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Año 2 - N O 10, Agosto de 1970
Auspiciada por:
FONDO DE CULTURA ECONOMICA
EDITORIAL LOSADA S.A.
MONTE AVlLA EDITORES C.A.
SIGLO XXI EDITORES S.A.
EDITORIAL UNIVERSITARIA DE CHILE
POLlTlCA
Director: Héctor Schmucler
Editor responsable:
Guillermo J. Schavelzon
Tres Américas S.R .L
Representante para
la venta en el exterior:
Sumario FILOSOFIA
Eric Weil
Hegel y el Estado
Teoria marxista del partido
político ( l y ll)
Secretario de Redacción: Ediciones Argentinas, Actualidad de Hegel, por Cuadernos de Pasado y
COMUNICACION DE
Santiago Funes Exportadora Emilio Terzaga P~S.8 Presente Nros. 7 y 12
Secretaria:
MASAS
e lmportadora S.R.L.; El Partido, por Rafael
Cristina López Meyer Umberto Eco
Bolivia: Los Amigos Iilrzain phg. 2 8
Corrección: Haydée Valero Apocal ípticos e integrados
del Libro S.A.; Colombia:
ante la cultura de maras LITERATURA AFRICANA
D i r f i o Grlifico:
Ediciones Cruz del Sur;
Ciiltura de masas, por Yambo Ouologuem
Isabel Carballo
Héctor Béjar Rivera
Foto de tapa: Burone
Chile: Editorial Oscar César Traversa pág. 3 Deber de violencia
Universitaria S.A., Primera novela de un escritor Perú 1965, una experiencia
Corresponsales:
México: Antonio Navarrete africano, por Eduardo libertadora en América
Chile, Enrique Lihn
(Librería Hamburgo); Marshall McLuhan Paz Leston pág. 1 0 La guerrilla, por Ra,món
y Mabel Piccini;
MBxico, Eligio Calderón Paraguay: Selecciones S.A.C. La galaxia Gutemberg Torres Molina pág. 2 9
Rodriguez; Uruguay: La Comprensión de los medios
Venezuela. Adriano AmBrica Latina Libros LITERATURA ARGENTINA
como las extensiones del
González Le6n; Venezuela: Monte Avila Maria Rosa Oliver ENSAYO
hombre
Paraguay, Adolfo Ferreiro; Editores S.A. La vida cotidiana Oscar A. Yarsavsky
El medio es el masaje
Uruguay, Jorge Ruffinelli; Registro de la p1opiedad La memoria de M.R. Oliver, pc Cienaa, politica y
Análisis de Manhall McLuhan
Francia, Silvia Rudni intelectual No 1.024.846 por Gladys Onega pág. 1 2 cientificirmo
La galaxia McLuhan por
LOS LIBROS Hecho el depósito Edgar Morin pág. 2 3 Ciencia y política, por
es publicada por que marca la ley, IMPRESO Mauricio Malamud pág. 30
Editorial Galerna EN L A ARGENTINA.
Redacción Y
CINE
Los artículos firmados
Publicidad: Tucumán 1427, REPORTAJES "Bolivar" "El santo de la
que aparecen en Guillermo Ara y otros
2O piso, of. 207. La maldición de la literetura, espada"
LOS LIBROS
Del mito de derecha al mito
Qw es la A g n t i n a
Tel.: 459640, Buenos Aires reportaje a Carlos Droguett
no reflejan necesariamente
de izquierda, por Maximo ¿Quees la Argentina? , por .
Distribuidores. pag. 5
la opini6n de la revista. Soto pág. 1 4 Anibal Ford y Jorge B.
ARGENTINA, quioscos
COMPOSlClON tipográfica Jesucristo, ese revolucionario, Rivera pág. 3 2
Buenos Aires.
Machi & Cía. S.R.L..
en frío: Esferotipia reportaje a JayHaley pág. 20I
Librerles: Impreso en
DER S.R.L. Editorial Lagos TEXTO INEDITO
PSlCOANALlSlS "El otro duelo", por
Jacques Lacan Jorqe Luis Borges pág. 18
Umberto Eco más: e! estar inmersos en la historia. meros 'aiios de !a modernidad, sólo imperativo del "medio": llenar
Apocalipticos e integrados ante Es decir que transcurren er: una do- encontramos la implantación de los cuantas páginas fuere necesario.
la cuitura de masas ble complejidad horizontal y ver?¡- embriones que emergerán a la luz en Los últimos 90 años fueron tes-
Palabra en el Tiempo, 160 págs. cal. los ciento y tantos años del ciclo de tigos de otra revolución que no ten-
No es propósito de Eco elaborar las revoluciones burguesas. En este dría a la letra como actora: l a ima-
-
hurmm, que parea! hacer referencia masa y sobre las novedades formales
reeditan en com6n el libro de
siempre a lo ringuir: "la cultura", que éstos han introducido" trarta un
qus se dssMturdi~k,por tanto, al "anáiisis c r í t i c ~ o c i a lde los casos Carlos Manghela
m an d proceso de industrializa- en que les' novedades famales, Por b liberdión del Brasil
c i b y conamo mariva Esta m- aunque dignas, actúan como simples
rrianm da wfftoaatizante, no artificios retóricos y como vehículo
pera protestar contra la prohibici6n
oculta una toncapción ranacentista de un sistema de vdores q w .en de esta libro sobre todo d mrit&
dei m e . Raspuesta agisionada realidad nada tiene que ver con por decrato dd ministro del In*
en algunos c m : tal, la & los criti- dlos", pasardo por un "análisis Y lo explican de ese modo:
rior.
an "ymkees" monadados frente a est 6t ico-psicológico-sociolbgko de
tocied#l s a t u r a por los me- c6m lar diferencias de postura de
dios de masa% fwiición puede influir sobre el valor 'Si al libro de Csrfor Mrígh.b
Yurkievith. S. Modar Aw k litwnción d.l B r d er d i -
Bauctrillerd. J. I I r#nr En d otro extremo, los i n w a - del producto degaado".
&lo#- ....... do6 confían la exedencia del pmce Propuesta dificil por cierto, im
tedo hay m común por los editora
cuyo nombre figura m h Ir cubi.r-
H m k e r . M. L a camap so a la W n o s opuestos: si as lucra en un conjunto m asdiferen- t.& k- dlonosignifiqw
CD-ddnrc.. mivo, democratiza. La cultura no ciado, el estudi¡ del cido conpleto
rirRii#m .... es ya moMpolio de aigunos sino de instalación social de un mensaje:
todos nos editora
rimante I r p d c i i
dide
-
Kahler. E. Ir
que a, patrimonio de todos. Es sus condiciones de producción, el por-~ibrOylerfwma&com
&d.bt#nirr,Ir
r# .o............
"bueno" en la medida que es consu- rnemaje mimo. y w manipuW6n ba* praonizada Ello r i g n i f b
R ~ g i A.
. -Y m mido por todos. En la idea del hiper- posterior. El valor de esta propuesta W no Pucian dmitir que, en un
consumo, de la m d t i p i i c a c i inde- tal vez radique fundamentalmente W ~ S bmocrdth. h dminhbrión
aca& ...........a.
pRds pmhíbir, utilitado un drrr
Sebog. J. Y * finida del mercado, se transparenta en la intencibn. Creemos que d pro-
ewwdfam ....... la iluribn del "progreso indefinido": pio Eco es conciente de ello: una
m dsl 6 de mayo do 1939
p a r ~ ~ ~ d . I a d . f s n r a ~
C m . O. y Otros. Lo núcleo fundante de la ideologia dei obra aún m traducida al español (LB ciond, Ir d i f u e da ai*uirr lbro
didbb(kk)gW capitaiiuno. strutnrn, crrrente, Bompiani, 1968)
db ............... ¿Qué hay de coomb en estas da cuenta de su esfuerzo por d i d i -
atr8njem sin dar motivos J autor o
J dita, y sin ranitins a b pmvia
Domhoff, G. W. Oui(n p ficar las categorias de su análisis.
-
birniEm&suda tuas?, se pregunta el autor. En a i t o do~ un~ víkinrl. T J ha
González Casanova, P. So- plncipio les as común la bptica ma- ridodmdauteliko.
ddqL & b aipb* niqwa de dividir &@undo en '%bus heme a un acto tn rbitrrio,
m ............... nos" y "malos" efectos, dvidándose TERCER MOMENTO: las apliccicio-
~ I J O -ti
c"O de su of-
t a t o b t n d l b cijrr-
c m contri, la
Mmini, R. M. Rsuohdb d. situar-d hombre contrato irente nes ("Apoalipticor e lntegrodor an- daechos de todos h o r ~ u d d r > q
....s. r escm productor. Para Apocaiipticos te la cultura de mstas" se observa a astos ditwr ncuerdr, q w r p i n
Mills. C. W. D. Lonibr e I n m 3 comurnidoc de cultu- ti mismo). 'or thninor drl r t l a d o 119 de 1.
. ViodJr
*-Y-
............ 'm r una scnnbra cuyas d e s i d d e s
y &s$Os, 0610 ron fantasrrms q w El libro ante d cud hoy nos de- D r l r r i d n de Iknchar dil hambre
-
rim cutua tenemos es tembién wi prodmo de qw!famrpr(.deMltnCoaC
rrmulyr ... ninegsn en la mente del crítico.
Ir cultura de masas, A l g ~ ~del r rus
M. '1. ~h -nbci6n de
-o. A y Le3ir. C. b parcmientoa y dr oQinionar a uno
ensayos wanritaron alguna vez por dr L o l d e n c h 0 r m i r p r r c ~ d . l
oiiiLd+ciobaicio
m&
Furt-.
...............
C. T r i i y pdl-
congresos y r e v k ##dámic9,
SEGUNDO MOMENTO: El proya- , OVOI fueron eq&almente escritor
hombre; todo d u d d n o pwd. por
lo tanto h e , w , bnprimir ti-
t b r d i l & u d o ~
to de Umberto Eco para aftb libro. Aquello que en su bnmntr. 8 condidán da
nJoo .............. Eco pro- pofm ed poblemn momento circuló por d mercado por Iibuo do mta likrtrd en los
mbre sus pies. Trata de recuperar M n d &,la cultum recdeta, hoy =S ga 18 hy". ES
Furmcb. C. L. ro#rrli
pues p r o ofbmr el valor fundmrn-
W - b un homke concrsto. a ur universo se añece en la cncapaates de las td dr @Síü d.ncho que 108 editora
OqrYIYiiakrb de estimulos realsr. Un hombre con librerias y los puestos de diaria de
m a M m .... OdMl¡ddes de f a i creadora y de las emcionsr; lo qur estuvo en
so h a epar8 w b k r b o*
rsnw okr y so declum
Hiwnnm. A. El ocly- maKII de ~ r y ertudioror
l ~ ternporrciblademxn,
m&-- d#cmro mmrdor; sometido a un nm *
_
Kuntnnom. J.
...
-
"lo-? tiaiindok de situación a n t r m "HITERACION", -8 w .los t6r-
Pareim óe [Iwkoz, M. l. g i a r n k q u e I r ~ ~ r 6 d ' i .m i m s d d w t o r . a i d q w h . a r a
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HyIIi*.cr)ili.e
Ir--
MddonedoDars. M.
r r ~ r a t o m \ r e n n o m ? a , m m y j r & ' fáencia r aracar6ctadebshirto-
-.Y -w,drkr.ProEiChrcJe
ndicrlmente neg8tiva la mdni
& la einsi6n epaódici, es dgo d b
fWtldporedCW(cad@M)(NO~
dio comienza a m o u n d a hribiera
ocurrido en 3 anterior. En ed
tmRbo.iwktC19.
rYlhlic4k+rJJ
D i ¡ . J. baldo--
.. timo, y puede constituir un peiigro- -l
e
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enqurmatemn~cdaausnnñtl,
& YBRIS intelectualida
......... io
y r-bocdtia ( p r o f uU ~ skm aquls&emosenqwvratennimr
C-. E. Alnr adó amayo. Como en cimas h i
nli ..............
Lwpe. 0. - 0
riel, pr a h en p i b l i , porque en pri-
vibo el moralha m ece a netas en qw d primer número da la
minudo canno d nJI f a v i t e y &ue de todor la - a, d pri-
Y ) I I J&maamb
cCkndoro adepto de las evasiom ma ensayo darempena aqui
Morsrd,C.c.yllr&b
............ que en público censura por profe- m:todo o casi todo ya srti di
Pigst. J. sibnl. . cho dll. Como en Supwmsn. vano6
........... Se psrfila -continúa el autor- a encontrar la mima oondusidn
Nevsnete. R. W@m U 8 una p r i m a linea de irmatigscioner, awqw siguiendo matares dife-
............ qtu mashe en locdizar en los me- te& Pero aqui, el sesgo uniditeccio-
Paz,O.Podm .....s.
sniamw de la cultura 'de m. va- MI e inductor de emociones fáciles
lares & tipo inmediato y vital a del arte "KitxW, w trastoca en un
-u como positivos en un di- saludable impulso hacia el pensar . ,
veno anuexto cuiturd". Es este, miento creador.
quidr,dmomantoenqueed~
BUENOS AIRES
1 mknto&Uw&rtoEa,presentaun
pwito de inflexión, en q u i se ps- r
La maldición de la literatura
Wos Drogrntr (1912)mi6 en Swtl'sgo, Chile y p m t o oe dedicó u1 Sonríe con ironia. -No quiero cmr m lo de Mrud,
phdm que dtamó con ia n r e ~ i 6 nde novelas que en le actualidad -Me gustaría que me preguntara m t i n d o las criticas & AmdP
hm sido d i t a d s en distintos pises, as; como brsducids a varios sobre NB*Ud8 o Nicanor Parra. Alar#o. ?bqw N d a hck d ñ.
M h m : Los aserirmios del Seguro Obrero (1940), 60 mmtos en la Su voz se p i d e acenhiando una d i w b intwtando 8hd-
-
erodera, (19531, Eloy (1959). 100 wtas de sangre y 200 de tudor expectativa. Conozco sus animadver- nos k son poyrk
(19611, Patas de perro (19651, Supay, el cristiano (19671, El siones y trato de zafarme: Enaición. m k d i d qw cumk
compadre (1967). En 1968 íbe &emóro dd jurado de Cau, de las yo ten& d n t e d a s p porrfa rt.
-A' i a " ~ o de prm. EW, w8 E14
Mn'aque p m ¿ í d libro de Antonio S k h m , Desnudo en sus cuentos, y como contraste con
d tejado, y en k m v h chilcnr. Punto Finai, k m d un mdr &un>. Si Mtrd w h , a Jb
acta db -¡ón
-tino
acem de h # o de Rokha y wr asesinos El
Humbsrto Ríos m d i d en mmcYIos chilenos
la narrativa de otros autores, podrla
afirmar que d paioeie, la geogafla
chilena pierde v a v i d u frente a la
*
ci¿n~apublicw,mtam
m
la wrsión cinembtog&ficr de E b y quo incluye una canción con m t M a historia. m m:
y ktra de An@ Atra. -Nucistrs historia es riquisim en a@#abcwioaeriO,CnElskQU)k
~ ~aigúnc rti-, Alberto Perrone conven6 con Carlos Droguett en m n c i i e s p a r a u n stxitor.~nw> - m ~ ~ c a n e l d * r n n
Chile erpaádrnente p a a LOSLibros W .P.01i. la po(.af. de mile
,mchttxk~
&,##&, o,dd h hW
r fmmfs". M#
es una fivolidsd.
ck)n penonJ de w mis #?&#as
Mira hacia afuera. Es de noche, m t w , ; ~nds que wr cm lo qw
-
al fondolarearibacionesdelorAn- w,gcnofacm#& Sdahaivrr
úes han ido P~~ su mtomo. M, yo m m r f a un chcw rn k
Como siguiendo su pensamiento titsnlumcMlena
WW: -Es dedr que, m h l f a 6 par un
C+lorDrogucnt:ia~d.b pwkrntifk&i5ndeunaokaar- -Si, uns tnwiided como t d b -ta ~ r p u d- ,.
Uenrcun . yas .ipaau, er comenhte q w de hffa. de por d otro delimita una
""mlbnCsdddfinh&~Pm&
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WmcW d. fomdi.ielbn..
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Q torenanmibn.
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t ~ a I a l l d a " g n r r i ó n & l
".I d.) -.o, e justificar u-
~ m * d e . * D ~ e c o n d i d w de i n
l dm¶mdi,n#
* i l P * o - i h ~ q u
S', que entendi6 la literatura co-
mo un compromiso mcM. Pero ha-
una mvge.
Le oirem, un eipniiio y r ~ h , -
rraat
*y,
-.vinirdr,w
k6 dmane db mos a h & k de su obra: *kJ~,ni.añb.lioprr
mrdY,
-€Coy no es un pemWe CMO
wrc(prkndwdo
dtun,pmn-~&mL ckk
En uñbd, ias son los amflictor con d lengueie como I * m N o a o q u e l o r i n * w
--d*--y-u
corr sino) rignor. b, esos rig una cmchcia de la rsdkiad. 145 '*t#aCOs'*, 10s "flks" que k, cmd.
Yprrrw-PírsonJrrmlr,
nor qrw Ir li- ordena, no lle- -Mi primara -Ir, Sownta EnQwnbbd&qw,h* &wproMma,bgurr-
g a r a n a c o n s t i t u i r u r s a g i n i ~ ~ r n I r E r e a r r c i , e s / a p m y a Cw i-a a lorbrndidasQilor
que pm denc en el mundo l o coi-+ cfón & un cuento que d i can *m
qw va@ p m
rwnan InúaVmnte, he& cor, b
ptim del ytmdLw,t~cn~
--
W, m va 'kjmtifie motiuv d. u> crimen p~11'tk.o db l a -1 mEnunla pmjxsie nil. Eloyrolo,,
malmna M e m,
pero sí por homología, se caerla er, que cwxtentenm r twmm "O@ie*-;
uu metendida iwibd de ). fe nos democrdtka': W r r M n totdmem ar dbrrotsdo,
hrt. lopero
d)tHm,q w ps EstrwdsElrikndoórrmm-
y a mne * lg38 b*o de r&& po/h;r. Elw patio, dmhum
qu*b de los dgnilkr w
m*.iO.
res> podar referéncid de 10s riOros
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wk;c u M m- prtid.~
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-que lleva al aidmianto bian r>liu-o ta mila& & hUwd6n * m " S i p k n r o ~ m Y w ~ m
a detsnnindor crraitorer. Carlos cambur la &u& qve owrok a Y cm un ademán que quiere sg- @ d
o mir -
, no I#dtk
Dmguett es, en Chile, d escritor tcxh d m o , t b m n t4medwpri- ni* su adrniracibn. afirma: dadr wdndo rr me oama renF
luego 6 sufrir un -mi re&& ..
rianrvrro y. - Y u n e m b ~ s e d i o e l h r j o d e bir... M ? ~ , ~ p r r c i 6
to, h
- *ido (Pnorurrs Sa detiene, baja los -m, 8HB m sJ silo ~hbe, 8 W mi mir -8 mfr
& 1. mwb chilena, R. Siha Catro.
W. F&
briicndo ciertos indicios que no se la primera =bit d? un ~ a r P s n t i e pnknerr
ds Cultura Eawrbmicá han bowrdo de su memoria y dice: tmbo deJ centro de San-. Lo
eduda, W h IiI#.@In
&.
d-;
1956) ykri;ara unr nowiedtd im -En awdb ésxm yo en un a- -r6 y junttn lwysron pma dckh m d r m b\
porible de sodaya. WUms Y m u d m de los mueriw B m m Aires Un hanbre as; no vi.
