Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
FUNDAMENTO DE INVESTIGACIÓN:
ESTUDIANTE:
PROFESOR:
CURSO:
ESCUELA: CICLO:
HISTORIA IV
FACULTAD:
CIENCIAS SOCIALES
TRUJILLO - PERÚ
2017
ANÁLISIS DEL LIBRO ETNOHISTORIA DEL PERÚ ANTIGUO DE LUIS E.
VALCÁRCEL
1. NOTA INTRODUCTORIA
Este trabajo tiene por objetivo realizar un análisis exhaustivo de uno de los
tantos libros del historiador y antropólogo Luis E. Valcárcel, el texto al que
hacemos referencia es Etnohistoria del Perú Antiguo. Historia del Perú (Incas). El
presente trabajo es importante porque proporcionará una visión completa de la
etnohistoria peruana y esto gracias al texto consultado1 que nos brinda
información indispensable para realizar este informe ya que representa uno de los
pilares bibliográficos para comprender académicamente la etnohistoria peruana.
1 Valcárcel nos señala en su texto los principios (métodos, criterios, fuentes, etc.) de esta
disciplina histórica y además nos aporta la investigación etnohistórica que ha realizado de los
distintos aspectos de la vida andina del Perú Antiguo.
2. ESTUDIOS SOBRE ETNOHISTORIA EN EL PERÚ
2Téngase presente que Clark Wissler vivió entre los años 1870-1947, así comprenderemos lo
antiquísimo que es la expresión ethno-historical.
“desde lo conocido hacia lo desconocido”, otro investigador fue Ronald B. Dixon,
quien aprovechando los trabajos de Bandelier, impulso la metodología
arqueológica: direct historical approach, que sería usado en la etnohistoria en trabajos
en el área de las Grandes Llanuras norteamericanas3, en esta ocasión hemos
querido mencionar solo estas aportaciones ya que indudablemente existen muchos
más por informar4.
3 Los trabajos de esta parte de América serán realizados por William Duncan Strong y Waldo R.
Wedel usando el método direct historical approach de Dixon.
4 Para más información revisar el trabajo de Marco Curátola, como “Los cinco sentidos de la
Trabajó con el pico, la lampa, los laboratorios de análisis arqueológicos; así como con los
archivos, las crónicas coloniales, los lienzos de la pintura cuzqueña y los pintorescos
queros para continuar indagando por la suerte y transformación de los incas y la cultura
andina durante la época colonial (Burga 2005: 128).
De esta breve descripción que nos presenta Burga se reconoce ese carácter
etnohistórico que se estaba formando en el Perú, gracias al aporte de este
académico –quien ha sido profesor en la Universidad de California, Berkeley–; por
5 He aquí la importancia del trabajo realizado por Valcárcel ya que él vivió, como lo menciona,
en una época donde se enseñaba solamente la historia política de los Incas y en su afán de
reconstruir el pasado con otro punto de vista (económico, religioso, jurídico, técnico, artístico,
moral, etc.), usa medios históricos como también arqueológicos, de esta manera logra concretar
su estudio etnohistórico.
tanto su libro no estaría ajeno a esa conjunción de las dos ciencias que practicaba,
Arqueología e historia. Cambio, continuidad y resistencia en los Andes, esta obra significa
esa consigna de este arqueólogo por abarcar temas andinos de una forma
complementaria y global a la vez, con el uso de ambas ciencias sociales
Además cabe señalar que Rowe a través de sus distintos trabajos formulará
“una periodificación arqueológica previa a los incas (1946)6. […] también
contribuyó a la mejor comprensión de la organización social y política andina con
sus estudios sobre la religión estatal incaica (1960) (Ávila 2000: 187).
6 Esta periodificación consistía en una división de “horizontes” y “periodos” de las culturas que
se desarrollaron en los Andes Centrales.
7 Manuel Burga indica el año 1964 como la fecha central en las publicaciones científicas de R.
Tom Zuidema, ya que como hemos mencionado escribe su sistema de ceques del Cuzco, cuyo título
original es The Ceque System of Cuzco. The Social organization of the Capital of the Inca, publicado en
Leiden, Holanda; además en esta década –los sesenta– el estructuralismo, gracias a los
De la obra antes mencionada el antropólogo holandés estudia:
…la organización social Inca tomando como punto de partida la lista de las líneas
ceremoniales recopiladas por el cronista Polo de Ondegardo, elaborando un modelo de
lo que la elite Inca tenía en mente cuando correlacionaba los linajes reales con las
responsabilidades religiosas y el matrimonio preferencial. [Además] abordó los niveles
casi invisibles de las realidades andinas. Conceptos como dualidad, cuatripartición y
organización decimal, dieron nuevas pistas para repensar la organización de los
sistemas prehispánicos. Sus aportes al estudio de la astronomía y el calendario incaico
también son importantes (Ávila 2000: 187-88).
