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CONCEPTOS JURÍDICOS

FUNDAMENTALES
Rafael Rojina Villegas define los conceptos jurídicos
fundamentales como “aquellos que intervienen como
elementos constantes y necesarios en toda relación
jurídica, es decir, en toda forma de conducta jurídica
que se produce por la aplicación de la norma a los
casos concretos.”
En la enumeración del jurista Rojina Villegas
encontramos como conceptos jurídicos fundamentales
los supuestos jurídicos, las consecuencias de derecho,
los sujetos de derecho o personas jurídicas, los
objetos de derecho o formas de conducta
jurídicamente reguladas, la cópula "deber ser" y las
relaciones jurídicas.
Mientras que el maestro Preciado
Hernández considera que los conceptos jurídicos
fundamentales pueden ser de naturaleza formal o de
naturaleza real. Son de naturaleza formal aquellos que
constituyen elementos de la estructura lógica de la
norma, como son los conceptos de supuesto jurídico y
consecuencias de derecho, de relación, de derecho
subjetivo, de deber jurídico y de sanción.
Los conceptos jurídicos reales son aquellos elementos
igualmente esenciales que constituyen el contenido
permanente de la propia norma, como son: persona,
sociedad, autoridad, coerción, fines jurídicos y deber
de justicia.
El jurista Eduardo García Máynez, define los
conceptos jurídicos fundamentales o esenciales,
llamados también categorías jurídicas, como las
categorías o nociones irreductibles, en cuya ausencia
resultaría imposible entender un orden jurídico
cualquiera. Menciona como conceptos al supuesto
jurídico, consecuencias de derecho, derecho subjetivo,
deber jurídico y sujetos de derecho.
Considerando los puntos de vista de estos juristas,
estudiaremos los siguientes conceptos jurídicos
fundamentales o esenciales:
De Naturaleza Formal: Aquellos que constituyen
elementos de la estructura lógica de la norma.
1. Supuesto jurídico
2. Consecuencia de Derecho
3. Hecho Jurídico y Acto Jurídico
4. Derecho subjetivo
5. Deber jurídico
6. Sanción
De Naturaleza Real: Aquellos elementos igualmente
esenciales que constituyen el contenido permanente
de la propia norma jurídica.
1. Persona (sujeto de derecho)
2. Estado
3. Coacción
4. Acción
SUPUESTO JURÍDICO
Entendemos como supuesto jurídico la hipótesis de
cuya realización dependen las consecuencias
establecidas por la norma. Lo anterior revela el
carácter necesario del nexo entre la realización de la
hipótesis y los deberes y derechos que el precepto
impone y otorga.
Todo juicio normativo expresa uno o varios deberes,
cuya actualización dependen de que se realicen
ciertos supuestos que la misma norma establece, por
lo que se ha dicho que las reglas que integran el orden
jurídico positivo son imperativos hipotéticos. Se les
llama imperativos hipotéticos a los juicios que postulan
un deber condicionado, es decir, cuando hace
depender la existencia de la norma de la realización de
ciertos supuestos. Ej.: “El Código Civil del Distrito
Federal señala en su artículo 863, si los perros de
caza penetran en terreno ajeno sin la voluntad del
cazador, y causan daño, debe éste indemnizar al
dueño del predio”. La obligación que impone el citado
juicio no puede nacer mientras no se realicen los
siguientes supuestos:
Que los perros de caza penetren en el terreno
ajeno.
1. Que el hecho ocurra independientemente de la
voluntad del cazador.
2. Que causen daños en el mencionado predio.
Al darse estos elementos, en el acto se produce la
obligación de indemnizar.
Las normas jurídicas genéricas encierran siempre una
o varias hipótesis, cuya realización da nacimiento a las
obligaciones y los derechos que las mismas normas
imponen y otorgan. Encontramos una diferencia entre
los supuestos morales y jurídicos: los morales
condicionan la producción de deberes y los jurídicos al
realizarse, engendran deberes y derechos.
La terminología usual fomenta la confusión entre el
supuesto de derecho, como hipótesis contenida en una
norma, y el hecho de la realización de tal hipótesis.
Los supuestos jurídicos pueden ser:
Simples: Están constituidos por una sola hipótesis
(Ej.: la mayoría de edad, la muerte de las personas)
Complejos: Están compuestos de dos o más
supuestos simples (Ej.: el homicidio calificado, el cual
encierra las siguientes hipótesis: El homicidio, la
premeditación, la alevosía y la ventaja)
CONSECUENCIAS DE DERECHO
Las consecuencias jurídicas a que da origen la
producción del supuesto pueden consistir en el
nacimiento, la transmisión, la modificación o la
extinción de facultades y obligaciones.
El vínculo que une a los supuestos con las
consecuencias normativas, algunos autores lo
comparan con el que existe entre las causas y los
efectos en el ámbito de la naturaleza; como el alemán
Helmholtz. Según él, la ley natural establece que “a
determinadas condiciones (que en cierto respecto son
iguales) se hallan necesariamente unidas
determinadas consecuencias (que en otro cierto
respecto también son iguales)”; es decir: al
presentarse la causa, el efecto se produce fatalmente,
si las condiciones que la ley enuncia no varían. A lo
anterior, podría decirse que toda norma estatuye que a
determinados supuestos (que en cierto respecto son
iguales), se imputan determinadas consecuencias (que
en otro cierto respecto también son iguales).
Gramaticalmente, no existe ninguna diferencia entre
los dos enunciados; sin embargo, en el primero se
alude a un nexo necesario entre fenómenos y en el
segundo se refiere al enlace normativo de una
hipótesis y una o varias consecuencias de derecho. El
efecto sigue a la causa de manera ineludible; la
consecuencia jurídica debe en todo caso enlazarse a
la realización del supuesto, aunque, puede ocurrir que
aquélla (la consecuencia) no se produzca.
Igualmente se presenta otra diferencia entre leyes
naturales y normas jurídicas: el efecto de una causa
puede ser un fenómeno puramente natural,
independientemente de la actividad humana; las
consecuencias jurídicas, en cambio, consisten en
obligaciones o derechos, es decir, en exigencias o
facultades que únicamente tienen sentido
relativamente a las personas.
Deber jurídico
Se ha advertido que de toda norma se desprende una
facultad concedida al sujeto pretensor que constituye
un derecho subjetivo, y una obligación a cargo del
sujeto obligado. Esa obligación es la que constituye el
deber jurídico.
Para el maestro Preciado Hernández, se traduce en la
exigencia normativa para el sujeto pasivo de la
relación, de no impedir la actividad del titular del
Derecho subjetivo y, en su caso, someterse a las
pretensiones de éste.
Para el maestro García Máynez, la definición de deber
jurídico es la restricción de la libertad exterior de una
persona, derivada de la facultad concedida a otra, u
otras, de exigir de la primera cierta conducta, positiva o
negativa. Expresado en otro sentido: Tenemos el
deber de hacer, o de omitir algo, si carecemos del
derecho de optar entre hacerlo u omitirlo.
Cuando se nos ordena una acción, el deber jurídico es
fundante del derecho de ejecutar la conducta
obligatoria; cuando se nos prohíbe un cierto acto, el
deber es fundante del derecho a la omisión de la
conducta ilícita. Ejemplo: Si se tiene el deber de pagar
una letra de cambio a nuestro cargo, tal deber es
fundante del derecho que tenemos para hacer tal
pago; y si se tratara del deber que tenemos de no
robar, o de no matar, tal deber es fundante del derecho
que tenemos para no matar o para no robar.
De lo anterior, deduce García Máynez, en su trabajo
sobre La Noción del Deber Jurídico, cinco axiomas
importantes de lógica jurídica:
El axioma de inclusión;
1. El axioma de libertad;
2. El axioma de contradicción;
3. El axioma de exclusión del medio; y
4. El axioma de identidad.
El axioma de inclusión se enuncia así: Todo lo que
está jurídicamente ordenado está jurídicamente
permitido. Ejemplo: Si tenemos la obligación de pagar
una deuda, tenemos el permiso de hacerlo. Al estar
jurídicamente ordenado que el deudor pague sus
deudas, está jurídicamente permitido que lo haga.
El axioma de libertad se enuncia así: Lo que estando
jurídicamente permitido, no está jurídicamente
ordenado, puede libremente hacerse u
omitirse. Ejemplo: si nos está permitido transitar por el
territorio nacional, como tal facultad no está
jurídicamente ordenado (porque a nadie puede
obligarse a que transite) podemos libremente transitar
o no transitar por el territorio nacional.
El axioma de contradicción se enuncia así: La
conducta jurídicamente regulada no puede hallarse, al
propio tiempo, prohibida y permitida. Ejemplo: Si el
deudor tiene jurídicamente regulada su conducta de
pagar el crédito a su cargo, no puede optar entre
pagarla o no pagarla, porque teniendo a su cargo la
obligación de pago, no puede hallarse al propio tiempo
con permiso o prohibición de hacerlo.
El axioma de exclusión del medio se enuncia así: Si
una conducta está jurídicamente regulada, o está
prohibida, o está permitida. Ejemplo: Si el deudor
tiene a su cargo por mandamiento de una norma, el
pagar su deuda, su conducta es la de permitirle
pagarla, sin que pueda optar entre hacerlo o no
hacerlo, o sea, que no puede estar su conducta
prohibida y permitida. De ello se sigue que si un
proceder no está jurídicamente prohibido, sí está
jurídicamente permitido. Por ejemplo: si al llegar a una
esquina no está prohibido dar vuelta a la izquierda,
está permitido hacerlo.
El axioma de identidad se enuncia así: Todo objeto
del conocimiento jurídico es idéntico a sí mismo. O
sea, lo que está jurídicamente prohibido, está
jurídicamente prohibido; lo que está jurídicamente
permitido, está jurídicamente permitido.
Derecho Subjetivo
El maestro Rafael Preciado Hernández, en su
obra Lecciones de Filosofía del Derecho, lo define
como el poder, pretensión, facultad o autorización que
conforme a la norma jurídica tiene un sujeto frente a
otro u otros sujetos, ya sea para desarrollar su propia
actividad o determinar la de aquéllos.

