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Como bien sabemos, a veces sentimos que nuestros sentimientos y emociones nos controlan a nosotros y no nosotros a ellos, pero
vemos que hay personas que cuentan con mejores habilidades para llevar sus vidas de manera satisfactoria. Es posible entonces
que te preguntes por qué tú no puedes controlar tus emociones y ellas sí.
Pues bien, tienen lo que llamamos destrezas emocionales y estas les permiten manejar su vida de forma más agradable y eficaz.
La inteligencia emocional es la que nos permite desarrollarnos de mejor forma en cada ámbito de nuestra vida, sin llegar a
estresarnos y superando los obstáculos que se nos presenten.
«Cuanta más inteligencia social tengas, más feliz y fuerte serás, y mejores relaciones personales tendrás.»
–Daniel Goleman-
¿CÓMO HACER PARA TENER SIEMPRE EMOCIONES POSITIVAS?
Hay que tener en cuenta que nadie está libre de tener emociones negativas, aun teniendo una inteligencia emocional desarrollada.
Puesto que las emociones -tanto positivas como negativas- siempre estarán presentes, el secreto es identificarlas y saber por qué
están allí para poder llevarlas como corresponda.
Al identificar cada una de nuestras emociones podemos saber qué es lo que nos preocupa o nos hace sentir bien, y con esto
podremos tener mejores relaciones con las personas que nos rodean y, más aun, éxito en cada ámbito de nuestra vida (incluso en
el laboral).
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LLEVAR LAS EMOCIONES DE MANERA SATISFACTORIA?
Cabeza de mujer con mariposas simbolizando emociones
Una persona que sabe cómo manejar sus emociones tiene una vida de éxito, y no tanto por su inteligencia o decisiones, sino porque
supo qué debía hacer para controlar cada una de ellas sin que estas hicieran venirse abajo todo en su vida.
Porque, desafortunadamente, una persona con poco control emocional puede sentir que su vida no vale mucho o llegar a sentirse
fracasado. Ya que las emociones negativas, como la ansiedad y el estrés, nos pueden traer grandes repercusiones, tanto físicas
como mentalmente, si no son controladas desde que aparecen.
Por ejemplo, la ansiedad nos afecta directamente en nuestro cuerpo, sintiendo un nudo en el estómago o la incapacidad de respirar,
por eso es necesario identificar de donde viene esta ansiedad y buscar formas para saber manejarla.
Saber controlar nuestras emociones nos hace sentir más capaces de enfrentarnos a diferentes retos, nos mantiene saludables, nos
aleja de los trastornos como la depresión, nos ayuda a tener mejores relaciones con los demás, y puede evitarnos las consecuencias
negativas como los cambios de humor drásticos, ya que estos afectan nuestras relaciones interpersonales
Una persona con una inteligencia emocional desarrollada sabe bien cómo se siente y sabe comunicarse bien con los demás, y,
además, es capaz de identificar el cómo los demás se sienten de forma satisfactoria.
ALGUNAS IDEAS PARA CONTROLAR TUS EMOCIONES
Niña con los ojos cerrados guardando sus emociones
Existen muchas formas de aprender a llevar mejor nuestras emociones y es lo que queremos ¿no? para disfrutar de una vida más
plena. Aquí te daré algunos consejos sencillos para que puedas controlar tus emociones y, por ende, de tu vida:
Tener una buena salud mental implica una buena alimentación, una buena rutina de ejercicios, dormir o descansar las horas
suficientes.
Detenerse a pensar lo que nos sucede cada día nos servirá para calmarnos cuando veamos que vamos a perder el control. Respirar
o hacer relajación puede servirnos de ayuda para no ser víctimas del impulso.
Aprender a manejar nuestras habilidades de resolución de conflictos es esencial. No solo nos servirá para avanzar a nosotros
mismos sino también para ayudar a los demás.
La terapia siempre es una opción viable. Los expertos siempre estarán dispuestos a brindarnos herramientas necesarias para
ayudarnos.
«Si no controlas tus habilidades emocionales, si no tienes consciencia de ti mismo, si no eres capaz de controlar tus emociones
estresantes, si no puedes tener empatía y relaciones efectivas, entonces no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy
lejos.»
–Daniel Goleman-
Lee los siguientes casos. Después anota lo que cada persona debió hacer
para que la situación no se saliera de control.
Caso 1
Juan acaba de discutir con su esposa y va a
llegar tarde al trabajo. En el camino
encuentra una manifestación; insulta a los
manifestantes y les echa el coche encima
para que se quiten. Una persona resulta
herida y él es detenido por la policía.
¿Qué emociones experimentó Juan?
Relájate cuando sientas enojo o molestia; aprende a respirar: inspira, mete el aire y siente
que tu tórax se infla, regresa el aire por la boca poco a poco. Repítelo durante cinco minutos,
sin pensar en nada; hazlo parte de tu rutina.
Reconoce cuando estés triste, alegre o enfadado; mírate ante un espejo, real o imaginario,
di: Estoy triste, siento rabia, estoy molesto o molesta, estoy enojado o enojada.
Reflexiona sobre la situación que te llevó a sentirte así y piensa lo que debes hacer para
controlarte.
Ante la ira o el enojo, ¡detente!, puedes lastimar a quien no deseas: tu pareja, hijos, hijas
u otras personas. Platica con la persona indicada sobre lo que ocasionó la molestia, para
que ambas procuren cambiar su actitud. Reconoce cómo te transformas con tus propias
emociones, si alzas la voz o gritas, ríes a carcajadas, lloras de manera silenciosa o golpeas
y arrojas objetos.
Si consideras que por ti mismo(a) no puedes controlar algunas emociones, busca la ayuda
profesional de un especialista en la conducta.
Observa con atención a las personas que te rodean: mira sus gestos, dónde están sus manos,
su tono de voz, su lenguaje corporal. Aprenderás a interpretar sus emociones y a ser
prudente y oportuno. Si ves a tu jefe enojado, no es el momento de pedirle aumento de
sueldo.
No busques la aprobación de los demás; piensa para ti mismo: Yo puedo; es difícil, pero lo
intentaré.