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La educación #13 Suplemento

en debate

¿Cómo se construye
na es vista frecuentemente como una asig-
natura menor.
Ahora bien, ¿qué tipo de inserción cu-
rricular es más conveniente? La respuesta
no es sencilla, aunque la experiencia indica

ciudadanía en la escuela?
que la decisión de transversalizar, en lugar
de dar prioridad a estos propósitos forma-
tivos, los ha diluido. Por otra parte, hay co-
nocimientos y habilidades específicas de la
ciudadanía que requieren tiempo de ense-
ñanza y orientaciones didácticas particula-
por Isabelino Siede* con Alina Larramendy** res cada vez menos presentes en las aulas.
Parece conveniente una solución combi-
nada, que dedique un espacio específico,
al menos en algunos tramos de la escola-

E
ridad, y mantenga el carácter transversal:
ducar en la ciudadanía es uno ran en cada sujeto y corroen sus elecciones docentes, suscita un compromiso particu- en otras asignaturas, en el funcionamiento
de los propósitos más men- (entre ellos, el Estado, las tradiciones y el lar con cada problema (el medio ambien- institucional, en el vínculo de las escuelas
tados en los currículos y pro- mercado). Esta demanda se ha expresado te, el tránsito, el consumo, etc.), pero suele con organizaciones de la sociedad civil. En
gramas oficiales de las últi- generalmente en las objeciones y alterna- presentarse desgajado de los fundamentos tal sentido, varias jurisdicciones han avan-
mas décadas, como demanda tivas al sistema educativo dominante, aun- más generales de la formación política de zado hacia la inclusión de experiencias de
asociada a la construcción de una cultu- que también ha sido asumida por parte del los estudiantes. En algunos casos, es posi- intervención comunitaria en la propuesta
ra democrática y la consolidación de ins- Estado desde los tiempos de la transición ble observar un compromiso moral y vo- curricular de la escuela media. El desafío
tituciones republicanas. La escuela es el democrática. Esta presentación, esquemá- es, al mismo tiempo, cimentar un prestigio
espacio público que tiene la tarea especí- tica, permite advertir algunas tensiones en renovado para este aspecto de la formación
fica de construir lo público. En ella con- juego. Los enfoques críticos, que no pro- escolar, ensalzado en los discursos forma-
vergen los intereses del Estado con los de curan inducir el ingreso de las nuevas ge- Los currículos les y frecuentemente menospreciado en la
múltiples actores sociales y comunidades neraciones a una trama institucional pre- práctica cotidiana de las aulas.
culturales, con la expectativa de que allí definida ni dejarlos a la deriva, proponen
resaltan la De modo semejante, los contenidos de
se recreen las posibilidades de la vida en
común. Sin embargo, tal demanda no tie-
someter a juicio las bases de sustentación
del orden político vigente. En tal sentido,
educación política la educación ciudadana han sido objeto de
debates y controversias desde los orígenes
ne ni ha tenido connotaciones unívocas. la educación ciudadana se plantea una re- pero docentes, de los sistemas educativos nacionales. Con
Enarbolan la formación ciudadana tan- producción consciente y constante de las un derrotero sinuoso, los espacios curricu-
to los enfoques civilistas, que pretenden reglas de juego democrático, hecha al am- familias y chicos le lares que han dado cabida a esa función po-
que los estudiantes se adapten al mundo paro del Estado pero no sometida a él. En lítica de la escuela no siempre se mantuvie-
tal como lo encontraron, sin objetar sus las décadas recientes, esta enseñanza críti- dan un lugar menor. ron estables ni bajo el mismo nombre. Esta
reglas ni proponer alternativas, como los ca se pregona con insistencia en los propó- inestabilidad en la denominación, como
enfoques hedonistas, que pretenden que sitos y fundamentos curriculares, aunque efecto de los avatares institucionales del
toda la sociedad se acomode a las ganas y subyace el civilismo adaptativo en muchas luntarista con temas de la agenda pública, siglo XX y la expectativa de cada gestión
