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nivel nacional durante los últimos años. Según el cuarto estudio de Maltrato Infantil, el
abuso sexual se posiciona como la forma de maltrato infantil con mayor promedio de
cuenta que alrededor del 10% de los niños/as y adolescentes han sufrido experiencias
ese ámbito (Senado, 2014). En relación a la prevalencia en nuestro país, el abuso sexual
Un aspecto que debe ser considerado para generar una visión comprensiva del
abuso sexual, es que éste, se puede presentar de diversas formas, las que son resultantes
tanto positivos como negativos, lo que contribuye a los abusos sexuales incestuosos con
mayor impacto para el niño y su familia (Braun, 2002 citado en Hernández, Beltrán,
Gómez y Pérez, 2011). Este tipo de manifestación del abuso sexual suelen ser las
situaciones más duraderas, abarcando del 65% al 85% del total (Echeburúa y
como las que perduran hasta la edad adulta. Los estudios constatan que las
consecuencias afectan todas las áreas de la vida de la persona, y que por lo tanto
Frente a esta alta prevalencia y las serias consecuencias que el abuso sexual
adolescencia y adultez, intentando ampliar las líneas de acción, desde una respuesta
que desde la unidad de prevención de violencia contra la mujer y del programa Chile
Acoge, genera el modelo para mujeres víctimas de violencia, denominados “Centros de
psicológico gratuito en materia de delitos del ámbito sexual (violación, incesto, abuso
5.php. El Ministerio del Interior, desde sus Centros de Apoyo a Víctimas de Delitos
víctimas de delitos violentos, entre ellos casos de abuso o violación. Además, entregan
http://www.fiscaliadechile.cl/Fiscalia/victimas/adultos/unidades-regionales.jsp.
RESIGNIFICACIÓN)
Un aspecto relevante a destacar, es que las líneas de acción desde los servicios
gubernamentales y sus respectivos programas, según la literatura especializada revisada, Commented [U1]: Cada vez que usted refiera a la literatura,
debe acompañar de las citas correspondientes.
tienen factores comunes que se deben considerar para realizar una aproximación
mayor de 18 años, establecen un patrón de acción desde el plano jurídico, que se asocia
requerirlo).
que llevan a cabo, ya que todos tienen como objetivo general y/o central de
discusión profunda del concepto de reparación, revisando sus descripciones desde una
“arreglar algo que está roto o estropeado”, lo que resulta en una visión tremendamente
estigmatizadora para la víctima, en tanto se podría entender que se “estropea” luego de Commented [U2]: Creo conveniente referir trabajos que den
cuenta de este fenómeno.
la agresión sexual. Este elemento, aun cuando se considera reconoce el posible daño
asociado a esta experiencia, implica una percepción de que esto daña de manera integral
y devastadora a la persona, dificultando de esta manera apreciar sus recursos. Por otro
lado, “arreglar” supone que es otro que, desde afuera, realiza esta acción, dando muy
En este mismo sentido, la idea de “arreglar algo roto” implica pensar que las
cosas pueden volver a su punto inicial, algo así como quitar a la víctima los efectos de
Gutiérrez, 2014). Siguiendo esta línea, una experiencia significativa implica un cambio,
por lo cual es irreal pensar que podemos volver al punto inicial sin la experiencia, ya
que esto implicaría no integrar su ocurrencia e impacto (Capella, 2007, 2008 citado en
bien un proceso social que se ha distorsionado en su uso, hacia un concepto cosificante Commented [U3]: Pienso que es necesario evitar las
redundancias como estas (mencionar la idea dos veces en un
mismo párrafo).
y estigmatizador y, a la vez, privativo de la psicoterapia (citado en Capella y Gutiérrez
2014, p.97). Es por ello que, a pesar de provenir de marcos principalmente legales y
sociales, se ha adoptado el concepto de reparación en el contexto psicoterapéutico, sin
adecuar totalmente su uso, lo cual implica que no daría cuenta del proceso vivido por el
niño/a, adolescente y/o adulto (Capella y Gutiérrez, 2014). A su vez, se destaca que el
(Martínez, 2014).
Siguiendo esta línea, otro de los aspectos que se destacan, es que, si bien en las
reparación como una resignificación de la experiencia, ambos conceptos no podrían ser Commented [U4]: Falta aquí una referencia precisa.
equivalentes por el hecho de que el primero aludiría más a un concepto de restaurar una
algo distinto, abriendo en ese sentido otras posibilidades dentro del contexto
que ha buscado responder a este tipo de encrucijadas, ha sido el de la terapia narrativa Commented [U6]: Esta encrucijada no está claramente
delineada en el texto precedente como para referirla como tal.
Luego, si presentas la TN como respuesta a esta encrucijada,
cofundada por Michael White y David Epston en el Dulwich Centre de Australia necesitarás precisar cómo la rsuelve.
(López, 2011).
teórico y práctico con experiencias de trauma, tanto con niños, adolescentes y adultos, y
también a nivel individual, familiar y colectivo (Durrant y White, 1993; Joy, 1999;
Dulwich Centre, 2003; Denborough, 2006; 2008; White, 2006; 2009 citado en
Bustamante 2016, p. 7). Según Epston y White, (1993) en Bustamante (2016), como Commented [U7]: Evita las referencias secundarias. Los textos
de White y Epston están disponibles en la biblioteca.
principios básicos, comprende a toda persona como un agente activo de sus procesos,
habilidades, recursos y valores que dan sentido a la vida de cada uno. A su vez presenta
eje en la comprensión del sí mismo del consultante, junto con una consideración
especial por el contexto y relaciones de poder en el que se genera este proceso (p. 8). Commented [U8]: Se indica página cuando la cita es textual.
Esta, además debe indicarse con comillas.
sexual, es un problema más amplio que la transgresión sexual misma, ya que, ocurre en
se conoce como patriarcal, con sus diversas manifestaciones de transgresión hacia los
géneros masculino y femenino (Bustos, 2016). Al mismo respecto, hay que tener
femenino, ello es algo que no se puede desconocer dentro de este fenómeno, ya que
lo que se da con mucha frecuencia dentro del contexto Chileno. Esta situación, podría
explicar las prevalencias que actualmente se dan en nuestro país, en dónde se observa
claramente, que la mayoría de las víctimas de ASI son de sexo femenino, mientras que
la mayoría de perpetradores son de sexo masculino (Durrant y Ch. White, 2006 citado
en Bustos 2016, p.80). Commented [U9]: Me parece que esta sección puede ser más
sintética y dirigir más rápido al lector al punto de interés del
estudio.