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Ciudad de México a 23 de junio de 2019

Instituto Nacional de Pediatría Ramón de la Fuente Muñiz

DIPLOMADO

Trata de personas: Atención integral y


acompañamiento a víctimas

Ensayo

De Tenancingo a Nueva York

Jonas Loza Morales


Introducción

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (2012), expone sobre el delito de


la trata de personas que:

La trata se presenta cuando una persona promueve, solicita, ofrece, facilita,


consigue, traslada, entrega o recibe, para sí o para un tercero, a una persona,
por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para
someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o
prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un
órgano, tejido o sus componentes.

Sin embargo qué ocurre con las vidas de las personas que sobreviven a procesos
de victimización como aquél de trata de personas con fines de explotación sexual,
de qué manera se ve afectada su dignidad y todos las dimensiones de su vida una
vez que son separadas de la actividad delictiva, cómo se trastoca temporal o
permanentemente la imagen y representación corporal de estas personas, ¿en
algún momento llega a existir una genuina reparación del daño o un tratamiento
psicoterapéutico con la capacidad de resarcir todas las afectaciones producidas?
Además de encuadrar el delito en las legislaciones nacionales y adherirse a
pronunciamientos internacionales para atender la complejidad que representa su
abordaje; es fundamental comprender la dimensión fenomenológica de las víctimas,
pues incluso el desarrollo teórico que se ha alcanzado sobre el fenómeno, es a
expensas de las entrevistas, intervenciones o escrutinio reiterado de estas
personas.

Desarrollo

A partir de la revisión y análisis del material videográfico en su modalidad de


documental: “De Tenancingo a Nueva York”, se pone de relieve una modalidad
delictiva que genera descomunales ganancias a través de una reinterpretación
contemporánea de la esclavitud humana; ejercicio que actualmente compite con el
mercadeo de armas y narcotráfico, que consiste en la obtención de beneficio
económico a partir de la coerción y detrimento a la dignidad de las víctimas,
forzándolas a ejercer actividad sexual remunerada, habitando en un contexto que
es por demás violento e incapacitante para solicitar asistencia, pudiendo incluso
derivar en procesos de acomodación psicológica para la justificación de su agresor,
lo que se consigue a partir del enganche psicológico y afectivo que se establece de
forma deliberada.
Tal como lo señala la Organización Internacional para las Migraciones (2006), la
trata de personas con fines de explotación sexual, opera a través de un proceso que
consta principalmente de 3 fases: el enganche, el traslado y la explotación. A partir
de las historias de sobrevivientes que fueron registradas e el documental aludido,
se pueden explicitar los mecanismos a partir de los cuales los núcleos organizados,
participan para llevar a cabo la actividad delictiva que nos ocupa. Obteniéndose a
partir de la investigación y de la triangulación de los resultados, que las
organizaciones implicadas han replicado y profesionalizado sistemas que tomaron
de los desarrollos alcanzados por principales grupos dedicados al tráfico de
sustancias psicoactivas. Por indicadores estadísticos hoy se conoce que un elevado
porcentaje de los tratantes provienen de Tenancingo y que la sofisticación a la que
han sometido sus procesos de operación, ha contribuido a su actual operación en
ciudades del extranjero.

Ante la pregunta ¿qué condiciones favorecen que las personas reclutadas


“accedan” a llevar a cabo el ejercicio de la actividad sexual remunerada? En los
relatos de las víctimas se puede identificar que éstas contaban con factores
predisponentes que favorecieron que al momento de la comisión de los hechos se
encontraran vulnerables; dichos factores corresponden a un orden económico y
social, mientras que otros pertenecen a un ámbito endógeno como un nivel socio
económico precario, el sexo, edad, nivel educativo bajo, así como el concurso de
rasgos de la personalidad como dependencia o bajo autoconcepto. Si a lo anterior
se agrega exposición a eventos de violencia familiar, agresión sexual o condición
de indefensión aprendida en su historia de vida, al experimentarse violentadas, los
recursos de afrontamiento o escape se verán anulados, sin que consigan visualizar
posibilidades para solicitar ayuda.

En el tema de trata de personas con fines de explotación sexual, es fundamental


considerar la intervención del enganche psicológico que se consolida en perfiles de
personalidad caracterizados por carencias afectivas, de tal suerte que no es factible
que reconozcan a los tratantes como agresores o delincuentes, sino como sus
conyugues o parejas. Si agregamos los contenidos revisados sobre la violencia de
género, por las construcciones socio culturales que permean el sistema de ideas de
las víctimas, éstas pueden explicarse la violencia recibida como una suerte de
sacrificio que realizan para recuperar la supuesta relación de pareja que creen tener
con el tratante.

