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ESCUELA: DERECHO

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO DE JOHANNES HESSEN

PARÁFRASIS

PRESENTADO POR: ESPINO FLORES, Keny

GRUPO: 3

PROFESOR: GAMARRA SULCA, Regys

AYACUCHO – PERÚ
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
(JOHANNES HESSEN)

INTRODUCCIÓN

1. LA ESENCIA DE LA FILOSOFÍA

Platón y Aristóteles definen que la filosofía es ciencia pura. Mientras, Sócrates


considera como creador de la filosofía occidental, una autorreflexión del espíritu
sobre sus valores supremos, teóricos y prácticos, de lo bueno y de lo bello. Para
Aristóteles, la filosofía se dirige al conocimiento científico y a su objeto: el ser.
Concepción del universo.

Cicerón: la filosofía es como “la maestra de la vida, la inventadora de las leyes,


la guía de toda virtud.”

Los elementos de la filosofía son: la concepción de “yo” y “concepción del


universo”, además es la vecindad de la ciencia universal, por ello tiene dos caras:
una mira a la religión y al arte, mientras la otra mira a la ciencia.

La esfera total de la filosofía se divide en tres partes:

- Teoría de la ciencia: formal (lógica) y, material (teoría de conocimiento).


- Teoría de los valores: valores éticos, valores estéticos y valores religiosos.
- Concepción del universo: metafísica de la naturaleza y metafísica del
espíritu.

Por otro lado, concepción o teoría del universo que investiga los valores de Dios,
la libertad y la inmoralidad.

Teoría del conocimiento se puede definir como la teoría del pensamiento. Este
se divide en: Teoría del conocimiento general, que investiga la diferencia del
pensamiento al objeto en general.
Por otro lado, la teoría del conocimiento especial, hace tema de investigaciones
críticas, los principios y conceptos fundamentales en que se expresa la
referencia de nuestro pensamiento a los objetos.

La teoría del conocimiento como disciplina autónoma aparece por primera vez
en la edad media, cuyo fundador es John Locke, con su obra “ensayo sobre el
entendimiento humano”, 1690. Sin embargo, el verdadero fundador de la teoría
del conocimiento dentro de la filosofía es Enmanuel Kant, con su obra maestra
“La Epistemología” (crítica de la razón pura, 1781). No investiga el origen
psicológico, sino, la validez lógica del conocimiento; no pregunta cómo el método
psicológico o cómo surge el conocimiento, sino cómo es posible el conocimiento,
sobre qué bases y sobre qué supuestos supremos descansa. Por ello, la filosofía
de Kant se llama el trascendentalismo o criticismo.

El neokantismo se esforzó por tratar una separación neta entre los problemas
epistemológicos y los metafísicos. Por tanto, la filosofía corrió en peligro de
reducirse a teoría del conocimiento.

PRIMERA PARTE

TEORÍA GENERAL DEL CONOCIMIENTO. INVESTIGACIÓN


FENOMENOLÓGICA PRELIMINAR.

El fenómeno del conocimiento y los problemas contenidos en él.

La teoría del conocimiento es una explicación e interpretación filosófica del


conocimiento humano, donde usa métodos del fenomenalismo diferente a
psicológico. En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto,
el sujeto y el objeto, relación de estos miembros, separados del uno y del otro.
Dualismo del sujeto y objeto pertenecientes a la esencia del conocimiento.
“El sujeto solo es sujeto para un objeto y el objeto solo es objeto para el sujeto”,
es lo que son en cuanto son recíprocamente; esta correlación no es reversible,
el sujeto es diferente al objeto. En el sujeto surge la imagen de objeto, por lo
que el objeto es determinante, así como el sujeto es determinado. Esta imagen
es objetiva, en cuanto que lleva es sí los rasgos del objeto.

