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CONVULSIONES

Identificar el área donde ocurre la convulsión

Después de una convulsión, el médico analizará minuciosamente tus


síntomas y tu historia clínica. El médico puede solicitar varias pruebas para
determinar la causa de la convulsión y evaluar las probabilidades de que se repita.

Algunas de las pruebas son:

Un examen neurológico. El médico puede evaluar tu conducta, tus


habilidades motoras y tu función mental para determinar si tienes un
problema en el cerebro o en el sistema nervioso.
Análisis de sangre. El médico puede tomar una muestra de sangre para
detectar signos de infecciones, enfermedades genéticas o desequilibrios en
los niveles de azúcar en sangre o electrolitos.
Punción lumbar. Si el médico sospecha que la causa de la convulsión es
una infección, es posible que te deban extraer una muestra de líquido
cefalorraquídeo para análisis.
Electroencefalografía (EEG). En este estudio, los médicos fijan electrodos
en el cuero cabelludo con una sustancia pastosa. Los electrodos registran
la actividad eléctrica del cerebro que se representa mediante líneas
onduladas en el registro del electroencefalograma.

Tratamiento

No todas las personas que tuvieron una convulsión tendrán otra y, debido a que
una convulsión puede ser un incidente aislado, es posible que el médico decida no
iniciar el tratamiento hasta que ocurra más de una.

El objetivo óptimo en el tratamiento de las convulsiones es encontrar la mejor


terapia posible para detener las convulsiones con la menor cantidad de efectos
secundarios.
EPILEPSIA

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el


que la actividad cerebral se altera, lo que provoca convulsiones o períodos de
comportamiento y sensaciones inusuales, y, a veces, pérdida de la conciencia.

Cualquier persona puede padecer epilepsia. La epilepsia afecta tanto a hombres


como a mujeres de todas las razas, grupos étnicos y edades.

Los síntomas de las convulsiones pueden variar mucho. Algunas personas con
epilepsia simplemente permanecen con la mirada fija por algunos segundos
durante una convulsión, mientras que otras contraen repetidamente los brazos o
las piernas. Tener una única convulsión no significa que padezcas epilepsia. Se
necesita de al menos dos convulsiones no provocadas para tener un diagnóstico
de epilepsia.

Síntomas

Debido a que la epilepsia se produce a causa de la actividad anormal del cerebro,


las convulsiones pueden afectar cualquier proceso que este coordine. Algunos de
los signos y síntomas de convulsiones son:

 Confusión temporal
 Episodios de ausencias
 Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas
 Pérdida del conocimiento o conciencia
 Síntomas psíquicos, como miedo, ansiedad.

Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, una
persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de convulsión en cada
episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un episodio y otro.
Cuándo consultar con el médico

Busca ayuda médica inmediata en cualquiera de los siguientes casos:

 La convulsión dura más de cinco minutos.

 La respiración o el conocimiento no retornan una vez que termina la


convulsión.

 Se produce una segunda convulsión de inmediato.

 Tienes fiebre alta.

 Sufres agotamiento por calor.

DESMAYO

Los desmayos se presentan cuando el cerebro deja temporalmente de


recibir suficiente sangre, lo que hace que pierdas el conocimiento. Esta pérdida del
conocimiento suele ser breve.

Posiblemente, los desmayos no tengan importancia médica. O bien, la causa


puede ser un trastorno grave, que por lo general involucra al corazón.

Si sientes que estás a punto de desmayarte

Recuéstate o siéntate. Para reducir la posibilidad de que vuelvas a


desmayarte, no te levantes demasiado rápido.
Si te sientas, coloca la cabeza entre las rodillas.
Si otra persona se desmaya

Colócala boca arriba. Si no hay lesiones y la persona está respirando,


levántale las piernas por encima del nivel del corazón, unas 12 pulgadas
(30 cm), de ser posible. Afloja cinturones, collares u otras vestimentas
apretadas.
Para reducir la posibilidad de que la persona vuelva a desmayarse, no la
levantes demasiado rápido. Si la persona no recupera el conocimiento en un
minuto, llama al 911 o al número local de emergencias.

Verifica si respira. Si la persona no respira, comienza con la reanimación


cardiopulmonar (RCP). Llama al 911 o al número local de emergencias.
Continúa con la reanimación cardiopulmonar hasta que llegue la ayuda o
hasta que la persona comience a respirar.
Si la persona se lesionó en una caída a causa de un desmayo, trata cualquier
bulto, moretón o corte de manera adecuada. Controla el sangrado aplicando
presión directa.

HIPERTENSIÓN

La presión arterial alta es una enfermedad frecuente en la que la fuerza que


ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es
lo suficientemente alta como para poder causarte problemas de salud, como la
enfermedad cardíaca. La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de
sangre que tu corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la
sangre en tus arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más
estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial.

Síntomas

La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas,
incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente
elevados.

Algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad
para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y,
por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave
o potencialmente fatal.
Cuándo debes consultar con un médico

Probablemente te tomen la presión como parte de tu consulta médica de rutina.


