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APUNTES DERECHO PROCESAL PENAL

PROCESO PENAL.-
I.- CONCEPTO.-

Antes de adentrarnos en el análisis de las instituciones del derecho procesal penal chileno, resulta conveniente precisar
un concepto doctrinario o definición de dicha rama del derecho.

Así, para el profesor Fernando Orellana Torres, es la secuencia o serie de actos que se desenvuelven progresivamente con
el objeto de resolver un conflicto que ha vulnerado una norma penal, mediante un juicio de autoridad dictado por los
órganos penales competentes.

Javier Castro Cofre, por su parte, lo define como el conjunto de normas jurídicas que regulan: la organización,
atribuciones y competencia de los órganos que intervienen en la administración de justicia penal; la forma en que debe
realizarse tanto la investigación como la determinación de existencia de un delito y de responsabilidad personal a través
del juzgamiento penal y, eventualmente, la aplicación y ejecución de una sanción penal; con el fin de obtener la
realización del derecho penal material.

La I. Corte de Apelaciones de esta ciudad, en sentencia de 15 de diciembre de 2003, pronunciada en la causa rol 665-
2003, señaló que el proceso penal es el instrumento a través del cual se hace efectivo el poder sancionador del Estado
mediante la amenaza concreta de aplicación de una pena al responsable de un delito. En él se debe garantizar a las
partes la igualdad de condiciones para que presenten y discutan su caso ante un juez imparcial, a fin de legitimar ante la
sociedad la decisión de fuerza que toma el Estado si el proceso termina en una condena.

II.- SISTEMAS PROCESALES PENALES.-

Dentro del proceso penal han existido dos grandes sistemas procesales penales en la administración de justicia:
inquisitivo y acusatorio. También se ha contemplado la existencia de un sistema mixto, que combina características de
los dos sistemas que veremos.

1. SISTEMA INQUISITIVO:

Habría tenido su origen en el imperio romano y su mayor apogeo en el siglo XIX. Su característica principal es que un
mismo sujeto-el juez-realiza las funciones de investigación, acusación y decisión. Esto quiere decir que, además de
asumir la investigación, acusa al sospechoso cuando se reúnen antecedentes suficientes para estimar que existe delito y
participación en él del inculpado. Luego, el mismo juez que ha investigado y ejercido la acción penal se pronuncia sobre
la inocencia o culpabilidad del acusado, y controla la ejecución de la sentencia condenatoria.

Existe, por tanto, una acumulación de funciones, en que el órgano judicial interviene desde el inicio del procedimiento.

En este sistema el sospechoso es considerado un objeto de la persecución penal, sobre el cual recae el rigor estatal con
desprecio de sus derechos fundamentales. Lo que interesa a este modelo de justicia es el descubrimiento de la verdad,
utilizándose inclusive la tortura y el tormento del delincuente.

Además, el procedimiento es escrito y secreto, y el juez no puede formar su convicción libremente, sino que está sujeto
a reglas que determinan cuáles son los medios de prueba admisibles, la oportunidad en que deben rendirse y su valor
probatorio.

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2. SISTEMA ACUSATORIO:

Su origen se remonta a la Grecia clásica (499 a.c. - 355 a.c.) y la Roma republicana (5 a.c.-1 a.c.), cobrando importancia
con la revolución francesa y la ilustración, prevaleciendo hoy día en la mayoría de los países democráticos de influencia
anglosajona.

La característica que lo distingue es que la investigación y acusación están separadas del órgano que dicta sentencia. Las
dos primeras funciones están entregadas a un ente denominado Ministerio Público, que es independiente del Poder
Judicial, quien deberá investigar y acusar en la oportunidad que corresponda, mientras que la sentencia la pronuncia el
Juez u órgano jurisdiccional.

En este sistema el sospechoso es considerado un sujeto rodeado de derechos fundamentales que deben ser respetados
durante todo el procedimiento penal.

Se trata de un procedimiento oral y público, lo que permite el conocimiento de toda la ciudadanía, aspecto que permite
controlar la actividad estatal y hacer transparente la justicia penal. Además, es contradictorio o adversarial, en el
entendido que el proceso debe tener lugar entre partes antagónicas, lo que permite la debida defensa del imputado.

En cuanto a la apreciación de las pruebas, el juez goza de cierta libertad, en tanto no se encuentra sujeto a un régimen
legal, con las limitaciones que veremos más adelante.

III.- ORIGEN Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS EN CHILE.-

1. LA PRIMERA CODIFICACIÓN.

El Código de Procedimiento Penal, predecesor del actual Código Procesal Penal, empezó a regir en nuestro país el 1º de
marzo de 1907. Previo a esa fecha se aplicaban en Chile diversas leyes, españolas o de nuestro derecho patrio. Esta
situación motivó que a en el año 1894 se presentará al Congreso Nacional un proyecto de Código, obra de Manuel
Egidio Ballesteros. Luego de ser analizado en el Senado y en la Cámara de Diputados, fue aprobado con fecha 7 de
febrero de 1906.

Dicho texto normativo está dividido en 4 libros: El primero trata “Las disposiciones generales relativas al juicio criminal”;
el segundo se titula “Del juicio ordinario sobre crimen o simple delito”; el libro tercero se refiere a los “Procedimientos
especiales”, mientras que el libro cuarto aborda el “Cumplimiento y ejecución”.

2. BREVE ANÁLISIS DEL PROCEDIMIENTO CONTEMPLADO EN EL CÓDIGO DE 1906.

Aún cuanto dicho cuerpo normativo recoge los sistemas penales inquisitivos y acusatorios, denominándose por algunos
autores como “sistema mixto”, lo cierto es que el primero de ellos es el que prima y tiene mayor trascendencia, ya que
es el mismo juez quien investiga, acusa y condena.

Decimos que se trataría de un “sistema mixto”, ya que en la etapa conocida como “plenario”, el procedimiento es
público y contradictorio. En todo caso, el procedimiento es escrito en su totalidad.

2.1. ETAPAS DEL PROCEDIMIENTO. El procedimiento ordinario de acción penal pública comprende dos etapas:

a) El sumario. La primera de ellas se trata de aquella parte secreta del procedimiento penal que contiene las diligencias
destinadas a comprobar el delito y determinar a los culpables, asegurando la persona de éstos y su responsabilidad
pecuniaria. En esta etapa el juez dicta las resoluciones pertinentes para dar un cierto orden al procedimiento.

Lo que caracteriza al sumario es que es escrito, secreto, no contradictorio, no tiene un plazo fatal para su término y es
preparatorio.

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Una vez finalizada la investigación, en que el juez decretó las averiguaciones pertinentes y utilizó los medios de prueba
que contempla el Código, se debe cerrar el sumario mediante una resolución judicial. En este momento el juez puede
tomar dos decisiones: sobreseer la causa o dicta acusación. El sobreseimiento suspende el procedimiento criminal
(sobreseimiento temporal) o pone término al mismo (sobreseimiento definitivo). Ahora bien, si no hay mérito para
sobreseer y existe una persona sometida a proceso, el tribunal, dentro de los 15 días de cerrado el sumario, dictará la
acusación, iniciándose con ello la siguiente fase o etapa: el plenario.

En la resolución de acusación se debe dejar testimonio de los hechos que constituyen el o los delitos que se hubieren
cometido y la participación que le correspondió al inculpado, con expresión de los medios de prueba que obra en el
sumario.

b) El plenario. Dicha acusación debe ser contestada por el acusado dentro de un plazo de 6 ó 10 días, dependiendo del
número de acusados, sin perjuicio de la posibilidad de oponer excepciones de previo o especial pronunciamiento en el
escrito de contestación de la acusación.

Posteriormente se abre un período de prueba por 20 días. Vencido este plazo el secretario del Tribunal debe certificar
este hecho, momento en el cual el expediente queda listo para ser estudiado por el juez, para los efectos de dictar
sentencia.

El plenario constituye el juicio contradictorio penal entre el Juez, el querellante particular que acusa, y el procesado que
se defiende. Esta etapa procesal se caracteriza por ser pública, contradictoria, siendo de cargo de las partes el impulso
procesal.

En la práctica, en una mínima proporción de los casos se rendía prueba en el plenario, y en cuanto a la testimonial, era
una mera ratificación de lo que había declarado en el sumario.

2.2 SENTENCIA DEFINITIVA Y RECURSOS PROCESALES. La sentencia definitiva puede ser absolutoria o condenatoria.
Será absolutoria cuando el Tribunal estime que no existen los antecedentes suficientes para condenar al acusado y
deberá poner en libertad al procesado que aún permanezca preso, debiendo alzarse los embargos trabados o las
prohibiciones que se hubiesen impuesto. Por el contrario, será condenatoria cuando esté suficientemente acreditada en
el expediente la participación del acusado como autor, cómplice o encubridor en el hecho que se investigó.

En contra de la sentencia definitiva es procedente el recurso de apelación, el que debe interponerse dentro del plazo de
5 días. Dicho recurso es conocido por la Corte de Apelaciones correspondiente al territorio jurisdiccional en que se
encuentre el juzgado del crimen que investigó los hechos. Del mismo modo es posible deducir un recurso de casación en
la forma, conjuntamente con la apelación, o el recurso de casación en el fondo, que será conocido por la Corte Suprema.

2.3 DEFECTOS DEL SISTEMA. CRISIS DEL MISMO. Naturalmente, la primera crítica que podemos encontrar en este
sistema es el “desdoblamiento” que hace el juez, quien, luego de dirigir la investigación personalmente, o por medio de
sus funcionarios (actuarios), salta al otro lado del mesón y procede a acusar o sobreseer. Obviamente que en esa lógica
el juez difícilmente encontrará poco acuciosa su investigación o que la convicción a la que arribó queda desvirtuada por
otros antecedentes. Así, el juez verdaderamente defiende su investigación y conforme a ella juzga.

El otro aspecto controvertido era el secreto del sumario, vale decir, lo estrictamente reservado de las actuaciones de la
investigación, que impedía que cualquier ciudadano e incluso los propios abogados, conocieran los avances del
procedimiento. El fundamento de esta institución era el dejar actuar a la justicia con el sigilo que muchas veces exigen
los trámites de investigación, de forma tal que la publicidad no obstruya el actuar de los jueces.

Como tercer aspecto a resaltar, aparece la excesiva lentitud de los procesos (duración promedio de dos años),
consecuencia de un excesivo formalismo y la falta de plazos claros de exigencia para los funcionarios judiciales. Ejemplo
de lo anterior es el hecho de que el avance de los procesos se relacionaba directamente con la escrituración del
resultado de las diligencias y actuaciones judiciales, y en alguna medida con la presentación de escritos por las partes. En
esa línea, era común ver los pasillos de los juzgados del crimen repletos de gente que esperaban que algún actuario se
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desocupase de su recargado trabajo para tomarle una declaración escrita en que se ratificaba la denuncia, sin perjuicio
que el actuario volviese a citar al interesado, cuando requiriese mayor información, produciéndose nuevamente las
largas esperas.

Finalmente, se advertía en el proceso penal anterior una abierta vulneración en los derechos de los partes, invirtiéndose
el principio de inocencia, apareciendo el sospechoso como apto para ser recluido o marcado como culpable, mientras no
demostrara su inocencia, permaneciendo privado de libertad por largos períodos, en espera de denegadas libertadas,
con la carga social que implica para una persona haber permanecido en la cárcel.

Todo lo anterior, unido a que, por la gran carga de trabajo, los jueces delegaban parte importante de sus funciones en
sus subalternos, personas mal remuneradas, sobre las que siempre estuvo latente la sospecha de falta de imparcialidad
o la posibilidad de corrupción, contribuyó a que el proceso penal fuese considerado ineficiente, impopular y oneroso
para el país en términos sociales y económicos. A lo anterior se suma que los textos constitucionales y los instrumentos
internacionales de derechos humanos fueron consagrando, con fuerza vinculante, los principios y garantías reconocidas
como estándares universales del debido proceso, lo que hizo que el sistema chileno comenzara a resultar insostenible.

IV.- BREVE HISTORIA Y GÉNESIS DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL.

En 1992 debemos situarnos para identificar el origen del Código Procesal Penal. Aquel año la Corporación de Promoción
Universitaria organizó un seminario internacional para analizar las iniciativas que a nivel regional estaban en proceso de
análisis o implementación, tendientes a sustituir o renovar los procesos penales, que en su mayoría eran escritos. Fue
con el apoyo de dicha entidad y de la Fundación Paz Ciudadana, que se constituyó un foro de discusión sobre el proceso
penal chileno y la elaboración de proyectos para una futura reforma, el que estaba compuesto por académicos y
abogados penalistas y procesalistas. A partir de este foro se nombró una comisión técnica encargada de recoger los
diversos acuerdos y de informar periódicamente el avance de sus propuestas, la que estuvo integrada por Cristián Riego,
quien fue su coordinador; un secretario, rolo que desempeño Mauricio Duce, y los abogados y académicos María Inés
Horvitz y Jorge Bofill.

En la misma línea, el gobierno encabeza por el presidente Eduardo Frei (1994-2000), impulsó desde sus inicios un
conjunto de iniciativas encaminadas a lograr la modernización y adecuación del sistema judicial, y especialmente del
proceso penal. Así lo hizo saber en su primer discurso de rendición de cuentas del 21 de mayo de 1994.

El movimiento de reforma de la justicia penal chilena obedece a un complejo proceso de cambio social, en el que
intervinieron gran cantidad de actores, no sólo en el ámbito local, sino también de carácter internacional, dado los
procesos de transformación de los sistemas de administración de justicia que se estaban desarrollando en la mayoría de
los países latinoamericanos desde la década de los ’80.

El proyecto de nuevo Código Procesal Penal inició su tramitación parlamentaria en junio de 1995. Después de cinco
años de trabajo parlamentario, su texto se aprobó por el Congreso y se publicó en el Diario Oficial el 12 de octubre de
2000. Además, los siguientes cuerpos legales se relacionan con la materia:

- Ley N° 19.640, de 15-10-99, Orgánica Constitucional del Ministerio Público,


- Leyes N° 19.665 de 9-03-2000 y 19.708 de 5-01-2001, que modifican el Código Orgánico de Tribunales;
- Ley N° 19.718 de 10-03-2001, que crea la Defensoría penal pública, y
- Ley N° 19.806 de 31 -05-2002, que contiene normas adecuatorias del sistema legal a la reforma procesal penal.

En relación a las fuentes del Código Procesal Penal, pueden nombrarse el Código procesal penal modelo para
Latinoamérica, desarrollado por académicos vinculados al Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal; algunos
Códigos extranjeros, como la Ordenanza procesal penal alemana de 1877, el Código Procesal penal italiano de 1988, el
de la provincia de Córdoba de 1992, el de la Nación argentina de 1992 y el peruano de 1991. Se consideró, además, el
proyecto de Código Procesal Penal de Guatemala, de 1991 y el de El Salvador, de 1993.

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ESTRUCTURA DEL CODIGO PROCESAL PENAL.-
Se encuentra dividido en cuatro libros más un título final, con 485 artículos y un artículo transitorio.

Libro Primero: “Disposiciones generales”, regulado desde el artículo 1º al 165 y dividido en 7 títulos:

* Título I: Principios básicos, artículos 1 al 13.


* Título II: Actividad procesal, artículos 14 al 52.
* Título III: Acción penal, artículos 53 al 68.
* Título IV: Sujetos procesales, artículos 69 al 121.
* Título V: Medidas cautelares personales, artículos 122 a 156.
* Título VI: Medidas cautelares reales, artículos 157 a 158, y
* Título VII: Nulidades procesales, artículos 159 a 165.

Libro Segundo: “Procedimiento Ordinario”, desde el artículo 166 al 351 y dividido en 3 títulos:

* Título I: Etapa de investigación, artículos 166 a 258.


* Título II: Preparación del juicio oral, artículos 259 a 280
* Título III: Juicio oral, artículos 281 a 351.

Libro Tercero: “Recursos”, desde el artículo 352 al 387.

* Título I: Disposiciones generales, artículos 352 al 361.


* Título II: Recurso de Reposición, artículos 362 a 363.
* Título III: Recurso de Apelación, artículos 364 a 371.
* Título IV: Recurso de Nulidad, artículos 372 a 387.

Libro Cuarto: “Procedimientos especiales y ejecución”, desde el artículo 388 al 482. Se divide en 8 títulos.

* Título I: Procedimiento simplificado, artículos 388 al 399


* Título II: Procedimiento por delito de acción privada, artículos 400 a 405
* Título III: Procedimiento abreviado, artículos 406 a 415.
* Título IV: Procedimiento relativo a personas que gozan de fuero constitucional, artículos 416 a 423.
* Título V: Querella de capítulos, artículos 424 a 430.
* Título VI: Extradición, artículos 431 a 454.
* Título VII: Procedimiento para la aplicación exclusiva de medidas de seguridad, artículos 455 a 465.
* Título VIII: Ejecución de las sentencias condenatorias y medidas de seguridad, artículos 466 a 482.

*Título Final: Entrada en vigencia del Código, artículos 483 a 485, más un artículo transitorio.

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PRINCIPIOS Y GARANTIAS DEL SISTEMA PROCESAL PENAL CHILENO.
Síntesis basada en la obra "Derecho procesal penal chileno" de María Inés Horvitz Lennon y Julián Lopez Masle.

Uno de los objetivos centrales de la Reforma procesal penal es la adecuación del sistema procesal penal a las exigencias
de un Estado democrático, ya que el procedimiento penal vigente anteriormente resultaba inconsistente con las
garantías individuales reconocidas en los tratados internacionales ratificados por Chile. Esto se refleja en la
consideración, como fuente de los proyectos de ley que componen la Reforma, del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos publicado en el Diario Oficial de 27-04-89 y de la Convención Americana de Derechos Humanos,
publicada en el Diario Oficial de 5-01-1991.

I. PRINCIPIOS DE LA PERSECUCION PENAL

1. PRINCIPIO DE OFICIALIDAD

Expresa la idea de persecución penal pública de los delitos, en cuanto pueden ser perseguidos de oficio por un órgano
del Estado, sin considerar la voluntad del ofendido.

Su opuesto es el principio dispositivo en sentido estricto, o sea, la disponibilidad que las partes tienen sobre el interés
privado y la conveniencia o no de acudir al órgano jurisdiccional pretendiendo su satisfacción. Cierto es que este no
excluye la posibilidad de que el ofendido promueva la persecución penal o incluso intervenga como parte, pero esa
intervención no es necesaria ni determinante.

El principio de oficialidad tiene implicancias sobre la forma en que se inicia el procedimiento y sobre la disponibilidad
por las partes del objeto de la controversia.

a) Sobre el inicio del procedimiento. El fundamento de la aplicación del principio de oficialidad radica en que los delitos
constituyen las formas de comportamiento desviado más intolerables socialmente y, por lo tanto, existe en su
persecución un interés público que se superpone y excluye al eventual interés privado involucrado en la misma. Lo
anterior explica que el Estado no sólo tenga el derecho a iniciar la persecución penal de oficio, sino también el deber de
hacerlo.

El principio de oficialidad constituye la regla general en el nuevo sistema procesal penal chileno. Así viene declarado ya
constitucionalmente, al afirmar nuestra ley fundamental que el ministerio público "dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito... y en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista
por la ley" (art. 83 CPR).

Artículo 83 CPR.- Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Público, dirigirá en forma exclusiva
la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado y, en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista por la ley…

A nivel legal, el principio es reafirmado en el artículo 12 de la Ley Orgánica Constitucional de Ministerio Público, que
reza: “El ministerio público es un organismo autónomo y jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley". Por su parte, el
artículo 172 CPP establece que "La investigación de un hecho que revistiere caracteres de delito podrá iniciarse de oficio
por el Ministerio público...".

Como resulta obvio, la consagración del principio de oficialidad como regla general no constituye ninguna novedad
respecto del sistema que establecía el antiguo Código de Procedimiento Penal. Lo novedoso está en la exclusividad del
ministerio público en el ejercicio de la acción penal, lo que implica la desaparición de la facultad que se reconocía a los
tribunales para dar inicio a la persecución penal. En todo caso, el cambio del órgano a quien la ley encomienda la

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persecución penal pública no constituye un debilitamiento del principio de oficialidad, toda vez que sigue siendo el
Estado, a través de uno de sus órganos, quien se reserva para sí el monopolio de la persecución penal.

El principio de oficialidad está fuertemente vinculado al concepto procesal de acción, y en particular, a la tradicional
clasificación que distingue entre acción penal pública, acción penal privada y acción penal pública previa instancia
particular (artículos 53 y 54 CPP). Mientras el principio de oficialidad se expresa con toda su fuerza en la idea de acción
penal pública, el establecimiento de delitos de acción penal privada o mixta constituye, de alguna manera, una
declaración del Estado acerca de la existencia de delitos en que el compromiso del interés público es menor y, por lo
tanto, la persecución penal pasa a depender de un acto voluntario del ofendido.(Arts. 54 y 55 CPP).

Art. 53 CPP. Clasificación de la acción penal. La acción penal es pública o privada.


La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial deberá ser
ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las personas que determine la ley, con arreglo
a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos cometidos
contra menores de edad.
La acción penal privada sólo podrá ser ejercida por la víctima.
Excepcionalmente, la persecución de algunos delitos de acción penal pública requiere la denuncia previa de la
víctima.

Art. 54 CPP. Delitos de acción pública previa instancia particular. En los delitos de acción pública previa instancia
particular no podrá procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere denunciado el hecho a la
justicia, al ministerio público o a la policía.
Tales delitos son:
a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal;
b) La violación de domicilio;
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
e) Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y protección de
los derechos de propiedad industrial;
f) La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere
empleado, y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa.
A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el hecho las personas indicadas en el inciso segundo del
artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa disposición.
Cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pudieren
formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el hecho, el ministerio público
podrá proceder de oficio.
Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas generales relativas los delitos de acción
pública.

Art. 55 CPP. Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima, las acciones que nacen
de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
d) El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y
celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.

En resumen, estamos ante un sistema en que, con respecto al inicio del procedimiento, rige por regla general el
principio de oficialidad, y en el cual se reconocen, con carácter excepcional, aplicaciones del principio dispositivo, en los
casos de acción penal privada y de acción penal pública previa instancia particular.

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b) Disponibilidad de la pretensión penal. El principio de oficialidad expresa que ésta no es disponible por las partes, ya
que existe un interés público comprometido en la persecución penal. Su antítesis teórica, el principio dispositivo,
permite la libre disponibilidad de la pretensión, porque éste involucra un derecho de interés privado.

La posibilidad de disponer del objeto del proceso en materia criminal no era absolutamente extraña al sistema procesal
penal anterior, si tenemos en consideración que el CdePP reconocía eficacia a la renuncia, el desistimiento y el
abandono de la acción penal privada (arts. 28, 32 y 587 CdPP), reconocimiento que el CPP mantiene (arts. 56, 401 y 402
CPP).

No obstante, la aplicación del principio dispositivo a la disponibilidad de la pretensión penal se ha ampliado


enormemente con la introducción de los acuerdos reparatorios, que pueden ser celebrados directamente entre el
imputado y la víctima cuando los hechos investigados afectan bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial,
consisten en lesiones menos graves o constituyen delitos culposos (art. 241 CPP). La institución es, indudablemente, una
forma de disposición de la controversia, porque el efecto inmediato que produce el acuerdo reparatorio, una vez
aprobado, es el pronunciamiento del sobreseimiento definitivo, con lo cual se extingue total o parcialmente la
responsabilidad penal del imputado que lo hubiere celebrado (art. 242 CPP).

Art. 241 CPP. Procedencia de los acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán convenir acuerdos reparatorios,
los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a los intervinientes para escuchar sus planteamientos,
si verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su consentimiento en forma libre y con pleno
conocimiento de sus derechos.
Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles
de carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos.
En consecuencia, de oficio o a petición del ministerio público, el juez negará aprobación a los acuerdos
reparatorios convenidos en procedimientos que versaren sobre hechos diversos de los previstos en el inciso que antecede,
o si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no apareciere libremente prestado, o si existiere un interés
público prevalente en la continuación de la persecución penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el
imputado hubiere incurrido reiteradamente en hechos como los que se investigaren en el caso particular.

Art. 242 CPP. Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en
el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento
definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del
imputado que lo hubiere celebrado.

2) PRINCIPIO DE INVESTIGACION OFICIAL versus APORTACION DE PARTE.

El principio de investigación oficial, también llamado simplemente Principio de investigación, supone que el tribunal
investiga por sí mismo los hechos de la causa y, en ello no está vinculado a los requerimientos y declaraciones de las
partes en el proceso.

Esto conlleva dos consecuencias:


a) El tribunal no queda vinculado por las posiciones de las partes acerca de la verdad de un hecho.
b) El tribunal puede y debe producir prueba de oficio.

La antítesis teórica del principio de investigación oficial es el principio de aportación de parte. Conforme a este principio,
la carga de la prueba y la iniciativa de los actos de producción de prueba recaen en las partes, sin que se reconozca al
tribunal facultades para intervenir en ella. El principio de aportación de parte descansa, fundamentalmente, en la
autonomía de la voluntad particular y, por ello, determina que el tribunal no se interese por la averiguación autónoma
de la verdad.

Tradicionalmente se ha entendido que el principio de aportación de parte es propio del proceso civil, en el que sólo
están involucrados intereses privados, en tanto el Principio de investigación oficial sería propio del procedimiento penal.

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Si entendemos el principio de investigación oficial como un principio dirigido hacia la actividad del Tribunal, habría
necesariamente que concluir que el nuevo sistema se rige por el Principio de aportación de parte. En efecto, uno de los
rasgos característicos del nuevo proceso penal es la pasividad del juzgador, tanto durante la etapa de investigación
como durante el juicio oral, lo que implica que éste tiene generalmente vedada la realización de actos de investigación
e, incluso, la intervención en la producción de la prueba. Así, por ejemplo, durante la etapa de investigación el Juez de
garantía sólo puede recomendar al ministerio público la realización de diligencias en el caso del art. 98 inciso 4º CPP, y
sólo puede ordenarlas a solicitud de parte en el caso del art. 257 CPP. Durante el juicio oral, por su parte, la única
intervención admitida al tribunal es la posibilidad de formular preguntas al testigo o perito con el fin de que aclare sus
dichos, lo que sólo puede ejercer una vez terminado el examen y contra examen de las partes (art. 329 CPP).

3) PRINCIPIO ACUSATORIO.

El principio acusatorio impone la separación entre las funciones de investigar, acusar y decidir. Se descompone en dos
aspectos:

a) Distribución de las funciones de acusar y decidir. En su núcleo básico, el principio acusatorio impone una distribución
de los poderes que se despliegan en la etapa del juicio, impidiendo que quien acusa y juzga sean una misma persona,
como es -por el contrario- característico del Principio inquisitivo. Para estos efectos, el principio acusatorio exige la
presencia de un acusador, que sostiene la acusación, y de un juez, que decide sobre ella.

b) Distribución de las funciones de investigar y decidir. En los sistemas inquisitivos reformados o mixtos, el
procedimiento penal se divide en dos fases bien diferenciadas: la de instrucción, regida por el principio inquisitivo y la de
juicio oral, regida por el acusatorio. En estos sistemas, el principio acusatorio determina la prohibición de que el
instructor pueda enjuiciar y decidir el asunto, lo que resulta especialmente relevante cuando la fase de instrucción es
dejada a cargo de un juez de instrucción que, de intervenir en la fase de juzgamiento, vería seriamente afectada su
imparcialidad.

La distribución de las funciones de investigar y decidir impuesta por aplicación del principio acusatorio es considerada
actualmente una garantía individual implícita en el derecho a ser juzgado por un tribunal independiente e imparcial.

La incorporación del principio acusatorio al sistema procesal penal chileno es, sin lugar a dudas, la nota más distintiva de
la reforma. El sistema del Código de Procedimiento Penal podía ser caracterizado probablemente como uno de los
sistemas inquisitivos más puros del mundo contemporáneo, ya que no sólo en el hecho, sino también en el derecho,
estaban entregadas a una misma persona - el juez - las funciones de investigar, acusar y decidir sobre la acusación.

En el nuevo sistema procesal penal, las funciones de investigar y acusar están entregadas a un órgano autónomo,
denominado Ministerio Público (art. 83 CPR), mientras la función de decidir es entregada a un órgano jurisdiccional
colegiado, integrado por tres jueces, denominado Tribunal de Juicio Oral en lo Penal. Por su parte, la función de
controlar el respeto a las garantías individuales durante la etapa de investigación, ha sido encomendada por la ley al juez
de Garantía, tribunal unipersonal distinto de aquel llamado a decidir la controversia, a quien se priva de facultades de
persecución penal y se le encomienda la etapa de preparación del juicio oral.

La aplicación del principio acusatorio a nivel orgánico se ve, finalmente, reforzada por numerosas normas procesales
funcionales que buscan garantizar la separación de roles. Así, por ejemplo, la preparación del juicio oral y las facultades
asociadas a ellas, tales como la exclusión de prueba, quedan entregadas al Juez de Garantía (art. 276 CPP); al Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal le queda vedado el acceso a los registros de la investigación (arts. 281 y 334 CPP); y durante el
juicio oral se prohíbe invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba ningún antecedente que diga relación con
la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una suspensión condicional del
procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de un procedimiento abreviado (art. 335 CPP).

El principio acusatorio está íntimamente relacionado con numerosas garantías, tales como la imparcialidad, defensa,
contradicción y correlación entre imputación y fallo que constituyen derivaciones del mismo principio y que serán
tratados en forma autónoma.
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4) PRINCIPIOS DE LEGALIDAD Y OPORTUNIDAD.

a) Principio de legalidad: El principio de legalidad enuncia que el ministerio público está obligado a iniciar y sostener la
persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o hacerla cesar
a su mero arbitrio. Resulta de la suma de dos principios menores, como son el principio de promoción necesaria (deber
de promover la persecución penal ante la noticia de un hecho punible) y el principio de irretractabilidad (prohibición de
suspender, interrumpir o hacer cesar la persecución ya iniciada).

El fundamento más importante para la aplicación del principio de legalidad se encuentra en el principio de igualdad ante
la ley, impidiendo que la persecución penal quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no
un delito podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así, al Estado, la obligación de perseguir por igual
todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar entre ellos de manera alguna.

b) Principio de oportunidad. Enuncia que el ministerio público, ante la noticia de un hecho punible o, inclusive, ante la
existencia de prueba completa de la perpetración de un delito, está autorizado para no iniciar, o para suspender,
interrumpir o hacer cesar el curso de la persecución penal, cuando así lo aconsejan motivos de utilidad social o razones
de política criminal. Cuando la ley deja a la absoluta discreción del ministerio público el ejercicio de esta facultad, se
habla de principio de oportunidad libre o simplemente de discrecionalidad. Cuando, por el contrario, la ley establece los
casos y condiciones bajo las cuales el ministerio público está autorizado para ejercer esta facultad, sometiéndola
adicionalmente a un sistema de controles, se habla de principio de oportunidad reglada o normada.

El artículo 170 del CPP contempla el principio de oportunidad pero con una connotación restringida, aplicable solo
cuando se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a menos que la pena mínima
asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo o que se tratare de un delito
cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones.

Sin embargo, en un sentido amplio, también son aplicaciones del principio de oportunidad, aunque la ley no lo diga
expresamente así, la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios, aplicaciones que la doctrina
nacional ha englobado dentro del concepto de “salidas alternativas”.

II. GARANTIAS INDIVIDUALES ANTE LA PERSECUCION PENAL.

1) GARANTIAS DE LA ORGANIZACION JUDICIAL

El artículo 14.1 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos declara: "Todas las personas son iguales ante
los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por
un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación
de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil".

En la misma línea de ideas, el artículo 8, inciso 1º de la Convención Americana de Derechos Humanos declara: "Toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter".

Como se observa, los tratados internacionales ratificados por Chile reconocen, en una misma disposición, tres garantías
individuales de que gozan las personas ante la organización judicial del Estado: el derecho al Juez independiente, el
derecho al juez imparcial y el derecho al Juez natural.

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A) DERECHO AL JUEZ INDEPENDIENTE. El artículo 76 de la Constitución Política de la República reconoce el derecho al
juez independiente en los siguientes términos: "La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y
de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la
República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los
fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos".

La protección constitucional que esta norma proporciona aparece referida a lo que se conoce como independencia
institucional, esto es, la independencia del Poder judicial frente a los demás poderes del Estado.

Sin embargo, tal como señala Alberto Binder (Introducción al derecho procesal, Buenos Aires, 1999, pag. 151), la
independencia institucional es un concepto secundario, en la medida que existe para servir a la independencia personal,
que es "la primera y genuina independencia de los jueces". Puesto de otro modo, "es el juez, personalmente, con
nombre y apellido, quien no está subordinado a ninguna instancia de poder". Lo anterior es consistente con una lectura
cuidadosa de las convenciones internacionales de derechos humanos, que no hacen referencia al derecho a ser juzgado
por un Poder Judicial independiente, sino por un Juez independiente, lo que tiene claramente una connotación personal.

La independencia personal del juez tiene a su vez dos dimensiones: la independencia externa, que exige que el juez no
dependa de ninguna otra autoridad del Estado, y la independencia interna, es decir, la independencia respecto de todo
organismo superior dentro del Poder judicial.

Desde esta perspectiva, el sistema procesal chileno adolece de severas deficiencias, cuya corrección excede el ámbito de
la reforma procesal penal. Así, por ejemplo, subsiste una severa confusión entre las facultades disciplinarias y
jurisdiccionales, lo que hace posible todavía la invalidación de resoluciones judiciales por la vía disciplinaria, vale decir, el
recurso de queja.

La independencia de los jueces aparece vinculada también a los sistemas de nombramiento y remoción, que tienen su
fuente en la propia Constitución Política de la República (arts. 75, 77 y 78 CPR) y al de calificación o evaluación de
aquéllos.

B) DERECHO AL JUEZ IMPARCIAL: La imparcialidad es la condición de "tercero desinteresado" (independiente: neutral)


del juzgador, es decir, la de no ser parte, ni tener prejuicios a favor o en contra, ni estar involucrado con los intereses del
acusador ni del acusado, ni comprometido con sus posiciones, ni vinculado personalmente con éstos; y la actitud de
mantener durante todo el proceso la misma distancia de la hipótesis acusatoria que de la hipótesis defensiva (sin
colaborar con ninguna) hasta el momento de elaborar sentencia.

El artículo 1º, inciso 1º del CPP establece que "ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las
medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial."

Al respecto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Angol, en sentencia de 2 de octubre de 2002, señaló que “El
desempeñó de los jueces debe estar ajeno a todo sentimiento, cuestión valórica, creencia, ideología o prejuicio que
atente contra el debido proceso. Ciertamente la cuestión racial, étnica y cultural, la discriminación e intolerancia contra
las diversas expresiones del pueblo mapuche que fueron alegadas por la defensa no tienen asidero si con ello se pretende
dudar de la imparcialidad y objetividad a la que siempre está obligado un juez.”

Tradicionalmente, el derecho a un juez imparcial - o principio de imparcialidad - había sido estudiado en relación con los
instrumentos procesales que tenían por objeto impedir que un juez comprometido de alguna manera con las partes o el
conflicto pudiera conocer válidamente de ella. En nuestro medio, esto se traduce en el estudio de las implicancias y
recusaciones.

Si bien la imparcialidad del tribunal siempre fue considerada una garantía implícita (sin ella de poco - o nada - servirían
todas las otras), los tratados internacionales incorporados a la Constitución le han dado carácter expreso. Así, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos establece con claridad en su artículo 8 inciso 1º que toda persona,
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frente a una "acusación penal formulada contra ella tiene derecho a un juez o tribunal "independiente e imparcial";
tiene derecho a que el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal sea realizado por "un tribunal
independiente e imparcial", reza por su parte el artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

Por cierto que la imparcialidad así entendida supone la independencia del tribunal respecto de cualquier tipo de poder o
presión política o social, que impida o esterilice cualquier influencia que intente cargar la balanza hacia alguna de las
partes en conflicto.

C) DERECHO AL JUEZ NATURAL: El art. 19 N° 3 inc. 4° de la CPR declara: "Nadie podrá ser juzgado por comisiones
especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta".

Esta disposición está en consonancia con disposiciones contenidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y en la Convención Americana de Derechos Humanos.

Modernamente, el concepto dice relación con la predeterminación legal del juez, que tiene por objeto asegurar, como
garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente en la designación del tribunal competente para el
enjuiciamiento.

En su aspecto más obvio, el derecho al Juez natural impone la prohibición de juzgar a una persona a través de
comisiones especiales, esto es "órganos que no son jurisdiccionales, sino que han sido creados por designación especial
de alguno de los otros poderes del Estado"."

En su segundo aspecto, esto es, la exigencia de que el tribunal competente se encuentre establecido por la ley con
anterioridad al hecho objeto del proceso, el derecho al juez natural debe ser siempre estudiado en su dimensión
garantista vinculada a la independencia e imparcialidad del juez.

2. GARANTIAS GENERALES DEL PROCEDIMIENTO

A) DERECHO AL JUICIO PREVIO. Este derecho lo reconoce el artículo 1°, inciso 1° del CPP: "Juicio previo y única
persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de seguridad
establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial. Toda persona
tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal".

Se reconoce en este artículo los dos alcances que tradicionalmente se asocian a la idea de juicio previo, y que siguiendo
a MAIER, (Derecho procesal penal argentino, pp.240 a 252) pueden ser descritos del siguiente modo:

- Derecho a la sentencia judicial de condena como fundamento de la pena (nulla poena sine iuditio). El primer alcance
del derecho al juicio previo, que se expresa en la fórmula "nulla poena sine iuditio", consiste en la exigencia de una
sentencia judicial de condena firme como requisito para la imposición de una pena. En este primer sentido, juicio es
sinónimo de sentencia. El principio resulta así una consecuencia de la prohibición general de la autotutela en materia
penal y del monopolio que se reconoce al Estado en materia de persecución penal.

Atendido que la noción de juicio, como sinónimo de sentencia, está íntimamente ligada a la idea de Juicio lógico, esto es,
de "conclusión lógica de un razonamiento fundado en premisas", se ha considerado que la expresión de dicho
razonamiento, esto es, la fundamentación de las sentencias, constituye también una garantía del imputado derivada del
derecho al Juicio previo.

En Chile, esta conclusión encuentra fundamento en lo dispuesto por el artículo 19 N° 2, inciso 5° de la CPR que reza:
"Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado". A nivel
legal, la exigencia de fundamentación de la sentencia en materia penal se encuentra elevada al rango de principio básico
por el artículo 1° del CPP.: "Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ... sino en virtud de una sentencia
fundada...".

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Finalmente, los requisitos formales que debe cumplir la fundamentación de la sentencia se encuentran establecidos en
el artículo 342 del CPP, siendo incluso considerada motivo absoluto de nulidad la omisión de algunos de ellos.

- Derecho a un proceso previo legalmente tramitado. El segundo alcance del derecho al juicio previo, que se expresa en
la fórmula “nulla poena sine processu”, consiste en la exigencia de un procedimiento previo a la sentencia.

En términos de la CPR, el derecho al juicio previo se traduce en que "toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado".

La fórmula, sin embargo, no menciona las características que debe tener ese procedimiento que ha de conducir a la
sentencia, pero ellas se derivan como exigencias de numerosas otras garantías contenidas en los tratados
internacionales y en la Constitución Política de la República.

Debe observarse que este conjunto de garantías suele agruparse como si se tratara de una sola garantía, bajo la noción
de “derecho al debido proceso”, que ha sido tomada de las enmiendas V y XIV de la Constitución Federal de los Estados
Unidos de América.

B) DERECHO A SER JUZGADO DENTRO DE UN PLAZO RAZONABLE. Este derecho, también conocido como derecho a un
proceso sin dilaciones indebidas (art. 14.3.c PIDCP), ha sido definido por GIMENO como "un derecho subjetivo
constitucional, que asiste a todos los sujetos que hayan sido parte en un procedimiento penal, de carácter autónomo,
aunque instrumental del derecho a la tutela, y que se dirige frente a los órganos del Poder judicial (aun cuando en su
ejercicio han de estar comprometidos todos los demás poderes del Estado), creando en ellos la obligación de actuar en
un plazo razonable el ius puniendi o de reconocer y, en su caso, restablecer inmediatamente, el derecho a la libertad".

El derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable goza de un considerable desarrollo en los Estados Unidos bajo la
fórmula del "derecho a un juicio rápido", reconocida en la Enmienda VI. La jurisprudencia norteamericana ha afirmado
que esta garantía está destinada a proteger tres valores inherentes al sistema angloamericano de justicia criminal: 1)
evitar indebida y opresiva encarcelación antes del juicio; 2) minimizar la ansiedad y preocupación que genera una
acusación pública; y 3) limitar las posibilidades de que una dilación extensa menoscabe la capacidad del acusado para
defenderse.

En el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, las preocupaciones que motivan el reconocimiento del derecho a
un juicio rápido han encontrado concreción en dos normas diferentes. Así, el art. 8.1 de la CADH reconoce con carácter
general, a "toda persona" el "derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable", en tanto el art. 7.5 reconoce
particularmente a "toda persona detenida o retenida "su "derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser
puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso".

El Código Procesal Penal no ha elevado a nivel de principios el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable, pero
contiene numerosas disposiciones orientadas a conferir la protección que impone dicha garantía. Así, la formalización de
la investigación (que corresponde propiamente en nuestro Sistema a la formulación de cargos), activa un plazo legal
máximo de dos años para el cierre de la investigación (art. 247 CPP), que puede, además, ser reducido judicialmente en
la audiencia de formalización de la investigación, (Art. 234 CPP). Por otra parte, y aunque en principio la instrucción no
está sujeta a plazo antes de la formalización, la ley faculta a cualquier persona que se sienta afectada por una
investigación no formalizada para solicitarle al juez de garantía que fije al fiscal un plazo para que la formalice, (art. 186
CPP). Por su parte, la audiencia de preparación del juicio oral y la de juicio oral propiamente tal están sometidas a plazos
breves para su realización (arts. 260 y 281 CPP), y se llega al extremo de imponer, bajo amenaza de nulidad del juicio, la
exigencia de comunicación inmediata de la decisión de absolución o condena y, en principio, la redacción de la
sentencia, aunque excepcionalmente la deliberación puede prolongarse hasta por veinticuatro horas y la redacción de la
sentencia hasta por cinco días. (arts. 343 y 344 CPP).

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C) DERECHO DE DEFENSA. Para Montero Aroca, el derecho de defensa, en cambio, se concibe como “un derecho de
rango fundamental, atribuido a las partes de todo proceso, que consiste básicamente en la necesidad de que éstas sean
oídas, en el sentido de que puedan alegar y probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan
rebatir todos los materiales de hecho y de derecho que puedan influir en la resolución judicial".

La ley procesal penal en su artículo 8 indica que el derecho a defensa, en concreto el derecho a ser defendido por un
abogado, puede ser hecho valer por la persona a quien se atribuye participación en un hecho punible desde la “primera
actuación” del proceso seguido en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia.

Si el imputado no designa a un abogado, su defensa la realiza la Defensoría Penal Pública.

Para estos efectos se entiende por primera actuación cualquier diligencia de investigación o cautelar que se realice por o
ante un tribunal por parte del Ministerio Público o la Policía en la que se atribuye a una persona responsabilidad en un
delito.

Los artículos 9 y 10 del CPP dan cuenta de la necesidad de que las actuaciones del fiscal que pudieren alterar los
derechos de una persona a la que se le imputa un hecho deben ser autorizadas por un juez de garantía. El artículo 236,
por su parte, dispone que las diligencias de investigación que de conformidad al artículo 9 requieren de autorización
judicial previa pueden ser solicitadas por el fiscal aún antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiere
que ellas se llevaren a cabo sin previa comunicación al afectado, el juez autoriza que se proceda en la forma solicitada
cuando la gravedad de los hechoso la naturaleza de la diligencia de que se tratare permitiere presumir que dicha
circunstancia resulta indispensable para su éxito. Sin con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal
solicita proceder de la forma señalada, el juez lo autoriza cuando la reserva resultare estrictamente indispensable para la
eficacia de la diligencia.

El derecho a defensa significa que:

 Comprende tanto la defensa material como la defensa técnica: La defensa material es aquella ejercida
personalmente por el imputado, en tanto que la defensa técnica es aquella ejercida por un letrado a favor de éste.

 Debe ser ejercido en forma oportuna: El sistema procesal penal debe garantizar al imputado la posibilidad de
defenderse de cada uno de los cargos que se le formulan en todas las etapas del proceso penal, esto es, desde el
momento mismo en que aparecen indicios de su participación en un hecho delictivo y hasta el pronunciamiento de
la sentencia definitiva relativa a su inocencia o culpabilidad en el mismo.

 Es un principio universal: Es un derecho fundamental que nace la naturaleza humana. Basta con que una persona
adquiera la calidad de imputada de un delito para que le asista el ejercicio de este derecho. El Estado está obligado a
su reconocimiento y, por lo tanto, no puede hacer distinciones de ninguna clase.

D) DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. El derecho a la presunción de inocencia es una de las banderas de lucha
de la reforma liberal al sistema inquisitivo y aparece por primera vez en Francia, en la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, en la que se establece que debía presumirse inocente "a todo hombre hasta que haya sido
declarado culpable".

El principio aparece actualmente reconocido en el art. 11, inciso 1º de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos: "Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y al juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa".

El derecho a la presunción de inocencia tiene en Chile rango constitucional por el hecho de estar incorporada en los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes. Entre ellos, destaca la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que en su art. 8, inciso 2º establece: "Toda persona inculpada de delito tiene

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derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.” En términos muy
similares, declara también este principio el art. 14, inciso del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos.

Sin embargo, el principio de inocencia no aparece consagrado como tal en el texto de la CPR y es un hecho que se trata
de una de las garantías que se encontraba más seriamente afectadas por el sistema inquisitivo impuesto por el CdPP. El
Código Procesal penal lo considera como uno de los principios básicos del nuevo proceso, incorporándolo en tal calidad
en su art. 4°: "Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme".

Lo cierto es que, independientemente de la ubicación sistemática que se prefiera para analizarlo, el derecho a la
presunción de inocencia constituye un principio político sobre el cual está estructurado todo el proceso penal moderno.
En otras palabras, se podría decir con BINDER que el principio de inocencia refleja "el status básico de un ciudadano
sometido a proceso. Él llega al proceso con un status que debe ser destruido y en ello reside la construcción de la
culpabilidad".

El reconocimiento del derecho a la presunción de inocencia tiene claramente dos consecuencias:

- La carga de la prueba corresponde al Estado: En este primer aspecto, el principio se expresa como una regla de
enjuiciamiento; significa que si el Estado no logra satisfacer el estándar probatorio impuesto por la ley procesal penal, la
consecuencia necesaria del incumplimiento de esa carga es la absolución del acusado.

Se trata, como se puede apreciar, de una aplicación vinculada al principio in dubio pro reo.

En el sistema que consagra el Código Procesal Penal, el estándar de convicción exigido para condenar corresponde al de
"duda razonable" establecido en el art. 340: "Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando
el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere
cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una participación
culpable y penada por la ley". Duda equivale a incertidumbre; dudar, es no saber si una cosa es cierta.

"Duda razonable" ha sido definida en el sistema norteamericano – a partir de la jurisprudencia existente - como "el
estándar usado para determinar la culpabilidad o inocencia de una persona acusada de un delito. Para ser culpable de
un delito se debe probar que uno es culpable más allá de una duda razonable. Una duda razonable que justificaría
absolución es una duda basada en la razón y que surja de la evidencia o la falta de evidencia, y es la duda que un hombre
o mujer razonable podría abrigar, y no la es una duda rebuscada ni imaginada, ni la duda que un jurado podría hacer
aparecer para evitar realizar una tarea o deber desagradable. Duda razonable es una duda que llevaría a las personas
prudentes a dudar antes de actuar en materias de importancia para ellos mismos. Es duda basada en evidencia o en falta
de evidencia".

- El imputado debe ser tratado como inocente. La segunda consecuencia del principio de inocencia es el trato de
inocente. Como resulta obvio, si el imputado no puede ser considerado culpable en tanto no sea condenado en la
sentencia, de ninguna manera podría ser tratado como culpable, esto es, imponérsele por anticipado las consecuencias
propias de la sentencia condenatoria y entre ellas, por supuesto, la privación de libertad.

Sin embargo, como explica MAIER, el trato de inocente no se ha podido sostener al punto de eliminar toda posibilidad
de utilizar coerción estatal, incluso sobre la misma persona del imputado, durante el procedimiento de persecución
penal pública. En otras palabras, el principio de inocencia no excluye, de plano, la posibilidad de decretar medidas
cautelares de carácter personal durante el procedimiento. En este sentido, instituciones como la detención o la prisión
preventiva resultan legitimadas, en principio, siempre que no tengan por consecuencia anticipar los efectos de la
sentencia condenatoria sino asegurar los fines del procedimiento.

Tan aceptado es lo anterior, que los mismos tratados internacionales que reconocen el derecho a la presunción de
inocencia están lejos de excluir la legitimidad de las privaciones de libertad que se producen durante el proceso.

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Se trata, entonces, de que el derecho a la presunción de inocencia juega un rol fundamental en el establecimiento de los
límites que deben entenderse impuestos al carácter de estas medidas coercitivas adoptadas; éstas no pueden
convertirse en una forma de anticipación de pena, pues si así fuera se estaría precisamente logrando lo que el principio
proscribe: imponer anticipadamente la sanción penal a quien no ha sido declarado culpable.

La única finalidad aceptada para las medidas cautelares será, como hemos dicho, asegurar los fines del procedimiento.

Esta idea aparece muy bien expresada en el artículo 122 del Código Procesal Penal, que refiriéndose a la "finalidad y
alcances" de las medidas cautelares personales, señala: "Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando
fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras
subsistiere la necesidad de su aplicación".

E) INADMISIBILIDAD DE LA PERSECUCIÓN PENAL MÚLTIPLE. La última garantía general del imputado ante la
persecución penal del Estado es la inadmisibilidad de la persecución penal múltiple o (en su denominación más
tradicional) el principio del “ne bis in idem” o “non bis in idem” (No dos veces, por una misma cosa).

El principio no se encuentra reconocido, como tal, en la Constitución Política de la República, pero el CPP lo ha elevado a
la calidad de principio básico del proceso penal chileno en el art. 1 inciso 2º que reza: "La persona condenada, absuelta o
sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el
mismo hecho".

3. GARANTIAS DEL JUICIO.-

Todas las garantías generales del procedimiento, anteriormente analizadas, se aplican durante esta etapa en su máxima
intensidad. El juicio, sin embargo, reserva para sí a lo menos dos rasgos ineludibles, que tienen un carácter claramente
garantista y que definen en sí mismo el proceso penal: debe tratarse de un juicio oral y público, con todas las
consecuencias que ello conlleva, que estudiaremos a continuación.

A) DERECHO A JUICIO PÚBLICO. Siguiendo a ROXIN, el fundamento de la publicidad es triple: "Su significado esencial
reside en:

a) Consolidar la confianza pública en la administración de justicia,


b) Fomentar la responsabilidad de los órganos de la administración de justicia y
c) Evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el tribunal y, con ello, en la sentencia."

El principio de publicidad está consagrado en el art. 8 inciso 5º de la Convención Americana de Derechos Humanos "El
proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia. Lo reconoce
también, explícitamente, el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil.)

Aunque en la Constitución Política debiera entenderse implícita la consagración del derecho a un juicio público dentro
de las garantías de un justo y racional procedimiento (art. 19 N° 3 inc. 5°), lo cierto es que no hay en ella referencia
explícita al principio de publicidad.

En el Código Procesal Penal, en cambio, la publicidad se consagra como uno de los principios básicos del procedimiento
y una de las garantías fundamentales del juicio. Así, el artículo 1°, inciso 1°, 2ª parte, declara: "Toda persona tiene
derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal". El artículo
374, letra d), concreta esta garantía considerando que es motivo absoluto de nulidad y, en consecuencia, el juicio y la
sentencia serán siempre anulados "cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley
sobre publicidad y continuidad del juicio".

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La garantía de publicidad, tal como aparece tratada en el CPP, se satisface con el acceso público a la Sala de Audiencias.
Conforme al inciso final del artículo 289, los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna
parte de la audiencia cuando el tribunal así lo determine. Dicha posibilidad no rige si ambas partes se opusieren a ello,
pero si sólo una lo hiciere, el tribunal deberá resolver.

El principio de publicidad no es absoluto, pues cede ante la necesidad de proteger la intimidad, (lo que forma parte de la
esencia de una persona), el honor (reputación) o la seguridad (ausencia de peligro) de cualquier persona que debiere
tomar parte en el juicio y de evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley. En estos casos, la ley faculta al
tribunal para disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas: a) impedir el
acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia, y b) impedir el acceso
del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas.

Todo el tratamiento del CPP en relación al principio de publicidad aparece referido al juicio oral. En verdad, resulta
discutible la aplicación de este principio, con carácter de derecho humano, a las etapas anteriores del procedimiento.
Por lo pronto, pareciera existir consenso doctrinario en cuanto a que rige en plenitud para la etapa del juicio, mas no así
en cuanto a su aplicación con la misma intensidad en las etapas preliminares del procedimiento.

La circunstancia de no reconocer el carácter de derecho humano a la aplicación del principio de publicidad en las etapas
preliminares no significa, sin embargo, desconocer la existencia de numerosas disposiciones legales que garantizan la
publicidad de las actuaciones durante estas etapas. Por el contrario, el nuevo sistema procesal penal acentúa las
aplicaciones de ese principio, en clara reacción a los problemas que generaba el carácter secreto del sumario en el
Código de Procedimiento Penal. Así, el artículo 182 CPP establece que las actuaciones de la policía y del ministerio
público sólo serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento, e instaura como regla general que el imputado y
los demás intervinientes en el procedimiento podrán siempre examinar los registros y los documentos de la
investigación fiscal y policial. Sólo excepcionalmente se faculta al fiscal para disponer que determinadas actuaciones,
registros o documentos sean mantenidos en secreto respecto del imputado o de los demás intervinientes, por un plazo
no superior a cuarenta días. Adicionalmente, el CPP permite que el imputado tenga acceso a los registros judiciales,
reconoce por regla general el derecho a examinar los registros y documentos de la investigación fiscal y policial y el
derecho a intervenir en todas las actuaciones judiciales. Del mismo modo, aunque el CPP no lo establece expresamente,
se ha entendido que todas las audiencias de las etapas preliminares son públicas.

B) DERECHO A JUICIO ORAL. El derecho a un juicio oral está reconocido con rango legal en el artículo 1° del CPP. La
fórmula utilizada por el legislador ("derecho a un juicio previo, oral y público..."), revela que la vigencia del principio de
oralidad ha sido una garantía indisolublemente asociada a la garantía de publicidad.

El derecho a un juicio oral impone la exigencia de que el fundamento de una sentencia sólo puede provenir de un
debate público e inmediato.

El principio de oralidad aplicado al juicio está consagrado en el artículo 291 del CPP, conforme al cual esta audiencia se
desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y argumentaciones de las partes como a las
declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en
ella.

Las resoluciones deben ser dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el
momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio. El tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del juicio oral.

Este principio se reafirma en numerosas disposiciones legales, que en forma particularizada prohíben sustituir las
declaraciones de testigos y peritos por la lectura de registros u otros documentos, en particular las de los policías. La ley
prohíbe, asimismo, incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y
demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.

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El principio, sin embargo, no es absoluto, y reconoce excepciones en la posibilidad de intervención por escrito de los
discapacitados que no pudieren hablar (art. 291 inc. 3° CPP; y en las hipótesis en que se permite excepcionalmente la
lectura de documentos (art. 333 CPP) y de declaraciones anteriores de testigos, peritos o imputados (arts. 331 y 332
CPP).

El derecho al juicio oral es renunciable bajo determinadas condiciones. Esto sucede, fundamentalmente, cuando el
acusado manifiesta su consentimiento con la aplicación del procedimiento abreviado, ya que el efecto natural de este
procedimiento será que la sentencia que se dicte estará fundada exclusivamente en los hechos materia de la acusación y
en los antecedentes de la investigación que la fundaren, los que habrán sido aceptados expresamente por el acusado. El
carácter de renuncia de esta manifestación es tan evidente, que la ley impone al juez que, antes de decretar este
procedimiento, se cerciore de que el acusado conoce su derecho a exigir un juicio oral.

El derecho al juicio oral es, como se ha dicho, una garantía que se aplica y cumple en la etapa del juicio. En principio, no
existe una garantía constitucional que ampare la oralidad del procedimiento en sus etapas preliminares. No obstante lo
anterior, el principio de oralidad alcanza también, por declaración expresa del CPP, a la etapa de preparación del juicio
oral, en cuanto su fase más importante, la audiencia de preparación, se desarrolla oralmente sin que se admita durante
su realización la presentación de escritos. En la etapa de investigación, por su parte, el principio de oralidad tiene
también aplicaciones trascendentes. Así, por ejemplo, adquiere un carácter garantista en el debate sobre prisión
preventiva.

Este derecho aparece asociado a tres principios sin los cuales la idea misma de juicio quedaría desnaturalizada:
inmediación, continuidad y concentración.

- EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN: El principio de inmediación impone que el sentenciador sólo puede fallar de acuerdo
con las impresiones personales que obtenga del acusado y de los medios de prueba.

Se trata de un principio que no está reconocido autónomamente como garantía, pero que opera como tal en cuanto
aparece asociado al derecho a un juicio oral, impidiendo que dicho derecho se burle por la vía de reconocer valor, en la
sentencia a prueba que no haya sido producida durante el juicio. Dicho de otro modo, de nada serviría garantizar el
derecho a un juicio oral si, al momento de la sentencia, se permitiera al tribunal fallar sobre la base de prueba que no ha
sido rendida directamente ante él.

El principio de inmediación comprende dos aspectos:

Inmediación formal.- El tribunal que dicta la sentencia debe haber observado por sí mismo la recepción de la prueba, sin
poder dejar ésta a cargo de otras personas.

Este primer aspecto del principio se concreta en nuestro CPP en diversas disposiciones que establecen la imposibilidad
de delegar la función del tribunal en la recepción de la prueba. Así, por ejemplo, la presencia ininterrumpida de los
jueces que integran el tribunal durante toda la audiencia es una condición de validez de la misma. La ausencia de
cualquiera de los jueces es considerada como motivo absoluto de nulidad para efectos de dicho recurso.

Como se aprecia, entonces, la inmediación formal exige que los jueces estén presentes en forma ininterrumpida durante
toda la audiencia, presenciando directamente y por sí mismos la producción de la prueba, e impedidos de delegar
válidamente esta función en funcionarios subalternos.

Inmediación material: El tribunal debe extraer los hechos de la fuente por sí mismo, sin que pueda utilizar equivalentes
probatorios.

Para garantizar este principio, el CPP establece, en primer término, que el tribunal debe formar su convicción sobre la
base de la prueba producida durante el juicio oral. Lo anterior está en íntima relación con las normas que prohíben por
regla general incorporar o invocar como medio de prueba ni dar lectura durante el Juicio oral, a los registros y demás
documentos que dieren cuenta de actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público. Del mismo modo, la ley
18
establece que los peritos y testigos deberán ser interrogados personalmente y que su declaración personal no podrá ser
sustituida por la lectura de los registros en que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las
contuvieren. La lectura de declaraciones anteriores sólo se admite muy excepcionalmente en los casos previstos por la
ley.

- CONTINUIDAD Y CONCENTRACIÓN. El principio de concentración aplicado al juicio oral exige que todos los actos
necesarios para concluir el juicio se realicen en la misma audiencia; el principio de continuidad alude a la exigencia de
que el debate no sea interrumpido. Se trata de principios que aseguran la unidad del juicio.

En el CPP las normas sobre continuidad y concentración están contenidas en los artículos 282 y 283. Ellas establecen, a
nivel de principios, que la audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá prolongarse en sesiones
sucesivas, hasta su conclusión. Se considera como sesiones sucesivas aquellas que tuvieren lugar en el día siguiente o
subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.

Lo anterior no significa, sin embargo, la exclusión absoluta de toda posibilidad de interrupción o suspensión. Por el
contrario, el propio Código establece que el tribunal puede suspender la audiencia hasta por dos veces, pero solamente
por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la suspensión. La
suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá su
continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.

Las normas anteriores no impiden la posibilidad de que, durante el día, el tribunal interrumpa brevemente la audiencia
declarando recesos. Para todos los efectos, se considera que estas interrupciones no constituyen suspensión.

Debe recordarse finalmente que es motivo absoluto de nulidad y, en consecuencia, el juicio y la sentencia serán siempre
anulados "cuando en el Juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre... continuidad del
juicio".

III. PROTECCION DE GARANTIAS.-

A lo largo de nuestro estudio observaremos que existen innumerables mecanismos específicos destinados a la
protección de las garantías involucradas en actuaciones determinadas del procedimiento. Adicionalmente, sin embargo,
existen también dentro del CPP cinco mecanismos generales orientados a la protección de las garantías del imputado o
de terceros, los cuales tienen un carácter preventivo o correctivo, según el caso.

Mecanismos generales PREVENTIVOS para la protección de garantías.-

a) Autorización judicial previa.- El CPP establece, a nivel de principios básicos, que toda actuación del procedimiento
que prive al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restrinja o perturbe,
requerirá de autorización judicial previa (art. 9° CPP). Oportunamente estudiaremos cómo opera este mecanismo en las
diferentes situaciones concretas a que dan lugar las denominadas medidas intrusivas.

b) Cautela de garantías.- También a nivel de principios, el CPP impone al juez de garantía la obligación de adoptar, de
oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir que el imputado ejerza los derechos que le otorgan las
garantías judiciales consagradas en la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por
Chile y que se encuentren vigentes, en cualquier etapa del procedimiento en que estime que dicho imputado no está en
condiciones de hacerlo (art. 10 inc. 1° CPP). El Código añade que si estas medidas no fueren suficientes para evitar que
pudiere producirse una afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez debe ordenar la suspensión del
procedimiento y citar a los intervinientes a una audiencia que se celebrará con los que asistan, pudiendo luego, con el
mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolver la continuación del
procedimiento o decretar el sobreseimiento temporal del mismo (art. 10 inc. 2° CPP).

19
La historia de la ley evidencia que esta norma, más que surgir como una herramienta de carácter general para la
protección de las garantías del imputado, nació vinculada a la preocupación de la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado por "el caso de aquellas personas que, con posterioridad al hecho que se investiga,
vean debilitadas de tal manera sus aptitudes que, si bien pudiera ser dudoso que queden comprendidas dentro del
concepto normativo de "enajenado mental', no se presenten en cambio mayores vacilaciones para concluir que no
pueden acogerse en plenitud a la garantía de un racional y justo procedimiento que les asegura la Constitución Política
ni a las garantías judiciales que explicita en mayor medida la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de
San José de Costa Rica, en particular las que configuran el derecho de defensa".

Mecanismos generales CORRECTIVOS para la protección de garantías.-

a) Nulidad procesal.- La nulidad procesal opera como un mecanismo correctivo de protección de garantías cuando la
infracción que la motiva ha impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución,
o en las demás leyes de la República. En estos casos, la ley presume de derecho la existencia del perjuicio exigido por la
ley como requisito para la declaración de nulidad (art. 160 CPP).

b) Exclusión de prueba ilícita.- Se trata de uno de los mecanismos correctivos más poderosos para la protección de
garantías establecido por el CPP, ya que permite al juez excluir, para el juicio oral, las pruebas que provinieren de
actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia
de garantías fundamentales.

c) Recurso de nulidad.- Opera como un mecanismo de protección de garantías cuando se funda en la causal prevista por
el art. 373 letra a) CPP, esto es, haberse infringido sustancialmente, en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento
de la sentencia, derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por
Chile que se encuentren vigentes.

Todos estos mecanismos serán analizados en su oportunidad.

20
DISPOSICIONES COMUNES A TODO PROCEDIMIENTO
EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL.-

I.- INTERVINIENTES.

Para una debida comprensión de las materias que serán abordadas a continuación y dado que el Código Procesal Penal
alude en numerosas disposiciones a los intervinientes, sin expresar a quiénes se refiere, resulta indispensable que
precisemos, en primer lugar, quienes son, atendiendo a lo que señala el Art.12 del CPP

Art. 12. Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará intervinientes en el procedimiento al
fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al querellante, desde que realizaren cualquier actuación procesal o
desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas.

Conforme a la norma transcrita, los intervinientes son cinco categorías de personas bien definidas en el procedimiento
penal: fiscal, imputado, defensor, víctima y querellante.

Para complementar el propósito enunciado en el párrafo anterior, es necesario puntualizar también quiénes son los
sujetos procesales.

Aun cuando el Código esta vez no los comprende a todos en alguna disposición determinada, se refiere a ellos en el
título IV del Libro I, en siete párrafos diferentes, cada uno titulado con el nombre de un sujeto procesal: el tribunal, el
ministerio público, la policía, el imputado, la defensa, la víctima y el querellante.

Como puede observarse, algunas categorías de personas son Intervinientes y a la vez son Sujetos Procesales (copiar
esquema).

II.- APLICACION TEMPORAL DE LA LEY PROCESAL PENAL.

El Art. 11 estatuye que las leyes procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo, cuando a
juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.

Art. 11: Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes procesales penales serán aplicables a los
procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables
al imputado.

La norma transcrita constituye una aplicación del principio establecido en el Art. 24 de la Ley Sobre Efecto Retroactivo
de las Leyes, actualmente vigente, consistente en que las leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de los juicios
prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deben empezar a regir. Sin embargo, como puede advertirse,
el mismo Art. 11 contiene una excepción a esta regla general, haciendo aplicación de otro principio, esta vez de Derecho
Penal, en el sentido de que las normas procesales penales no se aplican en el acto cuando las antiguas sean más
favorables al imputado.

La regla del Art. 11, citado, debe ser entendida a partir de la vigencia del Código Procesal Penal, que, como se sabe fue
gradual para las distintas Regiones del país. Una vez que dicho Código se encuentre en vigencia, si se dictare una nueva
disposición procedimental con respecto a determinada materia contemplada en dicho Código, ella se aplicará de
inmediato a menos que la contenida en dicho cuerpo de leyes sea más favorable al imputado.

21
III.- EFECTO DE LAS SENTENCIAS PENALES DE TRIBUNALES EXTRANJEROS.

El principio general en esta materia está expresado en el Art.13, al disponer que tendrán valor en Chile las sentencias
penales extranjeras.

En consecuencia, agrega, nadie podrá ser juzgado ni sancionado en Chile por un delito por el cual hubiere sido ya
condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero, a menos
que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal
por delitos de competencia de tribunales nacionales, o cuando el imputado lo solicitare expresamente, si el proceso
respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en
términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente. En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido
en país extranjero se le imputará a la que debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado.

La norma referida agrega que la ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a los tratados
internacionales ratificados por Chile, que se encontraren vigentes.

Art. 13. Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros. Tendrán valor en Chile las sentencias penales
extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere sido ya condenado
o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero, a menos que el
juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por delitos
de competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo solicitare expresamente, si el proceso respectivo no
hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren
falta de intención de juzgarle seriamente.
En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que debiere
cumplir en Chile, si también resultare condenado.
La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encontraren vigentes.

IV.- LOS PLAZOS.


Artículos 14 y siguientes del CPP.

CONCEPTO:

Según el profesor Fernando Orellana, es aquel espacio de tiempo en virtud del cual la ley, el Tribunal o las partes
establecen que determinadas actuaciones procesales deben verificarse dentro del proceso.

El plazo está destinado a que una determinada diligencia procesal deba verificarse dentro del espacio de tiempo que
señala.

CARACTERÍSTICAS:

Para el CPP todos los días y horas son hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no se suspenden los plazos
por existir días feriados. En todo caso, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes vence en día feriado, se
considera ampliado hasta las 24 horas del día siguiente que no fuere feriado.

Art. 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no se
suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.

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Respecto de esta norma podemos señalar:
 Que el legislador ha establecido plazos de días y horas.
 Que estos plazos de días y horas son siempre hábiles.
 Que por ser hábiles se puede efectuar cualquier actuación del procedimiento penal, sin que se tome en
consideración que el día, según el calendario, sea o no feriado.
Excepcionalmente, si el plazo vence un día feriado, sus efectos se prorrogan para el día siguiente hábil hasta las 24
horas. Además, los plazos de horas establecidos en el Código comienzan a correr inmediatamente después de ocurrido
el hecho que fijare si iniciación sin interrupción.

Art. 15. Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en este Código comenzarán a correr
inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.

FATALIDAD.-

Los plazos señalados en el Código son fatales e improrrogables, a menos que se indicare expresamente lo contrario. Que
sean fatales quiere decir que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el acto se extingue al
vencimiento del plazo. Por su parte, que sean improrrogables quiere decir que no se pueden prolongar más allá del
tiempo que ha señalado la ley.

Art. 16. Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a menos
que se indicare expresamente lo contrario.

NUEVOS PLAZOS ESTABLECIDOS POR EL TRIBUNAL.-

El artículo 17 señala que puede el Tribunal establecer un nuevo plazo en un procedimiento penal. Ocurre esto cuando un
interviniente que se ha visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro de un determinado
plazo, solicita al Juez de Garantía o al Tribunal Oral en lo Penal que le conceda un nuevo plazo por el mismo período en
virtud de haber ocurrido alguna de las siguientes causales:

 Por un hecho que no le fuera imputable.


 Por defecto en la notificación.
 Por fuerza mayor o caso fortuito. El caso fortuito o fuerza mayor está expresamente definido en el Código Civil
Chileno en su artículo 45: “Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir como un
naufragio, un terremoto, etc..”

En estos casos puede el interviniente solicitarlo dentro de un plazo de 5 días siguientes a la cesación del impedimento.

Art.17. Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor o
por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha
solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el impedimento.

Finalmente, el artículo 18 previene que los intervinientes pueden renunciar, total o parcialmente a los plazos
establecidos a su favor, siempre que hagan una manifestación expresa en este sentido.

Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán del consentimiento de todos los intervinientes y de la
aprobación del tribunal.

Art. 18. Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los plazos
establecidos a su favor, por manifestación expresa.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal.

23
V.- NORMAS SOBRE LAS COMUNICACIONES ENTRE AUTORIDADES.-
Art. 19 y siguientes del CPP.

REGLA GENERAL:

El artículo 21 del CPP nos entrega la regla general en esta materia. Señala que las comunicaciones podrán realizarse por
cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la documentación pertinente.

Art. 21. Forma de realizar las comunicaciones. Las comunicaciones señaladas en los artículos precedentes podrán
realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la documentación que fuere pertinente.

REQUERIMIENTO DE LA INFORMACIÓN:

Todas las autoridades y órganos del Estado deben realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que
les requirieren el Ministerio Público y los tribunales con competencia en lo penal. Art. 19, inciso 1º CPP.

El requerimiento debe contener:


 La fecha y lugar de expedición,
 Los antecedentes necesarios para su cumplimiento,
 El plazo que se otorgara para llevarlo a efecto, y
 La determinación del fiscal o Tribunal requirente.

REQUERIMIENTO SECRETO:

Tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren carácter secreto, el requerimiento se
atiende observando las prescripciones de la ley respectiva, si las hubiere, y, en caso contrario, adoptándose las
precauciones que aseguren que la información no será divulgada. Artículo 19, inciso 2º CPP.

RETARDO DE LOS ANTECEDENTES:

Si la autoridad requerida retarda el envío de los antecedentes solicitados o se niega a enviarlos, a pretexto de su
carácter secreto o reservado, y si el fiscal estima indispensable la realización de la actuación, remite los antecedentes al
Fiscal Regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones respectiva que, previo informe
de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que considerare más rápida, resuelva la controversia. La Corte
adopta esta decisión en cuenta. Si fuere el Tribunal el que requiriere la información, formula dicha solicitud
directamente ante la Corte de Apelaciones. Art. 19, inciso 3º CPP.

Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su publicidad
pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión debe ser resuelta por la Corte Suprema.
Art. 19, inciso 4º CPP.

Aun cuando la Corte llamada a resolver la controversia rechazare el requerimiento del fiscal, por compartir el juicio de la
autoridad a la que se hubieren requerido los antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio público o al
tribunal los datos que le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o para el
pronunciamiento de resoluciones judiciales. Art. 19, inciso 5º CPP.

Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas materias no los inhabilitarán para conocer,
en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de que se tratare. Art. 19, inciso 6º CPP.

24
SOLICITUDES ENTRE TRIBUNALES o EXHORTOS:

Cuando un Tribunal debe requerir de otro la realización de una diligencia dentro del territorio jurisdiccional de éste, le
dirige directamente la solicitud, sin más menciones que la indicación de los antecedentes necesarios para la cabal
comprensión de la solicitud.

Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o diligencia indicado en la solicitud, o si transcurriere el
plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al
superior jerárquico del primero para que ordene, agilice o gestione directamente la petición.

EJEMPLO:
Temuco, 18 de diciembre de 2009

DE: JUEZ PRESIDENTE SEGUNDA SALA


TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL
TEMUCO

A: SR. JUEZ PRESIDENTE COMITÉ DE JUECES


5° TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL
SANTIAGO

En la causa R.U.C. 0700645380-K, R.I.T. 116/2009, caratulada “MINISTERIO PÚBLICO contra HECTOR RUBEN FIGUEROA
RAMÍREZ Y OTROS”, por el delito de Fraude al Fisco y Organismos del Estado, se ha decretado, en audiencia de esta
fecha, que la declaración del Testigo Gastón Astorquiza Altaner sea prestada mediante el sistema de VIDEO
CONFERENCIA.

Dicha diligencia deberá realizarse el día LUNES 21 DE DICIEMBRE DEL AÑO EN CURSO, la que conforme lo peticionado
por el Ministerio Público, se realizaría a las 09:30 hrs. aproximadamente.

Para tales efectos se exhorta a vuestro Tribunal a fin que designe un Ministro de Fe que verifique la identidad de la
persona señalada el día de la citada audiencia.

Se hace presente que el Ministerio Público se hará cargo de la concurrencia de la persona referida el día indicado.

Sin otro particular, saluda atentamente a US.

JORGE GONZÁLEZ SALAZAR


Juez Presidente Segunda Sala
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
Temuco

SOLICITUDES DE ASISTENCIA INTERNACIONAL:

Las solicitudes de autoridades competentes de país extranjero para que se practiquen diligencias en Chile serán
remitidas directamente al Ministerio Público, el que solicitará la intervención del juez de garantía del lugar en que deban
practicarse, cuando la naturaleza de las diligencias lo hagan necesario de acuerdo con las disposiciones de la ley chilena.
Artículo 20 bis CPP.

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VI.- COMUNICACIONES Y CITACIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.-
Artículo 22 y siguientes CPP.
1. COMUNICACIONES:

Art. 22. Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público estuviere obligado a comunicar
formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su responsabilidad,
por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público acreditar la circunstancia de
haber efectuado la comunicación.
Si un interviniente probare que por la deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer
oportunamente un derecho o desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un
nuevo plazo, el que le será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo 17.

Recordemos que el artículo 17 nos habla que el Tribunal puede establecer un nuevo plazo en un procedimiento penal, lo
cual ocurre cuando un interviniente, que se ha visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro
de un determinado plazo, solicita al juez que se le conceda a un nuevo plazo cuando hubiese ocurrido alguna de las
siguientes causales:

 Por un hecho que no le fuera imputable.


 Por defecto en la notificación.
 Por fuerza mayor o caso fortuito.

En estos casos el solicitante cuenta con un plazo de 5 días para impetrarlo desde que hubiese cesado el impedimento.

2. CITACIONES:

Respecto de las citaciones, debemos remitirnos a lo establecido en el artículo 23 del CPP. Dicho artículo señala, en su
inciso primero, que cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal requiriere la comparecencia de una
persona, puede citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona no comparece, el fiscal puede ocurrir ante el juez de
garantía para que lo autorice a conducirla compulsivamente a su presencia.

En todo caso, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal de las personas o autoridades a que se
refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas fuese necesaria, procederá, procederá siempre previa
autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo 301. Artículo 23, inciso 2º CPP.

Las personas a que se refiere el artículo 300 son aquellas que no están obligadas a concurrir al llamamiento judicial. Son
los siguientes:
a) El Presidente de la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y Diputados; los miembros
de la Corte Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor General de la República y el Fiscal
Nacional;
b) Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el Director General de
la Policía de Investigaciones de Chile;
c) Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados vigentes
sobre la materia, y
d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en imposibilidad de hacerlo.

