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CONCEPTO DF Es imporr;rntL' qllc dcsdL· l'i princ1p10 de cstL' lihro

tc11g;11110s c_·larn qttL' C()l1 l;1 J ).\l c-,tarnos ;inte un cone-


Simplificar hoy en día el concepto de di;Üictes me- jo disrnec1h<'Jlic<J Lk 1mporta1Ki,1 sin igual. Podrí,1muo
llirus (DM) como un tr;1srorno de la urílizaci(>n de la ;1djcrivar ;1 Li 1)\1 corno cnfnmcdad l!llivnsal, en ,.¡
glucosa. por u1i;1 falta relativa o absoluta de insulin;1. Sl'lltido de que 11ing111L1 célLJLi de nLJestro org;rnisrno
nos aparta de una visión más globaliz;1dor:1 del pro- L'Sc1pa de la altvrac1<'rn 111ct;1h<'1lic_·;i, :\si, L1 hita de ac-
blema. Sin embargo, e::.a definición, quizás matin,h ci<'m insulínici, ""'ª de L1 criologL1 qLJe se;i, inducir;1
como "un grupo de enfermedades o síndromes meta- una mala utilización ele la glucosa que dará lugar, so-
bólicos caracterizados por la aparición de hipergluce- bre tocio, a la tríada cL1sica de poliuria, polidipsia y
mia secundaria a defectos de la secreción de insulina, polifagia, pero, junto a estos síntomas, existirá un es-
de la acción de la insulina o de ambas", sí que centra pectro clínico muy amplio que puede ir desde manifes-
el problema de lo que deberíamos llamar las diabetes taciones puramente catabólicas como la pérdida de
mellitus. Además, aunque la alteración del metabolis- peso, a otras que son la consecuencia de la afectación
mo hidrocarbonado sea la más significativa, no pode- progresiva ele los diferentes órganos y aparatos. De es-
mos olvidar que el proceso también afecta al ta forma, la pérdida progresiva ele visión, la aparición
metabolismo proteico y lipídico. de hipertensión arterial o el dolor isquémico o neuro-
Desde luego, en el concepto de DM debemos tener pático de las extremidades, entre otros, son manifesta-
presente que la duración de la hiperglucemia y su gra- ciones comunes en la DJ\1.
vedad son los factores más importantes en la aparición Conforme disminuye la acción insulínica y aumen-
a medio y largo plazo de complicaciones de muy diver- ta b hiperglucernia, superando el dintel renal de reab-
sa índole. Aunque hay una afectación universal del or- sorción de glucosa, la clínica de la enfermedad se hace
ganismo, las manifestaciones clínicas más evidentes patente y el paciente notar<Í lo que conocernos como
son las siguientes: pérdida de visión que puede llegar a síntomas cardinales de la DM. poliuria, polidipsia y
ceguera, afectación renal que puede llegar a insuficien- polifagia, pero, conceptualmente, tenernos que tener
cia renal terminal que precise hemodiálisis y trasplan- claro que, h:1sta que esto ocurre, sobre todo, en la DM
te renal, afectación ele los graneles vasos que puede tipo 2, hay un periodo mús o menos largo (5 a JO ai'ios
condicionar patologías tan importantes como la insu- o más) de hiperglucernia "asintom;Ítica'·, en la que el
ficiencia arterial de extremidades inferiores que termi- paciente también queda expuesto a la aparición de
naría en la amputación a diversos niveles, cardiopatía complicaciones crónicas de la D!vl. Tanto es así, que
isquérnica con infarto de miocardio como manifesta- en el momemo de su diagrnístico, el diah<.;tico tipo 2 yci
ción más frecuente v, por supuesto, también un incre- puede presentar complicaciones de diferente índole, no
mento de la enfermedad vascular cerebral o una rnavor siendo infrecuente que sea el oftalmólogo el que <.fr1g-
incidencia ele enfermedad isquémica intestinal. Sin em- nostique la enfermedad al encontrar lesiones típicas de
bargo, el grupo de complicaciones más prevalentes son retinopatía diabética o que el diagnóstico se haga a
las que acontecen en el sistema nervioso, tanto en el raíz de otro proceso relacionado o no con la propia
sistema nervioso periférico como en el autonómico en Divl (preopcr:Horio. examen médico de empresa o in-
incluso en el cemral. farto agudo de miocardio, como ejemplos).
2 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

La DM sin tratamiento, pero también con trata- la vida como ésta puede dejar secuelas irrecuperables.
miento, es una enfermedad progresiva; existe el control Clásicamente, se ha dicho que el niño sería capaz de
pero no la curación, y, dependiendo la evolución y del soportar la hiperglucemia de la DM mejor que el adul-
grado de control que se consiga de la hiperglucemia, así to. Es cierto que es infrecuente ver complicaciones cró-
como de la coexistencia de otros factores, como pueden nicas en niños, pero cuándo han evolucionado
ser la hipertensión arterial o la dislipemia, se acelerará crónicamente mal controlados, sí es frecuente la apari-
el deterioro del diabético, agravándose su situación. ción de complicaciones microangiopáticas ya antes de
El diabético muere, fundamentalmente, por sus pro- los 20 años. También es de destacar el progresivo in-
blemas cardiovasculares, centrados, sobre todo, en tres cremento de DM tipo 2 y síndrome metabólico en ni-
procesos, el infarto agudo de miocardio, el accidente ños, que de no corregirse hará que el futuro sanitario
vascular cerebral y en la isquemia de extremidades infe- en materia de DM sea cada vez más complicado.
riores que desemboca en gangrena y frecuente infección De igual forma, en la diabética embarazada o en la
grave. Pero desde que se inicia el deterioro hasta que lle- diabetes gestacional {mujer embarazada a la que le
ga la muerte, un sin fin de complicaciones pueden hacer surge la DM durante el embarazo) la morbi-mortali-
su aparición, lo que supone que con el paso de los años, dad infantil es mucho mayor que en la población no
y conforme el control metabólico es peor, la DM se con- diabética, a la par que durante el embarazo y el parto-
vierte en una enfermedad multiforme, precisando con puede haber un empeoramiento de las complicaciones
frecuencia la intervención de numerosos especialistas y crónicas.
obligando al generalista a dedicarle gran parte de su Existen también una serie de DM que aparecen co-
tiempo. La falta de preparación diabetológica y la mala mo consecuencia de otras enfermedades en las que se
coordinación de los servicios médicos, con frecuencia, deteriora el metabolismo de la glucosa, bien por pérdi-
empeoran la evolución del paciente. da de parénquima pancreático {pancreatitis crónica fi-
De esta forma, y conforme se va haciendo mayor el brosante o calcificante) o por la aparición de
número de complicaciones, la calidad de vida del pa- resistencia a la insulina o coexistencia de una acción
ciente va empeorando a la par que aumenta el deterio- glucogenolítica o neoglucogénica.
ro personal, familiar, laboral y social del paciente, No hace ni cincuenta años, en los textos clásicos de
incrementándose a su vez el costo de la enfermedad Medicina Interna se decía que una persona era diabé-
por factores directos e indirectos (Figura 1). En Euro- tica cuando su glucemia sanguínea alcanzaba cifras al-
pa, la DM es responsable del 2,5 al 15% del presu- rededor de 170 mg/dl. Posteriormente, en 1965, la
puesto sanitario, lo que demuestra no sólo el elevado Organización mundial de la Salud (OMS) publicó las
número de pacientes sino también el alto coste que ge- primeras guías de diagnóstico y clasificación de la DM
nera la enfermedad. y desde entonces hemos desarrollado criterios consen-
suados y precisos para definir si un sujeto es o no dia-
bético. No obstante, en 1997, estas guías fueron
revisadas, quedando también incluidas en la clasifica-
ción y en el diagnóstico otras categorías de alteración
del metabolismo hidrocarbonado anterior a la DM en
< su aparición.
9 En definitiva, en la DM nos encontramos ante un
>
u.l
Cl
proceso multidisciplinar con diferentes categorizacio-
Cl nes patogénicas y clínicas que harán que el tratamien-
<
Cl
:::¡
to de un diabético sea muy diferente al de otro,
<
u
incluyendo en esto la necesidad o no de insulina exó-
gena (en base a la producción endógena de la misma)
y la existencia o no de complicaciones de los diferen-
tes órganos y aparatos.

TfEMPO DE EVOLUCIÓN DE LA DM CLASIFICACIÓN DE LA DM Y DE OTRAS ALTE-


RACIONES DEL METABOLISMO DE LOS HIDRA-
Figura l. Incremento del gasto y disminución de la calidad TOS DE CARBONO
de vida en función del tiempo de evolución de la DM y de la
aparición y evolución de las complicaciones Filiar a un paciente de-DM suele ser fácil; sin em-
bargo, establecer el tipo y etiología del proceso es más
La DM en el niño y adolescente supone un proble- complicado, pues nos podemos encontrar ante distin-
ma añadido; la posible alteración del desarrollo y la tos momentos evolutivos de una enfermedad o ante la
afectación psicológica en una etapa tan importante de influencia de determinados fármacos, situaciones que
Concepto, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus 3

pueden alterar el metabolismo hidrocarbonado en el enfermedad de Addison u otras que se encuadran en los
rango de DM, para posteriormente, si desaparecen, síndromes pluriglandu!ares autoinmunes tipos 1 y 2.
provocar la normalización g!ucémica. Estos pacientes, en su mayoría, desarrollan su en-
Los hechos más significativos, bajo el punto de vis- fermedad antes de los 25 ar1os de edad, con igual pre-
ta histórico, en la actual clasificación de la DM, par- sentación en ambos sexos y diferente incidencia según
ten del año 1979 en el que el National Diabetes Data raza y hábitat geográfico. Así, la DM tipo 1 es más fre-
Group (NDDG) consensuó un documento, publicado cuente en blancos \' en nórdicos de Europa.
en la revista Diabetes ese mismo a11o, titulado "Chssi- T;1mbién, como se vn;Í en el capítulo S. conocernos
;1nd othvr su frecuente ~1sociac1</)ll (()J1 dctern1in~1do~ p;i.tr()-
ri hi 1id:1lL F 1 H L\-l WJl

n1ento

tes mcllirus no insu 1.k hs c·C·luh' í'l.


tes tipo 2. Adern5s se por dl' Lr.; cl,luL1"' f:) SUL~Jc '-:Cr rjp1cL1. de Ltl
diabetes gestacionaL h intoler;rncia ;1 Li glucos;1 \ lli1 síntomas ccndi11;1 poliuri:1, poiidipsi
último grupo llamado "otros ripos de diabetes'". Tam ;iparccen de forma abrupta en poco' dí:1s o \C!n:111:1'.
bién se decidió por el NDDG que e! test de sohrecarg;1 rnduciendo con frecuencia Li ;1p;irición de un;1 grave
oral con glucosa (TSOG) se hiciese en todos los pa- complicación aguda de b D:Vl que es la cetoacidosis
cientes con 75 g de glucosa. En 1985, el grupo de ex- diabética. En otros casos, la destrucción es kmarncnrc
pertos de la OMS decidió dejar DMID \ J);'dNID. progresi\·a; esto ocurre sohrv todo en adultos :· hacv
retirando tipo l y 2, y aiiadió !;1 diabetes relaciona- que el debut de h di;iberes se asemeje al de un;i D:VI ti·
da con la malnutrición. Est;1 chsitic1ci<'m fue acepr;1cb po 2, es h conocida como D\·l tipo L\D;\ (brent :rn-
intcrnacionalmenre h;1su que en junio de 1997, tras 2 roimmune diabetes in adults).
años de trabajo de una comisión formada por exper- 2. DM idio/Jática.- En h actualidad tod:wía hay al
tos de la OMS y de la American Diabetes Association gunas formas de DM tipo 1 en las que desconocemos
(ADA), se dieron a conocer los nuevos criterios clasifi- su etiología y que comportan este grupo. No presentan
catorios que quedaron reducidos a 4 grupos: a) DM ti- anticuerpos conocidos ni asociaciones con HLA. Son
po 1, b) DM tipo 2, c) Otros tipos específicos y d) mas frecuentes en personas enraizadas en África o
Diabetes gestaeionaL Asia. Clínicamente, la insulinemia es muy fluctuante
por lo que hay tendencia a frecuentes episodios de ce-
Diabetes tipo 1 toacidosis.

Tipo de DM en el que la destrucción de las células ¡3 Diabetes tipo 2


del páncreas conducen a una deficiencia absoluta de
insulina. Representa entre el 5-10% de la DM y engloba Es el tipo más frecuente, el del 90 a 95% de las per-
a los antiguos conceptos de Diabetes infamo-juvenil o sonas con DM. Patogénicamente, se caracteriza por la
DMID. Se reconocen 2 subtipos. presencia de resistencia a la acción periférica de la in-
1. DM mediada por inmunidad. Esta forma, que re- sulina, secreción de insulina defectuosa o ambas. En el
presenta al 95% de la DM tipo1, aparece como conse- momento del diagnóstico suele haber una mezcla de
cuencia de una destrucción autoinrnune de las células ¡3 ambas alteraciones y, etiológicamente, lo característico
del páncreas. Ya en fases precoces de la enfermedad, es la multifactorialidad con ausencia de destrucción
cuando todavía no hay criterios diagnósticos de Di'vl, autoirnune de las células ¡3.
pero sí de otras anomalías del metabolismo de la glu- La obesidad abdominal est5 presente en m5s de un
cosa, aparecen en sangre diferentes tipo de anticuer- 85'X, de los diabéticos tipo 2, siendo éstos precisamen-
pos, unos dirigidos contra las propias cC·lulas te los que entroncan, habitualmente, con el diagnósti-
(anticuerpos anti-islotes o !CA), otros contra la insuli- co de síndrome metabólico y, por tanto, con la
na (anticuerpos anti-insulina) o también contra la des resistencia a la insulina como elemento fumbrnenul
carboxilasa del ácido glutámico (anticuerpos en su patogenia. Estos componentes tienen una carga
anti-GAD05) o contra !as tirosin-fosfatasas (anticuer- genética importante, pero sin el concurso de factores
pos anti-IA-2 e IA-2¡3). Estos anticuerpos, l o más, de medio ambiente, sobre todo, del sedentarismo, no
aparecen ya en fase de alteración de la glucemia en se ponen en marcha los mecanismos que prow>can h
ayunas. Refuerza el concepto de autoinmunidad la fre- aparición clínica del cuadro. Tanto es así que, aunque
cuente asociación a otras entidades de etiología a u- cacLi vez menos por el estilo de medicina preventiva
toinm une como !as tiroidopatías auroinmunes, la que va imperando, se calcula que casi un 50% de estos
4 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

pacientes están sin diagnóstico por la escasez de sínto- de la glucocinasa, la enzima que convierte la
mas que presentan. glucosa a glucosa-6-fosfato. Realmente a la glu-
La aparición de cetoacidosis no excluye el diagnós- cocinasa se le ha denominado enzima "gluco-
tico de DM tipo 2, si bien en estos casos debe existir sensora" para la célula [3 y cuando esta enzima
un factor precipitante que incremente la demanda de no actúa adecuadamente, es necesario que au-
acción insulínica, lo que ocurre en infecciones, inter- menten los niveles de glucosa para obtener nive-
venciones quirúrgicas o situaciones muy estresantes, les normales de secreción insulínica.
entre otros. e MODY 3. Se produce por la mutación del gen
Mientras el páncreas mantiene una secreción de in- de HNF- la en el cromosoma 12. Es el tipo más
sulina suficiente para vencer la resistencia insulínica, el frecuente de todos.
diabético tipo 2 se mantiene en situación funcional de " MODY 4. Se produce por la mutación del gen
no insulinodependencia, pero lo habitual es que, con el de IPF-1 en el cromosoma 13. IPF-1 es un fac-
paso de los años, el páncreas vaya claudicando y la se- tor promotor de insulina. Esta rara forma tiene
creción de insulina sea insuficiente para controlar la la particularidad de que en su forma homocigo-
glucemia, momento en el que el diabético tipo 2 cam- ta existe agenesia pancreática.
bia su situación funcional a diabético insulinodepen- Otras formas todavía más infrecuentes se ha descri-
diente, debiendo en cualquier caso contemplar el to recientemente. La mutación en el ADN mitocon-
médico que la insulinización debe hacerse más bien an- drial es una alteración que puede encontrarse unida o
tes que después. no a DM. Otras alteraciones son la falta de conversión
Aunque su diagnóstico se realiza normalmente en de proinsulina a insulina que también se hereda de for-
la edad adulta (más de 40 años), cada vez la edad de ma autosómica dominante o la secreción de insulinas
diagnóstico es menor, estando diagnosticándose ya en mutadas que son biológicamente inactivas.
adolescentes y más raramente en niños con obesidades 2. Defectos en la acción de la insulina de etiología
abdominales importantes y/o gran resistencia a la insu- genética. Son causas infrecuentes de DM y están deter-
lina. En esta DM, la carga genética es importante co- minadas por alteraciones del receptor o a nivel posre-
mo lo es en las mujeres haber tenido una diabetes ceptor, que en función de su gravedad darán lugar a
gestacional previa. modestas hiperglucemias acompañadas de hiperinsuli-
nemia, pero que, a veces, llegan a producir hipergluce-
Otros tipos específicos de DM mias graves. Los cuadros clínicos mejor conocidos
asociados a estas alteraciones son:
Este tercer grupo clasificatorio de la DM reúne una - El antes llamado tipo A de resistencia a la insuli-
serie de situaciones clínicas con diagnóstico de DM na y que hoy en día podría considerarse como un
que no tienen relación entre ellas y que, en general, se subtipo del Síndrome del Ovario Poliquístico; es
apartan de la frecuencia e importancia de la DM tipo un cuadro en el que la mujer presenta poliquisto-
1 y tipo 2. sis ovárica, androgenismo, acantosis nigricans y
l. Defectos genéticos de las células (3. Personas ha- resistencia a la insulina. Se han descrito algunas
bitualmente con menos de 25 años pueden expresar mutaciones genéticas pero no todos los pacientes
datos diagnósticos de DM que tiene su causa en un están genéticamente caracterizados. Una muta-
mal funcionamiento de las células [3, lo que induce un ción bien conocida es la del gen de la laminina A,
déficit en la secreción de insulina, con mínima o nula una proteína que desempeña un papel importan-
repercusión en la acción insulínica. Estas formas de te en la organización nuclear de las células.
DM recibieron hace tiempo el nombre de diabetes tipo - El leprechaunismo o síndrome de Donohue es
MODY (Maturity Onset Diabetes of theYoung). El una alteración genética que se hereda de forma
comportamiento es como en la DM tipo 2. autosómica recesiva, que clínicamente cursa
La causa de esta alteración es un defecto genético, con bajo peso y talla al nacer, malformaciones
que se hereda con patrón autosómico dominante. craneofaciales, aumento de tamaño de pene/clí-
Existen varias formas de MODY y en ellas se implican toris, lipoatrofia y resistencia a la insulina. Su
diferentes cromosomas. origen está en una mutación genética localizada
• MODY l. Se produce por alteración del gen en el cromosoma 19p 13.2, que a1ecta al recep-
HNF-4a (HNF es el factor nuclear del hepato- tor de la insulina. Es el más grave de los síndro-
cito) en el cromosoma 20. HNF-4a es un factor mes de resistencia a la insulina por afectación
de transcripción involucrado en la regulación y del receptor de insulina y los niños afectados
expresión de HNF-12. mueren precozmente.
• MODY 2. Se produce por alteración del gen de - El síndrome de Rabson-Mendenhall es uno más
la glucocinasa en el cromosoma 7p. Debido a de los cuadros debidos a alteraciones del receptor
este problema hay una alteración en la función de insulina. Es de muy rara aparición y de menor
Concepto, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus 5

gravedad que el anterior, cuya mutación tam- sulina a su receptor, mecanismo por el que indu-
bién se encuentra en el cromosoma 19. cirían hiperglucemia. Pero independientemente
3. Enfermedades del /Jáncreas exocrino. Numero- pueden producir hipoglucemia como conse-
sos son los procesos exocrinos que, aconteciendo so- cuencia de su unión al receptor. Cuando el esta-
bre el páncreas, pueden llegar a afectar el páncreas do de resistencia a la insulina es muy
endocrino y producir DM. Los más conocidos son las pronunciado cursan con acantosis nigricans (es-
pancreatitis, en especial, la aguda necrótico-hemorrá- to <lntes era conocido como resistencia a la 1!1-
y la crr'mica algunos rraumarismos sulina tipo B!. Esn siruación ;1 1cces
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graves que incidan sohre el ;frea hs in ~1 Clcrt~1~ l.!lfl'rllll~l.J,1UC'."J \!'.-1Ll.'111Ji._-~1'-- \._]¡__'

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en el que ;lpJrece un;1 hiperglucc:mia CJUL' 1nclu:,o puc·
de estar L'll r;111go de D\l, debe sc'r esrudi;1do p;1L1 cks IZ01,;1h;ti. Pndn
cutar cáncer de en rrc otros.
4. bzdoai110/h1t1Í1s. L1 apariL·ión de co1Kcntr;iciom's
anorm;1ks de horrnon;1s contra -insuhres del tipo de Li
hor111011;1 de crecimiento, gluc1g<·lll. cortisol o c;Hccoh
minas anragoni;,an la ;icci<.lll insulínica, d:rndo luµ,<ir ;1 h1- Fsrc ctLHW 1 1-'ilti1rni grup<l l'I! [;1 cL1sific;1ci<.lll de Li
perglucemia v Di'vl. ;\sí. h ;1cro111egalia, el glucagonom;i_ ,k1hncc; vsLÍ definido p()r Li ;1parici(rn de intolcr;11K1;1
el síndrome de Cushing v la fcocromocitoma. enlTl' ol r;1,. ;1 Li ,duc·oc;;1 e h1perglucc1rna dv gravnbd 1arÍ;1blc l]ll<'
son enfcrmedalks que en su cuadro clínico lk1·;rn h po- c0ipccific;1111entl' 1w dchc ser co11ucid;1 ;111tcc; del cmb;1-
sibilidad de DM. Esta DM desaparece con el control de ra1,o y debe manifestarse y ser diagnosticada durante
la enfermedad o de su hiperproducción hormonal. el mismo. Esto no excluye que la paciente ya tuviese b
5. Inducida por fármacos u otras sustancias quími- intolerancia antes del embarazo, pero, en cualquier ca-
cas. Lo que estas sustancias hacen es precipitar la ma- so, no había sido diagnosticada.
nifestación de alteraciones ya existentes, bien en forma También este concepto es diferente al de "diabética
de disfunción secretora o de insulino-resistencia. Otras embarazada", es decir, mujer portadora de diabetes ti-
actúan directamente destruyendo las células ~- Ácido po 1 o 2, ya diagnosticada y, habitualmente, en trata-
nicotínico, glucocorticoides, hormonas tiroideas, ago- miento, que queda embarazada.
nistas ex y 13 adrenérgicos, tiacidas, pentamidina, dilan- Durante el primer trimestre de gestación, la gluce-
tina, vacor o interferón-cx entre otros pueden inducir mia suele ser normal o nús baja de lo habitual. La
diabetes por este mecanismo. aparición de hiperglucemia en esta fase del embarazo
6. Infecciones. Cienos virus se han asociado a la debe hacer pensar en que la mujer ya era portadora de
destrucción de las células [3 y se han localizado, inclu- la alteración metabólica antes de quedar embara;,acla.
so, en el páncreas de pacientes que han muerto en el Un test normal de sobrecarga oral de glucosa en estos
transcurso del debut de su enfermedad. La diabetes tres primeros meses de embarazo no excluye la ap;iri-
acontece en algunos nifios con rubéola congéniu; tam- ción posterior de DM gestacion;il.
bién se ha relacionado con parotiditis, virus co:\ackie El perfil de mujer con riesgo de D;\1 gestacional es:
B o citornegalovirus, entre otros. mujer aiiosa, historia pre1 ia de intolerancia a b gluco-
7. Fomrns infrecuentes de diabetes mediada por in- sa, fetos y nü1os con macrosornas previos, obesidad
munidad. En este apartado hay dos entidades bien co central, glucemia anormal en avunas o pcne1wncia ;¡
nocidas: dcrcrrniiL1dos grupos ~trncos como hispano-arncric1-
a) Síndrome del hombre rígido ("stiff man" s.!. Se no\. ;1fro-arncricanns. asiático-americanos, indios Pi-
caracteri;,a por una afectación del SNC en la que rna o natÍH)S de las islas del pacífico.
el paciente desarrolla de forma progresiva espas- L1 DM gestacional por sí misma constitun' un focror
ticidad muscular acornpai1ada de paroxismos es- de riesgo para desarrollar posteriormente b D.\1 tipo 2.
pasmódicos y dolorosos. Aclem<"Ís, los pacientes
suelen tener anticuerpos anti-GAD positivos 1 DlAGI\ÓSTICO DEL:.\ Di\1
un tercio de ellos desarrollan diabetes.
b) Anticuerpos anti-receptor de insulina. P,loquea11 lndependienrerncnte del tipo de DiVl los datos L'll
la acción insulí11ica al impedir la unión de la in- los que h;isa el diagnóstico de cualquier DiVl y de otras
6 •0 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

alteraciones del metabolismo de la glucosa, como cibían antaño el nombre de prediabéticos. El concepto
glucemia anormal en ayunas e intolerancia a la glu- de "prediabetes" vuelve de nuevo al argot médico pa-
cosa, están actualmente bien consensuados y son cla- ra significar una situación clínica que puede evolucio-
ros con el fin de que no haya diferentes criterios nar a DM, pero que también a través de medidas
diagnósticos. Además, un Comité de Expertos para el higiénicas y si fuere necesario fármacos sensibilizantes
Diagnóstico y la Clasificación de la Diabetes Mellitus de la insulina, puede retroceder hacia la normalidad
revisa periódicamente los enunciados diagnósticos y metabólica. Sin embargo, lo más importante es que en
la clasificación de estas alteraciones del metabolismo la actualidad sabemos que la mayor parte de estos pa-
hidrocarbonado. cientes entroncan con el síndrome metabólico y, por
En la actualidad, y bajo el punto de vista del diag- tanto, en esta etapa previa a la DM ya existirá un ries-
nóstico, se consideran 3 situaciones diferentes dentro go cardiovascular mayor o menor según qué otras al-
de las alteraciones hiperglucemiantes del metabolismo teraciones del síndrome existan.
de la glucosa: Otro aspecto de interés que deberemos tener en
l. Glucosa anormal en ayunas. Los pacientes con cuenta es que la HbAlc de estos pacientes puede estar
glucosa anormal en ayunas (GAA) se encuentran asin- en rango normal o casi normal y que incluso algunos
tomáticos, pero como se comentará posteriormente ya pacientes con intolerancia a la glucosa están habitual-
presentan alteraciones metabólicas que, con frecuen- mente normoglucémicos, situaciones ambas que no
cia, entroncan con el síndrome metabólico. nos deben alejar del diagnóstico de estas alteraciones
Este grupo se define por tener una concentración de del metabolismo de la glucosa.
glucosa plasmática en ayunas de 100 mg/dl (5,6 También debemos de tener presente que el diagnósti-
mmol/l), siendo 99,99 mg/dl el límite superior de la nor- co de DM ha evolucionado a lo largo de la historia y es
malidad para la glucemia. Además este grupo debería te- probable que siga evolucionando. En cualquier caso, con
ner una glucemia en ayunas :5 a 126 mg/dl (7 mmol/l) los datos de evidencia que actualmente tenemos enlama-
(valores ;::: de 126 mg/dl pueden considerarse, como se no lo que podemos decir es que este diagnóstico distin-
verá después, dentro del concepto de DM. Por lo tanto gue a un grupo de personas que presentan un incremento
glucemias entre 100 y 126 mg/dl en ayunas de 8 horas de mortalidad a edad prematura respecto a las personas
son diagnósticas de glucosa anormal en ayunas. sin este diagnóstico y que todos ellos tienen un alto ries-
2. Intolerancia a la glucosa. El diagnóstico de into- go de complicaciones micro y rnacroangiopáticas.
lerancia a la glucosa exige la realización de un test de 4. Diagnóstico de diabetes mellitus gestacional.
tolerancia oral a glucosa (TSOG) con 75 g de glucosa. Como se verá en el capítulo correspondiente, la diabe-
En la actualidad sólo se utilizan 2 puntos, la glucemia tes complica alrededor de un 4% de los embarazos,
basal y la glucemia a las 2 horas de la ingesta de la glu- con cifras diferentes según etnia, edad, etc. El estudio
cosa. Si la glucemia a las 2 horas es < 140 mg/dl /7,8 para el diagnóstico precoz de este proceso debería ex-
mmol/l) se considera normal, pero si se encuentra en va- tenderse a toda embarazada; sin embargo hay un gru-
lores comprendidos entre 140 y 200 mg/dl (11,1 po de mujeres con escaso riesgo que podrían no
mmol/1), el diagnóstico es intolerancia a la glucosa. precisar el estudio. Éstas son:
3. Diabetes mellitus. Por tres vías diferentes llega- - Mujeres con edad < de 25 años e IMC normal,
mos al diagnóstico de DM: sin antecedentes de abortos, hijos con rnacroso-
- Glucosa plasmática en ayunas. Si la glucemia mas o muerte perinatal.
plasmática en ayunas es ;::: 126 mg/dl (7 mmol/I) - Mujeres sin historia familiar de diabetes ni perso-
es diagnóstica de DM. No obstante, en ausencia nal de alteración del metabolismo de la glucosa.
de una hiperglucemia inequívoca, es recomen- Mujeres no pertenecientes a grupos étnicos con
dable repetir la prueba otro día. alta prevalencia de DM.
- Los síntomas de DM {poliuria, polidipsia, poli- Los criterios establecidos por la ADA para el diag-
fagia, astenia y/o pérdida de peso) y una gluce- nóstico de DM gestacional siguen siendo los de Car-
mia plasmática en cualquier momento del día y penter y Coustan publicados en Am J Obstet Gynecol
sin relación con ayuno o ingesta previa ;::: 200 en 1982.
rng/dl (11.1 mmol/l) son suficientes para el diag- Una vez que la mujer se sabe embarazada y realiza
nóstico de D M. su primera visita médica se debe establecer el riesgo de
- Glucemia plasmática a las 2 horas del TSOG diabetes. Se consideran mujeres de alto riesgo las que
con 75 g de glucosa;::: 200 mg/dl (11,l mmol/I). presenten: obesidad central, antecedentes de DM ges-
Este diagnóstico debería ser confirmado y con- tacional, glucosuria o antecedentes familiares de DM.
siderado provisional mientras tanto. Para la En estas mujeres, si al inicio del embarazo no hay da-
confirmación no debe usarse la HbAlc. tos de DM gestacional, se debe hacer una nueva eva-
Los pacientes que ahora se diagnostican de gluce- luación metabólica entre las 24 y las 26 semanas de
mia anormal en ayunas o intolerancia a la glucosa re- gestación:
Concepto, clasificación y diagnóstico de !a diabetes mellitus 7

Una glucemia plasmática en ayunas > ] 26 precisa tratamiento insulínico. Su curso suele autolimi-
mg/dl (7 mmol/l) o una glucemia en cualquier tarse (60% de los casos) o perpetuarse (40%). No hay
momento del día (casual) > 200 mg/dl ( 11, 1 autoinmunidad ni susceptibilidad a HLA. Algunos es-
mmol/l) son diagnósticas de hiperglucemia. tudios genéticos intentan delimitar la etiopatogenia del
- Si el diagnóstico no está claro, especialmente en tipo autolimitado y del perpetuo. Un 40% de los re-
mujeres en edad i11edia de la vida, el siguienre cién nacidos que presentan este cuadro suelen recaer Y
paso sería: presentar una DM tipo 2 entre los 7 y los 20 ai1os. Se
a) En pacientes de alto riesgo de D\1 gcsL1UI)· desconoce el porqué de c:st:1 relación con L1 D.\l
nal: realizar directamente un TSOC. 2. pero hasta un tcrc;o de los pacil'nrc:-,
Ln otras cmh;Hazacbs sc rc(cdcnre~ L1rnil1arc::; de 1)\í

se pone cn 130 ¡-:,2 ;r111l0l/i; rnédico ' sinuronh_·


uc '
identificación alcanza ai 'JU';;, de ia D\l llll't:Üiólico (S\1) es tener c!cLrnte :1 una pcrsun:1 cun el
gestacional. Éste es d test co1wcido mun· m;1:i alto riesgo cardiovascular. es decir. el S\1 es U!la he-
dialnwntt· corno dl' ()'Sulliva11. rr:1111il'nt:1 de: trabajo que nos pennitt' detecr:1r situ;1cio·
Sl'gundo paso: ;i rodas Lis l'rnh;n.i1.HLL lll'S ck alto riesgo cardim·ascubr con Líciks ek111e1Jl("
con l'l paso prl'vio patokJgico se ks lkhc clínicos (perímetro ele cintura, L\H. l lTA). o :m;1línco-..
reali1.ar un TSOC con l 00 g de gluc(Js;1 1Tc;. I IDLc, glucemia pbsm:íric1 rn ;1\u1i;1sl. El di:igrn°>s-
con extracción hor;ir1;1 durantl' .3 hor;1s. rico en ;idultos 1·;1 podrí;rnJ()S decir que es casi u11;1 ruti-
Ahora se reali1.a u11 rcsr ;ilrernativo c(Jll na clínica. pero no ;isí en ni11o:,. siendo ,·11 esr;1 fr:inj:i de
75 g de glucosa y extracción a las 2 ho- edades entre la ni11ez y la adolescencia en la que se está
ras pero sin tener confirmada la valida· detectando un incremento importante y preocupante.
ción del anterior.
Para el manejo de ambos test nos fijamos en Estudios de diagnóstico precoz de la DM tipo 2
los resultados glucémicos siguientes:
Con 100 g de glucosa: El diagnóstico de DM tipo 2 se precede con fre-
• Ayunas 95 mg/dl (5,3mmol/l) cuencia de años de hiperglucemia, al menos, 5 a 10, en
• 1 hora180 mg/dl (10 mmol/l) los que el paciente está sometido a un riesgo cardio-
• 2 horas155 mg/dl (8,6 mmol/l) vascular progresivo, de forma directa por la hiperglu-
• 3 horas140 mg/dl (7,8 mmol/l) cemia e indirecta por otra serie de a Iteraciones
Con 75 g de glucosa: derivadas de la hiperglucemia. En la actualidad se co-
• Ayunas 95 mg/dl (5,3 rnmol/l) noce bien que el tratamiento de otros factores de ries-
• 1 hora 180 mg/dl ( J 0,0 mmol/l) go independientes de la DM (I-ITA, dislipemia, etc.)
• 2 horas155 mg/dl (8,6 11111101/l) mejora el pronóstico de !a DM. De esta forma, en la
Para establecer el diagnóstico con cualquiera de los actualidad, la OMS preconiza el estudio de DM en su
dos test se precisa que la embarazada tenga a! menos dos jetos con HTA, así como el Nationa! Service Frnme-
puntos glucémicos por encima de! rango de normalídad. work for Coronarv Hearr Disease in the United
Kingdom recomienda el estudio de posible Divl en pa-
Otros conceptos Y cientes con enfermedad cardiovascular. Este tipo de es·
tudios no sólo previenen l riesgo macrm«1scubr, sino
Diabetes mellitus neonatal también, rnicrovascular.
Por otro lado, cuando se estudian los costes s;111 ita·
La Divl neonatal es un proceso infrecuenrc se ober· r1os, resulta m<'ís barato c;;:plorar b existencia de Divl
va en 1/500.000 recib1 nacidos \ivos. El recién nacido. no conocida y p1-c\·enir su progresión, que esperar a
antes de! primer mes de vida, presenra1«1 irritabilidad. que la lXvl va se lia\·a establecido clínicamcme v por
poliuria y polidipsia-polifagia objeti\·able por la a\ ickz su estadio evolutivo va precise no sólo el traL1rnicm()
con que acoge las tornas alimenticias. Junto a ello apa- propio sino el de sus complicaciones.
rece hiperglucemia inequín¡ci de Divl y alteraciones También hay que tener en cuenta que cuando se
hidroelectro!íticas que con frecuencia conducen a !a miden los efectos psicosociales de este tipo de explora·
cetoacidosis. Este cuadro du1«1 al menos 2 se111a1us \. ciones metabólicas preventivas, se ha \Ísto que si se
8 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

preceden de una adecuada explicación de los objetivos su caso tratarse, otros factores de riesgo car-
que se persiguen, no hay un aumento de la ansiedad en diovascular (BJ.
la población estudiada. c) Pruebas diagnósticas para DM tipo 2 en niños:
El test preferido es la glucemia plasmática en
Glucemia posprandial como método de control de la ayunas (EJ.
DM - Se estudiarán niños con sobrepeso (IMC >
percentil 85 para la edad y sexo, peso para
Frente al concepto muy extendido de la importancia la altura > percentil 85 o peso > 120% de su
del control preprandial de la glucemia, la International peso ideal para la altura) y 2 de los siguien-
Diabetes Federation (IDF) insiste en sus últimos docu- tes factores de riesgo:
mentos en que el principal responsable del incremento de - Historia de DM tipo 2 en familiares de pri-
la HbA le, así como del riesgo de tener complicaciones mer o segundo grado.
crónicas, es la glucemia posprandial; y en este sentido, - Raza: indios americanos, afro-americanos,
las nuevas guías de control de IDF recomiendan que los latino-americanos, asiático-americanos y na-
pacientes diabéticos deben controlar su glucemia pos- tivos de las islas del Pacífico.
prandial, entendiéndose ésta como la determinada 2 ho- - Signos de resistencia a la insulina o condicio-
ras después del inicio de la comida correspondiente, nes asociadas a ella: acantosis nigricans,
debiendo estar en este momento la glucemia por debajo HTA, dislipemia, síndrome de ovarios poli-
de 140 mg/dl (7,8 mmol/l). quísticos.
- Historia materna de DM o DM gestacional
Estándares asistenciales en el diagnóstico de la DM (EJ.
- Los estudios podrían iniciarse a los 1O años
La ADA establece 4 niveles de evidencia en sus re- o al comieuw Je la pubertad sí ésta se ade-
comendaciones: A) Clara evidencia a partir de estudios lanta y se repetirán cada 2 aii.os (EJ.
de gran poder de definición (aleatorizados, control¡¡¡- c) Detección y diagnóstico de DM gestacional:
dos, etc.), B) Evidencia a partir de estudios de cohorte - En mujeres gestantes con factores de riesgo
bien hechos, C) Evidencia a través de estudios poco el test preferido es el TSOG (CJ.
controlados, y E) Consensos de expertos o experien- - A las mujeres que hayan tenido DM gestacio-
cias clínicas. A partir de aquí, cada una de las reco- nal hay que evaluarlas a las 6-12 semanas del
mendaciones o estándares de la ADA son calificados parto respecto a la posibilidad de que sean
como A, B, C, o E. diabéticas, y las que no lo sean deberían ser se-
a) Recomendaciones en diagnóstico: guidas con cierta periodicidad ante la posibili-
La glucemia plasmática en ayunas es el test dad de que desarrollen pre-DM o DM (EJ.
preferido en el diagnóstico de DM en niños
y adultos (no gestantes) (EJ. Recomendaciones para el diagnóstico de la OMS e IDF
- El uso de la HbAlc para el diagnóstico de
DM no es recomendable por ahora (EJ. En noviembre de 2005 un grupo de expertos de la
b) Pruebas diagnósticas en pre-DM y DM: OMS y de la IDF realizaron una serie de recomenda-
Las pruebas dirigidas al diagnóstico de pre- c10nes que se resumen en:
DM y DM en población adulta asintomática .. Recomendación 1. Deben mantenerse los actua-
deben restringirse a aquellos con sobrepeso u les criterios diagnósticos de DM: una glucemia
obesidad (IMC 2: 25) y que tengan uno o más en ayunas 2: 126 mg/dl (7 mmol/I) o una gluce-
factores de riesgo adicionales para DM. En mia 2 horas tras TSOG ~ 200 mg/dl (11,1
personas sin estos factores las pruebas de- mmol/I). Estos datos definen a un grupo de per-
berían iniciarse a partir de los 45 años (BJ. sonas con incremento significativo de una mor-
- Si los test son normales se repetirán con in- talidad precoz e incremento del riesgo de
tervalos de 3 años (EJ. complicaciones microvasculares y de riesgo car-
- Para el diagnóstico de estados de pre-DM o diovascular.
DM se utilizarán o la glucemia plasmática " Recomendación 2. Los datos actuales son insu-
en ayunas o la glucemia 2 horas después del ficientes para definir el nivel normal de glucosa.
TSOG (BJ. El término "normoglucemia" debería usarse pa-
- En pacientes con glucemia anormal en ayu- ra glucemias asociadas a bajo riesgo de desarro-
nas, el TSOG es el que mejor define el riesgo llar DM o a baja incidencia de enfermedad
de DM (EJ. cardiovascular. Actualmente se considera esta
En las personas en las que se detecte una si- glucemia en un máximo de 100 mg!dl (5,6
tuación de pre-DM deben identificarse, y en mmol!lJ, ADA-2008.
Concepto, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus 9

" Recomendación 3. En el momento actual es co- 2 American Diabetes Association. Srandards of medica!
rrecta la definición de intolerancia a la glucosa care in diabetes-2008. Diabetes Care 2008; 31 (Suppl
de la OMS. Esta definición podría ser reempla- ll:Sl2-S54.
zada por la de un riesgo global para DM y en- 3 Ccricllo /\·. Postprandial hvpcrglycemi:i and diabetes
fermedad cardiovascular o ambas. cornplications: is it tinw to treat? L);c?hetes 2005:
" Recomendación 4. El punto de corte para el 54! l 1: J-7.
diagnóstico de glucosa anormal en anrnas
siendo 11 O rngídl (6,1 mmolíl ). No
ADA en sus zíltimc1s "C/iniwí Fm(/i(C' Rcm-

1( )- J ¡ .:;-

n1étudu d;,_~ clcL'l'io11 pJrc1 el


de L1:; \.~Oll(1..:nrL1ciuilC\ '->dl t..k'
l\econzcnd~1(ir)n 6. Ei 'lSC)(1 :-ic 111;.tJlllCilt..' L~íHJ11.)
test d1agnÓstÍCO debido a C]l!C: ;¡) b g]U(CJ11Í.1 r•.'ll
;iyunao diag11ostic;1 tan sólo un 30':<) de c;1sc1' ck
D1V1110 conocida. b) el TSOG es el único mr'.to
do de diagnosticar el estado de intolt:ranci;1 a h
glucosa. c) el TSOC; se necesita para confirrn;ir
o excluir una anormalidad de h tokranciJ a L1
glucosa en oblación ;¡sintomática. llltt:rllll"dl:lil"

En paL·icnres con gl m.-cmi:1s elltrc 1()() 1 1 1 .~ '! 1\, d1·11 l c'l .1!. (1n1rk s grnt1p lor tlw
mg/dl se debcrí:i re:iliz;ir un TSO( ;. :rnd ,·:ird101 ,1sc1il.ir d1S<·.1s1·s "¡ thc Et11·n1x.111 '<lll1't1· ol
l\ccu111c11d11ci<5n . La! lb;\ le 110 debe uril1z;usc 1·.irdll!logy .111d tlw l-.t1rnpc:111 sul'Íl'l\ lrn tlw stuch o!
como test diagnóstico para DM ni hipergluce- ohcsity). Cuidclincs of clinical practicc in diabetes, prc-
mias intermedias. diahctcs and cardiovascular discascs. E11ropea11 Heart
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l ): 555-560. tion).Chichestcr: John Wiley, 2004: 3-14.
(j

L< informació11 sobre la epidemiología dl· una c11-


fc:rmedad es la forma mj, exacta pan conocer su di- L1 prc1·,1k11cia de la dialwtcs se puulc estimar por
mensi(rn real. 1\lgunos procesos manrie11e11 t:1sas 1 'uios métodos: los registros médicos, h csri lll<Kión
constantes en el tiempo, por lo que los datos relativos del consumo de farmacos, la entrevista ale,noria en
a su epidemiología no varían significativamente. Por el una muestra de población y la realización de pruebas
contrario, otras enfermedades muestran importantes analíticas, ya sea una glucemia en ayunas o al azar, o
cambios en su incidencia y prevalencia, por lo que si bien la práctica de un test de tolerancia oral a la glu-
pretendemos conocer con exactitud la dimensión real cosa (TTOG)'. La interpretación de los resultados de
del problema, debemos disponer de datos actualizados este test también varía en función de los criterios utili-
sobre la frecuencia de la enfermedad. zados, de forma que desde 1997 se utilizan unos crite-
La diabetes mellitus en una enfermedad crónica rios con un punto de corte diagnóstico de diabetes
con un importante impacto sociosanitario por su alta para glucemia basal, 126 mg/dl, inferior al utilizado
frecuencia, las complicaciones que conlleva y su eleva- desde 1985 hasta 1997 (140 mgldl)2. Los diferentes
da mortalidad. En base a lo anterior es muy importan- métodos proporcionan información distinta. La en-
te conocer con cierta exactitud la magnitud del cuesta a población informa sobre DM diagnosticada y
problema. declarada, la encuesta a médicos DM diagnosticada y
En este sentido, la información que proporciona controlada, el muestreo de historias clínicas, la DM diag-
la epidemiología de la diabetes es fundamental para nosticada y registrada en población asistida, el consumo
planificar recursos sanitarios, poder adaptar la ofer- de fármacos, la DM diagnosticada y tratada con fárma-
ta asistencial a la demanda real, avanzar en el cono- cos, la glucemia al azar la DM diagnosticada e ignorada
cimiento de la etiopatogenia de la enfermedad e, (no totalmente) y finalmente, el TTOG la DM conocida
incluso, plantear la prevención de esta enfermedad. e ignorada, además de situaciones de riesgo para DM co-
Por otra parre, en Jos últimos aí1os se han producido rno son la glucemia basal alterada (glucemia basal entre
importantes cambios en la frecuencia de la diabetes 100 y 126 mg/dl) y la alteración de la tolerancia a la glu-
que obligan a actualizar los datos epidemiológico~ cosa (glucemia mayor de 200 rngídl a las 2 horas dcí
de esta enfermedad. TrOG ). La mayoría de los estudios epidemiológicos en-
Cuando damos cifras de prn·alencia nos referirnos caminados específicamente a determinar la prevalencia
al número de personas, o porcentaje, que sufren en un total de la diabetes utilizan la información obtenida de la
momento determinado u11;1 enfermedad (cuántas pcr- práctica de un TTOG, mientras que las encuestas gene-
scmas tienen diabetes), mientras que si mencionarnos rales de salud informan sobre prevalencia de diabetes de-
la incidencia nos referimos al número de personas, o clarada por los sujetos encuestados.
proporción, que son nuevamente diagnosticadas o Aparentemente, la información epidemiológica
desarrollan la enfermedad durante un periodo deter- m,1s relevante, que más se corresponde a la carga asis-
minado (nuevos casos de diabetes). tencial real de b diabetes, es la referente a prevalencia
La información sobre la epidemiología de una cn-
fcrmecbd es la form<1 lll<ÍS exactJ para conocer su di- La p1-c\·:1le11ci:1 de la d1ahcrc\ se ptwdc estimar por
mensión real. Algunos procesos mantienl'll ta'><ls qrios métodos: los registros médicos, la esrimaci(rn
constantes en el tiempo, por lo que los datos relativos del consumo de Lírmacos, h entrevista :1k:1toria en
a su epidemiología no varían significativamente. Por el una muestra de población y la realización de pruebas
contrario, otras enfermedades muestran importantes analíticas, ya sea una glucemia en ayunas o al azar, o
cambios en su incidencia y prevalencia, por lo que si bien la práctica de un test de tolerancia oral a la glu-
pretendemos conocer con exactitud la dimensión real cosa (TTOG)'. La interpretación de los resultados de
del problema, debemos disponer de datos actualizados este test también varía en función de los criterios utili-
sobre la frecuencia de la enfermedad. zados, de forma que desde 1997 se utilizan unos crite-
La diabetes mellitus en una enfermedad crónica rios con un punto de corte diagnóstico de diabetes
con un importante impacto sociosanitario por su alta para glucemia basal, 126 mg/dl, inferior al utilizado
frecuencia, las complicaciones que conlleva y su eleva- desde 1985 hasta 1997 (140 mg/dl)2. Los diferentes
da mortalidad. En base a lo anterior es muy importan- métodos proporcionan información distinta. La en-
te conocer con cierta exactitud la magnitud del cuesta a población informa sobre DM diagnosticada y
problema. declarada, la encuesta a médicos DM diagnosticada y
En este sentido, la información que proporciona controlada, el muestreo de historias clínicas, la D.M diag-
la epidemiología de la diabetes es fundamental para nosticada y registrada en población asistida, el consumo
planificar recursos sanitarios, poder adaptar la ofer- de fármacos, la DM diagnosticada y tratada con fárma-
ta asistencial a la demanda real, avanzar en el cono- cos, la glucemia al azar la Di\1 diagnosticada e ignorada
cimiento de la etiopatogenia de la enfermedad e, (no totalmente) y finalmente, el TTOG la DM conocida
incluso, plantear la prevención de esta enfermedad. e ignorada, además de situaciones de riesgo para DM co-
Por otra parte, en los últimos ú1os se han producido mo son la glucemia basal alterada (glucemia basal entre
importantes cambios en la frecuencia de la diabetes 100 y 126 mg!cll) y la alteración de la tolerancia a la glu·
que obligan a acttulizar los datos epidemiológicos cosa (glucemia mayor de 200 mg/dl a las 2 horas del
de esta enfermedad. n-oc ). La mayoría de los estudios epidemiológicos en-
Cuando damos cifras de prevalencia nos referirnos caminados específicamente a determinar la pre\·alcncia
al número de personas, o porcentaje, que sufren en un total de la diabetes utilizan la información obtenida de la
momento determinado una enfermedad (cuántas per- práctica de un TTOG, mientras que las encuestas gene-
sonas tienen diabetes), mientras que si mencionamos rales de salud informan sobre prevalencia de diabetes de-
la incidencia nos referimos al número de personas, o clarada por los sujetos encuestados.
proporción, que son nuevamente diagnosticadas o Aparentemente, la información epidemiológica
desarrollan la enfermedad durante un período deter- más relevante, que más se corresponde a la carga asis-
minado (nuevos casos de diabetes). tencial real de la diabetes, es la referente a prevalencia
12 •0 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

de diabetes conocida, dado que es la diagnosticada, industrializado rápidamente en un periodo de tiempo


asistida y tratada. La prevalencia de diabetes ignorada relativamente corto. Esto es especialmente evidente en
nos ofrece información referente a la eficacia de las es- determinados países del sudeste asiático, en algunos de
trategias de detección de la enfermedad. Detectar una Oceanía o en inmigrantes residentes en Norteamérica 3 •
mayor proporción de diabetes ignorada puede ser útil España está situada entre los países con prevalen-
para prevenir o detectar precozmente las complicacio- cia de la enfermedad media-alta, con tasas de preva-
nes crónicas. Por otra parte, la prevalencia de catego- lencia cercanas al 10%, junto con Alemania, Islas
rías de riesgo para diabetes como la alteración de la Mauricio, Omán o Singapur.
tolerancia a la glucosa y la alteración de la glucemia Las prevalencias más bajas se han observado en
basal nos brindan información sobre la población con Nueva Guinea, Tanzania, Nigeria, Camerún e Indone-
alto riesgo de desarrollar la enfermedad, sobre la que sia, con tasas de prevalencia menores del 2 % .
plantear estrategias de prevención primaria, de detec- Existen muchas posibles razones explicativas de la
ción precoz de diabetes en el seguimiento o de planifi- variabilidad encontrada en la prevalencia de la DM. Al-
cación de recursos sanitarios estimando los posibles gunas son las siguientes: longevidad, historia familiar,
nuevos casos de diabetes a medio plazo. Haciendo un raza, urbanización, migración, obesidad, dieta, activi-
símil con la clásica silueta del iceberg, la prevalencia dad física y nutrición fetal/neonatal. La prevalencia de
de diabetes mellitus conocida sería la pequeña parte DM2 alcanza un máximo en los grupos de edad más
del bloque de hielo que sobresale sobre el nivel del avanzada. Por ello, en poblaciones con poca esperanza
mar, la prevalencia de diabetes mellitus ignorada sería de vida, la prevalencia puede parecer falsamente baja.
la parte que se mantiene entre dos aguas, no visible a Existe una predisposición racial a la DM2, con algunas
distancia, y finalmente, la tolerancia alterada a la glu- etnias relativamente protegidas como las melanesias.
cosa y la glucemia basal alterada se corresponderían Ello se constata cuando se comparan diferentes razas
con la gran masa de hielo que se mantiene sumergida del mismo país. Existe también una determinación ge-
bajo la superficie del mar, pero que puede aflorar a la nética en todos los grupos raciales. En consecuencia, te-
superficie en el futuro y causar daños importantes. Por ner un familiar de primer grado con DM2 confiere
tanto, si bien aparentemente el dato más relevante pa- hasta un 40% de riesgo, mientras que, en gemelos idén-
ra estimar la carga asistencial real y actual de la diabe- ticos, la concordancia para la DM2 es del 90%, mucho
tes es el referente a prevalencia de diabetes conocida, mayor que para la DMl. La urbanización, vivir en zo-
si pretendemos estimar la dimensión asistencial de la nas urbanas con respecto a rurales, dobla el riesgo de
enfermedad en un futuro próximo, los datos de diabe- padecer DM2 en la mayoría de los estudios. La obesi-
tes mellitus ignorada y categorías de riesgo para diabe- dad es, probablemente el factor de riesgo más importan-
tes son también importantes. te, aunque supone un factor precipitante más que una
causa fundamental de la diabetes.
PREVALENCIA DE LA DIABETES TIPO 2 EN EL
MUNDO Prevalencia de diabetes tipo 2 en España

La prevalencia de la DM varía ampliamente a nivel Según los datos de la Organización Mundial de la


mundial. En muchas zonas del mundo, la DM2 apare- Salud y de la Federación Internacional de Diabetes, el
ce en proporciones epidémicas, mientras que, en otras número de personas con diabetes se está incremen-
zonas, la prevalencia de esta enfermedad es mucho me- tando de manera epidémica en todo el mundo. Espa-
nos frecuente. ña no escapa en absoluto a este aumento epidémico
Los grupos conocidos que tienen la mayor preva- de la enfermedad. Los datos objetivos actuales de-
lencia son los indios Pima, residentes en una reserva muestran un aumento paulatino de la prevalencia de
del estado norteamericano de Arizona, la población de diabetes mellitus en España. En este sentido, los re-
Nauru, en Oceanía (30%) y los Emiratos Arabes Uni- sultados de la Encuesta Nacional de Salud demues-
dos (20% ). Estas poblaciones con una prevalencia tan tran que en diez años, desde 1993 a 2003, la
elevada de diabetes son excepcionales. Representan prevalencia de diabetes ha aumentado del 4,1 al
colectivos muy minoritarios y realmente muy distintos 5,9%. Estos datos reflejan, diabetes declarada por
a la población general, pero no son datos anecdóticos. los encuestados y, por tanto, infraestiman la preva-
El estudio de las causas de su elevada prevalencia de lencia de la enfermedad en cuanto a que no incluyen
diabetes es muy útil para avanzar en el conocimiento diabetes ignorada o no declarada. No obstante, son
de la enfermedad. Otras poblaciones también tienen datos demostrativos de una tendencia clara. El au-
tasas de la enfermedad que se han incrementado mu- mento se da en ambos sexos y es especialmente im-
cho en las últimas décadas. En general, las poblaciones portante en los grupos de mayor edad. Se acompaña
más afectadas son aquellas donde el estilo de vida tra- también de un aumento de la prevalencia de obesidad
dicional ha dejado paso al occidental o que se han declarada por los encuestados.
Epidemiología de la diabetes mellitus 13

Por otra parte, los estudios concretos de prevalen- dad no incluyen información sobre DM2 en nmos y
cia global ele diabetes ele base poblacional, realizados adolescentes. Partiendo de la base de la alta prevalen-
mediante extracción sanguínea y prueba ele sobrecarga cia de obesicbd infantil en nuestro país, de la también
oral ele glucosa, que detectan tanto diabetes conocida elevada prevalencia de diabetes en adultos y de la tasa
como ignorada, demuestran así mismo un aumento de población inmigrante, a priori el fenómeno emer-
progresivo y constante ele la prevalencia de la enferme- gente de la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en ni-
dad. Así, si en la década de los ochent:t b prcqJcnci11 i1os 1· adolescentes probablemente se ohsen·ar;1
glob:tl se situaba enrre el 5 \ el 6'/;, (León. I cierna (\'i;- L1mhié'n en En este sentido, 1 a se han pues ro
caya), L los estudio-, rc:ali11idos en l1Jc, ;11]ns cJ(] z.,'JJ nJ1~,1 tn1portanrcs ii1iciati\>;1s :...a11ir;1ria"'
detectaban una cncrna 11! j(J<!,, 1Cnalui11L Jf HltJr \.:! r1roh!t..'i1l;1 de l (,

