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UNIVERSIDAD FEMENINA DEL SAGRADO CORAZÓN

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y HUMANIDADES

PROYECTO DE TESIS:

RELACIÓN ENTRE AUTOESTIMA Y MOTIVACIÓN

PARA EL APRENDIZAJE EN ALUMNOS DE

EDUCACIÓN SECUNDARIA DE UNA INSTITUCIÓN

EDUCATIVA DE LIMA METROPOLITANA

Docente:
Dr. Herbert Robles Mori

Estudiante:
Noratto Hernández, Gabriela Sofía

Curso:
Investigación en Psicología

Ciclo académico:
IX “B”

Martes 2 de julio, 2019


Lima, Perú
RELACIÓN ENTRE AUTOESTIMA Y MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE EN

ALUMNOS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA DE UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA

DE LIMA METROPOLITANA

1. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL


1.1. Autoestima
1.1.1. Concepto de autoestima
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de quienes somos nosotros. Se

refiere al conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra

personalidad desde nuestras experiencias tempranas y que se encuentran en constante cambio a

lo largo de nuestra vida (Carbajal, 2013). Es aquella percepción que cada uno tiene de sí mismo,

que se forma a partir de las experiencias y relaciones con el entorno, en las que

las personas significativas desempeñan un papel importante. Por lo tanto, la autoestima está

configurada por factores tanto internos como externos, un proceso dinámico y

multidimensional que se construye y reconstruye a lo largo del ciclo vital (Shavelson et al,

1976; Naranjo, 2007: citados en Serrano et al, 2016). La autoestima es concebida como la

valorización y el conocimiento que cada persona tiene de sí misma, y que se expresa en una actitud

de aprobación o desaprobación, la cual a su vez revela el grado en que una persona se siente capaz,

exitosa y digna (Céspedes y Pinto, 1993: citado en Carbajal, 2013) y se le relaciona directamente

con el grado de satisfacción con uno mismo (Haeussler y Milicic, 1995: citado en Carbajal, 2013)

y con la autoconfianza y auto-respeto (Branden, 2001: citado en Hamán y Ñahui, 2018).

Entre las definiciones más destacadas, Rosenberg (1965: Citado en Huamán y Ñahui,

2018) señala que la autoestima es una apreciación positiva o negativa hacia sí mismo, que se

apoya en una base afectiva y cognitiva, puesto que el individuo sentirá aceptación o rechazo hacia

su persona a partir de lo que piensa sobre sí mismo. Coopersmith (Citado en Serrano et al, 2016)

considera que es el juicio personal de la valía que es expresada en las actitudes que

tiene un individuo hacia sí mismo.


Barroso (Citado en Huamán y Ñahui, 2018) postula que algunas de las características

esenciales de la autoestima son el grado en el cual el individuo cultiva la vida interior, se supera

más allá de las limitaciones, se valora a sí mismo y a los que le rodean, posee sentido del humor,

está consciente de sus destrezas y limitaciones, posee sentido ético, establece límites y reglas,

asume sus errores y maneja efectivamente sus sentimientos. Asimismo, Branden (1995: citado en

Chilca, 2017) refiere que la autoestima incluye cuatro dimensiones: Autoconcepto académico,

autoconcepto social, autoconcepto emocional y autoconcepto fisicomotriz. Por lo tanto, la

autoestima alude a una actitud hacia uno mismo que se expresa en la forma habitual de pensar,

amar, sentir, trabajar, estudiar y comportarse.

1.1.2. Componentes de la autoestima

Según Calero (2000: citado en Ubaldo, 2013) la autoestima tiene tres componentes:

● Cognitivo: se refiere al autoconcepto, definido como la opinión que se tiene de la

propia personalidad y de la conducta, basado en los autoesquemas que se organizan

a partir de las experiencias vividas y sirven para interpretar los estímulos del ambiente

social. Este componente es la base sobre la cual se desarrollan los otros dos, además

acompaña a la persona en sus aspiraciones futuras, siendo de gran importancia la

autoimagen para la vitalidad de la autoestima.

● Afectivo: se refiere a la valoración de lo positivo y negativo que existe en el

individuo. Es decir, el reconocimiento de lo agradable o desagradable que

observamos en nosotros mismos. Este elemento está referido a la autoestimación que

nace de la observación propia y de la asimilación e interiorización de la imagen y

opinión que las demás personas tienen y proyectan de nosotros. Esta autoimagen

estará basada en cuatro criterios (Coopersmith, 1990: citado en Ubaldo, 2013):

o Significación: entendido como el grado de sentirse amados y aceptados por

aquellas personas que considera importantes en su vida.

o Competencia: capacidad que le permite desarrollar tareas que considera

importantes.
o Virtud: como consecuencia de valores morales y éticos.

o Poder: grado en que el individuo es capaz de influir en su vida y en los demás.