Los objetos se dividen en: objetos reales, que son todo lo que nos es dado en la
experiencia externa, interna o se infiere de ella. Por otro lado los objetos ideales
son como meramente pensado, por ejemplo los sujetos de la matemática,
números y figuras geométricas, poseen en sí un ser o trascendencia en sentido
epistemológico. “El verdadero conocimiento es tan solo conocimiento
verdadero”. Un conocimiento falso, no es propiamente conocimiento, sino un
error e ilusión. El conocimiento presenta tres elementos principales: el sujeto, la
imagen, el objeto. El fenómeno del conocimiento por el sujeto: psicológica; por
la lógica, con la lógica, por el objeto con la ontología.

Algunos filósofos definen que, no es el objeto el que determina al sujeto, sino, el


sujeto determina al objeto, es decir, a la inversa.

CAPITULO I

POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO

1. EL DOGMATISMO

Es la primera y antigua en psicología e históricamente. Para él no existe todavía


el problema del conocimiento, el contacto entre el sujeto y el objeto no puede
parecer problemático a quien no ve que el conocimiento representa una relación.
El dogmático pasa por alto el sujeto y su función.
En consecuencia, el dogmatismo se divide en: dogmatismo teórico, que es
conocimiento teórico; por otro lado el dogmatismo ético y religioso que consiste
en conocimiento de valores. El dogmatismo ético se trata del conocimiento moral,
mientras el dogmatismo religioso trata del conocimiento religioso. “El
dogmatismo es el proceder dogmático de la razón pura, sin la crítica de su propio
poder”.

2. EL ESCEPTICISMO

(Cavilar, examinar)

Según el escepticismo el sujeto no puede aprehender del objeto, por ello no se


debe pronunciar ningún juicio, sino abstenernos de hacer juicio, de tal modo
enseña que no hay verdad. El escepticismo no ve el objeto, solo se fija en el
sujeto. En el terreno de valores se encuentra el escepticismo ético y el
escepticismo religioso; según el escepticismo ético es imposible el conocimiento
moral; y así según el escepticismo religioso no se puede llegar a un conocimiento
religioso.

Es necesario considerar de manera distinta entre el escepticismo metódico y el


escepticismo sistemático. El primero considera que hay que empezar poniendo
dudas a todo lo que se presenta a la conciencia natural como verdadero, para
eliminar lo falso y llegar a un saber absolutamente seguro. Pirrón recomienda la
abstención de todo juicio, considerando que no se llega a un contacto del sujeto
y el objeto. Sin embargo, el escepticismo medio sostiene la posibilidad de llegar
a una opinión probable.

3. EL SUBJETIVISMO Y EL RELATIVISMO

Plantea que no hay una verdad universalmente válida. El subjetivismo limita la


validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga; cuyos representantes son los
sofistas (argumento con que se quiere defender a lo que es falso). El
subjetivismo individual propone que el juicio es válido únicamente para el sujeto
individual que formula (por ejemplo 2x2=4), sin embargo para otros puede ser
falso; esto es válido solo para el ser humano.
El relativismo está emparentado con el subjetivismo. Según él no ha verdad
absoluta, por ello, Protágoras dice que, “el hombre es medida de todas las
cosas”. El subjetivismo y el relativismo, en fondo, son escepticismo, porque en
sí niegan la verdad de manera indirecta.

4. EL PRAGMATISMO

Pragmatismo significa acción, cuyo fundador es Wiliam James. La verdad no es


un valor teórico, sino tan solo una expresión para designar la utilidad. El
pragmático no ve la esfera lógica, sino que abandona el concepto de la verdad
en el sentido de concordancia entre el pensamiento y el ser. El verdadero es útil,
valioso, fomentador de vida.

5. EL CRITICISMO

Enmanuel Kant es el representante. Es la posición intermedia entre el


dogmatismo y el escepticismo donde examina todas las afirmaciones de la razón
humana y su conducta es reflexiva como también la crítica. Según ellos este
método para llegar a la certeza en cuestión de la posibilidad del conocimiento, a
la vez el criticismo es la única posición justa.