los caprichos de las nuevas generaciones. propuestas didácticas y prácticas docentes. que sería conveniente revisar para avanzar de apropiarse de los contenidos de dicho
Desde el punto de vista de los Estados, La concreción de esos propósitos en la hacia planteos más complejos sobre el ejer- espacio, han dificultado sensiblemente la
la educación política alude generalmen- dinámica formativa de las escuelas es com- cicio de la ciudadanía. construcción de una tradición de enseñan-
te a las prácticas pedagógicas que inten- pleja y difusa. En tal sentido, uno de los de- En Argentina, aquellas provincias y ni- za y un cuerpo teórico que le dé sustento
tan cimentar la cohesión de pensamiento bates de más largo aliento es la modalidad veles que conservaron o han retomado la pedagógico. Eso explica, también, la esca-
y de acción de una sociedad determinada; de inserción curricular de la educación definición de un área o materia específica sa circulación de las experiencias y bue-
es decir, generar las representaciones y los ciudadana: ¿debe ser una tarea transversal, le dedican un horario reducido, que refle- nas prácticas entre diferentes países o aun
hábitos sociales que garantizan goberna- que comprometa toda la experiencia esco- ja la escasa relevancia que se le asigna, en dentro de un mismo país, que lleva a que los
bilidad. En América Latina, el surgimiento lar, o un espacio curricular específico, con comparación con otros espacios curricu- fundamentos curriculares y enfoques di-
y la expansión de los sistemas educativos, contenidos claramente delimitados de las lares. Hay una matriz curricular que tras- dácticos de la educación ciudadana se ha-
en el siglo XIX, estuvieron estrechamen- demás asignaturas? En la reforma educati- ciende las gestiones y las épocas, que supe- yan desarrollado bastante menos que otros
te relacionados con esta expectativa. Des- va argentina de los años 90, predominó el ra incluso las murallas de la escuela y que campos. En términos generales y de modo
de el punto de vista de la sociedad civil, en enfoque transversal con alusión a nuevas asigna importancia relativa a cada campo esquemático, podríamos decir que la edu-
cambio, la educación política se reclama, cuestiones de la agenda pública (educación del saber. En esa maqueta canónica, algu- cación ciudadana reúne (o debería reunir)
con frecuencia, como herramienta de re- ambiental, en el consumo, en la salud, en la nos saberes son fundamentales e indispen- cuatro componentes:
sistencia al Estado y alude a los aprendiza- sexualidad, vial, etc.), que habían llegado a sables, mientras que otros resultan acceso- • El componente sociohistórico provee
jes en el ejercicio del propio poder, a partir las escuelas a través de bibliografía peda- rios o superfluos. ¿Qué ocurre con la edu- las herramientas para comprender la so-
de entender que muchos discursos ope- gógica española, reforzada por la presión cación política? Algo muy curioso: sucesi- ciedad en que vivimos y nuestro lugar en
de organizaciones gubernamentales y no vas gestiones le han dado un peso significa- ella. La educación ciudadana recurre a la
gubernamentales que pugnaban por intro- tivo a la definición de los programas oficia- historia, a la geografía, a la sociología, a
ducir sus propuestas en la enseñanza. Mu- les y cada golpe de Estado tuvo su correlato la antropología y a la economía para dar
Esta publicación integra la serie de chos proyectos de este tipo se han desarro- en cambios de denominación de esta mate- cuenta de los problemas actuales de la
Cuadernos de Discusión que edita la llado entonces y continúan actualmente vi- ria (sobre todo en la escuela media); como sociedad y proveer categorías de análisis
Universidad Pedagógica (UNIPE) gentes en las escuelas. En muchos casos, el contrapartida, estudiantes, familias y bue- de la realidad.
www.unipe.edu.ar interés por una o varias temáticas transver- na parte de los docentes le asignan una im- • El componente ético alude a la delibera-
sales, por parte de una escuela o equipo de portancia reducida: la educación ciudada- ción sobre principios generales de valo- d
II | La educación en debate ¿Cómo se construye ciudadanía en la escuela?

