Sie sind auf Seite 1von 50

Los Protestantes y

la Trinidad

Estudia La BibliaFollow
Jan 11, 2017

Hoy en día se ha vuelto algo común encontrar en las


distintas redes sociales, desde Facebook hasta Youtube, un
ardiente debate entre protestantes llamados “trinitarios” y
protestantes llamados “unicitarios.”
No es el fin de este artículo debatir sobre quién tiene la
razón. El motivo de este artículo es que toda esta gente,
tanto trinitarios como unicitarios, entiendan de una vez por
todas qué significa la Trinidad Católica.

Para esto vamos a ir directamente a la fuente de la


Trinidad — a la Iglesia Católica.

El Catecismo de la Iglesia Católica es la fuente de todas sus


doctrinas oficiales y dogmas. Este documento se puede
encontrar en español en la página oficial del Vaticano:

Catecismo de la Iglesia Católica, Índice general


CARTA APOSTÓLICA "LAETAMUR MAGNOPERE" POR LA QUE SE APRUEBA LA
EDICIÓN TÍPICA LATINA DELCATECISMO DE LA IGLESIA CAT…www.vatican.va

Si buscamos en la “Primera Parte” del Catecismo Católico,


encontramos la “Profesión de fe” católica. El capítulo
primero se titula “Creo en Dios Padre” y dice:

“El Credo comienza por Dios Padre, porque el Padre es la


primera Persona divina de la Santísima Trinidad…”
(Catecismo, 198)

Hasta aquí todo parece normal — de la manera en que tanto


trinitarios como unicitarios entienden la Trinidad. Sin
embargo, en el Artículo 1, Párrafo 1, segmento I, el credo
católica enseña: “Creo en un solo Dios”:

“Creo en un solo Dios.” Con estas palabras comienza el


Símbolo Niceno-Constantinopolitano. La confesión de
la unicidad de Dios, que tiene su raíz en la Revelación
Divina en la Antigua Alianza, es inseparable de la confesión
de la existencia de Dios y asimismo también fundamental.
Dios es Único: no hay más que un solo Dios: “La fe
cristiana cree y confiesa que hay un solo Dios […]
por naturaleza, por substancia y por esencia (Catecismo
Romano, 1,2,2).

Fuente: Catecismo Católico Vaticano

Vayamos tomando nota: El credo católico, establecido en el


Concilio de Nicea en el año 325 d.C., por el emperador
romano Constantino, estableció en el credo católico la
confesión de la unicidad de Dios — que hay un solo Dios
por naturaleza, substancia y esencia.

Entonces, si usted cree que Dios es uno solo por naturaleza,


substancia y esencia — que no son tres personas distintas —
 entonces usted confiesa la fe católica trinitaria. ¿Usted cree
que el Espíritu Santo es el mismo que Dios Padre y
Jesucristo? ¿Usted cree que Jesús es Dios Padre, o que fue
engendrado por Dios Padre? Entonces usted es católico. Siga
leyendo el catecismo católico romano, si tiene dudas:

201 A Israel, su elegido, Dios se reveló como el Único:


“Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu fuerza” (Dt 6,4–5). Por los profetas, Dios
llama a Israel y a todas las naciones a volverse a Él, el
Único: “Volveos a mí y seréis salvados, confines todos de la
tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro […] ante mí
se doblará toda rodilla y toda lengua jurará diciendo: ¡Sólo
en Dios hay victoria y fuerza!” (Is 45,22–24; cf. Flp 2,10–11).
202 Jesús mismo confirma que Dios es “el único Señor” y que
es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con
todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29–30). Deja al
mismo tiempo entender que Él mismo es “el
Señor” (cf. Mc 12,35–37). Confesar que “Jesús es Señor” es lo
propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el
Dios Único. Creer en el Espíritu Santo, “que es Señor y
dador de vida”, no introduce ninguna división en el
Dios único:
«Creemos firmemente y confesamos que hay un solo
verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible,
todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres
Personas, pero una sola esencia, substancia o
naturaleza absolutamente simple (Concilio de Letrán IV:
DS 800).

De acuerdo a la Trinidad: Dios es único, es uno solo,


pues hay un solo Señor, y cuando Cristo se declaró el Señor,
es el mismo Señor que se reveló a Israel como Dios; y el
Espíritu Santo no divide a ese Dios único, pues los tres son
el mismo Dios, la misma sola esencia, substancia o
naturaleza.

La Trinidad Católica se puede entender de la


siguiente manera: hay un solo Dios. En el Antiguo
Testamento se manifestó como Dios Padre. Cuando Cristo
nace, se manifestó como Jesús, el Hijo de Dios. Luego del
Pentecostés se manifestó como Espíritu Santo. Pero todos
son el mismo único Dios.

Un ejemplo para interpretar la Trinidad Católica es


la siguiente: un hombre puede ser padre, puede ser
hermano, puede ser tío, puede ser nieto, puede ser muchas
“personas”, pero sigue siendo un mismo ser en esencia y
naturaleza. Ser tío, padre, hermano, no divide a ese ser
único.

El Concilio de Nicea introdujo un problema para la iglesia


romana. ¿Cómo hacer que tres sean uno solo? Hasta ese
momento no había ningúna palabra en el lenguaje humano
que pudiera hacer la ecuación romana:
3=1

Tres personas forman un trío. Pero un trío son tres personas


DISTINTAS:

3=3

Fue por esto que el papado inventó un nuevo término, una


nueva palabra: TRINIDAD. Esta palabra haría posible la
ecuación: 3 = 1.

El Concilio de Nicea estableció que Dios Padre, Dios Hijo y


Dios Espíritu Santo no son 3 — no son un trio — , sino que
son 1 — una trinidad. Son tres en una sola naturaleza, esencia
o sustancia.

¿En nombre de quién se bautizan los


católicos?
El Catecismo Católico es bien claro:

233 Los cristianos son bautizados en “el nombre” del Padre y


del Hijo y del Espíritu Santo y no en “los nombres” de éstos
(cf. Virgilio, Professio fidei (552): DS 415), pues no hay más
que un solo Dios, el Padre todopoderoso y su Hijo único y el
Espíritu Santo: la Santísima Trinidad.

Los católicos dejan claro que son bautizados en EL


NOMBRE y no EN LOS NOMBRES del Padre, Hijo y
Espíritu Santo; pues para Roma los tres son uno solo — una
trinidad. No son tres personas distintas.
Fuente: Catecismo Católico Vaticano

La negación de la pre-existencia de Cristo


La Iglesia Católica niega rotundamente la pre-existencia de
Cristo. Es por esto que en la Navidad se celebra el
nacimiento del “niño dios.” Es por esta razón también que
dentro de la Iglesia Católica se rinde culto al “divino niño”
en muchas naciones.

culto al “divino niño”

Cabe mencionar que, por el hecho de que la Iglesia Católica


celebra al “niño dios”, esto convierte a María en la “diosa
madre.” Pero eso es otro tema…

Al hablar sobre el rol de Jesús en la “Santísima Trinidad”


católica, el catecismo enseña:

242 Después de ellos, siguiendo la tradición apostólica, la


Iglesia confesó en el año 325 en el primer Concilio Ecuménico
de Nicea que el Hijo es “consubstancial” al Padre (Símbolo
Niceno: DS 125), es decir, un solo Dios con él. El segundo
Concilio Ecuménico, reunido en Constantinopla en el año 381,
conservó esta expresión en su formulación del Credo de Nicea
y confesó “al Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado no creado, consubstancial al Padre”
(Símbolo Niceno-Constantinopolitano: DS 150).

Como podemos apreciar, la iglesia católica inventa nuevas


palabras para poder definir sus dogmas anti-bíblicos.
Primero inventa la palabra trinidadpara indicar que tres son
uno solo. Luego, en el Concilio de Nicea también se
establece que “el Hijo es consubstancial al Padre.” ¿Y qué
significa “consubstancial”? Dicen: “engendrado no creado,
consubstancial al Padre” — es decir, que Cristo es un ser
divino engendrado. Si Cristo es divino engendrado,
entonces su divinidad tiene un origen. Si la divinidad de
Cristo tiene un origen, no es eterno. La razón por la cual
para la doctrina de la Trinidad es necesario que Cristo sea
engendrado y no sea eterno, es porque para la Trinidad — el
Hijo de Dios es Dios Padre manifestado como Jesús.
Entonces, en ocasión de su nacimiento en Belén, no solo fue
engendrada su humanidad, sino también su divinidad! Esto
es negar la pre-existencia de Cristo como Dios.

Fuente: Catecismo Católico Vaticano

Se niega al Espíritu Santo como ser individual


¿Y qué dice la doctrina de la Trinidad sobre el Espíritu
Santo?

246 La tradición latina del Credo confiesa que el Espíritu


“procede del Padre y del Hijo(Filioque)”. El Concilio de
Florencia, en el año 1438, explicita: “El Espíritu Santo […]
tiene su esencia y su ser a la vez del Padre y del Hijo y
procede eternamente tanto del Uno como del Otro como de un
solo Principio y por una sola espiración […]. Y porque todo lo
que pertenece al Padre, el Padre lo dio a su Hijo único
al engendrarlo a excepción de su ser de Padre, esta
procesión misma del Espíritu Santo a partir del Hijo, éste la
tiene eternamente de su Padre que lo
engendró eternamente” (DS 1300–1301).

