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Raymond Holliwell

En Armonía con la Ley

____________________________________

11 Principios Espirituales para una Vida Exitosa


En Armonía con la Ley
Título Original: Working with the Law
1939, Raymond Holliwell
Traducido por: Jorge F. Vidaurre

© 2015 Jorge F. Vidaurre

Editorial:
http://www.enarmoniaconlaley.blogspot.com

Reservados todos los derechos.


Prohibida la reproducción total o parcial de este libro,
por cualquier medio, sin permiso escrito del autor.

El autor no se hace responsable en ningún caso por daños de cualquier tipo incurridos o sufridos como
consecuencia de la utilización o no utilización de la información proporcionada en este libro.

En Armonía con la ley: 11 principios espirituales para una vida exitosa/ Raymond Holliwell;
traducción, Jorge F. Vidaurre.
Tabla de Contenido
Dedicatoria ______________________________5

Prefacio_________________________________6

En Armonía con la Ley____________________10

Ley del Pensamiento______________________19

Ley del Abastecimiento____________________31

Ley de Atracción_________________________44

Ley de Recepción_________________________54

Ley de Incrementación____________________65

Ley de Compensación_____________________72

Ley de No Resistencia_____________________81

Ley de Perdón___________________________90

Ley de Sacrificio_________________________99

Ley de Obediencia_______________________108

Ley de Éxito______________________________119
Dedicatoria de los Autores

Raymond Holliwell

Este libro está dedicado afectuosamente a toda la humanidad y a ustedes que han compartido en
cualquier manera para hacer esto posible. Su amor, ayuda, apoyo, ánimo e inspiración están todos
contenidos dentro de estas pastas – a ustedes le estoy endeudados

Jorge F Vidaurre

Este libro está dedicado afectuosamente a mi padre, Jorge Francisco, quien me dio la idea de traducir
este libro al castellano.
Prefacio

Estudiantes por muchos años han venido a este colegio preguntando por un mejor entendimiento de
Dios, y deseando conocimiento de la mejor manera de cómo sacarle el mayor provecho a la vida. Ellos
han oído hablar que Dios está lejano, cuando El esta tan cerca de nosotros como el respiro que
respiramos, más cerca que nuestros pies y manos. Ellos han oído hablar de Dios como: Amor, Mente
Divina, Inteligencia Divina, Jehovah, Dios, Señor, Primera Causa, Sustancia Primitiva, y otros
nombres. Teniendo una mente analítica, yo también, he querido saber los hechos de la Verdad. Si es
que existe una Verdad, existen hechos que obtener, y ellos pueden probarse por sí mismos, no solo en
espíritu sino en una manera práctica.

Es mi intención de presentar estas lecciones de manera sencilla, sin palabras muy complejas o
afirmaciones ambiguas que suenan bonita y prometedora. Los términos usados arriba son todos
sinónimos. Ellos significan una misma cosa, y yo elijo usar un nombre más sencillo que todos van a
entender.

Yo le llamaré, Dios trabajando en nuestras vidas, “LEY”. Interpretando la ley en varias maneras
debe de traerla de manera más clara a nuestra manera de pensamiento. Luego a medida que nos
esforzamos a trabajar con la Ley, vivimos más cerca de Dios, y esta vida nos lleva a un mejor
entendimiento.

A medida que vayas creciendo en conocimiento y te encontras capaz de formar mejores opiniones,
no vaciles en cambiar tus puntos de vistas. Acuérdense, “el hombre sabio cambia su mente; el tonto
jamás”. No puede haber progreso sin cambio, sin cambio no hay renovación.

Debe haber un flujo constante de pensamiento nuevo, mejor pensamiento, y pensamiento más veraz
para asegurar progreso en la vida. Tan pronto percibas lo mejor, soltá lo viejo, acepta lo nuevo.
Sostener lo viejo e inferior cuando lo nuevo y superior está a la mano es retardar el crecimiento, a
esta causa puede ser rastreada muchos de los males del hombre.

Procedan a usar sus facultades de pensamiento y procuren que estos no lo usen a uno. Dominen sus
mentes y guíenlos inteligentemente, eso es, ejerciten discriminación en todo sus pensamientos.
Aprenden a pensar a cómo deberían de pensar, dale tu vida mental a hechos que verdaderamente
son esenciales para tu bienestar, y el balance de tus pensamientos a temas de belleza, verdad y
progreso. En otras palabras, vive con lo ideal, y no descuides lo práctico.

Apunten a ajustar los dos, y esfuércense a ser por fuera lo que anhelas por dentro. Sus
pensamientos los hacen; y sus ideales, principios, y deseos reinantes van a determinar sus destinos.

Aprenden a usar sus poderes a menos que quieran ser usados por ellos. Hagan un esfuerzo diario de
usar los conocimientos que has adquirido. Procuren mejorar todas sus opiniones. Empéñense en
obtener una formulación más veraz y grande de todas sus vistas personales.

Este proceso conlleva esfuerzo, y como toda disciplina mental es altamente constructiva. Conlleva
a un incremento estable de poder mental y es la mente que importa más entre la mayoría de las
actualidades de la vida. Ustedes pueden ocasionalmente errar. Todos nos encontramos inclinados a
hacer eso, mas así en las etapas tempranas de nuestro desarrollo mental y aprendemos de nuestros
errores.

Así por el uso constante de nuestra inteligencia, nosotros causamos que nuestras facultades crezcan
fuertes y alerta en ese tiempo, nosotros somos capaces de evitar errores futuros.

Los problemas del Hombre son de naturaleza mental; ellos no tienen existencia afuera de sí mismos
y ha sido descubierto que casi todo los problemas darán sus soluciones cuando se encuentran
sujetos a un análisis exacta y amplia.

Ustedes podrán adquirir esta habilidad mediante el estudio de la Ley de Vida y sus modos de
expresión. Luego por un esfuerzo constante usen sus facultades de pensamiento en maneras
constructivas a medida que trabajen con estas leyes. Tengan razones buenas y sólidas para todos los
puntos de vistas que mantienen.

A medida que intenten encontrar estas, muchas de tus líneas de pensamiento antiguas se
derrumbaran en pedazos. Formen ideas claras y definitivas con respecto a sus convicciones en
cuanto al porqué de la manera de sus actuaciones y en cuanto al porque piensan de la manera en
que hacen. Tal práctica es como hacer una limpieza de la casa mental.

La práctica del pensamiento claro tiende a clarificar la mente, tonifica las facultades, afila las
percepciones, y les da una comprensión más fuerte y mejor de las cosas esenciales básicas para una
vida más larga y más rica.

Pensamiento clara y exacta es una necesidad muy grande. Es, de hecho, una manera segura de
avance tanto en el plano material como en el espiritual.

Una línea de distinción debe de ser delineada entre el pensamiento superficial sencillo, eso es,
pensamiento ordinario, trivial y banal y el pensamiento verdadero, que es asociado con el
entendimiento de la Verdad. El último es pensamiento profundo que excita poderes latentes, aligera
las percepciones, y conlleva al agradamiento del entendimiento. El primero es sencillamente una
fase pasajera de actividad mental, mientras que el último rige la vida de un hombre.

El pensamiento superficial llano al cual le damos a nuestras diligencias y cosas mundanas de la


vida diaria no es el pensamiento que reforma nuestro carácter, desarrolla nuestra mente o cambia
nuestro destino. Es el pensamiento positivo, profundo y penetrante que viene de una convicción
fuerte y profunda nacida de una percepción más alta y una realización más clara de la Verdad. La
idea superficial no es el pensamiento verdadero.

Las convicciones internas que controlan las aspiraciones, deseos, y motivos constituyen el
pensamiento verdadero de nosotros y determina enteramente el curso de nuestras vidas y destinos
personal.

Psicólogos nos dicen que los individuos están controlados por sus convicciones, sea que estos estén
al tanto de estas o no. Tales convicciones determina grandemente la naturaleza de nuestros
pensamientos; el pensamiento interno proveniente del corazón representa los motivos y deseos
verdaderos. Estas son las causas de acción. Si nuestras ideas o convicciones son saludables y
verdaderas a nuestras naturalezas altas, todo estará bien, y vamos a reflejar algo de la armonía,
belleza y utilidad de nuestros puntos de vista constructiva y superior en nuestras vidas personales.
Si nuestras convicciones e ideas no son saludables y verdaderas, vamos a reflejar algo que es
discorde, inarmónica y malvado.

Siempre hagan un punto de mover hacia adelante en sus mentes, siempre buscando desenvolver sus
poderes de pensamiento y desarrollar posibilidades escondidas.

Aprendan a entrenar la mente para encausarla hacia el pensamiento claro y exacto. Sus habilidades
de hacerlo incrementaran rápidamente mediante el ejercicio regular y disciplina. Ninguna persona
quiere disminuir su poder y habilidad. Por lo tanto, esfuércense en cultivar su inteligencia y
expresar un pensamiento mejor, más grande y superior sobre todos los cosas en que piensen. Existe
un cantidad determinada de bondad en el mundo que podrá pesar más que la maldad, por lo tanto
sigan pensando pensamientos más constructivos y buenos cada día, sobre ustedes, su prójimo, la
vida y todas las cosas naturales que esto enriquece constantemente la mente y mejora el ser entero.

Ustedes no podrán conseguir lo mejor de estas lecciones con leerla una o dos veces. Deberán ser
leídas frecuentemente y con escrutinio. Ustedes encontraran con cada lectura algo más claro que
antes.

Raymond Holliwell.
En Armonía con la Ley

“El señor Dios hizo la tierra y los cielos y cada planta en el campo antes que estaba en la tierra, y
cada hierba en el campo antes de que creciera.”
Gen. 2:4-5

La pregunta más predominante en el mundo del pensamiento hoy es que si el hombre tiene la
capacidad, equipo, y poder en controlar su vida; que si puede ser lo que quiere ser; o que si es una
gota en el gran océano de la vida. Millones son afectados por desempleo, pobreza, y deseo.

¿Pueden ayudarse? ¿Dónde tenemos a miles de casas rotas sobre las piedras del matrimonio, puede
una fisura de tal magnitud ser reparada? Millones se quejan de enfermedad y desorden en formas
innumerables. Todo esto da pie a la creencia que somos víctimas de circunstancia sobre las cuales
no tenemos control. Tales creencias nos hacen fatalistas y adictos kármicos en vez de maestros y
controladores de nuestro destino.

Una creencia fatalista es contagiosa, y cuando nos sometemos a su influencia, creyendo que las
circunstancias alrededor de nosotros son más fuertes que nuestro poder interior, estamos vencidos
antes que la carrera ES iniciada.

En la historia de la raza y la biografía del hombre, existe una lista larga de evidencias del hombre
superando circunstancias y resolviendo los problemas de la vida. La evolución y antropología de
forma igual proveen la verdad que el hombre es responsable por lo que es. Él tiene el poder de
controlar sus circunstancias, y mediante el uso de este poder él ha creado otras circunstancias más
necesarias en su ascenso. Aunque algunos, no seguro que hemos creado nuestras circunstancias,
somos algo susceptible en pensar que son causados por herencia, karma, nuestros alrededores, o
numerosos otras cosas externas. Estas son las razones verdaderas, ellos piensan, que explica
nuestros fracasos. Ellos creen en las limitaciones naturales de vida; ellos viven en la convicción
que como somos, así debemos permanecer, ellos están segura que lo será vendrá.

Mientras que el científico, buscando en los misterios de la vida, nos revela un mundo maravilloso
de poder, posibilidad y promesa.

Nos dice que la mente es la causa creativa de todo lo que transpira en nuestras vidas., y que las
condiciones personales son el resultado de nuestras acciones, que todas nuestras acciones se
encuentran causadas como consecuencia directa de nuestras ideas, que nunca hacemos una movida
de algún tipo hasta que primero formemos alguna imagen o plan en nuestras mentes. Estos planes o
ideas son poderosos, potente; ellos son las causas – buenas, malas, o indiferentes, de los siguientes
efectos, que a la vez corresponden a sus naturalezas. Nos dice que estas mentes liberan una energía
tremenda. Por lo tanto, cuando aprendemos a enfocar nuestras mentes constructivamente, usamos
correctamente estos poderes escondidos, fuerzas, y facultades. Esto, nos dice el científico, es la
LLAVE al éxito en vivir vida.

Existe un mundo interior maravilloso que existe dentro de nosotros, y la revelación de tal mundo
nos empodera a hacer, obtener, y lograr cualquier cosa que deseamos dentro los límites y confines
de la Naturaleza. Yo creo que la razón por la cual el famoso genio literario inglés, William
Shakespeare, es el dramaturgo líder del mundo se encuentra en esta esfera. Los grandes
dramaturgos griegos con su visión notada siempre miraban las causas en algún destino o causa
externa que trajo consigo la caída de sus personajes, y Shakespeare, vio que algún dentro del
hombre como la causa como su derrota o éxito. “La culpa, querido Brutus, no se encuentra en
nuestras estrellas sino dentro de nosotros que somos subordinados.”

Vemos a Hamlet luchando con su alma renuente e indecisiva. Macbeth está siendo halado e
impulsado por su ambición. Otelo está roto y desconcertado por sus celos. Siempre los personajes
estaban batallando con sus seres internos como si el dramaturgo estuviera diciendo: “Usted es el
amo de sus circunstancias; llame hacia adelante su poder, iniciativa, e ingenuidad, y se el amo. El
destino se encuentra en sus manos, determínalo.” Si nosotros tenemos el poder y privilegio para
determinar nuestras fortunas, ¿cuál es ese poder? ¿Cómo lo podemos reconocer?

Si todas las condiciones resultan de nuestras acciones, y nuestras acciones vienen de los frutos de
nuestras ideas, entonces nuestras ideas deberán determinar las condiciones en nuestras vidas
diarias. Una idea es un pensamiento o un grupo de pensamientos. Una idea es una imagen o una
foto en la mente. Debe de haber existido una idea, una foto mental, detrás de cada logro e invención
bien conocida. Desde el principio este es el plan creativo. Nosotros leemos en el primer libro de la
Biblia que el gran arquitecto, Dios, vio un patrón o idea antes de que creció. Hubo una foto mental
establecida dentro de la mente del Creador antes de que fuese una realidad en la forma de alguna
forma de una creatura.

“El Señor Dios hizo la tierra y los cielos y cada planta del campo ANTES de que estuvieran en la
tierra, y cada hierba del campo ANTES de que creciera.”

Cada arquitecto y constructor sigue el mismo plan sea que construye o planea una casa, un puente,
una institución, o su propia vida. Todos nosotros somos nuestros propios diseñadores y
constructores; como el Creador, hacemos nuestras creaciones adentro antes que se materializan en
el exterior. Todos los miedos de enfermedad, pobreza y edad vieja, son impresiones, ideas, y fotos
mentales, mucho antes que se hacen realidades dolorosas. Cada idea y foto mental debe producir su
resultado de acuerdo con si la foto es bueno o malo; la Ley lo determina así.

La Ley no cuestiona o reta el tipo de foto que le damos. Solo sabe que debe tomar lo que le es
ofrecido o planteado, y luego proceder a materializarlo en forma visible. Algunas personas pueden
visualizar logros grandiosos de ingeniería y no saben que por el mismo método pueden superar sus
enfermedades y desesperaciones y disfrutar la salud y felicidad el cual añoran. Ingeniería
Mecánica es la misma que ingeniería mental; las dos son dependientes enteramente sobre una
inteligencia creativa. Fotografía mental, como fotografía mecánica, produce exactamente lo que
mira. Una foto de una persona poco atractiva y feo nunca resulta en verse como un ganador de un
concurso de belleza. Una foto de negro no va ser blanco; tampoco pueden ideas negativas y
destructivas producir resultados. Si las ideas son negativas, van a resultar en la creación de
resultados negativos.

Yo conocí una mujer que una vez vivió en un hogar lindo en una vecindario suburbano exclusivo
con cada comodidad que la riqueza podía darle para hacerle feliz. Este hogar era un casa grande
laberintico, encarando un lago lindo, con terrazas verdes bajando hacia el borde. Jardines florales,
perfectamente mantenida, se encontraban dispersas libremente por todos los caminos en la
propiedad. Tenía muchos sirvientes que la ayudasen, y a simple vista su vida era casi tan completa
como uno podría soñar. Con todo esta riqueza y bella, se le oyó a la mujer comentarle a sus amigas
que ella esperaba que viniese el día cuando ella seria aliviada de la casa grande y de todos sus
problemas y que pudiera vivir en un baúl. Ella quería una habitación para sí mismo, solo para ella,
y suficientemente grande para se moviese sin ningún espacio extra que limpiar y desempolvar.

Unos cuantos años transcurrieron. Su esposo falleció y le dejo la propiedad a ella. Ella vendió el
hogar a un precio barato. Sus otros bienes perdieron tanto valor mediante inversiones no sabias y
transferencias que solo le quedaba un ingreso pequeño.

Ella se fue a vivir con una hermana, y, así como ella deseo, ella ahora tiene una habitación pequeña
en el tercer piso y prácticamente vive en un baúl. Que si es más feliz ahora que antes, no sé, y lo
dudo. Una cosa que si se; es que, ella gradualmente se llevó a sí mismo a la habitación pequeña y
privaciones cuando su consciencia empezó a crecer pequeña y limitada. Ella inconscientemente
toco el principio creativo y lo suplió con ideas de pequeñez y privacidad y limitación que
materializaron dentro de unos cuantos años de tiempo.

A medida que asimilamos en la mente estas ideas o fotos mentales, nosotros, a sabiendas o sin
saber, ejercitamos un poder para producirlas. Este proceso creativo continúa trabajando noche y día
hasta que la idea es completada. No podemos imaginarnos pensamientos de pobreza, derrota,
enfermedad y duda y esperar a cambio disfrutar riqueza, éxito, salud y coraje. Simplemente no
puede hacerse, en tanto que un fotógrafo puede tomarle una foto linda a una criatura poco atractiva.

Este principio creativo esta resumido en una oración encontrada en Proverbios. Se lee así: “Así
como un hombre piensa en su corazón, así es el”. Usted puede que haya leído u oído esta
afirmación antes. Ha sido enseñada y expuesta por filósofos de toda edad. Usted puede haber
intentado probar esta afirmación al deshacerse de su memoria todo pensamiento negativo, y como
tomo un esfuerzo determinado y persistente, usted se cansó. Luego se regresó a la corriente de
condiciones e ideas antiguas, y si acaso, se empeoro más que antes.

Otros, oyendo la afirmación, no se impresionaron, porque no podían aceptar la aserción que todas
las inarmonías de la vida resultan de nuestras propias creencias, o de nuestros pensamientos
pasados que se cristalizaron en creencias. Ellos prefieren culparle esto a algo, o alguien. Hasta a
Dios le echan una parte de la culpa. Existen otros que creen que de acuerdo con el buen tiempo que
Dios provee todas las cosas se resolverán a su satisfacción, y esto no es así.

Esta gente está calculando ganar un cielo en algún tiempo futuro, cuando es actualmente una
condición y estado mental que se puede obtener ahora así como después. De hecho, a menos que no
se obtenga aquí y ahora, no se podrá obtener en el futuro.

En algún tiempo en la vida de nosotros nos enfrentamos a esta ley creativa. No existe ninguna
alternativa.

Todos somos gobernado por la Ley, aunque sepamos o no. Posiblemente es la misma idea que
algunos tienen respecto a la oración. Ellos piensan que es la culpa de Dios, voluntad, o desea,
cuando no consiguen la repuesta que buscan. Ellos usan Dios como su chivo expiatorio y excusa
cuando sus oraciones no reciben repuesta, o cuando se encuentran incapaces de explicar algún acto
de Dios o de la Naturaleza. “La voluntad de Dios se hará”, es una de las más sobretrabajadas y
pocas entendidas afirmaciones de nuestro Día. Algunos usan la idea como una muletilla sobre la
cual apoyarse, cuando en realidad es un puente poderoso sobre el cual podemos cruzar los abismos
y misterios más profundos. Es nuestra derrota si nuestras oraciones no se responden. La Ley
Creativa se encuentra siempre lista para responder y no podrá fallar en responder cuando se le
acerca correctamente y sabiamente. En el momento que podemos contactar y realizar la Ley,
podremos de inmediato disfrutar los beneficios. Es cuando nos encontramos ante la realización de
la Ley en acción que se determina la manifestación.

Un eléctrico, por ejemplo, no ora y espera a que la energía eléctrica se decida y llegue a servirle. El
aprende de primera mano las leyes de conducción y transmisión para que pueda saber cómo
cooperar con la ley que rige la energía eléctrica. Después de ganar este conocimiento, él puede
instalar la maquinaria que provee los medios que generan y dirigen el poder. Luego puede
encender en un interruptor y opera maquinas grandes, crea calor, pone en movimiento otros
aparatos incontables, o inunda una habitación con luz. Él puede hacer esto, no una o dos veces, sino
cuantas veces desea, mientras que perturba las mecánicas o viola la ley que rige la energía. El
mismo principio es válido en todas las otras ciencias, incluyendo la ciencia de la mente.

Existe una manera científica de pensar sobre todo, una manera verdadera y correcta que evita el
gasto innecesario de energía mental y produce los resultados deseados en toda ocasión. Todo
resultado, va variar en calidad y cantidad de acuerdo al grado de conocimiento poseído y en medida
con la actividad mental.

La calidad de los resultados producido por el pensador individual puede ser bueno, malo, o
indiferente, al ser determinado por dirección y elección consciente, o carencia de esta; algunos
resultados siendo armonioso y favorable, mientras que otros son discorde y no favorable, o puede
haber una mezcolanza de todo. Es absolutamente esencial dar una dirección inteligente a los
poderes creativos de la mente para obtener los mejores y más grandes resultados, y aprender como
cultivar y desarrollar estos procesos de pensamiento que nos darán un dominio sobre la vida y sus
condiciones.

Pensar en un proceso perpetuo. Es una función creativa de la vida que siempre ocurre. Nos
encontramos ocupados en él, y estamos produciendo resultados de algún tipo cada hora y día que
vivimos, registrando dentro de nosotros los esfuerzos exactos de todo nuestro pensamiento.
Mientras que no podemos dejar de pensar, poseemos el privilegio supremo de encontrarnos capaz
de determinar el tipo de resultados que deseamos experimentar mediante la regulación de la forma
y calidad de nuestro pensamiento.

Como esto se hace en una manera simple y efectiva esta explicado mediante estas lecciones.
Nuestro objeto principal es excitar al individuo al auto pensamiento, a cultivar sus propios poderes,
y por lo tanto tomar el camino seguro del auto desarrollo y cultura verdadera.

El hecho grande auto evidente, que no puede ser repetida muchas veces, es que cuando cambiamos
nuestro pensamiento para que se mejore, automáticamente cambiamos nuestras vidas de manera
que se mejoran. Psicología moderna ha demostrado concluyentemente que un cambio de
pensamiento debe preceder cada cambio en la vida y en nuestros asuntos
En el curso de nuestros estudios hemos descubiertos que en cuanto mas una mente sin desarrollo se
encuentra, así más materialista o más abajo será su punto de vista individual. No se concluye que,
que solo porque una persona es sabia con respecto al mundo y ha retenido un número grande de
hechos y experiencias, tal persona tiene una mente altamente evolucionada o bien desarrollada.

Al contrario, esa persona puede tener una mente sin desarrollo y ser grandemente dominada por los
instintos bajos. Angostura de pensamiento, puntos de vista limitadas, convicciones prejuiciadas, y
opiniones materialistas son señales de una carencia de verdadero desarrollo.

Anchura de pensamiento, puntos de vista anchas y tolerantes, convicciones buenas, y


formulaciones expansivas son señales de crecimientos. La mente pequeña, no necesita quedar
pequeña o sin desarrollo. Puede crecer y expandirse y al final ser grande. El camino es claro y
simple. Dejen que una persona de tal manera forme sus propias formulaciones y convicciones
fuertes desde el punto de vista más elevado que pueda alcanzar, y así proceder a pensar y actuar de
acuerdo. Los avances seguirán como una secuencia natural. La ley es que la mente no es más
grande que sus formulaciones. A medida que mejoremos y engrandecemos sus ideas y fotos
mentales, mejoramos y engrandecemos nuestras mentes. A medida que aspiremos a realizar la
verdad más grande, debemos inevitablemente crecer en entendimiento. Una vez más, entre más
grande el poder, mejor podamos conducir nuestros asuntos de vida para nuestro uso y ventaja.

¿Próximamente podemos preguntar, si existe tal ley de la mente, cual es la intención de la Ley?
Algunos pueden pensar que la Mente Universal no tiene ninguna intención porque es impersonal.
Jesús nos dice que la Mente Universal tiene intenciones definitivas. Él dice, “No temen, pequeño
rebaño, es el buen placer del Padre darte el reino”. Por lo tanto vemos que la intención de la Mente
Universal es el bien universal; por lo tanto, nuestra intención debe tomar la misma dirección,
sabiendo que lo que trabaja para el bien universal va trabajar hacia el bien individual, hacia la salud
y felicidad individual, con este mismo principio. El principio, que eso que bendice todo, va a
bendecir todas las partes.
Cuando nuestro intención se reconcilia o coopera con la intención Universal, entonces nos
convertimos en una expresión de ese bien. Esto es trabajar con la Ley. Cuando la intención de Dios
es como la intención de uno, y no solo un mero capricho personal, una fuerza entra en acción que
da dirección al poder mental sin dirección. Trabajando con la Ley, cuando lo entendemos, puede
ser tan simple como tocar el interruptor de la luz, como el eléctrico, que cuando lo hacemos inunda
nuestra mentalidad con iluminación y entendimiento.

Oímos mucho sobre la cooperación, el esfuerzo unido, la convergencia de fuerza, y unirse juntos
como un solo unidad o equipo. Sabemos la ventaja del trabajo en equipo en nuestros juegos de
deporte y juego. Aprendemos de nuestros juegos que ninguna jugada grandiosa o “jugadazo”
individual es seguro. Es igualmente cierto que el juego de vivir la vida. Ninguno de nosotros
podemos jugar el juego solo. Debemos conformar con la Ley, y es mejor cooperar con ella que ser
usado ciegamente por ella. Alguien dijo, “El hombre con sí mismo como un compañero es un
tonto, y con Dios (La Ley) es una mayoría.” Por lo tanto, cuando podemos combinar o dirigir todos
nuestros pensamientos, ideas, y deseos para bien, podemos producir una corriente de bien continua.

Nuevamente refiriéndonos al Maestro, y apreciando todo el buen trabajo y milagros que logro,
vemos que él nunca tomo crédito personal por los resultados. El conocía la Ley, y que trabajando
con ella, fue capaz de hacer milagros asombrando al público no iluminado. Él dijo: “No soy yo,
sino el Padre (La Ley) dentro de mí que hace el trabajo.” Por lo tanto todas las cosas trabajan para
aquellos que aman el bien (vivir la Ley), porque el amor a lo bueno se unifica con una corriente de
bien, y no porque lo bueno se aparte del camino para enseñar su gratitud.

Toda derrota en la vida se debe a tomar los lados con lo finito que nos rodea. Todo éxito en la vida
se debe a que tomamos lados con la Ley que se encuentra adentro de nosotros. Por lo tanto,
trabajar con la Ley puede ser considerado lo mismo como tomar la Ley en nuestras mentes y vidas
como un compañero silencioso. Somos conscientes de la fuente y creador de todo poder, y
realizamos y recibimos los muchos beneficios que nos rodean.

Ustedes que buscan y alcanzan cada idea que se nos aparece, en la esperanza que será un método
de corte baja para resolver los problemas de la vida, ustedes que condenan y culpan cada persona o
cosa malentendida por sus fracasos y derrotas, nunca encontrara una vida satisfactoria de esa
manera. Solo encontraran una existencia, y a lo mejor será variable y cambiante. La Vida con
todos sus atributos de bien es una cosa que de manera aleatoria toca a unos pocos afortunados. Es
una cosa que debemos crear. Es una cosa que debemos planear, imaginar mentalmente, y sobre ella
pensar. Ustedes, que buscan amor, fortuna, felicidad, y éxito, debemos entender que no es algo se
puede encontrar, no se puede comprar o prestar de otro. Nadie se lo puede dar; ustedes deberán
crearlo en sus interiores. Sus deseos e ideas son como semillas que se siembran en la tierra, y si
estas se siembran en la tierra de la mente. Después de sembrar las semillas de pensamiento, la
cultivan, la cuidan, y la guardan hasta el tiempo de cosecha. Luego se cosecha todo lo que has
sembrado y abundamente. Por supuesto que el que tiene el jardín más limpio y más fértil va a
disfrutar los mejores resultados.

Podemos realizar que de esta lección tenemos la capacidad, porque podemos pensar, y en nuestro
pensamiento, creamos deseos e ideas. Tenemos el equipo; constituye las ideas y semillas de
pensamientos que sembramos en la tierra de nuestra mente. Tenemos el poder, por lo que cada uno
de nosotros tenemos un poder de mente Universal. Todo lo que podemos desear tener y ser puede
ser de nosotros si aplicamos correctamente la Ley de la vida, la Ley de la Mente. Cuando una
circunstancia surge, no debemos ponernos debajo de ella, someternos en servita, sino que debemos
superarla y dominarla, mediante el ejercicio de la ley creativa del pensamiento, y por lo tanto crecer
en sabiduría y poder. Como, el Dr. John Murray tan frecuentemente dijo, “Nosotros somos de
acuerdo a nuestro sistema de ideas.”
Ley de Pensamiento

“Así como un hombre piensa en su corazón así es el”


Prov. 23:7

Al individuo promedio la vida le parece un enigma, un misterio profundo, una complejidad, un


problema incomprensible, o parece así, y es bien simple si uno tiene la llave. El Misterio es solo
otro nombre para la ignorancia; todas las cosas parecen misterios cuando no se entienden, y cuando
le entendemos a la vida, no nos parece más un misterio.

Somos seres progresivos, criaturas de crecimiento constante, ante el cual yace un océano de
progreso ilimitado esperando ser navegado y conquistado mediante solamente el desarrollo y
cultura de nuestros poderes inherentes. El progreso del individuo se encuentra determinada en gran
proporción por el estado mental que lo rige. Atención se le debe poner al estado mental
predominante, por lo que va a regular la acción y dirección de nuestras poderes, facultades y
fuerzas, la suma total de lo cual inevitablemente va a determinar muchas experiencias particulares y
el destino personal.

El estado mental que nos rige se encuentra compuesto de varias actitudes mentales los cuales el
individuo adopta hacia cosas, eventos, y la vida en general. Si nuestras actitudes son amplia en
mente, optimista en tono, y verdadero con respecto a la vida, nuestros estados mentales
predominantes van a corresponder y exhibir una tendencia altamente constructiva y progresiva.
Casi todas las fuerzas de la personalidad funcionan mediante la mente consciente de una manera u
otra, y en tanto que los actos mentales y físicos diarios se encuentran grandemente controlada por
la mente consciente, obviamente el estado mental líder va a determinar la dirección en el cual los
poderes del individuo procederán.

Si el estado mental que nos rige va hacia arriba, eso es, aspirante, armonioso y positivo, todos
nuestras fuerzas serán dirigidas hacia adentro de canales constructivos; y si su estado mental es
hacia abajo en tendencia, eso es, discorde y negativo, entonces todos sus fuerzas serán dirigido de
forma incorrecta. Es evidente, por lo tanto, que en todos los factores que regulan la vida y la
experiencia del hombre, ninguna pues ejercita una influencia mayor que el estado mental
predominante.

Actitudes mentales son los resultados de ideas, y estas tienen su origen en puntos de vista; por lo
tanto, cuando uno busca puntos de vista naturales y verdaderos, uno podrá conseguir las mejores y
más superiores ideas.

Nosotros somos más propensos a creer más de lo que vemos. Las evidencias de los sentidos son
los únicos hechos que algunos aceptan, y ahora realizaremos más y más eso que es lo creemos que
determina lo que veremos. En otras palabras, creer es ver. Mas fracasos y derrotas a causa de
ceguera mental que a causa de deviaciones morales. Si viviríamos por solo la vista física; nuestro
mundo sería muy pequeño. Se dice de un insecto que su mundo es solo tan grande como el tamaño
de la hoja sobre la cual vive, y muchas veces no vive suficiente tiempo para haberse consumido la
hoja entera. Con nosotros, si viviríamos de acuerdo con los sentidos, el sentido más grande que
poseemos es la vista. Por lo tanto nuestro mundo entero extendería hasta donde nuestra vista llegue.

Si nosotros creeríamos en el testimonio de nuestros ojos aceptaríamos muchas condiciones que no


son ciertos.

¿Alguna vez te ha has parado sobre el malecón y visto un barco hundirse lentamente en el mar
mientras se aleja navegando? Ese barco no se estaba hundiendo; nos dicen nuestros ojos
incorrectamente. Cuando nos preocupamos sobre algún obstáculo o problema, solo recordémonos
que puede ser una ilusión pura de los sentidos, que no puede ser cierto del todo, según la Ley.

¡Sabías que nosotros no vemos tan si quiera con los ojos! Nuestros ojos son como un par de
ventanas; en la parte trasera de la ventana existe un reflector y este reflector, respectivamente,
forma un imagen de lo que miramos y monta una corriente de onda. Esta corriente de onda sigue a
lo largo de unos alambres delgados llamados nervios. Esto pasa la información de regreso al
cerebro. Aquí por el cerebro es referido al centro de memoria. Si la imagen es una común, nuestra
memoria la acepta fácilmente, y si lo que estamos viendo es una imagen nueva, alguna escena
nueva, nuestra memoria no la reconoce, y entonces debemos repetir la imagen una y otra vez
muchas veces hasta que haga una impresión duradera. Por lo tanto, no vemos con los ojos; vemos
con la mente.

Pensamiento es un elemento sutil; aunque es invisible a la vista física, es una fuerza o substancia
real, tan real como la electricidad, luz, calor, agua, o hasta piedra. Estamos rodeado por una océano
vasto de cosas de pensamiento mediante los cuales nuestros pensamientos pasan como corrientes de
electricidad, o pequeños rayos de luz u ondas musicales. Podemos destellar nuestros pensamientos
de polo a polo, completamente alrededor del mundo muchas veces en menos de un solo segundo.
Científicos nos dicen que el pensamiento es comparado con la velocidad de la luz. Ellos nos dicen
que nuestros pensamientos viajan al ritmo de 186,000 millas por segundo. Nuestro pensamiento
viaja 930,000 veces más rápido que el sonido de nuestra voz. Ningún otra fuerza o poder en el
universo que se conoce es tan grande o tan rápida. Es un hecho probado, científicamente, que la
mente es una batería de fuerza, la más grande de cualquier elemento conocido.

