UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE ARQUITECTURA
URBANISMO Y ARTES
ESCUELA DE ARQUITECTURA

ENSAYO
“ANTENOR ORREGO”
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ENSAYO

Es necesario ubicarnos en todo el contexto o época en la cual Antenor Orrego vivió, para
que de esa manera, podamos nosotros trasladarnos a esos años y así analizar, comprender,
interpretar, aprender y criticar todo lo sucedido con este gran personaje y todos los hechos
o acontecimientos que lo van a rodear en prácticamente todo el siglo XX. La finalidad de
este ensayo no es solo dar a conocer quién era Antenor Orrego y cuáles fueron sus aportes
a la humanidad, si no también crear una conciencia un poco más profunda de nuestra
realidad como personas y como país. Y por qué no, que este ensayo pueda ser también un
aporte hacia la búsqueda de un mundo mejor, ya que considero importante que los
estudiantes universitarios deben ser personas muy conscientes de la realidad que los rodea
para que mañana más tarde puedan ser útiles y sean capaces de mejorar la sociedad, la
ciudad y el país. Siendo este un trabajo de fin de ciclo del curso de Actividad Formativa IV
se espera poder compartir el mismo fin y la misma búsqueda hacia ese conocimiento.
Antenor Orrego nace en la ciudad de Cajamarca un 22 de Mayo de 1892 y fallece de una
repentina afección cardiaca un 17 de julio de 1960. En esos 68 años de vida, pasaron
muchos acontecimientos importantes, nacionales e internacionales que influirán no solo en
el día a día de Antenor Orrego si no que repercutirán en el mundo entero. El Perú en un
primer momento se verá absorbido por toda esa grande y poderosa influencia extranjera,
pero luego le servirá para darse cuenta de quienes realmente somos y que cosa es lo que
tenemos.
Analizando la realidad mundial, latinoamericana y peruana del siglo XX, nos
encontraremos con hechos muy relevantes en la historia del mundo: el anarcosindicalismo
y la revolución mexicana; en donde se dio la lucha contra el Estado y toda clase de
dictadura, en donde se exigió la libertad y la justicia social (Antenor Orrego recién entraba
a la Universidad Nacional de Trujillo para estudiar en la Facultad de Letras).Sumándose a
estos hechos la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Lo cual hizo que las
juventudes obreras y estudiantiles reflexionaran sobre el valor de la vida humana y la
necesidad de la libertad y la justicia. En Perú, se tenía la gran injusticia con los obreros y la
sobreexplotación de estos (en la ciudad de Trujillo, la gran injusticia del valle Chicama). Es
así que en Perú se empieza a despertar esta lucha a favor de la libertad y la injusticia,
llegando a tener problemas nacionales: una inestabilidad política, clases sociales, el
autoritarismo, militarismo, la democracia y la dictadura. Que en conjunto con la reforma
universitaria que tenía como fin terminar con las obsoletas estrategias académicas y
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administrativas de ese entonces y la revolución científica y tecnológica que si bien es

