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DACIÓN EN PAGO.» SUMARIO: 1. Concep- 2. Método.

El Código civil argentino le-


to. 2. Métoao. 3. Nombre. 4. Estructura. gisla sobre la dación en pago a través de
5. Naturaleza Jurídica, e. Comparación con
otras figuras. 7. Capacidad. 8. Efectos di- cinco artículos (779 a 783 inclusive) situa-
versos. 9. Historia y legislación comparada dos en el capítulo VII del título XVI, de
actual. la segunda parte ("Extinción de las obli-
1. Concepto. La dación en pago consiste gaciones") , de la sección I, del libro ü, el
en el cumplimiento de la obligación me- que versa sobre los derechos personales en
diante la entrega de una cosa que no sea las relaciones civiles.
dinero y que, además, sea distinta de la No es uniforme, de modo alguno, la ma-
prestación originariamente debida. Tal es nera como se ha legislado esta Institución.
el concepto que surge del artículo 779 del El Código francés "es de un laconismo
Código civil por conducto de los siguientes excesivo", según la gráfica expresión de
términos: "El pago queda hecho cuando el Josserand (Derecho civil, "Teoría general
acreedor recibe voluntariamente por pago de las obligaciones", t. H, vol. I, pág. 7H,
de la deuda alguna cosa que no sea dinero E.J.E.A., Bs. Aires, 1950). Sólo hacen alu-
en substitución de lo que se le debía entre- sión al instituto "con palabras encubier-
gar, o del hecho que se le debía prestar". tas", los artículos 1243, 1595 y 2038 (Josse-
Es decir, que se trata de un instituto rand, Zoc. cií.).
excepcional, movido por la autonomía de Sobre otras legislaciones habrá referen-
la voluntad, ya que escapa y, simultánea- cias en el capítulo respectivo de esta vos.
mente confiere complemento, a las dos re- La definición del Código ha sido criticada
glas normales y fundamentalísimas del pa- por Laf aille, quien ve en la expresión "pago
go, que son: a) el deudor debe entregar la por entrega de bienes" —con que el Código
prestación a que se obligó (art. 740, 1a par- encabeza el capítulo VII referido— un con-
te del Cód. civ.; antes, art. 505, inc. 1° del cepto circunscripto a las cosas y a los va-
mismo Código); b) correlativamente, el lores incorporales de sentido económico, e»
acreedor no puede ser obligado a recibir decir, un concepto que excluiría los hechos
una cosa por otra, es decir, una prestación y las abstenciones ^—obligaciones de hacer
diversa de aquella perseguida por su acción y de no hacer— (Derecho civil, "Tratado de
creditoria. En ambas situaciones, que jue- las obligaciones", t. I, pág. 369, Edlar S. A,
gan como el anverso y reverso de una me- Editores, Bs. Aires, 1947).
dalla, se está dentro del cumplimiento es- El Código argentino, de todos modos,
tricto de lo establecido con prioridad. constituye una de las excepciones que con-
En la hipótesis de la dación en pago se sagra normas expresas y ordenadas a la
produce una modificación de lo establecido institución.
por las partes interesadas en gracia a una 3. Nombre. Como se verá en la parte de
nueva decisión de las mismas. Y la fuerza esta voz que da una noción sumaria sobre j
autonómica de ellas es también bastante la historia de la dación en pago, este non- i
p^ra modificar algunos efectos de la insti- bre se vincula estrechamente al que le da- i
tución. Así acaece con la norma del artícu- ban los romanos, es decir, al nombre de J
lo 783, la que ha de verse oportunamente datio in solutum. Según ya se adelantó, lid
(V. Salvat-Galli, Obligaciones en general, observaciones de Lafaille terminan prefl-B
t. II, I 1485 a). riendo este último nombre al de "pago potl
entrega de bienes", con que le designa di
• Por el Dr. Luis MARÍA BOFFI BOOGERO. Código, porque este último excluía las PKKB
(aciones de hacer y no hacer, ajenas al voz (op. cit., parágrafo 1479 b). Anota
carácter de cosas y aun de objetos incor- también que la ley no califica de dación en
porales de valor económico. pago a los supuestos en que la prestación
Sin defecto de remitir al lector a las vo- nueva que se cumple consiste en dinero;
ces BIENES MUEBLES y BIENES INMUEBLES, se pero que no media inconveniente alguno si
puede expresar que, en el concepto lato de una obligación originaría en dinero es ex-
"objetos inmateriales susceptibles de valor",, tinguida mediante el cumplimiento de una
contenido en el artículo 2312 del Código ci- prestación de otra naturaleza (op. cit.,
vil, cabe comprender también a la con- parágrafo 1479 c y nota 587 b).
ducta humana con valor económico. Refir- b') El acreedor debe prestar aceptación
maría ese concepto la importante nota al a la entrega del objeto que, en pago por
artículo 896 del Código civil, cuando ana- sustitución del originariamente debido, le
liza, como objeto de derechos, a las pres- hace el deudor. El acreedor, sabido es, no
taciones de dar de hacer y de no hacer. puede ser obligado a recibir una presta-
4. Estructura. Integran la dación en ción distinta de la que le es debida, de
pago los siguientes elementos substancia- la que constituye el objeto de su crédito
les: a) entrega en calidad de pago de una (art. 740 del Cód. civ.; ver fallo de la Cám.
cosa diversa de la originariamente debida; civ. 1* de Buenos Aires, registrado en
b) recepción de la misma en el citado ca- Gaceta del Foro, t. 32, pág. 729). De ese
rácter; c) desprendido de las dos anterio- elemental principio se deriva el de que so-
res, el carácter de pago. lamente el acreedor mismo puede aceptar
a') La expresión cosa que el Código em- la modificación del objeto a que tiene
plea ha dado motivo a una discusión doc- derecho (Salvat-Galli, op. cit., parágrafo
trinaria que, en cierto modo, se anticipó en 1480; Colmo, loe. cit.; Lafaille, op. cit.,
lineas anteriores por conducto de las ob- parágrafo 433; etc.).
servaciones de Lafaille. La expresión men- c') La entrega que efectúe el deudor ha
cionada ha hecho decir que deben excluirse de ser inexcusablemente en calidad de
las prestaciones de hacer y no hacer (Mal- pago, es decir, con el alcance de cumplir
brán, h., M. E., "La dación en pago en la obligación mediante la entrega en pro-
cuanto al objeto", en Jurisprudencia Argen- piedad del objeto sustituyente. No seria
tina, 1948-11, págs. 123 y sigs. de la sec. doc- hipótesis de dación en pago, verbigracia, la
trinaria) . de entregas, aunque de una prestación dife-
Esta tesis no es compartida por la gene- rente a la debida, en calidad de préstamo o
ralidad doctrinaria, que adopta la conclu- por cualquier otro título que no transfiriese
sión extensiva a todas las prestaciones, aun la propiedad. Es por ello que la doctrina se
a las de hacer y no hacer (Salvat-Galli, ha negado a ver dación en pago en la
op. cu., pág. 1479; Colmo, De las obligacio- entrega al acreedor de un bien para que
nes en general, § 681, Kraft Ltda., Bs. Ai- lo liquide y se cobre con el precio de la
res 1944; etc.). venta (Salvat, op. cit., parágrafo 1481;
La expresión literal del artículo 779 ex- en contra, fallo de la Cámara civil, que
cluye el dinero como medio de satisfacer lleva fecha 15 de abril de 1909, registrado
la prestación debida por conducto de la en II, pág. 5; a cambio, se sitúa en favor
dación en pago. A ese respecto, se ha Galli, con una adición a la nota 589 de
manifestado que la hipótesis legal debe Salvat, donde equipara el caso del pago por
circunscribirse al caso en que la prestación cestón de bienes y cita en su apoyo a Díaz
originaria consistiese ya en dinero, de mo- Payró; además, en parágrafo 1481 de la
do que la entrega, también de dinero, y en obra precitada, Galli insiste en la necesi-
BU lugar, solamente modificase algunos dad de incluir la intención de pagar, ci-
aspectos del pago, pero sin variar la na- tando a Giorgi y a Lafaille. Este último
turaleza de la prestación (Salvat-GallS, Ico. autor vincula ese propósito al fin inmedia-
cit.; Colmo, loe. cit.; Lafaille, op. cit., núm. to del artículo 944 del Código civil).
432; etc.). La razón es que en estos su- 5. Naturaleza jurídica. Ante todo, debe
puestos se estaría mucho más cerca del expresarse que el concepto de "naturaleza
cumplimiento de la prestación originaria jurídica" ha sido criticado por entrañar
que de una verdadera, auténtica dación en la contradicción entre el primer vocablo,
pojo. Galli anota que la extinción, me- propio de las disciplinas que estudian la
diante la entrega de una suma de dinero, naturaleza y el segundo vocablo, propio de
de una prestación con objeto distinto de las que analizan el orbe de la cultura. So-
él, se encuentra más cerca de los efectos bre este aspecto, puede verse la refutación
Instituidos por el inciso tercero del artículo a los impugnantes que contiene: Bóffi
505 que de la novación doctrinariamente Boggero Luis M. "La argución de falsedad
atribuida a la figura que se estudia en esta y la plena fe del instrumento público en
el articulo 993 del Código civil argentino", ella. En esa hipótesis, el jurista se pregun-
páginas 11 y siguientes del nro. 1 de la ta si ha de renacer o no la primitiva obli-
Revista Internacional del Notariado, nota gación. De aceptarse que la figura constitu-
3, sita en página 15 de esa publicación. ye un pago, es evidente que la primitiva
La dación en pago es, ante todo, un obligación ha de renacer por la secuente
hecho jurídico (art. 896 del Cód. civ.) subsistencia de la obligación primitiva, in-
complejo (el complejo de hecho que en- satisfecha de pago alguno. Si se acepta la
traña está constituido por la entrega, la tesis que ve en la dación un caso de no-
aceptación en pago, etc.); más específica- vación objetiva, la primitiva obligación
mente, es un acto jurídico (art. 944 del no puede renacer y el acreedor sólo tendrá
Cód. cit.) bilateral (art. 946 y 1137 del derecho a la indemnización correspondien-
Cód. cit.; ver Bofíi Eoggero Luis M. "El acto- te por haber sido privado de la cosa que
jurídico bilateral", en diario Jurispruden- se le entregara en pago. Por último, si se
cia Argentina, número del día 24 de junio acepta la tercera teoría, tal como acaece
de 1956). Esta afirmación estaría en contra en el Código civil italiano de 1942, el
de la doctrina que, al ver en esta figura acreedor tiene derecho a reclamar indem-
un pago y al considerar a éste como un nización por la pérdida de la cosa o bien
acto debido y no como un acto jurídico el cumplimiento de la obligación primitiva
(ver voz ACTO LÍCITO), naturalmente que que, de esa suerte, habría renacido. A este
ha de conceptuar la dación en pago como respecto, dice el artículo'1197 de dicho
un acto debido. Calli, partidario de esta Código: "El deudor no puede liberarse
teoría, llama, empero, a la dación en pago ofreciendo una prestación diversa de la
"contrato real" (op. y t. cit., parágr. 1486a). debida, aunque fuere de valor igual o ma-
En cambio, quienes ven en la dación en yor, salvo que el acreedor consienta. En este
pago una especie de pago y, en éste, un caso la obligación se extingue cuando la
acto jurídico, o bien aprecian en ella una diversa prestación es exigida.
verdadera novación, el concepto de acto Si la prestación consiste en la transfe-
jurídico explica adecuadamente la natura- rencia de la propiedad o de un otro de-
leza de la figura. recho, el deudor es obligado a la garantía
Particularizando más el estudio de la na- por la evicción y por los vicios de la cosa,
turaleza jurídica, se observan tres corrien- según las normas de la venta, salvo que
tes doctrinarias, aunque los textos acos- el acreedor prefiriese exigir la prestación
tumbran mencionar exclusivamente dos. originaria y el resarcimiento del daño.
Una primera doctrina ve en la dación En todo caso, no reviven las garantías
en pago a una simple modalidad de esa prestadas por terceros".
figura extintiva de las obligaciones. Una El Código civil argentino adopta el se-
otra ve en ella la existencia de una no- gundo sistema, con lo que viene a consagrar
vación. Una otra, todavía, entiende que la de modo implícito la teoría de la novacióa
dación en pago reúne las dos soluciones Así lo hace por conducto del artículo 783,
anteriores, autorizando pl acreedor para que dice textualmente: "Si el acreedor fue-
formalizar reclamación indemnizatoria por se vencido en juicio sobre la propiedad de
la pérdida de la cosa recibida en pago o la cosa dada en pago, tendrá derecho para
bien autorizándole a pedir el cumplimien- ser indemnizado como comprador, pero no
to de la obligación primitiva. podrá hacer revivir la obligación primitiva".
La verdad es que, si la dación en pago De esa manera, es evidente que las nor-
es una manera de cumplir la prestación de mas que rigen la novación —artículos 801
acuerdo con el acreedor, es decir, un modo a 817 inclusive— serán aplicables subsi-
de pagar; también es exacto que esa figura diariamente a la dación en pago.
significa una novación objetiva, por cambio Antes de finalizar la exposición de esti
del objeto debido y con subsistencia fie las parte, conviene aclarar que los efectos del
mismas partes, así como con la particula- articulo 783 pueden ser modificados portal^
ridad de que el cumplimiento de la nueva partes hasta establecer el renacimiento I
obligación se opera inmediatamente des- la obligación anterior. No estando lesto-^
pués —al punto de que parece serlo con nados el "orden público y las buenas o*
simultaneidad— de la novación produ- tumbres" (arts. 19, 21, 872 y afines del Coi j
cida. civ.), las partes pueden regular sus proplfllj
La naturaleza jurídica de la dación en intereses de modo válido y, como es lóg
pago se vincula a un lado práctico de de manera obligatoria (art. 1197 del
indudable trascendencia. Es el que con- civ.).
figura la privación de la cosa entregada 6. Comparación con otras figuras.
en pago por quien la reclamó exitosamen- "dación en pago" reconoce semejanzas cal
te, alegando su derecho de propiedad sobre otras instituciones del Derecho civil, tato]
como las obligaciones alternativas y fa- "Cuando las cosas se entregan en pago
cultativas, etcétera. de lo que se debe, el acto tendrá los mismos
a) La obligación alternativa (ver voz efectos que la compra y venta. El que la
respectiva) es la que tiene por objeto una entrega está sujeta a las consecuencias de
de las muchas prestaciones diversas e in- la evicción, de los vicios redhibitorios, y
dependientes que figuran en el título, de de las cargas reales no declaradas; mas
modo que la elección a efectuarse de entre la deuda que se paga será juzgada por las
ellas se encuentra indeterminada desde el disposiciones del título Del pago"; debien-
principio (ver art. 835 del Cód. civ.). Del do hacerse constar que el codificador, en
concepto ya expresado sobre la figura que la nota al citado articulo, emplea el nom-
se está analizando y del que se acaba de bre "dación en pago" en lugar del nombre
exponer sobre las obligaciones alternati- "pago por entrega de bienes", que emplea
vas surgen semejanzas que no merecen —según se vio—cuando redacta los artícu-
especial detenimiento. Es por ello que se los especiales sobre la institución.
van a establecer las diferencias entre esas La d i f e r e n c i a fundamental entre la
figuras semejantes. Mientras que, en las compra y venta, en su acepción tradicio-
obligaciones alternativas, la prestación ele- nal y típica y la dación en pago consiste en
gida por el deudor era debida, malgrado que la primera exige siempre un precio
su Indeterminación, desde el momento en cierto en dinero, al paso que la segunda
que la obligación se contrajo, lo que per- no ofrece exigencia semejante. Además,
mite sostener que no ha existido sustitu- que mientras la compra y venta no requiere
ción de una prestación por otra; en el de modo necesario el antecedente de una
pago por entrega de bienes o dación en obligación a la que substituye, extinguién-
pago, a cambio, tal sustitución se ha pro- dola, la dación en pago, como se vio, tiene
ducido. Además, al paso que la elección es este último efecto. Además, todavía la
acto exclusivo de la parte —acreedor o compra-venta da nacimiento a obligaciones
deudor— a quien corresponda la misma, en que deben normal y legalmente extinguirse
la dación es necesario el acuerdo de vo- por pago (razón que constituye a esta figu-
luntades. ra en un contrato, según la opinión res-
b) Asi como en las obligaciones facul- tricta. Ver sobre ello: Boffi Boggero Luis
tativas y la dación en pago se sustituye M., "El acto jurídico bilateral", ya citado),
una prestación por otra, en la primera el mientras que la dación en pago es un
acto substitutivo es obligatorio para el medio extintivo de las obligaciones (por
acreedor, mientras es voluntario para este ello mismo, constituye más un distracto
último en la dación. Asimismo, mientras que un coníraío, dentro del concepto res-
que, en la obligación facultativa, el acto de tricto expresado recientemente).
substituir cobra origen en el título mismo Se ha discutido lo vinculado al alcance
de la obligación, la dación en pago entra- de las palabras "si se determinase el pre-
ña una substitución que se origina pos- cio", que emplea el prealudido artículo 781.
teriormente y con independencia de la obli- Si el intérprete se sujeta a la expresión
gación originaria, es decir, por conducto gramatical, indudablemente que las regias
de un convenio ulterior. de la compraventa sólo habrán de aplicar-
c) La tradicional equiparación de la se en el caso de que el precio estuviese
figura que se estudia con la compra y determinado. Pero otra doctrina sostie-
venta (v. voz respectiva), hace que pueda ne que la norma del artículo 781 se debe
establecerse entre ellas un vínculo de se- aplicar por igual a las hipótesis de precio
mejanza y otro de diferencia. Habrá com- determinado expresamente y a las de pre-
pra y venta cuando una de las partes se cio establecido de manera tácita, esta
obligue a transferir la propiedad de una última vigente a través de los siguientes
cosa a la otra y esta última se obligue a casos: a) cuando la obligación primitiva
recibirla, así como a pagar por ella un ha consistido en entregar una suma de
precio cierto en dinero (art. 1323 del Cód. dinero, el importe de la misma debe con-
civ.). De esta definición y de cuanto se siderarse como el precio con que se meri-
lleva expuesto sobre la dación en pago túe económicamente la cosa dada en pago;
surgen con claridad las semejanzas, que b) cuando la obligación primitiva, en cam-
son de tal grado que el mismo Código bio, ha consistido en una prestación dis-
asimila ambas figuras cuando se determi- tinta a la de dar sumas de dinero, es ad-
nase el precio por el cual el acreedor re- misible concluir que las partes han fijado
cibe la cosa dada en pago (art. 781 del como precio de la cosa dada en pago el
Cód. civ,). Más adelante, el artículo 1325 mismo valor que tenían la cosa,' el hecho
del Código citado muestra un principio o la abstención debidos; c) cuando la cosa
Idéntico Comienza esa norma afirmando: se entrega sin determinación de precio, se
presume que las partes se han sujetado al digo civil establece para cesión de créditos
que rige en el día y lugar establecido para en cuanto a 3a forma de que debe dotársele
la entrega. (ver fallo de Cámara civil 1^ de la Capital
De todas maneras, la asimilación de la Federal, registrado en Gaceta del Poro,
figura que se estudia con la compra-yenta t. J4, pag. 57). Además, para la hipótesis
no es absoluta, no sólo por lo que se expre- de insolvencia del deudor en la relación
só en párrafos anteriores sobre eí efecto crediticia cedida, el que dio ei crédito en
extintivo de la primitiva obligación, sino pago queda sometido a las mismas res-
porque, además, tratándose de un pago, le ponsabilidades que el Código civil pres-
serian aplicables los principios de la re- cribe para la cesión de créditos (op. cit.,
petición acerca de lo pagado indebidamen- parágrafo 1492). Galli acota que se trata
te (ver arts. 784, 787, 792, 793, 794 y afines de la solución acorde con los efectos indi-
del Cód. civ.; Salvat-Gallí, opua y tomos ci- cados por el ai tí culo 783, cuando lo que
tados, nro. 1490). se entregó es una cosa de la que es des-
Para finalizar con el tema de la asimi- apoderado el acreedor (Salvat-Galli, loe.
lación entre las normas vigentes para cierto cit.) .
tipo de dación en pago y las que rigen la 7. Capacidad. Siendo la dación en pago
compra y venta, debe de señalarse que el un acto jurídico que entraña renuncia de
deudor y acreedor, conformes en extinguir la prestación originariamente debida, lo
la obligación de dar una suma de dinero que le coloca fuera de las relaciones co-
mediante la entrega de una cosa, tienen rrientes o normales, la ley ha tenido buen
a su merced dos procedimientos diversos: cuidado para restringir las facultades de
el uno, que 'es la dación en pago; el otro, los representantes del acreedor. Es por ello
que es la venta de la cosa por el deudor que el artículo 782 expresa; "Los represen-
al acreedor, operación en que el precio se tantes dei acreedor, sean necesarios o vo-
compensaría con el mismo valor del cré- luntarios, no están autorizados para acep-
dito originario. Es importante la diferencia tar pagos por entrega de bienes". Salvat
porque en la dación, desde que se le apli- entiende cjue la razón de este artículo se
can las reglas del pago indebido, el adqui- encuentra en que la dación en pago im-
rente de la cosa dada en pago puede verse plica una novación por cambio de objeto
privado de ella a tenor del artículo 787 del y que el Código exige para ese medio
Código citado; mientras que, en la compra- extintivo 'la existencia de poderes espe-
venta a que hemos aludido, al no ser ciales (art. 806, art. 1881, inc. 3?, del Cód.
aplicables esas disposiciones sobre pago civil), siendo mayor la razón en la hipó-
indebido, el adquirente no quedaría ex- tesis de que la cosa entregada en pago
puesto a esa privación (Colmo, op. cit., fuese inmueble (art. 1881, inc. 7<? del Cód.
nro. 883, especialmente; Salvat-Galli, nro. citado). Estas aseveraciones son integradas
491, etc.). por Galli, quien expresa la obligada auto-
d) El Código. asimila también la dación rización judicial en los casos de represen-
en pago con la cesión de créditos (v. voz tación necesaria (op. cit., parágrafo 1493;
respectiva), cuando la prestación substi- confrontar Colmo, op. cit, parágrafo 682).
tuyente fuese un crédito a favor del deu- 8. Efectos diversos. Aun cuando el desa-
dor (ver art. 780, en vinculación con los rrollo que lleva esta voz se ha ocupado de
arts. 1435 y 1436 del Código citado). los efectos fundamentales de la dador, m
La cesión de créditos, verdadera compra- pago, conviene poner de resalto algunas
venta para buena parte de la doctrina, es consecuencias particulares vinculadas al
un contrato por conducto del cual una par- alcance de la norma contenida en el ya
te se obliga a transferir un derecho credi- citado artículo 783, es decir, de la norma
torio a la otra parte con entrega del título que no daba posibilidad de que reviviera
que existiese (ver art. 1434 del Cód. cit.). la obligación primitiva cuando el acreedor
Las diferencias entre estas figuras y la hubiese sido privado de la propiedad sobre
dación en pago están dadas esencialmente la cosa dada en pago mediante sentencia
por las qye se han expuesto al comparar judicial firme.
esta última con la compra y venta. Asi- La cuestión que puede presentarse es la
mismo, las semejanzas son de tal evidencia hipótesis de que la primitiva obll¡
que no necesitan de mayor explicitación. hubiese reconocido accesorios de garantii
De la asimilación entre esas figuras como hipotecas o fianzas.
surgen algunas consecuencias que, como lo En el caso de que esa garantía esté
recuerda Salvat, han sido consagradas de constituida por una fianza, el artículo 20»
modo expreso por la jurisprudencia nacio- del Código resuelve la cuestión indubita-
nal. Así, han de aplicarse en los casos de blemente, al sentar un principio acogido!1
asimilaciói. las normas jurídicas que el Có- ñor la generalidad de los Códigos extran-
jeros, algunos de los cuales son mencio- calidad de dueño y acreedor hipotecario,
nados por el codificador en la nota a ese expresándose sobre la propiedad irrevoca-
articulo. Debe aclararse que el Código ble, en realidad se refiere a los casos de
Italiano citado ha sido substituido por el dominio irrevocable y no a los de anula-
de 1942, que expresa un principio análogo ción o bien de rescisión; supuestos' en que
en la parte final del artículo 1197, según se puede aplicar el principio quo se está
pudo verse en la transcripción que de esa debatiendo. Además, este último rige aun
norma se hizo con anterioridad (ver Sal- cuando el bien dado en pago sea otro
vat-Galli, tomo citado, parágrafo 1486; diferente del que se hipotecó, mientras que
Colagrosso E., 11 libro delle obbligazioni, el artículo 3198 alude a los casos en que
Parte genérale, Milano, 1943, pág. 50). una misma persona es propietaria del
Más difícil de solución es el caso de la inmueble y acreedora hipotecaria sobre
hipoteca. Quienes entienden que la dación él; d) si bien la nota al articulo 3198 es
m pago es una especie de este último —es confusa y habla del renacimiento de la
decir, del pago—, ven claramente que la hipoteca en el caso de pago por entrega
hipoteca debe renacer. En cambio, quienes de bienes, en otras partes expresa la idea
ven una novación, dividen su doctrina en contraria, de modo que es difícil conocer
dos corrientes ante esta hipótesis particu- su exacta orientación. La nota está prin-
lar: la una, en que gravita notoriamente cipalmente fundada en la obra Troplong,
la idea central de la novación, estima que quien sostenía que, en el caso de la dación
las hipotecas siguen extinguidas. La otra, en pago, el acreedor vencido en la propie-
girando en redor de que el acreedor aceptó dad de la cosa podía: o bien ejercitar la
la cosa dada en pago bajo la condición de acción nacida del contrato (evicción), o
conservarla definitivamente, adhieren a la bien la acción derivada del antiguo crédito,
doctrina que acepta el renacimiento hipo- siendo la primera desprovista de toda pre-
tecario, de igual modo que los partidarios ferencia y siendo la segunda, a cambio,
de la teoría del pago. amparada con las hipotecas que servían
Salvat adhiere a la doctrina que niega de garantías a la antigua obligación. Cierto
la posibilidad de renacimiento hipoteca- es que el codificador menciona también a
rio, pero reconoce que el artículo 3198 y Duran ton, pero este jurista se refiere a
la nota qus el codificador puso al pie de los casos de nulidad o rescisión, ajenos
éste han dado base a muy serias dificul- a las hipótesis del artículo 3198. Además,
tades y hecho posible que la Corte Supre- Duranton acepta la doctrina que defiende
ma de la Nación dictara dos fallos acogien- Salvat cuando trata especialmente ei pae;o
do la doctrina contraria. Termina remi- por entrega de bienes. Justamente, añaua
tiéndose a su estudio sobre el derecho Salvat, la opción que reconocía Troplong
real de hipoteca (op. cit., parágrafo 1486 ha sido imposibilitada de modo categórico
y escogidas citas que contiene en ese lugar). por el artículo 783, lo que quita toda base
Cuando trata especialmente el derecho a las conclusiones de ese jurista, fundadas
real de hipoteca, S a l v a t analiza la en una norma general distinta. Salvat en-
cuestión más detalladamente, en perfecto tiende que los mismos fallos de la Corte
acuerdo con lo que prometiera al tratar de Suprema adolecen del error de no haber
la dación en pago. reparado que el artículo 3198 se refiere
Dice Salvat que militan cuatro razones solamente a los casos de propiedad re-
para fundar el que, en el Derecho ar- vocable, como así tampoco que, para los
gentino, la hipoteca no renace en las hi- casos de nulidad y rescisión, donde la hi-
pótesis del artículo 783. Ellas son: a) poteca podría renacer, el artículo 783
El articulo citado contiene la regla fun- marca una valla insalvable para la hi-
damental en la materia y, si establece pótesis de entregas de bienes (Derechos
° no podrá hacerse revivir la obligación Reales II, segunda parte, parágrafos 2492
•imitiva, que es la principal, tampoco y 2493). En el mismo sentido, puede verse,
J Lafaille, Tratado de los Derechos Reales,
,rá renacer la hipoteca, que es un de-
áio accesorio; b) el artículo 2050, expre- parágrafo 1761.
.mente, establece la extinción de la fianza Acaso pudiese ampliarse la argumenta-
'. una hipótesis semejante, sin que sea ción con las normas expresas sobre las
.ble pensar que esa disposición entrañe obligaciones principales y las obligaciones
una regla de favor dedicada exclusiva- accesorias (V. título IV, de la parte primera
mente para la persona de quien prestó de la sección primera del libro segundo).
mza, sino, más bien, algo como la simple Es sabido que las obligaciones accesorias
ülicaclón del principio consagrado en el tienen su vida subordinada a la obligación
"¡culo 783; c) si bien el artículo 3198 exige principal, y ésta, a cambio, muestra una
. reunión en una misma persona de la vida jurídicamente prupia, no pendiente
de la obligación principal. Ese principio rales. El Proyecto franco-italiano de 1927
cede en casos particulares, los que mues- contiene un solo artículo (el art. 177), igual
tran una particular independencia de la que el Código polaco de las obligaciones
obligación accesoria (confrontar artículos (art. 207). El Código civil italiano legisla
525, 518, etc. del Cód. clv.). también en muy breves normas sobre la
9. Historia y legislación comparada ac- materia. Aparte del artículo 1197, ya trans-
tual. En Roma, tampoco el acreedor podía cripto en esta voz, se encuentra, en cierto
ser constreñido para que aceptare una modo, la norma del artículo siguiente,
cosa distinta de la que se le debía, con ambas situadas dentro del capítulo U
excepción, se ha dicho, del caso en que, —Del cumplimiento de las obligaciones—,
por condenación judicial, debiera aceptar correspondiente al título I, que trata de
la suma de dinero fijada por sustitución las obligaciones en general.
indemnizatoria. Pero, en los casos extraju- El Anteproyecto de Bibilonl programa le-
diciales, puede darse una dación en pago, gislar sobre la dación en pago, como le
es decir, una áatio in solutum. Ello acaece llama, en el capítulo 5° del título K, o
cuando el acreedor acepta que se le pague sea, el que corresponde al pago, que es el
aliud pro alio, entendiendo los proculeya- primero de los títulos que contiene la se-
nos que la obligación quedaba entonces gunda parte del libro II, referido a la!
extinguida exclusivamente ope exceptionis obligaciones y dedica cinco artículos al
—ya que el acreedor, conforme con el ob- respecto.
jeto dado en sustitución, incurriría en La Comisión reformadora también pro-
dolo si pretendiese el primitivo— y enten- yecta las normas de esta materia, con un
diendo los sabinianos que la extinción se método igual (arts. 729 a 731, situados en
operaba ipso jure, es decir, en pleno el cap. VII del tít. I).
derecho. Esta última tesis es la que ha JURISPRUDENCIA. — Pueden citarse los fallo» re-
prevalecido. gistrados por Jurisprudencia Argentina, t. 9, pá-
Justiniano recoge la institución, incluso gina 576; t. 13. pág. 446; t. 29. pág. 167; t. 17,
en la hipótesis llamada "necesaria", es pág. 324; t. 18. pág. 1243; t. 36, pág. 1064; t. 35;
pág. 400; t. 35, pág. 401; t. 35. pág. 1229; t. 49,
decir, cuando el deudor no puede procu- pág. 78, t. 37. pág. 598; t. 40. pág. 209; t. 49,
rarse el dinero y ofrece los inmuebles a pág. 1183; t. 52. pág. 671; t. 75, pág. 311; t. *
los acreedores con el anexo de una justa pág. 402; t. 74. pág. 711; t. 69. pág. 84; afio 1NJ,
estimación (ver Arangio Ruiz V., Institu- Tol. 3, pág. 274: año 1947, vol. 4, pág. 87; ul co-
mo otros fallos ya mencionados en el cuno di
ciones del Derecho romano, Arayú, 1952, esta voz.
pág. 440).
Con mayor o menos extensión ha pasado BIBLIOOKAIÍA. — Fuera de la ya Indicada, ]
mencionarse, como obras fundamentales, todoe I
el instituto a las legislaciones modernas, textos del Derecho de laa obligaciones. Astmli
las que. según se anotó en la parte de esta y como investigaciones particulares, pueden
voz dedicada al método, no le han norma- sultarse: Aliara, M., La prestazione tn luofo (
do de la misma manera. adempimento, Palermo, 1927. — Steiner. Datto i
solutum, Müncher. 1914. — Bussl. la
Aparte del Código francés, referido en áei dogml di Diritto privatto nel Diritto com»
esa oportunidad, debemos de anotar que pág. 328, Padua, 1937. — Polacco, Bella daztoiw *
los Códigos inspirados por el mismo han pagamento. Padua. 1888; etc.
seguido prácticamente sus huellas en esta
materia, es decir, no tratan especialmente DADIVA.* Sumario: Cap. I. Acepción*
la dación en pago (Galli cita los Códigos vocablo en el Derecho penal: 1.
hlstortro-jurídlca del delito. 2. E
de Solivia, Holanda, Venezuela y España, y las dádivas en el Derecho romano. 9.
los cuales contienen la norínación corres- dádiva en el Derecho canónico. 4. En el
pondiente por conducto de dos artículos; recho germánico. 5. En el Derecho en*'
ver opus y tomo citados, 'nota 585 f). fiol antiguo. 6. El delito en los Código»»
pañoles modernos. Cap. II. El tema a el
En cambio, y no obstante la evidente Derecho penal francés: 1. En el Código to
influencia francesa que les caracteriza, 1791. 2. Instrumento del delito. C»p. ni
los Códigos civiles de Uruguay y, según ya La dádiva en el Derecho penal argcnttm:
1. El punto en los proyectos y en «1 CMlfi
se vio, de Argentina, asignan un capitulo de 1886. 2. Las dádivas en el Código peni
especial a la dación en pago. Otro tanto vigente. 3. Análisis del articulo
acontece con el Código de Brasil, éste ins-
pirado en doctrinas más modernas. En Capitulo I
cuanto al Código de Perú, uno de los más ACEPCIONES DEL VOCABLO EN EL DERECHO i
recientes, contiene un régimen completo,
pero dentro del título general del pago y en 1. Evolución histórico-juridica del
confusión con él. El de Méjico, a cambio Escriche define el vocablo diriendo que
legisla en el capítulo general del pago y
por conducto de dos disposiciones gene- • Por el Dr. MATEO GOL.DSTEIN.
el "don o alhaja que se da graciosamente miembro de la judicatura, para torcer el
a otro, verbigracia, a un juez u otro funr curso de las cosas que les están encomen-
clonarlo público para tenerlo favorable en dadas, lo cierto es que, en todas las épocas
la decisión de algún negocio". El mencio- y en todos los códigos, la pena ha sido
nado autor nos remite, además, a las voces dura para los que en ella participaban. No
Baratería, Concusión y Soborno, segura- hay legislación alguna —dice Pacheco—
mente por las evidentes analogías que que no sea dura con este hecho. No es po-
entre dichas formas delictuosas existen (»). sible que la haya. Si un juez o empleado
Con diferencia de matices y de amplitud, de cualquier clase, que cede a pasiones
todas las palabras mencionadas corres- materiales es ciertamente criminal, el que
ponden a delitos en los que incurren jue- cede al soborno es a más de criminal, infa-
ces y magistrados de la justicia, que me ante la conciencia pública.
someten a precio sus sentencias.- A éstas se La admisión del dinero, añade, lleva
debe sumar otro vocable Cohecho, que consigo cierta cosa de bajo y despreciable,
guarda con la baratería diferencias esen- cuando se mezcla con los deberes, que no
ciales, según marca Escriche. Es preciso no tienen o difícilmente tienen las demás
confundir, dice, la baratería con el cohe- prevaricaciones. Groizard escribe a este
cho. Aquélla consiste en admitir dádivas objeto, que debiendo los funcionarios pú-
o regalos, no precisamente por cometer blicos cumplir siempre con los deberes de
una injusticia, sino por hacer lo que sin su función sin otra retribución que la que
las dádivas debía hacerse, verbigracia, por les corresponda; y si junto a ésta reciben
abreviar 1» decisión de un pleito, o por dádivas particulares de cualquier especie
sentenciar con arreglo a derecho, y éste que sean, cometen un acto que participa
consiste (el cohecho), en admitir regalos de la repulsión que inspiran los delitos
o dádivas, no por hacer lo que sin ellos contra la propiedad y de la indignación
debía hacerse, sino por hacer lo que no que engendran los delitos de traición,
puede hacerse con ellos ni sin ellos, por siendo, por tanto, ladrones y desleales a
dar un fallo Injusto, por atribuir a uno la un tiempo sus autores. Esto explica, con-
cosa que pertenece a otro. La baratería, cluye, que no haya legislación que no sea
agrega el mismo tratadista, es la venta rigurosa con estas infracciones («).
de la injusticia: por la baratería compra 2. El cohecho y las dádivas en el De-
el litigante la declaración de un derecho recho romano. Habiendo conocido Roma la
que le pertenece, y tal vez redime una prevaricación y el cohecho de sus magistra-
vejación; y por el cohecho compra la ad- dos, lógico era que también conociera el
judicación de un derecho que no le co- delito en sí y tratara de reprimirlo. Y esto
rresponde, la absolución de un culpado, o lo hizo con severidad ejemplar. El cohecho
la condenación de un inocente. Es claro, se castigó como crimen repetundarum, así
concluye, que el cohecho es un delito mu- llamado por la acción que se concedía para
cho más grave que la baratería ( 2 ). repetir lo entregado. En los primeros tiem-
Otro autor español define a la dádiva, pos, los provinciales no tenían para recla-
desde el punto de vista penal, como el mar contra los efectos de la concusio y de
"don que se hace graciosamente a alguien la corrupción de los magistrados, sino un
para tenerlo propicio en la decisión de recurso al Senado, el cual nombraba una
algún negocio".' Cuando la persona a quien comisión de su seno, encargada de examinar
la dádiva se ofrece, expresa, es un funcio- la reclamación y fijar la indemnización.
narlo público, el acto toma naturaleza La primera ley que reguló esta materia fue
penal, especificando el delito profesional la lex Calpurnia, de Lucio Pisón, dada en
llamado cohecho, con el comiso de la3 dá- el año 605 —antes de J. C.—, estableciendo
diva como sanción accesoria propia ( ). una questio -perpetua dentro del Senado.
Cabanellas define a la dádiva diciendo: Siguió la lex Junia, que igual que la an-
"Cosa que se da sin obligación, ya por ge- terior, autorizaba una legis actio sacra-
nerosidad pura, ya por recompensa y con menti para reclamar la restitución. La ley
Intento torcido de ganar algún ánimo a del tribuno C. Servilius Glaucia,' llamada
asegurar algún silencio" ( 4 ) . < lex Servilia, fue dada entre los años 648
Sea cual fuere la definición de la dádiva y 658 (antes de J. C.), y en ella se alteró
que se ofrece a un funcionario público o el procedimiento establecido anteriormente
por la ley Alcidia, más se dejó subsistente
(1)(2) Escriche, J., Diccionario de legislación la acusación formada en virtud de las leyes
I frrijprudenda, págs. 627, 347 y 348, 479 y 1463. Calpurnia y Junia. Posteriormente se dic-
(3) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelona,
t. 10, pág. 329.
«) Cabanellas. Q., Diccionario de Derecho (5) Pacheco, J. P., El Código penal concorda-
wual, t. 1, pág. 576, Ed. Arayú, Bs. Aires. do y comentado, pág. 107, Madrid, 1888.
taron por Sila y César, respectivamente, las bien a una espiritual, o espirituales poi
leyes Cornelia y Julia, caracterizándose esta espirituales, aun temporales por tempora-
última por reglamentos con lujo de detalles les, si la Iglesia lo ha prohibido por ei
el procedimiento de la acusación por el peligro de irreverencia para con las cosan
cohecho. El tribunal se pronunciaba, en espirituales".
primer término, sobre la culpabilidad del El delito de simonía, en esencia, así lla-
acusado. A continuación, los mismos jue- mado, debido a Simón el Mago —que in-
ces, procedían a la litis aestimatio que, 'tentó comprar por dinero los dones del
según los casos, podía tener por resultado Espíritu Santo (Hechos, VIII, 18—, queda
el exilio o afectar a la vida del reo, pero conformado por pacto, expreso o tácito, re-
que de ordinario era una indemnización; probado por razón de la reverencia que se
al principio, del tanto, después de la ley debe a las cosas espirituales (»)..
Servilla del doble, y con la ley Cornelia, . 4. En el Derecho germánico. En este
del cuadruplo. La lex Julia agregó a dichas Derecho se encuentran escasas prescrip-
penas financieras otras de carácter infa- ciones sobre las dádivas, de las que existen
mante ( 6 ). referencias en las leges barbarorum, re-
Las XII Tablas castigaron el cohecho ducidas principalmente al caso de juez
con pena capital. Quizás por esta severi- corrompido. Estos mismos, o análogos prin-
dad, existen en un principio, comenta un cipios reglaban en el Derecho canónico la
autor, pocas huellas de estas infracciones, conducta del juez culpable de corrupción,
pero caída aquélla en desuso y corrompi- cuando daba la razón a cualquiera de las
das las costumbres, llegó a ser muy común, partes mediante una recompensa de cual-
sobre todo en las provincias, presentándo- quier clase.
nos Cicerón un cuadro vivísimo de las ex- En las ciudades italianas, sus Estatutos
torsiones de Verres. En el llamado Derecho castigaban con rigor la corrupción de
intermedio, la concusión (de quatere, funcionarios con el nombre de baraterías
exigencia de dones, o sea la forma violenta distinguiendo cuando se trataba de jueces
del cohecho) se confunde con el crimen en causas de orden civil y de orden penal.
peculatus y con el abuso de autoridad ( 7 ). Recuérdase que Federico II dispuso que
En los últimos tiempos del Imperio, se el crimen corruptelae fuese tenido por pú-
castigaron estos delitos extra ordinem, blico, excusando de la pena al que lo des-
habitualmente con el exilio. cubriese y que perdiera la causa, aunque
3. La dádiva en el Derecho canónico. Si fuera justa, el que corrompía al juez.
bien con otros alcances, el Derecho canó- 5. En el Derecho español antiguo. Las
nico ha conocido desde muy antiguo la Partidas (Part. 3?, tít. XXII, leyes 24 y 25)
dádiva, como un elemento que interviene reprimieron severamente las dádivas a los
por diversos modos, en el delito de simonía. jueces, prescribiéndose en una de ellas que
El Código de Derecho canónico, en el canon "si el judgador diere juyzio tortizero por
727, primer apartado, define como que es alguna cosa que le ayan dado o prometido,
"simonía de derecho divino" la intención sin la pena sobredicha que de suso diximos,
deliberada de comprar o vender por un que deue auer aquel que judgare mal a
precio temporal una cosa intrínsecamente sabiendas, es tenudo de pechar al Rey
espiritual, como son, por ejemplo, los Sa- tres tanto de quanto recibió e dé lo quel
cramentos, la jurisdicción eclesiástica, la prometieran. E si non lo auia recebido,
consagración, las indulgencias, etcétera, o deuelo pechar doblado al Rey, e sobre todo
bien una cosa temporal unida a una es- el juyzio que assi fuere vendido por precio
piritual de tal manera que la cosa tempo- non deue valer maguer que aquel que fue
ral no puede de ningún modo existir sin la dado por vencido nin se aleare del".
espiritual; verbigracia, un beneficio ecle- Las Leyes 7?, 8? y 9, tít. I, líb. XI de la
siástico, etcétera, o que lo espiritual sea Novísima Recopilación castigan también ri-
objeto, aunque parcial, del contrato, ver- gurosamente este delito, haciéndolo la
bigracia, la consagración en la venta de última en los siguientes términos: "La recta
un cáliz consagrado". En el segundo apar- administración de justicia es inseparable
tado del mismo artículo se expresa que es de la integridad y limpieza de los jueces,
"simonía de derecho eclesiástico el dar co- por cuyo motivo les está prohibido tan
sas temporales unidas a una espiritual, a seria y repetidamente en las leyes el recibir
cambio de otras temporales unidas tam- dones, ni regalos, de cualquiera naturaleza
que sean de los que tuvieran pleyto ante
(6) Nueva Enciclopedia Jurídica, Barcelona,
nota de José María Rodríguez Devesa, t. 4. pá-
gina 354. (8) Código de Derecho canónico, nota de lo-
(7) Pulg Peña, P., Derecho penal, t. 2, pág. 258, renzo Miguélez Domínguez, pág. 288, art. 7J7.
Ed. Clarase, Barcelona, 1946. La Edit. Catól.. S. A., Madrid, 1952.
ellos o probablemente pudieren tenerlo, ciplinó esta materia con evidente origina-
aunque no le tengan en la actualidad; por lidad (9).
tanto, se recomienda con toda especialidad El Código penal de 1928 trató de llevar
a los corregidores la puntual observancia a la ley punitiva fundamental una serie
de este capítulo, en la inteligencia dé que de innovaciones. Respecto a los regalos en
no se les disimulará nada en v, esta parte, consideración al oficio, restringía, en cam-
y los contraventores serán irremisiblemen- bio, el delito a los supuestos en que el
te castigados, probado que 'sea el delito, con •'valor intrínseco realizable desvirtuara el
privación de oficio, inhabilitándolos per- carácter de ofrenda honorífica a los ser-
petuamente para exercer ninguno otro que vicios de índole general", prestados por el
tenga administración de justicia y volver funcionario. Además, introdujo una nueva
el quatro tanto de lo que hubieren recibi- forma de delictual: el delito de "tráfico de
do... De poco serviría que los jueces pro- influencia" y elevó a la categoría de delito
cedieran por sí con integridad y pureza en la exigencia de dádiva por los abogados y
la administración de justicia, si indirec- procuradores a sus clientes con pretexto de
tamente se dexaren cohechar por medio de obtener una resolución favorable o de pa-
sus familiares y dependientes; en cuyo gar derechos indebidos (art. 477); el pacto
concepto serán responsables los corregi- de quota litis (art. 478) —prohibido igual-
dores, como si por sí mismos recibiesen mente por el artículo 1459, número 5, del
dones y regalos prohibidos, e incurrirán en Código civil—, y exigir la remuneración no
las mismas penas, siempre que se les permitida en defensa de oficio (art. 479).
probare que por malicia, por omisión o Tratándose de.soborno en causa criminal,
condescendencia, permitan que les reciban a favor del reo, para los parientes que se
sus mugeres, hijos y demás familiares y señalan en el artículo 474, no se imponía
domésticos. Por la misma razón deberán pena alguna al sobornante, que se benefi-
celar también con el mayor cuidado que ciaba así de una causa personal de exclu-
los oficiales de justicia, dependientes de sión de la pena.
su tribunal, procedan con la misma inte- En el concepto actual de la legislación
gridad y dureza, castigándolos en caso de penal española, el instrumento del delito
contravención con las mismas penas im- es siempre una dádiva o presente que, si
puestas por las leyes, y estarán siempre no se entrega en el acto, recibe eí nombre
a la mira de que las justicias de su distrito tíe ofrecimiento o promesa. Dádiva es cosa
se porten como corresponde en esta par- que se da graciosamente; presente es un
te...". don, alhaja o regalo que una persona da a
La Novísima Recopilación (lib. XI, tít. -otra, en señal de reconocimiento o afec-
I, ley 7^) dispone que los alcaldes de las ción. El legislador ha materializado, por
alzadas, corregidores, alcaldes y jueces de así decirlo, el cohecho y expresamente pide
ciudades, villas y lugares, no tomaran, ni que el objeto se concrete en una dádiva o
en público ni a escondidas, ni por sí ni presente. El Código vigente en España
por otros, dones de ninguna persona de distingue tres especies diversas de cohecho
las que entre ellos hubieran de venir a (corrupción pasiva): a) El cometido por
pleito, so pérdida del oficio y de la impo- el funcionario público que solicitare o re-
sición de graves penas pecuniarias. cibiere, por sí o por persona intermedia-
6. El delito en los Códigos españoles ria, dádiva o presente, o aceptare ofre-
modernos. Siguiendo, en términos gene- cimiento o promesa, etcétera (art. 385).
rales, la línea del Código penal francés de Análogos preceptos se encuentran en el
1791, y el de 1810, el Código español de Código penal francés (art. 178), de Portu-
1822 consagró dos capítulos distintos, den- gal (art. 318, 1<?) y chileno (art. 248).
tro del título VII, parte primera, "a los Son sujetos del delito: los funcionarios
sobornos, cohechos y otros regalos que se públicos, incluyéndose entre éstos, por vir-
hagan a los que ejercen algún empleo o tud de diversas leyes procesales, los jura-
cargo público" y a "las extorsiones y es- dos, los arbitros, arbitradores, peritos, hom-
tafas cometidas por funcionarios públicos" bres buenos o cualesquiera personas que
(capítulos II y IV, respectivamente). Ade- desempeñen una función pública.
más, el Código de 1822 recogía y comple- La dádiva o presentes recibidos, o los
taba los precedentes del Derecho español ofrecimientos de cualquier clase, pueden
antiguo con un criterio de adaptación a consistir 'en dinero, bienes inmuebles, jo-
las nuevas necesidades y hábitos. El sis- yas, etcétera, o sea en cualquier clase sus-
tema casuístico en exceso se abandona un ceptible de valor económico.
tanto en el Código de 1848, que perfila la El delito se consuma cuando el funclo-
figura del cohecho de modo parecido al
d" 1932 v al actual El Código rie 1928 dls-
nario recibe la dádiva o el presente, o en que el concepto de funcionario público es
cuanto acepta el ofrecimiento o la pro- amplio y general, involucrando los cargos
mesa. electivos (diputado o senador). En el sub-
b) "Es también culpable de cohecho el siguiente artículo se prevé el caso de la
funcionario público que solicitare o reci- corrupción que tuviere por objeto un hecho
biere por sí o por persona intermedia dá- criminal, la que se castigará con mayor
diva o presente, o aceptare ofrecimiento o rigor que la degradación cívica, fijada para
promesa de ejecutar un acto injusto rela- el caso anterior. El siguiente artículo está
tivo al ejercicio de su cargo que no consti- dedicado a la concusión, que se define co-
tuya delito" (art. 386). mo "el hecho de apremiar o tentar el apre-
c) Por último, "es culpable de cohecho mio por vías de hecho o amenazas, corrom-
el funcionario público que recibiera dádiva piendo o intentando corromper por prome-
o promesa para abstenerse de un acto que sas, ofertas, dones o presentes a alguna de
debiera practicar en el ejercicio de los de- las personas indicadas en el artículo 177,
beres de su cargo" (art. 387). para obtener, sea una opinión favorable,
d) Mas hay otra posibilidad de configu- sea un proceso verbal, estado, certificados
rar el delito, y "lo comete el funcionario pú- o estimaciones contrarias a la verdad, sea
blico que admitiere regalos que le fueren lugares, empleos, adjudicaciones, empresas
presentados en consideración a su cargo u otros beneficios cualesquiera, sea todo
(art. 390). otro acto del ministerio del funcionarlo,
La ley castiga al que incurre en la co- agente o encargado, sea, en fin la absten-
rrupción activa (consiste en el hecho de ción de un acto que entra en el ejercicio
corromper o sobornar a los funcionarios de sus deberes, será castigado de la misma
públicos para que realicen actos relaciona- manera que la persona corrupta" (10).
dos con el ejercicio de sus funciones o se Los demás preceptos se limitan a graduar
abstengan de realizarlos); a esta corrup- la responsabalidad de los agentes de la co-
ción se refiere el artículo 391, cuando de- rrupción en la función pública, según se
clara que "los que con dádivas, presentes, trate de un hecho más o menos grave.
ofrecimientos o promesas corrompieren o 2. Instrumento del delito. Como se ad-
intentaren corromper a los funcionarios
públicos, serán castigados con las mismas (10) Los nuevos códigos penales latinoameri-
penas que éstos, menos la inhabilitación". canos encaran el punto con un criterio que no
es el del Derecho clásico. Asi, el Cód. pen. uru-
Capítulo II guayo, en el tít. 4, "Delitos contra la administra-
EL TEMA EN EL DERECHO PENAL FRANCÉS
ción pública", se refiere al cohecho simple y li
cohecho calificado, diciendo: Art. 157. Coheche
1. En el Código de 1791. Este ordena- simple: "El funcionarlo público que, por ejecutar
miento se destaca entre todas las legislacio- un acto de su empleo recibe por sí mismo, o por
un tercero, para sí mismo o para un tercero uní
nes de la época, por haber aislado, por pri- retribución que no le fuera debida o aceptare la
mera vez, aunque sin definirla, la concu- promesa de ella, será castigado, etc. La pena sera
sión de la corrupción. Ambos delitos, en el reducida de la tercera partí a la mitad, cuando el
sistema francés, tienen un elemento co- funcionarlo público acepta la retribución, por un
acto ya cumplido, relativo a sus funciones". Ar-
mún: la consecución de un provecho abu- tículo 158. Cohecho calificado: "El funcionario
sando de las funciones públicas desempe- público que, por retardar u omitir un acto rela-
ñadas. Se diferencian, sin embargo, en que tivo a su cargo, o por ejecutar un acto contrario
por la concusión el funcionario reclama co- a los deberes del mismo, recibe por sí mismo o
por otro, para sí o para otro, dinero u otro pro-
mo debida una cosa a la que no tiene dere- vecho, o acepta su promesa, será castigado con
cho, mientras que en la corrupción el fun- seis a veinticuatro meses de prisión e inhabili-
cionario recibe o se deja prometer una tación especial de dos a seis años... La pena terí
aumentada de un tercio a la mitad, si el hecho
cosa sin la pretensión de tener derecho a tuviere por efecto: 1» La concesión de un «mpleo
ella. Esta diferencia es la que se destaca, público, estipendios, pensiones, honores, o la cele-
por primera vez, en el Código penal fran- bración de un contrato en que estuviere Intere-
cés. sada la repartición a la cual pertenece el funcio-
nario. 2° El favor o el daño de las partes litigan-
Bajo la intitulación general "de la co- tes en juicio civil o criminal".
rrupción de los funcionarios públicos" (ar- En el subsiguiente articulo se castiga como so-
tículos 177 y sigs.), expresa el Código penal borno el delito en que Incurre el que "Indujere t
francés: "Todo funcionario público del or- un funcionario público a cometer cualquiera de
los delitos previstos en los arts. 157 y 168, >er»
den administrativo o judicial, todo agente castigado por el simple hecho de la Instigación,
o encargado de una administración pública etcétera".
que haya admitido ofertas o promesas, o El Cód. pen. ecuatoriano dedica el cap. 7, com-
recibido dones o presentes, para realizar puesto por seis artículos, al cohecho, que calille»
y sanciona en sus más variados aspectos. Involu-
un acto de su función o de su empleo", crando en el concepto de funcionario público ti
etcétera. La jurisprudencia ha determinado juez, al arbitro, al componedor y al jurado.
vierte, también en el Derecho francés el figura delictuosa en general y al cohecho
don o la oferta constituyen los instrumen- de juez (arts. 256 y 257). Los subsiguien-
tos del delito, si bien, diferenciándose en el tes (arts. 258 y 259) se relacionan directa-
punto con respecto a otros Códigos penales, mente con nuestro tema.
el de este país ha introducido un mínimum El artículo 258 dispone: "Será reprimido
de orden y de jerarquía entre delitos que, con prisión de seis a dos años el que, di-
si bien guardan extraordinaria analogía recta o indirectamente, diere u ofreciere
entre sí, se diferencian algo más que por dádivas a un funcionario público para que
matices o colores. haga u omita un acto relativo a sus fun-
La doctrina ha establecido, a su vez, ma- ciones. Si la dádiva se hiciere u ofreciere
yor precisión en los términos, completando a un juez, la pena será de un mes a cuatro
el sistema en forma satisfactoria. Así, por años. Si el culpable fuere funcionario pú-
ejemplo, los autores sostienen casi de un blico, sufrirá además inhabilitación espe-
modo uniforme que el delito de soborno se cial: en el primer caso, por seis meses a
consuma en el momento de realizarse el seis años, y en el segundo, por uno a diez
pacto ilícito entre el funcionario y el par- años".
ticular; en cuanto el funcionario acepta el El texto configura los casos de cohecho
ofrecimiento o promesa, el delito se perfec- activo sancionados por la ley penal, los que
ciona ( n ). Cabe mencionar que en la doc- pueden agruparse de la siguiente manera:
trina alemana el delito se consuma en el 19 Que el particular diere u ofreciere dádi-
caso de ser el funcionario quien solicita la vas directamente a un funcionario público;
dádiva, cuando la exigencia de éste llega a 21? Que las diere u ofreciere, aunque sea por
conocimiento de la otra parte; cuando es intermediario o partícipe; 3"? Que un par-
el particular quien propone, se consuma ticular diere u ofreciere dádivas directa o
cuando el funcionario admite expresa o tá- indirectamente a un juez; 4<? Que el que las
citamente la dádiva ofrecida En Italia se diere u ofreciere a un funcionario público,
consuma cuando corrompido y corruptor sea él también funcionario público; 5? Que
están de acuerdo (Tribunal de Casación, diere u ofreciere dádivas a un juez, siendo
14 de mayo de 1931). él mismo funcionario público.
El legislador ha previsto, apunta un
Capítulo III comentarista, esta figura como indepen-
LA DÁDIVA EN EL DERECHO PENAL diente de los principios que rigen la parti-
ARGENTINO cipación, por cuanto el sujeto activo es
siempre un funcionario público en los de-
1. El punto en los proyectos y en el Có- litos de los artículos 256 y 257; en cambio,
digo de 1886. En el Proyecto de Código pe- en el artículo 258 no lo es, salvo el caso
nal de 1891, el capítulo relativo al cohecho del último apartado de esta disposición. No
reglaba el delito en forma muy semejante siendo aplicables las normas de la coauto-
a la del Código vigente. En la ley 49, el ar- ría para el particular que comete cohecho,
tículo 75 disponía que todo "empleado de la fue necesario crear una norma especial,
Nación en el orden administrativo o judi- que es la que estamos analizando ( 12 ).
cial, agente o encargado de cualquier ramo Algunos autores nacionales propugnan la
de la administración pública, que recibie- tesis de que la consumación del delito se
re dinero o cualquiera otra dádiva, o que produce cuando el destinatario de la dá-
aceptare una promesa directa o indirecta diva acepta, pero otros desechan la con-
para hacer o dejar de hacer alguna cosa, clusión. La doctrina, al callar la ley, con-
faltando a sus deberes", etcétera. En el sub- ceptuaba como tentativa el hecho de que
siguiente artículo se decía: "El juez que el particular formulara la oferta, sin que el
diera por precio una sentencia, aunque sea funcionario la aceptara, pero nuestro ar-
justa", etcétera, y posteriormente se en- tículo, al constituir un delito especial para
globaba a los arbitros. El particular que el sobornador, comprende los dos casos: el
provocara este delito será castigado con las de celebración del convenio, diere, que im-
mismas penas que el empleado o arbitro porta aceptación del que recibe; ofreciere,
corrompido. que se satisface con su propuesta de so-
En el Código penal de 1886 la configura- borno (i 3 ). La consumación se produce,
ción del cohecho era análoga, como así afirma Mallo, conjuntamente con el ofre-
también la punición. cimiento e independientemente de que el
2. Las dádivas en el Código penal vi-
gente. Los dos primeros artículos del co- (12) Mallo, M. M., Código penal argentino,
hecho, en nuestra ley están dedicados a la t. 3, pág. 315, Editorial Blbliográíica Argentina,
Bs. Aires, 1951.
(11) Garraud, B., Traite théortque et pratique (13) Malagarriga, C., Código penal argentino.
ít Drott penal franyais, t. 4, París, 1924. t. 3, pág. 204, Bs. Aires, 1927.
funcionario o el juez acepte o no la dádiva "Dádivas quebrantan peñas", dice el afo-
ofrecida. Siendo así, no puede haber ten- rismo popular, y si es exacto que mantienen
tativa. las amistades, por lo menos en Francia,
Díaz, refiriéndose al perfeccionamiento donde les petits cadeaux entretienent l'ami-
del delito, afirma, por su parte: "Cada una tié, el funcionario como tal no tiene ami-
de las personas intervinientes en el hecho gos, comenta Malagarriga, y su rectitud
comete un delito específicamente incrimi- debe ser como la honestidad de la mujer
nado. De manera que la responsabilidad del César, no sólo ser, sino parecer. No en-
aparece distintamente en cada acción, sin tran en el concepto de dádivas, agrega, los
subordinación a la de la otra persona, haya banquetes, pero sí las suscripciones que em-
ésta aceptado o no. Quien ofrece o en- pleados poco aprensivos permiten a sus in-
trega la dádiva es penado por este hecho, feriores para que éstos les demuestren, con
con prescindencia de su efectiva realización. toda independencia, la admiración que les
El funcionario o el juez que la aceptan o produce su talento o el riguroso cumpli-
reciben son reprimidos aunque nada hicie- miento de sus deberes.
ron por cumplir la promesa de obrar o de El artículo se refiere a dádivas sin refe-
no hacerlo. Son, en definitiva, delitos for- rencia a actos determinados del funciona-
males" (i*). rio público o magistrado; nada más que
En el mismo sentido se pronuncian Ro- para captarse su buena voluntad, confor-
dolfo Moreno (16), Rivarola ( i e ), González me a la interpretación más corriente 21
de la
2
Roura ( ") y Oderigo(i»). doctrina ( °). (Cfr. González Roura ( ) y
3. Análisis del articulo 259. Dispone el Díaz ( 22 ).) Y el que hace entrega de las
texto: "Será reprimido con inhabilitación dádivas, no es punible. Únicamente se ha
especial de uno a seis años el funcionario conceptuado delictuosa la acción cuando se
público que admitiere dádivas que le fueren ha recibido la dádiva. El penalista Sebas-
presentadas en consideración a su oficio, tián Soler, refiriéndose al acto determinado
mientras permanezca en ejercicio del car- del funcionario, opina: "En realidad, no
go". El artículo carece de antecedentes en puede hacerse cuestión con respecto al
el Código de 1886 y en los diversos proyec- vínculo entre el obsequio y un acto: senci-
tos nacionales, habiendo sido tomado del llamente, tal vínculo no debe existir" (™).
Código español. Prevé el caso, señala Mala- Algún autor sostiene que el principio con-
garriga, por desgracia harto frecuente para tenido en el artículo 259 del Código penal,
despreciarlo, del funcionario que admite re- amén de híbrido es inútil e innecesario. Ar-
galos que le son presentados en considera- guye que, aparentemente, el legislador hu-
ción a su oficio. Este caso se asemeja a los biera querido graduar el delito en razón del
demás de cohecho, en que el delincuente se monto de lo que el funcionario recibe, no
propone corromper la conducta del funcio- en consideración a hechos especialmente
nario predisponiéndolo a su favor, y se dis- determinados, sino tendientes a procurarse
tingue en que no aparece manifiesto el pro- su buena voluntad. Digamos el caso del
pósito de obtener inmediatamente un acto empleado del tribunal que dispensa aten-
Ilícito determinado de parte del funcionario. ción especial al litigante habitual o el po-
En un país republicano, agrega, con más licía de facción que esmera su servido
razón que en cualquier otro país civilizado, respecto a determinada persona de su ju-
los funcionarios públicos deben estar a cu- risdicción, a cambio de lo cual acepta dá-
bierto de toda sospecha de inmoralidad, y divas ... Creemos que ni aun así puede eva-
para ello la ley penal debe reprimir los dirse el sujeto de ser calificado como autor
hechos que tiendan a arrojar esa clase de de cohecho puro y simple y que esta dis-
sospechas, como los regalos que la amistad posición es innecesaria. El artículo es cier-
particular no justifica y que son, por de- to que debe ser calificado como un caso de
cirlo así, la forma más refinada del co- cohecho, pero habiendo sido prevista esta
hecho (i»). situación (funcionario público que acepta
dádivas en razón de su función), este últi-
(14) Díaz, E., El Código penal para la Repú- mo artículo del capítulo es superabundan-
blica Argentina, pág. Vil, Bs. Aires, 1928.
(15) Moreno, B. (h.), El Código penal y sus te. Ni la indeterminación del acto del fun-
antecedentes, t. 6, pág. 214, Bs. Aires, 1923. cionario ni el escaso monto de la dádiva
(16) Rivarola, B., Exposición y critica del Có- autorizan la formulación de la norma. Am-
digo penal para la República Argentina, t. 3, pá-
gina 103, Bs. Aires, 1890. bas situaciones se resuelven perfectamente
(17) González Boura, O., Derecho penal, t. 3,
pág. 379, Bs. Aires, 1939. (20) Moreno, R. (h.), ob. cit., t. 8, pág. 217.
(18) Oderigo, M. A., Código penal anotado, (21) González Boura, O., ob. cit., t. 3, pág. 3W.
pág. 333, Ed. Ideas, Bs. Aires, 1942. (22) Díaz, E. C., ob. cit., pág. 473.
(19) Malagarriga, C., ob. cit., t. 3, págs. 204 (23) Soler, 8., Derecho penal argentino, t. !,
y 205. pág. 187.
haciendo aplicación al hecho de los princi- injusticia del acto (Cám. Ped. Cap., J. A., 1947-11,
pios de los artículos 40 y 41 ( 2 4 ). Entende- pág. 625). A fin de que se configure el delito de
cohecho no es necesario que la dádiva oírecida a
mos que la crítica es excesiva. Lo que en un funcionario, para que haga u omita algo rela-
verdad pretende el artículo incriminado es tivo a sus funciones, sea aceptada por éste; en
castigar la simple aceptación de dádivas sin efecto, basta dar u ofrecer la dádiva para que el
dador u oferente incurra en el delito citado
que el funcionario se obligue a nada: ni a (Cám. Fed. Cap., G. del F., t. 198, pág. 207). El
obrar ni a abstenerse, en favor del sobor- cohecho exige que la dádiva se haya dado por un
nante. "Se trata de conquistar la buena acto propio de las facultades del funcionario (Cám.
voluntad, lograr la adhesión, ganar al fun- Nac. Pen., L. L., t. 64, pág. 256).
Artículo 259. El ordenanza de una repartición,
cionario para sus intereses, obtener se in- pública que durante el ejercicio de su cargo y en
cline en principio y por una explicable consideración al mismo acepta una dádiva, incu-
razón de reconocimiento en favor de los rre en el delito previsto en el art. 259 del Cód. pen.
asuntos que el donante tramita o pueda (Cám. Crim. y Corr. Cap., L. L., t. 4, pág. 100).
No incurre en el delito de corrupción quien hace
tramitar luego ante la oficina a la cual regalos, demostraciones de gratitud y dádivas a
pertenece el funcionario" ( 2S ). funcionarios, sin mediar convenios previos y cuan-
El caso de cohecho simple que se men- do ellos están desvinculados del cumplimiento de
ciona, consiste en que el funcionario pú- actos determinados: en la especie, dádivas a vivi-
dores allegados a ¡as esferas políticas, empleados
blico que, por sí o por interpósita persona, o parientes de funcionarios, contribuciones para
"recibiere dinero o cualquier otra dádiva campañas electorales o para impedir campañas di-
o aceptare una promesa directa o indirec- famatorias de prensa (Sup. Corte Tucumán, L. L.,
t. 51, pág. 137).
ta, para hacer o dejar de hacer algo rela-
tivo a sus funciones" (art. 256); que es un BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
caso bien distinto y fácilmente discrimina-
ble del que nos interesa. DAMNIFICADO DIRECTO E INDIREC-
TO.* SUMARIO: 1. Concepto y definición. 2. De-
JURISPRUDENCIA. — Artículo 258 del Código penal. terminación. 3. Soluciones doctrinarias. 4. El
Si las ofertas del corruptor no fueren aceptadas problema en nuestro Código civil. 5. Inter-
por el funcionario, el hecho es tentativa de cohe- pretación del articulo 1079. 6. Damnificado
cho (Cám.Crim. y Corr., ag. 1912, pág. 320). La directo y damnificado indirecto en el homi-
dádiva (cinco pesos) ha sido posterior al hecho u cidio. 7. La concubina. 8. Hermanos. 9. Ter-
omisión a cargo del funcionario. No hay cohecho, ceros. 10. Prueba. 11. Monto de la indem-
pues no basta el mero hecho de que éste se haya nización. 12. Distribución de la indemniza-
sentido molestado por la dádiva (Cám. Ped. Ro- ción. 13. Casos en que se excluye a la es-
sario, T. Santa Pe, 1925, pág. 240). La calificación posa e hijos de la indemnización. 14. Dam-
legal del delito en que ha incurrido el procesado nificado directo y damnificado indirecto en
al obtener una excepción militar con falsas cau- el caso de lesiones. 15. Damnificado directo
sas e informes también falsos, si ha mediado dá- y damnificado indirecto de los delitos con-
diva en dinero, es la de cohecho (Cám. Ped. Cap., tra el honor. 16. Damnificado directo y
J. A., t. 37, pág. 580). Es condición esencial del damnificado indirecto en los delitos y cua-
delito de cohecho, que la dádiva que se ofreciere sidelitos contra la propiedad. 17 Damnifi-
til funcionario público tenga especialmente en cado directo y damnificado indirecto en el
vista la ejecución u obtención de un acto rela- daño moral.
tivo a sus funciones. El art. 258 del Cód. pen., lo
mismo que el 256, contempla el hecho pasivo del 1. CONCEPTO Y DEFINICIÓN. El artículo 1079
funcionario —así lo establecen—, circunscribiendo del Código civil dice: "La obligación de re-
el objeto perseguido por el delincuente a las fun- parar el daño causado por un delito existe,
ciones de la administración pública, cuya fuerza
la ley tiende a proteger, lo que lógicamente obli- no sólo respecto de aquél a quien el delito
ga, en cada caso, a precisar las facultades o atri- ha damnificado directamente, sino respec-
buciones del funcionario afectadas por la acción to de toda persona que por él hubiese su-
delictuosa (Cám. Crim. y Corr., L. L., t. 3, pá-
gina 1164). No constituye delito el acto de ofrecer frido, aunque sea de una manera indi-
una suma de dinero al Jefe de la Secretaría Mili- recta".
tar del presidente de la Nación, como participa- La violación del Derecho puede, pues,
ción pecuniaria en ciertos juicios sucesorios, a producirse de dos maneras: directa e indi-
cambio de obtener pronto despacho en los mis-
mos (Cám. Crim. y Corr., J. A., t. 34, pág. 949). rectamente. Damnificado directo es aquél
Por imposibilidad de encuadramiento legal, no en quien incide inmediatamente el acto ilí-
comete el delito de cohecho el funcionario pú- cito, sin mediación de persona alguna entre
blico que organiza contribuciones periódicas de ella y su autor. Damnificado indirecto es la
otros funcionarios o empleados públicos destina-
das a la caja de un partido político (Sup. Corte persona en quien el acto ilícito incide me-
Catamarca, J. A., 1943-IV, pág. 622, con nota de diatamente por repercusión del agravio in-
L. Carnelli). La represión se impone al que da u ferido directamente a otra, respecto de la
ofrece la dádiva y al que la recibe o acepta; el de-
lito se perfecciona por el hecho de dar o de reci-
cual aquélla se encuentra vinculada ( J ).
bir o de ofrecer y aceptar la dádiva, sin que sea Damnificado directo, en los hechos ilíci-
menester que el funcionario cumpla o no lo pro-
metido e independientemente de la justicia o de la * Por el Dr. JUAN M. FARIÑA.

(24) Mallo, M. M., ob. cit., t. III, págs. 317-318. (1) Aguiar, H., Hechos y actos jurídicos, edi-
(25) Díaz, E. C., ob. y lug. cit. ción 1950, t. 2, pág. 139.

OMEBA - T. V - 32
tos contra la integridad física, la libertad indemnizable, y que le dommuge par rico-
o el honor, es el individuo cuya integridad chet es un daño directo y, por lo tanto,
íísica, libertad u honor ha sido lesionado. resarcible, pues para ellos daño indirecto
En los hechos ilícitos contra la propie- es aquel muy remoto y que no tiene por el
dad, damnificado directo es el propietario acto ilícito una relación de causalidad ade-
de la cosa, y pueden serlo también el po- cuada.
seedor, el tenedor, depositario, etcétera. b) Para los autores italianos, la acción
Damnificado indirecto es el tercero lesio- resarcitoria corresponde sólo al titular del
nado en sus derechos como reflejo del acto interés inmediatamente tutelado por la ley,
ilícito cometido contra la víctima inme- que algunos identifican con el sujeto pa-
diata. Así, en el homicidio son damnifica- sivo del delito o cuasidelito; los terceros
dos indirectos el cónyuge, los hijos, los pa- cuyos intereses han podido ser agraviados
dres y todas las personas hacia quienes el mediatamente, carecen de acción (*).
extinto estaba obligado a una prestación c) El Derecho alemán concede acción re-
de carácter patrimonial. sarcitoria al titular del derecho agraviado
2. DETERMINACIÓN. El damnificado direc- por el acto ilícito, afectado inmediatamen-
to es fácilmente determinable; es la vícti- te por el mismo, con exclusión de los ter-
ma inmediata; pero no ocurre lo mismo ceros que pudieren haber sido perjudica-
con el damnificado indirecto. En un homi- dos. Pero este principio, que guarda identi-
cidio, por ejemplo, la muerte perjudica a la dad con la doctrina italiana, no es abso-
esposa, a los hijos, a los socios del difunto, luto, pues en caso de homicidio, lesiones
a los demás parientes, y a todas las perso- y privación de la libertad, se concede ac-
nas que en una forma u otra mantenían ción a los terceros con respecto a quienes
una vinculación económica con la víctima. la víctima estaba obligada por la ley a
En un choque entre un camión y un colec- mantener.
tivo, vuelca éste, y el vehículo se ve impo- 4. EL PROBLEMA EN NUESTRO CÓDIGO CIVIL.
sibilitado de llegar a destino; varios pa- El artículo 1079 sienta el principio amplio:
sajeros viajaban por negocios que debían "La obligación de reparar el daño causado
concertar en la fecha, cuya imposibilidad por un delito existe, no sólo respecto de
ha perjudicado a quienes en el lugar de aquél a quien el delito ha damnificado di-
destino aguardaban su llegada en el día. rectamente, sino respecto de toda persona,
Todas estas personas, ¿son damnificados que por él hubiese sufrido, aunque sea de
indirectos y pueden, por ende, demandar al una manera indirecta". Esta norma es apli-
culpable el resarcimiento del perjuicio ex- cable también en los cuasidelitos en vir-
perimentado? tud de lo dispuesto por el artículo 1109,
Corresponde fijar el verdadero alcance in fine, y la consagra el Código penal en el
de este término y hasta dónde el autor del artículo 29 cuando reconoce el derecho al
hecho ilícito está obligado a indemnizar. resarcimiento "a la víctima, a su familia
3. SOLUCIONES DOCTRINARIAS. Varias teo- o a un tercero".
rías se han desarrollado alrededor de esta El artículo 1079, como todos los del ca-
cuestión, buscando de hallar la fórmula pítulo I del título, menos el artículo 1082,
justa con respecto al derecho de los per- fueron tomados casi a la letra de Aubry
judicados, las que pasamos a analizar: y Rau ( 5 ), quienes se inspiraron en la obra
a) La teoría francesa ha estudiado este de Rauter Traite théorique et pratique de
problema partiendo de la distinción entre Droit criminel franjáis ou cours de législa-
daño directo y daño indirecto. Este último tion criminel, publicada en París en 1836;
daño es conocido en la jurisprudencia y y en la obra de Faustin Hélie, quien expuso
doctrina francesas con el nombre de dom- que "en tesis general, la indemnización
mage par ricochet ( 2 ). Para la mayoría de debe ser la estricta representación del da-
los autores franceses la distinción entre ño causado; la lesión debe ser reparada,
daños directos e indirectos radica en la re- la persona afectada no tiene otro derecho,
lación causal mediata o inmediata exis- no debe realizar un beneficio, sino obtener
tente entre el hecho ilícito y el daño su- la justa reparación. Ir más allá sería cam-
frido, de modo que daño indirecto sería biar el carácter de los daños e intereses, y
aquel "que no tiene una conexión inme- aplicarlos como una especie de castigo, al
diata con el hecho generador de responsa- lado de las penas pronunciadas por la ley
bilidad" (3). penal" («).
