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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Psicología

Historia de la Psicología
Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi

Segundo informe

Profesor: Miguel Ángel Reghitto-

Alumna: Gisela M. Dragotto.-

Nº. LU: 31.433.757.-

Comisión: 11.-

2do. Cuatrimestre 2010.-

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Charles Darwin (1809 – 1882), era un Naturalista Inglés. Postula que todas las razas de
humanos de la Tierra, hemos evolucionado a partir de un Antepasado en común: “(…)
las diversas razas humanas descienden de una sola y única cepa, de un antecesor
primitivo que debía tener órganos casi iguales a los del hombre y una inteligencia casi
tan grande (…)” (Darwin. 1872, P. 410). Respecto de esto, Rossi dice: “el hombre va a
quedar decididamente excluido del mapa divino y disuelto en la naturaleza” (Rossi.
2004, P. 54), es decir que en la escena de Darwin, el papel de Dios es irrelevante, se
procede a ubicar al hombre como un animal más en la naturaleza, hecho que ha
provocado una gran herida en la gente. Tanto así, que en su estudio sobre las emociones
estudia la expresión de éstas paralelamente en humanos y animales. Plantea que los
principales actos de expresión de ambos, son innatos, por tanto, no corresponden a la
educación del individuo. Tanto para su estudio sobre la evolución de las especies, como
para su estudio realizado sobre las emociones, Darwin utiliza como método la
observación y descripción analítica de distintas especies, en relación a su ambiente
natural Sobre dicho mètodo, Rossi comenta “Darwin va decir que el instrumento
fundamental es la observación minuciosa, y que en esas observaciones deben
privilegiarse los experimentos naturales que realiza espontáneamente la naturaleza.”
(Rossi. 2004, P 68). Utilizando dicho método, que consiste en una observación rigurosa
de la naturaleza, Darwin plantea la noción de un Ambiente Desafiante para el sujeto, en
el que éste debe luchar para sobrevivir. Entonces, el mapa de lo natural, en Darwin, no
es algo estático, sino que está sujeto a cambios, y quien permanece o quien desaparece
depende de cómo se dan las relaciones con el ambiente. Claramente puede verse la
importancia que el autor le da a este ambiente, debido a que este presenta dificultades y
desafíos al individuo y a la especie, por lo que toma vital importancia la acción, ya que
para sobrevivir se requiere que se actúe, que se reaccione en términos de una lucha por la
supervivencia. Pues bien, esta noción de ambiente, pone al sujeto como un animal más
en la lucha de la supervivencia, sacándolo del hombre Hijo de Dios, hecho a su Imagen
y Semejanza, lo cual consiste en una de las llamadas “3 Heridas Narcisistas del
Hombre”. A decir de Rossi: “(…) hay tres heridas narcisistas para el hombre: una es la
de Copérnico que sostiene que el centro del mundo no es la tierra sino el sol; la segunda
es que el hombre no está hecho a imagen y a semejanza de Dios sino que desde el punto
de vista de lo natural, el hombre es un animalito más; la tercera es la que produce Freud
(…)” (Rossi. 2004, P. 57). Pues bien, a partir de Darwin surge el concepto de “vida” y
organismo como totalidad, que permitirá un despliegue de las emociones en relación con

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lo biológico tomando, como decía más arriba, el papel del ambiente y el intercambio con
él como generador de cambios. Las características más propicias para posibilitar la
subsistencia de la especia continúan en el camino y se transmiten por herencia a la
siguiente generación y las características mas obsoletas para dicho fin tienden a
desaparecer, a quedar en el camino a partir de la Selección Natural. El hombre, entonces,
es un organismo (entendido como totalidad o unidad desde un punto de vista biológico)
que responde a los problemas que le trae el ambiente, en otras palabras, el cuerpo es sede
de las expresiones emocionales cuyas reacciones dan cuenta de un estado emocional,
dejando de lado la idea de un cuerpo como máquina tal como lo planteaba Descartes
puesto que éste no puede ser sintetizado y analizado porque perdería la vida. Rossi,
refiriéndose al sujeto frente al ambiente va a decir: “Este sujeto (…) se talla de afuera
hacia adentro. Se talla en la lucha contra la adversidad.” (Rossi. 2004, P. 57). El cuerpo
entonces, es un cuerpo que acciona, que reacciona con la acción específica para
sobrevivir a las inclemencias del ambiente.
En Darwin la palabra Pasión desaparece, y surge la palabra Emoción, que
proviene de la palabra “Emovere” (Lo que Mueve). Se deja de lado el concepto de
pasión ligada al intelectualismo (la pasión hace referencia a la inteligencia y a la razón) y
emerge con mucha fuerza el concepto de emoción, concepto que está ligado al cuerpo,
separado de la razón. Darwin en su obra “La expresión de la emociones en el hombre y
en los animales” define la emoción como: “todo acto, cualquiera que sea su naturaleza,
que acompaña constantemente un estado determinado del espíritu, se hace expresivo en
seguida” (Darwin. 1872. P. 398). El cambio conceptual es causa del cambio del método:
cambia el método de introspección por el método de observación pura porque a Darwin
no le interesa el aspecto subjetivo de la emoción sino la manera en que se manifiesta, es
decir, la expresión de la emoción “(…) lo que es instinto a nivel de la especie, va a ser
emoción a nivel del individuo.” (Rossi. 2004, P. 58), es decir que Darwin se interesa en
la dimensión visible de la emoción. El estado de ánimo es interior en el hombre,
pertenece a la conciencia por eso Darwin no se detendrá en su estudio. Desde un punto
de vista ontogenético (de la historia evolutiva del individuo) pueden encontrarse tres
principios que explican el desarrollo de las principales acciones expresivas. El primero
de dichos principios es el de repetición de movimientos útiles. En palabras del propio
Darwin: “El primero de estos capítulos es el siguiente: Los movimientos útiles al
cumplimiento de un deseo (…) si se repiten con frecuencia, por tornarse tan habituales,
que se producen siempre que aparece este deseo o esta sensación, aun en el débil grado,

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y aunque su utilidad sea nula (…)” (Darwin. 1872, P. 395). El segundo principio es el de
la Antítesis: “(…) Un uso constante, por espacio de toda nuestra vida, ha afirmado en
nosotros la costumbre de ejecutar voluntariamente movimientos opuestos bajo la
influencia de impulsos también opuestos”. (Darwin. 1872, P. 396). Y el tercer principio,
es el de la acción directa: “acción directa sobre la economía de las excitaciones del
sistema nervioso, acción por completo independiente de la voluntad, y aun en gran
parte independiente de la costumbre” (Darwin. 1872, P. 396). Darwin va a decir que la
fuerza nerviosa producida por las emociones, es la causante de los gestos y movimientos
observables propios de dicho estado emocional, pero que además de eso, va a decir que
dichos movimientos también están producidos por la costumbre. Dirá del hombre
enfurecido que sus “gestos frenéticos (…) pueden atribuirse, en parte, a la falta de
dirección de la fuerza nerviosa producida, y en parte a los efectos de la costumbre;
porque sus gestos representan vagamente con frecuencia la acción de pegar.” (Darwin.
1872, P. 396). Pues bien, según este autor pocas expresiones de la emoción son
aprendidas, es decir, “que hayan sido ejecutados de una manera conciente y voluntaria
durante los primeros años de la vida, con un fin determinado (…)” (Darwin. 1872, P:
402). La mayoría de los movimientos expresivos son hereditarios, y no se puede decir
que se encuentren bajo el control de la voluntad, sin embargo, dirá el autor, aquellos que
se derivan del primer principio, fueron en un principio ejecutados voluntariamente con
un fin determinado, para luego, por el habito, convertirse en involuntarias. Respecto de
las expresiones del principio de antítesis dice: “(…) es claro que por ellos la voluntad
interviene, aunque de una manera lejana e indirecta” (Darwin. 1872, P. 403). De los
movimientos propios del tercer principio va a decir que corresponden a una intervención
directa del sistema nervioso, y que se dan independientemente de los movimientos
propios de los dos principios anteriores. Con respecto a esto Darwin dice: “Los efectos
debidos indirectamente a esta ultima fuerza están a menudo combinados de un modo
complejo, por la fuerza de la costumbre y de la asociación. Con los que resultan
directamente de la excitación del sistema cerebro-espinal.” (Darwin. 1872, P. 403).
Dirá, a su vez, que cada movimiento hereditario de la expresión pareciera haber tenido
un origen independiente y natural, y que una vez adquirido puede ser usado
voluntariamente como un medio o herramienta para manifestar el pensamiento. No
Obstante, Darwin no descarta la posibilidad de que alguna vez haya habido algún acto de
naturaleza voluntaria que sirvió a la supervivencia y que luego fue heredado en las
siguientes generaciones. Va a decir que los órganos de la respiración y de la circulación