Es una fuerza ilimitada; su poder de pensamiento es incansable, aunque no hay un individuo entre
mil que podría estar consciente de las posibilidades de su poder de pensamiento. Somos meros
bebes en manejarlo. A medida que crezcamos en entendimiento y el manejo correcto del
pensamiento, aprenderemos a expulsar nuestros males, a establecer el bien en toda forma que
podemos desear.

Es nuestro poder de pensar lo que determina nuestro estado de vivir. Así como podemos pensar,
generamos un poder que viaja lejos y cerca, y este poder configura una radiación que se hace
individual así como uno lo determina. Nuestros pensamientos afectan nuestro bienestar, y
frecuentemente afectan otros en los cuales pensamos. El tipo de pensamientos que registramos en
nuestras memorias o que habitualmente pensamos atrae las mismas tipas de condiciones.

Si tomamos el pensamiento de éxito y lo mantenemos en nuestras mentes, los elementos del


pensamiento serán atraídos, porque “igual atrae igual”. Somos mentalmente atraídos a los
corrientes de pensamiento universal de éxito, y estos corrientes de éxitos son existentes en todos
nuestros alrededores. Psíquicamente contactamos mentes que piensan a lo largo de las mismas
líneas, y después tales mentes serán traídos adentro de nuestras vidas. Por lo tanto, gente con
mentalidad de éxito ayudan a que el éxito les llegue. Así es como el vivir con éxito es fundado. La
ley de la mente está en operación perpetua, y trabaja de las dos maneras. Las personas que moran
sobre los pensamientos de derrota o pobreza van a gravitar hacia condiciones similares; ellos, en
turno, van a atraer hacia ellos gente que aceptan derrota y pobreza.

De otra manera, podemos pensar con condiciones positivas, con éxito y mucho, y en la misma
manera, disfrutar llena y plenamente. Lo que la mente sostiene adentro toma su forma en el mundo
exterior.

Algunos piensan que debemos tratar con dos fuerzas; eso es, para atraer lo bueno debemos
deshacernos de lo malo, pero esto no es cierto. Por ejemplo, si nosotros somos frio no trabajamos
con el frio y el calor igual para calentarnos. Construimos un fuego, y así como nos reunimos
alrededor de ese fuego disfrutamos el calor que es extendido de él y nos hacemos más cálidos. A
medida que nos acaloramos, el frio desaparece, porque el frio es la ausencia del calor. Para estar
cálido, le damos todo nuestro pensamiento a esas cosas que tienden a crear calor. Ignoramos el frio
cuando pensamos en calor y damos lugar al calor. Prosperidad y pobreza no son dos cosas; ellos
son meramente dos lados de uno y la misma cosa. Son un poder, correctamente o incorrectamente
usado. No podemos pensar en la plenitud y después preocuparnos por las condiciones desfavorables
que pueden parecer aparente. Pensamos en plenitud, y así como pensamos en él, carencia, su
contrario, será absorbido o desaparecerá. Todos nuestros pensamientos deberán ser dirigidos hacia
esa única cosa que deseamos para que nuestro deseo sea llenado. Nuestro método no es el
manipular dos poderes, no es tratar con el bien y el mal, correcto e incorrecto, prosperidad y
pobreza, y así como seguimos la Ley del Bien y moramos sobre aquello que es bueno daremos
lugar a todas las buenas cosas.

La fuerza mental está creando continuamente como tierra fértil. La Naturaleza no diferencia entre
la semilla de una mala hierba y esa de una flor. Ella produce y causa ambas semillas a crecer. La
misma energía es usada para ambas, y así es con la mente. La mente crea o bien o mal. Nuestras
ideas determinan lo que será creado.

Un granjero que vivía en Nebraska y que había venido de una pequeña granja en Pensilvania hace
años, nunca pudo acostumbrarse a usar la empacadora, una máquina que corta y ata grano. Él había
sido acostumbrado a la vieja guadaña de mano y ataba su grano con su mano. Repetidamente él le
dijo a sus amigos: “Esa guadaña me va a agarrar”. Él tenía miedo cada vez que se subía al asiento
de la guadaña. Un día mientras yo estuve allí sus caballos se corrieron de allí con él y fue tirado
sobre el carrete. Como Job, sus miedos se hicieron realidad. Le tomo solo unos cuantos años para
manifestar los miedos que el subconscientemente había entretenido y aceptado.

Nuestros miedos nos puedan hacer tanto que debemos ser cuidadosos con lo que tememos y nos
preocupamos. Años atrás, cuando la epidemia de gripe estaba desbaratando a través del país y
muchos estaban muriéndose de la plaga, un periódico publicó un artículo de interés. En letras con
negrilla el encabezado leía: No Temas La Gripe. Era el titular de un artículo escrito por un médico
local que explico que el miedo era el enemigo más grande de la humanidad, y que el miedo tendría
la tendencia de descomponer la resistencia mental de una persona y hacerlo más susceptible a una
enfermedad. El mundo está realizando más y más que no debemos atrevernos a entretener en
nuestras mentes cualquier miedo para que no se nos llegue a manifestar.

Cualquier cosa que pensemos en nuestras mentes deberá crecer. ¿Porque suponemos que el
granjero sale a remover las malas hierbas de su jardín y trabaja tediosamente para eliminar cada
hierba? Porque él sabe que si no remueve las malas hierbas, van a crecer más fuerte y más
resistente y van a ahogar su cosecha. Si alguna condición nos incapacita, tal vez una mala hierba
que deberá ser removida, es importante saber que la condición es el efecto que vemos; no es la
causa verdadera de lo que vemos. Cavemos hacia abajo en el almacén mental y encontremos cual
es la causa. Si no podemos discernirlo, existen otros que puedan. Luego removemos la causa
reemplazándolo con el tipo correcto de pensamiento. Eso es, si es miedo, lo reemplazamos con
coraje. Si es un pensamiento de enfermedad, lo reemplazamos con un pensamiento de salud. Si es
un pensamiento de limitación, pensemos pensamientos de plenitud. Forcemos cualquier cuestión
mediante el cual alteramos o cambiamos la tendencia del pensamiento. Entonces a la medida que
vayamos reponiendo los pensamientos que son como mala hierba, ellos morirán de su seres
naturales, porque tales malas hierbas mueran de falta de cultivo.

Mientras permitimos que las cosas nos parezcan reales, estamos poniendo nuestra energía en ellos.
Estamos nutriéndolo; estamos alimentándolo; estamos manteniéndolo vivo; estamos poniendo
nuestra fe en esa cosa, aunque nos guste o no, y debe naturalmente crecer, porque la ley del
crecimiento está siempre trabajando para producir cualquier semilla que sembramos.

En mis días de universidad me recuerdo como un número de nosotros fuimos llevados a una fiesta
de iniciación. Era puramente un asunto fraternal, de esta manera estábamos listo para ser iniciado y
marcado. Cuando se aproximaron a mi amigo, le dijeron que se quitara la camisa. Le vendaron los
ojos y lo iban a marcar con las iniciales de la orden. Lo marcaron con el cebo caliente de una
candela ardiente. Ahora sabemos que el cebo cayendo de una candela ardiente no quema; a menos;
nunca me quemo a mí. Mi amigo estaba tan excitado y nervioso que él pensó que lo estaban
verdaderamente marcando con un hierro caliente. Después regresamos a nuestras habitaciones en la
residencia, vi en su espalda una letra perfecta como que había sido quemado con un hierro caliente.
Podemos imprimir nuestro pensamiento en una sustancia informe y causar la cosa acerca de lo que
piense a ser creado. Mi amigo creyó que lo estaban quemando, y lo pensó tan atentamente que un
verdugón se levantó sobre su piel y duro dos días.

Nosotros estamos siempre pensando. Podemos cambiar nuestro pensamiento, y no podemos dejar
de pensar. El poder del pensamiento fluye hacia adentro y a traves de nosotros como el mismo aire
que respiramos. Nuestro problema, por lo tanto, es dirigir su poder de pensamiento adentro de los
canales constructivos de expresión. Es un hecho científico que ningún poder puede actuar sin
producir algún tipo de efecto, y con meramente pensar estamos continuamente produciendo efectos.
Estos efectos registran y graban en la vida cotidiana.

Cuando nuestros pensamientos son sin objetivo e imperfecto, nos creamos para nosotros dolor y
confusión. Esto es energía no correctamente dirigida. Ahora la energía eléctrica, cuando esta
incorrectamente dirigida y no controlada, desarrolla rayos, un agente altamente destructivo. Hasta
ahora ese mismo poder de rayo puede ser aprovechado para convertirse en un sirviente del bien
altamente obediente y útil. ¿La primera pregunta en nuestro autodesarrollo es, somos controlados
por nuestros pensamientos, o estamos controlando nuestros pensamientos? ¿Estamos utilizando
nuestros pensamientos para beneficio? ¿Están nuestros pensamientos utilizándonos para una
perdida continua?
Jesús dijo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”. Él también dijo, “El Reino está adentro de ustedes” El Cielo es una estado mental. Por lo
tanto, el cielo es un estado de pensamiento disciplinado, ordenado y constructivo. ¿Tenemos una
mente disciplinada? ¿Tenemos un apetito dominante? ¿Somos emocionales? Ventilamos nuestros
pensamientos mediante la impaciencia, mal humor, malicia, odio, orgullo, envidia, engreimiento,
mentiras, deshonestidad y cosas al estilo? Cualquiera de las negaciones mencionadas, si nos
controlan los pensamientos, van a demorar a que le llegue el bien. Cualquier cosa en la vida que
nos domina, nos hace un sirviente a sus mandatos. Todas nuestras debilidades y nuestras carencias
son debido a alguna influencia irresistible que nos ata y nos mantiene alejado aquello que
naturalmente recibiríamos, si fuésemos libres en mente para recibirlo.

El hombre, siendo una criatura de Naturaleza, está dotado con el poder de sobrevenir todos estos
errores, todos estas fuerzas malignas. Aquel poder es infalible en su operación. Cuando es usado
correctamente, uno puede dominar cualquier prueba dura. La Naturaleza no tiene problemas que no
puede resolver; ella no tiene dificultad que no puede remover; todo sus movimientos son
gobernados por la Ley del Orden y Disciplina. Podemos decir y hacer lo mismo si nos modelamos
sobre la Naturaleza.

Primero notemos, la Naturaleza no toma chances. No existen “sis” “ys” o “peros” sus fuerzas
operan baja una ley. Si una piedra es tirada hacia arriba en el aire, vuelve a caer al suelo otra vez.
La Ley lo dice así. Los pensamientos en nuestras mentes son gobernados por una ley con la misma
exactitud. La mente es la fuente y cause de las condiciones en nuestras vidas; por lo tanto, es aquí
donde empezamos a ajustar y disciplinar nuestros pensamientos para estabilizar nuestros asuntos.
El hecho que cada problema es mental es otra razón por el cual debemos controlar nuestros
pensamientos para determinar nuestras vidas.

¿Es nuestro problema mental? Déjanos ver. Si deseamos ganar riqueza, encontramos que no es un
lugar, ni un ambiente. Si es así, todas las personas en una ciudad serian ricos, y las personas en otra
ciudad serian pobres. La riqueza no es el resultado del ahorro o de frugalidad. Muchas personas
miserables son pobres; muchos gastadores libres son ricos. La Riqueza no es debido a cualquier
negocio, porque hay personas en el mismo negocio son pobre o rico igual. Es algo adentro de la
mente de nosotros que hace la riqueza, y esa tal cosa en la mente de nosotros es la calidad y tipo de
pensamiento que entretenemos.

Miremos a la Naturaleza otra vez. Vemos que tiene cada movimiento bien organizado. Una flor
cortada pronto se marchita y muere porque se le ha alejado de la fuente de la vida. Si un perro salta
desde el techo de un granero, aterriza con un golpe y sufre dolor por su acto. El instinto le avisa a
un perro que no debería tomarle ventaja a la Naturaleza. ¿Ruge y da coletazos el león hambriento
en la jungla cuando quiere encontrar su presa? El instinto le avisa al león que sea quieto, que siga a
su presa cuidadosamente, que aceche su comida. ¿Han observado como la señora Gato aguarda
pacientemente horas al señor Ratón? Estos son muestras de acción organizada que es instintivo en
cualquier animal. A este instinto debemos apegarnos. Este es el método organizado, el método
constructivo. Un método desorganizado seria destructivo y negativo.

Debemos acechar el éxito o cualquier otra empresa provechosa como el león que acecha su comida.
Debemos trabajarnos para ganar éxito; no cae en el éxito. Solamente rugir o gritar nuestras metas
no es suficiente. Pájaros de dólares no van a caer d los árboles, aunque más seguramente se irán
volando. Cuando nuestras ideas son organizadas, están bajo nuestro control. Eso es, que nuestros
pensamientos están de tal manera arreglada que van a trabajar junto como una sola unidad.
Nuestras mentes deberán ser controladas en sus expresiones y así cada proceso de pensamiento será
en una manera ordenada.

Toda acción es el resultado del pensamiento. Determina las condiciones de la vida, y para tener
mejores condiciones en la vida, debemos primero hacer esfuerzos para organizar nuestros
pensamientos. Deseamos ganar lo mejor en la vida, y no sabemos cómo pensar correctamente.
El individuo promedio piensa de manera aleatoria; no tiene un diseño claro en su mente en el cual
puede enmarcar sus pensamientos. Si tuviéramos un diseño, no dirigimos nuestros esfuerzos diarios
hacia él. La mayoría de nuestros pensamientos están más allá de nuestro control, son caóticos y
desorganizados. Por eso es que la desilusión y el fracaso están siempre cerca, porque prospera en la
indecisión.

Atraemos solo lo que pensamos o creamos; esta es la Ley del Pensamiento. Para lograr el éxito
debemos pensarlo, debemos trabajarlo, debemos serlo. Para avanzar, debemos hacer algún esfuerzo
por ascender. Para obtener felicidad debemos adaptar nuestras vidas a la Ley de la Armonía y
Orden. Para elevarnos sobre cualquier limitación debemos organizar nuestro pensamiento sobre
líneas constructivas. Si deseamos escalar una loma, no nos sentamos por la base de la loma y
oramos al Buen Señor para que nos levante, esperando que el Señor nos vaya a levantar físicamente
y acarrear hasta la cima, o que nos regale un par de alas para volar. La cosa natural que hacemos es
organizar nuestro pensamiento, decidimos que vamos a escalar la loma, y entonces empieza a
escalar. Escalamos a un ritmo constante, manteniendo nuestros ojos siempre en la cima. Podemos
encontrar otro camino, seleccionando un mejor camino, puede haber viento a nuestro alrededor;
podemos resbalarnos para atrás un paso o dos; podemos hasta caernos; podemos hasta detenernos
para reganar nuestras fuerzas; y mientras tengamos nuestros pensamientos sosegados y nuestros
deseos de llegar hasta la cima, eventualmente llegaremos.

Una mujer quería deshacerse de su hogar. No podía entender que estaba demorando su respuesta,
por lo que había estado orando, ella dijo, por algún tiempo. Yo le pregunte, “¿Qué haces con
respecto a trabajar con la Ley? Decime que hiciste ayer.” Bueno, primero le preparo desayuno a su
familia. Después dejo a los niños en el colegio. Después, ella dijo, ella siempre pasaba treinta
minutos con su silencio y con su lectura. Después de eso, la señora Jones la llamó por teléfono y
ellos tuvieron una conversación larga, y era de poca importancia.

Luego era tiempo de preparar el almuerzo. Después del almuerzo, su vecino la llamo para que
saliera a ver el jardín, y se estuvo y hablo sobra la cerca por más de una hora. “Y”, yo pregunte,”
¿Que hizo entre estos incidentes?” “Oh”, ella respondió, cualquier cosa que se me vino a la
atención que tenía que ser hecho. Estaba ocupada todo el tiempo, y de alguna manera,” ella
añadió,” Nunca me ha gustado los quehaceres del hogar.” ¿Dónde fallo ella?

Primero antes que todo, ella carecía de disciplina en su mente excepto cuando los otros se lo
demandaban a ella. Su esposo la demandaba, el colegio lo demandaba, entonces ella enviaba el
desayuno y los niños al colegio a tiempo, “Usted pensó que treinta minutos de silencio era
suficiente. En vez de organizar su tiempo y trabajar hiciste cualquier cosa que te aparecía” Los
quehaceres del hogar la controlaban; ella no controlaba su tiempo o su trabajo. Ella vio la verdad.
Ella se regresó a su hogar, y cada día después organizaba su tiempo mentalmente. Si hablaba con
un amigo o vecino, era por solo un tiempo definido, no cualquier cantidad de tiempo. Cada día su
trabajo estaba planeado para que ella cumpliera algo que estaba preparado para vender la casa.
Varias semanas después una carta me llego una carta en la cual esta mujer menciona que la casa
había sido vendida a un buen precio, y añadió, “Sabe, amo verdaderamente mi trabajo ahora.
Cuando el día ha terminado, he logrado mucho más, y no estoy ni tan cansada como antes. Yo le
estoy enseñando a mis hijos a que sean pensadores ordenados.”

¿Hacemos cualquier cosa que se nos presente? ¿Planeamos nuestro día de manera que algo definido
será logrado con respecto a tu meta, tu ambición?

Un tipo de gente, llamamos “vagabundos”, el ultimo tipo le llamamos “constructores”. El


presidente de una empresa automovilística cuya producción de vehículos era 76,000 el año pasado,
produjo más de un millón y medio. ¿Cómo lo hizo? Cada día planeaba cuidadosamente el trabajo
de manera que a ritmo constante su organización se estaba siendo más disciplinada y cooperativa,
hasta que trabajaban como una sola unidad. Él dijo, cuando lo entrevistaron, el planeaba más de lo
que requería el trabajo y así se aseguraba siempre de llegar a su meta. Si lo sabía o no, estaba en
sintonía con la Ley del Pensamiento Ordenado.

Si tenemos algún problema, es porque no estamos controlando nuestras ideas. La Naturaleza no


tiene problemas porque ella es ordenada y disciplinada. Auto control consiste en una dirección de
pensamiento ordenado; eso es, empezamos con un meta u objetivo, pensamos hacia el con ritmo
constante, no solo por treinta minutos, planeamos nuestro tiempo y trabajo, y así llenamos nuestro
día de tantas tareas constructivas que no hay espacio para que entre conversación ocioso o
desperdicio de algún tipo. Este desarrollo nos llevara a movernos a ritmo constante hacia arriba con
el éxito como meta. Cuando todas las cosas están en armonía y orden, los problemas cesaran de ser
perplejidades, y los misterios cesaran de ser misteriosos. El conocimiento y el entendimiento
reemplazaran el miedo y la ignorancia, y eso que era invisible se hará visible, eso que era
desconocido se hará conocido. La vida con sus circunstancias ya no es más un enigma, sino una
clara interpretación de la Ley del Pensamiento. Somos lo que somos de acorde con nuestro estado
de pensamiento. Atraemos solo lo que pensamos o creamos.
Pensamientos Son Cosas

Yo le tengo como verdad que los pensamientos son cosas;


Están dotados con cuerpos y aliento y alas:
Y eso que enviamos hacia adelante para llenar
El mundo con buenos resultados, o enfermo.
Aquello que llamamos nuestro pensamiento secreto.
Acelera hacia adelante al lugar más remoto de la tierra.
Dejando sus bendiciones y sus aflicciones
Como huellas detrás de el a medida que anda.
Nosotros construimos nuestro futuro, pensamiento por pensamiento,
Para provecho o desgracia, sin saber todavía.
Y de esta manera el universo fue forjado.
Pensamiento es otro nombre para el destino;
Elijan entonces su destino y esperen,
porque el amor trae amor y el odio trae odio.

Henry Van Dyke


Ley del Abastecimiento

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”


Mateo 7:7

Nunca estamos satisfechos. Este hecho es deplorado por muchos, y Dios no tenía la intención que
nosotros estuviéramos siempre satisfechos.

La ley de su ser es incremento perpetuo, progreso, y crecimiento; así cuando algún bien se realiza,
otro deseo por un bien mayor se desarrollara; y cuando un estado más alto es alcanzado, otro
estado más glorioso presentara su visión y nos urgirá a seguir. Por lo tanto, la vida en avance es la
vida verdadera, la vida que Dios pretendió que viviéramos.

¿La ley del bien es universal; por lo que, no todos estamos buscando BIEN en alguna forma u otra?
La ciencia y lógica igual declara que el universo está lleno con la sustancia esencial de cada bien
imaginable que podemos imaginar, y que tiene derecho a un suministro completo que siempre está
en incremento de cualquiera y cada bien que necesita y desea. Nosotros creemos, por lo tanto, que
es bien y correcto que el hombre busque como gratificar todo deseo y ambición puro.

Aquí está la llave a la ley como Jesús lo dio: “Lo que sea que deseemos, cuando oremos, creamos
que los recibimos y lo tendremos.” Cada persona, conscientemente o inconscientemente, está
operando con esta ley en una o más de sus frases. Funciona universalmente y en cada plano de la
expresión de la vida. Estamos todos diariamente atrayendo hacia nuestras vidas las cosas que más
deseamos y esperamos, y si atraemos cosas buenas o malas, el principio que opera es el mismo. A
medida que deseemos más de las cosas buenas en la vida y menos de las cosas malas, va a ser
necesario entender la ley de manera más perfecta, y así ser capaz de adaptar nuestro pensamiento a
él en una manera más directa. Por lo tanto aseguramos los beneficios mayores que acumulamos de
un uso consciente e inteligente de su poder.

Afirmamos repetidamente que Dios es nuestro abastecedor, y que si pensáramos un momento y


siguieramos nuestro abastecimiento a la fuente, nos acordaríamos que nuestra afirmación es verdad.
La dificultad con algunos es que ellos pueden más fácilmente mirar a la creatura para la fuente de
su substancia que al Creador. No creemos VERDADERAMENTE que Dios sea la fuente de
nuestra substancia. Tratamos de pensar que es verdad, y podemos teóricamente aceptarlo, hay una
inseguridad sí. Es difícil para algunos creer en algo que no se mira. Es mucho más fácil creer en
aquello que miramos. Ahora si podemos mirar mucho a nuestros alrededores, estamos anuente en
creerlo y disfrutarlo. Después, a medida que somos capaces de creer en la abundancia del bien,
entonces lo miraremos y lo disfrutaremos. ¿Por lo tanto, primeramente la pregunta es, cual viene
primero, ver o creer? A medida que estudiemos los hechos aprenderemos que el último viene
primero, y esta ley está fundada en nuestra creencia, que a su vez determina nuestra vista.

La gente por un tiempo creyó en la magia. Por un tiempo ellos pensaron que las cosas materiales
podían aparecer así sencillamente en el aire desde la nada. La ciencia ha por mucho tiempo
refutado esta idea ha probado que esta magia es imposible, excepto cuando es hecho mediante
algún truco en la química, una rapidez de mano, o una ilusión óptica. NADA puede jamás ser
ALGO, tampoco puede ALGO jamás ser NADA. La sustancia puede ser convertida, transmutada y
cambiada en un millón de maneras, y nunca puede ser destruida. Por ejemplo, si sembramos una
nuez en la tierra, esta generara un árbol. Cada año el árbol generara hojas en la primavera y las
botara en el otoño. Las hojas caen a la tierra y se hacen parte de la tierra fértil. El árbol vive por
cien años, muere, cae a la tierra y se descompone.

Esta madera descompuesta lentamente se hace parte de la tierra y se endurece como turba y carbón.
El carbón es minado e introducido a la casa como combustible.

Aquí es consumido con fuego y quemado resultando cenizas, y las unidades de calor vertidas son
usadas para calentar la casa. Las cenizas son nuevamente vertidas hacia la tierra, supliendo comida
a la tierra, que finalmente nutre otra semilla y hace que retoñe y que en un tiempo sea un gran árbol
otra vez.

Siguiendo el ciclo de la substancia del árbol, lo encontramos cambiando forma muchas veces;
vemos que produce gases, unidades de calor, químico de muchas variedades, y si fuese posible
medir precisamente, encontraríamos que ni una pequeña parte se ha perdido. Todo el
abastecimiento que jamás ha habido, todavía es, y será siempre, por lo que nada puede ser perdido
o gastado. Nunca puede haber una falta de abastecimiento.

El hecho que alguna gente no mira abundancia a sus alrededores y no disfrutan de la plenitud es
evidencia que ellos no entienden y no aplican la Ley. En su ceguera ellos dicen que la plenitud no
existe, y hasta donde ellos pueden ver, ellos pueden estar correctos. Cuando aprendamos a ver con
el ojo de la mente, van a realizar diferentemente.

Hay una fase de la Ley que se conoce como DEMANDA y OFERTA, que se encuentra en cada
departamento de la vida. Años atrás Thomas Edison se apoyó en su uso cuando invento la primera
luz eléctrica. ¿Cuándo su lámpara de carbón fue llevado a la gente como una nueva forma de
alumbramiento, mucho más superior a cualquier método que conocían, lo aceptaron rápidamente?
Muchos pensaron que era ridículo y muy caro. Ellos estaban usando candelas, lámparas de aceite y
un pequeño porcentaje de lámparas de gas. Tal luz era más que suficiente. Por lo tanto, alguito de
tiempo transcurrió ante que el público fue educado en las ventajas de la electricidad sobre las
maneras viejas de luz, calor y poder. No hasta que la gente fueron convencidos de las ventajas de
este nuevo poder fue que ellos invirtieron en su futuro, construyeron casas de poder, instalaron
postes, y cablearon toda la ciudad incluyendo fábricas y casas.

¿Cómo fue todo esto logrado? Cuando hubo una demanda para la necesidad de poder eléctrico, el
abastecimiento se presentó. ¿De dónde vino todo esto? De la tierra, del aire, del poder hídrico, del
poder de vapor, gas, aceite, y mil y una otra fuentes. Vino directamente de la Naturaleza, cuya
visión creyó estas materiales en la tierra.

Una vez nuestros antepasados, estaban de moda si usaban un coche. No ha sido mucho tiempo
desde que alguien estaba en boca del pueblo si adueñaban un equipo de caballos y un aparato
enllantado con hule. ¿Dónde están ahora? Ido y casi olvidado. El automóvil los ha reemplazado.
¿Cómo ocurrió todo esto? Cuando la gente demando un medio de viajar con más velocidad, más
comodidad y lujo, la necesidad le dio al hombre una idea. Él pensó en construir un coche sin
caballos. El trabajo en el plan, lentamente desarrollando, y lentamente educando al público a
aceptar este medio de transporte moderno. Un hombre destacado soñó en un mundo rodando sobre
ruedas y se propuso crear un carro que el hombre pobre pudiera adquirir. Hoy el automóvil ha sido
un factor tan importante en nuestra vida que nos maravillamos que como pudimos haber progreso
sin él. Ves, cuando uno ha necesitado una cosa cierta en la vida, una idea ha sido primeramente
dado en su mente. Él fue inspirado en desarrollar la idea y después materializarlo mediante la
conversión de un pedazo de lodo o metal en una forma más útil.

¿Por qué la gente vive tanto tiempo contento con el caballo y el coche y no gozan del automóvil?
Porque no pudieron imaginarlo. Sus mentes no fueron entrenadas a demandar tal cosa. ¿Estaba
disponible el abastecimiento para construir tal maquina? Hubo tanto abastecimiento disponible en
ese entonces como hay disponible hoy, de hecho el abastecimiento ha estado allí desde el
comienzo. Por lo tanto, no fue culpa de Dios que el automóvil llego tan tarde a la necesidad del
hombre. Fue culpa del hombre porque paso mucho tiempo realizando la necesidad. Cuando no hay
demanda, no habrá ninguna evidencia de abastecimiento. Nuestros padres que tuvieron una
consciencia de caballo y coche no pudieron atraer el nuevo medio de transporte hasta que fueron
capaces de abrir su mente para concebir la necesidad del automóvil.

El secreto de la Ley se encuentra en nuestra consciencia. Nuestra vida no consiste en la abundancia


de las cosas que poseemos, sino en la consciencia de aquello que tiene. Poseemos el mundo entero
y todas sus riquezas, y somos capaces de gozar de solamente aquello que nuestra consciencia nos
permite discernir.

En algún lado leí una historia de un hombre que vivió fuera de Pittsburgh y operaba una granja y
lechería pequeña. Todos los días él trabajaba laboriosamente para ganarse una vida austera para él y
su familia. Un día algunos hombres que estaban midiendo un poco de terreno adyacente camino a
través de su tierra de pastoraje. Cuando estaban cruzando un arroyo de agua que atravesaba el
campo, el granjero noto que los hombres se detuvieron, se agacharon y estudiaban la babaza y
mugre que se había colectado sobre el puente peatonal rustico que el hombre había instalado. Un
hombre había acucharado un poco de agua en una cantimplora que acarreaba sujetado a una hebilla
en su faja. El granjero estaba perplejo y se asombró en por qué alguien se interesaría en esa cosa;
hasta el ganado no gustaba de ello, por lo que apartaron la mugre para beber del agua clara.
Unas semanas después un hombre llamo y le oferto un precio fabuloso por su granja. Porque, el
hombre debe estar loco, él pensó. ¿Él nunca pudo recuperar su inversión con trabajar la tierra, ya no
había hecho por años? Él estaba gozoso de sus prospectos en conseguir tal valor, y fácilmente
vendió la granja. Él se mudó a Canadá para estar cerca de su hermano y compro otra finca. No pasó
mucho tiempo, hasta que se corrió la palabra que había encontrado petróleo. En unos pocos años
esa granja de menos de cien acres produjo millones de dólares en petróleo para sus dueños. El
granjero permaneció pobre porque solo sabía cómo rascar la superficie y arar la tierra. La
Naturaleza había suplido una abundancia para el hombre, y solo pudo realizar una porción muy
ligero. El solo pudo ver la granja como acres de piedras y tierra. La Ley no es culpable porque el
hombre era pobre y tuvo que trabajar tan duro para ganarse la vida. Seremos pobre siempre que
pidamos una existencia de vida escatimosa y miremos una en ello una lucha, fatiga, pena y
limitación.

La cosa que no nos atrevemos a hacer es impacientarnos y preocuparnos sobre el abastecimiento o


de donde nuestro próximo dólar vendrá. La impaciencia y la preocupación tienden a restringir y
limitar el abastecimiento presente. Ellos tienden a cerrar el tubo de salida, sea ese flujo pequeño o
grande. En vez de levantarnos fuera de la limitación, en vez de mejorar nuestras condiciones o
incrementar nuestro abastecimiento, ellos nos arrastran hacia los lugares más profundos de la
agonía de la duda y el miedo. En vez de esperar que fluya más, crecemos tensos y ansiosos, lo que
incrementa el miedo y nos trae menos y menos. En vez de apretar nuestro pensamiento, debemos
relajarnos y ser más expansivo. Debemos educar nuestras mentes hacia un estado de pensamiento
más amplio. Cuando podamos pensar y realizar más abundancia, recibiremos más abundantemente.
Esto no significa que el ingeniero está destinado a ser rico mientras que el granjero permanece
pobre. Existen ingenieros pobres y granjeros ricos. No es la vocación que determina la riqueza, más
las exigencias que le hacemos a nuestras vocaciones es lo que determina las riquezas. A medida
que seamos capaces de pensar y realizar más abundancia de lo que ya tenemos, no solo
expandiremos nuestro pensamiento, recibiremos más abundantemente. Este es el principio básico
de la Ley.

El imán no estaba cargado de sí mismo, y tenía que ser cargado por una energía eléctrica de uno
que entendía la operación. Un imán en las manos de un individuo sin entrenamiento se cambiaría
bien poco, mas siendo cuidado por un ingeniero entrenado podría ser una fuerza fuerte de atracción
y hacer un bien grandioso. De igual manera el imán mental de una persona puede ser estimulado
hacia una fuerza fuerte de atracción, si es posible conseguir ayuda de uno que ya tiene un
entendimiento total de la Ley y puede darle un buen comienzo. Por supuesto el imán mental puede
ser cambiado con pensamientos constructivos, y el estudiante que carece de perseverancia puede
desilusionarse antes que el trabajo es logrado. Yo siempre recomiendo que sea mejor conseguir un
comienzo bueno cuando posible mediante la ayuda, en vez de atravesar el camino más lento y
arduo de la autoeducación. Por lo que el estudiante, sabiendo que la Ley si funciona, será capaz de
hacer progreso rápido en su desarrollo y práctica.

Toda la pobreza en el mundo surge de una consciencia de pobreza, sea esta colectiva o individual.
¿Porque sufren millones carencias, y millones más mueren anualmente en India de hambruna? Me
han dicho que muchos de ellos no han nunca en su vida tenido un tiempo completo de comida.
Seguramente no es porque no hay suficiente comida para todos. Es porque la visión de la gente ha
sido limitada a tal pobreza.

Pregúntale al granjero sobre sus cultivos. Él te dirá que su problema no es el desabastecimiento,


más el sobreabastecimiento. Pregúntale al minero, no importa donde mina por oro, plata,
diamantes, carbón, o hierro, él te dirá que el abastecimiento es mucho más grande que la demanda.
Pregúntale al científico, y te dirá que hay abundancia de comida. Existe más comida en el aire aun
no descubierta que podemos utilizar. Existe más poder en una sola gota de agua o en cubito de
azúcar que podamos realizar en este mismo momento. El abastecimiento es mayor que la demanda,
y la demanda está determinado por nuestro pensar.

La proposición con la mayoría de nosotros es que nuestro poder de atracción es muy débil para
lograr las exigencias. Nuestra mente es como un imán que atrae hacia sí mismo su propio
semejante, tipo, y clase. Un imán puede atraerse a sí mismo en proporción a su poder de
magnetismo que es generado o coleccionado dentro de sí mismo. Nuestro imán mental se reduce
bastante en fuerza por nuestras preocupaciones y miedos, y nuestro tubo de entrada del bien es
lentamente cerrada. Si nuestra fuerza mental se debilita demasiado, podemos hasta repeler lo poco
de bien que trata de llegar hacia nosotros. Como podemos cargar un imán con energía eléctrica para
incrementar su poder de magnetismo, también puede nuestra mente ser cargada con una energía
mental que incrementa el poder de la atracción.

