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15 BAYONETAS INTERCAMBIABLES
ABEL OCHOA
LAS PALOMAS
y luego viene el comentario de que es de buena suerte.
en la bienal de Venecia en el 97. Por eso allí
¡No!
Lo siento, ONU.
Lo siento, hippies.
QUE VENGA LO DESCONOCIDO
de alza-pesas estreñido.
CAÍDA LIBRE
TODOS LOS PUENTES DE LA MANO
Nuestros hijos se irán de la casa
EL SUFRIMIENTO VA CON EL VIENTO
Imagina esto:
POEMA DEL AHOGADO
Glup,
Glup,
Glup
…
POR COSTUMBRE
AERODINÁMICA POÉTICA
La
ba
ba
cae
en
lí
nea
rec
ta
y
la
ab
sor
vo.
Es
tá
fría.
No
es
mía;;
es
del
ai
re.
YA SABÍAMOS QUE LOS MANCOS
NOS ABRAZARÍAN
¿Qué es un niño llorando por los que no nacerán?
decía Gombrowicz.
Sólo hazlo,
sigue caminando,
haz, cree.
pizza, pizza;;
¡son r-r-ricas!
piensa diferente,
Esloganes de: Nike, Johnny Walker, Energizer, Coca-Cola, L’oreal, Burger King, Sony, Pringles, Little
Ceasars, Kellog’s, Frosted Flakes, LG, CNN, Budweiser, Calvin Klein, Kodak, FedEx, Adidas, IMAX,
Apple, Taco Bell.
EN SUEÑOS
Sonrío
Al día siguiente
desciendo.
No hay nada.
ASALTO A UNA COMPAÑÍA DE SEGUROS
El culo de Jennifer López está asegurado por 4.5 millones de dólares;;
—Vengo para asegurar mis manos por 100 millones de dólares.
Una manzana puede de ser una granada sin el menor problema.
Un perro de la calle vuela como un dragón en cualquier página.
Una bota, un volcán. Un alambre, un roble, ¡un rayo!
—Señor, pero si sus manos son dos prótesis de madera
Son falsas.
Ahora cuente.
A este poema le pondré: “Arriba las manos, esto es un asalto
LA CIENCIA LO CONFIRMA
la clausura de lo indómito, el punto previo de la cláusula.
EL FENÓMENO DEL NIÑO
haciendo chácharas
niños desquiciados,
pregunta Sarita.
y lloro.
RIESGOS DE UN POEMA EXPERMENTAL
LOS COCODRILOS SE VEN TAN FELICES EN LAS ENCICLOPEDIAS
MOONWALK
y –de repente–
aceptando.
DISCURSO DE GUERRA
—Señores:
Qué bella es la angustia cuando no le caben arrugas al escroto.
¡a la Baticueva!
LA TIERRA ES UN LUGAR BASTO
si los pedos en la noche quitan el misticismo del romance,
—Un ramito para la damita. Se lo merece, se lo merece.
—¿No le parece realmente bello? Ya solo me queda éste.
Ser como los piojos en una cabeza de jardín de infantes
Ser como el sudor en la masa de harina, levadura y agua
Ser como el cansancio en el futbolista que entró al final
Ser como el orine que baja desde un poste hasta la acera, dibujando ciudades
Ser como un grano en la nariz de una quinceañera antes de la fiesta
O ser apenas
recién tendida.
EN EL CENTRO DE LA PISTA
¿Que tienes una nariz tan puntiaguda que me puedes sacar un ojo?
CADA VEZ QUE DICES ”LITERALMENTE”
cinco iguanas blancas matan a cinco palomas verdes de un colazo,
seis mendigos se ganan la lotería en países de Latinoamérica,
siete osamentas son robadas por niñas para probarse sus dientes de oro.
y yo
nada,
nada,
nada.
QUE GÜNTHER VON HAGENS
SE APIADE DE MI CUERPO
la caja torácica, una casa con costillas abiertas de par en par,
y no cesa.
LOKEISHON
UN NIÑO LLORA MORDIENDO
UNA PIEDRA GIGANTE
EL PARAGUAS DE DALÍ
que los ateniense cargaban su peso como símbolo de inferioridad,
cuando dije:
IRREVERSIBLE, PORQUE EL TIEMPO
LO DESTRUYE TODO
Sólo di:
nos atan,
osan afuera.