De su sistema de ceques que propone Zuidema, Burga nos dice que para explicar
la función política y religiosa de tumbas –nombradas en su obra- y su relación con
este sistema, el antropólogo holandés tuvo que utilizar de forma simultánea –
además de la antropología estructuralista– la arqueología, las crónicas coloniales y
el conocimiento etnográfico (Burga 2005: 135); aquí observamos que al igual que
Rowe, Zuidema tuvo que usar a distintas ciencias sociales para poder concretar su
obra, de lo contrario no hubiese sido posible, ante ello concluimos que los aportes
de Zuidema –al igual que Rowe y Murra, de este último hablaremos a
continuación– contribuirán al nacimiento de la moderna etnohistoria peruana
(Véase Ávila 2000, Burga 2005).
Por su parte Murra, quien gracias a su tesis doctoral (1955) nos aportó una
nueva visión del mundo de los Andes, creando el término “lo andino” donde
proponía una organización diferente a la que se creía del Imperio de los Incas 8 y de
planteamientos de Claude Lévi-Strauss, tendrá una hegemonía en los medios académicos (Burga
2005: 130).
8 Particularmente de los incas se he dicho que estos tuvieron un estado socialista (Baudin),
comunista (Mariátegui) o esclavista (Choy) (Ávila 2000: 188). Terence D´Altroy concuerda en
esta posición, además agrega que existen distintos “autores que han contemplado ese reino –
haciendo referencia al incario– [de forma] diferente: como un tipo de comunismo primitivo,
los Andes Centrales en general, además Murra incorporó –gracias a conceptos de
antropología económica– la visión de intercambio en los Andes: reciprocidad,
redistribución y control vertical de pisos ecológicos, estos temas en que se aventura
Murra a estudiar están reunidos en sus Formaciones económicas y políticas del mundo
andino (1975) y El mundo andino. Población, medio ambiente y economía (2002), sin
lugar a dudas su ensayo sobre “El control vertical de un máximo de pisos
ecológicos en la economía de las sociedades andinas”9 es el más significativo de
sus estudios ya que aquí plasma de una gran forma la investigación etnohistórica,
lo que lo llevó “con justo título [ser] considerado el padre de la etnohistoria
andina” (Curátola 1999: 198).
como una sociedad feudal, como un Estado despótico a la manera asiática o como un imperio
territorial” (D´Altroy 2003: 19)
9 “Este ensayo se publicó por primera vez en el tomo II de la visita de Iñigo Ortiz (1972),
…un nutrido grupo de investigadores volcados al estudio del mundo andino antiguo y
colonial –como María Rostworowski, Franklin Pease, Luis Millones, Juan Ossio,
Edmundo Guillén, Waldemar Espinoza Soriano, entre otros– los cuales son
colectivamente conocidos como la “escuela de etnohistoria peruana” (Curátola 2012: 62).
10Este fragmento nos habla acerca del litigio que existió entre tres etnias (Canta, Chacalla y
Collique) por el control de un cocal en los alrededores de Quivi, que actualmente es Santa Rosa
de Quives.
Pease proponía que…
…las crónicas –salvo excepciones como las de Guamán Poma o Santa Cruz Pachacuti–
no podían gozar de ese mismo prestigio11, ya que al ser el resultado de informaciones
recogidas de informantes procedentes de sociedades ágrafas, sus datos provenían
siempre de tradiciones orales que habían sido elaboradas bajo categorías temporales
distintas a las occidentales (Ávila 2000: 190).
