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Docente
Universidad de la Salle
Facultad de Ingeniería
Bogotá, D.C.
2016
Estas guías recopilan la información conceptual de diversas fuentes, que a juicio de la autora, son
relevantes en el aprendizaje de la asignatura de Suelos y Química de Suelos dictada en el programa
de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la Universidad de la Salle. A través de éstas, los estudiantes
podrán de manera individual, conocer, ampliar y profundizar mediante la investigación, los temas
correspondientes al syllabus, sirviendo así como un documento de estudio cuya lectura y análisis
debe ser previa a cada clase con el fin de promover el interés por el área de estudio en clase y fuera
de ella, procurando involucrar al estudiante en la preparación de las clases a fin de evitar un
monólogo docente que excluya la participación del estudiante durante el desarrollo de la clase.
La guía está comprendida en tres capítulos. Capítulo 1. Edafología, cuyos temas principales
comprenden las generalidades del suelo, aspectos básicos de su formación, composición y
propiedades y finalmente su importancia como recurso, que permitirán que el estudiante tenga los
elementos básicos para la comprensión de este valioso recurso y comience a empoderarse desde un
principio de él con el objetivo de valorarlo.
El Capítulo 2. Degradación del Suelo, cuyo desarrollo permitirá la comprensión de los diferentes
procesos de degradación y el contexto de los suelos colombianos. También en este capítulo se
abordará de manera generalizada el tema de los recursos geológicos, sus usos y su impacto en el
suelo.
Finalmente, el Capítulo 3. Química del Suelo y Contaminación, aborda el tema de las reacciones
ocurrentes en el suelo, a fin de comprender los procesos que se dan lugar cuando éste es
contaminado.
A lo largo de la guía se sugieren algunas actividades que conllevarán al estudiante a investigar y/o
profundizar sobre un tema en particular.
Esta guía recoge por lo tanto la experiencia y bibliografía utilizada durante 2 años de docencia, las
cuales han permitido, además de ampliar el conocimiento y la práctica docente, identificar cuáles
son los temas en los que ingeniero ambiental debe profundizar, y cuáles requiere un conocimiento
básico y elemental para su formación profesional.
La autora
El concepto que se tiene del suelo no sólo varía con el tiempo, sino que también varía según las
distintas escuelas, corrientes de pensamiento o el enfoque establecido por el observador.
Así, el suelo puede presentarse como un cuerpo natural con una dinámica propia o como, un
eslabón más dentro de los ciclos de la materia y energía.
El objeto de la Edafología como ciencia es el suelo, y según la definición que se adopte variarán los
límites y la forma de estudio.
Si bien son muchos los acontecimientos relacionados al origen de esta disciplina como ciencia, la
necesidad del hombre por estudiar y conocer el suelo para su provecho como recurso natural se
puede resumir de la siguiente forma:
- El suelo en sentido amplio es conocido desde tiempos remotos, desde que el hombre se
volvió sedentario y comenzó a cultivar sus propias cosechas, tuvo necesidad de conocer el
suelo, sus propiedades y su comportamiento. Todo ello desde un punto de vista utilitario.
Esta gran revolución caracterizó al período Neolítico. De acuerdo con los datos más
probables, parece que hace unos 9000 a.d.C. comenzó la agricultura en las montañas Zagros
y en la zona de Mesopotamia.
- Posteriormente la revolución agrícola comienza a aparecer como un componente importante
en las antiguas civilizaciones; aproximadamente 6000 a.d.C. en China; de 4 a 5000 en
Egipto; en México y Perú 4000 y hacia 2500 en el valle del Indo.
- En esta fase de iniciación de la agricultura, el hombre neolítico debería de reconocer ya
algunas diferencias entre los suelos demasiado húmedos, arenosos, etc., y conocer la
influencia de algunas técnicas agrícolas como la fertilización producida por la adición de
restos orgánicos y por el quemado de una zona de bosque o matorral.
- También se debía conocer ya, a partir de la aparición de la Cerámica, 4000 a 5000 a.d.C. en
Mesopotamia y Egipto, algunas de las propiedades de los materiales; facilidad de cocción,
las propiedades de plasticidad, contracción al secado, etc.
- El concepto de suelo es un concepto utilitario, de esta manera no es extraño que se hicieran
clasificaciones de suelos buenos o malos, o útiles. Así, aparece en China la primera
Msc. Lizeth Molina Acosta
Docente
Universidad de La Salle, Bogotá. 2016.
clasificación conocida de suelos, unos 4 a 5000 años a.d.C. dividiéndolos en nueve clases
según su capacidad de dar cosechas, utilizando como criterio, el color del suelo, que es una
propiedad muy importante.