Ruco,
¡curare!
Ufana sonata:
son ídolos.
PARA HACER UN BUEN POEMA
y nunca pensar
IR A MORIR EN UN LAGO
Dejarte hundir
en agua y lodo
para aliviarlo.
Mi mensualidad también
OH, TOMÁS DE AQUINO
POR UN MOMENTO PENSÉ EN SALVARME
solo eso:
escuchar rasgueos,
TODO PUEDE SER UNA VAGINA
Un curita visita a un profesor de filosofía condenado a pena de muerte
ESTOY EN UNA SALA BLANCA VARIOS DÍAS
BAYONETAS
BAYONETA 1
desembarque en el brazo. El final es mágico, pero no te armes de golosinas que la
panza es débil y se acurruca ante la mínima emboscada. Lupanares con vista al mar
para estos tiempos de desconsuelo reseco. Se atizan las carabelas. Se afrontan las
Que tus ojitos se azucen del espectáculo contiguo. Son dos lagartos mordiéndose la
cola. Mira cómo sangran los afanados. Es la hora de la siesta. De ahí en adelante
derramados. Piedras negras en los sueños;; testaferros al portador. Risa estrepitosa
en los sueños;; pantanos en la cordillera. Puertas ojivales en los sueños;; ya estamos
BAYONETA 2
pendejearon hasta las 3 de la mañana. Qué rúcula fausta me pasaron por los
dientes heridos de amanecer, de periplos añejos, de variopintas truculencias. ¿Qué
sílaba será mi sibila cuando las axilas se fusilen entre ellas para adormecer las
paredes-espejos de ultratumba? ¡A estribor! ¡A estertor! Los escarabajos son bellos,
más bellos que las rosas. No se afinquen ahí mismo todos los hijos huérfanos.
Patinen mejor que el piso está flemajado con los dimes y diretes del populacho
cabrío. Vigor, Igor, que los latentes languidecen con las espuelas del fallo rotundo,
mis ojos de gato? Guau, guau, miau… Equinoccios mal durmientes, ortodoxos
jóvenes, ahora que mañana no llega, ahora que destejimos el horizonte de Arizona.
Mis tetillas son antenas parabólicas. ¡Qué frío! ¡Achachai! ¿Ya encontraron el
destino? Baja derecho hasta sanseacabó. Sólo pregunta y te dirán: vaya largo.
BAYONETA 3
Que la próstata dormita en una hamaca, que el maduro está frito y reinó la carne
asada, que las várices sonríen a las cámaras, que nunca, que nada… Quemados
estamos pero felices, con los ojos entumecidos de barro, con las hélices subidas en
la repisa más alta al lado de las galletas. Arañarse las hazañas, pedorrearse los
Bajemos a empujarlo” se leía en un grafiti de la capital. Maquinamos las hiedes en
silencio para los atosigados tosan sus miedos, sus furias, su carroña inversa. El que
piensa, pierde, campeón. Y si se te acabaron los balines: mi mar es un cementerio
cónyuges sin sueldo, espabílense. Avance, por favor, que al fondo hay puesto.
BAYONETA 4
Cuando se atuse la deprefección del mondo con un mantelado para las noches
rutilante. Mamá, papá, ya pueden acaballar la mañana. Todo parece en orden y los
gusanos dormitan en los leoprados zombíbulus. Robo, atul, mavarillo: están todos
los colores. Todo en orden, ¡mi comandante! Aliste las sátivas gandrómedas que
salimos despacito por el culo. Lleve vaselina. Repito: lleve quintales de gasolina,
descreemos, si dupidando el verbo encontramos lo perdido, si peinando la cabellera
con quietud sino con desastre. ¡Arriba el sastre del desastre! A la poesía hay que
matarla para que sobreviva, dijo el poeta Kelver Ax. ¿Y para qué reír pelando los
superficie del agua haciéndonos los muertos? ¿Para qué preguntarnos nada si todo
está? Pandecen el júbilo, amigos, que el tiempo se traza directo a la borda donde no
BAYONETA 5
Los traviesos se durmieron en el mondongo del alfabeto. ¿Ahora quién los sacará de
endulza los oídos con sopranos del saber. Marginales los que se cubren las axilas
para no apestar. Los modernos rezumen el desorden. ¡Qué maravilla! Esta noche
nos acompañan los agujeros del cieno. Cuéntenos, ¿por qué se moja tanto en las
funcionar lúcidos, sin formas caprichosas. El cántico que sabe exquisito se frota las
pezuñas porque no corre: corroe. Las exequias del rey se indultaron en los
zaguanes meados por los renuentes del vivir. Qué cabriolas, ni que nada.
