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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior


Universidad Bicentenaria de Aragua- Convenio Unellez
Carrera Derecho

LEY DE REGISTROS Y NOTARIAS

Participante: Lindeliz C. Rojas S.


C.I.: N° 14.041.298
INTRODUCCIÓN

El tema que a continuación se va a desarrollar de la Ley de Registros y Notarias


explica de manera resumida la importancia y sustentabilidad del texto, su evolución
en la historia comenzando por los países promotores como Egipto, Grecia, Roma,
los Bárbaros, el Feudalismo, Alemania, Francia y España. Sin dejar atrás al primer
Notario Rolandino Passagiero quien en el año 1234 alcanzó el grado de Notario y
Profesor de Derecho Notarial en la Universidad de Bolonia, considerado el padre
del Derecho Notarial. Así mismo, el sistema registral y notarial venezolano tiene su
inicio al separarse Venezuela de la Gran Colombia, al mismo tiempo su base jurídica
comienza desde el 24 de mayo de 1836, donde promulgan la primera Ley Patria, en
materia de registro y Registro Público. En la actualidad su fundamento se encuentra
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos 28 y
98, En la Ley de Registros y Notarias Decreto 1.422 de fecha 17 de noviembre de
2014, Gaceta Oficial Extraordinaria No. 6.156 del 19 de noviembre de 2014, código
civil y penal.
En base a lo antes expuesto, se analizará la Ley de Registro Público y del Notariado,
con la finalidad de obtener un conocimiento ajustado a derecho y realizar un
desglose de su contenido en cuanto a las políticas aplicadas por los
registros principales, mercantiles, públicos y las notarías, en lo relacionado a su
organización, funcionamiento, administración y competencia, la garantía de la
seguridad jurídica, la libertad contractual, la legalidad y principios de todo acto o
negocio jurídico, logrando de esta forma un análisis detallado y pormenorizado de
su contenido.
En ese mismo sentido se desprenden reglas fundamentales que sirven de asiento
al sistema registral de un país determinado y que pueden obtenerse por inducción
o abstracción de los diversos preceptos del Derecho Positivo. El Servicio Autónomo
de Registros y Notarías es un órgano creado por el Estado que depende del
ministerio del poder popular de interior y justicia, pertenece a la dirección general
de registros y notarias encargado de la dirección del sistema registral desde el año
1996, su objetivo principal es la planificación, organización, coordinación,
inspección, vigilancia y control sobre todas las oficinas de registros y notarías del
país. Por consiguiente se asientan de manera automatizada y progresiva los
procesos registrales y notariales garantizando la seguridad jurídica y el principio de
legalidad de los actos o negocios jurídicos, bienes y derechos reales, dejando
constancia de los hechos jurídicos que son competencia de esa Oficina local. Al
mismo tiempo podemos señalar en la Ley en su Capítulo I, los Principios
Registrales, Principio de Rogación, Principio de Prioridad, Principio de Especialidad,
Principio de Consecutividad, Principio de Legalidad y Principio de Publicidad.

Cabe destacar que el derecho registral ha crecido tanto que podemos mencionar el
caso de la teoría general del derecho registral, derecho registral inmobiliario,
derecho registral societario, calificación registral de documentos judiciales, doctrina
registral, jurisprudencia registral, ejecutorias registrales, principios registrales,
derecho registral codificado, derecho registral no codificado, entre otras tantas, es
decir, en el mundo nadie conoce todo el derecho registral, sino que incluso los
registralistas más estudiosos conocen tan sólo una rama del mismo. A su vez el
Derecho Registral tiene relación con otras ramas del derecho entre ellas se pueden
nombrar Derecho Civil, Derecho Mercantil, propiedad intelectual, Derecho Procesal
y Derecho Procesal Penal.
DESARROLLO