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juegan un papel esencial en la expresión de las emociones y va a decir que si estos
órganos hubiesen evolucionado en forma distinta a la que lo hicieron, muy diferente sería
la expresión de las emociones “(…) Si nuestros órganos circulatorios y respiratorios
hubieran sido un poco distintos de lo que son, habrían resultado para la mayor parte de
nuestras expresiones modificaciones prodigiosas (…)” (Darwin. 1872, P. 415)
En 1839 nace el primer hijo de Darwin, William Erasmus Darwin, a quien su padre
observó para tener cierta base empírica en sus desarrollos planteados en obra “La
expresión de la emociones en el hombre y en los animales”. Estas observaciones le
sirven para decir que así como “ (…) la mayor parte de los movimientos de la expresión
fueron adquiridos gradualmente y se hicieron en seguida instintivos, parece hasta cierto
punto probable, a priori, que la facultad de reconocerles se hizo instintiva por
mecanismo idéntico.” (Darwin. 1872, P. 408). Observando a su niño de poco tiempo, se
convenció que era capaz de reconocer en un primer momento la sonrisa “(…) respondía
a ella sonriendo a su vez cuando aun tenía una edad demasiado tierna para haber
comprendido nada por experiencia.” (Darwin. 1872, P. 408-409). Cuenta una
experiencia en la que la nodriza de William simuló un llanto, aclarando que “(…) este
niño no había podido sino muy pocas veces ver llorar a otros (…)” (Darwin. 1872, P.
409), observa en el niño que su rostro comienza a tomar expresión de melancolía a la
visión del llanto de su nodriza. Darwin va a decir de esto que, a partir de un sentimiento
innato, William comprendió que el llanto de su nodriza expresaba pena y que, por una
simpatía instintiva del niño para con la nodriza, le causó pena a él también. Darwin hace
un mapeo de varias formas de expresión de los humanos, en las que encuentra siempre
un eco en la expresión animal de distintos estados. Con la única que trastabilla es con el
llanto, ya que dice que el vertido de lágrimas es una adquisición tardía en la evolución, lo
cual puede verse en los monos antropomorfos (los más próximos de nuestros parientes)
que no son capaces de llorar; pero observa al mismo tiempo, que algunos monos que no
están muy próximos en la cadena evolutiva al hombre, lloran. Darwin concluye que la
expresión humana por excelencia es el Rubor, ningún otro animal puede experimentarlo.
Dice que todos los hombres de todas las razas experimentan el cambio de coloración
propio del rubor, sea dicho cambio visible o no. En palabras de Charles Darwin: “el
relajamiento de las pequeñas arterias del tegumento de donde depende el rubor, parece
haber sido producido primeramente por una fuerte atención fija en el exterior de
nuestra persona y de nuestro rostro en particular.” (Darwin. 1872, P. 414). Para Darwin
se evoluciona de lo más simple a lo más complejo, este curso evolutivo va a ser

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considerado normal, Rossi plantea que “(…) todo lo que se aparte de ese camino va a
ser considerado una desviación, regresión o degeneración.” (Rossi. 2004, P. 60). Por
ejemplo para dar cuenta de que las emociones son innatas y de que todo lo que se desvía
del curso normal de la evolución son experimentos fallidos de la naturaleza a tener en
cuenta, toma a un bebé con ceguera y observa que frente a una persona que se ríe el bebé
responde con una sonrisa y lo mismo pasa con el llanto. O sea que llanto y la risa son
expresiones que no necesitaron ser aprendidas, son innatas. Rossi va a decir que “Darwin
inaugura lo que nosotros conocemos como los rudimentos del método patológico.
Recuerden que siendo naturalista, debe coleccionar estrictamente aquellos ensayos,
aquellos experimentos fallidos, espontáneos de la naturaleza. En la confrontación de lo
patológico, descubre las claves para explicar e iluminar el funcionamiento normal. Las
palabras normal a patológico van a pasar de Darwin a Ribot (…)” (Rossi. 2004, P. 77).

Wilhelm Maximilian Wundt fue un Médico Fisiólogo, Psicólogo con formación


filosófica perteneciente a la corriente del Romanticismo Alemán del Siglo XIX, nacido
en 1932 y muerto en 1920. En el contexto de Wundt la vida adquiere un valor
implacable, a la que no es posible aplicarle el método analítico porque sino la vida se
pierde y no se puede volver a recuperar. Entonces, siguiendo a Rossi “El concepto de
vida es la piedra angular del romanticismo” (Rossi. 2004, P. 65). Aparece el sujeto como
una totalidad, como una unidad y, diferencia de Descartes y su analogía Cuerpo-
Máquina, ahora se plantea estudiar al cuerpo no como un mecanismo, sino como un
cuerpo biológico, vivo. La característica fundamental de lo vivo está en la totalidad. En
ésta unidad aparece la palabra organismo, que es muy distinta a mecanismo (Descartes).
Rossi va a decir para ejemplificar la idea del individuo como totalidad en el
Romanticismo Alemán: “Puede ser que todos los sistemas se encuentren funcionando
perfectamente y de golpe se produzca un colapso en uno solo de los órganos: el corazón,
por ejemplo. Si colapsa uno de los órganos, todos los demás se ven afectados” (Rossi.
2004, P. 66). Durante este periodo comienza a hablarse de la noción de Espacio Vital, es
decir un espacio en el que el ser vivo habita, un espacio en el que hay intercambio de
materia y energía con el ambiente. Como se ve, con el romanticismo se produce un
campo en la noción de espacio intelectualista que predominaba. Ésta noción se refería a
un espacio vacío, tal como era el de la física y de la matemática, y va a cambiar por la
noción de un espacio vital, en palabras de Rossi: “Lo vivo necesita de un espacio vital
que le es propio: la hormiga con su hormiguero; el tigre en su selva, etc. Lo vivo

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convoca un tipo de relación diferente, con un ambiente que se llama Ambiente Vital.”
(Rossi. 2004, P. 66). Los Románticos, Wundt entre ellos, dejarán de lado la idea de un
espacio vacío y universal, pera volver a la idea de un espacio local: “el organismo, el
individuo, es producto del escenario en el que habita” (Rossi. 2004, P. 66). Se abandona
la idea Darwiniana de un ambiente hostil y desafiante que exige la lucha del sujeto por su
supervivencia, para tomar al ambiente desde una perspectiva diferente. El ambiente para
el Romanticismo es un ambiente envolvente no desafiante como el de Darwin. El
individuo es producto del ambiente y se identifica con éste. Rossi describe muy bien esta
postura de la siguiente manera: “Para el romanticismo hay una relación muy fuerte, no
intelectual, de empatía, sintonía con el ambiente. La palabra ambiente, para los
ingleses, supone una relación de adversidad, de desafío, de provocación, de lucha. En el
romanticismo europeo alemán e italiano, la relación con el ambiente es más acariciante,
envolvente, incidible para modelar a quien lo habita.” (Rossi. 2004, P. 66-67). La
relación con el ambiente no es racional, sino sentimental, supone la participación
subjetiva en forma de, por ejemplo, empatía, sintonía e identificación. También con el
romanticismo se produce un cambio en la noción de tiempo, que se encontraba como
estática. Lo vivo esta siempre en un proceso, en intercambio, uno nace, crece se
reproduce y muere. La vida es dinamismo. Se produce, entonces, un alejamiento del
pensamiento analítico, a decir de Rossi: “si ahora miramos a lo analítico desde esta
perspectiva, vemos que en el análisis el tiempo está detenido. En cambio, lo vivo, está
enfatizando el sentido de lo procesual.” (Rossi. 2004, P. 67).
Con todos estos conceptos como su paisaje, Wundt en 1879, crea el primer Laboratorio
de Psicología Experimental (En Leipzig, Alemania), con lo que se da nacimiento a la
llamada Psicología Científica o Experimental, como una disciplina separada de la
Filosofía. Su teoría lleva a la conciencia al laboratorio experimental y, de este modo, la
incluye como objeto estudiado a través de la introspección experimental. A partir de
esto, se ve una clara diferencia con Darwin, ya que Wundt le da a la conciencia un papel
principal, clasificándola como un lugar psíquico de la vida afectiva. Al trabajar en
laboratorio, al decir de Rossi “(…) la experiencia se va a formalizar; va a adquirir una
investimenta epistemológica e instrumental. La experiencia, acotada, en el laboratorio,
va a dar origen a la situación experimental (…) La diferencia es que la situación
experimental está prevista, predibujada por el investigador en la cual una variable es
interrogada” (Rossi. 2004, P. 67). A partir del trabajo en laboratorio, se ve el alejamiento
por parte de este autor del método utilizado por Darwin, quien observaba a sus objetos de