Zambullámonos por el interino, que los jueces gozan el racionalismo y no se andan
con cosas ínfimas. Blandengues las garzas que con sus patas no trazan la espalda.
¿Para qué la simbiosis si no te chupas un bicho? Los escribas estriban en cero. Ya
las caries me duelen de tanto machaca y machaca el cangrejo. Tengo lleno de lodo
BAYONETA 6
Disco chino me irrita los flancos. Yo tan al descubierto y tú me lanzas los diretes
visigodos están extenuados con tantas marimbas timbas, con tantos azulejos
floreados, con tanta várice inquieta. ¿Que los antioxidantes dan tétano? ¡Mis
polainas! Para que la jovencita le afloje al mancebo hará falta que soxipertum el
malquilador. Sí, señor. Lapitosa el guisonte. Ojalá haya leído el pendejorum chiro,
mandados, de la pieza los mandados, de la nuca los mandados. ¿Dónde pusieron al
kamasutra? Nunca en la cama, siempre trepanando el palimpsesto notorio y afligido.
Los chamacos tienen que dormir temprano. Juanito, acéitese los dientes que
mañana punchis punchis a Mariana. Todo listo, mis addendums. ¡Al infinito y más
allá!
BAYONETA 7
a los vitureos de la mofa y la fama, encandilen el camino cabrío. Ahora tenemos país
¿y para qué? Los sesudos inconexos estrafalarios nos cascan la cabeza, nos
desmembrar las membresías y cortesías. Ya fuimos pocos los muchos. La sena está
cervida. Campanarios ilustrados, sangren desde el torrente que los sapos guarecen
címbalo de manifiesto! ¡Tanta vecindad achicharrada por el cuento del gallo pelón!
Saquisilí de aquí. No se maten, que yo me voy.
BAYONETA 8
Lima la lisa, su risa desquicia, Lezama su dicha, rezuma, abarca exquisiteces aquí y
allá y acullá. Tantos puentes prensados al estupor, tanta paraplejia usufructa en los
botadores, tanto resplandor en los tamices del poema móvil. ¡Es un camaleón
polivalente! La senda surca surcos a causa del relámpago asonante por los
calamares de tu rostro. Vengo vago, insurrecto, cataplásmico, para hacer a la luna
peñasco, brota hondo que viene el submarino por las cloacas a tapizarte el esternón.
Zampoña, querida. Ágiles fuimos los tropiezos de la emboscada tropical, que ya no
BAYONETA 9
alquímico, me cuezo, me cuezo, me cuezo el pescuezo. Todos las crisálidas nadan
por tus axilas que son fuentes de impudicia diáfana. El epicentro del asunto es lo
sintagmático. El epicentro del asunto es ultramar. El epicentro del asunto no es cosa
Rayada la cola, la partisa respiga la tabla. Cuasimodos, nenucatemos eunucos, pisar
y pasar por estas tierras sin mañana. Tétano los timbales de titanes, diáfanos días
Ahora todo en calma, “todo quedito”, taciturno… Fin de la polisemia. Los manglares
del escrito se mojaron de gangrena. El espejo de mi ventana colinda con la escalera
BAYONETA 10
Perro artrántlico al borde de la noche, ¿no te entretienen los mosquitos y el hedor de
la ciudad cansada, las gotas que caen en tus pezuñas, el foco que dibuja ángeles
ciegos en el viento? El soliloquio tuerto (mendicante, medio soso, meucancásico) de
rostro que se apaga en las axilas. Pieles fumigadas por la costumbre, séquitos
dormitando en la claridad de la certidumbre;; hay que verter los cántaros, ladrar todas
las noches. Perro lamiendo el cascarón de la noche, ¿qué lengua traviesa te atañe?