Conforme lo dispone el artículo 301, las personas comprendidas en las letras a), b) y d) del artículo anterior serán
interrogadas en el lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio, mientras que aquellos de la letra c)
declararán por informe.

JURISPRUDENCIA: La Corte Suprema, en sentencia de 14 de abril de 2005, señaló que “El fiscal puede citar a una
persona por cualquier medio idóneo, siendo de su responsabilidad emplear alguno cuya utilización pueda demostrar
para los efectos de obtener la comparecencia compulsiva de quienes no quieran concurrir”.

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VII.- LAS NOTIFICACIONES.
Artículos 24 y siguientes del CPP.
CONCEPTO:

Notificar una resolución a alguna persona no es otra cosa que darle a conocer dicha decisión, en forma íntegra, por
cualquier medio apto. Para el profesor Fernando Orellana se trata de “los actos procesales o las comunicaciones
solemnes establecidas por el legislador, y que tienen como objetivo poner en conocimiento de las partes o
intervinientes de un juicio la dictación de una resolución judicial o la resolución judicial misma”.

FUNCIONARIOS HABILITADOS:

El artículo 24 del CPP previene que las notificaciones se realizarán por intermedio de funcionarios del tribunal que
hubiere expedido la resolución, designados para cumplir esta labor por el juez presidente del comité de jueces a
propuesta del administrador del tribunal.

Estos funcionarios actúan como ministros de fe, puesto que deben certificar dicha actuación.

La norma agrega que el tribunal podrá, sin embargo, ordenar que una o más notificaciones se practiquen por otro
ministro de fe.

CONTENIDO:

Conforme lo dispone el artículo 25 del CPP, la notificación debe incluir:

 Una copia íntegra de la resolución de que se tratare.


 La identificación del proceso en que recayere.

Se exigen, además, otros antecedentes cuando la ley expresamente ordenare agregar otros, o que el juez lo estimare
necesario para la debida información del notificado o el adecuado ejercicio de sus derechos.

SANCIÓN:

El CPP en el inciso 1º del artículo 26, establece que En su primera intervención en el procedimiento los intervinientes
deberán ser conminados por el juez, por el ministerio público, o por el funcionario público que practicare la primera
notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal respectivo y
en el cual puedan practicárseles las notificaciones posteriores. Asimismo, deberán comunicar cualquier cambio de su
domicilio.

En el caso de omisión del señalamiento del domicilio o de la comunicación de sus cambios, o de cualquier inexactitud del
mismo o de la inexistencia del domicilio indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán por el “estado diario”.
Para tal efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de esta circunstancia, lo que se hará
constar en el acta que se levantare.

El mismo apercibimiento se formula al imputado que fuere puesto en libertad, a menos que ello fuere consecuencia de
un sobreseimiento definitivo o de una sentencia absolutoria ejecutoriados.

Se trata de una situación similar a la contemplada en el artículo 53, en relación con el artículo 49 del CPC.

La notificación consiste sustancialmente, al igual que en materia procedimental civil, en la inclusión del número de la
causa y demás datos que sirvan para identificarla, en una hoja fechada, que debe fijarse diariamente por el funcionario
correspondiente en un lugar visible de la Secretaría, durante tres días, dejándose testimonio de ello en el expediente o
en un registro. Artículo 50 CPC.

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La formación del Estado Diario le corresponde al jefe de la Unidad que tenga a su cargo la Administración de causas. Por
tanto, él deberá certificar la circunstancia de haberse notificado una resolución por este medio. (Art.389 G del Código
Orgánico de Tribunales).

NOTIFICACIÓN AL MINISTERIO PÚBLICO:

El MP es notificado en sus oficinas, para lo cual debe indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en
que funcionare el Tribunal e informar a éste de cualquier cambio del mismo. Art. 27 CPP.

NOTIFICACIÓN A OTROS INTERVINIENTES:

Cuando un interviniente en el procedimiento contare con defensor o mandatario constituido en él, las notificaciones
deberán ser hechas solamente a éste, salvo que la ley o el tribunal dispusiere que también se notifique directamente a
aquél.

NOTIFICACIONES AL IMPUTADO PRIVADO DE LIBERTAD:

Art. 29 CPP. Las notificaciones que debieren realizarse al imputado privado de libertad se le harán en persona en el
establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal,
mediante la entrega, por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la
resolución respectiva. Al efecto, el tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que
considerare relevante, por cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.
Si la persona a quien se debiere notificar no supiere o no pudiere leer, la resolución le será leída por el funcionario
encargado de notificarla.
No obstante lo dispuesto en el inciso primero, el tribunal, podrá disponer, por resolución fundada y de manera
excepcional, que la notificación de determinadas resoluciones al imputado privado de libertad sea practicada en el
recinto en que funcione.

NOTIFICACIONES DE LAS RESOLUCIONES EN LAS AUDIENCIAS JUDICIALES:

Las resoluciones pronunciadas durante las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el
procedimiento que hubieren asistido o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el
estado diario, pero su omisión no invalidará la notificación.

Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las que se expedirán sin
demora. Art. 30 CPP.-

OTRAS FORMAS DE NOTIFICACIÓN:

Cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer para sí otras formas de notificación, que el tribunal podrá
aceptar si, en su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no causaren indefensión. Art. 31 CPP.

NORMAS APLICABLES A LAS NOTIFICACIONES:

En lo no previsto en el CPP, las notificaciones que se practiquen a los intervinientes en el procedimiento penal se rigen
por las normas contempladas en el título VI del Libro I del CPC. En esta materia el CPC establece las distintas formas de
notificación: notificación personal, notificación del artículo 44, notificación por el estado diario, por avisos, tácita del
artículo 55 y la ficta del artículo 55 inciso 2º.

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CITACIONES JUDICIALES:

El juez puede citar a alguna persona para llevar a cabo diligencias que deban realizarse en el mismo tribunal; para ello le
hará notificar la resolución que así lo ordena.

La citación implica, pues, la comparecencia personal del citado.

En la citación debe señalarse el tribunal ante el cual deberá comparecer la persona que se cita, el domicilio de éste, la
fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se trate y el motivo de su comparecencia.

La comparecencia resulta obligatoria para la persona citada, que, en caso de impedimento, debe comunicarlo y
justificarlo previamente ante el tribunal. Por ello es que el Art.33, que se refiere a esta materia, dispone que en la misma
citación se advertirá que la "no comparecencia injustificada dará lugar a que los citados sean conducidos por medio de
la fuerza pública", y que, además, quedarán obligados al pago de las costas que causaren, sin perjuicio de las sanciones
que pudiera imponérseles.

En el evento que el citado sea el imputado y éste no compareciere sin causa justificada, el tribunal podrá ordenar que
sea detenido o sometido a prisión preventiva hasta la realización de la diligencia respectiva.

Tratándose de testigos, peritos u otras personas cuya presencia se requiriere, el tribunal podrá ordenar su arresto hasta
la realización de la actuación, por un máximo de veinticuatro horas e imponérseles, además, una multa de hasta quince
unidades tributarias mensuales.

Finalmente, la norma mencionada previene que, si los que no comparecieren injustificadamente, no obstante ser
citados por el tribunal, fueren el defensor o el fiscal, se aplicará lo dispuesto en el art. 287, esto es, pueden ser
sancionados con la suspensión del ejercicio de su profesión hasta por dos meses.

VIII.- LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.


Artículos 34 y siguientes CPP.-
CONCEPTO:

Según Casarino, es “todo acto que emana del Tribunal, destinado a fallar o sustanciar la controversia materia del juicio”.

Según su contenido, conforme lo establece el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil, se clasifican en: decretos,
autos, sentencias interlocutorias y sentencias definitivas. Más adelante veremos otras clasificaciones.

PLAZOS GENERALES PARA DICTAR LAS RESOLUCIONES JUDICIALES: Art. 38 CPP.

Las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas en ella. Las presentaciones escritas serán resueltas por
el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes a su recepción.

FUNDAMENTACIÓN: Art. 36 CPP.

Es obligación del Tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren
sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación de las resoluciones judiciales obedece a principios de claridad,
transparencia y de socialización de aquellas. Además en virtud del principio de congruencia debe haber concordancia
entre lo pedido y lo resuelto en la resolución judicial.

La fundamentación, reza la disposición en estudio, expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y
de derecho en que se basaren las decisiones adoptadas. La simple relación de los documentos del procedimiento o la
mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes "no sustituirá en caso alguno la fundamentación."
Esta exigencia obedece al propósito de dar a conocer y explicar a los intervinientes y a los terceros las razones o motivos
que ha tenido el tribunal para resolver la cuestión propuesta de determinada manera.
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FIRMA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES: Art. 37 CPP.

Las resoluciones judiciales son suscritas por el Juez o por todos los miembros del Tribunal que las dicte. Si alguno de los
jueces no puede firmar se deja constancia del impedimento. No obstante lo anterior, basta el registro de la audiencia
respecto de las resoluciones que se dictaren en ella.

EJECUCIÓN: Art. 34 CPP.

En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la intervención de la fuerza pública y disponer
todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones
que dictare.

NULIDAD DE LAS ACTUACIONES DELEGADAS:

El Art.35 contiene una importante norma que tiende a dar cumplimiento al principio de la inmediatez, al prescribir que
la delegación de funciones en empleados subalternos para realizar actuaciones en que las leyes requirieren la
intervención del juez "producirá la nulidad de las mismas".

IX.- LOS REGISTROS.


Artículo 39 y siguientes CPP.-

GENERALIDADES.

El proceso o expediente a que se refiere el Art.29 del Código de Procedimiento Civil, constituido por los escritos,
documentos y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio, agregados material y
sucesivamente según el orden de su presentación, no tiene cabida en un procedimiento oral.

En lugar de ello existen los registros de actuaciones judiciales reglamentados en los Arts. 39 a 44 del Código Procesal
Penal.

El Art.39 dispone que de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía y el tribunal de juicio oral en lo penal
deberá levantarse un registro, el que se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la
conservación y reproducción de su contenido.

La formación de los registros es de responsabilidad de los Jefes de la Unidad encargada de la Administración de causas
de los juzgados de garantía y de los tribunales de juicio oral en lo penal, respectivamente, de acuerdo con lo dispuesto
en el actual Art.25 Nº 4 del Código Orgánico de Tribunales.

REGISTRO DE ACTUACIONES ANTE LOS TRIBUNALES. ARTÍCULO 41 CPP.

Las audiencias ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio
que asegure su fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.

El registro del juicio oral demostrará: (artículo 42 CPP)


 El modo en que se hubiere desarrollado la audiencia.
 La observancia de las formalidades previstas para ella.
 Las personas que hubieren intervenido, y
 Los actos que se hubieren llevado a cabo.

La omisión de las formalidades del registro sólo lo priva de valor cuando ellas non pudieren ser suplidas con certeza
sobre la base de otros elementos contenidos en el mismo o de otros antecedentes confiables que dieren testimonio de
lo ocurrido en la audiencia.

30
En la práctica, toda la audiencia del juicio oral se registra mediante un sistema computarizado de audio que después se
traspasa, cuantas veces se requiera por los interesados, a discos compactos que pueden ser reproducidos mediante
cualquier sistema lector. De este modo, mediante esta forma de registro, creada por el tribunal oral de Temuco y
aplicado por todos los tribunales del nuevo sistema procesal, se evitó el elevado costo que significaba el empleo de
estenógrafos, como son los que en los tribunales estadounidenses se encargan de registrar, mediante escritura
abreviada, todo lo que ocurre durante la audiencia.

CONSERVACIÓN Y EXAMEN DE LOS REGISTROS.

El Art. 43 CPP prescribe que mientras dure la investigación o el respectivo proceso, los registros estarán a cargo del
juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal.

Se agrega que, cuando por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su contenido, el
tribunal ordenará reemplazarlo en todo o en parte, por una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere
de ella directamente.

Si no existiere copia fiel, las resoluciones deberán dictarse nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los antecedentes
que le permitan fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas
para cada una de ellas. En todo caso, se concluye, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de ejecución.

Observemos que el Código en esta parte se preocupa de detallar la forma como deben reconstituirse los registros, en
atención a que, por no tratarse de un procedimiento escrito, normalmente no existirán copias o testimonios de lo
actuado durante la investigación o el juicio.

El Art. 44 sienta una regla general, que responde al carácter del nuevo procedimiento, al disponer que, salvas las
excepciones expresamente previstas en la ley, los intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros.
Agrega que los terceros sólo podrán consultar los registros cuando dieren cuenta de actuaciones que fueren públicas de
acuerdo con la ley, a menos que, durante la investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso
para evitar que se afecte su normal sustanciación o el principio de inocencia.

En todo caso, se concluye, los registros serán públicos transcurridos cinco años desde la realización de las actuaciones
consignadas en ellos.

La adopción de estas reglas tuvo la virtud de poner término al "secreto del sumario" para los intervinientes y
parcialmente respecto de los terceros.

A petición de un interviniente o de cualquier persona, el funcionario competente del tribunal -que ya sabemos es el Jefe
de la Unidad encargada de la Administración de Causas- expedirá copia fiel de los registros o de la parte de ellos que
fuere pertinente.

Además, dicho funcionario certificará si se han deducido o no recursos en contra de la sentencia definitiva.

31
X.- LAS COSTAS.
Artículos 45 y siguientes CPP.-

CONCEPTO:

Tal como lo dice el profesor Casarino, toda gestión judicial origina a las partes un conjunto de gastos que se traducen en
el pago de derechos, como por ejemplo a los receptores, o de honorarios, como aquellos que se otorgan a los abogados.
En base a ello el mismo autor define las costas diciendo que son “los gastos inmediatos y directos que origina una
gestión judicial y que deben ser soportados por las partes e conformidad a la ley”.

Para Fernando Orellana, por su parte, son “los gastos o costes que se incurren en los diversos procedimientos producto
de servicios judiciales o producto de honorarios de abogados”.

PRONUNCIAMIENTO SOBRE COSTAS:

Conforme lo dispone el artículo 45 del CPP, toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente
deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento.

Recordemos que incidente es toda cuestión accesoria del juicio y que requiere un pronunciamiento especial del
Tribunal.

CONTENIDO:

Las costas del procedimiento penal comprenden tanto las procesales como las personales. Art. 46 CPP.

Son costas procesales las causadas en la formación del proceso y que corresponden a los servicios estimados en los
aranceles judiciales. Art. 139 CPC. La misma norma define lo que ha de entenderse como costas personales, señalando
que éstas son las provenientes de los honorarios de los abogados y demás personas que hayan intervenido en el
negocio.

CONDENA:

El inciso 1º del artículo 47 del CPP dispone que las costas serán de cargo del condenado.

El inciso segundo de la citada disposición legal dispone que la víctima que abandonare la acción civil soportará las costas
que su intervención como parte civil hubiere causado. También las soportará el querellante que abandonare la querella.

EXENCIÓN DEL PAGO DE COSTAS:

El inciso final del artículo 47 dispone que el Tribunal, por razones fundadas que expresará determinadamente, podrá
eximir total o parcialmente del pago de las costas, a quien debiere soportarlas.

EJEMPLO 1, extraído de una sentencia del TOP de Temuco : “DÉCIMO: Que dado que el encartado se valió en el
procedimiento de la asistencia de la defensoría penal pública licitada, considerando asimismo lo dispuesto en los
artículos 591, 593 y 600 del Código Orgánico de Tribunales, ello en atención a la calidad procesal del encausado al haber
sido condenado a una pena corporal efectiva, es que se le eximirá del pago de las costas de la causa.”

EJEMPLO 2: De una manera contraria aparece pronunciándose el TOP de Copiapó en una sentencia de 21 de marzo de
2004: “Ninguno de los intervinientes invocó a favor del acusado razón alguna en mérito de la cual pudiera el Tribunal
eximir al condenado del pago de las costas. Esta sentenciadora estima que el Tribunal puede eximir total o parcialmente
del pago de las costas si median razones fundadas, tal como lo contempla la norma, sin que pueda considerarse que el
solo hecho de haber sido representado por la Defensoría Penal Pública corresponda a una de dichas razones. La ley no ha
establecido dicha circunstancia como una de aquellas que hacen procedente siempre que se lo exima del referido pago”.
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COSTAS QUE DEBE PAGAR EL MINISTERIO PÚBLICO:

Esta situación se produce cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído definitivamente. Artículo 48 CPP.

La excepción a esta regla se da en el caso en que el MP hubiere formulado la acusación en cumplimiento de la orden
judicial a que se refiere el inciso 2º del artículo 462 del CPP o bien cuando el Tribunal estimare razonable eximirle por
razones fundadas.

El artículo 462, que será analizado más adelante, se refiere al caso del imputado enajenado mental respecto del cual el
fiscal deberá presentar un requerimiento por medida de seguridad si al finalizar la investigación creyere que concurre la
causal del Nº 1 del artículo 10 del Código Penal. Si el apreciando los antecedentes el juez de garantía estima que no hay
antecedentes para establecer la imputabilidad, rechazará el requerimiento, ordenando al MP la formulación de la
acusación conforme al trámite ordinario.

En el caso de sentencia absolutoria o sobreseimiento definitivo será también condenado el querellante, salvo que el
Tribunal lo eximiere del pago, total o parcialmente, por razones fundadas que expresará determinadamente.

DISTRIBUCIÓN DE COSTAS:

Cuando son varios los intervinientes condenados al pago de las costas, el Tribunal fija la parte o proporción que
corresponde soportar a cada uno de ellos. Art. 49 CPP.

PERSONAS EXENTAS DEL PAGO DE COSTAS:

Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el procedimiento no podrán ser condenados
personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio desconocimiento del derecho o de grave negligencia en
el desempeño de sus funciones, en los cuales se les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las
costas. Art. 50 CPP.-

GASTOS:

Art. 51 CPP.- Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el tribunal
estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada.
En todo caso, el Estado soportará los gastos de los intervinientes que gozaren del privilegio de pobreza.

Sobre este último punto cabe remitirse a lo dispuesto en el título XIII del libro I del CPC, que se refiere especialmente al
privilegio de pobreza. Especial relevancia para los afectos de las materias que estamos estudiando tiene el artículo 135
del CPC, que dice relación con la presunción legal de pobreza de aquel que solicita el privilegio por encontrarse preso.

En todo caso, para mayor comprensión de la institución, conviene la revisión de los artículos 591 y siguientes del COT.

33
LAS ACCIONES PROCESALES PENALES.-
Art. 53 y siguientes CPP.

CONCEPTO DE ACCIÓN:

Según el profesor Fernando Orellana Torres, acción es “el mecanismo procesal que otorga el legislador para ejercer y
solicitar al órgano jurisdiccional un concreto objeto que puede ser de contenido patrimonial, extrapatrimonial o penal.

Ahora bien, si recurrimos al diccionario de la RAE, nos entrega dos acepciones de la palabra que son de interés. En una la
define como el derecho de acudir a un juez o Tribunal recabando de él la tutela de un derecho o de un interés, mientras
que en la otra cita se refiere a ella como la que se ejercita ante un juez o un tribunal pretendiendo que se impongan al
demandado una obligación de hacer o no hacer.

CLASES DE ACCIONES:

En materia procesal penal existen las acciones penales y civiles.

a) La acción penal es pública o privada. También existe la acción penal pública previa instancia de particular.
b) Las acciones civiles derivadas de un hecho delictuoso, se clasifican en: acciones civiles indemnizatorias, reparatorias
y restitutorias.

I. LAS ACCIONES PENALES:

CONCEPTO:

Es aquella por la que se promueve la persecución penal ante un órgano jurisdiccional.

1. LA ACCION PENAL PÚBLICA.

Constituye la regla general. La acción penal pública es la que se concede para la persecución de todo delito que no esté
sometido a una regla especial diversa, y debe ser ejercida, de oficio, por el Ministerio Público.

Podrá ser deducida, además, por las personas que determine la ley, con arreglo a las disposiciones del Código Procesal
Penal.

Se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad. Artículo
53, incisos 1 y 2.

Características:

a) Su ejercicio no es exclusivo del Ministerio Público: también puede ejercerla la víctima y las demás personas que
determina la ley (Art. 53 inc.2°).

b) Se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad (Art.
53 inc.2°).

c) La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la víctima. (Art. 56 inc. 1°). Volveremos sobre este punto.

d) Excepcionalmente, la persecución de algunos delitos de acción penal pública requiere la denuncia previa de la víctima
(Art.53 inc. Final).

34
2. ACCIÓN PENAL PÚBLICA PREVIA INSTANCIA PARTICULAR. Art. 54 CPP.

En esta clase delitos no puede procederse de oficio sin que, a lo menos, la persona directamente ofendida por el delito,
o a falta de éste, algunas de las que señala el art. 108 del CPP en su inciso 2º, denuncie el hecho a la justicia, al
ministerio público o a la policía.

El artículo 108 del CPP dice relación con que, para los efectos del Código, se catalogará como víctima al ofendido, pero a
falta de éste, por su muerte o en los casos en que no pudiere ejercer los derechos que la ley le otorga, se considerará
como tal a: a) Al cónyuge y a los hijos; b) a los ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado y
adoptante. Para los efectos de su intervención en el procedimiento, dicha enumeración constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las
comprendidas en las categorías siguientes.

Tales delitos son:


 Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494 nº 5 del CP (lesiones menos graves y leves)
 Violación de domicilio
 Violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso 2º del CP
 Amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del CP
 Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y protección de los
derechos de propiedad industrial;
 La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado, y
 Los otros que las leyes señalaren en forma expresa.

Reglas acerca de estos delitos:


 Excepcionalmente, cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el hecho,
el ministerio público puede proceder de oficio.
 Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas generales relativas a los delitos de acción
pública.

3. ACCION PENAL PRIVADA. Art. 55 CPP

Es aquella que emana de los delitos cuya persecución se entrega a la víctima. En otras palabras, la acción penal privada
sólo puede ser ejercida por la víctima del delito.

Las acciones que nacen de los siguientes delitos son de acción privada:
 La calumnia y la injuria;
 La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
 La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
 El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de
acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.

Aunque no lo señala el Código, es también un delito de acción penal privada el giro doloso de cheques.(ver artículo 42,
DFL 707). Lo anterior en virtud de la reforma introducida por la ley 19.806, a la Ley sobre cuentas corrientes bancarias y
cheques.

Ello es así cuando se trata de perseguir la responsabilidad del librador que:


 Girare sin tener de antemano fondos o créditos disponibles suficientes en cuenta corriente en poder del Banco
librado; o
 Retira los fondos disponibles después de expedido el cheque, o
 Gira sobre cuenta cerrada.

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En cambio, la acción penal es pública cuando se trata de perseguir los restantes delitos establecidos en los artículos 22 y
43 de la ley precitada.

RENUNCIA DE LA ACCIÓN PENAL: Artículo 56 y 57 CPP.

 La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona ofendida.


 Si se extinguen por esa renuncia la acción penal privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos.
 Si el delito es de aquellos que no pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la renuncia de la víctima a
denunciarlo extinguirá la acción penal, salvo que se tratare de delito perpetrado contra menores de edad.
 Esta renuncia no la podrá realizar el ministerio público.
 La renuncia de la acción penal sólo afectara al renunciante y a sus sucesores, y no a otras personas a quienes
también correspondiere la acción.

RESPONSABILIDAD PENAL.- Artículo 58 CPP.-

 La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del delito.
 La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las personas jurídicas responden
los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare.

II. LA ACCIÓN CIVIL EN EL PROCESO PENAL.-


Artículos 59 y siguientes CPP.

GENERALIDADES.- Art. 59 CPP.

1.- TIPOS DE ACCIONES: La acción civil que se puede hacer valer en un proceso penal o como consecuencia de un delito
puede ser: restitutoria, reparatoria e indemnizatoria.

 La acción restitutoria es aquella que tiene por finalidad la restitución de la o las cosas objeto material de los delitos
respectivos o los instrumentos destinados a cometerlos. Esta acción debe interponerse siempre durante el
respectivo procedimiento penal, ante el Juez de Garantía, de conformidad a lo previsto en el artículo 189 del CPP.

 La acción reparatoria o indemnizatoria es aquella que tiene por objeto perseguir responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible. Recordemos que el artículo 2314 del Código Civil establece que el que ha cometido un delito o
cuasidelito que ha inferido daño a otro es obligado a la indemnización, sin perjuicio de la pena que le impongan las
leyes por el delito o cuasi delito. Esta acción, puede deducirse por la víctima en contra del imputado durante la
tramitación del procedimiento penal.

2.- La victima también puede ejercer esas acciones civiles ante el Juez de letras en lo civil correspondiente. En todo
caso, admitida a tramitación la demanda civil en el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un
Tribunal Civil.

3.- Con la sola excepción de la acción restitutoria, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las
consecuencias civiles del delito que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas
diferentes del imputado, deberán plantearse ante el Tribunal civil que fuere competente de acuerdo a las reglas
generales.

OPORTUNIDAD PARA INTERPONER LA DEMANDA CIVIL.- Artículo 60 CPP

La demanda civil en el procedimiento penal debe interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261 del Código
Procesal Penal, esto es, hasta 15 días antes de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito y cumpliendo con
los requisitos exigidos por el artículo 254 del CPC.

36
La demanda civil del querellante debe deducirse conjuntamente con su escrito de adhesión o acusación.

La demanda civil debe contener la indicación de los medios de prueba, si se ofreciere rendir prueba de testigos debe
presentar una lista, individualizándolos con nombres, apellidos, profesión y domicilio y señalando, además, los puntos
sobre los que habrán de recaer las declaraciones. Si solicita peritaje debe indicar en el mismo escrito al perito o peritos
cuya comparecencia solicitare, indicando sus títulos y calidades (ver artículo 259 CPP)

PREPARACIÓN DE LA DEMANDA CIVIL.- Art. 61 CPP

Sin perjuicio de lo señalado, con posterioridad a la formalización de la investigación la víctima puede preparar la
demanda civil solicitando la práctica de diligencias que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán
objeto de su demanda. Puede solicitar al fiscal todas aquellas diligencias que considerare pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos y participar asistiendo a las actuaciones o diligencias que se deban practicar.

Asimismo, se puede cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas cautelares reales, a saber: prohibición
de celebrar actos y contratos, retención de bienes determinados, nombramiento de uno o más interventores, secuestro
de la cosa que es objeto de la demanda.

SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN.- Art. 61, inciso final, CPP.

La regla general es la interposición de la demanda civil interrumpa la prescripción extintiva; no obstante, si no se


dedujere la demanda en la oportunidad que hemos dicho, la prescripción se considerará como no interrumpida.

ACTUACIÓN DEL DEMANDADO.- Art. 62 CPP

El imputado deberá oponer las excepciones que corresponda y contestar la demanda civil en la oportunidad señalada en
el artículo 263 (facultades del acusado en la audiencia de preparación del juicio oral)

Podrá, asimismo, señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección.

En su contestación, deberá indicar cuáles serán los medios probatorios de que pensare valerse, del modo previsto en el
artículo 259.

INCIDENTES RELACIONADOS CON LA DEMANDA Y SU CONTESTACIÓN.- Art. 63 CPP.-

Todos los incidentes y excepciones deducidos con ocasión de la interposición o contestación de la demanda deberán
resolverse durante la audiencia de preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 270.

DESISTIMIENTO Y ABANDONO DE LA ACCIÓN CIVIL.- Art. 64 CPP.

La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del procedimiento. Se considerará abandonada la acción
civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no compareciere, sin justificación, a la audiencia de
preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.

EFECTOS DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN CIVIL.- Art. 65 CPP.

Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible.

37
EFECTOS DEL EJERCICIO EXCLUSIVO DE LA ACCIÓN CIVIL.- Art. 66 CPP.

Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por
esa circunstancia, la acción penal.
Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda
civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal.

INDEPENDENCIA DE LA ACCIÓN CIVIL RESPECTO DE LA ACCIÓN PENAL.- Art. 67 CPP.

La circunstancia de dictarse sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se dé lugar a la acción civil, si fuere
legalmente procedente.

CURSO DE LA ACCIÓN CIVIL ANTE SUSPENSIÓN O TERMINACIÓN DEL PROCEDIMIENTO PENAL.- Art. 68 CPP.-

Si antes de comenzar el juicio oral, el procedimiento penal continuare de conformidad a las normas que regulan el
procedimiento abreviado, o por cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil que se
hubiere deducido oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima presentare su
demanda ante el tribunal civil competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por resolución
ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal.

En este caso, la demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas
del procedimiento sumario. Si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro del referido plazo,
la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido.

Si en el procedimiento penal se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, éstas se
mantendrán vigentes por el plazo indicado en el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas
oportunamente, el tribunal civil no las mantuviere.

Si, comenzado el juicio oral, se dictare sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones de este Código, el tribunal deberá
continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.

38
LOS SUJETOS PROCESALES.
TITULO IV, LIBRO I CPC.

I. PRIMER SUJETO PROCESAL: EL TRIBUNAL.

El primero de los sujetos procesales de que trata el Código es el tribunal, en su más amplia acepción.

DENOMINACIONES.

El art.69 del CPP agrega que cada vez que dicho Código haga referencia al juez, se entenderá que alude al juez de
garantía; si la referencia fuere al tribunal de juicio oral en lo penal, deberá entenderse hecha al tribunal colegiado
encargado de conocer el juicio oral.

Por su parte, la mención de los jueces se entenderá hecha a los jueces de garantía, a los jueces del tribunal de juicio oral
en lo penal, o a todos ellos, según aparezca del contexto de la disposición de que se trate.

De igual manera, la alusión al tribunal se entenderá hecha al juez de garantía, al tribunal de juicio oral en lo penal, a la
corte de apelaciones y a la corte suprema.

Antes de tratar la normativa del Código procesal penal, es conveniente explicar su estructura, organización y funciones.

1. JUZGADOS DE GARANTÍA.
(Título II, arts. 14-16 COT)

Son aquellos que están constituidos por uno o más jueces, con competencia en un mismo territorio jurisdiccional que
actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos sometidos a su conocimiento (art. 14 inc. 1° COT).

Su finalidad primordial es asegurar y proteger los derechos de los intervinientes durante la investigación criminal que
realice el Ministerio Público.

Se trata, entonces, de un Tribunal unipersonal de primera instancia, compuesto por un número variable de jueces, cada
uno de los cuales detenta la plenitud de las potestades jurisdiccionales en forma independiente.

TERRITORIO

El Juzgado de Garantía tiene su asiento en una comuna del territorio de la República pero su competencia puede
extenderse a una agrupación de comunas, que en cada caso se van individualizando (art. 16 COT.)

COMPETENCIA: (Art. 14 inc. 2° COT.)

Se indica por el legislador que le corresponderá a estos jueces:

a) Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal.


b) Dirigir personalmente las audiencias que sean pertinentes de acuerdo al Código Procesal Penal. El artículo 266
establece que dirigirá la audiencia de preparación del juicio oral, dictando las resoluciones correspondientes. Hay otros
casos, por ejemplo: art. 142 que se refiere a la tramitación de la solicitud de prisión preventiva; art. 232 relativo a la
formalización de la investigación; art. 237, que alude a la suspensión condicional del procedimiento; art. 241, relativo a
los acuerdos reparatorios; art. 249, audiencia para solicitar el sobreseimiento, etc.;
c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado contemplado en el Código Procesal Penal. Este
tipo de procedimiento se regula en los artículos 406 a 415.
d) Conocer y fallar a las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal;

39
e) Conocer y fallar, conforme a los procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal, las
faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne; (dicho apartado del
CPP se refiere al procedimiento simplificado)
f) Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos relativos a
dicha ejecución, de conformidad a la ley procesal penal, y
g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código (Orgánico) y la ley procesal penal les encomienden.

DEBER DE ASISTENCIA

Hay que tener presente que los jueces de garantía tienen la obligación de concurrir a su despacho por 44 horas
semanales, y establecer un sistema de turno de modo tal que siempre se cuente con un juez de garantía fuera del
horario normal de atención de los tribunales (art. 312 bis COT). El problema surgirá en aquellas comunas o agrupaciones
de comunas en que hay un solo juez de garantía o un juez de letras para dar cumplimiento a esta obligación.

SUBROGACIÓN (206 COT).

Norma genérica (art. 209 COT): los jueces de garantía sólo pueden subrogar a otro juez de garantía, en los casos de los
arts. 206-208 del COT. Excepcionalmente a un juez de un TOP en los casos del art. 210 del COT.

Faltando el juez de garantía o que no pueda intervenir en determinadas causas, es subrogado por otro juez del mismo
juzgado. Existiendo un solo juez de garantía, es subrogado por el juez del juzgado con competencia común de la misma
comuna o agrupación de comunas, y a falta de éste por el secretario abogado de este último.

Si no es posible aplicar esta regla, rigen las siguientes normas: (art. 207 COT).

a) Subroga el juez de garantía de la comuna más cercana perteneciente a la jurisdicción de la misma Corte de
Apelaciones.

b) En defecto de lo anterior, subroga el juez del juzgado con competencia común de la comuna o agrupación de
comunas más cercana, y si ello no es posible el secretario abogado de este último juzgado.

c) Si no es posible aplicar las reglas anteriores, la subrogación se hará por los jueces de garantía de las restantes
comunas de la misma jurisdicción de la Corte de Apelaciones a la cual pertenezcan, en orden de cercanía.

Serán las Cortes de Apelaciones las que fijarán cada dos años el orden de cercanía territorial de los distintos juzgados de
garantía, considerando la facilidad y rapidez de las comunicaciones entre sus lugares de asiento (art. 207 inc. final COT).

d) Si no es posible aplicar ninguna de las reglas anteriores, subrogará un juez de garantía, y a falta de éste un juez de
letras con competencia común o, en defecto de ambos, el secretario abogado de este último, que dependan de la Corte
de Apelaciones más cercana.

Con este objeto se hacen aplicables las reglas del art. 216 inc. 2° - 3° y 4°. Del COT, que se refiere a las reglas de
subrogación en caso de inhabilidad de los miembros de una Corte de Apelaciones.

De las subrogaciones que puedan producirse dejará constancia el jefe de la unidad administrativa que tenga a su cargo
la función de administración de causas, e informará mensualmente de ellas a la Corte de Apelaciones (Art. 214 inc. final
COT). Asimismo, este funcionario será quien deberá "certificar" las actuaciones procesales que se realicen ante el JG, así
como sus resoluciones, y autorizar, en su caso, el mandato judicial, diligencias que realizará de acuerdo a las
instrucciones y procedimientos que establezca la Corte Suprema(Art. 389 G T).

Para todos los efectos del COT se entenderá que las referencias hechas a los jueces letrados o jueces de letras incluyen
también a los jueces de JG y a los jueces de los TOP, salvo que la ley señale expresamente lo contrario (Art. 248 COT).

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JUEZ DE GARANTÍA COMPETENTE.- Art. 70 CPP.

1.- El Juez de garantía llamado por la ley a conocer las gestiones a que dé lugar el respectivo procedimiento se
pronunciará sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio público para realizar actuaciones que
privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos asegurados por la Constitución.

2.- Si la detención se practicare en un lugar que se encontrare fuera del territorio jurisdiccional del juez que hubiere
emitido la orden, será también competente para conocer de la audiencia judicial del detenido el juez de garantía del
lugar donde se hubiere practicado la detención, cuando la orden respectiva hubiere emanado de un juez con
competencia en una ciudad asiento de Corte de Apelaciones diversa.

Cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión preventiva del imputado, el juez deberá ordenar su traslado
inmediato al establecimiento penitenciario del territorio jurisdiccional del juez del procedimiento.

3.- Lo anterior no tendrá aplicación cuando la orden de detención emanare de un juez de garantía de la Región
Metropolitana y ésta se practicare dentro del territorio de la misma, caso en el cual la primera audiencia judicial siempre
deberá realizarse ante el juzgado naturalmente competente.

4.- En los demás casos, cuando debieren efectuarse actuaciones fuera del territorio jurisdiccional del juzgado de garantía
y se tratare de diligencias u órdenes urgentes, el Ministerio Público también podrá pedir la autorización directamente al
juez de garantía del lugar. Una vez realizada la diligencia o cumplida la orden, el Ministerio Público dará cuenta a la
brevedad al juez de garantía del procedimiento.

II.- TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL.


(Título II, Art. 17-21-A, COT)

Es un tribunal ordinario, de única instancia, de derecho, compuesto por varios miembros que administran justicia en una
o más salas, y cuyo territorio jurisdiccional comprende una agrupación de comunas (Art. 17, 21 COT).-

CARACTERÍSTICAS

1. Son tribunales ordinarios. Así lo indica el Art. 5 COT


2. Son tribunales permanentes. Están establecidos para funcionar en forma continua, se susciten o no los asuntos en que
deban intervenir.
3. Son tribunales colegiados. Están compuestos por varios jueces que intervienen simultáneamente en el conocimiento y
resolución de los asuntos sometidos a su decisión, quienes ejercen sus funciones en un plano de igualdad. No hay
subordinación entre ellos.
4. Son tribunales inferiores de justicia, por lo tanto respecto de sus miembros no es procedente el juicio político.
5. Son tribunales de derecho, tramitan y fallan con arreglo a derecho.
6. Son tribunales letrados. Los magistrados que integran estos tribunales deben estar en posesión del titulo de abogado.
7. Son tribunales de competencia especial, pues le corresponde conocer de las causas por crimen o simple delito y de los
demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.
8. Son tribunales de única instancia.
9. Dependen jerárquicamente de la C. de Apelaciones respectiva
10. Respecto de su territorio jurisdiccional el Art. 21 del COT es el encargado de señalar la comuna en que tendrá su
asiento, y aquellas y otras a las cuales se extiende su competencia.
11. Eventualmente son ambulantes, pues podrán constituirse y funcionar en localidades fuera de la comuna que es su
asiento (Art. 21 A COT) en determinadas circunstancias.

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COMPOSICIÓN

Existe un tribunal oral en lo penal con asiento en una determinada comuna, pero que tiene jurisdicción sobre aquellas
que en cada caso se determina; su composición en cuanto al número de jueces es variable, va desde el mínimo de tres
jueces a un máximo de veintisiete jueces ( Art. 21 COT)

FUNCIONAMIENTO (ART. 17 COT)

Los Tribunales Orales en lo Penal funcionan en una o más salas integradas por tres de sus miembros.

Cada sala es dirigida por un juez presidente, quien tiene las atribuciones que indica el Art. 92 del COT (en relación con el
90 COT) y las demás de orden que la ley procesal indique.

La composición de la o las salas se verifica mediante un sorteo anual que se realiza durante el mes de enero de cada año.

Las causas entre las diversas salas se distribuyen de acuerdo a un procedimiento objetivo y general, que debe ser
anualmente aprobado por el comité de jueces del TOP, a propuesta del juez presidente ( ver Art. 24 letra c),
correspondiéndole al administrador del TOP distribuir las causas a las salas, con arreglo al procedimiento indicado (Art.
389 B. Letra e).

COMPETENCIA ( ART. 18 COT)

Corresponde a estos tribunales:

a) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y
fallo corresponda a un juez de garantía;
b) Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición;
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral;
d) Conocer y resolver todos las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal juvenil les encomienden, y
e) Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.

No opera a su respecto la regla del turno contenida en el Art. 175 COT.

Las decisiones de los jueces de estos tribunales se rigen por las reglas de los acuerdos de las C. de Apelaciones
contenidas en los Art. 72,81,83,84 y 89 del COT, en la medida que no sean contrarias a las normas de este párrafo 2°
(Art. 19).

El mismo precepto señala que: “Sólo podrán concurrir a las decisiones del tribunal los jueces que hubieren asistido a la
totalidad de la audiencia del juicio oral. La decisión debe ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.
Cuando existiere dispersión de votos en relación con una decisión, la sentencia o la determinación de la pena si
aquélla fuere condenatoria, el juez que sostuviere la opinión más desfavorable al condenado deberá optar por alguna de
las otras.
Si se produjere desacuerdo acerca de cuál es la opinión que favorece más al imputado, prevalecerá la que cuente
con el voto del juez presidente de la sala.”.

La sentencia debe ser redactada por uno de los miembros del tribunal, designado por el tribunal, en tanto la disidencia o
prevención debe ser redactada por su autor.

ITINERANCIA.

El artículo 21 A del COT establece que cuando sea necesario para facilitar la aplicación oportuna de la justicia penal,
atendiendo a criterios de distancia, acceso físico y dificultades de traslado de quienes intervienen en el proceso estos
tribunales pueden constituirse y funcionar en localidades situadas fuera de su lugar de asiento.
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Obviamente que esta movilidad se entiende que lo es dentro su respectivo territorio jurisdiccional

Con todo, el TOP no es libre para ejercer esta facultad. En efecto, el inc. 2° del Art. 21 A dispone que será la Corte de
Apelaciones respectiva la que va a determinar anualmente la periodicidad y forma con que estos tribunales van a
cumplir con este deber ambulatorio. Sin perjuicio de ello, la Corte puede disponer en cualquier momento la constitución
y funcionamiento del TOP en una localidad fuera de su asiento, cuando lo aconseje la mejor atención de uno o más
casos. Mas la propia Corte, a su vez, tiene una limitación para adoptar tal acuerdo, ya que requiere un informe previo de
la Corporación Administrativa del Poder Judicial y del presidente del comités de jueces del TOP correspondiente.

SUBROGACIÓN ART. 210 DEL COT.

Debe tenerse en cuenta en esta materia que los jueces de los TOP sólo subrogan a jueces de esos tribunales ( 210 A
COT).

Si una sala no puede constituirse por falta de jueces, se llama a un subrogante según el siguiente orden: A un juez
perteneciente al mismo tribunal; A falta de éste, un juez de otro tribunal oral de la jurisdicción de la misma Corte. A este
efecto se aplican en forma análoga los criterios de cercanía territorial previsto en el
Art. 207 COT, debiendo considerarse el lugar en que debe realizarse el juicio oral.

Si no es posible aplicar la regla precedente, subrogará un juez de un JG de la misma comuna o agrupación de comunas
que no haya intervenido en la fase de investigación.

Si no resulta factible aplicar ninguna de estas reglas subrogará un juez perteneciente a algún tribunal oral dependiente
de la Corte de Apelaciones más cercana. A falta del subrogante precedente, un juez de garantía de esa jurisdicción,
rigiendo para esta ocasión las reglas del Art. 216 inc. 2, 3 y 4 COT;

Para el caso de no ser posible aplicar estas normas se posterga la realización del juicio oral hasta la oportunidad más
próxima en que alguna de tales disposiciones sea aplicable;

Si de aplicarse la normativa indicada en los numerandos precedentes resultare que hay más de un juez que deba
subrogar al juez del TOP, la subrogación se hará por orden de antigüedad, comenzando por el menos antiguo.

De las subrogaciones que se produzcan debe dejarse testimonio por el jefe de la unidad administrativa que tenga a su
cargo la función de administración de causas, e informará mensualmente de ellas a la Corte de Apelaciones (Art. 214 inc.
final).

III. ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DE LOS TRIBUNALES EN MATERIA PENAL.-

COMPOSICIÓN

1. EL COMITÉ DE JUECES, que de conformidad con el Art. 22 del C.O.T., es integrado por un número que varía según el
número de jueces que conformen cada tribunal, el que es dirigido por un presidente, organismo que tiene las facultades
que señala el art. 23 C.O.T., relacionadas con el procedimiento de distribución de causas, designación, calificación y
remoción del administrador del tribunal; el plan presupuestario anual y otras materias. En la actualidad, en la mayoría
de los tribunales del nuevo sistema procesal penal estos Comités han perdido efectividad y se reúnen muy pocas veces
en el año.

2. EL JUEZ PRESIDENTE DEL COMITÉ DE JUECES, a quien corresponde velar por el adecuado funcionamiento del juzgado
o tribunal, para cuyo efecto tiene los deberes y atribuciones que establece el art. 24 COT.

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3. EL ADMINISTRADOR DEL TRIBUNAL, sobre quien pesa el manejo administrativo de los tribunales. Es designado por el
Comité de Jueces del respectivo tribunal a propuesta en terna del Juez Presidente. El artículo 389 B del COT se encarga
de especificar las materias que están en el ámbito de sus atribuciones. Y en el cumplimiento de sus funciones debe
atenerse a las políticas generales de selección de personal, de evaluación, de administración de recursos materiales y de
personal, de diseño y análisis de la información estadística y demás que dicte el Consejo de la Corporación
Administrativa del Poder Judicial en el ejercicio de las atribuciones que le son propias, y que se ajustarán a lo que indica
el art. 506 N° 6 COT.

Amén del administrador, se contempla en el organigrama de los nuevos tribunales a un subadministrador, a jefes de
unidades y personal de empleados; personal que es nombrado por el Comité de Jueces a su propuesta.

4. LAS UNIDADES ADMINISTRATIVAS

Según el artículo 25 del COT., los juzgados de garantía y los tribunales orales en lo penal se organizan en unidades
administrativas para el cumplimiento eficaz y eficiente de las siguientes funciones:

a) Sala, que consistirá en la organización y asistencia a la realización de las audiencias.

b) Atención de público, destinada a otorgar una adecuada atención, orientación e información al público que concurra al
juzgado o tribunal, especialmente a la víctima, al defensor y al imputado, recibir la información que éstos entreguen y
manejar la correspondencia del juzgado o tribunal.

c) Servicios, que reunirá las labores de soporte técnico de la red computacional del juzgado o tribunal, de contabilidad y
de apoyo a la actividad administrativa del juzgado o tribunal, y la coordinación y abastecimiento de todas las
necesidades físicas y materiales para la realización de las audiencias.

d) Administración de causas, que consistirá en desarrollar toda la labor relativa al manejo de causas y registros del
proceso penal en el juzgado o tribunal, incluidas las relativas a las notificaciones; al manejo de las fechas y salas para las
audiencias; al archivo judicial básico, al ingreso y al número de rol de las causas nuevas; a la primera audiencia judicial
de los detenidos; a la actualización diaria de la base de datos que contenga las causas del juzgado o tribunal, y a las
estadísticas básicas del juzgado o tribunal.

e) Apoyo a testigos y peritos, destinada a brindar adecuada y rápida atención, información y orientación a los testigos y
peritos citados a declarar en el transcurso de un juicio oral. Esta función existirá solamente en los tribunales orales en lo
penal.

JUZGADO DE GARANTÍA Y TRIBUNAL DE JUICIO ORAL COMPETENTES.

El art.157 del Código Orgánico de Tribunales, luego de la modificación que le introdujera la ley 19.708 de 5 de enero de
2001, estatuye que será competente para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el
hecho que da motivo al juicio.

El delito se considerará cometido en el lugar donde se hubiere dado comienzo a su ejecución.

A continuación, el citado artículo establece la regla general de competencia para los nuevos tribunales penales al
prescribir que el juzgado de garantía del lugar de comisión del hecho investigado conocerá de las gestiones a que diere
lugar el procedimiento previo al juicio oral.

Por otra parte, debemos tener presente que en virtud de un sistema objetivo de distribución, las causas que ingresen al
juzgado de garantía serán asignadas equitativamente a los distintos jueces que lo componen.

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En cuanto a los tribunales de juicio oral en lo penal, a los que, como ya vimos, el Código Orgánico de Tribunales les
asigna un territorio jurisdiccional compuesto por una o más comunas determinadas, su competencia queda fijada
normalmente por la del juzgado de garantía competente.

El actual art. 159 de este cuerpo legal preceptúa que si en el ejercicio de las facultades que la ley procesal penal
confiere al ministerio público, éste decidiere investigar, en forma conjunta, hechos constitutivos de dos o más delitos
cuyos procedimientos previos al juicio oral les corresponda a dos o más jueces de garantía diversos de acuerdo con la
regla general del art. 157, ya referida, continuará conociendo de las gestiones relativas a todos estos procedimientos el
juez de garantía del lugar de comisión del primero de los hechos investigados.

Agrega esta disposición que, en este evento, el ministerio público estará obligado a comunicar su decisión en cada uno
de ellos, para lo cual solicitará a los jueces de garantía que hubieren comenzado a conocer de los procedimientos
previos - que se investigarán en adelante en forma conjunta -, que citen a una audiencia oral a sus respectivos
intervinientes para darles a conocer este hecho.

El o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que obraren en su poder al juez de garantía a
quien correspondiere continuar conociendo de todas estas gestiones.

CONFLICTOS DE COMPETENCIA ENTRE LOS NUEVOS TRIBUNALES.

En materia de conflictos, como se sabe, se distingue entre cuestiones de competencia y contiendas de competencia.

Las cuestiones de competencia son las que promueven las partes con el tribunal, ya sea, por vía de inhibitoria o por vía
de declinatoria.

El Art. 102 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie por la remisión del Art. 52 del Código Procesal
Penal, estatuye que la inhibitoria se intentará ante el tribunal a quien se crea competente, pidiéndole que se dirija al que
esté conociendo del negocio para que se inhiba de su conocimiento y le remita los autos; en este caso, los registros y
antecedentes que tuviere en su poder.

El Art. 111 del citado Código de Procedimiento Civil establece que la declinatoria se propondrá ante el tribunal a quien
se crea incompetente para conocer de un negocio que le está sometido, indicándole cuál es el que se estima
competente y pidiéndole se abstenga de dicho conocimiento.

Las cuestiones de competencia pueden dar origen a contiendas de competencia, que son las que se plantean entre
tribunales, lo que ocurre cuando dos o más de ellos se estiman competentes para conocer de un determinado asunto o
cuando ninguno de ellos lo estima así.

El Art. 190 del COT, aplicable en la especie establece que las contiendas de competencia serán resueltas por el tribunal
que sea superior común de los que estén en conflicto, o sea, por la respectiva Corte de Apelaciones.

Si dependieren de diversos superiores, iguales en jerarquía, resolverá la contienda el que sea superior del tribunal que
hubiere prevenido en el conocimiento del asunto.

Si se suscitare conflicto de competencia entre varios juzgados de garantía, el citado Art. l57 del Código Orgánico del
Tribunales determina que cada uno de ellos estará facultado para otorgar las autorizaciones o realizar las actuaciones
urgentes, mientras no se dirimiere la competencia.

El Art. 72 CPP repite esta regla sobre competencia, estableciendo que cuando se suscitare un conflicto entre varios de
ellos con respecto al conocimiento de una misma causa criminal, mientras no se dirima la contienda, cada uno de dichos
jueces estará facultado para realizar las actuaciones urgentes y otorgar las autorizaciones que, con el mismo carácter, les
solicitare el ministerio público.

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Aquel de los jueces de entre quienes se hubiere suscitado la contienda de competencia, en cuyo territorio jurisdiccional
se encontraren personas privadas de libertad, será el que deberá resolver acerca de su mantención o cesación.

Dirimida la competencia por la Corte de Apelaciones respectiva, el Art.73 dispone que serán puestas inmediatamente a
disposición del juez competente las personas que se encontraren privadas de libertad, así como los antecedentes que
obraren en poder de los demás jueces que hubieren intervenido.

Es importante señalar que todas las actuaciones practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes serán válidas,
sin necesidad de su ratificación por el juez que fuere declarado competente.

El Art.74 establece una regla sobre preclusión, al señalar que transcurridos tres días, contados desde la notificación de la
resolución que fijare fecha para la celebración de la audiencia del juicio oral, no se podrá pedir ni declarar la
incompetencia territorial del tribunal de juicio oral en lo penal designado en el auto de apertura del juicio oral.

Si durante la realización de la audiencia de preparación del juicio oral se planteare un conflicto de competencia, no se
suspenderá la tramitación, pero no se pronunciará el auto de apertura del juicio oral mientras no se resuelva el conflicto.

FACULTADES DE DIRECCIÓN Y DISCIPLINA EN LAS AUDIENCIAS.

Los Arts. 292, 293 y 294 CPP tratan de las facultades de dirección y disciplina que corresponden al juez presidente de la
sala del tribunal de juicio oral en lo penal y al tribunal mismo, las que ejercen también los jueces de Garantía, con
respecto a las audiencias en que le corresponda intervenir, en virtud de lo dispuesto por el artículo 71.

En uso de estas facultades, tanto el juez presidente de la sala del tribunal de juicio oral en lo penal, como el juez de
garantía, podrán señalar el orden que se harán las exposiciones, impidiendo que las alegaciones se desvíen hacia
aspectos no pertinentes o inadmisibles. También pueden limitar el tiempo en el uso de la palabra a los intervinientes y
ejercer las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate y, en general, a
garantizar la eficaz realización de la audiencia.

Pueden ordenar la limitación en el acceso del público a un número determinado de personas. También, impedir la
entrada u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones incompatibles con la seriedad de la
audiencia.

A los asistentes se les impone la obligación de guardar silencio y respeto mientras no estuvieren autorizados para
exponer o contestar. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia. No
podrán tampoco adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

El Art.294 prescribe que quienes infringieren las obligaciones antedichas podrán ser sancionados de conformidad con lo
dispuesto en el Art. 530 o 532 del Código Orgánico de Tribunales, según correspondiere.

El Art. 530 citado contiene una lista de sanciones, de menor a mayor, conferidas a los jueces de letras para reprimir o
castigar los abusos que se cometieren dentro de la sala de su despacho y mientras ejercen sus funciones: 1.-
amonestación verbal e inmediata; 2.- multa, que no exceda de cuatro unidades tributarias mensuales; y 3.- arresto,
hasta por cuatro días.

INHABILITACIÓN DE LOS JUECES DE GARANTÍA Y DEL TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL. ARTÍCULOS 75 Y 76 COT

Si se plantea la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere subrogarlo conforme a la ley continuará conociendo de
todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del juicio oral, la que no se realizará hasta que se resuelva la
inhabilitación.

No obstante ser competente, un juez puede perder su habilitación para conocer de un determinado asunto. La
inhabilidad se produce como consecuencia de las implicancias o recusaciones. (Art.75)
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A esta materia se refiere el Título XII del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil, aplicable por mandato del
citado Art.52 del CPP.

A su vez, los Arts. 194 a 205 del Código Orgánico de Tribunales tratan de las causales de implicancia y de recusación.

El Art. 76 del CPP previene que las solicitudes de inhabilitación de los jueces del tribunal de juicio oral deberán
plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la resolución que fijare fecha para el juicio
oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia.

Agrega que cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento de la
parte con posterioridad al vencimiento del plazo de tres días y antes del inicio del juicio oral, el incidente respectivo
deberá ser promovido al iniciarse la audiencia.

Después del inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la inhabilitación de los
jueces que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo constitutivo de alguna
causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio.

DISTRIBUCION DE LOS TRIBUNALES EN LA IX REGION

JUZGADOS DE GARANTÍA:

Se creó un juzgado de letras, con asiento en la comuna de Toltén, con competencia sobre la misma comuna.

Los jueces de letras de las comunas de Collipulli, Purén, Traiguén, Curacautín, Carahue, Toltén y Pucón, deben cumplir,
además de sus funciones propias, las de juez de garantía, sin que el juzgado sea alterado en su organización ni en su
funcionamiento, salvo en cuanto sea necesario para ejercer las nuevas atribuciones encomendadas al juez.

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TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL:

II. SEGUNDO SUJETO PROCESAL: EL MINISTERIO PÚBLICO.

GENERALIDADES.

1.- DEFINICIÓN: La ley 19.640, que es la Ley Orgánica Constitucional del MP, en su artículo 1º nos señala que dicha
entidad “es un organismo autónomo y jerarquizado, cuya función principal es dirigir en forma exclusiva la investigación
de los hechos constitutivos de delito, de la determinación de la participación punible y la acreditación de inocencia del
imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley”.

La misma disposición establece que al MP le corresponde la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los
testigos, sin que pueda ejercer funciones jurisdiccionales.

2.- Es por regla general el titular de la acción penal pública.

A ese respecto, el artículo 77 del CPP, señala lo siguiente: Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en
la forma prevista por la ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la
investigación y dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley
Orgánica Constitucional del Ministerio Público.

3.- La Constitución Política de la República regula al MP en su capítulo VII, artículos 83 y siguientes.

PRINCIPIOS Y ORGANIZACIÓN.

En el contexto del sistema procesal penal de nuestro país, el Ministerio Público es el segundo de los Sujetos Procesales.

La organización del Ministerio público está ajustada a principios que se han ido consolidando como resultado de
experiencias que ha arrojado la evolución histórica de esta institución en diferentes países y que han encontrado
consagración en sus ordenamientos jurídicos. Se trata de conceptos abstractos, a los cuales puede y debe recurrirse para
un mejor estudio de esa organización.

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PRINCIPIOS.

1. PRINCIPIO DE AUTONOMÍA CONSTITUCIONAL.

En Chile se optó por otorgar al Ministerio Público el rango de órgano autónomo reconocido constitucionalmente, creado
por una norma de ese nivel, lo que operativamente le asegura quedar fuera del marco de influencia de cualquiera de los
demás Poderes del Estado, exento de cualquier clase de limitaciones indebidas en su tarea de persecución penal.
Refiriéndose a este tema, el Informe de fecha 12 de julio de 1998 de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia
de la Cámara de Diputados sobre el proyecto de ley orgánica constitucional del Ministerio Público, contenido en el
Boletín N° 2152-07-1, expresa que la reforma constitucional contenida en la ley N° 19.519, de 16 de septiembre de 1997
creó e incorporó, con rango constitucional y con la denominación de “Ministerio Público”, un nuevo órgano del Estado,
para hacer posible el reemplazo del procedimiento penal vigente, de carácter inquisitivo, en el cual el órgano judicial
asume las funciones investigadoras, acusadoras y juzgadoras, por otro, de perfil acusatorio, en el cual se atribuyen a
sujetos diferentes la instrucción y el juzgamiento.

Conforme al Artículo 83 de la Constitución Política de la República, es "Un organismo autónomo…”, pero esto no
significa que no quede afecto a controles por parte de otros poderes públicos, que se manifiestan en la intervención de
la Corte Suprema, del Presidente de la República y del Senado en la designación del Fiscal Nacional, así como en la
facultad de la Corte Suprema de remover al Fiscal Nacional y a los Fiscales Regionales, a requerimiento del Presidente de
la República, de la Cámara de Diputados o de diez de sus miembros, basados en su incapacidad, mal comportamiento o
negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones.

2. PRINCIPIO DE DEPENDENCIA JERÁRQUICA.

Por la naturaleza de su función primordial, el Ministerio Público no puede estar compuesto por funcionarios que gocen
de plena autonomía, sino que deben hallarse integrados a un organismo colegiado que debe actuar coordinadamente.
Esto se traduce, -dice Alex Carocca -, en el principio de dependencia jerárquica, conforme al cual los fiscales forman
parte de una organización cuyos integrantes están ligados por lazos de jerarquía.

Así lo reconoce la Constitución Política, que le describe como un organismo “jerarquizado”, y es por ello que más
adelante expresa que al Jefe superior, el Fiscal Nacional, le corresponde la “superintendencia directiva, correccional y
económica del Ministerio Público, en conformidad a la ley”. Esta jerarquía se extiende a las autoridades y jefaturas
administrativas. El control se refiere tanto a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de sus fines y objetivos, como a la
legalidad y oportunidad de sus actuaciones. (Art. 7 LOC.MP).

3. PRINCIPIO DE UNIDAD

Constituyendo el Ministerio Público un órgano público que debe ser muy eficiente en la distribución de sus funcionarios,
se le permite que en cada actuación sea representado por cualquiera de sus fiscales y cuando cada uno lo hace,
representa a todo el organismo.

Así lo reconoce el legislador, ya que dispone que este “realizará sus actuaciones procesales a través de cualquiera de los
fiscales que, con sujeción a lo dispuesto en la ley, intervenga en ellas” (art. 2, inc. 1º LOCMP).
Este principio es el que permite organizar el trabajo de la institución, ya que no siempre un fiscal puede asistir a todas
las diligencias o audiencias de un determinado caso, entre los muchos de los que puede estar a cargo, de modo que es
suficiente con que asista un fiscal, cualquiera sea su cargo específico, para que éstas se puedan llevar a cabo.

4. PRINCIPIO DE PROSCRIPCIÓN DEL EJERCICIO DE FUNCIONES JURISDICCIONALES

El Ministerio Público, como un organismo que se inserta en el marco del sistema de justicia penal chileno, cumple un rol
de persecución penal, que se traduce en la dirección de las facultades de investigación de los hechos presuntamente
delictivos y en el ejercicio de la acción penal en contra de una determinada persona, si estima legalmente que hay
mérito para ello, pero le queda prohibido constitucionalmente ejercer o pretender ejercer funciones jurisdiccionales.
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En realidad, lo que caracteriza al proceso es que se desarrolla como producto de la actividad de las partes y del tribunal
para alcanzar la sentencia jurisdiccional, que pondrá fin al conflicto sometido por las partes a su decisión y que declarará
el derecho de las partes, de manera irrevocable. Pues bien, en este contexto, al Ministerio Público, a través de los
fiscales sólo le corresponde asumir las funciones de parte, de interesado en alcanzar la decisión, pero nunca la de
órgano llamado a tomar la decisión, que es propio del juez.

Así lo dice con toda claridad nuestra Carta Constitucional, que señala después de definir al Ministerio Público en los
términos reseñados, que “en caso alguno podrá ejercer funciones jurisdiccionales” (art. 83 Constitución y art. 1 LOCMP).

5. PRINCIPIO DE OBJETIVIDAD

De acuerdo a la propia Constitución, el Ministerio Público dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito y los que permitan demostrar la participación punible, pero también debe investigar los que
acrediten la inocencia del imputado (art. 83 Constitución).

Esta es la base del principio de objetividad, que se desarrolla en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público,
estableciendo que los fiscales están obligados a desarrollar su actividad de persecución penal, investigando “con igual
celo no sólo los hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado, sino también los que le
eximen de ella, la extingan o la atenúen” (art. 3 LOCMP).

Por su parte, en el Código Procesal Penal se establece que en el ejercicio de la acción penal pública, los fiscales actuarán,
“con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público”
(art. 77 inc. 1 CPP).

6. PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Dado su carácter de organismo público, tanto el Ministerio Público institucionalmente, como los fiscales y demás
funcionarios que lo integran, deben actuar respetando estrictamente la legalidad vigente.

Se trata de una manifestación del principio de legalidad que establecen los conocidos artículos 5 y 6 de nuestra Carta
Constitucional, que exigen a los órganos del Estado actuar conforme a la Constitución y la ley, legalmente investidos y
dentro de su competencia, de modo que los actos que efectúen en contravención a esta regla son nulos y de ningún
valor.

Luego, existen disposiciones particulares, tanto de nivel constitucional como legal, que remarcan esta estricta sujeción a
la ley de los integrantes del órgano de persecución penal. Entre las primeras, se encuentran las disposiciones
constitucionales situadas en el Capítulo VII, que contiene las reglas básicas de la organización del órgano de persecución
penal y en las cuales, por ejemplo, se señala que le corresponde en su caso, “ejercer la acción penal pública en la forma
prevista por la ley” (art. 83, Constitución), entre muchos otros.

7. PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD

Consecuente con su sumisión a la legalidad, se establece que los integrantes del Ministerio Público se encuentran
sujetos a la responsabilidad consiguiente.

Es la Carta Fundamental la que ordena a la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público, establecer cuál es el grado
y el tipo de responsabilidad (art. 84 Constitución) que tendrán los fiscales en cumplimiento de sus principales funciones
de dirigir la investigación y ejercer la acción penal pública.

Como regla general, esa ley dispone que “El personal del Ministerio Público estará sujeto a responsabilidad
administrativa, sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal que pudiere afectarle” (art. 11 LOCMP). A esta se le
agrega la responsabilidad política que se puede hacer efectiva en contra de las máximas autoridades que son el Fiscal

50
Nacional y los Fiscales Regionales, los que pueden ser acusados por el Presidente de la República, Cámara de Diputados
o diez de sus miembros, ante la Corte Suprema (art. 53 LOCMP).

Luego, en cuanto a la forma de concretar la responsabilidad de los fiscales, hay un Capítulo completo en la LOCMP
(Titulo III, att. 45 a 53 CPP), que establece los procedimientos para hacer efectivos los diferentes tipos de
responsabilidad, especialmente la responsabilidad penal y la disciplinaría.

8. PRINCIPIO DE ACTUACIÓN DESFORMALIZADA.

El nuevo procedimiento permite, básicamente, una mayor discrecionalidad de los actores en la configuración de los
procesos, ya que el legislador del Código Procesal penal, no pretende regular total y absolutamente las actuaciones de
cada uno de ellos, como pretendía ilusamente el legislador del siglo XIX al momento de redactar el Código de
Procedimiento Penal de 1906, en pleno auge del positivismo jurídico.

Esto se traduce en un reconocimiento de las limitaciones de la reglamentación legal, que sólo puede conformarse con
establecer principios y reglas generales de actuación pero debe admitir que el proceso se construye por la actividad de
las partes y del tribunal y que esa actividad humana en cada caso es única e irrepetible.

En ese sentido, la ley establece que, en general, “Los procedimientos del Ministerio Público deberán ser ágiles y
expeditos, sin más formalidades que las que establezcan las leyes y procurarán la simplificación y rapidez de sus
actuaciones” (art. 6 Inc. 2 LOCMP).

9. PRINCIPIO DE PROBIDAD ADMINISTRATIVA

Una preocupación constante de las autoridades legislativas en los últimos años ha sido establecer reglas que permitan
asegurar la transparencia y la probidad administrativa de los funcionarios de toda clase de órganos públicos.

Esta preocupación se ha extendido a los fiscales y funcionarios del Ministerio Público, a quienes se ordena observar el
principio de probidad administrativa, exigiéndoseles que ejerzan su función pública con transparencia, dando a conocer
los procedimientos, contenidos y fundamentos de sus decisiones, especialmente por parte de los fiscales.

Asimismo, se obliga a fiscales y funcionarios del Ministerio Público a velar por la eficiente e idónea administración de los
recursos y bienes públicos y por el debido cumplimiento de sus funciones (art. 6 LOCMP).

10. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN SUS ACTUACIONES

Una de las principales novedades que introdujo en la organización y funcionamiento del sistema de justicia penal, es la
publicidad, que permite a la ciudadanía conocer y de esa manera controlar, la actuación de los organismos que
intervienen en su configuración.

De partida se establece que la función pública la ejercerán los fiscales y funcionarios con transparencia y que son
públicos todos los actos administrativos del Ministerio Público (art. 8 LOCMP). Asimismo, por regla general, dejan de ser
secretas para las partes, los registros de las actuaciones de las investigaciones que lleven a cabo los fiscales en ejercicio
de la persecución penal pública, salvo excepciones en que pueda solicitarse al juez de garantía la reserva de las
actuaciones por un plazo determinado (art.182 CPP).

También, como manifestación de este principio, se dispone la obligación del Fiscal Nacional y de los Fiscales regionales
de dar cuenta pública de las actividades de las respectivas Fiscalías Nacional y Regionales. El primero, debe hacerlo en el
mes de abril de cada año, en audiencia pública, debiendo incluir estadísticas, explicaciones sobre uso de los recursos
otorgados, dificultades que se le hubieren presentado y propuesta de eventuales modificaciones legales. Incluso se
señala que deberá dar a “conocer criterios de actuación del Ministerio Público que se aplicarán en el periodo siguiente”
(art. 21 LOCMP).

51
ORGANIZACIÓN.

1. EL FISCAL NACIONAL.

a) Es el jefe superior del Ministerio Público.


b) Dura 8 años en su cargo sin posibilidad de asumir nuevamente para el período siguiente.
c) Es el responsable del funcionamiento del organismo.
d) Los requisitos para ser nombrados Fiscal Nacional son los siguientes:
 Ser ciudadano con derecho a sufragio.
 Tener a lo menos 10 años el título de abogado.
 Haber cumplido 40 años de edad.
 No estar sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades prevista en la ley.

El nombramiento del Fiscal Nacional corresponde a tres instituciones: A la Corte Suprema, en pleno, que elabora una
quina acordada por la mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio. Luego esa quina es entregada al Presidente de la
República quien elige a uno solo, el cual es propuesto al Senado, que debe dar su acuerdo por a lo menos los dos tercios
de sus miembros en ejercicio.

2. LOS FISCALES REGIONALES.-

a) Duran 8 años en su cargo, sin derecho a ser designados para un período posterior.
b) Tienen su competencia en la región o extensión geográfica de la región que corresponda a la fiscalía regional a su
cargo.
c) En cada región hay un fiscal regional, con la salvedad de la región Metropolitana en donde hay 4 fiscales.
d) Son nombrados por el Fiscal Nacional, a propuesta en terna de la Corte de Apelaciones de la respectiva región por
mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio en pleno.

3. LOS FISCALES ADJUNTOS.-

Son los Fiscales que bajo la supervisión de los Fiscales Regionales deben dirigir la investigación de los hechos
aparentemente constitutivos de delito y ejercer la acción penal pública, salvo en aquellos casos en que decidan
asumirlas el propio Fiscal Regional y excepcionalmente el Fiscal Nacional. El fiscal adjunto que esté a cargo de la fiscalía
local se denomina fiscal jefe.

Los requisitos para ser nombrado Fiscal Adjunto son los siguientes: Art. 42 LOCMP

a) Ser ciudadano con derecho a sufragio.


b) Tener el título de abogado.
c) Reunir los requisitos de experiencia y formación especializada adecuadas para el cargo.
d) No encontrarse sujeto a algunas de las incapacidades e incompatibilidades previstas en la ley.

Estos fiscales son designados por el fiscal nacional a propuesta en terna del fiscal regional respectivo, la que deberá
formarse previo concurso público.

LAS FISCALÍAS LOCALES.- Los fiscales adjuntos se desempeñan en las Fiscalías Locales, que son las unidades operativas
de las Fiscalías Regionales, cuya ubicación territorial es decidida por el Fiscal Nacional a propuesta del Fiscal Regional
respectivo, teniendo en cuenta criterios de carga de trabajo, extensión territorial, facilidad de comunicaciones y
eficiencia en el uso de los recursos (art. 39 LOCMP). Aunque cada uno de los fiscales adjuntos debe pertenecer a una
Fiscalía Local, en el cumplimiento de sus tareas pueden realizar sus actuaciones en todo el territorio nacional, de
acuerdo a las normas generales que establezca el Fiscal Nacional (art. 40 inc. 2 LOCMP).

Cada Fiscalía Local estará a cargo de un Fiscal Jefe, que será un fiscal adjunto designado por el Fiscal Nacional a
propuesta del respectivo Fiscal Regional (art. 38 inc. 3 LOCMP).
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Si una fiscalía local cuenta con más de un Fiscal Adjunto, la distribución de los casos entre los diferentes fiscales será
realizada por el Fiscal Jefe, según las instrucciones que imparta el Fiscal Nacional, en base a criterios objetivos, tales
como la carga de trabajo, especialización y experiencia (art. 40 LOCMP).

DEBER DE INFORMACIÓN Y PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS. ART. 78 CPP.-

Constituye un deber de los fiscales, durante todo el procedimiento, adoptar medidas, o solicitarlas en su caso, para
proteger a las víctimas de los delitos, facilitar su intervención en el mismo o evitar o disminuir al mínimo cualquier
perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los trámites en que deban intervenir.

Existe aquí un verdadero mandato constitucional y legal que pone de cargo de una autoridad determinada este deber de
información y asistencia a las víctimas, lo que, con anterioridad, no se encomendaba a ninguna autoridad u organismo
determinado.

En cumplimiento de este cometido, los fiscales están obligados a realizar, entre otras, las siguientes actividades en favor
de las víctimas:

a) Entregarle información acerca del curso y resultado del procedimiento, de sus derechos y de las actividades que
debiere realizar para ejercerlos;
b) Ordenar por sí mismos o solicitar al tribunal, en su caso, las medidas destinadas a la protección de la víctima y su
familia frente a los probables hostigamientos, amenazas y atentados;
c) Informarle sobre su eventual derecho a indemnización y la forma de impetrarlo, y remitir los antecedentes, cuando
correspondiere, al organismo del Estado que tuviere a su cargo la representación de la víctima en el ejercicio de las
respectivas acciones civiles; y
d) Escuchar a la víctima antes de solicitar o resolver la suspensión del procedimiento o su terminación por cualquier
causa.

Aun cuando la víctima hubiere designado abogado, el fiscal estará obligado a cumplir con las exigencias contenidas en
los párrafos signados a) y d).

III. TERCER SUJETO PROCESAL: LA POLICÍA.

GENERALIDADES.-

1.- Es el tercero de los sujetos procesales regulado en el CPP.-

2.- Normas constitucionales sobre las Fuerzas de Orden y Seguridad: Encuentran regulación en el Capítulo XI, de la
Constitución Política de la República, titulado “Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública", en el cual se establecen
las normas fundamentales que rigen la actividad y estructura orgánica de las mencionadas instituciones.

Con arreglo al artículo 101 de la Constitución Política, “Las Fuerzas Armadas dependientes del Ministerio encargado de
la Defensa Nacional están constituidas única y exclusivamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Existen para
la defensa de la patria y son esenciales para la seguridad nacional.

Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están integradas sólo por Carabineros e Investigaciones. Constituyen la fuerza
pública y existen para dar eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que
lo determinen sus respectivas leyes orgánicas. Dependen del Ministerio encargado de la Seguridad Pública. Las Fuerzas
Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son esencialmente obedientes y no deliberantes. Las fuerzas
dependientes de los Ministerios encargados de la Defensa Nacional y de la Seguridad Pública son, además,
profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.”

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Cabe aclarar que el concepto de “Fuerzas Armadas" es distinto al de “Fuerza pública", ya que bajo el primero no se
comprenden las Fuerzas de orden y de seguridad pública, mientras que en el segundo sí, integrando por ende a
Carabineros.

En la actualidad, tanto Carabineros como Policía de Investigaciones dependen del Ministerio de defensa Nacional, en
cuya organización interna existen las Subsecretarías de Carabineros y de Investigaciones, que tienen a su cargo todas las
materias relativas a aquellas Instituciones.

REGULACION DE LA ACTIVIDAD POLICIAL EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL.-

La voz “Policía” comprende a la Policía de Investigaciones y Carabineros de Chile. Sus miembros son los auxiliares del
ministerio público y los que realizan, en forma material y directa, los actos de investigación y pesquisa de los delitos
denunciados, así como los hechos que determinan la participación n intervenido en su ejecución.

El art. 79 del Código Procesal Penal prescribe que la Policía de Investigaciones de Chile deberá llevar a cabo las
diligencias necesarias para cumplir los fines previstos en este Código, en especial, las indicadas en los Arts. 180
(investigación de los fiscales), 181 (actividades de investigación) y 187 (objetos, documentos e instrumentos), de
conformidad con las instrucciones que les impartan los fiscales. El mismo artículo añade que Carabineros de Chile, en
igual carácter de auxiliar del ministerio público, desempeñará idénticas funciones que Investigaciones, cuando el fiscal a
cargo del caso así lo dispusiere.

Finalmente, el citado precepto dispone que, sin perjuicio de lo señalado, tratándose de la investigación de hechos
cometidos en el interior de establecimientos penales, el ministerio público también podrá impartir instrucciones a
Gendarmería de Chile, la que actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código.

Los funcionarios indicados precedentemente, cumplirán las funciones señaladas bajo la dirección y responsabilidad de
los fiscales, sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecieren.

1.- Forma como se deben ejecutar las labores policiales de investigación.

a) De acuerdo con las instrucciones particulares comunicadas por el fiscal a propósito de algún caso concreto que le
corresponda investigar y para cuya investigación lo estime necesario;

b) Sin necesidad de orden previa, en los casos que señala la ley, evento en el que la Policía se encuentra autorizada para
actuar aun cuando no hayan recibido instrucciones particulares previas del fiscal, como ocurre en las situaciones
descritas en los Arts.83 y 85 del Código Procesal Penal, si bien, en estas situaciones, como se verá, deberán actuar
conforme a las instrucciones de carácter general recibidas del Ministerio Público. (Prestar auxilio a la víctima; practicar la
detención en los casos de flagrancia, resguardar el sitio del suceso, identificar a los testigos y consignar las declaraciones
que éstos prestaren voluntariamente, tratándose de los dos casos anteriores; recibir las denuncias del público, efectuar
las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales y practicar control de identidad en los casos en que sea
procedente.)

El Art. 87 se refiere a las Instrucciones Generales mencionadas, al prescribir que sin perjuicio de las instrucciones
particulares que impartiere el fiscal en cada caso, el Ministerio Público regulará, mediante instrucciones generales, la
forma en que la policía cumplirá las funciones que puede realizar autónomamente y las relativas al control de identidad,
así como la manera en que deba proceder frente a hechos de los que tomare conocimiento y respecto de los cuales los
datos obtenidos, fueren insuficientes para estimar si son o no constitutivos de delito. Estas instrucciones del Fiscal
nacional están contenidas por ejemplo, en los Oficios Nºs 169, 170 y 171 de 8 de Noviembre de 2000, complementadas
por Oficio Nº 235 de 12 de Diciembre del mismo año y se refieren, entre otras materias, al auxilio a la víctima; detención
en caso de delito flagrante; resguardo del sitio del suceso, tratamiento y custodia de evidencias; destino de las especies
recogidas, cadena de custodia; empadronamiento de testigos; levantamiento del cadáver en casos de muerte en la vía
pública; control de identidad; y comunicaciones entre el ministerio público y la policía.