● Conductual: está referido a la autoafirmación y a la autorrealización dirigida a llevar

a la práctica un comportamiento consecuente, lógico y racional.

Por otro lado, Coopersmith (1990: citado por __, 1997) considera que existe una

Autoestima global, conformada por autoestimas específicas o componentes que el sujeto va

evaluando y asimilando de acuerdo a sus debilidades y fortalezas. Dentro de su Inventario de

Autoestima (1967), Coopersmith toma en cuenta las siguientes áreas:

a) Autoestima general: la evaluación general que presenta el sujeto con respecto a si

mismo, dando a conocer el grado en que se siente seguro, capaz, valioso y

significativo.

b) Autoestima social: evalúa tanto la participación, como liderazgo de la persona frente

a un grupo; las habilidades sociales que se poseen, si se trata de un sujeto abierto y

firme al dar sus puntos de vista. La integración al grupo o a las redes sociales es vital

porque le otorga pertenencia y soporte emocional.

c) Área escolar o académica: evalúa el grado de satisfacción personal frente a su

trabajo personal y la importancia que le otorga, así como también el interés de ser

interrogado y reconocido en el salón de clase. Se refiere a la sensación de capacidad

para resolver problemas eficazmente y de considerarse a sí misma una persona

académicamente competente.

d) área Hogar – Padres: mide el grado en que el sujeto se siente aceptado por su

entorno familiar; es decir, en qué medida es aceptado, respetado, amado y

comprendido por cada uno de los miembros de su familia y cómo se siente respecto

a las dinámicas que interactúan dentro de esta.

e) Escala de Mentiras: si el puntaje bruto resulta ser mayor a 10, significa que las

respuestas del sujeto son poco confiables e invalidan la aplicación del inventario.

1.1.3. Niveles de la autoestima


Méndez (2001; citado por Huamán y Ñahui, 2018) plantea que existen distintos niveles

de autoestima, razón por la cual cada persona reacciona ante situaciones similares, de forma

diferente. Estos niveles serían alto, medio y bajo. Las personas que poseen una

● Autoestima alta: personas expresivas, asertivas, con éxito académico y social,

confían en sus propias percepciones y esperan siempre el éxito, consideran su trabajo

de alta calidad y mantienen altas expectativas con respecto a trabajos futuros,

manejan la creatividad, se autorrespetan y sienten orgullo de sí mismos, caminan

hacia metas realistas.

● Autoestima media: personas que dependen de la aceptación social, igualmente

tienen alto número de afirmaciones positivas, pero son más moderadas en sus

expectativas y competencias que las anteriores.

● Baja autoestima: personas desanimadas, deprimidas, aisladas, consideran no poseer

atractivo, son incapaces de expresarse y defenderse; se sienten débiles para vencer

sus deficiencias, tienen miedo de provocar el enfado de los demás, su actitud hacia sí

mismo es negativa y carecen de herramientas internas para tolerar situaciones y

ansiedades.

Hemos de tomar en cuenta que contar con una alta autoestima implica que la

persona se valora de forma positiva y esto a su vez se puede evidenciar en un mayor nivel

de satisfacción personal, una mejor relación con el entorno y un buen rendimiento académico

en general, mientras que una baja autoestima hace que la persona no se considere capaz

de afrontar satisfactoriamente una tarea (aunque su capacidad se lo permita), se considere

poco valiosa y perciba que los demás lo ven de esa manera, y obtenga un bajo rendimiento

académico general (Serrano et al, 2016).

1.1.4. Autoestima en el contexto escolar: el modelo cognitivo-motivacional

Según Jaramillo et al (2015) el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos y

alumnas que se implican de forma activa aumenta al sentirse competentes, es decir, cuando

confían en sus propias capacidades y tienen altas expectativas de autoeficacia, valoran su trabajo
y se responsabilizan de los objetivos de aprendizaje. Todo ello influye tanto sobre

las estrategias cognitivas y metacognitivas que se ponen en marcha a la hora de

abordar las tareas como sobre la regulación del esfuerzo y la persistencia, lo que a su vez incide

de forma directa y positiva sobre el rendimiento académico. Por otro lado, no hay que

olvidar la vertiente cognitiva en el resultado del aprendizaje escolar; de tal manera que para

obtener éxitos académicos y óptimos resultados de aprendizaje, se necesita

tener tanto “voluntad” como “habilidad”, lo cual refleja con claridad el grado

de interrelación existente entre lo afectivo-motivacional y lo cognitivo dentro del

aprendizaje escolar.