- En el Antiguo Testamento Acsa, la hija de Caleb le habla a su padre de «tierra de secano y
tierra de regadío» (Josué 15, 19) Probablemente escrito entre 1430 y 1370 a.C. (Tierra de
secano se refiere a la tierra de labor que no se riega y sólo se beneficia del agua de lluvia;
Tierra de regadío: hace referencia a la tierra que requiere riego artificial).
De lo anterior se puede concluir que las antiguas civilizaciones tuvieron una interrelación muy
grande con la agricultura y que en algunos casos su decadencia fue debida a la destrucción de la
fertilidad de sus suelos.
- En Grecia, Teofrasto (327-287 a.d.C.), discípulo de Aristóteles (384-322 a.d.C.) que fue
botánico y filósofo definió al suelo como «el estómago de las plantas» y afirmó que «las
plantas constan de los elementos tierra-agua».
- En 1840 Von Liebig publica: «La química y sus relaciones con la agronomía». Distingue en
el suelo la parte orgánica y la mineral. Considera al suelo como una reserva pasiva de
nutrientes para las plantas. Observa que las plantas absorben sales minerales del suelo y que
el humus es un producto transitorio entre la materia orgánica y las sales minerales.
- En 1842 se creó la industria de los fertilizantes. Esta época corresponde sobre todo a una
visión químico-agrícola y utilitaria del suelo.
- En el oeste de Europa se hacía necesario incrementar el rendimiento de la agricultura
mediante la adición de abonos, mientras que en Rusia el problema no era la falta de suelo,
sino conocer las diferentes condiciones de la naturaleza para poderlas aprovechar y en caso
necesario, eliminar las condiciones desfavorables modificando los tipos de cultivos del país.
En último caso y dado el exceso de suelo, las zonas más dificultosas podrían ser totalmente
abandonadas.
- El fin de la fase de creación de las ideas fundamentales y el surgir de la Edafología como
ciencia se hace coincidir con los trabajos de Dokuchaev quien sintetizó y armonizó los
diferentes enfoques hasta entonces existentes. Vassili V. Dokuchaev (Rusia 1846 – 1903)
estableció una clasificación de los suelos según su potencial agrícola. Además, fue
Dokuchaev quien concibió el suelo como un cuerpo natural organizado, evolucionado y en
evolución bajo el influjo de los factores formadores del suelo.
- Fue la escuela rusa la que empezó a ver el suelo no sólo como una entidad independiente
sino también dinámica, que tiene un principio y un desarrollo.
La Ciencia del Suelo (Edafología) incluye los aspectos referidos a los suelos:
- ¿Cómo se forman?: génesis de suelos o edafogénesis.
- ¿Qué aspecto tienen?: morfología de suelos y materia orgánica.
- ¿Cuáles son sus propiedades, atributos y comportamiento?: física de suelos, química,
biología, ecología, fertilidad, entre otros.
- ¿Cómo se denominan?: clasificación de suelos: permite organizar y estructurar los
conocimientos y facilitar la transferencia de tecnología.
- ¿Cómo se distribuye en el territorio y en el mundo?: cartografía y geografía de suelos.
- ¿Cómo gestionarlos y utilizarlos para evitar su degradación?: calidad, evaluación,
protección y tecnología de suelos.
Los suelos constituyen un sistema vital de a más alta importancia, bajo la sola consideración de que
la mayor parte de la producción alimentaria requerida por la población mundial en continuo
crecimiento de pende de ellos.
El tiempo necesario para la formación de un suelo es suficientemente largo como para tener que
considerar que el suelo es un recurso natural no renovable a escala humana. De ahí la importancia
de proteger los suelos de mejor calidad frente a su posible degradación.
Cómo se dijo inicialmente, el concepto suelo es un concepto muy difícil de definir y depende del
enfoque establecido. De esta forma tenemos las siguientes definiciones:
- Concepto utilitario: El suelo es la fina capa de material fértil que recubre la superficie de
la Tierra donde se llevan a cabo la mayoría de las actividades del hombre sirviendo de
soporte físico y de infraestructura para la agricultura, actividades forestales, recreativas, y
agropecuarias, además la socioeconómica como vivienda, industria y carreteras.
Por lo tanto, se refiere como “suelo” la capa que se forma por encima de la roca madre. De
lo anterior definimos:
Suelo: Compuesto por las partículas más altamente descompuestas de los minerales
constituyentes de la roca madre y contiene una variable proporción de materia
orgánica.
Sub-suelo: Formado por material arenoso y piedras de gran tamaño. Provee algo de
humedad y de nutrientes a las plantas de raíces profundas y a los árboles. Allí se
encuentran los minerales de explotación como el hierro, las calizas, el carbón, las
esmeraldas, el petróleo, etc.