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c) En virtud de lo dispuesto en el Art. 80 inciso 2º del CPP, la Policía también se encuentra obligada a cumplir las órdenes
que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento.

2.- Carácter obligatorio de las instrucciones de jueces y fiscales.

Para reforzar el carácter obligatorio de las órdenes e instrucciones mencionadas en los párrafos anteriores, el Art.80,
referido, dispone que los funcionarios policiales "deberán cumplir de inmediato y sin más trámite" las órdenes
impartidas por jueces y fiscales, "cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar” sin perjuicio de
requerir la exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere.

No obstante, pudiere eventualmente existir alguna causa que impida cumplir oportunamente una orden y por eso el
Art.82 previene que el funcionario que por cualquier causa se viere impedido de cumplir una orden que hubiere recibido
del ministerio público o de la autoridad judicial, pondrá esta circunstancia de inmediato en conocimiento de quien la
hubiere emitido y también de su superior inmediato en la institución a que perteneciere. El fiscal o el juez que hubieren
emitido la orden podrán sugerir o disponer las modificaciones que estimaren convenientes para su debido
cumplimiento, o reiterar la orden, si en su concepto no existiere imposibilidad.

3.- Comunicaciones entre fiscales y la policía.

El Art. 81 dispone que las comunicaciones entre los fiscales y la policía se realizarán en la forma y por los medios más
expeditos posibles, como por ejemplo, teléfono, fax y correo electrónico, sin perjuicio del envío posterior o simultáneo
de los informes o antecedentes que por su volumen o grado de detalle deban enviarse en forma de documentación.

4.- Deber de información al ministerio público.

En conformidad con lo dispuesto en el Art.84, la Policía tiene el deber de informar inmediatamente al Ministerio Público,
tan pronto reciba una denuncia, acerca de su contenido, por el medio más expedito.

5.- Actuaciones que puede realizar la policía sin orden previa.

Sin perjuicio de lo anterior, procederá, cuando corresponda, a realizar las actuaciones que no requieren orden previa,
previstas en los Arts.83, 85, 89 y 90 del Código Procesal Penal,

Los funcionarios policiales son los que primero toman contacto con los hechos que revisten carácter de delito, de allí
que pueden actuar en determinados casos sin previa autorización de los fiscales, sin perjuicio de darles cuenta
posteriormente de lo obrado, en la forma más rápida y expedita.

Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones pueden realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir
previamente instrucciones particulares de parte de los fiscales, sin perjuicio de dar cumplimiento a las instrucciones de
carácter general impartidas por el ministerio público, las que deben respetar:

a) Prestar auxilio a la víctima. La Policía debe otorgar al ofendido por el delito un trato acorde con su condición de
víctima, debiendo asistirla y auxiliarla. Incluso en las instrucciones generales de la fiscalía, ya mencionadas, se impone a
los fiscales la obligación de "emplear un lenguaje acogedor y adecuado a la víctima", estableciendo "una relación de
confianza y compromiso" con ella para el éxito de la investigación.

b) Practicar detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley. El Código Procesal Penal proporciona un concepto de
flagrancia en el Art. 130, detallando los casos en que debe entenderse que existe.

c) Resguardar el sitio del suceso. Deben impedir el acceso a toda persona ajena a la investigación; si se tratare de un
local cerrado, procederán a su clausura y si es un lugar abierto, lo aislarán. Cuidarán de que no se borren o alteren los
rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos utilizados para llevarlo a cabo.

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El personal experto de la policía que se haga presente en el lugar debe recoger, identificar y conservar bajo sello,
documentos o instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido para la comisión del hecho investigado o
los que pudieren ser utilizados como medios de prueba posteriormente.

De todo lo anterior, debe dejarse registro, con individualización completa de los funcionarios que hubieren actuado en
la diligencia.

En aquellos casos en que en la localidad donde ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la evidencia
pueda desaparecer, el personal policial que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla y guardarla en los
términos indicados en el párrafo precedente y hacer entrega de ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible.

En el caso de delitos flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de inmediato
las primeras diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que corresponda de lo hecho, a la mayor
brevedad.

d) Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente;

e) Recibir las denuncias del público;

f) Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

6.- Control de identidad.

Establece el artículo 85, que los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden previa de
los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las circunstancias,
estimaren que existen indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de
que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple
delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad. La
identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación
expedidos por la autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial
deberá otorgar a la persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.

Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevos indicios, la policía podrá proceder al registro de las vestimentas,
equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se controla, y cotejar la existencia de las órdenes de detención que
pudieren afectarle. La policía procederá a la detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo dispuesto
en el artículo 129, de quienes se sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130, así como
de quienes al momento del cotejo registren orden de detención pendiente.

En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo recibido las facilidades del caso, no le fuere
posible hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le
darán las facilidades para procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados,
dejándola en libertad en caso de obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que
pudieren afectarle. Si no resultare posible acreditar su identidad, se le tomarán huellas digitales, las que sólo podrán ser
usadas para fines de identificación y, cumplido dicho propósito, serán destruidas.

El conjunto de los procedimientos detallados no deberá extenderse por un plazo superior a ocho horas, transcurridas las
cuales la persona que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que existan indicios de que ha
ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo dispuesto en el inciso
siguiente.

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Si la persona se niega a acreditar su identidad o se encuentra en la situación indicada en el inciso anterior, se procederá
a su detención como autora de la falta prevista y sancionada en el Nº 5 del artículo 496 del Código Penal. El agente
policial deberá informar, de inmediato, de la detención al fiscal, quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido
sea conducido ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere
practicado. Si el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el plazo
indicado.

Los procedimientos dirigidos a obtener la identidad de una persona en conformidad a los incisos precedentes, deberán
realizarse en la forma más expedita posible, y el abuso en su ejercicio podrá ser constitutivo del delito previsto y
sancionado en el artículo 255 del Código Penal.

La ley habla con cierta impropiedad que la persona será puesta en libertad después que se le tomen sus huellas
dactilares, en circunstancias de que no se trata de una detención sino que de una identificación.

El Art 86 previene que en cualquier caso en que hubiere sido necesario conducir a la unidad policial una persona cuya
identidad se tratare de averiguar, el funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho
a que se comunique a su familia o a la persona a quien ella indicare, la circunstancia de que ha sido conducida a una
unidad policial.

La conducción forzada de una persona a la unidad policial más cercana no implica privarla de libertad o darle el carácter
de detenida, a menos que se produzca la situación de ocultamiento, falsedad o negativa ya señaladas; por tal motivo no
podrá ser ingresada en celdas o calabozos, ni mantenida en contacto con personas detenidas.

En otras palabras, consiste en consiste en la facultad de solicitar la identificación de cualquier persona en casos
fundados (en la forma más expedita posible). ¿Cómo cuáles? Por ejemplo: Existencia de un indicio de que ella hubiere
cometido o intentado cometer un crimen o simple delito, de que se dispusiere a cometerlo, o de que pudiere
suministrar información útil para la indagación de un crimen o simple delito. ¿Dónde se realizará el control? En el lugar
en que la persona se encuentre. ¿A través de qué documentos? Por medio de documentos de identificación expedidos
por la autoridad pública (cédula de identidad, licencia de conductor, o pasaporte). El policía deberá otorgar a la persona
facilidades para encontrar y exhibir tales documentos. Sólo en caso de negativa, o aún con las facilidades del caso no lo
logra acreditar, el policía deberá conducir al sujeto a la unidad policial más cercana para lograr su identificación por
otros medios distintos. En tal caso, la ley exige que el policía informe al sujeto respecto de su derecho a comunicarse con
su familia u otra persona que indique, para informarle de su situación. Si aun así no se logra el objetivo, se le pondrá en
libertad de inmediato, bajo condición de que acceda a que se le tomen sus huellas digitales, las que sólo podrán ser
usadas para los fines de identificación.

7.- Examen de vestimentas, equipaje o vehículos.

El Art.89 establece que se podrá practicar el examen de las vestimentas que llevare el imputado cuando éste tuviere la
calidad de detenido, como asimismo, el registro del equipaje que portare o del vehículo que condujere, cuando
existieren indicios que permitieren estimar que oculta en ellos objetos importantes para la investigación.

Para practicar el examen de vestimentas, se comisionará personas del mismo sexo del imputado y se guardarán todas
las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la diligencia.

8.- Levantamiento de cadáver.

En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades que corresponden a los órganos encargados de
la persecución penal, la descripción pertinente y la orden de levantamiento del cadáver podrán ser dispuestas por el jefe
de la unidad policial correspondiente, en forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien
dejará registro de lo obrado, en conformidad a las normas generales de este Código.

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9.- Declaración del imputado ante la policía.

La policía sólo puede interrogar al imputado en presencia de su defensor. (Art. 91).

Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas deben limitarse a constatar su identidad.

Si en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas necesarias para
que deponga inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las declaraciones que se
allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor puede incorporarse, en cualquier
momento, a esta diligencia.

El artículo 8º reconoce al imputado el derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra, entendiéndose por tal “cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de
carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio
público o la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible”(art. 7, inciso 2º del CP).

Por otra parte, la letra g) del art. 93 le reconoce el derecho de “guardar silencio, o en caso de consentir en prestar
declaración, a no hacerlo bajo juramento”. Por último, de acuerdo con el art. 98.1, el imputado tiene siempre derecho a
prestar declaración como un medio de defenderse de la imputación que se le dirigiere.

La policía está facultada para practicar detenciones en caso de flagrancia (art. 83 letra b), que son los que señala el
artículo 130. En estos casos podría resultar inevitable que la policía mantenga con el detenido algún tipo de
comunicación, determinando las circunstancias que no pueda estar aún presente un defensor, lo que pudiere devenir
posteriormente en la impugnación de las actuaciones de aquéllos, basadas en que se han vulnerado los derechos del
imputado, procurando restarles todo valor.

10.- Examen de los registros de la policía.

El Art. 88 dispone que los fiscales podrán requerir, en todo tiempo, los registros de las actuaciones de la Policía.

11.- Prohibición de informar.

Los funcionarios policiales tienen prohibición de informar a los medios de comunicación social acerca de la identidad de
detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o pudieren resultar vinculadas a la
investigación de un hecho punible.

BANCO DE DATOS UNIFICADOS.-

De conformidad al artículo 3º de la Ley 20.253, de 2008, Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, deberán
mantener un banco de datos unificado y actualizado de personas respecto de las cuales exista orden de detención
pendiente. Dicho registro es de uso exclusivo de las policías para efecto de lo dispuesto en el artículo 85 del CPP, y sus
datos sólo serán comunicados al MP y a los Tribunales, en el marco de una investigación o proceso judicial. Los datos
contenidos podrán contener como antecedentes fotografías, huellas dactilares o características físicas de las personas
cuya detención se encuentra pendiente. Una vez ejecutada la detención de las personas, sus datos serán
inmediatamente eliminados del registro. Lo mismo ocurrirá respecto de personas con órdenes de detención pendientes
por delitos cuya acción penal haya sido declarada prescrita.

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IV. CUARTO SUJETO PROCESAL: EL IMPUTADO.-

GENERALIDADES.

1.- Es el cuarto de los sujetos procesales regulado en el CPP.-

2.- CONCEPTO: Imputado es la persona a quien se atribuye participación en un hecho punible. Este es el concepto que se
desprende del Art.7 del Código Procesal Penal.

3.- La norma citada dispone que las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la República, el CPP y
otras leyes reconocen al imputado podrán hacerse valer por éste desde la primera actuación del procedimiento dirigida
en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia. Se agrega, que por primera actuación del procedimiento se
entenderá cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare
por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía.

4.- Para asegurar estas garantías procesales, el Art.8 prescribe que el imputado tendrá derecho a ser defendido por un
letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra, añadiendo que podrá formular los
planteamientos y alegaciones que considerare oportunos e intervenir en todas las actuaciones judiciales.

DERECHOS Y GARANTÍAS PROCESALES DEL IMPUTADO.

El Artículo 93 del Código Procesal Penal contiene una enumeración de ellos, aunque sin agotarla, estableciendo que todo
imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los derechos y garantías que se indican:

1. Que se le informe, de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le
otorgan la constitución y las leyes;
2. ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación.
3. requerir de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formularen;
4. solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el fin de
prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
5. pedir que se active la investigación y conocer su contenido, salvo los casos en que alguna parte de ella hubiere sido
declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
6. impetrar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir en contra de la resolución que lo rechazare;
7. guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento;
8. No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; e
9. No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de rebeldía.

El Art. 10 prescribe que en cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado no
está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución
Política, en las leyes o en los Tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, adoptará de
oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Si esas medidas no fueren suficientes
para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la
suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el
mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del
procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo.

En conformidad al artículo 94, el imputado privado de libertad tiene, además, los siguientes derechos y garantías:

1. Que se le exprese específica y claramente el motivo de la privación de su libertad y, salvo el caso de delito flagrante,
que se le exhiba la orden que la dispusiere;
2. Que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos a que se
refiere el art.135, inciso 2, que, en síntesis, se remite a los indicados en las letras a), b) y g) del art.93, señalados en
el párrafo anterior con iguales letras y a los expresados en los párrafos signados f) y g) del art.94; éstos últimos dicen
59
relación con el derecho a entrevistarse privadamente con su abogado y tener a sus expensas las comodidades
compatibles con la seguridad del recinto;
3. A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
4. A solicitar del Tribunal que le conceda la libertad;
5. que el encargado de la guardia del recinto policial, al que fuere conducido, informe en su presencia, al familiar o a la
persona que él indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar en que se
encontrare;
6. A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que sólo
contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
7. A disponer de las comodidades y ocupaciones, que pudiere pagar, compatibles con la seguridad del lugar en que se
encontrare; y
8. A recibir visitas y a comunicarse por escrito, o por cualquier otro medio, salvo que el tribunal le haya prohibido o
restringido dichas comunicaciones a petición del fiscal, hasta por un lapso de diez días.

El Art. 97 impone la obligación al tribunal, a los fiscales y a los funcionarios policiales de dejar constancia en los
respectivos Registros, conforme al avance del procedimiento, de la circunstancia de haberse cumplido con las normas
legales que establecen los derechos y garantías del imputado.

AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA.

El Art.95 establece este recurso de carácter procesal penal al disponer que toda persona privada de libertad tendrá
derecho a ser conducida sin demora ante el juez de garantía, con el objeto de que éste examine la legalidad de su
privación de libertad y, en todo caso, para que verifique las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere
necesario, en el lugar en que ella estuviere.

El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.

La norma citada agrega que el abogado de quien estuviere privado de libertad, sus parientes o cualquier persona,
podrán ocurrir siempre ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde éste se encontrare, para pedir que
sea conducido a su presencia y se ejerzan las facultades contempladas en el art.95, mencionado.

Se establece en este evento una verdadera acción de amparo en favor de una persona, siempre que ella estuviere
privada de libertad por orden de una autoridad que no fuere judicial; por tal motivo, la norma citada agrega que si la
privación de libertad hubiere sido decretada por resolución judicial, su legalidad sólo puede impugnarse por los medios
procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, lo que significa que podrá pedirse su excarcelación
ante dicho tribunal y en caso de negativa, si ella proviene de un juez de garantía, recurrir de apelación si ello fuere
procedente, sin perjuicio de la acción de amparo constitucional establecida en el art.21 de la Constitución Política de la
República, cuyo conocimiento corresponde a las Cortes de Apelaciones.

Recordemos que las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal, sobre esta materia, no son apelables.

En definitiva, la acción tiene por objeto únicamente la conducción del detenido ante el juez para verificar las condiciones
y legalidad de su detención y para ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas para subsanar los defectos de
su privación de libertad.

Como el artículo no hace distinción alguna, esta acción puede referirse a cualquier tipo de privación de libertad, sea que
provenga de los propios tribunales, instituciones policiales o inclusive de particulares en el caso de delito flagrante. La
única excepción a esta norma la constituye el inciso tercero que se refiere al caso en que la privación de libertad
provenga de una resolución judicial en cuyo caso no procede este amparo especial.

Respecto de su interposición, puede hacerse por cualquier medio, sea por escrito u oral, sin que exista alguna restricción
al respecto. No existe formalidad alguna.

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LA ACCIÓN DE AMPARO PROCESAL Y EL RECURSO DE AMPARO CONSTITUCIONAL.

Sin perjuicio de que ambas instituciones se asimilan en cuanto a su nombre, se diferencian en las siguientes materias:

DECLARACIÓN DEL IMPUTADO COMO MEDIO DE DEFENSA.

El imputado tiene derecho a guardar silencio. No puede ser obligado a declarar; sólo a identificarse.

Sin embargo, el Art.98 le confiere la facultad para declarar, en cualquier etapa del procedimiento, como una forma de
defenderse de la imputación que se le efectúa, lo que constituye una nueva garantía acordada en su beneficio.

La declaración judicial del imputado debe prestarse en audiencia a la cual podrán concurrir los demás intervinientes en
el procedimiento, quienes serán citados al efecto.

Dicha declaración no puede recibirse bajo juramento. El juez se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que
responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen. Del ejercicio de este mismo derecho trata el
Art.326, relativo a la audiencia del juicio oral.

Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación,
el juez podrá recomendar al Ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para la
defensa y el respeto del principio de objetividad. Nótese que el juez de garantía no ordena al fiscal que realice las
diligencias pedidas por el imputado o su defensa; sólo puede recomendarlas, conforme al principio de objetividad.

61
IMPUTADO REBELDE.

El Art.99 establece que el imputado será declarado rebelde en los siguientes casos:

1. Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido; y


2. Cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere posible
obtener su extradición.

La declaración de rebeldía será pronunciada por el tribunal ante el que debiere comparecer.

Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dicten en el procedimiento se tendrán por notificadas personalmente al
rebelde en la misma fecha en que se pronuncien.

La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la


audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente en la causa de
acuerdo al mérito de lo obrado.

Si la declaración de la rebeldía se produjere durante la etapa del juicio oral, el procedimiento se sobreseerá
temporalmente hasta que el imputado compareciere o fuere habido.

El sobreseimiento sólo afecta al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes.

El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su
ausencia.

SITUACIÓN DEL MENOR QUE DELINQUE.

La ley 20.084 establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal.

PROMULGADA: 28.11.2005

PUBLICADA: 7.11.2005

AMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY.-

1. La ley se aplica a quienes, al momento en que se hubiere dado principio de ejecución del delito sean mayores de 14 y
menores de 18 años, los que, para los efectos de esta ley, se consideran adolescentes. (Art 3º inciso 1º)

2. En el caso que el delito tenga su inicio entre los 14 y los 18 años del imputado y su consumación se prolongue en el
tiempo más allá de los 18 años, la legislación aplicable será la que rija para los imputados mayores de edad. (art. 3º
inciso 2º)

3. Faltas: sólo serán responsables por ellas los adolescentes mayores de 16 años y exclusivamente tratándose de
aquellas tipificadas en los artículos 494 nºs 1, 4, 5 y 19, 494 bis, 495 nº 21 y 496 números 5 y 26 del Código Penal y de
las tipificadas en la Ley 20.000 (ley de drogas). Podemos concluir de esto que entre los 14 y los 16 años no responden
por las faltas.

4. Regla especial para los delitos sexuales: art 4º, para los casos de violación impropia o acceso carnal con persona
menor de 14 años (art 362 CP); sodomía con menores de edad (art. 365); abuso sexual con menores de 14 años (art. 366
bis), y exhibicionismo y provocación sexual (art. 366 quáter).

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PROCEDIMIENTO.

1. Procedimiento simplificado: se tramita ante el Juez de garantía, en los casos en que el Ministerio Público solicitare la
imposición de una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo (o sea, 540 días) art 388
y siguientes CPP

La presente ley recoge este procedimiento, en su artículo 27, inciso 2º, al disponer “el conocimiento y fallo de las
infracciones respecto de las cuales el Ministerio Público requiera una pena no privativa de libertad se sujetará a las
reglas del procedimiento simplificado o monitorio…”

Atendido que la ley se remite supletoriamente al CPP en el inc 1º del artículo 27, podemos concluir que se aplicará el
simplificado, no sólo en aquellos casos en que se requiera una pena no privativa de libertad, sino también cuando se
requiera una privativa de libertad que no exceda de 540 días.

2. Juicio inmediato (art 37, en relación con el 235 CPP): se incentiva su aplicación para evitar la prolongación del proceso
contra los adolescentes, especialmente en el caso de delito flagrantes.

3. ¿Procedimiento abreviado? (exige aceptación de responsabilidad, art 406 CPP): Formalmente no habría problema
(haciendo aplicación del inc. 1º del art 27 de la LRPA, en relación con el 406 CPP), pero la falta de madurez y de
desarrollo cognitivo de los adolescentes aconsejan obrar con mucho cuidado al autorizar este procedimiento, ya que se
exige que el imputado consienta en forma libre y voluntaria, que conozca su derecho a exigir un juicio oral y que
entienda los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle (art 409 CPP)

4. Juicio oral:

a) Oportunidad: deberá desarrollarse no antes de los 15 ni después de los 30 días siguientes a la notificación del auto
de prueba del juicio oral (art 39 inc 1º LRPA). Se advierte aquí una diferencia con lo dispuesto en el inc 3º del artículo
281 del CPP.
b) Duración máxima de la suspensión o de la interrupción: no más de 72 horas, art. 39 inc. 2º LRPA. Otra diferencia con
juicio oral, ya que el inc. 3º del artículo 283 del CPP establece otro plazo (10 días)
c) Rol más activo del Tribunal en la audiencia de determinación de la pena: Ya que se podrá requerir la opinión de
peritos (art. 40). En este punto se observan diferencias con el inciso final del artículo 343 del CPP.
d) Posibilidad de suspender penas privativas o restrictivas de libertad iguales o inferiores a 540 días. Art 41 LRPA.

Novedad: sustitución y remisión de condena, artículo 53 a 55 LRPA. Su finalidad es garantizar que la pena que se
imponga a un adolescente efectivamente cumpla los fines que la ley asigna y evitar que tienda a la desocialización de
éste. Para esto se contempla la posibilidad de que el Tribunal encargado de controlar su ejecución (juez de garantía) la
sustituya por una menos gravosa o remita el saldo que reste por cumplir.

CATALOGO DE SANCIONES Y SU DETERMINACIÓN.- CLASES DE PENAS.-

Penas privativas de libertad:


a) Internación en régimen cerrado;
b) Internación en régimen semicerrado;

Penas no privativas de libertad:


a) Libertad asistida especial;
b) Libertad asistida;
c) Prestación de servicios en beneficio de la comunidad;
d) Reparación del daño causado;
e) Multa;
f) Amonestación.

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Igualmente se contemplan penas accesorias:
a) Tratamientos de rehabilitación por adicción a las drogas o al alcohol;
b) Prohibición de conducir vehículos motorizados.

1. PENAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD:

a) INTERNACIÓN EN REGIMEN CERRADO CON PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL.- Consiste en la privación de


libertad en un centro especializado para adolescentes, bajo un régimen orientado a la integración social del menor. Art
17 LRPA

Esta sanción debe garantizar al menor:


 Continuidad de sus estudios básicos, medios y especializados;
 Participación en actividades de carácter socioeducativo y de preparación para la vida laboral;
 Tratamiento y rehabilitación del consumo de drogas para quienes lo requieran y accedan a ello.

b) INTERNACION EN REGIMEN SEMICERRADO CON PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL.- Consiste en la residencia


obligatoria del adolescente en un centro de privación de libertad, sujeto a un programa de reinserción social a ser
desarrollado tanto al interior del recinto como en el medio libre. Art. 16 LRPA.

Debe garantizar al menor:


 Continuidad de sus estudios básicos, medios y especializados;
 Participación en actividades de carácter socioeducativo y de preparación para la vida laboral;
 Tratamiento y rehabilitación del consumo de drogas para quienes lo requieran.

Presupone la aprobación judicial de un programa personalizado presentado por el director del centro donde vaya a
cumplirse la sanción, persona responsable por la ejecución del programa.

Esta sanción difiere de la anterior en que las actividades socioeducativas pueden desarrollarse tanto en el centro de
privación de libertad como en el medio libre. En este último caso, en horario diurno (entre las 07:00 y las 22:00 horas)

2. PENAS NO PRIVATIVAS DE LIBERTAD:

a) LIBERTAD ASISTIDA.- Consiste en la sujeción del adolescente al control de un delegado conforme a un plan de
desarrollo personal que favorezca su integración social. Art. 13 LRPA.

Debe garantizar al menor:


 Participación en actividades de carácter socioeducativo y de preparación para la vida laboral;
 La actividad de orientación y motivación por parte del delegado.

Presupone la aprobación de un programa personalizado presentado por el delegado, el que debe incluir actividades
socioeducativas y terapéuticas. Dicho programa puede incluir la prohibición de visitar determinados lugares , de asistir a
ciertas actividades, de aproximarse a la víctima o a otras personas “u otras condiciones similares”.

b) LIBERTAD ASISTIDA ESPECIAL.- Consiste en la sujeción del adolescente al control de un delegado conforme a un plan
de desarrollo personal que favorezca su integración social y familiar. Art. 14 LRPA.

Debe garantizar al menor:


 Participación en actividades de carácter socioeducativo y de preparación para la vida laboral;
 La actividad de orientación y motivación por parte del delegado.
 El acceso a programas de tratamiento y rehabilitación de la adicción a drogas.

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Presupone la aprobación de un programa personalizado más estricto que el de la libertad vigilada simple, presentado
por el delegado, el que debe incluir actividades socioeducativas y terapéuticas. Dicho programa puede incluir la
prohibición de visitar determinados lugares, de asistir a ciertas actividades, de aproximarse a la víctima o a otras
personas “u otras condiciones similares”.

c) SERVICIOS EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD.- Art 11. LRPA. Consiste en la realización de actividades no remuneradas
a favor de la colectividad o en beneficios de personas en situación de precariedad. No pueden extenderse de 4 horas
diarias y tendrá una duración mínima de 30 horas y máxima de 120. Para su imposición requiere el acuerdo del
condenado. Debe garantizar la posibilidad de que el individuo estudie o ejerza una actividad laboral remunerada.

d) REPARACIÓN DEL DAÑO CAUSADO.- Art. 10 LRPA. Consiste en la obligación de resarcir a la víctima el perjuicio
causado con la infracción, sea mediante una prestación en dinero, la restitución o reposición de la cosa objeto de la
infracción o un servicio no remunerado en su favor. En este último caso, la imposición de la sanción requerirá de la
aceptación previa del condenado y de la víctima. No excluye la posibilidad de que la víctima ejerza la acción civil, pero el
monto de la reparación se imputa a la indemnización.

e) MULTA.- Art. 9 LRPA. Consiste en el pago a beneficio fiscal de una suma que no puede exceder de 10 UTM. El juez, a
petición del adolescente o de su defensor, podrá autorizar el pago de la multa en cuotas. Es conmutable, a solicitud del
infractor, por la sanción de servicios en beneficio de la comunidad, a razón de 30 horas por cada tres UTM.

f) AMONESTACIÓN.- Art. 8 LRPA. Es la representación enérgica al adolescente hecha por el juez, en forma oral, clara y
directa, en un acto único, dirigida a hacerle comprender la gravedad de los hechos cometidos y las consecuencias que
los mismos han tenido o podrían haber tenido, tanto para la víctima como para el propio adolescente, instándole a
cambiar de comportamiento y formulándole recomendaciones para el futuro.

3. PENAS ACCESORIAS.

a) TRATAMIENTOS DE REHABILITACIÓN POR ADICCIÓN A LAS DROGAS O AL ALCOHOL;

b) PROHIBICIÓN DE CONDUCIR VEHÍCULOS MOTORIZADOS.- Art. 12 LRPA. Es una pena accesoria que debe aplicarse
cuando la conducta en que se funda la infracción por la cual se le condena haya sido efectuada mediante la conducción
de dichos vehículos. Su duración no está determinada, pero podrá extenderse hasta el período que le faltare al
adolescente para cumplir 20 años.

MARCO PENAL DE LAS SANCIONES.-

 Para los efectos de la ley en estudio, se entiende que la pena asignada al delito cometido por un adolescente es la
inferior en un grado al mínimo de los señalados por la ley para el delito correspondiente. Similar a lo dispuesto en el
artículo 72 CP.
 A partir de la sanción determinada en la forma antes señalada, se deben aplicar las normas para la aplicación de las
penas previstas en los artículos 50 a 78 del CP.
 El artículo 18 de la Ley establece que las penas de internación en régimen cerrado y semicerrado no podrán exceder
de cinco años si el infractor tuviere menos de 16 años, o de 10 años, si aquél tuviere más de esa de edad.
 Los artículos 13 y 14 de la ley establecen que la duración de las penas de libertad asistida y libertad asistida especial
no puede exceder de 3 años.
 El artículo 11, en su inciso 2º, señala que la sanción de servicios en beneficio de la comunidad no puede exceder de
4 horas diarias y que tendrá una extensión mínima de 30 horas y máxima de 120.
 Tratándose de la multa deberán considerarse la condición y facultades económicas del infractor y de la persona a
cuyo cuidado se encontrare.

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V. QUINTO SUJETO PROCESAL: LA DEFENSA.-

GENERALIDADES.

- Es el quinto Sujeto Procesal.

- La asistencia jurídica de un Defensor Letrado o abogado es fundamental para que el imputado pueda ejercer
debidamente los derechos constitucionales y legales que le reconocen la Constitución, las leyes y los tratados
internacionales ratificados por Chile y actualmente vigentes. De nada valdrían todas las informaciones que pudieran
proporcionarle a este respecto la policía, los fiscales y el juez de garantía, si no contara con una persona competente y
autorizada que pudiera poner en ejercicio dichos derechos.

Recordemos que el Art.8 previene que el imputado debe ser defendido por un letrado, "desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra."

Tanto es así que el Art. 103 dispone que la ausencia del defensor en cualquiera actuación en que la ley exigiere
expresamente su participación, acarreará la nulidad de la misma.

-El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley reconoce al imputado, a menos que expresamente
se reservare su ejercicio a este último, en forma personal. Art. 104 CPP.

DERECHO A DESIGNAR LIBREMENTE UN DEFENSOR. ART. 102 CPP.

Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado
tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores de su confianza.

Si no los tuviere, el ministerio público solicitará que se le nombre un defensor penal público, o bien el juez procederá a
hacerlo. En todo caso, la designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a
que fuere citado el imputado.

Si se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para él un defensor determinado, o bien,
solicitar que se le nombre uno. Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquél correspondiente al
lugar en que el imputado se encontrare.

El juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia con el objeto de que acepte la designación del defensor.

El Art. 107 prescribe que la designación de un defensor penal público no afectará el derecho del imputado a elegir
posteriormente otro de su confianza; pero la sustitución no producirá efecto hasta que el defensor designado aceptare
el mandato y señalare domicilio.

Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no perjudicare la eficacia
de su defensa; en caso contrario, le designará un defensor letrado, pero no lo privará de su derecho para formular
planteamientos y alegaciones por sí mismo.

DEFENSA DE VARIOS IMPUTADOS EN UN MISMO PROCESO. ART. 105 CPP.

La defensa de varios imputados podrá ser asumida por un defensor común, a condición de que las diversas posiciones
que cada uno de ellos sustentare no fueren incompatibles entre sí.

Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los afectados y les otorgará un plazo para
que la resuelvan o para que nombren los defensores que se requirieren, con el fin de evitar la incompatibilidad.

66
Si vencido el plazo concedido para estos efectos, y la situación de incompatibilidad no hubiere sido resuelta, el mismo
tribunal determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá a proporcionarles defensa
letrada.

RENUNCIA O ABANDONO DE LA DEFENSA. ART. 106 CPP.

La renuncia formal del defensor no libera a éste del deber de realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren
necesarios para impedir la indefensión del imputado.

En caso de renuncia del defensor o en cualquiera situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá
designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor de
su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el
tribunal. Art. 107 CPP.

DEFENSORIA PENAL PÚBLICA.

1. GENERALIDADES.-

ORIGEN Y CONCEPTO.- La ley 19.718 creó la Defensoría Penal Pública, señalando en su artículo 1º que se “crea un
servicio público, descentralizado funcionalmente y desconcentrado territorialmente, denominado Defensoría Penal
Pública, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, sometido a la supervigilancia del Presidente de la
República a través del Ministerio de Justicia”.

Dicha institución fue creada en el año 2001, bajo el marco del nuevo sistema procesal penal, con el propósito que indica
el artículo 2º de la citada ley, vale decir, proporcionar defensa penal a los imputados o acusados por un crimen, simple
delito o falta que carezcan de abogado, asegurando de esta manera el derecho a defensa por un letrado y el debido
proceso en el juicio penal.

Esta institución viene a materializar lo dispuesto en la norma del art. 19 N°3 de la CPR que consagra el derecho de toda
persona a la defensa jurídica y la obligación de Estado de proporcionarla a aquellos que no pueden procurársela por sí
mismas.

Artículo 19.- La Constitución asegura a todas las personas: …


3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.
Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá
impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes
de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se regirá, en lo concerniente a lo administrativo y
disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos estatutos.
La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por
sí mismos.

¿Quiénes son los beneficiarios de esta defensa? Póngase atención en el hecho de que la labor de la Defensoría
comprende el brindar asistencia a toda persona que carezca de abogado, INDEPENDIENTEMENTE de que pudiere contar
con los recursos necesarios para financiarlo. La capacidad económica de la persona, a priori, es irrelevante. ¿Tiene
alguna relevancia esto? Por cierto que sí, implica un cambio en la concepción que se tenía respecto a este derecho de
defensa. De ser un derecho marcadamente asistencial (sólo para aquellas personas de escasos recursos), pasa a tomar
forma como un derecho garantía, constituyéndose en deber para el Estado.

¿La defensa siempre será gratuita? Aquella será la regla: no supondrá pago alguno del beneficiario. Sin embargo, en el
caso (posible, según recién vimos) que el beneficiario sea alguien que cuente con recursos, la Defensoría podrá cobrar el
total o parte de la defensa, de acuerdo a un arancel que se fijará anualmente. En este caso, el imputado o acusado que
no se conforme con esa determinación puede siempre reclamar al Defensor Regional, y, en última instancia, al juez o
Tribunal que conozca o hubiere conocido las gestiones relativas al procedimiento, en forma incidental.
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2. ORGANIZACIÓN.-

La Defensoría se agrupa en una Defensoría Nacional (con sede en Santiago) y en Defensorías Regionales.

Las Defensorías Regionales se organizan, a su vez, a través de las Defensorías Locales y de los abogados y personas
jurídicas con quienes se convenga la prestación del servicio de la defensa penal.

En relación a esto último, cabe señalar que existen en el mundo dos sistemas de Defensoría Penal Pública claramente
diferenciado: el exclusivamente público y el exclusivamente privado. Nuestro sistema contempla la coexistencia de dos
subsistemas: Uno público y otro privado. Este último está formado por abogados o instituciones de índole públicas o
privadas, cualquiera sea la forma que adopten, a quienes se asignarán las causas mediante licitaciones a nivel regional
(cada tres años), que serán resueltas por un jurado también regional.

En consecuencia, entre los prestadores de la Defensa penal pública se cuenta a los Defensores penales públicos locales,
a los abogados particulares o personas jurídicas (con y sin fines de lucro) que hubieren resultado adjudicados en el
proceso de licitación del servicio de Defensa penal pública, y aquellas con las cuales el Defensor nacional hubiere
celebrado convenios directos (facultad que el Defensor nacional sólo empleará en caso necesario). No obstante ser
evidente, destacamos que en el caso de las personas jurídicas, éstas deben contar con profesionales que cumplan con
los requisitos para el ejercicio profesional de abogado.

a) Defensoría regional.- Es la encargada de la administración de los medios y recursos necesarios para la prestación de
la defensa pena pública en la Región a los imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de
competencia de un juzgado de garantía o de un Tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso,
y que carezcan de abogado.

Existe una Defensoría Regional en cada una de las regiones del país, con excepción de la Región Metropolitana de
Santiago, en la que hay dos.

Las Defensorías Regionales tienen su sede en la capital regional respectiva. Están a cargo de un Defensor Regional que es
nombrado por el Defensor Nacional, previo concurso público de oposición y antecedentes. Dura 5 años en el cargo y
puede ser designado sucesivamente, a través de concurso público, cada vez que postule a un nuevo período.

b) Defensorías Locales.- Son unidades operativas en las que se desempeñan los defensores locales de la región. Si la
Defensoría Local cuenta con dos o más defensores locales, se nombra un defensor jefe.

La ubicación de las Defensorías Locales en el territorio de la cada Defensoría Regional es determinada por el Defensor
Nacional, a propuesta del respectivo Defensor Regional, las que son distribuidas conforme a criterios de carga de
trabajo, extensión territorial, facilidades de comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos.

3. CONTROL DE LA ACTIVIDAD DE DEFENSA.-

La ley contempla un estricto sistema de control de la actividad de los defensores que se manifiesta en cuatro
modalidades: Inspecciones – sin aviso previo -, auditorías externas, informes – que serán semestrales y finales – y
reclamaciones, por parte de los beneficiarios de la defensa penal pública.

4. PROTECCIÓN LEGAL A FISCALES Y DEFENSORES.-

Los delitos cometidos contra fiscales del ministerio público o contra los defensores de la Defensoría Penal Pública, en el
ejercicio de sus funciones, están regulados en la Ley 20.236, publicada con fecha 27 de diciembre de 2007 en el DO.
Dicha normativa intercaló en el título VI del Libro Segundo del CP, a continuación del artículo 268 bis, un nuevo párrafo 1
bis, por el cual se sanciona por “Atentados y amenazas contra fiscales del ministerio público y defensores penales
públicos”.
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En tres nuevos artículos (268 ter, 268 quáter y 268 quinquies) del CP, regula los diversos tipos penales que pueden ser
cometidos en contra de dichos funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, con la indicación de las respectivas
penas.

Párrafo 1 bis. Atentados y amenazas contra fiscales del Ministerio Público y defensores penales públicos

Artículo 268 ter.- El que mate a un fiscal del Ministerio Público o a un defensor penal público en razón del ejercicio de sus
funciones, será castigado con la pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado.

Artículo 268 quáter.- El que hiera, golpee o maltrate de obra a un fiscal del Ministerio Público o a un defensor penal
público en razón del ejercicio de sus funciones, será castigado:
1º. Con la pena de presidio mayor en su grado medio, si de resultas de las lesiones el ofendido queda demente,
inútil para el trabajo, impotente, impedido de algún miembro importante o notablemente deforme.
2º. Con presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo, si las lesiones producen al
ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días.
3º. Con presidio menor en grado medio a máximo, si le causa lesiones menos graves.
4º. Con reclusión menor en su grado mínimo y multa de once a veinte unidades tributarias mensuales, o sólo esta
última, si le ocasiona lesiones leves o no se produce daño alguno.

Artículo 268 quinquies.- El que amenazare a un fiscal del Ministerio Público o a un defensor penal público en los
términos de los artículos 296 y 297 de este Código, en razón del ejercicio de sus funciones, será castigado con el máximo
de la pena o el grado máximo de las penas previstas en dichos artículos, según correspondiere.

VI. SEXTO SUJETO PROCESAL: LA VICTIMA.-

GENERALIDADES.

- Es el Sexto de los Sujetos Procesales.

- El Art. 108 prescribe que para los efectos de este Código se considerará víctima al ofendido por el delito.

En los ilícitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos
que en este Código se le otorgan, se considerará víctima:

a) Al cónyuge y a los hijos;


b) A los ascendientes;
c) Al conviviente;
d) A los hermanos;
e) Al adoptado o adoptante.

Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de prelación,
de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas en las
categorías siguientes.

- El Art. 110 dispone que en este caso, si ninguna de las personas enunciadas en este precepto hubiere intervenido en el
procedimiento, el ministerio público informará de sus resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su defecto, a
alguno de los hijos u otra de estas personas.

Recordemos que el Art. 83 de la Constitución Política de la República entregó al ministerio público la adopción de
medidas necesarias para proteger a las víctimas, lo que repite el Art. 1° de la ley N° 19.640, Orgánica constitucional del
Ministerio Público

69
Además, el Art. 6º del Código Procesal Penal, ubicado dentro del párrafo relativo a los Principios Básicos, estatuye que el
ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito en todas las etapas de procedimiento
penal y que, por su parte, el tribunal garantizará, conforme a la ley, la vigencia de sus derechos durante el
procedimiento.

DERECHOS DE LA VÍCTIMA.

El Art. 109 dispone que la víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido en este Código y
tendrá, entre otros, los siguientes derechos:

a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra suya o de su
familia;
b) Presentar querella, adhesión y acusación particular;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho
punible;
d) Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del procedimiento o su
terminación anticipada;
e) Ser escuchada, si lo solicitare, por el tribunal antes de que éste se pronuncie acerca del sobreseimiento temporal o
definitivo u otra resolución que pusiere término a la causa; y
f) Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere intervenido en
el procedimiento.

VII. SÉPTIMO SUJETO PROCESAL: EL QUERELLANTE.

GENERALIDADES.

- Es el séptimo y último de los sujetos procesales de que trata el Código Procesal Penal.

- Según el artículo 111, la querella, que es la forma de conducir la acción penal, puede ser interpuesta por la víctima, su
representante legal o su heredero testamentario.

Como dijimos, no toda persona puede ejercer la acción penal pública. Además del fiscal y de la víctima u ofendido con el
delito - esta última como querellante - pueden deducirla las personas que determinadamente señala la ley. El mismo
precepto señala que también se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio, domiciliada en la
provincia, cuando se trate de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos
cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra
la probidad pública.

La misma norma dispone que los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus respectivas
leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades reglamentarias.

- El Art 116 dispone que no podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: a) Los cónyuges, a no
ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia; y b) Los
consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos cometidos por
unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.

70
OPORTUNIDAD PARA PRESENTAR LA QUERELLA.

El Art. 112 establece que la querella puede presentarse en cualquier momento, mientras el fiscal no declare cerrada la
investigación. Admitida a tramitación, el juez de garantía la remitirá al Ministerio público y el querellante, en su
oportunidad, podrá hacer uso de los derechos conferidos por el Art.261, esto es, adherir a la acusación fiscal o presentar
una particular; señalar los vicios formales de que adoleciere la acusación fiscal; ofrecer la prueba que estimare necesaria
para sustentar su acusación; y deducir demanda civil cuando procediere.

REQUISITOS DE LA QUERELLA. (ART. 113).

Toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el juez de garantía y deberá contener:

a) La designación del tribunal ante la cual se entablare;


b) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante;
c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación clara de su persona, en caso
que el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si no las conociere, siempre se podrá deducir querella para que
se proceda a la investigación del delito y al castigo de él o de los que resultaren culpables;
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en que se hubiere ejecutado, si
se supieren;
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al ministerio público; y
f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar.

INADMISIBILIDAD DE LA QUERELLA

La querella, que debe presentarse ante el juez de garantía, debe ser examinada por éste y debe emitir un
pronunciamiento acerca de su admisibilidad, antes de remitirla al fiscal, si procediere.

El Art. 114 prescribe que la querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía:

a) Cuando fuere presentada extemporáneamente;


b) cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los defectos que
presentare por falta de algunos de los requisitos señalados en el párrafo anterior, el querellante no realizare las
modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo;
c) cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito;
d) Cuando de los antecedentes contenidos en la querella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del
imputado se encuentra extinguida. En este caso la declaración de inadmisibilidad se realizará previa citación del
Ministerio público; y
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley. (Anteriormente se indicó cuáles son las personas que se
encuentran habilitadas para querellarse).

La resolución del juez de garantía que declara inadmisible una querella es susceptible de apelación, pero sin que en la
tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del procedimiento. Art. 115 CPP.

La resolución que declare admisible la querella, por el contrario, será inapelable. Art. 115 CPP.

Cuando no se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública o previa instancia particular,
por aplicación de algunas de las causales contenidas en los párrafos signados a) y b) del artículo 114, (extemporaneidad
y falta de requisitos no subsanados del artículo 113 ), el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público para ser
tenida como denuncia, siempre que no le constare que la investigación del hecho punible hubiere sido iniciada de otro
modo. Art. 117 CPP

71
DESISTIMIENTO DE LA QUERELLA. ART. 118 CPP.

El querellante puede desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo
las costas propias y quedará sujeto a la decisión general que sobre esta materia dispusiere el tribunal al finalizar el
procedimiento.

El desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que
dieren lugar la querella o acusación calumniosa, con el objeto de demandar los perjuicios que se le hubieren ocasionado,
en su persona o bienes, y además para que se le paguen las costas originadas. Art. 119 CPP.

Se exceptúa el caso en que el querellado hubiere aceptado expresamente el desistimiento de la querella. Art. 119 CPP.

ABANDONO DE LA QUERELLA. (ART. 120)

El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, declarará abandonada la querella por quien la
hubiere interpuesto:

a) Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la oportunidad procesal que


correspondiere;
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente justificada; y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin autorización del tribunal.

La misma disposición preceptúa que la resolución que declare el abandono de la querella será apelable, pero en la
tramitación del recurso no podrá disponerse la suspensión del procedimiento.

La resolución que niega lugar al abandono es inapelable.

El Art.121 señala los efectos del abandono: impedirá al querellante ejercer los derechos que en esa calidad le confiere el
Código Procesal Penal.

72
LAS MEDIDAS CAUTELARES.
Artículos 122 y siguientes del CPP.

Art. 122 CPP. Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la
necesidad de su aplicación.
Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial fundada.

Constituyen medidas que persiguen garantizar la eficacia de una eventual sentencia que acoja la pretensión punitiva.

Persiguen un doble objeto: por una parte, la satisfacción de una pretensión penal, consistente en la imposición de una
pena y, por la otra, la satisfacción de una pretensión civil, consistente en la restitución de una cosa o la reparación, por
parte del imputado, de las consecuencias civiles que el hecho punible ha causado a la víctima.

De esta manera, se las puede definir como aquellas resoluciones motivadas del órgano jurisdiccional, que pueden
adoptarse contra el presunto responsable de la acción delictuosa, por las que se limita provisionalmente su libertad
personal o la libre disposición de sus bienes, con el fin de garantizar los efectos penales y civiles de la sentencia.

CLASIFICACIÓN

I.- ATENDIENDO A SU FINALIDAD: PENALES O CIVILES.

Son penales, aquellas que tienden a garantizar la ejecución del fallo condenatorio en su contenido penal, esto es, la
imposición de la pena; mientras que son civiles aquellas que tienden a garantizar la ejecución del fallo condenatorio en
su contenido civil, esto es, la reparación patrimonial.

II.- ATENDIENDO A SU OBJETO:

Medidas cautelares personales, que imponen limitaciones del derecho a la libertad personal, y medidas cautelares
reales, que son las que imponen limitaciones a la libre administración o disposición de los bienes del imputado.

REQUISITOS:

Emanan del hecho de ser excepcionales, característica que es común a todas las medidas cautelares; sólo proceden
cuando resulta estrictamente necesario para asegurar la ejecución de la sentencia. De este modo, requieren la
concurrencia de dos requisitos:

1. Apariencia de buen derecho; requiere la elaboración de un juicio de probabilidad acerca de la existencia del delito y
el grado de participación que en él corresponde al imputado.

2. Peligro de retardo, asociado al peligro de que el cumplimiento de los fines del procedimiento pudiera hacerse ilusorio
de no adoptarse una medida de aseguramiento.

73
1º CLASIFICACIÓN: LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES.

El artículo 122 señala cuáles son los objetivos o fines que en general se persiguen con las medidas cautelares de carácter
personal. Consagra el carácter subsidiario y temporal de ellas, justificándose su aplicación sólo en aquellos casos en que
sean absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento. Se suma a lo anterior la
circunstancia de que deben ser decretadas por medio de resolución jurisdiccional fundada, exigencia que en realidad no
constituye una novedad si tenemos en cuenta que el artículo 36 ya la plantea al señalar que será obligación del tribunal
fundamentar las resoluciones que dictare, expresando sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de
derecho en que se basaren las decisiones tomadas, sin que baste para entenderla cumplida la simple relación de los
documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes.

Será, por lo tanto, la judicatura la encargada de velar por la temporalidad y subsidiariedad de estas medidas.

Estas medidas, atendiendo a su finalidad, pueden ser definidas como aquellas medidas restrictivas o privativas de
libertad personal que puede adoptar el tribunal en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar
la realización de los fines penales del procedimiento. Están llamadas a asegurar la persona del imputado en el curso
del procedimiento penal.

CLASIFICACIÓN.

El Código Procesal penal las agrupa en su título V del Libro I, bajo la noción de medidas cautelares personales:

1. La citación.
2. La detención.
3. La prisión preventiva.
4. Otras medidas cautelares personales.

1. LA CITACIÓN.

CONCEPTO:

Es una orden de comparecencia emanada de las autoridades encargadas de llevar adelante la persecución penal pública
y dirigida a cualquier persona cuya presencia sea necesaria para la realización de un acto del procedimiento.

CLASES:

El CPP reconoce tres formas diferentes de citación, que denomina así:

1) CITACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO (ART. 23),

Art. 23. Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal requiriere la
comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no compareciere, el fiscal
podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla compulsivamente a su presencia.
Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal de las personas o autoridades a que
se refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas o autoridades fuere necesaria, procederá siempre previa
autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo 301.

2) CITACIÓN JUDICIAL (ART. 33) Y

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3) CITACIÓN COMO MEDIDA CAUTELAR PERSONAL (ARTS. 123 Y 124).

Las dos primeras proceden respecto de cualquier persona, incluso el imputado, y respecto de cualquier delito; en
cambio, la última sólo procede respecto del imputado y en relación con los delitos de menor gravedad que la ley
específicamente señala. En sus aspectos formales, la primera difiere de las últimas, pues no está sujeta a formalidades,
mientras que las últimas se rigen por unas mismas disposiciones: son órdenes de comparecencia que se practican en la
forma prevista por el artículo 33 CPP.

No cabe duda que, desde el punto de vista normativo, la citación es una medida cautelar personal, ya que así lo indica su
ubicación, (párrafo 2° del Título V del Libro I CPP); sin embargo, en cuanto orden de comparecencia dirigida al imputado,
no constituye propiamente una medida cautelar personal, ya que no está orientada a garantizar los fines del
procedimiento, ni siquiera si se incluye entre éstos el aseguramiento de la persona del imputado; si bien podría dar lugar
al arresto, en tal caso sería esta una modalidad de detención, y no la citación, la que opere como medida cautelar.

CASOS EN QUE PROCEDE:

Según disponen los arts. 123 y 124 CPP, la citación como medida cautelar procede en los siguientes casos:

1° Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal.

2° Cuando la imputación se refiriere a:

a) Faltas.
b) Delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, como sería el caso de aquellos
penados únicamente con inhabilidades o multa.

Respecto de las faltas la regla no es absoluta, pues el imputado puede ser detenido si hubiere cometido alguna de las
que señala el inciso 4º del artículo 134, esto es, cuando el imputado hubiere cometido alguna de las faltas contempladas
en el Código Penal, en los artículos 494 Nºs 4 y, 5 ( amenaza con armas blancas o de fuego y lesiones leves), y 19 (hurto,
hurto de hallazgo, estafa, defraudaciones, apropiación indebida, incendio, siempre que el delito se refiere a valores que
no excedan de una unidad tributaria mensual; 494 bis, (Hurto inferior a media UTM), 495 Nº 21 (daño intencional o
culpable que no exceda de una UTM en bienes públicos o de propiedad particular) y 496 Nºs 5 y 26 (ocultamiento o
negativa a proporcionar identidad a la autoridad, domicilio falso; y lanzamiento de piedras u otros objetos en parajes
públicos, respectivamente).

En todos estos casos, el agente policial deberá informar al fiscal, de inmediato, de la detención, para los efectos de lo
dispuesto en el inciso segundo del artículo 131. El fiscal comunicará su decisión al defensor en el momento que la
adopte.

Además, se exceptúan en ambos casos las situaciones en que procediere arresto por falta de comparecencia, la
detención o la prisión preventiva, de acuerdo a lo dispuesto en el
art. 33 del CPP.

3° Cuando una persona sea sorprendida in fraganti cometiendo alguno de los hechos contemplados en el numeral 2°
precedente (faltas y delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad), situaciones en que el
hechor únicamente será citado a la presencia del fiscal, previa comprobación de su domicilio (art. 134 CPP); y

4° Cuando tratándose de un simple delito y no es posible conducir al imputado inmediatamente ante el juez, el
funcionario a cargo del recinto policial considerare que existen suficientes garantías de su oportuna comparecencia. (art.
134 inc. final).

75
En definitiva, la citación es una medida que restringe la libertad de los sujetos por un brevísimo tiempo, y que ha sido
configurada respecto de determinados delitos (faltas y delitos no sancionados con penas privativas o restrictivas de
libertad), por regla general como la única medida cautelar procedente.

FORMA DE LA CITACIÓN.-

No hay diferencias entre la citación judicial y la citación como medida cautelar, pues al regular esta última, el artículo
123 hace aplicable la norma del artículo 33. La citación se practica notificando al imputado la resolución que ordena su
comparecencia, comunicándosele, en el mismo acto, el tribunal ante el cual debe comparecer, su domicilio, la fecha y la
hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se trata y el motivo de su comparecencia. Al mismo tiempo, se
le advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sea conducido por medio de la fuerza pública, que
quedará obligado al pago de las costas que causare y que pueden imponérsele sanciones. También debe indicársele que,
en caso de impedimento, deberá comunicarlo y justificarlo ante el tribunal con anterioridad a la fecha de la audiencia, si
fuere posible. (art. 33 CPP).

EFECTOS QUE DETERMINA LA PROCEDENCIA DE LA CITACIÓN.-

La circunstancia de tratarse de alguno de los casos en que procede la citación determina una limitación a la procedencia
de las demás medidas cautelares personales, por cuanto "no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre
la libertad del imputado, con excepción de la citación” (art. 124 CPP)

2. LA DETENCIÓN.-

En un sentido amplio, la detención puede ser definida como toda privación de la libertad ambulatoria de una persona,
distinta de la prisión provisional o de la ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada bajo invocación de un fin
previsto y permitido por el ordenamiento jurídico.

El artículo 19 Nº 7, letra c) de la Constitución Política señala que “nadie puede ser arrestado o detenido sino por orden
de funcionario público expresamente facultado por ley y después que dicha orden le sea intimada en forma legal. Sin
embargo, podrá ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con el sólo objeto de ser puesto a disposición
del juez competente dentro de las veinticuatro horas siguientes. Si la autoridad hiciere arrestar o detener a alguna
persona, deberá dentro de las 48 horas siguientes dar aviso al juez competente, poniendo a su disposición al afectado. El
juez podrá por resolución fundada, ampliar este plazo hasta por cinco días, y hasta por diez, en el caso de que se
investigaren hechos calificados por la ley como conductas terroristas”.

La detención, como medida cautelar personal, es aquella en virtud de la cual se priva de libertad a una persona a quien
se le imputa la comisión de un delito, por un breve lapso, con la exclusiva finalidad de ponerla a disposición del
tribunal, con el objeto de asegurar su comparecencia a algún acto del procedimiento.

El tratamiento que el legislador le ha dado permite hacer una distinción:

1. Detención imputativa; y
2. Detención por incomparecencia o arresto.

76
1. DETENCIÓN IMPUTATIVA.

Es aquella que se decreta o practica sin citación previa, con el objeto de asegurar la comparecencia del imputado a la
audiencia en que se pretende formalizar la investigación y, eventualmente, adoptar alguna medida cautelar de mayor
intensidad en su contra. Se caracteriza porque da lugar a un procedimiento específico, denominado de control de la
detención, que regula el art. 132 CPP. Según quién la ordene o practique y circunstancias que determinan su
procedencia surgen las siguientes modalidades:

A) DETENCIÓN JUDICIAL.

Es aquella ordenada por el juez, sin previa citación, con el fin de poner a una persona formalmente a disposición del
tribunal, en calidad de imputado, para asegurar su comparecencia a la audiencia destinada a formalizar la investigación
y, eventualmente, para adoptar una medida cautelar de mayor intensidad, a su respecto. Corresponde a la que ordena
el juez, a petición del fiscal y sin citación previa, cuando de otra manera la comparecencia del imputado pudiere verse
demorada o dificultada. (art. 127, inciso 1º CPP).

Procedimiento.

1) Despacho de la orden de detención. Según el artículo 127, el procedimiento comienza al expedir el juez, a solicitud del
ministerio público, la orden de detención. Es un acto formal, pues debe constar por escrito y debe contener las
menciones que indica el artículo 154 del CPP:

a) El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o, en su defecto, las circunstancias que la
individualizaren o determinaren;
b) El motivo de la detención, y
c) La orden de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar público de prisión
o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según correspondiere.

¿Puede el juez librar de oficio una orden de detención? El juez sólo tiene facultades para despachar de oficio una orden
de detención ante un delito flagrante cometido dentro de la sala de su despacho (art. 128 CPP). En los demás casos, la
adopción de esta medida cautelar depende de la iniciativa del ministerio público.

2) Cumplimiento de la orden de detención por la policía. A ella le corresponde ejecutar las medidas de coerción que se
decreten dentro de un procedimiento regulado por este Código (art. 79, inciso 1º del CPP) y cumplir las órdenes que les
dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento (arts. 80 inciso 2º CPP y 83, inciso 3º CPR). En tal cometido
tiene las atribuciones señaladas en los artículos 204 y 205 del CPP, referidas a la entrada y registro en lugares de libre
acceso público y entrada y registro en lugares cerrados.

3) Intimación legal de la orden. Antes de practicar la detención, el funcionario policial debe intimarla en forma legal al
imputado (art. 125 CPP). Se trata de una garantía constitucional (art. 19 N° 7 letra c) CPR). Luego, como contrapartida, el
imputado tiene derecho a que la orden le sea exhibida (Art. 94, letra a) CPP), y a obtener una copia de ella. (Art. 19 N° 7,
letra d) inc. 3° CPR).

4) Deber de información de garantías y derechos. En el acto de la detención, el funcionario policial debe cumplir,
además, con el deber de informar al afectado acerca del motivo de la detención y de los siguientes derechos (art. 135
CPP):

a) A que se le informe de manera específica y clara de los hechos que se le imputaren y de los derechos que le otorgan
la Constitución y las leyes (art. 93 letra a) CPP);
b) A ser asistido por un abogado desde los actos inciales de la investigación; (93 letra b)
c) A guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. (93 letra g) CPP);

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d) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que sólo
contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto (94, letra f)
CPP), y
e) Derecho a tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se
encontrare (94 letra g) CPP).

Puede ocurrir, por las circunstancias del momento, en que no le sea posible al funcionario que práctica la detención
proporcionar esta información; en tal caso, ella le será entregada por el encargado de la unidad policial a la cual fuere
conducido. Art.135 inciso 3º del CPP.
También debe tenerse presente las normas contenidas en los artículos 135, inciso 4 (constancia de la información en el
libro de guardia); 136 (fiscalización del cumplimiento del deber de información) y 137 (difusión de los derechos) del
CPP.

5) Conducción del detenido ante el tribunal que hubiere ordenado la detención. Art. 131 inciso 1º CPP: Esta obligación
conlleva el derecho correlativo del imputado privado de libertad a ser conducido sin demora ante el tribunal que ordenó
su detención (art. 94 c) CPP). Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, debe permanecer en el recinto
policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en caso alguno puede
exceder de 24 horas .

B) DETENCIÓN ORDENADA POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS.

Es la detención imputativa ordenada por un funcionario público que no es el juez, pero que está autorizado
expresamente por la ley para tal efecto, con el mismo objeto de la detención judicial imputativa y que se encuentra
sujeta a sus mismos supuestos de aplicación y procedimientos. No es común que en el contexto de la legislación del
Estado existan funcionarios no jueces facultados para disponer la detención de una persona, pues ello implica una
anormalidad del sistema jurídico que atenta contra el principio de jurisdiccionalidad de las medidas cautelares.

Entre las leyes especiales que admiten que la detención sea decretada por funcionarios públicos distintos del juez está la
ley 18.314 de 1984, sobre conductas terroristas, que permite despachar órdenes de detención al Ministro del Interior,
los Intendentes regionales, los Gobernadores provinciales y los Comandantes de Guarnición, cuando recabar
previamente la orden judicial pudiera frustrar el éxito de la diligencia. (Art.
13).

C) DETENCIÓN JUDICIAL EN CASO DE FLAGRANCIA EN LA SALA DE DESPACHO. ART. 128 CPP.

Se trata de la detención que puede decretar todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, contra las
personas que dentro de la sala de su despacho cometiere algún crimen o simple delito. Tiene carácter imputativo, en
cuanto su objeto es poner al detenido a disposición del juez para asegurar su comparecencia a la audiencia en que se
formalizará la investigación y, eventualmente, se adoptará alguna medida cautelar personal de mayor gravedad en su
contra. Surge esta orden de la constatación personal y directa, por parte del juez, de la comisión actual de un delito
dentro de la sala de su despacho y su procedimiento es el mismo de la detención judicial imputativa.

D) DETENCIÓN POR PARTICULAR O FUNCIONARIO POLICIAL EN CASO DE FLAGRANCIA. ART. 129 CPP.

Se trata de aquella que puede realizar cualquier persona que sorprendiere a otra en delito flagrante, para poner al
detenido a disposición del juez con las finalidades antes expresadas. Constituye una excepción a la exigencia de la orden
de citación previa, y aparece reconocida como tal a nivel constitucional en el art. 19 N° 7, letra c) CPR. Para los
particulares constituye una facultad; en cambio, para los agentes de la policía es una obligación que deben cumplir sin
necesidad de orden judicial previa (94 y 125 del CPP), ni de recibir previamente instrucciones particulares de los fiscales
(83, letra b) CPP).

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Situaciones en las cuales tiene lugar. El artículo 130 CPP señala las situaciones en que se entiende que hay flagrancia:

a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;


b) El que acabare de cometerlo;
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona como autor o
cómplice;
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos procedentes de aquél o
con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con las armas o
instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo, y
e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalaren como autor o cómplice de un
delito que se hubiere cometido en un tiempo inmediato.
Para los efectos de lo establecido en las letras d) y e) se entenderá por tiempo inmediato todo aquel que transcurra
entre la comisión del hecho y la captura del imputado, siempre que no hubieren transcurrido más de doce horas.

Procedimiento: Por las circunstancias en que generalmente se efectúa, el procedimiento de la detención por flagrancia,
a diferencia de la detención judicial, carece por definición de las exigencias ligadas al despacho e intimación de una
orden judicial, pero se encuentra sujeto a los mismos deberes de información de derechos al detenido y a la obligación
de conducir al detenido ante el juez competente.

Entre las particularidades del procedimiento hay que considerar varias normas especiales.

En primer lugar, la detención por flagrancia es una forma de detención que, por regla general, se practicará en lugares y
recintos de libre acceso público. Nada obsta, sin embargo, a que pueda realizarse por la policía en un determinado
edificio o lugar cerrado, al que se haya ingresado con el consentimiento de su propietario o encargado, o en
cumplimiento de una orden de entrada y registro (art. 205 CPP). Adicionalmente, la ley autoriza en forma excepcional a
la policía para entrar en un lugar cerrado y registrarlo, aun sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado
y sin contar con autorización judicial previa, cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior
u otros signos evidentes indicaren que en el recinto se está cometiendo un delito (art. 206
CPP).

El objeto general de la detención es poner al detenido a disposición del tribunal en el más breve plazo. No obstante, en
el caso de la detención practicada por particulares, la ley los autoriza para entregarlo alternativamente a la policía, al
ministerio público o a la autoridad judicial más próxima. Artículo 129, inciso 1º CPP.

La policía, por su parte, sea que haya practicado por sí misma la detención o que haya recibido al detenido de un
particular, debe cumplir con el deber de informar al fiscal, lo que es previo a la conducción del detenido ante el juez. En
efecto, la ley impone al agente policial que hubiere realizado la detención y al encargado del recinto de detención al que
hubiere sido conducido el detenido, el deber de informar de ella al ministerio público, dentro de un plazo de doce horas
(art. 131, inciso 2º CPP). Si se trata de un simple delito y no es posible conducir al detenido inmediatamente ante el juez,
el oficial a cargo del recinto puede otorgarle la libertad de inmediato, cuando considerare que existen suficientes
garantías de su oportuna comparecencia (art. 134 final CPP). Por su parte, el fiscal a quien se comunica la detención por
flagrancia puede dejar desde luego sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro
de un plazo máximo de 24 horas contado desde que la detención se ha practicado. (art. 131, inciso 2º CPP).

La facultad del fiscal para dejar sin efecto la detención y ordenar la inmediata libertad del detenido puede tener su
fundamento en varias circunstancias, tales como el hecho de tratarse de un delito que sólo hace procedente la citación
por flagrancia (art. 134 CPP), la imposibilidad de conducir al detenido inmediatamente ante el juez, o cualquier otro
motivo que lo mueva a considerar improcedente la detención. Que el fiscal tenga esta facultad se explica porque el
ministerio público dirige y tiene el control de la investigación, siendo además responsable de las actuaciones de la
policía. Se trata de una derivación del principio de responsabilidad y de la función de dirección de la investigación.

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En cualquier caso, si ante la comunicación policial el ministerio público nada manifestare en el sentido de dejar en
libertad inmediata al detenido u ordenar su conducción ante el juez, corresponde a la policía presentar al detenido ante
éste dentro de las veinticuatro horas siguientes a la detención (art. 131, inciso 2º del CPP)

Existe una norma especial para el caso de que el detenido por delito flagrante sea un diputado o senador (art. 417 CPP y
art. 58 CPR) o un juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público (426 CPP y art. 78 CPR). En estos casos, el fiscal a quien
se comunica el hecho de la detención debe poner al detenido inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones
respectiva, remitiendo la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para
resolver el asunto.

Una vez que el detenido ha sido puesto a disposición del juez debe seguirse el procedimiento común a todas las
detenciones que tienen una naturaleza cautelar.

2. DETENCIÓN JUDICIAL POR INCOMPARECENCIA DEL IMPUTADO.

La detención judicial por incomparecencia, también llamada arresto, es la detención del imputado, - decretada por el
Juez, de oficio o a petición del ministerio público -, como consecuencia del incumplimiento injustificado, por parte de
éste, de la citación despachada previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de asegurar su comparecencia a la
actuación respectiva (arts. 33, inciso 3º; 124; 127 y 193 CPP). Señala el inciso final del artículo 127, que se decretará la
detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que, legalmente citado, no
compareciere sin causa justificada.

Tiene una naturaleza cautelar, ya que su objeto es asegurar la comparecencia del imputado a un acto del procedimiento.
No obstante lo anterior, constituye una categoría distinta de la detención imputativa, en cuanto la finalidad última no es
ponerlo a disposición del tribunal para que se formalice la investigación y, eventualmente, se adopte una medida
cautelar de mayor intensidad en su contra, sino sólo para asegurar su presencia en el acto.

Aunque se aplican a esta forma de detención todas las normas de procedimiento de la detención judicial imputativa,
difiere de ésta en cuanto no da lugar a la audiencia prevista por el art. 132 CPP (control de la detención), sino que se
agota con la presencia del imputado a la actuación respectiva.

SUPUESTOS DE APLICACIÓN

Esta modalidad de detención judicial tiene un supuesto único, que es la incomparecencia ante una citación judicial.

La citación del imputado puede haberse ordenado con el objeto de que comparezca para llevar a cabo una actuación
ante el tribunal (art. 33 CPP), o porque su presencia es necesaria en un caso que no admite detención sin citación previa
(art. 123 CPP), o debido a que su presencia en una audiencia judicial es condición de ésta (art. 127 inciso 2º CPP).

También puede haber tenido por objeto que el imputado comparezca ante el fiscal, ya que ésta constituye una
obligación del imputado durante la etapa de investigación, que se entiende, por supuesto, sin perjuicio de su derecho a
guardar silencio (arts. 23 y 193 CPP)

PROCEDIMIENTO

a) Citación judicial: La detención por incomparecencia supone una citación judicial previa, válidamente despachada y
notificada.

Como ya sabemos, la citación es un acto formal que involucra, por una parte, una resolución que ordena la
comparecencia y por la otra, la notificación de esa resolución. Esta notificación debe practicarse conforme a las reglas
generales del título VI del Libro 1 del Código de Procedimiento Civil y debe señalar el tribunal y su domicilio, ante el cual
la persona debe comparecer; la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se trata y el motivo de
su comparecencia. Debe advertirle al citado, asimismo, que la incomparecencia injustificada dará lugar a que sea
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conducido por medio de la fuerza pública; que quedará obligado al pago de las costas que causare y que puede
imponérsele sanciones. También le debe indicar que, en caso de impedimento, deberá comunicarlo y justificarlo ante el
tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible (art.
33 CPP).

b) Despacho de la orden de detención: Verificada la incomparecencia injustificada del citado, corresponde al juez
despachar la orden de detención.

En el caso del imputado, el tribunal despachará una orden para de que sea detenido o sometido a prisión preventiva
hasta la realización de la actuación respectiva. (Art. 33 CPP).

Ahora bien, si se trata de un delito que sólo hace procedente la citación, el juez debe limitarse a decretar el arresto (art.
124 CPP) -

En todo caso, la intimación de la orden, el deber de información de los derechos del detenido y su conducción ante el
tribunal deben cumplirse de la misma manera prevista para la detención judicial imputativa.

LA DETENCIÓN COMO MEDIDA EJECUTIVA.-

La detención como medida ejecutiva es aquella que tiene por objeto asegurar el cumplimiento de un proceso de
ejecución ya iniciado o que debió iniciarse, y al cual se ha sustraído el condenado. Se trata de modalidades de detención
que no tienen una naturaleza cautelar, porque no están destinadas a garantizar una ejecución futura, sino a imponer la
ejecución actual de una sentencia condenatoria.

MODALIDADES

1.- DETENCIÓN JUDICIAL PARA PERMITIR LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA CONDENATORIA.

Se trata de la detención que debe decretar el tribunal, en contra del condenado que estuviere en libertad, con el objeto
de que se proceda a la ejecución de la sentencia que lo ha condenado a una pena privativa de libertad, en el
establecimiento penitenciario correspondiente (art. 468).

2.- DETENCIÓN POLICIAL POR QUEBRANTAMIENTO DE CONDENA Y FUGA.

La policía debe también detener, sin necesidad de orden judicial previa, al sentenciado a pena privativa de libertad que
hubiere quebrantado su condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente, a
quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren impuesto y al
que violare la condición del artículo 238 letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras personas. art.
129 CPP.

3.- DETENCIÓN PARA GARANTIZAR CUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES LEGALES.

Finalmente, el sistema procesal penal contempla modalidades de detención que no tienen naturaleza cautelar, ya sea
porque no se dirigen en contra el imputado o porque no están vinculadas con los fines del procedimiento penal; sólo
buscan asegurar el cumplimiento de ciertas obligaciones legales. Se trata de la Detención judicial por incomparecencia
de testigos y peritos.

La detención judicial por incomparecencia o arresto puede también dirigirse por el juez, de oficio o a petición del
ministerio público, en contra de los testigos o peritos, como consecuencia del incumplimiento injustificado, por parte de
éstos, de la citación despachada previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de asegurar su comparecencia a la
actuación respectiva (arts. 33, inciso 3º, 190 y 299 CPP).

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SUPUESTOS DE APLICACIÓN

Es la incomparecencia ante una citación judicial.

En el caso de los testigos, peritos, u otras personas cuya presencia se requiriere, la citación puede haberse despachado
para llevar a cabo una actuación cualquiera ante el tribunal (art. 33 CPP), para declarar como testigos en el juicio oral
(art. 298 CPP), procedimiento simplificado (art. 393 CPP), o en el procedimiento por delito de acción penal privada (art.
405 CPP). Puede también haberse despachado para que el testigo comparezca ante el fiscal durante la etapa de
investigación, ya que éstos tienen, salvo escasas excepciones legales, la obligación de comparecer a su presencia y
prestar declaración ante el mismo (arts. 23 y 190 CPP).

PROCEDIMIENTO.

Se rige por el mismo procedimiento que la detención por incomparecencia del imputado, con la particularidad de que,
en este caso, se trata de una orden de arresto que se mantiene hasta la realización de la actuación, por un máximo de
veinticuatro horas (art. 33 inciso 3º, art. 299 y art. 319 CPP).

DURACIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR DE DETENCIÓN.-

La detención consiste, por definición, en una privación de libertad de corta duración, a la cual se pone término tan
pronto ha comparecido el detenido al acto del procedimiento que motivó la medida. Aunque la privación de libertad
pudiera subsistir, posteriormente, será en tal caso la prisión preventiva y no la detención la medida que producirá tal
efecto.

Precisamente para evitar que la detención sea utilizada con fines que son propios de otras medidas cautelares, y
asegurar que los objetivos que ésta persigue se cumplirán afectando lo menos posible la libertad ambulatoria, la
Constitución y la ley han impuesto a esta medida límites temporales absolutos, esto es, ha fijado plazos cuyo
vencimiento determina necesariamente que el detenido sea puesto en libertad.

El instante en que se inicia la detención es aquel en que la persona es inmovilizada perdiendo su libertad ambulatoria en
manos de la policía o del particular que la hubiere practicado. Esta situación no genera mayor inconveniente. Lo que sí
puede generar algún problema es determinar hasta cuándo dura la detención. Para ello es menester distinguir entre los
diversos casos contemplados en el CPP.

1. PLAZO DE LA DETENCIÓN POR ORDEN JUDICIAL.- Todas las modalidades de detención asociadas al cumplimiento de
una orden judicial obligan a los agentes policiales que la hubieren realizado, o al encargado del recinto de detención
correspondiente, a conducir inmediatamente al detenido a presencia del juez que hubiere expedido la orden (art. 131
CPP). Cuando el fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de
esta situación al abogado de confianza de aquel o a la Defensoría Penal Pública. La misma disposición agrega en su inciso
final que para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación legal
dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal.

Esta obligación conlleva el derecho correlativo del imputado privado de libertad a ser conducido sin demora ante el
tribunal que hubiere ordenado su detención (art. 94 letra c) CPP). Si ello no fuere posible, por no ser hora de despacho,
la ley permite que se haga permanecer al detenido en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera
audiencia judicial, por un período que en caso alguno puede exceder de veinticuatro horas (art. 131CPP)

El plazo para poner al detenido a disposición del tribunal que hubiere expedido la orden no es ampliable. Sin embargo,
una vez puesto el imputado a disposición del tribunal, el fiscal puede solicitar una ampliación de la detención hasta por
tres días, fundando su petición en que no está en condiciones de formalizar inmediatamente la investigación o solicitar
las medidas cautelares que fueren procedentes, debido a que no cuenta con los antecedentes necesarios o no se
encuentra presente el defensor del imputado. El juez accederá a la ampliación del plazo de detención cuando estimare
que los antecedentes justifican la medida (art. 132, inciso 2º CPP).
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Dadas las distancias entre ciudades que imponen las características geográficas de nuestro país, pudiera a veces resultar
difícil ajustarse al plazo máximo de veinticuatro horas establecido por la ley para poner al detenido a disposición del juez
que emitió la orden. En nuestro país, la norma es clara en cuanto a que el tribunal a cuya presencia debe ser conducido
el imputado es el juez que hubiere expedido la orden (art. 131 CPP).

Así, dicha disposición legal no exige que el detenido esté materialmente en presencia del juez dentro del plazo de
veinticuatro horas, sino que sea conducido inmediatamente a su presencia. La obligación de conducción inmediata se
cumplirá, por cierto, en la medida en que la policía acredite que todos los actos posteriores al momento de la detención
han estado dirigidos, sin solución de continuidad, a materializar dicha conducción inmediata, aunque transcurran más de
veinticuatro horas entre el momento en que la detención se hizo efectiva y el momento en que el detenido sea puesto a
disposición del juez.

El plazo de veinticuatro horas fijado por el artículo 131 no está establecido para poner límites temporales al proceso de
conducción inmediata sino para fijar el plazo máximo de permanencia en el recinto policial o de detención cuando no
fuere posible llevar al detenido a presencia del juez por no ser hora de despacho. La solución propuesta no disminuye en
modo alguno la garantía de rodear a la detención de un mecanismo de control judicial pronto y oportuno.