,\srurias
dr1·11 o~ rrc111cl <)
tes del 12
i \'1urci~1)
:· Burri~1n:J
ción de d;irns de duhelec ckc!;n
cional de S11lud V de ck1h·tl'S de- c".tlldi("
autonómicos o provinciales dernuesrra que Le ¡-irn11
lcncia de dia ha au111e11tado cnnsidc"r;Ü1icmcntc
hs dos últimas décadas, v se sitúa acrualmcnrc en Li-
sas cercan:ts al 12 '/;,_ i\dem;Ís. en algun11s 1on11s. cumo mente se· h11 dicho que h prnporcic'm de DM conoci-
las islas Canarias, se h;rn detecudo prev11lc1ic111s 11L111 lla frcntt' ,1 1gnorach c'S ck l/l. l-.n lrJ\ csrudios de
m;Ís airas, del 1.1- J 4º10, confirmild11s en dos l"itudios .\r;igc'ln, !.c¡r11u. ll·cín. C1irillu1111 1· ;\:;ruri11c; Lis prnil
independientes: El de Cuía 1 el de Tcldt: '. leiicias rc·s¡wcti1 as dt: D;'vl co11ocid1i/ig11ori1d:1 son de
Fn efecto. la:; prevalcnciils de ])j\.J.2 llliÍs ;iltas detcc 1. J;:J.O; 2.8/).h: 1,9/I ,-:-; 6."7!1Jo 1· 4/S.LJ. l.11 rodo e;¡
tadas hasta la actualidad en Fsp111111. v umhié·n c11 Fu so. u1111 gr1111 prnporc1ó11 de personas :1kcti1d11s ck
ropa, corresponden a las obsen·11das en 1·1irios t'srud1os D.\l c·n Fsl'111111 actualmenrc dcsco11occ11 qm· padecen
realizados en las Islas Canarias. El estudio de Guía se estJ1 enfermedad, por lo que podría ser útil plantear
realizó en este municipio ele 12.383 habitantes situado estrategias de diagnóstico precoz en los grupos ele po-
en el noroeste ele la isla ele Gran Canaria. La prevalen- blación de alto riesgo. Estas estrategias permitirían
cia ele DM fue del 15,9%. Por otra parte, el estudio de detectar la diabetes en estadios evolutivos menos
Telele, realizado también en la isla de Gran Canaria so- avanzados, con menor deterioro ele la función ele las
bre una muestra ele población ele 1.030 personas ma- células í3 de los islotes pancreáticos, y menor preva-
yores de 30 años, detectó una prevalencia ele D M del lencia ele complicaciones crónicas en el diagnóstico.
13,2%. En este sentido, uno de los elatos más preocupantes
Uno ele los elatos más evidentes que han proporcio- de la detección "tardía" de la diabetes tipo 2, es el al-
nado los estudios ele prevalencia ele la diabetes es la to índice de complicaciones crónicas presentes en el
constatación de una da ra relación directa entre la pre- momento del diagnóstico clínico de la enfermedad.
valencia de diabetes tipo 2 y la edad, ele forma que a Podríamos pensar que a medida que mejora nuestro
mayor edad existe mayor prevalencia de diabetes, al- sistema sanitario, disminuye la proporción de perso-
canzando tasas cercanas al 25% en grupos de edad su· nas con diabetes ignorada. Nada más lejos de la rea-
perior a 70 años 4 • lidad. A la luz de los datos ele los estudios más
Tradicionalmente, se ha considerado que la D i\H recientes, lamentablemente no parece observarse una
afecta de forma casi exclusiva a adultos y ancianos, tendencia al incremento ele la ratio de diabetes cono-
siendo poco frecuente antes de los 45 ai1os. e inexis- cida respecto a ignorada.
tente en ni11os y adolescentes. Pero esta situación. sor-
prendentemente, ha cambiado en los últimos aúos. Li lncidcnci:1 de diabetes '
diabetes tipo 2, actualmente, no sólo es un11 enferme
dad asociada a edad aYanzada sino que se detect<1 tam- Dado que la DM 2 es una enfermedad de cursCJ
bién en niños y adolescentes con ohesichd. En efecto, silente, sin un inicio clínicamente hrusco ni una frcl111
el alarmante aumento de la pre,·alencia de obesidad en exacta en que un individuo pasa a padecer DM2, C'i
niúos y adolescentes observado en Estados Unidos se dificil plantear estudios de incidencia de la enfer-
acompa11a de un aumento de la prevalencia de di11bc- medad. tsros se deben hacer, a fin de detectar dia-
tes tipo 2 en estos grupos de edad. Este fenómeno tam- betes asintomática, mediante pruebas específicas,
bién se ha objetivado en otros países industrialiwdos. glucemia y/o test de tolerancia oral a la glucosa, anual-
Con respecto a la situación en Espaiia, los estudios de mente o tras un determinado lapso de tiempo en una
prevalencia de la diabetes publicados hasta la acruali- muestra de la pohl ación genera l. Estas di ficu Itad es
14 •en La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

metodológicas hacen que la información sobre inci- ralelo de la obesidad, siendo este fenómeno más mar-
dencia de diabetes tipo 2 haya sido mínima hasta cado en los grupos de menos edad 7 •
hace poco tiempo.
En conjunto, la incidencia anual de DM2 en los es- Factores de riesgo de diabetes tipo 2
tudios europeos publicados varía entre 1,2 y 4,1 casos/
1.000 personas. En España actualmente existen datos Los marcadores de riesgo de DM2 son la edad
sobre incidencia de diabetes tipo 2 en la población ge- avanzada, la obesidad, la historia familiar de diabetes,
neral del Norte, Asturias 5 y País Vasca6, y de Andalu- la raza, el nivel socioeconómico y el estilo de vida oc-
cía. Las tasas de incidencia de diabetes tipo 2 en estos cidental (refiriéndose principalmente a la obesidad,
estudios son de 8,2, 10,8 y 19 casos por 1.000 habi- dieta e inactividad física). Cada uno de ellos es proba-
tantes y año. blemente un reflejo de los factores causales subyacen-
En estos estudios, los factores predictivos más im- tes. En la historia natural de la DM2 se describe un
portantes para el desarrollo de diabetes fueron las al- estado previo de intolerancia a la glucosa y de gluce-
teraciones previas de la tolerancia a la glucosa mia basal alterada, estados que confirman que el ries-
(alteración de la glucemia basal y de la tolerancia a la go de desarrollar DM2 aumenta cuanto mayor es el
glucosa), la edad, la obesidad, la historia familiar de nivel de glucemia. La diabetes gestacional también
diabetes, el aumento de peso, la hipertrigliceridemia y puede ser un marcador de un estado prediabético 4.
la hipertensión arterial5. Muchos estudios confirman el papel de los factores
Algunos de los factores que han podido influir en fisiológicos y de estilo de vida en la etiología de la
este incremento de DM2 en nuestro país son el cam- DM2. Tales factores incluyen, en primer lugar, a la
bio de criterios diagnósticos de DM2 (en 1999, la obesidad, que se acompaña de resistencia a la insuli-
OMS decide reducir el punto de corte de glucemia en na4. La duración prolongada de la obesidad y la pre-
ayunas para diagnosticar diabetes de 140 mg/dl a sencia de obesidad central, detectada por un mayor
126 mg/dl), el envejecimiento de la población, el des- perímetro de cintura, también se han asociado a una
censo de la mortalidad en diabéticos y un verdadero mayor incidencia de DM2. Más polémica es la cues-
aumento en la incidencia de diabetes o bien un des- tión de si la dieta en sí misma precipita la diabetes inde-
censo en su edad de comienzo. En lo que respecta al pendientemente de la obesidad. Los estudios recientes
envejecimiento de la población, al igual que en otros sugieren que hay cambios importantes en la tolerancia
países desarrollados, en los últimos años, tanto el au- a la glucosa con el cambio de la dieta tradicional a la
mento en la esperanza de vida como la disminución occidental y viceversa. Otros estudios describen los
de la natalidad están provocando un envejecimiento efectos protectores de una dieta rica en fibra, cereales
progresivo de la población española. Como uno de integrales, frutas y verduras, o incluso, y aunque pa-
los factores más determinantes en la prevalencia de rezca paradójico, el efecto protector del consumo mo-
diabetes es la edad, el incremento en el número de in- derado de alcohol, o mayor riesgo ante niveles
dividuos en tramos de edad avanzada provoca un in- plasmáticos bajos de vitamina E.
cremento global de prevalencia de diabetes. Respecto La inactividad física también desempeña un impor-
al descenso de mortalidad en diabéticos, el desarrollo tante papel en el riesgo de presentación de intolerancia
progresivo de terapias intensivas para las DM2 y sus a la glucosa y DM2. Diversos estudios epidemiológi-
factores de riesgo asociados así como posibles mejo- cos han relacionado positivamente el sedentarismo
ras en el tratamiento de los eventos vasculares, po- con el riesgo de DM2. Muy recientemente, el análisis
drían haber llevado a un descenso de la mortalidad de los resultados tras 16 años de seguimiento (de 1980
en este grupo y, por tanto, a un incremento en el nú- a 1996) de una cohorte de enfermeros americanos, in-
mero total de individuos afectados. Aunque este me- cluyendo 84.941 mujeres, ha demostrado una vez más
canismo es posible a nivel teórico, no existen por el que el factor predictivo más importante de DM2 es la
momento datos que confirmen esta tendencia. Por úl- obesidad y el sobrepeso (121). También se asocian al
timo, otro posible factor implicado sería un verdadero desarrollo de DM2 el sedentarismo, la dieta, el taba-
aumento en la incidencia de diabetes o bien un descen- quismo y de nuevo, sorprendentemente, la abstinencia
so en su edad de comienzo. En Estados Unidos la inci- de alcohol. En todo caso, todos estos factores son mo-
dencia de diabetes diagnosticada en adultos entre 18 y dificables con cambios en el estilo de vida.
75 años se ha incrementado un 43%, de 4,9 por 1.000 Recientes estudios en Europa y Estados Unidos han
habitantes en 1997 a 7 por 1.000 habitantes en 2004. descrito que el bajo peso al nacer y otras alteraciones
Ajustado a edad, el incremento es de 41 %, indicando del crecimiento fetal en neonatos a término estarían
que el cambio no se debe al envejecimiento de la po- asociadas con mayor prevalencia de intolerancia a la
blación. De manera análoga, en Taiwan se ha objetiva- glucosa y consiguiente DM2. Los mecanismos se des-
do que la incidencia anual de diabetes diagnosticada conocen, pero parece ser que existirían alteraciones del
casi se duplicó de 1992 a 1996, con un incremento pa- desarrollo neuroendocrino del feto. Estas alteraciones
Epidemiología de la diabetes mellitus 15

hormonales contribuirían a la predisposición a la dia- Prevalencia de diabetes mellitus tipo 1


betes y al síndrome metabólico. También en esta línea,
el tratamiento de niños y adolescentes con hormona A nivel mundial, la prevalencia de diabetes mellitus
del crecimiento se ha descrito como acelerador de la tipo 1 se estima en el 0,02 % de la población menor de
presentación de la DM2 en individuos predispuestos. 14 años. Esto supone, sobre una población infantil to-
tal de 1,8 billones de nirl.os que hay 430.000 con dia-
Jncidcncia de diabetes mellitus tipo 1 betes mellitus tipo 1.
Los resultados de b Encuesta de Salud
La incidencic1 de mellitus tipo l ha sido cx- c'iaborada por el ,\linisreno de Sanidad\ C:onsurnu in-
tensarnenre cstudiacL:i durante las dos últimas década~. dican una de di~1bctcs dc:cL1racL-1 cu per\n·"
dcn1ostrc1ndosc un~1 ~r;Jn nas dl' l
distribucjc"n1 de la
jCfL''.'J ).

el grupo de 1S J ·~q llLJqlt'l1 de


años. 1.a incidc1Kia m5s elevada :1 nivccl mundial es i:1 l ),\ li .
detectacfa en los csL·andinavos, de form:1 que en
Finlandia alcanza los 40 casos por 100.000 habitantes
y año. Suecia y Noruega también tienen una alt:1 inci-
dencia. Los países del centro de Europa tienen una in- Hav múltiples posibles factores de riesgo de DI\l l.
cidencia rnedian:1, mientr:1s que las tasas m:'is baj:is se El más destacable es la historia familiar de DIV!l. Ei
han detectado en China'. riesgo que confiere tener un familiar de primer grado
con esta enfermeLLid es diferente dependiendo del tipo
La incidencia de diabetes mellitus tipo l en los dis-
de parentesco. Así, la concordanci:1 es m5xima p<Ha
tintos csrudios realizados en Espar1a para el grupo de
hermanos gernel()s univitclinos (_:u'~';, de concordan-
edad de O a 14 ai1os se sitúa entre los l O y 18 casos por
cia), seguida de b de hcrnunos idénticos para HLi\
100.000 habitantes y ar1o. La incidencia es mínima en··
( l S% de concordancia), tener el p<1drc con DI\11 (8';'º
tre O y 5 años, y máxima a los 13-l 4 años. En el gru-
de concordancia) o tener la madre o un hermano con
po de O a 14 años no existen diferencias en la
DM 1 (.5% de concordancia). En cuanto a factores
incidencia por sexos, mientras que entre 15 y 30 años
ambientales, se ha detectado un mayor riesgo de DM
se observa un claro predominio de varones. Como en
1 asociado a factores como bajo peso al nacer, corta
otros países, la incidencia de DM1 sigue un patrón es-
duración o ausencia de lactancia materna, introduc-
tacional, con picos de incidencia en los meses fríos del
ción precoz de alimentación con albúmina bovina, tra-
año. La alta incidencia observada en España, muy su-
tamiento con suplementos de vitamina D, diversos
perior a la estimada en otros países europeos, desmo- tipos de vacunaciones, el estrés psicológico, la talla ele-
ronó la hipótesis del gradiente norte-sur de incidencia vada, el exceso de peso, la dicta con un alto contenido
de diabetes 9 • en nitritos, la mayor edad materna y la incompatibili-
Algunos estudios de incidencia que han agrupado dad Rh materno-fetal. De todos ellos, el más consis-
una fase de recogida de casos retrospectiva con otra tente es el factor protector que supone para D.lvl 1 la
prospectiva, estudiando en conjunto extensos periodos lactancia materna''".
de tiempo, han sugerido un progresivo aumento en la
incidencia de DMl. En conjunto, la incidencia de I\.10RTAUDAD POR DIABETES
DM1 en Europa está aumentando, si bien de forma
desigual por edades y países. Así, el cambio más evi- La hiperglucemia en sí misma se asocia a un incre-
dente se ha observado en la población menor de 5 mento de la mortalidad, que es mayor cuanto más ele-
años, caracterizada, hasta ahora, por la menor inci- vado es el nivel de glucemia basal. A su vez, la edad, la
dencia de la enfermedad, cuando se compara con los hipertensión y b presencia de proteinuria también es-
grupos de edad de 5 a 9 arl.os, de 10 a 14 arl.os, o in- tán independientemente asociadas al incremento de
cluso de 1.5 a 29 ar1os. En el segmento de menor edad mortalidad por cualquier causa en la Div12.
(0-4 arl.os), la tasa de incidencia ha aumentado un En los Estados Unidos se estima que los falleci-
6,3'X, entre 1989 y 1994, mientras que en los grupos mientos de personas con DM2 suponen el 1.5-20% de
de .5 a 9 arl.os de edad lo ha hecho un 3, 1 '/i, y en los de todas las muertes en la población mayor de 25 arl.os.
1 O a 14 un 2,4 % . Por otra parte, en cuanto a países, La tasa de mortalidad es 2 a 3 veces superior en pa-
el cambio más drástico se ha observado en el este y cientes cuyo diagnóstico de la enfermedad se realiza
centro de Europa, con tasas iniciales bajas, curiosa- después de los 40 años. En la mayoría de los países
mente en países que en los últimos arl.os han sufrido desarrollados, la diabetes ocupa del 4º al 8º lugar en-
importantes cambios socioeconómicos'". tre las causas de defunción. En los países europeos, la
16 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

tasa de mortalidad oscila entre 8 y 33 por cada te, en el mundo occidental, con el arquetipo de los Es-
100.000 habitantes, siendo en España actualmente del tados Unidos de América, se están sufriendo las conse-
orden de 23 por cada 100.000. En la mayor parte de cuencias del aumento de la prevalencia de obesidad,
los estudios, las tasas de mortalidad son superiores pa- así como de su aparición en edades más tempranas y
ra las mujeres que para los hombres (en España, 29 en formas más graves. Estos cambios han provocado
frente a 16 por 100.000) 11 • que emerja un nuevo grupo de riesgo de diabetes tipo
La estimación de la mortalidad por diabetes se ob- 2, hasta ahora inexistente, en niños y adolescentes que
tiene a través de los certificados de defunción. Se ha sufren obesidad.
cuestionado la fiabilidad del método, ya que, en gene- Los estudios demográficos de población general re-
ral, en un gran porcentaje de los certificados no se re- alizados en España han evidenciado una disminución
gistra la diabetes como causa de muerte. En todo caso, de las tasas de natalidad, con una reducción de la po-
la información disponible posee un indudable interés. blación de edad inferior a 15 años, así como una re-
La diabetes aparece en España como la tercera causa ducción de la tasa general de mortalidad, con un
de muerte en mujeres (después de las enfermedades progresivo aumento de la población con edades supe-
cardiovasculares y la isquémica cardíaca) y la séptima riores a 65 años. Esto condiciona un envejecimiento
en varones. Es evidente que este rango se debería corre- progresivo de la población, la media de edad aumenta
gir en función del papel que desempeña la diabetes co- y se produce una inversión de la pirámide poblacional,
mo causa predisponente de enfermedad cardiovascular de forma que si en épocas pasadas la mayor propor-
o coronaria''. Por provincias, el exceso de mortalidad ción de población se concentraba en las décadas me-
por DM en España presenta una agregación geográfica nores de la vida, y la menor en edades avanzadas
en el sur, sureste y provincias insulares 12 • (pirámide con una base inferior), la evolución previsi-
En los últimos años se ha podido documentar un ble es hacia una pirámide invertida, con mayor pro-
importante descenso de la tasa de mortalidad por dia- porción de población anciana. La tasa mínima de
betes en España. Este descenso es lógico, si se conside- natalidad se alcanzó al final de la década de los noven-
ran las mejoras aplicadas al manejo de los factores de ta, mientras que en los últimos años se ha observado
riesgo cardiovascular en la diabetes, así como a la op- una progresiva recuperación, fundamentalmente, a ex-
timización del control metabólico y, la prevención de pensas de la inmigración. Independientemente de todo
las complicaciones crónicas de la enfermedad''. lo anterior, la tasa de mortalidad por diabetes, pese a
que está situada entre las siete primeras causas de
PROYECCIÓN DE LA DIABETES EN LAS PRÓXI- muerte en España, ha ido disminuyendo progresiva-
MAS DÉCADAS mente en las últimas décadas. Es previsible que esta
tendencia decreciente de mortalidad se mantenga en
En lo que respecta a la enfermedad a nivel mundial, los próximos años como consecuencia de la mejora
se ha declarado que la diabetes constituirá una de las continuada de la calidad asistencial, la mejora del con-
epidemias del siglo XXI' 4 • Así, las previsiones efectua- trol metabólico y el tratamiento más universal, eficaz
das por la OMS vaticinan un aumento muy importan- y agresivo de los factores de riesgo vascular (antiagre-
te de la prevalencia de la enfermedad, especialmente, gantes), tratamiento de la dislipemia, de la hiperten-
en países en vías de desarrollo, hasta alcanzar proporcio- sión o del tabaquismo. En todo caso, ello condiciona
nes epidémicas. A nivel mundial se estima que, actual- un aumento de la prevalencia del proceso.
mente, el número de personas adultas (de más de 20 Además de todo lo anteriormente expuesto, los flu-
años) con diabetes es de 171 millones. Esto ya supone jos migratorios pueden aumentar también la prevalen-
un 11 % más con respecto a estimaciones previas. Ade- cia de diabetes en los países industrializados. La
más, las proyecciones previstas para el año 2031 si- población inmigrante procede de países en vías de des-
túan la cifra mundial de casos de diabetes en 366 arrollo, por lo que su incorporación al "estilo de vida
millones de personas. Los aumentos más drásticos se occidental", con lo que ello comporta de disminución
esperan en países como la India, que pasaría de 31 a de actividad física y cambios dietéticos, con aumento
79 millones, China (de 20 a 42 millones), otros países de la ingesta calórica, de la de grasas e hidratos de car-
de Asia (de 22 a 58 millones), África sub-sahariana (de bono de absorción rápida. Todo ello puede acarrear
7 a 18 millones) y Latinoamérica (de 13 a 32 millo- un importante aumento de obesidad y diabetes tipo 2,
nes)". Esto es así por la progresiva occidentalización al igual que ha ocurrido con los cambios del estilo de
en el estilo de vida de las poblaciones menos indus- vida en algunos países de Asia. En este sentido, son
trializadas. Los cambios, básicamente dietéticos y de clásicos los estudios que demuestran distintas tasas de
actividad física, sobre la base de un genotipo predispo- prevalencia de diabetes en un mismo grupo étnico en
nente, aumentarán exponencialmente el número de función de que residan en medio rural o urbano, o
personas afectadas por diabetes en los países hasta bien en el país de origen en vías de desarrollo frente al
ahora considerados en vías de desarrollo. Por otra par- país de acogida industrializado.
Epidemiología de !a diabetes mellitus 17

Actualmente, disponemos de muy escasa informa- un mayor grado de precariedad económica de la po-
ción sobre epidemiología de la diabetes en inmigrantes blación inmigrante se asociará a mayor predisposición
en España. En efecto, pese a la importancia sociode- a diabetes. En tercer lugM, probablemente, la influcn-
mográfica del fenómeno de la inmigración en Espai°1a ci::i del fenómeno migratorio será muy distinta entre la
durante los últimos ar'ios, y de los avances realizados primera generación y los hijos nacidos o criados en el
en el conocimiento de la epidemiología de la di::ibetes país de destino, o incluso en los ancestros que emigran
en Espú1a. no disponemos de daros simibrcs a lo, de tras la reagrupación familiar. En base a todo io ante
p()hLici(m referido, a inmigrantcs. pu- rior, se podrí:1 c·stimar que b prn-:1lencia de dialxw,
t11ic·acionc,S sugicn..'n en funci()n dr.: !as frc-cucn(1~1-.; de·
7
~lllll1t..'.i1L_lL1 ill~Ís (L1L1llH:'i1fC Cil ia
\.lt..'

,;clcu1ad:rnh'lltl' dclw 'LT


lcnu,1 de diabcres cu irnrngr;1mcs.
:\ falc1 de daros J"l':1lcs dl' t'studio, ,n1h_'rk-:i110~ y del 04 en otr~1s cLn1~1s1 que ctltTi..' L1
hs cstinnciunes pueden ofrecer una primera idea de h hi;1cÍ(··,11 c·uropechlll1CrÍC<1ll:1 (<tlll1h:nto dd 4 l º,, !.
magnitud del proble111;1. Los cÍ<ltos oficiales del ilLJllle-
ro de inmigranrcs rcgistr;1dus los p:11sc·s de pro·
c-cdclll·i;1, posiblemente. 111fr;1cstirna11 L'll rn<Íc, Lkl )!)'\,
los cisos rc1lcs. :\partir Lle cst<JS d:iros \ dL' Lis j'rL'\';1 Li D\!2 est;Í :111nw1H:111do <:'11 lu, t·ilrimo-. :1!ios. c'!J
le11c1<1s de D\l rcgic,trJcb·, vn su'> p:lÍsc-. dL· origen. -.e ¡•:nr,· uirno cu1ioL·cue11cia Lkl ;1urne1nu de b ohesiLbd.
podrí;1 reali1.ar una csri11i;1,·i<i11 del 11Ú111l'ro "pos1hk" l·! -.vdv11Liri-.rno \ ,;1111hios rn los h:íhrni:o dieté·ticos. Fs
de diabéticos inmigrantes en nuestro país, ;1u11 ;1 s;1 llh L1crorcs dL' riesgo so11 chr:1lllL'llle 1110dific;ihks, p<ir
hiendas que muy probablemente infraestima el proble- lo que si se consigue disminuir l::i prevalencia de obesi-
ma. En este momento, posiblemente, en Espar1a dad, ;1umentar b actividad física de la población de
existen entre trescientos y quinientos mil día béticos in- riesgo y mejorar los hábitos alimentarios, se podría
migrantes (diagnosticados o no). Este cálculo, aunque prevenir de forma importante la DM2. En este senti-
impreciso, puede orientarnos sobre la magnitud de la do, varios ensayos clínicos han demostrado contun-
diabetes en este colectivo. dentemente la eficacia de la dieta equilibrada y la
En relación a la diabetes en la población inmigran- activid::id física moderada en la prevención de la
te, se deben tener en cuenta diversos condicionantes. DM2''. Evidentemente no es fácil trasladar las condi-
En primer lugar, la población que emigra inicialmente ciones del ensayo clínico a la realidad mediante inicia-
tivas de salud pública, y actualmente se estudi<t el coste
está constituida por los individuos más sanos de la co-
y la efectividad de las posibles medidas encaminadas a
munidad, jóvenes y sin enfcrmed::ides, y, por tanto, no
la prevención de la DM2. Las recientes iniciativas en-
son representativos, a nivel de frecuencia de enferme-
carninad:1s a conseguir un tratamiento integral de la
dades, de la población de origen. En segundo lugar, no
obesidad como problema sanitario, incluyendo políti-
todos los grupos de población inmigrante asumen de
c1s educativas en la edad escolar, de incentivación de
igual forma los estilos de vida de la población de des-
b actividad física, implicando a la industria aliment<1-
tino. Algunos grupos étnicos mantienen en mayor gra-
ri:1 e incluso, estrategias urbanísticas, pueden ser mm·
do que otros sus hábitos dietéticos y de estilo de vida
para intentar atajar una de las grandes epide-
y, por tanto, el impacto de la occidenralincilrn será
mi:1:. del siglo :\'\l.
distinto en diferentes grupos érnicos. Incluso p:.ir<1 de
terrnin,llfos grupos de inmigrantes. el grado de incor-
poración al estilo de \·icL1 occident<tl es difcrrntl' en "\( 1 \.,
función del género, ele fonnJ que las mujeres mantie-
nen rn<"Ís bs costumhres de su país de origen que l<1s
C1JLLJ\ :\. Scrr:1110-Ríos \l. de la d;:1h·rc'
varones. Por otra parte. el estatus económico ck Lt po- 111ellirus l'n Revisión crítica ,. nuc,·as
blación inmigrante puede 111fluir en b predispusiuón :1 \3.'. \kd Clin ;!3arc\ 1994; 102: 306-15.
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betes, y. por otra parte. esta dieta lamcnrablcmente en litus and its complicarions. Part 1: Diagnosis and clac;-
los países desarrollados tiene un coste económico mu\ ,¡ficat1011 nf Di:1bctcs \kllitus Pnwisional Repon of :1
inferior a la diet:1 cquilihracb v saludable. Por ranru. \'\'110 consultation. D1ahl·t \lcd J998; 15: 5 :;9_5 ).
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' .
rL·siLk en los Jslores de Lrngerh;111s. que son unas ;1gru· p;1cid:1d de h horrnon:1 p;ir~1 c¡crcer su efecto hipoglu-
paciones cclulare~ compkj;1s, de unas \.50() céluhs. cemiante'. La L·línic1 dcrnuL·srr;i que en l;1 111:11-or p;1rtc
que están suspendidas en la masa del páncreas exocri· de los diabéticos se constata un defecto en la secreción
no. Los islotes están separados del tejido exocrino por de insulina en el momento del diagnóstico: cuando la
una cápsula conectiva y por células gliales. Su número
secreción compensatoria de insulina decrece, aumenta
aproximado es de un millón y constituyen entre el 1 y
la intolerancia a la glucosa'. Por eso, para comprender
el 3% del total de la masa glandular.
los complejos mecanismos que intervienen en la pato·
Los islotes pancreáticos se componen de cuatro ti·
genia de la diabetes y en su tratamiento es importante
pos fundamentales de células: las células [3, producto·
ras de insulina (60 a 80% ); las células a, productoras
de glucagón (10 al 20%); las células o, que producen
Control hormonal de la homeostasis de la glucemia
soma tosta tina (5%) y las células PP, productoras del
polipéptido pancreático ( 1 'Yc, ). La estructura y disposi-
Glucemia en mmol/I
ción de las células dentro del islote varía entre las dis·
(x18 = mg/dl
tintas especies, pero en el ser humano las células se
encuentran entremezcladas, lo que apoya la existencia
de estrechas interacciones paracrinas: la insulina inhi-
la secreción de glucagón, el glucagón estimula la se·
HIPOGLUC~~
Insulina EMIA
HIPERGLUCEMIA
Glucagón
creción de insulina y la somatostatina inhibe b Catecolaminas
Cortisol
secreción de ambas hormonas. Niveles en GH
Las células insulares v, en especial, las células [3 sangre Glucosa
disponen de mecanismos capaces de detectar los
cambios en los niveles de nutrientes, neurotransmi- Glucagón
sores v hormonas en su entorno, pero el principal re-
gulacl;>r fisiológico de la secreción de insulina es la Insulina
concentración de glucosa en la sangre. Las células f3
son capaces de integrar todas las sCI'iales en una res- Ingestión de
puesta secretora adecuada con el fin de mantener la comida
homeostasis de la glucosa, bajo las más variadas 08 14 20 Horas
condiciones (Figura 1 ).
Las células f3 segregan b única hormona que en el
cuerpo humano es capaz de hacer descender Li conccn· i. Fr111c:1pak, 111cc:a11L,lllOS que comrnlan L1 gluccmi.i.
20 • • • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

conocer los mecanismos que regulan la síntesis y la BIOSÍNTESIS DE LA INSULINA


secreción de insulina. Con ese objetivo se ha realizado
un notable esfuerzo investigador en las últimas déca- Un requisito previo para que la secreción de insuli-
das, utilizando numerosas técnicas que incluyen islotes na sea adecuada es una regulación rápida de la sínte-
pancreáticos aislados y diversas líneas celulares pro- sis de la hormona, que permita su ajuste preciso a las
ductoras de insulina. demandas secretoras fluctuantes (Figura 2).
La transcripción del gen de la insulina en la molé-
LAS CÉLULAS ¡3 cula de ARNm está modulada por nutrientes, en espe-
cial, la glucosa, por citocinas proinflamatorias como
La masa de células f3 tiene gran plasticidad, que les IL-lb y TNFcx, y por la propia insulina. Esta hormo-
permite adaptarse a los cambios en la homeostasis me- na, a través de mediadores como los sustratos recepto-
tabólica fisiológica y variar en relación a diversas con- res de insulina (IRS 1 y 2) y la fosfatidil inositol 3
diciones patológicas, como la diabetes tipo 2 y la cinasa (PI3K), estimula la expresión del gen de la insu-
obesidad. La masa de células f3 se regula mediante cua- lina, en una retroalimentación positiva, para permitir
tro mecanismos: apoptosis o muerte celular programa- que los gránulos secretores siempre estén llenos de
da, modificaciones del tamaño celular (hiper o hormona dispuesta para ser secretada'.
hipoplasia), división mitótica de células 13 ya diferen-
ciadas (replicación) y neogénesis, es decir, desarrollo
de células 13 a partir de células precursoras 2 • En el ser
humano, tras el nacimiento se produce un incremento
en la replicación de células 13 y un aumento de la neo-
ARNt
génesis, con tasas muy bajas de apoptosis. Durante la Aminoacidos
infancia y la adolescencia, los procesos de replicación,
neogénesis y apopwsis se ajustan para lograr un ba-
Secuencia señal
lance que garantice una masa adecuada de células 13 en
la edad adulta. En adultos, la masa de células 13 se re-
duce, ya que predomina la apoptosis sobre los otros
procesos 2 • I Insulina
La obesidad y la resistencia a la insulina produ- Péptido e
cen un aumento de la masa de células f3 (se incre-
menta la replicación, la neogénesis y el tamaño); sin
embargo, la progresión desde un estado de insulino-
O~O
rresistencia a la diabetes, siempre se asocia a una re-
ducción de la masa de células f3 a causa de que la Figura 2. Esquema de las etapas de la biosímesis de la in-
tasa de apoptosis supera a la suma de replicación y sulina.
neogenesis 2 • En estudios realizados en autopsias se
ha verificado que la obesidad en no diabéticos se El ARNm se traduce en la molécula de preproinsu-
acompaña de un incremento de un 50% en el volu- lina en el ribosoma, en el retículo endoplásmico, que
men relativo de las células ¡3, mientras que en suje- desempeña un papel esencial en este proceso. Luego se
tos con IGT o diabetes tipo 2 se observa una traslada al aparato de Golgi, donde la molécula pierde
reducción de un 40 % y un 63% respectivamente, en el péptido N terminal señal. La proinsulina es empa-
comparación con los sujetos normales 3 • quetada en gránulos inmaduros junto con una dota-
Hoy se está dedicando un gran esfuerzo investiga- ción de enzimas proteolíticas (endopeptidasas,
dor a comprender los mecanismos que controlan la prohormona convertasa, carboxipeptidasa) que en el
homeostasis de las células ¡3, ya que esto podría ayu- interior del gránulo van a transformar la proinsulina
dar a establecer nuevas estrategias terapéuticas. Una en insulina y péptido C. Dentro del gránulo, la insuli-
de las posibilidades interesantes reside en el óxido ní- na adopta su conformación característica con las dos
trico (NO), que ejerce efectos protectores antiapoptó- cadenas peptídicas unidas por dos puentes disulfuro, y
sicos de las células ¡3, inhibe las caspasas y estimula la otro puente intcrcatenario en la cadena A. Luego, en el
transcripción de genes antiapoptósicos 4 • El NO pro- gránulo maduro, la insulina se agrupa con Zn forman-
mueve la desacetilación H3 de las histonas, lo que in- do hexámeros.
crementa la expresión de genes antiapoptósicos de Cuando el gránufo de secreción vacía su contenido
supervivencia. Estas investigaciones podrían conducir al exterior celular, el péptido Ces cosecretado en can-
en el futuro al diseño de fármacos protectores de la tidades equimolares con la insulina, por lo que se ha
masa de células 13, bien por activación de la NO sinte- utilizado como marcador de la función secretora de las
tasa o por activación de las histonas desacetilasas. células 13. También se secreta una pequeña proporción
La secreción de insulina ,. 21

de proinsulina (alrededor de un 5%). En la diabetes ti- te la glucólisis genera piruvato, que penetra en la mi-
po 2, a veces se observa un aumento del cociente tocondria y proporciona átomos de carbono para el ci-
proinsulina/insulina y la determinación de la propor- clo tricarboxílico. En estos procesos metabólicos se
ción entre proinsulina/insulina en la circulación es un generan las formas reducidas de ios nucleótidos
marcador cualitativo de disfunción de las células f3'. NADH y FADH 2 , los cuales ceden sus electrones a la
cadena respiratoria, que los aí1adc al oxígeno para for-
MECANlSiv10 DE SECRECIÓN DE LA lNSULlN m;,u agua. La enngía librada en este proceso se utiliza
para bombear prnrunes de b marn1 rnirocon-
es unu de los procesos 11ü' <.:srn- dri:1l mnliant<: los C<>lllpkjos L 111 \ JV 1 se origina un
Su irnporr<111Cit1 reside· en b \-crific1~·Jrn dt q<ic de prnr()n1.:~

lulas f:l. Por t:llo las


st·crctor:1 ele Lis céluLb (j
1rnporrante en L1 1';11oµ_L'l11a de
L1 con L1 qu<" la gluccrnitl debe· de sc·r il!J !lH'dL1i1tC un d(,_·
bcla exige un estrt:d10 acophrn1cnto cntn' los c:;rn1h10, c:,unh1t1du por el :\DP que <:ntTél. Lk eSLl 11L11kr:1.
en los niveles e:;_tra(elulares de 1 los rnecanis incremento de la glucosa extrac·clubr se traduce en
mos de secreción de insulina (Figura 3). Fsro se consi- una soh serial: un aurn\:'nto de h proporción ATP/AJ)P
gue mediante un sistema sensor extremadamente· en el citoplasma celular', L1 importa1Kia de Lis rnitu·
preciso que opera en b célula [3. Este sensor tiene los condrias se pone de manifi<:sto en Lis numerosas mu
siguientes componentes fundamentales: 1. l!n siste'!lLl raciom·s ekl ADN mitocondrial que causan disfunción
de transporte por difusión de la glurns;1 ((;LUT 21. secretora de Lis células ¡3 \' dialwtcs-.
que permite c¡ue bs conccntr;1c101ws de gluuJs;1 se· Las células ¡3 son célubs exciuhl<:s elfrtricarnentc
equilibren r;ípidament<: a ambos hdos de· h me111hr;1· \' cu~rndo se estimuL111 con glucosa, muestran amplit1'
na. 2. La enzima glucocinasa que fosforih r5pieLimen- oscibc1011es en su pot<:ncial d<: membrana. Fl pot-cncial
te la glucosa a glucosa 6 fosfato y así puede iniciar su de reposo (-70 m V) se mantiene fundamentalmente
metabolismo. 3.- Una elevada capacidad metabólica por los canales de potasio sensibles a ATP'', que facili-
de la glucosa tanto en la glucólisis como en el metabo- tan la expulsión del potasio al exterior celular. Cuan-
lismo oxidativo. Todos estos procesos son indepen- do la proporción ATP/ ADP aumenta en el citoplasma,
dientes de la insulina'·'. el exceso de ATP se une a estos canales de potasio que
se cierran. El aumento de potasio intracelular resultan-
te ocasiona una despolarización de la membrana plas-
mática. La despolarización de la membrana activa los
Ca
canales de calcio dependientes de voltaje que se abren
y permiten que el citoplasma se inunde de Ca'". Este
aumento del calcio citoplasmático pone en marcha la
maquinaria secretora granular.
El canal de potasio sensible al ATP es una proteína
Glucosa
compleja compuesta de ocho subunidades: cuatro, del
Glucocínasa t canal de potasio Kir6,2 y cuatro del receptor de sulfo-
Glucosa 6
fosfato nilureas SUR1, la subunidad a la que se unen las mo-
,j\ATP/ADIº i
léculas de sulfonilureas, que ejercen su conocido efecto
ínsulino-secretor al cerrar estos canales de potasio" ,
ATP
Aproximadamente, la mitad de las diabetes neonatales
ADP 'son consecuencia de mutaciones de la molécula Kir6,2.
Y ocasiona una gama amplia de consecuencias, d<:sde
la diabetes neonatal transitoria, la forma permanente
u la más grave, el síndrom<: DEND. con diabetes y re-
Figura 3. i\coplamicnto entrc cstírnulo dt: traso mental'".
ción de insulina. La secreción normal de insulina muestra un patrón
puls~üil muy complejo. La insulina se segrega en rt·s-
pul:'sta a la glucosa en pulsos y oscilaciones'. Los pul-
Las mitocondrias desempeí1an un p;1p<:I <:sencial en sos de pequeí1a amplitud se producen cada 8 o l O
el acoplamiento entre el estímulo de glucosa v la secre- minutos en individuos normales y se agrupan en oscila-
ción de insulina. El nwtabolismo ele la glucosa median- ciones mucho más amplias qu<: suceden cada hora. En
22 ee• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

los patrones de oscilación intervienen tanto los marca- acumulación de cagas positivas y esta despolarización
pasos de los propios islotes como las influencias de se- es capaz de activar los canales de Ca++ dependientes de
ñales procedentes del entorno 2 • Las manifestaciones voltaje. 3. La mayor parte de los aminoácidos se co-
precoces de alteración de la función de las células 13 sue- transportan con el Na·, así aumentan las cargas posi-
len consistir en retrasos y aplanamientos de las respues- tivas y reducen la polaridad de la membrana de las
tas a la glucosa, irregularidades en los patrones células 13, facilitando la secreción de insulina.
pulsátiles y pérdida del acoplamiento que debe de exis- Los ácidos grasos penetran dentro de las células 13,
tir entre los pulsos de glucemia y los pulsos de secreción donde se metabolizan y proporcionan grupos acilos
de insulina 8 • adicionales, y contribuyen a aumentar el nivel cito-
plasmático de ATP. Su efecto sobre la secreción de in-
EXOCITOSIS DE LOS GRÁNULOS DE SECRECIÓN sulina es potenciar la acción de otros secretagogos,
pero tiene importantes implicaciones en relación con
La despolarización de la membrana activa unos ca- la diabetes tipo 2, como se verá luego.
nales de Ca .. tipo L que a su vez se inactivan por un ex- La membrana de las células 13 está equipada con re-
ceso de Ca++ citoplasmático, lo que establece un eficaz ceptores asociados a la enzima adenilato ciclasa, que
sistema regulador de retroalimentación''. La entrada de produce el mensajero AMPc a partir de ATP. El AMPc
Ca" desencadena el mecanismo de exocitosis de los grá- activa la proteína cinasa A que actúa sobre la maquina-
nulos de secreción y lo hace en menos de 50 ms. Una ria secretora propiamente dicha, es decir, estimulando la
porción de los miles de gránulos secretores que hay en exocitosis de los gránulos ya formados•. Numerosos
una célula 13 están situados en aéreas de liberación in- neurotransmisores y hormonas potencian la secreción
mediata, y muy próximos a los canales de Ca++". de insulina mediante esta vía, como glucagón, GLPly
El transporte de los gránulos se realiza a través de GIP. Estas incretinas permiten un ajuste fino de la secre-
microtúbulos y microfilamentos del citoesqueleto celu- ción postprandial de insulina y constituyen hoy prome-
lar, que están asociados con la estructura de la mem- tedoras armas para la terapéutica de la diabetes 2.
brana plasmática. Una proteína motora, dependiente La secreción de insulina también está sometida al
de ATP, la cinesina, proporciona la fuerza para este control del sistema nervioso autónomo 11 • Durante las
movimiento' 2 • Cuando la membrana del gránulo con- comidas, las descargas parasimpáticas potencian la se-
tacta con la membrana celular se fusionan ambas es- creción de insulina fundamentalmente a través de la li-
tructuras, se disuelven en el punto de contacto y se beración de acetilcolina y también de los neuropéptidos
vacía el contenido al exterior. En este complejo proce- PACAP y VIP, que activan la adenilato-ciclasa. La ace-
so, aún no bien dilucidado, intervienen numerosas mo- tilcolina de la célula 13 estimula la exocitosis activando
léculas como proteína SNARE, granufilina, un receptor colinérgico muscarínico asociado a la pro-
sinaptobrevina, entre otras 12 • La importancia de algu- teína G, que está unida a la fosfolipasa C (PLC). Ésta,
na de estas proteínas en el proceso de secreción de in- actuando sobre los lípidos de la membrana, genera los
sulina se pone de manifiesto alobservar que las toxinas segundos mensajeros inositol 3 fosfato (IP3) y diacilgli-
botulínicas y las toxinas tetánicas inhiben la secreción cerol (DAG), que a través de la poteína cinasa C facili-
de insulina al inactivar a'las proteínas SNARE. tan la actuación del calcio sobre la exocitosis granular 13 •
Cuando disminuye la glucemia entre las comidas, los
MODULACIÓN DE LA SECRECIÓN DE INSULINA nervios simpáticos del islote liberan noradrenalina, que
actúa sobre receptores adrenérgicos a2 y el neuropépti-
Los factores que influyen en la secreción de insulina do galanina. Ambos activan la secreción de glucagón e
se pueden clasificar en tres grupos. Los iniciadores, co- inhiben la secreción de insulina.
mo la glucosa, la arginina o las sulfonilureas; los poten- La insulina es un importante modulador de su pro-
ciadores, como es el caso de las glucoincretinas GLPl y pia secreción. Esta acción autocrina se ejerce a través de
GIP; y los inhibidores, como somatostatina, galanina, los receptores de insulina que están en la membrana de
catecolaminas o CB2-endocannabinoides. Comentare- las células ¡3. La insulina exógena en gran cantidad hi-
mos algunos aspectos de mayor interés práctico. perpolariza la membrana de las células 13 activando los
Algunos aminoácidos ejercen un notable efecto in- canales de potasio, lo que dificulta la secreción de la
sulinosecretor. Los aminoácidos se acumulan rápida- hormona 14 • La insulina también utiliza para su acción
mente en las células 13, donde penetran a través de autocrina diversos mensajeros intracelulares que modu-
varios sistemas de transporte y dentro de ellas tienen lan la biosíntesis y secreción de la hormona.
tres destinos 9 : 1. El metabolismo y generación de inter-
mediarios metabólicos y ATP, como es el caso de la DESENSIBILIZACIÓN DE LAS CÉLULAS 13
leucina. 2. Inducir una despolarización directa de la
membrana como es el caso de la arginina. Este amino- El fenómeno de desensibilización celular es común
ácido se transporta eh forma de catión y ocasiona una en las células eucarioticas y constituye un mecanismo
La secreción de insulina 23

de protecc1on celular. Este fenómeno se corresponde sis de insulina y de arnilina. La hormona se secreta
con un estado de resistencia temporal y reversible que al exterior, la amilina selleposita y ocasiona amiloi-
se origina en respuesta a una exposición prolongada a dosis celular=.
un estímulo. Los mecanismos implicados son: cambios
en los receptores, modulación de la expresión genéti- LA LlPOTOXJCIDAD
ca, alteración de canales iónicos o cambios mitocon-
driales, entre otros··. La exposición crónica a concentraciones elevadas
l .as células 13 poseen mecanismos de: :ícidus grasos, como sucede lºll los estados de in-
exceso de nutrientes \ mantener la \' l'll la diabetes ripo 2~ ucJsioiLl
pero cuando esos excesos sun reircr:1dos
nI;1nrc'n1d1,1."'
l-::;t11c.., fcn<'>nll.'.110'.'J de·
>~1cidJ.d
rcsplll'SLl lllSU

did:1:, ele dicac1:1


L'J1 [,is traL11nic·11tlls

IÍurcas. DíH:rsos esrud1os lnn dernostradu que l)e 1.>··P'-'"-·1;1l irn·l,rL·:-i Cl 1) dt: ]t 1 --
la :1 dusis elevadas de sulfoni- ;_icido:-i graso.~ sobre L'] J.un1t:11l\'i 1_L_' dL'SJ(< 1

lmeas produce una dcsensibilización ah acción de lo;, pLrnre 2 iUCP2)' E:,ra perte!lL'Ce ;1 una forn1
frírm:Kos sobre los canales de potasio dependientes e li<1 de prorcín:1s de,;1coplanrcs :,Huada, e11 h
mdcpcndientes de ;\TP'. me111br:111a de h 111iroco11dri;1 1 que pueden sen·ir de
rut;l de enrrada ;1!tern:1ti\·a de los promnes desdc el ci-
Tibia 1. Princ:i1nlcs hctore;, que influ~·t·n en la actividad ropbsm¿1 al irnerinr 111ituoJ11drial. Cu:rndo los proto
sccr<étoL1 de las cl'lulas f:l nes milizan csr:1 1·í:1 de reingreso :1 h 111itocondria nu
generan :\TP \'su L'llergía se di-,1pa c11 forrn:1 de L:;1lor.
~utricntc..., l·f <>r111(>1l<l "1 gastroi11testi11;.1 Jc-:. La imporr:111c1a de Lis l IC:J'2 en b ;,ccreción de insuli-
+ Clucos<l + (;asrrina na se ha evidenciado en numerosos estudios con pre-
+ Aminoácidos + CCI< paraciones de células insulares aisladas. El aumento de
+ Cetoácidos + GIP
+ Triglicéridos + GLP-1
UCP2 en ellas reduce los niveles de ATP e inhibe la se-
+ Ácidos grasos + Secretina creción de insulina estimulada por la glucosa'. En ra-
+Glicerol tones knockout en los que se crea una deficiencia en el
Hormonas Sistema nervioso autónomo gen de la UCP2 se produce un aumento de los niveles

l

+ H. de crecimiento
- Adrenalina
+ Estímulos colinérgicos
+ Estímulos ¡3 adrcnérgicos
de ATP en las células 13 y se eleva la secreción de insu-
lina8. Estos ratones, cruzados con ratones obesos
1 - Cortisol + VIP ob/ob, dieron una generación de ratones ob/ob sin
+ Clucagón - Estímulos a adrcnérgicos proteína UCP2. En ellos no se redujo la obesidad (el
- Sornarosratina
problema de la leptina persistía), pero si se redujo la
intolerancia a la glucosa'.
Múltiples estudios sugieren que la UCP2 podía estar
GLUCOTOXIClDAD implicada en la inducción de diabetes en sujetos insulí-
norresistentes con obesidad central y el síndrome meta-
La exposición prolongada y reiterada a tasas eleva- bólico. Muchos autores consideran que la UCP2 es una
das de glucosa extracclular ocasiona alteraciones en la diana prometedora para nuevos fármacos en el trata-
función de las células 13 y al cabo del tiempo reducen miento de la diabetes tipo 2 y b insulinorresistencia.
su capacidad secretora de insulina. En cultivos de islo-
tes humanos, la hiperglucemia crónica ocasiona un au-
mento de b apoptosis celular con sobreexpresión de
genes prnapoptóticos, Bad, Bid y Bik, y activación de Numerosos cstudioo han demostrado que una vida
caspasas-. sedentaria, jumo con una ingesta calórica excesiva, la
Un fenómeno que se asocia a una exposición abundancia de a¡JCriti\·os \ golosinas\' los ni\-cles ele\<l-
constante a airas concentraciones de glucosa es el dus persistentes de glucosa y <i.cidos grasos en s:rngrc im-
aumenro del depósito del polipéptido arniloide (ami- ponen una demanda cxc-csi1·a a hs células !). Su
lína). El gen de la arnilina se expresa casi exclusiva- agotamiento puede ser L1 principal crnsa de la diabetes
mente en las células 13 y la proteína es cosccretada tipo 2".
con la insulina. De esta forma, las estimulaciones in- Quien sufre Lis consecuencias del trabajo excesio de
tensas de las células [3 incrernenL111 a la vez la sínte- bs células ¡3 e:, el retículo rndopLís!llk\). Estt' orgánulo,
24 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

entre otras, tiene la función de plegar y ensamblar las creased beta-cell apoptosis in humans with type 2 diabetes.
proteínas destinadas a ser secretadas. Para ello, cuenta Diabetes 2003; 52: 102-10.
con la asistencia de numerosas chaperonas y enzimas es- 4 Cahuana GM, Tejedo JR, Hmadcha A, Ramírez R, Cues-
pecializadas. Cualquier perturbación de su función pue- ta AL, Soria B, Martín F, Bedoya FJ. Nitric oxide medi-
de ocasionar graves alteraciones de la actividad celular, ates the survival action of IGF-1 and insulin in pancreatic
como la diabetes 15 • beta cells. Cell Signa! 2008; 20:301-10.
Cuando se compromete la capacidad de plegamien- 5 Ohneda K, Ee H, German M. Regulation of insulin gene
to de proteínas o se produce una sobrecarga de polipép- transcription, Semin Cell Dev Biol 2000; 11: 227-33.
tidos recién sintetizados se acumulan las proteínas no 6 Stumvoll M, Goldstein BJ, van Haeften TW. Type 2 di-
plegadas o mal plegadas y ello ocasiona el llamado es- abetes: principies of pathogenesis and therapy. Lancet
trés del retículo endoplásmico 16 • En estas circunstancias 2005; 365: 1333-46
se activan tres vías diferentes para solventar el atasco, 7 Maechler P, Wollheim CB. Mitochondrial function in nor-
cada una con una proteína diferente: PERK, IREl y mal and diabetic beta-cells. Nature 2001; 414:807-!2.
ATF6 15 • El resultado es que estas proteínas pueden lle- 8 Bell GI, Polonsky KS.Diabetes mellitus and genetically
programmed defects in beta-ce!! function. Narnre 2001;
gar a resolver el estrés porque inhiben la síntesis de pro-
414:788-91.
teínas, aumentan la capacidad de plegamiento y
9 McClenaghan NH. Physiological regulation of the pan-
destruyen las proteínas mal plegadas.
creatic (beta)-cell: functional insights for understanding
Pero la capacidad de estos sistemas anti estrés puede
and therapy of diabetes. Exp Physiol 2007; 92:481-96.
no ser suficiente para resolver la situación cuando las
10 Koster JC, Remedí MS, Dao C, Nichols CG. ATP and
celulas 13 están sometidas a tasas de secreción elevadas
s1ilfn11ylurea sensitivity of mutant ATP se11:;Ílive K+
y constantes. En es las condiciones, la biosíntesis de channels in neonatal diaLeLes: implicarions for ph<'mrn1-
preproinsulina y su acompañante amilina w11 excesi- cogenomic therapy. Diabetes 2005; 54:2645-54.
vas para la capacidad del retículo rndoplásmicn 15 • Uu 11 Rorsman P, Eliasson L, Renstrom E, Gromada J, Barg S,
ambiente hiperglucémico e hiperlipémico pueden des- Gopel S. The Cell Physiology of Biphasic Insulin Secretion.
encadenar este estrés del retículo endoplásmico y más News Physiol Sci 2000; 15:72-7.
si se dan conjuntamente. El estrés del retículo endo- 12 Gomi H, Mizutani S, Kasai K, ltohara S, Izumi T.
plásmico ocasiona apoptosis de las células 13. En la ac- Granuphilin molecularly docks insulin granules to the
tualidad se están realizando diversas investigaciones fusion machinery. J Cell Biol 2005; 171:99-109.
sobre fármacos que actúen sobre las proteínas que re- 13 Ahrén B. Autonomic regulation of islet hormone secre-
suelven este atasco y así proteger a las células 13 de es- tion - implications for health and disease. Diabetologia
te agotamiento. 2000; 43:393-410.
14 Khan FA, Goforth PB, Zhang M, Satin LS. Insulin acti-
vares ATP-sensitive K( +) channels in pancreatic beta-cells
REFERENCIAS through a phosphatidylinositol 3-kinase-dependent path-
way. Diabetes 2001; 50:2192-98.
Langin D. Diabetes, insulin secretion, and the pancreatic 15 Ortsater H, Sjoholm A. A busy cell-endoplasmic retic-
beta-cell mitochondrion. N Engl J Med, 2001; ulum stress in the pancreatic beta-ce!!. Mol Cell En-
345:1772-4. docrino!. 2007; 277:1-5.
2 Marchetti P, Dotta F, Lauro D, Purrello F. An overview 16 Joe MK, Lee HJ, Suh YH, Han KL, Lim JH, Song J, Seong
of pancreatic beta-cell defects in human type 2 diabetes: JK, Jung MH. Crucial roles of neuronatin in insulin secre-
implications for treatment. Regul Pept 2008; 146:4-11. tion, and high glucose-induced apoptosis in pancreatic be-
3 Butler AE, Janson J, Bonner-Weir S. Beta-cell deficit and in- ta-cells. [My paper] Cell Signa! 2008; 20: 907-15.
prco;e11c1a de cc,rn secuencia tiene c·sc1sa
L1 t1ni(í11 de h i11st1lina ,ti receptor. pern da
L1 instilina, ,11 1,c;t1;1l que Lis dem,ís h()rIJlOil,h, prn:1 ilL1\ or afi11iLbd de los factores lk uecimicnro sirn1b-
s,1 de un recq-iror c·elular ,Ji qul' u11ir'x I''1n qtw puccLrn 1-l'S '1 la inst1lina ilCF) ,¡ la isoform:1 .\
ponerse en march,1 sus acuonc·s hi(1kJgic1s. LI 1-ccq1t(ff L1 cxprcsJ(-Jll del gen del receptor de iw,ul111a l'oLÍ
de la insulina se sinu en L1 supcrticil· celuLir de u1cLis las rcgulalh por Li act1\1dad mctaholica de Li célub \ p()r
c(·luJas ljllt' SOll diana ruL1 l'Sl'l horJll<Jll'L lo l]Uc' h,1c'l' el esi,1do de d1fere11ci,1ci('m celular c11ire otros. ·1olLní:1
que esté muy extendido por todos los tejidos del cuer- se desconocen algunos de los mecanismos 1mpl icados,
po. Se trata de una glucoproteína con un peso molecu- pero sí se sabe que hay diferentes promotores de la
lar de unos 400 kDa que constituye lo que conocemos trascripción del gen. Diferentes hormonas y la propia
como una estructura trasmembrana, con una parte fue- insulina podrían estar detrás de esta promoción, pero
ra de la célula, una parte incluida en la estructura de la los glucocortícoides son los promotores de trascrip-
membrana y otra parte dentro de la célula. Estructural- ción mejor conocidos''.
mente (Figura 1 ), está constituido por 2 cadenas o subu-
nidades a que se encuentra en el territorio extracelular BIOSÍNTESIS Y RECICLAJE DEL RECEPTOR DE
y están unidas por puentes disulfuro entre sí y con las lNSUUNA
cadenas o subunidades ¡3. Las subunidades a represen-
tan el dominio de unión a la insulina. Por su parte, las El polipéptido inicial, predecesor del receptor de in-
subunidades Bmantienen una pequeña porción extrace- sulina, es una molécula de unos 160 kDa en la que b
lular por la que se unen a las su bunidades u. respectivas, parte correspondiente a la subunidad a se sitúa en el ex-
siendo el resto trasmembrana y, sobre todo, intracelular. tremo NI-I2 y la correspondiente a la subunidad 13 en el
constituyendo lo que conocernos como dominio de la ti- extremo COOH. En sucesivos pasos, la molécula va
rosina cinasa, cuya activación es esencial p~ira la puesn madurando v tras diferentes glucaciones aumenta basta
en marcha de la acciCrn insulínica l 90-210 kDa; además, sus diferentes porciones van es-
pecialióndose en las di versas futuras acciones, así apa-
EL DEL rt'ce el dominio de la tirosina cinasa o la presencia, o 1w.
de la secuencia del exón 11 entre otras. Para terrnin,ir
El receptor de insulina esta codificado por un gen este complejo proceso, el pro-receptor cambio:,
específico que se sitúa en el cromosoma J 9q. cerc1 del que incluyen nuevas glucacíones, la aparición de puen·
gen de las lipoproteínas de baja densidad. E11 su es· res disulfuru y por último, la formación del compuesto
tructura existen 22 e;-;ones, pero el cxó11 1 1 presenta la hcterotetramérico íhgurJ 1 ), rras b cual se iniciar,1 su
particularidad de poder expresar 2 isoforrnas, una de- migración v fijación a la membrana celular' '.
nominada isoform~1 ,-\ exón l 1 \' otra isoforma B En ausencia de insulina, el receptor adopL1 u11,1
exón 11 (+).Estas 2 distintas formas de ARNrn codi· configuración de inactividad en la que están implica-
fican sendas subunidades o., que difieren enrre sí en la das las subunidades ex, pero, tras el reconocimiento '
secuencia terminal de aminoácidos 7 l 7-72 9 presentes anclaje de la insulina, se produce una reagrupaciún de
en la subunidad u tipo BY 'rnsentes en h tipo 1\. La las subunicbdes ¡3 v la activación del receptor'.
26 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

vez la sensibilidad del receptor, mientras que en situa-


Región extracelular
ciones de hiperinsulinismo, la insulina sólo se une a un
sitio al entrar en competencia varias moléculas, lo que
Subunidades a
Dominio para hace que disminuya de esta forma la afinidad para la
la unión de
insulina
unión y el efecto de la insulina (Figura 2) 1•2 •
'-5-S- -S-S-

Alternativo exón 11 -

L Dominio transmembrana Membrana


1

Subunidades f>
Dominio de la
tirosína cínasa

_,/

Región íntratracelular
'----------------- __________ ___;

Figura 1. Esquema del receptor de insulina.

Al igual que ocurre con otras proteínas de la mem-


brana celular, el receptor de insulina está en continuo
reciclaje y, tras una vida media de 7 a 12 horas, se pro- Figura 2. Sirios de unión de la insulina a las subunidades alfa.
duce un proceso de endocitosis para una vez en el ci-
toplasma ser degradado por los lisosomas. En este
mecanismo de endocitosis se requiere una cooperación No obstante, aunque el efecto de la insulina es el
entre el receptor activo y los componentes del sistema mismo, diferentes situaciones fisiológicas o patológi-
endocítico. Es importante el buen funcionamiento de cas (enfermedades) lo modifican'.
la región yuxtamembrana. Tampoco todas las células Por su parte, la molécula de insulina también tiene
internalizan el complejo de igual forma; en algunas no 2 superficies de unión, la tipo 1, o superficie clásica de
es necesaria la integridad del sistema yuxtamembrana unión, y la tipo 23, lo que explica que pueda interac-
o los fenómenos de autofosforilación. cionar con más de un sitio en el receptor.
"In vitro" se ha observado que si al medio de cul- Como se consideró anteriormente, cuando el recep-
tivo celular se le añade insulina disminuye en gran me- tor se encuentra desocupado, por falta de unión de la
dida la concentración de receptores, es lo que se insulina a las subunidades o., la actividad de la tirosi-
conoce como "clown regulation'', situación que tiene na cinasa se encuentra inhibida, pero tras la unión de
importancia en clínica, tanto en los estados de resisten- la insulina al receptor, se produce la activación funcio-
cia a la insulina e hiperinsulinismo como en el hiperin- nal de ésta. En la subunidad j3 encontramos diferentes
sulinismo que se genera con el tratamiento insulínico dominios unos que unen a ATP y otros como el yuxta-
del diabético 5 • Otros mecanismos, como la existencia membrana, el de la cinasa o el C-terminal en los que
de anticuerpos anti-receptor 6 simulan la situación an- ocurre un importante proceso de autofosforilación que
terior. a su vez multiplica la acción de la cinasa varias veces.
Al receptor de insulina también se unen IGF-1 e Es fácil entender que las alteraciones de la expresión
IGF-2 pero con una mínima afinidad que se puede cal- del gen del receptor, unión de la insulina, de la autofos-
cular en 100 a 1.000 veces menos que con la insulina. forilación o disminución de la actividad de la cinasa se
Sin embargo, la isoforma A del receptor tiene una gran manifiesten en clínica como un estado de resistencia a la
afinidad por IGF-2 lo que hace que hace durante la vi- acción insulínica, como ocurre en el síndrome de resis-
da fetal y la época de desarrollo se promueva el creci- tencia a la insulina tipo A, leprechaunismo, Rabson-
miento7. Mendenhall o diabetes lipoatrófica 8· ".