Roca Madre: Sustrato mineral que aún no ha sido modificado.
4. ORGANIZACIONES EDÁFICAS
Al estudiar el suelo se pone de manifiesto que hay propiedades que cambian a distancias muy
cortas, submilimétricas, en un espacio que constituyen un micrositio, mientras que en otras el
intervalo de variación es muy amplio, de varios kilómetros, como por ejemplo en el caso de un
paisaje de suelos o edafopaisajes. En un intervalo espacial tan amplio, es posible diferenciar un
conjunto de organizaciones edáficas, y se puede afirmar que el suelo está organizado de forma
multi escalar.
La génesis de suelos o edafogénesis es aquella parte de la Ciencia del Suelo que se dedica a
investigar y explicar la formación de suelos, a partir de observaciones morfológicas, de análisis de
laboratorio y del estudio de los factores ecológicos de formación y de los procesos edafogénicos.
La transformación de la roca de la roca en suelo por la acción del clima, de los organismos, del
relieve, y del tiempo, y los cambios producidos en la secuencia roca-suelo se describen a
continuación:
1- Los cambios se producen tanto a nivel de alteración de los granos de los minerales como en
lo referente a su organización (estructura). La alteración del material original comienza por
un cambio en la coloración, aparecen coloraciones amarillas y pardas, muy tenues al
principio y luego se van acentuando. Además, comienzan a desarrollarse pequeñas grietas
muy estrechas y de paredes ajustables, que progresivamente se van ensanchando y
haciéndose menos regulares y de morfología más compleja.
2- Después aparece el plasma (o masa basal) rellenando parcialmente los huecos, pero al
principio sin que se produzcan reorganizaciones, las movilizaciones o carecen de
importancia o son inexistentes en esta etapa. A nivel de alteración mineral la
transformación comienza afectando a los minerales más inestables (piroxenos, anfiboles y
plagioclasas).
Saprolita
4- En la fase final la transformación es tan intensa que el material adquiere una morfología
propia. Se forma el suelo. Como resultado de la intensa alteración el plasma se vuelve muy
abundante y llega a constituir una especie de masa basal que engloba a los demás
constituyentes. Por otra parte, la porosidad aumenta espectacularmente, lo que conlleva un
aumento de volumen considerable.
5- En esta etapa los organismos se implantan en este medio, lo transforman e incorporan sus
residuos y sus propios cuerpos al morir. Estos restos orgánicos sufren unos profundos
cambios hacia otros compuestos más estables.
Primero colonizadores de una roca: los líquenes y los musgos inician la formación de un suelo. Fuente: Autora.
Los factores ecológicos de formación de un suelo son las características o componentes del medio
(abiótico y biótico) que influyen en el desarrollo de un suelo al desencadenar, orientar y determinar
la intensidad de los procesos que dan lugar a la formación del suelo.
La formación del suelo es un proceso que se inicia sobre una roca consolidada o roca madre (primer
factor formador), a partir de la cual se da a lugar la conversión de roca a suelo mediante la acción de
otros cuatro factores.
El suelo se forma además de a partir de una roca también a partir de unos restos vegetales y
animales, por tanto, los organismos también constituyen un factor importante. Si se comparan los
En muchos lugares habrá que añadir, además, las acciones antrópicas, lo que ha llevado a introducir
el concepto de suelo antrópico. Esto ha llevado a establecer una clase de suelos que agrupe aquellos
que presenten modificaciones debidas a prácticas agrícolas prolongadas e intensivas (Anthrosoles) y
otra para aquello que contengan muchos artefactos (Technosoles).
Material originario o parental a partir del cual se forma el suelo. Es un importante factor de
formación porque es quien aporta mayoritariamente la fracción mineral que constituye el suelo
formado. Generalmente, los minerales del suelo proceden directamente o indirectamente de la roca
madre. La roca madre también se denomina material originario o material parental.
Son muchos los parámetros de la roca que inciden en la formación y evolución de los suelos, pero
de ellos podemos destacar claramente a tres.
Composición mineralógica. Aquellas rocas que contengan abundantes minerales inestables
evolucionarán fácil y rápidamente para formar suelos, mientras que aquellas otras, como las arenas
maduras, que sólo contienen minerales muy estables, como el cuarzo, apenas si llegan a edafizarse
aunque estén expuestas durante largo tiempo a la meteorización.
Permeabilidad. Regula la penetración y circulación del aire y del agua, lo que va a condicionar de
un modo decisivo la fragmentación, alteración y translocación de los materiales. Al condicionar el
movimiento del agua, se condicionan las reacciones químicas y el transporte de sustancias
(translocaciones), así como las pérdidas por lavado de materia sólida en suspensión o de elementos
en disolución.