La historia del Derecho Registral y Notarial se remonta a épocas antiguas a través


del tiempo se fue perfeccionando este tipo de derecho, los hombres fueron
desarrollando su técnica, estas personas fueron denominadas Escribas, que eran
estudiados y con amplios conocimientos de la ley, pasando por el modernismo
hasta llegar a la actualidad, cada país nos enseña como el derecho en cada una de
sus ramas y específicamente el derecho Registral y Notarial, nace a través de las
normas jurídicas y surge la necesidad de elaborar un medio que permita perpetuar,
resguardar y llevar un control diario de la información dejando constancia de todo
aquello que fue realizado, a nivel mundial y en Venezuela ha sido importante el uso
y manejo de las diferentes transacciones civiles y mercantiles, donde las personas
naturales o jurídicas tienen el derecho y está fundamentado legalmente en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 28, que cita
textualmente:
“Toda persona tiene derecho de acceder a la información y a los datos
que sobre si misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o
privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer
el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el
tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de
aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos,
Igualmente podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que
contengan información cuyo conocimiento sea de interés parta
comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las
fuentes de información periodísticas y de otras profesiones que
determine la ley.”

Por consiguiente, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela abre un


camino para modernizar las instituciones del sector público esa apertura nos ofrece
todas las posibilidades de adaptación del ordenamiento jurídico a los notables
cambios de hoy, entre ellas el acceso a las nuevas tecnologías para alcanzar la
automatización. Esto significa darle prioridad a la seguridad jurídica en aquellos
espacios institucionales que requieren con urgencia cambios profundos en el orden
estructural, político, económico y social. A su vez, el Derecho notarial es una rama
del Derecho público específicamente del Derecho civil, que consiste en regular las
formalidades en actos registrales, la importancia del derecho notarial viene
relacionada con la sociedad y los negocios con tendencias jurídicas, que tienen que
conservar y constatar los hechos o actos que fueron realizados. El servicio
autónomo de Registros y Notarias es un órgano creado y encargado de manera
autónoma de la planificación, organización, coordinación, inspección, vigilancia,
procedimiento y control, sobre todas las oficinas de registro y notaria del país,
dependiente del Ministerio del Poder Popular del Interior y Justicia a través del
Reglamento Orgánico del Servicio Autónomo de registros y notaria está
facultado para: Integrar todas las fuentes que le provea ingreso, crear la autonomía
presupuestaria su administración financiera y de gestión, establecer los
mecanismos de control que lo regirá, la utilización y destino que se debe dar a los
ingresos obtenidos por todas las actividades realizadas y el uso de los excedentes
al fin de su ejercicio fiscal. En general el Reglamento prevé el control exacto y
pormenorizado de todos los ingresos de dinero proveniente de las actividades de
los Registros y Notarias. El Servicio Autónomo Registros y Notarias contará
con una organización legal, técnica y de una preparación calificada en el desarrollo
de sus funciones, su personal deberá contar con un alto nivel para su de
desempeño, con todos los conocimientos que debe tener y contar un servidor
público. Los registradores o registradoras, titulares, suplentes auxiliares, los
notarios o notarias, los jefes de servicio revisor, abogados revisores,
administradores y contadores que ejercen funciones de coordinación, adscripto al
Servicio Autónomo de Registros y Notarias, desempeñan cargos de confianza y por
lo tanto son de libre nombramiento y remoción, esto es que su cargo depende del
órgano superior y pueden ser removido cuando así lo creyere necesario. El pago de
los directores y empleados será de acuerdo al dictado mediante decreto por
el Ciudadano Presidente de la República. La capacitación de los funcionarios
Registrales y Notarios Público, en virtud de la innovación de los procedimientos que
introduce la automatización de los procesos registrales y notariales, corresponde al
servicio autónomo de la Dirección Nacional de Registros y Notariado velar por la
capacitación técnica, formación jurídica y la especialización profesional de sus
funcionarios. En tal sentido la normativa propuesta prevé que el Ministerio del
Interior y justicia coordina juntamente con el Ministerio de Educación Superior,
la incorporación de materias registrales y notariales en los pensum de los estudios
en las formaciones técnicas universitarias, igualmente debe de coordinar las
materias jurídicas, la especialización profesional y la capacitación constante de
su personal, todo esto con la visión de mantener su personal actualizado
y entrenado para el mejor desempeño. El decreto garantiza la seguridad jurídica, la
libertad de realizar cualquier contrato con el principio de legalidad de los actos o
negocios jurídicos se podrá aplicar los mecanismos y la utilización de los medios
electrónicos consagrados en la ley. Esta ley reafirma que toda la información
procesada se consolida en la base de datos en el Distrito Capital, siendo propiedad
de la plataforma tecnológica la República. Garantizando la seguridad jurídica de los
actos y de los derechos inscritos con respecto a terceros, mediante la publicidad
registral. La norma describe claramente, lo que no deben hacer los registradores o
registradoras en el desarrollo de sus funciones como es: No podrá darle asiento a
documento donde él sea parte de ellos o exista laso familiar hasta el cuarto grado
de consanguinidad o segundo de afinidad, para estos casos el registrador o
registradora delegará funciones mediante acta en el registrador o registradora
Titular y quién tendrá las mismas responsabilidades y restricciones de los titulares.