Como la Naturaleza, debemos seguir una Ley natural. La Naturaleza nunca construye cuesta abajo,
siempre construye hacia arriba. Para recibir prosperidad, nosotros, como la Naturaleza, no
desempeñamos magia o milagros. No podemos hacer salud o alegría o dólares de la nada. La
Naturaleza nos enseña cómo podemos convertir mucho o poco de la substancia disponible en un
material útil. La substancia disponible es nuestro pensamiento, y electrizamos nuestra mente con
pensamientos CONSTRUCTIVOS. Como la Naturaleza, para lograr el bien, nuestros pensamientos
deben siempre estar construyendo hacia arriba, deben der constructivo. ¿Si, por ejemplo, un abejón
en una colmena ha decidido acostarse sobre sus hermanos y solo hacer la mitad del trabajo, se
pondrá de acuerdo la Madre Naturaleza y encuentra un trabajo de medio tiempo para la avispa
especial? Ella no hace eso. Ella impresiona a las otras abejas, que están trabajando duro para
recolectar la miel y llenar la colmena, en enviar sus soldados tras el abejón. Es cortésmente
marchado hacia afuera y picado a muerte. La Naturaleza destruye una avispa perezosa.

Si algunos pensamientos entran en nuestra mente que no son de fuerza total, no son totalmente
positivos, como la Naturaleza, debemos sujetarnos a la Ley y destruirlos. No nos atrevemos
entretener una media verdad o un pensamiento perezoso sin debilitar nuestro poder de atracción y
recepción. Justo aquí existe un lugar excelente para que comencemos con un inventario. La Ley
debe colar nuestros pensamientos cuidadosamente y separar los pensamientos fuertes de los
pensamientos abejones. Los abejones deben de ser echado hacia afuera y destruido mediante el
rechazo a aceptarlos más tiempo. Luego debemos cuidar cada pensamiento y así otro pensamiento
débil no podrá inconscientemente o conscientemente meterse a jugar destrucción con otros
pensamientos que están tratando de hacer el bien.

Un hombre vino hacia mí un día tarde en el otoño y expreso su miedo respecto a su trabajo. Él
había sido empleado por muchos años en un hotel que por primera vez había sentido los efectos de
una temporada lenta.

Se rumoreaba que, él dijo, que la gerencia iba a cerrar la casa y dejar salir a los empleados hasta la
primavera. Él dijo, “Yo siento que esta gente sabe que va a haber un cierre, ellos están en la oficina
del Gerente. ¿Que pensas que puedo hacer al respecto?”” Solo existe una cosa que podes hacer”,
yo respondí. “Regresa al trabajo y realiza la Ley. Si la Ley determina tu abastecimiento y posición,
por lo tanto nadie más que la Ley puede cambiarlo por vos. Si realizas esto y lo mantenés
constantemente en mente, yo te ayudare a mantener la Ley trabajando. Si la Ley te tiene otra
posición para vos, habrá una puerta abierta antes que esta se cierre. Regresa a tu trabajo e ignora los
rumores. Deja que los otros teman y se impacienten, y no dejes que sus pensamientos sean los
tuyos. Para probar tu fe y confianza en la Ley, prepárate a entrar otro año en tus libros. Alístate a
seguir, y espera que se incremente y mejore tu trabajo.”

Él se regresó e hizo como le fue dicho. Cuando los rumores crecieron a realidades, él se sujetó
firmemente a los pensamientos de trabajo y negocio incrementado; por lo tanto, lo retuvieron en los
tiempos lentos. Lo tuvieron en la oficina para que manejara el negocio, y por el trabajo y
responsabilidad incrementado que se le asigno, se le fue dado a él un incremento en salario. Si
habría sido permitido el en entretener los miedos y pensamientos de perdida y carencia, él hubiese
sufrido como el resto que fueron despedido. Esto es en acorde a la Ley, y la Ley no es respetadora
de las personas. Si él hubiese permitido que sus pensamientos de bien fuesen adulterados con
pensamientos de carencia, él hubiese debilitado su imán mental. El no pudo haber atraído más de lo
que su mente estaba capaz en recibir. No importa cuánto oramos o cuan alto oramos, nuestras
oraciones solo podrán ser respondido cuando trabajamos la Ley. La Ley nos servirá en proporción
con el grado en el cual nosotros servimos a la Ley.

Robert Collier, en uno de sus libros, cuenta de un incidente que ocurrió en Chicago. Un hombre
joven mientras estaba en un elevador de una casa de negocios grande se le pregunto la pregunta,
“¿Cuál es tu religión?” El respondió rápidamente, para la sorpresa de los otros, que su religión era
“Sears, Roebuck & Company.” Ese hombre joven es uno de los ejecutivos de la misma empresa
hoy. ¿Porque? El toco la Ley del Abastecimiento por lo que él solo pensaba en términos de sus
intereses. El éxito de su empresa fue su éxito. Su interés concertado lo habilito a ser parte de la
empresa. Hoy tiene un asiento acolchonado, una oficina bonita y salario bueno. Si tu necesidad es
abastecimiento, entonces tu religión es la misma. Como el hombre joven, nuestro pensamiento debe
ser la abundancia. Como la abundancia y abastecimiento son uno, por lo tanto para utilizar la Ley
debemos pensar abastecimiento, hablar abastecimiento, y vivir abastecimiento con cada
pensamiento. Mantengamos nuestros pensamientos tan ocupado con ideas de plenitud que cualquier
y todos los pensamientos abejones de carencia y perdida serán destruida.

Acordémonos de no confundir el dinero con el abastecimiento. El dinero es uno de los medios


numerosos de abastecimiento. El dinero no es la raíz de la maldad, más el amor al dinero si lo es. Si
nos concentramos en nada más que el dinero y usas todos los medios para ganarlo y acapararlo,
estas forzando la Ley a cerrar otros bienes. Si nos concentramos en una parte y no el todo,
conseguiremos solo una parte pequeña. Si nos concentramos en el todo, gozamos de todas sus
partes. Si amamos el dinero, utilizamos la Ley solamente para amontonar riquezas, podrás ganar
riquezas, mas perderás mucho más de lo que es bueno que tu vida será vacía y solitaria. Yo conocí
un hombre que se determinó temprano en su vida en concentrarse en acumular dinero. El logro su
ambición y se hizo un poder influyente en su pueblo. Él le confió a un amigo antes que muriera,
diciendo,” Yo hice todo lo que sabía para hacerme rico; yo gane riquezas, mas perdí el amor y
compañía de mi esposa y el gozo de ser un padre a nuestros hijos. Yo perdí mi salud y estoy
gastando mis riquezas en recuperar mi salud, más de alguna manera no responde. Si aprendí a
hacerme rico, mas nunca aprendí a vivir.”

Si amamos la Ley, utilicemos la Ley para ganar abastecimiento y utilizarlo sabiamente,


satisfaremos cada deseo. Aprenderemos como vivir íntegramente, libremente y sabiamente, y no
habrá pérdidas. Nuestras vidas serán tan completas como Dios, la Ley, los designo a ser.

Puede haber mucho de ustedes que están tratando de seguir la Verdad, ideas, y que han
sinceramente afirmado y pensado afirmaciones de abastecimiento, más le ha llegado en pequeñas
cantidades o no del todo. Esto puede ser mayormente debido al hecho que tus sentidos están aún
muy fuertes para que la mente los controle. Debemos ver primero antes de creer. Eso es, que
estamos tan acostumbrado en ver solamente tanta cantidad de abastecimiento o tanta cantidad de
dinero que a pesar de tus afirmaciones, creemos más en lo que vemos que en lo que estamos
tratando de pensar. Es necesario primero que entrenemos nuestros sentidos a que se sometan al
control de los pensamientos de los cuales sabemos que debemos pensar para conformar con la Ley.
Florence Shinn da un ejemplo claro de esto en su libro, “El Juego de la Vida”.
Ella cuenta de un hombre que estaba buscando una posición nueva, y teniendo un monto limitado
de dinero, estaba debatiendo en su mente si iba a comprar un abrigo nuevo o si lo guardaba por si
acaso no lograba conseguir empleo. Le aconsejaron comprar el abrigo, y era un abrigo de piel cara.
Esto redujo su cuenta bancaria de manera considerable, y el incremento su confianza y estimulo su
fe hasta tal grado que su empleador prospectivo agarro el espíritu de aquello y le dio un empleo
esplendido.

El abrigo le sirvió para habilitarse a sentirse prospero, y el riesgo fortaleció su coraje y confianza,
por lo tanto la Ley procedió a satisfacerle la exigencia. Si surgiera una condición semejante, dentro
del cual nos sentimos mejor en ver alguna evidencia de prosperidad, entonces es sabio hacer
aquello que nos facilita atraernos la prosperidad.
Ciertamente no es de ayuda trabajar por prosperidad y ver un montón de billetes frente a nosotros o
una condición de limitación y miseria a nuestros alrededores. Es mejor alejarnos de tal vista e ir
donde la vista está más en armonía con el deseo de la mente. Cuando yo deseo trabajar por
prosperidad para mí mismo o para otros, yo trato de quedarme en un ambiente donde existen
plenitud y belleza y donde la gente a mis alrededores no está en lugares limitados.

Se comprende, por lo tanto, que podemos atraer a nuestra vida sistemáticamente cualquier y todo
forma de bien que podemos verdaderamente desear, así como es la “voluntad” de Dios que
debamos gozar de cada bien que nos promoverá felicidad y progreso. Todo deseo es una expresión
de nuestra voluntad, esperar un bien es exigir un bien, de manera que ambos son necesarios para
atraer el abastecimiento. Por lo tanto, busquemos ajustar nuestros deseos con el plan de Dios, la
Ley, y esperar que cada bien y solo bien nos podrá llegar; entonces nada más el bien puede llegar.

Una abundancia de todo bien necesitado es la herencia natural de cada hombre, mujer y niño. Esa
es la verdad vital. Es incorrecto que vivamos en pobreza cuando hay suficiente para todos. Es
incorrecto que una viva en pobreza cuando hay suficiente para todos. Es incorrecto que un solo
miembro de la familia humana acumule vastas riquezas en detrimento al prójimo; incorrecto que
uno viva en condiciones de guerra y caos cuando la paz puede prevalecer; incorrecto que los fuertes
tomen ventaja de los débiles; incorrecto en carecer de cualquier tipo de bien que pueda ser esencial
para promover el bienestar y felicidad del individuo.

Así que, lo que sea que no provee satisfacción, armonía, crecimiento, e incremento es anormal. La
Naturaleza originalmente destino que las necesidades verdaderas de nosotros debieran de ser
adecuadamente suplida; no sus deseos superficiales, que son frecuentemente impulsos, más las
necesidades específicas normales de un individuo que sería abundantemente satisfechos, si el
hombre fuese a vivir en una armonía más cercana con la ley fundamental del abastecimiento.

La Naturaleza es un productor prolífico de bendiciones que da libremente a la humanidad, siempre


produciendo todas las cosas para un propósito útil y bueno. Cada individuo, por lo tanto, tiene un
derecho natural de un abastecimiento completo de cada bien que él pueda utilizar o gozar. Debido a
los medios artificiales que el hombre ha sido enseñado a utilizar y depender de para su
abastecimiento, ha perdido vista de esa verdad básica sobre el cual esta lección se basa. Finalmente,
déjanos realizar que el mundo material en el cual vivimos es una esfera de efectos, y que tras esos
efectos es un mundo de causas. Luego reconozcamos que cuando deseamos cualquier efecto en
particular, es porque ese “bien” especifico esta en existencia en la esfera de causas. Luego
reconozcamos que cuando deseamos un efecto en particular, este deseo es una apariencia de una
causa subyacente.

Este es el principio sobre el cual nuestra definición de la Ley del Abastecimiento está basada; y,
cuando aprendamos como operarlo en una manera propia, seremos capaces de atraer hacia nuestras
vidas más y más de lo bueno en cualquier forma que necesitemos o deseemos. En todas partes del
mundo existe un Principio omnipotente del Bien. Lo tocamos en maneras numerosas. Cada
pensamiento del bien es una semilla, para la producción del bien. Estamos facultados por el
derecho a todos los bienes que podamos apropiarnos y utilizar, y entre más realicemos y
disfrutemos lo bueno, mas vivimos en verdadera armonía con el propósito de este Espíritu de
Bondad que siempre está presente. Aprendamos a entender como espichar la Fuente de todo
Abastecimiento por lo que no existe límite a la bondad que puede ser desarrollado y gozado en
nuestra vida. En verdad, nosotros encarnamos cada ley de la Naturaleza con relación a nuestro
bienestar más alto y crecimiento ordenado. No somos, por lo tanto, separado de cualquier cosa
buena que podamos necesitar para realzar nuestra felicidad o promover nuestro progreso. Mas si
careceremos o poseeremos aquello que necesitamos o requerimos va a ser mayormente
determinado por el uso que hacemos de nuestra dotación presente de inteligencia y dinero. Entre
más crecemos en conocimiento verdadero y entre más utilicemos nuestros poderes en maneras
constructivas, mas bondad crearemos en el circula de nuestra expresión, en nuestro pequeño
mundo.
La Tierra Prometida

No más mirare hacia los cielos lejanos


Por la ayuda amorosa de mi Padre;
Por lo que aquí en la tierra yace su tesoro,
y aquí esta su Reino tendido.
No más a través de la neblina de las cosas desconocidas
Yo buscare por la Tierra Prometida;
Por lo que el tiempo es el pedestal de su trono,
Y yo estoy adentro de Su mano.
La riqueza que es más que el oro más fino está aquí,
Si solo preguntare;
Y una sabiduría sin adivinar y poder sin contar está aquí para cada tarea.
Las puertas del cielo están ante mis ojos;
Su llave está adentro de mi mano;
No más buscare por los cielos lejanos;
Porque aquí está la Tierra Prometida.

Alva Romanes
Ley de la Atracción

“Desear es esperar, esperar es lograr.”

La ley subyacente que regula el abastecimiento en el mundo de efectos tiene dos fases importantes,
uno es el “deseo” y el otro es la “expectativa”. Estas actitudes mentales representan líneas de fuerza
atractiva, la primera siendo la fase positiva de la ley y la ultima la fase negativa, mientras que fases
deben de ser cumplidas para obtener las mejores y más grandiosos resultados.

La primera fase del “deseo” adopta un proceso de atracción positiva; eso es, cuando deseamos
sinceramente una cosa, instalamos una línea de fuerza que nos conecta con el lado invisible del
bien deseado. Si nos debilitamos o cambiamos en nuestro deseo, esa línea particular de fuerza se
desconecta y no acierta su meta; más si nos permanecemos constantes en su deseo o ambición, el
bien exigido es temprano o tarde realizado en parte o por completo. El principio involucrado es que
no podes desear o añorar por algo a menos que ya exista, si no en forma, entonces en substancia; y
“deseo” es el poder del motivo para llamarlo a que se manifieste en una apariencia visible o efecto
físico.

No es de ningún uso que deseemos una cosa a menos que esperemos conseguirlo, o parcialmente o
totalmente. Deseo sin expectativa es deseo ocioso o sueños. Simplemente desperdiciamos mucha
energía mental valiosa en hacer esto. El deseo nos pondrá en contacto con el mundo interior de causas
y nos conectara por medios invisibles con la substancia de la cosa deseada; luego, la expectación
continua es necesaria para atraerlo hacia la realidad de nuestras vidas. Bastante semejante como la
fuerza de la gravedad en el mundo físico, “expectación” es una fuerza atrayente de la mente que actúa
en el mundo invisible.

Todos sabemos que muchas personas desean buenas cosas los cuales nunca esperan ni hacen ningún
esfuerzo verdadero en conseguir. Ellos empiezan bien y pueden llegar a la mitad, mas no avanza más
de allí. Cuando aprenden a cumplir con la otra mitad del proceso involucrado y aprenden a esperar lo
que desean, la mayoría de los sueños o deseos van a manifestarse de manera estable. Nuevamente,
conocemos gente que esperan cosas que no quieren, mas a veces vienen. Esto prueba que la
expectación es una fuerza atractiva poderosa. Nunca esperemos una cosa que no queramos, atraemos lo
indeseable, y cuando deseamos una cosa que es esperada, simplemente disipamos fuerza mental
valiosa. Por otro lado, cuando constantemente esperamos eso que persistentemente deseamos, nuestra
habilidad de atraer se hace irresistible. El deseo nos conecta con aquello que se desea y la expectación
nos lo atrae a nuestras vidas. Esta es la Ley.

Si estamos oprimidos por pobreza, dureza, limitación, o carencia de algún tipo, comencemos a operar
esta Ley de la mente y gradualmente exigir más y más del Bien en la forma de mejores cosas y
condiciones mejoradas. Es nuestro derecho ser feliz y libre. Deberíamos buscar, por lo tanto, aprender
más de las leyes invisibles de la creación mental y de las posibilidades maravillosas latentes en nuestros
seres. La Naturaleza no nos priva de cualquier bien y cosa deseable, más nos ha proveído con el equipo
mental y poder interior para adquirir y gozar todo el bien esencial para asegurar una existencia feliz y
provechosa.

Aplicación es la prueba de la idoneidad, pues el conocimiento es de poco o de ningún valor a menos


que si pueda ser utilizado para fines prácticos. Aquí existe un método simple en el principio para
utilizar el poder de la mente para incrementar la cantidad del bien en nuestras vidas en conformidad
con la Ley. Formemos una imagen mental bien definida y clara de lo que queremos. No especifiquemos
su forma particular o como nos vendrá a nosotros, más simplemente deseémoslos firmemente y
gentilmente la máxima cantidad de bien en esa dirección. Evitemos un estado mental tensado o
cualquier condición de estrés o ansiedad. Es mejor que hagamos nuestras imaginaciones mentales en
momentos de ocio cuando estamos condiciones quietas y tranquilas. Dejemos la idea o plan de bien
desarrollarse en una imagen mental vivaz, muy semejante como si fuese una imagen en moción sobre
una pantalla. No forcemos el pensamiento, pues presión causa congestión y confusión. Entre más
calmo y más pacífico que estemos, mejor nuestros resultados. La cosa principal es mantener el
pensamiento. Luego procedamos a nutrir nuestro deseo y querer con una convicción confiada y calma
que lo buscamos vendrá. Mientras persistamos en este estado mental, el bien deseado tiende a gravitar
hacia nosotros. Puede venir casi en seguida con respecto a pequeñas cosas de poca consecuencia, como
una invitación, un libro, una reunión con un amigo en la calle, o puede venir gradualmente sobre un
periodo de tiempo, de acuerdo a la claridad y fuerza de nuestra exigencia y la forma particular del bien
deseado. Mientras tanto, seamos razonables y prácticos y hagamos lo que podamos para promover su
venida. Yo tengo poco confianza en el Señor respondiendo al individuo que se mesa en una silla de
abuela y espera que la cosa deseada le sea puesto en el regazo. Algún lado dice que el Señor ayuda
aquellos que se ayudan a sí mismo. Si, la acción se deletrea resultados. Esto suplementa nuestro
proceso mental creativo y provee el canal para su expresión. Luego dejemos los resultados a la Ley. A
medida que hagamos nuestra parte, la Ley hará el resto. Que tan bien o que tan preciso cooperamos con
la Ley determina la duración del tiempo aparentemente requerido para atraer nuestro abastecimiento. El
tiempo es un periodo creado por nosotros; la Naturaleza no conoce el tiempo y siempre responde en el
presente, en el ahora.

En algunas instancias, los resultados que parecieran casi mágicos aparecerán. Frecuentemente cuando
ha habido un deseo profundo y duradero por un bien particular con ninguna expectación de su
realización, la adición de “acción” terminara el proceso con los resultados más felices. De hecho,
siempre estamos en el lado correcto de la Ley cuando combinamos los dos esenciales de “deseo” y
“expectación”. Nosotros operamos una inteligencia escondida que nos pone en contacto con las
maneras y medios actuales de materializar nuestros deseos. El principio subyacente en este proceso de
atracción es tan seguro y tan demostrable como cualquier principio en la ciencia de matemáticas. Lo
empleamos todos los días, más o menos, mas inconscientemente, y por lo tanto imperfectamente.

Finalmente, no deseemos o exigimos lo que correctamente le pertenece a otro, en el sentido que tal
individuo sufriría de privación. Solo deseemos aquello que nos forme nuestras vidas para hacerlas más
llenas y gozosas, y también que podamos habilitarnos para poder ayudar a otros hacia condiciones
mejores y gozosas. Procuremos ser normal en nuestras exigencias, y utilicemos la inteligencia con la
cual Dios nos ha dotado en discriminar entre exigencias racionales e irracionales. El deseo innato de
nuestro ser es por Armonía, Satisfacción y Plenitud. Estas condiciones serán obtenidas más y más en
nuestras vidas a medida que vivamos en acuerdo con la Ley, y constantemente esperemos un
incremento continuo de Bien como una evidencia de nuestra fe creciente en la sabiduría y toda
suficiencia del gran Fuente de Todo Bien.

La mente es un imán y atrae lo que corresponde a su estado dominante. Lo que sea que nos imaginemos
en nuestra mente, lo que sea que esperemos y pensemos sobre, tiende a traer a nuestras vidas las cosas
y condiciones que están en armonía respectiva. La ciencia ha probado convincentemente la existencia y
operación constante de la Ley de atracción mental. Por esta razón debemos todo ser doblemente
cuidadoso sobre cómo y qué es lo que piensa. Nuestra actitud mental predominante es la causa primaria
de casi toda cosa que entra en nuestra vida, y entre más pronto realicemos esta verdad, más pronto
comenzaremos a mejorar nuestras vidas y nuestro progreso.

Debemos buscar como ser llenado con el deseo de avanzar, y dar la Ley un chance para que nos ayude.
Todo luego trabajara para nuestra ayuda. Los obstáculos nos fortalecerán nuestra voluntad por ganar.
Desaconsejamiento de otros servirá solo para fortalecer e impulsarnos hacia una actividad más fuerte.
Miraremos más claramente y entenderemos más llenamente que cada dificultad es una oportunidad de
avanzar, cada piedra sobre la cual tropezamos es una piedra sobre la cual podemos pisar en nuestro
camino al éxito. Nuestro dizque cargas perderán su peso porque el Espíritu interior es inconquistable, y
cuando invocado por deseo y aspiración vendrá hacia adelante en un poder mayor y en una inteligencia
más rica sin falla. Esto guiara nuestros pensamientos y acciones hacia estos caminos que llevan a las
alturas de la conquista.

La Ley de la atracción mental actúa sobre las mismas líneas que la ley de la gravedad; es igual de
definida e igual de precisa. Hemos escuchado la Ley expresado en frases tal como, “pájaros de la
misma pluma vuelan juntos” y “Igual atrae a igual” o, “Cosas igual a la misma cosa son iguales a sí
mismo”. El pensamiento y las acciones de gente atraen gente de su propio tipo y semejanza. Es difícil
decirnos a nosotros mismo donde es que fallamos en atraer nuestras necesidades, pues no existen dos
individuos que piensen igual y por lo tanto no existen dos individuos que puedan cometer los mismos
errores. Por lo tanto, yo nombrare y explicare los tres pasos que uno pueda utilizar en construir las
realidades. Siguiendo de cerca estas sugerencias, podemos notar donde es que pudimos haber fallado.

INTERES- El primer paso a tomar es llamado INTERES. Interés en poner atención a algún objeto o
cosa. Es ser definitivamente preocupado con alguien o algo. El interés es tender a ver en el mundo
exterior lo que ya es existente en nuestra mente. Las cosas que cuando piensas te dan gozo, placer,
sabiduría y satisfacción son intereses. Yo recuerdo una mujer diciéndome que invariadamente podía ver
minusválidos en un molote de gente más rápido que cualquiera. Ellos parecían atraer su atención hacia
ellos y excitar su simpatía. Eso era porque ella una vez estuvo lesionada y fue rodado por varios meses
empaquetada en un yeso, y la memoria de la experiencia estaba fresca en su mente y creo el interés.
Nuestros intereses son grandemente individuales porque no pensamos igual; una persona puede
encontrar interés en algunas cosas que otros fallan en ver. Recientemente mi esposa y yo salimos
explorando por la tierra donde corría un rio seco en el desierto. Ella estaba especialmente interesada en
colectar piedras brillantes conteniendo oro, plata, cobre, y hierro que son frecuentemente encontrados
en este país. Yo, a la vez, estaba interesado en calabazas que yo sabía crecían salvaje donde hubo un
vez humedad. Yo estaba interesado en recolectar el tipo que los Indígenas nativos usaban en sus casas
hechas de lodo y madera, y particularmente el tipo que seleccionaba para sus bailes ceremoniales. Allí
estuvimos juntos, ella caminando recogiendo estas piedras raras, y yo buscando por la viñas que
sostenían las calabazas. Yo ni vi las piedras, y yo estoy segura que ella no vio mucho de las calabazas.
Los dos caminando junto, más estábamos viendo diferentemente porque estábamos buscando cosas
diferentes. Vemos en la vida aquello nos interesa más y pasamos ciegamente por aquello que es de
poco o no interés. Es aquí en esta práctica sencilla que muchos de nosotros podemos estar haciendo
nuestros errores. Podemos estar tan interesado en cosas que no son prospero, gozoso, y saludable que
pasamos por las cosas que deseamos más e ignoramos los medios de nuestra salud y prosperidad. Con
nuestro interés tan sumergido en ver lo menor, ya sea por hábito o ignorancia, fallamos en atraer las
cosas mayores que están alrededor de todos nosotros.

Un hombre joven vino a hacia mí un día preguntando que podía para incrementar su ingreso- él no
estaba satisfecho con sus ganancias precarias. Yo aprendí que era un eléctrico. Su trabajo ocupaba
varias horas al día. El gustaba de su casa, gozaba de su jardín, sus periódicos, y ocasionalmente salía
socialmente. Yo pensé que le estaban pagando muy bien por sus esfuerzos y le dije así. Yo añadí que si
quería más ganancias él tenía que estimular sus intereses y ser merecedores de ello. Dios alimenta los
pájaros y administra una abundancia de comida, mas no pone el gusano en la boca del pájaro. El pájaro
debe por lo menos salir y buscar su comida. Así es que con todos nosotros, que con respecto a la cosa
que deseamos debemos hacer algo más que desear y orar. El decidió que incrementaría su capacidad
como eléctrico, así que se fue a una clase del colegio de noche y dejo a un lado sus periódicos por
libros y otro material. Él se interesó por la radio y fue entusiástico por sus probabilidades. Este interés
lo llevo a nuevos círculos y lo llevo a una posición con una empresa de radio creciente. En un espacio
de poco tiempo, había encontrado un nuevo placer y triplico sus ganancias precarias. Nadie se debe
culpar por la vida no satisfecha más que el hombre mismo, porque fallo en expandir sus intereses con
sus deseos.
Es fácil que la gente se deje llevar por una rutina, y es siempre una rutina mental antes que se convierta
en una rutina material. La gente divaga sin saber, inconscientemente, y sin meta en la infelicidad y
ceguera. Una persona bien querida me vina a mí con un problema, del semejante que han causada
muchas mujeres a rendirse y perder la misma cosa que quiere más. Esta mujer tenía una casa bonita, un
esposo que proveía bien, muchos sirvientes, y dos hijos buenos de los cuales podía estar orgullosa.
Más, con todo esto, estaba muy infeliz. Cuando sus niños estaban creciendo ella dedico todo su tiempo
a su entrenamiento y ayuda. Ahora se habían casado y estaban haciendo sus propias casas. Mientras
ella estaba tan atada a la casa, su esposo se estaba haciendo un hombre exitoso, y esto lo llevo hacia
clubes y lo llevo a hacer amigos nuevos de otras mujeres así como de hombres. Él estaba bastante
ocupado con sus intereses; él llegaba a la casa de noche, más la mayoría de sus fines de semanas se
pasaban en otro lado. Aquí estaba ella con una casa grande y sirvientes, suficiente dinero, mas nada de
amor o gozo. Ella realizo que la brecha se estaba ampliando, y sabiendo que pronto su esposo querría
un divorcio, ella estaba forzada en buscar una manera hacia fuera.

Después de un análisis largo, aprendí que tenía una chispa de interés por el arte y literatura, entonces
recomendé que se fuese a hacer un viaje al extranjero por el verano para ver nuevas cosas y para
planear un invierno ocupado con nuevos estudios. Ello retorno sintiéndose refrescada y ansiosa en
comenzar el trabajo. Ella se unió a un club literario y le gusto. Gradualmente ella trabajo en partes
dramáticas pequeñas hasta que un día su interés exploto en un deseo flamante para ir más allá con su
trabajo. La casa, sirvientes, soledad, todos tomaron un plano menor con la nueva ambición. En corto,
ella avanzo con trabajo en la industria radial y ha sido bien exitosa. Sus hijos están orgullosos de su
logro, su esposo se ha vuelto casi celoso con sus atenciones, y su gozo es supremo. Vemos, uno debe
mantener algún tipo de interés. Uno debería de mantener su mente activa y entusiasta para no perder
nuestro atractividad y satisfacción. Nuestros intereses más altos deben de gobernar nuestros
pensamientos y no las cosas materiales. Las cosas materiales son nada más que los medios a través de
los cuales expresamos nuestros intereses. Un poder magnético fuerte está fundado sobre una idea o
principio fuerte. Esta idea o principio dirige nuestros intereses, y esto a la vez desarrolla un poder
interno de atractivo.

Una mujer joven, quien conozco muy bien y quien siempre valorare muy alto como una amiga, no es
una chica linda en cuanto a la belleza, mas es muy atractiva. Ella tiene un circulo ancha de amigas y los
encanta seguramente donde sea que vayan. Cuando le fue preguntado una vez que era que ella poseía
que parecía ser que ella hechizaba sobre sus admiradores, ella dijo, “Yo no lo puedo acreditar a mi
físico, ni a mi marca de cosméticos, mas creo que es porque yo amo la franqueza, verdad, y una mente
pura.” Innumerosos ejemplos pueden ser contado de hombres y mujeres que han logrado éxito y fama
porque han amado y vivido algún principio de bien. Vivir un principio de tal magnitud y seguirlo con
interés va, de acuerdo con la Ley, siempre atraer bien.

ATENCION- Tener un alto interés no es suficiente. Debemos inyectar este interés en nuestras labores
diarias. Nuestra atención debe representar nuestro interés, y entre más entusiástico nuestro interés, más
intenso será nuestra atención. Es nuestra atención interesada que atrae del mundo exterior tales hechos
que son formados en la mente. A medida que dirijamos nuestra atención en nuestro interés, esto
magnetiza nuestro poder de atracción lo que nos atrae mucho de la semejante a nuestro pensamiento.
Cuando mucho de nuestro interés está tomado por nuestra atención completa encontraremos que
nuestros intereses insignificantes y egoístas serán absorbidos por nuestros intereses más altos y
progresaremos establemente.

Yo recuerdo años atrás cuando yo era todavía un estudiante en la Universidad que frecuentemente
pasaba por una terminal de Williamsport donde un hombre determinado tenía sus oficinas y era
entonces un supervisor junior de la Pensilvania Railroad. Frecuentemente seria después de horas
laborales cuando pasaba por el edificio, y frecuentemente era tarde en la noche, mas veía su oficina
alumbrada y encontraba que estaba bien ocupado en terminar en algún trabajo importante. Parecía que
él se perdía en su interés por el trabajo, y toda su atención fue atraída a beneficiar su empleador. Años
pasaron y el día llego cuando conocí a ese hombre y supe entonces porque lo habían promovido de
manera sistemática de una posición a una mejor. Hoy es esta próximo al vice presidente del ferrocarril
más grande del mundo. Fuese lo que sea, lo hizo con todo su poder y su atención nunca disminuía en
un trabajo hasta pensó que estaba bien hecho. Yo aprendí de él que él no pensaba en cuando
conseguiría un incremento en salario o cambio de posición. El solo trabajaba, él dijo, y el progreso
llego sin preocuparse de ello. Me parece que otro hombre joven expreso esta Ley en acción años atrás
cuando pensó que era un idealismo impráctico. Él dijo: “Quien salva su vida lo perderá”. Quien lo
impulsa a ir una milla, vaya con el dos.” Quien sea encuentre grandioso, deberá prestar un servicio
grandioso. Quien se encuentra arriba deberá perderse abajo. Los grandes salarios son pagados a
aquellos que viajan la milla extra no exigida. El hombre cuya atención se pierde en sus intereses
crecerá hacia logros importantes. Emerson dijo: “ Mira como la masa de hombres se preocupan en
tumbas sin nombres, cuando por aquí y allá un gran tonto no egoísta se olvida en la inmortalidad.”

Si, decimos, yo conozco de individuos que han tenido tales ventajas y oportunidades para seguir
adelante, mas no tuvieron éxito como tu amigo. Ellos tenían influencia y dinero y Cerebros, más de
alguna manera no llegaran a la cima. Se concede que ellos tenían todas las ventajas materiales y físicas
que un individuo promedio podría necesitar para lanzarse a la cima del éxito, mas ellos carecían de algo
en sus interiores. La fuente y causa de todos los éxitos yace escondido profundamente dentro de la
mente, y ¿debemos de dar nuestra atención e interés primero al principio y después al hecho? ¿Qué
quiero decir?

Si creemos en honestidad, entonces apoyamos el principio de honestidad con todo nuestra atención.
Dirijamos nuestra atención en hacer y pensar todas las cosas de una manera honesta. Si tuviésemos una
oportunidad de hacer trampa o robar de otro nos adherimos a nuestro principio y rehusamos en tomar
ventaja en lo que pueda parecer una cosa trivial. Siempre parecen triviales al comienzo, mas ese es solo
el comienzo. Tales triviales crecen una rapidez cancerosa. Raramente vemos el record de superficie por
permanecer leal a nuestro estándar, más en tiempo no solo veras más sentirás su satisfacción. A medida
que miremos de cerca nuestros tratos y forcemos cada cuestión para cumplir con nuestro principio,
estamos cargando nuestra mente con honestidad y se vuelve magnética para atraer logro honesto y
éxito permanente.