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estudio en su ambiente natural. Wundt incorpora a las emociones y sentimientos dentro
de lo que él llama “Formaciones Psíquicas” definidas por él cómo “(…) toda parte
compuesta de nuestra experiencia inmediata que se distingue por ciertos caracteres de
cualquier otro modo de la experiencia misma, de modo que se la ha considerado como
una unidad relativamente independiente y se la ha designado con un nombre especial
cuando lo requieran las necesidades prácticas.”(Wundt. 1874, P. 123). Las formaciones
psíquicas son procesos que varían de un momento a otro por ello solo pueden fijarse en
un momento determinado, no son el producto de la suma de los elementos que las
componen sino que la totalidad es más que la suma de las partes. Evidentemente aquí
aparece el componente subjetivo inherente a las emociones y sentimientos; de esta forma
rompe con el método analítico para abordarlas y toma el método de la observación
experimental más el método de introspección, dando lugar al INTROSPECCIONISMO
EXPERIMENTAL. Dentro de las formaciones psíquicas encontramos dos tipos: Las
representaciones y los movimientos del alma; en palabras del autor: “La división de las
formaciones psíquicas se funda, naturalmente, en los elementos de que constan.
Llamamos Representaciones a las formaciones que se hallan, total o
preponderantemente, constituidas por sensaciones; llamamos movimientos del alma a
aquellas que, en su mayor parte, constan de elementos sentimentales” (Wundt. 1874, P.
126). Wundt dice que hay tres formas principales de representaciones: intensivas, de
espacio y de tiempo. Las sensaciones tienen una estructura analítica, cuantitativa y
medible. Wundt logra legitimar la Psicología experimental probando que las sensaciones
pueden ser estudiadas mediante el método analítico y por los aparatos de medición. Por
otra parte, también hay tres formas principales de movimientos del alma: sentimientos
simples y complejos, emociones y procesos volitivos. Los sentimientos se apoyan sobre
las sensaciones pero poseen un componente subjetivo por lo cual sólo se pueden estudiar
por el método de introspección. Wundt va a plantear la existencia de sentimientos
simples y compuestos. De los simples va a decir: “El sentimiento asociado con una
sensación simple se llama sentimiento sensorial o también tono sentimental de la
sensación.” (Wundt. 1874, P. 103). Plantea esto, en parte para enfatizar su crítica a la
fisiología por confundir los conceptos de sensación y sentimiento “(…) confusión por la
cual llaman sentimientos a algunas sensaciones como la del tacto, y otras veces se
olvida la distinción de los dos elementos en otras sensaciones que, como las dolorosas,
van acompañadas de fuertes sentimientos” (Wundt. 1874, P. 103). Ahora bien, va a decir
que los sentimientos dejan su impresión y que por el recuerdo de la misma impresión ya

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experimentada, puede acrecentarse la sensación. Wundt dice que a toda variación en la
sensación se ve acompañada de una doble variación del sentimiento y como
consecuencia de ello “(…) a las máximas diferencias cualitativas de la sensación,
corresponden en el sentimiento, cualitativamente, los máximos contrarios;
intensivamente, los valores máximos (…) al punto medio entre los dos contrarios,
corresponde el valor de intensidad cero.” (Wundt. 1874, P. 107). En los sentimientos se
distinguen tres direcciones principales que se desarrollan entre sentimientos contrarios:
dirección del placer y del displacer, dirección de los sentimientos irritantes y calmantes,
y dirección de los sentimientos de tensión y de alivio. Wundt dice que no nos
encontramos nunca en un estado completamente privado de sentimientos, por lo tanto la
conciencia nunca es neutra porque siempre estará atravesada por los sentimientos, pero
existe una zona neutra indiferenciada, Wundt dice sobre esto: “(…) el punto medio
neutro que existe en relación con una sensación determinada suele pertenecer
simultáneamente también a otra dimensión de sensación (…) el punto medio neutro
entre cualidades sentimentales opuestas, solo puede ser un contenido de nuestra
experiencia en los casos especiales en que el tono sentimental perteneciente a una
sensación determinada corresponde a los puntos medios neutros de todas las
dimensiones a las que simultáneamente pertenecen” (Wundt. 1874, P. 107-108-109). En
otras palabras, Wundt se refiere a que cuando uno se para en la zona neutra entre
sentimientos opuestos, la sensación puede tomar caminos distintos que el determinado
entre el par antitético. De los sentimientos compuestos dice Wundt: “los sentimientos
compuestos son, pues, estados intensivos de carácter unitario, en los que se puede
percibir al mismo tiempo partes sentimentales especiales más simples” (Wundt. 1874, P.
216); con esto Wundt quiere decir que los sentimientos compuestos no son la suma de
los sentimientos simples y no se pueden descomponer en partes porque de esta forma se
pierde la esencia de ese sentimiento. Las emociones, según Wundt, están compuestas por
una serie de sentimientos que se desenvuelven en el tiempo y se reúnen en un curso
conexo, y se constituyen en esa unidad que llamamos emoción. “la emoción se diferencia
del sentimiento compuesto en dos particularidades: presenta un curso determinado en el
tiempo y tiene un efecto más intenso y sucesivo sobre la conexión de los procesos
psíquicos” (Wundt. 1874, P. 231). Los sentimientos que componen la emoción, son
estados no duraderos del alma. Wundt, explica que el curso de una emoción comienza
con un sentimiento inicial “más o menos intenso”, que puede tener su origen en una
representación originada por un estimulo exterior, o en un proceso psíquico procedente

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de condiciones asociativas o aperceptivas. Continúa con un curso representativo,
acompañado de los sentimientos correspondientes, que da a las emociones características
diferentes. El cierre de la emoción se da con un sentimiento final expresado en un estado
de ánimo más sereno; esto puede dar lugar, o bien, a la finalización de la emoción, o
puede pasar al sentimiento inicial de un nuevo estado emotivo. Wundt llama acto volitivo
a los “(…) cambios del estado representativo y sentimental que, aun preparados por una
emoción, dan fin imprevisto a la misma” (Wundt. 1874, P. 248). Va a decir que se
produce un aumento de los efectos en el curso de la emoción que se representa, además
de los contenidos psíquicos de los sentimientos componentes, en los fenómenos físicos
que la acompañan: “En los sentimientos aislados, estos fenómenos se limitan a las más
pequeñas alteraciones de la inervación del corazón y de la respiración (…) en la
emoción (…) no solo aumentan los efectos sobre el corazón, los vasos sanguíneos y la
respiración sino que los órganos externos de movimiento son conducidos a participar en
la influencia emotiva (…)” (Wundt. 1874, P. 232). En su Compendio de Psicología
Wundt hace una mínima referencia a las Pasiones, dice de ellas “(…) la distinción entre
emoción y pasión que en la antigua psicología tenía tan capital importancia, e la cual se
consideraba como pasión el predominio sobre la voluntad de impulsos determinados
que tenían su origen en sentimientos duraderos y emociones. Kant cambio el valor de
este concepto, considerando como propiedad de las emociones su aparición y la de la
pasión en la dirección del sentimiento convertida en hábito. (…) Psicológicamente
consideradas, las pasiones no constituyen un dominio independiente de procesos
psíquicos que de cualquier modo haya que separar de las emociones” (Wundt. 1874, P.
236). Con este pasaje se observa en este autor el abandono del término Pasión que
caracterizo a las producciones del Siglo XIX, considerando que el uso del término
Emoción alcanzaba para comprender los procesos psíquicos involucrados en los
movimientos expresivos. Sobre éste punto, realiza su critica el autor del Siglo XIX que
retomó el término pasión en sus producciones, cuyo pensamiento desarrollaré a
continuación.
Théodule-Armand Ribot fue un Filosofo Francés nacido en 1839 y muerto en 1916. El
Método Patológico es el método de la Clínica Patológica Francesa creado por Ribot. Éste
sostiene que es un sustituto del método experimental, y adopta todo el bagaje instrumental
de Wundt, toman sus aparatos para medir pulsaciones, la respiración, las sensaciones,
porque en Francia encontramos un concepto de pasión ligado a lo fisiológico. La
influencia de Wundt sobre este autor también se clarifica haciendo referencia a un pasaje