Pídele al médico que te mida la presión arterial por lo menos cada dos años a
partir de los 18 años. Si tienes 40 años o más, o si tienes entre 18 y 39 años y
presentas un riesgo elevado de presión arterial alta, pídele al médico que te mida
la presión arterial todos los años.

Por lo general, la presión arterial debe medirse en ambos brazos para determinar
si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete de tamaño adecuado.

Causas

Hipertensión primaria (esencial). En la mayoría de los adultos, no hay una


causa identificable de presión arterial alta. Este tipo de presión arterial alta,
denominada hipertensión primaria (esencial), suele desarrollarse gradualmente en
el transcurso de muchos años.

Hipertensión secundaria. Algunas personas tienen presión arterial alta causada


por una enfermedad no diagnosticada. Este tipo de presión arterial alta, llamada
hipertensión secundaria, tiende a aparecer repentinamente y causa una presión
arterial más alta que la hipertensión primaria.

Factores de riesgo

La presión arterial alta presenta muchos factores de riesgo, incluidos los


siguientes:

 La edad.

 Raza.

 Antecedentes familiares.

 Tener sobrepeso u obesidad.


 No hacer actividad física.

 Consumo de tabaco.

 Demasiada sal (sodio) en la dieta.

 Muy poco potasio en la dieta.

 Consumir demasiado alcohol.

 Estrés.

 Ciertas afecciones crónicas.

FIEBRE
La fiebre es un aumento de la temperatura del cuerpo. Generalmente es un
signo de infección. La fiebre en sí misma suele ser inofensiva y, probablemente,
útil. A menudo, la fiebre no necesita tratamiento.

La temperatura corporal promedio es de 98,6 °F (37 °C). Sin embargo, la


temperatura corporal normal puede oscilar entre 97 °F (36,1 °C) y 99 °F (37,2 °C)
o más. La temperatura corporal puede variar de acuerdo con tu nivel de actividad
o la hora del día. Por lo general, las personas mayores tienen una temperatura
corporal más baja que las personas más jóvenes.

Las siguientes cifras del termómetro suelen indicar fiebre:

Temperatura de la arteria temporal, del oído o del recto de 100,4 °F (38 °C)
o superior
Temperatura bucal de 100 °F (37,8 °C) o superior
Temperatura axilar de 99 °F (37,2 °C) o superior
¿Debo tratar la fiebre?

Cuando tú o tu hijo se enferman, el objetivo principal es aliviar las molestias y


promover el descanso. Tratar la fiebre no abrevia ni prolonga en particular el curso
de una enfermedad.
Cómo tratar la fiebre en un niño

Es posible que los niños con fiebre relativamente alta no parezcan estar enfermos
ni actúen como si lo estuvieran. El tratamiento de la fiebre depende del grado de
molestia. Si tu hijo está incómodo o inquieto, estas estrategias de cuidados en
casa podrían resultar útiles:

 Alienta a tu hijo a beber líquidos


 Viste a tu hijo con ropa liviana.
 Si tu hijo siente escalofríos, colócale una manta liviana hasta que se le
pasen.
Los analgésicos también pueden ser útiles, pero ten en cuenta estas
precauciones:

 No le des aspirina a ninguna persona de 18 años o menor.


 No le des ningún tipo de analgésico a un bebé hasta después de haberte
comunicado con un proveedor médico o de que le hayan hecho una
evaluación.
 Puedes darle paracetamol/acetaminofeno (Tylenol u otros) a niños menores
de 6 meses, según se indique en la etiqueta.
 Puedes darle paracetamol o ibuprofeno a niños de 6 meses o más. Sigue
las indicaciones del envase del producto.
 No les des ibuprofeno a niños menores de 6 meses.
 No les des paracetamol a bebés menores de 6 semanas.

DESHIDRATACIÓN
Por lo general, el médico puede diagnosticarte deshidratación sobre la base
de signos y síntomas físicos. Si estás deshidratado, probablemente también
tengas presión arterial baja, especialmente cuando pasas de estar acostado a
estar parado, una frecuencia cardíaca más rápida de lo normal y menor flujo
sanguíneo en las extremidades.
Para ayudar a confirmar el diagnóstico e identificar el grado de deshidratación,
pueden realizarte otros exámenes, por ejemplo:

Análisis de sangre.

Análisis de orina.

Tratamiento

El único tratamiento eficaz para la deshidratación es la sustitución de los líquidos y


de los electrolitos perdidos. El mejor abordaje del tratamiento de la deshidratación
depende de la edad, la gravedad de la deshidratación y su causa.

En el caso de los bebés y los niños que se deshidratan a causa de diarrea,


vómitos o fiebre, utiliza una solución de rehidratación de administración oral de
venta libre. Estas soluciones contienen agua y sales en cantidades específicas
para reponer tanto los líquidos como los electrolitos.

Qué puedes hacer

Toma nota de cualquier síntoma que tengan tú o la persona a quien cuidas,


incluidos los que parezcan no guardar relación con el motivo por el cual
programaste la consulta. Si tú o la persona a quien cuidas han vomitado o han
tenido diarrea, el médico querrá saber cuándo comenzaron estos síntomas y con
qué frecuencia han ocurrido.