Partiendo de esta base, los autores fran-
ceses opinan que el daño indirecto no es (4) Orgaz, A., El daño resarcible, "Actos Ilí-
citos", pág. 123.
(5) Aubry y Rau, t. 4, § 445, nota 3.
(2) Brebbia, B. H., El daño moral, pág. 66. (6) Faustin Hélie, A., Traite d'instruction cri-
(3) Brebbia, ibid,. pág. 66. ¡ ,.. . ..,M.i : minelle ou Théorie du Code d'instruction crimi-
nuestro codificador, cita en la nota al rrido que la víctima, por un acto espontá-
artículo 1079, también a la Partida VII, tí- neo y sin otra obligación que la de su con-
tulo XV, ley III, que dispone: "Emendar ciencia hubiera efectuado en vida presta-
e pechar deue el daño aquel que lo fizo a ciones alimentarias a quienes ningún de-
aquel que lo rescibio. E esto le puede ser ber jurídico le ligaba. Se trata generalmen-
demandado, quier lo cuesse fecho por sus te de prestaciones alimentarias cuyo tér-
manos o auiniesse por su culpa, o fuese mino depende de la voluntad del alimen-
fecho por su mandado o por su consejo". tante.
Pero el verdadero sentido del artículo está El acto del benefactor puede ser uno,
en la doctrina de Faustín Hélie, cuya obra esporádico; o de carácter más o menos
se cita en la nota al artículo, quien mani- permanente, cuya duración resulta así in-
fiesta: "La infracción puede producir pa- determinada. En el primer caso, la muer-
ra nosotros un daño personal, -éste es el te del alimentador ocasional no causa al
principio sentado por la ley romana, aun beneficiario, también ocasional, un daño
cuando el delito no haya sido cometido cierto, pues no era seguro que el acto se
sobre nuestra propia persona", de manera repetiría; pero en el segundo caso, la muer-
que para este autor, el daño personal es el te del benefactor les causa a los alimentis-
que hiere nuestros intereses por un delito tas un daño efectivo, pues les priva de los
cometido, aun cuando se haya ejecutado medios que antes gozaban gracias a la
en contra de otra persona ( 7 ). generosidad de su permanente benefac-
5. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 1079. Los tor (i»).
términos amplios del artículo 1079 deben Evidentemente, el alimentador no tenia
interpretarse y aplicarse dentro de los jus- una obligación ni legal ni contractual y,
tos límites, pues de lo contrario llegaría- en consecuencia, el alimentista carece del
mos a situaciones reñidas con los más ele- derecho correlativo para exigir su cumpli-
mentales preceptos jurídicos y con la pro- miento. Se concluye que estamos en pre-
pia lógica. "De otro modo, habría que per- sencia de un daño de hecho no indemni-
mitir igualmente a los proveedores de la zable, pues para que proceda el resarci-
víctima reclamar una indemnización por miento es necesario: a) que el hecho que
la pérdida de un cliente, solución extrema lo cause atente en contra de un derecho
que no encontraría defensor" ( 8 ). adquirido; b) que el daño debe ser cierto.
Dos tesis opuestas se presentan: una res- En nuestro caso, evidentemente no puede
tringida que exige la presencia de un daño tenerse como daño resarcible, pues no te-
jurídico strictu sensu; y una amplia que niendo el alimentante obligación de sumi-
considera indemnizable todo daño, sufrido nistrar alimentos, podrá dejar de hacerlo
con tal que sea cierto. en cualquier oportunidad (»).
Dentro de la primera teoría, nos dice "Como el alimentista no tenía derecho a
Orgaz: En la vida diaria los hechos ocu- exigir de su benefactor los servicios -que le
rridos a una persona repercuten general- prestaba, el homicidio de éste no le pudo
mente sobre otras, quienes sufren o se be- herir ni lesionar un derecho de que care-
nefician por el acontecimiento; "pero el cía; y que, por lo tanto, nada puede recla-
simple perjuicio de hecho, que resulta de mar del delincuente ya que legalmente na-
los efectos reflejos del acto ilícito, no bas- da habría podido reclamar de su benefac-
ta, porque estos reflejos son comunes a to- tor"^).
do acto dentro de la vida social"; hay que La teoría opuesta sostiene que "la rela-
distinguir entre quienes sufren un perjui- ción de causalidad entre la culpa y el per-
cio de hecho y quienes sufren un perjuicio juicio es la misma, sea que el tercero pue-
propiamente jurídico, pues sólo estos últi- da invocar un crédito alimentario o sólo
mos tendrán acción para reclamar el resar- su calidad de beneficiario de las liberali-
cimiento. Damnificados por el acto ilícito dades de la víctima; probado que el soco-
—directos o indirectos— son exclusiva- rro hubiese sido, ciertamente, continuado,
mente los que han sufrido un agravio a sus no existe diferencia alguna en la situación
derechos, que es lo que constituye el daño de los terceros". "Exigir —dice Ripert—
jurídico ("). que la imprudencia viole un derecho adqui-
Tomamos el ejemplo del homicidio, para rido por el tercero; que exista un vínculo
concretar las nociones: Puede haber ocu- jurídico entre éste y la víctima, se olvida
que la aplicación del artículo 1382 (Código
nelle. t. 9, pág. 279, cit. por Aguiar, op. cit., t. 4, francés, igual al 1109 del nuestro) no exi-
pág. 604.
17) Aguiar, op. cit., t. 4, pág. 604.
(8) 'Josserand, L., Cours de Droit civil positif (10) Aguiar, op. cit.. t. 4. pág. 609.
truncáis, t. 2, núm. 424, París 1930. (11) Aguiar, Ibíd.. pág. 610.
i 9 l Orgaz, op. cit., págs. rI7, 130 y 131. ' (12)' Aguiar, Ibíd., pág. 611.
ge la violación de un derecho adquirido (i»). necesario distinguir que la víctima haya
Dentro de estas teorías extremas existen iniciado o no la acción antes de su muer-
otras intermedias que han procurado ar- te. Las lesiones pueden ser de tal gravedad
monizar soluciones opuestas. Al ocuparnos que el deceso se haya producido instantá-
de las consecuencias de los distintos he- neamente; pero ello no es óbice, para la
chos ilícitos, veremos las interpretaciones doctrina que comentamos, pues para que
que nuestra doctrina y jurisprudencia han un derecho se fije en la cabeza de una per-
dado al artículo 1079 del Código civil. sona es suficiente que haya nacido un ins-
6. DAMNIFICADO DIRECTO Y DAMNIFICADO IN- tante antes de su fallecimiento. "Entre el
DIRECTO EN EL HOMICIDIO, a) Damnificado di- momento en que se infiere la herida y
recto. En el homicidio —se sostiene— no aquél en que se produce la muerte, nece-
existe damnificado directo desde el punto sariamente transcurre un lapso, brevísimo
de vista del resarcimiento pues el muerto si se quiere, pero suficiente para que la
no puede sufrir ningún daño económi- víctima adquiera ese derecho a la indem-
co (»«). nización, y, en consecuencia, para que sus
Sin embargo, este problema ha dado ori- herederos encuentren la acción respectiva
gen a teorías_ opuestas. Autores como Ma- en el patrimonio del causante" (").
zeaud, Demogue, Aubry y Rau, Planiol, Ri- Spota, partidario de esta teoría, dice que
pert y Esmeiri, Chironi, De Cupis, etcétera, "en caso de muerte del viajero en el acto
sostienen que la acción resarcitoria nace mismo del siniestro, todo heredero puede
originariamente en el muerto, y pasa lue- exigir la indemnización invocando tal ca-
a los herederos, quienes tienen en conse- lidad" pues no se concibe que los herede-
cuencia dos acciones con motivo del homi- ros tengan este derecho en caso de que el
cidio: una iure proprio, por el daño sufrido fallecimiento ocurra después de algún
personalmente a raíz del homicidio, y otra tiempo de ocurrido el siniestro y no cuan-
iure hereditatis, por el daño sufrido por el do la muerte ocurrió en el acto mismo del
causante por el hecho de su muerte..Estas desastre. No podría hallarse el causante de
dos acciones son independientes y pueden la muerte en mejores condiciones cuando
ejercerse separadamente. el hecho fue más grave ( 18 ).
Esta teoría ha sido seguida por nuestros El mismo Spota, en nota publicada en
tribunales con gran uniformidad. Así se ha Jurisprudencia Argentina, 1947-11-308, re-
dicho que "por la muerte de una persona, firiéndose a la muerte de viajeros en acci-
nacen dos acciones civiles de reparación: dente, insiste que, en este supuesto como
una que pertenece a la sucesión, por los en cualquier otro de homicidio, los suceso-
daños causados a la víctima, es decir, al res universales de la víctima pueden ejer-
difunto; y otra que pertenece a quienes cer su acción jure hereditatis. Si hay in-
también han sido víctimas, pero de distin- cumplimiento del contrato de transporte
ta manera, al verse privados de los recur- de personas —dice— y de la obligación de
sos que aquélla les proporcionaba o por el seguridad asumida por el porteador, no ca-
sufrimiento que su fallecimiento les oca- be duda en la doctrina que admite en otros
siona" ( i » ) . La primera (iure hereditatis) supuestos no sólo la responsabilidad aqui-
se apoya en el artículo 3417 del Código ci- liana sino también la contractual, que ]
vil y la segunda (iure proprio) en el ar- cede una acción jure hereditatis aun
tículo 1079 ( i » ) . caso de accidente mortal. El crédito
La acción iure hereditatis tiene su fun- fuente contractual ha nacido en cab
damento para los sostenedores de la tesis del viajero y lo transmite a sus hereden
que comentamos en el hecho de que al pro- Entre el evento dañoso —agrega— y i
ducirse el fallecimiento, los herederos ha- muerte existe un lapso, por mínimo
llan en el patrimonio del causante la ac- sea, que explica la adquisición en cab
ción resarcitoria nacida con motivo del de la víctima del derecho a ser resarcida
acto ilícito de que fue víctima, sin que sea y, por ende, la transmisión de ese derecho
a sus herederos.
(13) Ripert, O., ''Examen doctrinal. Jurispru- Pacchioni, a quien cita Spota, dice que
dente civile". en Revue Critique de Legislation et "si la lesión no hubiese ocurrido, los here-
Jurisprudence, año 1914, pág. 193, cit. por Agular, deros, habrían, en su momento, encontra-
op. cit.. pág. 610. Coincide entre nosotros con esta do los productos económicos de tales capa-
opinión, R. Salvat, Hechos ilícitos, 2? ed., 1941, pá-
ginas 106 y stgs. ' cidades y aptitudes en el patrimonio he-
(14) Orgaz. op. cit. reditario, y se lo habrían dividido entre
(15) Cám. 2* Apel. La Plata, Sala 2, 26-7-949,
L. L., t. 56. pág. 446.
(16) Colombo, L. A., La culpa aquüiana, "Cua- (17) L. L.. t. 56, pág. 446, fallo cit. Voto del
sidelitos", 2» ed., pág. 798, núm. 236, Bs. Ai- doctor Safontás.
res, 1947. (18) J. A., 1944-11, pág. 713.
ellos; habiéndose, en vez, verificado la le- buena parte de la doctrina pues, se afir-
sión y la muerte, encuentran en él las ma que parte de una ficción y de una con-
accioneá de resarcimiento para obtenerla fusión de conceptos: el muerto es la víc-
por equivalente económico" (19). tima del homicidio, pero esto no se debe
Para los sostenedores de esta teoría los confundir con el damnificado en sentido
herederos de la víctima, para reclamar el jurídico, tenido en cuenta a los efectos del
resarcimiento, no necesitan probar que ha- resarcimiento.
yan sufrido un perjuicio en su persona, ya Los herederos de la víctima —dicen tam-
que la acción la ejercen jure hereditatis bién quienes se oponen a la tesis desarro-
por tratarse de un crédito transmitido por llada anteriormente— están facultados a
la víctima a sus herederos universales. Al exigir reparación jure proprio si prueban
lado de esta acción nace la jure proprio, que eran alimentarios y que por su indi-
para cuya procedencia el actor debe pro- gencia estaban obligados a pedir alimen-
bar que era alimentario de la víctima y tos; sin este requisito no nace el derecho
que tales alimentos le eran indispensables a exigir indemnización porque el artícu-
para su subsistencia. lo 1085 no hace referencia a una acción
Coincidente con esta opinión se ha sen- jure hereditatis que se basaría en un de-
tenciado que dentro de los principios que recho abstracto, .como sería la posibilidad
orientan nuestro Código civil, la persona de una buena fortuna en la vida truncada
que es heredera de la fallecida en un he- del difunto y en-la subsistencia de la con-
eho ocurrido por delito o cuasidelito, tiene dición de heredero, todo lo cual constituye
dos acciones: la propia o directa, y la que una simple chance que no puede dar fun-
le puede corresponder como heredera. En damento a la acción resarcitoria ( 22 ).
consecuencia, tratándose de la madre de b) Con respecto a quienes pueden exigir
la víctima, separada de hecho de su espo- indemnización como damnificados indirec-
so, tiene acción para reclamar jure proprio tos del homicidio, la doctrina está asimismo
la reparación del perjuicio que sufre por dividida, sosteniéndose las teorías más
la pérdida del hijo que era su sostén (ar- opuestas:
tículos 1079 y 1109 del Cód. clv.), sin per- I. Hay autores que limitan la indemni-
juicio de las acciones que pudiera ejercer zación a los daños sufridos por las perso-
el padre en su calidad de tal, si se sintiese nas a las cuales el muerto estaba pbligado
damnificado W. legalmente a prestarles alimentos, siempre
Desarrollando esta teoría se ha sosteni- que ellas fueren sus herederos necesarios,
do que tratándose de la acción de resarci- en tanto que los otros perjudicados carecen
miento iure proprio no existe entre las per- de todo derecho para reclamar indemniza-
sonas que pueden demandar esta indem- ción al homicida; si el alimentista no te-
nización ninguna solidaridad activa: el re- nía derecho a exigir de su beneficiario los
sarcimiento acordado a una de ellas no servicios que le prestaba, nada puede re-
aprovecha ni perjudica a las otras. Las dis- clamar del delincuente pues legalmente
tintas acciones resarciforias que pueden nada habría podido reclamar de su bene-
intentarse jure proprio por los diferentes factor.
damnificados en un mismo hecho ilícito, II. De acuerdo con la teoría amplia,
pueden ser ejercidas simultánea o aisla- opuesta a aquélla, el hecho de que la ley
damente por ellos, sin que el ejercicio de legisle especialmente el resarcimiento de-
usa prueba pueda tener efecto sobre el bido por el matador a ciertas personas que
ejercicio de las otras y la sentencia recaí- se ven privadas de los medios de subsis-
da en uno de los juicios no constituye cosa tencia que el muerto les suministraba (ar-
juzgada para los demás, excepto en lo que tículos 1084 y 1085 del Cód. civ.) no signi-
se refiere a,la culpabilidad del causante de fica liberar al delincuente de otras respon-
la muerte (21). sabilidades. El daño sufrido por otra per-
Esta teoría ha sido y es combatida por sona debe también indemnizarse, sin que
interese que el perjudicado sea o no here^
(19) Pacchloni, Diritto civile italiano, t. 4, pá- dero de la víctima. "La calidad de herede-
gtnaa 137 y siga.
(20) Cám. Civ. 1» Cap. Fed., 12-12-944, L. L., t. 37, ros necesarios del muerto, respecto del da-
pág. 128. En igual sentido, Cám. 1» Apel. La Pla- ño de que nos habla la parte final del ar-
ta. Salal», 16-4-948, J. A., 1948-1, pág. 734. Coinci- tículo 1085, no se exige porque el daño se
día con esta opinión, Segovia, t. 1, pág. 296, no- reclame a título hereditario, sino porque
te 19 al art. 1036; Llerena, t. 4, pág. 147; Machado,
t, 3, nota al art. 1097; Salvat, Hechos ilícitos, esa calidad le da derecho a reclamar ese
aflm. 2929; Colombo, Culpa aquiltana, núm. 242; daño, constituido con su entidad propia,
Hijees, en J, A., t. 42, pág. 603; Acuña Anzore-
I», A., nota en La Ley, t. 28, pág. 727.
(31) Cám. 1» C. C. Mercedes, 5-9-952. voto del (22) Martínez Paz, E., su voto en fallo 29-7-946,
doctor A. Acuña Anzorena. Trio. Supr. C6rdot>a, L. L., t. 45, págs. 421 y sigs.
por lo que fuere necesario j>ara la sub- del homicida afectaría, asi, no sólo un In-
sistencia de !a viuda e hijos del muerte . terós material, sino un derecho, al cual ese
auntjuí' fuesen otros que éstos, los que .se interés se encontraba estrechamente li-
presentaren a reclamarlo" (-:|>. gado.
Georges Ripert —como hemos visto— La indemnización, según Aguiar, procedí
partidario de la teoría amplia, sostiene que por tanto y halla su fundamento en el !u
el alimentista a quien el difunto no tenía crum ccssans pues el alimentarlo se h¡
obligación de alimentar "sir.ó que lo hacia visto privado a raíz de la muerte del ali-
ppr ánimo de .beneficiar, puede ¡«xigir re- mentante de un bien que hubiera ingresa
sarcimiento ;?i prueba que el .socorro hubie- do en su patrimonio. En tales casos — día
se "rido, ciertamente, continuado. ""Exigir Aguiar— y con semejante sentido, es que
que la imprudencia ater.tr contra un dere- se ha podido afirmar que "la esperanza
cho adquirido por un tercero, que exista es un derecho'" (- B ).
un vínculo jurídico entre ésU y la victima, Según Colombo ('•») los artículos 1079,
se olvida que la aplicación d.ei articulo 1382 1084 y 1085 del Código civil nos ofrecen
(.Códifro Napoleón, igual al ü09 del Código las siguientes contradicciones aparentes:
argentino) no* exige la violación de un de- í1?) Por el artículo 1079, "toda persona"que
recho adquirido" C-'4). experimente un daño, aun en forma In-
Henoch Aguiar sostient qae la, muerte de directa, puede demandar la reparación; por
una persona da derecho a reclamar indem- los artículos 1084 y 1085, en caso de muertí
nización no sólo a ios alimentarios que pre- de ia víctima, únicamente .podrán pedirla
vé el articulo 1085 del Código civil sitio e! cónyuge supérstite; los hijos y los
también tienen derecho aquéllos que en demás herederos necesarios del difunto;
forma permanente recibían beneficios de U<?) Por el articulo 1079 —completado con
la víctima, por l:i libro voluntad de ésta. los artículos 1068 y 1069—'el resarcimien-
P'.ro al rontni.no de Ripert. expresa que to debe abarcar el damnum emergéns y el
tai d«T«.:oho surge por cuanto el hecho ha lucro cessans; por los artículos 1084 y 1085,
viciado un Ínteres jurídico. apenas los gastos de asistencia, del fune-
El acto del benefactor -—dice Aguiar— ral y los indispensables para el manteni-
consistente en ^suministro de le necesa- miento del cónyuge supérstite y sus hijos.
rio para la .subsistencia de una persona o Para este autor, partidario de la teoría
4eV AtaWKO ^ata, a&<svAt\i \o titcmiYO, o tesa.Tc\VnVa a.mp\va, s\ urva persona que no
ambas prestaciones or.pecles y dinero) se halla unida a la victima por ningún
constituye una donación en cuanto la en- lazo de parentesco, sufre un menoscabe
trega se realice gratuitamente (art. 1789); por la muerte de una persona, puede eii-
necesita para perfeccionarse la aceptación gir la indemnización en virtud del articu-
aei donatario. De modo que.benefactor y lo 1079. Desde el momento —dice— que lo-
donatario ejercen un derecho, y quien im- gre demostrar el daño recibido no habrá
pidiere ilegalmente "que esa conjunción de motivo para negarle la Indemnización.
voluntades, resuelta o. manifestarse, se pro- Ahora bien, ¿los artículos 1084 y 1085 se
duzca, cometerá un acto ilícito, por haber refieren a la acción iure hereditatis, ya es-
creado sino ius id est contra í»is, la impo- tudiada? Colombo explica que no, pues di-
sibilidad física de que aquella conjunción chos artículos favorecen al cónyuge y a te
de voluntades se produjere" ("•). herederos forzados con una acción persona!
Si la relación creada entre el alimenta - que les permite exigir "lo necesario pan
dor y el aiimentsrio revela carácter perma la subsistencia". Pero esta acción no a-
. nente, continuo, que puede considerarse cluye todas las otras acciones propias ohe-
como inalterable ad vilam, al ocurrir el reditarias, que también pueden correspon-
homicidio se ha cortado una situación que der a los beneficiarios indicados en el ar-
debía repetirse de acuerdo a cómo se ve- tículo 1085 ('-"•). Si e! cónyuge supérstlUj
nían desenvolviendo los hechos; el homi- los herederos forzosos tienen bienes que la
cidio ha tornado imposible el ofrecimiento colocan al margen de toda privación, la
y, en consecuencia, ha hecho imposible la artículos 1084 y 1085 no se aplicarán, pues
aceptación. Ha privado al alimentario de
la libertad de ejercer su derecho, del de- (2li) A<*uiar. Ibid.. pág. 614-
recho de aceptar lo que ei alimentador le (27) Colomun, L. A.. "Mouto de 1?. indcmn!»
habría ofrecido, si no. hubiera muerto, y oión del datto" etc., en La Ley. t. 62. pís B52
(28) "SI los torceros pueden exigir 1» itpin-
dicha privación de libertad está reprimida ción del daño que les produwa el fallecimiento
por el artículo 141 del Código penal. El acto '(¡iris. 1079. 1109. 1074. 906. etc.), ¿cíino ñola»
rie podarlo aquellos que guardan con la vlctln»
(231 ARular. op. nil.. t. 4, pA|»s. fi07 v 608. i\r,n 'ntlirix relación de sangre. af]Utllis que fflli
(24) Rlpprt. O op. cií.. nota 13. intensamente sentirán el alejamiento dcflnltltt
(25) Agulur, op. cit., t. 4, púgs. 611 y siga. del accidentado?" (Colombo. ibídein.. pig 8541
estas normas tienden a evitar el desampa- ha dicho siguiendo esta teoría, que las ac-
ro de los familiares del muerto. Pero no se ciones cuasidelictuales por muerte, pueden
excluye el derecho a reclamar cualquier ser promovidas por cualquier tercero per-
otro agravio que se ocasione con dicha judicado, aun por un no heredero o parien-
muerte, a los familiares. te con derecho a alimentos. "Eso sí, no tra-
Concretando, Colombo resume su pensa- tándose de parientes directos o del cónyu-
miento en los siguientes puntos que trans- ge, la justicia debe examinar cuidadosa-
cribimos textualmente: mente las demandas y ser particularmente
a) Los artículos 1079, 1084 y 1085 del Có- exigente con las pruebas producidas", y
digo civil no se contradicen, sino que se dicho tercero no sólo debe probar la ayu-
complementan: ios dos últimos son apli- da recibida, sino la necesidad de la
caciones particulares y parciales de la nor- ayuda t 30 ).
ma contenida en el primero de ellos. En igual sentido, la Cámara civil 1* de la
b) La acción concedida al' cónyuge y a Capital Federal ha sentado que la acción
los herederos necesarios de la víctima en resarcitoria por la muerte de una persona
los artículos 1084 y 1085 es una acción pro- corresponde a todo aquél que haya sufri-
pia y no jure hereditatis. do un perjuicio por dicha muerte, pariente
O Los artículos 1084 y 1085 hablan del o no, pues la acción se otorga en razón del
esposo sobreviviente y de los demás suceso- daño sufrido personalmente y no a titulo
res forzosos de la víctima en el sentido de hereditario ( 31 ).
que sólo ellos pueden reclamar el resarci- 7. LA CONCUBINA. Con respecto a la con-
miento necesario para su subsistencia, da- cubina; la discusión doctrinaria ha sido
do que los alimentos pueden ser solicitados amplia y dispares las soluciones.
únicamente por los beneficiarios que la ley Para negarle todo derecho a la concubi-
determina (arts. 367 y 368 Cód. civ.). na se ha dicho: 19) qué la ley no conside-
d) Cualquier otro daño que sufran las ra al concubinato como una institución le-
personas indicadas en los artículos 1084 y gítima y por tanto no es posible equiparar
¡085 deberá ser también indemnizado, no la situación de la concubina a la de la viu-
ya por aplicación de tales preceptos, sino da; 21?) que la concubina, para reclamar
por aplicación del artículo 1079, siempre esta indemnización debería invocar y pro-
qye se ofrezcan las pruebas pertinentes. bar ante el tribunal su situación y que, en
e) Los demás parientes no mencionados presencia de este hecho, la demanda debe
en el artículo 1085, así como los terceros rechazarse por razones de orden moral.
podrán asimismo acogerse al artículo 1079, A estos argumentos se ha contestado que
puesto que éste no fija límite alguno y es al permitir a la concubina la indemniza-.
consecuente con otras disposiciones lega- ción no se trata de equiparar el matrimo-
les (arts. 906, 1068, 1069, 1077, 1109, etc.). nio al concubinato; pero si la ley autoriza
í) A los herederos en grado sucesible les la investigación y prueba de estas relacio-
queda, además, las acciones hereditarias nes a los efectos de determinar la filiación
correspondientes (art. 3417 y arg. art. 1110). natural (art. 325) y los derechos heredita-
De acuerdo a las teorías analizadas, se rios que derivan (arts. 3577 a 3581) no hay
determinan las personas con derecho a razón para negarlos cuando se trata del re-
exigir resarcimiento por la muerte de una sarcimiento por el perjuicio sufrido por la
persona. La teoría restringida les niega de- concubina: "la revelación de la situación
recho a la concubina, al hijo de. crianza, inmoral se produce lo mismo en ambos ca-.
a la novia, a los parientes y extraños sin sos y este temor no puede, en consecuen-
derecho a alimentos, aunque los recibieran. cia, servir de base para negarle un derecho
La teoría amplia, acoge a todos, siempre que queda comprendido en los términos de
que prueben los extremos que hemos ana- la ley" (82).
lizado. La jurisprudencia francesa últimamente
La jurisprudencia de nuestros tribunales ha negado a la concubina derecho a soli-
se ha inclinado casi uniformemente por la citar resarcimiento por la muerte de su
teoría amplia: "Todo el que haya sufrido compañero, solución que comparte gran
un daño indemnizable, pariente o no de la parte de la doctrina; pero existe dispari-
victima, tiene derecho a indemnización, la dad con respecto al fundamento. Los her-
que lógicamente se ha de graduar de manos Mazeaud sostienen que siendo el
acuerdo29 "\ las circunstancias especiales del
caso"( ). (30) L. L., t. 41, pág. 481. V. de este mismo tri-
La Cámara civil 2? de la Capital Federal bunal fallo en Jurisprudencia Argentina, 1947-11,
pág. 305, con nota de Alberto Spota.
(31) G. del P., t. 178, pág. 570.
(28) Supr. Trib. Santa Pe, 26-9-947, R. S. F., (32) Salvat. Hechos ilícitos, 2» ed., 1941, pá-
¡a. pág. 52. gina 107.
: concubinato una situación ilícita e inmo- Asi, el ex Superior Tribunal de la Pro-
ral no puede dar origen a un derecho (33). vincia de Santa Fe ha dicho: "Si las acto-
Para Lalou el concubinato es una situación ras aducen y prueban que la víctima, her-
.precaria y por tanto falta la certeza para mano de ellas, del accidente mientras via-
tornarlo resarcible (34). Josserand parte jaba en un ómnibus de la compañía de
^e que el concubinato es una mera situa- transporte demandada, era el principal
ción rte hecho no protegida por la ley, que sostén de sus vidas, tienen acción para
no puede ¿enerar derecho al resarcimien- demandar el perjuicio que su desaparición
|to(35). les causa" ( 40 ).
Según las teorías amplias, tanto la de 9. TERCEROS. Además de los alimentarios,
^ipert como la de Aguiar, que hemos ana- son damnificados indirectos en el homici-
lizado, reconocen a la concubina derecho a dio los terceros que tenían derecho a los
'exigir el resarcimiento, cuando semejante servicios de la víctima, siempre que ésta no
• unión se mostraba firme y consolidada, sin fuera substituible en la prestación de los
i que se hubiera mosti<.do la posibilidad de servicios.
Ique se la pudiera dar por concluida, ex- 10. PRUEBA. Tratándose del cónyuge so-
'tremos que se tienen probados cuando ha breviviente y de los herederos necesarios
! habido armonía entre los concubinos y re- del muerto, el artículo 1084 impone al ho-
jcíproca colaboración y ayuda W. micida, además de reparar los gastos de
', 8. HERMANOS. Se ha discutido si los her- asistencia y funeral, la obligación de pagar
manos de la victima tienen o no derecho "lo necesario para la subsistencia de la
la reclamar indemnización. En principio se viuda e hijos del muerto".
jimpone la solución negativa, pues no son Deben probar los acreedores a la indem-
¡herederos necesarios y están por tanto ex- nización, su carácter de cónyuge o here-
¡cluídos de los artículos 1084 y 1085. Se sos- dero necesario del difunto y el monto de
! tiene que, no obstante, el derecho al resar- lo que éste suministraba o estaba obligado
; cimiento debe serles reconocido "siempre a suministrarles.
¡que ellos acrediten un perjuicio propio y Con respecto al vínculo, hay fallos, los
idirecto, por ejemplo, que vivían del auxi- más, que sólo exigen la prueba del paren-
lio y de los recursos del muerto, porque en tesco; otros, en cambio, han exigido la de-
¡este caso entraría a funcionar la regla ge- claratoria de herederos como requisito pre-
ineral del artículo 1079, 2a parte" (37). vio para hacer lugar a la acción resarci-
! Según Orgaz, "los hermanos del muerto, toria.
¡excluidos de la indemnización establecida La declaratoria de herederos es una for-
,por el artículo 1085, por no ser herederos malidad procesal consagrada en algunas
¡necesarios, tendrían acción por el articu- leyes provinciales, sin que constituya una
|lo 1079 solamente si eran alimentarios del exigencia del Código civil. Por ello, sostie-
(muerto o estaban en condiciones de serlo ne Henoch Aguiar, la calidad de heredero,
¡en un tiempo discretamente próximo" ( 3S ). necesario o no, se determina por el paren-
La jurisprudencia en general es vacilan- tesco dentro del grado correspondiente, el
te en este respecto; pero se orienta en el que se prueba por los asientos en los Re-
sentido de que la indemnización que pre- gistros Públicos en la forma establecida por
vén los artículos 1084 y 1085 del Código ci- el Código civil (arts. 79 al 88 y 357)(«).
¡vil corresponde, únicamente, a los herede- 11. MONTO DE INDEMNIZACIÓN. El artícu-
ros necesarios de la víctima, la que se lo 1083 del Código civil determina: "Toda
acuerda en consecuencia al cónyuge supérs- reparación del daño, sea material o moral,
tite y a los hijos de la víctima estando ex- causado por un delito, debe resolverse en
¡cluídos los hermanos. Estos sólo pueden una indemnización pecuniaria que fijará
(reclamar indemnización en este sentido, el juez, salvo que hubiera lugar a la resti-
invocando el artículo 1079 del Código civil, tución de la cosa que hubiese hecho la ma-
¡siempre que prueben fehacientemente que teria del delito". Esta disposición genérica
¡eran alimentarios del extinto y que necesi- halla su aplicación para el caso del homi-
taban ineludiblemente de su asistencia (*9). cidio en el artículo 1084 cuya parte final
deja librada "a la prudencia de los jueces,
i (33) Mazeaud, H. y L., Traite théorique et pra- fijar el monto de la indemnización y el
\tique..., 4» ed., t. 1, núm. 283, París, 1947. modo de satisfacerla", la que debe refe-
i (34) Lalou, H., Traite pratique de la responsa-
Wlité civüe, 4» ed.. núm. 162, París, 1949. rirse en el caso de los herederos necesarios
| (35) Josserand. L., Cours de Droit civil positif y cónyuge supérstite a "lo que fuere ne-
franyaise, t. 2, núm. 424.
(36) Aguiar, op. cit., t. 4, pág. 612. L. L., t. 53, pág. 322; Sup. Corte Bs. Aires, J. A.
\ (37) ' Salvat, op. cit., pág. 107. ' 1943-III, pág. 10.
(38) Orgaz, op. cit., pág. 135, nota 23 (40) B. S. P., t. 18, pág. 52.
(39) Cám. 2* Apel. La Plata, Sala 1». 22-10-948, (41) Aguiar, op. cit.. t. 4, pág. 630.
cesario para la subsistencia de la viuda e tamente calculada— igual a la que4 4 reci-
hijos del muerto". birían los cuatro hijos en conjunto ( ).
La indemnización a cargo del homicida, Para quienes sostienen que la muerte de
debe tener en cuenta la posición social del una persona engendra dos acciones: iure
muerto, sus ingresos, su laboriosidad, des- hereditatis y iure proprio, la distribución
envolvimiento comercial, etcétera, y podría comentada corresponde efectuarla cuando
efectuarse de dos maneras: 1°) Mediante los actores demandan como herederos. Pero
una entrega global, efectuada de una sola cuando se actúa iure proprio, pidiendo que
vez bajo la forma de un capital suscepti- se abone el perjuicio ocasionado personal-
ble de producir una renta equivalente a mente al reclamante, la reparación no
la que el muerto aportaba, teniendo en puede distribuirse teniendo en cuenta el
cuenta la descapitalización posible por va- vínculo hereditario, pues cada uno exige lo
nos factores, por el término probable de que le pertenece directamente por el me-
vida en caso de la esposa o por el tiempo noscabo sufrido en su situación particular.
necesario para la mayoría de edad en el Allá la acción será de índole sucesoria,
caso de los hijos. 2"?) Por pagos periódicos aquí de naturaleza estrictamente personal
de una suma formada por la renta del ca- y, por eso, cada uno de los interesados ten-
pital y parte del capital mismo. drá facultades para percibir la reparación
La jurisprudencia de nuestros tribunales adecuada, sea cual fuere la que se otorgue
ha desechado la segunda solución expre- a los demás" (45).
sando que el artículo 1084 no faculta al 13. CASOS EN QUE SE EXCLUYE A LA ESPOSA
juez para establecer que el responsable de- E HIJOS DE LA INDEMNIZACIÓN. El artículo 1085
be pagar una pensión a los herederos ne- establece que el cónyuge sobreviviente y los
cesarios del muerto, pues ello significaría herederos necesarios del muerto podrán
crear "rentas vitalicias" que sólo pueden solicitar el resarcimiento, siempre que no
tener existencia legal en las condiciones hayan sido "culpados del delito como auto-
determinadas por el artículo 2070 y sigs. res o cómplices, o si no lo impidieron pu-
del Código civil (42). diendo hacerlo".
12. DISTRIBUCIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN. De modo que en dos casos, la ley exclu-
Este problema se nos plantea cuando exis- ye al cónyuge y a los hijos:
te pluralidad de damnificados a consecuen- 1°) Cuando fueron culpados como auto-
cia del hecho ilícito y cada uno solicita res o cómplices del delito. La simple impu-
separadamente la reparación pertinente. tación no basta; es necesario que haya ha-
La jurisprudencia ha determinado que bido condena ( 48 ).
en el caso de la indemnización prevista 2°) Si no han impedido el delito, pu-
por los artículos 1084 y 1085 del Código ci- diendo hacerlo. La ley no podrá moral-
vil, ésta debe distribuirse entre la esposa mente darles derecho a la indemnización
supérstite y los hijos de acuerdo con la di- pues ello significaría un premio a la in-
visión y sistema del derecho sucesorio: conducta (*7) .
50 % a la esposa y otro tanto a los hijos 14. DAMNIFICADO DIRECTO Y DAMNIFICADO
por partes iguales ( 43 ). INDIRECTO EN EL CASO DE LESIONES. El artíCU-
Así, al ocurrir la muerte de un hombre lo 1086 del Código dispone: "Si el delito
en un accidente la esposa inició demanda fuere por heridas u ofensas físicas, la in-
por cobro de la indemnización, en forma demnización consistirá en el pago de todos
personal, advirtiendo al juez que tenía cua- los gastos de la curación y convalecencia
tro hijos de su matrimonio con el causan- del ofendido, y de todas las ganancias que
te. El tribunal fijó en ocho mil pesos la éste dejó de hacer hasta el día de su com-
indemnización. Tiempo después, una de las pleto restablecimiento".
hijas reclama, también por derecho propio, Damnificado directo es el lesionado, a
la indemnización pues el padie era su úni-
co sostén. El mismo tribunal hizo lugar a (44) Cám. Nac. Tucumán, 19-4-951, L. L., t. 62,
la acción y fijó el monto indemnizatorio pág. 849.
(45) Colombo, L. A., "Monto de la Indemniza-
en dos mil pesos moneda nacional, tenien- ción del daño", etc., en La Ley, t. 62, pág. 849. Dice
do en cuenta para ello que los demás hi- este autor: "Si el nieto demuestra fehaciente-
jos podían interponer posteriormente pe- mente que el deceso de su abuelo le ha causado
didos semejantes y, sobre todo, que ya se un daño superior en $ 100.000 al soportado por el
hijo, nada se opone ni puede oponerse a que se
había condenado a la demandada a pagar oigan y acepten sus requerimientos. ¿Por qué?
a la esposa sobreviviente una suma —exac- Porque cada uno puede solicitar que se le indem-
nice del daño realmente experimentado y justifi-
(42) Cám. Fed. Córdoba, 4-7-943, J. A., 1944-1, cado" (art. 1079 Cód. civ.) (ibíd., pág. 852).
pág. 467. (46) Salvat, B., Hechos ilícitos, 2? ed., 1941,
(43) Cám. Nac. Civ., Sala D, 9-5-951, L. L., pág. 38.
t. 62, pág. 794. (47) Salvat, ibíd., pág. 39.
quien deberá resarcirse los gastos de cura- mo damnificados indirectos ( 5 °).
ción y convalecencia (damno emergens) El esposo y el padre tienen, de acuen
y las ganancias dejadas de hacer hasta el con el artículo 1080 una acción person
completo restablecimiento (lucrum ces- como damnificados directos, de modo qi
sans). aun cuando la mujer renuncia a su acclc
Damnificados indirectos. Son los parien- propia, esta renuncia "no embaraza el eje
tes y lús terceros que han sufrido un daño cicio de la acción que puede pertenecer
patrimonial cierto como consecuencia de esposo" (art. 1100).
las lesiones hechas a la víctima. General- 16. DAMNIFICADO DIRECTO Y DAMNIFICA]
mente la propia víctima incluye en su re- INDIRECTO EN DELITOS Y CUASIDELITOS CONT1
clamación el daño causado a los terceros LA PROPIEDAD. Tratándose de un acto ilicil
hacia los cuales él está personalmente obli- contra la propiedad el artículo 1110 dispc
gado. Pero si así no lo hace, estos damni- ne que "puede pedir esta reparación, no si.
ficados indirectos tienen acción para ha- lo el que es dueño y poseedor de la eos
cerlo por si ( 4 8 ). que ha sufrido el daño o sus herederos, sin
Delitos contra la libertad. Lo expuesto también el usufructuario, o el usuario, ;
anteriormente es aplicable a los actos ilí- el daño irrogase perjuicio a su derecho".
citos contra la libertad y demás hipótesis Por el articulo 1095 puede exigir indem
de delitos contra las personas. nización en caso de acto ilícito contra 1
En el caso de delitos contra el honor propiedad "el que tuviese el derecho d
(art. 1088) puede ocasionar a la víctima posesión (de la cosa) o la simple posesiói
—damnificada directa— un daño material, como el locatario, comodatario o deposita
caracterizado por sus dos elementos, el rio; y el acreedor hipotecario, aun contri
damnum emergens y el lucrum cessans. En el dueño mismo de la cosa, hipotecada, s
el caso de violación o estupro, el daño éste hubiese 'sido autor del daño".
emergente estaría constituido por los gas- La razón es que todas estas personas su
tos que la ofendida hubiera debido hacer fren los perjuicios derivados del acto iliciti
a raíz de su embarazo y posterior crianza como damnificados indirectos (art. 1079)
del hijo, o por la asistencia médica nece- Según Núñez, el artículo 1095 se refien
saria, etcétera; y el lucro cesante por las al resarcimiento por los daños sufridos poi
ganancias dejadas de percibir a causa del la cosa misma, acción otorgada al propie-
menoscabo sufrido a raíz del delito o a tario, al poseedor, al tenedor y al acree-
consecuencia del embarazo y del nacimien- dor hipotecario, en la medida de sus res-
to del hijo cuyos cuidados requerirá ( 4 U ) . pectivos derechos, mientras que la indem-
De acuerdo con el articulo 1079, debe nización de los daños sufridos por otras
también indemnizarse como damnificados personas se rige por el artículo 1079. Asi,
indirectos, a aquéllos que sufren un daño si un individuo "para perjudicar a un com-
como consecuencia del delito, más en deli- petidor y evitar que cumpla con el contrato
tos de esta especie en que en mayor o me- ,de transporte que ha obtenido, inutiliza el
nor grado resultan afectados los miembros motor del único automóvil que está en con-
más inmediatos de la familia. Por ello, la diciones de realizar el transporte y que ya
indemnización debe cubrir el total de los había sido alquilado por el contratista. En
daños materiales y morales sufridos por la este caso, el contratista, en virtud del con-
víctima directa, más los sufridos por las trato de alquiler del automóvil, o el propie-
personas allegadas a que se refiere el ar- tario de éste, pueden pedir, en razón del
tículo 1079. artículo 1095, la indemnización del daño su-
15. DAMNIFICADO DIRECTO Y DAMNIFICADO frido por el automóvil, pero, además, el
INDIRECTO DE LOS DELITOS CONTRA EL HONOR. contratista puede pedir la indemnización
El artículo 1080 considera un caso particu- que le corresponde, según el artículo 1079,
lar: "El marido y los padres pueden recla- por los otros daños que el delito le haya
mar pérdidas e intereses por las Injurias causado al ponerlo en la imposibilidad de
hechas a la mujer y a los hijos". cumplir su contrato de transporte" (").
De acuerdo con esta disposición, con mo-
tivo de la injuria vertida a la esposa o a (50) "El art. 1080 sólo comprende a los hi)a
los hijos deriva una doble acción: la de la menores y solteros que Integran la familia conjun-
esposa y de los hijos como damnificados tamente con los padres. SI los Injuriados son la
hijos mayores o casados, este hecho no contlm
directos; y la del marido y los padres co- ninguna acción personal a ¡os padres por d«ío
material o moral (salvo, corno es lógico, Bl la In-
(48) Orgaz. op. cít.. pág. 136. juria a aquéllos es a la vez una directa Injurl»
(49) Aguiar, op. cit., t. 5, pág. 86: Aubry y contra los padres mismos, supuesto que no os (I
Bau, t. 6, § 560. nota 0; Planlol. Traite élémen- del art. 1080)" (Orgaz, op. cit.. pág. 116. nota «i.
taire de Droit ciirfí, t. 1, núm. 1524; Lalou. pá- (61) Núñez, R. C., pág. 80, cit. por Orga;
gina 187, núms. 31» y 320. op. cit., pág. 137, nota 29.
17. DAMNIFICADO DIRECTO Y DAMNIFICADO . — La citada en el texto y notas.
INDIRECTO EN EL DAÑO MORAL. El artículo 1079
BIBLIOGRAFÍA. — La Indicada en el texto y notas.
legisla en sentido general, refiriéndose tan-
to al daño material como al daño moral; DAMNUM INFECTUM* (Cautio damni
pero esta disposición debe aplicarse al dañe infecti). Fórmula inserta en el Edicto del
moral teniendo en cuenta las particulari- Pretor que autorizaba la estipulación de una
dades del mismo, que lo diferencian del promesa, con el objeto de remediar una
daño patrimonial. situación de hecho no prevista originaria-
Damnificado directo es el sujeto víctima mente en las acciones comunes y consagra-
Inmediata de la acción delictuosa: en los das por el sistema formulario.
delitos contra la persona, la libertad o el En el Derecho romano se habían consa-
honor, es la persona herida, privada de la grado formas tradicionales para contratar.
libertad o injuriada. Entre los contratos convenidos en forma
Damnificado indirecto es el tercero que, verbal (contratos verbis) se destaca la sti-
como consecuencia del delito sufrido por pulatio, que se formaliza por la expresión
otra persona, se encuentra lesionado en sus verbal, solemne, del consentimiento.
afecciones legitimas. En el Derecho de Justiniano se distin-
Así, en el homicidio, lo son el cónyuge y guieron cuatro clases de estipulaciones:
los hijos; a falta de ellos, los padres, abue- las convencionales, las pretorianas, las ju-
los y nietos, excluyendo los parientes más diciales y las comunes.
cercanos o los más lejanos. Las estipulaciones pretorianas. La esti-
En las lesiones, en principio, sólo la víc- pulación, como contrato formal susceptible
tima, es decir, el herido, tiene derecho a de adaptarse a toda obligación verbal, fue
exigir la reparación del daño moral; pero utilizada en la época del Derecho preto-
cabe también que sea exigida por un.ter- riano, con el fin de que los particulares pu-
cero como damnificado indirecto cuando el dieran convenir una obligación en previ-
hecho le ha ocasionado grandes zozobras. sión de un acontecimiento dañoso o de otra
Por ejemplo: el padre en el caso de heridas situación no prevista en las fórmulas clá-
recibidas por su hijo menor, cuya grave- sicas.
dad ha hecho temer por su vida o le han Estas estipulaciones, que los particulares
dejado deformaciones o alguna incapa- podían formularlas ante el pretor, tenían
cidad. principalmente por objeto reforzar una
En los casos ilícitos contra la libertad in- obligación en defensa de un interés sin
dividual (secuestro de una persona, rapto, protección originaria en el sistema pro-
etc.), pueden exigir indemnización del da- cesal.
ño moral como damnificados indirectos, los Se hizo la siguiente distinción, de acuer-
familiares enunciados que han sufrido en do a la naturaleza de la garantía ofrecida:
sus afecciones legítimas a raíz del hecho. cuando se trataba de una sola promesa en
En los delitos contra el honor, el artícu- forma personal, se denominaba repromi-
lo 1080 del Código civil reconoce al marido siones, y cuando intervenían personas que
y a los padres acción personal como dam- daban garantías de cumplimiento, satis-
nificados indirectos por las injurias hechas dationes. En ambos casos se trataba de
a la mujer y a los hijos. una aplicación de la caución convencional
En los delitos contra la honestidad, por (cautio).
r' artículo 118 v siguientes del Código pe- Ejemplos de stipulatio pretorianas se da-
nal, en ciertos casos y como excepción, el ban en los casos en que un demandado po-
rsposo y los padres tienen acción como día ser obligado a prestar una garantía por
damnificados indirectos. la ejecución de una condena futura (C. C.
En los delitos contra la propiedad sólo pro praede litis et vindiciarum et iudicarum
procede la indemnización del daño moral solví). La cautio que prestaba el procura-
a favor del damnificado directo, pues es- dor de otro en un litigio, por las conse-
tos hecho no pueden causar lesión a las cuencias del mismo, haciéndose responsa-
üfecdones legitimas de otras personas ( B 2 ). ble, constituye otro caso de aplicación.
Entre estas clases de stipulatio, la cautio
ifsl) Orcaz op. rít., nág. 275. "El derecho a re- damni Infecti era el supuesto donde el pro-
''W.r la repnrno'óii ñei daño moral no se basa en
• '••• rwro vinculo de afecto, ni solamente en una pietario tíe un inmueble o cosa, que origi-
•bolón de parentesco. LR situación objetiva y nase un peligro de daño a las propiedades
'«iominante es, ciertamente, la del parentesco:
'"•r> tí elemento del afecto ejerce Internamente mas» (art. 107Ü) por el acto ilícito" (Orgaz, ibíd.,
influencia T^ reparación se da a dichos parien- págs. 271 y 272).
• y fn cw calidad, pero en consideración a que,
r«v «trecha relación con la victima, verosimil-
•"•'!'<• han «Ido heridos en «sus afecciones legiti- • Por el Dr. ARMANDO V. SILVA.
vecinas, debía prestar la suficiente garan- lemne, mediante la cual el propietario de
tía de resarcimiento. un edificio que ofrece peligro de derrumbe,
La vía judicial autorizada por el pretor, o cuando ejecuta sobre el fundo vecino de-
permitía al propietario que consideraba su terminadas obras se obliga hacia el vecino
dominio amenazado de hechos dañosos, y por el daño y, en consecuencia, al resarci-
antes de que se produjese, a solicitar la miento judicial.
protección judicial. Una vez producida la petición del inte-
El instituto estudiado debe colocarse en- resado, el pretor constreñía al futuro obli-
tre los remedios protectores del derecho de gado para ese fin, a la prestación de la
propiedad y ser ubicado entre las obliga- cautio, pero como vimos, el propietario re-
ciones pretorianas en la época del procedi- querido podía rehusarse a prestar la ga-
miento formulario, es decir, desde la mi- rantía exigida y así quedaba planteada la
tad del siglo II antes de Jesucristo hasta primera hipótesis en que podía derivar esta
el siglo III después de Jesucristo. situación extraordinaria. Se le concedía un
Debe tenerse en cuenta, que según se es- plazo determinado ai obligado, vencido el
tablece en la legislación justinianea, que cual, y en protección de los derechos, del
recogió el sistema clásico, las estipulacio- peticionante, propietario con riesgo de da-
nes pretorianas eran ordenadas por er pre- ño, se ponía a este último en posesión del
tor, cuando la parte interesada recurría, en bien ruinoso.
la etapa in iure, del proceso, y podían ha- Se disponía asi, en favor del interesado,
cerse también por intermedio de manda- de una missio in possessionem con todas
tarios. En este caso, como se anunció pre- sus consecuencias: con poderes de contra-
cedentemente, las fórmulas eran otorgadas lor, de administración, de disposición, et-
y reguladas por el pretor, que a la vez era cétera. En un primer momento, se ejercía
el único intérprete autorizado de ellas. esta posesión conjuntamente con el propie-
La "cautio damni infecti". La fórmula tario. Pasado el plazo de un año, si éste
preveía estas situaciones. En primer lugar, no se aviene a prestar la cautio, origina-
como ya se dijo, garantizar a cualquier pro- riamente exigida, se procedía a conceder
pietario contra un daño, que si bien no está una nueva missio in possessionem (ex se-
causado, es inminente. Así, por ejemplo, en cundo decreto) con la consecuencia déla
el supuesto de un peligro casi real de de- exclusión definitiva del titular recalcitrante
rrumbe de una pared o de una obra vecina del dominio, y la adjudicación, susceptible
que amenaza a las fincas anexas, se permi- de originar una justa -causa de usucapió
tía al posible damnificado exigir al dueño (iusta causa usucapionis, según el Dig., lib.
de la pared o del edificio ruinoso un com- 39, tit. 2, de dam. inf., ley 4; J 1; ley 15,
promiso, por estipulación, de abonar, si lle- parágrafos 16 y 20).
gara el caso, daños e intereses. En el supuesto de que voluntariamente
Según Gayo, citado en un pasaje recogido el obligado prestara de primera intención
por los romanistas, la hipótesis del caso del la cautio correspondiente, el peticionante
damnum infectum, estaba contemplada en tenía para el caso del siniestro, la acción
una acción de la ley, en el sistema anterior ex stipulatu.
al formulario; pero en su época fue prefe-
rida la estipulación formularia, por ser más BIBLIOGRAFÍA. — Aranglo Rulz, V., Las acciono
en el Derecho privado romano, pág. 105, e Insti-
sencilla y ventajosa. tuciones de Derecho romano, págs. 160, 248 y 280,
El derecho a peticionar al pretor para Bs. Aires, 1952. — Petlt, E., Tratado elemental i»
que otorgara la fórmula requerida, no Derecho romano, págs. 450 y sigs., Bs. Aires, 1DM.
sólo pertenecía al propietario del fundo en
peligro, sino a todo representante, deten- DAMNUM INJURIA DATUM.* Se refiere
tador responsable dé la custodia del bien, esta expresión del Derecho romano al da-
Una vez, requerido el pretor, debía cercio- ño causado injustamente; que fue com-
rarse en forma previa del fundamento de prendido y castigado por disposiciones de li,
la petición, mediante una causa cognitio, ley Aquilia, como un delito civil.
luego ordenaba la prestación de la cautio, En la legislación de Justiniano se
mediante la estipulación entre las partes. bían distinguido cuatro clases de delitos: ef]
Desde el punto de vista del obligado, en furtum, la injuria, el daño acompañado j
estos supuestos, estaba verdaderamente violencia y el daño causado injustamei
constreñido a prestar su consentimiento Gayo, en sus Instituciones, había ac
para la stipulatio, aunque después no pres- esta clasificación, metodizando las ap
tara la cautio o se resistiera a consentir las ciones jurisprudenciales anteriores.
medidas procesales consecuentes con su Esta ordenación abarca los delicia ¡
actitud rebelde. De modo que ¿a cautio
damni infecti, constituía, una promesa so- • Por el Dr. ASMANDO V. SILVA.
mía, que en general comprendían hechos conoce con certeza es la existencia y con-
ilícitos que lesionaban el derecho de pro- tenido de la lex Aquilia, promulgada en un
piedad, los bienes o las personas de los plebiscito durante la República. Como se
particulares, sin lesionar al orden público dice en la nota respectiva, en esta misma
romano. En realidad, es la clasificación obra, dicha ley, dividida en tres capítulos,
metódica realizada por Gayo en la obra ci- contemplaba el castigo del delito de daño.
tada y por Justiniano, también en sus Ins- En el primer caso se habla de una obliga-
tltutas. Sin embargo, el Digesto menciona ción pecuniaria a cargo del que diere muer-
en el Libro 47, títulos 3 a 20, otros delitos te al esclavo ajeno o a un animal vivo de
menores, como el de corrupción de esclavos un rebaño (pecus). En estos supuestos, el
y el hecho de cortar árboles ajenos. agente del daño debe abonar el precio más
El castigo de los delitos privados fue elevado que el sujeto o el animal, muertos,
mitigándose con el tiempo. Así vemos que hayan tenido en el año precedente al hecho
del estado de venganza personal anterior delictivo (Gayo, Instituías, III, párrafo
a las Doce Tablas, se pasa en éstas a su- 210 y 1).
puestos en que se limita la venganza priva- En el segundo caso (tercer capítulo de la
da, reemplazándola por la imposición de ley Aquilia), la regla establece la misma
una pena pecuniaria. obligación en caso de lesión o destrucción
En la época del desarrollo jurisprudencial, de un bien, ajeno. Los ejemplos que se
se tomó en cuenta en forma especial la dan son los siguientes: cuando se ocasio-
intención del agente y se tuvo cuidado que na una herida a un esclavo o se hiere a un
la pena fuera proporcionada al daño oca- animal de rebaño; asimismo cuando se
sionado. En el Derecho clásico se consagró rompe, se quema, se destruye o se daña
en definitiva el principio siguiente: que la cualesquier cosa inanimada de valor pecu-
obligación nacida del delito tuviera por niario, se está obligado a abonar el precio
objeto el pago de una suma de dinero, que más elevado de las cosas dañadas, de
supera, en la mayoría de los casos, al mon- acuerdo al valor que hayan tenido en los
to del perjuicio causado. Presentaba las treinta últimos días anteriores al delito.
siguientes características: a) la obligación Elementos del delito. En un constante
se formaba re, es decir, sólo en caso de un desenvolvimiento institucional, los hechos
hecho material; por lo tanto, la intención comprendidos fueron ampliándose al am-
sola no era suficiente para imputar un de- paro de la acción de daño, fijada en la
lito (Institutas, I, IV, tít. 1 pr. de oblig. fórmula del pretor. Se distinguen dos épo-
gaae ex delito); b) toda persona podía cas al respecto: la época de interpretación
ligarse y era responsable de sus actos; de los juristas clásicos y la época de la
salvo el loco y el impúber infante; c) se legislación de Justiniano.
consideraba el objeto principal de la obli- En la primera, el proceso de desarrollo
gación una datio en dinero; d) las obliga- fue el siguiente: La obligación de la ley era
ciones nacidas del delito se extinguían con severa y terminante: damnas esto daré, lo
la muerte del autor sin pasar a los herede- que autorizaba la ejecución inmediata. En
ros. lo que se refiere al elemento material del
La moderna doctrina del delito civil tiene delito, el daño en su forma originaria, se
su antecedente en este delito del Derecho decía que era aquél causado corpore-cor-
privado romano. La teoría de la culpa ex- pori. Es decir, producido por la acción di-
tracontractual arranca su desarrollo his- recta, física, del agente sobre la cosa le-
tórico en este instituto y en sus anteceden- sionada. Por lo tanto, se consideraba que
tes más remotos1, como los supuestos con- no era procedente la sanción legal en los
templados en la legislación decemviral. supuestos en que se encerrara un animal y
Desarrollo institucional. El desarrollo de se le dejara morir de hambre; o en el caso
este delito civil, en cuanto a su contenido, de hacer subir a un esclavo a un árbol y
y de la acción correspondiente, fue gradual éste se cayera lesionándose; porque en es-
y progresivo. En un primer momento, an- tos supuestos no había lesión en la cosa
terior ai Derecho clásico, los supuestos producida ccrpore.
oatemplaban los daños más frecuentes y El daño debía consistir, por otra parte,
raves. Con la interpretación que se hizo en la destrucción o degradación física de
i la época pretoriana, se dio más amplitud la cosa corpus laesum y, por lo tanto, tam-
a la casuística del Derecho civil y se per- poco se sancionaban los supuestos en que
mitió la reparación de perjuicios, en su- no se demostrase una lesión corporal, ver-
nuestos de hecho excluidos originaria- bigracia, cuando se permitía la huida de
:cnte. un esclavo ajeno o se lo incitaba al vicio.
Se citan algunos casos comprendidos en Respecto a este elemento material del
¡a ley de las Doce Tablas, pero lo que se delito de daño, la evolución se orientó hacia
la comprensión de nuevos casos excluidos En la época del Derecho justinianeo se
originariamente, por el Derecho estricto. comenzó a distinguir las hipótesis de culpa
Bajo la influencia del Derecho pretoriano, y se acoge la doctrina esbozada por Gayo,
la jurisprudencia elaboró una doctrina sobre la culpa y el daño. Los conceptos de
amplia, comprendiendo casos análogos en culpa y negligencia, elaborados en el De-
el principio del resarcimiento establecido recho clásico, tienen su confirmación le-
en la ley Aquilia. Pomponio, citado en el gislativa en el Digesto Ulpiano, In lege
Digesto, se refiere a la obra constructiva del Aquilia et levissima culpa venit (Dig., libr.
pretor y le atribuye la iniciativa: "Supplet IX, tít. 2, ad leg. Aquilia, ley 44).
praetor in eo quod legi deest: quod facit Otro elemento esencial para la configu-
in lege Aquilia, reddendo actiones in factum ción del delito era el hecho del hombre,
accomomodatas legis Aquiliae; idque uti- dañoso, directo, sobre la cosa lesionada
litas ejus legis exigit..." (Dig. lib. XIX, Se da como ejemplo clásico el del médico
tít. 5, ley 11). que después de operar a un esclavo enfermo,
De este modo se protegían los intereses le deja morir por falta de cuidados. Como
lesionados, en los casos en que hasta enton- se observará en este supuesto, se com-
ces estaban sin sanción por falta de una prendía también un hecho de negligencia.
vía procesal consagrada; primero por la Aquí la culpa in omitiendo es castigada,
íórmula del pretor, y después por la inter- desde la lex Aquilia.
pretación jurisprudencial. La actio legis Aquiliae. En el aspecto pro-
Los juristas clásicos habían distinguido cesal, también se observa el desenvolvi-
en este aspecto del delito, de la condición miento progresivo apuntado para las otras
corpore corpori, los supuestos en que no fases del instituto.
se daba esa condición, es decir, del daño En lo que se refiere a la legitimación en
causado por la acción directa del agente. En el proceso, debe observarse que en el De-
esos casos concedieron una acción útil o recho clásico, la acción correspondiente se
una acción de hecho (actiones legis, Aqui- otorgaba al propietario de la cosa dañada
liae utilis o actiones in factum). En cuan- (Ulpiano, Dig., ley 11. párrf. 5).
to al otro requisito del daño material sobre La actio se daba contra el autor del de-
la cosa, el corpus laesum, no podía faltar lito y contra sus cómplices. Cada uno de
en ningún supuesto para ser comprendido ellos era solidario en cuanto a la indemni-
en el principio indemnizatorio consagrado. zación debida, y debía abonarla en forma
En el Derecho justinianeo, en cambio, el personal e independiente. En principio, la
criterio fue amplio respecto a los casos acción no fue concedida contra los here-
comprendidos, tanto que se concedió ya sea deros del culpable, salvo el caso de haberse
una acción útil o una acción de hecho muy obtenido un provecho pecuniario con el de-
general, para las hipótesis en que faltara, lito por parte de éstos y en la medida de
tanto la lesión corpore-corpori, como el ese provecho.
corpus laesum: verbigracia, en el supuesto Los extranjeros sólo pudieron ejercitar ¡
de que un tercero favoreciera la fuga de esta acción en sus relaciones con los clu- !
un esclavo, el daño estaba ocasionado, sin dadanos romanos mediante una ficción
producir lesión alguna ni haber necesitado introducida en la fórmula del pretor, supo-
violencia física para la consumación del niendo que el peregrino tenía concedido e!
hecho dañoso, en el aspecto pecuniario. En derecho de ciudadanía.
este caso, se concedió la acción in factum, En la legislación bizantina ya vimos que
en la imposibilidad de dar la que prescribía se dieron acciones útiles y acciones de
la ley Aquilia, utili tatis causa, lo que per- facto, con la novedad de que fueron ex-
mitía al perjudicado obtener justamente tendidas a personas distintas del propie-
la reparación del perjuicio Así se estable- tario perjudicado directamente por el he-
ció en las Instituías de Justiniano. cho dañoso Así se concedieron acciones,
En cuanto se refiere al elemento subje- según los supuestos aceptados, al usufruc-
tivo del delito de daño, la condición era que tuario y al usuario de la cosa dañada. Co-
el perjuicio debía ser causado sin derecho. mo asimismo en los casos de poseedores
La noción de injuria es amplia: Cencrc.U- de bienes de buena fe (Ulpiano, Dig., lito.
ter iniuria dicitur omne quod nom iure f i t , IX, tít. 2, ley 1, s. 10).
se había dicho en el Derecho justinianeo En el trámite de la acción, si el deman-
(Instituía, libro IV, tít. 4, de iniuria). dado era citado e interrogado por el magis-
En una primera época preclásica, la res- trado y confesaba la autoría del hecho
ponsabilidad aquiliana se extendía a los dañoso, la misión del juez era simple, pues
hechos en forma oójetiva, sin necesidad de debía fijar la condena, siempre que com-
configurar ninguna intención dañosa, en el probara ¡a existencia de los requisitos ma-
agente. El elemento dolo no era necesario. teriales y el delito. El autor estaba obli- |
gado ex delicio en la forma y cantidad 2. Significación jurídica. Acepción lata.
señalada según se tratase de casos de Dentro de la técnica jurídica tampoco el
muerte o de deterioro de la cosa ajena. vocablo alcanza una significación unívoca,
Además, según el texto de la ley Aquilia, pues en la caracterización más general de
sólo se tenia en cuenta el valor intrínseco su connotación podemos distinguir una
de la cosa. Los jurisconsultos por interpre- acepción lata y otra restringida o estric-
tación extensiva agregaron la estimación ta (!).
de todo el perjuicio causado al dueño O Ateniéndonos a la más lata significación,
detentador de la cosa. cabe decir que toda invasión prohibida en
Cuando el demandado negaba ser el la esfera de libertad de una persona tipi-
culpable, era doble la verificación que de~ fica un acto ilícito —sea por acción o por
bia hacer el magistrado: primero verificar omisión, puesto que esta última se equipara
los hechos denunciados, y segundo, si re- a la acción (arts. 1066 y 1074 del Gód civ.
unían los requisitos legales. En estos casos y del Cód. pen)—, y provoque o no detri-
siempre se condenaba al duplo de la pena. mento, alteración, menoscabo, lesión, et-
(Ulpiano Dig., libr. IX, tít. 2, ley 25, párrf. cétera, en su patrimonio, afecciones ínti-
2 y ley 23, párrf. 10: Haec actio adversus mas, reputación, honor, etcétera ( 2 ).
con¡itetem compectio in simplum, adversus Queremos significar con ello que en esta
negationem in duvlum. lata acepción aparece frente a la acepción
BIBLIOGRAFÍA. — V. la que corresponde a Aquilia vulgar diríamos, la típica expresión con
leí, y además, especialmente: Arangto Ruiz, V., claro deslinde de su juridicidad. En efecto,
Instituciones de Derecho romano, "Actio legis según pudimos explicarlo en la voz corres-
Aquilinc". Es. Aires, 1952. — Petlt., E,, Tratado ele- pondiente ( 3 ) , el derecho o la juridicidad
mental de Derecho romano, pág. 690. fia. Aires, se caracteriza por la bilateralidad. Según
19M.
lo ha puesto de relieve en forma nítida
DAÑO.* SUMARIO: 1. Acepción general. 2. Sig- Giorgio Del Vecchio (•»). La alteridad o bi-
nificación Jurídica. Acepción lata. 3. Signí- lateridpd es lo que como tal funda lo
tlcación restringida o estricta. jurídico —álter-ego: locución latina que
1. Acepción general. Imbricada en la sig- connota, otro yo; llevando en ello imbri-
nificación que vivifica la expresión daño, cados, y complicados ambos sujetos— que
está la idea de detrimento, menoscabo, le- expresado en términos husserlianos, mos-
sión, perjuicio, etcétera, y en tal sentido el traría el oídos de la juridicidad.
uso corriente de la palabra satisface la Ontológicamente determinado el ámbito
necesidad del lenguaje como instrumento jurídico5 según las ideas de los autores ci-
o medio de transmisión del pensamiento, tados ( ), es patente la unidad empírica de
al menos en su forma más usual (' * ) . lo jurídico, y con ello su delimitación pre-
En tal sentido, daño es la expresión que ciosa, para saber qué es lo que se muestra
alude al detrimento, menoscabo, lesión o fuera o en ella imbricada. Y así, con este
perjuicio que de cualquier modo se provoca, claro concepto ontológico del Derecho, la
aun cuando se trate de actos dirigidos por acepción lata de daño se circunscribe en
la persona o contra sí misma como puede su connotación^ toda vez que sólo puede
resultar del suicidio o la automutilación; referirse a aquel que causa una persona
y también aquel que ocasiona una persona con respecto a otra al invadir su esfera de
a otra en foima tal que no implica en su libertad, aun cuando no medie concreta
conducta, culpa o dolo.
(1) Busso, E. B., Código civil anotado, "Obli-
La extensa connotación de la acepción gaciones", t. 3, pág. 394, art. 519, núm. 7. Ediar,
vulgar, la expresión daño siempre arrastra Bs. Aires, 1949. También. Lafaille, H.. Tratado de
en su seno elementos jurídicos, que por su- obligaciones, t. 1, núm. 211.
puesto no alcanzan allí una precisa ubica- (2) Conf. Orgaz, A., El daño resarcible, "Actos
ilícitos", pág. 38, punto 5, a).
ción ni un auténtico sentido de la juridici- (3) Enciclopedia Jurídica Omeba, voz BILATE-
dad; de ahí que debamos ir caracterizando RALIDAD.
de más en más el significado de la pala- (4) Del Vecchio, G., Filosofía del Derecho. rW
bra en su estricta connotación técnica. pitulo 1 de la parte sistemática, ''El concepto del
Derecho". Ed. Bosch, 1936, y ÜTHEA, 1947.
(5) Siguiendo a los mismos en trabajos me-
' Por el Dr. ERNESTO EDUARDO BORGA. nores con respecto a la envergadura Jusfllosóflca
y filosófica de aquellas Ideas que entre nosotros
han tenido muy favorable acogida y gran difu-
") La palabra danno proviene de derruiré, sión, se destacan muy particularmente la escuela
que denota- menguar, disminuir, trogliere. V. Me- egológica y otros jusfllósofos. Como antecedente
oozzl. A., Stuúi sul danno non patrimoniale (dan- cabe recordar a Stammler (Tratado de filosofía del
norale), 3» ed., caps. 1 y 2 de la 2» parte, pa- Derecho. Ed. Reus, 1930)i al referirse al Derecho
..- 23 y sigs., SocietA. Editrice Librarla, Mi- como "querer entrelazante", pero que no tiene la
¡917. clara purificación metódica de Del Vecchio.
lesión a su patrimonio en su aspecto eco- 3. Significación estricta. Pero si de
nómico, afectivo o moral tal cual resulta acuerdo con la acepción más lata la mera
por otra parte de nuestro ordenamiento ilicitud, en cuanto implica la invasión por
jurídico positivo en cuanto señala que un sujeto en la esfera de libertad de otro
"Habrá daño siempre que se causare a sujeto en términos que este último según
otro", queda excluido, pues, el que la per- su derecho puede impedir, basta para que
sona se cause a sí misma, lo cual está pres- podamos considerar operado el daño; cabe
cripto eri el articulo 1111 del Código civil. también consignar que existe una signifi-
La invasión en la esfera de libertad de cación más restringida y más precisa.
otro sujeto implica ya el daño en su acep- En efecto, el ordenamiento jurídico, si
ción lata. Este puede ser experimentado sin bien echa mano de la expresión en todas
lesión o menoscabo patrimonial económico sus acepciones, concreta, en cambio, su
o moral, pero ello no obstante esa invasión significado al determinar cuándo aparece
prohibida que tipifica el acto ilícito, aun la responsabilidad civil.
cuando no denote la necesidad de una re- De modo amplio se caracteriza en nues-
paración, puede implicar sin menoscabo o tro Código civil el acto ilícito por el artículo
•lesión, la actualización del derecho, y la 1066, y el artículo 1075 señala que "Todo
consiguiente acción para que el acto ilícito derecho puede ser la materia de un delito,
cese. bien sea un derecho sobre un objeto exte-
Recuerda Orgaz sobre el particular, que rior, o bien se confunda con la existencia
el "uso comercial de la fotografía ajena, de la persona", regla que se extiende a los
sin el consentimiento de la persona foto- hechos que no son delito, o sea á los cuasi
grafiada, puede afirmarse que causa un delitos en virtud de lo dispuesto por el
daño a esta persona —y le da derecho a artículo 1108 del mismo cuerpo legal.
la acción para hacer cesar ese uso ilíci- Todos los bienes y cosas que al hombre
to—, aunque no dañe sus intereses patri- corresponden, y con los cuales coexistiendo
moniales y aunque, como declaran nuestros según su situación y circunstancias hace
tribunales, rio pueda invocarse en este caso su vida, pueden ser objeto de lesión, me-
un daño moral indemnizable (») noscabo, detrimento, etcétera: su vida, su
Lo ilícito en tal sentido faculta a quien honor, su propiedad, su libertad; por lo
padece sus consecuencias, como víctima, a que conforme a la caracterización de lo
exigir que la situación se restablezca con ilícito en general, del delito y cuasi delito
arreglo a derecho. no puede circunscribirse sin su significa-
En conclusión, pues, podemos caracterizar ción concreta y restringida la expresión
la significación lata de daño en la siguiente daño a solo daño patrimonial-económlco.
forma: 19 Invasión en la esfera de libertad Es cierto que el Derecho toma en consi-
de otro sujeto; 2° Si no afecta la esfera deración, en general, la culpa cuando de
de otro sujeto, queda relegado del ámbito ella resulta un daño. Si recorremos la¡
jurídico y, por ende, el acto podrá consi- disposiciones de nuestro Código civil, ad-
derarse desde el punto de vista moral; 3° vertimos que la responsabilidad civil emer-
La sola invasión de dicha esfera, aunque ge cuando media menoscabo, lesión o de-
no medie perjuicio o lesión patrimonial, en trimento de valores económicos, tales como
su aspecto económico, moral o afectivo, los que prescribe el artículo 1068 y 101!,
implica daño. pero también en ellos quedan comprendi-
Con respecto a este último punto, debe- dos aquellos daños que afectan el honor j
mos recordar que el daño que la persona las afecciones legítimas (daño moral), cuya
se provoca a sí misma no siempre queda reparación es tan inexcusable como aquel
en la situación prevista por el articulo 1111 inferido a los valores económicos.
del Código civil. Puede ocurrir que la lesión Es que con las cosas materiales y blena
que la persona se provoca a sí misma —au- convertibles a valores monetarios, se en-
tomutilación, por ejemplo—, puede resultar cuentran en el patrimonio del sujeto otros
un acto ilícito en el sentido que invade la más importantes en el orden de la estima-
esfera jurídica de otro sujeto, como ocurri- ción jerarquizada, que inconvertibles a!
ría, por ejemplo, cuando se pretende eludir dinero, tienen ello no obstante extraordi-
la obligación militar del servicio anual, o nario e irreemplazable valor.
de guerra en caso de convocatoria de las
ley militar o su compromiso de enganche, y el ]
clases respectivas, incapacitándose física- que se .haga inutilizar por otro, serán castigad» |
mente en forma voluntaria (?). con prisión menor o con prisión mayor luiu j
cuatro años". Art. 764: "En los delitos de mutiii-
(6) Orgaz, A., op. cit. clon de sí mismo o inutilización para substraer»
(7) Código de justicia militar, art. 763: "El que al servicio militar, es siempre punible el conató;
se mutile o de cualquier otra manera se Inutilice pero el castigo de éste nunca excederá del mii!-
r,o^0 /.iimnitr las oblieaciones Que le Impone la mum del arresto".