Luego, tomamos verdad y lo seguimos hasta que lo hemos trabajado de la misma manera. Existen
muchas maneras en las cuales la verdad puede ser retada de manera que no necesitamos esperar
terminar tu trabajo en una semana o dos. Se vuelve un crecimiento. Después de un rato encontraremos
que nuestro interés y atención tan ocupado con la verdad en todas sus formas que ya no atraemos
engaño y deshonestidad hacia nosotros o hacia nuestras cuestiones. Yo recuerdo una afirmación que yo
oí cuando yo estaba joven este trabajo. El dueño de una tienda hablo de una señora pequeña que
frecuentemente entraba para comprar tarjetas y regalos para su familia. Se le había sido sugerido que
hiciera pasar unos artículos inferiores a la señora pequeña, más la mujer respondió, “O, no, ella es muy
honesta para poder hacerle trampa.” Yo pensaba en ese entonces porque ella había hecho ese
comentario, mas yo lo entiendo ahora. Tales cosas podrán ser dichos de todos nosotros cuando
ganamos lo que la señora vieja había ganada.

Un Presidente de una universidad de la costa este llego a nuestra Capilla un día mientras la Señora
Holliwell estaba por los estantes de libros. Él dijo que había leído algunos de los libros que estaban en
muestra en la ventana y estaba especialmente impresionado por un libro llamado “El Juego de la Vida y
Como Jugarlo,” por Florence Shinn. Él pensó que estaba atractivo el título y de interés para cualquiera.
“Saben ustedes,” él dijo, “Yo aprendí a ver la vida como un juego, y yo comencé como un niño pobre
con pocas ventajas, mas yo jugué el juego. Yo no tuve la ayuda que tantos libros puedan ofrecer. Yo
triunfe, y ahora le estoy diciendo a miles de niños y niñas como yo jugué el juego. Yo construí mi éxito
sobre tres principios comunes – Verdad, Honestidad y Sobriedad. Yo medí mi vivir con estos
estándares y he ganado una vida gozosa.”

Pongamos un estándar o una mediad para nosotros si ya no lo hemos hecho. Tomemos una cosa o un
pensamiento a la vez y construyamos sobre ello. A medida que luchemos para dar nuestra atención a
algún interés constructivo, dejaremos de dar nuestra atención a uno menor. No tendremos que
trabajarlas cosas tanto como algunos individuos hacen. Ellos van tratando contra la deshonestidad y
semejante cuando ellos deberían ajustar sus mentes en ser libre de pensar y temer la deshonestidad. La
Ley nos requiere que hagamos correciones dentro de nosotros mismos, y si hacemos nuestro trabajo
allí, procederá a trabajar de allí hacia afuera. Es nuestro pensamiento lo que estimula interés y dirige
nuestra atención; por lo tanto, no nos dejemos desviar de la fuente y causar la atracción de cosas que no
deseamos.

EXPECTACION- El último paso que tomamos es expectación. Esto es una forma activa de atención;
es atención con intensidad. Puede ser asemejado a las acciones de un gato que espera pacientemente
por el oyó del ratón. El gato espera agarrar su premio en cualquier momento; el espera conseguir el
ratón porque él cree que lo conseguirá eventualmente. Si el gato no creyese y esperare atrapar el ratón,
su interés y atención carecerían de la intensidad que está ahora presente. Sus energías no serían
activamente llamadas hacia adelante. Cuando creemos en la probabilidad de éxito en nuestras
ambiciones, experimentamos el interés más entusiasta en nuestro trabajo. Este interés se intensifica con
la expectación y anticipación. A través de esto nos atraemos el éxito por la cual estamos trabajando.
Nuestra expectación debe ser construida en nuestro interés y atención.

Cuando la viuda le llego a Elisha y pregunto por su ayuda con un problema de finanza que significaban
la libertad o esclavitud de sus dos hijos que iban a ser tomado por la deuda de su esposo, Elisha
rápidamente pregunto qué es lo que ella tenía que podía ser convertido en dinero. Ella no tenía más que
un pote de aceite, mas eso era algo, entonces Elisha le dijo a la viuda que recolectar otros recipientes de
sus amigas y que entrara a su casa y que allí vertiera lo que tenía de aceite. Ella vertió el aceite hasta
que todos los recipientes de aceite estaban llenos, y cuando ella había llenado el último recipiente, el
aceite se quedó. No sobro ni una gota. Ellos siguieron la rutina de nuestra lección, y cuando ella llego
al último recipiente y al fin de su expectación, ella encontró, el suministro había sido cortado. Ella fue
capaz de recibir nada más que la cantidad de aceite que había esperado, y su expectación estaba medida
por el número de recipientes que ella había colectado. Elisha había puesto la Ley a trabajar, mas ella
determino que tan lejos iría con su pensamiento de expectación. Si nosotros estamos trabajando por
éxito, salud y gozo, podamos desear bastante, mas solo gozaremos no más de la cantidad que podamos
esperar. Si en nuestro corazón dudamos o tememos que nuestra necesidad será realizada en parte o no
toda, podrás saber que recibirás esa cantidad y no más. Cuando oramos por una cosa y después
tememos y dudamos que lo recibamos, difundimos nuestras fuerzas mentales y podemos atraer nada
más lo que nuestros pensamientos menores creen y esperan.

Un médico prominente le fue preguntado porque era que él era capaz a tiempos de salvar casos que
otros fallaban en salvar. Él dijo: “Yo nunca espero que un paciente este tan mal que no pueda
sobrevivir. Yo busco en los alrededores de mi mente por algún idea de algo que tratar, y a veces estas
ideas son bien simples o extraños, más en el momento que algo dentro de mi hace click, lo acepto y lo
utilizo.” Él dijo que él había nunca fallado en ayudar un paciente cuando él esperaba firmemente
esperaba su mejoría.

Cuando cargamos nuestros pensamientos tan firmemente que la idea que no existen fracasos, entonces
esperamos éxitos. Nuestra mente se vuelve fortalecida con nuestra convicción y, como un imán, nos
atrae mediante un principio sostenido a cualquier deseo que está más prominente a esa hora. Desear es
esperar, esperar es lograr.
Ley de la Recepción

“Da y a usted le será dado, Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada,
sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”
Lucas 6:38

El entendimiento reduce lo mayor a la simplicidad, y la carencia de ello causa lo menor a tomar una
magnitud de complejidad. Para poder hacer el Cristianismo practico, debemos entender el Cristianismo
y obedecer la ley sobre la cual está fundada. La enseñanza de Cristo nos enseña la manera de regreso de
los resultados erróneos del vivir egoísta hacia el amor, inteligencia y poder de Dios. Mediante nuestras
palabras, obras y acciones, revelamos si hemos ya encontrado el camino. Dios existe en nosotros como
nuestro concepto más alto de perfección, y viene hacia adelante mediante nuestro fe y obras con un
amor inteligencia y poder redimente.

Aquel que busca un Vida mayor, con “conseguir” como su objetivo, no busca la Vida en la verdad de
espíritu. Hasta el grado, y mientras que, cualquier objeto material permanece entre la mente del
buscador y la Ley de Dios los dos son mantenidos aparte y no se hacen uno. En el mismo grado que un
individuo mantiene su opinión y deseo personal, es limitado en saber y experimentar la autoridad sin
límite y poder dotado hacia el por su creador.

En un estado de entendimiento limitado, razonamos que debemos recibir antes de dar, y luego giramos
y caminamos en la misma rutina mental de antes razonando que debemos dar antes de que podamos
recibir; mas en nuestra carencia de entendimiento, continuamos dejando la idea de “recibir” en un lugar
prominente en nuestro pensamiento y cerramos afuera el espíritu de dar.

Dar, que es la primera o ley fundamental de vida, es la primera ley de toda creación. La actitud de
recibir es la ley de la vida en un estado congestionado, o en acción reprimida. Mientras “recibir”
domina nuestra mente, esa mente está en una condición paralizada, siendo limitado en su acción de
acuerdo con la ley fundamental de la creación.
La radio ha ayudado grandemente en explicar el proceso de la ley de dar y recibir, u oración y
vencimiento. Los principios involucrados son muy similares. De hecho son lo mismo, excepto que uno
es mecánico y el otro es mental. Cuando el operador proyecta un programa, el revuelve una vibración
en el aire que se hace camino para lograr lo que quiere. Él no tiene nada más que hacer después que
haya sido proyectado. El éter, o el aire, acarrean las vibraciones a cualquier estación que es capaz de
recibir y reproducirlas.

Cuando oramos, revolvemos una vibración con nuestros deseos. Esto, también, es recibido por una
fuerza determinada de acuerdo al poder, propósito y la sinceridad de nuestra oración. Frecuentemente
cuando oramos pensamos que todo lo que es necesario es seguir orando, con el resultado que nunca nos
ajustamos a ser receptivos a recibir nuestras respuestas, y nos quejamos cuando no los conseguimos
rápidamente.

Un soñador y un deseador es uno que está continuamente orando, enviando hacia afuera sus ideas, sus
deseos, y esta tan ocupado soñando que recibe todo su gozo de sus sueños. Él no sabe o realiza que
para soltar su sueño y permitir que se abra camino para lograr lo que quiere, va en tiempo regresar al de
una vez por todas. Después que formamos un bosquejo claro de nuestro deseo, luego soltamos el
pensamiento hacia Dios-déjalo ir-como tirar una pelota sin cordón o hule adjunto para traerlo de
regreso hacia nosotros.

“La extremidad de nosotros es la oportunidad de Dios” es verdad, porque cuando nosotros llegamos a
nuestro limite, desesperanzadamente detenemos nuestros esfuerzos. Cuando relajamos nuestros
esfuerzos, la Ley tiene un chance de responder a nuestros deseos, y las cosas empiezan a cambiar para
nosotros. ¿No hemos visto esto trabajar en cosas triviales, como libros y ropa o invitaciones o un deseo
para ver un amigo determinado? Posiblemente en algún tiempo hemos enviado hacia afuera un
pensamiento o un deseo y después nos olvidamos completamente de él. La próxima cosa que sabemos,
nos presentaron el libro; recibimos la invitación; o estábamos caminando por la calle y nos topamos
justamente con el amigo que queríamos encontrar. Mas, de alguna manera cuando se trata de cosas más
importantes, cosas más grandes, fallamos en soltar nuestros deseos y oraciones tan rápidamente, y la
ansiedad y tensión mantiene todo apretado. Nada importante es logrado. La mente es como una
esponja. Lo exprimimos duro con nuestros pensamientos ansiosos, mas no es hasta que podamos soltar
la presión y permitir que la esponja tome su forma normal es que pueda ser absorbente y receptivo otro
vez más.

Una vez que hemos expresado nuestras necesidades mediante la oración y otras cosas, algunas creen
que eso es todo lo que debemos hacer. Por lo contrario, estamos trabajando con una ley que es
definitiva y activa, y esto es nada más que el comienzo de nuestro trabajo. El principio de la vida sobre
la cual esta ley está basada está escrito claramente. Se lee, “Da y a usted le será dado, Den, y se les
dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante.” El dar siempre
precede y predetermina la recepción, ya sea si damos nuestro pensamiento, nuestra palabra, nuestro
servicio, o nuestra obra.

Algunos individuos consideran esta Ley como una ley de dos vías; eso es, la mitad del tempo debemos
estar ocupado dando y la otra mitad del tiempo debemos estar recibiendo. Es como la preposición del
calor y el frio; ellos son dos lados de la misma ley. Eso es, si nos concentramos sobre el frio y
esperamos y oramos que recibiremos calor, es probable que nos congelemos muerto. Lo que debemos
de hacer es dar nuestro pensamiento y esfuerzo hacia construir un fuego o buscar aquello que creara
calor para acalorarnos. Si nos concentramos sobre el recibir, sin dar algún pensamiento o idea o deseo
sobre el cual construiremos, nosotros, en manera igual, podemos perecer. La Ley dice, “Es mas
bendecido el dar que el recibir.” Si deseamos cualquier cosa buena, primero debemos dar algún bien
sobre el cual se pueda construir.

Un hombre joven le dio a su novia un regalo, una imitación de diamante. Después cuando se vio en
dificultades financieras, su amigo, muy ansioso de ayudarlo de sacarlo de apuro, escribió una nota
amistosa y le deseo todo el éxito en pagar sus obligaciones. Ella remitió el regalo que él le había dado a
ella y le sugirió que lo vendiera para satisfacer su necesidad. El hombre joven estaba arrepentido que
no le había dado un diamante de mucho valor. El recibió en un tiempo cuando más necesitaba, eso que
había dado, una imitación en vez de lo genuino.

Cuando hablamos de dar, la mayoría de individuos tienen una tendencia en pensar primero en dar su
dinero. El dinero, un objeto de afecciones humanas tan apasionante que somos capaces de matar y
robar para ganar su posesión, es por naturaleza tan obediente a nuestra voluntad que podemos; tenerlo
gentilmente en nuestra mano o doblarlo cariñosamente en nuestras carteras sin sentir ninguna
resistencia de su naturaleza. Con todas las ideas egoístas de recibir que le adjuntamos, no hemos
cambiado su naturaleza o propósito. ¿Que logra el dinero de darse constantemente hacia manos que tan
ansiosamente la agarran? Nada. Nada más que el gozo de darse en el cumplimiento de su misión.
Podemos hacer cualquier obra terrible en obtenerlo; podemos considerarlo detrimento a su progreso;
mas en todos estos intercambios nosotros, no el dinero, pierde valor. Así como el sol brilla sobre los
justos y los injustos de igual manera, así el dinero pasa por las manos merecedoras y desmerecedoras
para lograr su trabajo. Su propósito es el intercambio sin discriminación. Dejando lo último a la mente
que lo utiliza, el dinero va felizmente abriéndose camino, perdiendo nada en auto valor, al darse.

El dinero vino a formarse para satisfacer la necesidad de intercambiar sobre este propósito es “todo
intención”. Dejemos que nuestra actitud sea lo que fuese, el dinero permanecerá verdadero a su
naturaleza mientras sea necesitado por su amo, Nosotros. Si fallamos en pagar valor completo en un
intercambio, fallamos en entender la Ley prosperarte que respalda la idea. El dinero representa la ley de
servicios; su valor es la estimación de valor que se le pone por nuestras mentes, mientras su forma está
diseñada para asegurar el intercambio más fácil. Cuando damos nuestro mejor en algún servicio útil,
olvidadizo de nosotros, concentrando en el gozo de dar en vez concentrar en los retornos, encontramos
que nuestro propósito y el propósito del dinero se han unido y nos unimos en rectitud y bien eterno.

Tan pronto oigo gente decir, “Bueno, Yo si doy, y a veces hasta donde duele, más raramente veo una
señal de retorno.” Existe una manera correcta y manera incorrecta de dar. Existe una manera de dar
impulsiva y sin cuidado y existe una manera de dar cuidadosa y científica. Cuando damos hacia una
persona o grupo de personas donde estamos retardando el progreso, estamos gastando nuestra
sustancia. Cuando damos a alguien que no pone su mejor esfuerzo para ayudarse, no necesitamos
esperar un retorno bueno.

La naturaleza no apoya a un parasito o a un haragán, mas da su energía a aquellos que están


progresando hacia adelante. Ella deja que el parasito y el haragán ver que ella ayudara si ellos ponen el
esfuerzo de ayudarse a sí mismo. Mas con nosotros, si apoyamos a un haragán dentro de lo que esta,
¿cómo podemos esperar algún retorno bueno? O el haragán se vuelve arrogante y exige más y más
ayuda, hasta que nos preguntemos donde y cuando terminara.
Una mujer una vez le dio a su hija, cuando se casó, una casa completamente amueblada y lo instalo al
yerno en un negocio bueno. El negocio año con año estaba siempre necesitando más fondos para
mantenerla a flote, y ella continuo dándole su dinero a él hasta que casi todo su dinero estaba agotada.
Cuando había bajado a un ingreso pequeño y estaba viviendo en una habitación, ella quería saber
porque no había sida bendecida por su generosidad. Ella dio a como mejor pensó, más le pago en
perdidas y en palabras amargas. El yerno exigió más ayuda hasta que ya no tenía más que dar, y luego
no estaba bienvenida en su casa y fue invitada a irse. Su error fue en su juicio. Ella tenía la misma
cantidad de culpa que su hijo dependiente, porque ella fue la causa de su fracaso. Yo la dirigí a
mantenerse lejos de la pareja joven y dejarlos hundirse o flotar por sí mismo. Yo estaba seguro que
ellos se encontrarían. Ella siguió mi consejo, y dentro de un año el hombre joven había puesto su
negocio en el lado rentable. Por primera vez estaba operando rentablemente. La vida hogareña fue
restaurada a un estado normal, y todos estaban más felices porque sus esfuerzos estaban siendo
dirigidos a los canales correctos. El hombre joven estaba orgulloso de sus esfuerzos que lo habilitaron a
hacer bien con su propio mérito. Una interpretación práctica de la Ley es, cuando ves a alguien
haciendo un esfuerzo para ayudarse, ese es el tiempo para asistirlo, mas no des de tu substancia al
individuo que no se ayudara, o al menos intentar. El ultimo tipo no solo mal utilizara nuestro regalo,
más nos abusara si y cuando dejemos de darle.

Jesús dio su substancia siempre donde haría la mayor cantidad de bien. El alimento la multitud porque
estaban buscando el bien, no porque estaban mendigando comida. En ningún lado lo encontramos a Él
dando tan si quiera un pensamiento a alguien excepto a aquellos que deseaban mejorar y crecer. El
advirtió a los otros sobre el dar sin sabiduría, “No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan
contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen”. Él quiso
decir, no des tu substancia a alguien que no lo puede apreciar o mejorar con él. Es tan tonto como darle
a un niño una pistola cargada y esperar de él que reconozca el peligro cuando lo hagas. Tarde o
Temprano el niño mediante la carencia de entendimiento le hará daño al alguien o se dañara a sí
mismo, para el pesar de todos los preocupados. No podes construir algo sobre nada y esperar algo en
retorno. Si, en tu dar, no existe principio de bien en alguna medida, no importa que tan pequeño sea,
para añadir, entonces estamos echando nuestras perlas a perder. Estamos gastando nuestra substancia.
Muchos han encontrado el diezmar un forma exitosa de dar, más la mente cuestionante pregunta.
¿Porque sería el diezmar más potente que cualquier otra forma de dar? Es más potente porque tocamos
la Ley de Dar y Recibir en una manera sistemática, definitiva u ordenada de dar. Establecemos un plan
metódico de dar que crea un flujo estable de bien reciproco para ser recibida. Cuando nuestro método
de dar es esporádico u ocasional, nuestra recepción del bien es irregular e incierta. Los científicos lo
analizan; ellos dicen que el diezmar nos da un auto dependencia, una confianza que nos habilita a
construir una actitud mental positiva que atrae el éxito. Otros dicen que el individuo que da el diezmo
tiene una confianza considerable para tomar el chance y gastar su dinero en esa manera. Esto lo hace un
tipo positivo y atrae nada más que condiciones positivas y agradables. Luego existen otros que toman
un punto de vista espiritual hacia el diezmar y asumen que Dios es su socio y que ellos están pagando
nada más que un veintavo de sus recibos como su parte. Entonces, también, algunos hacen el error de
diezmar cuando dan por ganancia egoísta o cuando ellos hacen una ganga de ello. Recordemos, que no
es el dinero que damos; es la idea detrás del dar que es tan vital. Si damos dinero y la idea es
totalmente uno de regatear, nuestra mente no está libre; por lo tanto, nuestros resultados no pueden ser
libre y completamente fluidos. El diezmar, no importa lo que podamos pensar de ello, si pensamos del
todo, tiene una tendencia en atraernos en línea con la Ley del Dar y nuestros resultados serán en
proporción con la honestidad, sinceridad, y el espíritu de nuestro regalo.

Jesús alabo y bendijo a la viuda que dio su todo, su fuerza, a la aras de la iglesia, mas critico al hombre
rico que ofrecía sus bolsas de oro. ¿Porque suponemos que El tomo excepción en este caso para alabar
el regalo humilde de la viuda? Él sabía que la Ley del Dar estaba en acción; era el espíritu de su regalo
que inicio Su bendición. Cuando John D. Rockefeller era un niño pobre, era capaz de aplicar la Ley
temprano en su vida. Cuando gano su primer dinero, el mantuvo un record de lo que regalaba y de lo
que recibía, y mantuvo un libro toda su vida. Se ha conocido que regalo hasta más de medio billón de
dólares. Posiblemente podemos juzgar porque recibió tanto para dar.

Más después que regalamos, eso no es todo lo que debemos hacer. Nuestro próximo paso es
prepararnos para recibir la respuesta o resultados de nuestro dar y para recibir, como la Ley establece,
medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Esta es la parte más interesante, porque nuestra
preparación enseña una fe activa. En vez de soplarnos y esperar, nos estamos preparando y trabajando.
Esto, a la vez, nos agranda nuestro punto de vista. Estimula nuestro interés, nos difunde nuestra duda y
miedo, y energiza nuestro poder de recepción. Esto fue claramente ilustrado por Elijah, el Profeta,
cuando los tres reyes le vinieron a él y le preguntaron que si podía orar por ellos para que ellos fueran
victorioso en batalla, y que tuvieran lluvia para suplir a sus soldados y animales. Elijah le dijo a los
reyes que regresaran a sus campamentos y que se preparasen para el mañana; preparasen a recibir el
agua que pidieron mediante la excavación de zanjas. Ahora, si alguna vez han estado en el desierto,
sabrán que era una idea muy tonta la de excavar zanjas en la arena y esperar que la lluvia cayese, más
los reyes hicieron como se le fue dicho. Ellos se prepararon para la lluvia mediante la excavación de las
zanjas, y las nubes se recolectaron, y la lluvia cayó, y las zanjas fueron llenadas. Los hombres y sus
bestias estaban satisfechos; su sed estaba saciada; y entrando en batalla fortalecidos, ellos fueron
victoriosos. Elijah, conociendo la Ley, les instruyo que se preparasen y eso hizo el camino fácil para
que ellos recibiesen.

La llave a la Ley entonces es: estamos continuamente atrayendo hacia nuestras vidas lo que damos y
esperamos. Ya sea si atraemos el bien o el mal, está gobernado por el mismo principio. Hemos hecho el
comentario, “O, si, es justo como lo esperaba,” y especialmente cuando surgió alguna condición
desagradable o circunstancia. Invitamos la condición sencillamente porque diste el pensamiento de
esperarlo. Podemos esperar que aparezca el bien bajo el mismo principio y podemos ayudarlo a
manifestarse con el método de nuestra preparación. Muchos fracasos en demostraciones ocurren porque
no forzamos nuestras expectaciones en mantener el paso con nuestros deseos. Muy frecuentemente
deseamos una cosa y esperamos otra cosa en nuestro corazón, lo que crea confusión. El Maestro dijo,
“Y si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie.” Cuando una
mente esta confusa, no existe cooperación, tampoco existen fuerzas unidas para atraer la fortaleza que
requiere. Radiaciones mentales positivas alejaran toda nube de duda y miedo con la expectación
confiado que todas las cosas se resolverán de buena manera. Operamos una ley que puede y va poner
las cosas en orden. Existe un poder adentro, mucho mayor que cualquier dificultad que jamás podamos
encontrar; ese poder jamás fallara en cumplirnos.

Podemos preguntar. “¿Podemos desear las cosas que no estamos listo para tener?” ¿Puedo preguntar
por demasiado a la Ley? ¿Retendrá la Ley cosas de nosotros porque no son para nuestro bien? El deseo
verdadero representa el impulso verdadero de la vida, buscando una expresión más llena, y es
mantenido vivo por la expectación continuo de su cumplimiento. Nos trae a maneras y medios para sus
manifestaciones. El principio explica,” Ningún deseo es sentido hasta que el suministro está listo en
aparecer.” Ninguna mente puede ser consciente de una necesidad o de un deseo a menos que la
posibilidad de su cumplimiento existe. Nuestra oración, nuestro deseo, y nuestro impulso interior son
como un imán y entre más fuerte sean, más fuerte el poder de tu imán y más fuerte su atracción. No
podemos pedirle demasiado a la Ley, pues es ilimitada y su suministro es inagotable. Podemos recibir
nada más lo que concebimos, lo que podemos entender. Podemos recibir nada más que el equivalente a
lo que damos. La Ley no retiene nada más que la matemática retiene sus números. Podemos recibir
algunas cosas que no aparentan muy bien, más algún bien puede venir mediante ellos como los errores
en matemáticas. Mientras hacemos muchos errores, los errores nos habilitan por su corrección, a saber
mejor la Ley. Después que hayamos hecho uno o varias correcciones, así que en esa manera la Ley nos
ha servido bien y nos ha suplido con un conocimiento mayor.

“Porque Dios ama al que da con alegría.”; la Ley sirve a un dador libre y dispuesto. Sea lo que fuese lo
que damos, démoslo con un espíritu libre y dispuesto. Dalo sin ninguna obligación y condición adjunto,
por lo que se nos regresara aliviado sin obligaciones o restricciones de ninguna forma.

El que da mucho recibe mucho. Dar lo mejor es recibir lo mejor en proporción al grado de nuestro dar.
La razón por la cual muchos individuos reciben poco es porque dan poco. Ellos son afectos de pobreza
porque se rehúsan a dar. Sea cuales fuese la naturaleza de nuestras posesiones, demos y demos
abundantemente. Demos de nuestra vida, interés, energía, pensamiento, habilidad, amor, aprecio, y
ayuda. En dar nuestra vida, pensamiento y amor, en hacer gozosamente y bien se lo que fuésemos
llamados a hacer, expresemos nuestro mejor, y entre más damos más recibimos. Esto no significa que
le demos a los egoístas y desconsiderados, más para así ordenar nuestras vidas para hacer uso un uso
propio, lleno de nuestras energías, facultades y talentos en un vivir útil. Si hoy nuestras habilidades son
pequeñas y nuestros poderes insignificantes, comencemos a hacer un uso más meticuloso de ellos y
crecerán.

Recordemos la historia del Maestro y de sus sirvientes a quienes le dio cada uno un talento, alguno dos,
algunos tres y otros más, y de quienes esperaba una cosecha de acorde a sus dotes respectivos. Hubo un
gozo mayor por el que nada más un talento tenia y lo utilizo bien más que aquellos que tenían muchos
talentos más fallaron en emplearlos en un servicio útil. Por lo tanto el sirviente con un talento tomo el
lugar más alto. En otras palabras, el individuo que hace uso completo de lo que tiene será bendecido
con más y más, por “Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”. Ese es el
camino del incremento. Ese es el secreto de la Ley del Recibir.

¿Si el mundo de negocios acepta el dar del servicio como la base del éxito y progreso, no podremos
aceptar la misma verdad en nuestro negocio de vivir la vida? Esta no es una petición religiosa; esto es
buena lógica, o sentido común simple, por si la ley funciona en un departamento seguramente trabajara
en cada departamento donde sea que seleccionemos aplicarla.

Lo que sea que deseamos en lo que respecta a salud, éxito, gozo, riquezas, o poder, comencemos hacia
eso, comencemos el camino mediante este procedimiento. La Ley funciona. Los resultados son seguros
porque un principio natural está involucrado; podemos proceder sin dudo o miedo a desear y esperar
todo lo bien que podamos realizar, utilizar y disfrutar. Cuando la mente de nosotros se torna generosa
hasta el punto de rendir a la Ley, hemos nacido nuevamente; pues nuestra actitud hacia la Ley, nosotros
mismo, y sus semejantes ha cambiado, y nuestros asuntos toman el carácter de nuestra novedad de
pensamiento.
Dar

Conseguir había intentado


mas su tienda estaba aún precaria.
A un hombre sabio le lloro,
en una voz entusiasta y deseoso;
“ Por favor dígame ¿cómo yo pudiera vivir exitosamente?”
Y el hombre sabio respondió,
“Para recibir debemos dar.”
En cuanto al dar dijo,
“¿Que tengo yo para dar?”
Con costo tengo suficiente pan,
y por supuesto uno debe vivir;
Más yo tomaría de la tienda abundante de la vida.
Llego la respuesta del hombre sabio;
“ Entonces debes de dar más.”
La lección que aprendió: recibir estaba olvidado,
Hacia la humanidad se torno
con un amor nuevamente conseguido.
A medida que dio de sí mismo en un vivir generoso,
Entonces el gozo corono sus días,
pues creció rico en su dar.

Arthur William Beer


Ley del Incremento

“¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!”

Salmo 150:6

Sin excepción yo creo que todos hemos leído o escuchado la historia encantadora de Aladino y su
lámpara mágica; como un niño pobre había tropezado sobre el pequeño genio que lo llevo a encontrar
una vieja lámpara polvorienta. Era una lámpara mágica, y cuando lo frotaba rápidamente, un hombre
pequeño aparecía de una nube ante él y le preguntaba por sus deseos para cumplirlas. Nosotros, como
niños, hemos siempre soñado de hadas y de la cosas lindas en la vida que desearíamos tener, mas
muchos de nuestros sueños permanecieron como tales porque no podíamos hacer nada al respecto.

En verdad podemos no creer en hadas más sabemos que existe un principio equivalente a la lámpara
mágica. No, no es nada material lo cual podemos andar de arriba a abajo y que podamos frotar cuando
deseamos para encontrar un pequeño genio para que haga nuestra voluntad; es un entendimiento lo cual
nos habilita a utilizar la Ley más claramente, y en utilizarlo estimulamos nuestro bien y atraemos
mucho para nuestro placer y gozo que pareciera magia o milagros. Este entendimiento es el acto de
alabar Dios, la Ley, por lo que deseamos, e invariablemente el cumplimiento de ese deseo se agiliza
con una rapidez de proporciones casi mágicas.

Este método es, por supuesto, no nuevo. Ha sido utilizado en toda la Biblia desde el principio al fin. La
alabanza ha siempre sido un método común utilizado para emplear la atención, favor, y bendición de
Dios, como sea que fuera que hayamos creído en ello. En la historia temprana aprendemos que la gente
llevaba sus sacrificios y los colocaba en el altar para ganar el favor de Jehovah. Después de este acto
ellos rendían sus alabanzas en canción y ceremonia, creyendo que mediante eso serian favorecido, que
sus oraciones serian contestadas. Leíamos la canción de Moisés y notemos su estructura. Leíamos de la
caída de Jericó y notemos el proceso usado por la gente, que marcharon alrededor de las paredes de la
ciudad hasta que se desmoronaron y cayeron, y quienes se convirtieron en conquistadores. Leíamos el
último Salmo de David, y en hacerlo recordémonos que ha sido utilizado por los hebreos por siglos y
que ha sido probado efectivo a través de los siglos. El canto de canciones y el toque de las trompetas no
traen los resultados por los cuales oramos; ni repentinamente le caemos bien a Dios por eso. El efecto
de nuestros esfuerzos no influencia a Dios en cualquier sentido, más si influencia a nosotros. Nos
habilita a ser levantado hacia arriba e inconscientemente tocar la Ley y ganar su bendición. Lo que ha
sido un acto inconsciente o un método accidental puede convertirse en un hecho reconocido y un medio
regular que estimula el bien. Si aprendemos el método simple de alabanza, nada más con eso se va a
estimular e incrementar nuestro bien. Jesús dijo una vez, “Les aseguro que si tienen fe tan pequeña
como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: "trasládate de aquí para allá", y se
trasladara.” Si podemos realizar el poder de la alabanza, podemos hacer lo mismo. La alabanza es
complementaria a la fe. Donde la fe es sabiduría y entendimiento, la alabanza es la aplicación de ese
entendimiento. La fe es el hervidor que sostiene una sustancia de poder, donde la alabanza es el
combustible que convierte ese poder a una fuerza activa. Si debemos constantemente observar nuestro
hervidor y cuidar especialmente del combustible que lo carga, para conseguir la eficiencia más alta,
entonces el combustible es una parte importante de la maquinaria. De igual manera, la fe sin alabanza
es un hervidor frio, una masa de maquinaria inerte. Puede que sea bonita observarla o hablar de ella,
más de ningún valor más que eso cuando sea puesto en moción y que produzca. La alabanza es un
estímulo de la mente. Aligera la oración. Magnetiza todo el bien a nuestro alrededor. Transforma ese
bien en una sustancia visible y utilizable.

Una mujer estaba llorando amargamente y orando lagrimosamente a Dios por su liberación. El Maestro
oyéndola, la silencio y le pregunto, “¿Es tu Dios un Dios de lágrimas, de tristeza, de angustia, y dolor?”
Ah, no; Dios es un dador de alegría y paz y felicidad y amor. Si queremos paz y gozo, más le oramos a
nuestro Padre con lágrimas. ¿Si queremos negro, preguntamos por blanco? ¿Si preguntamos por un
pescado, esperamos una serpiente? ¿Si preguntamos por pan, esperamos una piedra? Podemos
conseguir nada más que lo que esperamos, por lo que la Ley inmutable esta siempre trabajando para
suplirnos. La Oración no debe ser una de súplica, de limosna, de ruego, de imploración, un estado
triste. Debe ser una de aclamación, declaración, promulgar, alabanza y un agradecimiento gozoso.

La alabanza es una avenida de oración mediante la ley espiritual se expresa. La alabanza es una
carretera amplia, mientras que todas las otras formas son nada más que arterias nutrientes. Mediante
esta Ley inherente, cuando alabamos, nos abrimos hacia arriba a Dios. Elevamos nuestra consciencia
hacia un nivel más alto y nos convertimos en un canal mayor para recibir el bien que está siempre
esperando por llegar a nosotros. La alabanza abre una pequeña puerta en nuestras mentes que nos
habilita a acercarnos más a Dios y de sintonizar las fuerzas Divinas en nuestros interiores y a nuestros
alrededores. La alabanza es la ruta más corta para completar cualquier demostración y la manera más
rápida de gozar de oración efectiva. La alabanza expande y abre nuestras mentes hacia arriba, mientras
que su opuesto, la condenación, contrae, y restringe.

La creación total responde a la alabanza y es feliz. Pudimos haber notado como un entrenador, después
de cada espectáculo de sus animales, le daba una sobadita en la espalda, o alguna cantidad de comida
de la cual especialmente gustaba. Ese entrenador era sabio en utilizar la Ley en sacarle el mejor trabajo
de sus animales y por ese medio dar el mejor espectáculo. Hemos notado quizás como los niños brillan
con gozo y alegría cuando reciben alabanzas y elogios. Aquellos que tienen dificultad con sus
sirvientes o ayudantes pueden aprender mucho al utilizar este método y van a encontrar una gran
diferencia en la calidad y cantidad de trabajo producido.