Rufino Tamayo, Hombre y su sombra, 1959 (fragmento, gentileza Christie’s)

d ración y la construcción de criterios pa- seable una orientación curricular sesgada lidad de plantearse desafíos intelectuales. mos dejar de mencionar un factor impres-
ra actuar con justicia y solidaridad. La edu- por el oficialismo de turno, sino orienta- Creemos que enseñar ciudadanía implica, cindible, aunque claramente no suficiente:
cación ciudadana recurre a la filosofía para ciones compatibles con una amplia gama entre otras cosas, animarse a formular pre- debemos investigar en qué contextos di-
someter a crítica los juicios sobre la reali- de vertientes de pensamiento, sobre la ba- guntas y pensar en el aula, sin tener todas dácticos específicos los alumnos constru-
dad social y fundar argumentativamente se del Estado de Derecho. Los principios las respuestas. Se trata de recortar situa- yen conocimientos relevantes para su for-
las expectativas de cambio social. democráticos deberían constituirse como ciones del mundo que nos permitan pen- mación política, a fin de producir mejores
• El componente jurídico remite al aná- límites de la polifonía en el aula, sin ahogar sar desde los cuatro componentes men- condiciones para afrontar la enseñanza de
lisis de los instrumentos legales que re- el pluralismo que enriquece y potencia al cionados: ¿qué ocurre?, ¿qué sería justo estos saberes y prácticas en la escuela.
gulan la vida social. La educación ciuda- conjunto. La educación escolar debe tomar que ocurriera?, ¿qué herramientas legales Finalmente, el trabajo escolar descan-
dana recurre al derecho para identificar posición para recrear las bases culturales tenemos?, ¿cómo construimos poder pa- sa sobre los hombros de docentes que
los principios normativos que rigen la so- de la participación. Es necesario avanzar ra intervenir? Es desde el análisis de las si- también expresan tensiones en la com-
ciedad y su expresión en legislaciones de hacia una educación política que dé cabi- tuaciones y de los problemas de la realidad prensión y valoración de su tarea. Desde
variado alcance. da a la formación argumentativa, al análisis que podemos pensar alternativas de supe- los años 80, durante la transición demo-
• El componente político refiere a la re- de discursos divergentes sobre la realidad ración. En el enfoque didáctico que pro- crática, aumentaron sensiblemente las
flexión sobre el propio poder y las posibili- social, a la búsqueda de criterios comunes ponemos, este tipo de preguntas invitan a expectativas de transformación del or-
dades de intervención colectiva en la trans- y mecanismos de validación de consensos, problematizar cada situación y construir den social a través de la participación y el
formación de la realidad social. La educa- aparte del reconocimiento de actores dife- argumentativamente algunas respuestas voto popular, lo cual favoreció la renova-
ción ciudadana recurre a la teoría política rentes que pujan por intervenir en la acti- posibles. Se trata de entender la enseñanza ción de contenidos en las lecciones de ci-
para analizar las alternativas y herramien- vidad pública. Este desafío no sólo concier- como un espacio de provocación cultural. vismo. Sin embargo, a poco de andar, las
tas de participación en la esfera pública. ne a los enunciados formales sino, funda- En sociedades fragmentadas, desiguales e instituciones fueron mostrando su ende-
Los cuatro componentes se solapan e mentalmente, a su traducción en criterios injustas, las experiencias sociales suelen blez y su falibilidad: si las generaciones
implican de diversos modos, pero creemos y propuestas didácticas específicos. ser acotadas y aisladas: cada cual mira el emergentes de la última dictadura habían
necesario deslindarlos y destacar la nece- En términos generales, podemos decir mundo desde su punto de vista y descono- aceptado con excesiva confianza las pro-
sidad de cada uno de ellos, pues ha habido que enseñar es generar condiciones pa- ce otras perspectivas y modos de mirar. La mesas del retorno a la vía constitucional,
vertientes pedagógicas que enfatizaron ra que otro aprenda, ofrecer las señales o escuela tiene la responsabilidad de propo- pronto descubrieron, con espanto y dolor,
unos en desmedro de otros o, directamen- los signos que permitirán a los estudiantes ner experiencias diferentes de los recorri- que la democracia no puede reducirse a
te, dejaron de lado alguno de ellos. En Ar- comprender la realidad y operar sobre ella. dos extraescolares, mostrar facetas ocul- un conjunto de dispositivos de represen-
