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cl/se-acoge-divorcio-unilateral-por-cese-de-convivencia-pese-a-
que-los-conyuges-hayan-vivido-bajo-el-mismo-techo/

El hecho de que los cónyuges estén bajo el mismo techo no significa que no se pueda hacer el
cese de convivencia con el objeto de preparar una futura demanda de divorcio.
Lo que realmente prima en el cese de la convivencia, “es el cese efectivo de la affectio maritalis,
entendida como la intención continua y perpetua de ser marido y mujer”.

“Esta I. Corte, en sentencia dictada en Rol 1724-2007, ha declarado que no es necesario para el
cese de convivencia el corpus separationis, sino la no subsistencia de la affectio, requisito que
caracteriza la intención de no hacer vida en común, todas razones por las cuales la demanda será
acogida..”.

Como es costumbre se han eliminado o abreviado los nombres de las partes ya que éstos no se
tienen por relevantes para el análisis de la causa Rol N°: Rol N° 475-2014. Familia.

De lo señalado, se puede concluir que entre ambos cónyuges se ha producido el cese efectivo de
la convivencia, que consiste en el animus separationis, y no solamente en el corpus separationis,
toda vez que la prueba producida da cuenta que entre demandante y demandado no
existe affectio, aunque convivan los esposos bajo el mismo techo (Barrientos Javier y Alquézar
Aránzazu, “Nuevo derecho matrimonial chileno”; Lexis Nexis, Segunda Edición, Agosto de 2004, p.
390)

El cese efectivo de la convivencia, como requisito para dar lugar al divorcio, no necesariamente
significa separación de techo, lo fundamental para su determinación no es el lugar donde residan
los cónyuges, sino la existencia, o no, del animus separationis. Así, bien puede un matrimonio
decidir separarse y, por motivos económicos o por el bien de los hijos, continuar viviendo bajo el
mismo techo sin ánimo de hacer vida marital. (Quintanilla, María Soledad. “Aplicación
jurisprudencial de las nuevas causales de terminación del matrimonio” en Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso XXXI ,Valparaíso, Chile, 2o semestre de 2008,
P.275).

En lo que toca decidir para este caso particular, se trata de uno de aquellos, en los cuales, ambos
cónyuges, si bien han manifestado claramente el animus separationis , sin embargo continúan
viviendo bajo el mismo techo, por razones meramente económicas, y el Tribunal, ha de ponderar
esta circunstancia, como una que no obsta a conceder el divorcio, porque el vivir bajo un mismo
techo, constituye un hecho de carácter económico, que no puede significar una discriminación
donde la ley no tenga aplicación, toda vez que entender lo contrario, sería razonar que la
institución del divorcio sólo es aplicable a quienes tienen los medios necesarios para abandonar el
hogar común, lo que pugna a la igualdad ante la ley. El artículo 1º de la Constitución Política de la
República señala que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. El artículo 19 Nº

2 de la misma carta fundamental indica que la Constitución asegura a todas las personas la
igualdad ante la ley, agregando que en Chile no hay personas ni grupos privilegiados, agregando
en la parte final del numerando, que ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias
arbitrarias.

Por otra parte, es necesario señalar que la autonomía en la elección de pareja, tiene directa
relación con la consideración de afectividad, como factor relevante de la construcción de una
relación interpersonal, de carácter no patrimonial, que deriva en la existencia del affectio vivo,
denominado también affectio maritalis, cuya existencia se funda en afectos recíprocos entre ambos
contrayentes, relevantes para fundar sobre ello el compromiso matrimonial, de tal forma que es una
condición importante para la existencia del compromiso vincular, de tal modo que “su ausencia,
decadencia o extinción, determinan también la terminación de la voluntad asociativa” (Del Picó,
Jorge. “Evolución y actualidad de la concepción de familia. Una apreciación de la incidencia
positiva de las tendencias dominantes a partir de la reforma del derecho matrimonial chileno” en
Revista Ius et Praxis, Año 17, No 1, 2011, pp. 49-50) Esta I. Corte, en sentencia dictada en Rol
1724-2007, ha declarado que no es necesario para el cese de convivencia el corpus separationis,
sino la no subsistencia de la affectio, requisito que caracteriza la intención de no hacer vida en
común, todas razones por las cuales la demanda será acogida..

Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 8 número 16, 32, 65 y 66 de la ley
19.968 y artículos 55, 87, 88, 92 y 2 transitorio de la ley 19.947

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