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OCLUSIÓN ANTERIOR

En la persona sana, la anatomía oclusal de los dientes actúa de manera armónica con las
estructuras que controlan los patrones de movimientos de la mandíbula, y se dividen en los
tipos siguientes, los que influyen en el movimiento de la parte posterior de la mandíbula y los
que influyen en el movimiento de la parte anterior de la misma. Las Articulaciones Témporo –
Mandibulares (ATM) se consideran los factores de control posterior y los dientes anteriores
son los factores de control anterior. Durante cualquier movimiento, las peculiares relaciones
anatómicas de estas estructuras se combinan para determinar un trayecto preciso y repetible

Definición:

Es la relación dinámica que existe entre los dientes anteriores inferiores, con los dientes
anteriores superiores en las excursiones mandibulares, protusión y lateralidad.

El término Guía Anterior incluye la Guía Incisiva y la Canina. La primera desempeña su trabajo
funcional en el movimiento propulsivo y las Guías Caninas derecha e izquierda, en lateralidad
derecha e izquierda, respectivamente. (4, 5) Cuando se efectúa un movimiento propulsivo, los
bordes incisivos de los dientes anteriores mandibulares se deslizan sobre las superficies
palatinas de los dientes anteriores maxilares, guiando a la mandíbula en su recorrido. Esta guía
de la mandíbula desde la posición de máxima intercuspidación (PMI), durante todo el
movimiento propulsivo y hasta la posición de borde a borde se denomina Guía Incisiva. (6) La
existencia de una Guía Anterior Funcional está determinada por la combinación de numerosas
variables oclusales morfológicas que pueden ser evaluadas mediante el examen estático de la
oclusión.(7) Siempre existe una razón para que cada diente se ubique en una posición
determinada, y los incisivos y caninos inferiores, cuya alineación tridimensional tiene su
contraparte en los dientes superiores, tienen los bordes incisales relacionados de forma muy
variada tanto en sentido vertical como horizontal. (8) Por lo que nos preguntamos si ¿la
particular relación que se establece entre los incisivos y caninos inferiores en sentido vertical
(RIC-V) y horizontal (RIC-H) podrá ser una variable morfológica a considerar al analizar la
funcionalidad de la Guía Anterior? Tanto el Estomatólogo General Integral como el especialista
en Prótesis Estomatológica, al realizar una rehabilitación oclusal deben tratar de acercarse a la
pauta masticatoria presentada por el paciente y no introducir otra distinta, pues 3 pudieran
ocasionar trastornos oclusales, los cuales a su vez, pueden provocar Disfunciones Témporo–
Mandibulares (DTM); trayendo consigo no solo una pérdida económica, ya que se emplea
mayor cantidad de recursos para su tratamiento, sino que también puede crear afectaciones
psicológicas al paciente y afectar de esta forma su calidad de vida.(1, 9-10) El conocimiento de
las características oclusales normales y fisiológicas, son fundamentales para poder determinar
si existe algún efecto deletéreo de los movimientos incorrectos de la mandíbula sobre la salud
de los dientes y de las Articulaciones Témporo - Mandibulares; por lo cual nos vimos
motivados a realizar la presente investigación.
¿Qué es la guía anterior en oclusión?

Publicado por Laura Manonelles el 17 junio 2015 en Artículos sobre


Odontologia general

Lo primero que se debe evaluar para realizar un buen diagnóstico a la hora de


efectuar una rehabilitación oral, es si la boca tiene o no una buena guía
anterior. Esto es de gran importancia.

¿A que se llama una buena guía anterior?

Afirmamos que existe una buena guía anterior cuando el movimiento de


lateralidad, la desoclusión del sector posterior (es decir, la apertura o
separación de los molares y premolares en movimiento excéntricos), se
produce gracias a que la cúspide o punta de los caninos inferiores resbala
sobre la cara palatina de los caninos superiores, produciendo una apertura en
el sector posterior. Es lo que se denomina guía canina. Los caninos o colmillos
son los mejores dientes para efectuar las lateralidades, por su gran cuerpo y
por estar situados sobre gran hueso cortical.

También puede acontecer la situación de que se produzca el resbale de los


dientes anteriores inferiores (incisivos central y lateral) sobre sus antagonistas
superiores, incluyéndose o no en la misma acción los caninos; es lo que
llamaríamos guía del grupo anterior.

Siempre que se realiza cualquier movimiento o desplazamiento de lateralidad,


no debe existir contacto en el sector posterior molar o premolar, ya sea en
movimiento de trabajo, no trabajo o protrusiva. Por ello, será imprescindible
cuando optemos por una rehabilitación oral integral, dar una guía anterior
fisiológica. Se deberán realizar si procede, todo tipo de tratamientos para lograr
dicho fin. En numerosas ocasiones, será necesario realizar tratamientos de
ortodoncia previos a la rehabilitación oral. Posteriormente se solucionará el
problema oclusal mediante un tallado selectivo o con prótesis fijas o coronas de
recubrimiento parcial o total en el sector anterior o posterior.