De acuerdo a la Trinidad Católica, el Espíritu


Santo procede de Dios Padre y de Cristo. Ya que, para
Roma, la divinidad de Cristo fue engendrada por Dios Padre,
entonces que el Espíritu Santo proceda de Cristo, es lo
mismo que proceda de Dios Padre — pues para la Trinidad,
Dios Padre y Jesús son el mismo. Es decir, para los católicos,
el Espíritu Santo no es un ser individual y personal, sino que
procede de Dios — es una manifestación de un solo Dios.

248 La tradición oriental expresa en primer lugar el carácter


de origen primero del Padre por relación al Espíritu Santo. Al
confesar al Espíritu como “salido del Padre” (Jn 15,26), esa
tradición afirma que éste procede del Padre por el Hijo
(cf. AG 2). La tradición occidental expresa en primer lugar la
comunión consubstancial entre el Padre y el Hijo
diciendo que el Espíritu procede del Padre y del
Hijo (Filioque). Lo dice “de manera legítima y razonable”
(Concilio de Florencia, 1439: DS 1302), porque el orden eterno
de las personas divinas en su comunión consubstancial
implica que el Padre sea el origen primero del Espíritu en
tanto que “principio sin principio” (Concilio de Florencia
1442: DS 1331), pero también que, en cuanto Padre del Hijo
Único, sea con él “el único principio de que procede el
Espíritu Santo” (Concilio de Lyon II, año 1274: DS 850). Esta
legítima complementariedad, si no se desorbita, no afecta a la
identidad de la fe en la realidad del mismo misterio
confesado.
En el punto 248 del Catecismo nuevamente se usa esta
palabra “consubstancial” para definir que así como el Hijo es
engendrado por el Padre, el Espíritu Santo es engendrado
por ambos — ya que ambos son el mismo único Dios.

Fuente: Catecismo Católico Vaticano

¿Qué entiende el católico por “Persona”?


Veamos qué dice el catecismo:

251 Para la formulación del dogma de la Trinidad, la


Iglesia debió crear una terminología propia con
ayuda de nociones de origen filosófico: “substancia”,
“persona” o “hipóstasis”, “relación”, etc. Al hacer esto, no
sometía la fe a una sabiduría humana, sino que daba un
sentido nuevo, sorprendente, a estos términos destinados
también a significar en adelante un Misterio inefable,
“infinitamente más allá de todo lo que podemos concebir
según la medida humana” (Pablo VI, Credo del Pueblo de
Dios, 2).
252 La Iglesia utiliza el término “substancia” (traducido a
veces también por “esencia” o por “naturaleza”) para
designar el ser divino en su unidad; el término “persona” o
“hipóstasis” para designar al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo en su distinción real entre sí; el término “relación” para
designar el hecho de que su distinción reside en la referencia
de cada uno a los otros.

El catecismo católico mismo aclara que inventaron una


nueva terminología propia para describir doctrinas que no
estaban en la Biblia. ¿Y de dónde buscaron ayuda para
definir sus dogmas sobre la naturaleza de Dios? Ellos
mismos indican que de “nociones de origen filosófico.”
Esas nociones de origen filosófico se refiere a las dotrinas de
los filósofos griegos: Platón y Aristóteles. La Iglesia
Católica Romana adoptó las filosofías paganas sobre
la dualidad del ser humano para enseñar al mundo el vino
de la inmortalidad del alma.

El Gran Engaño de la Inmortalidad del Alma


PE pg. 87.2 - "Vi que los santos deben obtener una comprensión cabal de la verdad
presente, que deberán sostener por…estudialabiblia.co

La filosofía griega de la dualidad del ser humano implica


que el ser humano está formado de dos elementos: alma y
materia. Es decir: son dos en uno (2=1). Entonces, vayamos
prestando atención: si el ser humano es UNA PERSONA
formada por DOS ELEMENTOS o SUBSTANCIAS (Alma y
Materia), entonces DIOS también puede ser interpretado
por TRES PERSONAS (Padre, Hijo, Espíritu Santo) que
forman UNA SOLA SUBSTANCIA o ESENCIA — un solo
Dios.

Si entendemos este concepto de dualidad filosófico,


entonces podremos entender mejor el dogma de la Trinidad
católica:

253 La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un


solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial”
(Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421). Las
personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que
cada una de ellas es enteramente Dios: “El Padre es lo mismo
que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el
Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios
por naturaleza” (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530).
“Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la
substancia, la esencia o la naturaleza divina” (Concilio de
Letrán IV, año 1215: DS 804).
Para la iglesia católica el hombre es un ser dual: una sola
persona formada por dos elementos distintos: alma y
materia. Por eso, para los católicos, cuando una persona
muere, entonces lo que muere es la materia, pero el alma
sigue viviendo. De esta filosofía nace entonces de manera
sofisticada: el infierno, el purgatorio, las almas loando a
Dios en el cielo, la adoración a los santos, etc.

De igual manera, así como el hombre es un ser dual para la


iglesia católica, Dios es un ser trinitario: un solo Dios
formado por tres personas distintas. Pero cuando la iglesia
católica dice “distintas,” no reconoce la individualidadde las
tres “personas”. Es claro que todo esto suena confuso, pero
debemos recordar que de eso se trata el engaño del cuerno
pequeño: de confundir.

254 Las Personas divinas son realmente distintas entre sí.


“Dios es único pero no solitario” (Fides Damasi: DS 71).
“Padre”, “Hijo”, Espíritu Santo” no son simplemente nombres
que designan modalidades del ser divino, pues son realmente
distintos entre sí: “El que es el Hijo no es el Padre, y el que es
el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o
el Hijo” (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). Son
distintos entre sí por sus relaciones de origen: “El
Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el
Espíritu Santo es quien procede” (Concilio de Letrán IV, año
1215: DS 804). La Unidad divina es Trina.

Si ya los había confundido, espero que este último párrafo


del Catecismo pueda aclarles de qué manera la Trinidad
interpreta que son tres personas “distintos” “entre sí”:
Dicen: “son distintos entre sí por sus relaciones de origen.”
Es decir — no son tres personas distintas por ser un trio de
tres personas con su propia individualidad. Sino que son
“distintas” en cuanto a su origen: El Hijo es engendrado y
el Espíritu Santo procede.
255 Las Personas divinas son relativas unas a otras. La
distinción real de las Personas entre sí, porque no divide la
unidad divina, reside únicamente en las relaciones que las
refieren unas a otras: “En los nombres relativos de las
personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el
Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla
de estas tres Personas considerando las relaciones se cree en
una sola naturaleza o substancia” (Concilio de Toledo XI, año
675: DS 528). En efecto, “en Dios todo es uno, excepto lo que
comporta relaciones opuestas” (Concilio de Florencia, año
1442: DS 1330). “A causa de esta unidad, el Padre está todo en
el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre,
todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el
Padre, todo en el Hijo” (Concilio de Florencia, año 1442: DS
1331).

En el punto 255 del catecismo católico se establece que los


nombres “Padre, Hijo, Espíritu Santo” son relativos entre sí.
Esto nos lleva a nuestro ejemplo: una persona puede ser tío,
padre, hermano, pero sigue siendo la misma persona. Para
la iglesia católica “Padre”, “Hijo” y “Espíritu Santo”, no son
tres entidades individuales, sino tres funciones o roles, que
cumple un sola sola substancia o un solo Dios.

El resumen del dogma de la Trinidad en el Catecismo deja


rotundamente claro su posición en cuanto a la naturaleza
divina:

Dios Padre y Jesús son el mismo, no son dos personas


distintas:

263 La misión del Espíritu Santo, enviado por el Padre en


nombre del Hijo (cf. Jn 14,26) y por el Hijo “de junto al Padre”
(Jn 15,26), revela que él es con ellos el mismo Dios único.
“Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria”.
Dios Padre y el Espíritu Santo son el mismo, no son dos
personas distintas:

264 “El Espíritu Santo procede principalmente del


Padre, y por concesión del Padre, sin intervalo de tiempo
procede de los dos como de un principio común” (S.
Agustín, De Trinitate, 15,26,47).

Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo son el mismo,


no son un trio celestial:

266 “La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la


Trinidad y la Trinidad en la unidad, no confundiendo las
Personas, ni separando las substancias; una es la persona
del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual
la gloria, coeterna la majestad” (Símbolo “Quicumque”: DS,
75).
267 Las Personas divinas, inseparables en su ser, son
también inseparables en su obrar. Pero en la única operación
divina cada una manifiesta lo que le es propio en la Trinidad,
sobre todo en las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y
del don del Espíritu Santo.

Fuente: Catecismo Católico del Vaticano

Conclusión
Los protestantes “unicitarios” que creen que Dios Padre,
Dios Hijo y Dios Espíritu Santo son el mismo único y solo
Dios, la misma persona individualmente; o que creen que el
Espíritu Santo procede de Dios Padre o de Jesús (que viene
a ser el mismo que el Padre); o que no creen en la pre-
existencia de Cristo, y más bien creen que fue engendrado; o
que creen que Dios Padre es el mismo que Dios Hijo, o que
Dios Hijo es el mismo que el Espíritu Santo, o que Dios
Padre es el mismo que el Espíritu Santo, o cualquiera de
estas variaciones que niegan la individualidad de cualquiera
de ellos: ES UN TRINITARIO CATÓLICO.