UNIÓN DE LA INSULINA AL RECEPTOR. ACTI- LA ACCIÓN INSULÍNICA POSRECEPTOR


VACIÓN DEL COMPLEJO
Tras la autofosforilación del receptor y para conse-
La insulina se une al receptor a través de 4 sitios si- guir las pleiotrópicas acciones de la insulina se necesi-
tuados en las subunidades o.. De forma característica, ta la puesta en marcha de nuevas fosforilaciones,
bajas concentraciones de insulina permiten que ésta se ahora ya en territorio intracelular, de diversas proteínas
una al receptor en 2 sitios diferentes aumentando a la celulares como: a) 4 "insulin receptor substrate pro-
El receptor de insuiina. Mecanismos de acción posreccptor e• 27

reins": IRS-1,lRS-2, IRS-3 e IRS-4. b) 3 isoformas de La vía de la MAP-cinasa llegará hasta el núcleo ce-
"Src-homology-collagen proteins" (SHC) de 46 kDa, lular para fosforilar factores de trascripción que, ac-
52 kDa y 66 kDa. c) 5 "downstream of kinasa" DOK tuando sobre el ADN, promueven cambios en la
1-5. d) familia de "signa! regulated protein" SlRP. e) actividad mitogénica y de promoción del crecimiento
Gab-1 (grovvrh factor associated binder-1 ). f) comple- propios de la insulina. Por otro lado, la vía MAP-cina-
jo CAP/c-Chl. g) "adaprer protein with pleckstrim ho- sa también activa potencialmente a la glucógeno-sinte-
mology (PH) ancl src hornology domains'' APS. hi tasa a través de la fosforilación inducida por p9(Y''' vía
transducer and actÍ\'ator of transcription 5g·· J asociada a de esu rna-
STAf-55, entre otras' íll:'LL inreraccior1;-i C(!11 h \·fa metabólica de b insulrna .
!.os sustratos del rc:ccptrir se tener
· \' fu

t ¡()"'dL· unL1,_:l\.)1l de ripn :-,lc·ri!l:l


Los '-JUStr<tt{)S n1cíi..; p~1ra L1 :,c113liz;1ci(,ffl
de insuli1u son ios consriruvc:rnes ck h lamiiia llZS.
IJZS-1 e IRS-2 se L'xprc:s,111 en músculo. ;rnme11ro ck ;1cti\idad e;11;dítica ck pl 10. hu <Kll\a·
tl:jido <1diposu, e islotes pancre;1ticos, con difc- ción de Pl · )-cinas;1 · , ;i tra \l'S de una scTÍe de pa-
rt'ntl:s concentraciones en los respecri\"(JS tejidos v se- sos, b traslocación de c;r_ur 4 <1 la membrana
qué condiciones. JRS-.j lo hace en hígado, tejido pbsm5tiu Y ci correspondicnrc ;w111u1to de L·aptacicín
adiposo \" fibrnbbsros, rnirntras que IRS-4 se encucn· ck glucos;l. E:-;istc'n diferente~ isoforrnas de p8S, pcrn
tra en cerebro. rimo \" ri11(rn emhrio11;1rio. La ablación p8Su. es b m;Ís ;ihu11danrc e importante'''.
ge11é'tic1. en ani111,1lcs de bhorcirorio, de los diferentes 1 ;1 acm idad ele h Pl-.i-rn1:1sa c'S la de fosforilar el
tipos de IRS, da lug;u a ;1Jrcraciones del crecimiento\ inosirol ele la memhr;111;1 CL'luLir p;1rc1 tr;rnsforrn;irlo l'll
a una alteración variable del metabolismo de Li gluco- t()sfondil-inos1roi L'n difrrc11tl''> p;1sos hi()quírnicos, cu-
sa que incluye alteraciones trófiG1s en el islote pancre- yos productos terminales varían según el punto de fos-
ático. También se sabe en la actualidad que frente a forilación. Independientemente, la fosfolipasa C
elementos promotores de la acción de IRS existen ele- participa en la formación de 3'inositol fosfato, pudien-
mentos inhibidores de la misma. La adiponectina, do ser activada directamente por insulina de forma in-
adipocina clásicamente reconocida como insulinsensi- dependiente de IRS. Además, independientemente de
bilizadora, ejerce un efecto estimulador de la señal de la puesta en marcha del transporte de glucosa, la acti-
insulina a través de promover la acción de IRS-1, inhi- vación de PI-3-kinasa produce otras acciones metabó-
biendo, entre otras acciones y al igual que la rapami- licas de la insulina, así corno la regulación y
cina, la P70 S6-cinasa de marcado efecto negativo transcripción de genes"· 10 • En su acción. Pl-3-cinasa ac-
sobre IRS- l "· 11 • tiva otras cinasas y sus correspondientes mecanismos
Por otro lado, la fosforilación de las proteínas de acción; estas nuevas vías de acción insulínica son:
SHC, de las que todas sus isoformas (46, 52 y 66 kDa) proteín-kinasa B (Akt) o (Akt/PKB), atípicas isoformas
contienen un dominio amino-terminal PTB, una re- de PKC (tJ;:.) y kinasas dependientes de fosfoinosítido
gión central con homología a la cadena o.-1 del colá- (PDK-l y PDK-2)".
geno y un dominio carboxiterminal SH-2, da lugar a Respecto a Akt/PKB. se han descrito .3 isoformas
una interacción con las proteínas con dominio SH-2 y con diferente actividad y ubicación. La Akt/PKB parti-
Grb2, las cuales activan la vía mirogénica de cipa en el transporte de glucosa a través de un persis-
Ras/I\1AP-cinasa. SH-2 incluve proteínas con activi- tente estímulo de traslocación de crur 4 a la
dad enzimática tales corno Pl-3-cinasa, Fyn tirosina ci- membrana celular. otras acciones del ull11plejo
nasa, Csk tirosina cinasa y otras. SH-3 es otro Akt/PKB son L1 activaci<m de la smretasa ci-
dominio que también interviene en la se11;1lización de nasa-.3 v h ::;ímcsis protei(a, b
insulina. Grb2 es una pequci1a proteína con dominios e;.;presión de genes, la lipogénesis oh vasodilatación a
SI--l-2 \" SI-!3 que se unen a IRS-1 a través de SH-2 Y a tr;wés de la NO sintet;1sa.
SOS a través de SH-3. Todo ello conduce a la acti\·a- La Fi[!.ura 3 recoge una simplificación
ción del complejo Ras \" de la vía mirogénica :\lAP-ci- de los mecanismos posrect:pror.
nasa y por otro lado a la activación de la vía
metabólica de la PI-.3-kinasa'' '. El complejo Ras es Cl UT .+
pues un paso intermedio entre la activación de Grb2.
mediada por SOS, v la activación rnitogénica de ;vlAP- Un rncc111ismo de gr;111 importancia en el nwraho-
c1nasa. lismo de h gluco:;;1 \. L'n los m1.'c111ismos posreceptor
28 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Receptor activado

t
l IRSs: family on insulin receptor substrate pro-
teins; grb2: Growth factor receptor bound 2;

' V
.
T
/ ~'
'
y

~
GS) + - - - - - ~y----
Shc: Src- homology-collagen proteins; SOS:
mamalian homologue of the Drosophila son-
of-sevenless protein; Ras : rat sarcome pro-
tein; MAP kinase: mitogen-activating protein
kinase; PPG-1: glycogen-associated protein
\_______, phosphatase 1; pi: phosphatidyl-inositol: Pl-3-
kinasa: phosphatidyl-inositol kinase; PKC:

1 protein kinase C; PDK:phosphoinositide de-


pendent kinase; PKB:protein kinase B; G:

'
EFECTOS METABÓLICOº EFECTOS MITOGÉNICOS
glycogen sintetase. GLUT: glucose transpor-
te protein. j
Figura 3. Simplificación de algunos mecanismos de acción posreceptor.

de insulina, lo r.:unstituyc la acción del GLUT ·1, prin- Como se ha con11::utad11a11Lt~~,1:11 situación de insu-
cipal responsable de la captación y entrada de glu1..11s<i liru1-<lt·fü:iencia, el GLUT 4 se internaliza por un com-
a la célula, en especial, a la muscular y adiposa, tras el plejo proceso de endocitosis que dura 2-3 minutos y se
estímulo de la insulina. almacena en el citoplasma por un proceso no perfecta-
GLUT 4 pertenece a una familia de transportado- mente conocido, pero que puede incluir la zona de in-
res de la que se han descrito 13 genes que expresan terconexión del aparato de Golgi, vesículas recicladas
moléculas diferentes. De todas ellas, GLUT 4 es la me- endosomales y diversas organelas túbulo-vesiculares''
jor conocida y, segun los datos actuales, la más impor- (Figura 4). También hay que contemplar en este proce-
tante, pues representa el 90% de los transportadores so la acción de la amino-peptidasa regulada por insu-
de glucosa en el adipocito y el 75% de los transporta- lina (IRAP), proteína que se co-localiza con GLUT 4
dores que se encuentran en la membrana plasmática (Figura 5). Esta proteína interviene en el procesamien-
tras el estímulo con insulina 12 • También GLUT 1 seco- to de diferentes péptidos como vasopresina, oxitocina,
noce bien, pero la mayoría de los otros GLUT están metencefalina, bradicininas, etc. Respecto a su acción
todavía mal caracterizados. En la célula no estimulada con GLUT se sabe que cuando se procede a la anula-
por la insulina, GLUT 4 se retira rápidamente de la ción genética de la proteína, disminuyen los niveles de
membrana plasmática para sufrir un reciclaje lento GLUT 4 en músculo esquelético, corazón y tejido adi-
con el fin de mantener una reserva intracelular que le poso; no obstante, dicha disminución no conlleva un
permita actuar ante el estímulo insulínico. Éste alma- empeoramiento en la homeostasis de la glucosa u· 14 •
cenamiento se realiza en vesículas. Por el contrario, En los últimos años se ha avanzado en el conoci-
tras la acción insulínica se produce la translocación de miento de la fusión de la vesícula-GLUT 4 y la mem-
los GLUT 4 a la membrana plasmática en un co~ple­ brana plasmática. En la actualidad se ha comprobado
jo proceso en el que intervienen diferentes moléculas. que la subclase IA PI-3- cinasa precisa la cooperación
Mientras persiste la acción insulínica, el GLUT 4 se específica de la insulina para lograr la fusión de vesí-
mantiene en la membrana plasmática no sólo porque culas de GLUT 4 con la membrana plasmática. Pero
aumenta la actividad de exocitosis celular sino porque, este mecanismo es complejo. Para ello es necesario que
al mismo tiempo, se inhibe la endocitosis, resultando la vesícula-GLUT 4 contenga la molécula que va a ac-
un incremento en la actividad transportadora de 10 a tuar de ligando, la "v-snare" VAMP-2, que va a ser la
20 veces 13 • 14 • Tras la acción de la insulina, el pico de que se une al complejo SNARE formado por sintaxina
GLUT 4 se observa a los 10-15 minutos y los pasos 4 y SNAP-23 que se encuentran en la membrana plas-
bioquímicos que se siguen (ya conocidos) son: fosfo- mática. Para que se produzca este acercamiento y se
rilación del sustrato de receptor de insulina tipo 1, contacte en el punto preciso es necesaria la coopera-
activación de la PI-3-cinasa, PKC y Akt/PKB. Tam- ción de Exo70 13 • Otras muchas proteínas, entre las que
bién se produce un remodelado de actina, de forma se encuentran Munc l8-c 1-'· 16 , Synip o Tomosyn, modu-
que se constituya una señalización que conduzca a lan estos pasos; su acción sería unirse a sintaxina 4 e
las vesículas a su fusión con la membrana plasmática inhibir la unión de la vesícula con la membrana plasmá-
(figura 4). tica en estado basal, pero ante la acción insulínica
El receptor de insulina. Mecanismos de acción posreceptor ·.. 29

síntesis proteica, de la síntesis de glucógeno, de la ac-


tividad antilipolítica o de la antiapoprosis, entre otras,
pero que también su acción sobre la expresión y tras-
cripción genética tiene gran importancia en la acción
de esta hormona, que podríamos considerar universal,
porque todas las células quedan bajo su influencia.
,-\sí, cuando la insulina establece una buena relación
con su receptor \·a a estimular el transpone de gluco-
en 1· tejido adiposo, L'Stimu

en t'l hígado :
Li .d

\1i (

¡ ¡

Aunque el estudio de eso altcr;ici(rn


mjs a otros capítulos es importante que citemos aquí
que todos y cada unos de los mecrnismos que hemos
estudiado anteriormente pueden participar en la resis-
tencia insulínica o lo que es igual, que b resistencia ~1
h inc,ulina obcdcL·c a diferentes mecanismos que pue-
den ubicarse cclularrnente tanto a nivel del receptor
como en lt)S múltiples rnecarnsmos posreceptor.
De todos ellos es evidente que las alteraciones de
GLUT 4 serían las que tendrían una mayor repercu-
sión clínica, al interferir con la entrada de glucosa a
la célula a través de este importante mecanismo fisio-
lógico, especialmente, en el músculo y en el tejido
adiposo.

CONCLUSIONES
Figura 5. Detalle símplificado del mecanísrno de fusión de
GLUT 4 a la membrana plasmática. La insulina es la hormona con mayor poder anabó-
lico de nuestro organismo. Para ejercer su efecto pleio-
trópico, necesita que las células le ofrezcan un receptor
ocurre lo contrario, se inhibe la acción de estas prote-
al que unirse. Este receptor es una proteína trasmem-
ínas y se promueve el proceso de fusión (Figura 5).
brana compuesta de 2 subunidades et. que son las que
80K-H es otra proteína cuyo in ter' s ha aumentado re-
se unen a la insulina y 2 subunidades 13 en donde se
cientemente, aunque se describió en 1989; esta proteína
produce la activación tirosina cinasa y la autofosfori··
participa en la translocación de GLUT 4 ;1 través de su
!ación de sus residuos tirosínicos, a la que siguen una
interacción con PKCz y con VASAP-60, otra proteína
serie de fosforilizaciones ya en el espacio citoplásmico
que interviene en la regulación de 1~1 llegada de la vesí- de nue\'as proteínas que ponen en marcha seüalcs tan-
cula-GLUT 4'-. 80K-H se asocia a Muncl8. El meca- to para alcanzar las acciones metabólicas corno miro-
nismo más sencillo para explicar b acción de 80K-h es génicas de la insulina.
que promueve la pérdida de la unión de Jvl unc-18 so- La diabetes mellitus es, junto con b obesidad, el
bre sinraxina 4, permitiendo así su unión a VAMP-2. trastorno metabólico más frecuente en el mundo y sus
Hemos repasado someramente hasta aquí los me- estimaciones para ai1os venideros son tremendamente
canismos más importantes de entrada de glucosa a la alarmantes. Tan sólo un 5 a 10% de los diabéticos, los
célula a través de GLUT 4 \. algunos de los mecanis- denominados tipo 1, presentan una prádicamente nu-
mos que inhiben este proceso, pero esto sería una par- la producción de insulina en su comienzo. El resto, en
te de la acción metabólica de la insulina. Recordemos lo que conocemos como diabetes mellitus tipo 2, pre-
que a partir de Akt/PI<B se ponen en marcha diferen- senta una alteración molecular múltiple en la que b
tes vías metabólicas que conducen a un aumento de la disfunción de las \·ías metabólicas, que se han repasado
30 • 00 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

someramente en este capítulo, ocupan un papel pre- 9 Garvey WT. Mechanisms of insulin signa! transduction.
ponderante. Su conocimiento puede ser la puerta de En: De Fronzo RA, Ferranini E, Keen H, Zimmet P. In-
nuevos fármacos en la lucha contra la diabetes. ternacional Textbook of diabetes mellitus (third edition).
John Wiley & Son, 2004:227-52.
10 Flati V, Pasini E, D' Antona G, Speca S, Toniato E, Mar-
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El rC-rrni110 di,ihercs nwllirus ID,\! i 'ksign;1 u11;1 ,.,,. pir~1ron~1) y l'\'olu~'J(,)n rLthlv~ incluid~1 L1 i·l'lllhH

kL-ción hctcrogé'n,:;1 de síndromes hipcrglucérníu1s orí C'>j'(lllLÍlll',1 rn;Í' () !ll('lil" du1-1hkLL


gin«d()s por un foil() de L1 secrL'Cíc'rn d,, í11suli1u por b
cC,luh [i \lo resiste1KÍJ de los rejídm dí;111a i1rn'1scul().
híg;1do. tejido ;1díposo) ;1 las ;1ccíoncs de ;1quclLi hor-
mona. La D ]'vl ripo 1, una de las formas clínico-etioló- La D i\l l A se con~1dcra como ··un tr.bturnu ,rn
gicas clásicas de la DM, es a su vez muy heterogénea roinmune progresivo. cn'mico mediado por linfoci-
en su historia natural y clínica. La American Diabetes tos T autorreactivos, en individuos predispuestos
Association (ADA 2008) ha propuesto resumir la cla- genéticamente, que al sufrir "agresiones" muchas ve-
sificación etiológica de la DM1 en dos varianres: 1) ces no identificables o definidas, experimentan una
DM tipo A representativa de la forma mediada por un destrucción selectiva de la célula B "marcada'' por la
mecanismo autoinmune lesivo-destructivo de la célula presencia de diversos auto-anticuerpos (ICA, GAD,
B pancreática y 2) DM 1 tipo B, en la que dicha lesión IA-2, IA-A y otros).
no es mediada por vía de autoagresión inmunológica y Por tanto, la genética y los factores ambientales se
permanece, en la inmensa mayoría de los casos, como imbrican de forma muy compleja en la patogénesis de
ele etiología incierta o "idiopática". Asimismo, la ADA la DM1 tipo A.
propone considerar además varias asociaciones de La predisposición a la DM l A es, en la inmensa
D iVl tipo l con otras enfermedades, endocrinas o no. m;i yorí11 de los casos, poligénica u oligogénica, como
de establecida base patogénica autoinmune como: hi- ha demostrado una larga e intensa investigación ele
pcrtiroidismo-Based(nv, addison, ccliaquia, anemia muchos ai1os en pacientes y familiares de los más di-
perniciosa, vítí!igo y otras en diversas presentaciones versos grupos étnicos.
familiares o espoddicas. Lus argurncntos a Lwor de una herencia o
Numerosas obsen·acioncs clínicas y estudios siste- posición a la D\11 A pueden rec;umirse así:
matizados han demostrado que la DM l tipo A clási- ;1! Agru imporLrntc familiar, d)Jl un ricsg<J
ca, sea en nii1os o de comienzo tardío en adultos o en de D\i l A en hermanos ele un pro
individuos de edad superior a los 65 a11os (LADA o b- v, ,:n un hijo, de 6'\, en compara--
tent a\ltoinmllne diabetes of the adult), puede coexis- ción con un 4 ')., en la poblaci<:ln general.
tir en un mismo indi\·iduo con la f);V\2 "cLísica" con h) La ,--oncordancia par;1 padecer D!\-l tipo l A en
lo que la deficiencia en b insulinosecreció11 \ la resis- rnonozígótícos (:'vlZJ es manir que l'lí
tencia a b insulina se detectan simultáneamente. Y por los que so11 dí;_ígoricos ¡1)7) pero no supera L'l
fin, ciertos autores japoneses han lla111;1do b atenció11 50':;, de probabilidades con \aríacioncs cstÍ111;1-
de los clínicos sobre un subtipo de D!\-1 l tipo r\ con das entre el 30-70'}~ según ca,L1 estudio, tn:nte
fulminante destrucción de las células fl, presentación a a un 6'/o en DZ.
cualquier edad, clínícrnwnte muy agrcsi\·a seguida de c) Detección d<: árboles genealógicos con múltiples
hiperglllcernia ! cernacidosis sin péptido C circulante 111divic!uos ;1fecudo,; por D.\l rípu l.
32 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

d) Observación epidemiológica comparada de la cesados por células de las estirpes macrófago-monocito.


incidencia de este tipo de DM entre grupos étni- De ahí el papel esencial de las moléculas clase II en la
cos de diferente composición genética y aque- respuesta inmune a bacterias y otros antígenos com-
llos otros que con herencia más o menos común plejos. La formación de complejos péptido-molecula
residen en ámbitos geográficos diversos en sus HLA y su exposición en la superficie de las células pre-
características físicas, culturales, nutricionales, sentadoras del antígeno puede activar a subpoblacio-
socioeconómicas. Y en este sentido: nes de linfocitos TCD4+ (cooperadores) llamados Thl
e) La prevalencia general de la DMlA, más fre- o Th2 (reguladores) según la predisposición del indivi-
cuente en niños y adolescentes, es de 0,25-0,40%, duo asociada al sistema HLA clase II.
con variaciones según distintos grupos étnicos. Otros genes relevantes son los denominados DOA,
La incidencia ajustada por edad y sexo presen- DMA, DMB que regulan (localizados en los comparti-
ta diferencias más acusadas aun, con cifras muy mentos endosomal/lisosomal) el procesado de las molé-
bajas en China, Perú y Venezuela no superiores culas HLAII. Y además importan otros genes
a 0,11100.000 habitantes/año pero de designados TAPl y TAP2 que codifican los péptidos
60/100.000/año en Finlandia o Cerdeña. Asi- transportadores responsables del procesado de aquellos
mismo, determinados grupos étnicos, como los péptidos ya unidos a las moléculas HLAII. Los produc-
de países antes definidos (Perú, Venezuela), pa- tos de esos genes TAP1 y TAP2 transportan dichos pép-
recen "protegidos" mientras otros (Finlandeses) tidos al retículo endoplásmico, se ligan a las moléculas
son más susceptibles. Además incluso en Crnca- HLA clase II y juntos son transportados a traves del
soides de Europa es observable un gradiente de aparato de Golgi a la superficie celular para su presen-
ri.rnyor a menor incidencia (por ejemplo, Finlan- tación a las pertinentes subpoblaciones de células.
dia a España o Grecia o Malta), de DMl tipo A Por otra parte, la región central de clase III está in-
con alguna excepción (por ejemplo, Cerdeña). tegrada por numerosos genes como los de properdina,
f) Modelos animales con DM autoinmune espon- complemento (C2,C4), proteínas del shock térmico,
tánea susceptible de análisis genético. Ejemplos TNFa, 21-hidroxilasa, glioxilasa y otros. Por fin, la
típicos son: la rata BB (de Bioinbreding) y el ra- región telomérica corresponde a los genes de clase I
tón NOD (non obese diabetic). que codifican los péptidos de la cadena a que forma
dímero con la ~ 2-microglobulina sintetizada en el cro-
GENES HLA Y DM TIPO 1 mosoma 15. Los loci de esta región de clase I llamados
A, B y C constituyen los clásicos antígenos de trasplan-
"La región HLA (sistema mayor de histocompati- te y si bien no está descartada su contribución en lapa-
bilidad) es un acúmulo de genes localizados en el com- togénesis autoinmune de la DM tipo 1, su potencial
plejo mayor de histocompatibilidades en el cromosoma patogénico parece menor que el ya establecido para la
6p21,3, con 4 millones de bases, lo que representa el moléculas de clase II.
0,1 % del genoma humano. Contiene más de 100 genes
caracterizados por un elevado grado de polimorfismo. ASOCIACIONES DE GENES HLA Y DM TIPO 1 A
La asociación entre HLA y DMlA se estableció hace
más de 30 años y muy específicamente con moléculas de La asociación entre DM tipo 1 y sistema HLA se
los loci DR y DQ, particularmente. Recientemente, en describió en 1973 por]. Nerup (Dinamarca),]. Cad-
estudios de rastreo geonómico extenso (wide genome worth (Reino Unido) y después por otros en la década
screening) se ha confirmado inequívocamente que la re- de los sesenta utilizando métodos serológicos y de es-
gión HLA incluye los loci que más contribuyen (45- timulación linfocitaria "in vitro". Originalmente, se
55%) a la predisposición genética a DMlA. propuso una asociación preferente con antígenos de
En este sistema, en sentido centrómero-telómero clase I pronto descartada al comprobar que los pro-
existen tres regiones que codifican las moléculas de puestos (B8, Bl5) realmente se expresaban por des-
clase II, de clase III y de clase I. La región centroméri- equilibrio de ligamiento con los de clase II DR, DR3 y
ca de clase II contiene los genes A y B que codifican las DR4, respectivamente. Numerosos estudios en grupos
cadenas alfa y beta que constituyen la estructura (he- étnicos diversos; y, sobre todo, en Caucasoides, mos-
terodímero) de las moléculas de esta clase en los loci traron que el 90-95% de los pací-entes con diabetes ti-
HLADR, DQA y DQB. Los loci DR y DQ tienen una po 1 son portadores de antígenos DR3 o DR4 o
especial significación en la etiopatogenia de las enfer- ambos, cuyo estado heterozigoto confiere mayor sus-
medades autoinmunes y, específicamente, en la DM ti- ceptibilidad que la simple posesión (DR3/X,DR4/X)
po 1. Cada uno de esos loci contiene, además, un de algunos de aquéllos. En contraste, la frecuencia de
considerable número de alelos o formas alternativas de dichos antígenos en la población no diabética no supe-
cada gen. Dichas moléculas participan en el proceso de ra el 45-55%. En la década de los ohenta la incorpo-
presentación de antígenos previamente captados y pro- ración de los métodos propios de la Biología Molecular
de la diabetes mellitus tipo 1

confirmó la importancia del locus R pero también de últimos tienden a tener un comienzo más precoz, sig-
los genes DQ, sobre todo, de alelos implicados en la nos más agresivos de autoinmunidad (autoanticuer-
síntesis de la polirnórfica cadena 0 (DQB 1). L. Todd pos ), mayor frecuencia de asociación con otras
et al, ( 1987) primero y luego Kahlil, Trueco y Serrano enfermedades (endocrinas) autoinmunes. El tipo clíni-
Ríos (1989-92), entre otros demostraron que cambios co de DM tipo l asociado al haplotipo DR3 corres-
puntuales de un aminoácido en posiciones determina- ponde al de evolución más solapada (insuliris de curso
das de la cadena f'l como la sustitución de un residuo lenro 1, a 1Tces, enmascarada como Divl tipo 2 o into-
dt aminocicidu aspcirtico por otros am111011cidos ncu- iera1xia ~l Í;¡ de COI11Íel17.0 llll'ÍS COJl1lÍil a !J'lrlÍr
serina) estaban 11soci11do::- a u1 dv los 30 ~nlos. Los n1ec~1nJS1no:i JnolccuL1rc\ de L1 ~·l\()
e11 D\l upo 1 L' JlL\

c1n1hié11 ~1 hilidad·- qu': L1 l:u111


genotipos íDQA l argminll ~L D<~B l i10 q i¡):-; pcpudn-;
11umema su como 11111r,:11dor ,k \Usc,;pt '-\.':-;o de· prc.\t.'ntacion. Lus '.'>irio:-; ri(.h
bilidad o '-Jumernsas 01r11s su,tituciom·s molécuL1 HL\ o "'hulsas .. se 11umeran de 111\Jdo corn>
contribuven a la susceptibilidad o a h proll'cci<'1n 1 111 pondicnre h esrrucrur;i del pC:prido
combinación de 1·1irios de t:stos sitio' íDRBI 6 · 1 06 . La pri111.:i¡,al 1Kción de los ;i\elos de clase' ll es disti;1
DQ ;\ 1 DQ B J 'J, 26, S7, 70 1 otro' l pueLkn prnk guir Jo, a11tígc11os de mukculas propias v n;tL111as qt11.-
L·i r el grado de susc,·pti hi 1id11d con krida por ha plot 1 h1111 sido rnodilicados c11 el i11terior ,k h c0luL1 i 111.1-
pos DQ. Lis asoci11ciones m5s porelllL's L<Jll diabetes c1·(ífago) por prorcólis1s 1 prescnrarlos ~1 los li11fnc1t(J\
tipo 1 en C:auc1soides con 1\lclm DQ 1 I )(~!) son: T p<1r;1 111ic·i1u Li rcspuesu inmune. i\s1 c11 1.:int<1:, UlJ!
DQ1\l OSO!, DQJW0201/!)(~¡\J )(JJ.!)QJl,J orn2. d1cio11es, algu1Hh JilTJtidos (aut<l1111tigc1J<Vi) de loe, islu
En este mismo grupo étnico, la protección frente a dia- res podrían ser reconocidos y unirse a cpítopos
betes tipo 1 es otorgada principalmente por el haplotipo específicos de las "bolsas" en la molécula de clase 11
DRB1''1501-DQA1"102-DB1 "·0602. La molécula DQ6 con resultados de protección (por ejemplo, alelo
(alelo 0602) es protectora universal, incluso en presen- DQBl ''.0602) o de susceptibilidad (DQBl ''.0302).
cia de haplotipos de DR-DQ de alto riesgo. No obs- Globalmente, los genes asociados a HLA explican,
tante, la posible mayor susceptibilidad genética para aproximadamente, un 45% de la suceptibilidad gené-
DM tipo 1 conferida por el locus DQ está modulada tica o la DM tipo 1. Los riesgos potenciales en familia-
(disminuida, potenciada o neutralizada) por la presen- res y población general se resumen en la Tabla l.
cia de determinados alelos del locus DR, de manera es-
pecífica, del gen DRB 1 (cadena (3). Un ejemplo típico Tabla 1. Factores ambientales. Tipo de riesgo de DM
procede del registro de incidencia en Bélgica en el tipo 1
que se demostró que el alelo DRBl ''-0403 proporcio-
naba protección en contraste con el DR0401 favore- Iniciadores
cedor de susceptibilidad en individuos portadores l11fcccioncs viraks prenatales: Infecciones de repetición (n-

del genotipo de alto nesgo DQAJ ''-0501- rubéola rus) durante d embarazo
DQB 1 '"'020 l/DQAJ '·0301-DQB 1 ''-0302. Este fenóme- lncom¡:iatihilicLid d~ .;rupo
no no es constante en otras poblaciones y en algunas. co-
san- rios iniburanlÍnas)
mo Finlandeses, Estonios v Rusos. el impacto del
haplotipo de susceptibilidad DRBl '0404-DQB 1 0302
depende también de b presencia simuk1nea de otros
:\"1trO"'cU11in,J~ :·éH.ílri\'O.';-. ;1 ~1li- Crccimil'nto ,1cclc :1dc
alelos en otra región del sistema HL\. como el ,1Jelo mvnto<..l
HLA-A.39 o HLt\-A24 ambos porenci<Hlorcs de sus- ~itr!tlJ:-./nirr,1t()'>
ceptibilidad. Por otra parte L1 combinación de genoti-
pos DRB 1+DQA J-DQB J '·confieren diferentes riesgos Tab~i.qni',mn ('ll

en grupos no caucasoides, como Afroamericanos, J1- miliar


poneses o Amerindios. Las relaciones fcnotipo-genori-
po HLA indican una marcada heterogeneidad enrre los Corno resumen o mensaje explícito 1· claro segun
pacientes con Divl tipo 1 con diferencias nítidas enrre G. Eiscnbanh:
los portadores de haplotipos asoci;1dos <1 DR.) Y los "La combinación hetcrocigora ele DQA!x-301-
que presentan susceptibilidad defirnda por DR4. Estos DQB1x302 en haplotipo DR4 \ de DQAlx50l
34 •n La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

DQB1x0201 en haplotipo DR3 resulta en una sinergia Varios estudios de asociación en diversas poblaciones
que aumenta el riesgo a presentar DMlA. El haploti- muestran que el estado homozigoto de clase I está aso-
po DQAlx0301-DQBlx0302 es, en Caucasoides, ciado a un riesgo incrementado (3-5 veces) de padecer
(74% en DMlA), el haplotipo de riesgo para DMlA DM tipo l. Estas clases a su vez pueden ser subdividi-
más prevalente seguido de DQAlx0501-DQBlx201 das según el número de unidades repetidas lo que ex-
(52 % de prevalencia en Caucasoides). El alelo plica que no todos los alelos de una clase (por ejemplo,
DQB1x602 asociado a DR2 es protector y dominante alelo 14 de clase I) tenga el efecto predecible. En con-
a los efectos de susceptibilidad de los haplotipos arri- traste, los alelos de clase III parecen protectores, quizá
ba referidos. Debe subrayarse que los genes HLA del porque como se ha demostrado en modelos animales,
locus DR modifican el riesgo conferido por HLADQ. estos haplotipos favorecen una mayor expresión que
Procede aquí recordar que otro haplotipo, el DR3- los homozigotos de clase I, del ARN mensajero de in-
A30-Bl 8, descrito en la población vasca, confiere un sulina en el timo. Este fenómeno podría desarrollar
elevado riesgo de DMlA en esa población. precozmente a nivel tímico la eliminación de clones de
En resumen, el riesgo asociado con un genotipo linfocitos T específicos de antígenos (insulina) con la
HLA viene definido por la combinación específica de consiguiente tolerancia a esta hormona durante el pro-
alelos de susceptibilidad y de protección. Los riesgos ceso de desarrollo. Por tanto, la susceptibilidad asocia-
absolutos de estas combinaciones en un niño o adoles- da en diabetes en el gen IDDM2 podría derivar en
cente de la población general es de 1 en 20, similar al protección o predisposición según la influencia de ca-
de un familiar de primer grado de un paciente con da clase (I o III) de VNTR sobre la expresión del gen
DMlA (ver Tabla: riesgo familiar en individuos que de insulina en el timo. Algunos datos recientes de re-
comparten 2 o ningún haplotipo HLA de susceptibili- gistros de incidencia de DM tipo 1 como el de Bélgica
dad). Datos recientes indican que ciertos alelos de ge- sugieren que los genes IDDM 1 y IDDM 2 actúan de
nes HLA clase I como los llamados A4-5-6-9-10 y A51 modo aditivo (epistático). Pero los efectos sumados de
en los que se detectan polimorfismos (microsatélites) ambos no explican totalmente la agrupación de casos
en posiciones determinadas del exón 5 tienen unas de DM tipo 1 en familias. De los restantes genes no-
asociaciones notables con la susceptibilidad a DMlA HLA, varios loci se han identificado como asociados a
de comienzo juvenil pero no en la de aparición tardía DM en el cromosoma 2: IDDM7 (2q31-33), IDDM12
(o 2ADA). (2q33), IDDM13 (2q34-35). Todos ellos presentan ca-
racterísticas de potenciales candidatos de susceptibili-
GENESNOHLA dad. El gen IDDM7 reside próximo al gen de la
proteína neuro D-~ 2 (2q32) identificado como factor
Por otra parte, se han identificado otros muchos de transcripción del gen de insulina indispensable pa-
factores genéticos fuera del sistema HLA y siguen ra la morfogénesis de la célula~ pancreática. Otros ge-
identificándose (cartografía genómica) que contribu- nes de interés en la proximidad del IDDM7 incluye el
yen en grado diverso a la susceptibilidad a DMlA. que codifica la glutámico decarboxilasa (2q31) u otros
Se numeran consecutivamente según su tiempo de (HOX) de factores de transcripción. El locus IDDM
descripción a partir del IDDM l. De ellos, el que codi- 12 contiene dos genes candidatos de especial significa-
fica el gen de la insulina o IDDM 2 situado en el cro- ción para enfermedades autoinmunes: el CTLA-4
mosoma 11 locus 1 lp15.5 es el que explica hasta un (cytotoxic T lymphocyte-associated protein 4) y el CD
10% de la agregación familiar de este tipo de DM. El 28 CTLA-4 los cuales codifican proteínas del receptor
locus IDDM 2 ocupa una extensión de 20 kilobases en de células T. La unión de la molécula co-estimuladora
la que se incluyen otros genes como los de la enzima B7 produce efectos distintos sobre CTLA-4 y sobre
tirosina hidroxilasa, la proteína IGF2 (insulin growth CD8. CTLA-4 regulador negativo de la prolifación de
factor 2) HRASl y la propia insulina. La zona en la los linfocitos T se expresa en el linfocito T e induce la
que en dicha región se ha identificado la residencia de apoptosis de éstas. Por el contrario la CD28 es activa-
la "susceptibilidad" es de 4, 1 kilobases y contiene un dora de los linfocitos T. En este gen CTLA-4 ha de-
verdadero "acúmulo de polimorfismos". Esta zona tan mostrado la trasmisión preferencial a los sujetos
polimórfica consiste en un número variable de repeti- afectos de DM de una mutación en el exón 1 posición
ciones ("tandem repeat") de oligonucleótidos de 14 49 que consiste en una transición A (adenina)-Guani-
pares de bases (en inglés: "variable number of tandem na (G) que resulta de una sustitución de treonina por
repeats" o abreviadamente VNTR) situados junto a la alanina. El hallazgo en familias con DMl de origen
posición 365 corriente (5') arriba del sitio de comien- mediterráneo (Italia, España, pero no Cerdeña) no se
zo de trascripción del gen. Tres clases de VNTR se ha producido en otras (con múltiples casos) de origen
identifican claramente por sus longitudes (pares deba- anglosajón. La ligazón/asociación más potente con
ses o "bp") que, respectivamente, de menor a mayor se DM tipo 1 se ha demostrado con una región (D5272-
denominan I (570 bp ); II (1200 bp) y III (2220 bp). CTLA-4-D55l16) con un marcador "(AT)n" (repetí-
Etiopatogenia de la diabetes mellitus tipo 1 35

ción n veces de pares AT) en la región 3 no traducida de su vida. También, en poblaciones con una definida
del gen. Últimamente, se ha completado la cartografía composición genética emigradas a países con caracte-
("fine mapping") del locus IDDM 12 por el análisis de rísticas ambientales diferentes a las de su origen, la in-
nuevos marcadores polimórficos, lo que sostiene que cidencia de DM tipo 1 pueden variar (aumentar o
este gen IDDM12 es el mismo CTLA-4 u otro muy disminuir) respecto a la que les era original. Éstos v
próximo a éste. El locus IDDM13 está situado en una otros argumentos clínicos, epidemiológicos y experi-
rq::;ión en la que se localizan genes relevantes para la mentales, subrayan la necesidad de que se establezca
;rntoinrnunidad de b célula f) como los que ia 3 t"IL:~-
de :rn :\. i101-IL\ \. UJl()

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¡··nn:1mc i1;ecrnismo c·11 1:1 p:1rogc;nesi~ de h D\:í
l. El IDDM4 csr5 siru:id() en h prnxi1111lbd al loGis C.
fC,F3 ("fibrohbst 3) junto :il que se :,uccso dinjrnic<> de la l1Utodl'Slruc..:iún ~.ic Lt céluLl ¡3
Ílan identificadu algunos otros que codifican proteí1Lb como: ¡xeL'I ni-es o :Kek'r:1dorc~ del co-
importantes para la función de h célula f3 como h re· mienzo de la larga historia de la auto<1gresi<'m a h cé·-
gubción intr:icelul:ir de calcio o de la emisión de seí1a- lub f). Dalquist ha prnpucst() estos crrn:rios u1J:1
ks a las célul:1s T p:ir:i su activación. T1mbién muy i1sra prm·isional de "dcrnmi11:111tc:s <lmhil'llt:1ks de
pníxima se sitt'1:1 otra proteín:1 de gran importancia en riesgo" p:H<1 !)\!tipo (fahl:1 2).
h inducción de :ipoptosis, Li lbrn:ida Fi\DD ("h1s :t\-
sociated death domain prntc:in.') codificada en un sirio TahL1 2. Esc1l:i de de' cksarrollar Di:ihc'tcs \kili-
1Tcino :11 locus ]])!)J\14. En la rahl:i 4 se resumen otr:1~ tus tiro1
características de otros loci IDDM, cuya significación
01
Factores de riesgo Riesgo absoluto :o
es todavía menos conocida. Otros genes descubiertos
recientementeson: Vitamina D / IFI (interferon induced A). Con historia familiar
with helicase c-domain 1 ); ITPR3 (inositol 1-4-5 tri- Gemelo de un paciente
1 :3-1:2 33-50
fosfato receptor 3 ), receptor IL-2; y PTPN 22 (protein con DM tipo 1
tyrosine phosphatase, no receptor type 22). También Compartir haplotipo
llamado LYP, este gen pertenece a los de la familia de DR3/DR4 con un her-
1:4 25
las proteínas tirosina-fosfatasas que modulan la acti- mano afectado de DM
tipo 1
vación de las células T. Una determinada mutación
Individuo ! !LA-idénti-
"equivocada" por la que la arginina en posición 620 se
co con herrn,1110 afec- 1:7
sustituye por triptófano altera la función inmunológica tado de DiVl tipo 1
de las células T y se asocia con numerosas enfermeda-
Padre de un diabético
des autoimunes (artritis reumatoide, lupus ED) incluída tipo J
l:H
la DMIA. Los estudios epidemiológicos recientes con-
Familiar de prinwr
firman que este gen PTPN22 es, en efecto, junto al de grado de un p.1cientc 1:20
insulina (IDDM2) v el CTLA-4 (IDD!vll2), los que, en- con Di\! 1
tre los no-HLA, contribuyen con más peso a la predis- 1:)0
posición/patogénesis de la DMJ A. Finalmente, otros
genes "raros,, asociados a ciertos trastornos ::iutoinmu-
nes como el síndrome poliendocrino múltiple tipo- J
(adc!isson. crndidiasis rnucocutánea, hipoparatiroidis-
mo) resultante de una mutación en un gen (AIRE) regu- Virus. (,l'!léricarnente, !a'i infecciones, sobre r·mlo, l'n
lador autoinmune u otros debidos a una mutación en el i:i madre durante b gestación.\' las situaciones de estrés
gen FOxP3 (factor de transcripción esencial para la fun- pueden ser potenciales factores precipitantes. Como in-
ción de linfocitos reguladores (CD4 +- CD25-+) colabo- dican algunos estudios de relación entre determinados
rarían a b predisposición a DM !A incluso en la forrn:i brotes epidémicos (infección respiratoria)\' aumento del
de diabetes neonatal (mutación FoxP3 ). número de caso de DJvl tipo l en 11ii1os o adolescentes: o
Es necesario subravar que una importante propor- de una relación dosis-respuesta entre el número rotal
ción de individuos portadores de riesgo genético de infecciones de cualquier tipo en el aiio anterior al
(DR.1/DR4/DQBJ) no desarrollar<'Ín la DJ\l a lo largo comienzo de l:i diabetes \. el riesgo de padccerb en una
36 ºº La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

población determinada. A favor de algún factor infeccio- efecto tóxico de las nitrosaminas sobre las células f3
so precipitante también se ha argumentado el aumento pancreáticas, que puede prevenirse teóricamente con
creciente de la incidencia de DM tipo 1 en ciertos países nicotinamida, cuyo efecto protector sugiere que la ac-
(Dinamarca, Finlandia, Suecia, Escocia, Cerdeña) o de tuación de las nitrosaminas (aditivos alimentarios) se
aparentes brotes epidémicos de esta enfermedad en otros debe a una reducción específica del contenido celular
(por ejemplo, Polonia); o la de que en ciertos grupos ét- en NAD ("nicotinamide adenine dinucleotide"). Re-
nicos emigrados (por ejemplo, niños franceses a Canadá) sultados epidemiológicos de Dalquist et al. en Suecia
ha aumentado en pocos años la incidencia de esta enfer- indican que la frecuencia de ingesta de alimentos con
medad por encima de la existente en su país de origen un elevado contenido de nitrosaminas se asocia a un
hasta aproximarse a la del país huésped. Y en este senti- riesgo correspondiente mayor de padecer DM tipo l.
do, la pubertad es la etapa vital en la que es máxima en Otros estudios similares en Escandinavia sugieren que
cualquier grupo étnico la incidencia de DM tipo l. la ingesta de aguas ricas en nitritos puede guardar una
Numerosos datos clínico-epidemiológicos en hu- relación de riesgo con la DM tipo 1. Así mismo, la in-
manos y en modelos experimentales con animales in- gesta excesiva de cereales, la deficiente en ácidos ome-
dican que ciertos virus pueden desempeñar un papel ga (w) o la hipovitaminosis D se han postulado
importante entre los determinantes etiológicos no ge- uniformemente como otros factores adicionales de
néticos de la DM tipo l. La evidencia más firme pro- riesgo.
viene de la observación prospectiva de una elevada La duración restringida (menos de tres meses) de
prevalencia de DM tipo 1 en niños o adolescentes que la lactancia natural se ha establecido como un firme
habían padecido el síndrome de embriopatía fetal por factor de riesgo de DMl mientras que la introducción
infección intraútero por el virus de la rubéola si bien la pronta de leche de vaca o sustitutos en la alimentación
eficacia actual de la vacunación anti-rubéola en el del recién nacido puede también aumentar ese riesgo.
mundo occidental hace esta situación muy rara y, por En efecto, las proteínas de la leche de vaca son las que
tanto, su efecto etiológico es ya anecdótico. han producido sospechas más fundadas de una rela-
Otros muchos virus se han implicado en la etiolo- ción entre la alimentación y riesgo de DM tipo l. Los
gía de la DM tipo l. Los de mayor significación son: argumentos son múltiples y la culpabilidad de las pro-
enterovirus (Coxackie B4), Ebstein-Barr, citomegalovi- teínas de la leche ha sido muy debatida durante años.
rus, el virus de la parotiditis, y ciertos retrovirus. Los La hipótesis es que la administración precoz (1-3 me-
argumentos en los que se soporta el potencial etiológi- ses) en la vida postnatal de leche de vaca en fórmulas
co de un virus pueden resumirse en datos que proce- para la alimentación del recién nacido en sustitución
den de tres tipos de fuentes: de (o tras un corto periodo de) la lactancia natural ma-
a) Experimentales: aislamientos del virus y/o de- terna, incrementaría el riesgo de desarrollar diabetes
tección de antígenos virales (páncreas) en tejido mellitus tipo 1 en los años siguientes. La evidencia dis-
pancreático (islotes) de animales de experimen- ponible de estudios epidemiológicos de casos y contro-
tación o de individuos con DM tipo 1 fallecidos les es muy abundante y, en general, indican un riesgo
en cetoacidosis o incluso vivos (intestino). mayor del esperado para aquellos recién nacidos que
b) Epidemiológicos: asociación temporal entre la han tenido un periodo breve de alimentación con leche
estacionalidad de la infección por un virus y el materna, sobre todo, si son portadores de alto riesgo
aumento de la incidencia de nuevos casos de genético (genotipos HLA ). Se desconoce si esta asocia-
DM tipo l. ción postulada en Caucasoides es válida para otros
c) Biología molecular: homología estructural entre grupos étnicos con diferentes "ambientes culturales,
proteínas del virus (por ejemplo, Coxackie B4) alimentarios y geográficos". Quizá pueda resolverse
como la llamada 2C y moléculas constitutivas esta problemática a través de estudios multicéntricos
de la célula beta como la glutámico-decarboxi- en varios países, como el ya iniciado proyecto
lasa (GAD 65). Dicha homología provoca la TRIGR''" (2000-2010).
formación de anticuerpos con reacción cruzada Otras circunstancias posibles en el periodo neona-
frente a ambas por el fenómeno llamado mime- tal, como el "distress" respiratorio neonatal, el naci-
tismo molecular. Es posible que esta reacción miento por cesárea o el peso reducido para la edad
cruzada que convierte al GAD en la primera y gestacional, podrían ser potenciales factores de riesgo
principal diana como autoantigeno esté restrin- en sujetos susceptibles. El efecto de la vacunación se
gida a un haplotipo (DR 3) HLA determinado. ha considerado positivo en algunos estudios, pero en
otros se sugiere un incremento del riesgo de DMl. Un
Dieta estudio prospectivo reciente con escolares de Lituania
sugiere que otras circunstancias como la ingesta ma-
Alimentos y aditivos alimentarios. En investigacio- terna de medicación (anti-hipertensiva u otras) duran-
nes de experimentación animal se ha sugerido un te el embarazo o, incluso, el tabaquismo en el entorno
Etiopatogenia de ia diabetes mellitus tipo 1 37

familiar son factores de riesgo. El menor desarrollo in- dotación celular beta en el órgano de Langerhans nor-
trauterino del feto, el tamar1o del recién nacido mayor mal. Sin embargo, es probable que esta estimación va-
del correspondiente a la edad gestacional o su rápido ríe según el riesgo (genético) potencial y la edad del
crecimiento postnatal también han sido sugeridos por individuo, así como de la capacidad insulinogenética
Dalquist corno otras circunstancias potenciadoras de inicial proporcional a la masa celular y al peso corporal
riesgo diabetológico autoinrnune. ¡l. Las técnicas modernas de imagen no invasivas en
modelos ofrecen va datos interesantes iPET¡
Otrm factores sohre este proceso de destrucción ccluLH, pero los ch·
10\ l'l1 hun1~1no'> son Jlin irrl·lc\·;1nrc:-,.

ocl\iornlnwrne ;qn
dererminados indiviclulls. si bien ahulllLi
carúcrer anecdótico ( "cisus") 1 es esch;1
afirm;1cla en estudios pohlacionaic'> de c1,os 1 l'\)lltro SL'Ji1 los n1cc~1nísr11os dv inicio v
les. Es, sin embargo. interesante rccorchr que en 1110 dc·srrncci()n ;1t1toi11111une "beta" es muy debatid() 1 gi-
delos animales (rat{m NOD) neonaros Li sep;H;1c·1,·Jil r;1 ;1lrcdcdor de estas ct1estiones h;ísic-1s: 1) ,:Se 1r:1u
reiterada de la madre ("stress") ;rn111cnc1 L1s pos1hil1 ;rncÍ;1lmc'me (o ¡>rimon.lialrnL'nt\.') de·! "reconucimicnw
cbdes de que se dl."<Hrolk Di'vl insul111oderw11d1rnt,·. ,k un cierro (110 extenso) numero de ;lllto-;111tígenus dv
r\sí mismo, cierL1s siru;1c1om·s. urn10 h p1·,.,.L·l;1m1''Ll. L1 C\.·lula 11 por llil;l pobl;Ki<'rn limir;1d;i de céluhs T;iu
la incompatibilidad de grupos s;rnguím:os o bs rnin t()rrc;ll"tÍ\;1s. \/o no solo en su número srno c11 su tu11-
mee.beles neonau!cs se han posruL1do con L";e;1s;1 C<ll1 c1<m ":. 21 ¿Es;1 c1nu dec;trucc1<'i11 ck Li rnas;1 celuLH p
sistencia como factores precipitantes. es el resultado de una exposición extensa y sobre todo
En resumen: entre los múltiples factores ambientales durante mucho tiempo repetida, de un cierto número
destacan los asociados a la alimentación /nutrición en los de células T reactivas a un número creciente de epíto-
primeros meses de vida (especialmente, la escasa dura- pos en la célula B? En todo caso: 3) La reiteración de
ción de la lactancia natural < 3 meses), la exposición a agresiones externas ("hits") o "ambientales" corno vi-
agentes infecciosos (virus) y ciertas circunstancias vitales rus o ciertos nutrientes o metabólicos (estrés metabó-
(pubertad, estrés psicológico). Seguramente diferentes lico) forzarían la expresión de nuevos antígenos en la
combinaciones de factores genéticos (etnia, genes) y no célula f3 y, por tanto, los mecanismos anteriores. En es-
genéticos actúan cada vez en diferentes individuos o te sentido, la inflamación en los islotes de cualquier
poblaciones, lo que explica numerosas discrepancias origen provocaría la propia proliferación espontánea de
en la incidencia observada entre unos y otros. las o'.·lulas f), con una expresión más acentuada de neo-
antígenos corno demuestra un rnetaanálisis de los datos
LA Dlvl TlPO 1 COMO ENFER1'v1EDAD histopatológicos comparativos de islotes humanos en no
NlUNE diabéticos y en diabéticos tipo 1 extraídos de tres estu·
dios clásicos. Estos estudios sugieren que la presentación
En este tipo particular de DrvL. el hecho escncd es clínica de la DM lA se correlaciona con un mavor por-
la destrucción selectiva, autoagresiva o auroinmune de centaje de pérdida de masa celular f3 en nifios (85'\, que
las célula Bde los islotes de Lagerhans por cé· c·n adultos. Y que un 40'/o de pérdida de masa celular be-
lulas T autorreacrivas. Este proceso es gradual pero ta en un paciente cuya DJ\·l 1 debuta a los 20 afios es su
con remisiones ("luna de miel" o "honn· moon pc- ficie11te para inducir hipcrglucemia" 1· que una menor
riod" en ingles) y recaídas por complejos mecanismos reducción o pérdida de rn;1sa [3 !);\! cli
de interacción entre múltiples facton:s ambientales (Y1- rnca en ancianos
rus, nutrientes) y genéticos (HL/\ I no HL'\\ todaYÍ;1
no determinados. La cantidad de células 1) que debe ¡)¡\\ ¡
perderse para entrar en la fas,· clínica o dicho de otro
modo cuál es la masa beta restante al llegar a la FI término autoinmunidad se define iTruccol dlllll)
clínica se desconoce pero quiz<Í es inferior al 1':l., de b "la ruptura de la (auto)tolerancia", lo que signifie;1

Desde aquí h:1sta el f¡n;il del C.1!'Ítulo. el !c'Zto lu sido publie:1do c·n l.i ohr:1 l-:n,iu«rin11/<1gi,1. del Prof.:\. j;1r;1 ,\lh:irr:ín. \Lid,id: hllin"
rial i\ilédic1 Pt1narncric1na, 2001 y reprod11c1do en c:-.rc lihro con ~1utnri;,;¡c1t)11.
38 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

que las células inmunocompetentes comienzan a ata- y, TNF 13) intervienen en la respuesta mediada por
car los tejidos y las células del propio organismo. En el células o hipersensibilidad de tipo retardado. Las
caso de la DM tipo 1, dicha definición postula que célula Th2 y sus citocinas son más eficaces en la es-
"células T específicas para moléculas propias de las cé- timulación de la respuesta inmunológica mediada
lulas 13 pancreáticas (autoantígenos) existen normal- por anticuerpos. Estos fenotipos originalmente
mente pero están reprimidas por mecanismos de identificados en el ratón parecen estar también pre-
autocontrol" . Las hipótesis patogénicas actuales so- sentes en el ser humano. Ambas subpoblaciones
bre la DM tipo 1 proponen que la "puesta en marcha" Thl y Th2 son recíprocamente inhibidores a través
del proceso autoinmune supone el fracaso de la inmu- de sus citocinas características.
norregulación con la consecuencia inmediata de la ac-
tivación de células T frente a (auto)antígenos de las B. LA DMlA: ENFERMEDAD AUTOINMUNE.
células 13, la progresiva proliferación y expansión de ARGUMENTOS
clones de éstas; y la producción de una intensa infiltra-
ción de células inmunocompetentes y actividad infla- Numerosos argumentos indican que la DM tipo 1
matoria (insulitis) en los islotes de Langerhans. es una enfermedad autoinmune.
a) La insulitis: en fecha tan remota como 1910 en
A) TOLERANCIA INMUNOLÓGICA estudios de necropsia se demostraron cambios
de infiltración por "células inflamatorias" y ne-
1. Tolerancia central: el timo es un órgano en el que du- crosis celular en el páncreas de individuos con
rante el periodo neonatal se "educan" los linfocitos T diabetes mellitus. Este hallazgo confirmado y
para aprender a distinguir entre lo que es propio y lo ampliado por Gepts y otros definió el concepto
que no es propio en los tejidos del organismo al que de insulitis en la que coexisten células inmuno-
pertenecen. Esta función tÍinica elimina selectivamen- competentes (macrófagos, linfocitos T) y me-
te a las células T "nacidas" con elevada afinidad por diadores de inflamación tlpicamente IL-1 y
antígenos propios y elimina más del 95% de los pre- otras citocinas cuyo valor ha sido resaltado por
cursores de esa estirpe celular. V. Nerup et al. como expresión aberrante de
2. Tolerancia periférica: la deleción de células T en el moléculas HLA II en el lecho de los capilares en
timo no es completa. Tres mecanismos fundamen- el seno de la insulitis. La insulitis es un hallazgo
tales a nivel post-tímico regulan la respuesta de la constante en la DM autoinmune del ratón NOD
célula T a antígenos individuales: a) Anergia. Las y la rata BB, precede a la fase clínica de la enfer-
células quedan temporalmente incapacitadas para medad y puede ser evitada o atenuada por fár-
responder al antígeno y/o para proliferar y expan- macos inmunodepresores. En estos modelos, la
dirse en clones. b) Apoptosis. La población T pue- insulitis es selectiva de la célula 13 (como en el
de ser eliminada por el mecanismo apoptótico de humano), con ocasional daño transitorio de
muerte celular programada. c) La producción de ci- otras células de los islotes (células a producto-
tocinas particulares producidas por las células T ras de glucagón; o de somatostatina, u otras).
bajo el estímulo de un antígeno puede alterarse y Suele ser localizada o "parcheada", alternándo-
así modular (suprimir) su propia proliferación. En se áreas del páncreas con islotes afectados y
este proceso de inmunomodulación intervienen co- otros poco o nada afectados de insulitis.
mo mínimo dos subespecies de células T ya citadas: b) Diabetes autoinmune experimental (NOD,
Thl (Thelper 1) o cooperadoras tipo 1, y Th2 (T BB): es transferible a otros animales de la mis-
helper 2), cooperadoras tipo 2, que producen dife- ma especie con células T autorreactivas, pero no
rentes citocinas. Las células Thl típicas producen con suero del animal diabético, lo que indica
(fenotipos Thl) y liberan en respuesta al estímulo que todos los autoanticuerpos generados frente
antigénico: Interleukina 2 (IL-2), interferon gamma a la célula 13 son marcadores de daño pero no
(IFN y) y factor de necrosis tumoral beta (TNF 13). patogénicos.
Por el contrario las células Th2 responden a la ac- c) El trasplante (parcial) de páncreas entre geme-
tivación por el antígeno con una respuesta de dis- los monocigóticos puede ser infructuoso y el re-
tintas citocinas que incluyen entre otras: ceptor rechazarlo si no se acompaña de una
interleucina 4 (IL-4), 5(IL-5) y 10 (IL-10), respues- eficaz terapia inmunosupresora. Si el páncreas
ta inmunológica mediada por anticuerpos. Otras es rechazado por el gemelo MZ receptor se re-
citocinas son comunes a ambas subpoblaciones de produce el hallazgo histopatológico de insulitis,
Th ( IL-1). La significación de los fenotipos Thl y la reaparición de autoanticuerpos y el retorno a
Th2 reside en que las citocinas que les son caracte- la hiperglucemia clínica.
rísticas definen el tipo de respuestas inmune en ca- d) La pérdida de tolerancia a antígenos de la célu-
da caso: las células Thl y sus citocinas (IL-2, IFN la 13 no sólo ha sido documentada en el animal
de !a diabetes mel!itus ",Q 39

na fosfatasa (IA-2). Los !CA reaccionan


Tabla 3. Autoanticuerpos en DM Tipo 1: valor predictivo frente a los islotes sin especificidad celular.
En el suero se detectan en el 80%, o más de
Marcador Predicción de DM tipo 1 individuos Caucasoides diabéticos de recien-
Historia familiar te diagnóstico, frente a una bajísima inciden-
HL\ 60 % cia (<l %) en la población general. El factor
lC:.A > 10 JDF érnico influve en b pre\·ale11cia de !CA en h
diahetL'.S rL'Cientc
!C.\ > s11 ID!

pn1mo c·n el como ha demos


trado el estudio B:~J\Y-DIAB en disc-
í111do 1xir:1 i de modo prospcctiHi i11 progrc'SJ\'JllH.:ntT i1~1~r<1 h~1"--vrsc 1ndc1ccL1hlc'>

ele 11111rcadores de autoinmunicbd en 5 l O ú1os después: 1 rne11os del S"i1 de lm


los islotes de hijos de ¡x1dres ck1ht'·ricos. Por p1Kic'JllC', exhiben título." h11jos de lC.-\ 11 los
orra pa ne h1111 con fi rn111do 11 u me rosos csrud ios l () 11í1os dl' nolución ck su 11 illL'·

