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- LA FRAGUA DE VULCANO.

VELÁZQUEZ
0. INTRODUCCIÓN
1. CONTEXTO ARTÍSTICO.
2. ANÁLISIS FORMAL.
• Modalidad pictórica: Óleo sobre lienzo: 318 x 276 cm. Museo del Prado.
Madrid. España.
• Aspectos temáticos: Se trata de una pintura figurativa de temática mitológica.
Apolo es el único que aparece representado como uno se puede imaginar que es un dios,
como una figura idealizada, ya que el resto de la escena se podría corresponder con una
escena de taller, un “cuadro de género”, constituyendo los demás personajes, incluido el
dios Vulcano, tipos normales, para los que el pintor debió inspirarse en personajes
populares. Los rostros de las figuras están dotados de una intensidad expresiva. El
fragmento más académico de la composición es el herrero de espaldas, que recuerda las
estatuas de los héroes clásicos. Lleno de vida parece el obrero que se inclina sobre la
coraza, pero el más expresivo de los hombres es el de la figura que aparece entre estos
dos, desgarbado, con gesto de increíble sorpresa, boquiabierto, muy desfigurado y que
avanza con gran realismo al oír los hechos.
• Elementos formales:
Línea: Color sobre el dibujo. La pintura se aplica muy fluida y en pinceladas
sueltas que, en algunas zonas, permiten que se transparente la preparación. Sólo hay
más empastes en las zonas más iluminadas y los brillos se hacen mediante pequeños
toques de pincel.
Volumen: Vulcano, aunque manifiesta en su rostro la edad y la perplejidad, no
está afeado en su anatomía, cuyo cuerpo es bien proporcionado, y no muestra signos de
su cojera (o sí atendiendo a su inclinación). Los cíclopes no son gigantes de un solo ojo.
meticulosos estudios anatómicos y en el desarrollo de los músculos tensados de los
herreros. El escorzo del de la derecha, inclinado hacia adelante -algo tan de Tintoretto-,
sirve además para crear el primer plano de profundidad.
Las sombras modelan los cuerpos, pero con una luz difusa que matiza las zonas
no iluminadas, superado el tenebrismo
Color: el único tono cálido (influencia de la escuela veneciana el tono
anaranjado) es un trozo de metal rojo que Vulcano sujeta sobre el yunque y la llama de
la chimenea que recorta el cuerpo de los herreros que contemplan sorprendidos al
visitante, al igual que su patrón. Es una composición algo terrosa, con predominio de los
tonos ocres como debe corresponder a la vida del dios de las profundidades, el viejo y
deforme Vulcano, que se ve animada por las pinceladas de azul del cielo que asoma por
la puerta, por el jarro de cerámica blanca azulada de la chimenea (digno del mejor
bodegón holandés), y la cinta de las sandalias de Apolo.
Luz: Apolo, casi adolescente, aparece cubierto por una túnica anaranjada que, en
unión de la aureola de rayos solares que rodean su cabeza, parece actuar de foco de luz
en el taller. Los focos de luz se han hecho más complejos, por influencia de la pintura
veneciana, por lo que aparecen varios focos distintos que generan diferentes sombras
Composición: composición es más dinámica las figuras se mueven en varios
ejes direccionales destacando la verticalidad. Además se ha ganado en profundidad, al
colocar al herrero del último plano al lado de la puerta del fondo
Movimiento: Apolo, en el extremo izquierdo, atrae nuestra atención en primer
lugar por el colorido y el brillo que le envuelve. El segundo golpe de vista nos lleva al
cíclope que está de espaldas y sobre el que cae el foco de luz. Este y Apolo enmarcan a
Vulcano como en un paréntesis, sus ojos echan chispas como el hierro que está
golpeando sobre el yunque. Al ver la expresión de su mirada, inmediatamente nos hace
fijarnos en la de sus ayudantes. El más joven no puede creér lo que oye y queda
boquiabierto. Entre todos los personajes se crea una elipse que los acerca
3. ANÁLISIS ICONOLÓGICO E ICONOGRÁFICO.
o Función de la obra: No fue un cuadro por encargo. Fue la iniciativa del pintor
quien lo realizó junto con La Túnica de José, un cuadro bíblico, pero que por el estilo,
el tamaño y la composición pudieron hacer pareja.