cierto, trajo progreso científico en toda su manifestación tecnológica, trajo también
cambios políticos y sociales que alimentaron aún más esa inestabilidad política y esa
diferencia de clases sociales, a lo que hoy en día el Perú nos tiene ya tan acostumbrados.
Todos estos hechos hicieron que surgieran grupos de estudiantes en todo el Perú: La
“Bohemia de Trujillo”; que en 1923 se convertiría en el famoso “Grupo Norte”, al cual
perteneció Antenor Orrego; en Lima, el “Conversatorio Universitario”; en Cuzco, el Grupo
Resurgimiento; en Puno el “Grupo Orkopata” y en Arequipa, el “El Aquelarre” y el “Grupo
Fiat”, todos estos grupos y todos sus integrantes buscaban y luchaban por la libertad, la
justicia social, la democracia y educación para el pueblo, por la independencia y la
identidad cultural ante el colonialismo; ante todas las actividades masivas de empresas
extranjeras, luchando por el deseo de trabajar en lo propio y revalorizar todas nuestras
riquezas culturales.
De esta manera Antenor Orrego empieza toda una aventura de confrontaciones
políticas que lo llevarían hasta la cárcel, y de publicaciones: Notas marginales (1922), el
diario el Norte (1923), Pueblo Continente (1939), etc.; a lado de muchos compañeros que
en el futuro se volverían grandes amigos, como Víctor Raúl Haya de la Torre (fundador del
APRA), Cesar Vallejo (poeta y escritor peruano considerado entre los más grandes
innovadores de la poesía del siglo XX) que fue casi un hermano para él y que muchos lo
ven como una gran amistad y un ejemplo a seguir, ya que en ellos se vio el verdadero
apoyo mutuo del cual podían ser capaces de darse dos seres humanos, teniendo como el
hecho más representativo de esa amistad en 1920, en donde Vallejo es acusado de un
saqueo e incendio en Santiago de Chuco y viaja a Trujillo, refugiándolo Antenor Orrego en
su casa en la campiña de Mansiche.
Y es así como Antenor Orrego empieza a dar aportes muy significativos, en donde
se deja ver todo su gran conocimiento adquirido; conocimientos muy bien enfocados a
temas que hasta el día de hoy siguen presentes y no se han llegado a solucionar como: el
gran problema de la educación en general y en las universidades en todo el Perú, la cultura
en el Perú (tema que hasta el día de hoy solo es propaganda de lo mucho que tenemos pero
que casi nadie sabe realmente que es cultura); temas más globales pero de los cuales somos
parte y no podemos ser ajenos como: el problema de la integración en América Latina, los
factores que transforman el día a día e influyen en la creación de una nueva generación “el
ser americano”. Estos temas han sido y son temas que en esa época tenían preocupados a
toda esa juventud que creció a lado de Antenor Orrego; y hasta el día de hoy tienen
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preocupados a muchos, pero que a diferencia de aquellos años, a lo que el presente es hoy,
la juventud no forma parte de esa gente preocupada por el futuro de un pueblo, por la
libertad y la injusticia, ahora la juventud enfoca su preocupación en cosas superficiales y
materiales.
Un factor influyente, que ha hecho, que la juventud de ahora no tenga esas
preocupaciones de la realidad de una ciudad, de un país, es la educación y Antenor Orrego
tenía todo una ideología acerca de cómo debía ser la verdadera educación.

“El problema de la educación no es suprimir las pasiones que son el impulso creador del
hombre. El problema consiste en enseñar la superación de las pasiones hasta la máxima
nobleza y en servirse de ellas como instrumento del espíritu”