Asimismo, cabe destacar que el desarrollo de la autoestima está estrechamente

relacionado con la consideración, valorización y crítica recibida por parte de los docentes;

cuando un estudiante fracasa en una área específica del rendimiento académico su autoestima

será amenazada, en cambio cuando tiene éxito, el estudiante se siente aprobado, aceptado y

valorizado; los sentimientos asociados a esas situaciones de éxito van a ir modificando

positivamente sus percepciones que tiene de sí mismo, factor que tiene una gran relevancia no

solo en el ámbito académico sino también dentro su vida familiar y social (Jaramillo et al, 2015).

La autoestima y aptitudes son componentes que influyen en los logros académicos de los

estudiantes y por ende en las capacidades para el aprendizaje estudiantil y como tal, no solo se

resume al estar bien consigo mismo sino también que afecta el modo de interactuar con sus pares

y establecer habilidades sociales en su entorno académico, social y familiar.

1.1.5. Importancia de la autoestima

La autoestima es una variable psicológica que es de gran utilidad para superar las

dificultades personales, fundamenta la responsabilidad, apoya la creatividad, determina la

autonomía personal, posibilita una relación social saludable, garantiza la proyección futura de la

persona, constituye el núcleo de la personalidad y condiciona el aprendizaje. (Alcantara, 1995:

citado por Huamán y Ñahui, 2018).


McKay & Fanning (1999: citado por Huamán y Ñahui, 2018), exponen que tener un

autoconcepto y una autoestima positivos es de la mayor importancia para la vida personal,

profesional y social ya que están íntimamente relacionados con la competencia interpersonal y el

ajuste social. El autoconcepto y la autoestima favorecen el sentido de la propia identidad,

constituyen un marco de referencia desde el cual interpretar la realidad externa y las propias

experiencias, influyen en el rendimiento, condicionan las expectativas y la motivación y

contribuyen a la salud y equilibrio psíquicos. Estos autores resaltan que uno de los principales

beneficios es el rendimiento escolar, pues existen cada vez más datos que apoyan la teoría de que

hay una correlación entre la autoestima y el rendimiento escolar. Los estudiantes con éxito tienen

un mayor y mejor sentido de valía personal y se sienten mejor consigo mismo.

1.2. Motivación para el aprendizaje

1.2.1. Concepto de motivación para el aprendizaje o motivación académica

Muchos teóricos parecen coincidir en la concepción de la motivación académica como el

conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta, entre

los que se encuentran las percepciones que el sujeto tiene de sí mismo y de las tareas que va a

realizar, las actitudes, intereses, expectativas, y las diferentes representaciones mentales que él va

generando sobre el tipo de metas que pretende alcanzar dentro del contexto educativo (Gonzáles

et al, 1996; de Caso y García, 2006; García, 2007). Del mismo modo, Maslow (1991) considera

a la motivación como un estado de impulso, en el que se manifiestan motivos que tienen por

objeto la reducción de una tensión causada por una necesidad. Cuanto más fuerte es la tensión,

tanto más intensa suele ser la motivación. Por otro lado, Viau (1994: citado por Alpaca, 2018)

postula que la motivación en el contexto escolar es un estado dinámico que tiene su origen en las

percepciones que un alumno tiene de sí mismo y de su entorno y que le incita a elegir una

actividad, a comprometerse y perseverar en su realización con el fin de alcanzar un objetivo.”

Así, vemos la estrecha relación que tiene el autoconcepto y la motivación frente a tareas escolares.

La motivación académica, entonces, es un proceso general por el cual se inicia y dirige una

conducta hacia el logro de una meta, que involucra variables tanto cognitivas como afectivas:
cognitivas en cuanto a las habilidades de pensamiento y conductas instrumentales para alcanzar

las metas propuestas; afectivas, en tanto que comprende elementos como la autovaloración y el

autoconcepto (Ubaldo, 2013).

1.2.2. Componentes de motivación para el aprendizaje

La motivación académica contiene tres componentes fundamentales (Ubaldo, 2013):

● Componente motivacional de valor: la mayor o menor importancia y relevancia

que una persona le asigna a la realización de una actividad es lo que determina, en

este caso, que la lleve a cabo o no.

● Componente de expectativa: las percepciones y creencias individuales sobre la

capacidad para realizar una tarea. Incluye tanto las autopercepciones y creencias

sobre uno mismo (generales y específicas) como las referidas a la propia capacidad y

competencia. Es de suma importancia pues aunque una persona tenga motivos y

razones de peso para llevar a cabo una actividad, eso no será suficiente para movilizar

su conducta si no está convencida de que tiene la capacidad y competencia necesarias

para realizarla.

● Variables emocionales: engloba los sentimientos, emociones y, en general, las

reacciones afectivas que produce la realización de una actividad. Constituye otro de

los pilares fundamentales de la motivación que da sentido y significado a nuestras

acciones y moviliza nuestra conducta hacia la consecución de metas emocionalmente

deseables y adaptativas.

