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De igual manera el autor mencionado, recrea en su discurso la situación difícil generada por
el encuentro forzado de esas dos comunidades totalmente distintas, con costumbre y creencias
arraigadas en el espacio geográfico propio de cada una de ellas. La primera constituida por los
habitantes de América, la tierra descubierta, con indígenas en su forma primitiva, pura, carentes
de cualquier conocimiento cristiano, descrito de la manera siguiente por el autor:
En razón de los antes expresado, el autor refiere que ese episodio le ha dado a América un
lugar privilegiado en los estudios antropológicos por haber colocado a la humanidad ante su
primer gran caso de conciencia (p. 18).
Para Strauss (ob.cit), el Nuevo Mundo conocido también como América, jugó un papel
fundamental para que la Antropología pudiera configurarse como una ciencia.
Strauss, hace notar el papel particular que juega el Nuevo Mundo, ya que este, es un
territorio no predicho por nadie, motivo por el cual, surgen los enfrentamientos con Europa como
muy bien plasma en la siguiente cita: “…Con el hombre americano lo que sucedió fue algo
totalmente diferente: la existencia de tal hombre no había sido prevista por nadie o lo que es aun
mas importante, su súbita aparición verificaba y desmentía al unísono el divino mensaje…”
(pp.17)
Según Strauss (1975). Las ciencias sociales agrupan a todas las disciplinas científicas cuyo
objeto de estudio está vinculado a las actividades y el comportamiento de los seres humanos.
Las ciencias sociales, por lo tanto, analizan las manifestaciones de la sociedad, tanto materiales
como simbólicas.( p.56 )
Las ciencias sociales agrupan a todas las disciplinas científicas cuyo objeto de estudio está
vinculado a las actividades y el comportamiento de los seres humanos.
Que <el buen salvaje> conozca en el estado de naturaleza el bienestar que se niega al hombre
civilizado es, en si misma una proposición absurda y doblemente inexacta, puesto que el estado
de naturaleza no ha existido jamás, ni el salvaje es o ha sido más o menos necesariamente bueno
o dichoso que el hombre civilizado. Pero tal mito encubría un hallazgo positivo y más peligroso;
en adelante Europa supo que existen otras formas de vida económica, otros regímenes políticos,
otros usos morales y otras creencias religiosa pp 18 que las que hasta aquel entonces se creían
radicadas en un derecho y revelación de origen igualmente divino y respecto a lo cual solo cabía
poseerlo para su pleno disfrute o carecer absolutamente de ellos. A partir de ahí todo pudo ser
puesto en entredicho. No resulta casual que Montaigne, la primera expresión de las
reivindicaciones que solo mas tarde verán la luz del día en la Declaración de Derechos Humanos
sea puesta en boca de indios brasileños. La antropología había llegado a ser practica incluso antes
de haber alcanzado el nivel de los estudios teóricos.
Estos escritos dan muestra del significado que tuvo para Europa el choque cultural que se
produjo. Debido a que los pueblos colonizados eran vistos como “primitivos” y “salvajes” en
oposición al carácter de “civilizados” que los europeos tenían para sí mismos.