Li prcscnci11 de múltiples 11llto11mígencJS en imli- 11os CJLIL' CLlL".;J'iLlíl otr11s c11docri11op11tías ci11

\ iduos con D\1 tipo 1 di11g11os11cach \' e11 fomi- io111111u11vs 1tiru1dit1s de l ll1:,hi111otLJ,
li1nes ck pnrnn gr11do (prediahéticos) H11seclowJ. :\o se hi1 idcnr1lic1dC1 un anrígL'll\'
normoglucém1cos de un proh1111do. L·s¡1ccífiu1 co11rri1 d lJllL' fuer1111 d1ríg1dos los
e) La detección de autoanticuerpos en el suero de anticuerpos (heterogcneos) lCA, pero, pro-
estos individuos prediabéticos ser1ala la historia bablemente, incluyen numerosas proteínas y
natural de la DM tipo 1 y marca el daño de los lípidos de los islotes. La estandarización de
islotes antes del declinar completo de la célula la metodología usando páncreas tipo O hu-
beta y el fracaso insulinosecretor. Incluso en ob- mano es compleja y ha requerido Reuniones
servaciones en gemelos dizigóticos se ha podido ( "Workshop '') Internacionales ad hoc, para
demostrar que estos autoanticuerpos son detec- establecer la mejor sensibilidad y reproducti-
tables en el suero muchos años antes de la dia- bilidad de resultados entre distintos labora-
betes clínica. torios. Su valor como marcador crece a
f) Inmunidad humoral y D!VI ti/70 1: autoantígc- partir de 25U/ml JDF y junto a otros
nos y autoanticucr{Jos. Es notable la frecuente (GAD65, JA-2") constituyen un algoritmo
asociación de la DM tipo l, a menudo con agre- de predicción de D J\1 tipo 1 en personas con
gación familicu (endocrinopatía autoinmunc genotipos (HLA) diabetogénicos de alto ries-
múltiple) con otras enfermedades autoinrnunes go, e incluso es predictor aislado en nii1os
endocrinológicas específicas de un órgano (ti- (<JO ai1os) con l CA ( > l 00 Uíml) en los que
roiditis de H11shirnoto, enfermedad de Gr1wes- la probabilidad de desarrollar Divl ripo len
Basedow, adrenalitis-Addíson) o no (vitíligo, un periodo de pocos a11os (5 es
artritis reum~1toide). Los autoanricuerpos ck rn11 a 75'/;, \ no m,1s del 20'X, en indi\·iduos
mayor relevancia son: no diabéticos de pos H L.\
l. !CA ("lslet cell citoplasrnatic autoamibo- de alto Otras variantes lk
dies .. ). Ll inrrnducción del microscopio de menor \ sensibilidad de lC\.
fluorescencia permitió identificar en 1970 incluvcn los que fijan complemento 1 los lla-
estos auroanticucrpos, lo que represcntcí un mados I CSA (írenre 11 de
descubrimiento esencial pan el conocimien· en la cé·lub 13 Si hirn los !C\ son típicos <.k
to posterior de la historia natuL1L patogéne- b D1\l tipo l dís1c1, de comienw n11ís pre-
sis \ prevención de la Divl tipo l. Los IC\ coz antes de los .3U a11os, puede también ck-
son de tipo IG policlonal y cruzan la placen- tccrarse en las formas de ''autodestrucción
ta sin causar dai1o al feto. Los !CA son una lenta de los islotes -- en d adulto \' del anciano
mezcla compleja de proteínas de los islotes con fenotipo clínico de Divl tipo J. También
que inclm·e GAD, sialo-conjugados v tirnsi- en una v~iricdad de L'SL1 forrn11 evoluri1·11 h
40 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

llamada LADA ("Latent Autoinmune Dia- los elevados en pacientes de otros grupos étni-
betes in the Adult"), generalmente, asociada cos, como japoneses. Por otro lado, los GAD
a haplotipo HLA-DR3. tienen una mayor persistencia en suero (años
2. Autoanticuerpos frente a insulina (AAI). tras el diagnóstico) que ICA y AAI. Suelen de-
Descritos originalmente por J. Palmer et al. en tectarse en elevada proporción en sujetos pre-
Estados Unidos, son detectables en la fase más diabéticos (80-82%) e incluso se han
inicial (prediabetes) y en el comienzo clínico encontrado sueros positivos para GAD que
de numerosos pacientes con DM tipo l. Estos fueron obtenidos 10 años antes del comienzo
autoanticuerpos (en ausencia de insulinotera- de la DM clínica. De aquí su gran especifici-
pia) tienen un valor excepcional, pues su dad y sensibilidad como predictor en indivi-
"diana" es la proteína (insulina) más carac- duos predispuestos. Debido, además, a la
terística de la célula (3. Sin embargo, al igual prolongada estancia de los GAD en el suero (3
que los ICA, no son patogénicos. Los AAI a 28 años o más) en un número elevado de pa-
aparecen en el 50% de los niños con DM re- cientes (50% o más), estos autoanticuerpos
cién diagnosticada y su detección específica son útiles para estudios retrospectivos y de
no es posible tras la insulinoterapia. predicción. Actualmente, las moléculas GAD
3. Autoanticuerpos frente a la decarboxilasa del aparecen como autoantígenos "diana prima-
ácido glutámico (GADA: "Glutamic Acid De- rios" en DM tipo 1 según numerosos datos en
carboxilase Antibody"). Esta enzima cataliza modelos animales.
la conversión de ácido glutámico en y aminoi- 4. Autoanticuerpos IA-2 (IA-2 A). De descrip-
sobutrico (GABA), un potente neurotransmi- ción más reciente (1996), la IA-2 como auto-
sor de carácter inhibitorio. La enzima está antigeno es una proteína de la familia de las
presente en las neuronas del sistema nervioso tirosina-fosfatasas (PTP: "Protein-Tyroxin-
central, en los nervios periféricos y en la mem- Phosfatase family") que incluye una serie de
brana de la célula (3 pancreática. Los autoan- enzimas de posición transmembrana que
ticuerpos (anti-GAD) frente a esta enzima se transmiten diversas señales al citoplasma cé-
describieron por primera vez en una rara en- lular. La función básica (y común) de los
fermedad neurológica con rasgos autoinmu- miembros de esta familia (incluida la IA-2A)
nes, denominada síndrome del hombre rígido es catalizar la defosfoliración de los residuos
("stiffman syndrome"). Antes de su identifica- fosfotirosina en proteínas de tejidos específi-
ción como GADA, Baekkeskov y otros descu- cos (para cada miembro de esta familia de ti-
brieron que el suero de ratones NOD y de las rosina-fosfatasas), como linfocitos, páncreas,
ratas BB, contenían autoanticuerpos precipi- músculo esquelético, sistema nervioso y otros.
tantes frente a una proteína de 64KD ("kilo- Los autoanticuerpos IA-2 (IA-2A) se detectan
daltons) de peso molecular. Más tarde, se en el 70% o más de los pacientes con DM ti-
detectaron similares anticuerpos anti-64KD po 1 y tienen también carácter predictivo. Los
en humanos con DM tipo 1 de comienzo y en anticuerpos IA-2 reconocen el dominio intra-
individuos prediabéticos o con alto riesgo ge- celular pero no el extracelular de la proteína
nético de este tipo de diabetes. En 1990, de localización transmembrana que es IA-2
Baekkesov tuvo el mérito de descubrir que la (Peso molecular 106 KD).
proteína 64KD es la propia proteína GAD. Otro anticuerpo de interés es el llamado ICA
Más tarde, junto a la forma de peso molecular 512 que es un fragmento de IA-2. A menudo
65 (GAD 65, aproximativo a 64) se descubrió se usan como sinónimos IA-2 (ICA 512) o
otra importante especie de GAD: GAD67. ICA 512/IA2 entre otros. Esta proteína es un
Ambas formas moleculares de la glutámico- autoantígeno expresado en los gránulos (3 y
decarboxilasa se codifican por dos genes dis- en los de otras glándulas endocrinas y ner-
tintos localizados respectivamente en los viosas secretoras. La actividad I CA 512 esta
cromosomas 2 y 10. Ambas comparten una contenida junto a la anti-GAD en los sueros
homología en secuencia de aminoácidos de ICA positivos y deben ser extraídos (absor-
hasta un 70%. La mayor parte de la inmuno- bidos) para evitar errores de estimación. Fi-
reactividad GAD en el suero está proporciona- nalmente, los anticuerpos anti-fogrina IA-2B
da por GAD65. Estos anticuerpos están o SGM35, proteína extraída de la insulina
presentes en el 75% de los niños de reciente de rata (membrana de gránulos de secreción)
diagnóstico frente al 4 % en los no diabéticos tiene una extensa homología de aminoácidos
en poblaciones caucasoides. Asimismo, y a di- con IA-2 con cuya proteína comparte varios
ferencia de los ICA, pueden detectarse en títu- epítopos. Los anticuerpos fogrina se han de-
de ia diabetes mellitus tipo 41

tectado en pacientes y en familiares predia- estos hallazgos en el páncreas de personas con DM ti-
béticos (56-59% respectivamente). Los anti- po 1 es obviamente difícil de obtener por la inaccesibi-
cuerpos frente a IA-2A v de fogrina lidad de los islotes salvo ocasiones excepcionales. Sin
muestran un estrecho paralelismo temporal. embargo, en algún paciente fallecido en cetoacidosis
g) Asociación con antígenos del sistema HL\ ha sido posible detectar la expresión predominante de
antes). lF'.\-y (fenotipo Thü) ven experimentos de activación
110 (mitógenos) se ha comprobado reiterada-
mente· unJ menor de secreción dl' l L ..¡
i hl Cií indi1·1du()~ :-<lll ])\! tipu l ck u 1cn;,1

dcstr11c1 i vo: a) I11 fi ltL1Cio11 progrl'sn·J de io:-i 1tc:--- ¡1( 'r


célubs inillll!lOCOillpc?tclHC:, illtlllOilUCkarcs il'il c:spl·· qu1__' 1«,:c,onocl'l1 y set:1t-in1uL1n pot- L1 lihi...'L1Ci(,JJ"l ck l~1
cial CD4T) desLk la ¡wrilcria dci isímc 1pni·i11sul1tis: c
0

de cLisl'S de céluhs TH2 (protl'Cl01'<1Si de l!IL1


iiL1S
con n'cluramicnto de linfocitos T citot(1xicos CI>8+ rn mili;1 de proteínas for11i;1cbs r>or h<:terod1111n<''
el 5rca infiltralh linsulitis 110 lksrruLti1 al; hl \fasll ;1 ,i1rnhres ;J las de chse l con c1clciu alfo de 4.:; KD \
rnfiltr;Ki<)n de linfocitos, 111acr<ifogos \ citocin;1' 1 ge IQ rnicroglohulin«). Li deficiencia en célubs '.\l\ po
neració11 de radicaks l1hre-, (insulitis dcstruct11;11. 111 dr1.;1 rnluc1r la pr<:sc'lll.lil ck esos clunes prntL'C1o;·,·s \
h11111;111<h, h tc111poralid;1d \ din.í1111c,1 de l"stL" ¡Jr<ices" c:ontr1h111r ;11 des;irrollo autoinrnune ck la destnicct<.>11
es discurihk. Fn L1 rr;111s1ción de ''111suliti-, lw111g11;1" ;1 dl' L1<; ccluhs f\. l\n fin los linfocitos J', producrures dc-
"dcsrrucri1·;1" es críric;1 Li prcdo111111;111c1;1 ck cl()lws 1111rn111oglohulinas, cornplera11, jumo a los 111acn°if;1gus,
Thl (promotores) sobre Th2 (protectores). Abundan- células endotelialcs, poblaciones linfocitarias y citocinas,
tes datos experimentales en el ratón NOD y en la rata el denso entramado celular que inicia y sostiene la insu-
BB sostienen que en ambos animales el perfil de citoci- litis autoinmune. Su papel es importante pero completa-
nas detectado en el proceso de desarrollo de la insuli- mente desconocido.
tis sugiere una respuesta predominante de células Th 1 En resumen, la evidencia obtenida en modelos ani-
que se traduce en una mayor expresión y secreción de males de diabetes autoinmune parece favorecer la teoría
IFNy y de TNFa en el infiltrado de linfocitos y macró- de que la iniciación de la DM tipo 1 se debe a un des-
fagos de los islotes. Dicha respuesta Th 1, por otra par- equilibrio primario entre clones Thl destructivos para su
te, se evita con inmunosupresores o por anticuerpos particular fenotipo de citocinas y clones Th2 protectores.
anti-IFN-y. Otros datos experimentales en el ratón La hipótesis para ser extrapolada a la DM humana exi-
NOD demuestran que clones de células CD 4+ genera·· ge demostrar una inequívoca predominancia de una es-
dos en presencia de antígenos de islotes y de cé!ul,1s pecie celular Th l sobre otra Th2. Insulina y GAD son
presentadoras de antígenos segregan preferentemente los candidatos principales entre los antígenos de los islo-
citocinas tipo Thl (lFN¡-l<-2); o bien que cn anima- tes frente a la que se activan ciertas poblaciones T.
les jóvenes puede detectarse una respuesta específica 5. lnmunopatogénesís: modelos de autoinrnunidad
Thl frente a isoformas de GAD (64 y 65) en la 1111 en la DM tipo 1
cial (periférica) de la insulinitis. Las citocinas IFN¡ 1 Tres modelos parogénicos tienen actualmente
TNFcx pueden actuar como tóxicos directos de Lis cé rna 1·or aceptación.
lulas f) en colaboración con otras como JL-1. cu10 po ;1 i La Divl tipo l: L1 célula hcra es una víctima de
tente efecto negativo sobre l;i secreción (quiz<i L1rnhié11 un proceso de mimetismo molecular
sobre la síntesis de insuli11;i) ha sido demostr<ido "in cular mimicrv"). Véase también en Virus.
vivo·· e "in vitro". Está daro, desde luego, que lapo- Esta hipótesis fue propuesta por ;\lB,\ Olds-
blación CD4+ no es la única que inrerviene en el pro· tone curno modelo patogénico general para
ceso autodestruct1vo de los islotes 1 que b pohLJCi<'rn numerosas enfermedades ;1utoin111uncs. in·
CDS+ de linfociros T citotóxicos desempe11.a UJl papel cluida la !);'vl tipo 1. L1 hipótesis que se ha
importante en la destrucción celuLir, como se dC"rnues- confirmado en datos experimentales postuLi
tra experimentalmente en la ni;wor eficiencia p;H<i que en la asociación cmre una infección vi-
"transferir" de un ratón I'iOD a otro a11inwl la ''i11su- ral (y por analogía con otros antígenos como
linitis", si se inyC"cta11 al rC"cepror ambas especies celu- proteínas de leche de vaca), el dcsencadcna-
lares CD4+ y C:D8+ extraídas cki hno. La répl1ci dl' 1111e11ro de una enfermedad autoinmu1w, co-
42 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

mo la DM tipo 1, es debida a que ciertos epí- ya residían en los islotes en estado inactivo
topos (dominios moleculares) de un elemen- previamente al estímulo externo.
to infeccioso particular (virus Coxackie) c) Superantígenos y DM tipo 1.
pueden compartir una extensa homología Un superantígeno se define como "una prote-
con ciertas proteínas de membrana de la cé- ína viral (por ejemplo, Coxackie B4 ), pero
lula beta pancreática y que esta similitud an- también de otro origen, capaz de mediar la
tigénica entre el agente infectante y los interacción entre antígenos HLA clase II y cé-
tejidos del huésped puede provocar la reac- lulas T policlonales con activación recíproca
ción cruzada. Así ciertas clases de células T, de unos y otros". Para dicha mediación, los
al reaccionar contra antígenos extraños del superantígenos, a diferencia de los convencio-
agente infeccioso se "confunden" (mimetis- nales, sólo requerirán la expresión de una o
mo molecular) provocando la destrucción de dos regiones variables del receptor en célu-
selectiva de las células beta. La evidencia dis- las T y la de moléculas de clase II HLA en
ponible para sostener esta hipótesis es nume- la superficie de las células presentadoras
rosa desde la demostración ele anticuerpos (macrófago, monocito) de antígeno. Estos
monoclonales con reactividad cruzada virus- superantígenos podrían estimular subpobla-
huéspecl a la sorprendente "quasi-identiclacl" ciones de linfocitos autorreactivos frente a las
molecular entre ciertas proteínas virales del células beta pancreática en mucha mayor pro-
virus Coxackie B y moléculas típicas ele las porción que los antígenos convencionales. De
célula beta (y ele las neuronas del SNC), co- aquí la denominación de "super". Algunos
mo las de la enzima glutámico-clecarboxila- datos experimentales indican que ciertos virus
sa (GAD 65) y tam!Jiéu cHtre éstas proteínas (por ejemplo, Coxackie B4) a través de uu su-
constitutivas de otros numerosos virus, cumu perantígcno reclutan y expanden subpobla
citornegalovirus y el de la rubéola. En minu- ciones de linfocitos T con expresión de
ciosas investigaciones se ha demostrado que dominios muy particulares de las regiones be-
estos determinantes homólogos en ambos se ta del receptor (T) de esas células: VB1,VB1.
identifican o reconocen por clones particulares El concepto de superantígeno aplicado a la
de células T en pacientes con diabetes tipo 1. patogenia de la DM tipo 1 presume la exis-
Otra molécula constitutiva de la célula beta tencia de dominios en la estructura del virus
que puede ser una "diana" preferida de la Coxackie B4 (o de otro agente)con propieda-
agresión autoinmune es la tirosina fosfatasa des de superantígeno "con capacidad para in-
IA-2. Algunos datos recientes muestran que ducir la expresión de genes de retrovirus
ciertos epítopos de IA-2 provocan una res- endógenos con la consecuente producción de
puesta in vitro máxima de células T en sujetos citocinas frente a la célula beta. No obstante,
de alto riesgo de DM tipo 1. Dicha región ele y a pesar de la originalidad de esta teoría, no
IA-2 tiene similitudes con determinantes anti- puede explicar completamente la patogenia
génicos de ciertos virus, como rotavirus, cito- de la DM tipo 1 en humanos.
megalovirus, de la hepatitis e o de la gripe. Otros modelos han sido propuestos por GF
No obstante, la hipótesis del mimetismo mo- Botazzo para quién la célula beta puede redu-
lecular contiene limitaciones para ser aceptada cir su propia destrucción (suicidio) si un suce-
como explicación general. so etiológico inicial (por ejemplo, infección
b) Estimulación no dependiente del antígeno por virus) provoca la presentación restringida
("bystander hypothesis" ). a HLA clase II de un antígeno celular previa-
Una vez inducida por una infección viral una mente no expuesto al reconocimiento del sis-
respuesta celular T, la expansión de esta sub- tema inmunocompetente y, por tanto, al ser
población puede hacerse independiente del es- presentado en la superficie celular no es reco-
tímulo por el antígeno viral o de otro tipo: se nocido como propio y actúa la conocida cas-
hace antígeno independiente. Dicha hipótesis cada de células T autorreactivas, citotóxicas,
("bystander" o de daño al espectador) está ba- citocinas, formación de autoanticuerpos. Al-
sada en la observación comparativa de la DM ternativamente un antígeno de la célula beta
tipo 1 inducida por infección con virus Coxac- podría ser "liberado" captado, procesado y
kie B4 en ratón NOD y en cepas transgénicas presentado (HLA-restringido) por las células
portadoras de células T con receptores "diabe- presentadoras de antígenos (Ag) con idénticas
togénicos". La hipótesis propone que la inicia- secuencias. En otra hipótesis, elaborada por J.
ción de la insulitis autoinmune es debida a la Nerup, Mauricio y Mandrup-Poulsen et al., el
activación ele células inmunocompetentes que evento inicial desencadenante protagonizado
Etiopatogenia de la diabetes mellitus tipo 1 43

por la liberación precoz por células T de IL-l cornbinations of auroantibodes rnarkers. Diabetes 1997:
promovería una cascada posterior de sucesos 46:1701.
incluída la promoción de la formación incon- 3 O.S. Birk, !.R. C:ohcn. T cell auroinrnunitv in n·pc 1 Dia-
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10 S()Il ~Hl dcsconoi..'Jdo\ Y prob~1blcn1cn1c \'JrJJil sc-


h prL·d ckl i11di1iduo v el
iniu;1J 1/0 Lis rcperid;1s !"múltiple hits")
que puccbn suceder ;1 lo largo de la histori;1 natural de 2007: \'oi. 7:9SS-SLL
b rcdt1cci(i11 de h mas;1 . La c1¡xicicbd de 'j .\•1.\L Eísrnh:Hlh C'o. Cciiuhr .rnd i\i()ivcu
rege11cr;1Lt(Íll de l(h islorcs qtJi1.:1 genéti,·anwntc con·· Df npc· 1:\ d1.1hc·1:''· (:·li .\loi 1.ik C., .. í.
trnhd;1. es segur:1111c'1llc llll foctor dererrni1Lrnte de si l:i 2011-:-: h4:Sh'l-·:·2..
rnas;1 ,-cluLu he1;1 resiste 1 SL' rcge11cr:1 ror:1I o ¡-1;ircial 1tl :\v¡ll>tn C. i--:mik W. .\lokc11Lir 1-\;1,h <JI I il ..\I lQ .i\\Oc:
;111om \\1th lllll.\I. Di.1i'c·t:·,, 201)-; -1~: 11 ~·- :-<·!.
mc1Hc ann· 11110 o 1·ari;1s agrvsiom·s (Yirus, proteí11:1s
nutrientes) o bien es ineficaz para detener el dcclin: 11 \:n11p J. .\l.rndrup-hHil'c'll L cr .1!. \ )11 Thc· p:Hh(1g,·11c·-
sis of JDDM. Diabcrología, 197!4: 37 Suppl: 2582-89.
progresivo de la masa celular beta. Este desequilibrio
12 Oldstonc MBJ\. Molccubr mirnicry and auroinrnunc dis-
destrucción-regeneración puede explicar los diferentes
casc. Ccll 50, 1987:819-20.
cursos clínicos que el mismo proceso (autoagresión a
U Serrano Ríos M, Goday A, Martínez-Larrad MT Migranr
los islotes) pueden presentar individuos con similar
population and thc incidencc of Type 1 Diabetes Mellitus.
riesgo genético: prediabetes de curso rápido y explosi- Diabetes & Metabolism Reviews, 1999; 15:113-32.
vo comienzo clínico, o larga etapa de prediabetes o l4 Serrano Ríos M. Diabetes tipo J: Etiopatogenia. En: En-
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Li DM2 e:, un rrastornu mcT1hólicu 11cu \.
multifoctori:1l en el que se dan dos hechos fundamcn-
Es sabido que la diabetes h;1 ak;rnz;ido proporcio- 1;1lc:: por un;1 parte, la rcsistenci:1 de tejido:, corno e!
lll'Sendémicas v hs prn·i:,iones de h Or¡.;;111Í1;1c1<·J11 111(1scul(l. hígado,. rl'jido adiposo :1 b ;icci(rn de h i11-
;\Jundial ck la S;1lud ¡()j\\Sl lo c·onfirmlil. Sq.~t·111 L1 suli11:1 Y. por otr:1, u11;1 disfunci(m que nrnhic'n ¡•uc<k
OJVJS, en el aiiu 2())1) hahr;Í )h(í millonc-, de dd)(·ri- sn prngresÍ\ ;i de la células f3-pa11crl';Ít1c·;1s (])C-13) que'
cos en el mundo, es dvcir. unos ! 'Vi millrnws 111;1s que desde el punto de' \·1sra rnctah<'ili.._·o puede L'\·olucion:ir
había en el aüo 2000. Este aumento csLÍ en relaci,)11 corno predi:1L1etcs (glucemia en ayuna:, altcrad:1, into-
con un incremento notable de la población, nutrición lerancia a la glucosa) o diabetes franca, situación que
inadecuada, aumento del sobrepeso/obesidad y seden- se hará dependiente de insulina cuando el fracaso ele
tarismo. Como la prevalencia de diabetes tipo 1 per- las células [3 sea completo 2' 3 •
manece relativamente estable, estos aumentos previstos Existe una correlación evidente entre DM2 y obe-
globalmente para la diabetes, son de tipo 2 (DM2) con sidad, sobre todo, de carácter abdominal y en cone-
la particularidad de que un porcentaje importante de es- xión con la RI, aunque es verdad que puede haber
tos diabéticos tendrán más de 65 aüos, corno ya ocurre casos de RI sin obesidad y no todos los obesos tienen
en España que un 45% de DM2 están comprendidos en RI y DM2. Sin embargo, la epidemia de DM2 va muy
estas edades. Los mayores aumentos de prevalencia de pareja con la de obesidad, lo que ha motivado la pro-
diabetes en los próximos 22 años se producirán en la In- puesta del término diabesidad.
dia, China, Estados Unidos, Sudamérica'. Existe un aumento muy importante de sobrepeso/
Los datos de prevalencia de la diabetes en Espai1a obesidad en el mundo y, en Espaíi.a, la prevalencia to-
se exponen en la Tabla l. tal de obesidad, según datos de la SEEDO, es del
14,5% en población adulta, siendo un 39% la preva-
Tabla L La diabetes en España lencia de sobrepeso, mientras que en la población in-
fantil es del J 4 y 12 % respectivamente.
Este aumento considera ble ele sobrepeso/obesidad
Edades PrcYalcncia
en la edad infantil ha tenido un gran relieve en Estados
30-65 ar1os (.,.;·:.,
Unidos, habiéndose encontrado un incremento nota-
h.5-74 ailos !h ..
ble de casos de D1\J2 en la infancia, que ha llegado
~ 75 ai1os representar hasta un 16°1,, de nuevos casos de diabete~
Fuente: ~vlinistcrio d(' S;1111dad 200b en áreas urbanas \. que, dependiendo de distintas w-
n:ls del país, ha oscilado entre el 8 v el 45º/c,. Esta
Es importante seiialar que existen todaúa bastantes D:Vl2 de la infancia y juventud tiene la misma base de
casos de DM2 sin diagnosticar, que en nuestro país esta RI + DC-[3 y puede iniciarse corno un estado prediabé'-
enfermedad es variable de unas regiones a otras, según tico, por supuesto, que factores de riesgo importantes
diversos estudios, y que en algunos casos se ha demos- son la obesidad, el sedentarismo, historia familiar de
trado la existencia de complicaciones y;i en el momento DM2, etnia, bajo peso al nacer'.
del diagnóstico (retinopatía, neuropatía). que hace pen- En nuestro país Yesre et al.' han estudiado de for-
s;ir que se ha podido retrasar hasta en 1O a iios. rn:1 prospecti\·a una población de ni11os y adolescentes
46 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

obesos para comprobar la frecuencia de intolerancia a RESISTENCIA A LA INSULINA


la glucosa (IG) y DM2 en este grupo y encontraron un
19% de IG, que variaba con la edad y con el estadio La RI se define como la disminución de la capacidad
puberal (7% prepuberal, 28% puberal, 26% postpu- de la insulina para ejercer sus acciones biológicas en te-
beral) pero ningún caso cumplía criterios de DM2, jidos diana típicos, como el músculo esquelético, el híga-
probablemente, porque el grado de obesidad no era de do o el tejido adiposo (Consenso del Grupo de Trabajo
la cuantía de otras publicaciones. de Resistencia a la Insulina de la Sociedad Española de
Algunos autores han señalado una nueva expre- Diabetes, 2002). La RI crónica es la base común de toda
sión de la diabetes en niños y adolescentes (diabetes ti- una serie de trastornos que incluyen la DM2, obesidad,
po 1 + DM2), a la que en algún momento se dio el dislipemia, enfermedad cardiovascular. La alteración de
nombre de diabetes tipo 1,5 (uno y medio) y que ac- la glucemia en ayunas, la intolerancia a la glucosa o la
tualmente se prefiere llamar diabetes doble (DD), en la DM2 se asocia con frecuencia a dislipemia aterogénica
cual existiría RI + obesidad y marcadores autoinmunes (aumento de triglicéridos, disminución de HDL, partícu-
contra las células beta [GAD 65, anticuerpos tirosina las LDL pequeñas y densas), obesidad visceral, hiperten-
fosfatasa (IA2) y anticuerpos antiinsulina] 6 • sión arterial, alteraciones hemorreológicas y de la
En lo que se refiere al metabolismo de la glucosa, fibrinólisis, disfunción endotelial y elevación de los mar-
éste puede evolucionar desde una tolerancia normal a cadores inflamatorios (proteína e reactiva) que se ha co-
situaciones de prediabetes hasta una DM2 establecida, nocido como síndrome metabólico o cardiometabólicoc.
aunque existe Rl desde el primer momento y los facto- La insulina es una hormona anabólica y anticata-
res ambientales estén colaborando de forma activa en bólica muy potente y tiene, por tanto, una capacidad
la actualización del proceso, que se acompaña de DC- antilipolítica muy marcada incluso con pequeños au-
13 y finalmente de disminución significativa de la masa mentos de su concentración plasmática, produciendo
celular 13 funcionante que condiciona la necesidad de una disminución de los ácidos grasos libres (AGL). Es-
insulina para el control metabólico. Estos hechos que- ta disminución aumenta la captación de glucosa por el
dan resumidos en la Figura l. músculo y participa en la inhibición de la producción
En la Tabla 2 resumimos los hechos puntuales rela- de glucosa hepática. En definitiva un aumento de la in-
cionados con la etiopatogenia de la DM2 y que discu- sulina plasmática puede producir cambios en los AGL
tiremos a continuación. y afectar a la normal regulación de la glucosa.

Predisposición genética + Factores ambientales

Defectos adquiridos

GAA, IG
TG Normal DM2
(Prediabetes)

RI

DCl3 Fallo de las células 13

TG: tolerancia a la glucosa. RI: resistencia a la insulina.


GAA: glucemia en ayunas alterada. DC: disfunción de células ¡3.
DM2: diabetes tipo 2. IG: intolerancia a la glucosa.

Figura l. Esquema representativo de los hechos fundamentales implicados en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
de la diabetes mellitus 2 47

tienen receptores insulínicos incluidas las células ¡3,


Tabla 2. Diabetes tipo 2. Etiopatogenia por lo tanto nos encontraríamos con que la hipcrinsu-
lincrnia podría ser al mismo tiempo causa y efecto de
Resistencia a la insulina: obesidad, i AGL, cirocinas infla- la RI. Recordemos que los niveles basales de insulina
matorias, adipocin:is, disfunción mirocondrial regulan de forma significativa la sensibilidad insulíni-
Disfunción de células fl: for- ca v pueden existir multitud de causas que conduzcan
n1Jción de an1il()ide. inflam;1ción a hiperinsulincrnia basal'.
Cu1nponcntc genético importante Los rneccrni:irnoc, que deocnc·:1dc·11;1h,1 i;¡ Rl iJO ,un

1.:3 pLl en lo"


porcl'.nta¡c un p«pel 1rnporr;mtc en ,·]
equilibrio del rnetabohlllo de h por una parrc- lu:JLic.)n 1.Jl.-, i1h_'d1,1cL1:-:. p\

regulanclo b liberacic'rn de los i\GL \, por otra, con la del 1rn'1scuiu L'Squckrico .. \clcm5s. Li disfunción L'lldo-
producción de adipocirncinas que ;1fccc1 <1 Li sensibilidad tL·lial que ac·omp:liía :1 Li ohcoichd 1 !)\-12 oc;1c,Í()J1'! es-
;1 la i11suli1i;1 en 1m'1srnlo e híg;1do. trés oxiéhti\"<l que pucck i11h1lm· L1 sc·11:1li1:1cic)n LlL'i
La insulina estimuh h produccic'm de c·Jxido 11ítrico n't.:eptor de i11st1li11a 1· p<llCliU;1r 1.i Rl.