-Eurwm#urtinik-. fcrrron.cmWToonrpdlair>tm/oa.La~~ purdbh.bar&ounsimpkcnrAk. ckaaat..r3w;nndbbDckkr#,
urndo Elqr fue findista del Ptb dbn de ese crimen cnrel e injusto -Creo que su naveta Eioy es un 8ntqphdM prr, W
mio BWíotea'Brrrs, ,dr Sllix-Rwd, me ab(W 8 =&ir. salto e n l a literatura chilena. wndo d8tnp11) Cuota & krckkt,
amamuon mis cvmpaaiotit a h- Se Q r w agua. Veo su cara angu- -[hoguett asiente y continúo: -De al re quiors, una im&Un
arnrreemm¡.Pbrpurrt.*8' iau,trajmqueñosyvhmsojor. arte modo, ¿qué es l o que Eky aosrmnub.
ga:k5nm quí *el mndo civrlíaóo" -hh & b w sde otros wtarsr, cuestiona, impllcitmente como
r a m h r a b s ~ , e r a S n m ~ mnroraibndak.. obra literaria a la literatura chilena? AlknoM.)rroir
C
Aclaraciones en tor
a Jacques Lacan
Jacques Lacan, Las formaciones del -es el caso del .propio Lacan- con- 110s: para Sauaure, /caballo/ (la dar cuenta de esta indeterminación
inconsciente, Nueva Visión, 173 finada en el teoricim (cfr. Jan imagen f6nica) es el significante cu- con respecto al substrato y para dar-
Miel). Otros han intentado seílalar la yo significado es "caballo" (la ima- le uno, Freud echó mano, como se
págs., (con textos introductorios de
necesidad de aclarar algunos puntos gen psíquica del concepto). Entre sabe, de una metafórica fisiológica,
Charles Melrnan, Jan Miel y Jean
del planteo lacaniano, como la rela- una y otra la relación es arbitraria, Y habló de huellas mnérnicas. Por su
Reboul).
ción de la teoría con el significante puesto que no hay razón para Ila- Parte Lacan habla de la "estructura"
Lou i s Althusser, Luce Baudoux, lingüístico (cfr. Claudia Melli). Hay mar /caballo/ y no /hone/ al mimo del significante y no de sus "propie-
Maurice Corvez, Andr6 Green, aquí, en efecto, un grupo de dificul- concepto. Pero esta arbitrariedad es dades": aquélla aparece como obser-
tades que no era ocioso recordar: en l a otra cara de una necesidad de vable en la anamnesis y en su capa-
Claude Lagadec y Claudia Melli, Es-
tructuralismo y psicoanbiisk, Nueva primer lugar la falta de coincidencia esencia: ésta constituye la estructura cidad de producir efectos (un chiste,
Visión, 217 págs. puntual entre las nociones de med- diferencial de cada lengua nacional, Por ejemplo; pero tambibn un sínto-
fora y metonimia que Lacan dice de cada grupo lingüístico.. El signo ma. No es necesario alzar el tono de
haber tomado de Jakobson y las ar- para Saussure es como una hoja de la voz para recordar que e( sujeto de
Oscar Masotta, Introducción a la
ticulaciones y la definición de las papel: si se desgarra uno de sus la- que se trata es el sujeto enfermo).
lectura de Jacques Lacan. Proteo,
dos figuras retóricas en el interior dos se desgarra irremed;;bternente el Pero esta estructura que conecta
(en prensa).
del modelo del lingüista; en segundo otro. con sus efectos reales no es sino una
Oscar Masotta, Jorge Jinkis, Oscar lugar las cuestiones que plantea la ¿Pero entonces en qud comiste- operación: la materialidad del signi-
interpretación del "cómo" en la fór- (qu8 es. o cuánto vale) el significan- ficante psicoanalítico consiste ("in-
Steimberg, Arturo L6pez Guerrero y
Mario Levin, Temas de Jacques La- mula -que hoy nadie ya ignora- te en la teoría psicoanalítica de siste" dirá Lacan) en la operación
según la cual el inconsciente esta Jacques Lacan? En todo caso es de desaparición por la cual un signi-
can, en "Cuadernos Sigmund
estructiirado como un lenguaje; y en posible señalar una diferencia, cuya ficante siempre deber4 ser sustituido
Freud", No. 1. (en prensa).
tercer lugar (se desprende de los dos relevancia no ha quedado nunca Por otro significante. Sofisticado
puntos anteriores) el problema de la muy acentuada, entre el significante SUS fórmulas (no carece de razones
relación (¿de inclusión recíproca, de en la teoría lingüídica y el signifi- ni de razonamientos para hacerlo)
coincidencia parcial, de complemen- cante en la teorla psicoanalítica. El Lacan dirá por ejemplo (parafraseo)
tariedad, de exclusión relativa? 1 de primero, y cualquie~afuera el nivel, que un significante es la huella ca-
la teoría psicoanalítica con los apor- de analisis -fonemas, morfemas, Paz de tratar un círculo del que se
tes del campo de la lingüística. Pero monernas-se define en relación a un vere ex~luidoa s í mi- como sig-
la intención de Claudia Melli (no mismo substrato material: lo que nificante (Cfr. Ecrits, p. 819). En
criticable, puesto que sus prop6sitos Sawuire llamó significante se defi-
no son didácticos), sólo adquiere nfa en relación al nivel f6nico. a la síntesis: el significante psicoanalíti-
sentido en relación a una audienaa pwcepción del sonido. Lo que los CO "O se define en relación a un
Después del silencio, un repen- formada según un entrenamiento lingüistas de Raga llamaron fonema subaato homog6neo sino en la rne-
tino bombardeo de artlculos y tra- múltiple: conocimiento de Freud, era una cierta unidad diferencial e dida que encuentra su ubicación (de
conocimiento de algunos -al me- interior a la palabra y su materiali- dm~arición)en una estructura de
bajos introductorios a Lacan, suma-
nos- de los hitos de la historia del dad estaba determinada por el mis- "sitios". LO enigmatia es que tra-
dos a la publicación de dos de sus mo substrato del que hablaba Sau-
seminarios (1957-1959), anuncia, si psicoanálisis, conocimiento del pro- tándose del significante la palabra
blema de la significación tal como ssure: una unidad estructural recor- ubicación indique su d m r i c i b n :
no una subvenih del pensamiento
hoy comienza a debatirse, no sólo taba una cierta imagen fónica inse- son las huellas de Viernes, en Ro-
psicoanalltico en la Argentina, al
en el interior de las diferentes ten- parable de su constitución o identi- binson Crusoe (cfr. Lw fomciones
menos una reflexión, todavla no
dencias de la linguistica sino en la ficación. De este modo el sistema del inconsciente, p. 145), que, al
practicada entre nosotros, sobre la
"intertextualidad" del marxismo al- significante de una lengua está cons- tacharlas, Robinson convime en
subversión f reudiana. La traducción
thusseriano, la polémica epistemoló- tituido en su base por un sistema de una cruz.
mejicana de los Ecrits no deja mien-
gica post-estructuralista, la discusión fonemas (un cierto repertorio más Para Lacan tanto es un significan-
tras tanto de hacerse esperar. Se
comprende: la versión espaílola de en torno a una ciencia de las ideolo- las reglas de su combinación: un c6- te " Cerda! " (una alucinación ver-
este estilo imposible puede haber gias, el antifonetismo de Derrida, la digo). Pero el repertorio está consti- bal, "auditiva"), corno el pronombre
teoría -en fin- del propio Lacan. tuido de elementos del mismo tipo, "yo" en un enunciado verbal efecti-
acobardado a los traductores. En
Casi sin excepción los textos intro- pertenecientes al mismo substrato. vat'mnte proferido (los shihers de
efecto. la tarea debiera ser la empre-
ductorios seílalan todos que el signi- Lo mismo ocurre con cualquier có- Jakobson), como la letra 'W' eQ el
sa de un equipo. F r a d coloquial, digo semiológico. Un ejemplo senci- conocido ejemplo de Freud (cfr.
fórmulas antiguas del idioma, su ficante lacaniano deriva de la teoría
saussuriana del signo lingülstico, in- llo: d &digo naval de banderas está Claudia Melli), como grupo f6ni-
propia teorla: he ahl las condiciones constituido por un conjunto finito
dicando al mismo tiempo -sin acla- /Bol de los nombres Boznia y
que el equipo deberla ciibrir. Todo de seRales que pertenecen al mismo Boltraffio en el t a & i h famoso
ello agravado si se tiene en cuenta raciones suficientes- las diferencias
entre una y otra. A pesar del acento nivel de materialidad perceptiva: ca- ejemplo de Freud del olvido del
que el estilo de Lacan no se juega da una es un movimiento realizado nombre Sigiorelli. Lo mismo con
tanto en el nivel de las innovaciones puesto en la arbitrariedad, lo fuerte
en Saussure, en efecto, es el signo y con banderas. Lo mismo los semáfo- respecto a la segmentación: tanto es
o las complicaciones lexicográficas ros con su código de tres luces: un significante el /Bol de "Boznia"
sino en el de las elisiones y la retóri- no tanto el clivado (sepai-acibn) in-
terior que separa el significante del amarillo, rojo y verde, cada seilal es como la pakhra "Boznia" completa
ca de las sintaxis. una luz. Se halla aqul la clave de lo (Cfr. nuestro trabajo introductorio).
Introducido Lacan, no será inme- significado; mientras que lo fuerte
en Lacan es el clivado mismo, la que ha asegurado a la lingüística su La doble vuelta, a Frwd y a la
diatamente entendido. Las intro- incuestionable -hasta ahora- nivel lingüística, que propone Jacques
ducciones sólo acercan al pensa- "barra". El significado, para Lacan,
es "significado desconocido"; mien- cientlf ico. Lacan no tiene demasiado que ver,
miento en cuestión, bajo condición Por lo mismo, con la idea de una
tras que en liryiiística (y tal vez no En Lacan (con vistas a la lectura
de complicar ese acercamient0. Al- cómoda utilización de modelos lin-
sólo en la tradicion del "funcionalis- de Freud, y en la teoría psicoanall-
gunos hemos aceptado la tarea tra- tica) la noción del significante sólo gülsticos. El campo de la teoría psi-
t a d o de acentuar los hitos que su mo" estructuralista -Saussure llega
a través de Troubetskoi a Marti- puede ser conservada por un retorci- coanalítica no es d desierto ni ta
pensamiento pretende restablecer en lingülstica su oasis: d poicoanálid~~
la teorla psicoand(ti-, denunciando nent-)(*) el clivado supone un cier- miento de lo que significa en lin-
to conocimiento del significado. En güística y en semiologla: su materia- no es lingüística aplicada. Y simultá-
todo simetismo anterior o ulterior
SU conocimiento y sin dejar de Último análisis no es otro el presu- lidad no se define en relación a nin- neamente: la utilitaci6n de los mo-
asumir el ejercicio de una virulencia puesto de la prueba de la conmuta- gún ~ensvrium(el término es de La- delos de la.llamada teoria de la co-
ci6n. Dicho en términos más senci- can) especffico ni permanente. Para munic¿bci6n (es dear, la extensión a
que por ser teórica no ha quedado '
las ciencias llamadas.sociales y10 hu- ."ajustarlos" a los macrogrupos so- (nivel fonológico), con las escansio- jo- a la M de Matrona (una mucha-
manas del modelo técnico y mate- ciales, los mismos que contienen a nes, los ritmos, las formas cuantita- cha campesina que habfa tenido sig
mático de la ingeniería de la infor- esos individuos que, justamente, los tivas del verso (nivel sintáctico). nificación para el paciente); al mis-
mación) puede resultar fructífero enferman. Pero en realidad, nos vie- Ahora bien, u n poema es la suma de m o tiempo se coloca en la serie
para el psicoanálisis, pero puede ne a decir Lacan, ese conformismo t o d o s sus niveles. Volviendo a Wolf (lobo), Wulf; al mismo tiempo
también ayudar a confundir bastan- tiene muy poco que ver con la sub- Freud: resulta clara la analogía con redobla a la letra V. la cifra del
t e sus problemas. Lacan nos recuer- versión freudiana. El objeto no ha esas "tramas" (en el sentido que la número cinco en romanos (la hora
da que el modelo de la teoría de la cedido, pues, en legitimidad: se tra- palabra tiene en la teoría matemáti- de observación del coito parental);
comunicación arrastra supuestos que ta del inconsciente. ca de las redes) que se ponen de al mismo tiempo que acostada la V
lindan con una concepción mera- Esta vuelta a Freud propuesta manifiesto en el análisis de las aso- se convierte en los signos algebraicos
mente instrumental de los lenguajes. por Lacan n o carece de espinas. En ciaciones y los nudos múltiples que (Leclaire) "mayor que" > y "menor
En la teoría de la comunicación -y primer lugar se choca con ese her- unen las ideas latentes con los con- que" ( los que n o dejan de evocar
cualquiera fuera el grado de con- metismo -ese desprecio por el lec- tenidos manifiestos. La alegoría y la las fauces del lobo.
ciencia o de intención asignado a los tor- del estilo. Pero el hermetismo personificación, la rima, la homofo- En 1970 -setenta aíios transcu-
mensajes- o el sujeto de la emisión es sólo aparente: para leer a Lacan nía, la aliteración, la asonancia ( m e rridos desde la publicación de la
se disuelve definitivamente en el có- hay que hacerlo desde su propia dios de reducir el número de f o n e Traumdeutung- nadie podr ía escan-
digo o reaparece bajo el disfraz de teoría. A medida que se va acce- mas), la síncope, la apócope, la sin& dalizarse ya ante estas interpretacio-
u n emisor que manipula siempre de diendo a ella la recolección de ins- resis, la diéresis (distribución de nes. Todos los psicoanalistas las uti-
algún modo los mensajes que emite. trumentos para apropiar las fórmu- acentos), las figuras sintáticas como lizan, pero fieles en esto al incons-
Cuando u n canal de televisión emite las más caprichosas de su sintaxis se la hipalage, en fin, la metáfora, la ciente de sus pacientes, de manera
un programa determinado, sólo l o va tornando cada vez más probable. alusión, la metonimia, la sinec- de n o darse demasiado cuenta. De
hace después de haberlo ubicado en Se descubre entonces en el nivel del doque, la paranomasis, revelan toda otro modo, ¿cómo n o sacar ninguna
la gama de posibilidades convenien- estilo lacaniano, y simultáneamente su relevancia cuando se trata de des- consecuencia para la teoría? ¿Cuá-
tes, después de haber calculado las en el nivel de áquello sobre l o cual cribir las relaciones entre los nudos les podrlan ser entonces los instru-
características d e la audiencia que se indefectiblemente Lacan está ha- y los puntos de las tramas freu- mentos metodológicos por medio
propone alcanzar (edad, clase social, blando, a saber, en el nivel de la dianas. de los cuales y por donde la letra y
h o r a r i o s de permanencja en el obra de Freud, la conexión entre Más aún, el inconsciente freu- el' significante podrían ser formali-
hogar, etc.). Surge de estas experien- deseo y poesía. "En efecto, el poeta diano n o 5610 está estructurado co- zados? Ninguno de los textos in-
cias la idea -justificada en parte, en da testimonio de una relación pro- rno u n poema (lo cual, mal entendi- troductorios podla conducir al lec-
parte jamás se cumple- según la funda del deseo con el lenguaje, al do, siempre gratificará a los fatuos), tor hasta el umbral de esta pregun-
cual una ciencia de las decisiones, mismo tiempo que demuestra -lo sino que, bien entendido, está es- ta. Masivamente hablando digamos
de programaciones y simulaciones, que el analista n o debe olvidar- tructurado como u n chiste. Ello, es entonces que se trata d e destronar
podrá asegurar u n día el triunfo de hasta qué punto esa relación poética cierto, porque u n chiste está estruc- én primer lugar la vieja idea de es-
finitivo de una comunicación de ma- con el deseo se ve siempre dificulta- turado como u n poema. Pero enton- tructura, la noción de partes que
sas totalmente exitosa. La contra- da cuando se trata de la pintura de ces será imposible olvidar ese gusto sólo tienen sentido en el interior del
partida de esta ilusión moderna es su objeto: así la poesía llamada me- por el absurdo, la burla, la ironía todo. La pareja mitica de la totali-
ese fracaso de todos los días de los taf ísica (léase The ecstasy de John que Freud asignaba al inconsciente. dad y las partes debe ser reemplaza-
grupos de poder: el abandono de la Donne) evoca mucho mejor el deseo E n resumen, las que deberían ser & por las nociones lógicas de clases
psicología por la arbitraria y violen- que la poesía figurativa, que preten- llamadas estrategias de descrédito. o conjuntos; los encadenamientos
t a afirmación del poder, la conver- de representarlo" (Lacan, "El deseo La mayor de esas estrategias (ella del significante estudiados en térmi-
sión de la "comunicación" en repre y su interpretación"). contiene como subcla$es a la burla y nos de cedes (de tramas y n o de
sión, de la penuación en punición. Pero n o resulta demasiado fácil, la ironía) es la antítesis: es el in- árboles binarios según el modelo in-
E l emisor del merisaje -según aun para los lingüistas, determinar consciente quien habla en el sujeto, formacional); los pensamientos in-
Lacan- n o emite el mensaje que el hoy en qué lugar del campo de la pero cuando habla -Lacan n o nos conscientes fijados en t6rminos d e
receptor recibe: al revés, el emisor teoría deben ubicar al mensaje poé- deja olvidarlo- l o hace siempre al "máquinas". Todo ello sin olvidar
recibe d mensaje del receptor en tico. Con el modelo de Jakobson de revbs. . . ¿Cómo olvidar los razona- que en la subversión freudiana ha
forma invertida. E l sujeto enfermo seis factores y seis funciones (don- mientos por donde Freud descubría sido alcanzada esta hoja misma d e
no elige n i programa su síntoma: el de la función poética se halla desli- -construyéndola- la escena primiti- papel sobre la que depositamos estas
síntoma aparece, inesperado e im zada en el interior d e la prosa más va (observación del coito parental letras. El ejemplo de la W n o nos
pensado, en el discurso de la enfer- severa, de la alocución verbal más por el chico de m u y corta edad) en deja olvidarlo. Como en el surrealis-
medad. E l sujeto que comete u n utilitaria), parecerla que la poética el análisis del hombre de los lobos? mo, el dadaísmo y las expresiones
lapsus -que l o emite, habría que constituye algo más que una rama Si en el sueíío de angustia el sujeto más nuevas del arte contemporáneo,
decir- está tratando de decir(se) al- de los estudios lingüísticos. Tal vez era mirado fijamente por los lobos la subversión freudiana ha tocado
go a quien l o escucha: pero no ha la pqética debiera englobar a la lin- encaramados en el nogal ello remitía fondo en el espacio de la representa-
previsto la aparición de ese mensaje güística y n o al revés. Pero estas al espectáculo donde era el sujeto ción. Un significante n o represeiita
cuyo contenido ignora, ni entiende observaciones exigen algunas aclara- quien miraba fijamente, mientras nada. E l sujeto no representa el sig-
del todo (aún después d e Freud) ciones. que la quietud del escenario del sue- nificado por medio del signif icante.
que el verdadero contenido de su En primer lugar habrá que volver íio remitía al movimiento del coito A l revés, el significante (según fór-
mensaje está en el hueco mismo, en al tema en cuestión, la práctica y la observado en la escena. Se entiende mula d e Lacan) representa al sujeto
ese agujero repentinamente surgido teoría psicoanalítica. Habrá'que re- entonces de qué habla la fórmula para o t r o significante. Representa el
en su discurso. conocer entonces que éstas m a n t i e que Lacan nos propone de la comu- sitio topológico del sujeto como in-
L a noción de inconsciente, la nen menos puntos en común con el nicación intersubjetiva: Para n o per- tersticio, ese sujeto d e la teorla psi-
idea de que el hombre individual n o modelo fonológico (descripción de der de vista al significante -y a la coanalltica que Freud descubrió en-
es el gestor de los significados de su unidades diferenciales pertenecientes letra- esa fórmula tendría que ser redado en las redes d e la significa-
propia conducta, puede ser placen- todas al mismo substrato material) graficada de la siguiente manera: cíón. E n adelante habrá que pensar
tera. Hace poco una publicación de que con la estructura de la significa- E+W+M +R en términos de superficies, de retor-
estudiantes franceses ponía el dedo ción de una poesía. Las figuras de la donde E indica el emisor del mensa- cimientos de superficies y d e bor-
sobre esa conocida herida: antes te- retórica clásica, en efecto, permiten je y R el receptor; la dirección de des. en la representación en el plano
níamos a los curas, ahora tenemos fijar y comprender los mecanismos las flechas indica que el mensaje no de figuras espaciales imposibles y en
además a los psicoanalistas. A ellos del trabajo del inconsciente que se origina en el emisor sino que éste el espacio de figuras planas improba-
habría que contestar con una frase Freud describió especialmente en la l o recibe del receptor; M figura el bles.
de Lacan sobre Juanito: la ilegitimi- Interpretaci6n de los suefios, en su mensaje. En cuanto a la W -se l o
dad de ciertas ubicaciones puede n o libro sobre el Chiste y en la Psicopa- ve- ella n o es otra cosa (o mejor:
tener nada que ver con la legitimi- tologia. Las modalidades de la ex- es al mismo tiempo) que una M
dad del objeto. Los psicoanalistas presión del sueño, el desplazamien- puesta de patas para arriba: figura,
-o gran parte-, esos "psicofatuos to, la condensación, la figuración, la por l o mismo, la frase de la fórmula ( * ) Todo l o dicho teniendo en
bien pagados" (cfr. Jan Miel), ese elaboración secundaria, aparecen co- de Lacan sobre el mensaje invertido cuenta que los textos de Saussure
sector d e la corporación de los mé- m o homólogas a las figuras del esti- que el emisor recibe del receptor. Se sobre los "Anagramas", que inducen
dicos (cfr. Althusser), oscilan -en lo. U n poema m m o u n sueño- es comprenderá además que no elegi- una lógica formal absolutamente dis-
especial en los Estados Unidos, pero la síntesis de latencias que cqnducen mos arbitrariamente a la W: incluye tinta d e la que rige el signo lingüls-
también en Inglaterra, en Francia, a por l o menos tres pisos desde don- aqul el ejemplo atrás citado de la tiw, dejaban abierta la crltica (a
en la Argentina- entre ayudar a sus de se elabora la trama d e la signifi- palabra Wespe (abeja) y el análisis saber, la pregunta por el fundamen-
neudticos a que articulen el deseo cación. U n poeta habla con l o que que de ella hace Freud (tarnbi6n en t o ) del signo semidógico (cfr. Julia
(originariamente sexual, siempre per- dice (nivel semántico), con los soni- el hombre de los lobos). La W ocul: Kristeva, Rechemhes pour une S&
verso, ni generoso ni samaritano) y dos con los que n o dice l o mismo ta en efecto -puesta patas para aba- manalyse. París, Seuil, 1970, p. 18).
