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Cristo y la

Salvación
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

CRISTO y la salvación
CRISTOLOGÍA Y SOTERIOLOGÍA
La
Doctrina
de Cristo
LECCIÓN 6
LOS OFICIOS DE CRISTO
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y
tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es:
EL VERBO DE DIOS.
Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio,
le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones,
y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

APOCALIPSIS 19:11-16
01 Los oficios de cristo

02
temas
CRISTO EL PROFETA

03 CRISTO EL SACERDOTE

04 CRISTO EL REY
1.

Los
oficios
de cristo
¿Cómo es Cristo profeta, sacerdote y rey?
a. Jesús como el segundo adán
El primer Adán, con su desobediencia, trajo el pecado y la muerte al
mundo; Cristo, el “segundo” o “último” Adán, deshace la obra del
primero, y con su obediencia hasta el punto de morir trae vida y justicia.

Si bien es habitual referirse a Cristo


como el “segundo Adán”, el título
que el apóstol Pablo le confiere en
1 Corintios 15:45 es el del “último
Adán”, o lo que los teólogos
denominan el “Adán escatológico”.
• El primer Adán, como deja claro Pablo en Romanos 5:12–21 y 1 Corintios 15:
20–28, introduce el pecado y la muerte en el mundo.

• Cristo, como último Adán, trae la justicia y la vida.

• La desobediencia de Adán introdujo el pecado en la experiencia humana, y por


tanto el juicio por el pecado.

• El juicio justo de Dios contra ese pecado trae como consecuencia la


condenación, que conduce a la muerte a todos los que están en el primer
Adán.
 El primer hombre fue hecho, a imagen y
semejanza de Dios, con conocimiento
(profeta), santidad (sacerdote), y dominio
(rey). El pecado trajo ignorancia, iniquidad
y miseria esclavizante. De ahí la necesidad
de un Mediador que cumpliera con los tres
oficios, profeta, sacerdote y rey.

 CRISTO debía ser:


• PROFETA , para salvarnos de la ignorancia del pecado.
• SACERDOTE , para salvarnos de la culpa del pecado.
• REY, para salvarnos del dominio del pecado.
b. explicación y bases bíblicas
1. HABÍA TRES OFICIOS PRINCIPALES EN EL PUEBLO DE ISRAEL EN EL AT :

El de PROFETA El de SACERDOTE El de REY


(como Natán, 2 S 7:2) (como Abiatar, 1 S 30:7) (como David, 2 S 5:3)
2. ESTOS TRES OFICIOS ERAN DISTINTOS

El PROFETA comunicaba el mensaje del Dios al pueblo.


El SACERDOTE ofrecía los sacrificios, las oraciones y alabanzas a Dios en
nombre del pueblo.
El REY gobernaba al pueblo como representante de Dios.

Estos tres oficios anticipaban la obra de Cristo en maneras diferentes.


3. CRISTO CUMPLIÓ ESTOS TRES OFICIOS EN LAS SIGUIENTES FORMAS:

 Como PROFETA, Cristo se manifestó a sí mismo, y aun se manifiesta en la


predicación del evangelio, como el Hijo de Dios y el Redentor del mundo.
(Deuteronomio 18:15; Juan 1:18)

 Como SACERDOTE, Cristo, en nuestro lugar, se sacrificó a sí mismo, y aun


está intercediendo continuamente por todos nosotros ante el Padre
celestial. (Hebreos 7:26-27; 9:24; 1 Pedro 2:24)

 Como REY, Cristo reina poderosamente sobre todas las criaturas, y


gobierna y protege especialmente a su iglesia, hasta llevarla finalmente a
la gloria. (Mateo 28:18; Juan 18:37; Mateo 21:5; 2 Timoteo 4:18)
c. el oficio triple de cristo
LUCAS 4:18-20
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor. m
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la

sinagoga estaban fijos en él.

Jesús fue ungido para ser profeta, sacerdote, y rey.


CRISTO, EL UNGIDO DE DIOS. El Señor revela todo el glorioso contenido de su
título como el Cristo a través de tres grandes etapas.

