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ESTUDIOS

IMAGO Revista de Emblemática y Cultura Visual doi: 10.7203/imago.5.2644


[Núm. 5, 2013] pp. 35-45 ISSN: DIGITAL 2254-9633 - IMPRESO 2171-0147

VOGLIO TEMPO. REFLEJOS


EMBLEMÁTICOS EN IL TRIONFO
DEL TEMPO E DEL DISINGANNO
DE BENEDETTO PAMPHILIJ
Y GEORG FRIEDRICH HANDEL
VOGLIO TEMPO. EMBLEMATIC REFLECTIONS IN IL TRIONFO DEL TEMPO
E DEL DISINGANNO BY BENEDETTO PAMPHILIJ AND GEORG FRIEDRICH
HANDEL

Lucía Díaz Marroquín


Universidad Complutense de Madrid

ABSTRACT: Allegorical and emblematic images do not appear exclusively in visual li-
terature: Genres such as the Italian or the Italian-inspired Counter-Reformation oratorios,
cantatas and sacred or moral operas often contain images quite similar in form and function
to those published in the Seventeenth and early Eighteenth-century European collections
of emblems. This article analyses some of these parallelisms in the particular case of Il trionfo
del Tempo e del Disinganno (c. 1707), by the librettist and patron of the arts Cardinal Bene-
detto Pamphilj and the composer Georg Friedrich Handel.

KEYWORDS: Emblem, Opera, Oratorio, Academy, Discourse, Allegory, Rhetoric, Aural,


Visual, Pamphilj, Handel, Time, Affects, Passions.

RESUMEN: Las imágenes alegóricas o emblemáticas no resultan exclusivas de la litera-


tura visual: géneros como el oratorio, la cantata y la ópera moral o sacra contrarreformista
italiana o de inspiración italiana contienen a menudo imágenes muy similares en su forma
y función a las que aparecen publicadas en las colecciones europeas de emblemas en los
siglos XVII y XVIII. Este artículo analiza algunos de estos paralelismos en el caso de la obra
Il trionfo del Tempo e del Disinganno (c. 1707), compuesta por Georg Friedrich Handel a partir
de un libretto del poeta y mecenas Cardenal Benedetto Pamphilj.

PALABRAS CLAVES: Emblema, ópera, oratorio, accademia, discurso, alegoría, retórica, au-
ditivo, visual, Pamphilj, Handel, tiempo, afectos, pasiones.

Fecha de recepción: 21-7-2013 / Fecha de aceptación: 16-11-2013

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Lucía Díaz Marroquín

La literatura emblemática de los siglos de la Roma barroca. Aunque su actividad


XVII y XVIII suele responder a unos presu- como coleccionista y promotor de las artes
puestos formales básicos que consisten en resulta más relevante que ninguna otra de
el clásico motto o inscriptio, acompañando a sus facetas, como autor literario compuso
una pictura que ve amplificado su sentido varios libretti dramático-musicales que pu-
gracias a un epigramma o subscriptio. Tenien- sieron en música compositores como Ales-
do en cuenta el éxito de este modelo en el sandro Scarlatti y Georg Friedrich Handel.
terreno de la literatura visual, en ocasio- Fue, además, académico de la prestigiosa
nes no resulta fácil reparar en la presencia Accademia dell’Arcadia, con el nombre ar-
de imágenes o motivos emblemáticos que, cádico de Fenicio Larisseo (Weller, 1862).
esencial o circunstancialmente, puedan no Como sistema coetáneo y paralelo al desa-
contar con un referente visual. Éste sería el rrollo de la Universidad italiana, el intrin-
caso, sin embargo, del género y la obra que cado sistema de las accademiae que pueblan,
analiza este artículo: el drama musical en la primero, la Italia humanista y, enseguida,
Roma del cambio del Seicento al Settecento y, también la barroca resulta ser una represen-
de forma particular, el oratorio Il trionfo del tación muy gráfica del nivel de complejidad
Tempo e del Disinganno, estrenado en 1707. que había alcanzado el humanismo en las
Se trata de una obra excepcionalmente últimas décadas del Seicento y primeras del
simbólica y muy deudora del ambiente es- Settecento. Frente a la jerarquía característica
tético y del momento en el que surge, en de la Universidad, las academias presentan
plena prohibición temporal de los espec- la singularidad de constituirse como espa-
táculos operísticos en la Ciudad Santa por cio para la creación artística, así como la de
decreto papal. Esta prohibición dio lugar a reunir a miembros de ambos sexos. A pesar
una sustitución de la representación de epi- de que entra dentro de lo convencional el
sodios profanos sobre escenarios operísticos que sus estatutos promuevan la necesidad
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mediante la traducción de elementos dramá- de dejar a un lado tratamientos y conven-