Recuerda Colombo al respecto: "Tiempos cual, por supuesto, no excluye la posibili-
hubo en que fueron menospreciados y ho- dad de fijar una indemnización.
ras transcurren en que se hallan expues- La regla que hemos visto del artículo 1067,
tos al ataque impío de teorías avanzadas, en realidad, concreta un aspecto en la ca-
que son su más rotunda negación. Con to- racterización del acto ilícito para la res-
do, así como se impusieron en épocas ponsabilidad civil, en cuanto alude al daño
pretéritas, es de esperar que no pierdan la material o moral indemnizable; lo cual no
jerarquía conquistada después de larga excluye que exista lo ilícito, no habiendo
lucha y que sigan, como hasta ahora, ocu- tal daño si en cambio media también una
pando el lugar preponderante que les ha invasión en la esfera jurídica de libertad
señalado la doctrina y la experiencia" ( 8 ). del sujeto, cuya cesación tiene la facultad
La significación restringida se concreta de requerir, y que es la fórmula compren-
en la disposición general del artículo 1067, siva de la ilicitud, tal cual lo consagra el
en cuanto exige la existencia del daño co- artículo 1066 del Código civil.
mo condición sine qua non del acto ilícito, De ahí que toda demanda por daños y
anteponiéndolo al dolo, culpa o negligencia perjuicios deberá ser rechazada, aun cuan-
de su autor, lo cual no implica necesaria- do concurra culpa, si no se demuestra la
mente que sólo haya acto ilícito en tal existencia de daño cierto, del perjuicio re-
supuesto, sino que para la acepción restrin- sultante del acto ilícito que se imputa al
gida de la expresión daño se requiere la sujeto demandado. Vale decir que el ar-
efectividad del mismo en el aspecto mate- tículo 1067 alude a las situaciones en que
rial o moral del patrimonio de la persona. lo ilícito implica la existencia de daño aue
Efectividad que nuestro Código consa- debe ser reparado (*°).
gra al establecer que "no habrá actos ilí- Las situaciones en que puede caerse en
citos posibles... si no hubiese daño cau- lo ilícito sin que haya daño que reparar,
sado". ponen de relieve que existe esta significa-
En tal sentido se ha expedido la juris- ción restringida del daño, como ocurre en
prudencia cuando ha requerido para que la prevista en el artículo 1083 in fine.
haya condenación, por responsabilidad con- De modo que en cuanto hace a la respon-
tractual o extracontractual, la existencia de sabilidad civil, la expresión daño ha de
daño cierto no bastando la violación del usarse en sentido o acepción restringida
contrato o de la ley, y aunque el monto del o .estricta, esto es, aquella lesión, detri-
daño quede librada a la apreciación judi- mento o menoscabo que ha de repararse
cial. mediante el pago de la correspondiente
Es decir, que, si como hemos visto, lo indemnización.
objetivamente ilícito faculta a la víctima, Especificando las diferentes • acepciones
tuya esfera de libertad ha sido invadida de la voz daño, se llega a mayor claridad
al requerir el restablecimiento de la situa- en la doctrina, evitándose confusiones y
ción, haciendo cesar los efectos del acto ilí- separando nítidamente lo que implica la
cito, aun cuando no haya daño resarcible ilicitud en cuanto menoscaba o lesiona la
en dinero; en la acepción restringida de •esfera de libertad de un sujeto por otro,
la voz daño se entiende que el mismo existe aunque no afecte aspectos del patrimonio
cuando la ilicitud provoca detrimento, le- material, económico, r lectivo o moral del
ión o menoscabo reparable mediante una sujeto y aquella lesión, menoscabo o detri-
.mudad de dinero, como lo especifica el mento que se produzca en alguno de estos
articulo 1083 del Código civil. aspectos, y que da lugar a la correspon-
Porque, como lo sostienen Planiol y Ri- diente reparación mediante la fijación de
vert( I J ): "es raro que el perjuicio alegado la indemnización a pagar en dinero.
ea imaginario. Por regla general, el ele- BIBLIOGRAFÍA. — Planiol, M.. y Rlpert, J., Tratado
mento que no existe es la culpa o la rela- práctico de Derecho civil francés, trad. de Mario
ción entre ésta y el perjuicio. Pero a veces Díaz Cruz, t. 3, págs. 6.y 10, Ed. Cultural, La Ha-
e! daño es demasiado pequeño para que se bana. — Segovía, L., Código civil argentino. Expo-
tenga en cuenta; o bien es imposible de- Bs. sición y critica en forma de nota, Ed. La Facultad,
Aires, 1933. — García Goyena, P., Concordan-
terminar su existencia por consistir en no cias, motivos y comentarios del Código civil es-
haberse obtenido un resultado o beneficio
que estaban subordinados a condiciones ta- (10) Entendemos como Orgaz que no es com-
' s que los tribunales se ven imposibilitados patible con nuestro ordenamiento Jurídico la In-
de apreciar siquiera en su probabilidad", lo demnización simbólica, de que hablan Planiol y
Rlpert (t. 6. pág. 750, núm, 542), para cuando no
(I) Colombo, L. A., Culpa aquiliana (cuasi de- existe o se hac« Imposible la apreciación del daño
Utoe), pág. 136, Ed. La Ley, 1944. condenando a un franco por daños y perjuicios
(9) Planiol y Rlpert, op. cit.. t. 6, pág. 760, "como una sanción penal en el sentir del Juzga-
núm. M2. dor y del público" (Orgaz, op. cit.. pág. 39).
pañol, ts. 3 y 4, Madrid, 1852. — Salas, E. A., La Derecho positivo se encamina a proteger la
responsabilidad por los- daños causados por las .persona humana y sus bienes dentro de
cosas, E. Abeledo, Bs. Aires. — Spota, A., "La res-
ponsabilidad objetiva en las relaciones de vecin- las múltiples relaciones sociales (civiles,
dad", en La Ley, t. 39, pág. 166. — Mazeaud Hen- penales, del trabajo, etc.), con una preten-
ri et León, Traite théorique et pratique de la res- dida finalidad de hacer feliz al hombre
ponsabilité civile délictuelle et contractuelle, 4» ed,> para que llegue al logro de su máxima per-
Eecueil Sirey, París, 1947. — Lalou, H., Traite
pratique de la responsabilité civile, 4» ed., Ed. Da- fectibilidad.
lloz, París, 1949. — Fischer, A. H., Los daños civi- Por supuesto, vamos a tomar la esfera
les y su reparación, trad. de W. Roces, Ed. V. Suá- de los derechos individuales, y en ella cir-
rez, Madrid, 1928. — Orgaz, A., El daño resarci- cunscribiremos nuestro trabajo sobre el te-
ble, "Actos ilícitos", Ed. Bibliográfica Argentina,
Bs. Aires, 1952. — Legislación soviética moderna, ma, es decir, el delito de daño, referido a
UTHEA., México, 1947. — Schonke, A., Derecho los bienes materiales e inmateriales de las
procesal civil, E. Bosch, Barcelona, 1950. — Ennec- •personas.
cerus-Kipp-Wolíf, Tratado de Derecho civil, E.
Bosch, Bs. Aires, 1948. — Carnelutti, F., Sistema Producir un daño es acto contrario al
de Derecho procesal civil, Ed. UTHEA, 1944. — Derecho objetivo, considerado en su tota-
Pachionl, G., Dei delitti e quasi delitti, Padua, lidad, pues éste protege la integridad de las
1940. — De Cupis, A., II danno. Milán, 1946. — personas, sea en su aspecto físico, espiri-
Cammarota, A., Responsabilidad extra contractual,
''Hechos y actos ilícitos", Bs. Aires. 1947. — tual y moral, como también a los bienes
Aguiar, H. D., Hechos y actos jurídicos, "Actos que complementan su personalidad (pa-
ilícitos; responsabilidad civil". Bs. Aires, 1950. — trimonio stricto sensu).
Colombo, L. A., Culpa aquiliana, "Cuasi delitos", El Derecho positivo contiene reglas que
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sistema legislativo italiano, Ñapóles, 1942. — Bus- contraria a sus mandatos o prohibiciones
so, E. B., Código civil anotado, Bs. Aires. — Del
Vecchio, G., Filosofía del Derecho, Ed. Bosch, necesaria y consecuentemente le señala
1936 y UTHEA, 1947. — Guisiana, E., II concetto una sanción.
di danno giuridico, Milán, 1944. — Messineo, F., Claro que, de estos actos, no todos tienen
Manuale di Diritto civile e commerciale, Milán, el elemento ilícito, ni todos tampoco pro-
1947. — Salvat, R. M., Tratado de Derecho civil
argentino, "Parte general; Obligaciones en gene- ducen daño, pues hay ilicitud sin daño co-
ral; Derechos reales; Hechos ilícitos", Bs. Ai- mo hay daño reparable sin ilicitud.
res, 1946. — Savatier, E., Traite de la responsabi- El delito de daño siempre tiene ilicitud
lité civile en Droit frangais, París, 1939. — Tuhr,
A. von, Derecho civil, Bs. Aires, 1946. — Josse- ya sea ésta de orden civil como penal, j
rand, L., Derecho civil, Ed. Bosch, Bs. Aires, 1950. ella es más o menos extensa según que el
— Llerena, B., Concordancias y comentarios del acto comprometa un bien protegido poi
Código civil argentino, E. La Facultad, Bs. Ai- una norma civil o penal.
res, 1Q31. — Machado, O., Exposición y comenta-
rio del Código civil, Ed. Lajouane, Bs. Aires, 1928. Dentro de los daños en general, entonces
—Guastavino, J. M., Notas al Código civil argen- (determinemos un tipo, o sea, aquellos que
tino, Ed. Lajouane, Bs. Aires, 1898. — Bibiloni, contienen el elemento a que nos hemos
J. A., Anteproyecto de reformas al Código civil ar- referido, que puede ser culpa o dolo y en-
gentino, Bs. Aires, 1929. — Comisión de reforma,
Proyecto de reformas al Código civil argentino, gendra siempre responsabilidad más o me-
Bs. Aires, 1936. — Enciclopedia Jurídica Omeba.— nos aguda.
Jurisprudencia sobre responsabilidad extracontrac- vicios ilícitos. El acto ilícito es el produ-
tual en el Derecho público y privado. Universidad cido por el agente y su característica es
Nacional de La Plata, Facultad de Ciencias Jurí-
dicas y Sociales, Instituto de Jurisprudencia, t. 1, que es contra Derecho, de manera que en
La Plata, 1943. — Minozzi, A., Studio sul danno su producción se manifiesta una voluntad
non patrimoniale (danno moróle), Milán, 1917. contraria al Derecho. Ahora bien, esa vo-
luntad antijurídica debe tener un efecto
DAÑO (DELITO DE)*. Generalidades. objetivo, debe causar por lo menos un des-
Como se sabe, el Derecho está concebido medro en el objeto a que va dirigida, cuan-
en razón de la persona, sea ésta física o to más, si existe un completo aniquila-
moral —ficción jurídica esta última que la miento, para que sea punible.
equipara a aquélla en ciertas manifesta- El daño puede ser dado en las personas,
ciones—, y lo mismo ente de obligaciones y en sus derechos, en sus cosas, pero siempre
derechos en cierta medida. será al derecho protegido; ese detrimento
La sociedad, tal cual está regimentada o menoscabo o aniquilamiento es el efec-
en el orden jurídico social proveniente de to material que repercute en el objeto y se
la cultura octíiferA-sA ^«•05^.^ <ax el anal vuelve, vulnerando al Derecho. El Derecho
está enrolado nuestro Derecho, es de tipo objetivo contiene un sinnúmero de dere-
preponderantemente individualista, y su chos subjetivos (sean éstos personales o
reales), y éstos, en última instancia, son
• Por el Dr. FRANCISCO MARTÍN METER. los que deben repararse. Al violarse un
Derecho objetivo se vibla uno subjetivo, • sujeto sin voluntad o que ha obrado sin
pues aquél protege a' éstos, e inversamente, culpabilidad íarts. 1066 y 1087 del Cód. ci-
a aquél se le restituye su normalidad cuan- vil) . En el segundo, la ilicitud ya no es de
do se repara a este último. carácter general e indiferenciado, sino que
Esto se aclara diciendo que el que se se recoge el concepto de ilicitud teniendo
halla investido del derecho subjetivo pro- a la vista con preferencia una de las con-
tegido por la norma jurídica, debe recla- secuencias eventuales de ella: la punibili-
mar la protección de esta última cuando dad en lo penal, el resarcimiento en lo civil.
sea vulnerado en su posición jurídica. En el delito de daño se requiere ya el
Esto es así en la pura letra de la dog- elemento de la culpabilidad junto a sus
mática jurídica, pero la protección no se coadyuvantes la ilicitud y el daño, para
hace ni es posible hacerse en ¡a pura y dar lugar a la responsabilidad del agente.
simple realidad social, sino sólo un míni- La culpabilidad lleva aparejado la inten-
mo. La pura lógica jurídica no es la reali- ción del sujeto de dañar y el conocimiento
dad jurídica y menos la realidad social, voluntario de que el acto es dañoso.
pues, queriendo asegurar derechos sólo con- Para que sea posible jurídicamente la
tiene una aspiración que no llegará a .ob- aplicación de la pena o la obligación de
tener. Para ello debe sistematizarse un resarcimiento —según se trate de la ley
Derecho nuevo fundado en principios más penal o civil— se necesita, en principio, que
acordes con la realidad intrínseca humana el sujeto haya obrado con cierta concien-
y social qu® no es de esta obra explicar. cia de la antijuridicidad de su acto.
Punibilidad. Para que haya daño ilícito Los dos elementos señalados, la ilicitud
punible es necesario que se consuma un y la culpabilidad, son comunes a lo ilícito
"efecto material o moral, de manera que penal y a lo ilícito civil; la diferencia que
para la punibilidad el principal elemento los distingue y separa a estos dos actos está
es el daño causado, que obra como elemen- dada por un tercer elemento particular a
to subjetivo. cada uno de ellos, esto es: lo ilícito penal
Hay una clara distinción legal entre ili- punible requiere, además, la tipicidad; lo
citud y punibiiidad, contenida en los ar- ilícito civil, el daño privado.
tículos 1066 y 106? del Código civil. El pri- Esto quiere decir que el acto Ilícito penal,
mero dice: "Ningún acto voluntario tendrá para dar lugar a la responsabilidad dei
el carácter de ilícito si no fuere prohibido agente, debe corresponder a alguna de las
por las leyes ordinarias^ municipales o re- figuras contenidas en la ley penal, es de-
glamentos de policía"; y el segundo ex- cir, a alguno de los tipos legales de delito,
presa: "No habrá acto ilícito punible para ya que delito penal no es cualquier acto
los efectos de este Código, si no hubiere contrario a derecho y cometido culpame-
daño causado u otro acto exterior que lo ménte, sino que este acto debe entrar, ade-
pueda causar, y sin que a sus agentes se más, dentro de lo especificado como tal y
Jes pueda imputar dolo, culpa o negligen- previamente establecido por la ley penal:
cia". Nullum crimen, nulla poena sine lege. En
De esto resulta que para la punibilidad el Derecho civil no se exige esto, y la ilici-
es necesario que haya daño causado, esto tud, a los fines de la indemnización dei
es, para obligar a su autor al resarcimien- daño no precisa esa configuración especí-
to, queriendo significar que para los efec- fica y singular de cada acto. No es necesa-
tos de la responsabilidad civil del agente, rio que corresponda a una figura previa-
cuya consecuencia es el resarcimiento, de- mente delineada y precisa, ya que el Código
ben concurrir no sólo la ilicitud —acto po- civil dispone de una manera general sin
sitivo o negativo contrario al derecho—, corresponder a un catálogo previo de de-
sino también el daño: efecto material. litos.
Delito del daño. Ahora bien, para que Otra diferencia que ya había sido seña-
haya delito, el acto ilícito debe ejecutarse lada, a los efectos de la punibilidad, es que
a sabiendas y con la intención de dañar, en materia civil, la ilicitud punible, res-
sea a la persona o a los derechos de otro; pecto a la obligación de indemnizar, exige
así lo dispone el artículo 1072 del Código que haya causado daño a la persona, lo que
civil. penalmente no es necesario, ya que en esto
La diferencia entre el acto ilícito y el vale la tentativa.
delito de daño estriba en que en el primero Cometido un hecho penal que sea delito,
la ilicitud del acto es independiente de las pueda que no sea civilmente Ilícito, por no
circunstancias que conciernen a los sujetos existir daño privado; o bien, puede haber
que realizan la acción; así, el acto contra- ilícito civil que no lo sea en lo penal, por
rio al Derecho es siempre y por esto sólo, la falta de tipicidad. Ejemplo: la simple
ilícito, aunque haya sido practicado por un 'agresión o el disparo de armas, o las ten-
tativas, para lo primero (penal); todo daño no sólo respecto de aquél a quien el delito
causado culpablemente en cosas ajenas, ha damnificado directamente, sino respec-
para lo segundo (civil). to de toda persona que por él hubiese su-
Puede haber también conjunción de am- frido, aunque sea de una manera indirec-
bas ilicitudes, es decir, que puede alcanzar ta. De manera que en presencia de un
simultaneidad en las dos esíeras de Dere- delito criminal, la extensión del daño
cho, esto es, en todos los casos en que el abraza las tres consecuencias enumeradas
acto cqntrario a derecho y culpable, co- como resarcimiento civil, aparte de las pe-
rresponda a una de las figuras definidas nas establecidas para cada delito en el
por la ley penal y haya causado, además, Código penal, ejemplo: los daños debidos
un daño privado. por causa de un homicidio, serían: a) los
Delito civil de daño. Teniendo ya lo co- gastos de asistencia del muerto; b) los he-
mún y las diferencias que los separan, he- chos en su funeral; y c) lo necesario para
mos de particularizar con cada uno de la subsistencia de la viuda e hijos del
ellos, previo un breve resumen de su con- muerto (art. 1084 del Cód. civ.).
cepto: Habrá delito civil de daño cuando BIBLIOGRAFÍA. — Aguiar Henoch, D,, Hechos y ac-
se produce un acto antijurídico por acción tos jurídicos, t. 4, 1« ed., Bs. Aires, 1951. — Brebbia,
u omisión del agente, sabiendo que el mis- R. H., El daño moral, Ed. Bibliográfica Argentina,
mo es prohibido o mandado por la ley, y Bs. Aires, 1950. — Orgaz, A., El daña resarcible,
lo hace con el propósito de causar el per- Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1952
juicio (dolo) en la persona o en los dere- DAÑO (Revisión del).* SUMARIO: 1. Preli-
chos; y para que sea resarcible es preciso, minares. 2. La realidad a contemplar
además, que haya causado efectivamente 3. Discriminación inexcusable. 4, La situa-
el daño u otro hecho exterior que lo pueda ción subexamen. 5. Las prescripciones del
causar, ya sea en la persona, sus bienes, ordenamiento Jurídico y la Teoría General
del Derecho. 6. Determinación e indetermi-
derechos o facultades (daño privado). nación de las normas generales del ordena-
Por los actos ilícitos que no son delitos, miento jurídico. 7. Admisión expresa de
que por culpa o negligencia ocasione un la revisión: a) Revisión amplía; b) Revisión
daño a otro, está obligado igualmente a limitada; c) Revisión condicionada; d) Re-
visión limitada y condicionada. 8. Prohibi-
la reparación del perjuicio (éstos son los ción expresa de revisión. 9. Indetermina-
cuasidelitos).' Tal obligación es regida por ción al respecto de las normas generales.
las mismas disposiciones relativas a los de- 10, Nuestro ordenamiento jurídico. 11. Ar-
litos del Derecho civil (art. 1109 del Cód. bitrio judicial. 12. Exaeptio res jutiícato.
13. Aumento y disminución tíel daño.
civ.). El elemento común para ambos que 14. Prescripción. 15! Transacción
hace a la punibilidad, es el perjuicio oca-
sionado, y la reparación del daño, como 1. Preliminares. Cuando en la reparación
fórmula general, alcanza al perjuicio efec- por el daño ocasionado con motivo de un
tivamente sufrido más la ganancia de que hecho ilícito ha mediado sentencia firme
fue privado el damnificado por el acto ilí- condenando al pago de la indemnización,
cito (arts. 1069, 1100 y 1109 del Cód. civ.). se plantea eí problema de saber si habien-
Esta reparación puede imponerse a re- do pasado la misma en autoridad de cosa
querimiento de parte, por cuanto el Dere- juzgada, es posible una nueva reclamación
cho privado tiene en cuenta preferente- con motivo del aumento o disminución del
mente a la víctima. daño ocurrido, modificación esencial de las
Delito penal de daño. Habrá delito pe- circunstancias, que la decisión anterior tuvo
nal de daño cuando el acto se ejecute con en cuenta.
ilicitud específica (tipicidad), que le sea Se trata de la existencia de hechos que
imputable al agente. Para la punibilidad no fue posible conocer hasta la oportuni-
no es necesario la realización del daño dad de decidir, o que inexcusablemente li-
privado. Ahora bien, para el caso de delitos gados al hecho generador del daño, sobre-
criminales en que hubiere daño privado, el vinieron a la sentencia en términos tales
artículo 1078 del Código civil dispone: "si que era imposible su previsión.
el hecho fuese un delito del Derecho cri- En principio, corno aflora a la conciencia
minal, la obligación que de él nace no sólo de todo jurista, "la cosa juzgada se opone
comprende la indemnización de pérdidas e al establecimiento de una nueva demanda
intereses, sino también la del agravio mo- de indemnización, aun cuando la primera
ral que el delito hubiese hecho sufrir a la no se haya referido Ja todos los aspectos del
persona, molestándola en su seguridad per- perjuicio sufrido" ( ), sea porque el dam-
sonal, o en el goce de sus bienes, o hiriendo
sus afecciones legítimas", y la disposición * Por el Dr. ERNESTO EDUARDO BOEGA.
del artículo 1079 ídem, en cuanto sanciona
que la obligación de reparar el daño existe, (1) Planlol, M., y Ripert, J., Tratado práctico
nificado omitió —deliberadamente o no— Es preciso insistir que se trata de la mo-
aspectos suyos que le eran conocidos o que dificación del daño provocado por un mismo
'debía conocer, siendo ello posible; por lo hecho en términos tales que el aumento
que puede decirse que en tales circunstan- o la disminución experimentada por el
cias el daño no es revisible, si producido mismo son directa consecuencia del mismo
totalmente y conocido o cognoscible en to- antecedente, de manera tal que no puedan
das sus manifestaciones, ha sido indemni- atribuirse tanto uno como otro, sino a va-
zado también totalmente de una sola vez, riantes del caso distintas y nuevas, para
para siempre. la conciencia del juzgador, en cuanto no
En tal caso, la exceptio res judicata pue- fueron posible conocerse, o resultaron im-
de oponerse con toda eficacia a cualquier previsibles, al tiempo de dictarse el fallo
intento de rever aspectos del daño que anterior.
fueron previstos o debieron preverse; al En este supuesto es legítimo preguntarse
extremo que si alguno de ellos no ha sido si queda abierto el camino para una nueva
considerado, sea por omisión de la parte demanda y a la cual no se pueda oponer la
que reclamara el resarcimiento, o por omi- exceptio res judicata eficazmente, como
sión o error del juzgador, habiendo que- obstáculo insalvable para su viabilidad, sin
dado firme la sentencia, la cosa juzgada perjuicio, claro está, de las demás contin-
cierra el camino para toda revisión. gencias propias de todo proceso en el que
Esto es una verdad incontrovertible, pa- por otros motivos y circunstancias desfa-
cíficamente aceptada en doctrina y juris- vorables la demanda no resulte procedente.
prudencia, y no es precisamente lo que Para tomar directo contacto con la rea-
motiva nuestras preocupaciones en esta lidad en íntima conexión con la experiencia
nota. Si bien dada la índole de la misma jurídica argentina, tendremos presente la
y de la obra, no podemos hacer un exten- situación provocada por la víctima de un
so y detallado estudio del problema, cabe accidente de tránsito, cuya primera recla-
decir que con aquel concepto no se agota mación por los daños sufridos fue acogida
la realidad a que alude la revisión del daño, favorablemente por el juzgador —Cámara
toda vez que queda un extenso sector de civil 1a de la Capital—, dando lugar a una
experiencia que el mismo no alcanza, y nueva demanda catorce años después del
que aunque comprendiéndola en su con- hecho, por agravación del daño, en virtud
templación teórica, excede en mucho a la de la demencia sobreviniente con motivo
esfera de eficacia de la cosa juzgada, de del traumatismo sufrido por la víctimas en
modo tal que podría decirse que dentro el cráneo al producirse el accidente ( ), : y
del problema general de la revisión, aquélla que tuvo nuevamente favorable acogida,
no es más que un aspecto particular. fijándose una indemnización suplementa-
Recorremos en estas líneas el problema ria.
fundamental y en síntesis muy apretada las 3. Discriminación inexcusable. Es indu-
soluciones de sus facetas sobresalientes. dable que el tema ha de ser debidamente
2. La realidad u contemplar. Se trata de ubicado para una clara explicitación. De-
aquella que se plantea cuando hechos no bemos evitar, ligerezas, improvisaciones y
previstos, por imposibilidad de preverlos confusiones para operar en un campo bien
antes de la sentencia que quedó firme; o deslindado teóricamente e intensamente
sobrevinientes a la misma e imprevisibles, iluminado por prolija discriminación que
revelan que el daño no se ha dado o ma- elimine supuestos, en la caracterización de
nifestado en su verdadera magnitud, de rubros, que no comprende la experiencia
modo tal que no media proporción razo- jurídica que nos preocupa.
nable o equivalencia entre su dimensión y Debe quedar ,en claro también que la
el monto de la indemnización fijada co- índole general y abstracta de toda discri-
mo resarcimiento reparador y al extremo minación lógica, además de distanciarse de
que sobreviene una manifiesta e irritante lo individual de la realidad, en la histórica
Injusticia (2). manifestación de la experiencia jurídica,
ha de tropezar llevada en su forma pura
íe Derecho civil francés, t. 6, pág. 916, núm. 674, a la experiencia, con los casos límites, don-
Ed. Cultural, La Habana, 1940.
(2) Puede verse al respecto: Mazeaud Henri Ed. Dallos, Quatriéme édltion, 1949. Pischer. A. H.,
et León, Traite théorique et pratique de la res- Los daños civiles y su reparación, trad. de W. Ro-
ponsabilíté civile áélictucle et contractuelle, to- ces, págs. 116 y sígs., Ed. V. Suárez, Madrid, 1928;
me premier, pág. 244, II: Aggravation et atté- y las demás obras que se citan en el curso de esta
nuatlon du préjudice postérloures au jugenient. nota.
Quatriéme éditlon. E. Libralre du Recueil Sirey, (3) L. L., t. 62, pág. 202; además, t. 30, pág. 755,
1047. — Lalou, H., Traite pratique de la respon- y J. A., t. 53, pág. 95. Con eruditas notas el pri-
Mbiíité civile, pág. 182: Bévlsión des Indemnltés mero de Alfredo Orgaz y el segundo de Alberto O.
pour aggravation ou dimlnution du dommage. Spota.
tie la conceptuación ha de atenerse más sido propuestos en la demanda; pues toda
que en ningún otro a su peculiaridad in- pretensión de volver sobre ellos resultaría
dividual. Con ello señalamos que la discri- enervada por la exceptio res judicata, toda
minación no pretende ser exhaustiva. vez que ha de considerarse que la indem-
Se aspira a deslindar e iluminar un cam- nización fijada es definitiva y cubre el daño
po o sector de la experiencia jurídica en el producido.
cual se advierten numerosas situaciones 4. La situación sub-examen. La discri-
co-implicadas, que es necesario separar, y minación precedente deja por exclusión una
donde ello no es posible, hacerlo por abs- situación distinta y delimitada; aquella en
tracción teórica de modo tal que siendo que después de haberse juzgado el daño, se
consciente de ellas, no sea posible la con- alteran esencialmente las circunstancias
fusión. que se tuvieron presentes, de modo tal que
Un criterio decidirá* la exclusión, aquel incide sobre la procedencia de la dimensión
en virtud del cual se estima que el daño o magnitud del daño admitido y, por ende,
se ha dado totalmente, aun en su previsión sobre la cuantía y duración de la indem-
íutura y como tal la indemnización fijada, nización.
es el resarcimiento que 'lo satisface tam- Recuerdan los autores que llevamos ci-
bién totalmente. tados para tomar firme contacto con la
Tales situaciones serían, a saber í 4 ) : realidad, el caso de la demencia sobrevi-
1"? Cuando el daño producido totalmente niente tiempo después de haberse reparado
al dictar sentencia, ésta fijó la indemniza- el daño por lesiones simplemente, o el
ción como reparación única y definitiva; derrumbe del edificio como consecuencia
aunque se hubiesen omitido aspectos del de los deterioros sufridos cuando sólo fue-
daño en el reclamo, o en la sentencia, y ron indemnizados estos últimos.
aunque medie error si pasó en autoridad de 5. Las •prescripciones del ordenamiento
cosa juzgada. (Por ejemplo, omisión del jurídico y la teoría general del Derecho.
lucro cesante, o del daño emergente, o de Tratándose del examen de una cuestión
los intereses, o del daño moral, etc.) que se mueve dentro del ambiente del co-
2? Cuando se ha computado previéndolo nocimiento jurídico, cuya dimensión dog-
en la sentencia el daño futuro, de modo mática es incuestionable, y atendiendo a la
que la indemnización le comprende. (Por índole de su articulación técnica, sobre la
ejemplo, disminución de posibilidades eco- base del ordenamiento jurídico integrado
nómicas: incapacidad parcial o total para por normas en primer término generales
el trabajo, para actividades artísticas pro- —escritas o consuetudinarias—, se hace
ductivas, etcétera. Artículos 3083, 1084, 1086 inexcusable indagar inicialmente qué es lo
del Código civil, y 29, inciso 1°, del Código que en ella se prescribe con respecto a la
penal.) revisión del daño.
3? Cuando la sentencia fija las bases de Tan inexcusable es esta indagación, que
la indemnización, pero no establece suma de nada valdría nuestra argumentación
liquida con referencia al daño que admite en torno a la sentencia inicial, sobre si su
producido totalmente cierto y probado, de- estabilidad es afectada o no con la nueva
jando librado al procedimiento de ejecu- reclamación, y si se opone a ella o no ¡a
ción la liquidez tíe la indemnización. (Por cosa juezgada; puesto que antes de -tedas
ejemplo, artículos 543 a 553 del Código de estas consideraciones podría eliminarse sin
procedimientos en materia civil y comer- más la revisión con sólo invocar, si la hu-
cial de la Capital, y también en Buenos biere, la norma general que expresamente
Aires, art. 562; Catamarca, 552. Córdoba, la prohibe, o sí la autoriza la condiciona
959/64, Corrientes, 541. Entre Ríos, 428. y limita, y el caso no cumple ni se encua-
Jujuy, 1 599. La Rioja, 550. Mendoza, 213, dra en ninguna de ellas.
núm 4 ?, ley n° 2269. Salta, 513. San Juan, El examen de nuestro ordenamiento ju-
854. San Luis, 986. Santiago del Estero, 521. rídico reveía que no hay norma general
Tucumán, 408.) que aluda expresamente a la revisión para
En todos estos casos ha de considerarse disponer en pro o en contra de ella. Esto
que el daño causado por acto ilícito ha no significa que no la comprenda el"oTde-
sido previsto y juzgado en todos los aspec- namiento jurídico ni que haya al respecto
tos, incluso aquellos que, conocidos, no han "laguna", toda vez que la teoría general
del Derecho, que la filosofía jurídica tiene
(4) V. Mazeaud. H. y L., op. rfí., pág. 246, elaborada («), nos dice que el ordena-
núms. 222 y sigs. También Orgaz. A., El daño re-
sarcible, "Actos Ilícitos", pág. 171, núm. 45. Ed.
Bibliográfica Argentina, Bs, Aires. 1952. También (B) Sin que esto Implique adherir o «taltsr
del mismo autor, nota citada, y Spota, nota ci- teoría o escuela alguna, pues IR misma. s« ¡ogra
tada. con la colaboración de todos loe Jusf¡lóBOfoe, co
miento jurídico es plena y hermético, de tergiversar los principios generales del De-
modo que la indeterminación de las nor- recho. Para la mejor dilucidación del te-
mas generales no es nías que un ensancha- ma, comencemos por un examen de la le-
miento del arbitrio judicial, para realizar gislación comparada.
su tarea de integración del ordenamiento 8. Determinación e indeterminación de
jurídico, a través de la articulación de las normas generales del ordenamiento ju~
normas individuales,. Que en estrecha co- rídico. Un examen dei Derecho comparado
rrespondencia con e¿ caso individualizado, revela que los distintos ordenamientos ju-
se coordinan en la acción jurisdiccional rídicos positivos actuales adoptan diferen-
con las normas generales. tes criterios con respecto a la admisión de
Quiere decir entonces que con respecto a la revisión del daño de modo tal que en
la revisión del daño media una indeter- una lógica clasificación que pudiera ser
minación de las leyes generales, y con ello comprensible de todos ellos y aun de los
un amplio arbitrio judicial, lo cual es ne- que no hemos examinado, podría agrupar-
cesario analizar para encontrar el punto los según situaciones diversas y subclasi-
fundamental de la admisión y evitar in- ficarlos a su vez por la extensión y límite
terpretaciones erróneas, que concluyen por de la admisión de la revisión, a saber:
a) Revisión amplia
19 Admisión expresa b) Revisión limitada
1. Determinación de las de la c) Revisión condicionada
normas generales sobre revisión d) Revisión condicionada
revisión. y limitada
2' Prohibición expresa
de revisión
II. Indeterminación al 39 Admisión tácita a) Revisión según
respecto de las normas de la arbitrio
generales. revisión judicial
7. I. Admisión ex'presa, de la revisión, a) esencial para el asunto, que no eran cono-
Revisión amplia. Partimos del supuesto, cidos ni pudieron serlo por aquel a quien
que vamos a explicar más adelante, que favorecen; b) cuando se hubiese probado
cuando el ordenamiento jurídico tiene dis- la falsedad de testimonio que haya ser-
posiciones generales expresas, cualquiera vido de fundamento a la resolución, la
que fuere su determinación, que permiten comisión de actos delictivos por las partes,,
la revisión, hay admisión expresa de la mis- sus representantes o peritos, o por los
ma, y bajo ningún concepto prohibición, por miembros del tribunal que la dictó; c)
más que la admisión sea extremadamente cuando se fundó en documentos cuya fal-
limitada y condicionada. En este sentido sedad fuese declarada posteriormente por
sólo cabe examinar la forma en que las sentencia criminal, o cuando fue anulada
legislaciones tienen incorporadas normas la resolución del tribunal o de otra insti-
generales al respecto. De las que hemos tución que sirvió de fundamento para la
tenido a la vista, ninguna alcanza una con- decisión en cuestión".
sagración expresa de la admisión de la Como puede apreciarse, la admisión de
revisión en forma tan amplia como el la revisión es tan amplia que se refiere a
Código de procedimiento civil de la Repú- toda sentencia, y la preocupación por la
blica Socialista Federativa Soviética de revisión se denota en el hecho de que
Rusia {«). la resolución que decide si es procedente
En efecto, en su capitulo XXIX, referente o no rever, sólo es recurrible en este último
a la revisión de las resoluciones judiciales, caso (art. 249).
la sección primera se dedica a la: "Revi- £1 artículo 253 establece que "Las partea
sión de sentencias motivada por el descu- podrán solicitar la revisión de sentencias
brimiento de hechos nuevos". judiciales, dentro de un mes, a partir de
Dispune, en su artículo 251: "La senten- la comprobación de los hechos que sirven
cia sólo podrá ser revisada en los casos si- de base para la demanda de revisión".
guientes: a) cuando se hubiesen descubierto La expresión "sólo podrán ser revisadas"
hechos nuevos que tengan importancia del articulo 251, no tiene, como puede
apreciarse, ningún carácter limitativo, sino
mo ocurre con la estructura sintética de las de- que alude al hecho, cierto de que toda sen-
mís ciencias.
(8) Legislación soviética moderna, pág. 398, tencia firme, permanecerá estable, supo-
t)THEA, México. 1847. niéndose que lo será en la mayoría de loa
casos, salvo que se presenten las circuns- La disposición limita la revisión -en caso
tancias previstas en el artículo 251, es de- de condena a prestaciones futuras, pero
cir, lo no conocido o imprevisto, lo que no en cuanto a los hechos y al tiempo y la
frente al conocimiento que se toma de los condiciona a que los motivos en que se
hechos en todo juicio, asume siempre por funde hayan surgido después de la audien-
ello mismo el carácter de algo excepcional. cia en que es dable a las partes ampliar su
I. b) Revisión limitada. Es el caso del petición de la demanda.
Código civil polaco, .que limita la admisión La disposición de la ley procesal alema-
expresa de la revisión, aludiendo sólo al na tiene además un mérito que debemos
daño cuando en su artículo 161, parágrafo destacar ahora, si bien hemos de argumen-
3°, dispone: "Si al tiempo de pronunciarse tar sobre él más adelante. Este mérito
la sentencia no es todavía posible avaluar consiste en consagrar legislativamente que
exactamente el daño, una renta provisio- la revisión es derecho para ambas partes,
nal puede ser concedida a la víctima". vale decir despeja toda duda y elimina la
Además1, la limitación se hace ver también polémica desatada entre nosotros en cuanto
en cuanto se refiere a sentencias con ella alude tanto al aumento como a la
condena a prestaciones periódicas, fijadas disminución del daño.
provisionalmente. I. c) Revisión- condicio- Por ello, dice Schonke, que "en general
nada. Es aquella que admite la revisión las partes, después del debate oral con
bajo la condición de que haya reserva que se cerraría la causa, pueden alegar
expresa de revisión en la sentencia por el que se han producido modificaciones al
juez, como veremos ocurre en el caso con- hecho que hizo nacer la acción ejercitada
templado en el artículo 46 del Código sui- antes sin resultado, o que el derecho re-
zo de las obligaciones, que reconoce este conocido al adversario se ha extinguido y
derecho al juzgador, según se desprende la cosa juzgada no se opone, según la ju-
del texto que transcribimos en el número risprudencia, a la alegación de tales he-
siguiente. I. d) Revisión limitada y condi- chos, de manera que, por ejemplo, el de-
cionada. Es el caso de la legislación suiza, mandante puede aducir después de recaída
cuyo Código de las obligaciones dispone en la sentencia, que el demandado ha asumi-
su artículo 46: "Si no es posible, al dic- do posteriormente la deuda por la cual se
tarse la sentencia, determinar con una cer- le demandó; o alegar que después de la
tidumbre suficiente, las consecuencias de desestimación de una demanda de desahu-
las lesiones corporales, el juez tiene dere- cio por no haberse dado en forma el aviso
cho a reservar una revisión de la senten- exigido, éste se ha efectuado con regula-
cia durante un plazo de dos años como ridad". "Pero debe tratarse siempre de una
máximo, a contar del día en que falló". Vale modificación de las circunstancias de he-
decir que queda limitada a lesiones corpo- cho, por lo cual la cosa juzgada persiste
rales y también en el tiempo, es decir, a dos fundamentalmente si después de la sen-
años, pero condicionada como vimos a la tencia únicamente ha sobrevenido un cam-
reserva del juzgador. bio de costumbres o de concepciones ju-
Lo mismo ocurre en cierta manera en rídicas, a menos que esta última modifica-
Alemania, cuyo Código civil guarda silen- ción sea verdaderamente extraordinaria y
cio al respecto, pero la legislación procesal afecte a todo el orden Jurídico; y tampoco
civil dispone en su parágrafo 323: "Si en la modificación de la legislación puede jus-
caso de condena a prestaciones periódicas tificar la reproducción de un juicio con-
futuras, se modificasen fundamentalmente cluido por sentencia firme". Tampoco se
las circunstancias que fueron tenidas en refiere a la alteración del juicio por cali-
cuenta para la condena o la determinación ficación de los hechos, recuerda el mismc
de la cuantía de la prestación o de la du- autor que un cambio de opinión en medi-
ración de la misma, cada parte está auto- cina acerca de las consecuencias de un ac-
rizada a reclamar por medio de demanda, cidente no haría viable la revisión.
una modificación de la sentencia". "Para
que pueda admitirse esta demanda, será sal civil, capítulo señalado con el núm. 75, ;.
necesario que los motivos en que se funde gina 273. titulado: ''Cosa Juzgada y alteración (lf
hayan surgido después de la audiencia en los hechos"; también Enneccerus-Kipp-Wolff, Tro-
que, como más tarde, hubieran podido ale- tado de Derecho civil, t. 2, ''Obligaciones", II. Dot'
trina especial", pág. 684, III, núm. 2, puntos a e,
garse por ampliación de la petición de la especialmente dice en el d): "En el caso de alte-
demanda o por la vía de la' excepción, y ración esencial de las circunstancias que fueron
que además no puedan hacerse valer por tomadas en cuenta para declarar la proceden-
oposición" ( 7 ). cia, cuantía y duración de la renta, ambas parios
tienen derecho a exigir Judicialmente que se mo-
difique la sentencia en lo pertinente" (Ed. Bosch.
(7) V. al respecto, Schonk?. A., Derecho proce- Bs. Aires, 1948).
En conclusión, la revisión es posible en 9. Indeterminación al respecto de las
os términos que hemos visto, cuando media normas generales. III. Admisión tácita de
sentencia firme —pues de otro modo queda- la revisión, a) Revisión según amplio ar-.
ría excluida por litis pendencia— referirse bitrio judicial. En todos los casos en que
i circunstancias de hecho o decisivas en la legislación no hace expresa alusión lite-
manto: a la imposición del deber de pa- ral a la posibilidad de la revisión del da-
jar, la determinación del importe o su ño, entendemos que no mediando pro-
duración, y que significan la alteración hibición expresa, ella es viable y que ha
esencial de las circunstancias determinan- de sobreentenderse que está admitida tá-
tes de la sentencia, de manera tal que no citamente.
pudieron8 conocerse o precaverse que ocu- Es el caso en que vulgarmente se dice
rrieran ( ). que la ley guarda silencio y de un modo
8. n. Prohibición expresa de revisión. manifiestamente incompatible con la ma-
Cuando la legislación hace expresa prohi- durez del pensamiento científico, que la
bición de toda revisión, ha de considerarse legislación padece una laguna.
que es cuando la misma se muestra no- Entre las legislaciones que conocemos y
tablemente restringida, pero no absoluta- a la que le asignamos particular relevan-
mente excluida. Es importante destacarlo cia, por influir su producción jurídica
así, porque es la única situación en que se doctrinal y jurisprudencial mucho entre
interpone para la admisión de la revisión nosotros, debemos mencionar la de Francia
como principio general, una expresa pro- e Italia y poner mucha atención en lo que
hibición de una norma general, la cual y allí se ha dicho y resuelto al respecto,
como tal tiene aún la.indeterminación pro- porque también nuestro ordenamiento ca-
pia del concepto general, que ha de ade- rece de una disposición o norma general
cuarse a la individualidad de. lo real que que admita expresamente la revisión del
alude, como destino de toda norma general. daño.
En tal caso ha de admitirse que la prohi- La indeterminación de normas genera-
bición no prohija ni protege la actuación les al respecto ha hecho que jueces y juris-
judicial de mala fe, frente a la cual como tas admitan la revisión en todos los casos,
lo sostiene la doctrina y en caso de sen- salvo cuando se tratase de alguno de aque-
tencia firme, no cabe oponer la cosa juz- llos que, en la discriminación que hemos
gada ( o ) , aunque en ello va imbricado más realizado, quedan comprendidos en la ex-
que un problema de revisión, la cuestión clusión, por no tratarse de las circunstan-
de nulidad de lo actuado en juicio. cias que supone como condición sine qua
Me limito a señalar este solo caso, porque non la revisión.
no es nuestro tema incursionar en el campo Vale decir que siempre es posible —dado
del Derecho procesal; pero en él ha de en- el supuesto aludido— una nueva demanda
contrarse más de una situación en que no de daños, cualesquiera que fuere el tiempo
obstante la sentencia firme, la revisión se transcurrido desde la sentencia anterior;
abre paso a través de distinta vía, como una sin que medie tampoco limitación alguna
reparación inexcusable, al daño producido respecto al número de demandas, en cuan-
por un fallo mal habido (">), y para res- to las circunstancias se alteren esencial-
tablecer una equivalente proporción de la mente y sin condicionarla a reserva alguna
indemnización con las reales circunstancias del juzgador en la sentencia,v que prece-
del hecho. de ("). '
Debemos agregar, a mayor abundamiento, La situación al respecto en Italia es se-
lúe no conocemos legislación alguna en mejante, y la revisión en los supuestos
que de modo expreso y literal, aludiendo a contemplados se abre paso sin condición
la revisión del daño, se haya dispuesto la ni limitación alguna en cuanto a oportu-
prohibición expresa de la misma. nidad tiempo, forma de indemnización, et-
cétera (i 2 ).
(8) A pesar de ello recuerdo Schónke (op. cií.) No faltan por supuesto opiniones con-
que el Tribunal Supremo de Alemania admitió '&
demanda de modificación de una transacción ju- trarias, toda vez que el tema no siempre
dicial, siendo Inminentes y previsibles las causad
úe ¡a alteración al tiempo dé concluir la tran- (íl) Mazeaud, L. y H., op.. cit., págs. 244 y
sacción. Ello resulta por demás significativo en sigs.; Lalou, op. cit., págs. 182 y sigs; Planlol y Ri-
cuanto el Derecho judicial se abre paso entre las pert, op. cit., págs. 916 y sigs., etc.; Orgaz, op. cit.,
reservas y la estrechez que le crea la doctrina, pág. 178; Spota, nota cit., etc., y jurisprudencia
que más atiende a la estabilidad de las sentencias -U:, por los mismos autores franceses.
y el "reposo de los ciudadanos" que a la justicia U2) Pachioni, G., Dei delitti e quasi delitti.
de las' decisiones. píg. 120, Padua, 1940; Chlroni, O. P.. La culpa en
(9) Carneluttl, F., Sistema de Derecho proce- el Derecho civil moderno, t. 2, págs. 432 y sigs.:
Kl dril, t. 1, pág. 353, UTEHA, 1944. De Cupis, A., II dahno, págs. 351 y sigs., Mi-
(10) Carneluttl, op. cit. lán, 1946.
es perfectamente deslindado, y aun cuando Nosotros empezaremos por la primera
así lo fuere. Nos referimos a autores como parte para revelar que frente a la indeter-
Tedeschi, por ejemplo, que se opone a la minación de normas generales especiales
revisión cuando no se trata de un hecho existen principios generales de orden teó-
"nuevo", no considerando como tal la mera rico general y positivo que abonan en pro
agravación del daño. En tal caso la distin- de la jurisprudencia citada y que hacen
ción no es en los hechos tan tajante como viable en nuestro Derecho la admisión de
la pretende dicho autor,"en teoría, y la di- la revisión.
ferencia es difícil, como lo recuerda Orgaz Hemos podido apreciar en el examen de
con acierto. Ja legislación comparada donde resaltaban
Lo evidente es que prevalece la buena distintos grupos, que cualesquiera fuere lo
doctrina tanto en el pensamiento de los expresamente dispuesto, la revisión se abre
jueces, cómo de los juristas, y ello ha de paso aun aüi donde, como en el caso de
tenerse corno un dato, para cuando haga- llegarse a una expresa prohibición, por la
mos la articulación teórica en pro de lo vía de la nulidad cae la sentencia lograda
que estimamos una auténtica conceptuación de mala fe, en orden a la inexcusable ob-
en Derecho para la solución de nuestro servancia de las circunstancias auténticas
ordenamiento jurídico. de los hechos que se juzgan, las garantías
10. Nuc ; o ordenamiento jurídico. Como del proceso y las valoraciones jurídicas
lo hemos o;?ho antes, no tiene disposiciones fundamentales.
generales e:, presas que aludan a la revisión Precisamente estas últimas son las que
del daño de manera especial —ni de fondo, pugnan constantemente por hacer valer sus
ni de forma—, por lo que se ubica, a nuestro fueros allí donde éstos son desconocidos,
juicio y para nuestra clasificación, entre y como las aguas que se despeñan cordillera
aquellos en que inedia indeterminación de abajo, buscan su cauce sobre la marcha
las normas generales y en consecuencia misma, encontrándolo siempre en las grie-
una admisión tácita de la revisión y por tas más profundas, aunque parte del cau-
ello revisión según amplio arbitrio judi- ce se desvíe por desniveles de distinto
cial (U-31?, a). rumbo.
La cuestión se ha planteado con escasí- Lo mismo ocurre con la revisión qut
sima frecuencia en nuestros tribunales. De está siempre latente como un modo de cubri:
la típica situación que analizamos puede las limitaciones impuestas por la humana
mencionarse el fallo ya citado, que acoge naturaleza a la necesaria consagración del
favorablemente la revisión en forma' am- valor Justicia, dando así cauce a las re-
plia, coincid<"ntemente con idéntica situa- clamaciones, que de otro modo podrían
ción a la del ordenamiento jurídico francés acentuar la grieta abierta en el ordena-
e italiano con la doctrina y jurisprudencia miento al extremo de producir su defini-
que allí prevalece al respecto. tivo quebrantamiento, como ocurre cuan-
Con escasa frecuencia se ha hecho cargo do se admite la revisión, según lo recuerda
del problema nuestra doctrina, mereciendo Schónke para' el caso de una extraordina-
destacarse los trabajos por orden cronoló- ria modificación de las costumbres y con-
gico, de Spota en J. A., y los de Orgaz, co- cepciones jurídicas de la totalidad del or-
mo los más explícitos al respecto, si acaso denamiento jurídico.
también los únicos. Es que la revisión se ubica precisamente
Frente a la indeterminación de las nor- en el plano de los principios generales del
mas generales especiales, nuestra jurispru- Derecho, y como tal no mediando expre-
dencia, y con ella nuestra doctrina, se in- sa prohibición, ha de tenerse por permi-
clinan en forma prevaleciente por la ad- tida.
, misión de la revisión del daño, y con ello En efecto, en teoría general se argumen-
en orden de comprensión menor, ya que se ta que habría evidencia axiomática onto-
referirá a las particulares circunstancias lógica al considerar que "todo lo que no
de los casos, que cuando aquejla es proce- está prohibido, está permitido", lo cual, en
dente no es óbice para la misma la excep- el caso particular de nuestro ordenamiento
tio res judicata. jurídico, ha alcanzado consagración positi-
La doctrina, tanto nacional como france- va, toda vez que el artículo 53 del Código
sa .e italiana, ha hecho girar toda su argu- civil, que se refiere a ¡a capacidad de las
mentación en torno a este problema técnico personas, para todo el ordenamtésto
de la cosa juzgada, sin dividir la cuestión etico, con cuya aclaración cixwemos
en dos partes como realmente resultan: que consagra un principio general de :
admisión de la revisión por un lado como tro Derecho positivo; dispone que "l
principio, y estabilidad de las sentencias por permitidos todos los actos y todos los(
otro. chos que no les fueren expresamente ]
bidos, independientemente de su calidad de dialéctico, toda vez que mirando a la rea-
ciudadanos y de su capacidad política"; lo lidad misma cabe advertir que las legisla-
cual resulta ratificado por el articulo 1068 ciones que limitan y condicionan la revisión,
al disponer que: "Ningún acto voluntario la admiten y consagran expresamente, y
tendrá el carácter de ilícito si no fuere ex- esto como principio lógico general, para
presamente prohibido por las leyes ordina- luego limitarla y condicionarla de modo
rias, municipales o reglamentos de policía: tal que no quede totalmente librada al ar-
y a ningún acto ilícito se le podrá aplicar bitrio judicial la oportunidad tiempo y
pena o sanción de este Código, si no hu- forma de su procedencia; y aunque las li-
biese una disposición de la ley que la hu- mitaciones y condiciones sean de modo tan
biese Impuesto". harto detallado y extenso como pedirse
Quiere ello decir que no media prohibi- pueda, quedará siempre como principio
ción alguna para intentar la revisión y, general lógico a modo de supuesto de todo
lo que es más, que en nuestro ordenamien- pensamiento al respecto: la admisión de
to no existe determinación especial al res- la revisión.
pecto de normas generales, pero sí prin- Precisamente la legislación ha querido
cipios generales de Derecho positivo como eliminar toda duda sobre la procedencia
los citados, que dejan franca la puerta para incuestionable de la revisión en casos en
que la revisión sea, en principio. que ha de darse con mayor frecuencia la
Nos planteamos el problema así, porque necesidad de volver el juzgador sobre sus
no podemos comprender cómo en este or- propios pasos.
den de cosas pueda llegarse a interrogar Y ello por supuesto sin que lo diga el le-
de la siguiente manera sobre el particular: gislador expresamente tiene que ser ex-
¿No sena preciso, al contrario, para que cepcional, porque lo normal y corriente
proceda la revisión, que haya disposición es que las sentencias sean la expresión de
expresa que la autorice?, como pretende una justa apreciación de los hechos y que
Orgaz, tratando de desentrañar el verda- los hechos juzgados resulten plenamente
dero sentido de un ordenamiento jurídico conocidos, ya que en función de ello está
de normas generales especiales ausentes o toda la técnica del proceso a extremo tal
con la indeterminación general al respec- que aun en la legislación que admite am-
to (»). plia revisión de todas las sentencias, se
No podemos compartir su razonamiento, diga ello no obstante: "sólo procederá la
subsiguiente en el que haciéndose cargo de revisión de las sentencias". Como ocurre,
lo que puede ser principio general al res- según vimos, en Rusia.
pecto, según los grupos legislativos que ha Admitido el principio lógico general de
separado en dos, sostiene: "en las legisla- admisión de la revisión, puesto que en ello
ciones alemana, suiza y polaca se reconoce encontrará el pensamiento plena concor-
que el principio general tácito es el de que dancia con el postulado fundamental de que
no cabe la revisión del daño, salvo en los todo lo que no está prohibido está permi-
supuestos y en las condiciones expresamen- tido; la limitación y condicionamiento del
te establecidas por los preceptos de excep- principio sin menoscabo del mismo, cua-
ción. lesquiera fuera la limitación y condición,
En cambio, en las doctrinas francesa e sólo ha limitado el arbitrio judicial; y con
Italiana se parte del principio contrario, ello queremos significar que para este caso,
el de la revisión amplia, y la excepción como para cuando la indeterminación de
concierne a los casos en que la sentencia normas especiales sobre el particular se
misma ha excluido expresamente la revi- opera, la revisión por principio es admisi-
sión. Esta diferencia radical, esta verda- ble, y con ello no hay inversión de princi-
dera Inversión de la regla y la excepción pios ni mucho menos principios contra-
en los dos grupos de legislaciones, tiene que puestos; sino un único principi^ general
sorprender e incitar al examen más cuida- que a modo de postulado informa todos los
doso del problema, pues no hay en cada ordenamientos jurídicos positivos, en los
uno de estos tipos de legislación nada de cuales de un modo expreso o tácito recibe
substancialmente original y propio que ex- su ingrediente sensible de verificación para
plique satisfactoriamente esta oposición que él resulte verdadero.
neta en el punto de partida". Y ello se corresponde con la índole de las
Es que precisamente entendemos que no normas derogables por esencia en virtud de
media la oposición en el punto de partida la actividad operante de los órganos en tal
que el autor advierte; porque de motn sentido como algo ineliminable, y con ello
proprío la Introduce como un recurso la revisión como principio, absoluto y ge-
neral, con la única limitación que resulta
(13) Orgaz. op. cit., pág. 178. para dicha actividad y de modo relativo y
especial de la institución de la cosa juzga- ordenamiento jurídico y las normas gene-
da (*). rales que a ellos aluden, en particular las
11. Arbitrio judicial. De modo que todo relativas a la estabilidad de las decisiones,
el problema se traslada a la zona de ac- o sea la exceptio res judicata.
tuación del arbitrio judicial. Pero, como veremos, y esto vale también
Y bien, aquí tendremos la oportunidad de para moverse el juez dentro de las limita-
ver cómo aquel postulado recibe su cum- ciones que el ordenamiento jurídico haya
plimiento en cuanto se verifica en las establecido al principio general (por ejem-
sentencias, según los límites que resultan plo, Suiza, Alemania, Polonia), como aquel
del propio ordenamiento jurídico. que no las tiene dentro del ordenamiento
Aquí, contrariamente a lo que dice Or- jurídico, el problema se ubica en la tarea
g a z ( 1 4 ) , ya no vamos a manejarnos con integradora del orden jurídico por el juez,
un criterio lógico, sino axiológico. En efec- al poner en contacto dicho orden con la
to, los principios lógicos nos han auxiliado realidad a través de normas individuales
antes para encontrar la silución del pro- de • casos individualizados, e inordinando
blema frente a la determinación e inde- aquéllas en el sistema de las normas gene-
terminación de las normas generales, des- rales ( i o ) .
tacando que no media contradicción al- Con ello, y admitida la revisión, la cues-
guna en cuanto a la admisión de la revisión, tión queda emplazada en la zona en que
como la encontraba el autor para añadir opera el arbitrio judicial, en que la apre-
frente a la razón de la contradicción que ciación de las circunstancias peculiares de
anotaba y la justicia de toda revisión: "Si cada caso la selección de lo que resulte
se atiende exclusivamente a un criterio significativo y relevante jurídicamente, de
lógico, no es discutible, por cierto, que la los hechos la estimación de éstos y de las
indemnización derivada de un acto ilícito normas vigentes hacen que se abra un di-
debe corresponder lo más exactamente po- latado campo axiológico, en el que ne-
sible al daño causado, de modo que cuando cesariamente ha de encontrarse la solu-
ese daño se modifica sucesivamente en el ción.
tiempo, debe ser siempre posible que la Y aquí resulta patente que no puede
condenación al resarcimiento se revise y se cerrarse el camino de la revisión sin más
ajuste a aquellas modificaciones. Si no hu- ya que está siempre latiendo en el fondo
biere más que esto, el problema de la re- un problema de justicia que irradia e im-
visión rio ofrecería ninguna dificultad". pregna de rango y jerarquía, valores subor-
No se trata precisamente en este caso de dinados, propios de la juridicidad y que
un criterio lógico, sino axiológico, porque concurren a acentuar en la solidaridad y.
admitida P9r principio la revisión, sea con la cooperación la necesidad de la integra-
limitaciones y condiciones, o, de modo am- ción de una reparación, mal establecida, y
plio frente a la indeterminación de la ley, que necesariamente ha de corresponderse
el problema trasladado así al arbitrio ju- del modo más exacto posible con la mag-
dicial, cobra para una solución un matiz nitud del daño.
esencialmente axiológico en términos tales 12. Exceptio "res judicata". La modifi-
que con él ha de resolverse fundamental- cación ulterior, sea por acontecimientos o
mente. hechos que no pudieron conocerse o pre-
En efecto, para el juez con normas ge- venirse si existían al tiempo de dictarse
nerales especiales, que en su determinación la sentencia anterior o sobrevinieron a !a
señalan los límites de su arbitrio ai res- misma y resultaban imprevisibles, hace
pecto, éstas marcan al mismo tiempo las que sea susceptible de revisión lo relativo
valoraciones fundamentales del ordena- al daño y la indemnización correspon-
miento jurídico que en especial se han diente, como una inexcusable necesidad pa-
tenido en cuenta para aquella limitación ra que la justicia sea.
o condición, y además todo cuanto esté No cabe argüir frente a esta admisión
dispuesto respecto de la necesidad de man- de la revisión con razones que hacen a otro
tener estables las decisiones judiciales. aspecto del problema; toda vez que en
En cambio, para el juez cuyo ordena- nada se afecta "el interés social de la es-
miento jurídico no tiene disposiciones ge- tabilidad de las_ decisiones" en general, del
nerales especiales, su arbitrio se amplía momento que sé trata del juzgamiento de
al extremo que sólo encontrará señalados otras circunstancias que en modo ale
sus límites en los principios generales del
(15) Kelsen, H.. Teoría general del Der •c^^^
del Estado, México, 1950. V. mi trabajo "Priiicr.
* Conf. Imaz, E., La esencia de la cosa juzgada materiales del conocimiento jurídico: jurislogí-.
y otros ensayos, Ed: Arayú, Bs. Aires, 1954. en Revista de la Universidad Nacional del Litoral
(14) .Orgaz, op. cií., pág. 119. 1943, núm. 15.
fueron motivo de juzgamiento en la sen- saria solucionar. Pero esto nos remite al
tencia anterior. ingenio jurídico humano y a la tarea pe-
Una cosa es, pues, la revisión' del daño renne de creación de la cultura, que ha de
y otra la de la estabilidad de las decisiones forzar al jurista para la creación de me-
judiciales, aun cuando en la demanda de jores formas de vida, de modo tal que la
revisión pueda estar imbricada la decisión revisión sea cada vez menos necesaria,
anterior y resultar enervada la nueva re- logrando la justicia en las reparaciones y
clamación por la exceptio res judicata pre- la previsión de todos los acontecimientos.
cisamente en miras de su estabilidad. La ciencia en todas sus manifestaciones
Pero no cabe anticiparse sin más y en prestará su concurso y la fe en la posible
forma general y abstracta y negar la re- presencia de formas superiores del humano
visión del daño en nombre de la estabilidad convivir, hacen avizorar un porvenir en
de las decisiones judiciales. Hay que des- que la revisión sea aún menos frecuente
cender a lo concreto, tomar contacto directo que ahora, lo cual es ya pedir hasta el har-
con la realidad y ubicar cada problema allí tazgo, pues media la confesión de que "la
donde se presenta, circunscripto en sus cuestión se ha planteado muy raramente
propios limites. en los tribunales, al punto de que no he-
Tampoco la admisión de revisión del mos encontrado sino un caso en que la
daño es motivo de perturbación del "re- revisión del daño ha sido resuelta favora-
poso de los ciudadanos", corno se dice por blemente y según el criterio que predomi-
algunos franceses, y lo recoge nuestra doc- na en la jurisprudencia francesa e italia-
trina, tendiente a la restricción de la re- na" ( i » ) .
visión (ifi), llevando la cuestión a un terre- No es, pues, admisible como solución,
no axiológico político; porque el argumento negar la revisión y apuntalar tal afirma-
parece estar impregnado de un fuerte co- ción con la "estabilidad de las decisiones"
lorido ideológico que tiende una venda so- y el "reposo de los ciudadanos".
bre los ojos para no ver la intranquilidad Pero es necesario hacerse presente el
del ciudadano que víctima de una agrava- problema de la exceptio res judicata, por-
ción del daño por las circunstancias que que en el terreno que queda emplazada
hemos señalado puede ver arruinada su la cuestión ha de operarse con el máximo
vida.sin reparación alguna, en la misma de precaución que la gravedad del caso
forma que aquel que condenado a una requiere.
fuerte suma de pago periódico, ve que su Para ello se delimitó al comienzo" el h o -
esfuerzo no se corresponde con un autén- rizonte posible de la revisión, excluyendo
tico resarcimiento, del daño que provocara, las situaciones en que ella no era viable.
al desaparecer en sus efectos ulteriores, y Ahora llega el momento de entrar más a
que se esteriliza en una dádiva que por fondo en el plano de las circunstancias y
añadidura el destinatario ya no necesita. considerar adherencias o co-implicancias
Y en este orden de valoraciones podemos que el problema trae para que se haga en
también, saliéndonos un poco del campo él la distinción sin menoscabo de la revi-
jurídico, afirmar que ningún ciudadano sión y de la cosa juzgada.
podrá tener reposo si no tiene plena con- Y aquí cabe recurrir nuevamente a la
ciencia de haber satisfecho plenamente el teoría general para recordar, con Sche-
daño a.ue ha ocasionado. reierO»), que el hecho es faceta condi-
El argumento de que "la evolución le- cionante en la norma corno antecedente
gislativa es cada día más acentuada hacia que puede dar lugar a, diversos consecuen-
una marcha rápidamente acelerada en tes. Lo cual tendrá significativa relevancia
busca de una sentencia que decida de una en la normación lógica. '
vez por todas y en forma definitiva el con- Con esto puede apuntalarse la posición
flicto pendiente" ( I T ) , que recuerda Orgaz de la doctrina y jurisprudencia francesa e
en abono de su tesis, no se corresponde italiana que se defiende débilmente frente
necesariamente con la restricción de la re- a la exceptio j u s judicata, con la teoría
visión en el caso que nos ocupa, ya que no tradicional de la cosa juzgada, al no ver
ha de ser ello con sacrificio de la justicia. identidad de objeto en el nuevo juzgamien-
Que de una vez por todas la sentencia to, y que Orgaz < - " ) contesta no viendo
solucione el conflicto pendiente, es un im- tales objetos propios y "autónomos", sino
perativo jurídico y moral, pues la admisión en rigor aspectos parciales del mismo dañe.
de ia revisión puede traer, y de elfo nos
hacerrios cargo, dificultades que es nece- (18) Orgaz. op. cit.. pág. 177.
(19) Schreier. P.. Concepto y formas fvnda-
menta'rs del Derecho, págs. 185, 202 y 203, Ed. Lo-
<1G| Org>?, op. cit., pág. 179. sada. 1942.
117) Couture. Fundamentos, núm. 204. I 20) Orgaz. op. cit.
Sin embargo, pensamos que está en lo sible la admisión de consecuencias di-
cierto la doctrina francesa e italiana, por- versas a las que en ella se previeron y
que cuando se trata de variaciones inhe- juzgaron. Para el caso en que la sentencia
rentes al hecho que provocó el daño, ofre- hubiera previsto' tales consecuencias, es
ciendo aspectos distintos que no fui- posible procedente la exceptio res judicata, y así
conocer, o que sobrevinieron siendo impre- como puede apreciarse fácilmente, la ins-
visibles, para el nuevo juzgamiento no titución opera allí donde realmente existe
existe identidad de objeto, pues en cada cosa juzgada, no sufriendo menoscaba
nuevo juicio se juzgarán diferentes conse- cuando en la revisión las consecuencias
cuencias de un mismo hecho; y el hecho diversas hacen que ella no exista, y a la
y sus consecuencias son las que integran inversa el principio que admite la revisión
el objeto de la sentencia, que como tal ha tampoco sufre menoscabo cuando aquella
de vérsele constituido en la conciencia del procede, porque no se han dado los su-
juzgador y no reducido a la mera íacticidad puestos que.la ha'rían viable.
del antecedente. Creemos que la separación del principio
Las consecuencias del hecho integran el de revisión, con la amplitud que le hemos
hecho mismo, pero la sentencia que tien- asignado y la exceptio res judicata como
de a reparar el daño de las consecuencias instituto regulador de la estabilidad de las
del hecho, recae sobre las consecuencias decisiones judiciales, no pueden entrar en
previstas y previsibles y en modo alguno conflicto del cual tenga que salir necesa-
sobre aquellas que no se conocieron si riamente menoscabado alguno de ellos.
existían ni podían conocerse, y que si exis- Pensamos que operando con ellos dentro
tían no pudieron preverse. Y estas últi- de la zona del arbitrio judicial, en estrecho
mas son el objeto del nuevo juicio y no me- y directo contacto con la experiencia ju-
ros aspectos del mismo daño, sino daños rídica, han de extremarse todas las pre-
distintos de aspectos diferentes de un mis- cauciones para alcanzar en la valoración
mo hecho ( 21 ). de las circunstancias la mejor discrimina-
Este último en su existencia es el que no ción posible, y la advertencia no va solo
puede ser objeto de revisión, porque en la para la posición del jurista en la emergen-
discriminación operada sobre la diversidad cia, sino para todos los que de un modo
de consecuencias del hecho y la diversa u otro tienen participación en el esclare-
imputación de consecuentes al anteceden- cimiento de la situación, toda vez que, como
te, puede verse una situación parecida a puede apreciarse en el fallo que hemos
la prevista por los artículos 1102 y 1103, citado, la decisión de la Cámara se opera
donde un mismo antecedente da lugar a sobre la base de un informe médico muy
diversos consecuentes al establecer el or- diferente al que se había producido en pri-
denamiento jurídico la responsabilidad cri- mera instancia.
minal y civil del agente, para concluir ne- Con ello se advierte la extraordinaria
gando la posibilidad de desconocer el significación de la multiplicidad de as-
hecho, probado en sede criminal para la pectos de un hecho los puntos de vista
instancia civil, no obstante que sin menos- distintos desde los cuales se determina
cabo de la estabilidad de la decisión ju- como objeto, y por ende la diversidad de
dicial criminal, pueda admitirse la culpa consecuencias jurídicas para un mismo
civil si medió absolución, como disminuir antecedente. El pensamiento de Schreier en
la culpa del condenado en sede criminal tal sentido alcanza fecunda aplicación en
desde el punto civil, admitiendo que me- la experiencia. Y queda patente que re-
dió no culpa exclusiva, sino culpa común quiere mayores pfecisiones en tal sentido
O culpa concurrente («). todo lo relativo a los limites objetivos de
En cuanto a la revisión del daño pensa- la cosa juzgada ( 2 3 ).
mos que se ofrece una situación en cierto Cabe, pues, admitir sin más que todo el
modo similar, aunque todo ha de acontecer problema está inmerso en el mundo de las
en sede civil, pero el hecho que constata la valoraciones, y en tal sentido, si hemos
primera sentencia no podrá ya ser des- visto salir airoso de riesgo y menoscabo el
conocido en su existencia, pero sí será po- principio de admisión de la revisión, frente
(21) • V. Imaz, E., "Limites objetivos de la cosa
Juzgada", en La Ley, 7-12-954. (23) V. al respecto mi trabajo sobre "Autori-
(22) Coincldente con nuestro punto de vista dad de la cosa Juzgada en el tribunal represivo",
la conclusión de E. Imaz en La Ley, "Limites ob- publicado en el volumen de "Jurisprudencia w-
jetivos de la cosa juzgada", 7-12-954. estimamos, bre responsabilidad extracontractual en el Dere-
«In embargo, que requiere un análisis más pre- cho público y privado". Universidad Nacional de
ciso en su técnica articulación su afirmación "la La Plata, Facultad de Ciencias Jurídica» j So-
misma conducta o de los mismos momentos de ciales. Instituto de Jurisprudencia, t. 1. I*
conducta". ta. 1943.
a los argumentos eíi pro y en contra de la rales en grado superior, al autor del daño,
doctrina tradicional incluso, para la cosa en la mayoría de los casos, y ha de facili-
juzgada que se apuntala en ias tres iden- társele el camino de la reparación. Pero
tidades, tanto más resultará consagrado s' aquí la situación es distinta, y tanto uno
nos atenemos a una concepción distinta como otro deben ser colocados en un plano
del mismo instituto sobre base axiológi- de absoluta igualdad, para que el sentido
ca (- 11 ), toda vez que si la verdad en prin- de justicia recobre la plenitud, no menosca-
cipio es expresión de ausencia de contra- bándosele al consagrarse la desigualdad
dicción; en el orden de las estimaciones, por razones técnicas, pues, como dice muy
no existe ninguna contradicción al admitir bien Orgaz, no serían sino "supuestas ra-
una nueva reclamación frente a la modi- zones técnicas, porque cuando la técnica
ficación esencial de las circunstancias va- lleva a una desigualdad injustificada, este
loradas en la sentencia anterior. resultado demuestra por sí solo que esa
13. Aumento y Disminución del daño. técnida no es buena y debe ser revisada".
Inquieta y divide a la doctrina y la juris- Se argumenta que en caso de disminución
prudencia si la revisión es procedente en se estaría solo frente a un error, por le
todos los casos, o sólo para el aumento de que a toda pretensión de revisión por dis-
los daños. minución podría oponerse la exceptio res
En definitiva, todo se circunscribe al jndiciata.
aumento o disminución del daño, ya que No vamos a reeditar aquí toda la argu-
no podemos hablar de la extinción del mentación que hicimos, antes para fundar
daño, con el sentido de su total eliminación la procedencia de la revisión, puesto que
desde el inicio, toda vez que la constata- ella vale para toda revisión, sea por au-
ción del evento dañoso acredita la exis- mento o disminución del daño, pero como
tencia de éste por un tiempo, aunque luego lo hemos entendido por circunstancias no
llegue a desaparecer. conocidas o imposibles de conocer antes de
Compartimos la opinión de Pianiol y la sentencia o por modificaciones esencia-
Ripert ( 2S ) en cuanto admiten que la revi- les o hechos sobrevinientes a la misma.
sión del daño procede en caso de aumento que no fueron previsibles, por lo que queda
o disminución del mismo. descartado el error.
Se corresponde esta posición con los Ello no quita que el error quede excluido
principios que hemos venido sustentando, de la revisión por existir cosa juzgada, co-
y encontramos por ello contradicción en' mo excluímos el caso de omisión de hechos
los'autores (-'<•> que sostienen que sólo pro- y aspectos conocidos o susceptibles de co-
cede en caso de aumento. • nocerse al demandar daños o al sentenciar.
La contradicción lógica y axiológica es Lo que es evidente es que admitida la
evidente, se quebranta la igualdad que su- revisión, el sentido de justicia que se ve-
pone la prioridad del postulado: "lo que rifica en una justa reparación, no puede
no está prohibido está permitido", y se po- ahogarse quebrándose su recta aplicación,
ne a la base de fa estimación un supuesto y los principios sobre los cuales se articula
axiológico en forma dogmática, subyacente normativamente, haciéndose posible; ya
en el pensamiento de que la victima del que aflora una desigualdad manifiesta e
hecho, por ser tal, es la parte económica- injustificable, al negársela por disminución.
mente más débil. Porque debe advertirse Contrariamente a lo que sostiene Mazeaud ;
que no se trata, por ejemplo, del problema cuyo sentido de la equidad no explícita (-'•),
de la inversión de la pnaeba donde el su- en lugar de admitírsela por equidad, dette
puesto puede funcionar con un elevado dársela por- admitida en general, enten-
sentido de justicia, ya que a ia víctima se diendo que por equidad —como acto sin-
la supone afectada y en inferioridad de gular de la justicia— allí donde resultase
condiciones, si se trata de lesiones corpo- procedente, fundada en ella, debería ne-
garse si así lo aconsejan las circunstancias.
(24) V. Imaz, La esencia de la cota juzgada y Pero nuestra posición al respecto debe ser
oíros ensayos, Arnyx'i, 1954, y mi trabajo anterior completada con una observación. En efec-
Jjl?43) "Autoridad ck' la cosa juzgada en el tribu- to, de la sentencia ha de resultar la posi-
te! represiva". Jurisprudencia sobre responsabili- bilidad de esa disminución, toda vez que
dad con Tactual", Universidad de La Plata, Fa- si aquélla ha fijado en forma de capital oí
cull'iil de Derecho.