Además no hay que olvidar que el detenido conserva el derecho, durante todo el proceso de conducción hacia el
tribunal que expidió la orden, de exigir un control judicial previo a través de la presentación de un recurso de amparo
ante el Juez de garantía más próximo.

Es lo que se desprende del artículo 95 CPP, ya analizado, cuando en su inciso 2º autoriza que el abogado de la persona
privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere
del caso o aquel del lugar donde aquélla se encontrare para solicitar que ordene que sea conducida a su presencia. (art.
95 CPP).

2. PLAZO DE LA DETENCIÓN ORDENADA POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS DISTINTOS DEL JUEZ. El CPP no contiene una
norma destinada a regular el plazo máximo de la detención ordenada por funcionarios públicos distintos del juez, lo cual
se explica porque la posibilidad de detención por otras autoridades no existe en este cuerpo legal, sino que subsiste sólo
en leyes especiales.

De esta manera, para la determinación de los plazos máximos habrá que estarse, en principio, a lo que establezcan
dichas leyes especiales. A falta de norma expresa, correspondería aplicar el art. 131 del CPP, que ordena la conducción
inmediata del detenido a presencia del Juez y establece un plazo máximo de permanencia en el recinto policial por un
período no superior a las veinticuatro horas.

Con respecto a la posibilidad de ampliar el plazo de la detención, nuevamente habrá que estarse a si ella se contempla o
no en leyes especiales. Así, por ejemplo, el art. 11 de la Ley Nº 18.314 que tipifica conductas terroristas y fija su
penalidad, faculta al tribunal y siempre que las necesidades de la investigación lo requieran, para ampliar hasta por diez
días el plazo para poner el detenido a su disposición. A falta de norma expresa en leyes especiales, parece que la
posibilidad de ampliación de este plazo debe entenderse vedada.

Lo anterior no obsta a que, una vez puesto el detenido a disposición del juez, éste pueda ampliar la detención hasta por
tres días si concurren las circunstancias del art. 132 CPP.

3. PLAZO DE LA DETENCIÓN SIN ORDEN JUDICIAL.- En los casos de detención por delito flagrante, el plazo máximo
establecido por la ley para poner al detenido a disposición del juez es de veinticuatro horas (art. 131 CPP).

Como ya se dijo, la misma norma prevé incluso la posibilidad de que, en forma previa al cumplimiento de ese plazo, el
fiscal deje sin efecto la detención (arts. 134 y 131 CPP). Para estos efectos se impone al agente policial que la hubiere
realizado o al encargado del recinto de detención el deber de informar de ella al ministerio público dentro de un plazo
de doce horas.

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CONTROL DE LA DETENCIÓN.-

El control de las condiciones de la detención puede producirse básicamente por dos vías:

1. AUDIENCIA DE CONTROL DE LA DETENCIÓN

Es el nombre con que en la práctica se designa a la primera audiencia judicial del detenido, que se celebra en el
momento en que éste es puesto a disposición del juez que ordenó su detención (art. 132 CPP). Se trata, como se
observa, del control de la detención imputativa.

Una vez que el sujeto ha sido detenido debe ser conducido, dentro de los plazos ya señalados, ante el juez de garantía.
El artículo 132 estipula que “A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el abogado asistente
del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido”. La ley presume que la ausencia del fiscal o de su
asistente es indicativa de que la detención ha sido errónea, ordenando la inmediata puesta en libertad del afectado.

Esta audiencia constituye la oportunidad para que el fiscal formalice la investigación. La transformación de la audiencia
de control de la detención en audiencia de formalización será siempre eventual, ya que el fiscal puede sencillamente no
concurrir o, concurriendo, podría incluso abstenerse de formalizar la investigación. En efecto, aunque el artículo 132 CPP
pareciera no admitir esta posibilidad, la oportunidad de la formalización de la investigación es una decisión que
corresponde siempre al fiscal, conforme a lo dispuesto por el art. 230 CPP., que le faculta para hacerlo cuando lo
“considerare oportuno". Por otra parte, la detención puede haberse practicado sin que le haya precedido una solicitud
del fiscal, como sucede con la detención en caso de flagrancia, de manera tal que debe reconocerse a éste la posibilidad
de optar, derechamente, por no formalizar la investigación en esta audiencia.

Según dispone el artículo 132, en la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando expresamente
facultado por éste, procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar las medidas cautelares que
procedieren, siempre que contare con los antecedentes necesarios y que se encontrare presente el defensor del
imputado. En el caso de que no pudiere procederse de la manera indicada, el fiscal o el abogado asistente del fiscal
actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de
preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación del plazo de detención cuando estimare que los antecedentes
justifican esa medida.

En la audiencia de control de la detención el juez de garantía verifica, de oficio, que se ha dado cumplimiento al deber
de información de sus derechos al detenido (art. 136 CPP) y que se han respetado las normas legales que establecen sus
derechos y garantías, dejando constancia en los respectivos registros (art. 97 CPP). Si el Juez estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución
Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes debe adoptar,
de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio (art. 10 CPP).

En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal
pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo
dispuesto en el inciso anterior pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la
detención no producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan
oportunamente, de conformidad con lo previsto en el artículo 276.

Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención. En conformidad a lo que dispone el artículo 132
bis, tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del
Código Penal, y los de la ley N° 20.000 que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención
será apelable por el fiscal o el abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será
apelable.

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2. AMPARO ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA

El amparo ante el juez de garantía consiste en que el abogado de la persona privada de libertad, los parientes de ésta o
cualquier persona en su nombre pueden ocurrir ante el juez que conoce del caso o aquél del lugar donde aquélla se
encontrare, para solicitar que ordene sea conducida a su presencia, con el objeto de que examine la legalidad de su
privación de libertad y, en todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere
necesario, en el lugar en que ella estuviere, a objeto de ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que
fueren procedentes, según el caso (art. 95 y 2 CPP).

A diferencia de la audiencia de control de la detención, el amparo puede ser solicitado ante cualquier juez de garantía y
no sólo ante aquel que hubiere ordenado la detención o fuere competente conforme a las reglas generales.

Esta atribución del Juez de garantía se relaciona también con la que le confiere el artículo 10 anteriormente
mencionado.

Esta detención está relacionada con las privaciones de libertad que efectúa la policía, con o sin instrucción de los
fiscales, y no se refiere a las detenciones ordenadas judicialmente porque ello está regulado en el inciso 3º del artículo
95. En efecto, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá
impugnarse por los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de recurrir
por la vía del amparo contemplado en el artículo 21 de la Constitución Política.

Este amparo del Art. 95 no cubre otras situaciones en que puede estar afectada arbitrariamente la libertad personal de
un individuo o su seguridad individual. Así, no incluye la situación de las personas libres cuya libertad personal o sus
atributos están amenazadas o perturbadas, ni aquellas privaciones de libertad que hubieren sido ordenadas por el
propio juez de garantía porque, como ya se advirtió, en caso de haberse ordenado judicialmente la detención, la
situación debe resolverse por los medios de impugnación o por la reclamación de amparo del Art. 21 de la Constitución,
según lo establece el inciso 3º del nuevo Art. 95.

Tampoco comprende los reclamos que puedan interponer las personas por restricciones de libertad, como las que
emanan de los arraigos y de las medidas cautelares del artículo 155 del Código Procesal Penal, porque su objetivo es
sólo conducir al detenido a la presencia del juez que conoce del caso o del lugar donde se encuentre la persona privada
de libertad.

Las privaciones de libertad que emanan de jueces que no tienen competencia en lo criminal como los jueces civiles,
laborales, de menores, etc., no están cubiertas por este procedimiento de amparo, pese a que el artículo 95 se refiere a
“toda persona privada de libertad”, puesto que su situación está comprendida en el inciso 3º, que obliga a reclamar ante
el propio tribunal que ordenó la privación de libertad, supuesto que no se daría con un reclamo al juez de garantía en
contra de la detención decretada por un juez civil, de familia, del trabajo, etc.

Tampoco está cubierta la perturbación de su libertad personal que pueda sufrir un individuo por las autoridades
administrativas o los particulares siempre que estén fuera o sean ajenas al proceso penal, como por ejemplo los arrestos
decretados por la autoridad administrativa.

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3. LA PRISIÓN PREVENTIVA.

PRINCIPIOS ORIENTADORES.

Conforme a la Constitución Política de la República, (artículo 19 Nº 7) toda persona tiene derecho a su libertad personal
y a su seguridad individual, concepto que repite el Art. 139 del Código Procesal Penal, que agrega: “la prisión preventiva
sólo procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren insuficientes para asegurar las finalidades del
procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad”.

En otras palabras, siendo la más grave de todas las medidas cautelares, se impone cuando las otras no bastan para
cautelar las finalidades del procedimiento.

El Art. 9 del "Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos", publicado en el Diario Oficial el 29 de Abril de 1989,
dispone que "La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su
libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en
cualquier momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo".

Por su parte, el artículo 7, inciso 5º de la "Convención Americana sobre Derechos Humanos” denominada también
"Pacto de San José de Costa Rica", publicada en el Diario Oficial el 5 de Enero de 1991, establece: "Toda persona
detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio
de que continúe su proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia al juicio".

Los motivos que se reconocen como legítimos en el modelo acusatorio para privar de libertad a una persona, en tanto se
desarrolla el juicio en que aquella se decreta, son asegurar la comparecencia del imputado a los actos de procedimiento
y al cumplimiento de la sentencia condenatoria que pudiere dictarse.

La prisión preventiva es una de las medidas cautelares de carácter personal, que consagra el Código Procesal Penal,
regulada en el título V, párrafo 4°, pero además contiene toda una normativa relativa a esta materia. Así, se establece
que "toda persona tiene derecho a la libertad personal y a la seguridad individual"; que "ninguna persona será
considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme" (art. 4º CPP); así como
que "nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados
por la Constitución y las leyes" (art. 19 Nº 7, letra b) CPR); que "las disposiciones del C.P.P. que autorizan la restricción de
la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades, serán interpretadas
restrictivamente…" (art. 5.2 CPP) y que “las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren
absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras
subsistiere la necesidad de su aplicación” (art. 122 CPP).

De ello se sigue, que "la prisión preventiva sólo procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren
estimadas por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de
la sociedad" (139, inciso 2º CPP); y, que debiendo tratarse al imputado en todo momento como inocente, "la prisión
preventiva debe cumplirse de una manera tal que no adquiera las características de una pena", (artículo 150 inciso 3º
CPP), es decir que no puede constituirse ni utilizarse como una pena anticipada.

Sin perjuicio de la claridad de las disposiciones mencionadas, conviene señalar que éstas encuentran su origen en
diversos pasajes de la historia del establecimiento del Código Procesal Penal y se fundan en el principio de inocencia,
difundido ampliamente por la moderna doctrina penal extranjera y recogido también por la nacional de la última
década, y por los Tratados internacionales anteriormente mencionados, ambos suscritos por Chile y vigentes en el país.

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PROCEDENCIA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

Por la naturaleza excepcional de esta medida cautelar personal, la prisión preventiva sólo puede pedirla el fiscal o el
querellante.

La prisión preventiva no puede ser decretada de oficio por el juez, (Art. 140 inc. 1º CPP). Como se fortalece el principio
de inocencia de que goza todo imputado, no se hace obligatorio para el Fiscal solicitar la prisión preventiva del
imputado, sino que en los casos de excepción previstos en el artículo 140 del CPP.

La medida cautelar personal de la prisión preventiva es excepcional y sólo procede "cuando las demás medidas
cautelares personales fueren estimadas por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento,
la seguridad del ofendido y de la sociedad" (Art. 139 inc. 2º).

El mismo sentido restrictivo de la prisión preventiva se evidencia cuando se analizan las normas de los Arts. 141, 146,
152 y 153, entre otras, a las que nos referiremos más adelante.

Dado que la prisión preventiva importa la privación de libertad personal del inculpado, y que según los autores
importaría una excepción a la presunción de inocencia, sólo puede ser aplicada en los casos expresamente autorizados
por la ley. Asimismo la interpretación de los artículos que la regulan es restrictiva, como dispone expresamente el
artículo 5.

La procedencia de esta medida requiere el cumplimiento de dos presupuestos previos:

1. SOLICITUD DE PARTE.

En caso alguno, ni aún ante los delitos más graves, puede el juez proceder de oficio en esta materia. Así lo da a entender
claramente el Art. 140 inc. 1º cuando establece que "una vez formalizada la investigación, el tribunal, a petición del
ministerio público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado...".

Por consiguiente, si se considera que en la mayoría de los casos no habrá querellante, recae la decisión de solicitar la
prisión preventiva únicamente en los fiscales.

2. FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

La petición de prisión preventiva no puede promoverse respecto de un imputado en contra del cual no se ha
formalizado la investigación. (Art. 140 inciso 1º CPP).

PROCEDIMIENTO.

La solicitud de prisión preventiva se puede hacer valer verbalmente o por escrito, siempre y cuando se hubiese
formalizado la investigación.

También al tribunal de juicio oral en lo penal le corresponde la facultad de resolver, en su caso, sobre la libertad o
prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición, según la modificación introducida al artículo 18 del C.O.T
por el art. 1º de la Ley Nº 19.708 publicada en el Diario Oficial el 5 de enero de 2001.

En la práctica, una vez decretada la audiencia y concurriendo los intervinientes y expuestos los fundamentos de la
solicitud por quien la hubiere formulado, el Tribunal oye en todo caso al defensor, a los demás intervinientes si
estuviesen presentes y quisieren hacer uso de la palabra y al imputado.

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1. SOLICITUD VERBAL: (ART. 142 CPP).

La prisión preventiva sólo puede ser solicitada verbalmente en tres oportunidades:

a) En la audiencia de formalización de la investigación: Será la oportunidad en que con mayor frecuencia se formule
esta petición, ya que se está en la fase de investigación donde la recopilación de pruebas y la apreciación de los factores
que hacen improcedente la libertad provisional, adquieren la mayor importancia. De otra parte, si no se solicita la
prisión preventiva en esta oportunidad, se corre el riesgo de la rebeldía de un imputado que pueda continuar con su
acción delictiva o que pueda no comparecer a los actos del proceso y a la ejecución de la sentencia.

b) En la audiencia de preparación del juicio oral: En esta fase está más avanzado el procedimiento y por ende el fiscal
contará con mayores antecedentes para fundar su solicitud.

c) En la audiencia del juicio oral: Tal vez esta sea la instancia que utilicen fiscales y querellantes para obtener una
declaración que el juez de garantía y la Corte respectiva hayan negado. También podrán plantearse las peticiones de
prisión preventiva basadas en que el imputado dejó de cumplir otras medidas cautelares personales y las que se derivan
de la ausencia del imputado en la audiencia del juicio oral.

Aquí puede plantearse discusión acerca de hasta qué momento, dentro del desarrollo del juicio oral, será posible al fiscal
o querellante solicitar que el acusado sea sometido a prisión preventiva. No cabe duda que esa oportunidad sólo se dará
hasta antes de que el presidente de la sala ponga término a la audiencia en que se da a conocer la decisión de condena.
Sólo hasta ese instante se está dentro de la audiencia del juicio oral y con esta decisión termina. La audiencia en que se
procede a conocer por su lectura la sentencia definitiva, si bien forma parte del juicio, ya no es la audiencia del juicio
oral, sino que es otra a la cual se ha citado a los intervinientes para ese solo efecto y a la que incluso pueden abstenerse
de asistir, como se desprende del artículo 346.

Finalmente el artículo 142 es restrictivo; por lo tanto, no existen otras oportunidades procesales donde pueda ser
solicitada verbalmente la prisión preventiva.

2. SOLICITUD ESCRITA:

Por escrito se puede solicitar en cualquier etapa de la investigación y al igual que en el caso anterior, siempre y cuando
se hubiese formalizado la investigación. Art. 142 Inc. 2º CPP.

Cuando la solicitud se formula por escrito, el juez convocará a una audiencia a la cual serán citados todos los
intervinientes, más como requisito de validez de la misma sólo se exige la presencia del imputado y su defensor, sin
perjuicio de la presencia absolutamente necesaria del fiscal. Se respeta así el principio formativo del procedimiento de la
bilateralidad de la audiencia. Art. 142 Inc. 3º CPP

Por ello, no se puede obviar el hecho que si el imputado y su defensor no concurren, no es válida la audiencia, por lo que
se podría pensar que su no comparecencia podría ser un medio para evitar la aplicación de esta medida, sin embargo, la
ley ha previsto la solución para el caso que no comparezca el imputado. El artículo 127 del CPP inciso segundo señala:
"También se decretará la detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que
legalmente citado, no compareciere sin causa justificada".

Asimismo, hay que relacionar esta materia con el artículo 102 del C.P.P., que consagra el derecho a designar defensor y
con el artículo 103, cuyo tenor es el siguiente: "Efectos de la ausencia de defensor. La ausencia del defensor en cualquier
actuación en que la ley exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo
señalado en el artículo 286". Este último precepto exige la presencia del defensor durante toda la audiencia del juicio
oral; su no comparecencia constituye abandono de la defensa y obliga al tribunal a designar inmediatamente a un nuevo
defensor.

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REQUISITOS PARA ORDENAR LA PRISIÓN PREVENTIVA.

Para que esta sea decretada, es menester acreditar la concurrencia de ciertos requisitos.

El artículo 140 reitera que es necesario que se hubiese formalizado la investigación, y asimismo reitera que el juez no
puede decretarla de oficio. Al decir que el juez de garantía podrá decretar la medida cautelar de que se trata permite
entender que aun cuando los fiscales y los querellantes hubieren acreditado que concurren los requisitos para que esta
proceda, el juez podría denegarla, puesto que es una facultad del órgano judicial.

El solicitante, por su parte, debe acreditar las circunstancias que el artículo 140 señala. Del tenor de la norma se
desprende que es imperativo para el fiscal o para el querellante probar las condiciones que a continuación
expondremos. El peso de la prueba por lo tanto recae en el solicitante, lo cual es lógico dentro de un sistema que
presume la inocencia del imputado. Debe tenerse presente que en el nuevo sistema procesal penal rige el sistema de
libertad probatoria, de modo que el juez valorará los antecedentes que debe aportar el fiscal con libertad, pero sin
contradecir los principios de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

Los requisitos exigidos son los siguientes (artículo 140 inciso 2°):

1. QUE EXISTAN ANTECEDENTES QUE JUSTIFICAREN EL DELITO QUE SE INVESTIGA:

Lo anterior implica que el fiscal debe tener pruebas con las cuales él hubiese llegado a la conclusión de que se ha
cometido un delito determinado y dichos antecedentes tienen que ser suficientes para convencer al juez de garantía que
ese delito realmente ha ocurrido.

2. QUE EXISTAN ANTECEDENTES QUE PERMITIEREN PRESUMIR FUNDADAMENTE QUE EL IMPUTADO HA TENIDO
PARTICIPACIÓN EN EL DELITO COMO AUTOR, CÓMPLICE O ENCUBRIDOR:

Del tenor de la norma se infiere que en este caso, es menester que se forme en el juez la convicción de que existen
suficientes presunciones para imputar a una persona participación como autor, cómplice o encubridor de un delito
determinado.

3. QUE EXISTAN ANTECEDENTES CALIFICADOS QUE PERMITIEREN AL TRIBUNAL CONSIDERAR QUE:

 La prisión preventiva es indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o


 Que la libertad del imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido.
 Que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga, conforme a las disposiciones de los incisos siguientes.

El artículo 140 define lo que debe entenderse por éxito de la investigación como factor que permita decretar la prisión
preventiva. El precepto expresa que " se entenderá especialmente que la prisión preventiva es indispensable para el
éxito de la investigación cuando existiere sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la
investigación mediante la destrucción, modificación, ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando
pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o terceros para que informen falsamente o se comporten de manera
desleal o reticente". El vocablo “especialmente”, que fue introducido por la última reforma al Código Procesal Penal,
lleva a concluir que la descripción no es taxativa, al contrario del anterior texto, que sí lo era.

Ahora bien, para estimar si la libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal
deberá considerar especialmente alguna de las siguientes circunstancias (Art. 140 inc. 3º):

 La gravedad de la pena asignada al delito;


 El número de delitos que se le imputare y el carácter de los mismos;
 La existencia de procesos pendientes, y
 El hecho de haber actuado en grupo o pandilla.

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Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, cuando
los delitos imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando el imputado hubiere sido
condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o mayor pena, sea que la hubiere cumplido
efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal, en libertad condicional o gozando
de alguno de los beneficios alternativos a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de libertad contemplados en
la ley.

Esta norma, al igual que la anterior, no es taxativa y sólo da pautas a vía ejemplar para considerar la peligrosidad del
individuo para la sociedad. Esta conclusión se funda en su redacción, que dispone que deben considerarse
"especialmente" alguna de las circunstancias previamente señaladas, es decir no excluye otras hipótesis que pudieren
importar peligrosidad del imputado para la sociedad.

En cuanto a qué debe entenderse por peligro para la seguridad del ofendido, el inciso final del artículo 140 señala que
“Se entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando existieren
antecedentes calificados que permitieren presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su
familia o de sus bienes”.

Existe una falta de coincidencia entre lo dispuesto por la Constitución Política de la República, reflejado en el artículo
140 del Código Procesal Penal y los tratados internacionales vigentes en Chile, - Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1966 y la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos, denominada Pacto de San José de Costa Rica, de 1969 -, en lo que atañe a ciertas causales que
justifican la prisión preventiva, concretamente respecto de la seguridad del ofendido y de ciertos criterios de
peligrosidad para la seguridad de la sociedad, ya que según esos Tratados, solamente el peligro de fuga, que afecte a la
comparecencia del imputado durante el desarrollo de la investigación o al juicio y a la ejecución de la pena, autorizarían
su imposición, inconsistencia denunciada por diversos autores .

La prisión preventiva sólo puede utilizarse como recurso de última ratio. Así, según se expresó, el artículo 139 del Código
Procesal Penal establece claramente que sólo procede "cuando las demás medidas cautelares fueren estimadas por el
juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad", de
modo que sólo será procedente, por la causal en comento, cuando las medidas cautelares personales del artículo 155
del CPP fueren insuficientes para lograr esos objetivos.

Pero además, conforme al artículo 78 letra b) , los fiscales pueden ordenar por sí mismos medidas de protección de la
víctima que no signifiquen privación ni restricción de derechos del imputado garantizados por la Constitución; por
ejemplo, el traslado de la víctima a una casa de acogida o vigilancia policial periódica en su domicilio, de manera que
esta facultad debe ejercerse antes de solicitar las medidas cautelares personales del artículo 155 y desde luego antes
que la prisión preventiva. Es decir, tienen prioridad frente a todas las medidas cautelares personales.

Ahora bien, respecto de esta causal de la prisión preventiva, se ha observado que el juez debe tener " especialmente en
consideración el comportamiento anterior del imputado en relación con la víctima y las circunstancias que pudieran
facilitar o favorecer nuevas agresiones en la persona o bienes del ofendido o de sus familiares". En consecuencia, por
una parte, es posible tener en cuenta la existencia de antecedentes concretos de hechos reiterados de violencia del
imputado en contra de la víctima o de su familia y, por la otra, pueden considerarse circunstancias que pudieren facilitar
los atentados, como la drogadicción, u otra causa de inestabilidad psicológica del imputado, el acceso a armas o la
existencia de una relación de subordinación o dependencia entre la víctima y aquél.

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IMPROCEDENCIA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.

El artículo 141 señala los casos en que no es procedente la prisión preventiva:

a) Cuando el delito estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de derechos.

b) Cuando se trate de delitos de acción penal privada y

c) Cuando el imputado, se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad. La misma norma
preceptúa que si por cualquier motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el querellante
estimaren necesaria la prisión preventiva o alguna de las medidas previstas en el párrafo 6°, podrá solicitarlas
anticipadamente, de conformidad a las disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal acogiere la solicitud, la
medida se aplique al imputado en cuanto cese el cumplimiento efectivo de la pena, sin solución de continuidad.

Sin embargo, el inciso final del mismo artículo establece que, podrá en todo caso decretarse la prisión preventiva, no
obstante no ser ella procedente en estos casos, cuando haya incumplido alguna de las medidas cautelares del párrafo 6º
de este Título, - es decir las del Art. 155 -, o cuando el tribunal considere que el imputado pudiere incumplir la obligación
de permanecer en el lugar del juicio hasta su término y presentarse a los actos del procedimiento como a la ejecución de
la sentencia, inmediatamente que fuere requerido o citado de conformidad a los artículos 33 y 123. Esta es una facultad
discrecional del tribunal, no obstante lo cual debe haber una solicitud del fiscal o del querellante sobre el particular.

Finalmente, el Art. 141 inciso final establece que se decretará también la prisión preventiva del imputado que no
asistiere a la audiencia del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del
querellante.

RESOLUCIÓN SOBRE LA SOLICITUD DE PRISIÓN PREVENTIVA.

El artículo 143 establece que al concluir la audiencia, el tribunal se pronunciará sobre la solicitud de prisión preventiva
por medio de una resolución fundada, en la cual debe expresar claramente los antecedentes calificados que justificaren
la decisión. Dado que no distingue, la resolución debe ser fundada en antecedentes calificados, tanto si otorga como si
niega la solicitud antedicha.

De acuerdo a la disposición señalada, el juez debe dictar la resolución "al concluir la audiencia", de modo que no podría
hacerlo después de esta.

Ahora bien, de acuerdo al artículo 144 CPP., la resolución que ordenare o rechazare la prisión preventiva será
modificable de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, en cualquier estado del procedimiento.

Si se trata de la petición del fiscal, en el caso de que la prisión preventiva hubiere sido rechazada en una audiencia,
podrá solicitarla y el juez acceder a ello "cuando existieren otros antecedentes que, a juicio del tribunal, justificaren
discutir nuevamente su procedencia".

Cuando el imputado solicitare la revocación de la medida el tribunal puede rechazarla de plano. Asimismo, podrá citar a
todos los intervinientes a una audiencia, con el fin de abrir debate sobre la subsistencia de los requisitos que autorizan la
medida.

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SUBSTITUCIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA Y REVISIÓN DE OFICIO. ART. 145 CPP.

Dicha norma dispone que, en cualquier momento del procedimiento el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá
substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que se contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este
Título.

Además, transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el último debate oral en
que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o
prolongación.

En esta situación, el tribunal está facultado para proceder de oficio, pero no puede tomar ninguna resolución sin citar
previamente a los intervinientes y por ello, sin escuchar al fiscal y/o al querellante.

CAUCIÓN PARA REEMPLAZAR LA PRISIÓN PREVENTIVA.- ART. 146 CPP

Cuando la prisión preventiva se concede como medio para garantizar la comparecencia del imputado al juicio, o para
garantizar la eventual ejecución de la pena, el juez podrá reemplazarla por una caución económica suficiente, cuyo
monto fijará.

Para la fijación de la caución, los intervinientes y en especial el fiscal deben ser oídos, para lo cual será necesario citar a
todos ellos a una audiencia, aplicando por analogía el procedimiento señalado en los Arts. 144 y 145 del Código.

La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de prendas
o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el Tribunal.

La ejecución de las cauciones económicas se realiza conforme lo dispone el artículo 146 del CPP y su cancelación opera
en los casos contemplados en el artículo 148 del mismo texto legal.

RECURSOS CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE CONCEDE O DENIEGA LA PRISIÓN PREVENTIVA.

Conforme al artículo 149 CPP., la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva, es
apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará a la procedencia del recurso, la circunstancia de
haberse decretado, a petición de cualquiera de los intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el
artículo 155. En los demás casos no será susceptible de recurso alguno.

Su frase final aclara que en los demás casos no será susceptible de recurso alguno.
Esta última frase es de suma importancia por cuanto establece un límite para determinar la procedencia de la apelación
de la prisión preventiva. No hay que olvidar que si es el tribunal de juicio oral en lo penal el que se pronuncia al respecto,
dicha resolución no es apelable, de modo que todo lo que en este acápite se señala se refiere a la resolución dictada por
el juez de garantía.

Vimos que la prisión preventiva puede ser solicitada verbalmente o por escrito. Verbalmente sólo se puede formular la
petición en la audiencia de formalización de la instrucción, en la de preparación del juicio oral y durante la audiencia del
juicio oral.

También señalamos que la solicitud escrita traía como inmediata consecuencia que el juez citara a una audiencia a fin de
discutir esta medida. Si bien en ambos casos (solicitud verbal y solicitud escrita) existe una audiencia en la cual se
discute la procedencia de la prisión preventiva, la resolución que el juez dicta sobre dicha petición debe ser emitida al
concluir la audiencia.

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Establecido lo anterior, y dado que el artículo 149 del C.P.P. prescribe que la apelación es procedente cuando la
resolución "hubiese sido dictada en una audiencia", por regla general las resoluciones referidas a la prisión preventiva,
dictadas por el juez de garantía, serían apelables, excepto aquellas dictadas fuera de audiencia, como sería por ejemplo
aquella que rechaza, de plano, la petición del imputado de revocar la prisión preventiva. De esta manera se evita la
proliferación de recursos de apelación inútiles que sobrecargan el trabajo de las Cortes.

Como ahora no existe el trámite de la consulta, la decisión del juez de garantía sólo será revisada por parte de un
tribunal superior cuando se interponga el recurso de apelación, por escrito, dentro del plazo de cinco días contados
desde la notificación de la resolución, sirviéndose al efecto de las normas generales relativas al recurso de apelación.
(artículos 364 a 371 CPP).

Salvo la excepción que veremos a continuación, no es posible la apelación verbal, ni siquiera cuando la resolución es
pronunciada durante la audiencia, porque toda apelación tiene que formularse por escrito, con fundamentos y
peticiones concretas. El caso es aquel contemplado en el inciso 3º del artículo 149, al señalar que, “Sin embargo,
tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código
Penal, y los de la ley N° 20.000, que tengan pena de crimen, el imputado no podrá ser puesto en libertad mientras no se
encuentre ejecutoriada la resolución que negare o revocare la prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no
haya sido puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido. El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia, gozará de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la
tabla el mismo día de su ingreso al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de
Apelaciones deberá establecer una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados.
En los casos en que no sea aplicable lo dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso contra la
resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del imputado la Corte de Apelaciones respectiva tendrá la
facultad de decretar una orden de no innovar, desde luego y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del
querellante.”

EJECUCIÓN DE LA MEDIDA DE PRISIÓN PREVENTIVA. ART. 150 CPP.

Para materializar la orden de someter al imputado a prisión preventiva, en conformidad a lo establecido el artículo 154,
el juez de garantía debe extender por escrito una orden judicial, que debe contener las siguientes menciones:

1.- Nombre de la persona (s) que será objeto de esta medida.


2.- Motivo de la prisión
3.- La orden de ser conducido inmediatamente al lugar público de prisión.

El juez que hubiese decretado la medida será el encargado de supervigilarla y de hacerse cargo de todas las
presentaciones que interpongan los intervinientes .

La prisión preventiva importa la privación absoluta de la libertad ambulatoria de una persona mediante su ingreso en un
recinto penitenciario. Esto significa que, desde el punto de vista de la afectación de derechos fundamentales, la prisión
preventiva no presenta ninguna diferencia con la prisión punitiva, esto es, aquella que surge de la ejecución de una pena
privativa de libertad impuesta por una sentencia condenatoria.

Esta situación resulta crítica para la legitimidad de la prisión preventiva como institución. Justificar la prisión preventiva
como medida cautelar, orientada a satisfacer finalidades exclusivamente procesales y, por lo tanto, distinta de la pena,
no pasa de ser mera retórica si los efectos de la medida respecto de la libertad personal del afectado no pueden
distinguirse en uno y otro caso.

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Con la intención de evitar esta situación, el art. 150 CPP establece un régimen especial para la ejecución de la prisión
preventiva, imponiendo las siguientes medidas:

a) Segregación. La prisión preventiva debe ejecutarse en establecimientos especiales, diferentes de los que se
utilizaren para los condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los destinados para estos
últimos.

b) Trato de inocente. El imputado debe ser tratado en todo momento como inocente. La prisión preventiva debe
cumplirse de manera tal que no adquiera las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las
necesarias para evitar la fuga y para garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que cumplieren
funciones o por cualquier motivo se encontraren en el recinto.

c) Deber de protección. El tribunal debe adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad
física del imputado, en especial aquellas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la
población penitenciaria de mayor peligrosidad.

d) Permisos de salida. Excepcionalmente, el tribunal puede conceder al imputado permiso de salida durante el día, por
un período determinado o con carácter indefinido, siempre que se asegurare convenientemente que no se
vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.

Esta autorización no es decretada por Gendarmería, sino por el tribunal. No es una medida que favorezca a un
condenado, sino que a una persona que está siendo objeto de un proceso penal, así como tampoco debe hacerse
efectiva necesariamente en los días domingos, sino que el permiso puede ser concedido para cualquier día, ya que la
norma del artículo 150 del CPP no distingue.

El inciso final de la citada norma dispone que cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado
deberá ser inmediatamente comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare
ilegal o abusiva, convocando, si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen.

LA INCOMUNICACIÓN EN EL NUEVO SISTEMA PROCESAL PENAL. ART. 151 CPP.

El artículo 151, por último, establece la procedencia de la medida de la incomunicación, la cual puede ser decretada por
el tribunal por un máximo de diez días cuando sea necesario para el exitoso desarrollo de la investigación, siempre que
lo solicite el fiscal, y sin que mediante esta medida pueda restringirse el acceso del imputado a su abogado en los
términos del artículo 94 letra f), ni al propio tribunal, como tampoco a una apropiada atención médica.

El Tribunal deberá instruir a la autoridad encargada del recinto en que el imputado se encontrare acerca del modo de
llevar a efecto la medida, el que en ningún caso podrá consistir en el encierro en celdas de castigo.

DURACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.

No existe un límite temporal absoluto A diferencia de la detención, la prisión preventiva no tiene establecido por ley un
límite temporal absoluto, es decir, no existe un plazo que, una vez vencido, determine la terminación automática de la
prisión preventiva. El transcurso del plazo sólo determina mecanismos obligatorios de revisión de la medida, ya
estudiados.

TÉRMINO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA. ARTÍCULO 152 CPP.-

En todo caso, la falta de una limitación objetiva para la prisión preventiva no significa que ella pueda extenderse
indefinidamente: el límite prudencial parte del derecho de todo detenido a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a
ser puesto en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso.

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Por esta razón, la terminación de la prisión preventiva está íntimamente ligada a sus características de excepcionalidad,
instrumentalidad, provisionalidad y proporcionalidad.

Si bien, como ya se advirtió, la prisión preventiva no tiene señalada una duración determinada, puede limitarse en el
tiempo, debiendo cesar cuando lo indica la ley o cuando no subsistan ya los motivos que la hubieren justificado. Ello
porque se trata de una medida privativa de libertad, que se hace valer respecto de una persona que se encuentra
amparada por el principio de inocencia y que aún no ha sido condenada por sentencia firme.

Como dijimos, transcurridos seis meses desde que se ordenó la medida o desde el último debate oral en que ella se
hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a los intervinientes a una audiencia, donde se discutirá la continuación o
cesación de la medida. (Artículo 145, inciso 2º). Por su parte, el artículo 152 del CPP señala "en todo caso cuando la
duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad de la pena privativa de libertad que se pudiere esperar en
el evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la que se hubiere impuesto existiendo recursos pendientes, el
tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o prolongación”.

1. TERMINACIÓN NATURAL.

La prisión preventiva termina, naturalmente, por haberse puesto término al procedimiento cuyos fines ha procurado
cautelar. Esta es una consecuencia del principio de instrumentalidad de las medidas cautelares personales. Esto
evidencia la conexión existente entre el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable y la necesidad de evitar un
encarcelamiento excesivo pendiente el juicio.

Un sistema procesal penal que procura evitar que la prisión preventiva se convierta en una forma de pena anticipada
debe extremar las medidas tendientes a evitar la prolongación indebida del procedimiento una vez que se ha decretado
una medida cautelar personal de esta índole. Es ésta una de las consideraciones que subyace a la facultad que se
reconoce al juez de garantía para fijar un plazo judicial para el cierre de la investigación cuando “lo considerare
necesario con el fin de cautelar las garantías de los intervinientes" (art. 234 CPP).

2. CONFORME SE ESTABLECE EN LOS ARTS. 144 Y 153, LA PRISIÓN PREVENTIVA TERMINA ADEMÁS:

a) En caso de revocación de la medida. La revocación de la prisión preventiva es la forma de terminación de la medida


que procede, por resolución judicial, cuando ya no subsisten los requisitos que la autorizan (art. 144) o los motivos que
la hubieren justificado (art. 152.).

La posibilidad de revocación de la prisión preventiva es una consecuencia del principio de instrumentalidad, que somete
a las medidas cautelares a la regla rebus sic stantibus, conforme a la cual sólo han de permanecer en tanto subsistan las
consideraciones que les sirvieron de fundamento.

La revocación de la prisión preventiva puede ser decretada de oficio o a petición de parte en cualquier estado del
procedimiento, conforme a las reglas de los artículos 144 inciso 1º y 152 inciso 1º CPP, y supone el cumplimiento de los
fines para los cuales se decretó la medida o la alteración de los antecedentes que se tuvieron en vista al decretarla.

b) En caso de absolución del acusado o sobreseimiento definitivo o temporal. Una modalidad especial de revocación de
la medida es la que establece el art. 153 CPP, al imponer al tribunal el deber de poner término a la prisión preventiva
cuando se haya dictado sentencia absolutoria o decretado sobreseimiento definitivo o temporal, aunque dichas
resoluciones no se encuentren ejecutoriadas. Se trata en este caso de una verdadera evaluación legal del cambio de
circunstancias, que opera por la significación que tiene el sobreseimiento en las condiciones que justificaron, en su
momento, la adopción de la medida.

c) En caso de que se dé lugar a alguna de las salidas alternativas al procedimiento.

d) En caso de ser condenado, situación en la cual la libertad del acusado dependerá de la naturaleza de la sanción que
se le imponga o del beneficio que eventualmente se le pudiere otorgar para el cumplimiento de la misma.
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4. OTRAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES DE CARÁCTER GENERAL.-

CONCEPTO.-

Son medidas restrictivas de la libertad personal de aplicación preferente a la medida de prisión preventiva, que pueden
ser decretadas durante la sustanciación de un proceso penal, con el objeto de asegurar los fines del procedimiento.

FUNDAMENTO.-

Una de las diferencias fundamentales entre el régimen de las medidas cautelares personales en el CPP y el del Código de
Procedimiento Penal, está marcada por el carácter excepcional de la prisión preventiva, y la irrupción de la idea de
proporcionalidad como elemento definitorio de su adopción.

La creación de un conjunto de medidas cautelares personales menos gravosas de la libertad individual, de aplicación
preferente a la prisión preventiva, ha reducido enormemente el ámbito de justificación de esta última.

Estas medidas cautelares están reguladas en el párrafo 6º del título V del Libro 1 del CPP, bajo la denominación “otras
medidas cautelares personales". Mª Inés Horvitz y Julián López objetan esta denominación, ya que su ubicación
sistemática en el CPP, a continuación de la prisión preventiva, resulta sin duda errónea porque altera la estructura
conceptual de la institución, creando la imagen de que se trata de medidas "alternativas" o “subsidiarias" a la prisión
preventiva, en circunstancias que el sistema impone exactamente la operación inversa. Bien sabemos que, conforme al
artículo 139, inciso 2º del CPP, la prisión preventiva sólo procederá “cuando las demás medidas cautelares personales
fueren insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento". De lo que se trata, entonces, es que ante la
invocación de alguno de los fines del procedimiento que sirven simultáneamente de sustento a estas medidas y a la
prisión preventiva, el juez de garantía no utilice las medidas del art. 155 CPP como una pauta subsidiaria para casos en
que la prisión preventiva no demuestra su necesidad sino que, a la inversa, el análisis comience por establecer si la
finalidad cautelar que se invoca puede ser debidamente satisfecha por estas medidas y, sólo después de acreditada su
insuficiencia, se analice la procedencia de la prisión preventiva como subsidiaria, tendiente a la satisfacción del mismo
fin. De allí que proponen, entonces, la denominación de "medidas cautelares personales de carácter general", para
aludir a este catálogo de medidas cautelares personales que tienden a garantizar fines procesales, cuya aplicación es de
carácter general y preferente a la medida de prisión preventiva, denominación que adoptaremos para su estudio.

ENUMERACIÓN.-

Las medidas cautelares personales de carácter general que se pueden imponer al imputado están señaladas en el art.
155 CPP y son las siguientes:

1. La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado señalare, si aquélla se encontrare
fuera de la ciudad asiento del tribunal;
2. Sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al juez;
3. La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o la autoridad que él designare;
4. La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que fijare el tribunal;
5. La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar determinados
lugares;
6. La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a defensa, y
7. La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar que
compartiere con aquél.

El tribunal puede imponer una o más de estas medidas según lo estime adecuado al caso (art. 155, inciso 2º CPP).

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REQUISITOS.-

Son los mismos que el art. 140 impone para la prisión preventiva, conforme a la remisión del art. 155 inc. final CPP.

REGULACIÓN.-

La procedencia, duración, impugnación y ejecución de las medidas cautelares personales de carácter general se rigen
por las disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en todo cuanto el párrafo 6º del Título V del Libro 1 no contiene
norma especial diversa (art. 155 inc. final CPP).

Al tribunal que decreta la medida le corresponde conocer de todo lo relacionado con su ejecución, lo que incluye
ordenar las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento (art. 155, inciso 2º CPP).

Las únicas normas especiales contenidas en el párrafo 6º antes mencionado dicen relación con la iniciativa para solicitar
la medida y con la posibilidad de suspenderla temporalmente.

En relación con el primer punto, según el art. 155 inciso 1º pueden solicitar la medida no sólo al fiscal y al querellante,
como autoriza el art. 140 CPP respecto de la prisión preventiva, sino también la víctima.

En relación con el segundo punto, el art. 156 permite que se disponga la suspensión temporal de una medida de esta
índole ya decretada, cuando ello no pusiera en peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas.

La suspensión se resuelve a petición del afectado por la medida, oyendo al fiscal y previa citación de los demás
intervinientes que hubieren participado en la audiencia en que se decretaron. A efectos de acceder a la suspensión, en
casos en que el objetivo perseguido fuera asegurar la comparecencia del imputado, el juez puede admitir las cauciones
económicas a que se refiere el art. 146.

2º CLASIFICACIÓN: LAS MEDIDAS CAUTELARES REALES.-

Son aquellas medidas restrictivas o privativas de la libertad de administración y/o disposición patrimonial, que puede
adoptar el tribunal en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar la realización de los fines
civiles del procedimiento y eventualmente de los fines penales, cuando la pena asignada al delito tenga un contenido
patrimonial.

FUNDAMENTO.

El sistema procesal penal chileno admite el ejercicio de acciones civiles en el procedimiento penal, tanto de carácter
restitutorio como indemnizatorio, aunque estas últimas procederán sólo cuando son ejercidas por la víctima y se dirigen
a hacer efectiva la responsabilidad civil del imputado (art. 59). Además, la eventual sentencia condenatoria puede tener
también un contenido patrimonial, en cuanto la ley ordena condenar al encausado al pago de las costas del juicio (art.
47 ) y la pena asignada al delito puede consistir, ya sea como pena única, conjunta o alternativa, en el pago de una
multa.

En estos casos, para asegurar la ejecución de la sentencia en sus aspectos patrimoniales, existen en el proceso penal las
mismas necesidades cautelares que justifican la adopción de medidas cautelares reales en el proceso civil.

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REGLAMENTACIÓN.-

El CPP no establece medidas cautelares reales específicas para el procedimiento penal ni contiene una reglamentación
especial al respecto. Apenas contiene dos artículos referidos a esta materia, el primero de los cuales se remite al Título V
del Libro II del Código de Procedimiento Civil, relativo a las medidas precautorias, disponiendo que las solicitudes
respectivas se substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro, esto es, conforme a las
disposiciones que regulan la tramitación de las medidas prejudiciales (art. 157 CPP).

Lo anterior significa que las medidas cautelares reales que pueden imponerse en el procedimiento penal son las medidas
precautorias señaladas en los artículos 290 y siguientes del CPC, a saber:

1. El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda (art. 290, Nº 1º CPC);


2. El nombramiento de uno o más interventores (art. 290 Nº 2 CPC);
3. La retención de bienes determinados (art. 290 Nº 3º CPC);
4. La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados (art. 290 Nº 4 CPC), y
5. Otras medidas que no están expresamente autorizadas por la ley (art. 298 CPC)

ANALISIS PARTICULAR DE DICHAS MEDIDAS.-

1.- EL SECUESTRO DE LA COSA QUE ES OBJETO DE LA DEMANDA.

El secuestro es una especie de contrato de depósito. El depósito es el contrato en que se confía una cosa corporal a una
persona que se encarga de guardarla y de restituirla en especie.

El secuestro se define como el depósito de una cosa que se disputan dos o más individuos, en manos de otro que debe
restituirla al que obtenga una decisión en su favor. (art. 2249 CC)

El secuestro, como medida precautoria, es la sustracción, por resolución judicial, de un bien determinado del patrimonio
del deudor, que es disputado por el actor, para los efectos de evitar que se pueda deteriorar o perder.

2.- EL NOMBRAMIENTO DE UNO O MÁS INTERVENTORES.

El interventor es una persona que, autorizada legalmente, fiscaliza los negocios de otro para que su administración sea
realizada bajo un marco legal. Debe llevar cuenta de las entradas y gastos de los bienes intervenidos, y para el
desempeño de este cargo deberá imponerse de todos los libros, papeles y operaciones del demandado.

Además el interventor estará obligado a dar al interesado o al Tribunal noticia de toda malversación o abuso que note
en la administración de dichos bienes; y podrá en este caso decretar la retención y el depósito de los productos líquidos
en el Banco del Estado o en poder de la persona que el Tribunal designe.

3.- LA RETENCIÓN DE BIENES DETERMINADOS.

Se trata en este caso de conservar dineros o muebles en poder del actor, del demandado o de un tercero. Es similar al
secuestro, pero se diferencian en que la retención recae no sólo respecto de bienes materia del litigio, sino también
respecto de otros bienes del demandado siempre y cuando las facultades de éste no ofrezcan suficiente garantía o haya
motivo racional para creer que procurará ocultar sus bienes. Otra diferencia se da en que el secuestro se otorga a un
tercero, en cambio en la retención es más amplia pues puede recaer en el demandante, demandado o un tercero.

98
4.- LA PROHIBICIÓN DE CELEBRAR ACTOS O CONTRATOS SOBRE BIENES DETERMINADOS.

Con esta medida se pretende prohibir al demandado que celebre determinados actos o contratos que puedan disminuir
su patrimonio.

Cualquier contrato queda comprendido en esta medida. Además puede tratarse de bienes muebles o inmuebles,
corporales o incorporales.

La única limitación es que debe tratarse de bienes determinados, sean objeto del proceso o de otros bienes.

Si la prohibición se decreta sobre bienes que son materia del proceso sólo debe determinarse el bien, en cambio cuando
se trata de otros bienes determinados hay que acreditar que las facultades económicas del demandado no ofrezcan
suficiente garantía para asegurar el resultado del juicio.

El efecto que produce la medida es la indisponibilidad del bien. Dichos efectos se producen respecto de las partes desde
el momento en que se decretan y es notificada, y respecto de terceros hay que distinguir. Si se trata bienes muebles
desde que los terceros toman conocimiento de la medida al tiempo del contrato; si se trata de bienes raíces desde que
se inscriban en el Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del Conservador de Bienes Raíces respectivo.

REQUISITOS.-

La remisión legal ya mencionada supone que los requisitos que deben satisfacerse para obtener la concesión de alguna
medida cautelar real son aquellos que el CPC establece en los artículos 290 y siguientes para cada una de ellas.

La referencia resulta problemática porque el art. 298 CPC requiere, a nivel de exigencias en materia civil, que el
demandante acompañe "comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama".
Como en materia penal, el derecho que se reclama, aun siendo de contenido patrimonial, supone el éxito de la
pretensión penal en la cual la pretensión civil se fundamenta, la norma reconduce al problema de determinar
previamente cuáles son las exigencias que debe satisfacer el juicio valorativo del juez en torno a las probabilidades de
que se obtenga sentencia condenatoria en materia penal. Así, será el juez quien deberá, primero, emitir un juicio de
probabilidad acerca de la existencia del delito y de la participación del imputado, como juicio valorativo penal previo al
juicio valorativo civil referido a la existencia de una presunción grave del derecho que se reclama.

No parece, en cambio, que resulte aplicable la exigencia de un peligro propiamente penal, tal como la existencia de
peligro para la seguridad de la sociedad o el peligro de fuga. Las exigencias que, en este sentido, formula el Código de
Procedimiento Civil en sus arts. 291, 293, 295 y 296 parecen suficientes para justificar estas medidas.

PROCEDIMIENTO.-

El ministerio público y la víctima son los intervinientes que pueden requerir las medidas cautelares reales (art. 157 CPP).
La referencia al ministerio público debe entenderse en las hipótesis en que la necesidad de aseguramiento diga relación
con el pago de una multa o de las costas de la causa.

Si la solicitud de medida cautelar real se formula en cualquier momento durante la etapa de investigación, ella se
sustancia y rige por lo previsto en el Título IV del Libro II del Código de Procedimiento Civil (art. 157 CPP); sin perjuicio de
lo anterior, si la solicitud la hubiere presentado la víctima al deducir su demanda civil, el juez de garantía debe resolverla
en la audiencia de preparación del juicio oral, después de llamar a las partes a conciliación sobre la responsabilidad civil
(art. 273, inciso 2º CPP).

99
La única norma especial contenida en el CPP en relación con la tramitación de la medida cautelar real, se refiere al plazo
para presentar la demanda civil, estableciendo que, una vez concedida la medida cautelar real, el plazo para presentar la
demanda civil en el procedimiento penal (arts. 60 y 157 CPP), se extenderá hasta quince días antes de la fecha fijada
para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, como regla general (art. 261 CPP), o conjuntamente con
el escrito de adhesión o acusación, si la demanda civil la presenta el querellante (art. 60, inciso 1º CPP).

Contra las resoluciones que negaren o dieren lugar a medidas cautelares reales procede el recurso de apelación (art. 158
CPP).

EFECTOS.-

Más allá de los efectos que son propios a las medidas cautelares y que se traducen en restricciones a la libertad de
administración y/o disposición de bienes del imputado, su sola solicitud produce también ciertos efectos en el proceso
penal.

Así, la ley reconoce a la simple solicitud de una medida cautelar real valor para determinar la calidad de imputado de
una persona, si en ella se le atribuyere responsabilidad en un hecho punible (art. 7 inciso 2º CPP).

100
LAS NULIDADES PROCESALES.-
Artículos 159 a 165 del CPP.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA NULIDAD PROCESAL

1. PRINCIPIO DE ESPECIFICIDAD.-

No hay nulidad sin un texto legal expreso que lo determine.

Durante mucho tiempo se dijo que las normas de procedimiento eran de orden público, y en virtud de esta afirmación se
pedía la nulidad. Actualmente esto ya está superado. Los Códigos fueron avanzando y recogieron el principio de la
“especificidad”, pero teniendo claro que las fórmulas de procedimiento pueden ser infinitas, por lo cual no se puede
pretender regularlas todas. Por eso es que sólo en algunos casos se plantea, por ejemplo, “si falta la contestación... “este
es un trámite esencial, luego al decirse que es esencial se entiende que su omisión lleva a la nulidad.

En general, no se podían regular todas las posibilidades, y por ello surge el segundo principio.

2. PRINCIPIO DE LA TRASCENDENCIA.-

Procede la nulidad de un acto del proceso cuando la irregularidad que le sirve de antecedente corrompe su sustancia y
le impide cumplir el fin para el que fue establecido en la ley.

Sólo en el evento de que el daño que presenta la actuación sea de la magnitud de herirle tan profundamente de dejarle
inútil para satisfacer los propósitos que justifican su existencia, será lícito pedir y obtener la ineficacia de ella.

Entre los tratadistas no hay nadie que admita la nulidad procesal sin que exista un perjuicio irrogado con el acto que la
adolece.

No hay nulidad sin perjuicio y/o no tiene trascendencia para el ejercicio del derecho de que se trata. Esto ya estaba
antes en el Código de Procedimiento Penal cuando regula el recurso de casación en la forma, en que no se declara la
nulidad si no hay perjuicio.

En suma, aunque la ley no sancione el vicio con la nulidad, si hay perjuicio, procede la nulidad. Así, “sólo pueden
anularse las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un
perjuicio reparable únicamente con la declaración de nulidad.” (art. 159 CPP.)

Pero no se trata de cualquier perjuicio; este debe aparecer en términos de que se atente contra el derecho de ejercer los
actos procesales. “Existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de
actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento” Art. 159 parte final CPP.

En este aspecto, la ley introduce una protección especial a los intervinientes cuando el acto nulo ha coartado el ejercicio
de las garantías y derechos reconocidos en la Constitución, o en las demás leyes de la República, y en tal caso presume
de derecho la existencia del perjuicio. (art. 160 CPP.)

3. PRINCIPIO DE LA DECLARACIÓN JUDICIAL

La nulidad procesal debe ser declarada por el juez y mientras ello no ocurra al acto irregularmente ejecutado se le
atribuirán todos los efectos señalados por la ley y queda saneado definitivamente una vez terminado el pleito.

Sólo hay nulidad procesal en virtud de resolución judicial que la declare; el sistema discurre sobre la base de una
resolución judicial que la declare, como se desprende del tenor del artículo 165: “El tribunal, al declarar la nulidad,
determinará concretamente...”
101
4. PRINCIPIO DE CONEXIÓN.-

Los efectos de la nulidad afectan a otros actos, produciéndose así una nulidad en cascada; de allí que el legislador le
impone al juez la obligación de señalar expresamente cuáles son los actos nulos. “El tribunal, al declarar la nulidad,
determinará concretamente cuáles son los actos a los que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se
renueven, rectifiquen o ratifiquen”. Art. 165, inc. 2° CPP.

LAS NULIDADES EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL.-

1. CONCEPTO.-

Para el profesor Fernando Orellana, la nulidad procesal es “la sanción de ineficacia que la ley establece para los actos
jurídicos procesales que se realizan sin cumplir con las formalidades que exige la ley”.

De acuerdo con lo prescrito en el Art.159 CPP, la nulidad consiste en la invalidación que decreta el tribunal con respecto
a actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del procedimiento o realizadas con infracción de las formas procesales
cuando ellas ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente por esta vía. Sin perjuicio no hay
nulidad.

Dicha norma agrega que existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las
posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento.

El Art. 160 añade que se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno
ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución o en las demás leyes de la República.

Como situaciones en que el propio Código autoriza expresamente la petición y declaración de nulidad podemos citar:

a) El Art. 142 establece que la presencia del imputado y su defensor constituye un requisito de validez de la audiencia
en que se resolviere la solicitud de prisión preventiva;
b) El Art.237 estatuye que la presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de
suspensión condicional del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma.
c) El art.269 prescribe que la presencia del fiscal y del defensor del imputado durante la audiencia de preparación del
juicio oral constituye igualmente un requisito de validez; y
d) El Art.284 previene que la audiencia del juicio oral deberá realizarse con la presencia ininterrumpida de los jueces
que integraren el tribunal y del fiscal, sancionando el incumplimiento de esta exigencia con la nulidad del juicio oral
y de la sentencia que en él se dictare.

2. OPORTUNIDAD PARA PEDIR LA NULIDAD.-

Con arreglo al art. 161 hay que distinguir, según se trate de una actuación realizada en una audiencia o fuera de ella:

a) Cuando el vicio o infracción se hubiere producido en una actuación verificada dentro de una audiencia, deberá
hacerse valer verbalmente antes del término de ella;
b) Cuando el vicio o infracción se hubiere producido fuera de audiencia, la declaración de nulidad procesal deberá
impetrarse, fundadamente y por escrito, en forma incidental, dentro de los cinco días siguientes a aquél en que el
perjudicado hubiere tomado conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación persigue.

El mismo Art. 161 pone un límite temporal para el ejercicio de este derecho, al disponer que no podrá pedirse la nulidad
de actuaciones realizadas durante la etapa de investigación con posterioridad a la audiencia de preparación del juicio
oral. La solicitud de nulidad presentada después será declarada inadmisible.

102
3. TITULARES DE LA SOLICITUD DE NULIDAD. ART. 162 CPP.-

Sólo puede solicitar la declaración de nulidad el interviniente en el proceso que haya resultado perjudicado por el vicio,
pero siempre que no haya concurrido a causarlo.

4. NULIDAD DE OFICIO. ART. 163 CPP.-

Si el tribunal estimare haberse producido un acto viciado y la nulidad no se hubiere saneado aún, lo pondrá en
conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estimare que la nulidad le ocasiona un perjuicio, a fin de que
proceda como creyere conveniente a sus derechos, a menos de que se tratare de una nulidad de las previstas en el
artículo 160, caso en el cual podrá declararla de oficio.

5. SANEAMIENTO DE LA NULIDAD. ART. 164 CPP.

Según el art. 164 la nulidad quedará subsanada:

a) Si el interviniente que hubiere resultado perjudicado con ella no impetrare su declaración oportunamente;
b) Si aceptare expresa o tácitamente los efectos del acto;
c) Cuando, a pesar del vicio, el acto cumpliere su finalidad respecto de todos los intervinientes, a menos, claro, que se
trate de las nulidades a que se refiere el Art. 160, ya citado.

6. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD. ART. 165 CPP.

El efecto propio de la declaración de nulidad es invalidar el acto viciado o realizado con infracción de las normas de
procedimiento acordadas por la ley, pero además conlleva la invalidación de los actos consecutivos que de él emanaren
o dependieren.

El Art.165 impone al tribunal la obligación de determinar, en forma concreta, cuáles son los actos a que ella debe
extenderse y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen.

Con todo, la declaración de nulidad no puede retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, a pretexto de la
repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que correspondiere
decretarlo de acuerdo con las normas del recurso de nulidad.

De este modo, si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declara la nulidad de actuaciones judiciales
realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta. Asimismo, las nulidades
declaradas durante el desarrollo de la audiencia del juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de
investigación o a la audiencia de preparación del juicio oral.

El inciso final del Art. 165 preceptúa que la solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad
para el caso en que el tribunal no resolviere la cuestión de acuerdo con lo solicitado.

103
PROCEDIMIENTO ORDINARIO POR CRIMEN O SIMPLE DELITO
DE ACCIÓN PENAL PÚBLICA.-
Está regulado en el Libro II del Código Procesal Penal; a él se remiten, en aquellas materias no especialmente reguladas,
las normas de los procedimientos especiales contemplados en el Libro IV. Así ocurre con los procedimientos simplificado
(art. 389); por delito de acción privada (art. 405) y abreviado (art. 415).

El proceso penal ordinario se divide en tres etapas secuenciales:

a) Investigación (Título I)
b) Preparación del juicio oral (Título II) y
c) Juicio oral (Título III).

A ellas se agregan, en su caso, la etapa de ejecución de las sentencias condenatorias y de las medidas de seguridad,
regulada en el Título VIII del Libro IV.

La ETAPA DE INVESTIGACIÓN consiste en la indagación preliminar, por parte del ministerio público y de la policía, de los
hechos denunciados que revistan caracteres de delito. En ella se procede a la recolección de antecedentes probatorios
que permitan sustentar la acusación en contra de una persona por un delito determinado. Pero, además, la ley
contempla diversos supuestos que acarrean la terminación del procedimiento en esta etapa, ya sea porque los
antecedentes son insuficientes para investigar (archivo provisional, decisión de no perseverar); por aplicación del
principio de oportunidad, suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios, o por la concurrencia de
alguna causal de sobreseimiento temporal o definitivo de la causa.

Los antecedentes reunidos durante la investigación, salvo excepciones muy estrictas, carecen de valor probatorio y las
actuaciones de investigación son controladas por un órgano jurisdiccional - el juez de garantía -, quien debe aprobar
previamente cualquier diligencia o medida que afecte o pueda afectar derechos constitucionales del imputado o de
terceros.

La ETAPA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL presupone la formulación de la acusación en contra del imputado.
Función principal de esta etapa es el control, por parte del juez de garantía, de la corrección formal de la acusación o
acusaciones y de la validez y pertinencia de las pruebas ofrecidas por las partes. En ella deben resolverse las incidencias
previas al juicio (excepciones de previo y especial pronunciamiento) y constituye la última oportunidad procesal para
terminar anticipadamente el proceso a través de una salida alternativa o un procedimiento especial.

El auto de apertura del juicio oral, que debe dictar el juez de garantía al término de la audiencia, fija el tribunal
competente y las personas que deben intervenir en el juicio, delimita su objeto y las pruebas que se presentarán en el
curso del mismo.

El JUICIO ORAL constituye la etapa central del procedimiento, regida por los principios de inmediación, oralidad,
continuidad, publicidad, contradictoriedad y libre convicción del tribunal respecto de las pruebas producidas durante su
desarrollo.

El tribunal llamado por la ley a conocer de este juicio es colegiado, está integrado por tres jueces letrados e imparciales,
que deciden respecto de la acusación formulada, sobre la base de las pruebas rendidas durante el juicio y de las
alegaciones de las partes, emitiendo al término de la audiencia su decisión de absolución o condena y deben
fundamentar razonadamente su sentencia con arreglo a los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados, lo que permite el control de legalidad y el nexo entre la convicción adquirida
y las pruebas.

104
PRIMERA ETAPA DEL PROCESO PENAL: LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN
TITULO I, LIBRO II CPP
GENERALIDADES.

El inciso 1º del Art.166 del CPP establece que los delitos de acción penal pública serán investigados con arreglo a lo
dispuesto en las normas del Título I del Libro II del Código Procesal Penal.

Recordemos que le corresponde al ministerio público, en forma exclusiva, la dirección de la investigación de estos ilícitos
penales.

En páginas anteriores destacamos la separación de roles que se produjo con motivo de la Reforma Procesal Penal y las
razones que se tuvieron en vista para entregar a este organismo autónomo que es el Ministerio Público las funciones de
dirigir la investigación criminal, ejercer y sostener la acción penal pública y proteger a las víctimas u ofendidos con los
delitos.

Se trata de atribuciones conferidas al Ministerio Público por el artículo 83 de la Carta Fundamental y por el Art. 1º de la
Ley 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público.

El Art. 166 del Código Procesal Penal añade que "cuando el ministerio público tomare conocimiento de un hecho que
pudiere revestir el carácter de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la persecución penal".

Esta persecución no puede suspenderse ni interrumpirse, salvo en los casos previstos en la ley.

Esta facultad persecutoria, sin embargo, no puede ejercerse en aquellos delitos de acción penal privada ni de los que
requieran una instancia particular previa, a menos que en estos últimos se haya denunciado el hecho, por las personas y
en la forma que se expresa en el Art. 54 del Código Procesal Penal. Pero una vez efectuada la denuncia, el ministerio
público debe proceder en la misma forma que en los delitos de acción penal pública. En todo caso, aún antes de la
denuncia particular, los fiscales podrán ejercer los actos urgentes de investigación o aquellos absolutamente necesarios
para impedir o interrumpir la comisión del delito.

También se destacó la actividad que, en términos generales, deben desarrollar los fiscales, con el auxilio de la Policía,
para practicar todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación, con estricta sujeción al principio
de objetividad y respetando los derechos y garantías conferidos a imputados y terceros por la Constitución Política, por
los tratados internacionales ratificados por Chile, actualmente vigentes y por nuestro sistema impositivo legal.

El impulso, la dirección y control de la investigación en los casos señalados, le competen en forma exclusiva al ministerio
público, pero el aseguramiento de los derechos y garantías procesales establecidos por la Constitución, por los Tratados
referidos y por las leyes, le corresponde, también en forma privativa, al juez de garantía.

De esta manera se busca un equilibrio entre el éxito de la investigación y el resguardo de los derechos y garantías
fundamentales de las personas.

CARACTERISTICAS.-

1. La investigación de los delitos de acción pública es dirigida exclusivamente por el Ministerio Público (Arts 80 A de la
Const., 3°, 166 inc. 1° y 180 inc. 1° del CPP).

2. Es una fase meramente preparatoria, es decir, su único sentido es permitir a los órganos que tienen a su cargo la
persecución penal preparar adecuadamente su presentación en el juicio, así como tomar las decisiones que
determinarán el curso posterior del caso, en especial aquellas relativas a su continuación o terminación anticipada.

105
3. El nuevo sistema de investigación no tiene carácter probatorio, lo que es consecuencia de lo anterior.

Los actos que durante él se desarrollen y que puedan contribuir al esclarecimiento del caso sólo tienen valor
informativo para quienes llevan adelante la persecución (fiscales y policías), pero no se constituirán en elementos de
prueba susceptibles de ser valorados en la sentencia en tanto no sean producidos en el juicio oral (Art.296)

4. Es una fase administrativa y desformalizada:

 Las actividades de investigación no son desarrolladas por el órgano judicial, y pasa a ser efectuada por órganos de
carácter administrativo (Ministerio Público y Policías), los que adecuan los recursos investigativos de acuerdo a los
requerimientos de los delitos investigados.
 La recopilación y averiguación de antecedentes, en general, no están sujetas a reglas procesales, pero con sujeción
al principio de objetividad. Sin embargo, debe llevarse un registro básico con fines de garantía, a fin de comprobar
que el fiscal ha cumplido en su labor con el principio de objetividad, pudiendo los intervinientes acceder a tales
registros por regla general, aunque son secretos respecto de terceros (Arts. 182, 227 y 228).
 Aunque la actuación de los fiscales es secreta en cuanto a su ejecución material, excepcionalmente puede permitir
la asistencia de otros intervinientes (Art. 184).

5. Está sujeta a control judicial:

 El fiscal debe solicitar autorización previa al juez de garantía cuando una diligencia de investigación afecte el
ejercicio de derechos constitucionales. (Art. 9°)

CASOS EN QUE NO SE CONTINÚA CON LA INVESTIGACIÓN DE UN HECHO DELICTIVO.-

A continuación estudiaremos tres instituciones propias del sistema procesal penal que permiten a los representantes del
Ministerio Público no continuar con la investigación de determinados hechos delictivos. Se trata del archivo provisional,
la facultad de no iniciar la investigación y el principio de oportunidad.

Dichos mecanismos legales, tienen por objeto evitar que todos los procedimientos iniciados desemboquen
indefectiblemente en un juicio oral, produciendo el entrabamiento del sistema judicial por la gran cantidad de casos que
tendrían que ser resueltos de esta manera, en circunstancias que, por falta de antecedentes o evidencias, por la
naturaleza de los conflictos suscitados, por la extinción de la responsabilidad penal, o por otros motivos , no se justifica
que todos ellos den origen a un procedimiento que conduzca necesariamente a un juicio oral. La ley contempla estas
herramientas para ponerles término anticipadamente, conforme a modernos criterios de política criminal.

1. ARCHIVO PROVISIONAL. - Art. 167 CPP.

El CPP señala que, en tanto no se hubiere producido la intervención del Juez de Garantía en el procedimiento, la fiscalía
puede archivar provisionalmente aquellas investigaciones en las que no aparecieren antecedentes que permitieren
desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos.

Si el delito mereciere pena aflictiva, el fiscal debe someter la decisión sobre archivo provisional a la aprobación del fiscal
regional.

Esta decisión de no continuar con el procedimiento necesita cumplir con los siguientes requisitos:

a) Que se haya iniciado una investigación por parte de la fiscalía;


b) Que en esa investigación no aparecieren antecedentes que permitan esclarecer los hechos delictivos;
c) Que no se hubiere producido aún la intervención del juez de garantía.

Se aplica para todo tipo de delitos.

106
Esta herramienta procesal está sujeta a ciertos controles. A saber:

a) Control por parte la víctima:

 Puede solicitar al ministerio público la reapertura del procedimiento y la realización de diligencias de investigación.
 Puede reclamar de la denegación de dicha solicitud ante las autoridades del ministerio público.
 Puede provocar la intervención del juez de garantía deduciendo la querella respectiva. Si el juez admitiere a
tramitación la querella, el fiscal deberá seguir adelante la investigación conforme a las reglas generales. Art. 169
CPP.

b) Control por parte del juez:

 Puede obligar al fiscal a investigar admitiendo a tramitación la querella de la víctima.

Efectos:

 No extingue la acción penal.


 La investigación puede reiniciarse en cualquier momento en que aparecieren antecedentes que permitieren
desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos.

2. FACULTAD DE NO INICIAR LA INVESTIGACIÓN.- Art. 168 CPP.-

Mientras no se hubiere producido la intervención del juez de garantía en el procedimiento, el fiscal puede abstenerse de
toda investigación, cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando los
antecedentes y datos suministrados permitieren establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del
imputado.

Para que estemos frente a esta situación se deben cumplir los siguientes requisitos:

a) Se haya iniciado una investigación por parte de la fiscalía.


b) No se hubiere producido intervención del juez de garantía.
c) Existencia de una denuncia que relate hechos no constitutivos de delito.
d) O que los datos suministrados permitan establecer la extinción de la responsabilidad penal.

Esta decisión será siempre fundada y se somete a la aprobación del Juez Garantía.

Esta herramienta procesal está sujeta a ciertos controles. A saber:

a) Del juez:

 La decisión requiere aprobación del juez de garantía.


 Puede obligar al fiscal a investigar admitiendo a tramitación la querella de la víctima. Art. 169 CPP.

b) De la víctima:

 Puede provocar la intervención del juez de garantía mediante la deducción de la querella.


 Si el juez admitiere a tramitación la querella, el fiscal deberá seguir adelante la investigación conforme a las reglas
generales.

107
3. PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD.- Art. 170 CPP.

De acuerdo al artículo 170 del CPP, esta facultad discrecional del Ministerio Público permite a los fiscales no iniciar la
persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se cumpla el siguiente requisito:

Se trate de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a menos:


a) Que la pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo (540 días), 0
b) Que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones.

PROCEDIMIENTO.-

El fiscal debe emitir una decisión motivada, la que comunica al juez de garantía. Esta decisión debe ser notificada a los
intervinientes del proceso, si los hubiere.

Dentro de los 10 días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio o a petición de cualquiera de
los intervinientes, puede dejarla sin efecto cuando considerare que aquél ha excedido sus atribuciones en cuanto a la
pena mínima prevista para el hecho de que se tratare excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo,
o se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones.

También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo plazo, la víctima manifestare de cualquier modo su interés en el
inicio o en la continuación de la persecución penal.

La decisión que el juez emitiere en conformidad al inciso anterior obligará al fiscal a continuar con la persecución penal.

Una vez vencido dicho plazo, rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes contarán con un plazo
de diez días para reclamar de la decisión del fiscal ante las autoridades del ministerio público.

Conociendo de esta reclamación, las autoridades del ministerio público deberán verificar si la decisión del fiscal se ajusta
a las políticas generales del servicio y a las normas que hubieren sido dictadas al respecto.

EFECTOS:

Transcurrido dicho plazo sin que se hubiere formulado reclamación o rechazada ésta por parte de las autoridades del
ministerio público, se entenderá extinguida la acción penal respecto del hecho de que se tratare.

La extinción de la acción penal de acuerdo a lo previsto en este artículo no perjudicará en modo alguno el derecho a
perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.

108
MANERAS DE INICIAR EL PROCEDIMIENTO.
Art. 172 y siguientes CPP.
La investigación de un hecho que revistiere caracteres de delito podrá iniciarse de oficio por el ministerio público, por
denuncia o por querella.

1. DE OFICIO POR EL MINISTERIO PÚBLICO. ART. 180, INCISO 2º CPP.

Dentro de las 24 horas siguientes a aquella en que el fiscal tomare conocimiento - por cualquiera de los medios previstos
en la ley -, de la existencia de un hecho que revistiere los caracteres de delito de acción penal pública, debe proceder a:

a) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del hecho delictivo;
b) La práctica de aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de las circunstancias
relevantes para la aplicación de la ley penal.
c) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de los partícipes del
hecho delictivo.
d) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de las circunstancias
que sirvieren para verificar su responsabilidad.
e) Debe impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.

La ley no impone a los fiscales ninguna exigencia formal para adoptar la decisión de iniciar una investigación, de oficio o
en virtud de una denuncia o querella, si bien tal decisión no es automática, ya que requiere de un examen previo de su
parte acerca de ciertas circunstancias, tales como: si aparecen o no antecedentes suficientes que ameriten una
indagación criminal; si el hecho constituye o no un delito; si se encuentra extinguida la responsabilidad penal del
imputado; y si el hecho compromete o no en forma grave el interés público. Según sea el caso, los fiscales pueden hacer
uso de diversas salidas alternativas del sistema.

La investigación iniciada y desarrollada por el fiscal antes de la formalización no se encuentra sujeta a reglas pre
establecidas ni solemnes; únicamente debe ceñirse al principio de objetividad, respetando los derechos y garantías del
imputado y de terceros.

2. POR DENUNCIA. ART. 173 CPP

Denuncia un hecho la persona que pone en conocimiento del Ministerio Público, de Carabineros de Chile, de la Policía
de Investigaciones, o de cualquier Tribunal con competencia criminal, la circunstancia de haberse cometido un hecho
que reviste caracteres de delito. También es posible hacerlo ante Gendarmería de Chile, pero sólo respecto a los hechos
ocurridos dentro de los recintos penitenciarios.

La denuncia puede formularse por cualquier medio; en ella debe identificarse el denunciante y señalar su domicilio.
Debe contener la narración circunstanciada del hecho, la designación de quienes lo hubieren cometido y las personas
que lo hubieren presenciado o que tuvieren noticia de él, todo ello en cuanto le constare al denunciante.

Si la denuncia se formula verbalmente, deberá levantarse un registro de ella en presencia del denunciante, quien la
firmará junto con el funcionario que la recibiere.

El denunciante no adquiere la calidad de parte ni interviniente en el procedimiento que se inicie a raíz de su denuncia.
Su intervención termina ahí, sin perjuicio de que pueda ser citado posteriormente como testigo. Por otra parte, no
contrae otra responsabilidad que la correspondiente a los delitos que pudiere haber cometido por medio de la denuncia
o con ocasión de ella. (Art.178).

109
Obligación de denunciar.- Las personas comunes que de alguna forma tienen conocimiento de un hecho ilícito no tienen
la obligación de denunciar. Pero, hay ciertas personas que, atendida la naturaleza de las funciones que desempeñan, no
pueden omitir denunciar los delitos que presencien o de que tomen conocimiento en razón de su cargo. El art. 175 las
señala detalladamente y en su inciso final dispone que la denuncia realizada por alguno de los obligados en esta
disposición exime al resto de dicha exigencia.

Los obligados a formular denuncia son:

a) Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos los delitos
que presenciaren o llegaren a su noticia. Los miembros de las Fuerzas Armadas estarán también obligados a
denunciar todos los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones;
b) Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus
funciones y, especialmente, en su caso, los que notaren en la conducta ministerial de sus subalternos;
c) Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de otros medios de locomoción o de carga, los
capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el mar territorial o en el espacio territorial,
respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios de transporte o carga, los delitos que se
cometieren durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o aeropuerto o a bordo del buque o aeronave;
d) Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares y, en general, los profesionales en medicina,
odontología, química, farmacia y de otras ramas relacionadas con la conservación o el restablecimiento de la salud, y
los que ejercieren prestaciones auxiliares de ellas, que notaren en una persona o en un cadáver señales de
envenenamiento o de otro delito, y
e) Los directores, inspectores y profesores de establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que afectaren a
los alumnos o que hubieren tenido lugar en el establecimiento.

Oportunidad para efectuar la denuncia.- Art. 176 CPP. Las personas antes referidas deben hacer la denuncia dentro de
las 24 horas siguientes al momento en que tomaren conocimiento del hecho criminal, salvo que se trate de los capitanes
de naves o aeronaves, caso en que este plazo se contará desde que arribaren a cualquier puerto o aeropuerto de la
República.

Incumplimiento de la obligación de denunciar.- Art. 177 CPP. Si las personas indicadas en el artículo 175 del CPP
omitieren hacer la denuncia, incurren en la falta contemplada en el Art.494 del Código Penal – sancionada con multa de
una a cuatro unidades tributarias mensuales -, o en la que señalaren disposiciones especiales.

La pena por la falta mencionada no será aplicable cuando apareciere que quien hubiere omitido hacer la denuncia
arriesgaba con ello la persecución penal propia, de su cónyuge, conviviente o de sus ascendientes, descendientes o
hermanos.

