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Con esta técnica la pareja logrará regular sus respectivos niveles de excitación, lo que se expresará en
mayor satisfacción para ambos.
Alternar la penetración superficial con la penetración profunda ayuda a controlar la excitación del
hombre y a durar más tiempo, antes de eyacular. Para la mujer, el efecto será beneficioso de manera
inversa, ya que la ayudará a aumentar su nivel de excitación y esto hará que llegue al orgasmo
vaginal más fácilmente. Algunas mujeres pueden alcanzar inclusive más de un orgasmo durante
la relación sexual.
PENETRACIÓN PROFUNDA
Después de penetrar profundamente, la mayoría de los hombres retroceden toda la longitud de la vagina
de su compañera, lo que hace que el glande (su punto más sensible del pene) reciba una
intensa frotación y fricción. Esto genera una gran excitación que normalmente termina con
una eyaculación rápida.
Por esta razón, los maestros taoístas desarrollaron el movimiento de penetración profunda en vertical.
Este movimiento utiliza la base del pene, (el punto menos sensible del pene), para estimular el clítoris de
la pareja, su punto más sensible.
Este movimiento ayuda enormemente a retrasar la eyaculación. El hombre, en lugar de retirarse, puede
quedarse dentro de su pareja y moverse repetidamente arriba y abajo. Esto será especialmente importante
cuando ella esté en medio de un orgasmo y el hombre se encuentres al límite de eyacular.
Este movimiento puede causar que la mujer llegue al orgasmo ya que el punto de fricción se ejerce
sobre el clítoris, sin necesidad de estimular con los dedos (puede variar por la fisonomía de cada mujer).
El médico Li Tung-hsüan Tzu, que vivió en el siglo séptimo, describe poéticamente nueve tipos distintos
de movimientos de penetración que ofrecen a la mujer una gran variedad de profundidades, direcciones y
velocidades:
Golpea de izquierda y derecha, como un bravo general que penetrara en las filas enemigas.
Elévate y lánzate repentinamente como un caballo salvaje chapoteando en un arroyo de montaña.
Empuja dentro y fuera, como una bandada de gaviotas que jugara con las olas.
Utiliza penetraciones profundas y toques superficiales y provocativos, como un gorrión picoteando granos
de arroz.
Haz penetraciones superficiales y después más profundas siguiendo un ritmo constante [hacia la izquierda
y la derecha], como un gran piedra que se hundiera en el mar.
Empuja lentamente, como una serpiente que entrara en su agujero.
Precipítate con rapidez, como un ratón asustado que corriera a su madriguera.
Quédate suspendido y después vuelve golpear como un águila que atrapara a una liebre esquiva.
Elévate y lánzate hacia abajo como un gran velero navegando al viento salvaje.
Se ha comprobado que mover las caderas, al estilo Elvis Presley, cuando se hace el amor tiene una gran
efectividad.