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de los teóricos de la Profesora Rossi: “(…) Wundt (…) Es médico y filósofo (…) Ribot es
filósofo pero no es médico y aconseja a los que se dedican a estas cuestiones que sean
filósofos y médicos, a la vez. La escuela francesa va a estar caracterizada porque todos
son médicos y filósofos, salvo Ribot que es su fundador y que no es médico.” (Rossi.
2004, P. 70). El método patológico es un resultado de la observación pura y de la
experiencia, y posee la ventaja de amplificar el fenómeno normal. La Escuela Patológica
Francesa toma de Darwin lo siguiente, en palabras de Rossi: “Darwin colecciona
pequeños casos, como por ejemplo la forma en que un niño ciego aprende a caminar o
aprende a hablar. Esos defectos, esos problemas, esos experimentos espontáneos de la
naturaleza hay que coleccionarlos. Este es el germen de lo que va a ser el método
patológico. La palabra pathos vuelve a aparecer. Darwin aconseja estudiar estos casos
porque a contraluz ayudan a entender cómo funciona el fenómeno normal. La psicología
patológica está ahí en acto.” (Rossi. 2004, P. 60).Con éste autor se retoma en el Siglo XIX
la Palabra pasión en su “Ensayo sobre las Pasiones” de 1907, que había sido relegada de
su uso a causa de los desarrollos Darwinianos sobre las emociones. Va a decir que la
palabra Pasión ha estado “Tranquilizada por el Intelectualismo. Ya Kant hablaba de
pasiones que eran frías” (Rossi. 17-05-2010. Clases Teóricas), y que por tanto el término
había sido relegado, y se comenzaba a hablar de Emoción. Ribot plantea la necesidad de
separar ambos términos, considerados por el cómo muy diferentes. Ribot cita a Immanuel
Kant y su diferenciación entre pasión y emoción: “Antropología (lib. III p.73).´La
emoción dice, obra como el agua que rompe el dique, la pasión como un torrente que
ahonda cada vez más su lecho. La emoción es como un arrebato que se prepara, la pasión
como una enfermedad que resulta de una constitución viciosa o de un veneno absorbido,
etc.´ La posición de Kant, actualmente abandonada debe ser tomada de nuevo, pero con
los métodos y los recursos de la psicología contemporánea y rechazando esa tesis
exagerada que considera todas las pasiones como enfermedades (…)” (Ribot. 1907, P. 1-
2). Immanuel Kant fue el primero en considerar a las pasiones como algo patológico.
Según Rossi, la pasión que trabaja Ribot es una enfermedad del yo, “¿Qué enfermedad
tiene el yo? Si uno lo “deja ser” al yo, se satisface con sus cosas: egoísmo, amor a sí
mismo, amor propio, presunción, egolatría, soberbia. El yo está enfermo de eso.” (Rossi.
2004, P. 41). Con estos fines, Ribot divide las manifestaciones de la vida del sentimiento
en tres grupos: 1- “Los estados afectivos expresan los apetitos, necesidades y tendencias
inherentes a nuestro organismo psicofísico” (Ribot. 1907, P. 2), expresan la satisfacción de
las necesidades básicas y se caracterizan por ser de intensidad escasa o moderada. 2-La

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emoción es un choque, es una ruptura del equilibrio psicofísico a causa de un estimulo
proveniente del ambiente. Es la reacción ante esa situación nueva que produce una
conmoción en cuerpo. Surge del inconciente y va a estar acompañada por un escaso grado
de inteligencia. El sujeto es conciente a medida que la perturbación ambiental disminuye.
La emoción se caracteriza por la intensidad y la brevedad. 3-La pasión es el predominio de
un estado intelectual, de una idea o de una imagen, se caracteriza por ser estable y de
duración prolongada. La pasión es una formación secundaria y compleja, es en parte
natural y artificial, siendo obra del pensamiento y de la reflexión aplicada a nuestros
instintos y tendencias. Se desliza de aquí que Ribot considera a las pasiones como estados
más elaborados que los estados primarios de las emociones o los estados afectivos que son
meras disposiciones orgánicas. El organismo tendrá mucho que ver en el origen de los
estados afectivos y de las emociones. Contrariamente las pasiones tendrán un predominio
del estado intelectual. Ribot dice que hay causas internas y externas para el nacimiento de
la pasión. Las causas internas según Ribot “son las únicas verdaderas y en el fondo solo
hay una: la constitución fisiológica del individuo, su temperamento y carácter. Puesto que
este es el origen real de las pasiones (…)” (Ribot. 1907, P.3), o sea que el factor
hereditario es el más importante para el origen de las pasiones, en lo que se ve una fuerte
influencia sobre Ribot del Naturalismo Inglés Darwiniano, ya que se refiere a un
inconciente instintivo, en palabras de Rossi “(…) hay un inconsciente instintivo que deriva
directamente de Darwin en tanto tendencia, instinto, pulsión.” (Rossi. 2004, P. 74). Dentro
de las causas externas están las condiciones del medio que generan una tendencia, así
como la imitación, la sugestión y el contagio también pueden originar pasiones. Aquí
también Ribot toma de Darwin la idea de imitación. Las características de las pasiones son
tres: 1-La idea fija es el componente intelectual, es la directriz que comanda a la pasión.
Ribot diferencia la idea fija de la idea obsesiva, diciendo “La primera es querida, a veces,
buscada, en todo caso aceptada y no destruye la unidad del yo. No se impone fatalmente a
la conciencia (…) la segunda es parásita, automática, irresistible. Se acompaña, además,
de síntomas físicos (…) y el yo obsesionado, confiscado por la idea fija, no tiene lucha
posible contra el arrebato” (Ribot. 1907, P.6). 2-La duración que es indeterminable. Se
diferencia de la emoción por ser ésta momentánea, un choque. “Relativamente la pasión,
aún la más corta, es muy larga.” (Ribot. 1907, P.7). 3-La intensidad “(…) no aparece en
primer término necesariamente inherente a toda pasión.” (Ribot. 1907, P. 7). Una
emoción puede ser tan intensa como una pasión pero la primera es sólo momentánea. Va a
decir el autor que el gasto energético en las pasiones dinámicas es evidente, mientras que

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en las estáticas no lo es tanto. Ribot dice que cooperan con la idea fija: 1-Los mecanismos
de asociación y disociación, las ideas que están a favor de la idea dominante se le agregan
energía y las que están en contra de la idea fija se les quita la carga energética. 2-La
imaginación creadora se pone al servicio de la idea fija, para darle fuerza a esa pasión.
Pero lo más importante es determinar el carácter propio de la imaginación de los grandes
apasionados que consiste en que la imaginación es sobretodo afectiva. Necesariamente la
imaginación es importante en el desenvolvimiento de la pasión. 3-las facultades lógicas
son parte del estado pasional y están constituidas por una función lógica intrínseca que es
propia de toda pasión y por una función lógica extrínseca que depende de la lógica
racional. Existe una conciencia que es afectiva y una conciencia que es intelectual. Dumas,
discípulo de Ribot, retoma el tema de las emociones dejando las pasiones de lado.
Desarrolla lo que llama choque emocional, en el que se observa una dimensión del cuerpo
claramente fisiológica, dando cuenta de la influencia del naturalismo anglosajón. Su teoría
de los choques emocionales se basa en que ante una situación, un estímulo, un choque
cuantitativo inesperado que produce sorpresa y asombro, se genera un choque emocional
de lo que resulta la emoción (débil o fuerte), y lo cual provoca una reacción fisiológica.
Para Dumas no existe un órgano que escape a los efectos del choque emocional: “(…) no
existe en la economía un órgano, un tejido, un elemento celular que escape a los efectos
orgánicos de los choques emocionales. Por estas variaciones el choque emocional es un
hecho biológico profundo y complejo, en el que la causa psíquica original sólo desempeña
un papel de desencadenamiento (…)” (Dumas. 1934, P. 429). Hace hincapié sobre todo en
las reacciones circulatorias y respiratorias (similitud con Darwin), con el mayor énfasis en
la vasoconstricción. El componente psíquico del choque, de este modo, sólo cumpliría el
papel de desencadenante, siendo las expresiones fisiológicas las más expresivas y de
mayor importancia. Por lo tanto en Dumas se puede considerar que hay un choque externo,
un estímulo que despierta tendencias inconscientes que están en uno y que luego se da la
emoción, como una respuesta afectiva, que se expresa en reacciones del cuerpo. Entre el
estímulo que provoca el choque y la reacción tenemos al cuerpo, con el sistema
neurovegetativo (simpático y parasimpático) que prepara la reacción. Rossi dice: “Los
franceses van a descubrir la existencia del sistema neurovegetativo autónomo entre el
sistema nervioso central y el periférico, donde James coloca la emoción, los franceses
descubren que está el sistema simpático y parasimpático. En el choque mediano
predomina el simpático, el sujeto se prepara para la acción. En el gran choque, en
cambio, predomina el efecto inhibitorio, bloqueador absoluto del tálamo.” (Rossi. 2004, P.