Granulometría. El tamaño de las partículas de los constituyentes de la roca va a representar para la
edafización de estos materiales.
Los materiales de granulometría grosera, los arenosos, van a presentar una gran estabilidad frente a
la alteración. Cuanto mayor sea el tamaño del grano menos representará la superficie frente al
volumen total del grano y por tanto menos superficie de ataque presentará a la agresión del medio.
Por otro lado, la granulometría gruesa da lugar a materiales muy porosos, con poros lo
suficientemente grandes como para la rápida circulación del agua (al ser grandes los granos dejan al
empaquetarse huecos de tamaño también grande).
Los materiales arcillosos ofrecen unos comportamientos opuestos, mientras que los materiales de
granulometrías equilibradas dan resultados intermedios.
El clima (atmósfera e hidrosfera) se puede caracterizar por las precipitaciones, radiación solar, la
temperatura, el viento, etc.
En regiones húmedas el exceso de agua en los suelos da a lugar a rasgos de hidromorfismo (colores
grises y moteados) y a problemas de anoxia para las raíces (falta de oxígeno). En fondos de laderas
con exceso de agua de zonas húmedas y frías, se puede desarrollar una vegetación de musgos, que
pueden dar origen a la formación de una turbera.
Hay que considerar las acciones antrópicas, que también inciden en la construcción del paisaje
(cambios de cursos de agua, drenaje, nivelaciones, entre otras).
Transporte
Por la acción de la gravedad, en el relieve se produce el transporte de todo tipo de materiales que se
trasladan pendiente abajo. Dependiendo de su posición en el paisaje, el suelo se ve sometido a la
acción de erosión o por el contrario puede predominar la acumulación.
En las zonas altas, sobre todo en las áreas en que se presentan fuertes inclinaciones, el suelo está
sometido a una intensa erosión, por lo que la posición se considera residual y estará conformada por
suelos esqueléticos.
A media ladera los suelos están sometidos a un continuo transporte de materiales sólidos y
soluciones, por lo que suelen presentar pequeños o moderados espesores y en ellos son muy
abundantes los cantos angulosos, tan representativos de los suelos coluviales.
En la ruptura de las pendientes se produce la deposición de los materiales arrastrados (compuestos
solubles y partículas sólidas) por lo que en las posiciones de pie de ladera se forman suelos
acumulativos que continuamente se están sobreengrosando, formándose suelos muy espesos y de
texturas (granulometrías) muy finas.
En definitiva, en un relieve colindado existen básicamente tres posiciones con comportamiento muy
diferente: relieve residual (o erosional), relieve transposicional y relieve deposicional.
Influye en la
Área de aridez cantidad de agua
que accede y pasa
a través del suelo.
Drenaje
Textura
Aporte
de agua
Permeabilidad
Nivel freático
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Microclima
El relieve también modifica las características del clima edáfico, al influir en la temperatura y en la
humedad en función de la inclinación (influirá en la intensidad calorífica de las radiaciones
recibidas), orientación (que regulará el tiempo de incidencia de las radiaciones solares) y altitud
(que influirá en los elementos climáticos generales).
Como consecuencia de todo ello también afectará al desarrollo de la vegetación y de la actividad
microbiana.
Las plantas superiores, la microflora (bacterias, hongos, actinomicetos – un tipo de bacterias- algas
líquenes), así como la mesofauna (mamíferos roedores, artrópodos, lombrices de tierra, entre otros),
la microfauna (protozoos) y los seres humanos provocan efectos directos e indirectos sobre la
formación del suelo.
En la superficie de una roca coherente, los líquenes (asociación simbiótica de un alga y un hongo)
pueden actuar como colonizadores primarios al estar adaptados a vivir en medios con nutrientes
limitados. Atacan la roca y se inicia con ello la meteorización y un proceso de formación de suelo.
Protegen al suelo de la erosión. Por efecto mecánico la cobertura vegetal, así como los restos
acumulados sobre la superficie, protege a éste de los impactos de las gotas de lluvia y la acción del
viento, lo que evita el desprendimiento de partículas y la erosión hídrica o eólica.
La vegetación disminuye la velocidad del viento, efecto importante en el caso de las masas
forestales, con lo que disminuye la evaporación.
La respiración de las raíces con lo que aumenta el contenido de CO2 del suelo.
O por el poder de agregación que unen a las distintas partículas del suelo y así quedan fuertemente
retenidas.
También es lógico esperar una más rápida formación en los climas húmedos y cálidos que en climas
secos y fríos. Por ello la velocidad de formación del suelo es muy variable, en la bibliografía se
pueden encontrar valores desde 1mm/año hasta 0,001mm/año. Es de resaltar como la velocidad de
formación del suelo decrece drásticamente con la edad, ya que en un principio el material edáfico
evoluciona hacia la formación de un horizonte A (de alteración de materia orgánica), que es de
rápida formación, y una vez formado este horizonte el suelo se desarrolla originando horizontes B
(de alteración mineral), de mucha más lenta formación.