Hemos experimentado en un tiempo, estoy seguro, esta Ley en nuestros asuntos. ¿Alguna vez has
tenido alguien que nos condena o nos critica nuestros esfuerzos cuando estábamos tratando de
complacer?

Tal vez nos sentimos con ganas de renunciar al trabajo y dejar que alguien más se preocupara de ello.
De menos importancia, tal experiencia suprimió nuestro interés y entusiasmo, y no deseaste conseguir
un mejor resultado. Así es como uno reacciona cuando la Ley es revertida. Cuando alguien nos alaba
por nuestros esfuerzos, nos sentimos con ganas de expandir y de hacer mejor, tratando con mayor
esfuerzo en ser más perfecto. Nuestro interés se convierte mayor por ese placer, y con nuestro gozo
llevamos gozo hacia nuestro trabajo y hacia todos que nos rodean. Es un hecho bien conocido que
hasta la vida vegetal, las plantas, son responsivas a la alabanza, por lo que he visto flores alabadas a
vida más larga y una belleza más duradera.

Cuando somos alabados o nos alabamos a nosotros mismos existe una respuesta física en el interior de
nuestros cuerpos. Los médicos nos dicen que las células del cuerpo responden a la Ley. Ellos parecen
saber y expandir en fuerza, en capacidad, y hasta en inteligencia. Por supuesto, sabemos que es la
mente trabajando a través de cada célula que causa la expansión.
Todo pensamiento actúan a través de un medio invisible. Como el agua se expande en poder cuando es
calentada y se retarda en una masa solida de hielo cuando es enfriada, la Ley de Espíritu es reflejada en
la ley de física. Aunque no lo podemos sentir o completamante entender, nuestros pensamientos se
están moviendo continuamente en este medio invisible, y se están o incrementando o disminuyendo en
poder e inteligencia. Cuando alabamos la riqueza y opulencia de Dios, la Ley, nuestros pensamientos
son grandemente incrementados en la atmosfera mental. Este incremento afecta nuestro ser pues refleja
en todo lo que nuestra mente y manos puedan tocar. Si estamos contrayendo nuestros pensamientos a
través de miedo, criticismo y quejas, reflejamos esa contracción y nuestros resultados son dilatados o
congelados.

Ha sido probado que una negocio que está fallando puede ser alabada hacia el éxito. Amigos que
supuestamente ya no se llevaban bien retornaron sus cariños cuando la Ley de la alabanza fue utilizada.
Un hombre me dijo que mientras andaba fuera manejando oyó un ruido clickeante empezar en la parte
posterior de su vehículo. Él le hablo a su máquina y lo alabo para que lo llevase a su hogar con
seguridad y sin demora. El manejo aproximadamente treinta millas y rodo con seguridad al parqueo en
su hogar. Cuando trato de mover el carro más descubrió que tenía un eje roto. Una mujer me escribió
diciendo que ella estaba cansada de ver una alfombra vieja que había visto mejores días y había dado
buen servicio. Ella intento el método de alabanza y empezó a hablarle amablemente a la alfombra vieja.
En unos cuantos días ella recibió información que una alfombra nueva de paquete estaba en camino de
Colorado, y que esa misma semana ella recibió tres alfombras pequeñas igualmente nuevas de paquete.
Su esposo, viendo el contraste con la cubierta nueva de piso, decidió que ellos tenían que tener un
juego de muebles nuevo. Así que, la Ley funciono, y con alabar la alfombra vieja ella tiene una sala de
estar amueblada nueva. Sean los cambios en cosas inanimadas o en individuos, no importa con tal de
que los resultados deseados son obtenidos. La Ley funciona sin discriminación.

Mejor todavía, aunque la alabanza es buena para otros individuos y cosas, es nuestra salvación
también. La alabanza cambia nuestra observación, nuestra perspectiva de vida. En el pasado estábamos
en el hábito de buscar nuestras debilidades y fracasos, así como los fracasos de otros, mas ahora
observamos de manera diferente. Buscamos los logros, el bien, y la belleza que es digno de alabanza.
Esto, en vez, tiene un efecto doble. Enriquece nuestro ser humano y somos capaces de irradiar
alabanza, alegría, coraje, y gozo a todos que son afectados por nuestra influencia. Afecta nuestro ser
interior de tal manera que nuestra memoria comienza a retener todos los pensamientos dignos de
alabanza que le son enviados. Esto establece un nuevo sistema de pensamiento y gradualmente los
pensamientos viejos que estaban destruyendo los absorbe los nuevos. Por lo tanto se vuelve habitual el
pensar en alabanzas, y nuestra vida toma un parecido a todo lo bueno que es digno de alabanza.

Alabanza con el corazón es mucho más vital y efectiva que la alabanza con la cabeza o alabanza de los
labios. La alabanza no halaga ni influencia Dios de la misma manera que algunos humanos son
influenciados por aplauso y alabanzas superficiales. La alabanza no es para Dios en sí. Es nada más
para nosotros y es una ayuda para habilitarnos a levantarnos hacia arriba para que estemos en sintonía
con la Ley o Dios. Eleva nuestro estado de consciencia para que podamos ser más receptivos a lo
Bueno a nuestros alrededores y nos levanta arriba de la carencia de lo Bueno. La alabanza eleva nuestra
vibración, aligera nuestra actividad, estimula nuestra fe y contacta un nivel más alto de pensamiento.

Copiamos de los Israelís una práctica que ocurre anualmente. Cada año tenemos un servicio de
Thanksgiving, y muchos piensan que es para que nosotros expresemos nuestra gratitud por el año
pasado. Si podemos pensar por un momento podemos fácilmente ver que esto es una inversión de la
Ley de la Alabanza. Tal servicio no debe ser una revisión, debiera de ser una vista previa. Eso es, un
servicio de Thanksgiving verdadero deber ser una expresión de nuestra fe, no en el pasado, más en el
presente y en el futuro próximo. Muchos de nosotros hemos caído en unas rachas. Deseamos nuestro
pago de adelantado. Ofrecemos alabanza después de que nuestros granjeros están bien llenos. Si todo
va bien, estamos dispuestos a pausar para dar gracias por nuestra buena fortuna. Cualquiera puede ser
agradecido con el regalo que ya se tiene a mano. Si las condiciones son malas, nuestra cosecha poca, o
los problemas nos buscan, somos aptos para olvidar alabar., y hacemos tormentas por nuestras derrotas
y frecuentemente culpamos Dios por su negligencia.

Cuando uno puede cantar alabanzas en la cara de la adversidad, la adversidad pronto desaparecerá. Eso
no es una promesa; eso es la Ley. Aprendamos a rendir alabanzas, a ser agradecido por el bien a mano,
y habremos encontrado la lámpara mágica de Espíritu. Esta actitud mental no solo atrae nuestros
deseos mas también genera nuestra confianza, fortalece nuestra fe, construye una seguridad para las
cosas por venir. Por lo tanto ser capaz de alabar cuando las cosas aparezcan lo más oscuro va
invariablemente forzar que penetre los rayos solares. Nuestros grados de fe en la Ley y Dios están
medidos antes que recibamos, no después. Es ese grado de fe que determina que es lo que seremos
capaces de recibir.

Esto es lo que sabía Jesús cuando Él dijo, “Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.” La
alabanza es la creencia en acción, y la acción está en el presente. Está en el presente. Ejemplos de Su
trabajo nos enseñan como El abordaba Sus problemas. En un caso El torno al paciente y le pregunto,
“¿Crees? A otro lo cuestiono, “¿Percibís?” En uno de sus pruebas más difíciles, en la que había que ir a
la tumba donde Su amigo querido Lázaro yacía, vemos su abordaje sin diferencia. Él se mantuvo de
pie alejado de los dolientes y Sus primeras palabras de oración eran, “Padre, te doy gracias por
haberme escuchado. ¿Para que pudiéramos estar agradecidos en un tiempo así? Mas el Maestro sabía
que Él estaba agradecido por la respuesta a Su oración de que Lázaro pudiera estar restaurado con vida
nuevamente. Directamente El llamo en voz alta, “Lázaro, ven fuera,” y en el Libro se lee que Lázaro
se despertó con su ropa de tumba y retorno a su cuerpo nuevamente.

En otra ocasión diez leprosos llamaron al Maestro preguntado por sanación. Él les dijo vayan a
aparecérsele a los sacerdotes. Luego uno de los hombres regreso y expresó su gratitud a Jesús por su
sanación. Jesús torno hacia él y le pregunto, “¿Acaso no quedaron limpios los diez? —. ¿Dónde están
los otros nueve? Al que toco la Ley le dijo, “Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha
sanado.” Uno de los diez enseñó su disposición de regresar con un corazón agradecido. El recibió una
sanación permanente. Muchos estudiantes fracasan en repetir sus demostraciones porque toman mucho
por concedido o se vuelven descuidado con la Ley después que hayan gozado alguna bendición. Uno
de los primeros requisitos de la Ley es que mantengamos siempre una actitud de alabanza y
agradecimiento. Si esperamos recibir del bien efusivo de Dios debemos mantenernos receptivo, y la
alabanza es una de los medios más sencillos de los cuales se conocen que puede lograr esto. Seamos
siempre agradecidos por lo que recibamos, sin importar que fuese tan poco, y la mayor cantidad posible
nos llegara. Debemos mantener nuestros pensamientos elevados siempre, y la alabanza es el medio a
través del cual podemos hacer esto. Si existe alguna cantidad de desagradecimiento vagando en nuestra
mente y corazón, empecemos ya a aprender el salmo de David, Alaba alma mía, al (la Ley) Señor.

Y a medida que sintonizamos nuestros pensamientos a la Ley de Dios, esa Ley nos sirve en proporción.
Esto debió haber claramente entendido, el difunto Russell Cromwell, del templo Bautista de Filadelfia,
cuando llamo a su gente a atender un servicio especial de Alabanza en canto y oración. Cualquiera en
su iglesia que deseaba oraciones por sus problemas estaba invitado a llegar, y llevar su ofrenda, dejar
su nombre, y exponer su necesidad. Un hombre de medios pobres llego y pidió que fuera dado el
nombre de su hija. Ella era un paciente un hospital mental y estaba privada de libertad. La semana
siguiente al servicio de Alabanza, el llamo para ver su hija en el hospital y estaba maravillada pues la
llevaron donde él y fue pronunciada sanada. Una mujer le llevo joyas y los coloco en el altar como una
ofrenda. Ella padecía de una condición física y sufría dolorosamente. Ella no podía caminar sin la
ayuda de sus muletas. Cuando se iba de la iglesia, después del servicio, ella tropezó y cayó sobre unos
peldaños. Cuando la pusieron de pie, ella realizo que ella había sido sanada. Otra mujer, una viuda,
llego con su fuerza, y pregunto que si podía mantener el título de su casa, como estaba hipotecada y los
pagos y estaba en mora. Ella se fue a la casa, mas no mucho después de eso parecía que las cosas iban
seguramente en su contra. Una fuga apareció en la tubería de agua y ella tuvo que llamar a un plomero
para que lo arreglara. Como le iba a pagar, solo el Señor sabría. Cuando el plomero destruyo unos
tablas del piso para reparar la fuga, el destapo una lata de dinero que su esposo había escondido allí, y
la cantidad era más que suficiente para pagar la hipoteca y el plomero.

Estas ocurrencias son todas verdaderas y pueden ser repetidas por cualquiera que cumplirá la Ley como
hizo este ministro creyente. La Ley no nos puede fallar cuando no le fallamos. Aprendamos a utilizar
la Ley de Alabanza sobre cualquier cosa por la cual estas orando y veremos acción. Una ley fiel
fielmente observada siempre premiara generosamente al observador. La Ley de Alabanza nos elevara
de la enfermedad a la salud; nos elevara de la ignorancia a la inteligencia, de la pobreza a la afluencia,
de la debilidad a la fortaleza, del miedo al coraje. De hecho la Ley de Alabanza nos promoverá en toda
cosa en toda manera. Comencemos a utilizar la Ley ya.

¿No tenemos mucho con que comenzar, decimos? Bien, tampoco Jesús cuando tenía que alimentar a
cinco mil almas hambrientas. Tuvo nada más que cinco panes y unos pocos pescados, mas hizo algo
con ellos. El empezó una acción cuando alabo el pequeño que tenía y después lo repartió. Sabemos la
historia, y el Maestro dijo que aquello que podía hacer el, nosotros también lo podíamos hacer, no
existen excepciones con la Ley. ¿Cómo puede ser hecho? Cuando aprendemos a tomar lo que tenemos
y construimos sobre ello, NO con desdeño y condenación, mas con alabanza y gratitud, estamos
trabajando la Ley y la Ley va dar el Incremento. Alabemos la VIDA pues el bien esta en todos lados.
Ley de Compensación

“Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará.”


Gal.6:7

“El mundo me debe un sustento”, oímos la gente decir, a menudo con una actitud imprudente de
determinación que ellos recolectaran un sustento en la manera más fácil que sabemos. Es plática de
momento al lado del fuego, en la mesa, sobre la radio, y hasta un asunto político que fulano de tal
debiera de recibir una pensión de manera que pudiera vivir de una cantidad de USD 200.00 mensual,
más o menos. Por lo tanto, la declaración es familiar para la mayoría cuando lo oímos. “Yo no merezco
esto,” o “Que injusto que la vida me ha tratado”, son expresiones comunes de derrota y fracaso.
¿Porque deberia de tener esa persona más que yo? Yo soy tan bueno como él. Oímos estos comentarios
con mucha frecuencia.

Las enseñanzas religiosos antiguos eran que la justicia podría ser esperada en otra vida. Los ricos y los
poderosos, que de ellos se asumía que eran los malvados y autoritarios, estaban destinados a recibir su
castigo al final. Mientras que los pobres desafortunados, los desdichados, estaban comprometidos a su
religión y su iglesia; y estaban seguro que iban a ser abundantemente premiado en la próxima vida. La
promesa del cielo y todo lo que brilla ha sido sostenida sobre ellos como una esperanza a un futuro
logro como recompensa por sus carencias en este plano de vida, mas ninguna actitud es aceptada
siempre de la perspectiva de la Verdad cuando sabemos la Ley.

Tarde o temprano debemos encarar esta Ley de Compensación, e inevitablemente lo nuestro nos llega,
y nada más que lo nuestro. ¿Cuándo lo aplicamos a la vida y vemos sus resultados seguros,
encontramos un balance en el esfuerzo de vivir? ¿Estamos satisfechos con el bien que estamos
recibiendo? ¿Estamos consiguiendo retornos justos por nuestros esfuerzos? ¿Sentimos que lo nuestro
verdaderamente nos ha llegado? La mayoría de la gente está insatisfecha. Existen algunos que hasta se
atreven a decir que no vale la pena vivir la vida. La gran mayoría declara que la injusticia es
desenfrenada y más especialmente en nuestras vidas, esa infelicidad, enfermedad y pobreza existe a
través de nuestro vivir.
En el estudio de las leyes de Verdad aprendemos a aplicarlas para que disuelvan todos nuestros
pensamientos y condiciones adversos. Los errores de un niño de colegio no provienen de una operación
sabia de la Ley; ellos vienen de los errores de cálculo. Estos errores continuaran hasta que el cambie su
manera de usar la Ley. No puede cambiar la Ley para obviar sus errores, más él debe cambiar su uso de
la Ley hacia su aplicación correcta. Las leyes de vivir con éxito son lo mismo que las leyes de ciencia;
el suministro y la posibilidad es siempre el mismo y está siempre disponible, más debemos nosotros
cambiar el uso o aplicación de la Ley de manera que atraigamos condiciones mejores condiciones que
las que hemos tenido.

El propósito de esta lección es enseñar que podemos utilizar la Ley para levantarnos fuera del lugar
donde estamos hacia el lugar donde correctamente pertenecemos. Nuestro lugar correcto es donde
podemos gozar de éxito y plenitud; esto es natural, como la Ley dejo establecido; nuestra falta para
realizar estas cosas es un error de cálculo, un error. La Ley no necesita cambiar. El éxito o prosperidad
no necesita ser hecho, siempre es. Mas nosotros debemos cambiar; luego nuestros asuntos seguirán ese
cambio. ¿Dónde es que cambiamos? Bueno, el asiento de todo movimiento, el controlador de toda
actividad es nuestro pensamiento. “La llave a cada hombre es su pensamiento,” dice Emerson. ¿Por qué
los prisioneros se afanan en conseguir las llaves del jefe de la cárcel? Que puedan conseguir su libertad
en el mundo exterior, porque no existe otra manera hacia fuera. Tampoco podemos ser libre de nuestras
cadenas excepto mediante la llave, mediante el uso correcto de nuestro pensamiento. La llave a vivir
exitosamente es el ajuste correcto de nuestros pensamientos. Si nuestros pensamientos son
constructivos y propios, no podemos permanecer encarcelados. Si estamos insatisfechos e infelices,
estaremos inspirados a algo mejor.

¿Si deseas prosperidad y éxito mas no, mas no nos esforzamos en cambiar en alguna manera, como
podemos esperar que las cosas cambien? Un picado nunca se reforma hasta que deja de beber. Si algún
hábito nos posesiona o nos obsesiona, no somos el amo de nuestra vida hasta que lo decidimos
cambiar. Si hemos sido traídos a este mundo entre carencia y limitación, nunca podremos superarlo
hasta que cambiemos nuestras ideas sobre ello. Existen muchos individuos que viven y mueren y nunca
conocen algo diferente de lo que se había dado. Una vez que hemos cambiado nuestra visión,
cambiaremos condiciones. Solo cuando dejemos de reconocer una condición es que dejamos de
atraerla. La única manera de la cual podemos dejar de reconocer cosas es que cambiemos nuestras
mentes sobre ellos.

¿Hemos visitado varios hogares y encontrado todos diferentes en algún respecto? Ellos eran nítidos,
limpios, ordenado, brillante, alegre. Aseado u opaco, triste, desordenado, polvorienta, poco atractivo.
La casa es una reflexión de la mente dominante. Su apariencia habla sobre la mente de su poseedor. Si
estamos trabajando para conseguir el éxito, miremos el hogar; si el orden es la primera ley, entonces
debe ser la primera aplicación. No, la carencia del dinero no es ninguna excusa para una casa
desordenada; puede ser limpia y nítida aun si estamos usando cajas de tiendas como muebles. Si
deseamos una mejor casa, un medioambiente más fino, muebles más bonitos, debemos alterar nuestra
mente justo donde recibimos mejores cosas. Son las pequeñas cosas que cuentan, y muchas pequeñas
cosas hacen una cosa grande. Es inútil orar por un nuevo hogar si no podemos mantener nuestro
presente hogar.

Una pareja operaba una tienda de pescados en nuestro vecindario. Ellos descuidaron mantener la tienda
nítida, no eran siempre cortes en sus transacciones, ni puntuales con sus entregas. Volviéndose
desilusionado de las perdidas repitadas ellos cerraron, vendiendo los activos que permanecían. La
pareja que compro el negocio fracasado y los muebles se mudó adentro, se arremangaron las mangas,
limpiaron el lugar hasta que estaba limpio y lo renovaron con azulejos, haciéndolo parecer atractivo y
próspero. Ellos atrajeron negocios inmediatamente, establecieron una reputación como una tienda que
proveía comida de calidad, aseadez, y cortesía. Su negocio, a pesar de sus condiciones anteriores,
creció establemente hasta que fue necesario alquilar un lugar adyacente e incrementar el tamaño de la
tienda. Algunos años han pasado y estos dos individuos han gozado un éxito envidiable en el mismo
negocio y lugar donde otros habían fallado. La Ley ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismo. La ley
de Compensación siempre trabaja de esa manera.

Cuando hacemos nuestras tareas con nuestras mejores habilidades, o cuando somos meticuloso en
nuestro trabajo y lo hacemos bien, infaliblemente sacamos lo mejor que existe en nosotros. Expresado
de otra manera, crecemos más capaces y eficientes. Nos volvemos mejor, y por lo tanto enseñamos
nuestra superioridad creciente. Y la Ley establece que aquel se vuelve mejor atraerá lo mejor y será
dado las mejores cosas a hacer.
El principio involucrado es que cuando nos volvemos muy grande para nuestro lugar presente,
empezaremos a atraernos a algo más grande; no podemos atraer lo mejor hasta que lo primero se
vuelve más grande. Debemos ganar lo que recibimos o no podemos mantenerlo. Si un individuo
aparenta hacerlo, no continuara; pues, de acuerdo con la Ley de Compensación, ese individuo no
encontrara su lugar verdadero. O, como es popularmente expresado,” como agua, el encontrara su nivel
verdadero,” o “No podes mantener a un hombre bueno abajo.” En verdad, el único obstáculo a nuestro
desarrollo es nuestra propia incapacidad. En otras palabras, si hacemos buenas obras en nuestro lugar
presente, tarde o temprano, lograremos avanzar. Si no fuese por este principio, no habría ningún
progreso, ningún crecimiento, ningún desarrollo, ninguna evolución.

Si la oficina esta abarrotada con papeles, revistas y paquetes, si la mesa del jefe esta apilado con correo,
y algunos de una semana anterior, la fuerza de la oficina esta descuidado. El negocio refleja la mente de
su jefe. ¿Adónde es que vamos para encontrar la causa de cualquier fuga? Nos vamos a la cabeza;
cambiemos sus ideas, y la organización entera es directamente convertida. Cambiamos la mente del
general y habríamos cambiado la ruta y propósito del ejército entero.

No es correcto culpar las condiciones exteriores u otros individuos por nuestra dificultad. No es la Ley,
somos nosotros que estamos equivocados. Tenemos un inconveniente con nuestra mentalidad en algún
lado. Chequeemos nuestra mente y reajustemos nuestras ideas; ellos están creando y llevando hacia
adelante nuestras condiciones. “¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?” Jesús
incluía esta Ley como un factor supremo en Su doctrina. “Den, y se les dará una medida buena, incluso
apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos”
Y Pablo dijo, “Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará.”

La Ley que establece que cosechamos lo que sembramos es matemáticamente correcta. Cada
experiencia mediante el cual pasamos opera últimamente por nuestro bien. Si atraemos lo desagradable,
es frecuentemente porque alguna fase latente o descuidado de nuestra naturaleza necesita ser
despertada y desarrollada; también, aprendemos de la experiencia de crear algo mejor. Por lo tanto el
grado de gozo y satisfacción logrado en cualquier esfera de la vida en la cual nos encontramos es
dependiente grandemente de la habilidad de usar constructivamente las experiencias de la vida; pues,
en cada caso, la Ley de Atracción traerá solamente aquello que nos servirá en nuestro desarrollo hacia
arriba. Interpretando esta Ley en forma sencilla, debe ser expuesto que lo que sea que atraemos lo
necesitamos, y lo que sea que necesitamos es siempre bueno. Esta es una actitud correcta para adoptar,
porque toda experiencia es para nuestro bien y debemos ser capaces de verlo en esa luz.

Mientras perseguimos esta práctica, no siempre conseguimos la forma precisa de resultados que
deseamos, más establemente construiremos nuestra mente y carácter en armonía, belleza, y fortaleza;
porque cualquier esfuerzo en realizar lo ideal es altamente constructivo y desarrolla en nosotros las
mismas calidades y condiciones que se presentan repetidamente en la mente. Pensamiento claro,
positivo, fuerte que toma líneas ideales es una prevención maravillosa de estados mentales mórbidos y
de pensamiento negativo, que conlleva a acciones equivocadas y condiciones de debilidad, infortunio,
discordia, e inconveniencias. Al constantemente estar tratando de reconocer y tratar con todo por su
lado mejor y utilizar el bien que pueda contener para promover mejorías, le estamos dando atención
completa al Ideal y cooperando con el propósito fundamental de la Ley.

Reemplacemos todos los pensamientos inferiores con pensamientos superiores, pensamientos malos
con pensamientos buenos, pensamientos feos con pensamientos lindos, pensamientos estresantes con
pensamientos agradables, y empezaremos a superar el crecimiento de todos los estados negativos y
confusos del mal y discordia. En otras palabras, aprendamos a pensar constructivamente de todos los
individuos, toda cosa, todo evento, y toda circunstancia. Valorémoslas desde un punto de vista ideal.
Cuando hagamos esto gradualmente transformaremos nuestra existencia en algo mejor. Estos son los
medios con los cuales nos transformaremos gradualmente nuestra existencia completa en algo mejor; y
cuando formemos conceptos más altos y grandes del bien, estos elementos empezaran a encontrar
expresión en nuestras palabras, actos, carácter, persona, talentos, poderes, logros, y éxitos; eso
significa, toda cosa en nuestras vidas comenzara a mejorar como el resultado directo de nuestro
pensamiento mejorado. Este proceso no implica, si, que debemos de ignorar los errores de la vida, los
lugares vacíos, y los estados subdesarrollados de ser; mas debemos pensar a través de y más allá de
ello hacia un Bien escondido o el Principio que está siempre buscando una expresión más alta y más
completa. Nosotros allí, por lo tanto, dejaremos de condenar y criticar en una manera destructiva; más
bien, buscaremos como sacarnos el bien a nosotros y a otros, y descubrir y desarrollar las posibilidades
más grandes en todos lados.
Lo que sea que poseemos hoy es nuestro premio justo. Muy frecuentemente no nos hace muy feliz,
estamos insatisfechos con ello, mas todavía es nuestro. Este hecho probaría ser desesperadamente
desilusionador si no fuese una gran verdad que nos enseña cómo ser libre de cada dificultad, soltado de
toda cadena, perdonado de toda deuda. Si deseamos éxito en vivir la vida, debemos ejercitar una
discriminación inteligente de nuestros pensamientos. Cuando hablamos tiempos difíciles, carencia de
dinero, limitación, estamos sembrando ese tipo de semilla. ¿Qué tipo de cosecha esperamos obtener si
el finquero sembró semilla de cardo, y después se quejó que sus tierras no produjeron trigo? Diríamos,
“¡Hombre tonto! ¿No sabía que solo podía esperar aquello que había sembrado?” Nunca hagamos una
aserción, no importa que tan real nos parezca, si no quieres que sea reproducido o continuado en
nuestra vida. No digamos que el dinero esta escaso; esa misma declaración alejara el dinero de
nosotros. No digamos que los tiempos están difíciles; esto apretara los cordones de nuestra cartera de
tal manera que ni Dios podrá meterle una monedita adentro. No digamos que no somos amados, ni que
no estamos interesados en las vidas de otros individuos. Verdaderamente perderemos su interés y su
amor.

El suministro espiritual del cual lo visible proviene nunca se acaba. Nunca se agota. Está con nosotros
todo el tiempo. Producirá dependiendo de nuestra demanda sobre él. No está afectado por nuestra
plática ignorante o ciega de carencia o perdida; solo nosotros somos afectados y controlamos nuestra
demostración con nuestro pensamiento. El Recurso infalible esta anuente a dar, no tiene ninguna
elección en el asunto; si continuamos derramando nuestros pensamientos en esta sustancia, esto nos
prospera. Dirijamos la energía de nuestra mente hacia ideas de plenitud, amor, gozo, salud, y ellos, a la
vez, aparecerán.

Si queremos una mejor casa, hagamos la que tenemos la mejor casa que podamos. Si queremos nuevos
muebles, nueva ropa, no condenemos o aminoremos lo que tenemos, mas gocémosla hasta el máximo.
Si queremos una posición o una nueva, pongámonos listo para llenar esa posición o mejorar la que ya
tenemos. Por lo tanto, nuestro incapacidad de satisfacer nuestras deseo de vida no es una falla de lo
material.; es más una falla adentro de nosotros de la falta de entendimiento o la falta de aplicación. No
importa cuál sea nuestro problema, la Ley puede solucionarlo, mas debemos ajustar nuestro
pensamiento para que trabaje con la Ley. No esperes que unos pocos momentos o en unas pocos
aplicaciones realizaremos una consciencia completa de plenitud. Un constructor no construye una
cúpula o espiral de una catedral de un millón de dólares sin base; primero debe tener soporte para
mantener esa espiral en el aire. El construye paredes y travesaño para sostener cada pared, y cada pared
es construida lentamente y perfectamente, piedra por piedra. Debemos realizar que al trabajar y probar
la Ley, lo hacemos paso a paso, con cada paso llevándonos más cerca a nuestra meta.

En Filadelfia un hombre se jacto que era un éxito, se elevó sobre sus competidores, los corrió de la
calle, algunos los saco del negocio. El fundo un negocio con competencia, mas aprendí recientemente
que su negocio se había aminorado hasta tal punto que se vio forzado en cerrarlo y moverse a un
pueblo más pequeño. La Ley de Compensación trabaja lentamente más seguramente; uno no puede
construir sobre la sustancia o la virtud que otro ha creado. Podemos construir solo sobre aquello que
creamos. La competencia en los negocios es una rivalidad, o riña, para dos o más individuos. Temiendo
que no existe suficiente para todos, se pelea uno con el otro para conseguir todo lo que puedan. No
temamos que nuestro vecino está consiguiendo más de la vida que nosotros; no tratemos de competir
con nadie ni nada. Se ha dicho que la competencia es el espíritu del negocio, más no pienso que la
competencia en la forma de rivalidad y riña, de argumentación y pelea y mentira sobre ellos mismo y
sobre sus mismos negocios, es el espíritu correcto. Yo sé que no lo es. En vez de llamarle a la
competencia el espíritu del negocio, déjenos llamarle compensación. La compensación significa
retornos iguales para aquello que es dado; significa un balance de aquella calidad o servicio que es
extendido a otro. Yo estoy seguro que si conducimos nuestra vida, que es nuestro negocio, sobre el
camino de la compensación en vez de la competencia, lo encontraremos más gozoso comparar nuestra
calidad y servicio con otro. Si seguimos esta Ley, encontraremos que es la regla dorada en cualquier
vida o en cualquier negocio. Estaremos seguros en lograr el éxito sin importar que haya otros dizques
competidores buscando negocio en la misma manzana.

Si no estamos logrando el éxito, si carecemos de cualquier cosa buena, miremos más de cerca a la
causa. No es afuera; es algún lugar adentro. Observemos donde es que fallamos en utilizar la Ley
correctamente o donde fallamos en nuestra consciencia para pensar correctamente. Existen tres puntos
comunes en nuestra vida diaria donde uno puede car en una trampa y en una ilusión.

Antes que todo: ¿ESPERAMOS ALGO DE LA NADA? ¿Nos hace sentirnos bien, complacido,
cuando conseguimos algo sin pagar por ello? Si es así, estamos violando la Ley. Nuestros retornos
serán siempre insatisfactorios. No importa donde vayamos, tengamos la voluntad de pagar.
¿Conocemos alguna gente que se quedan atrás cuando vamos por una diversión nocturna? Ellos se
quedan atrás y dejan que los otros tipos paguen por el espectáculo. Gente así se pierde de cienes de
dólares cuando ellos tratan de ahorrarse unos miserables cincuentas centavos. La calidad de
pensamientos que entretienen repela muchos dólares que correctamente podrían atraer. Si nosotros, a
sabiendas, engañamos a alguien y ellos pierden un dólar, nos puede costar muchos dólares por el error.

Segundo: ¿Andamos cazando cosas que son llamados baratos? ¿Somos cazadores de ganga?
Pensamientos baratos pueden atraer nada más que retornos baratos. Nosotros que esperamos por los
días de gangas siempre tendrá que tomar gangas, mas recordemos, no existen gangas en la vida. Si
hemos ganado monetariamente, puede que hayamos perdido en otras formas. Nos ponemos en una
vibración que baja nuestro estado presente. Nos obliga a bajar a un lugar inferior a nuestro nivel propio.
Limita nuestro pensamiento a un estado donde apoyamos el vender a un precio más bajo, la reducción,
bancarrota y deshonestidad por parte del vendedor. Él debe mentir, o engañar, o estafar de alguna
manera del precio de la ganga o de algún otro artículo, porque está en el negocio de hacer una ganancia
buena. Por lo tanto, nos hacemos parte de la violación y nos cae encima el castigo.

Tercero: ¿Odiamos gastar dinero? ¿ODIAMOS PAGAR LAS FACTURAS? Soltemos nuestro dinero
alegremente aunque sea el último dólar que tengamos. Decidamos cual es nuestra necesidad; si es de
más valor que el dólar en nuestra cartera, entonces gastemos el dólar alegremente. De esta manera
cumplimos con una ley. Frecuentemente cuando llegamos a un nivel bajo empezamos a apretar las
cuerdas de nuestras carteras. Empezamos a retener. Esto es como cerrar la llave, limitando el
suministro de llegar a nosotros. Yo me acuerdo del tiempo contar de un tiempo en la cual necesitaba
urgentemente mil dólares. Tenía no más que un billete de diez dólares en su cartera y se sostenía de ese
billete como un hombre que se ahoga se sostiene a un salvavidas. Por días, él dijo, lo acarreaba con él,
temiendo gastarlo por miedo de estar sin dinero. Repentinamente se le ocurrió a el que estaba
manteniendo su fe más en el billete de diez dólares que en la verdadera fuente del suministro. Estaba
cerrando su llave por un mero billete de diez dólares; se había crecido a ser una obstrucción temerosa.
Cuando realizo esta verdad, se sentó de una vez y envió el billete por correo a una iglesia cercana, y
siguiendo la partida de su billete, el suministro empezó a fluirle. Antes que terminara la semana, recibió
sus mil dólares, suficiente para pagar las obligaciones mensuales. El añadió, “Desde entonces el
suministro nunca ha dejado de fluirme, pues aprendí mi lección.”

La Ley inevitablemente produce su propia exactitud como una regla de acción. Es una Ley Divina y no
tolera ninguna violación. No produce higos del cardo. Si no utilizamos correctamente las Leyes de
armonía, salud, o suministro, la Ley de Compensación se manifiesta.

Somos agente libre para seleccionar el método de procedimiento en nuestra vida. La Ley es infinita, y
mediante sus expresiones todas las cosas son posibles para nosotros. Cada vez que seleccionamos un
pensamiento bueno, hacemos una buena inversión.

¿Que nos está dando la Vida hoy? ¿Salud, gozo, y abundancia o enfermedad, miseria, y carencia? Sea
lo que sea, es nuestro. Le pertenece a nadie más que a nosotros. Nosotros hacemos nuestras inversiones
y diariamente gozamos de las ganancias o pérdidas. Si estamos insatisfechos con nuestra inversión,
puede que sea sabio que notemos lo que invertimos. Nada más que lo nuestro nos puede llegar, y
asegurémonos que todo lo que es nuestro se manifieste. Es nuestra responsabilidad; ninguna otra
persona puede compartirla. Lo nuestro y todo lo nuestro nos llegara.