Anota la información personal más importante, incluido cualquier viaje reciente


o alimentos ingeridos que podrían haber causado la enfermedad. Además, el
médico querrá saber si tú o la persona a quien cuidas han estado expuestos
recientemente a alguien con diarrea.

Haz una lista de la información médica más importante, por ejemplo, otras
afecciones para las que tú o la persona a quien cuidas reciben tratamiento y los
nombres de los medicamentos que toman. Incluye en la lista todos los
medicamentos, tanto los de venta libre como los recetados, así como todas las
vitaminas y los suplementos.

Anota preguntas para hacerle a tu médico.

MORDEDURAS Y PICADURAS

La mayoría de las reacciones a las mordeduras y a las picaduras de


insectos son leves, ya que solo producen enrojecimiento, picazón, ardor o
hinchazón leve. En ocasiones excepcionales, las mordeduras y las picaduras de
insectos, como las de las abejas, las avispas, los avispones, las hormigas rojas o
los alacranes, pueden producir reacciones graves. Algunos insectos también
transmiten enfermedades, como el virus del Nilo Occidental.

En caso de una reacción leve

Para tratar una mordedura o una picadura de insecto que causa una reacción leve:

 Busca un lugar seguro para evitar más mordeduras o picaduras.


 Si es necesario, retira el aguijón.
 Lava la zona afectada con agua y jabón.
 Aplica una compresa fría. Utiliza una tela humedecida con agua fría o con
hielo. Esto ayuda a reducir el dolor y la hinchazón. Si la lesión es en un
brazo o en una pierna, elévalos.
 Aplica crema con 0,5 o 1 por ciento de hidrocortisona, una loción de
calamina o pasta hecha con bicarbonato de sodio en la mordedura o
picadura varias veces al día hasta que los síntomas desaparezcan.
 Toma un antihistamínico (como Benadryl, u otros) para reducir la picazón.
Por lo general, los signos y síntomas de una mordedura o de una picadura
desaparecen en uno o dos días. Si estás preocupado, incluso si la reacción es
leve, llama al médico.

Cuándo buscar atención médica de urgencia

Llama al 911 o al número local de emergencias si la persona lesionada tiene:


 Dificultad para respirar
 Hinchazón en los labios, en los párpados o en la garganta
 Mareos, sensación de desmayo o desorientación
 Latidos del corazón rápidos
 Urticaria
 Náuseas, calambres o vómitos
 Una picadura de alacrán en un niño
Toma estas medidas de inmediato mientras esperas ayuda médica:

 Pregúntale a la persona si lleva consigo un autoinyector de epinefrina para


tratar ataques de alergia.
 Si la persona dice que necesita usar un autoinyector, pregúntale si debes
ayudarla a inyectarse el medicamento.
 Afloja la ropa ajustada y tapa a la persona con una manta. No le des nada
para beber.
 Si la persona tiene vómitos, posiciónala de manera que evites el
atragantamiento.
 Comienza a realizar RCP si la persona no muestra signos de circulación,
como respirar, toser o moverse.

HISTERIA

Los «trastornos neurológicos funcionales» son un término más reciente y


amplio que abarca lo que algunas personas denominan «neurosis histérica» y
presentan síntomas del sistema nervioso (neurológico) que no pueden explicarse
debido a una enfermedad neurológica u otra enfermedad. Sin embargo, los
síntomas son reales y provocan una angustia significativa o problemas para
desenvolverse en la vida.

Los signos y síntomas varían según el tipo de trastorno neurológico funcional y


pueden tener patrones específicos. Normalmente, estos trastornos afectan los
movimientos o los sentidos, como la capacidad para caminar, tragar, ver u oír. La
gravedad de los síntomas puede variar y estos pueden ser de corta o larga
duración. No obstante, no se pueden producir intencionalmente ni controlarse.

Síntomas

Los síntomas de los trastornos neurológicos funcionales pueden variar según el


tipo de trastorno, y son lo suficientemente considerables como para provocar
deterioro y requerir una evaluación médica. Los síntomas pueden afectar el
movimiento y el funcionamiento del cuerpo, así como los sentidos.

Los signos y síntomas que afectan el funcionamiento y el movimiento del cuerpo


pueden comprender:

 Debilidad o parálisis

 Movimiento anormal, como temblores o dificultad para caminar

 Pérdida de equilibrio

 Dificultad para tragar o sensación de tener «un bulto en la garganta»

 Convulsiones o episodios de temblores y una aparente pérdida del


conocimiento (convulsiones no epilépticas)

 Episodios de falta de reacción

Los signos y los síntomas que afectan los sentidos pueden ser:

 Entumecimiento o pérdida de sensibilidad al tacto

 Problemas del habla, como incapacidad para hablar o balbucear

 Problemas de visión, como visión doble o ceguera

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica en caso de presentar los signos y síntomas enumerados


anteriormente. Si la causa de fondo es un trastorno neurológico u otra afección,
puede ser importante recibir un diagnóstico y un tratamiento rápidamente. Si el
diagnóstico es un trastorno neurológico funcional, el tratamiento puede mejorar los
síntomas y ayudar a prevenir problemas en el futuro.

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