Sociedad Iberoamericana

de Información Científica

Uso Combinado o Alternante del Paracetamol

y el Ibuprofeno en Pediatría
Resumen objetivo elaborado
por el Comité de Redacción Científica de SIIC sobre la base del artículo
Combined and Alternating Paracetamol and Ibuprofen Therapy for Febrile Children
de
Wong T, Stang A, Johnson D y colaboradores
integrantes de
University of Calgary, Calgary, Canadá
El artículo original, fue editado por
Cochrane Biblioteca Virtual em Saúde
(Cochrane BVS) 2014

La fiebre es un síntoma frecuente en la infancia. En busca de mejores respuestas

terapéuticas, los autores evaluaron la combinación del paracetamol y el ibuprofeno,
o su alternancia en tratamientos consecutivos, en comparación con la monoterapia.

Introducción y metodología o volvieron a presentar hipertermia (RR 0.08; IC 95%: 0.02

En la actualidad es frecuente que los profesionales que asis-
ten a los niños recomienden esquemas de tratamiento contra
la fiebre que combinan la administración del paracetamol y el
ibuprofeno, o los indican en dosis alternas. Sin embargo, no
hay aún suficiente información para establecer si la combina-
ción o la alternancia de esos fármacos es superior a su utiliza-
ción individual, y se desconoce el perfil de efectos adversos
atribuibles a los esquemas combinados.
El objetivo de los autores fue evaluar los efectos terapéuticos
y secundarios de la administración combinada o alternada de
paracetamol e ibuprofeno, en comparación con la monotera-
pia para tratar la fiebre en los niños.
En la revisión se incluyeron estudios controlados y aleatoriza-
dos realizados en niños febriles en los que se comparaban los
esquemas de tratamiento con ibuprofeno o paracetamol, com-
binados o administrados alternativamente con la monoterapia.
Para la recopilación y el análisis de los datos, un revisor y
2 asistentes realizaron las búsquedas y aplicaron los criterios
de inclusión en forma independiente. Dos autores evaluaron
el riesgo de sesgo y calificaron las investigaciones, también de
manera independiente. Se realizaron análisis separados para
los diversos grupos de comparación: tratamiento combinado
y monoterapia, tratamiento alternante y monoterapia, y tra-
tamiento combinado en comparación con tratamiento alter-
nante.
Resultados
En el análisis se incluyeron 6 estudios con un total de 915
participantes. Al comparar los resultados obtenidos en los
niños febriles que recibieron un solo antipirético o la combi-
nación de paracetamol e ibuprofeno, se observó que con el
tratamiento combinado se obtuvo una temperatura promedio
inferior una hora después de su administración (DM -0.27 °C;
IC 95%: -0.45 a -0.08), según 2 investigaciones con 163 parti-
cipantes, con pruebas de calidad moderada. Excluida la admi-
nistración de otros antipiréticos, con el tratamiento combinado
se obtuvieron temperaturas medias inferiores en evaluaciones
realizadas a las 4 horas de su indicación (DM -0.70°C; IC 95%:
-1.05 a -0.35). Esos resultados se encontraron a partir del aná-
lisis de 2 estudios con 196 participantes, con calidad de la evi-
dencia moderada. En las 4 horas posteriores al tratamiento,
fue menor la cantidad de niños que permanecieron febriles
a 0.42) según 2 investigaciones con 196 participantes, cuyas
pruebas se consideraron de calidad moderada.
Sólo en un estudio se evaluó el malestar del niño, con varia-
bles relacionadas con la fiebre asociada a otros síntomas, a las
24 y a las 48 horas, pero no se encontró una diferencia signi-
ficativa entre los esquemas de tratamiento (156 participantes).
La calidad de esa evidencia no se calificó.
En la práctica, es frecuente recomendar a los padres y cuida-
dores que inicialmente administren al niño un fármaco único
(paracetamol o ibuprofeno) y, si la fiebre no se resuelve o
se repite, agreguen una dosis del medicamento alternativo.
Con la utilización de ese esquema se observó una tempera-
tura media inferior una hora después de la segunda dosis
(DM -0.60°C; IC 95%: -0.94 a -0.26). Esos hallazgos se obtu-
vieron a partir de 2 estudios con 78 participantes, cuya calidad
se consideró baja. En ese caso también se encontró que un
número menor de niños permanecieron febriles o volvieron a
presentar hipertermia hasta 3 horas después (RR 0.25; IC 95%:
0.11 a 0.55) según 2 investigaciones con 109 participantes, con
baja calidad de la evidencia.
En un estudio en el que se evaluó el malestar del niño según
el promedio de puntos de dolor a las 24, 48 y 72 horas, los
puntajes fueron menores con la alternancia del tratamiento, en
general, con un menor número de dosis de antipirético (480
participantes, pruebas de baja calidad).
Un ensayo pequeño que comparó el tratamiento alternante
con el combinado no halló diferencias significativas en la tem-