“Ya no despotrico en contra del tiempo o el destino, pues, lo mío me vendrá.”


John Burroughs
Ley de No Resistencia

“Pero yo os digo: No resistáis al que es malo”


Matt. 5:39

Nuestro interés en esta ley de Verdad es especialmente oportuno en este momento cuando, a muchos
estudiantes sinceros, parece que existe mucho en el mundo que se pueda conocer, lo que aparentemente
no puede ser conocido a menos que se instale algo de resistencia. Pecado y enfermedad parecen
haberse multiplicado a pesar de todos los esfuerzos hechos para contrarrestarlos. La resistencia como
un medio para asegurar la paz y la armonía es una idea errónea y engañosa. La verdadera armonía no
puede venir de la desarmonía, ni paz de la discordia. La resistencia falla porque no está en acuerdo con
la armonía y orden, que es la Ley.

La doctrina del Maestro, que no resistamos el maligno, parece una paradoja para algunos de nosotros.
Pareciera contrario a las reacciones naturales de un cuerpo, porque cuando nos encontramos con
oposición, pareciera natural que se acere nuestras energías, recolectamos nuestros ingenios, y
utilicemos cualquier medio que tengamos para burlar y desmenuzar la oposición. Más, aunque suene
contrario como puede parecer en un sentido, cuando nos ocupamos de las cosas más serias de la vida,
estamos inconscientemente utilizando la Ley en las cosas triviales y materiales. Existen un sin número
de otros nombres que le son dado a esta Ley que puede ser que no lo reconozcamos siempre como la
fundamental Ley de No Resistencia.

Por ejemplo, en nuestro mundo de negocios oímos de la psicología de la ventas, servicio, crédito,
entregas gratis, consejeros expertos y cada posible medio de ayuda concebible que nos ayudara a
encontrar las porras y pailas correctas para la cocina, el propio estilo y color de una cuna del cuarto del
niño, la silla para la chimenea, y los accesorios que son tan necesario para mostrar efectivamente la sala
de estar. De hecho, existe una casa comercial que anuncia, TENEMOS TODO BAJO EL SOL, así que
no importa lo que necesitas, lo podes hallar aquí. Esto es una buena práctica de negocio, nosotros
decimos, y los jefes de departamento saben que el negocio se mantiene bien mientras se usa esta ley.

¿Porque suponemos que mantienen las puertas bien abiertas en las tiendas donde vayamos de compras?
Ciertamente no es para dejar entra el aire fresco. Es para dejar entrar a la prosperidad sin tener que
abrirle las puertas. ¿Hemos notado alguna vez el número de individuos que entran por una puerta
abierta en comparación con el número de personas que abren una puerta? ¿Alguna vez nos hemos
preguntado porque algunas tiendas como las tiendas “5 y 10” o las “25 centavos a dólar” prefieren usar
el sótano en vez de un segundo piso? Es más fácil bajar escaleras que subirlas. Por supuesto, ellos
eventualmente suben las escalares cuando vienen de regreso más este es el primer pensamiento de los
individuos que dirigen de los individuales que los dirigen hacia abajo. Notaremos que esta psicología se
utiliza libremente en cualquier negocio grande. Ellos frecuentemente emplean hombre y mujeres para
que estudien maneras y medios de interesar y atraer a los clientes. Ellos estudian la Ley de No
resistencia y las maneras sencillas en las cuales puede ser utilizado con el público.

Un vendedor estudiara las maneras y medios de vender un artículo. Er abordará al cliente y presentar su
producto, en una manera cuidadosa. El comparara su producto con otros productos similares, él va
alabar su producto y enseñara todos los buenos puntos de él, intentando todo el tiempo evitar cualquier
objeción o argumento en la mente del cliente. De esta manera el construirá una plática de venta y lleva
al cliente a una aceptación positiva. El conseguirá que el cliente diga “si” a tantas cosas que antes que
el cliente este consciente de su acción, él está firmando un cheque o un contrato. La enteridad de ventas
está construido sobre la Ley de No resistencia. Las casas comerciales exitosas en todos lados las están
utilizando. Las tiendas por departamento son un producto de su uso. Cuando nuestros abuelos iban de
comprar con sus canastas, había muchas tiendas que se visitaban antes que ello haya terminado.

Hoy utilizamos el teléfono y ordenamos nuestra lista de suministros, probablemente de una sola tienda.
Las casas comerciales que utilizan el pedido postal son dependientes de este método. Es en esta
manera que hacen fácil que les llegue la prosperidad.

Las casas comerciales no emplean solo un vendedor, pues todos somos vendedores de algún tipo.
Aunque lo realicemos o no, siempre estamos vendiéndonos a nuestros amigos a cambio de aprobación
o desaprobación. Siempre estamos esforzándonos para dar la mejor imagen de nosotros, e internamente
queremos que nuestros amigos nos vean en esa luz. Un hombre joven desando conocer esa mujer joven
especial va intentar todos los medios para lograr una presentación. Luego dará su mejor imagen, su
mejor actuación, para lograr la impresión más placentera. ¿Porque todo este esfuerzo extra, nos
preguntamos? Porque quiere hacerle fácil la idea a la joven bonita que a ella le gusta el y que desea
conocerlo mejor. Él está tratando de venderle la idea que él es su mejor opción en lo que respecta a un
compañero y amigo. Él podría hasta estar utilizando inconscientemente la Ley de No Resistencia.

¿Porque presenta este joven su mejor imagen? Ah, decimos, eso es natural, es un hábito o costumbre.
Eso es cierto, pues a veces nos volvemos tan gobernados por el hábito y la costumbre que existen
veces cuando estamos trabajando para lograr la prosperidad y buena salud, que inconscientemente
ponemos oposición en nuestro camino mediante esta fuerza de hábito.

Existen algunos que pueden estar trabajando para lograr el éxito y para hacer aparecer un incremento
de suministro y riqueza material y pues nos hemos acostumbrado de hablar y temer los tiempos
difíciles. Podemos hablar de nuestro vecino o criticar el método que el utilizo para salir adelante.
Podemos temer las condiciones de negocio y cuando vemos la gráfica toma un giro hacia abajo
tememos por nuestras inversiones y nuestro trabajo. Cuando hacemos estas cosas somos bien tontos.
De hecho, tan tonto como un comerciante que se anunció extensivamente que en cierto día el
inauguraría la venta más grande del año. Después de ilusionar a sus clientes debido a las gangas que
prometió, el cerro las puertas y dejo a todos afuera. Gracias a este acto muchos clientes pensaron que se
volvió loco o no quería que ningún cliente lo visitara.

Bueno, llamémoslo lo que queramos, mas algunos individuos son tan loco a veces cuando quieren que
el suministro y la prosperidad les llegue y luego cierran la vía con conversaciones de pobreza y
discordia. Yo no digo que están locos, mas yo sé que no han aprendido a pensar correctamente; ni
tampoco son sabios porque no conocen la Ley cuando cierran el flujo de bienes hacia ellos con su
plática negativa. Un estudiante me escribió y me dijo, “Yo estoy trabajando duro sobre la limitación,
pues he tenido suficiente ya.” Mi respuesta a ella era, “Deja de trabajar sobre la limitación y trabaja
solamente sobre la prosperidad.” La Ley no requiere que trabajemos sobre o en contra de las cosas que
NO queremos más nos requiere que trabajemos con y para aquello que SI queremos. No nos atrevamos
a darle nuestro tiempo, pensamiento y energía a aquello que está oponiendo aquello que queremos. Eso
es establecer una resistencia contraria a la Ley y cerrar la vía mediante el cual el bien nos vendrá.
¿Cómo entonces trabajaremos por la prosperidad? Siendo no resistente y estando en acuerdo con todo
que próspero y utilizando cada medio a nuestra disposición para facilitarle a la prosperidad que nos
llegue.

El agua es muy poderoso, mas es un elemento perfecto de no resistencia. Podemos ver donde ha
gastado la piedra más dura. Hemos visto cómo se lleva todo ante sus explosiones torrenciales. Puentes,
edificios, arboles, nada puede aguantar su fuerza. Más, notemos como empieza el gran rio. Comienza
con un arroyo pequeño o un riachuelo arriba en las montañas donde el hielo y la nieve la alimentan en
la primavera. Notemos que es un arroyo muy torcido, nada parecido al gran rio en el cual finalmente
fluye. Vemos el pequeño arroyo de agua fluir hacia una gran piedra, un árbol caído, o rocalla
compuesto de arbustos, hojas caídas, y cosas semejantes. ¿Se detiene el pequeño arroyo con el
obstáculo y espera que su fuerza se incremente para poder empujar la oposición de su camino? No, el
pequeño arroyo no está interesado tanto en la piedra o árbol más se interesa verdaderamente en
apurarse y llegar a un a arroyo más grande, un rio, y finalmente el océano poderoso. Por lo tanto,
vemos que el pequeño arroyo enrollarse alrededor de muchos riachuelos y vueltas, mas cada giro lo
lleva más cerca de su meta.

Alguna gente, desconocedores del método de la Naturaleza, establecen uno diferente. Cuando llegan a
un obstáculo ello detiene su progreso para recolectar sus fuerzas y dar una pelea para removerlo. Esta
resistencia que establecen causa fricción. Fricción causa una irritación y una inflamación. Por esta
razón las vidas de muchos individuos son duras y arduas. El gasto de energía humano es espantoso.

La gente en todos las área de vida se están quebrantando y gastándose como maquinaria obsoleta.
Acordémonos, no es el movimiento de una máquina que la gasta haciéndola inútil para el uso y
servicio, es la fricción. La fricción es oposición y resistencia.

Si vamos por la vida peleando, oponiendo, resistiendo, argumentando estamos destinado a encontrarnos
con muchos obstáculos y probablemente nos volvemos tan ocupado peleándolos que perdemos vista de
nuestro objetivo real. Si nos preparamos siempre para la próxima oposición o problema podemos
esperar mucho de ello. Mientras que si nos esforzamos a hacer pequeño los obstáculos y mantener
nuestras mentes en el objetivo o el deseo que nos proponemos lograr, es posible que tengamos que dar
muchas vueltas, más si perseveremos vamos finalmente a ganar. Llegaremos a la meta.
Otra lección que podemos aprender del arroyo es que cuando esta pequeño y esforzándose es cuando
pasa el rato más difícil. Al principio tendrá tantos obstáculos en su camino que está siempre dando
vueltas para evitar oposición directa. Silenciosamente utiliza la Ley para ser no resistente y crece más
fuerte en fuerza y volumen. Cuando se vuelve un arroyo más grande y después un rio su camino es más
directo y los obstáculos se disminuyen. Luego no está muy lejos del océano poderoso. Los estudiantes
son así. Ellos tienen las pruebas más difíciles y demoras cuando son aun débiles en poder y
entendimiento. A medida que parten sobre un nuevo camino de Verdad, los obstáculos y pruebas serán
abundantes. Los sabios no pelearan los obstáculos, más los bendijeran y seguirán. A medida que
avancen con fe y seguridad, crecerán más fuertes y serán como un arroyo y rio grande. Su curso se
vuelve más directo, su entendimiento es de mayor profundidad y el océano poderoso, su último
objetivo, no está lejos de ellos.

Una mujer recientemente pidió ayuda para lidiar con un problema. Ella explico que su hogar estaba
hipotecada y que ya está próximo el tiempo en que tocaba hacer un pago, más los fondos estaban
carentes. Ella había convertido su hogar en un hospedaje, esperando conseguir suficiente dinero para
subsistir, más hubo dificultad. No podía mantener sus huéspedes porque eran tan peleones y críticos. La
casa estaba siempre en un desastre, nadie estaba contento, y ella estaba enferma en la mente del estrés y
ansiedad.

Le fue explicada que debía utilizar la Ley. Ella no debiese de oponer el bien, más esforzarse por
trabajar con él. Con toda la fricción y confusión en el hogar, ella debió regresar y utilizar la Ley de No
Resistencia. Esto trato de hacer, más ella fue tan exigente y desagradable, ella encontró que era un
poco difícil ser no resistente. Esa tarde mientras ella entro a la sala de comer, ella saludo a su gente
con una sonrisa. La gente estaba tan sorprendido de su cambio tan repentino que casi no podían comer
por estarse preguntando. Esa sonrisa fue la primera sonrisa que algunos vieron de ella, y otros
expresaron que fue la primera vez en meses que ellos se acordaban. Un hombre fue oído diciendo
cuando ella se había ido a la cocina a hacer el postre, “La señora vieja se está suavizando.” Y así
pensaron muchos después luego que en la tarde la oyeron saludar a un joven que se retrasado con el
pago de su alquiler y que estaba intentando entrar a su habitación sin ser visto. Ella lo saludo
placenteramente y ello dijo que lo sentía porque él se había perdido su cena.
Después de unas cuantas semanas de este nuevo plan la mujer comenzó a gozar de él. Ella se había
cambiado interiormente. Ella miraba a su gente en una luz diferente. En vez de pensar que ellos eran
engañosos, mentirosos y conjunto de peleones, ella vio el bien dentro de ellos y creció a ver más a más
como una gran familia. Ellos también, se volvieron diferentes. La reunión familiar en la mesa se
esperaba como un tiempo alegre y se había llenado a capacidad. Otros habían preguntado que si podían
recibir una habitación si y cuando una vacante ocurriera. Hasta el joven que había intentado evitarla
por su apariencia había entrado con el espíritu del nuevo hogar y fue capaz de conseguir un trabajo y
pago toda la cuenta en su integridad. Esta más decir, que los pagos de la hipoteca fueron hechos, y la
casa se salvó para la viuda. Ella hizo a como le fue instruido. Ella se volvió no resistente al bien. Ella
obvio muchos obstáculos y confusiones que aparecieron, y lentamente trabajo alrededor de ellos. Ella
sostuvo en su mente su objetivo. Esto a la vez derritió la dureza dentro de ella y después el de otros.
Ella aparentaba a algunos que se había suavizado, en hacer esto ella llego a su meta y fue victoriosa.

En otro artículo Jesús expreso la Ley de una manera más simple; Él dijo, “Pero yo les digo: Amen a sus
enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los
persiguen.” En estudiar su frase podríamos al principio pensar que el Maestro estaba favoreciendo sus
enemigos, sus oponentes. Nada de eso; Jesús le estaba hablando a todos aquellos que deseaban utilizar
la Ley. En proveer un pensamiento amoroso a cualquiera o cualquier cosa removemos la oposición y
enemistad que una vez parecía estar allí.

Esta eliminación debe ocurrir primera en nuestra consciencia. Una vez que el pensamiento de
enemistad se remueve no atraeremos la misma condición nuevamente. Hagamos el bien a aquellos que
nos odian porque en hacer el bien nos elevamos encima del pensamiento de odio y luego el odio no
puede tocarnos la vida. Bendigamos a aquellos que nos maldicen y oremos por aquellos que nos
abusan. ¿Porque? La bendición nos saca el bien más alto que tengamos adentro. El bien más alto que
tengamos en nuestro interior solo puede atraer el bien más alto de otro. En atraer tal bien estamos
evitando toda oposición y abuso. Por lo tanto en vivir la Ley con otros a nuestro alrededor no favorece
especialmente los otros tanto a como nos favorece a nosotros. Afecta a los otros en que le remueve
todos las armas de odio, malicia, venganza y semejantes, y su amor e interés será reciproco con el tuyo.

Si un hombre resiste una situación, él lo tendrá siempre con él. Si la trata de correr de él, lo seguirá
como una sombra, y repetidamente lo encontrara nuevamente. Si ignora la dureza de la condición y
valientemente trabaja alrededor de ella, el encontrara un tiempo cuando esa condición dura habrá sido
absorbido y removido. Aceptamos la condición como alguna evidencia del bien. Busquemos el bien, y
al ser aceptable con el más y más evidencia del aparecerá.

“Acordemos con nuestro adversario” es otra manera de decir que nada valioso y duradero es ganado
alguna vez con argumento. Aquel que está convencido en contra de su voluntad es de la misma opinión
todavía. Discrepar con uno solo causa que aquel se ponga toda su armadura completa, para recolectar
todas sus fuerzas en oposición a la nuestra. Acordar con nuestro opositor de categoría igual que
nosotros lo deja indefenso y sin necesidad de su armamento. En ofrecer ningún tipo de resistencia le
facilita a uno ser amistoso, y aquel que pensó que era su enemigo encontrara un privilegio y placer el
ser amigo nuestro.

“Bendecidos son los mansos” puede parecer literalmente apoyar aquellas almas que son amablemente
tímidas que son una presa fácil para sus hermanos más agresivos. Más bien, se refiere a aquel que es
capaz de seguir la Ley de No Resistencia hasta el punto de heredar la tierra y todas las cosas
provenientes de ella. El ser manso no significa ser un blanco fácil ni ser una alfombra de puerta para
que cualquiera camine sobre nosotros. Yo he oído decir que en este día uno no puede ser un verdadero
cristiano y ser fácil e indulgente. En este día uno debe de estar en alerta para proteger nuestros derechos
de ser atropellado por los más fuertes y más abusivos. Uno no debe de saber lo que es completamente
requerido de un Cristiano verdadero si piensa así. No nos preguntan para que seamos un mártir por
nuestras creencias; ni tampoco es incristiano el ser capaz de hablar valientemente y positivamente.

No necesitamos ser un blanco fácil ni una alfombra de puerta para cualquiera, pues existe un poder más
grande con el cual se deberá de calcular, el poder de la Ley cuando lo utilizamos. Mas esto no nos hace
como un pugilista, más un maestro. Esto no nos requiere que seamos amargados y bulliciosos para que
podamos conseguir nuestros derechos. Nuestros derechos cuando son honrados se sostendrán por sí
solo, ellos son su misma defensa. No necesitan de nosotros ni de nadie para pelear sus batallas. Ahora
la Ley dice que, “ATRAEMOS LO QUE ESPERAMOS”, así que si uno cree que es un blanco fácil,
una alfombra de puerta, un debilucho, si espera sufrir la imposición y debe valerse de medios bélicos
para su protección. Entonces “Quien esgrime la espada, muere por la espada.” La Ley de vida
reacciona sobre nosotros dependiendo de nuestro entendimiento y aplicación.

El ser manso no significa que somos sumisos a las condiciones de discordia y desorden. Somos mansos
solo con la Ley. Tal docilidad nos da un poder de espíritu. Jesús era tan fuerte en espíritu que Su
palabra hablada era como una espada de doble filo, le dejo señas al intruso como un latigazo. Jesús,
aunque era un hombre humilde, no era ejemplo de debilidad. Cuando El hablo como alguien de
autoridad a los Escribanos o vaciaba el Templo de los cambiadores de dinero, El demostró una
fortaleza que era un placer para sus discípulos pues sus discípulos le habían implorado a Él para que
fuese su rey. No confundamos docilidad con debilidad. La naturaleza elimina la debilidad, y ella
debería. La debilidad siempre creará debilidad. Esto conlleva un deterioro y finalmente muerte y
descomposición. Para vivir sabiamente uno debe ser fuerte y positivo, aunque honradamente humilde.
Tal fuerza no esta medida en fuerza física y musculo, más en mente y espíritu. NADIE PUEDE SER
VERDADERAMENTE MANSO SI NO ES FUERTE Y ANIMADO.

La docilidad, entonces, es esa fuerza apropiada cuando no argumentamos, cuando no nos volvemos
enojados o jactanciosos y orgullosos, cuando no insistimos en tener nuestros derechos en una manera
hostil. La docilidad es una fuerza mediante el cual ganamos un argumento al rehusarnos a argumentar.
Cuando surgen diferencias de opinión y nuestra opinión es correcta, la verdadera victoria yace en el
hecho que correcto es correcto, sin tener en cuenta lo que los otros puedan decir sobre ello.

En la ciencia reconocemos el espíritu de docilidad como cooperatividad, aplicación persistente,


computación precisa, armonía perfecta, simetría de diseño y color, y etc. Posiblemente la ilustración
más simple puede ser vista en nuestra aplicación de la ley en la Naturaleza. Ejercitamos el espíritu de
docilidad en aceptar los términos de la naturaleza, y entre más de lleno cooperamos o nos sometemos a
ella, mas abundantemente somos bendecidos. Cuidadosamente seleccionamos a la mejor semilla y la
sembramos en el lugar correcto a la hora correcta y en la tierra más fértil. Cuidadoso somos en regar y
cultivar la planta creciente para asegurar una cosecha abundante. ¿Porque somos tan cuidadosos, tan
particulares, tan no resistente en obedecer la ley de la naturaleza? ¿Es porque somos debiluchos,
ansiamos trabajo excesivo, y en lo general sencillos debido a la atención y cuidado del nivel más alto el
cual somos obligados a dar? Solo aquel que no conoce la ley de no resistencia es tonto. Con cualquier
nivel que nos ocupamos de la ley ya sea de docilidad, no resistencia, así será beneficiado. Por lo tanto,
a medida que apliquemos el espíritu de docilidad a los principios de su vida diaria, no a las
condiciones, así será proporcionalmente bendecido.

Cuando estamos perplejos, acordémonos del pequeño arroyo de agua y su nivel de determinación para
llegar al océano poderoso. Seamos tan determinado en llegar y realizar todo el bien que nos está
esperando. ¿Porque demorar sus beneficios con la puesta de obstáculos en nuestro arroyo de
prosperidad? Déjanos ir sobre el camino de la no resistencia. Cada pensamiento preocupado, cada
miedo, duda, queja, argumento, y pensamiento enojado son más que muchos piedras, grande y
pequeño, que arrojamos en nuestro arroyo. Estos tienden a cambiar nuestro curso y a alargar el tiempo
en que sea necesario en llegar a nuestra meta. Unamos nuestras fuerzas para el bien con el bien que
nos está buscando. Removamos y disolvamos cada obstáculo con bendecirlo y ser dispuestos a
entenderlo. No lo veamos como una piedra sobre la cual tropezamos, más una piedra sobre la cual
podemos caminar, llevándonos a nuestro bien más alto.
Ley del Perdón

“Perdonen, y serán perdonados”


Lucas 6:37

Existen cosas cruciales en la ley que requieren de muchas cualidades humanas grandes. Un miedo
presente es que el hombre no será suficientemente grande para satisfacer las demandas del día. Una
carencia de equipo de carácter grande es un peligro verdadero a toda hora. Es en el aquí y el ahora que
el mundo necesita de la ayuda de un Maestro como Jesús Cristo.

Jesús enseño grandeza de carácter a Sus seguidores. Con tal grandeza adentro de Sí mismo Él fue más
que un predicador. Él era un Maestro Supremo. El no solo apunto donde era el camino, sino que nos
enseñó el camino. En las horas de gran estrés él se mostró más fuerte que Pílate, el Gobernador de todo
Judea, o Caiaphas, el gran sacerdote, y jefe de la Iglesia, o cualquiera y todo de los Escribanos y
Fariseos que lo estaban acusando. Es verdad que en un momento ello tuvieron poder sobre su cuerpo y
lo enjuiciaron y lo condenaron a ser crucificado, la sentencia máxima que le podía ser dado a
cualquiera, más a través de todo esto Su mente y Espíritu lo guio. Lo arrastraron por las calles atados
como un prisionero, y lo clavaron a una cruz sobre el monte del Calvario, más El, mirando hacia abajo
sobre ellos y viendo su pequeñez de mente, llamo, “Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen.”
Un hombre que es suficientemente grande para pedir perdón es siempre más grande que el perdonado.
Él es superior. Él es superior a su adversario.

Pedro, el discípulo, estaba grandemente perplejo una vez cuando estaba escuchando a unas de las
muchas lecciones del Maestro. El hizo la pregunta cuál es la base de esta lección. Girando hacia Jesús
le pregunto: “Señor, si mi hermano peca contra mí, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete
veces? Ahora esta fue un gesto generoso de su parte, pues la Ley Judía cual había conocido permitía
que un hombre fuese perdonado tres veces. Esto era el más que el doble de la gracia que la ley permitía,
entonces Pedro debió haber sentido que el Señor estaría satisfecho con su extensión de su perdón. Mas
se encontró más perplejo cuando Jesús le respondió: “No te digo que hasta siete veces, sino hasta
setenta veces siete.” Tal periodo seria indefinidamente, pues por esa respuesta no existen límites o
restricciones a las gracias del Espíritu. La cualidad de perdón debe ser tan ilimitada como Fe,
Esperanza y Amor.

Las enseñanzas de Jesús en referencia al poder de nosotros para perdonar pecados son, yo creo, entre
los menos entendidos de todos los Mandamientos. Como una regla existe una separación entre el
pecado y sus efectos varios. Cuando pecamos hemos sido enseñando a pensar que esto fue un trabajo
de ministro, y por lo tanto es llamado a orar con el pecador. Cuando un hombre se vuelve enfermo y
estresado en mente y cuerpo de los efectos de los pecados que ha cometido, llamamos a un médico. El
medico a su vez se esfuerza para tratar o reparar el cuerpo y detener el sufrimiento. Esto, a su vez,
sabemos no es más que una medida temporal, pues ningún saneamiento o cura permanente puede ser
efectuado hasta que el médico y el ministro trabajen juntos.

Jesús fue un Medico Maestro en que el lidio con pecado y enfermedad juntamente. Cuando le llevaron
un hombre, que estaba enfermo con parálisis, a Él, Jesús hablo de perdonar los pecados del hombre
para poder sanarlo. La gente que se había juntado alrededor y lo escucharon hablar, cuestionaron Sus
acciones. Ellos dijeron, “¿Quién es este que habla blasfemias?” Ellos no entendían como podían
considerar el pecado como una causa de parálisis. Mas existen algunos hoy en día que no están más
avanzados pues piensan que tal enfermedad se causa por una desorden orgánica o física, en vez de
aceptar sencillamente la posibilidad de que pueda ser causada por una causa espiritual o mental.
Jesús sencillamente enseño que si perdonamos el pecado, el efecto de un hecho tal como el perdón será
absorbido con ideas naturales y saludables de la misma manera que las noches más oscuras son
absorbidas por el amanecer de la luz. La oscuridad desaparece y la luz del día brilla sobre todos iguales.
Cuando las ideas naturales y saludables llenan la mente el cuerpo toma una condición similar. Por lo
tanto nuestros hombres y mujeres que se están tornando a un campo más amplio de estudio y están
efectuando saneamientos mediante procesos mentales y espirituales no nos están dando nada nuevo.
Están meramente poniéndose al día con los hechos de todos los Santos, Sabios, Avatares, y Maestros
como igual que los científicos más brillantes de nuestro día.

Jesús nos enseñó que el lugar donde se origina cada acto era en la mente. Él dijo, brevemente, donde
existe lujuria en el corazón, existe pecado; aunque el acto puede que nunca sea cometido. En otro lugar
el habla de que el pecado se origina en la mente primero antes de que se cometa el acto. “Porque de
adentro del corazón humano salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los
homicidios, los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, la
soberbia y la insensatez. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.”

Los científicos aceptan la Verdad que el cuerpo del hombre esta movido por la mente, que todo su
funcionamiento está gobernado por un pensamiento dominante, aunque ese pensamiento es subjetivo u
objetivo, aunque sea consciente o inconsciente. Aquellos que estudian los procesos mentales
encuentran que todas las condiciones del cuerpo son creadas o causado por la mente. Se conoce que la
creación en cualquier y cada forma está gobernada por y sujeto a la ley. Por lo tanto, cuando uno no
utiliza correctamente, invierte, o viola una ley, este error se llama un Pecado. Un pecado es un error, un
malentendido, o un juicio erróneo. Un error es estar corto de desobedecer la ley, sea esa ley mecánica o
espiritual. La corrección es el único método de ajuste o de apaciguamiento de la Ley. El perdón del
pecado significa que debemos perdonar, abandonar y olvidar ese pensamiento o persona o condición
que origino el pecado. Significa abandonar o soltar cosas que no debemos de hacer. En abandonar y
soltar los pensamientos o ideas erróneas es ser absorbido o liberado de sus efectos pecaminosos. El
Perdón es el primer requerimiento que nos permite estar en armonía con la Ley de su ser.

“¿Quién puede establecer lo que la Ley es?” podemos preguntar. Cualquiera que estudia el ser humano
como una ser mental y físico puede conocer la Ley. Si fuese a tratar de aprender la Ley con estudiar las
acciones físicas o los resultados de solamente el pecado, no nos llevaría a ningún lugar. Estaríamos
dando vueltas, y eso sería inútil y en vano. Si profundizamos más y estudiamos las causas y eso que
origino el pecado, conseguiremos resultados. Debemos analizar el caso y buscar alguna conmoción o
condición guardada, perdida u olvidada que podría haber causada la enfermedad. Entonces, a menos
que este pensamiento guardado se remueve de la mente subconsciente o memoria, esta condición
continuara a aparecer nuevamente sin tener en cuenta todos los remedios de superficies que pueden ser
aplicados para arrestar el dolor. Como maleza en nuestro jardín, si vamos y lo cortamos cada vez que
aparezcan antes de nuestros ojos, puede ser que se mantengan cortados por un tiempo, más porque ellos
no fueron desarraigados con todo la planta incluyendo la raíz, volverán a brotar. La maleza debe ser
halada completamente para ser destruida o removida permanentemente.

Un medico destacado, hablando antes un grupo de otros individuos médicos sobre este mismo tema de
pensamiento siendo la causa de la enfermedad, fue oído decir en sus comentarios finales, “Los tumores
anormales y canceres son causado por un periodo largo de tristeza y ansiedad suprimida.” Otra manera
de decir que tales enfermedades son causado a un conjunto de pensamientos pecaminosos que se
embotellan y se suprimen un nuestras mentes. Si este estado es tan destructivo, puede que sea sabio que
busquemos en nuestros propios seres y notemos el efecto que tengan nuestras emociones sobre el
organismo físico. Entonces busquemos a través de cada medio a nuestra disponibilidad a sobrevenir,
abandonar, y olvidar cada tirón emocional que tiene un efecto debilitante y perturbador.

Otro psiquiatra renombrado ha dicho, “La mayoría de los casos de desorden mental de un tipo
funcional se deben a un sentimiento de culpa.” Existen algunos pensamientos guardados y
congestionados que necesitan perdón. Usualmente una mente enferma teme soltarlos o perdonarlos.
Esto es natural, por si fueron capaces de soltar y perdonar sus pensamientos temerosos ya no estaría
enfermo mentalmente.

Profesor Gates del laboratorio psicológico de Washington, D.C. en un experimento examino las
emociones y las reacciones del cuerpo, y encontró algunos resultados interesantes. El encontró
cuarenta emociones malas, y muchos más que eran buenos. De todas las emociones malas dijo que la
reacción de culpabilidad es el peor. La deducción fue logrado por un análisis químico de la respiración
que fue tomada de una reacción emocional y examinado. Una cantidad pequeña de respiración fue
tomada de cada reacción emocional y examinada. La emoción mala arrojo un resultado de examen de
acidez fuerte. Bien si ponemos algún acido sobre nuestra carne sabemos que pasara. El ácido quemara,
y si es permitido que continúe quemando la carne será doloroso y destruirá el tejido de la carne. Es una
reacción química de este tipo, que afecta el tejido y organismo del cuerpo cuando estos pensamientos
destructivos son permitidos que sean guardados y generan un veneno que debilita y eventualmente
destruye el cuerpo.

Un medico sabio un día tuvo alguien que lo llamo, y como él dijo, había viajado por la ronda de
médicos y clínicas, mas con todo eso no estaba sanada. De hecho, él se estaba poniendo peor, y en
adición al padecimiento original, tenía una condición creciente de melancolía y con tendencias
suicidas. El médico, sabiendo que él había hecho las rondas y que había tenido cuidado médico, decidió
abordar el caso desde un ángulo mental. El cuestiono y estudio cada respuesta con cuidado. Después
de un tiempo se ganó la confianza de su paciente y aprendió el verdadero secreto, causa de su
enfermedad larga.

Muchos años después, su hombre y su hermano era socios en un negocio, y el hombre se había
apropiado y perdió algún dinero que le pertenecía verdaderamente a su hermano. Fue utilizado en tal
manera que su hermano no se hubiese enterado aun si hubiese investigado. Ellos después cortaron su
conexión de negocios y se retiró de ese trabajo, mas como él dijo, él nunca pudo perdonarse por tomar
el dinero. Él quería regresarlo, mas no podía sin que el hermano aprendiese la verdad. Él dijo que no
era el miedo al castigo legal que lo atormento tanto, más la posible pérdida del afecto de su hermano.
Ellos siempre habían sido inseparables y dedicados. Fue por esta razón que el temió en confesar su
culpa y hacer reparos en cualquier manera posible.

El medico explico que la cosa a hacer era aliviar la presión escondida. La única manera en hacerlo era
llamar a su hermano y ser honesto completamente de todo el asunto. El paciente, todavía no
convencido por la sugerencia, se fue a su hogar a considerarlo. Tres días después llamo al médico,
diciendo que había pasado tres días y noches espantosos batallando con sí mismo, y se decidió a visitar
a su hermano. Él estaba en tal un estado mental que cuando supiera el tratamiento de su hermano, una
vez que este supiera que él era un ladrón, no podría ser peor que la miseria que estaba sufriendo. Le
dijo a su hermano la historia, y para su sorpresa, el hermano lo abrazo y se gozó con el que lo había
aclarado de su mente. Era un tiempo gozoso para ellos, pues esa nube, la única nube de sus vidas, había
desaparecido. Los cielos estaban claros otra vez y la restauración de la salud del paciente estaba
milagrosa para aquellos que no entendían que es lo que sido aclarado.

Mediante el arrepentimiento y el perdón el hombre fue capaz en hacer como Jesús le había ordenado a
la mujer, a la que fue llamado a juzgar, “Vete, y no peques más.” El pesar arraigado había sido halado
de su memoria. Su mente estaba libre para pensar sobre pensamientos saludables, felices y gozosos.
Esto permitió que su cuerpo fuese rápidamente sanado. Para algunos podría haberse parecido a un
milagro, mas nada de eso; era una ley natural operando en una manera natural e ilimitada.