en la céluh cndotelial que puede inhibir el proceso ;HC· Lx1-,rc u11<1 Jsoc·i:1ciL'J11 i"unrc L'lltrl' olws1cL1d ;1hd<)
roesclnc'lt 1cc> \", Ll m h1én, h s citoc1 n;1s i11 fLrnLitori;1s. rni11:1I 1· IZ!, <.:011 gr;111 ;1c1'1nrnlo de i,·érido.\ depo:,1·
como el focror de· necrosis rumor;il !TKF-c<). Estos L1dos L'll esws gr;11llk'> ;1d1pociros 1·cc,1c,tentc:, ;i Li
efectos lwncficiosch de la insulina a través ckl 0-iO se· ;1cc1ó11 111suli111c1 suprL'SLlr;1 dl' Li l1pol1sis, l]ll<' produce
enfrentan a la posibilidad de otros efectos nocivos atri- un aumento de los AGL y glicerol que empeoran la RI
buidos a la hormona, como su acción sobre el creci- a nivel muscular y hepc'ítico.
miento de la musculatura vascular, que podría El aumento de los AGL derivados de ese acúmulo de
contribuir al desarrollo de aterosclerosis. grasa corporal condiciona un aumento de su oxidación
En condiciones normales, la acción de la insulina se a nivel hepático y de la gluconeogénesis, lo que provo-
desarrolla tras unirse al dominio extracelular de su re- ca hiperglucemia e intolerancia hidrocarbonada, así co-
ceptor y la posterior autofosforilación de residuos de rno las alteraciones lipoproreicas que señalarnos
tirosina de la subunidad ¡3 del dominio intracitoplás- previamente. En la Figura 2 se resumen estos hechos.
mico que produce la activación del receptor; esto con-
diciona un aumento de la actividad catalítica de la
subunidad ¡3 que provoca la fosforilación de diversos
• Lip¡nsis
sustratos proteicos endógenos, como IRS-1, IRS-2,
IRS-3, IRS-4. Éstos estimulan una serie de cascadas de l
reacciones de fosforilación y clcsfosforilación media-
das por diversas enzimas, poniéndose en marcha las
funciones de la insulina como transporte de glucosa,
síntesis de glucógeno, síntesis proteica, de 6cidos grn ·
~~~
+Oxidación AGL +Oxidación AGL
sos, crecirnienro cc:lular, cte. Músculo Hígado
RI est<1 presc:nte desde el primer momento en la his-
toria natural de la D1\12, aunque la tolcranci;1 a la glu-
cosa se<l normal porque se produce un aumento
compensatorio de Li secreción de insulina, en alguna
manera la célula beta es capaz de adaprarse a la inten-
sidad de la Rl, aumentando de forma adecuada la se-
creción de insulina para mantener normal la tolerancia
a la glucosa, aunque esto n() significa que b función Hiperglucemia
celular ¡3 sea normal'.
Es bueno record;ir que la hiperinsulinemia en situa- 2. Rcprcscntacic'rn csquc111útic;1 del p,1pcl de lo-; ;íc·idm
ción basal v de cualquier origen puede producir inten- grasos libres(.\(;!.) en el dcs;irrollo de hi¡wrglucc:rnia.
sa RI v se pueden ver ;1fecrados todos lus tejidos que
48 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Hemos comentado que la hiperinsulinemia precede del glucógeno muscular. La actividad de esta enzima es-
al desarrollo de DM2 y es un factor predictivo signifi- tá muy reducida en la DM2 y la capacidad de la insuli-
cativo de intolerancia a la glucosa y DM2, pero sería na para activarla también está muy afectada, y parece
importante señalar que no se desarrollará diabetes si ser que la causa molecular del defecto se relaciona con
no existe DC-¡3. una alteración en la transducción de la señal insulínica.
Algunos autores han insistido en el papel funda- Respecto a la producción de glucosa hepática, re-
mental que desempeñan los adipocitos y los AGL en la cordemos que la insulina la inhibe y que el glucagón y
patogenia de la DM2. Ya comentamos que la insulina los AGL la estimulan. El aumento de AGL en DM2 in-
es un gran inhibidor de la lipólisis y, por lo tanto, im- duce RI hepática, que se puede unir al efecto de un au-
pide la liberación de los AGL al inhibir la lipasa hor- mento del glucagón plasmático y de la captación
mono-sensible. Se podría resumir que la homeotasis hepática de precursores de la gluconeogénesis.
glucosada se altera en la DM2 por ese "cuarteto disar- Las células grasas adquieren un relieve importante
mónico" (DeFronzo) que forman la producción au- en relación con la RI y la DM2, pues, además de ser el
mentada de glucosa por el hígado, la disminución de lugar de depósito de la grasa del que se liberan los
la captación de glucosa por el músculo, y de la secre- AGL, es un auténtico órgano endocrino en el que se
ción de insulina por las células beta y el aumento de la producen una serie de sustancias denominadas adipo-
lipólisis con incremento de los AGL que es capaz de citocinas, cuyas características vamos a resumir.
causar o agravar los tres fenómenos anteriores. A esto La adiponectina se expresa sólo en los adipocitos y
se añade que pueden encontrarse depósitos de triglicé- es el único factor que aumenta la sensibilidad de los te-
ridos en el músculo y en el hígado, relacionados con la jidos a la insulina; esta sustancia está muy disminuida
RI en estos tejidos; estos fenómenos se han conocido en los casos de DM2, sobre todo, en obesos. Esta dis-
como lipotoxicidad que puede causar también DC-¡38. minución se correlaciona con la mayor RI a nivel he-
Los AGL pueden ser transportados a las células be- pático y muscular también se ha dicho que tiene gran
ta y, por diversos mecanismos, inducir un aumento de actividad antiinflamatoria.
la secreción de insulina. Sin embargo, esto sería un La resistina es otra proteína producida por el adi-
efecto agudo del aumento de los AGL plasmáticos, pe- pocito en mayores cantidades en la obesidad y en la
ro una elevación crónica de los AGL plasmáticos tiene DM2 y sus niveles plasmáticos elevados en estas situa-
un efecto inhibidor sobre la secreción de insulina que ciones se correlacionan con la RI a nivel hepático pero
es más evidente en las personas con predisposición ge- no muscular. La insulina sería capaz de inhibir la ex-
nética para la DM2. Por el contrario, la reducción de presión de la resistina en el adipocito, pero en DM2
los AGL en pacientes con DM 2 mejora la secreción de que puede haber un aumento de los niveles de insulina
insulina; todos estos hechos motivaron la creación del plasmática el adipocito debe ser insensible a este efec-
término lipotoxicidad que, en definitiva, se refiere a to inhibitorio de la insulina.
los efectos de los AGL sobre la secreción de insulina En el adipocito también se producen las denomina-
por las células beta. das citocinas inflamatorias, como el TNF-a, cuyo pa-
Algunos AGL y lipoproteínas favorecen la apop- pel en la RI de la obesidad y de la DM2 no está
tosis (muerte celular) de las células ¡3 y otros, la pro- suficientemente aclarado, aunque esta sustancia au-
tegen y, en este sentido, los ácidos grasos saturados menta en el plasma en pacientes con obesidad y DM2
como el palmítico son muy tóxicos, mientras que los pero tiene pobre correlación con el grado de RL Otra
monoinsaturados como el oleico tienen efecto protec- citocina inflamatoria es la interleucina-6 (IL-6). La IL-
tor y en la misma forma las lipoproteínas como VILD 6 aumenta en la DM2 y se correlaciona con la intensi-
y LDL favorecen la apoptosis mientras que las HDL dad de la inflamación medida por la proteína
son protectoras. C-reactiva (PCR).
Hace ya 45 años que Randle et al. propusieron su El inhibidor-1 del activador del plasminógeno
ciclo de la glucosa-ácidos grasos que quería decir que (PAI-1) se produce, sobre todo, en el adipocito; está
el aumento de oxidación de los AGL disminuía la oxi- muy aumentado en obesos diabéticos y no diabéticos
dación de la glucosa en el músculo, aunque algunos en relación con el grado de RI. PAI-1 puede ser un fac-
autores piensan que otros mecanismos, como, por tor importante para acelerar la enfermedad cardiovas-
ejemplo, un aumento de la glucosa-6-fosfato tenían cular que se da en los estados de RI, obesidad y DM2.
que estar implicados en la inhibición de los primeros La leptina es una hormona producida por los adi-
estadios del. metabolismo de la glucosa para poder pocitos, que suprime el apetito a través de sus efectos
aclarar los defectos en el transporte y fosforilación de sobre los receptores hipotalámicos. No parece que nin-
la glucosa y en la síntesis de glucógeno. gún estudio haya demostrado un efecto de la leptina
En todos los estados de RI, la síntesis de glucógeno sobre el metabolismo de la glucosa en obesos y en
estimulada por la insulina está alterada y sabernos que DM2; sin embargo, es verdad que las mutaciones del
la enzima glucógeno-sintasa es clave para la síntesis gen de esta hormona se asocian con obesidad impor-
de la diabetes mellitus tipo 2 ,. 49

tante, intolerancia a la glucosa y RI, fenómenos que que codifican las proteínas mitocondriales; algunos de
pueden ser reversibles con la administración de la hor- estos genes están implicados en la RI. También el nú-
mona. Algunos estudios apoyan la posibilidad de que mero y tamaño de las rnitocondrias se correlacionan
la leptina desempei'íe un papel significativo en el pro- con la capacidad oxidativa y aunque algunos autores
ceso de inflamación que parece existir en b ff\!2 v en han sugerido que la disminución de la función miro-
la aterosclerosis. condrial se relaciona, sobre todo, con la disminución
Ciertos datos han puesto de rclin·e la posible cone- del número de mitocondrias, parece ser que este hecho
xión enrre infLun;ici<i11 crónic1. RL D\12 1 arcrosc.·!c- no pucdl· explicarlo rndu.
rus1s. S"

'-T{)111l-J \' RI 1.:n tl'iid(h L1:·:


músculo\- l'Í ad1puciw. ]3 j!O\j[!Ji
aurnres han 111)!.\liUu l,·n e! 11npor~ l]lh.' n1ituc:ondria! ~1 t'Stl' ill\·cl c~té· ('(1111
L1 di')funci(·:n1
t:rnre que· tiem: el ccrnp1cc> de gr;i..,;1: p()1· cjcm- c11 clífc·rn1cdadec, cardiuv;i:,cuicir<·s. c"o111''
p!o, en cl músculo y e11 el hígado. qut se currchcirnn mi< JCl rdiopa tía,
directamente con la Rl a nin·! de t:sos rcjidos. Fsw h;1 :1rterial e i11,uficic11cia cudbca. ;\unq11c· se ha rcbcio-
originado la lhmacLi hipc'itesis del sohrcilujo que o,1g- 11aclo h IZI 1 Li disfunción cndorclial 11u c,c c<moct· hic11
11ific;1 scncilLrnwntc lJUL' el ;1dipocito h;1 s;1fllr:1do c,u L·i ¡•apel que puedt• ck·sempáíar la funcicin rnirocon
cap<1L·id;1d p;ira de¡•osiur tr1gl1cé·ridos \ L'stch sl' diri- dri:il a 11i1TI ckl t·nclorclio. ,~lgunos c·srudios han apll
gen ;i orros rcj idos. 1:ido Lrn1hié·11 el p:11wl que tienen Lis miroco11dri;1s en
Prnh:1hlc111entc St' ha L'Xcign;1do el papl'l s1g111lic:rn- Li func·i<.111 de Lis céluhs hct:1. 1·a que h disfunc1ó11 m1
vo ljllt' desempe1];1 t'I ":1d1pociro disfu1Kio11:1l'' que cs- tocrn1dri,1I l'lll'lk afccLir :1 h secrcci<'rn de insulin<l.
t<Í presente en DM2, que product adipocitocinas, que siendo por tanto un factor p;1togénico en la DM2 '- 11 ''.
induce Rf, inflamación, hipercoagulabilidad, dislipe- En la Figura 3, tomada de Cabezas Cerraro', se tra-
mia y bloquea la producción de adiponectina que es ta de resumir todos estos aspectos comentados.
un agente sensibilízante de la insulina. Por todo esto,
algunos han defendido el papel preponderante que
desempeña la alteración lipídica en la patogenia de la Genes Ambiente:
DM2"-"i. de envejecimiento
Algunas observaciones han sugerido que los AGL OB
liberados en el citosol de los adipocitos pueden ser me- Alteración
tabolizados por beta-oxidación mirocondrial y, de esta mitocondrial
forma, se evita la liberación de AGL desde los adipo-
citos a la circulación. Si la capacidad de beta-oxida-
ción es superada por el exceso de AGL a nivel
citosólico, la concentración de estos 3cidos grasos a es-
te nivel provoca toxicidad mirocondrial, con lo cual RI + dC[3
disminuye la capacidad de beta-oxidación \' los AGL
pasan a la circulación y podrían ser rnetabolizados
posteriormente por oxidación mitocondrial a nivel ele
t
OB
GB/ITG
músculo, pero en todo caso pueden producir depósitos
ectópicos de grasa que provocarán Rl, cb11o de las cé-
lulas p y diabetes".
Recientemente se insiste en que Li disfunción rnito- Dfvl tipo 2
condrial desarrolla un p<1pel significitiHJ en la Rl a ni- -----~-~
/
vel del músculo, hígado, tejido adiposo, p<1ncreas \
sistema cardiovascular. La mirocondrias regulan h ). liipótcs1s unitaric1 para cxplicir la resistcnci;1 a 1,
producción de energía a nin·l celular, sobre todo, en h ins11li11a 1Rl), disfunción de: células f3 (dC¡3l y desarrollo ¡)ro-
forma de ATP, combinando respiración oxidativa con grcsl\o a diahctcs (D.\ol) tipo 2, desde: glucemia b;1sal (GBí
el metabolismo de los nutrientes. En la disfunción mi- normal. altc:r<H.b o intolerancia a la glucosa (lTGl, partien-
tocondrial pueden influir factores genéticos, teniendo do de h disfunción mirncondrial que emergería de: los gc1ws
en cuenta que existen genes nucleares v mitocondrialcs de susceptibilidad 1 del ambiente. OB: obesidad.
50 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

La disfunción mitocondrial también se ha relacio- disminución de la sensibilidad a la insulina se ve com-


nado con la edad, que puede condicionar cambios pensada por un aumento de la producción insulínica por
morfológicos en las mitocondrias y disminución de su la célula pancreática, aunque una excesiva demanda de
número y de su capacidad oxidativa, aunque no seco- secreción de insulina por el aumento de la RI puede ace-
nocen los mecanismos moleculares que ligan la disfun- lerar de forma significativa el fracaso de las células 13.
ción mitocondrial con la edad. Un hecho discutido es que se pueda producir una
disminución de la masa celular beta y algunos estudios
DISFUNCIÓN DE LAS CÉLULAS f3 EN LA DM 2 de autopsias parecen confirmarlo, aunque no estén sufi-
cientemente bien aclaradas sus causas. Se ha pensado
En condiciones normales, la secreción de insulina que la apoptosis aumenta cuando una serie de factores
por las células pancreáticas tiene una respuesta bifásica ambientales que rodean a las células 13 altera las señales
al estímulo de la glucosa. La primera fase de secreción y vías metabólicas que activan el proceso destructivo.
de insulina se valora por los aumentos de ésta en el plas-
Existe un factor de transcripción pancreática que se
ma 10 minutos después de una infusión intravenosa de
ha denominado homeobox-1 pancreático-duodenal
glucosa o a los 30 minutos si se emplea glucosa oral; la
(PDX-1) que parece ser un mediador significativo de la
segunda fase de secreción insulínica se produce a los 10-
apoptosis de las células 13, este factor esta implicado en
20 minutos de una infusión iv de glucosa o a partir de
la regulación de varios genes de las células 13 como el de
los 30 minutos de su administración oral.
la insulina y el transportador de glucosa GLUT-2. Una
Diversos estudios han demostrado que la pérdida
hiperglucemia crónica mantenida provoca la disminu-
de la primera fase de secreción de insulina por el pán-
ción del PDX-1 y disminuye la masa de células 13; en to-
creas es la anomalía más precoz y característica en el
do caso hay que realizar más estudios en este sentido 11 •
desarrollo evolutivo de la DM2; precisamente, esta in-
El depósito de amiloide en los islotes también ha si-
sulina es fundamental para suprimir la producción de
do implicado en la pérdida de células 13; este polipépti-
glucosa hepática y estimular la utilización periférica de
la misma. En definitiva, esta pérdida de la primera fa- do, conocido como arnilina, se cosecreta con la insulina,
se de secreción insulínica y la no supresión de la pro- aunque en una proporción 10 veces menor y se ha seña-
ducción de glucosa hepática es clave en el desarrollo lado que pequeños agregados de esta sustancia son cito-
de la hiperglucemia posprandial en la intolerancia a la tóxicos en relación con la producción de radicales y,
glucosa y en la diabetes. No olvidemos que la insulina sobre todo, cuando existe aumento de los AGL.
tiene un patrón bifásico de secreción y que este hecho Algunos estudios han sugerido que la nueva for-
desempeña también su papel en la supresión de la pro- mación de islotes desde los conductos exocrinos
ducción endógena de glucosa y, por otra parte, se pro- pancreáticos está reducida en la DM2 y algunas inves-
duce, simultáneamente un cambio en las oscilaciones tigaciones en modelos animales de diabetes vienen a
secretoras de la insulina con pulsos rápidos y lentos confirmar que la neogénesis de los islotes está reduci-
perfectamente emparejados con las variaciones de la da y muy aumentada la apoptosis de las células 13. En
glucosa; esta correlación se pierde cuando hay IG'. todo caso, parece razonable admitir que, además de la
Entre los factores adquiridos que pueden inducir pérdida de población celular 13, otros factores intervie-
DC-13 debemos citar la glucotoxicidad y la lipotoxici- nen en el fracaso de la secreción insulínica.
dad. Una hiperglucemia mantenida bloquea la res- Las incretinas han sido implicadas en la patogenia
puesta secretora de las células 13 disminuyendo los de la DC-13 en la DM2. Tenemos dos hormonas incre-
gránulos secretores de la hormona, aumentando el es- tinas GIP (polipéptido insulinotrópico dependiente de
trés oxidativo que altera la célula 13 y afecta a la trans- glucosa) y GLP-1 (péptido parecido al glucagón). EL
cripción de multitud de genes de esta célula 13. Además GIP es un polipéptido de 42 aminoácidos secretado en
parece comprobado que niveles mayores de glucemia las células K del duodeno y yeyuno proximal; su esti-
alteran la transcripción de proinsulina. mulador más potente es la grasa y actúa sobre recep-
Ya hemos comentado anteriormente el concepto de tores específicos de la membrana de las células p,
lipotoxicidad que se deriva del efecto tóxico que un teniendo efecto insulinotrópico. El GLP-1 es un pépti-
aumento persistente de los AGL tiene sobre las células do de 30 aminoácidos producido en las células L del
13; esto puede afectar a la conversión de proinsulina a intestino delgado distal y se libera en respuesta a inges-
insulina e inducir déficit insulínico. También se ha se- ta de comidas con lípidos y carbohidratos; tiene una
ñalado que un aumento de l9s AGL por hidrólisis de acción insulinotrópica potente con un receptor especí-
los triglicéridos en los islotes puede producir un au- fico en la célula beta pancreática.
mento de óxido nítrico que incrementaría la expresión En la DM2 se ha encontrado una respuesta normal
de citocinas inflamatorias, como interleucina-1 y del GI a la ingestión de glucosa y, sin embargo, la res-
TNF-a que produce apoptosis de la célula 13. puesta del GLP-1 está reducida. Algunos estudios pa-
La RI puede desempeñar también un papel determi- recen confirmar que las incretinas desempeñan un
nante en el deterioro de las células f3, recordemos que la papel importante en la regulación del metabolismo de
Etiopatogenia de ia diabetes meilitus 2 51

la glucosa y que un déficit de su función puede ser sig- riesgo genético para la enfermedad es la célula [3 la que
nificativo en la patogenia de la DM2, en la que se en- determina el nivel de glucemia.
cuentra disminución del GLP-1 plasméítico porque Actualmente, el consenso más generalizado es ad-
está disminuida su secreción. Más tardíamente se ha mitir que DC-[3 y RI se dan muy precozmente en la his-
comprobado una disminución del efecto del GIP en es- toria natural de la DM2 antes de que se llegue al
tos pacientes, lo que podría confirmar que la parrici- estadio de prediabetes. No hay pruebas de que ambos
dc bs incretinas en la patogenia de la D'vl2 se defectos estén ligados genfocamente v es curioso con-
concn:ta en una )L'creción inadccuach del ( ;LP-1 \ u1u sidcrar que los cambios en el estilo de \·ida
;Kci(m disminuid;1 del (;JP' . desde !(, ])\12. ck

ta1mi1c1r
;·un c11 estc procc,o. d() de pcr:,0¡1;is cun DM2 ,lc,;1rrnlL111 ¡e; u J)\12.
Dona th et ;11.' comc11 t;iron qm· i11lcTkucin;1- i i:\ (l l · de los padec:e DJ\12. ei nesgo p;ir;1 desarrolLlJ"
] í3: es Ul1<1 citocÍn;J riroinfl;rnl<Horia que inhihl' iJ fu11- DM2 de los hijos (ha-;ra los 8() :u1osl es de un .)8'!,, \" ,¡
,-i(Jll de Lis células [3 '-' inducL· apoptosis dL' Li misni;i. ;1111hos p<idrcs p;1dece11 el trilslurno, la prL'l';1lcnci:1 Lk
Fsr<Í ciroci11.i punk ser Li 111ediadm;1 de los dL·crm Lk DM2 cn Li descendenl:ia es del 6U'\, la lm 60
h hipc1·glucrnw1 sohrc hs n:·li1L1;, [:} 1· en ddi111tiva cs- Los t'stud1os rc;1Ji;,ado-; en gemelos Jll(JJlocig(ÍlJUh
rns lulh;,gos irnplic.irÍJn un proceso inflarnarnrio l'Jl 1 umhiL·n en dicigóricos h;¡ pnmmdo d1sringuir L1

L1 p;Hogcni;1 de h glucoto.,icid,1d en la D'\12 \ como ;1 pon;1ci\'1n genéric1 ck Li no-gent'tJC;l.

1nrcr111ed1;ui;1, Li !L- l f:\. ?\o ulw dulb de que los facrorcs gcnl;ricos l'\LÍn
La leptina también se ha considerado una citocina implicados en la DM2 pero teniendo en cuenta la gran
proinflamatoria y, adem;is de su efecto negativo sobre heterogeneidad del trasi-orno no extrai'ía la gran varia-
la secreción de insulina, puede provocar apoptosis de bilidad de los resultados de investigaciones genéticas.
las células Bpor aumento de la secreción de IL-1 [3. En El estudio genético comprende la investigación de po-
la DM2 están presentes, pues, factores tóxicos, como sibles genes candidatos, se trata de encontrar genes espe-
hiperglucemia, dislipemia y aumento de compuestos cíficos que influyan en el desarrollo de la enfermedad y
inflamatorios circulantes por lo cual es posible que un en este sentido se verifica la relación estadística entre un
aumento del estrés celular precipite inflamación de los determinado gen y un fenotipo correspondiente, por
islotes. Bajas concentraciones de IL-1[3 pueden ser be- ejemplo para DM2 o RI. Otro procedimiento es la inves-
neficiosas para conservar la función de las células [3, tigación de un genoma amplio que locali;,a genes según
por lo cual se podría plantear el potencial terapéutico su posición genómica y se basa en establecer una corre-
que tendría el antagonismo de la IL-1 [3 en el trata- lación entre miembros de una misma familia que com-
miento de la diabetes. parten un determinado fenotipo al mismo tiempo que
Venimos discutiendo los factores que influyen en regiones crornosómicas donde está el gen implicado.
!os dos mecanismos de puesta en escena ele la DM 2, Enrre los genes candidatos se ha estudiado el .sus-
b RI \ la DC-[3, y toda vía seguimos preguntándonos trato del receptor de la insulina (IRS-1 ), que es uno de
cu;iJ es el primero. Parece que RI aparece muy precoz- los sustratos proteicos endógenos fosforilados por la
;nente en h enfermedad cuando t()(bvía las glucerni;1s subumdad [3 del receptor de insulina y cuyo gen se lo-
son normales v, dependiendo de muchos factores gené- caliza en el cromosoma 2 ). El
ticos o adquiridos, como la obesidad, sedentarismu, Gly972Arg se ha asociado con Rl, mayor
neas en grasas, la edad v otros. pero una \"CZ cs- desarrollar D\12 \ cardiovascuhr. Se han
ta blccida la RI no parece que sea capaz por sí sola de estudiado adernéÍs otras mutaciones de genes que codi
alterar los nlores de normalidad de la glucemia a l(; fican proteínas de h familia del sustrato del receptor
o diabetes. si no se deteriora b función de las células 13, de la imulina (lRS-2, !RS-1, IRS-4). pero 110 existen
que comienza por producir una mayor cantidad de in- datos suficientes de su relación con posibles alteracio-
sulina y termina por disminuir la producción de la nes de la acción de la insulina.
misma. al mismo tiempo que aumenta la glucemia. Es Se ha estudiado también el polimorfismo Trp6-
decir, se ha instalado DC-f3 con alteración en la prime- 4Arg del gen del receptor [3-.3-adrenérgico que esr;1 lo-
ra fase de secreción dr insuli11,1 y b hiperglucemia lle- calizado en el cromosoma 8 \" que se ha asociado con
ga al grado de DJV12: es decir. que en personas con obesidad \ isceral \ el receptor lipolírico fl-2-adrcnér-
52 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

gico codificado en el cromosoma 5 y cuyo polimorfis- cotoxicidad y lipotoxicidad presentes precozmente y


mo Gln-27-Glu tenga relación importante con el feno- con apariencia de papel secundario, siguen siendo ob-
tipo obesidad y DM2. Respecto al TNF-a se ha jetivos terapéuticos muy significativos.
estudiado el polimorcismo en la región del promotor
del gen codificante (308 G/A) en el cromosoma 6 que
parecía asociarse a RI y obesidad, pero estos datos ne- REFERENCIAS
cesitan confirmación. Se han estudiado variantes poli-
mórficas del gen de la adiponectina (cromosoma Wild S, Roglic G, Green A, Sicree R, King H. Global
3q27) que se asociaba con RI y riesgo de DM2. prevalence of diabetes.Estimates for the year 2000 and
Entre los genes candidatos más estudiados está el po- proyections for 2030. Diabetes Care, 2004; 27:1047-53.
limorfismo Pro12Ala en el receptor gamma del prolife- 2 Cabezas Cerrato J. Etiopatogenia de la diabetes tipo 2.
rador activado por peroxisomas, el conocido PPAR--y, En:Tratado SED de diabetes mellitus Editorial.Médica
que es un factor de transcripción que puede ser activado Panamericana, Madrid: 2007:37-45.
por ácidos grasos, prostanoides y glitazonas, que se unen 3 Stumvoll M, Goldstein BJ, van Haefren TW. Type 2 dia-
al receptor y estimulan la diferenciación de adipocitos y betes:Principles of pathogenesis and therapy. Lancet
la expresión de genes. El polimorfismo Pro 12Ala es de 2005; 365:1333-46.
alto riesgo teniendo en cuenta la alta prevalencia que se 4 Kaufman FR. Obesity and type 2 diabetes in children and
ha encontrado en la población blanca. youth. Curr Opin Endocrino! Diabetes. 2006; 13:332-37.
Entre los genes candidatos relacionados con la disfun- 5 Yeste D, Betancourth S, Gussinye M, Potaus N, Carras-
cosa A. Intolerancia a la glucosa en niños y adolescentes
ción secretora de insulina se ha estudiado el receptor-1 de
obesos. Med Clin (Barc), 2005; 125:405-8.
sulfonilureas, SURl y KIR6-2 y los dos genes (ABCC8 y
6 Pozzilli P, Buzzwtti R. A new expression of diabetes:
KCNJ11) son adyacentes en el cromosoma 11. Existen
double diabetes. Trends Endocr Metab 2007; 18:52-7.
varios estudios sobre polimorfismos SUR1 con resulta-
7 Corbatón Anchuelo A, Serrano-Ríos M. Criterios de clasi-
dos variables respecto a su relación con el riesgo de DM2 ficación y significación clínica del síndrome metabólico.
a través de la secreción defectuosa de insulina. Rev Clin Esp, 2006; 206:447-50.
También se han estudiado genes relacionados con 8 DeFronzo RA. Pathogenesis of type 2 diabetes mellitus.
el desarrollo embrionario de las células ~' por ejemplo Med Clin N Am 2004; 88: 787-835.
las vías del IGF1, no estando aclarado por el momen- 9 Shank MH, Yuping Xu, Skrha J, Dankner R, Zick Y, Roth
to el posible papel de variantes genéticas. J. Insulin resistance. Is hyperinsuli nemia the cart or the
Se han encontrado asociaciones de varias regiones horse? Diabetes Care 2008;31 (suppl 2) :S262-S268.
genómicas con DM2; por ejemplo, 1q21-24, lq31-q42, 10 Bays H, Mandarino L, DeFronzo RA. Role of the
9q21, 10q23, 11p15, etc. En esta vía, el primer gen dia- adipocyte.free fatty acids and ectopic fat in pathogenesis
bético clonado es CAPNlO en la región NIDDM1 del of type 2 diabetes mellitus: Peroxisomal proliferator-ac-
cromosoma 2; este gen codifica la calpaina 1O, una cis- tivated receptor agonists provide rational therapeutic
teína proteasa que se expresa muy ampliamente. Inicial- approach. J Clin Endocrino! Metab, 2004; 89:463-78.
mente, un polimorfismo UCSNP-43 se asoció con DM2 11 Maassen JA, Romijn JA, Heine RJ. Fatty acid-induced mi-
y posteriormente un único polimorfismo nucleótido tochondrial uncoupling in adipocy tes as a key protective
(UCSNP-44) se ha encontrado también asociado a factor against insulin resistance and beta cell dysfunction:
DM2. Las variantes genéticas de la calpaína-10 puede a new concept in the pathogenesis of obesity-associated
afectar a la RI o la secreción insulínica. type 2 diabetes mellitus. Diabetologia, 2007; 50:2036-41.
Se ha propuesto que una variante genética cerca del 12 Kim Ja, Wei Y, Sowers JR. Role of mitochondrial dysfunc-
gen HNF4A, relacionado con la diabetes tipo MODY- tion in insulin resistance. Cir Res, 2008; 102:401-14.
1, se podría relacionar con la DM2, aunque esto no ha 13 Steppel JH, Horton ES. Beta-cell failure in the pathogen-
esis of type 2 diabetes mellitus. Current Diabetes Re-
sido confirmado. También se ha sugerido que alelos de
ports, 2004; 4:169-75.
clase III cerca del gen de la insulina (cromosoma
14 Vilsboll T. On the role of the incretin hormones GIP and
11p15) podrían relacionarse con la D M2, hecho que
GLP-1 in the pathogenesis of Type 2 diabetes mellitus.
tampoco se ha confirmado" 17 •
Dan Med Bull, 2004; 51:364-70.
En resumen sigue habiendo una fuerte competencia
15 Donath MY, Schuman DM, Faulenbach M, Ellingsgaard
en la discusión sobre el papel que desempeñan RI y H, Perren A, Enses JA. Islet inflammation in type 2 dia-
DC-¡3, aunque se tiene la sensación de que existe un betes. Diabetes Care, 2008; 31(suppl.2):S161-S164
defecto primario en la célula pancreática que última- 16 Leahy JL. Pathogenesis of type 2 diabetes mellitus. Arch
mente parece dirigirse a la disfunción mitocondrial. En Med Res, 2005; 36:197-209.
todo caso es más que probable que tanto RI como DC- 17 Cuervo Pinto R,Corbatón Anchuelo A, Serrano-Ríos M.
13 se deban a más de una causa. Posiblemente, queda Síndrome metabólico,diabetes mellitus tipo 2 y aterogéne-
mucho por aclarar en la genética de la DM2, pero hay sis. En: Protocolos : Síndrome metabólico.Edit Sociedad
evidencia de su importancia. No olvidemos que la glu- Española de Medicina Interna/Lilly. Madrid: 2005:15-53.
L1 diahetes mellitus (DJ\l) cngloh;1 un grupo de rn RL'Cicmcrnentc, se ha propuesto una
ferrnedacles metabólicas que se c;iracteri;:an por el ;w- d1krenre con un enfoque L·lí11ico has;H{o en la dcrLTllli-
rnento de la conccntraci('rn dt' glucosa en sangre' n:1L·i(·rn de h 1-cscr1·a panuL·5ric1 v la ;rntoinmunicbd'.
c;rnsada por un;1 dismi11uci(í11 de la secreción de msu
lina y/o una disminución de su act:i<'m. Los tr;1srorno-,
metabólicos provocan lesi('1n tisular y disfu11ci(.Jil de di-
ferentes órganos. En este c;1pítulo se pr,·senL1 Li fisio- :\pesar de que Li rn;1yoría de los p;1cicntcs con l),vl l
patología y la clínica de la diabetes tipo 1 (DMJ) y la 110 tienen historia familiar de esta enfermedad, existe una
diabetes tipo 2 (DM2) poligénica que representan las clara predisposición genética para el desarrollo de au-
formas más frecuentes. toinmunidad contra las células 13 con un riesgo de 6% de
padecer DM1 en familiares de primer grado frente al
FISIOPATOLOGÍA DE LA DIABETES TIPO 1 0,4'% de la población general. Además, el 30-50% de
concordancia entre gemelos homozigotos refleja tam-
La diabetes tipo 1 (DMJ) es una enfermedad meta- bién el papel de los factores genéticos en la etiología.
bólica que se caracteriza por la absoluta deficiencia de Existen cerca de 20 regiones para los genes de la
insulina. Esta deficiencia se puede producir por varias DJ\i11, que se denominan IDDM. Por ejemplo, IDDM1
circunstancias: se refiere a los genes de la región HLA en el cromoso-
La destrucción autoinrnune de las células pancreá- ma 6p21; 1DDM2 es para los genes de la región de in-
ticas productoras de insulina o Diabetes ti/JO I A La sulina del cromosoma 11p15 etc., (Tabla J ). De todos
patogénesis de ésta resulta de la interacción entre fac- los loci de susceptibilidad propuestos, los de mayor
tores genéticos y ambientales que alteran el sistema in- riesgo son los asociad.os a la región HLA. El complejo
mune y culminan en la destrucción de las células [3 mayor de histocornpatibilidad en humanos HLA (antí-
pancreática. Se caracteriza por la presencia de auto- geno leucocitario humano) es una familia de genes ubi-
anticuerpos contra los islotes e insulit:is, con clcstruc- cados en el brazo corto del cromosoma 6 que permiten
ción selectiva de las células beta (¡3) de los islotes. Una la identificación de las moléculas propias y de las ex-
variante es la Diabetes tipo LADA (Latent Autoim- traiias Es una región formada por varios
mune Diabetes of thc Adult). Se comporta de form<1 grupos de genes, los de clase I y los de clase Il, separa-
parecida a la DJV1 tipo lA, al presentar también autoa11- dos por otro grupo de genes, los de clase Ili. Es en la
ticucrpos circulantes dirigidos frente antígenos de bs cé- región HLA de clase ll dónde residen los principales
lulas [3 pancreáticas pero, con un título inferior lo que determinantes de susceptibilidad genética para b
condiciona un curso m<1s lento y que, generalmelltc, se Di'vl 1. Se han definido bioquímicamentc tres haploti-
detecta en edades superiores a los 30 aíios. pos del HLA de clase II que son DR, DQ y DP. Los ha-
La destrucción de las células f3 sin clara evidenci;1 plotipos HLA-DR y HLA-DQ son los que tienen una
de auroinmunidad o Diabetes tipo 1B o idiopáticll. Se mayor asociación genética con Divll. En concreto son:
reserva para las formas que cursan con una carencia DR.3/4, DR4 en homozigosis, DR3 en homozigosis,
fluctuante de insulina sin signos de autoinmurndad DQA 1 '·030 l, DQBl ''.0302 (DQ8), DQA l ''0501 '
contra las células f3. DQB l '' 0201 (DQ2l. Por otra parte, los haplotipos que
54 ••~ La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

linfocítica (LYP). Esta fosfatasa LYP actúa de freno en la


Tabla l. Regiones candidatas para genes de la diabetes señal de cascada del receptor de la célula T mediante ci-
nasas inhibitorias. Un polimorfismo específico de esta
Locus Región Referencias LYP (Arg620Trp) determina una hiperreactividad de las
IDDMl (HLA) 6p21 Cox et al. 2001 células T y se relaciona con otras enfermedades autoin-
Davies et al. 1994 munes, como la artritis reumatoide, la enfermedad de
IDDM2 (!NS) 11p15 Cox et al. 2001 Graves y la enfermedad de Addison 2• 3 •
IDDM3 15q26 Zamani et al. 1996
IDDM4 1 lq13 Nakagawa et al. 1998
Tabla 2. Resumen de los haplotipos HLA asociados a
IDDM5 6q25 Luo et al. 1996 riesgo elevado y moderado de padecer DMl y haplotipos
IDDM6 18ql2-q21 Laine et al. 2004 asociados a "protección"
Copeman et al. 1995
IDDM7 2q31 Kristiansen et al. 2000b Haplotipos de elevado riesgo
;
IDDlvl8 6q27 Luo et al. 1996 1
DR3 DRB1'0301 DQAl''.0501 DQBl 'º0201
3g22-g25 DR4 DRBl '0401 DQAl '0301 DQBl''.0302
IDDM9 Laine et al. 2006
DRBl *0402 DQAl ''º0301 DQBl ''º0302
Cox et al. 2001 :
DRB1'"0405 DQAl'.0301 DQBl ''0302
IDDlvllO lOpl 1-gll Mein et al. 1998
Haplotipos de riesgo moderado
IDDlvll 1 14g24-g31 Field et al. 1996
DRl DRBl ''º01 DQAl 'º0101 DQB1 ''.0501
Marron et al. 1997 DQBl'.0402
DR8 DRBl ''º0801 DQAl ''.0401
IDDM12 (CTLA4) 2q31-g33 Cox et al. 2001
DR9 DRBl ''º0901 DQA 1 ''.0301 DQB1""0303
IDDMlY'· 2q34-g35 Larsen et al. 1999
Haplotipos de protección
Delepine et al. 1997
IDDMI5 6q2l Cox et al. 2001 Protección fuerte
DR2 DRBl ''1501 DQAl ''0102 DQBl 'º0602
IDDlvl16 (IGH) 14g32 Field et al. 2002
DR6 DRBl'" 1401 DQAl ''0101 DQBl ''0503
IDDM17 !Oq25 Babu et al. 2004 DR7 DRBl ''0701 DQAl ''º0201 DQBl ''.0303
IDDM18 (lL-12p40) Luoetal.1996 Protección moderada
Morahan et al. 2001 DR5 DRB1'1101 DQA1''0501 DQBl ''.0301
7q25 Cox et al. 2001 Protección débil
16q22-q24 Cox et al. 2001 DR4 DRBl *0401 DQA1*0301 DQB1""0301
1q42 Cox et al. 2001 DRBl '·0403 DQAl *0301 DQB1''0302
8q22-q24 Sale et al. 2002 DR7 DRBl *0701 DQAl *0201 DQBl •·0201

confieren protección son: DQAl "0102, DQBl ''"0602 y Factores ambientales y DM 1


DRBF1401 (Tabla2).
El segundo locus de susceptibilidad a DMl se en- Entre los posibles factores desencadenantes de DMl
cuentra en el cromosoma 11p15.5. Este gen INS-VNTR en individuos genéticamente susceptibles cabe destacar
se localiza en el promotor del gen de la insulina. Se re- los virus, las toxinas ambientales y los alimentos.
laciona con el factor de transcripción regulador autoin- La incidencia de DMl tiene una variación estacional,
mune (AIRE) implicado en la eliminación de las células con un incremento de la tasa de inicio durante el otoño
T que son autoreactivas a la expresión tímica de insuli- e invierno. Esto sugiere que una infección viral podría
na. Una alteración del gen INS-VNTR conlleva menor precipitar la enfermedad. Entre los virus relacionados, la
expresión tímica de insulina, lo que condiciona una re- mayor evidencia es para el virus de la rubéola. La infec-
ducción de la tolerancia a la insulina. ción congénita representa una probabilidad del 20% de
El gen del antígeno 4 asociado con citotoxicidad presentar DMl. También se han visto implicadas las in-
del linfocito T (CTLA-4) se localiza en el cromosoma fecciones por enterovirus, citomegalovirus, coxsackie vi-
2q331 (CTLA-4) y se expresa en las membranas celu- rus, parvovirus B19 y rotavirus. Pueden infectar
lares de los linfocitos CD4+ y CDS+ activados. Su fun- directamente las células f3 y causar citólisis, o bien pue-
ción es atenuar la respuesta inmune mediante la unión den inducir una respuesta inmune como ocurre con el
de ligandos (CD80 o CD86) que se expresan en la su- coxsackie virus B4 debido a su homología con GAD.
perficie de células presentadoras de antígenos. Los poli- Asimismo, se ha sugerido la implicación de cier-
morfismos en este gen también implican mayor riesgo tos alimentos (por ejemplo, la exposición temprana
de padecer enfermedad autoinmune. a la proteína de la leche de vaca o el gluten) o de to-
El cuarto locus de susceptibilidad a DMl es la prote- xinas ambientales (por ejemplo, las nitrosaminas) en
ína tirosín-fosfatasa no-receptora tipo 22 (PTPN22). Se la patogénesis de la DMl. Sin embargo, su verdadero
expresa en las células T y codifica una tirosín-fosfatasa papel en la patogénesis es todavía desconocido.
y ciinica de !a diabetes mellitus

Auto-anticuerpos y Dl\'11 yoría de los casos se trataba de jóvenes de menos de 20


años en el momento del diagnóstico y se presentaba en
La autoinmunidad específica hacia las células !3 im- forma de cetoacidosis diabética (CAD). La CAD repre-
plica insulitis y destrucción de las células ¡3. En este senta una de las complicaciones metabólicas agudas
proceso participan tanto la inmunidad celular corno la más graves propia de la DM 1 causada por un déficit
humoral. Como marcadores de la autoinrnunidad se relativo o absoluto de insulina v un incremento con-
dispone de autoanticuerpos contra los islotes pancre;i- comitante de las hormonas contrainsulares. Se ca-
ricos corno los anticuerpos de la célula del islote (ICA;. racteriza por un norahic rrasron]() catabólicu u1 ei
los contL1 la insulina iL.\:\l \ los amicuer-
pos que rc~H.:cton:1n c~un L1 dl'~cJrho~d:1:-;;.1 d1__'l jc1du
u rc11 ) , ei.\ D (; ~ " < , . \ ri
rL\.2uH.

\ ~·1i 1os anucucrp<h


h11plutipu' l-!l .\de· c·inrHJ,, 1w,_a<l !
posibilidad de desrirrulL!r D\l i.
El m<.::canismo respons11hlc de L1 d<.:: ;¡parcCtT '-:J dci10i!1!!1~hjl) rÍ(:ri(),:._{0 '-k, .
estos autoanticuerpos es la acti\11ci<Yn del sistema in rn1s1on E:,te hecho e-, dc:hido :1 L1 d1sírn11uci(Jii
rnune mediado por linfocitos Ten individuos genétic1- del del'to glucot(Jxico ;• lipotc'Jx1cu sobre h fu11uun f:\
rne11te susü·prihks. Es 11eces;n1a b cxposici<ín pre\ ia 11 1 h semihilidad :1 Li insuli1111. Ei;r,· periodo du
un desenc1den1111te 11rnbie11c1I que altTre la furKi<·rn in r;u desde pocos rnvscs hrhU rnclu,u 1 arÍcl' :111u.s pre·
mun<.:: e inicie h desrrucci< lll de las células r~. Fs l'oU scnt;rndo haj11s m·cesllLHics dv !!htilin11 y :rn (,íl·il
0

irnerac·ci<'rn inici11l c·11tre (;1ctores genéricos\º 11111hient;1 c'OlltroJ llll'Llh<JiÍl'O.


lt·s h que desenc1den11 111 11di1·11uún del s1srem11 i11mu·
ne con infiltración illlfocírie;1 ck los islotes (111suliris) 1 ¡\¡
una respuesta humoral (mediada por las células B) res-
ponsable final de la formación de anticuerpos. Losan- La historia natural de la diabetes mellitus tipo 2
tígenos de las células !3 pancreáticas son presentados a (DM2) comprende el deterioro progresivo de la función
la célula T CD4+ mediante las células presentadoras de de las células !3 asociado a la pérdida de su masa celu-
antígenos (APC). Estas APC secretan interleucina 12 lar, todo ello en el contexto de resistencia a la insulina.
(IL-12) que promueve la secreción de interferón y (IFN-
y) y interleucina 2 (IL-2) por parte de la célula T CD4+. Genética de la diabetes tipo 2
Finalmente, el IFN-y estimula a los rnacrófagos o a las
células T CDS+ para liberar radicales libres o más cito- El carácter genético de la D Iv12 se demostró hace
cinas. Estas células T que infiltran los islotes provocan tres décadas. No obstante:, se ha g<.::nc:rado durante los
la destrucción celular !3 mediante dos mernnismos: libe- últimos diez ar1os una auténtica marca geneticista en
rando moléculas cirotóxicas corno las citocinas (inter- un esfuerzo para encontrar a los genes responsables de
leucina 1 (IL-1 ), IFN-y, factor de necrosis tumoral alfo la Di\/12. Existen diferentes líneas de evidencia que de-
(TNF-o:)), granzirna B o perforina o bien activando las muestran claramente el papel de los factores genéticos,
señales de apoprosis celular a tran"s de la vía Fas'. generalmente múltiples, no sólo en 111 aparición de la
enfermedad día bética, sino también en b aparición de
fenotipos considerados prediabéticos v que afectan
tanto a la acción corno :i la secreción de insulina.
La destrucción continuada de las células f3 compor·· La DM2 más frecuente es b í>90'\,)) es
ta una prngresiYa pérdida de b reserva de insulina has el resultado de una herencia debida a un conjunto de
ta establecerse finalmente el estado de absoluta genes donde cada uno de ellos ejerce un efecto
deficiencia de insulina. Los síntomas cardinales de b \.sólo determinadas cornhin11ci01ws ven presencia de
D,\!11 son r1tribuibles a la hiperglucemia de días o sema- determinados factores de nesgo. como obesidad, s''
nas de en)lución. En concreto son: poliuria (puede m;1- desarrollar<Í la enfermedad diabériu. La complejidad
nifestarse como enuresis secundaria en el caso de niiios). del patrón hereditario rwmentacb por h interacción
polidipsia, polifagia, astenia y pérdida de peso. Estoi; con el medio ambiente se demostró por difrrenci11s de
pacientes suelen ser delgados o tener un peso normal. los loci susceptibles entre los grupos étnicos. Puede
En el pasado, la forma de presentación de esta en- asumirse que la Di\12 está formad11 por un grupo de
tidad era repentina v grave v, en general, se producía enfermedacks con diferentes ram11s genéticas y que se
durante la infoncia o edad adulta t<.::mprana. Enlama- expresan clínicamente de ma11era similar.
56 •oe La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Se han sugerido muchos genes pero, sin embargo, AGL activan cinasas inflamatorias inhibidoras como KB
son escasos los que se han validado mediante su repli- cinasa (IKK) y W Jun NH3-terminal cinasa (JNK). Éstas
cación en otros estudios. Entre los candidatos más se- incrementan la fosforilación serina/treonina del IRS, re-
guros destacan los polimorfismos de los genes PPAR-8, duciendo así la cascada de activación. Es aquí donde se
Co-activador 1-Q'. (PGCl ), factor de transcripción observa una conexión entre resistencia a la insulina y las
Kruppel-like 11 (KLFl 1 ), factor de transcripción 7-li- vías inflamatorias clásicas.
ke 2 (TCF7L2), calplain 10 (CAPlO), KCNJl 1 (Kir6.2), La mayoría de los pacientes con DM2 son obesos. En
HFN4A y muy especialmente el gen TCF7L2 (38-44). A especial, en aquellos que presentan grandes depósitos de
estos genes hay que añadir aquellos identificados recien- grasa visceral existe una mayor circulación de AGL y au-
temente a través del estudio del genoma humano com- mento de las citocinas proinflamatorias, corno TNF-a e
pleto, que son TCF2, WFSl, HHEX-IDE, SLC30A8, IL-6, y activación del sistema inmune innato. El TNF-a
CDKALl, CDKN2A-2B, IGF2BP2 y el FTO. A pesar de incrementa la lipólisis en los adipocitos, lo que implica la
que las relaciones son sólidas y evidentes, el riesgo con- elevación de AGL que tendrá, a su vez, efectos negativos
ferido aisladamente a cada gen no es potente. sobre la cascada de señal de la insulina. La IL-6 inhibe la
Existen, además, otros genes que se relacionan dis- señal de insulina mediante el aumento de la expresión de
cretamente con la resistencia a la insulina (ENPP1, proteínas supresoras de la señal de citocinas (SOC), que
RBP4, PEPCK, IRSl, INS y NNT) o con la inflama- se encargan de degradar a la proteína IRS. Por ello, la
ción crónica de bajo grado (TNFR, IL6R) que forman obesidad se asocia con inflamación crónica de bajo gra-
parte del mecanismo etiopatogénico de diferentes do. Esta inflamación es el mecanismo de unión entre los
componentes del síndrome metabólico, la DM2 y de la factores de susceptibilidad a la DM2 y los factores res-
arrerioesclerosis 1·'·. Probablemente, la relación genética ponsables de la resistencia a la insulina, como una dieta
de genotipos proinflamatorios se debe a que confiere rica en grasas, actividad física reducida, incremento de la
una clara ventaj;i cvoluriva en el contexru de unas con-· grasa visceral, talmcu, embarazo, ciertas medicaciones y
diciones amGieutales propias del paleolítico 4 • glucotoxicidad'· ".

Resistencia a la insulina Disminución de la función de las células [3:

El concepto de resistencia a la insulina se refiere a la La resistencia a la insulina y la alteración de la secre-


disminución de la capacidad de la insulina para ejercer ción de insulina están normalmente presentes en pacien-
sus efectos biológicos en tejidos diana. Implica la reduc- tes con DM2 e intolerancia a la glucosa (IGT), pero las
ción de la capacidad de la insulina para estimular la uti- contribuciones de cada una de ellas son controvertidas,
lización de la glucosa por el músculo esquelético y, en el especialmente, para determinar cuál de las dos constitu-
tejido adiposo, la reducción de la supresión de la lipóli- ye el defecto primario. Con las evidencias actuales se
sis induciendo la elevación de las concentraciones circu- considera 'que la disfunción de las células f3 es el defec-
lantes de ácidos grasos libres (AGL) no esterificados. to necesario para la aparición de hiperglucemia. Se po-
Este incremento de AGL provoca a su vez la reducción dría definir la disfunción de las células f3 en la DM2
de fos efectos supresores de la insulina sobre la produc- como una limitación en la capacidad celular para com-
ción endógena de glucosa hepática, y de los efectos esti- pensar la hiperglucemia en presencia de resistencia a la
muladores de la síntesis de glucógeno hepático. insulina. Entre los factores implicados en la pérdida
Los mecanismos celulares relacionados en la resisten- progresiva de función y masa de células f3 se consideran:
cia a la insulina se basan en el bloqueo de la activación La glucotoxicidad definida como la disfunción tisular
de la señal de la insulina. En condiciones normales, la se- debido a un ambiente hiperglucérnico. Los mecanismos
ñal de insulina implica la unión de la insulina con su re- bioquímicos y moleculares propuestos para la inducción
ceptor, un receptor de membrana plasmática con de la disfunción en las células [3 por la hiperglucemia
actividad tirosina cinasa. Esta unión provoca la activa- conllevan el depósito de grandes cantidades de "reactive
ción de la proteína sustrato del receptor de insulina oxygen species" (ROS) que dañan los distintos compo-
(IRS). Este IRS se une a otras proteínas, y se activa una nentes celulares y producen apoptosis de la célula [3.
señal en cascada relacionada con la traslocación de los La lipotoxicidad. Los niveles circulantes elevados
transportadores de glucosa por la superficie celula1; enzi- de AGL de forma persistente contribuyen también al
mas lipídicas, síntesis de glucógeno, proteínas, ARNrn y fracaso progresivo de la célula. Cabe destacar que tan-
ADN que influirá en la supervivencia y proliferación ce- to la glucotoxicidad como la lipotoxicidad están ínti-
lular. El bloqueo de la activación de la cascada se puede mamente relacionadas; de hecho, la lipotoxicidad no
producir en varios niveles. Existen múltiples sustancias existiría sin hiperglucemia crónica. Sin embargo, no
que pueden inhibir la actividad de esta proteína IRS me- siempre la exposición a glucosa y AGL implica toxici-
diante la fosforilación de un residuo específico de serina dad sino que es la duración de esta exposición lo que
y treonina o en otras proteínas de la cascada. Así, los determina los efectos anti o pro-apoptósticos.
Fisíopatologia y clínica general de la diabetes mellitus 57

Las citocinas ¡noinf7amatorias, la autoímmmidad y el


sistema inmune innato. Las citocinas proinflamatorias y, Estrés ambiental
(sobre- e inadecuada alimentación, ba¡a activid~d.
en particular, el TNF-o., la IL-6, el receptor antagonista
de IL-1 y la leptina son producidas y secretadas por el te-
jido adiposo. Éstas se relacionan con resistencia a la in-
t
edad. fumar, estrés psico!óg1co. etc.)

Señal (ROS. ácidos grasos. AGE etc.

sulina y también pueden afectar a las células [3. Sus


PRR
concentraciones son mavores en individuos obesos \. se
han relacionado c·011 resistencia a Li i11st1lina ...\ckrn5s.

Sangre r·,1Usculo

Endotelio
Citocinas
dcfcns;.1 :,· L1n1h1é11 por ;J:-,pi_.:crn,.., ~1lll
k:-, c'lJl110 <:I exceso Lk peso. Rccic11tcmcme se 11:1 oh-,n
Tejido adiposo
\·:1do que la 111ayor exposición a (adipocinas, res1stoncio
Cerebro/pituitaria
infl;1m:nori:1'.> <' inkccinnes favorece la a¡•;iric·i<'rn <.k c11 dislipcrrna)
fCatocolarninas. ACTH/cor t1sol.
a la insulina)

c:omportarnionto)
fcrnwdades cardim·:1sn1brl''> \ di:ilwtc:,. 1\sirnismo. 1:1 .1c·
ti\·;ici<Ín del sistema inmune i1111:iro puede dar lug:ff ,1 i111
dcs:irrollo de Li :wroi11rnt111id:1d 11wd1alltl' 1:1 acti\·:1ci<.J11 ¡. \ locklo -;obre· Li irn¡•o1·t.111u,1 ckl o!Slc-111,1 lllilillill' 111
lk !os linfocitos T J\ros re:iccion:irí:111 comr:1 los 11,1!< > ,·11 el cks.1rrnllo de c11kr111nLid l11t'l'1holic:1 1· ohl':'Íd,1d. L1
nos de bs c·éluhs f3. SerÍ:1 Slcmprc tilla :1lllllll111lllllllbd dl' 1n111u11;d,1d 11111,1t;1 1 L1 ví,1 111illl1Lllor:,1 c-;t.111 ¡1roh,1hk111c'11lc'
h:1¡0 grado\·, por :,upm·-;to, lllll\ k¡<h de 1:1 :1uto111111uni mnduL1dc,, t.1111" pnr h prnlio¡•osic1<>ll 1nn.1t.1 iprogr;1111:1c·1<»11
dad propia de b DM 1. Lleg~idos a este punto, es impor- gcnéuca o teta!) como por las presione' cvoliml'a:, \pa11dcm1,1:0
tante mencionar la existencia de asociación emre 1:1 y c~xposicioncs nónícas a productos ambicnralcs). La selección
DM2 v el síndrome metabólico mediante la activación natural ha implicado la selección de diferentes polimorfismos,
de cit~cinas del sistema inmune innato. Este explica el
de manera que el ambiente modula la respuesta inflamatoria y,
a su vez, estos dos componentes influyen en la susceptibilidad
mecanismo fisiopatológico tanto de la DM2 como las
genética. Además, la expresión genética también está modula-
distintas patologías clínicas asociadas al síndrome meta- da por el ambiente.
bólico, corno aterosclerosis y dislipernia. Por ello, la in-
hibición de las vías inflamatorias abre una opción
CLÍNICA DE LA DIABETES TIPO 2
terapéutica en el control de la DM2. En las Figuras l y
l se muestra la relación entre el sistema inmune y la La resistencia a la insulina, factor fundamental en
DM2' el desarrollo de la D M2, se asocia a otros factores, en
El depósito de teiido amíloide. El papel del depósi- especial, la obesidad. Así, el 80-90'1,, de los pacientes
to de ami! ina en la fisiopa togenia de la disfunción de con Div12 son obesos. Es precisamente el aumento, de
células f3 en la DM2 ha sido tema de debate durante momento imparable, de la obesidad en casi todas las
muchos ai1os. Sabernos que, en condiciones normales. poblaciones humanas, la causa de que en la actualidad
la amilína es co-almacenada y co-secretada con b in- se superen los 150 x l 0 6 de individuos afectados de es-
sulina en respuesta a secretagogos de las células (3. Va- ta enfermedad y que se presuma un aumento del doble
rios autores sugieren que estos pequeíl.os ele hacia el a11o 2025. En este contexto es importante des-
amilina podrían ser los responsables de b ciroroxici- tacar que en los últimos ailos, la DM2 ha pasado de
dad de la masa (3 mediante b producción de radicales considerarse un;i enfermedad casi exclusiva de los
librl:'s. Otra hipótesis que se har~1ja es que, en re:tlidad. adultos a ser una entidad que también :1parece dur~rn
este depósito de amilina es secundario a b aparición te b infancia \" adolescencia.
de hiperglucernia 1·, por lo tanto, no tendrí:1 un papel C::1he mencionar que la mayor parte ele los casos de
principal en la fisioparnlogí:t de la D\'12. DM2 se producen en el conrexro del llamado síndrome
El depc!siío de hierro. Finalmente, también se ha lks- metabólico !SM). El SM es una entidad clínica contro-
críro una relación bidireccional entre el metabolismo Lkl vertida que aparece, con amplias variaciones fenotípi-
hierro y Di'v12. De manera que, en un contexto genético cas, en personas con una predisposición endógena,
determinado, un incremento en los depósitos de hierro determinada genéticamente y condicionada por factores
implicaría una mayor predisposici(Ín a padecer Di\12 ambientales. Se caracteriza por la presencia de insulino-
mientras que la disminución de éstos sería protector:L rresistencia e hipcrinsulinismo compensador asociados
58 u• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Susceptibilidad:

• Genes/ etnia
• Programación
fetal/neonatal Desencadenantes:

•Obesidad
• Inactividad
Respuesta Resistencia a la insulina y disminución • Estrs psicológico
Inflamatoria en la secreción de insulina •Tabaquismo
• Otros factores

o Diabetes tipo 2 y... 1

~----=..,/ ~,----------,
Dosificación Selección
genética natural
Otros rasgos:
Síndrome metabólico:
• Estado procoagulante
• Hiperglucemla •Depresión
• Dislipemia • Atteracíones del sueño
• Obesidad central • Saja testosterona
• Aterosclerosis acelerada • CRP elevado
• Hipertensión

Figura 2. La inmunidad innata y la DM2. Las células centi- Figura 3. Modelo para el desarrollo de la DM2. La diabetes y
nela como los macrófagos, los hepatocitos, el endotelio y los el síndrome metabólico se desarrollan cuando los factores am-
adipocitos, detectan agentes ambientales contra el huésped a bientales, como la obesidad, causan resistencia a la insulina y
través de los receptores de reconocimiento de patrón (PRP). empeoramiento de la secreción de insulina en individuos gené-
Estos activan la vía inflamatoria NF-KB liberando citocinas ticamente susceptibles. IGT/!FG: intolerancia a la glucosa/into-
que actúan produciendo las características clínicas y bioquí- lerancia basal a la glucosa.
micas del síndrome metabólico y la DM2. La inmunidad in-
nata y la vía inflamatoria probablemente están moduladas
por la predisposición innata (programación genética o fetal) RHERENCIAS
y los cambios metabólicos.
ACTH: hormona adrenocorticotropa; AGE: producto final 1 Diagnosis and classification of diabetes mellitus. American
de la glucosilación avanzada; APP: proteína de fase aguda; Diabetes Association. Diabetes Care, 2008; 3l:S55-S60.
ROS: "reactive oxygen species". 2 Daneman D. Type 1 diabetes. The Lancet 2006;
367:847-57.
3 Barker JM. Clínica! review. Type 1 diabetes - associated
a trastornos del metabolismo hidrocarbonado, cifras autoimmunity: natural history, genetic associations and
elevadas de presión arterial, alteraciones lipídicas (hi- screening. The Journal of Clinical Endocrinology and
pertrigliceridemia, descenso del cHDL, presencia de Metabolism 2006; 91:1210-17.
LDL tipo B, aumento de ácidos grasos libres y lipemia 4 Freeman H, Cox RD. Type-2 diabetes: a cocktail of ge-
posprandial) y obesidad, con un incremento de la mor- netic discovery. Hum Mol Genet. 2006; 15:R202-9.
bimortalidad de origen aterosclerótico. En la Figura 3 se 5 Fernández-Real JM, Ricart R. Insulinresistance and
muestra un modelo de desarrollo de la DM2. chronic cardiovascular inflammatory syndrome. En-
La clínica cardinal de la DM2 (debilidad, poliuria, po- docrine Review, 2003; 24:278-301.
lidipsia, etc.) se presenta frecuentemente de forma insi- 6 Grupo de trabajo Resistencia a la insulina de la Sociedad
diosa a lo largo de semanas o meses. Incluso es frecuente Espaüola de Diabetes. Resistencia a la insulina y su im-
el hallazgo casual de hiperglucemia en pacientes asinto- plicación en múltiples factores de riesgo asociados a dia-
máticos. Éste es en realidad el gran problema de la DM2, betes tipo 2. Medicina Clínica, 2002; 111:158-163.
7 Pickup JC. lnflammation and activated innate immunity
ya que se diagnostica con varios años de retraso. De he-
in the pathogenesis of type 2 diabetes. Diabetes Care,
cho, se considera que, en el momento del diagnóstico, la
2004; 27:813-23.
función pancreática es aproximadamente del 50%, dis- 8 Wajchenberg B L. Beta cell failure in Diabetes and
minución que se inicia probablemente 10-12 años antes preservation by clinical treatment. Endocrine Reviews,
del diagnóstico. Debido a esta demora en el momento de 2007; 28:187-218.
diagnóstico, hasta en un 20% de los casos presentan al- 9 Ronti T, Lupattelli G, Mannarino E. The endocrine func-
guna complicación crónica y, aproximadamente, un 50% tion of adipose tissue: an update. Clin Endocrino!, 2006;
de las personas con DM2 no han sido todavía diagnosti- 64:355-65.
cadas. Este hecho realza la importancia de instaurar polí- 10 Ceska R. Clinical implications of the metabolic syn-
ticas de diagnóstico precoz en población de alto riesgo 1º. drome. Diab Vasc Dis Res, 2007; 4:S2-4.
fl)frl1;1 ~1grcsi\·;1 lo'.-> L1cton:~
de ric-sgo coc>>.:i:--.tl'llT<"..,
Ul!liJdo <;(·)¡() COllOCCllJ()\ h eL !lJHl ck c:ll<h.
l'XIS1c'l1CLl

FI síndro1m: llll'l:1hc'llico 1.'i\l \ se h:1 ddi11id<l corno L1 l'l'L'SUKi:1 dl· sí11dro111c rnet:1h(1lie<l d:1 l!!l:I d111K11
h :lS()CÍ:1ci\.lll de \ :1rios f:iLt<lrcs dv riesgo prcdirsorL'S sÍ\lil distint:1 \ rnt1s c·mnplcja :1 Li ohesid:1d. Li hqwncn
de c11frrnwdad c1rdio\·;1scul:1r :1rrcrioL'Sdcr<.ltic:1 \ ,JL. sitín. L1 dí,;l1pemi:1 \. Li :1lrer:1e·1\.lll del 11lL't:1hol1s!ll<l
diaht:tcs mcllitm ripo 2. ¡·:1 c11 l ')SS. Rcwrn ohscrn·i h 1droca rh( lll :1 elo.
que :ilglllrns f:Krorcs de riesgo cardim :1scuLir, como Li Fste 1111s1110 cu:1dro clínico h:1 sido 1il>scn·:1do c·11 111
dislipernia, la hipertensión y la hiperglucernia, solían ilos y adolescentes, asociado a la obesidad; asuc1ado <il
aparecer agrupados y denominó a esta asociación sín- aumento de presión arterial y las alteraciones del meta-
drome X'. Postuló que la resistencia a la insulina (Rl) bolismo de los lípidos y la glucosa, e incluso a la presen-
tenía un papel fundamental en su fisioparología, de ahí cia precoz de lesiones arterioescleróticas en las arterias
que también comenzara a denominarse como síndro- coronarias y la aorta. En la actualidad no existe un con-
me de .Rl. Desde entonces se han divulgado multitud senso para diagnosticar el síndrome metabólico en ni-
de trabajos y se han establecido distintas definiciones 2 4, !1os y adolescentes, aunque si se han formulado \•arias
como se observa en la Tabla l. Pero en los últimos propuestas (Tabla 2).
ai1os, varias publicaciones han puesto en tela de juicio
el valor clínico del síndrome metabólico 5 ". A pesar de flSlOPATOLOGÍA
que la definición no es idónea, que la etiología no está
aclarada y que el valor clínico del diagnóstico es in- La patogénesis del síndrome metabólico es cornple-
cierto no se puede negar que la asociación de los fac- Ja, participando tanto factores genéticos corno am-
tores de riesgo descritos se presenta en la población bientales, que van a influir sobre el tejido adiposo y
con un;i asociación mayor de la atribuible al azar. La sobre la inmunidad innata.
elección de las variables que definen el síndrome meta- La obesidad desempei'ía un papel protagonista, ya
bólico tiene un cierto grado de arbitrariedad pero obe- que el tejido adiposo, sobre todo, el visceral o abdomi-
dece, fundamentalmeme, a criterios prácticos. La nal, libera distintas sustancias corno ácidos grasos.
presentación dei síndrome metabólico se reduce al re- ror de necrosis tumoral (e kpt1na, rL·s1st111a.
sultado de la combinación de distintos componenrcs factor inhibidor de la 11ctirnuc'm de
que tienen como denominador común b resistencia 11 (PAi 11, 11.6, etc. Esros factores fa1·oreccn b
la insulina. así como un estado proinfbmatorio y pro- de un estado proinfiam~ltorio. resistencia a la 111sulin11
