana Para ella era importantísimo considerar que el analista era perrecto,
pr?decible) diiería en sus opiniones, su padre se ponía más difícil sabihondo, y que le mostraría un camino seguro por la"4spesura de
Diana mostraba de acuerdo para
y tu prouo.uUa más. Entoncis se sus conflictos, identificaciones y fidelidades. Como señala el sueño,
l.ma.rtenerlo contento". En muchos aspectos, Diana desempeñaba albergaba secretos temores acerca de las facultades del analista y
Su
un papel esencial en la familia y funcionaba como agente doble- de cuánto podía confiar en él; la posibilidad de que no fuera lo que
p"a'r" ,r..eritaba que le fuera fiel, como depositaria de sus maltre- parecía le causaba una gran ansiedad y no la soportaba en el nivel
ih", de resPeto y renovación'.Su madre la consideraba de la conciencia.
"rp"r"nzas
su defenso- y su intercesora ante su marido, pues podía
aplacarlo Una de las principales dimensiones del análisis implicaba que
yasímantenerloestableparaconservarintactaalafamilia'['asdos poco a poco expresara y analizara el esquema idealizador erótico
hd"lid"d., de Diana, que luchaba por ser la "hija" de ambos' de la integración, tanto dentro de la transferencia como fuera de
hicieron que su ."rr"*.., la política pareciera poco complicada' ella. El analista muchas veces se sentía halagado y divertido por los
pues la vida familia¡ era como un acto de malabarismo lleno
de prodigiosos atributos que le endilgaba Diana, lo cual también
iensiones. Logramos ver que había tomado los elementos comunes despertaba su curiosidad. Estos sentimientos de la contratransfe-
de estas dos rllacion.s y q,te en general se conectaba con
la gente rencia, combinados y expresados en Ia participación del analista,
que le interesaba mediante la entrega exclusiva y la sumisión' permitieron que Diana estableciera con éste una relación que
La transferencia siguió estas mismas pautas' Diana veía en el siguiera las forzosas pautas idealizadoras y que poco a poco empe-
analista a alguien queionocía todas'las resPuestas a las cuestiones zara a impugnar y transformar este esquema de relaciones.
impo.tantes"de la vida, a alguien que llevaba una existencia disci- Racker ( 1968) puntualiza que una caracrerística fundamental del
plinaday organizada' Creía que le exigía una entrega total' es decir' análisis de la transferencia consiste en examinar las fantasías del
q,r. ," dediára seriamente al trabajo analítico y que le conltrmara paciente acerca de la contratransferencia. Éste era precisamente el
repetidamente su fidelidad personal' En realidad, Diana sí se caso con Diana. Consideraba que la entrega al analista era esencial,
eápeñó en el análisis, parecía beneficiarse mucho con el tratamien- no sólo por la seguridad y confianza que p4recfa proporcionarle,
to y trató de ser una paciente satisfactoria' Varios meses después sino también porque en su interior sentía que era la única relación
de iniciar el tratamiento tuvo uno de los primeros sueños que que podía establecer el analista. Estaba convencida de que é1, como
proporcionaron la pista de las dudas inconscientes de Diana y de todo mundo, se sentía más cerca de otra persona sólo cuando le
ia imagen del analista omnipresente y omnisciente' parecía que ésta era muy semejante a él y que concordaban en todos
sus prejuicios y opiniones. Estaba segura de que las diferencias
Yo vagaba Por un bosque; debía b{ar Pol tt- despeñadero y tenía que
harían que el analista se preocupara y dudara de sí mismo y que lo
haceriá muy despacio, p.r.t .t" muy empinado' Me costaba trabajo
no
un claro-donde sintiera como hostilidad. La bondad consistiría en una entrega
*op.ru, y r.rrti" *i.ao. nmpecé a resbalar, pero llegué a
ciega.
n"üi" ot os personas. Una de ellas era un anciano sabio, quien rne dljo que
a veces bajan Cuando empezaron aanalizar e impugnar estas hipótesis, Diana
para bajar lá cuesta necesitaba tener cuidado con los osos que
ie las riontañas. Me aconsejó que llevara unas almohadas para asustarlos. se dio cuenta de que, al tratar a alguien como si fuera Dios, no
Seguí su consejo y me puse a golpear a los osos con las ahnohadas' Tenía exaltaba su autoestima, y de que ella consideraba que la demá
miédo de que me nrataran. gente era superficial, vulnerable y fragil. Suponía que el analista
sentiría que no tenía nada que ofrecerle como mujer más que como
La asociación con los osos descubrió sus temores a los rabiosos bebé o como niñita. Conforme ambos analizaban y atacaban estas
estallidos de su padre y a los suyos propios. Diana esperaba conse- creencias, la relación fue haciéndose más amplia y compleja.
guir con el análisis un padre más idealizado que la guiara P9I."" Diana temía que si no era sumisa, surgirían sentimientos encon-
Z.rr.o q.r. la protegieraáe lo que consideraba su propia animalidad trados y que la relación "se echaría a perder". En suF sueños había
(que en parté era una identificación con la experiencia de su padre)' bastantes pruebas de que ansiaba derribar de su pedestal al analista
2M EL NARclslsMo DELTCADO EQUTLTBRTo: ELJUEGO C¡_fNlco or ¡_¡, lLusróN 265
estaba muy lejos de cualquier cambio que ella emprendiera.
y a otros iconos que durante la vigilia tenía buen cuidado de Empe-
zó a pensar en otr:rs.personasadmirad.r, y ,ro
p-r"g.t de sí y de los demiis. Conforme fue haciéndose más naran progmmas de vida, sino en recursos
en que le proporáio_
la venganza:
combátiva, empezó a tomar conciencia de que temía qur podía aplicar,
sentir rniedo y digerir y utilizar discriminadamente.
si uno es fuerie la gente "lo castiga"; si parece
dio cuenta de que en'
confusión, la gente sé muestra bondadosa' Se
y de que Henry,nació en el tipo de circunstancias familiares que hacen
el fondo .r"íu-q.r" su pasividad la fortalecía Prestaba Poca que
Al mismo tiempo la seudoidealización sea una necesidad emocional para
4tención ,rr, ,..,r.ros y logros femeninos' ta ,,_,p.i-ui
y "temía que la abirr-itatt,
como frecuentemente la había Era el segundo de los tres hljos de una paupérrima familia
I.T..i":
judía de laparte Este de Nuevayork.-El padre eá
"r,riuU" parecían
abrumaáo ,.,, pudr"; asimismo le aterrorizaba lo frágil que un frío intelecrual
con sus fuenas que se mantenía a distancia de su familia. La madre era
sus héroes y io fácilmente que podía aplastarlos muy
trabajadora y sufrida; parecía haber vivido sujeta ,.rror",
-
ocultas.
" lo con-
compulsiones psicóticas. El mundo exrerior ra p-aralizaba,
y
El proceso analítico transcurría en el contexto de esta configu-
sideraba traicionero y repulsivo, y le parecía neiesario
racióñ de transferencia. Diana sentía un intenso deseo de entregar- controlar a
conformarse a la sus hijos de maneras extravagantes y entrometidas, como
se al analista sexualmente y, de manera global, de por
Por otra parte' ejemplo obligándolos a alimeñtarse y sometiéndoros a estriÉros
imagen de perfección que le atribuía al analista'
que el analista le regímenes de orden y limpieza. Su primer hljo había nacido
,es.irtíu prófundament; la sumisión que creía muy
tuvo un sueño que enfermo y había muerto casi al .racei. La hermana menor
exigía y se resistía a ella. A mitad del an:ílisis de Henry
era una niña dócil, aparentemente perfecta, y se doblegaba
destacaba estos asPectos: ante los
cuidados de su madre. De mayor, esta hermana, sufría
de inhibi-
Tenía que ir a que meinyectaran para inmunizarme' Esto me preocupaba ciones que la paralizaban y limitaban exageradamente
su vida a
deiía q"" no había por qué' Cuando.llegué
-.rchoi pero mucha g"ti. -. en los glúteos'
estar pegada a su madre.
con el doctor, tuve que agacharme Para que me inyectara La vida de Henry giraba en torno a relaciones esencialmente
Fue muy mol"rto, P.- má di c,,enta de que era necesario' [-o que tnás me -
fantásticas con su padre. Separaba tajantemente su experiencia de
fuerte' uno en cada lado'
preocupaba eo q.,. -. doliera' El dolor fue muy sus padres mediante la partición: su madre era completamente
irti.rrrá me inyictaban ¡até de concentrarme: 'No me dolerá mucho y
mala y peligrosa; su padre era bueno y cariñoso. foio p"r".i"
pasará No me dolió tanto como temía'
Pronto." depender de que conservara esta imagen de su padre, lo
queie daba
I -"¡ inyecciones del sueño pasaron a ser la princiPal metáfora en la 1
ktry por Io menos alguna.sp..aára de una existenc'ia que por
lo dem¿ís era aterrorizadora. Con rodo, el paflre sabía que
conciéncia que iba adquiriindo Diana de cuánto deseaba y resentía p"rl áf
era mejor permanecer callado sin interferir. Apoyaba'siempre
la sumisión (sexual) y l" i.tcooporación en la relación analítica' a
Henry, perg t9nía que mantener esta alianzaen secreto y
S.rporríuquedebíaapropiarsedelasideasdelanalista'hacersela negarla
pol el propio bien de Henry si éste alguna vez trataba de hacerla
d.r.rrt.rrdida y rendirse por completo' Por un lado, creía que esto
pública.
la salvaría; por el otro' se sentía humillada y furiosa'
Amedidaqueseexpresabanestascaracterísticasconflictivasde . En el f1c-ulo imaginario de Henry con su padre intervenía la
imagen del hermano mayor fallecido. nsta peraiaa había
la transferencia y de que las impugnaba, empezó a sentir un gran sido
dolorosísima para el señor y es probable qué contribuyera
temor a ser abandottád" y quedarse completamente sola' Poco a a su
distanciamiento: había sup,uesto q.re s,, primogénito sería
poco empezó a creer en la posibilidad de que le cay-erv.bien
al un rabi.
'arratista y ae que él'la ayudara tal como era y no comofa réplica de no famoso; el nacimiento de sus demás hi¡os -no lo compensó
de
y esta pérdida. Henry se inreresó mucho en lis búsquedas
la imagen quá ella habla formado con lós arributos del analista interectua-
les y religiosas, y al adoptar la imagen que el p"ar.
.orr r.,", idealización de estos atributos. Empezó a darse cuenta de
hermano muerto, esperabá afianrar sripropio víncúto.on
i.if" JJ
todo el esfuerzo que le cdtaba convencerse de que el analista ya ,t', f"ar".

'';1 ' r: :::' i


266
EL NARCISIS[{O DELTCADO EQUTLTBRTO: ELJUEGO Cr_ÍNrco oe ul ¡¡_us¡óN 267
posible esta a que me empujara para salir del otro lado. Harry se fue;
lrónicamente, la lejanía det padre era lo que hacía me di cuen[a de
que se había olvidado de rní. sentí que me sofocaLa y empezó
emocronal de
fantasía. Henry llenó el vacío dejado por la ausencia el pánico. Me dije: 'No tengas miedo o gastarás dernasiadt
a invadi'ne
del temor a
r" f"a* con áquello q,'e "ttetltuba para protegerse desperté.
air-e." Enronces

identificarse con su madre.


Henry
Gracias a su considerable talento y a sus capacidades' También en este caso la talla del padre-jefe-anarista es superior a la
oudo crearse una vida rica y variada. No obstante,
padecía Brand.es *l
Esmba real; todo depende de que s. sus facultadÉs, de que
ilá;;¡ i.,t iui.io.t., qt" lo llevaron al tratamiento'
uno siga bajo su guía hasta salir"prou..hen
"
casado con una mujer exitosa y activa que en muchos
aspectos era :tl
"l del peligro. Con todo, el temor a
ser abandonado, la entrega total neiesaria para que cuidaran
la antípoda de sus padres' fitttty la admiraba Profundamente'
de
de función
Henry y la dependencia abyecta que exigíi el otro (encajonarlo
Lf""ái" *ucho de Éuay laempleaba como una especie relaciones con como a su hermano muerto) eran sofocanies.
de sus deseos y ambiiiones' Integraba las
En esta transferencia destacaban tanto las facetas benignas
"¡.'.,rroru de diferenciación' de la
,i, u-igo, y colegas a partir de las mismas pautas y desde el idealización como las-masoquistas. Henry co¡isideraba qi,e
el ana-
[,a transferencia se eiectuó sobre estas mismas bases' lista y el proceso analítico poseían la faculrad mágica á. .,-,.u.
una idealización exagerada' divorciada y
*;.tta se caracterizó por o beneficio reales'
mostrar el camino. La relativa reticencia de la aititud analírica
d" c,-,alq,tiet experiencia permitió que atribuyera una sabid'ría increíble al anarista. Acecha-
Dos sueños, .l pri*".o acetcade un colega y el segundo.acerca
ilustran ba tímidamente sus palabras, las captaba y las saboreaba con
gran
de su jefe, ambos con claras alusiones a la transferencia' entusiasmo para transformarlas en fórmulas para vivir, co-"o
de este tipo si
tanto las dimensiones benignas como las masoquistas fueran dechados qLrese colg¿ran en la pared. nsL búsqueda
unos sels meses de algo
de idealización' Henry tuvo el primer sueño nr¡evo y crlrativo tenía mucho de la calidad de lo queBalinr
llaria
después de iniciado el tratamiento' "empezar de nuevo" y de lo
$-re winnicott y Kohut señalan en el
Usábamos lápices manejo de las ilusiones narcisisras. Henry buscaba algo diferente
Estaba en una clase de actividades estéticas con George'
rompía en el sacapuntas' dentro del mismo marco que ya conocía, mediante li recreación
especiales. Cada vez que yo usaba el mío, se me
George se rne acercó del víncu.lo glj.tilcon el p-a{re; suponía que su abnegación,
;;iü;;;.*" ,ti"áo. Ño podl" acabar el exrarnen'
cómo emplear el con la glorificación y la deferencia del Ltro
junro
y rri..rrr.nO su lápiz, q,,. us'tat'u per{ecto'.Me decía .."., e-r preciá del
lo que hacía yo mal' contacto, la mejor manera de usar la ayuda de los demárl d.
,"."prrnot y rne indicaba .upt ,
la atención de esa persona, de consenarla interesada;
constituye
En este sueño se capta la es perznza,que invariablemente Además de estas caracrerísticas de reparación, ra idealización
de
r.,.r ,urgo decisivo de los lazos objetaies basados
en la idealización y H:lty servía para fines defensivos importantes contra su intensa
que es perfecta (y
la seudoidealizzción.Al apegarse a otra persona rabia.frente al orro por lo que creía q.i" e* la deferencia exigida;
de nuevo; el self
someterse sexualmente .fü¡ puede emPezarse sus dudas acerca de la constancia del otro, de ,,.,, ."a.,.r"o,
y
,r,itt".t o
"
(que aquí s. .*ptesá mediante la imagen de la castra- cuidado_s, su preocupación por sus propias capacidades
y su auto-
ción) puede encontrar remedio' nomía. Mientras que la idealización dL su padre ..,n varioso
ní segundo sueño' que Henry tuvo un año después'
revela otra artificio de adaptación durante su infancia y l,o salvó"*
del terror y el
faceta de este tipo de integración' desengaño, la idealización de su esposa y del analist" dur"rrtá
adultez lo mantuvo encasilrado en un círcuro vicioso de reraciones
h
en.constu¡cción' Nos
Harry y yo estiíbamos con otras Personas enrtn lugar truncas y limitadas con los dem¿ís. Mientras más encumbraba
al
encontrábamos atrapados. Hairy descubrió cómo salir' Uno por uno otro como sahador mágico, más afectado se sentía; cuanto más
t"¡On at madera' Harry empujali
teníamos que metemos en Lrn
i:,1Ot afectado se sentía, tanto más parecía que la única sJlida
esperaba a que. ernPuJam congittfa
quién para que rodar¿ en et cajón y escaPara' Yo en ser el discípulo del salvador mágico.
t. a.-¿. gente, Entonc., -t tttgO mi it""o' Me metí en
la caja y esperé
"-
EL NARCISISMo DELICADO EQUILIBRIO: ELJUEGO CI.ÍN¡CO DE T,{
268 ILUSIÓN 269
idealizadora de funciona fuera de la integración narcisista. Lo que este ripo
La reacción más constructiva a la transferencia de
de "empezarde nuevo" y integración facilita no es la oportunidad de que er analizanáo
Henry consistía €n reconocer el aspecto
el analista criticaba renuncie a las ilusiones, sino de que ras experiment.
en analizar e interPretar el aspecto iefensivo'
Si
un contexto
prematuramente más amplio; no como límites pu- ,rrs rclaciones con "r, los
decididament. ,t., idealizacién y la interpretaba demás,
sólo como una defensa ante la tubiu o la separación'
impediría que ti"" :"T1.l9rmas posibles dá interacciones enriquecedoras. La
La búsqueda de propia facilidad del anatista para aceprar y rechazir las ilusiones
Henry se involucrara de veras en la transférencia'
gracias al.viejo vínculo respecto de sí mismo y de los demás ei decisiva para
Henry de un nuevo comienzo se efectuó punto este proceso.
unirse con él en ese Podríamos decir que el analizando aprende o internaliza
o¡i"rá1. Si el analista se hubiera negado a
una
si lo sacara dJl traramiento o como si hiciera especie de "amor a la vida" que puede ,oit"rr".r" sin
ilbt.r;H;."*o ilusiones, pero
t. dócil y superficialmente a las exigencias del analista' que es enriquecida continuamente por éstas.
lú. 4"tora masoquistas y defen-
No obstante, si no interiretaban los aspectos
sivos de la idealizaciór, .iu.o-o condenar
a Henry exclusivamente
con los demás' Podía avisorarse
a este modo de integrar su relación
del analista' útil en muchos
.rnu u.rr"r".ión pro-lonpda e intensa
p.ro rir, el ímletu para qu: H".:ty t":"""llt:1::1?t
^p.".ior,
Aiitt¿t p.irot* con el analista- de una manera mas
-empezando
compleja y recíProca.
defensivas' se destaca
Cuando las ilusiones narcisistas se consideran
su papel en la conservación del equilibrio
interno y en las limita-
que ayudan al c¡ecimiento se
.iorr", del vivir. Cuando se consideia
sell' r-'os
destaca su papel potencial de enriquecerlaexperiencia.del
pueden
orgo, aefénriuoi y constructivos de las ilusiones narcisistas
cuando se
inr3grurr.t amboá se efiriquecen considerablemente
medios
f;r.iU"" "" el contexto de una matriz de relaciones' como
personas significativas y como esque-
interactivos Para apegarse a
mas característicoJde integración personal'
dos relaciones
En la actualidad, la rela"ción analítica coneta de
que influyen continuamente
simultáneas y r,r*u-""te conflictivas
de integración
una en Ia otra: una forma neurótica y constreñida
y el objeto "malo" de Fairbairn) que
f.io-U¡"rc "viejo'de L,oewald integración (el
!"rffi.." co'r, et tiempo, y uía fotti'ta más sana de
de Fairbairn) que
obieio "nuevo' ¿e l-oew¡á y et objeto "bueno"
La participación del analista
;.1;i;;; f .oinrrr," po.ó " poio. qYt t: efectÚre la
en las ilusiones del anaiizando es esencial para
narcisista; que el analista cuestione las ilusiones
es
i",.gt".iá"
¿;;"'á para que desapirezca esta integración y se establezca una
forma más rica de relación'
del analis'
Las descripciones, interpretaciones e interrogaciones
ta le permiütt al analizando una forma de participación que
PARTE V

t-4, CONTINUIDAD Y EL CAMBIO

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I
I

Hemos estudiado lo que implica el modelo integrado de las rela-


ciones para varios de los principales aspectos de la teoría y la técnica
psicoanalíticas: la sexualidad, terreno tradicional de la teoría pul-
sional; la primera infancia, centro natural de las teorías sobré h
deteneión del desarrollo; y el narcisismo, estudio de la ilusión y de
su relación con el amor a uno mismo, encruciiada de las corrientes
de la reflexión psicoanalítica contemporánea. Terminamos con un
examen de los problemas clínicos más importantes para los analis-
tas teóricos y empíricos: ¿por qué la gente se aferra tanto a su
patología? y ¿cómo logra el proceso psicoanalítico que cambie?
La primera pregunta nos lleva a tratar directamente la espinosa
cuestión del albedrío, que se ha cernido sobre el pensamiento
psicodinámico a través de la historia y que difícilmente armoniza
con los conceptos del conflicto y la represión psicodinámicos,
aunque al mismo tiempo es imposible no tomarla en cuenta. En el
capítulo 9 identifico la función clave de la volunrad en el manteni-
miento de los compromisos y fidelidades establecidos en la matriz
de relaciones. Luego, en el último capítulo, examino el complejo
asunto de la "acción terapéutica" del psicoanálisis
-la naturaleza
del cambio analítico* para comprender de qué manera pueden
ampliarse y enriquecerse los compromisos y fidelidades de una
matriz limitada de relaciones, por medio del tratamiento analítico.

t2731
9. EL PROBLEMA DELALBEDRÍO

La vi.da sólo fircdz cunprmdcrse en relrospecliva, attnque delx


viairw hacia elfuluro.
KIERKEGAARD

Desde sus inicios, el psicoanálisis se ha enfrentado al problema del


albedrío. En cierto sentido, el contenido de la mente (tanto normal
como patológico) parece ser un pro d;uc lo causa I de los acon tecim ien-
tos pasados, las capacidades innatas y las influencias externas. En
otro sentido, parece que el contenido de la mente se elige y refleja
fuertes compromisos y convicciones conscientes e inconscientes.
¿Cómo conciliar estas dos teorías acerca de la mente? ¿El pensa-
miento humano es parte de una cadena causal o se genera libre-
mente a sí mismo?
Los primeros trabajos de Freud, que seguían la paura de Char-
cot, demostraron la pobreza del concepto victoriano de "fuerza de
voluntad": la creencia de que la mente sólo consta de lo consciente
y de que la fuerza de voluntad puede controlar el contenido de la
conciencia. Primero Charcot, y luego Freud, demostraron que el
histérico no finge, sino que es la víctima de procesos mentales de
los que nada sabe. Freud afirmaba que el pensamiento consciente
sólo es la punta del iceberg, que desconocemos casi toda la activi-
dad mental y que no podemos llegar a conocerla. Las elecciones
que aparentanmt¿ efectvamos y el control que aparmtemrnte ejerce-
mos sobre nuestras vidas mentales conscientes son una ilusión, una
racionalización a posteriori; el verdadero control de los aconteci-
mientos mentales lo ejercen fuerzas desconocidas y con frecuencia
incognoscibles.
Freud afirmaba que todos los acontecimientos mentales están
determinados por la psique. Empero, cuando habla de los procesos
mentales inconscientes, emplea un lenguaje que sugiere intención,
propósitoy designio; utiliza el término "voluntad conrraria" ( 1892a,
p. 122 tl56l) para describir el funcionamiento de los morivos
conflictivos; en sus disquisiciones acerca de las "resistencias" que
surgen en el análisis t¡tiliza metáforas militares y señala claramente

1275)
276 LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO EL PRoBLEMA o¡l_ ru.¡rnnfo 277
buscar dentro de sí y ver que esta impresión de no-tenersentirnien-
que existe un sabotaje activo ycomplicado' Para Freud; quien sueña
tos en realidad era un deseode-no-teneFsentimientos que él mismo
es el responsable dél sueño: "Desde luego, uno debe considerarse
se provocaba" (1941, p. 7). Fenichel habla de devolverle al yo la
,.rporrr"bl. por sus mociones oníricas malas' ¿Qué se querría
"pertenencia" y de la importancia de "demostrar.la responsabiiidad
haóer, si no, con ellas? Si el contenido de sueño -rectamente
entendido- no es el envío de un espíritu extraño, es una parte de del paciente en la causalidad de las experiencias por las que
aparenremente sólo arraviesar (pp. 35-36).
mi ser" (1925, p' 133 tl35l). Además, Freud considera que el
proceso psicoanalítico expande y refuerza uJ yo y aumenta -la Por otro lado, en los textos abundan las confirmaciones del
iibertad y el control que el analizando puede ejercer sobre su vida. principio del determinismo psíquico y de los peligros de considerar
Freud in¿ica que la meta del psicoanálisis es "procurar al ^y^o^ del que el paciente crea su propia experiencia y su conducta.
enfermo la tibertad de decidir en un sentido o en otro" (1923' p'
Cuando miramos en perspectiva al análisis podemos visualüar la función
50n [51n]). Así, se designa al "yo" -ya sea parte de la persona o
defensiva de la resistencia, pero cuando el anáIisis se esá llevando a efecto
p".t.t d" ruS funciones y actividades- como la sede de las elecciones lo que-destaca es que la personalidad del paciente es la vocera que expresa
y de la voluntad. estas defensas..En pocas palabras, se tiene la impresión general de que el
Parece especialmente difícil conciliar estas referencias clínicas al paciente se resistey'arsonalrnmtc, no de que es laherrami,enta de meianis-
papel de la ilección activa con la visión metapsicológica-que tiene mos y conflictos inconscientes. (Glover, 1955, p. 80.)
i,r""d de la mente como aParato complicado e impulsado por
fuerzas y mecanismos que -es
guardan entre sí intrincadas relaciones A veces se cree que el analizando es un actor responsable de sus
.rrantitativas. Tainbién dlficit conciliarlas con el principio freu- acciones, y a veces que es la herramienta y el vocero de fuerzas que
diano del determinismo psíquico: cada acontecimiento mental es escapan a su control
causado por los acontecimientos estímulos'mentales inmediata-
y
según el principio
-.rrr" anteriores. [,a motivación psicodinámica, causaliúente. Dentro de
del determiriismo psíquico, está bloqueada La crítica existcruial y las respuzstas psicoarnlítira.s
este marco, la peisoni nunca produce su propio impaóto ca¡sal.9n
la secuencia dé acontecintientos mentales; la voluntad y la eleccióñ l,a doctrina del determinismo psíquico hasido el blanco tradicional
carecen de nivel para ello. según Freud, la experiencia humana está
de una serie de críticas, y de la'respectiva defensa de la teoría
impulsada pot frretras casi desconocidas; que son un producto psicoanalítica clásica, que es casi tan vieja como la propia teoría
diiecto e inconsciente de presiones y compromisos internos. Para' psicoanalítica. Los críticos del psicoanálisis, especialmeñte de las
dóiicamente, Freud tro crée en el'concepto victoriano de la fuerza escuelas de la filosofía y la psicología existenciales, han declar¿do
dJvoluntad y describe a ta mente iomo un conjunto de fuertes que la teoría psicoanalítica describe a un hombre mecanizado y
propósitos e intenciones conscientes; establece el principio del deshumanizado, víctima pasiva de fuerzas que no puede controlar.
ietárminismo psíquico y ofrece un tratámiento cuyo propósito es Las críticas más radicales son las de Sartre, y Ji analizamos su
destacar las opiiones y la responsabilidad. postura observaremos los aspectos fundamentale's de la discusión
Las contraáicciones del enfoque de Freud a la cuestión de la de este complejo problema.
voluntad también se reflejan en los "textos" clásicos sobre la técnica En sus primeros escritos (los premarxistas y meramente exis-
analítica. En algunos pasajes, ciertos autores destacan la hipótesis tenciales), Sartre afirmaba que la mente del hombre carece de
de que para el.tratamiento analítico es neces¿rio que el paciente contenido intrínseco, de esencia humana: que la mente no recibe
sea iesptt sable de'su experiencia y de sti conducta' nada. En cambio, "ser" es un proceso, es un fenómeno temporal,
-Por.ejemplo,
Fenichel insiste en la función del "filtro del yo defensivo", que es una conciencia que se crea y se recrea a sí misma continuamente.
despoja de deseos e intenciones abiertas a la expeiiencia del Como la mente está vacía y se genera a sí misma de continuo, el
pacieñte: "Procuré qué quedára claro que [... el paciente] debe
r.4, CONTINUIDAD Y EL CAMBIO EL PROELEMA DEL ALBEDRÍO 279
278

