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indicadores
para la gestión
y la dirección
empresarial
David Castillo Merino
PID_00170225
© FUOC • PID_00170225 Sistemas de indicadores para la gestión y la dirección empresarial
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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 6
1. La empresa red................................................................................... 7
Resumen....................................................................................................... 43
Bibliografía................................................................................................. 45
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Introducción
Objetivos
El estudio de este módulo tiene que permitir al estudiante alcanzar los objeti-
vos siguientes:
1. La empresa red
Durante las últimas décadas se han producido una serie de cambios en la con-
cepción y en las prácticas organizativas y de gestión que explican la tendencia
de las empresas a adoptar modelos basados en la descentralización y en la co-
nexión radial (en red) de sus componentes.
En este sentido, hay que destacar que en estas últimas décadas se han intro-
ducido una serie de transformaciones de gran trascendencia en la concepción
de la empresa.
Así, la consolidación de las visiones sistémica y situacional de la empresa Década de los ochenta
permite superar las limitaciones que presentaban las teorías y modelos de las
El entorno económico de la
décadas anteriores para dar respuesta a las exigencias derivadas de un entorno dècada de los ochenta se ca-
económico, institucional y tecnológico cada vez más complejo y en constante racteriza por la internaciona-
lización de la producción em-
transformación. presarial y por la aceleración
de los procesos de desregula-
ción y privatización.
Esta mutación del marco conceptual vino acompañada de una transición de
las formas de organización, en el marco del análisis de la estructura organiza-
tiva, hacia el concepto de organización innovadora (Mintzberg, 1991), caracte-
rizada por lo siguiente:
Con respecto a los modelos organizativos, lo que caracteriza los años ochenta
es la transición de un sistema burocrático vertical a una concepción sistémica
y horizontal orientada a la creación de redes empresariales. Así, el concepto
de empresa horizontal marcó la dirección de los cambios operados en los mo-
delos organizativos de esta época, empresa entendida como "una red dinámi-
ca y estratégicamente planeada de unidades autoprogramadas y autodirigidas
basadas en la descentralización, la participación y la coordinación" (Castells,
1997, pág. 194).
Desde la óptica del proceso, la empresa red supera la restricción que sitúa los
diferentes agentes participantes en el proceso de producción en un rol y una
posición concretos en el marco del organigrama organizativo, permitiéndoles
incidir en la conformación de su rol en el proceso. Los agentes que intervienen
en la actividad productiva extienden su influencia a toda la organización, de
manera que se altera el ámbito y la localización de los recursos productivos,
reconfigurando los diferentes procesos dependiendo de las necesidades de la
actividad.
A partir de eso, hay que apuntar una idea fundamental inherente a este con-
cepto:
que requiere una cultura empresarial interna y previa que sitúe el trabajo
en red en el centro de su propia definición.
La planificación no hay que verla como una actividad aislada, sino que tiene
que formar parte de otros sistemas de dirección y procesos, con el fin específico
de incrementar la comprensión de los directivos para una mejor identificación
y ejecución de las tareas organizacionales.
Estas tres cosas serán las que determinarán los elementos básicos de la plani-
ficación estratégica de la empresa, que tiene que conducir a programas de ac-
ción amplios a escala de unidades estratégicas de negocio.
2.1.3. Presupuestos
Una vez se han definido los programas de acción, con la correspondiente asig- Presupuesto
nación de los recursos, se puede formular también el presupuesto a escala de
Es la concreción en términos
unidad de negocio y de la organización en su conjunto. El presupuesto debe cuantitativos (y principalmente
recoger todos los hechos y cambios esperados para un futuro, tiene que con- monetarios) de los programas
de actuación. Expresa la can-
tener el compromiso estratégico y operacional de la empresa. tidad de recursos que se pien-
sa dedicar a cada actividad o
centro de responsabilidad; es,
2.1.4. Planificación y control pues, una cuantificación de la
estrategia a corto plazo.
En realidad, pensando en términos de proceso, son más bien las dos caras de
una misma moneda, como podremos ver inmediatamente si, sencillamente,
continuamos adelante con el proceso de planificación que habíamos empeza-
do anteriormente. En efecto, una vez acabada la elaboración del presupuesto,
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• Revisar el presupuesto.
• Revisar los programas.
• Revisar la planificación estratégica.