Ci..i Planlol y Ripert, op. cit., núm. 674, pág. pago de la indemnización, comprendiendo
91 /otra F. en una suma global todo el daño contem-
26) Spota, A.,' J. A., nota cit.: Mazeaurl, plado, no hay revisión posible, aunque la
> ' t H., op. cit., núms. 220 y slgs. Disminución,
ni. 230, contempla dlversus hipótesis: Lalou. H.,
op. cíf., núms. 232 y sigs D'sminucion, núms. 238 (1'71 Mazeaud, L. et H., op. cit., pág. 251, ní'i-
• filfls.. st'UÚn diversas htnritRs»..,.
persona o la cosa perezca ulteriormente que "mientras una deuda no es exigible, no
como dicen Planiol y Ripert, porque no se corre la prescripción", actlo non nata non
advierte aumento o disminución en ello del prescríbitur.
daño; pero sí puede haberla en cambio si Vale decir que el conocimiento del daño
esa suma global no es comprensiva del es el que deja expedito el camino para
daño efectivamente sufrido, revelado ul- entablar la acción, por lo que desde en-
teriormente en la forma que hemos des- tonces comenzaría a correr el plazo de la
crito; y las medidas destinadas a impedir prescripción, según así se ha resuelto en
el perjuicio, como dicen Planiol y Ripert, fallos reiterados sobre accidentes del tra-
"pueden ser modificadas por una nueva bajo.
sentencia a fin de adaptarlas más adecua- Iniciado el término de prescripción con
damente a los hechos" ( 28 ). el conocimiento de los daños a raíz de he-
Pero la revisión para el caso de disminu- chos no conocidos antes de la sentencia o
ción del daño no es sólo admitida en doc- que sobrevinientes resultaron Imprevisibles,
trina, sino que tiene consagración legisla- el plazo anual del artículo 4037 es aplicable,
tiva en la ley procesal alemana, que, como porque con dicho conocimiento aparece la
hemos visto, la declara procedente para exibiiidad de la deuda, y con ello la acción.
ambas partes. 15. Transacción. Queda un remanente
Celebramos la sabiduría de la disposición por considerar, el de la transacción que
en cuanto así lo establece, toda vez que puede resultar un obstáculo para una nue-
contribuye a la consecución de un estado de va reclamación respecto al daño efectiva-
paz en las relaciones jurídicas, sin menos- mente sufrido.
cabo de la estabilidad de las decisiones En principio cabe asimilar aquélla a la
judiciales, consagrando un principio de sentencia para la eficacia de la cosa juz-
igualdad entre los subditos del ordena- gada, optando así a la pretensión posterior
miento jurídico, que al asegurar la directa de modificación por agravación o disminu-
contemplación de las circunstancias en su ción del daño si tales circunstancias fueron
auténtica manifestación, prepara un firme previstas e incluidas en el acuerdo transac-
camino para las realizaciones de la justi- cional, de modo que resulte evidente que
cia. se ha renunciado a toda acción presente o
14. Prescripción.. Debemos considerar íutura.
ahora el problema relativo a la prescrip- No siendo así, cuando un nuevo hecho
ción de la acción, toda vez que las modi- se ha producido o se conoce alguno ya
ficaciones esenciales de las circunstancias existente con posterioridad a la misma,
en la forma que lo hemos visto, pueden siendo que no pudo preverse y el otro no
producirse más allá del año que prevé el fue posible conocerlo, la revisión es posible
artículo 4037 del Código civil. y en los términos y principios idénticos a
Y, en efecto, así ha sucedido en el caso los que hemos examinado en esta nota ( 30 ).
del fallo que hemos citado, pues la recla- La doctrina y la jurisprudencia francesa,
mación por el aumento del daño se operó alemana e italiana admiten la revisión de
doce años después. la transacción cuando está viciada de un
Debemos tener en cuenta para la solu- error substancial^1).
ción de este problema, como lo ha soste- Estimamos que sin perjuicio de la situa-
nido la doctrina y la jurisprudencia í29). ción especial para el error que contemplan
los artículos 857 y siguientes, 927 y 929, a
(28) Planiol y Ripert, op. cít., pág. 917. los fines de la nulidad y rescisión de la
(29) Spota, nota clt, núm. 6, y Jurispiudencia transacción, y que puede no ser el supues-
allí clt. Cita el autor como demostrativo de la In- to que analizamos; la transacción frente a
corporación a nuestro Derecho de tal principio,
el argumento de los arts. 3953, 3954, 3957, 4033,
etcétera. Salvat, B., Tratado de Derecho civil, Sup. Nac., L. L., t. 7, pág. 1106; t. 16, pág. 79;
"Obligaciones", t. 2, pág. 608, núm. 2283; Cam- t. 18, pág. 46; t. 20, pág. 150; t. 22, pág. 418; etc.
inar ota, A., Responsabilidad extracontractual, "He- (30) Orgaz, en contra, porque afirma su opi-
chos y actos ilícitos", t. 2, núms. 535 y 536, Bs. nión en los argumentos restrictivos que lo llevar
Aires, 1947; Agular, H. D., Hechos y astas jurídicos, a negar en principio la revisión en general (op.
''Actos ilícitos", t. 2, y Responsabilidad civil, t. 5, c¡£., pág. 183, núm. 46); aunque admite su modi-
pág. 277, núms. 103 y sigs., Bs. Aires, 1950; Co- ficación por error esencial en el objeto fundido
lombo, L. A., Culpa aquiliana, "Cuasi delitos", en los arts. 857, 927 y 929, como una situación dis-
pág. 838. núm. 276, en ed. de 19*4, y núm. 286, tinta a la de la sentencia.
en ed. de 1947, .Bs. Aires. (31) Lalou, op. cit., pág. 194, nüm. 243 y Ju-
Jurisprudencia: Sup. Corte Bs. Aires: La pres- risprudencia allí citada. Schonke (op. cit., pá-
cripción del art. 4037 del Cód. clv. sólo corre des- gina 273) recuerda, como lo hemos dicho, que el
de el momento en que el damnificado conoció «1 tribunal Supremo de Alemania admitió la deman-
hecho dañoso y la persona de su autor (L. L., t. 8, da de modificación de una transacción siendo In-
pág. 949; r .m. Civ. 1» Cap., I.. L., t. 7, pág. 1106; minentes y previsibles las causas de la alteración
Cám. Ccui. Cap. Ped., L. L., t. 4, pág. 329; Corte al tiempo de concluirse la transacción. _t
las modificaciones esenciales de las cir- pues sólo aparece como unu. posibilidad que
cunstancias en la forma que hemos pre- depende de hechos contingentes.
vis'o en este trabajo, puede ser motivo de Para que el daño sea resarcible, debe ser
revisión. cierto, aunque futuro, debiendo por tanto
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el accionante probar que ha sufrido un
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S<:liflMke. A., Derecho procesal civil. ''Cosa juzgadajuicios ya sufridos; cabría una nueva ac-
y alteración de los hechos", Ed. Bosch. Barcelo- ción, siempre que no hubiera culpa o ne-
RII. 1«50. ---• Enneccerus-Klpp-Woiff, Tratado de gligencia del lesionado.
Da-ccho civil, t. 2, "Obligaciones", II, "Doctrina
especial1;, Ed. Bosch, Ds. Aires, 1948. — Carnelut- Este planteamiento nos lleva a distinguir
ti. P.. Sistema de Derecho procesal civil, t. 1. pá- necesariamente daño cierto de daño even-
¡Jina 353, nútn. 106, particularmente punto e), tual; y daño actual de daño futuro, cuyos
Ed. UTEHA. 1944. - - Pachlonl, G., Dei delitti e conceptos no son generalmente bien dife-
<(i;iisi tiííifti. Padua. 1940. — De Cupls. A., II dan-
no. MilRU, 1946. — Couture, E. J., Fundamentos renciados.
del Derecho procesal civil, Bs. Aires, 1942. — Daño acítídZ es aquel cuya extensión está
Imsz, E., Lo esencia de la cosa juzgada y otros en determinada^ en el momento de reclamarse.
«ayos. Ed. Arayú, Bs. Aires. 1954. — Schreler, P.. el resarcimiento, por haber cerrado el ciclo
Concepto y formas fundamentales del Derecho,
2" parte, Ed. Losada, Bs. Aires. 1942. — Borga, de consecuencias ocasionado por el hecho
E. E., "Autoridad de la cosa Juzgada en. el tribu- ilícito ( : ) ). Daño futuro es aquél cuya ex-
nal represivo. Jurisprudencia sobre responsabili- tensión no puede determinarse exactamen-
dad extraco'-Hractual en el Derecho público y pri- te en el momento de entablarse la recla-
vado", universidad Nacional de La Plata, Facul-
dact de CMenclas Jurídicas y Sueldes, Instituto de mación por cuanto las consecuencias del
Jurisprudencia, t. 1, La Plata, 1943. — Salvat, R., hecho ilícito no han cerrado su ciclo. Daño
Trotado <le Derecho civil, "Obligaciones", t. 2. futuro —dice Orgaz— no es el simplemen-
Bs. Aires, 1947. — Cammarota, A., Responsabilidad
cxtrccontractual, "Hechos y actos Ilícitos", t. 2, te posible y que, por lo mismo, no ofrece
Bs Aires, 1947. — Agular, H. D., Hechos y actos ninguna seguridad de que vaya a existir en
jurídicos, t. 2, "Actos Ilícitos; responsabilidad ci- alguna medida, sino el que aparece desde
vil". Bs. Aires. 1350. — Colombo,. L. A., Culpa ya como la previsible prolongación de un
oijuiüana, "Cuasi delitos", ed. de 1944 y 1947. Bs.
Altes. -- Chlronl, G. P., La culpa en el Derecho daño "actual" y ya sucedido ( < ) .
cíatt moderno, 2» ed., trad. de C. B. de Qulrós, El daño actual y el daño futuro, para ser
t.-2, pág. 241, núm. 409, Ed. Reus, Madrid. 1928. indemnizables, deben ser ciertos, pues como
hemos visto, la certidumbre de su existen-
DAÑO CIERTO.* SUMAMO: 1. Concepto. cia es la condición para la resarcibilidad
2. ¿predación del daño cierto. 3. La vida del daño.
humana como valor económico. 4. Pérdida
de posibilidades. 5. Deformidad del lesiona- No puede considerarse daño futuro in-
do 6. La probabilidad matrimonial. 7. El demnizable, las simples esperanzas y las
daño moral. eventualidades de hipotéticas realizaciones;
1. Concepto. Daño cierto es aquel sobre daño futuro es el correspondiente a la
cuya existencia misma, presente o futura, supresión de todas las legítimas expectati-
hay certidumbre, pues el perjuicio es efec- vas que fundadamente pueden obtenerse
tivo y no depende de otros hechos que de una situación que ha sido perturbada
pueden en el futuro producirse o no. El por el hecho, por lo que, para ser resarcible
daño es cierto en tales condiciones, aunque es preciso que la previsión se apoye en el
su monto no pueda aún ser determina- (1) L. L., t. 58. pág. 575.
ble. (2) ''Una condena, cíe resarcimiento fundada
En sentido Inverso, el daño es incierto, sobre la sola posibilidad del daño, es tan ilógica
como una condena por homicidio bnsadn sobre la
eventual o simplemente temido, cuando no sola posibilidad de la muerte de \m hombre" (An-
se tiene seguridad de que vaya a existir, tolisel, L., L'o/fesa, núm. 75. citado por Alfredo
Org'az. El daño resarcible, p&t;. 95, nota 1).
(3) Brebbia, R. H , El daño moral, pág. 64.
' Por el Dr. JUAN M. FABINA. (4) Orgaz, A., op. cit., pág. 108.
orden natural de los acontecimientos y no ceptible de apreciación pecuniaria; y por
sobre lo que simplemente sea aleatorio y dificultosa que se pretenda su determina-
de éxito incierto. ción en dinero, no por eso deja de ser ac-
Por ello, en oportunidad de reclamar los tual (»).
hijos mayores per la muerte de su padre en b) Si se trata de un daño emergente en .
accidente, por el -mayor capital que podrían parte futuro, hay certidumbre en lo que
recibir en caso de su fallecimiento normal, respecta a la prolongación inevitable o
la Cámara civil 3^ de Rosario sostuvo que previsible del daño actual ya sucedido. Su
las probables ganancias que hubiera podido monto es aún indeterminado, pero puede
obtener una persona muerta en un acci- el juez, calcularlo prudencialmente de
dente durante los años calculados como acuerdo a la sucesión normal de los acon-
posibles de vida, estimadas en base al tecimientos y en las circunstancias especia-
acrecentamiento que en los años pasados les del caso.
tuvo el capital inicial de la sociedad co- c) Con respecto al lucro cesante, para
mercial de la que formaba parte, no puede la determinación del daño cierto el criterio
considerarse como daño futuro resarcible que corresponde aplicar es el de la proba-
por careQer de las condiciones de certeza bilidad objetiva de9 acuerdo con las circuns-
necesarias para ordenar la reparación, si tancias del caso ( ). Ño se trata de la sim-
no se ha acreditado que dichas ganancias ple posibilidad ni tampoco de la seguridad
eran invariablemente capitalizadas y no plena, sino de la apreciación que el juez
respondían a un aumento específico del hace de las ganancias frustradas que la
capital, y que la víctima acostumbraba a víctima del hecho ilícito hubiera podido
repartir entre'sus hijos —titulares de la obtener de no ocurrir éste, teniendo en
acción de resarcimiento— todo o parte de cuenta la persona de quien se trata, y sus
las utilidades anuales, pues no hay certi- especiales actitudes, como asimismo todo
dumbre de que aquel acrecentamiento se cuanto otro factor pueda ilustrar si de
produzca y menos, que el causante, nece- acuerdo al curso ordinario y normal de
sariamente, iba a conducirse en su gestión las cosas las utilidades que se expresan
futura de manera tal que beneficiaría a habían podido realizarse.
los hijos con un determinado acrecenta- Generalmente, en ausencia de toda otra
miento- de su capital («). prueba, se considera que el responsable
En realidad, afirmar que el daño debe debe resarcir a la víctima las ganancias
ser cierto, es lo mismo que expresar que el que cualquier persona hubiera obtenido en
daño debe existir para que origine el de- la misma situación, de acuerdo con el curso
recho al resarcimiento («). ordinario y normal de las cosas 0°). Pero
2. Apreciación del daño cierto. No siem- si el damnificado pretende haber sufrido
pre resulta sencillo determinar cuándo es- un lucro cesante superior al ordinario y
tamos en presencia del daño cierto y cuán- prueba que existían probabilidades acep-
do se trata de daños hipotéticos, por lo tables de obtener ganancias mayores, de
que analizaremos los distintos casos que acuerdo con sus especiales aptitudes o con
pueden presentarse. las providencias que había adoptado, éste
a) En el daño emergente actual la cer- será el daño cierto a resarcir por el r,es-
tidumbre adquiere generalmente carácter ponsable. >
absoluto. Las consecuencias del daño se han La jurisprudencia de nuestros tribunales
producido y por tanto se conoce su monto, es exigente en lo que se refiere al lucro
de modo que el problema se reduce a una cesante para otorgarle el carácter de daño
operación aritmética. Es el caso de la in- cierto y, por ende, resarcible. Por ello se
demnización por daños ocasionados a au- requiere que el lucro cesante se demuestre
tomóviles, casas, etcétera; gastos realizados por hechos ciertos y positivos, y no tan
por asistencia médica, viajes que obligó a sólo por medio de una gran posibilidad o
realizar el hecho, etcétera. Si resultare mera -probabilidad denhaber obtenido una
problemático acreditar acabadamente la ganancia hipotética ( ). No puede deter-
extensión del daño emergente, su resarci- minarse equitativamente, admitiendo cálcu-
miento procede lo mismo siempre que el
damnificado pruebe su existencia (?). Se ha (8) Cam. 3» Civ. y Com. Rosario, 2-11-951,
considerado que la pérdida de un año de Juris, t. 1, pAg. 118.
(9) Orgaz, A., op. cit., pág. 97.
estudio, como consecuencia del accidente, (10) "El responsable, sin embargo, podría de-
constituye un daño patrimonial cierto sus- mostrar que, en virtud de alguna clrcunstaccli
especial y bien caracterizada, la victima no habría
logrado en el caso concreto las ganancia» comuna
(5) Jurts, t. 3. pág. 168. u ordinarias" (Orgaz, A., op. cit., pag^BT).
(8) Brebbla, op. cit., pag. 6e. (11) Cara. 2» Cap. Fed., 4-11-836, J. A., t. 17.
< 7 > HAm niv :i» Roar.rio. Jurlí t. 2. náe. 168. Dásr. 358.
los basados, simplemente en la posibilidad régimen constitucional, donde todo se edi-
de ganancias futuras i12), aunque se pre- fica sobre el trabajo deL hombre, individual
tenda apoyarlos en resultados estadísti- o colectivamente, interesa la persona hu-
cos . ( i « ) . mana como elemento potencial del bienes-
3. La vida humana como valor econó- tar y por ello tiene y debe en cada caso
mico. La vida humana tiene un valor eco- asignársele un valor económico, seo por su
nómico en cuanto se la considera como •pérdida total, sea por la disminución de
fuente de ventajas patrimoniales para el posibilidades (i«) (i9>.
propio sujeto o para otros. El acto ilícito Este temperamento se ha adoptado y
que menoscaba o destruye la vida humana utilizado como fundamento ante los homi-
o cualesquiera de.las aptitudes o cualidades cidios culpables y de ancianos que han
personales que motivan una ventaja'eco- sobrepasado el período de actividad lucra-
nómica, obliga a la indemnización del daño tiva. Se sobreentiende que en este supuesto
material —además del daño moral si co- no se comprenden los daños emergentes
rresponde conforme al artículo 1078 del derivados de la muerte del niño o del an-
Código civil— por parte del autor del acto. ciano, tales como los gastos de asistencia
,Así, para fijar el monto del daño, se médica, sepelio, etcétera.
tiene en cuenta la productividad del in- Por otra parte, la jurisprudencia niega
dividuo en el orden económico; ganancias, derecho al resarcimiento por daño patri-
sueldos, etcétera, o por las consecuencias monial en caso de muerte del embrión hu-
mediatas de orden económico que signifi- mano; pero sí cabe la indemnización como
caba la actividad del sujeto, para si o para daño moral, pues el acto ilícito sería con
terceros; la muerte de la esposa que aten- respecto a la madre un delito de Derecho
día la casa y hacía posible el trabajo fuera criminal (lesiones), que da lugar a esta
del hogar de los demás miembros de la indemnización (art. 1078) (2°).
familia, etcétera. Así ha dicho nuestra ju- Los fundamentos de la tesis que sostiene
risprudencia que la muerte de la esposa, la indemnización amplia por la muerte de
mujer joven, madre de' familia, dedicada a toda persona, son, en líneas generales, los
las tareas propias de la casa, afecta seria- siguientes, conforme lo destaca Alfredo Or-
mente su economía, pues obligará al mari- gaz (21).
do a pagar altos precios al tener que re- a) Con respecto a los niños, se dice que
poner los trabajos domésticos que su esposa su muerte significa para los padres un
hacía ( 14 ). perjuicio patrimonial, pues se han hecho
La Corte Suprema de la Nación ha es- gastos para la subsistencia y educación de
tablecido que los daños y perjuicios oca- sus hijos, con la esperanza fundada de que
sionados al esposo por la muerte de su mañana les prestarían ayuda y sostén.
esposa en un accidente de tránsito, ante la Algunos fallos últimos han rechazado del
insuficiencia de la prueba rendida, debe monto indemnizatorio las "esperanzas" de
quedar diferida al juramento estimatorio ayuda futura en razón de su carácter pu-
del actor dentro del máximo que estime ramente eventual, haciendo lugar sólo en lo
eljU62(15). concerniente a los "gastos" realizados du-
La jurisprudencia de los tribunales de rante la crianza del niño ( 2 2 ).
nuestro país ha Ido elaborando una doctri- b) En cuanto a la muerte culpabje de
na más avanzada aún, habiendo declarado los ancianos, la jurisprudencia fundamenta
en forma reiterada que toda vida humana el resarcimiento en la sola afirmación de
representa por sí un valor económico, esto que la vida -humana por sí misma constitu-
es, con independencia de lo que produzca ye un valor económico o invocando las
o pueda producir: aunque nada produzca "posibles" ganancias que la víctima habría
actualmente y su productividad futura sólo podido lograr en el futuro.
sea eventual o hipotética ( 1<? ). Es indudable que esta jurisprudencia,
Es doctrina de la Corte Suprema de la inspirada en un loable respeto hacia la
Nación que procede la indemnización corres-
pondiente a la vida del accidentado O 7 ) , (18) Cám. Nac. Clv., Sala B, 11-12-952, 'voto
pues se ha dicho que, conforme a nuestro del doctor Ramiro Podettl, L. L., t. 69, pág.1 261.
(19) "La vida humana representa un valor
(12) Cám. Fed. La Plata, 28-12-931, J. A., t. 38, económico, y dentro de lo prescrlpto por el Có-
píg. 121. digo civ. (arts. 1068, 1069, 1077, 1083 y concs.)
(13) Cám. Clv. 1» Cap. Ped., 2-8-831, J. A., cabe Indemnizar el daño moral y material que
t. 36, pág. 596. traiga aparejada su pérdida" (Cám. Nac. Clv. Cap.,
(14) Cám. Nac. Civ. Cap. Fed., Sala C, 4-5-951, Sala C,.8-3-951, L. L.. t. 62, pág. 103).
fallos, t. 202, pág. 169. (20) J. A., t. 59, pág. 482; t. 60, pág. 80.
(15) Corte Sup. Nac., Fallos, t. 220, pág. 532. (21) Orgaz, A., op. cit., pág. 107.
(16) Orgaz, A., op. clt., pág. 106. (22) J. A., 1944-11, pág. 785; J. A., 1947-1, pá-
(17) Corte Sup. Nao., L. L., t. 71, pág. 46. gina 87.
personalidad humana, carece de base ju- La jurisprudencia evolucionó más tarde,
rídica, pues en ninguno de los supuestos considerando que los hechos culpables tam-
analizados estamos en presencia del "daño bién generaban la obligación de indemnizar
cierto" que haga procedente el resarci- el "daño moral"; pero se mantiene la tesis
miento. Si una indemnización cabe, es la de que para su procedencia es necesaria la
del "daño moral", que halla sus funda- declaración previa de la justicia del crimen
mentos en razones- de otro orden; pero de que el hecho constituye un delito penal.
nunca la indemnización por "daño mate- Indudablemente, ante la interpretación que
rial" como pretende la jurisprudencia ana- nuestros tribunales hacen del artículo 1078
lizada. del Código civil, se ha hallado una solu-
En lo que respecta a la indemnización ción, en el resarcimiento del daño patri-
por muerte de niños, se ha criticado que monial en la forma que dejamos expuesta.
se fundamente en los "gastos de subsisten- Últimamente comienza a abrirse paso la
cia y educación", pues los padres no los idea de que para la indemnización del daño
realizan en miras de un'lucro futuro, sino moral en caso de homicidio culpable latu
en cumplimiento de un deber moral y legal, sensu, no es necesaria la previa declaración
no pudiendo nunca ser considerado como de la justicia del crimen de que el hecho
un capital anticipado por ellos en vista de constituye un delito penal. De triunfar esta
ventajas a recoger eventualmente. tesis, la muerte de los niños y de los ancia-
La "esperanza" de que el niño el día de nos será resarcible, sin necesidad de cons-
mañana prestaría ayuda y sostén a sus trucciones forzadas dentro del principio
padres constituiría un daño puramente del daño material, sino como daño mo-
eventual o hipotético, no indemnizable co- ral (25).
mo daño patrimonial por falta de certi- 4. Pérdida de posibilidades. Otro proble-
dumbre. No estamos aquí en presencia del ma vinculado al daño cierto es el de la
"daño futuro", pues éste, como hemos vis- pérdida de posibilidades en virtud del he-
to, debe ser cierto para ser indemnizable, cho ilícito. Tal ocurre en el caso de la
sino que se trata de simples hipótesis ca- muerte o lesión de un caballo de carrera '
rentes de toda base. Los mismos senten- que estaba ya inscripto para intervenir i
ciantes, en algún fallo, pese a hacer lugar la disputa de un premio, o si un pugilisti
a la indemnización, advierten que no es- es herido y no puede actuar en una pele
tamos en estos casos en presencia de un concertada, etcétera.
"daño cierto", pues "si bien la vida humana ¿Podemos hablar aquí de un "daño cler-^
—expresan—es un valor económico por las to" y, por tanto, indemnizable? Para de
fundadas esperanzas que los padres tienen terminarlo es necesario examinar cada
derecho a alentar, respecto de la ayuda en particular, pues los supuestos pueden]
que ellos recibirán a su vejez, estas espe- variar desde la mera posibilidad de la ga-¡
ranzas no siempre son corroboradas por los nancia hasta la probabilidad más o mena
hechos. De donde la conveniencia de no cierta y fundada.
reposar demasiado en ese futuro, subesti- Si en el caso del caballo de carrera,
mando los daños, que aunque real no por trataba de un animal que en otras oportu-j
eso está sujeto a contingencias y eventua- 'nidades había actuado deficientemente,
lidades propias de una existencia" ( 2 3). indudable que su posibilidad de éxito eral
En cuanto a los ancianos, en general, remota y su pérdida no puede ser índem-j
desde el punto estrictamente económico, nizable como daño material. Si el caballo
constituyen un 2valor negativo, pues ya en cambio, había demostrado aptitudes es-j
nada producen ( 4 ), siendo inexacto que la peciales, habiéndose desempeñado con éxlb
vida humana constituya por sí un valor en otras oportunidades que hacían casi se-j
económico. guro su triunfo, la frustración por el hechdj
La jurisprudencia que mencionamos ha ilícito debe ser examinada por el juez y la
elaborado esta tesis, como hemos dicho, indemnización será determinada teniend
inspirada en principios de respeto a la en cuenta la posibilidad perdida.
dignidad humana; y tuvo sus orígenes en Este problema tiene conexión con el
la época en que nuestros tribunales enten- la indemnización por daños sufridos en!
dían que el daño moral (art. 1078 del Cód. accidente que han repercutido sobre
civ.) sólo era resarcible si el hecho ilícito salud o en las calidades físicas o psíquic
que la ocasionaba era un delito Intencional; del individuo, disminuyendo de ese mod
pero no era procedente en caso de muerte sus posibilidades económicas ( 2 6 ).
o lesiones por simple culpa o imprudencia.
(25) Conf. Orgaz, A., op. ctt., pág. 111;
(23) Juris, t. 1, paga. 571 y slgs. Apel. Rosarlo, 24-6-947, L. L., t. 47, pég. 694.
(24) Cara. 1» Civ. y Com. La Plata, 16-3-945, (26) "Dentro de la norma del art. 10CR
J. A., 1945-1- pág. 695. Cód. civ., caben todos los supuestos susceptibles 4q
5. Deformidad del lesionado. El daño a determinar lo más concretamente posible
las condiciones estéticas de la víctima de- el daño.
termina, en la generalidad de los casos, un Bor ello, se ha establecido que tratándose
perjuicio patrimonial innegable en las so- de un hombre casado, de humilde condi-
ciedades modernas, donde tanta influencia ción, que desempeña tareas de agente de
tiene para el desenvolvimiento de las ac- policía, la presencia de una cicatriz en la
ítividades el "decoro" personal, como ex- cara, que no produce repulsión ni altera
presión del culto de la belleza física y de fundamentalmente la armonía del rostro,
la preocupación por la perfección de las no tiene trascendencia sobre la posibilidad
formas ( 2 7 ). económica futura del accidentado y, por lo
Se ha considerado, como hemos dicho tanto, no constituye un daño material in-
precedentemente, que el artículo 1068 del demnizable (¿8) .
Código civil, al establecer la responsabili- En cambio, se considera indemnizable la
dad civil por el daño inferido a la persona, lesión sufrida por el empleado de comercio
sus derechos o facultades, comprende tam- en un accidente acaecido en el desempeño
bién los daños causados a la salud, como de sus tareas, cuyas consecuencias se tra-
a las condiciones estéticas, pues, con la ducen en imperfecciones físicas, para cuyo
expresión "facultades", la ley se refiere a resarcimiento debe tenerse en cuenta la
las calidades físicas y psíquicas que per- edad, 2profesión, cultura y sexo del lesio-
miten al hombre obrar normalmente. nado í »), pues la deformación es indem-
La deformación comporta un desmedro a nizable como daño material en cuanto pue-
la integridad física, traducida en una des- de influir sobre sus posibilidades futuras
ventaja en la lucha por la vida, pues aun de trabajo (3<>).
cuando no se presente como una disminu- El juez, al fijar el monto de la indem-
ción en las facultades laborables, implica nización, debe partir de la base de que
para el lesionado una desigualdad para sólo es indemnizable el daño cierto, que
todos los órdenes de la vida: en paridad de nunca debe comprender el valor de otros
condiciones se preferirá a aquél que no daños que el de los efectivamente sufridos
presente una deformación que lo haga en por el sujeto pasivo del delito, como dam-
cierto modo repulsivo o desagradable. num emergens; ni otros que aquellos bene-
Es indudable que la lesión o deformación ficios que con seguridad se verá privado
física del individuo ocasiona un daño mo- de obtener, como lucrum cessans.
ral, indemnizable de acuerdo con el artículo 6. La probabilidad matrimonial. Ciertos
1078 del Código civil, porque como daño autores consideran que la pérdida o dismi-
causado al cuerpo o a la salud, configura, nución de la posibilidad matrimonial de
por lo menos, el delito de lesiones leves una mujer joven y soltera o viuda, en razón
que castiga el artículo 89 del Código pe- de haber sufrido lesiones deformantes, o
nal. bien ofensas morales, constituye un daño
Pero, como daño material, ¿tiene el grado material que debe indemnizarse. Nuestros
de certidumbre necesaria para considerarlo tribunales han seguido este criterio con
resarcible? En el ejercicio de ciertas profe- cierta uniformidad (si).
siones, como la del artista, la del conferen- Así se ha dicho en un fallo que las ci-
cista, la del maestro de escuela, la de mozos, catrices y deformaciones, tratándose de una
hasta la de viajante de comercio, es indu- mujer joven y soltera, no tienen exclusiva-
dable que la deformación disminuye o anula mente un contenido de simple daño moral,
las posibilidades del individuo lo que nos pues se relacionan con las posibilidades
coloca en presencia de un daño "cierto", normales de su actuación en que el factor
cuyo monto queda diferido al prudente ar- estético tiene una significación que no pue-
bitrio del juez, quien al fijar el resarci- .de desconocerse; el daño así se transforma
miento ha de tener en cuenta la gravedad en material, prudencialmente indemnizable
de la deformación. Además, en cada caso de acuerdo a la circunstancias del caso ( 32 ).
deberá considerarse no sólo la profesión de
la víctima sino además su cultura, su sexo, (28) Sup. Corte Tucumán, 18-4-950, L. L., t. 61,
su edad, su condición social, a efectos de pág. 71.
(29) Cám. Com. Cap. Ped, 7-8-931, J. A., t. 36,
reparación patrimonial, incluso el relativo al daño pág. 698.
a la salud y a las condiciones estéticas, pues con (30) Cám. Clv. y Com. La Plata, 21-11-944,
,1a expresión «facultades» la ley se refiere a las J. A., 1945-1, pág. 29.
calidades físicas y psíquicas que permiten al hom- (31) Sup. Corte Tucumán, 23-8-946, L. L., t.47,
bre ob>ar normalmente; si esas calidades son afec- pág. 636.
tadas por el acto Ilícito, ella acude a repararlo (32) Ha dicho Funk que la pérdida de la be-
económicamente" (La Ley. t. 53, pág. 373). lleza lleva consigo, para la mujer, la disminución
(27) Cám. Civ. 1» La Plata, 12-11-946, J. A., de las posibilidades de un matrimonio convenien-
1947-1, pág. 438. te, que no puede dejarse de tener en cuenta, pues
Si la deformación del rostro es sufrida, En éste se considera que hay certeza cuan-
por un hombre, la jurisprudencia considera do el reclamante prueba que ha sufrido un
que para ser indemnizable como daño ma- daño efectivo. En el moral, en cambio, no
terial, en alguna forma debe tener tras- se requiere la prueba de que el damnificado
cendencia desfavorable sobre las posibili- haya sufrido un agravio de tal naturaleza
dades económicas futuras del afectado, no con motivo del delito criminal de que ha
pudiendo considerarse que existe tal extre- sido víctima; el d»üo moral es cierto, pro-
mo si dicha deformación se traduce sólo bando el delito y la titularidad del accio-
en alteraciones de la afectividad y del nante. El padre, por ejemplo, no necesita
carácter, que no tienen mayor influencia probar que ha sufrido dolor por la muerte
sobre el ejercicio de sus tareas habitua- de un hijo; el lesionado, por las heridas
les. recibidas y el tiempo que necesitó para su
Vemos, pues, que la deformación física restablecimiento, etcétera (3*). (V. AGRAVIO
ha sido considerada por nuestros tribuna- MORAL.)
les como daño patrimonial, en el caso de JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y Botas.
la mujer joven y soltera o viuda como pér-
dida de la posibilidad de casarse. BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y nota*.
Esta doctrina carece en realidad de un
fundamento serio, adoleciendo de fallas fá- DAÑO EMERGENTE. (V. INDEMNIZACIÓN.
ciles de destacar. La pérdida o disminución LUCRO CESANTE.)
de la posibilidad matrimonial debe en-
trar dentro del "daño moral" sin distin- DAÑO FORTUITO. Es el perjuicio cau-
gos entre el hombre y la mujer. En cam- sado a una persona o a sus bienes como
bio, como daño. material, carece de la cer- consecuencia de la inejecución o falta de '
tidumbre necesaria para tornarlo resarci- cumplimiento de la obligación por ceno
ble. fortuito. (Véase esta voz en el tomo u,
Si se tratara del caso de' la írustraeión pag. 818 de esta Enciclopedia.)
de un matrimonio concreto y ya indivi- En Derecho argentino no es usual como
dualizado en e) que pudiera calcularse expresión la de daño fortuito. Constituye
la ventaja económica que tal boda ha- simplemente una comodidad de lenguaje
bría significado para la mujer, podría pues con ella se evita la expresión "dañ<
aun, haciendo una construcción artificio- causado por caso fortuito". Es corriente en
sa, hablarse de un daño patrimonial "cier- Derecho español y aparece especialmente
to". mencionada en la definición legal del con*
Pero la doctrina no se detiene en estos trato de seguro y del seguro mutuo que In-
límites, sino que sostiene que es daño pa- serta el Código civil español. Su artículo
trimonial "cierto" la pérdida o disminución 1791 dice: "Contrato de seguro es aquel por
de la posibilidad matrimonial en abstracto, el cual el asegurador responde del daño
sin referencia a ningún matrimonio indi- fortuito que sobrevenga en los bienes mué
vidualizado; "semejante matrimonio es, bles o inmuebles asegurados mediante cier-
evidentemente, una pura hipótesis y, aún to precio, el cual puede ser fijado libre-
más, es también una pura hipótesis que mente por las partes". Y el 1792: "También
tal' matrimonio imaginado deba significar pueden asegurarse mutuamente dos o mal
ventajas económicas para la mujer lesio- propietarios el daño fortuito que sobreven-
nada. Todo es hipotético en este supuesto, ga en sus bienes respectivos. Este contrato
de suerte que, aun admitiendo momentá- tiene el nombre de seguros mutuos, y,
neamente que la frustración del matrimo- icuando en él no se ha pactado otra cosa,
nio pudiera constituir un daño material, se entiende que el daño debe ser indem-
se trataría de ventajas o ganancias hipoté- nizado por todos los contratantes en pro-
tica,s o eventuales, no indemnizables de porción al valor de los bienes que cada uno
acuerdo con la doctrina común relativa a tiene asegurados".
las condiciones del daño patrimonial in- Cabanellas define al daño fortuito como
demnizable" (33). "el mal causado a otro, en su persona o
7. El daño moral. Para que proceda la bienes, por mero accidente, sin culpa ni
indemnización del daño moral, éste debe intención de producirlo" (Diccionario de
ser cierto, lo mismo que el material; pero Derecho usual). Y el Diccionario de De-
la certidumbre en el daño moral no tiene recho privado, dirigido por Ignacio de Casso
el mismo significado que en el material. y Romero y Francisco Cervera y Jiménez
Alvaro, editorial Labor, Barcelona, 1950, lo
pone en peligro para el futuro las seguridades de
su subsistencia. Citado por Henoch Agular en
Hechos y actos jurídicos, ed. 1952, t. 5, pag. 42. (34) Demogue, op. cit., t. 4, núm. 407; Orgu,
(33) Orgaz, A., op. cit., págs. 102 y 103. op. cit., pag. 269.
caracteriza así: "Es e) detrimento, perjui- 48, pág. 285; Jurisprudencia Argentina, t.
cio o menoscabo que se recibe por un ac- 2, pág. 887; t. 29, pág. 130; Cámara Fede-
cidente independiente de la voluntad hu- ral de La Plata, t. 1, pág. 462; Jur. Arg.,
mana y del cual no es responsable ninguna t. 43, pág. 954); de la sentencia que deja
persona de una manera directa". (L. 5.) a salvo derechos para deducirlos en otro
B»UOGUFÍA.— V. la citada en el tomo 2, pá-
juicio (Cámara civil, Fallos, t. 35, página
gina 827, de eata Enciclopedia, y que correspondí 117; t. 63, pág. 372); del auto que ordena
o ia voz CASO FORTUITO. formar pieza separada de un expediente
(Cámara civil, Fallos, t. 1, pág. 541; t. 51,
DAÑO INMEDIATO Y MEDIATO. (V. pág. 388; t. 93, pág. 72; Cámara civ. 1»,
DAÑOS Y PERJUICIOS [PARÁGRAFOS 2 d -g T al) Gaceta del Foro, t. 76, pág. 62); del que
manda notificar por cédula una providen-
DAÑO IRREPARABLE. Como voz autó- cia notificada por nota (Cámara civ., Fa-
noma, es extraña al léxico jurídico argen- llos, t. 85, pág. 406); del que manda dar
tino. Trátase del equivalente al gravamen traslado de los documentos acompañados
irreparable, con que se caracteriza en De- por la parte demandada (Cámara Federal
recho procesal al perjuicio que sufre una de la Cap., Jur. Arg., t. 30, pág. 309); del
de las partes litigantes por una resolución que tiene por parte al embargado en el
interlocutoria que decide una cuestión no juicio ejecutivo (Cámara Fed. de la Cap.,
susceptible de ser modificada en la sen- Jur. Arg., t. 36, pág. 1659); del que señala
tencia definitiva. Reviste singular impor- audiencia para la designación de peritos
tancia establecer cuándo una sentencia in- (Cámara Fed. de la Cap., Jur. Arg., t. 32,
terlocutoria causa gravamen irreparable, pág. 106); del de téngase presente (Cám.
ya que con dicha cuestión se vincula la civ. Cap. Fallos, t. 112, pág. 198); del que
procedencia de recursos contra aquélla. En sin pronunciarse sobre un pedido, lo apla-
el régimen del Código de procedimiento za (Cám. civ. Cap., Fallos, t. 44, pág. 308;
civil y comercial de la Capital de la Nación t. 112, pág. 5); del que manda alegar
Argentina, procede el recurso de apelación (Cám. civ., Fallos, t. 120, pág. 91; t. 128,
de las sentencias interlocutorias que de- pág. 259; Cám. civ. 2* de la Cap., Gaceta
cidan algún articulo o causen gravamen del Foro, t 52, pág. 235), o rechaza la
irreparable (art. 226). rebeldía de una de las partes para-presen-
Es cuestión de hecho establecer cuando tar el alegato (Cám. Fed. de La Plata, Ju-
una sentencia interlocutoria causa daño o risprud. Arg., t. 32, pág. 639), o manda
gravamen irreparable, ya que el Código no devolver el alegato presentado fuera de
establece reglas para distinguirlas y lo término (Cám. Fed. Cap., Jur. Arg., t. 33,
deja librado al criterio del Juez. Por vía de pág. 435); del que admite la tacha de un
ejemplo: declarando la cuestión de puro testigo (Caín. civ. 1a, Jur. Arg., t. 38, pá-
derecho, no admitiendo determinada prue- gina 720); del que da traslado del pedido
ba. La Suprema Corte de Justicia Nacional de unificación de personería (Cám. civ. 1»,
ha resuelto que, cuando hubiere duda acer- Jur. Arg., t. 42, pág. 140); o cita a designar
ca de la procedencia del recurso, éste debe representante único bajo apercibimiento
concederse (Fallos, t. 3, pág. 302). (Cám. Fed. Cap., Jur. Arg., t. 37, pág. 1235);
Por aplicación del requisito legal de que del que ordena justificar la personería
deben causar gravamen irreparable las (Cám. civ. 1*, Jur. Arg., t. 38, pág. 694), o
sentencias interlocutorias susceptibles del rechaza la falta de personería opuesta (Cá-
recurso de apelación, la jurisprudencia ha mara de Apelación, de Azul, Jur. Arg., t. 38,
resuelto que no puede apelarse: del auto pág. 905); del que hace saber que el rema-
que manda ocurrir al juez en turno (Cá- te de los bienes ordenados en la ejecución
mara civil, Fallos y disposiciones de la deberá realizarse en el lugar en que éstos
ten;?. Cámara de Apelaciones de la Capi- se encuentran (Cám. comercial, La Ley,
tal t. 16, pág. 318), o donde corresponde t. 10, pág. 582). (L. S.)
lid. 1.106, pág. 326); del que es consecuen- JURISPRUDENCIA. — La citada en ej texto y nota*.
cia de otro consentido o firme (Suprema
Corte Nacional, Fallos, t. 20, pág. 432; t. BIBLIOGRAFÍA. — Alslna, H., Tratado leórico-práe-
65. pág. 183; Cámara civ., Fallos, t. 7, pá- tico de Derecho' procesal civil y comercial, Bs. Ai-
res, 1942. •*— Castro, M., Curso de procedimientos
etna 228; t. 76, pág. 51; t. 105, pág. 276; civiles. Be. Aires, 1926. — Joíré, T., Manual de
Cám. civ 1», en Gaceta del Foro, t. 66, pá- procedimiento (civil y penal), 2» ed., Bs. Aires,
rína 323; Cám. civ. 2^, Gaceta del Foro, 1941. — Glasson, E., Tlss'.er Albert et Mcrel. K.,
' "V pág. 49; t. 79, pág. 234; Cámara en Traite theorique et pratique d'organtiation judi-
imercial de la Capital, Gaceta del Fo- ciarie, de compétence et de procedure civil, Pa-
rís, 1925-1936. — Fernández, R. L., Có&go de pro-
48, pág. 299; t, 86, pág. 110; Cámara cedimiento civil y comercial concordado y comen-
ral de la Capital, Gaceta del Foro, t. tado. Bs. «Aires, 1950.
DAÑO MATERIAL.* 1. Noción. Daño, en Henoch Aguiar, en nuestros tribunales se
lenguaje común, significa todo detrimento ha registrado un fallo de este tipo, por el
o lesión que una persona sufre en el alma, que se obligó al condenado a pagar a la
cuerpo o bienes, cualquiera sea la causa y víctima un peso moneda nacional ( 4 ) .
quienquiera sea el causante, aunque se lo En realidad, estas soluciones no caben
produzca el propio lesionado o suceda por ni en el sistema del Código francés ni en
un fenómeno natural. el nuestro ( 5 ).
Jurídicamente, la palabra daño parte del b) El daño que según el Código civil debe
concepto vulgar, pero tiene una acepción resarcirse, tiene una acepción más restrin-
más restringida, pues comprende todos los gida, pues además de la ilicitud del acto,
perjuicios que el individuo sujeto del de- debe existir detrimento, pérdida de valores
recho sufra en su persona y bienes jurídi- económicos o patrimoniales (art. 1068) o
cos, con excepción de los que se irrogue el una lesión' al honor o a las afecciones le-
propio perjudicado O). gítimas (art. 1078).
El Código civil asi lo establece, pues dis- Lo objetivamente ilícito autoriza siempre
pone que el daño indemnizable es el que al titular del derecho lesionado a exigir la
se causa "a otro" (art. 1068). El detrimento cesación de la acción antijurídica y el res-
o lesión causado a sí mismo, no es jurídi- tablecimiento de la situación conforme a
camente daño, porque aunque haya un derecho, sin necesidad de que exista un
perjuicio, sea material o moral, no puede perjuicio afectivo; el acto ilícito otorga el
surgir de él ningún reclamo a la protección derecho a exigir el resarcimiento cuando,
de la ley (art. 1111) (2). como hemos dicho, la ilicitud provoca un
Las Partidas definen el daño como "em- agravio a los bienes del individuo («).
peoramiento o menoscabo, o destruymiento 3. Daño material y daño moral. El aná-
que orne recibe en si mismo o en sus cosas lisis precedente nos aclara nociones nece-
por culpa de otro" (Partida VII, tít. XV, sarias para llegar al concepto exacto de
ley 1). daño material.
2. Doble acepción de la palabra daño en Nuestro Código civil expresamente for-
Derecho. La palabra daño se utiliza, ju- mula la diferenciación entre daño mate-
rídicamente en un doble sentido: a) uno rial y daño moral (arts. 1078, 1083, 1099),
amplio, implícito en todo acto ilícito, exis- adoptando así la distinción fundamental
tente por el solo hecho de haber injuriado en esta materia, la que se* efectúa teniendo
un derecho o interés ajeno, aun cuando no en cuenta la naturaleza del bien jurídico
se haya lesionado sus valores económicos menoscabado ( 7 ).
ni afectado su honor o sus sentimientos Daño material es el que afecta al patij
tutelados por la ley. El ejemplo clásico del monio, directamente en las cosas o biei
uso comercial de la fotografía ajena, sin que lo componen, o indirectamente
consentimiento de la persona, que no causa consecuencia del perjuicio ocasionado a |
agravio al titular, constituye un caso de persona en sus aptitudes o derechos, e I
daño en su acepción amplia. El fotografia- clusive las ofensas al honor, a los
do puede exigir que cese el uso ilícito de mientos, o la libertad, en la medida qu
la fotografía, pero no puede alegar, gene- esta ofensa representa sobre la cap
ralmente, perjuicio alguno. y actividad del individuo («)
En estos casos, se ha declarado que no Daño moral es el que afecta alguno i
corresponde la acción resarcitoria, pues los derechos inherentes a la person
para que haya condenación no basta acre- (la vista, el honor, la integridad física, i
ditar la violación del contrato o de la ley; cétera), derechos éstos que no son su
debe probarse además la existencia de un tibies de ser traducidos adecuadamente i
laño cierto, aunque su monto no sea aún dinero y se hallan fuera del comercio;
leterminable ($). rídico ( 9 ). (V. AGRAVIO MORAL.)
La jurisprudencia francesa ha condenado La designación de daño material y i
ilgunas veces al autor de un hecho ilícito
le esta naturaleza a una indemnización (4) Aguiar, H., Hechos y actos fiírftfteoj, t|
puramente simbólica: un franco. Según "Actos ilícitos", ed. 1950, pág. 222.
(5) Orgaz, A., op. cit., pág. 39. nota 2.
(6) Orgaz, A., op. cít., pág. 39.
* Por el Dr. JOAN M. FABINA. (7) Brebbia, B. H., El daño moral, pág. «7. j
(8) "Por ejemplo, el padre a quien se h » t
(1) Flscher. H. A., Los daños civiles y tu re- tado un hijo y que por la angustia y
paración, pág. 1. clon consiguientes abandona su trabajo o díscul^
(2) Orgaz, A., El dallo resarcible, "Actos Ilíci- sus'asuntoB. debe ser indemnizado, como dado |
tos", pág. 38, nota I. trlmonlal. por la pérdida de los beneficio» i
(3) J. A., 1942-11, pág. 785; J. A., 1943-11, pá- micos" (Orgaz, op. cit., pág. 43, nota 12).
gina 218; L. L., t. 58, pág. 575. (9) Brebbia, op cit., pags. 67 y 74
moral ha sido criticada, pues el primero se daño es moral ( 13 ). Conforme con este cri-
considera en cuanto ha afectado bienes terio, los ataques a la integridad física
comprendidos en el patrimonio del indi- —que se comprenden como derechos extra-
viduo. El patrimonio abarca los más diver- patrimoniales—, producen siempre exclu-
sos objetos: derechos reales, obligaciones, sivamente daños morales, "aunque induda-
derechos personales, etcétera. Mas encierra blemente estas lesiones pueden trascender
siempre derechos y nunca directamente al patrimonio del interesado o sus familia-
bienes económicos. E! patrimonio jurídico res, produciéndoles, por ejemplo, pérdida
sólo envuelve derechos, y repugna toda de jornales, o dificultando la subsistencia
materialidad de cosas. Las cosas, constitu- y desenvolvimiento de sus deudos, en caso
yen objeto de derechos, y como tal figuran de muerte, pero esto no altera el hecho de
en el patrimonio (>«). que su reparación —con tal que sea posi-
Por otra parte, los valores económicos ble— exija grandes sacrificios o desembol-
cuyo menoscabo pueden motivar el resarci- sos. Los gastos de asistencia y curación que
miento, no son sólo las cosas u objetos el causante haya de abonar son sencilla-
corporales con valor pecuniario, sino que mente los medios reparatorios" O 4 ).
comprenden asimismo las aptitudes o con- Una variante de esta doctrina expresa
diciones especiales para el trabajo, y aun que si la lesión al derecho no patrimonial
ciertas relaciones o estados de hecho que tiene consecuencias patrimoniales, hay da-
se establecen entre personas y cosas, como ño moral con repercusión sobre el patri-
la clientela, el "negocio", etcétera ( n ). monio; en caso contrario, se tiene el daño
Por ello se considera más correcta la de- moral "puro" O»),
nominación de daño patrimonial y daño Entendemos que no existe más que un
extra patrimonial que los .términos daño daño moral, es decir, el que los escritores
material y daño moral. de este x'iltimo grupo llaman "puro"; el
Nuestra jurisprudencia y el Código civil llamado daño moral con repercusión sobre
comúnmente emplean los términos daño el patrimonio, constituye daño material
material en lugar de daño patrimonial. indirecto, aludido por el artículo 1068 del
4. Distinción entre daño material y daño Código civil. La teoría señalada en el apar-
moral. La distinción entre los daños mate- tado b) es por ello la más correcta, porque
riales y morales ha originado una gran toma en cuenta los efectos o consecuencias
controversia en la doctrina, la que aún se de la lesión, pues a los fines del resarci-
mantiene en pie. miento no hay por qué atender a 18 la natu-
a) Alguna teoría ya abandonada soste- raleza de los derechos lesionados ( ), sino
nía que "daño material" es el que se per- si afecta o no al patrimonio. La primera
cibe por los sentidos y daña las cosas o característica del daño moral consiste en
la parte corporal de las personas; "daño que no menoscaba el patrimonio económico,
moral" es el que no se percibe por los sen- sino que es extrapatrimonial, no econó-
tidos; el que afecta al honor, la libertad, mico C^).
la salud, etcétera. Conforme con este criterio, un hecho
b) Otra teoría parte de las consecuen- ilícito puede dar lugar a las dos clases de
cias de la acción antijurídica: si ésta oca- daños, conjuntamente, aunque no haya le-
siona un desmedro en el patrimonio, sea sionado más que un bien jurídico de la
como daño actual o como daño futuro, víctima. Así lo ha interpretado la juris-
cualquiera sea la naturaleza del derecho prudencia de nuestros tribunales en nu-
lesionado, el daño es material; si ningún merosos fallos (J. A., 947-1-438), aunque
efecto tiene el hecho ilícito sobre el pa- en otros se ha confundido el daño moral
trimonio, pero ocasiona un sufrimiento a como daño material.
la persona en sus afecciones o derechos La vida humana —dice un fallo— repre-
inherentes a la personalidad, hay daño senta un valor económico y, dentro de lo
moral y no material O 2 ). preceptuado por el Código civil, debe in-
O Un grupo de autores expresa que la
distinción entre daño material y daño mo- (13) Lalou, H., Traite pratíquc de la respon-
ral depende de la naturaleza de los dere- sabilité civile, 4» ed., núm. 149, París, 1949; Ma-
chos lesionados. Si afecta a un derecho zeaud. H. y L., Traite théorique et pratique...,
núm. 119; Pischer, op. cit., págs. 251 y sigs.
patrimonial, el daño es material; si ha (14) Pischer, op. cit., pág. 251.
lesionado un derecho no patrimonial, el (15) Niño Levi, La muerte civile nel processo
pénale, ed. 1936, núm, 123; Cuello Calón, E., De-
'!0l Fischer, Op. cit., pág. 8. recho penal, t. 2, pág. 613, Barcelona, 1940.
M ) Plscher, op. cit.. pág. 10. (16) Orgaz. op. cit., págs. 223 y 224.
¡1) Demogue. t. 4, núm. 409; Planlol, Traite, (17) Busso, E. B., Código civil anotado, ed.
\. 1, núm. 868 bis; Baiidry-Lacantlnerie y Barde, 1949, t. 3, pág. 413; Laíallle, H., Tratado de las
OHijattonj, t. 4, núm. 2871. obligaciones, t. 1, núm. 229. in fine.
demnizarse el daño moral y Imaterial que 6. Clasificación de los daños materiales.
traiga aparejada su pérdida ( 8 ). Los daños materiales han sido clasificados
5. El daño material según nuestra ju- en daños directos y daños indirectos.
risprudencia, a: Vida humana. Nuestra Daño material o patrimonial "directo"
jurisprudencia ha declarado en términos es el menoscabo que sufren los bienes que
amplios que la vida humana tiene un valor componen el patrimonio. Así, en un acci-
económico, aunque nada produzca, se trate dente de .tránsito, la destrucción de un
de un niño o de un anciano. Por ello, debe automóvil.
indemnizarse como daño material la pér- Daño material "indirecto" es el menos-
dida de la vida humana, resarcimiento que cabo que sufre el patrimonio del damni-
debe determinarse no sólo por lo que pro- ficado como una repercusión o reflejo del
ducia la persona en el momento de su daño causado a una persona en sus dere-
deceso, sino también por lo qu"e puede pro- chos o facultades ( 2 4 ). El daño material
19 indirecto puede manifestarse como daño
ducir en el futuroí ), no requiriéndose
una prueba concreta, pues la indemnización emergente —gastos realizados por asisten-
procede ya que la vida humana representa cia médica en caso de lesiones físicas—, o
siempre por sí un valor económico. Sólo es como lucro cesante en el caso de ganan-
necesario que los accionantes proporcionen cias frustradas a raíz de la incapacidad
al juez los elementos indispensables para derivada de las lesiones recibidas, que im-
que la reparación pueda estimarse dentro posibilitan a la víctima desempeñarse en
de un margen estimable conforme a un sus ocupaciones.
criterio de apreciación objetiva y subjetiva Así, tratándose de la incapacidad per-
e integral ( 2 <>). manente de la víctima, "la indemnización
b) Año de estudio. El retraso sufrido por debe consistir en una suma de dinero igual
un estudiante en sus estudios, con motivo a la que sería necesaria para constituir una
de un accidente del que fue victima, ha renta vitalicia equivalente a la pérdida de¡
sido declarado daño material y, por tanto, producto de su trabajo, debiendo tenerse
resarcible como tal. "Por dificultosa —se en'cuenta a este efecto la diferencia entre 25
ha dicho— que se pretende su determina- la vida laborativa útil y la vida física" ( K
ción en dinero, no por eso deja de ser ac- Si la victima ha sufrido un menoscabo
tual", y no debe considerárselo compren- en su salud, o en las calidades psíquicas
dido dentro del daño moral (21). y físicas, tal perjuicio es indemnizable como
daño material indirecto, pues dentro del
c) Pérdida de un hijo. La pérdida de un artículo 1068 del Códieo civil, "caben todos
hijo pequeño en accidente importa sin duda los supuestos susceptibles de reparación
daño moral. Nuestra jurisprudencia consi- patrimonial, tanto los relativos a las lesio-
dera asimismo que implica daño material, nes traumáticas, como a las condiciones
pues —se dice— la vida humana representa estéticas", pues la ley, al hablar de "facul-
un valor apreciable en dinero, aunque no tades, se refiere a las cualidades físicas y
se demuestre concretamente ningún per- psíquicas que permiten al individuo obrar
juicio por su pérdida ( 22 K En consecuen- normalmente; si esas cualidades resultan
cia, la muerte de un hijo comporta para afectadas por el hecho ilícito, la indemni-
los padres un daño cierto y actual, repre- zación debe reparar económicamente el
sentado por los gastos de crianza y educa- perjuicio sufrido" ( 2B ).
ción, y también por la desaparición de la Los tribunales de nuestro país han ido
posibilidad de ayuda económica 2S
que tienen aún más allá, y no se han detenido en
derecho a esperar de él ( ). considerar resarcible como daño material
Sobre la crítica a la tesis que conside- el menoscabo físico o psíquico que repercute
ra daño material en términos absolutos desfavorablemente en las condiciones la-
a la pérdida de la vida humana (V. DAÑO borables y posibilidades económicas futuras
CIERTO. del individuo, sino que han declarado que
tratándose de una mujer joven y soltera,
(18) L. L.. t. 62, pág. 103. las cicatrices y deformaciones sufridas por
(19) C&m. !• Apel. La Plata, 17-5-649, L. L., el hecho ilícito no tienen exclusivamente
t. 57, pág. 707.
(20) Cám. 1 Apel. La Plata, 2-12-949, L. L.,
un contenido de simple daño moral, sino
t. 59, pág. 350. de daño material, pues se relacionan con
(21) C&m. 3» Clv. y Com. Rosarlo, 2-11-951, las posibilidades normales de su actuación
Juris, t. 1, pág. lio.
(22) Cám. Ape!. Rosarlo, Sala 1', 10-9-946, (24) Conf. Orgaz. op. cit., pág. 41.
B. S. F., t. 14, pág. 105. (25) Cám. Nac. Clv.. Sala B, 14-5-951,
(23) Supr. Trib. Santa Pe, 22-2-949, J. T. 8. P., t. 62, pág. 713.
t. 28, pág. 41; L. L., t. 66. pág. 599; R. S. P., t. 21. (26) Cám. 1» Apel. La Plata, 2-12-949, L. L.,
pág. 207. t. 59, pág. 351; 18-6-948, L. L., t. 53, pág. 371
en que el factor estético tiene una signifi- •trimoniales o inherentes a la persona. La
cación que no puede desconocerse", siendo violación de algunos de los derechos per-
el daño prudencialmente indemnizable, de tenecientes al primer grupo engendra un
acuerdo a las circunstancias del caso ( 27 ) . daño patrimonial, y la que afecta a los
Los problemas que plantea esta doctrina segundos, origina un daño extrapatrimo-
y su crítica están desarrollados en la voz nial o moral.
DAÑO CIERTO. Con relación a los derechos patrimonia-
. — La citada en el texto y notas.
les, se entiende por taies, aquellos derechos
que tienen por objeto o finalidad la pro-
BIBLIOGRAFÍA- — La Indicada en el texto y notas. tección de los bienes de una persona que
poseen -un valor pecuniario. Se entiende
DAÑO MORAL. (V. AGRAVIO MORALJ que tienen valor pecuniario aquellos bie-
nes susceptibles de una tasación adecua-
DAÑO PARTICULAR. Representa la ba- da en dinero, o que tienen valor de cam-
se del sistema carrariano como criterio de- bio.
finidor de los delitos naturales (i). Se oponen a este concepto los que se re-
Consiste en el daño inmediato que pro- 'fieren al otro grupo que los individualiza-
ducen los delitos a un individuo o a un mos como los que tienen íntima y directa
grupo de individuos en sus derechos par- vinculación con la personalidad, que no
ticulares, esto es, en aquellos en los cuales están en el comercio jurídico, ni engrasan
solamente el individuo o el grupo afectado la masa de los acreedores, caracterizados
están directamente interesados. en el artículo 498 del Código civil.
Este tipo de daño se da, por ejemplo, en La distinción fundamental, y que el Có-
el hurto, en el homicidio, en las lesiones, digo civil expresamente formula, es, sin
etcétera, por los que se afecta directamen- duda, la de daño material y daño moral
te el patrimonio, la vida o la integridad (arts. 1078, 1083 y 1099), pero la más co-
física del sujeto o de los sujetos que re- rrecta y más precisa es la que los agrupa
sultaren víctimas. De esta manera, la in- en daños patrimoniales y no patrimonia-
fracción lesiona directamente a quienes la les o extrapatrimoniales o morales, pues es
padecen, en su seguridad privada, y no a la que menos perturbaciones trae a la
los demás integrantes de la comunidad, exacta inteligencia de la distinción.
cuyos derechos de prbpiedad, a la vida o Los valorea económicos que constituyen
a la integridad física, permanecen incólu- el patrimonio no están representados so-
mes. (K. C. D.) lamente por íes cosas u objetos materiales
con valor pecuniario; también están inclui-
DAÑO PATRIMONIAL.* La terminología dos, sin embargo, ciertos bienes personales
para expresar esta clase de daños no está como las capacidades o aptitudes para el
discutida por los autores o la doctrina; sin trabajo, que son fuentes de beneficios eco-
embargo, no todos están de acuerdo en se- nómicos, y aún ciertas relaciones o estados
ñalar qué es lo que comprende. de hecho que se establecen entre personas
Existe una extensa clasificación de los y cosas, como la clientela, el negocio, et-
daños; no obstante, la más general y fun- cétera.
damental es aquella que los distingue en El daño patrimonial entonces (o mate-
material y moral, según sea la naturaleza rial) , es aquel que recae sobre el patrimo-
del bien jurídico perjudicado. nio, sea directamente en las cosas o bie-
Esta separación de los daños en dos gran- nes que lo componen, sea indirectamente
des categorías es aceptada por la mayoría como consecuencia o reflejo de un daño
de los autores y, de un modo tácito o causado a la persona misma, en sus dere-
expreso, aparece consagrada en todas las chos o facultades (art. 1068 del Cód. cív.):
legislaciones de los países de Europa y así, es daño material o patrimonial direc-
América. to el que sufren los bienes económicos des-
Esta clasificación proviene, 'como con- truidos o deteriorados; y daño patrimonial
secuencia lógica, de la que se hace de los indirecto, aquel que sobreviene a la perso-
'derechos patrimoniales y de los extrapa- na o en sus facultades o derechos; por
ejemplo: los gastos realizados para su cu-
(27) Sup. Corte Tucumán, 23-8-946, L. L., t. 47, ración de lesiones corporales (daño .emer-
p&S. 636
(1) Carrara, Programa de Derecho criminal.
gente), o las ganancias que dejó de perci-
"Ptirte general", t. 1, §; 111, 112, 113 y slgs., 1S4 bir (lucro cesante).
1 «igs. y 374: !tj., "Parte especial", t. 3, § 1085, A menudo se caracteriza el daño mate-
nota 1, ed. 1944. rial diciersdo que es el ataque a los dere-
chos patrimoniales, y el daño moral, es el
' Por e! Dr . FRANCISCO MAKTIN ^ÍEYER. ataque a ¡os derechos- extrapatrimoniales;
sin embargo, esta cafacterización es erró- por un proceso o encadenamiento de cir-
nea. cunstancias inevitables y que, por ende,
La distinción no depende de la índole necesariamente lo producirán; o depender
de los derechos que son materia del acto de hechos contingentes y, por tanto, even-
ilícito, sino de la repercusión que este acto tuales. De aquí la clasificación del .daño en
tiene en el patrimonio. La lesión a un de- actual, cierto o consumado, que puede re-
recho patrimonial puede ocasionar un daño ferirse al momento en que se realiza el
material, sino también uno moral, en hecho que lo produce o a aquel en que se
cuanto moleste a la persona "en el goce de reclama su reparación del obligado a ella:
sus bienes", como dice el artículo 1078 del y en futuro, con relación a esos mismos
Código civil; del mismo modo; el ataque a momentos, el cual puede subdividirse, a su
un derecho no patrimonial —verbigracia, vez, en daño futuro necesario y en daño
el honor— puede ocasionar, y a menudo futuro contingente, eventual o simplemen-
produce, no solamente un perjuicio moral, te temido. Este último, cumplidas que sean
sino también uno material, si el despres- las eventualidades de que dependía, sur-
tigio o la deshonra del afectado determi- girá entonces la acción para la reparación.
na la frustración de beneficios económicos A menudo el acto ilícito produce ambas
esperados (pérdida de un contrato, etc., ver clases de daños, pero puede ocasionar sólo
nota del art. 1075 del Cód. civ.). un daño emergente, sin lucro cesante: por
Como vemos, llamar daño patrimonial ejemplo, en las heridas corporales que no
es más completo y más preciso, ya que impiden al lesionado el desempeño de su
comprende a los materiales y a otros que trabajo, en la destrucción o deterioro de
menoscaban el patrimonio tomándolo co- cosas muebles no fructíferas, etcétera; o
mo conjunto de valores económicos (ar- bien, solamente un lucro cesante, sin daño
tículo 2312) y que, por tanto, susceptibles positivo, como ocurre tan frecuentemente
por sí mismos de apreciación pecuniaria en los actos ilícitos que lesionan el honor
(art. 1068), comprendiendo los perjuicios o el prestigio de una persona y determinan
ocasionados en los valores patrimoniales la pérdida de un cargo remunerado o la
existentes y además, los que afectan fa- de un negocio.
cultades o aptitudes de la persona consi- Por lo común, la indemnización com-
derados como fuentes de futuras -ventajas prende ambos aspectos del daño (artículo
económicas, como la vicia, la salud, inte- 1609), salvo los casos en que la ley haya
gridad física, belleza corporal, etcétera; e dispuesto expresamente otra cosa, verbi-
inclusive, los que resultan de 3a lesión del gracia, casos de pérdida o deterioro de co-
honor o de las afecciones, en la, medida en sas transportadas, en los que la ley ha
que ella repercuta sobre la capacidad de limitado expresamente la indemnización
trabajo o sobre la atención de ios negocios, al valor de las cosas mismas, con exclusión
y cuya reintegración se hace por vía de de otro daño emergente y del lucro cesan-
reparación y no de compensación. te (Cód. de com., arts. 171, 173, 178, 181).
Los autores que fundan la distinción so- BIBLIOGRAFÍA. — Aguiar Henoch, D., Hechos y ac-
bre la naturaleza de los derechos lesiona- tos jurídicos, t. 4, 1? ed., Bs. Aires, 1951. —Brebbla,
dos tienen que hacer la diferencia después, R. H., El daño moral, Ed. Bibliográfica Argentina,
según que la lesión de los derechos mora- Bs. Aires. 1950. — Orgaz, A., El daño resurciWe,
les no .patrimoniales tengan repercusión Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1952.
o no de carácter económico: y así, hablan,
respectivamente, de daño moral con reper- DAÑO PERSONAL.* 1. Concepto. EÍdafio
cusión en el patrimonio, o de daño moral debe ser personal del accionante, en el
puro. sentido de que nadie puede reclamar más
La idea de menoscabo es esencial en el que la reparación de un periuicio que le
concepto del daño patrimonial y puede es propio, originado en la lesión de sus
manifestarse en dos formas típicas: como bienes, morales o económicos, sea que el
la pérdida o disminución de valores econó- agravio los afecte directa o indirectamen-
micos ya existentes esto es, como un em- te (i).
pobrecimiento del patrimonio (daño emer- El concepto del daño en el Derecho mo-
gente) , o bien como frustración de venta- derno es eminentemente subjetivo en el
jas económicas esperadas, o sea, como la sentido de que su determinación depende
pérdida de un enriquecimiento patrimonial de las circunstancias personales de cada
previsto (lucro cesante). individuo. Por ello, en principio, los daños
El daño, referido al momento de produ-
* Por el Dr. JUAN M. FARIÑA.
cirse el hecho que lo origina, puede cau-
sarse en seguida de realizarse aquél, ser (1) Orgaz, A.. El daño rejorciftíe, "Actos iiícl-
"ctual y cierto; o producirse en el íuíuro tos", pág. 113.
se tasan y regulan atendiendo exclusiva- blezca el equilibrio por ser insuficiente la
mente a la persona del damnificado, es de- indemnización; y en otros, motivaría un
cir, al titular del derecho agraviado, y éste enriquecimiento sin causa, por ser excesiva.
no puede incluir en la cuantía del daño el "En consecuencia, repetimos, el daño in-
perjuicio • sufrido por un tercero, aunque demnizable ha de consistir siempre —nada
uno y otro deriven del mismo hecho ilícito. más ni nada menos— en el sufrido por el
2. Individualización del daño. Como he- damnificado a causa del acto ilícito, sin
mos dicho, para lograr la reparación inte- más limitación que la determinada por la
gral, el daño debe referirse concretamente extensión atribuida a la responsabilidad
al sufrido por el mismo perjudicado. Es lo del agente por la ley que la rige" (•»).
que Aguiar denomina individualización del Este es el concepto de la expresión daño
daño ( 2 ). Nuestro Código civil sigue este personal y en este sentido lo ha adoptado
criterio, pues siempre que impone la obli- nuestro Código, conforme surge de los an-
gación de indemnizar el daño, lo determi- tecedentes tenidos en cuenta por el codifi-
na refiriéndose a la persona que lo ha su- cador. Así, en la nota al articulo 1079,
frido. El artículo 519 habla de "el valor de Vélez cita la obra de Faustin Hélie Traite
la pérdida que haya sufrido" y el de "la d'Intruction Criminelle ou Théorie du Cade
utilidad que haya dejado de percibir el d'Instruction Criminelle, quien dice: "La
acreedor de la obligación, por inejecución infracción puede producir para nosotros un
de ésta a su debido tiempo" El artículo daño personal, éste es el principio sentado
1069 dice: "El daño comprende no sólo el por la ley romana, aun cuando el delito no
perjuicio efectivamente sufrido, sino, tam- haya sido cometido sobre nuestra propia
bién, la ganancia de que fue privado el persona" ( 5 ); de modo que para este autor
damnificado por el acto ilícito". El artículo el daño personal es el que lesiona nuestros
1077: "Todo delito hace nacer la obligación intereses o afecciones legítimas (en el caso
de reparar el perjuicio que por él resultare del daño moral) por un acto ilícito come-
a otra persona". El artículo 1078 define el tido, aun cuando se haya ejecutado en
daño moral como el sufrimiento inferido a contra de otra persona. El daño es perso-
la persona, molestándole en su seguridad nal, pues, tanto en el caso del damnificado
person'al, o en el goce de sus bienes, o hi- directo, como del damnificado indirecto,
riendo sus afecciones legítimas. siempre que se trate de un perjuicio pro-
Resulta, pues, que "el daño indemnizable pio.
será el particularmente sufrido por esa 3. El perjuicio de terceros. Así, siendo el
persona, de acuerdo con sus propias cir- daño indemnizable el sufrido por la perso-
cunstancias, y las que deriven de las de na misma, víctima directa o indirecta del
tiempo y lugar, que servirán 3 para caracte- acto ilícito, su demanda tiene que referir-
rizarlo, particularizándolo" ( ). se a un interés personal que a ella sola
El daño debe, por tanto, determinarse corresponda. Pero en ciertos casos, el agra-
refiriéndolo concretamente a Ja persona del vio a un tercero puede ser incluido en el
damnificado, no pudiendo valorarse imper- monto de la indemnización que se reclama,
sonalmente como sufrido por una persona- pues suele ocurrir, en virtud de una obüV
tipo. En algunas leyes, verbigracia, la 9688 gación legal o contractual anterior, que el
de accidentes de trabajo, sobre la base de daño ocasionado al tercero constituya a
la responsabilidad objetiva, se ha prescin- la vez un daño para el demandante. Orgaz
dido de la persona del damnificado, esta- nos presenta los siguientes ejemplos: "la
bleciendo escalas generales, sin tener en persona lesionada en su salud, puede na-
cuenta el perjuicio efectivamente sufrido. turalmente incluir en su demanda el im-
En el mismo sentido, la ley 11.729. Pero porte de los alimentos que debe a su familia
estas leyes son de excepción y tienen una o a otros parientes durante el tiempo ne-
finalidad social que justifica la solución cesario para la curación; el dueño de la
adoptada. cosa destruida, puede reclamar el importe
En el Derecho común, ello no puede ser de su propia obligación hacia el tercero, a
asi, pues la indemnización procura la re- quien estaba obligado a transmitir esa cosa,
paración integral del daño, colocando a la cuando había tomado a su cargo el caso
víctima en la misma situación que si el acto fortuito" (art. 513) ( « ) . Evidentemente, en
ilícito no hubiera ocurrido. Sí se adoptare los supuestos analizados, el perjuicio del
la indemnización tarifada ocurriría la in- accionista es al mismo tiempo perjuicio
justicia de que en unos casos no se resta- del tercero en virtud de la obligación pre-

(2) Aguiar, H., Hechos y actos jurídicos", ed. (4) Aguiar, op. cít., t. 4, núm. 19, pág. 109.
1951, t. 4, págs. 105'y slgs. (5) T. 9. pág. 279.
(3) Aguiar, ¡bíd., pág. 106. (6) Orgaz, op. cit., pág. 114.
existente, y por esta razón puede incluirlo no debe reconocerse a éste, derecho de
en su demanda. incluir en el suyo, el interés de un tercero.
4. Cesión de derechos. Los principios ex- Fischer nos ilustra el problema con el
puestos no obstan a que la acción de in- siguiente ejemplo: Un señor encarga en
demnización por el daño patrimonial pueda una confitería un pastel para obsequiar a
cederse a terceros, pues no se trata de un su nuera. Nadie duda que este señor tiene
derecho inherente a la persona (arts. 1444 acción para exigir el cumplimiento del con-
y sigtes. del Cód. civ.). trato. Pero si reclama indemnización por
La cesión del derecho a exigir la resar- incumplimiento, alegando su propio interés,
cibilidad plantea el problema de saber a ¿puede traer a colación el daño sufrido por
cuál de las dos partes (cedente o cesiona- su nuera, la que, teniendo invitados, se ve
rio) deberá tenerse en cuenta para avaluar precisada' a encargar otro pastel a falta del
la indemnización. Indudablemente, si el prometido, pagándolo mucho más caro? ('•').
crédito por el resarcimiento preexistía a la Según Von Tuhr, si el acreedor se halla
cesión, pasa con su actual alcance al ce- unido al tercero por una relación jurídica,
sionario. Cuando la persona del cedente es en virtud de la cual el interés de la pres-
decisiva a los fines de determinar el monto tación que el deudor h,a de realizar nace
de la indemnización, lo seguirá siendo, en la persona del tercero, y no en la del
aunque no se haya cerrado todavía el pro- propio acreedor, o posteriormente pase a
ceso del perjuicio y éste siga produciendo él, puede exigir que se indemnice los da-
Sus consecuencias. Sólo resta por determi- ños inferidos a aquél 0°).
nar ese momento. A primera vista pareciera Fischer expresa que en los contratos a
que debería ser el instante en que se ve- favor de terceros, por los que se confiere
rifica la cesión, ya que al cerrarse este con- a éstos el derecho a obtener una presta-
trato el nuevo acreedor se subroga en el ción, "el tercero adquiere inmediatamente
lugar del cedente. Pero el principio general el derecho a la prestación primaria, obje-
que rige sobre cesión de créditos debe to del contrato, y por tanto le correspon-
aplicarse también a la solución de nuestro den todos los derechos que se subroguen a
problema. "El momento decisivo será aquel la prestación, caso de imposibilitarse ésta,
en que el deudor adquiera conocimiento de pudiendo exigir que se le indemnicen en
la cesión. Ri la obligación de indemnizar toda su extensión los daños personales. Con
procede antes, se determinará atendiendo a el derecho del tercero concurre —si otra
la persona del cedente. Esto no agrava la cosa no se ha pactado— un derecho pro-
situación del dextdor, aun cuando el crédito pio del estipulante el cual puede siempre
de indemnización nazca con posterioridad hacer valer el interés personal que tuviese
al traspaso y cobre mayor amplitud bajo en el cumplimiento fiel de la obligación a
el cedente que bajo el cesionario, puesto favor del tercero. Y puede, además, recla-
que, hasta tener noticia de la cesión, el mar por todos los perjuicios que al tercero
deudor debe considerarse sujeto a su le ocasionen. En efecto, en estos contra-
acreedor primitivo" ( 7 ) . tos, el deudor asume para con el estipu-
Si en cambio se trata de un simple cré- lante —si otra cosa no se conviene— no
dito y el incumplimiento del deudor trans- sólo el deber de cumplir la prestación, sino
forma dicho crédito en derecho a exigir también la responsabilidad por los daños
indemnización, si la transformación se personales originados al tercero" (»).
opera después de la cesión, para fijarse la 6. El derecho de terceros en los delitos
indemnización, deberá tomarse en cuenta contra la propiedad. El capítulo del Códi-
la persona del cesionario; "en cambio, si go Civil que trata De los delitos contra ln
el crédito por resarcimiento preexistía a la propiedad, finaliza con el articulo 1095 que
cesión, pasa con su actual alcance al ce- dispone: "El derecho de exigir la indemni-
sionario, sin perjuicio de que más tarde, zación del daño causado por delitos contra
dentro ya el crédito del patrimonio de éste, la propiedad, corresponde al dueño de la
ocurran nuevas circunstancias que agraven cosa, el que tuviese el derecho de posesión
la indemnización" ( s ). de ella o la simple posesión como el lo-
5. El daño personal y los intereses de catario, comodatario o depositario; y al
terceros. Como hemos dicho, el daño debe acreedor hipotecario, aun contra el dueño
ser personal por lo que habrá de tasarse mismo de la cosa hipotecada, si éste hu-
y regularse atendiendo la persona del dam- biese sido autor del daño".
nificado. Como consecuencia, pareciera que Pareciera que este artículo sentara ana

(7) Flscher. H., Los daños civiles y su repara- (9) Fischer. op. cit., p&g. 67.
ción, págs. 65 y 66, Madrid. 1928. (10) Citado por Fischer, op. cit.. pág. 79
(8) Fiscber, op. cit., pág. 65. (11) Fischer, op. cit., pág. 84.
excepción al principio del daño personal, como las injurias o la difamación, la acción
estando en contradicción con el artículo civil no. pasa a los herederos y sucesores
1110. Sin embargo, estas normas no son universales, sino cuando hubiese sido enta-
antinómicas, sino que cada una se refiere blada por el difunto".
a un aspecto distinto de la violación del Ei artículo 1099 debe extenderse por
derecho: Cuando las consecuencias del he- analogía a los delitos que hayan causado
cho ilícito afectan los derechos emergentes ambas clases de daños —moral y material—,
del dominio, el afectado es el propietario y, pues no existe razón para negar a los he-
por tanto, sólo él puede reclamar la indem- rederos dicho derecho en un caso y conce-
nización; si se afectan o menoscaban los dérselo, en otro. El fundamento es el mismo:
derechos de que es titular otra persona que el carácter personalísimo del derecho agra-
el propietario, derechos que tienen por viado í 1 »).
objeto o se refieren a la misma cosa (lo- 8. Injurias a la esposa y a los hijos. El
cación, depósito, acreedor hipotecario), tal artículo 1080 del Código civil dispone que
persona es la víctima del hecho ilícito y, "el marido y los padres pueden reclamar
en consecuencia, independientemente del pérdidas e intereses por las injurias hechas
propietario de la cosa, está autorizada a a la mujer y a los hijos".
reclamar el resarcimiento del daño sufrido ¿Constituye el artículo 1080 una excep-.
en los límites de su respectivo derecho (i-). ción al principio del "daño personal"? Se
Por ejemplo: "en caso de incendio cul- ha interpretado esta norma en diversos
pable de una casa, tendrían acción por el sentidos; pero entendemos que la ley con-
daño personal que han sufrido, el propie- sidera que la injuria hecha a la mujer ca-
tario de la casa,3 el usufructuario, el loca- sada o a los hijos, agravia también perso-
dor, etcétera" (» ). nalmente al esposo y a los padres. Por
No obstante la denominación del capítu- ello, dentro del espíritu del Código, se ha
lo, la simple lectura del artículo 1095 antes interpretado que sólo debe referirse a la
transcripto, nos demuestra que la acción injuria hecha a los hijos menores y solteros.
resarcitoria comprende otros delitos ade- Si los injuriados son hijos mayores y ca-
más de los mencionados en los artículos sados, este hecho no encuadra1 en el su-
1091 a 1094 i"). puesto del artículo 1080 (").