"ser' está siemPre al borde de la nada' Dado que, según Sartre' ser comportamiento es la suma de los motivos que impactan a la
unapersona es un asunto solitario y pavoroso' uno siente unafuerte persona en determinado momento. [,a impresión de que uno elige
tentación de afirmar que Posee una particularidad' una esencia; o de que realiza un acto personal es sólo un epifenómeno, un reflejo
clínicos'
q,,r".rrro ha recibido un contenido duradero' En términos -que uno capta- de la convergencia de varios motivos relacionados
estructurales' por con las necesidades de satisfacción y seguridad, cuya suma es algo
e^l paciente dec hra queposee ciertas propiedades

ejémplo, una natuialeza diagnós¡ica duradera para explicar sus dado y que no puede ser alterado por ñing.rna fialsa impresión áe
.i"..iorr"r, "Soy una p.tsonaóbsesiva, estoy al borde de la histeria' dirección consciente. Sullhan insiste:
eic. t...1 soy así porqué mi madre era así o asado, o porque -i -P:9-t"
Para Sartre (igual que para Fromm' 1941)' No conozco nada que pmebe que existe una fuerza o facultad que pueda
-" fr¿L "íro y uq"ÉUo"' poner al llamarse voluntad, algo distinto a la suma geométrica de las tendencias
estas declaraciones son de "mala fe" y su propósito es integradoras. [¿s situaciones llaman a la motivación; si las motivaciones
la conciencia humana,
sujeto lejos de la aturdidora libertad que da
entran en conflicto fuer¿ de la conciencia, se efectúa un compromiso o un
los conceptos de Freud acerca
q,i. ., limente humana. Para Sartre, dominio temporal de la conducta y se suprime el morivo más débil. Si el
áel determinismo psíquico y de la represión, y su visión de un
conflicto ocurre dentro de la conciencia, interviene el sistema del self, con
una
hombre invadido pbt fr"tr"t externas e internas constituyen el correspondiente elemento de inseguridad. En estos casos los resultados
Schafer, son una teoría sobre
teoría sobre la,,mila fe" o, enjerga de son más complejos, pero también son sumas geométricas, no intervencio-
"los actos repudiados". nes de una fuerza de voluntad personal. (19a0, pp. lgl-192.)
El propio psicoanálisis -en doctrina del determinismo psíqui-
su
co- padece la misma patología ("mala fe") que supuestamente Sullivan no expone una manera de interpretar la repetición de los
no
interpreta: habla de las vidas y decisiones de los hombres' pero esquemas psigopatológicos, y así no toma en cuenta la cualidad
to*" .r, cuenta la responsabilidad personal y atribuye esos esque- mecánica del concepto freudiano de repetición compulsiva. para
mas y elecciones a fuázas impersonales' Sartre no pone
reparos al Sullivan, el sistema del self funciona con base en la previsión y el
conáido del aniílisis de los motivos efectuado por Freud; Sartre recuerdo. El sistema del self dirige al individuo hacia la menor
escribió su autobiografía (1964) así como biografías de Baudelaire ansiedad; el nivel de menor ansiedad resultante de cualquier deci-
(1950), Genet (1963) y Flaubert (1981), y en todas estas obras sión se calcula con base en el recuerdo de experiencias pasadas del
las descripciones de Procesos y motivos psicodinámicos
y mismo tipo. De esta manera, Sullivan describe el p roceso de elección;
"Ut.rrrá"t
se insiste en las experiencias infantiles' A lo que Sartre se opone es con todo, como Freud, considera que estas elecciones están total-
al
utqrr" ,. elimine la intervención personal' a que no se reconozca mente determinadas por las necesidades. Para Sullivan, la persona
a la persona que decide que es un producto de las integraciones interpersona¡es pasadas, que
arquitecto de la vida en cuestión,
,".iUi¿ el impulso de este o aquel acontecimiento' tal o cual se conservan en la memoria y que se reestructuran constantemente
circunstancia ó anhelo. En cambio, el psicoanilisis existencialista mediante la previsión, que es una actividad de escrutinio automá-
que Sartre define es "una metodología Para sacar a relucir' de tico, la cual proyecta las situaciones pasadas en el presente y el
manera estrictarnente objetiva, la elección subjetiva m-ediante la futuro. El aspectodecisivo que Sullivan no tomaencuenta es si uno
cual cada persona se conJtituye en Persona" (1953, P' 58)' puede decidir si prevé o no, o si decide prever determinada serie
La crítila existencial del determinismo psíquico no se limita al de circunstanciat y consecuencias y no otra.
psicoaniílisis clásico, sino que se aplica igualmente-a .todas.las
escrrelas psicoanalfticas, incluyendo a las del modelo relacional'
Por I ^ mente es un fenómeno esquivo, peculiar y misterioso, y los
ejemploi el sistema de Sullivan es tan determinista como el de filósofos y psicólogos han tratado de captar sus complejidades
f'r"rrá; ie hecho, Sullivan en diferentes ocasiones se toma el trabajo comparándola con otros fenómenos. A los psicoanalistas les han
de mofarse del concepto de voluntad, destaca que cree en el parecido inadecuadas las dos metáforas más sobresalientes de
determinismo causal de tos fenómenos mentales y declara que el nuestra cultura: las metáforas fisiológicas que comparan a la mente
280 I-A CoNTINUIDAD Y EL cAMBIo \ ELpRoBLEMAonRI¡ronfo 2gl
con el cerebro y las metáforas religiosas que comParan a la mente
,1
ú nizada), mezclada con er idear catórico del contror
'$
de la mente. En
con el alma de origen sobrenatural' t el aniílisis vectoriar de los motivos y ra tensión en la fuerza
de las
Tanto sullivan como Freud emplearon meráforas físicas: Freud J circunstancias efectuado por Sulliván también influye
la """ fr"ru"-
se inspiró en la mecánica newtoniana del siglo xtx y Sullivan en da simpatía por los despójados económica e interpersonaliente,
J
I
t*rí" del campo del siglo XX. Con todo, el fenómeno esquivo e igual que sus incisivos utaqrr.s a las arrogantes declaraciones
de qrrá
insustancial deio que .Jl. persona no se comprende mediante las
t la autoestima controla la mente.
leyes físicas, de mánera que las eomparaciones inspiradas en Ia . Sartre reflexionaba en.otro contexto y con otros antagonistas.
física inevitablemente parecen conducir a un marco de referencia Para é1, en la filosofía occidentar han preáominado ros
intenros de
determinista. En cambi'o, la principal metáfora de Sartre es política' darle al hombre una esencia y, como lá tradición platónicocrisiiarra
la experiencia m:ás importante de su juventud fue la ocupación ha sido la principal influencia en las imágerr., q,r"
i.;;;;.,
nazi d; Francia y su propia participación en la resistencia francesa. ha ";,
de nosotros rnismos, esta esencia por lo
["rn"rri sido negatila:
Colaborar, ocultarsé y risistirse son elecciones profundas; son los el hombre ha caído, es bestial, lo airebatai las
pasiones, .r.. i
referentes del pasado que parecen intrascendentes frente a la respecto, la teoría pulsional de Freud es sólo L
últi-u'u.rsión"rr" de
propia elección y a la responsabilidad personal de quien elige sobre la imagen platónicocristiana de que el hombre
,-r., ar,g.t .uáo y
esá acción. Para Sartre, la principal e¡periencia de la guerra fue corrompido por las bajas pasiones, y sartre se opone", diarécdcamen-
dramática y heroica, lo que, como más tarde se daría cuenta' no te al dererminismo deia tioría puliíonar freudiána
co., ,"rrru p"riá.,
siempre es representativo de la vida en general. Aunque la metáfora como a las demás filosofías preexistenciales.
política destaca la libertad y el albedrío, no toma en cuenta Ia En la psicología del yo se éstableció una especie
de compromiso:
estructura y los referentes simbólicos de la elección' en ella las críticas edstencialistas se toparon con el intento
de
Además, no es posible teorizar en el vacío; los teóricos, como los dividir a la exp_eriencia humana en dos'r".."no* uno neurótico,
analistas, son observadores y participantes y funcionan en un plagado de conflictos, y otro saño, carente de conflicioo
cÍrmpo interpenonal, en un medio social e intelectual en el cual el en el cual los procesos inconscientes deciden los aconiecimieoto,";;;;;"
desarrollo de los concePtos adquiere forma en el diálogo y Ia mentales, y otro en el cual las decisiones se toman
de manera libre,
oposición a los demiis. Antes de Freud, la princlpal teoría científica e independiehte (Upton, lg55; kwy,.1961; Flew,
lg70).
11,_..".-."
dL h mente consideraba que la mente y la conciencia estaban lado Uesde esta perspectiva (que se basa en los originales
conceptos de
a lado. Segun la perspectiva victoriana del siglo xIX, lo que yo sé de Hartmann), las zonas patológicas y conflictiva"s ae
U p..roi¿iá"a
mí mismoes todo lo que hay de mí, y yo puedo moldearme como funcionan bajo el dominio dé hs áefensas pulsional",
i.r.orrr.i.r,-
yo quiera rnedia¡rte la fuerza de voluntad y la disciplina mental. La tes. [,as meras infarrtiles e instintivas deciáen tu
.*p".i"rr.i" flt
ietiói¿a¿ y la buena vida son victorias morales; la infelicidad y la comportamiento, que es racionalizado secundaúay fatazmerrr.
po.
neurosis son fallas morales, debilidades, producto de los nervios la experiencia consciente. Empero, en otras áreai el
yo funciána
alterados. Freud se dio cuenta de lo poco que en realidad nos .oT ytr? energía neutra, sin fines libidinales y agresiíos oculros;
conocemos y destacó precisamente estos rasgog desconocidos, la información pertinenre esrií en la concieniia: el yo
¿.ciáe
loda
entre ellos, los rnotivos ocultos y las percepciones desagradables de su propio destino sin las presiones de las pulsiones
y deiens"r. ü
uno mismo. Deseaba desacreditar las arrogantes declaraciones de descripción que hace Fréud del pro..ro analíticoi .Donde
Ello
autocontrol de la fuerza de voluntad victoriana. Freud hizo hinca' estab.a,. yo llegar a esrar"
febe-rá 1iOSa, p. g0 t7a]) ."ru.t..ir" l.
pié en que el coñtrol consciente de uno mismo no se ejerce sobre transición alo largo del proceso analíticá, de la psicop"tofogf; "
iu
ioda1amente, y no sólo eso, sino que ni siquiera tiene lahegemonía salud. Por una parte, el ñombre está predete.-irraaá; "
p;;;;";;l
sobre las demás regiones de la mente. mismo influye e impacta, aunque áif"r"rrt"s terrenos. Rapaport
'Sullilan adoptó su actitud respecto de la voluntad en oposición explica así esta naturaleza duJ: "n
a una persPectiva victoriana parecida (aunque más norteamerica-
LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO EL PROBLET{A DEL ALBEDRÍO
282 283
más eñcaz que el
El hombre ha desarrollado un aPar¿to previsor mucho paciente cree que st¡ conducta esrá predeterminada no es respon-
de manera muy eñcaz en
;;;;;iq"i". otro animal. Este aparato funciona sable de ella, y cuando siente que su conducta m¿ís bien cae Én el
exteriores y con razonable eficacia en el caso
el caso de los acontecimientos terreno autónomo del yo sí es responsable: "cuando por lo menos
de los acontecimientos i"tt'no' (la ansiedad y otras señales de afecto)' puede ver y aceptar como propias sus motivaciones anteriormente
en el comportamiento' No
Estos acontecimientos tienen un papel causal inconscientes -como parte de sí mismo-, lo consideramos respon-
oUrárr,., el hombre (y, hasta tit'tt pt"tto' todos los organismos) tamb.ién
sable de dichas motivaciones; incluso dentro del ambient" pri.o"-
previsoriel hgTl* es un movilizador particu-
p.odr.r..'.u,rras. El aparato y a partir de é1, esperamos que se considere responsable"
El hombre no queda
lalmente eficaz del propio papel causal del hombre' 1,a-litico,
(1961, p. 261): Esta definición tautoiógica confunde a la fenome-
a su aparato previsor' es
exento de las causas intemis y externas gracias
de tatttut' Empero' dentro de ciertos nología del analizando con la interpretición del analista, y equivale
á..it, tol" porqu. también es ittente las causas que
fi-i át p.,.d. .ulttr, evadir, amorti8uar y contrarrestar
3.9g.il que el paciente es responsable cuando acepta la ,esporrsa-
que tiende a tnitl:: bilidad.
deciden su comPortamiento' Hay algunas- crusas
instinto)' ti wheelis (1956) indicó un compromiso tautológico parecido
amortiguar menos que otras 1Us aeriváaas del P*t,:"
ambién puede evitar o T:1t-11
amorü- cuando declaró que la "voluntad" (llamada "esfuerzo;) es ün factor
.r, qrra"" yo es relativamente autónomo'
kwy, 1961' p' 267') $
g.oi.t*.".rrtr. (Citado por para el traramiento psicoanalítico independiente del insight y al
mismo tiempo reafirma el principio dei "determinismo ini¡iúle"
a
Aunque el equilibro de esta solu:i?".Tot ltrae' T 9t :l:::1: cuando declara que la voluntad es parte de una cadena causal más
cualidad híbrida; plantea una perspectrva
.orré*u una incómoda en algunos
larga asimismo predeterminada. Este intento de estabrecer un
radicalmente discontinua de la experiencia humana: compromiso también confrrnde la fenomenología del analizando
las fuerzas interiores; en
campos el hombre es el objeto P-asivo de con nuestra interpretación. si el ejercicio de Ia voluntad está
su destino',Si se
otror., un creador u.Ñá dt-la mente y de acontecimientos
completamente determinado por los acontecimientos anteriores,
.orrria..u que la voluntad funciona fuera de los entonces la experiencia de lá voluntad es una ilusión; no tiene
si es puesta en movimiento' si es creada
determinados causalmente' sentido hablar de "esfuerzo" salvo como una descripción subjetiva
limitarla al
pá, i"t .f".ciones a.t p"tittttt -¿q:: q"é habrá que de un proceso necesario e inevitable, como un niñiio que fuáa en
;;;" en que no hay ánflictosi-Si la mentequePu:d: "IqT]-111"
si dectde ql-t-tt:'
el primer carro del tren subterráneoy, feliz de lavida, hiciera como
impacto y sá esfuetra... ¿pot qué no q:"t?t que maneja el tren, aunque en realidad sólo sea un pasajero como
esto^es una
o i'to fo voluntad, y eñ- qué dirección la ejercita' El esfuerzo y
todos los demás.*
mentales?
característic a de todu los acontecimientos
muchos de los compor-
la tenacidad ¿no son ambién elementos de En general, los existencialistas consideran que el analizando desem-
mucha efica-
,"*i."atp"i, tigbos? ¿['avoluntad, no interviene lacon un
peña un papel activo en la creación, conservación y tratamiento de
de volunhd es
cia para tos frrrei neuióticos? Si la capacidad su patología, y los partidarios del principio del determinismo
a los aspectos pulsio-
factor independiente que no puede réducirse psíquico creen que esrá impulsado por causas deterministas. La
pu,.tt f'""-tu-"tttt arbitrario restringir su
.rates y defensivos, psicología del yo trata de conciliar ambas hipótesis ubicando a la
Schafer
;;J a. of"t".iárr., " t"'u esfera sana v sindeconflictos' que ciertas á.reas
voluntad en una esfera sin conflictos y tratándo de mezclar dos
¡iótb, p. r rá¡ ha denominado a la afirmación inconscientes "análisis
modelos de funcionamiento mental cuyas premisas filosóficas son
del funcionamierrto la..c.n de significados incompatibles. Esta solución parece arbitiaria y deja más cabos
del yo indómito"' sueltos que soluciones. (Véase en Schafer, 1g76, caps. 4 y b, una
en áreas con-
En última instancia, la división de la experiencia
y contusa' -ror eJem-
flictivas y áreas sin conflictos Parece artificial * wheelis, en un documento que escribió
después (196g), cambia de postura y
al espinoso q:tbt:Ti.l:11.:::o^*-
;i;;-;-y trata de enfrentarsá
ante su condiucta indicando que cuando el
afirma que en realidad Ia voluntad y la erección son independientes del determinis.
mo causal. Su exposición del papel de ambas es muy parecida a la de Farber, que
sabilidad del pacienie
presentamos adelante,
I,A CONTINUIDAD Y EL CAMBIO f,,L PROBLEMA DEL ALBEDRÍO
284 285

crítica incisiva a la perspectiva que da la psicología del yo al Una solucün difnmte


problema del libre albedúo.)
Ante la crítica existencialista y el compromiso de la psicología Otra perspectiva de este difícil problema conceptual, que en mu-
del yo, Hanly (1979) ha preparado una defensa de.la doctrina del crr{os aspectos fue percibida por Rank (véase M.tr"k"r, lgg2),
detérminismopsíquico, arguyendo que' a pesar de las incongruen- surge de varias tradiciones analíticas en la obra "de Farber, schafer
y Shapiro. * Farber, que se formó dentro de la escuela interpersonal,
cias de Freud, el principió del determinismo psíquico sólo tiene
septido cuando sJconsidera que forma parte de tod,os los aconteci- expuso su punto de vista (anunciado por la preocupación de
rechaza las perspectivas Fromm con la responsabilidady lalibertaá¡ en una serie á...rr"yo,
-i.rrto, mentales. De esta manera' Hanly muy evocadores que escribió en los años de 1960. por su parte,
de la psicología del yo y de los autores existencialistas; señala que
neurósis y lasalud no hay discontinuidad; las vicisitudes de schafer adquirió su perspectiva debido a su insarisfacción ion la
"rrtr"i"
la energía neutriizada están tan predeterminadas como el destino escuela de la psicología del yo, y la expuso en el contexto de una
de las'energías sexuales y agresivas. Lo único distinto son las crítica rigurosa y sistemática del lenguaje de la merapsicología
dererminanies. l-a motivación neurótica funciona bajo el dominio clásica y de sus premisas filosóficas implícitas. También en-la
causal del principio del placer, que marca sus propias determinan- perspectiva de Shapiro intervinieron la psicología del yo y sus
t., y ,"g.,iucionás c",rr"l.t. Al desaparecer las represiones con el primeras contribuciones al estudio de los caracteres neuróticos.
proc.so-uttalítico, se liberan las energías atrapadas para aplicarlas Cada uno de estos autores, a su manera particular, y de acuerdo
pr*.ro, y fines más altos, externos a la actividad y el control del con sus intereses especiales, afirmó que en los anteriores textos
"ut Hanly afirma que el hecho de que el hombre p":{" psicoanalíticos se había dado una mala estructura al asunto de la
"liruttdo.
darse cuenta de que tiene una vida mental, y de que esto propicie voluntad y que la voluntad y los motivos inconscientes no constitu-
que se libere de las represiones, no debe confundirse con que ejerza yen diferentes dis¡.rntivas, sino que son propiedades simultáneas
un "dominio de los motivos" (p' 238) que es imposible' Así, de de los acontecimientos mentales.
acuerdo con el principio del determinismo psíquico, "el -paso ' Farber lo erpresa así: las psicologías no existenciales son deter-
fundamental para definir psicoanalíticamente el concepto de liber- ministas porque consideran que la experienciay el comportamien_
tad, es el. de ieconocer que la diferencia entre un acto libre y un to humanos son producto de las fuerzas (o motivos) qui impactan
acto obligado estriba en la naturaleza distinta de las causas, pues a la persona; cada teoría da una explicación sui géneris de los
todos los actos son causales" (p. 268). Para Hanly, la crítica exis' motivos. Segun la teoríapulsional clásica, el hombreis el producto
tencialista del psicoanálisis equivale a regresar al desconocimiento de la acción entre las pulsiones y las defensas; para Sullivan, el
preanalítico dá los procesos mentales inconscientes y a creer inge- hombre es el producto -la suma vectorial- de las necesidades de
,rrlu*.rrt" que la mittte es paralela a la voluntad consciente' seguridad y satisfacción; para Skinner, el hombre es el producto de
Este asunto de la voluntad ha sido un verdadero problema para sq historia de refuerzos. Fara Farber, todas las teorías deterministas
el psicoanálisis, que óonsidera que la voluntad y el determinism.o presentan el mismo problema: el an¿ílisis de los motivos no propor-
pti'qni.o constituyen explicaciones alternativas y que es necesaria ciona una explicación completa. Existe una separaci¿n énai la
ia nlg;ación existencialista del concepto de los significados incons- conjunción delos motivos que impactan r,rr," pérsorra (sin impor-
cientls, la neg¡ación clásicamente psicoanalítica del senúdo de la tar de qué manera se conceptualice el contenido de.los motivós) y
elección y de l-a responsabilidad, o bien la incómoda yuxtaposición la actividad de dicha persona. Farber sugiere que esta separación
de hs dÁ p"r.p..iin"r (que pertenecen a dos áreas diferentes'de conforma'"el terreno de la voluntad'. NJexiste actividad hL¡mana
la experiencia humana)' que no esté constituida tanto por los motivos como por la voluntad.

* véase (Hampihire, 1962) una primera presentación fitosófica der tipo de


rpeEpectiva que Farber, Schafer y Shapiro iban a elaborar de manera más cabalmenrc
psicoanalítica.
286 t-{ coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ELPRoBLEMADELALBEDRÍo 297
muda com- voluntad, para que el análisis no degenere en una serie de explica-
Para Farber la voluntad es invisible a veces; es una
pañera de las experiencias por las que atraviesa una persona srn ciones post hoc. I-a explicación de los motivos sin reconoier la
de ademanes e impul- complicidad de la voluntad, ya sea activa o pasiva, no toma en
darse cuenta, en una unidad inintermmpida
En otras
,or-"rpotttaneos (como el acto satisfactorio del amor)' cuentaa la prsonay por ende anima una mala fe egoísta que ofusca.
maraña de motivos y ejerce El analizando dice: "Mi problema con las mujeies se áebe a que
ocasiones, la voluntad se desliga de la
j:87 mi madre me trató muy mal" o "Mi hostilidad inconsciente hice
,., propi"influencia. (Por ejeirp,lo,.cuando uno aprende a disci-
igrri, ,r"..rita una "voluntad t'diitatia"; necesita un esfuerzo que me resista al análisis". No es que estas explicaciones por fuerza
flja en la postura' el uso de las sean erróneas, dice Farber; puede que en parte sean ciertas. Empe-
di;;á; t"ta mantener la atención uno alcanza cierto ro, si suponen la responsabilidad de la persona por las acciones o
ii.rrr". y a. t"t manos, etc'; sólo cuando
iominio vuelve a hacerse invisible la voluntad, en un funeionamien' sentimientos del caso, la explicación que pudo ser correcta pasa a
fraccionar.) ser un pretexto, una excusa. En lugar de servir para comprender y
- - fluido y sin
to
nt .¡"rái.io consciente de la voluntad es necesario y satisfactorio permitir el cambio, ocultan el papel del analizando en la pe¡petua-
de aprender ajugar ción de sus propias dificultades. Farber asegura que el hiitéiico es
en dgürr"s funciones (como cuando uno trata
forzar la
tenis). En otros .u-po, (como cuando uno trata de especialmente hábil para dar excusas de por qué hace lo que hace
intimiaa¿ o la emoción), el ejercicio de la voluntad es ampuloso-y y para ocultar el hecho de que estd haciendo lo que hacC. Según
facultades de
destructor. Se pretendá'que-la voluntad.posee más Farber, el histérico suele ser (inadvertidamente) un actor hábil
lue
las verdaderari, en .rn u""o empeño dé negar la realidad del se hace pasar por un títere. También para la teoría cliisica el
en determinado momento' histérico es un títere. Según Farber, esta coincidencia de la teoría
lon¡.rnto de motivos que intervienen
(Schafer llama a intento de imponer una "discontinuidad determinista y la "voluntad" negada del histérico tiene mucho que
"rto
)áá¡."r:l Ára es la
"l
voluntad de la "fuerza de voluntad" victoriana ver con la dificultad que los histéricos, a partir de Dora, úan
predomina planteado a los psicoanalistas tradicionales. para Farber, el anali-
y aa .-p"no de Sartre por declarar qu¡ la conciencia
Farber' mucho de lo zando no es sólo un títere movido por cuerdas (motivos): también
Ln todos'los acontecimientos mentalei' Según
la org¡anización de la es el titiritero (la voluntad) que at mismo tiempo etige las cuerdas,
que ocurre en el proceso analítico se refiere a
entre los
üluntad y los motivos y a la mayor discriminación las coordina y dirige la conducta. De esta
-a'eia, deñtro del marco
ejercicios áonstn¡ctivo y autodestructivo de la voluntad' establecido por Farber, a uno no le piden que elija entre la
psicodinámica y la voluntad. El análisis de tos morivos, la ubicación
Permítaseme algunos ejemplos: mediante la voluntad puedo adquirir de la voltrntad y el examen de su mutua relación son esenciales para
el
conocimientos, io sabiiuría; puedo ir¡ne a la carna' Pero no conciliar la verdadera comprensión analítica de cualquier actividad o .*p.-
sueño; puedo comer, p.ro no dttPeralme
el apetito; P"td":-t^:tllt:' riencia.
p.- "á humilde, p,t.áo t.. escnrpuloso, Pero no virtuoso; Puedo hacer
valor; puedo dirigir
llardes y manifestir mi seguridad, ptto ttó adquirir schafer ha adoptado una postura parecida con una filosofía rigu-
puedo mostrar conmiseración' pero no sentir
-ii"¡"ti", Pero no et amor]mis felicitaciones' Pero no sentir adrnir¿ción; rosa y sistemática. En 1968 publicó una codificación y una críiica
simpátia; p,r.ao exPresar de los conceptos psicoanalíticos respecto de ta "internalización",
.ár*, religiosidad, Pero no.logar la fe; puedo leer'.pero no
il.'<io hincapié en que la consecuencia de querer haciendo especial hincapié en los procesos de identificación e
tomprend.r. Me guitaría hacér
que,nos desanimamos introyección. Para schafer, estos conceptos fueron de mucha utili.
i"oi. f" que no iuede dirigirse por la voluntad es(1976' p' 7')
y;;;-"t ln .t.rta¿o qu. u-"-"-os de ansiedad' dad clínica y teórica, pero lo molestó la tendencia
-sobre todo en
la teoría kleiniana- de atribuir propiedades de los seres reales a
muchas
l,as teorías psicoanalíticas tradicionales han destacado conceptos abstractos (como las identihcaciones) o a productos de
el análisis
características de la motivación humana; según Farber' la fantasía (como las introyecciones): sustancia, ubiiación, inten-
con la interpretación de la ción y fuerza. De rrna manera que recuerda mucho a Sullivan,
de estos motivos debe completarse
288 LA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ELPRoBLEMA¡srAL¡ronlo 289

Schafer nos pone en guardia contra el peligro de la materialización; morfizar las fuerzas, las estructuras y los mecanismos. "Tarde o
il
en contra á" qn" se considere seres o entidades reales a los il temprano, estos conceptos se emplean -deben emplearse- para
conceptos abstractos y,teóricos. El paciente puede sentir que lo il sugerir una entidad que se encuentra más o menos fuera del
habitin fuertes presencias internas; esto es un síntoma de su llamadojuego de fuerzas, de la llamada interrelación de las funcio-
patología, Schafer afirma que es esencial que la teoría distinga nes, del llamado campo de determinantes... Hay una brecha entre
.l"o-"ttt. entre lo que es real y lo que no lo es, entre el propio la persona por un lado y el aparato de las ciencias naturales por el
paciente, que tiene facultades y hace cosas' y sus fantasías vcercv otro" (p. I l9). Quien hace las cosas, las desea, etc., no es la persona,
dé los demrás seres reales o imaginarios que él imagina que Poseen sino los derivados pulsionales, las entidades psíquicas y los meca-
facultades y hacen cosas. nismos de defensa.
En esta primera obra, Schafer señala nmbién que debe revisarse Para empeorar las cosas, dice Schafer, el uso inadecuado de los
a fondo el concepto de pulsión y se opone a la pr:íctica tradicional términos de la metapsicología clásica durante el cientificismo del
de arribuir a loi insrintos cualidades específicas y complicadas. siglo xtx reproduce exactamente lainterpretación primitivay el uso
Schafer afirma que no es útil Pensar que la energía posee cualida- incorrecto del lenguaje practicado por los niños, que describen sus
des; los motivos personales son libidinales, agresivos o neutros; no procesos mentales con crudos términos corpor¡les referentes a
tiene caso atribuir estas propiedades a las energías. El concepto de lugares, sustancias, entradas, expulsiones, etc. El resultado de esta
energía psíquica sólo es necesario en sentido cuantitativo, parz conjunción de errores y de esta comprensión primitiva es una teoría
indicar la fuerza relativa de los motivos. Schafer revisa otros aspec- cuyo lenguaje describe al analizando como la víctima pasiva de
tos de Ia teoría clásica, como la suposición de un sistema cerrado fuerzas, estn¡cturas, recuerdos y mecanismos (el propio analizando
que contiene una cantidad finita de energía, y agrega términos considera ser esta víctima cuando inicia el tratamiento). L"a metap-
personales como "motiygsl' y "características'l,a los términos ener- sicología emplea "un lengrraje corporal psicosexual que inadecua-
géti.o, y mecanicistas más tradicionales de "funciones" y "regula- damente eleva a la categoría de términos teóricos" (p. 6). Que la
áiotr.t". .Ati cuando en 1968 revisa la teor.ía pulsional, conserva la teoría elimine a la participación activa constituye un fuerte contras-
terminología pulsional Pero Pone el acento en la actividad del te con la práctica real del psicoanálisis, en la cual el proceso
analizando. interpretativo sirve para que el paciente comprenda cada vez más
A principios de los años setenta, Schafer escribió una serie de que su vida es obra suya y que está arraigada en la repetición activa
artículos innovadores y sugestivos que reunió en 1976 con el título y en la reconstrucción de situaciones y relaciones infantiles.
de A new tangaage fur psychoanalysis. En estos textos Schafer da por Schafer, inspiníndose en Wittgenstein, Ryle y orros filósofos
terminada li revisión y Presenta una crítica completa, detallada, analíticos modernos, propone para el discurso psicoanalítico ün
brillante e incisiva de la metapsicología de la teoría pulsional, y "lenguaje de la acción" que elimine todos los conceptos antropo-
propone una nueva metateoría y un nuevo lenguaje para el dis:ur-so mórficos y materializados y que coloque al actor en el centro de
psicoanalítico. Schafer sugiere que el lenguaje y la teoría..del todas las actividades. Schafer considera mfu útil suponer que todos
psicoanrílisis siguieron el modelo de la física newtoniana, Ia disci- los acontecimientos que poseen un significado, incluso pensar,
ptina prototípica del medio intelectual de Freud. Si los procesos sentir )¿ negar, son actos que ejecuta el individuo. Los actos se llevan
r,nentales han-,de explicarse "de manera cientíñca", deben definirse a cabo de diferentes maneras: libidinalmente, con agresividad,
como acontecimientos fficos y fuerzas enérgicas. En la teoría no consciente o inconscientemente. También se hacen pasar por
cabe la persona como Promotor activo de su vida. Con todo, la 'lrazonest', pero las razones no son la cawa del acto, sino cl¿mentu
investigación clínica psicoanalítica había descubierto una amplia del acto. Por ejemplo, uno puede llevar a cabo un acto buscando
serie dó significados personales y de intenciones inconscientes que placer; la búsqueda del placer no es la causa del acto; no eúste antes
formaban' parte de la experiencia cotidiana. Por ello, estas inten' del acto como una presión o intensidad inherente. t^a búsqueda del
ciones,y actividades se colaban de rondón en la teoría al antropo- placer es una razón-o una razón que pertenece a un conjunto de
290 t-{ coNTINUIDAD Y EL cAMBIo EL PRoBLEMA ¡rr, ¡rg¡onfo 29r
razones- para efectuar el acto. Todos los acontecimientos mentales para conformar un carácter particular. Toda la vida se expresa en
están constituidos por la actividad del sujeto como actuante y por el contexto de ese estilo de carácter; en todas las acciones inierviene
las razones (así como dentro del sistema de Farber los aconteci el carácter. Ver a la psicopatología como una expresión neutra de
mientos tienen tanto voluntad como motivos)'* necesidades primitivas es no tomar en cuenta el séntido esencial en
Después de esta crítica del lenguaje y de las premisas filosóficas 1
el cual la psicopatología es la consecuencia de un estado mental no
de la áoría pulsional clásica, Schafer redeñnió los conceptos de ol reconocido que se deriva de una manera particular de vivir. (weiss
muchas áreas de la teoría psicoanalítica mediante su "lenguaje de 'l y Sampson han propuesto una teoría muy parecida, y ponen el
la'acción". Según Schafer, gran Parte de la psicopatología implica acento en lo que llaman creencias patógenas.)
actos negados (así como "actos excesivamente reclamados".o como
I