13
79). Cuando entra en acción el sistema simpático el cuerpo se adrenaliza, se prepara para la
acción, los esfínteres se cierran. “Este estado se caracteriza por una gran posición
subjetiva.” (Rossi. Teórico del 17-05-2010). Por el contrario, cuando entra en acción el
sistema parasimpático: “(…) baja la presión, no hay control de esfínteres, hay cero
posición subjetiva” (Rossi. Teórico del 17-05-2010). Estos estados son visibles en los
tipos de choque emocional que define el autor. Los pequeños choques que corresponden a
estados afectivos poco intensos. Los choques medianos que suelen preceder a emociones
más o menos durables (en estas actúa el sistema simpático, según Rossi). El tercer tipo es
el “Gran Choque” o choque muy intenso, que contienen excitaciones particularmente
fuertes(en estas actúa el sistema simpático, según Rossi). En el Gran Choque, Rossi va a
decir que no hay sujeto, que hay una pérdida total del sentimiento proveniente de las
palabras. Un nuevo punto que puede destacarse en común con Darwin, es el de la mímica.
Dumas destaca el hecho de que la mímica puede apoderarse de las expresiones de choque
que son visibles, haciéndolas signos voluntarios de la emoción: “Aquí, como siempre, la
mímica, que toma sus medios donde los encuentra, se apodera de las expresiones de
choque que son particularmente visibles o audibles y que son fáciles de imitar (…)”
(Dumas. 1934, P. 430).
John Broadus Watson, nacido en 1878 y muerto en 1958 fue un Psicólogo
estadounidense fundador de la Escuela Psicológica Conductista. La psicología
conductista de Watson tiene por objeto de estudio la conducta, o sea el camino que va del
estimulo a la respuesta, busca descubrir “(…) las verdaderas normas o ´standards´ (de
conducta).” (Watson. 1925, P.146). Este autor se opone al método de la introspección
porque, según su concepción, la psicología debe formar parte de las ciencias que
presentan un objeto de estudio objetivo y cuantificable. En este sentido, utiliza el método
de la observación experimental en laboratorio, en el que reproduce escenarios, intenta
transpolar escenarios del mundo natural al laboratorio, en palabras del autor: “(…) si
logramos transladar todos los objetos y las situaciones de la vida real al laboratorio, y
frente a ellos despertar reacciones fisiológicamente sanas y científicas estas fijaran las
verdaderas normas o ´standards´ (de conducta).” (Watson. 1925, P. 146). Rossi va a
decir que Watson “Niega la representación, lo psíquico y la conciencia” (Rossi. 2004, P.
80), Estos es por no ser observables. Lo único que sí es observable es la conducta de un
individuo, que se maneja de acuerdo a un esquema fundamental en Watson: el esquema
de estímulo – respuesta. Con este método se estudiará tanto la conducta animal como la
humana incluidas, en el último caso, las emociones (más bien la conducta emocional).

14
Claramente, en las teorizaciones de Watson, el ambiente es fundamental y decisivo para
la vida emocional del sujeto. El estímulo aparece determinando las conductas de los
individuos. Con respecto a la posición del individuo frente al ambiente, Watson denota la
influencia que en su pensamiento ha tenido Charles Darwin. Plantea al individuo como
un sujeto reaccionante a los estímulos del medio. Va a decir que a medida que el
individuo crece y se desarrolla en sociedad, esas respuestas o reacciones se van
complejizando, se van condicionando, y que las reacciones emocionales, no quedan por
fuera de este movimiento. "Conforme progresa en el estudio de las series de reacciones
que exhiben los adultos, el conductista se convence cada vez más de que el mundo de
objetos y situaciones ambientes provoca reacciones más complejas que las exigidas por
el uso o manipulación eficientes del objeto o de la situación (…) el objeto parece estar
“cargado”, parece sucitar miles de reacciones corporales accesorias no requeridas por
las leyes del habito eficaz” (Watson. 1925, P. 145). Va a decir que en las respuesta
emocionales, los factores corporales predominantes son los viscerales y glandulares:
“(…) si bien en todas las respuestas emocionales se dan factores explícitos tales como el
movimiento de los ojos, brazos (…), predominan los factores viscerales y glandulares”
(Watson. 1925, P. 164). Debido a la complicada naturaleza de las respuestas de los
adultos respecto de la emoción, Watson propone realizar sus estudios a niños de
alrededor de tres años ya que los problemas que las conductas emocionales puedan
presentar, lo hacen en los niños de forma más sencilla. El autor observa que a la corta
edad de tres años, los niños ya presentan conductas emocionales, a las que cataloga de
reacciones inútiles y perjudiciales, por lo cual concluye que para sus fines no debe tomar
niños al azar, ya que puede ser que la educación haya complicado la conducta del mismo.
Por esto Watson observa numerosos niños en las maternidades de los hospitales y otros
criados en sus hogares bajo vigilancia de investigadores, niños que todavía no están
condicionados por el ambiente. Volviendo a la importancia de los escenarios para éste
autor, mientras explica los experimentos realizados a los niños, nos topamos con el
siguiente pasaje: “Como primer experimento, dejamos que el niño entre solo en una sala
de juego bien iluminada y empiece a jugar. Súbitamente, soltamos un pequeño boa
constrictor u otro animal (…) Mediante escenarios, podemos, pues, reproducir casi
cualquier tipo de situación de la vida real.” (Watson. 1925, P. 148). El autor explica que
existen tres formas de respuesta emocional que pueden provocarse en un niño desde su
nacimiento: ira, amor y miedo. Estas reacciones, son en un comienzo indefinidas y son
provocadas en los niños desde su nacimiento por tres tipos de estímulos: La perdida de

15
base de sustentación y ruidos muy fuertes (para la reacción de miedo), las
obstaculizaciones de los movimientos corporales promueve la serie de respuestas que el
autor llama Ira y las caricias (para el amor). Estas tres respuestas, constituyen el núcleo
por el cual proceden todas las futuras reacciones emocionales. Watson se pregunta:
“¿Cómo es posible que objetos que en un principio no suscitan emociones puedan
hacerlo después, acrecentando así la riqueza y peligros de nuestra vida emocional?”
(Watson. 1925, P. 158). Para resolver esta cuestión, se planteo intentar establecer miedos
en niños mediante el llamado condicionamiento de conductas y luego estudiar métodos
para suprimirlos, producir un Reacondicionamiento o Incondicionamiento, es decir
disociar el estimulo condicionado de la respuesta emocional. Es el caso del Pequeño
Albert, un ejemplo muy claro del Condicionamiento Conductista: “(…) se saca un rata
blanca, con la cual el niño había jugado durante semanas, la cual le es presentada.
Alberto empezó a extender su mano para alcanzarla (...) En el preciso instante en que su
mano toco el animal, detrás suyo se golpeó bruscamente la barra. El niño salto
violentamente y cayó hacia delante (…) Sin embargo, no lloro” (Watson. 1925, P. 159).
El experimento tuvo lugar repetidas veces, hasta que el Pequeño Albert, a la simple
visión de la rata, lloraba inconsolablemente. El Incondicionamiento Directo, se puede
ejemplificar con el experimento realizado a Pedro, un niño de 3 años que tenía miedo a
los conejos: “El primer día se lo mostraron desde una distancia adecuada como para no
estorbar su almuerzo. (…) Al día siguiente se le aproximó el conejo más y más hasta
notar los primero síntomas de intranquilidad (...) El tercer día y siguientes, se procedió
de la misma forma hasta que por fin, se pudo colocar al conejo sobre la mesa, y por
último en la falda de Pedro. Más tarde la tolerancia se transformó en reacción positiva”
(Watson. 1925, P.173). Watson va a decir que aquí, a causa de que el niño era capaz de
comer con una mano acariciar al conejo con la otra, “(…) se habían re-entrenado sus
vísceras simultáneamente con las manos.” (Watson. 1925, P. 173).

Darwin
Hace desaparecer el concepto de pasión por el de emoción.

Ribot y y Dumas:escuela psicopatológica francesa

16
Ribot:Icc orgánico como si fuera un reflejo de la conciencia, tiene que ver con algo
originario, articulado instintivamente(podríamos decir q equivaldría al
preconciente freudiano)cosas q no están todo el tiempo concientes
Hace una división entre estados afectivos que involucran la manifestación de
sentimientos, de la simpatía/empatìa; la emoción en la cual entra el cuerpo en
juego; y la pasión como base emocional.

Dumas afirma que no hay estímulos, choque emocional es choque de representación


de ideas

Darwin:

17
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Psicología

18
Historia de la Psicología
Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi

Segundo informe

Profesor: Miguel Ángel Reghitto-

Alumna: Gisela M. Dragotto.-

Nº. LU: 31.433.757.-

Comisión: 11.-

2do. Cuatrimestre 2010.-

¿Por qué en Descartes los espíritus animales y la pequeña glándula que


hay en el cerebro adquieren tratamiento especial para hablar de las
pasiones? Desarrolle por qué en Hume no encontramos un órgano en
particular que merezca tal atención ¿Qué sostiene a las pasiones en este
autor? Desarrolle.