CAPITULO II

EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

Para formular un juicio nos apoyamos a nuestros sentidos en experiencia o de


pensamiento, en mayoría de nuestros casos con una pregunta, ¿Dónde reside
el origen del conocimiento? Puede tener en sentido psicológico como también
en sentido lógico.
1. EL RACIONALISMO

Es la posición epistemológica que ve en el pensamiento y razón como fuente


principal del conocimiento humano, “todo los cuerpos son pesados”. La forma
más antigua del racionalismo se encuentra en Platón, y este plantea que los
sentidos no conducen a un verdadero saber, las cosas son las copias de las
ideas. Para Plotino, el mundo de las ideas son el espíritu del universo; mientras
San Agustín de Hipona plantea que el conocimiento tiene lugar siendo el espíritu
humano iluminado por Dios, en su teoría de “la iluminación divina”. En el
racionalismo, el pensamiento es la única fuente del conocimiento.

2. EL EMPIRISMO

El fundador de empirismo es Jhon Locke. Esta teoría se basa en la experiencia,


por lo cual se opone al racionalismo. El empirismo plantea que la única fuente
del conocimiento humano es la experiencia, partiendo de los hechos concretos.
El alma es papel blanco que la experiencia cubre poco a poco con sus trazos de
escritura. En consecuencia la experiencia se divide en: experiencia externa que
se basa en sensación, mientras la experiencia interna, en reflexión.

3. EL INTELECTUALISMO

Define que el racionalismo y el empirismo son antagónicos (contrarios, en


oposición). Por ello el intelectualismo es el mediador de entre los dos y la
concordancia en opinión del racionalismo y el empirismo para los ambos
factores (pensamiento y experiencia) que tienen parte en la producción del
conocimiento.

4. EL APRIORISMO

El apriorismo considera que el pensamiento y la experiencia son como fuentes


del conocimiento, pero sus definiciones es en un sentido opuesto al
intelectualismo. Su representante máximo es Emanuel Kant, quien plantea que
la materia del conocimiento procede de la experiencia y la forma, del
pensamiento.

5. CRÍTICA Y LA RAZÓN PROPIA

Al exponer el racionalismo y el empirismo, habremos de separar rigurosamente


el problema psicológico y el problema lógico. Debemos hacer una distinción entre
el conocimiento propio de las ciencias ideales y el propio de las ciencias reales.
Unos y otros tendrían la completa razón si limitasen sus teorías epistemológicas
a aquella esfera del conocimiento que tienen a la vista. Por ello, es imposible
establecer leyes generales en la ciencia de la naturaleza.

CAPITULO III

LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO

El verdadero problema del conocimiento consiste en el problema de la relación


entre el sujeto y el objeto. Por tanto encontramos algunas soluciones pre-
metafísicas y metafísicas que puede ser favorable para el sujeto tanto para el
objeto.
1. SOUCIONES PREMETAFÍSICAS

1.1. EL OBJETIVISMO

Consiste en que el objeto determina al sujeto, según él algo que presenta una
estructura totalmente definida, estructura que construida por la conciencia
cognoscente. Platón fue quien ha definido de esta manera en su teoría de las
ideas (para Husserl es esencia). En el caso de Platón, considera como intuición
de las ideas suprasensibles, mientras para Edmundo Husserl, es la intuición de
las esencias.

El objetivismo fenomenológico se alía en Husserl con el idealismo


epistemológico; en consecuencia, el objetivismo define que el centro de
gravedad del conocimiento reside en el objeto, el fundamento sobre el que
descansa el edifico del conocimiento.

1.2. EL SUBJETIVISMO

Según el subjetivismo se trata de fundar el conocimiento humano en el sujeto


superior, trascendente. Se dice que la verdad ya no está fundada en un reino de
las realidades suprasensibles. San Agustín coloca las ideas Platónicas en el
espíritu divino, contenidos lógicos de la razón divina, pensamientos de Dios.