ticos e imágenes a lo humano por otras a lo ciones sociales para centrarse en el estudio
divino. La demanda por parte del público del o en el disfrute de los textos y de las artes,
nivel de dinamismo dramático propio de la las listas de sus miembros proporcionan
ópera y el hecho de que tanto los autores una idea muy clara de hasta qué punto en
de libretti como los compositores musicales la mayoría de ellas tenía lugar una celebra-
participaran indistintamente en uno y otro ción del mismo orden social que pretendían
género dio lugar, de hecho, a que, en oca- despreciar. Sin embargo, es de la soñada
siones, esta traducción del género profano subversión estética de las categorías socia-
operístico a su contrafactum sacro, el orato- les a la que suelen aludir sus estatutos de
rio, resultara prácticamente imperceptible. donde surgen el calor y la creatividad que
Il trionfo del Tempo e del Disinganno es fruto darán lugar al nacimiento de tantas obras
de la colaboración entre un autor literario y relevantes para la estética y la historia de la
otro musical que se encuentran entre los más identidad artística europea.
geniales entre los que han ido configurando A la misma Accademia dell’Arcadia de
el discurso artístico europeo en los últimos la que formó parte Benedetto Pamphilij
cinco siglos: el italiano Benedetto Pamphilj y pertenecieron también príncipes políticos y
el germano de origen –aunque expatriado de eclesiásticos, autores y diletantes literarios
vocación– Georg Friedrich Handel. de la categoría de Pietro Metastasio (con el
Benedetto Pamphilij (Roma 1653-Roma nombre de Artino Corasio) (Weller, 1862),
1730), investido cardenal por el papa Ino- Apostolo Zeno (Emaro Simbolio) (Weller,
cencio XI, fue uno de los grandes mecenas 1862) o el mismo Alessandro Scarlatti,

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quien también pondría en música otros li- sonajes operísticos. La protagonista de los
bretos de Pamphilij (Terpandro Azeriano) libretos de Pamphilij suele ser una mujer,
(Weller, 1862). Todos ellos, de acuerdo con Maddalena, en el caso de las obras de Scar-
los principios de la Accademia, se mostra- latti, y el personaje alegórico de la Bellezza,
ban dispuestos a «romper guerra alle gonfiezze en el libretto puesto en música por Handel,
del secolo, e ritornare la poesia italiana per mez- a pesar de que el título moralizante de este
zo della pastorale alle pure e belle sue forme», último ni siquiera la menciona. Será la tra-
convencidos de la necesidad de desprender- yectoria de esta mujer la que dé lugar a la
se de todos los aditamentos y de la artifi- peripecia dramática en los dos casos, des-
ciosidad que habían llegado a caracterizar el de el pleno disfrute de su presencia en el
discurso literario barroco italiano. mundo, de su juventud y su belleza, hasta
Como patrón de las artes, el cardenal el arrepentimiento, su confesión de una su-
mecenas promovió la construcción de la puesta culpa o pecado y el reconocimiento
capilla Doria Pamphilij y la decoración del de una «nueva vida» apartada del disfrute
interior de la galería, para la que configu- de los placeres materiales. El tema no po-
ró, además, una gran colección de pintura dría encontrarse más cerca de la literatura
flamenca. Su habilidad como coleccionis- moralizante de los siglos XVII y XVIII, in-
ta se extendió a la bibliofilia. Así, en 1704 cluidas las colecciones de emblemas, en las
fue nombrado bibliotecario de la Biblioteca que el tópico del tempus fugit y sus múltiples
Apostólica Vaticana y archivista del Archi- variantes son algunos de los motivos que
vio Segreto Vaticano. más éxito alcanzan [fig. 1].
Aparte de poseer la sensibilidad innata Si el cardenal Benedetto Pamphilij es
de los verdaderos artistas, la faceta de au- el prototipo de hombre que permanece en
tor de Benedetto Pamphilij se explica mejor el centro de su perímetro aristocrático –el
teniendo en cuenta la extraordinariamen-
te amplia cantidad de obras artísticas que
poseyó o con las que estuvo en contacto.
Sus libretos, convertidos en cantatas u ora-
torios por algunos de los compositores más
relevantes de su tiempo, muestran una ca-
pacidad de penetración en el, a menudo,
confuso territorio de las pasiones humanas
que los convierte en un repertorio con per-
sonalidad y autonomía propias. Entre estos
libretos destacan varios retratos femeninos
sobre el tema de la conversión de María
Magdalena puestos en música por Alessan-
dro Scarlatti, además de otro, más comple-
jo, para el que Georg Friedrich Handel com-
pondría la partitura de Il trionfo del Tempo e
del Disinganno. En los años de la prohibición
papal de la ópera, la representación de ora-
torios y cantatas llegó a sustituir a aquéllas
sobre escenarios habilitados en capillas o
palacios, proponiendo mitos y protagonis-
tas de origen bíblico o alegórico que servían Fig. 1. Otto Vaenius. «Volat irrevocabile tempus». Horatii
como contrafacta a lo divino para los per- Flacci emblemata. 1612