En la siguiente figura idealizamos el comportamiento de cómo se van manifestando una serie de
propiedades en función del tiempo.
a. Adiciones: consisten en aportes al suelo, que pueden tener lugar en la superficie del suelo,
por la base del perfil a partir de una capa freática o lateralmente por movimiento
subsuperficial, debido a la continuidad de los flujos de agua en un paisaje. Las adiciones
pueden consistir en:
- Agua: por la lluvia, la escorrentía y a partir de una capa freática.
- Gases: oxígeno procedente de la atmósfera; anhídrido carbónico, de la respiración.
b. Pérdidas: las pérdidas pueden tener lugar en forma sólida a partir de la superficie del suelo
debido a procesos erosivos (erosión hídrica y/o eólica); en disolución, por la base del suelo
y lateralmente; en suspensión y en forma de gases.
Las pérdidas pueden hacer referencia a:
- Sustancias solubles.
- Partículas sólidas: materiales de superficie arrastrados fuera del suelo por el agua de
escorrentía superficial (erosión hídrica) y por el viento (erosión eólica).
- Elementos biodisponibles: nutrientes y elementos tóxicos extraídos por las raíces de las
plantas.
- Gases:
o Nitrógeno en forma de N2 por desnitrificación.
o Anhídrido carbónico desprendido por la respiración de los microorganismos del
suelo y por la descomposición de la materia orgánica.
o Metano (gas con efecto invernadero) a partir de suelos encharcados de manera
continuada.
d. Translocaciones: son procesos mediante los cuales tiene lugar una movilización selectiva
de sustancias (orgánicas o inorgánicas) en una parte del suelo y que son transportadas en
suspensión o en disolución. El movimiento generalmente es en sentido vertical
descendente, aunque también puede ser lateral dentro de un horizonte, así como vertical
ascendente.
Los cuales básicamente se reducen a sólo tres procesos: meteorización física, alteración química y
translocación de sustancias. Estos procesos afectan tanto a la fase mineral como a la fase orgánica
del suelo y constituyen lo que tradicionalmente se denomina como los procesos básicos o generales
en la formación del suelo ya que actúan siempre en la formación de todos los suelos.
La actuación del proceso de fragmentación o disgregación física del material original se puede
poner de manifiesto directamente en el perfil del suelo, simplemente observando como en la base de
los perfiles se presentan las rocas fragmentadas en numerosos bloques de diverso tamaño.
Solución. Afecta sólo a aquellos compuestos que son directamente solubles en agua.
Hidratación. Las moléculas de agua son atraídas por los desequilibrios eléctricos quedando
fijadas en los constituyentes edáficos.
Hidrólisis. Reacción química de los H+ y OH- del agua que se intercambian con los
cationes y aniones de los minerales llegando en los casos extremos a destruir por completo
a los minerales.
Oxidación/reducción. Alteración química de los materiales del suelo por pérdida o
ganancia de electrones de sus iones constituyentes. Normalmente los minerales se oxidan
en el suelo (se han formado en los materiales geológicos originales en un medio pobre de
oxígeno por lo que presentan sus iones en forma reducida y al contacto con el oxígeno del
aire del suelo se oxidan).
No obstante, en los suelos permanentemente saturados en agua la tendencia, por el
contrario, es de reducción.
En la fracción orgánica
Es decir que el proceso de translocación de materiales en el suelo es muy complejo afectando a muy
distintas sustancias (minerales, materia orgánica y complejos órgano mineral, ya sean como
soluciones o suspensiones) y por muy diferentes causas (gravedad, capilaridad, evaporación,
actividad biótica, o como consecuencia del hinchamiento y contracción de la masa del suelo).
En los procesos de translocación se distinguen dos fases distintos: una inicial de movilización,
transporte y pérdida de materiales que se llama eluviación (que se presenta en los horizontes
superiores, sobre todo en los horizontes E, pero también en los A) y un segundo proceso que
representa la inmovilización y acumulación, o sea de ganancia o enriquecimiento de sustancias que
se llama iluviación (se forman los horizontes subsuperficiales, horizontes B), siendo siempre el
agua el medio de transporte.
El perfil del suelo es la sucesión vertical de los horizontes genéticos desde la superficie hasta el
material generador inalterado o hasta la roca madre.
- Horizonte O. Capa de hojarasca sobre la superficie del suelo (sin saturar agua; >35%),
frecuente en los bosques.