1.2.3. Tipos de motivación para el aprendizaje

● Motivación extrínseca: Este tipo de motivación lleva al individuo a realizar una

determinada acción para satisfacer otros motivos que no están relacionados con la

actividad en sí misma, sino más bien con la consecución de otras metas (Huamán y

Ñahui, 2018). Es la que se da externamente e involucra incentivos tales como

recompensas y castigos. Es por ello que algunos alumnos estudian mucho porque
desean obtener buenas calificaciones o evitar la desaprobación paternal. (Alpaca,

2018).

● Motivación intrínseca: Se refiere a aquellas acciones realizadas por el interés que

genera la propia actividad, considerada como un fin en sí misma y no como un medio

para alcanzar otras metas (Huamán y Ñahui, 2018). Es la que está basada en factores

internos como autodeterminación, curiosidad, desafío y esfuerzo. Es por ello que

algunos alumnos estudian mucho porque están motivados internamente a lograr altos

niveles en sus trabajos (Alpaca, 2018).

Tapia (1997: citado por Huamán y Ñahui, 2018) sugiere que la orientación motivacional

del alumno parece incidir sobre la forma de pensar y con ello sobre el aprendizaje. Así pues,

parece probable que el estudiante motivado intrínsecamente seleccione y realice actividades por

el interés, curiosidad y desafío que éstas le provocan, y esté más dispuesto a aplicar un esfuerzo

mental significativo durante la realización de la tarea, a comprometerse en procesamientos más

ricos y elaborados y en el empleo de estrategias de aprendizaje más profundas y efectivas. En

cambio, un estudiante motivado extrínsecamente probablemente se comprometa en ciertas

actividades sólo cuando éstas ofrecen la posibilidad de obtener recompensas externas; además, es

posible que tales estudiantes opten por tareas más fáciles, cuya solución les asegure la obtención

de la recompensa.

El modelo de Vallerand (1992: citado por Sanchez y Teran, 2017), a partir del cual creó

su Escala de Motivación Académica (EMA), considera siete dimensiones de la Motivación, de

las cuales tres corresponden a la Motivación Intrínseca, tres a la Motivación Extrínseca y uno a

la Amotivación o desmotivación.

Bedoya (2015) describe estas siete dimensiones de la siguiente forma:


a) Amotivación: el grado de inapetencia que puede tener un estudiante hacia sus estudios.

b) Regulación Externa: el valor que los encuestados le dan a la educación en la

consolidación de su proyecto de vida futuro.

c) Regulación Introyectada: el nivel de satisfacción que brinda al alumno el estudio y

cómo esta gratificación ayuda a consolidar su autoestima.

d) Regulación Identificada: el grado en que los encuestados observan su paso por la

educación secundaria como un medio que le permite acceder a la educación superior.

e) Motivación intrínseca al conocimiento: el placer, gusto o interés que tiene un estudiante

por el estudio.

f) Motivación intrínseca al logro: la necesidad de superación en su proyecto de vida.

g) Motivación intrínseca a las experiencias estimulantes: la percepción de la lectura y la

comunicación escrita como una experiencia estimulante.

Debido a la variable que se desea investigar en el presente estudio (motivación para el

aprendizaje), serán de especial importancia las dimensiones de Regulación Introyectada

(correspondiente a la motivación externa) y la Motivación intrínseca al conocimiento

(correspondiente a la motivación intrínseca).

1.2.4. Importancia de la motivación para el aprendizaje.

Desde una perspectiva etimológica, el término motivación se deriva del verbo latino

moveré, que significa moverse, poner en movimiento o estar listo para la acción. La motivación

es aquello que impulsa a una persona a realizar determinadas acciones y a persistir en ellas hasta

el cumplimiento de sus objetivos. En otras palabras, la motivación es la voluntad para hacer un

esfuerzo y alcanzar ciertas metas. Santrock (2003: citado por Sachun, 2017) considera que la

motivación es un aspecto fundamental de la enseñanza y el aprendizaje. Los alumnos

desmotivados no están dispuestos a invertir energías ni hacer el esfuerzo necesario para aprender.

Los alumnos altamente motivados están siempre ansiosos por asistir a la escuela y aprender. Es
por ello que la menciona como una condición necesaria para que ocurra el aprendizaje

significativo.

