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Capítulo 1

6. ¿Cuáles son los asuntos que han suscitado el reciente y extendido interés por la formación
espiritual, tanto en la sociedad en general como entre los cristianos?

Lo que ha provocado un teres por una formación espiritual, tanto en la sociedad como en la
iglesia es el amor. Ya que el amor es la base de toda obra buena. Como bien lo afirma el
autor: “Es el amor mismo -no un comportamiento amoroso, ni siquiera el deseo o intención
de amar que tiene el poder para proteger siempre, confiar siempre, siempre esperar,
soportarlo todo, y no abandonar nunca (l Corintios 13: 7-8). El mero intento de actuar con
amor conducirá a la desesperación ya la derrota del amor. Nos hará sentir furiosos y
desesperados” De esta manera, el amor es el motor que impulsa al ser humano a ser moral y
siendo así, también espiritual.
En cuanto al cristiano, el autor afirma que: la formación espiritual básicamente es un proceso
guiado por el Espíritu por el que se forma el mundo interior de manera tal que se convierte
en el ser interior de Cristo mismo. Según esta afirmación, el cristiano es llevado a una
formación espiritual más grande, gracias al Espíritu Santo que santifica para así poder amar
más.
En cuanto a la sociedad, tanto para agnósticos, escépticos, ateos, etc. La moral hace que estas
personas sean más espirituales. Ya que consideran adecuada una vida moral que haga a la
sociedad vivir bien.
Capítulo 2
1. ¿Cuál es la diferencia entre preocuparte por algo y entender su naturaleza? ¿Cómo afecta
la batalla contemporánea sobre la naturaleza humana a nuestra capacidad para ocuparnos
de nuestro bienestar y bondad?
El preocuparse y entender su naturaleza, en general tienen una diferencia: preocuparse es
ocuparse antes de, en otras palabras, es inquietarse por lo venir. Por otro lado, entender la
naturaleza de la preocupación, debe llevarnos a otro concebir. Como bien lo afirma el autor:
El entendimiento es la base del cuidado de las cosas. Ya sea que hablemos de cuidar una
nación, antes de que ello sea posible ha de haber un entendimiento del funcionamiento de
estas cosas. Si has de tener cuidado de tu núcleo espiritual tu corazón o voluntad debes tener
cierto entendimiento de ello. Es decir, has de entender tu espíritu. De esta forma, el verdadero
sentido de entender el espíritu es preocuparnos por el bienestar de las personas.
Por aparte, en el proceso de entender: cómo afecta la batalla contemporánea sobre la
naturaleza humana a nuestra capacidad para ocuparnos de nuestro bienestar y bondad. Es de
entender lo que dice el autor: en la actualidad, la batalla se convierte en algo especialmente
difícil por el hecho de que la naturaleza de la persona es hoy campo de batalla de diferentes
puntos de vista en conflicto en el mundo académico, científico, artístico, religioso, y político.

4. Relacione las seis dimensiones con el Gran Mandamiento (Lucas 10:25-28) y con la
formación espiritual en Cristo.

El autor afirma que: El ideal de la vida espiritual, en estas seis dimensiones (pensamiento,
sentimiento, voluntad, cuerpo, contexto social y alma), según la concepción cristiana, es
aquel en que todas las partes esenciales del ser humano están organizadas de manera efectiva
alrededor de Dios, siendo restaurados y sustentados por Él. Relacionándolo con el gran
mandamiento, es necesario procurar que estas seis dimensiones que menciona el autor giren
alrededor de hacer el bien para agradara a Dios y a las personas. De igual forma en el proceso
formativo espiritual en Cristo. La formación espiritual en Cristo debe ser el proceso que
conduce a este objetivo ideal, y su resultado es el amor a Dios con todo el corazón, alma, y
fuerza, y al prójimo como a uno mismo.
Capítulo 3
1. ¿Aceptas la idea de que el ser humano aparte de Dios está destruido? ¿Cómo describirías
tal estado de devastación? ¿Qué significa esto en términos prácticos de la vida cotidiana?

Como bien lo afirma el autor: El pecado no hace del hombre algo sin valor, sino únicamente
perdido. Y aun en su perdición sigue siendo capaz de una gran fuerza, dignidad, bondad y
belleza arrebatadoras: lo suficiente como para ocultar de quienes no han sido iluminados o
no desean entender, el horror en que se ha convertido y se está convirtiendo. De esta manera,
el ser humano por ser un ser depravado, está perdido sin Dios, puesto que a no ser que sea
rescatado por Dios, lo único que le espera es la ira de Dios.
Por tal razón, en la vida cotidiana, el ser humano debe estar consciente que es para el normal
el desagradar a Dios, para el es un estilo de vida desagradar a Dios. Sin embargo, esta realidad
lo debe llevar acercarse a Dios, para así ser salvo de la ira de Dios y vivir en la gracia de Dios
en formación espiritual, ya que la única forma de cambiar es a través de Cristo y su obra
redentora.

9. Aplica la exposición de Pablo de la corrupción moral de «los últimos días» al mundo en


que vivimos. Utiliza algún periódico o semanario importante para hacerlo.