El suelo (c), algo pobremente drenado, posee un perfil fuertemente desarrollado, con un horizonte A
moderadamente oscuro, un horizonte E fuertemente eluvial y por debajo un horizonte B enriquecido
en arcilla, de estructura gruesa y poco favorable para el desarrollo radicular. La lenta permeabilidad
del horizonte B provoca excesos de humedad en la zona radicular durante el invierno y a la
formación de una napa temporaria en el horizonte E que permanece saturado durante el período de
excesos hídricos.
El suelo (e), ejemplifica a los suelos de textura pesada, con alto contenido de arcillas expansivas,
que frecuentemente presentan una transición fuertemente ondulada entre los horizontes A y C. El
primero es de alto contenido de materia orgánica y color negro, en tanto que el segundo, de color
pardo es rico en carbonato de calcio (nódulos blancos en la fotografía).
De lo anterior podemos concluir que la secuencia de horizontes, desde la superficie hasta la roca no
se mantiene, puesto que se trata de un modelo ideal, pero existen circunstancias muy variadas que
dan lugar a excepciones a esta regla. Pongamos un par de ejemplos. Los suelos de las cimas de una
ladera pueden erosionarse y transferir sus materiales a los de posiciones más bajas. No es inusual
que en ciertas ocasiones un perfil “normal” se encuentre recubierto por los materiales de horizontes
generados colina arriba, generando secuencias atípicas en donde un horizonte A, B, o C puede
superponerse a otro A del perfil de un suelo ya cerca de la base de la ladera. Del mismo modo, un
perfil edáfico puede ser sepultado por una capa de lava, que al enfriarse se transforma en roca. El
resultado es que un horizonte R se superpone a un perfil normal. Existen otras muchas
combinaciones que podrían citarse. Sin embargo, en ausencia de perturbaciones lo normal es que la
secuencia se mantenga, con un mayor o menor número de horizontes.
- Que el suelo sea muy joven y no transcurriera el tiempo necesario para que se desarrollen
estas estructuras macro-morfológicas y,
Según el tipo de perfil, podemos hablar evolutivamente de los siguientes tipos de suelos, en lo que
conforme, evolucionan, el número de horizontes tiende a incrementar, si no existen los procesos de
edafoturbación:
- Suelos jóvenes: Son muy superficiales, están todavía muy próximos a la roca madre. No se
ha diferenciado ningún tipo de horizonte.
- Suelos Poco Evolucionados: se caracterizan por una capa rica en humus sobre el horizonte
C. El perfil es de tipo AC. Si este suelo sigue evolucionando, se forma un horizonte
resultante de la alteración de la roca madre, aunque pobre en M.O; el horizonte B incipiente
que se presenta así: (B).
Si el material magmático se emite y fluye por la superficie terrestre constituye una lava, que
cristalizará y solidificará de manera brusca y originará rocas ígneas extrusivas o volcánicas. Un
enfriamiento rápido, típico de las rocas extrusivas, el tamaño de grabo de los minerales será muy
Una roca intrusiva es termodinámicamente mucho más estable que una roca volcánica de
composición equivalente (un gabro, frente a un basalto), por lo que la primera será más resistente a
la meteorización que la segunda.
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Transformación de materiales sedimentarios en rocas sedimentarias, mediante las fases de compactación,
diagénesis, cementación y metasomatismo.
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- Una precipitación química de sustancias en solución, que tiene lugar en la propia cuenca,
por actividad química o por evaporación. Ejemplos: calizas ortoquímicas, yeso
microcristalino, alabastro,halita,entre otros.
Cuarcita
Gneis
Un suelo formado se encuentra constituido por tres fases: fase sólida, fase líquida y fase gaseosa,
representativas en un suelo normal en un porcentaje aproximado de 50, 25 y 25% del volumen del
suelo respectivamente; lo que trae como consecuencia que el suelo presente unas propiedades que
dependen de la composición y constitución de sus componentes.
La fase sólida está constituida por una fracción mineral (componentes inorgánicos), correspondiente
en un suelo representativo al 90 al 99%, siendo el restante (10 – 1%) lo que corresponde a la
fracción orgánica. La fase sólida representa la fase más estable del suelo y por tanto es la más
representativa y la más ampliamente estudiada. Es una fase muy heterogénea, formada por
constituyentes inorgánicos y orgánicos.
La existencia de los minerales en el suelo ya formado, está condicionada por la presencia de éstos
en la composición de la roca madre. De esta forma, estos minerales harán parte del suelo, sea
porque provienen de forma directa de la roca madre, o bien sea de forma indirecta, cuando éstos han
sufrido procesos de transformación y/o interacción con otros componentes (orgánicos o
inorgánicos) del suelo.
