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El sistema endocrino ejerce el control químico sobre el cuerpo humano al mantener el ambiente
interno de éste dentro del límite de ciertos rangos. Esto se conoce como homeostasis. La
manutención de la homeostasis, que involucra el crecimiento, maduración, reproducción,
metabolismo y conducta humana, es una actividad que comparten el sistema endocrino y el
sistema nervioso, formando una asociación única. El hipotálamo del cerebro (parte del sistema
nervioso) es el encargado de mandar instrucciones, mediante señales químicas
(neurotransmisores) a la glándula pituitaria (parte del sistema endocrino). Ocasionalmente, a la
pituitaria se le conoce como glándula maestra, pues muchas de sus hormonas (señales químicas)
estimulan a las otras glándulas endocrinas para que secreten sus hormonas.
Las glándulas endocrinas son glándulas sin ductos que secretan sus hormonas directamente al
torrente sanguíneo. El sistema circulatorio sanguíneo transporta estas señales químicas hasta
los órganos blanco, donde sus efectos se pueden observar como respuestas específicas.
Las glándulas endocrinas no tienen ductos, lo opuesto a las glándulas exocrinas, que presentan
ductos mediante los cuales sus secreciones son transportadas, de manera directa hacia un
órgano o superficie corporal, como es el caso de las glándulas sudoríparas hacia la superficie del
cuerpo, y las glándulas salivales hacia la boca.
LAS FUNCIONES DE LAS HORMONAS
Las hormonas controlan el ambiente interno del cuerpo, desde el nivel celular al nivel de
órganos. Éstas controlan la respiración, crecimiento y reproducción celular. Controlan los fluidos
en el cuerpo, como la cantidad de agua y el balance de electrolitos. Se encargan de controlar la
secreción de otras hormonas y nuestros patrones conductuales. Desarrollan una función vital en
los ciclos reproductivos femeninos y masculinos y regulares además nuestros ciclos de
crecimiento y desarrollo.
Este control químico del cuerpo funciona principalmente como un circuito de retroalimentación
negativa. En nuestros hogares, nuestros sistemas de calefacción y termostatos operan como un
circuito de retroalimentación negativa. Nosotros fijamos nuestro termostato a una temperatura
particular, y cuando la temperatura de nuestra casa cae por debajo de la misma, el termostato
hace que se encienda el calentador. Una vez que la temperatura al interior alcanza la fijada, el
termostato envía otra señal para apagar el calentador. Los sistemas hormonales funcionan de la
misma manera. Cuando la concentración de una hormona particular alcanza cierto nivel en el
cuerpo, las glándulas endocrinas que secretan dicha hormona son inhibidas (por
retroalimentación negativa) y la secreción de esa hormona cesa o disminuye significativamente.
Más tarde, cuando la concentración de esa hormona cae por debajo de los niveles normales, la
inhibición de la glándula cesa, y ésta comienza a producir y secretar de nuevo la hormona. Este
tipo de circuito de retroalimentación negativa ayuda a controlar las concentraciones de varias
hormonas en nuestro cuerpo.
Las hormonas se pueden clasificar en tres categorías químicas generales. El grupo más simple
incluye las hormonas que son aminoácidos modificados. Los ejemplos son las hormonas
secretadas por la médula adrenal: epinefrina y norepinefrina, y las hormonas secretadas por la
glándula pituitaria posterior: oxitocina y vasopresina. La segunda categoría son las proteínas
hormonales: la insulina de las isletas pancreáticas, y las hormonas que estimulan las gónadas y
la hormona del crecimiento de la glándula pituitaria anterior. La tercera categoría de hormonas
son las esteroideas, que son lípidos. Los ejemplos son el cortisol de la corteza adrenal y el
estrógeno y la testosterona producidas por las gónadas.
El hipotálamo del cerebro es la parte inferior del diencéfalo. Tiene un papel único en el sistema
endocrino porque realiza la función principal de participar en el control de las secreciones de la
glándula pituitaria. Presenta un tallo con forma de embudo, llamado infundíbulo, que se
extiende desde la base del hipotálamo y se conecta con la glándula pituitaria. Históricamente,
la glándula pituitaria se conoce como la glándula maestra del sistema endocrino, porque
controla las secreciones de muchas glándulas endocrinas. Sin embargo, en la actualidad, es el
hipotálamo del cerebro el que envía señales nerviosas y químicas a la glándula pituitaria; por lo
que, el hipotálamo controla a la glándula pituitaria. Esta relación puede parecerse a la
conducción de una orquesta. El director, como la glándula pituitaria, le dice a las distintas
secciones de la orquesta (las otras glándulas endocrinas) cuándo y cómo tocar los instrumentos
musicales. Sin embargo, el director obtiene información a partir de las partituras (el papel del
hipotálamo).