L *
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Ed m u ndo Desnoes, Roberto mundo por caminos virgenes y me-
Fernandez Retamar, Ambrosio diante imágenes et,Lmas.
Fornet y Carlos María Gutie- Lo que mas sorprende y emocio-
na en la narración de Navarrete es
rrez, E L INTELECTUAL Y LA su capacidad de redescubrir el mun-
SOCIEDAD. do. Su relación con los objetos es
Este libro es un intento seno y
asombrosa. Parece que se vieran y
logrado por hallar, a través de la nombraran por primera vez, como
discusión libre, el camino a seguir cuando uno, siendo niño, descubre
por los intelectuales cubanos, aun- la ventana entornada, la astilla le-
que sin desligar en ningún momento vantada y torcida de la puerta de
la relación entre Cuba y América madera donde se pueden ensartar
L A CRITICA ADVIERTE Latina. Allí se analiza la situación volutas de humo, encajar plumas de
actual de los intelectuales en Cuba y gaiio. La relación que anima los.
María Isaura Pereira de América Latina, para ver sus rasgos objetos suscita la nostalgia de los
Queiroz, HISTORIA Y ETNO- comunes y señalar las diferencias; sueiios infantiies más ricos e imagi-
LOGIA DE LOS MOVIMIEN- para juzgar por la labor práctica de nativos.
TOS MESIANICOS, REFOR- tantos "intelectuales" latinoarnenca-
nos que, en los congresos a que fue- Javier Peñaiosa.
M A Y REVOLUCION E N LAS
SOCIEDADES TRADICIONA- ron invitados en La Habana, vocife-
raban fervor revolucionario, pero en Robert D. Cohen (comp.). RE-
LES. BELION EN ESTADOS .UNI-
sus países han dado, estos si, su
voto de sumisión a las oligarquías DOS.
"Un libro de sociología bien criollas y al patrón imperialista.
documentado, bien apuntalado, Es en América Latina y no en Rebelión en Estados Unida y, a
sólidamente pensado y que no Cuba donde los gobiernos hace mu- traves del libro, lo$ r e v o l u c i ~ ~ ~ h ~
dejam de hacer época -por su cho que "pusieron en su lugar" (la de Norteambrica, seiIaian muchas de
cárcel, en el mejor de los casos) a las caracteristicas comunes a toda la
originalidad de método y de experiencia revolucionaria mundial y En lo que resta de 1970, Siglo
interpretación- en la historia los intelectuales. Ejemplos sobran
para demostrar que no es "aparen- recuerda insistentemente que el go- XXI publicará, entre otros:
de la sociología de las religio- bierno norteamericano es?á dispues-
te" la acentuación de "la significa-
nes": tal es el juicio de conjun- ción más dura de la obediencia". to a encarcelar, perseguir, o masa-
to que Roger Bastide formula En cuanto a Cuba, las conclusio- crar a cualquier grupo o individuo CREACION LITERARIA
de esta obm en el prefacio de nes del libro son en el sentido de que cuestione su derecho a oprimir
la misma. que el momento actual no es posi- a las mayorías. Dadas la eficaz orga- García Ponce, EI libro (novek)
ble ser intelectual sin ser revolucio- nización burocrática y el sofidcado
Carlos Fuentes, Todos los ga-
. María Isaura Pereira de nario, sin participar conscientemente aparato de repms'bn de los EE.
UU., es dificil prever una c8Tcana tos son pardos (teatro)
Queiroz nos ofrece aquí la cul- y decididamente en la construcción
del socialismo. revolución. Pero los jóvenes mbsldes Miguel Angel Asturias, Dos ve-
minación de un proceso de ya de hoy pronto p d n a controlar
veinte años de acuciosa y pa- En cuanto a América Latina, la ces bastardo
conclusión es la misma. p a n parte de esa organincibn y de
ciente investigación del fe&- ese aparato. En fin, este libro está Mario Vargas Llosa, Las visi&-
meno denominado "movimien- lleno de lecciones para quien sepa dcras (relato)
tos mesiánicos". En el esfuerzo Jaime Goded
quC busca y d6nde enmntrarjo.
por comprender la esencia de Raúl Navarrete, LUZ QUE S E ECONOMIA Y DEMOGRAFIA
estos movimientos, lo que im- DUERME. Alejandro Licona Gafdi.
plica la construcción sobre ba- O. Sunkel, El subdesarroilo la-
ses más sólidas de una teoría Con su segunda novela, Navarrete tinoamericano y la teoría del
científica de los mismos, Histo- inaugura en las letras hisponoameri- desarroRo.
ria y etnología de los movi- canas, dentro de su originalidad per-
Joan Robinson, Libertad y ne-
mientos mesiánicos tiene dos sonal, dos modalidades revoluciona-
méritos fundamentales, que rias: la rehabilitación del mito popu- cesidad
lar (eso que ha dado en llamarse
son: novela gótica) con revestimiento de EL HOMBRE Y SUS OBRAS
- la reivindicación del método realidad contemporánea; y una t k -
compamtivo en el estudio de nica desusada de aguafuertes en mo- Witold Gombrowicz, Convs?'sa-
los movimientos mesiúnicos, vimiento, un despliegue de imágenes ciones
que intenta salvar la barrem con tecnica cinematográfica. Entién- Eldridge Cleaver, Pantera negra'
de los estudios sectoriales y dase bien, no con técnica de guión
empíricos; cinematográfico sino con técnica de
-la recomprensión de los mo- ojocárnara manejada por un Anta- TEORIA
vimientos mesiánicos en el nioni y, a veces, por un Bergman.
desarrollo global de la socie- Por lo demás, Navarrete rebasa,
dad, buscando precisamente desborda los patrones usuales no só- Varios autores, La economia
aquí las causas y las funcio- lo de México sino incluso de los política a 100 ~ A O Sde El ca-
paises de lengua castellana. Su es- pital.
nes de estos movimientos. cuela peculiarisima realiza una irn-
plantación enteramente nueva en la Claude Levi-Strauss, Origenes
Arnaldo Córdova. narrativa contemporánea: nos con- de las costumbres de mesa
l
La memoria de
María Rosa Oliver
María Rosa Oliver En este mismo orden anecdótico mente percibe una división que la su afectividad. La escritura, m& que
La vi& cotidiana se inscriben las menciones de los perturba aunque sabe que está del los contenidos de sus memorias.
Editorial Sudamericana, 368 págs. acontecimientos pditicos del pals y lado que es "todo el mundo". ponen aqui de manifiesto ese otro
del mundo; el sentido es revivirlos y Otro aspecto crítico que interesa modo de distanciamiento provocado
no juzgarlos, dárselos generosamente $&lar es su confesión de situación Por la elección de la profundización
tironeada de burguesa protectora de Y la imposición casi determinista de
O al lector de otra época y de otro
mundo.
Tambidn se marcan con prolijidad
artistas. Sus relaciones paternalistas
con los obreros -a través de una
S u condición de intelectual.
Por otra parte, su situación tan
los hitos del proceso educativo en ridiculizada Sociedad Protectora- se especial de impedida flsica y de
su doble vertiente de hombres y li- termina apenas iniciada; esta miuna miembro de una dase privilegiada
Dentro de la literatura autobie actitud frente a los intelectuales la en la que recibe una eduCaci6n que
a los que tiene acceso debido a
gOficri argentina, nutrida espscid- bros su posición de privilegiada social. En problematiza más pero la sigue ejer- es una mezcla de rigideCes y liberta-
mente por autores pertenecientes a este sentido su relación es prolija citando durante años de aprendizaje. des, donde todo está aparentemente
la d a dirigente que proporcionan La figura del padre, miembro IÚ- permitido pero donde los códigos
una visión de la dase desde dentro, Pl#:kiezporque en aos aAos de Tonbellino y
y Transición, su deseo de cido y crltico de su clase, marca coartan la acción, do- las mujeres
resulta ilustrativo leer un libro de viven entre una untuosa domestici-
memorias donde el foco se sitúa al- conocer y de recibir de los otros es una primera posibilidad de tomar
bastante indiscriminado, aunque len- distancia del estrecho círculo que la dad y el brillo social, donde las for-
ternativemente a f u m y adentro, de rodea -aunque su importancia co- .mson más importantes que la rea
b i a la &Me posicibn de la auto- tamente va prefiriendo cuanto el?
menm *le pennita ir escapando de mo personaje de las memorias no lidad, aparentar tan importante 4
ra de miembro de esa Qite y de más- que ser, explica, aunque no
ese circulo del que tan clara con- está allí sino en el testimonio del
eterna nrdadora cdntra corriente da las adara demasiadQ rus reticencias
ciencia de pertenencia tenla. De alll a m r y de la vital comunicación que
lor Jsmrntos beUcor que le dan c e sus amistades duraderas con Waldo existió entre ellos y que la unla al Y sus silencios frente al mundo afee
hrreiicia y solidar. mundo del que su enfermedad la t h 'Cuando se relaciona con la
Fran, Henrlquez Ureña y Alfonso
Marla Rosa Oliver no ad9anta el Reyes quienes fueron los primeros separaba en cierta medida. La segun- atracción que los hombres pudieyon
propósito que la llev6 a escribir es- introdwtores a la c o n p r e d n del da pertenece a otro plano: a los ejercer sobre ella. "Los recuerdos no
i w memriar, pero rus vdúrnenos mundo latimmericano al que m- nueve años sufre un ataque de polio tienen que ser confesiones", dedara
d n ahl pera que los jutguemor ca habla integrado como su yo, ¡m- del que num? se recuperará total- una vez y reitera o t r a
como la expresión de las exparim pedida por su cultura ebsdutarnente mente. Desúe ese momento y para María Rosa Oliver no quiso con-
~ ¡ 8 8 y mamdOS de una mujer de libesca y coherentemente derpren- siempre pesó su vida en un sillón de fesarse n i mostrar una pmrte de su
profunda afectividad que ha encan- d i de la realidad: "El «wnpo que' ~ e d a r .Esta segunda y fundamental {ntima PenonaJKlad. Tampoco inte
udo a quienes la conocen y que conocíamos y amábamos era el de circunstancia, que la limita y aparta 'BIB al W l t b hurgar en rus motivos
atrapa en SU calidez a los que la Hudson y el que en versión nueva y del destino seguro de sus hermanas, pfundos de represión pues el mi-
lemor. 8 no muy distinta, Ricardo Güiraides marca, sin embargo, una posición fenal que aportan las memorias es
E l squmb volumen de lar memo- cicibrba & &nos; el barrio pobre contradictoriamente privilegiada que W Y rico Para a k a r sus silencios.
rias,,& vida ma'drir~~ es la mi* se despoblaba y asepdzaba en los ella confiesa en algunas páginas: la! No m e m s que sea éste un caso en
cioa cwncibn de su paso por todos petior con lwror y lar d l e s rukw- de oboenrariora. Sin embargo, dentro: que el análisis de l o tácito esdareza
km m i a r e t o s del complicado ritual banas de los poemu de Borges; el del circulo social v denbo de ru l o exoreso.
de la atta burgwría argentina y el cecwro pasado rioplstenw habla situación flsica, Marla Rosa pudo Si ella m escribe para confersne
iiempm lento, primero inseguro y perdido su rsn~ianarturbulencia y elmir entre la caridad y la compren- l o hace en cambio -es una hipótesis
dospuh d a vetm8safimwlo,d€s- era un aoretdo v ointbn rcunillete sión renovadora de la realidad o en- no pretende atribuir a la autora
embarazarse de todo l o que vela en la &rtone, de ~igari.. (pág. ." tre la compasión de los otros y la intenciones que pudo no tener-
mamado por la hipocresía del a m 261). relaci6n pcofunda con ellos, polo) Porque valoriza su experiencia vital,
biente en que se cri6. anécdota, valiosa en s l misma, que sólo se hacen claros hacia rus su aprendizaje, la intuición de las
E n ambos libros -el primero es está enriquecida por la mirada crlti- treinta años. lnduddemente d l a injusticias y finalmente to que ella
Mundo, mi crpr- aparecen dor Il- ca de María Rosa que en cada e p i e eligió en todos los casos los segun- considera definitiva c o m p m i b n de
neo8 que se enireauzan profu~%men- dio cotidiano no deja escapar hecho dot términos, pero los instrumentos la reelidati hekt6r¡i a trwk de su
te, cocrtinuhdose la wu de le otra, o penocwje que le permita desnudar por el cual esa elección se fue mate- apertura al marxismo y su afiliaciá,
dgprendiéndose en ramifiaaones UM injusticia, una debilidad o rim rializando en su vida le fueron casi al Partido Comunisoa. que as su mo-
mWtiples pero que, debido a la da- plemente una ridiculez. impuesta' por su enfermedad en la do de integrme en una tarea c o m
rk4d de su expraíión qualan en fin Igucilmente vívidos e incompara forma de idiomas, libros, obras de
arte, teatros, que su situación de
partida ".. .mi mirada fue extan-
perfectamente nítidas. Ambns d e n Memgntq más ricas son -u#referen- diéndore más ailá de nuemas --
fran-
e n s l m i a M I ~ w m WWmW cias al l w a j e familiar -sobre todo privilegiada social le permitia consu- - - -
-
v~drque d primer volumen y a de un orden que le estaba,dado pa
pbra escamotear Iqnmiidaá. rus memorias. L o que para la autora destino para ingesar en otro que le
trav6s de Y re d w ! ~ cada hora
6b de una familta. del m k i b A través de aeacamoteo lingüís- parece ser tan importante, ese mun- exigla qsa voluntaria renuncia.
do port&o, desfilan todos los mi- tfco la memorialista va a r m a d o un do de la a l t u r a v su abrirse wro a
gm j m p m su relevancia histó- ndo por contraporicin al que le tT& de 61, es ló que menos loga'
%
sino la resonancia qw ~ d @ ten vislumbrar y por ausencia
del que le niegan; va componiendo a
comunicar. Su deseo de lucidez m-
aond deteriora l o que es más pra
/men la wtoni 0 la We tienen través de esa jerga familiar y de c i m en ella: su capacidad de crear
m i m o n i o ahora en SU recuer-
do. círcuk una reel'khd en que oaxrra un rico mundo sensorial que expara G l r s v t Ongr
de los europeos, un poco mejor que competench. El Tercer Mundo no Organizaremos nuestras comuni
AFRlCA NUEVA In ds los animales sel?reicis. Dosr!e c! debe contentarse con definirse en dades con el propósito de promvet
el bien común a la luz de lar leccie
Eñ LIBROS DU Cabo hasta E l Cairo y desde el cuer-
no de Africa, en e; este, Iiasta la
relación con valores girvios. Los
paises subdesarrollados, por el con- nes que hay que aprender de nu&
FONW DE joroba africana, en el noroeste, el
africano ha tenido una experiencia
trario, deben esforzarse por descu-
brir valores propios. métodos y un
tra estructura sociológica, que abwr-
da e~ formas sinas de vida de la
comunidad, formas que estamos en
CULTURA ECONOMICA colectiva de ser gobernado por una
estilo específicos. El problema con-
creto frente al cual nos encontramos proceso de adaptar a las necaskbdcs
potencia extranjera, y esta experien- nos es el de la opción, a toda costa, organitacionaleí de nuestro Estedo
cia colectiva es la que promete ser entre socialismo y capitalismo tal moderno.
uno de los factores más formidables como son definidos por hombres de En esas comunidades en qua
Jacques Roumain, poeta hai- que se opongan a la penetración co- continentes y épocas diferentes Sa- nuestra libertad, en conformidad
tiano, muerto en 1945: munista en Africa. Para el africano, bemos, ciertamente, que el régimen con el genio africano, adquiere f w r -
capitalista no puede, como modo de za y valor mediante la diraisi6n y el
instruido o ignorante, las actuales debate, aspiramos a crear un tipo
Y bien, he aqui vida, permitimos realizar nuestra ta-
potencias europeas no son diferentes rea nacional y universal. La explota- noevo de l e r e , inspirado por el
Nos0 tros de Rusia. Todas son potencias ex- ción capitalista, los trusts y los mo- conocimiento d d mundo y tambien
Los negros tranjeras. Los rusos son tan blancos nopolios con enemigos de los países por el sentido de los valores eopiri-
Los niggers como los franceses, los belgas, los subdesarrollados. Por otra parte, la tuates de lar fuenao de la vide cuyo
Los sucios negros ingleses o cualesquiera otras nacio- elección de un régimen socialista, de ritmo forma una valoración estética.
N o lo aceptamos más nalidades europeas. Son igualmente un régimen dirigido a la totalidad ¿No es ésta una promesa incitante
ambiciosos. Es verdad que los comu- del pueblo, basado en el principio de un humanismo nuevo, fiel a Afri-
Es simple dr que el hombre es e l bien más ca y a la vocación del hombre y en
nistas ofrecen dar libertad e inde-
Tenninado pendencia a los pueblos sometidos, precioso, nos permitirá avanzar más consecuencia al sentido del unim-
Estar en Afnca pero es igualmevte verdad que el rápidamente. más armónicamente, so? Este h u r w n k m espiritual cans-
En Am4rica comunismo aspira a la dominación imposibilitando así esa caricatura de rB en wrnonia con el modo de vida
Vuestros negros sociedad donde unos cuantos poseen cristiano y musulm6nui.porque noso-
mundial y esto también significa la tros m s m un sentido profundo
Vuestros w e r s subyugación africana. todos los poderes económicos y po-
un pueblo de creyentes. Nuestra vi-
Vuestros sucios negros. . . líticos a expensas de l a totalidad
nacional. sión del mundo implica la creeda
No lo aceptamos más en que todos los creyentes, puestos
Eso os asombra LOS conhmados & l a tima, de ante esta verdadera elección, son es-
Decir: Sí señó Frantz Famn, pÚg, 90/91. pecialmente exhortados a discutir
Limpiando vuestro calzado con espíritu fraternal, a fin de dar
el apoyo de valores espirituales a
Si mi pa nuestro Socialismo Africano, que no
A los misioneros blancos Si la cultura occidental se
examina a sí misma. no puede es una teaia escolástica sino una
Si amo desear. a la vista de la era de incitación vital, y por lo tanto, t a m
Recolectando para vocotros las máquinas, la destrucción b i n una ética y una obligación.
La caña de azúcar del K u n t u africano; por el con- (Jdiur K. Nyerere).
El caf4 trario: l o que más falta le hace
Ei algodón a ella misma es u n estilo en Un lid- y M paeblq de i
que se exprese u n poco más el Memmoh pág. 1415.
El cacahuate sentido y el significado, en lu-
En M c a gar del mero f i n o de la abso-
En América luta ausencia de finalidad. que
Buenos negros sólo es negación del fin. Los
afroamericanos na-
Pobres negros
Que éramos
africano2'
cidos y ucados en el mundo
occidental han reconocido y
Que no seremos m&. .. sentido este malestar que sufre
la cultura occidental. Como
reacción desarrollaron una con-
Por la revolución africana, de ciencia misionera, convencidqs
F m t Fanon,
~ pág. 107. de que la cultura africana tenia
una buena nueva que darle a la'
cultura occidentpl, a que
En toda el Africa regida por los
europeos el negro ha padecido inati-
. J
. .¿quién habrta e ensefiarle
.el ritmo al mundo difunto
ditas humillaciones. (Hay un sentido de máquinas y canones?
en el que un pueblo ~adececuando ¿Quién lanzará el arito de ale-
1 se autogobierna, peró hay también Generalmente se ha pensado que -gría para despertar a los
un sentido en el que la gente padece había l b d o la hora Para el mun- muertas y a los
1 cuond, sujeta a laférulaextran do, y singularmente para el Tercer huérfanos en la aurora?
I jera. Y la diferencia estriba en que
Mundo, de escoger entre e l sistema Decid ¿quien devolverá la me-
y el si<tema raialista. rnoria de la vida al hombre
cuando se autogobierna un pueblo I , subd-ol~ados, que han de esperanzas destrozadas?
1 sufre 'On pero con humi- uWUdo la competencia feroz que (Senghor L. S.: "l. Chants
, llacibn impuesta cuando 10 existe mtre los d a Gstems para
, extrajerol. Sil vida, especialmente
el D'Ombre").
-
aSegurar el triunfo de su lucha de
durante los primeros dias de la ocu- liberación nacional, deben negarse " ,tú: Lar culturas neoafrica-
pación de Africa, ha sido, a los ojos sin embargo, a participar en es; de Janheinz, pág. 334-335.
