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Elegí el cuento “Casa Tomada” de Julio Cortázar incluido en su libro Bestiario (1951)1 por-

que me interesa destacar dos aspectos que pude observar allí y me parecieron relevantes para
compartirlos en el espacio de una clase. El primero de ellos es ver cómo ingresan elementos
fantásticos que irrumpen el plano real del cuento. El segundo está relacionado con la inscrip-
ción de las voces, especialmente la del narrador en primera persona.
Siguiendo a Yurkievich (1997) creo importante destacar que tanto Borges como Cortázar son
los “cultores del género fantástico” pues si bien cada uno opera con distintos signos y signi-
ficaciones, ambos escriben desde los límites de lo real/irreal, en los límites de la conciencia
humana sobre la cognición de la realidad.
La narrativa de Cortázar, en general, está atravesada por el realismo mágico y, además, tiene
aspectos surrealistas2. Si analizamos el cuento seleccionado notamos que la voz narradora, a
partir de las adjetivaciones y descripciones, tematiza y expone la bifurcación con respecto al
espacio sin perder una referencia hacia lo real. En este sentido, el texto de Cortázar traza un
plano real en primera instancia: la casa donde el narrador (el cual no aparece bajo un nombre
propio, sino que se inscribe desde la primera persona “Yo”) vive con su hermana Irene. Se
hace una descripción de los espacios de la casa y de las actividades cotidianas que cada uno
realiza dentro de ese espacio. En un momento del texto el plano real se ve interrumpido por
la aparición de “ruidos” (en este caso) que impiden el acceso a ciertos ambientes de la casa.
Es por eso que tanto el narrador como Irene se ven limitados en sus movimientos dentro de
ella hasta que, finalmente, deben abandonar la casa porque está es totalmente “tomada” por
los ruidos.
En sus Clases de literatura (1980) el propio Cortázar plantea que el cuento fantástico está
ligado al tiempo, es decir, siempre hay un elemento que irrumpe el verosímil. El autor explica
que si hay una irrupción temporal que corta con lo lineal, hay un desdoblamiento del tiempo,
pero también un desdoblamiento del personaje: el tiempo lineal sería el del “plano real” y el
tiempo interceptado por el elemento fantástico es parte del “plano irreal.
Otro elemento relacionado con lo fantástico es lo que él llama “fatalidad”. Explica que la
fatalidad en los relatos se torna mecánica ya que prevalece un destino que delimita las accio-
nes y el desenlace final en relación con lo fantástico. Sin embargo, en algunas narraciones
también aparece de manera abrupta cortando el relato y con la estipulación de que se cumplirá
otro destino no previsto.
Un elemento de la “fatalidad” en este cuento son los ruidos que aparecen, primero, en el
fondo de la casa. Esto limita parcialmente los movimientos de los personajes que ahora deben
permanecer en un espacio más acotado e incluso cambia la rutina que sostenían hasta ese
momento:
El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de
conversación (…)
- Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
- ¿Estás seguro?
Asentí.
- Entonces –dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado. (…)

1
La edición consultada es Bestiario Ed.2014. Ministerio de Educación de la Nación.
2
El surrealismo es inseparable del pensamiento literario de Cortázar atravesándolo en el curso de toda su
obra. La visión del mundo surrealista fundada en la creencia de una realidad dual participa intensamente en la
configuración narrativa cortazariana, que privilegia los principios constructivos tramados en el despliegue de
esa realidad intuida, como instancia dominante de la imaginación movida por el deseo y el inconsciente (Fe-
rro, 2007: 14)

1
Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas
que queríamos… Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándonos
tardísimo, a las nueve y media, por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados.
Entonces, vemos que el tiempo es desdoblado en el marco narrativo de manera tal que el
relato que se presenta como lineal y respeta los tiempos de la “realidad” con el cual el receptor
puede sentirse identificado e incluso reponer de manera lógica y racional sin problemas, ter-
mina siento interrumpido por un elemento fantástico que corta ese plano. El personaje, en
este caso el narrador, funciona como hilo conductor de ambos planos: se mueve en el “plano
real” y, paralelamente, en el “plano irreal”. La fatalidad ocurre cuando aparece esa irrupción
que cambia el curso de los acontecimientos: cambia repentinamente el destino del relato.
Ahora bien, otro aspecto a resaltar es la impronta referencial de la narrativa cortazariana. En
sus textos y en este cuento elegido se puede apreciar que la inscripción de una voz, que puede
remitir a la figura del autor, condice aspectos que permiten la creación del espacio textual.
Por ejemplo, en las descripciones narrativas y las adjetivaciones se pueden identificar con la
voz narradora: “Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso se lo debe a sus habitantes y
no a otra cosa” (2014: 6) o “Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor,
una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más
retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña” (2014: 5). La relación con lugares, espacios u
objetos pertenecientes al orden de lo real constituye la referencialidad para construir el espa-
cio textual.
La inscripción de esta voz en primera persona en la narrativa cortazariana marca un modo de
lectura de estos textos. En este sentido, Ferro (2007) plantea que los textos de Cortázar su-
ponen una lectura que puede ser pensada desde las formas en que se leyeron sus textos y
fueron canonizados dentro de un género, y la importancia de ello en la circulación de sus
textos. Por lo tanto, postula que el nombre propio juega un papel fundamental en los meca-
nismos de circulación. En esta línea destacamos que hay un posicionamiento hacia una lite-
ratura canonizada ya que se prevé la circulación de una lectura proveniente de textos euro-
peos, principalmente franceses: “Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las
librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no
llegaba nada valioso a la Argentina” (2014: 4).

Bibliografía consultada:
Cortázar, J. (1980). “Segunda clase: El cuento fantástico I: el tiempo” y “Tercera clase: El
cuento fantástico II: la fatalidad” en Clases de Literatura. Berkeley, 1980. Buenos Aires:
2013, Alfaguara.
Ferro, R. (2007). Escritura y vida en los textos de Julio Cortázar: un modelo para desarmar
Yurkevich, S. (1997). Borges/Cortázar: mundos y modos de la ficción fantástica, en “Suma
crítica”. México, FCE, 1997.

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