2. SOLUCIONES METAFÍSICAS

2.1. EL REALISMO

El problema del sujeto y del objeto, no existen según ellos, las cosas son tal
como percibimos, todas sus propiedades convienen a las cosas objetivas
(realismo ingenuo). Por tanto para el realismo natural y realismo ingenuo es
absurdo que la sangre no sea roja, ni el azúcar sea dulce, sino ellos existen en
nuestra conciencia, es el fundamento más exacto. Mientras, para el realismo
crítico los colores, los sabores, los olores, los sonidos únicamente existen en
nuestra conciencia, no tienen el carácter objetivo, sino subjetivo.
2.2. EL IDEALISMO

El idealismo epistemológico sustenta la tesis de que no hay cosas reales,


independientes a la conciencia. La realidad tiene por fondo fuerzas espirituales,
potenciales ideales; lo mismo con respecto de Dios, a quien consideraba la
causa de la aparición de las percepciones sensibles en nosotros. En tanto que
consideran dos clases de objetos: los objetos de la conciencia que se basa en
representaciones y en los sentimientos, por otro lado los objetos ideales se basa
en los objetos de la lógica y de matemática.

2.3. EL FENOMENALISMO

Considera que no conocemos las cosas en sí, sino como nos parecen;
únicamente las sensaciones son objeto inmediato de conocer desde el punto de
vista del materialismo dialectico. La tesis básica del fenomenalismo es
inconsistente, ya que en este conocimiento se separa de la realidad. El
fenomenalismo niega a las cosas, las cualidades primarias como: la forma, la
extensión, el movimiento, todas las propiedades espaciales y temporales, y las
desplaza a la conciencia.

En conclusión se puede resumir la teoría de fenomenalismo desarrollado por


Kant, en tres proposiciones: la cosa en sí es incognoscible; nuestro conocimiento
permanece al mundo fenoménico; este surge en nuestra conciencia porque
ordenamos y elaboramos el material sensible con arreglo a las formas a priori y
de la intuición y del conocimiento.

2.4. CRÍTICA Y POSICIÓN PROPIA

Crítica del realismo e idealismo. El idealismo no logra demostrar que la posición


realista sea contradictoria. Por otra parte, el realismo tampoco consigue abatir
definitivamente a su adversario. Ni el realismo, ni el idealismo pueden probarse
o refutarse por medios puramente racionales.
3. SOLUCIONES TEOLÓGICAS

a) Solución monista y panteísta

El idealismo borra en cierto modo el carácter real, mientras el realismo deja a


ambos su coexistencia. El monista trata de absorberlos todos en una última
unidad. El sujeto y el objeto, el pensamiento y el ser, la conciencia y las cosas,
aparentemente son una dualidad; en realidad son una unidad. Espinoza sostiene
que el centro de su sistema está la idea de la sustancia, cuyos atributos son: el
pensamiento y la extensión. Por tanto expresa es frase: “el orden y enlace de
las ideas es el mismo que el orden y enlace de las cosas”.

b) solución dualista y teísta

El dualismo empírico del sujeto y el objeto tiene por base un dualismo metafísico
como causa creadora del universo. Dios ha coordinado de tal suerte el reino ideal
y el real, en consecuencia muestra que la divinidad como origen común del sujeto
y el objeto. Mientras el teísmo cristiano, como Santo Tomás de Aquino y San
Agustín de Hipona, responden a una filosofía moderna y consideran la conexión
y el orden del universo descansan en una armonía establecida originalmente por
Dios.

CAPITULO IV

LAS ESPECIES DEL CONOCIMIENTO

1. EL PROBLEMA DE LA INTUICIÓN Y SU HISTORIA

El conocimiento intuitivo consiste en conocer viendo en el punto inicial y el punto


final de un determinado objeto. El ser espiritual del hombre presenta tres fuerzas
fundamentales el pensamiento, el sentimiento y la voluntad, conforme a esta
debemos distinguir una intuición racional, otra emocional y otra volitiva. Por ello,
todo objeto presenta tres aspectos o elementos: la esencia coincide con racional,
existencia con volitiva; y valor con la emocional.
San Agustín habla de una visión de lo inteligible en la verdad inmutable,
considera que él que se trata de una intuición puramente racional; así como
Plotino, también él conoce un grado superior de visión divina: en la experiencia
religiosa, encontramos en contacto con Dios.