La existencia de los minerales, está condicionada además por la estabilidad, y se define como la
resistencia que opone el mineral a toda modificación en su composición química o de su estructura
cristalina. Por tanto, a mayor estabilidad del mineral, menor será la alteración. La estabilidad
depende de factores como:
a) Factores del mineral en sí mismo. Hace referencia a parámetros propios del mineral:
a) Herencia: Minerales muy estables que pasan de la roca al suelo sin transformarse. Se les
conoce como minerales primarios. Típicamente el cuarzo.
2
La hidrólisis de los minerales consiste en su descomposición debida a la acción de los hidrogeniones de las
aguas ácidas. El proceso implica tres pasos: 1) rotura de ña estructura mineral. Debido a su pequeño
tamaño y a su gran movilidad, los iones H+ se introducen con facilidad en las redes cristalinas, lo que
produce la pérdida de su neutralidad eléctrica; para recuperarla, el cristal tiende a expulsar a los cationes,
cuya carga es también positiva. Como consecuencia, la estructura cristalina colapsa, y se liberan también los
aniones. 2) Lixiviado de una parte de los iones liberados, que son transportados por las aguas fuera de la
roca meteorizada. 3) Neoformación de otros minerales, por la unión de los iones que dan como resultado
compuestos insolubles. La intensidad del proceso hidrolítico se traduce en el grado de elementos químicos y
en la formación de nuevos minerales.
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b) Alteración: Minerales que se transforman durante la edafización. Es una alteración química
en la cual el mineral primitivo pasa a otro secundario de una manera gradual y progresiva.
Son minerales secundarios.
c) Neoformación: Cuando no exista (o si ha existido, no ha quedado ninguna prueba) relación
genética entre un mineral edáfico y los minerales que existían en la roca. Como los del
apartado anterior se les llama minerales secundarios, o edáficos.
Se acostumbra incluir los minerales que se encuentran en el suelo en dos grupos principales:
Minerales primarios y Minerales Secundarios.
Minerales primarios.
Se denominan primarios porque provienen del material original a partir del cual se formó el suelo.
Se encuentran en las fracciones más gruesas del material del suelo, es decir en la arena y el limo, y
su meteorización da origen a los minerales secundarios. El grado de fertilidad del suelo depende
entre otras cosas, del aporte de los minerales primarios, que en su meteorización liberan nutrimentos
minerales.
El grupo más importante y más común de los minerales del suelo es el de los silicatos. Todos los
silicatos están constituidos por una unidad estructural común, un tetraedro de coordinación. El
silicio (Si4+) situado en el centro del tetraedro de coordinación y rodeado de cuatro iones de oxígeno
(O2-) situados en los vértices. Así al sumar las cargas resulta un ión SiO4-4.
Este grupo tetraédrico se encuentra descompensado eléctricamente (SiO4)4-, por lo que los
oxígenos se coordinan a otros cationes para compensar sus cargas. Dependiendo del número de
oxígenos que se coordinen a otros silicios se originan los grandes grupos de silicatos (es decir,
según el número de vértices compartidos por tetraedros, que pueden ser 0, 1, 2, 3, y 4):
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Según sea la coordinación de los otros oxígenos que se unen a otros cationes distintos del silicio se
forman los diferentes minerales dentro de cada gran grupo de silicatos.
Desde el punto de vista edáfico el gran grupo de los filosilicatos es la clase más importante, ya que
a este grupo pertenecen la mayoría de los minerales de la fracción arcilla.
La estabilidad del mineral también va a ser la responsable de que la mineralogía de las fracciones
gruesas (arenas) y la de las finas (arcillas) sea distinta. Las arenas representan una fracción muy
estable (los granos de las arenas al ser de gran tamaño presentan poca superficie relativa frente a su
volumen) y en ellas predominan los granos heredados, más o menos transformados. Las arcillas por
su parte, se caracterizan por su gran superficie (partículas de muy pequeño tamaño, casi toda ella es
superficie), por ello son muy activas y están constituidas por minerales de neoformación y de
alteración.
Son un conjunto complejo de sustancias constituidas por restos vegetales y organismos que están
sometidos a un constante proceso de transformación y síntesis. Normalmente se presenta en
cantidades muy inferiores a la fracción mineral, no obstante, su papel es tan importante o más para
la evolución y propiedades de los suelos. Se pueden agrupar en dos grupos.
b) Grupo de materiales no vivientes. Está constituido por restos orgánicos frescos (tejidos
vegetales y animales), productos excretados por los organismos, productos de descomposición y
compuestos de síntesis. Dentro de este grupo tenemos el humus. Se define como materia
orgánica transformada y alterada. Constituye un conjunto muy complejo de compuestos
orgánicos coloidales de color oscuro sometidos a un constante proceso de transformación.
Dentro de él se definen un grupo de sustancias llamadas sustancias húmicas.