Así cerramos el ciclo de planificación y control con todos sus elementos, dán-
donos cuenta de que el conjunto es un ciclo y no dos actividades separadas. La
primera parte de este ciclo (señalada como "planificación") comprende el con-
junto de actividades que intuitivamente interpretamos como planificación. La
parte señalada como "control" comprende las que intuitivamente interpreta-
mos como control. Observamos entonces que son conceptualmente insepara-
bles (las dos caras de la misma moneda) y que su vínculo de unión es precisa-
mente el presupuesto. La importancia del presupuesto se manifiesta una vez
más en este gráfico, que lo presenta como piedra angular de todo el proceso
de control.
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Lectura complementària
El control estratégico queda enmarcado en el sistema de control em-
presarial, que tiene como objetivo, en palabras de Bouquin, permitir el H.�Bouquin (1986). Les Fon-
dements du contrôle de gestion.
pilotaje de la empresa en un doble contexto de complejidad externa e París: Presses Universitaires
interna. de France.
Se dan muchas interacciones entre estos tres sistemas en los que se desglosa
el sistema de control empresarial.
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Por lo tanto, tal como se recoge en la figura que tenéis a continuación, el con-
trol estratégico se orienta esencialmente hacia el entorno, el control operati-
vo se ocupa fundamentalmente de la organización interna, mientras que el
control de gestión se erige en vínculo de ambos ámbitos de la actividad em-
presarial.
Es casi ya un tópico hablar de los últimos años, quizás desde hace dos o tres
décadas, como de unos años de cambio, incluso de cambio discontinuo. Se
le ha calificado también de irregular, errático y acelerado. En cualquier caso,
tanto si estos epítetos son afortunados como si no lo son, es evidente que
vivimos una época en la cual los cambios son considerables, si lo comparamos
con lo que históricamente ha pasado en épocas anteriores. De la Revolución
Industrial hasta ahora, la diferencia entre la manera de vivir de una generación
y la siguiente ha ido creciendo, siguiendo la evolución de la tecnología, pero
también de las costumbres y las formas de organización social.
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No es, pues, sorprendente que hayamos visto nacer en los últimos años el
control� estratégico, que trata de cubrir un vacío en el planteamiento más
clásico del control como control de variables continuas, sobre las cuales puede
haber cambio, pero, en cualquier caso, moderado y continuo. Esencialmente,
como dice la obra seguramente más conocida sobre el tema, "hay que vigilar
el progreso de la organización en las dimensiones estratégicas relevantes y
modificar la estrategia de la organización sobre la base de esta evaluación"
(Lorange, Scott-Morton y Ghoshal, 1986).
La verdad es que el control estratégico no pasa de ser, de momento, una ex- Referencia bibliográfica
presión afortunada no muy bien definida, y que transmite más un cierto de-
Hasta el día de hoy la obra
siderátum por parte de la comunidad empresarial que un "estado del arte" en más referenciada es la de
el cual nos podamos reflejar para ver cuáles son las prácticas más o menos Lorange,�Scott�Morton�y
Ghoshal (1986). Strategic
"habituales" o acertadas. Control, de la que tomaremos
los conceptos básicos que ex-
pondremos a continuación.
Los principios del control estratégico
Los tres puntos de partida de Lorange, Scott Morton y Ghoshal se pueden re-
sumir muy brevemente. En primer lugar, si planificación y control son las dos
caras de la misma moneda, la planificación estratégica necesita un control es-
tratégico. En segundo lugar, el control estratégico permite hacer comparacio-
nes, y las comparaciones son buenas para el aprendizaje de las personas y las
organizaciones. El aprendizaje, a la vez, permite a las organizaciones "embar-
carse" en procesos de cambio dinámicos y constructivos. Finalmente, y en ter-
cer lugar, hay que reconocer que el entorno impone un cambio continuo, que
en parte es predecible y evolutivo, y en parte es discontinuo, con la aparición
de factores erráticos, inestables, que requieren a la organización emprender
acciones que impliquen discontinuidad en su marcha.
que el control tiene que incluir variables externas, que las sorpresas pueden
aprovecharse si se tiene el don de la oportunidad, que a menudo hay que in-
troducir cambios discontinuos y que hay que introducir procesos dinámicos.
• Fuerzas sociales.