19
Para dar una respuesta completa y acabada a esta pregunta debemos realizar
algunas puntuaciones sobre el marco teórico de los filósofos en cuestión.(para
luego hablar de las pasiones)
Para comenzar, abordaremos al gran físico y filósofo René Descartes,
perteneciente a la generación de pensadores quienes preocupados por la
captura intelectual del mundo, comienzan a producir una nueva ciencia; la física
y la mecánica. Dicha producción tiene lugar en el siglo xvii, donde están
instaladas las poderosas monarquías, donde el contexto es la contrareforma y la
evaluación que realiza la inquisición sobre cada enunciado.
Descartes es huérfano y se puede detectar en él la impronta de la crianza de
los jesuitas en lo referente al examen interior de conciencia (introspección) y la
división entre mundo interior y exterior. El método que él va a usar va a ser
justamente introspectivo “porque la primera certeza está adentro”, afirma
Descartes en “El discurso del método” de donde partirá “Pienso, luego existo”.
De esta manera, crea un nuevo orden del ser fundado en el pensar, lo cual le
permite establecer el “dualismo” cartesiano, la división entre la sustancia
pensante (que comprende el sujeto que conoce, la mente, la razón) y la
sustancia extensa (la cual comprende el objeto a conocer, el cuerpo, la
naturaleza, lo medible y cuantificable); dualismo desde el cual Descartes realiza
una máxima diferenciación entre sujeto y objeto. Él pretende un pensamiento
matemático aplicado a la realidad y descarta todo aquello que ofrece dudas
como fundamento del conocimiento. El método que propone para lograr este
pensamiento riguroso es el análisis; el pensar con conceptos e ideas lo más
abstractos posibles, dividiendo al todo en partes. Las ideas para este filósofo
son innatas y el garante de que ellas encajen con lo real es Dios; dando como
resultado de este choque de las ideas con lo real, una “representación” (una
copia psíquica fiel de lo real) las ideas son punto de partida.
Éste es el paisaje que nos permitirá ahora adentrarnos en el mundo de las
pasiones según Descartes.
Descartes escribe “El tratado de las pasiones” (1649) en donde va a plantear a
las pasiones desde una mecánica corporal y una concepción fisiológica en la
cual los órganos tienen una función generadora y canalizadora de las mismas.
Va a explicar que “lo que es acción del cuerpo y el mundo se inscribe como
pasión en el alma”; o sea que “las pasiones se originan en el cuerpo pero

20
pertenecen al alma”. Específicamente Descartes va a ubicar a una glándula del
cerebro como la sede principal del alma, como dice en el artículo 31; “hay en el
cerebro una pequeña glándula en la que el alma ejerce sus funciones más
particularmente que en las demás partes”. Ubica al alma aquí y no en otro lugar
porque considera que todas las otras partes del cerebro son dobles y, como
tenemos un pensamiento único de una misma cosa al mismo tiempo,
necesariamente debe haber un lugar donde las dos imágenes que provienen de
los órganos dobles de los sentidos puedan juntarse antes de llegar al alma con
el fin de representar un solo objeto. Rodeando a esta glándula, sitúa a los
espíritus animales. En el séptimo artículo podemos destacar una descripción de
los mismos: “todos los movimientos de los músculos, como también todos los
sentidos, dependen de los nervios, que son como pequeños filamentos, o como
pequeños tubos que vienen del cerebro, y contienen, como él, un cierto aire o
viento muy sutil, que se llama los espíritus animales”. Se refiere a ellos como los
únicos que tienen la capacidad de mover las imágenes u otras impresiones
hacia la pequeña glándula. Queda entonces postulado el origen de las pasiones
en las junturas del cuerpo y el alma.
Descartes define a las pasiones del alma en el artículo 27 como
“percepciones, o los sentimientos, o las emociones del alma, que se refieren
particularmente a ella, y que son causadas, sostenidas y fortificadas por algún
movimiento de los espíritus”. Éstas son todas las clases de percepciones o
conocimientos que la mente recibe a través del cuerpo y sus sentidos, de las
cosas y sus representaciones.

Con el mapa cartesiano analítico como paisaje y abierto el camino que


comenzarìa a desbaratar el dualismo de la mano de Spinoza, aparece en el
siglo XVIII, David Hume (filósofo, economista e historiador escocés) en una
escena de grandes revoluciones.
En el siglo XVIII se produce un viraje del sujeto gnoseológico basado en la
inteligencia y la razón, hacia uno orientado hacia lo empírico. Tras una nueva
concepción y producción de ciencia como terrena, empírica y experimental, más
basada en lo humano, y el abandono de los garantes divinos e innatos, el sujeto
queda concebido como una tabula rasa en el cual lo real se inscribe a través de
los sentidos, de un cuerpo que trabaja, que logra, que modifica. De esta

21
manera, Hume abandona la idea de perfección como resultado de un método
deductivo y propone al método inductivo que tiene como centro la experiencia y
la percepción. Él pone a la percepción en primer plano y como punto de partida
para llegar a las ideas, las cuales son impresiones debilitadas. Hume postula:
“la idea, esa impresión debilitada, la razón, esa pasión atenuada”. Encontramos
así una más de las grandes diferencias entre su pensamiento y el cartesiano.

El concepto fundamental en Hume es el de la asociación; él va a diferenciar 3


leyes, modos de asociación; se asocian elementos por semejanza (se tiende a
agrupar lo parecido), por contigüidad (se tiende a agrupar lo próximo) o por
causa – efecto (al relacionar los acontecimientos causalmente). La asociación
se construye por repetición lo cual nos lleva necesariamente a hablar de
adquisición de hábitos, a raíz de lo cual estaría introduciendo la idea de que
podemos asociar sin estar conscientes.

Hume no da atención especial a ningún órgano para hablar de las pasiones ya


que él, a diferencia de Descartes, se centra en lo exterior al cuerpo, produce un
giro hacia lo psicológico. Él va a desarrollar a las pasiones en torno al objeto y a
lo social, esencialmente lo sostiene en la impresión.

Según Hume, el objeto va a producir una impresión (lo bueno ocasionará


placer y lo malo, dolor); por asociación se llega luego a las ideas, y luego, por
este camino, a las pasiones. O sea que las pasiones serían una impresión más
sofisticada, elaborada por asociación. Hume llama impresiones a las
percepciones que penetran con más fuerza, y comprende bajo este nombre
a todas las sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera
aparición en el alma. De esta manera, la pasión deriva de la impresión, de la
inscripción del objeto en el aparato sensorial.

Como dice Rossi, “el objeto puede ser la causa de la pasión y puede ser el
objeto de las pasiones”.

Hume sostiene que el tema del dolor o el miedo, o la alegría tienen q ver con lo
que se cree como probabilidad a futuro y también con lo que la sociedad valora
y aprueba. Sostiene que si el bien o el mal son “probables”, son susceptibles de
provocar pasiones. Y cuando la probabilidad no da certezas hay fluctuaciones,

22
lo cual podría llevar a provocar pasiones encontradas que pueden neutralizar la
pasión o a que una se imponga a la otra. La pasión, según Hume, también va a
formar parte de la experiencia por el hecho de ser una percepción y la razón
debe estar al servicio de la misma.

A pesar de las grandes diferencias entre estos dos grandes filósofos, hay algo
que es fundamental para ambos; la pasión para ellos es lo que nos empuja, lo
que dispone y prepara para la acción, a modo de un motor.

23
David Hume, se diferencia de Descartes definiendo a la impresión como un concepto
anterior a la idea, como vivencias de presentaciones actuales, lo que oímos, sentimos y
deseamos. Antes que las ideas, Hume ubica a la percepción, con lo cual sostiene que la
idea tiene una historia, un punto de partida previo: la idea es producto de un proceso a
construir. Hume postula: “la idea, esa impresión debilitada, la razón, esa pasión
atenuada”. Encontramos así una gran diferencia entre su pensamiento y el cartesiano.

Hume realiza de esta manera, “un salto hacia lo abstracto”, explica Diana Rossi.
.

donde la experiencia sirve como brújula respecto a la búsqueda de lo real q se


inscribe en los sentidos. De este modo,

Hume no da atención especial a ningún órgano para hablar de las pasiones ya


que él, a diferencia de Descartes, se centra en lo exterior al cuerpo, produce un
giro hacia lo psicológico. Él va a desarrollar a las pasiones en torno al objeto y a
lo social, a la impresión y el concepto de asociación.

pone a la percepción en un primer plano y como punto de partida para llegar a las ideas.
Toma a la idea como una copia o imagen de una impresión y, con este concepto, Hume
resuelve el problema cartesiano de la oposición entre cuerpo y alma: las ideas derivan de
la sensibilidad (corporal), y así suprime contradicción entre ambos niveles. La diferencia
entre impresiones e ideas no deriva de la materia de las que están compuestas sino de la
forma en que se representan, ya que las ideas son más débiles y las impresiones más
vivaces. Aunque ubica al cuerpo como causa de las pasiones, con Hume se produce un
giro hacia lo psicológico; va a situar el placer y el displacer a nivel de la impresión, que
está muy cerca del objeto, siendo éste el provocador de dichas sensaciones.