Los derechos subjetivos suelen ser divididos en


derechos:
1. A la propia conducta. Hacer / Omitir (no hacer).
Ej.: El derecho de propiedad. El dueño de una
cosa está facultado para usarla, venderla, etc.;
éstas y demás facultades que la ley le concede,
se refieren a la actividad del propietario (derechos
a su propia conducta).
a) Facultas agendi: Cuando el derecho a la propia
conducta es de hacer algo.
b) Facultas omittendi: Cuando el derecho a la
propia conducta es de no hacer algo.
Primer caso: Está constituido por el derecho a la
omisión de la conducta ilícita.
Segundo caso: Está constituido por el derecho que
todo mundo tiene de no ejercitar sus derechos, cuando
éstos no se fundan en una obligación propia.
En el caso de éstas facultades de hacer y de omitir, el
cumplimiento del deber de respeto permite al titular el
pacífico ejercicio de las mismas, sin necesidad de
pedir nada a los sujetos pasivos de la relación.
A la conducta ajena (facultas exigendi) Exigir una
conducta positiva (que se haga algo) o negativa (que
no se haga algo). Ej.: Mi derecho a exigir la devolución
de un libro que he prestado no se refiere a mi propio
comportamiento, sino al de otra persona. Si el que ha
hecho un depósito desea que lo depositado le sea
devuelto, tiene que recurrir al depositario.
En el caso de ésta facultad el requerimiento al
obligado resulta indispensable.
Los derechos subjetivos, además de dividirse en
derechos a la propia conducta y a la conducta ajena,
se clasifican también en derechos relativos y derechos
absolutos; en privados y públicos; y en reales y
personales.
Derecho relativo: Cuando la obligación
correspondiente incumbe a uno o varios sujetos,
individualmente determinados. Se hacen valer ante
otra persona o personas concretamente identificadas.
Ej.: El derecho de petición, porque existe frente a
determinados órganos del Estado.
Los que derivan de un convenio son derechos
relativos. Sólo pueden ser sujetos pasivos las
personas que han sido “partes” en el mismo, o sus
causahabientes. (Lo que determinadas personas han
convenido entre sí no puede beneficiar ni perjudicar a
otros).
Derecho absoluto: Cuando el deber correlativo es
una obligación universal de respeto. Se hacen valer
ante todas las personas que integran la sociedad. Ej.:
El derecho de libertad, ya que puede hacerse valer
contra cualquiera.
El derecho es absoluto cuando los sujetos pasivos
constituyen la universalidad de las personas, a quienes
se impone una obligación negativa, es decir, una
abstención; por ejemplo, el derecho que cada quien
tiene sobre su propio nombre, obliga a los demás a
abstenerse a usurparlo.
Derecho subjetivo privado: Son privados cuando
tanto el obligado como el facultado, son
particulares. Estos se dividen en: personales o de
crédito y reales. La distinción radica en la índole de los
deberes correlativos y en la determinación o
indeterminación de los sujetos obligados. Así, es
derecho subjetivo privado personal el de crédito, en el
que el obligado es un deudor particular y es derecho
subjetivo privado real el de propiedad en el que el
obligado es todo mundo quien tiene el deber universal
de respeto.
Derecho subjetivo público: Son públicos siempre
que alguno de los sujetos relacionados, ya sea el
activo o el pasivo, sea el Estado o alguno de los
órganos de la autoridad pública. El conjunto de los
derechos subjetivos públicos de una persona
constituye el status del sujeto, lo que en otras palabras
significa “la suma de facultades que los particulares
tienen frente al poder público y de limitación que el
Estado se impone a sí mismo”.
Status de la persona:
- Derecho de libertad
- Derecho de acción
- Derecho de petición y políticos