trornbótico con :1fectación endotelial. La principal crí- v/o dai1o cndotclial. La resistencia a la insulina\ e!
tica al concepto de síndrome metabólico es b perinsulinismo L'.n anmas tienen relación 1ndcpcnd1en-
demostración de que no es v:1lidu para estimar el ries- te con b dislipcmia, Li hipertensión ancrial, h
go cardiovascular de un paciente individual. Múltiples disfuncit'in endorelial y otras manifestaciones del sín-
estudios han constatado que el riesgo cardiovascubr drome. Li elC\·ación de los :icidos grasos libres en san-
asociado al síndrome metabólico no es mayor al glo- gre es una de las consecuencias fisiopatológicas nüs
balmente asociado a los factores de riesgo que lo com- imporrantes de la resistencia a la insulina. La acriva-
ponen. El concepto es útil para buscar ,. tratar de ció11 de la irnnunid:1d innata conduce a b liberación ele
60 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla 1. Criterios sobre el síndrome metabólico

OMS' NCEP' IDF' EGIR" AAEC1'


Diabetes tipo 2, IOG o Glucemia en ayunas Glucemia en ayunas 100- RI o hiperinsulinemia RI, acantosis nigricans,
IR por HOMA 110-125 mg/dl 125 mg/dl o diagnóstico ayunas >p75 DM tipo 2, IOG,
previo de diabetes tipo 2 hiperuricemia
IMC > 30 o cociente PC > 102 cm (hombres) PC ?! 94 cm (hombres) Glucemia basal?! 110 PC 102 (h), 88 (m)
ce > 0,9 (hombres) > 88 cm (mujeres) ?! 80 cm (mujeres) mg/dl
> 0,85 (mujeres) PC 94 (h), 80 (m),
IMC >30
TG <: 150 mg/dl TG <: 150 mg/dl TG <: 150 mg/dl TG <: 180 mg/dl TG > 150
HDL < 35 (hombres) HDL < 40 (h) HDL < 40 (hombres) HDL < 40 HDL< 35 (h)
HDL < 39 (mujeres) HDL < 50 (m) HDL < 50 (mujeres) HDL< 45 (m)
1
HTA en tratamiemo o PA <: 130 / 85 mm Hg HTA en tratamiento HTA en tratamiento o PA HTA i
PA ?! 160/90 mm Hg sin o PA ?! 130 / 85 mm Hg ?! 140/90 mm Hg
tratamiento

Microalbuminuria ?! 20 Hipercoagulabilidad, sín-


µ,g/min drome del ovario poliquís-
rico, microalbum1nuna,
disfunción euJutelial, en-
fermedad coronaria

OMS: deben cumplirse el criterio glucosa/insulina y dos criterios más. EGIR: Grupo Europeo para el estudio de la Resistencia a la Insulina. De- 1
NCEP: deben cumplirse 3 de 5 criterios (HDL bajo y TG altos son dos cri- ben cumplir un criterio mayor (RI o hiperinsulinemia en ayunas) y
terios). 2 o más de los menores. 1
IF: deben cumplirse el criterio de perímetro de cintura y dos criterios AAEC (2002):Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos.
más (HDL bajo y TG altos son dos criterios).
1

citocinas por células del sistema del inmune (rnacrófa- llegado a un acuerdo entre los distintos criterios diag-
gos, rnonocitos). Éstas contribuyen a la acción pro- nósticos a tener en cuenta, es difícil comparar preva-
trornbótica y proinflarnatoria. lencias entre distintos países. Por esto, en la actualidad
Desde el punto de vista genético, una variedad de se a punta a lograr una única definición estandarizada
genes se han asociado al desarrollo del síndrome me- de uso internacional. Varios estudios concuerdan en
tabólico: genes reguladores de lipólisis, terrnogénesis, que alrededor de un 25% de la población adulta pade-
metabolismo de la glucosa y del músculo, etc. El peso ce síndrome metabólico, que la prevalencia aumenta
bajo al nacer, corno manifestación de subnutrición fe- con la edad, siendo de un 24 % a los 20 años, de un
tal, puede afectar al desarrollo y función de las células 30% o más en los mayores de 50 años y ya por enci-
í3 pancreáticas y de los tejidos sensibles a la insulina. ma de los 60 más del 40% de la población padece sín-
El sedentarismo y las dietas con alto contenido en gra- drome metabólico. La prevalencia en Europa está
sa son los factores ambientales fundamentales que fa- próxima al 23% en varones y al 12% en mujeres en-
vorecen el desarrollo del síndrome metabólico en tre 40 y 55 años, excluyendo la población diabética.
sujetos genéticamente predispuestos. Otros factores La prevalencia en España oscila entre el 19,3% (crite-
como la edad superior a 40 años, la etnia, los antece- rios de la OMS, Organización Mundial de la Salud) y
dentes familiares de diabetes mellitus, la enfermedad el 15,5% (criterios EGIR). Se considera que en la po-
cardiovascular, la hipertensión, y la diabetes gestacio- blación general puede existir una predisposición a la
nal son considerados elementos que aumentan la pro- resistencia insulínica del 40%. En diferentes estudios,
babilidad de desarrollar el síndrome metabólico. la prevalencia de SM en adolescentes es del 4%, pro-
Asimismo, hay que considerar los fármacos que favo- piciado por el aumento de la obesidad. Mientras que
recen el aumento de peso o alteraciones en el metabo- en jóvenes con obesidad moderada puede alcanzar el
lismo hidrocarbonato. 39%, en aquellos con obesidad importante se puede
presentar hasta en la mitad de los casos.
EPIDEMIOLOGÍA Después de la obesidad, la diabetes tipo 2 es la en-
tidad clínica con mayor expresividad en el SM. Así, el
Debido a que hasta el momento no se ha consegui- SM afecta al 42% de las mujeres y el 64% de los varo-
do establecer una única definición de SM y no se ha nes con intolerancia a la glucosa y al 78% de las rnuje-
Sindrome metabólico. Concepto, patogenia y diagnóstico. Actitud clinica u 61

(AAEC)" establece su clasificación, ampliando aun


Tabla 2. Criterios de síndrome metabólico en adolescen-
tes (NCEP) más el concepto, al añadir algunas situaciones clínicas
como el síndrome de ovario poliquístico, la acantosis
nigricans y la esteatosis hepática, entre otros. En ese
Obesidad abdominal Ion cintura! mismo a11o surge también la clasificación del Grupo
hombres > p90 Europeo para el estudio de la Resistencia a la Insulina
> IEGIRi', similar a la de la OMS. En el año 2005, la
TC 2: j Ji) estable-
HDl
ce· criterios IlLÍs estricws para la definición de obesidad
• -~11
L limirandn ei pcrimctnl ,1bdo1111na! norm;1]

c.L1 s1ficac1unes -,e tic.·ncn c.'ll cuenL1


est<-í prescme en el ' .1n de rnuje1Ts con
f~t\..'turcs
de riesgo ~~1rdio\·asL·ular \..·orno ~un "'l
síndrome de ovario poliquístico v en el ...,,;<, de los
L1baco, el sedentarismo o luo, ~rntecedcnte~ farniliares.
pacientes roncadores % en m ujl,rl's, 24 '\, en horn ·
brcs). La importancia Lkl SJ\l radica en que su presl'll ·
cia quintuplica la posibilidad de presentar diabetes
tipo 2, puede predecir la ~1p~irició11 de 11lll'\·os e1-cntos
Li 1TSbtu1ci;1 ~1 Lt i11suli11~1 es 111u situ~ic.:ión patoló
cardiovascularcs y duplic1 o triplica el rie-;go de p<tdc
.f.'.1C;1 c;HJderi1~1cLt por la pérdilb de la res¡rnest:i fisio-
cerios. i\11tc la prcsc1ic-ia de alguno de los componen·
l<Jg1L·;1 de los rcjid<lS periféricos a la ~KCl<.lll de b
tes del síndrome rnctah<ílico resulr;1 fundanwnral L1
111sulina (end<'igena y e;;ógena) . .'\parece t:n !;1 111ayorí~1
detección precoz del resto de componente:,, cunside
de los sujetos con SM y, para algunos amores, la resis-
rando que a mayor número de componentes se eleva el
tencia a la insulina es un denominador común y el ne-
riesgo cardiovascular.
xo del resto de las manifestaciones, por lo que, a veces,
DIAGNÓSTICO el SM y el Síndrome de Resistencia a la Insulina se uti-
lizan como sinónimos. Sin embargo para el diagnósti-
En la actualidad existen distintos criterios para es- co, según la NCEP-ATP III, no es indispensable la
tablecer el diagnóstico del síndrome metabólico según presencia de resistencia insulínica.
los criterios de distintas sociedades científicas (Tabla La insulina es la principal hormona reguladora de
1 ). No se han definido los criterios diagnósticos de for- los mecanismos de homeostasis de la glucosa y los lí-
ma consensuada y desde una posición clínica y prácti- pídos. Disminuye la glucemia reduciendo la gluconeo-
ca, los rn<1s extendidos son los establecidos por la génesis y glucogenólisis hepática, facilitando la
r-NCEP-ATP III (National Colesterol Education Pro- entrada de la misma al interior del músculo estriado y
gram. Adult 1i"Catment Panel lII) en el ailo 200 l3. La el adipocito. También aumenta la síntesis de triglicéri-
OMS ( 1998) señala que es indispensable para el diag- dos a nivel hepático y en el tejido adiposo, disminu-
nóstico la presencia de resistencia a la insulina y/o al- yendo la lipólisis. Es importante destacar que la
teración de la tolerancia de la glucosa. Además deben sensibilidad a la insulina es muy variable en sujetos sa-
estar presentes al menos dos de los criterios menores. nos en función de la edad, el peso, la distribución de la
Es importante destacar que la microalbuminuria s<'ilo grasa corporal, diferentes estados fisiológicos (puber-
se considera como criterio diagnóstico en la clasifica- ;~ad, gestación, puerperio y envejecimiento), el tipo de
ción de la OMS v en la de la :i\soci;<ción Americana dicta, actividad física, momento del día v otros facto-
de Endocrinólog~s Clínicos (AAEC:). La definición de res desconocidos.
la NCEP-ATP llI (2001) se basa en la coexistencia de E~isten di\-ersos métodos para eYaluar la sensibili-
cualquier combinación de tres alteraciones: obesidad dad periférica a la insulina, siendo universalmente
central, hipertensión, dislipcmia o alteraciún del meta- aceptado el "clamp" cuglucémico-hiperinsulinérnico
bolismo hiclrocarbonado. A diferencia de la OMS, la como técnica óptima de medida. Tiene la desventaja
NCEP no recomienda una medición rutinaria de la in- de ser un procedimiento complejo, prolongado y cos-
sulinemia. Se puede diagnosticar con dos elementos toso no siendo útil para estudios pobbcionales y con
tan sencillos y accesibles en todas las consultas como un número elevado de sujetos. En las dos últimas dé-
son la cinta métrica y el tensiómetro. En el a11o 2002, cadas han sido propuestos varios métodos alternativos
la Asociación Arncri~ana de Endocrinólogos Clínicos como el modi/icd 111iniJm1l model /req11e11tly sa1;1¡J!cd
62 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

intravenous glucose tolerance test o la determinación de práctica clínica diaria. El IMC es el método estandariza-
índices de sensibilidad a la insulina obtenidos tras la do para definir la obesidad en adultos (Tabla 3) y pro-
realización de un test de sobrecarga oral de glucosa. porciona en los niños un índice razonable de
La insulinemia en ayunas también ha sido utilizada co- adiposidad, utilizando las gráficas adaptadas a cada po-
mo criterio de resistencia a la insulina. El inconvenien- blación, sexo y edad. Se aceptan los percentiles 85 y 95
te es que es muy variable y en algunos estados para edad y sexo, como puntos de corte para definir el
fisiológicos, como la pubertad, se encuentra elevada. sobrepeso y la obesidad, respectivamente como reco-
Matthews et al. presentaron un modelo matemático, mienda el Grupo Europeo de Obesidad Infantil. Se tra-
homeostasis model assessment (HOMA), que permite ta, no obstante de límites arbitrarios y que varían de
realizar estimaciones de resistencia a la insulina median- una población a otra. El grupo pediátrico International
te las concentraciones de la glucosa y la insulina en ayu- Obesity Task Force (IOTF) acordó que se tomaran co-
nas (insulina en mU/ml x glucemia en mmol/l /22,5). mo puntos de corte para la definición de sobrepeso y
Se establece como indicador de insulinresistencia un obesidad pediátrica los percentiles correspondientes a
valor por encima de 2. Otros índices utilizados son el un IMC de 25 y 30 a los 18 años de edad, y que se con-
QUICKY, definido por Katz, y el cociente glucosa/ in- servaran estos percentiles en todos los grupo de edad.
sulina en ayunas. Todos estos índices son adecuados
para estudios epidemiológicos y clínicos y en los últi- Tabla 3. Clasificación de obesidad por IMC (SEEDO
mos años han sido utilizados en numerosos trabajos. 2000)
La pérdida de peso y la actividad física regular re-
ducen la resistencia a la insulina, mejoran la tolerancia IMC (kg/m2)
a la glucosa, reducen la posibilidad de desarrollar dia- Normopeso 18,5-24,9
betes tipo 2 y el riesgo cardiovascular. Sobrepeso tipo I 25-26,9
Sobrepeso tipo II 27-29,9
Obesidad Obesidad tipo I 30-34,9
Obesidad tipo 11 35-39,9
La obesidad es una patología que se caracteriza por Obesidad tipo Ill 40-50
un exceso de masa grasa (porcentaje de grasa corporal Obesidad tipo IV >50
>25% en hombres y >33% en las mujeres) perjudicial
para la salud y que constituye un problema de salud
pública de alcance mundial. Según los datos del estu- Los criterios diagnósticos que se basan exclusiva-
dio DORICA, la prevalencia de obesidad en la pobla- mente en la relación peso/talla no parecen muy adecua-
ción adulta española es del 15,5% (17,5% en mujeres dos para indicar si un individuo con exceso ponderal
y 13,2 % en hombres) 11 • La prevalencia de sobrepeso se presenta también un exceso de componente graso per-
estima en un 39,2 % y es más elevada en el colectivo judicial para su salud. Sin despreciar la utilidad del
masculino (46,4% frente a 32,9%). En conjunto, el IMC, lo más recomendable sería recurrir a los estima-
exceso ponderal se estima que afecta al 54,7% de la dores de la composición corporal y, en concreto, al por-
población entre 25 y 64 años. Sin descartar un posible centaje de grasa visceral (impedanciómetro, TC, RM).
condicionamiento genético, las causas de su aparición Estas técnicas además de costosas no suelen estar dis-
son complejas y sus efectos abarcan un espectro que va ponibles con facilidad y su uso se suele limitar a la in-
desde alteraciones hormonales y metabólicas a ortopé- vestigación. Otra medida que se utiliza es el Índice
dicas y psicológicas. Además, se ha observado la rela- Cintura / Cadera (ICC), que es indicativo de obesidad
ción positiva de la obesidad infantil con la abdominal si es superior a 0,9 en los hombres y a 0,85
morbimortalidad en el adulto, así como la importan- en las mujeres. Lo más utilizado actualmente en la
cia de su prevención a través de un oportuno diagnós- práctica clínica, con una buena correlación con la esti-
tico. Existen periodos de mayor riesgo para el mación de grasa obtenida por técnicas de imagen, es el
desarrollo de la obesidad en el niño y el adolescente y perímetro de cintura. Cuando los valores superan los
es importante identificarlos. El primer periodo de ries- 102 cm en varones y 88 en mujeres (94 cm y 80 cm res-
go es el denominado rebote adiposo (de los 4 a los 8 pectivamente para las clasificaciones de IDF y EGIR),
años). Los niños en los que se inicia antes tienen más se considera perímetro de riesgo y obesidad abdominal.
riesgo de desarrollar obesidad. Y el segundo periodo Tanto en niños como en adultos, la obesidad que más
de riesgo es la adolescencia. La morbilidad en el adul- se relaciona con complicaciones metabólicas es la gra-
to obeso es más elevada si ha habido previamente obe- sa visceral, siendo el perímetro de cintura el mejor in-
sidad en la adolescencia. dicador de la misma. La medida se debe hacer con el
La definición ideal de la obesidad se basa en el por- paciente en bipedestación, con la menor ropa posible,
centaje de grasa corporal, que se puede determinar por al final de una espiración normal y utilizando una cin-
distintos métodos que no suelen estar al alcance en la ta métrica no elástica. El punto de medición será la
Sindrorne metabólico. y J\ctitud cliníca 63

línea media, paralela al suelo, entre la última costilla y bioquímicos que bajo circunstancias normales mantie-
la cresta ilíaca. En aquellos pacientes en los que no se nen la homeosrasis cardiovascular. La metodología
pueda localizar con facilidad este punto debe quedar empleada para la medida de la presión arterial es fun-
reflejada en la historia clínica una referencia anatómi- damental. Un ambiente tranquilo, familiaridad con el
ca para comparar con próximas mediciones. procedimiento, tarna11.o adecuado del manguito y velo-
cidad lenta del desinflado son algunos puntos a consi-
DIABETES \lEU drrar.

3riOli1:1Ji:¡ 11ll'L1hók·<i
dl· un 111crcrnento de h
qw: pro\·0G1 hi pl'rgl uccm i:1.
;\unque los obesos tcng:111 distinto grado ck rc:ois tTLKruras 1·:1su1hrcs. l
tenci:1 ah insulina no todos dcs:1rrolhn intolerancia :1 cia con un incrcrnemo lÍt' Li acriviLLd dl.'I s1\tL'i1U
Li gluc·osa v no se 1.:onocc toL1l11wntc h lis1opatologí;i. nen·ios<J s1mp:1t1co 1 cun t;1 (·sr;1nuhcio1i <LI
l.:i intnacción de distintos factores unto en h vid:1 i"l.'· rni<:IHo del 1rn'1sculo liso \ .hcubr. s,, iLrn lºllC<.JiltLHl'i
tal corno en la infancia pu1.·\.k fonneccr el des:Hrull() 1·:1lorcs l"icl;l\.ios dé· lllSlll111,1 c?ll sui<'ltJs '''il hi¡>ntc·11
ck rcsisrc1JCi:1 insulinic1 1· de di:lhcrcs tipo 2. Entre c·s· si<'lll cse11ci:1l com¡>:H;Hlos ,·o;1 lo-, 11or111<l\<.'Jl'l!S. l':ll"l"l"c"
tos Licrores desucan: l]lll" h hipntc·ns1<.J11 c111 c'il h ¡•r111wr;1 \
F:1ctores genéticos: se h:1n dcscrirn :1lrer:11.·ionec, dé'c<llhs de h \ i<b.
rnonogérncas. El valor de la presion ;1rterial está mediado pur la
Factores familiares: la prevalencia ele diabetes es grasa corporal y lo~ beneficios de la pérdida de peso se
mayor en aquellos sujetos con antecedentes fa- han evidenciado en estudios observacionales y de in-
miliares y, más aún, si ambos padres son diabé- tervención. Esta relación puede atribuirse a varias sus-
ticos. tancias liberadas por el tejido graso en exceso (PAI,
Factores ambientales fetales: la baja nutrición ácidos grasos, leptina entre otros). En pacientes nor-
intrauterina puede provocar adaptaciones en el rnotensos, la prevalencia de SM es del 12 º/,,,en pacien-
desarrollo de distintos tejidos y predisponer a tes hipertensos sin tratamiento antihipertensivo del
los individuos a alteraciones metabólicas en la 29% y en pacientes hipenensos tratados del 37%.Di-
vida adulta Es lo que se conoce como hipótesis ferentes estudios han evidenciado que en los hiperten-
del fenotipo ahorrador. Cuando este sistema se sos con SJ\II el riesgo cardiovascular es mayor que en
expone en la vida adulta a una situación contra- los hipertensos sin Siv1.
ria a la anterior (exL-eso de íngesta de grasas, se-
dentarismo, tabaco, etc.) se desarrolla
resistencia a la insulina con mayor probabilidad
de presentar evrn tos cardiovascu lares. L1 obesidad 1· la resistencia a la insulina parccc11
Retraso en el crecimiento intrauterino. desempeí1ar un papel importante en la
Disminución o falta de actividad física en nií1o:; indi\·iduos con normalidad del metabolismo
y adolescentes. bonado, con intoicrancia ¡¡ la o diabetc~ tipo
Diabetes 2. El aumento de flujo de <'ícidus gr:isos :1! hígado pro·
Se' aconseja re;1lizar su¡etos duce un :rnrnentu de VLDL ricas c'Il \. lk
de alto riesgo midiendo la gluccmi:1 en plasma en nyu- la producción de .\po B. L1 dislipernia
nas o a las dos horas de una sobrecarga oral con 75 g (elevación del cLDL de las panículas LD!. \
de glucosa. Los resultados posítin!S se deben confir- densas, elevación de triglicéridos con \;dores bajos de
mar en un:1 segunda determinación. cHDL) se relaciona con el grado de resistencia a b in-
sulina. Se ha ckmostrado una correbción positiva en-
Hipertensión arterial tre el \alor del colesterol roul, LDL y triglicéridos con
la extensión de las lesiones arterioescleróticas tempra-
La hipertensión arterial es b expresión clínica de nas en adolescentes y adultos jóvenes. Las l.DL pl'que-
una interacción entre focrores genéticos, fisiológicos \. 11Js \. de11sas son m5s :Herogénicas que hs 1.Dl.
64 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

comunes porque son más toxICas para el endotelio, mal son las medidas fundamentales para la preven-
atraviesan la membrana basal del endotelio, se adhie- ción y el tratamiento del síndrome metabólico. Esta
ren a los glucosaminoglucanos y se oxidan con más fa- asociación reduce significativamente el perímetro
cilidad. Los valores de HDL muestran una correlación abdominal y la grasa visceral, mejora la sensibilidad a
negativa con estas alteraciones vasculares. La hiperin- la insulina y el perfil lipídico, disminuye las cifras de
sulinemia y la resistencia a la insulina contribuyen a presión arterial y los valores plasmáticos de la gluco-
aumentar los valores de cLDL y triglicéridos. Asimis- sa y puede prevenir o retrasar la aparición de diabe-
mo, la resistencia a la insulina puede disminuir los ni- tes tipo 2' 2•
veles de cHDL por un incremento de degradación de La ausencia de un claro mecanismo etiológico ha-
Apo l/cHDL con respecto a su síntesis. ce del tratamiento una tarea difícil que, sobre todo,
impide la estandarización de protocolos terapéuti-
Síndrome metabólico y adiponcctina cos. En relación a esto, los factores que participan en
la obesidad cambian con la edad. Además, un pro-
La adiponectina es una citocina producida exclusi- blema añadido es que pocos pacientes están motiva-
vamente por el tejido adiposo que tiene múltiples fun- dos y es frecuente el abandono terapéutico. El
ciones: antiinflamatoria, antiaterogénica, etc. Tiene una tratamic:nto se hará en base al exceso de peso, la ve-
relación inversa con el tejido adiposo visceral y se cree locidad de ganancia ponderal y las complicaciones
que el TNFa, que aumenta a medida que se incrementa existentes. El objetivo principal será fomentar estilos
la grasa visceral, inhibiría promotores activos de la adi- de vida saludables.
ponectina. Los sujetos con hipertensión arterial tienen " Plan dietético: no existe ninguno específico
niveles más bajos de adiponectina y varios estudios han para el tratamiento del síndrome metabólico.
puesto de manifiesto la relación entre las bajas concen- Hay que fomentar el consumo de frutas y ver-
traciones de adiponectina y el infarto agudo de miocar- duras, evitando las grasas, especialmente, las
dio así corno progresión de enfermedad coronaria saturadas y trans, y los azúcares refinados, co-
subclínica. Asimismo, la disminución de adiponectina mo bebidas azucaradas. Se debe garantizar un
podría favorecer la resistencia a la insulina y el desarro- aporte adecuado de proteínas, vitaminas, mi-
llo de diabetes. nerales y de calorías que permita un correcto
estado nutricional. El reparto de macronu-
Síndrome metabólico y leptina trientes aconsejado es 50-55% hidratos de
carbono (limitando la ingesta de azúcares re-
La leptina es una hormona que se sintetiza funda- finados), 30% grasas (< 7% grasas saturadas,
mentalmente en el tejido adiposo, pero también en la ácidos grasos trans < 2 %, < 200 mg/d coleste-
placenta y el estómago. Sus niveles dependen del sexo, rol), 15% proteínas (el 50% deben ser de alto
edad, IMC e ingcsta calórica y se considera una hormo- valor biológico), fibra 20-30 g/día. Las dietas
na reguladora del balance energético y del peso corporal. pobres en hidratos de carbono han demostrado
La leptina bloquea la secreción de insulina y disminuye pérdidas de peso mayores que las pobres en gra-
la resistencia periférica a ella. En personas obesas existe sa a corto plazo pero sin hallarse diferencia sig-
una situación de resistencia a la acción de la leptina. nificativa al año 13 • Además los niveles de
colesterol LDL son mayores con las dietas po-
Síndrome metabólico y síndrome de ovario poliquístico bres en hidratos de carbono. El ritmo de pérdi-
da aconsejable será de 0,5 kg/semana para
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una en- asegurar que la disminución de peso no es a ex-
docrinopatía frecuente en pacientes jóvenes que afecta pensas de la masa magra. Distintos estudios han
al 6-10% de mujeres en edad fértil y es la causa del 50- demostrado que una pérdida moderada de peso
60% de infertilidad femenina debido a anovulación. En (5-10% peso corporal) está asociada a una me-
la fisiopatología del SOP también interviene la resisten- jora significativa en distintas comorbilidades
cia a la insulina corno elemento fundamental y además (perfil lipídico, control glucémico y cifras de
de las manifestaciones clínicas a nivel reproductivo se tensión arterial). Deberá ser una dieta realista,
suelen presentar otras alteraciones metabólicas corno aceptada y apetecible para el paciente. Asimis-
obesidad central, alteración en el metabolismo hidro- mo es importante destacar el reparto de las co-
carbonado, dislipemia, hipertensión, etc. midas, realizando 5-6 tomas al día, sin olvidar
el desayuno y evitando el picoteo. La elabora-
Tratamiento del síndrome metabólico ción de la dieta debe hacerse sobre la base de
una encuesta dietética para rebajar el aporte ca-
La planificación dietética y el mantenimiento de lórico no más del 30% de lo habitual. Planes
una actividad física en la búsqueda de un peso nor- dietéticos de menos de 1.500 kcal/día pueden
Síndrome metabólico. Concepto, patogenia y diagnóstico. Actitud clínica 65

no cubrir los requerimientos de m1cronutrien- Ejercicio físico: debe ser regular. Disminuye la
tes. No es aconsejable la prohibición taxativa de lipogénesis, aumenta el consumo energético y
ningún tipo de alimento, reservando los hiper- disminuye la masa grasa, siempre que vaya
calóricos para ocasiones especiales. Un modelo acompaii.ado de unas normas alimentarias co-
empleado es la "dieta del semáforo··, que divide rrectas. Se aconseja la práctica de ejercicio ae-
los alimentos en 11 categorías (12 con las bebi- róbico de intensidad moderada, durante
das) y los separa en tres grupos de colores, que 25-30 minutos casi todos los días de la sem;1-
1 ••
a !os del ,ernáforo. :,u \ :ilur ílJ. Ei l':1111D1Ci1
nutritivo v c:1lórico. Otro tipu de dieLJs so11
las con Jlirncnto~ i11tl~rc~1n1hiJÍJÍc) !1 J.\:1dJ"
l'rl Lt1..:. norrrL1i_; de L1 .\~<h_·l,h,'!lill
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cado cu11surí:1 de:
Lácteos: L' J1 C

teros. ricos en grasas s:ituradas. Se reu' hJ¡o., rasl-o y L1hurt:-; del r, ~1cosrun1
micnchn Líctcos scm1-desnawdos \' qtll'olJS br;1ndose <1 rncDrpor;H el ejercicio en sus
tiernos. Se deben consumir 3 r:1ci01ws/dí:i. ,·id:idcs de ucio v c1·irar el scdenrarisrno. l>
Farináceos: c\·irar el L·u11'urno de bollcrí:1. ri twL·es:irio conrroi:ir c·I mal uso o abuso dl' re
ca en grasa trans 1· s:Hurada. 1· :1/l.IC:Hc's rcfi ln·is1<.Jll, intcrnct. etc.
nados. Se rccomicmb <:! consumo dl· p.11i. ;\J,;di/f(dá¡}¡¡ de C!Jnd11da: irnpresu11dihlc par;¡
cereales, p:1sta, :uro; integrales. 1110t1\:H ,¡j p:1cie11rc. Fs fumhment:1I que L1 fa
Legumbres: ricas en protei11:1s \' fihr:i. sl' 111il1:1 comp1>rt:1 h:1hirns dietéticos v de acri1·ithd
:Konseja consumir 2- j veces p<i1· -;cm:i11;1. co- fí-;ic:1 de cir:i ;1 111:111renn lo, huenus h5hitos ;i
cinadas con verduras y poca grasa. largo plazo.
Carnes: preferentemente magras y retirando Tratamiento farmacológico de la obesidad: el
la grasa visible. empleo de fármacos en el tratamiento de la obe-
Pescados: se aconseja 2-3 raciones de pesca- sidad está aprobado para el uso en adultos con
do azul a la semana, fuente de ácidos grasos IMC > 27 kg/m2 con comorbilidades o IMC >
omega 3. Se debe limitar el consumo de crus- 30 kg/m2. Siempre debe ir acompañado de un
táceos y cefalópodos por su alto contenido plan dietético y de actividad física regular. El
en colesterol. tratamiento con orlistat, inhibidor de la lipasa
Huevos: limitar el consumo a 3 a la semana, pancreática, produce una reducción media del
pudiendo aumentar el número de claras. IMC, desciende los valores de cLDL y mejora la
Frutos secos: ricos en ácidos grasos poliinsa- resistencia a la insulina'". El tratamiento con si-
turados pero alta densidad calórica. Limitar butramina, inhibidor de la absorción de seroto-
su consumo. nina, noradrenalina y dopamina, disminuye los
Sal: cocinar con poca sal v evitar el consumo ni veles postprandiales de insulina y triglicéridos
de alimentos ricos en sal (s;1lazones, conser y aumcnta los niveles de cHDL''. Los efectos se-
vas, jamón, etc.). cuncbrios cardiovasculares (aumento de la fre-
Alcohol: limitar el consumo a 2 bebidas/día c:uenci;1 cardíaca, aumento de presión arterial)
en el caso de los hombres y 1 en el caso de son menos frecuentes en aquellos pacientes que
las mujeres. Contraindicado en hipertensión pierden más peso. Recientemente disponernos
no controlada e hípertrigliceridernia. dl' un nuevo frírmaco, rimonabant, inbibidor de
Aceite: se utilizará preferentemente aceite de los receptores cannabinoides C:B J, indicado en
oliva, limirando el consumo ;1 3-4 cuch:ir:1- pacientes con obesidad, diabetes v/o dislipcmia
das/día. arerogénica. Distintos estudios han puesto de
Con respecto a las dictas pintorescas debemo~ do- manifiesto la pérdida de peso y gra~a visceral
tar a los pacientes de la inform:Kión v herrarnientac, que se consigue con el tratamiento con rimo na -
adecuadas para que puedan ser críticos con ella-;. Co- bant así como la mejoría metabólica.
mo medidas pre\'entivas cn la infancia se debe fomen- Tratmniento quirzírgit:o de la obesidad: está in-
tar la lactancia materna y retrasar la introducción de dicado en pacientes con !MC: > 35 kgfm2 y en-
la alimentación cornplemcmaria al cu;uto-sexto mes fermedades coexistentes o pacientes con lJ\!lC >
de 1·ida. 40 kg/m~ 1· fracaso del tratamiento conserv;1dor.
66 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

El estudio SOS puso de manifiesto la mejoría de • Hipertensión arterial: elevaciones moderadas de


las enfermedades coexistentes tras la cirugía ba - la presión arterial se pueden controlar con modi-
riátrica 16• Tanto la selección de los pacientes como ficaciones del estilo de vida y la pérdida de peso.
el seguimiento posterior debe ser realizado por Si la hipertensión persiste a pesar de esto se suelen
un equipo multidisciplinar de expertos. requerir fármacos hipotensores, con el objetivo de
• Dislipemia: el objetivo fundamental es corregir mantener la presión arterial por debajo de cifras
los niveles de LDL, siendo las estatinas los fárma- de 140/90 mm Hg. La Sociedad Europea de Hi-
cos de elección, ya que, además de su efecto hi- pertensión/Sociedad Europea de Cardiología re-
polipemiante, mejoran el control glucémico, comienda iniciar un tratamiento farmacológico
tienen efectos antiinflamatorios y pleiotrópicos a antihipertensivo, así como hipolipemiante y an-
nivel vascular e inducen un modesto descenso de tiagregante, cuando los valores de presión arterial
los triglicéridos. No existen estudios de interven- están en el intervalo normal-alto y los pacientes
ción diseñados exclusivamente para pacientes presentan un riesgo cardiovascular elevado, lo
con síndrome metabólico, pero sí en prevención cual es muy frecuente en los pacientes con síndro-
primaria cardiovascular en pacientes diabéticos, me metabólico. Para elegir el fármaco idóneo se
observándose una asociación consistente entre el deberá tener en cuenta el posible efecto de éste so-
descenso de colesterol LDL y la reducción de bre el metabolismo de los hidratos de carbono, lí-
mortalidad cardiovascular con independencia de pidos y sistema nervioso central: .
los niveles basales de colesterol. Se debe iniciar - Los diuréticos en altas concentraciones esti-
tratamiento farmacológico en aquellos pacientes mulan el SNC y SRA y a largo plazo están
que no alcancen los objetivos con modificación asociados a dislipemia y RI.
del estilo de vida. En función del patrón de disli- - Los IECA y ARA II reducen el riesgo de des-
pemia, el tratamiento indicado será: arrollar diabetes y son los fármacos de elec-
- Predominio de hipercolesterolemia: se inicia- ción en pacientes obesos, hipertensos, con
rá tratamiento con una estatina a dosis me- insuficiencia cardíaca congestiva o hipertro-
dia-baja por desconocer la susceptibilidad del fia del ventrículo izquierdo.
paciente a la misma. Si no se alcanza el obje- - Los betabloqueantes son los fármacos de
tivo de control de LDL se puede aumentar la elección para aquellos con coronariopatía
dosis, cambiar por otra estatina más potente pero sin embargo pueden interferir con el
o asociar ezetimibe a la estatina administrada. metabolismo lipídico y glucídico.
Predominio de hipertrigliceridemia: los fár- El control de la presión arterial es significati-
macos de elección son también las estatinas. vamente menor en las personas diagnostica-
Los fibratos estarán indicados si los valores das de síndrome metabólico que en las que no
de triglicéridos se encuentran por encima de padecen este síndrome. Por ello, en el trata-
500 mg/dl, por el riesgo de que el paciente miento antihipertensivo del paciente con sín-
pueda desarrollar una pancreatitis aguda. Si drome metabólico es habitual tener que
con dosis medias-altas de estatinas no se prescribir varios fármacos para lograr el obje-
consiguen los objetivos, se puede asociar un tivo de control. En caso de tener que usar una
fibrato, separando la administración de am- combinación de fármacos se aconseja utilizar
bos fármacos 12 horas. primero los que mejoran la sensibilidad a la
Predominio de HDL bajo: en paciente con insulina (IECA, ARA II, alfabloqueantes), a
riesgo cardiovascular elevado, el fármaco de continuación los que presentan un efecto neu-
elección es un fibrato, especialmente, si man- tro (calcioantagonistas) y, por último, aque-
tiene cifras elevadas de triglicéridos. Si la llos que aumentan el efecto de los de primera
respuesta no es buena, estaría indicada la elección (diuréticos).
asociación de una estatina (pravastatina o e Resistencia a la insulina y diabetes: las modifi-
simvastatina en el caso de fenofibrato, flu- caciones en el estilo de vida pueden evitar la
vastatina en el caso de haber pautado gemfi- progresión de glucemia basal alterada a diabe-
brozilo). tes tipo 2. El uso de fármacos hipolipemiantes,
- Patrón mixto, elevación de colesterol y tri- antihipertensivos e hipoglucemiantes puede
glicéridos: es frecuente en diabéticos tipo 2. modificar la sensibilidad a la insulina y el peso
Es el que peor riesgo cardiovascular tiene corporal. Los estudios con metformina y acar-
asociado por ser muy aterogénico. El fárma- bosa han demostrado evitar el desarrollo de
co de inicio será una estatina y en función de diabetes tipo 2 en pacientes con intolerancia
los niveles de triglicéridos se puede valorar oral a la glucosa. La metformina y las tiazoli-
un fibrato o ezetimibe. dinedionas mejoran la sensibilidad a la insulina
Síndrome metabóiico. Concepto, y Actitud cíínica 67

pero tienen efectos discrepantes sobre el peso Dercction, b·aluation and Trcatment of High Blood
corporal: la primera disminuye el peso y las se- Cholcsterol in Adults (;\dult Trcatmcnt Panel lll). JAMA
gundas lo aumentan. Recientemente, se ha co- 2001; 285:2486-97.
mercializado un nuevo agente, de la familia de 4 Disponible en: http://www.idf.org/wcbdata/docsfIDF.)dc·
las incretinas, que preser\"a la función de lacé- tasyndrorne_definition. pdf.
lula ¡3, mejora el control glucémico y disminu- ') Kahn R~ Busc J. Fcrrannini E~ .Stern :V1; ¡..\n1crican Dia-
ye el peso. En caso de no obtener lo~ objetivos betes
de glucemia lOil amidiahéticos oraks se dehc·
ran '---nn1b1nar t~sro~ '--nn insuii
Ji1L1 en n1011(.lt1__T~1¡•1J.

mcm1· m:ís 1) (Íc' PCR i,h l]l!l: l\Jnt.rn ."-!1


¡">Cil'--l:.l!111tl~1. J~:.l~ l"i~·tz<;lizl111di(,11~1~1s tÍl'i1Cll llii

ekuo :uirii11ll1111arur10 1 a11til'sc·ln1'Jr;co. ''


112:2 ·'"·52.
!Zc~ncn (1\1. l lh· irle\, j,,¡j 1·(

pace·. C/¡n <:i.'<'iil . .~1)(l';: c;1,eJ)J.S.


·rc·11iL'l1LI() l'll L·m'11i.1 IJ-, rnúlriplcs ddiniL·i()m's \l' q B!oo1ngJrdt..'il 1.··¡,. ;\ ,1i-1 ,,\...,'.-l\)\.:i,1ti(n1 (li ( il... li Li1
r1:1 impon:rntc lnlLir u11:1 'ºb l]lll' rcú1u rndlh 1· c:1· doLrino!P.~U'->t .\,\( F' :()Jht,'lhU') Confcrc111..:t.' r_111 thl' L1
'->UJ111 !Z1..",l'-'l,11ll:¡_' j)i,1\1,.'ft.'.., (.,Hl', ~_(l(J ·~:
da unn (k los rr;1sr<Jrnos rneuhól1L·os :1 los l]llC SL'
;1soc1:1 con rn:1s frL·c11c11LiJ el síndrome 11ll't:1htíl1L"<J. .26: 129- 1103.
La determinación de los criterios debería obtenerse a 1U Balbu l:l, <....harlc, ,\[;\, Ur11:,lwlm 1, L'l c1l. 1 liL· Eurupc'
través de técnicas prácticas, sencillas y Lícilmcntc ac- an Group of Study of Insulin Rc'sistancc (EGIRI. Frc·
cesibles. Del mismo modo, establecer objetivos de cucncy oí the \v'HO mcrabolic syndromc in Europcans
tratamiento para cada una de las patologías pero con cohorts, and an altcrnative definition of a insulin resis-
una visión global. Por otro lado, los considerados tance syndrome. Diab Med, 2002; 28:364-76.
factores de riesgo cardiovascular en el adulto pueden 11 Aranceta-Bartrina J, Serra-Majem L, Foz-Sala M. Preva-
existir ya en la infancia y es de vital importancia co- lencia de obesidad en Espat1a. Med Clin (Barc),
nocer e identificarlos en edades tempranas. La base 2005;125:460-6.
del síndrome metabólico es la prevención y, para ello, 12 \X1einstock RS, Dai H, Wadden T Dict and cxercisc in the
hay que evitar la obesidad con una dicta sana y equi- treatrnent of obesity. Effects of thrcc intcrvcntios on in·
librada y manteniendo una actividad física regular. sulin n.:sistancc. Arch lnt l\kd, 1998; 158:2477-83.
Para ello hay que aumentar los recursos e involucrar 1 i Stern l., lqba! Scshadri P, et al. Thc cffccts of low-cir·
a familiares, niílos, cscuebs e instituciones. hohydr:ltc versus convcntional wcight loss dicts in sc-
verclv obesc adults: onC·\·car follow-up of ranclornized
tria!. Ann lutem Mcd, 2004; 140:778-85.
14 Chanoinc JP, I·brnpl S, Jrnsen C. Fffcct of orlistat on
wcight :rnd holh- composition in obcsc: adolcsccnts: ;J
Rca\·c•n G. lccrnn:: rok of insulin 1·csisrancc: in randomizcd rnntrnllcd tria!. ft\J\;1:\, 2005: 15:
hum;in cfoc;1:.;e'. D1df,c1cs 1988; ,i'7: 1595-G(r. 29.i:287J-83.
World 1 kalth Dcfinition. 15 ]);1nicb SF., Long b. C:ro\\. S, et c1l. Card1(l\·,1sudar i:ffccts
classific;Hion of cli;iahc·tes mcllirw; ;rnd its of sibutr;1rninc in tlw trc:ltnll'nt of ubcsc ,Hlolcsccnrs: re"
repon of ;1 \\'! 10 consulution. l\1n 1: ;ind sulrs of ;1 r;rndornízc'd, douhle-hliwL C<Jmrnllcd
classifiution fo di;1hcrc·s mellitus. <;¿'Jl('H=': World Hc1lrh Pcdi:itric>. 200-: 120:c l 4 ""'-57.
Orga111z;ition 1999. lh S1i:istro111 ,\!D. l.indrom ,\K. Pclwncn \L c:t :11.
Fxcct1! i1·c Sur11111;ir1· of tiw Third rcpurr of thc· :S:citi\lnal di;1hctcs. <llld cird101·c1;;cuLir rísk factors l () ,·nr'> cÜtn
Chnlcstcrnl hluc:Hion Progr;1111 i:S:CEP\ P.111c.:I on h;rnatrie' surgen. :S.: Engl J \lcd, 2004: e;-;-¡ :2hS3-93.

r 1í

no:., clínÍL;111Wlltl' hncrngéneo, con inicio frccul'ntc ;\;:


tl's Lk los 25 ;ií1os, mente, en la infanci;1 o ;Jd(i·
La diabetes mellitus es un trastorno metah<)lico c;1- ks,T1kia. lwrcnci;1 ;1utosornic;1 dominarne, \. cuvo
ractcri1,ado por la prcs.:11ci;1 de hipergluc,:mu, ;J co1l\L'- defn·ro prinuri() rcsulu Lk 111ur:1cio11es en uno de. ;lÍ
L'U<:1Kia de una secrcci<'m o acci<'m dcfcctuns;i ,k Li mc1Hl\, gL·1ws reco11oc1do;, . Entre estos genes. dos
insulina, La diahctcs tipo 1 y la diabetes ripo l co11_, cod1fic111 e111irnas como la glucoci11asa L1so'-·L1lb ;1
tituycn las 2 formas maroritarias de lli<1h,·rcs. (()11 (,;l \j( )!)'¡' 21 \ L1 '-·;irhu><il-1.;stcr líp;1sa (CFL ;1soc1;1Lb ;11
racterísticas clínicas diferenciadas en la mayoría de los c'vlODY 7), mientras que el resto codifican diferentes
casos, y con gran heterogenicidad genética (formas po- factores de transcripción como el factor hepatonu-
ligénicas). Sin embargo, existen otras formas más ra- clear-4a (hepatocyte nuclear factor, HNF) (asociado a
ras de diabetes, en las que tan sólo un gen está afecto MODY 1 ), el HNF-1a (asociado a MODY 3), el fac-
por una o varias mutaciones (diabetes monogénicas). tor promotor de insulina 1 (insulin promoter factor,
Dentro de las diabetes monogénicas, deben distinguir- lPF) (asociado a MODY 4), el HNF-1(3 (asociado a
se aquellas en las que predomina la deficiencia de in- MODY 5) y el factor ele diferenciación neurogénica l
sulina y otras, en las que existe una resistencia grave a (NeuroDl, asociado a IvlODY 6). Todos estos genes
la insulina (Tabla 1 ). En este capítulo se describirá so- se expresan en las células [),aunque algunos de ellos se
lamente la diabetes MODY (maturity-onset diabetes expresan también en otros tejidos como el hígado y el
of the young), un subgrupo de diabetes monogénicas rii1ón. Los factores de transcripción hepatonucleares
caracterizadas por la aparición clínica de diabetes ha- tienen un papel fundamental en el desarrollo de las cé-
bitualmente antes de los 25 ai1os, herencia autosómica lulas [), y su alteración por mutaciones de los genes
dominante, y disfunción primaria de la célula W. responsables induce la disfunción progresiva de estas
Junto a la diabetes MODY, en este capítulo se des- células. Las formas MODY 2 y, especialmente, la
arrollará otra forma atípica de diabetes, que presenta ivIODY 3, son las más frecuentes. Las características
muchas similitudes con la diabetes tipo 1, y que seco- más destacadas de las diferentes variedades de día bc-
noce con el nombre de diabetes LADA (iarent autoi111- tes MODY se resumen en la Tabla 2.
mune diabetes in adults). La diabetes LADA aparece, El diagnóstico de 1V10DY debe sospecharse en
generalmente, en la edad adulta, presenta con frecuen- cualquier paciente joven con glucemia basal elevada \
cia autoanticuerpos positivos relacionados con Li dia- persistente, con diabetes familiar o con diabetes tipo 1
betes, y suele requerir con el tiempo tratamiento con o tipo l con datos atípicos, como la inexistencia de au-
insulina, después de un período variable, generalmen- roanticuerpos en el caso de la diabetes tipo 1 o la au-
te, corto, de tratamiento con terapia nutricional, ejer- sencia de obesidad y de resistencia a la insulina en
cicio físico y fármacos orales,'. pacientes diagnosticados de diabetes tipo 2. Aunque
los defectos estén presentes desde el nacimiento, la hi-
Diabetes MODY (maturity-onsct diabetes of the \Oung) perglucemia suele aparecer a distintas edades, depen-
diendo de los distintos tipos de MODY. Sin embargo,
La diabetes MODY, que supone entre l-5 %1 de to- diversas situaciones como infecciones, inicio de la pu-
dos los casos de diabetes, engloba un grupo de trastor- bertad. embarazo u obesidad, que son circunstancias
70 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

probablemente no (farmacogenética). En ciertos ca-


Tabla 1. Tipos de diabetes monogénicas sos, como el MODY 2, los nuevos datos han permiti-
do retirar el tratamiento insulínico a muchos pacientes,
Formas en las que predomina la deficiencia de insulina dada la benignidad del trastorno, y en otros, como el
Diabetes tipo MODY MODY 1 y el MODY 3 ha conducido a la sustitución
MODY 1: mutaciones HNF-4a del tratamiento ínsulínico por sulfonilureas, al igual
MODY 2: mutaciones en la glucocinasa que en ciertas formas de diabetes neonatal 4 • A conti-
MODY 3: mutaciones HNF-la nuación se detallan de forma resumida las característi-
MODY 4: mutaciones IPF-1 cas clínicas principales de los diferentes subtipos de
MODY 5: mutaciones HNF-1 ~ MODY.
MODY 6: mutaciones en el factor de diferencia-
ción neurogénica 1
MODY 7: mutaciones en la carboxil-éster lipasa
Diabetes MODY 2
Diabetes neonatal rransiroria
Mutaciones acrivadoras en KCNJl l (Kir6.2) Hasta ahora se han descrito más de 190 mutacio-
:VI utaciones activadoras en gen r\BCC8 (SUR 1) nes del gen de la glucocinasa. Sin embargo, todos es-
Dcfecros de imprinting 6q24 (ZAC/l-IYAMI)
tos pacientes presentan un fenotipo característico con
ivluraciones en GLUT2 o (síndrome de Fanconi-
Bickel) glucemia basal elevada (> 100 mg/dl) y con un incre-
Diabetes neonatal permanente mento limitado (< 60 mg/dl) tras sobrecarga oral de
Mutaciones homocigotas de glucocinasa glucosa a las 2 horas'. La alteración de la glucocinasa
Mutaciones homocigoras HNF-l~ en la célula f3 (o glucosensor) se traduce en un umbral
Mutaciones homocigotas de IPF-1 más alto de glucemia para la estimulación de la secre-
Mutaciones PTFlA
ción de insulina y en una desviación hacía la derecha
Mutaciones activadoras gen KCNJl 1 (Kir6.2)
Mutaciones activadoras gen ABCC8 (SURl) de la curva de respuesta de insulina frente a un deter-
Mutaciones FOXP3 (síndrome IPEX) minado nivel de glucosa (Figura 1 )6 •
Mutaciones EIF2AK3 (síndrome de Wolcott-Ralli- Los pacientes MODY 2 no requieren tratamiento,
son). dado que sólo presentan una hiperglucemia leve con
Diabetes mitocondrial: mutaciones funcionales de
ADN mirocondrial
niveles de HbA1c ligeramente por encima del límite su-
Síndrome de Kearns-Sayre perior de la normalidad. Muchos pacientes, al ser
Síndrome de Pearson diagnosticados erróneamente como pacientes con dia-
Formas en las que predomina la deficiencia de insulina betes tipo 1 o tipo 2, reciben tratamiento con fárma-
Diabetes por mutaciones del gen del receptor de la in- cos orales o con insulina. Sin embargo, se ha
sulina demostrado que, en estos casos, la supresión del trata-
Leprechaunismo o síndrome de Donahue
Síndrome de Rabson-Mendenhall
miento farmacológico no se acompaña de deterioro
Síndrome de resistencia a la insulina tipo A del control glucémico. La incidencia de complicacio-
Diabetes lipoatrófica congénita nes crónicas es muy baja.
Lipoatrofia congénita generalizada: Algunas pacientes con MODY 2 son diagnostica-
mutaciones en el gen AGPAT2 das de diabetes gestacional y reciben tratamiento con
• mutaciones en el gen BSCL2
Lipodistrofia parcial familiar insulina al presentar una hiperglucemia de ayuno du-
a mutaciones en el gen LMNA (síndrome de rante el embarazo, que no responde a la terapia nutri-
Dunnigan) cional. Sin embargo, el peso del recién nacido, que
Diabetes asociadas a síndromes suele estar relacionado con el control glucémico de la
Mutaciones del gen WSFl (síndrome de Wolfram o madre, es similar con independencia del tratamiento
DIDMOAD) con dieta o con insulina, a las dosis habituales 7 • Esto
Mutaciones del gen SLC19A2 (síndrome de Ro-
ger·s o TRMAS). puede explicarse por la reducción de la secreción de in-
sulina endógena que ocurre en estos pacientes para
mantener su nivel homeostático de glucemia cuando se
que reducen la sensibilidad a la insulina, pueden des- administra insulina subcutánea. En el caso de que el
enmascarar un cuadro de diabetes, silente hasta ento- feto tenga la mutación y la madre no sea portadora, el
nes, o empeorar la hiperglucemia en pacientes con peso en el nacimiento será bajo, lo que demuestra que
los cambios en la secreción de insulina fetal pueden te-
diabetes MODY ya conocida. Las diferencias clínicas
ner relevancia en el crecimiento íntrauterina8.
más relevantes entre la diabetes MODY y la diabetes
tipo 2 se detallan en la Tabla 3. Diabetes MODY 3
La caracterización de los diferentes subtipos de
MODY ha permitido definir mejor qué pacientes res- La diabetes MODY 3, como se comentó anterior-
ponderán a un determinado tipo de terapia y cuáles mente, es la forma más frecuente de MODY (Figura l).
Formas clínicas menos frecuentes en ia d~ !J diabetes rnellitus: fV10DY LADJJ.
1 71

Tabla 2. Características de las distintas variedades de diabetes MODY

i'vlODY 6 !vlODY 7

Gen H:\F-4o Clucocinao.1 IJ:\F-1 Ce ll'F-1 ll:\l -Jf·) :\curo!>J ([j

1" )') '')


1 -
7"
"

HNF: h1L"tnr hi_:patonuck.H Tg: t riglit.:l·ndo-,


IPF: Factor promotor de insu!in;1 CBA: gllll.:cmi~1 b,1::-.,1! ,11tcnd.1
NcuroD 1: Factor de diferenciación ncurogénica 1 ITG: intolerancia oral a la glucos.1
CEL: Carboxil-ésrer lipasa

Los pacientes con mutaciones en los factores de trans- se un deterioro del control glucémico en caso de susti-
cripción hepatonucleares, como es el caso de la diabe- tuirse de éstas por metforrnina, algo que no ocurre en el
tes MODY 3, nacen con normoglucemia, apareciendo caso de los pacientes con diabetes tipo 2 . Se han des-
la hiperglucernia de forma progresiva con el tiempo, crito incluso casos de pacientes con diagnóstico erróneo
hasta hacerse clínicamente manifiesta en la adolescen- de diabetes tipo 1 durante más de 20 a11os, en tratamien-
cia o en la vida adulta_ !'duchos pacientes requerirán to con insulina desde el inicio de la enfermedad, que dis-
tratamiento farmacológico y, en caso de tratamiento continuaron el tratamiento con insulina y fueron
inadecuado, podr~1i1 tener complicaciones crónicas. rratadas con sulfonilureas, sin riesgo de cetoacidosis 11 •
los pacientes con la mut;Kión HNF- lo: en las fases Esta variedad de MODY tiene una prevalencia rnuv ba-
ínicíalcs presentan glucemias en :wunas 11orni;1lcs, pe- ja de obesidad, dislipcmia e arterial. Se ha
ro no presentan una respuesta insulínica a pro piada descrito que estos presentan un umbral renal
cuando aumentan los nin:les de glucemia (> l 40 p;u-a b gíucos~1 rn;Ís hijo, lo qul' se tL1duce frecuente-·
s1 se rea de glu-- mente en c'n el rnon1l'nro del
cosa, el incremenro de la horas suele
ser c:-:cesinJ (> 1 JO mg/d! ), incluso si el \ alor basal er,1
cercano a b normalidad. Esta alteración progresa con
el tiempo, producirndo una hipergluccmia rnarc1cb, Esta \ariccbd de \!ODY e~ illU\ pello frc'cuentc>. FI
que puede tener consecuencias 1mponanres c11 caso de gen H:\F-4·, que rcguLi ;11 11:\FlcL nene un pe1pd i11;·
que no se instaure el tratamiento apropiado. porcmre en b difrrcnciac·ión cc!t1hr' es fundamental rn
El aumento de h glucemia pospr.rndial, consccuenci<1 el desarrollo de los islorc'S panLTc'Óticos. hígado y riií<'.>n.
del deterioro progresivo de b función de Lis células f3. Por este motivo, !os mecanismos tisioparológicos de los
obliga a iniciar el tratJ1111ento con sulfonilureas o glini- tipos ?vlODY 1 y :VlODY 3 son mu\ similares, at111quc
das, e insulina, en caso necesario. Estos pacientes son no hay alteración de! u111br,1I renal par;1 h glucos;l. Li
muy sensibles <11 efecto de Lis sulfonilureas, produciéndo- c'cbd en el diagnóstico del i\-lODY 1 suele ~n rncÍs t;irck1_
72 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Secreción de insulina en algunos tipos de diabetes MODY


en respuesta a varias concentraciones de glucosa plasmática

ro 600
e
::i
rJ)
e 500
<l.l
"O
e
-o~
·- e
ü ·-
400 Controles (n=1 O) Glucocinasa (n=6)
E
.... ---
a.i
o -
<l.l o
rJ) E
<l.l
"O
.e, 300
e
·O
·a
.... 200
o HNF-4a (n=1 O)
o..
o
....
Q_ 100

o 3 6 9 12 15
Glucosa plasmática (mmol/L)

Figura 1. La proporción de secreción de insulina frente a glucosa es diferente según el tipo de MODY, como consecuencia de
defectos diferentes en la función de la célula j3. En los controles se observa una relación lineal de la proporción de secreción
de insulina con el incremento de la glucosa plasmática. Los individuos con mutaciones en el gen HNF-4o: (MODY 1) o HNF-
lo: (MODY 3) tienen una respuesta normal en niveles bajos de glucemia, pero anormal cuando se incrementa la glucemia plas-
mática. En los individuos con mutación en el gen de la glucocinasa (MODY 2), la respuesta insulínica es deficiente en cualquier
nivel de glucemia, siendo aún más exigua para concentraciones de glucosa plasmática< 126 mg/dl. Adaptado de Byrne et al'.

Suelen ser sensibles al tratamiento con sulfonilureas y, milares a las del MODY 3, aunque con frecuencia hay
más tardíamente, pueden necesitar tratamiento con insu- anomalías renales (quistes, displasia) en casi todos los
lina. Dado que este gen se expresa también en el híga- pacientes que son reconocibles incluso antes del naci-
do, estos pacientes presentan concentraciones bajas de miento, malformaciones del tracto genital (útero bi-
apolipoproteínas AII y CIII, y de la lipoproteína (a). corne, agenesias de vasos deferentes, etc.), alteración
del páncreas exocrino por atrofia, hiperuricemia, y
Diabetes MODY 4 disfunción hepática (elevación de transaminasas). Es-
tos pacientes presentan resistencia a la insulina y dis-
Las mutaciones del gen que codifica al IPF-1 son función de la célula f3, con hiperinsulinemia,
una causa rara de MODY. Este gen es necesario para hipertrigliceridemia y niveles bajos de colesterol-HDL.
el desarrollo del páncreas y para la expresión del gen Se ha sugerido que el tratamiento inicial de elección
de la insulina. En caso de homocigosis existe agenesia puede ser la metformina, debido a la baja sensibilidad
congénita del páncreas y diabetes neonatal permanen- hepática a la insulina de estos pacientes, aunque mu-
te. En los individuos heterocigotos, la aparición de chos precisarán insulina con el tiempo. Frente a la va-
diabetes suele ocurrir de forma más tardía que en otras riedad MODY 3, estos pacientes se tratan con insulina
formas de MODY. Tan sólo se ha descrito una fami- con más frecuencia (67 frente a 31 % ), debido a un de-
lia hasta el momento. terioro más acelerado de la función de la célula f3 1 ~.

Diabetes MODY 5 Diabetes MODY 6

Se produce como consecuencia de mutaciones en el El factor de diferenciación neurogénica 1, también


HNF-lf3. El fenotipo presenta una gran heterogeni- conocido como NeuroDl (BETA2) es un factor de trans-
dad. Las características clínicas de la diabetes son si- cripción importante para determinar el tipo celular
Form;is cliníc;is menos frecuentes en la de la diabetes mellitus: MODY, LADA 73

base a 3 criterios: 1) diagnóstico en la edad adulta (>


Tabla 3. Características diferenciales
MODY y la diabetes tipo 2 30 ar1os, generalmente); 2) presencia de anticuerpos
circulantes como anti-GAD (el más frecuente), ICA,
Característica ivlODY Diabetes tipo 2 anticuerpos anti-insulina (]AA) y/o anti-tiroxina fosta-
tasa (!A2); y 3) sin necesidad de insulina al menos du-
\ lonugénic1~
Herencia ~1 llt1 )Sc)!Tl ic1
rante los 6 primeros meses después del diagnóstico.
Li presencia de auroamicuerpos permite distinguir
L\DA de 1:1 ,Libcrc·s 2. Por otra p<irtc, l:i folrc1 ck
rit'(L"-;1cL1d de cq111c111i1r \.'(}il l11L1 dc:--.dc \:i

Síndn)mc 1111...'tabúli('(i
(obc,ichd. hiperten- \ • 1
sión. disliprn1i<1) liC'>({)Jl<>(lllJ. illJ

ks en fomili:trcs de con diabctc·:. tip() Ji! l'il


imlii iduos nn di:1h0ticos con <lnticucrpos que
durante el dcsarrnllo c·111hnrnurio. L1 cli11ic·:1 ,., si:nil:ir
conocer l:i n:Lh:ic'm c>.:istc'lllC uirrc· b prc·sc11-
:11 iv!ODY 3. con u11:1 disfuncÍ<.lll progn:si1·:1 del:i c-C·lul:i cl<l de 111:\]'C:ldOrCS :lllfOÍllilllllll'S anti-islOtl' p<1lll'i'C:ltÍL'<)
fl 1· gra\"l'cbd variahk vmn· lns indi1·iduns :1fc·ct«dns. \ c·I futuro dcs<irrollo ck L\D,\. Se :1dmitc que· L:\!J.\
es t111:1 cnfcrnwd:id :rnto1n111u11c con dc'Strur:c-Í<.Jll knt:l
111e11tc progrcsÍY:l de l:1s cc·lubs (·:\. L1 presL'nc1:1 de ~iu
t<J.11nícunpos frl'IHl' :1 di1 ersos componcmcs de l:1s
Esta variedad de MODY. descrita en 2 familias en células del islote pancreático y la mayor susceptibili-
2006, se debe a una mutación del gen que codifica a la dad en relación con la presencia de alelos HLA clase JI
enzima pancreática carboxil-éster lipasa, que se expre- DQ2 y/o DQ8, al igual que en la diabetes tipo 1, ava-
sa en las células acinares del páncreas pero no en las lan esta hipótesis''. En relación con los autoanticuer-
células [3". Clínicamente se presenta con diabetes con pos, los ICA y los anti-GAD son frecuentes en
leve hiperglucemia y disfunción pancreática exocrina. pacientes con LADA, mientras que los IAA e IA2 son
En los individuos afectados se ha detectado un déficit infrecuentes, en relación con la diabetes tipo 1 de ini-
de elastasa fecal, con clínica asociada de dolor abdo- cio en la infancia o la diabetes tipo 1 de inicio en la
minal y diarrea. edad adulta (Tabla 4).
Diversos estudios sugieren que LADA es una enti-
Diabetes LADA (latent autoirnmune diabetes in dad diferente de la diabetes tipo 1 del adulto, en fun-
ción de la distinta prevalencia de los marcadores
El término LADA fue acuí1ado originalmente por autoinrnunes, a las diferencias en las proteínas del is-
Tuomi et aP para describir una forma de diabetes au- lote reconocidas por las células T v el distinto grado de
toinmune en adultos, lentamente progresiva y suscepti- resistencia a la insulina, mayor en los pacientes con
ble de ser tratada inicialmente sin insuli1u. Estos LADA 1' . Estas diferencias podrían deberse a una regu-
pacientes, clasificados inicialmente en muchos casos co- lación inmune distinta en LADA. y en la diabetes tipo
mo pacientes con diabetes tipo 2, comenz:uon a ser l, a discrepan~:ias en la respuesta autoinmume induci
identificados tras la introducción de un nuevo kit co- das por la distima edad al inicio de la enfermedad o :1
mercial para detectar a111:icuerpos frente a L1 enzima un proceso dcstructiYo de las células [3, menos ~1\'<ll1Z:1-
G/\D (glurámico-acético una proreín~1 do en L\DA en el rnoniento de inicio de b insulina.
de 65 k D preseme en el islote pancre:ltico, en el sistema debido a una mavor resistencia a la insulina rn c·sros
nervioso central ven los testículos. En el l_Il(PDS !Uni- En mi opinión, ser;in necesarios más estu-
ted Kingdorn Prospective Di:ihctes Srudyi, aproximada- dios, L:specialrncntc, estudios de intervcncil'm contera-
mente, el 10% de los p:icientcs con diabetes tipo 2 pias inmunomoduladoras, para determinar
incluidos tenían anticuerpos circulcintes IC:\ (islct ccll ddinin1amcnte si LADA o la diabetes tipo l de inicio
antibodies) o anti-GAD. La mavoría de estos pacientes en la edad adulta son 2 entidades distmtas.
necesitaron insulina durante los 6 ai1os siguientes''_ Li necesidad de insulinización precoz en los p~1-
Aunque t'xistc controversi~1 sobre si l:i denominacion ciemes con di:1hetcs tipo 2 :1parente v la prcsenci~1 de
LADA es h m:is apropiada, el cií~1gnósrico se rc1líza en :111t1c:ucrpos anti-CAD sugiLTl' un proceso ~icelcr,1clo de
74 •e. La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla 4. Diferencias entre la diabetes tipo 1 de inicio en la infancia, diabetes tipo 1 de inicio en el adulto y LADA

Diabetes tipo 1 Diabetes tipo 1


Característica LADA
de inicio en la infancia de inicio en el adulto

Edad en el diagnóstico Infancia Adulto Adulto

Concordancia en )
Moderada Muy baja
gemelos idénticos

1 HLA DR3/DR4 1
l'vloderada Baja Baja-moderada
(predisponentes) 1

HLA DR2 (protectores) :Vluy baja Baj<l Baja-moderada 1


1

i
Autoanticuerpos IAA, GAD, IA2 CAD, IA2 GAD !
1

1
Insulina plasmática Muy baja Baja Baja 1

- - ----·-.----- ""-
_J

disfunción de las células W'- Gottsater et al. 1' demos- inicio de la insulinización, también recogido en los
traron que la secreción de insulina en LADA es inter- criterios de la defimcíón, éste dependerá en gran
media entre la de la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo parre del criterio del médico responsable y de suma-
2. Los niveles de péptido-C basal y estimulado en pa- yor o rncllor propensión a la utilización de la insuli-
cientes con LADA tueron interiores a los de los pacien- na en estos pacientes.
tes con diabetes tipo 2 y controles no diabéticos. La Puesto que el diagnóstico de LADA tiene importan-
progresión del deterioro de la función 13 en los pacien- tes implicaciones en el tratamiento y en la evaluación
tes LADA parece ser también importante, puesto que de la progresión de la enfermedad, recientemente se ha
tan sólo después de 3-4 años se demuestra una pérdi- comunicado un método clínico sencillo para identifi-
da del 50% de la capacidad secretora de la insulina' 8 • car a los pacientes con LADA2 1 • Mediante un estudio
La asociación con otras enfermedades autoinmunes retrospectivo se identificaron 5 variables, que fueron
en la diabetes LADA es frecuente. De hecho, antes de evaluadas posteriormente de forma prospectiva en un
la definición de LADA, se conocía una forma de dia- grupo de pacientes con diagnóstico de LADA, compa-
betes tipo 1, lentamente progresiva, asociada a la pre- rando la frecuencia de estas variables en estos pacien-
sencia de otras enfermedades autoinmunes, como tes y en pacientes con diabetes tipo 2 (Figura 2). La
parte del síndrome poliglandular autoinmune tipo 2 19 • presencia de al menos de 2 ó más de estas característi-
Se ha comunicado que, aproximadamente, un 24% de cas clínicas (puntuación ~ 2) tuvo una sensibilidad del
los pacientes con diabetes LADA presentan marcado- 90% y una especificidad del 71 % para identificar a los
res serológicos de tiroiditis autoinmune y hasta un pacientes con LADA, mientras que una puntuación
19% presentan anticuerpos anti-gliadina, aunque la menor de 2 tuvo un valor predictivo negativo del
prevalencia exacta de celiaquía en estos pacientes es 99%. No obstante, a pesar de ser una variable utiliza-
desconocida 2º. Estos datos contrastan con la baja fre- da en el modelo anterior, diversos estudios en pacien-