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de la Roma barroca y contrarreformista–, pectáculos operísticos en esos años hizo que


con su doble vida académica y eclesiásti- el compositor tuviera que prescindir de los
ca pero siempre palaciega, el compositor alicientes de la escena dramático-musical
Georg Friedrich Handel (Halle 1685- Lon- italiana. Sin embargo y como contrapunto,
dres, 1759) personifica, en muchos aspec- el género del oratorio barroco, alentado por
tos, el prototipo opuesto. El germano es el el ambiente contrarreformista y amable de
expatriado intelectual en permanente viaje la Congregazzione dell’Oratorio de San Fe-
creativo hacia el foco cultural-hegemónico lipe Neri en el que surgieron las primeras
de su tiempo: la Roma que sigue irradiando obras de este tipo, iba a proporcionarle un
hacia el resto de Europa los logros más aca- campo de experimentación con la interpre-
bados en todas las ramas del conocimiento, tación vocal de las pasiones humanas en el
desde las artes visuales hasta la literatura o que lo acompañaría el cardenal poeta Pam-
la música. El encuentro entre Pamphilij y philij. Es en este ambiente estético en el que
Handel, a pesar de la diferencia de más de desarrolla su juego dramático el cuarteto de
veinte años que los separaba, parece haber personajes que forman las numerosas imá-
sido el de dos espíritus afines, a juzgar por genes emblemáticas que contiene Il trionfo
su intercambio intelectual, por la calidad del Tempo.
de las obras en las que colaboraron y por
el detalle anecdótico de los cumplidos entre La Bellezza (Soprano)
lo convencional y lo risueño al talento del Il Piacere (Soprano)
joven compositor germano que el cardenal Il Disinganno (Contralto)
desliza en sus libretos.1 Tras iniciar su for- Il Tempo (Tenor)
mación musical en contra de los deseos de
su familia en Halle, Handel había entrado Como resulta frecuente en obras dra-
en contacto con los Medici italianos, quie- mático-musicales proyectadas en función
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nes, en 1706, lo invitaron a Florencia. Tras de una ocasión y público determinados


pasar algún tiempo en esta ciudad, decidió pero que, al alcanzar el éxito, vuelven a
dirigirse a Roma, donde entraría en con- ser representadas en circunstancias y ante
tacto con los que iban a convertirse en sus auditorios diferentes, existen varias versio-
más sólidos mentores: los cardenales Pietro nes con diferentes números de catálogo: la
Ottoboni, académico arcádico bajo el nom- obra originalmente representada en 1707
bre de Crateo Ericinio (Weller, 1862), Carlo es la catalogada como HWV 46a, y aparece
Colonna y el mismo Benedetto Pamphilij. organizada en dos actos, siguiendo así la
De forma particularmente determinante convención italiana contemporánea para el
para el desarrollo de su carrera, se encontra- género del oratorio. En 1737 y ya en Lon-
ría también con el primer príncipe de Cer- dres, Handel revisó y amplió la obra, dando
veteri, Francesco Maria Marescotti Ruspoli, lugar a una segunda versión, habitualmen-
su mecenas más decidido y miembro, igual- te conocida como Il trionfo del Tempo e della
mente, de la Accademia dell’Arcadia bajo el Verità o HWV 46b. Esta segunda versión en
nombre de Olinto Arsenio (Weller, 1862), a italiano, preparada para ser representada
quien dedicaría Il trionfo del Tempo e del Disin- ante el público anglosajón en el teatro del
ganno. La prohibición provisional de los es- Covent Garden, adoptaba una división en

