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La democracia tiene la gran ventaja de que los ciudadanos no sólo pueden determinar
quién quiere que les gobierne sino también la política que el gobierno debe seguir. En nuestro
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Esta reflexión se basa en el libro de SODARO, J. MICHAEL, Política y Ciencia Política, una
introducción, McGRAW-Hill/Interamericana de España, S. A. U., Madrid, 2006, pp. 127-141.
país se hace muy necesaria dar a conocer esta característica principal de la democracia
debido a la gran desigualdad existente. Muchos paraguayos añoran un país en que puedan
desarrollarse económicamente y donde no se vean obligados a emigrar o recurrir al
subempleo. Al parecer ignoran esta importante posibilidad que tienen de determinar cómo
el gobierno ha de administrar la economía. Se sabe, por ejemplo, del gran despilfarro de
dinero en los entes públicos y más aun Itaipú en que los sueldos son exorbitantes. Habiendo
tanto dinero manejado por el Estado, las áreas de la salud y la educación son las más
olvidadas, cuando en éstas es donde se debería invertir más.
La mayoría de los paraguayos creen que la única posibilidad que tienen para cambiar
esta situación es en el día de las elecciones, cuando los candidatos previamente habían
prometido el oro y el moro. Votando por el candidato de su partido se ilusionan con que al
fin se solucionarán todos los problemas, o, al menos sus problemas porque creen que existe
la posibilidad de conseguir algún puesto de trabajo.
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SARTORI, GIOVANNI, Homo Videns. La sociedad teledirigida. Aguilar, Buenos Aires, 1998, p. 65.
Otra virtud de la democracia es la de que los ciudadanos le deben exigir rendición de
cuentas a sus gobernantes. Es muy importante para prevenir los casos de corrupción que
tanto afectó a los gobiernos del Paraguay. Una vez que el pueblo empiece a pedir rendición
de cuentas, esto ya servirá de escarmiento a los próximos gobiernos.
El deseo de la “voluntad general” dicha por Rousseau se realizará con más eficacia
mediante la participación activa de los ciudadanos mediante debates abiertos de los
candidatos sobre programas y políticas alternativas. Urge una formación ciudadana para
comprender estos programas y políticas de gobierno. Y no sólo esto, deberían todos estar en
condiciones de saber cómo controlar si el gobierno está cumpliendo el programa por el cual
fue elegido, si no hay desviación de fondos o corrupción. Esta educación política es uno de
los servicios que no desea se implemente la oligarquía dominante. Procuran mantener a los
ciudadanos en la ignorancia. ¿Cuál sería una solución alternativa? La formación de grupos
de ciudadanos que, así como se agrupan para formar partidos o movimientos políticos o
cooperativas, también se agrupen para la divulgar una educación cívica adecuada.
Los políticos que sólo buscan su interés rehúyen el verdadero debate. Prefieren
manipular los asuntos públicos antes que recurrir a la deliberación ciudadana. Una
consecuencia de esto es la adopción de medidas antipopulares. Quejarse después de manera
individual no es suficiente. Es necesario manifestarse. Pero hasta este derecho está
seriamente dificultado por las horas excesivas de trabajo a la que muchos en sus empleos
están sometidos. No se cumple la jornada de horas laborales. Hasta podría pensarse que este
sistema de trabajo excesivo está visto con beneplácito por los políticos oportunistas quienes
de esta manera se aseguran una casi nula posibilidad de que los ciudadanos puedan
manifestarse.
De dos entrevistas sobre la democracia a personas que estén en el ámbito del gobierno
ambas están de acuerdo sobre la importancia de la educación para lograr una civilizada
participación de la población en la política. Al preguntársele a una de ellas si estaba a favor
o en contra de las listas sábana fue alentador escuchar que estaba en contra de las listas
sábana. Porque, decía, los que están en ese tipo de lista son los que ponen más dinero.
Entonces, proseguía, el ciudadano no tiene la libertad plena de elegir al que quiera realmente
Conclusión
Bibliografía
SARTORI, GIOVANNI, Homo Videns. La sociedad teledirigida. Aguilar, Buenos Aires, 1998.