De cara a tales hechos irrefutables podemos entender más completamente porque Jesús hablo tan
frecuentemente de perdonar pecado. El conocía la ley de perdón y él sabía que jugaban un papel tan
vitalmente importante para su vida. Entre más lo estudiamos, más nos volvemos fascinados por su
simplicidad y precisión de su acontecimiento. Debemos olvidar, pues como Salomón nos dice, “UN
PECADO OLVIDADO ES UN PECADO OLVIDADO”, para perdonar, para soltar alguna parte de
nuestra disposición, que no es un activo ni un placer para otros a nuestro alrededor. A la vez, estamos
reparando la brecha donde hemos fallado dar en el blanco, hicimos un error, o pecamos. La maleza no
se remueve en tiempo. Lo mismo es verdad de nuestros pensamientos pecaminosos. En el jardín de
nuestra memoria deberán ser jalados, tirados hacia fuera, y destruido para que solo las flores de
pensamientos saludables y felices puedan crecer.

Podemos tener el habito del pensamiento excesivo, y no estamos solamente miserable en nuestros
adentros, más causamos mucha infelicidad en nuestros hogares. Cuando deseamos sobrevenir el hábito
pecaminoso. Nos es dado cada ayuda de nuestros amigos y seres queridos para ayudarnos resistir la
tentación, y después fracasamos. Repetidamente nuestras familias nos perdonan y nos animan a seguir
luchando. Finalmente llegamos al lugar donde ya no teníamos antojos, entonces somos capaces de
olvidar el deseo de beber y sobrevenir sus efectos pecaminosos. Entonces hemos olvidado, no
solamente la bebida, más el deseo por la bebida. Cuando olvidamos una idea que origina el deseo y nos
atrae a la acción física, entonces y no hasta entonces es que la Ley perdona y nos eleva de su efecto
debilitante. Un pecado olvidado es un pecado perdonado cuando el pensamiento o idea que origino el
pecado es corregido.

Santiago explico la verdad claramente diciendo, “Cada hombre es tentado, cuando él es alejado de su
propio lujuria, y tentado. Entonces cuando la lujuria ha concebido una idea que es incorrecta,
destructiva, o mala, y permanecemos sobre ella, eventualmente causamos que una idea se convierta en
hecho. Cuando deseamos sobrevenir una condición pecaminosa, no gastamos tiempo luchando con el
hecho, más corrige, abandona, olvida, perdona la idea que lo empezó. Esta es la maleza en el jardín que
debe ser halada hacia fuera – la parte de arriba, el tallo, raíz y todo ser descartado completamente.

En otro punto de tiempo encontramos que Jesús repitió la Ley y con alguna explicación. En Su oración
el establece, “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
“Esto es una proposición perfectamente razonable. A medida que perdonamos aquellos que nos
transgreden, de igual manera nos perdonaran a nosotros por nuestras transgresiones. Esta ley nos ha
seguido a través de los tiempos, y hoy hablamos de ello como si fuese algo nuevo, lo llamamos,
“psicología moderna”. En la ley se lee que ciertas ideas de un carácter diferente deben reemplazarlos.
Puede ser explicado como una botella que ya está llena que deberá ser vaciada antes de que se pueda
rellenar o que se le pueda añadir algo. Jesús hablo de ello cuando Él dijo: “Ni tampoco se echa vino
nuevo en botellas viejos, porque el vino nuevo revienta las botellas y entonces el vino se derrama y las
botellas se echan a perder. “

Por ejemplo, si podemos sostener en nuestra mente que alguien nos ha hecho una injusticia, no
podemos ser libre de nuestros errores o injusticias mientras que sostengamos ese pensamiento en
nuestra consciencia. Frecuentemente la gente se queja que ellos no tienen que entender claramente o
conseguir la iluminación del espíritu como otros ha testificado. Necesitamos buscar en nuestra memoria
para encontrar la causa. Si no conseguimos el entendimiento que esperamos, primero busquemos en
nuestra mente a pensamientos vagos e implacables que han sido guardados en algún lugar fuera de
nuestra atención. ¿Esta nuestro ámbito de pensamientos lleno de resentimiento que podamos sostener
contra algún individuo o condición? ¿Tienes un sentimiento de que has sido desairado por un individuo
o por otro? En la Ley se lee, “Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de
ustedes les perdonará sus ofensas.” Hacemos las condiciones para nosotros mismos a medida que
cedamos a las demandas de la Ley.

Algunos individuos preguntan si podemos creer en cancelar las obligaciones monetarias de aquellos
que nos deben, o, literalmente, ¿debemos cancelar las deudas de nuestros deudores? Había una cantidad
de individuos en los pasados meses que aparecieron en la primera plana del periódico pues habían
ordenado sus libros con recibos con la estampa de cancelado a todos los que les debían. ¿Elimino esto
las deudas? Bueno, los deudores fueron bulliciosos en sus elogios para esta alma tan generosa, más se
regresaron para hacer más negocio con el supermercado o el carnicero y le preguntaron otra vez que le
cobraran. En otras palabras, ellos se contentaron en ser aliviado de la deuda cobrada en su contra, mas
no sabían diferente que regresar y abrir una cuenta nueva.

La respuesta es, que mientras creemos en la necesidad y realidad de deuda, tal deuda continuara en
permanecer. Mientras creamos en deudas nos meteremos en deuda y continuaremos colectando cargas
y dolores de cabezas que vienen con ellos. Aquel que en su propio pensamiento no suelta todo
individuo que nos debe es culpable, en caer en deuda por sí mismo. ¿Si enviamos facturas a todos que
nos deben, nos aliviaría de la carga de la deuda? No, la firma de los recibos no borra la idea de deuda
de nuestras mentes. Primero debemos borrar de nuestras mentes el pensamiento que cualquiera puede
debernos algo. Esto por lo tanto nos llevara a un atmosfera clara donde sembramos semilla o ideas de
abundancia para aquellos que están endeudados con nosotros. De esta manera los deudores van a
encontrar en su mente más tierra fértil para atraer pensamientos de abundancia. Cuando agarren el
espíritu del pensamiento de plenitud que fluye libremente, estarán felices de pagar sus deudas, y todo lo
que justamente nuestro nos empezara a fluir libremente. En otras palabras, cuando liberamos a nuestras
mentes de todo pensamiento de deuda y tratamos de realizar más y más la presencia de la plenitud,
pronto seremos tan suficientemente fuertes para llegarles y realizarles abundancia a nuestros deudores.

A medida que se elevan de sus pensamientos de limitación y carencia, ellos van a atraer más y más
sustancia con las cuales puedan pagar sus cuentas. De esta manera, y solamente en esta manera, podrán
ser las deudas canceladas permanentemente. Mediante la aplicación de la Ley del Perdón ambas partes
involucradas serán elevadas de una consciencia de deuda a una consciencia de prosperidad, y la
prosperidad y plenitud abundara.

Todos debemos alguna vez caminar el camino del perdón. Debemos aprender a vivir esta Ley. Debe ser
importante, pues el Maestro enseño que no había esperanza de perdón para los implacables. Solamente
cuando perdonamos es que somos perdonados. No nos atrevemos pedirle más a la Ley de lo que somos
capaces de proveernos a nosotros mismos o hasta nuestros hermanos. A menos que probamos esta Ley
con vivirla, no podemos esperar obtener la grandeza de carácter que la vida requiere.

Mientras ponderamos sobre este pensamiento completo, debemos preguntarnos si el Maestro estaba
esperando el papel esencial del perdón que deberá jugar en el orden de los eventos mundiales de hoy.
La Verdad se encuentra profundamente en nuestra vida diaria. Cuando nos acordamos de las
rivalidades que prevalecen en casi cada tienda y oficina, cuando vemos los celos que dividen el
vecindario, cuando observamos y sentimos las envidias ambas escolares y profesionales, cuando
tenemos peleas y discordia en nuestros hogares, vemos lo solemne, aunque las enseñanzas simples de
perdón resuenan profundamente en nuestra vida. Si no podemos perdonar, podemos saber que tenemos
una alma pequeña intacto por las enseñanzas del Maestro. Estos son nuestras pruebas diarias, pues es
en la escuela del perdón que las lecciones de la vida son aprendidas.
Perdonar

Esa pequeña fechoría de ayer,


¿Porque debería estropear hoy?
La cosa él dijo, la cosa que hiciste,
Han desde ya hace mucho tiempo ya ocurrido:
Porque ayer fue más que un juicio;
Hoy vas a triunfar;
Y de los errores de ayer
Va a venir algún acto noble.
Perdónate por desconsideración,
No condenemos el pasado;
Pues ya se ha ido con sus errores;
Su memoria no puede durar;
Olvidemos los fracasos y fechorías,
Pues de tal experiencia nos levantamos,
Porque deberíamos dejar nuestra cabeza inclinada,
¡Levantemos nuestra cabeza y ojos!

Seleccionado
Ley de Sacrificio

“Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran.”
-Mateo 7:14

Cada uno de nosotros debemos de tener un ideal o un héroe. Si existe alguien que no tiene y desea
ninguno, no confiemos en este individuo mucho. Un individuo que no tiene ideales no desea ser más
grande de lo que ya es, y en tiempo probara ser un detrimento a otros. Abraham Lincoln es el héroe
ideal de la juventud Americana, y eso aplica para cualquier joven desde seis años hasta sesenta años o
más.

Lincoln vino de una ascendencia de lo más bajo y pobre y a pesar de ello se elevó a la oficina más alta
de la tierra que nosotros como individuos podemos ver. No existe casi ningún joven o individuo que
hoy puede decir que no tiene igual o más dones naturales y oportunidades que los que tuvo Lincoln. Él
era sencillo y honesto y determinado a llevarse en este mundo. Él tuvo muchas faltas como todos
nosotros. Él prefería descansar su cuerpo larguirucho en alguna posición cómoda y proceder a contar
cuentos que hacer cualquier trabajo. No era ni tan educado ni tan pulido como su esposa quería que
fuese. Él tenía no más que unos cuantos dólares en su bolsa cuando se mudó a la Casa Blanca como
Presidente. Más el dinero no hace el individuo. Los modales pulidos no lo hicieron. Hasta la
educación no hace grande a un individuo cuya alma es pequeña.

La alma de Abe empezó a crecer con la semilla de pensamiento que fue puesta en su cabeza cuando era
solo un niño pequeño con su madre, quien hizo un punto en enseñarle lo que podía cuando podía. Un
día la señora Lincoln se volvió enferma, y, sabiendo que se estaba muriendo, llamo a su familia
alrededor de su cama, y poniendo su mano débil sobre la cabeza pequeña de Abe le dijo a ellos, “Sean
buenos unos con otros” Ella expreso la esperanza que ellos vivieran como ella les había enseñado,
amando su familia y adorando Dios. Ella había hecho su trabajo y encorvado de hombros, delgada de
pecho, triste, a veces muy miserable, sin prospecto de mejores condiciones en la tierra, falleció. Ella
pudo haber soñada, mas poco realizaba el gran futuro que yacía guardado para el niño harapiento e
infortunado que estaba a su lado.
Aunque Abe era bastante joven al tiempo de su fallecimiento, nunca se olvidó de su madre. Ella le
enseño una lección que lo acarreo con el toda la vida. Ella le enseño a el que el comienzo de la
sabiduría no está impuesto por la disciplina, más el comienzo de la sabiduría es primero el deseo de
disciplina, el amor a ello, la elección voluntario de ello. Por lo tanto aprendió que la disciplina es la
carretera principal que lleva a todo que hace que la vida sea valiosa para vivir.

Vayamos a un concierto u opera hoy y oigamos la voz que captiva los amantes de música que lo oyen –
voces de tales artistas como, McCormick, Lily Pons, Thomas, Eddy, McDonald, Moore y nuestros
favoritos que podemos nombrar. ¿Cómo fue que alguna vez ocurrieron? Oh, ellos no ocurren. Dado que
pueda que sean especialmente dotado, más esos resultados mágicos finales no son por chance o
accidente, más de disciplina. La disciplina que conscientemente elegida, arduamente deseada, o en la
cual se persiste pacientemente.

Más oímos decir que somos una generación de individuos indisciplinados. Esto, pues, no es verdad. En
cada ámbito de la vida gozamos de los frutos de investigaciones disciplinada y nos esforzamos con
resultados más grandes que los que nuestros antepasados jamás soñaron. Yo nunca me olvidare de la
experiencia emocionante que tuve una tarde sentándome en mi hogar al lado de una chimenea
acogedor. La radio estaba al lado de mi silla y casualmente me acerqué a la radio, la encendí, y
seleccione una estación prominente. Para mi sorpresa entusiasta escuche una voz llamando a Richard
Byrd en las regiones antárticas del Polo Sur. Luego escuche el Comandante contar de los peligros y
dificultades que habían encontrado el día anterior cuando descargaron suministros y lo transportaron a
su nuevo hogar, Pequeña América, sobre la pendiente de hielo quebrado y nieve amontonado. Si
hubiese escrito un reporte detallado y si lo hubiera enviado por carta hubiera tomado meses en llegar a
donde estábamos nosotros, más aquí en menos de un segundo su voz vibraba a través del aire y yo,
como muchos otros, oí como reporto las ocurrencias del día. Los trabajadores de milagro viejo nunca
soñaron que tal cosa podía ocurrir. Ocurrir- esa no es la palabra; disciplina – eso es la palabra. Era
doloroso, científico, disciplina técnica que produjo semejante resultado.

No somos una generación indisciplinada en cualquier ámbito excepto uno, y eso es en nuestros
morales. En la ciencia, el arte, en atletismo, en cualquier esfuerzo práctico sabemos el valor de la
disciplina. Mas no dejamos ir, debemos tener nuestra aventura, soltamos nuestros instintos y obviamos
cualquier moderación. Es la negación de disciplina que caracteriza mucho de nuestra vida moral.
Muchos individuos en todos lados se están despertando a la necesidad de disciplinar sus pensamientos
y actos. Entrenamos animales domésticos cuidadosamente, utilizamos las fuerzas de la Naturaleza para
servirnos regularmente y bien, más cuando se trata de nosotros, el más valorado de todos, dejamos
nuestros pensamientos correr salvajemente. Nadie puede lograr sus ambiciones hasta que aprenda a
disciplinar su fuerza mental y es capaz de controlar su pensamiento. Nadie puede ser verdaderamente
religioso antes que su mente está en orden y sus ideales están en armonía con la mente Divina. Nadie
puede ganar sabiduría y entendimiento de la vida excepto cuando lo buscamos en la manera designada
de Dios de acuerdo a la Ley.

Primero notemos un hecho sencillo. ALGO TIENE QUE SIEMPRE SER SACRIFICADO POR OTRA
COSA. Todo en la vida tiene su propio precio, y está siempre a la venta. Debemos comprar al precio
que pide. Día tras día vamos a la mostrador de la vida y decimos, “Yo te daré esto si me das eso.” Este
canje tiene un nombre más familiar quizás; lo llamamos “sacrificio.” Sacrificio, es, entonces no lo que
nuestros predicadores han dicho que es. Es una necesidad inescapable. Es una ley definida que
debemos obedecer. Estamos sacrificando cada día de nuestras vidas aunque queramos o no, aunque
sepamos o no. Sin tener en cuenta de lo que deseamos en la vida, si queremos algo debemos dar algo a
cambio para conseguirlo.

De uno de los dichos del Maestro la mente moderna se reduce y trata de evitar. “Pero estrecha es la
puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran.” Como nos desagrada
oír tales palabras. Estamos harto con la estrechez, decimos. Somos más liberales hoy, deseamos las vías
amplias anchas. Reclamamos nuestra libertad y declaramos que no existe necesidad para que nosotros
fuésemos tan estrechos. No atravesaremos la vía pequeña y estrecha. Mas existen algunas declaraciones
que Jesús dijo que son más precisas y completos que esa. Ningún individuo encontrara la riqueza de
vida en cualquier ámbito mediante la vagancia casual y relajada. Siempre tendrá que atravesar la vía y
puerta estrecha llamada disciplina.

Vayamos a oír Kreisler tocar su violín y escuchar la música que es casi divina. Veamos a un cirujano
hábil hacer la tarea delicada de reparar un cuerpo roto para que pudiera sostener un poco más el alma
para crecer más fuerte. Consideremos el científico en su laboratorio con sus fórmulas científicas.
Recordemos George Elliot diciendo que ella era una joven cuando comenzó “Romolo” más una vieja
cuando lo termino. O pensemos del Admiral Byrd volando sobre el Polo Sur y hablando con uno de
nosotros sobre el mediante el radio. ¿Son tales experiencias vida? De hecho que sí. Una vida liberada
de esfuerzos logrados, el vivir más satisfactorio que un individuo viviente pueda conocer, más estrecho
es la puerta y vía de disciplina que lleva a tal vida.

Cuando esta ley de sacrificio se acarrea al ámbito moral, es comúnmente presentado solo uno de sus
lados. Nos enseñan que si deseamos vivir una buena vida debemos de renunciar a muchos placeres.
Que tan familiar nos sueno a algunos de nosotros. El resultado es que nos rebelamos, y cuando
pensamos en sacrificio pensamos en algunos que han tenido que renunciar mucho placer por bondad.
¿Quiénes son uno de las más grandes sacrificadores de la historia? Bueno, estaba Sócrates que bebió la
cicuta; esta Jesús que fue crucificado sobre la cruz; esta Pablo que fue decapitado; esta Pedro que fue
crucificado al revés; esta Lutero, Wesley y Calvin, todos religionistas; esta Livingston, Nightingale y
veintenas de otros. ¿Más pensemos por un momento, fueron ellos los que hicieron los sacrificios más
tremendos?

Hablamos de un sacrificio supremo de Jesús sobre la cruz; leemos del martirio de los santos Pedro,
Pablo, y Juan más ¿qué hay de Judas Iscariote? Pensemos sobre lo que pudo haber sido. Pensemos
sobre el compañerismo que una vez tuvo, y el lugar que pudo haber ocupado. Pensemos de lo que tiro a
la basura. Pensemos lo que consiguió por ello. Yo les digo, la Cruz no era un sacrificio a ser comparado
con lo que Judas pago. Pues por treinta monedas de plata y desgracia completa el arrojo a un lado la
oportunidad más rica de cualquier hombre toda la historia. Un joven que había desdeñado disciplina,
había arrojado hacia un lado la moderación y tuvo su aventura escribió mientras estaba sentado tras las
barras de la prisión, “Mil, mil veces he pagado completamente por esas pocas horas.” Este joven y su
sobrino, unos años más joven, habían atendido una reunión de reanimación en un pueblo no muy lejos
de mí, y en camino a su hogar ellos argumentaron sobre la pregunta que el ministro había mencionado
en la reunión. El argumento creció a ser palabras enojadas, y cuando llegaron a su hogar, el enojo se
había abanicado en un calor asesino. El joven fue a su habitación, consiguió una pistola, y le disparo al
tío. El tío a su vez lucho por la pistola y lo volteo hacia el joven y lo mato. Yo digo que esto es vivir
costoso. Deberíamos tomar esto seriamente y realizar como la palabra sacrificio nos afecta a todos.
Un hombre llama a mi oficina buscando ayuda con un problema bastante serio. Él tenía un hogar fino,
una esposa dedicada, agradable, y dos hijos esplendidos. Es cierto que la mujer había tomado mucho de
su tiempo con sus hijos y el esposo iba a su club y a los asuntos sociales solo. Él había conocido otra
mujer y pensó que estaba enamorada de ella. Eso era su problema, ¿qué de la familia y el hogar? Existe
solo una respuesta, y no es para mí o para cualquier mortal que decidamos. La Ley lo va a determinar
para vos. No podemos tener una casa agradable, una familia dedicada y gozar de la vida suelta. Si no
sacrificamos o damos el vivir suelto por la casa agradable, seremos forzados a sacrificar un hogar
agradable y seres queridos por vivir suelto. No se puede gozar las satisfacciones y placeres de una
amistad verdadera y tener un mal carácter. Si no sacrificamos el carácter por las amistades, entonces
sacrificaremos nuestras amistades por un mal carácter. No se puede tener un carácter impecable que
amigos van a respetar y confiar y recurrir a prácticas corruptas. Si no dejamos nuestras prácticas
corruptas por la confiabilidad, va a tener que sacrificar su confiabilidad por corrupción.

Podemos estar siempre seguro de esto: no importa que ten lejos podemos ir antes que la cuerda se
aprieta, no importa que tan salvaje o tranquilo que podamos vivir, aunque pensemos que nos vamos a
salir con la nuestra y lo hacemos, no podes engañar la Ley. ALGO SEIMPRE TIENE QUE SER
PAGADO POR OTRA COSA. Todo vivir fino, todo éxito y gozo es como una arte fina; debemos
seleccionar la belleza espiritual a ser creada y deseada, luego vamos por la vía estrecha y angosta para
lograrla. Pues, el comienzo de la sabiduría es primero el deseo de disciplina.

Algunos entonces dicen, si deseamos gozar los placeres de la vida, eso significa que nuestra libertad es
imposible. Significa a lo contrario que nosotros, que pensamos esto, no hemos encontrado la libertad
verdadera. Esto me acuerda de un borracho que estaba dando una lección para el entretenimiento de
uno pocos sobre el tema de la libertad. El declaro que él deseaba su libertad y que él tenía un derecho a
beberse todo el licor que deseaba y ningún gobierno lo podía detener. Él estaba teniendo su libertad
más estaba tan picado que no sabía que es lo que estaba diciendo o haciendo. La libertad no es vivir
una vida obsesionada, indisciplinada. La libertad esta en ser capaz de controlar nuestra vida y en
hacerla lo que deseemos que sea.

Si deseamos volvernos un atleta hábil, un maestro eficiente, un abogado experto, o un cantante lindo, el
comienzo de tal éxito es primero el deseo de disciplina en tiempo y pensamiento. Si quieres esa
especialidad rica, radiante, y valioso en vivir la vida, la regla es la misma. UNA VIDA
INDISCIPLINADA ES UNA VIDA INSENSATO. Debemos juntarnos alrededor de los ideales altos
del vivir limpio, servicialidad, y efectivo bajo el liderazgo más alto que conozcamos, o bajo las
enseñanzas y el ejemplo de un maestro.

El ejemplo más alto del maestro es el Christo. En todo Su trabajo y enseñanzas El probo que la
disciplina, el auto-control, y la auto-dominio siempre preceden la sabiduría y logros. La señora Lincoln
habían enseñado Sus palabras a pequeño Abe, y fue porque Abe creció a la hombría y sacrifico su vida
de pereza, soltura y actos que seguían un curso serpenteante por la vía estrecha y angosto de la una
vida disciplinada de principio y honestidad y justicia que lo causo a volverse una gran alma. Fue la ley
de sacrificio trabajando mediante que el que lo habilito a volverse Presidente y Salvador de una gran
Nación.

Evidencia de esta grandeza fue vista en su trabajo en Washington. Durante la guerra un niño joven de
Vermont, cuyo nombre era William Scott, fue sentenciado a encarar un pelotón de fusilamiento por
haber sido encontrado durmiendo en su puesto. Ahora no era el puesto de Scott mas era el puesto de su
amigo quien había aliviado cuando se enfermó. Doble turno era demasiado para Scott, entonces se
durmió. Era tan gustado por todos que su capitán y amigos apelaron su caso hasta el Presidente.
Lincoln decidió ir al Puente de Cadena y manejar el caso en persona. Él fue al campamento y hablo con
Scott. Scott dijo que era el individuo más amable que había conocido. Él dijo que el Presidente le había
preguntado sobre su hogar, su finca, sus amigos, y finalmente su madre. Él dijo que estaba feliz que
podía dibujar una imagen de ella del pecho de su camisa y enseñárselo a él. El señor Lincoln le dijo que
agradecido debería estar de tener una madre y como el debería hacerle una madre orgullosa y que no
debiera de causarle otro pesar o lagrima. Scott pensó en lo extraño que no hablo de su destino en la
mañana. Extraño que no debiera de causarle a su madre otro pesar o lagrima cuando estaba por morir.
Finalmente reunió el coraje y le pregunto al Presidente si le podría conceder un deseo, principalmente,
que no tuviese que encarar sus amigos, más que el pelotón de fusilamiento fuese constituido de otra
compañía. El señor Lincoln rodo a su alrededor, y encarando Scott, “Mi niño, no te van a disparar
mañana. Yo voy a confiar en vos y enviarte de regreso a tus amigos. ¿Cómo yo he tenido bastantes
problemas para subir hacia acá desde Washington, como vas a pagar la cuenta?
El niño tartamudeo su gratitud; el sugirió que él podía enviarle sus ahorros; él podía prestar dinero con
hipotecar la finca; sus amigos ayudarían, también, y estaba todo su pago del ejército. Luego el Señor
Lincoln puso sus manos sobre los hombros del niño, y mirando penosamente a su cara, le dijo, “Mi
niño, mi factura es una bien grande, tus amigos no pueden pagarlo, ni tu generosidad, ni la finca, ni tus
camaradas. Solo existe un individuo en todo este mundo que puede pagarlo, y su nombre es William
Scott. Si desde el día William Scott hace su tarea como si yo estuviese allí cuando llega a morir, puede
mirarme a la cara como hace ahorita y decir,” Yo he mantenido mi promesa” entonces mi deuda estará
pagada completamente.”

William Scott mantuvo esa promesa. Él había aprendido el secreto que la madre del Señor Lincoln le
había enseñado cuando era un niño. Era esta ley de sacrificio, y que el comienzo de tal sabiduría era
primero el deseo y el amor a la disciplina; que era el camino estrecho y angosto que llevaba al camino
principal a todo que hace que la vida valiosa para vivir. Era la calle que llevo al Señor Lincoln a la
Casa Blanca. Era la calle que lleva de regreso a los montes de Vermont, al hogar, al gozo, y a la madre.
Es el camino que Jesús siguió hacia el triunfo y el dominio. Es la calle que yo les recomiendo, pues
sobre el encontraremos que la Ley del Sacrificio siempre está trabajando para llevarnos los gozos y
placeres que resultan siempre de la sabiduría y entendimiento que lo acompaña. “Dichoso el que hace
frente a la tentación; porque, pasada la prueba, se hace acreedor a la corona de vida, la cual Dios (La
Ley) ha prometido dar a quienes lo (La Ley) aman.”
Invictus

De la noche que me cubre,

Negra como el abismo desde polo a polo

Le agradezco a cualquieras de los Dioses que puedan existir

Por mi alma inconquistable.

En la garra feroz de la circunstancia

Yo no me he estremecido ni llorado en voz alta.

Bajo el apaleamiento del Chance

Mi cabeza esta sangriento, más no inclinado

Más allá de este lugar de ira y lagrimas

Surge más el horror de la sombra,

Y más esta amenaza de los años

Encuentra, y me encontrara sin miedo.

No importa que tan recto la puerta,

Que tan cargado de castigo este el manuscrito.

Yo soy el maestro de mi destino;


Yo soy el capitán de mi alma.

W.E. Henley
Ley de Obediencia

“Escuchen mi voz, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.”


Jer. 7:23

El ser llevado hacia la confusión, ciegamente esforzarnos unos cuantos años y después dejar ir hacia
la incertidumbre, es seguramente no el propósito de la existencia de la humanidad. La vida debe tener
un significado mayor que esto, y si tiene un significado mayor. Debemos de ser constructores, y a
nosotros nos he dado todos los materiales de los cuales podemos construir el tipo de vida que desea
vivir. Crecemos en sabiduría o en ignorancia, de acuerdo a su obediencia, de acuerdo a su
entendimiento de la Ley Divina y la utilización de ello en nuestra vida diaria.

Muchos individuos, cuando aprenden que la ciencia de vivir está gobernada con la extracción de leyes,
inmediatamente asumen que vivir correctamente es vivir la manera difícil. Le tememos a una ley que es
exigente en sus demandas cuando afecta nuestras relaciones con las cosas más finas. Mas estos mismos
individuos no estarían de acuerdo que las leyes que gobiernan la sociedad humana deberían de ser
modificado en alguna manera. Ellos reconocen que las leyes que gobiernan la conducta social y
actividad deberán ser propiamente impuestas si la sociedad organizada va funcionar armoniosamente y
seguramente. En otras palabras, ellos reconocen que el gobierno es para el bien de la humanidad y que
sin ello la vida humana y bienestar estarían en peligro constante.

Si esto es cierto del gobierno humano y establecido por la constitución y ley, es aún más cierto con
respecto al gobierno divino. Entre más exigente la ley, mas cierto la seguridad, prosperidad, y gozo de
aquel que cumple con las demandas de la ley. En el ámbito de la ciencia ninguna ley es más exacta que
aquellos que gobiernan las ciencias de las matemáticas. Un contador, aun cuando falla inmediatamente
en resolver un problema, sabe que puede ser resuelta con llamar a la operación las leyes exigentes que
gobiernan los cálculos matemáticos. Fuesen estas leyes sujetas a cambios, la solución de los problemas
matemáticos seria completamente desesperanzada.

Quizás en ninguna manera la religión se ha extraviado como en la formulación y entendimiento de


Dios, aunque sea la el Dios de los Cristianos o de los barbaros. En vez de reconocer que la Inteligencia
Suprema es Ley, operando de acuerdo y tan seguramente que las Leyes de la Naturaleza, hemos creado
en nuestras ideas un Dios que es parcial, sujeto a apelación del santo como del pecador igual; un Dios
con el cual se puede persuadir o negociar; un Dios que da vida y la quita; un Dios que sana enfermedad
y la causa; un Dios que empobrece y enriquece; un Dios que premia y castiga; y habiendo aceptado esta
idea equivocada, ha hecho la oración grandemente una cosa de dudas, careciendo de esta seguridad
fuerte que una cosa va a ser porque está de acuerdo con la Ley Divina.

A muchas individuos este aspecto de verdad crea una ilusión de un Dios para todo; un Dios que no está
interesado en las necesidades y problemas de la humanidad; un Dios que no es un padre a quien le
podemos llevar nuestras preocupaciones y con el cual podemos conversar. “Porque se han llevado a mi
Señor,” lloro María. Tarde o temprano, más bien, ellos descubrieron que este conocimiento divino de
la naturaleza de Dios, como Ley, le ha dado al Señor en un sentido tan cerca e íntimo que todos dudan
en reclamar que su bondad ha concluido; pues una vez que la Ley es entendido, tenemos l secreto de la
felicidad eterna, paz y dominio o maestría sobre todos las fuerzas a nuestro alrededor.

La palabra “obedecer” significa someterse al gobierno o a cumplir con órdenes o instrucciones. La


obediencia, entonces, es el gobernador de todo movimiento aunque sea mecánico, literal o espiritual.
Una gran maquina sin su gobernador podría destruirse, estaría completamente destruido porque fracaso
en obedecer sus propias leyes de impulso o gravedad. Un gigante intelectual que fracasa en cumplir las
leyes de enseñanza se volverá como idiota. Un estudiante que fracasa en cumplir u obedecer las
instrucciones del espíritu, la Ley de Dios, va a revertir el bien y crear maldad. Somos dependientes
completamente sobre la obediencia para el éxito y fracaso en esta vida.

Nuestras sociedades, ciudades, estados y naciones están basados en ello. Nuestras propiedades y vidas
son dependientes sobre ello. Debido a nuestro respeto a la obediencia, nosotros, como una entidad, lo
apoyamos. Más ay de aquel que intenta entrar a robar, a robar por ganancia egoísta. Cuando
observamos adentro del hogar vemos a la madre entrenando a su hijo en los hábitos de la disciplina.
Mañana vemos una madre feliz porque su hijo ha crecido en juventud y hombría y se ha ganado el
éxito. El éxito porque, atrás en el comienzo de su vida, la semilla de obediencia fue puesta de donde
broto respecto, obediencia, y pensamiento desinteresado. Por otro lado, podemos ver donde otros
fracasan porque han sido permitido a crecer siendo desobediente, irrespetuoso, y egoísta.
El negocio está fundado sobre la obediencia, y como cada miembro obedece las leyes de comercio, va a
triunfar. Es solamente cuando expandimos estas leyes mediante la sobre especulación, y por esquemas
salvajes, valores inflados, o carencia de agencia cooperativa, es que él se atrae fracasos y causa
bancarrota y perdida. Todos nuestros problemas en la vida son debidos en alguna medida a nuestra
obediencia a la Ley de Pensamiento y su Creador, Dios. Nuestras dificultades han sido en saber que
obedecer y que no obedecer.

Vemos en la Naturaleza la respuesta. Ella no tiene molestia que no puede sobrevenir. Ella no tiene
problemas que no puede resolver. Ella no tiene cargas, que no puede aguantar; ni tareas que no puede
hacer. ¿Porque? Todas sus operaciones son gobernadas por la Ley fuerte de la Armonía y Orden que
constantemente remueve cada discordia, que sana toda enfermedad, que corrige toda injusticia, que
suple cada necesidad. Si, en el invierno, un brote joven intenta romper hacia arriba en la tierra antes de
la temporada, la Madre Naturaleza destruye ese brote, lo ahoga, o lo congela. Mas, a la misma vez, la
misma nieve y hielo que congela el brote pequeño revoltoso, sirven como una colcha de calor y
protección para los otros plantones que cumplen con las leyes. Mientras que, cuando el obedece sus
leyes, él consigue los mejores resultados, y al final gozara de la mejor cosecha. Aquel que obedece las
leyes de la Naturaleza y actúa como su sirviente obediente, después se convierte en el maestro y
cosecha una siembra completa.

Cada estudiante que obedece la Ley y es un verdadero sirviente del Bien será un alma más grande y
cosechara el poder a controlar su cada condición y gozar bendiciones a montones. Esto es lo que el
Maestro nos intentó decir cuando fue el quien nos dijo, “El que sea más importante entre ustedes, sea
siervo de todos. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Mas
esto no nos pone como un debilucho, alguien que da lugar a alguien más fuerte o que es fácilmente
hecho a un lado por el más agresivo, pues Pablo dice, “Cuando yo soy débil, Yo soy fuerte,” lo que
significa, por supuesto, que cuando Pablo está débil para obedecer las Leyes del Bien, él está fuerte y
animado.

