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En el capitalismo, los individuos, y las empresas usualmente representadas por los mismos,
llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente,
dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos.2 El intercambio de
los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del trabajo se
desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio.3
La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a
una dinámica basada en un sistema de precios para los bienes y servicios.4 A su vez, los precios
se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción entre una oferta y
una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores,5 y estos a su vez son
necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio de
mercancías.6
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada en
una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción,
caracteres propios de aquel sistema económico.15 En el orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios del feudalismo y
otros órdenes pre-modernos.16 Se distingue de este y otras formas sociales por la posibilidad de
movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica,17 y por una
distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes
posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.18
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como
relación de producción se convierte dentro de esta en un elemento económicamente
predominante.19 La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías
políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como
relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del
trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los
mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo,20 mientras que el enfoque
socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego
retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse
con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.21
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la
organización económica a cambio de un interés22 se la describe como "capitalista", a diferencia
de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia23 y de las
gerenciales ejecutadas a cambio de un salario.24 Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII
como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una
moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural
medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al
capitalismo moderno.25
Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva social e
ideológica desde la cual se lo analice.
Índice [ocultar]
1 Características
2 Origen
3 Tipos de sistemas capitalistas
3.1 Mercantilismo
4 Críticas al capitalismo
4.1 Marxismo
4.2 Ecologismo
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Características[editar]
John Locke, con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece los principios que
posteriormente servirán para identificar el capitalismo como sistema productivo y el liberalismo
como sistema de pensamiento que lo respalda.
El capitalismo, o más concretamente los sistemas económicos capitalistas, se caracterizan por la
presencia de unos ciertos elementos de tipo socioeconómico, si un número importante de ellos
está ausente el sistema no puede ser considerado como propiamente capitalista. Entre los
factores que acaban haciendo que un sistema sea considerado capitalista están:
La presencia de mercados de capital y mercados financieros así como el papel asignado a los
mismos.
La existencia de salarios monetarios y una estructura de clases ligada a las diferentes funciones
dentro de la actividad económica.
En términos más descriptivos, los sistemas capitalistas son sistemas socioeconómicos donde los
activos de capital están básicamente en manos privadas y son controlados por agentes o
personas privadas. El trabajo es proporcionado mediante el ofrecimiento de salarios monetarios
y la aceptación libre por parte de los empleados. La actividad económica frecuentemente está
organizada para obtener un beneficio neto que permita a las personas propietarias que
controlan los medios de producción incrementar su capital. Los bienes y servicios producidos
son además distribuidos mediante mecanismos de mercado. Si bien todos los sistemas
capitalistas existentes presentan un mayor o menor grado de intervención estatal y se alejan por
diversas razones del modelo de mercado idealmente competitivo, razón por la cual se definen
conceptos como la competitividad o el índice de libertad económica, para caracterizar hasta que
punto difieren unos sistemas capitalistas de otros.26
Sobre la propiedad privada, los sistemas capitalistas tienden a que los recursos invertidos por los
prestadores de capital para la producción económica, estén en manos de las empresas y
personas particulares (accionistas). De esta forma a los particulares se les facilita el uso, empleo
y control de los recursos que se utilizan la producción de bienes y servicios. En los sistemas
capitalistas se busca que no existan demasiadas restricciones para las empresas sobre como usar
mejor sus factores de producción (capital, trabajo, recursos disponibles).
La libertad de empresa propone que todas las empresas sean libres de conseguir recursos
económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado
que estas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen desarrollar y el
momento para entrar o salir de este. La libertad de elección se aplica a las empresas, los
trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos como crea
conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté dentro de sus
capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean consumir, buscando que el
producto escogido cumpla con sus necesidades y se encuentre dentro de los límites de su
ingreso. Esto en un contexto teórico capitalista es denominado cálculo económico.