Si una cavidad oral no tiene la necesidad de ser rehabilitada, se dejará la guía


de desoclusión que presente el paciente, siempre y cuando no exista ningún
tipo de patología muscular, dentaria o articular. Se podrán eliminar de modo
preventivo las interferencias en no trabajo y los contactos prematuros.

Esta guía estará contraindicada en rehabilitaciones con puentes sobre


implantes, pues sus fuerzas laterales, podrían conllevar problemas sobre los
mismos implantes o tornillos tanto sobre la prótesis como sobre los pilares,
provocando fractura y aflojamiento de ellos.

En el caso de dientes naturales, habrá que valorar y controlar que no


aparezcan recesiones gingivales en vestibular de las piezas bicúspides y
molares. En ese caso, se deberán aliviar los contactos en este nivel y alcanzar
una guía de desoclusión en el sector anterior, para lo que en algunas
ocasiones, será necesario realizar un tratamiento de ortodoncia, no siendo
suficiente el ajuste oclusal.

La guía anterior deberá evitar:

– Interferencias posteriores
– Desgastes a nivel posterior
– Fracturas de las prótesis de porcelana
– Sobrecarga en dientes y implantes
– Rotura, fractura y aflojamiento de los implantes o tornillos en pilares y en
prótesis

Podemos afirmar que una buena guía anterior o canina, va a evitar la aparición
de facetas de desgaste en los dientes posteriores (pues se van a evitar todos
los contactos en lateralidades en el sector posterior) y por tanto las
interferencias en dicha zona y también, va a ser un punto muy importante para
obtener una correcta dimensión vertical y estética facial.

Resultados de la guía anterior

La guía anterior nos garantiza obtener los siguientes resultados:

– Poder crear los surcos posteriores de trabajo, no-trabajo y protrusiva


– Será determinante, por su posición en boca, de la estética en el sector
anterior
– Tendrá una importancia esencial sobre la altura de las cúspides del sector
posterior
– Siguiendo su plano incisal, se tendrá una referencia muy importante para
colocar el sector posterior, molares y premolares, en relación con esa misma
curvatura
– Gracias a ella obtendremos una correcta orientación para determinar la
dimensión vertical de oclusión, dadas las relaciones de sobremordida vertical y
horizontal, que deben coexistir.

Cómo actuar en relación a la guía anterior

Si no existiera ningún tipo de patología previa disfuncional y no fuera necesario


realizar un tratamiento ortodóntico ni de rehabilitación oral, se podrá dejar la
guía de desoclousión que tenga el paciente, si no se consigue tras el ajuste
oclusal en un articulados semi-ajustable, obtenerla en el sector anterior. Este
caso se podrán eliminar las interferencias de no-trabajo y protrusiva, así como
las prematuridades.

Si existe una patología disfuncional previa que hiciera recomendable la


rehabilitación de un cambio oclusal para obtener una buena guía anterior, se
aconsejará empezar por un ajuste oclusal en articulados, para comprobar si se
puede obtener una buena desoclusión anterior. Se eliminarán los contactos en
trabajo y se suprimirán las prematuridades y el resto de interferencias.
Cuando exista una mordida abierta anterior, se deberá realizar previamente a
cualquier tipo de tratamiento, montar los modelos del paciente en un articulador
semi-ajustable para poder analizar cuál será, dentro de las posibilidades
existentes, la mejor solución. Si al cerrar la mordida los dientes anteriores
inferiores están por delante de los superiores, será indicativo de que la solución
del problema deberá ser quirúrgica. Si el resultado fuera una mordida borde a
borde, o una normoclusión, probablemente se podrá solucionar el caso con una
ortodoncia sin cirugía o con un ajuste oclusal simple, no descartando hasta el
final una rehabilitación protésica.

Como normal general debemos pensar que ante pacientes sin patología
disfuncionales, la mejor guía es la que ellos mismos tienen y están
acostumbrados. Se eliminarán prematuridades y contados de no-trabajo (si esa
no fuera la zona donde tienen la guía de desoclusión) de una forma preventiva.

Entre un 2 y un 7% de la población actual necesitaría tratar sus problemas de


ATM o oclusales.

Destacar que el 90% de la población requeriría probablemente, tratamientos


preventivos de sus problemas oclusales, si se desea que no pasen a formar
parte de esa minoría. Estos tratamientos consistirían en eliminar los contactos
prematuros y los de no-trabajo únicamente.

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