Las células nerviosas del hipotálamo producen señales químicas llamadas hormonas liberadoras
y hormonas inhibitorias. Estas hormonas, que en realidad son neurosecreciones, estimulan o
inhiben la liberación de una hormona particular de la glándula pituitaria. Estas hormonas
liberadoras entran a una cama capilar en el hipotálamo y son transportadas a través de la vena
portal en el infundíbulo, hacia una segunda cama capilar en la glándula pituitaria anterior.
Después de dejar los capilares, se unen a receptores que controlan la regulación de la secreción
hormonal en la glándula pituitaria. Es entre el hipotálamo del cerebro y la glándula pituitaria
que se mantiene y controla la interacción y relación entre los sistemas nervioso y endocrino. A
la inversa, gracias al circuito de retroalimentación negativa, las hormonas del sistema endocrino
pueden influenciar las funciones del hipotálamo.
LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS PRINCIPALES Y SUS HORMONAS
Las glándulas endocrinas incluyen la glándula pituitaria, la glándula pineal, la glándula tiroidea,
las glándulas paratiroideas, el timo, las glándulas adrenales, los islotes de Langerhans del
páncreas, los ovarios en las mujeres, y los testículos en el hombre.
LA GLÁNDULA PITUITARIA
La glándula pituitaria también se conoce como hipófisis. Es una glándula pequeña, del tamaño
de un guisante, y algunas de sus hormonas afectan las funciones de muchas glándulas
endocrinas, como los testículos, ovarios, la corteza adrenal y la tiroides. Se encuentra en una
depresión del hueso esfenoidal debajo del hipotálamo del cerebro.
Se divide en dos lóbulos, un lóbulo pituitario anterior, de mayor tamaño; y un lóbulo de menor
tamaño, el lóbulo que conforma la pituitaria posterior.
La hormona del crecimiento (GH) estimula el metabolismo celular en la mayor parte de los
tejidos del cuerpo, causando que las células se dividan e incrementen su tamaño. Aumenta la
síntesis proteica y la descomposición de grasas y carbohidratos. Estimula el crecimiento de
huesos y músculos. Si una persona joven produce escasa hormona del crecimiento, como
resultado de un desarrollo anormal de la glándula pituitaria, se produce una condición
denominada enanismo pituitario. La persona tiene poca estatura, aunque sus proporciones
corporales son normales. El enano pituitario más famoso fue Charles Stratton, conocido como
Tom Th umb, que fue empleado por P. T. Barnum en su circo. Murió en 1888, a los 45 años de
edad, su estatura era menor a un metro. En cambio, un exceso de GH durante la niñez, resulta
en gigantismo.
El exceso en la secreción de dicha hormona después de la niñez, cuando los huesos han dejado
de crecer, resulta en acromegalia. Los huesos, especialmente los de cara, manos y pies, se hacen
más amplios. Sin embargo, en la mayoría de los niños, la pituitaria anterior produce la cantidad
justa de GH, dando como resultado, tasas de crecimiento normales. Las revisiones médicas
ayudan a monitorear la tasa de desarrollo y crecimiento, hoy en día es raro ver un enano
pituitario o un gigante.
La secreción de GH está controlado por dos hormonas liberadoras del hipotálamo: una estimula
la secreción y la otra, la inhibe. Las secreciones máximas de GH ocurren durante periodos de
sueño, ejercicio y ayuno. El crecimiento también está influenciado por la nutrición, la genética y
las hormonas sexuales durante la pubertad.
La hormona estimuladora de la tiroides (TSH) es timula la glándula tiroides para que produzca
su hormona. La tasa de secreción de TSH se encuentra regulada por el hipotálamo, que produce
la hormona liberadora de tirotropina (TRH), que a su vez estimula el lóbulo anterior de la
pituitaria para que secrete TSH.
La hormona folículo estimulante (FSH) estimula el desarrollo de los folículos en los ovarios de
las mujeres. En los hombres estimula la producción de células espermáticas en los túbulos
seminíferos de los testículos.
La oxitocina (OT) estimula la contracción de los músculos lisos en la pared del útero. El
estiramiento de los tejidos uterinos y vaginales al final del embarazo, estimula la producción de
OT, para que las contracciones capiuterinas se desarrollen en las últimas etapas del parto. La OT
también origina la contracción de las células en las glándulas mamarias, causando la eyección
de la leche o lactancia, que provoca que la leche pase por los ductos glandulares y llegue al
pezón, cuando se amamanta a un recién nacido.
También se les da a las mujeres después del parto para constreñir los vasos sanguíneos del útero
y minimizar el riesgo de una hemorragia.