El tipo de empresa actual suele resultar de una asociación. A principios del siglo XIX, las
empresas eran generalmente de un individuo que invertía en ellas capitales, fueran estos
propios o procedentes de préstamos, y los ponía al servicio de una capacidad técnica, que
generalmente él mismo tenía. Sin embargo, el posterior desarrollo o auge del capitalismo
demostraron claramente la superioridad de la empresa, que supera los límites de la personalidad
individual o de la continuidad familiar. Este sistema permite al mismo tiempo agrupar
capacidades que se completan y disociar las aportaciones de capital de las aptitudes puramente
técnicas, antes confundidas. Hay que distinguir dos grandes categorías de sociedades:
1. Las de personas, constituidas por un pequeño número de individuos que aportan al fondo
social capitales, llamados (partes) o capacidades técnicas (caso del socio industrial opuesto al
capitalista), que, como son en realidad fracciones casi materiales de la empresa no pueden ser
cedidas sin el acuerdo de los copartícipes.
2. Las de capitales, en las que las partes llamadas (acciones),se consideran como simples
pruebas materiales de la aportación de cierto capital por los asociados, en general numerosos y
tienen por tanto la posibilidad de transmitirse o negociarse libremente en la bolsa de valores.
Crecimiento económico[editar]
Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo para promover el crecimiento
económico buscando aumentar los beneficios, tal como se mide por el Producto Interno Bruto
(PIB), utilización de la capacidad instalada o calidad de vida. Sin embargo, debe notarse el
análisis de la tasa de crecimiento ha revelado que el progreso técnico y causas no asignables a la
intensividad del capital o la asignación de trabajo, parecen ser responsables de gran parte de la
productividad (ver productividad total de los factores). Igualmente los sistemas de economía
planificada lograron entre 1945-1970 tasas muy superiores a la mayor parte de países
capitalistas. Aun dejando a un lado el peso de los diferentes factores en el crecimiento
económico, la posible benéfica influencia de la organización capitalista de la producción ha sido
históricamente el argumento central, por ejemplo, en la propuesta de Adam Smith de dejar que
el libre mercado controle los niveles de producción y de precio, y distribuya los recursos.
Diversos autores han sostenido que el rápido y consistente crecimiento de los indicadores
económicos mundiales desde la revolución industrial se debe al surgimiento del capitalismo
moderno.2728 Aun cuando parece que parte del crecimiento recogida dentro de la
productividad total de los factores no necesariamente está ligada al modo de organización
capitalista, sino podría deberse simplemente a factores técnicos cuyo desarrolloso obedece a
causas más complicas.29 Los defensores de que la organización capitalista es el factor principal
en el crecimiento argumentan que incrementar el PIB (per cápita) ha demostrado
empíricamente una mejora en la calidad de vida de las personas, tal como mejor disponibilidad
de alimentos, vivienda, vestimenta, atención médica, reducción de horas de trabajo, y libertad
de trabajo para niños y ancianos.30
Argumentos favorables al capitalismo también afirman que una economía capitalista brinda más
oportunidades a los individuos de incrementar sus ingresos a través de nuevas profesiones o
negocios que otras formas de economía. Según esta manera de pensar, este potencial es mucho
mayor que en las sociedades feudales o tribales o en las sociedades socialistas.[cita requerida]
Igualmente, diversos trabajos modernos han enfatizado las dificultades de los sistemas
capitalistas no sometidos a regulación, los efectos de la información asimétrica, y la ocurrencia
de crisis económicas cíclicas.31
De acuerdo a los argumentos de los defensores del capitalismo, cada uno de los actores del
mercado actuaría según su propio interés; por ejemplo, el empleador, quien posee recursos
productivos y capital, buscaría maximizar el beneficio económico por medio de la acumulación y
producción de mercancías. Por otra parte, los empleados, quienes estarían vendiendo su trabajo
a su empleador a cambio de un salario; y, por último, los consumidores, que estarían buscando
obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que desean o necesitan en función a la
calidad del producto y de su precio.
la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en
manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado
democrático.34
En cualquier caso es innegable, que para unos y otros el proceso de búsqueda de beneficios
tiene un rol importante (ya se prefiera una economía con cierta regulación o una totalmente
desregulada). Se admite que a partir de las transacciones entre compradores y vendedores
emerge un sistema de precios, y los precios frecuentemente surgen como una señal de cuáles
son las urgencias y necesidades insatisfechas de las personas, si bien algunos autores señalan
que pueden existir fallos de mercado bajo circunstancias específicas. La promesa de beneficios
les da a los emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y recursos para satisfacer
esas necesidades. De tal manera, las actividades de millones de personas, cada una buscando su
propio interés, se coordinan y complementan entre sí.35
Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al Estado funciones
diferentes. Por ejemplo los que se adscriben a lo sostenido por John Maynard Keynes, según el
cual el Estado puede intervenir para incrementar la demanda efectiva en época de crisis.