Responsabilidad y derechos del denunciante.- Art 178 CPP. El denunciante no contraerá otra responsabilidad que la
correspondiente a los delitos que hubiere cometido por medio de la denuncia o con ocasión de ella. Tampoco adquirirá
el derecho a intervenir posteriormente en el procedimiento, sin perjuicio de las facultades que pudieren corresponderle
en el caso de ser víctima del delito.

Autodenuncia.- El Art.179 prescribe que quien hubiere sido imputado por otra persona de haber participado en la
comisión de un hecho ilícito, tendrá el derecho de concurrir ante el ministerio público y solicitar que se investigue la
imputación. Si el fiscal se negare a proceder, puede ocurrir ante las autoridades superiores del ministerio público, para
que se revise tal decisión.

110
3. POR QUERELLA.

Recordemos que de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 111, la querella puede ser interpuesta por la víctima, su
representante legal o su heredero testamentario.

También se puede querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la provincia, respecto de
hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario
público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra la probidad pública.

La misma norma dispone que los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus respectivas
leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades reglamentarias.

El Art 116 dispone que no podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: a) Los cónyuges, a no
ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia; y b) Los
consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos cometidos por
unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.

Oportunidad para presentar la Querella. El Art. 112 establece que la querella puede presentarse en cualquier
momento, mientras el fiscal no declare cerrada la investigación. Admitida a tramitación, el juez de garantía la remitirá al
Ministerio público y el querellante, en su oportunidad, podrá hacer uso de los derechos conferidos por el Art.261, esto
es, adherir a la acusación fiscal o presentar una particular; señalar los vicios formales de que adoleciere la acusación
fiscal; ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación; y deducir demanda civil cuando procediere.

Requisitos de la Querella. (art. 113). Toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el juez de garantía y
deberá contener:

a) La designación del tribunal ante la cual se entablare;


b) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante;
c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación clara de su persona, en caso
que el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si no las conociere, siempre se podrá deducir querella para que
se proceda a la investigación del delito y al castigo de el o de los que resultaren culpables;
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en que se hubiere ejecutado, si
se supieren;
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al ministerio público; y
f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar.

Inadmisibilidad de la Querella. La querella, que debe presentarse ante el juez de garantía, debe ser examinada por éste
y debe emitir un pronunciamiento acerca de su admisibilidad, antes de remitirla al fiscal, si procediere.

El Art. 114 prescribe que la querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía:

a) Cuando fuere presentada extemporáneamente;


b) cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los defectos que
presentare por falta de algunos de los requisitos señalados en el párrafo anterior, el querellante no realizare las
modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo;
c) cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito;
d) Cuando de los antecedentes contenidos en la querella apareciere de manifiesto que la responsabilidad penal del
imputado se encuentra extinguida. En este caso la declaración de inadmisibilidad se realizará previa citación del
Ministerio público; y
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.

La resolución del juez de garantía que declara inadmisible una querella es susceptible de apelación, pero sin que en la
tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del procedimiento. Art. 115 CPP.
111
La resolución que declare admisible la querella, por el contrario, será inapelable. Art. 115 CPP.

Cuando no se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública o previa instancia particular,
por aplicación de algunas de las causales contenidas en los párrafos signados a) y b) del artículo 114, (extemporaneidad
y falta de requisitos no subsanados del artículo 113 ), el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público para ser
tenida como denuncia, siempre que no le constare que la investigación del hecho punible hubiere sido iniciada de otro
modo. Art. 117 CPP

Desistimiento de la querella. Art. 118 CPP. El querellante puede desistirse de su querella en cualquier momento del
procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general que sobre esta
materia dispusiere el tribunal al finalizar el procedimiento.

El desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que
dieren lugar la querella o acusación calumniosa, con el objeto de demandar los perjuicios que se le hubieren ocasionado,
en su persona o bienes, y además para que se le paguen las costas originadas. Art. 119 CPP.

Se exceptúa el caso en que el querellado hubiere aceptado expresamente el desistimiento de la querella. Art. 119 CPP.

Abandono de la Querella. (Art. 120). El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, declarará
abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto:

a) Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la oportunidad procesal que


correspondiere;
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente justificada; y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin autorización del tribunal.

La misma disposición preceptúa que la resolución que declare el abandono de la querella será apelable, pero en la
tramitación del recurso no podrá disponerse la suspensión del procedimiento.

La resolución que niega lugar al abandono es inapelable.

El Art. 121 del CPP señala los efectos del abandono: impedirá al querellante ejercer los derechos que en esa calidad le
confiere el Código Procesal Penal.

112
ACTUACIONES Y REGISTRO DE LA INVESTIGACIÓN.
Art. 180 y siguientes CPP.

1. FINALIDADES DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR.

Durante esta etapa, la investigación se caracteriza por ser reservada, desformalizada, sin participación de los demás
intervinientes ni del juez de garantía, por regla general.

Los únicos actores son el fiscal y la policía, que actúa bajo las órdenes de aquél.

No obstante que durante ella se recogen evidencias, se interroga a testigos, se incautan documentos e instrumentos que
pudieren haber servido para la comisión del delito y se realizan todas las pesquisas tendentes a esclarecer los hechos
ilícitos investigados y la posible participación de determinadas personas en calidad de autores, cómplices o
encubridores, las pruebas o evidencias recogidas o incautadas no tienen ningún valor probatorio por sí solas.
Únicamente lo adquieren cuando se hacen valer determinadamente durante la audiencia del juicio oral, oportunidad en
que son sometidas al examen y control de todos los intervinientes.

La importancia de reunir estos elementos probatorios durante la etapa de investigación radica en el hecho de que
podrán producir o no la convicción del fiscal en el sentido de que realmente se ha cometido un hecho ilícito punible y
que en él han tenido participación culpable determinadas personas.

 Si adquiere esta convicción, solicitará una audiencia al juez de garantía para formalizar la investigación, a la que
deberán ser citados todos los intervinientes.
 Si no la adquiere, podrá adoptar otras decisiones, como el archivo provisional de los antecedentes, o podrá
abstenerse de continuar la investigación en los casos en que la ley señala.

Por otra parte, durante esta etapa, el fiscal podrá seleccionar todos aquellos testimonios, pruebas o evidencias que
puedan serle de utilidad para la comprobación de la acusación que pudiera formular en la etapa procesal
correspondiente, la que debe demostrar durante el desarrollo de las audiencias en que se realizará el juicio oral.

Entre estas pruebas tienen particular importancia los instrumentos u objetos utilizados para cometer el delito, las
huellas o vestigios que hubiere dejado, los informes periciales y las declaraciones de testigos presenciales.

2. INVESTIGACIÓN DE LOS FISCALES.- Art. 180 CPP

Los fiscales del ministerio público son quienes dirigen la investigación y pueden realizar por si mismos o encomendar a la
policía todas las diligencias de investigación que consideren conducentes al esclarecimiento de los hechos. Art 180,
inciso 1º CPP

Esta es una de las principales innovaciones del nuevo sistema de justicia penal, respecto del procedimiento penal
inquisitivo, ya que ahora la investigación está entregada a un ente distinto a los órganos jurisdiccionales, distinto al
Tribunal. Quien investiga actualmente es el fiscal.

Esta etapa es desformalizada, no se encuentra sujeta a reglas pre establecidas ni tiene una duración determinada. Su
inicio no requiere de ninguna autorización especial y en ella no se consulta la intervención del juez de garantía.

El único actor es el fiscal, que actúa por medio de la policía. Pero no podrá disponer diligencias que afecten los derechos
y garantías fundamentales del imputado, ya que en tal caso deberá pedir autorización previa del juez de garantía, lo que
puede obligarlo a formalizar la investigación para realizarlas.

113
Si bien este período no tiene una duración delimitada, termina con la formalización de la investigación que debe
efectuar el fiscal ante el juez de garantía en una audiencia verbal, convocada con este preciso objeto, a la que deben ser
citados todos los intervinientes y, desde luego, el imputado y su defensor.

Como ya hemos dicho, dentro de las 24 horas siguientes a aquella en que el fiscal tomare conocimiento - por cualquiera
de los medios previstos en la ley -, de la existencia de un hecho que revistiere los caracteres de delito de acción penal
pública, debe proceder a:

a) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del hecho delictivo;
b) La práctica de aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de las circunstancias
relevantes para la aplicación de la ley penal.
c) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de los partícipes del
hecho delictivo.
d) La práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación de las circunstancias
que sirvieren para verificar su responsabilidad.
e) Debe impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores. Art 180 inc. 2º CPP.

La parte final de la mentada disposición legal expresa que los fiscales podrán exigir información de toda persona o
funcionario público, los que no podrán excusarse de proporcionarla.

Los notarios, archiveros y conservadores de bienes raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos,
deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar los informes, antecedentes y copias de instrumentos que los
fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda clase de derechos e impuestos.

3. ACTIVIDADES DE LA INVESTIGACIÓN. Art. 181 CPP.

La investigación se llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho
y a la identificación de los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se
identificará a los testigos del hecho investigado y se consignarán sus declaraciones.

Si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se
dejará constancia de la descripción del lugar en que aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se
encontraren y de todo otro dato pertinente.

Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científicas, la toma de
fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios técnicos
que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados.

En estos casos, una vez verificada la operación se certificará el día, hora y lugar en que ella se hubiere realizado, el
nombre, la dirección y la profesión u oficio de quienes hubieren intervenido en ella, así como la individualización de la
persona sometida a examen y la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se reprodujere o explicare. En todo caso
se adoptarán las medidas necesarias para evitar la alteración de los originales objeto de la operación.

4. SECRETO DE LAS ACTUACIONES DE LA INVESTIGACIÓN. ART. 182 CPP.

Las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio público y por la policía serán secretas para los terceros
ajenos al procedimiento. En tal sentido, se ha mantenido la norma del Código de Procedimiento Penal, lo que parece
adecuado para lograr buenos resultados investigativos.

El imputado y los demás intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener copias, a su cargo, de los
registros y documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la investigación policial.

114
El fiscal podrá disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en secreto respecto del
imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario para la eficacia de la investigación. En tal caso
deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior
a cuarenta días para la mantención del secreto.

Reclamo ante el Juez de garantía por el secreto. El imputado o cualquier otro interviniente podrá solicitar del juez de
garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las piezas o actuaciones abarcadas por
él, o a las personas a quienes afectare. Art 182, inciso 4º CPP.

Prohibición de secreto. No se puede decretar el secreto respecto de las siguientes actuaciones:

a) sobre la declaración del imputado o cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a
intervenir;
b) las actuaciones en las que participare el tribunal,
c) los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor.

En todo caso, los funcionarios que hubieren participado en la investigación y las demás personas que, por cualquier
motivo, tuvieren conocimiento de las actuaciones de la investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de
ellas.

Esta norma se complementa con el artículo 64 de la Ley orgánica del MP, que señala la abstención a que están obligados
los fiscales para emitir opiniones acerca de los casos que tuvieren a su cargo.

5. PROPOSICIÓN DE DILIGENCIAS POR PARTE DE LOS INTERVINIENTES. Art. 183 CPP.

Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el procedimiento podrán solicitar al fiscal
todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos. El fiscal ordenará
que se lleven a efecto aquellas que estimare conducentes.

Si el fiscal rechazare la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público según lo disponga la ley
orgánica constitucional respectiva, con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia
de la diligencia. Dicha ley establece, en su artículo 33, que las reclamaciones que los intervinientes en un procedimiento
formulen en contra de un fiscal adjunto deben ser presentadas por escrito al fiscal regional, quien debe resolverlas
dentro de un plazo de 5 días hábiles.

6. ASISTENCIA A ACTUACIONES O DILIGENCIAS. Art. 184 CPP.

Durante la investigación, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado o de los demás intervinientes a las
actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo estimare útil.

En todo caso, podrá impartirles instrucciones obligatorias conducentes al adecuado desarrollo de la actuación o
diligencia y podrá excluirlos de la misma en cualquier momento.

7. AGRUPACIÓN Y SEPARACIÓN DE INVESTIGACIONES. Art. 185 CPP.

El fiscal podrá investigar separadamente cada delito de que conociere. No obstante, podrá desarrollar la investigación
conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las
investigaciones que se llevaren en forma conjunta.

Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y con motivo de esta circunstancia se
afectaren los derechos de la defensa del imputado, éste podrá pedir al superior jerárquico o al superior jerárquico
común, en su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso.

115
8. CONTROL JUDICIAL ANTERIOR A LA FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN. Art. 186 CPP.

Cualquier persona que se considerare afectada por una investigación que no se hubiere formalizado judicialmente,
podrá pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella.

También podrá el juez fijarle un plazo para que formalice la investigación.

Esta facultad conferida al imputado tiende a resguardarlo de aquellas indagaciones que pudieran perjudicarlo sin que
tenga la posibilidad de intervenir en las diligencias que se realicen.

La formalización no significa terminar con la indagación que pudo haberse iniciado antes de ella, sino que comienza, por
decirlo así, la etapa "oficial" de ella, sujeta a un plazo, en la que los demás intervinientes pueden tener una participación
más activa y en la que se requerirá legalmente la intervención del juez de garantía a propósito de diversas diligencias de
carácter probatorio o cautelar que deban realizarse.

9. OBJETOS, DOCUMENTOS E INSTRUMENTOS DEL DELITO. Art. 187 CPP

Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido o haber estado destinados a la
comisión del hecho investigado, o los que de él provinieren, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como
los que se encontraren en el sitio del suceso serán recogidos, identificados y conservados bajo sello.

En todo caso, se levantará un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas generales.

Es útil recordar que la letra c) del Art. 83, obliga a la Policía a resguardar el sitio del suceso, impidiendo el acceso a toda
persona ajena a la investigación, procediendo a su clausura si se tratare de un lugar cerrado o a su aislamiento si se
tratare de un lugar abierto. Evitará que se borren o alteren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se
remuevan los instrumentos usados para llevarlo a cabo mientras no interviniere personal experto de la misma policía.
Para estos efectos, los funcionarios policiales a cargo del procedimiento comunicarán de inmediato lo ocurrido al fiscal,
quien designará al personal especializado que fuere necesario.

Este personal experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o instrumentos de
cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho investigado, levantando un registro de todo ello.

Si los objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá a su
incautación previa orden judicial solicitada a petición del fiscal adjunto.

Con todo, tratándose de objetos, documentos e instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de
quien se practicare detención en caso de flagrancia, se podrá proceder a su incautación en forma inmediata.

10. CONSERVACIÓN DE LAS ESPECIES RECOGIDAS DURANTE LA INVESTIGACIÓN. Art. 188 CPP.

Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la custodia del ministerio público, quien deberá
tomar las medidas necesarias para evitar que se alteren de cualquier forma.

Podrá reclamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las disposiciones antes señaladas, a fin que adopte las
medidas necesarias para la debida preservación e integridad de las especies recogidas.

Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna pericia, siempre que
fueren autorizados por el ministerio público o, en su caso, por el juez de garantía.

El ministerio público llevará un registro especial en el que conste la identificación de las personas que fueren autorizadas
para reconocerlas o manipularlas, dejándose copia, en su caso, de la correspondiente autorización.

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11. RECLAMACIONES O TERCERÍAS.- Art. 189 CPP.

Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o terceros entablaren durante la investigación con el fin de obtener
la restitución de objetos recogidos o incautados se tramitarán ante el juez de garantía.

La resolución que recayere en el artículo así tramitado se limitará a declarar el derecho del reclamante sobre dichos
objetos, pero no se efectuará la devolución de éstos sino hasta después de concluido el procedimiento, a menos que el
tribunal considerare innecesaria su conservación.

Sin embargo, lo dispuesto precedentemente no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se
entregarán al dueño o legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o
tenencia por cualquier medio y establecido su valor.

En todo caso, se dejará constancia mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes de las especies
restituidas o devueltas.

12. TESTIGOS ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO. Art. 190 CPP.

Durante la etapa de investigación, los testigos citados por el fiscal estarán obligados a comparecer a su presencia y
prestar declaración ante el mismo, salvo aquellos exceptuados únicamente de comparecer a que se refiere el artículo
300.

No estarán obligados a concurrir al llamamiento judicial:

a) El Presidente de la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y Diputados; los miembros
de la Corte Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor General de la República y el Fiscal
Nacional;
b) Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el Director General
de la Policía de Investigaciones de Chile;
c) Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados vigentes
sobre la materia, y
d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en imposibilidad de
hacerlo.

OBLIGACIÓN DE COMPARECER.- Si las personas enumeradas en las letras a), b) y d) renunciaren a su derecho a no
comparecer, deberán prestar declaración conforme a las reglas generales. También deberán hacerlo si, habiendo
efectuado el llamamiento un tribunal de juicio oral en lo penal, la unanimidad de los miembros de la sala, por razones
fundadas, estimare necesaria su concurrencia ante el tribunal.

El fiscal no podrá exigir del testigo el juramento o promesa previstos en el artículo 306. Dicha norma dispone lo
siguiente: “Juramento o promesa. Todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará juramento o promesa de
decir verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento de los
hechos.
No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años, ni a aquellos de quienes el tribunal
sospechare que pudieren haber tomado parte en los hechos investigados. Se hará constar en el registro la omisión del
juramento o promesa y las causas de ello.
El tribunal, si lo estimare necesario, instruirá al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de su
obligación de ser veraz, así como de las penas con las cuales la ley castiga el delito de falso testimonio en causa
criminal.”

Si el testigo citado no compareciere sin justa causa o, compareciendo, se negare injustificadamente a declarar, se le
impondrán, respectivamente, las medidas de apremio. Puede ser arrestado hasta la realización de la actuación
respectiva, mediante una orden judicial, por un plazo máximo de 24 horas e imponérsele multas de hasta 15 UTM.
117
Además se le puede imponer el pago de las costas provocadas por su inasistencia. Si se negare a declarar sin causa
justificada será sancionado con las penas de reclusión menor en su grado medio a máximo. Ver artículos 299 y 33 CPP y
240 CPC.

Tratándose de testigos que fueren empleados públicos o de una empresa del Estado, el organismo público o la empresa
respectiva adoptará las medidas correspondientes, las que serán de su cargo si irrogaren gastos, para facilitar la
comparecencia del testigo, sea que se encontrare en el país o en el extranjero.

OBLIGACIONES DE LOS TESTIGOS.- Inciso 1º artículo 191. Al concluir la declaración del testigo, el fiscal le hará saber la
obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así como de comunicar cualquier
cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad.

ANTICIPACIÓN DE PRUEBA DE TESTIGOS.- Art. 191 CPP. Como dijimos, concluida la declaración de un testigo, el fiscal
pone en conocimiento de éste su obligación de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral.

Si al hacérsele esta prevención, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a la audiencia del juicio oral, por
tener que ausentarse a larga distancia o por existir algún motivo que hiciere temer la sobreviniencia de su muerte, su
incapacidad física o mental, u otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del juez de garantía que se reciba su
declaración anticipadamente si estimare que su testimonio es necesario para los fines de la investigación.

Si el juez accede a esta petición deberá citar a una audiencia a todos aquellos que tuvieren derecho a asistir al juicio
oral, quienes tendrán todas las facultades previstas para su participación en dicho juicio.

En el caso propuesto, el fiscal se encuentra obligado a formalizar la investigación, de acuerdo con lo dispuesto en el
Art.230.

ANTICIPACIÓN DE PRUEBA DE MENORES DE EDAD.- En conformidad con el Artículo 191 bis, el fiscal podrá solicitar que
se reciba la declaración anticipada de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos
contemplados en el Libro Segundo, Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las
circunstancias personales y emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada,
proceder a interrogarlo, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio.

Con todo, si se modificaren las circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá
rendirse en el juicio oral.

La declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa evolutiva
del menor de edad.

En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que tuvieren derecho a asistir al juicio oral.

ANTICIPACIÓN DE PRUEBA DE TESTIGOS EN EL EXTRANJERO.- Art. 192 CPP.- Si el testigo se encontrare en el extranjero
y no se tratare de un empleado público, el fiscal podrá solicitar al juez de garantía que también se reciba su declaración
anticipadamente.

Para este efecto, deberá prestar testimonio, según resultare más conveniente y expedito, ante un Cónsul chileno o ante
el tribunal del lugar en que se hallare.

La petición respectiva se hará llegar, por conducto de la Corte de Apelaciones correspondiente, al Ministerio de
Relaciones Exteriores para su diligenciamiento, y en ella se individualizará a los intervinientes que deban ser citados
para que concurran a la audiencia en que se prestará la declaración, en la cual podrán ejercer todas las facultades que
les corresponderían si se tratase de una declaración efectuada durante la audiencia del juicio oral.

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13. COMPARECENCIA DEL IMPUTADO ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO.- Art. 193 CPP.

Durante la etapa de investigación el imputado estará obligado a comparecer ante el fiscal, cuando éste así lo
dispusiere.

Mientras el imputado se encuentre detenido o en prisión preventiva, el fiscal estará facultado para hacerlo traer a su
presencia cuantas veces fuere necesario para los fines de investigación, sin más trámite que dar aviso al juez y al
defensor.

14. DECLARACIÓN VOLUNTARIA DEL IMPUTADO ANTE EL FISCAL ADJUNTO.- Artículo 194 CPP.

Si el imputado se allanare a prestar declaración ante el fiscal y se tratare de su primera declaración, antes de comenzar
el fiscal le comunicará detalladamente los siguientes puntos:

a) Cuál es el hecho que se le atribuyere, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida
conocida, incluyendo aquellas que fueren de importancia para su calificación jurídica.
b) Las disposiciones legales que resultaren aplicables, y
c) Los antecedentes que la investigación arrojare en su contra.

A continuación, el imputado podrá declarar cuanto tuviere por conveniente sobre el hecho que se le atribuyere.

En todo caso, el imputado no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad, debiendo
responder las preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación.

En el registro que de la declaración se practicare de conformidad a las normas generales se hará constar, en su caso, la
negativa del imputado a responder una o más preguntas.

15. METODOS PROHIBIDOS DE INVESTIGACIÓN. Art. 195 CPP.-

Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que menoscabe o coarte la libertad
del imputado para declarar.

En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna clase de coacción, amenaza o promesa. Sólo se admitirá la promesa
de una ventaja que estuviere expresamente prevista en la ley penal o procesal penal.

Se prohíbe, en consecuencia, todo método que afecte la memoria o la capacidad de comprensión y de dirección de los
actos del imputado, en especial cualquier forma de maltrato, amenaza, violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o
la administración de psicofármacos y la hipnosis.

Las prohibiciones previstas en este artículo rigen aun para el evento de que el imputado consintiere en la utilización de
alguno de los métodos vedados.

16. PROLONGACIÓN EXCESIVA DE LA DECLARACIÓN. Art. 196 CPP.-

Si el examen del imputado se prolongare por mucho tiempo, o si se le hubiere dirigido un número de preguntas tan
considerable que provocare su agotamiento, se concederá el descanso prudente y necesario para su recuperación.

Se hará constar en el registro el tiempo invertido en el interrogatorio.

119
DILIGENCIAS DE INVESTIGACIÓN LIMITATIVAS DE DERECHOS.-

Los profesores Julián López y María Inés Horvitz denominan bajo este título a ciertas diligencias de investigación, como
lo son los exámenes corporales y médicos, fundamentalmente porque se trata de medidas intrusivas de excepcional
importancia por los valores constitucionales en juego, como la dignidad de la persona (art. 1º CPR), el derecho a la
integridad física y psíquica de la persona (art. 19 N° 1, inc. 1° CPR), el derecho a no ser sometido a tratos crueles,
inhumanos y degradantes (art. 5.2 CADH y art. 7 PIDCP), el derecho a la libertad personal (art. 19 N° 7, inciso 1º CPR), el
derecho del detenido a no ser obligado a declarar; a no declarar contra uno mismo ni a confesarse culpable (art. 19 N° 7,
letra f) CPR, art. 14.3 g) PIDCP y art. 8, inciso 2º g) CADH).; pero el interés público en el esclarecimiento y sanción de los
delitos hace necesario dotar a los órganos vinculados a la persecución penal de la posibilidad de recurrir a este tipo de
medidas intrusivas.

En consecuencia, las intervenciones corporales son aquellas medidas de investigación realizadas sobre el cuerpo de las
personas, que implican un reconocimiento externo del mismo (registros o inspecciones), o la extracción desde su
interior de elementos que proporcionen información sobre la persona o de elementos incorporados a él (investigaciones
corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el establecimiento del cuerpo del
delito y de la participación culpable. El Código regula las intervenciones o exámenes corporales en diversos preceptos.

1. EXÁMENES CORPORALES. ART. 197 CPP.

Conforme lo dispone dicha disposición legal, pueden efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por
el hecho punible , tales como pruebas de carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no
fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado y si son necesarios para constatar circunstancias
relevantes para la investigación.

Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos, consintiere en hacerlo, el fiscal o la policía
ordenarán que se practique sin más trámite. En caso de negarse, se solicitará la correspondiente autorización judicial,
exponiéndose al juez las razones del rechazo.

El juez de garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las condiciones señaladas, es decir,
cuando sea necesario para constatar circunstancias relevantes para la investigación y no se menoscabe con ello la salud
o dignidad del imputado o del ofendido.

2. EXÁMENES MÉDICOS Y PRUEBAS RELACIONADAS CON ATENTADOS SEXUALES. ART. 198 CPP.

Tratándose de los delitos previstos en los Arts. 361 a 367 bis y 375 del Código Penal, los hospitales, clínicas y
establecimientos de salud semejantes, sean públicos o privados, deberán practicar los reconocimientos, exámenes
médicos y pruebas biológicas conducentes a acreditar el hecho punible y a identificar a los partícipes en su comisión,
debiendo conservar los antecedentes y muestras correspondientes.

Deberá levantarse acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes realizados, la que será suscrita por el jefe
del establecimiento o de la respectiva sección y por los profesionales que los hubieren practicado. Una copia será
entregada a la persona que hubiere sido sometida al reconocimiento, o a quien la tuviere bajo su cuidado; la otra, así
como las muestras de los análisis y exámenes practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta reserva en la
dirección del hospital, clínica o establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para ser remitidos al
ministerio público.

3. EXÁMENES MÉDICOS Y AUTOPSIAS. ART. 199 CPP.

El Art. 199 prescribe que en los delitos en que fuere necesaria la realización de exámenes médicos para la determinación
del hecho punible, el fiscal podrá ordenar que éstos sean llevados a efecto por el Servicio Médico Legal o por cualquier
otro servicio médico.

120
Las autopsias que el fiscal ordenare como parte de la investigación de un hecho punible serán practicadas en las
dependencias del Servicio Médico Legal, por el legista correspondiente; donde no lo hubiere, el fiscal designará un
médico y el lugar en que la autopsia deberá llevarse a cabo.

Para los efectos de la investigación, el fiscal podrá utilizar los exámenes practicados con anterioridad a su intervención,
si le parecieren confiables.

El D.F.L. Nº 196 de 4 de Abril de 1960 fija el texto de la Ley Orgánica del Servicio Médico Legal. A este Servicio - que está
integrado, entre otros organismos, por el Instituto Médico Legal "Dr.Carlos Ybar" y por los Servicios Médico-Legales de
provincias y comunas -, le corresponde asesorar a los Tribunales de Justicia en materias médico-legales (Art. 2º). El
Reglamento Orgánico del Servicio Médico Legal y del Instituto Médico Legal "Dr.Carlos Ybar”, de 17 de Abril de 1947,
prescribe en el artículo 18 que a la Sección Autopsias le corresponderá practicar las autopsias y demás investigaciones
médico-legales en cadáveres o restos humanos que ordenen los Tribunales de Justicia. El artículo 27 añade que de toda
autopsia que se practique se redactará un protocolo que se dejará archivado en el Instituto.

Los médicos legistas emitirán los informes por triplicado, debiendo firmar el original y las copias.

En los informes referidos deberá dejarse constancia expresa de las causas inmediatas que hubieren producido la muerte,
las que le hubieren dado origen y, con la mayor aproximación posible, la data de ella.

4. EXÁMENES Y PRUEBAS DE ADN. ART. 199 BIS CPP.

Los exámenes y pruebas biológicas destinados a la determinación de huellas genéticas sólo podrán ser efectuados por
profesionales y técnicos que se desempeñen en el Servicio Médico Legal, o en aquellas instituciones públicas o privadas
que se encontraren acreditadas para tal efecto ante dicho Servicio.

Las instituciones acreditadas constarán en una nómina que, en conformidad a lo dispuesto en el Reglamento, publicará
el Servicio Médico Legal en el Diario Oficial.

En relación a esta materia se dictó la ley 19.970, que creó el sistema nacional de registros de ADN.-

5. LESIONES CORPORALES. ART. 200 CPP.

Toda persona a cuyo cargo se encontrare un hospital u otro establecimiento de salud semejante, fuere público o
privado, dará cuenta en el acto al fiscal de la entrada de cualquier individuo que tuviere lesiones corporales de
significación, indicando brevemente el estado del paciente y la relación que hicieren la o las personas que lo hubieren
conducido acerca del origen de dichas lesiones y del lugar y estado en que hubiere sido encontrado.

La denuncia que efectúe el encargado del hospital o establecimiento de salud deberá consignar el estado del paciente,
describir los signos externos de las lesiones e incluir las exposiciones que hicieren el afectado o las personas que lo
hubieren conducido.

En ausencia del jefe del establecimiento, dará esta cuenta el que lo subrogare en el momento del ingreso del lesionado.

El incumplimiento de la obligación prevista en este artículo se castigará con la pena que prevé el Art.494 del Código
Penal, esto es, con multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales.

6. HALLAZGO DE UN CADÁVER. ART. 201. CPP.

Cuando hubiere motivo para sospechar que la muerte de una persona fuere el resultado de un hecho punible, el fiscal
procederá, antes de la inhumación del cadáver o inmediatamente después de su exhumación, a practicar el
reconocimiento e identificación del difunto y a ordenar la autopsia.

121
Debe recordarse que según previene el Art. 181, la investigación que deba realizarse se hará en forma de consignar y
asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de los partícipes en el mismo. Deberá,
pues, efectuarse una descripción del lugar y de la forma cómo fue encontrada la persona, con indicación de las huellas,
rastros o señales.

Practicada la autopsia, el cadáver será entregado a los parientes del difunto o a quienes invocaren título o motivo
suficiente, previa autorización del fiscal.

7. EXHUMACIÓN. ART. 202 CPP.

En casos calificados y cuando el fiscal considerare que la exhumación de un cadáver pudiere resultar de utilidad para la
investigación de un hecho punible, podrá solicitar autorización judicial para la práctica de dicha diligencia.

El tribunal resolverá según lo estimare pertinente, previa citación del cónyuge o de los parientes más cercanos del
difunto.

En todo caso, practicado el examen o la autopsia correspondiente se procederá a la inmediata sepultura del cadáver.

8. PRUEBAS CALIGRÁFICAS. ART. 203 CPP.

De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 203 del CPP., el fiscal podrá solicitar al imputado que escriba en su presencia
algunas palabras o frases, con el objeto de practicar las pericias caligráficas que considerare necesarias para la
investigación.

Si el imputado se negare a hacerlo, el fiscal podrá solicitar al juez de garantía la autorización correspondiente.

Estas muestras de escritura son necesarias para efectuar pericias caligráficas tendientes a establecer los delitos de
falsificación de instrumento público o privado, ya que ellas serán confrontadas por los peritos con la escritura de los
instrumentos dubitados.

DILIGENCIA DE ENTRADA Y REGISTRO.-

Es una diligencia que persigue la obtención de pruebas para la comprobación del hecho punible o la participación
culpable y/o para solicitar alguna medida cautelar. Implica por regla general la afectación o perturbación de los derechos
fundamentales a la intimidad e inviolabilidad del hogar (art. 19 N°s 4 y 5 CPR; art. 17 PIDCP; art. 11 CADH).

La Constitución permite la afectación del derecho, pero con ciertas limitaciones, cuando expresa : "El hogar sólo puede
allanarse... en los casos y formas determinados por la ley".

La Comisión Constituyente acordó incorporar en las actas, como definición de "hogar", la que proporciona Raimundo del
Río en su libro “Elementos del Derecho Penal”. "Se entiende por hogar, casa o morada el recinto de las habitaciones y
sus dependencias en que una persona vive o ejerce sus actividades de trabajo y también los recintos cerrados que tenga
bajo su control a cualquier título, aunque no concurran las circunstancias de vida o actividad dentro de él".

El CPP no se refiere ni a hogar ni a domicilio, sino en general a lugares y edificios, conceptos más amplios que aquellos.
Sin embargo, sólo exige autorización judicial previa para los lugares o edificios cerrados, aludiendo a un elemento propio
del concepto de domicilio. El CPP regula las facultades de intromisión en la intimidad espacial por parte de funcionarios
públicos, que, en consecuencia, quedan exentos de responsabilidad criminal, respecto a algunas figuras ilícitas, tales
como la violación de domicilio, por actuar justificadamente. La exigencia de resolución judicial aparece como un
mecanismo preventivo para la protección de aquel derecho; de allí que no sea criterio para evaluar la vulneración de
esta garantía el examen de si hubo o no realmente una lesión efectiva de ella.

122
Sin embargo, la mera comprobación del ingreso ilegítimo al domicilio conlleva, entre otros efectos, la exclusión
probatoria o la prohibición de valoración de la evidencia que se hallare en dicho lugar, sin que ello pueda ser subsanado
posteriormente.

Como se verá más adelante, en tres supuestos el CPP autoriza la entrada y registro del hogar o domicilio: existencia de
consentimiento del titular del derecho, presencia de flagrante delito y resolución judicial previa. Existe otro caso,
normado en forma general en el Código Penal en el artículo art. 10 N° 7, y en el ámbito especial en el artículo 145.

En general, la ley procesal penal exige autorización judicial previa para la entrada y registro de lugares cerrados, en que
no existe consentimiento del titular del derecho y no se trata de un delito flagrante.

1. ENTRADA Y REGISTRO EN LUGARES DE LIBRE ACCESO PÚBLICO. ART. 204 CPP.

Carabineros de Chile y la Policía e Investigaciones podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso
público, como calles, plazas, parques, recintos deportivos o lugares de recreación, en la búsqueda del imputado contra
el cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren servir
para la comprobación del mismo.

Así, la policía no necesita de una orden especial del fiscal ni del juez para efectuar el registro de esta clase de lugares
siempre que se le hubiere encomendado una orden de detención en contra del imputado o la verificación de rastros o
huellas del hecho investigado.

2. ENTRADA Y REGISTRO EN LUGARES CERRADOS. ART. 205 CPP.

Cuando se presumiere que el imputado o medios de comprobación del hecho que se investiga, se encontraren en un
determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al mismo y proceder al registro, siempre que el propietario o
encargado consintiere expresamente en la práctica de la diligencia. Art.205 CPP.

En este caso, el funcionario que practique el registro deberá individualizarse y cuidará que la diligencia se realice
causando el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo, entregará al propietario o
encargado un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de los funcionarios que lo hubieren
practicado y de aquél que lo hubiere ordenado.

Si, por el contrario, el propietario o el encargado del edificio o lugar no permitiere la entrada y registro, la policía
adoptará las medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez de garantía la
autorización para proceder a la diligencia. En todo caso, el fiscal hará saber al juez las razones que el propietario o
encargado hubiere invocado para negar la entrada y registro.

El art. 206 establece que la policía podrá entrar en un lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su
propietario o encargado ni autorización u orden previa, cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren
en el interior u otros signos evidentes indicaren que en el recinto se está cometiendo un delito.

De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y levantarse un acta
circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas siguientes. Copia de dicha acta se entregará al
propietario o encargado del lugar.

Existe una regla especial tratándose del delito de abigeato, pues la norma en estudio contempla, en su inciso final, que
tratándose de dicho delito la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de que se está
perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización del
propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores.

Recordemos que el abigeato es el delito de robo o hurto de caballos, bestias de silla o carga, especies de ganado mayor,
menor o porcino.
123
3. ENTRADA Y REGISTRO EN LUGARES ESPECIALES. ART. 209 CPP.-

Para proceder al examen y registro de lugares religiosos, edificios en que funcionare alguna autoridad pública o de
recintos militares, el fiscal, sin necesidad de autorización judicial, deberá oficiar previamente a la autoridad o persona a
cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación.

Dicha comunicación debe ser remitida con al menos cuarenta y ocho horas de anticipación y contendrá las señas de lo
que hubiere de ser objeto del registro, a menos que fuere de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia.

Además, en ella se indicará a las personas que lo acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar,
edificio o recinto a presenciar la actuación o a nombrar a alguna persona que asista.

Si la diligencia implicare el examen de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o


elementos de dicho carácter y cuyo conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo
cargo se encontrare el recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado
correspondiente, a través del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su
oposición a la práctica de esta diligencia. Si el fiscal la estimare indispensable, remitirá los antecedentes al fiscal regional,
quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte Suprema que resuelva la controversia, decisión que se
adoptará en cuenta.

4. ENTRADA Y REGISTRO EN LUGARES QUE GOZAN DE INVIOLABILIDAD DIPLOMÁTICA. ART. 210 CPP.-

Para la entrada y registro de locales de embajadas, residencia de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y
organismos internacionales y de naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el
juez pedirá su consentimiento al respectivo jefe de la misión por oficio, en el cual le pedirá que conteste dentro de
veinticuatro horas. Este oficio será remitido por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Si el jefe de misión negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al Ministerio
de Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que practicare,
el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello se podrán adoptar medidas de
vigilancia, conforme a las reglas generales.

En casos urgentes y graves, podrá el juez solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por intermedio del
fiscal, quien certificará el hecho de haberse concedido.

Como es obvio, si el jefe de la misión negare su consentimiento para la entrada o registro al juez, al fiscal o al Ministerio
de Relaciones Exteriores, dichas diligencias no podrán ser realizadas.

Lo expresado rige, igualmente, para los locales en que funcionen los Consulados de países extranjeros y en este evento,
la autorización para la entrada y registro deberá solicitarse al jefe de la oficina consular, a la persona que aquél designe
o al jefe de la misión diplomática. Art. 211 CPP.

La intervención del juez, requerida en estas situaciones, no tiene por objeto aprobar la medida sino para que obtenga las
autorizaciones correspondientes conforme a las reglas establecidas por el Derecho internacional; ya no se trata tanto de
la protección de la intimidad, sino del respeto de ciertos privilegios procesales de que gozan algunas autoridades.

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HORARIO PARA EL REGISTRO Y CONTENIDO DE LA ORDEN.-

El registro o allanamiento deberá hacerse en el tiempo que medie entre las seis y las veintidós horas; pero podrá
verificarse fuera de este horario en lugares de libre acceso público y que se encontraren abiertos toda la noche.

En otras palabras, el registro en lugares cerrados y en los abiertos al público que se cierran durante la noche, podrá
efectuarse únicamente entre las seis y las veintidós horas.
Sin embargo, en casos urgentes, el registro podrá realizarse a cualquiera hora, cuando su ejecución no admitiere
demora. En este evento la resolución que autoriza la entrada y el registro deberá señalar expresamente el motivo de la
urgencia. Art. 207 CPP.

La orden del juez de garantía que autoriza la entrada y registro deberá señalar:

 El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados;


 El fiscal que lo hubiere solicitado;
 La autoridad encargada de efectuar el registro; y
 El motivo del registro y, en su caso, el del ingreso nocturno.

La orden tendrá una vigencia máxima de diez días, después de los cuales caducará la autorización. Con todo, el juez que
emitiere la orden podrá establecer un plazo de vigencia inferior. Art. 208 CPP.

PROCEDIMIENTO PARA EL REGISTRO.- ART. 212 A 216 CPP.-

Los arts. 212 a 216 contienen el detalle de todo el procedimiento que debe observarse para el allanamiento o registro
de lugares o recintos cerrados, lo que demuestra lo extremadamente cuidadoso que ha sido el legislador en esta
materia.

Así, la resolución que autorizare la entrada y el registro de un lugar cerrado se notificará al dueño o encargado,
invitándolo a presenciar el acto, a menos que el juez de garantía autorizare la omisión de estos trámites sobre la base de
antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar el éxito de la diligencia.

Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la notificación se hará a cualquier persona mayor de edad que se
hallare en el lugar o edificio, quien podrá, asimismo, presenciar la diligencia.

Si no se hallare a nadie, se hará constar esta circunstancia en el acta de la diligencia.

Aún antes de que el juez de garantía dictare la orden de entrada y registro, el fiscal podrá disponer las medidas de
vigilancia que estimare convenientes para evitar la fuga del imputado o la substracción de documentos o cosas que
constituyeren el objeto de la diligencia.

Practicada la notificación antedicha, se procederá a la entrada y registro. Si se opusiere resistencia al ingreso, o nadie
respondiere a los llamados, se podrá emplear la fuerza pública. En estos casos, al terminar el registro se cuidará que los
lugares queden cerrados, a objeto de evitar el ingreso de otras personas en los mismos. Todo ello se hará constar por
escrito.

En los registros se procurará no perjudicar ni molestar al interesado más de lo estrictamente necesario.

El registro se practicará en un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no fuere posible continuarlo, debiendo
reanudarse apenas cese el impedimento.

Si durante la práctica de la diligencia de registro se descubrieren objetos o documentos que permitieren sospechar la
existencia de un hecho punible distinto del que constituyere la materia del procedimiento, podrá procederse a su
incautación, previa orden judicial. Dichos objetos y documentos serán conservados por el fiscal.
125
De todo lo obrado durante la diligencia de registro deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada. Los objetos y
documentos que se incautaren serán puestos en custodia y sellados, entregándose un recibo detallado de los mismos al
propietario o encargado del lugar.

Si en el lugar o edificio no se descubriere nada sospechoso, se dará testimonio de ello al interesado, si lo solicitare.

INCAUTACIÓN DE OBJETOS Y DOCUMENTOS.- ART. 217 CPP.

Con respecto a los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado, los que pudieren ser objeto de la pena
de comiso y aquellos que pudieren servir como medio de prueba, serán incautados, previa orden judicial librada a
petición del fiscal, cuando la persona en cuyo poder se encontraren no los entregare voluntariamente, o si el
requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro el éxito de la investigación.

Si los objetos y documentos se encontraren en poder de una persona distinta del imputado, en lugar de ordenar la
incautación, o bien con anterioridad a ello, el juez podrá apercibirla para que los entregue. Regirán, en tal caso, los
medios de coerción previstos para los testigos. Con todo, dicho apercibimiento no podrá ordenarse respecto de las
personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar declaración.

Cuando existieren antecedentes que permitieren presumir en forma suficiente que los objetos y documentos se
encuentran en un lugar cerrado se procederá a recogerlos con autorización del propietario o encargado del lugar y si
éste la negare se pedirá autorización al juez de garantía.

De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas generales. El encargado de la diligencia
otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder un recibo detallado de los objetos y documentos
incautados. Dichos objetos y documentos serán inventariados y sellados y se pondrán bajo la custodia del ministerio
público, quien adoptará las medidas necesarias para que no se alteren y los intervinientes tendrán acceso a ellos con
permiso del fiscal o del juez de garantía. Con ello se da comienzo la Cadena de Custodia.

OBJETOS Y DOCUMENTOS NO SUJETOS A INCAUTACIÓN. ART. 220 CPP.-

El Art. 220 dispone que no podrá disponerse la incautación ni la entrega bajo el apercibimiento previsto en el art. 217
inciso 2º:

1. De las comunicaciones entre el imputado y las personas que pudieren abstenerse de declarar como testigos por
razón de parentesco o en virtud de lo prescrito en el Art. 303, relativo a las personas que pueden negarse a deponer
en juicio en razón del secreto profesional;
2. De las notas que hubieren tomado estas mismas personas sobre comunicaciones confiadas por el imputado, o sobre
cualquier circunstancia a la que se extendiere la facultad de negarse a prestar testimonio, y
3. De otros objetos o documentos, incluso los resultados de exámenes o diagnósticos relativos a la salud del imputado,
a los cuales se extendiere naturalmente la facultad de abstenerse de prestar declaración.

Dicha norma agrega que las limitaciones mencionadas sólo regirán cuando las comunicaciones, notas, objetos o
documentos se encontraren en poder de las personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar declaración;
tratándose de las personas que deben guardar secreto profesional, la limitación se extenderá además a las oficinas o
establecimientos en los cuales ejercen su profesión o actividad.

La misma disposición señala que estas limitaciones no regirán cuando las personas facultadas para no prestar testimonio
fueren imputadas por el hecho investigado o cuando se tratare de objetos y documentos que pudieren caer en comiso,
por provenir de un hecho punible o haber servido, en general, para su comisión.

En caso de duda acerca de la procedencia de la incautación, el juez podrá ordenarla por resolución fundada. Los objetos
y documentos así incautados serán puestos a disposición del juez, sin previo examen del fiscal o de la policía, quien
decidirá, a la vista de ellos, acerca de la legalidad de la medida. Si el juez estimare que los objetos y documentos
126
incautados no debieron ser objeto de esta medida, ordenará su inmediata devolución a la persona respectiva. En caso
contrario, hará entrega de los mismos al fiscal, para los fines que éste estimare convenientes.

Si en cualquier momento del procedimiento se constatare que los objetos y documentos incautados no debieron ser
objeto de ella, en conformidad con este artículo, no podrán ser valorados como medios de prueba en la etapa procesal
correspondiente.

RETENCIÓN E INCAUTACIÓN DE CORRESPONDENCIA, E INTERCEPTACIÓN DE LAS COMUNICACIONES

Estas medidas intrusivas afectan, al igual que las examinadas anteriormente, el derecho constitucional a la intimidad,
protegido en el art. 19 N°s 4 5 CPR, pues esta asegura: " El respeto y protección a la vida privada..." y "La inviolabilidad....
de toda forma de comunicación privada". A continuación establece que "... las comunicaciones y documentos privados
(sólo pueden) interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas determinados por la ley".

La intimidad puede ser concebida como la facultad del individuo, grupo o institución de determinar por sí mismo
cuándo, cómo y en qué grado puede comunicarse a otros información sobre él. Este derecho abarca tres esferas: la zona
pública, que corresponde al campo de actuación de los hombres públicos; la zona privada, que abarca la esfera no
pública, fundamentalmente la vida familiar y de las relaciones de amistad; y la esfera íntima o confidencial, es decir, la
que normalmente se quiere ocultar a la curiosidad ajena.

Por correspondencia (telefónica, telegráfica, epistolar, etc.) debe entenderse toda comunicación de ideas, sentimientos,
propósitos o noticias entre una o más personas determinadas, de forma distinta a la conversación en presencia. Se
diferencia de las comunicaciones públicas o colectivas, que están más bien vinculadas con la libertad de expresión, en
cuanto tiene un destinatario concreto y específico. La Comisión constituyente entendió por comunicación privada
aquella que tiene lugar de modo confidencial, esto es, singularizándose el destinatario con el propósito de excluir a
terceros.

1. RETENCIÓN E INCAUTACIÓN DE CORRESPONDENCIA. ART. 218 Y 219 CPP.-

A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por resolución fundada, la retención de la correspondencia postal,
telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al imputado o remitidos por él, aún bajo nombre supuesto, o de aquellos
que, por razones de especiales circunstancias, se presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser destinatario,
siempre que por motivos fundados fuere previsible su utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer
la obtención de copias o respaldo de la correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.

El fiscal deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquellos que tuvieren relación con el
hecho investigado. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el Art. 188, esto es, serán guardados
bajo la custodia del ministerio público, quien adoptará las medidas necesarias para evitar que se alteren de cualquier
forma.

Los intervinientes tendrán acceso a esta correspondencia retenida siempre que fueren autorizados por el fiscal o por el
juez de garantía.

La correspondencia y los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su caso,
entregados a su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La
correspondencia que hubiere sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de sellada,
otorgando, en caso necesario, el certificado correspondiente.

El juez de garantía podrá autorizar, además, a petición del fiscal, que cualquier empresa de comunicaciones facilite
copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas. Del mismo modo, podrá ordenar la entrega de versiones
que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros medios.

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2. INTERCEPTACIÓN DE COMUNICACIONES TELEFÓNICAS. ART. 222.-

Cuando existieren fundadas sospechas, basadas en hechos determinados, de que una persona hubiere cometido o
participado en un ilícito penal que mereciere pena de crimen, y la investigación lo hiciere imprescindible, el juez de
garantía, a petición del ministerio público, podrá ordenar la interceptación y grabación de sus comunicaciones
telefónicas u otras formas de comunicación.

Esta orden sólo podrá afectar al imputado o a personas respecto de las cuales existieren sospechas fundadas, basadas
en hechos determinados, de que ellas sirven de intermediarias de dichas comunicaciones y, asimismo, de aquellas que
facilitaren sus medios de comunicación al imputado o sus intermediarios.

No se podrán interceptar las comunicaciones entre el imputado y su abogado, a menos que el juez de garantía lo
ordenare, por estimar fundadamente sobre la base de antecedentes de los que dejará constancia en la respectiva
resolución, que el abogado pudiere tener responsabilidad en los hechos investigados.

La orden que dispusiere la interceptación y grabación deberá indicar circunstanciadamente el nombre y dirección del
afectado por la medida y señalar la forma de la interceptación y la duración de la misma, la que no podrá exceder de
sesenta días. El juez, podrá prorrogar este plazo por períodos de hasta igual duración, para lo cual deberá examinar,
cada vez, la concurrencia de los requisitos previstos en los incisos precedentes, ya referidos.

Las empresas telefónicas y de comunicaciones deberán dar cumplimiento a esta medida, proporcionando a los
funcionarios encargados de la diligencia las facilidades necesarias para que se lleve a cabo con la oportunidad con que se
requiera. Con este objetivo los proveedores de tales servicios deberán mantener, en carácter reservado, a disposición
del Ministerio Público, un listado actualizado de sus rangos autorizados de direcciones IP y un registro, no inferior a seis
meses, de los números IP de las conexiones que realicen sus abonados. La negativa o entorpecimiento a la práctica de la
medida de interceptación y grabación será constitutiva del delito de desacato. Asimismo, los encargados de realizar la
diligencia y los empleados de las empresas mencionadas en este inciso deberán guardar secreto acerca de la misma,
salvo que se les citare como testigos al procedimiento.

Si las sospechas tenidas en consideración para ordenar la medida se disiparen o hubiere transcurrido el plazo de
duración fijado para la misma, ella deberá ser interrumpida inmediatamente.

REGISTRO DE LA INTERCEPTACIÓN. ART. 223 CPP.

La interceptación telefónica será registrada mediante su grabación magnetofónica u otros medios técnicos análogos que
aseguraren la fidelidad del registro. La grabación será entregada directamente al ministerio público, quien la conservará
bajo sello y cuidará que la misma no sea conocida por terceras personas.

Cuando lo estimare conveniente, el ministerio público podrá disponer la trascripción escrita de la grabación por un
funcionario que actuará, en tal caso, como ministro de fe acerca de la fidelidad de la misma. Sin perjuicio de ello, el
ministerio público deberá conservar los originales de la grabación.

La incorporación al juicio oral de los resultados obtenidos con la medida de interceptación se realizará de la manera que
determinare el tribunal, en la oportunidad procesal respectiva. En todo caso, podrán ser citados como testigos las
personas encargadas de practicar la diligencia.

Esta situación constituye una excepción a lo dispuesto en el artículo 334, que prohíbe incorporar o invocar como medios
de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o
actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.

Aquellas comunicaciones que fueren irrelevantes para el procedimiento serán entregadas, en su oportunidad, a las
personas afectadas con la medida, y se destruirá toda trascripción o copia de ellas por el ministerio público.

128
Lo prescrito anteriormente no regirá respecto de aquellas grabaciones que contuvieren informaciones relevantes para
otros procedimientos seguidos por hechos que pudieren constituir un delito que merezca pena de crimen, de las cuales
se podrá hacer uso conforme a lo ya expresado.

La medida de interceptación será notificada al afectado con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la
investigación lo permitiere, y en cuanto ello no pusiere en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas.
Art. 224 CPP.

Es importante tener presente que los resultados de la medida de interceptación telefónica o de otras formas de
telecomunicaciones no podrán ser utilizados como medios de prueba en el procedimiento, cuando ellas hubieren tenido
lugar en otra forma que la autorizada en conformidad a las reglas precedentes. Art 225 CPP.

DILIGENCIAS REALIZADAS SIN CONOCIMIENTO DEL AFECTADO. ART 236 CPP.-

El Art. 236 prescribe que las diligencias de investigación que de conformidad con lo dispuesto en el art. 9º del CPP
requieren autorización judicial previa por afectar derechos y garantías fundamentales del imputado establecidos en la
Constitución, en los tratados internacionales ratificados por Chile, actualmente vigentes o por la legislación positiva,
podrán ser solicitadas por el fiscal aún antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se
llevaren a cabo sin previa comunicación al afectado, el juez permitirá que se proceda en la forma solicitada cuando la
gravedad de los hechos o la naturaleza de la diligencia de que se trate permitiere presumir que dicha circunstancia
resulta indispensable para su éxito.

Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare proceder en la forma señalada, el juez lo
autorizará cuando la reserva resultare estrictamente indispensable para la eficacia de la diligencia.

OTROS MEDIOS TÉCNICOS DE INVESTIGACIÓN. ART. 226 CPP.-

Cuando el procedimiento tuviere por objeto la investigación de un hecho punible que mereciere pena de crimen, el juez
de garantía podrá ordenar, a petición del ministerio público, la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de
imágenes, conducentes al esclarecimiento de los hechos.

Asimismo, podrá disponer la grabación de comunicaciones entre personas presentes, con los resguardos expresados en
los párrafos anteriores para la interceptación de comunicaciones telefónicas.

REGISTRO DE LAS ACTUACIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.- ART. 227 CPP.

El ministerio público deberá dejar constancia de las actuaciones que realizare, tan pronto tuvieren lugar, utilizando al
efecto cualquier medio que permitiere garantizar la fidelidad e integridad de la información, así como el acceso a la
misma de aquellos que de acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo.

La constancia de cada actuación deberá consignar a lo menos la indicación de la fecha, hora y lugar de realización, de los
funcionarios y demás personas que hubieren intervenido y una breve relación de sus resultados.

REGISTRO DE LAS ACTUACIONES POLICIALES.- ART. 228 CPP.

La policía levantará un registro, en el que dejará constancia inmediata de las diligencias practicadas, con expresión del
día, hora y lugar en que se hubieren realizado y de cualquier circunstancia que pudiere resultar de utilidad para la
investigación. Se dejará constancia en el registro de las instrucciones recibidas del fiscal y del juez.

El registro será firmado por el funcionario a cargo de la investigación y, en lo posible, por las personas que hubieren
intervenido en los actos o proporcionado alguna información.

En todo caso, estos registros no podrán reemplazar las declaraciones de la policía en el juicio oral.
129
LA FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.
GENERALIDADES.-

1. Concepto: El Art. 229 la define como la "Comunicación que el Fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de
garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más delitos determinados".

2. Esta comunicación se lleva a cabo dentro de una audiencia oral, ante el juez de garantía competente, a la que deben
ser citados todos los intervinientes. Sólo procede en los delitos de acción penal pública; en los delitos de acción penal
privada no se contempla, dado que en ellos no tiene ninguna injerencia el ministerio público.

La formalización de la investigación únicamente puede ser efectuada por el ministerio público, ya que, por atribución y
mandato constitucional, sólo a él le compete dirigir la investigación criminal.

3. El fiscal, que ha realizado una investigación preliminar con respecto a la ocurrencia de un hecho ilícito del que ha
tomado conocimiento por denuncia o querella, o por otro medio, cuando estima que cuenta con antecedentes
bastantes para justificar su existencia y la posible participación que le ha cabido a determinada persona, solicita al juez
de garantía que lo cite a él, al imputado, a su defensor y a la víctima, o querellante, si lo hay, a una audiencia para
formalizar o judicializar la investigación que hasta ese momento ha llevado privadamente.

En todo caso, antes de adoptar esta decisión, deberá evaluar la conveniencia de hacerlo, ya que una vez formalizada la
investigación se producirá un control más intenso por parte de la defensa del imputado y del juez de garantía sobre la
investigación. Esta investigación preliminar no tiene fijado plazo alguno; el fiscal formalizará cuando lo "considerare
oportuno".

4. Recapitulando, para estar frente a esta institución deben cumplirse los siguientes requisitos:

1. Comunicación del fiscal.


2. Que esta comunicación se dirija al imputado.
3. Que se efectúe delante del juez de garantía.
4. Que señale en esa comunicación que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más
delitos determinados.

OPORTUNIDAD PARA EFECTUAR LA FORMALIZACIÓN.- Artículo 230 CPP.-

El Art. 230 dispone que el fiscal podrá formalizar la investigación cuando lo considere oportuno, lo que dice relación con
el convencimiento que se haya formado, a través de las pruebas o evidencias reunidas, respecto de la ocurrencia del
hecho ilícito investigado y de la participación que en él ha cabido al imputado.

En otras palabras, significa que se encuentra en condiciones de demostrar, en el curso del procedimiento y, en especial,
en el juicio oral, futuro y eventual, que aquél, a quien debe tenerse como inocente, no es tal.

La misma norma indica tres casos en que el fiscal se encuentra obligado a formalizar la investigación de inmediato:

1. Cuando debiere requerir la intervención judicial para la práctica de determinadas diligencias de investigación;
2. Cuando debiere solicitar autorización judicial para una recepción anticipada de prueba; y
3. Cuando solicite medidas cautelares en contra del imputado, por ejemplo, su prisión preventiva.

A los casos anteriores debe agregarse la situación relativa a la primera audiencia judicial del detenido y que regula el
Art.132 del CPP, en la que el fiscal se encuentra obligado a formalizar la investigación respecto de dicho imputado,
siempre que cuente con los antecedentes necesarios.

130
Asimismo, debe añadirse la situación en que el imputado que se siente afectado por una investigación que no se ha
formalizado judicialmente, puede pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal que informe acerca de los hechos que
son objeto de ella. El Art.186, que trata de esta materia, señala también que el juez podrá fijarle un plazo al fiscal "para
que formalice la investigación."

AUDIENCIA DE FORMALIZACIÓN.- Artículos 231 y 232 CPP.-

Si el fiscal deseare formalizar la investigación respecto de un imputado que no se encontrare en el caso previsto en el
artículo 132 del CPP, solicitará al juez de garantía la realización de una audiencia en fecha próxima, mencionando la
individualización del imputado, la indicación del delito que se le atribuyere, la fecha y lugar de su comisión y el grado de
participación del imputado en el mismo.

A esta audiencia se citará al imputado, a su defensor y a los demás intervinientes en el procedimiento.

En la audiencia, el juez ofrecerá la palabra al fiscal para que exponga verbalmente los cargos que presentare en contra
del imputado y las solicitudes que efectuare al tribunal. Enseguida, el imputado podrá manifestar lo que estimare
conveniente.

A continuación el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los intervinientes plantearen.

El imputado podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público, según lo disponga la ley orgánica constitucional
respectiva, de la formalización de la investigación realizada en su contra, cuando considerare que ésta hubiere sido
arbitraria.

Según ya se expresara, a la audiencia pedida por el fiscal para los efectos de formalizar deben ser citados todos los
intervinientes. En primer lugar, y como es usual en toda audiencia oral celebrada ante el juez de garantía, éste verificará
si se encuentran presentes los intervinientes y quiénes son, individualizándolos.

Luego, conforme a lo prevenido por el Art. 232, ofrecerá la palabra al fiscal para que exponga verbalmente los cargos
que hace valer en contra del imputado y las solicitudes que efectuare al tribunal.

Enseguida, el imputado podrá manifestar lo que estimare conveniente.

A continuación, el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que plantearen los intervinientes que concurran. No
procede en esta oportunidad que el juez de garantía interrogue al imputado ni tampoco que realice otra intervención
que no sea la de dirigirla, otorgando el uso de la palabra a quien corresponda.

Por otra parte, no es ésta la ocasión para que el fiscal, imputado o querellante rindan sus pruebas.

Si bien el juez de garantía dirige el debate que pueda producirse en la audiencia, a la que, como dijimos, deben ser
citados todos los intervinientes, no puede adoptar resolución alguna con respecto a la procedencia o improcedencia de
la formalización. Ella es privativa del fiscal.

Sin embargo, es posible que en dicha audiencia se soliciten y decreten dos de las más importantes salidas alternativas
del sistema: la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios, que estudiaremos a continuación.

El imputado no puede apelar de la formalización, como quiera que no se trata de una resolución sino que de una
decisión del fiscal; pero sí puede reclamar en contra de ella ante las autoridades del ministerio público, de acuerdo con
lo dispuesto en el Art. 232, cuando considerare que ésta ha sido arbitraria, reclamación que se sujetará a las normas que
fija su Ley Orgánica.

131
EFECTOS DE LA FORMALIZACIÓN.- Art. 233 CPP.-

Según el Art.233, la formalización de la investigación produce los siguientes efectos:

1. Suspende el curso de la prescripción de la acción penal de conformidad con lo dispuesto en el Art.96 del Código
Penal. Esta última disposición legal precisamente dispone que la prescripción que ha comenzado a correr desde el
día en que se hubiere cometido un delito, se suspende desde que el procedimiento se dirige en contra de quien lo
hubiere perpetrado;

2. Comienza a correr el plazo de dos años de que dispone el fiscal, como máximo, para que se declare cerrada la
investigación en conformidad con lo dispuesto en el Art. 247; y

3. El ministerio público pierde la oportunidad de que disponía para archivar provisionalmente la investigación.
Recordemos que esta es una de las salidas alternativas del sistema, de acuerdo con lo dispuesto en el Art.167, y lo
anterior es una consecuencia obligada de la circunstancia de existir antecedentes suficientes que ameritan la
formalización o judicialización de aquella.

Los señalados en el artículo 233 no son los únicos efectos. La formalización marca un hito a partir del cual los
intervinientes comienzan a ejercer sus derechos en plenitud.

1. Así, en la audiencia de formalización de la investigación el fiscal podrá solicitar al juez que la causa pase
directamente a juicio oral, conforme indica el artículo 235.

2. También, una vez formalizada la investigación, la tramitación de la causa conforme a las reglas del procedimiento
abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia del preparación del juicio
oral. (art. 407).

3. Después de formalizada la investigación es posible también, en cualquier momento, hasta la celebración de la


audiencia de preparación del juicio oral, que se soliciten y decreten las dos salidas alternativas recién referidas: la
suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios. Para ello se requerirá, por cierto, la
celebración de una audiencia oral ante el juez de garantía a la que deberán ser citados los intervinientes.

4. Es útil recordar, además, que la audiencia en que se formalice la investigación es la primera oportunidad de que
disponen el fiscal y el querellante para pedir al juez de garantía la prisión preventiva del imputado u otra de las
medidas cautelares que contempla la ley, petición que deben efectuar verbalmente.

5. Hay que tener en cuenta también que en conformidad con lo dispuesto en el Art. 142, la prisión preventiva del
imputado puede pedirse en cualquier etapa de la investigación siempre que ésta se hubiere formalizado, caso en el
cual el juez fijará una audiencia para resolver.

PLAZO PARA EL CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN.- Art. 234, en relación con el 247 CPP.

Si bien la investigación preliminar no tiene plazo delimitado, en cambio la investigación posterior a la formalización está
sujeta a un plazo que, como máximo, puede ser de dos años. Esto sin perjuicio de que en la audiencia de formalización,
el juez de garantía pueda fijar uno menor, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes y oyendo al ministerio
público, cuando lo considere necesario para cautelar las garantías de los intervinientes y siempre que las características
de la investigación lo permitieren.

Al término de este plazo menor, fijado por el juez, se producirán los efectos que contempla el artículo 247, que veremos
más adelante, relativos al cierre de la investigación.

132
JUICIO INMEDIATO.- Art. 235 CPP.

En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la causa pase directamente a
juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular verbalmente su acusación y
ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o acusar particularmente
y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio.

El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.

Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la audiencia y
postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta días, dependiendo
de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba.

Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso
alguno.

Es necesario puntualizar que la petición de juicio inmediato no significa pedir la adopción de un nuevo procedimiento,
sino tan solo prescindir de la investigación posterior a la formalización y "saltarse" algunos trámites de la etapa de
preparación del juicio oral, convirtiendo la audiencia de formalización en una verdadera audiencia preparatoria de dicho
juicio.

Si el juez acogiere esta solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular verbalmente su acusación y ofrecer
prueba. También en la misma audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o acusar particularmente
y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio.

El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y, a su turno, ofrecer prueba.

Al término de la audiencia, cuando proceda, el juez de garantía deberá dictar auto de apertura del juicio oral.

Resulta claro que el fiscal podrá ejercer este derecho si durante la investigación preliminar ha reunido suficientes
pruebas o evidencias para comprobar la existencia del hecho delictivo investigado y para demostrar la responsabilidad
que en él ha cabido al imputado.

La petición de juicio inmediato está indicando que el fiscal no necesita de más tiempo para reunir evidencias o pruebas;
las que dispone, en su concepto, son suficientes.

La hipótesis anterior podría darse en ciertos casos de delito flagrante.

Por cierto que ésta es una petición que puede resultar riesgosa para el fiscal puesto que la defensa del imputado puede
ser también sólida y contar con buenos antecedentes.

133
ACUERDOS REPARATORIOS Y SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO.-
GENERALIDADES.-

1.- Se encuentran regulados en los artículos 237 y siguientes del CPP.

2.- Doctrinariamente son conocidas como “salidas alternativas”, pues se trata de mecanismos creados por el legislador
para dar una respuesta adecuada a ciertas situaciones de transgresión a las normas legales, mediante soluciones que
resultan socialmente más convenientes para los imputados y para las víctimas, que la imposición de una pena
representada por una privación o restricción de la libertad del trasgresor. Criterios de rehabilitación y reinserción social
subyacen en estas nuevas soluciones así como, a veces, el interés preponderante de las víctimas u ofendidos con el
delito.

3-. De acuerdo con lo expresado, merecen el calificativo de “salidas alternativas” del sistema las instituciones y
mecanismos creados por el legislador que permiten una solución distinta al de un juzgamiento criminal que termine con
la imposición de una pena producido dentro de un procedimiento abreviado, simplificado, o por medio del juicio oral.
Conforme a este predicamento constituyen salidas alternativas: el "Archivo Provisional”; la "Facultad para no iniciar la
investigación”, el "Principio de Oportunidad"; la "Suspensión Condicional del Procedimiento"; y los "Acuerdos
Reparatorios".

1. SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO. (ARTS. 237 A 246 CPP)

La suspensión condicional del procedimiento es, en definitiva, un instrumento político criminal entregado a la
discrecionalidad del órgano de persecución penal para que haga uso de él cada vez que estime que la persecución no
aparece necesaria, teniendo en consideración que su aplicación resulte útil desde la perspectiva del imputado y de la
víctima.

La incorporación de este mecanismo de política criminal encuentra sólidas bases, si se piensa, por una parte, que se
trata de evitar los efectos negativos, estigmatizantes y desocializadores que enfrentan quienes por primera vez toman
contacto con el sistema penal, abriendo espacio para la reinserción social y, por la otra, que se persigue descargar el
sistema para concentrar los esfuerzos, como se ha dicho, en los casos más graves que requieren con mayor propiedad
de un juzgamiento pleno.

El Art.237 previene que el fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al juez de garantía la suspensión
condicional del procedimiento. Para resolver, el juez puede requerir del fiscal los antecedentes que estimare necesarios.

Si bien, es el fiscal quien debe pedir esta suspensión, debe proceder con el acuerdo del imputado, ya que éste goza del
derecho establecido en el Art. 1º en orden a tener "un juicio previo, oral y público” y es obvio que si renuncia a este
derecho, es porque tiene conciencia de su responsabilidad o, al menos, considera que le cabe algún grado de
culpabilidad.

En caso que el juez acceda a esta petición, el procedimiento seguido en contra del imputado se suspende en forma
condicional por el plazo que fije el tribunal, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres, lapso durante el cual
el imputado queda sujeto al cumplimiento de las exigencias que aquél le imponga.

Durante ese mismo lapso no se realizarán diligencias de investigación ni de carácter probatorio.

134
OPORTUNIDAD PARA SOLICITAR LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO.-

En conformidad con lo dispuesto en el Art.245, la suspensión condicional del procedimiento podrá solicitarse y
decretarse en la audiencia de formalización de la investigación o en cualquier momento posterior a ella, pero una vez
declarado el cierre de la investigación, la suspensión sólo podrá ser decretada en la audiencia de preparación del juicio
oral.

Si se planteare después de la formalización, el juez convocará a los intervinientes a una audiencia especial para tratar de
ella.

CASOS EN QUE PROCEDE LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO.-

La suspensión condicional del procedimiento podrá decretarse, conforme lo dispone el artículo 237 del CPP, en los
siguientes casos:

1. Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres
años de privación de libertad;

2. Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito; y

3. Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento de verificarse los
hechos materia del nuevo proceso.

Los requisitos enunciados merecen dos observaciones.

1. En primer término, la pena que se exige para la procedencia de esta salida alternativa no es la asignada en la ley para
el delito de que se trate sino la que "pudiere imponerse" al imputado en caso de ser condenado, lo que significa que
deben tomarse en cuenta las circunstancias modificatorias de responsabilidad criminal que concurrieren, así como la
etapa de desarrollo del delito y el grado de participación del imputado.

2. En segundo lugar, se requiere que éste no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito, lo que,
en nuestro concepto, permite la existencia de otro procedimiento seguido en contra del imputado siempre que no
hubiere terminado por sentencia condenatoria. Tampoco obstaría a la procedencia de este beneficio la condena del
mismo imputado por una falta, ya que la ley se refiere específicamente a crimen o simple delito.

La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la suspensión condicional del procedimiento
constituye un requisito de validez de la misma, de tal suerte que si él no está presente la diligencia puede ser anulada.

Si el querellante o la víctima asistieren a dicha audiencia, deberán ser oídos por el tribunal.

Tratándose de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o fuerza
en las cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos 361 a 366 bis, 367 y 367 bis del Código
Penal y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá someter
su decisión de solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional.

El examen de los requisitos que exige la ley para la procedencia de esta salida alternativa y los efectos que produce, nos
permiten concluir que ella constituye un beneficio indudable para el imputado y es otro notable acierto del nuevo
sistema procesal penal.

En efecto, el imputado - que no debe haber sido condenado anteriormente por crimen o simple delito - no tiene
necesidad de esperar la dictación de una sentencia condenatoria por los hechos actualmente investigados para acogerse
a este beneficio. Puede gozar de ellos cuando, reuniendo los requisitos dichos, la pena que pudiere imponérsele por la
comisión de alguno de estos ilícitos no exceda de tres años de privación de libertad, considerando los factores y
135
circunstancias señalados. En virtud de esta suspensión condicional del procedimiento, como veremos, puede gozar de
un beneficio similar al de la remisión condicional de la pena contemplada en la ley 18.216, en cuanto goza de libertad,
pero en este caso sin necesidad de condena previa.

Con ello se favorece su rehabilitación y reinserción en la sociedad toda vez que en el evento en que dé cumplimiento a
las condiciones impuestas por el juez de garantía extinguirá su responsabilidad criminal por este medio.

La resolución que se pronuncie acerca de la suspensión condicional del procedimiento, sea para acogerla o desecharla,
será apelable por el imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante.

EFECTOS DE LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO, PENDIENTE EL PLAZO.-

1. Durante el período de suspensión del procedimiento que fijare el juez de garantía, se suspenderá también el curso
de la prescripción de la acción penal, la que se reanudará en caso en que este beneficio fuere revocado por el juez
(art. 237);

2. Además, durante dicho lapso, se suspenderá el plazo de dos años o el término menor que hubiere fijado el juez de
garantía para decretar el cierre de la investigación (art. 237); y

3. Como ya habíamos expresado, durante ese mismo lapso no se realizarán actividades de investigación ni diligencias
de carácter probatorio.

4. La suspensión no impedirá en modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias
derivadas del mismo hecho, puesto que no extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros. Art. 240 CPP. Sin
embargo, si la víctima recibiere pagos en virtud de habérsele ello impuesto como condición para la suspensión, ellos
se imputarán a la indemnización de perjuicios que le pudiere corresponder.

CONDICIONES QUE DEBE CUMPLIR EL IMPUTADO UNA VEZ DECRETADA LA SUSPENSIÓN.-

El juez de garantía dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión, el imputado esté sujeto al
cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones, señaladas en el art. 238:

1. Residir o no residir en un lugar determinado;


2. Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas;
3. Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza;
4. Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa educacional o de capacitación;
5. Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor de la víctima o garantizar
debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un determinado plazo, el que en ningún
caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento;
6. Acudir periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás condiciones
impuestas:
7. Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del mismo; y
8. Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que se tratare y
fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público.

Durante el período de suspensión y oyendo en una audiencia a todos los intervinientes que concurrieren a ella, el juez
podrá modificar una o más de las condiciones impuestas.

El control acerca del cumplimiento dado por el imputado a las condiciones impuestas le corresponde al fiscal, como se
desprende de la letra f) del Art. 238 cuando expresa que una de las condiciones que puede imponerse al imputado es
acudir periódicamente a su presencia y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las demás exigencias decretadas, y de
lo dispuesto, asimismo, en el Art. 246 del CPP, cuando expresa que el registro del ministerio público respectivo tiene por
objeto verificar este cumplimiento.
136
REVOCACIÓN DE LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO.-

El Art. 239 estatuye que cuando el imputado incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las condiciones
impuestas, o fuere objeto de una nueva formalización de la investigación por hechos distintos, el juez, a petición del
fiscal o la víctima, revocará la suspensión condicional del procedimiento y éste continuará de acuerdo a las reglas
generales.

La misma disposición previene que será apelable la resolución que se pronunciare sobre la revocación de este beneficio.

EFECTOS DE LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO UNA VEZ CUMPLIDO EL PLAZO Y LAS EXIGENCIAS
IMPUESTAS.-

1. PENALES.

El Art.240 preceptúa que una vez que hubiere transcurrido el plazo que el tribunal hubiere fijado sin que la suspensión
fuere revocada, se extinguirá la acción penal, debiendo el tribunal, de oficio o a petición de parte, dictar sobreseimiento
definitivo.

El efecto anteriormente señalado viene a ratificar lo que expresáramos en orden a que esta institución constituye un
indudable beneficio para el imputado, puesto que sin necesidad de condena, y con la sola exigencia de dar debido
cumplimiento a las condiciones que le señalare el tribunal, durante un plazo determinado, se extingue definitivamente
su responsabilidad criminal.

2. CIVILES.

En todo caso, el señalado artículo deja constancia expresa que la suspensión condicional del procedimiento no extingue
las acciones civiles de la víctima o de terceros. Sin embargo, si la víctima hubiere recibido pagos en virtud de una de las
condiciones impuestas por el juez, ellos se imputarán a la indemnización de perjuicios que pudiere corresponderle.

REGISTRO.-

El Art.246 prescribe que el ministerio público llevará un Registro en el cual dejará constancia de los casos en que se
decretare la suspensión condicional del procedimiento.

Este registro tiene por objeto verificar el cumplimiento dado por el imputado a las condiciones que el juez le impusiere
al otorgarle este beneficio, o determinar si reúne los requisitos necesarios para acogerse, en su caso, a una nueva
suspensión condicional.

Este registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al imputado

137
2. ACUERDOS REPARATORIOS.

CONCEPTO.-

Se trata de una salida alternativa donde la víctima y el imputado llegan a algún acuerdo para evitar un juicio, y en el que
el segundo satisface pretensiones de la primera.

El Art.241 estipula que el imputado y la víctima podrán convenir acuerdos reparatorios, para cuyo efecto el juez de
garantía citará a los intervinientes a una audiencia a fin de escuchar sus planteamientos y resolver.

El juez de garantía aprobará los acuerdos logrados entre el imputado y la víctima si verificare que ambos han prestado
su consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos.

Los acuerdos deben referirse sólo a los hechos investigados y serán aprobados por el juez siempre que:
 Afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial;
 Consistieren en lesiones menos graves; o
 Constituyeren delitos culposos.

Como puede observarse, las situaciones que se comprenden en los acuerdos reparatorios son limitadas y precisas. Si el
acuerdo entre el imputado y la víctima no se refiriere a los casos en que procede legalmente, el juez de garantía, de
oficio o a petición del ministerio público, les negará su aprobación.

Igualmente, se abstendrá de aprobarlos cuando comprobare que el consentimiento de los que lo hubieren prestado no
aparezca libremente emitido.