I
LOS LIBROS, Agosto de 1970
3olivar" y "El Santo de la espada"
)el mito de derecha al mito de izquieru-
Simón Bol ívar film- intentó ser una Película Na- de cama, que habrán sido el delirio Para ellos será sencillo encc
Un film de Alessandro Blasetti cional. Una película realizada desde ci- los productores del film y de su Fórmulas típicas de las series
C o p r o d u c c i ó n í t a l o - hispano- un principio en función de la "ta- mayor interés. sivas, de los teleteatros y de los UI-
8
venezolana. quilla" que lograría fundamental- En Bolívar, a diferencia del San Mar- bujos de los libros de texto. Pero,
Distribuido por Filespaña S.A. mente en nuestro país y, de algún tín de Torre Nilsson, la realidad del juntamente, no encontrarán un ana-
modo, partió de una conciencia del film no es la realidad de los hechos. lagón perfecto.
mercado y de sus necesidades prwi- Todos los nombres, salvo el de Boli- Es que, pareciera que a propós'ito, ei
sibles. El prestigio de su director y var, remiten tanto a los actores film transgrede toda plenitud ianaló-
de algunos de sus actores, le otorga- como a los héroes reales. Así, Con- gica, toda verosimilitud. Y, al mos-
ron, a su vez, un carácter de Film suelo (Rossana Schiaffino) la aman- trar como falso y ambiguo el men-
de Arte o de Autor. Todas estas te de Bolívar, condensa y sintetiza saje denotado, el mito se empobre-
connotaciones colmaban las distintas todas las amantes de Bolívar -Ma- ce. .el metalenguaje tiende a regresar
"¿Qué es lo que ha dicho? - p e intenciones de la producción, dejan- nuela Sáenz, a quien se parece espe- al lenguaje objeto; al mismo tiempo
gunta el General González- no he do extrañamente vacía una: la del cialmente, María lgnacia Rodríguez, que. el mensaje suplementario (con-
comprendido nada. " Film de Explotación Comercial. Fanny Du Villars, etc.- y aun a su notado), expone la historia como un
"No importa -le contesta el Vice- El Simón Bolívar de Blasetti parecía esposa, María Teresa Toro. Esa con- acto no-natural, como un acto cul-
presidente Peñaranda- con que lo mostrarse sólo por este último nivel. densación, ese enmascaramiento de tural, político, como un discurso.
comprendan los que están abajo Se presentaba como una melange la realidad producido por el cine, se Simón Bolívar, como film, denuncia
basta. " donde se confundían los nombres da en los otros casos y de ese modo el mito -a medida que desarrolla su
de Maximilan Schell, Rosanna el general del Llano (Francisco ritual- y su propio lenguaje opera-
Schiaffino y Francisco Rabal. Para Rabal) parecería estar representando torio. Ese intento no es desacrali-
Dos f i l m mítico-históricos se cruza- colmo Alessandro Blasetti es todo lo al histórico José Antonio Páez, y el zante, sino que pretende secularizar
ban en poco tiempo por las panta- contrario de un autor cinematográ- general Fuentes (Conrado San Mar- ciertas zonas ideológicas que cree
llas cle los cines de Buenos Aires. El fico, más bien un veterano o un tín) a Sucre; y del mismo modo con vi gentes. Pero, esa secularización
primc?roncronológicamente, El Santo artesano más o menos cuidadoso. El el resto. En principio, parece un ideológica, esa humanización del
de l. .a Espada de Leopoldo Torre film por su parte había recibido el acertijo culturalista, sin embargo, es héroe, esa reducción del entorno en
sson, conquistó un número de Premio de la Paz en el Festival 1969 "una máscara que se señala con el una especie de collage cifrado, con-
de Moscú, cosa que además de no dedo" para usar una figura de vierte al mito en una fórmula acci-
ectadores pocas veces -por no
ir nunca- visto para un film na- importar "en función de taquilla" Barthes. dental, en un signo político donde
LIUI-11.la Ese hecho motivó que, en el puede contener una serie de contra- Estos mismos elementos: el esconder el mito se vuelve casi imposible.
indicaciones "naturales". Film de los personajes bajo nombres casi va- Surge así como mito pobre, como
númé!ro anterior de LOS LIBROS,
intentáramos su decodificación tan- Explotación ya que, el film de cíos (González, Díaz. Fuentes, Her- mito de izquierda, cuyo significado
Blasetti, podía ser leído como la nandez, etc.) de modo que sólo por principal estaría en la búsqueda de
to a nivel mítico como de consumo.
n
rocas- -
semanas después aparecía historia de un play-boy latinoameri- error puedan ser tomados como rea- La Unidad, en la lucha a favw de
Simón Bolívar, una coproducción cano, exótico y tropicalísimo, "ro- les, tanto como la evidente trastoca- La Revolución y en contra de LOS
ítalo-hispano-venezolana, que apenas mántico e idealista", que se dedica- ción d d espacio y el tiempo. o el Intereses de la metrópoli; en tanto
ba gozosamente a hacer el amor y la no acudir a fáciles remembranzas que 10s significantes estarían mos-
si pudo permanecer dos semanas en
su sala de estreno, siendo vista por guerra. La censura local le podó 7 escolares, puede tocar los sentimien- trando un hombre desaforado, inte-
un público apenas mayor que el que minutos, seguramente con escenas tos de los espectadores venezolanos. lectual, a~asionado: la imagen del
concurre habitualmente a las salas rebelde que impone un orden y a la
de arte. Este fenómeno. que se repe- Vez es capaz, necesita violarlo y aca-
tía en el campo mítico, con sentido tarlo, una imagen que comúnmente
negativo ahora, hacía necesaria una aparece sublimada con el calificativo
lectura del film. irracional de Genio de América.
Razones de producción, en princi- El mito de izquierda se autolimita.
pio. fijaron ciertas reglas, ciertas ca- Temporalmente el film abarca ocho
racterísticas, a ambas películas. años de la vida de Bolívar. Ideológi-
Simón Bolívar costó 3 millones de camente, a través de una sot~ r e i r n
dólares, es decir 6 veces más que El presión que pone el rostro d DI~ l-.
. i-
Santc3 de' la Espada. Es, sin duda, bertador sobre un grupo de guerri-
Por la cantidad de dinero gastado, lleros, recurso de construcción fati-
un f i Im "Mayor" en relación con el 9 d o Por la televisión, realiza una
-. .-. de la Espada. Pero caben, a
Santr metáfora final: 1825-1970, el r---
su VIez, otras dos relaciones y así miento bolivariano sigue vigente
con respecto al mercado de la pro-
ducciión cinematográfica europea es
..-
UII
4 ilm modesto, mientras que El
I BOLIVAR EN SU FILM
Santc1 de la Espada en comparación Una relación sintagmática del film
con el costo de la producción local nos ofrecería esta lectura: Emisario
.es unI film "Mayor".
r o r otra parte, esas magnitudes se
de Bolívar va a pedir al jefe cfe los
guerrilleros campesinos (Del L.lano)
vuelven casi invisibles en el contexto que se una a las tropas regular1es del
argenitino, donde "Alfredo Alcón- Ejercito -Del Llano se niega- Mili-
San Martín es siempre mejor que tara v civiles se desinteresan Im r la
Maximilian Schell-Bolívar". El actor negación de Del Llano -Bolív ,ar en
argentino, por cercanía, por frecuen- desacuerdo- Bolívar quiere 1: i uni-
tac ión de "su vida" a través de los dad -el emisario muere en baltalla-
medios de masas,. se nos vuelve su- Bolívar le pide perdón por n,n ha- ..-
perior, si no de similar magnitud, al berlo liberado (es negro)
actor austríaco.
El Srinto de la Espada -donde To-
rre Nlilsson actuaba tanto en la Pro-
Sc -Bolívar conoce a Consueio-
var wita fusilamiento -Bolívar
encuentro de Del Llano- Del
ducción comc en la Dirección del Simón Bol ivar Maximilian Schell se une a las tropas d e Bolívar
14
LA CRITICA Silvina Oc,!,
Informe del Cielo y del Infierno.
Colección Continente. 192 páginas
TRES AUTORES VENEZOLANOS 1a. prosa de la escritora argentina
Silvina Ocampo está prieta de suge-
ronrias, se acerca a las cosas más
I i ~ i i i < ) perdido
% la cualidad de la sor- sencillas para darnos de ellas una
presa. Yndemoi informar sin embar- nueva y portentosa dimensión. El
go, que Vasiiani. de eolpe y porra-
zo. y con sólo 24 año? encima, presente libro constituye una selec-
inaueura en la narrativa venezolana 'ción de sus mejores cuentos.
iin nuevo cstilo, con humor, con
tristeza. con historia. En apenas 129
Sara de Ibáñez
Apocaiipsis XX
oiginas. ZZassiani abre cauces reno-
vpdores a la literatura de nuestra Colección Altazor. 96 F-, PROXi MUS LOS
patria, con un estilo desenfadado y
brillante. Una serie de estampas poéticas Et! H A N S ERICP NOSSACY. de
Cuando cese un poco el ''bcmrn" en las que la autora expresa los por- quien editamos en enero d e 1359 la
novela Pruebas Inadmisibles, piibli-
y el mucho ruido, y cuando Massia- menores de su registro visionario: caremos en breve la obra titulada
ni reanude su producción, el pú6iico memorias de atrocidades y marti- AL VENCEDOR DESCONOCIDO.
venezolano podrá comprobar algo rios, alegorías del estupor y el vérti- Sin ser una novela d o c u m e ~ + a ! .e1
que anticipamos con absoluto con- go, emblemas de lo invisible. autor profundiza en la 6poca a ~ i t a d a
vencimiento: que será un escritor d e y revolucionaria que sucedió ñ la
un relieve internacional comparable Primera Guerra Mundial. a traves d e
al d e un Garmendia o al de un Hans Sedlmayr un diálogo imaginario que se desa-
Adriano González León. La Muerte de la Luz rrolla sntre un jurista y un catedra-
Colección Prisma. 272 páginas. tico alem6n. NOSSACK está consi-
Semana (Olracasl derado como uno d e los narradores
a l e m a n e s c o n t e m p o r á n e o s más
Una obra singular en la que se originales.
estudia el fenómeno del arte actual
Enrique Hernández D'JesÚs con una documentación y un espíri- ANARQUISMO, AYER Y HOY
(Muerto d e Risa, Colección Altazor) tu critico extraordinarios. constituye una recop;!ñcién de cinco
ensayos del afamado soci6logo chile-
E n r i q u e H e r n á n d e z D'Jesús no LUIS MERCIER VEGA muy
(1936), es autor d e un libro de cu- Alejandro Camión próxima a ser lanzada por Monte
José Ramón Sledina La Llave Perdida Avila. En la obra se realiza un análi-
(Cincuenta años d e literatura vene- rioso titulo: ">Zuerto de risa", pero
que tiene la virtud de reintegrarnos Colección Continente. 196 paginas sis del desarrollo histórico y la situa-
zolana. Colección Prism \ ción actual del Anorquismo, ideolo-
a la típica salsa d e este decenio, por
JOSE RAMOY i1EDINA es un
su tono irracional, escalofriante y En los ocho cuentos que integran f)la revolucioriaria mal conocida que
ia adquirido especial importancia en
biirlesco. En efecto, e n vez de la el presente volumen, palpita, de!ntro iuestros dias, sobre t o d o c o n el sur-
poeta, ensayista y Iiombre piiblico
que muchos conocen como anima-
c k n i c a histórica, nos topamos con de una excelente prosa, todo elI hu- <l i m i e n t o d e l l l a m a d o "poder
.!a crónica feroz de la realidad, y en mor satírico y a veces amargo, !studiantil".
dor de la cultura vene7olana a través vez d e la sabia retórica, con la pura
del Papel Literario del diario cara- caracteriza buena parte de la K A R L MENNINGER, Director
explosión o emanación de humor
queño El Naciond. El último libro ducción del autor. ie l a Menninger Foundation, es uno
negro. Así, pues. mediante un verso
que Medina ha publicado es una im- colindante con la prosa y en la línea Je los psiquiatras más renombrados
portante contribución al estudio de Arnaldo Acosta Bello je los Estados Unidos. Escrito hace
de su paisano Caupolicán Ovalles, el :as¡ t r e i ~ t a años. el libro AMOR
la literatura d e su país, d e la qiie no joven poeta venezolano altera, con Fuera del Paraíso
VERSUS ODIO, no ha perdido su
existía hasta ahora un panorama sus poemas del mundo doméstico, la Colección Altazor. 72 páginas. berza d e convicción, riinguna d e las
crítico integral. Su trabajo se titula vieja paz d e la familia latinoamerica- :;obresalientes cualidades q u e lo han
50 años de literatura venezolana y na, con una atmósfera delirante y En la poesía del venezcllano (:onvertido en un "clásico" d e los
contiene un material literario y un dictorsionada dentro d e la mejor tra- Acosta Bello, la palabra se plzintea f
?studios psiquiátricos. El autor ase
enfoque crítico i n t e r e ~ n t e spara el dición dadaísta. como emoción, como es tal lid^i on,,. 1~ b i c a en la gran tradición de los
1 e c t or venezolano. pero también médicos q u e h a n contribuido J es-
para otros lectores latinoamericanos contrapunto con la sensibilidad del clarecer la condición humana, divul-
Carlos G'ermán Belli lector. Cabe, ante esto, sentirse re- gando entre un público extenso al-
que, en general. tienen dificultades E.xpreso !I.inta f
para conocer bien la literatura d e pelido o impulsado, pero no gunos d e los resultados obtenidos en
indiferente. el eiercicio d e su profesión.
a q i i e l - p a í s durante el prewnte
sma. 162
olección onti- leve cuer inte-
\I
lima,
I del
,entada
ipbn,
nger y
. prec
muv
idad en mos-
trari ambiente:S ac-
tual'
Hace ya tantos años que Carlos Reyles, oscura historia de dos hombres, sin otra
hijo del novelista, me refinó la historia en fama que la que les dio su duelo final?
Adrogué, en un atar-r de verano. En U n capataz del padre de Reyles, que se
mi recuerdo se confunden ahora la larga llamaba Laderecha y "que tenia u n bigote
crónica de un odio y su trágico f i n con el de tigre", habia recibido por tradición
olor medicinal de los eucaliptos y la voz oral ciertos pormenores que ahora traslado
de los pájaros. sin mayor fe. ya que el olvido y la memo-
ria son inventivos.
Hablamos, como siempre, de la entreve-
Manuel Cardoso y Carmen Silveira te
rada historia de las dos patrias. Me dijo
nian sus campitos linderos. Como el de
que sin duda y o tenia mentas de Juan
otras pasiones, el origen de un odio siem-
Patricio Nolan, que había ganado fama de
pre es oscuro, pero se habla de una porfia
valiente, de bromista y de pícaro. Le con-
por animales sin marcar o de una carrera a
testé, mintiendo, que sí. Nolan habia
costilla, en la que Silveira, que era más
muerto hacia el noventa, pero la gente
fuerte, habia echado a pechazos de la can-
seguía pensando en él como en u n amigo. cha al parejero de Cardoso. Meses después
Tuvo también sus detractores, que nunca ocurriría, en el comercio del lugar, una
faltan. Me contó una de sus muchas dia-
larga trucada mano a mano, de quince y
bluras. El hedio habia ocurrido poco an- quince; Silveira felicitaba a su contrario
tes be la batalla de Manantiales; los prota- casi por cada baza, pero l o dejó al fin sin
gonistas eran dos gauchos de Cerro Largo, u n cobre. Cuando guardo la plata en el
Manuel Cardoso y' Carmen Silveira. tirador, agradeció a Cardoso la lección que
a
tComo y por qué se gesto su odio? le habia dado. Fue entonces, creo, que
¿Cómo recuperar, al cabo de u n siglo, la estuvieron a punto de irse a las manos. La
partida había sido muy reñida; los concu- do al principio ya se cree invulnerable. No dinero, de prendas de montar, de armas
rrentes, que eran muchos, los desaparta- extrañaron sus pagos. El concepto de pa- blancas y de caballos, que serían entrega-
ron. En esas asperezas y en aquel tiempo, tria les era ajeno; a pesar de las divisas de dos a su tiempo a las viudas y deudos. El
el hombre se encontraba con el hombre y los chambergos, u n partido les daba l o calor era inusitado; para que nadie se que-
el acero con el acero; u n rasgo singular de mismo que otro. Aprendieron lo que se dara sin siesta, demoraron las cosas hasta
la historia es que Manuel Cardoso y Car- puede hacer con la lanza. En el curso de las cuatro. Nolan, a la manera criolla, los
men Silveira se habrán cruzado en las CL- marchas y contramarchas, acabaron por tuvo esperando una hora. Estaría comen-
chillas más de una vez, en el atardecer y sentir que ser compañeros les permitía se- tando la victoria con otros oficiales; el
en el alba, y que no se batieron hasta el guir siendo rivales. Pelearon hombro a asistente iba -y ven ía con la caldera.
fin. Quizá sus pobres vidas rudimentarias hombro y n o cambiaron, que sepamos, A cada lado del camino de tierra, con-
n o poseían otro bien que su odio y por una sola palabra. tra las carpas, aguardaban las filas de pri-
eso l o fueron acumulando. Sin sospechar- En el otoño del setenta y uno, que fue sioneros, sentados en el suelo, con las ma-
lo, cada uno de los dos se convirtió en pesado, les llegaría el fin. nos atadas a la espalda, para n o dar traba-
esclavo del otro. El combate, que n o duraría una hora, jo. Uno que otro se desahogaba en malas
Ya n o sé si los hechos que narraré son ocurrió en u n lugar cuyo nombre nunca palabras, uno dijo el principio del Padre-
efectos o causas. Cardoso, menos por supieron. Los nombres los ponen después nuestro, casi todos estaban como aturdb
amor que por hacer algo, se prendó de los historiadores. La víspera, Cardoso se dos. Naturalmente, no podían fumar. 1%'
una muchacha vecina, la Serviliana; bastó metió gateando en la carpa del jefe y le no les importaba la carrera, pero todos
que se enterara Silveira para que la festo pidió en vaz b j a que si al día siguiente miraban.
jara a su modo y se la llevara a su rancho. ganaban, le reservara algún colorado, por- -A m í también me van a agarrar de las
Al cabo de unos meses la echó porque ya que él n o había degollado a nadie hasta mechas - d i j o uno, envidioso.
l o estorbaba. La mujer, despechada, quiso entonces y queria saber cómo era. El su- -Si, pero en el montón -reparó u n
buscar amparo en l o de Cardoso; éste pasó perior le prometió que si se conducía vecino.
una ~ochecon ella y la despidió al medio- como u n hombre, le haría ese favor. -Como a vos - e l otro ia retrucó.
día. N o quería las sobras del otro. Los blancos eran más, pero los otros Con el sable, u n sargento marcó una
Fue por aquellos aííos que sucedió, an- disponían de mejor armamento y los diez- raya a l o ancho del camino. A Silveira y a
tes o después de la Serviliana, el incidente maron desde l o alto de u n cerro. A l cabo Cardoso les habían desatado las muñecas,
del ovejero. Silveira le tenía mucho apego de dos cargas inútiles que n o llegaron a la para que no corrieran trabados. Un espa-
y le había puesto Treinta y Tres como cumbre, el jefe, herido de gravedad, se cio de más de cinco varas quedaba entre
nombre. L o hallaron muerto en una zanja; rindió. Ahí mismo, a su pedido, l o despe- los dos. Pusieron los pies en la raya; algu-
Silveira no dejó de maliciar quién se l o naron. nos jefes les pidieron que n o les fueran a
hab ía envenenado. Los hombres depusieron las armas. El fallar, porque les tenían fe y las sumas
Hacia el invierno del setenta, la revolu- capitán Juan Patricio Nolan, que coman- que habían apostado eran de mucho mon-
ción de Aparicio los encontró en la misma daba los colorados, ordenó con suma pro- to.
pulpería de la trucada. A la cabeza de u n lijidad la consabida ejecución de los prisio- A Silveira le tocó en suerte el Pardo
piquete de montoneros, un brasilero amu- neros. Era de Cerro Largo y n o descono- Nolan, cuyos abuelos habían sido sin duda
latado arengó a los presentes, les dijo que cía el rencor antiguo de Silveira y Cardo- &clavos de la familia del capitán y Ileva-
la p t r i a los precisaba, que la opresión so. Los mandó buscar y les dijo: ban su nombre; a Cardoso, el degollador
gubernista era intolerable, les repartió divi- -Ya sé que ustedes dos n o se pueden regular, u n correntino entrado en aííos,
sas M a n a y, al cabo de ese exordio que ver y que se andan buscando desde hace que para serenar a los condenados solia
no entendieron, arreó con todos. No les rato. Les tengo una buena noticia; antes decirles, con una palmadita en el hombro:
fue permitido despedirse de sus familias. que se entre el sal van a poder mostrar "Animo, amigo; más sufren las mujeres
Manuel Cardoso y Carmen Silveira aepta- cuál es el más toro. Los voy a hacer cuando paren".
