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Stephania Ortiz - 1529301

Héctor Iván Córdoba - 1525815

3. Teniendo en cuenta que el consumo de agua en una residencia varía en función de donde
se encuentre el predio, generalmente existen recomendaciones que pueden ser útiles para
reducir el consumo de agua. Estas estrategias son:

-Acortar el tiempo en la ducha: Esta actividad en algunos casos resulta más demorada de lo
normal, lo que significa una cantidad enorme de agua desperdiciada, por eso, si se logra
reducir unos minutos el tiempo de una ducha, la disminución se verá reflejada en el consumo
diario.

-Cerrar la llave del agua mientras se lavan las manos o se cepillan los dientes: Esta actividad
aunque parezca que no representa una mayor cosa, es una de las acciones en donde más
se desperdicia el recurso, debido a la constancia con la que se realizan estas actividades. Lo
más recomendable es llenar un vaso, y con esa cantidad es más que suficiente para realizar
la actividad correspondiente.

-Juntar agua para lavar los platos: Lavando los platos con el agua corriendo, está comprobado
que se utilizan entre 20 y 30 litros de agua solamente en esa actividad. Considerando el uso
las 3 veces al día, representa una gran cantidad de agua para este propósito. Por eso es
recomendable llenar un recipiente en donde se enjabonen y puedan ser lavados y dejados
en otro recipiente para su secado.

-Regar el jardín y las plantas en horas de la noche: Si se riega el jardín en horas de la tarde
o el mediodía, el agua se evaporará más rápido por la temperatura del sol, dejando así poca
cantidad de agua disponible para las plantas, las que en poco tiempo necesitarán más agua
para su desarrollo.

-Llenar completamente la lavadora: Un solo ciclo de lavadora consume 285 litros


independientemente de la cantidad de ropa que haya sido dispuesta para el lavado, por eso
es recomendable llenar totalmente el electrodoméstico para aprovechar al máximo su
capacidad y así disminuir las veces que éste sea usado. También se recomienda recoger el
agua del segundo ciclo, para ser utilizada en otras actividades domésticas como lavar el piso,
o inclusive regar las plantas.

4. Es necesario establecer políticas estatales que no solo fomenten el buen uso del agua,
sino que además impulsen mejoras en su tratamiento. Algunas políticas son:

- Aplicar leyes severas con respecto al consumo de agua en los procesos de producción
de las empresas, estableciendo límites claros y asegurando el cumplimiento de estas.
- Monitorear el correcto tratamiento de aguas residuales y efluentes en empresas, y
civiles de servicios a la población; como hospitales, supermercados, escuelas, entre
otros. Y contemplar en las leyes nacionales, multas y/o castigos para quienes
incumplan con esto. Además de esto, es fundamental realizar mayores
investigaciones en este campo para emplear tecnologías más eficientes en el
tratamiento de estas aguas.
- Fortalecer el organismo de protección y gestión de riesgos de las fuentes de
abastecimiento, de manera que se empleen estrategias que reduzcan su deterioro
ante actividades como la explotación minera, el uso de agroquímicos, vertimientos,
entre otros.
- Promover el uso eficiente del agua con esquemas de producción agrícola que utilicen
menores cantidades de este recurso para la producción de alimentos.
- Proteger reservas de aguas como acuíferos subterráneos y ríos, y recuperar zonas de
nacimientos de agua que pueden ser utilizadas en actividades ilícitas como la minería,
terminando con una carga contaminante elevada que puede afectar el normal
desarrollo del ecosistema.
- Mejorar la sensibilización de los consumidores sobre la eficiencia en el uso del agua
y demás recursos naturales.
- Realizar sesiones de sensibilización y educación sobre los correctos usos de este
recurso desde las escuelas, especialmente en las regiones más vulnerables donde tal
vez es el recurso que más escasea.
- Aplicar una planificación de los recursos, integrada y eficiente con herramientas de
seguimiento en los sectores públicos, tanto para los actores públicos como privados.
- Impulsar y adoptar mejoras en las tecnologías para disminuir la contaminación y el
desperdicio de agua.

5. El agua es esencial para la salud humana, la sostenibilidad del ambiente y la prosperidad


económica. Sin embargo, la disponibilidad de este recurso natural es cada vez más escasa,
producto de la acción irresponsable de la población. Para cuidar el agua, es necesario generar
un compromiso global con este recurso, que genere conciencia sobre su importancia y la
necesidad de su preservación, no solo para esta, sino para las generaciones futuras. Y este
compromiso inicia en cada persona, si cada individuo se responsabiliza de sus acciones y
procura utilizar de manera más eficiente el agua; evitando desperdicios, adoptando
tecnologías en el hogar que optimicen su consumo, reutilizandola cuando sea posible y
consumiendo productos cuya fabricación es más amigable con el medio ambiente y en
especial con este recurso. Es un hecho que la suma de estos “pequeños” cambios, realizados
por muchas personas en todas las regiones del mundo, logrará hacer la diferencia, y
asegurará una mejor calidad de vida tanto para los humanos, como para los animales
alrededor del mundo. Incluso, para generar un mayor impacto, debe ser compromiso de todos
también participar de todas las maneras posibles en el planteamiento, toma de decisiones e
implementación de políticas estatales en las naciones, que fomenten e impulsen mejoras en
la utilización y tratamiento posterior de los recursos hídricos.

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