La única razón por la cual hoy en día vemos ese debate entre
“unicitarios” y “trinitarios” es debido a la confusión
promovida por jesuitas infiltrados cuyo propósito es de crear
división y confusión entre la iglesia protestante para lograr
así paulatinamente su destrucción total.

Resulta pues inútil el debate entre adventistas del séptimo


día que pasan días y noches sin dormir tratando de
determinar si Ellen G. White era “trinitaria”, ya que lo que
interesa es lo que dice la Biblia y la Biblia sola.

¿Es Bíblica La "Trinidad"?


Puede descargar este estudio en su computadora en formato PDF: Estudio sobre la
trinidad Una División Existe una divisi…estudialabiblia.co

Entonces, esperemos que quede de una buena vez por todas


perfectamente claro que:

Todos los protestantes que creemos en un trio celestial — y


no en una trinidad — , que creemos en la individualidad de
Dios Padre, la individualidad de Cristo y la individualidad
del Espíritu Santo, NO SOMOS TRINITARIOS.

El Hijo es toda plenitud de la Divinidad manifestada. La


Palabra de Dios declara que él es “la imagen misma de su
sustancia”. Hebreos 1:3. “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan
3:16. Aquí se muestra la personalidad del Padre.”
El Consolador que Cristo prometió enviar después de
ascender al cielo, es el Espíritu en toda la plenitud de la
Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia
divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un
Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el
trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes —
 el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo — son bautizados los que
reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán
con los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir
la nueva vida en Cristo. — Special Testimonies, Serie B, 7:62,
63 (1905).
La preexistencia del Hijo de Dios y su existencia por
sí mismo — Cristo es el Hijo de Dios preexistente y
existente por sí mismo… Al hablar de esta preexistencia,
Cristo hace retroceder la mente hacia las edades sin fin. Nos
asegura que nunca hubo un tiempo cuando él no haya estado
en estrecha relación con el Dios eterno. Aquel cuya voz los
judíos escuchaban en ese momento había estado junto a
Dios. — The Signs of the Times, 29 de agosto de 1900.
Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una
persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos. —
 Manuscrito 66, 1899.
El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no
podría dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros
espíritus de que somos hijos de Dios. Debe ser una persona
divina, además, porque en caso contrario no podría
escudriñar los secretos que están ocultos en la mente de Dios.
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino
el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. 1 Corintios
2:11. — Manuscrito 20, 1906.
Debemos cooperar con los tres poderes más elevados del
cielo: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y estos poderes
trabajarán mediante nosotros convirtiéndonos en obreros
juntamente con Dios. — Special Testimonies, Serie B, 7:51
(1905).
{Ev 446.3}

Que Dios los bendiga y que Dios nos brinde a todos


sabiduría para no caer en las astucias del Enemigo de la
verdad.

La Tardanza del Esposo


Estudia La BibliaFollow
Feb 25, 2017
“Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron.”
(Mateo 25:5)

Casi exactamente tres años atrás cundió el pánico en el


mundo adventista cuando el obispo de Roma mandó un
video mensaje a una congregación evangélica carismática de
los Estados Unidos. El ministro ecuménico del Vaticano —
 Tony Palmer — decretaba que el “protestantismo estaba
muerto” y que ahora “todos somos católicos.” Todo parecía
indicar que la profetizada imagen de la bestia estaba
queriendo aparecer de entre las sombras. El video fue
propagado por todas las redes sociales de tal manera que las
vírgenes despertaron de su letargo y empezaron a anunciar
la llegada del Esposo.
Sin embargo, pasaron los meses y la imagen de la bestia no
apareció. Las vírgenes podían seguir durmiendo
tranquilamente.

Luego, casi aproximadamente dos años atrás el obispo de


Roma lanzaba al mundo su Encíclica por el medio ambiente
titulada Laudato Si. No tardó mucho en correr la voz a
través de las redes sociales acerca de cómo el papado estaba
usando el asunto del “cambio climático” como una excusa
para impulsar una ley dominical.

El miedo cobró mayor tamaño cuando, tan solo meses más


tarde, el obispo de Roma, de manera histórica e inclusive
profética, dirigió un discurso ante el Congreso de los
Estados Unidos de América. Adventistas alrededor del globo
se despertaron de su somnolienta vida espiritual y se
prepararon para la llegada del Esposo. La llegada de la ley
dominical, la crisis final, el juicio de vivos, parecía
practicamente inminente.

Sin embargo pasó Septiembre, Octubre y Noviembre, y no


hubo ley dominical. Así que las virgenes volvieron a la
comodidad de sus casas para poder seguir durmiendo y para
poder seguir soñando con muchos años de paz y
prosperidad. Para qué salir libres de Egipto, si la esclavitud
en Egipto es tan cómoda!

El año pasado vio la llegada y el fin del jubileo de la


misericordia del obispo de Roma. Sin embargo, se cerró la
puerta “santa” y no llegó la ley dominical.

Podría seguir ennumerando los eventos, los


acontecimientos, las señales, que se han venido dando de
manera seguida y progresiva, pero el punto al que quiero
llegar es que — a pesar de que cada vez parece más cerca — la
ley dominical no llega. Hay una tardanza. Y las vírgenes
duermen.
Por misericordia
Cuando estudiamos la caída de Lucifer en el cielo, llegamos
a comprender que llegó un momento decisivo en la
apostasía de Lucifer. Llegó un momento de tomar una
decisión final. Lucifer comprendía claramente que se había
equivocado en cuanto a su rebelión contra Cristo y contra la
Ley. Pero el orgullo que había llegado a desarrollar no le
permitió admitir su culpa y confesar su error.

De Lucifer a Satanás
"La rebelión de Satanás habría de ser una lección para el universo a través de todos
los siglos venideros, un…estudialabiblia.co

Aparte de esto, Lucifer cometió un error


grandísimo: malinterpretó la misericordia de Dios.

“Un Creador compasivo, deseoso de manifestar


piedad hacia Lucifer y sus seguidores, procuró hacerlos
retroceder del abismo de la ruina al cual estaban a punto de
lanzarse. Pero su misericordia fue mal interpretada.
Lucifer señaló la longanimidad de Dios como una prueba
evidente de su propia superioridad sobre él, como una
indicación de que el Rey del universo aún accedería a sus
exigencias.
Si los ángeles se mantenían firmes de su parte, dijo, aún
podrían conseguir todo lo que deseaban. Defendió
persistentemente su conducta, y se dedicó de lleno al gran
conflicto contra su Creador.” {PP 17.4}

Cuando Dios manifestó misericordia a Lucifer, éste


malinterpretó esa misericordia, y en lugar de arrepentirse y
confesar su pecado, se hundió aun más en la apostasía.
Después de esto, ya no hubo vuelta atrás. Su caso estaba
decidido para siempre.
¿Por qué se demora el Esposo en venir?

¿Por qué, a pesar de tantas señales, aún no sale la ley


dominical?

Por misericordia.

En la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25) se nos enseña


claramente que cinco no estaban preparadas para la
venida del Esposo. El Señor les estaba dando tiempo para
que no les sorprenda como ladrón sin aceite en sus
lámparas. Pero sólo las prudentes aprovecharon la demora
para aumentar aceite en sus lámparas. Las vírgenes fatuas
no aprovecharon el tiempo de gracia.

Estudio sobre - La Parábola De Las Diez Vírgenes


Se puede descargar este estudio en formato PDF: Estudio - La Parábola De Las Diez
Vírgenes La Parábola De Las Diez V…estudialabiblia.co

Así como Lucifer malinterpretó la misericordia de Dios,


nosotros también malinterpretamos la misericordia de Dios
cuando — al ver que todavía no sale la ley dominical —
 tomamos esto como señal de que falta mucho tiempo para
que esto ocurra. Malinterpretamos la misericordia de Dios
cuando confundimos la tardanza como una invitación
para acomodarnos en el mundo, en lugar de tomarlo como
un tiempo extra de preparación para la crisis final — para
tomar aceite (lluvia temprana).

El tiempo de la tardanza no nos es dado para que comamos


y bebamos, construyamos, aumentemos bienes,
embellezcamos nuestras moradas, disfrutemos de la vida, y
de las cosas del mundo, mientras nuestra incredulidad se
arraiga más profundamente en nuestros huesos.
El tiempo de tardanza nos es dado por misericordia,
porque no estamos preparados. Sin embargo, las
vírgenes fatuas exclaman: “Cuando tenga que salir la ley
dominical, que salga! Algún momento tendrá que salir!”
Mientras tanto a disfrutar del mundo!

O también dicen extasiadas: “Pasan los días, los meses, los


años… y todo sigue como siempre!” Clamando así paz y
seguridad y soñando con días prósperos en la tierra del
príncipe de este mundo, sin el menor deseo de una Canaán
Celestial.

