Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
#1
Esta primera columna es el ensayo inicial de este ejercicio que esperamos sea bien
recibido por los lectores. Un ejercicio de pensamiento aplicado al mundo cotidiano
que muchas veces pasa desapercibido a nuestros ojos.
Vamos a abordar en esta primera entrega algo que era impensable hace dos o tres
décadas en Colombia y que aún sigue siendo lejano en algunos municipios y
ciudades del país: la navegación por GPS aplicada a un servicio público de
transporte como el taxi.
Los comienzos
Este satélite hizo posibles las comunicaciones por esta vía para la televisión, por
teléfono, fax y telégrafo, en una época en la cual ni siquiera era posible guardar las
grabaciones en video; pues el sistema betamax llegaría una década más tarde. Las
imágenes se guardaban principalmente en cintas de cine de 16 milímetros, para
reportería de guerra primordialmente, o en celuloide de 35 milímetros para las
producciones de cine como séptimo arte.
La bola de cristal
De la misma forma el Taxi Inteligente, que es como se llama este nuevo servicio en
Bogotá, le permite tanto al usuario como al conductor conocer el precio de la carrera
al inicio de esta y no al final, en un valor que no cambia. Esto, gracias a las
predicciones del tráfico que hace el Taxi Inteligente a través del GPS y a la fórmula
logarítmica que los ingenieros estatales calcularon para que esto fuera posible. El
sistema le predice con precisión tanto a usuarios como a conductores el tiempo
calculado para llegar al destino, con base nuevamente en el mapa de tráfico de la
ciudad, y sugiere la ruta más rápida para legar al punto.
Otras ventajas de este sistema es que la información de los conductores está
consignada en un sistema de registro en línea y en tiempo real que le muestra a la
autoridad de movilidad, a la empresa a la cual están afiliados los taxis y al usuario
cuáles son los datos del conductor, registra cada servicio en una base de datos (big
data) y le permite a la ciudad contar con información confiable sobre la forma en
que se mueven los taxis, los horarios, las principales rutas y la oferta y demanda de
los mismos. Esto les facilita a los técnicos la toma decisiones para mejorar la calidad
del servicio.
Si por alguna razón el usuario no cuenta con un teléfono inteligente, puede llamar
el taxi por un teléfono convencional o tomarlo en la calle y a través de un dispositivo
digital ubicado en el taxi a su alcance puede marcar el destino y conocer el precio
de la carrera, la ruta sugerida, los datos de conductor y calificar el servicio mediante
un sistema de estrellas o puntos.
El Taxi Inteligente de Bogotá es una realidad y un ejemplo del cómo el futuro está
en el presente, gracias a la tecnología y al mundo digitalizado en el que nos
corresponde vivir.