En el documental se identifican los procesos con los que grupos de tratantes,


actuando en confabulación con sus núcleos familiares, y cómo a partir de la
influencia social, al menos en la zona de Tenancingo, desde la infancia en personas
de sexo hombre, la figura del tratante es incorporada como modelo aspiracional
debido a los ingresos económicos y materiales que resultan de la actividad,
mediando una incapacidad para reconocer los derechos o la afectación de los
mismos de personas que no corresponden a otra figura representativa de poder, un
homólogo del mismo sexo. En el documental se aprecian distintos referentes de las
características que son atribuidas al género masculino, y primordialmente la figura
del tratante en Tlaxcala, relacionados al poder, estatus, impunidad, capacidad
adquisitiva, incluso a la resistencia ante posibles ataques, como lo que se
representa en el carnaval endémico, cuya historia prehispánica ya estaba
relacionada con el comercio sexual de personas de sexo mujer. En este contexto
geográfico existen distintas manifestaciones de violencia de género, que no
alcanzan a ser reconocidas plenamente por los actores que se encuentran
inmersos, y que en términos generales construyen una percepción de valía
disminuida hacia el género femenino.

De acuerdo a lo anterior, la eficacia de los métodos empleados por los tratantes,


radica en la fase de tiempo destinada a la generación del enganche y supuesto
vínculo afectivo, pues no coaccionan a sus víctimas desde el primer momento de
conocerlas, si fuera así, probablemente encontrarían mayor resistencia y ellas no
tendrían motivaciones para proteger a su agresor, por ello invierten meses a este
propósito.

En esa misma línea, además de asegurar la conformación de un vínculo afectivo,


supuestamente de pareja, las víctimas son persuadidas a dejar sus domicilios, redes
de apoyo; de tal forma que se espera que ante el momento de forzarlas a realizar la
actividad sexual remunerada, no tengan disponibles agentes de apoyo o confianza,
lo que contribuirá a generar sentimientos de aislamiento e impotencia, condiciones
que serán empleadas en el despliegue de violencia emocional, al hacerles creer que
no hay alternativas y que se encuentran desprotegidas, condiciones que se ven
exacerbadas si les fueron retirados sus documentos personales y se encuentran en
una ciudad o país desconocido.

Mientras el tratante se concentra en la posibilidad de retribución económica, las


víctimas son forzadas a través de distintas vías a mantener actividad sexual, lo que
constituye la exposición reiterada a agresiones sexuales, tratándose de un número
que se llega a elevar en decenas de parejas sexuales por día, este hecho en sí
mismo, favorece la alteración del área de la sexualidad, incluyendo las ideas
asociadas y a la representación misma de la sexualidad, con lo que desde luego el
desarrollo de la personalidad se ve afectado, independientemente de la edad de la
persona o del nivel de desarrollo evolutivo que curse.

Conclusiones

Mientras que la investigación judicial del delito de trata y las tesis de las distintas disciplinas
sociales se abocan a tratar de dar cuenta de los procesos que intervienen en el delito citado,
en medio de este terreno se encuentran las personas sobrevivientes a estos procesos de
victimización, recibiendo poca atención la experiencia fenomenológica que sólo es
visibilizada desde los servicios especializados para la atención de víctimas, pues más allá de
convertirse en estadísticas o un número de carpeta de investigación; una persona que es
víctima de la explotación sexual, sufre alteraciones psicológicas y en su desarrollo de la
personalidad, que en muchas ocasiones, persisten aun tras la exposición prolongada a
tratamientos psicoterapéuticos o haber recibido alguna “reparación del daño” a partir de la
emisión de una sentencia judicial. Por lo tanto, se considera necesario el desarrollo de
investigación de tipo transversal que se concentre en la afectación que prevalece de forma
perdurable en las víctimas, y que no sólo se concentren en pretender explicar la comisión
del delito y los contextos en el que surge.

Se concluye que la explotación sexual, por los factores socioculturales que intervienen,
referentes a representaciones y operación de violencia simbólica, constituye un delito de
se explica desde la violencia de género, que existen factores de vulnerabilidad, internos y
estructurales o externos a la persona, y que las víctimas de este delito no “deciden” ejercer
la actividad sexual remunerada, que si permanecen en esos círculos de violencia no es por
elección sino por la operación de distintos mecanismos relacionados a la violencia
emocional, enganche psicológico, indefensión aprendida o con la persuasión coercitiva,
acción que hace creer a la persona que realiza las actividades por su propio convencimiento
y libre elección, agregando que incluso cuando la actividad sexual remunerada se ejerce
“por decisión propia” se esta viendo afectado el libre ejercicio de la sexualidad de las
personas, pues es el cliente quien tiene el mando en las relaciones de poder y que si no
fuera por necesidad económica, la persona estaría realizando otra actividad productiva.

Referencias bibliográficas

De Tenancingo a Nueva York. Video Documental. Recuperado en:


https://www.youtube.com/watch?v=dN7Ur1uV6vo

CNDH. (2012). La trata de personas. México.

Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (2006). La


trata de personas. Aspectos básicos: México.

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