¿Qué virgen fatua va a desear que Cristo venga a liberarla de


la esclavitud de este mundo, cuando la virgen está
disfrutando de su esclavitud? ¿Qué virgen fatua va a
imaginarse la inminente destrucción de Sodoma, cuando la
vida es tan sabrosa en Sodoma y Gomorra?

La tardanza del Esposo no es dada para que nos


desliguemos del mundo, para que dejemos las cosas que no
hemos dejado a un lado hasta ahora, y tomemos la decisión
que hemos estado retrasando por tanto tiempo y debido a
nuestra inherente incredulidad. Sin embargo, hacemos lo
que es completamente opuesto: mientras más tiempo de
gracia Dios me da, más me aferro al mundo y más grande es
mi incredulidad. Vamos de mal en peor.

Para probarnos
Acerca de las vírgenes fatuas, se nos dice:

“En cuanto a las otras vírgenes, “cuando tomaron sus


lámparas, no tomaron aceite consigo”. Habían obrado por
impulso. Sus temores habían sido despertados por el
solemne mensaje, pero se habían apoyado en la fe de sus
hermanas, satisfechas con la luz vacilante de las buenas
emociones, sin comprender a fondo la verdad y sin que la
gracia hubiese obrado verdaderamente en sus corazones.
Habían salido a recibir al Señor, llenas de esperanza en la
perspectiva de una recompensa inmediata; pero no estaban
preparadas para la tardanza ni para el contratiempo.
Cuando vinieron las pruebas, su fe vaciló, y sus luces se
debilitaron.” {CS 444/3}

Cada vez que salen noticias que nos despiertan a la cruda


realidad, de que pronto se va a promulgar el decreto que
prohibe comprar y vender a menos que se acepte la marca
de la bestia, entonces despertamos y obramos por
impulso. El miedo es un factor determinante que nos lleva
a accionar por impulso, por emociones. ¡Ya va a salir la ley
dominical, tengo que ponerme a cuentas con Dios! ¡Tengo
que hacer obra misionera! ¡Tengo que dejar mis malos
hábitos! Etc., etc., etc…

El problema de cuando reaccionamos por sentimientos y


emociones, en lugar de por principios, es que el sentimiento,
la emoción, el miedo… duran muy poco. Luego de que pasa
el tiempo y no llega la crisis final, entonces el miedo se
calma y el ser humano vuelve a los mismos malos hábitos de
siempre.

““Tardándose, pues, el esposo, cabecearon todas, y se


durmieron.” La tardanza del esposo representa la expiración
del plazo en que se esperaba al Señor, el contratiempo y la
demora aparente. En ese momento de incertidumbre, el
interés de los superficiales y de los sinceros a
medias empezó a vacilar y cejaron en sus esfuerzos;
pero aquellos cuya fe descansaba en un conocimiento
personal de la Biblia, tenían bajo los pies una roca que no
podía ser barrida por las olas de la contrariedad.
“Cabecearon todas, y se durmieron;” una clase de cristianos
se sumió en la indiferencia y abandonó su fe, la otra siguió
esperando pacientemente hasta que se le diese mayor luz. Sin
embargo, en la noche de la prueba esta segunda categoría
pareció perder, hasta cierto punto, su ardor y devoción. Los
tibios y superficiales no podían seguir apoyándose en la fe de
sus hermanos. Cada cual debía sostenerse por sí mismo o
caer.” {CS 445/1}

La segunda razón por la cual se da la tardanza es porque,


gracias a la demora, se prueba la fe de los creyentes.
Recordemos que todas las vírgenes son “vírgenes” porque
ese es un símbolo de pureza. Además las lámparas son
símbolos de la Palabra de Dios (Salmos 119:105). Por lo
tanto — todas son cristianos que profesan esperar a su Rey y
Salvador.

En la superficie y de boca, todos los cristianos profesamos


esperar la Segunda Venida de Cristo. Y en la superficie y de
boca, todos los adventistas profesamos esperar la llegada de
una ley dominical, un juicio de vivos — que antecede a la
Segunda Venida. Eso dice nuestra boca, pero qué dicen
nuestros actos? Predicamos una cosa y vivimos otra?
Profesamos creer en un juicio inminente, pero vivimos como
si faltaran muchos años de paz y prosperidad?

Cómodos en Egipto
La tardanza del esposo se debe a nosotros mismos que
profesamos ser “el pueblo de Dios” y hasta “hijos de Dios,”
pero que sin embargo estamos perfectamente cómodos en
Egipto, y por lo tanto no deseamos liberación, no deseamos
una patria mejor. Estamos perfectamente conformes con el
mundo y con todos los tesoros que el Diablo nos hace doblar
la rodilla para rendirle tributo, mientras profesamos ser
hijos de Dios y guardadores de la Ley.
Decir que somos hijos de Dios no nos hace ser hijos de Dios.
Nuestros actos revelan quien verdaderamente es nuestro
padre.

“Después de salir de Egipto, y de la división de las aguas del


mar Rojo delante de ellos, el Señor los probó para ver si
confiaban en el que los había sacado, una nación de otra
nación, por medio de señales, tentaciones y maravillas. Pero
no pudieron soportar la prueba. Murmuraron contra el Señor
por las dificultades que encontraron en el camino,
y manifestaron su deseo de regresar otra vez a
Egipto.” {HR 150.2}

Es terrible que no podamos ver que — mientras más se


demora la ley dominical, más se endura nuestro corazón.
Así, la próxima vez se hace más dificil creer que estamos a
las vísperas de la crisis final, y se hace cada vez más difícil
abandonar nuestros ídolos terrenales. En lugar de estar más
preparados y listos para abandonar este mundo y partir
hacia una patria mejor, estamos más enraizados en este
mundo destinado a ser destruido. No comprendemos que si
queremos quedarnos aquí — en este mundo — pues Dios no
se hará problema y aceptará nuestra decisión. Nos
quedaremos en el mundo y seremos destruidos con el
mundo en el día final.

La sentencia que pesa sobre


nuestras cabezas
Vivimos en este mundo como si fueramos libres y como si la
vida dependiera de nosotros mismos — como dioses en el
Edén. Sin embargo, sobre todo hijo de Adán que viene a esta
tierra, desde el momento de ser engendrado, pesa una
sentencia de muerte eterna.
¿Qué pasaría si fuesemos al médico y nos dijera que tan solo
tenemos un par de meses de vida?

Sin duda muchos reformarían sus caminos, y valorarían


cada segundo de sus vidas. Muchos se volverían a Cristo y
buscarían la salvación a como de lugar. Sin embargo, para el
verdadero cristiano, la muerte primera — que la Biblia
describe como un sueño (Juan 11:11) — debería ser
un asunto trivial.

Para el creyente, la muerte es asunto trivial. Cristo habla


de ella como si fuera de poca importancia. “El que
guardare mi palabra, no verá muerte para siempre,” “no
gustará muerte para siempre” (Juan 8:51–52). Para el
cristiano, la muerte es tan sólo un sueño, un momento de
silencio y tinieblas. La vida está oculta con Cristo en Dios y
“cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces
vosotros también seréis manifestados con él en gloria”
(Colosenses 3:4). {DTG 731.1}

Somos tan ciegos que la muerte primera nos hace temblar


las rodillas. Pero nosotros somos engendrados con una
sentencia de muerte segunda, una muerte eterna (Romanos
6:23; Apocalipsis 20:14). Nacemos con una sentencia de
muerte segunda sobre nuestra cabezas. Nos vamos a dormir
con una sentencia de muerte eterna sobre nuestras cabezas.
Nos despertamos día a día con una sentencia de muerte
sobre nuestras cabezas. Y de esa sentencia no nos vamos a
librar hasta que nuestro caso sea decidido definitivamente
en el Santuario Celestial — ya sea en ocasión de nuestra
muerte primera o en ocasión del juicio de vivos (Eclesiastés
12:14; Levítico 14:14; Daniel 7:10).

Es por esto que Dios nos manda a perseverar hasta el


fin (Hebreos 3:14; Apocalipsis 2:26) de nuestro tiempo de
gracia. Muchos quieren tranquilizar sus conciencias
pensando que solo hay que perseverar hasta “ser
bautizados” y que entonces “nueva criatura soy” y “mis
pecados están en el fondo del mar.” Todo el mundo es libre
de soñar con estas fábulas de Satanás. Pero cuando llegue la
crisis final, grande será el lloro y crujir de dientes de quienes
hacen de los ritos y de sus obras la salvación (Mateo 13:42).

“Los que están tratando de tranquilizar una


conciencia culpable con la idea de que pueden cambiar su
mala conducta cuando quieran, de que pueden jugar con
las invitaciones de la misericordia, y todavía seguir
siendo impresionados, lo hacen por su propia cuenta y riesgo.
Ponen toda su influencia del lado del gran rebelde, y creen
que en un momento de suma necesidad, cuando el peligro los
rodee, podrán cambiar de jefe sin dificultad. Pero esto no
puede realizarse tan fácilmente. La experiencia, la educación,
la práctica de una vida de pecaminosa complacencia,
amoldan tan completamente el carácter que impiden recibir
entonces la imagen de Jesús. Si la luz no hubiese alumbrado
su senda, su situación habría sido diferente. La misericordia
podría interponerse, y darles oportunidad de aceptar sus
ofrecimientos; pero después que la luz haya sido rechazada y
menospreciada durante mucho tiempo será, por fin,
retirada.” {PP 273/1}

No juguemos con la misericordia de Dios. No


malinterpretemos su misericordia. No malinterpretemos su
tardanza.