• EL PROFETA. Primeramente se manifiesta como Profeta, o sea como el Hijo


en quien Dios habló en estos postreros días (Deut. 18:15-19; Heb. 1:1-2).
• EL SACERDOTE. Luego este Profeta camina hacia la cruz, y al permitir que
sean cargados sobre Sí los pecados del mundo, se convierte a la vez en el
cordero del sacrificio y en el sacerdote que presenta la ofrenda, efectuando
por su propia obra la purificación de los pecados, (Jn 1:29; 1 Jn 2:2; Heb. 9:12,
14, 25, 26; Heb. 1:3).
• EL REY. Finalmente el Cristo es exaltado, sentándose a la diestra de la
Majestad en las Alturas (Heb. 1:3) y ahora vemos a "Aquel que fue hecho por
un poco de tiempo menor que los ángeles... coronado de gloria y de honra"
como Rey por el hecho mismo de haber sufrido hasta la muerte (Heb. 2:9).
2.

criSTO
el profeta
Cristo como profeta lo designa como un Moisés mayor, un libertador ungido por
el Espíritu, un mediador del pacto y portavoz santo del Señor.

• Por definición, un profeta era un portavoz de otra persona. Por ejemplo, a


Aarón se le llama “profeta” de Moisés en Éxodo 7:1-2, y más tarde, Moisés es
identificado como un profeta cuya boca se llenó con la palabra de Dios
(Dt 18:18; cf. Jr 1:9; 5:14; 15:19). En el Antiguo Testamento Dios le envió
profetas al pueblo para que hablaran en su nombre (Jr 7:25; 44:4), y por
consiguiente, los profetas fieles siempre proclamaron: “Así dice el Señor”.

• En el cumplimiento de los tiempos, Jesús vino proclamando la palabra de


Dios. Sin embargo, hizo más que sólo enseñar. También liberó a su pueblo de
la esclavitud al pecado (Lc 9:31; Col 1:13-14), inició un nuevo pacto (Heb 7:22)
y llevó la palabra de Dios a su revelación plena y definitiva (Heb 1:1-2).
• En Deuteronomio 18:15, Moisés predijo la venida de un profeta como él.
Desde Moisés hasta Cristo, Dios envió profetas a un pueblo que continuó
esperando el Profeta (véase Jn 1:21, 25; 6:14). El ministerio de Jesús a
menudo adoptó la forma de otros profetas, como Ezequiel, Jeremías, Jonás y
Elías.
• Por lo tanto, mientras Jesús viene predicando el evangelio del reino y
enseñando en las sinagogas (Mt 4:23, 9:35), su oficio profético está
prefigurado en la vida y ministerio de Moisés. Esto significa que mientras
Jesús enseña la palabra, también saca a su pueblo de la esclavitud y lo lleva a
la presencia de Dios en un nuevo éxodo (Lc 9:31). Del mismo modo, al igual
que Moisés fue el mediador de un pacto en Sinaí, Jesús es el mediador de un
nuevo pacto (Heb 8-10). Este nuevo pacto es como el de Moisés (Jr 31:31-34),
pero también es diferente, porque viene con el poder del Espíritu. El Espíritu
capacita a los seguidores de Jesús a profetizar con él, tal como Moisés quiso
en cierta ocasión (Nm 11:29).
Por último, las Escrituras describen a Jesús
como la Palabra encarnada.
Es decir, mientras Moisés y los demás
profetas hablaban en nombre del Señor,
Jesús es el Señor. Por lo tanto, cuando dirige
a su pueblo a Dios, él los dirige al Padre a
través de sí mismo.
Como dice Jesús en Juan 14:6: “Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. Aunque este pasaje no
dice nada sobre el ministerio profético de
Jesús, sí está guiando al pueblo hacia su
Padre. Por esta razón, el Padre dice de Jesús,
citando Deuteronomio 18: “A él oíd” (Mt 17:5).
TEOLÓGICAMENTE, EL OFICIO PROFÉTICO DE CRISTO TIENE MÚLTIPLES
APLICACIONES.