-los Una de las principales dificultades por las que han atravesado
la suposfción de responsabilidad de "sucesos" que nadie P":.d" autores que destacan el papel de la voruntad ha sido el de incluir
cont;lar). El procesó psicoanalítico que describe Schafer implica en el desarrollo a la intención y la elección. si los adultos funcionan
que gradual*Lttt. se io*p.ettdan las razones y suposiciones.de tomando decisiones y persiguiendo algun fin,
¿en qué punto del
ujU"irio, "progresivamenté, el analizando reconoce, acePta' revisa' ciclo vital se inicia este proceso?,
¿los niños chicós i"tt intencio-
afina y uiu. .ón base en la idea del self como actor consciente" nalmente?, ¿los bebés rambién? Lo difícil de este ".i problema ha
(1978, p. 180). hecho que muchos partidarios de la hipótesis de la voluntad, así
como los filósofos éxistenciales en general, adopten posturas que
Shapiro adopta una Postura muy parecida a la de Farber y Schafer en esencia no son desarrollistas y consideren que la voluntad suige
llegi a ella por orro camino. En su obra clásica de 1965, de pronto, sin más, o procede de una prehisioria desarticulada"y
".,ruq.,.
Estitos *ulüirot, demostró que los síntomas neuróticos no son oscura.
fragmenros de la personalidad circunscritos, conflictivos y aislados,
- En cambio, Shapiro logra muchos progresos al aclarar los fun-
sinó extensiones naturales de modos particulares de percepción y damentos del desarrollo y del conocimienó de la voluntad. Shapiro
pensamiento, cada uno con su propio estilo distintivo, stts ventajas -con base en la obra de Goldstein sobre la org¡anicidad, en el
para la vida y sus mecanismos Para la formación de síntomas modelo de Piaget sobre el desarrollo cognoscitivo, y en una astuta
i.rr"rrt. la tensión. Al eliminarse la distinción entre los síntomas y descripción de las relaciones del niño ón la autoiidad paterna-
la perspectiva volitiva más general de la vida, Shapiro llegó a la afirma- que la capacidad de autonomía depende de la capacidad
co.,ctusión de que la psicopatología procede directamente de la para abstraerse, para aislarse de los demás, para ,.objetiiizar,, A
visión que el paciente iienadel mundo, que en un sentido f'nda- mundo. De esta manera, ubica el desarrollo dé la voluñtad dentro
mental es etegiaa por el paciente mismo' Dentro del marco de de la teoría psicoanalírica del desarrollo y de la psicología cognos-
referencia dellaciánte -cón frecuencia no reconocido-, el carác- citiva, como una función que se vuelve posible ai surgiila difáren-
ter patológi.o ii"tt. una lógica perfecta y Parece algo deseable'.4 ciación autoobjetal y superar el egocentrismo.
esta cualidad activa e inteniional Shapiro la llama "arrtonomía"
y shapiro también hace una importante contribución al eterno
afirma que es una característica del comportamiento' y que cierta problema de la confusión de la intención con la conciencia, como
pérdida de la autonomía es un elemento de la psicopatología' si al conocer el lugar de la voluntad se indicara que la conducta es
Shapiro se oPone a la visión psicoanalítica tradicional de que al un producto de complicadas elucubraciones. Shapiro distingue
hombie lo impulsan sencillamenre las necesidades. Los adultos entre la conciencia y la conciencia de uno mismo, árgu-.rrt"ñdo
tienen una compleja PersPectiva de la vida, resultante de actittrcles' que mucho del comportamiento psicopatológico eJcongruente
creencias y pto..toj imaginativos, todos los cuales. se combinan con las creencias y actitudes conscientes, sin que se reñexione
conscientemente en ellas todo el tiempo. Así, las acciones puqden
f separable de
schafer rechazó el término "niotivo" Porque connota una fuerza ser guiadas por metas conscientes que no se expresan coniciente.
oPone a la descripción qrre hace Farber de la
la acción; de la misma manera 9e mente.
voluníad, segrin la cual ésta ocupa "un terreno"'
2g2 LA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ELPRoBLEMAnnLersnonfo 299
Segun Shapiro, en el carácter rígido se articulan intenciones mundo de significados subjetivos que crea un orden de repre-
.orrr.-l.rrt , qt.re r,o reflejan exactamente el estado de la experiencia sentaciones organizado y simbólico en el cual cada persona se ubica
una
subjetiva del paciente (la "intencionalidad" de Farber). Existe e identifica. Para mi los principales elementos de la mente son la
breiha entre io que el paciente afirma que desea y lo que verdade- autoorganización, el apego a los demás y los esquemas transaccio-
ramente desea. [,o que el paciente dice que desea rePresenta nales, todo lo cual constituye una compleja martr..z de relaciones.
identificaciones no digeridas con las hguras de autoridad paterna' ¿De dónde proüene el contenido de este mundo subjetivo? No se
y. aunque estas identificaciones no metabolizadas se rechazan' inventa de la nada ni lo proporciona sencillamente el mundo
í;n"y." mucho en la experiencia y las actividades del analizando. exterior. La creación de un mundo de significados subjetivos es un
De eíta manera, el carácter rígido (y las diferentes manifestaciones proceso interactivo en el cual las piezas de la experiencia se eligen,
del carácter rígido) siempre está en pugna consigo mismo.y trata se reforman y se organizan en esquemas.
de dominar dJmanera imperiosa e imposible su experiencia: - Los estímulos del mundo exterior se rectifican incluso en la ,

e Tanto Farber como Schifer y Shapiro consideran que el proble' percepción miís sencilla de los acontecimientos sensoriales; un
ma de la voluntad es una extensión inevitable de sus propias organismo activo produce las percepciones. Esto es más cierto en
preocupaciones; a pesar de que emplean un lenguaje diferente
y
el caso de la vida emocional en que estarnos inscritos: en nuestras
a" q.r" p.o.eden dé distintas escuelas, llegaron a conclusiones muy imágenes del self y de los demás, en nuesrra impresión de la vida y
p"tá.ia"t. En el resto de este capítulo consideraremos algunas de de sus posibilidades, unidas activamente con trozos de experiencia
las consecuencias teóricas y clínicas de esta solución común
al
con otras personas significantes, con el entorno cultural y con los
asunto del albedrío, y extenderemos dicha solución a los procesos valores y las perspectivas de la clase social y las sensaciones físicas.
que intervienen en ia creación y regeneración de la matriz de Podríamos decir que estos son los materiales y los medios con los
relaciones. cuales se crea una vida -una personalidad- a través de toda una
serie de procesos conscientes e inconscientes.
Consideremos los elementos de la creación artística. para que
I-a uoluntad 1 el signifuada una obra de arte sea algo más que una,idea, debe hacerse real; es
decir, debe inscribirse en un medio, estar hecha de materiales,
En una ocasión, Alfred Norü Whitehead observó que las únicas proceder de alguna tradición estilística. El medio, los materiales y
ideas que tienen en común las distintas escuelas de pensamiento la escuela abren posibilidades e imponen limitaciones. Beethoven
,or, ,.r, hipótesis básicas, las cuales son erróneas (['anger' 1972' tl' creó sus sonatas para piano en un momento determinado de la
22). Una de estas hipótesis tiácitas y falaces, sostenida por la
mayoría historia, en determinado momento de la música occidental, em-
de las escuelas psicoanalíticas y existenciales' pero no por Farber' pleando la forma de la sonata -que estaba en un momento avan-
Schafer y Shapiio, es que la influencia y la elección son opuestas e
zado de su evolución-, y las escribió para un instrumento relativa-
inversamente proporéionales entre sí. o bien las acciones son mente nuevo e impresionante cuyas posibilidades apenas habían
determinadas porta.tt"t'previas, o son elegidas en completa liber- sido probadas. Para apreciar bien el proceso creativo hay que tomar
tad. Esta manera de expiesar el problema esú mal estructurada en cuenta tanto la imaginación activa del artista como las limitacio-
porque las metáforas, inspiradas en la física y la política' no están nes y posibilidades del contexto y de los materiales con que el arrisra
l" de su cometido-. Tanto Nietzsche como Rank sugirieron trab{a.
"que "lt.rr"
los Procesos básicos de los esquemas que conforman la vida El error del determinista consiste en supoher que el producto
del homLre son más útiles si se comparan a lacreacién de una obra puede reducirse a los materiales y que puede comprenderse a partir
de arte, y que con la metáfora artística se obtiene una Perspectiva de ellos, y que las elecciones que confórman una vida son el
miís equilibrada Y comPleta. producto directo y causal de una serie particular de experiencias,
Una ¿e las principalls funciones de la mente es que produce ttn como las tensiones pulsionales (Freud), la previsión de la ansiedad ,
2g4 t-{ coNTINUIDAD Y EL cAMBIo EL pRoBLEMA nnnue¡nfo Zgs

(Sullivan), la carencia materna (Winnicott), y algunal otras' El La postura determinista psicoanalítica hace pensar en la afirma-
enfoque determinista de la matriz de relaciones indicaría que esta
ción de que una obra de arte puede predecirse analizando sus
circunstancias y la calidad de loi materiales: que si uno
última sencillamente refleja los residuos de experiencias acumula- toma en
cuenta las características del piano, la historia áe la música
dos sin discriminación, inicritos automáticamente como sedimen- al final
tos de limo en la boca de un río.
de la época cliísica, y si valoriza el movimiento romántico y las
Esta actitud determinista suele prevalecer en escuelas psicoana- _t
características de la sonata, puede predecir las sonatas de geétho-
ven para piano.
líticas que son innovadoras en oiros aspectos, como las teorías
britániias de las relaciones objetales y como la psicología del self .- Desde luego, las decisiones que podía tomar Beethoven no eran
ilimitadas; el instrumento y ra fórma der instrumento, la ubicación
de Kohut, y está estrechamente vinculada con la imagen de un
analizando esencialmente pasivo. Para estos analistas, el destino del
de Beethoven en la historia, sus valores personales, el público y
individuo en general es meramente el producto inevitable de sus otros elementos le marcaban ciertos límites, y comprendemos
experiencias; ésta imagen es acompañada por la tendencia a acusar mejor su obra cuando apreciamos todos estos factores.\o obstan-
a l,os padres de ser la=fuente de las dificultades psicopatológicas. te, la obra de arte no.es sólo el producto de los materiales y las
Porejemplo,enelsistemadeFairbairn,latransicióndeldesarrollo formas; el artista también participá en e[a. De la misma maneía,
el
de la infanc ia a la madurez depende de que el niño sienta que lo self se crea a partir de significados que se asignan a la experiencia;
quieren y que el amor que él Cxpresa es valorado' Si se satisfacen uno no puede empezar a comprender una vida y u.ra pérsona sin
eitas condiiiones, el niño se desliga de sus objetos internos; en caso valorar ranto estas experiencias como las posibilídades y limitacio-
contrario, se aferra a ellos. De la misma manera, se cree que la n-es qye significan. Pero el significado de estas
experiencias no 9s
acción terapéutica del psicoanálisis implica el desapego de los algo dado, sino algo que se compone, se crea y se proyecta. El
self
objetos malbs, lo que depende por completo de que el analista se no es producido por los motivos y las causas; también existe la
tralnsforme en un objetó b.,.tto. Fairbairn nunca sugiere que Ia voluntad creativa del individuo. El trabajo clínico que no la toma
elección forme putt" á" este proceso, que el individuo desempeñe en cuenta se transforma en un ejercicio intelectual de explicación
algún papel ett i,, co*ptomiso con esta relación, ya sea interna.o y.racionalización y no hace al analizando más r.rporrrubi. de sus
bt yo sigue siendo esencialmente pasivo frente a su propio elecciones pasadas y presentes, de sus elecciones .i".* y conscien-
"*"t"rr-.
destino. para Fiirbairn, la conducta es el resultado directo de los tes y de sus elecciones enturbiadas por el autoengaño y la confu-
motivos (en este caso, derivados de las experiencias con otros sión.
objetos); así conserva las hipótesis deterministas clásicas respecto .Por otra parte, los analistas en quienes influye esta tradición
del asunto del albedrío existencial hacen hincapió en la actividad del analizando y en su
A través de los ojos metafóricos de la teoría de las relaciones responsabilidad por lo que hace. Creen que el analizando elige y
objetales vemos al paciente atrapado en,una telaraña de malas crea su propio mundo, y que luego disimula y oculta estas eteáió-
reíaciones objetales (en lajerga de la psicología del self, relaciones it 9g sí mismo y de los demás, presentándose como alguien
dirigido y no como alguien que dirige su actuación. Los autores
con "objetos-del self'). Los pádres, debido a sus propias dificulta-
des, no iroporcionan las oportunidades adecuadas Para que el hlo existenciales, pendientes de los peligios del repudio de los hechos
entable reláciones verdaderÍN y sanas; así, éste establece relaciones y de la "mala fe", suelen evitar el inrírisis del contenido y de los
sustitutas con "otros" imaginarios, derivados de áreas inaccesibles motivos: se concentran en el hecho de que el paciente elige y crea
de los caracteres de los paáres. Estos vínculos con objetos malos se activamente su mundo y acepta la respónsabili¿aa ae r,rr-".íor.
conservan hasta que apire." un objeto bueno y revive la capacidad El problema de esta maner:r de vei las cosas es que. aunque es
oculta del paciente Para conectarse. Lo que esta descripción no una perspectiva sólida filosófica y éticamente, no iatisface en er
rifleja.. qrr. el aniizando no es sólo una mosca atrapada en la plano psicológico y clínico. Mientras que coloca la responsabilidad
red, sino también la araña que urde la tela' en los hombros del paciente, su insistencia en el albedrío no
296 l-A CoNTINUIDAD Y EL cAMBIo ELPRoBLEMADTT-¡r¡ronlo 297
hace el paciente lo
constituye una explicación verosímil de porqué artista pero no al contexto ni al medio. La creación de una obra de
más claridad en Sartre' Para arte constituye la lucha del artista con sus materiales. El arte de
oue hace. Vemos este problema con
la forma de la conciencia- lo es todo' pacotilla remedalas obras y técnicas del pasado y se doblega ante
ü"L"liilu* au.¿ti"^-"n el futuro y crev su pasado y las limitaciones del medio; el gran arte pone en entredicho las
El individuo se lanza de sopetón hacia
no otro? qué prefiere convenciones y enriquece las posibilidades del medio. De la misma
su dinámica. Pero ¿por qu é elige ertoy
esto ¿Por
qué considera traumático este manera, la vida humana es la síntesis de los significados simbólicos
esta motivación y ño aquéllai¿Por
ha batallado de las circunstancias de su contexto interpersonal: las vidas conven-
irr.iJ""r.l ¿Por qué p,áo*ittu esta relación? Quien
los signifi-
cón los Pacientes y consigo mismg para desenmarañar cionales obtienen de la cultura popular los significados y las limita-
cados pasado, y pr"r.rrt i de la telJ de la experiencia' y ha obser- ciones; las vidas creativas aprovechan las convenciones teóricas
que reaParecen las relaciones para abrir nuevas posibilidades.
vado la extraoráinaria tenacidad con
pasadas e invaden nuestro mundo, nopuede
acePtar la afirmación
'sartreana a sí mismo'
de que el hombre se crea
consiste en
El error dei existencialista radical del tipo sartreano Los problemas de la concimcia y ln represión
por los materiales nitiene
t"p"t.t t"" el producto no está limitado qu€ consti-
relación con ellos, que los significados y las decisiones Con frecuencia, las discusiones acerca del papel del albedrío se
de las circunstan- atascan al tratar de explicar los procesos mentales inconscientes.
tuyen una vida se gáoe-tt iridependientemente
Jil y .*p"riencias-que formanla vida' Las sonatas de Beethoven Esto sucede porque la distinción entre elección y determinismo se
no pudieron ser compuestas-Por. Bach y tamnoc-o ¡,1dt:::l^ft pierde con la distinción tan estrechamente vinculada entre aconte-
selr-
.r.rit"a para el dulcímero. De la misma maneftl' una vrda-un cimientos mentales conscientes e inconscientes. A veces parece que
con las circunstancias y exPe- quienes abogan porque se dé a la voluntad un importante papel
.t ,.jia" de significados urdidos
"" para comPrender a fondo esa vida hay que conocer sus
riencias; psicodinámiéo ¿LnenAen h ieoría vicroriana de la "fuerza de
que no toma en voluntad" y consideran que la mente es trarisparente y que está bajo
circunstancias y experiencias' EI trabajo clínico
trinsforma en un ejercicio de el control directo de la conciencia. "Yo soy el amo de mi destino;
..r.rr," este tejido de significados se
más que en una expenencra soy el capitiín demi alma", proclamaba William Ernest Henley con
confrontaciones y acusaciones morales,
uno mismo y un cambio lo que hoy nos parece una asombrosa ingenuidad respecto de las
q". p.t-io una auténtica comprensión de
que acepte su res.ponsabilidad complejidades de la mente. Para cualquiera que tenga una pizrade
Jigrrih."tiuo. Al analizando se lá pide
aunque no
y"qrr. cumUie aquello que evidentemente estií haciendo experiencia clínica es evidente que ninguno de nosotros tiene un
qué.tan inclinado se sienta el acceso total a su propia vida mental (ni nada,remotamente pareci-
ío^.o*pr.rrda det todó. No importa
en el mejor de los.casos acepta do) y mucho menos la controla. La mente no es transparente; en
pacienü a aceptar la responsabilidad;
apenas enuevé' A menos que realidad, con frecuencia es opaca para sí misma. El filósofo Daniel
ser autor de aiciones cuyo significado
laestructurabásica¿etama-t¡'derelacionesdelanalizandosalga Dennett ha sugerido que los filósofos de anres del siglo xlx, como
como
a laluz, falta el contexto dentro del cual funciona el analizando Locke, se equivocaban al suponer que teníamos un acceso especial
por ello no puede caPtarPor completo todo el significado a nuestras mentes, Mucho de lo que somos es más obvio para los
"g"rr*y
dá lo que élige y en lo que se involucra' demás que para nosotros mismos. En realidad, afirma Dennett, en
psicoa-
nt áarco iuá tre esuozado permite considerar el aniílisis muchos aspectos casi no tenemos acceso a nuestra propia vida
sartreana de la libertad y la mental (Miller, 198E, p.80).
nalítico del significado y la iluminación
no como moáelos mentales que Por fuerza se excluyen ¿Cómo podemos reconciliar este hecho con las teorías que dan
elección
que abarca a
sino como explicaciones parciales de un Proceso un lugar decisivo a la voluntad, la elección y el albedrío? Si grandes
explica losmateriales y porciones de la vida mental son inconscientes (por ejemplo, las
elem.rrior. El analista determinista
at'nbos
notomaencuentaalartista;elexistencialistaradicaldescribeal configuraciones básicas de la matriz relacional) ¿no significa eso
t-A, CONTINUIDAD Y EL CAMBIO EL PROBLEMA DEL ALBEDRÍO
298 299
conciencia. Así que debe haber defensas en contra de las defensas
que los procesos que se efectúan dentro de estos terrenos están
del yo. Estas no pueden funcionar dentro del plano consciente del
ót¿mente determinados Por fuerzas desconocidas, que el agente
yo, porque las defensas en contra de las defensas también están al
es pasivo respecto de esas fuerzas, que la voluntad no desempeña
ni"gun pupÉtl ¿Cómo puede tener sentido hablar de elección tanto del contenido prohibido de esas defensas. por ende, las
defensas en contra de las defensas también deben ser inconscien-
tespe.to de los procesos inconscientes?
irarte de la dificultad para enfocar este problema es Ia facilidad tes. ¿Y qué impide que se hagan conscientes?
Más que resolver el problema de la represión y que proporcionar
cen que llegamos a establecer la distinción entre los acontecimien-
tos merrtalás conscientes y los inconscientes' Miremos esa distin- una explicación verosímil de cómo permanecen incónsóientes los
procesos inconscientes, el modelo estructural indica una regresión
ción más de cerca.
ElmodelotopográficodeFreud(1900)dividealamentede implícita e infinira de la que no hay escaparoria. Freuddio ra
acuerdo con el .tité.io de Ia conciencia' Freud pensaba que toda apariencia de una solución iólo porqr.re detuvo arbitrariamente su
la vida mental se deriva de fuertes conflictos entre las fuetzas aniílisis en la primera hilera de defensas. Esto le permitió conservar
mentales inconscientes (impulsos) y las fuerzas mentales conscien' clara la distinción entre los procesos mentales conscientes e incons-
tes y preconscientes (las defensas). La mente está dividida claramen-
cientes que había establecido con el modelo topográfico, pero el
lo que es accesible a la conciencia y lo que es inconsciente' modelo esrrucrural en realidad no explica esta distinlión
t"
"ttit. el anterior modelo topográfico.
-.jo. q.r"
y estas fuerzas oPuestas están en Pugna'
Una de las principales razones para que Freud remplazara e-ste Muchos críticos del concepto psicoanalítico de lo inconsciente
modelo topogtan.o .on el posterior modelo estructural (1923) fue han adoptado la postura de que Jencillamente no existe. Afirman
dio iuJnta de que el primer modelo en realidad no explicaba que uno puede establecer la categoría de varios procesos mentales
que se
fuerzas. Si el conflicto se da a lo largo de una línea continua de grados de intensidad y claridad,
.ó-o p.r*unecen inionscientes estas
entre ios impulsos inconscientes y las defensas conscientes, enton- pero que con empeño y concentración todos estos contenidos
ces las defensas conscientes deben conocer el contenido de lo
mentales pueden hacerse conscientes. Freud responde con una de
sus brillantes metáforas: afirma que el q.r. .*irtu una gama de
inconsciente, de manera que saben aquello que reprimen' Pero si
mayor o menor luz no implica que no exista la oscuridad. Hay
el contenido de lo inconsciente está dentro de las defensas cons-
ciertos contenidos mentales que pueden llegar a la conciencia con
cientes, en realidad no es inconsciente. El modelo estructural
más o menos esfuerzo; hay otros a los que no se puede tener acceso.
parece resolver este dilema. Freud afirma que las defensas son
De nuevo, cualquiera que tenga una pizca de experiencia clínica
inconscientes. El yo tiene tanto un terreno consciente como uno
estará de acuerdo con Freud. En realidad, posiblémente al princi-
inconsciente (que contiene a las defensas) y este último impide que
los impulsos inlonscientes se luelvan conscientes' De esta manera'
pio del análisis el paciente tiene acceso a muchas zonas de la
experiencia, aunque las pasa por alto o las desaprovecha; no
el moáelo estructural consewa la clara distinción de Freud entre
obstante, en el transcurso del análisis se le abren.r,réu* áreas de
los acontecimientos mentales conscientes e inconscientes sencilla'
la experiencia a ias que antes no tenía acceso. Es evidente que
mente asignando más vida mental a lo inconsciente, que ahora no Freud
tiene razón acerca de las áreas psíquicas de total oscuridad; la
sólo contiene deseos e impulsos, sino el conocimiento complejo
pregunta es ¿cómo debemos interpretar esta oscuridad,y qué suced,e
comprendido en las defensas del yo.
en la oscuridad?
N.oobstante'estenuevomodeloenrealidadnoresuelveel
El problema de marcar la distinción entre ros procesos mentales
problema. l,as defensas del yo deben ser inconscientes, ya que
mantienen inconscientes los impulsos del ello; mas por lo tanto
conscientes e inconscientes no es el contraste entre estos dos
tipos
deben conocer dichos impulsos' Pero ¿qué impide que las defensas
de acontecimientos mentales, sino que er contraste se marca de
manera tajante. Tanto el modelo topográfico como el estructural
del yo sean conscientes? también contienen información prohibi-
da y por ello deben eliminarse activa y dinámicamente de la fracasan porque Freud trata de separur óorr rrna línea el límite
entre
tA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO EL PROBLEMA DEL ALBEDRÍO 301
300
cuando las cosas transitan rápidamente por la conciencia hacia la memoria
lo consciente y lo inconsciente: en un lado está lo reprimido; en el sin que se establezcan implicaciones, estas implicaciones que no se estable-
otro, lo consciente. cieron no es¡án ahí para poderlas recordar, No están a la mano, como
En realidad, el límite entre el contenido mental consciente y el debieran estarlo, porque no están urdidas en la trama general de la vida.
contenido inconsciente es menos claro, más variable e indiferen-
i
Uno puede recordar, a pesar de la enorme interferenáa para establecer
ciado. con la introducción del modelo estructural, Freud asignó los.contactos del recuerdo, pero desde luego no es fácil recordar. (1956,
complicadas operaciones mentales a lo inconsciente' Las posterio' P.58.)
res modificacibnes de la teoría psicoanalítica han ampliado esta
perspectiva. Por ejemplo, Fromm afirmó que la fuerza y lo incisivo Sullivan señala aquí que conforme transcurre nuestra vida hacemos
del É"guaie y dela metáfora en el sueño hacen ver lo pobre que muchísimas cosas con diferentes grados de atención. El recuerdo
puede ser ia experiencia consciente de un analizando si se compara ;
i4
consciente depende en gran medida del grado en que establecemos
con lo que sabe, percibe y construye fuera de la conciencia' Por su
,i
las "implicaciones" de un acontecimiento mental determinado.
parte, Úeiss y Sampson afirman que lo inconsciente consta en gran Además, el poner atención a algunos acontecimientos mentales
,icreenlias patógenas" *.ry parecidas a las de la vida
medida de (como las actitudes defensivas) hace más difícil ponérsela a otros
mental consciente. Fenómenos como la escritura automática y los (que uno podría considerar reprimidos) y establecer sus implicacio-
estudios de creatividad también demuestran que mucho del pensa- nes.
miento creativo se lleva a cabo fuera de la atención focal. Las teorías Muchos autores contemporáneos han adoptado esta hipótesis
más comunes acerca de lo complejo de la mente humana indican sobre el problema de la conciencia y la represión, no como fuerzas
que es demasiado simplista la idea de Freud de una líhea bien inconexas, sino como diferentes grados de atención. Asimismo,
definida que sePara lo consciente de lo inconsciente -de un Schafer ha "hecho operativo" lo inconsciente de una manera que
,.dinámico" que constituye un plano de impulsos
inconscienie recuerda mucho a Sullivan.
inadmisibles, los cuales no tienen acceso a la conciencia porque se
lo impiden ciertas fuerzas defensivas. Estavisión de Freud no toma luanfo se plantea de esta manera el concepto de autoengaño se incita a
.n.t;.rrt" todo el cúmulo de vida mental que funciona más o menos investigar los modos de acción mediante los cuales la genie puede actuar
fuera de la conciencia. eligiendo aquello a lo que no le presta atención, sobre toáo en lo que
De la misma manera, los teóricos en el campo de la inteligencia respecta a asuntos penonales memorables. La investigación de estas
razones y acciones (y de sus modos) es lo que el metapsicólogo llamaría
artificial, que se apoyan en analogías de la computación, señalan
investigación del " inconscienre dinámico ". ( I g 76, pp. 2aT-24a.)
que par'¿ lt -¿t sencillo de los pensamientos es necesaria una
üto*"t acrividad menral. No sería posible ni deseable que esta
i!,

actividad fuera consciente. Esto indica que no es probable que el ¿Qué consecuencias tiene para el fenómeno de la voluntad o el
albedrío esta manera de pensar acerca de .los procesos mentales
contenido mental inconsciente no se haga. consciente debido a las
inconscientes?
defensas que se lo impiden. Más bien funcionamos hasta cierto
i . Nuestras vidas están formadas por üna secuencia de elecciones,
punto sin tomar en cuenta los significados de nuestros actos y
siempre dentro de un contexto particular y de una serie compleja
experiencias. El problema no consiste tanto en explicar cómo s.e
de limitaciones. Como sea, se trata de elecciones. Conforme paia
,rtrlln.r, inconsciéntes algunas Partes de la vida mental' sino más
ol tiempo, nuestras elecciones van teniendo consecuencias e iñflu-
bien en saber cómo y en qué circunstancias se vuelven conscientes
yan en qué tan accesibles a la conciencia serán nuestras elecciones
otras de sus partes.
pasadas. Si camino por una ciudad en línea recta, puedo mirar hacia
atrás y ver el camino que acabo de recorrer. Si, doblo varias
sullivan acuñó el concepto de "desatención selectiva" para descri-
bir la relativa inaccesibilidad de las experiencias que no son "repn- ésquinas, cuando mire para atrás ya no podré ver las elecciones que
hice. Podré seguir la huella retrospecriva de mis pasos, pero con
midas" dinámicamente en el sentido freudiano
ü
rt
!!