Nuestros errores son grandemente debido al hecho que hemos obedecido más fácilmente las leyes de la
tierra que las Leyes del Espíritu. Hemos sido sujetos a ideas sobre la apariencia externa de las cosas en
vez que a las verdades internas de la Ley como la Ley los enseña. Pedro y los apóstoles le dijeron a
aquellos que se habían reunido a sus alrededores en el lugar del mercado, “Debemos obedecer a Dios
en vez que al hombre.” Debemos obedecer la Ley de Dios en vez que la Ley del hombre. Ellos sabían
que un individuo es solo como el piensa, y si obedece las persuasiones del Espíritu o el impulso de sus
sentidos, sus resultados serán de acuerdo. Pablo dice, “Acaso no saben ustedes que, si se someten a
alguien para obedecerlo como esclavos, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, ya sea del pecado
que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia.”

Si vamos a obedecer el Espíritu en nuestro interior en vez que las condiciones al nuestro alrededor,
entonces la Ley nos requiere que primero pensemos cosas y así manifestarlos en la existencia desde
nuestro interior antes que los vemos en el mundo exterior. La mayoría de nuestras experiencias son el
crecimiento exterior de las actividades mismas que nosotros creamos. Estas actividades creadas son
primero a ser atado en pensamiento que tenemos en nuestras mentes. En la ley se lee, “Todo lo que el
hombre siembre, eso también cosechará,” lo que es matemáticamente correcto y verdadero. Si
sembramos una semilla de nabo, la Naturaleza no produce papas. Si sembramos una semilla de maíz, la
Naturaleza no hace un error y produce un árbol gigante de roble. Razonando de la misma manera, si
sembramos pensamientos de preocupación, la ley que obedecemos va a darnos algo sobre el cual
preocuparnos. Producirá más y más circunstancias para incrementar tus preocupaciones. Si pensamos
en enfermedad y carencia, recibiremos exactamente lo que estamos esperando. Cualquier ley que
obedecemos va a la vez servirnos. La cosa más importante entonces es saber qué es lo que hay que
obedecer.

Nos reímos de las molestias de los pequeños porque los vemos por su valor verdadero. Al niño su tarea
diminuta pareciera verdadero y todo importante, y no hasta que supera sus maneras juveniles puede el
mirar hacia atrás con diversión y no sentir arrepentimiento. No hasta que nos elevemos superiormente
sobre nuestros problemas y nuestras molestias es que podamos esperar a dejar de tener más molestias.
Una madre puso a su pequeño niño en la cama una noche, mas después lo encontró inquieto, incapaz de
dormirse. El llamo desde arriba diciendo que su habitación fuese dejado alumbrado por él. La madre
sabía que algo está mal entonces se fue hacia arriba a su habitación y se ganó su confianza mediante
platica con él. Ella aprendió que durante el día otros niños habían amenazado en enviarles un
“monstruo” luego que el no accedió a darle su juguete a ellos. La madre luego explico que no existía
ningún “monstruo”. Ella dijo que el principio de esto era asustarlo para que se sometiera a darles su
juguete a los otros niños. Ella le dijo a el que se podía dormir porque no existía ningún “monstruo”. El
niño había obedecido la ilusión de cosas y estaba asustado, más la madre vio la verdad. En saber la
verdad ella pudo ver a través del principio de miedo involucrado, y con removerlo de la mente de su
hijo, lo habilito a que se durmiera pacíficamente.

El propósito de nuestra lección es aprender cómo podemos propiamente elegir y servir la Ley para
nuestro bien más alto. O le servimos al principio o cosas en todas las cosas que pensamos y hacemos.
Las cosas son, los eventos o los resultados de causas invisibles, mientras que el principio es la causa
verdadera y es espíritu. El principio es aquello que pensamos en nuestras mentes y cosas son los
resultados de esos pensamientos. Si obedecemos ilusiones o adoramos cosas, vamos a tener cargas que
acarrear. Nuestras cargas son las cosas que reclamamos como su propiedad personal. Las cosas que
sentimos son muy nuestras, y por lo tanto debemos proteger y servirlos. Años atrás un pariente mío
adoraba ilusiones y cosas. Se esforzaba en acumular riquezas. El trabajo tan duro en ganar su riqueza
que perdió su salud. Entonces se dio la vuelta y trato de ganar su salud con gastar su riquezas, y al final
el falleció, un hombre decepcionado y desilusionado. Ese hombre, como muchos otros, había
empezado en la vida con la formulación incorrecta de la Ley de Dios.

Extraño, mas nosotros no poseemos una cosa terrenal. Todo lo que tenemos, nos ha sido prestado de
acuerdo con la ley que sirve. Nacimos desnudos y morimos en esa desnudez. Todas nuestras posesiones
terrenales se nos son quitadas; hasta sus cargas se vuelven ilusiones nuevamente. Nuestra tarea
verdadera en la vida es encontrar nuestro lugar de acuerdo a nuestro entendimiento, y ese
entendimiento determina la forma en que vivimos la vida. Analicemos nuestras cargas. Ellos se
originan de algunas ideas de posesión que pensamos. Podemos tener dependientes, otros que deben ser
suplido, y podemos sentirnos que debemos cuidar de ellos, como no tienen guardián o proveedor. Mas
cuando realizamos la “unidad” de Dios, que observa hasta la caída de los gorriones, cambiaremos
nuestra idea de la responsabilidad. Entonces nuestra soltura mental va permitir un flujo mayor de bien
que nos vendrá, y nos vendrá en muchas otras maneras que antes. Miles hoy están atrapados en
esclavitud a la idea que ellos deberán ser ayudados por otros, que deberán tener alivio. Su necesidad
más grande no es su ayuda ni la mía tanto que más se trata de un nuevo entendimiento de la vida
misma. El miedo al futuro se ha vuelto una creencia de raza y afecta a todas edades. Así como
obedecemos la ley de miedo en vez de la Ley de Dios, vamos a tener muchos más cargas. Pues
solamente cuando seamos capaces a tirar nuestras cargas hacia la Ley seremos libres.

Si somos obedientes a la Ley no sufriremos estas cargas que podrán ser amontonados sobre nosotros.
Viviremos en el presente, hagamos lo mejor cada día, olvidemos el pasado, y dejemos que el futuro se
cuide por sí mismo. Pues para confiar en la Ley debemos saber de su instrucción mediante experiencia
y práctica. Para aquellos que no han aprendido esta instrucción, la experiencia debe ser adquirida. Dios
no requiere que seguimos su liderazgo basado en confianza ciega. Contemplemos la evidencia de una
inteligencia invisible que se encuentra difundido en todo, hasta nuestra mente y cuerpo.

Desobediencia a la Ley es negación a hacer lo que sabemos que es correcto. Todos sabemos lo
correcto, mas no siempre lo hacemos porque parece que interfiere o demora nuestro logro inmediato
del objeto que vemos. Deseamos retornos rápidos, olvidando que la Ley se mueve lentamente, mas
funciona perfectamente y bien. Deseamos sanación instantánea de nuestras enfermedades, mas estamos
reacios de dejar nuestro conjunto de hábitos que los causo.

Cuando hablamos de un individuo de principio queremos decir un individuo que está gobernado por la
ley de pensar y vivir correctamente; un individuo que no está fácilmente movido; un individuo que no
es un oportunista; un individuo que no se desviara del camino de lo que él piensa que es correcto por
interés propio o interés popular; un individuo, que en breve, a quien podemos confiar absolutamente a
que sea honesto con sus convicciones sin tener en cuenta las tentaciones de cambiar o modificar. Nadie
negaría que tal individuo inspire la confianza más alta y que pueda llegar a ser una torre de fortaleza y
liderazgo. Es alguien en quien otros pueden confiar para liderazgo, mientras que el individuo que es
fácilmente persuadido para que ceda a presión, hasta por motivos amables, no es el tipo de individuo en
quien podemos depender.

Si esto es verdad del hombre en la ámbito exterior, que tan mas cierto es del individuo en el ámbito
interior, el ámbito mental, porque Dios es Principio- no solamente gobernado por principio. El
individuo gobernado por Dios nunca está en duda en cuanto a los resultados a ser ganados con seguir el
principio, pues el principio está basado en ley y obediencia. Así que esta Ley solamente puede tener un
resultado: gozo, paz, y prosperidad.
Todo lo que se nos requiere de nosotros es que aprendamos a obedecer la Ley de Verdad y no obedecer
las cosas pequeñas que se originan establemente cuando permitimos nuestras visiones se perturben y se
acosan. Bendecido son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan. “Escuchen mi voz, y yo
seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.” Cuando obedecemos la voz (Ley), entonces entendemos que
el Maestro la frase, “Y todo lo mío es tuyo”. Esta es la Ley actuando mediante nosotros. Cuando
obedecemos la Ley, nos humillamos nuestro ser personal al Ser Divino en nosotros. Nos rehusamos a
aceptar la apariencia externa de las cosas como final y verdadero más miramos hacia adentro y
buscamos aquello que es real y verdad como Dios, la Ley, quiso que fuese. Déjenos vivir con Dios en
Su trabajo, no hasta que morimos, no mañana o el próximo año, más aquí y ahora. El reino de Dios está
por todos nuestro alrededor, esperando nuestro conocimiento u obediencia a Su Ley. Debemos ser
capaces de conversar y vivir con Dios, la Ley, en nuestra vida diaria. Entonces viviremos con amor y
gozo, con esperanza y riqueza y paz aquí y donde sea. Es nuestra la decisión.

“Si obedecen a Dios y le sirven, Dios les concede días de paz y bienestar.” Job 36:11
Determinación

Construyamos sobre determinación, y no sobre arrepentimiento,

La estructura de la futura. No toqueteemos

Las sombras de los pecados viejos, mas demostrable

Que la luz de nuestra propia alma brilla sobre el camino de esperanza,

Y disipe la oscuridad. No gastemos lágrimas

Sobre el record manchado de los años perdidos,

Más démosle vuelta a la hoja y sonreíamos, o sonreíamos para ver

Las páginas blancas lindas que permanecen para nosotros

No charlemos de nuestro arrepentimiento. Más creamos

Esa chispa divina permanece en nosotros: dejemos que crezca.

Aquello que el espíritu ascendente puede lograr

Las fuerzas grandes y todo creativos saben;

Ellos van a asistir y fortalecer como la luz

Levanta la bellota a la altura del árbol de roble.

Tenemos que solo determinar, y ya! El universo


Grandioso completo de Dios nos fortificara el alma.

Ella Wheeler Wilcox


Ley del Éxito

“Aquel puede que piensa que puede.”

Dios quiso que cada individuo triunfara. Es el el propósito de Dios que el individuo se volviera
grandioso. Es la voluntad de Dios que el individuo no debiera no solo de utilizar, mas gozar de cada
bien en el universo. La Ley de Dios le niega al individuo nada.

El individuo nació para ser rico. Los poderes inherentes en nosotros son inagotables. Cada persona
normal esta dotado de un conjunto de facultades completas que, si son propiamente desarrolladas y
científicamente aplicada, va a asegurar el éxito, éxito que siempre crece.

El individuo está hecho para progreso. Cada individuo contiene dentro de sí mismo la capacidad de
desarrollo interminable. El desarrollo en todas las cosas es el gran propósito de la Ley. Mediante el
saber trabajar con la Ley en promover esa meta, el individuo puede edificarse en un éxito más grande y
grande.

Todos los procesos de la Naturaleza son exitosos. La Naturaleza no conoce el fracaso. Ella nunca
planea nada más que el éxito. Ella apunta hacia resultados en cada forma y modo. Para triunfar en el
sentido más lleno y mejor del término debemos, con la Naturaleza como nuestro modelo, copiar sus
métodos. En sus principios y leyes descubriremos todos los secretos del éxito.

Recursos infinitos están a la disposición del individuo. No existen límites a nuestras posibilidades. Se
enfoca e individualiza los elementos, fuerzas, y principios de todo el mundo. Podemos desarrollar una
inteligencia maravillosa; por lo tanto, todas las preguntas de la vida podrán ser respondida, todos los
secretos de la Naturaleza descubierta, y todos los problemas humanos resueltas. Nada es imposible.

Las facultades altas, talentos notables, percepciones superiores, y poderes más grande están latentes en
todos, y mediante métodos especiales psicológicos, estos elementos excepcionales pueden ser
desarrollado a un grado extraordinario para uso práctico y actual. Cada mente puede desarrollar
grandeza. Es simplemente el hecho de SABER COMO. Verdadero auto-ayuda, auto-descubrimiento,
auto-conocimiento, y la propia instrucción para aplicar nuestras facultades y utilizar nuestras fuerzas
para avanzar a cualquier individuo. La práctica va asegurar eficiencia; el uso traerá resultados. Éxito,
por lo tanto, está dentro del alcance de cada individuo ambicioso.

¿Deseamos triunfar? Podemos. Poseemos todos los esenciales adentro de nosotros; todo lo que
necesitamos es lograr un entendimiento correcto de los principios y leyes sobre las cuales se basa el
éxito, y luego para aplicar los métodos correctos para operar estas causas hasta que el éxito se obtiene.

La ley del éxito es tan definitiva como las leyes de cualquier ciencia. La utilización exacta de esta ley
producirá resultados cada vez. Son los resultados que cuentan; y como los resultados pueden ser
multiplicados indefinidamente con una aplicación persistente de esta ley, entonces no existe ningún fin
al éxito que gozaremos. Las cosas grandes no son menos posibles que las cosas pequeñas, y son las
cosas grandes que ocurrirán para cualquiera que utiliza la ley con fe y entendimiento. Cualquiera que
sea nuestro estado o condición presente, existe un futuro mejor y más largo en espera para nosotros,
más debemos prepararnos para él. No podemos elevarnos hacia las cosas mejores y más grandes hasta
que HAGAMOS ALGO sobre ello. Estudiar, planear, y esfuerzo son necesario. Los jóvenes y los
viejos iguales están autorizados para avanzar. Para ser verdadero con uno mismo y la Ley que nos
gobierna, debemos avanzar, pues el avance es el éxito. Es la intención de la Ley que avancemos.
Podemos estar de pies quietos, o podemos retroceder, por lo tanto retardando nuestro progreso normal
por un rato, quizás tan largo como el tiempo de una vida, más al final seremos obligados a avanzar,
especialmente en la dirección del crecimiento del alma.

La Naturaleza no admite ninguna interferencia con sus propósitos. Esto es frecuentemente la razón por
la cual “empujones y pinchazos” de adversidad vienen cuando fracasamos en movernos hacia adelante.
Existe un nuevo elemento que anda afuera, el espíritu de progreso, y todos debemos mantener el paso
con los tiempos.

Podemos lograr nuestra ambición. Apuntamos alto y construyamos bien. Lo que nos imaginamos como
éxito puede ser logrado. La ley nunca falla; lo que idealiza, ella tiene el poder de actualizar; las
imágenes que ella pone nuestra mente, ella tiene el poder de producir materialmente. Ella siempre
busca como construirnos hacia arriba en poder y en éxito; esa es su plan para nosotros. Las facultades
poseídas por todos los individuos exitosos y grandiosos son las mismas facultades humanas que
poseemos. Ellos ganaron algún entendimiento del tipo correcto, y luego aplicaron sus facultades en la
mejor manera que ellos sabían para el desarrollo y consiguieron el éxito. Algunos preguntaran, “¿En
qué consiste el éxito verdadero?” Casi cualquier otro individuo sostendrá un punto de vista diferente
respecto en lo que consiste el éxito verdadero. Para evitar la confusión de ideas, déjanos definir
nuestro significado del término. La mayoría de la gente considera el éxito como si fuese un estado alto
de prosperidad mundial; otros, como la realización de esperanzas personales, o cumplimiento de los
deseos del corazón; más otros, como el logro de sus ambiciones o el desempeño de obras grandes.
Verdadero éxito, mejor dicho, es algo más que esto. No los definimos en términos de dinero, posición,
fama o riqueza, aunque pueda incluir todo esto. Verdadero, éxito genuino del tipo más grande yace en
los resultados obtenidos, la cosecha lograda y distribuida, para que nuestros seres hermanos y el mundo
sean enriquecidos. Más para el propósito de nuestra lección, el termino éxito va a ser interpretada
mayormente en un sentido individual que significa avance personal e incremento, y la conclusión
favorable de cualquier cosa intentada.

El individuo esta de tal manera construida que pueda utilizar los elementos de su vida para construirse
en un poder, mejoría, y éxito siempre en incremento. El individuo esta también sutilmente relacionado
con todo fuera de sí mismo para que este propósito sea cumplido. Tal cumplimiento, cualquiera, va a
depender sobre el uso actual que hace en su mente, y si elige servir en ignorancia o a gobernar con el
conocimiento sobre las fuerzas en su vida.

El éxito es llevar nuestro ser y nuestras acciones a un estándar más alto que el estándar humano
ordinario. La mayoría de los fracasos y derrotas en la vida son debidos a nuestra ceguera mental.
Cuando el corazón es correcto la cabeza piensa correcto. Todos nuestros actos son juzgados por
nuestros motivos interiores, no por cumplidos exteriores. “Del corazón sale los asuntos de la vida”. La
cobardía moral, indecisión en momentos críticos, un deseo de salirse con la suya, inhabilidad de
cooperar, han destruido las esperanzas de millones. Han arruinado sus prospectos de éxito. Para
eliminar estas desventajas mentales es la primera movida para todos que desean apuntar alto.

El éxito depende sobre adoptar un curso verdadero, sostener lo que es justo y correcto en pensamiento
y acción. Adherencia a un principio es muy esencial. El éxito no es una criatura de circunstancia, ni un
juego de chance, ni suerte, mas no hasta que la Regla Dorado es la base de la actividad comercial es
que podamos estar en armonía con el principio. La religión y el negocio no son dos ciencias separadas;
ambas son una misma. Lord Leverhulme dijo, “Es frecuentemente declarado que el negocio moderno
no puede ser conducido sobre la línea del Sermón del Monto.” Negocio es una expresión de la meta
más alta del individuo, la religión del individuo.

El hecho de que el individuo es honesto y verdadero e industrioso no asegura su éxito. Mas puede ser
necesario para esto, pues si un individuo es tímido, retrogrado, o miedoso, el miedo va a actuar como
un freno para retardar su progreso. Si un individuo es un ingeniero eficiente, más tiene un complejo de
inferioridad, ese complejo lo hará mediocre y no será capaza de extenderse de acuerdo a sus
habilidades. El miedo es grandemente la causa de las derrotas; no puede ser eliminado ni mediante las
drogas o mediante el bisturí del cirujano. El único remedio para el miedo conocido es el entendimiento.
Cuando entendemos que el universo está lleno de la presencia de Dios, no existe nada que temer.

La mayoría de nosotros podemos cumplir con nuestras obligaciones si no fuese por algún tipo de miedo
que nos dice de manera diferente. Nos hipnotizamos en una creencia que incapacita nuestro poder. El
miedo nubla nuestra visión, adormece nuestras facultades, paraliza nuestras fuerzas mentales que
deberían de estar libres y activas si vamos a evitar la calamidad. Cuando la mente del individuo esta
confusa por miedo, no está en condición de aceptar una oportunidad. “Dios no nos da el espíritu del
miedo, más de coraje y una mente sana.”

La religión del individuo no lo hace un éxito. Si un individuo utiliza anteojos para mejorar su vista, por
la misma razón que el individuo consigue más de la vida con una religión que sirve para agrandar su
visión. Una verdadera religión sirve para expandir o para engrandecer la visión del individuo, mientras
que el individuo irreligioso práctico esta incomodo por su vista limitada y estrecha. Si pensamos que el
suministro depende de los individuos o condiciones materiales y luego nos preocupamos cuando los
individuos nos fallan, las condiciones van de malo a peor. La única garantía es sentir y saber que Dios
(la Ley) es nuestro suministro, y afirmarlo constantemente. Si deseamos éxito, debemos pensar éxito,
debemos hablar y actuar éxito. “Ninguna buena cosa va a sostener Dios, la ley, de aquellos que
caminan honradamente”. El individuo con mente religiosa realiza que El que está a nuestro favor está
más grande que aquel que está en nuestro contra.
Se dice que la mitad de nuestros fracasos son el resultado de jalar hacia arriba en nuestros caballos y
chequearlos tan pronto que van a saltar la barda. Los jinetes expertos dejan el caballo hacer su salto y
esto asegura un salto seguro. La mitad de nuestros fracasos son que jalamos en el momento cuando
debemos soltar nuestras fuerzas para que se ventilen completamente en cuanto hacemos un salto. Nos
arrojamos de regreso hacia el fracaso justo cuando podemos estar galopando hacia la victoria.

Dos niños saltaron en el rio un día, retando uno con el otro a cruzarla nadando, una distancia de dos
millas más o menos. Ellos nadaron hacia adelante con un estilo estable y fuerte y el nadador líder, sin
mirar atrás, continuo nadando hacia la otra playa. Cuando camino sobre la playa del rio y había
completado su chapuzón, miro hacia atrás para notar que su amigo no estaba en ningún lado cerca.
Miro con más cuidado y, contemplando, allí de pies estaba en la otra playa de donde habían
comenzado. Cuando se encontró con su amigo le dijo a él, “¿Cómo es que no me seguiste a través del
rio y llegaste a la otra playa? El niño que se regreso dijo,” Oh, después que llegue a la mitad mire hacia
atrás y vi que tan largo había llegado y tenía miedo de que no pudiese llegar, entonces me regrese.”
Más”, dijo el niño que había cruzado nadando el rio, “porque no pensaste en mirar hacia adelante como
yo hice, pues yo solo miraba la playa acercándose y acercándose a mí con cada brazada. ¿Porque no
pensaste que era igual de difícil el retornar con seguridad como era continuar nadando a tu meta?”

Cuando Moisés llevo los Niños de Israel fuera de Egipto hacia la Tierra Prometida, ellos se encontraron
con lo que a muchos parecía una barrera imposible, el Mar Rojo. Algunos querían retornar; muchos
murmuraron y se quejaron porque ellos se habían aventurado tan lejos de Egipto. Moisés lloro: “Dios,
¿qué debo hacer? Y le respondieron, “¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los hijos de Israel que sigan
su marcha.” Moisés le hablo a su gente, y ellos marcharon hacia el mar y las aguas se partieron y ellos
cruzaron a la tierra seca. Moisés quemo sus puentes tras el a medida que avanzaba, pues no podía haber
un retroceso.

El éxito es un asunto de avance por grado. Ningún individuo puede convertirse en un éxito excepto
mediante entrenamiento. Un atleta puede entrenar por semanas y meses para ponerse en forma para una
competencia que pueda durar solamente unos cuantos minutos. El secreto verdadero consiste en mover
hacia ADELANTE, y esa actitud mental peculiar que promueve este progreso constante es el factor
principal para el arte del éxito. Ningún individuo que no tenga inculcado el deseo de avance puede
triunfar. El deseo de avanzar implica el poder de avanzar. Eso significa que la Ley es tan absoluta en
sus acciones como cualquier ley de ciencia. El hecho que podemos desear triunfar es evidencia que
tenemos el poder para triunfar; de lo contrario no hubieses sido urgido a aspirar hacia el éxito. No
podemos aspirar a triunfar a menos que tengas el poder de triunfar. El deseo crea el poder; el poder
inspira la mente del individuo, y el éxito es el resultado de esa inspiración correctamente aplicado.

Investigando las vidas de un individuo exitoso, podemos encontrar un hecho bastante chocante:
Encontramos una cualidad que es responsable para su éxito, lo que consiste en un estado mental
constructivo. Los psicólogos llaman este estado mental constructivo como una “actitud exitoso”. Tan
sencillo como puede parecer, en casi cada caso la diferencia que decide el éxito o el fracaso es la
actitud mental dominante. Esto es la culpa y es la causa de la derrota. El descubrimiento de este hecho
destacado por la psicología moderna explora hacia la verdadera raíz de algunos problemas profundos
practicables e indican una manera de salir de la adversidad y derrota. En breve, la actitud mental
positiva del individuo que piensa que PUEDE en contraste con la actitud negativa de otro que piensa
que NO PUEDE, es prácticamente la única diferencia entre uno que triunfa y otro que fracasa. El
primero aprende la verdad y descubre que puede hacer cosas y la idea libera sus energías latentes, lo
revuelve a la actividad, lo excita con el deseo de avanzar, lo inspira a que logre hacer cosas, entonces se
mueve hacia el éxito.

Algunos individuos, mas, viven en la convicción que así como son, así deben permanecer. Ellos creen
que Dios los ha tirado hacia una moldura fija y que la poca habilidad o poder que poseen es todo que
puedan esperar o por lo que pueden desear en esta vida. La investigación científica de los misterios de
la mente humana revela un mundo maravilloso de poder y posibilidad. La verdad psicológica es, que lo
que es posible para una mente es posible para otra, y mucho más de lo que hemos soñado. Las mismas
facultades humanas y poderes cultivados de los grandiosos y los exitosos son posibles en todas las
mentes. La única verdadera diferencia es en el grado de desarrollo, no tipo.

Comencemos ahora a tomar una vista superior de nosotros mismos, nuestra vida y circunstancias, y de
cosas y personas en general. Mientras mentalmente percibimos lo mejor y lo más grande. En otras
palabras, nuestros pensamientos, deseos, palabras, y acciones mentales van a gradualmente ser llenadas
con el “espíritu de progreso” y nuestras facultades van a crecer más fuerte y nuestros poderes van a
incrementar.

Agarremos el espíritu de las palabras “Yo puedo” y tenemos la llave a una actitud exitosa. Sabe que
podemos triunfar, y procedemos a pensar, vivir, y actuar en esa convicción fuerte. Podemos buscar en
todos lados, donde sea, para descubrir el secreto místico del éxito, solamente para encontrar que al final
todo está contenido en estas dos palabras pequeñas, “Yo puedo.”

La psicología moderna ha descubierto que el individuo que piensa que puede rápidamente va a
desarrollar la facultad de poder. Esta es una ley demostrable de la mente. Persistentemente pensemos
que podamos hacer lo que queremos, y de pronto nos encontraremos haciendo actualmente esa cosa.
No existe ningún milagro sobre ello; la ley trabaja en esa manera. El principio involucrado es que si la
actitud “Yo puedo” se adopta, la mente va a proceder a dirigir energías hacia esas facultades que se
utilizan en hacer eso se desea cumplir, y establemente construirlos hasta que se conviertan
suficientemente grande y fuerte para actualmente hacer lo que previamente parecía ser imposible.

Cuando Napoleón buscaba conquistar Italia estaba de cara con un obstáculo aparentemente insuperable,
los Alpes colosales. Ellos eran considerado por los individuos que Vivian alrededor de ellos como
absolutamente inescalable, más las palabras “Yo no puedo” no estaban en la mente de Napoleón. El,
siendo determinado a conquistar, persistentemente se dijo a sí mismo, “Yo puedo”. Su descenso en el
otro lado de las montañas sorprendió tanto a la gente en ese país que fueron conquistados prácticamente
sin oposición. Por lo tanto, su obstáculo más grande fue su medio seguro para la victoria. Así es con
todas las dificultades. Los obstáculos vistas de un punto de vista más alto son invariablemente piedras
de apoyo hacia el éxito. John Bunyan fue tirando adentro de la cárcel, y mientras estaba preso allí
encaro un problema igual a los Alpes. Quería continuar con su trabajo religioso. No era fácilmente
derrotado, así que sobre el papel retorcido que se le fue llevado a él como un corcho en la jarra de
leche, escribió “El Progreso del Peregrino”. Este libro solo ha llegado a más individuos a los cuales
hubiese podido predicarles en una vida entera.

Los obstáculos sirven como una oportunidad para llamar a nuestros poderes latentes. Los individuos
irradian desilusión, tristeza, y derrota porque ellos aceptan la actitud “Yo no puedo”. Otros emanan
positivamente el éxito a través de una actitud alegre, confiada y energética. Nos los encontramos en
todos lados. Uno gravita hacia las condiciones de adversidad, mala suerte, e infortunio, el otro atrae lo
mejor y se eleva hacia arriba hacia el éxito. El individuo débil y negativo, el individuo “No puedo”,
nos repela; instintivamente lo rechazamos; esa la Ley alertándonos que lo evitemos porque está fuera
de armonía con la orden Divina de las cosas. Por otro lado, el individuo fuerte de “yo puedo” nos atrae
y nos llama hacia él. Es optimista y somos felices en asociarnos y hacer negocios con tal individuo.
Todos tenemos nuestro propio atmosfera individual, de la misma manera tiene una flor su aroma. Así
que busquemos como construir una actitud positiva fuerte de “yo puedo” lo cual nos llevara al éxito.

En todas circunstancias somos mayores que las cosas o condiciones; si no actualmente, somos en
potencia. Lo que sea a que le apuntamos, seamos seguros de ganar; apuntemos alto, apuntemos bien, y
nuestros errores van a ocurrir poco y no con mucha frecuencia. Mantengamos la actitud “yo puedo”;
afirmémosla constantemente. Vamos a triunfar; vamos a encontrarnos destinados a ganar. John D.
Rockefeller aclara, “El individuo que empieza con la idea de hacerse rico no va a triunfar. Debe tener
una ambición mayor. No existe misterio al éxito de negocios. Si hace las tareas diarias exitosamente, se
mantiene fielmente dentro de las operaciones naturales de la ley comercial, y mantiene su cabeza clara,
va a salir bien.”

El próximo paso es dirigir nuestra vida o declarar nuestro ideal o nuestro objetivo. Hagamos una
imagen mental y mantengamos en mente aquello que aspiramos lograr. Comencemos con un esfuerzo
persistentemente de trabajo hacia nuestra meta final. La vida, después de todo, es solo una serie de
pasos; cada paso puede proveernos con nuevos problemas, mantengamos nuestro ojo siempre fijo sobre
la peonza – nuestro objetivo, nuestro propósito, nuestra meta. No importa que tan crudo o que tan pobre
nuestros primeros esfuerzos puedan ser, ellos son no más que el comienzo. No tenemos que
compararnos con otro; todos hemos tenido que comenzar en algún tiempo del fondo. Para mientras,
sepamos que no podemos fallar hasta que te des por vencido. Nunca podemos fracasar si nunca nos
damos por vencido. Seguimos intentando; cada esfuerzo produce algún resultado. Éxito, después de
todo, es sola la colección de muchos buenos resultados.

“Nunca dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy.” dijo Benjamín Franklin. El peor enemigo
que podemos encontrar en la carretera de la vida está dentro de nosotros mismo. Su nombre es
PROCRASTINACION. La procrastinacion mata la ambición. Nos consigue adentrarnos en el hábito de
la indecisión, que causa el fracaso. Practiquemos hacer nuestras decisiones claramente y rápidamente;
cuidémonos de las preguntas pequeñas que nos vienen y ellos van a automáticamente cuidar de
cualquier otra pregunta grande, si acaso surgen. Uno que no puede decidir por sí mismo claramente
subordina su juicio; se hace receptivo al pensamiento racial al su alrededor y luego se convierte en uno
de la masa y puede atraer solamente aquellos que atraen las masas.

¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre? ¿Cómo lo gastamos? ¿Dónde lo gastamos? ¿Le das algún
valor? En estos días mucha ganancia y a veces el éxito completo depende de utilización de los
cachivaches, los tales llamados “derivados”. Los derivados son algo aparte del artículo principal que es
manufacturado, y aun así tienen un valor muy propio. Todos tipos de negocios grandes tienen sus
derivados, cachivaches que les paga bien. La Empresa Empacadora de Carne Armour utiliza todos sus
derivados a su ventaja. Desde las colas de cerdo hasta el pelo, existen derivados infinitos. Las colas de
cerdo son secadas y vendido como una delicadeza; el pelo se utiliza para hacer peines y una cuerda
fuerte. Ahora bien si Armour se descuidase de utilizar los derivados, hubiese una gran diferencia en el
monto de dividendos que les pagan a los accionistas.

El punto para nosotros es este: no podemos ser manufactureros como la empresa Empacadora de Carne
Armour. Somos comerciantes en tiempo. Nuestro éxito depende sobre la utilización del tiempo y de sus
derivados varios a lo cual llamamos “ocasiones raras”. ¿Qué hay de estas ocasiones raras? El éxito
verdadero de algunos empezó en las ocasiones raras. Lo que hacemos con nuestro tiempo libre, no
solamente es ganancia pura, más nos incrementa sus actividades mentales. Cada minuto que ahorramos
con hacer útil y rentable, añade a nuestra vida y a la posibilidad de una exitosa. Cada minuto perdido es
un derivado descuidado. Una vez que se fue no se puede retornar.

Pensemos del cuarto de hora antes del desayuno, la media hora después, y los veinte minutos sobre el
tranvía, el tiempo gastado esperando citas durante el día, y las veintenas de chances cada día que
podemos leer, o figurar, o concentrar, o trabajar para nuestra meta. Utilicemos todo nuestro tiempo
constructivamente. Es solo los vagos, inútiles, fracasados que hablan de matar el tiempo. El único que
mata el tiempo está destruyendo sus oportunidades, mientras que el individuo que está triunfando está
haciendo su tiempo vivir y utilizándolo bien. Yo siempre gusto de oír a un individuo decir que no
existe suficiente tiempo en el día para él. Ese individuo está consiguiendo lo máximo de la vida, y, yo
me aventuro a decir, que está triunfando.

El éxito, entonces, resumido, es la manera en la cual aprendemos a utilizar dos cosas valiosas- nuestro
tiempo y pensamiento. Solo el conocimiento no es el éxito; es la manera en que utilizamos ese
conocimiento. Es siempre importante acordarnos que detrás de todo nuestro esfuerzo y lucha, debajo
del polvo y humo de las cosas, están los brazos del Padre guiando, guardando y apoyando nos. Lo que
fuese que carecemos, Él tiene; lo que sea que necesitamos, Él puede suplir; cualquier obstáculo que
encontramos, Dios, adentro de nosotros y nuestro alrededor, puede superarlo. “Tan cerca al individuo,”
escribió Emerson, “cuando el deber susurra de manera baja, “tu puedes” el joven responde, “Yo
puedo.”
Vos podes

Si piensas que estás derrotado, lo estás,


Si piensas que no te atreves, no lo haces,
Si te gustaría ganar, más piensas que no podes,
Es casi segura que no ganaras.
Si piensas que perderás, estas perdido,
Pues en el mundo encontramos,
El éxito comienza con la voluntad de un ser
Todo está en el estado de la mente.
Si piensas que te han superado, lo han hecho,
Debemos pensar alto para elevar.
Debemos estar seguros de nosotros mismos antes
de que podamos ganar un premio.
Las batallas de vida no siempre van
Al más fuerte o más rápido,
Mas tarde o temprano el individuo que gana
es el individuo ¡QUE PIENSA QUE PUEDE!

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