1. El tono del intercambio se aprecia en la correspondencia que establecen y que comenta H. J. Marx (1983: 107-
118).
2. Carolyn Gianturco (1994) comenta las implicaciones formales de la división en dos o tres actos para los ora-
torios compuestos en la Roma de las primeras décadas del siglo XVII.

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tres actos y, por lo tanto, también un aspec- tal y como este personaje revela («Tu giurasti
to más cercano al de la ópera.2 De 1757 data di mai non lasciarmi…»), la Belleza es asedia-
la última de las versiones, que es también da por el Desengaño y por el Tiempo, quienes
el último oratorio en todo el catálogo de le recuerdan la fugacidad de las lealtades
G. F. Handel: se trata de una revisión de la terrenales de un modo muy cercano a las
música, adaptada a una traducción aproxi- imágenes contemporáneas de jóvenes aco-
mada del libreto al inglés de Thomas Morell sadas por figuras alegóricas representando a
quien, además, escribió el texto para cinco la muerte y a la decadencia, frecuentes en
nuevas arias y para once nuevos coros, ade- colecciones de emblemas morales como el
cuando así el original italiano al gusto britá- Cardiomorphoseos de Francesco Pona [figs. 2
nico. Esta última versión lleva el número de y 3].
catálogo HWV 71. El primer acto del oratorio comienza con
El argumento es más alegórico y estático un aria en la que el personaje de la Bellezza
que dinámico. Como tantas veces en el te- manifiesta ya toda una declaración de in-
rreno del oratorio, el interés de la peripecia tenciones. Es consciente de los efectos que
dramática no procede tanto del movimiento tendrá para ella el paso del tiempo y pre-
y la sucesión de encuentros o efectos escé- tende cambiar de vida antes de que éstos
nicos como de la tensión que se establece se manifiesten, pero todavía cree disponer
entre los personajes y que reflejan los nú- de tiempo:
meros musicales. Tras jurar lealtad al Placer,

Fig. 2. Francesco Pona, SJ. «Clavus clavo». Cardiomorpho- Fig. 3. Francesco Pona, SJ. «Vulnus et Medela». Cardio-
seos, sive ex corde desumpta emblemata sacra. Verona, 1645. morphoseos, sive ex corde desumpta emblemata sacra. Vero-
na, 1645.

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Fido specchio, in te vagheggio bía obtenido éxito. Éste es el caso del aria
lo splendor degli anni miei «Lascia la spina, cogli la rosa», que aparece
pur, un dì, mi cangerò. por primera vez en esta obra en forma vo-
Tu sarai sempre qual sei; cal, adaptada a partir de la sarabanda ins-
io, qual sono e in te mi veggio, trumental que el mismo Handel había com-
sempre bella, non sarò. puesto en 1704 para su ópera Almira (HWV
1). La misma melodía aparecería de nuevo,
Los requisitos dramáticos que plantea el sobre el texto «Lascia ch’io pianga mia cruda
aria son mínimos: apenas un accesorio ex- sorte», en su ópera Rinaldo, compuesta sólo
terno, un espejo, tan simbólico del carácter dos años más tarde sobre un libreto basado
evanescente de los afectos humanos en for- en la Gerusalemme liberata de Torquato Tasso
ma dramático-musical como en forma de y que, tras su estreno en el Haymarket Thea-
pictura emblemática, tal y como propone la tre de Londres, pasaría a la historia como la
tradición simbólica europea desde la Edad primera ópera en italiano compuesta especí-
Media y tal y como reflejan, ya un siglo an- ficamente para un teatro londinense. Quizá
tes del estreno del oratorio, colecciones de esta segunda versión vocal haya pasado a la
emblemas como los Amorum emblemata de historia con más fortuna, pero es la primera,
Otto Vaenius [fig. 4]. el «Lascia la spina» de Il trionfo del Tempo…
la que posee más valor emblemático, repro-
duciendo otra de las imágenes más caracte-
rísticas de la literatura moral [figs. 5 y 6], en
la que, dependiendo del sentido positivo o
negativo que proporcione al emblema el epi-
gramma, se recomienda o se proscribe tomar
la rosa evitando el dolor de las espinas:
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Lascia la spina
cogli la rosa;
tu vai cercando
il tuo dolor.
Canuta brina
per mano ascosa,
giungerà quando
Fig. 4. Otto Vaenius.
«Amans secundus tempus», Amorum emblemata, 1608.
nol crede il cor.