Por consiguiente la ley de Registros y del Notariado en su capítulo I, en los artículos


del 4 al 9 nos habla de los seis principios registrales, el principio de Rogación
proviene de la acción de rogar, se entiende como la solicitud resultado equivalente
a “ruego de” y “a petición de”, por lo tanto, este principio no puede funcionar o actuar
si no hay una solicitud de los otorgantes de un acto o derecho de un tercero
interesado no puede realizarse de oficio. No obstante, el término “rogación” no
puede ser confundido con el de “suplica”, debido a que el registrador está en la
obligación de calificar el titulo presentado en virtud de la rogación; es un deber que
este debe cumplir y del que no se puede sustraer. Es importante este principio por
su incidencia como impulso inicial del procedimiento registral y sus manifestaciones
dentro del mismo. Permite al presentante o a quien este representa el desistimiento
total o parcial de la rogatoria; así como el desistimiento de la apelación
(manifestaciones negativas). Igualmente, permite al legitimado a solicitar prórrogas,
interponer recursos, realizar subsanaciones y cancelar derechos registrales. Se
debe tener presente que la rogatoria no es la presentación de una solicitud en sí
misma, puesto que eso pertenece al derecho administrativo, sino que aquella
rogatoria surge cuando esta solicitud, acompañada de documentos que contienen
el acto que será materia de la inscripción, es presentada al registro. Por
consiguiente, el segundo Principio de Prioridad, explica de manera sencilla en
sentido lato preferente y excluyente, trae consigo la idea de dualidad o pluralidad;
puesto que, tal como en una carrera de autos, para poder decir que alguno llegó en
primer lugar se requiere que lo haga en relación a otros que también participaron,
pero que alcanzaron lugares inferiores. Para que la prioridad exista, se requiere de
un mínimo de dos títulos, los que deben ser contradictorios entre sí y tener la
característica de haber sido presentados al Registro en diferentes momentos,
dándose así una importancia al factor TIEMPO. El Principio de Prioridad ha sido
vinculado al aforismo latino: “Prior tempore, potior iure” –“Primero en el tiempo,
mejor en el Derecho”-, incluso se llega a considerar que este aforismo es el que se
ha regulado y ha dado lugar al Principio de Prioridad; sin embargo, es necesario
señalar que este principio va mucho más allá. La prioridad, desde un enfoque
material, está referida a la preferencia de una situación jurídica con respecto a la
otra en relación al momento de acceso al Registro (Prioridad preferente). La
prioridad, desde una perspectiva formal, constituye la prohibición que recae sobre
el registrador, en virtud de la cual, este no puede inscribir derechos incompatibles
con otros de igual o anterior fecha (Prioridad excluyente). Dicho esto, se debe
recordar que el Principio de Prioridad alude a esa preferencia por el título que
primero ingresa al Registro sobre los que ingresan con posterioridad, prescindiendo
de las fechas en las que cada uno de ellos fue otorgado. Tal como lo señala Américo
Atilio Cornejo15, la prioridad es dada por la fecha de ingreso del documento en el
Registro y no por la del documento. El tercer principio de Especialidad habla de los
bienes y derechos inscritos en el Registro deberán estar definidos y precisados
respecto a su titularidad, naturaleza, contenido y limitaciones. El Principio Registral
de Especialidad o Determinación se encuentra íntimamente relacionado con el
Sistema Registral del Folio Real y con el Sistema del Folio Personal. También
llamado de "Determinación", tiene como finalidad individualizar los derechos
inscritos en los Registros, en relación a los bienes y a las personas, por este
principio, cada inscripción se efectúa en partidas separadas. Se desglosa el cuarto
principio de Consecutividad, que hace referencia acerca de los asientos existentes
en el Registro, relativo a un mismo bien, deberá resultar una perfecta secuencia y
encadenamiento de las titularidades del dominio y de los demás derechos
registrados, así como la correlación entre las inscripciones y sus modificaciones,
cancelaciones y extinciones. Este principio nos habla del procedimiento registral,
como principio de orden registral, se trata de que se produzca de modo continuo y
que el historial del predio se produzca ordenadamente. En este orden de ideas el
principio de legalidad como su nombre lo indica es un principio, entendido en el
orden lógico, por principio una proporción con valor de postulado o de axioma, de la
cual se derivan todas la demás. En Venezuela, rige el principio de la legalidad
consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
cuando señala en su artículo 137 “La Constitución y la ley definirán las atribuciones
de los órganos que ejercen el Poder Público, a las cuales debe sujetarse a las
actividades que realicen” Ahora bien, el termino de Ley, en el ámbito del principio
de la legalidad está concebido con un significado amplio, ya que, es entendida como
el conjunto de normas y principios que conforman el ordenamiento jurídico de un
país (leyes, reglamentos, decretos, principios generales, costumbres, etc.), lo que
se puede denominar el bloque de la legalidad (Parra M 2006, pg. 250). En tal sentido
la legalidad atiende a la sujeción de la norma legal, tanto formales como
sustanciales, escritas como no escritas. Cuando se habla de legalidad se está en
presencia de un sistema de leyes que debe ser cumplido y que otorga la aprobación
a determinadas acciones, actos o circunstancias. La legalidad es, entonces, todo lo
que se realice dentro del marco de la ley escrita y que tenga como consecuencia
supuesta el respeto por las pautas de vida y coexistencia de una sociedad
dependiendo de lo que cada una de ellas entienda por tal concepto. En este orden
de ideas, la legalidad es un atributo y un requisito del poder. Un poder legal es un
poder que nace y se ejerce de acuerdo con las leyes. Lo contrario del poder legal
es el poder arbitrario, ejercido al arbitrio del gobernante, basado en su voluntad y
juicio personal sobre las situaciones. Se cita textualmente el Art. 27: Publicidad
Registral: La publicidad registral reside en la base de datos del sistema
automatizado de los registros, en la documentación archivada que de ellas emanen
y en las certificaciones que se expidan. Finalmente podemos hablar del principio de
Publicidad es la esencia de nuestro sistema registral, del cual emanan todos los
efectos sustantivos que la registración produce y sobre el cual funcionan todos los
demás principios hipotecarios que rigen nuestro sistema. la ley en su artículo 9 nos
habla acerca de la fe pública registral de la certeza jurídica que muestran sus
asientos, ya que la información contenida es pública y puede ser consultada por
cualquier persona. No hay total unanimidad sobre la denominación; mientras
algunos autores (NUÑEZ LAGOS, LACRUZ) hablan de la publicidad en sus dos
vertientes: material y formal, otros autores como ROCA SASTRE, prefieren hablar
del principio de presunción de exactitud. la publicidad, ordenada a través de un
sistema de registración, no es un principio, sino un hallazgo histórico, una técnica
jurídica que, a lo largo de un proceso continuado de perfeccionamiento, ha llegado
a su actual estado. Pero conforme a la terminología habitual, seguiremos hablando
del principio de publicidad. De la misma manera la publicidad material en su aspecto
sustantivo o material opera a base de una doble dimensión: la positiva que reviste
la forma de presunción; la negativa que no presume nada, afirma. Se puede decir
que la Negativa: supone que lo inscrito no afecta al que contrata confiado en el
contenido registral; con ello se intenta fomentar la inscripción, ya que se protege a
quien inscribe frente al que no lo hace y se degrada el acto que no está inscrito.
Este aspecto negativo está recogido en el art. 32 de la Ley Hipotecaria (LH) que
dice: Los títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que
no estén debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no
perjudican a tercero. Este precepto es reproducción del art. 606 del Código Civil.
Estamos ante la esencia del principio de publicidad en su aspecto negativo: lo no
inscrito es como si no existiera. También se habla de la forma Positiva: este
aspecto positivo produce en el contenido registral una doble presunción: se presume
que lo que el Registro publica es verdad en forma iuris tantum, o sea, mientras no
se demuestra la inexactitud del contenido registral: estamos ante el principio de
legitimación (artículo 38 de la LH.) y se presume que el Registro es exacto e
íntegro en forma iuris et de iure, o sea, aunque se demuestre lo contrario cuando se
trata de proteger la buena fe que el tercero tuvo en la apariencia publicada: a este
efecto se le señala con el nombre de Principio de fe pública registral. Y la publicidad
formal regula los medios o modos de hacer efectiva la notoriedad de las
inscripciones permitiendo a los particulares conocer el contenido del Registro. Este
aspecto adjetivo de la publicidad consiste en franquear la puerta a los que
tengan interés legítimo en conocer el estado de la propiedad y sus gravámenes.