Como bien lo afirma Pablo, el mundo esta depravado y el hacer mal es una cultura diaria.
Las personas no piensan en el bien de los demás, más bien viven para satisfacer sus
necesidades inmorales. Para sustentar esta afirmación, es necesario expresar un ejemplo.
Según la prensa libre: en junio del 2019 una joven adolescente sufre abuso en baño de centro
comercial en Monterrey; detienen al sospechoso; el sospechoso expresó que todo lo sucedido
fue por placer” Datos como estos hacen verídica la afirmación de Pablo al decir que la
humanidad esta depravada.
Capítulo 4
2. ¿Qué crees que quiere decir Jesús cuando habla de la necesidad de perder nuestra alma o
vida para encontrarla de nuevo en Él? (Al igual que con la mayor parte de estas preguntas
de carácter «intelectual», intenta ser lo más concreto y práctico que puedas en tus
respuestas.)
Cuando Jesús afirma que: “debemos de perder nuestra vida para encontrarla de nuevo con
El”, está atacando la filosofía extraña de idolatrarnos a nosotros mismos. En otras palabras,
como lo afirma el autor: cuando Jesús dice que quienes encuentran su vida o alma la
perderán, está refiriéndose a que quienes piensan controlar sus vidas (<<soy el señor de mi
destino: el comandante de mi alma», como lo expresó el poeta William Ernest Henley)
acabarán descubriendo que, sin duda, no es así: lejos de controlar sus vidas, están por
completo a merced de fuerzas que operan más allá de ellos, incluso e dentro de ellos. Van
camino seguro de la desintegración y la impotencia, de la perdición, tanto por lo que respecta
a sí mismos como a Dios. Han de rendirse. En este sentido, los verdaderos cristianos pierden
su vida en favor de la vida de Dios, o por causa de Jesús y lo que Él está haciendo en la Tierra
recuerda la constante revolución mundial que Jesús está ahora llevando a cabo entonces su
alma (vida) será preservada y le será devuelta.

3. ¿Por qué no puedo ser aprendiz (discípulo) de Jesús si no tomo mi cruz y le sigo?

Como bien lo afirma el autor: uno de los grandes peligros en el proceso de la formación
espiritual es que la propia negación y la muerte al yo sean considerados como una técnica
más o un «trabajo» por quienes desean salvar su vida (alma). De esta manera, cuando esta
negación ha tenido lugar, poco importarán las manifestaciones externas de auto negación, o
la ausencia de ellas, como sucedió en el caso de Jesús. Esta es la razón por la que alguien
puede llegar a ser capaz de sufrir para Dios. Dicho esto, es imposible que alguien siga a Jesús
si no toma su cruz, puesto que solo una persona sin voluntad propia puede dedicarse a hacer
la voluntad de alguien más, como la voluntad de Cristo.

Capítulo 5
3. Si participamos activamente en el proceso de la formación espiritual, ¿significa esto que
estamos obrando «por nosotros mismos»? ¿Cómo se interrelacionan la Gracia y el
esfuerzo en el crecimiento espiritual?
Como lo afirma el autor: Es innegable que el Pablo que estaba también convencido de que,
por alta que fuera la cota de formación espiritual a semejanza de Cristo que hubiera
alcanzado, le era posible caer de ella. Por tal razón debería perseverar.
Aunado a esto, el padre Agustín de Hipona expresó: Si alguien supone que el hombre,
viviendo como vive todavía en esta vida mortal, puede conseguir disipar y echar de sí toda
oscuridad inducida por sus caprichos corporales y carnales, y acceder a la serena luz de la
inmutable verdad, abriéndose paso constantemente y sin vacilar en ello con una mente
distanciada por completo de las cosas de esta vida presente, tal persona, ni entiende lo que
pide ni tampoco quién es el que le inspira tal suposición... Si alguna vez el alma es ayudada
a llegar más allá de la nube por la que toda la Tierra está cubierta, es decir, más allá de esta
oscuridad carnal con la que está cubierta toda la vida terrenal, es simplemente como si fuera
tocado por un rápido destello de luz, solamente para hundirse de nuevo en su natural estado
enfermizo, sobreviviendo todavía el deseo por el cual pueda ser de nuevo elevado a las
alturas, pero siendo su pureza insuficiente para establecerle allí. Cuanto más, sin embargo,
puede alguien hacer esto, mayor es la grandeza de tal persona; mientras que es menor cuanto
menos capaz es de ello.»
Con estas afirmaciones, tanto Pablo como Agustín, expresan que existe una perseverancia en
la vida cristiana, que nunca un ser se librará de pecar mientras este en la tierra. Sin embargo,
es necesario entender también, el rol de la gracia en este asunto. En síntesis, la obra de gracia
de Dios al darnos salvación de su ira hace también que nuestro ser nazca de nuevo y esta
nueva naturaleza nos impulsa a hacer el bien, sin embargo, es de tener en claro que: aun
pecamos y debemos luchar día a día por no hacerlo y así crecer en nuestra espiritualidad.
6. ¿Cuál es la visión bíblica de nuestra vida en el reino de Dios? Menciona algunos detalles
que encajarían en tu vida.
Nuestra visión bíblica de vida en el reino de Dios, como bien lo afirma el autor debe sugerir
que: si nos preocupa nuestra propia formación espiritual o la de los demás, esta visión del
reino es el imprescindible punto de partida. Recuerda que es el punto en que comenzó Jesús.
Reino de los cielos que se había abierto para todos, «porque para esto yo he sido enviado»,
diría Jesús (Lucas 4:43). Segundo, el reino de Dios es la esfera de la efectiva voluntad de
Dios, el lugar en que se hace lo que Dios quiere. Es una realidad que, al igual que Dios
mismo, va «desde la eternidad hasta la eternidad» (Salmo 103:17; 93:1-2; Daniel 4:3; 7:14.
Y, por último, la visión que subyace tras la (trans)formación espiritual a semejanza de Cristo
es, por tanto, la visión de una vida ahora y para siempre en la esfera de la voluntad efectiva
de Dios: es decir, participar de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4; 1 Juan 3: 1-2).

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