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primeras paginas del manual/libro de Garantías Para La Independencia de Las y Los Operadores de Justicia
Aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 5 de diciembre de 2013
Originaltitel
Garantías Para La Independencia de Las y Los Operadores de Justicia
primeras paginas del manual/libro de Garantías Para La Independencia de Las y Los Operadores de Justicia
Aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 5 de diciembre de 2013
primeras paginas del manual/libro de Garantías Para La Independencia de Las y Los Operadores de Justicia
Aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 5 de diciembre de 2013
GARANTÍAS PARA LA INDEPENDENCIA DE LAS Y LOS OPERADORES DE JUSTICIA.
HACIA EL FORTALECIMIENTO DEL ACCESO A LA JUSTICIA Y EL ESTADO
DE DERECHO EN LAS AMÉRICAS INTRODUCCIÓN Y METOLOGÍA A. Introducción 1. La vigencia de los derechos y libertades en un sistema democrático requiere un orden jurídico e institucional en el que las leyes prevalezcan sobre la voluntad de los gobernantes y los particulares, y en el que exista un efectivo control judicial de la constitucionalidad y legalidad de los actos del poder público. Con tal propósito, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante, “Comisión”, “Comisión Interamericana”, o “CIDH”) ha resaltado el rol fundamental que desempeñan las y los operadores de justicia para hacer preservar el Estado de Derecho, posibilitando que toda denuncia pueda tomar su correcto cauce a través de los mecanismos jurisdiccionales dispuestos por el Estado, y en casos de violaciones a derechos humanos sea posible investigar, castigar efectivamente a los responsables y recibir una reparación, garantizando a su vez un debido proceso a toda persona que pueda ser sometida al ejercicio del poder punitivo del Estado. 2. Tal y como lo ha expresado la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la Situación de Defensores de Derechos Humanos, cuando las y los operadores de justicia contribuyen a que se logre el acceso efectivo a la justicia y realizan “un esfuerzo especial en un proceso para que se imparta justicia de manera independiente e imparcial y garantizar así los derechos de las víctimas, puede decirse que actúan como defensores de los derechos humanos”1. Bajo dicha perspectiva, en el ámbito de la Comisión Interamericana, la Relatoría sobre Defensores y Defensoras de Derechos Humanos ha sido el punto focal encargado de realizar el seguimiento y monitoreo respecto de la situación de operadoras y operadores de justicia reconociendo la función esencial que realizan para la defensa de los derechos humanos en su condición de garantes del derecho de acceso a la justicia 2. 1 Relatora Especial sobre la cuestión de Defensores de la ONU. Folleto No. 29. Los Defensores de los Derechos Humanos: Protección del Derecho a Defender los derechos, pág. 9. 2 Así, en su Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, la Comisión subrayó la importante labor de defensa de derechos humanos que realizan las personas encargadas de impartir justicia e investigar las violaciones a los derechos humanos. CIDH. Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de derechos humanos en las Américas, OEA/Ser.L/V/II.124, Doc. 5 rev.1, 7 marzo 2006, párr.110. Asimismo, en su Segundo Informe sobre la situación de las defensoras y los defensores de los derechos humanos en las Américas, la Comisión se refirió a la labor de defensa de los derechos humanos realizada por jueces y juezas, fiscales, procuradores, procuradoras, defensoras y defensores públicos y agentes de la administración de justicia. CIDH. Segundo informe sobre la situación de las defensoras y los defensores de derechos humanos en las Américas, OEA/Ser.L/V/II, Doc. 66, 31 diciembre 2011, párr. 349. 2 3. En experiencia de la Comisión, a pesar del amplio reconocimiento que ha dado la comunidad internacional a labor de jueces y juezas, fiscales, defensoras y defensores públicos, como actores esenciales para garantizar el acceso a la justicia y el debido proceso, en varios Estados de la región desempeñan sus labores en ausencia de garantías que aseguren una actuación independiente, tanto en un nivel individual como de las instituciones en las que trabajan. Dicha fragilidad se expresa en una serie de injerencias por parte de poderes públicos y agentes no estatales que generan barreras de iure o de facto para las personas que desean acceder a la justicia las cuales están asociadas a la falta de diseños institucionales que resistan las presiones que pueden provenir de otros poderes públicos o instituciones del Estado, así como en la ausencia de procedimientos adecuados para nombramiento y selección, y de garantías debidas en los procedimientos de carácter disciplinario. La Comisión ha observado a su vez que persisten aspectos funcionales u organizativos en el interior de las entidades de justicia que debilitan una actuación independiente, como lo son la falta de provisión de recursos materiales y logísticos suficientes; así como fuentes externas a las entidades de justicia que afectan la independencia de las y los operadores de justicia tales como la corrupción y la ausencia de protección frente a presiones provenientes sectores como el crimen organizado. 