2. REVISIÓN DE LA LITERATURA

2.1. Antecedentes Internacionales

En el año 2018 se llevó a cabo en Estambul, Turquía un estudio llamado “El papel de la

motivación y la autoestima en el logro académico de los estudiantes turcos dotados”, el cual tuvo

como objetivo explorar la relación entre la autoestima y los componentes motivacionales y

determinar cuáles eran los mejores factores predictivos del rendimiento académico entre los

estudiantes turcos superdotados. Contó con una muestra de 184 estudiantes (76 niñas y 108

niños). Los hallazgos mostraron correlaciones significativas entre la autoestima, la motivación y

el logro. Asimismo, se encontró que los mejores predictores del logro académico fueron la

autoestima general en los estudiantes de cuarto grado, la autoestima académica en los estudiantes

de quinto grado, las motivaciones intrínsecas de los alumnos de sexto y séptimo grado y la

motivación extrínseca de los estudiantes de octavo grado.

Del mismo modo, un estudio realizado en Pakistán en el año 2015 titulado “Autoestima

y desempeño académico entre estudiantes universitarios” buscó evaluar la autoestima y el

rendimiento académico entre los estudiantes universitarios después de surgir varios problemas de

comportamiento y educativos. Un total de 80 estudiantes, 40 estudiantes varones y 40 mujeres

estudiantes fueron seleccionados y se les administró la Escala de autoestima de Rosenberg y la

Escala de calificación de rendimiento académico para medir su autoestima y rendimiento

académico. Se encontró que había una relación significativa (r = 0,879, p <0,01) entre la

autoestima y el rendimiento académico, demostrando así que un alto nivel de autoestima conduce

a un buen rendimiento académico.

En Chile, cuya realidad cultural es más cercana a la nuestra, en el año 2007 se realizó un

estudio que llevó como título “Estrategias de aprendizaje y autoestima: Su relación con la

permanencia y deserción universitaria” con el objetivo de describir las estrategias de aprendizaje


y autoestima de los alumnos que ingresan a la Universidad Santo Tomás y determinar la relación

existente entre ellas y el rendimiento académico. Los resultados indicaron que los estudiantes

universitarios que utilizan estrategias de aprendizaje más complejas presentan significativamente

mejor rendimiento académico que los estudiantes que utilizan estrategias más simples, y además

se caracterizan por presentar mayores niveles de autoestima general, de autoestima académica y

autoestima familiar.

2.2. Antecedentes Nacionales

Respecto a las investigaciones realizadas dentro de nuestro país, en el año 2017 se realizó

un estudio en Lima Metropolitana cuyo objetivo fue establecer el grado de relación entre la

autoestima y el nivel de logros de aprendizaje en Matemática en los estudiantes del segundo grado

de secundaria de una Institución Educativa Particular del distrito de San Juan de Lurigancho, y

contó con una muestra de 34 estudiantes. Los resultados demostraron la existencia de una buena

relación entre la autoestima y el nivel de logros en Matemática de los estudiantes.

Asimismo, en Ayacucho (2018), se investigó la relación entre autoestima y motivación

para el logro en estudiantes del quinto año de educación secundaria de una institución educativa

pública. El muestreo fue conformado por 111 estudiantes, arrojando el coeficiente de correlación

0.768 entre ambas variables, por lo que sostienen que existe una relación directa entre motivación

y aprendizaje, y una relación significativa entre autoestima y motivación para el logro en

estudiantes del quinto año de educación secundaria.

Sin embargo, durante los últimos cinco años también se realizaron estudios similares que

no arrojaron los mismos resultados. En el año 2013, en Lima, se llevó a cabo una investigación

orientada a estudiar la relación entre el nivel de autoestima y la motivación académica en

estudiantes de la Escuela Profesional de Estomatología de la Universidad Alas Peruanas. Se

seleccionó una muestra representativa de 150 estudiantes, a quienes se les aplicó el Cuestionario

de Autoestima versión adultos del Coopersmith y el Cuestionario de Estrategias Motivadas de

Aprendizaje fue elaborado por Jaime Aliaga Tovar (2003) (EAM-56P). El análisis estadístico
posterior dio como conclusión que no existe relación significativa entre el nivel de autoestima y

motivación académica. Luego, en el año 2018, una investigación en Huancavelica buscó

establecer la relación que existe entre la Autoestima y la Motivación para el Logro en los

estudiantes de la Escuela Profesional de Educación Especial de una Universidad Nacional. 12

estudiantes, totalidad de la población, participaron del estudio. Los resultados indicaron que la

mitad (50%) de las estudiantes presentan Autoestima media alta, 33,3% Autoestima alta, 16,7%

Autoestima media baja y 0% Autoestima baja. En relación con la variable Motivación de Logro,

el interés/esfuerzo resultó ser la causa principal a la que las estudiantes atribuyeron los resultados

de su rendimiento, siguiendo la atribución a las características de la tarea, la atribución a la

capacidad y a la evaluación del profesor. Finalmente, concluyeron que no existía correlación

significativa entre la Autoestima y la Motivación de Logro.