Ei
302 I-,' coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ELPRoBLEMAorr.nLsronfo 303

mucho esfuerzo y me tomará tiempo. De la misma manera' muchas secuencia de altibajos. conforme el analizando avanzz en el análi-
de las eleccionej importantes que moldean el carácter no pueden sis, necesita detenerse unos momentos para acostumbrarse y apre-
recuperarse instantáneamente, Pues las elecciones posteriores os- ciar los diferentes ángulos de su experiencia y del mundo q.r" uu
.rrr.len el camino. El obsesivo, que día con día prefiere fijarse en descubriendo.
los detalles, pues le parece que ésa es la manera miís segura de vivir, De esta manera, la voluntad desempeña un papel esenciar er¡ la
no tiene a..Lso inmediato a las emociones sóbresalientes y forma- búsqueda analítica y permite recuperar el conteniáo mental incons-
tivas de su infancia. El histérico, que día con día prefiere Pasar Por ciente. En los momentos críticos, el paciente debe decidir si d¿sea
alto los detalles, pues piensa que ésa es la manera más segura de mirar. Entonces, a través de la búsqueda analítica, el analista y el
vivir, no tiene acclso inmediato a los acontecimientos sobresalien- paciente juntos invierten el proceso por el cual se empañó el
tes y formativos de su infancia. Cada elección deja residuos que material inconsciente: desandan el camino, quitan las pantallas y,
p.r"d..,
--o-.nto, ocultar otras elecciones. La voluntad está libre en todo a pesar de la ansiedad y el desconocimiento, empiezan a reclamar
aunque libre entre el conjunto de derivados de las recuerdos, sentimientos, deseos e ideas. Desde eita pe.spectiva, lo
elecciones del pasado. inconsciente no se compone de fuerzas despersonJizadas, ciegas,
La represió.t t" ao-ptende mejor no como una fuerza, sino que chocan, sino de las características de la acción mental .o.rr.L.r-
.o*o ,rrr.ttado, como una condición producida por las elecciones te,.incluyendo un gran esfuerzo y una gran participación. El pacien_
subsiguientes y normales que oscurecen el pasado. El contenido de te hace lo que hace inconscientemente, de manera muy parecida a
lo refrimido está oculto tr¿s otros contenidos y pro:esos- mentales como hace conscientemente algunas cosas. La única diflrencia es
a los que se presta más atención y que son más visibles' No se tiene que no se da cuenta, le falta claridad, desarrollo o, como dice
a los recuerdos reprimidos porque aunque al paciente le Sullivan, no establece las "implicaciones".
".."ró
interesan, al mismo tiempo no le interesan, y de manera conflictiva Decir que el paciente "decide" investigar no quiere decir que
-haga
desea que el contenido de su mente se ordene Precisamente tal una elección consciente todo el tiempo. La aclitud del pacien-
como está ordenado. te respecto del proceso analítico es siempre compleja y variable, e
La ansiedad desempeña un papel fundamental tanto en el deseo inevitablemente depende de las configuracionei variables de la
de buscar el contenido mental conflictivo, como en el de no transferencia y la contratransferencia entre el analizando y el
buscarlo; tanto en el deseo de explorar las experiencias del momen- analista. Gran parte del proceso analítico consiste en pasar por
to y las elecciones del pasado, como en el de no explorarlas' diversas experiencias, captarlas y expresarlas, más que .r, b.rr.uil*
Conforme uno sigue la huella de las acciones pasadas o descubre y acecharlas activamente. El analizando con frecuencia descubre
los significados fundamentales de las eleccion€s y experiencias, Ia que participa en un proceso cuya naturaleza sólo comprende
ansieáad va aumentando y disminuyendo. Hay contenidos menta- vagamente y cuyas consecuencias no puede prever. No obstante,
les que pueden acatrear graves consecuencias y descubrir panora' siempre es posible -y con frecuencia es eséncial clínicamente_
en que pensamos,de ubicar la postura del analizando frente al analista y el proceso
-"r't"t.ibl"s, que chocan con la manera demás. La ansiedad analítico para descubrir de qué manera la voluntad (o el analizando
nosotros y de nuestras relaciones con los
dificulta la observación y empaña la visión del paciente más sincero. como agente de la misma) facilita u obstruye la investigación
Ésta es una de las razones de que el proceso analítico sea tan largo. analítica o, comg es más frecuente, hace ambas cosas simulünea y
[.as elecciones pasadas salen a relucir, se expone la estructura oculta conflictivamente.
de los significados que olvidamos o que no notamos y con frecuen- Lo que conserva ocr"¡lto a aquello reprimido es la combinación
cia es nécesario vivir durante cierto tiempo en determinado mo'
&
de obstáculos constituidos por los de las elecciones pasa-
{
mento, detenerse en él hasta que Pasen los efectos de la vista ¿ das y por la voluntad que no desea 'esicluos
iniciar la búsqueda. Las te'orías
Í psicoanalíticas deterministas tradicionales, al omitir el papel de la
empañada y de la polvareda. Así pues, la investigación analítica \
tiene un ritmo natural; no constituye un descenso lineal, sino una voluntad, no toman en cuenta lo involucrado que est¿ el paciente
I:
T
uüYsmDADr^xnoQUlA
i
:t7

304
tA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO ELPROBLEMADELALBEDRfO 305
Las
e inconscientemente- con el arreglo de su mente' citivas, sino como una estratagema clínica, como una demostración
-consciente tradicionales afirman que
teorías existenciales antipsicodinámicas de que al ponerse en esa situación inicia un proceso que, coh el
fuerza y no
el elemento consciente dle la voluntad tiene demasiada tiempo, le permite el acceso a significados y compromisos incons-
y restricciones constituidos cientes que revelan la estructura de la matriz de relaciones que
toman en cuenta los serios obstáculos
El
;;J;; y los compromisos inconscientes del pasado' conforma el tejido de su experiencia.
"i...ior,.,
'"rr¡irurrao ,ro p.t.'d" .r,,oid" lleno a su vida mental mediante la
y así cambiar su actitud hacia el
u-of.r"r"a, pero puede investigarla
como el
contenido mental inaccesiblé con esto inicia un proceso- El self maltrecho
en una habitación abarrotada' con lo
de buscar un objeto perdido
a su vida mental' En los capítulos anteriores analicé las evocador¿s metáforas que se
lrr. -as arde téndri más accesoimportantes del proceso.analítico
''-g"Ja uno de los frutos.más repiten en el anáIisis y que parecen ser universales, como la del self
compleja
.t fr," el analizando se da cuenta di que su mente es másanálisis con
comparado con un bebé y con un animal. Otra metáfora que se
toda la gente.empieza su repite mucho en la fenomenología de los analizandos es la del self
de lo que había supuesto. Casi
bastante bien sus procesos menta- maltrecho, la experiencia de haber sido perjudicados de manera
tu i¿." ui.roriana áe que conoce
y llena
i"r y ¿ terminarlo ha acumulado una experiencia irregular irreversible por los acontecimientos de sus pasados personales y
una es algo muy complejo con más frecuencia de haber sido aplastados duranrc las relaciorres
de matices. Ahora se sabe que Persona
hace cosas',asigrra
que comprende una dialéctica entrá el "yo" que con quienes los cuidaron en la infancia. l,a impresión de haber sido
y los cumple o los
signihcaáos, contrae compromisos y.fidelidades perjudicados adopta diferentes formas que suelen tener un estilo
i.?.r-pr", y el "yo" que sabe zlgo de las cosas que se hacen' se
los personal de acuerdo con las primeras interacciones y fantasías de
que se contraen'
significados que se asignatt y los compromisos cada quien. El paciente siente que lo mutilaron, lo privaron de algo,
cumplen o no se cumPlen. lo hirieron, le impusieron obsráculos, lo sabotearon, lo envenéna-
inconsciente' Tal
Es difícil .o-pr"rrá.. el concepto de elección ron, lo vaciaron, lo quebrantaron, etc. Estos sentimientos respecto
Parece que lo distintivo
vez sería más aceitada Ia palabra'pl"tttut"' de sí mismo reflejan cierta relación entre el pasado y el presente,
(la vida mental consciente o inconsciente) en la cual el presente del analizando está cautivo de los aconteci
de la conciencia humana
,.-t ."p".idad para reflexionar, su capacidad de representarse mientos pasados, de recursos agotados, de capacidades cercenadas.
", de ello' de planearse a sí Schafer (1983,p.257) escribió sobre la experiencia del "paciente
ante sí misma y, como consecuencia
que se van formando a su vez van encarcelado" y la describe como una configuración dinámica que
misma. Los conceptos del self
en el camino que el individuo oculta importantes 'actos negados" acerca de los significados del
teniendo un impacto consideraüle
discriminadamente encarcelamiento y del papel que el paciente desempeña en la
se abre a través-de la experiencia, atendiendo
conservando algunos asPectos prolongación del encarcelamiento. De la misma manera, las dife"
ufg"""t característicus y tto a otras,
"del self y no otros' de tal manera que a la vez decide cómo rentes variaciones del tema del self maltrecho con frecuencia
iguales' El tema constituyen el centro de una complicada configuración psicodiná-
cambiarán los conceptos del self o si se conservarán
de relaciones de ese plan mica que establece la continuidad y conexión con el mundo interno
de la investigación analítica es el esquema
e inevitablemente conflictivo'- y fantasioso del analizando, y también sus vínculos con entes del
intrincado, iutil, lleno de matices
csntenido de las
Áf"i son decisivos dos aspecto's: primero ' el configuraciones mundo interpersonal verdadero
elecci'ones y los esquemut q'" se descubren -las En el capítulo 7 estudiamos el papel de la ilusión de perfección
self que
de la matríz de reliciones- y segundo'la experieruia.del en el mantenimiento de los vínculos objetales. "Yo soy perfecto y
to"'o tto' Para el analista' el tú eres parte mía"; "Eres perfecto y yo soy parte tuya"; "Tú y yo
planea y elige, tanto a sabiendis
del plan que sigue' no somos perfectos" son configuraciones relacionales que se estable-
paciente es responsable de sus elecciones.y
'para a.t.rsurlo ó ptr" pedirle que dé razones conscientes y cognos' cen dentro de la dinámica familiar a temprana edad y que se
306 , tA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo
ELPRoBLEMA¡rreLsnonfo 907
conservan como formas de contacto y como maneras de establecer otros entes, reales o imaginarios, del pasado o del presente. La
lazos con otras personas. [.a metáfora del daño se utilizade manera impresión de daño suele ser el centro de la matriz de relaciones del
paralela. O bien el paciente siente que fue profundamente dañado analizando.
y necesita que lo cuiden, que le expresen simpatía y a veces Lo difícil del trabajo clínico con la metáfora del daño es que el
desprecio, o cree que necesita sentir que otro (por ejemplo un niño) analizando no capta que la impresión de haber sido dañado es algo
ha sido profundamente dañado, de manera que puede ocuparse que él desea, que cuida y que protege, porque es esencial para
de él y mostrarle su simpatía o su desdén: "Me hicieron daño y tú conservarle el sentimiento de que está relacionado con los demás.
m'e cuidas"; "Te hicieron daño y yo te cuido"; "Me hiciste daño y El paciente se ve como un sujeto pasivo respecto de su pasado,
por eso estás ligado a mí"; "Te hice daño y por eso estoy ligado a como la víctima de ese pasado; para é1, el daño no es metafórico,
ti"; "Los dos estamos igualmente dañados y por eso estamos unidos sino real. Además, para que el procedimiento funcione psicodiná-
para siempre". Todas estas configuraciones relacionales suelen micamente, el paciente time que creer que el daño es real. Captar
establecerse a temprana edad y su función es la de conservar los la naturaleza metafórica de la impresión de daño es, por definición,
vínculos familiares. considerar la posibilidad de que uno no cree estar dañado, y esta
A veces las imágenes de perfección y daño funcionan al alimón. suposición arl;'enaza con minar la rígida autoorganización, los
fIzy analizandos que aspiran a una imagen de perfección y cabali- fuertes vínculos de adherencia con los demás, y los esquernas
dad acorde con la imagen idealizada de alguno de los padres o con transaccionales que conservan la seguridad y que se transmiten
una fantasía comunicada por los padres. l,a distancia que separa a mediante esa impresión de daño.
esta imagen perfecta de las inevitables imperfecciones y de la falta La investigación analítica de esra dinámica implica que el anali-
de cabalidad de la condición humana se considera una corrupción, zando poco a poco, con el paso del tiempo, se va dando cuenta de
un.."#ficit", "un vacío". Con frecuencia, la impresión que tiene el lo involucrado que está con su experiencia de ser alguien perjudi-
niño de estar vacío y de haber sido perjudicado también la recibió cado; poco a poco comprende lo ese¡cial que es esa experiencia
de su padre. L,os dos, tomando como referencia una fantasía mutua para que siga. conservando su matriz de relaciones, de qué vacío
de perfección y "cabalidad", sienten que están irremediablemente (aunque también qué aliviado) se sentiría sin ella. La primera rarea
incompletos y que han sido pe{udicados. general de la investipción analítica consiste en llegar a la experien-
los sentimientos y las experiencias maniacas suelen funcionar cia del paciente y en articularla precisamente con las metáforas con
en el contexto de vínculos objetales marcados por el daño y la que la organiza. La meráfora del daño, como las metáforas del
depresión. Los primeros contactos con otras personas se establecen animal y del bebé, es decisiva en el lenguaje de la experiencia de la
con una impresión mutua de vacío y limitación que en general se mayoría de los pacientes, y contiene una fuerte verdad experiencial
cuida y se protege. Pueden estn¡cturarse otras relaciones y expe- que el analista captay con la que se identifica. Con más frecuencia,
riencias como desafío y liberación de estas limitaciones, lo que sólo a mitad de la'investigación analítica ,,en
constituye un triunfo maniaco sobre el objeto primario y sobre la -durante la fase que
se trabaja"- cambia el enfoque de manera sutil pero definitiva: se
impresión de privación y subyugación producida por los vínct¡los amplía el perfil de la fenomenología del analizando para empezar
con el objeto primario. Antes vimos cómo el estado que Freud a revisar el albedrío y las consecuencias de que el analizando se
llamó impotencia psíquica con frecuencia es una composición involucre con su *.rrrdo subj'etivo. Al reflexionar sobre el albedrío
emocional en la cual se establecen algunas relaciones que se no se contradice ni se niega la realidad de la experiencia de la
conservan como sumisión a los requerimientos y deseos del otro, organización subjetiva del analizando; miís bien se amplía esa
y en cambio se considera que otras relaciones liberan de estas realidad al profundizaÍ en el contexto en que se desarrolla y
necesarias inhibiciones del deseo. funciona. Siñ este cambio áe acento, el anrílisis puede prolongarse
Así pues, la metáfora del daño sirve para organizar la experiencia en un sinfín de interpretaciones que no producen ningún cambio
y desempeña un papel medular en el matiz de los contactos con real.
T.{ CONTINUIDAD Y EL CAMBIO
ELPRoBLEMADELALBEDRÍo 809
308
terceras personas. Con todo, estas materias primas de la experien-
Lo que complica todavía más los problemas clínicos relaciona'
cia se conforman, ordenan y arreglan en una matriz de reliciones
dos con la metiífora del daño es el aspecto concreto que dan a esta
idiosincráüca, inevitablemente conflictiva. Se establecen compro-
metáfora las teorías psicoanalíticas tradicionales. En los capítulos
misos con determinadas manerÍN de relacionarse con los demás,
anteriores vimos cómo algunas escuelas psicoanalíticas tratan como
con una visión especial del mundo y con la experiencia del self. El
realidades a las metáforas universales sobre la experiencia: así
mundo subjetivo del analizando puede ser doloroso, pero es su
sucede con la metáfora del bebé en el razonamiento desarrollista y
muldo y, muy en el fondo, desea que siga exactamente así (aunque
con la metáfora del animal en la teoría de la pulsión instintiva' [,a
también puede desear todo lo contrario). Sus compromisoi y
metáfora del daño se ha abierto paso en las teorías psicoanalíticas
elecciones conscientes y voluntarias apoyan y embellecin los com-
mediante conceptos como "detención?' del desarrollo; 1'd6¡.1t'"
promisos'y las elecciones inconscientes: ei plan más amplio y
estructural; "defecto" del yo; todos los cuales indican un daño
complejo que moldea su experiencia. Al adquirir una
verdadero e importante. A las experiencias de imperfecciones se -ayoi.on-
ciencia de sí mismo como el plan y como quien hace el plan, el
les atribuyen propiedades literales, como si el daño residiera ¿n la
analizando logra una experiencia más rica de la vida.
mente y conformara la experiencia subsecuente; no se consideran i,
meráforas organizativas en un camPo interactivo que sirvan de vía É'
ii
de comunicación con los demiis y que entretejan al pasado, Presen'
ir
te y futuro de una manera conocida y sustentadora.
Los conceptos que se basan en la metáfora del daño son utilísi-
mos por su ée.cattía con la fenomenología de la experiencia de
muchos analizandos y porque destacan el fuerte impacto de las
experiencias pasadas en el funcionamiento Presente. Asimismo
desencaminan, pues oscurecen el papel de la voluntad en la ubica'
ción del analizando respecto de su pasado, ocultando su comPro-
miso activo, aunque conflictivo, y su profundaaliarza con modos
pasados de conectarse, que con frecuencia son el fundamento de
las psicopatologías miis graves. Conocer la entrega activa y cons-
ciente a la matriz de relaciones matizada por la metáfora del daño
es un requisito esencial para aumentar la matriz y poder atravesar
por nuevns y distintas experiencias

Algunos filósofos contemPoráneos comparan la mente humana


con un programa de autodiseño que todavía no se inventa: con un
producto creado por otros que puede dar un giro y volverse a
diseñar a sí mismo (Hofstadter, 1979; Dennett, 1985). En Las rnanas
que se dibujan, de Escher, parece que los dedos de cada mano se
salen del papel para dibujar la muñeca de la otra mano. Tanto el
concepto de un programa de autodiseño como la imagen de Escher
caphn de cierta manera la penpectiva del problema de la voluntad
presentada por Farber¡'Schafer y Shapiro. El paciente está "conec-
tado" de ciertas manera¡t, funciona dentro de un contexto ambien'
tal, es el recipiente inevitable de las experiencias e influencias de
€l
:l

ii
I.4, psrcopATol.ocfA y EL pRocEso ANALfrrco 3t I
IO. EL TELAR DE PENÉ,LOPE: t,A PSICOPATOLOGfA Y EL montaña, aunque anhelando que los productos de sus afanes sean
PROCESO ANAIITICO apreciados por la gente, que ésta los lleve a sus casas y los atesore.
Cuando uno de los éxitos tan anhelados se materializa enla forma
de una publicación o de una crítica decididamente favorable,
cambia su manera de escribir. Le repugna la idea de llegar a ser un
autor comercial; la única forma de conservar la pureza de su
proceso artístico consiste en abandonar de inmediato cualquier
t Así ptus, todos los días trabajaba en ün gr&n telnr 1 todas I'as obra que reciba la aprobación de los demás.
noches datejía su labot a la lw d¿ laantorcha. Sus relaciones con las mujeres se deslizan por los mismos cauces.
HoMERo Lo atraen las mujeres depresivas; es muy sensible con ellas y las
ayuda; se constituye en el'centro emocional que necesitan desespe-
Poco después de empezar su arrálisis, un estudiante de veinte años radamente y luego constn¡ye vías de escape para que nunca lo
recordó el momento en que acababa de regresar de un vi{e en el alcancen y permanezcan deSeándolo. Estas relaciones le provocan
que acampó con su padre, un hombre de lo miís independiente que un sentimiento de dolorosa soledad, pues lucha sin parar por
efectuaba excursiones periódicas a la "montañl" para sentir cierto establecer lazos emocionales de los que luego desea escapar, cuan-
alivio de su vida doméstica que lo sofocaba, como si fuera un do lo sofocan y lo hastían.
cautiverio degradante. Esta era la primera ocasión en que le permi- Enla Od,isea, Homero habla de Penélope, la fiel esposa de Ulises
tía a su hijo que lo acompañara. El viaje había sido muy difícil para a Ia cual, durante la prolongada ausencia de éste, la acosa y apremia
el niño entusiasta y valeroso, pues su padre había combinado su una multitud de pretendientes para que se olvide de su cényuge y
obsesiva autosuficiencia con provocativos sarcasmos que había con uno de ellos. Ninguno le interesa a Penélope, que desea
6e case
dirigido a su hljo sin hacer la menor concesión en aras de la aguardar el retorno de Ulises. Para mantener a rzya a sus admira-
comodidad. El niño sentía un gran alivio por haber sobrevivido a dores declara que no puede pensar en casarse de nuevo sin cur¡plir
este viaje sin desilusionar a su padre en ningún asPecto importante. con su obligación de tejer el suddrio para l,aertes, su suegro.
Posteriormente; durante su análisis, recordó que había charlado Penélope teje durante el día y, cuando su casa está dormida, desteje
con su madre, una mujer ansiosa, entrometida, sobreprotectora, la a la luz de una antorcha. Así pasa los años, dedicada a esa labor
cual, hecha un manojo de nervios, había esperado el regreso de su interminable cuya aparente inutilidad oculta su eficaz y conmove-
hüo y lo había cubierto de mimos y demostraciones de afecto. dora función: manteneila fiel y conservar su mundo subjetivo.
Aunque por lo general lo incomodaba la solicitud de su madre y Podríamos considerar que la matriz relacional en la que cada
por ello solía evadirla, tras el régimen esPartano a que había estado uno de nosotros vive es un tapiz tejido en el telar de Penélope: un
sujeto en la montaña se solazaba con sus expresiones de interés y tapiz cuyo diseño está cuajado de figuras relacionadas entre sí,
de preocupación y le confió aquellos Pormenores de su viaje que Algunas representan imágenes y meuíforas en torno a las cuales
podían despertar todavía más su simpatía. A mitad del relato gira nuestra experiencia; otras son imágenes y fantasmas de las
advirtió la presencia de su padre en el vano de la puerta y cuando demás person¿rs a las que perseguimos interminablemente o de las
levantó la mirada notó su expresión de sorpresa y disgusto' Poste- que huimos ejecutando una compleja coreografía de movimientos,
riormente, durante el análisis, este recuerdo Ie provocó cierto gestos y adecuaciones que se entretejen con los fragmentos de la
vértigo y una enfermiza impresión de desprecio de sí mismo y de experiencia y el reparto de personajes'de nuestro primer mundo
estar alejado de sus dos padres. interpersonal. Corno Penélope, cada uno de nosotros teje y desteje
Este recuerdo fue fundamental para desenredar y descifrar las y así construye su mundo de relaciones conseryando la misma
hebras de la vida del paciente. Eljoven escribe sin parar y ambiciona tensión dramática, los mismos anhelos, el mismo suspenso, la
ser poeta. Trabaja en soledad casi total, como si estuviera en la misma venganza, las mismas sorpresas y batallas, . aunque con

[3r0]
3t2 I.A CONTINUIDAD Y EL CAMBIO tfi
"t"
LA psrcopAToLocf,t y rl pnocEso ANALfrrco
313
diferentes personÍill. Como Penélope en la aparente futilidad de su de la vida funcionan precisamente de estas dos maneras: las
confi-
labor diurna, sentimos que nuestra vida sigue una dirección y un {r guraciones relacionales limitantes se reestructuran sin parar
rn la
cauce; tratamos de llegar a un Punto, de hacer cosas, de definirnos vida diaria, y asimismo el joven lucha paraliberarse de eilas.
I
Aí, el
de alguna manera. Empero, como Penélope durante su sabotaje I
paciente encuentr¿ siempre ras cómoáas habitaciones de su
madre
nocturno, inconscientemente contrarrestamos nuestros afanes, y la montaña de su padre en el conbtido de su vida diaria;
las metas que nos t1aUil3s proPuesto, buscamos y mantiene un equilibro entre uno y otro ambiente y lleva a
-gomplicamos cabo
"éncontramos precisamente esos obstáculos y esas limitaciones con colosales esfuerzos para riberarse de ros límites que
imponen
qui batallamos. l,a infinita variedad de las psicopatologías refleja a su vida. A diferencia de penélope, que sabe que "ábo,
teje y desieje, el
nuestro compromiso inconsciente con la estasis, nos quedamos ' paciente sólo se percata de qul lucha por escapar to qr'r"
incrustados en una profunda lealtad a lo conocido. considera la estructura dada de la experiencia. ".,
Desde este punto de vista, la vida de nuestro poeta y alumno está I¿ metáfora del animal, derivada del modelo pulsionar, es un tema
tejida con hebras de relaciones conflictivas. El contacto emocional recurrente en la iconografía de muchos tapiies y en el contenido
con su madre constituye un vínculo en el que su gran necesidad se de la org¡anización der mundo de relaciones de muchos p".i.r,i"r.
topa con una solicitud sofocante. Por lo general, el joven adopta el Por ejemplo, el estudiante cree que algunos aspectos de su
sexua-
papel de quien cuida y constituye el medio nutricio que puede lidad son bestiales y se identifici .otila imagen que riene de
su
satisfacer las necesidades de los demiís. A veces (sobre todo en sus padre como alguien fuerte (en cierto se.rtido sin domesticar),
fantasías) adopta el papel del niño desamparado cuyas necesidades " imagen en intenso conflicto con ra domesticidad que represent;
la
deben satisfacerse al calor de la comodidad doméstica, en la cual identificación con su madre.-con todo, si consideraá* q.,"
eJ
nunca radica por completo. El contacto e.mocional con su padre animal forma parte de ér y es."instintivo", dejamos de perciüirlas
implica que lo acompañe en su heroico aislamiento sin llegar a configuraciones relacionales y ros vínculos que constituy.r, t"
"encontrárse" realmente con él nunca' pero en una relación tan tructura más profunda de su experiencia y que forman el'contexto ".-
est¡echa como la de los pájaros que surcan.el cielo en formación dentro del cual tiene la experiencia de su sClf como animal.
paralela. Trabaja horas interminables en un aislamiento que se ha De la misma manera, la metáfora del bebé, perteneciente al
impuesto él mismo y se fija metat aParentemente imposibles que modelo de la detención del desarrollo, destaca importantes
aspec-
sólo alcanza a última hora, gracias a su ingenio y su valor. tosy necesidades de las primeras relaciones. El estudiante
anheiaba
l,a animalidad indómita de su padre es lo opuesto a la domesti' escapar de la constante presión y de las inflexibles expectativas
que
cidad de su madre. Estas dos relaciones son intensamente conflic- le imponía la relación con su padre. fuimisrno ansiaba rendirs!
a
tivas y el costo de establecer contacto con cualquiera de sus padres los cuidados sustentadores di su madre aunque nunca rograba
es demxiado alto. Así pues, conforme se desarrollaba la persona' gozarlos plenamente
_i;.r_
-ni con su madre ni con ninguna otra
lidad de estejoven, fueron separándose las hebras de los conflictos debido a que sus dos afectos chocaban y a la iñtromisión
d"e su
de cada relación; luego se reunieron en la tela de su vida y esto le madre,.qugJo inhibía. Con todo, si consiáeramos que el *bebé,,es
permitió conservar fuertes vínculos con estos objetos arcaicos y un vestigio del campo.de interacciones que se luelve real
y adquiere
mantener un fino equilibrio en cada contacto mediante sus vías de propiedades invariables, de.fi{mo¡at
su¡eto sólo como
del tqjido y no como el tejedor. El estúdiante como bebé
;""ág";.
escaPe.
es un
En la matriz de relaciones de este paciente, como en el telar de producto que se re{rea día con día; es el resultado de l"
rug.nera_
Penélope, la acción nunca llega a su término, nunca culmina, ción continua del escritor como animal sin domesti.". y'.áÁo
porque el conflicto y el equilibrio están inscritos con mucho arte protector solícito, y de su diaria disposición a aceptar la oierra
de
eñ la propia composición y también porque, como a Penélope, toda amor y devoción incondicionales dé su madre... of.rt" que
nur\ca
la labor le provoca un fuerte conflicto. Las diñcultades limitantes cristaliza.,l"a metáfora del bebé plasmada en la teoría
."pr..t
"i
gl4 t'A CoNTINUIDAD Y EL cAMBIo r.4, pslcopATot.ocfa y EL pRocnso ¡,Nartr¡co
315