Derecho real: Es la facultad –correlativa de un deber


general de respeto- que una persona tiene de obtener
directamente de una cosa todas o parte de las
ventajas que ésta es susceptible de producir.
El maestro García Máynez critica las tesis que
tradicionalmente consideran como derechos reales los
relativos a la propiedad, por suponer que recaen sobre
las cosas, y por derechos personales los de crédito por
ser el obligado una persona individualmente
considerada. Sostiene que todos los derechos
subjetivos son personales por cuanto en todos ellos la
bilateralidad, por la cual se da un sujeto activo y un
sujeto pasivo, encuentra siempre a sujetos o personas
a cuyo cargo tienen el cumplimiento de un deber
jurídico. En otras palabras, no existen propiamente
derechos subjetivos reales por cuanto las cosas no
pueden ser sujetos de deber jurídico, sino que son
siempre personas y no cosas, a las que incumbe una
obligación, o deber jurídico, correlativo de una facultad
o derecho del pretensor.
Entre los derechos reales, se encuentran:
1. Propiedad
2. Usufructo
3. Uso
4. Habitación
5. Servidumbre
6. Prenda
7. Hipoteca
Derecho personal o de crédito: Es la facultad que
una persona, llamada acreedor, tiene de exigir de otra,
llamada deudor, un hecho, una abstención o la entrega
de una cosa.
CONCEPTO Y ELEMENTOS DE LA
RELACIÓN JURÍDICA
La relación jurídica: es el vínculo o lazo que se
establece entre sujetos de derecho, con motivo de la
producción de un hecho o acto jurídico, contemplado
en una norma jurídica que impone deberes para el
sujeto pasivo y le atribuye facultades al sujeto activo,
que versa sobre un objeto, que protege un interés
social y que en caso de que el sujeto pasivo no cumpla
espontáneamente su deber hace surgir una aplicación
coactiva (por la fuerza).
Elementos de la relación jurídica:
a) Elemento personal: La relación jurídica se da entre
sujetos de derecho, bien sea personas naturales
(individuos de la especie humana susceptibles de
tener derechos y obligaciones) o personas jurídicas
(entes abstractos a los cuales el derecho le reconoce
personalidad), quienes podrían actuar como sujetos
activos o pasivos dentro de la relación jurídica,
dependiendo de la relación específica de que se trate.
b) Elemento condicionante: es el hecho jurídico, como
suceso o acontecimiento de la vida real que produce
consecuencias jurídicas. Puede ser producido por la
propia naturaleza o por un acto voluntario del hombre.
La norma jurídica lo prevé en el supuesto de hecho.
Este elemento es esencial para que la relación jurídica
se materialice.
c) Elemento normativo: Es la norma jurídica que le da
envestidura formal a la relación jurídica. Es la que
permite diferenciar una relación humana de una
relación jurídica.
d) Elemento subjetivo: es la correlatividad de
situaciones entre el derecho subjetivo del sujeto activo
y el deber jurídico del sujeto pasivo; Todo esto, dado
por el carácter bilateral de la norma jurídica. Es la
relación que se da entre los sujetos de la relación
jurídica.
e) Elemento objetivo: en sentido propio, es una
prestación (obligación) de dar, hacer o no hacer, la
cual constituye para el sujeto pasivo el contenido del
deber y para el sujeto activo el de su poder. La cosa es
la materialización de la prestación. Todas las cosas de
la naturaleza y los seres vivos, exceptuado a los
humanos pueden ser objetos de la relación jurídica.
f) Elemento causal: Viene a ser el interés social
protegido, el cual debe ser tutelado jurídicamente.
g) Elemento coactivo: Es la posibilidad concreta de
exigir, hasta por la fuerza, el cumplimiento de la
prestación; objeto de la relación jurídica. Viene dado
por la norma jurídica o elemento normativo.
LOS SUJETOS DEL DERECHO (Persona Jurídica)
Se da el nombre de sujeto o persona a todo ente
capaz de ser titular de derechos y obligaciones.
Clasificación
Se distinguen dos clases de personas para el Derecho:
Las físicas o individuales: Corresponde al sujeto
jurídico individual, es decir, al hombre, en cuanto tiene
obligaciones y derechos. García Máynez, lo define
como personas físicas a los hombres, en cuanto sujeto
de derechos.
Las morales o también llamadas jurídicas o
colectivas: Corresponde a las asociaciones dotadas
de personalidad (un sindicato o una sociedad
mercantil). El artículo 25 del Código Civil del Distrito
Federal declara que son personas morales:
I. La Nación, los Estados y los Municipios.
II. Las demás corporaciones de carácter público
reconocidas por al ley.
III. Las sociedades civiles y mercantiles.
IV. Los sindicatos, las asociaciones profesionales y
las demás a que se refiere la fracción XVI del artículo
123 de la Constitución Federal.
V. Las sociedades cooperativas y mutualistas.
VI. Las asociaciones distintas de las enumeradas
que se propongan fines políticos, científicas, artísticos,
de recreo, o cualquier otro fin lícito, siempre que no
fueren desconocidas por la Ley.
Respecto a las personas físicamente consideradas,
el Código Civil del Distrito Federal, en su artículo 22
define claramente la capacidad jurídica de las mismas
al establecer que aquélla se adquiere con el
nacimiento y se pierde con la muerte añadiendo “que
desde el momento en que un individuo es concebido,
entra bajo la protección de la ley y se le tiene por
nacido”. La capacidad jurídica se divide en capacidad
de goce y en capacidad de ejercicio.
La capacidad de goce se tiene desde el nacimiento
hasta la muerte; pero para tener la capacidad de
ejercicio se requiere la mayoría de edad que se
adquiere a los dieciocho años, conforme al artículo 34
de la Constitución.
En consecuencia, los menores de edad, al igual que
los incapacitados mayores de edad, aun cuando gocen
de los derechos civiles no pueden ejercitarlos por sí
mismos, sino a través de representante legal que
puede ser: en los casos de menores de edad, a través
de sus padres en ejercicio de la patria potestad; y de
los incapacitados a través de tutores nombrados al
efecto.
Por último, cabe destacar que los derechos y
obligaciones contraídas por las personas físicas, no
siempre terminan con la muerte y así el artículo 1281
del Código Civil para el Distrito Federal, al definir el
concepto de herencia lo hace diciendo que: “es la
sucesión en todos los bienes del difunto y en todos sus
derechos y obligaciones que no se extinguen por la
muerte”. Es preciso distinguir que la capacidad
jurídica de goce y ejercicio de los derechos y
obligaciones se extingue en la persona jurídica
individual con la muerte, pero los derechos adquiridos
y las obligaciones contraídas por el difunto pasan a
sus herederos que, así, no quedan extinguidos por la
muerta del autor de la sucesión. En otras palabras, lo
que se extingue con la muerte es la capacidad de goce
y ejercicio, lo que no se extingue por la muerte son los
derechos y obligaciones del difunto que suceden o
pasan a sus herederos.
El tratadista alemán Savigny, define a las “personas
morales como seres creados artificialmente, capaces
de tener un patrimonio”. Por otra parte, Ferrara, define
las personas jurídicas colectivas como “asociaciones o
instituciones formadas para la consecución de un fin y
reconocidas por la ordenación jurídica como sujetos de
derecho”.
La definición anterior nos da los elementos de las
personas colectivas, a saber:
Una asociación de hombres.
1. El fin a cuyo logro se encuentren destinadas.
2. El reconocimiento por el Derecho objetivo.
1. Una asociación de hombres.- En toda persona
jurídica colectiva existe una asociación más o menos
numerosa de individuos, que tienden a la consecución
de un fin. Los miembros de la colectividad pueden ser
en número determinado o indeterminado; es decir,
algunas veces existe una limitación numérica y otras la
persona tiene un número indeterminado y variable de
socios.
2. El fin a cuyo logro se encuentran destinadas.- De
acuerdo con la índole del fin pueden las personas
colectivas ser clasificadas en personas jurídicas de
interés privadoy de en personas jurídicas de utilidad
pública. Dentro de las primeras caben las sociedades
civiles o mercantiles, los sindicatos, las asociaciones
profesionales, las sociedades cooperativas y
mutualistas y las asociaciones distintas de las
enumeradas que se propongan fines políticos,
científicos, artísticos, de recreo cualquier otro fin lícito,
siempre que no fueren desconocidas por la
ley. Dentro de las personas jurídicas colectivas de
interés público se mencionan a la Nación, los Estados
y los municipios y las demás corporaciones de carácter
público reconocidas por la ley, como sería, la
Universidad Nacional Autónoma de México.
El propio jurista Ferrara señala como requisitos de los
fines de las corporaciones los siguientes:
determinación, posibilidad y licitud.
Los fines de las personas jurídicas colectivas se
clasifican también en generales y especiales. Tienen
finalidad general las corporaciones naturales y
territoriales como por ejemplo, el municipio, la
provincia o el Estado. Las demás persiguen fines
especiales, más o menos definidos, como podría ser
los numerosos objetos sociales de las empresas
mercantiles que funcionan en el medio mexicano.