Entre los hechos investigados que afectan bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, quedan comprendidos
delitos como el hurto, el robo por sorpresa, la apropiación indebida, los daños y la estafa, que son ilícitos que no afectan
bienes jurídicos como la vida o la integridad personal de la víctima.

Serán los jueces de garantía, a quienes corresponde la aprobación de los acuerdos reparatorios, los que decidirán, en
definitiva, puntualmente, los casos que hacen procedente esta salida.

FUNDAMENTO DE ESTA SALIDA ALTERNATIVA.-

El legislador debió contemplar la posibilidad de que la víctima u ofendido con el delito privilegiara la satisfacción
patrimonial de los daños sufridos por sobre la sanción penal que cabría imponer al ofensor en aquellos ilícitos en que el
bien jurídicamente protegido es precisamente el derecho de propiedad sobre bienes disponibles.

Si el delito perpetrado no es pluriofensivo y se refiere sólo a bienes patrimoniales, parece legítimo atender a los deseos
de la víctima en el entendido que ello no constituye una imposición del legislador sino tan sólo una opción que se ofrece
a aquella.

Lo anterior responde, asimismo, a modernas concepciones de política criminal, ya que la reparación de carácter
económica puede constituirse, igualmente, en una sanción en la medida que implica un detrimento del patrimonio del
ofensor.

En cuanto a los delitos por lesiones de carácter menos graves y a los delitos culposos, cabe efectuar la misma
consideración que en aquellos que afectan bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial. Parece conveniente que
el legislador haya privilegiado el interés del ofendido con el hecho ilícito en obtener una reparación económica antes
que la aplicación de una sanción penal al hechor o imputado. Por tal motivo, permite también en estos casos los
acuerdos reparatorios entre ambos, los que, de ser aprobados por el juez de garantía, tienen la virtud de poner término
al procedimiento.

138
Por otra parte, tal como señalábamos, esta posibilidad no implica una imposición, sino tan solo una opción.

Debe tenerse presente que en situaciones como las propuestas, era frecuente que se produjeran acuerdos
extrajudiciales entre la víctima y el ofensor, especialmente en los cuasidelitos de lesiones, los que, no obstante dar
satisfacción a la primera no ponían término al procedimiento penal sino tan solo a la acción civil correspondiente.

Cabe señalar, sin embargo, que esta salida alternativa, por su naturaleza, se encuentra alejada de las posibilidades de los
imputados que no cuentan con bienes y recursos económicos para ofrecer una reparación, lo que implica, por cierto,
una suerte de discriminación para la gran mayoría de ellos.

OPORTUNIDAD PARA PEDIR Y DECRETAR LOS ACUERDOS REPARATORIOS.- ART. 245 CPP.

Al igual que la suspensión condicional del procedimiento, los Acuerdos Reparatorios pueden ser solicitados en cualquier
momento posterior a la formalización de la investigación.

Si no se planteare en esa misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una audiencia, a la que podrán
comparecer todos los intervinientes en el procedimiento, para escucharlos y resolver.

Una vez cerrada la investigación todavía es posible hacer valer estos acuerdos reparatorios en la audiencia de
preparación del juicio oral.

MOTIVOS POR LOS CUALES EL JUEZ DE GARANTÍA PODRÍA NEGAR SU APROBACIÓN.-

El juez, de oficio o a petición del ministerio público, puede negar lugar a la aprobación de los acuerdos presentados:

1. Por no referirse a los casos que lo hacen procedente, ya estudiados;


2. Por haber verificado que los concurrentes al acuerdo no prestaron su consentimiento en forma libre y con pleno
conocimiento de sus derechos; y además,
3. Si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución penal. El art. 241 explica este interés
prevalente al expresar que "se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido
reiteradamente en hechos como los que se investigaren en el caso particular”.

Para establecer esta conducta de reiteración deben consultarse los registros que debe llevar el ministerio público.

EFECTOS DE LOS ACUERDOS REPARATORIOS.-

1. PENALES.

El Art. 242 dispone que “Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el acuerdo reparatorio o
garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la
causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado que lo hubiere celebrado”.

La norma del artículo 244 CPP se pone en el caso en que sean dos o más las víctimas del delito o cuasidelito y que todas
ellas o una o más lleguen a un acuerdo con el imputado. Así, dispone que si en la causa hubiere pluralidad de imputados
o de víctimas, el procedimiento continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo.

2. CIVILES.

El Art. 243 CPP estatuye que una vez que se encuentre ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el propio juez de garantía con arreglo a lo establecido en los Arts.
233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.

Este acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.
139
REGISTRO.-

Como expresamos anteriormente, el ministerio público llevará un Registro, en el que dejará constancia de los casos en
que se hubiere aprobado un acuerdo reparatorio.

Este registro tendrá por objeto verificar si el imputado reúne o no los requisitos necesarios para acogerse a un nuevo
acuerdo reparatorio; si ha incurrido reiteradamente en hechos como los que se investigaren en el caso de que se trate,
carecerá de este derecho.

El Registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al imputado.

CONCLUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

1. CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN.

PROCEDENCIA.

Una vez que se han practicado las investigaciones necesarias para la averiguación del hecho punible y la determinación
de sus autores, cómplices y encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación, y dentro de los diez días siguientes,
deberá optar por alguna de las alternativas que expresa el Art.248.

Al igual que en el Código de Procedimiento Penal, el Código Procesal Penal exige que se declare cerrada la investigación
para terminar con esta etapa procesal y para que se inicie, en este caso, la de preparación del juicio oral con la
formulación de la acusación, cuando ella proceda, cuyas actuaciones más relevantes son la "Audiencia de Preparación
del Juicio Oral" y el "Auto de Apertura del Juicio Oral".

Es importante dejar establecido, desde ya, que a esta etapa no siempre seguirá la de preparación del juicio oral, puesto
que el fiscal, una vez que haya estudiado los antecedentes acumulados y las pruebas o evidencias que haya reunido,
puede decidir no formular acusación y pedir, en cambio, el sobreseimiento (definitivo o temporal) o bien, puede
comunicar al juez de garantía que no perseverará en el procedimiento, que son las otras dos alternativas posibles, de
acuerdo con el Art.248.

PLAZO PARA DECRETAR EL CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN.-

El Art.247 preceptúa que, transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que la investigación "hubiere sido
formalizada", el fiscal procederá a cerrarla.

Esta obligación puede hacerse exigible antes del plazo señalado, lo que ocurre cuando el juez de garantía, de oficio o a
petición de alguno de los intervinientes y oyendo al propio fiscal, fijare un plazo de investigación menor en conformidad
con lo dispuesto en el Art.234.

Por otra parte, cabe hacer notar que este plazo de dos años, es el máximo de que dispone el ministerio público para
efectuar la investigación después de la formalización, por lo que es posible que antes de esa fecha él mismo decrete el
cierre de la investigación, cuando estime que aquella se encuentra agotada.

Atendido lo prescrito en las disposiciones mencionadas, parece que el plazo de dos años o el menor que hubiere fijado
el tribunal, no constituyen plazos fatales, de tal suerte que lo actuado por el fiscal después del vencimiento de ellos, no
produce la nulidad de lo actuado. Serán el imputado y el querellante los que deberán estar atentos al transcurso de
estos términos para solicitar de inmediato al juez de garantía que cite a una audiencia para los efectos de que el fiscal
declare cerrada la investigación.

140
En conformidad con lo dispuesto en el inciso final del Art.247, el plazo de dos años previsto en este artículo se
suspenderá en los casos siguientes:

1. Cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento;


2. Cuando se decretare sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y
3. Desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el
imputado a favor de la víctima o hasta que hubiere debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta
última.

No es el juez de garantía el que decreta el cierre de la investigación, sino que el fiscal, lo que resulta congruente con la
exclusividad que se le ha entregado para dirigir la investigación criminal.

De esta manera, el fiscal es el único que puede investigar y dirigir la investigación, el único que puede formalizarla y el
único que puede declararla cerrada.

AUDIENCIA PARA TRATAR EL CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN.-

La ley no ha señalado la forma cómo el fiscal debe declarar cerrada la investigación en los casos en que adopta esta
decisión; tampoco si ella debe ser o no comunicada a los intervinientes y, en caso afirmativo, cómo debe darles
conocimiento de la decisión adoptada en este sentido.

En la práctica, el fiscal declara cerrada la investigación y comunicará a los demás intervinientes dicha decisión y a contar
de la fecha del cierre corre el plazo del Art. 248.

La ley, en cambio, se preocupó de la situación en que el imputado o el querellante piden al juez de garantía que se
aperciba al fiscal para que cierre la investigación por haber transcurrido el plazo legal sin que lo hiciera. El Art. 247 del
CPP dispone que, en tal evento, el tribunal debe citar a todos los intervinientes a una audiencia con este objeto, y si el
fiscal se allanare a lo pedido, deberá formular una declaración en tal sentido. De esta manera, los concurrentes al acto
toman debido conocimiento del cierre decretado.

El Art. 247 previene que si el fiscal no comparece a esta audiencia o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la
investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.

Se trata, sin duda, de una decisión obligatoria para el juez, y que, a la vez, importa una especie de sanción para el fiscal
que ha dejado transcurrir el plazo de duración de la investigación sin que la haya declarado cerrada. En todo caso, esta
resolución es apelable.

En suma, el fiscal:

1. Cierra voluntariamente la investigación al término del plazo fijado o antes de su vencimiento, en audiencia que
pedirá al juez de garantía; comienza a correr el plazo de diez días para los efectos del Art.248;

2. No cierra la investigación dentro de plazo; el imputado y el querellante pueden pedir al juez de garantía una
audiencia para que se lo aperciba;
a) En la audiencia citada, el fiscal se allana y cierra; tiene el plazo de diez días para los efectos del Art.248;
b) No concurre a la audiencia, o concurriendo, se niega a cerrar; el juez decreta el sobreseimiento definitivo.

141
ACTITUDES QUE PUEDE ADOPTAR EL FISCAL UNA VEZ CERRADA LA INVESTIGACIÓN. ART.248 CPP.

Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, el fiscal podrá:

1. Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal en la causa;


2. Formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento del
imputado contra quien se hubiere formalizado la misma; y
3. Comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los
antecedentes suficientes para fundar una acusación.

El Art. 249 prescribe que cuando el fiscal decidiere solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal, o comunicar la
decisión de no perseverar en el procedimiento, formulará un requerimiento al juez de garantía, quien citará a todos los
intervinientes a una audiencia.

El Art. 247, inciso 5º previene que si transcurre el plazo de diez días desde que se haya cerrado la investigación sin que el
fiscal emita pronunciamiento alguno, el juez, de oficio, o a petición de alguno de los intervinientes, citará a una
audiencia y dictará en ella el sobreseimiento definitivo de la causa.

Como puede advertirse, en este evento el legislador obliga igualmente al juez de garantía a decretar el sobreseimiento
definitivo de la causa, motivado, esta vez, por la negligencia del fiscal en el cumplimiento de su obligación legal de
adoptar alguna de las tres decisiones que le impone el Art.248, que vimos recién.

PETICIÓN PARA APLICAR EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.-

Junto con deducir acusación, el fiscal puede pedir al juez de garantía que se aplique el procedimiento abreviado de que
tratan los Arts.406 a 415 del Código Procesal Penal. (Art. 259 letra h). En armonía con esta disposición, el art. 407, inciso
3 establece que si se hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas
generales, así como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas del
procedimiento abreviado.

2. REAPERTURA DE LA INVESTIGACIÓN. ART. 257 CPP

Recordemos que de acuerdo con lo dispuesto en el Art.183, durante la investigación, tanto el imputado como los demás
intervinientes en el procedimiento, pudieron solicitar del fiscal la realización de todas aquellas diligencias que
consideraron útiles y pertinentes para el esclarecimiento de los hechos, pero que aquél pudo disponer que se llevaran a
cabo únicamente las que él consideró conducentes; además, de la negativa del fiscal sólo se podía reclamar ante las
autoridades del ministerio público; el juez de garantía no tiene facultad alguna en este sentido.

Pues bien, dichos intervinientes tienen una última oportunidad para reiterar estas diligencias y, en este caso, por
excepción, le corresponde resolver al juez de garantía acerca de su procedencia. (Art.257). En efecto, dentro de los diez
días siguientes al cierre de la investigación, los intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de
investigación que oportunamente hubieren formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere
rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.

Si el juez de garantía acoge la reiteración de la petición de practicar las diligencias probatorias referidas, ordenará al
fiscal reabrir la investigación y proceder al cumplimiento de dichas diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal en
dicho evento y, por una sola vez, pedir la ampliación del plazo.

142
El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias:

1. Que en su oportunidad se hubieren ordenado a petición de los intervinientes y que no se hubieren cumplido por
negligencia o hecho imputable a éstos;
2. Las que fueren manifiestamente impertinentes;
3. Las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios;
4. Y, en general, todas aquellas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.

Vencido el término fijado por el tribunal, o su ampliación, o aún antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias, el
fiscal cerrará nuevamente la investigación y dentro de los diez días siguientes podrá optar por alguna de las alternativas
que le concede el Art.248.

3. SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO Y TEMPORAL.

GENERALIDADES.

El Código Procesal Penal ha mantenido la institución del sobreseimiento como uno de los medios para suspender el
procedimiento, o extinguir la responsabilidad penal del imputado, y, al igual que en el Código de procedimiento penal,
hace la distinción entre sobreseimiento temporal y definitivo, atendiendo a los efectos que se han señalado.

Ambos deben ser dictados por el juez de garantía mediante una resolución fundada.

CASOS EN QUE PROCEDE EL SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO.-

En primer lugar, debe señalarse que si bien le corresponde al fiscal solicitar al juez de garantía el sobreseimiento
definitivo, por excepción el art. 93, letra f), le concede también este derecho al imputado y en caso de desecharse su
petición, le confiere además el derecho para recurrir en contra de la resolución denegatoria.

Existen tres casos -a dos de los cuales ya nos referimos - en que resulta obligatorio para el juez de garantía decretar el
sobreseimiento definitivo: los contemplados en los incisos tercero y quinto del art.247 y que dicen relación con la
renuencia del fiscal a cerrar la investigación o a formular acusación; y el contenido en el Art. 270, relativo al caso en que
el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios de que adolezca su acusación.

El Art. 250 contempla otras seis situaciones en que el juez de garantía puede decretar el sobreseimiento definitivo, a
petición del fiscal

1. CUANDO EL HECHO INVESTIGADO NO FUERE CONSTITUTIVO DE DELITO.

Recordemos que si el hecho denunciado no fuere constitutivo de delito el fiscal puede decidir no iniciar la investigación
en virtud de lo dispuesto en el Art. 168, siendo ésta la segunda salida alternativa del sistema.

Recordemos, asimismo, que en virtud de lo prescrito en la letra e) del Art. 114, el juez de garantía, luego de examinar la
querella puede no admitirla a tramitación, precisamente por estimar que los hechos consignados en ella no configuran
un delito.

No obstante estos dos controles, pudo ocurrir que se iniciara la investigación criminal, debido a que pudo haberle
asistido una duda razonable al fiscal o al juez acerca de si el hecho denunciado o consignado en la querella constituía o
no un delito. Pero, si posteriormente, una vez efectuada la investigación, queda en claro que ese hecho verdaderamente
no constituye un delito, el fiscal deberá pedir el sobreseimiento definitivo y el juez así deberá decretarlo.

143
2. CUANDO APARECIERE CLARAMENTE ESTABLECIDA LA INOCENCIA DEL IMPUTADO.

Si el imputado, a quien se ha atribuido la comisión de un hecho punible, resulta ser completamente inocente, el fiscal se
encuentra en la obligación de solicitar el sobreseimiento definitivo a su respecto, y el juez en la obligación de decretarlo,
sin perjuicio de que deba continuar el procedimiento cuando este sobreseimiento sea parcial por existir otros imputados
que no se encuentran en la situación del anterior, todo ello de acuerdo con lo dispuesto en el Art.255.

3. CUANDO EL IMPUTADO ESTUVIERE EXENTO DE RESPONSABILIDAD CRIMINAL.

Si apareciere que el imputado está exento de responsabilidad criminal en conformidad con el Art. 10 del Código Penal o
en virtud de otra disposición legal, igualmente el fiscal se encuentra obligado a pedir el sobreseimiento definitivo a su
respecto y el juez a decretarlo, una vez verificada esta circunstancia.

4. CUANDO SE HUBIERE EXTINGUIDO LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL IMPUTADO.

La investigación realizada puede dejar establecida la circunstancia de que la responsabilidad penal atribuida al imputado
en un determinado hecho ilícito se ha extinguido por alguno de los motivos establecidos en la ley, entre ellos, la
prescripción de la acción penal.

Al igual que en el primero de los casos, el fiscal pudo hacer uso de la segunda salida alternativa estudiada, consistente
en decidir no iniciar la investigación por encontrarse extinguida la responsabilidad penal del imputado de acuerdo con lo
dispuesto en el Art.168; y de acuerdo con lo expresado en la letra d) del Art. 114, el juez de garantía pudo, asimismo,
declarar inadmisible la querella presentada por constar de los antecedentes consignados en ella que se encontraba
extinguida la responsabilidad penal del querellado.

Sin embargo, como pese a estos controles, pudo darse curso a la investigación, o dicha extinción pudo aparecer,
después, durante su transcurso del procedimiento, la letra b) del Art.250 permite al juez de garantía decretar el
sobreseimiento definitivo por este motivo, a petición del fiscal.

El inciso final del Art.250 establece que no se podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que,
conforme a los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no
puedan ser amnistiados, salvo los casos de los Nºs. 1 y 2 del Art. 93 del Código Penal, que se refieren, el primero, a la
muerte del imputado y el segundo, al cumplimiento de la condena.

5. CUANDO SOBREVINIERE UN HECHO QUE, CON ARREGLO A LA LEY, PUSIERE FIN A DICHA RESPONSABILIDAD.

6. CUANDO EL HECHO DE QUE SE TRATE HUBIERE SIDO MATERIA DE UN PROCEDIMIENTO PENAL EN EL QUE HUBIERE
RECAÍDO SENTENCIA FIRME.

Esta causal de sobreseimiento definitivo dice relación con la circunstancia de que un mismo hecho ilícito no puede dar
origen a dos procedimientos diferentes. Si el hecho que se investiga en un procedimiento determinado ya fue materia
de otra investigación en la que recayó sentencia firme, debe dictarse sobreseimiento definitivo una vez acreditada esta
circunstancia.

A este respecto es útil tener presente el art. 1, inciso 2º del Código Procesal Penal, según el cual la persona condenada,
absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento
penal por el mismo hecho.

144
CASOS EN QUE PROCEDE EL SOBRESEIMIENTO TEMPORAL. (ART. 252)

El juez de garantía decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos:

1. SI SE HALLARE PENDIENTE LA RESOLUCIÓN DE UNA CUESTIÓN CIVIL.

El sobreseimiento temporal procede, en primer término, cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la decisión
previa de una cuestión civil, de acuerdo con lo dispuesto en el Art.171.

Las cuestiones prejudiciales civiles, son aquellas que deben ser resueltas previamente por un tribunal con competencia
civil y suspenden el procedimiento criminal en tanto no se emita pronunciamiento por aquél.

2. SI EL IMPUTADO FUERE DECLARADO REBELDE.

Si el imputado no comparece al procedimiento debe ser declarado rebelde en los casos que indica el Art.99.

Es necesario tener presente que de acuerdo con lo prevenido por el Art. 101, la sola declaración de rebeldía no
suspende el procedimiento, ya que aquél debe continuar hasta la realización de la audiencia de preparación del juicio
oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente de acuerdo al mérito de lo obrado.

Por otra parte, hay que recordar que el sobreseimiento sólo afectará al rebelde y el procedimiento continuará con
respecto a los imputados presentes.

No solo el Juez de Garantía tiene competencia para decretar el sobreseimiento temporal en este caso. El inciso segundo
del artículo 252 establece que "El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado
no hubiere comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo dispuesto en
los artículos 100 y 101 de este Código.".

3. SI EL IMPUTADO CAYERE EN ENAJENACIÓN MENTAL.

Cuando, después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo dispuesto en el
título VII del libro IV, arts.455 y siguientes, debe ser sobreseído temporalmente.

FACULTADES DEL JUEZ CON RESPECTO A LA PETICIÓN DE SOBRESEIMIENTO TEMPORAL O DEFINITIVO. ART. 256 CPP

Como expresamos recién, cuando el fiscal decidiere solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal, y también cuando
deseare comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento, deberá efectuar un requerimiento en tal sentido
al juez de garantía, quien citará a todos los intervinientes a una audiencia para oírlos y luego resolver.

El juez de garantía, al término de dicha audiencia, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el
fiscal en caso que el querellante no se haya opuesto a ella, ya que en tal evento tendrá lugar lo dispuesto en el Art.258,
como luego veremos. (Art.256). Podrá acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto al requerido, o
rechazarla, si no la considerare procedente.

En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio público contempladas en las letras b) y c) del Art.248,
esto es, formular acusación o declarar que no perseverará en el procedimiento.

FORZAMIENTO DE LA ACUSACIÓN. ART 258 CPP.

Si el querellante particular se opusiere a la solicitud de sobreseimiento formulada por el ministerio público, el juez
dispondrá que los antecedentes sean remitidos al fiscal regional, a objeto de que éste revise la decisión del fiscal a cargo
de la causa.

145
Si el fiscal regional, dentro de los tres días siguientes, decidiere que el ministerio público formule acusación, dispondrá
simultáneamente si el caso habrá de continuar a cargo del fiscal que llevaba la investigación, o si designará uno distinto.
En dicho evento, la acusación del ministerio público deberá ser formulada dentro de los diez días siguientes, en
conformidad con las reglas generales. Es lo que se conoce con el nombre de "forzamiento de la acusación”.

Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de recibidos los antecedentes, ratificare la decisión del
fiscal a cargo del caso, el juez podrá disponer:

1. Que la acusación correspondiente sea formulada por el querellante, acogiendo su oposición al sobreseimiento,
quien la habrá de sostener en lo sucesivo en los mismos términos que el Código Procesal Penal la establece para el
ministerio público;
2. Que el procedimiento debe ser suspendido o terminado, desechando, en este caso, la oposición del querellante,
evento en que procederá a dictar el sobreseimiento correspondiente.

La resolución que negare lugar a la petición del querellante de ejercer él la acusación en contra del imputado es
inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de la decisión que pusiere término al procedimiento.

RECURSOS EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DECRETA EL SOBRESEIMIENTO.-

El sobreseimiento sólo es impugnable por la vía del recurso de apelación, del que debe conocer la Corte de Apelaciones
respectiva. (Art.253).

La ley concede este recurso cuando se ha decretado el sobreseimiento, - definitivo o temporal -, por lo que podría
entenderse que resulta improcedente si se ejerce en contra de la resolución del juez de garantía que niega lugar a la
petición de sobreseimiento.

Esta conclusión deriva del tenor literal de la norma citada y de lo dispuesto en el Art. 370, que previene que las
resoluciones del juez de garantía serán apelables en los casos que dicho artículo indica determinadamente -en ninguno
de los cuales se comprende la resolución denegatoria del sobreseimiento solicitado - y cuando la ley "lo señalare
expresamente", de lo que se infiere que siendo este recurso de carácter excepcional, no habría sido concedido para
impugnar las resoluciones que niegan lugar al sobreseimiento solicitado.

Sin embargo, cabe tener presente que el Art. 93, letra f), ya citado, estatuye que el imputado puede solicitar el
sobreseimiento definitivo y si su petición fuere denegada por el juez de garantía puede recurrir en contra de ella, lo que
tal vez podría entenderse como el derecho a ejercer el recurso de apelación.

EFECTOS DEL SOBRESEIMIENTO

1. SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO:

El sobreseimiento definitivo, una vez ejecutoriado, pone término al procedimiento y tiene la autoridad de cosa juzgada.
(Art.251).

En todo caso, este efecto se produce únicamente con respecto al imputado que ha sido objeto del sobreseimiento,
puesto que si el procedimiento se ha seguido en contra de dos o más y el sobreseimiento se refiere solo a uno de ellos,
éste continuará con respecto a los otros.

2. SOBRESEIMIENTO TEMPORAL.

El efecto propio del sobreseimiento temporal, una vez decretado judicialmente, es suspender el procedimiento. Sin
embargo, éste puede ser reabierto en virtud de resolución del juez, al acoger la petición formulada en este sentido por
el fiscal o cualquiera de los restantes intervinientes, cuando cesare la causa que lo motivó.

146
4. DECISIÓN DE NO PERSEVERAR EN EL PROCEDIMIENTO.

Conforme lo dispone el Art. 248, una de las opciones que tiene el fiscal después de cerrada la investigación es comunicar
la decisión de no perseverar en el procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes
suficientes para fundar una acusación.

Para estos efectos, al igual que en el caso en que el fiscal solicite el sobreseimiento definitivo o temporal, debe formular
este requerimiento ante el juez de garantía, quien citará a todos los intervinientes a una audiencia.

Se trata de un mecanismo introducido por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado,
que otorga al fiscal una tercera opción, en cuya virtud, sin necesidad de pedir sobreseimiento, puede comunicar
simplemente su decisión de "no perseverar en el procedimiento" por no disponer de antecedentes suficientes para
fundar una acusación. El juez de garantía no podrá emitir pronunciamiento acerca de su aceptación o rechazo.

En la práctica, constituye otra forma de terminar una investigación criminal antes que ella dé origen a un juicio oral.

La comunicación de no perseverar en el procedimiento dejará sin efecto la formalización de la investigación; dará lugar a
que el juez revoque las medidas cautelares que hubiere decretado, y la prescripción de la acción penal continuará
corriendo como si nunca se hubiere interrumpido. Recordemos que esta interrupción se produjo por la formalización de
la investigación, de acuerdo con lo dispuesto en la letra a) del Art.233.

Sin embargo, el querellante, luego de conocida la decisión del fiscal de no perseverar en el procedimiento, puede
solicitar al juez de garantía que lo faculte a él para deducir la acusación en contra del imputado y si el juez accediere a
esta petición le corresponderá sostener la acusación en lo sucesivo, en los mismos términos que el Código Procesal
Penal lo confiere para el ministerio público. Así se establece en el penúltimo inciso del Art. 258.

147
SEGUNDA ETAPA DEL PROCESO PENAL: LA PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL.
TÍTULO II, LIBRO II CPP

I. LA ACUSACIÓN.
GENERALIDADES.-

Una vez que el fiscal ha declarado cerrada la investigación y dentro de los diez días siguientes, puede, entre otras
opciones, presentar acusación en contra del imputado -respecto de quien ha formalizado la investigación-, cuando
estimare que aquella proporciona fundamento serio para su enjuiciamiento.

Con la acusación del fiscal comienza la etapa procesal que el Mensaje denominaba "Etapa Intermedia" que
posteriormente se llamó “Procedimiento Intermedio" y que actualmente se denomina, “Preparación del Juicio Oral." Lo
básico, afirma Alex Carocca Pérez es que se trata de la fase que se dirige primero a decidir si es posible que el juicio oral
se pueda desarrollar válidamente y , luego, a dejar todo dispuesto para que éste se realice en forma eficiente, en
términos que el tribunal que conocerá del juicio oral pueda adoptar su decisión de la manera más informada posible, sin
perjuicio de que permita concretar otras formas de poner término a la persecución penal.

El juicio acusatorio descansa sobre la base de la existencia de una acusación previa, esto es, de la imputación por parte
del órgano de persecución penal de un hecho presuntamente ilícito concreto y preciso, en el que se considera que la
persona imputada ha intervenido en términos de hacerse acreedora a una sanción penal, que es dada a conocer antes
del inicio del juicio y que no puede ser alterado en el curso de éste. Es la garantía de la acusación previa, reconocida en
los Tratados internacionales como una garantía procesal propia del juicio penal moderno, que preside e incluso le da su
nombre de proceso acusatorio.

Al mismo tiempo, la exigencia de la acusación previa determina la vigencia del "principio acusatorio”. Existe una
diferencia entre "proceso acusatorio" y "principio acusatorio"; el primero es aquel en que debe existir siempre una
acusación, sin perjuicio de que concurran otras exigencias; en cambio, el "principio acusatorio" exige que la acusación
deba ser siempre deducida y sostenida, no por el juez, sino por una parte, para que sea posible llegar a condenar al
acusado, lo que constituye un mecanismo indispensable para asegurar la imparcialidad del tribunal llamado a decidir
sobre dicha acusación, por lo que sin acusación no será válida la sentencia condenatoria.

La acusación en los delitos de acción penal pública corresponde por esencia al fiscal y es la propia Constitución Política la
que le entrega esta importante atribución; sin embargo, ella no constituye una facultad exclusiva, como ocurre con la
dirección de la investigación del hecho punible - entregada también al ministerio público -, puesto que la acusación,
asimismo, puede ser ejercida por el querellante, ya sea mediante la adhesión a la acusación del fiscal, lo que implica
hacerla suya, o mediante el ejercicio de una distinta.

CONTENIDO DE LA ACUSACIÓN. ART. 259 CPP.

La acusación fiscal debe contener, en forma clara y precisa las menciones que indica el artículo 259 del CPP, que son las
siguientes:

a) La individualización de el o los acusados y de su defensor;


b) La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica;
c) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurrieren, aun subsidiariamente
de la petición principal;
d) La participación que se atribuyere al acusado;
e) La expresión de los preceptos legales aplicables;
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el ministerio público pensare valerse en el juicio;
g) La pena cuya aplicación se solicitare, y
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.

148
Si el fiscal ofreciere rendir prueba de testigos, de conformidad con lo establecido en la letra f), de la disposición
mencionada, deberá presentar una lista, individualizándolos con nombre, apellidos, profesión, domicilio y residencia,
salvo el caso previsto en el inciso segundo del Art.307, que se refiere a las medidas que deben adoptarse cuando
existiere motivo para temer que la indicación pública del domicilio del testigo pudiere implicar peligro para él u otra
persona.

Junto con la lista de testigos, el fiscal debe señalar además los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones.
En el mismo escrito deberá individualizar, de igual modo, al perito o peritos, cuya comparecencia solicita, indicando sus
títulos y calidades.

Principio de congruencia.- En su acepción forense, “congruencia” significa conformidad de extensión, concepto y


alcance entre el fallo y las pretensiones de las partes formuladas en el juicio.

El Art.259 finaliza estableciendo una importantísima exigencia consistente en que la acusación sólo podrá referirse a
hechos y personas incluidas en la formalización de la investigación, aunque se efectuare una calificación jurídica distinta
de ellos.

El principio acusatorio exige, además de la existencia de la acusación misma y de su notificación, la congruencia o


correlación entre su contenido y el de la sentencia. Es decir, impide que una persona pueda ser condenada por un hecho
diferente al que ha sido individualizado y fue el objeto de la acusación y esto se refleja en la norma contenida en el
artículo 341, inciso 1º del Código procesal penal: "La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la
acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella…". Su infracción
constituye motivo absoluto de nulidad, esto es, acarrea la nulidad del juicio y de la sentencia, según dispone el art. 374,
letra f) del referido Código.

Si observamos con atención las menciones que debe contener la acusación fiscal podemos inferir que se trata de
exigencias formales precisas que, además de referirse a la individualización del acusado y a las pruebas de que se valdrá
el ministerio público en el juicio oral, tienden a precisar los hechos sobre los cuales versará dicho juicio y la o las
personas que intervendrán en él, todo lo cual debe guardar una concordancia estricta, como hemos dicho, con las
personas y hechos que fueron objeto de la formalización, aunque se los califique jurídicamente de manera distinta.
Además, la acusación deberá contener la relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad criminal y la
pena cuya aplicación se solicitare.

Si faltare alguna de estas exigencias en el escrito de acusación fiscal, tanto el querellante como el acusado pueden
solicitar la corrección de estos vicios formales, por escrito, y el segundo, además, verbalmente en la misma audiencia de
preparación del juicio oral si no lo hubiere efectuado antes.

El juez de garantía, como veremos, deberá pronunciarse sobre estas solicitudes al inicio de la audiencia de preparación
del juicio oral.

149
II. AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL.
IMPORTANCIA.

Se trata, sin duda, de la más importante de las audiencias orales que se celebran ante el juez de garantía. En esta
audiencia, a la que deben ser citados todos los intervinientes, se prepara el juicio oral que se desarrollará
posteriormente ante el tribunal de juicio oral en lo penal.

Debe ser dirigida por el juez de garantía, quien la presenciará en su integridad. De esta manera se evita una eventual
delegación de funciones. Art. 266 CPP.

Para que ella pueda decretarse, necesariamente el procedimiento ha de encontrarse vigente y ha debido preceder a
esta citación:

1. Una denuncia o querella;


2. La formalización de la misma por dicho ministerio;
3. El cierre de la investigación; y
4. La acusación fiscal, o particular.

FUNCIONES

La audiencia de preparación del juicio oral está llamada a cumplir importantes funciones, en las que el juez de garantía
tiene decisiva intervención. Entre ellas:

1. Resolución sobre la Suspensión Condicional del Procedimiento y los Acuerdos Reparatorios, si se hicieren valer en la
audiencia;
2. Resolución acerca de la aplicación del Procedimiento Abreviado si se hubiere pedido por el ministerio público, o se
pidiere en dicho acto;
3. Control formal sobre la acusación fiscal, acusación particular y demanda civil, ejercido por los intervinientes y por el
juez y cuya resolución le corresponde a este último;
4. Resolución de las excepciones de previo y especial pronunciamiento que formulare el imputado en los términos del
Art.271;
5. Conciliación a que debe llamar el juez con respecto a las acciones civiles que hubiere deducido el querellante y
proposición de bases de arreglo;
6. Petición de Prueba Anticipada: Testimonial y Pericial;
7. Celebración de convenciones probatorias entre los intervinientes bajo la dirección del juez; y
8. Examen de admisión sobre los medios de prueba ofrecidos por el fiscal, por el querellante y por la defensa, con el
objeto de determinar cuáles podrán ser utilizados en el juicio oral, y de excluir los restantes.

Como puede observarse, en esta audiencia se tratan materias de una importancia trascendental:

1. Las que consisten en resolver acerca de la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios que
se hayan hecho valer por el fiscal y demás intervinientes, respectivamente, salidas alternativas que podrán poner
término al procedimiento, y eventualmente a la responsabilidad penal del acusado. Si así ocurre, obviamente
termina la audiencia de preparación.

2. Las relativas a conocer y fallar, en dicha audiencia, por el juez de garantía, los hechos ilícitos que se atribuyen al
acusado conforme a las normas sobre procedimiento abreviado, si ello se pidiere por el fiscal con el acuerdo de
aquél. Si el juez accede a la aplicación de este procedimiento, la audiencia estará dedicada al debate acerca de los
hechos investigados, y a la dictación de la sentencia por parte del juez, con lo que se le pondrá término.

150
3. En caso en que no se produzca ninguna de las situaciones antedichas, y se hayan zanjado negativamente las
excepciones de previo y especial pronunciamiento y solucionados los vicios formales reclamados, la audiencia de
preparación se convierte en la oportunidad procesal para configurar el futuro juicio oral, puesto que en ella no sólo
debe determinarse cuál será el tribunal de juicio oral competente, quiénes tienen derecho a participar en el juicio,
sino que además, las materias que podrán discutirse y acreditarse, los hechos que deben darse por demostrados
mediante las convenciones probatorias y las pruebas específicas que podrán ser utilizadas con respecto a los demás.

Es útil recordar que toda la audiencia de preparación del juicio oral, así como la resolución de apertura de dicho juicio,
que eventualmente deba dictar el juez de garantía al término de ella, debe ser registrada en su integridad.

CITACIÓN A LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL.-

Una vez que ha sido presentada la acusación, el juez de garantía debe ordenar que ella sea notificada a todos los
intervinientes y los citará, dentro de las veinticuatro horas, a la audiencia de preparación del juicio oral, la que tendrá
lugar en un plazo no inferior a veinticinco ni superior a treinta y cinco días. (Art.260).

Al imputado, ahora acusado, se le entregará copia de la acusación del fiscal, en la que se dejará constancia, además, del
hecho de encontrarse a su disposición en el juzgado de garantía los antecedentes acumulados durante la investigación,
para los efectos de que prepare su defensa.

La notificación mencionada, en la que se contiene la citación a la audiencia de preparación referida, se efectúa, como
sabemos, por un funcionario del juzgado de garantía designado para cumplir esta función por el juez presidente del
Comité de Jueces, o bien por otro ministro de fe designado por el tribunal y, en casos calificados, por un agente de la
policía, según lo dispone el Art.24.

La presencia del fiscal y del defensor del acusado durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma, de
manera que la ausencia de cualquiera de estos dará origen a la nulidad de la audiencia. Art. 269 CPP.

Dicha norma establece, además, que la falta de comparecencia del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el
tribunal, quien además pondrá este hecho en conocimiento del fiscal regional.

Si el que no compareciere fuere el defensor, el tribunal declarará el abandono de la defensa, de oficio designará un
defensor al acusado y dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo que no exceda de cinco días, con el objeto de
que el nuevo defensor designado se interiorice del caso.

Por otra parte, la ausencia o abandono injustificados de la audiencia de preparación por parte del defensor o del fiscal
podrá ser sancionada con la suspensión del ejercicio de la profesión de aquellos, hasta por dos meses, conforme a lo
previsto en el Art. 287.

ACTITUDES QUE PUEDE ADOPTAR EL QUERELLANTE.

El Art.261 prescribe que hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del
juicio oral, el querellante podrá:

1. Adherir a la acusación del ministerio público que le ha sido notificada o bien, acusar particularmente cuando aquella
no lo satisfaga. En este segundo caso, podrá plantear una distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de
participación del acusado, solicitar otra pena que la propuesta por el fiscal, o ampliar la acusación extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, pero siempre que hubieren sido objeto de la formalización.

Si el querellante no adhiriere a la acusación fiscal o no presentare otra por su parte dentro del plazo fijado por el
Art.261 - hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral -,
el tribunal, de oficio, o a petición de cualquiera de los intervinientes, declarará abandonada la querella, lo que
impedirá al querellante hacer valer los derechos de tal en el futuro. Art. 120 CPP.
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2. Señalar los vicios formales de que adolezca el escrito de acusación, requiriendo su corrección;

3. Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacer en los mismos términos
que el fiscal. La exigencia anterior implica que el querellante deberá presentar una lista de testigos, con su
individualización completa, si desea rendir esta clase de prueba, señalando además los puntos sobre los que
deberán recaer las declaraciones, y si desea rendir prueba de peritos deberá, igualmente, individualizarlos,
indicando sus títulos o calidades; y

4. Deducir demanda civil, cuando procediere.

La adhesión a la acusación fiscal, la acusación particular, la demanda civil y demás actuaciones del querellante deben ser
notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la realización de la audiencia de preparación del juicio oral. Art.
262 CPP.

ACTITUDES QUE PUEDE ADOPTAR EL ACUSADO.-

El Art.263 previene que hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito; o al inicio de
dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá:

1. Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección;
2. Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento; y
3. Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba cuyo examen solicitare
en el juicio, en los mismos términos que el fiscal y el querellante, esto es, debe cumplir las mismas exigencias que
aquellos con respecto a la prueba de testigos y a la prueba pericial.

Conforme lo consagrado en el artículo 264, las excepciones de previo y especial pronunciamiento que puede oponer el
acusado son:

1. Incompetencia del juez de garantía;


2. Litis Pendencia;
3. Cosa Juzgada;
4. Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución y la ley lo exigieren; y
5. Extinción de la responsabilidad penal.

Las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal que no fueren deducidas para ser discutidas en
la audiencia de preparación del juicio oral, podrán ser planteadas en el juicio oral mismo. Art. 265 CPP.

AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO ORAL.

1. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA.

Desde luego, se trata de una audiencia oral, en la que no se admiten presentaciones ni actuaciones escritas y que
lógicamente el Juez de garantía debe presidir personalmente durante todo su desarrollo. Art. 266 CPP.

Dicha norma dispone que la audiencia de preparación del juicio oral será dirigida por el juez de garantía, quien la
presenciará en su integridad, se desarrollará verbalmente y durante su realización no se admitirá la presentación de
escritos. (Esto es sin perjuicio de que la acusación y la adhesión o acusación particular del querellante debieron de
haberse presentado por escrito en su oportunidad).

Comienza la audiencia con la intervención del juez, dándola por iniciada, individualizando la causa por el nombre de él o
los acusados y el hecho presuntamente delictuoso por el cual han sido acusados. Debe verificar la presencia del fiscal,
del acusado y de su abogado defensor. Ya sabemos que la ausencia de cualquiera de ellos ocasiona la imposibilidad de

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llevar a efecto la audiencia y el juez deberá adoptar de inmediato las medidas necesarias para subsanarla, con arreglo a
las normas que al efecto dispone el Código.

Al inicio, el juez de garantía hará una relación resumida de las presentaciones que hubieren efectuado los intervinientes.
Art. 267 CPP.

En caso que el acusado no hubiere ejercido por escrito las facultades a que se refiere el Art. 263, - esto es, el
señalamiento de los vicios formales de la acusación, la deducción de las excepciones de previo y especial
pronunciamiento, la contestación de la acusación fiscal y particular mediante argumentos de fondo y el ofrecimiento de
las pruebas de que dispusiere -, el juez de garantía, a solicitud de éste, le ofrecerá la oportunidad de hacerlo
verbalmente en la audiencia.

Durante el desarrollo de la audiencia, cada interviniente podrá formular verbalmente, las solicitudes, observaciones y
planteamientos que estimare relevantes con relación a las pruebas ofrecidas por los demás, para la reducción o
exclusión de ellas cuando fuere procedente de acuerdo con lo prescrito en los incisos segundo y tercero del Art. 276. Art.
272 CPP.

Si al término de la audiencia de preparación, el juez comprobare que el acusado no hubiere ofrecido oportunamente
prueba por causas que no le fueren imputables, podrá suspender la audiencia hasta por diez días para que haga uso de
este derecho. Art.278.

2. SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO Y ACUERDOS REPARATORIOS.-

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 245, estas dos salidas alternativas del sistema pueden ser pedidas y decretadas en
cualquier momento posterior a la formalización, o en la audiencia misma para conocer de aquella. La misma disposición
añade que una vez que se ha cerrado la investigación, estas salidas alternativas sólo podrán ser decretadas en la
audiencia de preparación del juicio oral. Esta es, pues, la última oportunidad para que ellas puedan ser pedidas y
resueltas.

En caso que el fiscal, con el acuerdo del acusado, solicitare en la audiencia de preparación el beneficio de la suspensión
condicional del procedimiento, el juez de garantía, luego de escuchar a los demás intervinientes y estudiar los
antecedentes aportados, podrá otorgar este beneficio si concurren los requisitos que lo hacen procedente, fijando las
condiciones que deberá cumplir el acusado y el plazo que tendrá para estos efectos. Con ello, queda suspendido el
procedimiento y, desde luego, termina la audiencia de preparación del juicio oral.

Si el imputado diere oportuno y cabal cumplimiento a las condiciones impuestas, se producirá la extinción de su
responsabilidad penal y el juez de garantía dictará sobreseimiento definitivo. Si así no ocurriera, se reanudará el
procedimiento, según hemos visto anteriormente.

Si lo que se presentare al juez de garantía en esta audiencia fuere un acuerdo reparatorio producido entre la víctima y el
imputado, el tribunal le dará su aprobación si comprueba que el consentimiento de ellos ha sido prestado en forma libre
y con pleno conocimiento de sus derechos, luego de oír a los demás intervinientes, y una vez que ha verificado que el
acuerdo recae sobre una materia que lo hace procedente. Esta resolución del tribunal, como es obvio, pone término no
solo a la audiencia de preparación del juicio oral sino que a todo el procedimiento, al menos con respecto al imputado
que concurrió al acuerdo, debiéndose dictar, en consecuencia, el sobreseimiento definitivo que corresponda.

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3. APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.-

Ya se dijo que el fiscal puede solicitar también en la audiencia de preparación del juicio oral que se proceda conforme a
las normas del procedimiento abreviado.

Si se hubiere planteado esta petición por escrito, o se hiciere verbalmente en la misma audiencia, su aceptación o
rechazo, será otra de las materias que se debatirán y resolverán en ella, en forma previa a las demás, y para el caso de
que no hubieren tenido lugar la suspensión condicional del procedimiento ni los acuerdos reparatorios.

Algunos consideran que el procedimiento abreviado constituye una salida alternativa del sistema. Pero pareciera que no
lo es, desde que se trata del conocimiento y fallo de los hechos investigados y de la participación culpable o no que le ha
cabido en ellos al imputado, realizado por un juez, en sede judicial. Es decir, es un juicio, sólo que el procedimiento es
abreviado, sumario.

4. CORRECCIÓN DE VICIOS FORMALES DE LA ACUSACIÓN FISCAL, PARTICULAR Y DE LA DEMANDA CIVIL.- ART. 270
CPP.

Si no existen peticiones relativas a la suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios o procedimiento
abreviado, o éstos son desechados, corresponderá preocuparse del resto de las materias que puedan ser objeto de la
audiencia de preparación del juicio oral, y entre ellas, de los vicios formales.

Cuando el juez considera que la acusación del fiscal, la del querellante particular o la demanda, civil, adolecen de vicios
formales, ordenará que los mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible.

En caso contrario, ordenará la suspensión de la audiencia por el período necesario para la corrección de los escritos
referidos, el que en ningún caso podrá exceder de cinco días.

Transcurrido este plazo, si la acusación del querellante o la demanda civil, no hubieren sido rectificadas, se tendrán por
no presentadas. Si es la acusación la que no hubiere sido rectificada, a petición del fiscal, el juez podrá concederle un
nuevo plazo hasta por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual informará al fiscal regional.

Si el ministerio público no subsana los vicios, no obstante el nuevo plazo concedido, el juez decretará el sobreseimiento
definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular que hubiere deducido acusación o se hubiere
adherido a la del fiscal. En este caso, el procedimiento continuará sólo con el querellante y el ministerio público no
podrá volver a intervenir en el mismo.

La falta oportuna de corrección de los vicios de la acusación, importará, para todos los efectos, una grave infracción a los
deberes del fiscal. Art.270, inciso final.

La cuestión propuesta por los intervinientes con respecto a los vicios formales de que adolezca la acusación fiscal, la del
querellante o la demanda civil, atendida su naturaleza, es la primera de las restantes materias que, luego de un debate,
debe resolver el juez en la audiencia de preparación. Como hemos visto, si con motivo de su examen el juez constata la
existencia de vicios que puedan ser subsanados en la misma audiencia, ordenará que se corrijan de inmediato; si ello no
es posible, puede suspenderla para estos efectos.

Es importante tener presente que la ley procesal no faculta al juez de garantía para revisar ninguna de las cuestiones de
fondo que son materia de la acusación fiscal, de la particular o la demanda civil; debe limitarse a ordenar, a petición de
los intervinientes, que el fiscal y el querellante cumplan fielmente con especificar las menciones que exige la ley para sus
respectivos escritos de acusación fiscal, acusación particular y demanda civil, y que las acusaciones guarden
concordancia con la formalización.

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El juez de garantía no puede ordenar que se modifiquen materias tales como la calificación jurídica de los hechos; el
grado de desarrollo del delito de que se trate; la participación del imputado; las circunstancias modificatorias de la
responsabilidad; o la naturaleza y cuantía de la pena que hubiere de corresponder al imputado, pero sí podría pedir que
se modifiquen dichos escritos, si ellos se refirieran a hechos o personas no comprendidos en la formalización. Las
cuestiones que no le corresponde resolver al juez de garantía, ya mencionadas, deberán debatirse y probarse en la
audiencia del juicio oral y serán, en definitiva, los jueces del Tribunal de juicio oral quienes deberán pronunciarse sobre
ellas.

5. RESOLUCIÓN DE EXCEPCIONES DE PREVIO Y ESPECIAL PRONUNCIAMIENTO. ART. 271 CPP.

Solucionada la corrección de vicios formales, si el imputado plantea excepciones de previo y especial pronunciamiento,
el juez abrirá debate sobre ellas en la misma audiencia. Asimismo, de estimarlo pertinente, el juez podrá permitir la
presentación de los antecedentes que estimare relevantes para la decisión de las excepciones planteadas.

La norma referida agrega que el juez resolverá de inmediato las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de
autorización para proceder criminalmente si hubieren sido deducidas por el acusado.

La resolución que recaiga sobre ellas será apelable, lo que implica que el recurso puede ejercerse tanto si se acogen
como si se rechazan.

Tratándose de las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal, el juez podrá acoger una o
ambas, según las que se hubieren deducido, y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento de la
decisión se encuentre suficientemente justificado con los antecedentes de la investigación, con lo que obviamente
termina la audiencia de preparación del juicio oral. En caso contrario, dejará la resolución de la cuestión planteada para
la audiencia de dicho juicio. Esta decisión es inapelable.

6. CONCILIACIÓN SOBRE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. ART. 273 CPP.

Durante la audiencia de preparación del juicio oral, el juez de garantía deberá llamar al querellante y al imputado a
conciliación sobre las acciones civiles que hubiere deducido el primero y proponerles bases de arreglo.

Regirán a este respecto los Arts.263 y 267 del Código de Procedimiento Civil. El primero expresa que el juez obrará en
esta materia como amigable componedor y tratará de obtener un avenimiento total o parcial y el segundo, que de la
conciliación que se logre, se levantará un acta que consignará las especificaciones del arreglo, la que suscribirán el juez,
las partes y el secretario. En este caso, el juez, el querellante y el imputado. Esta acta se estimará como sentencia
ejecutoriada para todos los efectos legales.

Si no se produjere conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia de preparación las solicitudes de medidas
cautelares reales - medidas precautorias -, que la víctima hubiere formulado al deducir demanda civil.

7. PETICIÓN DE PRUEBA ANTICIPADA EN LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN. ART.280 CPP.

Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba testimonial anticipada conforme
a lo previsto en el artículo 191.

Sin embargo, si con posterioridad a la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, sobreviniere, respecto de
los testigos, alguna de las circunstancias señaladas en el inciso segundo del artículo 191 o se tratare de la situación
señalada en el artículo 191 bis, cualquiera de los intervinientes podrá solicitar al juez de garantía, en audiencia especial
citada al efecto, la rendición de prueba anticipada.

Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos en conformidad con las normas del Párrafo 6º del Título III del
Libro Segundo, cuando fuere previsible que la persona de cuya declaración se tratare se encontrara en la imposibilidad
de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones contempladas en el inciso segundo del artículo 191.
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Para los efectos de lo establecido en los incisos anteriores, el juez de garantía citará a una audiencia especial para la
recepción de la prueba anticipada.

8. DELIBERACIÓN Y RESOLUCIÓN ACERCA DE LAS PRUEBAS OFRECIDAS POR LOS INTERVINIENTES.-

a) Importancia.-

Una vez resuelta la corrección de vicios formales, desechadas las excepciones de previo y especial pronunciamiento, y
llevado a cabo la conciliación referida anteriormente con respecto a la acción civil - si se hubiere deducido -, el juez
abrirá debate con respecto a las pruebas hechas valer por los intervinientes. Art. 272.

Es esta una de las cuestiones más importantes que deben ser objeto de la audiencia de preparación del juicio oral, ya
que como resultado de la deliberación y del examen de las pruebas ofrecidas con respecto a su licitud, procedencia,
pertinencia y necesidad, el juez de garantía deberá resolver, en el auto de apertura del juicio oral, cuáles pruebas
específicas, de las ofrecidas, podrán ser rendidas en dicho juicio.

Por otra parte, la deliberación que se produce en la audiencia de preparación acerca de las pruebas que se ofrecen para
el juicio oral, sumado al conocimiento previo de estos medios que han tomado los intervinientes al ser notificados de los
escritos de la contraparte en que se contiene su ofrecimiento específico, tiene por finalidad el que cualquiera de ellos
conozca, de antemano, cuál será la prueba precisa que utilizarán los otros intervinientes. En lenguaje coloquial esto es
"poner las cartas sobre la mesa".

Con ello se logra una mayor transparencia y corrección.

b) Convenciones Probatorias.- Art. 275 CPP

Con motivo de la deliberación producida acerca de las pruebas, durante la audiencia, el fiscal, el querellante si lo
hubiere, y el imputado, podrán solicitar en conjunto al juez de garantía, que dé por acreditados ciertos hechos, los que
no podrán ser discutidos en el juicio oral.

El juez de garantía podrá formular proposiciones a los intervinientes sobre esta materia. Si la solicitud no mereciere
reparos, por conformarse a las alegaciones que hubieren hecho los intervinientes, el juez de garantía indicará en el auto
de apertura los hechos que deben darse por acreditados, a los cuales deberá estarse en el juicio oral.

Como fácilmente puede advertirse, esta convención tiende a abreviar la producción de pruebas innecesarias durante la
audiencia de ese juicio.

c) Exclusión de Pruebas para el Juicio Oral.- Art. 276 CPP

El juez de garantía, luego de escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia de preparación y de
examinar los medios de prueba que ofrecen, ordenará fundamentadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio
oral aquellas pruebas que fueren manifiestamente impertinentes y las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos
y notorios, lo que efectuará en el auto de apertura del juicio oral.

La prueba que se pretenda rendir sobre hechos que no guarden relación con aquellos que son objeto de la acusación
fiscal o particular, o con la demanda civil, - si se hubiere deducido -, resulta improcedente.

En cuanto a los hechos públicos y notorios, es obvio que una prueba que se pretenda rendir sobre estos extremos es
realmente innecesaria. La notoriedad y publicidad de estos hechos es una cuestión que será apreciada en cada caso por
el juez de garantía.

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Por otra parte, si el juez estimare que la aprobación, en los mismos términos en que hubieren sido ofrecidas las pruebas
documental y testimonial, produciría efectos puramente dilatorios en el juicio oral, dispondrá también en el mencionado
auto, que el respectivo interviniente reduzca el número testigos o de documentos, cuando mediante ellos se
pretendiere acreditar unos mismos hechos y circunstancias que no guardaren pertinencia sustancial con la materia que
se someterá a conocimiento del tribunal de juicio oral en lo penal.

Finalmente, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas
y aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de las garantías constitucionales o legales.

Lo anterior dice relación con la validez y la licitud de las pruebas.

Dentro de las normas de un debido proceso y de pleno respeto a las garantías fundamentales de la persona, el Código
Procesal Penal, ha optado por dejar establecido, en forma perentoria, que el juez de garantía debe excluir las pruebas
nulas y las ilícitas, esto es, aquellas que provinieren de actuaciones o diligencias declaradas nulas mediante resolución
judicial y las obtenidas con inobservancia de las garantías fundamentales, si así se comprueba o aparece de la
investigación.

El fin no justifica los medios; por tal motivo, si una prueba fue obtenida en forma ilegal, por ejemplo, una evidencia en
contra del imputado lograda mediante una interceptación telefónica no autorizada por el juez de garantía o un objeto o
documento incriminatorio encontrado en un allanamiento practicado en lugar cerrado, sin autorización de quien se
encontrare a cargo del recinto o sin permiso previo, asimismo, de dicho juez, no pueden tener valor legal alguno, por lo
que no pueden incluirse entre los medios probatorios que podrán utilizarse en el juicio oral.

La exigencia de la licitud de las pruebas es nueva en nuestra legislación procedimental penal. La Policía deberán tener en
cuenta todas las normas relativas a las garantías constitucionales para la obtención de las pruebas y evidencias que
recojan durante la investigación, ya que, en caso contrario, su trabajo podría resultar estéril.

En cuanto a las demás pruebas que se hubieren ofrecido y que resulten lícitas, pertinentes y necesarias, ellas serán
admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de apertura, por lo que podrán ser empleadas en dicho juicio.

III. AUTO DE APERTURA DEL JUICIO ORAL. ART. 277 CPP.


Al término de la audiencia, el juez dictará el auto de apertura del juicio oral.

Se trata, sin duda, de una resolución trascendental, puesto que su efecto inmediato es precisamente permitir la
realización de dicho juicio.

En esta resolución, el juez de garantía determinará cuál es el tribunal competente para conocer del juicio; cuáles son los
intervinientes que tienen derecho a concurrir a él; cuál es la competencia que tendrá dicho tribunal oral; cuáles son los
hechos que se dan por probados y cuáles serán las pruebas que deberán producirse con respecto a los demás.
Asimismo, contendrá el nombre de los testigos y peritos que deban ser citados a prestar testimonio.

Llama la atención la circunstancia de que un juez distinto de los que intervendrán en el juicio oral sea el que determine
su competencia, las personas que deben concurrir a él y las pruebas que deberán producirse. No obstante, éste fue el
sistema ideado por el legislador, seguramente teniendo presente que el juez de garantía, después de oír a todos los
intervinientes, durante el desarrollo de la audiencia de preparación del juicio oral, es el que está mejor informado para
resolverlas, lo que, además, deviene en una economía de tiempo y para evitar, por otra parte, el posible prejuzgamiento
que podría producirse entre los miembros del tribunal oral al conocer el asunto por anticipado.

Esta resolución debe indicar las menciones que señala el Art.277.

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El auto de apertura del juicio oral es susceptible del recurso de apelación, pero únicamente cuando lo interpusiere el
ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo con lo previsto en el inciso
tercero del Art.276. Este recurso procede concederlo en ambos efectos. En los demás casos y con respecto a los otros
intervinientes, esta resolución es inapelable.

En todo caso, la limitación de la apelación es sin perjuicio del recurso de nulidad que procediera en contra de la
sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral conforme a las reglas generales.

Señala finalmente el artículo 277, que “Si se excluyeren, por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público
considere esenciales para sustentar su acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento
definitivo de la causa ante el juez competente, el que la decretará en audiencia convocada al efecto”.

IV. UNIÓN Y SEPARACIÓN DE ACUSACIONES. ART. 274 CPP.


Debemos recordar que, de acuerdo con lo dispuesto en el Art.185, el fiscal puede investigar separadamente cada delito
de que conociere.

No obstante, puede desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare conveniente.
Asimismo, en cualquier momento puede separar las investigaciones que se llevaren en forma conjunta.

El art. 274 prescribe que cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez considere conveniente
someter a un mismo juicio oral y siempre que ello no perjudique el derecho a defensa, podrá unirlas y decretar la
apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a un mismo hecho, o a un mismo imputado o
porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.

Por el contrario, el juez de garantía podrá dictar autos diferentes de apertura de juicio oral, para distintos hechos o
diferentes imputados que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio
oral, pudiere provocar graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o produjere un detrimento al
derecho de defensa, pero siempre que ello no implique el riesgo de que se adopten decisiones contradictorias.

AUTO DE APERTURA DEL JUICIO ORAL

Temuco, veinticuatro de septiembre de dos mil nueve.

VISTOS Y TENIENDO PRESENTE:

Que estando al término de la audiencia de preparación del juicio oral, celebrada dentro del plazo señalado en el Art. 260 del
Código Procesal Penal, en presencia del Sr. fiscal del Ministerio Público don Cristian Paredes Valenzuela, del abogado defensor penal
de los imputados, don Raúl Pérez Cofré y de los imputados MAURICIO ALEJANDRO MOREIRA ZAVALLA, chileno, 21 años de edad,
soltero, 2° medio, domiciliado en Población Pablo Neruda, calle Baltazar Castro Block 285 depto. Nº 33, Santa Cruz, VI región
R.U.N. 17.335.524-6 y NICOLÁS YORDAN VALDÉS GÓMEZ, chileno, 18 años, estudiante de 1° medio, soltero, domiciliado en calle
Nibaldo Mujica, Block 1063 depto. 24, Santa Cruz, VI Región R.U.N. 17.849.252-7, y atendido lo dispuesto en el artículo 277 del
Código Procesal Penal se dicta el siguiente auto de apertura de juicio oral:

PRIMERO: El tribunal competente para conocer del juicio oral es el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal con asiento en la ciudad de
Temuco, en la sala que corresponda según la distribución de causa que determine su Juez Presidente del Comité de Jueces.

SEGUNDO: La acusación que deberá ser objeto del juicio es la siguiente:


El día 30 de enero de 2009, en horas de la tarde, los acusados ingresaron al interior del domicilio ubicado en calle
Trawunco N° 02488 de Temuco, que sirve de morada a la víctima de iniciales J.G.V.E., para hacerlo forzaron una ventana del frontis
del inmueble y una vez en su interior, lo registraron y sustrajeron especies consistentes en un bolso deportivo, un DVD marca
Phillips, una depiladora marca Braun, un bolso marca Reebook y diferentes joyas.
Posteriormente los acusados fueron sorprendidos comercializando las especies robadas en calle Pinto esquina Miraflores de
Temuco.
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Los hechos antes descritos configuran el delito de robo en un lugar destinado a la habitación, descrito y sancionado en el
artículo 440 Nº 1 del Código Penal.
A los acusados se le atribuye participación punible en calidad de autores, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 14° N° 1
y 15 N° 1, ambos del Código Penal. El delito se encuentra consumado de acuerdo al grado de desarrollo del mismo.
Es aplicable a ambos acusados la agravante de ser dos o más los malhechores contemplada en el artículo 456 bis N° 3 del
Código Penal.
El Ministerio Público solicita que conforme con lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 1, 3, 5, 7, 14 N° 1, 15 N° 1, 18, 21,
28, 55, 68, 69, 432, 440 N° 1 y 456 bis N° 3° del Código Penal; 47, 248, 259, 260, 295, 296, 297, 340, 341, 342, 344 y 346 del Código
Procesal Penal, se imponga a los acusados la pena de ocho años de presidio mayor en su grado mínimo, más las accesorias legales y
al pago de las costas de la causa.
Además, en caso de ser condenados por el delito por el que se les acusa, se ordene conforme a lo dispuesto en artículo 17
de la ley 19.970, se tomen muestras biológicas de los acusados con la finalidad de determinar la huella genética de éstos
ordenando su inclusión en el Registro de Condenado que al efecto administra el Servicio de Registro Civil.

TERCERO: No se presentó demanda civil.

CUARTO: No se formularon convenciones probatorias.

QUINTO: Las pruebas que las partes han señalado que se rendirán en el juicio oral son las siguientes:
POR EL MINISTERIO PÚBLICO:
1.- PRUEBA DE TESTIGOS y PERICIAL:

a) La declaración de la víctima de estos hechos de iniciales J.G.V.E., estudiante, domiciliado en calle Trawunco N° 02488 de
Temuco.
b) Declaración de don BELARMINO CANTERO ARCE, Sargento de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
c) Declaración de don JOSE CONTRERAS ASTETE, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
d) Declaración de don LUIS ROMAN ROMERO, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
e) Declaración de don LUIS HERNÁNDEZ MONTERO, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
f) Declaración del perito Criminalístico de Labocar don SERGIO MARTINEZ LANDEROS, Sargento Segundo de Carabineros,
domiciliado en Avenida Pedro de Valdivia N° 0901 de Temuco. El perito declarará al tenor de su informe pericial del sitio del
suceso N° 131-2009 de fecha 9 de marzo de 2009.
g) Declaración del perito fotógrafo de Labocar don IVAN CARDENAS PAVIE, Sargento Primero de Carabineros, domiciliado en
Avenida Pedro de Valdivia N° 0901 de Temuco. El perito declarará al tenor de su informe pericial del sitio del suceso N° 131-
2009 de fecha 9 de marzo de 2009.

2.- Prueba documental:


a) Dos fotografías de las especies recuperadas en poder de los acusados.

POR LA DEFENSA:

1.- Prueba testimonial y pericial:


a) La declaración de la víctima de estos hechos de iniciales J.G.V.E., estudiante, domiciliado en calle Trawunco N° 02488 de Temuco.
b) Declaración de don BELARMINO CANTERO ARCE, Sargento de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
c) Declaración de don JOSE CONTRERAS ASTETE, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
d) Declaración de don LUIS ROMAN ROMERO, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.
e) Declaración de don LUIS HERNÁNDEZ MONTERO, Cabo Segundo de Carabineros, domiciliado en Claro Solar N° 1284 Temuco.

SEXTO: Las personas individualizadas precedentemente como testigos y peritos son quienes deberán ser citadas a la audiencia del
juicio oral.
Conforme con lo dispuesto en el artículo 312 inciso 4° del Código Procesal Penal, se debe tener presente que corresponde
indemnizar a la víctima y siempre que el ministerio público la presente efectivamente en el respectivo juicio oral.

SEPTIMO: Los imputados se encuentran sujeto a las medidas cautelares de prisión preventiva en el Centro de Cumplimiento
Penitenciario de Temuco, desde el 01 de febrero de 2009, la que fue revisada con fecha 17 de Agosto de 2009, manteniéndose dicha
medida cautelar y estuvieron detenidos los días 30 y 31 de enero de 2009.

159
OCTAVO: Que teniendo presente lo dispuesto en el artículo 281 del Código Procesal Penal se pone a disposición del Tribunal del
Juicio Oral en lo Penal de Temuco a los imputados MAURICIO ALEJANDRO MOREIRA ZAVALLA y NICOLÁS JORDAN VALDÉS GOMEZ.

NOVENO: El ministerio público ha solicitado se le notifique vía correo electrónico a casilla jpino@minpublico.cl y a la casilla
electrónica cparedes@minpublico.cl.
La Defensa ha solicitado que se le notifique a rperez@dpp.cl.

REMÍTASE EN SU OPORTUNIDAD AL TRIBUNAL COMPETENTE.

RUC N° 0900100473-2
RIT N° 778-2009

DICTADO POR DOÑA MARIA ELENA LLANOS MORALES, JUEZ DE GARANTÍA DE TEMUCO.

RUC 0300037169-5
RIT 795-2003
ACUSADO FABIAN ENRIQUE SÁNCHEZ CASTRO 13.514.048-1
VICTIMA ALEJANDRO ARAYA MASRY 6.467.113-8
JUEZ ALEJANDRO VERAQUILODRAN
DEFENSOR FERNANDO CARTES SEPULVEDA
FISCAL ALBERTO CHIFFELLE MARQUEZ
FECHA HECHOS 11 DE MARZO DE 2003

EN LO PRINCIPAL: ACUSACIÓN
PRIMER OTROSÍ : CITACIÓN DE LA VICTIMA.
SEGUNDO OTROSÍ : CITACIÓN IMPUTADO.
TERCER OTROSÍ : MEDIOS DE PRUEBA Y LISTA DE TESTIGOS.
CUARTO OTROSI : ACOMPAÑA ANTECEDENTES.

SEÑOR JUEZ DE GARANTÍA

ALBERTO CHIFFELLE MARQUEZ, abogado, Fiscal Adjunto del Ministerio Público, en la investigación RUC N° 0300037169-5
por el delito de robo por sorpresa, seguida en contra de FABIAN ENRIQUE SÁNCHEZ CASTRO Cédula Nacional de identidad N°
13.514.048-1 domiciliado en calle Curiñanco 99, Campos Deportivos de Temuco; actualmente sometido a la medida cautelar de
Prisión Preventiva del art. 140 del Código Procesal Penal, a Su Señoría respetuosamente digo:
Que habiendo declarado cerrada la investigación con fecha 22 de Mayo del presente año, y de conformidad con el artículo
259 del Código Procesal Penal, vengo en formular acusación por el delito de robo por sorpresa en grado de consumado en contra del
imputado antes individualizado, quien es representado en esta causa por el abogado defensor penal, Fernando Cartes Sepúlveda
domiciliado en calle Bulnes 699 oficina 308 de Temuco.

Relación del hecho

El Día 11 de marzo del año 2003, alrededor de las 16:30 de la tarde en circunstancias que la víctima Alejandro Araya Masry
transitaba por calle Lautaro llegando a Zenteno de oriente a poniente, el acusado por la espalda dándole un manotón en forma
sorpresiva y brusca en su bolsillo logró arrebatarle $37.000 en dinero efectivo y aproximadamente $100.000 en cheques.
En los momentos en que el acusado se daba a la fuga, la víctima logró tomarle la muñeca, instante en que un funcionario motorizado
de Carabineros se percata del ilícito procediendo a la detención del acusado y a recuperar las especies sustraídas a la víctima.

160
Calificación Jurídica:

Los hechos descritos son constitutivos del delito de ROBO POR SORPRESA EN GRADO DE CONSUMADO, sancionado en el
artículo 436 inciso segundo del Código Penal, perpetrado en calidad de Autor, de conformidad a lo establecido en el artículo 15 N° 1
del mismo cuerpo legal.

En efecto, se dan en el caso todos los elementos del tipo penal:

Tipicidad Subjetiva: El acusado obró con dolo directo ya que la conducta desplegada, en especial el factor sorpresa fue
inequívocamente dirigido a lograr el objetivo de apoderarse en contra de la voluntad de su dueño de la especie que el ofendido
llevaba consigo.

Tipicidad Objetiva: El hecho que la víctima portase, llevase consigo la especie mueble que le fue arrebatada por el acusado,
mediante la sorpresa y la imposibilidad de reacción de esta por ser cogida desprevenida.

Circunstancias Modificatorias de la Responsabilidad Penal:

a) Al acusado lo perjudica la agravante contemplada en el número 16 del artículo 12 del Código Penal, es decir, ser
reincidente en delito de la misma especie. Y no le favorece atenuante alguna.

Pena Solicitada:

Por lo anteriormente relatado, este fiscal solicita la aplicación de la siguiente pena:

1.- Al acusado, FABIAN ENRIQUE SÁNCHEZ CASTRO afectándolo una agravante y ninguna atenuante, y dado el carácter de
consumado del ilícito por el cual se acusa; el fiscal solicita se le aplique la pena DE CUATRO AÑOS DE PRESIDIO MENOR EN SU
GRADO MÁXIMO.

POR TANTO;
En virtud de lo expuesto a S.S. y de lo dispuesto en los artículos 15 N° 1, 12 N°16, 64, 68, y 436 del Código Penal y artículos
12, 40, 52 247, 248 letra b), 259 y 260 del Código Procesal Penal, RUEGO A S.S. tener por interpuesta la acusación en contra, de
FABIAN ENRIQUE SÁNCHEZ CASTRO ya individualizado, por los hechos señalados en la acusación; y se notifique la presente
acusación tanto al acusado como a los demás intervinientes en esta causa, citándolos a la audiencia de preparación del juicio oral de
conformidad a lo establecido en los artículos 260 y siguientes del Código Procesal Penal.

PRIMER OTROSÍ: Solicito a S.S. se cite en calidad de víctima de este delito, don Alejandro Araya Masry, empleado, C.I. N° 6.467.113-
8, domiciliado en Arturo Prat 535, Dpto. 302 de Temuco.-

Sírvase SS. acceder a lo solicitado.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a S.S. se cite al acusado y se le notifique en el Centro de Cumplimiento Penitenciario, toda vez que el
acusado actualmente está sujeto a la medida cautelar del artículo 140, Prisión Preventiva, con el fin de que Gendarmería de Chile lo
traslade a la audiencia de preparación del juicio oral.
Sírvase SS acceder a lo solicitado.

TERCER OTROSÍ: El Ministerio Público, para acreditar el hechos punibles objetos de esta acusación y la participación culpable del
acusado, se valdrá, en el juicio oral, de los siguientes medios de prueba:

a) Prueba Material y/o Prueba Documental:

1.- Extracto de Filiación y Antecedentes del acusado.


2.- Tres fotografías que dan cuenta de las especies sustraídas a la víctima.-
3.- Oficio Nº203-2003 de fecha 21 de marzo de 2003 emitido por doña Rosalba Alvear Muñoz, Conservador y Archivero
Suplente de Puerto Montt; Oficio que da cuenta de la condena del acusado por delito de la misma especie cometido el día 11 de
febrero de 1999.
4.- Ordinario Nº09.02.04.1063/03 de fecha 14 de marzo de 2003 emitido por Gendarmería de Chile Temuco; ordinario que da
cuenta que el acusado cumplió condena por delito de la misma especie.
b) Prueba Testimonial: Se presentaran a declarar en el juicio las siguientes personas en calidad de testigos:

161
1.- Declaración de la víctima, doña ALEJANDRO ARAYA MASRY, empleado, Cédula Nacional de Identidad N° 6.467.113-8,
domiciliado en Calle Arturo Prat 535, depto.302 Temuco.- Para que declare sobre el hecho ocurrido el día 11 de marzo del año
2003, aproximadamente a las 16:30 horas y de las circunstancias anteriores, coetáneas y posteriores al ilícito objeto de la acusación.

2.- Declaración del Cabo Segundo JUAN CARLOS SANDOVAL BALBOA , Cédula Nacional de Identidad N° 10.886.230-0, domicilio
Laboral en Segunda Comisaría de Temuco calle Claro Solar 1235; quien declarara sobre la detención del acusado y de todas las
circunstancias anteriores, coetáneas y posteriores a los hechos objeto de esta acusación.

RUEGO A S.S. tener presente los medios de prueba señalados y tener por presentada la lista de testigos.

CUARTO OTROSÍ: Solicito a S.S. tener por acompañados copia de la totalidad de los antecedentes de la presente investigación fiscal,
debidamente encuadernados y foliados, a fin que tanto el acusado como la defensa puedan conocerlos y preparar adecuadamente
su defensa. Lo anterior en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 260 del Código procesal Penal. Los mismos antecedentes y sus
originales quedan a disposición de esta Fiscalía respecto de todos los intervinientes en el procedimiento.

POR TANTO;

RUEGO A S.S. se tengan por acompañados los antecedentes.

ALBERTO CHIFFELLE MARQUEZ


FISCAL ADJUNTO

Temuco, doce de agosto de dos mil once.

Por recibido auto de apertura de Juicio Oral, vía electrónica, desde el Juzgado de Garantía de Lautaro, para conocer la
acusación deducida en contra del acusado MIGUEL ÁNGEL RAIN RAIN, por el delito de Micro tráfico ilícito de drogas.
Fíjase para los efectos del Juicio Oral la audiencia del día 04 de otubre de 2011 a las 09:00 horas en el lugar asiento de este
Tribunal, ubicado en calle Manuel Bulnes N° 0465 de esta ciudad.
Intégrese la Sala con los jueces Cecilia Subiabre Tapia quien la presidirá, Luis Torres Sanhueza, integrando la primera sala y
Gonzalo Garay Burnás, quien tendrá a su cargo la redacción del fallo que se dicte en su oportunidad.
Notifíquese, vía correo electrónico, a los Fiscales del Ministerio Público Jorge Granada Riquelme, Jaime Rojas Díaz y a la
Defensora Penal Público Gloria Castro Guarda.
Cítese personalmente a los testigos y peritos individualizados en el auto de apertura, bajo los apercibimientos previstos en
los artículos 33 incisos 2° y 3° y 299 inciso 1° del Código Procesal Penal.
Para todos cuyos domicilios se encuentren dentro de la jurisdicción y fuera del radio urbano en que funciona este Tribunal,
en mérito de lo dispuesto en el artículo 76 de la Constitución Política del Estado y Decreto Económico 070/2007, cíteseles por medio
de Carabineros de Chile oficiándose al efecto.
Bajo iguales apercibimientos, cítese personalmente o por cédula a los testigos y peritos que sean funcionarios de
Carabineros, Policía de Investigaciones, Servicio Médico Legal, Ministerio Público o Defensoría Penal Pública cuando fuere
procedente.
Notifíquese la presente resolución personalmente al acusado MIGUEL ÁNGEL RAIN RAIN, ya indicado, por conducto del
señor Alcaide de la Unidad Penal de Lautaro en donde se encuentra cumpliendo condena por otra causa, diligencia que se cumplirá
de conformidad a lo estipulado en el artículo 29 del Código Procesal Penal. Ofíciese al efecto.
Ofíciese a los Centros Penitenciario de Lautaro Temuco, informándoles la fecha de realización de la Audiencia de este Juicio
Oral, para los efectos del traslado del acusado, de los debidos resguardos y medidas de seguridad.
Para darle una mayor celeridad al proceso de comunicación a las partes, todos los resultados de las notificaciones y
citaciones practicadas por funcionarios de Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones y Gendarmería, serán enviadas, en forma
administrativa sin necesidad de resolución previa, a las direcciones de correo electrónico de los abogados intervinientes de la
presente causa, para los fines que estimen pertinentes.

R.U.C. 10 00 68 50 83 - 4
R.I.T. 185/2011

Dictada por la juez Cecilia Subiabre Tapia, actuando como Presidente de la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de esta ciudad.

162
TERCERA ETAPA DEL PROCESO PENAL: EL JUICIO ORAL.
TITULO III, LIBRO II CPC
CENTRALIDAD DEL JUICIO ORAL.-

El juicio oral es el elemento rector de todo el nuevo procedimiento penal.

Esta centralización, se traduce directamente en que las actividades más importantes del procedimiento están
concentradas en la audiencia del juicio oral.