compromiso del sujeto con su mundo de relaciones, un mundo que Posteriormente, siempre durante la infancia, uno de los
descu-
no es sólo el residuo pasivo de la experiencia, sino que infalible- brimientos del niño, un descub¡imiento profunáo y universallue
mente se teje día con día. nunca nadie lleg;a a integrar ddr*todo_ es que los padres
,ro po,
fuerza son representativos de la especie humana, y que
él ..,
el seno de una familia estructuradi según su idiosinirasia, "r"..
con sus
La inscnstación un rnolde y Ia matriz relacional propios argumentos y peculiaridades.-Antes de llegar u
en ...o-
nocimiento gradual, el mundo interpersonal de nuótra "rt"
;
niñez es la
una matriz de relaciones inadecua- única representación a la que asisiimos, y psicológicamente
¿Cá*o [ega uno a atorarse en es
ias? ¿fot"qué en la conformación de nuestlas personalidades inevitable que nos conformemos en función de ella. -
y por qué n9s a{f1-
influyln tanto nuéstras primeras relaciones,
.brir.Aly prolongarse la situación de dependencia en la niñez, descu_
emplear el término freudiano)? En establecer puntos de contacto i"gr.o, no es sólo una
-o, u los objetos arcaicós a(para necesi-
el capítulo á vimos que Freud le costó mucho responder esta dad emocional, sino una.condiciór, p"iu la supervivencia
psíquica.
pr.grrno y que finaimente hizo que el peso de la explicación No importa cuán bien dispuestos eitén los pid."r, lu .orrfusiór,
y
,"ríy"r^"r, fu.tor"t constitucionales como la calidad antisocial de los temores inevitables de la niñez hacen que nunca parezcan
estar
las pulsiones y el efecto del "instinto de muerte"' Para
Freud' esta suficientemente dispuestos, o no estar dispuestos en la
forma
f¡aiiOn está inscrita en los fundamentos instintivos de Ia vida esperada por uno. Con seguridad, las experüncias
de separación,
emocional. el exceso de estímulos, las enfermedades y el dolor.físico, la
En cambio, para muchos teóricos del modelo relacional (Fair- percepción de que el hombre es morral, el ser excluidos
dá h
lairn, Winnicoit y Kohut, por ejemplo) todo es obra del medio' El relación de la pareja formada por los progenitores, la
comp"_.iór,
bebé es bueno, no malo; si se,le cuida como es debido sabrá y la competencia con los hermanos, ia dépendencia
de la niñez, y
adaptarse emocionalmente y no establecení apegos estorbosos. otros afanes de los primeros años de la vida hacen que la infancia
Incn¡starse en un molde es estar incompleto, es no proporcionar sea turbulenta, por lo menos con intermitencias, y
que las p"i_"Á
los ingredientes esenciales para el crecimiento emocional. El
padre relaciones por fuerza sean algo inseguras. Urro ,r.r.r.u
puede dar
no erñpático remplaza al bebé animal como villano de la obra' por descontada su situación. En últirna instancia, siempie
se esrá a
nn mi opinión, ro.4os los niños se deforman (o, más exactamente' merced de los adultos. Los padres no pueden ,".'prr.u_..r,"
adquieren su forma) gracias a sus primeras relaciones significativas' facilitadores y limitarse a permitir que lá criatura .rr..r"rrt."
,,._,
y no es iesultaáo de la animalidad esencial ni de los padres camino. l,as inevitables prebcupaciones de la niñez hacen,
q.,"
"r,o
írrrpetfectos, sino de las condiciones emocionales inevitablesde
los niño.emplee a sus padres como puntos de "t
referen.iu y q,r" rr.r,
pi-"ro, años: Transforrnarse en una Persona determinada es un idiosincrasias se transformen en incras para todas las
relaciones
procedimiento complejo durante el cual el niño, que "busca obje' subsecuentes,
de
tos", encuentra a otras personas, se apega a ellas y se conforma .TanJo el concepto d_e Sullivan de que en la impresión que el niño
acuárdo con ellas pari obtener su ieconocimiento' Cada bebé tiene.de su "yo bueno" influye la ansiedad de los padrer,
.o_o i"
cuentacontodaunaseriedeposibilidades;lasinteraccionescon de,scripción que hace winnicott de la dimensión dél ..falso
self, del
las primeras significantes le reducen la serie' disminuyen niño conformada por las intromisiones de los padres, se¡alan
Personas la
susposibilidadesdeelegircanalesatravésdeloscualespueda necesidad que tiene el niño de ubicarse dentro d" los
qrre
encontrar a otras p"ttottát significativas y ser reconocido por ellas' le dejan los perfiles de,los caracteres de los padres, "spa.ios
u. nrr'J.
lo
Uno no puede tánsformarse en una persona en lo abstracto; encontrarse en los pun_to¡ de contacto que le pioporcionan.
l¿s
logra adlptando una forma específica y bien delimitada' y esa teorías de la metiífora def animal y del bebé
-oAÉ.rro .upru"
foima se adquiere en la interaccién con las dotes temperamentales este proceso interactivo, ya que ambas dan por hecho ""
,rr, .o.r,"rrido
¿.t ¡.U¿ y los perfiles del carácter y las fantasías de los padres' ya fo¡mado del cual s.rrge él desarrollo: para la pri-.r";";;i;;;
316 T"{ CONTINUIDAD Y EL CAMBIO I,"4' PSICOPATOLOGÍ,A Y EL PROCESO ANALfIICO 317
algo indómito que hay que domesticar; para la segunda, un desa- relaciones y lealtades: por ejemplo, si ra dinámica acepta
diferentes
r.óIlo q.r. hay que propiciar. tipos de relaciones,¡i pidé que uno rome partido o q,r. sólo
se
El hbmbre áesei insc¡birse en un molde; esta inserción es apegue a una persoila.
endémica de la experiencia humana. Yo me vuelvo la persona que L¿shebras-con qu: sg urde ta compleja rrama de la
¡ierlonalidad
soy al interactuar con otras Personas. [,a manera como yo creo que proceden de los inevitables conflictos
{.re s,rrg.r, entre diferentes
de'bo ser con ellos es la persona que sr¡pongo que soy'- Es'ta puntos de contacto e identificación Con las-primeras
personas
organización de la personatida¿ se tfansforma en mi "naturaleza"; significativas. Los síntomas neuróticos no son manifestaciones
de
esios lazos se Welvln mi impresión de las posibilidades de comu' conflictos entre los deseos y ras defensas, sino hebras suerta*,
,nicación con los dem:ís; esos esquemas transaccionales constituyen configuraciones relacionales conflictivas que no pueden incruirse
la base de mi seguridad y capacidad interpersonal para funcionar armónicamente en los temas dominantes -ae la cámposición
de la
en el mundo. La adherencia a una matriz de relaciones refleja el personalidad y que encuentran formas"de expresibn indirectas,
temor a perder totalmente la personalidad y el contacto con los fuera de su lugp.r, disfrazadas y encubiertas.
demás, usí.o-o un gran aPego al mundo interPersonal que, por Lo anterior señara las limitaciones del llamado modelo médico
tergiversado que sea, .tos permitió transformarnos en una versión como base para- pensar en ras dificultades del vivir que
znarizz er
particular de lo humano. psicoanalista. El concepto de psicopatologta implicá una
mente
normativa, parecida al funcionamienlo físiio normativo
del cuerpo
[.as relaciones humanas importantes por fuerza son conflictivas, ya humano, y el psicoanálisis constituye el tratamiento de
sus desvia-
que tienen significados complejos y simultáneos relacionados con ciones. Empero, si cada quien es un producto autocreado
que debe
la autodefiniáón y con el contacto con los demás, la autorregula' ajustarse a un contexto interpersonal sui géneris, ,ro
.,rru
ción y la regulación del ambiente. como dice Loewald: "Aparente- norma genérica para medir las desviaciotreJ. tr¿¿s bien, "*irra
las dificul-
*.rrt., la Áiz miís profunda de la ambivalencia que prevalece e-n tades del vivir deben considerarse con base en el
grado de ..adhe-
todas las relaciones, ya sean externa¡i o internas, Parece ser la sión" a la primera rnatriz relacional y, en sentido iiverso,
g.aáo
polaiidad esencial de la'existencia individual de la individualización relativo ddibertad para tener nuevas experiencias que "t
per*ri".rtu
y la'unión narcisista'primaria" (1960b, p.264). El contacto.con los fijación. ¿Qué tan rígída.es la organización de la pÉrsonalidad
que
demás actualiza la peisonalidad, la amplía pero asimismo tiene un se fo{a en las primeras interacciones?
¿Cuánto -urg"n ae¡a pára
costo, pues elimina otras posibilidades. El ajuste a r¡na persona la experiencia de uno mismo?
¿eué tan fuerre ., .I á to,
determinada, especialmente el ajuste del hijo a sus padres' tt9? llu o^bjeto¡ arcaicos? ¿Exige una fi¿eri¿ad exclusiva a dichás"p.gl
iu¡.tosl
presión en sentido contrario para reclamar lo que se ha recibido, ¿Son forzosos los esquem¿ur transaccionales que se aprenden en
p"* .r."pur de los límites del self que son las condiciones que se esras relaciones?'¿con qué precisión marcan los límites
de las
h¡"tt cualquier contacto. Puede haber conflicto entre los distin- acciones dentro de un eepacio cargado de ansiedad?
"n Todas estas
tos canales de contacto con el mismo padre, según la continuidad dimensiones interreracionadas detérminan el grado a" p"totoliu
o discontinuidad de las cualidades del padre' del carácter.
cada niño establece un fuerte vínculo con las corrientes cons- l,a universalidad de los ajustes y la fiiación a las relaciones
cientes, inconscientes o rechazadas de la estructura del carácter del significativas primarias indicañ q.r. analírico no es ranro
padre; qué tan bien integre el niño dichas corrientes en parte un tratamiento para la psicopatologíá "ipro.éro
sino que, de manera más
aeperraé de lo integrado que esté el padre y de la flexiblilidad con general, constituye una experiencia eitructuraáa de tal manera
que
que esté organizadá su personalidad. Además, cuando el niño se permite aflojar las restricciones inevirables producidas por ios
siempre tiene
4rlttr u ,rttó d. los padres y se conecta con é1, progenitor. [.a
resrduos de.la experiencia temprana. No todos los
to,
ánflictos para ajustaise y relacionarse con el otro objetos arcaicos son iguares. Mlentras uús rígido "p.gá. "
.dinámica familiar influye mucho en lo conflictivas que sean estas io.ru.,o
establecido con los padres, rnás obligado está el hijo",a elegir
"l entre
LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO rA, PSICOPATOLOCf¡A, Y EL PROCESO ANALTTICO
318 319

las formas limitadas de relación o el aislamiento total' y miás no s'uelto el verdadero control." r,a paciente se pregunta cómo
puefe avalzar su arálisis, si para pbrticipar en'él "se
influyen los residuos de estas relaciones' Empero, el apego conflic' requiere
tivo a las identificaciones con los objetos arcaicos es universal. [,a n-recisamerlte que ella se entregue confiadamente, algo de lá
que
modificación de esros vínculós es lo que constituye la base de la ella se siente incapaz.
acción terapéutica del proceso analítico' ¿Qué va a suceder con esta paciente?. Existe una verdadera
controversia en el psicoanálisis clínico a este respecto. Algunos
atribuyen la cura analític aar insight;otros a la relación sustentJdora;
I
Cornparación dc los conceptos de acción terapat'ti'ca otros más a la confrontación del encuentro. para algunos, el
uldt:"-"d9 va en pos de sus deseos infantiles; p"ru oooi rrar; de
Veamos la siguiente sesión, en la que una paciente exPresa su cubrir las fallas de su estructura; para los de más allá, anhela _y al
perplejidad ante el curso futuro de su análisis' mismo tiempo teme- engancharie en su relación con el analista.
' Éuá .-pezar, observa que la hora pasada le causó mucho placer' En cuanto a la actitud del analista, se aconseja que sea neutra,
Había hecÉo varias asociaciones libres e inconexas; el analista había empática, distante o participativa; que el ambiente de ras sesiones
establecido entre ellas algunas relaciones que se le habían escapado analíticas sea ascéticó, sustentador, cargado de ansiedad o placen-
pues tero,
a la paciente. Esto es algo que ella rara vez deja que suc-eda,
.orrd.r" que no tiene suficiente confianza en el analista para Quienes proponen todo lo anterior por lo general consideran
permitirle que le proporcione algg que.ella puede necesitar de que su interpretación personal del procéso attalíti.o es Ia correcta
veras, como o.gunrát sus asociaciones libres' Así, por lo general y.permite una experiencia más profunda, más significativa emo-
",
censura sus asociaciones y las organiza personalmente; y precisa- cionalmente para los analizandoi; cada quien, descle su pe.specti_
mente esta distaniia que ella marca le impide establecer relaciones va, cree que las demás posturas son conceptualmente
i-pejectas
y, desde el punto de vista clínico, s,.rp".fi.ialer. Cada port,rr"
duraderas con los demiís.
coloca en el centro del universo psicoinalítico y las restantes _que
,"
l,a paciente añade que' para que su análisis avance de verdad
tiene que aprender a Joltai las riendas, Pero que no sabe- cómo inevitablemente se ubican en la periferia- represenhn una conta-
hacerlá. Sus experiencias con sus padres la hicieron muy descon- minación de la verdad psicoanalítica y le restan fuerza a la
expe-
riencia.
fiada. su madre era una'santa" que se había dedicado totalmente
a ella, que estaba dispuesta a cualquier cosa por ella, que práctica- El problema del discurso resultante de estas controversias es
la
mente insistía en haiérselo casi todo, Io que impidió que lajoven hipótesis de que todas estas posturas se refieren al mismo universo;
aprendiera a hacer las cosas por sí misma' Su padle era un hombre que tiene sentido comparar y sopesar los elementos específicos
de
sáhtario, fuerte; ampuloso, que estaba convencido de poseer una cada una con todos los demás, yisto.s muy engañoro. L",
teorías
gran sabiduría respecto de las cuestiones miís importantes' que de la técnica psicoanalítica no sólo se distinguen en dererminados
asp€ctos, sino en premisas fundamentales respecto de la
iambién esraba muy unido a su hla y exigía que ella le demosrrara naturaleza
de la mente y la interacción humanas. L situación analítica
SuaPegocomoPagodesusconsejosysudireccióninfalibles.El creada
mat;im;nio se había distanciado y tanto el padre como la madre por quienes practican con base en cada una de estas perspectivas
parecían buscar el contacto con iu hija, deseaban encontnlr en ella no es un fenómeno común sobre el que puedan é., desacuer_
un complemento y le ofrecían su protección con tal que se entre- do. Cada perspectiva, debido a la marreá en que "rtu, está esrructurada
gar-a total y exclusivamente a ellos. y a cómo se inicia en ella al analizando, crea su propia situación
- La paciente había aprendido que era muy peligroso entregarse psicoanalítica,_ que luego explica a partir de sus posiulados
teóricos;
a nadñ, aunque sentírun gran deseo de hacerlo y lo ilustraba
con cada perspectiva crea su propio tipo de relaciones analíticas,
que
la sigtriente metáfora: lEsiomo si fuéramos en un auto con dos así se convierte en el medi,o de su propia versión de la cura
volaites. Yo finjo que lo dejo a usted conducir, aunque en realidad psicoanalítica' En este sentido, .aa" p".spe. tivaatden el centro
de
r.l
320 tA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ! $li
r.¿ psrcopATorocf,rv¡l pnocEso ANALfnco g?l
l¡-
El mú¿lo d¿ Ia pubión y et cor{Iicto
su propio universo concePtual. El problema es que no se trata de
un universo nada más.
El modelo del conflicto pulsional
¿Hay que satisfacer o no los deseos
del analizando? ¿El analista -también llamado,,modelo clásico
de-la técnica psicoanalírica- se forjó por la conjunción_de dos
deü proporcionar toda una serie de interpretaciones, sólo debe influencias importantes: las de su prehistoria (el hipnotismo) y las
proporcionar algunas o no debe proporcionar ninguna? ¿Hay que premisas de la teoría pulsional referentes a la motivación, el desa-
."nir"r la labor en la transferencia o fuera de ella? ¿Hay que evitar rrollo y la psicopatología, que constituyen su marco biísico expiica-
la.contratransferencia o hay que utilizarla y expresarla? Cuando se
tivo.
comparan los diversos enfoques que se dan a estos puntos' se cae
El hipnotismo puso el acento en la recuperación de los recuer_
en un maremagnum semántico' ¿Qué hay que gratificar o dejar de
dos, lo que sigue siendo la principal característica de la técnica
gratificar? ¿En qué consiste la intepretación y cómo funciona? Cada
cliisica. con el tiempo, el an¡ílisis de los derivados inconscientes de
modelo inierpreta de diferente manera estos fenómenos, y cada la "asociación libre" y el aruálisis de las defensas remplazaron al
postura, debiáo a la manera en que se practica, produce diferentes
hipnotismo como instrumento básico para recuperar rócuerdos.
iipos de deseos, interpretaciones, transferencias y contratransfe-
réncias. I-a discusión acerca del procedimiento que debe seguirse - La teoría pulsional proporcionó una serie de premisas respecto
del contenido de lo que va a recordarse. El hombre recibe, como
supone que se trata de los mismos fenómenos con todos los parte de su herencia biológica y de su naturaleza fundamental, una
sobre
-ód.lot.:E como quienes Poseen autos diferentes y discutenautos hay que serie de pulsiones instintivas; cada una surge de una ..fuente"; tiene
la manera de meter la primera velocidad. En algunos
en los autos con transmi- un "propósito" que ejerce presión y posee un .,ímpetu" que se
bajar la palanca, en otros hay que subirla;
descarga en determinada dirección. La racionalidad y1a conciencia
sién automática, la primera velocidad se activa sola mediante la social del hombre le permiten regular y sublimar sus pulsiones
,,pulsión" (automática pero no instintiva). Analizar las dimensiones
prehumanas y protohumaRas con ñnes más altos sancionados por
del proceso analítico sin referirse a los diferentes modelos teóricos la sociedad. La neurosis representa la triste victoria de las pulsiones
de la naturaleza de la mente y a la manera en que cambia es como
y la irracionalidad: la libido se aparra de los propósitoi útiles y
tratar de llegar a un consenso sobre la manera de activar la primera agradables del mundo real para volver a ca¡e¡jzir las imágenes
velocidad de un auto. incestuosas e'infantiles. Este apego a las imágenes paternas infan-
tiles y los deseos de gratificación son lo que alimenta los síntomas
En las teorías psicoanalíticas predominan tres conceptos básicos neuróticos, lo que hace que perduren y sean tenaces.
sobre la acciónlerapéutica del psicoanálisis; sus premisas, historias,
metáforas /:consecuencias clínicas son muy diferentes. Las contri' - La situación psicoanalítica, según el modelo cl¡ísico, es un campo
de batalla dentro del contexto de esta perspectiva más amplia. El
buciones de rnuchos ¿utores contemPoráneos importantes (Loe-
analista, cuya función es invesrigar y descubrir, se topa _i*orrllái
wald, Schafer y Modell, por ejemplo) no se ajustan a uno de estos
resistencias, cuya función es proteger y manrener ocultdtoJa;;;s
modelos nada más. Casi todos combinamos de manera compleja y anhelos infantiles. El principal propósito del psicoan:ílisis es el de
estos conc€ptos durante el trabajo analítico, aunque existen tres superar la resistencia, arrojar al animal, ,,tropezar con la libido
interpretacibtt". .org*entes e integradas del cambio analítico retirada en sus escondrijos" (Freud, 1gl2b) y domar los deseos
cuyos conceptos pueden identificarse por separada p ra estudiar' infantiles descubriéndolos mqdiante el recuerdo. Freud recurre
los y cornpárarlos, tomando en cl¡enta el concepto histórico y sobre todo a metáforas zoológicas y militares, las que describen con
teórico general en el que se desarrollaron. mucha eficacia esta batalla átre-la investigación y la resistencia,
entre la vjda animal y la vida intelectual, entre la gratificación
pulsional y la realidad.
I as principales características de la situación psicoanalftica se
322 L-A coNTINUIDAD Y EL cAMB¡o 'r-A psrcopAToLocf,a y EL pRoc¡so RNer_frrco g2Z

interpretan en el contexto de esta meta mimética y estas premisas La transferencia consiste en volver a experimen-tar los primeros
de la teoría pulsional. Se invita al analizandg a abandonar sus J*, déseos y temores infantiles durante la relación con el analista, y en
defensas y a que deje que los derivados de sus impulsos afloren sin un principio se manifiesta como un obstáculo para'los fines psicoa-
que los censure en sus asociacioneg libres' [a función del analista nalíticos, que son los de recuperar los deseos y temores infantiles
consiste en entresacar los deseos y temores infantiles incrustados en su contexto histórico original. Freud, gracias a su genio y su
disimuladamente en los complejos derivados. [,a "interpretación" infatigable constancia, logró tr"ansformar a la transferencia, de un
es el primer instrumento terapéutico; en ella se articulan el conflic- obstáculo en el camino analítico, en un auxiliar; se dio cuenta de
td entre los impulsos infantiles reprimidos y las defensas que que los sentimientos y las imágenes desplazadas proporcionan
despiertan estos impulsos. datos importantes, aunque la información esté fuera de contexto.
A su debido tiempo, las interpretaciones del analista proporcio- El paciente, en lugar de recordar lo que sentía por su padre y por
nan la información clave que fakz, y esto incita al paciente a su madre, desplaza sus deseos históricos a la relación actual coñ el
recordar sus deseos patógenos. [a resistencia representa la mani' analista. Así, la interpretación de la transferencia (es decir, el
festación de las defensas originales en esta situación nueva y reubicar estos sentimientos e imágenes en su contexto original)
sumamente riesgosa, en la cual se evoca lo reprimido. En un proporciona lo que.Glover llama "experiencia afectiva (puente
principio, los impulsos animales fueron reprimidos porque consti- afectivo) para vincular al presenre con el pasado" (1955, p. 133).
tuían una seria amenara para los propósitos pacificadores del yo; Por ello, se considera que la relación entre el analista y su
el análisis, al tratar de descubrir los impulsos libidinales mediante paciente constituye una dimensión clave del aniílisis y que estimula
las interpretaciones del analista, constituye una amenaza igualmen- los deseos enterrados tiempo ha, necesari:Hr.rente fruitrados: "La
te seria. cura tiene que ser realizzda en la abstinencia" (Freud, lglSb)
Para la teoría clásica, la resistencia es un sabotaje a los recuerdos debido a que la resistencia emplea la transferencia como alternativa
y al irui.ght; por ello, la interpretación atinada es clave para lograr para recordar. En el sistema cerrado de energía en el cual funciona
un verdadero cambio analítico. [,as interpretaciones psicoanalíticas el modelo de los conflictos pulsionales, los deseos graüficados
deben efectuarse con la precisión del cirujano, a fin de descubrir y durante la transferencia ya no sirven para'iel trabajo de recordar',.
delimitar por completo los deseos y conflictos patógenos. Uno no Una misma energía no puede descargarse en dos sentidos diferen-
cortamás o mmos por donde está el apéndice, ni trata dé extirparlo tes. [¿ abstinencia y la frustración estimulan los recuerdos; lo que
casi. tú,o. De la misma forma, la resistencia aprovecha la menor se gratifica se representa de modo constante, aunque nunca se
desviación de la interpretacién para producir un falso iruight; con recuerda ni se transforma psicoanalíticamente. En el proceso psi-
ello refuerza las represiones. Si uno no da en el blanco' emPeora coanalítico con el modelo áe los conflicros pulsionales, el cam'bio
las cosas; o se es parte de la "solución" o se es parte del problema se efectúa cuando Ia experiencia de la transferencia se transforma
(como rezaba aquel eslogan de la campaña política de Estados en la memoria.
Unidos en los años sesenta).* Según las premisas de la teoría pulsional, el analista debe adopt4r
una actitud objetiva y despegada. Se considera que la neurosis del
* Según la teoría clásica de la téCnica, el iardgñl constituye la palanca básica para paciente es un sistema cerrado de pulsiones y defensas. El analista
el cambio analftico: libera la¡ rcpresiones y las energías atrapadas y permite renun' interviene. para interpretar estos conflictos, para sacarlos a la luz,
ciar a tos deseos infandtes. Muchos teóricos contemporáneos siguen insistiendo en para estimular los recuerdos y proporcionar el iruighf. Conforme
elinsight, aunque no accptan el marco explicativo de la teoría pulsional. cuando el
este procedimiento se efectúa, el paciente vive al analista de acuer-
concepto clínico de "insight'se ¡aca del modelo pulsional, queda en un vacío
conceptual. El modelo pulsional cxplica po qué cura el insight. Si se elimina el do con sus pugna¡ internas personales. La resistencia aprovecha
modelo, es menester sustituirlo Por otro marco explicativo. Schafer (1983)' por estas transferencias para impedir la investigación psicoanalítica; a
ejemplo, coloca al insiglt en su perspectiva hermenéutica de lenguaje de la acción, su vez, el analista reacciona aprovechando las mismas transferen-
lo que le da un papel clave cn la suposición de un "albedrío" y en la reesclitura de cias para trabajar con los recuerdos.
relatos, funciones muy distintas de aquellas en que Freud pensaba.
324 :TA @NTINUIDAD Y ELCAMBIO
rA psrcopATor.ocf,r v sL procEso eNn¡.fnco 925
[.a transferencia plantea gnrves peligros, pues con frecuencia ferencia; cualquier otra actitud constituye una seducción contra-
produce reacciones en el analist4 éster al ser objeto de la transfe- transferencial y ua en menoscabo de las bases para aclarar las
rencia del paciente "se ve empujado en todas direcciones; su ello distorsiones de origen histórico del analizando. Tanto el deseo que
se estimula; su yo se desacredita y su superyó se ve humillado" el analista despierta en el paciente como el temor que al analizando
(Glover, 1955, p. 102). Segun la teoría dlásica, el analista debe luchar le inspira el llegar a sometérsele deben frustrarse; el paciente debe
para resistirse a estos jaloneos. Si bien Freud apremia al analista vivir esta experiencia como algo muy frustrante a fin de que pueda
para que ejercite su intuición y ponga en práctica sus procesos descubrir sus deseos infantiles y, a su debido tiempo, renuncie a
inco'nscientes, el estado emocional del analista siempre debe ser ellos.
ecuánime y objetivo. El analista es el baluarte de la racionalidad; es
el protagonista en la lucha contra las pulsiones irracionales; está
presente como una función, como un intérprete, no como alguien El nodclo de la d¿t¿tuiún d¿I desanollo
que tiene deseos y temores propios. Debe efectuar su labor con
habilidad, incisivamente; los escarceos del afecto, la frustración y El modelo de la detención del desarrollo (que es un modelo
el desaliento no deben alterar su flema. Cuando el paciente des- relacional) se interesa sobre todo en las primeras relaciones del
pierta sentimientos fuertes en el analista, se considera una desvia- bebé corr su madre. f{emos visto que suelen aplicar este modelo
ción, consecuencia patológica de los conflictos que el analista no quienes desean mantenerse fieles a la teoría'y la técnica clásicas, la
ha resuelto y.de los residuos de su infancia. La debida actitud cual consideran adecuada para.sus pacientes neuróticos, y que al
psicoanalítica pide que ofrezca interpretaciones, no que reaccione mismo tiempo aplican los conceptos y las técnicas del modelo
afectivamente. Fenichel sugiere que "en lo que se llama'manejo de relacional a los pacientes que consideran más perturbados. Los
la transferencia',lo principal es no entrar en eljuego" (1941, p. 73). conceptos de l'as relaciones objetdes seubicznant¿s de laformación
Aunque tanto pará el analizando como para el analista es suma- de las pul¡iones y el conflicto estn¡ctural; con ello se conserva la
mente difícil que las reacciones del analista sean mínimas, esto debe teoría de Freud sobre las neurosis y se dirige el enfoque a las
ser así en el mejor interés del paciente prlmeras relaciones del niño con su madre como fuente de.todas
las dificultades. En el modelo de la detención del desarrollo, la
Regresemos a la imagen clínica del auto con dos volantes y veámos- acción terapéutica se utiliza para aliviar la parálisis y las distorsiones
la ahora desde la perspectiva del modelo del conflicto pulsional. producidas por las interferencias de esa primera relación.
.Supong¡amos que las sesiones se centran en el conflicto provocado Winnicott, Guntrip y Kohut han sido los principales teóricos de
Len el paciente por un fuerte deseo de entrega.rse pasivámente, lo
la detención del desarrollo. Aunque sus versiones del proceso
que en términos edípicos podría interpretarse como Ia entrega anirlítico por supuesto difieren, sí tiinen muchos puntos de coinc!
sexual al padre; y en términos edípicos nega.tivos como la sumisión derrcia. Vearnos a Winnicott como representante de este enfoque.
sexual a la madre fálica o como el anhelo de fusión simbiótica con Para Winnicott, h psicopatología representa una fijación del
la madre preedípica. Eh la experiencia analítica suelen experimen- desarrollo. Lo que se desarrolla es el self (y no sólo los impulsos),
tarse tanto el deseo como el temor, aunque no por fuerza tienen cohforme a un curso ya establecido de necesidades emocionales.
qúe ver con la manera en que es realmente el analista, y estos
Qpienes cuid¿rn al bebé propician ciertas reacciones emocionales y
sentimientos los provoca cualquier analista que emplee una técnica proporcionan d ambiente afectivo necesario para que el self crezca
psicoanalítica adecuada. Se permitirá que los deseos y el temor sean y conserve una impresión de integridad continuidad, vitalidad y
profundos y que constituyan una verdadera experiencia, antes de coherencia. Si el,bebé no obtiene estas reacciones, se frena su
que la interpretación genética los reubique en el contexto original pfoceso natural de maduración. El centro vital del self *el "verda-
de la relación con los padres. Es esencial que el analista guarde la dero" núcleo de su subjetividad- queda suspendido en el tiempo.
compostura adecuada, que no incite a la entrega durante la trans- Eptorno aeste núcleo enterrado se forman estructuras psicológicas
t.
326 L{ coNTINUIDAD Y EL cAMBIo r.e psrcopAToLoch y EL pRocESo ANelfnco 327