Por último, las personas jurídicas colectivas pueden
perseguir uno o varios fines y lo último ocurre con las
de carácter mixto que son las que tratan de realizar
finalidades de diversas índole, como de instrucción y
caridad, de beneficencia y de crédito, religiosas y
educativas, etc. Cuando una persona jurídica colectiva
se aparte del objeto social, surge al calificativo de ultra
vires (Más allá de su autoridad).
3. El reconocimiento por el Derecho objetivo.- Gracias
al reconocimiento las pluralidades de individuos o
personas, consagrados a la consecución de un fin, se
transforman en un sujeto único, diverso de las
personas que la integran.
Si bien es cierto que gracias a la voluntad de las
personas constituyentes de la entidad jurídica colectiva
es como ésta surge como sujeto de derecho, tal
voluntad sólo puede formar el elemento material o
substrato, de las personas jurídicas colectivas. El
elemento formal y constitutivo ya no depende de la
voluntad individual de los mismos integrantes de la
persona jurídica colectiva, sino que es obra del
derecho.
El valor que tiene el reconocimiento por el Derecho
objetivo para la constitución de los entes colectivos es
real y efectivamente constitutivo, o sea, que sin el
reconocimiento del Derecho positivo no puede existir,
ni surgir la entidad jurídica colectiva. La elevación a
sujeto de derecho es creación y atribución de una
cualidad jurídica que deriva del Derecho objetivo y
tiene el carácter técnico de una concesión
administrativa. El Estado obra como órgano del
Derecho concediendo la personalidad, y obra
constitutivamente.
LOS HECHOS Y LOS ACTOS JURÍDICOS
Hecho Jurídico
Es un acontecimiento engendrado por la actividad
humana, o puramente material, que el derecho toma
en consideración para hacer derivar de él, a cargo o en
provecho de una o varias personas, una situación
jurídica general o permanente o, por el contrario, un
efecto de derecho limitado.
Se denomina hecho jurídico a un acontecimiento que
tiene trascendencia en el ámbito del Derecho, es decir,
se modifican ciertos estados jurídicos iniciales desde el
punto de vista legal.
Una norma jurídica parte siempre de un presupuesto
de hecho, para posteriormente regular las
consecuencias que ello tiene en el área del derecho. El
presupuesto de hecho de la norma es un hecho
jurídico.
Es importante distinguir, dentro de los hechos
jurídicos, los llamados actos jurídicos. Un hecho
jurídico no tiene por qué ser voluntario ni controlable
por la persona, mientras que en un acto jurídico, la
voluntad de la persona es esencial. Por lo tanto, todos
los actos jurídicos son hechos jurídicos, pero no todos
los hechos jurídicos son actos jurídicos.
Ejemplos de hechos jurídicos:
o La muerte
o La promulgación de una Ley.
o Una declaración de guerra.
o Una catástrofe natural.
Acto jurídico
Una manifestación exterior de voluntad, bilateral o
unilateral, cuyo fin directo consiste en engendrar, con
fundamento en una regla de derecho o en una
institución jurídica, a cargo o en provecho de una o
varias personas, una situación jurídica permanente y
general o, por el contrario, un efecto de derecho
limitado, relativo a la formación, modificación o
extinción de una relación jurídica.
Manifestación de la voluntad humana susceptible de
producir efectos jurídicos. Para que produzca efecto,
además de la capacidad para realizarlo, se precisa que
se verifique de acuerdo con los requisitos legales
previamente establecidos para cada caso. (fuente:
Diccionario de derecho)
El acto jurídico es el
acto humano voluntario o consciente, que tiene por fin
inmediato establecer entre las personas relaciones
jurídicas, crear, modificar, transferir, transmitir,
conservar, extinguir o aniquilar derechos. El acto
jurídico produce una modificación en las cosas o en el
mundo exterior porque así lo ha dispuesto el
ordenamiento jurídico.
Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya
un sujeto y un objeto con bastante capacidad, se
necesita algo que los ponga en relación, estableciendo
un lazo o un vínculo que los una, haciendo pasar la
relación jurídica del estado de posibilidad al estado de
existencia. Este tercer elemento es un hecho, que por
ser productor de efectos jurídicos se denomina hecho
jurídico, cuando tal hecho procede de la voluntad
humana recibe el nombre de acto jurídico.
Los actos jurídicos son positivos o negativos, según
que sea necesaria la realización u omisión para que un
derecho comience o acabe respectivamente.
Clasificación de los actos jurídicos:
Delito: La acción antijurídica, típica, culpable y
sancionada con una pena
Cuasidelito: Actos ilícitos que, sin ser delito, están
prohibidos por la ley.
Contratos: Suponen el consentimiento de las partes
contratantes que genera derechos y obligaciones entre
los contratantes.
Cuasicontratos: Son los actos jurídicos de una persona
permitidos por la ley, que la obligan hacia otra u
obligan a otra hacia ella, sin que entre ambas exista
ningún convenio.
CONCEPTO Y ELEMENTOS DEL ESTADO
Relación entre Estado y Derecho
El ordenamiento jurídico, cuyo fundamento último de
validez formal reside en la norma fundamental o
constitución, tiene su base sociológica en una
organización específica, a la que se da el nombre de
Estado. El poder político mantiene y garantiza el
orden jurídico, que de este modo se transforma
en derecho positivo. Por ello se ha escrito que el
Estado es la fuente formal de validez de todo el
derecho, pues sus órganos son quienes lo crean –a
través de la función legislativa- o le imprimen tal
carácter- por la aplicación de una costumbre a la
solución de casos concretos. El Estado viene
realmente a ser la fuente de validez formal del
derecho, por cuanto él establece y asegura el derecho
legal mediante sus órganos y señala las condiciones
para la validez del derecho consuetudinario.
Los elementos del Estado
El Estado suele definirse como la organización jurídica
de una sociedad bajo un poder de dominación que se
ejerce en determinado territorio. Tal definición revela
que son tres los elementos de la organización
estatal: la población, el territorio y el poder.
El poder político se manifiesta a través de una serie de
normas y de actos normativamente regulados, en tanto
que la población y el territorio constituyen los ámbitos
personal y espacial de validez del orden jurídico. Se
ha dicho que la ordenación jurídica bajo un poder de
mando es el elemento formal, mientras que la
población y el territorio son los
elementos materiales del Estado. Mas no hay que
olvidar que lo mismo la población que el territorio se
hallan en todo caso determinados por el ordenamiento
jurídico.
El territorio. Suele definirse como la porción del
espacio en que el Estado ejercita su poder. Siendo
éste de naturaleza jurídica sólo puede ejercitarse de
acuerdo con normas, creadas o reconocidas por el
propio Estado. El ámbito espacial de validez de tales
normas es precisamente el territorio en sentido
político.
Según Georges Jellinek, la significación del territorio
se manifiesta en dos formas distintas: una negativa y
la otra positiva.
La significación negativa consiste en que ningún poder
extraño puede ejercer su autoridad de este ámbito sin
el consentimiento del Estado.
La significación positiva consiste por su parte en que
todas las personas que viven en el mismo ámbito se
encuentran sujetas al poder estatal.
En virtud de la significación negativa surgen los
principios de “impenetrabilidad” e “indivisibilidad”; y en
virtud de la significación positiva surge el principio de
sujeción de todas las personas que viven en el ámbito
espacial del territorio al poder estatal.
Por “impenetrabilidad” se tiene que ningún poder
extraño puede ejercer su autoridad en el ámbito
espacial del territorio, sin el consentimiento del Estado;
y por “indivisibilidad” se tiene que tanto el Estado en
cuanto persona jurídica, como sus elementos, sean
indivisibles.
Ambos principios pueden sufrir excepciones
aparentes, que Jellinek enumera en el siguiente orden:
1. Cuando en virtud de un condominium, o mejor
dicho coimperium, dos o más Estados ejercen
conjuntamente su soberanía sobre un solo territorio.
Como ejemplo de tal situación lo tuvimos en la época
moderna con el poder de mando sobre Berlín Oriental,
por Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Rusia.
2. En los Estados de régimen federal surge la situación
de dos sistemas legales cuyo ámbito espacial, desde
el punto de vista de su ámbito espacial de validez, es
el de los Estados integrantes de la federación
tratándose de leyes locales y para toda la república
tratándose de leyes federales.
3. La impenetrabilidad puede sufrir también otra
excepción cuando un Estado permite a otro la
ejecución en su territorio, de ciertos actos de imperio
(potestad de mando que como tal se ejerce siempre
sobre personas), mediante la celebración de un
tratado. Como ejemplo está el goce que tiene Estados
Unidos de Norteamérica de realizar en el territorio de
la República de Panamá, actos de dominio (implica la
idea de un poder jurídico sobre una cosa) con motivo
del canal del mismo nombre que une al Océano