gentina, se dio énfasis al componente ético ¿Cómo se enseña en y para la ciudadanía? tas y habilitar nuevas interpretaciones de tación y que puede transformarse en una
durante los años ‘90, mientras que, en los Sin caer en generalizaciones infundadas e la realidad. La escuela puede ayudar a su- ilusión impotente si no hay una práctica
años recientes, se ha dado relevancia cre- injustas, presentamos algunas reflexiones perar las memorias parciales y las geogra- colectiva, sostenida y pertinente, de par-
ciente al componente político. El compo- asentadas en la observación de tendencias fías sectoriales, abriendo horizontes que el ticipación política. Tres décadas más tar-
nente jurídico, relevante en las décadas y prácticas frecuentes. Advertimos que, en entorno cultural de cada uno ha tendido a de, la sociedad argentina no parece haber
previas, se mantiene en un plano secunda- más de un caso, la escuela promueve poca cerrar. Eso permite confrontar posiciones alcanzado estándares satisfactorios de
rio en los enunciados curriculares recien- reflexión y, en ocasiones, obtura la posibi- y marcos explicativos frente a los hechos. justicia e integración social. Los docentes
tes. Tanto el componente político como el Del mismo modo, pensar en el aula ofrece que hemos sido educados en condiciones
sociohistórico suelen despertar discusio- oportunidades para valorar. Frente a una de desigualdad y exclusión, ¿podríamos
nes en los medios masivos de comunica- enseñanza moralizante que suele consistir generar condiciones para el cambio so-
ción, como ocurrió a comienzos de 2011, en dar conclusiones predigeridas y evitar cial desde la enseñanza? La respuesta só-
cuando se insertó la asignatura “Política y Día a día que los estudiantes enuncien sus aprecia- lo puede ser afirmativa si incluimos nues-
Ciudadanía” en el currículo bonaerense. ciones, se trata de afrontar el desafío de dar tros propios procesos de aprendizaje, de
Se trataba, en definitiva, de discutir cuán “Una vez un chico me dice: ‘Mire profesor, a valorar, generando un espacio para cons- revisión de creencias y hábitos heredados
asépticos o contextuados podían ser los compré la Constitución’. Está bien, es la Ley truir juicios de valor. Enseñar en y para la a veces sin crítica. En definitiva, se trata
contenidos prescriptos. Fundamental y tenemos que tenerla en ciudadanía significa habilitar al sujeto po- de invitar a pensar lo político, el único ca-
¿Podemos pedirle neutralidad a la edu- cuenta. Pero, por otro lado, veía que se tra- lítico que cada estudiante ya es para que to- mino de construcción de ciudadanía, pues
cación ciudadana? Nunca la enseñanza taban muy mal entre los alumnos, que se me posición frente al mundo y proyecte los sabemos que la escuela, por sí sola, no va a
es neutral y este es seguramente el menos faltaban el respeto, que no se escuchaban. modos de transformarlo y transformarse cambiar la sociedad, pero la sociedad no
neutral de los contenidos. La neutralidad Tenemos que partir de cuestiones más bá- en él. Una educación ciudadana de carácter se transforma a sí misma si no se desplie-
absoluta no sólo es imposible, sino que sicas que hacen al día a día. Primero vamos emancipatorio incluye la crítica y el cues- gan y movilizan procesos culturales cuya
también es indeseable, particularmente viendo esas cosas y después vamos a llegar tionamiento, la construcción argumentati- mecha la escuela puede encender desde la
en estas circunstancias. El silencio ante los de alguna u otra manera a cuestiones más va de horizontes hacia los cuales avanzar y enseñanza. g
conflictos y la evasión de las controversias abarcativas.” (Maximiliano Pecorelli, do- el ensayo de criterios y mecanismos para la
no parece ser una herramienta adecuada cente de Historia y de Construcción de Ciu- marcha. ¿Cuánto de estos desafíos se ha ido
para formar ciudadanos dispuestos a la *Consultor de la Licenciatura en Enseñanza de las Cien-
dadanía de la E.S.B. N° 6, la Escuela Media instalando en la experiencia concreta de cias Sociales para la Educación Primaria de la UNIPE.
participación activa y al ejercicio del po- N° 2 y el Instituto Agrotécnico de Bragado) las aulas? ¿Cómo hacerlos realidad en las **Directora de la Licenciatura en Enseñanza de las Cien-
der popular. Sin embargo, tampoco es de- escuelas? Entre muchos otros, no quere- cias Sociales para la Educación Primaria de la UNIPE.

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