"falsas" y superficiales que no pueden considerarse un crecimiento t^


del self del niño se fragmentan y no pueden unirse en el proceso
verdadero o nuevo. Winnicott adüerte al analistaque evite.la "falsa t,
de la vida. De ahí la impresión de que uno está vacío, exhausto, de
suposición de que el paciente en realidad existe" (1950, p' 213). que es frágil o está fragmentado.
Aunque transcurra el tiempo cronológico, el paciente no madura Segun Winnicott, durante el psicoaniílisis -tanto en el escenario
psicológicamente. [,as primeras necesidades insatisfechas Perma- analítico como en lapersona del analista- se cumplen las funciones
necen protegidas dentro de un capullo de defensas; el nuevo que no efectuaron los padres, y esto permite que se reactive la
crepimiento sólo es posible cuando las funciones maternas se maduración interrumpida del self. En sus fructíferos escritos, Win-
cumplen de alguna manera. Así como el argumento del modelo nicott describe muchos c:uios -con diferentes características- de
clásico es el acorralamiento del self como animal, la revelación y el la relación entre el paciente y el analista y muchas dases de
abandono posterior del mismo, el argumento del modelo de la interacciones, todas interpretadas como representaciones de la
detención del desarrollo es el nuevo nacimiento y la reanimación relación normal entre la madre y el infante. Un tema común es que
del self como bebé. el paciente estructura la situación psicoanalítica de acuerdo con un
Para Winnicott, el Proceso analítico consiste en reavivar la saber natural acerca de aquello que no tuvo y que ahora le hace
omnipotencia subjetiva del verdadero self' Winnicott considera i
falta. Kohut lo dice de manera muy parecida: "El impulso de
que la dimensión esencial del primer desarrollo es la transición t
t.
maduración natural, frenado durante la infancia, empezará a afrr-
a través de un
-desde un sentido inicial de omnipotencia subjetiva l, marse espontáneamente conforme se reactive en el aniílisis bajo la
ambiguo terreno "de transición"- hacia la tolerancia de la realidad i¡, forma de una transferencia selfobjetal" (1984, p. 78).
ii.
objetiva. Quien permite este procedimiento es la madre que se L Ante todo, Winnicott le prescribe al analista: "no interenp.".
ajusta a la perfección y que, debido a su "preocupación materna
i,,
¡i-' Que el self vital del paciente reviva depende de la disposición del
primaria" en un principio conforma un mundo en el que'se realizan analista a crear un medio estructurado totalmente por la subjetivi-
los deseos y las fantasías del niño. Poco a poco la madre se aleja, dad del paciente, en el cual el analista, igual que la madre suficien-
deja de desempeñar este papel de moldeadora del mundo y permite temente buena, pasa a ser una creación del analizando, un objeto
que el niño sufra mayores desilusiones a fin de que llegue a tolerar M
fri. subjetivo: "l,a mente tiene una raí2, quizá su raíz más importante,
la realidad objetiva y las subjetividades que están más allá de su ii' en la necesidad que experimenta el individuo, en su fuero más
control. Si la madre no desempeña adecuadamente este papel, el :..i;'
interno, de un ambiente perfecto" (1949a, p.2aQ. Y el ambienre
niño tiene la impresión de una interferencia que Ie impide integrar' I perfecto es lo que le permite al niño analizando la ilusión de que
se a los reclamos espontáneos de su propia subjetividad o transigir I dicho ambiente es invención suya, que procede de "la capacidad
con ellos. El núcleo de su personalidad se bloquea, se entierra' se
$:
del niño para 'pensar' -en cierto modo, pzrz crear- un analista,
mantiene en suspenso en tanto se fabrica un falso acomodo a las papel al aual el analista de carne y hueso puede tratar de ajustarse"
interferencias externas y así termina el crecimiento psicológico: "L,a tl '
(1948, p. 169).
madre que no logra adaptarse en la primera fase provoca nada il: Lo importante para Winnicott no es el cont¿nida de la interpre-
menos que laaniquilación del self del infante" (1956, p.304). t.1 tación pr se que produce el iruight, sino la manefa en que la
Kohut describe de manera muy parecida una dialéctica sutil 1,.'
interpretación le permite al paciente la necesaria experiencia de
entre la gratificación narcisista y la desilusión inevitable, creciente, una relación con el andista paralela a la de la madre con el hijo:
/.
que con el tiempo produce.la tolerancia de experiencias más "Lo que le importa al paciente no es tanto la exactitud de la
realistas del self y de lor otros a través de un proceso que él interpretación como la disposición del analista para ayudarlo."
i,
denomina internalización transmutadora. Cuando el padre no (1958, p. 122). Asf como en el modelo clásico la interpretación
permite o protege este delicado proceso, el resultado.es una acertada produce el iruight que libera al paciente de las fijaciones
adaptación fopada a la realidad objetiva, muy parecida a la "infrac- instintivas, para Winnicott dicha interpretación permite regresar a
ción" de que habla Winnicott, en la que varios sectores narcisistas los estados infantiles originales y actualizarlos: "Siempre que com-
328 tA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo ii
t,
lr, psrcopATolpcf,a y EL pRocEso ¡N¡lfnco gZ9

prendemos verdaderamente a un paciente y lo demostramos con animal y exige que se entregue, para el modelo de la detención
it
una interpretación atinada y oPortuna, de hecho sustentamos al del desarrollo el self auténtico del analizando todavía no se forma
paciente y participamos en una relación en la cual dicho paciente y aguarda las condiciones necesarias para seguir creciendo. El
hasta cierto punto es dependiente y sufre una regresión" (1954b, analista no puede satisf;acer todas las necesidades del paciente,
p. 261). Es importante entender que Winnicott no habla de "sus- pero ante la rabia y frustración que siente el analizando por el
tentar" metafóricamente, sino de un acontecimiento psicológico fracaso y la desilusión inevitables reacciona con una comprensión
"rea.[": 'En un tratamiento analítico, la interPretación oportuna empática inalterable, radicalmente distinta de las reacciones trau-
proporciona el sentimiento de recibir sustento físico y (para el no matizantes de los padres. Así, la palanca en que se apoya el cambio
psicótico) éste es más real que si en realidad le hubieran dado analítico, lo que desencadena el proceso de la maduración que se
sustento" (1988, pp. 6162). había interrumpido, no es la frustración de los viejos deseos, sino
Según Winnicott, el proceso analítico produce una autocuración la provisión de algo nuevo (aunque no sea totalmente gratifi-
del self en la cual un medio correctivo permite que desaparezcan cante).*
tanto las seudoadaptaciones como las adaptaciones defensivas y
compensatorias y con ello se permite la reactivación de la verdadera Volvamos a la imagen cllnica del auto con dos volantes y veámosla
personalidad: "ahora se considera que la tendencia de un paciente desde la perspectiva del modelo de la detención del desarrollo,
a la regresión es parte de la capacidad del individuo para causar su según la cual el deseo y el temor de esta paciente frente a la
propia curación" (1959, p. 128). Un elemento clave en este proceso transferencia no son la expresión de los deseos libidinales infantiles
de reanimación es que el analista desempeñe las funciones mater- (preedípicos, edípicos u orales) sino la manifestación de una nece-
n¿N para la personalidad naciente del analizando: "El analista sidad del yo o del self, un anhelo de la función normal de los
deberá desempeñar el papel de madre para el bebé del paciente" cuidados que desempeúan los padres: el contenido de los ..frag-
(1960, p. 163). mentos" de zu experiencia en'un "ambiente sustentador" del que
no gozó antes. l¿ paciente experimenta una necesidad, diría Win-
Lo que subrayan el modelo delco¡rfli.cto- pufsional y el¡qgclelq {e nicott, no un deseo, ynb sucederá nada mientras no pueda sentirse
l¿ detenrión del deggl:ollo ofrece un gran contraste en algunos segura suspendiendo el control de sí misma lo bastante para confiar
aspectos esenciales. En el primer modelo, la relación psicoanalítica en que el analista le proporcione un ambiente sustent¿dor.
recrea algo viejo: el paciente vive al analista como objeto de los Para Winnicott, los dos padres son infractores, cada uno a su
anhelos conflictivos del pasado. Los elementos nuevos de la rela- manera, pues fuerzan una orientación precoz hacia la realidad y
ción psicoanalítica (el "rapport", la"alianzz en el trabajo", y otros) fijan el desarrollo auténrico de la verdadera personalidad. (Kohut
son irnportantes para que el paciente experimente esos viejos diría quo no desempeñan las funciones objetales del self adecua-
deseos y más tarde renuncie'a ellos. Por ende, la frustración das para la proyección.) La "necesidad" no se considera patológi-
proporciona la palanca esencial para el cambio analítico; se renun- ca, sino medio para la curación. I.¿ actitud del analista debe ser
cia a lo viejo para permitir nuevas gratificaciones fuera de la sustentadora y empática para que la analizanda pueda superar la
relación psicoanalítica, $encialmente ascética resistencia y esperar una respuesta suficientemente buena del
En el modelo de la detención del desarrollo, el paciente estruc- ,i;i analistA a fin de permitir una regresión al punro de la detención
tura la relación psicoanalfüca para obtener algo nüevo, algunas tLi

*t * En su! pscri¡ol póotumos, Kohut, que uataba de tender puentes hacia la


experiencias que le faltaron al principio de su vida. l,os elementos
tradición clásica, subrayó el papel clave de la frustración en la formai{ón de la
viejos se encuentran en la forma.de temores, pesimismo, desilusio- ü
estructura, no sólo en lo¡ "errores de empatía" del analista, sino iambién en sus
nes y defens¿u¡, p€ro el fmpetu psicoanalítico se debe a que el
1'
interpretacioncsadnadii: 'Esfttstrantz porque, a pesar de qúe el arralista c omprmdc
analista proporciona una nueva experiencia de los primeros esta- lo que' sientc ol paclentc y nconoc¿ que su incomodidad.es legltima, no rco¡ciond
dos de desarrollo. Si el modelo clásico describe al analizando como conforme a la necc¡idad dcl paciente" (1984, pp. 102-103; tas cursivas son del
originai).
330 tA coNTINUIDAD Y EL cAMBIo r-A psrcopATol,ocfe, y ¡r pnocnso eN¡r-hlco 331

del desarrollo, de manera que pueda volver a activarse el auténtico de interacción, le permiten al paciente encontrar, nombrar y
crecimiento de la personalidad. apreciar aquellas facetas de su experiencia que no conocía.
Para algunos otros teóricos del modelo relacional (Fairbairn y
Racker, por ejemplo), el mismo proceso consiste en alteraciones de
EI mod,elo del conflicto relacional las relaciones objetales internas. En este caso, el self también estií
formado de maneracomplementaria con las estructuras de carácter
La perspectiva relacional integrada acerca de la acción terapéutica de otras personas significantes. Las zonas de privación, limitación
del-psicoanálisis, que ha sido el tema de los capítulos anteriores, e intrusión dan como resultado el apego a estas cualidades de los
r.pñt.t t" la convergencia del psicoanálisis interpersonal, 'le las padres como la forma a través de la cual se efectúa el contacto,
teórías de las relaciones objetales -como las de Fairbairn y Racker- como el medio para conservar la impresión de estar conectado y
y de algunas corrienres de la psicología del self y del psicoaniilisis relacionado. Los primeros vínculos objetales se conservan como
existeniial. euienes escriben acerca de este modelo parten de una fuertes presencias internas; las relaciones objetales normales se
premisa par.iid" a la de los autores de la detención del desarrollo: experimentan proyectivamenae con base en esas relaciones objeta-
et p.oposito y el mantenimiento de las relaciones que entablan los les internas y luego se estructuran mediante la reintegración de
humanos constituyen el impulso biísico para la maduración de su nueva¡i experiencias en las antiguas configuraciones inalterables. El
experiencia. Empero, desde la perspectiva del conficto relacional analista -que el paciente inevitablemente transforma en un objeto
selonsidera que las alteraciones en el transcurso de las primeras cararterísticamente malo y así lo vive- gracias al proceso interpre-
relaciones del bebé con quienes lo cuidan distorsionan seriamente tativo se luelve otro tipo de objeto. La internalización de esta
las relaciones subsiguientes, no paralizando las necesidades infan- experiéncia le permite al paciente liberar su vínculo forzoso con las
tiles, sino poniendó en marcha un complejo Proceso a través del pasadas formas de relación y deshacer sus lazos con los objetos
cual el niño construye un mundo interpersonal de relaciones malos. Así se transforma el terreno intrapsíquico de esta matriz
objetales con los elementos que tiene a la mano' relacional; el paciente no sólo se siente una persona distinta,
-Este
modelo -aunque sí toma en cuenta tanto la importancia de también siente que reside en un ambiente humano radicalmente
la expansión de la conciencia como la importancia de que se distinto.
p"ttnitrt las experiencias que no se tuvieron antes- ubica al meca' Algunos otros teóricos del modelo relacional, en especial los de
,ris-o principal del cambio analítico en una alteración de la estruc- la tradición interpersonal, se han centrado en la manera en que el
tura bálica dél mundo de relaciones del paciente. Los teóricos han proceso analítico permite cambios en los esquemas transaccionales
descrito este proceso de diferentes maneras y se han centrado en las del paciente. La ansiedad que le causa la misma ansiedad hace que
dimensiones de la matriz relacional: la organización de la persona- el analizando repita esquemas limitados en sus interacciones. Des-
lidad, los lazos objetales y los esquemas transaccionales' de este ángulo, la acción ritualizada es lo que delimita la experiencia
Desde el punto de vista de la organización de la personalidad, la del selfy del otro, porque la repetición continua de integraciones
situación analítica permite que el ryrciente recupere aspectos,de sí estereotipadas impide que el ryalizando se capte o capre a nadie
mismo que anteriormente había rechazado, que estaban ocultos y como no sea de manera unidimensional y fragmentada. Al articular
q,r. tep,rdiaba, y que vuelva a conectarse con ellos para experimen- e inierpretar estos esquema.s, el proceso analítico estimula al anali-
tárlos iabalmente. Por fuerza, la relación con el analista se estruc- zando a intentar algo nuevo, a ponerce en una situación interper-
tura según las viejas Pautas.'[¿ ansiedad y la desilusión surgen en sonal distinta que le permita tener experiencias más ricas de sí
las situáciones en que se experimentaron anteriorménte, y varias mismo y de los demás. Este.cambio de esquemas transaccionales se
zonas de la experiCncia del self esrán ocultas. [¿ tenaz búsqueda efectúa por un lado fuera de la situación psicoanalítica
-pues la
del analista en aquellas áreas de la vida del paciente qt¡e están investigación del análisis destaca siempre los esquemiu¡ estereotipa-
carp.das de ansiedad, asl'como su participación en nuevas formas dos y las representbciones compulsivas-.y por el otro en la propia
LA pStcopATOrOCf,r y r,r pnocEso ANALfTTCO
332 tA coNTINUIDAD Y EL cAMBlo 333
a_"19!a ninguna otra manera de .ser" y tampoco desea conocerla
relación psicoanalítica, en la cual el analista y el analizando encuen-
a la pérdida objetal y a la culpa, a loJ temores a ta pérdida
tran juntos maneras de "ser" independientes de estas repre' {e!ia9
del self y a la soledad, que implicán que se comporr. -d. otr"
sentaciones y restricciones. (La invitación de Balint a dar una
manera, que tenga experiencias de otra manera. Todas estas pers-
marometa, de la que se habló en el capítulo 6, es un ejemplo
pectivas se enriquecen mutuamente pues destacan la tenacid^ad y
excelente.)
complejidad de la psicopatología y la consistencia y resistencia del
Estos tres puntos de vista destacan diferentes facetas del mismo
tejido de Penélope.
proceso. Al funcionar con ilusiones viejas y esquemas estereotiPa-
Cuando el paciente inicia el tratamiento, va en pos de algo nuevo
áos se reduce la ansiedad y se consigue seguridad, no sólo debido
2 dgo viejo. Hay un aspecto importante ett ei q,r. su vida no
a que estamosfamili'arizados con las ilusiones y los esquemas, sino
funciona; tiene que precisar cuál es el error, tiene que encontrarle
también porque son los esquemÍui y las ilusiones de nuestra farnilia
una solución y él espera algo nuevo del analista: úna manera de
y nos conservan la impresión de lealtad y contacto. Conservamos
abrir una puerta que expanda o transforme su experiencia. por
lazos con los objetos malos y los repetimos no sólo Porque son los
desalentado, derrotado o derrotista y pesimista que sea el paciente,
de nuestrapmika, sino Porque esfamosfa'rz';i.liariza'd'os con ellos y
el hecho de que acuda al tratamiento indica que admite, aunque
por ende reducen nuestra ansiedad. Estas dos palabras proceden
sea de manera insignificante, que exisre la posibilidad de aigo
del término latino fami,Iia -que en un principio designaba a los
distinto, la posibilidad de ampliar su mundo di
criados y esclavos de una ca.ria- e indican el estrecho vínculo relaciones.
Empero, el que se analiza inevitablemente busca algo nuevo a Ia
existente entre los "lazos y las sumisiones del hombre", para citar
manera de antes. cuando inicia el tratamiento lo estructura según
a Schecter (1971). Hay una relación inseparable entre el manteni-
las viejas pautas relacionales, tratando de involucrar ar anafista
miento de un sentido coherente del self y el asegurars¿ esquemas
conforme a las ideas que ya tiene estructuradas de cómo se conech
seguros de interacción con los demás. i
y se comunica la gente en realidad; le asigna al analista determina-
en nuestra interpre-
dos papeles o, con más frecuencia, uná serie de papeles. Estas
¿Cómo se reflejan estas diferentes PersPectivas I

configuraciones y estos papeles varían de sesión


tación de la información clínica? e incluso
"r,,"iiórr,
Desde el punto de vista de la autoorgpnización, la psicopatología 4 en el transcurso de una misma sesión.
¿Dónde se ubica el analista respecto de estas indicaciones y
se repite porque proporciona el pepmento organizativo que une
expectativasl ¿Qu¿ se propone?
al self. L¡
nuevo produce temor porque se sale de los límites de las ¿Cómo contribuye a aflojar el
apretado tejido relacional?
experiencias en que el analizando se reconoce a sí mismo como un
l,a teoría clásica ubica al analista fuera de la matriz relaciorral del
ser uniforme y continuo.
analizando, le pide que señale con el índice sus resultados arcaicos
Desde el punto de vista de los lazos objetales, la psicopatología
y conflictivos, e invita al paciente a abandonar sus promesas infan-
se repite porque sirve para conseryar los primeros contactos con
tiles, destinadas al fracaso. El modelo de la detención del desarrollo
otras personas significantes. [¡ nuevo produce temorporque exige
también ubica aI analista fuera de la matriz relacional,del analizan-
aquelio que para el paciente equivale a abandonar las viejas lealta-
do, desde donde induce al paciente a alejarse de sus limitaciones y
dás que le hacen sentirse conectado e involucrado con.los demás.
le ofrece algo mejor. El tercer modelo ubica al analis¡ad¿ntro de las
Désde el punto de vista de las transacciones, la psicopatología se
estructuras y estrecheces de las configrrraciones repetitilas de la
repite porque funciona de manera interpersonal y disminuye la
matriz relacional del analizando. El crisol del cambió analítico está
ansiedad. [.o nuevo produce temor Porque se relaciona con la an-
qs oF€raciones de constituido pgr búsqueda de la salida y la lucha por salir, y por
siedad producida anteriormente Por los padres' I I F
conocidos y lo alejan la colaboración del analista con el analizando en la obsen".ion .
seguridad encauzan al paciente por los canales
la ansiedad. interpretación de estas configuraciones y en el descubrimiento de
de lo desconocido, que está envuelto en
otros canales a través de los cuales involuórarse mutuamente,
Todas estas definiciones me Parecen útiles' El paciente no
334 I-A CONTINUIDAD Y EL CAMBIO fI, PSICOPATOLOGI,{. Y EL PROCESO ANALfTICO
335

Esta interpretación de la situación analítica' que surge de dife- expresa la importancia de las dos dimensiones de la dialéctica enrre
rentes tradiciones teóricas, ha sido descrita con mucha precisión el propósito y la realidad: "stravinsky había compuesto una obra
por Levenson, Racker, Gill y Sandler. Todos estos autores conside- que contenía un difícil pasde para violín. Tras ensayar durante
ian que el analiSta, por lo menos hasta cierto punto, se encuentra varias horas, el solista se acercó a Stravinsky para decirle que lo
dentio de la matriz relacional del analizando; no hay manera de lamentaba, que había puesto todo su empeño pero que esa parte
que el analista evite los papeles y configuraciones que se le asignan era demasiado difícil y que ningún violinista podría e¡cutarli. 'ya
d.ntro del mundo relracional del paciente. La experiencia del lo sé; lo que yo espero es el sonido de alguien tratanda de tocarlo',
analista por fuerza se conforma según las estructuras de relación dijo Stravinsky" (Powers, 1984, p. 54). De la misrna manera, en la
del analizando, y desempeña los papeles que éste le asigna aunque definición de la presencia del analista la clave está en dos dimen-
trate desesperadamente de salirse del sistema del paciente Para.no siones: lo que el analista tr¿la de hacer y lo que hace mientras trata,
,.pr.r.rrt i ningún papel. Estos mismos empeños de- liberación su inevitable participación en la serie de configuraciones del mun-
constituyen formas eipéciales de relacionarse dentro del repertorio do relacional del analizando. Para el modelo del conflicto relacional
de papeles y personajes del analizando' Como lo ha expuesto es muy importante el contenido de las formas accidentales de
goffmatt (1987, p. 7), z pesar de las intenciones conscientes del participación del analista.
analista, su participación "es relativamente incontrolable en el nivel Si el analista cae en la "red afectiva" del paciente (L. Friedman),
de la expeiiencia-". A veces, si est¡í abierto a los matices de su si él mismo llega a vivirse como uno de los objetos arcaicos de dicho
experieniia y al impacto del paciente en esa experiencia, descubre paciente, y si éste (de manera inevitable) vive al analista conforme
q,* t.pt.t"nta loJviejos argumentos del pacient¿, que habla con a las viejas categorías, ¿cómo puede el analista
a veces descubre que -incluso cuando
una voz que no es cómpletamente suya; interpreta- salirse del sistema del paciente para que éste sienta que
represent; sus propios argumentos, cuando las voces paralelas o le ofrece una clase de relación diferente? Si la configuración dé la
cornplemerrtariis áe su piopio pasado y de su dinámica personal transferencia y la contratransferencia es sadomasóquista
con pacientes' ¿no le
son ávocadas en la compleja interacción sus parecerán al analizando sádicas o penosamente sumisas las inter-
Desde esta persPectiva, en cierto sentido puede decirse -que pretaciones del analista? si la configuración b¡ásica de la rransferen-
hablar desde ei mundo subjetivo del paciente es imprescindible cia y la contratransferencia se refiere a la fusión simbiótica
¿no
para el tratamiento. sólo cuando el analista participa afectivamente sentirá el paciente que cuando el analista interpreta busca la fusión
en la matriz de relaciones del paciente, o más bien cuando se seductora o el desprendimiento y el distanciamiento? parece que
descubre en ella -sólo cuando en cierto sentido el analista está b4jo para modificar la matriz relacional del analizando se necesita un
el influjo de las instancias y las proyecciones del paciente; sólo verdadero_esfuerzo; que el analista y el a4alizando deben pasar de
cuanddenfrenta las defensas del paciente y se siente frustrado por salto en salto de un tipo de relación interpersonal a otro.
ellas- se entra de lleno en el tratamiento; en caso contf:rrio, la El analista no sólo tiene que cornprmdn al analizando; también
experiencia
-Erto analítica carece de profundidad. ha de descubrir una voz con que comunicarle que lo comprende;
tto autoriza al analista a proceder a su antojo. El analista para que el analizando lo escuche, tiene que descubrir r¡na manera
debe esforzarse por conservar la actitud que Schafer llama analítica: de hablar por medio de los esquemas normales de escuchar y tener
en todo -o*etrto debe reflexionar; debe explorar la información experiencias del analizando. En este procedimiento interviene el
de la sesión analítica y mantenerse PreocuPado siempre por,el arte de la interpretación y la lucha con la contratransferencia, arte
bienestar del paciente. Empero, esta actitud se adopta y se abando- y lucha complejos e íntimamente imbricados.
na de maneriinevitable y continua; estos ires y venires son útiles e
interesantes en la lucha del analista por comPrender qué sucede
entre el analizando y los demfu.
Hay una anécdota simpática del compositor Stravinsky que
336 IA CoNTIN\JIDAD Y ELcAMBIo
I LA psrcopArolocfA y EL pRocEso ANALrrrco ZZ7
La interpretacüry la transfnercia y l.a contratransferetuia dominio de la contratransferencia". Este proceso se efectúa en dos
J fases. El analizando debe pasar por la trinsferencia (y superar lo
Siempre se ha considerado que la interPretación es la actividad por que Gill, 1982, Ilama "resistencia a la conciencia de lá transferen-
antonomasia del analista y que es la palanca en que se apoya para cia") antes de poder salir de ella (superando "ras resistencias a los
lograr el cambio analítico. No obstante, han surgido importantes efectos de la transferencia"). De lá misma manera, el analista
diierencias en los empeños por comprender qué,sucede cuando el primelo tiene que pas ar por la experieruia de la contratransferencia,
analista interpreta; cuáI es el elemento del proceso interpretativo o más bien tiene que descubrirse dentro de ella, antes de que pueda
qudpermite el cambio. Segun el modelo clásico,la'interpretación encontrar el camino de salida. Uno no puede resistirse a .lgo, o
afecta a la economía psíquica e interna de} paciente; la información dominar algo, que no lo haya transformado antes a uno.
proporcionada por la interPretacién revela el contenido oculto, El analista descubre que es un coactor en una obra apasionante
i.uatrtu las barreras de la represión y altera así el equilibrio interno en la que se representan el amor y el odio, la sexualidad y el
de las fuerzas psíquicas. En el modelo de la detención del desarro- asesinato, la intromisión y el abandono; una obra en la que hay
llo, la interpretación tiene efecto en la experimria del paciente, el víctimas y verdugos. Sea cual fuere el camino que elL¡.a, cierá en
cual siente que el analista se interesa verdaderamente por él y que las categorías ya esrablecidas por el paciente, y éste así lo
lo comprende; esto es lo que reactiva el proceso de desarrollo' que "."" {9
vive' El analista lucha con el nin de tener una experieniia nueva de
se habá eshncado: el tono afectivo y el impacto emocional de la sí mismo y del paciente, por encontrar una manéra diferente de
s¿r
información transmitida, no el contenido en sí de la información' con el analizando, sin fundirse con ér ni tomar su distancia, sin ser
En el modelo del conflicto relacional, se consideran esenciales seductor ni rechazante; sin ser víctima y tampoco verdugo; el
tanto el contenido de la información como el tono afectivo con que analista libra una batalla por descubrir una voz auléntica con iá cual
se transmite, aunque los efectos no se interpretan exactamente dirigirse al analizando, una voz más propiamente suya, menos
igual en cuanto a la ubicación del analista resPecto del analizando' modulada por las configuraciones y las limitadas posibiiidades de
Una interpre tación es un ac ontecimi¿nt o re lacianal c omp lzj o, no tan to la matriz relacional del analizando y que re oirezca a éste la
porque modifique algo dentro del paciente o Porque desencadene oportunidad de ampliar y extender dicha matriz.
ür, pio.eso de desarrollo que estaba frenado, sinoporque dice algo
rrr,ry i-pottante sobre la ubicación del analista resPecto del pacien-
. Kohut afirma repetidamente que hay dos maneras de interpretar
el material del analizando, particularmente er referente r,.,irr"..-
te, sobre el tipo de relación que pueden establecer ambos. Como sidades y atribuciones transferenciales: o se ac€pta sin" ambages
dice kvenson: como adecuado para el desarrollo o se juzga y censura como
inadecuado e inmaduro; el analista acepa;l material y se amolda
cuando hablamos con alguien, al mismo tiempo estamos actuando con esa a él conforme a la subjetividad der paciente o le impone su visión
persona. En el sentido semiótico, esta acción o conducta esrá codiñcada personal de la realidad objeriva. En esra dicotomía (forjada en la
.omo ,rn lenguaje. El lengt&je d¿l habla y el lzngtaje d¿ la acción so¡t reacción dialética de Kohur anre su eSperiencia de la actitúd clásica)
transformaciones mutuas y recíprocas; en térrninos musicales, son vadaciQnes
no se toma en cuenta una tercera posibilidad: la curiosidad autén-
armónicas del mismo tlma,-La conducta resultante de esta diada surginí
tica. ¿Cómo llegamos a esro?
de este discurso semiótico. (1983, p. 8l; las cursivas son del original') ¿por qué sienre usred que hay diferen_
cras entre nosotros, por qué nos considera agresivos e irrespetuo-
sos? ¿Por qué con frecuencia descubro que lJ agredo o qr.r. d"r"o
Para encontiar una voz con la que transmitir interpretaciones útiles
hay que batallar a fin de liberarse de las estrecheces de las configu- agredirlo? ¿cómo podemos encontrarjuntos una manera de hablar
raciones de la transferencia y la contratransferencia, creadas con- que no afecte el respeto de usted mismo y a mí me permita ser yo
juntamente por el paciente y el analista. Para Levenson, este y ser más auténtico, de nl riranera que pueda ayudarle? No toás
pro.eso es "una transformación que se resiste"; Racker la llama "el estas cuestiones se plantean abiertamente, y desde luego no se
exponen simultáneamente, pero señalan Ia actitud inquisitiva que
338 I-A CONTINUIDAD Y EL CAI\,IBIO I,.A PSICOPATOLOGÍA Y EL PROCESO ANALTTICO
339