La última parte del artículo 1110 dispone La ley 11.357 autoriza a la mujer casada
que la reparación por el daño puede pedirlo "para estar en juicio en causas civiles o
el que tiene la cosa con la obligación de criminales que afecten su persona o sus
responder de ella, pero sólo en ausencia bienes o la persona o bienes de sus hijos
del dueño. Esta norma constituye sólo la menores de un matrimonio anterior" (ar-
autorización al tenedor para efectuar una tículo 39, inc. g). De modo que la mujer
medida de carácter conservatoria como ges- casada, en caso de injurias puede accionar
tor del negocio del dueño («). directamente; pero esta ley no deroga lo
7. Daño moral. El daño moral, para que dispuesto por el articulo 10BO, ya que esta
proceda su resarcimiento, también debe ser norma contempla el daño personal sufrido
personal, en el sentido de que nadie más por el marido como consecuencia de la
que el ofendido puede reclamarlo sea di- injuria hecha a su mujer (").
rectamente por sí, o por intermedio de su Con respecto a la acción conferida por
representante legal o convencional. la ley al padre por injurias hechas a sus
Pero el daño moral es aún más personal hijos menores y solteros, los fundamentos
que el material, pues ataca los derechos son los mismos.
Inherentes e Inalienables de la personali- No hay, pues, en el artículo 1080 ninguna
dad. Por ello, la acción resarcitoria del daño excepción al principio que exige la exis-
moral no puede ser cedida a terceros (art. tencia del daño personal para hacer lugar
1445 del Cód. civ.), ni puede \ser ejercida al resarcimiento, constituyendo una apli-
por. los acreedores mediante la acción sub- cación concreta del artículo 1079.
rogatoria (art. 1198); tampoco pasa la ac- El padre o el esposo, según el caso, no
ción resarcitoria del daño moral a los actúa como representante del hijo p de la
herederos, por muerte del titular (artículo esposa en el supuesto del artículo 1080, sino
1195). El artículo 1099 establece sobre este
(16) Orgaz, ibld., pág. 263.
particular: "Si se tratare de delitos que (17) Orgaz, Ibfd., pág. 116, nota 6.
no hubiesen causado sino agravio moral, (18) "En cambio, cuando es el esposo el Inju-
riado, la mujer no tiene este derecho, porque en
nuestra legislación s'gue teniendo el marido—atfn
(12) Aguiar, op. cií., t. 2. pág. 138, después de. la ley 11.357— la preeminencia que le
(13) Orgaz. op. cít., pág. 119. hace jefe de la familia, en el que repercuten In-
(14) Agular, op. cíí.. t. 2, pág. 169. directamente las injudas hechas a sus diverso»
15) Orgaz, op. cit., pág. 119. miembros" (Orgaz, op. cít.. pág. 118).
por derecho propio en virtud del daño su- daño futuro, daño eventual, daño directo,
írido en forma indirecta. "Hay así una daño indirecto, daño cierto, daño personal,
doble acción derivada de la injuria: la de daño material, daño moral, daño intrínseco,
la esposa y de los hijos, como damnifica- daño extrínseco, etc.).
dos directos, y la del marido y los padres, De entre las distintas clasificaciones del
como damnificados indirectos" (19).Esta In- daño, nos interesa aquí, en particular, la
terpretación surge clara del articulo 1100 de: presente o actual y futuro, ya sea como
al disponer que "la renuncia de la persona daño emergente o como lucro cesante. El
directamente damnificada, no embaraza el momento que se considera para esta dis-
ejercicio de las acciones que puedan per- tinción es el del fallo que dicta el órgano
tenecer al esposo o a sus padres". competente (•*). Nunca más necesaria la
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
labor investigadora a cargo de la filosofía
jurídica, como bien lo señala Roberto H.
DAÑO POTENCIAL.* Según su sentido Erebbia (°), que la encaminada a determi-
etimológico, el término "daño", del latín nar y precisar lo que debe entenderse por
damnum, significa: "mal, perjuicio, aflic- esos conceptos, dada la anarquía que con
ción, privación del bien" O). En el campo respecto al significado de esos términos
normativo jurídico, se entiende por daño existe, tanto en la doctrina como en la
*—o perjuicio, que se utiliza como sinóni- jurisprudencia, siendo corriente la confu-
mo— "toda lesión, disminución o menosca- sión entre daño futuro y daño eventual; y
bo, sufrida por un bien jurídico" ( 2 ). Para daño actual con daño cierto, utilizándolos
algunos autores ( 3 ), el daño es la compen- erróneamente como si fueran sinónimos.
sación a que tiene derecho el acreedor por El daño acíuaí, por contraposición al daño
el desmedro sufrido en sus bienes y por la futuro, es aquel que aparece perfectamente
utilidad dejada de percibir a, causa del determinado y que ha acaecido al dictar
incumplimiento de la obligación por el deu- el juez la sentencia; el futuro es el que se
dor, a lo que agregaríamos, o por la ejecu- proyecta hacia el devenir, en dos modali-
ción de acto ilícito. dades distintas: a) cierto cuando surge
En atención al sentido específico de la como una previsible prolongación o agra-
voz que nos ocupa, no nos adentraremos vación del daño actual; muchas veces
en la larga discusión doctrinaria acerca de el perjuicio futuro puede presentar los
la teoría jurídica del daño y de los concep- mismos caracteres de certeza que el daño
tos de bien e interés, sobre los cuales los actual, cuando las consecuencias del hecho
.autores construyen, desde Roma hasta ilícito deben ocurrir ineludiblemente, no
nuestros días, su doctrina. existiendo en este caso diferencias entre el
' El daño es un medio indirecto de cum- daño actual y el daño futuro; b) incierto,
plimiento de la obligación y comprende a cuando el perjuicio a ocurrir en el futuro,
la vez: a) el "daño positivo" {damnum es hipotético o eventual.
emergens), o sea el perjuicio sufrido por El daño potencial se traduce precisa-
el patrimonio; y b) el "lucro frustrado" mente, en esta última forma del daño fu-
(lucrum cessans) que alude a la utilidad turo, el hipotético o eventual, desde que el
•que el acreedor ha dejado de percibir. término potencial, conforme a su sentido
Para entrar al tema de este comentario etimológico, significa lo "que puede suceder
no nos corresponde tampoco estudiar las o existir, en contraposición a lo que exis-
distintas clasificaciones o divisiones del te" («). Concurre, pues, el daño potencia!
daño jurídico, donde igualmente encontra- cuando el incumplimiento de la obligación
mos, en el terreno doctrinario, que lo's tra- o el hecho ilícito, aparte del perjuicio efec-
tadistas y legisladores no se han puesto de tivo o cierto, tiene, empero, potencia de
acuerdo al agrupar o clasificar los agravios dañar.
en categorías (por ejemplo: daño actual, En el orden jurídico civil y en el comer-
cial, el daño potencial no aparece general-
(19) Orgaz, op. cit., pág. 116. mente así denominado por los autores que
se ocupan de estas disciplinas científicas,
• Por el Dr. BAÚL ANTONIO GEANONI. los que aluden al daño futuro y al daño
(1) Diccionario Enciclopédico Hispano Ameri-
eventual. Posiblemente, porque en ellas,
cano, t. 7, pág. 84, Ed. W. M. Jackson Inc. reviste esta última modalidad reducid»
(2) Bevilaqua, Código civil dos Estados Unidos
0.0 Brasil, t. 4, pág. 218. (4) Orgaz, A., £1 daño resarcible, pág. 47, II
(3) Laíaille, Curso de obligaciones, t. 1, pá- Bibliográfica Argentina, Bs. Airea, 1952.
gina 117, Ed. Biblioteca Jurídica Argentina, Bs. (5) 21 daño moral, pág. 64, Ed. Bibliografía
Aires, 1926. Nuestro Cód. clv. se ocup» de definir \rgentina, 1950.
«1 daño, en varios artículos: 519, 621 y siga, y (6) Diccionario Enciclopédico clt., t. 17, p4-
1067 y 1068. glna 170.
significación, desde que por lo menos, al- sibllidad de una reserva para un juicio
guna parte del daño debe ser actual y ha- ulterior (»).
berse acreditado en el juicio, porque de no Vinculado a este aspecto de la reparación
existir ningún perjuicio —aunque él apa- del daño futuro, la técnica jurídica estudia
rezca como posible o verosímil—, el Incum- la revisión de la sentencia definitiva, que
plimiento de la obligación o el acto Ilícito, fija el monto de la indemnización, cuando
no generarían responsabilidad. En este los hechos sobrevinientes revelan que el
caso, como lo menciona Orgaz (?), el Inte- daño resultante del incumplimiento de la
resado debe esperar que el perjuicio se obligación o del acto ilícito, es, en realidad,
produzca para entablar su demanda, sin superior o inferior al considerado por la
peligro de que se extinga su derecho por sentencia. Nuestro Código civil y nuestras
prescripción. leyes de procedimiento, no legislan sobre
El daño —actual o futuro— emergente este tópico, situación análoga a la de los
del incumplimiento de una obligación', o Derechos francés e italiano, mientras que
de un acto ilícito, será Indemnizable siem- otras legislaciones, como las de Suiza, Ale-
pre que sea cierto, no eventual o potencial; mania y Polonia, contemplan expresamen-
y, además, que sea la consecuencia inme- te la posibilidad de revisar el daño fijado
diata y necesaria de alguna de las situa- en un fallo judicial, sin el obstáculo de la
ciones anotadas, conforme lo señala el cosa juzgada (12). Dejamos simplemente
artículo 520 del Código civil («). "SI.el juez esbozado este tema, pues su desarrollo in-
indemniza las consecuencias futuras de un tegral excedería los límites de la voz a la
daño, es porque se halla capacitado para que nos estamos refiriendo.
apreciar, partiendo de la existencia cierta Es en el Derecho penal donde se hace
de un agravio, en forma más o menos referencia con mayor frecuencia al daño
exacta, las repercusiones que el hecho oca- potencial. En primer lugar, debemos re-
sionará más adelante, cálculo que, en cam- cordar que el daño en ciertos hechos de-
bio, no puede en manera alguna efectuar, lictuosos constituye uno de los elementos
a menos de entrar en el terreno movedizo objetivos de la acción y se concreta en la
e incierto de las conjeturas, cuando la lesión total o parcial del bien jurídico, que
existencia del agravio depende de la pro- la norma tutela (delitos de daño), mien-
ducción, de una serie de hechos contin- tras que en otros, el elemento objetivo se
gentes y extraños al hecho ilícito en cues- concreta y perfecciona con la mera posi-
tión" (9) . bilidad de la lesión (delitos de peligro) (">).
Salvo el caso en que la ley lo consagre Cabe aclarar, que al involucrarse el daño
expresamente, como ocurre con lo legislado como elemento conceptual del delito, se
por el artículo 471 del Código de comercio, emplea esa palabra, en un sentido algo im-
respecto a la responsabilidad del vendedor propio, por la excesiva generalidad que se
que después de perfeccionada la venta, le acuerda, desde que comprende tanto el
enajena, consume o deteriora la cosa ven- daño efectivo, como el meramente poten-
dida, el daño posible o probable, eventual cial, el daño privado y el daño público. Al
y futuro, no es indemnizable. decir de Soler («), "el daño puede even-
En tal sentido, ha dicho la Cámara civil tualmente ser un elemento constitutivo de
1* de la Capital Federal: "no corresponde la figura, y lo es con frecuencia; pero no
considerar al establecer la indemnización es un elemento conceptual de la definición
por daños y perjuicios, los daños futuros e genérica del delito, salvo que la expresión
hipotéticos, aunque pretendan afianzarse se emplee en el amplísimo sentido de la
en los resultados de estadísticas u otras lesión jurídica".
pruebas análogas" (i°). Pero, si bien el daño no es un elemento
Algunas legislaciones, como la alemana conceptual, en todas las figuras delictivas,
(arts. 256 y 280 del Cód. de proc. civ.), con en varias de ellas, como lo establece nues-
respecto al daño futuro, cuya cuantía y tra ley de fondo, concurre el daño: efec-
alcance no son previsibles, permiten la po- tivo o potencial, a tipificarlas como tales;
en algunos casos, como en el de los artículos
(7) Op. cií., pág. 47. Cita además «I autor, en- (11) Asi lo señala Hans A. Flsoher, tos daños
tre la jurisprudencia que asi lo reconoce, el fallo civiles y su reparación, trad. de W. Roces, pág. 123,
de la C&m. Com. de la Cap. del 22-9-936. Ed. Librería General de Victoriano Suárez, Ma-
(8) Colmo, A., Apuntes de Derecho civil, "Obli- drid, 1928.
gaciones", pág. 58, Ed. Talleres Gráficos de L. Boa- (12) Entre los autores nacionales. Orgaz (op.
to 1 Cia., Bs. Aires. 1917. cit., págs. 171 y slgs) estudia este tema con dete-
(9) Brebbla, op. cit., pág. 65. nimiento.
(10) V. fallos registrados «n J. A., 1943, t. 1, (13) Soler, 8., Derecho penal argentino, t 1,
pügs. 85, 166, 214 y 957; t. 36, pág. 596; t. 37, pág. 243, Ed. El Ateneo, Bs. Aires, 1940.
?4g. 110; t. 38, págs. 657 y 721; etc., ele. (14) Op. cit., pág. 308.
155, 292 y 293, en forma expresa, y en otros solidaridad nace de la ley y, en consecuen-
—artículos 175, inc. 3; 176 y 179—, en for- cia, la alteración no le agregaba un átomo
ma implícita, reconocida por la doctrina y a la obligación primitiva, ante la impoten-
la jurisprudencia. cia de dañar, la justicia estimó que no
Los autores estudian con mayor deteni- existía delito de falsedad.
miento, por la razón apuntada, el daño Con el mismo sentido lato, la doctrina y
potencial en los delitos de falsificación de jurisprudencia nacionales han interpretado
documentos, y desenvuelven con toda am- el concepto del daño potencial en la false-
plitud el verdadero significado del perjui- dad de documentos, 1Scomo condición objeti-
cio hipotético o eventual. El eminente va de punibilidad ( ).
maestro de la Universidad de Pisa, Fran- El perjuicio real o potencial que la ley
cisco Carrara, a quien por su profundo reclama, no es únicamente el de carácter
sentido didáctico recurrimos siempre para económico; puede ser: moral, político o de
esclarecer conceptos, nos señala en su Pro- cualquier otra índole, a condición que de-
grama de Derecho criminal (™), con ar- rive de la falsificación (").
gumentaciones y ejemplos prácticos, las Nuestra jurisprudencia ha establecido que
distintas modalidades del daño en potencia la posibilidad de perjuicio debe ser directa,
que puede ofrecer un documento falso. es decir, derivada del documento falso con-
Considera el egregio maestro que toda siderado en sí mismo, en cuanto es por sí
posibilidad de dañar, aún la más remota, susceptible de producir efectos jurídicos; y
integra el concepto de potencialidad; así, ha reconocido que en determinadas cir-
en el caso de falsedad en un documento cunstancias concurre posibilidad de perjui-
público viciado de nulidad, si éste puede cio para tipificar la falsedad,18en actos nu-
valer como documento privado, se consuma los, anulables y proscriptos ( ).
la falsedad lógicamente, sobre este último JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas.
tipo de documento, y no sobre el de carác-
ter público, desde que no existe éste en tal BIBLIOGRAFÍA. — La Indicada en el texto y notas,
carácter; en cuanto a los documentos res-
cindibles, cita como ejemplo un contrato DAÑO UNIVERSAL. Es el que fundamen-
estipulado por un menor, en el que éste se ta el criterio carrariano definidor de los
había obligado por mil y se le hizo un Delitos sociales (*).
agregado elevando la obligación a diez mil; Consiste en el daño inmediato causado
como la minoridad no opera ipso jure, la por el delito a todos los individuos, afec-
inutilidad de la estipulación, y se calcula tándolos no en sus derechos particulares)
que la familia puede estimar conveniente, sino como integrantes de una comunidad.
por razones de honor, respetar las obliga- Así, cuando se ataca a la justicia, si bien
ciones del menor y no valerse de la excep- se concreta la ofensa contra la persona a
ción, quedaría así injustamente dañada en quien va dirigida —el juez—, simultánea-
su patrimonio, en cantidad mayor de la mente se lesiona de modo inmediato el
determinada por el menor, la falsedad fue derecho, de todos y cada uno de los com-
admitida. ponentes del grupo social, a que la autori-
Para resaltar el carácter amplísimo del dad de la misma no se menoscabe por la
daño, que se requiere como extremo, en la acción de los malvados.
falsedad documental, cita el referido autor, En otros casos, el daño inmediato uni-
una jurisprudencia donde frente a la fal- versal es potencial; verbigracia, la circu-
sedad imputable a un usurero, en la que lación de moneda falsa, en la que, no
aparentemente el perjuicio se volvía con-
tra sí mismo, como ella podía incidir con- (16) Oderlgo, M. A., Código penal anotado.
pág. 378, con citas de Díaz 530, Ed. Ideas, Bs. Ai-
tra la familia del usurero, para salvar el res, 1942; Malagarriga, t. 3, pág. 304; Moreno, t. 6,
honor de la casa, reconoció la tipificación pág. 16; C. C. C., Fallo», t. 1, pág. 425; J. A.,
del delito. t. 56, pág. 606; B. E. J., t. 118, pág. 157; R. P. P..
Pero cuando la falsedad no tiene ninguna t. 12. pág. 903.
(17) Gómez, E., Tratado de Derecho penal, t. 6,
aptitud para causar daño, no existirá sino pág. 132. Ed. Compañía Argentina de Editores, Bs.
una mala intención y desaparecerán los Aires, 1942; Qderigo, M. A., op. ctt.. pág. 378, con
caracteres, tanto de la falsedad consuma- citas de: Garraud, t. 4, pág. 178; Lombardl, pigl-
da, como de la falsedad tentada; y así, en na 289; Malagarriga; t. 3, pág. 305; Díaz, pág. 530;
C. C. C., B. E. J., t. 113, pág. 157; id. R. P
el caso que cita como ejemplo, del adita- t. 12, pág. 293; S. C., Tucumán, J. A., t. 61.
mentp falso en un documento, de la cláu- glna 371.
sula de mancomún e in solidum, como la (18) Oderigo, M. A., op. cit., pág. 379.
(1) Carrara, Programa de Derecho criminal,lina.
"Parte general", t. 1, §§ 111, 112, 113 y slgs,
(15) "Parte especial", t. 7, págs. 306 y siga.. y sigs. y 374; Id. "Parte especial", t. 3, } "
Ed. Depalma, Bs. Aires, 1948. nota 1, ed. 1944.
obstante aparecer como efectivamente tinas. Solamente en el istmo de Panamá,
damnificados algunos pocos, todos resultan desde 1850 hasta la proclamación de su
perjudicados ante el peligro de recibir la independencia, es decir, en el transcurso
mala moneda. Se habría violado, en la es- de cincuenta y tres años, se han registra-
pecie, el derecho que todos tienen a que do más de cincuenta perturbaciones po-
se respete la fe de la moneda circulante. líticas de la más variada gravedad y na-
Cuando el hecho ataca directamente a turaleza O). Esa situación casi endémica
la persona moral (la sociedad), constituye de intranquilidad institucional en naciones
un delito político propio o directo; cuando con un alto coeficiente de población forá-
ataca directamente a un individuo o a un nea explica la frecuencia de los perjuicios
grupo de ellos lesionando un derecho que causados en el área del Caribe o en Sud-
corresponde a todos los miembros de la améríca a personas oriundas de las más
comunidad, nos encontramos frente al de- diversas comarcas del mundo. La primiti-
lito político impropio o indirecto. (K, C, D.) va y vulnerable economía de la mayor
parte de estos países, basada, por lo común,
DAÑOS A TERCEROS EN LA NAVEGA- en la explotación de dos o tres materias
CIÓN AEREA. (V. NAVEGACIÓN AÉREA [DAÑOS primas, ha favorecido, a su vez, las grandes
A TERCEROS].) inversiones de capital extranjero que abren
fácilmente la puerta a las intervenciones
DAÑOS CAUSADOS A EXTRANJEROS y aventuras imperialistas. Se comprende
POR REVUELTAS, INSURRECCIONES O así que Alejandro Alvarez haya incluido en
GUERRAS CIVILES.* STJMABIO: I. Conside- la tabla de materias del Derecho interím-
raciones generales. II. La práctica Interna- cional americano los problemas relativos
cional: entre las grandes potencias y entre a las reclamaciones de las grandes poten-
las grandes .potencias y los Estados débiles.
III. La doctrina Internacional: 1» Doctrinas cias contra los Estados del Nuevo Mundo,
que niegan la responsabilidad del Estado: pues aunque no se acepte la tesis del ilus-
a) Doctrina de la soberanía absoluta: tre tratadista chileno, es incuestionable que
b) Doctrina Calvo; c) Declaraciones unila- dichos problemas asumen en América una
terales de Irresponsabilidad; d) Cláusulas
contractuales de exoneración. 2» Doctrinas significación especial ( 2 ).
que admiten la responsabilidad del Estado: Doctrinariamente considerada, la cues-
a) Doctrina de la culpa; b) Doctrina de la tión —que no es más que un aspecto par-
oWgatio ex delicio; c) Doctrina de la ex-
propiación; d) Doctrina del riesgo estatal; ticular del vasto tema de la responsabili-
e) Doctrina de, la responsabilidad objetiva; dad internacional del Estado— se vincula
f) Doctrina de la "comunidad de fortuna". estrechamente con las distintas concepcio-
IV. Las resoluciones del Instituto de Dere- nes acerca de la soberanía sustentadas por
cho Internacional. V. Los votos de las Con- los políticos y los jurisconsultos; con las
ferencias americanas. VI. Estado actual de
la cuestión: 1» El problema en vísperas de teorías dualistas y monistas sobre las rela-
la Tercera Conferencia de La Haya: a) El ciones entre el Derecho externo e interno
punto de vista europeo; b) El punto de vis- y con la posición que se asigné al indivi-
te 3-oierlcano. 2» Loa debates de La Haya. duo en el dominio de las relaciones in-
S« Conclusiones extraídas de la práctica de
loe Estados y de la doctrina internacional. ternacionales. Bajo su faz empírica, en
cambio, el asunto interesa en forma dia-
I. Los- daños irrogados a los extranjeros metralmente opuesta a las grandes poten-
en el territorio de un Estado a consecuen- cias y a los Estados medianos o pequeños.
cia de revueltas, insurrecciones o guerras Para las primeras, las reclamaciones por
civiles plantean problemas políticos y ju- daños irrogados a sus nacionales han sido,
rídicos que revisten esencial interés para en múltiples oportunidades, como lo con-
las repúblicas latinoamericanas por tres firma una abundante casuística, el pretex-
tactores que no requieren mayor estudio: to preferentemente invocado para coho-
1», la inestabilidad institucional que des- nestar ilegítimas coacciones o disfrazar
de los días de la emancipación ha afecta- verdaderas conquistas territoriales ( 3 ). Los
do a casi todos los países; 2°, el elevado Estados pequeños o medianos, por su parte,
número de extranjeros que el fenómeno en celosa salvaguardia de su soberanía,
migratorio trajo y trae aún a regiones es-
casamente pobladas, y 3°, la debilidad mi- (1) Martin Garcia Merou, M.. Historia de la di-
litar e industrial de estas jóvenes repú- plomacia americana, t. 2, ps. 327 y 328, B. As., 1940.
blicas frente a los Estados Unidos y las ' (2) Alvarez, A., Le Droit international ameri-
grandes potencias de Europa. Se ha dicho eáin, pág. 275, Paris,
.(3) Tal carácter tuvieron, entre otras, las in-
que la historia de Latinoamérica es la his- tervenciones de Francia en Indochina, México y
toria de sus revoluciones y luchas intes- Madagascar; las de Gran Bretaña en Egipto y en
el Transvaal; etc. Cons. Luis A. Podestá Costa,
Ensayo sobre las luchas civiles y el Derecho in*.
' Por el Dr. RÜDESINDO MARTÍNEZ. ternacional, pág. 87, Bs Aires, 1926.
han procurado substraerse a la acción in- de esa norma en las relaciones interesta-
tervencionista de ias grandes potencias tales y procuran, a la vez, que se reconozca
recurriendo a los más variados expedien- el principio de que ninguna culpa del débil
tes: declaraciones constitucionales y cláu- autoriza a los fuertes a proceder coerciti-
sulas contractuales de irresponsabilidad, vamente contra él ( 5 )L Algunos episodios
atribución de competencia a los tribunales extraídos de la historia diplomática bastan
locales para entender en las reclamaciones para confirmar las palabras del eminente
por perjuicios originados a los extranjeros, jurista: 1°) En 1891, varios italianos acu-
equiparación legal de éstos con los nacio- sados de asesinato en Nueva Orleáns y
nales y limitación de la protección diplo- absueltos por el jurado, fueron linchados
mática a los casos de manifiesta denega- por una multitud exaltada en el patio de
ción de justicia. la prisión, sin que las autoridades pudieran
Dentro del territorio de un Estado, los evitarlo. Aun reconociendo que había exis-
extranjeros pueden ser perjudicados, ya sea tido culpa in vigilando, falta de diligencia,
en su persona o en su patrimonio por re- por parte de los guardianes, el gobierno de
vueltas, insurrecciones o guerras civiles. Washington intentó eludir toda responsa-
Revuelta es un término genérico que abarca bilidad, alegando que la ley de Lynch for-
diversos modos de alteración de la paz so- maba parte de la Constitución consuetu-
cial —desórdenes, tumultos o disturbios— dinaria del país, y si finalmente, ante la
no siempre fáciles de delimitar, pero que enérgica actitud de Italia, el Congreso votó
se caracterizan por la falta de cohesión, una indemnización de 125.000 francos, fue,
por la ausencia de vinculación y de fina- según podía inferirse de las palabras del
lidades políticas entre sus protagonistas. presidente de la Unión, sin admitir, en
La insurrección comprende, en cambio, el forma alguna, la responsabilidad interna-
jnotín, la asonada, la sedición, la rebelión, cional de los Estados Unidos; por simples
el pronunciamiento y todas las demás for- razones de humanidad, "por el gran pla-
mas de insubordinación o sublevación que cer de pagar una indemnización satisfac-
acusan la existencia de vínculos y objetivos toria" («).
políticos entre sus actores, con jefes, pro- 2°) En 1893, la población francesa de
grama y hasta filosofía cuando se trata de Aigues-Mortes, movida por sentimientos
una auténtica revolución. Hay, por último, xenófobos, atacó a los obreros italianos que
guerra civil nacional o internacional cuan- trabajaban en aquella localidad, dando
do los insurrectos son reconocidos como muerte a alguno de ellos e hiriendo a otros.
comunidad beligerante por el gobierno A pesar de que la administración de jus-
constituido o por uno o más gobiernos ex- ticia adoptó diversas medidas para la más
tranjeros (*). amplia e imparcial investigación del caso,
II. Anzilotti subrayó, hace ya medio si- el veredicto absolutorio en favor de die-
glo, al estudiar el problema de la respon- ciséis franceses y un italiano emitido por
sabilidad internacional del Estado por da- el jurado de la Charente, suscitó violentas
ños causados en su territorio a subditos manifestaciones antifrancesas en Roma,
extranjeros, que 'las convicciones de los Genova y Ñapóles O). Ninguna responsa-
Estados acerca de este punto son contra- bilidad internacional correspondía a Fran-
dictorias. Unos, generalmente los europeos cia por el lamentable suceso, ya que la
—más apropiado sería decir los podero- acción judicial, iniciada sin tardanza, se
sos—, si bien al acordar indemnizaciones había substanciado normalmente y al abri-
a los extranjeros dejan expresa constancia go de los reclamos de la opinión pública
de que no entienden cumplir una obliga- local. La sentencia beneficiaba, por lo de-
ción, sino realizar una liberalidad, se es- más, a un acusado italiano. No era posible
tuerzan por imponer a los Estados sudame- invocar denegación de justicia y únicamen-
ricanos —más correcto sería decir a los te por cortesía internacional Francia abonó
débiles— como regla de Derecho interna- a Italia 420.000 francos para las victimas
cional, el deber de indemnizar a los ex- de la revuelta de Aigues-Mortes, mientras
tranjeros perjudicados por revueltas, revo- el gobierno italiano entregaba 30.000 fran-
luciones o guerras civiles; pero estos últi-
mos oponen viva resistencia a la admisión (5) Cons. Anzilotti, A., "La responsab'üíé !n-
ternationale des Etats a raison des dommsga
(4) Fauchllle, P., Traite de Droit International soufíerts par des étrangers", en Revue Générult
public, t. 1, paga. 308 a 311. París, 1921; Podestá de Droit International PuWc, t. 13, pág. 304, Pa-
Costa, ob. clt., pág. 15, y Derecho internacional rís, 1906.
público, t. 2, paga. 284 y 288, Bs. Aires, 1955: (6) Rev. Gen. de Droit Int. Ptib., t. 14, pí-
Wehberg, H., "La guérre clvlle et le Drolt Interna- glna 677.
tional", en Rec.-u.eil des Cours, de la Académle de (7) Rev. Gen. de Drolt Int. Pub., t. 1, pigl-
Drolt International, t. \, pág. 88, París, 1938. ñas 174 y 175.
eos al gobierno francés para los perjudi- cañón, la regla contraria. Tanto aquellas
cados por las demostraciones antifrancesas potencias como estas repúblicas se han re-
que habían tenido lugar en la península. sistido a admitir, convencional o consuetu-
3?) A fines del siglo pasado, subditos dinariamente, el principio de la obligación
alemanes, belgas, españoles, franceses e internacional de indemnizar a los extran-
ingleses, residentes en Venezuela, sufrieron jeros perjudicados por revueltas, insurrec-
serios daños durante las luchas civiles que ciones o guerras civiles.
asolaban a aquella república. Invocando la III. La doctrina internacional acerca de
ley del más fuerte, los Estados europeos estas cuestiones es extraordinariamente
reclamaban del gobierno venezolano la in- variada.
demnización de tales perjuicios, en tanto 1? La posición negativista ha sido sos-
que las autoridades de Caracas se ampa- tenida, desde distintos ángulos y con dife-
raban en los principios y normas del Dere- rentes propósitos, por ilustres intemacio-
cho. La vía judicial no era aceptable para nalistas de uno y otro hemisferio.
las potencias del viejo mundo, que descon- a) Para los autores aferrados al clásico
fiaban de los tribunales venezolanos "por principio de la soberanía, la idea de una
las proporciones inverosímiles que asumía responsabilidad recíproca de los Estados
la lentitud de sus procedimientos". Sin es- es inconciliable con la suprema potestas de
perar a que se produjese una denegación los mismos, y cuando un Estado, en ciertos
de justicia —único supuesto en que Vene- casos, acuerda a otro una indemnización
zuela hubiera podido ser declarada inter- pecuniaria, lejos, de reconocer la existen-
nacionalmente responsable de los perjui- cia de una obligación jurídica a su cargo,
cios cuya indemnización reclamaban las se impone voluntariamente un deber en
potencias— se llegó a la ruptura diplomá- beneficio de la paz general ( w ). Entendida,
tica y más tarde a verdaderos actos de desde Bodin hasta Hegel, como la facultad
guerra contra un país indefenso («). de determinarse libre e irrestrictamente sin
49) Por la misma época e invocando sujeción a ninguna norma o autoridad, la
también el quia nominar leo, siete Estados soberanía lleva en sí, a modo de lógico co-
europeos (Austria-Hungría, Bélgica, Dina- rrelato, la absoluta irresponsabilidad del
marca, España, Francia, Italia y Rusia), poder estatal. En un intento de armonizar
para resarcirse de daños sufiidos por sus los conceptos de soberanía y responsabili-
nacionales, hicieron víctima al Brasil de dad, hay quienes aducen que ésta en lugar
parecidos procedimientos abusivos. En va- de entrañar el desconocimiento de aquélla,
no el ministro brasileño de Relaciones es más bien su garantía internacional, a
Exteriores comunicó a las potencias que causa de la reciprocidad que siempre se
por una ley de 1894, se había dado compe- establece entre las restricciones que com-
tencia a la justicia federal para entender porta y las ventajas que ofrece el reinado
en reclamaciones de esa especie. Las ins- del Derecho ( n ).
tituciones del Brasil —incluso su poder b) En salvaguardia de la soberanía e in-
judicial— carecían de prestigio ante los dependencia de los Estados débiles, Calvó
gobiernos europeos que en defensa de los expuso una doctrina que no tardó en ad-
intereses de algunos de sus subditos no quirir gran predicamento. Fundada en la
vacilaban en recurrir, contra un país ame- igualdad que en el orden internacional de-
ricano, a una inicua extorsión internacio- be existir entre los Estados y en el orden
nal (»). interno entre los individuos, la tesis de
De los cuatro característicos casos .resu- Calvo rechaza tanto la creación de un pri-
midos, así como de muchos otros análogos, vilegio exorbitante y funesto en favor de
se desprende que las grandes potencias, los Estados fuertes, como el reconocimien-
mientras proclamaban su irresponsabilidad to de una desigualdad injustificable entre
por perjuicios irrogados a los extranjeros nacionales y extranjeros dentro de cada
a causa de perturbaciones sociales o polí- país. Después de citar, en apoyo de sus
ticas, se servían de todos los medios a su ideas, numerosos episodios y autorizadas
alcance, incluso de la fuerza, para obligar opiniones de publicistas y hombres de Es-
a los Estados débiles —principalmente a tado, Calvo llega, en esta materia, a las
las repúblicas latinoamericanas— a acep- siguientes conclusiones: !<?), que el prin-
tar, bajo los requerimientos brutales del cipio de indemnización y de intervención
diplomática en favor de extranjeros per-
(8) Rev. Gen. te Droít Int. PwD, t. 2, pági- judicados por guerras civiles no ha sido ni
nas 344-349. Cons. Dumas, J., De la responsabilité
internatianale des Etats a raison de crimes ou de (10) Cons. .Th. Punch-Brentaho et Albert So-
Uüti commi» sur leur terrítoire au préjudice rel, Precie du Droit des gens, págs. 334 y 235, Pa-
í'tínngeri, paga. 85-87, París, 1930. rís, 1877; Fauchille, ob. cit., t. 1, pág. 514.
(9) Rev. Gen. de Droít Int. Pitb., t. 2, pág. 340. (11) Cons. Dumas, ob. cit., pág. 10.
e* admitido por ninguna nación de Europa los extranjeros perjudicados por revueltas
p de América; 29), que las grandes po- o guerras civiles. Nadie está facultado
tencias, al ejercer o imponer ese preten- —se ha dicho en ese orden de ideas— para
dido derecho 'contra los Estados relativa- crearse por si mismo un medio de libera-
mente débiles, cometen un abuso de poder ción, una causa de extinción de sus obli-
y de fuerza tan contrario a su propia le- gaciones. El principio de que las reclama-
gislación como a la práctica internacional ciones contra un Estado no' pueden ser
y a las conveniencias políticas (12). enervadas por las leyes o decretos de irres-
Concordante con esos principios, Guerre- ponsabilidad dictados por ese Estado, ha
ro ha sostenido, después de la primera prevalecido en las sentencias arbitrales
guerra mundial, que los Estados no son pronunciadas contra Venezuela en los al-
responsables por daños originados a los bores de nuestro siglo (16).
extranjeros a consecuencia de disturbios, Sin duda, el extranjero que se establece
Insurrecciones o guerras civiles, salvo en en un país se somete voluntariamente al
caso de denegación de justicia —restricti- imperio de su Constitución y de sus leyes;
vamente interpretada— de arbitrarlas apro- pero esa obligación, que no ofrece dificul-
piaciones de bienes por parte del poder tades en los Estados que han alcanzado
público o de perjuicios irrogados a los ex- cierto grado de civilización y de cultura,
tranjeros por revueltas dirigidas contra se complica en aquéllos que se encuentran
ellos en su calidad de tales y sin que el en una etapa inferior de su evolución so-
Estado haya cumplido sus elementales de- cial y no reconocen ni garantizan los de-
beres de vigilancia y represión (U). rechos inherentes a la personalidad huma-
c) Con el propósito de substraerse a na, cuyo respeto, sin diferencias de raza,
las reclamaciones de las grandes potencias, sexo, idioma o religión, deben desarrollar
algunas repúblicas latinoamericanas acu- y estimular las Naciones Unidas (articulo
dieron al expediente de insertar en sus 1°, inc. 4° y demás concordantes de la Car-
Constituciones o en sus leyes y decretos ta de San Francisco), y especialmente to-
cláusulas de irresponsabilidad por daños dos los Estados que en 1948 aprobaron, en
ocasionados a los extranjeros en el curso París, la Declaración Universal de los De-
de revueltas, insurrecciones o guerras ci- rechos Humanos.
viles ( 14 ). En principio, esas declaraciones d) Más complejo es el problema plantea-
unilaterales de exoneración serian tan in- do en esta materia por las cláusulas de
operantes como las formuladas con ánimo irresponsabilidad consignadas en muchos
de eludir las responsabilidades del Derecho tratados concluidos entre numerosas re-
común por los propietarios, los inquilinos públicas latinoamericanas o entre algunas
y los hoteleros en caso de daños originados de ellas y ciertos Estados de Europa (»).
por animales domésticos o cosas inanima- Transportando al ámbito del Derecho
das. La severa y minuciosa íey sancionada internacional público, principios recogidos
por el Ecuador en 1888 dio lugar a una por las leyes y tribunales nacionales, se ha
protesta del cuerpo diplomático acreditado cuestionado la validez de las cláusulas
ante el gobierno de Quito, por conceptuar contractuales de irresponsabilidad interna-
que sus disposiciones' eran contrarias al cional en materia de delitos y de cuaside-
Derecho internacional («). En 1900, Brasa litos. Brusa propuso en 1898, ante el Insü-
y De bar propusieron al Instituto de De-
recho Internacional la exclusión de las de- (16) Cons. Dumaa, ob. clt., págs. 329, 352 y 353,
claraciones unilaterales que no admitieran (17) Solivia y España, 1861; Perú y Bolilla,
o limitaran la obligación de indemnizar a 1863; .Argentina y Bollvla, 1868; Venezuela y &
Salvador, 1884; Venezuela y Francia, 1885; Fran-
cia y México. 1886; Ecuador y Bélgica, 1887; Ecua-
(12) Calvo, Ch., Le Droit international théo- í'.or y Francia, 1888; Ecuador y España. 1888; Co-
rique et praUque, t. 3, llv. XV, §§ 1280-1297, Pa- lombia y Alemania, 1892; Colombia e Italia. 1893;
rte, 1896. Cons. Calvo, Derecho Internacional teó- Paraguay e Italia, 1803; España y Hondura»,
rico y práctica de Europa y América, t. 1, § 281. 1894; España y Colombia, 1894; Honduras y Nlra-
París. 1868. ragua, 1894; Honduras y Guatemala, 1895; Hondu-
(13) Guerrero, O., Responaabilité dea Etats, y ras y El Salvador, 1895; Bollvla y Oran Bretaña,
«n Dictionnaire Diplomattque, de la Académie Di- 1911; etc. tos Estados Unidos, que en 1870 ettt-
plomatlque International, t. 2, pag. 571, Paria. pularon con Perú la cláusula de Irresponsabilidad,
(14) .Se registran aún' cláusulas de esa natu- declararon en 1888, al sancionarse en Ecuador lt
raleza en las Constituciones de El Salvador, ano ya citada ley en ese afio, que ''en ningún cao
1933. arta. 13 y 14; de Guatemala, año 1945, ar- podrían consentir que sus disposiciones tutrsi
ticulo 40; de Honduras, año 1036, arta. 18 y 19; Invocadas para rechazar una reclamación presen-
de Nicaragua, afio 1939, arta. 24 y 25,. y dé Vene- tada por su gobierno". V. Rev. Gen. de Droit Int.
zuela, año 1936, art. 40. Análogas disposiciones Pub.. t. 2, pag. 395; Podestá Costa, El orfnm/ero
contenían los decretos de Perú, 1846; Bollvla, 1871; en la guerra civil, págs. 127, 131 y 1,33. Bs Airo,
Venezuela, 1873, y la ley ecuatoriana de 1888. 1913; Podestá Costa, Derecho internacional pitu-
(15) Copa. Alvarez, ob. clt.. págs. 120 y 121. co, t. 1, pág. 483; Alvarez. ob. clt., páj[. 123.
tuto de Derecho internacional, en su sesión eliminando al culpable, que quedaba así a
de La Haya, que las cláusulas bilaterales merced del grupo lesionado.
de irresponsabilidad no fueran, en general, a) Fue Orocio —que en ésta, como en
reconocidas por no armonizar con la mi- tantas otras materias dejó la impronta de
sión del Estado moderno. Dos años después, su genio— quien introdujo en el Derecho
en su sesión de Neuchátel, el Instituto se internacional el concepto romano de la
pronunció contra las cláusulas recíprocas culpa aquiliana En su clásico tratado Del
de irresponsabilidad, aconsejando a los Es- derecho de la guerra y de la paz, el famoso
tados que evitaran insertarlas en sus tra- polígrafo holandés echó las bases, de una
tados, por considerar que tales estipulacio- teoría destinada a ejercer una influencia
nes tienen el inconveniente "de dispensar secular en el planteamiento doctrinario del
a los gobiernos del deber de proteger a vasto y complejo problema de la responsa-
sus nacionales residentes en el extranjero bilidad internacional del Estado por per-
y a los extranjeros en su territorio". Cuan- juicios irrogados a los extranjeros en su
do los Estados, por circunstancias extra- territorio a consecuencia de revueltas, in-
ordinarias, no pueden asegurar á los ex- surrecciones o guerras civiles. Basado en
tranjeros una protección suficiente, con- que la responsabilidad por el hecho de los
viene, según el prestigioso cuerpo, que les subordinados es una regla del Derecho ci-
prohiban temporalmente la entrada en el vil y no del Derecho de gentes, Grocio sos-
territorio, para sustraerse a las consecuen- tiene, en oposición al concepto de la soli-
cias de aquel estado de cosas. Finalmente, daridad grupal, que el Estado en cuyo
al declarar que las cláusulas de mutua exo- territorio se encuentra el culpable, debe
neración entre los Estados del deber de castigarlo o entregarlo, si pudiese probar-
prestar protección diplomática a sus na- lo (20). Más adelante, después de precisar
cionales, "no deben comprender los casos el alcance de esa obligación disyuntiva,
de denegación de justicia o de evidente recuerda numerosos ejemplos históricos de
violación de la justicia o del derecho de reclamaciones formuladas y de guerras
gentes", el Instituto introdujo una expre- habidas por no haberse observado aquel
sión oscura y de imprevisibles alcances en principio, tanto en los tiempos bíblicos
resoluciones votadas contra cláusulas que, como en Grecia y Roma (21). Enseña, en
en realidad, no dispensan a los Estados de otros pasajes de su obra, "que la comuni-
ningún deber, sino que reglamentan el dad, lo mismo la civil que otra cualquiera,
cumplimiento de sus deberes y el ejercicio no está obligada, por hechos de los parti-
de sus derechos en la materia (18). En su culares sin hecho u omisión propios", y
sesión de Lausana (1927), el Instituto de que entre los modos por los cuales los rec-
Derecho internacional, al establecer jerár- tores de los demás participan del crimen,
quicamente los procedimientos para resol- hay dos que tienen mayor uso y necesitan
ver todos los diferendós acerca de la res- de diligente consideración: la paciencia y
ponsabilidad de los Estados, reconoció en la aceptación, la 22
tolerancia o el auxilio a
forma Implícita las cláusulas de exonera- los delincuentes ( ), concepto del cual se
ción, dejando el pronunciamiento sobre su ha deducido la distinción un tanto tenue
validez a cargo de una instancia Interna- e imprecisa entre responsabilidad directa
cional (i»), e indirecta de los Estados.
2?) En la antigüedad y en la Edad Me- La doctrina de la culpa, elaborada con
dia, el principio de la solidaridad del gru- ingredientes del Derecho privado romano,
po hacia responsable á éste de los crímenes ha sido rebatida por todos los autores mo-
de sus miembros. El Código de Hammurabí dernos que basan la responsabilidad del
y las leyes .mosaicas consagraban, respec- Estado sobre otras ideas y aún por aque-
tivamente, la responsabilidad de la ciudad llos que admiten, dentro de la teoría tra-
o de la tribu por los delitos de cualquiera dicional, excepciones al principio funda-
de sus habitantes o miembros. El principio mental de la 'misma. Anzilotti ha dicho
de la solidaridad familiar informa tam- que la doctrina de la culpa, fruto de la
bién ciertas instituciones represivas del an- influencia ejercida por el Derecho romano
tiguo Derecho de China y Grecia. Entre los sobre la ciencia del derecho de gentes, debe
germanos, la comunidad respondía por los ser absolutamente descartada. No puede
crímenes de sus miembros y podía subs- haber, en sentido psicológico, voluntad del
traerse a las consecuencias de ese sistema Estado, sino simplemente voluntades indi-
(20) Orocio, H., Del derecho de la guerra y de
(18) Annuaíre de ¡'Instituí de Droít Interna- ¡a paz, t r a d d e Jaime Torrublano Rlpoll, llb. 3,
flona!, ed. abreviada, yol. 4, págs. 641 y 642. cap. 17, § XX, 1 y 2.
119) .Annuaire de l'JnsUtut de Drolt ¡nterna- (21) Ibfd., llb 2, cap. 21, § IV. 1. 2 y 3.
1927, t. 3, pág. 334. (22) Ibid.. llb. 2, cap. 21, § II, 1 a é.
viduales, y es erróneo, en consecuencia, insurrecciones o guerras civiles y las alte-
tratar de fundar la responsabilidad del raciones del orden social tienen, muchas
Estado sobre una culpa m eligiendo o in veces, carácter de fuerza mayor. La teoría
vigilando (^). El citado autor añade, sin del quasi ex-delicto ha dado nacimiento,
embargo, que como "el Estado es responsa- por lo demás, a varios sistemas, sintética-
ble únicamente en la medida en que ha mente estudiados por Podestá Costa: el que
omitido, en el cumplimiento de su deber, partiendo de la equiparación de los extran-
la diligencia a que se halla obligado", y jeros con los nacionales, sólo admite el
como "la debida diligencia puede medirse derecho de aquéllos a reclamar indemniza-
por la que el Estado despliega en sus pro- ción cuando hubiesen sido damnificados
pios asuntos, o bien por la que desplegaria en su calidad de tales o menos protegidos
un Estado bien ordenado, no se puede ne- que los nacionales; el que hace internacio-
gar que en tales casos la analogía con la nalmente responsable de los perjuicios su-
noción tradicional de la culpa es eviden- fridos por los extranjeros en razón de in-
te" (2'i)..;. Opónense otros a la teoría de la surrecciones o guerras civiles al Estado en
culpa o negligencia del Estado, aduciendo cuyo territorio hubieren ocurrido los hechos
que la prueba de tal requisito tornaría sin que las autoridades procedieran "con la
ilusorios, casi siempre, los derechos del debida diligencia" para asegurar el orden;
extranjero lesionado, y que el traslado de y el que fundado en que siempre existe
nociones del Derecho privado al Dere- presunción de culpa por parte del Estado,
cho internacional público no es teórica- sólo le exime de responsabilidad si se pro-
mente aconsejable ni prácticamente con- bare lo contrario (").
veniente. c) Por analogía con los principios que
b) Según otros autores, la responsabili- rigen en materia de expropiación, Brasa
dad internacional del Estado por perjuicios ha sostenido que los extranjeros, por las
irrogados a los extranjeros, a causa de in- ventajas que proporcionan al Estado en
surrecciones o guerras civiles, surgiría de cuyo territorio se establecen, deben gozar
la propia impotencia del Estado para do- de una protección especial y tienen un
minar los acontecimientos. Los Estados de- derecho personal a ser Indemnizados por
ben velar por la seguridad y bienestar de los perjuicios sufridos a causa de insurrec-
sus habitantes, y si una revuelta, una ciones o guerras civiles. No existe, por parte
insurrección o una: guerra civil perjudica a del Estado, una obligación absoluta y for-
subditos extranjeros,'se presume la respon- mal, y el caso puede resolverse en una sim-
sabilidad internacional quasi ex delicio ple compensación, que se fijara teniendo
del Estado donde han ocurrido los hechos. en cuenta la vitalidad del Estado y su si-
Los extranjeros, aunque obligados a some- tuación financiera, sin que sean admisibles
terse a las leyes locales, no están ligados las cláusulas de irresponsabilidad recíproca
por la violencia o la arbitrariedad, y ne- insertas en ciertos tratados, porque el Es-
garles el derecho a la indemnización con- tado no puede disponer de los derechos
figuraría un verdadero abuso (25). del extranjero y porque alientan a las ban-
Para De Bar, ese razonamiento encierra das y a los jefes de insurrecciones a con-
una petición de principio y desconoce la sumar tropelías y despojos. La obligación
marcha de la civilización. "La obligación de indemnizar surgiría, en conclusión, del
del Estado —agrega— no ha existido en hecho de sacrificar o dejar sacrificar los
los orígenes, y no ha podido ser suprimida intereses particulares al interés general,
por leyes arbitrarias. Es, por el contrario, como ocurre cuando el Estado expropia
si es que existe, de reciente aparición" (2«). bienes privados por causa de utilidad pú-
Por otra parte, ningún Estado ha logrado blica. La obligación de indemnizar daños,
hasta el presente una organización tan per- basada, pues, en el hecho de que el Estado
fecta que lo coloque al abrigo de revueltas, recibe servicios, sólo adquiere relevancia
internacional cuando hay denegación de
(23) Anzilotti, Curso de Derecho internacional. justicia o violación de un tratado (28).
trad. de Julio López Olivan, t. 1, págs. 434, 435, A esa argumentación cabe oponer: que
436 y 438, Madrid, 1935.
(24) Ibid., t. 1, pág. 441. los extranjeros, cuando llegan a un país
(25) Wtesse, Ch., Le Drott International appli- con ánimo de establecerse y trabajar en él,
qué aux guerrea civiles, ed. francesa, págs. 45, 46 persiguen generalmente su propio benefi- .
y 52, Lausanne, 1898; Podestá Costa, El extranjero ció, buscando el bienestar que no hallan en
en la guerra civil, pág. 182.
(26) De Bar, L., "De la responsabülté des
Ktats á raigón des dommages souííerts par des (27) Cons. Podestá Costa, El extranjero en It
étrangers en cas de troubles, d'émeute ou de guerra civil, págs. 182 a 186.
guerre civile", en Revue de Drott International et (28) Annuaíre de l'Institut, 1898, t. 17, pági-
de legi&ation Comparée, 2» serie, 1899, t. 1, pá- nas 96-137; Cons. Guerrero, Dictionaire Diploma-
gina 470/' tique, t. 2, pág. 568.
su patria, o una inversión ventajosa para teoría de la culpa (S1). En cuanto a los be-
sus capitales, como lo prueba el alto tipo neficios que, según los partidarios del ries-
de interés que se exige en los Estados" po- go estatal, reportan al Estado, desde el
líticamente inestables; que las grandes em- punto de vista económico, los extranjeros
presas realizan, por lo común, sus más lu- radicados en su territorio, cabe subrayar,
crativos negocios en los países de escaso como en el caso de la teoría propuesta por
desarrollo económico e institucional, y que Brusa, que los extranjeros, cuando se es-
la teoría de la expropiación, inspirada en tablecen, adquieren bienes o ejercen alguna
principios del orden jurídico local, funda- actividad lucrativa en otro país, persiguen,
mentaría, a lo sumo, la responsabilidad del ante todo, su interés personal, buscando,
Estado en el cuadro del Derecho público casi siempre, el bienestar y seguridad que
nacional, pero no 29en el del Derecho inter- no encuentran muchas veces en su propia
nacional público ( ). • patria.
d) Ante el Instituto de Derecho inter- e) Partiendo dé la concepción dualista
nacional Fauchille expuso, en 1900, su co- del Derecho expuesta por Triepel a fines
nocida teoría del riesgo estatal, "Puesto del siglo xrx, en una obra famosa (32),
que el Estado obtiene ventajas de los ex- Anzilotti ha desarrollado ampliamente la
tranjeros que se hallan en su territorio doctrina de la responsabilidad objetiva. El
-ha dicho el eminente internacionalista Derecho internacional, según ese autor, re-
francés—, debe reparar los daños causados gula exclusivamente las relaciones que se
a esos extranjeros por revueltas o guerras establecen entre los Estados. Nunca puede
civiles, a menos que dichos daños sean haber, desde el punto de vista interna-
ocasionados por culpa, Imprudencia o ne- cional, relación entre el Estado y los in-
gligencia de los propios extranjeros per- dividuos. Cuando un Estado se obliga
judicados" (s«). La noción del riesgo esta- jurídicamente a tratar de una manera
tal, inspirada en las modernas concepciones determinada a ciertos individuos, esa obli-
que acerca de la responsabilidad objetiva gación no existe frente a éstos, sino con
rigen en muchos países —riesgo profesio- respecto al Estado que tiene derecho a
nal, riesgo judicial, riesgo universitario, et- exigir que ciertos individuos sean tratados
cétera—, parece tener un antecedente le- de determinada manera. Ahora bien, como
gislativo en la ley francesa del 18 de abril el Derecho internacional obliga a los Es-
de 1914, que, modificando la del 5 de abril tados a observar ciertas normas relativas
de 1884, dispone que el Estado, en virtud a la condición jurídica de los extranjeros
del riesgo social, debe contribuir con un residentes en su territorio, la violación de
cincuenta por ciento al pago de las in- dichas normas puede constituir un acto
demnizaciones a cargo de las comunas por contrario al Derecho internacional y dar
daños y perjuicios resultantes de delitos nacimiento a la responsabilidad interna-
cometidos en su territorio por grupos de cional del Estado que ha transgredido
gentes armadas o no contra las personas o aquellas normas frente al Estado que ten-
los bienes de propiedad pública o privada. ga derecho a exigir un comportamiento
Pero la citada ley francesa de 1914 declara, diferente. No hay, ni puede haber nunca,
por otra parte, expresamente, en su artícu- responsabilidad internacional del Estado
lo 108, parágrafo 2, que si la municipalidad frente a los individuos, sino frente al Es-
hubiese faltado a sus deberes por inercia tado al cual pertenezcan los individuos per-
o connivencia con los amotinados, el Esta- judicados. Si en el Derecho interno el in-
do puede ejercer un recurso contra la co- dividuo es sujeto de derechos y deberes¡ en
muna hasta la concurrencia de un sesenta el dominio de las relaciones internacionales
por ciento. Admítese, pues, la existencia de no es más que objeto de los derechos y de-
una culpa de la colectividad por omisión beres mutuos de los Estados. El principio
o por acción, por inercia o por contdvencia, de la igualdad entre extranjeros y nacio-
lo que entraña una clara negación de la nales —agrega Anzilotti— no constituye
doctrina del riesgo estatal enunciada por todavía una regla de Derecho internacio-
Fauchille, o un retorno puro y simple a la nal, pero en virtud de un principio general
todo Estado está obligado ante los otros
!25) Cons. De Bar, De la responsabilité des Estados a reconocer a sus respectivos na-
Raíl a misan des dommages soufferts par des cionales la calidad de personas, de sujetos
etamjers..., págs. 466-470; Podestá Costa, Ensayo de derecho. Tras de estudiar la denegación
B&TÍ !ii lucíüa civiles y el Derecho internacional,
$9. cd, 91, 97 y 98, y Derecho internacional pú- de justicia y de examinar las condiciones
bto, t, 1, pág. 446; Guerrero, Dictionnaire diplo-
•Mitiue, t. 1, pág. 588. '31) Dumas, ob. cit., págs. 118-116.
(30) Annmtre de l'lnstitut, t. 28, págs. 234 (S3) Trlepel, H., Vólkerrecht und Landres-
T il$.; Fauchílle, Traite de Droit international recht, Leipzig, 1899; trad. francesa de R. Brunet,
F»b!(c, t. 1, páge. 521 y 523. París-Oxíord, 1820.
de la imputabilidad en general, el autor los extranjeros a causa de revueltas o ta-
señala, por último, que, en materia de res- chas civiles plantearía fatalmente un con-
ponsabilidad internacional de los Estados, flicto internacional, o los damnificados
por daños causados a extranjeros en caso carecerían de toda acción cuando su Esta-
de revueltas o guerras civiles, hay que dis- do no quisiera o no pudiera asumir la de-
tinguir dos cuestiones: 1* Si el Estado, fensa de los intereses de aquéllos. Abando-
para substraerse a la responsabilidad in- nado el clásico concepto de la soberanía
ternacional emergente de la violación de absoluta, la teoría y la práctica del dere-
sus deberes relativos al tratamiento de los cho de gentes van reconociendo en forma
extranjeros perjudicados por revueltas o progresiva la personalidad .jurídica del
guerras civiles, puede invocar la necesidad hombre e inclusive la posibilidad y conve-
en que se ha visto de obrar así, y 2*. si el niencia de su acceso a las instancias inter-
derecho de gentes obliga a los Estados a nacionales.
admitir en su legislación el principio de la f) Podestá Costa ha expuesto, en varias
indemnización a los extranjeros por daños de sus obras (8e), la doctrina llamada de
sufridos a consecuencia de revueltas, insu- la comunidad de fortuna, que, sin buscar
rrecciones o guerras civiles. A la primera fórmulas transaccionales, ofrece una solu-
correspondí-; contestar afirmativamente y, ción orgánica y jurídica no sólo para las
en cuanto .-, la segunda, reconocer que el situaciones propias del tema en estudio,
deber par», ' n Estado de indemnizar a los sino para todas aquellas que pueden plan-
extranjera,- por daños sufridos a causa de tearse en la vasta y compleja materia de
insurrece',u&s o guerras civiles, sólo puede la responsabilidad internacional del Esta-
resultas tí e convenciones internacionales do. Después de recordar que si cuando el
que impongan ese deber o establezcan una extranjero era un au'bana no. tenía otra
obligación de carácter más general (ss). protección que la de su Estado de origen,
Se comprende que Vattel sostuviera, hace hoy goza, en cambio, normalmente, de un
dos siglos, una tesis semejante a la de An- conjunto de derechos esenciales que se le
zilotti, al afirmar que el soberano debe reconocen en todos los países civilizados,
vengar las injurias inferidas a sus subdi- el citado autor construye su interesante
tos y que al Estado del lugar de la infrac- doctrina sobre la base de la relación jurí-
ción corresponde reparar la ofensa come- dica que, por un pacto tácito y como re-
tida (3*). Pero del grado de desarrollo al- sultante de la mutua convivencia y de la
canzado por el Derecho internacional, en recíproca solidaridad de afectos e intere-
los últimos cincuenta años, fluyen lógica- ses, se, crea entre el Estado y el extranjero
mente conclusiones opuestas a las de aque- que reside en un territorio o tiene en él
llos ilustres tratadistas. Ya en 1793, Jef- sus bienes (3?>.
ferson decía al gobierno de Gran Bretaña: Dentro de la doctrina Podestá Costa, co-
"El extranjero, antes de invocar una ¡In- rresponde, ante todo, distinguir tres casos:
tervención extraordinaria, debe obrar por 1°, el de los extranjeros no asociados a la
•sí mismo para obtener justicia ante los comunidad de fortuna; 2°, el de los In-
tribunales de Derecho común del país" (**). corporados á dicha comunidad, y 3?, el de
El elemental principio de que cuando un los, excluidos de la misma. El Estado «
individuo ha sufrido un daño a él le co- responsable objetivamente, vale decir, aun-
rresponde deducir la acción respectiva, no que no medie culpa de su parte, de los
puede ser desconocido por el hecho de que daños irrogados por revueltas o luchas ci-
la lesión se origine fuera del Estado a que viles a los extranjeros no asociados a ¡a
pertenezca la persona ofendida. La inter- comunidad de fortuna: jefes de Estado,
vención internacional por perjuicios irro- agentes diplomáticos, cónsules de carren
gados a, los extranjeros, lejos de constituir y otros funcionarios internacionales o sim-
el ejercicio de un derecho ha sido, casi plemente extranjeros. Mas para determinar
siempre,*un acto de prepotencia, un pro- la responsabilidad estatal por perjuicios
cedimiento ilegítimo "de coacción. Admi- causados a extranjeros unidos a la comu-
tiendo como normal que la responsabilidad nidad de fortuna, se debe considerar pre-
internacional no puede existir sino de Es- viamente el origen de los hechos lesira,
tado a Estado, todo perjuicio inferido a
(36) Podestá Costa, L. A., La rcsponsabiliiW
(33) Anzllottl, D., "La responsabllité interna- áel Estado por daños irrogados o ¡a pt. jono o i
tionale des Etats a ralson des domrnages soufferls los. bienes de extranjeros en luchas civilti. Ewyi
par dea étrangers", en Revue Genérale de Drof': de una nueva doctrina jurídica, Bs. Aires, 19a
International Public, 1906, t. 13, págs. "5-19. Ensayo sobre las luchas civiles y e! Derecho ¡nía-
(34) Vattel, El derecho de gentes o principie, nacional, Bs, Aires, 1026, y Derecho intmacíaut
de la ley natural, lib. 2, cap. 6, §§ 71 % 77, Ma- público. Bs. Aires, 1955.
drid. 1834. (37) Poclesta Costa, Derecho intvcpacitmai ft-
(35) Dumas. ob. cit,, pag. 214.' • blico, t. í, págs. 457 a 462.
que pueden ser, en concepto de Podestá sistema normativo que permite decidir con
Costa, singulares o universales, según se acierto los conflictos de intereses a que dan
dirijan contra personas o cosas 'determi- lugar los daños sufridos por los extranjeros
nadas y sea factible individualizar a sus a consecuencia de las anomalías propias
autores, o que dependan en máximo grado de las luchas interiores" (*>), y se ajusta
del azar y sea imposible o difícil identificar a la realidad de la vida americana con
a quienes los causaron. Si los hechos le- más precisión y ventajas que cualquiera de
sivos singulares provienen de funcionarios las teorías propuestas o examinadas en la
o agentes del Estado actuando en ejercicio vieja Europa.
de la función pública, la responsabilidad IV. El Instituto de Derecho Internacio-
de éste sólo existirá cuando mediare de su nal, que desde 1891 comenzó a estudiar
parte dolo o negligencia; pero no habrá estas cuestiones, ha contribuido, especial-
lugar a responsabilidad internacional al- mente con sus resoluciones de 1900 (Neu-
guna cuando el agente hubiese obrado chátel) y 1927 (Lausana), a esclarecer y
como una persona privada, o el perjuicio se fijar los principios que en materia de daños
irrogara por error, fuerza mayor o caso causados a extranjeros por revueltas, in-
fortuito. Si los hechos lesivos singulares surrecciones o guerras civiles, deben obser-
provienen del partido en armas, la . res- varse para establecer o desechar la res-
ponsabilidad del Estado surgirá exclusiva- ponsabilidad internacional del Estado en
mente cuando el particular damnificado cuyo territorio se infligieron aquellos da-
pruebe en forma concreta que el Estado ños. El reglamento de 1900, después de
ha incurrido en culpa in vigilando. En sentar el principio general de que hay ca-
cuanto a los hechos lesivos universales, sos en que el Estado es responsable por
que por imprevisibles e inevitables presen- daños irrogados a los extranjeros, cuales-
tan las características de la fuerza mayor, quiera que sean las disposiciones en su ley
ninguna responsabilidad internacional ca- interna sobre la responsabilidad o irres-
be al Estado, salvo en ciertas situaciones ponsabilidad estatal frente a los naciona-'
especialísimas, como el boycott fomentado les, reconoce a los extranjeros, indepen-
por las autoridades locales contra las co- dientemente de toda estipulación legal, de-
sas procedentes
8
de un Estado extranje- recho 'a ser indemnizados en los siguientes
ro C ). Finalmente, si los hechos lesivos casos: 1?, si el acto lesivo ha sido dirigido
se dirigen contra los extranjeros en gene- contra los extranjeros en su calidad de
ral, por su condición de tales, o contra los tales; 29, si el daño proviene de la clausura
pertenecientes a determinada nacionalidad, de un puerto, sin notificación previa en
raza o religión, la responsabilidad inter- tiempo útil o de la retención de buques
nacional del Estado origínase, en principio, extranjeros en un puerto; 3°, si el daño
de modo objetivo, porque "cualquiera que resulta de un acto contrario a las leyes,
sea el agente del daño —órgano del Estado cometido por un agente de la autoridad;
o sus funcionarios, partido en armas o 4°, ai el derecho a la indemnización se
grupos de individuos—, tales hechos ilícitos funda en los principios generales del de-
importan colocar al extranjero fuera de la recho de la guerra. En los casos primero y
comunidad de fortuna, significan descono- cuarto la obligación de resarcir procede
cer el régimen que39 asegura su convivencia igualmente cuando el daño ha sido co-
en la sociedad" ( ). Tal responsabilidad metido en el territorio de un gobierno
puede ser, sin embargo, excluida o atenua- insurrecto, sea por este mismo o por sus
da si el extranjero hubiese destruido, por funcionarios, salvo que el Estado al cual
su dolo o culpa, el vínculo de la comunidad pertenezca la persona lesionada haya re-
de fortuna, o en situaciones-de fuerza ma- conocido como comunidad beligerante al
yor o caso fortuito. gobierno insurrectp o que el particular
Favorablemente juzgada por eminentes damnificado haya conservado su domicilio
internacionalistas, como Cruchaga Tocor- o habitación en el territorio del gobierno
nal y Alcorta; expuesta por su autor en insurrecto. Cesa, también, la obligación de
la 31 o. Conferencia de la International indemnizar cuando el lesionado ha sido
Lato Association, reunida en Buenos Aires causante de los acontecimientos, o ha en-
en 1922, y en la sesión del Instituto Ame- trado al país en contra de una orden de
ricano de Derecho Internacional celebrado expulsión, o se ha instalado en una co-
en Montevideo en 1927; elaborada con cri- marca que no ofrezca seguridad —a menos
terio jurídico y no político, la doctrina que el gobierno local le hubiera dado ga-
Podestá Costa "ha forjado "un equilibrado
(40) Moyano, J. A., ''La doctrina Podestá Cos-
ta sobre la responsabilidad del Estado por daños
(38) Ibfd., págs. 485 a 494. Irrogados a los extranjeros en las guerras civiles".
(39) ibid.. pág. 495. en La Nación, Bs. Aires, 3 de mayo de 1938.
rantías especíales—, o se ha dirigido a un propósito de preservar su integridad e in-
país con conocimiento de que en él habían dependencia política, los jóvenes países de
estallado disturbios. El Instituto recomien- este hemisferio hayan emitido votos con-
da, por último, a los Estados que eviten trarios a las prácticas de la diplomacia
insertar en sus tratados cláusulas de irres- europea, en las distintas conferencias pan-
ponsabilidad, y declara que las estipula- americanas reunidas desde 1889. La igual-
ciones exceptuando mutuamente a los Es- dad de derechos civiles entre nacionales y
tados del deber de prestar protección di- extranjeros; la negación del derecho de
plomática a sus nacionales, no deben com- éstos a toda protección especial por el go-
prender los casos de denegación de justicia bierno de su país; la obligación de presen-
o de violación evidente de la justicia o del tar toda reclamación o queja contra un
derecho de gentes («). Estado o sus nacionales por daños irroga-
Veintisiete años después, al reelaborar su dos a los extranjeros, ante los tribunales
proyecto sobre responsabilidad internacio- competentes de la nación; la limitación de
nal de los Estados por daños causados en la vía diplomática a los casos de mani-
su territorio a las personas o bienes de los fiesta denegación de justicia; el deber de
extranjeros, el mismo Instituto, apartán- someter a solución arbitral las reclamacio-
dose de las teorías objetivistas, entonces nes por daños y perjuicios pecuniarios que
tan en boga, declaró que el Estado es res- no puedan ser resueltas amigablemente por
ponsable de los daños causados a los ex- la diplomacia, y la conveniencia de entre-
tranjeros por toda acción u omisión con- gar al estudio integral del problema de la
traria a sus obligaciones internacionales, responsabilidad internacional del Estado a
cualquiera que sea la autoridad pública de los órganos de codificación creados por las
que proceda y aun cuando sus órganos ac- conferencias interamericanas son los más
túen en violación de la ley o a las órdenes importantes principios proclamados o con-
de una autoridad superior. En cuanto a firmados en esta materia por las repúblicas
los daños irrogados a los extranjeros, la del nuevo mundo, que, con excepción de
docta corporación limitó la responsabilidad los Estados Unidos, han sido víctimas, en
del Estado —si los hechos fueron come- mayor o menor grado, de procedimientos
tidos por particulares— a los casos en que abusivos'y de coacciones injustificables por
las autoridades hubieran omitido las me- parte de las grandes potencias (* 4 ).
didas que normalmente debieron adoptarse VI. En Europa, concluida la primera
para prevenir o reprimir aquellos hechos, conflagración y organizada la Sociedad de
y —si los daños resultaren de una revuelta las Naciones, la 5a Asamblea resolvió, en
popular o de una insurrección— a los casos 1924, asumir, sin ambiciosas pretensiones,
en que el Estado no haya tratado de pre- la tarea de codificar por etapas aquellas
venir los actos lesivos o no haya obrado materias especiales de Derecho internacio-
contra ellos con la debida diligencia o no nal público o privado que habían alcanza-
haya prestado a los extranjeros igual pro- do la madurez necesaria para ser conden-
tección que a los nacionales. Finalmente, sadas en reglas aceptables por los Estados.
por lo que respecta a la responsabilidad Con tal fin fue creado un comité de ex-
del Estado en razón de actos cometidos por pertos para la codificación progresiva del
insurrectos, reconocidos como beligerantes Derecho internacional —que reunía a re-
y que llegan a adueñarse del gobierno, la presentantes de las grandes formas de ci-
resolución de 1927, a diferencia de la de vilización y de los principales sistemas ju-
1900, niega la responsabilidad del gobierno rídicos del mundo—, y que después de
de ayer, sin osar afirmar la del gobierno consultar a las instituciones más autori-
de mañana (*2). zadas, confeccionó sobre la base de las ob-
V. "Los Estados de Europa —escribía servaciones formuladas por los gobiernos
Pradier Foderé en 1885— han rechazado una lista de cinco cuestiones acerca de las
siempre el principio de indemnización y de cuales cabía abrigar la esperanza de llegar
intervención diplomática, no sin tratar, a una solución positiva: nacionalidad, mar
sin embargo, de imponerlo a las repúbli- territorial, responsabilidad de los Estados
cas sudamericanas cuando han podido ha- por daños causados a las personas o bienes
cerlo" («). Se comprende y justifica que de los extranjeros, piratería y privilegios e
ante esa dualidad de actitudes y con el inmunidades de los diplomáticos. Elimina-
dos los dos últimos temas, el Consejo y la
(41) Annuaire de I'Instituí. Asamblea resolvieron someter el estudio
(42) Annuaire de I'Instituí, t. 9, paga. 331
y 332. (44) Cons. Díaz Cisneros, C., Responsabilidad
(43) Pradier Foderé, P. L. E., Traite de Drolt del Estado por daños causados a los extranjero},
Intenational pubHc europeen et amerlcain, t. 1, publicado por el Instituto Argentino de Derecho
8 205, pag. 348, París, 1885. Internacional, Bs. Aires, 1037.
de los tres primeros asuntos a una confe- b) El punto de vista americano fue enun-
rencia de codificación, cuyos trabajos pre- ciado por el eminente internacionalista
paratorios fueron confiados a un comité argentino Carlos Saavedra Lamas, en un
especial —integrado por cinco ilustres ju- estudio escrito poco antes de la reunión de
ristas—, que tras una encuesta a la que la conferencia de La Haya, y publicado "sin
respondieron alrededor de treinta gobier- retoque alguno" —como acotara* su insig-
nos, elaboró las bases de discusión 45para la ne prologuista, A. de la Pradelle—, en
proyectada reunión internacional ( ). 1931 ( 4 0 ). Los daños sufridos por los ex-
I?) La convocación de una nueva asam- tranjeros a causa de revueltas, revoluciones
blea para la codificación del Derecho in- o guerras civiles, no entrañan la respon-
ternacional había sido prevista en las úl- sabilidad del Estado, según Saavedra La-
timas sesiones de la segunda conferencia mas, salvo si la revuelta se hubiera dirigido
de La Haya, pero al cumplirse el período contra los extranjeros en su calidad de
en que, por analogía con el lapso trans- tales, sin que el Estado hubiese cumplido
currido entre las de 1889 y 1907, debía in- con sus deberes de vigilancia y represión.
vitarse para la transcendental reunión, una No deben incluirse en esa categoría de per-
guerra sin precedentes envolvía a la ma- juicios los bienes acaparados o confiscados,
yor parte de las naciones, y la tercera con- en tiempos de guerra o de revolución por
ferencia de la paz no pudo celebrarse hasta el gobierno legítimo o por los revoluciona-
1930, en La Haya («»). rios, pues en el primer caso, el Estado es
a) En vísperas de su inauguración, el responsable, y en el segundo debe proveer
punto de vista europeo fue expresado por a los extranjeros de los recursos necesarios
el jurista francés Jacques Dumas en la para hacer efectiva la reclamación de los
obra ya mencionada en este trabajo («). daños. También responderá por éstos si
Sin la prepotencia que caracterizaba a la mediante una amnistía general o indivi-
diplomacia europea del siglo pasado, Du- dual, privare a los extranjeros de la posi-
mas sostenía que si el Derecho, tanto en bilidad de ser indemnizados (*>).
el orden internacional como en el inter- 2*?). La conferencia reunida con partici-
no, es un poderoso factor de pacificación, pación de representantes de cuarenta y
los Estados, sin necesidad de perderse en cuatro países, no arribó a solución alguna
bizantinas discusiones, deben reparar los en esta materia. Divididos los delegados en
daños irrogados a los extranjeros en su dos tendencias extremas, partidarios, unos,
territorio, no por la mayor o menor res- de la irresponsabilidad absoluta, y otros
ponsabilidad imputable a las autoridades de la responsabilidad también absoluta del
locales, sino por la reciprocidad Interna- Estado por daños originados a los extran-
cional que implica la comitas gentium y jeros, a consecuencias de revueltas o gue-
que al combinar los derechos de las na- rras civiles, la asamblea no logró siquiera
ciones con sus deberes, deja a salvo la definir el concepto que pudiera servir de
dignidad de los países débiles y evita, base para codificar algunas reglas funda-
por transacción, conflictos internacionales. mentales. La cuestión de la diligencia su-
Sentado ese principio, Dumas reconocía a ficiente, ligada por el delegado chino al
los extranjeros derecho, en ciertos casos, principio de igualdad entre nacionales y
a ser mejor tratados que los nacionales; extranjeros, y la frecuente alusión, du-
se pronunciaba, en general, contra las cláu- rante las discusiones, al standar interna-
sulas unilaterales o contractuales de irres- cional" contribuyeron a complicar la- labor
ponsabilidad, y después de examinar al- de la conferencia. Desde el comienzo de sus
gunas situaciones especiales, preconizaba trabajos, dominaron en el seno de la asam-
esta doble acción: la de la parte lesionada, blea preocupaciones de carácter particular,
que debe ser admitida a reclamar indivi- inspiradas por situaciones retrospectivas.
dualmente la reparación del daño, y la de Tío era posible, en tales condiciones, elabo-
la jurisdicción internacional a la que per- rar texto alguno, y acaso el resultado más
tenece la salvaguardia de todos los dere- apreciable de la conferencia en esta ma-
chos internacionales4 que las leyes internas teria fue provocar estudios y discusiones
no hacen respetar ( »). sobre ciertos puntos de la misma, nunca
suficientemente esclarecidos («).
