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Juan XXII (trasladó la corte papal de Roma a Aviñón en 1316, muestra del
lujo de la corte papal y de la servidumbre de los Papas a la corte francesa)
Benedicto XII
Clemente IV
Defendió en sus obras al emperador Luis IV, que es rechazado por los papas
anteriores para ostentar la figura de Emperador. Ockam defiende a Luis con la
pluma hasta que éste murió en 1347. Ockham murió en Múnich, se cree que
debido a la peste negra, mientras intentaba lograr una reconciliación con el
Papa Clemente VI.
OBRA POLÍTICA
Otras obras políticas menores: "Ocho tesis relativas al poder del Sumo
Pontífice", "Tratado sobre el poder imperial".
Establece que debe haber una clara separación entre la Iglesia y el Estado,
pensamiento muy avanzada para su tiempo, en paralelo a la separación entre fe
y razón.
ESTRUCTURA
PRÓLOGO
Defiende que es lícito discutir sobre el poder del papa y que cualquier cristiano
puede hacerlo, recurriendo a las Sagradas Escrituras para determinar sus límites
y qué es lo que se ha entregado al papa de manos de Cristo y qué de manos de
los hombres
A pesar de esto, algunos temen más al poder del papa que al divino, y por
eso dicen que es ilícito discutir la potestad del papa.
Ejemplo: San Agustín y otros autores hablaron sobre la Trinidad, un asunto
mucho más delicado que el poder del Papa, y no se consideró que esto
fuera ilícito ni fueron perseguidos por ello.
Es lícito disputar y que se conozca la verdad sobre el poder del Papa, que
se entromete demasiado en los asuntos terrenales y temporales.
Sólo los teólogos tienen la tarea de saber que poder tiene el papa por
derecho divino y qué poder concedido por los hombres.
Los súbitos han de saber qué poder y cuánto tiene el papa sobre ellos. Al
papa no le debe molestar que los peritos investiguen con toda diligencia
qué y cuánto poder tiene, ya que si una investigación de este tipo le
preocupa, es sospechoso de ser un tirano.
El papa debería alegrarse si sus súbditos se esfuerzan por encontrar qué
poder tiene sobre ellos y con qué derecho obtiene tal poder.
Si surgen dudas del poder divino del papa se ha de acudir a las sagradas
escrituras y no a las leyes o cánones. Si hay problemas entre papa y
emperador, en última instancia, el Papa no se puede escudar en cánones
ni el Emperador en las leyes imperiales, sino en las sagradas escrituras,
que son las que ninguno se atreverá a negar.
No es lícito que los fieles consideren justo y santo al papa si saben que sus
obras son ilícitas. Están obligados a juzgarle malo.
LIBRO II
Ejemplos:
Para hacer más consistentes sus afirmaciones, se apoya en textos y autores muy
diversos.
LIBRO III
LIBRO IV
LIBRO VI
El Papa no tiene poder para deponer al emperador más que los demás reyes, de
manera que pueda parecer que el imperio sea del papa. Refuta los argumentos
del derecho canónico. Se queda sin tratar el poder del Papa en el orden
espiritual
TRASCENDENCIA DE LA OBRA
VALORACIÓN PERSONAL