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En las últimas décadas, diversos estudios del ámbito educativo han planteado la influencia

que la autoestima de los alumnos puede tener en su rendimiento escolar y en los procesos

cognitivos (tales como memoria, percepción y atención) que intervienen en el aprendizaje.

Serrano (2016) postula que el autoconcepto y la autoestima son de suma importancia para el

desempeño escolar del estudiante, pues la percepción y valoración que tenga de sí mismo

condicionará su equilibrio psicológico, su relación con los demás y su rendimiento académico.

Una autoestima alta permitirá que la persona se valore de forma positiva y logre objetivos

personales acorde con sus propias capacidades, mientras que una baja autoestima hará que la

persona no se considere capaz de afrontar satisfactoriamente una tarea (aunque su capacidad se

lo permita) y se perciba a sí misma como poco valiosa, lo cual también se verá reflejado en un

bajo rendimiento escolar. Asimismo, Jaramillo et al (2016) considera que la autoestima tiene una

influencia directa en el desempeño escolar, ya que una autoestima adecuada potenciará la

capacidad del estudiante para desarrollar sus habilidades y aumentará su nivel de seguridad

personal, mientras que una autoestima baja lo llevará hacia la derrota y el fracaso académico.
Del mismo modo, se han realizado investigaciones concernientes a la motivación y su

relación con el aprendizaje, llegando a ser considerada un requisito fundamental y desencadenante

del mismo. Palomo de Blanco (2014) refiere que la motivación dará lugar a todos los aspectos del

aprendizaje pues influye en el qué, en el cuándo y en el cómo aprendemos, de modo que los

estudiantes con una alta motivación a aprender tienden a comprometerse en cualquier actividad

que consideren enriquecedora, mientras que aquellos que no están motivados no suelen esforzarse

por aprender ni buscan oportunidades para hacerlo. Se ha observado en estudios previos que la

intensidad de la motivación se incrementa con las vivencias de éxito y se debilita con las vivencias

de fracaso (Yañez, 2016), es por ello que el papel del docente adquiere gran relevancia cuando

hablamos de motivación, ya que el comportamiento del profesor y cómo se relaciona con sus

alumnos crea un clima emocional que predispone a favor o en contra del aprendizaje (Gutierrez

y García, 2016), y de hecho es considerado el aspecto más relevante a tener en cuenta para conocer

la motivación en general y más específicamente el interés por aprender (Godoy y Campoverde,

2016).

Podemos observar que se han llevado a cabo numerosas investigaciones acerca de estas

variables y su implicancia en el contexto escolar, sin embargo son pocos los estudios que han

considerado que estos dos aspectos podrían estar relacionados, y a nivel nacional únicamente han

sido estudiados en alumnos de educación superior o universitaria. Es por ello que surge la

necesidad de plantear una investigación en una población más joven, alumnos de educación

secundaria, buscando así propiciar un trabajo preventivo en las aulas y disminuir las tasas de

fracaso escolar, pues en caso existiese una relación entre la autoestima y la motivación para el

aprendizaje, se podría trabajar directamente la autopercepción de los estudiantes desde una edad

temprana, buscando desarrollar confianza y seguridad en sí mismos, así como una mayor apertura

a cometer errores (aceptar las equivocaciones como parte de nuestra condición humana y

comprenderlas como oportunidades de mejora), lo cual se reflejaría positivamente en su

desempeño escolar, y haría que el rechazo hacia algunas asignaturas e incluso hacia el mismo

sistema educativo disminuya significativamente.


Por ende, se plantea la pregunta: ¿Existe una relación entre la autoestima y la motivación

por el aprendizaje en estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de Lima

Metropolitana?

4. OBJETIVOS

4.1. Objetivo general

● Explorar la relación entre autoestima y motivación para el aprendizaje en estudiantes de

educación secundaria de una institución educativa de Lima Metropolitana.

4.2. Objetivos específicos

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la amotivación en estudiantes

de educación secundaria de una institución educativa de Lima Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la regulación externa en

estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de Lima Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la regulación introyectada en

estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de Lima Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la regulación identificada en

estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de Lima Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la motivación intrínseca al

conocimiento en estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de

Lima Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la motivación intrínseca al

logro en estudiantes de educación secundaria de una institución educativa de Lima

Metropolitana.

● Evaluar la relación entre las dimensiones del autoestima y la motivación intrínseca a las

experiencias estimulantes en estudiantes de educación secundaria de una institución

educativa de Lima Metropolitana.


5. HIPÓTESIS

● Existe relación significativa entre el autoestima y la motivación para el aprendizaje en

estudiantes de educación secundaria de una institución educativa.

● Los estudiantes con un nivel de autoestima alto muestran una mayor motivación dirigida

al aprendizaje.