La tardanza se debe a que no estamos preparados, pero esto


no quiere decir que Dios va a esperar indefinidamente hasta
que nos de la gana de dejar las cosas del mundo y de aceptar
la amonestación del Testigo Fiel.
Estudio sobre La Amonestación del Testigo Fiel
"El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses no es recibido. Muchos se
aferran a sus dudas y pecados…estudialabiblia.co

“Hermanos míos, estáis despreciando los más sagrados


requerimientos de Dios porque descuidáis el consagraros
vosotros y vuestros hijos a él. Muchos de vosotros estáis
descansando en una falsa seguridad, absortos en
intereses egoístas, y atraídos por los tesoros
terrenales. No teméis mal alguno. El peligro parece
estar muy lejos. Llegaréis engañados y seducidos a vuestra
ruina eterna, a menos que os despertéis y con penitencia y
profunda humillación, volváis al Señor.
Una y otra vez se os ha dirigido la voz del cielo. ¿Le
obedeceréis? ¿Escucharéis al Testigo fiel que os aconseja
procurar el oro probado en el fuego, la vestidura blanca y el
colirio? El oro es la fe y el amor; la vestidura blanca es la
justicia de Cristo; el colirio es el discernimiento espiritual que
os habilitará para rehuir los ardides de Satanás, para notar
el pecado y aborrecerlo; para ver la verdad y obedecerla.
{2JT 75.1}

¿Cuál es nuestra falsa seguridad? “Ah, falta mucho para la


ley dominical.” O a lo mejor, hasta tomamos a la ley
dominical con una ciencia ficción. Pero, en realidad, nuestra
incredulidad es fomentaba por nuestros intereses egoistas y
personales, por los tesoros que nos ofrece Satanás en la feria
de la vanidad.

El letargo mortífero del mundo paraliza vuestros


sentidos. El pecado ya no os parece repulsivo porque
Satanás os ha enceguecido. Pronto se han de derramar los
juicios de Dios sobre la tierra. “Escapa por tu vida” (Génesis
19:17), es la amonestación de los ángeles de Dios. Se oyen
otras voces que dicen: “No os excitéis; no hay causa de
alarma especial.” Los que se sienten cómodos en Sión
claman: Paz y seguridad, mientras que el cielo declara que
una rápida destrucción está por sobrecoger al transgresor.
Los jóvenes, los frívolos, los que aman los placeres consideran
estas advertencias como cuentos ociosos, y las rechazan
como una broma. Los padres se inclinan a creer que sus
hijos tienen razón en el asunto, y todos siguen durmiendo
tranquilos. Así sucedió cuando fué destruído el mundo
antiguo, y cuando Sodoma y Gomorra fueron consumidas
por el fuego. En la noche anterior a su destrucción, las
ciudades de la llanura se revolcaban en el placer. Se burlaron
de Lot por sus temores y advertencias. Pero fueron estos
escarnecedores los que perecieron en las llamas. Esa misma
noche se cerró para siempre la puerta de la misericordia para
los impíos y descuidados habitantes de Sodoma. {2JT 75.2}
Dios es quien tiene en sus manos el destino de las almas. No
será siempre burlado; no permitirá que se juegue siempre
con él. Sus juicios ya están en la tierra. Fieras y espantosas
tempestades siembran la destrucción y la muerte en su estela.
El incendio devorador arrasa el bosque desierto y la ciudad
atestada. La tempestad y el naufragio aguardan a los que
viajan en el mar. Accidentes y calamidades amenazan a todos
los que viajan por tierra. Los huracanes, los terremotos, la
espada y el hambre se siguen en rápida sucesión. Sin
embargo, los corazones de los hombres se endurecen. No
reconocen la voz de advertencia de Dios. No quieren huir al
único refugio que hay para protegerse de la tormenta que se
prepara. {2JT 75.3}
Muchos de los que han sido colocados sobre las murallas de
Sión, para observar con ojo de águila la inminencia del
peligro y elevar la voz de amonestación, están ellos mismos
dormidos. Los mismos que debieran ser los más activos y
vigilantes en esta hora de peligro, están descuidando su deber
y trayendo sobre sí mismos la sangre de las almas. {2JT 76.1}
Es en la crisis que se revela
el carácter
En la parábola todas las vírgenes salieron a recibir al esposo.
Todas tenían lámparas y vasijas para aceite. Por un tiempo
parecía no haber diferencia entre ellas. Tal ocurre con la
iglesia que vive precisamente antes de la segunda
venida de Cristo. Todos tienen el conocimiento de las
Escrituras. Todos han oído el mensaje de la pronta venida de
Cristo, y esperan confiadamente su aparición. Pero así como
ocurrió en la parábola, ocurre hoy en día. Interviene un
tiempo de espera, la fe es probada; y cuando se oye el
clamor: “He aquí, el esposo viene; salid a recibirle”, muchos
no están listos. No tienen aceite en sus vasijas para las
lámparas. Están destituidos del Espíritu Santo. {PVGM
337.2}

La tardanza de la ley dominical, de la crisis final, del juicio,


es una prueba de Dios. Se nos prueba para ver si nuestra
espera es sincera o si es superficial. Se nos prueba para ver si
la espera es motivada por principio o por impulsos
sentimentalistas temporales.

¿Si usted supiera que la ley dominical va a ser decretada en


20 años, viviría de la misma manera que si la ley dominical
fuera ser decretada en dos meses?

Si sus decisiones acerca de comprar una casa, un coche, su


trabajo, sus estudios, sus relaciones amorosas, sus intereses
mundanos, varían dependiendo de si la ley dominical sale en
20 años o dos meses, tenga por seguro que su espera del
Esposo es superficial y motivada por impulsos, no por
principios.
Pero si usted viviría exactamente de la misma manera y si
usted obraría exactamente de la misma manera en que ha
venido obrando, así supiera que la ley dominical sale en 2
meses o 20 años, es muy probable a que usted está motivado
por un principio y no por un sentimiento.

Sin el Espíritu de Dios, un conocimiento de su Palabra


no tiene valor. La teoría de la verdad, cuando no va
acompañada del Espíritu Santo, no puede avivar el alma o
santificar el corazón. Uno puede estar familiarizado con los
mandamientos y las promesas de la Biblia, pero a menos que
el Espíritu de Dios grabe la verdad, el carácter no será
transformado. Sin la iluminación del Espíritu, los hombres no
podrán distinguir la verdad del error, y caerán bajo las
tentaciones maestras de Satanás. {PVGM 337.3}

Muchos se engañan a sí mismos pensando que la ley


dominical va a llegar con políticos cargando sobre si
pancartas que digan “VAMOS A DECRETAR UNA LEY
DOMINICAL.”

El estudio de la caída de Lucifer nos ayuda a comprender de


qué manera opera Satanás. Satanás no opera abiertamente,
sino solapadamente, debajo de la mesa.

“Abandonando su lugar en la inmediata presencia del Padre,


Lucifer salió a difundir el espíritu de descontento entre los
ángeles. Trabajó con misteriosa reserva, y por algún
tiempo ocultó sus verdaderos propósitos bajo una
aparente reverencia hacia Dios.
Comenzó insinuando dudas acerca de las leyes que
gobernaban a los seres celestiales, sugiriendo que aunque las
leyes fueran necesarias para los habitantes de los mundos, los
ángeles, siendo más elevados, no necesitaban semejantes
restricciones, porque su propia sabiduría bastaba para
guiarlos. Ellos no eran seres que pudieran acarrear deshonra
a Dios; todos sus pensamientos eran santos; y errar era tan
imposible para ellos como para el mismo Dios.
La exaltación del Hijo de Dios como igual al Padre fue
presentada como una injusticia cometida contra Lucifer,
quien, según se alegaba, tenía también derecho a recibir
reverencia y honra. Si este príncipe de los ángeles pudiera
alcanzar su verdadera y elevada posición, ello redundaría en
grandes beneficios para toda la hueste celestial; pues su
objeto era asegurar la libertad de todos.
Pero ahora aun la libertad que habían gozado hasta ese
entonces concluía, pues se les había nombrado un gobernante
absoluto, y todos ellos tenían que prestar obediencia a su
autoridad.
Estos fueron los sutiles engaños que por medio de las astucias
de Lucifer cundían rápidamente por los atrios celestiales.”
{PP 15.1}

Lucifer no reveló sus verdaderos propósitos a los ángeles.


No tuvo el valor de dar la cara y decir “estoy descontento
porque quiero ocupar el lugar de Cristo; tengo celos y
envidia de Cristo, no estoy conforme con mi puesto de jefe
de los ángeles, quiero ocupar el trono de Dios.” Si Lucifer
hubiera presentado sus propósitos claramente es muy
probable que los ángeles no hubieran querido saber de sus
planes.