Il trionfo del Tempo e del Disinganno es el El motivo del corazón como sinónimo
primer oratorio en la larga carrera del joven tanto del alma como de la voluntad terre-
Handel, quien, en el momento del estreno nal es, igualmente, un tema recurrente en
de la obra, contaba sólo con veintitrés años. la literatura moral y, por extensión, en las
A pesar de contar con una inspiración me- compilaciones de emblemas. El aria en que
lódica prácticamente inagotable, tal y como la Bellezza asegura que quisiera contar con
demostraría en los años siguientes, el com- dos corazones, uno para seguir el camino
positor de Halle recurrió ocasionalmente, virtuoso del arrepentimiento y la penitencia
como era habitual en los siglos XVII y XVIII, y el otro para entregarlo al placer, es un cla-
a la práctica de utilizar una misma melodía ro ejemplo de cómo el discurso dramático-
o tema para más de una composición, es- musical contrarreformista logra construir
pecialmente cuando la primera versión ha- auténticos emblemas sin pictura:

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Fig. 6. Daniel de la Feuille. «Un amour prenant un cœur


au milieu des épines. Gaudium post luctum», Devises et em-
blemes. Amsterdam, 1691.

luchar contra los ataques de vicios o pecados


Fig. 5. Anónimo. «Armat spina rosas, mella tegunt apes». mientras que, en el de las colecciones a lo
Emblemata amatoria, 1690. humano, figura como símbolo del corazón
del amante desorientado. Así lo expresa el
Io vorrei due cori in seno personaje del Tempo en el oratorio...
Un per darlo al pentimento
Al piacer l’altro darei. È ben folle quel nocchier
Che non vuol cangiar sentier
Siguiendo la herencia fisionómica hu- E conosce il vento infido.
manista y la tradición médica tanto hipocrá- Navicella, benchè adorna
tica como galénica, el corazón es la imagen Torna, torna.
anatómica que sirve a los autores del siglo Finchè hai tempo torna al lido.
XVII para representar toda clase de desequi-
librios relacionados con la fe o con los afec- ... y así reproducen la misma imagen los
tos humanos. No es, sin embargo, la única: Niederduytsche poemata de Daniel Hensyus
familiarizado como estaba con el repertorio [fig. 7].
simbólico tanto italiano como flamenco, los El recurso de Benedetto Pamphilij a
dos muy abundantes tanto en sus coleccio- imágenes características de la literatura mo-
nes pictóricas como en sus ricas bibliote- ral y, en su versión pictórica, de la litera-
cas, Benedetto Pamphilj no podía ignorar tura emblemática contrarreformista resulta
el sentido metafórico que poseía la imagen constante a lo largo de todo el libreto de
de la nave atrapada en la tempestad. En el este oratorio, tanto en su versión original
caso de los emblemas morales, esta imagen de 1707 (HWV 46a) como en la ampliada
aparece como trasunto del alma perdida y de 1737 (HWV 46b) y en la inglesa de 1757
de la falta de fuerzas o de dirección para (HWV 71). Este recurso, que podría pare-
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resulta significativa, contribuyendo a con-