• Como nuevo Moisés, el oficio profético de Jesús hace más que enseñar la ley
de Dios. Él escribirá la ley de Dios en los corazones de sus discípulos por el
Espíritu Santo.
• Jesús como profeta continúa hablando hoy. Si bien Apocalipsis 22:17
identifica al Espíritu y la esposa como los que invitan a otros a venir al Señor,
es el Espíritu y la esposa de Cristo los que están llamando.

• Debido a nuestra unión con Cristo, todos los que están “en Cristo” son
también profetas y testigos de la verdad divina (Hch 1:8). Como dice Pedro en
Hechos 2, citando las palabras de Joel: “Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán” (v. 17).
3.

CRISTO
el sacerdote
Cristo como sacerdote lo designa como un sumo sacerdote según el orden de
Melquisedec—aquel cuyo sacerdocio consiste en ofrecer un sacrificio
definitivo, ser mediador de un mejor pacto y vivir para interceder por su pueblo
del nuevo pacto.

Un sacerdote es una persona divinamente consagrada para representar al


hombre ante Dios y ofrecer sacrificios que le asegurarán el favor divino.
En el Calvario, Cristo el Sacerdote se ofreció a sí mismo, el sacrificio, con el
objeto de asegurar el perdón del hombre y la aceptación ante Dios. Su vida con
anterioridad a esto era una preparación para su obra sacerdotal.
El Hijo eterno participó de nuestra naturaleza (Hebreos 2:14–16) y nuestras
experiencias, así podía socorrer a la humanidad tentada sabiendo por
experiencia lo que significaba la tentación.
En la Biblia, un sacerdote es alguien llamado por Dios para ofrecer sacrificios en
nombre de otros (Heb 5:1–4). Sin embargo, los requisitos para el sacerdocio
diferían a lo largo de la historia de Israel.

• Antes de Sinaí, el sacerdocio aparentemente fue dado a los hijos


primogénitos.
• Después de Sinaí, el sacerdocio fue dado a los hijos de Aarón (Ex. 28–29;
Lv. 8–9).
• Más tarde, los levitas se agregaron al sacerdocio aarónico (Nm 3:40–51;
18:1–32); estos sirvieron como guardianes del tabernáculo y como sumo
sacerdote. Si bien este sistema tenía como propósito proteger a Israel de la
santa ira de Dios (Nm. 3:9; 8:19; 18:6), a menudo se corrompió y eso
desembocó en una mayor separación entre Dios y su pueblo; de ahí la
necesidad de un nuevo y mejor sacerdocio (1 Sam. 2:35; Sal. 110; Zac. 3:1–10;
6:9–15).
• En el Nuevo Testamento, este
sacerdote mayor vino en la persona de
Jesucristo. Como se indica en
Hebreos, Jesús se convirtió en un
sumo sacerdote no basado en su
linaje terrenal o en el sistema de
sacerdotes levíticos del antiguo pacto.
Más bien, su filiación superior (Heb
1:1–2: 18) y su vida indestructible Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del
(Heb 5:1–10) hacían que cumpliera los Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo:
Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los
requisitos para servir como sacerdote cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo,
según el orden distinto de que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio
Abram los diezmos de todo.
Melquisedec. Así pues, el lugar más
Génesis 14:18-20
destacado para entender el sacerdocio
de Cristo está en el libro de Hebreos.
ALGUNAS DE LAS VERDADES QUE APRENDEMOS ACERCA DEL SACERDOCIO
DE CRISTO SON LAS SIGUIENTES:

• El sacerdocio de Cristo se basa en su filiación obediente (Heb 1:1–2:18; 3:6;


4:14; 5:8; 7:28). A diferencia de los levitas, cuyo sacerdocio se basaba en la
debilidad de su carne, la perfecta filiación de Cristo fue recompensada con
una vida indestructible y el derecho a sentarse a la diestra de Dios como gran
sumo sacerdote (Heb 1:3; 5:5–10) .

• El sacerdocio de Cristo es mayor que Aarón, Moisés o cualquiera de los hijos


de Leví (Heb 3:1–6; 7:1–28).
• El sacerdocio de Cristo es según el orden de Melquisedec, es decir, ostenta un
sacerdocio real (Heb 5:1–10).