(45) •cons. Societé des Natlons, Dix ana de
coopération interitational, ps. 234-241, DIJon, 1930. (49) Saavedra Lamas, C., La crise de la codifi-
(46) Bustamante y Sirven, A. S. de, La seconáe cation et la doctrine argentine de Droit interna—
con/érence de la paix. págs. 553-55'6, París, 1909. tional, París, 1931.
(47) Dumas, J., De la responsabilité interna- (50) Ob. clt., t. 2, pág. 618.
tíonale des Etats a raison de crimes ou de délits (51) Cons. Guerrero, La responsabttité des Etats
commis sur leur territoíre au préjudice d'étran- devant la conférence de codification du Droit in-
gers. París, 1930. ternational de La Haye (1930) y Dictionnaire tZi-
(48) Op. cit., págs. 334-367. plomatique, t. 2, pág. 578; Bochard, E. M., "T"
3*?) De los antecedentes reseñados y de to de las instancias locales, puede quedar
la práctica de los Estados, en las últimas abierta la acción internacional.
décadas, en caso de daños irrogados a los BIBLIOGRAFÍA. — La Indicada en el texto y notas.
extranjeros por revueltas, insurrecciones o
guerras civiles, cabe extraer las siguientes DAÑOS CAUSADOS A LOS INTERESES
conclusiones: DEL PATRÓN.* SUMARIO: 1. Preliminar. 2. Da-
I. Es obligación de los Estados reconocer ño por culpa o dolo en el Derecho común.
iguales derechos civiles y ofrecer igual se- 3. Daño por culpa o dolo del empleado.
4. Riesgo & cargo del empleador. 5. Juris-
guridad a los extranjeros que a los nacio- prudencia. 6. Responsabilidad del trabaja-
nales. El extranjero no puede pretender dor: su limitación. 7. Acción de daños y
una situación de privilegio, pero los Esta- perjuicios. 8. Otros casos de daños a los
dos deben reconocer y garantizar a los ex- intereses del patrón. 9. Jurisprudencia:
a) Inasistencia del empleado o trabajador;
tranjeros los derechos enumerados en la b) Negligencia; c) Indisciplina.
declaración de Paris de 1949.
II. Los extranjeros perjudicados por re- 1. Preliminar. En la relación de de-
vueltas o insurrecciones tienen derecho a pendencia que caracteriza el vínculo esta-
Indemnización cuando los actos lesivos ha- blecido entre empleador í1) y empleado (2),
yan sido dirigidos contra ellos en su cali- el problema relativo a los daños que el
dad de tales, o por pertenecer a una raza, segundo ocasiona al primero, ofrece mati-
religión o nacionalidad determinada, y ces diversos, toda vez que en la acción —u
siempre que haya mediado ' culpa in vigi- omisión equiparada a la acción— dañosa
lando por parte del Estado. se intercala la relación de trabajo, que abre
III. Aun en esos casos, cesa la respon- en la consideración de la misma una pers-
sabilidad del Estado si el daño es una con- pectiva distinta.
secuencia natural o jurídica de la conducta Inicialmente puede tratarse de un caso
de las víctimas, si los perjuicios han sido común de acto ilícito, en que el daño pro-
causados en el territorio de un gobierno vocado por impericia, negligencia, inido-
insurreccional o si el Estado al cual perte- neidad, culpa o dolo, abre el camino para
necen los extranjeros ha reconocido como obtener la reparación a través de la sen-
comunidad beligerante al partido en ar- tencia que fija la indemnización, todo lo
mas. cual estaría regido por el Derecho común.
IV. Tampoco es responsable el Estado de También podría resultar que la ley pre-
los daños que puedan sufrir los extranjeros viera la rescisión del contrato, el despido,
cuando éstos se establecen en comarcas suscitándose ya cuestiones reguladas de
convulsionadas o expuestas a ataques de modo específico, dentro de lo que podría-
tribus indígenas, salvo que las autoridades mos considerar la legislación especial, en
hayan ofrecido a aquéllos seguridades es- la que en primer término resultan aludidas
peciales. las disposiciones relativas al contrato de
V. Ninguna responsabilidad incumbe al trabajo.
Estado por los daños que a los extranje- Con ello queremos significar que en esta
ros puedan causar las medidas adoptadas nota no podemos hacer un extenso desarro-
para restablecer el orden público, en nom- llo, puesto que este tema encontrará los
bre de los intereses superiores de la so- principios de su conceptuación, de carácter
ciedad que privan sobre todo interés par- general, en la teoría del contrato de tra-
ticular. El Estado responde, sin embargo, bajo, y todo cuanto pueda incidir por
de las apropiaciones arbitrarias de bienes relación al daño más allá del mismo con-
de los extranjeros o de actos o disposicio- trato, en la teoría civil del daño en gene-
nes que impidan a éstos reclamar judi- ral, de la responsabilidad por los hechos
cialmente los perjuicios causados por los ilícitos.
rebeldes. •Conforme con estas limitaciones, ceñire-
VI. El titular de la acción por daños mos nuestra investigación a lo dispuesto
originados a los extranjeros en tales si- por el artículo 154 del Código de comercio,
tuaciones es única y exclusivamente la con referencia a la acción ilícita que pro-
persona lesionada, quien deberá deducir voca daño (3) y la consecuencia establecida
su reclamación ante los tribunales loca-
les. • Por el Dr. ERNESTO EDUARDO BORGA.
VII. Únicamente en caso de manifiesta (1) Como sinónimo de "patrón" o "patrono",
denegación de justicia y previo agotamien- "dador de trabajo", "dador de empleo", empren-
rio", "principal".
responsabllité Internationale des Etats a la coníé- (2) Como sinónimo de "trabajador", "obrero",
rence de la codlficatio'n de La Haye", en Revue "operarlo", "locador".
Genérale de Droit International et de Legislation (3) V. en esta misma Enciclopedia la voi
Comparée, 1931, 3* serle, t. 12, núm. 1, pags. 35-60. DAÑO.
al efecto; haciéndolo también con la si- siempre es un trasfondo presente en la
tuación prevista posteriormente al modifi- conceptuación de la conducta, sea para
carse dicho artículo por la ley 11.729, y en seguirlo o para apartarse, cuando la le-
la misma forma con lo dispuesto por el gislación especial no abunda en claridad.
artículo 160, inciso 1?, del mismo cuerpo Aquí cabe tener presente, además, que
legal y su modificación por la referida ley. el ordenamiento jurídico es una plenitud
2. Daño por culpa o dolo en el Derecho hermética, y que no es dable argüir bajo
común. De acuerdo con lo dispuesto por los ninguna forma, que el caso que ofrece la
artículos 1066, 1067 y 1068 del Código civil, realidad para conceptuar normativamente
los actos expresamente prohibidos por las no está previsto, puesto que todos han de
leyes ordinarias, municipales o reglamen- tener una solución normativa y con sentido
tos de policía que provoquen daño a otro de justicia, aunque ésta no se logre en de-
constituyen actos ilícitos, que pueden dar finitiva. Y en esa articulación, en la que
lugar a perjuicios susceptibles de aprecia- el juez, como órgano jurisdiccional ha de
ción pecuniaria. integrar con normas individuales de los
El acto ilícito puede ser doloso o culposo. casos individualizados, el ordenamiento
En el primer caso, se trata de un delito. Es jurídico, ha de echar mano, aun cuando se
como lo define el Código civil en su artículo trate de fueros de excepción, a principios
1072: "El acto ilícito ejecutado a sabiendas generales del Derecho civil, pues en ellos
y con intención de dañar la persona o ¿os ha de encontrar las más de las veces los
derechos de otro..." Según lo dispuesto principios generales del Derecho positivo.
por el artículo 1077 de dicho Código: "Todo Volviendo a nuestro tema, debemos, pues,
delito hace nacer la obligación de reparar advertir que si estos principios de jurispru-
el perjuicio que por él resultare a otra dencia universal que hemos recordado a
persona". En el segundo caso, o sea cuan- través de nuestra legislación, son aludidos
do ce cae en ilicitud involuntariamente, en la legislación especial, han de captarse
sin intención de dañar, o sea por culpa o en su sentido también con especial refe-
negligencia se está también obligado a la rencia a la especialidad, puesto que la
reparación en la forma prevista para los reiteración de los mismos, en cuanto inte-
delitos del Derecho civil, según lo dispone grantes de un mismo ordenamiento jurí-
2! artículo 1109 del Código de referencia. dico, no puede estar desprovista de signi-
Estas disposiciones consagran principios ficación especial alguna ni puede pensarse
fundamentales de jurisprudencia universal, que dicha reiteración responda a. un mero
sobre los cuales se articula en gran parte acto de recordación, pues ello es Incompa-
el sistema de. la libertad de las personas tible con una interpretación desprovista de
con la consiguiente responsabilidad —lici- toda ingenuidad.
tud e ilicitud de la conducta— para la Con esta advertencia liminar abordemos
convivencia pacífica en la vida de relación, la legislación que alude a la actitud dañosa
de modo que sea posible la libertad de cada del empleado con respecto al empleador.
uno en la libertad de todos. 3. Daño por culpa o dolo del empleado.
No podemos entrar en detalles sobre estos El artículo 154 del Código de comercio, en
principios, puesto que han sido motivo de su actual redacción después de su modi-
extensas explicitaciones en las voces res- ficación por la ley 11.729, dispone que:
pectivas, pero es necesario recordarles, aun "los empleados de comercio —factores, de-
cuando más no sea que mencionándolos, pendientes, viajantes, encargados u obre-
porque cuando la legislación especial, co- ros que realizan tareas Inherentes al
mo ocurre con la relativa al comercio, que comercio— son responsables ante su prin-
es de por sí ya un estatuto profesional, en cipal de cualquier daño que causen a sus
virtud de caracterizarse en ella un modo intereses por dolo o culpa en el ejercicio de
típico de conducta en la que se delimita la sus funciones".
relación del contrato de empleo o de tra- Antes de seguir adelante, debemos ha-
bajo; su aplicación cobra un sentido es- cer una nueva remisión al Derecho civil,
pecial y distinto, que es necesario desentra- confirmando nuestras afirmaciones inicía-
ñar atendiendo a la auténtica significación les. Conforme a un principio también de
de la conducta a que las normas respec- jurisprudencia universal, referente a los
tivas aluden. contratos, que toda convención lleva implí-
Y cabe tener presente que la legislación cita y en cuanto lo dispone el artículo 1197
civil es legislación que en potencia lleva de nuestro Código civil, "forman para las
imbricada la posible solución para todos partes una regla a la cual deben someterse
los casos de la experiencia en las creaciones como a la ley misma", las convenciones de-
originales de la libertad que no sean motivo ben ejecutarse de buena fe, esté o no li-
de especial legislación, y aun en tales casos, teralmente expresado en el ordenamiento
jurídico, puesto que no podrá entenderse traba redundante la disposición, que en su
que convención alguna se haya concertado texto primitivo no tenía la mayor preci-
para ser cumplida de mala fe, en lo que a sión que ofrece ahora.
las partes se refiere. En efecto, el artículo 154 del Código de
En tal sentido ha de afirmarse también comercio, en su redacción original, no
que la buena fe ha de exigirse tanto al aludía a la culpa y al dolo, sino "al daño
acreedor como al deudor, porque a fin de que causen a los intereses del principal" por
determinar qué es lo que se adeuda, como malversación, negligencia o falta de exacta
dicen Planiol y Ripert, comentando el ejecución de sus órdenes e instrucciones;
artículo 1134 del Código civil francés, que quedando sujetas, en el caso de malver-
consagra dicho principio expresamente, es sación, a la respectiva acción criminal".
necesario: "investigar qué es lo que hon- Otros intérpretes han caído en cambio,
radamente puede exigirse y lo que se está en afirmaciones que están impregnadas de
obligado a cumplir", pues, "Hallamos ejem- cierta ingenuidad, sosteniendo que la dis-
plos particularmente claros y variados de posición pudo ser omitida, toda vez que
la sanción que imponen los tribunales a la reproducía simplemente disposiciones ex-
obligación de obrar de buena fe en las sen- presas de la legislación civil y criminal, en
tencias sobre contratos sinalagmáticos, so virtud de las cuales la negligencia, la culpa
bre imposición del abono de daños y per- y el dolo, hacen surgir la responsabilidad
juicios y la resolución y las que deciden de su autor ( 6 ).
si una de las personas ha podido por sí Parece obvio que cuando el legislador
sola desligarse del contrato; si un empre- insiste sobre disposiciones y conceptos, no
sario que ha realizado una construcción obstante la advertencia que le hace un
sin atenerse a los planes y presupuestos, sector de la doctrina, no es a él a quien ha
debe demoler lo hecho y reconstruir aun de imputársele omisión o insuficiencia, sino
cuando con ello sufra enormes perjuicios; a la doctrina que interpreta el sentido de
y lo propio en lo que se refiere a la diso- la ley de modo ingenuo, siguiendo cánones
lución del arrendamiento de servicios cuan- metodológicos errados, en cuanto se aparta
do se hace por tiempo indeterminado. Lo de la realidad, que pone por delante ele-
que muchas veces se califica de abuso de mentos que no pueden quedar de lado en
derecho en materia contractual constituye la interpretación de la ley y en la valo-
simplemente un acto contrario a la buena ración de la misma y la conducta, siempre
fe" (*). que se ajuste a una correcta hermenéuti-
Pero además y siempre en el entendi- ca (T).
miento de que estos principios han de Es evidente el equívoco de la doctrina
aplicarse a las relaciones contractuales en- que afirma que el articulo 154 pudo omi-
tre el empleado y el empleador, teniendo tirse o suprimirse. El mismo proviene del
en cuenta que el Código civil regla la lo- supuesto falso de que el legislador ha re-
cación de servicios —libro II, secc. ni, petido por ignorancia o falta de técnica,
cap. VIII, arts. 1623 y siguientes—, debemos principios del Código civil, que bastarían
tener presente que el mencionado artículo al efecto. No advierte esa doctrina el ca-
1823 nos remite al capítulo de las obliga- rácter social y laboral que se intercala en
ciones de hacer donde el artículo 625 dis- la relación contractual, junto a los princi-
pone que "El obligado a hacer o a prestar pios comunes de orden civil, referentes al
algún servicio, debe ejecutar el hecho en dolo y la culpa en la ejecución del con-
un tiempo propio, y del modo en que fue trato.
la intención de las partes que el hecho se Hay una evidente ausencia de compren-
ejecutara". sión de la técnica de la normación de la
La clara comprensión de Segovla, cuando conducta, que a un mismo antecedente,
comentaba el Código de comercio en su imputa diversos consecuentes y que en cada
artículo 154, era también inclinada a ver oportunidad, un sentido distinto se des-
jugar en torno del mismo los principios prende de las valoraciones diversas que de
que consagra la legislación común, pero la misma se hace.
disolvía la situación en puro Derecho civil, Hagamos una comparación de los dos
expresando: "así todo el artículo es materia
de Derecho común" (»), aunque no encon- Código de comercio de la República Argentina.
Ed. La Facultad, 1933.
(4) Planiol, M, y Ripert, J., Tratado práctico (6) Malagarrlga, Siburu, Obarrlo, Fernández.
de Derecho civil francés, t. 6, pag. 529, núm. 379, (7) Se na señalado la necesidad de que toda
Ed. Cultural, La Habana, 1940. También Ramírez Interpretación se realice en conexión, real con lo
Oronda, El contrato de trabajo, pag. 297, Ed. La hecho por Wllhem Dllthey en su obra Muñía
Ley, 1945. histórico, "Hermenéutica", págs. 329 y siga., Bd.
(6) Segovla, L., Explicación y crítica del nuevo Fondo de Cultura Económica, México, 1944.
textos del artículo 154 del Código de co- problema de la exclusión de expresiones
mercio. En el texto primitivo se alude a del texto primitivo del artículo 154 y la
"malversación, negligencia o falta de exac- inclusión precisa del dolo y culpa, hacen
ta ejecución de sus órdenes e instruccio- que la significación de la norma se haga
nes", en el nuevo texto, según la ley 11.729 patente, en la específica regulación de la
a: "dolo o culpa en el ejercicio de sus fun- conducta.
ciones". 4. El riesgo a cargo del empleador. De
La reiteración del precepto, con la su- conformidad con los principios menciona-
presión de diversos motivos, del perjuicio dos se entiende, y con razón, toda vez que
que podía ocasionarse a los intereses del ello se verifica en los hechos que la em-
empleador, en el ejercicio de las funciones presaT explotación, establecimiento, etcé-
del empleado, incluso de la negligencia y tera, crea un riesgo que debe estar a cargo
la inclusión en términos técnicamente in- del empleador en sus más variadas mani-
objetables del doZo y la culpa denotan la festaciones. En tal sentido está en la pre-
operancia de la cláusula, dentro de la es- visión del mismo todo cuanto concierne
pecífica conducta .a que alude, más allá a la conservación y amortización de su
de la aplicación de los preceptos del De- equipo y en idéntica forma en cuanto se
recho común, por referencia a un modo refiere al empleado respecto de su inte-
típico determinado de conducta, cuyo sen- gridad física, en cuanto puede alcanzarle
tido en caso de eventual irregularidad en la ley 9688 sobre accidentes "con motivo
el desempeño de las funciones, ha de ser o con ocasión del trabajo" (art. 1° refor-
peculiar y significativo en relación con los mado por la ley 12.631, responsabilidad de
hechos propios de esa conducta profesio- la cual no puede exonerarse ni aun por
nal. caso fortuito o fuerza mayor inherente al
Y ese sentido ha de resultar plasmado trabajo, de culpa simple, o hábito profe-
en la conceptuación guiada por la valora- sional, a diferencia del Derecho común, en
ción de la solidaridad, que apoya e inspira que lo fortuito y la fuerza mayor eximen
toda la legislación social de nuestro tiem- de la obligación de pagar daños y perjui-
po, en cuanto se muestra como la auténtica cios (art. 513, Cód. civ.), con las excepcio-
realidad del derecho según pudo decirse nes admitidas.
ya hace muchos años (»), y en consonancia De ahí que resalte con toda claridad la
con lo que revela la explicitación de la diferencia operada en el cambio del texto
existencia humana, que destaca la índole del artículo 154 del Código "de comercio,
social del hombre, en cuanto ser es existir que reduce los efectos de la disposición al
y existir es co-existir (9). En consonancia caso de "dolo o culpa en el ejercicio de las
con esa índole social del hombre, el solida- funciones" del empleador, porque es evi-
rismo (i») se abre camino en el aspecto dente que estando previsto el riesgo en los
social, económico y político, y en acompa- cálculos del empleador —empresa, expío-,
sado ritmo la conducta se impregna en el tación, 'etc.— aun cuando el daño se pro-
sentido jurídico del mismo, en cuanto este duzca en el ejercicio de tales funciones, el
último no es más que uno de sus aspec- empleado no ha de responder de ellos, si
tos, como específica determinación de la no media de su parte dolo o culpa.
libertad. Y aquí es patente que la regla que se
Articulando una interpretación en con- establece es la de que son a cargo del prin-
sonancia con ese sentido solidarista que cipal los daños sufridos en sus intereses y
arraiga en la índole social del hombre, el bienes en cuanto sobre él ha de recaer el
riesgo que crea al poner en marcha la
empresa o explotación, toda vez que para
(8) Mirkine-Guetzevitch, Las nuevas Constitu- él son los beneficios, y por excepción ha
ciones del mundo, en cuyo prólogo se afirma: "Las
nuevas Constituciones han sido redactadas en una de responder el empleado cuando por su
cpoca en que ningún partido político podía Igno- culpa o dolo, provoque daño. Y en esto
rar la cuestión social. En el siglo XX el sentido cabe distinguir también, ya que en lo que
social del Derecho no es sólo una doctrina, no es
sólo una escuela jurídica, es ¡a vida misma" (pá- se refiere a la culpa, es preciso afinar la
Clna 37, Madrid, 1931). apreciación, toda vez que, excluida del
(9) V. Marías, J., Introducción a la filosofía, texto la negligencia y en cuanto la culpa
en particular el cap. 4, dedicado a "La estructura del empleado puede en muchos casos estar
de la vida humana", págs, 223 y sigs., Ed. Revista
de Occidente, Madrid, 1947. De un modo sistemá- a cargo del empleador, cabe caracterizar
tico profundo, Heidegger, M.. El ser y el tiempo, y determinar con esmero todo cuanto re-
Ed. Pondo de Cultura Económica, México, 1851. sulta excluido de ella, pero que cae en el
(10) Sobre el solidarismo véase la interpreta- amplio margen del riesgo profesional.
ción de Esteban Echeverría por O. Fopescu en £1
p"í>«77itenfo social-económico de Esteban Echeve- Es, pues, regla general que el empleado
rría, Ed. Americana, 1964. o trabajador no debe cargar bajo ningún
concepto con los riesgos propios de la em- que no es imputable al encargado la cir-
presa o explotación de la cual depende, cunstancia de que el establecimiento que
lo cual ha de tenerse muy presente para dirigía llegara a dar pérdidas, si los gas-
apreciar la culpa del mismo, pues, como tos eran más o menos iguales a los de
bien se ha dicho, "forma parte, al menos los años anteriores, los sueldos más o me-
dentro de ciertos límites, del riesgo profe- nos los mismos y las ventas mayores (Rev.
sional. En el caso de quien trabaja por del Trabajo, año II, n<? 6, pág. 279). Li-
cuenta ajena, ¿es justo cargar tal nesgo mitada la responsabilidad por el daño al
sobre el trabajador, o se debe poner a causado por dolo o culpa, en su apreciación
cargo de la empresa que se aprovecha de no se debe tener ni demasiada indulgencia
su trabajo? La contestación la dan, ade- (Gaceta del Poro: 39-154 y 40-25).
más del sentido común, los principios en La Cámara civil 2a de la Capital declara
que se inspira toda la legislación social, en cambio responsable al encargado de una
empezando por la ley de accidentes, la sucursal,' por la falta de mercaderías que
cual, en efecto, pone a cargo de la empre- fueron entregadas a la misma, no pudién-
sa también los daños que sufra el mismo dose liberar de la obligación, alegando que
trabajador por su propia culpa cuando ésta habría culpables de malos manejos, en
no puede calificarse de grave; y sería ma- virtud de que como le era necesario hacer
nifiestamente absurdo pretender que mien- viajes, para entonces la sección quedaba
tras la empresa debe resarcir al obrero por a cargo de otros empleados nombrados por
los daños que sufre por efecto de dicha el directorio, y .que existen mercaderías
culpa, éste tenga la obligación de indem- que sufren una merma natural; si reconoce
nizar a su vez a la empresa los perjuicios expresamente dicha falta de mercaderías
que el mismo hecho culposo, u otro seme- sin hacer salvedades de ninguna especie
jante, pueda ocasionar a ella. No quiere (Rev. del Trabajo, año II, n° 10).
introducirse la culpa grave en el artículo La nota con que se acompaña la publi-
154, pero hay que distinguir entre riesgo cación de este fallo advierte que el mismo
profesional e imprudencia profesional, el sienta una severa presunción de respon-
primero a cargo de la empresa, el segundo sabilidad a cargo del empleado, según las
propio del que trabaja. Agregamos que .el disposiciones que rigen el mandato, las
dueño de la empresa, además del derecho cuales en su rigorismo deberán atenuarse
tiene el deber de vigilar, en el cual se al insertarse una relación de trabajo, ya
incluye el de 'prevenir; y en la mayoría de que en esta "hipótesis, deben prevalecer los
los casos la culpa del trabajador está co- principios que rigen esta última clase de
nexa con la culpa del patrón, por lo que relaciones y que no permiten poner a car-
éste le encomendó tareas superiores a sus go de los empleados riesgos propios de la
aptitudes u omitió ejercer aquella vigilan- empresa de la cual dependen".
cia que habría podido evitar o reducir el No alude el artículo 154 del Código de
daño" (ii). comercio, al referirse a la culpa, a la culpa
5. Jurisprudencia. Puede considerarse que grave (Cám. de paz letrada, Sala I, La Ley,
con raras excepciones, la jurisprudencia de 26-310). El empleado de comercio, gerente
nuestros tribunales se ha orientado en el factor o vendedor, encargado de depósito
sentido que indican las ideas que hemos o simple obrero, es responsable de su con-
ido caracterizando, como impuestas por la ducta como guardador, pero no por las co-
Significación especial que marca la inter- sas que se le confían, porque esa clase de
calación en el contrato, de una relación responsabilidad sólo afecta por imperio de
laboral. la ley a los barraqueros y administradores
Puede ello apreciarse a través de nume- de casas de depósito, a los porteadores,
rosos fallos que 'en concreto asi lo disponen. acarreadores o empresarios de transporte
La Cámara Comercial de la Capital: re- (Cám. de apel., Bahía Blanca, t. 10, pág.
solvió que la existencia de pérdidas oca- 1151, La Ley). Son insuficientes para acre-
sionadas por operaciones realizadas por el ditar existencia de daños y perjuicios en
empleado no justifica su despido sin in- los términos del artículo 519 del Código
demnización, si se trata de casos aislados, civil, las referencias vagas e imprecisas
en tanto existen muchas otras que arrojan tendientes a probar que no pudieron ser
ganancia (Rev. del Trabajo, año II, n"? 1 cumplidos los pedidos de clientes a causa
enero de 1942, pág. 17), y a su vez dispuso del abandono del trabajo hecho por el
la Cámara de Paz Letrada de la Capital: empleado y que fue difícil reemplazar a
éste, ocasionando daños por ese motivo
(11) Revista de Derecho del Trabajo, año 2, (Cámara comercial de la capital, La Ley,
núm. 1, enero 1942, pág. 17, nota. Remite a De-
veall, M., "La responsabllitá del lavoratore per 1 Rep. VII, pág. 289, n? 171, O. F. 176-116).
rtftnnl della azlenda", en Riv. lm., 1939. pág. 100. La Cámara 2* de apelaciones de La Pía-
ta, Sala I, sostiene que el articulo 154 del que inspiran las relaciones del trabajo y
Código de comercio y el 160, inciso 1°, que la economía en función de la productividad.
a él se remite, en cuanto supone que los En tal sentido cabe señalar que en el De-
empleados son responsables del daño que recho alemán se ha llegado a computar
causen a los intereses del principal por dolo como formando parte a cargo del riesgo que
o culpa en el ejercicio de sus funciones, ha debe soportar el patrón los daños menores
dado al término "dolo", análogo significado originados por auxiliares o representantes
al que corresponde por el artículo 506 del del dueño del negocio, sea en la relación
Código civil, es decir, el de acto voluntario de éste con terceros o en la relación del
que se realiza con el propósito de perjudicar trabajador con su patrón (12).
a otro, de modo que supone, indefectible- Esta limitación con respecto a la respon-
mente, una intención deliberada de infe- sabilidad del empleado se advierte, según
rir perjuicio (La Ley, 45-644), y el Superior las ideas de Denecke, tanto en el Derecho
Tribunal de Santa Fe afirma que la certifi- público en cuanto a los funcionarios y em-
cación hecha en libros -comerciales, efec- pleados del Estado, como en la esfera del
tuada por el secretario de un tribunal, no Derecho privado, fomentándose por expre-
es prueba suficiente para demostrar los sas disposiciones legales limitativas de la
daños y perjuicios resultantes del abando- responsabilidad, siendo en gran parte en el
no de tareas, pues la ley exige que aquéllos orden del Derecho privado el resultado de
sean consecuencia del dolo o de la culpa usos comerciales y jurisprudenciales, lo
del empleado y que se justifiquen cumpli- cual reduce notablemente la perspectiva de
damente (La Ley, Rep. LX, pág. 270, n<? 200, toda acción del patrón a resarcirse del
R. S. F., 14-185). Los actos dolosos o cul- daño sufrido por la conducta del depen-
posos cometidos por empleado, a que se diente, ya que su acción en tal sentido sólo
refiere el artículo 154 del Código de co- nace cuando se advierte como lo dispone
mercio, tienen que traducirse en un daño nuestro artículo 154 del- Código de comercio,
a los intereses del patrono, que debe ser de culpa o dolo, y aun así en el primer
de tipo patrimonial, en el sentido del ar- caso cuando la misma resulte por actos que
tículo 1068 del Código civil (T. Trab., n° 8, excediendo las imperfecciones comunes, va
Quilines, La Ley, t. 75, pág. 320). más allá de lo que ha de estimarse dentro
6. Responsabilidad del 'trabajador: su de los descuidos o errores inevitables.
limitación. De lo expuesto- se desprende Recogiendo las ideas del autor que lle-
como conclusión que la responsabilidad vamos citado, expresa el comentarista:
del trabajador se limita o reduce en el "Tratándose de trabajos que importan el
desempeño de sus tareas con respecto a la peligro de daños extraordinarios, las exi-
responsabilidad que compete a las perso- gencias con respecto a las diligencias del
nas en sus relaciones independientes e trabajador deben ser mayores, pero, por
iguales. En tal sentido, la doctrina y la otro lado, estos trabajos aumentan tam-
jurisprudencia han ido abriendo un rumbo bién el riesgo de la empresa. Si en tales
distinto para la apreciación de los cánones circunstancias algún daño importante se
clásicos precisamente en razón de que en produce por culpa del trabajador, debe lle-
la relación de persona a persona, se in- garse, normalmente, a una distribución de
tercala una relación laboral, que supone las consecuencias entre el patrono y el de-
la dependencia del trabajador por un lado pendiente, debitándose la mayor parte de
y por otro el riesgo de la empresa o ex- los perjuicios en la cuenta de aquél".
plotación, a cargo del patrón. Vale decir que en los daños ocasionados
Ha sido necesario morigerar en la va- por el trabajador y en el supuesto de que
loración de la conducta del trabajador y los mismos asuman caracteres extraordi-
los preceptos relativos al dolo y la^ culpa, narios que excedan aquel límite que resul-
el rigorismo de la interpretación de carác- ta incluso del hecho de que el riesgo es a
ter primordialmente individualista del de- cargo del patrón, en la apreciación de los
recho de las obligaciones, como así de los mismos ha de tenerse en cuenta la culpa
actos y hecho ilícitos, para abrir camino común, la concurrencia de culpas, y hacer
a una interpretación, en tanto que se trate mérito de su compensación en la fijación
de relaciones de dependencia, primordial- de la respectiva indemnización.
mente solidarista, fundada en la índole so- Porque el principio de solidaridad social
cial de la personalidad humana y en la que está a la base de estas concepciones, se
inexcusable coexistencia del ser de la hu-
manidad. (12) V. en La Ley, t. 69, pág. 841. la reseña so-
Esta limitación se acentúa de más en la bre el trabajo de C. Denecke sobre ''Limitación de
responsabilidad del trabajador", publicado en
mas, precisamente en función de concre- Recht der Arbeit, Munich, 1952, núm. 8, págs. 209
tlzación de aquellos principios solidaristas y slgs.
detiene en la circunstancia de que la res- Entendemos que la limitación implica la
ponsabilidad es compartida necesariamen- interpretación restrictiva de la facultad del
te en función de la productividad y ha de patrón, en cuanto se corresponde con la
recaer además en su mayor parte sobre la limitación de la responsabilidad del em-
persona que para cumplir con sus tareas, pleado, o trabajador, y así no habrá posi-
en provecho propio, se vale del trabajo y bilidad y resultará improcedente, la con-
de la capacidad de otros, debiendo en con- signación, cuando el daño imputable al
secuencia soportar el riesgo que deriva in- trabajador sea con intención, pero no en
excusablemente de las deficiencias que los "talleres, instrumentos o materiales de
normalmente tienen los trabajadores que trabajo", como tampoco cuando el daño se
lleva a que acepte sin más junto a la uti- produzca por el trabajador en los mismos,
lidad que le rinde el trabajador lo incon- pero sin intención, aunque resulte de cul-
veniente que proviene de su humana natu- pa grave.
raleza y la índole de su trabajo. No es esta la interpretación, ni el senti-
7. Acción de daños y perjuicios. En los do que dan algunos tribunales a la limi-
casos previstos por el articulo 154 del Có- tación de la responsabilidad del trabajador
digo de comercio, para que resulté pro- y a la facultad del patrón para consignar,
cedente la indemnización por los daños como lo destaca Deveali al hacerse cargo
causados al patrón por dolo o culpa del de lo dispuesto por el artículo 5"? de la ley
empleado, ha de mediar necesariamente, 11.278, en una interpretación que tampoco
acción del empleador, que no puede eri- nos satisface totalmente en cuanto en-
girse en juez y parte, y subsiguiente sen- tiende que quedan excluidos sólo los daños
tencia condenatoria firme que fije el monto culposos en tanto que nosotros creemos que
de la dicha indemnización. excluye también los dolosos que no sean
En tal sentido abona la limitación de la cometidos en "los talleres, instrumentos o
responsabilidad la necesidad de que el dolo materiales de trabajo".
o la culpa, que dan lugar a la misma sean Sostiene el autor citado que "El articulo
calificados y declarados procedentes judi- 5? de la ley se refiere expresamente al
cialmente. La expresa disposición legal del caso en que el obrero o empleado hubiese
articulo 160 en cuanto, en su inciso pri- causado "daños intencionales en los talle-
mero dispone como causales especiales pa- res, instrumentos o materiales de trabajo".
ra despedir al empleado sin indemniza- Como se destaca a primera vista, la ley
ción, que "los hechos previstos en el ar- 11.728 no se refiere, como la ley 11.729, a
ticulo 154 y todo acto de fraude o de abuso "cualquier daño" causado por el empleado
de confianza, sean establecidos por sen- a los intereses del principal en el ejercicio
tencia judicial", a lo que debe agregarse de sus funciones, por dolo o culpa, sino
que el patrón no puede tampoco retener, que exige que se trate de "daños intencio-
deducir o compensar suma alguna que nales", excluyendo en esta forma los da-
adeude por salarios o sueldos, de acuerdo ños simplemente culposos; además, con-
cpn lo prescripto por los artículos 4? y 5"? templa únicamente los daños causados en
de la ley 11.278; ya que sólo le es permitido los "talleres, instrumentos o materiales de
en forma harto limitada "consignar judi- trabajo". Esta distinción no siempre ha
cialmente, del importe del sueldo o salario, sido tenida en cuenta por la jurispruden-
la parte proporcional a las resultas de las cia. Así, la Cámara de Apelaciones del
acciones que sean pertinentes" para el caso Trabajo de la Capital, sala IV, en senten-
en que el obrero o empleado "hubiese cau- cia de 30 de mayo de 1951, ha afirmado
sado daños intencionales en los talleres, que la disposición requerida abarca tam-
instrumentos o materiales de trabajo", y bién a todos aquellos episodios que, du-
cuando el daño se hubiere producido. rante la prestación de sus labores, puedan
Como se advierte, la limitación reduce llegar a perpetrar en los navios, las per-
extremadamente la perspectiva de que el sonas que forman parte de la tripulación
patrón se valga de su situación de deudor (rev. "Derecho del Trabajo", 1951, página
para perturbar la normal percepción del 553). En el caso subjudice, la consignación
salario del obrero, toda vea que a la abso- se refería al cobro del doble flete, previsto
luta prohibición de retener, deducir o com- por el artículo 915 del Código de comercio
pensar sigue la de demorar el pago a con- y a los perjuicios económicos ocasionados
signar facultándolo sólo en la excepcional por el contrabando de mercaderías impu-
circunstancia de que se produzca daño con tado a los trabajadores. Como lo señala-
intención y en los talleres, instrumentos remos en la nota insertada al pie de la
o materiales de trabajo, a consignar y sólo decisión indicada, entendemos que en el
una parte proporcional, lo que significa que caso subjudice no concurrían los extremo»
le está prohibido consignar el todo. exigidos por la ley, la cual exige el do
especifico del trabajador, es decir, su pro- pecto de la interpretación restrictiva de
pósito de damnificar al principal o de per- la facultad del patrón para consignar, y
judicar la productividad de su estableci- en forma evidente ha de hacerse resaltar
miento; extremo éste que como es obvio, que si la proporcionalidad en la medida de
no existia en el caso decidido, en el cual seguridad vale para cualquier persona, en
la tripulación se proponía realizar su de- cualquier circunstancia y aún por deuda
lito en íorma de no perjudicar al emplea- proveniente del dolo criminal, no ha de ser
dor, puesto que tal perjuicio presuponía el la condición de trabajador la que se pre-
13
fracaso de su plan delictivo" ( ). texte de la posibje perpetración de un
Consideramos que la interpretación res- delito por parte del mismo, autorice a apar-
trictiva de la facultad de consignar del tarse de dicha escala, cuando la consigna-
patrón, se impone en cuanto el salario ción judicial del artículo 5° de la ley 11.278
jornal o sueldo implica la cobertura de es procedente.
necesidades primordiales que el empleado Concluimos nuestra explicitación dé la
debe satisfacer para sí y para sus familia- responsabilidad por culpa o dolo del em-
res, y que cualesquiera fuere su deuda, jor- pleado, por daños causado's a los intereses
nal o salario para ser consignada en la del patrón, afirmando que cabe atenerse
forma prevista por el artículo 5° de la ley para la apreciación del mismo, como lo
11.278, con las limitaciones que hemos venimos repitiendo en esta nota, a culpa
apuntado de referirse sólo a daños por o dolo específico del trabajador y no en
dolo en "los talleres, instrumentos o mate- el sentido de los cánones del Derecho
riales de trabajo", que excluye el daño por común, como resulta de la doctrina y la
dolo específico del trabajador; no podría jurisprudencia que hemos citado, y con-
consignarse, repetimos, del sueldo o sala- cordantemente con una progresiva diferen-
rio más que una parte proporcional. ciación que se opera de más en más en
Dicha parte proporcional no es otra que todo cuanto concierne a las relaciones del
aquella que establece la ley 9511, aplicable trabajo en función de la productividad (»«).
en todos los casos, aun en los casos de Sentado que exista de parte del emplea-
deuda proveniente por acto o hecho do- do esa culpa o dolo específico que acarrea
loso del derecho criminal, pues la ley prohi- su responsabilidad por daños causados al
be que salarios, sueldos, jubilaciones y patrón y su obligación de resarcir, todo lo
pensiones que no excedan de cien pesos, demás queda librado a las prescripciones
sean embargados, enajenados ni afectados generales para este tipo de acciones y lo
a terceros por derecho alguno; y sólo esta- relativo al daño resarcible.
blece una escala para el embargo de los 8. Otros casos de daño a ¡os intereses
que excedan de tal cantidad, que ha de del patrón. Sin embargo, con lo que aca-
aplicarse cualesquiera que fuera el derecho bamos de examinar no queda agotado todo
que funda la medida de seguridad («). cuanto se refiere a los daños causados a
Sostiene un distinguido civilista: "Estas los intereses del patrón, toda vez que den-
disposiciones se fundan también en razo- tro de la acepción de daño, y sin que se
nes de humanidad; en cuanto a los peque- alcance aquella situación de culpa o dolo,
ños sueldos^ salarios, etcétera, la ley ha que da lugar a la acción de resarcimiento
tenido en cuenta que ni siquiera alcanzan por parte del patrón contra el obrero tra-
para cubrir las necesidades más premiosas bajador o empleado, mediante el pago por
y que, por consiguiente, era ea.uitativo exi- este último de la indemnización consi-
mirlos de todo derecho de embargo de los guiente; pueí}e haber daño que dé lugar a
acreedores; en cuanto a los sueldos, sala- consecuencias, en la relación laboral con-
rios, etcétera, mayores de cien pesos, el tractual solamente, y por ello la rescisión
legislador ha querido salvar a esas perso- del contrato, sin obligación por el principal
nas una parte de sus haberes, a fin de de indemnizar por despido o falta de pre-
que puedan mantenerse debidamente ellas .aviso.
y los suyos" («). Es importante considerar esta situación,
Entendemos que con esto queda plena- distinta a la de culpa o dolo, en cuanto no
mente justificada nuestra afirmación res- da lugar a acción alguna de resarcimiento,
pero sí al despido del empleado, ya que en
(13) Deveali, M. L., Anales de legislación ar- general provoca la mar de controversias y
gentina, t. "Leyes. 1920-1940", pág. 147, punto IV.
(14) Dicha escala autoriza el embargo mínimo ha debido ser objeto de un fino y múltiple
del 5 %. para sueldos, salarlos, etc., de 101 a 150 análisis por la jurisprudencia, para esta-
pesos, y como máximo el 25 % para los que exce-
dan de 500 pesos. (16) V. Deveali, M. L., "Las tres etapas de la
(15) Salvat, B., Tratado de Derecho civil, legislación social", en Revista de la Facultad de
''Parte general", pág. 642, núm. 1529, letra d, Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
Bs. Airea, 1928. Nacional de La Plata, año 1, núm. 1, pág. 17.
blecer su existencia y justificar el despido dosele abandono del trabajo con un rigo-
sin indemnización alguna, o en su caso el rismo arbitrario e injustificado (Cam. Nac.
rechazo de tal pretensión. del Trab., sala III, La Ley, t. 67, pági-
Nos limitaremos a señalar en síntesis lo na 621).
que la jurisprudencia ha resuelto, siguién- b) Negligencia. Cuando media desempe-
dola en la casuística clasificada; ya que la ño deficiente, escaso rendimiento en la
consideración teórica de fondo al respecto, producción, incuria en el cumplimiento de
corresponde al contrato de trabajo, y den- las obligaciones laborales por parte del
tro de tal modo de conducta, al capítulo empleado o trabajador, se justifica el des-
de las causales de despido. pido, pues al no traducir en sus servicios
8. Jurisprudencia, a) Inasistencia del un mínimo de eficiencia y de contracción
empleado o trabajador. Consideremos los al trabajo, siendo contumaz a las adver-
casos que pueden lesionar los intereses tencias patronales, quebranta la disciplina
del patrón, comenzando por la inasisten- y lesiona la organización comercial, afecta,
cia del empleado a sus tareas. la productividad y los intereses del patrón.
En tal sentido se ha resuelto que las En tal sentido pueden verse los fallos de
ausencias reiteradas que no se justificaron la Cámara Nacional del Trabajo y de los
plenamente, constituyen actos de notoria Tribunales del mismo fuero en La Ley, t. 73,
indisciplina que autorizan el despido sin pág. 85; J. A., 953, II, 159; La Ley, t. 71,
indemnización (T. Trabajo de La Plata, pág. 238; J. A., t. 952, IV, 187; La Ley,
Rep. La Ley, t. XIV, pág. 167, n<? 264, y t 64, pág. 466; La Ley, t. 52, pág. 693; t. 50,
también n<? 265, 266, La Ley, t. 66, pág. 392; pág. 905; J. A., 948-HI-409 y 948-I-).
t. 70, pág. 58; t. con reseña jurisprudencial; No se ha considerado, en cambio, que la
t. 70, pág. 16; t. 71, pág. 684; t. 65, pág. negligencia puede dar lugar a la rescisión
576; t. 53, pág. 618; t. 55, pág. 355; t. 50, del contrato y al despido sin indemniza-
pág. 325). En cierta oportunidad se ha con- ción cuando no ha adquirido caracteres
siderado que las faltas reiteradas no justi- de sistemática persistencia (T del Traba-
fican el despido si no se prueba que han jo de Trenque Lauquen, J. A., 951-Ü-262).
causado un perjuicio al patrón, si tampoco Lo mismo que el principal o patrón no
motivaron medidas disciplinarias previas puede alegar la merma de operaciones a
(Cámara federal de Mendoza, La Ley, t. 50, cargo del dependiente, si no le suministró
n<? 243). los elementos necesarios al efecto (C. N.
' No habrá daño a los intereses del patrón Com., sala A, J. A., 951-III-149),-y en idén-
y por ende causal de rescisión sin indem- tica forma si no corresponde a un delibe-
nización por despido cuando el empleado o rado propósito de ocasionar perjuicio; ni
traba 1 ador se encuentra en la imperiosa alegar la no producción mínima del de-
necesidad de faltar, para la atención o pendiente convenida, si toleró con ante-
compañía de familiares enfermos de gra- rioridad que esa producción mínima no
vedad, según lo ha resuelto la Suprema fuera alcanzada (La Ley, Rep. XI, pág. 221,
Corte de la provincia de Buenos Aires (La n<? 348).
Ley, t. 55, pág. 184), respecto de la madre c) Indisciplina. En el regular desenvolvi-
política; o la esposa, según lo resuelto pormiento de las relaciones laborales ha de
la Cámara de apelación del trabajo, sala II tenerse presente que la disciplina consti-
(La Ley, t. 62, pág. 599). tuye la base de la necesaria armonía que
La apreciación de la inasistencia debe - ha de existir para que sin menoscabo de
hacerse en forma razonable, teniendo en los intereses del patrón, la organización de
consideración, no sólo los antecedentes del la empresa o la explotación, pueda lograr
trabajador, sino también las circunstancias los objetivos propuestos en concordancia
y la mayor o menor trascendencia en el con los intereses peñérales ligados a la pro-
ámbito de la relación laboral y su inci- ductividad, por ello constituye justa causa
dencia sobre los intereses del empleador, la rescisión del contrato laboral y por ende
resolviendo en consecuencia la Cámara sin indemnización la agresión a un com-
Nacional del Trabajo, sala IV, que la au- pañero de trabajo, aunque no se realice
sencia injustificada durante tres días, por en lugar de atención al público, pues bas-
parte de un empleado que registra buenos ta que se altere la necesaria armonía entre
antecedentes no autoriza la sanción máxi- principal y subordinados o entre éstos en-
ma de despido (La Ley. t. 69, pág. 643), lo tre sí (Cámara de apelación del trabajo,
mismo que tiene derecho'a la indemniza- sala II, La Ley, t. 62, pág. 604, en el mismo
ción por despido el trabaiador que, ante sentido sala I, Rep. La Ley, t. XII, pág. 227,
la negativa patronal a otorgarle permiso, n<? 424; La Ley, t. 49. pág. 453; J. A., 948-
concurrió por si a una asamblea gremial H-258; J. A., 948-III-471; J. A., 951-H-218;
en representación del sindicato, impután- S. Corte de Buenos Aires, D. J. B. A., r
XXXIII-2G5; La Ley, t. 69, pág. 461; t. 73, del artículo 49 del laudo gastronómico si
pág. 699). aparte de haber sido tardíamente invoca-
Se considera, en cambio, que no cons- da, no se ha acreditado por el demandado
tituye injuria a los intereses del patrón que impartiera con anterioridad llamadas
capaz de justificar el despido sin indemni- de atención en ejercicio de sus funciones
zaciones, el hecho de dos jóvenes obreros, de dirección y vigilancia (C. 2*, C. C. La
con antigüedad mayor de un año y con Plata, La Ley, t. 70, pág. 155).
buenos antecedentes, que se tomaron a Abuso de confianza, fraude. Se considera
golpes de puño por cuestiones triviales, en que el juez del trabajo tiene siempre las
el baño reservado para el personal del facultades emergentes del artículo 159 del
establecimiento, provocando la intervención Código de comercio, en virtud del cual, ha-
cié un agente de policía y la iniciación de ya o no delito, se hubiere o no producido la
un proceso por desorden, en el cual fueron calificación previa ordenada por el articulo
condenados con una pena, que queda en 160, inciso I?, apartado a) de dicho Código,
suspenso en virtud de carecer de antece- podrá juzgar los hechos prudencialmente,
dentes (Cámara N. del Trabajo, sala I, J. a fin de determinar si ellos llegan a con-
A., 952-1-459; e ídem II, pág. 9 del T. Trab. figurar la causal de injuria a la seguridad,
de Quilmes; también La Ley, t. 66, pág. al honor o a los intereses del empleador o
138, con reseña jurisprudencial). de su familia (Cámara de apelación del
Perjuicio a los intereses del patrón. Se trabajo, Rep., La Ley, t. XII, pág. 227, nú-
considera que hay injurias graves a los mero 430). Y aun cuando exista resolución
intereses del patrón cuando se falta el absolutoria en la justicia del crimen en
respeto a los profesionales médicos que favor del empleado acusado por un delito
substituyen al empleador en las funciones por el empleador, la justicia civil tiene fa-
de controlar la enfermedad de sus traba- cultad para considerar que la conducta de
jadores ÍC. N. Trab., sala II, La Ley, t. 69, ese empleado ha sido injuriosa para los in-
pág. 342), o cuando se sorprende al em- tereses del principal en los términos del
pleado o trabajador maniobrando en el artículo 159 del Código de comercio, y la
reloj que colocado junto al telar en que conclusión de hecho al respecto es, salvo
trabaja registra su producción (C. N. Trab,, absurdo, irrevisible por vía de casación
sala III, La Ley,.t. 72, pág. 443). La acep- (Suprema Corte de la provincia de Buenos
tación de propinas por mozo de restaurante Aires, D. J. B. A., 950-XXXI-695, J. A. 950-
implica la falta grave prevista en el artículo IV-761. En idéntico sentido la Cámara de
4? del decreto 4148/46 (C. Trab., sala I, La apelación del trabajo, sala II, y. sala III,
Ley, t. 65, pág. 643). También perjudica La Ley, Rep. t. XII, pág. 228 ns. 432/34;
los intereses del patrón el cobrador que deja también la Cámara federal de Mendoza,
de ingresar a la firma patronal una suma J. A., 950-III-575. CC. y Minas, La Ley, t.
que era producto de la cobranza, alegando 69, pág. 105; La Ley, t. 70, pág. 8; t. 70,
que fue víctima de hurto, sin haber pro- pág. 405).
bado esta afirmación, ni denunciado el he- En tanto que lo afirma en un sentido
cho a la autoridad policial, ni ofrecido distinto la jurisprudencia, que sostiene que
reintegrar la suma (T. Trab., Quilmes, J. el hurto imputado por el empleador no
A., 952-IV-396); como el empleado que constituye justa causa de despido, si media
atribuyéndose calidad de socio, solícita me- absolución en sede penal, aun cuando lo
didas judiciales como la designación de condiciona a que no haya existido culpa
administrador (C. Com. Cap., La Ley, t. 61, grave que perjudicara a la demandada
pág. 9 ) , o el sereno que recibe una prenda (Tribunal del trabajo, n<? 4, de Avellaneda,
extraviada por un obrero del estableci- La Ley, t. 650, pág. 258; La Ley, t. 70, pá-
miento, y la entrega a un desconocido en gina 9; La Ley, Rep. XV, pág. 200, n° 359).
vez de llevarla a la dependencia patronal JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas.
correspondiente (T. Trab., n1? 1, La Plata,
La Ley, t. 63, pág. 430). BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
No ha sido considerado perjudicial, en
cambio, ni constituyente de falta grave el DAÑOS CAUSADOS EN LA FINCA LO-
hecho de que una obrera de un estableci- CADA.* SUMARIO: 1. Preliminares. 2. Daños
ocasionados por el locatario, su familia, do-
miento químico industrial entregara, sin mésticos, etcétera. Principio general; 3. Fun-
facultades para ello, pastillas de un pro- damento. 4. Presunción legal. 5. Deterio-
ducto allí elaborado, a fin de aplacar, en ros en la cosa locada a cargo del locador:
el mismo lugar de trabajo, una afección a) Deterioros; b) Destrucción parcial. 6. Re-
misión.
momentánea (C. N. Trab., sala IV, La Ley,
t. 70, pág. 429), o la aceptación de propina
por el mozo de un restaurante, en violación » Por el Dr. ERNESTO EDUARDO BORGA.
1. Preliminares. El desarrollo de la pre- cada cual debe mirarse mucho y saber a
sente expresión relativa a los daños oca- quién recibe en su casa: mala electio culpa
sionados en la finca locada, ha de encon- est, y la citada ley 11 romana dice vel suest
trar viva satisfacción dentro del amplio vel hospites".
sector de la teoría de los daños y la res- El artículo 1561 incluye, pues, los daños
ponsabilidad emergente de los mismos, causados por las personas de la familia del
como así en las voces sobre contrato de locatario que habiten con él, de sus domés-
locación o locación. ticos, trabajadores, huéspedes y subarren-
Aquí sólo cabe limitarse a señalar el datarios y, en consecuencia, aun cuando
principio general de la responsabilidad no los mencione 3expresamente —como lo
del locatario en las distintas situaciones sostiene Segovia ( )—, comprende también
en que la legislación prevé la existencia de el daño causado, por los dependientes, co-
daños ocasionados a la finca locada. modatarios y. cesionarios de la locación por
Tomamos como punto de partida el prin- existir la misma razón según la enumera-
cipio general de responsabilidad del loca- ción que formula el artículo 1571 del Có-
tario, en torno al cual ha de girar todo digo civil.
cuanto se refiere t a los daños ocasionados En idéntica forma se pronuncian Planiol
a la finca locada en cuanto son imputa- y Ripert, recordando además que la juris-
bles al locatario o personas de su depen- prudencia equipara los cesionarios de la
dencia, en cuyo caso la situación es una, o locación a los subarrendatarios.
los ocasionados por terceros en cuanto esto El artículo 1561 sienta la regla general
significa otra. sin distinciones de presunción de culpa del
2. Daños ocasionados por el locatario, su locatario, toda vez que ha sido declarado
familia, domésticos, etcétera. Establece el responsable por los daños causados por las
artículo 1561 del Código civil que el locata- personas mencionadas: domésticos, depen-
rio "Debe conservar la cosa en buen estado dientes, trabajadores, huéspedes, etcétera,
y responder de todo daño o deterioro que aun cuando los hechos dañosos se hayan
se causare por su culpa o por el hecho de realizado fuera del servicio ( 4 ) .
las personas de su familia que habiten con La regla es la aplicación del principio
él, de sus domésticos, trabajadores, hués- más amplio que comprende el artículo 1113
pedes o subarrendatarios". del Código civil, y está también consagrada
Este artículo consagra un principió que en el artículo 2266 para el comodatario.
encuentra' tradicional raigambre, ya que La culpa del locatario se presume como
está presente en el Derecho romano, según resulta del artículo 1570 in fine.
las leyes 25, parágrafos 7 y 30; parágrafo Nuestra jurisprudencia ha establecido en
4, título 2, libro 19 del Digesto (i). De ahí razón precisamente de estos principios
fue recogido por los Códigos: de Francia, que la responsabilidad por desperfectos que
artículo 1735; de Ñapóles, artículo 1581; de provienen de destrucciones o substraccio-
Holanda, artículo 1802; de Vaud, 1230, y de nes voluntarias, imputables a personas de-
Luisiana, artículos 2691 y 2692. pendientes del locatario, no puede ser dis-
Nuestro Código civil, que entre otras tu- pensada al contraerse la obligación, puesto
yo por fuentes al Código civil francés y a que el articulo 507 del Código civil, al dis-
[Jarcia Goyena, lo recogió también, pero poner que el "dolo del deudor no podrá ser
:on una redacción propia, toda vez que no dispensado al contraer la obligación", es
se refiere a las personas de la casa, como en cierto modo un anticipo de lo que está
;1 Código civil francés (2), e incluye a los imbricado en el artículo 1561 (La Ley, t. 9,
luéspedes, sobre lo cual nada expresaba pág. 777, Cámara civil 1a de la Capital).
;1 Código civil español; aclarando así dudas 3. Fundamento. Esta responsabilidad del
lúe al respecto se había planteado García locatario tan extensa y dilatada que la ley
3oyena cuando dice en su obra citada: presume, y que sólo en los casos excepcio-
'¿Quedan comprendidos los huéspedes en nales en que ella prevé ha de probar el
as palabras personas de su casa? Tengo locador, tiene su fundamento y emerge del
)or indudable que sí, cuando la casa ha contrato mismo en cuanto, por él el loca-
¡ido destinada a hospedaje; y me inclino tario asume la guarda de la cosa locada,
i lo mismo, aun cuando sean accidentales; de la cual se desprende el locador (J. A.,
946-11-134, Rep. La Ley, t. VIII, pág. 342,
(1) García Goyena, F., Concordancias, motivos n° 53).
i comentarios del Código civil español, t. 3, ^pá- Por ello, dicen Planiol y Ripert: "No
;ina 459, art. 1459, Madrid, 1852.
(2) Planiol, M.. y Rlpert, J., Tratado práctico (3) Segovia, L., Código civil argentino. "Expli-
'« Derecho civil francés, t. 10, "Los contratos cl- cación critica y notas", t. 1, pág. 449, nota 87,
iles", pág. 713, núm. 573, Ed. Cultural, La Ha- Ed. La Facultad, Bs. Aires, 1933.
ana, 1943. (4) Planiol y Ripert, op. cit., t. 10, pág. 714.
importa, por tanto, que no pueda demos- Entre Ríos, Rep. La Ley, t. VII, pág. 368,
trarse la comisión de culpa en la elección n9 81), y en consecuencia incumbe al lo-
efectuada por el arrendatario en las per- cador probar la culpa del locatario (La Ley,
sonas de sus sirvientes domésticos o em- t. 6, pág. 572; Cám. civ. 2», Capital).
pleados (préposés), de sus huéspedes o de Esta responsabilidad que asume el loca-
sus subarrendatarios. Tampoco importa tario por su carácter de tal le da personería
que haya puesto o no la atención necesaria para reclamar de terceros los daños oca-
sobre la actuación de esas personas. Por el sionados en la finca locada, cuando se com-
solo hecho de haberlas introducido en el prometió a entregar la casa con sus cris-
inmueble y de que por hechos de ellas se tales sanos al terminar la locación, y éstos
haya producido la pérdida o el deterioro, resultan destruidos por el vehículo de una
quedará responsable en relación con el empresa, contra la cual puede el locatario
arrendador. El artículo 1735 se ha pro- dirigir su acción (Rep. La Ley, t. X, página
puesto en otros términos garantizar del 309, n° 21, Cámara de paz letrada, sala I).
modo más eficaz el interés del arrendador 4. Presunción legal. Nuestro Código es-
que, como consecuencia del contrato, se ve tablece, en el artículo 1562, concretando la
imposibilitado por todo el tiempo que dure regla general que sienta en el artículo an-
el arrendamiento^de vigilar la cosa arren- terior, cuando el locatario no conservara la
dada cuya guarda ya no tiene" ( 5 ). cosa en buen estado, disponiendo al res-
Y nc cabe hacer distinción entre locata- pecto: "1? Deteriorándose ella por su cul-
rios, pues todos quedan comprendidos en pa o la de las personas designadas en el
la responsabilidad que consagra el articulo artículo anterior, o abandonándola sin de-
1561, pues todos tienen la misma obligación jar persona que la conserve en buen estado,
de limitarse al uso estipulado de la cosa aunque lo haga por motivos de una nece-
(art. 1554 del Cód. civ), según el destino sidad personal, mas no si lo hiciese por
de la cosa, haciendo de ella un uso mo- motivos derivados de la misma cosa o del
derado de modo tal que lo haría igual el lugar en que ella se encuentra; 29 Hacien-
mismo propietario si la tuviere, esto es, do obras nocivas a la cosa arrendada o que
con toda diligencia y cuidado, vale decir muden su destino, o haciendo sin autori-
atendiendo a la cosa y velando por su con- zación mejoras que alteren su forma, o que
servación. De ahí que cuando la cosa locada fuesen prohibidas en el contrato; 39 De-
sufre deterioros, que no son ocasionados jando de hacer las mejoras a que se
por el uso normal de la misma, no me- obligó".
diando eximente de culpa expresamente El locatario resultará eximido de culpa
dispuesta por la ley, el locatario incurre en cuando, como lo dispone el artículo 1588,
responsabilidad. "la pérdida total o parcial de la cosa arren-
Por ello ha dicho la jurisprudencia que dada o su deterioro, o la imposibilidad de
el locatario responde de los daños y per- su destino, fue motivada por caso fortuito
juicios producidos con motivo de un incen- o fuerza mayor; y tampoco la habrá (ar-
dio por el hecho de su dependiente, aunque tículo 1569) cuando "la pérdida o deterio-
se haya producido en ausencia suya o con- ro de la cosa arrendada" fue "motivada
traviniendo prohibiciones expresas, lo cual por su propia calidad, vicio o defecto, o
en nada modifica su responsabilidad (La cuando fue destinada a extinguirse progre-
Ley, t. 8, pág. 35, Cámara 2^ de apelacio- sivamente por la extracción de sus produc-
nes de La Plata, sala II). tos".
En idéntica forma no se modifica dicha Por lo que hace a la eximente de culpa y
responsabilidad del locatario por el hecho responsabilidad en el inquilino o locatario
de que el propietario no haya establecido por caso fortuito o fuerza mayor, la prueba
en la finca aparatos extintores de incendio, estará a su cargo si el accidente de fuerza
sabiendo que se habilitaría.para una indus- mayor o el caso fortuito, no son notorios;
tria peligrosa; toda vez que se considera no haciéndolo, la pérdida o deterioro le
que la obligación de proveerse de los medios es imputable (art. 1570); no así, cuando
necesarios para combatir los riesgos inhe- siendo notorios, la ley dispone que es el
rentes a la industria, incumben a quien la locador a quien incumbe producir la prueba
explota por aplicación de lo dispuesto por de culpa del locatario, sus agentes, depen-
el artículo 902 del Código civil (Cámara 2^ dientes, cesionarios, subarrendatarios, co-
de apelaciones de La Plata, sala II, La Ley, modatarios o huéspedes.
t. 8. pág. 35). El locatario no responde por los deterio-
Pero el incendio es considerado caso for- ros ocasionados a la cosa locada, por he-
tuito en la localidad (Superior Tribunal de chos de terceros, "aunque sea por motivos
de enemistad o de odio al locatario" (art.
(5) Planto! y Rlpert, op. cíí., t. 10, pág. 714. 1517), si no medió culpa de su parte.
5. Deterioros en la cosa locada a cargo pretender que el locador tiene la obliga-
del locador. El locador debe entregar la ción de reconstruir la parte destruida.
cosa al locatario en buen estado para el Asi ha ocurrido en Francia, según lo re-
uso que ha sido contratada, si no se hu- cuerda Planlol y Ripert al referirse al ar-
biese convenido otra cosa; y debe conser- tículo 1722 del Código civil francés, pero
varla en buen estado después de entre- tal supuesto parece haber quedado aislado.
gada, según resulta de los artículos 1514 Sobre el punto manifiestan los autores
y 1515 del Código civil ( « ) . citados: "Los términos empleados por el
Quiere decir ello, y así lo dispone la texto legal parecen excluir, por preteri-
ley, que mantener la cosa arrendada en ción, el derecho del arrendatario a pedir
buen estado, significa realizar en ella las la reconstrucción de la porción destruida,
reparaciones de los deterioros de la cosa, y la jurisprudencia se inclina en ese sen-
ocasionados por caso fortuito o fuerza ma- tido. Sin embargo, se ha defendido la opi-
yor, o los que causare la calidad propia de nión .contraria; la opción dejada al arren-
la misma, vicio o defecto suyo, cualesquiera datario no afecta al derecho que le confiere
que fuese, o los deterioros que proviniesen el artículo 1720 en cuanto a obtener la
del "efecto natural del uso o goce estipu- conservación del inmueble en buen estado
lado, o el que sucediere por culpa del loca- por reparaciones por todo el tiempo que
dor, sus agentes o dependientes" ( 7 ) . dure el arrendamiento y la conservación
Es necesario distinguir entre deterioros de la cosa implicaría forzosamente, para
y pérdida parcial de la cosa. La pérdida el arrendador, la obligación de reconstruir
total da lugar a que se considere rescindido las partes del inmueble que viniesen a ser
el contrato (art. 1521 del Cód. civ.). destruidas, bien por caso fortuito, bien, con
Deterioros. Pero es distinto el problema mayor razón, por su propio hecho. Esta
cuando se trata de deterioro o de pérdida opinión ha quedado casi aislada; por regla
parcial. Para el caso de deterioro subsiste general, se conviene en distinguir el su-
la obligación del arrendador de la repara- puesto de pérdida parcial al cual es apli-
ción y, en consecuencia, de no hacerlas o cable solamente la disposición del articulo
retardar su ejecución, el locatario puede 1722, y el de las reparaciones, cuya carga
retener la parte del precio correspondiente corresponde, en virtud del articulo 1720,
al costo de las reparaciones o trabajos, y al arrendador" ( 8 ).
si éstos fuesen urgentes, puede ejecutarlos La distinción entre deterioros y destruc-
de cuenta del locador, según lo dispone el ción parcial no es fácil, ya que ofrece
articulo 1518. dificultades en la práctica, pues las re-
Durante la ejecución de las reparaciones, paraciones muchas veces son trabajos de
si ellas fuesen incómodas al inquilino, po- reconstrucción. Pero esto es una cuestión
drá éste exigir la cesación del arrenda- de hecho, cuya apreciación ha de quedar
miento o una baja proporcional del precio librada a la soberanía de los jueces y a las
de la locación por el tiempo que duren las circunstancias particulares de cada caso.
reparaciones. Si tal cosa no fuese conveni- 6. Remisión. Son muchas las obligacio-
da, podrá el locatario devolver la cosa y nes que recaen sobre el locador, pero no
dar por disuelto el contrato, en razón de podemos considerarlas aquí porque en cier-
lo dispuesto por el artículo 1519 del Código to modo no se corresponden con el pro-
civil, situación que ha de repetirse en caso blema de los daños en la cosa locada, y si
de que el locador esté obligado a soportar alguna relación tienen, ello no obstante de-
trabajos del propietario vecino en las pa- ben ser tratados en su conjunto en la
redes divisorias. oportunidad del contrato de locación.
Destrucción parcial. Cuando la cosa Por ello, poniendo punto final a esta
arrendada fuere destruida sólo en parte, el nota, insistimos en que se hace inexcusable
locatario puede pedir la disminución del remitir al lector a las voces donde se
precio, o la rescisión del contrato, según desarrollan los principios generales del
fuese la importancia de la parte destruida, daño y de la locación. ^
. de acuerdo con lo que dispone el artículo JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notM.
1521.
No obstante la claridad del texto, puede BIBLIOGRAFÍA. — Planlol. M., y Rlpert, J., Trotddo
presentarse el caso de que no obstante la de Derecho civil francés, trad. de Mario Df&z Cruz,
t 3, págs. 6 y 10, Ed. Cultural La Habana. — 8»-
destrucción parcial de la cosa arrendada govla, L., Código civil argentino. "Exposición J
y la .opción dada al locatario, se pueda cn'tica en forma de nota", Ed. La Facultad, Bl
Aires, 1933. — García Goyena, P., Concordando,
motivos y comentarios del Código civil español,
(6) Planlol y Rlpert, op. cit., t. 10, pág. 601,
{ 2. niims. 505 y slgs. (8) Planlol y Rlpert, op. cit., t. 10, pág. 607,
(7) Id.. 5 3, núms. 508 y slgs. núm. SOO.
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gentino, Bs.'Aires, 1936. — Enciclopedia Jurídica (1) Cabe citar en primer término, por la forma
Omeba, Jurisprudencia sobre responsabilidad ex- restringida con que la admite, pero que lo consa-
tracontractual en el Derecho público y privado, gra al fin, la Constitución de la Unión de las
universidad Nacional de La Plata, Facultad de Repúblicas Socialistas Soviéticas aprobada por el
Ciencias Jurídicas y Sociales, Instituto de Juris- VIII Congreso extraordinario de los Soviets de la
prudencia, t. 1, La Plata, 1943. Unión el 5 de diciembre de 193«, cuyo art. 10
dispone: "El derecho de los ciudadanos a la pro-
piedad personnl sobre los ingresos y ahorros pro-
DAÑOS CAUSADOS EN LAS RELACIO- venientes de su trabajo, sobre la casa -vivienda y
NES DE VECINDAD.* SUMARIO: 1. Prelimi- la economía doméstica auxiliar, sobre los objetos
nares. 2. Responsabilidad por acto Ilícito. de la economía y uso domésticos y sobre los ob-
Culpa subjetiva. 3. Responsabilidad del pro- jetos de consumo y comodidad personales, lo mis-
pietario. Culpa objetiva. Presunción. Inver- mo que el derecho de herencia de la propiedad
sión del cargo de la prueba. 4. Responsa- personal de los ciudadanos, están protegidos por
bilidad sin culpa. 5. Fundamento. 6. Teo- la ley", lo cual es reglamentado en el art. 54 del
ría del riesgo creado. 7. Apreciación de la Cód. clv. v artículos subsiguientes" (Legislación
responsabilidad. 8. Indemnización. soviética moderna, págs. 4 y 153, U.T.E.H.A., Méxi-
co, 1947).
1. Preliminares. Las constituciones de (2) La Constitución argentina, después de la
casi todos los países del mundo admiten y reforma de 1949. también ha consagrado la pro-
consagran el derecho de propiedad, aun en piedad, el derecho a usar y disponer de la misma
según el nrt. 26. ratificando asi la anterior do
aquellos que la restringen considerable- 1953. pero atribuyéndole una función social y ''en
mente: Dicho derecho consagra la facultad consecuencia, estará sometida a las obligaciones
que estableara la ley con fines de bien conún"
(art. 38). Puede verse también ¡a Constitución de
• Por el Dr. ERNESTO EnuAiioo BORGA. Italia, art. 42.
al fundamento, puesto que para aquellos para establecer si se ha movido en los lí-
que resulten de un acto Ilícito, regirán los mites de su derecho o si excediéndose ha
principios generales y comunes de la culpa caído en lo ilícito, haciéndose por ende pa-
aquiliana, en tanto que para los que no pue- sible de la obligación de resarcimiento me-
dan calificarse de tales, pero que provoquen diante el pago de la respectiva indemni-
ello no obstante daño, deberá lograrse un zación, en virtud de los daños ocasionados
fundamento distinto que la doctrina no por su culpa.
tiene aún claramente establecido, frente a Incurriendo en culpa el ordenamiento
los fallos que condenan a la indemnización jurídico, tiene establecidas numerosas dis-
de los daños ocasionados. posiciones que normativamente señalan no
Antes de seguir con el desarrollo de esta sólo su responsabilidad como propietario,
nota, debemos remitir al lector a los prin- sino todo cuanto le es imputable a la perso-
cipios generales del daño, la culpa aqui- na, como propietaria o no, en virtud de
liana y también de la responsabilidad civil haber caído en ilícito, sin perjuicio también
subjetiva y objetiva, desarrollada en las de aquellas que se refieren exclusivamente
voces respectivas, ya que aquí nos limita- a aquellas personas que invisten el carác-
remos a considerar sólo la situación de los ter de tales, por ejemplo, los artículos:
daños ocasionados en las relaciones de 1066 a 1069, 1109, 1113, 1132, 1133, 1134,
vecindad. 1135, etcétera.