Sin embargo, ¿qué nos dice Pease acerca de la etnohistoria peruana?, aquí un
pequeño fragmento de lo que piensa este etnohistoriador del ámbito en el que se
desenvolvió:
Esto que nos quiere decir que Pease al igual que otros autores ven la necesidad
de la mixtura de la historia, antropología y arqueología para rellenar los vacíos que
solo la etnohistoria con su método combinatorio puede obtener, pero nos muestra
un problema, que al dejar de lado al estudio de la historia andina, esto se verá
reflejado más adelante, también se deja de lado la investigación etnohistórica
11Refiriéndose a las visitas de las comunidades indígenas, que fue usado por su maestro John
Murra, donde poseían una cierta objetividad, algo que no podía observarse en las crónicas,
según Pease, porque estas últimas están ligados al pensamiento europeo (por ejemplo la
concepción del tiempo como una historia lineal típica de Occidente) y esto no permite
comprender al mundo andino como tal.
porque su principal temática –el mundo andino– está siendo olvidada por los
estudiosos y muy pocos se consideran actualmente parte de esta disciplina, un
ejemplo es Marco Curátola quien se reconoce como etnohistoriador12.
"Una carta del visitador Garci Diez de San Miguel" (1965-1967), "Nota sobre visitadores
de Chucuito en 1572" (1970), "Documentos sobre Chucuito" (1970), "Cambios en el
reino lupaqa (1567-1661)" (1973), "Ortiz de Zúñiga, Iñigo, Visita de la provincia de
León de Huánuco" (reseña) (1973) y "Las visitas como testimonio andino" (1978)
(Curátola 1999: 200).
12 Para más información acerca de la problemática que está sufriendo en estos tiempos la
etnohistoria revisar el trabajo de Marco Curátola, “Los cinco sentidos de la Etnohistoria”.
2009), y forjó una estrecha amistad con Rosalía Ávalos, quien además de su notoria
actividad intelectual y política, dirigió la Revista del Museo Nacional (Ramos 2016: 155).
13Además de las mujeres, Ramos (2016: 156) nos dice que Rostworowski estudió a otros
personajes del mundo andino, como por ejemplo a los hombres anónimos, los artesanos, los
pescadores, los agricultores, los tejedores y los alfareros, ya que ellos constituyen los
antepasados de los peruanos comunes y corrientes de hoy.
Ramos 2016), asimismo Burga (2005: 185-88) menciona que Rostworowski ha
escrito “casi una docena de libros importantes […] sobre la denominada
etnohistoria andina o historia de los pueblos indígenas sin escritura”, de la que
destaca sin lugar a dudas su Historia del Tahuantinsuyu este libro considerado como
un clásico sobre la historia peruana prehispánica, además uno de los más
divulgados entre los eruditos como en la gente del común.
Según Rafael Varón, el éxito de Historia del Tahuantinsuyu radica en que María
Rostworowski…
…hace un cuestionamiento de la imagen idílica (y falaz) que se tenía del Estado incaico,
en un lenguaje que combina con acierto y maestría el rigor académico y la explicación
amena y valida tanto para intelectuales como para el público en general (Ávila 2000:
190).
A nuestro parecer este éxito tendría que ver con el empleo etnohistórico que
Rostworowski impone en sus trabajos, como representante de la “escuela de
etnohistoria peruana”, además posiblemente haber desarrollado –coincidiendo con
Varón- un lenguaje que pueda ser entendido por cualquier lector interesado o no
del tema, gracias a esa mixtura entre lo sencillo y lo académico que fue
adquiriendo en su formación autodidacta y fuera de los parámetros oficiales de la
historia y gracias al “diálogo con estudiosos como John H. Rowe y John V. Murra
se trasluce en sus páginas al tratar aspectos diversos sobre la política y la historia
material de las sociedades prehispánicas” (Ramos 2016: 155), siendo así
considerada una gran etnohistoriadora por los importantes aportes que significa su
producción bibliográfica renovando de esta forma la historiografía peruana.
Otro representante que hemos nombrado antes como parte de la “escuela de
etnohistoria peruana” es Waldemar Espinoza Soriano, quien a través del uso de
fuentes del Archivo General de Indias logró demostrar cómo en la conquista del
Tahuantinsuyo los españoles habían contado con el apoyo de algunos curacas
recelosos del poder Inca, como fue el caso documentalmente demostrado de los
Huancas (Espinoza 1974), esto se observa a detalle en La destrucción del imperio de
los incas (1974); además Espinoza fue el único etnohistoriador que buscó buscar
una relación entre la etnohistoria y marxismo14 esto se vislumbra en su libro
titulado Los modos de producción en el imperio de los Inkas (1985).