En esta línea, el Art. 1º del Código dispone que "Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público”
consagrándolo, de esta manera, como uno de los derechos que puede ejercer cualquier persona. Sin embargo sólo una
parte menor del universo de los procedimientos, estimada en un porcentaje no superior al diez por ciento, debería llegar
a juicio oral. El resto finalizará por otras vías, tales como las salidas alternativas del sistema, - la suspensión condicional
del procedimiento y los acuerdos reparatorios -, y procedimientos sumarios, como el procedimiento abreviado y el
simplificado.

De esta manera, si bien el sistema permite en principio que todas las investigaciones y conflictos de orden penal puedan
llegar al juicio oral, ofrece, al mismo tiempo, soluciones alternativas y procedimientos que igualmente dan satisfacción
adecuada y oportuna a los derechos de los intervinientes.

Todos los actores, en todas las etapas, deben asumir que la eventualidad del juicio es una posibilidad sobre la cual nadie
más que el imputado tiene el control final y, en consecuencia, deben ajustar su desempeño dentro del procedimiento
como si debieran eventualmente ir a juicio.

ACTUACIONES PREVIAS AL JUICIO ORAL.- ART. 281 CPP.

1. REMISIÓN DEL AUTO DE APERTURA

El juez de garantía debe hacer llegar el auto de apertura del juicio oral, al tribunal de juicio oral en lo penal competente,
dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.

La norma mencionada prescribe que el juez de garantía, además, deberá poner a disposición del tribunal de juicio oral
en lo penal las personas que se hallaren sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales.

Una vez que dicho tribunal oral reciba materialmente el auto de apertura, el asunto será asignado a una de las salas de
que se componga el tribunal, conforme a un sistema objetivo y general de distribución aprobado anualmente por el
Comité de Jueces respectivo a propuesta del juez presidente del comité.

2. FIJACIÓN DE FECHA PARA EL JUICIO.-

Distribuida la causa, - cuando ello procediere porque el tribunal funciona dividido en salas -, se comunicará este hecho al
juez presidente de la sala asignada, quien procederá de inmediato a fijar fecha para la celebración de la audiencia, la que
deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días contados desde la notificación del auto de apertura
del juicio oral.

Existe una excepción al plazo para la realización de la audiencia de juicio oral, establecida en la Ley 20.084, que
establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal, normativa que en su artículo
consagra que el juicio oral deberá tener lugar no antes de 15 ni después de los 30 días siguientes a la notificación del
auto de apertura del juicio oral.

163
Luego, debe señalarse la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal. Como vimos en su oportunidad, el
Art. 21 A del Código Orgánico de Tribunales prevé la posibilidad de que los tribunales de juicio oral en lo penal puedan
constituirse y funcionar en localidades situadas fuera de su lugar de asiento cuando ello sea necesario para facilitar la
aplicación oportuna de la justicia penal conforme a criterios de distancia, acceso físico y dificultades de traslado de
quienes intervengan en el juicio.

En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que compondrán la sala, con el objeto de
que los intervinientes hagan valer las causales de inhabilidad que correspondan.

Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, el presidente de sala convocará a un número de jueces,
mayor que tres, para que la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número
ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo exigido en el Art. 284, relativo a la presencia ininterrumpida de los tres
jueces que componen la sala designada.

Finalmente, ordenará que se cite a la audiencia a todos quienes deban concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con,
a lo menos, siete días de anticipación a su realización, bajo los apercibimientos previstos en los Arts. 33 y 141, inciso 4º.

El Art. 33 permite disponer la detención o prisión preventiva del imputado hasta la realización de la audiencia, si no
compareciere injustificadamente luego de haber sido apercibido legalmente. El Art. 141, inciso 4º prescribe, asimismo,
que se decretará la prisión preventiva del imputado que no hubiere asistido a la audiencia del juicio oral, resolución que
se dictará en la misma audiencia a petición del fiscal o del querellante.

EJEMPLO DE CONVOCATORIA A JUICIO ORAL.-

Temuco, catorce de junio de dos mil diez.


Por recibido auto de apertura de Juicio Oral desde el Juzgado de Garantía de Carahue, para conocer la acusación deducida
en contra del acusado PEDRO MIGUEL CURIHUAL PÉREZ, por el delito de Robo con intimidación.
Fíjase para los efectos del Juicio Oral la audiencia del día 09 de julio de 2010 a las 09:00 horas en el lugar asiento de este
Tribunal, ubicado en calle Manuel Bulnes N° 0465 de esta ciudad.
Intégrese la Sala con los jueces Oscar Luis Viñuela Aller, quien la presidirá, Gonzalo Garay Burnás, quien tendrá a su cargo
la redacción del fallo que se dicte en su oportunidad – ambos integrando legalmente la segunda sala - y Erasmo Sepúlveda Vidal.
Notifíquese, vía correo electrónico, al Fiscal del Ministerio Público Claudio Jara Viveros y a la Defensora Penal Público Leyla
Gittermann Montenegro.
En cuanto a las víctimas – testigos de iniciales F.E.A.V. y V.A.M.Z., entiéndaseles citadas por medio de la parte que las
presenta, atendido que no se ha recepcionado en este Tribunal información acerca de sus domicilios reservados.
Cítese personalmente a los testigos y peritos individualizados en el auto de apertura, bajo los apercibimientos previstos en
los artículos 33 incisos 2° y 3° y 299 inciso 1° del Código Procesal Penal. Para todos cuyos domicilios se encuentren dentro de la
jurisdicción y fuera del radio urbano en que funciona este Tribunal, en mérito de lo dispuesto en el artículo 76 de la Constitución
Política del Estado y Decreto Económico 070/2007, cíteseles por medio de Carabineros de Chile oficiándose al efecto.
Bajo iguales apercibimientos, cítese personalmente o por cédula a los testigos y peritos que sean funcionarios de
Carabineros, Policía de Investigaciones, Servicio Médico Legal, Ministerio Público o Defensoría Penal Pública cuando fuere
procedente.
Sólo para efectos administrativos dése orden de ingreso por este Tribunal para el acusado PEDRO MIGUEL CURIHUAL
PÉREZ, al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Nueva Imperial, por encontrarse sujeto a la medida cautelar de prisión
preventiva por esta causa, conforme lo informado en el auto de apertura.
Notifíquese la presente resolución personalmente al acusado, ya indicado, por conducto del señor Alcaide de la Unidad
Penal referida, diligencia que se cumplirá de conformidad a lo estipulado en el artículo 29 del Código Procesal Penal. Ofíciese al
efecto.
Ofíciese a los Centros Penitenciario de Nueva Imperial y de Temuco, informándole la fecha de realización de la Audiencia de
este Juicio Oral, para los efectos del traslado del acusado, de los debidos resguardos y medidas de seguridad.
R.U.C. 09 00 79 11 55 – 3 R.I.T. 096/2010 Dictada por el juez Oscar Luis Viñuela Aller, actuando como Presidente de la
Segunda Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de esta ciudad.

164
3. DILIGENCIAS PREVIAS.-

En los días anteriores al inicio del juicio oral, las unidades administrativas de la secretaría del tribunal de juicio oral en lo
penal deberán realizar las actuaciones relativas a notificar la resolución que convoca a juicio a todas las personas que
deben concurrir a la audiencia, según lo dispuesto por el presidente de la sala respectiva y a efectuar el chequeo
posterior de ellas para asegurarse de la comparecencia de las partes, testigos y peritos.

El acusado debe ser citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los
apercibimientos previstos en los artículos 33 y 141, esto es, que si no comparece injustificadamente será detenido o
sometido a prisión preventiva.

En efecto, el último de los preceptos mencionados señala que se “decretará también la prisión preventiva del imputado
que no hubiere asistido a la audiencia del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia a petición del fiscal
o del querellante.

¿Qué ocurrirá si en definitiva no es habido? Pues, será declarado rebelde, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 99 letra a) y en su momento deberá decretarse sobreseimiento temporal a su respecto, por la causal señalada
en la letra b) del artículo 252.

Asimismo, si el acusado estuviere privado de libertad, deberán remitir la orden del presidente de sala al jefe del recinto
penitenciario respectivo para la asistencia de aquél.

Por su parte, la unidad de servicios deberá preocuparse de la disponibilidad de una sala del tamaño que ordene el
presidente, y de todo el material requerido para su realización, incluyendo televisor y equipo de vídeo, si fueren
necesarios.

La unidad de testigos y peritos deberá disponer de una sala para que esperen los testigos y peritos mientras son
llamados a declarar.

La unidad de administración deberá hacer llegar al juez presidente todos los antecedentes relativos a la citación de las
personas convocadas al juicio.

El día de la audiencia, la unidad de atención al público deberá mantener información visible sobre la sala en que se
realizará el juicio, la fecha, el nombre de los jueces que conocerán de él, el nombre de los intervinientes, testigos y
peritos y la materia del juicio.

PRINCIPIOS Y MÉTODOS DEL JUICIO ORAL.-

1. PRESENCIA ININTERRUMPIDA DE LOS JUECES.- ART. 284 CPP.

Los tres jueces que componen el tribunal de juicio oral en lo penal deben hallarse presentes desde el inicio hasta el final
de la o las audiencias en que se realice el juicio y deben ser los mismos que dicten la sentencia definitiva.

Es lo que algunos autores denominan “identidad física del juzgador".

La citada norma establece que la audiencia del juicio oral debe desarrollarse con la presencia ininterrumpida de los
jueces que integraren el tribunal y del fiscal, agregando que cualquier infracción a lo dispuesto en este artículo implicará
la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él.

La presencia ininterrumpida de los jueces, desde el principio hasta el final de la audiencia, es indispensable, ya que
deben oír y presenciar todas las alegaciones efectuadas por los intervinientes y las pruebas que produzcan en ella.

165
Deberán hallarse atentos durante todo su desarrollo para formarse una convicción personal acerca de la existencia del
hecho punible y de la participación atribuida al imputado a través de las pruebas allí verificadas, ya que, con el mérito de
todo lo actuado, deberán adoptar colectivamente la decisión sobre absolución o condena, la que deberán comunicar a
las partes y al público al final de la misma audiencia.

Es lo que dice el Art. 340 CPP, cuando expresa que "El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba ofrecida
durante el juicio oral”.

Como veremos a continuación, el Art. 281, inciso 5º, faculta al presidente de la sala respectiva, con el acuerdo del
presidente del tribunal, para llamar a formar parte de ella a un número mayor de jueces que el fijado por la ley – tres - ,
cuando sea de temer que alguno de ellos se inhabilite o pueda ser inhabilitado por alguna de las partes.

El Art. 76, como tuvimos oportunidad de ver, se refiere a la inhabilitación de los jueces del tribunal oral, señalando la
oportunidad en que ellas deben ser planteadas por los intervinientes y la forma como deben ser resueltas.

El inciso final de dicha disposición prescribe que el tribunal continuará funcionando con exclusión de el o de los
miembros inhabilitados, debiendo éstos ser reemplazados de inmediato por el presidente de la sala respectiva con los
otros jueces que fueron llamados, completando de esta manera el tribunal. Esta misma solución deberá emplearse en
los casos en que, al iniciarse la audiencia, faltare por cualquier otro motivo uno de los integrantes del tribunal.

Sobre este particular, cabe observar que la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado,
durante la discusión de esta norma, reflexionó que puede darse el caso que existan juicios largos y complejos que
abarquen más de una audiencia y que durante el transcurso de ellas pueda suscitarse algún imprevisto que afecte a
alguno de los tres miembros que componen el tribunal y que le impida continuar integrándolo, lo que podría producir la
nulidad de todo el juicio. Para evitar esta contingencia, estimó que era necesario contar con jueces alternos, para que en
determinadas causas se hallaran presentes durante toda la audiencia, sin integrar el tribunal, pero atentos a todo lo que
ocurriera durante ella, con el objeto de pasar a formar parte de inmediato de éste en caso de impedimento temporal de
alguno de sus miembros titulares, hasta la dictación de la sentencia definitiva. Obviamente, el juez que deba abandonar
la integración por algún impedimento temporal ya no podrá volver a formar parte del tribunal, porque se requiere que
los jueces estén presentes durante el curso completo del juicio.

La ley Nº 19. 708 de 5 de Enero de 2001, originada con motivo de una iniciativa del Poder Ejecutivo, modificó el Art. 17
del Código Orgánico de Tribunales, permitiendo la subrogación de jueces de tribunales de juicio oral en lo penal que se
vieren impedidos de continuar participando en el juicio, por otros jueces del mismo tribunal, en calidad de alternos.

Finalmente, conviene tener presente que el sistema parte de la base, además, que los jueces que integran la sala del
tribunal colegiado que se avocará al conocimiento de un juicio oral determinado, no pueden tener conocimiento previo
de las materias que se discutirán y probarán durante su transcurso, con el objeto de evitar un posible prejuzgamiento.

Para impedir que esta circunstancia se produzca, precisamente, se reglamentaron las inhabilidades que pueden ser
invocadas por los intervinientes e, incluso, por alguno de los propios miembros del tribunal colegiado referido.

Sobre este particular cabe señalar que la ley Nº 19.708, ya citada, agregó al art. 195 del Código Orgánico de Tribunales
tres causales de implicancia a las allí indicadas, aplicables a los jueces con competencia criminal:

 Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor;


 Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el
mismo imputado, y
 Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez de garantía en el mismo procedimiento.

166
2. ORALIDAD.- ART. 291 CPP.

La oralidad es un método simple, consistente en que todas las alegaciones, formulación y ejercicio de derechos,
incluyendo la rendición de las pruebas, deben ser efectuadas por los intervinientes en forma verbal.

La oralidad tiene la ventaja de que asegura la aplicación del principio de la inmediatez, ya que impide la delegación de
funciones, y además facilita el cumplimiento de los otros principios y garantías procesales.

Es un método típico del procedimiento penal acusatorio, a tal punto que contribuyó en nuestro sistema a darle el
nombre a la audiencia principal en que éste se desarrolla. Es la antítesis del método de la escrituración, que antes era
utilizado en el procedimiento penal en nuestro país y que permitió que los jueces del crimen conocieran de diversos
actos de procedimiento únicamente por medio de actas, escritos, informes y documentos.

El Art. 291 dispone que "La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
intervención de quienes participaren en ella".

Dicha norma agrega que las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán
notificadas desde el momento mismo de su pronunciamiento.

La disposición referida, reafirmando este método, añade que durante la audiencia del juicio oral el tribunal no admitirá
la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito. Sin embargo, continúa, quienes no pudieren hablar o no lo
supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de intérpretes.

El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano, será asistido igualmente por un intérprete que le
comunicará el contenido de los actos del juicio.

Este principio de oralidad no es absoluto ya que, como veremos, además de los escritos de acusación fiscal y particular,
de demanda civil y de contestación a ellos por parte del imputado, es posible que, excepcionalmente, pueda darse
lectura a declaraciones anteriores de testigos o peritos.

3. INMEDIACIÓN.-

El principio de la inmediación consiste en que el tribunal debe tomar conocimiento, personalmente, sin intermediarios
de ninguna especie, de todas las alegaciones, argumentaciones y pruebas que rindan las partes en el juicio.

Ya vimos anteriormente que desde un punto de vista formal, la inmediación exige que los jueces estén presentes en
forma ininterrumpida durante toda la audiencia, presenciando directamente y por sí mismos la producción de la prueba,
e impedidos de delegar válidamente esta función en funcionarios subalternos, mientras que desde un punto de vista
material, ella se traduce en que el tribunal debe extraer los hechos de la fuente por sí mismo, y debe formar su
convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral, sin que pueda utilizar equivalentes probatorios.

Particular importancia tiene la percepción directa que efectuarán los integrantes del tribunal sobre las evidencias
presentadas.

167
4. CONCENTRACIÓN Y CONTINUIDAD.- ART. 282 CPP.

Todo el juicio se realiza en una sola audiencia o en dos o más, celebradas en forma sucesiva, hasta terminarlo, de
manera que constituyan una unidad.

Así, la citada norma establece: "La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá prolongarse en
sesiones sucesivas, hasta su conclusión".

La misma disposición legal agrega que, para estos efectos, constituirán sesiones sucesivas, aquellas que tuvieren lugar
en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.

Con el fin de preservar la continuidad del juicio oral y garantizar que la sentencia se dicte sobre la base de lo acontecido
en él, se dispone que la resolución sobre absolución o condena sea comunicada a las partes y al público en la misma
audiencia, una vez que ha concluido el debate y después de una deliberación privada de los jueces, difiriéndose la
redacción de la sentencia hasta por cinco días.

¿Puede suspenderse la audiencia de juicio oral? Por excepción, el artículo 283 permite al tribunal suspender la
audiencia hasta por dos veces "solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario".

Cuando debiere suspenderse la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su continuación, lo que
se tendrá como suficiente citación.

Al reanudarla, deberá efectuarse un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.

La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que exceda de diez días, impedirá su
prosecución. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.

Dicho artículo dispone que el juicio se suspenderá por los motivos señalados en el Art. 252, relativos a los casos en que
puede decretarse el sobreseimiento temporal. Con todo, agrega, en el caso de rebeldía del imputado, el juicio seguirá
adelante cuando dicha declaración se produjere respecto de aquél a quien se hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, pero siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable
para la prosecución del juicio, o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.

5. CONTRADICTORIEDAD.-

Toda formulación y ejercicio de derechos por los intervinientes, así como la producción de sus pruebas, se encuentran
sujetas a las observaciones y objeciones de los demás.

Se trata de un procedimiento adversarial.

La producción de los medios probatorios y su incorporación al juicio pueden ser objeto de controversia en la audiencia.
Precisamente, para asegurar esta contradictoriedad es que, por una parte, el Art. 284 exige la presencia ininterrumpida
del ministerio público durante la audiencia del juicio oral y, por la otra, el Art. 286 la exige, igualmente, con respecto al
defensor.

Ambos intervinientes conducen intereses contrapuestos, total o parcialmente en el juicio, por lo que es menester que se
hallen presentes durante todo su transcurso.

Particular importancia tiene este principio con respecto a la producción material de las pruebas, ya que sólo de esta
manera es posible que los jueces que integran el tribunal, puedan saber lo que opinan las partes sobre ellas, sea para
atribuirles un determinado mérito probatorio, sea para desestimarlas por carecer de él.

168
6. PUBLICIDAD.- ART. 289 CPP.

El juicio no debe realizarse en forma privada. Toda persona, salvo las excepciones legales, tiene derecho a presenciarlo
en su integridad.

Con respecto a este principio debe tenerse presente que confluyen, por una parte, el derecho de la ciudadanía a
enterarse acerca de la forma como se realiza la justicia y por el otro, la circunstancia de que la publicidad puede atentar
contra la correcta realización del juicio o la seguridad de los intervinientes, su honor o su intimidad.

El Art. 289 dispone que "La audiencia del juicio oral será pública”, pero a continuación agrega que el tribunal podrá
disponer, a petición de parte y por resolución fundada, algunas de las medidas allí indicadas, cuando estimare que ellas
resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte en
el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley.

Estas medidas son las siguientes:


a) Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia;
b) Impedir el ingreso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y
c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen declaraciones a
los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio.

Si alguien infringe estas prohibiciones puede ser sancionado, según señala el Art. 294, con alguna de las medidas
establecidas en los Arts. 530 y 532 del Código Orgánico de Tribunales, lo que veremos más adelante.

Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o trasmitir la parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, resolverá el
tribunal.

La Comisión del Senado tuvo en cuenta a este respecto que la prohibición impuesta a los intervinientes y defensores, de
formular declaraciones a los medios de comunicación social no apunta a guardar reserva, porque el juicio es público,
sino a evitar que alguno de los intervinientes "pueda manipular las decisiones judiciales presionando a través de la
opinión pública para sacar ventajas de sus contrincantes".

Cabe señalar, por último, que la publicidad tiene entre otros fines, mostrar a la ciudadanía la forma como se realiza la
justicia, independientemente del juicio de que se trate, de manera que cualquier persona interesada pueda presenciarlo
íntegramente sí así lo desea. Además, da transparencia al sistema y permite las opiniones y críticas informadas, evitando
las distorsiones e informaciones falsas o tendenciosas de cierto periodismo poco serio o alarmista.

Existen normas especiales sobre publicidad en delitos de Violación u otros. Durante el desarrollo del juicio, los tribunales
pueden prohibir a los intervinientes, entregar información o formular declaraciones que pudieren conducir a revelar la
identidad de un menor víctima de delito objeto del juicio. Esto, en virtud del artículo 109 letra a), sobre medidas de
protección a la víctima, y también del artículo 3° de la Convención internacional sobre los Derechos del Niño, que
estipula que “en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de
bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atenderá será el interés superior del niño” .

Además, conforme a lo dispuesto por el artículo 33, inciso 2°, de la ley N° 19.733 (Ley sobre libertades de opinión e
información y ejercicio del periodismo), se prohíbe la divulgación, por cualquier medio de comunicación social, de la
identidad de menores de edad que sean autores, cómplices, encubridores o testigos de delitos, o de cualquier otro
antecedente que conduzca a ella. Esta prohibición regirá también respecto de las víctimas de alguno de los delitos
contemplados en el Título VII, "Crímenes y simples delitos contra el orden de las familias y contra la moralidad pública",
del Libro II del Código Penal, a menos que consientan expresamente en la divulgación. La infracción a este artículo será
sancionada con multa de treinta a ciento cincuenta unidades tributarias mensuales. En caso de reiteración, la multa se
elevará al doble.
169
7. PRESENCIA DEL ACUSADO, DEL DEFENSOR Y DEL QUERELLANTE EN EL JUICIO ORAL. ARTÍCULOS 285, 286, 287 Y 288
DEL CPP.

a) El acusado:

El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia.

El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia en una
sala próxima.

Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento
perturbare el orden.

En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado.

El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de
audiencia.

b) El defensor:

La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 103.

La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la


designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.

No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso, se
designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.

C) Sanciones al abogado que no asistiere o abandonare la audiencia injustificadamente:

La ausencia injustificada del defensor o del respectivo fiscal a la audiencia del juicio oral o a alguna de sus sesiones, si se
desarrollare en varias, se sancionará con suspensión del ejercicio de la profesión, hasta por dos meses. En idéntica pena
incurrirá el defensor o fiscal que abandonare injustificadamente la audiencia que se estuviere desarrollando.

El tribunal impondrá la sanción después de escuchar al afectado y recibir la prueba que ofreciere, si la estimare
procedente.

No constituirá excusa suficiente la circunstancia de tener el abogado otras actividades profesionales que realizar en la
misma oportunidad en que se hubiere producido su inasistencia o abandono.

D) El querellante:

La no comparecencia del querellante o de su apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización del
tribunal, dará lugar a la declaración de abandono establecida en la letra c) del artículo 120.

8. INCIDENTES EN LA AUDIENCIA DEL JUICIO ORAL.- ART. 290 CPP.

Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia del juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal.

Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no serán susceptibles de recurso alguno.

170
LA AUDIENCIA DEL JUICIO ORAL.

ACTORES NECESARIOS Y ACTORES EVENTUALES.

El juicio oral demanda la presencia necesaria de los siguientes actores:

1. LOS JUECES QUE FALLARÁN EL CASO.

El nuevo sistema entrega el conocimiento del juicio oral a un panel de tres jueces profesionales — sin jurado — que
forman parte del “Tribunal de juicio oral en lo Penal”.

Estos “Tribunales en lo Penal” reúnen a un conjunto de jueces, quienes integran salas de tres para conocer los juicios, de
algún modo análogamente a la organización de las Cortes de Apelaciones. El número de jueces varía según las
necesidades de la jurisdicción. Cada uno de esos tribunales cuenta con un “Juez Presidente del Comité de Jueces” a
cargo de la administración del tribunal, junto con la administración profesional.

La integración de las salas que componen el tribunal varía según reglas preestablecidas, sea por casos o por períodos. A
su turno, cada una de estas salas de tres jueces tiene, para cada juicio, un presidente a cargo de arbitrar el debate en el
mismo.

Ahora bien: recordemos que una vez que se ha cerrado la investigación y se ha deducido acusación por parte del
ministerio público el juez de garantía confecciona el “auto de apertura del juicio oral”, documento en el cual se contiene
la acusación, la defensa y los medios de prueba que se utilizarán en el debate.

Recibido por el Juez Presidente del Tribunal en lo penal el auto de apertura, fijará fecha para el juicio. Esta fecha no
podrá ser antes de quince días ni después de sesenta, contados desde la fecha de notificación del auto de apertura. El
presidente señalará también la integración precisa de la sala del juicio, de acuerdo con el sistema de distribución de
causas previsto en el tribunal.

Los jueces en lo penal pueden ser inhabilitados por las partes según las normas generales de implicancias y recusaciones
contenidas en el Código Orgánico de Tribunales. La ausencia de cualquiera de los jueces en cualquier porción del juicio
acarrea la nulidad del mismo. No obstante, el presidente del tribunal podrá convocar a un número mayor que los tres
jueces requeridos cuando existan circunstancias que permitan presumir que alguno de estos deberá ausentarse del
debate. Por supuesto, una vez que un juez se ausenta del debate no puede seguir conociendo ese juicio.

2. EL MINISTERIO PÚBLICO.

Se trata en este caso de la institución y no de ningún fiscal en particular. El Ministerio Público opera bajo el principio de
unidad, de manera que cualquier fiscal representa de igual manera a toda la institución. Al tribunal le es indiferente
cómo el Ministerio Público organice su comparecencia a juicio.

Habiendo en la sala un fiscal que dice venir a ganar el caso en juicio, la presencia del Ministerio Público se encuentra
satisfecha. La ausencia del Ministerio Público en cualquier porción del juicio acarrea la nulidad del mismo. Artículo 284
CPP

3. EL ACUSADO CON SU DEFENSA.

Aunque el acusado tiene derecho a presenciar todo el juicio, el Código contempla ciertas hipótesis en que puede ser
excluido:
• Cuando el propio acusado así lo solicite.
• Cuando el tribunal ordene que el acusado haga abandono de la sala porque su comportamiento perturba el orden de
la audiencia.

171
En ambos casos si el acusado reingresa a la audiencia el Código dispone que el presidente de la sala le informe de lo
ocurrido en su ausencia. Artículo 285 CPP.

En el caso del defensor, su presencia en el juicio es un requisito de validez del mismo. Artículo 286 CPP. El artículo 287
establece sanciones para el abogado que no asistiere o abandonare la audiencia injustificadamente. Esta norma intenta
evitar que la no comparecencia al juicio sea utilizada por los abogados como prácticas dilatorias cuando no desean
todavía ir a juicio.

Participan también en el juicio el querellante si lo hay, lo mismo que los actores civiles. Sin embargo, aun existiendo
dichos actores, su ausencia en el juicio oral —o la de sus representantes— no impide la realización del mismo,
acarreando para ellos en cambio el abandono de la instancia. Ver artículos 288 y 120 letra c).

INFORMACIÓN CON QUE CUENTAN LOS ACTORES AL INICIO DEL JUICIO.-

Al momento de inicio del juicio oral el tribunal no cuenta sino con el auto de apertura emitido por el juez de garantía y
en el cual se contiene la exposición de la acusación y de la defensa.

El auto de apertura tiene la función de acotar el debate y delimitar la prueba que se va a rendir en él. En consecuencia,
los jueces tienen más bien información acerca de qué se va a discutir en el juicio —qué hechos, que “teorías jurídicas” y
qué pruebas— pero no cuentan con nada similar a un expediente y, desde luego, no tienen acceso a la investigación del
Ministerio Público. Esta investigación es precisamente lo que el fiscal está llamado a exponer y probar delante de ellos.

El artículo 281 señala que el juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral al tribunal competente,
dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.

Las partes, en cambio, cuentan con toda la información que va a ser sometida al juicio, incluyendo la información de la o
las contrapartes.

Sabemos ya que la investigación de la fiscalía es pública para la defensa de manera que ésta conoce cuál es la
información que el fiscal ha adquirido a través de dicha investigación; pero todavía más, el objeto de la audiencia de
preparación del juicio oral es precisamente que todas las partes “abran sus cartas” respecto de cuál es la versión de cada
quién y a través de qué medios específicos pretenden probarla. Así, el Código señala que el auto de apertura —que
resume finalmente esta audiencia intermedia— deberá indicar, entre otras cosas, “la o las acusaciones que deberán ser
objeto del juicio, la o las demandas civiles, las pruebas que deberán rendirse en la audiencia oral y la individualización de
quienes deban ser citados a ésta”.

No se trata, pues, de utilizar alguna frase sacramental del tipo “probaré mis dichos con todos los medios que me
franquea la ley”; lejos de eso, si se pretende que haya en el juicio genuina contradictoriedad y si se pretende tomar en
serio el derecho a defensa, cada una de las partes debe haber tenido con anticipación al juicio toda la información que
se va a presentar en éste, de manera de poder hacer investigaciones independientes y poder preparar adecuadamente
el examen y contraexamen de los testigos y peritos, incluidos los de la contraparte.

Esta exigencia de “revelación” o “descubrimiento de la información con anterioridad al juicio significa, en consecuencia,
que las partes llegan a la audiencia principal conociendo con precisión cuáles son los hechos que están en discusión, cuál
es el derecho que cada uno invoca y, sobre todo, cuáles son individualizadamente cada una de las pruebas que se van a
presentar y cuál es, en lo medular, la información que aportarán.

Recordemos, en este sentido, que el artículo 259 del CPP, en su inciso 2º, dispone que la acusación deberá incluir una
lista de testigos y peritos, así como los puntos sobre los cuales dichos testimonios o peritajes recaerán. En efecto, la
defensa puede — pero no está obligada a — contestar la acusación de la fiscalía. Sin embargo, si quiere presentar
prueba en el juicio deberá someterse a la misma regla, conforme lo dispone el artículo artículo 263 c) del CPP.

172
INICIO DEL JUICIO ORAL.

El día y hora fijados, constituido el tribunal, el juez presidente de la audiencia deberá realizar los siguientes actos
iniciales (artículo 325):

1. Verificar que las partes estén presentes y que se encuentren listas para comenzar el juicio, incluida la disponibilidad
de todos los intervinientes.

2. Declarar iniciado el debate.

3. Advertir al acusado que debe estar atento a lo que va a oír. Se trata de que el tribunal se preocupe de explicar
brevemente al acusado cuál es su situación en el juicio, qué es lo que está ocurriendo y cuáles son sus derechos en
ello. Esta obligación no se limita a este solo momento del juicio sino que se mantiene durante toda su duración (por
ejemplo cuando va a hacer uso de la palabra o cuando no se le obliga a jurar al tomar el estrado).

Las explicaciones dadas al acusado deben ser hechas sin arreglo a ningún formalismo o fórmula sacramental,
dirigiéndose a él directamente en un lenguaje que esté en condiciones de comprender a cabalidad.

4. Señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de apertura. Este es conocido por
todas las partes, de manera que se trata más bien de una corroboración de que todos están de acuerdo en que esos
son los límites del debate— emanados para este caso de la audiencia intermedia. Por otro lado, se trata de una
exposición del tribunal al público presente en el juicio —a la comunidad— acerca de qué trata el caso que está a
punto de verse.

ALEGATOS DE APERTURA.

Realizados los actos iniciales, el presidente del tribunal concederá la palabra al fiscal, para que exponga su acusación y al
querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere interpuesto. Artículo 325 CPP.

Luego de las exposiciones, se concederá al acusado la posibilidad de tomar la palabra. Se trata de un derecho y el
imputado puede o no ejercerlo, a voluntad. Haga uso de él o no, a continuación el abogado defensor podrá hacer su
propio alegato de apertura. Artículo 326.

Con posterioridad a los actos iniciales, entonces, cada parte tiene derecho a hacer un alegato de apertura. En ese
alegato las partes presentarán al tribunal el caso que están a punto de conocer, señalando qué es lo que la prueba
demostrará y desde qué específico punto de vista ella debe ser apreciada. A diferencia del alegato final, el alegato de
apertura no pretende analizar el peso o la credibilidad de la prueba, pues ésta todavía no se ha presentado. El objeto de
estos alegatos de apertura es otro: presentar al tribunal la teoría del caso de cada parte y hacer una cierta “promesa”
acerca de qué hechos, en términos generales, quedarán acreditados a partir de la prueba.

La declaración del acusado es voluntaria. En consecuencia el presidente le ofrecerá la palabra para que hable en este
momento —en cuyo caso podrá ser interrogado luego por las partes— o bien puede no hacer uso de su derecho a
hablar, sea porque no lo va a hacer durante todo el juicio, sea porque va a declarar en un momento posterior a través de
las preguntas de su abogado.

173
PRUEBA EN EL JUICIO ORAL.

Oídos los alegatos de apertura de todos los intervinientes, se recibirá la prueba.

El juicio oral en un sistema acusatorio admite como prueba todo medio apto para producir fe, con tal de que cumpla los
requisitos generales de la prueba (pertinencia, relevancia, licitud, que esté incluido en el auto de apertura, etc.).

El Código establece un sistema de libre valoración de la prueba; en consecuencia, los hechos del juicio pueden probarse
por cualquier medio sin que ninguno tenga para los jueces credibilidad preconcebida ni peso probatorio más allá del que
emerja de la actividad del juicio.

En este sentido, el artículo 295 señala que “todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del
caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad a la
ley...”. Sin embargo, los jueces no pueden apreciar la prueba de cualquier modo, por mera arbitrariedad o simple apego
a sus propios prejuicios o convicciones subjetivas; a cambio de esta libertad y de este poder frente a la prueba, el Código
hace fuertes exigencias de fundamentación a la sentencia, en la cual los jueces deberán explicar de qué modo valoraron
la prueba presentada ante ellos en el juicio. Artículo 297 CPP.

Este sistema inunda toda la prueba: en el procedimiento penal. No existen testigos inhábiles ni tachas (ver artículo 309).
Si un testigo tiene cercanía a la parte por la que declara, enemistad con aquella contra la cual lo hace, o si tiene interés
en el juicio, todas esos elementos podrán —o no— impactar su credibilidad y acarrear como consecuencia que los
jueces la desestimen. Sin embargo. Es perfectamente posible que pese a estos elementos el testimonio en cuestión
parezca a los jueces perfectamente creíble y lo acojan.

Asimismo, la noción acerca de quién es “perito” cambia radicalmente; quien quiera presentarse como “experto” en una
determinada materia tendrá que dar cuenta de su experticia en el juicio oral y dicha experticia será materia de examen y
contraexamen, tal como el resto de la información. No hay listas preexistentes de peritos ni basta tener un cargo o un
título para serlo; desde luego un título o un cargo podrán hacernos creer que el sujeto posee el conocimiento
privilegiado que dice tener, pero también puede ser perfectamente posible que aceptemos para una materia en
particular que alguien sea experto sin tener título universitario, que teniéndolo no sea el experto que dice ser o bien que
el cargo que ostenta no nos dé ninguna garantía acerca de su experticia (ver artículos 318 y 316). Todo eso deberá ser
evaluado por los jueces en el caso concreto, a través del examen y contraexamen que hagan las partes.

A su turno, en el sistema de libre valoración, los objetos y documentos que se pretenda ingresar al juicio pasarán un
examen de admisibilidad y de credibilidad, tal como el resto de la prueba; por muy escritura pública que sea un
documento, nada impide que un testigo diga que se trata de un instrumento falso y que los jueces, en ese caso
concreto, den mayor credibilidad al testigo que al instrumento.

En cuanto al orden de presentación de la prueba, el Código establece que las partes acusadoras presenten primero
todos sus respectivos casos, comenzando con el Ministerio Publico y luego con el querellante, si lo hay. A continuación
todo el caso de la defensa. El orden concreto de presentación de cada prueba dentro del caso de cada parte, así como el
orden en que las partes extraen la información de cada prueba en particular, depende exclusivamente de ellas. Art. 328
CPP.

En la lógica acusatoria del juicio oral, la cuestión clave es que cada parte cumpla su rol del modo más efectivo posible.
Las partes llegan al juicio con un conocimiento cabal del caso, que llevan días, semanas o meses preparando. En
consecuencia, quienes mejor pueden decidir de qué manera la información puede ser presentada del modo más
efectivo, claro y comprensible, son las propias partes, que además van a sufrir los costos de su desempeño profesional.
Así, quizás el peritaje con que cuenta la parte vaya sobre un punto específico, cuya relevancia resulta incomprensible
antes de que otro testigo haya relatado los hechos más generales. Quizás la parte quiera reservar dicho peritaje al
último lugar, y presentarlo una vez que su importancia dentro del relato general resulte evidente, habiendo examinado
primero a otros testigos del caso, incluso habiendo introducido a través de esos testigos otro tipo de pruebas,
documentos, grabaciones u objetos, por ejemplo.
174
Revisaremos cada uno de estos medios del modo en que están regulados en el Código:

1. TESTIGOS.

La prueba por excelencia en el juicio oral suele estar constituida por el testimonio, ampliamente concebido. Sea que se
trate de la declaración de un tercero que dice haber percibido cosas relativas al caso o que se trate de la propia
declaración de la víctima la prueba del juicio oral por excelencia es el testimonio.

Ya veremos que incluso cuando deseamos incorporar al juicio objetos o documentos esto deberá las más de las veces
ser realizado a través de una persona que nos diga que dicho objeto o documento es lo que la parte que lo presenta
asegura que es.

Los testigos son personas que han percibido a través de sus sentidos hechos que son relevantes para la resolución del
caso. En consecuencia —y en principio— los testigos concurren a declarar sobre hechos. Sus opiniones o conclusiones,
no son materia de testimonio; salvo excepciones, no resultan relevantes y por lo general dan lugar a una legítima
objeción de la contraparte.

2. PERITOS.

Los peritos son una particular especie de testigos. No importa cómo se les llame, el hecho es que -lo mismo que los
testigos - se trata de personas que cuentan con información relevante acerca del caso que se está juzgando y que deben
venir a dar cuenta de ella en forma oral y sujeta a la contradictoriedad del juicio.

A diferencia de los testigos, sin embargo, los peritos por lo general no han presenciado directamente los hechos del
caso, sino que emiten acerca de él juicios para los cuales se requiere una determinada experticia.

En el caso de los peritos, en consecuencia, las opiniones, lejos de ser irrelevantes - y por lo tanto inadmisibles - suelen
constituir precisamente el objeto de su declaración. Así, el artículo 314 señala que “procederá el informe de peritos en
los casos determinados por la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren
necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio”.

Todo aquel que pretenda tener un conocimiento experto relativo a la materia sobre la que está declarando deberá dar
cuenta del origen de esa experticia. A su turno, tanto las partes como el juez podrán cuestionar dicha experticia, sea que
lo hagan por sus defectos propios o bien por oposición a otro perito más verosímil en esa misma materia. En este
sentido el artículo 318 señala que “los peritos que presentaren no podrán ser inhabilitados. No obstante, durante el
juicio oral podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su imparcialidad e idoneidad, así como el rigor técnico
o científico de sus conclusiones”.

Los peritos concurren al juicio oral a explicar su informe. No se presentan simplemente a leerlo o a ratificar lo que allí se
dice. De hecho, el artículo 329 señala expresamente que “durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser
interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en que
constaren anteriores declaraciones o en otros documentos que las contuvieren...”, como por ejemplo el informe. Hace
excepción a este regla lo dispuesto en el inciso final del artículo 315 del CPP, que establece que “no obstante, de manera
excepcional, las pericias consistentes en análisis de alcoholemia, de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias
estupefacientes o psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral mediante la sola presentación del informe
respectivo. Sin embargo, si alguna de las partes lo solicitare fundadamente, la comparecencia del perito no podrá ser
substituída por la presentación del informe”.

La cuestión relevante aquí es que lo que interesa al juicio oral es la declaración actual del perito, de manera que éste
pueda explicar sus conclusiones en un lenguaje común que todos - y los jueces antes que nadie - puedan comprender. El
informe no es la prueba, sino sólo el testimonio prestado en el juicio oral. Una declaración prestada con inmediación y
sujeta a la contradictoriedad del debate.

175
Salvo sus particularidades propias, la declaración de los peritos en el juicio oral se rige por las normas previstas para los
testigos. Artículo 319 CPP.

Reglas comunes a los testigos y los peritos:

a) Producción del testimonio. El presidente del tribunal identificará al perito o testigo y ordenará que preste juramento
o promesa de decir verdad. 306 y 329 inc. 2º CPP.

Hay testigos sin embargo que declaran sin que medie juramento o promesa: desde luego el acusado —por el principio
de no autoincriminación— pero también los testigos menores de dieciocho años y aquellos de quienes el tribunal
sospeche que pudieron haber tomado parte en los hechos investigados (artículo 306 inciso 2º).

Los peritos y testigos declaran uno a uno. En el caso de los testigos la declaración no es libre, sino que se sujeta al
interrogatorio de las partes, primero aquella que lo presenta, luego la contraparte. En el caso de los peritos estos deben
“exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe”, tras lo cual son interrogados por las partes (ver
artículo 329 inciso 3°).

Luego de la actuación de las partes— los jueces podrán dirigir al testigo o perito preguntas “con el fin de aclarar sus
dichos” (ver artículo 329 inciso 4°).

b) Citación. Los testigos y peritos van a haber sido citados al juicio por el tribunal y, en caso de que no concurran, se
puede pedir su comparecencia por medio de la fuerza pública. Esto no quita que sea responsabilidad de las partes
asegurarse de que sus testigos van a estar disponibles y dispuestos para concurrir a declarar al juicio oral. Artículos 298 y
299.

El inciso final del artículo 329 consagra una excepción a esa regla. Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y
difícil de superar no pudieren comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de
videoconferencia o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su interrogatorio y contrainterrogatorio. La
parte que los presente justificará su petición en una audiencia previa que será especialmente citada al efecto, debiendo
aquéllos comparecer ante el tribunal con competencia en materia penal más cercano al lugar donde se encuentren.

c) Inmediación. El ya citado artículo 329 señala a propósito de este principio que los peritos y testigos “deberán ser
interrogados personalmente durante la audiencia. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de
registro en que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieran”.

La única manera de incorporar al debate la información de un testigo es, en principio, presentarlo a que declare en el
juicio.

El principio de inmediación tiene sin embargo excepciones. Las más importantes son:

• Anticipación de prueba. El artículo 191 establece que si durante la investigación fiscal “... el testigo manifestare la
imposibilidad de concurrir a la audiencia principal por tener que ausentarse a distancia o por existir motivo que hiciere
temer la sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá
solicitar al juez de garantía que se reciba su declaración anticipadamente.”

La anticipación de prueba durante la etapa de investigación debe reunir las mismas condiciones de contradictoriedad
que el juicio oral, de manera que el examen y contraexamen del testigo se hará por parte del fiscal y del defensor - o de
los demás intervinientes - del mismo modo que se habría hecho en la audiencia principal. La diligencia es recogida en un
registro fiel que puede incorporarse al debate en el juicio oral.

Esta institución no deja de ser un menoscabo para la inmediación y para la contradictoriedad – pues obliga a la
contraparte a contraexaminar en una etapa temprana, sin necesariamente tener toda la información que requería para
ello- de manera que la aplicación de esta excepción debe ser exigente y excepcional.
176
• Lecturas acordadas por todas las partes. El artículo 331 letra b) establece que podrá darse lectura a las declaraciones
de testigos o imputados “cuando constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con
aquiescencia del tribunal”. Desde luego, en este caso el menoscabo a la inmediación está compensado por el
consentimiento de las partes.

• Ausencias imputables al acusado. Tanto en el caso de los testigos como de los peritos y coimputados el artículo 331
letra c) establece que podrá reproducirse o darse lectura a las declaraciones previas que hubieren hecho cuando la
ausencia de éstos en el juicio fuere “imputable al acusado”.

• Coimputados rebeldes. El Código admite también la posibilidad de introducir por lectura la declaración de coimputados
rebeldes prestada ante el juez de garantía, si la hubiere. 331, letra d) CPP.

• Declaraciones previas inconsistentes. Por último, el artículo 332 establece “Sólo una vez que el acusado o el testigo
hubieren prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores
prestadas ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, cuando fuere necesario para
ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar contradicciones o para solicitar las
aclaraciones pertinentes.

Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un perito partes del informe que él hubiere
elaborado.”

Se trata de dos hipótesis adicionales de lectura de declaraciones previas: “apoyo de memoria” y la “contradicción con
declaraciones previas”. Estos son casos de lecturas legítimas, pero en el entendido de que en ninguno de ellos la
información proveniente de la lectura constituye prueba.

La prueba sigue siendo el testimonio en juicio del testigo o perito, cuya memoria ha sido “apoyada” por el documento
que acaba de leer o bien confrontada con una declaración previa inconsistente. La declaración previa sólo puede ser
considerada por el juez para evaluar la credibilidad actual del testigo y en ningún caso como fundamento de su decisión
en la sentencia.

En ambos casos el Código exige que el testigo o perito ya haya declarado sobre el punto; que haya dicho no recordar
cierta información sobre lo que se le pregunta o bien que haya de hecho realizado una declaración en el juicio que es
inconsistente con otra formulada previamente. Sólo allí nace a posibilidad de utilizar la declaración previa, con los
objetivos ya expresados.

En ambos casos sólo se puede utilizar la específica porción de la declaración previa que resulta útil para apoyar la
memoria o que contiene la inconsistencia. El resto de la lectura sigue siendo inadmisible.

d) Contradictoriedad y forma de las preguntas. El debate se produce principalmente a través del interrogatorio y del
contrainterrogatorio del testigo o perito.

Las reglas que rigen ambos momentos no son las mismas. En el caso del interrogatorio directo se trata de un testigo o
perito que concurre a declarar llamado por una parte y por lo general, comprometido en algún grado con su versión de
los hechos.

Esto es así aun tratándose de testigos perfectamente verdaderos, que de buena fe creen haber percibido lo que vienen a
declarar. Aun así, dichos testigos están en algún grado comprometidos con la versión que vienen precisamente a relatar,
y es esa versión la que el juicio quiere controlar.

Los testimonios y aun los peritajes nunca son neutrales y, de hecho, son presentados por la parte precisamente porque
ellos apoyan su versión de los hechos. Siendo así, el artículo 330 prohíbe que la parte que presenta al testigo o perito les
dirija preguntas sugestivas (aquellas que contienen su propia respuesta), pues en ese caso éstos no estarían sino
dejándose guiar por el abogado que los presentó y a favor de cuya parte vienen a declarar.
177
El contrainterrogatorio, en cambio, opera sobre una lógica completamente distinta: los peritos y testigos ya han
declarado frente al tribunal su versión y esa versión apoya a la contraparte (por eso la contraparte los ha convocado al
juicio).

Lo que el juicio requiere del contraexaminador, entonces, es que éste sea capaz de extraer de estos testigos toda aquella
información, versiones, detalles y matices que ellos no han aportado en el juicio -deliberadamente, o por mero sesgo o
desidia - y que podrían perjudicar el caso de la parte por quien han venido a declarar. Si el contraexaminador hace eso,
habrá puesto a los jueces en mejores condiciones para evaluar dicha información. Esta es la razón por la cual en el
contrainterrogatorio las preguntas sugestivas, lejos de estar prohibidas, son el instrumento por excelencia del
contraexaminador.

Nótese, entonces, que de acuerdo con el inciso 1° del artículo 330, las preguntas sugestivas están prohibidas sólo en el
interrogatorio directo – el que realiza la parte que presenta al testigo o perito - pero no en el contrainterrogatorio.
Tanto en el examen directo como en el contraexamen, sin embargo, están prohibidas las preguntas engañosas, aquellas
destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo o perito y las que fueren formuladas en términos poco claros para
ellos (artículo 330, inciso 3°).

Las versiones de “pregunta engañosa” son múltiples y es ésta una materia sobre la cual queda mucho por desarrollar en
la práctica judicial. Se trata, en definitiva, de que los testigos y peritos puedan responder a la pregunta con total claridad
acerca de cuál es exactamente la información que se está requiriendo de ellos.

3. OBJETOS, DOCUMENTOS Y OTROS MEDIOS.

El artículo 333 establece que “los documentos serán leídos y exhibidos en el debate, con indicación de su origen. Los
objetos que constituyen evidencia deberán ser exhibidos y podrán ser examinados por las partes. Las grabaciones, los
elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se
reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción por los asistentes. El tribunal podrá
autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o resumida de los medios de prueba mencionados,
cuando ello pareciera conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser
exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los reconozcan o se refieran a ellos”.

4. PRUEBA ADICIONAL ORDENADA POR EL TRIBUNAL.

Por último, existen dos hipótesis en las que el tribunal puede ordenar prueba adicional, siempre a petición de parte:

a) Peritos o testigos vueltos a llamar al estrado (artículo 329, inciso quinto). Una vez terminada la presentación de la
prueba por las partes, “si lo estimare necesario, el tribunal podrá ordenar una declaración complementaria de testigos o
peritos que ya hubieren declarado”.

No se trata en ningún caso de prueba nueva. Son testigos o peritos que ya han declarado y que son vueltos a llamar por
el tribunal a petición de alguna de las partes.

b) Prueba nueva. El Código establece en su artículo 336 dos hipótesis de presentación de prueba no anunciada en la
audiencia de preparación del juicio oral.

En el primer caso (inciso 1°) se trata estrictamente de prueba nueva, sobre el fondo del caso. Estas pruebas podrán ser
ordenadas por el tribunal cuanto la parte que debió haberla presentado justifique “no haber sabido de su existencia
hasta ese momento”.

El rol de los jueces es controlar que el Estado esté afectando al acusado del modo que lo está haciendo en razón de una
investigación seria y eficiente. Si la fiscalía no fue seria en su investigación el rol de los jueces es así declararlo a través
de la absolución. De esta suerte, la fiscalía no puede simplemente decir “su señoría, no supe de la existencia de esta
prueba así que quiero ingresarla sorpresivamente ahora”.
178
En el segundo caso (inciso 2°) se trata de “prueba sobre prueba”, cuando surgiere una controversia relacionada
exclusivamente con la veracidad, autenticidad o integridad de una prueba. El ejemplo paradigmático es el testigo que
niega haber escrito la carta que se le exhibe o firmado el documento que se le muestra; en ese caso la parte que lo está
contrainterrogando podrá pedir al juez autorización para ingresar el peritaje caligráfico, si es que lo tiene - o tiempo para
realizarlo si no cuenta con él - aun cuando dicho peritaje no haya sido anunciado en la audiencia de preparación del
juicio oral.

La razón detrás de esta norma es que no es razonable ni conveniente pedir a las partes que prevean todas las posibles
ocasiones en que los testigos van a negar su firma, su letra, sus actos o en que simplemente van a mentir acerca de ellos.
Además, no se trata realmente de pruebas sobre el fondo del caso y, en consecuencia, el perjuicio de la sorpresa
respecto de la contraparte disminuye ostensiblemente.

ALEGATOS FINALES.

El artículo 338 señala que “Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará sucesivamente la
palabra al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor para que expongan sus conclusiones. El tribunal
tomará en consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que concederá al efecto.

Seguidamente, se otorgará al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor la posibilidad de replicar. Las
respectivas réplicas sólo podrán referirse a las conclusiones planteadas por las demás partes”.

El alegato final es uno de los momentos centrales del juicio. Toda la prueba ha sido presentada de cara al alegato final,
pues es sólo allí cuando por primera y única vez podremos “armar el puzzle” que hemos venido construyendo a través
de la prueba. La prueba no habla por sí sola; está llena de detalles, inconsistencias, concordancias, versiones y matices
que arrojan diversos elementos para valorarla y para que, a partir de dicha valoración, los jueces construyan el relato
que servirá de base a la sentencia.

El alegato final es el gran - y el único - momento en que el abogado sugiere al tribunal qué conclusiones debe extraer de
lo que ocurrió durante el debate y, dado que la información producida en éste es múltiple, irregular, heterogénea e
interpretable, es también el momento en que el juez urge al abogado a que lo retroalimente acerca de qué conclusiones
deben extraerse de toda esa información.

El alegato final es un ejercicio profundamente sistemático: se trata de tomar toda la prueba y ordenarla en un todo
coherente de acuerdo a la teoría del caso de cada parte. En consecuencia, es crucial no sólo para éstas sino también
para los jueces permitir que los abogados puedan desarrollar su argumentación sin interrupciones y la intervención del
tribunal debiera utilizarse exclusivamente para tutelar abusos manifiestos en el uso de este espacio.

FACULTADES DEL TRIBUNAL PARA CONDUCIR EL DEBATE.-

1. En general, la conducción del debate recae en el juez presidente. En este sentido “dirigirá el debate, ordenará la
rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que correspondieren y moderará la discusión.

Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar el
ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa” (artículo 292 inciso 1°).

La principal idea que hay detrás del rol del juez presidente durante el debate es la tutela del juego justo. Esta es, según
veíamos, la segunda cara de la imparcialidad; las partes van a medir sus versiones de los hechos y lo van a hacer ojalá del
modo más confrontacional posible, dentro de un entorno de juego justo.

El tribunal - y específicamente el juez presidente - es el guardián de ese juego justo. Las cuestiones que se pueden
suscitar dentro del juicio oral son infinitas y la ley no tiene ninguna posibilidad de prevenirlas, menos de solucionarlas.

179
Es el juez - consciente de las razones que nos han llevado a optar por un modelo de juicio oral, público y contradictorio -
quien tutela para cada caso y cuestión concreta la justicia de una decisión para la posición de las partes.

2. Tiene facultades disciplinarias “destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate y, en general, a
garantizar la eficaz realización del mismo.

En uso de estas facultades el juez podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número determinado de
personas. También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones
incompatibles con la seriedad de la audiencia’ (artículo 292 incisos 3° y 4°).

El juez presidente puede expulsar de la sala a cualquiera de los asistentes -incluidos los abogados - y, respecto de éstos,
cuenta además con las sanciones previstas en los artículos 530 y 532 del COT. (amonestaciones, multas y arrestos,
artículo 294).

3. Tiene además facultades disciplinarias destinadas a proteger la libre prestación del testimonio.

En este sentido, el presidente puede también expulsar de la sala a aquellas personas que adopten durante el juicio un
comportamiento intimidatorio o provocativo (artículo 293).

FALLO INMEDIATO Y SENTENCIA.-

Terminados los alegatos finales, el tribunal otorgará la palabra al acusado para que manifieste lo que estimare
pertinente. A continuación se declarará cerrado el debate y los jueces estarán en condiciones de fallar el caso.

El artículo 339 ordena que “inmediatamente después de clausurado el debate, los miembros del tribunal que hubieren
asistido a él pasarán a deliberar en privado”.

Los acuerdos del tribunal del juicio oral se rigen por las reglas del COT para las Cortes de Apelaciones; en consecuencia,
la decisión se alcanza con simple mayoría de votos dentro del tribunal.

Algunos comentarios acerca del fallo:

“INMEDIATAMENTE”. El Código exige que los jueces resuelvan inmediatamente una vez cerrado el debate. Esto no
quiere decir que no deban tomarse el tiempo de deliberación que requieran hasta alcanzar una decisión. La cuestión es
que los jueces deben resolver con arreglo al recuerdo fresco de lo que acaban de percibir con inmediación en la
audiencia. Deben en consecuencia abocarse a alcanzar una decisión sin conocer ningún otro asunto en el intertanto, de
modo que no haya duda alguna acerca de que están fallando en consideración a la prueba del juicio y no, en cambio, con
información de otro caso.

Una vez adoptada una decisión por el tribunal, “la sentencia definitiva [..] deberá ser pronunciada en la audiencia
respectiva”. Se trata nada más de la decisión acerca de la condena o absolución, acompañada de los fundamentos
principales (artículo 343, inciso 1°). Sin embargo, tratándose de casos que hayan durado más de dos días y cuya
complejidad -pese a haber alcanzado los jueces una decisión - exige tiempo para organizar los principales fundamentos
de la misma, el tribunal podrá diferir hasta por 24 horas la comunicación del fallo (artículo 343, inciso 2°).

La infracción de estas normas acarrea la nulidad del juicio (artículo 343, inciso 3°).

La redacción de la sentencia completa, en cambio, con todas las exigencias del artículo 342, se rige por el artículo 344: Al
pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal podrá diferir la redacción del fallo y, en su caso, la
determinación de la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su
lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado más de cinco días, el tribunal dispondrá, para fijar la fecha de la
audiencia para su comunicación, de un día adicional por cada dos de exceso de duración del juicio.

180
El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la audiencia citada, constituirá falta grave que deberá ser
sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio de ello, se deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la
que en caso alguno podrá tener lugar después del segundo día contado desde la fecha fijada para la primera.
Transcurrido este plazo adicional sin que se comunicare la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la
decisión hubiere sido la de absolución del acusado.

Si, siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del juicio sólo comprenderá a quienes
hubieren sido condenados.

Luego de las modificaciones introducidas al Código Procesal Penal por la Ley 20.074, que incorporó un nuevo inciso al
artículo 343, reemplazó el artículo 344 y derogó el artículo 345. De este modo, establece el inciso final del artículo 343:
“En el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal en la
misma oportunidad prevista en el inciso primero. No obstante, tratándose de circunstancias ajenas al hecho punible, y
los demás factores relevantes para la determinación y cumplimiento de la pena, el tribunal abrirá debate sobre tales
circunstancias y factores, inmediatamente después de pronunciada la decisión a que se refiere el inciso primero y en la
misma audiencia. Para dichos efectos, el tribunal recibirá los antecedentes que hagan valer los intervinientes para
fundamentar sus peticiones, dejando su resolución para la audiencia de lectura de sentencia.

Se desprende de esta disposición que en el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal en la misma oportunidad prevista en el inciso primero, vale decir, al dar a
conocer la decisión de condena al término de la Audiencia del Juicio oral, ya que no obstante ser elementos
accidentales, pasan a ser parte integrante del delito en el caso concreto, por lo cual deben ser fundamentadas y
probadas, siendo la oportunidad para ello la audiencia ya mencionada. (Audiencia de Juicio Oral). Sin embargo, la
resolución en cuanto a su rechazo o aceptación y la fundamentación para cualquiera de las dos situaciones, queda para
la sentencia definitiva.

El inciso mencionado, en su segunda parte, se refiere además a las “circunstancias ajenas al hecho punible” y “demás
factores relevantes para la determinación y cumplimiento de la pena”. Respecto de ellos, se abrirá debate luego de
conocida la decisión de condena; los intervinientes además pueden aportar nuevos antecedentes para fundar sus
peticiones. Entre tales circunstancias y factores quedan comprendidos todos los que resultaren relevantes para la
determinación de la pena concreta, su naturaleza y cuantía, como antecedentes personales del condenado, su conducta
anterior y posterior al hecho punible, y en general datos que permitan hacer un pronóstico sobre su comportamiento
futuro y en definitiva, determinar si el otorgamiento de beneficios en cuanto al cumplimiento de la pena, son
convenientes o no. En resumen, son aquellas que justifican decretar o denegar una medida alternativa a la pena
privativa de libertad.

SENTENCIA Y ACUSACIÓN. ARTÍCULO 341 CPP.-

La sentencia condenatoria está acotada por la acusación. No puede excederla en cuanto a los hechos por los que ésta
acusa.

La lógica detrás de esta norma es la del derecho a defensa. Si el tribunal pudiera dar por acreditados hechos no
contenidos en la acusación, entonces se estaría condenando al acusado sin que haya tenido oportunidad de construir su
defensa por dichos hechos, refutar la prueba de cargo en lo que respecta a ellos y presentar su propia prueba.

En cambio, el tribunal puede dar a los hechos una calificación jurídica distinta de aquella contenida en la acusación o
apreciar la concurrencia de circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que
hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia.

181
REDACTOR, DISIDENCIAS Y PREVENCIONES. ART. 342, INCISO FINAL CPP.

La redacción de la sentencia está formalmente encargada a uno de los tres jueces y deberá contener el nombre del
redactor, así como las disidencias y prevenciones. De esta suerte, la comunidad podrá seguir con precisión la labor de los
jueces, saber a quién adjudicar la responsabilidad por las decisiones y controlar su desempeño.

Estándar de convicción. Art. 340 CPP.

Hasta ahora nuestro procedimiento penal siempre recurrió a la formula vaga de exigir a los jueces haber adquirido
“convicción” para condenar a una persona. No obstante, dicha fórmula no ha provisto a los jueces de un genuino criterio
de decisión respecto de cuándo condenar o absolver, más allá de la propia voluntad del juez.

El estándar de la “duda razonable” corresponde a una fórmula fundamentalmente desarrollada por el modelo anglo—
sajón. Cuánta convicción se requiere para condenar a una persona no es una discusión que haya estado presente en
nuestros desarrollos legales o jurisprudenciales.

El estándar de la duda razonable no zanja para nada la cuestión – todavía los jueces deberán dotar a la expresión de
contenido específico - pero sin duda es un estándar alto para la prueba del fiscal y ofrece un piso desde el cual
desarrollarlo jurisprudencialmente: si los jueces tienen una duda acerca de la culpabilidad del sujeto y esa duda es
razonable, la ley los obliga a absolver, con independencia de qué es lo que ellos crean fuera de dicho estándar.

Aun si los jueces tienen la sospecha de que el acusado es culpable, pero les cabe una duda razonable, deben absolver. Y
al hacerlo así, estarán cumpliendo a cabalidad su rol social de controlar la actividad del Estado y proteger a los individuos
de una maquinaria estatal ineficiente, errática o arbitraria.

La elaboración en la práctica del estándar de la duda razonable no es una mera decisión técnica, sino que tiene la
máxima importancia política desde el punto de vista de los valores del sistema: mientras más bajo el estándar —
mientras menores las exigencias probatorias que los jueces le hagan a la fiscalía— será más fácil condenar a los
culpables, aunque serán mayores también las posibilidades de condenar erróneamente a personas inocentes. Al
contrario, mientras más alto el estándar estaremos minimizando las posibilidades de condenar erróneamente a un
inocente, aunque se dificultará también la condena de los culpables. El justo equilibrio entre estos dos valores
constituye el verdadero tema de fondo detrás del estándar de convicción de un sistema penal.

FUNDAMENTACIÓN. ART. 342, LETRA C Y 297 CPP.

Como habíamos anunciado ya, la casi completa libertad probatoria tiene una contracara: impone a los jueces altas
exigencias en torno a la fundamentación del fallo.

El artículo 342 letra c) señala que la sentencia contendrá “…la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración
de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones”.

A su turno, el artículo 297 establece que “los tribunales apreciarán la prueba con entera libertad, pero no podrán
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia ni los conocimientos científicamente afianzados [...]
el tribunal deberá hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando en
tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo [...]. La valoración de la prueba en la sentencia requerirá
el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los cuales se den por acreditados cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados…”

Esta es la exigencia sustancial de razonamiento expresado en la sentencia, además de lo cual ésta deberá contener los
demás requisitos que el Código le requiere.

182
AUDIENCIA DE COMUNICACIÓN DE LA SENTENCIA. ART. 346 CPP.

Una vez redactada la sentencia, de conformidad a lo previsto en el artículo 342, se procederá a darla a conocer en la
audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de la cual se entenderá notificada a todas las partes, aun cuando no
asistieren a la misma.

DECISIÓN ABSOLUTORIA Y MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES. ART. 347 CPP.

Comunicada a las partes la decisión absolutoria prevista en el artículo 343, el tribunal dispondrá, en forma inmediata, el
alzamiento de las medidas cautelares personales que se hubieren decretado en contra del acusado y ordenará se tome
nota de este alzamiento en todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se ordenará la
cancelación de las garantías de comparecencia que se hubieren otorgado.

SENTENCIA CONDENATORIA. ARTÍCULO 348.-

1. La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual aplicación de alguna de las medidas
alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley.

2. La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el cual empezará
ésta a contarse y fijará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad impuesta en conformidad a
la letra a) del artículo 155 que deberá servir de abono para su cumplimiento. Para estos efectos, se abonará a la
pena impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a doce horas, de dichas medidas cautelares
que hubiere cumplido el condenado.

3. La sentencia condenatoria dispondrá también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución,
cuando fuere procedente.

4. Cuando se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el tribunal, junto con su devolución,
ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo con la sentencia.

5. Cuando se pronunciare la decisión de condena, el tribunal podrá disponer, a petición de alguno de los intervinientes,
la revisión de las medidas cautelares personales, atendiendo al tiempo transcurrido y a la pena probable.

REQUISITOS DE LA SENTENCIA DEFINITIVA.-

1. PLAZO PARA LA REDACCIÓN DE LA SENTENCIA. ART. 344 CPP

Ya vimos que el art. 344, autoriza al tribunal para que difiera la lectura de la sentencia hasta por cinco días, cuando éste
no lo hiciere al término de la audiencia del juicio oral, evento en que deberá fijar la fecha en que se dará a conocer.

La misma disposición previene que si transcurriere este plazo de cinco días sin que el tribunal diere cumplimiento a esta
obligación, se deberá citar a una nueva audiencia para estos efectos, la que en caso alguno podrá tener lugar después
del séptimo día de la comunicación de la decisión sobre absolución o condena.

Transcurrido este plazo adicional sin que se diere lectura a la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la
decisión hubiere sido de absolución del acusado. Si siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la
repetición del juicio sólo comprenderá a quienes hubieren sido condenados.

Cabe expresar que dicha norma establece como una falta disciplinaria de carácter grave, la circunstancia de que
transcurra el plazo de cinco días sin que se dé lectura a la sentencia y que el vencimiento del plazo adicional referido sin
que tampoco se dé a conocer el fallo, sea que se produjere o no la nulidad del juicio, constituirá una nueva infracción de
parte de los jueces que integraren el tribunal, la que también deberá ser sancionada disciplinariamente.

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2. CONTENIDO DE LA SENTENCIA. ART. 342 CPP

El Art. 342 enumera y detalla todos los contenidos de la sentencia definitiva pronunciada en el juicio oral. Son los
siguientes:

a) La determinación del tribunal y la fecha de la dictación del fallo; la identificación del acusado y la del o de los
acusadores.

Este requisito, meramente formal, no requiere de mayores explicaciones. El redactor obtendrá estos datos de los
registros respectivos. En cuanto a la designación del tribunal, deberá agregarse cuál es la sala del tribunal de juicio oral
en lo penal de la ciudad de que se trate, que pronuncia el fallo.

b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso, los daños
cuya reparación se pidiere en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del demandado.

c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados,
fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que fundamentaren
dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 297.

Nos remitimos, en este punto, a lo que ya expresamos al efecto en los párrafos anteriores. Tal vez sea conveniente
adicionar en esta parte que, probablemente, la sentencia partirá expresando cuáles son los hechos aceptados por las
partes mediante las convenciones probatorias que se hubieren celebrado durante la audiencia de preparación del juicio
ante el juez de garantía, contenidos en el registro remitido por aquél, lo que dispensará al tribunal de juicio oral en lo
penal de hacer mayores consideraciones sobre dichos hechos.

d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias y para fundar el fallo.

e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación
les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las
indemnizaciones a que hubiere lugar.

Desde luego, es la parte decisoria más importante de la sentencia.

Las menciones a que se refiere este numeral, con respecto a la condena o absolución, deben guardar concordancia
estricta con aquellas que se dieron a conocer a los intervinientes y asistentes a la audiencia oral, después de concluida la
deliberación de los tres jueces, a la que ya nos referimos. Como expresamos en dicha oportunidad, el tribunal debió
comunicar a los asistentes, además, los fundamentos principales tomados en consideración para llegar a dichas
conclusiones, lo que en la sentencia se explicará con mayor detalle.

f) Pronunciamiento sobre las costas de la causa.

Recordemos que el Código Procesal Penal se refiere a la condena de las costas y a la parte que debe satisfacerla en los
Arts. 45 a 50.

g) La firma de los jueces que la hubieren pronunciado.

A este respecto es aplicable plenamente la norma del artículo 37, que en la parte final de su inciso 1° señala que si
alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del impedimento, disposición que aparece en armonía con el
inciso final del artículo 169 del Código de Procedimiento Civil, - aplicable también en forma supletoria en virtud del art.
52 del CPP -, que señala que "cuando después de acordada una resolución y siendo varios los jueces se imposibilite
alguno de ellos para firmarla, bastará que se exprese esta circunstancia en el mismo fallo".

184
Por último, el inciso final del citado Art. 342 prescribe que la sentencia será redactada por uno de los miembros del
tribunal colegiado, designado por éste, en tanto que la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia
señalará el nombre de su redactor y el que lo sea de la disidencia o prevención.

Disiente el juez que concluye en forma diferente a la mayoría; previene, el que, aceptando las conclusiones de sus pares,
no comparte algunas de sus consideraciones, sea que agregue o no consideraciones propias.

3. SENTENCIA ABSOLUTORIA EN MATERIA PENAL.-

No requiere de ninguna mención especial aparte de las señaladas en el Art. 342.

En esta clase de sentencias adquiere relevancia la norma del Art. 340, que comentamos, en el sentido de que nadie
puede ser condenado por algún delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda
razonable, la convicción de que realmente se cometió el hecho punible, objeto de la acusación y que en él hubiere
correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley.

Con respecto al alzamiento de las medidas cautelares, debe tenerse presente que como el tribunal ha tenido que dar a
conocer a los intervinientes y público asistente a la audiencia oral, su decisión sobre absolución del imputado, ha
debido, en la misma oportunidad, disponer dicho alzamiento, ya que la resolución sobre esta materia debe ser adoptada
de inmediato en virtud de lo dispuesto en el Art. 347 y ella ya no puede ser cambiada en la sentencia. Atendido lo
anterior, la sentencia definitiva absolutoria se limitará a ratificar lo ya declarado y comunicado por el tribunal al término
de la audiencia oral referida.

4. SENTENCIA CONDENATORIA EN MATERIA PENAL.-

El artículo 341 señala que la sentencia condenatoria no puede exceder el contenido de la acusación. En consecuencia no
se podrá condenar por hechos o circunstancias no contemplados en ella.

Con todo, agrega la norma, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella contenida en la
acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de responsabilidad penal no incluidas en ella,
siempre que se hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia.

Como ya dijimos, si durante la deliberación uno o más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una
calificación distinta de la contenida en la acusación, que no hubiere sido objeto de discusión durante la audiencia,
deberán reabrirla con el objeto de permitir a las partes debatir sobre ella.

La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual aplicación de alguna de las medidas
alternativas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley. Actualmente, las contenidas en la ley 18.216:
remisión condicional de la pena, reclusión nocturna y libertad vigilada. Art. 348 CPP.

Cuando la condena se refiera a más de un delito y se tratare de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma
especie, entendiendo por tales aquellos que afectaren al mismo bien jurídico, el art. 351 dispone que se impondrá la
pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito, .aumentándola en un grado.

Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pueden estimarse como un solo delito, el tribunal aplicará la
pena a aquella que, considerada aisladamente con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos.

Podrá con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el Art. 74 del Código Penal si, de seguirse este
procedimiento, hubiere de corresponder al imputado una pena menor.

185
La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar, con toda precisión, el día desde el cual deberá ésta
comenzar a contarse y fijará el tiempo de detención o prisión preventiva que deberá servir de abono para su
cumplimiento, lo que, como fácilmente puede advertirse, tiene suma importancia para los efectos de la ejecución exacta
de la sanción impuesta, por parte de Gendarmería de Chile.

La sentencia condenatoria debe disponer también el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución,
cuando fuere procedente.

Lo expuesto es manifestación legal del principio de congruencia, que debemos entender como la correlación o
correspondencia entre la formalización y la acusación, y entre la acusación y la sentencia definitiva penal.

La institución de la congruencia podemos advertirla directa e indirecta en el CPP en los artículos 229 (que regula la
formalización de la investigación); 255 (que trata el sobreseimiento total parcial); el inciso final del artículo 259 (que
establece el contenido de la acusación); la letra a) del artículo 261 (que se refiere a la actuación del querellante de
acusar particularmente); el artículo 341 (que norma la relación de sentencia y acusación); el artículo 360 (que se refiere
a la decisión de los recursos), y la letra f) del artículo 374 (que regula los motivos absolutos de nulidad).

El principio de congruencia supone que exista correspondencia entre la determinación fáctica de la sentencia y los
hechos y circunstancias penalmente relevantes de la acusación, en términos que sean de importancia para su
calificación jurídica y para el debido y oportuno ejercicio del derecho de defensa. Por lo tanto, dicho principio constituye
una manifestación del derecho de defensa, el que opera a favor del acusado, toda vez que le asiste la facultad de
conocer el contenido de la imputación desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.

5. PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA DEMANDA CIVIL.- ART. 349 CPP.-

El Art. 349 prescribe que tanto en caso de absolución como en el de condena, el tribunal deberá pronunciarse sobre la
demanda civil válidamente interpuesta.

6. NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA.-

Una vez redactada la sentencia, se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de
la cual se entenderá notificada a todas las partes, aun cuando no asistieren a la misma. Art. 346 CPP.-

186
ALGUNOS DE LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES EN EL NUEVO PROCESO PENAL.
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
PROCEDIMIENTO MONITORIO
Y EL PROCEDIMIENTO POR DELITO DE ACCIÓN PRIVADA

NOCIONES GENERALES

En este apunte se tratarán los procedimientos especiales que son de común aplicación en el nuevo sistema procesal
penal, referentes a delitos de acción penal pública; pública previa instancia particular y, además, del procedimiento
contemplado para ilícitos de acción penal privada.

Así, serán analizados respectivamente, el procedimiento abreviado, el juicio simplificado, el procedimiento monitorio y
el procedimiento por delito de acción privada.

Como una idea principal, está la de señalar que tratándose de delitos de acción penal pública, ellos normalmente
debieran tramitarse en el procedimiento ordinario que ideó el legislador, empero, ello no siempre es así y pueden
perfectamente ser conocidos a través de los denominados procedimientos especiales, como son, el abreviado, el
simplificado y el monitorio.

La otra idea que subyace a la anterior, es que, tratándose de delitos de acción penal privada, ellos serán encausados a
través de otro de los procedimientos especiales, que es el llamado procedimiento por delito de acción penal privada,
regulado en los artículos 400 a 405 del CPP y supletoriamente, por las normas del procedimiento simplificado, con
excepción del artículo 398 del mismo cuerpo legal.

En suma y como una referencia genérica, podemos sostener que en el CPP, se contemplan tres procedimientos
especiales para la acción penal pública, el abreviado, el simplificado y el monitorio; y un procedimiento especial para la
acción penal privada, que es el procedimiento por delito de acción privada.

Todos los procedimientos señalados tienen algunas particularidades que en general comparten, así, podemos decir, que
todos ellos son de competencia exclusiva del juez de garantía, donde aquél los conoce como juez unipersonal, además,
todos aparecen como mecanismos de salida distintos al juicio oral, que se justifican para dar una mayor celeridad en la
resolución de las diferentes investigaciones criminales que realiza el Ministerio Público.

El legislador nos señala, en síntesis, en el Mensaje 1 del Código Procesal Penal que “….se propone avanzar hacia la
creación de un sistema de justicia criminal que otorgue diversas posibilidades de solución a los conflictos de que
conoce…” y luego agrega, “…se propone la creación de algunos procedimientos simplificados en que por la vía de
acuerdos entre todos los intervinientes 2 o de algunos de ellos, se supriman etapas del curso ordinario del
procedimiento…”

Como puede observarse de las citas del mensaje, el legislador entendió que hoy día debe coexistir un procedimiento
ordinario de aplicación no tan generalizada, que terminará normalmente en un juicio oral, diferenciándose allí tres
etapas bien diferenciadas, una fase de investigación, una intermedia y la de juicio oral propiamente tal y otros
procedimientos, más breves en su tramitación, donde algunas de las etapas son omitidas, en aras de un procedimiento
más acelerado, pero no por ello menos justo.

1 Ver en el mensaje del Código Procesal Penal, apartado 4) Salidas alternativas y procedimientos abreviados
2 Nota del autor: el artículo 12 del CPP nos señala que los intervinientes son: el fiscal, el imputado, el defensor, la víctima y el querellante
187
Hay una gran diferencia entre el procedimiento de ordinaria aplicación, esto es el juicio oral y los tres especiales que
trataremos en este libro, algo ya adelantamos sobre el particular y, es que el primero de ellos es de competencia
exclusiva de un tribunal colegiado, esto es de un tribunal de juicio oral en lo penal, los demás, recaen en jueces
unipersonales de un tribunal distinto, ello es, el juez de garantía.

Pese a que el artículo 1 del CPP reconoce como derecho de todo imputado el tener un juicio previo, oral y público, el
mismo Código reglamentó otros procedimientos alternativos de aquél, que no pretenden sino, evitar el colapso del
sistema, pues se ideó que sólo un porcentaje muy pequeño de los asuntos criminales de que conozcan los fiscales
lleguen a juicio oral.

LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES EN PARTICULAR

1. EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO 3.
Art. 406 a 415 CPP
CONCEPTO.

Se trata de un procedimiento especial, en base a los registros que el Ministerio Público ha reunido durante la
instrucción, que es conocido por el Juez de Garantía competente.

El profesor Germán Hermosilla Arriagada 4 ha señalado que “el procedimiento abreviado es una forma especial de
tramitar y fallar, sumariamente, los hechos que han sido motivo de la investigación y acusación fiscal y particular, dentro
de la misma audiencia de preparación, en lugar de serlo a través del juicio oral. Se trata, pues, de un procedimiento
sustitutivo del juicio oral, cuya brevísima tramitación le corresponde al Juez de garantía, quien, además, deberá dictar la
sentencia definitiva. La petición de su aplicación le compete únicamente al fiscal, nadie más puede hacerlo; pero si no se
cuenta con la aprobación del acusado, no existe posibilidad de su utilización”.

Se ha dicho también que “el procedimiento abreviado, es un mecanismo alternativo al juicio oral, que pretende evitar la
realización de juicios en un porcentaje alto de los casos, y que busca obtener sentencias más rápidas y a menor costo.
Consiste en la posibilidad de que las partes puedan acordar una forma de procedimiento diversa, y, proceder a un
debate simplificado frente al juez encargado de controlar la investigación, al término del cual pronunciará la
sentencia”.5

En suma, se trata efectivamente de una vía alternativa al Juicio Oral, un verdadero procedimiento de actas, en base a los
registros que el Ministerio Público ha reunido durante la instrucción, de naturaleza más eficiente que garantista, toda
vez que implica el sacrificio de notables derechos del acusado en pos de una salida más rápida y económica. Por lo
mismo supone un acuerdo entre el acusado y el fiscal, homologado en sede jurisdiccional, en virtud del cual el primero
renuncia voluntariamente a un posible juicio oral y acepta expresamente los hechos materia de la acusación y los
antecedentes de la investigación en que se funda; y el segundo solicita al Juez de Garantía la imposición de una pena
que no exceda de cinco años. En el evento que la sentencia sea condenatoria, el Juez de Garantía no puede imponer una
pena mayor a la solicitada por el Ministerio Público.

3 Véase también sobre el particular el Libro sobre Procedimiento Abreviado de los autores Francisco Hermosilla Iriarte y Rodrigo Cerda San Martín,
Editorial Metropolitana año 2002.
4 Nuevo Procedimiento Penal, Tomo III, Germán Hermosilla Arriagada, colección guías de clases N°18, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la

Universidad Central, pag.111


5 Definición contenida en la página de internet de la Defensoría Penal Pública “www/defensoríapenal.cl”

188
CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.

Entre las características de este procedimiento especial, pueden señalarse las siguientes:

1. ES UN PROCEDIMIENTO ESPECIAL, QUE EXCLUYE LA GENERALIDAD CONSTITUIDA POR EL JUICIO ORAL;

En este evento, opera como descongestionante del sistema, al llevar a procedimientos más simples, más rápidos, menos
complejos y más baratos la solución del conflicto penal. En lo que respecta a la producción y control de calidad del
material probatorio necesario para dictar sentencia, se elimina el debate oral, público y contradictorio. Aquí subyace la
pugna entre eficiencia versus garantías; Estado versus individuo.

Una de las bases fundamentales que sustenta el nuevo sistema acusatorio es la racionalización del procedimiento, esto
es su utilización de un modo eficiente, empleando en la justa medida y según corresponda los mecanismos de
selectividad penal, las salidas alternativas y los procedimientos especiales. Por ello, los actores institucionales del nuevo
modelo, deben velar no sólo por la rigurosidad jurídica, sino también por la optimización administrativa de los recursos
asignados.

Si todas las investigaciones policiales exitosas fueran conducidas por los Fiscales hacia el juicio oral y público,
sencillamente el sistema colapsaría.

2. TIENE APLICACIÓN POR INICIATIVA EXCLUSIVA DEL MINISTERIO PÚBLICO;

Bien se ha dicho que hay una única llave que abre la puerta del procedimiento abreviado y ella le pertenece al Fiscal.

3. IMPLICA PARA EL ACUSADO LA RENUNCIA DE SU DERECHO A TENER UN JUICIO PREVIO, ORAL Y PÚBLICO. 6

Por ello, estimamos que el procedimiento abreviado disminuye las garantías, desde ya el derecho de defensa se ve
seriamente menoscabado, pues el acusado queda impedido de rendir pruebas, no le es posible refutar fácticamente los
elementos de convicción que obren en la investigación oficial; frente al reconocimiento de los hechos de la acusación, el
estado de inocencia del imputado si bien se mantiene, sufre una sensible disminución; de otro lado, el principio
acusatorio, de división de funciones, también se ve disminuido, ya que el mismo Juez que intervino durante la
instrucción será quien resuelva acerca de la procedencia del abreviado, y en la afirmativa, será quien dicte sentencia
definitiva.

Por lo señalado, se hace indispensable que el acusado conozca a cabalidad los hechos materia de la acusación, así como
los antecedentes de la investigación, para que de ese modo sea capaz de sopesar el riesgo probable de condena que
conlleva este procedimiento y aceptar libre y voluntariamente la renuncia a juicio.

La Cámara de Diputados ya expresaba: “Aquí, el imputado acepta que los antecedentes reunidos por el fiscal son ciertos,
en general. El juez tiene que indagar dentro de esos antecedentes y, sobre la base de ellos, puede absolver”. 7

4. REQUIERE LA APROBACIÓN DEL JUEZ DE GARANTÍA.

En términos generales el legislador ha entregado al Juez de Garantía un papel tutelar de los derechos de los
intervinientes durante el procedimiento.

Frente a una solicitud de abreviado, le corresponde, además, el deber de verificar el consentimiento libre del acusado y
ejercer un control jurídico acerca de la procedencia de este procedimiento especial.

6 Ver artículo 1 CPP


7 Emilio Pfeffer U., ob.cit.pág.393
189
5. LA ACEPTACIÓN POR EL JUEZ DE GARANTÍA DE LA SOLICITUD DE ABREVIADO, FIJA EL LÍMITE PUNITIVO MÁXIMO,
EN EL EVENTO DE CONDENA.

El artículo 412 del CPP dispone expresamente que si la sentencia es condenatoria, ella no puede imponer una pena
superior ni más desfavorable a la requerida por el órgano acusador.

PRESUPUESTOS O CONDICIONES DE PROCEDENCIA DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO. ART. 406 CPP.

Para aplicar el procedimiento abreviado, conocerlo y fallarlo, en la audiencia se requiere cumplir con los siguientes
presupuestos:

1. LA SOLICITUD DEL MINISTERIO PÚBLICO.

El inciso 1º del artículo 406 del CPP establece que los hechos respecto de los cuales el fiscal requiere la imposición de
una pena privativa de libertad no sea superior a cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, o bien
cualesquiera otras penas de distinta naturaleza, cualquiera fuera su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o
alternativas.

2. LA ACEPTACIÓN POR PARTE DEL ACUSADO DE LOS HECHOS MATERIA DE LA ACUSACIÓN Y DE LOS ANTECEDENTES
DE LA INVESTIGACIÓN QUE LA FUNDAREN. ART. 406, INC. 2º CPP.

Es necesario que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la
investigación que la fundaren, los acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este
procedimiento.

Para que el acusado pueda aceptar informadamente es preciso que tenga cabal conocimiento de los hechos materia de
la acusación, que comprenden tanto el hecho punible como la participación, así como también los antecedentes de la
investigación.

El artículo 260 del CPP posibilita este conocimiento al exigir, junto a la citación para la audiencia de preparación, la
entrega al acusado de una copia de la acusación y la información adicional que se encuentran a su disposición en el
Juzgado de Garantía los antecedentes acumulados durante la investigación.

3. LA CONFORMIDAD MANIFESTADA EXPRESAMENTE POR EL ACUSADO CON LA APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO


ABREVIADO. ART. 409 CPP.

En razón de los efectos que genera para el acusado el procedimiento abreviado, el Código ha previsto medidas de
resguardo que tiendan a asegurar la manifestación libre de esta conformidad, es por ello que el Juez de Garantía debe
asegurarse que tal consentimiento se presta en forma libre y voluntaria, consultándole si conoce su derecho a exigir un
juicio oral, si conoce los términos del acuerdo y sus consecuencias, si ha sido objeto de coacciones y presiones indebidas
por parte del Fiscal o de terceros.

Evidentemente, antes de la solicitud que efectúa el Fiscal en el sentido de llevar el caso a un procedimiento abreviado
debe existir un acuerdo entre éste y el acusado, donde se puede negociar la calificación jurídica de los hechos, la etapa
de desarrollo del delito, la participación y las modificatorias de responsabilidad penal, en definitiva se fije la pretensión
punitiva del persecutor, límite máximo penal en caso de una sentencia condenatoria.

El Fiscal debe proponer al acusado y su defensor una pena que resulte tan atractiva que lo induzca a reconocer los
hechos materia de la acusación y a renunciar al juicio oral. Si ello no fuere así, ningún imputado optaría por el abreviado.

La existencia de varios acusados o la atribución de varios delitos a un mismo acusado no son obstáculo para la aplicación
del procedimiento abreviado, respecto de aquellos acusados o delitos que cumplan con las condiciones legales, como lo
señala el inciso final del artículo 406.
190
4. LA ACEPTACIÓN DE LA SOLICITUD DE PROCEDIMIENTO ABREVIADO POR PARTE DEL JUEZ DE GARANTÍA.

Señala el artículo 410 del CPP que el Juez aceptará la solicitud cuando los antecedentes de la investigación fueren
suficientes para proceder conforme a las normas del procedimiento abreviado, la pena solicitada por el Fiscal en
concreto se ajuste a los límites legales y verificare que el acuerdo hubiere sido prestado por el acusado con
conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.

Cuando no lo estimare así, o cuando considerare fundada la oposición del querellante, rechazará la solicitud de
procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En este caso, se tendrán por no formuladas la
aceptación de los hechos por parte del acusado y la aceptación de los antecedentes a que se refiere el inciso segundo
del artículo 406, como tampoco las modificaciones de la acusación o de la acusación particular efectuadas para
posibilitar la tramitación abreviada del procedimiento.

Asimismo, el juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la solicitud
de proceder de conformidad al procedimiento abreviado sean eliminadas del registro.

El consentimiento del acusado recae entonces sobre los siguientes aspectos que el Juez debe ir verificando o
chequeando:

 Que conoce su derecho a ir a un juicio oral y pese a ello renuncia a tal garantía;
 Que entiende los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiera significarle (en otras palabras, que
acepta los hechos de la acusación y los antecedentes de la investigación que en ellos se fundan y la probable pena
que le correspondería si en suma fuera condenado);
 Que, las aceptaciones anteriores hechas por el acusado, no hubieran sido obtenidas por coacciones ni presiones
indebidas por parte del fiscal o de terceros.

El Fiscal es el persecutor penal y dentro de sus facultades llega a una negociación con el imputado, a través de la cual
disminuirá su pretensión punitiva recibiendo como contrapartida un menor riesgo de absolución y un menor desgaste
de energías y recursos que significa el procedimiento abreviado versus el juicio oral. Para que el procedimiento
abreviado sea operativo, la ley les ha otorgado a los fiscales un cierto grado de discrecionalidad, para ofrecer al
imputado una penalidad que le pueda resultar atractiva.

La comparación que hace el Fiscal dentro de su discrecionalidad no es entre los hechos denunciados y las normas
legales, sino entre los hechos susceptibles de ser probados en el escenario exigente de un juicio oral y dichas normas
(juicio de predictibilidad en base a la calidad de las pruebas de que dispone). Ello debe tenerlo en cuenta el Juez de
Garantía al resolver.

Si existe oposición de querellante el Juez debe considerar, además, la plausibilidad de dicha oposición, en razón de sus
fundamentos. No basta la mera discrepancia jurídica.

Al resolver el Juez tendrá presente, asimismo, el rango de discrecionalidad que los antecedentes le dejan para el
análisis de fondo, por ejemplo si aprueba un procedimiento abreviado donde la pena requerida por el Fiscal es de
presidio menor en su grado máximo, a la que ha llegado éste por el juego de dos atenuantes y en ausencia de
agravantes, la única forma de llegar a aplicar la pena requerida es acoger ambas minorantes.

Por ello algunos Jueces de Garantía expresan que el control de legalidad que efectúan al inicio del procedimiento
abreviado es intenso.

Los efectos de la decisión no son neutros, pues el rechazo continuo de la aplicación del procedimiento abreviado al
ejercer el Juez un fuerte control de legalidad, forzará la realización de un juicio oral, aún cuando la calificación de los
hechos efectuada por el Fiscal sea plausible dogmáticamente.

191
De acuerdo, a lo sostenido por el profesor Mera la excesiva rigidez del control puede llevar a los Fiscales a buscar otras
soluciones técnicamente factibles, como el archivo provisional antes de la judicialización, constatado que sea el
desinterés de la víctima en la persecución.

5. ACTIVIDAD DE OTROS INTERVINIENTES.

También se precisa el concurso del querellante, quien puede asumir dos posiciones al respecto:

 Derechamente está de acuerdo con la solicitud del Fiscal, lo que se refleja en su propia acusación particular, en ese
caso no hay problema.

 En su acusación particular efectúa una calificación jurídica de los hechos, atribuye una forma de participación o
señala circunstancias modificatorias de responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el Fiscal en su
acusación y, como consecuencia de ello, la pena por él solicitada excediere el límite señalado en el artículo 406 CPP.
8

LA DECISIÓN DEL JUEZ DE GARANTÍA ANTE LA SOLICITUD DE IR A UN PROCEDIMIENTO ABREVIADO.

Si se cumplen las condiciones legales y no ha existido oposición del querellante, el Juez de Garantía aceptará la solicitud.

En el evento de la oposición de querellante, si el Juez de Garantía no la estima fundada y se reúnen los presupuestos
legales, aceptará asimismo el procedimiento abreviado.

Por último, si el Juez estima que no se reúnen los requisitos legales, o si considera fundada la oposición del querellante,
rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura de juicio oral.

En esta última hipótesis se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte del acusado y la aceptación
de los antecedentes de la investigación, como tampoco las modificaciones de la acusación o de la acusación particular.

Es más, el Juez debe disponer que todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la
solicitud de procedimiento abreviado sean eliminados del registro.

De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún
antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de la tramitación de
un procedimiento abreviado. 9

OPORTUNIDAD PARA SOLICITAR EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO.- ART. 407 CPP.-

El legislador señala que el procedimiento abreviado puede ser acordado en cualquier etapa del procedimiento, hasta la
audiencia de preparación del juicio oral, pero se exige que se haya formalizado la investigación previamente.

Para determinar el momento procesal se debe distinguir si se ha formulado acusación o no.

1. Si no se hubiere deducido aún acusación, el fiscal y el querellante, en su caso, las formularán verbalmente en la
audiencia que el tribunal convocare para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que deberá citar a
todos los intervinientes.

2. Si se hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas generales, así
como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas del procedimiento
abreviado.

8 Ver artículo 408 CPP


9 Ver artículos 410 inciso final y 335 del CPP.
192
Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no formuladas las acusaciones
verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las modificaciones que, en su caso, éstos hubieren
realizado a sus respectivos libelos.

LA JUSTIFICACIÓN DE ESTE PROCEDIMIENTO EN NUESTRO SISTEMA

Es una mayúscula novedad, pues requiere necesariamente el consentimiento del imputado, atendida la renuncia a juicio
oral que lleva consigo.

A través de este procedimiento se busca dar una salida expedita, rápida y económica, por motivos de eficacia, a
aquellos casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación realizada por el Fiscal.

Es este punto nuestro legislador efectuó una combinación entre el sistema norteamericano (donde se le pregunta al
imputado si se declara culpable o inocente, “guilty plea”, consecuencia de un proceso de negociación, “plea bargaining”,
que posibilita una sentencia condenatoria sin juicio) y el sistema europeo (donde el imputado sólo renuncia al juicio,
manteniéndose como inocente, con un debate simplificado), exigiendo de parte del imputado la aceptación de los
hechos y antecedentes de la investigación, estableciendo como límite para el juzgador que la condena no se pueda
producir por la sola confesión del acusado.

Como expone el profesor Cristián Riego se trata de un pacto de cambio de procedimiento en que ambas partes ceden
parcialmente en sus pretensiones obteniendo una ventaja por ello.

El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley autolimitando su pretensión a
un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja de no tener que producir la prueba en
el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha recopilado en la fase preparatoria, los que van a ser
objeto del debate simplificado y van a servir de fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una declaración de
aceptación de los hechos materia de la acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del debate, sin
perjuicio de las interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan.

El imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual rebaja de la misma, a cambio
renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada por el Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de
documentos que dan cuenta de la investigación del Fiscal.

El mensaje del Código Procesal Penal nos señala en este punto que: “Entre las posibilidades de simplificación de los
procedimientos que se proponen, la principal es el llamado procedimiento abreviado.... Se trata fundamentalmente de
la posibilidad de que el imputado 10 renuncie a su derecho al juicio oral cuando manifieste su acuerdo en los hechos
contenidos en la acusación y en los antecedentes de la instrucción que la fundan”

El procedimiento abreviado se idea entonces por el legislador, como un mecanismo de descongestión del nuevo sistema
procesal penal y como se señaló en la Cámara de Diputados, “busca dar una salida expedita a aquellos casos en que no
exista una controversia sobre los resultados de la investigación realizada por el Fiscal”. 11

Si concordáramos simplemente con el enunciado anterior, estaríamos sosteniendo algo que ya se discutió en la Cámara
de Diputados, esto es, que “a cambio del acuerdo entre el Fiscal y el imputado sobre la base de la aceptación de los
hechos, se fija el “monto” de la pena y el Juez está obligado a aceptar esa declaración de culpabilidad, no pudiendo
entrar a ver si se sustenta efectivamente en antecedentes mayores”. 12

10 El Mensaje habla impropiamente de imputado, pero, por el momento procesal de la solicitud de ir a este procedimiento que tiene el Fiscal,
siempre deberíamos hablar del acusado, pues no cabe pedimento sobre el particular, sino una vez que exista acusación hecha por el Ministerio
Público.
11 Código Procesal Penal Anotado y Concordado, Emilio Pfeffer Urquiaga, Editorial Jurídica de Chile, pág.392.
12 Obra citada de Emilio Pfeffer Urquiaga, pag.392

193
Sin embargo, y como se señaló en el Parlamento, el sentido parece ser distinto, en efecto “El Juez no puede imponer una
pena superior a la propuesta por el Fiscal, pero no puede entenderse que aún sobre la base de la aceptación de los
hechos, el Juez tenga que necesariamente condenar porque ello significaría legalizar un allanamiento a una condena y
atribuirle un sentido jurisdiccional al acuerdo entre el Fiscal y el imputado, en desmedro de las facultades naturales del
órgano jurisdiccional”. 13

Resulta interesante, en este aspecto, lo manifestado por Ignacio Castillo V., asistente del programa de Justicia Criminal
de la Universidad Diego Portales, en un foro virtual, a saber: “Si bien es cierto que el procedimiento abreviado
representa un mecanismo de justicia negociada, y que él es de gran utilidad para la eficiencia del sistema, no es menos
cierto que, a mi juicio, en este proceso se evidencia una fuerte tensión (parafraseando a Binder) donde choca la
eficiencia y garantía. Lo cierto es que, y en esto comparto lo que el otro día nos escribía acá el profesor Riego, debemos
formar una justificación al procedimiento abreviado, desde la realidad latinoamericana, alejándonos de los argumentos
europeos y americanos”. 14

OPOSICIÓN DEL QUERELLANTE (ART. 408 CPP).

El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento abreviado cuando en su acusación particular hubiere efectuado
una calificación jurídica de los hechos, atribuido una forma de participación o señalado circunstancias modificatorias de
responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el Fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena
solicitada excediere de cinco años.

RESOLUCIÓN DE LA SOLICITUD. (ART. 410 CPP).

El Juez aceptará la solicitud del Fiscal y del imputado cuando los antecedentes de la investigación fueren suficientes para
proceder conforme a este procedimiento, la pena solicitada por el Fiscal no supere los cinco años y verificare que el
acuerdo ha sido prestado por el imputado con conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.

Cuando no lo estimare así, o cuando considerare fundada la oposición del querellante, rechazará la solicitud de
procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En este caso, se tendrán por no formuladas la
aceptación de los hechos por parte del imputado y la aceptación de los antecedentes; lo mismo ocurrirá con las
modificaciones de la acusación o de la acusación particular efectuadas para posibilitar la tramitación abreviada del
procedimiento.

Finalmente, el Juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al planteamiento, discusión y resolución de la
solicitud sean eliminadas del registro.

De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún
antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de la tramitación de
un procedimiento abreviado (arts. 410 inciso final y 335 del CPP).

El Título III del Libro IV del CPP no hace referencia a la posibilidad de impugnar la resolución del Juez de Garantía que se
pronuncia acerca de la solicitud de procedimiento abreviado.

13 ídem cita anterior


14 Opinión de Ignacio Castillo, en Foro sobre Justicia Criminal de la Universidad Diego Portales, en su página de internet “www/justiciacriminal.cl” .
194
TRAMITACIÓN DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO. ART. 411 CPP.

Al inicio del procedimiento abreviado, el Juez abrirá el debate, otorgará la palabra al Fiscal, quien efectuará una
exposición resumida de la acusación y de las actuaciones y diligencias de la investigación que la fundamentaren.

A continuación, se dará la palabra a los demás intervinientes. La exposición final corresponderá siempre al acusado.

No se rinde prueba de ninguna especie.

Se aplican supletoriamente las normas comunes previstas en el Código Procesal Penal y las disposiciones del
procedimiento ordinario (art. 415 CPP).

SENTENCIA. ART. 412 CPP.

Terminado el debate el Juez dictará sentencia, que puede ser absolutoria o condenatoria y debe cumplir los requisitos
establecidos en el artículo 413 del CPP.

Atendida la naturaleza de este procedimiento cuesta imaginarse las situaciones que puedan llevar a una absolución.
Durante la discusión en la Cámara de Diputados se planteó como caso posible que el hecho no sea constitutivo de delito
o la concurrencia de una causal de extinción de responsabilidad penal. El profesor Cristián Riego agrega la posibilidad de
absolución en caso de prescripción de la acción penal.

Se ha sostenido por algunos que la aceptación que hace el imputado de los hechos materia de la acusación y de los
antecedentes de la investigación en que se funde no alcanza a la participación, de modo que acreditar ésta será de cargo
del órgano acusador y al no hacerlo se plantea otra posibilidad de absolver.

Por disposición legal el Juez no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el Fiscal o el
querellante en su caso.

En todo caso, la sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la aceptación de los hechos
por parte del imputado, debiendo concurrir antecedentes adicionales.

Procede la aplicación de las medidas alternativas concedidas en la Ley de acuerdo a las reglas generales.

La sentencia no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta.

Las menciones obligatorias de la sentencia definitiva se encuentran contempladas en el artículo 413 del CPP.

RECURSOS ART. 414 CPP.

La sentencia definitiva únicamente es impugnable a través del recurso de apelación, debiendo éste concederse en
ambos efectos.

En el conocimiento del recurso la Corte podrá pronunciarse respecto de la procedencia de los supuestos del
procedimiento abreviado previstos en el artículo 406.

195
2. EL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO.-
CONCEPTO

Este segundo procedimiento especial, está tratado por el legislador en los artículos 388 a 399 del Código Procesal Penal.
El profesor Germán Hermosilla Arriagada 15 señala que: “El procedimiento simplificado tiene por objeto que el juez de
garantía conozca y falle, en forma oral, breve y concentrada, determinados asuntos que no revisten mayor complejidad,
por lo que no requieren de las mismas actuaciones y plazos para ser conocidos y resueltos que la acción penal pública
por crimen o simple delito”

OTRO CONCEPTO: 16

Se trata de un procedimiento especial, oral, de competencia de los jueces de garantía para conocer y fallar las faltas y los
hechos constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público requiera la imposición de una pena que no
exceda de presidio o reclusión menor en su grado mínimo.

ÁMBITO DE APLICACIÓN.- Art. 308 CPP.

El conocimiento y fallo de las faltas se sujeta al procedimiento simplificado. Además, el procedimiento se aplica respecto
de hechos constitutivos de simples delitos para los cuales el ministerio público requiere la imposición de una pena que
no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo. (61 a 540 días)

CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO

Éste procedimiento participa de algunas características similares a las del procedimiento abreviado, así:

1. ES UN PROCEDIMIENTO ESPECIAL QUE EXCLUYE EL JUICIO ORAL

Al igual que el abreviado, se concibe como un procedimiento tendiente a descongestionar el sistema, evitando juicios
orales por delitos donde el fiscal requiera una pena de presidio en su grado mínimo;

2. TIENE APLICACIÓN POR INICIATIVA EXCLUSIVA DEL MINISTERIO PÚBLICO

Nace sólo a petición del ministerio público, aquél es quien únicamente puede decidir ir a este procedimiento, cuando
presente un requerimiento al juez de garantía;

3. LA INICIATIVA DE APLICACIÓN DEL SIMPLIFICADO DEBE SER SIEMPRE POR ESCRITO

No es que el fiscal aquí presente un escrito ante el juez de garantía señalándole que va a usar el simplificado, sino que
simplemente presenta un escrito que se llama “requerimiento”, que está tratado en el artículo 391 del CPP, en cuanto a
su contenido y señala que deberá contener:

a) La individualización del imputado;


b) Una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás
circunstancias relevantes;
c) La cita de la disposición legal infringida;
d) La exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la imputación, y
e) La individualización y firma del requirente.

15 Germán Hermosilla Arriagada, Nuevo Procedimiento Penal, Tomo IV, Colección Guías de Clases N°20, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Universidad Central, año 2002, pág.97
16 Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte en “El Código Procesal Penal, comentarios, concordancias y jurisprudencia”, Editorial

Librotecnia, año 2003, pág.407.


196
El requerimiento importa una decisión del ministerio público de llevar a la justicia una investigación criminal por una
falta penal o un simple delito en contra de una persona determinada, luego importa una decisión que tiene efectos
jurisdiccionales y “reemplaza” en cierta forma este escrito a la acusación penal.

Si apreciamos, los requisitos de este requerimiento, en relación con el contenido de la acusación penal, lógicamente son
menores, pero el literal b) del artículo 391 del CPP, establece que el fiscal debe tener claro a esa altura, el hecho
criminoso que le atribuye al imputado, con indicación del tiempo y lugar de comisión y las demás circunstancias
relevantes, añadiendo el literal c) de la norma citada, que además debe citarse la disposición legal infringida y por
último, la exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la imputación, según dispone la letra d) del
citado artículo del CPP.

4. ES UN VERDADERO JUICIO ORAL CONOCIDO POR UN TRIBUNAL UNIPERSONAL, COMO ES EL JUEZ DE GARANTÍA,
PERO CON TRAMITACIÓN ALGO MÁS SIMPLIFICADA QUE LA DEL JUICIO ORAL PROPIAMENTE TAL, SI ES QUE EL
IMPUTADO NO ADMITE LA RESPONSABILIDAD EN LOS HECHOS CONTENIDOS EN EL REQUERIMIENTO Y SOLICITA LA
REALIZACIÓN DEL JUICIO.

Otra de las características más sobresalientes de este procedimiento simplificado, es que es un “mini” juicio oral, que se
dará en el evento de que el imputado o requerido, no admitiere su responsabilidad en los hechos y decida ir a juicio.

NORMAS SUPLETORIAS.- ART. 389 CPP.

El procedimiento simplificado debe regirse por las normas del Título I del Libro IV del CPP, denominado "Procedimientos
especiales y ejecución". El artículo 389 agrega que en lo que éste no proveyere se aplicarán supletoriamente las normas
del Libro II de este Código, relativas al "Procedimiento ordinario", en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza.

PROCEDIMIENTO.

El procedimiento simplificado admite una distinción: procedimiento simplificado propiamente tal y procedimiento
monitorio.

1. PROCEDIMIENTO MONITORIO. ARTÍCULO 392 CPP.

ÁMBITO DE APLICACIÓN.-

Se aplica a las faltas, respecto de las cuales el fiscal pidiere sólo pena de multa. Entre ellas se encuentran las tipificadas
en los arts. 494, 495 y 496 del Código Penal, que tienen asignada penas de multa, expresadas en unidades tributarias.

FORMA DE INICIAR ESTE PROCEDIMIENTO.-

El fiscal debe presentar ante el juez de garantía competente un requerimiento, que deberá contener las menciones
indicadas en el art. 391, además de una proposición sobre el monto de la multa que debiere imponerse al imputado. El
requerimiento no es otra cosa que la citación inmediata a juicio.

Desde luego, ha debido preceder a este requerimiento una denuncia formulada por alguna persona al propio ministerio
público, a la policía o a cualquier tribunal con jurisdicción en materia criminal. Rigen en este aspecto los arts. 172 y 173
del CPP, debido a la norma remisoria del art. 389.

197
CONTENIDO DEL REQUERIMIENTO.- ART. 391 CPP

El requerimiento deberá contener:

a) La individualización del imputado;


b) Una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás
circunstancias relevantes;
c) La cita de la disposición legal infringida;
d) La exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la
e) imputación,
f) La pena solicitada por el requirente,
g) El monto de la multa que solicitare imponer.
h) La individualización y firma del requirente.

TRAMITACIÓN DEL PROCEDIMIENTO MONITORIO.-

Presentado el requerimiento ante el Juez de Garantía, este procederá a examinarlo. En caso que el juez, luego del
examen, no considerare suficientemente fundado el requerimiento o el monto de la multa propuesta por el fiscal,
ordenará proseguir el procedimiento en la forma dispuesta para el procedimiento simplificado propiamente tal.

En cambio, si encuentra suficientemente fundado el requerimiento y la proposición de la multa, deberá acogerlos


inmediatamente, dictando una resolución que así lo declare. Dicha resolución contendrá, las siguientes indicaciones:

1. La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del requerimiento y de la imposición de la
sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así como de los efectos de la interposición del
reclamo;
2. La instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar el requerimiento y la multa
impuesta, así como de los efectos de la aceptación, y
3. El señalamiento del monto de la multa y de la forma en que la misma debiere enterarse en arcas fiscales, así como
del hecho que, si la multa fuere pagada dentro de los quince días siguientes a la notificación al imputado de la
resolución prevista en este inciso, ella será rebajada en 25%, expresándose el monto a enterar en dicho caso.

Si el imputado pagare dicha multa o transcurriere el plazo de quince días desde la notificación de la resolución que la
impusiere, sin que reclamare sobre su procedencia o monto, se entenderá que acepta su imposición. En dicho evento la
resolución se tendrá, para todos los efectos legales, como sentencia ejecutoriada.

Por el contrario, si, dentro del mismo plazo de quince días, el imputado manifestare, de cualquier modo fehaciente, su
falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto, se proseguirá con el procedimiento en la forma prevista
en los artículos siguientes. Lo mismo sucederá si el juez no considerare suficientemente fundado el requerimiento o la
multa propuesta por el fiscal.

2. PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO PROPIAMENTE TAL.-

CASOS EN QUE SE APLICA.

1. Faltas penales que no tengan asignada únicamente pena de multa,


2. Simples delitos para los cuales el ministerio público requiriere una pena que no exceda de presidio o reclusión
menores en su grado mínimo, salvo que su conocimiento y fallo se sometiere a las normas del procedimiento
abreviado.
3. Casos en que el juez no considerare suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal; y
4. Casos en que el imputado reclamare, o manifestare de cualquier modo fehaciente su falta de conformidad con la
imposición de la multa o su monto dentro de los quince días contados desde la notificación de la resolución del juez
de garantía que la decreta.
198
En esta clase de procedimientos no procederá la presentación de demandas civiles, salvo aquella que tuviere por objeto
la restitución de la cosa o su valor. (393 CPP).

INICIO DEL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO.-

Al igual que en el caso del procedimiento monitorio éste se inicia con un requerimiento o citación inmediata a juicio,
que debe formular el fiscal ante el juez de garantía competente.

La ley 19.789, de 31 de enero de 2002 agregó al Código procesal penal el artículo 393 bis, que se refiere al
Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante. Tratándose de una persona sorprendida in fraganti
cometiendo una falta o un simple delito de aquellos a que da lugar este procedimiento, el fiscal podrá disponer que el
imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de comunicarle en la audiencia de control de la
detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y proceder de inmediato conforme a lo
dispuesto en este Título.

TRAMITACIÓN.-

El Artículo 393 dispone que recibido el requerimiento, el tribunal ordenará su notificación al imputado y citará a todos
los intervinientes a la audiencia a que se refiere el artículo 394, la que no podrá tener lugar antes de veinte ni después
de cuarenta días contados desde la fecha de la resolución. El imputado deberá ser citado con, a lo menos, diez días de
anticipación a la fecha de la audiencia. La citación del imputado se hará bajo el apercibimiento señalado en el artículo 33
y a la misma se acompañarán copias del requerimiento y de la querella, en su caso.

La resolución que dispusiere la citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con todos sus medios de
prueba. Si alguna de ellas requiriere de la citación de testigos o peritos por medio del tribunal, deberán formular la
respectiva solicitud con una anticipación no inferior a cinco días a la fecha de la audiencia.

Al inicio de la audiencia, señala el art. 394, el tribunal efectuará una breve relación del requerimiento y de la querella, en
su caso.

Cuando se encontrare presente la víctima, el juez instruirá a ésta y al imputado sobre la posibilidad de poner término al
procedimiento de conformidad a lo previsto en el artículo 241 (acuerdos reparatorios), si ello procediere atendida la
naturaleza del hecho punible materia del requerimiento.

Asimismo, el fiscal podrá proponer la suspensión condicional del procedimiento, si se cumplieren los requisitos del
artículo 237 del CPP.

Si no se produjere acuerdo entre la víctima y el imputado con respecto a posibles acuerdos reparatorios o no hubiere
suspensión condicional, en los casos en que procedan, el tribunal preguntará al imputado si admitiere responsabilidad
en los hechos contenidos en el requerimiento o si, por el contrario, solicitare la realización de la audiencia. Para dichos
efectos de lo dispuesto en el presente inciso, el fiscal podrá modificar la pena requerida para el evento de que el
imputado admitiere su responsabilidad.

Si el imputado admitiere su responsabilidad en el hecho, el tribunal dictará sentencia inmediatamente. En estos casos, el
juez no podrá imponer una pena superior a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la incorporación de
antecedentes que sirvieren para la determinación de la pena. Art. 395 CPP.

PREPARACIÓN DEL JUICIO SIMPLIFICADO. ART. 395 BIS CPP.

Si el imputado no admitiere responsabilidad, el juez procederá, en la misma audiencia, a la preparación del juicio
simplificado, el cual tendrá lugar inmediatamente, si ello fuere posible, o a más tardar dentro de quinto día.

199
REALIZACIÓN DEL JUICIO. ART. 396

Cuando el imputado solicitare la realización del juicio, éste se llevará a cabo de inmediato, dándose lectura al
requerimiento del fiscal y a la querella, si la hubiere. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras
lo cual se preguntará al imputado si tiene algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su
decisión de absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días próximos, para dar a
conocer el texto escrito de la sentencia.

La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia de alguna de las partes o por no haberse rendido
prueba en la misma.

Sin embargo, si no hubiere comparecido algún testigo o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de
conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 393 y el tribunal considerare su declaración como
indispensable para la adecuada resolución de la causa, dispondrá lo necesario para asegurar su comparecencia. La
suspensión no podrá en caso alguno exceder de cinco días, transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las
reglas generales, aún a falta del testigo o perito.

SENTENCIA DEFINITIVA.

Aunque la ley no indica cuál debe ser su contenido, deberá ajustarse a lo dispuesto en el art. 342, en lo que no pugne
con la simpleza y brevedad de este procedimiento, en virtud de la norma remisoria del art. 389.

Si la sentencia fuere condenatoria y se tratare de reiteración de faltas de una misma especie se aplicará, en lo que
correspondiere, las reglas contenidas en el artículo 351. Artículo 397 CPP.

SUSPENSIÓN DE LA IMPOSICIÓN DE CONDENA POR FALTA. ART. 398 CPP.

Cuando resulte mérito para condenar por la falta imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren
aconsejable la imposición de la pena al imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la
pena y sus efectos por un plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguno de los
beneficios contemplados en la ley N° 18.216.

Transcurrido el plazo de seis meses sin que el imputado hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una
formalización de la investigación, el tribunal dejará sin efecto la sentencia y, en su reemplazo, decretará el
sobreseimiento definitivo de la causa.

Esta suspensión no afecta la responsabilidad civil derivada del delito.

RECURSOS. ART. 399 CPP.

Contra la sentencia definitiva sólo podrá interponerse el recurso de nulidad previsto en el Título IV del Libro Tercero. El
fiscal requirente y el querellante, en su caso, sólo podrán recurrir si hubieren concurrido al juicio.

200
3. PROCEDIMIENTO POR DELITO DE ACCIÓN PENAL PRIVADA.
Art. 400 a 405 CPP.
GENERALIDADES.-

El Código Procesal Penal, trata de él al reglamentar los procedimientos especiales, no obstante que, por su naturaleza,
es un procedimiento ordinario o de aplicación general con respecto a esta clase de delitos, si bien, en la actualidad, su
empleo es poco frecuente.

Este procedimiento, en verdad, no tiene la importancia que el ordinario ni los procedimientos abreviados, toda vez que
los delitos de acción penal privada, fueron reducidos a las figuras penales descritas en el Art. 55: a) calumnia e injuria; b)
la falta señalada en el Nº11 del Art. 496 del Código Penal (injuria liviana de obra o de palabra no siendo por escrito ni
con publicidad), c) la provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado; y d) el
matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de
acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo. e) Cabe agregar, en virtud de la reforma introducida por la ley 19.806
de 31 de mayo de 2002 a la Ley sobre cuentas corrientes bancarias y cheques, la acción penal para perseguir la
responsabilidad del librador que gira un cheque sin tener de antemano fondos o créditos disponibles suficientes en
cuenta corriente en poder del Banco librado, o retira los fondos disponibles después de expedido el cheque o gira sobre
cuenta cerrada.

En esta clase de procedimiento no tiene injerencia alguna el Ministerio Público: ni en la etapa de investigación, ni en el
juicio mismo. Quién debe investigar es el propio querellante; a él le corresponde, en consecuencia, efectuar la
indagación del presunto delito, reunir las pruebas que deberá ofrecer y producir y sostener la acción penal en la
audiencia verbal contemplada al efecto ante el juez de garantía.

Tomando en cuenta esta circunstancia, y la de que los servicios policiales no se encuentran obligados a colaborar con
esta investigación, como ocurre con la que efectúa el ministerio público, la Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento del Senado acordó facilitarle la tarea al querellante, disponiendo que éste puede pedir al juez de
garantía, en su querella, que ordene la práctica de determinadas diligencias destinadas a precisar y comprobar los
hechos que configuran el delito y sólo una vez realizadas estas diligencias se cite a la audiencia respectiva.

TRAMITACIÓN.-

1. INICIO DEL PROCEDIMIENTO.- ART. 400 CPP.

El Art. 400 dispone que el procedimiento comenzará mediante la interposición de una querella presentada por persona
habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. La denuncia no es suficiente.

El escrito debe cumplir con las exigencias del Art. 113 -que trata de los requisitos de la querella que debe presentarse en
los delitos de acción penal pública - y con los señalados en el Art. 261, en lo que no fuere contrario a lo dispuesto en el
título II que se refiere a este procedimiento.

Se impone legalmente al querellante la obligación de acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien
ésta deba notificarse.

Finalmente, el Art. 400, dispone que en la misma querella, el querellante podrá solicitar al juez la realización de
determinadas diligencias destinadas a precisar los hechos que configuran el delito perseguido. Ejecutadas dichas
diligencias, el tribunal citará las partes a una audiencia.

201
2. RETIRO, DESISTIMIENTO Y ABANDONO DE LA QUERELLA. ARTÍCULOS 401 Y 402 CPP.

 Aunque la ley no lo dice, conforme a las reglas generales, el querellante puede retirar su querella antes de que ella
sea notificada al querellado, sin que se requiera formalidad alguna.
 Una vez que el querellado ha sido notificado puede desistirse de ella, a menos que el querellado se oponga. Si el
querellado no se opone, el tribunal deberá dictar sobreseimiento definitivo en la causa y el querellante será
condenado al pago de las costas, salvo que el desistimiento obedeciere a un acuerdo con el querellado.
 En caso que el querellado se oponga al desistimiento, el Art. 401 prescribe que no se dará lugar a él, por lo que el
procedimiento deberá continuar.
 El Art. 402 estatuye que la inasistencia del querellante a la audiencia del juicio, así como su inactividad en el
procedimiento por más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para dar curso
al proceso que fueren de su cargo, producirán el abandono de la acción privada. En tal caso el tribunal, de oficio o a
petición de parte, deberá decretar el sobreseimiento definitivo de la causa.
 La norma referida agrega que lo mismo se observará, si habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus
herederos o su representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días.
 El breve plazo de 30 días de que dispone el querellante para activar el procedimiento, instando por la realización de
las diligencias que fueren de su cargo, bajo sanción de abandono, tiene por objeto acelerarlo y evidencia el
propósito del legislador de ponerle término dentro de un breve plazo.
 Este objetivo queda igualmente de manifiesto con la supresión de la audiencia de preparación del juicio oral,
primitivamente contemplada en el Proyecto.

3. AUDIENCIA ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA.-

 El juez, al proveer la querella, debe citar al querellante y al querellado a una audiencia, con sus medios de prueba,
fijando fecha al efecto. En caso que el querellante haya pedido diligencias, la audiencia se llevará a efecto una vez
que éstas se hayan realizado. Art. 400, inciso final y Art. 396.
 El Código Procesal Penal contempla una sola audiencia en esta clase de juicios y ella cumple dos propósitos: llamar a
conciliación, que debe hacerse al inicio (art. 404 CPP) y, en caso que no se produzca dicha conciliación, la realización
del juicio propiamente tal, en que deben producirse las alegaciones y rendirse las pruebas.
 Otra de las características sobresalientes de esta clase de procedimiento es la de que las partes no se encuentran
obligadas a asistir personalmente, ya que pueden hacerlo por medio de mandatario con facultades suficientes para
transigir.
 Sin perjuicio de ello, deberán concurrir en forma personal, cuando el tribunal así lo ordenare expresamente. Art. 403
CPP.
 Al inicio de la audiencia, el juez instará a las partes a buscar un acuerdo que ponga término a la causa. Tratándose de
los delitos de calumnia o de injurias, otorgará al querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su
conducta.
 Sólo en caso en que no se produzca la conciliación se dará curso a la segunda parte de la audiencia, consistente en el
juicio mismo, a fin de que las partes hagan sus alegaciones y produzcan sus pruebas. Luego de recibidas las pruebas,
el juez de garantía preguntará al querellado si tiene algo que agregar.
 Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su decisión de absolución o condena, y fijará una nueva
audiencia, para dentro de los cinco primeros días, con el objeto de dar a conocer el texto escrito de la sentencia.
 Lo anterior resulta de aplicar supletoriamente las reglas del Art. 396, relativas al procedimiento simplificado por
mandato del Art. 405.

4. RECURSOS.

En contra de la sentencia definitiva procede únicamente el recurso de nulidad previsto en el Título IV del Libro Tercero,
ya que se aplican supletoriamente las normas del procedimiento simplificado, las que contemplan esta clase de recurso
en contra de la sentencia definitiva.

202
OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
PROCEDIMIENTO RELATIVO A PERSONAS QUE GOZAN DE FUERO CONSTITUCIONAL
QUERELLA DE CAPÍTULOS
EXTRADICIÓN.
PROCEDIMIENTO PARA LA APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD

1. PROCEDIMIENTO RELATIVO A PERSONAS QUE GOZAN DE FUERO CONSTITUCIONAL.


CONCEPTO, PERSONAS A QUIENES SE APLICA.

El art. 61, inciso 2º de la CPR., en su texto refundido, publicado en el Diario Oficial el 22 de septiembre de 2005, dispone
que “Ningún diputado o senador, desde el día de su elección o desde su juramento, según el caso, puede ser acusado o
privado de su libertad, salvo el caso de delito flagrante si el tribunal de alzada de la jurisdicción respectiva, en pleno, no
autoriza previamente la acusación, declarando haber lugar a la formación de causa.”.

El Presidente de la República goza de este mismo fuero, en virtud de lo dispuesto por el art. 30 CPR.

El desafuero sólo procede con respecto a los crímenes y simples delitos. (art. 416 CPP).

Este antejuicio o requisito previo de procesabilidad es lo que conocemos como “Desafuero”, que constituye un
resguardo a la función pública que desempeñan las autoridades mencionadas como una forma de preservar su
independencia, y se extiende también a los ex Presidentes de la República para preservar la función pública que
desempeñaron anteriormente, evitando que cualquiera de ellos pueda ser objeto de denuncias o querellas criminales
carentes de fundamento.

Conforme a él, es posible que el ministerio público realice la indagación preliminar, y aún formalice la investigación ante
el juez de garantía, continuando con el procedimiento hasta el cierre de la investigación, todo ello, sin necesidad de
solicitar el desafuero.

Si estima que cuenta con las evidencias suficientes para tener por comprobado el hecho punible indagado y la
participación culpable que le habría correspondido a la persona aforada, lo que lo habilita para acusarlo, sólo entonces
requerirá que la Corte de Apelaciones correspondiente declare que ha lugar a la formación de causa.

SOLICITUD DE DESAFUERO.- ART. 416 CPP.

Una vez que se ha cerrado la investigación, si el fiscal estimare que procede formular acusación por crimen o simple
delito de acción penal pública en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los incisos segundo, tercero
y cuarto del art. 61 de la Constitución Política, debe remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente,
a fin de que, si hallare mérito, declare que ha lugar a la formación de causa.

La norma referida agrega que igual declaración deberá requerir el fiscal si, durante la investigación, deseare solicitar al
juez de garantía la prisión preventiva del aforado o la imposición de otra medida cautelar en su contra.

El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de acción penal privada, en los que, como
sabemos, el ministerio público no tiene injerencia, será el querellante el que deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones
respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de garantía pueda admitir a tramitación su querella
criminal.

203
TRAMITACIÓN Y FALLO DEL DESAFUERO.-

El Art. 61 de la Constitución dispone que la solicitud de desafuero debe ser resuelta por la Corte de Apelaciones, en
pleno, esto es, con la intervención de todos sus ministros. Ajustándose a esta disposición, el numeral 2º letra a) del Art.
63 del Código Orgánico de Tribunales, prescribe que corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera
instancia "De los desafueros de las personas a quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y cuarto del Art.
58 de la Constitución Política” y su Art. 66 añade que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el
tribunal, en tanto que el Art. 67 previene que para el funcionamiento del tribunal pleno se requerirá, a lo menos, "la
concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la Corte".

La ley no se ha preocupado de reglamentar especialmente la tramitación que debe darse a las peticiones de desafuero
en las Cortes de Apelaciones, por lo que corresponde aplicar las reglas generales pero adaptándolas al nuevo sistema.

El tribunal pleno debe conocer del desafuero en audiencia pública, atendida la naturaleza del nuevo procedimiento,
esencialmente oral, en la cual escuchará los alegatos de ambas partes, dejando la causa en acuerdo ante todo el
tribunal.

Se designará un ministro redactor, el que deberá dar forma a dicho acuerdo, una vez adoptado. Por supuesto, podrán
existir votos disidentes y prevenciones, de los que deberá dejarse constancia en la sentencia.

En esencia, lo que debe resolver la Corte, luego de conocer el asunto a través de la relación y de los alegatos, es si existe
o no mérito para dar lugar a la formación de causa. Es decir, si resulta procedente que la persona aforada pierda su
inmunidad y sea procesada por los tribunales conforme a las reglas generales.

No importa un pronunciamiento sobre el fondo, si bien, en la práctica implica una suerte de prejuzgamiento.

La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto, es una sentencia definitiva, ya
que pone fin al antejuicio en la primera instancia.

De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 418 del CPP, dicha sentencia es apelable ante la Corte Suprema, la que conoce del
recurso en pleno, en virtud de lo prescrito en el N º 2 del Art. 96 del Código Orgánico de Tribunales.

DETENCIÓN IN FRAGANTI. ART. 417 CPP.-

Si alguna de las personas mencionadas fuere detenida por haber sido sorprendida en delito flagrante, el fiscal la pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo, le remitirá la copia del registro de las
diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto.
¿Qué "asunto"?. Parece obvio que el desafuero, ya que dicho tribunal no tiene competencia ni para investigar ni para
conocer del procedimiento que reglamenta el Código Procesal Penal.

EFECTOS DEL DESAFUERO.- ART. 420 CPP.-

La declaración de haber lugar a la formación de causa o desafuero, una vez ejecutoriada, suspende la inmunidad de que
gozan las personas aforadas por mandato constitucional, quedando sujetas, desde ese momento, a las reglas comunes
de procedimiento y a la jurisdicción de los tribunales.

Así las cosas, se seguirá el procedimiento conforme a las reglas generales.

Sin embargo, en el caso a que se refiere el inciso primero del artículo 416, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha
de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá efectuarse dentro de los quince días siguientes a la
recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la audiencia del juicio oral deberá iniciarse dentro del
plazo de quince días contado desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.

204
EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN QUE NO DIERE LUGAR A LA FORMACIÓN DE CAUSA. ART. 421 CPP.-

Si, en el caso del inciso primero del artículo 416, la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a formación de causa,
esta resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella
declaración.

Tratándose de la situación contemplada en el inciso tercero del mismo artículo, el juez de garantía no admitirá a
tramitación la querella y archivará los antecedentes.

FUERO DE LOS INTENDENTES Y GOBERNADORES.-

El Art. 423 dispone que el procedimiento establecido en el párrafo 1º de este Título, relativo a los diputados, senadores
y ex presidentes de la República, al que ya nos referimos, es aplicable a los casos de desafuero de un intendente o de un
gobernador, en lo que fuere pertinente.

El fuero de los intendentes y gobernadores se encuentra establecido en el inciso final del Art. 113 de la Constitución
Política de la República, - hoy, artículo 124 -, el que estatuye que ningún tribunal procederá criminalmente contra alguno
de ellos sin que la Corte de Apelaciones respectiva haya declarado que ha lugar a la formación de causa.

Este fuero fue establecido mediante una reforma constitucional introducida por la ley N` 19.097 publicada en el Diario
Oficial el 12 de Noviembre de 1991.

2. QUERELLA DE CAPÍTULOS.- Art. 424 y siguientes CPP.-


CONCEPTO.-

La querella de capítulos es un antejuicio en cuya virtud la Corte de Apelaciones respectiva declara que ha lugar a la
formación de causa como requisito previo para que pueda hacerse efectiva la responsabilidad criminal de los jueces,
fiscales judiciales y fiscales del ministerio público, por delitos que hubieren cometido en el ejercicio de sus funciones.

La querella de capítulos tiene por objeto hacer efectiva la responsabilidad criminal de los jueces, fiscales judiciales y
fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus funciones e importaren una
infracción penada por la ley. Art. 424 CPP.-

La finalidad de este antejuicio es impedir que se formulen acusaciones carentes de fundamento en contra de esas
personas, menoscabando la dignidad de las funciones que desempeñan; por otra parte, tiende a impedir que queden
impunes los delitos ministeriales que pudieren cometer, al entregar el conocimiento del antejuicio a un tribunal
superior.

SOLICITUD DE ADMISIBILIDAD DE LOS CAPÍTULOS DE ACUSACIÓN. ART. 425 CPP.-

Una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procede formular acusación por crimen o simple delito contra
un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público, por actos ejecutados en el ejercicio de sus funciones, deberá
presentar una querella, a la Corte de Apelaciones correspondiente, por escrito, en la que se especificarán los capítulos
de acusación y se indicarán los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el funcionario
capitulado, a fin de que, si hallare mérito, declare admisibles los capítulos de acusación.

Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la Corte de apelaciones solicitando igual
declaración, antes de que se admitiere a tramitación por el juez de garantía la querella que hubiere presentado por el
delito.

205
La competencia de la Corte de Apelaciones emana de lo dispuesto por el art. 63 Nº 2, letra d) y la de la Corte Suprema,
del art. 98, ambos del Código Orgánico de Tribunales.

Los delitos ministeriales están indicados en el artículo 79 de la CPR., en cuanto señala que “Los jueces son personalmente
responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el
procedimiento, denegación y torcida administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran en el
desempeño de sus funciones.”.

El citado art. 425 previene que se requiere, asimismo, la declaración de admisibilidad de los capítulos de la acusación por
parte de la Corte de Apelaciones respectiva, si el fiscal, durante la investigación, quisiere solicitar al juez de garantía la
prisión preventiva de algunas de esas personas u otra medida cautelar en su contra.

DETENCIÓN POR DELITO FLAGRANTE.- ART. 426 CPP.-

El art. 426 establece que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público fuere detenido por habérsele
sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva.
Asimismo, remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para
resolver el asunto.

RECURSOS.- ART. 427 CPP.

La resolución que se pronunciare sobre la querella de capítulos será apelable para ante la Corte Suprema.

EFECTOS DE LA SENTENCIA QUE DECLARA ADMISIBLE LA QUERELLA DE CAPÍTULOS. ART. 428 CPP.-

Dicha norma dispone que, cuando por sentencia firme se hubieren declarado admisibles todos o alguno de los capítulos
de acusación, el funcionario capitulado quedará suspendido del ejercicio de sus funciones y el procedimiento penal
continuará de acuerdo a las reglas generales.

Sin embargo, en el caso a que se refiere el inciso primero del artículo 425, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha
de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes a la
recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la audiencia del juicio oral deberá iniciarse dentro del
plazo de quince días contado desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.

Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su
defensa.

EFECTOS DE LA SENTENCIA QUE DECLARA INADMISIBLE LA QUERELLA DE CAPÍTULOS.- ART. 429 CPP.-

Si la Corte de Apelaciones declarare inadmisibles todos los capítulos de acusación comprendidos en la querella, tal
resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio
público favorecido con aquella declaración.

Tratándose de la situación contemplada en el inciso final del artículo 429, actuación impulsada por un querellante en
caso de delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella que ante él se hubiere
presentado y archivará los antecedentes.

PLURALIDAD DE SUJETOS. ART. 430 CPP.

Si en el mismo procedimiento aparecieren implicados otros individuos que no fueren jueces, fiscales judiciales o fiscales
del ministerio público, se seguirá adelante en relación con ellos.

206
3. EXTRADICIÓN.
Art. 431 y siguientes CPP.
CONCEPTO.

Es la entrega que un Estado hace a otro de un individuo, acusado o condenado por un delito común, que se encuentra
en su territorio, para que en este país se le enjuicie penalmente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas
preexistentes de validez interna o internacional.

EXTRADICIÓN ACTIVA.

1. Procedencia. Art. 431 CPP.- Cuando en la tramitación de un procedimiento penal se hubiere formalizado la
investigación por un delito que tuviere señalada en la ley una pena privativa de libertad cuya duración mínima excediere
de un año, respecto de un individuo que se encontrare en país extranjero, el ministerio público deberá solicitar del juez
de garantía que eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, a fin de que este tribunal, si estimare procedente la
extradición del imputado al país en el que actualmente se encontrare, ordene sea pedida.

Igual solicitud podrá hacer el querellante, si no la formulare el ministerio público.

La extradición procederá, asimismo, con el objeto de hacer cumplir en el país una sentencia definitiva condenatoria a
una pena privativa de libertad de cumplimiento efectivo superior a un año.

El mismo procedimiento se empleará en los casos enumerados en el artículo 6º del Código Orgánico de Tribunales, que
se refiere a los crímenes o simples delitos perpetrados fuera del territorio de la República y que, por excepción, quedan
sometidos a la ley chilena.

Entonces, son requisitos de procedencia de la extradición activa:

a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una pena privativa de libertad superior a un
año o del cumplimiento efectivo de una sentencia definitiva condenatoria, a igual pena;
b) Que en el primer caso, se haya formalizado la investigación;
c) Que el imputado se encuentre en país extranjero.

2. Tramitación de la Extradición activa ante el Juez de Garantía.- Art. 432 CPP.- Establece el legislador que es posible
formalizar una investigación criminal por un delito cometido por una persona que después se ausente del país, debiendo
ser representado en la audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con defensor particular.

De lo anterior se desprende que es factible que el ministerio público comience una investigación criminal, no obstante
que la persona sindicada de haber cometido el delito que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de
esta indagación el fiscal estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de garantía la
fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será representado en la forma ya expresada.

La solicitud de extradición podrá ser efectuada en la misma audiencia de formalización, o en otra audiencia pedida con
este objeto, requiriendo que los antecedentes reunidos se eleven a la Corte de Apelaciones respectiva a fin de que ésta
resuelva.

Esta petición será debatida en dicha audiencia, en la que el ausente será representado, como hemos dicho, por un
defensor particular o, en su defecto, por el defensor penal público. Al término de ella, si el juez estimare que concurren
en la especie los requisitos de procedencia de la extradición y los consignados en el Art. 140, que, como sabemos, son
los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la petición en el sentido de elevar los antecedentes a la
Corte de Apelaciones respectiva.

207
3. Tramitación de la extradición activa ante la Corte de Apelaciones.- Art. 433 CPP.- El art. 63, Nº 1, letra d) del COT
establece que las Cortes de Apelaciones conocerán en única instancia de la solicitud de extradición activa.

El Art. 433 dispone que recibidos los antecedentes por la Corte de Apelaciones, ésta fijará una audiencia para fecha
próxima, a la cual citará al ministerio público, al querellante, si éste hubiere solicitado la extradición y al defensor del
imputado. La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y no se podrá suspender a petición de éstos, se
iniciará con una relación pública de los antecedentes que motivaren la solicitud; luego, se concederá la palabra al fiscal,
en su caso al querellante y al defensor.

Conforme lo dispone el art. 434 del CPP, durante la tramitación ante este tribunal, a petición del fiscal o del querellante
que la hubiere requerido, la Corte de Apelaciones podrá solicitar del Ministerio de Relaciones Exteriores que se pida al
país en que se encontrare el imputado que ordene la detención previa de éste o adopte otra medida destinada a evitar
la fuga de la persona cuya extradición se solicitará, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la concurrencia de
los requisitos que admitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal.

En estos casos, la solicitud de la Corte de Apelaciones deberá consignar los antecedentes que exigiere el tratado
aplicable para solicitar la detención previa o, a falta de tratado, al menos los antecedentes contemplados en el artículo
442 del CPP.

4. Fallo de la solicitud de extradición activa.- Art. 435 CPP.- Finalizada la audiencia, la Corte de Apelaciones resolverá en
un auto fundado si debiere o no solicitarse la extradición del imputado.

El Art. 435 señala, además, que en contra de la resolución de la Corte de Apelaciones que se pronunciare sobre la
solicitud de extradición, no procederá recurso alguno.

Situaciones que pueden presentarse: (artículos 436 y siguientes)

a) En caso de acogerse la solicitud de extradición, la Corte de Apelaciones se dirigirá al Ministerio de Relaciones


exteriores, mediante el oficio correspondiente, haciéndole llegar copia de la resolución pertinente, y pidiéndole que se
practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias para obtener la extradición del imputado.

Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se hubiere efectuado en contra del imputado;
los antecedentes que la hubieren motivado o la resolución firme que hubiere recaído en el procedimiento, si se tratare
de un condenado; los textos legales que tipificaren y sancionaren el delito; los referentes a la prescripción de la acción y
de la pena; y toda información conocida sobre filiación, identidad, nacionalidad y residencia del imputado.

Cumplidos estos trámites, la Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al juzgado de garantía que se los hubiere
elevado. Art. 436 CPP.

El Art. 437 dispone que el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberá legalizar y traducir los documentos acompañados,
si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar cumplimiento a la resolución de la Corte de Apelaciones.

Si obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir desde el país en que se encontrare, hasta ponerlo a
disposición de la Corte de Apelaciones requirente. La Corte, a su vez, ordenará que el imputado sea entregado al
tribunal competente, a fin de que el procedimiento siga su curso o de que se cumpla la condena, si se hubiere
pronunciado sentencia firme.

b) En caso que la Corte de Apelaciones declare no ser procedente la extradición, devolverá los antecedentes al juez de
garantía que los hubiere elevado a fin de que proceda según corresponda. Art. 438, inciso 1º CPP.

En contra de esta resolución no procede recurso alguno.

208
c) Si la extradición, no obstante ser dispuesta por la Corte de Apelaciones, no fuere acogida por las autoridades del país
en que el imputado se encontrare, se comunicará el hecho al tribunal de garantía, para que, igualmente, proceda según
corresponda. Art. 438, inc. 2º CPP.

5. Multiplicidad de Imputados. Art. 439 CPP. El Art. 439 preceptúa que si el procedimiento comprendiere a un imputado
que se encontrare en el extranjero y a otros imputados presentes, se observarán las disposiciones anteriores en cuanto
al primero y, sin perjuicio de su cumplimiento, se proseguirá el procedimiento, sin interrupción, en contra de los
segundos.

EXTRADICIÓN PASIVA.-

1. Procedencia.- El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero solicitare a Chile la extradición de individuos que se
encontraren en territorio nacional y que en el país requirente estuvieren imputados de un delito o condenados a una
pena privativa de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus
antecedentes a la Corte Suprema.

Esta norma de procedencia de la extradición pasiva, guarda concordancia perfecta con la de procedencia de la
extradición activa, contenida en el Art. 431. Basta leer ambas disposiciones para darse cuenta de ello.

2. Tramitación de la Extradición Pasiva en Primera Instancia. Art. 441 CPP. Recibidos los antecedentes conducidos a
través del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corte Suprema debe designar a uno de sus Ministros, quien conocerá
en primera instancia de la solicitud de extradición, debiendo fijar día y hora para la realización de una Audiencia pública.
Luego, dicho ministro pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento del representante del Estado requirente y
del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas cautelares personales en contra de este último.

Si se hubiesen pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los antecedentes se suministrarán al imputado una
vez que las mismas se hubieren decretado.

3. Representación del estado requirente. Art. 443 CPP. En el procedimiento de extradición pasiva, representará al
Estado requirente el ministerio público, lo que no obstará al cumplimiento de lo dispuesto en su Ley Orgánica
Constitucional.

El inciso segundo de la norma mencionada agrega que en cualquier momento antes de la Audiencia a que debe citar el
ministro de la Corte Suprema, el país requirente podrá designar otro representante, caso en el cual cesará la
intervención del ministerio público.

4. Ofrecimiento y producción de pruebas. Art. 444 CPP. Si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial. o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres días, a lo menos, a la fecha de la
audiencia, individualizando a los testigos, si los hubiere.

La prueba deberá rendirse en la audiencia respectiva

5. Medidas Cautelares y libertad provisional del Imputado.- Las medidas Cautelares Personales en contra de un sujeto
cuya extradición se requiere, pueden ser pedidas antes o después de la solicitud formal de extradición.

a) Aún antes de recibirse la solicitud formal de extradición, el ministro de la Corte Suprema designado podrá decretar la
detención del imputado, si así se hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero
mediante una solicitud que contemple las siguientes menciones mínimas:
 La identificación del imputado;
 La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden restrictiva o privativa de libertad del
imputado;
 la calificación del delito que motivare la solicitud y el lugar y la fecha de comisión de aquél; y
 La declaración de que se solicitará formalmente la extradición. Art. 442
209
La detención previa se decretará por el plazo que determine el tratado aplicable o, en su defecto, por un máximo de
DOS MESES a contar de la fecha en que el Estado requirente fuere notificado del hecho de haberse producido la
detención previa del imputado.

b) Presentada la solicitud de extradición, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del imputado u otras
medidas cautelares personales, las que se decretarán si se cumplieren los requisitos que disponga el Tratado respectivo
o, en su defecto, los previstos en el título V del Libro Primero. Art. 446.

El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrán modificar, revocar o sustituir las medidas
cautelares personales que se hubieren decretado, de acuerdo a las reglas generales, pero el Ministro de la Corte
Suprema tomará las medidas que estimare necesarias para evitar la fuga del imputado.

6. Audiencia en la Extradición Pasiva.- Art. 448 CPP.- Como dijimos, una vez recibida por la Corte Suprema la solicitud
de extradición pasiva por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, designará a uno de sus ministros para que
conozca de ella en primera instancia.

Dicho ministro, como tribunal unipersonal, fijará día y hora para la celebración de una Audiencia, a la que citará al
representante del Estado requirente y al imputado.

La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el representante del Estado requirente dará
breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si este representante fuere el ministerio
público, hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del inculpado debido a que a ello lo
obliga el principio de objetividad, al que nos hemos referido en clases pasadas.

A continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que hubieren ofrecido las partes.

Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de hacerlo, podrá ser
contrainterrogado. Debe señalarse que, en conformidad con lo dispuesto en el Art. 445, el imputado tendrá siempre
derecho a prestar declaración, pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado por el representante del
Estado requirente y por su defensor.

En caso de que se hubiere rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le concederá la palabra al representante
del Estado requirente, para que exponga sus conclusiones. Luego se concederá la palabra al imputado, para que,
personalmente o a través de su defensor, efectuare las argumentaciones que estime procedentes.

7. Fallo de la Extradición pasiva. Art. 449 CPP. El ministro de la Corte Suprema, actuando como tribunal unipersonal,
una vez terminada la Audiencia referida, deberá pronunciar sentencia definitiva, por escrito, dentro de quinto día, en la
que podrá acoger o no la extradición solicitada.

Concederá la extradición si estimare comprobada la existencia de las siguientes circunstancias:


 La identidad de la persona cuya extradición se solicitare;
 Si el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado, sea de aquellos que autorizan la
extradición según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios de Derecho
Internacional; y
 Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría acusación en contra del
imputado por los hechos que se le atribuyen.

8. Recursos. Art. 450 CPP.- En contra de esta sentencia procederán los recursos de apelación y de nulidad, este último
sólo podrá fundarse en una o más de las causales previstas en los Arts. 373, letra a) y 374.

El conocimiento de estos recursos corresponderá a la Corte Suprema de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 450.

210
En el evento de interponerse ambos recursos, deberán serlo en forma conjunta, en un mismo escrito, uno en subsidio
del otro y dentro del plazo previsto para ejercer el recurso de apelación.

La Corte Suprema conocerá de ellos en conformidad a las reglas generales para la tramitación de los recursos.

9. Efectos de la sentencia que acoge la extradición pasiva. Art. 451 CPP. Ejecutoriada que se hallare esta sentencia, el
ministro de la Corte Suprema pondrá al imputado requerido a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin
de que o entregue al país que lo hubiere solicitado.

10. Sentencia que deniega la extradición.- Art. 452 CPP. Si la sentencia denegare la extradición, aun cuando no se
encontrare ejecutoriada, el ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cualquier medida cautelar
personal que hubiere decretado en su contra.

Ejecutoriada la sentencia que hubiere dictado denegando la extradición pedida, el ministro referido comunicará al
Ministerio de Relaciones Exteriores el resultado del procedimiento, incluyendo copia autorizada de la sentencia que en
él hubiere recaído.

11. Desistimiento del estado requirente.- Art. 453 CPP.- Si el Estado requirente se desistiere de la petición de
extradición, lo que puede hacer en cualquier etapa del procedimiento, deberá dictarse sobreseimiento definitivo.

12. Extradición pasiva simplificada. Art. 454 CPP.- El Art. 454 dispone que si la persona cuya extradición se requiriere,
luego de ser informada acerca de los derechos que tiene a un procedimiento formal de extradición y de la protección
que éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa, su
conformidad en ser entregado al Estado solicitante, dicho ministro concederá, sin más trámites, la extradición pedida,
poniendo a dicha persona a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que sea entregado al país que lo
hubiere requerido.

4. PROCEDIMIENTO PARA LA APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD.-


Artículos 455 y siguientes.-
1. Generalidades. El Nº 1º del Art. 10 del Código Penal estatuye que se encuentra exento de responsabilidad criminal el
loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido y el que, por cualquier causa independiente de su
voluntad, se halla privado totalmente de razón.

La participación de un "loco o demente" en un delito -términos legales, no médicos -, plantea de inmediato el problema
de determinar el estado de su salud mental durante la perpetración del hecho ilícito o después de cometido para
resolver la continuación o suspensión del procedimiento y para la aplicación de las medidas de seguridad que
procedieren.

Por otra parte, si bien, en definitiva dicha persona puede resultar exenta de responsabilidad criminal si se comprobare
que se hallaba en estado de demencia o privada totalmente de razón por una causa independiente de su voluntad a la
fecha de la comisión del delito, o cayere en estado de enajenación mental durante el procedimiento -situación que
imposibilitaría aplicarle una sanción penal – el hecho ilícito imputado debe ser igualmente investigado, así como la
participación que pudo haberle cabido a dicha persona, para determinar, en definitiva, por una parte, la existencia o no
del delito atribuido y, por otra, la participación efectiva que pudo tener en aquél.

Sólo en la segunda de estas hipótesis -existencia del delito y participación efectiva en el hecho ilícito - sería posible
aplicarle una medida de seguridad, en atención a que el Art. 455 requiere, como requisito de procedencia de esta clase
de medidas, que el imputado sea un "enajenado mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico" y siempre
que existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas.

211
Con respecto al imputado loco o demente, es posible distinguir tres etapas:

a) La persona comete el delito encontrándose en estado de enajenación mental;


b) Cae en enajenación mental durante el procedimiento; y
c) Cae en enajenación mental después de pronunciada la sentencia y durante su cumplimiento.

2. Medidas de Seguridad. Art. 457 CPP. Las medidas de seguridad que contempla el Código Procesal Penal son:

a) Internación en un establecimiento siquiátrico; y


b) Su custodia y tratamiento por su familia, guardador, o alguna institución pública o particular de beneficencia,
socorro o caridad.

La internación se efectuará en la forma y condiciones que se establecieren en la sentencia que la impone. Cuando la
sentencia dispusiere la medida de custodia y tratamiento, fijando igualmente, las condiciones de éstos, entregará el
enajenado mental a su familia, a su guardador, o a alguna institución pública o particular de beneficencia, socorro o
caridad.

En ningún caso la medida de seguridad podrá llevarse a cabo en un establecimiento carcelario. Si la persona se
encontrare recluida, deberá ser trasladada a una institución especializada para su custodia, tratamiento o internación. Si
no lo hubiere en el lugar, se habilitará un recinto especial en el Hospital Público más cercano. Art. 457

El procedimiento para la imposición de las medidas de seguridad referidas se rige por las reglas contenidas en el Título
VII del Libro Cuarto y en lo no previsto por éste, por las disposiciones del Libro Segundo, en cuanto no fueren
contradictorias. Art. 456 CPP

3. Imputado enajenado mental.- Art. 458 CPP. Cuando en el curso del procedimiento aparecieren antecedentes que
permitieren presumir la inimputabilidad por enajenación mental del imputado, el ministerio público o juez de garantía,
de oficio o a petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta punible que
se investiga en relación a éste.

El juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no se remitiere el informe requerido, sin perjuicio de
continuarse respecto de los demás coimputados, si los hubiere.

4. Designación de curador. Art. 459 CPP. Existiendo antecedentes acerca de la enajenación mental del imputado, sus
derechos serán ejercidos por un curador ad litem (del juicio) designado al efecto por el Juez de garantía.

5. Actuación del Ministerio Público. Art. 460 CPP. Si el fiscal hallare mérito para sobreseer temporal o definitivamente la
causa, efectúa la solicitud respectiva una vez que se haya agotado la investigación y la haya cerrado.

6. Requerimiento de medida de seguridad. Art. 461 CPP. Si al concluir la investigación, el fiscal estima concurrente la
causal de extinción de responsabilidad criminal prevista en el artículo 10, número 1 del Código Penal y, además,
considera aplicable una medida de seguridad, requerirá la medida de seguridad, mediante solicitud escrita, que deberá
contener, en lo pertinente, las menciones exigidas en el escrito de acusación.

El fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la aplicación del procedimiento abreviado o la suspensión condicional del
procedimiento.

En los casos previstos en este artículo, el querellante podrá acompañar al escrito a que se refiere el artículo 261
(acusación particular o adhesión a la acusación) los antecedentes que considerare demostrativos de la imputabilidad de
la persona requerida.

212
7. Resolución del requerimiento. Art. 462 CPP. Formulado el requerimiento, corresponderá al juez de garantía declarar
que el sujeto requerido se encuentra en la situación prevista en el artículo 10, número 1°, del Código Penal. Si el juez
apreciare que los antecedentes no permiten establecer con certeza la inimputabilidad, rechazará el requerimiento.

Al mismo tiempo, dispondrá que la acusación se formulare por el querellante, siempre que éste se hubiere opuesto al
requerimiento del fiscal, para que la sostuviere en lo sucesivo en los mismos términos que este Código establece para el
ministerio público. En caso contrario, ordenará al ministerio público la formulación de la acusación conforme al trámite
ordinario.

Los escritos de acusación podrán contener peticiones subsidiarias relativas a la imposición de medidas de seguridad.

8. Reglas especiales relativas a la aplicación de medidas de seguridad. Art. 463 CPP. El código establece que, cuando se
proceda en contra del imputado enajenado mental, se aplicará las siguientes reglas especiales:

a) El procedimiento no se puede seguir conjuntamente contra sujetos enajenados mentales y otros que no lo fueren.
b) El juicio se realiza a puertas cerradas, sin la presencia del enajenado mental, cuando su estado imposibilite la
audiencia, y
c) La sentencia absolverá si no se constatare la existencia de un hecho típico y antijurídico o la participación del
imputado en él, o, en caso contrario, puede imponer al inimputable una medida de seguridad.

9. Internación provisional del imputado enajenado. Art. 464 CPP. Durante el procedimiento el tribunal podrá ordenar, a
petición de alguno de los intervinientes, la internación provisional del imputado en un establecimiento asistencial,
cuando concurrieren los requisitos de la prisión preventiva, y el informe psiquiátrico practicado al imputado señalare
que éste sufre una grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren temer que atentará contra sí
o contra otras personas.

10. Imputado que cae en enajenación mental durante el procedimiento. Art. 465 CPP. Si, después de iniciado el
procedimiento, el imputado cayere en enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del fiscal o de
cualquiera de los intervinientes, previo informe psiquiátrico, el sobreseimiento temporal del procedimiento hasta que
desapareciere la incapacidad del imputado o el sobreseimiento definitivo si se tratare de una enajenación mental
incurable.

Si en el momento de caer en enajenación mental el imputado se hubiere formalizado la investigación ante el Juez de
garantía o se hubiere deducido acusación en su contra, y se estimare que corresponde adoptar una medida de
seguridad, se solicitará informe psiquiátrico, suspendiéndose la causa mientras se espera el resultado del informe.

11. Ejecución de las medidas de seguridad. Art. 481 CPP. Las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental sólo
podrán durar mientras subsistieren las condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso podrán
extenderse más allá de la sanción restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o del tiempo que
correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.

Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de libertad que
la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el
procedimiento en contra del sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere.

La persona o institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar semestralmente sobre la evolución
de su condición al ministerio público y a su curador o a sus familiares, en el orden de prelación mencionado en el
artículo 108.

El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá solicitar al juez de garantía la suspensión de la medida o la
modificación de las condiciones de la misma, cuando el caso lo aconsejare.

213
Sin perjuicio de lo anterior, el ministerio público deberá inspeccionar, cada seis meses, los establecimientos psiquiátricos
o instituciones donde se encontraren internados o se hallaren cumpliendo un tratamiento enajenados mentales, en
virtud de las medidas de seguridad que se les hubieren impuesto, e informará del resultado al juez de garantía,
solicitando la adopción de las medidas que fueren necesarias para poner remedio a todo error, abuso o deficiencia que
observare en la ejecución de la medida de seguridad.

El juez de garantía, con el solo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren, adoptará de inmediato las
providencias que fueren urgentes, y citará a una audiencia al ministerio público y al representante legal del enajenado
mental, sin perjuicio de recabar cualquier informe que estimare necesario, para decidir la continuación o cesación de la
medida, o la modificación de las condiciones de aquélla o del establecimiento en el cual se llevare a efecto.

12. Condenado que cae en enajenación mental. Art. 482 CPP. Si después de dictada la sentencia, el condenado cayere
en enajenación mental, el tribunal, oyendo al fiscal y al defensor, dictará una resolución fundada declarando que no se
deberá cumplir la sanción restrictiva o privativa de libertad y dispondrá, según el caso, la medida de seguridad que
correspondiere.

El tribunal velará por el inmediato cumplimiento de su resolución.

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