ron su suerte; la vida del soldado no era degollar de parado y después correrán una Tendido el torso hacia adelante, los dos
más dura que la vida del gaucho. Dormir a carrera. Ya sabe Dios quién ganará. hombres ansiosos n o se miraron.
la intemperie, sobre el recado, era algo a El soldado que los había traído se los Nolan d i o la señal.
l o que ya estaban hechos; matar hombres llevó. Al Pardo, envanecido por su actuación,
no le costaba mucho a la mano que tenía La noticia n o tardó en cundir por todo se le fue la mano y abrió una sajadura
el habito de matar animales. La falta de . el campamento. Nolan había resuelto que vistosa que iba de oreja a oreja; al corren-
imaginación los libró del miedo y .de la la carrera coronaría la función de esa tar- tino le bastó con una tajo angosto. De las
lástima, aunque el 'primero los tocó alguna de, pero los prisioneros le mandaron u n gargantas brotó el chorro de sangre; los
vez, al iniciar las cargas. El temblor de los delegado para decirle que ellos también hombres dieron unos pasos y cayeron de
estribos y de las armas es una de las cosas querían ser testigos y apostar a uno de los bruces. Cardoso, en la caída, estiró los
que siempre se oyen al entrar en acción la dos. Nolan, que era hombre razonable, se brazos. Había ganado y tal vez no l o supo
caballería. El hombre que no ha sido heri- dejó convencer; se cruzaron apuestas de nunca.
tampoco tes gustó. E n parte puede m8s. anunció que l o seria-, derpoér
Suena u n poco chiflado, pero creo S: De modo que, después de todo, que se deba al título, pero. ...
lo de l o cml fue juzgado por el Sane.
que es una manera de ensdar a que en u n seaundo nivel de análisis del cristiano est6 u n poco p a d hoy en *h. Las Pasiones dejan la escena
sean terapeutas ineficientes. discurso propon& u n conjunto de dla, de manera que el tema no entu- del juicio a osairas: se oa>pan mnto
recomendaciones acerca de qué ha siasma. Una de las objeciones que de Probar que Cnsto era inocente
cer para no ser u n fracaso. hicieron a mi libro es que por el que no plaritean mYer fueron las
S: Suoongo que n o sugerirás que aairaciwisn Pero es indudable que
H: Bueno, si uno hace l o contrario titulo la gente cree que se trata de
para llegar a ser u n buen terapeuta u n libro cristiano, y no l o compra. si hubiera querido ser kjecutado, es
se debe evitar todo entrenamiento. de esos doce pasos tiene prpúabili-
No, en modo alguno. LOque sf dades de obtener resultados exitosot Aparentemente los cristianos no decir mrficado, l o podrla haber
en terapia. En realidad, los artículos compran libros como antes. Sollan conseguido muy fkilrnente. De
pienso es que el entrenamiento que
provee n m m l m e n t e l o difiarlta. que componen el libro fueron esai- ser un van mercado, pero parece con a* venkmsí de 1s
PRESENCIA cfcctiva realidad social, política e in-
telectual de nuestros países. Lo está
demostrando, desde luego, la miilti-
ha l o p d o conjugar, por encima de
diferencias metodológicas e ideológi-
cas. los esfuerzos de los más califica-
LIBROS
plicación de centros de investigación
sobre América Latina en 1s mayoría
dos cientistas sociales de nuestros
países.
APARECIDOS
de las Universidades europeas (in- Esta introspección Iatinoamerica-
EN AMERICA cliiidcs los paises socialistas), y nor-
teamericanas. Lo está demostrando,
na es el signo común no sólo de las
obras literarias más significativas,
1. José María Arguedas. Los Rios
Profundos. 3ed. 262 p. (Colec-
ción Letras de America. Libros
LATINA asimismo, cl espacio acordado a los
problemas latinoamericanos por las
sino también de las más rigurosas
investigaciones históricas, sociológi-
cas, económicas o politicas realiza-
2.
Cormorán).
Hannes Alfven. Mundos y A+;-
mundos. La materia en cosmrlo-
más exigentes publicaciones de Eu- qía. 144 p. (Colección El Mundo
ropa o de Estados Unidos. das en la ciudad de México o en de la Ciencia. Libros Cormorán).
La p r e ~ n c i acada vez más acen- Esta presencia, múltiple e inesqui- Buenos Aires, en Río de Janeiro o 3. Carlos German Belli. Soxtinrs y
tuada de América Latina en la eSCe- vable, de Aniérica Latina no hubiese en Lima. en Santiago de Chile, en otros poemas. 64 p. (Coleccibn
na mundial es, sin duda alguna, uno sido posible, sin embargo, de no ha- Bogotá o en Caracas. Letras de America. Libros Cor-
de los datos fundamentales de la ber mediado la corriente crítica que Una obra como El pensamiento morán).
conciencia intelectual de nuestros ha caracterizado, desde hace medio d e la CEPAL (3). o como Depen- 4. Leopoldo Marechal. La Batalla
dias. América Latina ha dejado de siglo, a la labor de sus artistas, exri- dencia y desarrollo en América La- de José Luna. 96 p. (Colección
ser, de este modo, el espacio geográ- tores. cientistas sociales e intelectua- tina, de Fernando H. Cardoso y Letras de America. Libros Cor-
les en general. Ha sido esta corriente i n z o Faletto (4). suponen, necesa- morán).
fico que Ia fantasía europea podía 5. Juan Rivano. Lógica elemental.
poblar de paraísos o de infiernos de crítica interna la que, por así riamente, esta interna cohesi6n que
el pensamierito crítico ha ido despe- 216 p. (Colección Libros para el
más o menos caprichosos. La ima- decirlo, ha conquistado el actual es- Estudiante. Libros Cormorán).
gen candorosa del buen salvaje lati- pacio cultural de Ani¿.rica Latina, jando. por encima de sus especifici- 6. Marcos Kablán. La ciencia políti-
n oannricano se ha desmoronado desplazando e invalidando, de una da d e s nacionales, entre nuestros ca latinoamericana en la encruci-
r todas. las imágenes estereo- pueblos. Si hoy resulta imposible re- jada. 91 p. (Colección Imagen de
junto con la visi6n calumniosa d a -
b o r d a , entre otros, por Corneille de vez go
tipa as que habían forjado el fanta-
sismo. el desconocimiento o la im-
currir a los marcos nacionales de
referencia para explicar. por ejem-
América Latina. Libros Cormo-
rdn) .
Paw o Buffon. 7. Jose Bullaude. Ensefianza Audio-
Resultaría imposible postular, en provisación de algunos de sus tradi- plo. el carácter heuristico de la no-
nuestros días, una visión global del cionales "intérpretes" foráneos. vela latinoamericana, hemos de con- visual. 126 p. (Colección Biblio-
Los trabajos, por ejemplo, ieuni- venir que esta imposibilidad se mul- teca Latinoamericana de Educa-
mundo prescindiendo de la compleja ción).
realidad latinoameticana, porque dos por el cn'tico chileno Juan Lo- tiplica cuando se trata de fenóme-
ésta presiona, de una manera u otra, veluck sobre la novela latinoamerica- nos sociales, económicos o políticos.
la experiencia cotidiana del hombre na son, al respecto, bastante elo- No es, pues. un azar que la expre-
actual. No es. pues, en modo alguno cuentes (1). La mayoría de ellos son sión América Latina haya perdido el
un azar que la obra de Jorge Luis anteriores al reconocimiento interna- aspecto sonambúlico que tenia hasta
Borges &ya de punto de partida a cional de niiestros novelistas, y hace poco, para ir acentuando cada
10s cnticos más radicales en Estados mues?ran. de manera incuestionable, vez más la interna cohesión de una
Unidos, Francia, Alemania e Italia; cómo el pensanuento critico latinoa- presencia real en el mundo de nues-
ni que la juventud rebelde de estos mericano anticipó los rasgos esencia- tros días. Durante muchos años era 1. Aiain Joxe. Las Fuerzas Armadas
les que la crítica norteamericana o frecuente oír que América Latina en el sistema polltico chileno.
paises invoquen al latinoamericano 2. Mario Benedetti. Cuentos Com-
Ernesto "Che" Guevara como al re- europea advertiría más tarde en las era un continente sin contenido. pletos.
volucionario por excelencia. En obras de Botges, Asturias, Carpen- Hoy convendría, posiblemente. soste- 3. Luis Enrique Delano. Sobre todo
ambos casos se acusa, en verdad, la tier, Roa Bastos, Cortázar, Sábato. ner que, lejos de ello, América Lati- Madrid.
cfeciente presencia de América La- Vargas Llosa o García Márquez. na es una realidad no sólo inconte- 4. Hernán Godoy. El oficio de las
tina en el horizonte del mundo ac- Nada tiene de extraño, entonces, nida en sus imágenes estereotipadas Letras.
tual. que la obra de este último esté sien- tradicionales, sino, asimismo, incon- 5. Marta Traba. La jugada del 6 0
Este hecho no es, sin embargo. do, en estos momentos, objeto de tenible en sus actuales estructuras día.
un seminario en el "Centro de So- histórico sociales. 6. Yolando Pino Saavedra. Cuentos
una dádiva. orales Chileno-Argentinos.
La idea formulada por Alfonso ciología de la Literatura" del Insti- 7. Jorge Millas. Idea de la Filosof la.
Reyes de que America Latina había tuto de Sociología de la Universidad
llegado tarde al banquete d e la civi- Libre de Bruselas, ni que el joven ( 1 ) Juan Loveluck, La novela hispa-
iizsción ha ido perdiendo terreno sociólogo Jacques Leendhardt haya noamericana. Editorial Universitaria,
durante las Últimas décadas. La pro- dirigido otro seminario sobre la no- Libros Cormorán. colección "Letras
pia obra del gran humanista mexi- vel a latinoamericana de nuestros de América". Santiago d e Chile,
cano es comentada e interpretada en d í a s . e n 1'Ecole Practique des 1970.
los más rigurosos centros de estu- Hautes Etudw de París. (2) América Latina: ensayos de in-
dios de Europa. No hace mucho, en Esta revisión crítica de América terpretación económica. Edición a
ocasión del décimo- aniversario de su Latina no está limitada, sin embar- cargo de Andrés Bianchi. Textos de
muerte, el prestigioso vespertino go, al espacio de sus letras, sino R. Prebixh, A. B. de Castro, C.
francés Le Monde le dedicó un am- que. en verdad, se proyecta sobre Furtado, A. Pinto, M. C. Tavares, O.
plio e importante homenaje. Igual todo el espectro de la experiencia Sunkel y A. Bianchi. Editorial Uni-
cosa acaban de hacer con Pablo Ne- latinoamericana. versitaria, colección "Tiempo Lati-
ruda el Times Literary SuppIement Los ens;lyos coinpilados por otro noamericano". Santiago de Chile.
de Londres y La Quinzaine Littéraúe chileno, el profesor Andrés Bianchi, 1969.
de París. en la obra colectiva América Latina: (3) El pensamiento de la CEPAL.
Estos hechos están indicando la ensayos de interpretación económica Edición aiitorizada y cuidada por
acción de una nueva visión de Amé- (2). están sefialando, escuetamente, CEPAL. Editorial Universitaria, co-
rica Latina sobre la conciencia inte- la extensión e intención de esta co- lección "Tiempo Latinoamericano".
lectual de nuestro tiempo, porque rriente crítica. Se trata. conforme a Santiago de Chile, 1970.
ellos no implican sólo un reconoci- la certera expresión empleada por (4) Fernando H. Cardoso y Enzo
miento al valor de la actual literatu. los animadores de la colección ini- Faletto. Dependencia y desarrollo
13 latinoamericana, sino, en Ú I t i n ~ ciada por esta obra, de una radical en América Latina. Siglo XXI Edito-
trámite, iin f'econocimiento de la introspección latinoamericana. que res. México, 1969.
comunicacion de masas
La galaxia McLuhan
Marshall McLuhan del sentido visual en detrimento de factor que serfa un medio tecndógi- las galaxias astronómicas, sin cdi-
La grlaxia Gutemberg los otros, y desencadena sobre todos co ("La Revolución francesa, prepa- U h , pero no sin cambios en su con-
Aguilar, 410 Páp, los frentes del hombre un proceso rada largo tiempo por el procero figuración" (Galsxis, p. 213). Ad
b compiwión de lor medios como de abstracción y de separación que hornogeneizante de la imprenta", nota McLuhan que, del mismo mo-
lar extensiones del hombre se manifestará por la destribaliza- Galaxia, p. 229). do que: "Es un quiarma caracterlsti-
Diana, 443 págs. ción, la descolectivización, la indivi- Seria erróneo nmntenene en el co, que acompaña d iiltimo desarro-
El d i o es el masaje dualización, el pensamiento lineal y primer y legítimo sentimiento de re- llo de cualquier procero, que su Qlti-
Paidós, 159 págs. seaiencial, el mercado, el phblico, la chazo. La reducción monomaniaca a ma fase haya de ofrecer caracterlsti-
Varios autores nación, el Estado centralista, las ar- la imprenta por una parte, y al cir- caz opuestas a las de las fases inicia-
Anáiiris óe M8rshdl McLuhan mas modernas y, en fin, por la mi- cuito eléctrico por la otra, no debe les" (Galaxia, p. 3831, el fin de la
Tiempo Contemporáneo, 93 págs. sión entre el corazón y el espiritu, ocultar la existencia de un pema- era gutemberiana, con el romanticit
el dinero y l a moral, el poder y la miento galáctico, es. decir, que se mo por ejemplo, aparece como reae
moralidad, la ciencia y el arte. 3) La esfuerza por establecer grandes con- ción negativa en relacibn con d pen-
edad llama& tanto del "circuito figuraciones donde aproximaciones samiento racionalizador y lineal.
eléctrico" como de la electrónica,. no frecuentes traducen una investi- Invemmente, en sus periodos inicia-
"Las sociedades siempre han sido r e de la que es guía actual la televi- ' gación flexible de compleja ertruchl- les, una Galaxia es tributaria de la
modddas mucho m4s por la naw- sión, y que imitando y prolongando rakión. Si el paradigma de McLuhan que la precede ("el libro impreso
ralea de los medios por los cuales el funcionamiento del cerebro hu- es pobre, su sintagma es rico, no estaba arraigado en la cultura que lo
se comunican7los hombres que por mano, tiende a hacer cesar la preva- sólo por el flujo de la c o n t i g ü b precedió", Gdaxia, p. 2181, cosa
el contenido de la comunicación." lencia de la visión abstracta y opera des propuestas sino tambien por un que en su momento Lucien Febvre
McLuhan establece tres edades de la un retorno al "triklismo". sentido dialéctico a veces ligero y a desprendió claramente en su R&
humanidad: 1 ) una edad tribal oral, Considerando las grandes tesis y a veces sutil. En La compmmh de /.ir a propósito del carácter media
que seria como un "estado de natu- menudo las demostraciones de deta- los medios se percibe rápidameme val del Renacimiento. De modo que
raleza" nisonista de tos sentidos que lle, se podría pensar que el pensa- que lo más interesante no es el aná- el "contenido" de la nueva perrpec-
comercian armoniosamente entre si; miento de McLuhan, dicotómico y lisis de la era del circuito eléctrico tiva mas-mediátika es el viejo,
2 ) una edad que, con la aparición abstracto, concierne más a la edad sino el examen de un periodo arti- condicionado. Tambien McLuhan
del alfabeto fonético, opera una de la imprenta que a la del "circuito cular, el nuestro, entre la imprenta presta atención a la llnea de ruptura
Nphira entre el2ojo y el oído y eléctrico", y podríamos inquietarnos Y el citado circuito, y que se tradu- entre dos configuraciones máJ allá
culmina con la imprenta, "fase ex- por el delirio interpretativo que ce por una interpenetración m& que de la cual se sitiia el punto de no
trema de la cultura alfabét'ka" (Ga- tiende a vincular los abigarrados de- por un taponamiento de galaxia: retorno.
bxia Gutembety); esta última esta- sarrollos de un gigantesco período ."dos culturas o tecndoglas pueden Existe pues un conflicto entre e(
blecerá la prevalencia imperialista hístóricq con un único y monótono pasar una a travk de la otra, como dogmatimo erquedtico del pro*
sito antropo-histórico y la flexibili- no extremadamente importante que tribs). Uno se sorprende igualmente puntos de mira rocbles y psicológi-
dad galáctica del pensamiento, pero por nuestra parte denominaremos el de que el cine se como di- cos con tiempo sufic'ite pn pre
ésta deviene Dor momentos demasia- neo-aeaim, y que según nuestro do a una televisión frh. siendo que parar (1% mciedad) a hriarlsr fren-
do flexible; k u e l v e sus dificultades parecer está intima y dialecticamen- tanto uno como otra &irponen de te" í b compmioibn dr lar &OS).
muy fácilmente repartiendo, en el te ligado al neo-nmdemismo. un vasto sector común. Mas en la Partiendo del sentimiento romamico
estudio de la nueva galaxia mass- McLuhan no intenta considerar lectura nos damos cuenta que las del artista hipedúcido, McLuhan Ils
mediática, sobre los restos del gu- este neo-arcaísmo bajo sur diferen- calificaciones de cdlido o frh resul- gu a la huicin &dente dd artista
temberismo aquéllo que parece abs- tes aspectos (no solamente comuni- tan de un juicio multidimenrionado en la sociedad moderna, que es la
tracto o lineal, y sobre la nueva era dad y encantamiento, sino búsqueda global, y n o sólo de una esencia de alertar y preparrla para el can-
eléctrica l o que parece concreto e de fundamento. de autenticidad. de propia a tal media. Asl el cine es bm. El artista es tal vez tambien
inmediato. Y la astucia intelectual recuperación de los origenes). ~ s t 4 frío, parece, puesto que es un pro- más: "el artista de todo tiempo ¿no
se mezda a menudo con la prestidi- demasiado fijado en su circuito eléc- ducto de la era de transición; se esacasodprefiradordelanue~a
gitación. trico para recurrir a la antropología trata de "una alianza espectacular era de la completa e intensa pleni-
bolkiana (la prolongación continua, de la tecnología mecanicista y del tud? ¿No es constantemente d
L a comprensibn de los medios y nuevo mundo eléctrico". Es pariente h o m b r e del neosrcalrmo? ¿No
El medio es d masaje procuran esta- con el desarrollo de la civilización
de la iafancia dentro de la edad de la imprenta porque tiende, bajo existe, ademk, una ontogeneris par-
blecer la configuración de la nueva la forma de bobinas y de escenarios. ticular al arte que se efectúa como
gaiaxia en formación, que concierne llamada adulta), especialmente en
un ludismo cada vez más extendido a desenvolver el mundo red y se reacción contra el mndo capitalista
como la Galaxia Guremberg todos revela muy próximo del libro. (Con del mercado de la época preceden-
las&qectos de la actividad humana, y asumido, o para considerar al neo
arcaísmo como una potente contra- ligereza, McLuhan concluirá que el te? " Una página bastante orcura e
dasue el dinero, el tiempo, el vesti- cine no es inteligible sino para los interesante podria indicarlo: "a me-
do, la vivienda, los aspectos nuevos tendencia a la técnica funaonalista
abstracta (al "medio técnico:, diría alfabetizados). Pero, a diferencia de dida que la sociedad de mercado se
de la imprenta, las historietas, hasta definia, la literatura se transformó
Georges Friedmann), o incluso para la imprenta, el f i l m presenta en blo-
-es daro- los mass-media moder- en un articulo de consumo. El pú-
considerar la necesidad de antídoto que una g65talt instantánea, y expre-
nos. La nueva galaxia, por el contra-
rio, se funda sobre la implicación, la surgida del propio nihilismo contern- sa, en relación al mundo mecánico, blico se convirtió en patrono. E l
poráneo. Pero, Rousseanistz a ni "un llamado hacia un mundo de es- arte cambió su papel de guía de la
simultaneidad, la discontinuidad, el
espacio-tiempo y tiende a desarro- manera, McLuhan ve con claridad pontaneidad, de sueños y de expe percepción por el de articulo c e
que la edad progresiva es más una riencias personales Únicas" (La wm rriente de distracción o producto
llarse en el trabajo por la desfrag- envasado. Pero el productor o artií
edad neo-arcaica que racionalista, y prensi'bn de los medios).