También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a otras instituciones un papel
importante en controlar las deficiencias del mercado (una línea de pensamiento en este sentido
es el neoinstitucionalismo).
Origen[editar]
Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el
capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra
sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una
fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De esta
forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye un origen
espontáneo o natural dentro de la edad moderna.36
La sustitución del feudalismo tuvo como impulso a poderosas fuerzas del cambio que sirvieron
para introducir de forma gradual la estructura de una sociedad de mercado, dentro de las
principales fuerzas se encuentran:37
El proceso de urbanización como una fuente de actividad económica y como punto central de un
poder nuevo y orientado al comercio
Las cruzadas como una interrupción de la vida feudal y la introducción de nuevas ideas
El surgimiento de nuevas ideas religiosas que simpatizaban más con la actividad de los negocios
que con el catolicismo
La monetización de los tributos dentro del sistema feudal
Todas estas fuerzas del cambio crearon un aspecto económico en la vida de las personas que
antes no existía, con estos cambios se empieza a marcar la separación del aspecto social de la
vida con el aspecto económico, con este nacimiento del aspecto económico la sociedad empieza
a tener fuertes transformaciones, por ejemplo, el siervo ya no está atado a la tierra sino que se
convierte en un trabajador libre, el maestro gremial ahora es un empresario independiente, el
señor feudal se convierte ahora en un simple arrendatario, estas transformaciones son cruciales
para el nacimiento del capitalismo ya que empiezan a introducir las bases de este nuevo sistema
económico. El nacimiento de estos trabajadores libres, capitalistas y terratenientes cada uno
vendiendo sus servicios en el mercado del trabajo, el capital y la tierra hicieron que nacieran los
"factores de producción".
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía del
Renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad,
facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales que proporcionaron las condiciones
necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones europeas. Este
crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico que generaba el
empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento, lo cual
generó industrialización en las regiones del norte.
Mercantilismo y proteccionismo
Capitalismo corporativo
Economía mixta
Mercantilismo[editar]
Esta es una forma nacionalista del capitalismo temprano que nació aproximadamente en el siglo
XVI. Se caracteriza por el entrelazamiento de intereses comerciales de interés para el Estado y el
imperialismo y, consecuentemente, por el uso del aparato estatal para promover las empresas
nacionales en el extranjero. Un buen ejemplo lo entrega el caso del monopolio comercial
impuesto por España a sus colonias en 1504 prohibiéndoles comerciar con otras naciones.
El mercantilismo sostiene que la riqueza de las naciones se incrementa a través de una balanza
comercial positiva (en que las exportaciones superan a las importaciones). Corresponde a la fase
de desarrollo capitalista llamada Acumulación originaria de capital.
En este sistema la intervención del Estado en la economía es mínima, pero entrega servicios
importantes en cuanto a la seguridad social, prestaciones de desempleo y reconocimiento de
derechos laborales a través de acuerdos nacionales de negociación colectiva. Este modelo es
prominente en los países de Europa occidental y del norte, aunque variando sus configuraciones.
La gran mayoría de las empresas son de propiedad privada.
Capitalismo corporativo[editar]
Economía mixta[editar]
Una economía mixta está basada en gran medida en el mercado, y consiste en la convivencia de
la propiedad privada y la propiedad pública de los medios de producción, y en el
intervencionismo a través de políticas macroeconómicas destinadas a corregir los posibles fallos
de mercado, reducir el desempleo y mantener bajos los niveles de inflación. Los niveles de
intervención varían entre los diferentes países, y la mayoría de las economías capitalistas son
mixtas hasta cierto punto.