cuencia de agregación de estas enfermedades autoin- tes LADA en Europa han demostrado que el índice de
munes en la diabetes tipo 2. masa corporal (IMC) en los pacientes con LADA es si-
milar al de pacientes con diabetes tipo 2, por lo que no
Manifestaciones clínicas se recomienda utilizar un IMC <25 kglm2 como único
criterio diagnóstico de LADA.
En relación a los criterios diagnósticos de LADA, La frecuencia de cetoacidosis no ha sido documen-
aunque en la definición se admite una edad al diag- tada en LADA, por lo que se asume que debe ser muy
nóstico mayor de 30 años, algunos autores definen baja. La frecuencia de retinopatía, nefropatía y neuro-
un intervalo de edad entre 25-40 años. Respecto a patía en LADA es similar a la encontrada en la diabe-
los autoanticuerpos, se utiliza generalmente la deter- tes tipo 2, y está relacionada con el grado del control
minación de los anticuerpos anti-GAD, dada la rela- glucémico. Las complicaciones macrovasculares tam-
tiva sencillez del método frente a la determinación bién ocurren con una frecuencia similar a la diabetes
de otros autoanticuerpos y a que son los que se en- tipo 2, y son mucho más frecuentes que en la diabetes
cuentran elevados con más frecuencia en LADA. En tipo l. Sin embargo, la frecuencia de obesidad, hiper-
referencia al periodo que debe transcurrir para el tensión y dislipidemia en LADA es menor que en la
Formas clínicas menos frecuentes en la presentación cie la diabetes mei!itus: MODY, LADA 75

La diabetes LADA es una fotrna de diabetes au-


Características clínicas en el momento del toinmune, similar en muchos aspectos a la diabetes ti·
diagnóstico de la diabetes LADA y po 1, pero que característicamente no requiere insulino.
de la diabetes tipo 2. durante los primeros meses después del diagnóstico.
Esta forma de diabetes puede representar hasta un
10'/6 de todos casos de diabetes tipo 2. El diagnósti-
co es sencillo, aunque la diferenciación de esta enfer-
medad de orras

(j)

()
G

-· CirJctní,tic:1s cií111c,1' ,.¡ nrnnw11io del


IH.Jsrico ele- h di:l!Jcrcs L\D:\ ( ) 1 ck Li d1:ilwrcs ripo wirh :1 nu1Hnsuli11
l: ClJ:id Ji llllCi<l < ~() ,lJlll" (p< IJ_()()()j ). SÍIH<Jil1:1s ;l¡.'.ll 1903~ -L2.:.i5~Lh2.
dos de pol1d1ps1:1 poliuri,1 j'cT1lich de peso pr¡·1·1:1 :11
ll:irrn1 R. Dicihctcs 1111 vn li
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npns rn:ís in'Cllc'ntc·s ..\1 Di:1hc'l<ll. .1.ilO-: 2l:1 )) '·líi.
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l Lmnslc1 :\T l'c:ir,n11 IJ\. l'h.Hrn.1c11FC1il·tics :rnd Ec
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l·nfcr111cd:1dcs ,rntrn11111u11<:s r1.J:1c1011:Hhs c'<lll los :ilelos
l'll\'SÍ<Jlng1, :l!ld ( •l'lh'i JC' !11 l li:i hl'il·'· Fi;do"
DR) )fo DIU íp< 0,1101) 1!. :\lLi¡•t,ido ck hJml:1n11s l'l ,11
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Hanscn 1; et aL The genetic abnormality in thc cell de-
diabetes tipo 2. Esto ha dado lugar a diversas hipóte- termines the response toan oral glucose load. Diabetolo-
sis, que no se comentarán aquí. gia, 2002; 45:427-35.
6 Byrne MM, Sturis J, Clcmcnt K, Vionnet N, Pueyo ME,
Tratamiento Stoffel M, et al. Insulin secretory abnormalities in sub-
jects wíth hypcrglyccmia dueto glucokinase mutations. J
El tratamiento con hipogluccrniantes orales es efi- Clin lnvest, 1994; 93: J 120-30.
caz en los pacientes con LADA, al menos, inicialmen- Hatterslcy AT; Bcards l~ Ballantync E, Appleton M, Har·
te. Muchos prefieren evitar el uso de rnetformina en vcy R, Ellard S. Mutations in the glucokinasc gene of thc
estos pacientes. Cuando fracasa el tratamiento oral, fetus in reduced birthwcight. Nat Gcnet, 1998; 19:268·
será necesario iniciar la insulinización. Generalmente 70.
se prefiere utilizar la terapia basal con bolus v, en al- Barrio R, Belbnné-Chantciot C, Morc'nO JC, ;\:lorcl V,
gunos casos, insulinas premczcladas (2-3 dosis). No Calle H, Alonso~!, et :11. Ninc novel rnutarions in rnatu·
existe hasta el momento una estrategia terapéutica de- riry-onsct diabetes of thc \·oung (MODY) candidatc
mostrada que se<1 capaz de preservar la función de las genes in 22 Spanish familic;. J Cli11 Endocrino! Mer:ih.
87:2532-9.
células ¡3 en los pacientes con LADA.
9 .\1M. Sturis J, ;\lcnzci S,
Dromficld .\lJ, et al. .\lrcrl'd insulin :.ccrcl<H'\ responses
to in diabctic :md nondi:1bcric with rnu-
gcnc \lODY ~ ll!l
En este c1pítuio se han dcs:urollado 2 \·ariedades i 996; ·!5: 1503- I O.
menos frecuentes de diabetes. La diabetes MODY es
1(,) Pc:irs\)n ER, Powcll RJ. Crihhlc F\L Uark
un:1 forma de diabetes monogé11ica, que se caracteri· P\L lfattcrsk\ :\T Ccnctic: c:imc of
za por inicio precoz, herencia :rntosómica dominan- response to trc:u111c11t in diabcrc-;. Lrnccr, 20Cl3:
te y trastorno primario de las células ¡3. Esta form:1 362: 1275-8 l.
de diabetes puede rcprcsemar el l-5% de todos los 1 J Shcphcrd \1, Pc:irson ER, Houghton J. Salr C, EILHd S,
casos de diabetes y su diagnóstico dehc sospecharse Harterslc1· AL :\o dcrcrior:irion in ghu~mic c<rnrrol 111
en base a la clínica. La c:uacterización precisa del 1 l:'\F1 rn:irurir,·-onscr di:ihctcs oí thc Y<rnng follcrn·ing
defecto presente requerirá un estudio genético minu· tr:rnsfcr frnrn long-tcrm insulin to sulphonl'iurcas. Di:1-
ClOSO. krcs Cm·. 21l0i: 2(o: l i 9 !-2.
76 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

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El diagnóstico de ck1hcte\ 11wllirth iD\li c:<ill\t1tu ,,1 dc·\;Hroilo dv C<llllplie;1ci<n1c''> 'l'<tlíldariJ\ <l -;u lkihv
\T un momento c-ríric·ul'll la 11cb dcl ¡•;icielltl' 1 ,., lun t\'\.Li p;ic1c·11f\' 11 \ll fo1111li.ii dvhc·r;i11 lln·;ir ,1 caho ll!l
cbrnvntal que r;111to c'I mé·d1c<1 como 'li l'\jtll!'" ¡•roc\'so s1gni(ic;it i1·0 de adapr;1ci,·111 y po11c:r c11 11Lirc·ln
proporcio11e11 de forma r:ípilh; decri1a asi'>t\'11ci;1 11w u1u sni,· de 11wc111is111os psic·okig1cos cornpcnsadnrv-,
dica e información suficiente para que el paciente pue- para aíromar la nueva situación de salud. El paciente
da hacer frente a esta nueva situación. debe entender que el tratamiento de su diabetes estarú
La diabetes es sin duda la enfermedad crónica que basado en un enfoque interdisciplinar (enfermera edu-
requiere más diálogo entre el paciente y los profesio- cadora, dietista, médico). Su motivación y capacidad
nales de la salud; al contrario que en otras enfermeda- para cuidarse, acompañado de una línea de comunica-
des, los pacientes pueden tomar decisiones ción óptima, en forma de llamadas de teléfono, envío
importantes relativas al tratamiento de su diabetes. La de datos de forma electrónica y visitas a la consulta,
experiencia del equipo médico es importante, pero el serán factores decisivos de cara a desarrollar un plan
conocimiento del paciente, su dedicación y su iniciati- terapéutico eficaz.
va para pedir ayuda cuando lo considere necesario se-
rán los factores más significativos y decisivos para PERSPECTIVA GENERAL DEL TRATAMIENTO
manejar de forma óptima su diabetes, impidiendo que
pequeños problemas se conviertan en situaciones gra- El tratamiento de los pacientes con DM consiste
ves. en: cduoción sobre pautas de estilo de vida salud<1·
En este capítulo pretendemos dar una visión gene- bles, evaluación de la posibilidad de complicaciones
ral de las pautas de tratamiento de la DM (según las micro y macrovasculares, normalización de la gluce-
recomendaciones de la Asociación Americana de Dia- mia, reducción de los factores de riesgo cardiovascula-
betes (ADA), Sociedad Europea ¡ura el Estudio de h rcs v omisión de fármacos que pueden agravar bo
Diabetes (EASD), la Sociedad Española de Endocrino- anomalías del metabolismo insulínico y lipídico. La
logía (SEEN)'' y de los diferentes aspectos que corno D ,\ 12 presenta rn su historia natural una se ríe Lk
médicos, debernos abordar en nucstr<1s primeras con transformaciones en su fisiopatología, por lo que: re-
Yersaciones, con pacientes que acaban de ser diagnos- sulta imprescindible que adaptemos el tratamienru ~1
ticados con DM. En b consulr;1 inicial, el primer paso su curso c'HJlutivo. Las diferentes 5rcas de tratamil'nt<i
lógico ser<i llevar a cabo una historia médica detalla- se desarrollan a continuación.
da, examen físico y analíticas de sangre y orina.
Es, sin duda, el momento para calmar L1 ansiedad Educación diabetoló¡::ic1
del paciente (y su familia) y mostrarle que no está só-
lo ante su enfermedad y que tendr<1 un equipo de pro- Los pacientes con DM deben recibir educación dia-
fesionales dispuesto a ayudarle, informarle para que hctológica a partir del momento del diagnóstico de su
pueda llevar a cabo una vida normal \. también e\·ir;tr enfermedad v este apoyo educacional debe ser parte
78 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

integral del programa de tratamiento de su DM. Los proporcionar un pequeño beneficio adicional en el
cambios en el comportamiento llevados a cabo por el control de la glucémia al obtenido cuando únicamente
paciente son la clave del éxito de la educación diabe- se considera la ingesta total de carbohidratos.
tológica y deben medirse y controlarse como parte del Otras recomendaciones nutricionales aconsejarían
cuidado médico. La educación diabetológica debe in- limitar el consumo de grasas saturadas a <7% del to-
cluir temas psicosociales, porque sentirse bien se aso- tal de calorías, debiéndose minimizar la ingesta de gra-
cia fuertemente con resultados positivos en el control sas trans 1·4. Si los adultos con diabetes beben alcohol,
de la diabetes. la ingesta diaria debe limitarse a una cantidad mode-
La evaluación psicosocial y el seguimiento deben rada (1 bebida diaria o menos en las mujeres adultas y
incluir, aunque no sólo esto a, conocimientos sobre la 2 bebidas diarias o menos en los hombres adultos). Se
enfermedad, expectativas sobre el manejo médico y los recomienda igualmente el consumo de fibra en la die-
resultados, estado de humor, calidad de vida general y ta (14 g de fibra /1.000 Kcal) y de alimentos que conten-
asociada a diabetes, recursos (económicos, sociales y gan grano entero. Los suplementos con antioxidantes,
emocionales) e historia psiquiátrica. Hay que indagar como la vitamina E y C y los carotenos, no se aconsejan
sobre problemas psicosociales, como depresión, ansie- por la falta de evidencia de su eficacia y el desconoci-
dad, trastornos alimentarios y alteraciones cognitivas miento de la seguridad a largo plazo. Se debe aconsejar
cuando la adherencia al tratamiento médico no es a los pacientes diabéticos actividad física aeróbica de
apropiada. El asesoramiento de las situaciones psico- moderada intensidad, al menos, durante 150 minutos/se-
lógicas y sociales debe incluirse en el manejo médico mana (al 50-70% de la frecuencia cardíaca máxima). Si
de la diabetes. no hay contraindicaciones, debe animarse a los pacientes
con DM2 a hacer ejercicios de resistencia 3 veces por se-
Terapia nutricional y actividad física mana'.

Es muy importante en el tratamiento de la DM que Tratamiento farmacológico


pautemos unas recomendaciones dietéticas y de activi-
dad física adecuadas con la intención de: combatir el El tratamiento inicial en la mayoría de los pacien-
sobrepeso; mantener un estado nutricional adecuado, tes con DM2, además de consejo dietetico y actividad
contribuir a normalizar el control metabólico, contri- física, debe incluir metformina, ya que este tratamien-
buir a mejorar el curso de las complicaciones metadia- to puede inducir la normoglucemia si el cumplimiento
béticas e interrumpir la progresión de la historia es óptimo 8• En concreto, La Asociación Americana de
natural de la diabetes. Estas recomendaciones deben Diabetes (ADA) y Sociedad Europea de Diabetes
ser personalizadas y adaptarse a las posibilidades eco- (ESAD) han recomendado que la metformina debería
nómicas, preferencias culturales, gustos y tratamiento ser iniciada al mismo tiempo que los cambios en el es-
médico que el paciente recibe 4 • tilo de vida en el momento del diagnóstico de la DM2
Cuando hay sobrepeso, y en los individuos obesos si no hay contraindicaciones específicas (por ejemplo,
con resistencia a la insulina, una leve pérdida de peso circunstancias que predispongan a la acidosis láctica)'·
9
ha demostrado reducir la resistencia a la insulina. Así, • La dosis de metformina debe ir aumentándose hasta

se recomienda la pérdida de peso (- 7% del peso cor- la máxima dosis efectiva (generalmente, de 2.000 a
poral) a todos los pacientes con sobrepeso o a indivi- 2.500 mg/día en varias dosis) durante 1 o 2 meses, si
duos obesos que padezcan o que tengan riesgo de se tolera. Si hay contraindicaciones se podría conside-
desarrollar diabetes 1·;. La actividad física y las modifica- rar una sulfonilurea de' corta duración, como terapia
ciones en el comportamiento son factores importantes inicial, acompañada de cambios en el estilo de vida en
de los programas de adelgazamiento y son fundamenta- el momento del diagnóstico, de cara a contrarrestar la
les a la hora de mantener la pérdida de peso. ganancia de peso que, generalmente, se asocia al trata-
Para perder peso, tanto las dietas bajas en carbohi- miento con sulfonilureas.
dratos como las dietas con restricción de calorías gra- Después de una respuesta inicial positiva a esta te-
sas pueden ser efectivas a corto plazo (hasta 1 año) 6 • rapia, la mayoría de los pacientes ganan peso y mues-
En los pacientes con dietas bajas en carbohidratos se tran elevaciones de sus perfiles glucémicos y de la
debe controlar el perfil lipídico, la función renal y la HbAlc, por lo que requieren una terapia adicional
ingesta de proteínas (en aquellos con nefropatía) para (más agentes orales, combinación de agentes orales e
ajustar la terapia hipoglucemiante. insulina o insulina en monoterapia).
Controlar los carbohidratos, ya sea contándolos, a Para pacientes que no toleran o no son candidatos
través de intercambios o mediante estimaciones basa- a metformina o sulfonilureas, la repaglinida es una al-
das en la experiencia, es una clave estratégica impor- ternativa razonable, sobre todo, en los pacientes con
tante para conseguir el control glucémico. En los enfermedad renal crónica. Otra terapia alternativa es
pacientes diabéticos, el uso del índice glucémico puede una tiazolidinediona, que debe ser considerada en los
Actitud ante el debut de una diabetes mei!itus. del tratarniento 79

pacientes con valores iniciales bajos de HbAk o si hay a la hora de acostarse. Aunque no es aconsejable utili-
contraindicaciones específicas a las sulfonilureas 9 • Si se zar insulinas pre-mezcladas en el tratamiento de la
usa una tiazolidinediona como terapia inicial, se pre- D:'v11, es una opción razonable en los pacientes con
fiere la pioglit::izona porque hay de más datos sobre el DM2 a los que les va bien la relación fija. Los regíme-
perfil lipídico aterogénico y por el posible aumento nes más complejos de insulina pueden usarse en los pa-
de riesgo de eventos cardiovasculares con la rosigli- c1en tes con D,'v12 para rntentar conseguir la
tazona. Se puede considerar un inhibidor de la DPP- norrnoglucernia, aiiadicndo insulina de acción
4, h siraglipriiu, corno rnonorerapia en los o ~1ntc:-i dr la:-i \..~()nlid:.1"->. L()~ print.-ipi{h d\_'i
o a Jqlll'llus tn lo~ que L1 n1crforn1iiLL tTJ.Lli111CllfO iJ1ll'il.'->l\ e> (Uil

de' i11cr~rinonlin1(~ri'-:os u 1nhihidon.-''.' h lWP-4 puc


de considerarse en:
Pacientes obesos con D\12 que JJ(J se conrroLrn de insuli1L1 r:1pid:1 en de hs umn:o ck ;1lirrn:rn11,
con mcrformina do sulfonilureas 1 que no dese:rn pero L1 l1l'\. .'l'\iL1r:1n J¡;"ulii111.~1'--¡(-)l\

e1npez:H i11sulinoter;1pia debido :1 h proh.1hlc 1..,'011 3 dnsi::. de i11<..;uli1L1s pn. '111clcL1d~1\ (J il1~1\ frccuc¡:
g:rn:rnci:1 ck pcs(J :11 miedo ;i Lis hipogluce· !Clll<'Ilte co11 1 <1 2 do:ois de 1nsul1 knu ,\'1».uchs"
l1l J;) s. ck 1nsu lin,1 r;Í ¡)id:1 ¡•1-cpr.111d 1,\Í.
Pacientes olw,os c·rn1 1)\12 qm· tienen un;1 h1- Con Li dis111inuci(111 de la llliKJ()j] d,· L1s c'c•iuh-. ¡'i
perglucerni:1 pos! pr:111diJI gra\'l'. colllo cn1s;1 d1-,miin1H' h ¡•rudu,:ci<.JJl de· 1n-;ul111:1. 1 lo-o '°'
principal del mal control diabético. con Di\!11 necesitarán m:is insulina para mantener los
Los inhibidores de la DPP-4 pueden utilizarse mismos valores de glucemia. Los pacientes con DM 1
como monoterapia en: necesitan 0,5-1,0 unidades/Kg de peso/día de insuli-
., Pacientes que no deban tomar metformina debi- na. La terapia con insulina se inicia generalmente con
do a los efectos adversos o a insuficiencia renal. 0,5-0, 7 5 unidacles/Kg/día. Durante las etapas inicia-
En la insuficiencia renal puede emplearse sita- les de la DM1, los pacientes necesitarán menos insu-
gliptina ya que existen datos sobre su seguridad. lina porque las células beta todavía están
"' Pacientes que no quieren tornar sulfonilureas produciendo algo de insulina; las necesidades de in-
debido a hi poglucernias frecuentes o ganancia sulina pueden estar en el intervalo de 0,1-0,6 unida-
de peso. des/Kg/día. La terapia insulínica intensiva (definida
La insulina también puede ser considerada corno pri- como 3 o más inyecciones de insulina diarias) está in-
mera línea terapéutica en todos los pacientes con Divl2, dicada en los pacientes con D J\11 y ha demostrado
sobre todo, aquellos que presentan: 1--lbAlc > 10 '?!;,, glu- conseguir un mejor control glucérnico que J o 2 in-
cemia en ayunas> 250 rng/dl, determinaciones de gluce- yecciones diarias y reduce el desarrollo y
mia persistentemente > 300 mg/dl o cetonuria". de las complicaciones 111 icro\·ascu!a res"
Los ajustes posteriores del tratamiento han de rea- Un posible problema lo los
lizarse con una frecuencia trimestral y se basan en los pacientes que inicialrncrnc se con
ni\'elcs de HbA 1c (y en los resultados del control do- DJ\12 ven re;1lidad tienrn D:vl 1. Lsros p:1uernes ne
miciliario de la de J. intentando corregir nin" cesitan insulina corno terapia inicial. Fn los ¡•acicntc·s
les lo m5s pró:-;irnos a los rangos no y con e11 los que es difícil distinguir t:! tipu de diabetes
\·alores de HbA le< 7'\ .. Si se ohjctiYa un control in- cientes con sohrepe~o, que: esL1n ¡-wso o
adecuado (HbA le > T:<1 ), se debe a11adir otra medica- que cst:111 cetósicosi. es recomemhhlc irnci:n tr;1L1·
ción a los 2 u :; meses del inicio de los cambios en el miento con insulin;i.
estilo de 1 ida 1· rnetformin:l. Si no se uinsiguen los ob- El tratamiento quinírg1co de los p<Kil'iltL':- obesos
jetivos de control glucérnico, se dehcn iilL·luir terapias con diabetes proH>c1 el rna\·or gr;1do de disrnim1cilÍil
combinadas con compuestos orales o empezar tempra- de peso a largo plazo 1· IJ rncjorí:1 m<'ís irnportanre en
namente ariadicndo insulina. En caso de indicar insu- el control glucémico';. La renpia farmacológica para
lina asociada con la terapia hipogluccmiante oral en perder peso puede también usarse en lus pacientes con
los pacientes con DM2, son buenas opciones tanto la D1vl2, pero todavía carecemos de datos suficienres p:1-
insulina NPH. detcrmir o glargina por la maiiana \·/o ra poder emitir recomendaciones al respecto.
80 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Aspectos útiles sobre la automonitorización de la cientes que han cambiado su tratamiento o que no es-
glucemia tán consiguiendo sus objetivos glucémicos, deben de-
terminar la HbAlc de forma trimestral.
Cuando prescribimos la automonitorización de la
glucemia, debemos asegurarnos de que el paciente re- ¿Que información debemos proporcionar sobre hipo-
cibe la instrucción necesaria en la visita inicial y que glucemia?
evaluamos en las visitas de seguimiento, su habilidad
en la técnica y su capacidad para procesar los datos y El tratamiento de elección en los pacientes con hi-
ajustar la pauta de administración de insulina según poglucemia (conscientes) es la administración oral de
los resultados de glucemia obtenidos. 15-20 g de glucosa. Si a los 15 minutos después del
Los pacientes que usan inyecciones múltiples de in- tratamiento persiste la hipoglucemia en la automoni-
sulina o terapia con bomba de insulina, deben realizar torización de la glucemia, se debe repetir el tratamien-
automonitorización 3 o más veces al día. Aquellos que to. Cuando los valores de glucemia vuelven a la
utilizan un menor número de inyecciones de insulina, normalidad, el paciente debe tomarse una comida o un
terapias sin insulina, o terapia nutricional exclusiva- snack para evitar las recurrencias.
mente, la automonitorización es útil para conseguir los Se debe prescribir glucagón en todos los pacientes
objetivos glucémicos y para conseguir los objetivos de con riesgo de hipoglucemias graves y se debe instruir
glucemias pre- y posprandiales. en su administración a los cuidadores o familiares
El control continuo de la glucosa puede ser una he- (los profesionales sanitarios no deben ser los únicos
rramienta adicional a la automonitorización de la glu- capaces de administrarlo). La administración intra-
cosa en determinados pacientes con DMl, sobre todo, muscular de glucagón queda reservada para el trata-
en aquellos que sufren hipoglucemias inadvertidas. miento de hipoglucemia en pacientes que han
perdido la consciencia o que son incapaces de ingerir
¿Qué objetivos glucémicos debemos plantearnos? la glucosa oral.
A los pacientes con hipoglucemias inadvertidas o 1
El control glucémico estricto con la intención de o más episodios de hipoglucemias graves, deben acon-
obtener una disminución de la HbAlc hasta valores sejar elevar sus objetivos glucémicos. De esta forma re-
de 7% ha demostrado una reducción de las compli- vertirá parcialmente la inadvertencia a la hipoglucemia y
caciones microvasculares y neuropáticas de la diabe- se reducirán los riesgos de futuros episodios.
tes y, posiblemente, de la enfermedad macrovascular.
El descenso de sólo un punto de la HbAlc (0,9%) re- EVALUACIÓN DE LA POSIBILIDAD DE COMPLI-
duce el riesgo de eventos microvasculares en un 25% CACIONES MICRO Y MACROVASCULARES
y el riesgo de infarto de miocardio en un 16 % '· 15 • Por
esto, el objetivo de HbAlc en los adultos es, en gene- Evaluación de la ncfropatía
ral, < 7%. Los estudios epidemiológicos sugieren un
mayor beneficio al reducir la HbAlc desde el 7% al Para reducir el riesgo o enlentecer la progres1on
rango normal. Así, el objetivo en determinados pa- de la nefropatía, debemos optimizar el control glucé-
cientes debe ser acercar los valores de HbAlc lo más mico y de la presión arterial. Se debe realizar una de-
posible al normal (< 6%) sin ocasionar hipogluce- terminación de la excreción urinaria de albúmina a
mias significativas. nivel basal y, posteriormente, de forma anual, en los
Podemos proponernos objetivos de HbAlc menos pacientes con DMl (con una duración de más de 5
estrictos en pacientes con historia de hipoglucemias años) y en todos los DM2 en el momento del diag-
sgraves, pacientes con expectativa de vida limitada, nóstico. De la misma forma, se debe medir la creati-
niños, individuos con comorbilidades y aquellos con nina sérica al menos una vez al año en todos los
diabetes de larga evolución y complicaciones m1cro- adultos con DM. La creatinina sérica debe usarse pa-
vasculares mínimas o estables. ra estimar el filtrado glomerular (FG) y estratificar la
enfermedad renal crónica.
Utilidad de la hemoglobina glicosilada (HbA le) En el tratamiento de un paciente con micro o ma-
croalbuminuria pueden usarse tanto fármacos inhibi-
La determinación de HbArc nos permite tomar de- dores de la enzima conversora de angiotensina (IECA)
cisiones temporales en el tratamiento de la DM. La he- como antagonistas del receptor de angiotensina II
moglobina glicosilada debe determinarse, al menos, 2 (ARA-II). Mientras no haya estudios clínicos compa-
veces al año en los pacientes que están consiguiendo rativos adecuados entre IECA y ARA-U, la experiencia
sus objetivos glucémicos. Además, es útil para confir- clínica muestra que los IECA retrasan la progresión de
mar que las normoglucemias que el paciente obtiene, la nefropatía en los pacientes con DMl, hipertensión
se mantienen durante la mayor parte del día. Los pa- y algún grado de albuminuria'·'.
Actitud ante ei debut de una diabetes meiiitus. Perspectiva genera! de! tratamiento ,,. 81

Tanto los IECA como los ARA-U han demostrado cientes con alto riesgo de retinopatía diabética prolifc-
retrasar la progresión ele la microalbuminuria en los rativa, edema macular clínicamente significativo y en
pacientes con DM2, hipertensión y microalbuminuria. algunos casos de retinopatía diabética grave no proli-
Los ARA-II, por otro lado, parecen cnlentecer la pro- ferativa. La presencia de retinopatía no es una con-
gresión ele la ncfropatía en los pacientes con DM2, hi- traindicación para el tratamiento cardioprotector con
pertensión, macroalbuminuria e insuficiencia renal aspirina, ya que este tratamiento no aumenta el nesgo
(crcatinina sérica > 1,5 mg/dl). '
(]e retiniana.
La reducción de b ingcstél proteica en Jo, p;icientcs
con di~1hetl'S tanH} csradio~ 1níci3lc>: de: cnfc,rn1ed~1(l re-

igLLtÍn1cnt-c el co11rroi L1 l'>.cTL'Ci(,)J1 uri


ruri,1 de alhtímiiLl p,ua comruL1r umo L1 rcspucs1 ,¡[ \.LH.·lo 1.1v L>.-.; ¡1tl."~. L-., il\,"(c'\;1r11L

trc1umicnro cornu Li dl: h cnfl:rmcdad. Se d(')log()~ ,1 ;lCJUl'l!o:-i p~1c1cn1T~ C<>il poiin rnpJ
cklx· remitir al <1 un ndn1iogu c·u,rndo h,H. in ,jrné'rrica di,ul.
C(:TtidumhrL· en b vnfrnm·chd rv11;1I iscdi111e11to urina SL' <kiK IL1C\:r una\'\ alu,1c1,'n1 de los signo'\ Si-!lt<1-
río patol<igico, é1l!Sc1ici,1 ck rerino¡•;HÍé1. r;ipido 11L1s d\' ilL'llrn¡•;HÍ;1 é1l!to11,ímic;1 l·n c-i rnornnno del
detnioro de h F(;i, llLllll'JO complicado o cnfcrrne<Lid lllStiul ck !,1 D\12 \ .~ aiios dcs¡H1L·, del di,1gll<'is
ITl1él I '.\ 1 ;111/.<llb. t1co \k L1 !J\l 1. Se n·co111iL·1llb <·i uso de nwdicacio1¡
J'é1Ll ,¡¡l\ 1,ir los sint1lllLlS cs¡wcíticos dv h polinvurn¡>;1
ti;1 sirnc'tric,1 d1,ul porque mc·jor,111 !;1 c;ilidad de \Ích
del paciente''.
La optimización del control glucémico y de la pre-
sión arterial también contribuye a reducir el riesgo o Evaluación de la enfermedad coronaria
enlentcccr la progresión de la retinopatía. Se recomien-
da la revisión por un oftalmólogo a adultos y adoles- En un paciente asintomático se deben evaluar los
centes con DMl, dentro de los 5 primeros años del factores de riesgo para estratificar a los pacientes se-
diagnóstico de la diabetes. Los pacientes con DM2 de- gún el riesgo a 1O años y, en consecuencia, tratar los
ben ser examinados por un oftalmólogo al poco tiem- factores ele riesgo adecuadamente.
po del diagnóstico de la clia betes: En los pacientes con enfermedad cardiovascular co-
Los pacientes con Divl 1 y DiV12 deben repetir nocida, los IECA, la aspirina, y la terapia con estatinas
anualmente las exploraciones oftalmológicas. Se pue- (si no está contraindicada) deben recetarse para redu-
den considerar las exploraciones cada 2-3 ail.os tras cir el riesgo de eventos cardiovasculares. En los pa-
uno o más exámenes de fondo de ojo normales. Se nc- cientes que han tenido un infarto de miocardio
ccsita1«1nexploraciones rn<ÍS frecuentemente, si la rcri- prc\·iarncntc, se deben añadir ,f:1-bloqucantcs (si no es-
nopatía está en progresión. tún contraindicados) para reducir la mortalidad.
Las mujeres con diabercs que quieran Se recomendará el uso de IECi\, aspirina y trata-
embarazadas o que estén cm b<ira1.adas deben some- miento con cstatinas para reducir el riesgo de eventos
terse a evaluación de fondo de ojo \' debe inform5r- en los pacientes ele más ele 40 ai1os
seles sobre el riesgo de desarrollo progresión de b sm otro:, factores de riesgo cardiovascular
rctinopa tía día hética d u nnrc el emb,1 rc11.o. El examen sión, historia familiar, dislipemia, rnicroalbuminuri,1,
ocular debe hacerse en el primer trimestre cnn un e'- ncuropatía cardíaca autonómica o fumadores).
trecho seguimiento duranrc la v hasta un En los paciemcs con insuficienci~1 cardíaca conges-
ar1o tras el parto. riv;1 trc1uch, la rnctformina \'las tiazolidineclionas cs-
Los pacientes con cualquier grado de edema lllélUI t«Ín cornraindicadas.
br, retinopatía diahétic1 grave no prolifer,llÍ\ <1 o cu,11- Siguirndo una estrategia de prevención secundaria,
quier grado de rctinopatí;1 diah6tica prnlifrratiYa han en pacirntes diabéticos con historia de enfermedad
de remitirse a un oftalmólogo experimentado en el lll<l- cardio\·ascular se recomienda et tratamiento con aspi-
nejo v tratamiento de la rctinoparía Llicihética. r111a 5- J 62 mg/día ). Se debe utilizar el tratamiento
La terapia de fotocoagulación con L1scr est<Í indica- con aspirina como una estrategia de prevención prima-
da para reducir el riesgo de pérdida de \'iSil'in en los pa- ria en aquellos pacientes con Di'vl l o Div12 con airo
82 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

riesgo cardiovascular, incluidos los pacientes mayores ralmente, se necesita una terapia con múltiples fárma-
de 40 años o que tienen más factores de riesgo (histo- cos (2 o más agentes a dosis máximas) para conseguir
ria familiar de enfermedad cardiovascular, hiperten- los objetivos señalados de presión arterial1· 3 •
sión, fumadores, dislipemia o albuminuria). No se
recomienda la terapia con aspirina en pacientes meno- Cese del hábito tabáquico
res de 30 años porque no hay evidencia de que sea be-
neficiosa, y está contraindicada en los pacientes Se debe aconsejar a todos los pacientes que dejen
menores de 21 años por el riesgo de síndrome de Re- de fumar. Se debe facilitar la entrada en programas de
ye. La terapia combinada de aspirina con otro antia- deshabituación al tabaco. Este aspecto debe ser reeva-
gregante plaquetario, como el clopidrogel, debe usarse luado en cada visita.
en los pacientes con enfermedad cardiovascular grave
y progresiva. Evaluación de la dislipemia
El uso de otros antiagregantes puede ser una alter-
nativa razonable cuando hay un riesgo elevado de Se ha de determinar el perfil lipídico en ayunas de
alergia a la aspirina, una tendencia al sangrado, en pa- forma anual. En la mayoría de los pacientes adultos.
cientes tratados con anticoagulantes, con sangrado En los adultos con niveles bajos de lípidos (colesterol
gastrointestinal reciente o con enfermedad hepática LDL < 100 mg/dl, colesterol HDL > 50 mg/dl y trigli-
clínicamente activa. céridos < 150 mg/dl), el perfil lipídico puede evaluarse
cada 2 años.
REDUCCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO Las recomendaciones terapéuticas incluyen modifi-
CARDIOVASCULAR caciones del estilo de vida, disminución de la ingesta
de grasas saturadas, grasas trans e ingesta de coleste-
Evaluación de la presión arterial rol. La pérdida de peso (si está indicada) y el aumento
de la actividad física deben recomendarse para mejo-
La presión arterial debe medirse en cada consulta rar el perfil lipídico en los pacientes con diabetes. El
médica. Los pacientes que muestren una presión arte- tratamiento con estatinas debe añadirse a los cambios
rial sistólica 130 mm Hg o diastólica 80 mm Hg deben en los estilos de vida en los pacientes diabéticos con
ser reevaluados en una visita posterior. Se debe docu- enfermedad cardiovascular manifiesta o en pacientes
mentar una segunda medición de presión arterial sistó- sin enfermedad cardiovascular mayores de 40 años
lica 130 mmHg o de presión arterial diastólica 80 mm con uno o más factores de riesgo cardiovascular 1• 2 ).
Hg antes de confirmar el diagnóstico de hipertensión En los pacientes con menos riesgo que los mencio-
arterial1 · 2• 8 • nados anteriormente (por ejemplo, en menores de 40
El objetivo en pacientes con diabetes es que tengan años y sin enfermedad cardiovascular manifiesta), la
una presión arterial sistólica < 130 mm Hg y que la terapia con estatinas debe considerarse junto a los
tensión arterial diastólica sea < 80 mm Hg. cambios en los estilos de vida, si el colesterol LDL >
El tratamiento de una presión arterial sistólica de 100 mg/dl o si presenta con múltiples factores de ries-
130-139 mm Hg o una presión arterial diastólica de go cardiovascular. En los pacientes sin enfermedad
80-89 mm Hg en pacientes diabéticos puede incluir te- cardiovascular manifiesta, el objetivo primario es un
rapia de modificación de los estilos de vida exclusiva- colesterol LDL < 100 mg/dl mientras que en los pa-
mente durante un máximo de 3 meses y, después, si los cientes con enfermedad cardiovascular manifiesta, el
objetivos no se consiguen, se debe añadir tratamiento objetivo es de un colesterol LDL < 70 mg/dl, utilizan-
farmacológico. do dosis altas de estatinas.
Los pacientes con hipertensión más grave (presión Son deseables niveles de triglicéridos < 150 mg/dl y
arterial sistólica 140 o presión arterial diastólica 90 los niveles de colesterol HDL > 40 mg/dl en los hom-
mmHg) en el momento del diagnóstico o en el segui- bres y > 50 mg/dl en las mujeres, aunque la mejor es-
miento deben recibir tratamiento farmacológico además trategia es actuar sobre el colesterol LDL mediante el
de la terapia de modificación de los estilos de vida. tratamiento con estatinas. En ocasiones es necesario
El tratamiento farmacológico de los pacientes con terapia combinada de estatinas y otros compuestos
diabetes e hipertensión debe realizarse con un IECA o (ezetimiba, fibratos, acido nicotínico e inhibidores de
ARA-U. Si una clase no se tolera, debe considerase el la absorción del colesterol) para alcanzar los objetivos
iniciar tratamiento con la otra. Para conseguir los ob- lipídicos.
jetivos de presión arterial, debe añadirse un diurético
tiazídico en pacientes con un FG de 50 ml/min. y un CUIDADO DE LOS PIES
diurético de asa en aquellos con FG < 50 ml/min. Si se
utilizan IECA, ARA-U o diuréticos, la función renal y En todos los pacientes con diabetes se debe llevar a
los niveles de potasio sérico deben controlarse. Gene- cabo un examen anual de los pies para identificar
Actitud ante el debut de una diabetes mellitus. Perspectiva general del tratamiento 83

factores de riesgo predictivos de úlceras y amputacio- cientes que tienen menos sensibilidad y anomalías es-
nes. El examen de los pies debe realizarse en la prime- tructurales o que tienen una historia de complicaciones
ra visita y debe incluir evaluación con monofilamento, en miembros inferiores. Los pacientes con claudica-
diapasón, palpación de pulsos y examen visual. ción significativa o índice tobillo-brazo patológico se
Se debe educar a todos los pacientes diabéticos en deben remitir para una evaluación vascular y se debe
el autocuidado de los píes. La evaluación inicial para considerar la instauración de ejercicio, medicaciones
dnerminar a de cnfermrcdad arterial períféri- \·/o opciones quirúrgicas.
c:1 dclx claudíctci(m ;
mu:~rro ín- \(

RL'Sllllll'll de l:is Ínrl'nTncioncs p:1rc1 disrniuuir Li como monoflTJp1:i en con !)¡\ff2

Porcentaje esperado
J 1Htf\ cJH:ionl'...; de di\minución de
b l lbA le

!'ª"' 1: i11ici.1I

Estilos de vid:i pau disminuir el peso lla¡o coste, muchos


1-2 :vluchos fr:ic1sm en el prinwr a11o
y aumentar la :Kti,·idad bcncficios

No modifica el
Mctformina 1-2 Efectos adversos Gl, acidosis láctica rara
peso, baraca

Paso 2: terapia adicional

No límites en iJ do-
liweccioncs, necesidad de control, hipoglu-
Insulina 1,5-3,5 sis, barata, mejora
cerni:i, gan:incia de peso
el perfil lipídico

Sulfonilurcas 1-2 E\ar;1tas Cananci:1 de peso. hipoglucemia

Retrnción de fluidos. :iumeman el


\kior:rn el l'crfil de ICC, posible aumento de I:v!,
Ti,1zolidincdionas 0.5-1,4
lipídico disminución de !J\1, perfil lipídico
clc
Otros fármacos

0.5 O.S

!nyl'l.,'l_'Hlíh''>, dusis dl'


Pr~1rnllr1t1d:1 íU-1.11
tt.''i ch..'ctos ~td\'crsu:-- (;L puca l'.\:f'l'rH:1h:L.l
84 • •• ,. La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

años, previamente inmunizados cuando tenían menos based nutrition principies and recommendations for the
de 65 años si la vacuna se administró hace más de 5 treatment and prevention of diabetes and related compli-
años. Las otras indicaciones para repetir la vacunación cations. Diabetes Care. 2002; 25:148-98.
son: síndrome nefrótico, enfermedad renal crónica e 6 Foster GD, Wyatt HR, Hill JO, McGuckin BG, Brill C,
inmunodeficiencias (ejemplo: estatus postras plante) 1 • Mohammed B5, 5zapary PO, Rader DJ, Edman J5, Klein
5.A randomized tria! of a low-carbohydrate diet for obe-
CONCLUSIONES sity. N Engl J Med, 2003;348:2082-90.
7 Thomas DE, Elliott EJ, Naugthon GA. Exercise for type
Ante el debut de la DM es importante que tanto el 2 diabetes mellitus. Cochrane Database 5yst Rev, 2006;
paciente como el equipo de profesionales responsables 3:CD002968.
de su tratamiento tengan claros los objetivos glucémi- 8 K Prospective Diabetes 5tudy (UKPD5) Group. UK
cos de presión arterial y lípidos que debemos obtener. prospective Diabetes 5tudy 33. Lancet 1998. 352:837-53.
Los pacientes diabéticos debe recibir educación diabe- 9 Nathan, DM, Buse, JB, Davidson, MB, et al. Manage-
tológica cuando se diagnostica su diabetes y este apo- ment of hyperglycaemia in type 2 diabetes mellitus: a
yo educacional deben ser parte integral del programa consensus algorithm for the initiation and adjustment of
de tratamiento de su enfermedad. Es importante eva- therapy. Diabetologia 2008; 51:8.
luar la posibilidad de complicaciones micro y macro- 10 Nauck MA, Meininger G, Sheng D, Terranella L, Stein
vasculares, como retinopatía, nefropatía, neuropatía y PP. Efficacy and safety of the dipeptidyl peptidase-4 in-
hibitor, sitagliptin, compared with the sulfonylurea, glip-
enfermedad coronaria. Es nuestra labor poner en mar-
izide, in patients with type 2 diabetes inadequately
cha un plan de tratamiento adecuado para tratar de
controlled on metformin alone: a randomized, double-
conseguir los objetivos planteados y no debemos de-
blind, non-inferiority trial; Diabetes Obes Metab.
morar el tránsito de un escalón terapéutico a otro. Es- 2007;9:194-205.
te plan será un programa interdisciplinar que aporte
11 Nasser M. Incretin mimetics and dipeptidyl peptidase 4
apoyo psicológico, nutricional y farmacológico. Es inhibitors in clinical trials for the treatment of type 2 di-
fundamental que tanto el médico como su equipo pro- abetes. Expert Opin. lnvestig Drugs. 2008; 17:845-853.
porcionen la asistencia y formación necesaria para ha-
12 Schauer PR, Burguera B, Ikramuddin S, Cottam D,
cer frente a esta nueva situación, lo que facilitará una Gourash W, Hamad G, Eid GM, Mattar S, Ramanathan
buena adherencia del paciente al tratamiento. R, Barinas-Mitchel E, Rao RH, Kuller L, Kelley D. Effect
of laparoscopic Roux-en Y gastric bypass on type 2 dia-
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E, Mooradian AD, Purnell JQ, Wheeler M.Evidence- 348:2294-303.
C()!HlZC1ll el tratamiento nutriciona\ \. Sl'aJ1 SO[IOrtC
del paciente diab,:tic·o l'll un momento dercrmi11;1do
El rra tamiento nutricioncil (T'.\) l'S un corn poneme de su ,~voluc·i(rn.
fundamental del tratamiento imegral de b diabctcs Fn estudios de imen-ención se ha demosrr;Hlu que
rncllirus (D\1), de tal manera que los p~1cw11tc:-, duh0· i<h progr<rnns que faciliun el c1rnhio en los estilos Lk
ticos deberían recibir un tratarn1enro nurriuon<1l 111di· \·ida con disminución de la mgesta calórica y <1unwnto
vidualizado. Los objetivm que se dclwrían ,1lcamar en el nivel Lk acti\ id ad física, consiguen péTdidas de
con el TN son' (Tabb 1): peso moderadas y reducen claramente la incidencia de
" Alcanzar y mantener los controles metabólicos diabetes en personas con riesgo.
recomendados, incluyendo niveles adecuados Una vez establecida la DM, el seguimiento correc-
de glucemia, HbA1c, lípidos, presión arterial y to de las recomendaciones nutricionales supone un pi-
peso corporal. lar básico en el tratamiento de la misma junto con la
" Prevenir y tratar las complicaciones y comorbi- actividad física y, en su caso, los fármacos.
lidades crónicas de la DM, modificando la in- El TN debe incluir una valoración nutricional para
gesta de nutrientes y el estilo ele vida de manera conocer la ingesta alimentaria del paciente, su estado
adecuada para prevenir y 'tratar la obesidad, so- metabólico, estilo de vida y capacidad para introducir
bre todo, de predominio abdominal/visceral, la cambios en la misma, y su nivel de conocimiento sobre
hipertensión arterial, la dislipemia, la enferme- nutrición. Para facilitar la adherencia del paciente, el
dad cardiovascular y la nefropatía. plan debería ser individualizado y tomando en consi-
" Ivlejoras de salud general, promoviendo unJ deración aspectos culturales y de estilo de vida, así co-
elección de alimentos saludables y recomendan- mo consideraciones sobre su estatus económico.
do niveles adecuados de actividad física, es de-
cir, promoviendo en nuestro 5mbito la
Tabla 1. Recomendaciones nutricionales en la diabetes
denominada dieta mediterránea.
mellitus. Objetivos a conseguir
" Valorar las necesidades nutricionall's inchidua-
les, teniendo en cuenta aspectos personales y cul- • ;\cbntencr rú,·clcs de glucemia y
turales, y respetando siempre que sea posible los tro de rn~rgenes de norn1alid;:id
deseos y preferencias del paciente, para que las e A!c:.nzar y n1antencr un lípidico óptimo
recomendaciones se mantengan a largo plazo. e :'vl~nHcncr cífr<1s normaies de presión Jrterial
Lograr los objetivos relacionados con la nutrici('m re- e ,-\se~ur;1r
un aporte cJlórico adecu¡tdo a cada circwi:-_iL1lll:Ía
quiere el esfuerzo de un equipo coordinado, qul' r;1m· (crecimiento. [Zl'SL1ción, q:jez, cte.) c,·itando la dcsntarición:
bién debe incluir al paciente diabético. Es muy obesidad

recomendable que exista un dietista u otro profesio- 0 Pn.'u.:nir y/o reducir la incidencia de con1plicacioncs
nal experto que sea el que dé las normas y consejos • Conseguir un buen estado general ,. buena calidad de ,·ida
relacionados con la nutrición, dentro de todo el tra· • Todo ello Yalor<rndo las necesidades nutrícionalcs índíYídua·
tamiento y educación de la diabetes. De tod,1s for- les, teniendo en cucma aspectos personales y culturales. así
c·orno los deseos \ Lis preferencias de los pacÍentCS
mas, es necesario que todos los miembros del equipo -------------~·------- ·-------··,·-----·-·j
86 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

La "American Diabetes Association" (ADA) 2 y el LA DIETA EN LA PREVENCIÓN DE LA DIABETES


grupo de Nutrición y Diabetes (DNSG) de la "Europe- MELLITUS
an Association for the Study of Diabetes" (EASD) 3 han
publicado sus revisiones sobre las recomendaciones La dieta desempeña un papel muy importante en la
nutricionales en DM basadas en el nivel de evidencia prevención de la DM tipo 2. Los datos procedentes de
científico disponible hasta la fecha. La información dos ensayos clínicos como el "Finnish Diabetes Pre-
aportada en este capítulo está basada fundamental- vention Study" 4 y "Diabetes Prevention Program" 5
mente en las publicaciones correspondientes de la (DPP) demostraron el beneficio de la pérdida modera-
ADA en 2008 y la EASD en 2004. En cada apartado da de peso, en el contexto de cambios en el estilo de vi-
hemos ido concretando las recomendaciones con su ni- da, sobre la reducción del riesgo de desarrollar DM
vel de evidencia correspondiente de cada una de estas tipo 2 en sujetos de alto riesgo. Estos dos estudios in-
dos sociedades científicas, queriendo destacar que, en cluían un grupo de intervención en el que se realizaban
algunos puntos, el análisis que ofrecen no es necesaria- modificaciones del estilo de vida que tenían como ob-
mente concordante entre sí. jetivo conseguir una pérdida moderada de peso (en
En la Tabla 2 se recoge una síntesis de las recomen- torno al 5-7% del peso corporal) y llevar a cabo una
daciones nutricionales de ambas sociedades. actividad física regular (30 minutos diarios o un total

Tabla 2. Resumen de las recomendaciones nutricionales para la población diabética de las sociedades científicas inter-
nacionales ADA y EASD

ADA 2008 EASD 2004


Estados Unidos Europa 1

Peso Normopeso o pérdida 5-10 %


Actividad física 1' 1'

Proteínas 15-20 % ICT 10-20 % ICT


O, 7-0,9g/kg/día

Hidratos de carbono HC+GM 60-70% 45-60 %


HC+GM 60-70%
Bajo índice glucémico No Sí
Azúcar No lo restringe < 10 % ICT

Fibra 20-35 gramos/día 40 gramos/día


14 gramos/1.000 kcal 20 gramos/1.000 kcal

Grasa total (% de energía) Individualizar 25-35 % ICT


< 30% ICT en sobrepeso < 30% ICT en sobrepeso
Grasa saturada < 7% ICT < 10% ICT
Grasa poliinsaturada 10 % ICT $ 10%

Grasa monoinsaturada HC+GM 60-70% HC+GM 60-70%


10-20% ICT
Colesterol $ 200 mg/ día s 300 mg/ día

Ácidos grasos omega-3 Pescado Pescado y vegetales


<: 2 veces/semana <: 1 vez/semana
Ácidos grasos insaturados trans Consumo mínimo s 10%

Alcohol* 1 bebida/día (mujeres) 10 gramos/día (mujeres)


1-2 bebidas/día (hombres) 20 gramos/día (varones)
Sodio < 3 gramos/día < 6 gramos/día
Sodio 2-4 gramos/día Sodio 2-4 gramos/día
Hipertensión No alcohol Limitar alcohol
Reducir peso No fumar

Nefropatía Restringir proteínas Restringir proteínas


0,8g/kg/día O,Sg/kg/día

* La ADA considera que una bebida corresponde a 15 gramos de alcohol y la EASD a ¡O gramos.

ADA: American Diabetes Association HC: Hidratos de carbono


EASD: European Association for rhe Study of Diabetes GM: Grasas monoinsaturadas.
SED: Sociedad Española de Diabetes, ICT:ingesta calórica total
La dieta er. t:l tratamiento de la diabetes mellitus 87

acumulado de 150 minutos semanales). En los dos es- el) J\llantener el placer por la comida, eYitando res-
tudios, las modificaciones dietéticas en el grupo, inter- tricciones innecesarias y sólo limitando determi-
vención consistían en una dieta baja en calorías y nados alimentos cuando esté apoyado por la
grasa, con un consumo calórico de grasas inferior al evidencia científica.
30% de las kilocalorías (kcal) totales. el En determinados grupos de edad (nii1os, adoles-
Otros trabajos proporcionan evidencias positivas centes y ancianos) \. situaciones fisiológicas
en relación al papel del consumo de cereales · (embarazo \. !act:mcu),
Y fibra rn b mejoría de la srnsihíliLLid a la insulilla 1 ulriciurui
la de L1 D\1 J F
Fmrc ios suicrn' cun alt<i ric·'-''º de dcs:unJILir [)\ í

('~1:-: qtlL' h;tn dcn10'.'>tL1l.ln ser cfic1ccs en este con1c:'\rl1


consisten c11 t111;1 1·\:"d11cción 1 Lkl :1p(lrtc· callíric<>
di:Hio con cli~minución del consumo de gras:is :\,
..\DA). Otros c:1111hios c·n b curnposición dv b dici-a cfo-
. ' .
ri:1, como el cunsur110 de· fihr:i dicr0tic:1 ( J 4 gramos por otro~ l1lJlTOi1 lllTJl'rl tl''\ ( l'~ lll'l'] L .1'->l
cada 1.000 kc:1l) v alimentos que contengan cereales in (01110 otras \·;1riJhk,~ intrÍ\cl..,-:1~ Y c:\rrin-..cc¿ts rcL1c1on:1-
regr:1l<::'s soll t:1111bi0n estr:Hegi:1s cfic:Kes p:11":1 111cjor:1r L1 lh' L"<lll l'i ¡)ropio ;ilirncrno \ i.1 íorn1:1 de· prc¡'1lr:lci<)1L
semihilid:id :1 Li insulina (grado E, :\D.\). pucdvn rc·nn i11flt1c·;1L·i.1 c'ii ¡,;, 111n:kc; ck gim·c·1111;1 l'º'
pL111di:1 I '.
LADlLl\ l.:1s pr111L·q1:ilcc; Ílll'llll"' ck 1!(.son I"' n:rc·:1k,, l:i'
TES i'V1ELUTUS legumbres, los tubérculos, las verdur11s, las honalrzas
y las frutas. Aunque los HC de la dieta incrementan la
En la actualidad, los datos disponibles indican que glucemia posprandial son una fuente importantes de
el tratamiento nutricional en la diabetes puede reducir energía, fibra, vitaminas hidrosolubles y minerales,
la hemoglobina glicosilada (HbAlc) en torno al l % en además de su contribución a la palatabilidad de los ali-
diabetes mellitus tipo 1 (DM l) de reciente diagnósti- mentos. Por estos motivos, y porque no hay evidencia
co, en un 2 % en D M 2 al inicio de la enfermedad y en a largo plazo del posible efecto beneficioso de las die-
un 1º/,, en aquellos con Dj\1 2 con una evolución me- tas bajas o muy bajas en FIC, no se recomiendan en la
dia de cuatro años 7 • diabetes las dietas de bajo contenido en HC. Las reco-
Los objetivos, según la posición oficial de la ADA mendaciones en la ingesta de I-IC (45-60% de la ingcs-
en 2008 2 , para el tratamiento nutricional en la diabe- ta energética total diaria) se sustentan a partir de los
tes mellitus no se han modificado sustancialmente en límites establecidos para el consumo total de proteínas
los últimos años, tal como recogemos en la Tabla 1 en y grasas 2 • Se debe contemplar, al menos, una untidad
relación al año 2002, y, además de contribuir a alean· superior a UO gramos diarios de HC que corresponde
zar y mantener las cifras de glucemia lo más cercanas al aporte dietéticu recomendado (RDA). Esta cantidad
posible a la normalidad, deberá cumplir con los si- est<Í basada en las necesidades diarias del consumo de
guientes objetivos: glucosa requeridas por el sistema ntTYioso central en
al Conrribuir al control metabólico global, in~:lui­ más del 98'X, de los indi\iduos el<::' Li pohL1cif'rn \:tna·.
do el control lipídico v ck tensión arterial.
b) Prevenir o retrasar b tasa de desarrollo ck com-
plicaciones crónicas de la diabet<::'S modificando
la ingest;1 v el estilo de Yicla. Corno se h~i comenrado previ:mientc, la c.·;rnticbd
e) Acbptarse a Lis necesidades 1wtricior1alcs de ca- total de HC ingeridos rn c1d:1 comida c·s el
da individuo, así como sus preferencias cultura- detem1inamc de b gltKcrn;a posprandial. ,\unquc b
ks v per~on:lles. El hecho de qu<::' las ingcsr:i towl de HC de una comida es el rn:n-or predic.:-
recomendaciones diet0ticas estuvieran ;1cbpta- tor de b glucemia posprandial, c.:ontinCra siendo un
das a los pacientes v J su estilo de vida fue un área de debate la importancia relativa que pueden te-
componente fundamental en el grupo de tr:1tc1- ner en 0sra tanto el tipo cumo la fuente de los HC. En
miento intensivo del Diabetes Control ami !as últimas dos d0cadas se ha intentado definir y cHe-
Complication Tri:1l (DCCr)'. gorizar el contenidu de carhohidr:1ros de las L·omidas
88 eo• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

basándose en su respuesta glucémica. En este sentido se Un metaanálisis 13 de ensayos clínicos que examina
han investigado dos métodos (índice glucémico y carga la eficacia de las dietas de bajo índice glucémico en pa-
glucémica) como herramientas potenciales útiles para la cientes diabéticos ha demostrado que éstas disminuyen
planificación de las comidas y/o la valoración del riesgo la hemoglobina glicosilada con un descenso medio de
de la enfermedad asociado con la ingesta de HCº. 0,43-0,27% comparadas con aquellas de alto índice
El índice glucémico es una medida del cambio en la glucémico. Sin embargo, esto no ha sido confirmado
glucemia tras la ingestión de alimentos que contienen en todos los estudios. Además, la variabilidad de la
HC. Se trata de un índice que compara el incremento respuesta glucémica (inter e intrasujeto) de los alimen-
en la glucemia (sobre el nivel basal) que se observa en tos con contenidos específicos de carbohidratos supo-
las dos horas siguientes a la ingestión de una cantidad ne una limitación en la uso generalizado del índice y la
de HC en una comida individual. Este valor se compa- carga glucémica como estrategia dietética en el control
ra con la respuesta a cantidades equivalentes de HC de glucémico.
alimentos de referencia, que suelen ser el pan blanco o
la glucosa. La clasificación del índice glucémico de los Control de los hidratos de carbono: recuento de hi-
alimentos se desarrolló como guía de selección entre dratos de carbono, planes de alimentación por racio-
los mismos, siendo un ranking de alimentos ricos en nes y estimaciones basadas en la experiencia
HC de acuerdo con sus efectos sobre los niveles de glu-
cemia posprandial. Aunque el índice glucémico aporta En el tratamiento de la diabetes es imprescindible
esta información, no tiene en cuenta el efecto que tie- ajustar la insulina o la dosis de secretagogos al con-
ne sobre la glucemia ese alimento cuando se consume tenido de HC de las comidas. Aunque la educación
en cantidades habituales en una comi<la. Para subsa- no fue una variable controlada en el Diabetes Con-
nar este problema, y con r.I fin de mejorar la posibi- trol and C:omplieations Tria! (DCCT) se comprobó
lidad de predecir la respuesta glucémica con una que los sistemas más efectivos para la individualiza-
cfo~t:-i clrtrrmin:-icl1, surge el concepto de carga glucé ción del plan de alimeHlaciú11 y apreudizaje dierérico
mica. La carga glucémica se obtiene del cálculo de la fueron el cálculo de HC y los planes de alimentación
cantidad de HC de una comida multiplicada por el por raciones 8• 14 •
índice glucémico, aproximándose mejor al verdadero Para adecuar el tratamiento al contenido de carbo-
efecto esperado sobre la glucemia de diferentes racio- hidratos se han desarrollado varios métodos:
nes de alimentos ricos en carbohidratos 11 • Existen lis- 1. Recuento de carbohidratos:
tas publicadas de alimentos con sus correspondientes A partir de 1994, la ADA aconsejó el recuento
índices y cargas glucémicas basados en estudios de de HC como la mejor técnica para el control
población sana y diabéticos 12 • En la Tabla 3 se dan al- glucémico. Con el fin de estabilizar la cantidad
gunos ejemplos. de HC ingeridos, así como de asegurar que estos

Tabla 3. Índice glucémico y carga glucémica de algunos alimentos comunes

IG ÍG Tamaño de la HCpor
Alimento Carga glucémica
(glucosa =100) (pan blanco=lOO) ración (g) ración (g)
Arroz blanco 69 :!: 7 99 150 53 36
21
Patatas fritas
Refrescos azucarados
54
68
:!:

:!:
3
6
77
97
:!: 4 50
250 mi
,,11
_.)

Pizza de queso 60 86 :!: 5 100 27 16


Pasta italiana (espaguetis) 42 :!: 3 60 :!: 4 180 47 20
Plátano 52 :!: 4 74 :!: 5 120 24 12
Zumo de naranja 52 :!: 3 74 :!: 4 250 mi 23 12
Guisantes 29 :!: 9 40 ± 12 150 30 9
Pan integral 67 95 15 30 20 13
,,
:!:

Cereales de desayuno integrales 42 :!: 5 60 :!: 7 30 _.) 9


Lentejas 30 :!: 4 42 :!: 6 150 17 5
,
Leche entera 27 :t4 38 :!: 6 250 mi 12 .)

Adaptado de Foster-Powell K, Holt HA, Brand-Miller JC".

IG: Índice glucérnico.


La dieta en el tratamiento de la diabetes mellitus 0$ 89

nutrientes aportaban un determinado porcentaje


Tabla 4. Principales recomendaciones sobre hidratos de
del valor calórico total, se desarrollaron y divul- carbono en diabéticos
garon las tablas de raciones de HC, considerando
una ración la cantidad en gramos de un alimento • En general, en los diabéticos se aconseja que para el manteni-
en crudo que contiene 1O g de carbohidraros" . En miento de su salud tengan unos iúbitos dietéticos que inclu-
1·an HC de la fruta. 1-egetales. cereales integrales.
comparación con otros métodos tradicionales, la
y leche con bajo c~nr;¡1ido ;n gL1sas \gr<;do B~
técnica del recuento de HC es precisa, más flexi- :\D.\'
y debe conducir a un mejor control
co' . Una vez aprendicb la form:1 de c1lcubr h
cantidad de HC. c:I

~1cru~d1da1,_L L1 in;1\ t

l)\1 l n~uht.:n rra1-~l!l11c·11tn


dt.' Jl1\Lll111;J o ">1Sfl'l11J'.'I d1_, ll1Úl'1!í,)i1 x__·lJlll.ilHLl 11:

sulin:L Fn esto\ p:Kll'lltes, Li flexih;l1,Ltd


consumo de HC Sl' comicm: en uno ,k loo aspee
tos m<'ís importantes de b liberalizacion de h dic- pr;11ci¡-i:1lml'mc en hortali
ta. Tras el adiestramiento en el c:ílculo de racionec, cereales v que :t la
de HC y el establecimiento de la proporci(rn de in- ci<Ín general, a los pacientes diabéticos Sl'. ks debe·
sulina por ración de HC par:i l·ada i11gcsL1, lus pa- rL'COll1L'rHbr c·I consumo ck :1liml'11tos ricos en
cientes pueden realizar 1·:iriaciones en Li c1mid:1d con un :1ponc cliario de 20-3S gramos <1 14 gramos

de HC: que van a c011sumir'. por 1.00() kcil (grado B, i\D/\l, idealmente m:1s ck
Planes de alimentación por r:iciones. Sisrcnus 40 g d1:1rios o 20 g/l ,00() kcal/día (grado:\, F1\SDl.
de intercambio dl' racione:;: b hasl' dl' los pLincs !fav d:ttos que suginl'n LJllC el consumo ck dictas con
de alimcntaci<'in por r:1cio1ws consistL' l'll h cL1- un altu contenido en fibrJ (SO gramos diarios) redu-
sificación de los alimentos en seis grupos en ce las cifras de glucemia en la DJ\1 tipo 1, la hiperi11-
función del nutriente principal que contengan: sulinemia y la lipemia en DM2, aunque no existe
leche, farináceos, frutas, verduras, alimentos ninguna evidencia fuerte para recomendarlo'. En to-
proteicos y grasas. A cada grupo se le identifica do caso hemos de comentar que una de las medidas
y agrupa por cantidades equivalentes de su prin- más difíciles de llevar a la práctica es alcanzar estas
cipal nutriente: HC, proteínas o grasas. Este sis- altas cantidades de fibra alimentaría.
tema genera unas listas de intercambios
equivalentes de alimentos"'. Ed11lcora11tcs
3. I:stin1aciones de recuento basadas en Ja experien-
cia: Los pacientes adiestrados en el recuento de Los datos procedentes de estudios clínicos han de-
raciones de HC y los planes de alimentación por mostrado que el consumo de sacarosa no incrementa
raciones automatizan el cálculo v lo introducen la glucemia más que la ingesta de una cantidad isoca-
de manera habitual en su dicta, 'modificando el lórica de almidón. La inge.sta de sacarosa y de alimen-
tratamiento en función de la ingesta. tos con contenido en sacarosa en diabéticos no tiene
Hasta la fecha, los estudios no han demostrado que ser necesariamente restringida siempre que se con-
la superioridad de ninguno de estos métodos de temple en el total de los hidratos de carbono consumi-
relación entre la ingcsta de HC v la respuesta dos para el cálculo de las unidades de insulina (grado
glucémica respecto a los otros, aunque hav da- ADA). Al igual que en la población generaL el con-
tos que avalan positivamente d papel de la libe- sumo de azúcares libres no debe exceder el l 0'/;, del
ralización de la dicta en ck1hetes mellitus con total de energía diaria (grado A, EASD).
ajustes insulínicos en funcic'Jn de la dieta'·.

Respecto a los !·-IC: en la dicta de los diabéticos, las


recomendaciones principales son las reflejadas l'll la Lo~ edulcorantes artificiales se di\·iden en calóricos
Tabla 4. 1· no calóricos. Dentro del grupo de los calóricos se en-
cuentran la fructosa, el jarabe de maíz, b dextrosa \.
Fibra los polialcoholcs (sorbitol, manito! y xÚitol). La fru~­
tosa produce un incremento inferior de la glucemia
La fibra es en su mavor parte un hidrato de cubo- posprandial cuando se sustituye por sacarosa. Sin cm·
no complejo, por lo general, no absorbible. que se en- bargo, :ilgunos estudios demuestran que la ingesta en
90 .. ,. La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

dosis elevadas puede tener un efecto negativo sobre el de cada individuo y la necesidad de perder peso serán
perfil lipídico. Entre los edulcorantes no calóricos se los principales determinantes de las recomendaciones.
encuentran: la sacarina, el aspartamo, el acesulfamo Así, por ejemplo, se recomendará el consumo de HC
potásico y la sucralosa 1• 18 • Los azúcares alcohólicos y en caso de ser necesaria la pérdida de peso o de mo-
los edulcorantes no nutritivos son seguros cuando se noinsaturados en pacientes con hipertrigliceridemia o
consumen en los niveles establecidos por la FDA (gra- hiperglucemia posprandial1.
do A, ADA). Los aceites ricos en ácidos grasos monoinsaturados
son útiles como fuente energética y dependiendo de las
La grasa en la dieta y la diabetes preferencias individuales pueden proporcionar del 1 O
al 20% de la energía total (grado B, EASD).
Contenido total de grasa
A.ciclos grasos poliinsaturados
Las recomendaciones respecto al consumo de grasa
en la población diabética se basan fundamentalmente Las dietas con alto contenido en ácidos grasos po-
y se extrapolan de estudios epidemiológicos y contro- liinsaturados parecen tener efectos similares a los mo-
lados realizados en la población no diabética. La reco- noinsaturados sobre el perfil lipídico 2 •
mendación actual sobre la ingesta total de grasa dice
que no debe exceder el 35% de la energía total en su- Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 {lu-3}: Los
jetos en normopeso (grado C, EASD). suplementos con ácidos grasos poliinsaturados de ca-
dena muy larga (suplementos con aceite de pescado, ri-
Ácidos grasos saturados y colesterol cos en w-3) han demostrado reducciones de los niveles