14Es así como la etnohistoria y el marxismo no pudieron llegar a un consenso, por tener distintos
puntos de vista (ideológica como metodológicamente), generando una brecha que buscara ser
superada a mediados de la década de 1980 por Alberto Flores Galindo y Manuel Burga, a esta
época de “reconciliación” Ávila Molero la denomina Post-Etnohistoria cuya temática liderada
por Flores Galindo va ser la Utopía Andina que “busca una alternativa entre la memoria y el
imaginario [de los indígenas]: la vuelta de la sociedad Inca y el regreso del Inca” (Manrique
1991: 23), algo que rotundamente no va a suceder.
Los estudios fueron diversos de otros autores, de las que destacan el trabajo de
los…
Ahora que decir de los discípulos de Zuidema, pues estos al igual que su
mentor recorrieron el camino del análisis estructural de Lévi-Strauss esto se verá
reflejado en sus obras, “llegando a la comprensión de las estructuras dualistas
andinas, como fue el caso de Juan Ossio (1978), Alejandro Ortiz (1973) y Salvador
Palomino (1970)” (Ávila 2000: 191).
Como hemos visto la etnohistoria para que se forje a través del tiempo tuvo
que pasar por distintas etapas que lograron su consolidación, aunque hoy en día
no existan etnohistoriadores en todo el sentido de la palabra ya que muy pocos se
consideran como tales, la etnohistoria nos abre una ventana hacia nuevos campos
del academicismo actual ya que su metodología reconcilia las ciencias sociales
(historia, arqueología, antropología) que antes se encontraban totalmente
enemistadas pero gracias a los aportes de los distintos investigadores desde
Valcárcel, Rowe, Zuidema, Murra, Pease, Rostworowski, Espinoza, Ossio, Guillén,
entre otros, la etnohistoria pudo abrirse paso y jugar un rol primordial en el
entendimiento de la Historia del Perú en sus distintas épocas.
La etnohistoria en el Perú ahora se aplica en la comprensión de distintos temas
aparte de las relacionadas a la historia, antropología y arqueología también en
otros campos académicos, como lo advierte Ávila:
La Etnohistoria ha dejado de ser aquella disciplina visitada tan solo por antropólogos
historiadores, para volverse un lugar de encuentro de diversas disciplinas, con temáticas
y metodologías nuevas, que van más allá del periodo prehispánico o la conquista, y de
la sierra sur o central. Así tenemos, por ejemplo, los trabajos sobre “La transformación
de la autoridad local a partir de la guerra de emancipación” de Cristóbal Aljovin;
“Comprensión mercantil en la sociedad norteña colonial peruana (Paita)” de Susan
Aldana; “Hacia una nueva historia ambiental del extremo del norte del Perú: aportes
para la descentralización y el desarrollo sustentable” de Anne Marie Hocquenghem;
“Indios y negros en los barrios de Lima (Santa Ana, 1795-1820) de Jesús Cosamalón;
“Los inmigrantes japoneses en Lambayeque-Perú (1899-1945) de Luis Rocca Torres,
entre otros. (Ávila 2000: 198).
BIBLIOGRAFÍA
BAERREIS, David A.
1961 “The Etnohistoric Approach and Archaelogy”. Etnohistory. Carolina
del Norte, vol. 8, n° 1, pp. 49-77.
BURGA, Manuel
2005 La historia y los historiadores en el Perú. Lima: Fondo Editorial de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
D’ALTROY, Terence N.
2003 Los Incas. Hierro Grandoso, Ignacio (trad.). Barcelona: Editorial Ariel
S. A.
ESPINOZA, Waldemar
1974 La destrucción del imperio de los incas. Lima: Retablo de Papal ediciones.
MANRIQUE, Nelson
1991 “Historia y utopía en los Andes”. Márgenes. Lima, n° 8, SUR.
MURRA, John V.
2002 El mundo andino. Población, medio ambiente y economía. Lima:
IEP/Pontificia Universidad Católica del Perú.
1999 “Introducción”. En: Pease G.Y., Franklin (ed.), Los Incas: arte y
símbolos. Lima: Banco de Crédito del Perú, XXI-LI.
RAMOS, Gabriela
2016 “María Rostworowski (1915-2016)”, Histórica. Lima, vol. XL, n° 1, pp.
153-157.
ROWE, John H.
1990 “Machu Picchu a la luz de documentos de siglo XVI”, Histórica. Lima,
vol. XIV, n° 1, pp. 139-154.
VALCÁRCEL, Luis E.
2012 Etnohistoria del Perú. Historia del Perú (Incas). Segunda edición. Lima:
Fondo de Cultura Económica.