mentarización, en la política por la ta se vio obligado, como jamss l o
tele-participación (aunque, dice siente la profundida del fenómeno: El film es finalmente d i d o por-
"El hombre moderno, desde los des- que requiere poco compromiso al estuviera antes, a estudiar d efecto
McLuhan, la política continúe pm- de su arte. Esto, a su vez, reveló a
poniendo las respuestas de ayer a cubrimientos electro-magnéticos de espectador. La televisión, por el
hace más de un siglo, se está ro- contrario, exige discusiones, debates la atención del hombre nuevas di-
los problemas de hoy). Los riesgos mensiones de la función del arte. A
de uniformidad planetaria que algu- deando de todas las dimensiones del y un "grado extraordinario de parti-
hombre arcaico positivo" (Galaxia, cipación". A diferencia del film, la medida que los manipuladores del
'nos creen ver en la automatización
-
p. 105). Detecta "galácticamente" el televisión prefiere la presentación mercado popular tiranizaron d artis-
no son más que la proyección en el ta, el artista, en su aislamiento,
neo-arcaísmo en diferentes puntos, del haciéndose que la del toclb-
futuro de la estandarización y la es- hecho. La débil calidad de la ima- adquirió nueva d á r i v i en relo
pecialización mecánicas de la era entre los músicos de jazz que "utili-
zan todas las técnicas de la poesía gen televisión, de la cual el telec- ción con d pspal cnmd de la in-
precedente. Se va por el contrario pectador debe completar la visión, vención y del arte medio ha-
hacia una plenitud en la plenitud: oral", o los jóvenes beatniks que
prefieren "a una vida de consumo manipulando botones o ecomodarr cia el orden y plenitud humana. E l
"mientras que en el tiempo de la do su percepción, especialmente en arte ha llegado a prescribir el orden
era rnecanicista la plenitud fue au- especializado y fragmentado todo
aquello que les ofrece un compromí- l o que concierne a la tercera dimen- humano de un modo tan total como
sencia de trabajo y simplemente el sión, casi ausente, y la dificultad losmercadosdemarar.quecraaron
ocio, en la edad eléctrica l o contra- so humilde y profundo". Y aún, a
la manera de Lévi-Strauss, McLuhan .para apreciar los detallar, todo ello la plataforma desde la que todos
rio e~ verdadero. Como la era de la q m t i t u y e una caiidad frk que oUi- podemos compair ahora Ir con
información exige el empleo simul- invierte la óptica y redescubre la
extrema modernidad de la concien- ga a una participac56n sensorial in- ciencia de una numta p m p e c t h y
táneo de todas nuestras facultades,
nosotros percibimos que el máximo cia arcaica: "los eruditos y flsicos tensa de todos los instantes que es . de un nuevo patenciel de belleza y
de nuestro tiempo han debido que- "profundamente kine8tésica y t b de orden c o t i d i i timult6neamen-
de plenitud corresponde a los mo- til", y McLuhan llega indw a ade t e en todos los aspectos d. la vida
mentos en que estamos más intensa- dar desconcertados con frecuencia
ante el hecho de que, cuanto en lantar que "la televisión es por so- Restrospectivamente, tal vez nos
mente comprometidos, como ha su- mmos obligados a reconocer que
mayor gado se penetra en los más b e todo una extensión del sentido
cedido en todos los tiempos a los ha sido la era de los mercadot de
profundos estratos de la conciencia táctil".
artistas" (La comprensidn de los
de los pueblos analfabetos, se en- El uso de Ir televisión ha credo merar la que ha creado los medi¡
medias). w a un orden mundial tanto en be-
cuentran las ideas tanto m8s avanta un compronriro total en ama acNili-
De manera muy general, la elec- das y sofisticadas del arte y de la dad global. McLuhan parece ver lleza como en irticulos de consumo.
trónica impone una nueva interde- ciencia del siglo XX (Galaxia, p. esencialmente una notabie virtud en (Galaxia, p P).
pendencia, una relación concreta e 47). este fenómeno: "la televisión enseñó Bajo nUfn@roooraspectos, el perb
inmediata nueva que no sólo "retri- McLuhan no sólo ine los mas- a los norteame- a pensar con samiento de McLuhan aparece como
baliza" a los grupos de juegos y de
placeres, sino que recrea el mundo a
media modernos por %I
bal; distingue dos tipos:
carher glo- profundidad.. . ha abierto a Améri-
ca a la sensibilidad europea" (La
una ideolog(a eufaiZame, induso
un pensnmiento salvaje que procura
imagen de una ciudad global. Muy CBIidos: radio, cine, fotogafia. campmnsit5n de las mtiios). Pero inteqar el fenómeno ~ m e d i i
imprudentemente McLuhan profeti- Frim teléfono, televisión, historie parece al mismo tiempo que obrar- al hambre, sobm la base de una
za la declinación de los nacionalis-
mos, si bien advierte las dificultades
tas. va, sobre otro frente, nuauas dificul- ~~ pobre, de un j w g o de
oporicioner débilmente pertinente
Los media cálidos ertan plenos de tades. El hombre electrónico, vol-
de realización de la nueva Galaxia: información y exigen escasa partici- 'viéndose cada vez más comprometi- (imprarocirarito d w i , d+
"En nuestro prolongado esfuerzo pación del público. Los media frior d o en 1- actualidades de la condi- frlo), y de una obsesión reductora a
por recobrar para el mundo occiden- son pobres en información y ricos ción humana. no puede aceptar la la cupla rsnsorid-tecd6gh. Esta
tal la unidad de sentimientos, de en participación. estrategia cutturd de la litcrrscy, y inbopo-hiirtoria dd h o m k e en prirr
sensibilidad y de pensamientos, no Uno se pregunta acerca de la per- de ese modo la televisión exacerba- apio tribPI-oral, luegl Qstemberi
hemos estado m& preparados para tinencia de estas extfsiiar oposicio- ria los problemas raciales que no no, luego Joctrón'ico, escamotm
aceptar las consecuendas tribales de nes, donde ademh la paiabra fria pwden ser rbordadoa d i m e n t e Eanto la axuwwnla como la sociob
tal unidad que l o estuvimos para denota finalmente la participación, c m d antiguo pensamiento. g(a Y la pique. Pero dicho esto e
padecer la fragmentación de la pi- es decir, el calor afectivo. Uno se i n c l u s o en f o r m a & a r i c a t u d ,
Sobre la V ó n general dd
que humana por la cultura de la interroga tanto más cuanto Mc- McLuhan lleme la atención sobre la
papel del arásta, McLuhan retoma dimensión antropológica de los mcr~
imprenta". (Galaxia, p. 56). Luhan nos indica que los efectos de las ideair románticas del Último siglo,
un media cálido pueden ser frrós si ' formulhndolas electrónicamente: el media, sobre el vinculo entre los
Puede dudarse que los medios se- medios y d fenómeno social total
creten el nqo tribalismo, pero se el receptor es frío (son fribs, as(, artista tiene un "radar" que hace de
los países atrásados, los campesinos, él un "consciente experto de los (galaxia) y, en k que respecta a la
puede pensar que McLuhan no 0610 era moderna, d "neo-tribalirmo"
ve bien al advertir que el carácter son cBICdos las personas todavla liga- cambios de la percepción de los sen-
das a la era gutemberiana, pero los tidos" (La c w n m dB los m6- quedehachoesun~uiy).
inmediato de la teleinformación ha-
ce del mundo una teleciudad, sino jóvenes que &n en la avanzada de dios); "el arte es un. sistema de aler-
que tiene la intuición de un fenóme- la nueva galaxia son nuevamente ta pmcoz que permite derarkir los
S.
Lectura
Karsz, J.
de Althusser
E. de Ipola, J.
Pouillon, A. Badiou, Rancieíe
Editorial Galerna
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En todas las buenas librerías y en Librería Galerna, Tucumán 1425. Buenos Aires
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sociología
La sociología según
Alain Touraine
A l a i n Touraine contradicciones o los efectos d e ésta es y a m é r i t o suficiente para consi- dos les reprocha su carácter meca-
Sociología d e l a acción sobre sectores sociales determinados, . derar más q u e atentamente esta y nicista, su antidialectica a pesar d e
A r i ~ l ,487 páginas sino c o m o transición o más estricta- cualquier o t r a obra, c o m o se verá que reivindican al p r o p i o Marx.
mente c o m o nacimiento d e una nue- enseguida. Desgraciadamente Touraine n o
va civilización. Se puede o n o com- Esta perspectiva se autojustifica lleva la carga a f o n d o contra ningu-
p a r t i r esta ambición, se puede dis- en la historia misma -breve- d e la n o d e los dos. Enérgico c o n el fun-
c u t i r su legitimidad e incluso su sociología y en l a más luenga del cionalismo, termina concediéndoles
N o es d e ninguna manera sencilla necesidad. L o único q u e n o puede pensamiento social e n términos ge- una plaza en el análisis sociológico
la lectura d e este l i b r o -central en hacerse es olvidarlo si se pretende nerales. Aceptar q u e cada pensa- (para explicar los sistemas sociales)
la obra d e A l a i n Touraine- q u e reú- comprender la obra desde la pers- m i e n t o se explica por la sociedad en Y en el f o n d o l o q u e les critica es
n e s i s t e m á t i c a m e n t e propósitos, pectiva del autor, l o que exige en la q u e se genera es trivialmente cier- haber invadido áreas q u e c o n este
ide'as, aportaciones que el autor de- consecuencia un m o d o d e razona- t o y peligrosamente tautológico. E n m e t o d o l o g í a n o puede explicar.
sarr o l l ó en cursos y publicaciones a m i e n t o particular, porque las preo- t o d o caso Touraine quiere definir Algo similar ocurre c o n el pensa-
lo largo d e casi diez años. El lector cupaciones se definen justamente a una sociología alejada t a n t o d e las m i e n t o Lwy/Straussiano. El accio-
no familiarizado c o n la sociología y p a r t i r d e esta constatación/proyecto. doctrinas sociales c o m o d e l a filoso- nalismo coexistiría así j u n t o a estos
aún el sociólogo profesional ten- N o obstante, si esta sociología f í a de la historia (ambas bajo el d o s métodos (aunque e n realidad
d r á n o pocas dificultades para tiene su eje y preocupación en el c o m ú n denominador d e acientificas) esta generosidad n o está exenta d e
adentrarse e n una obra densa, suge- movimiento, n o es p o r l o t a n t o una y d e una de las corrientes sociológi- astucia, porque es evidente q u e a m
rente, polémica, donde categorías sociología del cambio (cómo se cas más difundidas actualmente: el bos métodos se utilizarían en m-
a n;díticas comunes son redefinidas y mantiene l a unidad d e la sociedad funcionalismo e n sus diferentes va- mentos posteriores y su carácter
o t r.as nuevas se incorporan para ilus- e n u n proceso d e transformación so- riantes. "Esta sociología (de la ac- explicativo estaría condicionado p o r
t r ar u n razonamiento a veces sutil, cial rápido) sino una sociologia del ción) rehusa fundarse t a n t o en valo- el análisis anterior del a c c i o n a l i m o ) .
otr.as inútilmente complicado pero desarrollo, es decir una sociología res q u e es imposible separar d e las Inclusive en las conclusiones (p. 448
siempre brillante, t a n claro en sus d e l a creación y d e la decisión (p. ideologías y d e los sistemas d e ra- y SS.) (excelente resumen del con-
proposiciones originales c o m o opaco 13) que aunque parecido n o es c i o n a l i z a c i ó n , c o m o extraer las j u n t o d e las postulaciones) l e asigna
e n sus expresiones. Cuando digo exactamente l o mismo porque Su orientaciones normativas d e l a ac- u n status diferente e n la construc-
oroposiciones
T - - acaso mejor debiera objeto (de la sociología d e la acción) c i ó n d e una situación d e hecho, d e c i ó n del conocimiento, a estos m&
decirse propósitos, porque estos son "no es comprender cómo funciona un estado d e las fuerzas d e produc- todos q u e concuerdan c o n l o q u e
SU! itancialmente netos e n relación a la sociedad sino cómo se inventa, ción" (p. 18). Touraine trata d e aquí se señala: al estructuralismo l e
aq'uéllas. correspondería l a verificación téc-
Felizmente se trata d e una obra nica, al funcionalismo la formula-
a b ierta, q u e el autor, e n una adver- c i ó n d e hipótesis limitadas y a l
teri c i a propone como d e lectura di- a c c i o n a 1 i s m o el sistema teórico
veiM; e n una primera parte Tourai- general.
ria explicita l o q u e llama temas y C o n respecto del pensamiento
nociones d e sociología accionalista. marxista, Touraine n o l o discute
E n la segunda analiza "la civiliza- explícitamente, más bien se sitúa
c i ó n industrial en algunos d e sus c o m o u n post marxista, a pesar d e q u e
acoectos particulares, '-' ~ a--i ni-7mo
; ~ la dice q u e se "separa abiertamente"
olución d e l trabajcD. la natirlraleza (p. 50). E n ciertos pasajes se tiene
I poder, la acción del rnoviimiento la impresión d e q u e a su juicio el
~rero, l a cultura d e masaS" (p. marxismo es una teoría para la épo-
#1). E n t r e estas dos partes se ex- ca d e formación d e la sociedad in-
!nde una zona intermedia q u e de- dustrial, útil entonces por ejemplo
:ada a las organizaciones permite para explicar las sociedades d e A m é
j n i r nociones accionalistas y análi- rica Latina, pero insuficiente para
-:-
51 S d e la civilización industrial. Una explicar l a civilización naciente; en
t e ii t a t i v a d e esta envergadura puede otros la crítica es interna, semejante
iníterpretarse e n un d o b l e contextq: ( y anticipadora p o r l o demás) a la
e n el d e la historia d e la sociología que Althusser formularía después al
e n la historia d e la sociedad. E n historicismo marxista, p o r ejemplo.
l b o s casos el autor es l o suficien- E n el mejor d e los casos (para quie-
mente e x p l í c i t o c o m o para q u e nes aun piensan que el marxismo ,es
ledan establecerse ciertos pará- u n p u n t o d e partida teórico aun
-tras. fructífero a nivel d e una socidogia
p e r o comencemos por los propó- científica) es advertir el carácter
sit0s. "Nuestra ambición es formular paralelo, n o contradictorio entre el
S,I.n a nuevos principios d e análisis so- análisis d e Touraine y las proposi-
,lógico q u e requiere la aparición ciones marxistas, salvo e n u n p u n t o
este nuevo t i p o d e sociedades, sustancial: las clases sociales, donde
uel que, e n el curso d e los p r ó x i - Touraine reemplaza la lucha d e cla-
3s siglos, abarcará poco a p o c o el cómo los hombre3 r i a c n SU histo- matar c o n u n tiro, dos pája;os: el
ses por ta doble dialéctica de las
n j u n t o del planeta y q u e se opone ria" (p. 1 4 ) . Esta sociología podría funcionalismo y también l o q u e clases sociales, aunque acaso debiera
tajantemente a las sociedades igualmente designarse socidlog/a dia- p o d r í a llamarse el funcionalismo mejor decirse doble ambigüedad.
stóricas corno a aquellas llamadas léctica o así al menos l o querría marxista o el marxismo vulgar. E n
irnitivasu (P. 256). Esta sociolog,á Touraine. Pero una cosa es el propó- efecto, a los funcionalistas merto-
S /a n o pretende n i describir sito e x p l í c i t o y o t r a la conclusión nolparsonianos Touraine c o n abso- L A SOCIOLOGIA C
sociedad industrial actclai (Supo- de los mismos. N i el autor se hace luta justicia les señala que las nor- ACCION
q u e existiese c o m o unidad, demasiadas ilusiones al respectq y es mas y valores oue sirven d e marco
lo q u e e discutible y Toiiraine, Por i n ú t i l q u e el lector l o busque. N o de referencia a la acción deben ser "El objeto del análisis accioridiisra
lo demás 10 señala) n i explicar SUS obstante definir u n p u n t o d e partida ellos mismos explicados; a los segun- es comprender la razón d e ser d e los
modelos sociales de conducta gene- cima de la organización social, cons- del historiador) "si renuncia a la nes estructuradas sino como una
rados por el sujeto histórico a partir tituye la actividad crítica de una tentación de interpretar la historia, actividad estructurante.
de la situación de trabajo" (p. 126) sociedad, el movimiento por l o cual si descompone la realidad histórica No es una teorla en sentido es-
dice Touraine. El punto de partida ella misma se pone en tela de jui- en diversos sistemas de relaciones tricto, sino u n sistema de principios
l o constituye entonces el trabajo cio" (p. 257). De preferencia, el abstractas" (p. 46). En otros térmi- de análisis formulados a partir de
(que n o debe confundirse con la análisis accionalista se ocupará de nos y puesto que Touraine se niega una crítica incisiva a la sociologia
actividad material, porque no se tra- los movimientos sociales que sería -por otra parte- a aceptar u n idea- contemporánea, pero que, aún ca-
t a de eso) "sino de la razón, de la más exacto llamar "movimientos lismo histórico, es preciso suponer rentes de formalización, n o son
inteligencia organizadora que situó históricos" (p. 131). El sujeto histó- que la referencia al sujeto histórico menos importantes y decisivas.
al hombre frente a la naturaleza y. rico n o puede ser entendido como permite fundar u n análisis que te- Por orra parte, y como marchan-
al mismo tiempo, dentro de ella" la causa de los movimientos históri- niendo en cuenta los hechos concre- d o en sentido inverso a pioposicio-
(p. 138). que es "por e x c e l ~ c i a . cos, sino que los funda. tos pero sin partir de ellos permita nes tari abstractas y generales, los
una acción histórica, n o es n i una Acción histórica, sujeto histórico, explicar la creación de los modelos análisis sobre organ/zacior?esy tra-
situación ni una intención, sino una movimiento histórico, y por l o tan- de c o ~ d u c t a(y no su institucionali- Oaio obrero, que remiten a experien-
actividad natural del hombre, por 10 t o la separación de Historia y Socio- zacióri que es o r a cosa). cias coetáneas, abren independierite-
cual no sólo se transforma el entor- l o g í a e n Touroine se pretende Hay que volver a Weber (renun- mente, un rico panorama de explo-
no material de u n grupo o de una radical : ciando a Durkheim), definir u n ca- ración sociológica.
sociedad, sino que sobre todo, ese "El carácter histórico de la ac- mino diferente al que por una parte Obra densa y contrdictoria, su
grupo o esa sociedad definen su Si- ción, es decir, su significación singu- propuso Parsons y Marx por otra, lectura crítica es iridicpensable para
tuación, toman conciencia de S'I mis- lar es, contrariamente a las aparien- para comprender este instrumental quim pretenda construir científica-
ma. de sí mismos como actores his- cias, l o que escapa al estudio des- analítico, tanto como pensar en las mente conocimiento acerca del com-
tóricos, es decir, como creadores de criptivo. l o que sólo puede ser ais- - viejas antinomias que obstaculizaron portamiento social.
un cierto cambio" (p. 47). Del. tra- lado por u n camino inverso de aquél el desarrollo de la Sociología como Debe señalarse finalisente la cali-
bajo se desprende una doble exigen- que constituye o aísla conjuntos disciplina autónoma, para justificar dad de una traducción que sospecho
cia la creación y de control de la concretos de fenómenos sociales. La este conjunto de categorías que n o ardua y complicada, pero que la
creación, que define a la vez el sule- praxis no es u n dato empírico, sino aspiran nada más n i nada menos que obra sin duda merpce.
to histórico. Pero éste "no puede una hipótesis teórica" (p.42) y más a explicar los mecanismos de crea-
- nunca identificarse con u n modo adelante. El sociólogo sólo puede ción de la sociedad, es decir, en el
instkucional de funcionamiento de aspirar a i r más lejos (del estudio de , que la estructura social n o es conce-
las sociedades. Está siempre por en- los actos sociales concretos, tarea . bida como un conjunto de relacio-
revistas
tar pautas elementales dentro de las que internacional desatado sobre la literatura tradición mecanicista y clwificatoria de
Nueva Critica se adscriben el tono y la intención de los de Latinoamérica: ". . . si en una b o c a nuestra facultad de F.rfoso!icl y Letras. La
artlculos. Anuncia que en el nivel de la se a c u 6 a la literatura latinoamericana de revista alcanza su nivel rnks bajo en los
Buenos Aires, NO 1, Julio 1970. literatura existe una estrategia intemacio- depender en exceso de culturas exteriores trabajos sobre Liscano y Felisberto Her-
nal que responde al modelo 'ideologías a ella, ahora, en el momento en que esa nández. A l respecto. los comentarios de
foráneas' manejado habitualmente por la literatura se proclama al fin independien- Garcla Gayo se adscriben a la terminolo-
reacción en la Argentina: "lar corrientes te, se encuentra más manejada que nunca gfa de los suplementos daminicales. En el
pollticas internacionales que procuran por intereses que le son por completo estudio sobre Hernández, slJs autores
Si en su desmontaje de un relato de polarizar en su favor a los escritores de ajenos" (p. 2). -1talo Manzi, Ricardo Rey Reckford y
Balzac Roland Barthes asimila el migen prestigio y que emplean sus apaatos de Sin embargo, si esos intereses son. Elisa Rey- se pierden en el coieccionis
' no s a l a d o de la riqueza con la m**- propaganda para encumbrar a sus segui- como es dable suponer, los determinados mo temfitico: los objetos, el tiempo, el
cih, la mbgriedad de ciertos 'auspicios' dores y silenciar a sus rivales" (p. 1). La por los proceros de liberación y depen- espacio. Alginas conclusiones, que pre-
*la, en otros contextos -en c m afirmación resulta ingenua en una revista dencia y las contradicciones de clase que tenden generalizar, merecen ser transcrip
el de la cultura en la Argentina-, la c* financiada por ILARI, organización a la les son inherentes, resulta sintomatico y tas: "El humor y lo fanthstico, en cierta
tración del intelectual adscripm a una que suponemos deseosa de "polarizar en de alto valor indicador, que el 'intelectual medida, son categorías incompatibles,
llnea de penetración imperialista que Ya su favor" no 610a 30s escritores de pres- independiente' que redact6 la "Nota" los puesto que para que algo nos provoque
provocara. en 1968, un ercandalo de pro- tigio -caro Mundo Nuevo- sino también considere completamente ajenos a la lite- risa debemos sentirnos ajenos a lo que
porciom: el cambio en la dirección de la a los más isnotos productos de la derecha ratura: pareciera w m o si las ideologlas. vemos u oímos" (p. 46).