vertir a éstas en una parte relevante de la
pictura emblemática. El hecho de que las
dramatis personae sean cuatro y que, de ellas,
al menos de acuerdo con la convención
italiana contemporánea en términos de gé-
nero, sólo una, la Bellezza, parezca inequí-
vocamente asimilable a una tessitura vocal
femenina3 permitiría que el resto de los
personajes que componen el cuarteto asu-
mieran una de las otras tres posibilidades
entre las cuatro que componen la polifonía
Fig. 7. Daniel Hensyus. «Ambacht van Cupido», Nie- desde los tiempos del contrapunto imitativo
derduytsche poemata, Amsterdam: Willem Janssen, 1616. de tradición franco-flamenca: soprano, alto,
tenor y bajo. En lugar de optar por esta dis-
cer explicable en el caso de otros autores tribución convencional, que hubiera traído
de libretti y académicos italianos contempo- consigo, además, la posibilidad de distribuir
ráneos del cardenal, implica, en el caso de a los personajes en escena (aunque fuera en
Pamphilij, un nivel suplementario de co- la escena virtual del oratorio) según la opo-
nocimiento de los temas utilizados por los sición tradicional de las voces agudas mas-
pintores y grabadores de los Países Bajos, ya culina y femenina (tenor y soprano) frente
que era conocido su gusto por los temas y a las voces graves (alto y bajo o barítono),
artistas neerlandeses. Handel, por su parte, Handel opta por una atribución de los pa-
tras pasar algunos meses rodeado del len- peles poco corriente: a la Bellezza le corres-
guaje musical italiano, demuestra haber ponde una tesitura de soprano, pero su
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adquirido ya en el momento de la compo- coadyuvante escénico, el Piacere, presenta,


sición de este oratorio un conocimiento de por extensión vocal, otra voz de soprano; el
este género de apenas un siglo de historia Disinganno de la versión de 1707 es una voz
que le permite expresarse en él con natu- de contralto, mientras que el personaje del
ralidad. Y lo hace sobrepasando el nivel del Tempo está escrito para ser interpretado por
simple uso de las convenciones retóricas ca- un tenor, que es el que aporta homogenei-
racterísticas del repertorio dramático-musi- dad sonora al cuarteto mediante su tesitura
cal italiano para, haciéndolas propias, crear masculina.
recursos tanto vocales como instrumentales La categoría vocal de tenor, que suelen
de gran originalidad y capacidad de suge- emplear los compositores cuando preten-
rencia. den reflejar las mejores cualidades viriles,
Ya la simple asignación de los persona- las que reflejan los más altos logros poéti-
jes a determinadas tesituras o tipos vocales cos y retóricos en el terreno moral, aban-

3. Es conocida la prohibición papal (a menudo infringida) de que fueran mujeres las que interpretaran los per-
sonajes femeninos en los Estados Pontificios, lo que no impide ni impidió nunca al público reconocer la condición
femenina o masculina de los personajes representados en el drama musical, incluso en los casos en los que tenían
lugar cambios de género en escena mediante la introducción del disfraz y del recurso escénico de la anagnórisis.
En ocasiones, un mismo personaje podía ser representado por una mujer en una función y por un castrato en la
siguiente. No es así el hecho cantar en tesitura de soprano lo que confiere el género femenino a un determinado
personaje, sino el conjunto de su caracterización dramática. En el caso de este oratorio, por ejemplo, mientras
que la Bellezza presenta un aspecto inequívocamente femenino, el género del Piacere (otra voz de soprano) resulta
mucho más ambiguo.