La contienda entre los agustinos con su partidario San Buenaventura, quien


propone que Dios puede ser experimentado y vivido inmediatamente; y el
aristotelismo que domina el siglo XIII, no es el fondo otra cosa que una contienda
a los derechos de la intuición, en especial de la intuición religiosa. Estos
proponen que Dios necesita ser demostrado.

2. RAZÓN Y SINRAZÓN DEL INTUICIONISMO

EL admitir o rechazar un conocimiento intuitivo junto con discursivo –racional,


depende ante todo de cómo se piensa sobre la esencia del hombre. Quien piensa
que el hombre es un ser teórico, solo admitirá un conocimiento racional; y para
otros puede ser contrario como que el hombre es el centro de gravedad del ser
humano. Sin embargo, para el filósofo, cuya función propia en la vida es conocer,
concluye con demasiada facilidad “juzgando por sí mismo a los demás” y
concibiendo al hombre en general como un sr predominantemente cognoscitivo.

Al exponer la historia del problema de la intuición, podemos notar la importancia


de la teoría del conocimiento intuitivo-místico de Dios ha presentado en la historia
de la filosofía y de la teología. Los defensores del intelectualismo religioso, que
solo admiten un conocimiento discursivo-racional en la esfera religiosa y que
confunde la religión con la metafísica. Por ello, la metafísica debe oponerse al
intelectualismo religioso el hecho de que la certeza que el hombre religioso
posee respecto de Dios es de índole completamente distinta de la que se obtiene
mediante complicados razonamientos metafísicos.
CAPITULO V

EL CRITERIO DE LA VERDAD

1. EL CONCEPTO DE LA VERDAD

Consiste en la descripción del fenómeno de conocimiento, para la conciencia


natural, la verdad del conocimiento en lo que concuerda el pensamiento con el
objeto. La verdad significa algo puramente formal, coincide con la corrección
lógica, se halla implícita en la posición que hemos tomado en la discusión entre
el idealismo y el realismo. Aunque el espacio y el tiempo solo existan
formalmente en nuestra conciencia, debemos admitir que los objetos tienen en
sí ciertas propiedades que nos inducen a emplear esas formas de intuición, y lo
mismo cabe decir las formas del pensamiento, de las categorías.

El idealismo representa el intento de suprimir el dualismo del sujeto y el objeto


en el problema del conocimiento y de estatuir un monismo epistemológico.

2. EL CRITERIO DE LA VERDAD

La verdad significa la concordancia del pensamiento consigo mismo. Nuestro


pensamiento concuerda consigo mismo cuando está libre de contradicciones
solo entonces; el pensamiento no se encuentra con objetos reales, sino con
objetos mentales, ideales, en cierto modo permanece dentro de su propia esfera.
En el círculo de la auto-certeza de la conciencia no solo entra el juicio “veo un
blanco y un negro, sino también el juicio el negro es distinto del blanco. Esto se
funda simultáneamente con estos dos contenidos de la sensación, que llamamos
negro y blanco, con arreglo al lenguaje usual, nos dada su diversidad.

Todo conocimiento científico posee validez universal, y que no puede tomarse


en consideración la evidencia en el sentido descrito, como criterio de la verdad,
en la esfera teórica y científica. No obstante muchos filósofos sostienen que la
evidencia es un criterio de la verdad en la esfera teórica, pero entienden la
evidencia en el segundo sentido antes indicado.
El fundamento lógico de los juicios citados no reside en la evidencia, sino en las
leyes lógicas del pensamiento. Si nos preguntamos cuál es el fundamento de las
mismas leyes supremas del pensamiento, es evidente que estas leyes tienen
que fundarse en sí mismas. Pero hay principios del conocimiento que no pueden
reducirse a las leyes lógicas del pensamiento, como uno de ellos, el principio de
causalidad. Lo que garantiza la validez de los principios no es la vivencia
matizada de la evidencia, sino la íntima intuición de la fecundidad sistemática
de los mismos.