6. DEFINICIONES OPERACIONALES DE TÉRMINOS

1. Autoestima: la valoración, percepción o juicio positivo o negativo que una persona hace

de sí misma en función de la evaluación de sus pensamientos, sentimientos y

experiencias.

2. Motivación: componente psicológico que orienta, mantiene y determina la conducta de

una persona. Es el motivo o la razón que provoca la realización o la omisión de una

acción.

3. Aprendizaje: proceso de asimilación de información mediante el cual se adquieren

nuevos conocimientos, técnicas o habilidades.

4. Educación: proceso continuo de desarrollo de las facultades físicas, intelectuales y

morales del ser humano, con el fin de integrarse mejor en la sociedad o en su propio

grupo, es un aprendizaje para vivir.

5. Adolescencia: periodo de la vida posterior a la niñez y anterior a la adultez. Transcurre

desde que aparecen los primeros indicios de la pubertad, entre los 10 y 12 años, hasta el

desarrollo completo del cuerpo y el comienzo de la edad adulta, entre los 19 y 20 años

aproximadamente.

7. IMPORTANCIA Y LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN

7.1. Importancia

La importancia de esta investigación recae en los altos índices de desmotivación y

rechazo hacia las asignaturas impartidas en el sistema educativo, tales como matemática,

comunicación, biología, etc. que son percibidas por los alumnos como pesadas pero necesarias
para cumplir su ciclo de educación básica y en el futuro continuar una carrera universitaria o

técnica, razón por la cual se ven obligados a pasar las asignaturas en muchas ocasiones de una

forma mediocre, cayendo en la procrastinación, acostumbrándose al aprendizaje memorístico y

no significativo, u optando por métodos facilistas como el plagio, cuando lo ideal sería que el

alumno asista a la escuela por un auténtico deseo de aprender, porque es plenamente consciente

de los beneficios que adquirir nuevos conocimientos aporta a su desarrollo tanto personal como

social.

Por lo tanto, en caso se encontrara que existe una relación significativa entre la autoestima

y la motivación para el aprendizaje, es decir, que una autoestima alta desencadena en la persona

ese deseo por conocer aquello que ignora, y por recibir con gratitud y apertura cualquier

información que le sea transmitida, entonces se podría intervenir a partir de programas para

desarrollar la autoestima y que a la vez doten al estudiante de un sentimiento de seguridad en sus

propias capacidades, aceptación de sus limitaciones y afán de superación para que se encuentre

en desarrollo constante.

7.2. Limitaciones

Las posibles limitaciones que podrían presentarse frente a este trabajo de investigación

son no conseguir una muestra lo suficientemente significativa, ya que la institución educativa

podría poner a disposición solo un número reducido de estudiantes; no contar con el permiso del

autor de cada uno de los tests que se pretende evaluar para llevar a cabo la investigación; que los

participantes se rehúsen a realizar alguno de los tests o que la escala de mentiras invalide el test

de la mayor cantidad de los estudiantes encuestados.

METODOLOGÍA

1. Tipo y diseño de la investigación

La presente investigación tiene un diseño cuantitativo correlacional, ya que se

busca determinar la relación existente entre dos variables en un contexto determinado,

mediante instrumentos fiables y medibles.


2. Participantes

La población estará conformada por estudiantes de 3°, 4° y 5° de secundaria de

una institución educativa de Lima Metropolitana. Se utilizará una muestra de 100

estudiantes de los diferentes grados.

3. Materiales

Los materiales a utilizar corresponden a la Escala de Autoestima de Coopersmith

y la Escala de Motivación Académica (EMA).

3.1. Escala de autoestima de Coopersmith

El Inventario de Autoestima fue creado por Stanley Coopersmith en el año 1959

en California, Estados Unidos, siendo constituido por 58 afirmaciones con respuesta

dicotómica, el cual mide las dimensiones: Si mismo- general, Social- pares, Hogar-

padres y Escolar- académica, encontrándose también una escala de mentira compuesta

por 8 ítems. La administración es en forma individual o colectiva, con una duración de

20 a 30 minutos. Coopersmith (1967) indica que la correlación de la prueba en la forma

escolar, es de 0.80, en los alumnos de su muestra, conformada por 647 estudiantes. La

traducción y validez para el Perú fue realizado por Panizo en el año 1985 (citado en

Villanueva, 2017) donde realizó la validez del constructo de la prueba, sometiendola a

una correlación ítem por ítem. En éste encontró un nivel de significancia de 0.001 en

todas las preguntas y en todas las subescalas.