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dona este cometido en el caso particular de características de los dos personajes consi-
este oratorio para suplantar el papel tradi- derados como moralmente aceptables den-
cional de la voz masculina más grave, la de tro del reparto –el Disinganno y el Tempo–
bajo, que suele tener la función de evocar cobra todo el sentido que el coadyuvante de
el pesimismo, la protección paternal o la la protagonista en su camino a la perdición,
melancolía saturnal. Llevando al extremo el Piacere, posea una voz igualmente aguda
la asimilación de la ética a la estética en la y, por lo tanto, enajenada de toda gravitas
distribución de las tesituras, puede com- virtuosa.
prenderse que la voz ejemplar desde el pun- Por último, el hecho de que el cuarteto
to de vista de la retórica viril, la del tenor, presente un desequilibrio claro en favor de
se asimile en este caso de forma inusual a las tessiture y los timbres femeninos llega a
la estética manierista de lo terrible, de la convertirse en un elemento más de la pic-
amenaza de un castigo entendido como ne- tura moral, ya que el efecto inmediato es
cesario para el logro de la perfección moral, que la voz del único personaje de género
que encarnan habitualmente personajes de claramente masculino dentro del oratorio
bajo ya desde el Seneca L’incoronazione di adquiera credibilidad al evocar las imágenes
Poppea de Busenello y Monteverdi, aunque más tenebrosas. En este aspecto y a pesar
sea en contextos operísticos más cercanos de la pertenencia del autor del libreto a los
a la celebración de lo humano que el ora- círculos renovadores arcádicos, el oratorio
torio. no podría resultar más manierista: la insis-
La peripecia que narra Il trionfo del Tem- tencia del Tempo a lo largo de todo el primer
po e del Disinganno es definitivamente feme- acto tiene como propósito acelerar la acción
nina. El punto de vista que identifica a la dramática y apresurar a la Bellezza para que
mujer hermosa y llena de vida con la pe- tome finalmente la decisión de abando-
cadora irredenta resulta claramente misó- nar al Piacere. El aria del Tempo «Urne voi»
gino desde un punto de vista actual, pero cuenta así con todos los elementos necesa-
cuando lo que se analizan son discursos rios para aterrorizar tanto a la joven alegó-
poéticos surgidos en los años de Pamphilij y rica como al público asistente, presentando
Handel, hay que dejarlo provisionalmente la conmovedora pictura de las urnas abiertas
a un lado para continuar apreciando ideas que muestran los despojos del tiempo, ca-
o productos artísticos que puedan seguir rentes ya de toda luz:
resultando válidos. En este contexto, los
parlamentos de la Bellezza no tendrían sen- Urne voi, che raggiungete tante belle
tido si no fueran emitidos por una voz más Apritevi, mostratemi
aguda y más proclive a la fugacidad de las se di quelle qualche luce in voi restò.
agilidades y coloraturas que las del resto de Ma chiudetevi!, Chiudetevi!
los personajes que participan en el oratorio. Sono larve di dolore,
La suya es la ligereza de la juventud y del sono scheletri di orrore
pecado, opuesta a la gravitas virtuosa que es che il mio dente abbandonò.
el ideal del oratorio. Lo agudo de la tesitu-
ra y la capacidad para fascinar al auditorio En el terreno instrumental, los gru-
mediante la articulación de affetti retóricos pos de semicorcheas al unísono para toda
sólo puede resultar, en este mismo contexto la cuerda enfatizan en forma de ostinato el
ético y poético, un síntoma de enajenación. sentido del texto (Pamphilij y Handel, 1865:
Si el objetivo de la representación del ora- 18) [fig. 8].
torio consiste en atraer a la Bellezza hasta un
punto de reflexión y gravitas que sí resultan

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Fig. 8 Aria del Tempo «Urne voi».


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Il trionfo del Tempo e del Disinganno cum- FUENTES


ple así, especialmente en sus primeras ver-
siones en italiano, las más fieles al libreto
original del cardenal Benedetto Pamphilj, Anónimo [1690]. Emblemata amatoria.
con todas las funciones características de De la Feuille, D. [1691]. Devises et emblemes,
una colección de emblemas como si se tra- Amsterdam.
tara de auténticas picturae sonoras, aunque, Hensyus, D. [1616]. Niederduytsche poemata.
en este caso, sean las arias y números de Amsterdam, Willem Janssen, 1616.
conjunto los que expliquen el sentido de Pona, F., S.I. [1645]. Cardiomorphoseos, sive
los textos alegóricos compuestos por el aca- ex corde desumpta emblemata sacra, Verona.
démico y mecenas italiano. Por su calidad Pamphilij, B. y Handel, G.F. [1865]. Il trionfo
como libretista y aunque suelan apreciarse del tempo e del disinganno, Leipzig, Deuts-
antes sus facetas de coleccionista y bibliófilo che Händelgesellschaft.
que la de poeta, merece plenamente ser re- Pamphilij, B. y Handel, G.F. [1998]. Il trion-
conocido también bajo este título. fo del tempo e del disinganno, Turín, Teatro
Regio.
Vaenius, O. (Otto van Veen) [1608]. Amo-
rum emblemata, H. Verdussen.

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Voglio tempo

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