• Fuerzas económicas.
• Fuerzas tecnológicas.
• Fuerzas políticas.
Los últimos años han sido generosos proporcionando ejemplos de estas fuer-
zas. Desde un punto de vista social, por ejemplo, podemos citar un aumento
notable del nivel de formación de la población, un aumento de las "parejas de
dos carreras" y una disminución de las dimensiones de las familias. Desde un
punto de vista económico, quizás podemos singularizar la mundialización de
la economía. Desde un punto de vista tecnológico, las telecomunicaciones y la
informática han experimentado cambios espectaculares. Finalmente, desde el
punto de vista político, el hundimiento del muro de Berlín puede singularizar
la aparición de un nuevo statu quo mundial totalmente inesperado hace muy
pocos años.
En cambio, el control del salto estratégico, que tiene que ver con los
cambios discontinuos del entorno, exige reestablecer la trayectoria de
la organización y decidir los nuevos niveles de impulso que se necesitan
para el nuevo curso de acción.
En resumidas cuentas, lo que el control estratégico nos transmite como men- Nota
saje es que con los sistemas "convencionales" de los presupuestos y los centros
Para profundizar más aquí sólo
de responsabilidad no es suficiente para evaluar la estrategia en momentos de tenemos espacio para exponer
cambio discontinuo. De momento, aún no es capaz de proponer unas técnicas sus principios fundamentales,
más allá de los cuales debemos
concretas de aplicabilidad general para estas situaciones. Pero es un concepto sugerir al estudiante que vaya
a buscar las fuentes originales
interesante que hace falta esperar que se vaya desarrollando en el futuro. que ya hemos citado.
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Descomposición de la estrategia
empresarial para la elaboración de
indicadores
Estas variables tienen que observar un conjunto de características para ser con-
sideradas como factores clave de negocio:
2)� Factores� clave� derivados� del� sector� de� actividad� de� la� empresa. Cada
sector económico tiene sus patrones de comportamiento diferenciados, cosa
que determina la concreción de los factores clave de negocio de una empresa.
3)�Factores�clave�derivados�de�la�opción�estratégica�de�la�empresa. La po-
sición competitiva que ocupa la empresa en el sector donde actúa condiciona
también la determinación de sus factores clave. Por lo tanto, empresas que
pertenecen al mismo sector y que compiten por la cuota de mercado pueden
presentar factores clave de negocio diferentes o con diferente orden de prio-
ridad.
los factores clave de la empresa: la mayoría de los factores clave de negocio son
internos, es decir, su comportamiento y su evolución dependen de decisiones
que quedan circunscritas en el ámbito de responsabilidad de la dirección de la
empresa. Sólo los factores clave derivados del entorno pueden ser catalogados
como factores externos en la empresa.
Clasificación de los factores clave de negocio dependiente de su vinculación con las áreas de la
empresa
Factores�clave�relacionados�con�la�tecnología
Factores�clave�relacionados�con�la�producción
Factores�clave�relacionados�con�la�distribución
Factores�clave�relacionados�con�el�marketing
Factores�clave�relacionados�con�las�habilidades�del�factor�humano
Factores�clave�relacionados�con�la�capacidad�organizativa
Los factores clave de negocio son, por lo tanto, variables que ayudan a la di-
rección de la empresa a definir la estrategia que tiene que seguir la empresa.
Pero para que los órganos directivos puedan decidir si las acciones llevadas a
cabo en el desarrollo de la actividad empresarial están alineadas con las líneas
estratégicas definidas, es necesaria la concreción de los factores clave de nego-
cio en una serie de objetivos que permitan medir las variables estratégicas.
Por ejemplo la capacidad de innovación en productos puede ser un factor clave de ne-
gocio, que se ha de concretar en un objetivo del tipo "lanzar un nuevo producto (en
diseño y características técnicas) cada dos años" para poder evaluar el comportamiento
de la variable innovación.