Pero Lucifer, en cambio, presentó el asunto de tal manera


que parecía que estaba trabajando a favor de los ángeles.
Sembró su propio descontento en ellos, y luego presentó ese
descontento como quejas de ellos ante Dios, en lugar de
presentar las quejas como propias. Dijo “ellos son los que
están descontentos con el Gobierno de Dios”; no dijo
“yo estoy descontento con la Ley.” Les mintió además de que
la Ley era “restrictiva” y que por lo tanto, al estar libres de la
ley serían “libres” y muchísimo más felices que antes.

Esa misma mentira se difunde en el mundo — hacer creer a


los hombres que libres de la Ley de Dios somos libres y
salvos. “Los Diez Mandamientos quedaron clavados en la
cruz”, dicen los agentes del Primer Apóstata, y los corazones
incircuncisos saltan de alegría.

Pero ese proceder de Satanás debería abrir nuestros ojos


ante la manera en que la ley dominical llega solapadamente
sin pompa ni ruido.

Pongamos como ejemplo la guerra en contra del dinero en


efectivo que se está dando a nivel mundial. Por todo el
mundo, los títeres políticos nos quieren hacer creer que
tienen la excelentísima buena voluntad de eliminar los
“paraisos fiscales” de los ricos en el extranjero. Nos quieren
hacer creer que quieren eliminar la corrupción y el lavado de
dinero. Cuando en realidad, lo que verdaderamente quieren
es controlar quien puede o no puede comprar y vender a
menos que acepte la marca de la bestia.

Me llamó mucho la atención las declaraciones de este


reportero canadiense Corbett acerca de este tema. Me hizo
pensar seriamente en la situación del profeso pueblo de
Dios.

¿Cómo es posible que este hombre que es ateo, que nunca ha


leído la Biblia, ni mucho menos el Conflicto de los Siglos…
tiene el discernimiento de preveer que toda esta guerra
contra el dinero en efectivo nos llevará a una situación
mundial en que “los gobiernos podrán castigar a cualquier
persona para que no pueda realizar transacciones
financieras en la sociedad”?

Fuente:
CHINA prepara el Yuan digital - rumbo a una sociedad sin dinero en
efectivo
Traducción de un artículo escrito por James Corbett. Si lees las noticias, entonces ya
estás enterado sobre la guerra…www.senalesdelfin.com

¿Cómo es posible que muchos adventistas, supuestamente


templos del Espíritu Santo, supuestamente hijos de Dios, no
pueden discernir los motivos políticos detrás del
calentamiento global, del dinero digital, del globalismo, de
la renta básica universal, y de muchas otras maquinaciones
de los agentes de Satanás para llevar a cabo la
implementación de una ley dominical?

Claramente, la parábola de las diez vírgenes se cumple al pie


de la letra.

La clase representada por las vírgenes fatuas no está


formada de hipócritas. Sus componentes manifiestan respeto
por la verdad, la han defendido, y son atraídos hacia aquellos
que la creen; pero no se han rendido a sí mismos a la obra del
Espíritu Santo. No han caído sobre la Roca, Cristo Jesús,
y permitido que su vieja naturaleza fuera quebrantada. Esta
clase se halla simbolizada también por los oyentes
representados por el terreno rocoso. Reciben la palabra
con prontitud, pero no asimilan sus principios. La
influencia de la palabra no es permanente. El Espíritu
obra en el corazón del hombre de acuerdo con su deseo y
consentimiento, implantando en él una nueva naturaleza.
Pero las personas representadas por las vírgenes fatuas se
han contentado con una obra superficial. No conocen a
Dios. No han estudiado su carácter; no han mantenido
comunión con él; por lo tanto no saben cómo confiar en él,
cómo mirarlo y cómo vivir. Su servicio a Dios degenera
en formulismo. {PVGM 338.1}
¿Por qué los cristianos caemos tan fácilmente presas del
formulismo y de la religión superficial?

Porque no queremos aceptar la amonestación del Testigo


Fiel y no queremos caer sobre la Roca.

Caer sobre la Roca y ser quebrantado es abandonar


nuestra justicia propia e ir a Cristo con la humildad de un
niño, arrepentidos de nuestras transgresiones y creyendo en
su amor perdonador. Y es asimismo por la fe y la obediencia
cómo edificamos sobre Cristo como nuestro fundamento.
{DTG 551.1}

Caer sobre la Roca es aceptar que nuestras obras son trapos


de inmundicia. El hacer obra misionera, dar la escuela
sabática, predicar un estudio bíblico, visitar las cárceles o a
los enfermos, no nos hacen “mejores personas” que los
demás. Dios no me acepta porque soy un “gran cristiano a
todo dar.” Dios no me acepta porque no como carne y soy
vegetariano. Si hago todo eso para que la gente me admire y
piense que soy un gran tipazo cristiano, o si lo hago para
poder salir aprobado en el juicio, estoy peor que la virgen
fatua.

Cuando hacemos nuestro deber, Dios nos manda a declarar


que “siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer,
hicimos” (Lucas 17:10). Punto. Nada de qué sentirse
“orgulloso” y “especial”. Si hicimos una buena obra, siervos
inútiles somos. Nuestras obras no tienen poder para salvar,
pero sí tiene poder para condenar. Pues al no hacer lo que
Dios dice en su Palabra, estamos cometiendo pecado. No
hay otra definición.

Aceptar la Amonestación del Testigo Fiel implica aceptar


que no somos merecedores de absolutamente nada. Lo
único que merecemos es la muerte segunda. Es por pura
misericordia de Dios que Él acepta una vida que no hemos
vivido y una muerte que no hemos experimentado en Cristo
Jesús.

Sin embargo los cristianos nos creemos “merecedores” de


todo. El sábado dí la escuela sabática, el sábado fui a misa…
perdón — a la “iglesia” — sin embargo, vamos con la misma
ideología católica de que en esas cuatro paredes está nuestra
salvación! Ya fui a la iglesia el sábado, entonces ya “hice mi
parte.” De domingo a viernes puedo hacer lo que se me de la
gana con tal que mis huesos estén ocupando un puesto en la
sinagoga cada sábado.

“Me merezco una vacacioncita… me merezco un nuevo


carro… Dios quiere que disfrutemos… Dios quiere que
seamos felices… Dios quiere que viajemos…”

¿Osea que Dios está demorando el decreto dominical para


que podamos “disfrutar de la vida”? ¿Qué “dios” será ese que
desea que disfrutemos del mundo? Debe ser Satanás, pues el
Dios Creador de los cielos y de la tierra, ese Dios
Omnipotente sacó a Abraham de su cómoda casa, de entre
su parentela, para hacerlo vivir en carpas y errante por el
mundo. Ese Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, sacó a
su pueblo de la esclavitud de Egipto y los hizo vagar por
décadas en el desierto para probar su abnegación y su deseo
de una patria mejor. Entonces, si vamos a decir “diosito
quiere que adorne mi casa”, tengamos bien claro
cuál diosito es del que estamos hablando: Mammón (Mateo
6:24).

“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al


lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber
dónde iba. Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra
ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos
juntamente de la misma promesa: Porque esperaba una
ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es
Dios… Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber
recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y
creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran
peregrinos y advenedizos sobre la tierra. Porque lo que
esto dicen, claramente dan a entender que busca una patria.
Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto
tenían tiempo para volverse. Empero deseaban la mejor, es a
saber, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos: porque les había aparejado ciudad.”
(Hebreos 11:8–10, 13–16)

Las vírgenes fatuas sueñan con años


de paz y prosperidad pues están cómodas en el mundo. Han
hecho de este mundo su morada y no tienen por qué desear
ni pensar en una patria celestial. Estas fatuas ni se imaginan
que un día su burbuja se va a reventar, pues no sueñan con
el más mínimo peligro…

Esta es la clase de personas que en tiempo de peligro clama:


Paz y seguridad. Arrullan sus corazones en la seguridad,
y no sueñan con peligros. Cuando se despiertan
alarmados de su letargo, disciernen su destitución, y tratan
de que otros suplan su necesidad; pero en las cosas
espirituales ningún hombre puede suplir la deficiencia del
otro. La gracia de Dios ha sido libremente ofrecida a toda
alma. Se ha proclamado el mensaje evangélico: “El que tiene
sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de
balde”. (Apocalipsis 22:17)
Pero el carácter es intransferible. Ningún hombre puede creer
por otro. Ningún hombre puede recibir el Espíritu por otro.
Nadie puede impartir a otro el carácter que es el fruto de la
obra del Espíritu. Si “estuvieren en medio de ella [la tierra]
Noé, Daniel, y Job, vivo yo, dice el Señor Jehová, no librarán
hijo ni hija; ellos por su justicia librarán su vida”.(Ezequiel
14:20) {PVGM 339.1}
Es en la crisis cuando se revela el carácter. Cuando la
voz fervorosa proclamó a media noche: “He aquí, el esposo
viene; salid a recibirle”, y las vírgenes que dormían fueron
despertadas de su sueño, se vio quién había hecho la
preparación para el acontecimiento. Ambas clases fueron
tomadas desprevenidas; pero una estaba preparada para la
emergencia, y la otra fue hallada sin preparación. Así
también hoy en día, una calamidad repentina e inesperada,
algo que pone al alma cara a cara con la muerte, demostrará
si uno tiene verdadera fe en las promesas de Dios. Mostrará si
el alma es sostenida por la gracia. La gran prueba final viene
a la terminación del tiempo de gracia, cuando será
demasiado tarde para que la necesidad del alma sea suplida.
{PVGM 339.2}

Entonces, no malinterpretemos la tardanza, no


malinterpretemos la misericordia de Dios, y luchemos
contra nuestro egoísmo para pasar estas pruebas pequeñas.
Son estas pruebas pequeñas las que nos capacitarán para la
gran prueba final. Dios no obrará un acto de magia para
hacer que una persona que no se preocupó de su
salvación, milagrosamente quiera ser leal a Dios cuando
salga el decreto que prohiba comprar y vender. Si no somos
leales a Dios en la libertad, mucho menos lo seremos cuando
obedecer su ley implique multas, la cárcel e inclusive la
muerte.