o Análisis iconográfico e iconológico: En la Edad Media y en el primer
Renacimiento era relativamente frecuente que la Iglesia utilizara las historias de los
dioses griegos con un significado ejemplificador y moralizante. Sin embargo, a partir
del siglo XVI la contrarreforma católica buscará la separación nítida con el paganismo,
quedando reducida la mitología al entorno de las élites ilustradas y, sobre todo, de la
monarquía. La historia mitológica sirvió desde entonces a la imagen del poder,
identificando a los reyes con las virtudes atribuidas a héroes y dioses paganos. Pero
también fue la excusa para justificar la representación de bellos desnudos, tan mal vistos
por la jerarquía religiosa y tan admirados por la aristocracia
Se trata de una escena en la que se nos muestra al dios mitológico Apolo, en el momento
de comunicar al dios Vulcano que su esposa la diosa Venus, le está siendo infiel con el
dios de la guerra, Marte. Recoge justamente el momento del “chivatazo”, por lo que
recoge el choque psicológico que el hecho provoca en los que lo escuchan. Es el
episodio burlesco del marido engañado. El dios, que trabaja una plancha refulgente, y
sus ayudantes, los Cíclopes, le miran entre asombrados e incrédulos. Para mayor carga
de sarcasmo, el observador que conozca la historia debería recordar que la armadura que
están labrando en la fragua es para el amante.
Vulcano, el griego Hefaistos, hijo de Zeus y Hera, es el dios del fuego. De pequeño fue
arrojado desde lo alto del monte Olimpo, por razones distintas según las tradiciones, y
quedó cojo para siempre (de ahí la torsión en la espalda con que le pinta Velázquez). A
pesar de su defecto físico estaba casado con Venus, la más hermosa y la más coqueta
de las diosas. En tanto que señor del fuego, Vulcano lo era también de la metalurgia y
fabricaba las armas de los mejores guerreros, como Aquiles o el propio Marte.
El cuadro recoge un episodio famoso de la mitología griega, que cuenta Homero en la
Odisea y Ovidio en las Metamorfosis: Apolo, dios del sol que todo lo ve, visita a
Vulcano, dios del fuego y de los herreros, para comunicarle que su mujer, la hermosa
Venus, le engaña con Marte, el dios de la guerra. La noticia sorprende a Vulcano y a
sus ayudantes (cuatro aprendices tratados de forma naturalista, como los obreros de
una herrería), los Cíclopes, mientras están trabajando en la forja de armas, quizá las
del mismo Marte
Puede haber dos lecturas sobre la elección del tema, una podría ser moral, el
poder de la palabra sobre los sentimientos y acciones del prójimo y otra el desbancar la
teoría platónica de la superioridad de la idea sobre el trabajo manual, defendida por
todos aquellos que, como Velázquez, combaten por la nobleza de la pintura, considerada
hasta entonces como un oficio mecánico y que fue la causa de que el pintor tuviese
grandes dificultades en alcanzar la encomienda de la Orden de Santiago, hasta entonces
reservada a la nobleza.
4. LA AUTORÍA: Sabremos cosas, no?
5. LA OBRA COMO REFLEJO DE SU ÉPOCA: datada en el año 1630
durante el primer viaje a Italia de Diego Velázquez. No fue ningún encargo real, pero
pronto pasó a formar parte de la colección de Felipe IV y actualmente podemos
contemplarla en el Museo del Prado de Madrid. Comparándola con otra obra mitológica
del pintor, anterior a este viaje a Italia, “El triunfo de Baco”, más conocida como “Los
borrachos”, observamos un proceso evolutivo, resultado de conocer de primera mano
las obras de los grandes pintores italianos de siglos precedentes.
En año y medio de estancia en Italia Velázquez adaptará su estilo a estas nuevas
ideas y absorverá ideas sobre la profundidad, el volumen, el color, el desnudo o la
composición que aplicará en su carrera posterior. Sin embargo, no le hará cambiar en la
concepción humana de los dioses. En este punto sigue con su visión desmitificadora,
que le caracteriza desde su formación sevillana, sin un atisbo de idealización.
6. LA CRÍTICA DE AUTENTICIDAD Y OBSERVACIONES
GENERALES:
7. FUENTES E INFLUENCIAS QUE RECIBE DEL PASADO. El motivo
está tomado de Las metamorfosis de Ovidio. Todos los objetos y herramientas están
trazados con la minuciosidad de un pintor realista que puede competir con los mejores y
prestigiosos pintores flamencos. Destacan las calidades de la armadura del primer plano,
el jarro blanco de la chimenea, los yunques, etc.
8. APORTACIÓN DE LA OBRA AL ARTE Y CONCLUSIÓN.

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