SEGUNDA PARTE

CAPITULO VI

TEORIA ESPECIAL DEL CONOCIMIENTO

1. SU PROBLEMA

La teoría del conocimiento trata de estudiar la significación objetiva del


pensamiento humano, la referencia de este a sus objetos. Por eso la
caracterizamos también como teoría del pensamiento verdadero. La teoría
especial del conocimiento consiste esencialmente una teoría de las categorías.
La discusión del origen lógico de las categorías es a la vez una explicación del
carácter de su validez. Mientras la metafísica quiere llegar a conocer la estructura
esencial del universo, los principios de toda realidad, partiendo de los hechos de
experiencia: certeza y realidad.

2. LA ESENCIA DE LAS CATEGORÍAS

Podemos notar dos concepciones de la esencia de las categorías frente a frente


como: las categorías son formas del ser, propiedades de los objetos; por otra
parte, son formas o determinaciones del pensamiento. Son concepciones
realistas y objetivistas (idealista y apriorista).
El idealismo no logra hacer comprensible por la naturaleza del pensamiento, ni
la diversidad de las mismas formas categoriales, ni la diversidad de sus esferas
de validez. Tampoco puede explicar el hecho de que las determinaciones
categoriales están en conexión regular con otras y de que la afirmación de la
existencia de una categoría o de un complejo de ellas en relación a uno o varios
objetos se haga con una seguridad y un rigor que no ceden a la comprobación
de las realidades empíricas inmediatas. Por consiguiente deben existir
relaciones regulares entre el objeto y las categorías. Aunque la naturaleza y las
formas de acción de estos de estos factores como tales no sean directamente
cognoscibles, pero si concebibles, tenemos al menos un conocimiento indirecto
simbólico, de ellos, una traducción de su ser en el lenguaje de la conciencia.

3. EL SISTEMA DE LAS CATEGORÍAS

En el curso de la historia de la filosofía se han hecho muchos ensayos para


agrupar las categorías. Por ejemplo, Aristóteles distingue diez clases de
afirmaciones del ser o categorías:

- Sustancia o esencia (por ejemplo, hombre, caballo).


- Cantidad (dos o tres varas de largo).
- Cualidad (sabio, culto).
- Relación (menor que este, mayor que aquel).
- Lugar (el mercado).
- Tiempo (hoy, ayer).
- Posición (está echado, está sentado).
- Estado (está armado, está vestido).
- Acción (salta, corre).
- Pasión (es cortado).

Los elementos esenciales de la proposición son el sujeto y el predicado. La


categoría Aristotélica de la sustancia no es en el fondo otra cosa que el sujeto
sustantivo: las otras nueve categorías, que significan puro occidentes, son los
predicados posibles.
Hartman divide las categorías de la sensibilidad y categorías del pensamiento.
Las primeras se dividen a su vez, en categorías de la sensación y de la intuición.
En la esfera de la sensación la cualidad es la primera que se presenta como el
resultado de una síntesis inconsciente de intensidades de sensaciones y por
ende, como una autentica categoría. En la esfera de la intuición se presenta la
cantidad extensiva o especialidad como el resultado de una función sintética y
por ende, como auténtica categoría.

4. LA SUSTANCIALIDAD

Cuando consideramos un objeto, por ejemplo, un árbol, podemos predicar de él


distintas propiedades. El árbol tiene una forma y un tamaño determinado: posee
ramas y las hojas, etc. Todas estas propiedades convienen al objeto, o sea, en
este caso el árbol.

La posición epistemológica adoptada en principio es naturalmente decisiva para


la concepción lógica y epistemológica de la categoría de la sustancia. la
sustancialidad o la relación de inherencia y de subsistencia, no son un dato de
la experiencia, sino un producto del pensamiento que interviene en la
experiencia. El contenido de la experiencia presenta aspectos que nos inducen
a aplicar un principio y formar el concepto de sustancia.