En este punto, hay que remarcar que es importante que quede clara la diferen- Ejemplo
cia entre factores clave de negocio, objetivos e indicadores. Los factores clave
Factores clave, objetivos e indi-
son las variables que definen la estrategia de la empresa. Los objetivos son la cadores a veces, pueden coin-
concreción y cuantificación de estas variables, "lo que hay" que "medir" (sea de cidir. Por ejemplo, la optimiza-
ción de la rentabilidad de las
carácter estratégico u operativo), mientras que los indicadores miden los obje- inversiones puede ser un factor
clave de negocio para una de-
tivos, es decir, establecen "cómo se tiene que medir" un determinado objetivo. terminada empresa, al mismo
tiempo que un objetivo estra-
tégico, un objetivo operativo
En coherencia con eso, un sistema�de�indicadores se puede definir como una de un centro de inversión y un
indicador de medida.
serie de indicadores interrelacionados que permite medir un determinado ob-
jetivo. Por lo tanto, los conceptos de partes interdependientes de un conjunto
son el principal atributo que permite definir un sistema de indicadores.
Los sistemas de indicadores se suelen clasificar según los criterios siguientes: Ejemplo
• Tiene que estar enfocada a la toma de decisiones y tiene que ser suficiente
y relevante para su utilización.
• Se tiene que actualizar periódicamente de acuerdo con los ritmos operati-
vos de la actividad empresarial.
• Tiene que ser oportuna en el tiempo.
• Tiene que tener un contenido altamente fiable.
• Tiene que estar relacionada con el desarrollo y resultados de la gestión de
las diferentes áreas y centros de responsabilidad.
• Tiene que ser flexible para operar cambios dependiendo de las necesidades
de cada momento.
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De lo que hemos explicado sobre los cuadros de mando se desprende que son
fundamentalmente sistemas de información para la dirección en su proceso
de toma de decisiones. Su uso como herramienta de dirección puede compor-
tar importantes beneficios para los sistemas de control de la empresa, ya que
los cuadros de mandos permiten hacer un seguimiento periódico y continuo
de los objetivos de la empresa y de sus áreas y centros clave, identificar las
principales desviaciones y sus causas más relevantes, y también el estableci-
miento de las pautas para la definición de medidas correctoras y las finalida-
des que tienen que perseguir estas medidas. Es decir, los cuadros de mandos
refuerzan los sistemas de control, dotándolos de una mayor razón de ser y de
herramientas adicionales en su tarea de seguimiento y control del funciona-
miento de la empresa.
Éstos son probablemente los dos aspectos más criticables del tableau de bord:
las dimensiones, a menudo excesivas, que se pretendía dar y el ánimo estan-
darizador que quiere establecer fórmulas universales. Todo junto seguramente
debe motivar que de todo aquello actualmente nos quede poco más que la
expresión, que a menudo continúa siendo utilizada.
En alguna medida eso contrasta con el enfoque, hoy clásico, del management Referencias
control systems, nacido en Estados Unidos, que a buen seguro tiene como mejor bibliográficas
exponente el libro con este mismo título, ya citado otras veces, de Anthony, En la bibliografía podéis en-
Dearden y un tercer autor, que en las primeras ediciones era Vancil y después contrar la referencia de dos
ediciones de este texto, con
ha ido cambiando. Este enfoque, que en una buena medida es el que hemos veinte años de diferencia en-
adoptado en este manual, pone el énfasis en las variables económicas funda- tre la una y la otra.
Para completar la tarea, hay que considerar también cuáles son los factores
críticos de éxito de la empresa, es decir, de qué variables depende que la em-
presa genere o no unos buenos beneficios. Anthony, Dearden y Vancil (1972,
pág. 155) afirman:
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1) Rentabilidad.
2) Posición en el mercado.
3) Productividad.
4) Liderazgo en productos.
5) Desarrollo del personal.
6) Actitud de los empleados y de las empleadas.
7) Responsabilidad pública.
8) Equilibre entre objetivos a corto y a largo plazo.
Este proyecto de las ocho áreas clave y de los indicadores de la General Elec-
tric ha tenido y todavía tiene una gran influencia en la manera de medir y
evaluar los resultados en muchas otras empresas. La filosofía continúa siendo
esencialmente válida, a veces más que la de otros enfoques más recientes. Y,
en cualquier caso, tenía una inquietud por el futuro (en contraste con el pasa-
do resumido en indicadores históricos) y por el largo plazo, que es tan actual
como pueda ser ningún otro enfoque más reciente.
Con el objetivo, pues, de poder disponer de un conjunto de indicadores que Ved también
permitan dar un rápido vistazo a la evolución de las principales magnitudes de
En la web de la asignatura en-
la empresa y hacerse cargo de su situación, Kaplan y Norton proponen cuatro contraréis indicadores de estas
perspectivas desde las cuales hay que establecer objetivos: áreas.