Este aspecto del principio de publicidad viene formulado en el art. 221 de la Ley
Hipotecaria al decir: Los Registros serán públicos para quienes tengan interés
conocido en averiguar el estado de los bienes inmuebles o derechos reales inscritos.
El interés se presumirá en toda autoridad, empleado o funcionario público que actúe
por razón de su oficio o cargo. Reconociendo el derecho que todos tienen de
conocer y acceder al contenido de los libros del Registro en la forma prevenida por
la ley. En este sentido el principio de publicidad formal y actuación de los
Registradores de la Propiedad y Mercantiles en caso de petición en masa, señaló
las líneas que deben seguirse en orden a la expedición de publicidad del contenido
de los libros del Registro donde el derecho de información debe ser conjugado
siempre con los principios de seguridad jurídica y protección de datos de carácter
personal; es por ello que debe acreditarse el interés legítimo y obtener la
información a través de los medios admitidos por las leyes, bien sea a través de
certificaciones, notas simples o manifestación de los libros.

A la hora de expedir la publicidad formal, el registrador debe valorar dos aspectos


fundamentales en el peticionario de la información: que concurra el interés
legítimo para acceder al conocimiento de los datos registrales, y que se respete la
normativa sobre protección de datos personales. Además, desde el punto de vista
del objeto y extensión de la publicidad, el interés expresado no es cualquier interés
(pues entonces la prueba la constituiría la mera solicitud), sino un interés
patrimonial, es decir, que el que solicita la información tiene o espera tener una
relación patrimonial para la cual el conocimiento que solicita resulta relevante.
Existe interés legítimo en el conocimiento del contenido de los libros del Registro,
será el registrador el que decida qué datos, por tener la consideración de sensibles
conforme a lo anteriormente expuesto, deberán quedar excluidos de la información
suministrada. Como doctrina general la publicidad formal de los asientos registrales
no puede consistir en dar conocimiento indiscriminado del patrimonio de las
personas. Quien desee obtener información de los asientos debe acreditar al
registrador que tiene interés legítimo en ello, de acuerdo con el sentido y la función
de la institución registral.