4. En vista de la anterior situación, la Comisión Interamericana decidió elaborar el presente informe en ejercicio de su función primordial de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en los Estados americanos y de las atribuciones que le otorga el artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (en adelante, “Convención Americana”) y 58 de su Reglamento con el objetivo específico de identificar las obligaciones que los Estados partes de la Organización de Estados Americanos (OEA) han asumido para asegurar el acceso a la justicia a través de garantías que deben ofrecer a las y los operadores de justicia para una actuación independiente, ampliando la sistematización de los estándares de derecho internacional e identificando algunos obstáculos que persisten en los Estados del hemisferio. 5. Este informe da continuidad al análisis ya realizado por la Comisión en varios de sus informes anteriores en relación con las garantías que los Estados deben ofrecer a las operadoras y operadores de justicia para que su rol fundamental en el acceso a la justicia y garantía del debido proceso pueda cumplirse sin dificultades 3. 3 Entre otros, CIDH. Informe sobre la situación de los derechos humanos en Jamaica, OEA/Ser.L/V/II.144, Doc. 12, 10 de agosto 2012, párr.63 a 93; Informe Anual 2011, Capítulo IV. Venezuela, párr. 447 a 475, y Cuba, párr. 211 a 227; Informe Anual 2010. Capítulo IV. Colombia, párr. 220 a 226; Observaciones preliminares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre su visita a Honduras realizada del 15 al 18 de mayo de 2010, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 68, 3 junio 2010, párr. 77 a 86; Democracia y derechos humanos en Venezuela, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 54, 30 diciembre 2009, párr. 180 a 319; Informe Anual 2009. Capítulo V. Informe de seguimiento - acceso a la justicia e inclusión social: el camino hacia el fortalecimiento de la democracia en Bolivia. OEA/Ser/L/V/II.135. Doc. 40, 7 agosto 2009, párr. 66 a 85; Observaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre su visita a Haití en abril de 2007. OEA/Ser.L/V/II.131, doc. 36, 2 Marzo 2008, párr. 24 a 30; Informe sobre terrorismo y derechos humanos, OEA/Ser.L/V/ll.116. Doc. 5 rev. 1 corr., 22 octubre 2002, párr. 229; y Segundo informe sobre la situación de los derechos humanos en el Perú, OEA/Ser.L/V/II.106. Doc. 59 rev.2 junio 2000, párr. 1 a 5. 3 6. La CIDH espera que las recomendaciones que realiza en el presente informe sean útiles a los Estados miembros de la Organización para contribuir al fortalecimiento de los actores y entidades involucrados en la impartición y administración de justicia y, particularmente en los casos de violaciones a derechos humanos, eliminar la impunidad que persiste en muchos de ellos. B. Metodología 7. Para la elaboración de este informe la Comisión realizó una serie de actividades destinadas a recopilar información sobre la situación de las y los operadores de justicia en la región y los principales obstáculos que enfrentan en sus labores. Asimismo la CIDH desarrolló actividades destinadas al análisis de los estándares de derecho internacional relevantes sobre la materia a fin de poder arribar a las recomendaciones en este informe. 8. A ese respecto, el 15 de enero de 2013 la Comisión publicó un cuestionario de consulta a los Estados y a la sociedad civil con el objeto de recopilar información relevante a fin de “identificar las problemáticas que enfrentan las y los operadores de justicia e impulsar la utilización plena de los estándares internacionales que sirvan de guía a los Estados sobre las líneas de acción a seguir para garantizar su independencia e imparcialidad”4. 9. La CIDH agradece de manera muy especial a los Estados que respondieron el cuestionario, así como a las operadoras y operadores de justicia, organizaciones no gubernamentales, personas y universidades que también hicieron llegar sus respuestas a la Comisión5.