En términos políticos informales se considera que los sistemas capitalistas son opuestos a los
sistemas de inspiración socialista. Presuntamente los sistemas socialistas difieren de los sistemas
capitalistas en varias maneras: propiedad pública de los medios de producción, los recursos
monetarios obtenidos mediante la producción pueden ser utilizados con fines sociales no
relacionados con la inversión o la obtención de beneficios. En muchos sistemas históricos de
inspiración socialista muchas decisiones importantes de producción fueron directamente
planificadas por el estado lo cual dio lugar a sistemas de economía planificada.
Tampoco pueden considerarse sistemas capitalistas muchos sistemas socioeconómicos de la
antigüedad y la edad media, ya que en ellos tenía un papel destacado la mano de obra forzada
(como en el feudalismo) o directamente la mano de obra esclava (presente en la antigüedad, la
edad moderna e incluso perduró inicialmente en las sociedades capitalistas). Tampoco existía en
muchos de esos sistemas movilidad social, al tratarse de sociedades estamentarias; ni la
producción estaba orientada o racionalizada a la obtención de beneficio económico o a crear
sistemas de acumulación capitalista, sino que otros objetivos socialmente deseables para una
parte de la sociedad podían tener mayor peso en las decisiones de producción y la actividad
económica.
Capitalismo de riesgo[editar]
Comprendido también como sociedad de riesgo, ha sido un vocablo introducido por el sociólogo
alemán Ulrich Beck quien comprendía que luego de Chernobyl la sociedad entró en una nueva
fase de producción. El riesgo era la base angular de la sociedad que hacia a todas las clases
iguales. Este proceso de desjerarquización ha llevado a un fenómeno conocido como proceso de
reflexivilidad. En el capitalismo descrito por Beck, los sistemas de producción son
descentralizados, en parte como resultado del proceso de reflexivilidad que da origen a formas
donde el lego tiene acceso a información que en épocas anteriores eran exclusivas de los
expertos. No obstante, la introducción de la tecnología para detectar y reducir ciertos riesgos,
engendraba otros no tenidos en cuenta o planificados por los expertos.38 Anthony Giddens
explora el capitalismo del riesgo como una consecuencia del empalme entre la globalización y el
mercantilismo.39 Por su parte, Richard Sennet sugiere que la discursividad del riesgo es útil para
que los grupos privilegiados no asuman los riesgos de sus decisiones. El ciudadano moderno
debe gestionarse su propia seguridad como signo de estatus, que le permite ingresar al mundo
de los buenos ciudadanos. Quienes así no pueden gestionarlo, son tildados de «incapaces» o
«personas vulnerables». Ser vulnerable implica no tener autonomía respecto de otros que si
pueden autoprotegerse. Este cambio en las políticas de protección se asocia a una tendencia
económica que pondera y valoriza a quienes no se apegan a una empresa por muchos años. Los
expertos en organizaciones o sociología laboral sugieren que las personas deben cambiar de
trabajo en forma periódica debido a que ello sugiere una adaptación sana a lo diferente. Más
allá de este discurso subyace una lógica de explotación que intenta romper con los lazos sociales
y con el apego tradicional de un sujeto a una organización. Por ese motivo, no es extraño
observar que dentro del culto al cambio prime una atmósfera de precarización laboral.40 Ante el
mismo problema Zygmunt Bauman acuña el término «sociedad líquida» para expresar la
dinámica del capitalismo moderno. En la sociedad sólida las economías y los lazos institucionales
estaban orientados a largo plazo, en forma de una producción de escala. Pero la modernidad ha
cambiado a formas más descentralizadas, móviles y menos estables en los canales productivos.
