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tv/2011/10/el-nuevo-cdigo-minero-de-bolivia-elimina-la-concesin-y-la-reemplaza-por-contratos/
Dice que el aún proyecto, más que un conjunto de normas y reglas del juego que
regulen los derechos de los sujetos mineros, "termina siendo un régimen de uso y
aprovechamiento estatal de los recursos mineros".
El cambio fundamental radica en que luego de ratificar que la propiedad de los recursos
naturales existentes en el suelo y subsuelo son de "dominio directo, indivisible e
imprescriptible del pueblo boliviano; su administración corresponde al Estado en
función del interés colectivo", elimina la institución centenaria de la concesión minera y
la reemplaza por el contrato minero y las licencias.
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A este efecto clasifica el territorio nacional en tres áreas: Reserva Fiscal, Área Minera
de Aprovechamiento Estatal (Amaes) y Área Minera de Aprovechamiento por
Particulares (AMAP).
Por tanto, el principio que rige el uso y aprovechamiento de los recursos minerales es
que el Estado tiene el derecho de uso y aprovechamiento de los recursos minerales, a
través de empresas estatales o mixtas; y otorga derechos de uso y aprovechamiento a
particulares a través de contratos y licencias.
El desarrollo tecnológico.
Estos objetivos son indiscutibles; sin embargo, existen dudas de que se puedan alcanzar
mediante un control centralizado y rígido por parte del Estado, en una base productiva
caracterizada por su heterogeneidad estructural, tamaño y capacidad de gestión y
considerando las enormes deficiencias y falencias que el Estado muestra en cuanto al
conocimiento del inventario de los recursos mineros, la escasez de capital humano,
ausencia de infraestructura de información, medios técnicos y limitaciones a nivel del
gasto público necesarios para el seguimiento y supervisión de los contratos, añade.
La Patria, Oruro