Y en efecto; en cuanto se refiere al De modo que a las prescripciones gene-
propietario, puede imputárselo como acto rales del ordenamiento jurídico con res-
suyo del cual resulta un daño a los vecinos, pecto a los actos ilícitos en general, se unen
en virtud de que al ejercer su derecho co- aquellas que señalan lo ilícito particular
mete un acto ilícito por imprudencia, ne- del propietario y de las cuales se desprende,
gligencia o culpa; y nada hay de extraño, que el propietario deberá conducirse con
según los tradicionales fundamentos de la el cuidado, la diligencia y la3 atención "de
culpa cuasi delictual que sea condenado a un buen padre de familia" ( ), como dicen
la indemnización de los daños incluso en Planiol y Ripert ( < ) , tipo ideal de propie-
las situaciones previstas por el articulo 1133, tario elegido in abstracto "que logra con-
donde la ley sienta la presunción de su ciliar su interés individual con el de sus
responsabilidad. vecinos, declarando responsable al que no
Pero también puede ser responsabilizado, toma las mismas precauciones en el ejer-
y lo es en la práctica, sin haber incurrido cicio de su derecho. La culpa consiste en
en culpa alguna, en cuanto al hacer uso este caso en el acto que no cometería un
de su derecho ocasiona a los vecinos un propietario cuidadoso y diligente".
daño. Aquí sobreviene una situación distin- En consecuencia, existirá culpa toda vez
ta, pues aun poniéndose en el caso de que que el propietario en ejercicio del derecho
en su legítimo ejercicio del derecho de de propiedad, en el uso y goce de la cosa,
propiedad haya puesto toda la diligencia, realice actos prohibidos, apartándose de
el cuidado y la atención que las circunstan- lo dispuesto por la reglamentación pres-
cias y las respectivas reglamentaciones re- cripta para el ejercicio y uso lícito de un
quieran, si se producen daños, es condenado modo expreso o tácito, en cuanto imbri-
a su indemnización; como ocurriría con la cada en la reglamentación, ha de estar
situación prevista por los artículos 2818 y necesariamente coordinado el derecho del
2619 del Código civil. propietario vecino, que puede impedir toda
Debemos, pues, examinar separadamen- acción que tienda a menoscabar el uso y
te ambas situaciones. Comenzaremos por goce lícito de su propiedad.
aquella en que media imprudencia, negli- De ahí que en tanto incurra el propieta-
gencia, en definitiva culpa, y acto ilícito rio en ilícito, aflora la responsabilidad del
en consecuencia imputable al propietario. artículo 1066 y también del artículo 1109,
Luego nos ocuparemos de la otra situación toda vez que si bien le asiste el libre ejer-
en que no obstante no existir culpa, es cicio de su derecho de propiedad, tiene la
responsable por los daños que resultan a la obligación de poner en su efectividad todo
vecindad por el ejercicio de su derecho de el cuidado, diligencia y prudencia que re-
propiedad. sulte inexcusable, adoptando las medidas
2. Responsabilidad por acto ilícito. Cul- necesarias a fin de evitar en ello y por ello
pa subjetiva. Fs máxima de jurisprudencia causar daño a sus vecinos.
"universal en materia de derecho de pro-
piedad, aquella que expresa que dicho de- (3) V. la voz BUEN PADRE DE FAMILIA, en esta
recho termina, allí donde comienza la misma Enciclopedia.
(4) Planiol, M., y Klpert, J., Tratado práctico
culpa del propietario. En tal caso, su con- de Derecho civil francés, t. 3, p&g. 390, § 1, nú-
rfiict.a ha de ser motivo de consideración mero 455, Ed. Cultural, La Habana, 1842. ___i
Esta atención, prudencia, diligencia y jetiva del propietario, quien la invoca ha
cuidado que el propietario ha de poner en de probarla, sin que medie presunción al-
al ejercicio de su derecho de tal, se con- guna de la ley.
creta en la jurisprudencia que lo declara 3) Responsabilidad del propietario. Cul-
responsable de la propagación a la casa pa objetiva. Presunción. Inversión del cargo
vecina, del incendio producido en la pro- de la prueba. Pero si existe una responsa-
pia, por negligencia o imprudencia, que bilidad por culpa subjetiva del propietario,
pudo ser previsto y evitado (J. A., 948-IV- que ha de probar quien la invoca, también
243; G. P., 80-487 o Rep. La Ley, t. X, pá- consagra la ley una responsabilidad funda-
gina 318, n° 151). da en culpa objetiva, que emana de una
Considerando además que la propiedad presunción, para casos determinados que el
tiene una función social que cumplir, según Código civil enumera, aunque de un modo
está reconocido de modo explícito o implí- meramente enunciativo («), como ocurre
cito en el sentido social de la vida de re- con lo dispuesto por el artículo 1133 del
lación al que aludimos antes y según lo citado cuerpo legal.
consagran textos constitucionales como el En efecto, dicho precepto prescribe en su
del artículo 38 de nuestra carta magna, el primera parte, a modo de principio gene-
propietario resulta responsable de acuerdo ral: "Cuando de cualquier cosa inanimada
con las normas del Derecho común, que resultare daño a alguno, su dueño respon-
hemos venido mencionando cuando perju- derá de la indemnización, sí no comprueba
dica o daña a sus vecinos por el solo pro- que de su parte no hubo culpa".
pósito de hacerlo y aun cuando sólo se En este caso, como en la situación exa-
trate del ejercicio de su derecho de propie- minada, la responsabilidad del propietario
dad dentro de los límites objetivos del mis- emerge de la culpa, vale decir permanece
mo si en ello no existe razón o utilidad. enmarcada en lo que conocemos en general
Recuerdan en tal sentido Planiol y Ri- en doctrina bajo la denominación de culpa
pert que "Desde hace mucho tiempo la aquiliana, ya que la misma deviene bajo
jurisprudencia condena al autor del acto la denominación de culpa aquiliana, ya
intencionalmente dañoso; declara que "el que la misma deviene por un acto ilícito
derecho de propiedad debe tener como lí- que le es imputable, pero que en razón de
mites la satisfacción de un interés serio y la propiedad que ejerce de cosa inanimada
legítimo"; estigmatiza "el deseo de perju- que por sí misma puede provocar daño,
dicar"; "las maniobras vejaminosas con como ocurre en los casos de desprendimien-
esa intención manifiesta"; "la malicia y la tos, derrumbe, emanaciones, etcétera, pre-
intención usurpatrlz"; "el acto realizado sume que ello se debe a negligencia, im-
por odio y maldad, sin interés por par- prudencia, o abandono en definitiva a cul-
te del que lo lleva a cabo". De un mo- pa del propietario, sentando con ello la
do más general, "siendo el derecho de necesidad de su comportamiento diligente,
propiedad, como todo derecho, una facul- atento y cuidadoso como los recordaban
tad concedida al hombre que vive en socie- Planiol y Ripert, como un buen padre de
dad, por fuerza ha de estar limitado, en el familia; pudiéndose exonerar de dicha res-
uso que puede hacer su titular, por los de- ponsabilidad, si precisamente acredita, y
beres sociales de éste, obligado especial- con ello destruye la presunción de la ley,
mente a no ejercitarlo con otra finali- que fue cuidadoso, diligente y prudente,
dad que aquélla para que ha sido recono- esto es que de su parte no existe culpa.
cido por el legislador, especialmente la de En tal caso, a quien la invoca le bastará
causar un perjuicio a otra persona". "En acreditar que el daño existe como conse-
consecuencia, siempre que el propietario cuencia y en directa relación con la cosa
ejercite su derecho, con el fin de dañar a inanimada de cuya propiedad se trata, y
un tercero y sin utilidad alguna para el el propietario será quien debe acreditar que
mismo, comete un acto antisocial, que des- no media culpa de su parte, que no le es
de el punto de vista de los principios del imputable a él tal circunstancia y que, en
Código civil sobre la culpa, hace respon- consecuencia, no le es atribuíble a él culpa
sable a su autor" ("). alguna ( 7 ).
Naturalmente que tratándose en todos De un modo expreso, la presunción de
los casos aludidos y situaciones previstas en responsabilidad del propietario por culpa,
lo que va del desarrollo de esta nota de
responsabilidad emergente de la culpa sub- (6) Así está reiteradamente resuelto por la Ju-
risprudencia (L. L., t. 10, pág. 755; t. 12, pág. 675;
(6) Los derechos deben ser ejercidos dentro de t. 16, pág. 484; t. 17, pág. 576; etc.).
lo« limites que establece la ley con miras a un (7) En tal sentido pueden verse los fallos re-
beneficio, y no en el solo perjuicio de otro (Cám. gistrados en J. A., 1952-III, pág. 131, y G. del P.,
Com. Cap., L. L,, t. 55, pág. 754). t. 66, pápr. 63.
cuya existencia la ley presume, por el solo de consagrar expresamente la responsabili-
hecho de haberse producido los daños por dad del propietario, frente a los vecinos, por
la cosa inanimada, se extiende a todos los los defectos o vicios de la construcción; no
casos que de modo explícito o implícito desligándolo de tal responsabilidad no obs-
comprende la enumeración del artículo tante que tales defectos o vicios sean pro-
1133, que, transcripta, dice así: "19 Caídas venientes o imputables en definitiva al di-
de edificios o de construcciones en general, rector técnico de la construcción.
en el todo o parte; 2"? Caídas de árboles Cabe pensarlo así toda vez que García
expuestos a caer por casos ordinarios; 3"? Goyena, al que tan presente tuvo el redac-
Humareda excesiva de horno, fragua, etcé- tor del Código civil, en tales casos consa-
tera, sobre las casas vecinas; 4° Exhala- gra la responsabilidad del arquitecto, lo
ciones de cloacas o depósitos infectantes, cual no fue aceptado por nuestro legisla-
causadas por la construcción de éstas sin dor al sancionar el Código civil, tal cual
las precauciones necesarias; 5° Humedad viniera proyectado (i°). A pesar de ello, la
en las paredes contiguas, por causas evita- excepción resulta inexplicable en cuanto se
bles; 6<? Atajos de los ríos, para servicios refiere a la inversión del principio en cuan-
de las heredades propias; 7° Obras nuevas to pone a cargo del damnificado el cargo
de cualquier especie, aunque sea en lugar de la prueba.
público y con licencia, si causaren perjui- No podemos extendernos con referencia
cio" («). a la responsabilidad por culpa objetiva que
Como lo expresa Segovia (°): "Probado el consagra el artículo 1133, con respecto a las
acto ilícito y perjudicial, entiende la ley que cosas inanimadas y su imputación al pro-
se ha procedido con discernimiento, inten- pietario en cuanto puede significar el pro-
ción y libertad, y al demandado cumple blema relativo al "hecho de la cosa" y al
probar que alguno de esos elementos de "hecho del hombre" en la alusión que rea-
imputabilidad no ha existido; salvo los ca- lizan las disposiciones del Código civil in-
sos de incapacidad legal. Reus in excipien- sertas en los artículos 1113 y 1133 del
do fie actor". mismo.
No obstante esta responsabilidad por cul- Sabedores de la frondosa controversia
pa objetiva que la ley establece en contra suscitada en torno a este problema, com-
del propietario, el articulo 1134, con respec- partimos la tesis de que la división que
to a una situación similar, vuelve a la res- acusa la doctrina y la jurisprudencia se
ponsabilidad por culpa subjetiva al estable- debe al enfoque erróneo que ha ocultado la
cer que: "Tiene lugar la indemnización del armonía que existe entre las mismas (»).
daño causado por ruina del edificio, pro- No podemos entrar en ella porque el tema
bándose que hubo negligencia de parte de es mucho más vasto que lo relativo a los
su dueño, o de su representante, en hacer daños ocasionados en las relaciones de ve-
las reparaciones necesarias, o en tomar pre- cindad, puesto que este mismo queda in-
cauciones oportunas, aunque la ruina pro- serto en el amplio campo que abarca: la
venga del vicio en la construcción". Es responsabilidad por los daños causados por
evidente que con ello se ha roto la vigencia las cosas, a cuya voz respectiva remitimos
del principio anterior consagrado en el ar- al lector.
tículo 1133, ya que, como lo expresa el 4) Responsabilidad sin culpa. Si la tra-
mismo Segovia, no se comprende por qué dición, invocando textos romanos había-
se hace la excepción tratándose de la caída se visto en la necesidad de consagrar la
de edificios, poniendo en tales circunstan- responsabilidad del propietario cuando
cias a cargo de los damnificados la prueba, obraba solamente dañando a otra persona
cuando la situación resulta comprendida sin utilidad para él, puesto que en ello se
en el inciso 1° del artículo 1133 citado. veía una maldad que la equidad no podía
Sin embargo, ha de tomarse la excepción sufrir al decir de Domat, según lo recuer-
de modo estricto, ya que el principio gene- dan Planiol y Ripert; tanto más el orde-
ral rige 'en todos los casos que no sea éste namiento jurídico se ha visto en la nece-
contemplado de modo expreso, y que su sidad de responsabilizarlo, aun cuando de
inserción pareciera responder más al deseo su parte no medie negligencia, impruden-
(8) Aplicaciones jurisprudenciales pueden ver-
se en L. L., t. 8, pág. 973; t. 1, pág. 567; t. 17, (10) Además, art. 2616 del Cód. clv.
pág. 327; t. 13. pág. 570; t. 3, pág. 88; t. 13, pá- (11) García Goyena, P., Concordancias, moti-
gina 285; t. 11, pág. 448; t. 19, pág. 785; J. A., t. 7, vos y comentarios del Código civil español, t. 4.
pág. 168; t. 35, pág. 1317; t. 23. pág. 241; t. 8, pág. 256, art. 1903, Madrid, 1852.
pág. 44, nota; t. 76, pág. 244. (12) V. Salas, E. A., La responsabilidad por loi
(9) Segovia, L., Código civil argentino. "Expo- daños causados por las cosas", Ed. Abeledo, Bi.
sición crítica y notas", t. 1, pág. 324, nota 35, Aires, 1945. y la bibliografía que recomendamos al
Ed. La Facultad, 1933. final de esta nota.
cia o intención de díyñar\en el ejercicio de relación ni participación tienen en los he-
su derecho, sin utilidad propia. chos que producen daño.
Hay situaciones en q'ue no obstante haber Si como resulta de lo dispuesto por el
puesto la máxima diligencia, y el más pru- articulo 1071, en cuanto prescribe que "el
dente esmero en el ejercicio del derecho de ejercicio de un derecho propio o el cumpli-
propiedad, sin que ni remotamente pueda miento de una obligación legal no puede
pensarse en que se haya provocado con constituir como ilícito ningún acto", ¿cómo
intención un perjuicio, y habiendo dado es que la jurisprudencia, según hemos vis-
plena satisfacción en el cuplimiento de to, consagra la responsabilidad del propie-
lo prescripto por las leyes, ordenanzas tario allí donde no sólo no media culpa
o reglamentos, que el propietario es res- suya, sino que se ha mantenido dentro de
ponsable de los daños que ocasiona a los límites objetivos del ejercicio de su de-
sus vecinos, al ejercer su derecho de pro- recho de propiedad?
piedad. Este es el problema que tiene planteado
Las relaciones entre propiedades conti- la doctrina que ha de dar una satisfactoria
guas o vecinas han resultado afectadas explicación de esta jurisprudencia; que ha
también por la profunda transformación de reducir a un principio unitario y fun-
operada en la organización económica del damentante todas las decisiones que de un
mundo de nuestro tiempo. La instalación modo u otro consagran dicha responsabi-
de establecimientos industriales altera la lidad. Preocupación que entre nosotros y
mesurada utilización de las propiedades conforme a lo prescripto por los artículos
inmuebles, lo cual ocasiona perjuicio a los 2618 y 2619 ha dado lugar a eruditas notas,
vecinos en la zona adyacente a dichas ins- de fallos referentes a esta responsabilidad
talaciones. sin culpa (n).
Sin embargo, no es sólo la instalación Es del caso, pues, encontrar la debida
de industrias lo que ha traído el problema explicación teórica que dé la solución al
que pudo contemplarse como veremos más problema que la realidad trae cuando no
adelante por el legislador; sino que la ju- mediando imprudencia, negligencia, inido-
risprudencia, como lo anotan Planiol y Ri- neidad, culpa, intención o dolo, ello no
pert, ha responsabilizado "al" propietario obstante- el propietario resulta condenado
de un teatro o casino, debido a los daños al pago de indemnización, para reparar los
que resultan del ruido nocturno, del ir y daños que ocasiona por el uso de su pro-
venir de viandantes y carruajes, del riesgo piedad.
considerable de un incendio; también al Resulta evidente que no ha de buscarse'
propietario de una casa de tolerancia, por por el camino de la ilegitimidad de la cdn-
los inconvenientes morales o por la dismi- ducta del propietario, puesto que no se pue-
nución de valor que ocasiona esa vecindad; de calificar de tal la instalación de indus-
al propietario de un hospital que recluye trias, el funcionamiento de fábricas, ya
en el mismo a un gran número de tubercu- que la organización económica de nuestro
losos, en su mayor parte incurables; al tiempo hace que las mismas resulten inex-
propietario de un colegio, cuyos alumnos cusables y se consideren en más, como los
ocasionan graves inconvenientes con sus pilares de la producción nacional. Tales ca-
gritos, a un hotel próximo" (i«). sos son los que ha previsto nuestro ordena-
En todos estos casos, lo más frecuente es miento jurídico en las situaciones contem-
que no haya culpa del propietario, y si la pladas por los artículos 2618 y 2619 del
hubiera, el problema sería resuelto por los Código civil. De las instalaciones industria-
principios que rigen todo lo relativo a la les, explotaciones, fábricas etcétera, emanan
culpa aquiliana. En tales supuestos se ejer- esparciéndose: humos, ruidos molestos, olo-
ce el derecho de propiedad en los límites res, hollín, cenizas. Ellas provocan vibracio-
objetivos del mismo, se cumple con todas nes, diferencias de temperatura, gases,
las leyes y ordenanzas o reglamentos que irradiaciones eléctricas, etcétera, que al-
prescriben sobre dichos ejercicios; se pone canzan las propiedades vecinas en térmi-
la mayor diligencia, prudencia y habilidad
en la elección de medios idóneos tendientes
a evitar todo perjuicio o daño a terceros, y, (14) Spota, A., "La responsabilidad objetiva en
sin embargo, los vecinos sufren alteración las relaciones de vecindad", nota al fallo que La
Ley registra en el t. 39. pág. 166 Además los regis-
y menoscabo en sus derechos a punto tal trados en los Repertorios 4. pág. 388. núms. 172
que se considera que no es justo ni equita- a 175; 7, pág. 376, núms. 185 a 189, 406 y 407;
tivo dejarlo a cargo de quienes ninguna 6, pág. 387. núms 201. 202 y 456 a 458: 8, pá-
gina 349, núms. 147 y 148; 9. pág. 364, núms. 136
a 138; 10, pág. 316. núm. 126; 11. pág. 282, nú-
'.3). Planiol y Ripert, op. cit., t. 3, pág. 395, mero 83 a 85; 14, pág. 211, núms. 56 a 60, y pá-
.m. 462. gina 219, núms. 101 a 163.
nos tales que puede estimarse "que existe Se trata, pues, de responsabilidad sin
una verdadera inmisio cbrporal" ( 15 ). culpa en ejecución del derecho de propie-
Esa inmisio es un hecho que no puede dad, aun cuando se mantenga dicho ejerci-
evitarse; "el propietario de la fábrica ejer- cio en límites legítimos. Es el caso de las
cita su derecho de un modo diligente; rea- situaciones previstas por los artículos 2618,
liza actos que son propios de un excelente 2619, 2650, 3097, 3103 del Código civil, en
propietario, al aumentar los productos de que la ley admite la inmisio como necesaria
su íinca; con ello, acrece también la rique- e inexcusable pero estableciendo la obli-
za nacional. Al mismo tiempo, adopta las gación de indemnizar.
medidas necesarias para evitar todo incon- Si no hay negligencia, imprudencia, im-
veniente a sus vecinos; construye sus chi- pericia, culpa o dolo, si es más, se ejerce
meneas hasta determinada altura, les da un derecho en los límites de objetiva lici-
una dirección adecuada, se esfuerza por tud, si cómo en los casos en que la propia
desinfectar su local; ninguna culpa puede ley admite necesariamente la inmisio o pe-
atribuírsele. Sin embargo, es declarado res- netración en la propiedad vecina; y ello
ponsable. Por otra parte, los tribunales no no obstante obliga a indemnizar, ¿qué es
establecen distinción alguna en cuanto a lo que acredita dicha responsabilidad y
la persona del autor del daño, condenando cuál es su fundamento y extensión?
por igual al gran industrial como al simple 5. Fundamento. Es más que evidente, la
panadero que molesta al vecino con su in- necesidad de saberlo, porque en las nume-
dustria nocturna, al que se dedica a la cría rosas situaciones que hemos visto debemos
de puercos o aves como al que tiene un disponer de un criterio que permita discer-
depósito de carbón" (i 6 ). nir en qué casos existe dicha responsabi-
En idéntica forma cabe computar la res- lidad y en cuáles no.
ponsabilidad de las empresas ferroviarias La existencia de situaciones de hecho que
por la trepidación producida por la marcha traigan aparejada responsabilidad sin culpa
ie los trenes, el humo de las locomotoras, del propietario puede darse en principio
incendios ocasionados por las chispas que como, existente cuando concurren las si-
éstas arrojan; del que explota una mina por guientes circunstancias, según resulta de
derrumbe de tierras, edificios, agotamiento la doctrina y la jurisprudencia a que he-
ie manantiales; como así del Estado por mos hecho mención.
:a realización de obras públicas, desviación a) Existencia de inmisio o penetración
ie cauces de ríos que afecta a los ribereños en el ámbito del derecho de terceros.
ie cauces desecados, etcétera. La jurispru- b) Extralimitación de las normales obli-
iencia francesa ha establecido siempre la gaciones de vecindad.
responsabilidad, aunque no pueda invocarse c) Daño provocado (18).
julpa en estos casos í 1 ?). Con estos elementos tenemos caracteri-
Con lo hasta aquí expuesto hemos des- rizada la conducta del propietario que sin
ecado que se trata de hechos en los que culpa, negligencia, imprudencia, impericia,
10 cabe imputar al propietario culpa, pero inidoneidad, ni dolo, es ello no obstante
;n cuya efectividad cabe si computar pre- incurso en responsabilidad y por ende con-
sente el acto del propietario en uso de su denado al pago de indemnización para re-
ierecho de propiedad. parar los daños que de ella resultan. Cabe
Porque circunscribiendo el ámbito de ahora investigar cuá! es el fundamento.
luestra preocupación para un claro des- La doctrina ha realizado muchos esfuer-
inde del problema deben excluirse como zos para lograr solución satisfactoria, pre-
lechos de los cuales pueda emerger respon- tendiendo, como es lógico, un principio
labilidad aquellos que se producen indepen- general al cual referir toda la responsabili-
iientemente de la acción del hombre, como dad y en tal sentido se han ensayado las
meden resultar los que provoca la penetra- más de las veces teorías que pretendían
ción en la propiedad vecina de las aguas siempre encontrar una fórmula de culpa lo
lúe naturalmente desencadenan de las más amplia para comprender todos los ca-
)ropiedades más altas (art. 2647 del Cód. sos en que debe otorgarse indemnización.
:iv.), ni tampoco de las "arenas y piedras Recuerdan al respecto Planiol y Ripert los
[ue arrastraron en su curso las aguas plu- sistemas llamados: de la obligación legal
riales" (art. 2648 del Cód. civ.) . de vecindad y del abuso del derecho ( l 9 ).
La primera admite la existencia de una
(15) Planiol y Blpert, op. cit, p&g. 394, nú- obligación legal de vecindad, que resultaría
ñero 461.
(16) Planiol y Blpert, op. dt., pág. 394, nú-
aero 461. (18) V. la voz DAÑO.
(17) Planiol y Rlpert, op. cit., págs. 398 y 397, (19) Planiol y Rlpert, op. dt.. t. 3,
. 464, 465, 466 y 467. y 399, riúms. 469 y 470.
de las disposiciones referentes a la culpa diante el pago de la consiguiente indemni-
a las obligaciones recíprocas existentes en- zación.
tre ios propietarios y las que resultan de la 6. Teoría del riesgo creado. Existiendo
autoridad de la ley El sistema no resistió responsabilidad cuando media la inmislo o
el análisis y íué abandonado por sus pro- penetración con extralimitación de las nor-
pios mantenedores, en cuanto quedó de males obligaciones de vecindad y se ha
relieve que el Código civil no ha establecido provocado un daño, sin que por ello pueda
tal obligación legal de vecindad. hablarse de imprudencia, negligencia, cul-
En idéntica forma aquella teoría que pa, intención, dolo, etcétera, vale decir que
hace responsable al propietario por haber no pueda recurrirse a la responsabilidad
incurrido en abuso del derecho, no logra por el acto ilícito, la teoría del riesgo crea-
sino fórmulas vagas, cuyo alcance es de do, aflora para referir a ella de un modo
difícil previsión, tal como sería la de con- objetivo la responsabilidad sin culpa del
siderar abuso del derecho la instalación propietario.
de una fábrica si de ello resulta perjuicio Es la situación prevista por los artículos
para los vecinos. Esta teoría ha sido des- 2618 y 2619 del Código civil, en cuanto
cartada por algunos autores, en tanto la puede advertirse que la licitud del ejercicio
auspician otros (-°). del derecho de propiedad, por más que el
Una tercera teoría es la de "uso excep- propietario lo realice de acuerdo con las
cional de la finca", la cual resultaría de autorizaciones administrativas requeridas,
las propias ideas a que la jurisprudencia no por ello queda exento de responsabilidad
ha debido recurrir para fundar sus deci- frente al daño que ocasiona a sus vecinos.
siones. . La responsabilidad por el riesgo creado es
Conforme a la misma, quien excede las la doctrina dominante entre nosotros.
obligaciones ordinarias de la vecindad, debe La autorización o permiso (22) adminis-
reparar el daño causado, toda vez que se trativo para la instalación de industrias,
considera que se ataca el derecho de otro fábricas, explotaciones, etcétera, que se rea-
propietario, excediendo en perjuicio de éste liza en interés público, por razones de sa-
los limites de las obligaciones que existen lubridad, seguridad, etcétera, lleva siem-
entre vecinos. pre implícita la cláusula de que quedan a
En las varias fórmulas á que la jurispru- salvo los derechos de terceros, de manera
dencia ha recurrido en Francia, Planiol y tal que excepto de toda otra responsabili-
Ripert ( 21 ) encuentran la expresión de la dad, siempre está latente y puede hacerse
siguiente idea: "quienquiera que use su presente en circunstancias como las que
propiedad en las condiciones habituales de hemos examinado la responsabilidad ci-
su época y de la situación de su inmueble, vil (23) .
deberá reparar el daño causado por él., ya No puede la autoridad judicial por tales
que, al hacer un uso excepcional de las fin- motivos llegar a la clausura del estableci-
cas vecinas, destruye la relación de equili- miento, o suspensión de su funcionamien-
brio que existía entre las fincas vecinas. to, parcial o totalmente. Ello es ajeno a su
Es la tesis que Labbé defendía en 1872: "el jurisdicción, ya que compete a la autoridad
estado natural del suelo origina una especie administrativa; sólo habrá de considerarse
de estado normal entre las propiedades! la responsabilidad civil que implica la con-
Quien se aparta del mismo y causa un daño, sideración de la disminución de valor de
aun cuando no incurra en culpa, habrá dé la finca o fincas vecinas y el estableci-
repararlo". miento de la indemnización consiguiente
Pero aquí todavía se habla de culpa cuan- para una justa y equitativa reparación del
do en realidad ya se está próximo a la daño ocasionado.
teoría del riesgo creado, toda vez que todo Nuestra jurisprudencia es constante y
ello concluye en que en "ciertos casos el uniforme en lo que se refiere a la aplica-
derecho de propiedad no podrá ejercitarse ción de los artículos 2618 y 2619. Numerosos
sin reparar el daño causado". El acto del fallos admiten la indemnización por la
propietario es un acto lícito, socialmente disminución de valor que ocasiona en las
útil, pero como trae como consecuencia casas vecinas la presencia de un estable-
un menoscabo del derecho ajeno —especie cimiento industrial cuyos ruidos exceden
de expropiación, según Planiol y Ripert—, del uso normal del derecho de propiedad,
ello origina la obligación de reparar me- sea por su intensidad o continuidad¡»o am-
bas circunstancias a la vez ya que la indem-
(20) Salas, A. E., J. A., t. 71; Acuña Anzorena,
J. A., t. 49, pág. 71. (22) L. L., t. 65, pág. 321.
(21) Planiol y.Ripert, op. cít.. t. 3. pág. 400. (23) Planiol y Ripert, op. cif.. t. 3, pág. 396,
núm. 471. núm. 463.
nización corresponde en cualesquiera de las jarse más tarde de los inconvenientes d,e
tres situaciones, porque la redacción del ar- su vecindario. Cuando un gran número de
tículo no spone en la o una idea de unión, propietarios hace un uso igual de sus pro-
sino alternativa o disyuntiva propia de la piedades en un barrio dado, establecen una
conjunción, lo que hace que en uno u otro especie de uso habitual en ese lugar, de tal
caso, o en ambos a la vez, sea procedente suerte que, si más tarde viene a estable-
la reparación de los daños ocasionados («). cerse en el mismo otra persona, no podrá
Estos artículos hacen surgir, pues, la quejarse de los daños que pueda tener que
responsabilidad del propietario sin culpa, sufrir. Si al contrario, un solo individuo
establecen una responsabilidad objetiva usa su derecho en la forma antes dicha,
que sólo puede .encontrar satisíactoria ex- aun cuando lo haga como subsistencia de
plicación en la teoría del riesgo creado, que un uso muy antiguo, será un uso excepcio-
impone la obligación de resarcir a quien no nal".
obstante observar una conducta lícita, pro- No deberán tenerse en cuenta por los
voca con ella un daño, que no puede quedar jueces consideraciones -de carácter personal
a cargo de quienes resultan damnificados, de la víctima del daño, aun cuando sí, pue-
por razones fundamentales, a saber: I1?, den computar daños recíprocos y compen-
porque no son ellos los que han creado el sarlos.
riesgo, sino quien excediendo las obligacio- 8. La indemnización. De acuerdo con lo
nes del ejercicio normal del derecho de dispuesto por el artículo 2619, última par-
propiedad, ha provocado el mismo, al esta- te, "La indemnización se determina según
blecerse de modo que haya una verdadera el perjuicio material causado a las propie-
inmisio o penetración en la propiedad aje- dades vecinas, y según la disminución del
na; 2°, porque no son ellos, los damnifica- valor locativo o venal que ellas sufran".
dos, quienes se benefician con ese riesgo, El legislador' fija una alternativa, cuya
que crea quien se establece en condiciones aplicación dependerá de las circunstancias,
de ejercicio excesivo del derecho de propie- pero en modo alguno puede considerarse
dad. que se acumulen, ya que no puede agre-
Luego justo es que quien crea el riesgo y garse a la disminución del valor venal la
se beneficia con el riesgo creado, en cuanto del valor locativo; "y esto porque, indem-
percibe las utilidades que le rinde o de- nizado aquél, ya no existe sino un valor lo-
biera rendir su "propiedad en tales condi- cativo que corresponde al remanente del
ciones, sea quien ha de cargar con la repa- valor venal; a su vez, si se indemnizara la
ración de los daños que provoca 2 5dicha disminución del valor locativo, no habría
situación a las propiedades vecinas ( ). lesión del valor venal, en cuanto éste es
7. Apreciación de la responsabilidad: una función del valor locativo, que queda-
Naturalmente que queda a cargo de los jue- rá incólume con la indemnización" ( 2 «).
ces, sobre quienes pesa la tarea de integrar Los tribunales pueden además imponer
a través de normas individuales el orde- medidas tendientes a evitar que los daños
namiento jurídico, tomando firme contacto se eviten en lo futuro, pueden incluso obli-
con lo individual de la realidad apreciar y gar a realizar obras con ese fin, y en caso
decidir si el daño causado a las propiedades de daños continuados fijar una cuota o
vecinas resulta del uso que no resulta nor- renta mientras subsista el perjuicio.
mal, sino excepcional del derecho de pro- Lo que no pueden hacer es imposibilitar
piedad. el ejercicio de la industria, toda vez que
Se trata de una cuestión de hecho ligada caerían en contradicción con la autoridad
como tal a las circunstancias de la época y administrativa que la autorizó, cuyas de-
el lugar. "Por ejemplo —dicen Planiol y cisiones se corresponden con el interés pú-
Ripert—, cuando una industria se establece blico.
en una ciudad, habrá que considerar el JURISPRUDENCIA. — La citada en*el texto y notas.
barrio en que va a funcionar; lo que pudie-
ra ser anormal reconocer en esto, pues, no BIBLIOGRAFÍA. — Planiol, M., y Ripert, J,, Tratado
un derecho de preocupación, que la juris- práctico de Derecho civil /ranees, trad. de Mario
• Díaz Cruz, t. 3, págs. 6 y 10, Ed. Cultural. La Ha-
prudencia ha rechazado muy justamente, bana. — Segovia, L., Código civil argentino. "Bt
sino una especie de preocupación colecti- posición y critica en forma de nota", Ed. La Fa-
va. Así, en un barrio ya ocupado por fá- cultad, Bs. Aires, 1933. — García Goyena. T.,
bricas y hornos, no podrá un propietario Concordancias, motivos y comentarios del Código
civil español, ts. 3, y 4. Madrid, 1852. — Salas,
hacer construir una lujosa vivienda y que- E. A., La responsabilidad por los daños causados
(24) V. la jurisprudencia que hemos citado
antes. (26) Spota, A., op. cit., en La Ley, t. 39, pá-
(25) Conf. Spota, A., en La Ley. t. 38, pág. 175, gina 178, núm. 11, in fine; fallos: L. L., t. 65,
núm. 7. pág. 322; J. A., 1952-1, pág. 552.
por las cosas, Ed. Abeledo, Bs. Aires. También nado por el propietario. 14. Persona que
J. A., t. 71. — Spota, A., "La responsabilidad ob- tiene la guarda del animal. 16. Cesación de
jetiva en las relaciones de vecindad", en La Ley, la responsabilidad. 16. Animal soltado o
t. 39, pág. 166. — Mazeaud, H. et L., Traite théo- extraviado sin culpa del guardián. 17. He-
rique et pratique de la rcsponsabíliíé civile délic- cho del animal' determinado por fuerza ma-
twelle et contractuelle, 4« ed., Recueil Sirey, Pa- yor. 18. Culpa de la víctima. 19. Daño
rís, 1947. — Lalou, H., Traite pratique de la res- causado a la persona que intenta detener
ponsabüité civile, 4» ed., Ed. Dalloz, París, 1949. > a un animal desbocado. 20. Animal exci-
— Pischer, A. H., Los daños civiles y su repara- tado por un tercero. 21. Animal feroz.
—ción, trad. de W. Hoces, Ed. V. Suárez, Madrid, 22. Daño causado por un animal a otro.
1928. -w— Orgaz, A., El daño resarcible, "Actos ilí- 23. Daño causado por animales entregados
citos", Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1952. a una guarda común. 24. Arreo de hacien-
— Legislación soviética moderna, Ed. U.T.H.E.A., da por calles y caminos (Reglamento de
México, 1947. — Schónke, A., Derecho procesal ci- Tránsito). 25. Legitima defensa para evi-
vil, Ed. Bosch, Barcelona, 1950. — Enueccerus- tar el daño de los animales. 26. Daños con-
Kipp-Wolíf, Tratado de Derecho civil. Ed. Boseh, siderados por la ley. 27. Daño moral.
Bs. Aires, 1948. — Carnelutti, F., Sistema de Dere- 28. Acción del que ha recibido el animal
cho procesal civil, Ed. U.T.H.E.A.. 1944. — Pa- para servirse de él contra el propietario del
chioni, G., Dei delitti e quasi delitli, Padua, 1940. animal. 29. Abandonó noxal.
— De Cupis, A., ¡I danno, Milán, 1946. — Cam-
marota, A., Responsabilidad extracontractual, "He- 1. NOCIÓN. La materia que nos ocupa lia
chos y actos ilícitos", Bs. Aires, 1947. — Agular, perdido la importancia que tenía en el
H. D., Hechos y actos jurídicos, "Actos Ilícitos; tiempo pasado, pues el adelanto de la téc-
responsabilidad civil", Bs. Aires, 1950. — Colom-
bo, L. A., Culpa aquiliana "Cuasi delitos", Bs. Ai- nica ha ido reemplazando la utilización de
res, 1944 y 1947, — Chironl, G. P., La culpa en el los animales por las máquinas, de modo
Derecho civil moderno, 2». ecl., trad. de C. B. de que hoy resultan cada vez más raros los
Quirós, Ed. Reus, Madrid, 1928.- — Braslello, T., casos de daños causados por animales, más
/ limite della responsabilitá per danno nel nuovo
sistema legislativo -italiano. Ñapóles, 1942. — Bus- escasos aún los daños originados por ani-
so, E. B., Código civil anotado, Bs. Aires. — Del males feroces (art. 1129 del Cód. civ.), pues
Vecchlo, O., Filosofía del Derecho, ediciones 1936, en nuestro medio puede ocurrir su tenen-
Bosch, y 1047, U.T.H.E.A. — Gulslana, E., U con- cia por una persona sólo por excentricidad,
cetto di danno giuridico, Milán, 1944. — Messi-
neo, P., Mamulle di Diritto civile e commercíale, fuera de los casos de orden comercial (cir-
Milán, 1947. — Salvat, B. M., Tratado de Derecho cos) o científico (museos, jardines zooló-
civil argentino, "Parte general", "Obligaciones en gicos) .
general", "Derechos reales", ''Hechos Ilícitos",
1946. — Savatier, K., Traite de la responsabüité Pero existiendo las especies animales,
civile en Droit franjáis. París, 1939. — Tuhr. tanto domésticas como salvajes y su posi-
A. von, Derecho civil, Bs. Aires, 1946. — Josse- bilidad de pertenecer a alguna persona, la
:and, L., Derecho civil, Ed. Bosch, Bs. Aires, 1950. posibilidad del daño existe y, en.conse-
Llerena, 3., Concordancias y comentarios del Có-
digo civil argentino, Ed. La Facultad, Bs. Aires, cuencia, debe contemplarse el resarcimien-
1931. — Machado, O., Exposición y comentario del to debido a la persona lesionada.
Código civil, Ed. Lajouane, Bs. Aires, 1928. •— 2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS. En el Anti-
Guastayino, J. M., Notas al Código civil argenti-
no, Ed. Lajouane, Bs. Aires, 1898. — Blbllonl, guo Testamento hallamos reglas relativas
J. A., Anteproyecto de reformas al Código civil ar- a esta materia, referidas al caso de los da-
gentino, Bs, Aires, 1929. — Comisión de reformas, ños que pueden ocasionar los bueyes, dis-
Proyecto de reformas al Código civil argentino, poniendo: "Si un buey acornease a un.
Bs. Aires, 1936. — Enciclopedia Jurídica Omeba, hombre o a una mujer, y resultare la muer-
Jurisprudencia sobre responsabilidad extracontrac-
tual en el Derecho público y privado. Universi- te de éstos, será el buey muerto a pedradas
dad Nacional de La Plata, Facultad de Ciencias 'y no se comerán sus carnes; mas el dueño
Jurídicas y Sociales, Instituto de Jurisprudencia, del buey quedará absuelto. Pero si el buey
t. 1, La Plata, 1943. — Acuña Anzorena, "El fun- acorneaba de tiempo atrás, y requerido por
damento de la responsabilidad entre vecinos y la
teoría del abuso del defecho", en Jurisprudencia ello su dueño, no lo tuvo encerrado, y ma-
Argentina, t. 49, pág. 71. — Bielsa, B., "Bestrlcclo- tare a hombre o mujer, no sólo el buey será
nes y servidumbres administrativas", en Jurispru- apedreado, sino también muerto su dueño.
dencia Argentina, t. 29 nota 10. Si el buey de alguno hiriese al buey de otro
y éste muriere, venderán el buey vivo y
DAÑOS CAUSADOS POR ANIMALES.* partirán su precio y la carne del muerto la
SUMARIO: 1. Noción. 2. Antecedentes histó-
ricos. 3. El principio en el Código civil. repartirán entre sí. Pero si el dueño sabía
4. Fundamento. 5. Concepto de animal. ya que de tiempo atrás el buey acometía
6. Qué se entiende por hecho del animal, y no lo encerró, restituirá buey por buey y
7. Hábitos extraños al animal. 8. Personas será suyo todo entero el buey muerto" í1).
responsables, por el daño causado por el
hecho del animal. 9. Propietario del ani- En el Derecho romano, la ley de las XII
mal. 10. Persona que se sirve del anima!. Tablas admitía una acción noxal del daño
11. Alcance del concepto servirse del ani- causado por ciertos animales y de cierta
mal. 12. Persona que se sirve del animal
sin estar autorizado. 13. Animal abando- (1) Libro del Éxodo, cap. 21, vers. 28 y siga.;
citado por Alfredo Orgf••• so. La Ley, t. 54, pági-
• Por el Dr. JUAN M. FARTNA. na 577. nota.
manera.2 La ley sólo hablaba de los cuadrú- 3. EL PRINCIPIO EN EL CÓDIGO CIVIL. E
pedos ( ), pero si el daño se había causado artículo 1124, primera parte del Código civil
por otro animal, se daba una acción útil dice: "El propietario de un animal, do
para reclamar por él (3). méstico o feroz es responsable del dañi
Podía asimismo reclamarse en el caso del que causare".
daño causado por un animal que pastaba La ley comprende toda clase de anima
en terreno ajeno; si se trataba de animal les, domésticos o feroces, y la responsabili
salvaje que se había escapado, no había dad recae sobre su propietario, o sobre 1¡
acción "salvo la acción noxal contra su persona a quien ha sido mandado po
dueño si conservaba su dominio sobre él, aquél para que se sirva de él (art. 1124)
o una acción útil en contra del mismo o de o sobre la persona que lo tenga, si se trat¡
su guardián, siempre que el daño se hu- de un animal feroz'del cual no se reports
biese producido en la calle por donde en utilidad para la guarda y servicio de ui
violación de la disposición. del pretor, se predio (art. 1129). De modo que es condi
conducía el animal" ( 4 ). clon de la responsabilidad por el daño cau
La acción por el daño del animal tenía sado por animales, que éstos sean tenido
carácter real, pues sólo podía dirigirse con- por alguien, jurídicamente o de hecho, pue¡
tra quien era propietario del animal en el la circunstancia de su tenencia, cualquier;
momento de la reclamación, sin importar sea su especie, origina la responsabili-
quién lo era al producirse el perjuicio, y dad (8).
porque la acción se extinguía, si el animal 4. FUNDAMENTO. ¿Cuál es el fundamente
moría antes de haberse intentado la mis- del principio sentado por el artículo 112<
ma. Este sentido de la ley explica que se del Código civil? Las ideas han sufrido uns
permitiera a la víctima retener el animal evolución a este respecto, pudiéndose ha-
que caía en sus manos u obligar al pro- blar de la existencia de una teoría clásica
pietario a entregárselo para cobrarse con y una teoría moderna (»).
él el daño sufrido. 19) La teoría clásica parte de la idea
El propietario del animal podía optar en- de culpa: Quien posee un animal debe te-
tre reparar el daño o abandonar el animal ner todos los cuidados y vigilancia necesa-
al perjudicado. rios para evitar que el animal produzca
En el antiguo Derecho español, las Siete el daño. La existencia del daño hace pre-
Partidas sentaron un principio análogo al sumir la omisión de tales cuidados, y de
del Derecho romano. Decía así la Partida ahí la responsabilidad que la ley estable-
VII, que cuando una bestia "que íuese ce (i<>). Dentro de esta teoría existe una
mansa por natura, e ella por su maldad orientación más reciente, que modifica algo
sin culpa de otro, fiziesse daño en alguna la fórmula tradicional, haciendo basar la
cosa", el propietario puede optar entre responsabilidad en la falta de guarda, es
"emendar el daño o de desamparar5 la bes- decir, en perder el contralor que el animal
tia a aquel que el daño recibiere" ( ). Si las requiere y que su propietario está obligado
bestias eran bravas de natura, el tenedor a mantener constantemente ( n ).
debía guardarlas para evitar todo daño o
cosa alguna; si el animal causaba algún 2?) Para la teoría moderna, el principio
daño, el tenedor debía pagar todos los da- que analizamos se funda en la idea de
ños y perjuicios («). riesgo; el dueño de un animal puede ser-
Como se ve, entre las leyes romanas y virse de él, pero asume frente a los ter-
españolas existía una característica común ceros el riesgo de esta posibilidad, y la
en el caso de daños causados por animales asunción de ella está contenida en el he-
domésticos. Ambas limitan la acción a los cho mismo de servirse de tales cosas ( 12 ).
daños causados contra la naturaleza del Sostienen los partidarios de esta teoría que
animal, es decir, contra los hábitos comu- si el propietario o tenedor del animal se
nes de la especie, excluyendo los daños beneficia con su utilización, está en el de-
causados en este último caso. Además, en
ambas legislaciones el propietario se libera (8) Agular, op. cit., t. 3, pág. 301,
entregando el animal al damnificado ( 7 ). (9) Salvat, B., Hechos ilícitos, ed. 1941, pá-
gina 78.
(10) Cammarota, A., Responsabilidad extra-
(2) Sí cuadrupes pauperies flciese dlcetur, Ins- contractual, ed. 1947, t. 2, pág. 544. V. en este
tituías, llb. 4, tit. 9, ley 1. sentido L. L., t. 15, pág. 807 (Cám. Apel. Rosario);
(3) Agular, H., Hechos y actos jurídicos, 1950. L. L., t. 20. pág. 433 (Sup. Corte Bs. Aires).
t. 3, pág. 294. (11) Salvat, op. cit., pág. 79. En este sentido,
(4) Agular, IWd., pág. 294. Cám. Clv. 2i Cap. Fed., 27-8-946, L. L., t. 44
(5) Partida 7. tlt. 15, ley 22. pág. 131.
(6) Partida 7, tít. 15, leyes 21 y 23. (12) Chlronl, Culpa extracontractital, t. 2, pt
(7) Agular, op. cít., t. 3, pág. 296. glna 230.
ber correlativo de asumir el riesgo que ello tratase de otras substancias
18 19
nocivas, por
implica i1»). ejemplo, de venenos ( ) ( ).
3°) En nuestro Código civil la presunción 6. QUÉ SE ENTIENDE POR "HECHO DEL ANI-
de culpa deriva del propio texto de la ley, MAL". No todo hecho dañoso que emane de
y la ausencia de culpa como causa de ce- un animal ha de considerarse comprendido
sación de responsabilidad no se admite con en el capitulo que el Código legisla bajo el
carácter general, sino sólo en los supuestos rubro "de los daños causados por animales".
expresamente previstos en los artículos Es necesario para considerar que el daño
1125, 1127 y 1128 ("). La idea de esta culpa ha sido causado por el hecho del animal,
se basa en la falta de custodia o de vigi- que el mismo sea el resultado de una reac-
lancia por parte del propietario del animal ción propia del animal como hecho espon-
para impedir el perjuicio (15). táneo instintivo u orgánico y no como
5. CONCEPTO DE ANIMAL. La ley habla en resultado de 20la excitación efectuada por
primer lugar de animales domésticos y una persona ( ). En este último .caso es-
animales bravios, salvajes y domesticados taremos en presencia de un hecho culpable
(art. 2527), de domésticos y domesticados o doloso, siendo responsable quien provocó
(arts. 2528 a 2544). al animal, por el hecho propio, regido- por
Animales domésticos son los que se crian otros principios distintos (21).
en la casa (domus), adaptados a la vida y 7. HÁBITOS EXTRAÑOS AL ANIMAL. Fijado el
costumbres del hombre o susceptibles de concepto de hecho del animal, cabe distin-
tal adaptación; estos animales, al domesti- guir entre hechos producidos por los hábi-
carse, pierden manifestaciones agresivas, tos del animal y hechos imprevistos por
adquieren mansedumbre, y para mante- tratarse de hábitos ajenos a su especie.
nerlos en tal 16
estado no requieren castigos Sabemos que el perro muerde, que el ca-
ni amenazas ( ). ballo cocea, etcétera, lo que constituye los
Animales feroces son aquellos cuyos ins- hábitos propios de la especie; pero, extra~
tintos y manifestaciones de agresividad y ordinariamente, el animal puede tener
crueldad se mantienen latentes para ex- reacciones que no son las comunes de un
teriorizarse en cuanto cesan las causas que animal de su especie, sea por la aparición
le obligan a mansedumbre aparente (cas- de hábitos que no pierden, por súbito en-
tigos, seguridades especiales, etc.). furecimiento o por otras causas reservadas
El codificador, al emplear los calificativos a las leyes de la naturaleza, no siempre
doméstico o feroz en el articulo 1124, ha conocidas (22).
querido comprender todos los animales de Nuestro Código civil no distingue entre
que el hombre puede ser propietario, in- uno y otro caso, y por ello dispone el ar-
cluyendo todas las especies de animales, tículo 1126, segunda parte, que "no se salva
peces, mamíferos, aves, reptiles, etcétera, tampoco la responsabilidad del dueño, por-
sean domésticos, domesticados, salvajes que el daño que hubiese causado el animal
(sean feroces o no), presos o en libertad,
(18) EnnecceruE, Tratado de Derecho civil,
siempre que alguien los tenga como pro- t. 2, pág. 705, nota 13.
pietario o tenedor ("). (19) El Cód. clv. argentino, afirma Cammarota,
Los bacilos de un laboratorio, ¿son ani- "no podría contemplar sino a los semovientes, a
males en el sentido de la ley? Hay quienes, los dotados de energías cuya éxterlorlzación es
justamente la que causa perjuicios; basta con
extremando el concepto, opinan que sí; apreciar los diversos supuestos legales (arts. 1125
pero en general se rechaza esta tesis. "El y slgs.) para persuadirse que resultan imposibles
que cultiva bacilos —dice Enneccerus—, tales asimilaciones doctrinarias. La responsabili-
por los cuales se infecta otra persona, no dad, pues, en el caso de los bacilos, deberá re-
girse por el art. 1109, que es normativo" (Cam-
responde como tenedor de animales, sino marota. op. cit., t. 2, pág. 543, nota 5).
sólo por razón de culpa, lo mismo que si se (20) Cám. Apel. Rosario, L. L., t. 15, pág. 807;
Supr. Trlb. Santa Pe, Repert. L. L., t. 7, "Daños y
perjuicios", núm. 301.
(13) Demogue, Des obligatíons en general, t. 5, (21) Agular, op. cit., pág. 297. "La objetiva-
pág. 199. En este sentido, Cám. Clv. 1» Cap. Fed., ción de lo que se entiende por hecho del animal,
3-12-943, L. L., t. 33, pág. 44. río obsta a la responsabilidad del propietario o del
(14) Salvat, op. cit., págs. 79 y 156. que se sirva del animal, cuando éste es sólo un
(15) "Lo cierto es que se presume su culpa, instrumento o un medio con el cual se causa
con lo cual el damnificado por un animal domés- daño; responsabilidad que en tal caso encuadra
Vfo tiene una eílcaz protección. Es lo que Inte- dentro de la ordinaria del que ocasiona un daño
resa puntualizar; con mayor motivo quien lo es por su culpa o negligencia, regida por el precepto
por uno feroz (cuyo régimen Jurídico regula el del art. 1109" (Agular, Ibíd., págs. 298 y 299).
art. 1)29)" (Carnmarota, op. cit., pég. 844). Conf. Cám. Apel. Clv. Rosarlo, Sala 1», 6-8-948,
(16) Cammarota, op. cit., pág. 542. L. L.. t. 54, pág. 277; Sup. Corte Tucumán, 18-6-
(17) Cám. Apel. Civ. Rosarlo, Sala 3', 29-12- 949, L. L., t. 57, pág, 233.
944, L. L., t. 38, pág. 31; Cám. Paz Letr. Cap. Ped.. (22) Cammarota, op. cit., t. 2, pág. 654, nú-
•..-• U k. t. 6. P&K. 799. mero 404.
no estuviese en los hábitos generales de La prueba de la propiedad del animal e?
su especie". a cargo de quien reclama la indemnización,
8. PERSONAS RESPONSABLES POR EL DAÑO y por ello, si tal prueba no se produce, la
CAUSADO POR EL HECHO DEL ANIMAL. Es COn- demanda no puede prosperar. Esta prueba
dición de la responsabilidad por el daño puede ser producida por toda clase de me-
causado por animales que éstos sean teni- dios, incluso testigos y presunciones, pues
dos por alguien, jurídicamente o de he- se trata de un simple hecho ( 2 » ) , y la te-
cho («K Así, pues, la responsabilidad recae nencia del animal supone regularmente la
sobre su •propietario o sobre ia persona a propiedad del mismo ( 2 8 ). Cesa la respon-
quien el propietario envió el animal para sabilidad del propietario y comienza la del
que se sirva de él (art. 1124), o sobre la guardador cuando se entrega el animal a
persona que lo tenga, si se trata de un ani- un tercero, que no sea dependiente ni do-
mal íeroz que no es necesario para la méstico del dueño, siempre que a dicho
guarda o servicio de un predio (art. 1129). tercero se le transmita la guarda jurídica,
Una persona, en consecuencia, es res- es decir, que éste haya asumido los deberes
ponsable teniendo un animal, aunque sólo que correspondían al propietario respecto
sea por el simple gusto de tenerlo; ha- del animal. Así se ha considerado que es
biéndose considerado que es propietario responsable como tenedor o guardador del
quien lo alimenta y cuida, aunque aíirme animal, el entrenador de un caballo de
pertenecer a otro. carrera con amplios poderes para la ex-
Como hemos dicho, la ley establece una plotación del animal ( 2 T ).
presunción de culpa contra el propietario Coincidente con este criterio, se ha fa-
o tenedor del animal; pero esta presunción llado que la conducción de hacienda por
no es absoluta, por cuanto en ciertos casos camino pavimentado, en violación de las
admite la prueba de la inexistencia de normas legales, configura una culpa del
culpa para eximir de tal responsabilidad, 'arriero, que excusa la responsabilidad del
prueba que debe recaer sobre alguno de los propietario del animal que provocó el ac-
hechos concretamente señalados por la ley cidente (i 28 ).
como únicos susceptibles de liberar de di- Del mismo modo, el propietario del cam-
cha responsabilidad a las personas indica- po a quien le fueron entregados los ani-
das. males en pastaje, tiene la guarda de los
De modo que el damnificado para obte- mismos y responde por los daños ocasiona-
ner la reparación del daño suírido debe dos por dichos animales, quedando en este
probar dicho perjuicio, que el mismo fue caso liberado de toda responsabilidad el
ocasionado por el hecho de un animal, y propietario ( 2 >).
que dicho animal pertenece o estaba en 10. PERSONA QUE SE SIRVE DEL ANIMAL. 81
poder de la persona a quien demanda. el propietario hubiese enviado el animal a
Si el demandado pretende liberarse de otra persona para que ésta se sirva de él,
tal responsabilidad, deberá probar que el la misma responsabilidad pesa sobre esta
hecho del animal se produjo en alguno de persona, salvo su recurso contra el propie-
los casos. específicamente enumerados por tario (art. 1124, 2? pág.).
el Código; como susceptibles de liberación Esta responsabilidad se basa en las mis-
(arts. 1127, 1128 y 1129) («). mas razones que justifican la responsabili-
9. PROPIETARIO DEL ANIMAL. La responsa- dad del propietario: la persona a quien se
bilidad recae en primer lugar sobre el pro- envía un animal para que se sirva de él
pietario del animal. Así lo dispone el ar- —no siendo desde luego dependiente del
tículo 1124, primera parte: "El propietario propietario— í80) lo tiene necesariamente
de un animal, doméstico o íeroz, es res-
ponsable del daño que causare". Es lógico (25) Sftlvat, op cit., pág. 80, núm. 158.
que así sea. (26) Cammarota. op. cií., t. 2, pág. 548. Este
El propietario responde asimismo si el antor d!ce: "El simple buen sentido repudiaris
'aittmal estaba bajo la custodia de sus de- exigencias probatorias más allá de lo que podrían
acreditar los testigos".
pendientes cuando se produjo el daño. Es (27) Cám. Apel. Rosarlo, L. L., t. 15, pág. 807.
lo que dispone el artículo 1128: "La res- (28) Sup. Corte Bs. Aires, 1-9-942. L. L., t. M,
ponsabilidad del dueño del animal tiene Pág. 619.
lugar aunque el animal, en el momento (29) Cám. 1» Cly. Santa Fe, Juris/ t. 1, pa-
gina 450. "El contrato de pastaje —dice el tribu-
que ha causado el daño hubiese estado bajo nal— crea obligaciones recíprocas á cargo de la»
la guarda de los dependientes de aquél". partes: el dueño de los animales debe abonar un
tanto mensualmente por cada animal que pace, ti
propietario del campo, y éste debe cuidar a los re-
(23) Agular, op. cit., t. 3, pég. 801. movientes objeto del convenio".
(24) Agular. op. cit., t. 3, pág. 305: L. L.. t. 83, (30) Por ejemplo, un entralneur, en cuyo caso
pág. 44; L. L., t. 51, pág. 22 la responsabilidad recae- sobre el propietario en
bajo su poder, porque de otro modo no po- Otra corriente doctrinaria sostiene que
dría utilizarlo. Hallándose el animal bajo la palabra servirse debe interpretarse en un
su control, a esta persona le incumben los sentido amplio, es decir, que el animal sea
deberes de custodia y manejo del animal un medio para realizar un fin económico,
y, por tanto, la responsabilidad por el daño como seria el caso del veterinario, del he-
que cause. rrador, del depositario, etcétera. Dentro de
Aquí, como en el caso del propietario, la esta orientación, el artículo 1124, debe
responsabilidad puede fundarse tanto en el aplicarse aunque los animales se entreguen
principio clásico de la culpa, como en el con un fin inmediato de guarda, siempre
principio moderno del riesgo. Dentro de la que el que lo recibe 36llegue a realizar un
teoría tradicional, la responsabilidad nace beneficio profesional ( ).
en la omisión de los cuidados y vigilancias 12. PERSONA QUE SE SIRVE DEL ANIMAL SIN
requeridos. En la teoría del riesgo, la idea ESTAR AUTORIZADA. Puede ocurrir que una
de que la persona, al servirse del animal, persona haya recibido un animal con un
lo hace por un interés particular y debe, objeto distinto de servirse de él y que, pese*
por tanto, soportar los daños que produ- a ello, dicha persona lo utilice. Esta per-
ce (31). sona, en el caso que el animal ocasione un
La ley hace recaer la responsabilidad daño, ¿es responsable en los términos del
sobre la persona a quien el animal ha sido artículo 1124? La cuestión no es fácilmente
enviado "para servirse de él". Existe, por determinable.
tanto, esta responsabilidad a cargo del lo- El depositario, en este caso, se habría
catario, comodatario, usufructuario, etcéte- servido ilegítimamente del animal, pues su
ra, aunque al servirse de él no logre ningu- obligación era guardarlo simplemente, sin
na utilidad (32) . derecho de usarlo. Los tratadistas franceses
11, ALCANCE DEL CONCEPTO "SERVIRSE DEL consideran que quien se sirve de un ani-
ANIMAL". El concepto "servirse del animal" mal, tenga o no derecho a ello, debe res-
'tiene un significado amplio, pues a este ponder por los daños que el mismo cause.
efecto no interesa cuál sea el propósito, de Se fundan en el artículo 1385 del Código
quien lo recibe, aunque sea por el mero Napoleón, el cual establece la responsabi-
placer de tenerlo ( 33 ), pues en todo caso lidad en cabeza de el que de él se sirve. En
el animal presta un servicio en interés del cambio, nuestro artículo 1124 habla de "la
tenedor y no del propietario (34) . persona a la cual se hubiere mandado el
Por ello se nos plantea el caso del animal animal para servirse de él".
entregado por el propietario a otra perso- En realidad, el artículo 1124 establece
na, nrj para que se sirva de él, sino con un una presunción de culpabilidad contra el
fin diferente; un animal que se entrega al propietario del animal y contra aquél a
veterinario para su curación; un caballo quien el animal se hubiere enviado para
al herrero para su herraje, etcétera. Sobre servirse de él. Ahora bien, si una persona
este particular las opiniones están dividi- ha utilizado un animal sin estar autorizado
das. para ello, rige el artículo 1113, en cuanto
Unos autores parten de que la ley impone dispone, sin hacer distinciones, la obliga-
como condición que el animal sea enviado ción de "resarcir el daño causado por las
para servirse, por cuyo motivo, los supuestos cosas de que nos servimos o tenemos a
expresados no caen dentro del articulo 1124, nuestro cuidado" (*?),
siendo la responsabilidad a cargo del pro-
pietario, salvo que se pruebe culpa directa para su venta (Cám. Clv. 2* Cap. Fed., L. L., t. 44,
de dichas personas, en cuyo caso rige el pág. 131).
artículo 1109 (»») . (36) "Nos parece preferible la primera de es-
tas doctrinas, la cual está más en armonía con las
condiciones como normalmente se presentan los
virtud de la culpa in vigilando (Cám. Apel. Rosa- hechos: el locatario, el prestatario o el usufruc-
rlo, 4-8-930, L. L., t. 15, pág. 807). tuario de un animal, tiene la libertad de elegirlo
(31) Salvat, op. cit.. pág. 80; Agular, op. tít., y puede averiguar sus hábitos, de suerte que se
t. 3, pág. 309. encuentra suficientemente habilitado- para adop-
(32) Cammarota, op. tít., t. 12. pág. 548¿* tar las medidas necesarias "para evitar que se cause
(33) Cám. Paz Cap. Ped., 4-11-936, L. L., t. 5, daños a terceros; el hotelero, el veterinario o el
pág. 799. herrador, por el contrario, reciben los animales en
(34) Cammarota, op. cit., t. 2, pág. 550. ratón de su profesión, y no tienen motivos ni
(35) Cammarota, ibíd., pág. 550. La Cám. de pueden, en la mayoría de los casos, especialmente-
Apel. de Rosario ha dicho que "no responde por el primero, entrar a averiguar y conodfer los há-
los daños el tenedor accidental y transitorio del bitos de ellos, por lo cual serla Injusto hacerles
anima], debiendo dirigirse la acción contra su pro- cargar con los daños que ellos lleguen a produ-
pietario" (L. L., t. 31, pág. 785); habiéndose sen- cir" (Salvat, op. cit., pég. 82).
tado Igual solución en el caso de animales entre- (37) Agular, op. cit., t. 3, pág. 312: "El art. 1124.
gados a un acarreador o tropero (Cám. Civ. Rosa- contempla solamente un caso de aplicación de la
rio, L. L., t. 38, pág. 31), o enviado a un martiliero regla general contenida en la parte última del
13. ANIMAL ABANDONADO POR EL PROPIETA- da y cuidado, el propietario ha dejado en
RIO. La responsabilidad del propietario no esa persona las facultades necesarias para
cesa por el abandono del animal, sino en evitar que ocasione daño, hallándose im-
determinados casos y reunidos ciertos re- posibilitado para cuidarlo y vigilarlo por
quisitos. Si se trata de un animal salvaje o sí mismo. Pero para que el propietario
domesticado, la responsabilidad del propie- quede exonerado es necesario que el ani-
tario se extingue sólo cuando ha vuelto a mal no se le haya entregado accidental-
su medio y estado natural, según su propia mente —caso del posadero, del veterinario,
especie (»»). Si se trata de un animal do- herrero, etc.—, sino con cierta permanen-
méstico, domesticado o salvaje, cesa tam- cia necesaria para que el encargado pueda
bién la responsabilidad cuando otra persona conocer los hábitos del animal, sus cua-
los aprehende con el ánimo de apropiár- lidades y defectos («).
selos (art. 2525 del Cód. civ.). En principio, la responsabilidad recae
La responsabilidad del propietario se fun- sobre el propietario, y sólo en casos espe-
da en que es culpable de tal abandono al ciales, y teniendo en cuenta las circuns-
110 tomar las medidas requeridas por las tancias, puede exonerársele para hacerla
circunstancias para que en el tiempo que recaer en el tercero guardador.
medie entre el abandono y el recobre de 15. CESACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD. El
su libertad o la aprrehensión por un ter- artículo 1124, como hemos visto, hace re-
cero, no cause daño ( 3! >). caer la responsabilidad por el daño cau-
14. PERSONA QUE TIENE LA GUARDA DEL ANI- sado por el animal sobre el propietario o
MAL. La guarda del animal puede enco- la persona que se sirve de él, estableciendo
mendarse a los dependientes o domésticos una presunción de culpa en su contra; pero
del propietario o a un tercero que ninguna esta presiinción no desaparece aun cuando
relación de dependencia tiene con aquél. se pruebe la observancia de una conducta
En el primer caso —dependientes—, el normal y 4haber puesto todos los cuidados
propietario es responsable de acuerdo con del caso ( 2 ). La ley sólo exonera la res-
. el principio general del artículo 1113, pri- ponsabilidad a dichas personas en los casos
mera parte, que halla su aplicación con- precisos y concretamente determinados por
creta para el daño ocasionado por un ani- ella en los artículos 1125, 1127 y 1128 del
mal en el artículo 1126, primera parte, que Código, y son:
dispone: "La responsabilidad del dueño del a) Si el animal se hubiese soltado o ex-
animal tiene lugar aunque el animal, en el traviado sin culpa de la persona encargada
momento que ha causado el daño, hubiere de guardarlo (art. 1127);
estado bajo la guardia de los dependientes b) Si el daño ha provenido de fuerza
de aquél". La responsabilidad del propie- mayor (art. 1128);
tario se extiende con respecto al daño su- c) Si el daño causado por el animal pro-
frido por el propio dependiente, perjudi- viniera de culpa imputable a la víctima
cado por el animal, pues nos hallamos (art. 1128 in fine);
dentro de las normas que rigen, sea la lo- á) Si el animal hubiera sido excitado
cación de servicios sea un control de tra- por un tercero (art. 1125).
bajo. Pasaremos a analizar cada uno de estos
Así, nuestros tribunales han declarado supuestos.
que "el propietario de un animal que ha 16. ANIMAL SOLTADO o EXTRAVIADO sur CUL-
mordido a otra persona, es responsable de PA DEL GUARDIÁN: Dice el artículo 1127: "Si
los daños y perjuicios causados, aunque el animal que causó el daño se hubiese
aquél estuviera bajo la guarda de uno de soltado o extraviado sin culpa de la persona
sus empleados, y aun cuando fuera azuzado encargada de guardarlo, cesa la responsa-
por éste" (*<>). bilidad del dueño" («).
Con respecto al tercero, con quien no Para que la responsabilidad del propie-
hay relación de dependencia, se considera
(41) Aguiar, op. cit., pág. 314. Por ejemplo, un
que al entregársele el animal para su guar- arriero; un propietario de campo para pastaje.
etcétera.
art. 1113, la que ge conserva Intacta e intangible, (42) L. L., t. 31, pág. 785; L. L., t. 38, pág. 31;
por lo cual, tanto el que cuida o se sirve legíti- L. L., t. 20, pág. 433.
mamente de un animal como el que ilegitimamen^ (43) El art. 1127 tiene como . antecedente el
te lo tiene y lo aprovecha, sirviéndose de él, es- 1289 del Cód. civ. dé la República del Uruguay,
tarían obligados a responder de las consecuencias que establece: "El dueño de un animal es res-
perjudiciales de sus hechos". ponsable del daño que éste cause después que se
(38) Demogue, Traite des obligations en gené- haya soltado o extraviado, salvo que la soltura,
rale, núm. 985. extravío o daño no pueda imputarse a culpa del
(39) Aguiar, op. cit.. pág. 307. dueño o de sus dependientes encargados de la
(40) J. A., t. 29, pág. 445. En igual sentido, guarda o servicio del animal" (Aguiar, op. cit.,
L. L., t. 33, pág. 44. t. 3, pág. 321, b).
tario cese, es necesario que la soltura o ex- camión cargado de varillas de hierro, cuyo
travío sed sin culpa del guardián. De modo ruido al entrechocarse espanta a un caba-
que para que entre en juego esta norma, el llo que, al desbocarse, mata a un pea-
propietario debe probar que se habían tón ( 4 8 ), o r si se asusta por el paso de un
puesto en práctica y existían los medios escuadrón ( >°), pues se trata de hechos-
necesarios ¿Sara que el animal no se suelte comunes, propios del medio en que los ani-
y que el hecho ha ocurrido sin culpa del males se hallan y por ello es obligación
guardián. Si esta prueba falta, la respon- del propietario preverlos (51).
sabilidad de ías personas que menciona el Los ruidos causados por el pasaje de un
artículo 1124 subsiste («). tren, de un automóvil, de un camión, son
17. HECHO DEL ANIMAL DETERMINADO POR tan frecuentes que no constituyen un su-
FUERZA MAYOR. "Cesa también la responsa- ceso imprevisto y fortuito, que puedan des-
sabilidad del dueño en el caso en que el truir la presunción de culpa que pesa sobre
daño causado por el animal hubiese pro- el propietario del animal. Este debe tomar
venido'^ fuerza mayor", establece el ar- todas las precauciones necesarias para evi-
tículo 1128, primera parte. tar un accidente (52).
La ley habla de fuerza mayor, pero debe 18. CULPA DE LA VÍCTIMA. "Cesa también
comprenderse el caso fortuito, pues se utir la responsabilidad del dueño en el caso en
lizan en gran parte de la ley, como sinó- que el daño causado por el animal hubiese
nimos («). Habría caso fortuito o fuerza provenido... de una culpa imputable al que
mayor si el daño es producido por un ani- lo hubiese sufrido" (art. 1128).
mal espantado durante un huracán o terre- De acuerdo con la norma transcripta, se
moto, etcétera. libera al propietario o usuario de respon-
El caso fortuito o fuerza mayor debe ser sabilidad, cuando el daño se produjo única
un hecho extraño a la actividad del pro- y exclusivamente por culpa de la víctima.
pietario o usuario del animal, hecho que no Si, en cambio, el daño se produjo en parte
pudo ser previsto o que previsto no pudo por culpa de la víctima y en parte por el
evitarse (arg. art. 514). Por ello la ley no hecho propio del animal originado espon-
considera caso fortuito o fuerza mayor si táneamente en él o por culpa del propie-
el hecho perjudicial hubiera estado fuera tario o usuario, estaremos en presencia de
de los hábitos normales de los animales la culpa concurrente.
de su especie, como lo, establece el artículo Si en un caso determinado ha existido
1126, segunda parte, "no se salva tampoco culpa de la víctima, o culpa concurrente,
la responsabilidad del dueño, porque el daño es una cuestión de hecho que queda librada
que hubiese causado el animal no estuviese al criterio de los jueces. Así se ha inter-
en los hábitos generales de su especie". pretado que existe culpa de la víctima que
Por ello, si un animal doméstico que no libera de toda responsabilidad al propie-
tiene costumbre de morder, muerde a un tario, si aquélla ha azuzado a los perros que
tercero, no 48 exime la responsabilidad del le muerden (™), si la víctima entró en un
propietario ( ). corralón de madera sin hacerse acompañar
Hay circunstancias que parecen encua- y es mordida por" un perro guardián exis-
dradas dentro del artículo 1128, como el tente en él (").
caso de un caballo que se espanta por la ' Se ha considerado que existe culpa con-
bocina de un automóvil. Sin embargo, ello currente de la Municipalidad —en el caso
no constituye caso fortuito, pues es previ- de la muerte de un transeúnte embestido
sible que tos animales, obedeciendo a sus por los caballos de un carro recolector de
instintos, en determinado momento se lan- basuras, desbocado cuando su conductor
cen a la carrera y no respondan al con- había descendido por razón de sus ocupa-
ductor ("). Para que haya caso fortuito, ciones—, y de la víctima^ que, siendo sorda,
o fuerza mayor, la causa determinante del no adoptó las precauciones para evitar pe-
hecho perjudicial, debe ser extraña al ani-
mal, impulsado por una fuerza exter- (49) Cám. Civ. y Com. Rosario, J." A., t. 51,
pág. 359.
na («8). (50) C4m. Civ. 1» Cap. Ped., J. A., t. 19, pá-
Así se ha considerado que no hay case gina 58.
fortuito, y por lo tanto subsiste la respon (51) Cammarota, ibfd.. pág. 556.
(52) Oardenat, L., Sahnon-Riccl. De la respon-
labilidad del propietario, si el paso de un sabüité tívile, "Délits et quasl délits", pág. 572,
núms. 31, 32 y 33. Nuestros tribunales comparten
(44) Salvat. op. ett., pég. 84, núm. 171. Ver este criterio: L. L., t. 34, pág. 292; L. L.. t. 45,
L. L. t. 28, pág. 699: L. L,, t. 24, pág. 821. nág. 689; Repert. L, L, t. 3, "Daños y perjuicios",
<*5) Salvat, op. eit., pég. 85, núm. 178. aúm. 565.
(48) J. A., t. 15, pág. 174. (53) Gardenat y Salmon-Blccl, op. di.', pa-
(47) Cammarota, op. cit., pág. 563. gíiia' 573.
(48) Agular, Ibid,, pág. 323. (54) Salvat, op. dt,., pág. 85, núm. 174.
ligros y cometió "la Imprudencia de transi- que ha existido culpa de la víctima, es de-
tar por el cordón de la acera (*5). cir, que en la producción del hecho daño-
Se ha considerado asimismo que existe so ha mediado un acto o una omisión ne-
culpa concurrente si una menor de nueve gligente de la víctima al exponerse inne-
años transitaba sola, sin el cuidado de sus cesariamente a la acción de un animal
padres, se detuvo y asomó al cerco, atrás cuyas tendencias o hábitos ignora y con
del cual se encontraba un perro de policía mayor razón cuando los conoce (««)/
que saltó sobre el cerco y mordió a la niña 19. DAÑO CAUSADO A LA PERSONA QUE INTEN-
en'la nariz, pues de no haberse asomado TA DETENER A UN ANIMAL DESBOCADO. El CStU-
la menor, el suceso no hubiera ocurrido, ya dío precedente nos lleva a otro problema,
que sabía o debía saber que el perro era vinculado estrechamente; la persona que
peligroso, lo que se conocía en el barrio, intenta —por ejemplo—, detener un caballo
que saltaba sobre la tapia y que ésta era desbocado y 'al hacerlo sufre un daño, ¿tie-
baja para el tamaño del animal (s«). ne derecho a exigir indemnización, o se
Existe culpa concurrente si el conductor trata de un daño producido por su culpa,
de un automóvil embiste a un vacuno, en que libera al propietario?
circunstancias que circulaba en una ruta Creemos que cabe la indemnización, pues
nacional a excesiva velocidad, sin observar aquí no se trata de ir voluntariamente a
las precauciones requeridas por la hora buscar el peligro, sino de un acto de arrojo
(cuatro de la mañana), número de perso- realizado con el fin de evitar un peligro
nas que viajaban y lugar en que lo hacían mayor ( 61 ). No se puede decir en tal su-
(un terraplén) y además no poseer carnet puesto que el daño obedece a culpa de la
de conductor ( 5 T ). víctima, sino que debe interpretarse como
En cambio, se ha declarado que no existe un acto practicado en interés general y
culpa de la víctima si al cruzar la calzada hasta en el propio interés del dueño, pues
lo hace por detrás de un caballo, de presu- de no mediar tal intervención, los perjui-
mirse manso, al ser conducido de tiro por cios hubieran .sido mayores (° 2 ). La misma
un menor que montaba otro en cuya cir- doctrina debe aplicarse aun tratándose de
cunstancia aquélla recibe una coz en la un agente de policía, pues el hecho de que
cabeza, para lo cual el equino hubo de re- sobre él pese el deber de obrar no puede
troceder (58). La culpa es de la víctima eximir la responsabilidad ai guardián del
cuando ésta, innecesariamente, se aproxi- animal (««).
ma a un animal encabritado, cuya proxi- 20. ANIMAL EXCITADO POR UN TERCERO. El
midad es peligrosa, por el hecho —por Código civil dice: "Sí el animal que hubiese
ejemplo— de apreciar cómo su conductor causado el daño íué excitado por un terce-
lo domina; esta temeridad es imputable ro, la responsabilidad es de éste y no del
sólo a él, pues su deber es alejarse del pe- dueño del animal" (art. 1125).
ligro siempre que sea posible. En cambio, La ley requiere que el animal haya sido
no hay tal culpa cuando la víctima, si- excitado por un tercero, es decir, que el
guiendo la ruta habitual de todo transeúnte animal haya sido provocado en cualquier
es sorprendido súbitamente, por reacciones forma que sea suficiente para despertar las
Instintivas del animal, o sin tener tiempo manifestaciones instintivas de agresividad
para eludirlas (» a ). propias del animal (««).