Eso ha dado como resultado una sociedad donde los lazos sociales son adaptables al momento y
a los intereses individuales de las personas. En la sociedad líquida la seguridad es empleada
como una forma discursiva que denota exclusividad y estatus social. Los medios tecnológicos
vigentes son usados por los grupos privilegiados no solo para protegerse de ciertos grupos
marginales, sino para demostrar ejemplariedad.414243
Capitalismo mortuorio[editar]
George H. Mead afirmaba que existía una fascinación por las malas noticias, los periódicos y los
accidentes porque de esa forma el self exorciza a la muerte. Se siente una sana alegría ante la
tragedia de los demás debido a que se ha evitado ser afectado por el evento.44 En este sentido,
Joy Sather-Wagstaff sugiere que los desastres provocados por el hombre o naturales generan un
gran trauma para la sociedad, el cual debe ser regulado por medio de la solidaridad entre las
víctimas y los supervivientes. En ciertas ocasiones, el poder político intenta manipular el discurso
con el fin de ganar legitimidad frente a los miembros de la comunidad. Se da, entonces, una
patrimonialización del dolor que distorciona las razones reales del desastre. Rememorar la
muerte es el primer hecho político que da origen a la cultura.45 Estas mismas observaciones
fueron validadas por la profesora Rodanthi Tzanelli de la Universidad de Leeds, quien sostiene
que el cine ha hecho de la muerte un principal commodity para ser comercializado por los
diferentes agentes del capitalismo al punto de imponer mensajes discursivos hegemónicos. En
diversas prácticas como la visita a lugares de extrema pobreza, o a santuarios donde abunda la
muerte masiva, estos dispositivos apelan al sufrimiento humano para dotar al consumidor de
una realidad apocalíptica. La función de retratar la miseria ajena radica en el reforzamiento de la
propia posición de clase ejercida por la élite capitalista.46 Phillipe Aries por su parte sostiene
que el hombre moderno ha perdido la familiaridad con la muerte y a diferencia de sus
predecesores ha hecho de ella algo incontrolable, cuyos efectos adquieren una naturaleza
desestabilizadora.47 Por último, la muerte funcionaría según Geoffrey Skoll como un importante
discurso para mantener a la masa trabajadora bajo control.48 Zygmunt Bauman sostiene que el
estado de hiper-vigilancia que se ha fundamentado en el uso de tecnologías cumple una doble
función. Por un lado protege a los ciudadanos deseables de los indeseables, pero también sirve
como criterio de exclusión donde solo unos pocos se aíslan del resto de la sociedad. La
exclusividad confiere estatus a ciertos grupos y la vigilancia es el instrumento por medio del cual
ese estatus se hace visible a otros quienes no poseen los recursos necesarios para protegerse.49
Críticas al capitalismo[editar]
Pyramid of Capitalist System, póster del sindicato Industrial Workers of the World. Critica el
capitalismo representándolo como una estructura jerárquica de clases sociales.
Artículo principal: Anticapitalismo
Marxismo[editar]
Para el materialismo histórico (el marco teórico del marxismo), el capitalismo es un modo de
producción.
Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx (Manifiesto Comunista,
1848, El Capital, 1867) y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos: la economía clásica
inglesa (Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía idealista alemana
(fundamentante la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la primera mitad del siglo XIX
(representado por autores que Marx calificaba de socialistas utópicos).
Capitalismo e imperialismo[editar]
Otras críticas al capitalismo que se enlazan a décadas anteriores con el mismo matiz
antiimperialista (a partir del pensamiento centro-periferia) provienen de los movimientos
antiglobalización, que denuncian al modelo económico capitalista y las empresas
transnacionales como el responsable de las desigualdades entre el Primer Mundo y el Tercer
Mundo, teniendo el tercer mundo una economía dependiente del primero.
Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Karl Polanyi (La gran transformación, 1944)
insiste en que lo crucial en la transformación capitalista de economía, sociedad y naturaleza fue
la conversión en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza y trabajo, o
seres humanos) en beneficio del capital.
Capitalismo como religión es un escrito póstumo de 1921 del filósofo alemán Walter Benjamin
que contiene una crítica profunda al capitalismo. El texto indaga en la naturaleza religiosa del
capitalismo como una dogmática inhumana: la identificación del pecado y la culpa religiosa y la
deuda impuesta por el capitalismo (el término alemán utilizado en el escrito Schuld significa a la
vez deuda y culpa). Para Michael Löwy el escrito es una lectura anticapitalista de Max Weber.50
51
Ecologismo[editar]
Actualmente existen dos tendencias principales relacionadas con la crítica ecologista: aquella
que defiende un desarrollo sostenible de la economía (que consistiría en adaptar el actual
modelo al nuevo problema medioambiental), y otra que defiende un decrecimiento de la
economía (que apunta directamente a nuevos sistemas de organización económica).52