El apóstol Pablo declara contundentemente:

“Todos los que quieran vivir píamente en Cristo Jesús,


padecerán persecución.” (2 Timoteo 3:12)

Y la hermana White indica claramente:

¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en


nuestros días? El único motivo es que la iglesia se ha
conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no
despierta oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el
carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los
días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es
aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo
al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes
verdades de la Palabra de Dios son miradas con indiferencia,
y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y
el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución
revivirá también y el fuego de la persecución volverá a
encenderse. {CS 52.3}

Es por misericordia que todavía no ha sido decretada la ley


dominical. Pero Dios no será burlado siempre. Cada día
estamos más cerca de la crisis final. Ya es tiempo de que
Dios tenga un pueblo que quiera vivir píamente en Cristo
Jesús. ¿Habrá hombres y mujeres dispuestos a responder a
este llamado?
 Adventista
 Ley Dominical
 Seventh Day Adventist
 Follow

Estudia La Biblia
Autor de estudios bíblicos.

 Follow
La tormenta que se avecina

Estudia La BibliaFollow
Jan 22, 2017

Las nubes de la venganza proyectaban sus sombras


destructoras sobre la ciudad condenada, pero los hombres
no las percibieron. Mientras se acercaba la crisis final, los
hombres seguían soñando con prosperidad y placer. El
último día fue como todos los demás que habían llegado y
desaparecido en la tranquila rutina diaria. La noche se cerró
sobre una escena de hermosura y seguridad, placer, ocio y
tranquilidad. Los rayos del sol poniente crearon un
panorama de incomparable belleza. La frescura del
atardecer había atraído fuera de las casas a los habitantes de
la ciudad, y las multitudes amantes del mundo y de los
placeres se paseaban gozando de aquel hermoso momento
de paz y seguridad.

“El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.” (Génesis
19:23)

Los claros rayos matutinos parecían anunciar prosperidad,


paz y seguridad a las ciudades de la llanura. Empezó el
ajetreo de la vida diaria por las calles; los hombres iban por
sus distintos caminos, a su negocio o a los placeres del día,
que parecía ser un día común y corriente como cualquier
otro día que había precedido a este. Los yernos de Lot se
burlaban de los temores y advertencias del caduco y
temático anciano.

Pero de repente, como un trueno en un cielo despejado, se


desató la tempestad.

“Entonces llovió Jehová sobre Sodoma y sobre Gomorra


azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos.” (Génesis
19:24)

Cuando Lot llegó a comprender que esa tormenta de


destrucción estaba en camino, el trató de advertir a su
parentela:

“¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va a destruir


esta ciudad!” (Génesis 19:14)

Pero a todos ellos les pareció que bromeaba o exageraba. Se


gozaron de sus temores supersticiosos. Todos estaban
perfectamente bien donde estaban. Nadie podía ver señal
alguna de peligro o catástrofe inminente. Era un día
hermoso, como el día anterior, y el día anterior a este, y la
semana anterior a esta, y el mes anterior, y el año anterior.
Todo sigue igual y todo seguirá igual — pensaban. Todo
estaba exactamente igual como siempre. Tenían grandes
haciendas, y no les parecía lógico ni posible que la hermosa
Sodoma pudiera ser destruida.

Pero la tormenta llegó y barrió con todo. Apenas cenizas


quedaron de aquellas hermosas colinas, de aquellas
hermosas haciendas, de aquellas hermosas casas, de aquel
hermoso paisaje, de aquella hermosa pero impía ciudad.

“Asimismo, también será como pasó en los días de Lot:


Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y
edificaban; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió del
cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será en el día
en que se manifieste el Hijo del Hombre.” (Lucas 17:28–30)

Hoy tenemos delante de nosotros una gran tormenta que se


avecina — la gran crisis final como nunca antes en la historia
de la humanidad. Pero, al igual que en los días de Lot, y tal
como lo predijo nuestro Señor Jesús, la gente sueña con
días, meses, y hasta años de paz y prosperidad.

Apocalipsis capítulo 13 y Daniel capítulo 11 están a un solo


versículo de desencadenar los capítulos finales del Conflicto
de los Siglos.

Todas las piezas están en su lugar. El papado está a la espera


de que los paises europeos, representados por los diez
cuernos, le entreguen el poder civil y religioso total. Ya tiene
a todas las naciones y a todos los príncipes de la tierra en su
bolsillo. Tiene también a todos los grupos y organizaciones
religiosas, inclusive a los ateos y agnósticos, bajo su hechizo
babilónico.
Desde los paises potencia mundial, hasta los países del
tercer mundo; desde los príncipes modernos — Google,
Facebook, Apple — pasando por los príncipes de eras
pasadas — Rothschilds, Rockefellers, Morgans, Du Ponts —
 hasta los príncipes antiguos en las monarquías de
Inglaterra, España, Holanda, Japón, Arabia Saudita,
Jordania, Tailandia, Suecia, etc. Todos respondieron
favorablemente a su año de jubileo y aceptaron su dominio.

Todas las piezas están en su lugar. En EEUU, el país


protestante del Nuevo Mundo, tiene en su poder político a
un líder que promete devolver el poder a la iglesia.
¿A cuál iglesia? La profecía es clara: a la bestia que sufrió la
herida de muerte (Apocalipsis 13:3); ese reino que, cuando
venga, debe quedar sólo por un breve tiempo; la bestia que
era y no es, que es el octavo, y va a perdición (Apocalipsis
17:10–11) — La iglesia católica.

Todas las piezas están en su lugar. Donald Trump cuenta


con todo el poder del Congreso de los EEUU; y además
cuenta el apoyo de las iglesias protestantes apóstatas que
eventualmente demandarán un decreto católico, bajo la
forma de una ley dominical.

Mientras tanto la gente, tanto adventistas como no


adventistas, siguen durmiendo dentro de una cómoda
búrbuja que en cualquier momento va a explotar.

Pero sí hay gente despierta que ve las señales. Hay gente que
nota que hay un cambio en el ambiente — un ambiente cada
vez más insoportable y pesado. Hay gente que percibe
señales de que se avecina una tormenta que no será
semejante a ninguna otra anterior.

Hay católicos que hoy miran perplejos cómo pasa y arrasa


con todo ese tren ecuménico del papa Francisco. No
entienden qué hace Francisco besando el Corán y diciendo
que todos somos hijos de Dios, mientras sostiene una
imagen de Buda. No entienden cómo la iglesia que proclama
que, “fuera de la iglesia católica no hay salvación”, ahora
quiere celebrar los 500 años de la Reforma Protestante.

Hay cristianos que alrededor del mundo saben que la


elección de Trump en los EEUU trae vientos de juicio y
destrucción. Algunos cristianos miran con esperanza a aquel
movimiento cristiano y ecuménico que está destrás de
Trump. Otros, conocedores de la profecía de Apocalipsis 13,
ven la suma de todos sus temores desplegándose ante sus
ojos.

Pero también dentro del mundo secular hay gente despierta;


gente que no tiene Biblia que le ayude ver hacía donde lleva
la corriente, pero que tiene la sensatez de prestar atención a
todos los movimientos políticos, económicos y sociales que
se forman, levantan y arrasan, cual olas de mar chocando en
una playa, como queriendo advetir a la gente que levante los
ojos al cielo y entienda que llegó el momento de buscar
refugio.

En las noticias alternativas — aquellas que el cuerno pequeño


quiere destruir, pues no le gusta los medios de
comunicación que no están bajo su control (y ya el obispo de
Roma dijo que son “un pecado”) — ya se pueden leer
artículos de gente que, a pesar de no ser cristiana ni
creyente, estan alertas a una gran crisis mundial.

Y es que las nubes negras de advertencia abundan en el


horizonte.

La guerra a los “fake news” se intensifica día a día. Que los


rusos intervinieron en la elección. Que los hackers destruyen
la democracia. Que facebook necesita poner filtros. Que
necesitamos revisar las leyes sobre net neutrality. Y así van
sumando los problemas creados por la misma gente que
quiere imponer la solución. La sigilosa cadena de
“problema — reacción — solución” no va a detenerse hasta
que se aplique la solución irremediable: la censura total del
internet, el fin de la libertad de expresión, de la libertad de
prensa, y eventualmente el fin de la libertad religiosa.

En EEUU hay protestas como nunca antes vistas en aquella


nación por la elección de Donald Trump. Se está atacando
no solo al villano de la película, sino que también a todo el
sistema demócratico! El papado debe estar que hace fiesta
en el Vaticano. La nación que no pudieron destruir ni
usando a Inglaterra, Francia, ni con guerras mundiales, ni
con ningún enemigo externo, la están haciendo pedazos
desde adentro.