VARIABLE DEFINICIÓN DIMENSIONES DEFINICIÓN


CONCEPTUAL CONCEPTUAL
Autoestima La valorización y el 1. Autoestima El grado en que el
conocimiento que cada general sujeto se siente seguro,
persona tiene de sí capaz, valioso y
misma, y que se significativo.
expresa en una actitud Evalúa tanto la
de aprobación o 2. Autoestima participación como el
desaprobación, la cual social liderazgo de la
a su vez revela el grado persona frente a un
en que una persona se grupo y las
siente capaz, exitosa y
digna y se le relaciona habilidades sociales
directamente con el que posee.
grado de satisfacción Evalúa el grado de
con uno mismo y con 3. Área escolar o
satisfacción personal
la autoconfianza y académica
frente a su trabajo
auto-respeto. académico y la
importancia que le
otorga.
Mide el grado en que
4. Área Hogar – el sujeto se siente
Padres aceptado por cada uno
de los miembros de su
familia.

Componentes de la Escala de Autoestima de Coopersmith.

Componente Ítems
Autoestima general 1, 2, 3, 8, 9, 10, 15, 16, 17, 22, 23, 24,
29, 30, 31, 36, 37, 38, 43, 44, 45, 50,
51, 52, 57 58.
Autoestima social 4, 11, 18, 25, 32, 39, 46, 53.
Autoestima escolar 7, 14, 21, 28, 35, 42, 49, 56.
Autoestima hogar 5, 12, 19, 26, 33, 47, 54.

Escala de mentiras 6, 13, 20, 27, 34, 41, 48, 55

3.2. Escala de Motivación Académica (EMA)

Para la evaluación de motivación académica se utilizó la Escala de Motivación

Académica (EMA). Contiene 28 ítems, distribuidos en 2 dimensiones, motivación extrínseca y

motivación intrínseca. Así mismo, deben ser respondidos de tipo likert del 1 al 5, donde 1 es

siempre, 2 es casi siempre, 3 es algunas veces, 4 es casi nunca, 5 es nunca (Sulca, 2016) Ha sido

validada en nuestro país en un estudio realizado en la Universidad Enrique Guzmán y Valle “La

Cantuta” por Ataucusi Mendoza, Ángela María y Zapata Heredia, Sandra Paola (2006) para lograr

la medición de la Motivación Estudiantil en nuestro estudio. (Sánchez y Terán, (2016).


VARIABLE DEFINICIÓN DIMENSIONES DEFINICIÓN CONCEPTUA
CONCEPTUAL

Motivación Conjunto de procesos 1. Amotivación El grado de inapetencia que


académica. implicados en la puede tener un estudiante hacia
activación, dirección y sus estudios.
persistencia de la
conducta, entre los que
se encuentran las El valor que los encuestados le
percepciones que el 2. Regulación dan a la educación en la
sujeto tiene de sí mismo Externa consolidación de su proyecto de
y de las tareas que va a vida futuro.
realizar, las actitudes,
intereses, expectativas, y
3. Regulación El nivel de satisfacción que
las diferentes
Introyectada brinda al alumno el estudio y
representaciones
cómo esta gratificación ayuda a
mentales que él va
consolidar su autoestima.
generando sobre el tipo
de metas que pretende
alcanzar dentro del El grado en que los encuestados
contexto educativo observan su paso por la
4. Regulación
Identificada educación secundaria como un
medio que le permite acceder a
la educación superior.

El placer, gusto o interés que


5. Motivación tiene un estudiante por el
intrínseca al estudio.
conocimiento

La necesidad de superación en
su proyecto de vida.
6. Motivación
intrínseca al logro

7. Motivación La percepción de la lectura y la


intrínseca a las comunicación escrita como una
experiencias experiencia estimulante.
estimulantes

Dimensiones de la Escala de Motivación Académica (EMA).

Dimensión Ítems
Amotivación 5, 12, 19 y 26
Regulación Externa 1, 8 15 y 22
Regulación Introyectada 7, 14, 21 y 28
Regulación Identificada 3, 10, 17 y 24
MI al Conocimiento 2, 9, 16 y 23
MI al Logro 6, 13, 20 y 27
MI a las Experiencias Estimulantes 4, 11, 18 y 25

4. Procedimientos

Para empezar se selecionará una institución de enseñanza secundaria en la que se llevará

a cabo el estudio. Seguidamente, se contactará al director de la misma para explicarle los objetivos

de la presente investigación y pedir el permiso correspondiente mediante un documento escrito.

Luego, se le informará a los profesores de los grados ya mencionados para que estén informados

del motivo del estudio y por qué es importante. Posteriormente, se visitará las aulas de los

participantes del estudio para hacer de su conocimiento en qué consiste el estudio y se recalcará

que la participación es voluntaria; se solicita su colaboración y se enfatiza que el cuestionario

debe ser respondido con la máxima honestidad. Una vez estén los cuestionarios resueltos, se

pasará a crear una base de datos que permita un análisis estadístico de las variables estudiadas

(autoestima y motivación académica). Finalmente, se elaborará el informe y se sustentará.


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