r e v h Mundo Nuevo. de París a Buenos argentina. Es cbro que lo que se dio en la obra como mercancla y la literatura En Nueva Crítica, pese a su declaacio-
Aires y de Emir Rodrlguez MoneGl al Ibmer. 'iatelktual independiente' no sig- como creadora de prestigio, no constitu- nismo, d a as inocente: abolir
binomio conformado por Horacio Daniel nifica en nuestro contexto sino la inver- yeran una misma estructura significativa, mente la polltica para afirmar la literatu-
Rodriguez e Ignacio lgleria~. Nueva Oí- sión sernhntica y la confusión ideológica no fueran a su vez significan* de la ra, negar la irracionalidad del sistema y
tia repite hoy, con mucho menos suerte. del intelectual dependiente: no existe in- cadena conformada por la realidad y la malentender a Hernández, practicar el
i h t i c a situación de dependencia: es, dependencia frente al fen6meno cultural, literatura. macartismo, o portular una "lectura esen-
como lo declara su redacción, "una publi- vehlculo de las diversas ideologlas, ya La redacción de Nueva Q / t h se em- cial" que "comunica" directamente con lo
cación cuatrimemal que se edita con 10s que el crftico intetviene en 41, lo confor- peña en reducir miticamente la comple- que el autor "quiso decir", conforman una
auqiicios del Instituto Latinoaiieflcmo ma y contribuye a su modificación o a su jidad semiológica del hecho literario; re- estructura de dasv los, escamoteos y sub-
de Relaciones Internacionales". ILARl mitología. Por otra parte, era supuesta chaza las dependencias estructurales y ob- terfugios. Quizás l o que termina de des-
funciona como rama latinoamericana del independencia caracteriza una de las ver- jetiviza una dimensión inabordable (pro- nudar su pobreza en el nivel de la infor-
Congero por la Libartad de la Cultura, siones más cargadas de idmlogla de la hibida) para la crftica: la extraliteratura. mación concreta sean las omisiones en
cuya fínaciación fue, desde 1966, cuS- mentalidad burguesa: la metáfora que As( se sitúa, de un lado, la 'inocencia' de que incurren Alberto González Anac y
timada por varias publicaciones de Vas- desplaza el contexto hacia la abmacción, la palabra, del otro, la contaminación de Néstor Gubitosi en rus anblids del ensayo
tendencia internacional e imorpechablas que supone la ingenuidad de la mirada y la realidad. Pretende afirmar que del lado nacionalista y de izquierda: ademk de
d e militancia antimperialista (el New la naturalidad (filos6f icamente imposible) de la literatura todos estamos a salvo: la explicar la difusi6n del pensamiento mar-
Ycuá Times, entre otras). La CIA, se afir- del ju ic¡o. obra es el fetiche en el cual Nueva @/ti- xista porque ''armoniza m n la necesidad
mó, en8 detrás de loa dólares de ambas Desde un &m*> de vista metdológico a, concreta sus limitaciones y su d t u a psicológica de 'absolutos' a menudo pre-
instituciones; las fundaciones F a d y riguroso, un corte en el objeto nunca ción de dependencia rsal. El pmceso de sente en la juventud" (p. 73);ignorar que
Kaplan prestaban un marco de potabili- puede ser establecido arbitrariamente: naturalización del universo cultural es todo planteo ideológico responde a iná-
dBd pera atraer a los intelectuder me- sorprende la 'inocencia' con la cual los una de las coartadas preferidas del penss reses de clase; dasa~ollarel inventario de
dcididos a favor de la penetración impe redactores de Nuwa O / t h postulan la miento mltico de la reacción; portular a autoras en un aséptico vaclo económico
ridh independencia de la literatura y proponen la literatura como inocente es ignorar su y polltico; atribuir al s i n d i c d i m argen-
Nueva Ctitia. cuya primera entrega una altiea "de aspiracan sana que se vinculación con el conflicto de basa: de- tino en su totalidad la opinión de dirigen-
a p a r e d en Buenos Aires en julio, re- atenga estrictamente a los valorar cultura pendencia y explotación, alienación y tea adrcnptos a las politicas m& concilia
tualiza los términos del conflicto. Su po- les de aquello que juzga". La afirmación rnercancla. l l A R l puede estar satisfecho. torias; ohfidan. en el apresuramiento de
sible trmndencia, sin embargo, no llama trasciende una mera dectaación de prin- A partir de estas premisa6 ya a poco un fichaje indigente, mencionar a Hernh-
a en@o: k n d D Nuwo, en su primaral, cipios para instaiarre sin mayor derecho l o que puede esperarse. Los autores que dez Arregui, entre otras omisiones csri
8Wa. mmtuvo un nivel que podla llegar* en el campo de las definiciones: existen se han a g u p a Q para exponer sobre te- igualmente notorias.
. a cneandila a los 'intelectuales indepen-' los valorar culturales en s i mismos. La ' mar varios ("C6mo somos deofigurador: Sorprende la .igrorancia teórica y la
dientes'. En Nueva O/tica el fenáneno superficialidad de postuledo siwe, sin una antdogla en inglés de la literatura confusión metodol6gika: Nuwa O/th
m se repite: al parecer ILARI. ya no embargo, al cumplimiento de ciertos ob- latinoamericaa"; "La poesfa en Amé- ha usurpado un nombre que no le pene
pieda agupar amanueiiser talen-. jetivos así como Mundo Nuevo, en rica: Juan Lircano"; "Una variante UN- nece, vaciándolo (una vez m&) de su
Subderearrollo cultural y -lonidi?. última etapa, recurría a la fetichización p a y a de l a literatura fentástiica"; "lnven- significado real. Algo es positiw, sin em
ppn par-- de una misma reall- f k i l de las realidades latinoanericanas, al t a i o de tendencies en el e-,o polltico Frgo: cqnstatar n u e v m n t e que todo
A su vez, Nueva Q/tica. propone acepta la definición impuesta por el im- =id argentino" y " A p m x i m i ó n a la no compromiso' termina en un 'cara-
una sintaxis no del todo --ida: perio que reduce el nacionalismo antim- obra de Antonio D i Benadeno") reiteran m~ento'; y. en segundo lugar, m m p m b r
finmiación imperialista -8 una apre parialista al cli% de movimiento r 6 o - con monotonla obserwa una postulación que los d o l a e i de fundaciones tlteret ya
del ~ M ~ o l cultural.
l o Més allá w i o de derecha ( v h Horacio Daniel ontológica: la pureza de la literatura y la no tientan sino a la ancemd incapecidad
be v a e l e s mita diflcil definir la R o d r íguez, ''Acerca del movimiento existencia de su ''campo" -lfh íp 4); reaccionaria.
Prwuem de la mina Tupanaro", Mundo Nuevo, 33:86$), exorcuan la crltica rociológice (p. 8);
La "Nota" de la red-n h z a &c- Nueva Oltiu daocubre el plan rubvenivo practican la deruipción dentro de la peor
DOS TEMAS
EN LA DISCUSION DE LA IZQUIERDA
El partida
TEORIA MARXISTA D E L PAR- evolucionista de Bernstein, plantean- ga al proletariado. Además, como t o en fase de actividad". Y esta ob-
do la necesidad de una conquista señala Lucio Magri, la conciencia re- jeción dice más de lo que puede
TIDO POLlTlCO (1 y 11)
revolucionaria del poder; para ello, volucionaria no puede ser reducida a parecer, ya que la iniciativa, como
Cuadernos de Pasado y Presente, No como sintetiza Lucio Magri, sería mera ciencia, y rnenm aún a una ella l o sefiala, está profundamente
, 7 , 168 págs. y 12, 155 págs. necesario "un partido capaz de tras- ciencia concebida como reflejo, vinculada a la libertad, y ésta es hoy
Umberto Cerroni: "Para una teoría ladar al terreno político y unificar, puesto que no puede ser ,sino la reconocida cada vez más como fun-
del partido político"; con una estrategia precisa, las luchas praxis creadora del proletariado en damental en una lucha enfrentada,
Lucio Magi: "Problemas de la teo- espontáneas de los trabajadores". lucha: la lbgica de esta negación de no &lo a la explotación económica,
ría marxista del partido revolucio- Pero es al papel de estas luchas es- la praxis retrotraería, paradojalmen- sino a la alienación en su sentido
nario"; pontáneas a lo que luego se opon- te, a una historia sin sujeto, y por más general y profundo. Y en este
Monty Johnstone: "Marx y Engels y dría Lenin, ya que, en las palabras lo tanto sin necesidad de partido sentido Lukács dwmitifica brillante-
el concepto de partido"; de Lukács, "tales acciones cesan con revolucionario; pero también, de mente la concepción individualista
D. Bensaid y A. Nair: "A propósito igual espontaneidad cuando sus fines otra parte -sigue Magri-, "esta con- de la liberpd, pero se limita a inver-
del problema de organización: Lenin inmediatos aparecen como logrados traposición entre la conciencia socia- tirla, al concebirla como "una su-
y Rosa Luxemburgo"; o irrealizables", y ello porque el lista, portada y codificada por el bordinación consciente a la voluntad
Rosa Luxemburgo: "Problemas de proletariado, librado a sí mismo, es partido, y la realidad inmediata de del conjunto", "la absorción im-
organización de la sociaidemocracia incapaz de superar la ideología bur- la lucha de la clase obrera (. . .) se dicional del conjunto de la persona-
rusa"; guesa. Es necesario pues, construir traduce en el peligro permanente e lidad de cada miembro en la praxis
Lenin: "Un paso adelante, dos un nexo entre el proletariado y la insuperable del jacobinismo. E l par- del movimiento": una disolución dd
atrás"; conciencia revolucionaria: el par- tido corre el riesgo de convertirse en individuo concreto en lugar de ~ n a
Lukács: "Observaciones metodoló- tido. El partido, así, es concebido una conciencia revolucionaria abs- integración -como postula Magri a
gicas sobre el problema de organiza- como la conciencia del proletariado: tracta superpuesta a la clase. en el partir de Gramsci-, abriendo de
ción Legalidad e ilegalidad". pero para serlo debe constituirse. al sujeto de un mandato nunca impug- este modo el camino a las justifica-
mismo tiempo, en su movilizador y nable; de modo inverso, la clase ciones stalinistas.
organizador, y para ello, a su vez, puede convertirse en el instrumento Es Gramsci, cuyo pensamiento
debe reunir las siguientes condicio- de un proyecto que corresponde a podemos seguir en M a q i y Cerroni,
nes: nuclear a las capas más esclare- algunos de sus fines Últimos, a sus quien abre una brecha en este
cidas del proletariado -a las que se intereses fundamentales, pero en cu- impasse. A partir de reconocer la au-
E l propósito de estos cuadernos exige un compromiso total con el ya elaboración no participa y en tonomía de la superestructura, y de
n o es el de ocuparse de la problemá- partido-, y una organización suma- cuya realización colabora con una la existencia en ella de todo u n con-
tica del partido político en la actual mente centralizada, fuertemente dis- conciencia parcial". LOque, .agega- junto & valores que son producto
y específica etapa de desarrollo ca- ciplinada y de gran homogeneidad m-, es extensible a la relación en- de una larga evolución hist&ica, no
pitalista, sino de contribuir a una ideológica. Hay, pues, como en par- tre la dirección y la base del parti- reducibles mecánicamente a la ideo-
previa labor de limpieza en el cam- te señalan' Bensaid y Nair, varias do. (Y es interesante notar cómo la logia burguesa, reconoce el papel da
p o teórico general. Limpieza reque- proposiciones que se siguen unas de tajante distinción althusseriana entre los intelectuales como nexo entre el
rida, hoy mas que nunca, por una otras, pero, precisamente por eso, ideología y ciencia lleva nuevamente proletariado y la conciencia revolu-
nueva generación desencantada tan- distintas. No haberlas distinguido ha a dicha contraposición). cionaria, en su función de portado-
t o del rutinarismo teórico de la vieja oscurecido con frecuencia el debate Lukács, en su por muchos mo- res más conscientes de dichos val&
izquierda como de las muchas veces sobre el leninismo: por ejemplo tivos riquísimo trabajo, tampoco re- res. Valores contradictorior, utópi-
antiteóricas simplificaciones del fo- -error en el que en parte incurre suelve la cuestión: aunque llega a cos, pero que expresan tendenciar
quismo. Muchas de las preguntas Rosa Luxemburgo- atribuir exclu- proponer "una interacción dialéctica hacia una sociedad nueva, y que han
que hoy se formulan esten ya conte- siva o fundamentalmente a la forma entre teoría, partido y clase", en el "do negados por el sistema: valores,
nidas -y en alguna medida resuel- leninista de organización del parti- contexto se mantiene -aunque de Por lo tanto, aptos en principio para
tas- en el. debate sostenido en el do, su proceso de burocratitación. modo mucho más pulido- en l o dotar al proletariado de una m-
seno del socialismo cientifico a lo De esta manera, el debate se cen- fundamental d e la proposición ciencia revokrcionaria, pero que ne-
largo de su historia. Y de este deba- tra sobre la.proposición que funda- Kautskiano-Leninista. En otro &den .
cesitan a su vez del proletariado y
su 'praxis para alcanzar ru madurez
te, principalmente de lo que M de menta al resto: los límites de la de cosas, se hace cargo de la serie-
Rosa Luxemburgo hasta Gramsci, se conciencia espontánea del proletaria- dad de las advertencias de Rosa te6rica. De aqui, entonce~,re siguen
ocupan estos cuadernos. &, y por consiguiente los medios Luxemburgo sobre el peligro de la varios desarrollos: en primer luga,
Dado l o extenso -y en algunos para superarla. Rosa Luxemburgo burocratización J consiguiente auto- ''el partido va no aparece como el
sentidos contradictorio- de la obra afirma: "lo inconrciente precede a ritarismo y asfixia de la iniciativa & dueño de una verdad científica.
de los principales protagonistas de l o consciente, y la 16gica óel proceso las bares, y las responde a u n riguro- dada como tal ab initio.. . sino
este debate, resulta necesario ceñirse objetivo precede a la 16gica subjetiva so y fecundo nivel: pero su impasse como el instrumento de elaboración
a los textos presentados aqui. Y aún de los protagonistas". Ciertamente, te6rica inicial l o limita en definitiva de una wrdad" (y no s61o de una
as{ la sintesis resulta difícil por la se trata de la reducción de la con- a seAalar que n o necesariamente táctica, como postula Lukács). En
wan riqueza de los principales de ciencia a un mero reflejo. Pero si la ocurrir4 así, a condición de que se segundo lugar, esta histwieidad del
estos textos, por la diversidad de conciencia revolucionaria n o puede tomen determinadas medidas, todas Niarxi~mopermite concebir al p r ~ g -
campos en que se desplazan. Pero es ser "segregada" por el proletariado, basadas principalmente en la buena so histórico verdaderamente como
posible seguirlos en su problema ¿de d6nde. cómo surge? Lenin voluntad. Pero . j a sin respuesta a tal. Y no Wmo saltos abzolutos: de
central, que es el de la relación en- apoya su proposición citando a una objeción de Rosa Luxemburgo esta manera, si del partido depende
tre las wndiciones objetivas y subje- Kautsky, quien afirma que "la con- que hoy, frasco el recuerdo del ma- no s6lo la realitacidn o no de la
tivs, la calidad y los límites del ciencia socialista moderna pueda y o francés y el cordobazo, cobra revolución, sino también la calidad
papel del hombre, del proletariado y swgir Únicamente sobre la base de dramática actualidad: "Los cambios de la misma, éi partido puede y
el m i d o corno sujetos hist6ricos. un profundo conocimiento cientí- más importantes y feapdos de tác- debe construirse corno UM prefr;gvm
AS{ Rosa Luxemburgo. a medio fico", que "surge del proceso social tica en lar últimos diez años no ción que exprese en SU propio seno
m t r e una historia inexorable contempor8neo", y cuyo "porta- fueron debidos al descubrimiento de los valores del porvenir; rompe asf
y una fuerza polltica capaz de inci- dor" es "le intelectualidad burgue- algún dirigente y menor aún de 6r- con el e f i i r m o simplirta y odioro
dir sobre su rumbo, rompe contra- sa". De este modo se atribuye a un ganos centrales; fueron siempre el del stalinismo, y nos recuerda la
dictoriamente con el reformismo sector de la burguesia lo que se nie- producto espontáneo del niavirnien- cormpc¡ón del hombre nuevo del
Che. Por úitimc , la re\iolución
5, pimiento con los absolutos hegelia- m o estado mayor del proletariado, chas variantes del anarquismo y la
expresa tendencies n o sólo del pro- nos y sus callejones sin salida. en la definición d e Stalin; el maois- nueva izquierda europea. U n espec-
letariado sino también del resto d e Hasta aquí .el debate, en l o que m o c o m o el más riouroso heredero tro, en suma, q u e ante la crisis da
la soc~edad,el partido puede y debe creemos más importante. Puede ver- del leninismo; las diversas corrientes tantos conceptos antaño sólidos, pa-
constitu~rsee n una fuerza hegemóni- se c ó m o allana el camino para seguir del foquismo, para las que el par- rece apuntar progreiivamente hacia
ca tombién de otrns sectores sociales, y criticar las líneas d e desarrollo, los t i d o -foco- concientiza tanto co- una praxis e n el sentido gramsciano.
y y a n o a partir de u n m í n i m o supuestos muchas- veces implícitos, m o libera una conciencia y a existen-
c o m ú n denominador del tipo d e los d e las diversas y contrapuestas con- t e en las masas; finalmente, el par-
cepciones del partido que se suce- t i d o reducida a u n catalizador d e la
frentes populares, sino d e una sín-
tesis superadora. E n suma, u n rom- den desde entonces: el partido co- espontaneidad de las masas, en m u - Rafad U. ,..
