Ministerio del poder popular para la educación universitaria.
Universidad Politécnica Territorial del Norte de Monagas “Ludovico Silva” Caripito- Edo. Monagas. PNF Fisioterapia Trayecto III- Semestre II
Profesora: Bachiller: Ft. Grecia López Nailis Henrique V-27.118.949
Sección Única
Caripito, junio de 2019.
La prueba de esfuerzo, también conocida como ergometría, consiste en un examen de la resistencia física a través de diversos ejercicios que sirven para valorar el pronóstico de una enfermedad cardiaca en estudio o ya diagnosticada. Esta técnica se emplea para detectar la angina de pecho o una afección coronaria en pacientes que sufren dolor torácico y, de esta manera, valorar la respuesta del corazón al esfuerzo a través de un electrocardiograma y la determinación de otros parámetros. Según la Fundación Española de la Salud (FES), el fundamento principal de esta prueba es poner de manifiesto patologías que no presentan síntomas cuando el paciente se encuentra en reposo, pero que pasan a ser sintomáticas cuando realiza ejercicio físico. En estos casos, si un paciente presenta una enfermedad coronaria, la obstrucción en las arterias no es suficiente para cortar todo el flujo de sangre cuando se encuentra en reposo, pero al realizar un esfuerzo físico, la cantidad de sangre necesaria es mayor y, por lo tanto, pasa a ser insuficiente; el resultado es la aparición de angina de pecho que se traduce en alteraciones en el electrocardiograma que se muestra durante la prueba. El electrocardiograma es la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón en función del tiempo, que se obtiene, desde la superficie corporal, en el pecho, con un electrocardiógrafo en forma de cinta continua. En electrocardiografía, las derivaciones son la medida del voltaje entre dos electrodos. Los electrodos se colocan sobre el cuerpo del paciente, sujetándolos con cintas de velcro, por ejemplo, y conectados al aparato mediante cables. Las derivaciones de un ECG utilizan diferentes combinaciones de electrodos para medir distintas señales procedentes del corazón: en forma figurada, cada derivación es como una fotografía de la actividad eléctrica del corazón, tomada desde un ángulo diferente. La prueba de esfuerzo no sólo proporciona un diagnóstico, sino que también plantea el pronóstico de la enfermedad que padece el paciente y el efecto del tratamiento que se está administrando al paciente. ¿Por qué se realiza la prueba de esfuerzo? Las principales razones por las que se realiza este examen son las siguientes: Observar la respuesta del corazón si sufre algún daño diagnosticado o los efectos de fármacos o dispositivos (marcapasos) administrados para corregir dicho trastorno. Determinar la frecuencia cardiaca y si el corazón late de forma regular. Si el paciente presenta dolor torácico o palpitaciones, ha tenido problemas relacionados en el pasado o tiene antecedentes de cardiopatías en su entorno familiar. Hasta que no se detecta un fallo o problema en el corazón, no es necesario realizar este tipo de pruebas. ¿Cómo se realiza la prueba de esfuerzo? La ergometría consiste en someter al paciente al mayor esfuerzo posible, alcanzando el umbral del cansancio o máximo nivel de resistencia. Éste deberá informar al especialista en el caso de que sufra mareo, falta de aire, sudor frío, dolor en el pecho o náuseas. Para realizar la prueba, en primer lugar, el especialista colocará parches planos y adhesivos denominados electrodos en la zona pectoral del paciente. Estos parches registrarán la actividad eléctrica del corazón durante el examen. La persona que se somete a esta prueba realiza ejercicio físico en un tapiz rodando o en una bicicleta estática, ejercicios que van aumentando la intensidad según las indicaciones del especialista. Según la Fundación Española del Corazón, estas son las pautas a seguir: Cada tres minutos se incrementa el nivel de esfuerzo de forma automática para que el corazón se vaya acelerando. Durante este mismo intervalo de tiempo, se lleva a cabo el control de la presión arterial. Cuando el paciente no soporte más esfuerzo, deberá comunicarlo al especialista y se pasará a la fase de recuperación. Es importante que el paciente realice el máximo esfuerzo posible para que los resultados sean fiables. En total, la prueba dura 60 minutos. A través de una monitorización continua y mediciones regulares de la presión arterial, el médico podrá observar el progreso del paciente en todo momento y su respuesta cardiaca. ¿Qué necesita el paciente? Las recomendaciones principales para llevar a cabo la prueba de esfuerzo son: El paciente deberá utilizar un calzado adecuado (preferiblemente zapatillas deportivas) y ropa cómoda para facilitar la consecución del ejercicio. En el caso de que la persona que se va a someter a la prueba esté tomando alguna medicación, el especialista le informará si debe suspender el tratamiento antes, ya que algunos fármacos pueden interferir en los resultados del examen. Una de las recomendaciones principales es que el paciente no debe realizar comidas copiosas antes de realizar la prueba, como tampoco debe someterse a ella en ayunas. Es importante no ingerir bebidas que contengan cafeína o alcohol en un plazo mínimo de tres horas antes de realizarse la prueba, del mismo modo que no es aconsejable realizar un gran esfuerzo físico durante las doce horas previas a la prueba. En los varones con mucho vello es aconsejable rasurar la zona del tórax para que el registro del electrocardiograma sea de mayor calidad. RESULTADOS Los resultados de esta prueba pueden ser normales o anormales. Resultados normales Se entiende como diagnóstico normal es cuando la frecuencia cardiaca no sobrepasa la frecuencia cardiaca máxima teórica y el ritmo es constante y uniforme. Resultados anormales Si las conclusiones no son favorables esto se puede deber a ritmos cardiacos anormales (arritmias) durante el ejercicio o cambios en el electrocardiograma que puede sugerir un bloqueo en las arterias coronarias que llevan sangre al corazón. Después de obtener los resultados anormales, el especialista podrá realizar otras pruebas, tales como un cateterismo cardiaco, una prueba de esfuerzo nuclear (mismo método pero con imágenes isotópicas) o una ecocardiografía de esfuerzo.