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EL HOMBRE SEGÚN MARX

Carl Heinrich Marx afirma en sus teorías que el hombre es un ser genérico
consciente, por ende un ser que se relaciona consigo mismo, en esta relación está
interesado en conocer a cerca de su ser, su manera de pensar y actuar además
de sus emociones, no tiene problema con estar tiempo a solas encontrándose
consigo mismo en busca de la sabiduría del conocimiento y siendo objetivo en
como se ve ante la sociedad poniendo en uso su imaginación y creatividad.

El hombre es un ser creador y productor por naturaleza, por eso produce en


respuesta a la necesidad inmediata, pero también sin este estímulo puede crear a
través de la imaginación, del deseo de innovar pensando en el futuro y así mismo
se puede llegar a enfrentar a su mismo producto, se diferencia del animal que solo
crea para su especie, el hombre como figura autoritaria y de dominio sobre la
naturaleza puede crear y destruir lo que desee.

Por eso precisamente es sólo en la elaboración del mundo objetivo en donde el


hombre se afirma realmente como un ser genérico. Esta producción es su vida
genérica activa, mediante ella aparece la naturaleza como su obra y su realidad.
El objeto del trabajo es por eso la objetivación de la vida genérica del hombre,
pues éste de desdobla no sólo intelectualmente, como en la conciencia, sino
activa y realmente, y se contempla a sí mismo en un mundo creado por él.”

Para Marx, la vida humana tiene una base material concreta. La base material
humana alcanza un nivel de claridad cuando se analiza el proceso de producción
económico y el trabajo, mediante el cual el hombre transforma la naturaleza y se
transforma a sí mismo. La esencia del hombre es su propio trabajo, su mayor
motivación psicológica es generar ganancia y un mejor bienestar.

EL término "enajenación" comúnmente se refiere a un sentimiento de separación,


de estar solo y lejos de otros. Para Marx, la enajenación no era un sentimiento ni
una condición mental, sino una condición económica y social de la sociedad de
clases--en particular, de la sociedad capitalista.

La enajenación, en términos marxistas, se refiere a la separación de la masa de


asalariados de los productos de su propio trabajo. Marx expresó primero esta idea,
de forma algo poética, en sus Manuscritos de 1844: "El objeto que el trabajo
produce, su producto, se presenta como algo opuesto a él, como una fuerza
independiente del productor". Esto hace referencia a que todo lo que hacemos y
usamos es del capitalista que nos contrata y no hace parte de un bien propio o
que supla una necesidad física, esto es irónico porque siempre nos iremos a
encontrar con productos y demás hechos de nuestra propia mano pero lejos de
nuestro dominio
El trabajo y los productos de nuestro trabajo nos dominan, en vez de lo contrario.
En vez de ser un lugar en donde realicemos nuestro potencial, el lugar de trabajo
es meramente un lugar al que nos vemos obligados a ir para obtener dinero para
comprar las cosas que necesitamos.

"Así que", escribió Marx, "el trabajador se siente a si mismo cuando no trabaja;
cuando trabaja, no se siente a sí mismo. Se siente augusto cuando no trabaja, e
incómodo cuando trabaja. Su trabajo, por lo tanto, no es voluntario sino forzado,
es trabajo forzado. Es, por lo tanto, no la satisfacción de una necesidad pero un
mero medio de satisfacer las necesidades fuera de éste.

La única manera de acabar con la enajenación es cuando los trabajadores


decidan abolir colectivamente su separación de la propiedad y el control de los
medios de producción, y usen este control para acabar el mercado y lo
reemplacen con una planificación consciente que permita satisfacer las
necesidades humanas, el emprendimiento es la respuesta ante la anarquía.

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