Las iglesias y universidades católicas alrededor del mundo


plantaron la semilla del rey del sur (liberalismo, socialismo,
ateismo, comunismo, anarquía) en las mentes jóvenes por
tantos años, que ahora están dando frutos en la generación
de los “millenials.”

Se ha perdido la razón y el sentido común. No hay


argumentos ni principios. Abunda el sentimentalismo y las
emociones. Estamos ante una población formada de jóvenes
y ancianos que reacciona como una turba de lemmings ante
las provocaciones de los medios de lavado de cerebro.

Obama lanzaba 45 ataques de drones diariamente sobre


Siria dejando muertos a hombres, mujeres y niños, y nunca
hubo una sola reacción de la gente. Pero si facebook pone
una bandera de Francia por algún atentado de falsa bandera,
entonces aparecen franceses por todos lados. Y si Donald
Trump dice alguna estupidez, entonces solo basta que los
medios de comunicación amplifican la demagogia y
propaganda a todo volumen y entonces sí… ahí sí tenemos a
un millón de gente alrededor del mundo rompiendo
ventanas, levantando banderas y haciendo escándalo.
¡No queremos el fascismo! — gritan en las calles.

El fascismo ya ha estado en el poder durante años. Solo que


todavía no ha mostrado su verdadera y completa cara. Que
EEUU cambie de presidente cada 4 u 8 años no cambia el
rumbo que esa nación viene siguiendo hace mucho tiempo.
Es probable John F. Kennedy haya sido el último presidente
legítimo de esta nación. Si quieren saber por qué lo
asesinaron los jesuitas, basta leer su discurso ante la
asamblea de pastores de Houston. Era un católico con
mentalidad y corazón de protestante. Mientras que hoy en
día abundan los protestantes con mente, corazón y doctrina
católica.

Discurso ante la Asociación Ministerial de Houston


Senador John F. Kennedy Houston, Texas 12 de septiembre de 1960 Reverendo
Meza, reverendo Reck, les estoy agradecido…www.jfklibrary.org

Abunda el caos en el mundo. Es probable que Corea del


Norte por fín logre este año sacar un arma nuclear, después
de todos los intentos fallidos del año pasado. Es que tanto va
el cántaro a la fuente… Y la India ya tiene su
misil balístico intercontinental con capacidad nuclear, el
cual puede llegar hasta territorios coreanos. La inflación en
la Eurozona que terminó ocasionando el aumento del precio
del petroleo ya está ocasionando disturbios en las economías
de varios países: en México ya hay saqueos en masa, y en
varios países africanos el precio de bienes básicos se ha
duplicado. La crisis del agua ya está comenzando a estallar
en paises como Bolivia y Siria. Los tiroteos masivos en
escuelas de paises desarrollados ya se están fotocopiando en
paises hispanos. La crisis migratoria, la ideología de género;
Hamza Bin Laden — el hijo de Bin Laden — se ha vuelto el
nuevo lider de Al Quaeda; y en la China el líder Xi Jinping
está por convertirse en el líder más poderoso de la era
comunista; la tensión entre las Naciones Unidas e Israel,
sumado a la expectiva de Palestina, Irán y demás países del
medio Oriente, sumado al supuesto apoyo pro-Israel de
Trump; y la supuesta eminente ruptura de la Union Europea
después del Brexit, si es que el nacionalismo de Le Pen gana
en Francia y la ultra-derecha de Wilders gana en Holanda.

Caos, disturbios, descontento, pleitos, contiendas, todos


están a la orden del día. Y aún así la gente sueña con años de
paz y prosperidad, pues cada noche vamos a dormir y al día
siguiente despertamos y es otro día igual al anterior, y la
rutina diaria continúa. Por eso pensamos que así continuará
como siempre, al igual a los habitantes de Sodoma.

Pero las nubes negras se van sumando y todo ese caos que es
provocado por los agentes de Satanás están provocando las
reacciones de la gente necesarias para así poder establecer el
orden o la solución que ya se tenía planeada desde un
principio. Ellos quieren imponer un sisteman mundial, pero
para lograr ese nuevo orden, se necesita primero generar un
caos mundial de tal magnitura que la gente reciba con los
brazos abiertos a ese nuevo sistema.

Y los peones del cuerno pequeño ya están trabajando full


time. Músicos, actores de hollywood, artistas de todo rincón
y de toda índole, ya están como títeres incitando a las masas
a colocarse del bando necesario para cuando se desencadene
la crisis final. Estas estrellitas mundiales que la gente
admira ya están actuando su rol en el gran teatro mundial:
que los derechos de las mujeres para el aborto, que el
cambio climático, que esto, que esto y lo otro. Y las ovejas
siguen ciegas, sordas y mudas a estos falsos pastores
modernos.

Está cercano el día en que más de una de estas estrellas que


hemos idolatrado tanto quedaran envueltas en tinieblas. Y
estas estrellas no son solo las seculares, también los mega
pastores estrellas que venden paz, seguridad, sentimientos,
emociones y pan inmundo al pueblo.
No está lejos el tiempo en que cada alma será probada. Se
procurará imponernos la observancia del falso día de reposo.
La contienda será entre los mandamientos de Dios y los de los
hombres. Los que hayan cedido paso a paso a las exigencias
mundanales y se hayan conformado a las costumbres del
mundo cederán a las autoridades, antes que someterse al
ridículo, los insultos, las amenazas de encarcelamiento y la
muerte. En aquel tiempo el oro quedará separado de la
escoria. La verdadera piedad se distinguirá claramente de las
apariencias de ella y su oropel. Más de una estrella que
hemos admirado por su brillo se apagará entonces
en las tinieblas. Los que hayan asumido los atavíos del
santuario, pero no estén revestidos de la justicia deCristo, se
verán en la vergüenza de su propia desnudez. {PR 140.1}

La tormenta se acerca. Abundan las señales y las


advertencias. Así como aquel hermoso día en Sodoma sus
habitantes despertaron ante un día común y corriente y
rutinario, nosotros también despertaremos ante un día
común y corriente y ordinario. Pero entonces, algún evento
extraordinario desencadenara una serie de sucesos rápidos y
violentos donde tendremos que tomar decisiones rápidas y
casi instintivas, pero de tal magnitud que definiran nuestro
destino eterno.

Ese evento podrá ser algun desastre natural — terremoto,


guerra, conflicto, hambre — , o algún fenomeno
sobrenatural — como fuego que llueve del cielo o la aparición
de la virgen María que los católicos marianos esperan tanto
(Apocalipsis 13:13). Pero ese evento llegará y hará su obra de
efecto dominó.

Hoy día podemos ser testigos de eventos proféticos


importantes — como el papa Francisco hablando ante el
Congreso de los Estados Unidos, o como las iglesias
protestantes dando su apoyo completo a Trump, pero
después podemos estudiarlas, juntarnos y comentarlas,
podemos publicarlas y debatirlas. Pero cuando
llegue ese evento crítico, entonces toda la cadena profética
se desencadenará rápidamente, de tal manera que no habrá
tiempo de estudiarlo, comentarlo y discutirlo, y ni de
burlarse de ello.

Desde ese momento crítico, todas las decisiones que


tomemos, serán resultado de las decisiones que estamos
tomando ahora. Hoy estamos formando el carácter que será
probado por el fuego en la crisis final. Hoy estamos
formando la obediencia o la desobediencia; la fe o la
incredulidad; el amor o el odio; la paciencia o la
intolerancia. Hoy estamos formando sobre el fundamento
seguro, o sobre las arenas movedizas. Hoy estamos siendo
justificados y santificados o estamos siendo rechazados por
Dios diariamente.

“Acordaos de la mujer de Lot. Cualquiera que procure salvar


su vida, la perderá; y cualquiera que la pierda, la
conservera.” (Lucas 17:32–33)

Deberíamos vivir cada día como si fuera el último. Pero más


bien estamos viviendo cada día como si fuera el primero.
Mientras tanto, las nubes negras están cada vez más cerca.
Si queremos esperar a que las primeras gotas de la tormenta
caigan sobre nuestros rostros para “ponernos las pilas”,
estamos jugando con fuego — literalmente.

Pronto los hijos de Dios serán probados por intensas pruebas,


y muchos de aquellos que ahora parecen ser sinceros y fieles
resultarán ser vil metal… {EUD92 184.4}
Conforme vaya acercándose la tempestad, muchos que
profesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no
fueron santificados por la obediencia a la verdad,
abandonarán su fe, e irán a engrosar las filas de la
oposición. — Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 666
(1911). {EUD92 185.1}

No hay tiempo que perder, acudamos al Santuario Celestial,


caigamos sobre la Roca eterna, aceptemos la amonestación
del Testigo Fiel, y revistámonos de la justicia de Cristo para
que podamos recibir la lluvia temprana, que es el único
aceite que nos puede preparar para la crisis final. Pronto
llegará el juicio de vivos como ladrón, pronto terminará el
tiempo de gracia. Ya viene el esposo. Salid a recibirle.

Das könnte Ihnen auch gefallen