Aquéllas junturas de las que hablaba Descartes tendrán su correlato en Hume en la forma
en la que el objeto afecte los sentidos provocando placer o displacer y generando juicios
de valor (objetos buenos y objetos malos) según las pasiones que despierten. Estamos
aquí en el plano de una ética subjetiva de las pasiones.

Para dar cuenta de su teoría de las pasiones, Hume utiliza el concepto de probabilidad.
Sostiene que si el bien o el mal son “probables”, son susceptibles de provocar pasiones.
Y cuando la probabilidad no da certezas hay fluctuaciones, por ende, si bien no habla

24
de conflictos, habla de pasiones encontradas que pueden llegar a neutralizar la pasión o a
que una se imponga a la otra. La pasión para Hume no es un simple reflejo del cuerpo
sobre el alma, y produce un giro teórico en el que la pasión es un indicador más de la
experiencia y es por esta razón, derivada de su posición filosófica, que no encontramos
en su obra una alusión a un órgano corporal como posible sede del alma y generador de
las pasiones.

Hume no da atención especial a ningún órgano para hablar de las pasiones ya


que él, a diferencia de Descartes, se centra en lo exterior al cuerpo, produce un
giro hacia lo psicológico. Él va a desarrollar a las pasiones en torno al objeto y a
lo social, esencialmente lo sostiene en la impresión.
Según Hume, el objeto va a producir una impresión (lo bueno ocasionará
placer y lo malo, dolor); por asociación se llega luego a las ideas, y luego, por
este camino, a las pasiones. O sea que las pasiones serían una impresión más
sofisticada, elaborada por asociación.
Hume llama impresiones a las percepciones que penetran con más fuerza, y
comprende bajo este nombre a todas las sensaciones, pasiones y emociones tal como
hacen su primera aparición en el alma. De esta manera, la pasión deriva de la impresión,
de la inscripción del objeto en el aparato sensorial.

Como dice Rossi, “el objeto puede ser la causa de la pasión y puede ser el
objeto de las pasiones”.

Él sostiene que el tema del dolor o el miedo, o la alegría tienen q ver con lo que
se cree como probabilidad a futuro y también con lo que la sociedad valora y
aprueba. Sostiene que si el bien o el mal son “probables”, son susceptibles de provocar
pasiones. Y cuando la probabilidad no da certezas hay fluctuaciones, lo cual podría llevar
a provocar pasiones encontradas que pueden neutralizar la pasión o a que una se
imponga a la otra.

La pasión para Hume no es un simple reflejo del cuerpo sobre el alma, y produce un giro
teórico en el que la pasión es un indicador más de la experiencia

Lo que mueve a las ideas es la pasión, entonces podemos decir que la razón es
una pasión atenuada.

25
Segùn las circunstancias las pasiones se pueden volver pasibles o violentas,
por ejemplo que lo prohibido incrementa la pasión y la seguridad lo debilita.

David Hume, representante filosófico de una incipiente y cada vez más poderosa
burguesía que deja de creer en lo innato y lo divino, se diferencia de Descartes
definiendo a la impresión como un concepto anterior a la idea, como vivencias de
presentaciones actuales, lo que oímos, sentimos y deseamos. Para llegar a las ideas, el
sujeto debe pasar antes por la percepción, con lo cual sostiene que la idea tiene una
historia, un punto de partida previo: la idea es producto de un proceso a construir. Hume
postula: “la idea, esa impresión debilitada, la razón, esa pasión atenuada”. Encontramos
así una gran diferencia entre su pensamiento y el cartesiano.

Hume, por su parte y como heredero del pensamiento de Thomas Hobbes, quien había ya
introducido un cambio en la posición subjetiva sosteniendo que “a diferentes cuerpos
corresponden diferentes pasiones”, se apoya en la concepción del sujeto como tábula
rasa en la que se imprime la realidad, esto es: lo real se inscribe en el aparato sensorial de
un cuerpo que trabaja, que logra, que modifica, y que está habilitado a la experiencia, un
cuerpo que es a su vez causa de las pasiones.

1) David Hume y su disertación sobre las pasiones

Hume, exponente del Empirismo que sostiene a la experiencia como la base del
conocimiento –que es a su vez contingente y particular- y, a la inversa del Racionalismo,
postula que la razón carece de competencia más allá de información proporcionada por
los sentidos.,

Hume no da atención especial a ningún órgano para hablar de las pasiones ya


que él, a diferencia de Descartes, se centra en lo exterior al cuerpo, produce un

26
giro hacia lo psicológico. Él va a desarrollar a las pasiones en torno al objeto y a
lo social, a la impresión y al concepto de asociación.

Hume, ubica a la percepción en un primer plano para luego llegar a las ideas. Llama
impresiones a las percepciones que penetran con más fuerza, y comprende bajo
este nombre a todas las sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera
aparición en el alma. De esta forma, la pasión deriva de la impresión, de la inscripción
del objeto en el aparato sensorial.

Toma a la idea como una copia o imagen de una impresión y, con este concepto, Hume
resuelve el problema cartesiano de la oposición entre cuerpo y alma: las ideas derivan de
la sensibilidad (corporal), y así suprime contradicción entre ambos niveles. La diferencia
entre impresiones e ideas no deriva de la materia de las que están compuestas sino de la
forma en que se representan, ya que las ideas son más débiles y las impresiones más
vivaces. Aunque ubica al cuerpo como causa de las pasiones, con Hume se produce un
giro hacia lo psicológico; va a situar el placer y el displacer a nivel de la impresión, que
está muy cerca del objeto, siendo éste el provocador de dichas sensaciones.

Aquéllas junturas de las que hablaba Descartes tendrán su correlato en Hume en la forma
en la que el objeto afecte los sentidos provocando placer o displacer y generando juicios
de valor (objetos buenos y objetos malos) según las pasiones que despierten. Estamos
aquí en el plano de una ética subjetiva de las pasiones.

Para dar cuenta de su teoría de las pasiones, Hume utiliza el concepto de probabilidad. y
es por esta razón, derivada de su posición filosófica, que no encontramos en su obra una
alusión a un órgano corporal como posible sede del alma y generador de las pasiones.

La impresión es,….revoluciona ”; percepción del objeto como momento fundante


y la imagen es lo que queda pero es lo q permanece en el tiempo.
Método inductivo, de búsqueda y recolección de datos

27
28
1) Partiendo de las categorías de Hecho y Método elaborada por Strasser dé cuenta
del esquema racionalista cartesiano y diferéncielo del esquema experiencial del S.XVIII.
¿Cómo quedan definidas y ubicadas las pasiones con ubicación a estos dos esquemas?
Justifique su respuesta utilizando para su elaboración los términos de Percepción,
Asociación y Representación.-

Para comenzar este informe me parece necesario ubicar cuales con las categorías de
hecho y método que plantea Strasser. En relación a la noción de “hecho” el autor plantea
que siempre se refiere a algo DISCERNIBLE, siempre el hecho puede ser aislado. A su
vez que el hecho sea discernible es gracias a que NO CAMBIA, es terminado en el
pasado y sus efectos son considerados como definitivos. Por último el autor agrega que
un hecho es un objeto con el cual nos confrontamos, pero para poder distinguir esto
tenemos que tomar cierta distancia, ésta es la única manera de poder verificar los hechos
“lo que está hecho, está hecho”, según una locución típica; pero en tanto ignoramos
cómo termina un proceso, un acontecimiento, una acción, permanecemos indecisos y no
procedemos a una verificación1.
A partir de esto el autor se plantea entonces ¿qué es un hecho? y nos dice que no es una
sensación ni una percepción, en contrapartida de los postulados positivistas que
planteaban que no hay mas conocimiento real que los que se apoyan en hechos
observados. Es aquí donde Strasser introduce la categoría de “método” como necesaria
para entender que son los hechos parece pues que para ver es preciso ya saber que se va
a ver; para buscar es preciso ya conocer lo que se busca, no es que es un acierto2.