Para que el propietario o usuario quede Esta norma se funda en que en este caso
liberado de la responsabilidad, en base a al propietario no se le puede imputar des-
la eximente que estudiamos, debe probar cuido o falta de vigilancia en el animal,
sino que el daño es consecuencia directa
(55) J. A., t. 61, pág. 359. En contra, Gamma- e inmediata del hecho del tercero que lo
rota, para quien la vía pública es de utilización
común, asi transite la persona tan cerca del ani- excitó, quien será único responsable del
mal que lo haya expuesto a ese accidente, pues, en daño. La responsabilidad del tercero surge
los centros urbanos, andar asi es un hecho fre- no en virtud de las reglas que rigen el daño
cuente impuesto por las necesidades (op. ctt., causado por animales, que estamos estu-
pág. 658).
(56) Cám. 2* Apel. La Plata. 19-4-949, L. L., diando, sino en razón de las disposiciones
t. 64, pág. 575. En contra, Alfredo Orgaz, en nota
a dicho fallo.
(57) Cám. 1» Clv. y Com. Santa Fe, Jurls, t. 1, ¡SO) ''No lo excusarla si lo fue para observarlo,
pág. 450. "Mediando culpa concurrente de dos admirarlo y aun para acariciarlo, desde que It
personas —dice el fallo— en la producción de un /••racionalidad del animal no puede ftlcan/ar el
evento dañoso y no pudiéndose determinar con Móvil que animaba al damnificado" (Caminareis,
los elementos de Juicio obrantes en autos el grado ip. cií., pág. 558).
-•Ae culpa de las mismas, debe fijarse la responsa- (61) Salvat, pág. 85, núm. 175.
bilidad de ambas en partes Iguales". (82) Cammarota, pág. 654.
(58) J. A., t. 35, p*g. 315. (63) Salvat. núm. 175, pág. 80.
(56) Cammarota, op. cit., pég. 558, nota 48 (64) Cammarota, pág. 561.
generales que rigen la 65responsabilidad por El articulo 1129 establece una presunción
los hechos personales ( ). juris et de jure contra el propietario o te-
Para algunos autores, el artículo 1125 se nedor, pues como lo dice, el daño causado
refiere tanto al caso en que el animal ex- por el animal feroz será siempre imputable
citado sea doméstico como feroz. Asi, si un al que lo tenga, sin admitir ^excusas, pues
tigre encerrado en una jaula es excitado el solo hecho de tener un animal feroz es
por un tercero, y a raíz de ello el animal, de por sí una grave imprudencia, ya que
se enfurece, rompe los barrotes y una vez constituye una amenaza y un peligro per-
libre hiere o mata a una persona, para los manente para los demás. Por ello, se ha
partidarios de esta teoría el tercero es el considerado que la presunción del artículo
único responsable del daño ( 66 ). 1129 es absoluta y responde al tenedor, aun
Sin embargo, frente a la disposición del existiendo fuerza mayor o caso fortuito ( 71 ).
artículo 1129, no cabe eximir al propietario Ningún animal feroz puede reportar uti-
o tenedor del animal feroz, el daño que lidad para la guarda o servicio de un predio
ocasione al ser excitado por un tercero, en y sí sólo peligro hasta para sus propios
razón de que ya le es imputable al propie- moradores, cualesquiera fueren las precau-
tario una culpa por el solo hecho de tener ciones que se tomaran para guardarlo.
un animal peligroso por su propia natu- Debemos ahora considerar a qué anima-
raleza («?). les se refiere el artículo 1129. Animal feroz
En caso de culpa concurrente del tercero es todo animal cruel, sanguinario, perju-
y del propietario, la responsabilidad de dicial al hombre, instintivamente agresivo.
ambos será solidaria («8). Dentro de este principio general, debemos
En el supuesto del artículo 1125 tercero, distinguir los animales salvajes (león, ti-
es todo aquel que carece de vínculo de de- gre, etc.), y los animales que en abstracto
pendencia con el propietario. son domésticos, pero que por sus condicio-
No sería tercero, en cambio, el depen- nes bravias particulares son peligrosos
diente del propietario, su hijo menor de (ciertas especies de perros). En el primer
edad, etcétera, en cuyo caso el propietario caso, la responsabilidad del que tiene al
o usuario respondería del daño ocasionado animal es absoluta y no admite excusa. En
por el animal ( 69 ). el segundo, en cambio, si bien pueden ser
21. ANIMAL FEROZ. En caso de daño cau- animales feroces, pueden no obstante pres-
sado por un animal feroz el artículo 1129 tar alguna utilidad, y en este supuesto el
dice: "El daño causado por un animal fe- propietario-quizá se exima de responsabili-
roz, de que no se reporta utilidad -para la dad si se prueba culpa de la víctima o
guardia o servicio de un predio, sera siem- excitación por un tercero (72).
pre imputable al que lo tenga, aunque no Para nuestra jurisprudencia, en general,
le hubiese sido posible evitar el daño, y el perro de policía se considera, aunque la
aunque el animal se hubiese soltado sin ley no lo dice expresamente, en una cate-
culpa de los que lo guardaban. goría intermedia entre el animal doméstico
La ley exige se reúnan dos condiciones: y el feroz. Por tal motivo, cuando no haya
19) que se trate de un animal feroz; relación entre la utilidad lípita congruente
29) que este animal no reporte utilidad perseguida y el daño, máxime en un lugar
alguna para la guarda o servicio de un de fácil acceso —^se ha dicho en un fallo—,
predio a*). hay que colocarse en el término medio en-
tre lo previsto en los artículos 1127, 112_8 y
(65) Salvat, núm. 165. pág. 83. 1129 del Código civil, esto es, sin llegar á
(86) Machado, Exposición y comentario del Có-
digo civil argentino, comentarlo al art. 1125. la responsabilidad absoluta, débese tener
(67) Henoch Agular, ante la ejempllficaclón en cuenta tanto la conducta de la víctima
contenida en 1a ley 21, tít.. 15, Partida 7, citada como la falta de cuidado de parte del pro-a
por el codificador en la nota al art. 1125, que no pietario, aún dentro de su finca (Cám. 2
se refiere en ningún caso a daño causado por ani-
mal feroz excitado por un tercero, y al referirse Apel., La Plata'(Sala I), abril, 19-1949 (La
García Goyena, también citado en la nota, a los Ley, t. 54, pág. 575), -
daños causados por bestias mansas, opina que "en
base a dichos antecedentes y a lo dispuesto por el (71) Amezaga, J. J., Culpa aquiliana, 1914,
art. 1129, Tquel carece de aplicación, si el animal pág. 262; Cammarota, op. cit., pág. 663; Chlront
feroz reporta utilidad para la guarda y servicio t. 2, pág. 251.
d« un predio, cuyo caso queda, en consecuencia, (72) Cammarota, núm. 414, pág. 563. "Ha d«
comprendido en la excepción que consagra el ar- estimarse actitud Inexcusable del que tiene un
ticulo 1125" (op. cíí.. t. 3, pág. 319). animal constantemente agresivo de condiciones fe-
(«). Aguiar. t. 3. pág. 320. roces o bravias, aun cuando se lo califique de do-
(80) Cammarota, pág. 561. méstico. Por ende, no es aventurado comprenderlo
(70) "Por ejemplo, leones o tigres criados en en el art. 1129, para delimitar la responsabilidad
lu rasas, eomo efectivamente se ha visto algunas de quien lo tenga, si la domestlcldad es nominal
feces en nuestra campaña" (Salvat, núm. 176, y su ferocidad es lo único conocido del animal"
*t. 86). íCammarota rAa Mf>\
£1 carácter de utilidad o no que preste mente de las consecuencias de los acciden-
el animal no puede ser de índole subjetivo, tes que puedan producirse ( V ) .
sino general ( 7S ). Ahora bien. Si uri propietario ha intro-
22. DAÑO CAUSADO POR UN ANIMAL A OTRO. ducido en el lugar referido en el supuesto
El artículo 1130 del Código civil dice: "El analizado precedentemente un animal agre-
daño causado por un animal a otro será sivo, de hábitos diferentes a los comunes
indemnizado por el dueño del animal ofen- de su especie, y en virtud de dicho vicio
sor si éste provocó al animal oíendido", y ese animal daña a los otros, el propietario
"si el animal ofendido provocó al ofensor, es responsable tanto en razón de lo dis-
el dueño de aquél no tendrá derecho a puesto por el artículo 1109 como por el
indemnización alguna". artículo 1124 (">»).
Se plantea una cuestión de hecho: cuál Si los animales pertenecientes a distin-
es el animal que provocó el accidente del tos dueños se entregan a un 'guardador
que uno de ellos resultó víctima. Pero pue- común, que no tiene vínculo de dependen-
de ocurrir que dos animales se acometan cia con aquéllos, y cuyo oficio es precisa-
al mismo tiempo y no se sepa cuál ha sido mente recibir animales en guarda, esta
el atacante. En este caso, algunos autores persona será responsable de los daños que
opinan que4 se debe considerar como caso dichos animales causen a terceros, en vir-
fortuito C ). Otros consideran que se debe tud de.lo dispuesto por el artículo 1113 (™).
apreciar la parte de responsabilidad que Según Cammarota, en este caso subsiste
pueda caber a uno u otro propietario C1^). asimismo la responsabilidad que el artículo
Una tercera teoría considera que puede re- 1124 atribuye al propietario del animal,
clamar el dueño del animal lesionado; y si pues este caso no se halla previsto entre
lo están ambos, que cada propietario re- las causales expresas de exoneración de
clame al otro los daños sufridos por su responsabilidad que prevé la ley (so).
animal. Cada uno responde del daño 24. ARREO DE HACIENDA POR CALLES Y CAMI-
causado por su animal, como si se tra- NOS (REGLAMENTO DE TRÁNSITO) . El artículo
tase de hechos independientes y distin- 62 de la ley 13.893 pone la responsabilidad
tos (76) . a cargo de quien arrea hacienda, por los
23. DAÑO CAUSADO POR ANIMALES ENTREGADOS accidentes que se produzcan debido a la
A UNA GUARDA COMÚN. Si los animales perte- presencia de ésta sobre la calzada.
cientes a distintos propietarios son coloca- En este supuesto, la responsabilidad re-
dos en un lugar común para su guarda, pero cae exclusivamente sobre el arriero, que-
sin cuidadores inmediatos ni permanentes, dando liberado el propietario del animal
en el caso de daño causado por un animal que provocó el accidente (»i).
a otro, en estas condiciones, se considera La ley se refiere al hecho de transitar
que los propietarios se liberan reciproca- por la ruta, por cuyo motivo el artículo 62
no rige cuando se atraviesa la misma, pues
en este supuesto 82es inevitable la presencia
ba) "Un toro podrá ser de utilidad para el de la hacienda ( ).
ganadero, \pero ello no entrañaría un justificativo
para eximirse de responsabilidad alegando, v. gr., 25. LEGÍTIMA DEFENSA PARA EVITAR EL DAÑO
que fue excitado por la víctima en razón de lle- DE LOS ANIMALES. Si un animal nos amenaza
var una prenda de color que lo enfurece o excita" o nos ataca, en defensa de nuestra persona
(Cammarota, núm. 414, pág. 564, nota 56). ''Po-
ner un perro bravo dentro de una propiedad —so-
bre todo si es urbana—, de modo que no sola- (77) Demogue, núm. "1026. .
mente contenga al que quiera violarla, sino que (78) "No puede entenderse .convenido ni ex-
pueda también lesionarlo seriamente, es como po- presa ni implícitamente, el pacto de liberación, el
ner una escopeta cargada con el mismo objeto: que solamente se entiende celebrado relativamente
ni el perro ni la escopeta distinguen entre quién a animales de hábitos normales dentro de los de
viola el derecho del propietario por simple inad- su especie y, en fin, porque cada uno es respon-
vertencia —como la niña— y quién pone en peli- sable de los vicios o defectos de las cosas de que
gro los bienes de aquél, como el ladrón. Aun con es propietario, máxime cuando por su hecho las
respecto a este último, salvo circunstancias muy ha colocado en situación de perjudicar en razón
definidas, tal defensa seria excesiva y, en esta de esos vicios o defectos, sin hacerlos conocer, ni
medida, ilegítima (art. 35 Cód. pen.). ¡Con cuánto advertirles a los dueños de las posibles víctimas,
mayor fundamento no ha de ser exacta esta con- la posibilidad de ser perjudicados" (Aguiar, H,
clusión relativamente a quien, como la víctima t. 3, pág. 331).
(del .caso en examen: una menor de 9 años) no (79) Agular, op. cií-, t. 3, pág. 332.
•atentaba contra los bienes del demandado y se (80) ''En esta materia no es concebible la res-
movía inocentemente en su atisbo al fundo aje- ponsabilidad solidarla. De ahí que debería resol-
no!" ,(Orgaz, A., "La responsabilidad por el hecho verse sobre la base de la norma del art. 1121: se
de un animal", en La Ley, t. 54, pág. 575). responderá en forma proporcional" (Cammarota,
(74) Sourdat, núm. 1448; Glorgl, núms. 396 pág. 565, núm. 416).
y 403; Chironl, núm. 368. (81) Sup. Corte Bs. Aires, L. L., t. 28, pág. 619.
(75) Demolombe, núm. 469. (82) Cám. 2» Crim. Rosarlo, 11-7-62, Jurií, 1.1,
'76) Demogue, núm. 999; Agular, t. 3, pág. 330. pág. 537.
y de nuestros bienes, ¿podemos herir o para servirse de él, salvo su recurso contra
matarlo? el propietario".
El artículo 183 del Código penal reprime Es decir, que el perjudicado tiene una
con prisión de quince días a un año, entre acción directa contra el tenedor del ani-
otros hechos, al que utilizare, dañare o mal, y éste, a su vez, contra el propietario.
matare un animal total o parcialmente aje- La persona a quien se hubiese enviado el
no. De modo que en cada caso particular animal para servirse de él, sólo tendrá de-
debe examinarse si se ha obrado dentro recho a accionar contra el propietario por
de lo necesario para evitar el daño. En caso el monto que él hubiera sido condenado a
contrario, se causaría un daño no exigido abonar a la víctima.
por la necesidad ni por las circunstancias Para que proceda la acción, debe existir
y, por tanto, el autor sería responsable pe- culpa del propietario, por ejemplo, si en-
nal y civilmente (83). trega un animal ocultando sus hábitos
26. DAÑOS CONSIDERADOS POR LA LET. LOS agresivos, o no previniendo sus tendencias
daños ocasionados por los animales que o las modalidades o hábito, que si bien pue-
pueden dar origen a la acción resarcitoria den pertenecer7a la especie, no son comunes
son todos aquellos que emanen del hecho o generales (« ). Rigen en este caso, con
del animal: la coz en el caballo, la cornada respecto al dueño del animal frente al
de un toro, la mordedura de un perro, et- usuario, las reglas generales sobre respon-
cétera, sin distinción entre daños habitua- sabilidad que determina el artículo 1109, y
les del animal o extraños al mismo (art. no las especiales del capítulo "Del daño
1126, segunda parte). causado por animales" ( 88 ). Pero si el pro-
El perjuicio puede ser ocasionado en los pietario ha informado a, la persona a quien
bienes materiales como en las personas ( 84 ). se envía el animal de los hábitos, o si dicha
Según Salvat, se comprende tanto los da- persona los conocía, la responsabilidad 89
re-
ños ocasionados por el hecho del animal, caerá sobre él y no sobre el dueño ( ).
analizados precedentemente, como en el El artículo 1124 se refiere al recurso del
caso de contagio producido por un animal tenedor del animal contra el propietario;
enfermo, desgaste de campos o materiales, pero nada impide que éste, a su vez, lo
aun sea por la acción pacífica de ellos (s»). tenga contra aquél, por la negligencia en
27. DAÑO MORAL. El perjuicio'ocasionado que hubiere podido incurrir (s°).
por un animal da motivo a la indemniza-- wf" damnificado puede accionar contra.
clon del daño moral, siempre que el hecho el tenedor o contra el propietario del .ani-
encuadre en el supuesto del artículo 1078 mal, sin perjuicio de que entre éstos se'
del Código civil. Ha sentado a este respecto efectúe luego el deslinde de responsabili-
la Suprema Corte de la Nación, en fallo dades. Ahora bien: frente al tercero, la
del 14 de diciembre de 1931, que "la norma obligación de indemnizar pesa en forma
que impone la obligación de reparar el separada y no al mismo tiempo sobre am-
daño moral en materia de cuasidelitos se bos. Por eso, doctrinariamente, sen i habla de
refiere tanto a la responsabilidad por el una responsabilidad disyuntiva ( ).
hecho propio como a la nacida de hechos 29. ABANDONO NOXAL. En el Derecho roma-
ajenos". J. S. C., 37-463 (»«). no y en ciertas legislaciones antiguas la
28. ACCIÓN DEL QUE HA RECIBIDO TTN ANIMAL responsabilidad del propietario del animal
PARA SERVIRSE DE EL, CONTRA EL PROPIETARIO que agredía, se liberaba con el abandono
DEL ANIMAL. Hemos visto que por el artículo del animal, en beneficio del damnificado.
1124 la misma responsabilidad que pesa Es lo que se conocía con el nombre de
sobre el propietario, "pesa sobre la persona abandono noxal.
a la cuál se hubiese mandado el animal En la legislación moderna, esta facultad
es en general desconocida y nuestro Código
(83) Aguiar, pág. 332, núm. 164. civil, para evitar dificultades, lo determina
(84) SI con la mordedura se transmite una en- expresamente en el artículo 1131: "El pro-
fermedad, por ejemplo hidrofobia, el propietario pietario de un animal no puede substraer-
responde hasta de la muerte de la víctima, como
as'mlsmo de todos los daños y perjuicios sufridos se a la obligación de reparar el daño, ofre-
(asistencia médica, salarlos, ropas destruidas, et-
cétera) (Cám. Clv. 1» Cap. Fed.. 14-11-951, L. L.. Cammarota, pág. 550, núm. 402.
t. 24, pág. 821). Agulsr, pág. 335.
(85) Salvat, pág. 83, núm. 167. Salvat, núm. 161, pág. 81.
(88) Brebbla, R. H., El dallo moral, ed. 1950. Cammarota, pág. 551
pág. 281. V. al respecto los siguientes fallos citados Cammarota, pág. 551; Aguiar, pág. 306,
por este autor: Just. Paz Lctr. Cap. Fed.. 4-2-930, 156; Salvat, pág. 80, núm. 160; Aubry y
L. L , t. 1, pág. 115; Cám. Apel. Clv. Rosarlo, Sa- Rau, Cours de Droit civil franjáis, 4» ed.. t. 4,
la 3>. 23-5-949. R. 8. F., t. 3, pág. 182; Cám. Fed. § 448, nota 12; Sourdat, op. cit., núm. 1409; De-
1» Plata, 18-7-941, L. L., t. 24, pág. 163: Cém. mogue. núm. 1000. Kn este sentido ver fallo Cám.
OlT. 1» Cap. Fed., 9-6-041, J. A., t. 75, p*g. 217. Apel. Rosarlo, 4-8-839, L. L., t. 15, pág. 807.
ciendo abandonar la propiedad del ani- es decir, en el caso de intereses que se de-
mal". ben por no devolver en el tiempo que co-
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas.
rrespondía una cantidad de dinero.
La doctrina divide corrientemente el lu-
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. crum cessans y el damnum emefgens. El
damnum emergens es el daño efectivo su-
DAÑOS CAUSADOS POR LAS COSAS frido, y que provoca la disminución del pa-
INANIMADAS. (V. ACCIDENTES DE TRABAJO. trimonio. El lucrum cessans es la no reali-
ACCIDENTES DE TRÁNSITO. ACCIDENTES IN HI- zación de una ventaja o provecho que se
ÑERE. RESPONSABILIDAD OBJETIVA.) esperaba y que el hecho dañoso hace im-
posible. Obsérvese que los dos conceptos
DAÑOS E INTERESES.* SUMARIO: 1. Ter- señalados reparten por igual la categoría
minología; la expresión "daños e intereses" del daño y la del interés; es decir, que no
en algunas legislaciones. 2. Remisión.
se debe identificar el daño con el dam-
1. Terminología; la expresión "daños e num emergens, y el interés con el lucrum
intereses" en algunas legislaciones. Dentro cessans, ya que puede hablarse de lucrum
de la teoría de las obligaciones, el tema de cessans por causa de daño, como de dam-
la ejecución de las mismas nos conduce al num emergens como consecuencia de afec-
problema de los daños e intereses, dado tarse el interés. Con precisión lo dice Bus-
que éstos aparecen jurídicamente como la so a propósito del Derecho argentino: "no
consecuencia que dimana de la inejecución sería correcto considerar que la palabra
a debido tiempo, o del simpie no «umpli- daño sólo se refiere al damnum emergens,
miento, de las obligaciones. El uso de una y el interés también al lucrum cessans.
correcta terminología, hubiera llevado a la Las dos expresiones son equivalentes en
legislación al empleo de expresiones como nuestro Derecho, en el sentido de que
daños e intereses con sentido equivalente abarcan las dos formas posibles de la dis-
al de daños y perjuicios. Asi se desprende minución del patrimonio. Del mismo modo
ya desde los antecedentes romanos. Empe- se usa también entre nosotros la palabra
ro, los diversos sistemas legales han intro- perjuicios. El Código emplea otras expre-
ducido fórmulas como perjuicios e intere- siones aún..." (Busso, III, pág. 395).
ses, pérdidas e intereses, daños e intereses, En general, la legislación identifica con-
con significado sinónimo al de daños y per- ceptualmente las fórmulas daños e intere-
juicios. ses con daños y perjuicios, aunque a veces
La unificación de terminología en este no suceda lo mismo verbalmente, y se em-
campo es particularmente necesaria, y pa- pleen expresiones distintas para un mismo
ra ello debe comenzarse por fijar el senti- concepto. El Código civil argentino utiliza
do de cada una de las palabras utilizadas las fórmulas citadas, en forma indistinta;
en las fórmulas. en los artículos 508, 511, 513, 519, 520, 521,
Por daño se entiende el detrimento ex- emplea la expresión daños e intereses*; en
perimentado por un sujeto de derecho, sea los artículos 605, 608, 615, 628, 629 y 655 se
sobre él mismo, sea sobre sus derechos o habla de perjuicios e intereses; sn el artícu-
su patrimonio, abarcando aquella palabra lo 892 reaparece daños e intereses; en el
asimismo la indemnización que se debe por 1725 y 2121 se utiliza la expresión daños y
dicho detrimento. El término daño men- perjuicios; en fin, al reglar las consecuen-
ciona "indistintamente tanto el menosca- cias de los actos ilícitos, en los artículos
bo como la indemnización" (Busso, III, 942, 943, 1069, 1100 y 1179, se habla de
p. 394). Por interés se entiende el carácter pérdidas e intereses. En cambio, el Código
más o menos valioso que tiene un objeto de comercio, con más uniformidad, en su ¡
para una persona, y abarca de esta mane- artículo 228 (mandato), 307 (sociedad), i
ra el daño efectivo sufrido por el sujeto de etcétera, se refiere a los daños y perjuicios.
derecho y también la ganancia que se espe- El Código penal de la misma nación, ar-
raba del objeto y que se hubiera realizado tículo 30, inciso 3°, emplea también esa
si no lo afectaba el daño. Aclaremos que fórmula. En el orden laboral, como ejem- i
también se llama interés, tanto en sentido pío, citemos un texto legal, donde se acuña I
jurídico como económico, el lucro produ- otra fórmula diferente a las empleadas
cido por el dinero en determinadas condi- hasta ese momento en el Derecho argen-
ciones de cantidad y tiempo; pero el inte- tino: el artículo 155, apartado 5<? del Códi-
rés así entendido, no entra en el concepto go de comercio (modificado por ley 11.729
de daños e intereses o daños y perjuicios, en sus arts. 154-60), que nos habla de
sino en el caso de los intereses moratorios, daños o pérdidas. El conjunto de la doc-
trina jurídica argentina está de acuerdo
• Por el Dr. JUAN CARLOS GARDELLA. en identificar todas estas expresiones; re-
cordemos algunas fuentes: Busso, op. clt., 1911-1913. — Salvat, R, M., y Galll, Tratado de
III, pág. 395: Ramírez Oronda, Diccionario ral", Derecho civil argentino. "Obligaciones en gene-
6» ed., t. 1, Bs. Aires, 1052.
Jurídico, vi' "daños y perjuicios"; Salvat,
I, págs. 92 y sig.; Machado, II, párrafo 169, DAÑOS INTERNACIONALES.* SUMARIO:
comentando el artículo 508, por ejemplo, 1. Concepto y evolución. 2. Daños a los
que habla de daños e intereses, se refiere bienes, sanciones civiles; guerra terrestre;
directamente a los "daños y perjuicios pro- guerra marítima; guerra aérea; nacionales
y extranjeras. 3. Recursos en razón de da-
venientes de la mora". ños a las personas. 4. Sanciones penales.
Concordante con lo expresado, mencio-
nemos otros Códigos: Código civil de Chile, 1. CONCEPTO Y EVOLUCIÓN. Se entienden
artículo 1556, se refiere a los daños y per- por daños internacionales, las lesiones su-
juicios. Código civil de Colombia, artículo fridas en su persona o bienes, por los ha-
1613, sobre perjuicios. Código civil de Ve- bitantes de países en guerra, aunque no
nezuela, artículo 1271, sobre daños y per- . hubiesen toncado parte directa en la lu- 1
juicios. Código civil dé Méjico, artículo 2104. cha, ya sea terrestre, marítima o aérea t ) .
El Código civil español, artículo 1106, em- Antiguamente la guerra tenía como fin
plea la fórmula daños y perjuicios cuando específico la destrucción del enemigo. Por
dice que "La indemnización de daños y lo tanto, era natural que el vencedor se
perjuicios comprende, no sólo el valor de apropiara de todos los bienes de su adver-
la pérdida, sino también el de la ganancia sario, circunstancia que le otorgaba pleni-
que haya dejado de obtener el acreedor". tud de título y dominio. Durante la Edad
En todos estos cuerpos legales, y en la doc- Media se practicó el mismo procedimiento.
trina respectiva, se identifican expresiones En el siglo xix se modifica el antiguo
como daños y perjuicios, daños e intereses, concepto de que tanto los bienes enemigos,
pérdidas e intereses, y demás señaladas. sean del Estado o de los particulares, fue-
Es oportuno aquí mencionar un matiz ran considerados como un botín, y se de-
especial que tiene el término interés y que termina la guerra como una relación de
a veces se emplea al tratar estos problemas Estado a Estado, circunscribiendo la lucha
sobre daños e intereses. Se trata del in- entre los ejércitos, de manera tal que los
terés en el sentido de la llamada teoría del bienes no pueden ser conquistados ni con-
interés en la valoración de los daños. Dos fiscados por los ocupantes. Es el principio
tendencias se disputan la primacía: la del del respeto a la propiedad privada ene-
valor objetivo y la del interés o valor sub- miga.
jetivo; mientras la primera valora el daño 2. DAÑOS A LOS BIENES. SANCIONES CIVILES.
por el valor corriente, la segunda lo hace Examinaremos la cuestión en las guerras
por su repercusión sobre el patrimonio terrestre, marítima y aérea, primeramente
lesionado. La teoría del valor subjetivo es las sanciones civiles, tanto a los bienes
la que ha predominado en definitiva, en como a las personas, nacionales y extran-
la generalidad de las legislaciones, y que jeros, y luego las penales.
ha encontrado su expresión en la fórmula Guerra terrestre. Todos los autores mo-
corriente, según la cual la indemnización dernos proclaman el principio del respeto
del daño ha de comprender no sólo el va- a la propiedad del individuo. Así opinan
lor de la pérdida, sino también el de la Bluntschli, Calvo, Feraud, Giraud, Geff-
ganancia que haya dejado de obtener el cken, Cuello, Heffter, Massé, Oppenheim,
acreedor. (Enneccerus, t. II, vol. 1?, "Der. Vidari, etcétera. El invasor no debe ser
de obligaciones", adición de los traductores considerado propietario de los bienes. Se-
españoles.) gún Nys (La ocupación de guerra, 1929,
2. Remisión. Puesto que existe una iden- pág. 27), "el principio del respeto de la
tidad entre la fórmula daños e intereses propiedad privada no tiene solamente co-
(y algunas más) y la expresión daños y mo consecuencia poner obstáculos al em-
perjuicios, al menos en la mayoría de las bargo, a la confiscación; so pena de ser
legislaciones, remitimos al artículo sobre destruida y de perder toda eficacia, tiene
daños V perjuicios de esta misma Enciclo- como consecuencia que la persona física o
pedia. (V. DAÑOS Y PERJUICIOS.) jurídica que es propietaria tiene el derecho
de obrar como propietario libre y autóno-
BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E. B., Crjdigo civil (mo- mo sin que el vencedor pueda intervenir
fado, Edlar, Bs. Aires, 1949. — Enneccerus, 'Tra-
tado de Derecho civil, Bosch, Barcelona, 1933. — en su gestión, controlarla o pretender di-
Plscher, H., Los daños civiles y su reparación. Ma-
drid, 1928. — Machado, J. O., Exposición y co- * Por el Dr. ARMANDO D'ANGELO EVANS.
mentario del Código civil argentino, t. 2, Bs. Ai-
res, 1922, — Planlol y Ripert, Traitf pratique (le (1) V. INDEMNIZACIONES DE GUERRA y REPARA-
Droit civil ¡raneáis, París, 1925-1934. — Planlol, CIONES, para los daños ocasionados entre sí por
Traite 'élémentaire de Drolt civil, t. 2, París, los Estados en guerra.
rigirla". En su Derecha Internacional Co- des) el navio de comercio enemigo y la
dificado aíirma Bluntschli el respeto del mercadería enemiga que transporta. Tal es
vencedor hacia la propiedad privada. Lo la regla adoptada y practicada desde tiem-
mismo el artículo 38 de las Instrucciones po inmemorial.
Americanas; el 54 del Manual de Oxford A partir de 1854, se inician tentativas
de 1880 y los Reglamentos de La Haya de para Imponer el criterio del respeto a la
1899 y 1907, cuyo artículo 23 dice: "Está propiedad privada enemiga sobre el mar
prohibido destruir o apoderarse de la pro-- y a pesar de las intensas discusiones y
piedad del- enemigo, salvo los casos en los argumentos presentados por gobiernos y
cuales esas destrucciones o apropiación publicistas, no se ha llegado a un acuerdo
sean imperiosamente exigidas por las ne- para obtener la supresión de esa práctica.
cesidades de la guerra"; y el 46: "La pro- Entre los autores que admiten la inmu-
piedad privada debe ser respetada, no pue- nidad e inviolabilidad absoluta en el mar
de ser confiscada". P. Piore en el artícu- de la propiedad privada enemiga, bajo pa-
lo 1063, de su Derecho Internacional Codi- bellón enemigo, comprendiendo el navio y
ficado, establece: "La propiedad privada su carga, sin que la tripulación pueda ser
de los subditos del enemigo, será reputada retenida como prisioneros de guerra, se en-
inviolable, tanto en la guerra continental cuentra en primer término el creador de
como en la marítima, con reserva de las esta corriente, abate de Mably, seguido por
restricciones impuestas por las necesidades Azuni, Diena, Flore, Galiani, Mancini, Vi-
de la lucha". Por su parte, la Declaración dari, de Boeck, Desjardins, Massé, Pradier-
de Bruselas de 1874 en su articulo 13, ex- Foderé, Eluntschli, Calvo, de Martens, Nys,
presa: "Se prohibe toda destrucción o apo- Dudley-Field, de Labeleye, Pinheiro-Fe-
deramiento de propiedades enemigas que rreyra, Torres, Campos, Woolsey, etcé-
no íuesen imperiosamente exigidas por ne- tera.
cesidades de la guerra". La tesis opuesta, admite la legitimidad
Como se ve, no es un reconocimiento del embargo y captura en el mar del na-
absoluto, ya que tiene como limitación las vio de comercio enemigo, cualquiera fuese
necesidades de la guerra, limitación acep- el carácter de su carga, si ella es de pro-
tada por la mayoría de los autores y orga- piedad enemiga, reteniendo a la tripula-
nismos internacionales, concepto que com- ción como prisioneros de guerra, y con la
prende tanto los bienes muebles como los condición de que la captura no puede te-
inmuebles. ner lugar sino en alta mar o en aguas te-
Se entiende por necesidades de guerra, rritoriales de los beligerantes, nunca en
las requisiciones, y contribuciones pecunia- aguas jurisdiccionales neutrales. Adhieren
rias. a ella, Albericus Gentilis (De Jure Belll,
Guerra marítima. Si bien todo belige- 1588), Hugo Grocio (De Jure Belli ac Pa-
rante puede destruir o capturar los barcos cis), Pulfendorf, Vattel, Dana, Hall. Kent,
de guerra de su adversario con su arma- Lorimer, Oppenheim, Travers-Twis, Whea-
mento y aprovisionamiento, como así los ton, Aube, Dupuis, Funck-Prentarro," Gi-
navios afectados por el Estado a las ope- raud, Renault, Abreu, Negrin, Riquelme,
raciones de guerra marítima, cuando esta etcétera.
captura se refiere a los bienes de propie- Como una variante en nuestros tiempos,
dad privada de su adversario la situación se ha anunciado por Heffter, de Boeck y
es distinta. En otros términos: ¿la captu- otros, una doctrina que podría constituir
ra de la propiedad privada enemiga en el una nueva modalidad. Admiten la presa y
mar, constituye un medio de guerra lícito el secuestro, pero no la confiscación y ven-
o ilícito? ta del barco mercante y su carga en pro-
Debe entenderse por propiedad privada vecho del apresador, completando la idea
enemiga, la perteneciente a los habitantes Lorimer, en el sentido de asimilar a la
del Estado enemigo: navios de comercio, presa de un barco mercante las costum-
yates, etcétera, y la mercadería de toda bres de las requisiciones en la guerra te-
rrestre. El apresador entregaría al capitán
clase que se encuentre a bordo. Como en del barco capturado una constancia que le
la práctica se presentan distintos casos, permitiría obtener, llegada la paz, una in-
sólo consideraremos aquí el de un navio demnización, reparación o socorro. Pensa-
de comercio enemigo y cargado de merca- mos que esta posición, significa 'un progre-
derías pertenecientes a nacionales del país so de posible aplicación, a pesar de todas
enemigo. las dificultades inherentes a cualquier re-
La costumbre internacional es terminan- forma internacional, ya que la consagra-
te. El beligerante puede apoderarse, cap- ción del principio de la inviolabilidad pri-
turar y confiscar (con ciertas formalida- vada es un tanto quimérico e irrealizable.
Para determinar el carácter de la car- las normas que se resumen como sigue:
ga, durante la primera y segunda guerra a) Debe prohibirse el bombardeo aéreo
mundial se emplearon estos dos criterios: que se proponga aterrorizar la población
La mercancía tiene carácter enemigo, civil, destruir o dañar la propiedad pri-
cuando el propietario posee la nacionali- vada que no tenga carácter militar, dañar
dad del Estado enemigo, cualquiera que a los no combatientes o con el objeto de
sea su residencia, o cuando reside en él obligar a la entrega de requisiciones en
cualquiera que fuere su nacionalidad. Ade- especie o de contribuciones en dinero;
más se presume que la mercancía que se b) Solo es legítimo el bombardeo aéreo
encuentra a bordo de un buque enemigo cuando se dirige contra un objetivo mili-
tiene carácter enemigo, pero esa presun- tar, es decir, una cosa cuya destrucción o
ción admite prueba en contrario, que está daño constituya una clara ventaja militar
a cargo del propietario,, y los tribunales para el beligerante; cuando se dirige ex-
británicos, adoptando como elemento esen- clusivamente contra fuerzas, obras o esta-
cial, antes que la fecha del contrato, el blecimientos militares; contra fábricas Im-
principio de la buena fe, resolvieron que portantes y bien conocidas de armas, mu-
no tiene valor la transferencia sí el con- niciones o implementos bélicos caracteri-
trato se ha hecho previendo una guerra. zados; contra lineas de comunicación o de
Barcos que no pueden ser apresados ni transporte usados para fines militares;
confiscados. De acuerdo a las Convencio- salvo que dichas fuerzas o lugares no pue-
nes de La Haya y a la costumbre interna- den ser bombardeados sin que lo sea In-
cional, no pueden ser apresados ni confis- distintamente, la población civil; c) Debe
cados los buques hospitales, los buques prohibirse el bombardeo aéreo de ciuda-
pesqueros que no tengan participación al- des, poblados, construcciones o edificios
guna en las hostilidades, los encargados de que no se encuentren en la proximidad in-
misiones religiosas, filantrópicas o cientí- mediata de las operaciones de la fuerza
ficas, pudiendo ser retenidos con obliga- terrestre, pero este bombardeo es legitimo,
ción de restituirlos sin Indemnización al siempre que haya una presunción razona-
terminar la guerra, las barcos mercantes, ble de que existe una concentración mili-
así como su carga, que no hubiesen podido tar suficientemente importante para Jus-
abandonar el puerto durante el plazo de tificar el bombardeo, y deberá tenerse en
favor, por razones de fuerza mayor, así cuenta los daños que cause a la población
como los que habiendo abandonado su úl- civil, los cuales deben ser Indemnizados
timo puerto de partida antes de la inicia- por el beligerante que los produzca; ade-
ción de la guerra, se encontraran en los más es entendido que el comandante de la
mares ignorando las hostilidades. Estos úl- aeronave debe adoptar las medidas nece-
timos pueden ser destruidos, con cargo de sarias para dejar a salvo, en cuanto sea
indemnización, pero previéndose lo necesa- posible, los edificios destinados a las obras
rio para la seguridad de los tripulantes y públicas, a fines artísticos, científicos o
papeles de a bordo. En estos casos, buques caritativos, los hospitales o buques hospi-
y mercancías pueden asimismo ser requi- tales, y es también entendido (jue los be-
sados mediante indemnización. ligerantes pueden crear, desde el tiempo
Guerra aérea. La Conferencia de La Ha- de paz, una zona de protección o Inmuni-
ya de 1907, renovó las disposiciones de la dad contra los bombardeos aéreos alrede-
realizada en 1899, que prohibía lanzar pro- dor de los monumentos referidos.
yectiles y explosivos desde los globos u No obstante los propósitos enunciados
otros medios análogos. precedentemente, durante la segunda gue-
Durante la primera guerra mundial, las rra mundial, el bombardeo aéreo de ciuda-
fuerzas aéreas, no desempeñaron al prin- des y poblaciones alcanzó caracteres ca-
cipio un gran papel, pero ya en su trans- tastróficos. El 1<? de septiembre de 1939, al
curso, con ayuda de los adelantos.técnicos, emprender la guerra, Alemania bombar-
se construyeron aeroplanos por cente- deó Varsovia, haciendo más tarde lo mis-
nares, que libraron verdaderas batallas mo con Rotterdam, que .era una ciudad
aéreas y atacaron líneas ferroviarias, usi- neutral; y durante.dos meses Londres so-
nas, puertos, buques y hasta ciudades ene- portó bombardeos^ nocturnos en masa. A
migas. su vez los aliados bombardearon grandes
Ante el enorme poderío bélico que al- ciudades alemanas. No debemos dejar de
canzaron las armas aéreas, las disposicio- mencionar aquí las experiencias hechas en
nes de La Haya de 1907, resultaron inefi- 1945, con las bombas atómicas que destru-
caces. yeron, casi en su totalidad, a Hiroshima y
En 1923, las Reglas de La Haya, esta- Nagasaki.
blecieron, respecto del .bombardeo aéreo, Sanciones civiles. En términos generales
y refiriéndonos a reparaciones, existe un ños originados por bombardeos, devasta-
derecho indiscutible en Derecho natural, e ciones, incendios, pillajes, actos de violen-
incorporado por el Derecho positivo inter- cia y de lucha combates, asaltos, robos y
no de todos los países: "Todo hecho que demás hechos de guerra. Para los particu-
cause a otro un daño, obliga a su autor lares es un caso de fuerza mayor, un mal
a reparar la falta cometida". Esto se apli- inevitable, como una inundación una pla-
ca tanto a los individuos como a los Esta- ga, etcétera, que el Estado no está obliga-
dos, es decir, en el Derecho interno y en do a indemnizar. No es asunto del Derecho
el internacional, P implica, por lo tanto, internacional, sino de la legislación inter-
que la consumación de una acción ilícita, na de cada país. Por lo tanto, el argu-
contraria a los principios del Derecho, mento jurídico es el de la irresponsabili-
obliga a reparar el daño causado. Confir- dad de los Estados. Indudablemente que
ma esta concepción el Tribunal Interna- la severidad de ese principio puede ser
cional de La Haya, que en sentencia del atenuada por razones humanitarias, con
26 de julio de 1927, sostuvo que por Dere- asistencia, socorro y ayuda del Estado, al
cho internacional común, la violación de cual pertenecen los damnificados, si su si-
un deber jurídico internacional, trae con- tuación económica lo permite, b) Reguisas
sigo para el Estado infractor, la obligación y contribuciones, tanto en alimentos como
de reparar adecuadamente el perjuicio en dinero efectuadas por el enemigo en
causado. tiempo de guerra, no dan nacimiento co-
Kelsen manifiesta su oposición al soste- mo en el caso anterior a ningún derecho
ner que no existe en Derecho internacio- a indemnización. El Estado al cual perte-
nal norma alguna sobre la índole y alcan- necen quienes han sufrido estos daños, no
ce -de la reparación. Y que el deber de re- les debe nada; al contrario, esos recursos
paración adecuada no es un verdadero utilizados por su enemigo le han perjudi-
deber, y sí una simple envoltura ideológica cado al proporcionarle medios para conti-
del hecho que no existe en el Derecho in- nuar la lucha. Jurídicamente no existe
ternacional común ninguna disposición so- obligación alguna.
bre el contenido de la reparación; que uní- , Aquí como en el caso anterior corres-
camente 'esta cuestión debe ser obieto de ponde que el Estado por razones de equi-
un tratado entre los Estados interesados. dad acuda en socorro de sus nacionales.
Por lo tanto, st el contenido de la repara- Para ello puede ayudarles estableciendo
ción no se origina sino mediante un tra- impuestos en las regiones que no han so-
tado, el deber de reparar existe sólo en ese portado esas cargas por haber estado lejos
tratado, entre el vencedor y el vencido, ya del escenario de la guerra. Los títulos, co-
que no debe concebirse un deber sin con- mo así la proporción a recibir de ese so-
tenido. Y afirma luego al referirse a la corro, se determinarán por medio de los
reparación: "No es una consecuencia del recibos que han debido entregar los auto-
acto ilícito establecida con carácter de nece- res de la requisición (Manual de Oxford
sidad por el Derecho internacional común de 1880, art. 60; Declaración de Bruselas
consuetudinario, sino un simple deber sus- de 1874, arts. 41 y 42; Reglamentos de La
titutivo, posiblemente acordado por el De- Haya, de 1899 y 1907 arts. 51 y 52).
recho internacional convencional particu- Si los lesionados por daños, requisas y
lar. Si por el contrario, no se llega entre contribuciones inician un recurso por in-
el Estado ofensor y el ofendido a un. demnización ante el enemigo, pueden su-
acuerdo sobre la naturaleza y cuantía de ceder estas circunstancias: si ha respeta-
la reparación por negar uno u otro Esta- do las leyes de la guerra no ha hecho más
do su conformidad, el Estado ofendido po- que uíilizar sus derechos como beligeran-
drá entonces proceder directamente a san- te; si no lo ha hecho es responsable fren-
ciones coercitivas". te a su adversario y los otros Estados pe-
Volviendo a la afirmación de la respon- ro no ante los particulares de manera que
sabilidad que sanciona el Derecho natural, no corresponde indemnizar. Si es vencedor
vemos que frente a esta situación se plan- rechazará cualquier demanda, culpando a
tea desde el punto de vista jurídico el pro- su enemigo el haber continuado la gue-
blema de la existencia o no de un derecho rra y hecho papsr así a los habitantes las
a indemnización, y consecuentemente, de- consecuencias pertinentes. Si es vencida
terminar ante quien recurrir en caso afir- entonces deberá pagar una indemnización
mativo. de guerra a su vencedor quien podrá des-
Bluntschll y otros niegan, por una parte, tinar una parte para ser distribuida en
ese derecho, y dan entre otras las sipuien- los perjudicados por la contienda.
tes razones, según se refiera a daños o a Esta doctrina prevaleció hasta la prime-
requisas, contribuciones y multas: a) Da- ra guerra mundial. Alemania, luego
guerra de 1870 destinó dos millones de tha- les y maderas, materias primas, mercade-
lers (ley del 14 de julio de 1871) destina- rías, muebles, títulos y valores mobiliarios,
dos a socorrer a los alemanes' expulsados deterioro o destrucción parcial o total de
de Francia, negándoles, por otra parte, to- cosechas, mercaderías y de todas clases de
do derecho a indemnización. V en cuanto bienes muebles, cualesquiera que fuesen los
a los daños de guerra, por otra ley desti- autores de esos apoderamientos, deterio-
nó las primeras sumas que debia pagar ros o destrucciones; las pérdidas de obje-
Francia, para reparar los perjuicios oca- tos muebles, sea en Francia o en el extran-
sionados en Alemania y Alsacia-Lorena jero, en el curso de evacuaciones o repa-
por los ejércitos alemanes y franceses. En triamientos; 3<?) deterioro de inmuebles
Francia el Parlamento votó como socorro construidos o no y comprendido bosques y
sumas de dinero para quienes comproba- florestas; destrucción parcial o total de in-
ran pérdidas materiales que hubiera cau- muebles edificados; apoderamiento, dete-
cado la invasión alemana' (leyes del 6 de rioro o destrucción parcial o total de ma-
septiembre de 1871, 7 de julio de 1873, 28 de quinaria, accesorios y animales pertene-
julio de 1874, 16 de junio de 1875 y 16 de cientes a una explotación comercial, in-
agosto del mismo año). dustrial o agrícola que serán, para la apli-
En oposición al concepto sostenido por cación de la presente ley son considerados
Bluntschli, otros intemacionalistas admi- como inmuebles por su destino, pertenez-
ten que los daños de guerra originan un can ya a quien lo explota o al propietario
legítimo derecho, fundamentándolo en el del inmueble, sin que sea rlecesario deter-
principio de la solidaridad nacional. En minar quiénes sean los autores de los da-
tal sentido se estima que quienes han su- ños especificados en el presente parágra-
frido daños en pro de la causa común, de- fo; 4"?) todos los daños enumerados en los
ben ser reparados de manera tal que esa parágrafos precedentes causados en la zo-
reparación incida sobre todo el conjunto na de defensa de las fronteras, lugares .de
social, vale decir, el Estado, quien podrá a guerra y puntos fortificados sin que se le
su vez reclamar al enemigo, autor de los pueda oponer a los interesados ninguna
daños, el reembolso de las reparaciones. excepción emanada de leyes y decretos que
Por supuesto que esta contingencia sólo reglamenten las servidumbres militares;
podrá suceder en el caso de ser, vencedor, 59) todos los daños causados a las embar-
ya que vencido, será quien deberá sopor- caciones destinadas a la pesca menor". Por
tar, junto con los particulares lesionados, otro articulo se agregan a los precedentes:
las cargas de la guerra. "aquellos daños causados por los ejércitos
Esta segunda concepción es la que han franceses o aliados, sea en razón de me-
adoptado casi todos los países después de didas preparatorias de ataque, preventivas
la guerra de 1914-1919. Así Francia, por de defensa, necesidades de lucha y eva-
ley del 26 de diciembre de 1914, estableció cuación de los puntos amenazados en ra-
que "una ley especial determinará las con- zón de urgencias de la ocupación en las
diciones bajo las cuales se ejercerá el de- partes del territorio comprendidas en la
recho a la reparación de los daños mate- zona de los ejércitos, en particular, de la
riales; resultantes de hechos de guerra". Al requisición, locación y acantonamiento".
promulgarse en 1919 se precisan los per- Alemania, por una ley del 3 de julio de
juicios que darán derecho a indemnización 1916, modificada por una ordenanza del
a cargo del Estado sin distinguir si están 4 de enero de 1919, consideró los daños de
o no de acuerdo con el Derecho interna- guerra sobre el territorio del Imperio, pe-
cional: "los daños materiales y directos ro sin la precisión de la ley francesa, ya
causados en Francia y Algería, a los bie- que si bien el artículo 4 de la citada ley
nes muebles e inmuebles, por hechos de la se refiere a un derecho a indemnización,
guerra, sin perjuicio del Derecho, para el el artículo 15 de la misma establece que:
Estado francés, de reclamar su pago al "la constatación del daño no crea por si
enemigo"; y considera como "daños resul- misma ningún derecho a indemnización".
tantes de hechos de guerra, especialmen- El artículo 21 hace referencia al monto:
te: 1?) todas las requisiciones efectuadas "una ley especial del Imperio determinará
por las autoridades o tropas enemigas, las la indemnización de los daños de guerra,
deduccionlfe en especie efectuadas bajo a la salud y a la vida de las personas".
la forma de ocupación, de locación o acan- En Italia, un decreto ley del 16 de no-
tqnamiento, así como los impuestos, con- viembre de 1918, reconoce a las víctimas
tribuciones de guerra y multas que se hu- de daños de guerra, el derecho a la repa-
bieran gravado a los particulares o colec- ración de los daños de guerra (Gazzetta
tividades; 29) él apoderamiento de todos Ufficiale del 25/11/918, núm. 277): "Con
los objetos como cosechas, animales, árbo- el fin dé restaurar la riqueza y la plenitud
de la potencia productiva de las provincias Confederación Helvética se comprometie-
perjudicadas directamente por la guerra, ra a indemnizar a los alemanes en casos
dice el artículo I? de ese decreto-ley, el análogos.
derecho a reparación de los daños de gue- La ley alemana del 3 de julio de 1916,
rra está reconocido en la forma y límites en su artículo 5?, dice: "...las personas
fijados en el presente decreto. Las dispo- que no posean la nacionalidad alemana «no
siciones más favorables contenidas en las pueden hacer una demanda de constata-
otras leyes quedan en vigor. El presente ción de daños, nada más que con autori-
decreto no se aplica a navios que no son zación del canciller". Únicamente en el
barcos de pesca, chalanas y otros barcos caso de que el Gobierno tenga interés en
pequeños". Los derechos atribuidos por el conservar una empresa extranjera y cuan-
presente, agrega el artículo 21?, pueden ser do no haya nada que reprochar al solici-
ejercidos por las personas físicas o mora- tante, se indemnizará a un extranjero.
les que posean la nacionalidad italiana o Planteadas así las cosas, frente a un
procedentes de las colonias". Según el ar- acto que se califica de acción ilícita, sur-
tículo 17: "si, en el plazo a fijar por el re- gen los tres principios siguientes: a) Los-
glamento el titular del derecho no hace la daños causados por actos contrarios al De-
demanda de reparación, el usufructuario, recho internacional obligan al beligerante
el usuario o el acreedor hipotecario pue- que los ha cometido a repararlos, aún si
den sustituirlo en el derecho de benefi- la guerra en la cual se ha ocasionado, es
ciarse con los términos del presente de- de su parte una guerra justa, b) Los da-
creto". ños causados por actos autorizados en
En Bélgica, por un decreto real del 23 de tiempo de guerra (por ejemplo: destruc-
octubre de 1918,' se estipuló un derecho a ción de bosques o edificios que molestan
reparación en beneficio de los nacionales, el bombardeo) deben ser reparados por sus
de los daños resultantes de hechos de gue- autores si la guerra que les ha dado lugar
rra en Bélgica, sin que la afirmación de es por parte de los autores una guerra in-
ése derecho lesione los recursos que pueda justa, c) Un beligerante no debe repara-
ejercer el estado en virtud del Derecho in- ciones a las víctimas de daños resultantes
ternacional. Una ley del 10 de mayo de de hechos de guerra que tengan un carác-
1919, admite de manera formal el derecho ter lícito realizados en una guerra justa.
a reparaciones. Por convenio del 9 de octu- Tales son teóricamente las soluciones que
bre de 1919, entre Francia y Pélgica, se la justicia impone. Pero, en la práctica las
reconoce a los nacionales de cada Estado, decisiones serán a menudo muy distintas.
víctimas de daño de guerra en territorio Pues, en la realidad de las cosas, es la
del otro, un derecho a indemnización que fuerza de las armas el resultado de la
se ajustará a las formas determinadas por guerra lo que influye en esas decisiones.
las leyes y reglamentos en vigor. Si el agresor injusto o el autor de daños
Nacionales y extranjeros. Con respecto realizados por actos ilícitos es vencido, su
a la posición de los extranjeros perjudica- adversario victorioso podrá obligarlo a pa-
dos por daños de guerra, Francia, después gar a las poblaciones que ha lesionado, y
de la guerra en 1871, no hizo cuestión de entonces las exigencias de equidad queda-
nacionalidad, repartiendo los fondos de rán satisfechas. Si contrariamente resulta
socorro entre todos los propietarios lesio- victorioso, amo de la situación, es de ima-
nados, con reserva únicamente de recipro- ginar que no acepte tomar la carga de los
cidad. Refirma este concepto una ley del daños causados, y con el afán de dismi-
17 de abril de 1919 en la cual: "El derecho nuir en lo posible a su adversario se .libra-
a reparación pertenecerá a los extranjeros rá de su deuda sobre éste último en virtud
en Francia y a, los naturalizados a quienes de una cláusula particular del tratado de
la calidad de francés le hubiese sido reti- paz: El Estado vencido, por una estipula-
rada, en las condiciones determinadas por ción convencional a la que no podrá elu-
los tratados a concluir entre Frapóia y la dir, deberá pagar las sumas que debería
nación a la cual pertenecieran o hubieran haber satisfecho el Estado victorioso. Una
pertenecido esos extranjeros o naturaliza- tercera posición puede presentarse: El Es-
dos". tado culpable es vencedor y no piensa
Por su parte, Alemania, en 1870, adoptó cumplir su deuda, ni siquiera el tratado de
únicamente el sistema de reciprocidad y paz encierra ninguna disposición que pon-
cerno ejemplo en el caso de los damnifica- ga la deuda a cargo del Estado vencido;
dos en Alsacia-Lorena; por política indem- en ese caso los particulares lesionados no
nizó a los naturales, no haciendo lo mis- tendrán ningún medio de obrar contra la
mo con los suizos que estaban en el terri- mala fe de su deudor, y es a su propio
torio anexado, porque Suiza rehusó que la Estado que quedarán reducidos a acudir
para obtener reparación. Es el Estado ven- de Alemania no son suficientes para ase-
cido que deberá entonces solucionar la si- gurar una completa reparación de todas
tuación. Pero, ¿querrá hacerlo, y por otra las pérdidas y todos los daños"; una sola
parte, lo podrá hacer? Para escapar a esta excepción ha sido hecha a ese respecto en
contingencia, ¿no alegará que no puede favor de Bélgica. El anexo I de la< VIII sec-
ser obligado a pagar una deuda que no es ción del tratado ha indicado los daños a
suya? Obligado, sin duda, a pagar a su los bienes cuya compensación integral de*
vencedor una fuerte Indemnización de. be ser reclamada a Alemania: "daños re-
guerra, ¿no se encontrará materialmente lativos a todas las propiedades cualquiera
Imposibilitado de suministrar la reparación sea el lugar donde están situadas, pertene-
demandada? Es la legislación interna del cientes a una de las potencias aliadas y
Estado vencido que al final de cuentas fi- asociadas o a sus jurisdicciones (excepción
jará la condición de las victimas de la hecha de obras y material militar o naval)
guerra: del dominio del Derecho interna- que han sido quitadas, tomadas, dañadas
cional la cuestión de las reparaciones .re- o destruidas por actos de Alemania o sus
caerá asi en el Derecho interno. aliadas sobre tierra, mar o aire, o daños
Puede suceder, sin embargo, a la inver- causados como consecuencia directa de las
sa, que la suerte de las armas haga con- hostilidades o de todas las operaciones de
ceder a las personas dañadas una repara- guerra; daños Causados bajo forma de des-
ción a la cual, jurídicamente no tengan cuentos, multas o exacciones similares por
derecho, tratándose de daños causados por parte de Alemania o sus aliados en detri-
simples hechos de guerra cometidos en una mento de las poblaciones civiles; daños
guerra justa. Este será el caso, por ejem- causados a civiles por la obligación im-
plo, si, como condición de la paz, el Esta- puesta por Alemania o sus aliados de tra-
do del cual esas personas dependen final- bajar sin una justa remuneración". Ade-
mente vencedor, impone a su adversario más, según el artículo 238 del Tratado,
vencido, la reparación directa o exige de Alemania debe "efectuar la restitución en
éste una indemnización para distribuirla. especial de especies, tomadas, quitadas o
Lo mismo sucederá cuando la reparación, * secuestradas, así como la restitución de
estando definitivamente a cargo de un animales, objetos de toda suerte y valores,
Estado, en virtud de su legislación inter- tomados, quitados o secuestrados". Las re-
na, esta legislación, como Jey francesa del quisiciones ejercidas por las autoridades
17 de abril de 1919, reconoce -un derecho enemigas deben igualmente dar lugar a re-
a reparación para todos los daños de gue- paración por parte de Alemania y sus alia-
rra, sin distinción de origen, que se hayan dos. El armisticio del 11 de noviembre de
cometido conforme o contrariamente al 1918", en su artículo 19, había ya estipulado
derecho de guerra. la "reparación de daños". Disposiciones si-
Es de las ideas precedentes que las po- milares se encuentran en el tratado de
tencias aliadas y asociadas se han inspi- Saint Germain del 10 de septiembre de
rado para aplicarlas a los tratados de paz, 1919 con Austria. Lo mismo en, el de
que al final de la guerra mundial de 1914- Neuilly del 27 de noviembre de 1919, fir-
1918 impusieron a los Imperios centrales. mado con Bulgaria.
Es así que el Tratado de Versalles del 28 En oposición a las cláusulas precedente-
de junio de 1919 con Alemania, después mente citadas, el tratado de paz firmado
de haber establecido en principio que la entre los Imperios centrales y Rusia, el 3
guerra hecha por Alemania había sido una de marzo de 1918, contiene en su artícu-
guerra injusta, declaró en sus artículos 231 lo 99 la siguiente disposición, respecto a
y 232, responsable al Imperio alemán y los daños causados por la guerra: "Las
puso a su cargó la reparación de "todas partes contratantes renuncian recíproca-
las pérdidas y todos los daños sufridos por mente a todo' desembolso por sus gastos
los gobiernos aliados y asociados y sus na- de guerra (es decir, por los gastos hechos
cionales, como consecuencia-de la guerra", por el Estado para conducir la guerra), lo
sin distinguir si ellos fueron causados ile- mismo que a toda reparación por gasto de
galmente o como consecuencia directa de guerra (es decir, por todos los daños re-
las hostilidades, si fueron el hecho del sultantes para ellos o sus nacionales, en las
ejército de la Entente o de las armas ene- zonas de guerra, de medidas militares y
migas. Ese Imperio, habiendo hecho una comprendidas todas las requisiciones hechas
guerra Injusta, hubiera debido lógicamen- en país enemigo). En igual sentido dispo-
te, reembolsar a sus adversarios sus gastos nen los Tratados de paz entre Alemania y
de guerra: el artículo 232 del tratado de Ucrania (Brest-Litovsk, el 9 de febrero de
paz ha rechazado, sin embargo, esta con- 1918, art. 5<?) y el de Alemania y Finlan-
secuencia, por el motivo que "los recursos dia (Berlín, 7 de marzo de 1919, art. 49).
Por su parte, el Tratado de paz entre das por los aliados o enemigos, o contraí-
Alemania y Rumania (7 de mayo de 1918) do enfermedades resultantes de actos de
estipuló en sus artículos 4<?, 6"? y 8<?, la re- violencia cometidos por el enemigo.
nuncia de Rumania a toda reparación de En los tratados de paz de 1918 se esti-
daño causado en su territorio por medidas puló que los daños causados a las perso-
militares alemanas, comprendiendo espe- nas comprometen, como los causados a los
cialmente todas las requisiciones y contri- bienes, la responsabilidad civil de sus acto-
buciones; asimismo reembolsará a Alema- res. Y así, los artículos 231 y 232, del Tra-
nia las sumas empleadas ya por ella a tí- tado con Alemania, y los artículos 177 y
tulo de reparación de daño, y acordará a 178 del Tratado con Austria así concebidos
los alemanes y neutrales, la reparación de en términos generales y que los anexos I
todos los daños que hubieran sufrido en de su parte VIII prevén especialmente, co-
su territorio por causa de las operaciones mo sigue, los daños a las personas cuya
militares efectuadas por una de las poten- compensación es debida: "Daños causado;
cias beligerantes. a los civiles que alcancen su persona o s\
Como precedente de esta tendencia de vida y a los sobrevivientes que estaban £
obligar a los beligerantes a reparar los da- cargo de esos civiles, por todos los acto:
ños causados injustamente, es interesante de guerra y comprendidos los bombardeos
destacar que en la Segunda Conferencia u otros ataques por tierra, mar o aire j
de La Haya, en el artículo 3? de la IV con- todas sus consecuencias directas, o de to-
vención del 18 de octubre de 1907 sobre das las operaciones de guerra de los dos
las leyes y costumbres de la guerra terres- grupos beligerantes, en cualquier lugar que
tre, se incluyó una obligación internacio- sea; daños causados a los civiles víctimas
nal de indemnización a cargo de los beli- de actos de crueldad, de violencia, de ma-
gerantes, que dispone así: "La parte beli- los tratos (y comprendidos los atentados a
gerante que hubiese cometido violación de la vida o a la salud, a raíz de prisión, de-
las disposiciones del reglamento, estará portación, internamiento o evacuación,
obligada a indemnización si hubiere lugar. abandono en el mar, o trabajos forzados),
Ella será responsable de todos • los actos en cualquier lugar que sea, y a los sobre-
cometidos por las personas que formen vivientes a cargo de esas victimas; daños
parte de las fuerzas armadas". Vemos, por causados por Alemania o sus aliados en su
lo demás, que se trata de daños cometidos territorio, o en territorio ocupado o inva-
ilegalmente, en violación de las leyes de dido, a los civiles víctimas de todos los
la guerra. actos que atenten a la salud, capacidad de
3. Recursos en razón de daños a las per- trabajo o al honor, y a los sobrevivientes
sonas. La primera y segunda guerras mun- que estaban a cargo de esas victimas; da-
diales, han demostrado, desgraciadamen- ños causados por toda especie de malos
te, que la técnica moderna ha creado para tratos a los prisioneros de guerra; como
azote de la humanidad, temibles instru- daños causados a los pueblos de las poten-
mentos de destrucción, oue rebasando los cias aliadas y asociadas, todas pensiones
campos de batalla, han llevado a todos los o compensaciones de la misma naturaleza
confines las penosas consecuencias de la a las víctimas militares de la guerra y a
lucha. Por lo tanto, es insuficiente ya ha- las personas de las cuales esas víctimas
ber previsto reparaciones* e indemnizacio- eran el sostén (sobre la base de la tarifa
nes en provecho de los integrantes de las francesa); gastos de asistencia suminis-
fuerzas armadas, sus viudas, huérfanos y trada por los gobiernos de los Estados alia-
ascendientes, y de aquellos civiles que hu- dos y asociados a los prisioneros de puqrra,
bieran probado daños en sus bienes, sino a sus familiares y las personas de las cua-
que sería indispensable reconocer un de- les eran su sostén; locación dada por los
recho de indemnización a los habitantes gobiernos de los Estados aliados y asocia-
de los países alcanzados por la guerra, en dos, a las familias y a las personas a car-
sus personas mismas. go de los movilizados o de todos los que
En tal sentido, en Francia se tomaron han servido en «1 ejército (sobre la base
algunas disposiciones, como la ley del 25 de la tarifa francesa)".
de abril, estableciendo un derecho a pen- 4. Sanciones penales. Hemos visto hasta
sión especial a los empleados o agentes ci- aquí las sanciones civiles que pueden co-
viles del Estado, víctimas de las contin- rresponder por causa de los daños de gue-
gencias de la guerra, a las cuales estaban rra. Corresponde ahora considerar si pue-
expuestos por las obligaciones de sus car- den originar responsabilidad penal. Para
gos, como asimismo a los particulares no ello analizaremos los dos casos que pueden
funcionarios que hubieran recibido heridas ocasionar: 19) Debe considerarse si la de- i
en el curso de operaciones mimares dirigi- claración de una guerra injusta hace reí-
ponsables a las autoridades de sanciones la Entente para preparar la constitución
penales. Quienes opinan en forma negati- de una Alta Corte de Justicia de los Alia-
va, argumentan que como todo acto de go- dos, que tendrá por misión juzgar los auto-
bierno escapa a cualquier recurso y se In- res responsables de crímenes y atentados
voca la tesis de soberanía e irresponsabi- de toda naturaleza cometidos por el ene-
lidad del poder público, que como se sabe, migo en el transcurso de la guerra".
estuvo en auge el siglo pasado, pero que, En la conferencia de La Haya de 1907,
contemporáneamente es muy combatida. no se previo la responsabilidad penal. Re-
Y con mucha frecuencia, la injusticia de cién en 1914, con motivo de los numerosos
una puerra, es acompañada de violaciones delitos de guerra, cometidos por los ale-
del Derecho internacional, que la hace di- manes, así como la forma de declarar la
fícil de no considerarla como crímenes me- guerra, se actualizó la cuestión de la san-
recedores de sanción penal. 2"?) Muchos ción penal a aplicar a los autores de he-
de los hechos perjudiciales que suceden en chos de guerra criminal. Así, el artículo 227
una guerra, son declarados legítimos por del Tratado de Versalles expresa: "Las
el Derecho de gentes que los considera se- potencias aliadas y asociadas ponen en
cuela inevitable de la lucha, exentos, por acusación pública a Guillermo II de Ho-
lo tanto, de sanciones penales. Pero suce- henzollern, ex emperador de Alemania, por
den otros, que no son necesariamente he- ofensa suprema contra la moral interna-
chos de guerra legítimos, y que contienen cional y la autoridad sagrada de los trata-
los elementos criminales del Derecho co- dos. Un tribunal especial se constituirá
mún: muertes, asesinatos, incendios, ro- para juzgar al acusado, asegurándole las
bos destrucción, pillaje. Quienes cometen garantías esenciales del derecho de de-
esos actos, soldados, oficiales, generales, defensa. Estará compuesto de cinco jueces,
quienes los comandan o los toleran se nombrados por cada una de las cinco po-
vuelven en definitiva culpables de críme- tencias siguientes, a saber: Estados Unidos,
nes y delitos de Derecho común y por ello Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón. El
deben ser castigados, y planteadas asi las tribunal juzgará sobre motivos inspirados
cosas surgen las dificultades, ya que no por los principios más elevados de la po-
existen tribunales ni leyes para juzgarlos. lítica entre las naciones y compromisos
Por otra parte, puede argüirse que la or- internacionales, como los de la moral in-
den dada por un superior exime a los auto- ternacional. Le corresponderá determinar
res subalternos que ejecutaron los críjne- la pena a aplicar. Las potencias aliadas y
nes. Y el jefe supremo del ejército, que es asociadas dirigirán al gobierno de los
a su vez el jefe de Estado, puede como tal Países Bajos una demanda, pidiéndole en-
escapar a toda persecución. tregar al anciano emperador para ser
Es evidente el Derecho que tiene un Es- juzgado". El 228: "El gobierno alemán re-
tado de perseguir y castigar las violacio- conoce a las potencias aliadas y asociadas
nes de las leyes de la guerra cometidas la libertad de citar ante sus tribunales
por su adversario, ya que estas violaciones militares las personas acusadas de haber
no son otra cosa que crímenes de Derecho cometido actos contrarios a las leyes y
común. costumbres de la guerra. Las penas pre-
Como antecedentes, podemos mencionar vistas por las leyes serán aplicadas a las
un proyecto francés de 1915, a fin de for- personas reconocidas culpables. Esta dis-
malizar un acuerdo internacional sobre la posición se aplicará no obstante todo pro-
materia. Una solución sería declarar com- cedimiento o persecución en una jurisdic-
petentes los tribunales y las leyes de pro- ción de Alemania o de sus aliados. El
cedimiento de los países en cuyo terrifb- gobierno alemán deberá entregar a las po-
rio se han cometido los crímenes de gue- tencias aliadas y asociadas o a cualquiera
rra. El Manual de Oxford de 1880, en su de ellas que le haga la citación, a todas
parágrafo 84, estableció: "Si se han come- las personas que, estando acusadas de ha-
tido infracciones a las leyes que preceden, ber cometido un acto contrario a las leyes
los culpables deben ser castigados por y costumbres de la guerra, le fuesen de-
aquellos beligerantes en poder de los cuales signadas, sea nominalmente, por grado,
se encuentran". A pesar de ello se ha pro- función o empleo, a los cuales tales perso-
puesto establecer una sanción internacio- nas hubiesen sido destinadas por las auto-
nal. El diputado francés M. Pugliese Conti ridades alemanas". Artículo 229: "Los au-
fropuso que se constituyera la Corte Inter- tores de actos contra los habitantes de una
nacional de La Haya, en Alta Corte de de las potencias aliadas y asociadas serán
Justicia criminal. M. Ignace, también di- citados frente a los" tribunales militares de
rutado francés, en 23 de marzo de 1917, esas potencias. Los autores de actos come-
ivitó al gobierno a concertar con los de tidos por conciudadanos de varias poten-
das aliadas y asociadas, serán citados an- Bourgeols, te traite de paix de Versailles. — Re.
te los tribunales militares compuestos de glamentos de La Haya de 1907 y 1899. — Regla-
mentos de Oxford, 1880. — Declaración de Bru-
miembros pertenecientes a tribunales mi- selas de 1874. — Salnt-Qulntln, Les dommages de
litares de las potencias interesadas. En guerre. — Jacquelln, Le Droit social et la répa*
todos los casos el acusado tendrá derecho ration de dommages en régions envahies. — Gro-
a designar por sí mismo su abogado". Ar- cio. De jure belli ac pacía. — Qentilis, De jure
belli.
tículo 230: "El gobierno alemán se com-
promete a suministrar todos los documen- DAÑOS Y PERJUICIOS.* SUMARIO: 1. Con-
tos e informes de cualquier naturaleza que cepto. Teoría general y temas concretos.
sean, cuya presentación fuese juzgada ne- 2. Clasificaciones del daño. 3. Condiciones
cesaria para el conocimiento completo de para que surja la obligación de Indemnizar
daños y perjuicios. 4. Daños y perjuicios en
los hechos incriminados, la búsqueda de las obligaciones de dar sumas de dinero.
los culpables y la apreciación exacta de las 5. Los hechos Ilícitos y la reparación de da-
responsabilidades". Estas disposiciones fue- ños y perjuicios. 6. Antecedentes romanos.
ron también incluidas en el Tratado de 7. Legislación argentina.
Saint Oermain. 1. Concepto. Teoría general y temas
Finalizada la segunda guerra mundial, concretos. "Daño es toda desventaja que
los aliados sometieron a juicio a los cri- experimentamos en nuestros bienes jurídi-
minales de guerra, siendo varios de ellos cos .(patrimonio, cuerpo, vida, salud, honor,
condenados a la pena capital. Los juicios crédito, bienestar, capacidad de admisión,
de Nuremberg han sido objeto de vivas etcétera)", dice el Tratado de Enneccerus
discusiones, de cuyo resultado es de espe- (t. II, vol. 1°, pág. 61). Frente a la ampli-
rar surja una saludable experiencia. tud que tiene la fórmula en el Derecho,
Como dice Fauchille: "Sería deseable que abarca desde un bien jurídico meramente
la comunidad de naciones, por una solem- material, como el patrimonio, hasta un
ne convención creara especialmente un bien eminentemente moral como el honor;
Alto Tribunal Internacional, que determi- el lenguaje corriente la suele utilizar para
naría el procedimiento y establecería las referirse principalmente al daño patrimo-
penas paía juzgar a los miembros de las nial o material. El lenguaje jurídico, como
potencias soberanas que han ordenado, au- ya hemos dicho, no es tan exclusivista, y
torizado o dejase se cometiesen atentados ha ampliado la significación de los daños
contra las leyes internacionales de la gue- y perjuicios hasta hacerle abarcar también
rra y todos aquellos que han tomado parte. los daños a bienes morales, o asimismo
Y asi será que toda guerra injustamente bienes mixtos como la vida (porque ésta
declarada y todo ataque repentino de un tiene un aspecto moral y material), ha-
Estado contra otro, implicará la responsa- ciendo surgir entonces la obligación de
bilidad personal de aquellos que sean de- reparar daños más allá de la esfera eco-
clarados culpables. Será la única manera nómica.
de disuadir a un Estado de no cometer a) Para que surja la obligación de re-
crímenes que estuviese tentado de realizar parar daños y perjuicios, no es indispen-
y prevenir al mundo contra el flagelo de sable que se haya producido daño a un bien
la guerra. Si los responsables —soberanos económico; puede tratarse de un bien ju-
y jefes de Estado, miembros del gobierno rídico extra-económico, por ejemplo, el
y parlamentarios, generales, oficiales y bien de naturaleza moral que llamamos
soldados— saben que la muerte les espera, honor y que el Derecho protege cuando
existirá la posibilidad que se cuiden de convierte las ofensas al mismo en presu-
comprometerse en una empresa que los puesto para una obligación de indemnizar
conducirá a pagar su delito, pero para que daños y perjuicios. Se ha discutido mucho
tal amenaza pueda tener una eficacia real, en la ciencia jurídica ese tema del valor
será necesario que la represión les resulte patrimonial de la prestación. Mientras una
absolutamente cierta". (V. DAÑOS CAUSADOS corriente doctrinaria afirmaba terminan-
A EXTRANJEROS POR REVUELTAS, INSURRECCIONES temente la imposibilidad de que el objeto
O GUERRAS CIVILES.) de la obligación fuera no-patrimonial, fun-
dándose, por ejemplo, en el hecho —en sí
BIBLIOGRAFÍA. — Carrara, La reparaztone del dan- mismo exacto— de que las obligaciones in-
ni di guerra. — Fauchille, P., Traite de Droit in-
ternational public. — Feraud-Glraud, Recours en tegran los derechos patrimoniales como una
Taitón de dommages causes par la guerre. — Nys, de sus ramas (Crome, cap. I, parág. 2, págs.
"Le recours en raison Jes dommages causes par 11-13), otro movimiento de Ideas iniciado
la guerre", en R. D. 1., t. 8. pág. 442. — Blunt- en el siglo xix por Ihering (aunque pueden
Bchli, Droit internatlonal public codifié. — Oppen-
belm, International law. — Moreno Quintana y señalarse antecedentes en el Derecho ro-
Bolllnl Shaw, Derecho internacional público. —
Podestá Costa, Derecho internacional público.— • Por el Dr. JUAN CARLOS GARDELLA.
S i g u i e n t e P á g i n a

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