• Como sumo sacerdote para siempre (Sal 110:4), Cristo es capaz de traerle
redención eterna a su pueblo; vive para interceder por las personas que
representa, y nada descalificará su sacerdocio como sí ocurrió con el de los
sacerdotes levíticos (Heb 7:1–28).

• Su sacerdocio inaugura un nuevo pacto (Heb 7:22; 8:1-13; 9:15-22), y su nuevo


pacto asegura el perdón de una manera que el antiguo pacto no pudo hacer
(Heb 9:23-28).
TEOLÓGICAMENTE, EL SACERDOCIO DE CRISTO TAMBIÉN ARROJA LUZ
SOBRE MÚLTIPLES ASPECTOS DE SU PERSONA Y OBRA.

• Como sumo sacerdote, Jesús es mediador del nuevo pacto, de tal manera
que toda bendición que recibe, la comparte con su pueblo sacerdotal.
• El sacerdocio de Cristo definió la naturaleza de su muerte. En la cruz, Jesús
cargó en su carne las maldiciones del antiguo pacto; como el sacrificio
definitivo, su sangre propició la ira de Dios, y en su sangre inauguró un nuevo
pacto con mejores promesas.
• Debido a su sacerdocio perfecto, el sacrificio expiatorio de Cristo es
completamente eficaz y particular para las personas a las que representa.
• Cristo intercede por todos aquellos a los que expía. No hay división entre
aquellos por quienes él muere y aquellos por quienes vive para interceder.
• Cristo enseña a todos aquellos a quienes representa como sumo sacerdote.
Mientras que los sacerdotes levíticos no cumplieron su cometido de enseñar
al pueblo (véase Os 6:4–6; Mal 2:4–9), Jesús trae las buenas nuevas a toda su
pueblo.

• Al igual que los sacerdotes que expulsaron todo lo impuro de la presencia de


Dios (p.ej., Finees y Uzías), cuando Jesús regrese, limpiará perfectamente el
cielo y la tierra. Así pues, el concepto de Christus Victor no es sólo un motivo
real sino también sacerdotal.

• Debemos imitar a Cristo en su santidad, en su devoción a la casa del Padre y


en su compromiso con la palabra de Dios. El discipulado de Cristo es, por
tanto, un llamamiento sacerdotal.
4.

CRISTO
el rey
Cristo como rey lo designa como un hijo de David que se sienta en un trono
eterno, que reina sobre toda la tierra, y que edifica la Iglesia con la palabra de
su poder.

El Cristo-Sacerdote es también el Cristo-Rey. El plan de Dios consistía en que


ambos oficios fueran desempeñados por el Gobernador perfecto. De esta
manera Melquisedec, puesto que era tanto rey de Salem como sacerdote del
Dios Altísimo, se convirtió en tipo del Rey perfecto de Dios, el Mesías (Génesis
14:18, 19; Hebreos 7:1–3).
LAS ESCRITURAS proporcionan el único contexto fiable para definir la realeza de
Cristo. Sólo a medida que rastreamos los patrones tipológicos del Antiguo
Testamento podemos entender quién es Jesús como rey. De hecho, en la Biblia,
la promesa de la realeza del Mesías se remonta al libro de Génesis. Para
restaurar lo que Adán perdió, Dios le prometió a Abraham y Sara que de su
familia divinamente bendecida saldrían “reyes” (Gn 17:6, 16; 35:11).

Esta promesa de un rey continuó durante todo el Pentateuco, centrándose


especialmente en tribu de Judá (Gn 49:8-12).
• DEUTERONOMIO 17:14-20 da estipulaciones para el rey de Israel.
• EL LIBRO DE JUECES magnifica la necesidad de un rey (17:6; 18:1; 19:1; 21:25).
• RUT identifica el origen del rey israelita con Boaz y Belén (4:18-22; cf. Miq 5:2).
• 1 SAMUEL revela al hijo de Isaí como ese rey (1 Sam 16:12-13).
• EL LIBRO DE 2 SAMUEL registra más adelante las promesas de Dios de darle
a uno de los hijos de David un trono eterno (2 Sam 7:9-14).
• SALMOS refuerza el carácter davídico de la monarquía de Israel, siguiendo la
trayectoria de esa monarquía desde la historia de David (Sal 1-72) hasta la
caída del trono de David (Sal 73-89), pasando por la monarquía de Jehová
(Sal 90-106), mediada por un David mayor (Sal 107-150).
TEOLÓGICAMENTE, LA REALEZA DE CRISTO TIENE UN IMPACTO SOBRE
MUCHAS ÁREAS DE LA DOCTRINA.