peratura media o en el número de niños febriles en los contro-
les posteriores en 1, 4 o 6 horas (40 participantes, pruebas de
calidad muy baja).
En los estudios analizados no se encontraron efectos adver-
sos graves atribuibles directamente a los medicamentos utili-
zados.
Discusión
Si bien uno de los objetivos principales de la presente revi-
sión fue evaluar los resultados en función de los síntomas de
malestar infantil como motivo primario para la administración
de antipiréticos, en muy pocos estudios se encontraron datos,
por lo que los investigadores no pudieron establecer conclu-
siones confiables sobre ese tema. Las variables no pudieron
definirse con claridad ni aun a partir de manifestaciones indi-
rectas. Por ejemplo, la cantidad de antipiréticos administrados
a los niños podría resultar más un indicador del estrés de los
cuidadores que del malestar infantil debido a la hipertermia.
Para evaluar los efectos de los antipiréticos sobre la tem-
peratura, se incluyeron estudios con niños de 6 meses a 14
años, presumiblemente con enfermedades virales o bacteria-
nas. Los estudios se realizaron con poblaciones de ingresos
medios a altos, en países europeos, en Cercano Oriente o en
los Estados Unidos. Dada esa diversidad, los resultados no de-
berían extrapolarse a otras zonas, como las tropicales, donde
probablemente las causas más frecuentes de hipertermia sean
diferentes.
Se encontraron grandes diferencias en la dosificación de los
fármacos, los esquemas de administración, y la frecuencia y el
tipo de evaluaciones. Como en cada comparación el número
de investigaciones fue pequeño, no se pudo establecer el im-
pacto de las variaciones.
También se observaron numerosas diferencias en la edad,
la etiología, la gravedad y las comorbilidades que presentaron
los niños, lo cual debió influir en la efectividad de las interven-
ciones. En 2 estudios se incluyeron únicamente niños meno-
res de 5 años, y sólo en un estudio se intentó diferenciar las
infecciones virales de las bacterianas. Otras 2 investigaciones
incluyeron niños internados.
Las temperaturas mayores podrían haber estado relaciona-
das con la mayor gravedad de las enfermedades, dato que no
se encontró en los estudios analizados. En la mayor parte de
las investigaciones se excluyó a los niños que presentaban co-
morbilidades.
En el análisis de las temperaturas promedio, algunas de las
diferencias más importantes fueron estadísticamente significa-
tivas, resultado sin influencia clínica cuando en ambos grupos
de tratamiento las temperaturas promedio incluyeron el rango
de ausencia de hipertermia.
Entre los problemas relacionados con la seguridad, se con-
sideró el hecho de que los cuidadores del niño administraran
dosis inadecuadas o confundieran el tratamiento combinado
con el de alternancia. Además, los resultados podrían ser dis-
tintos si los fármacos fueron administrados por los cuidadores
o con la supervisión de profesionales en un centro asistencial.
En las guías actuales de tratamiento para los niños febriles se
recomienda la monoterapia para evitar los posibles efectos ad-
versos relacionados con la polifarmacia. En esta investigación
no se encontró ningún efecto adverso grave a corto plazo al
comparar el tratamiento antifebril alternante o combinado con
la monoterapia. Sin embargo, los autores señalaron que los
estudios no fueron lo suficientemente grandes ni prolongados
como para detectar diferencias importantes entre los grupos
de tratamiento.
Los autores también describieron los criterios utilizados para
evaluar la calidad de las investigaciones científicas analizadas,
además de detallar los acuerdos y controversias entre los resul-
tados de esta revisión y otros estudios y revisiones.
Conclusiones
Algunas evidencias científicas han probado que tanto el tra-
tamiento antipirético combinado como la alternancia del para-
cetamol y el ibuprofeno serían más eficaces en la reducción de
las temperaturas que cada uno de los fármacos por separado.
Sin embargo, los estudios en relación con los efectos sobre el
bienestar de los niños no han mostrado resultados concluyen-
tes.
Hasta el presente no hay suficientes pruebas para definir con
qué tratamiento, combinado o alterno, se obtendrían los mejo-
res beneficios terapéuticos.
En las investigaciones futuras se necesitaría evaluar el grado
de malestar del niño utilizando herramientas estandarizadas, y
profundizar el estudio de la seguridad de ambos esquemas de
tratamiento.
El objetivo de los autores fue evaluar los efectos terapéuticos
y secundarios de la administración combinada de paracetamol
e ibuprofeno, o alternándolos en tratamientos consecutivos, en
comparación con la monoterapia para tratar la fiebre en los niños.
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