Pacífico con el Océano Atlántico.
4. por último, y en virtud de ocupación militar, puede
ocurrir que un territorio quede total o parcialmente
substraído al poder del Estado a que pertenece. En tal
hipótesis, el poder del ocupado es substituido por el
del ocupante, que se ejerce en forma exclusiva en
dicho ámbito.
La excepción a la “indivisibilidad” ocurre cuando en
virtud de un acuerdo internacional, a consecuencia de
una guerra, o por razones de otra índole, es posible
que una zona del territorio resulte segregada del resto
y pase a formar parte de otro Estado.
Los atributos de impenetrabilidad e indivisibilidad, no
deben entenderse en sentido material, sino puramente
normativo. De hecho, el ámbito de ejercicio
del imperium es penetrable y divisible. Lo que quiere
expresarse cuando se habla de aquellas
características es que el territorio no debe
ser penetrado ni dividido.
La población. Los hombres que pertenecen a un
Estado componen la población de éste. En este
sentido, García Máynez, hace la distinción de
considerar a la población en su doble aspecto
de objeto o sujeto de la actividad estatal. En el primer
caso se le llama SUBDITO y en el segundo
CIUDADANO.
Como objeto (súbdito) de la actividad estatal, la
población se revela como “el conjunto de elementos
subordinados a la actividad del Estado”.
Como sujeto (ciudadano) de la actividad estatal los
individuos que forman la población aparecen como
“miembros de la comunidad política gozando de
derechos que puede hacer valer frente al Estado y que
constituyen el status personal”, cuyas facultades
integrantes son de tres clases:
Derechos de libertad;
1. Derechos de petición (facultad de pedir la
intervención del Estado a favor de intereses
individuales); y
2. Derechos políticos.
1. La existencia de los derechos de libertad significa
que las personas, en cuanto miembros de la
comunidad política, se encuentran sujetas a un poder
limitado. La subordinación del individuo tiene como
límite el conjunto de deberes que el orden jurídico le
impone. El radio de actividad que queda a cada
sujeto, abstracción hecha de sus obligaciones
jurídicas, tanto positivas como negativas, representan
su libertad. No se trata de libertad en sentido natural,
sino de una facultad normativamente reconocida.
Frente a este derecho, la posición del Estado, en
relación con los individuos, es puramente negativa.
2. Un segundo grupo de facultades que pertenecen
al status está constituido por los derechos cuyo
ejercicio tiende a la obtención de servicios positivos
por parte del Estado. Entre esas facultades figuran los
derechos de acción y petición, lo mismo que la
pretensión de que aquél ejerza la actividad
administrativa en servicio de intereses individuales.
Frente a este derecho, la posición del Estado, es
positiva.
3. La intervención del individuo en la vida pública
supone tanto el ejercicio de derechos como el
cumplimiento de obligaciones. Por ello es que entre las
facultades que integran el status figuran, en tercer
término, las que permiten a los particulares el
desempeño de funciones orgánicas (votar, ser votado,
tomar las armas en defensa de la patria, etc.). Estas
facultades, que hacen posible imputar a la persona
jurídica estatal actos realizados por personas físicas,
reciben el nombre de derechos políticos.
Entre los derechos que forman el status, algunos
pertenecen exclusivamente a los ciudadanos
(derechos políticos); otros corresponden a todos los
miembros del Estado, lo mismo que a los extranjeros
(derecho de libertad, derecho de petición en asuntos
que no tengan carácter político, derecho de acción,
etc.).
La pertenencia al Estado se halla condicionada por un
vínculo jurídico específico: la nacionalidad (por
nacimiento o naturalización). Esta última debe ser
distinguida de la ciudadanía, que implica la facultad de
intervenir, con el carácter de órgano, en la vida
pública.
El poder o Gobierno. Toda sociedad que se
considere organizada requiere de una voluntad que la
dirija, de un poder. El Gobierno es entonces, la
Institución formada por una persona o conjunto de
personas que se encargan de vigilar el exacto
cumplimiento de las normas jurídicas ejercitando en
forma conveniente la soberanía, estableciendo y
conservando las relaciones con los otros Estados.
Tal poder es unas veces de tipo simple, otras de
carácter coactivo.
El poder simple, o no coactivo, tiene capacidad para
dictar determinadas prescripciones a los miembros del
grupo, pero no está en condiciones de asegurar el
cumplimiento de aquéllas por sí mismo, es decir, con
medios propios. Cuando una organización carece de
poder coactivo, los individuos que la forman tienen
libertad para abandonarla en cualquier momento. Esto
aparece incluso en las organizaciones no estatales,
como la iglesia católica. Esta no puede, por sí misma,
imponerse a sus fieles o a sus sacerdotes a que
permanezcan en su seno, a no ser que el Estado le
preste su apoyo.
Si una organización ejerce un poder simple, los medios
de que dispone para sancionar sus mandatos no son
de tipo coactivo, sino meramente disciplinarios.
El poder coactivo, es aquel que al mismo tiempo que
implica la facultad de dictar normas a los miembros de
un grupo, supone capacidad necesaria para exigir el
cumplimiento de ellas por medio de la coacción. El
poder de dominación es irresistibley los mandatos que
expide tienen una pretensión de validez absoluta, y
pueden ser impuestos en forma violenta, contra la
voluntad del obligado.
El poder un Estado, presenta las siguientes
características:
Soberanía, 2) Autonomía, 3) Independencia, 4)
Indivisibilidad
La Soberanía. La palabra soberanía proviene de la
voz latina “super-omnia”, que significa: sobre todo o
poder supremo y puede ser caracterizada en forma
positiva y en forma negativa.
En forma negativa, significa precisamente la negación
de cualquier poder superior al del Estado; es decir, la
ausencia de limitaciones impuestas al mismo por otro
poder.
En forma positiva, significa la potestad pública que se
ejerce autoritariamente por el Estado sobre todos los
individuos que forman parte del grupo nacional, es
decir, denota la idea de supremacía y que se refleja al
interior, sobre los individuos y colectividades que están
dentro de la órbita del Estado.
Ambas concepciones sin embargo, son sólo dos
aspectos de una sola idea, de la cual se desprenden la
Autonomía y la independencia.
2. La Autonomía. Es la aptitud en virtud de la cual el
Estado puede organizarse a sí mismo ajustando su
organización a las normas integrantes de su derecho
propio. En virtud de la autonomía del Estado puede
darse sus propias leyes y actuar de acuerdo con ellas.
Tal autonomía manifiéstase no sólo en la creación de
los preceptos que determinan la estructura y
funcionamiento del poder, sino en el establecimiento
de las normas dirigidas a los particulares. Por ello es
que el orden jurídico estatal está integrado tanto
por reglas de organización como por normas de
comportamiento.
3. La Independencia. Supone la ausencia de sujeción
a otro poder extraño que le imponga al Estado
obediencia y que equivale a lo señalado por Tena
Ramírez, como soberanía exterior: “La independencia
mira principalmente a las relaciones internacionales,
desde este punto de vista, el poder soberano de un
Estado existe sobre las bases de igualdad con relación
a los demás Estados soberanos, en la medida en que
un Estado se haya subordinado a otro, su soberanía
se desvanece”.
4. La Indivisibilidad. Este principio se deriva de la
consideración del Estado como una unidad.
Se ha dicho que el Estado constituye una unidad; de
aquí deriva, como consecuencia necesaria, el principio
de la indivisibilidad de su poder.
ACCION
Al definir el concepto de coacción dijimos que consistía
en la aplicación forzada, o ejecución de la sanción y
que ésta es la consecuencia del deber jurídico
incumplido. Ahora bien, para poder llegar a la
ejecución forzada del incumplimiento del deber jurídico
a cargo del obligado se necesita el ejercicio del
derecho de acción.
Lo consideraremos complementario del concepto de
coacción puesto que, como hemos dicho antes, no
podría surgir la ejecución forzada de una sentencia
para obtener el cumplimiento del deber jurídico
incumplido, si no existiera previamente el proceso
jurisdiccional que arranca con el ejercicio del derecho
de acción.
García Máynez define el derecho de acción como la
facultad de pedir de los órganos jurisdiccionales la
aplicación de las normas jurídicas a casos concretos,
ya sea con el propósito de esclarecer una situación
jurídica dudosa, ya el de declarar la existencia de una
obligación y, en caso necesario hacerla efectiva.
Cuando la solución de las controversias y, en general,
la tutela del derecho, queda encomendada al poder
público, aparece la función jurisdiccional. Resulta de
la sustitución de la actividad de los particulares por la
del Estado, en la aplicación del derecho objetivo a
casos concretos. En vez de que cada presunto titular
de facultades jurídicas decida acerca de la existencia
de las mismas, y pretenda hacerlas valer por medio de
la fuerza, el Estado se substituye a él y, en ejercicio de