• Desde su obediencia activa a su sacrificio vicario, su ministerio terrenal debe


entenderse a la luz de su realeza.
• Asimismo, en su resurrección y ascensión, Cristo recibió el derecho de
sentarse en el trono de David (Sal 110:1); de ahí que Dios el Hijo ahora
gobierne sobre la creación en su naturaleza divina y humana (Mt 28:18).
• Además, como rey, Jesús dirige ahora la iglesia y llama a sus seguidores a ser
discípulos en el reino de su Padre.
• Por lo tanto, se sienta a la diestra de Dios gobernando al pueblo de Dios,
aguardando el día en que todas las cosas en la tierra serán puestas bajo sus
pies (Heb 10:13-14).
la entrada triunfal DE CRISTO
Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos
discípulos, diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna
atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los
necesita; y luego los enviará. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta,
cuando dijo: Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna,
sobre un pollino, hijo de animal de carga.
Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y
pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa,
tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el
camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de
David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas! Cuando entró él en
Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús
el profeta, de Nazaret de Galilea.

MATEO 21:1-11
 LA ENTRADA TRIUNFAL INDICABA QUE ÉL ERA PROFETA

A pesar de que la entrada triunfal enfatiza el oficio de Cristo como Rey, también
podemos ver los otros dos oficios.

Mateo 21:10,11
Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es
éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.

Deuteronomio 18:15
Is. 61:1–3
 LA ENTRADA TRIUNFAL INDICABA QUE ÉL ERA SACERDOTE

Mateo 21:10,12
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y
compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que
vendían palomas…

Como sacerdote entra en el templo para y ejerce su autoridad. Salmo 110.4


 LA ENTRADA TRIUNFAL INDICABA QUE ÉL ERA REY

Mateo 21:9
• ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

• Jesucristo es El Rey del linaje de David que había de venir

2 Samuel 7: 12-14 Salmo 72 2 Samuel 23: 2-4 Lucas 1: 30–33

Además: Zacarías 6:13 ; 9:9 Is. 62:11 Sal.24

En este episodio de su ministerio en la tierra es en donde se identifica al Señor


Jesucristo como Rey.
“Salva”

Salmo 118.25
hossana hõsanna, derivado del heb. hõshĩʾãh-nãʾ
Indicación directa que Él era el Mesías
Jesucristo es Rey
EL REINADO DE JESUCRISTO DURANTE EL MILENIO
La predicación del Señor fue:

Mateo 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el REINO
DE LOS CIELOS se ha acercado.

El reinado del Señor Jesucristo aquí en la tierra, será establecido durante el


Milenio, es ahí donde se cumplirán todas las profecías con respecto al reinado
de Jesucristo.
Daniel 2:44 Apocalipsis 20:1-4 Salmo 72 Mateo 25.3

Zacarias 9.9,10 Lucas 1:33 1 Corintios 15:24,25


EL REINADO DE JESUCRISTO ENTRE NOSOTROS

No obstante, nos dijo El Señor:

Lucas 17:20–21
Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y
dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí;
porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.

• Jesucristo es nuestro Rey, Él es Rey en los cielos (Apocalipsis 4.2,3, 9-11;


5.12,13) y su reino esta en nuestros corazones.

• Nosotros debemos adorar siempre a nuestro Rey y vivir bajo los principios
del reino.
RESUMEN

1. Jesús fue el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y El


mismo fue un profeta.

2. Jesús fue el Sacerdote y el sacrificio. Como el Sacerdote, Él se ofreció a sí


mismo como el sacrificio perfecto por el pecado.

3. Jesús es el ungido Rey de Reyes y el Señor de Señores.


VIDEO: ¡ESTE ES MI REY¡
Dios les bendiga

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