La humificación es el proceso de formación del humus (es decir, conjunto de procesos responsables
de la transformación de la materia orgánica). La transformación de la materia orgánica puede llegar
a la destrucción total de los compuestos orgánicos dando lugar a productos inorgánicos sencillos
como CO2, NH3, H20 etc. y se habla, en este caso, del proceso de mineralización.
Poco a poco los restos transformados se van desintegrando, difuminándose en el suelo y finalmente
se integran totalmente con la fracción mineral, formando parte íntima del plasma basal del suelo.
Los restos orgánicos se transforman muy rápidamente comparados con la fracción mineral, por ello
la velocidad de formación del horizonte A es mayor que la del horizonte B.
Desde un punto de vista global (evolución, morfología, propiedades, unión a la fracción mineral) el
material orgánico se clasifica en tres tipos básicos de humus.
Mor. Materia orgánica muy poco transformada.
Moder. Mayor transformación de la materia orgánica (Fúlvicos y precursores).
Mull. Materia orgánica evolucionada (ácidos húmicos, coloración del horizonte muy
oscura).
La materia orgánica tiene una gran importancia en la génesis y fertilidad del suelo. Las funciones
del suelo se ven afectadas directamente por la cantidad y la calidad de materia orgánica que
contiene. Por ello la materia orgánica es un constituyente y un indicador de la calidad del suelo.
Tiene incidencia sobre las propiedades físicas, químicas, biológicas y da lugar a múltiples
interrelaciones.
a) Propiedades físicas.
Confiere al suelo un determinado color oscuro haciendo que la temperatura del suelo sea mayor
debido a que los colores oscuros absorben más radiaciones que los claros.
Da lugar a una buena estructura, estable. Las sustancias húmicas tienen un poder aglomerante,
las cuales se unen a la fracción mineral y dan buenos flóculos en el suelo originando una
estructura grumosa estable, de elevada porosidad, lo que implica que la permeabilidad del suelo
sea mayor.
Tiene una gran capacidad de retención de agua lo que facilita el asentamiento de la vegetación,
dificultando la acción de los agentes erosivos.
Los restos vegetales y animales depositados sobre la superficie del suelo lo protegen de la
erosión hídrica y eólica. Por otra parte, el humus tiene un poder aglomerante y da agregados
que protegen a sus partículas elementales de la erosión.
Protege al suelo de la contaminación. La materia orgánica adsorbe plaguicidas y otros
contaminantes y evita que estos percolen hacia los acuíferos.
d) Interrelaciones
Condiciona el funcionamiento biogeoquímico de los ecosistemas.
Aumenta y permite definir la calidad de un suelo y su productividad
Mejora la capacidad de los suelos para soportar la producción de alimentos y biomasa.
Componente clave en la sostenibilidad/sustentabilidad de los sistemas agrícolas.
Cambio global: secuestro de C de muchos suelos.
La fase líquida del suelo está constituida por el agua y las soluciones del suelo.
El agua procede de la atmósfera (lluvia, nieve, granizo, humedad atmosférica). Otras fuentes son
infiltraciones laterales, capas freáticas etc...
Las soluciones del suelo proceden de la alteración de los minerales y de la materia orgánica.
El agua ejerce importantes acciones, tanto para la formación del suelo (interviene decisivamente en
la meteorización física y química, y translocación de sustancias) como desde el punto de la
fertilidad.
La fase líquida circula a través del espacio poroso, queda retenida en los huecos del suelo y está en
constante competencia con la fase gaseosa. Los cambios climáticos estacionales, y concretamente
las precipitaciones atmosféricas, hacen variar los porcentajes de cada fase en cada momento.
Cuando el potencial de succión es mayor que el potencial gravitacional, el agua queda retenida en
los poros, y cuando el potencial de succión es menor que el gravitacional, el agua se desplaza hacia
abajo.
Es la menos estudiada, debido a que cambia fácilmente y es muy difícil de muestrear y estudiar. Sin
embargo, es una fase muy importante para la respiración de los organismos y responsable de las
reacciones de oxidación. Se sitúa en los poros del suelo, en ellos las fases líquida y gaseosa están en
mutua competencia, variando sus contenidos a lo largo del año. En condiciones ideales la fase
atmosférica representa un 25%, otro 25% para el agua y un 50% para la fase sólida. Se admite que
un porcentaje de aire del 10% es insuficiente. Tiene una composición parecida a la del aire
atmosférico, pero mucho menos constante.
Esta composición media del aire del suelo varía no solo con la profundidad del aire sino con los
cambios estacionales. En los períodos de mayor actividad biológica (primavera y otoño), hay menos
O2 y más CO2.
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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edición. Editorial Trillas. México.
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Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial. Universidad
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