H h o r ECjw Ri-fa. la población. Esta concepción n o del M.I.R. peruano permite D&- d a d estratégica y táctica: "Una di-
7965. Una exgeriincia liberta- tiene nada q u e ver c o n l a zona en la jar analice las dificultades d e una rección política n o puede transfor-
dora en América. cual se inician las acciones (ciudad o guerrilla iniciada por u n movimiento marse e n militar p o r el simple hecho
campo); se define porque su política político. E l primer problema está de desearlo; necesita antes pasar por
Siglo X X I , 167 pág.
parte d e las acciones armadas y se sintetizado así: "El M.I.R. partía de el tamiz de la lucha misma, q u e
opone a l a concepción política del u n partido p o l í t i c o previo' c o n una selecciona implacablemente a los
partido revolucionario. E l trabajo d e dirección ya establecida" (p. 77). E! más capaces y elimina a los menos
Bejar, escrito e n la cárcel donde el E.L.N. quería la asimilación d e otras aptos, p o r más q u e éstos sean p o l i -
autor está preso p o r su participación fuerzas revolucionarias, mientras el ticos brillantes" (p. 72). U n a organi-
POLlTlCA Y ESTRATEGIA DE en las guerrillas del E.L.N., analiza M.I.R. establecía u n encuadre parti- zación p o l itico-militar formada p3r
LAS GUERRILLAS experiencias q u e corresponden a la dista a la acción d e la fuerza guerri- medio d e l a acción presupone uns
Diez años d e puerriiias ?i7 A&- segunda d e las concepciones estraté- I l e r a . L a estrategia política del mayor politización d e sus cuadros
rica Latina oblioan a una coristante gicas enunciadas, en ¡as q u e se ad- E.L.N. es la que aplicó casi empíri- e n relación c o n los d e una organiza-
reelaboración estratégica v táctica vierten elementos aplicados desputis camente la mayor parte d e las gue- c i ó n política, aunque los criterios d e
que ~ 6 1 0 ha sido tratada sistema- por las guerrillas bo!ivianm v siste- rrillas latinoamericanas, pero fueron selección sean distintos. L a ejecutiui-
ticamente p o r pocos trabajos. Esta matizaciones políticas que forman las guerrillas peruanas las primeras dad tactica y operativa es p r o d u c t o
situación se explica en Parte, por parte d e la concepción foquista q u e que sistematizaron estos principios de u n cierto nivel d e politización,
q u e los movimientos rwolucionarios hasta ahora n o se les ha prestado que forman parte d e la concepción que es válido para las guerrillas rura-
n o divulgan los lineamientos estraté- suficiente atencibn. foquista. les y con más razón para las guerri-
gicos de su acción futura p o r razo- E n 1965 actuaron e n Perú tres E l segundo problema se refiere a llas urbanas c o n combatientes dis-
nes d e secreto militar. N o ocurre l o frentes guerrilleros; dos eran de! los criterios en la selección de los persos en comandos e independtIncia
mismo en l o que se refiere a las M.I.R. y u n o del E.L.N. E l frente integrantes d e una organización p o - táctica dentro del c o n j u n t o d e l p l a n
luchas pasadas c u y o análisis y d i f u - del M.I.R. comandado por de la lítica y d e una organización militar. estratégico guerrillero.
sión hubiera evitado la repetición d e Puente Uceda aplicó estrictamente Se oponen "politización" y capaci- E l tercer problema se refiere a ,a:,
muchos errores. Por esa razón el tra- la concepción estratégica sobre for- formas organizativas d e las fuerzas
bajo de Béjar -Perú 7965: "Una ex- mación d e la base camwsina. E l que guerrilleras. U n a guerrilla n o necesi-
periencia libertadora en América"- comandó Lobatón aplicó, en su zo- ta apoyarse en un p a r t i d o o en una
que trata scbre las guerrillas del Mo- na d e operacion-, una concepcibn organización distinta a su propia or-
vimien to de Izquierda Revolucro- foquista. E l E.L.N. p a r t i ó de princi- ganización político-militar. Las gue-
nario y Ejército de Liberación Na- pios estratégicos y políticos fwuis- rrillas son una organización d e com
cional, es u n e l e m n t o indispensable ras. pero en l o estratégico, por su bate y t o d o l o q u e n o está e n f u n -
para comprender la estrategia guerri- poca capacidad operativa, cayó en ción del. combate es u n estorbo. La
llera; tanto c o m o las publicaciones una estrategia similar a la que se organización político-militar incor-
d e Guevara y Debray. propuso el M.I.R. pora a los combatientes d e a c w r d o
L a s guerrillas latinoamericanas L a experiencia del E.L.N. anali- a u n proceso de selección, para
posteriores a las guerrillas cubanas, zada p o r Béjar, partió d e los princi- encuadrwlos en distintas tareas Fe-
estuvieron basadas en cuatro c o n - pios políticos d e la concepción del t o incluye la incorporación d e (
cepciones estratégicas distintas: a) foco guerrillero: "Frente al fenóme- batientes q u e actúan e n las orgai
predominio de la improvisación y n o de u n pueblo marginado d e los ciones d e masa (trabajo d e sup
desconocimiento d e la táctica (1959 partidos y una izquierda marxista cie) para cumplir tareas q u e reskv,,-
al 1962); b ) tentativa d e formación fragmentada, el E.L.N. planteaba co- den a una estrategia d e guerra, pero
d e una base d e apovo campesino m o salida l a conformación d e un que son diferentes a las típicas for-
antes d e iniciar el combate (1964 a frente p o l í t i c o sumamente amplio. mas d e actuar de una organización
1966); c ) foco guerrillero iniciado con todas las fuerzas interesadas en política.
en zonas rurales (guerrillas bolivia- la transformación revolucionaria del E l M.I.R. t r a t ó de! formar una
nas d e 1967); d ) foco guerrillero pais, y u n ejército que reuniera a Estructura partidaria e n l a mismal 28-
urbano c o m o base del foco rural todos los combatientes, sin distin- ?a d e operaciones d e la guerril l a v
(acciones iniciadas en 1968 en va- ción d e ideologías ni militancias" i n u n análisis d e su L o m i t é Cer
rios países) (p.74). posterior a la derrota, q u e cita
L a concepción del foco guerrille- Casi todas las guerrillas latino- jar, se critica al frente guerriller'
ro es la estrategia político-militar d e americanas fueron iniciadas p o r mo- L o b a t ó n p o r descuidar las tarea
u n núcleo insurreccional que inicia vimientos insurreccionales q u e n o formación del partido, elogián
directamente la lucha armada sin ha- habían actuado antes c o m o movi- en cambio, al frente guerriiierc
cer gn t r ; i S ~ ! p~o l í t i c o prevto sobre mientos p o l í t k o s . L a experiencia Mesa Pelada, p o r el é x i t o en
I
Cada ciencia aparece así inscripta TRES AMERICAS. Chlle 1432
se ymra en su relación con la políti- jese nada, y lo dijo también desde socialmente desde tres campos fun. Tel. 37-1005 38-1981 Bs.As.
ca. El problema se plantea en cuan- donde sólo podía hablarse entonces: damentales, que hacen a su propia LIBRECOL. Humberto l o 545
to a con qué se reemplaza al cienti- desde aqui desde la Tierra, desde constitución y funcionamiento: Tel. 30-4232 33-7416-7867 Bs.As.
ficismo que se rechaza. La concep- algún pals, en algún continente. a) campo teórico de investigación y
ción con que sigue pensada +a es- Pero resulta que Newton no lo dijo campo experimental científico. b)
tructura productiva del conocimien- respecto de cuerpos ingleses y para campo de la enseñanza o pedagogía.
' t o científico, compromete el sentido el espacio británico, resulta que C)campo de aplicación de sus pro-
de \a relación político-social de los Newton sí habló para todos los con- ductos a nivel técnico-social.
trabajadores científicos, ya sea en la tinentes y su verdad científica vale,
rama de la investigación o de la ex- desde entonces, para Nueva York o
perimentación, ya sea en la peda- para Buenos Aires, y alcanza y so- 7.- Consecuencias a la vista: si se
gogía o en el campo de aplicación de bra para llegar a la Luna. verificase que Marx fundó la ciencia
los productos científicos, a nivel de social por excelencia, ¿cuál es la
técnica industrial O de técnicas consistencia "científica" de todas
ideológicas, ambas, con proyec- 3.- He aqui el nudo del problema: las disciplinas sociológicas y huma-
ciones masivas. Esto significa no ¿Hay o no, Ciencia de la Historia nísticas en boga y en uso? Se po-
ubicarse en lo fósil, toblitario, ni desde Marx? ¿Es cientlfica la teorla dría aventurar que están en la mis-
reformista, según la serie posicional de los modos de producción, su ma relación que se dio entre la
que el autor enumera, abriendo una constitución, funcionamiento y teo- alquimia y la química. Una
cuarta: la rebelde. Se trata ahora de ría del pasaje da un modo con rela- sociología alquimista, por argentina
una quinta posición básica: el inten- ciones clasistas a uno nuevo, sin cla- que fuese, dejaría intacto el sistema,
t o de redefinir las ciencias y deter- ses? con la sola novedad del registro de
minar si existe o no, ciencia fun- Problema; Si así fuese, una co- un nuevo modelo que quizá funcio-
dada respecto del cambio social. rrecta definición de la relación enúe ne, y resulte aprovechable para ex-
Siendo imposible en el espacio de . las ciencias y la política, o se for- plicar o interpretar con otros crite-
esta nota, el desarrollo adecuado del mula desde la ciencia pertinente al rios nuevos, la realidad nacional. Pe-
núdeo teórico-político en que se fenómeno social (Materialismo His- ro no para transformarla revolucio-
condensa el problema, sólo apunta- tórico) o se vuelve a confundir la nariamente, siendo que era eso lo
remos los señalamientos que lo con- cosa. que se querría demostrar.
figuran, máxime teniendo en cuenta
que el llamamiento formulado por
4.- No hay p o l i t i c i m a-cientlfico, 8.- Alternativa: ¿Por qué no fundar
Vanavsky es apertura y no cierre un Centro Argentino de Estudios
dei debate. no hay polltica utópica, por loables
que fuesen sus propósitos, que fuese Sociales Cientlficos que vincule a
capaz de operatividad cientlf ica. los intelectuales en la tarea de poner
1.- Pregunta: ¿Se teoriza respecto Tampoco el eclecticismo interdisci- en claro nuestro status político y
plinario puede fundar ciencia. Lo nuestros deberes y responsabilidades
de las ciencias desde una rxionali-
que ocurre es que no hay solución como agentes de la producción en el
dad revolucionada, o se vuelve y'se ámbito de las ciencias?
sigue haciendo filosof ía de LA posible a un problema justo, pwo
.
CIENCIA? La estructura, constitu- *mal planteado. La propuesta del profesor Var-
savsky merece ser debatida.
ción y funcionamiento de esa LA ~a racionalidad científica remite
CIENCIA, viejo personaje cteado por a una Episternologla muy contem
la filosof ía vieja, queda definidapor el poránea, que no es la fósil y tradi-
autor con lo que 81 llama "la cade- cional, dogmática, totalitaria, o re-
na completa de la actividad científi- formista. Lamentablemente es sobre-
¿Que es la Argentina?
Qie es la Argentina? gente. En esta dirección rechaza, co- nómeno ingenuo, bello, gracioso, y aunque fundamentalmente sólo criti-
Columba mo formas esoúreas de la filosofía. más todavía: elevado como modelo que la falta de eficiencia del sistema
=*. al marxismo, ¡a filosofía cristiana
las diversas formas de epistemología
en l o que representa como parte de
la sociedad jerarquizada en la cual
educativo, o se apoye en un en&
rnatico proyecta naciond que poc
y I6gica matemática. encerrándose se apoya la cultura de élite. El úni- su indefinición podría ser tanto el
en una confusa y trunca definición co acercamiento a la cultura popular de la Nación como el de los mono-
de la filosofía reducida a "conside- se lleva a cabo desde la perspectiva polios internacionales. L o mismo
raciones intempestivas" o a una vaga de la cultura de élite, perspectiva puede decirse del proyecto desamo-
preocupación por las esencias y los que explica el hedio de que Váz- llista y aparentemente nacional de
El obieto de este libro es'üecir temas eternos (siempre un g a n re- quez dB como causas de la decaden- Castex. quien enfrentado sin decirio
en forma sintética, ágil y exhaustiva curso de los ide6log-o~ del "statu cia de la filosofía al "progeso de a la mentalidad tipo Houssay propo-
qué es. hoy, nuestra Argentina". quo" y de los intelectuales coloni- Occ'inte" o a la mentalidad "desa- ne la racionalizacibn, planificacidn y
Con tal pop6sito un compilador zados, como ya puntualizara Fanon) rrollista" de nuestro país, o de que definicibn de priordadss en el cam-
anónimo ha reunido u n gnipo de que por sus propias deficiencias l o Grassi se extraííe de que la cultura po de las ciencias p a a cumplir los
informes sobre literatura, arte, fol- hace salir, a pesar de l o que ha sobreviva a pesar de la industriali- objetivos antes enunóecikar. Como
klore, religión y educación (los más dicho antes, de la filosofía para m- zación. Cirigiiaio, emxnaar6 les caam de
extensos), filosoffa, ciencias, econo- contraria en otros atajos: "Es nece- En el núcleo de este concepto los problemas de la ciencia en Ir
mia y enfoque general del país (los sario recurrir a nuestros poetas, en- elitista de la cultura y como rnani- Argentina en fac,arer internas $e
m6s brerves). Esta enumeración nos say istas y novelistas para encontrar festación de la evasión frente a una desorganizaciOn, faitai de pmupws-
rsAala de entrada significativas omi- una revisión madura, con inflexión historia que no soportan n i entien- to, burocracia, e.y. cailsrd csiando
siones pues se trata de e x p l i w la vemácula, de la infamia universal, el den, y de un mimetismo mlonial tenga que salir de su espg~í-
A q p t i n a sin recurrir a la sociolo- enano macrocéfalo, la pasión cispla- evidente, los conceptos de universa- fico. En esta fama los proMwnr
gia, la antropología, la historia, la tina y los asesinos de la esperanza" lidad, eternidad, individualidad, im- reales de la ciencia en u n pa(s eomo
politia, la sicdogia, la ideologla, .(p. 357). Vale la pena d a l a r que ginacibn, etc. -utilizados como el nuestro q d a r h fuera: d-i
etc.; sin hablar de sindicalismo, esta oblicua referencia es la única deshistorizadores- serán recurrentes. internacional del trabajo científkm,
fuena, armadas, salud y obras pú- que se hace en todo el libro sobre Borges. por ejemplo, puntualizara Bxodo de investigadores, funaCHi de
blicás, tecnologías, medios de comu- los pensadores argentinos. Cortázar, "que en una época de alegatos polí- s h i d i o s y bees, discriminacion
n i d n masiva, cultura popular, por su parte, en lugar de hacer un ticos y crónicas regionales, nuestro ideológica, exigencias del sistema.
etdtera.. Paro el macanivno de la relevamiento descriptivo o de infor- país está produciendo obras de libre Q u i k y Valsecchi, a su vez, pro-
orniri6n no se detiene aquí sino que marnos sobre los problemas de un y pura imaginación" (palabras seme- p-n una idea de cambio alentada
se trasiada tambián a los articubs importante sector de nuestra reali- jantes a las que utilizó en París el pa la gavitación de los hechos in-
pmen#rr, que rdvo el caso de Ciri- dad sociocultural (piénsese en la embajsdor Aguirre Legarreta para controvertibles. en.la que predomina
g l h (Educach) eluden casi si- cultura folk frente a procesos como atacar La hora de las hornos y de- como síntesis la idaá de 6uiuilrbno.
m4ticcnrnte la informmk5n concre- migraci6n intarna, medios de c o m - fender Invasión); Vázquez reducir& Para uno se tratq de pmantiw ir
ta (datos, nombnn, procesos, causa, nicacion, industrialización, etc.) de- la filooafia a una preoMlpsci6n uni- imagen de una Iglesia unitaria y je-
oontuxtot) sobre la realidad argen- dica casi todo su artículo a h v venal por los temas eternos, se irri- rarquizada que cambia con oeuteia y
tina. Asi en el articulo sobre Econo- una introducción a la ciencia del tará ante l o nacional y cawh -no sabiduría, que sin desnaturalizar el
mía (Valsecchi) no encontramor Ior Folklore. Estos son ejemplos de cabía otra cosa- en una reducción apremiante objetivo propuesto en el
nombres (de P i d o a Kriegger Va- \ cbmo se elude en este libro el anai- de la actividad f i l d f i c a en la Ar- orden temporal -ser cada vez m6r
sena) ni lor rocas sor (dede el Pacto sis concreto de la realidad argenting. gentina a u n buen aprendizaje de 18 la "Iglesia de los pobres"- pueda
RocbRunc¡man h m los últimos ya sea pa misi611 o por simples filosofía clásica y metropditana; la realizar al propio tiempo su misión
ajustes r lor mtermes rnonop6liw) desvios hacia la erpaculaci6n t d r i c a universidad y el aprendizaje serh m el orden trascendente. Para el
quo explican concretamente Ir eco- o metdol6gica, la cual nunca sale sefíalados por Bmghetti, quien con otro se trata de refonar la imagen
namia argentina a p a i r de 1930, de los esquemas mis tradicionales Grarsi se conmoverá por la cgnrage formal de una Argentina en la cual
Única fech~hbtbrica indhridudizrda en l o que este tipo de pensamiento ci6n en el exterior. se cumple un proceso de moderni-
por el auta. Valrecehi limita su in- tiene de mecanicista, atomistico y En este contexto n o extraña la re- zación de m a m a evolucionala y
forme a una evidente apelicion al mistificador. currencia a una interpretación depen- eficaz, más allá de todo tambio his-
secta libre empnrrario con el objeto Puntualizados los niveles de omi- diente, clasista, etnocdntrica dal p í l s tórico, una Argentina en la cual con
de a > n v e d o de la comenisnaa si6n y escanoteo queda pa vet l o (el pr&- de Borges por ejemplo) n i un poco de pndenaa y solidaridad
(da la inevitaóilidad, dado que se que se dice, y desde dónde ss dice, la exaltacih de la Argentina -0- se van a solucionar todos los pmbla
trata de u n hecho comumado) de la por l o menos con respecto a algunas pecuaria y natural que hace Grassi, mBI.
p8rticipac¡i6n del Emáo en la eco- zonas. De entrada Borges, ante una "Argentina, tierra de BandeJ llanuras, Poa, a poco se va formando en
nomia en equilibrio con la actividad supuesta (y significativa) hip6tesis de campos ilimitados y de homkes es@ libro, la imagen de u n país en
privada. L a soiuciori ptopuerts de rebarbarizaci6n, dice que hay de a caballo puede y l o hace, obtener expansión, sin crisis ni umflictor,
(equilibrio, prudencia y solidaridad) que saivar a la cultura, y, reducido raairsosde todas las actividades tu- sin explotador n i explotadores, eco-
no se d i a 106 proasos estructu- su pensamiento, la cultura es una n/es del ser humano". La imagen nómica y cuitura\mante autónomo
d e s reaies de la acoriomla y la his- biblioteca. Surge as( el primer .rssgo turlstica de la Argentina que arme (aunque obediente, mimético y res-
t a i a argentina. En otros casos se de una posicibn que estructurar4 el en su artículo "El País" serd. en petuoso), unido en los mitos M Ii-
& c b r t a i n f o r ~ p e r o e n f o r ~ libro: la posición de la cultura de definitiva, la de u n pals alienado e beraliuno, el fako nacionali!31~ y d
& catálogo, sin inbsrpretacioner es- élite, oficial, tradicional (salvo en el irreal. Baste una pnreba de su con- derarrollismo inga\w; jerarquizado,
tructurder, como en d m i c u l o ela- caro de Cirigliaio, que adopta un fusión t u r í s t ¡ c o - h i s t 6 r ~ o ~ i ~ :ordenado y transformado naaunl-
b o r e por Ara sobre Literatura; in- criterio antropoiógico). Esta pos¡- "El general don Jod de San Martin. mente, y cuyas máximas d i f i i t a d e s
famqueporotmI~nosper- cibn se hace clara en el hecho de r e v e m i a d o en todo el m i t o de son a l p o s proMemas de organiza-
mi- &al al r un hrcho rignifimtivo: que haya un artlculo sobre folklora la Nación, dio su nombre a uno de ción, maduraci6n y prempmsto.
en este libro nos. enteramos da los y ninguno sobre la cultura de mesas, lor parques más hermosa que jalo- Imagen dbeonionada y amputada óe
nombra de todos los escritore5 a- pues esta Última -como todas las nan a Bwmrs Aires, la ondulada Mltatro pais, fruto de lo0 planor
gaitinor conwnpor-, pero no derivaciones del desarrollo temo- plaza San Martín'; m8t ambiguos, temerosor y detami-
& 1- nombres de lor cientlficor, 16gico- es ignorada o rechazada (y Junto a la reaf irmación de pautas g a h de la ideologia del "statu
pendores, politicos, economistas, ello tucede, curiosamente, a pesar tradicionales o conservedoras apare- qw", incapaz ya de articular res-
m. ciertmente, puede afirmaroa, l o de que la colección donde se publi- cen en el libro afirmaciones y pro- puedas o explicaciones ante la reaii-
que impera, es la falta & infomui- ca esta libro es un t(p¡co producto puestas que podríamos llamar "mo- dad tugentina concreta y o b i i i 8
-m, el análisis de la Ar- de la cultura de masas). demistas". La Argentina es un par$ hablar de ella a tm& de un discur-
mti~ red, instadas suplantedar El folklore, por su parte, no es en expanwbn, dird Grassi sin aclarar so que por su generalidad e Inddl-
por f r w t e s evasiones hacia el rearperado dentro de la d i n h i c a de para quién; o bien: La Atgmtina niaón no tiene sentido o que en un
de 1s especulaciones teóricas la sociedad global (y menos aún, debe modetniz(ys~,afirmarán otros @aro más coherwite wn s i mismo
(Valsecchi, V d Z ~ e z , -ar). por supuesto, como contrapartida en propuertas nebulosas y tactori- d l o se refiere a esa reaiiclad oon
vltquet, por ejemplo, d d mundo oficial, tal como propo- zacbs. Cirigliano, por eiemplo, se onaoiocies y escan>teos, con s-
m & miculo a decir l o w nia G r a d ) sino, por l o contrario,
congelado, reducido e q o c b t r i c a y
ribm en su bien informado artículo
&e educación en una penpectiva
lencios.
no fil-f ia, con lo cual deja de
do t& forma de penrsmianto vi- n o antropoi6giccmeote, como un fe- tecnoaatica propicia al cambio,
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Joná TUrkow ca,u,gncu&ldere h h C. MI - A n Y Y l d r ~ W Rkd.i.Iiliri
-8c C. Frúchnecht FouavH Plus Ultra, 2 tomos,
AtmQbmb- Boris Polmmi L.dimd4nd.k Trad. d d frm& de S 28m
Trad. del idadi de E. P. Rrdidandom -m 1809-182 1 8studid#
de üfcmfman Berta Stolior
Trad. del ruso da El Ateneo, Bs. As.. Tiempo contemporbeo. k
Congerr Judfo Mundial. CRITICA l. Vitiebskaia 144 púgs., $ 6 f 0 cmuWro.
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