• La perspectiva financiera.
• La perspectiva del cliente.
• La perspectiva interna del negocio.
• La perspectiva de innovación y aprendizaje.
Para cada una de ellas, hay que establecer unos objetivos que después se con-
cretan en una medida determinada. El número de objetivos para cada perspec-
tiva tiene que ser pequeño, ya que uno de los problemas que tratan de evitar
es la sobrecarga de información que suelen tener los directivos.
Querríamos, con finalidad ilustrativa, repetir aquí algunos de los ejemplos que
dan estos autores para un caso concreto de una empresa (Kaplan y Norton,
1992).
Desde la perspectiva del cliente, los objetivos son los "nuevos productos", que
se mide por el tanto por ciento de ventas de nuevos productos, la "entrega rá-
pida", en el plazo pedido por el cliente, ser el "proveedor preferido" del cliente,
medido por la participación en sus compras, y la "colaboración con el cliente",
medida por el número de esfuerzos conjuntos.
buscando otros factores que puedan ser importantes, y por lo tanto da poca
seguridad de que las perspectivas tengan que ser estas cuatro o quizás otras
diferentes.
El marco es, por lo tanto, la capacidad de crear valor por parte de la empresa y
el instrumento que está tomando relevancia para hacerlo es el conocimiento
utilizado para la mejora de la eficiencia en la utilización de los factores básicos
de la función de producción, capital y trabajo, por medio de la dotación de
nuevos recursos productivos. Esta manifestación del conocimiento en la acti-
vidad empresarial es lo que se ha convenido a denominar activos intangibles. Si
se observa la composición de la estructura económica y productiva de la em-
presa y se analizan las actividades de su cadena de valor, se llega a la conclu-
sión de que la empresa actual se define por un conjunto de activos tangibles
e intangibles, y estos últimos toman cada vez más importancia y efectividad
en la creación de valor en la empresa; unos activos intangibles que son el re-
sultado de la incorporación del conocimiento, del intelecto, a las diferentes
actividades productivas de la organización.
1) El estudio elaborado por Baruch Lev en el año 1996, donde examina la fluc-
tuación de la ratio capitalización�bursátil�/�valor�contable para una muestra
de 300 empresas de países de la OCDE y para la serie temporal 1973-1992. Se
determina que este indicador pasó, en términos medios, de un valor de 0,811
el año 1973 a un valor de 1,692 el año 1992.
2) El estudio elaborado por Fernández en el año 1999 de las empresas que for-
maban parte del Íbex 35, con una comparación de los ejercicios 1996 y 1999.
Los resultados son igualmente concluyentes: a pesar de la retasación de los ac-
tivos patrimoniales (actualización del valor contable según el valor de merca-
do) realizada durante el ejercicio 1996 después de veinte años permaneciendo
el patrimonio a precios históricos, la ratio valor de mercado / valor contable en
estas empresas únicamente decreció en 0,31 puntos, pasando del 2,04 al 1,73.
Los activos intangibles presentan formas y funcionalidades muy diversas: apli- Aplicaciones tecnológicas
caciones tecnológicas de carácter intangible, capitalización de los trabajadores intangibles
y adaptación de las capacidades y habilidades a las necesidades productivas de Por aplicaciones tecnológicas
la empresa, la capacidad innovadora, la investigación y el desarrollo, la pericia intangibles, nos referimos a las
bases de datos y a los progra-
directiva, las estrategias de comercialización o la marca de la empresa, entre mas informáticos.
muchos otros.
En este sentido, hay una doble tipología de activos intangibles atendiendo dos
criterios diferenciados: la existencia o ausencia de mercado, es decir, la posibi-
lidad de ser convertidos en mercancías; y su diversa funcionalidad productiva.
Recogemos en la tabla que tenéis más adelante una síntesis de la tipología de
activos intangibles dependiendo de los dos criterios de clasificación.