No te entretiene el tránsito del gentío y su pira congelada, los grillos que se estrellan
en la ventana, el zaguán contiguo. El despilfarro de los dientes del amanecer ruin, el
caspicaras sumisas, violencia vencida. ¡Ay ay ay! Huesos inoculados por el destino;;
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Amaina la vaina, compadre. Resolutos e impávidos quedamos tras las cantinas de la
metástasis. Ahora que venimos caminando lento por estas callejuelas de espasmo –
¡cataplán!– que nos parten la boca con hormigas que te salen de la molleja ardiente.
No me mires con temor a las quebradas, si tú bien sabes que el viento me arremeda
su forma de batir las hojas. Mi página es blanco sobre blanco en las antípodas de mi
cuenco fatuo, carcomido por las termitas que no se aprecian a simple vista. ¿Viste?
No se ve. No se sabe. No se oye. Se oye hueco y nada. Qué argumentos tan débiles
el de los fuertes. Qué caricias tan frías las de los casados. Qué trabajo tan lóbrego el
Cabalguemos con el caballo decapitado que todo es pampa. Arre, ¡hurra! Los
traviesos son puro muñón. Sonríe a los turistas, querida. Que la sangre te salga
hermosa, que las monedas caigan de sus bolsillos con solo resoplar un alarido, que
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Los jíbaros carcomidos por el derruido lumpanar, venimos desde abajo, venimos
numbendun reposa manso en las ramas de los grillos. ¡Fakir de faquires! ¡Repliegue
Extintos los sentidos, noche. Replicados las recias formas, cúrpoles. Anochamos el
diapasón del sol. Alocamos las murallas de la luna. Caballeros nómadas, ¿dónde
guardan las ciruelas? El ajiaco está polémico, cuentan las gordas verborréicas. Las
cumbes ensueñan el magisterio diáfano. Los guineos se arrugan con el crepitar de
las ventanas. Saquen las banderas. El membrillo de colores con las azucenas de la
tarde me azumagan hasta el pipi. Fiajos todos: la puerca acarrea males. “Morocho,
los locos que corren. Hazte el muerto, ñaño. ¿Ñáñaras? Posiblemente. ¿Mácula?
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agujeros del corazón son para que te duermas, mi niña. Aquí nada ha cambiado.
puerta. Aquí entra Reymundo y todo el mundo. La poesía es para todos. La mamita
Elvira sigue con su música eterna. Nos pisamos el poncho los timbaleros, nos
pisamos la manguera los mercenarios, nos lapidamos el vientre los diestros. ¿Dónde
quedó la amistad? Deshuésanos la guayabita, corazón. No digas mar si no. No digas
que el arroz me queda sopudo. Las apariencias sotanan, decía el viejo refrán.
esperar calmados/ hasta el trino que venga y los endulce. ¡Rajatablas! Gritó el
BAYONETA 14
Mismamente me repito: soy el trono y el treno, soy el gozo y el mazo, soy el cántico
y el púdico. Naturalmente, torroides de huracanes en laberínticos pómulos. Venimos
de lejos, señor, ábranos la puerta para dormir todas las noches. Gélidos terraplenes
aguja donde los ángeles dormitan su séptimo sueño. ¡La pústula anacrónica me está
pasando factura! La carótida me brinca cuando el enano debajo de mi cama llora en
los jabalíes del amodorramiento simultáneo. Atrincherados todos, alcen las espadas,
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moribundas solíamos escucharlas chas-chas con sus rumiantes bocas. Despacito al
francotiradores están dispuestos a masacrar a las hormigas. ¿Y las luciérnagas? El
poema es un cetáceo que se comunica sin que nos demos cuenta. Y si fuéramos los
Describiendo el cuenco se hace una piscina. Fumiguemos las entrañas que los
tapires se comen las caricias. Ralito, ralito, ralito. Ponzoña la pezuña del cojo,
Después de eso todo es pampa y álter ego. Rutilantes los impostores llenos de
protagonista está cantando y, de un momento a otro se desploma en el escenario,