Este pensamiento nace a partir de la preocupación que Antenor Orrego tenía por la
educación de ese entonces, y por sus pensamientos en cuanto al hombre, en cuanto a su
sensibilidad, su espíritu, y todo hecho que pueda formar su sentir y el pensamiento del ser
humano, porque para Antenor Orrego, el hombre vale más por cómo pensaba, por que
como sentía, no porque tanto podía saber. A partir de ese pensamiento humanista Antenor
Orrego habla de la educación y la formación académica, la cual para él se estaba dando de
una manera incorrecta, los profesores decidían qué enseñar y que conocimientos mostrar a
todas esas personas en formación, ellos elegían que cosa les podía servir y que no, de esa
manera solo estaban mal formando al ser humano. Para Antenor Orrego el profesor no
tenía por qué moldear a su antojo, para él la educación era revelar todos los conocimientos
y conducir a la persona en formación, ya que esa era la única manera de poder preparar al
estudiante para que pueda reaccionar al constante cambio de las problemáticas de su
entorno.
Esa frase de Antenor Orrego nos lleva a una comparación que él hace entre
profesor-alumno y maestro-discípulo en la cual da a notar la abismal diferencia que hay
entre estas dos relaciones. Antenor Orrego los diferencia muy bien y dice que son dos
cosas distintas a pesar que las palabras sean sinónimos (profesor- maestro), en esta
diferencia tiene que ver la preparación de la persona, la cual va a brindar conocimientos.
Un profesor es aquel que te da los conocimientos fríos, que no piensa en pasar más allá de
la teoría y por consiguiente trata de que memorices todos los conocimientos que a él le
corresponden enseñar y que los aprendió y los consiguió sacando un título profesional. En
cambio el maestro es un ser influyente en la formación no sólo académica, si no espiritual,
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él va más allá de enseñar sólo la teoría, trata de prepararte para que sepas desenvolverte en
la vida, y muchos de esos conocimientos no están escritos en un libro. Al haber un maestro
muchas veces existe un discípulo, ya que no sólo es la relación de dar y recibir
conocimientos, si no que existe otro tipo de conexión, si bien es cierto la recepción de
conocimientos y la preparación del cerebro se miden a partir de exámenes, esta relación de
maestro-discípulo escapa a esas maneras sistémicas de la educación, el discípulo,
estudiante comprometido en querer aprender y querer ser útil en la sociedad, llega a tener
conocimientos que no se pueden medir, y de esa manera Antenor Orrego plantea estrategias
y conceptos de educación. Planteando también algo muy interesante y que a la vez
comparto en toda su extensión; realmente que debe formar la universidad, y a esto
responde, que debe formarse al hombre y al ciudadano antes que al profesional con
capacidad de comprender su entorno para poder enfrentarlos con sabiduría y sensibilidad
ante los problemas sociales, porque los egresados profesionales son investigadores
idealistas que luchan contra las injusticas con la verdad o sin ellas y hasta en contra de
ellas.
Dejando de lado el tema de la educación, Antenor Orrego creo yo, fue una persona
que temía por el futuro de su pueblo, de su ciudad, de su país y hasta de su continente. Fue
una gran persona, un gran ser humano, que si bien es cierto no muchos lo conocen más que
por su universidad, que lleva su nombre, y esa es la realidad, muchos de los que estuvieron
con Antenor Orrego son y quizás sigan siendo desconocidos, pero sabemos que muchos los
tienen presentes y que si no hubiera sido por ellos, quizás otra fuera nuestra historia. Y
rescatando esa preocupación por no solo su país, si no, por todo un continente es que se
empieza a preguntar Antenor Orrego por la realidad en la que esta América Latina y
Europa y algo en lo que hace hincapié, que es el problema de integración de América
Latina. Si bien es cierto la historia nos ha narrado a detalle esta desintegración, la cual
estuvo y quizás hasta el día de hoy siga presente solo que en menor grado. Antenor Orrego
menciona mucho que en estos procesos está presente el indio y el europeo, como hombres
o como razas puras y que en el desarrollo, en la evolución o en la etapa de “transición” va a
estar presente el mestizo. Hace una comparación entre los de allá y los de acá, y habla de
todo ese hibridismo cultural que podemos ser y que si bien eso nos diferencia de una
Europa más homogénea, más cruda y fría que se enfocó al conocimiento, que si bien es
cierto también en ese tiempo Europa percibía solo aspectos superficiales y pintorescos de
nosotros, cosa que hoy en día ya todo el mundo nos ve como una cultura en marcha, se
menciona que quizás ese hibridismo tiene que ser un todo unitario que se convertirá en un
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instrumento base, en una estructura, que llegara a crear una nueva “expresión universal”.
Se comparte el hecho que nos estamos tratando de encontrar a nosotros mismos y que
estamos buscando nuestro desarrollo, pero no se comparte que se busque una integración
total teniendo como pasado esta raza mestiza que Antenor Orrego la llama de “transición”.
Ya nos hemos dado cuenta de quienes somos y que cosas tenemos en comparación de la
Europa y con el mundo. Y se cree que ese hibridismo cultural es lo que nos diferencia y lo
que nos hace ricos e incomparables con el resto del mundo y que tal riqueza y tal
diversidad cultural por nada del mundo debe resumirse a una sola y nueva expresión
universal (haciendo a un lado todo el tema político). Pero aun así se respeta y valora
mucho esa dedicación que le tuvo a nuestro país y la manera de como afrontó todas esas
injusticias sin importarle ir a la cárcel, toda esa lucha y ese aporte de conocimiento en
cuanto a la buena educación y todos los demás conocimientos que nos ha dejado.
En conclusión y en complemento a lo anteriormente dicho, creo que debemos tomar
como ejemplo no solo a Antenor Orrego, sino a toda su generación, se comparta o no sus
pensamientos e ideologías, ya que fueron primero jóvenes, luego profesionales de distintas
ramas, los cuales se unieron con un solo objetivo que era hacer un futuro mejor, no solo
para ellos sino para todo un país, y luchar contra todo ese sistema en el cual estamos
inmersos. Antenor Orrego nos dijo y nos enseñó junto con sus anécdotas, que tengamos esa
preocupación por encontrarnos a nosotros mismos y a no ser ajenos a nuestra realidad, que
conozcamos realmente nuestra historia, para no copiar y poder ser originales; a tener ganas
de hacer un mundo mejor, y que cuando busquemos hacer algo, que no sea solo por
nosotros, sino, por todo un país. El Perú de ese entonces no es muy ajeno al de hoy.