Los bienes intangibles son bienes de información y mercancías conocimiento Bienes de propiedad
explícito y se pueden subdividir, a su vez, en mercancías�intangibles y bienes intelectual
De una manera más directa o más indirecta, todos estos recursos que permiten
la conformación interna de factores inmateriales son manifestaciones diversas
de la dotación y creación de conocimiento en la empresa y de su gestión, y
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Bienes intangibles Conocimiento explícito Mercancías intangibles En la web encontraréis una re-
Bienes de propiedad intelectual lación actualizada de los prin-
cipales modelos de indicadores
Competencias intangibles Conocimiento tácito Capital humano para las memorias de capital
Capital estructural intelectual.
Capital relacional
Capital tecnológico
Características económicas
1)�Los�activos�intangibles�son�activos�basados�en�la�información�y�en�el�co-
nocimiento. Esta atribución tiene dos implicaciones económicas principales:
3)�Los�activos�intangibles�son�la�base�de�la�generación�de�economías�de�red
y así constituyen el núcleo de los mercados basados en redes, que se caracte-
rizan por el trinomio idea-producto-control. Es decir, los bienes de informa-
ción y los recursos conocimiento permiten la utilización eficiente de la idea de
red para la estructuración interna de la empresa. Y configuran la periferia de la
red; es decir, son el resultado del establecimiento de alianzas y colaboraciones
que contribuyen a la generación de economías de red.
4)� La� inversión� privada� en� activos� intangibles� genera� al� mismo� tiempo
una�exclusión�parcial�y�externalidades�positivas�para�la�competencia. Es
decir, los intangibles introducen imperfecciones�en�el�mercado que se tra-
ducen en la creación de importantes barreras�de�entrada a la competencia y
así permiten la obtención de beneficios. Por lo tanto, los activos intangibles,
como capacidades diferenciales derivadas de recursos y procesos no estanda-
rizados, son la base de ventajas competitivas sostenidas. A la vez, en las inver-
siones intangibles habitualmente no se puede evitar que los no propietarios
obtengan beneficios derivados de su uso indirecto por la existencia de dere-
chos de propiedad difusos sobre estos bienes y por la posibilidad de imitación
de su aplicación productiva. Así, se produce una tensión constante entre el
potencial de generación de valor inherente a estos activos (escalabilidad) y las
dificultades de retención por parte de los titulados de los activos de la totali-
dad de los beneficios derivados de su utilización.
5)�Muchos�recursos�de�naturaleza�intangible�presentan�la�ausencia�de�mer-
cados�organizados�para�su�comercialización. Se trata, por lo tanto, de recur-
sos cuyo intercambio es difícil a causa de la asimetría de información entre
comprador y vendedor. Esta reducida capacidad de transferencia se puede ex-
plicar por:
6)�A�los�activos�intangibles�se�les�atribuye�la�capacidad�de�generar�rendi-
mientos�técnicos�superiores�a�los�costes�financieros�asociados�de�los�acti-
vos�tangibles�vinculados. Así, los activos intangibles se configuran como los
principales factores impulsores de la generación de valor y del rendimiento de
las empresas. Y permiten que la capacidad de generar ingresos de los recursos
tangibles se sitúe por encima de su capacidad normal, confiriendo a la empresa
una ventaja económica en el mercado, que implica tanto un ahorro de costes
como la posibilidad de vender el producto a un precio más competitivo.
7)� Los� activos� intangibles� son� los� activos� patrimoniales que explican las
diferencias que se producen entre la valoración que hace el mercado del fun-
cionamiento de la empresa y la valoración patrimonial o contable de ésta.
Así, se argumenta que los factores de naturaleza intangible que quedan bajo el
control de la empresa, como la experiencia aplicada a la actividad productiva,
la tecnología organizacional, las relaciones con los clientes y las habilidades
profesionales de su factor humano, son la clave para entender la valoración
que hace el mercado de las ventajas competitivas de la empresa.
Resumen
En este marco, hemos podido ver cómo los sistemas de indicadores permiten
cubrir esta doble demanda de conectar la estrategia y la operativa empresarial
y medir los hitos establecidos para poder controlar la evolución. De esta ma-
nera se configuran como piezas vertebradoras de los diferentes subsistemas del
control empresarial: el control estratégico, el control de gestión y el control
operativo.
Bibliografía
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nóstico, planificación y control. San Sebastián: Editorial Donostiarra.
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celona: Gestión 2000.
Edvinsson, L.; Malone, M. S. (1999). El capital intelectual. Cómo identificar y calcular el valor
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