su soberanía, aplica el derecho al caso incierto o
controvertido. El pretensor no puede ya hacerse
justicia por propia mano, sino que tiene que ocurrir a
los órganos jurisdiccionales, a fin de que determinen si
las facultades que el reclamante se atribuye existen
realmente y, en caso necesario, ordenen su
satisfacción, incluso por medios coactivos.
Como toda facultad jurídica, el derecho de que
hablamos supone la existencia de la obligación
correlativa. Esta obligación constituye el contenido de
la función jurisdiccional. Hay, consecuentemente, una
relación jurídica procesal, que en su aspecto activo
está representada por las facultades legales de las
partes frente a los órganos encargados de la
jurisdicción y, en su aspecto pasivo, por el deber
jurisdiccional de tales órganos.
Una de las características esenciales de la relación
procesal es su complejidad. Se dice que es complejo
porque no se agota en un solo vínculo normativo, sino
que se desenvuelve en una serie de relaciones de
derecho, constitutivas del proceso.
Los elementos principales de la relación procesal en
su fase declarativa son tres, a saber:
a) La demanda
b) La defensa
c) La sentencia
La primera es un acto del demandante o actor, la
segunda corresponde al demandado, y la tercera debe
ser dictada por el juez.
Tanto la demanda como la contestación o defensa
tienden a un mismo fin: la emisión de la sentencia o, lo
que es igual, la aplicación del derecho objetivo al caso
singular, para el esclarecimiento de una situación
jurídica incierta o controvertida. Desde este punto de
vista, actor y demandado persiguen, dentro del
proceso, exactamente el mismo propósito.
La relación entre el demandante y el juez es
generalmente conocida con el nombre de relación
jurídica de acción. La que existe entre los órganos
jurisdiccionales y el demandado se llama de
contradicción o de defensa.
Como dijimos anteriormente, el sujeto pasivo de
ambas es el Estado; las partes, los sujetos activos.
Frente al derecho subjetivo que el actor posee de pedir
la aplicación del derecho objetivo a casos concretos,
para la consecución de cualquiera de los mencionados
fines, encontramos el deber de tales órganos de
desplegar su actividad jurisdiccional. De modo
análogo, frente al derecho de defensa del demandado
existe la obligación impuesta al juez de realizar su
función específica.
Además de la declarativa, puede haber en el
procedimiento una fase ejecutiva. La finalidad del
proceso, en esta última, no estriba en declarar la
existencia de una obligación, sino en conseguir
coactivamente su observancia. Cabe hablar, por tanto,
de una relación procesal de ejecución.
SANCION
Por regla general, las normas jurídicas enlazan
determinadas consecuencias al incumplimiento de los
deberes que el derecho objetivo impone. Entre las
derivadas de la inobservancia de un precepto jurídico
cualquiera, una de las más características es la
sanción. La sanción puede ser definida
como consecuencia jurídica que el incumplimiento de
un deber produce en relación con el obligado.
Esta consecuencia puede traducirse en cumplimiento
forzoso, cuyo fin consiste en obtener la observancia de
la norma infringida o, en su defecto, indemnización y
castigo; siendo la finalidad de la indemnización obtener
del sancionado una prestación económicamente
equivalente al deber jurídico primario; siendo la
finalidad del castigo imponer una pena al sujeto
incumplidor del deber jurídico primario. No persigue
por tanto el castigo el cumplimiento del deber jurídico
primario ni la obtención de prestaciones equivalentes.
De lo anterior se traduce que las relaciones entre el
deber jurídico primario y el constitutivo de la sanción,
son de dos naturalezas: una, de coincidencia como es
el cumplimiento forzoso y otra de no
coincidencia como es la indemnización y el castigo.
Como señala el maestro García Máynez, tales tipos
constituyen las formas simples de las sanciones
jurídicas; pero al lado de ellas existen las mixtas o
complejas que, como su denominación lo indica,
resultan de la combinación o suma de las
primeras. Hay varias combinaciones posibles, a saber:
Cumplimiento + indemnización;
1. Cumplimiento + castigo;
2. Indemnización + castigo;
3. Cumplimiento + indemnización + castigo.
1. Supongamos al deudor que no cumple su
obligación de pagar una letra de cambio a su cargo. La
sanción puede traducirse en exigir
el cumplimiento forzoso del pago de la letra por la vía
ejecutiva y al realizarse ésta en el acto del
requerimiento, el acreedor obtiene, además, el pago
de intereses que es en lo que se traduce
la indemnización.
2. El caso del cumplimiento + castigo podría ser el del
promitente que, habiendo faltado a su deber de
perfeccionar el contrato prometido, se obtenga
coactivamente la realización del contrato, más las
costas judiciales que, como castigo, se infringe al
promitente incumplidor.
3. Para el caso de indemnización + castigo, se nos
ocurre la que obtiene el propio promisuario de un
contrato de promesa de venta que, sin exigir el
cumplimiento forzoso, opta por la rescisión del contrato
promisorio, obteniendo del sujeto incumplidor (en el
caso el promitente) la indemnización de los daños y
perjuicios, más costas judiciales.
4. Por último, la sanción consistente
en cumplimiento + indemnización + castigo, puede
ejemplificarse con el cobro de la letra de cambio en el
que el acreedor obtenga el pago de misma, o sea,
cumplimiento; el de los intereses, o sea,
indemnización; y las constas judiciales, o sea, el
castigo.
La sanción no debe ser confundida con los actos de
coacción. La sanción es una consecuencia normativa
de carácter secundario; la coacción constituye su
aplicación o realización efectiva. Coacción es, por
tanto, la aplicación forzada de la sanción. Cuando un
juez dicta sentencia, condenando a una persona a que
pague lo que debe, aplica una sanción; pero si el
demandado no cumple voluntariamente con el fallo,
tiene el actor derecho a pedir que la sanción se
imponga por la fuerza. El secuestro de bienes del
deudor, y el remate de los mismos por el poder
público, a fin de dar cumplimiento a la resolución
judicial, representa, en el caso del ejemplo, una forma
de coacción.
COACCION
Cuando vimos el concepto jurídico de sanción dijimos
que la sanción es la consecuencia del deber jurídico
incumplido y situamos tal concepto como un elemento
formal de la norma. Ahora bien, de nada serviría la
existencia del derecho positivo si no hubiera la
posibilidad de aplicar forzosamente la sanción. Tal
concepto es lo que constituye la coacción que se
define como “la aplicación forzada de la sanción”.
Siendo la coacción “ejecución de la sanción” conviene
precisar lo que los tratadistas de Derecho procesal
entienden por “ejecución”.
La ejecución tiene en la ciencia del Derecho diversos
significados, algunos amplios y otros restringidos.
Unas veces significa lo mismo que el cumplimiento
voluntario de una obligación. Otras veces se usa en el
sentido de llevar a efecto lo mandado por la ley. En su
significado más general, ha de entenderse el hacer
efectivo un mandato jurídico, sea el contenido en la
ley, en la sentencia definitiva, o en alguna otra
resolución judicial o mandato concreto.
Carnelutti define la ejecución como “el conjunto de
actos necesarios para la efectuación del mandato”, o
sea, “para determinar una situación jurídica conforme
al mandato mismo”.
Los jurisconsultos clasifican las diversas clases de
ejecución, en los siguientes grupos:voluntarios,
forzosas, individuales, colectivas, provisionales y
definitivas.
Las individuales tienen lugar cuando se llevan a cabo
por uno o más acreedores pero exclusivamente en
provecho de ellos mismos, mientras que las colectivas
se efectúan en provecho de todos los acreedores del
ejecutado, aunque las realice uno solo de ellos. Tal
acontece en las quiebras y concursos. Las
provisionales dependen del fallo definitivo que se
pronuncie en el juicio, mientras que sus contrarias
tienen como base una sentencia definitiva.
Algunos juristas han formulado los siguientes
principios que rigen o deben regir la ejecución en el
derecho moderno:
a) Principio de la satisfacción máxima de la
pretensión jurídica, que consiste en actuar la
pretensión en el menor tiempo posible y con el mayor
rendimiento.
b) Principio del sacrificio mínimo del deudor, según
el cual ha de reducirse el mínimo el sacrificio
patrimonial del deudor.
c) Principio del respeto a las necesidades
primordiales del deudor, que se traduce en el carácter
inembargable de ciertos bienes y en el beneficio al
deudor de percibir alimentos.
d) Principio de respeto a los derechos de terceros,
por virtud del cual han de ser respetados, en la
ejecución, los bienes y derechos de los terceros.
e) Principio de respeto a la economía social; la
ejecución debe realizarse en forma que la economía
colectiva sufra lo menos posible: por ejemplo, cuando
quiebra una empresa comercial e industrial, ha de
procurarse que en lo adelante subsista.
f) Principio del concurso de acreedores; se
persigue mediante él que un solo acreedor no
perjudique a los demás.
Las medidas de ejecución son las siguientes:

- Medidas de índole psicológica tales como el


apercibimiento, la prevención, la amonestación, etc.
- Mediadas de carácter coactivo: la multa, el
arresto, los embargos.
- Medidas de subrogación. Por tales entiende
Chiovenda las que el órgano judicial lleva a cabo
contra la voluntad del deudor, y sustituyéndose a
él. Consisten en vender sus bienes, entregarlos al
acreedor, lanzar al inquilino, destruir la obra que no
debió hacerse, etc.
Para que la ejecución proceda, es necesario:
I. Que exista un título ejecutivo;
II. Que esté legitimada activamente, la persona que
pide la ejecución;
III. Que esté legitimada pasivamente, la persona
contra quien se pide;
IV. Que la ejecución no esté prohibida por la ley, sea
en lo que respecta a los bienes sobre los que va a
recaer, o en cuanto al modo de efectuarla.
Los procesos de ejecución pueden ser singulares o
concursales. Los singulares tienen por objeto obtener
el pago a uno o varios acreedores, considerados
singularmente; los concursales tienen como finalidad
pagar a todos los acreedores, y producen el embargo
de todos los bienes del deudor que sean susceptibles
de ejecución. Son al mismo tiempo procesos
preventivos, declarativos y ejecutivos.
RESUMEN
ENLACE JURÍDICO NORMATIVO
De
ber jurídico Cumplimiento
Supuesto Realización
o del supuesto
Hipótesis De
recho subjetivo Ejercicio

RELACIÓN RELACIÓN
NECESARIA RELACIÓN
CONTINGENTE
CONTINGENT

CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS


JURÍDICAS
1. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL SISTEMA A QUE
PERTENECEN.
Toda norma de Derecho pertenece a un sistema.
Sistema es el conjunto de principios sobre una materia
enlazados entre sí y formando un cuerpo de doctrina;
en este sentido las normas están relacionadas entre sí
hasta llegar a una de superior jerarquía llamada ley
fundamental, que en este caso es la Constitución
Mexicana a la cual todos los preceptos se hallan
subordinados.
Desde éste punto de vista, de la pertenencia o no a un
sistema cualquiera, se dividen los preceptos en:
a) Nacionales.- Las que pertenecen al sistema
jurídico de un país determinado y se aplican a éste.
Ejemplo: art. 1 de la CPEUM
b) Extranjeras.- Las que pertenecen al
ordenamiento jurídico de un país distinto. Ejemplo: Art.
1 de la CPEUN.
c) Uniformes (Internacionales).- Aquellas que se
aplican en dos o más países a la vez, por disposición
voluntaria de esas naciones a través de un tratado, por
ejemplo. Ejemplo: Código Aduanero Centroamericano.
2. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU FUENTE.
De acuerdo de cómo surgen las normas jurídicas,
éstas pueden ser:
a) Escritas (leyes o normas): Son aquellas normas
elaboradas por los órganos facultados para ello. En
nuestro país es el Poder Legislativo y reciben el
nombre de leyes.
b) No escritas: También llamadas
consuetudinarias, ya porque provienen de la
costumbre; es decir, de la repetición más o menos
reiterada de cierta conducta que alcanza el carácter de
obligatoriedad.
c) Jurisprudenciales: Son las normas que
provienen de la actividad de ciertos tribunales que, al
emitir sus resoluciones un determinado número de
veces, las producen.
3. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS POR SU
ÁMBITO ESPACIAL DE VALIDEZ.
Este criterio de clasificación toma en cuenta el espacio
o territorio, dentro del cual serán susceptibles de ser
aplicadas las normas, pueden ser:
a) Generales (Federales): Las que se aplican en
todo el territorio del Estado, lo que equivaldría en
México a las Federales, que se aplican en toda la
República; ejemplo: la ley Federal del Trabajo.
b) Locales: Aquellas normas que sólo se aplican en
una parte del Estado o País. En México
encontraríamos las Estatales, que sólo tienen vigencia
dentro de los límites de una Entidad Federativa.
Ejemplo: Código Civil de Campeche.
c) Municipales: Son las aplicables solamente
dentro de la circunscripción territorial del Municipio.
Ejemplo: Reglamento de vialidad.
4. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU ÁMBITO TEMPORAL DE VALIDEZ.
Este criterio toma en cuenta el lapso de tiempo durante
el cual la norma tiene el apoyo del Poder Público y
puede aplicarse válidamente; desde este punto de
vista pueden ser:
a) Vigencia determinada: Son aquellas cuya
vigencia o tiempo en el que deberán aplicarse se
encuentra establecido de antemano. Cuándo
comienzan a ser obligatorias y cuándo dejan de serlo.
Ejemplo: (Ley de Egresos e Ingresos de la Federación)
b) De vigencia indeterminada: No señalan el
término durante el cual estarán en vigencia,
simplemente se limitan a decirnos el día en que entran
en vigor pero no determina su finalización, como es el
caso de la generalidad de las leyes en nuestro país.
(Código Civil)
5. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU ÁMBITO MATERIAL DE VALIDEZ.
Este criterio de clasificación toma en cuenta la materia
o contenido propio de las normas del derecho.
a) Derecho Público.- El conjunto de normas que
regulan la estructura y funcionamiento del Estado y su
actividad encaminada al cumplimiento de sus fines,
cuando intervenga en relaciones con los particulares
con el carácter de autoridad.
El Derecho Interno se refiere a aquellas normas que se
van a aplicar dentro de los límites territoriales de un
país determinado. Las ramas del Derecho Público
Interno, son: Derecho Constitucional, Derecho
administrativo, Derecho Procesal y Derecho Penal.
Derecho Constitucional: El derecho político o
constitucional es el conjunto de normas relativas a la
estructura fundamental del Estado, a las funciones de
sus órganos y a las relaciones de éstos entre sí y con
los particulares.
Derecho Administrativo: Es la rama del derecho
público que tiene por objeto específico la
administración pública.
Derecho Procesal: Es el conjunto reglas destinadas a
la aplicación de las normas del derecho a casos
particulares, ya sea con el fin de esclarecer una
situación jurídica dudosa, ya con el propósito de que
los órganos jurisdiccionales declaren la existencia de
determinada obligación y, en caso necesario, ordenen
que se haga efectiva.
Derecho Penal: Conjunto de normas que determinan
los delitos, las penas que el Estado impone a los
delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo
establece para la prevención de la criminalidad.
El Derecho Externo comprende aquellas normas
jurídicas cuyos efectos son susceptibles de aplicarse
fuera de los límites territoriales de un Estado. Se
subdividen en dos ramas, que son: Derecho
Internacional Público y Derecho Internacional Privado.
Derecho Internacional Público: Es el conjunto de
normas que rigen las relaciones de los Estados entre
sí y señalan sus derechos y deberes recíprocos.
Derecho Internacional Privado: Es el conjunto de
normas que indican en qué forma deben resolverse, en
materia privada, los problemas de aplicación que
derivan de la pluralidad de legislaciones.
b) Derecho Privado.- El conjunto de normas que
regulan las relaciones de los particulares entre sí y
aquellas en las que el Estado intervenga y en las que
no haga uso de su carácter de autoridad, sin que por
ello pierda su carácter de ente público. Las ramas del
derecho privado son: Derecho Civil y Derecho
mercantil.
Derecho Civil: Determina las consecuencias
esenciales de los principales hechos y actos de la vida
humana (nacimiento, mayoría, matrimonio) y la
situación jurídica del ser humano en relación con sus
semejantes (capacidad civil, deudas y créditos) o en
relación con las cosas (propiedad, usufructo).
Derecho Mercantil: Es el conjunto de normas relativas
a los comerciantes y a los actos de comercio.