el analista desea establecer y que asimismo desea que adopte el menos parcialmente) una reacción ante la participación del analista?
. paciente. Arlow ( 1985) desraca las premisas del conflicto pulsional cuando
Desde esta persPectiva del Proceso analítico, el cambio no se afirma que Ia realidad del analista funciona como él residuo diurno
produce exploiando y proyectando o "sustentando" la experiencia en el sueño, como un activadór intrascendente que permite entrar
iubjetiva del paciente, ni instándolo a modificar sus esPeranzas y de rondón a lo preconsciente para que su{a la fantaiía inconscien-
desleos de aculrdo con la impresión que tiene el analista de lo que te: "La constante influencia de la fantasía inconsciente crea el
,,maduro". El cambio analítico implica miís ambiente mental en el cual se capta la información de la percep-
es apropiado, "real" o
bien la iucha de los dos participantes por superar precisamente los ción, se registra, se integra, se recuerda y se reacciona ante étta." Ét
desequilibrios de este tipo, desequilibrios que caracterizan los paciente está literalmente ciego frente a la realidad; no la capra o
erq,ré-"" patológicos y de integración; en ellos, las diferencias de no capta aquello que podríamos llamar "interpersonal" porque vive
la áxperiencia soñ miís un obstáculo para el contacto interpersonal subjetivamente en el pasado: "Puede decirse que el procéso y la
q,r" enriquecedor. Como Schwartz dice: "En el ambiente
itgo transferencia del neurótico representan la manera inádecuada en
el tr.abajo interpretativo no consiste en intercambiar la que el individuo capta la información de la percepción, la inregra
"n¡itió,
ilusión por la realidad, sino en establecer un límite entre la expe- y reacciona a ella de acuerdo con el ambiente mental creado por
riencia del paciente y la del analista y en tender un puente Para sus fantasías inconscientes e insistentes" (p. 526).
ambos" (1978, p.9). Hoffman (1983) compara esra inrerpretación con lo que llama
El problema-de aquellas técnicas que prescriben que el analista visión relativista-social de la situación analítica, que es nuestro
adopte determinada actitud para expresar sus interpretaciones tercer modelo. En éste se considera que durante la transferencia el
(uni actitud de "neutralidad", "colaboración en el trabajo" o "em- paciente construye una realidad subjetiva con la interpretación
patía") es que, además de que afectan la interacción analítica "verosímil" (para emplear el término de Gill) de lo que en realidad
auténtica, din por sentado que el paciente cree desde el principio sucede. La participación del analista puede interpretarse de varias
que el analista habla desde fuera del campo de las configuraciones maneras: puede decirse que está marcada por su personalidad e
de transferencia del analizando. Más bien el analista se transforma individualidad; también puede decirse que la rransferencia del
en las diferentes figuras de la matriz relacional del analizando y paciente la modula al provocar la correspondiente contratransfe-
adopta sus voces y sus atributos; el analista y el paciente reescriben rencia. En todo caso, se supone que la experiencia subjetiva del
p*ó poco la narrativa y transforman a los personajes de tal analizando respecto del analista influye en la interacción analítica.
" A diferencia de esta visión de la situación analítica como un
-"ttet" que ambos gocen de mayor intimidad y tengan más y
posi-
relacio-
bilidades de pasar por una variada serie de experiencias "encuentro", pzr? Abrams y Shengold (1978) dicha situación es un
nes. El analisia nunca está comPletamente al margen de las confi- examen de los procesos intrapsíquicos. Desde el punto de vista
guraciones de la transferencia y la contratransferencia; más bien tradicional del conflicto pulsional no hay encuentro con el analista,
lucha constantemente para surgir de entre ellas. conforme las el cual sólo sirve de pantalla para que el paciente se encuentre a sí
limitaciones de la transferencia se aclaran mediante la actividad mismo. Desde el punto de vista de nuestro tercer modelo no hay
interpretativa, las posturas relacionales que van ganándose adquie- examen de los procesos intrapsíquicos: sólo se estudia su transfor-
,en á.teuos significados transferenciales que marcan sus propias mación en el sentido singular que les dael encuentro con el analista.
limitaciones. (A este resPecto véase Black, 1987') Él punto de vista dá la aletención del desarrollo subraya la
importancia de la experiencia interpers onal pasadapero no deitaca
Veamos las diferencias que existen éntre estos tres modelos.en las particularidades de la interacción presmre con er analista. Se
cuanro a la interpretación y acepra¿ión de la transferencia. ¿El considera que en la experiencia temprana del niño influye mucho
paciente vive al analista conforme a su pasado (lo qr're Freud su mundo inte¡personal, dando como resultado la detención del
ilamaba "primeras ediciones") o bien la transferencia es (por lo desarrollo, la cual se vive en la situación analítica co¡no si entonces
,,.v
'{!*
340 LA CONTINUIDAD Y EL CAN{BIO i1;:1 ¡.A PSrcopAToLocúA, y EL PROC¿SO R¡.1¡,lfnCO 341

suced,irra. Empero, se considera que la vivencia que el paciente tiene del psicoanálisis está en que demuestr¿ la fuerza y la constancia de los
del analista en gran medida está determinada intrapsíquicarnente determinantes intrapsíquicos. Empero, estos determinantes se transfor-
y que la presencia sustentadora del analista no hace más que dejar man en meras abstracciones artificiales cuando se estudian fuer¿ del
contexto interpersonal en el que se expresan. (1982, p. 92.)
que aflore. Goldberg señala el contraste entre esta postura y otra
más plenamente interactiva:
¿Cuál de estos modelos de la situación analítica es el acertado? ¿El
analizando obedece a estructuras determinadas intrapsíquicamén-
La psicología del self se esfuerza por no ser una psicología intetpersonal,
no sólo porque desee evitar las connotaciones de la psicología social de la
te sin tomar en cuenta las particularidades de la participación del
frase, sino también porque desea reducir al mínimo la intervención del analista? ¿Organiza la situación analítica a fin de desct¡brir las
analista. Como la psicología del self es ante todo una psicología del experiencias que no tuvo con sus padres para así reiniciar su
desa¡-rollo, se b¿rsa en la idea de un plograrna de creci¡niento (que puede crecimienro detenido? ¿Estructura la situación analítica de la única
ser innato o preexistente, si se desea), el cual se lleva a cabo etr detetrrtina- manera que él sabe para comunicarse con el analista y hacer que
das condiciones. (1986, p. 387.) participe, precisamente ese analista en particular que posee una
idiosincrasia y una presencia individual? Acaso no es úril pregun-
Aquí aparece de nuevo la hipótesis de que existe ttna parte "inte- tarse acerca de la verdad relativa de estas perspectivas, ya que no
rior" del paciente que puede manifestarse con más o menos inde- pueden compararse de manera eficaz en la práctica. Es m¡ís útil
pendencia de la situación interactiva en que surge. las respuestas preguntarse sobre las consecuencias que cada modelo tiene en el
del analista son signiñcativas, aunque de manera genérica o binaria: proceso analítico, sobre la manera en que cada inte¡pretación lo
o se expresan con la suficiente empatía para desencadenar el estructura y crea una relación analítica distintiva.
proceso del desarrollo estancado o perpetúan dicho estancamien- En el modélo clásico, como precisa la descripción de Arlow, el
to. Gill (1983) ha observado que en estas definiciones el analista paciente se equiaoca: "se equivoca al percibir, se equivoca al integrar,
más que L¡n "participante y observador" muy activo, es r¡n "obser- se equivoca al reaccionar" ( 1985, p. 526). El analista le presenra una
vador precipitante", alguien que desencadena los procesos internos perspectiva "objetiva" pues no lo contaminan las percepciones del
del paciente. paciente. Este modelo de la situación analítica esrá compuesto de
Todas las experiencias (ya sean de la niñez o de la sittración un sujeto y un observador; ambos estudian la mente del paciente y
analítica) están compuestas por una mezcla compleja de aquello su relación analítica tiene una estructurajerárquica.
que el sujeto lleva a esta experiencia -ya sea orgánicamente o En el modelo de la detención del desarrollo, el analizando, como
debido a sus interacciones pasadas- y de lo que descubre en las el "parroquiano" proverbial, siempre está bien. El analista intenta
transacciones reales con los demás. l,a proporción de estos elemen- fundirse con sus antecedentes; se centra en la articulación de la
tos varía según las teorías psicoanalíticas acerca de la técnica. Gill fenomenología del analizando, con particular interés en las organi-
ha dado argumentos en pro de rrna integración que destaque estas zaciones que se refieren al self como bebé y al self dañado. Éste es
dos series de determinantes. un modelo de la situación analítica compuesto de un sujeto y un
provocador, el último permite a la mente del paciente reanudar su
El individuo ve el mundo no sólo corno se lo dictan sus esquetnas intrap- crecimiento interrumpido; la relación analítica se estructura de una
síquicos, sino como él lo verifica. Adernás, hay una influencia recíproca manera benevolente y protectora.
entre los dos tipos de deterrninantes. l¡¡s esquemas intrapsíquicos no sólo En el modelo del conflicto de relaciones las conñguraciones
deciden la atención selecüva a esos aspectos del mundo exterrro que se relacionales viejas y las nuevas oscilan sin parar: entre la expresión
conforman a dichos esquenras, sino que el individuo se comporta de tal
de las pasiones y estructuras que organizan la fenomenología del
manera que aumenta la posibilidad de que las respuestas que encuentr?
analizando, y la introducción de la perspectiva del analista (que no
confinnen sus perspectivac iniciales. A la vez, esta ratificación externa es
se considera más "real" ni más "madura", sino distinta y acaso útil).
necesaria pam ql¡e se conserven los esquemas. La singr,rlar cont¡ibución
342 I{CoNTINUIDADYELcAMBIo I-A pslcopAToI-ocfl v nl pnoceso lN¡,Lfnco .343
El analista constantemente está en medio de la integración de la {' ¿Cómo se contempla la imagen clínica del carro con dos volantes
transferencia y la contratransferencia; Io afectan las conñguracio- desde la perspectiva del conflicto relacional? No se cree que el
nes relacionales del paciente, se esfuerza por comprenderlas y tÍata deseo de someterse brote del interior de la paciente, ni que sea un
de que se modifiquen desde adentro. Su propósito es ampliar tanto derivado instintivo al que deba renunciar; tampoco se considera
la relación analítica como las demiís relaciones del paciente, y que que sea el esqueje de verdadero crecimiento que hay que sustentar.
éste logre intercambios más fructíferos y dialécticos. Más bien, el deseo se ve como el esfuerzo de la paciente por
En ningún momento es más claro lo que implica la distinción conectarse con el analista de la misma manera en que se conectaba
entre la premisa de la mente monádica y la de la mente interactiva con sus padres. Aunque este sometimiento sea conflictivo, para ella
que cuando se exáminan las complicaciones de la situación analíti- es el vínculo humano más preciado, el precio de la promesa de
ca. Si consideramos que la experiencia que el Paciente tiene del cuidados protectores y completos. La paciente anhela sacar partido
análisis y del analista es fundamentalmente monádica, entonces el de esta falsa promesa, y de hecho su vida transcurre tratando de
analista que day debe quednr fuera de ella. En el fondo, no tiene nada sacárselo, aunque al mismo tiempo reconoce oscuramente que es
que ver con esta experiencia. L,as asociaciones libres y la transferen- engañosa y que encierra un peligro. Desde esta perspectiva, nunca
cia del paciente se efectúan en Presencia del analista, Pero lo mismo cede el verdadero control, aunque la tentación de hacerlo es parte
sucedería (en todos los sentidos fundamentales) con cualquier otro de la soluclón ilusoria a la vida ofrecida por los padres.
analista cuya técnica fuera "adecuada". Cuando el analista trata de [,a relación analítica se organiza en torno a los anhelos y temores
relacionar con su persona el material analítico se transforma en un conflictivos de la paciente; tanto el propio analista como el proce-
intruso, en un contaminante, ya sea que consideremos que el dimiento de las libres asociaciones se viven como la entreg'a a un
proceso consiste en el despliegue de los deseos infantiles o en el de cuidado total.ilusorio proporcionado por las interpretaciones del
las necesidades de desarrollo. analista. [a acción terapéutica residirá en que el analista se descu-
Cuando se cree que el paciente vive la experiencia del análisis y bra a sí mismo en esta integración, en las huellas de sus propios
del analista como algo fundamentalmente interactivo, como el relatos de impotencia y en su propia infracción y dominio, y en que
encuentro entre dos pnsonas, el paciente lucha por acercvtse aese descubra una voz con que describirle al paciente su relación sin
analista en particular. Desde luego, las estrategias que sigue son implicar sumisión, desapego ni suposición de control. Poco a poco
muy conocidas y nada nuevas, pero se consideran caminos que deja de utilizarse esta maniobra; lo terapéutico no es entregarse en
conectan al paciente con su vivencia del analista como persona. El manos de la sabiduría y el control ilusorios del analista, sino
problema ya no radica en las personas significativas del pasado, sino reestructurar gradualmente la relación en términos de mayor coo-
en cómo comunicarse con esta Persona, cómo entregarse a ella, peración.
dominarla, fundirse con ella, controlarla, amarla, ser amado por Que el analista sea auténtico no quiere decir que sea impulsivo
ella, utilizarla y ser utilizado por ella. ni que estalle en confesiones compulsivas, sino que primero trate
Desde el punto de vista monádico, el analista encuentra al de tener una experiencia de sí y del paciente que no forme.parte
paciente, pues éste traspone la experiencia pasada y la traslada al de las categorías ya establecidas y en las que se incluyen todas las
medio neutro de la situación analítica. Desde el punto de vista experiencias interpersonales. Por lo general, no hay ninguna
interactivo, el paciente también encuentra al analista, y es esencial revelación extraordinaria: lo que se da es un proceso gradual de
que el analista reconozca que esto es un encuentro, no sólo que se ordenamiento de la maraña, el cual se efectúa gracias a las inter-
le ha traspuesto algo ajeno. Desde esta perspectiva, la interacción pretaciones del analista. El progreso de la relación analítica no es
es fuerte y destructiva cuando el analista cree que la situación como el de un cascarón que se rompe y del cual sale unavida nueva
analítica es monádica y que el paciente tiene de él -del analista- completamente formada; miís bien es como una serie de cambios
una vivencia distorsionada por fuerza, por antonomasia. de piel: se muda una piel y deb{o aparece otra nueva que sirve
durante cierto tiempo, pero luego también ésta queda estrecha y

TJNIVERI$DAD
DÉ' AIflüUA
BtsLlarf8cA@ÍfR¡lL
844. I/{ CONTINUIDAD Y EL CAIUBIO t-A psrcopAToI-oclt y EL pRocEso ANALfrrco 345

hay que desecharla para permitir un crecimiento mayor. vida retirada: se daban baños calientes durante horas, se.quedaban
echados en la cama, muchas veces con la niña minusválida, y su
única diversión consistía en satisfacer su glotonería. Todos los
EI regrao a tinrafnne miembros de la familia eran desaliñados e inactivos, menos Sam, y
sus sentimientos hacia él eran ambivalentes: por un lado conside-
[,a siguiente imagen ilustra cómo el proceso analítico puede consi- raban que era el emisario de la familia con el mundo de verdad: él
derarse un ensanchamiento de la matriz relacional para permitirle los cuidaría y los salvaría; por el otro, su participación en la vida
al sehnuevas experiencias en su relación con los demás, y muestra despertaba sus suspicacias, como si los abandonara y traicionara.
que el papel de la relación analítica es clave para que se dé este [,a investigación analítica reveló que la depresión de Sam y su
cambio. profundo sentimiento de haber sido perjudicado eran un mecanis-
Sam inició su tratamiento porque comía compulsivamente; su- mo que lo mantenía unido a su familia. No tardó en ser evidente
fría repetidas depresiones y hacía tiempo sostenía relaciones ro- que para Sam y su familia la depresión era un credo y una manera
mánticas con una mujer mucho más pasada de peso y más depresiva de vivir. El mundo les parecía un verdadero valle de lágrimas;
que é1, de la cual deseaba separarse sin lograrlo. [.o que más llamaba quienes gozaban de la vida eran superficiales, frívolos, deficientes
la atención de la vida de Sam eran sus contrastes: Sam era muy moral e intelectualmente, francamente carentes de interés. A Sam
c pazy creativo; en su profesión era muy respetado y había tenido lo atraían las personas que parecían sufrir mucho; le provocaban
mucho éxito; con todo, era muy depresivo, sentía que había fallado una auténtica empatía y los ayudaba mucho; más tarde sentía que
y que era incompetente. Sus relaciones más íntimas habían cónsis- le habían tendido un lazo. Creía que ninguna experiencia acerca
tido en apegos desabridos a mujeres que consideraba inferiores en más a la gente que la de llorarjuntos; laalegríay el placer eran algo
algún aspecto importante. Buena parte del tiempo que él y su privado, casi vergonzoso, algo. que distanciaba.
compañera estaban separados físicamente lo pasaban pegados al Sam y su analista examinaron la manera en que esta forma de
teléfono sin hablar, aunque escuchando cada quién cómo respiraba contacto afectaba su relación mutua y estudiaron varias fantasías
el otro, para así mantenerse en contacto. relativas a los sufrimientos del analista. Sam imaginaba que él
Sam era el mayor de los dos hijos de una segunda generación de prodigaría al analista sus solícitos cuidados y que ambos languide-
italianos; [anto su padre como su madre se sentían aplastados por ceúan juntos sumidos en el dolor. De manera mucho más sutil,
la vida. Su abuelo paterno, un hombre represivo y dominante, había durante las sesiones, Sam, con su presencia llena de sensibilidad,
dejado en la ruina a su familia. l¿ madre de Sam era una mujer simpatía y calidez, constituía un ambiente melancólico y acogedor
asustadiza, exageradamente tlmida, que había llevado una vida de en el que el analista se sentía a gusto. L¿ facilidad con que Sam
aislamiento y reclusión hasta que se casó, ya entrada en años, con establecía este tipo de contacto era al mismo tiernpo notablemente
un hombre que parecía prometer cierta probabilidad de escapato- calmante y algo perturbadora. El analista se dio cuenta de que este
ria. En sus años mozos el padre de Sam había sido entusiasta, ambiente acogedor se debía a que Sam pensaba que en cierto
expansivo, algo maniático, y para Sam representaba una alternativa sentido él le proporcionaba una gran ayuda al analista. El analista
definitivamente importante frente a su temerosa madre, empeñada era el poderoso curandero y necesitaba atenciones. Esto evocaba
en controlarlo y protegerlo. Cuando Sam tenía cuatro años nació lo que el analista llegó a identificar como una fuerte tentación de
su hermana, en la que se habían centrado las esperanzas y los rendirse a los atentos cuidados de Sam, que alternaba con resisten-
sueños de su madre. Aunque sus padres no quisieron admitirlo cias igualmente fuertes a esa atracción, con distanciamieRtos, re-
durante años, con el tiempo tuvieron que reconocer que un trauma gresiones maniáticas y otras reacciones. En una de las sesiones se
del nacimiento habfa dañado gravemente el cerebro de la niña. Este manifestó con más claridad que nunca el mecanismo de la depre-
golpe, además de varias enfermedades y fracasos de negocios, sión autoperpetuante de Sam.y la batalla clave en la contratransfe-
hicieron que los padres se hundieran en la depresión y llevaran una rencia para encontrar una forma diferente de conectarse.
346 t.{ CONTINUTDAD Y EL CAI\{BIO t-*ipstcopATor.och v rl pnocrso e¡¡,rfnco 347

Sam llegó un día sintiéndose muy contento debido a que había padres y,el desaliento con que cuidaban a su hija era el modelo de
experimentado algunas satisfacciones sociales y profesionales. En intimidad para Sam. Relacionarse de otras maneras, declarar que
cambio, ese día eI ana.lista estaba deprimido. Aunque, hasta donde poseía ciertos recursos y que lograba el éxito significaba llenarse de
sabía, su estado de ánimo nada tenía que ver con Sam, el interés y ansiedad: de ansiedad ante lo desconocido, de ansiedad por todas
la buena disposición de este paciente fueron un verdadero alivio las posibilidades incompatibles con el modo conocido de contacto:
para é1, como siempre. De pronto, al empezar la sesión, el ánimo el modo de contacto practicado por su familia.
de Sam decayó y empezó a hablar de distintas experiencias doloro- En una de las sesiones, luego de varios años de tratamiento, Sam
sas,'de su desaliento, de su fuerte sentimiento de impotencia. El se sintió eufórico por primera vez y esto lo precipitó en un acceso
analista lo interrumpió, deseando saber a qué se debía que hubiera de ansiedad: pasó de un estado de intensa felicidad y animación a
cambiado de ánimo. Lograron reconstruir lo sucedido y siguieron un sentimiento de mayor ligereza cada vez; fue sintiéndose más y
la huella de la reacción depresiva de Sam hasta el punto de la más incorpóreo hasta invadirlo el pánico de llegar a flotar en el
ansiedad. Sam, con la agudeza de un lince, había notado la depre- espacio, de perder el contacto con los demás. Sentir alegría lo
sión del analista; le había horrorizado descubrir que se sentía feliz ubicaba fuera de su familia en el plano de la experiencia, fuera del
en presencia de otra persona que sufría. Por fuerza tenía que campo de las relaciones humanaJprofundas. Lo más reprimido en
sumirse en la depresión. Sentirse vivo y lleno de vida cuando otra Sam era precisamente su capacidad de goce; era lo que constituía
persona sufría era como un terrible delito; corría el riesgo de que la peor atnenaza al esquema caracterológico de su vida.
el otro se veng"ara y terminara la relación. Sam y el analista se dieron Sam narró el siguiente sueño casi al final de su tratamiento,
cuenta de que Sam, para sentirse cerca de la gente que apreciaba, durante un periodo en que tenía una experiencia más positiva de
bajaba su ánimo hasta el mínimo denominador común. Despreo- sí y de sus relaciones con los demás. Como todas las experiencias
cuparse, ser feliz y gozar de la vida sin sintonizarse con el desánimo importantes que amplían los límites del carácter, estos cambios le
de los demás, sin verificar el pulso depresivo de los demás, era provocaban ansiedad. Sam témía que su propia depresión y la
arriesg'arse a que lo consideraran un villano y un traidor y, en sensibilidad con que captaba la depresión de los demiís constituye-
consecuencia, era correr el riesgo de terminar en el aislamiento ran su encanto personal:
total. En esa sesión, el analista le preguntó si se le había ocurrido
que acaso al analista no le molestara que estuviera de buenas, sino Me encuenü o en una isla pequeña con mis padres y con mi hermana, Subo
que en realidad el entusiasmo y la vitalidad de Sam podían alegrarlo a una lancha para ir a tierra firme; voy a recogel'algunas cosas o a efectuar
(como era el caso). Esta idea nunca le había pasado por la cabeza; alguna diligencia. Se celebra un camaval; recon-o el lugar observando a la
a Sam le parecía increíble y lo hizo reflexionar. Con ésta y otras gente, participo en el carnaval, me divierto. Entonces recuerdo que tengo
que regresar a la isla. Subo a la lancha y trato de regresar pero los insectos
interpretaciones su relación fue cambiando; cambió a medida que
acuden y me pican. Cuando me detengo y dejo de remar los insectos
se descubrían los viejos esquemas de integración y avizoraban
también se detienen. Empiezo a acercarrne a la isla y vuelven a picarme.
nuevas posibilidades. Sam empezó a darse cuenta de que tenía Me detengo y los insectos se detienen también. Me siento muy confuso;
derecho a sentir sus propias experiencias, independientes del no sé qué hacer. Tras mucho forcejeo conmigo mismo me doy por vencido;
estado de ánimo de lós demás, siento alivio y regreso a las actividades que se llevan a cabo en tierrz firme.
Así más tarde fue interpretada la impresión que Sam tenía de
sí mismo de ser alguien incapaz e impotente, y que constituía el Parecía que el sueño plasmaba las experiencias de Sam en esa etapa
núcleo de su depresión; Sam comprendió que esto le servía para de su tratamiento. Aunque había empezado a darse cuenta de todas
conservar los viejos lazos objetales y conservar su manera de las posibilidades que le ofrecían la vida y la gente, también se sentía
integrar las relaciones con los demás, así como para controlar la ligado.a su familia y a sus costumbres mediante un sentimiento de
ansiedad. Los miembros de su familia se conectaban a través del dolor. Mientras había sufrido como su familia, sintiéndose irreme-
dolor físico, la inadecuación y el fiacaso. t-a fusión depresiva de los diablemente afectado y aislado de los demás, habfa estado ligado a
348 LA CoNTINUIDAD Y EL cAMBto L-A pslcopAToLocf,r y EL pRocEso,cNer-fnco 349

ella. Vivir con más plenitud equivalía a abandonarlos y perder la meráfora del daño para explicar la psicopatología: como si una gran
seguridad que le proporcionaba el vínculo familiar. maquinaria adaptativa hubiera encontrado su lugar o se hubieran
colocado unos cimientos. Los residuos postanalíticos de la autoor-
El proce{imiento para recrear la limitada organización del self, los ganización limitada, los lazos objetales viejos y los esquemas tran-
vínculos objetales internos y los rígidos esquemÍrs interpersonales saccionales rígidos existen como posibilidades perpetuas. Para vivir
que constituyen la matriz relacional, debe llevarse a cabo con gran de manera creativa, constructivamente, hay que elegir sin parar.
tenacidad e intención. Modificar el carácter mediante el proceso
analítico no consiste en un mero cambio de la economía psíquica;
se trata de un cambio profundo: hay que cambiar a los pobladores
del mundo en que habita el paciente. Conforme el paciente va
desechando poco a poco sus malos lazos oQjetales y se anima a
entablar otro tipo de relaciones, va cambiando el reparto de
personajes de su mundo subjetivo y surge la posibilidad de un
nuevo tipo de vida. Para soportar este canbio, para soportar
también el sentimiento de soledad que froduce el renunciar al
contacto fantasioso con los padres que suele acompañar a la
psicopatología, el analizando debe empezaÍ creer que es posible
otro mundo. Para lograr el cambio analítico^ se necesita un gran
valor.
La relación con el analista es el medio para establecel'y expresar
las relaciones con los objetos malos a fin de alcanzar los niveles más
básicos y profundos de la patología del analizando. El analista no
puede entrar aI mundo del paciente más que como un objeto
conocido (es decir, como un objeto malo o no gratiñcante). Esto es
verdad, aunque con frecuencia se presentan complicadas resisten-
cias a la experiencia de la transferencia (Gill, 1982). De otra manera,
el aniílisis no tiene verdadero efecto sobre el analizando, no es
promisorio, no ofrece esperanzas de contacto ni de transforma-
ción.
El analizando insiste en que el analista siga. siendo un objeto
insatisfactorio de la transferencia; el analista, que lucha por captar
este papel y despojarse de é1, y que se esfuerza por interpretar,
aclarar y comprender la insistencia del paciente, ofrece algo distin-
to, algo nuevo, otra forma de involucrarse y relacionarse. El anali-
zando debe elegir: no ha de elegir sólo una vez, sino a lo largo de
todo el proceso. Así como la isla que soñó Sam siempre esrá ahí,
llamándolo, las viejas configuraciones relacionales tampoco desa-
parecen, sino que siguen existiendo como una posibilidad eterna.
En este sentido, los modelos psicoanalíticos que describen a la salud
como un cambio estructural pueden ser tan engañosos como la
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-, Bowlby sobre el: 34-35, 37, 41, 98; Campbell,J.: 178
-, teoría de Freud sobre el: 39, 5963, carkter (tipo de), y sexualidad: l20l2l
96-99, 105-106 carácter rígido: 292
apolínea, dimensión: 225-226 carencias, y cl sclf como bebé: l9l-198
¿ugumentos, sexualidad y: 122-123 casración, complejo de: 107-108, l17,
Arlow,J., 359-341 123
aspectos preedípicos: 100, l16, 130 catexias objetales: 6l-65, 205-206
Atwood, G.:222,238 cerebro: cvolución del: 2930; fisiologla
autoorganización: 2 l; y sexualidad: 12 l- de} 86, 279280
126; e infantilismo: 197; en la acción cólera:143
terapéutica: 330, 232, 348;véue tan- comer, altcracione! en cl: l32n