1
Strasser: Tercer coloquio filosófico de Royamont “Miseria y grandeza del hecho”.-
2
Idem anterior. Pág 160.-

29
Es a partir de esto que podemos decir que un hecho es algo que se construyó en tiempo
pasado, es resultado de algo, es un punto de llegada y como diría la profesora Lucia
Rossi es un producto al que debemos reconstruir sus orígenes. ¿De qué manera? Yendo
al método, que es aquel que produce el hecho.
La etimología de la palabra método esta compuesta por dos palabras griegas y en
conjunto quiere decir camino hacia una meta y quien decide llegar a una meta planea
cual será el camino que elegirá (y cual no) y en ese camino se hacen visibles algunos
hechos y otros quedarán invisibles, haciendo que aquellos que son visibles descubran
otros hechos y así sucesivamente.
A su vez, debemos articular dos cosas, una tiene que ver con la Miseria del hecho y la
otra con la Grandeza del hecho, un hecho tiene “dos caras” por un lado lo constructivo y
por otro lado lo real. El método introduce en la construcción del hecho su costado de ser
construido y convenido, pero si se forzara esto, es decir si el investigador acomodara
excesivamente las cosas a lo que ya tiene pensado se vería la miseria del hecho. Strasser
dice “todo hecho es una construcción del espíritu humano…si los representantes de una
disciplina hablan un lenguaje científico absolutamente unívoco es porque han
delimitado rigurosamente su universo del discurso. En el marco de este universo
artificial todo concuerda, precisamente porque esta construido para concordar”3.
Del lado de la grandeza ubicamos el choque con lo real, y lo real aquí es inagotable,
aquello que nos enfrenta a nuevos desafíos de poder captar algo de lo real, acerca de esto
Lucía Rossi nos dice “El hecho muerde algo de lo real”, y lo que quede por fuera de
esto será fuente de investigaciones futuras.
Para dar cuenta de estas dos categorías vamos a tomar el esquema racionalista cartesiano
de R. Descartes por un lado, y por el otro el esquema experiencial de D. Hume.
Comencemos a “historiar” (como diría Rossi) partiendo del Siglo XVII.
René Descartes vivió en la Francia de Luis XIV, un monarca absolutista, donde todo
giraba en torno a la familia real y donde no se podía pensar distinto que el Rey, pues él
era el Estado, época en donde también la figura de Dios era indestructible, era parte del
mundo.
En 1638 Descartes escribe “El discurso del Método” intentando legitimar un nuevo
diálogo, es así que plantea que el pensamiento es autónomo (contrariando al rey) y
sostiene que todos pueden tener el don del entendimiento, y que con el uso de este don
cualquiera puede hacer ciencia. A partir de esto podemos decir que el objetivo que se
3
Strasser

30
plantea Descartes es buscar la verdad en las Ciencias conduciendo correctamente su
razón, y para dicho objetivo va a utilizar el método analítico-matemático, éste era un
método que le daba seguridad porque precisamente lo hacía aplicar su razón en todo. Lo
analítico hace descomponer el todo en partes, descartar todo aquello que genere dudas y
así Descartes fue descartando desde el mundo exterior hasta el mundo interior del sujeto
y descubrió que de lo que no se puede dudar es justamente de que DUDABA. Esto fue lo
que lo llevó a la famosa y revolucionaria frase (para su época) “PIENSO, LUEGO
SOY”, y es a partir de allí que introduce que lo primero es el pensar y de ahí deriva el
ser. La profesora Rossi va a decir acerca de esto que el autor “hizo una maniobra
introspectiva por la cual la conciencia se considera el modelo de todo conocimiento
científico… esto es una maniobra nueva de Descartes, que en filosofía se denomina
sustancialización del cógito”, al darle sustancia al pensar y a las cosas llega al dualismo
res Cogitans y res Extensa, estos son ordenes diferentes y se oponen, son ordenes del ser.
El primero refiere al sujeto que conoce, la mente, y el segundo el objeto a conocer, el
cuerpo, lo medible, lo cuantificable.
Remitiendo a la grandeza del hecho planteada por Strasser, que era el choque con lo real,
capturar algo de lo real, podemos decir que la res extensa es eso real que la mente trata
de capturar para conocer. En esta captura dice Rossi que Dios opera observando cómo
uso los dones que él me dio para hacer la conquista de lo real. A partir de las ideas, que
son algo innato y un punto de partida voy a ir al encuentro con lo real, y aquello que
recojo de lo real será una Representación. Ésta representación va a ser un producto
psíquico, será lo que entra en la conciencia. Por tanto la idea será un punto de partida y
finalmente la representación será lo que vuelve al Cógito.
Volviendo a nuestra pregunta inicial intentaré dar cuenta como se definen y ubican las
pasiones en el marco del racionalismo cartesiano.
Descartes va a decir que las pasiones pertenecen al alma pero se originan en el cuerpo.
Intenta estudiar al cuerpo abordándolo desde la ciencia en el “Tratado de las pasiones del
alma” (1649) y nos dice en el Articulo nº 2 que lo que es acción en él, se inscribe en el
alma como pasión “ningún sujeto obra más inmediatamente nuestra alma que el cuerpo
al que está unida, y que por consiguiente debemos censar que lo que en ella es una
pasión es generalmente en él una acción; de suerte que no hay mejor camino para
llegar al conocimiento de nuestras pasiones que examinar la diferencia existente entre el
alma y el cuerpo, a fin de conocer a cuál de los dos se debe atribuir cada una de las

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funciones que hay en nosotros”4. Lucía Rossi dice que la pasión es un concepto límite
entre cuerpo y alma.
Como ya dijimos, la escena de Descartes es en el Siglo XVII, por tanto la mecánica
predominaba en esa época y es así como abordará al cuerpo, armará una mecánica
corporal y explicará las funciones del cuerpo como si fuese una máquina. En el Artículo
nº 7 escribe “explicaré aquí en pocas palabras la manera como está compuesta la
máquina de nuestro cuerpo”5.
En el Artículo nº 4 va a decir que el calor y los movimientos que hay en nosotros son
funciones del cuerpo y los pensamientos proceden del alma. ¿Y dónde va a ubicar
Descartes al alma? como respuesta a esto hace una conexión del cuerpo y el alma
afirmando que en el medio del cerebro hay una glándula que es el lugar del alma en el
cuerpo.
Las pasiones del alma entonces serán percepciones, o sentimientos, emociones del alma
que se refieren a ella y que son causadas y sostenidas por algún movimiento de los
espíritus (cierto aire o viento sutil que se mueve entre los nervios que salen del cerebro y
producen los movimientos de los músculos).
Entonces para finalizar con el esquema cartesiano vamos a decir que las pasiones
disponen al cuerpo para algo, es decir que son propias del cuerpo vivo, del cuerpo en
donde hay calor y movimiento, esto queda planteado en el Artículo nº 52 en donde dice
“ los objetos que mueven los sentidos no excitan en nosotros diversas pasiones en razón
de todas las diversidades que hay en ellos, sino solo en razón de las diversas maneras
como pueden dañarnos o beneficiarnos…y que el comportamiento de todas las pasiones
consiste únicamente en que disponen el alma a querer las cosas que la naturaleza nos
prescribe como útiles, y a persistir en esta voluntad, y esta misma agitación de los
espíritus que las causa dispone al cuerpo a los movimientos que sirven para la ejecución
de estas cosas”6.-
Diferente de lo planteado hasta aquí es el esquema experiencial del Siglo XVIII en donde
tenemos como referente a David Hume, empirista del Siglo de las Revoluciones.
La primera diferencia que encontramos entre este autor y Descartes, es que Hume no
tiene como objetivo hacer ciencia con el método analítico-matemático, sino hacer una
ciencia más terrenal, empírica, y en esta escena para ir “al choque con lo real” habrá que
trabajar para recoger los datos de la experiencia. Ya en esta escena no existe como
4
Descartes, R. “Tratado de las pasiones del alma”, Barcelona, Planeta, 1994.- Pág. 5.-
5
Descartes, R. “Tratado de las pasiones del alma”, Barcelona, Planeta, 1994.- Pág. 6.-
6
Descartes, R. “Tratado de las pasiones del alma”, Barcelona, Planeta, 1994.- Pág. 15.-

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garante ni Dios ni nadie. El sujeto será una hoja en blanco donde se inscribirá lo real
como una tabula rasa y dejará una marca, tal como una impresión.
Hume no piensa en una ciencia perfecta y va a plantear un saber imperfecto con el
método inductivo en donde el sujeto como bien mencioné anteriormente, a modo de una
tabula rasa, no va a tener ningún conocimiento previo a la experiencia y éste solo será
alcanzado a través de la percepción. La conciencia esta vacía hasta que la experiencia la
va llenando imprimiéndose en ella.
Como vemos a diferencia de Descartes, Hume le da mucha importancia a la percepción
ya que va a tener que ver con el conocimiento y allí va a estar la verdad. La percepción
no engaña porque es igual para todos.
En el año 1757 D. Hume escribió la “Disertación sobre las pasiones y otros ensayos
morales” y en la sección I ya nos plantea que para él lo primero es la impresión, los
objetos del mundo exterior nos generan placer ó dolor “Algunos objetos provocan
inmediatamente una sensación agradable a causa de la estructura originaria de
nuestros órganos y, por eso, son llamados BUENOS; del mismo modo que otros, por la
inmediata sensación desagradable que provocan, se ganan el apelativo de MALOS.”7

7
Hume, D. :(1757) “Disertación de las pasiones y otros ensayos morales”, España, Editorial del Hombre,
Ministerio de Educación y Ciencia, 1990. Pág. 139.-

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