Constitucional

Administrativo
Inte
rno Procesal
DERECHO
Penal
PÚBLICO

Internacional Público
Ext
erno Internacional Privado
DERECHO
OBJETIVO
DERECHO
Civil
PRIVADO
Mercantil

Lab
oral o
DERECHO d
el Trabajo
SOCIAL
Agr
ario

De
libertad
PÚBLICO De
acción
De
petición
Políticos
DERECHOS
SUBJETIVOS
Person
ales
PRIVADO
Derechos

Reales
Patrimonia
les

Derechos

Personales

o de crédito
6. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU ÁMBITO PERSONAL DE VALIDEZ.
a) Generales o Abstractas.- Son aquellas que se
dirigen y que obligan a un número indeterminado de
personas v. gr. La expresión legal de que los patrones
están obligados al pago del salario mínimo a sus
trabajadores; es obviamente general, pues incluirá en
ella a todos aquellos que tengan la calidad de patrón.
Se le llama general porque no hace distinción de
personas.
b) Concretas o Individualizadas.- Son aquellas
normas que obligan a uno o varios sujetos
individualmente determinados y que se derivan de una
norma genérica que le sirve de base, por ejemplo: la
sentencia que condena a Juan Pérez a 10 años de
prisión por el delito de robo es una norma concreta
porque incluye a una persona: el sentenciado, pero el
fundamento de tal sentencia se deriva de una norma
genérica según la cual quienes se apoderen de cosas
ajenas deben sufrir tal o cual castigo. Estas normas a
su vez se subdividen en: Privadas y Públicas, según
deriven de la voluntad de los particulares (v. gr. los
contratos y los testamentos) o de las autoridades (v.
gr. los tratados internacionales).
7. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU JERARQUIA.
La jerarquía, es decir, el orden o rango en que se
encuentran las normas del Derecho también es motivo
de clasificación, atendiendo a éste criterio tenemos las
siguientes normas:
a) Coordinadas.- Son aquéllas normas que tienen
igual categoría o rango entre sí.
b) Subordinadas.- Son aquéllas que se encuentran
supeditadas o dependientes a otras de mayor grado
jerárquico.
En nuestro país la norma jurídica de mayor jerarquía
es la Constitución, todas son subordinadas a ella,
después le siguen las Leyes Federales y los Tratados
Internacionales que son coordinadas entre sí,
posteriormente las leyes ordinarias donde se
comprenden las leyes orgánicas, reglamentarias, etc.,
aunque también es preciso distinguir aquellas que se
aplican en el territorio de los Estados de la República
encabezados por su Constitución Local.
El maestro García Maynez, señala que el orden
jerárquico normativo de cada sistema de derecho se
compone de los siguientes grados:

1. Normas constitucionales: Son las de mayor


jerarquía y a ellas deben ajustarse todas las
demás; regulan la organización del Estado, las
funciones y atribuciones de los poderes públicos y
los derechos fundamentales de los seres
humanos frente al poder estatal.
2. Normas ordinarias: Aplican y desarrollan los
principios contenidos en las normas
constitucionales.
3. Normas reglamentarias: Desarrollan a las normas
ordinarias.
4. Normas individualizadas: Son las que se dictan
para un caso concreto aplicando a él principios
generales de las otras clases de normas.
En nuestro derecho:
Federal: La Constitución y Leyes federales y tratados
Local: Leyes ordinarias (Constitución local, leyes
ordinarias), Leyes reglamentarias (Leyes
reglamentarias y leyes municipales) y Normas
individualizadas.
8. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SUS SANCIONES.
Desde el punto de vista del castigo que se impone al
infractor de la norma se distinguen cuatro categorías:
a) Leyes perfectas: Aquellas cuya sanción
consiste en la inexistencia o nulidad de los actos que
las vulneran.
b) Leyes más que perfectas: Aquellas que no
anulan el acto que las vulneran, por haberse
consumado éste de un modo irreparable, en cuyo caso
se impone al infractor un castigo y además una
reparación pecuniaria.
c) Leyes menos que perfectas: Aquellas normas
cuya violación no impiden que el acto violatorio
produzca efectos jurídicos, pero que hacen al sujeto
acreedor a un castigo. Por ejemplo, el tutor que se
casa con quien ha estado bajo su guarda,
elmatrimonio no es nulo, pero si ilícito y se aplica una
sanción.
d) Leyes imperfectas: Aquellas normas cuya
infracción carece de sanción. Estas es muy frecuente
que se den en derecho público internacional, por
ejemplo: deberían sancionar a E.U.A. por bombardear
pueblos sin tener pruebas contundentes de que se
encuentran los líderes terroristas en ellos, sin
embargo, no se hace.
9. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU CUALIDAD.
De acuerdo a éste criterio las normas jurídicas pueden
ser:
a) Positivas o permisivas: Las que permiten cierta
conducta (acción u omisión) (Art. 1396 del Código de
Comercio que faculta al deudor a señalar bienes para
su embargo)
b) Negativas o prohibitivas: Las que prohíben
determinado comportamiento que también puede ser
de acción de omisión. (Cualquier delito que se realice
por actuar contra lo que la norma prohíbe)
10. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU RELACIONES DE COMPLEMENTACIÓN.
Por éste criterio las normas pueden ser:
Primarias: Cuando tienen sentido o existencia plena
por sí mismas, o sea, que no necesitan de otras para
lograr la finalidad que se propone la norma. Ejemplo,
la compraventa, el arrendamiento, la posesión.
Secundarias: Cuando sólo tienen sentido si se les
relaciona con una norma primaria, a la cual
complementa.
Las secundarias pueden subdividirse en:
a) De iniciación de vigencia: Aquellas normas que
indican la fecha en que habrá de entrar en vigor una
disposición legal determinada.
b) De duración de la vigencia: Aquellas normas que
establecen el tiempo en el cual una ley estará en vigor.
c) De extinción de la vigencia: Aquellas normas que
se encargan de abolir todo un ordenamiento legal
((abrogatoria) o parte de éste (derogatoria).
d) Declarativas o explicativas: Aquellas normas que
tienen por fin explicar el significado correcto de
expresiones jurídicas que pueden crear confusión,
ejemplo: el significado jurídico del vocablo alimentos
es diverso al concepto gramatical.
e) Permisivas: Son aquellas que establecen
excepciones en relación con otras normas, por
ejemplo: La disposición según la cual el mandatario
puede renunciar al mandato, significa una excepción al
principio general de que “Los contratos legalmente
celebrados deben ser cumplidos en los términos
estipulados”.
f) Interpretativas: Se deriva del hecho de que los
preceptos jurídicos no son lo suficientemente claros
que permitan conocer su sentido con sólo leerlos, en
muchos casos es preciso interpretarlos, descubrir su
verdadero significado. Esta interpretación puede ser
realizada por el propio legislador a través de una
nueva ley que recibe el nombre precisamente de
interpretativa.
g) Sancionadoras: Constituyen un grupo numeroso
e importante, aparecen en el momento en que los
deberes impuestos por la norma no son cumplidos, los
ejemplos más claros los encontramos en los Códigos
Penales.
11. CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS
POR SU RELACIÓN CON LA VOLUNTAD DE LOS
PARTICULARES.
Se distinguen tomando en cuenta este criterio, dos
especies:
a) Taxativas: Son aquellas normas que obligan a
los particulares, independientemente de su voluntad
(irrenunciable). Ejemplo: la prohibición de transigir
sobre alimentos.
b) Dispositivas: Son aquellas normas que pueden
dejar de aplicarse, por voluntad expresa de las partes
(renuncia), a una situación jurídica concreta. Ejemplo:
“La renta será pagada en el lugar convenido, y a falta
de convenio, en la casa habitación o despacho del
arrendatario”.
Estas a su vez se subdividen en:
Interpretativas, que son las que sirven para interpretar
la voluntad de las personas que han intervenido en un
negocio jurídico.
Supletivas, son aquellas que se aplican en ausencia
de una regulación especial establecida por los
contratantes.

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