136ll
362 ñorc¡eN.ufnco fxuce nNn¡-fnco 363
complejodecastra'ción:'uéasecastración, 267-268
terapéutica: 330-332, t48; véas¿ tatn- dolor: 3940, 9G99; sobre la repeti-
complejo de Dennett, D.:297 bün teneno de lo interpersonal ción compulsiva: 39-40, 96-98, 279;
complejo de Edipo:uCase Edipo, comple- desdiferenciación sexual: 107, 137 -l4l sobre el instinto de muerte: 39, 47,
esquizofrenia: 20t206, 209
jo de desarrollo: ll8, 127-128, 165-170, 185-
Estilu neXróticos (Shapiro): 290-292 98; sobre neurosis: 5657, 83, 8189,
'Comunicado preliminar", de Freud y 187, 211, 314315; cognoscirivo: 32;
evolución: 29-28, 9l-92; aédsc tamñ¿n 96-98, 149, 325; sobre las "primeras
Breuer, 12 del sentimiento del self: 43-48, 127,
Darwin y darwinismo ediciones": 56, 86, 87, 338; concepto
conciencia de sí mismo: 291; conciencia 15&159, 21C220, 326; y la metáfora
excitación: 86-87 del superyó:60,63-65, 128; libre in-
y conciencia de sí mismo: 291; y vo- del bebé: 152; uéase tambi.én infante;
exhibicionismo: 134 terpretación d,e: 70-72; sobre la im-
luntad: 297-305 complejo de Edipo; padres
existencialismo : 19, 277 -284, 295-297, potencia física: 83-99 passim, 108-
conflictos: 315.317; en las teorías del deseo:14
304, 330 109, ll3, 306; sobre la sexualidad:
modelo relacional: 22-24, 100, 136, deseo sexual, r.r¡lnerabilidad del: 130-
145, 187-188 (aéase tamüén modelo
experiencias corporales: teorías del mo- 83-125 passin, 132-136, 137, l4l,
132
delo relácional y: 15, 123-124; uéase 145-146,149; y el razonamiento new-
del conflicro relacional); en la teorÍa deseos, los, en la teoría de la detención
t ambién biología: sexualidad toniano: 85, l7l, 280, 288; y el histo-
pulsional: 22, 16l,186, 188, 32 l, 323 del desarrollo: 186 ricismo: 92-93, 152; sobre el infanti-
(aéose tnmttiln modelo del conflicto determinismo: 27 6-287 passirn, 293-295,
pulsional); y sexualidad: 100, 106-
Fairbairn, W.R.D.: 14, 17, 21,31, 39, 42, lismo:149, l5l,
153-156, 162,
296297, 303 58, 67, 73, 98, I 13, I 6l; y labúsqueda 171176,178, l9l, 205, técnica de la
109, 126 (véase también complejo de determinismo psíquico: 27 6-287 passim,
del objeto: 37, 41, 67 , 78, I 10, 126- interpretación de los sueños: 153;
Edipo); del bebé freudiano: 153-154; 29$295, 296-297, 303 127, 129 objetos "malos": 48, 53, sobre el desarrollo: 16l,169-171,
orientación del desarrollo y: 186- Deutsch, H.:228
178,190,229,268; teoría de la sexua- 21 l; sobre la relación analítica: 178,
189; úose tambiht neurosis dimensión dionisiaca: 226
lidad: 100; teoría de la relación ana- 219220, 321-325; sobre el narcisis-
Constitución de Estados Unidos: 70 dolor: 309; repetición del: 39-40, 9698,
lítica: 178, 200, 330, 331; objetos mo: 201206, 209-210, 215, 232-233,
continuidad: 23, 41, 47-49, 54, 3l f -312; 190
"buenos": 178, 200,268; e infantilis- 243; sobre h ñcionalidad 217; y la
y sexualidad: l2l, 124; e infantilis- duelo:60-61
mo: 178, 192;.determinismo: 294 voluntad: 27 5-27 6, 29&300; sobre el
mo: 169, 175-176; véase ta¡nbién es- "Duelo y melancolía" (Freud): 60-62
familiar y familiarizado, lo: 332 determinismo: 276, 280,293; aéase
quemas repetidvos
Fantasía filogenétita, Una (Freud): 93 también teoría pulsional.
contratransferencia: I 66, 222-224, 336- Eagle, M.:78, 100, 104
Farber, L.: I 28, 283n, 285-287, 290, 292, Friedman, L.:335
343,345 economía pulsional: 62, 66, 68, 69
308 Friedman, M.: 228
"Contribuciones a la teoría del carácter Edipo, complejo de:56,6466, 100, 107-
fe, mala: 278 Fromm, E: 17 , 42, 108n, l2l, 217 , 278,
anal" (Abraham): 112 109, l16
fecundación: ll7-l18 285, 300
creación artística como metáfora de la ello: 66,91,95, l6f, 298
Fenichel, O.: 66, 68, 154, 276-277, 324
vida: 292.297 embarazo: ll7-tl8
Ferenczi, S.: 93 Gagnon, W.:95, 12l-123
creatividad: las ilusiones y la: 23, 218- empatía: en las relaciones auto-objeta-
fetiches: 137-140 Gay, P.: 145
225, 268-269; como metáfora de la les: 47; en la relación analítica: 183.
Feuerbach, L. A.: 241 Gedo,J.: 18, 72
üda: 292, 293,295,296 29?; en el 188, 22 l, 22U224, 243-244
filogenia: 23,92-95 Geertz, C.: 30
inconsciente: 300 energía: 85-86,89, 288
física, metáfora de la mente según la: "gemelidad": 245,256
cultura y biologfa: 15, 29.32 entrega: sexualidad y: 126-742; acciín
280 genitalidad: | | 6- 120 pessirn
terapéutica y: 9+2-343
fisiología: teorías del modelo relacional Gill, M.: 77,334,337, 339-341
Charcot,J.M.: 86,275 envidia: 4243, 132, 158, 180, 189, 213
y: 15, 125; cerebral:86,279280; se- Glover, E.: 323
envidiadelpene: ll7 xual: l?5 Goldberg, A: 164-165, 340
daño, metáfora del: 305-309, t44,346- Erikson, E.: 157, 165
Fliess, W.: 88 Goldberg, Rube: 168
347,349 escape, sexualidad, y: 126"142
Freud, A.: 206 Goldstein, K.: 291
Darwin y el darwinismo: 34, 91.96, 109, Escher, M.C.: 16, 21, 308
Freud, S.: 12-23, 27, 33-34, 55-77; sobre Golgi, C.:86
t57 Esquzma del psicmnáIisis (Freud): 90
la mente: 1416, 2 l, 81, 57, 59, 65, 67, Gould, SJ.: 85,94
Dédalo:230-231 esquemas interpersonales en la acción
85-86, 88, 153,276,298-299; y el Graditn (deJensen): I 37
defecación, perversiones sexuales con: terapéutica: 330-332, 348
darwinismo: 34, 9l-96, 109, 157; y la Greenberg,J.: f3, 69, 74, 160
r37 esquemas repetitivos: 40, 47, 9G98, 190,
adhesividad: 39, 96-99, I 14, 314; so- Guntrip, H.: 129, 186, 189, 190, 325
défensas: las ilusiones como: 23, 209- 2?9,332 bre el principio del placer:3940,61,
2t7, 223-224, 236-237,248, zfr ,257. esquemas ransaccionales en la acción
96-99, 104-105, ll7, 130; sobre el Hampshire, S.: 285n
364 ñorcs ANALfrrco f¡¡uc¡ exR¡,ftrco 365
Hanly, C.: 284 mo del:.281; aéase también bebé, me- 100n, 124, 164, 187, 294; y el reflejo: 16&169, 183, 185-186; y narcisismo:
Hartmann, H.: 68, 16l,206,281 táfora del 47, 7 8, 124, 185, 192, 220-222; sobre 23,227,231-254, 245, 268; pulsión y:
Henley, W.E.:297 inñdelidad sexual: 139 la sexualidad: 100, 123, 124; sobre la 27, 55, 67-79; relación analítica y:
hipnotismo: 321 incrustación en un molde: 312, 314-318 relación analítica: 169, 187-188, 220- 53-54, 199, 307-308, 312-313, 343,
histcria: 87, 275, 287, 302 insigfit:322n,327 221, 223n, 326, 329-330, 337; sobre 348; y sexualidad: I l0.l I l, 124,142-
historicismo: 91.93, 152 instintos: 14; apego e: 34; muerte:40,47, el narcisismo: 218, 220-222, 224, 143, 145-146; e infantilismo: 159,
Hoffman, I.: 334, 339 9 8 ; v é as e t ambila pulsiÓn 234, 238-239, 245, 256; determinis- 164166, l6&169, r76W7,183, 185,
Holt, R.: l0l-103, 109-110, 125 integración: 24,27,72, 76, 207 mo:294 199, 314-316; y volgnÁd, 27g/4gi-
Homero: 310-31I inteligencia artiñcial: 300 Kuhn, T.: 12,29,69,74 296, 30a-305; visiql determinista de
Horney, Karen: l7 internalización: 60-62, 102, 287; trans. Kundera, M,:115 la: 293; metáfogadel daño: 307-308;
mutadora:326 incrustación y: 312, 314-318
fcaro: 230 "interpersonal" (terreno de lo): 21, 50, Lachmann, F.: 123, 157, 161, 164 ,
McDougall,J.: 135
idealización: 258-259; narcisista: 212- 58,76-77 Laing, R. D.: 166 McPhee,J.: 92
222 passin, 227, 231, 231237, 241- interpretación: 322, 524, 327-328, 336- LarYrarck,J.: 95 mente: 85-86, 275, 279-280, 292.293,
245,259269 pcls;m,306 343, 348 lengu{e de la acción: 289290, 322n 296297; teorías pulsionales de la: 14-
identidad: 12l-124; véasc tamüé¡t *,lf interpretación libre: 69-72 lenguqie y experiencia: 30; de "acción": 16, 21, 31, 57, 59, 65, 67, 85-86, 88,
identidad sexual y sexualidad: 12tjl23 intimidad (término): 127; y sexualidad: l0l, 289290 153, 234, 276, 29&299; monádica:
"Identity and sexuality" (Lichtenstein): 130; de la relación analítica: 179; Levenson, E.: 48, 199, 334, 336 14-16, 21, 234,342; diádica (interac-
l2l conflicto en la: 188 lewy, E.: 282 tiva): 12-16, 342; teorías del modelo
identificaciones: 6167, 129, 287, 292, "intrapsíquico" (terreno de lo): 21, 50, libido; aéase pulsión; téoría pulsional relacional sobre la: l4-16, 21, 2931;
318; primarias: 65, 68, 98 58,76-77 Lichtenberg,J.: 36 existencialilno y: 277-278, 296-297
ilusiones: 221269; como defensa: 23, introyección: 62-63, 287 Lichtenstein, H.: l2l-122 mente, modelo estructural de la: 298-
209¡2t7 , 221225 , 236257 , 248, 250, lingüística: 30-31; uéase tambiÍn lenguaje 299; modelo topogriífico de la: 298-
257, 267-268; como creatividad (fa- Jacobson, E.: 16l, 183 Loewald, H.: 13, 14, 18,20, 67, 71,316; 299
vorecedoras del crecimiento): 23, Jensen,J.V.: 137 y desarrollo:45; y sexualidad: l08i y metáforas: 152,292; del animal: 85-l14,
2l&225, 268; véase ta¡nbiht idealizz- juego: 219, 226, 239, 243, 251 narcisismo: 222,223n,227, 235, 243, 142-146,201, 313, 315; del bebé:
ción Jung, C.G.:95, 205 268, 316 t5r-177, 191.198, 201, 238, 313, 315;
Ilustración: 85, 145, 223 de la mente: 279-280, 292; la crea-
imagen de sí mismo:43, 206 Kagan, J.: 156-157 madre: apego del niño a su: 34, 37; sim. ción artística como:292-297; del self
impotencia psfquica: 506; sexualidad y: Ibplan, D.:2ll biosis con la: 45,107,183-184; y el maltrecho: 305-309, 344, 341349
83-99far.rizr, 108, 110, ll3-l14 Kermode, F.: 175 senddo del self: 45-46, 49, l2l,127, metapsicología: 12, 20, 83, 101, 288-289;
impresión:97 Kemberg, O.: 67-68, 72, 160.161, 168, 219; sexualidady: 107, l16-119, 137- uéase tanbi¿n teoría pulsional
incesto (y tabú del): 107 183; sobre la sexualidad: l18-121, 138; y la psicopatología: 127-130, "Mis tesis sobre el papel de Ia sexualidad
inconsciente y albedrío: 297-305 l3l; y el narcisismo: 211-214, 222- 172-175,228; y el narcisismo: 218- en la etiblogía de las neurosis'
individualización: l2l, 165, 215 223,233-2U,237-239 219, 234; la relación analítica como: (Freud): 149
infante: 31-38, 42, 4É48, 314.315; ape- Khan, M.: ll8-120, 127 32G328 Mitchell, S.A.: 13, 69,74, 160
gos dcl: t+tí,3?, !ló&259; seduc- Kierkegaard, S.: 2?5 Mahler, M.: 13, 18,45,63, 156, 158, 165, modelo del co{lflicto relacional: 22; de
ción del: 5G57, 8688, 149, 201, 231; Klein, G.:99-101, 103-105, 106, 109, ll0 2l l; sobre la simbiosis: 45, l2l, 184, la acción terapéutica: 23-24, 199,
sexualidad del 5?,89, 106, ll3-114, Klein, M.: 17, 48,62, 67, 287; sobre la 192,215; y la separación e individua- 201, 330337, 339-343; y la sexuali-
I l$l17, 149; y narcisirmo: 209, 2l l. reparación: 42-43, 78, I 16-1 18, 158; liz¿ción: l2l, 165-166, 215; sobre la dad: 126, 137, 145. e infantilismo:
2r2, 233, 258 sobre la envidia: 42,132,158, 180, relación analltica: 179; ¡r Roüstein: 149, 193,199,201
infantilismo: I 3, 23, 147-202¡ modelo de 189, 213; sobre el infantilismo: 42, 2ls216 modelo médico: 317
la detención del decarrollo e: 23, 166, 179-180, 185, 212, 258; y la se- Manw Eue se dihlan (Escher): 16, 2l, 308 modelo topográfico de la mente: 298-
149, 153-155, l@, l7Sl77, 18F202 xualidad: ll6-121, 132; y el narcisis- masoquismo: 98, 133, 190, 267-268 299
passim, 328; teorfa pulsional c; 149, mo:212,258-259 masturbación: l3l, l.l4 modelos, combinación de: 27, 6&69, 7 2-
153, l6l-169, t75-t76,201, 205; Kohut, H.: 14, 18, 63, 74, 16l,168; y el matriz relacional: 19, 20, 28, 27, 29-54, 76,201
transferencia e 164, 16?,329; y nar- desarrollo del self:4549, 158; y los 197, 3ll-312; tergiversación de la motivos: 285-287, 290
ci¡ismo: 205, 218, 236; determink" objetos del self: 46-49, 54, 78-79, orientación del desarrollo: 23, 165, muerte, instinto de: 40,47, 9&99
366 [.¡¡ICr, n¡rltrfrlco 'fils¡e¡ nNnr"firco 367

narcisismo: 23, 164,203-269; y las rela' Ogden, T.: 229 Psicr¡análisis interpersonal: 20-21, 29, refleúüdad: 43-4b,304
ciones objetales del self: 46, 235; pri- ontogenia: 23, 92 :. 42,47-50,53, 285; y narcisismo: 207, relación analírica: 14,53-54, lll, 219-
mario: 60, 206, 209-210, 215, 233; y oralidad: 34 216217; y la acción terapéutica: 330- 220, 273, 276, 281, 3l&319;.en el
sexualidad: 123, 205-206, 210; nor- organización del self: 30&309, 317 331 modelo de la detención del desarro-
mal: 212; patológico: 212, 227, 234; orientación del desarrollo: 23, 16l-169, psicobiología genética: 58 llo: 21, 24, 186-200 passim, 235-330,
idealización en el 212-223 passim, 17&202 Pshologla d,e las masas y análüi.s dcl 1o 333, 336, 339, 341; en el modelo del
227, 23r, 236237 , 242-245,25&269 (Freud): 62 conflicto relacional: 23, 199, 201,
passim, 305-306; ampulosidad en: pacientes límite: 164; psicopatología se- psicología freudiana del yo: 21, 45, 68, 33G336, 339-340, 341-343; y absti,
212-225 p assim, 231 -252 passim; sano, xual de: 13l; rabia oralde:222 73, 281, 284, 285; y sexualidad: 107, nencia: 164, 166, 219, 323; orienta-
227; seudoidealización en el: 265- padres: 182-187; y la sexualidad de sus ll6, 120; e infantilismo: 154.155, ción del desarrollo y: 178-185, 187-
266 hijos: 87, l2Gl30, 133-134, 136-138' 169, 183; y narcisismo: 207, 211-217 188, 189, 192, 197.198, 199-200;
naturaleza y educación: 32; aéose también 144-145; sexualidad de la Pareja: psicologías del self: 19-21, 50, 53; y la narcisismo y: 2 10,213, 214,215,220-
ambiente 126; y psicopatología: 127'130, 172' relación analÍtica: 53, 330, 3401' y la 225, 235, 236-245, 250-269 passirn; y
necesidades: 186,290 175, 182-183, 186, 198-202, 228-229; seÍúalidad: 124; e infantilismo: 154- la voluntad: 275-277,303-304; y la
neurobiología: 86, 279 y narcisismo: 227 -243 Pasim, 24&266 155; y el narcisismo: 222.238; deter. metáfora del daño: 307-308,344,
neurosis: l 6l, 284, 290, 317, 321, 325; possim; uéae tanbién madre; comPle- minismo en: 294 346; en el modelo del conflicto pul-
Freud, sobre las: 5&57, 83, 85-88, jo de Edipo psicopatología: 39-43, 50, 57, 59, 86, sional: 322.325, 328-329, 335, 339,
96-97, 149, 325; y la sexualidad: 83, paradigma, cambio de: 29-30 158, 291, 312; esquemas repetitivos 34t
85-88, 120, 130-131, 139, 149; teoría pasividad: orientación del desarrollo y: en: 3940, 97-98, 190, 179, 332; se- relación intrínseca:3138, 48; relación a
pulsional sobre la: 87-88, 164, 201, 185.186, 189-l9l; determinismo y: xualidad y:83, 8687, l19-121, 124, propósito: 3943,48; relación por im-
205, 339; e infantilismo: 149, 189, 294 130-132, 139140, l4l.l42; relacio-
¡licación: 43-47, 49
20 l; y narcisism o: 205, 214¡' úase tam' Penélope: 311, 333 nes entre el hijo y el padre: 127-129, Rzlciciones objetalzs en Ia teoría psicoanali
óién histeria; neuróticos obsesivos pensamiento newtoniano: 85, l7l, 280, t72-t75, 182-184, 186, l9&202, 228- fica (Greenberg y Mitchell): 69
neuróticos obsesivos: 13l, 302 288 230; e infandlismo: 154, 164, 169- religión: teoría pulsional y: 91, 281; idea"
Nietzsche, F.: 209, 225, 230, 292 perfección y daño: 305-306; uéase tan' 1 75, 182-183, 1 99, 20 1; modelo de.la lización en la:241-242; la mente se-
niños vejados y maltratados, apegos de bién idealización dercnción del desarrolloy: 170, 199, gún la; 279-280
los:39; aéase tatnbiin desarrollo; in' Person, E.: 123, 125 201, 325; orientación del desarrollo reparación: 42, 78, I l6-l l9
fantes personalidad: 38; objetos y: 48; sexuali- y: 183, 189-191, 201; modelo del con- represión y albedrío: 297-305
noche de los tiempos: 92 dad y:120-122 flicto relacional y: lg9, 201, 332; y reproducción sexual: I 17-l l8
Nueaas conferencias de introducción al psi' perversiones sexuales: Il8'120, 124, narcisismo: 205-206, 209; conciencia resistencia: 322
coanálisis (Freud): E3 132-t42,206 de uno mismo y: 291; meuífora del responsabilidad: de las neurosis: 201; y
Piaget,J.: 291 daño para explicar la: 195-199,344, determinismo: 283; aéase tanbi"én vo-
objeto: del self: 4649,54,78, 100n, 124, Pine, F.:68, 73-74, 163 347, 349; autoorganización y: 317; luntad; albedrío
164, 187, 235; "malo":48, 53, 178, placer, principio del: 3940, 62, 9G98, uéase tambün neurosis Robbins, M.:229,234
190, 229, 268, 232, 348; narcisismo l0&106, 117-118, 129-130 pulsión: 14, 37, 105-106, 288; y la matriz romance: 120
y: 60, 178-185, 200, 209-210, 237,268 Platón: 44, 9l relacional: 27 ,55,67-79;apego y: 34, romanticismo: 223
(aéase tambi¿n idealización); internali- política, metáfora de la mente en la: 280 37; búsqueda objetal: 37, 39, 40, 126; Rothstein, A.: 160, 2ll, 214-216, 234
zación del: 60-63, 102; pérdida del: Porter, F.: 236 uéase también teoría pulsional Rutter, M.: 170
60-65; sexualidad y: 88.91, 96, 102, prehistoria: 92-93 Ryle, G.: 289
I 10, 1 l2-r 13, I l5-121, 124, r26-t27, primitivismo: 92, 98, 145, 167-168; aéase racionalidad: 2lo2ll, 223
i34136; el analista como: 178.185, también artimaJidad Racker, H.: 200, 263,330-331, 334, 336 sadismo: 133
I99-201, 348; "bueno": l7&185, 200, promiscuidad: 128, 14l Rank, O.:285,292 Sampson, H.: 291, 300
258, 268; estimulante: 200; ideal: proyección: 47, 78, 124, 185, 191, 220' Rapaport, D.: 281 Sandler,J.: 74, 334
258; seudoideal: 258; "viejo' y'nue' 222 razonamiento desarrollista: l69l 75 Sartre, J.P.: 217 -281, 286, 296
vo": 268; arcaico, apego al: 318 "Proyecto de psicología" (Freud): 87 recuerdos (reminiscencias): 56, 87-88; Schafer, R.: 18, 20, 50, 100-101, 125,
objetos delself: 4649,54,78, l00n' 124, psicoan:ílisis, acción terapéutica del: 21, de seducción infantil: 56, 87; según 143; sobre el lenguaje de acción: 101,
164, 187,235 23, 273, 317'349; aéase ta¡nbién relz' el modelo del conflicto pulsional: 289-290, 322n; y la sexualidad: 103,
Odisea, La, de Homero: 311 ción analítica 32r,323 107, 109; y la relación analítica: I I l,
368 ño¡cr nN¡rfr¡co fNorcr ¡,Nnrfrlco 369
334; y los bebés: 156; y la voluntad: de los sueños: 153 29,39,49,67, 190; y la relación ana- la detención del desarrollo y:328; en
278, 282,283, 285, 287-292, 301, Sullivan, H.S.: 14, 17, 31, 38, 4l-42,53, lítica: 53, 325, 329, 331, 332; y la el modelo del conflicto relacional:
305, 308; sobre el h\s¿ghtt 322Í 16l, 167,285,303; sobre la sexuali' teoría pulsional: 70, 75-74,98, I13, 336, 338, 342; véase tarnbün contra-
Schecter, D.: 332 dad:99-100, 131; "yo bueno" según: l6l-168; e infantilismo: 155, 159. transferencia
Schwartz, M.: 236,338 128, 315; y la transformación malin" 169, 199-200; estrategia de la altema. trauma: 86-87
seducción infantil: 56-57, 86-89, 149, tencionada: 132, 189; "yo malo": tiva radical en: 1fu169 Qtéosc tambün Tres ensayos de teoría sental (Freud): 88-89
201,231-232 136; y la autoestima: 206, 279; sobre orientación del desarrollo); y narci-
.self, desarrollo del sentido del: 43-50, las ilusiones:216-217,2411, y la volun- sismo: 206-207; determinismo en: valoración excesiva: 209-210, 228, 232
' 127, 158-159, 219-220, 325; narcisis' tad: 27&281, 294; desarcnción selec' 294295 Veltre, T.: 102
mo y: 47, 206-207, 210, 213-215, 218- dva según: 300-501 teorías sobre la matriz relacional: l3-22, victorianismo: 215-27 6, 280, 286, 297
222, 234;y sexualidad: it¡-t t 7. tZt- Sulloway, F.: 92, 93, 97 27,49-50, 198-202, 314; de Ia mente: Volaire, F.: 258
126; "verdadero": 126128, 135, 326; superyó:60, 6$65, 128 14-16, 20-21, 29-31; y el conflicto: voluntad, fuerza de, concepto victoriano
"falso": 127, 315, 326; maltrecho: 22-23, 99, 136, 145, 188; integración de la: 27 5, 27 6, 280, 286, 297
30s309, 344, 346, 348-349 técnica psicoanalítica del modelo del de: 27, 7 6-7 9, 207 ; y las identificacio- voyeurismo: 134
separación e individualización: 121, 165, conflicto pulsional: 321-326, 328, nes: 62-66; y la sexualidad: 83-84,
2t5 333, 339, 341 I I 0-l 14, 124-142; en la relación ana- Waelder, R.: 73
seudoidealización: 258-259; na¡cisista: teoría clásica: 159; uéase tamüén teoríz lítica: ll0-lll, 178-179, 199-200, Weiss,J.: 291, 300
265-262 pulsional; Freud, S. 32+332, 348-349; y la orientación del Wheelis, A.: 283
sexualidad: 22-23, 81-146, 205; infantil: teoría pulsional: 12-24, 34, 37, 39, 47, desa¡rollo: l5&159, 188, 199; y nar- Whitehead, A. N.: 292
57,89, 106, llll14, l16l17, 149; 55-56, 58-59, llO113, 159-160, 165, cisismo: 206; véasc tambdá¿ teorías de Will, O.: 188
teoría pulsional y: 83-126 passim, 205; y el conflicto: 22, 16l,186, 188, la detención del desarrollo; psicolo- Winqicott, D.W.: 13, 14, 17, 29, 58, 78,
132, 142-143, 146; teorías del mode- 321, 323 (véase tamb¿én modelo del gía del yo, psicoanáIisis interperso- 114,227i sobre el desarrollo: 4í49,
lo relacional y la: 84, 109-114, 124- conflicto pulsional); y la matriz rela- nal; teorías de las relaciones objeta- l 18, 127.128, 155, 165-166, 186,219-
142; y la metáfora del animal: 84-l 14, cionzl 27, 55, 67, 7 9; y las idendfica' les; psicologías del self 220, 325; sobre el "self verdadero":
142-'/-46,313, 315; y suciedad: 136; ciones: 65-67, 287; combinación de totemismo:65 126127, 135, 326; sobre el "falso
perversiones y: ll8-119, 124, 132' modelos con la: 68-69, 72, 76,. 201; tradición cristiana: 91, 281 self": 127, 135, 325; y la relación ana-
143, 206; narcisismoy: 123, 205, 210; interpretación libre y: 69'72; teorías tradición judeo-cristiana: 9 I lítica: 179, 219-220,325-330; sobre la
infidelidades: 139; aease también se' de las relaciones objetales y:70,73, tradición platónica-cristiana: 91, 281 intimidad: 188; y el narcisismo; 218.
ducción infantil 74,97, ll3, 16l-168; y sexualidad: tragedia, teoría nieuscheana de la: 225- 220, 222, 227, 238, 243; el determi-
sexualizaciones: 100, 130 83-126 passim, 132, 142, 146; y la 226 nismo segrin: 293-294
Shapiro, D.: 285, 290-292, 308 metáfora del animal: 85-114, 142, transferencia: 33G343, 348; e infantilis- Wittgenstein, L.: 289
Shengold, L.:339 146, 201, 313; Schafer y: 103, 109, mo: 164, 167,323;y narcisismo: 218,
significado: 3 l; voluntad y: 292-297 143, 287-290; e infantilismo: 149, 220-222, 237 -247 passin, 253-268 pas. Yeats, W.B.: 141
simbiosis: 45, 107, l2l,
183-184, 192, 153, 161.168, 169, 175, 201-202, 205-
.sint; en el modelo del conflicto pul- Yo y el ello, EJ (Freud): 63-66
215,229,25t256 206; y narcisismo: 201207, 209'210, sional; 322-323, 33&339; modelo de yo: 6667, 161, 276-277, 281, 298
Simon,J.: 95,122-123 231-232, 233, 234; y determinismo:
Skinner, B.F.: 105,285 281, 285
"Sobre el narcisismo" (Freud): 60, 231- teorías de la detención del desarrollo:
232 2l-22; y la relación analítica: 21, 23,
Spence,D.: lll l8s20l passim, 324-330, 333, 336,
Spitz, R.: 165 33$3al; e infantilismo: 2r, 149,153,
Stern, D.: 31,48, 130, 165, 174 155, 169, 176-177,185.202 Passim,
Stoller, R.: 123, 136 328; y narcisismo: 23, 218, 224,231,
Storolow, R.: 123, 16l, 165, 206,222, 238
238 teorías de las escuelas británicas: 19, 21,
Stravinsky, 1.:234235 58,67, 154; aéosc tambi¿n Bowlby,J.;
suciedad, sexualidad y: 136 Fairbairn, W;R.D.; Winnicott, D.W.
sueño, actividad del: 300; interpretación teorías de las relaciones objetales: 1921,
lr

texto compuesto en baskerville l0/12


por compusenicios especializados en edición, s. de r.l. mi
impreso en cuadratín y medio, s.a. de c.r,.
dr. véniz 931-a, col. narlarte
03020 méxico, d.f.
dos mil ejemplares y sobrantes
l0 de septiembre de lg93
Hay tantas teorías psicoanalíticas h-oy
qué naOie sabe qué hacer con ellas, yla
complejidad del cuerpo entero del
y-ps¡coanalítico
lo han vuelto titubeante. En
iáaC¡onaies en psicoanálisis Stephen A. Mitchell
hebras de las tradiciones de los principales
r"lá"ünáf"i (psicoanálisis interpersonal, las teorí{s de la
ingl,;sa de las relacionós objetales, psicofogía del
"rór"rá
self y psicóanálisis existencial) en un estudio-q
mucf,bs de los problemas y controversias más
en el osicoanálisis teÓrico y clínico.
El primer libro de Mitchell, Obiect relations in
#;'y;;iá "i ""4¡"iááÉí;;".
para esta integración al
Ját n. cóeirfero, sénté
proporcionar uf extenso
las báses
;áüb-;Jtt¡áá¡vo ¿e-tas principales ideas soble la clásico
;;trr;btá Jb las relacionás nrmánas En ese parftdigmas
est'$oio
é;ilb*s t Mitchell diferenciaban entrelasdosrelaciQnes con los
bá;ü;, modelo pulsional, en el cual
"i
ótt"t u" originan y{brnTan per la nreoosidod de.grpt+fúoaciones
oulsionalesl y varlos modelos relaclonales, en losl
como
bue las relacjones se toman I

rjrimarias e irreductibles l-
En ééi" ñueuo trabajo Mitchell argurytenta que el rSodelo
oulsional ha sobrevivido a su utilidad. El modelo rplacional'
por su parte, ha sido desarrollado fragmentariampnte por
biferenies autores que rara vez reconocen y explpran 19, - - -
común de sus supuestos o la riqueza complemerftar¡a de sus
ountos de vista. En este audaz esfuerzo por ela una
ieoría integradora, Mitchell traza las principales de los
tradicionaies modelos de relaciones en un uniticado
del oensamiento psicoanalítico, más Útil que el a
moáelo pulsional y más inclusivo que cualquiera las
teorías individuales del modelo relacional larun
análisis relacional integrado del significado de
sexualidad, el impacto de experienclas tempr la relación
pasado con el presente, la interpenetración ilusión y
del
realidad, la importancia del albedrío, la de
experiencias dolorosas, la naturaleza de la
psicoanalÍtica y el proceso de cambio analítico' libro debe
ber leído por psicoanalistas, practicantes, al
psicoanáiisis y estudiantes de la materia'
braduados o Por graduarse
5táónen R. lr¡itcnéll eierce de manera privada en ciudad de
I lnstituto
Nueva York. Es analista supervisor en la facultad
William Alanson White y miembro del programa t

posdoctorado en psicoanálisis en la facultad de


Universidad de Nueva York.
-23- 1 868-8

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