5. LA CAUSALIDAD

a) El principio de causalidad

Para aclarar su sentido partamos de un juicio, el sol calienta la piedra. Este juicio
se apoya en la experiencia. Percibimos el primer término cómo el sol ilumina la
piedra, y comprobamos luego, tocando esta, que se pone cada vez más caliente.
Nuestra percepción nos dice que aquí hay una sucesión temporal de dos
procesos, pero nuestro juicio encierra algo más.

Es la experiencia interna es la que nos sirve de modelo, tanto para la formación


del concepto de sustancia, como para la formación del concepto de causa.
Hartman expresa: en la conciencias de sí misma vivimos inmediatamente el yo
como sujeto de la vida interior, en tal forma que a la vez vivimos lo que significa
ser un sujeto semejante. Lo mismo que el concepto de sustancia, el concepto de
causalidad carece de significación objetiva, de validez real para el idealismo.
Para el subjetivo, la causalidad es una mera representación; para el lógico, una
relación

b) El principio de causalidad

El principio de causalidad está en estrecha conexión con el concepto de


causalidad. El principio de causalidad significa la afirmación de un cambio.

Los filósofos consideran el principio de causalidad como inmediatamente


evidente, lo formulan, por lo regular, así: todo efecto tiene su causa. No es
posible pensar el concepto de efecto sin pensar a la vez el de causa. Esta
proposición es evidente y verdadera; asi como no puede haber hijo sin padres,
tampoco hay efecto sin causas. Lo verdaderamente importante para la
investigación de los hechos de la naturaleza es la inferencia de que este y otro
elemento de la naturaleza son, respectivamente, un efecto y una causa. La
medula de esta demostración es la idea de que el principio lógico de razón
suficiente ha de ser válido también para la esfera real, porque el pensamiento y
el ser concuerdan. No es posible demostrar el principio de causalidad por vía
deductivo conceptual.

CONCLUSIÓN

LA FE Y EL SABER

El objetivo principal de este trabajo era profundizar y fundamentar


filosóficamente el saber humano. Sin embargo la fe religiosa da una
interpretación del sentido del universo. En consecuencia cómo se relacionan
entre si la religión y la filosofía, la fe religiosa y el conocimiento filosófico, la fe y
el saber.
Los dos primeros sostienen una identidad esencial; los dos últimos, una
diferencia esencial entre la religión y la filosofía, la de y el saber. La fórmula dice
entonces, o bien la religión es una filosofía, o a la inversa, la filosofía a la religión.
Para un sistema gnóstico de la identidad; la religión y la filosofía son lo mismo,
sino que la única diferencia consiste en que la religión es un grado inferior del
conocimiento filosófico, puesto que no habla en conceptos abstractos, sino en
representaciones concretas.

Si tomamos posición crítica de respecto a las diversas definiciones de la relación,


habremos de asentir a lo que Scheler indica contra los sistemas de identidad:
hoy las proposiciones religiosas difieren más profundamente que nunca, no hay
nada admitido con mayor unanimidad y seguridad por todos los que se ocupan
de un modo inteligente de la religión. Frente a todos los intentos de confundir la
religión y la filosofía, la fe y el saber, debemos insistir con toda energía en que la
religión es una esfera de valor completamente autónoma. Muchos filósofos
opinan que la filosofía presta a la religión el mayor de los servicios, asegurando
su verdad mediante razonamientos metafísicos. Por último una consecuencia
pedagógica práctica que resulta de nuestra concepción de la relación entra la
religión y la filosofía, la fe y el saber. Si hay una esfera propia, religiosa, del valor,
y consiguientemente un conocimiento religioso especial, el cultivo de la religión
solo puede tener un lugar por medios religiosos.

La esencia de las cosas no consiste en ideas y el pensamiento no es capaz de


comprenderla; mas el espíritu entero vive en otras formas de su actividad y de
su emotividad el sentido esencial de todo ser y obrar.

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