Entre las características del derecho notarial se puede decir que es un derecho
legitimador: porque impone credibilidad en el registro, es un derecho protector por
cuanto el contenido de los asientos registrales se presume exacto. En tal virtud
la información registral prevalece frente a la realidad jurídica disonante, es un
derecho autónomo, regulador de la publicidad registral pues en esencia este es el
fin último de la actividad registral (brindar seguridad jurídica). Está integrado tanto
por normas de naturaleza formal como de naturaleza material. Seguidamente se
dice que el contenido del derecho registral posee una serie de elementos, las
instituciones registrales. Es decir, Los Registros y Notarias, los sistemas registrales
(de folio real, de folio personal, etc.), Principios registrales (rogación, prioridad,
consecutividad, legalidad, publicidad), la publicidad registral. Podemos nombrar las
divisiones o ramas del derecho registral: de las personas naturales y jurídicas, de
los Bienes Muebles Inmuebles, por su naturaleza, por su destinación,
naturaleza Jurídica del Derecho Registral (Relacionada con la autonomía de este),
El derecho registral es una rama del derecho positivo el cual está conformado por
instituciones que carecen de personalidad jurídica por cuanto son representadas
por la República. Las instituciones que están descritas en su segunda disposición
transitorias determinan la forma en que progresivamente los registros y notarias
públicas han de ser sometidas al proceso de organización, automatización,
modernización, funcionamiento, administración y competencias, atendiendo al
siguiente orden: Registros Principales, los Registros Públicos tienen competencia
para inscribir bienes inmuebles, derechos reales y personas, Registros Mercantiles
competencia para inscribir sociedades de comercio, firmas personales, Notarias
Publicas: Autenticar (es decir, dar fe) documentos.

Entre tanto el Derecho registral y notarial se encuentra estrechamente relacionado


con el Derecho civil, administrativo, comercial, procesal, tributario y penal. Para
concluir la naturaleza jurídica del derecho Registral, existen tres posiciones
doctrinales básicas acerca de la ubicación del derecho registral en el derecho
público, carácter imperativo y servicio estatal y en el derecho privado, publicidad de
la vida inter privados.
CONCLUSIÓN

Después de haber realizado una lectura de apreciación y el respectivo análisis de


la Ley del Registro Público y del Notariado, tenemos una visión y compresión
jurídica de mayor entendimiento y conocimiento en todo lo relacionado a la
organización, funcionamiento, administración y competencias de los registros
principales, mercantiles, públicos y de las notarías. El conocimiento adquirido, nos
permite tener las herramientas necesarias, para dar una interpretación justa de
norma jurídica en cuanto a: la libertad contractual, el principio de legalidad de los
actos o negocios jurídicos de los bienes y* derechos reales, en todo lo relacionado
a las funciones registrales y notariales, que se pueden realizar a todo lo largo y
ancho de nuestro país. En los 112 artículos plasmados en la Ley, encontramos ese
desglose de normativas bien descritas, necesarias para reglamentar toda actividad
relacionada con el Registro Público y Notarias. Podemos apreciar el gran interés de
actualizar electrónicamente todo acto de registro y notaria por medio de la
digitalización, con plataformas electrónicas que le permiten la intercomunicación a
nivel nacional de todos y cada uno de los diferentes Registros y Notarias existente
en el país. Esta nueva modernización permitirá un trabajo más rápido, eficiente,
claro, eliminando una gran cantidad de trabas, obstáculos y deficiencias,
redundando en un mejor desarrollo en el cumplimiento de sus actividades y
obligaciones, que van en beneficio de la ciudadanía.
Esta Ley constituye un cuerpo normativo que incorpora al ordenamiento jurídico
venezolano los principios modernos que se requieren para instaurar la seguridad
jurídica en las instituciones registrales y revitalizar el ejercicio de la función notarial.
Ello se logra con una visión congruente del ámbito de la seguridad jurídica
patrimonial, civil y pública para estar en el marco de los países de vanguardia en
procesos registrales* y notariales automatizados.
ANEXOS
BIBLIOGRAFIA

1. Gaceta Oficial N° 6.156 Extraordinario de fecha 19 de noviembre de 2014,


fue publicado el Decreto No. 1.422 de fecha 17 de noviembre de 2014 con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Registros y del Notariado.

2. Bañuelos Sánchez Froilán, Fundamento del Derecho Notarial, editorial sista


México, 1992.

3. Gaceta Oficial N.º 2.990 Extraordinaria de fecha 26 de Julio de 1982, Código


Civil Venezolano.

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