de triglicéridos en diabéticos tipo 2 hipertrigliceridé-
El objetivo principal en relación con la ingesta de micos, aunque va asociado a un aumento discreto de
grasas en los diabéticos es disminuir el consumo de los niveles de LDL'. Además de esto, el consumo de
grasas saturadas y de colesterol. El contenido de gra- ácidos grasos lu-3 del pescado o procedentes de suple-
sas saturadas se debe reducir a menos del 7% (grado mentos ha demostrado reducir los eventos cardiovas-
A, ADA) o del 10% (grado A, EASD) del contenido culares adversos, pero la evidencia con el ácido
calórico total. En individuos con diabetes se debe limi- linolénico es aún escasa y poco concluyente. Las reco-
tar el consumo de colesterol a menos de 200 mg dia- mendaciones americanas abogan por el consumo de
rios (grado E, ADA) o 300 mg diarios según la EASD más de dos raciones de pescado semanal (con la excep-
(grado A), con mayor restricción si es necesario. ción de los preparados de pescado frito precocinados)
para proporcionar una cantidad suficiente de ácidos
Ácidos grasos monoinsaturados grasos poliinsaturados w-3 (grado B, ADA).
Ácidos grasos poliinsaturados omega-6 (w-6): La
La sustitución de ácidos grasos saturados por mo- sustitución de ácidos grasos saturados por poliinsatu-
noinsaturados ha demostrado tener un efecto benefi- rados tiene un efecto beneficioso sobre la concentra-
cioso sobre el perfil lipídico y sobre la sensibilidad a la ción de lípidos, la lipoproteína lipasa sérica y la
insulina, mejorando la tolerancia a la glucosa 19 • Exis- sensibilidad a la insulina 19 • La recomendación respecto
ten algunos trabajos comparando dietas isocalóricas a que la ingesta de ácido linoleico en la población dia-
con dietas bajas en ácidos grasos saturados con alto bética no exceda el 10% de la ingesta energética total
contenido en grasas monoinsaturadas frente a dietas se debe a la posibilidad de que un consumo superior
con alto contenido en carbohidratos, observándose re- pudiera incrementar el riesgo de peroxidación lipídica
ducciones equivalentes en el colesterol LDL. Las dietas en el organismo. Aunque no hay evidencias directas
con alto contenido en HC (aproximadamente el 55% que apoyen esta recomendación, la EASD sigue reco-
del total de la energía en forma de HC) incrementan la mendando que el consumo de ácidos grasos poliinsa-
glucemia posprandial, la insulinemia y los triglicéridos turados no exceda el 10% de la ingesta calórica total
cuando se comparan con a aquellas con alto conteni- diaria (grado C, EASD).
do en monoinsaturados. Sin embargo, las dietas ricas
en monoinsaturados no han demostrado mejorar la Ácidos grasos insaturados trans
glucemia basal ni reducir las cifras de hemoglobina gli-
cosilada. En otros estudios, cuando se reduce el consu- Los ácidos grasos insaturados trans, junto con las
mo calórico total diario, no se observa el efecto grasas saturadas, son los principales determinantes die-
adverso de las dietas ricas en HC sobre el metabolismo téticos del nivel de LDL plasmático. Un metaanalásis y
hidrocarbonado. La ADA recomienda un consumo to- otros estudios controlados han confirmado el efecto ad-
tal diario con un 60- 70% de la energía procedente de verso de los ácidos grasos trans sobre el colesterol LDL,
HC y grasas monoinsaturadas. El perfil metabólico el colesterol HDL, el tamaii.o de las partículas LDL y los
La dieta en el tratamiento de la diabetes mellitus ~· 91

niveles de lipoproteína lipasa. En individuos no diabéti- go cardiovascular 22 • La EASD recomienda, en base a


cos, la reducción del consumo de grasas saturadas, áci- estos ensayos clínicos, una reducción de la ingesta pro-
dos grasos insaturados trans y colesterol ha demostrado teica a 0,8 g/kg/día en DM1 con nefropatía estableci-
reducir las cifras de colesterol total y LDL, sin verse afec- da (grado A, EASD). No se aconsejan restricciones
tado la relación de colesterol LDL frente a HDF'. inferiores a 0,6 g/kg peso corporal porque pueden pro-
El consumo de ácidos grasos insaturados trans de- ducir a malnutrición.
be ser llevado al mínimo p:ua los pacientes diabéticos En otras situaciones corno microalbuminuria en
L i\D:-\l. JJ:vll o rnicroalbuminuria o establecida en
D:v12 sin insuficiencia renal no existe un c\idcncia

( ,() !1]

dentro de rnicl'Lt"l 1ni.\:c1s que


i\)f!JlJn durantí..' ;5c1do~ graso~~ ((
rol\ \'it:1inll1:1S uhlcs. En h r•obiacj(')!1 (> inferior~' U,8
c11 diabt~riuis npo 2. el consumo de 2 gramos diarios la enfermedad ml:'jorar los
de cstcroleo y esu11oles reduce. aproximada- función renal como b tasa cll' cxcrl'ción urinari:1 de al-
rneme, un 10% el colesterol total y un 14'~;, !:is cifras hC1mina v b tasa de filtrado glomcrular, pm lo qul' "''
dl:' LDI.''. l\i h AD,\ 11i h EASD han incluido :1ún en- :iconsej:rn csL1s restricci01ws (grado B. ADA\.
tre sw, recomemhciones el consumo l'Specífico de csL1-
no lt:s/csrcrolL'S

En i11di\·idu<lS con D\12. la ingest~1 de prntcín:is pm'-


dc aumenrar h rl:'spul:'st:1 illsulínic:1 sin inuTml:'nr:u l:i
Cantidad total de consumo /Jroteico concentración de glucosa plasmática. Además de esto,
en algunos estudios se ha comprobado que el pico de
En los pacientes diabéticos sin evidencia de nefropa- glucemia posprandial en respuesta a la ingesta de hidra-
tía, la ingesta de proteínas debe proporcionar un 10- tos de carbono aisladamente es similar al observado tras
20% del contenido calórico total de la dieta (grado B, ingerir HC asociados a proteínas, sugiriendo estos datos
EASD), recomendándose por parte de la ADA (siempre que la adicción de proteínas a la ingesta de hidratos de
en ausencia de enfermedad renal) un consumo habitual carbono no enlentece la absorción de éstos. En diabéti-
de proteínas del 15-20% del contenido calórico total, cos tipo 1, los resultados han sido similares: la combi-
puesto que no hay evidencia de que un aporte proteico nación de proteínas e hidratos de carbono en la dieta no
normal altere b función renal si ésta es normal (grado enlentece la respuesta glucémica posprandial. La recu-
E, ADA). Sin embargo, la mayoría de los adultos ingie- peración a normoglucemia tras hipoglucemia no difiere
ren un 50% más de las proteínas requeridas; no obstan- cuando se tratan las hipoglucemias con HC aisladamen-
te, en la población diabética una ingesta discretamente te respecto a cuando se asocian HC a proteínas, por lo
hiperproteica los puede proteger de la malnutrición pro- que no previene las hipoglucemias tardías. Por estos
teica que puede ir asociada a un control glucémico su- motivos, no se debe utilizar la ingesta de proteínas para
bóptimo, ya que, en esta situación, los requerimientos tratar la hipoglucemia agucb 111 prevenir su aparición
proteicos son superiores a los correspondientes por nocturna (grado A, ADA).
RDA (0,8-2 g/kg/día) pero no a los habituales".
e!
J)rotehILis :· c1esarrollo u tlc ia

Aunque existen publicaciones que sugieren


Diversos ensa\·os clínicos controlados han confir· que un contenido proteico en la dieta de más del 20'};,
mado el beneficio de la restricción proteica en los pa- del contenido calórico total reduce la glucemia, la con-
cientes con D\1 tipo 1 con nefropatía establecida. En centración de insulina y cl apetito, y aumenta la sacie-
un ensayo clínico de 82 pacientes diabéticos tipo J con dad, l'n general no se recomiendan las dictas
nefropatía establecida, la restricción proteica de 0,89 hiperproteicas como método de perder peso, puesto
g/kg/día frente al consumo de 1 ,2 g/kg/día supuso una que no se conoce el efecto potencial a largo plazo de
reducción del riesgo de progresión a enfermedad renal estas dictas sobre las complicaciones de b diabetes\' b
terminal y de muerte, tras ajustar por factores de ríes- función renal (grado E, ADA).
92 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

El consumo de alcohol en la diabetes embarazo y la lactancia son similares a las de la pobla-


ción no diabética. No existe una evidencia clara del
El consumo moderado de alcohol se ha asociado beneficio de la suplementación de vitaminas y minera-
con la elevación de las cifras de HDL, reducción de los les en los diabéticos, en ausencia de deficiencias, com-
estados procoagulantes y descenso de la lipoperoxida- parados con la población general (grado A, ADA). En
ción lipídica. En una revisión sistemática de 32 estu- los pacientes diabéticos se recomienda el consumo dia-
dios en pacientes diabéticos tipo 1 y tipo 2, el consumo rio de vegetales y frutas, qtle son fuentes de vitaminas
pequeño o moderado de alcohol (15-30 gramos dia- y nutrientes con propiedades antioxidantes (tocofero-
rios) se asoció, frente al no consumo, con una inciden- les, carotenoides, vitamina c, polifenoles, etc.), ele-
cia inferior de enfermedad cardiovascular. Esta mentos traza y otras vitaminas (grado C, EASD). La
reducción en los eventos cardiovasculares no parece ingesta regular de pan integral, cereales y pescados
estar relacionada con el incremento en las cifras de grasos facilitará la ingesta recomendada del resto de
HDL ni con el tipo de alcohol contenido en la bebida 23 • vitaminas hidro y liposolubles (grado C, EASDJ.
Las recomendaciones de consumo de alcohol en los La diabetes tipo 1 y tipo 2 asocian un estado proo-
diabéticos se basaron en las realizadas para la población xidante y proinflamatorio. El estrés oxidativo (EO) se
general, ya que no hay datos concluyentes acerca del ha implicado en la patogénesis de las complicaciones
consumo máximo de alcohol en los diabéticos. Si el pa- micro y macrovasculares de la diabetes, y se conside-
ciente diabético decide consumir alcohol, la ingesta dia- ra, en la actualidad como el elemento iniciador y ace-
ria debe estar limitada a un consumo moderado, lo que lerador común en el desarrollo de la enfermedad micro
corresponde a ingerir una bebida al día o menos en mu- y macrovascular 24 • Teniendo en cuenta el papel funda-
jeres y dos bebidas o menos en hombres, con un conte- mental del EO, se ha especulado sobre el beneficio po-
nido aproximado de 15 gramos de alcohol por bebida, tencial que podría tener el uso de antioxidantes en la
lo que equivale, aproximadamente, a 350 mi de cerve- prevención de las complicaciones de la diabetes. En es-
za, 150 mi de vino y 50 mi de bebidas destiladas (grado te sentido, los ensayos clínicos no han podido demos-
E, ADA). La EASD establece el límite de consumo mo- trar el beneficio en su uso e incluso existen algunos
derado de alcohol en los diabéticos de 10 gramos dia- datos que sugieren que su utilización podría ser perju-
rios en las mujeres y 20 gramos diarios en los hombres dicial. Se piensa que la ausencia de beneficio observa-
(grado B, EASD). da se debe a la complejidad de las vías por las que la
El consumo de alcohol puede tener efectos hipo e oxidación origina daño y que un antioxidante, en con-
hiperglucemiantes en los diabéticos, dependiendo de la creto, por ejemplo, la vitamina E o C, inhibiría una
cantidad de alcohol ingerida de forma aguda, su con- única vía de oxidación sin afectar al resto de las vías 25 •
sumo con o sin comida y el abuso de éste crónico o ex- Por esta razón, no se aconseja la suplementación de
cesivo. En los diabéticos tipo 1 y tipo 2, el consumo de rutina con antioxidantes, como vitamina E, C y caro-
cantidades moderadas de alcohol junto con alimentos tenos, ya que no existe evidencia de su eficacia y exis-
no tiene efecto sobre los niveles de glucosa o insulina ten dudas relacionadas con la seguridad de su uso a
plasmáticos. Por este motivo, se debe aconsejar el con- largo plazo (grado A, ADA).
sumo de alcohol junto con comida para evitar el ries- El beneficio de la suplementación de cromo en dia-
go de hipoglucemias en pacientes en tratamiento con béticos y obesos no está claramente demostrado y, por
insulina o secretagogos (grado E, ADA; grado B, lo tanto, no debe ser recomendado (grado E, ADA).
EASD). El consumo excesivo de alcohol (más de 45 Las recomendaciones de la ingesta de sodio por par-
gramos diarios, equivalente a 3 o más bebidas diarias) te de la ADA y EASD son las mismas que para la pobla-
puede contribuir a un mal control metabólico y a ele- ción general: menos de 6 gramos/día de sal (menos de 3
var las cifras de presión arterial. gramos/día o incluso menos de 2,4 gramos/día de sodio).
En las siguientes circunstancias hay que recomen-
dar la limitación del consumo de alcohol: sobrepeso, SITUACIONES ESPECIALES
hipertensos e hipertrigliceridémicos. La abstención to-
tal se recomienda durante la gestación, si existe ante- Estrategias nutricionales en diabetes mellitus tipo 1
cedente de pancreatitis o abuso de alcohol,
hepatopatía, neuropatía avanzada y disfunción eréctil En la DMl, la liberalización de la dieta con el ajus-
(grado C, EASD ). te de insulina en función de ésta ha demostrado ser
una estrategia eficaz en el manejo de estos pacientes.
Micronutrientes en el manejo de la diabetes Así, el grupo DAFNE (Dose Adjustments for Normal
Eating, DAFNE STUDY GROUP) del Reino Unido,
Las recomendaciones nutricionales de micronu- utilizando un programa de educación basado en el
trientes para los adultos, adolescentes y niños con ajuste de insulina al contenido de HC de la dieta en la
diabetes tipo 1 o 2 y en mujeres diabéticas durante el DMl, ha demostrado una reducción significativa de
La dieta en el tratamiento de la diabetes mellitus H 93

la hemoglobina glicosilada en el grupo intervención ingesta adecuada de nutrientes que proporcione una
tras seis meses de seguimiento, sin incrementos en el adecuada ganancia ponderal durante la gestación. En
peso ni en la frecuencia de hipoglucemias graves. Esta el caso de mujeres con diabetes gestacional y sobrepe-
estrategia ha sido recomendada por el Nacional lnsti- so u obesidad puede estar recomendada una restric-
tute of Clínica\ Excellence (NICE), ya que puede faci- ción discreta de energía e HC (grado E, ADA).
litar el manejo de la diabetes tipo 1 por los propios La cantidad y la distribución de los HC se indivi-
pacientes. La liberalización de la dieta mediante el dualizarán durante la gestación en función del peso
ajuste de las dosis de msulina y el recuento de racione:, ponderal durante el los
de HC se de un;1 en ei ¡u;1 l·i<1hlro:; y los rcsulrados de Jos conrrok:s dz'
do de sJtisfa(CÍÓn de lus pJc1c11tt'S con el tL.tL11111ent()~ La dict2 dchcr;Í
) L·~ '--·,: i l

rrar~11·111cilt(J 111L¡__'J1~J\'{)

~lJ U'.)lC dt: dosb


Ll. conduce
de flexibilidad con el ) del dc::;~1rrolio p()sr1:n()r dl' diJhl~tc::, rnc'llit
asociar un descenso de la hemoglobina i-ccon1endarin lL1'.':> t.:i parto rnochficacionc;; l:il l'.j
mcrenwntar el riesgo de hipogltKemias rilu de vidadestinadas a b reducción del peso \ ! in-
En la diabetes mellitus tipo i, el tratamiento in:,u •cTernento de b actividad físici (grado AD;\ :1.
línico debc esr:u imcgrado en el pLrn i11di1 idual de die'
ta y actividad física (grado E, Al\\). En i11dividuos e11 )'.\( .l' l
régimen bolo-has;1I o en tratamic11ro con bo111h;1s de
insuli11;1, h cantidad de insuli11;1 ck ;\cc·i,·m r;1pid;1 :,e Lis c;1r;icrcrístic;1s de b dicta e11 b prnc11c1<)11 1· el
;1just:1Li al contenido total de HC de' Li comida ¡grado traumiellro de la di;1lll'tes 110 difie1T11 sustanc1alrnente de
i\, ADA); en aquellos tr;H;idos con 11w1.ebs fij;1s, el Lis recomendaciones efccruacbs p;ir;1 b pobhcíón adul-
contenido de HC y los horario de las comidas deberán ta y sana, siempre y cuando se contemple una distribu-
ser regulares (grado C, ADA). ción adecuada de los HC a lo largo del día y ajustada a
Si se programa la realización de ejercicio, se ajusta- los perfiles de acción del tratamiento para su enferme-
rá previamente la dosis de insulina. Si el ejercicio no se dad. El tratamiento nutricional en la diabetes deberá ser
programa podrá ser necesaria una ingesta extra de individualizado, considerándose los hábitos dietéticos
HC, teniendo en cuenta como referencia que el ejerci- individuales, su perfil metabólico, otros factores de ries-
cio moderado-intenso incrementa el consumo de glu- go cardiovascular y los objetivos del tratamiento.
cosa por encima de los requerimientos habituales en En diabetes mellitus tipo 1, la liberalización de la
2-3 mg x kg -1 x min-1 (grado E, ADA). dieta con estrategias que contemplan el ajuste insulíni-
co en función del contenido de HC de la dieta en el
Estrategias nutricionales en la diabetes mellitus tipo 2 contexto de una terapia insulínica intensiva permite
flexibilizar el tratamiento, mejorar su calidad de vida
Teniendo en cuenta que muchos diabéticos tipo 2 y obtener un mejor control glucémico.
presentan sobrepeso y resistencia a b insulina, las re- En diabetes mellitus tipo 2, los hábitos nutricionales
comendaciones nutricionales en esta población irán di- y un estilo de vida saludable que permitan conseguir una
rigidas a enfatizar la importancia de una dicta reducción discreta de peso y un mantenimiento posterior
saludable reduciendo el contenido calórico total, el han demostrado ser eficaces para conseguir mejorar el
consumo de grasas saturadas, de ;leidos grasos trans, control glucémico v los factores de riesgo carcliovascubr
colesterol y sodio. Estos cambios dietéticos dehercín ir cotK01111tantes.
asociados a cambios permanentes en el estilo de vida En la prevención de la diabetes tipo 2 en sujetos de
que incluyan b realización de ejercicio físico progr;1- ;1lto riesgo es esencial que se realicen modificauones
rnado para mejorar el control glucémico. lipídico y de dietéticas, introduciendo una diera variada rica en fru·
presión arterial (grado E, ;\DA). tas, verduras, pescados y cereales que permitan un ba-
Lrnce energético negativo para conseguir la pérdida de
Estrategias nutricionaks para el ernhara10 \ la lactan- peso. Estas modificaciones deberán mantenerse de por
cia en mujeres con diabetes vida, por lo que se trata de aconsejar que los cambios
y las modificaciones que se realicen en la dieta ;Hmque
Las recomendaciones dietéticas en mujeres embara- se;in muy discretos, sean permanentes y se acompar1en
zadas diabéticas son similares a las establecidas en las de cambios conductuales y de la realización de ejerci-
no diabéticas. Durante el ernhara1.o se recomienda Li cio físico.
94 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

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<J.._.:upJnrc-"··· :-ion hjhit()S c;1LL1 \·e'/
pohl:ici('m iu1·c·ni!. ( 011 e't\)'i hcíhit\l\, !~1
i\o c\:iste un:1 \oh diabLTes mellitus, sino que como 1)n)nro h~1cc :-iti ;1pt!ri1...:i(,ll1 y, J'"'(1(() !:1 ,J1ab1.:tc:-,.
bien dice el enunciado ck este capítulo, \·:irnos :1 rraur de
''hs,. disrint<is furmas de diabetes\' cst<1dus prnliahcri- i i.

cos \ de c·órno les :ifccr:i el L'jercicio físico. Pero no s<'Jlo


veremos esr:i u1esri<'m, w·rvmos también b rvbci<'m entrL' Li lk1ht:tl''> quL· de .1lgu11;1 for111;1 pmkmo-; 111tcílt,ir
diabetes, eiercicio \' enferllledades coexistente, hahiru:i· prL'H'nir, e:-, ¡1or 'lli1llL'Stoia d1;1hctL''> rncllitu;-, ripo 2
les a los trastornos hidrocarbonados. (DM2). De cualquier forma, en casos como la diabetes
Actualmente, el ejercicio físico constituye uno de gestacional (DG), los hábitos previos de las embaraza-
los pilares del tratamiento del cualquier tipo de diabe- das tanto a nivel de dieta como de ejercicio tienen tam-
tes, junto a la dieta y el tratamiento farmacológico. Si bién su parte de responsabilidad en la aparición de
bien tanto dieta como ejercicio deberían ser pilares no esta patología.
sólo del tratamiento sino de la prevención de la diabe- En el caso de la prevención de la DM2 debernos en-
tes. Por otra parte, la actividad física proporciona no caminar nuestras recomendaciones de actividad física
sólo a pacientes con obesidad, diabetes o síndrome a conseguir varios objetivos.
metabólico una serie de beneficios que lo hacen salu- 0 Mantener un nivel de peso recomendable.
dable para la población en general y en cualquier época Independientemente del peso original, una pérdida
de la vida, adaptándolo a las circunstancias individuales ponderal de hasta un lO'Yo del peso del individuo hace
de cada uno (Tabla 1 ). que mejore el perfil glucérnico de ese paciente. Es más,
Tanto la diabetes como la obesidad y el síndrome se ha visto que en un porcentaje elevado de aquellos
metabólico son autenticas epidemias modernas, deri- pacientes con obesidad mórbida y DM2 o intolerancia
vadas de cambios en las formas de vida actuales en los a la glucosa (IG), que se someten a cirugía bariátrica,
países desarrollados. Se aumentan las raciones de ali con la pérdida de peso siguiente a h intervención qui-
mento, se incrementa el contenido de hidratos de car- rúrgica, no sólo mejoran los niwlcs glucémicos sino
bono de absorción r::ípicb y grasas saturadas (dieta de que en algunos, casos hasra se normalizan. Si bien és-
cafetería y comidas rápidas), baja el contenido de fibrn te es un caso exrremo, ilustra bastante bien la irnpor·
en la dieta, etc De la misma manera, se acrecienta el rancia de la pérdida de peso en la diabetes. En ci caso
sedentarismo a medida que suben los niveles de "co- de b cirugía bariátrica no hemos ia actu:1-
modidad'' en nuestros hábitos diarios. No es extrai1o ción del ejercicio físico. Como hemos dicho éste es u11
ho1· día coger el coche para ir a comprar b prensa dia- caso extremo. Pero en caso de sobrepesos \- obesidades
ria a cualquier punto cercano a casa. Los "mandos a de menor grado, el ejercicio es básico para disminuir el
distancia,. existen para todos los pequei'ios electrodo- peso total y mejorar la tolerancia glucídica. En ei caso
mésticos de cualquier hogar. Por este motin> una \TZ de b JG, el ejercicio adecuado al paciente v b pérdida
que nos recostamos en el sofo, (rodeados de mandos ele peso moderada consiguen normalizarla Y, por tan-
de todos los tipos), prácticamente, no hace falta volver to, frenar la evolución a [);\U.
a levantarse salvo o para "picar algo". Esto ocurre a Para Jakicic, un planteamiento razonable al prescri-
nivel de h población adulta, pero ... -y es lo más pre- bir ejercicio físico en adultos con sobrepeso 1· obesidad
96 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

sería avanzar progresivamente a partir de un mínimo de


Tabla 1. Efectos beneficiosos de la actividad física 30 minutos, 5 días a la semana (150 min/sem). Cuando
el paciente consigue completar este nivel y mantenerlo
Aspectos psicofísicos: sin problemas, el médico puede considerar la posibilidad
Produce sensación de energía de aumentar su prescripción hasta lograr 60 minutos de
Ayuda a combatir el estrés
ejercicio 5 días a la semana (300 min/sem). Tanto el pa-
Mejora la autoimagen
Aumenta la resistencia al cansancio ciente como el médico deben comprender que el avance
Ayuda contra la ansiedad y depresión hacia estos objetivos será progresivo, para minimizar los
Ayuda a relajarse y sentirse menos tenso posibles riesgos del sobreentrenamiento 1• Haremos un
Mejora el insomnio y la calidad del sueño planteamiento a largo plazo, de cara a cambiar los hábi-
Favorece las relaciones familiares y con los amigos
tos sedentarios, individualizando el programa a cada pa-
Mejora el tono muscular
Contribuye a la prevención del sobrepeso y la obesidad, ciente y basándolo en ejercicios aeróbicos con más
tanto en niiios como en adultos repeticiones que fuerza.
Ayuda a mantener un peso más deseable y a mantener " Mantener un control óptimo de otros posibles
el perdido factores de riesgo cardiovascular.
Ayuda a controlar el apetito
El nexo de unión de muchos de los factores de ries-
Otros aspectos funcionales y preventivos: go cardiovascular es la resistencia a la insulina. El desa-
Disminuye el riesgo de enfermedad biliar asintomática
Disminuye el depósito de grasa abdominal
rrollo de estos factores de riesgo (hipertensión arterial,
Mejora la capacidad respiratoria dislipemia, obesidad etc.) conlleva un aumento del ries-
Mantiene la integridad de la densidad ósea go de padecer o empeorar un estado de alteración a la
Presión arterial: glucosa por aumento de la resistencia a la insulina. El
J, Incidencia de hipertensión arterial en normotensos ejercicio físico no solo mejora de forma intrínseca el
J, Valores de PAS y PAD en hipertensos control de estos factores de riesgo vascular (controla la
Tabaco: hipertensión arterial, disminuye los niveles de colesterol
J, Prevalencia de fumadores en personas activas total (CT), colesterol LDL (C-LDL) y triglicéridos (TG)
Metabolismo de los hidratos de carbono: y eleva el colesterol HDL (C-HDL), etc.), sino que me-
J, Incidencia de diabetes tipo 2
J, Sensibilidad a la insulina
jora la sensibilidad a la insulina. Esto hace que las célu-
Mejora el control metabólico de la diabetes tipo 2 las f3-pancreáticas tengan que "trabajar" menos para
Metabolismo lipídico: conseguir el mismo efecto, lo que se traduce en una me-
t Colesterol HDL nor fatiga pancreática.
J, Colesterol total, colesterol LO L y triglicéridos Al cabo de unas semanas de realizar un programa de
Cambios enzimáticos: ejercicio físico, se observa un descenso de la frecuencia
J, Actividad lipasa hepática y proteínatransferidora cardíaca en reposo y también durante la realización de
de ésteres de colesterol
J, Lipoproteína lipasa y lecitina colesterol acil
un ejercicio físico de intesidad submáxima, sin que, ha-
transferasa bitualmente, se aprecien modificaciones en la frecuencia
Hemostasia: cardíaca máxima con el entrenamiento. Esta evolución
J, Hipercoagulabilidad se traduce en una mejora de la eficacia del corazón que
J. Adhesividad y agregabilidad plaquetar incrementa el volumen minuto no sólo mediante el au-
J, Fibrinógeno mento de la frecuencia, sino también medieante el au-
t Capacidad fibrinolírica
t Actividad t-PA
mento de la fracción de eyección; es decir, del porcentaje
J, Actividad PAl-1 de sangre que el corazón bombea por minuto".
Endotelio: • Evitar la aparición de estados prediabéticos co-
Cambios funcionales vasculares: mo la glucosa basal alterada (GBA) o la intole-
t Capacidad vasodilatación arterial: rancia a la glucosa (IG).
t Niveles de NO (t síntesis al t captación de L-argi- Muchas de las personas con sobrepeso y/o sedenta-
nina y t expresión gen e-NOS; y J, metabolización).
rismo, asociados a malos hábitos dietéticos acaban
t Capacidad respuesta a adenosina
t Capacidad vasoconstricción arterial: desarrollando estados prediabéticos como GBA o IG y,
J. Nº y funcionalidad de receptores de norepinefrina si se mantienen en el tiempo, los factores que han lle-
Cambios estructurales: vado a estas alteraciones del metabolismo abocan a
t Diámetro de la luz arterial una diabetes franca.
t Número de vasos (angiogénesis)?
Según el consenso de la American Diabetes Associa-
Oxidación lipídica: tion, una intervención consistente en: aproximadamen-
t Capacidad antioxidante endógena
t Resistencia de las LDL a la oxidación te 150 min/semanales de actividad física combinada con
una dieta equilibrada que induzca una pérdida de peso
Inflamación:
J, Marcadores sistémicos de inflamación del 5-7% reduciría el riesgo de progresión de IG a dia-
betes en un 58%. También afirman que el ejercicio solo
Ei en el tratamiento de las ciiabetes mellitus

o la dieta hipocalórica sola son menos eficaces que b ro dentro de la obesidad hay varios grados (5), y estos
combinación de ambos a la hora de prevenir dicha evo- grados diferencian a los obesos entre sí y delimitaran a
lución de IG a diabetes'. su vez la topología del ejercicio. No es lo mismo el dia-
bético con obesidad grado 1 \índice de masa corporal
EJERCICIO Y DIABETES 1\lELUTUS TIPO l (l:V1C): 25-26,9 Kg!m2] que el diabético con obesidad
grado 4 [L\rlC: 40-49,9 Kg!rnl]. Un diabético del primer
En nii1os y adulescemes con diabetes tipo l (D\:11 i, no tendrá en principio, problemas para desarrollar
físico adquiere una imporLrncia cuaiquier programa de ejercicio ¡xFa él. Fn
Lon10 1nccan1sn10 para con~cguir~ ¡unto con ri pu ck pac1enre, éste cSLl:
el tr~H;J111iento insulínícn \' uhc:sidad. Ucbn5

nos unicLHJc:, de 1nstili1L1 ll) l.._jlk'


para el diahL;tko jun·n;, ;n·ud:rn 1;; pos1biLrv el pa:--;u
ner el peso recomendable-\. un \Olumen y 10!l<J mu,c·u l,jCTLk'lO~ io l.:U;JJ SC3 de p~1SO lT1cjur~1r~1 rror c\c:-,t...:uJJ
br adcetwdos r ;-11 des;urollo de hábitos salmbbk' \ :1 rado L'I control de la glucemia. ¿Cuánto? rne¡or quv
la potenciaci<'m de su autoestima. 11:1\LL El cjercic1u que nu an1lh es el que no se hace . .JY.
Existen dos riesgos a tener l'll cuenta con l'i cierc·ic·io C1rnpillo ,-1firma quc el ejcrci<..·iu debe ser ]Xl:scriro con rí
en .:1 diabético joven. Uno es b posihilid:1d de sufrir hi- grn· v ctmocirnicmo de c:rns;1 para su mejor dic:iciJ. l..1
poglucemias \'el orro es el riesgo de ckshidraucitm. !.as rn;1 yor dicacia tn:1péutica de un phn dl' ejercicio fís1l::
hipoglucemias put:den <lJXlrtYer inrnediar:1111e11tt· dc·s '>e c'()!lc;igt1c cu:rndo t1stc co11siguc e;1mh1:ir a mejor la for
pués del ejercicio() 1ncluso ¡arias lrnr:1s LkspuC·.s ck .1c1 1n1 tí-;ic:1 dc·I p:1Cil'nte". Fsre e¡er<..·i<..·1u se 1r;1 rnodific,mdo
hado (·ste. De hecho, el riesgo rn:1ximo se prnduCl· cnrn· \ ;1Lhpu11do :1 las posihilidadt:s <.kl pacirnte diahé·rico ,1
seis y doce horas después, el llamado efecto demora'. medida que esta forma física lo vaya permitiendo.
Es necesario instruir correctamente al diabético tipo 1
Un pequeño programa de ejercicio adaptado en el
para el desarrollo de los periodos de ejercicio. Debe rea-
obeso diabético proporcionara grandes beneficios. No
lizar previo al comienzo de éste, autocontroles glucémi-
solo perderá peso, (aunque sea una pérdida de peso lige-
cos que le informen de la glucemia con la que van a
ra), sino que mejorará el control glucémico, disminuirán
comenzar la actividad física y si es necesario tomar algu-
las comorbilidades y los factores de riesgo cardiovascu-
na medida de precaución o de ajuste del tratamiento. Es
lar que coexistan'. El ejercicio aumenta el C-HDL y dis-
importante conocer la respuesta individual al ejercicio,
minuye el C-LDL. Ayuda a regular la presión arterial y
que deberá haber sido instaurado de forma gradual. Es-
disminuye la resistencia insulínica. En un estudio realiza-
te conocimiento ayudará a tomar las necesarias medidas
do con más de tres mil pacientes se observó que la acti-
correctoras, como ingesta de carbohidratos previos al co-
vidad física mejoraba la sensibilidad insulínica tanto o
mienzo, si la glucemia es menor de 100 mg/dl, a dismi-
más que el tratamiento con metformína''. El objetivo al
nuir la intensidad del ejercicio en caso necesario y otras.
principio será bajar escalones en la calificación del grado
de obesidad. Cualquier actividad física suave que resulte
Y DIABETES :VlEUTfUS
placentera al obeso le ayudará a aumentar la posibilidad
El ejercicio del adulto con diabnes es algo tan va- pasar a niveles más activos de ejercicio.
riable y sujeto a matices como la misma diabetes tipo Conseguir que un diabético controle su glucemia \.
2. Hay diabéticos ,dultos obesos y rnn normopeso. un grado de obesidad es un éxito terapéutico in-
diabéticos sedentarios y deportistas, con mas edad y cuestionable. Pero lo más importante es no quedarnos
con menos, los hay que sólo tienen diabetes r los que en este éxito. Debemos, por tanto, al llegar a este pun-
tienen adem;1s de diabetes otras parologías lirnitames: to volver :1 replanrear el enfoque del programa de ejer-
cardiorrespiratorias, locomotoras, psicológicas, etc. cicio para adaptarlo a b nueva realidad del paciente.
Esta variabilidad hace que no podamos generalizar el lfabbremos entonces de ·programas· de ejercicio pa-
enfoque de la actividad física en estos pacientt:s. I-la- r;1 un mismo p~1ciente \ no de lo que habitualmente
br6 por tanto que ir tratando cada matiz por separado se hace con demasiada frecuencia en las consultas de
y, de alguna forma, intentar sincronizarlos en el nexo metabolismo: "haga ejercicio y cuando haya perdido
de unión común que sed la diabetes. 20 Kg nieh-:1 ",con lo que obviamente el paciente pro-
La diferencia entre el diabético adulto que tiene un ba hlemenre no voh·erá más.
peso normal v el que tiene obesidad es obvia a b hora ck Distinto es el caso del pacienre diabético acostum-
planear la cantidad \. cali<.bd del ejercicio a realizar. Pe- brado a hacer ejercicio regularmente frente (lo que es
98 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

mas habitual) diabético sedentario que el único ejerci- pequeño paseo. Un pequeño "step" portátil en el baño
cio que hace es apretar el botón del mando a distancia para realizarlo durante 10-15 min. antes de la ducha dia-
del televisor. En el primer caso no tendremos mas pro- ria puede ser otra opción. Se trata de compensar en lo
blema que conseguir armonizar el nivel de ejercicio, posible el exceso de calorías de la dieta. Desgraciada-
que en algunos pacientes puede llegar a niveles de cua- mente, el más pequeño alimento supone un aporte de ca-
si profesionalidad, con el control de cifras glucémicas lorías que precisa una actividad física "desmesurada"
antes y después de la actividad deportiva. Son nume- para compensarlo. Comer dos croissants en un tiempo
rosos los deportistas que consiguen controlar su diabe- máximo de unos 10 min., supone una ingesta de 420
tes casi exclusivamente con ejercicio físico y dieta. Bien Kcal mientras que caminar una hora a una velocidad de
entrenados, conocen perfectamente los síntomas de hi- 5 Km/hora supone un gasto calórico de 210 Kcal. Esto
poglucemia y la combaten adecuadamente. De cual- es lo que se viene denominando el "drama calórico" 2 •
quier forma, este tipo de pacientes se presentan más
frecuentemente en la diabetes tipo 1 que en la tipo 2 EJERCICIO Y DIABETES GESTACIONAL
donde la obesidad y el sedentarismo son habituales.
En el caso mas común del paciente sedentario con dia- Si el ejercicio es importante en cualquier embarazada,
betes, el planteamiento inicial es simplemente romper en la diabética lo es con mayor razón. Si bien, las reco-
la rutina de la falta de ejercicio. El podómetro, arte- mendaciones dietéticas y de actividad física para las mu-
facto de pequeño tamaño que cuenta los pasos dados jeres diabéticas gestacionales no se diferencian de las
en un intervalo de tiempo por el portador, sirve como recomendadas a cualquier mujer gestante\ la mujer em-
motivador y verificador del número de pasos dados barazada que desarrolla diabetes, tiene pocas alternati-
por el paciente. Muchas veces informa al mismo de lo vas terapéuticas y antes de recurrir a la administración
poco que anda realmente. Comenzar con una cantidad de insulina hay que instaurar un programa de dieta y
inicial de 7.000 pasos al día e incrementar esta canti- ejercicio controlados. Tanto uno como otro variarán en
dad hasta los 10.000 pasos/día cuando se alcance re- función del trimestre de la gestación en que se encuentre
gularmente la cifra inicial de 7.000 no es en absoluto la gestante. En el primer trimestre, la mujer diabética tie-
un objetivo descabellado para ningún diabético seden- ne menos peso y, por tanto, más facilidad para hacer
tario y constituye un buen punto de partida para cam- ejercicio, pero también tiene más predisposición a una
biar hábitos falta de actividad física. posible amenaza de aborto si éste es excesivo. En el últi-
La edad es otro factor limitante a la hora de practi- mo trimestre es menos probable que el ejercicio afecte al
car una actividad física regular. Los mayores pertenecen desarrollo ya de por si avanzado del feto, pero el peso li-
a unas generaciones en las que practicar ejercicio era ac- mitará a la diabética gestante a la realización de este. Por
tividad de deportistas profesionales, desocupados o ma- lo tanto, andar o practicar la natación (aunque algunos
niáticos y lo aceptan mucho mejor como hábito social ginecólogos prefieren evitarla por el posible riego de in-
para relacionarse con personas de su edad en grupos que fecciones) constituirán actividades físicas suaves fácil-
asisten a clases colectivas como parte de una terapia ocu- mente toleradas por la gestante, que acompañadas de
pacional que como parte de unos hábitos saludables que cambios en la alimentación posibilitarán el control glu-
mejoren el control de su diabetes. Hay que tener en cémico durante el embarazo. El mencionado podómetro
cuenta las limitaciones físicas que acorde a la edad de ca- es de gran utilidad aquí de cara a dosificar el ejercicio.
da paciente nos harán pensar muy bien el tipo de progra- Este puede separarse en dos o mejor tres periodos diarios
ma a instaurar. La artrosis está presente en un porcentaje de pequeña duración de unos 4.000-5.000 pasos. Este
elevadísimo de integrantes de este grupo. Por este moti- enfoque de la actividad física reglada es el mismo en el
vo, el comentado podómetro puede ser de utilidad en es- caso de la mujer diabética tipo 1 o tipo 2 embarazada co-
te grupo. No despreciaremos el aprovechar los grupos mo de la diabética gestacional. Se intentará conseguir
colectivos que suelen programar ejercicios asequibles y glucemia media basal inferior a 100 mg/dl y entre 90-
con un ambiente que les ayuda a evitar el aburrimiento 140 mg/dl posprandiales (1 hora), para evitar las compli-
que es el principal motivo de abandono de cualquier pro- caciones en el embarazo y parto, según el GEDE9.
grama de ejercicio físico de cualquier nivel.
Los integrantes de los grupos de edad mas bajos son DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE EJERCI-
mas proclives a la actividad física y si bien no tienen las CIO FÍSICO EN LA DIABETES
limitaciones físicas de los mayores, la falta de costumbre
constituye el autentico obstáculo a vencer. Otro gran Dejando a un lado a aquellos diabéticos tipo 1 o ti-
handicap de la población diabética activa es la falta de po 2 que realizan ejercicio físico a nivel de deportista
tiempo para practicar deporte reglado. Hay que recurrir profesional y que precisan un programa específico y
entonces a pequeños "trucos", como subir escaleras, de- diseñado en exclusiva para ellos, el resto de los diabé-
jar el coche en casa o aparcarlo lo suficientemente lejos ticos pueden englobarse en función de sus comorbili-
del centro de trabajo como para que sea necesario dar un dades. El ejercicio prescrito se basará en ejercicios
El ejercícío en el tratamiento de las diabetes mellitus

aeróbicos, esto es, ejercicio de baja intensidad y larga rno para un obeso que para un delgado, lo mismo para
duración como caminar, correr, nadar, montar en bici- un sedentario que para un atleta. Todos gastan 1 MET.
cleta, etc. Las necesidades metabólicas de oxígeno son En términos de valores absolutos, sí es diferente el gasto
satisfechas por el aparato cardiovascular y respirato- calórico entre ellos, pero sirve para unificar criterios 2 • Las
rio. Se utilizan como nutrientes grasas y carbohidra- fuentes de energía utilizadas por el músculo esquelético
tos. L1 glucosa se metaboliza por las vías aeróbicas y varían según se encuentre en fase de reposo o ejercicio.
no se produce mucho hcrato. La frecuencia cardíaca En reposo, sólo el 10% de la energía producida por el
debe ser de menos del 80';<, del m5ximo según edad \" músculo procede de la oxidación de la mientras
los ni\"clcs de Ltcrato en sangre por ck que e! 85-90'~º de los kid(ls gLNJS 1 ci l-2};, de
del umhL1l <HLten'Jhico (menos ck c'f mrnul/l

c:1usa. !fasta un11 acnvicbd un como c'S incL1holisn10 p;1\~l de ser ~nL1crohin
un gasto calórico de solo )()() kcal pur semana apon11 Lt1Hr;Jci<')J1 de i:n sangrt~ ~e n1~11Hl\::11c
beneficios cardiovascubres e11 personas previamente se- rncme consta11te como resuk1do de ius 111ecanislllos dv
dentarias''. Por r:111ro, b instauración de un program:i contrarregulaci<Í11 (producción de glucosa \' n:-
de ejel"L'icio debe sc:r grachul, habida cuenta que el mas loL'icbd de absorrnín de por el nll';sudo)'.
ligero aumento de h actividad física de u11 p11ciente. \ 11 El gluc1g('lll es importante· a b hora de la glu
de por sí comporr11 hrncficios. U11a H'Z alcanzado el pri cemi~1 durante el ejercicio intenso o prolong:1do \' lo e:,
mer 11i\cl de :1crividad 1· rora h din:1rnic:1 seclcntari:L p:1- en menor I11l'did:1 cuando se tr11t:1 de ejercicio ligero ~1
sarcmos :1 phntc:1r nuevos ohjeti\"(is que siempre ser:1n moderado. Desempd1J u1L1 func1611 rn1wor en Ja, perso·
realistas 1· no prete11dcr1ín mnas imposibles de Cllrnplir n~1s 110 cnrre1u&1s que en las personas que habitualmen-
por el paciente. Esto va a desanimar al paciente y posi- te hacen ejercicio regular. El cortisol y la hormona de
bilitaría el abandono del programa por este. crecimiento forman parte ele las hormonas conrrarrregu-
Algunas sociedades científicas recomiendan un in- ladoras que ayudan a bloquear los efectos de la insulina
cremento del ejercicio en el diabético de forma gradual durante el ejercicio. Esto tendrá que ser tenido en cuen-
desde 30-45 minutos entre 3 y 5 días a la semana hasta ta ya que el aporte de insulina en el diabético es constan-
un total de 150 minutos a la semana". En ADA, esta re- te según una pauta que deberá ser modificada en función
comendación de 150 min/semana de actividad física del ejercicio. El ejercicio físico incrementa el consumo de
moderada, con una frecuencia cardíaca máxima del 50- oxígeno, la frecuencia cardíaca y el ritmo respiratorio y
70%, o al menos 90 minutos de actividad intensa (> estos parámetros, dentro de determinados límites, con el
70% de frecuencia máxima) se considera el mínimo. De gasto calórico y la intensidad de la actividad física reali-
cualquier forma debe distribuirse en al menos tres días zada. Teniendo los datos de gastos calórico que se en-
de la semana y no deben transcurrir mas de dos días cuentran en distintas tablas publicadas", los de
consecutivos sin realizarla". En aquellos pacientes dia- frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio y MET de la acti-
béticos sedentarios cuyo riesgo de sufrir un episodio co- vidad física en cuestión podremos calcular el gasto meta-
ronario a los l O a11os es igual o mayor a 10% antes de bólico para un individuo determinado (Tabla 2).
empezar una actividad física aeróbica de una intensidad Debemos, por tanto, prescribir el ejercicio físico que
superior a una marcha rápida, se debe realizar una ocasione el mayor gasto energético dentro de las posibi-
prueba de esfuerzo controlada con electrocardiograma. lidades y sociales de cada cual. En d caso del dia-
Se tendrá en cuenta también la posibilidad de otras po- bético obeso, esto nos avudar5 no sólo a controlar l:i
sibles contraindicaciones al ejercicio como: hipertensión glucemia sino a una reducción del pe-
no controlada, neuropatía autónoma gr~we, neuropatía so corporal.
periférica grave, rnínopatía preproliferativa o prolifera-
tiva o edema macular. ERUUO Y Pi
D!
DETER1vUN/HJ()'.'\ DEL GASTO

Se denomina IvlET al numero de calorías que el indi-


viduo consume en reposo que es aproximado a un con- En los paciemcs que se administran insulina o toman
sumo de oxígeno de 3,5 1111/Kg/min. Este J\.lET es el secrctagogos orales, d ejercicio físico puede causar hipo-
mismo sea cual sea el tipo de individuo. Es decir es el mis glucemias graves si no se omhia la dosis de medicación
100 º" La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

o se incrementa el consumo de carbohidratos. La res- sidad moderada el suplemento será de 15-20 g por cada
puesta al ejercicio provoca la hipoglucemia inmediata 30 min. y en los de intensidad alta suplementaremos con
debida a la disminución de la producción hepática de 20-25 g por cada 30 minutos de actividad. Los suple-
glucosa, al aumento de utilización periférica de glucosa mentos se harán en varias tomas evitando comidas co-
y a la disminución de la lipólisis. Tras la actividad física, piosas que provocarán hiperglucemias iniciales. Se
hasta varias horas después de acabar el ejercicio, se pue- intentará que sea en forma líquida, de forma que ayuden
den producir hipoglucemias por otros mecanismos. El a la rehidratación. Son recomendables las bebidas isotó-
músculo esquelético está necesitado de glucosa para re- nicas. En caso necesario se pueden utilizar barritas ener-
poner los depósitos de glucógeno consumidos. El ejerci- géticas o pequeñas cantidades de hidratos de carbono de
cio aumenta la sensibilidad de la propia insulina, absorción rápida con poco contenido en fibra para evi-
mejorando el transporte de glucosa al interior celular tar problemas de digestión y absorción. Si al finalizar el
gracias en parte al incremento del GLUT-4, principal ejercicio, la glucemia es menor de 100 mg/dl, también se
transportador de glucosa en el músculo estriado, alar- tomarán suplementos de carbohidratos pero tanto de ab-
gando y potenciando los efectos de la misma. Todo esto sorción rápida como de absorción lenta o intermedia pa-
hace que las peores hipoglucemias son las diferidas en el ra mantener la glucemia durante las horas posteriores y
tiempo, porque encuentran al diabético desprevenido. facilitar la recuperación muscular.
Por tanto, en caso de que antes del comienzo del ejerci-
cio la glucemia sea menor d 100 mg/dl, el diabético de- Hipcrgluccmia
berá consumir carbohidratos en proporción a la
intensidad del ejercicio a realizar. En los individuos que Un paciente diabético tipo 1 sin insulina o con can-
no son tratados con insulina o inductores de la secreción tidades muy insuficientes de ésta, a las 12-48 h. des-
de ésta, la hipoglucemia es poco frecuente. No suele ser arrolla cetosis y el ejercicio puede empeorar la
necesario suplementar con carbohidratos cuando los hiperglucemia y la cetosis. En este caso se deberá sus-
diabéticos están en tratamiento con dieta solo, metformi- pender la actividad física intensa, no así la actividad fí-
na, inhibidores de la a-glucosidasa o tiazolidindionas. Si sica ligera. Si no se produce cetosis o el paciente no se
acaso, posiblemente disminuir la dosis de fármacos encuentra mal, no es necesario suspender el ejercicio
cuando el ejercicio se convierte en algo regular, lo cual es sólo por la hipergluccmia 11 • En cualquier caso, el dia-
un éxito de la actividad física. bético deberá intensificar los autocontroles de glucosa
Será importante verificar los niveles de glucemia me- en sangre capilar pre y post ejercicio. En el caso de que
diante autocontrol con reflectómetro. Niveles de 100 la terapia habitual sea insulina, el paciente estará ins-
mg/dl a 250 mg/dl son indicativos de baja probabilidad truido para manipular la dosis de insulina en un mar-
de sufrir hipoglucemia al realizar ejercicio físico. En el gen de dos unidades arriba o abajo. De esta forma,
caso de que el ejercicio dure más de 60 minutos habrá podrá adaptar la terapia a las glucemias en cada caso
concreto. Si el tratamiento son antidiabéticos orales, el
que disminuir la cantidad de insulina rápida alrededor
margen de maniobra estará más limitado y tendrá que
de un 30% cuando el ejercicio es suave, <lee un 50 hasta
ajustar la dieta y el ejercicio a esta circunstancia, no
un 70% cuando es moderado o intenso, y de un 20 a un
debiendo alterar la dosis de antidiabéticos orales.
40%, la insulina lenta en estos dos últimos supuestos en
función también de la duración del ejercicio. A más tiem-
EJERCICIO Y COMPLICACIONES CRÓNICAS
po y mayor intensidad, mayor reducción de las unidades
de insulina previa al ejercicio. Los ejercicios de baja in- Neuropatía diabética
tensidad (caminar, nadar a ritmo suave, montar en bici-
cleta) tienen un bajo consumo de carbohidratos y será En la neuropatía, el ejercicio deberá ser vigilado y re-
suficiente con aportar 10-15 g de hidratos de carbono gulado en función del posible daño local que éste pueda
por cada 30 minutos de actividad física. En los de inten- producir. Pequeños traumatismos en los pies, no percibí-

Tabla 2. Valores aproximados de ritmo respiratorio, frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno y gasto calórico en diver-
sas actividades físicas en adultos
Volumen respiratorio Consumo 02 Frecuencia cardíaca Gasto calórico
Actividad
(l/minuto) (l/minuto) latidos/minuto (Kcal/Kg/h)

Muy ligera 10 0,5 80 l,5


Ligera 10-20 0,5-1,0 80-100 2,5-3,0
Moderada 20-35 1,0-1,5 100-120 4,0-5,0
Pesada 35-50 l,5-2,0 120-140 6,5-8,0
Muy pesada 50-65 2,0-2,5 140-160 8,5-11,0
Ei en e! tratamiento de las diabetes 1neilltus 101

dos por el diabético debido a la disminución del umbral física suave o moderada. Es posible que tampoco el ejer-
de dolor y de la sensibilidad que presentan estos pacien- cicio intenso aumente la tasa de progresión de la nefro-
tes, pueden dar lugar a lesiones tórpidas. Deber<1 usar un patía diabética y que no sea necesaria ninguna restricción
calzado anatómico y cómodo, sin zonas de compresión específica pero, en cualquier caso, y hasta que no dispon-
o roces excesivos. Tras el ejercicio, los pies y otras zonas gamos de más datos, al igual que en el caso de la rctino-
anatómicas sometidas a roces y/o traumatismos deberán patía diabética, st evitarán ejercicios que impliquen la
ser examinadas cuidadosamente v tratadas localmente realización ele maniobras de Vasalva por el aumento que
auwmímic1 modifica conllevan de ele\ ación ck b arterial.

tr:is el cese de: glicosd illh1\ le; corno Si de L'"


síca se pueden modificar de form~1 oral se tr;lt:1sc. Aumenta b sensibilidad
mejora el conrrol
Si el ejercicio es de vital in1portancia en el diabé1icu~ ~·
In •.'S umhié·n sin lugar a dudas en el ohesci. que dmb
La rL'tÍnopatía diahétic:1 es u11 esrJdn Lk d:n1o ocuhr lit' qtlL' en el c~iso del di a hético con e:\ccso de peso. ci cjcr
evolutivo en la diabetes. F11 c·sudi(), i111Li:1k:, )1u ciuo es u110 de !os pihrcs del tratarnit:nro. si quc1Tmos
grado 2), el ejercicio moderado 110 tiL·11e ~;i-:111 rcJ'L'rL·u c·cm\l:gt1ir u11 huL'll conrrol glucémico. u1u dis11ii1wL·i,·lll
siún sobre C:sta. E11 eoudioo llLÍ\ :11 :rnndo, dL· Li c·11fn pn11dn;1I :· un cornrol de Lis co111orhilid:1dcs, que usi
meclad, el e¡ncJCJ() JlltCJlS() () Jll<lckr:idu L'SLHÍ.l ,¡,·111prc \';111 :1soc1:id;1s ;1 t'St;is dos p;itologL1'. La ohcsid:id
contraindicado por el riesgo de producir desprendimien- es una de bs causas n1<is frecuentes de resistencia insulí
to de retina o hemorragias. El glaucoma tarnbié11 con- nica. Un páncreas que precisa secretar el doble de insuli-
traindica el ejercicio intenso o moderado. Se cuestiona la na para conseguir el mismo efecto que obtendría uno
posibilidad de que el ejercicio sea un factor de riesgo pa- normal con la mitad, es un páncreas que se agotará an-
ra el desarrollo de retinopatía diabética por sí mismo. tes. Los pilares básicos del tratamiento de la obesidad son
Por este motivo, habría que desaconsejar los ejercicios la dieta y el ejercicio 7 • En cualquier algoritmo de trata-
intensos a los diabéticos. Existe una asociación estableci- miento de la diabetes, los cambios en los hábitos dietéti-
da entre retinopatía diabética y contracturas musculares. cos y el ejercicio constituyen el primer nivel de actuación.
Por esto en caso de contracturas musculares repetidas es- Van por tanto de la mano las actuaciones en la obesidad
tá indicada la exploración ocular. Los diabéticos deben v en la diabetes. El ejercicio no sólo deberá estar encami-
evitar deportes de contacto o aquellos en los que su prác- nado a la pérdida de peso del diabético sino a conseguir
tica implica la realización de maniobras de Vasalva. l':s- un buen perfil de control glucémico. Si para conseguir
tos aumentan el riesgo de sufrir impactos oculares en el pérdida ponderal, el ejercicio se puede realizar en una so·
primer caso y desprendimiento de retina en el segundo. la actuación de una hora al día, en el caso del diabético
También se debe evitar la realización de ejercicio físico si obeso es mejor dividir los periodos de ejercicio en el día
el paciente ha sido sometido a fotoco;1gulación reciente. para no producir picos hipoglucémicos. Es interesante te-
ner en cuenta la pir:imide de" actividad física que propone
diabética ia SEEDO en su docurncnto de consenso' (Figura J ).
En lo que coinciden todos los autores es en que io
La actividad física puede aumentar de forma brusca nus difícil es el mantenimiento de los program,1s de
la excreción ele proteínas en b orina. Se postula que el e¡erc1c10 a plazo''' · 2 v más en el caso de los ohe
ejercicio físico podría ser uno de los factorL'S que de sos, que de por sí son pacientes de difícil rnantenírnicn·
na manera pueden acelerar la progresión de la enferme· to de pautas de dicta v ejercicio que son "de por vida ...
ciad renal. El ejercicio físico de baja intensidad ;rnrne11ta La ,\sociación Internacional para el Estudio de la Obe-
h tasa de excreción proteica en la orina en aquello~ ca- sidad (L.\SO) realiza la siguiente recomendación par:i
sos en que la microalbuminuria se encuentra entre 20 mantener a largo plazo la pérdida de peso lograda con
µg/min y 200 ¡_cg/rnin por aumento de la presión ;irterial diera y ejercicio: 60-90 minutos diarios (420-630 mi-
producida por la actividad física. En los pacientes con nutos/semana) de actividad física de intensidad rnodc·
rnicroalbuminuria elevada o insuficienci;1 renal se deber:i rada' . En la pr<Í.ctica es mas fácil decirlo que hacerlo.
evitar la actividad física de ak1 mtcnsidad. No hav ac- Los pacientes obesos tienen especial predilección por
tualmente daros suficientes que desaconsejen la actividad dejar la dicta una \T/, conseguido el objetivo de pérdi·
102 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Figura l. La pirámide de acr!Vldad física µropuesra para adultos

da de peso planteado. La consecuencia es la vuelta al and obesity. Public Health Nutrition, 10 (10"), October
peso original o incluso mayor que el que se tenia al ini- 2007.
cio, con los perjuicios que eso conlleva, en cuanto a 8 De Leiva A., Corcoy R. Nutrición en la diabética gestante.
descontrol glucémico y empeoramiento de otros facto- Av Diabeto!, 1992; 5 (suppl. 1): 35-47.
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El rr;1nmicnrn C()il insulina se cst:í utilizando por
ios pacicntL'S diah0tiLns tipo 1 > un;1 buL·na parre de Jo,
diabéticos tipo 2 desd1: h;1ce más dt· 80 ;1Í1os. Aunque Li r(lJ"lll;1 n1;1c. fi-,i(1log1c;1 ck h iilSU!i11;1
;ídlllllí!\lr;H
debemos a Fhnti11g \ Best su dcscuhri1111L·nto en J 92 l. l'S por \Í;l ÍlltrapLTÍlOl1C;11 (iLlCl;lel SiStc'll1'1 porL1ii, r1L'
hast;1 1926 no dispusimos de L1 insulin;1 cristalina que ro L'll Li 1c:1 ec; difícil s;1ho 11wd1:rnte di,íli,is pni-
ha llcg;1do ;1 nuestros días. L·ompuesl<1 por hexámcros ro11e;1l. Li 1 ía onl 110 ec; ,·1ri! por Li dcgrad:1c1<'rn
de insulina rodeando a un núcleo de zinc, con u11;1 du- digcsti1·;i de h 1muli11a. l.;1 1 Í;i rccul podrí;1 us;nsc. pe·
ración de acción aproximada de 6 horas. Con el fin de ro no parece más cómoda que b subcut:'ínea. La insu-
prolongar su acción y así disminuir el número de do- lina cristalina por vía intramuscular consigue picos y
sis, el grupo de Hagedorn unió la protamina, consi- duración de acción intermedios entre la vía intraveno-
guiendo la llamada insulina NPH (Neutral Protamina sa y la subcutánea, pero, a largo plazo, puede produ-
Hagedorn). Tanto la insulina cristalina (también lla- cir hematomas, dolor y fibrosis.
mada regular) como la NPH (también llamada isofa- La insulina en polvo inhalada llegó al mercado, con
na) se obtenían inicialmente de páncreas de animales, limitaciones para los fumadores, asnúticos mal con-
pero, recientemente, la ingeniería genética ha conse- trolados o pacientes con EPOC avanzada. Su pico y
guido insulina con estructura igual a la humana, las duración de acción es más rápido que la insulina cris-
llamadas "insulinas humanas". Últimamente, se han talina, adaptándose bien al pico de glucemia pospran-
venido introduciendo en el mercado insulinas genéti- drial, pero fue retirada del mercado a finales del afio
camente modificadas llamadas "análogos de la insuli- 2007 argumentando motivos económicos.
na humana". Unas son de acción más 1«1 pida que b Las vías de administración intravenosa y subcut;'í-
insulina cristalina (insulinas lispro, aspart y glulisina), nea de la insulina son en dcfiniti\·a las nús utilizadas.
y otras más lentas y estables que la NPH (insulinas Por vía intr;wenosa sólo es utilizable la insulina
glargina y detemir). ·fa¡ diwrsidad de insulinas ofrece cristali1u, sea inyectada directanwnre o bien diluida en
una amplia gama de posibilidades para adaptarse a ca- suero salino. Tiene una indicación en situaciones
da paciente, buscando un csquem;i de administración agucfas porque su comienza en pocos minutos,
personalizado. alcanzando su m'1xima acción en 1 a 2 \
Li insulina se mide en Unidades Internacionales reciendo a hs 3 a 4 hor~is.
). Un miligramo del intern:Kional contie- Para un uso m5s prolongad1i, b \ Ll es h
ne 24 UI de insulina ( l UI equivale a 41 ~tg de insuli- subcut;Íne:1 por su fricil acceso, permitir un almacén de
na). La concentración de los preparados disponibles es insulina suficiente en ci tejido gr:1so, ¡ no
de 100 Ul/ml. A modo de orientación, un diabético ti- complicaciones i111porr~111tes ..\ parrir d'-· ;1hor:1. sólo
po l suele necesitar entre 0,5 y l Ul/Kg/día. y un dia- nos referiremos a ella.
bético tipo 2 :1lgo más, si bien, en cualquier caso las En la Figura l se c'squernatizan los perfiles forrna-
dosis usadas inicialmeme son menores para evitar hi-- cocinéticos de las diferentes insulinas disponibles en el
poglucemias. A efectos pr;1cticos podríamos decir que mercado. C1be destacar que la duración rnedi,1 de ac-
1 a 1,5 UI de insulina metaholiz:rn 10 g de hidratos de ción no reprcsenc1 ohligadarnente lo que ocurra en un
carbono. p;1ciemc concreto. porque la \·ariah1lidad es alta entre
104 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Análogo rápido
cu
.i::::
:s
(/)
.i:::: Cristalina
(lJ
-o
o
ü

1
~
1 E
(/) Intermedia
1
-Cll
1
o.. Insulina lenta
1 (ii
1
1 .2'.
z

lFigura l. Perfil de acción de las insulinas


Tiempo {horas)
12 14 16 16 20 2·1

Tabla l. Insulinas en el mercado español

Laboratorio Tipo Nombre Duración Media Jeringa Dispositivo

LJLLY VIALES ZOML PEN

Análogos RÁPIDA Lispro 2 horas Humalog Humalog

INTERMEDIA NPL 12 horas Humalog NPL

BIFÁSICA Lispro Bifásica 25% 2 h / 75% 12 h Humalog Mix 25

Lispro Bifásica 50% 2 h / 50% 12 h Humalog Mix 50

Humana RÁPIDA Cristalina 6 horas Regular

INTERMEDIA Isofánica (NPH) 12 horas Humulina NPH Humulina NPH

MEZCLA NPH bifásica 30% 2 h / 70% 12 h Humulina 30/70 Humulina 30/70

NOVO-NORDISK VIALES lOML INNOLET FLEXPE

Análogos RÁl'IDA Aspart 2 horas Novo-Rapid

BlfÁSICA Aspart bifásica 30% 2 h / 70% 12 h Novo~~v1ix 30

Humana RÁl'!Drl Cristalina 6 horas Actrapid Actrapid

INTER¡\lfEDIA lsofánica (NPH) 12 horas lnsulatard Insularard

BIFÁSICA NPH bifásica 30% 6 h I 70% 12 h Mixrard 30 iVlixrard 30

Análogos l.ENTA Deccnir 24 horas Leven ir Levenir

SANOFI AVENTIS VIALES ZOML OPTISET SOLOSTAR OPTICLICK

Análogos !.ENlA Glargina 24 horas lantus Lantus Lanrus Lanrus

RÁPIDA Glulisina 2 horas Apidra Apidra Apidra

fucnre: Vademccum lnrcrnacional 2007 y Guía Je Prcsr.:ripción Terapéutica 2000


La insulina en el tratamiento de ia diabetes mellitus 105

los individuos e incluso en el mismo individuo someti- en muchos diabéticos tipo 2, consiguiendo controlar
do a diferentes circunstancias. mejor que la IHC las hiperglucemias posprandiales
con menor riesgo de hipoglucemias. Son también úti-
Insulinas de acción rápida les cuando interesa un control rápido de la hiperglu-
cemia, en forma de bolos suplementarios. Por su
Hasta hace poco, la única insulina de acción rá- corta duración de acción se utilizan asociadas a otras
pida disponible era la insulina humana cristalina o insulinas ele acción rn:1s prolongada.
1JHCi, que depositada e11 el tejid()
subcutáneo en forma de he:dmeros. Desde llí di
socia par11 arra1·csar loe, cipil1trl's 1· clifund1
Ll' s;.1ngui,llc'<J. ~u t.'fi..'c'rc1 i__-{
• • ~ < ) 1
n11nurns. tiene nL1>.:1nL1 ~L'rI\·¡zt~1l1 en
il;1iJ1;1 l'il tO!TiO
ad1111111stc1 l.U it

en1p1ez~1 'SU ~1cc1un~ ;1Ullc]l1t.' :-.cr n1~1>·or si L1 giu


cernia es elcv11da v mc·nor si es baja. Su rn111coc111c- 1115\imo :1 Lis 1() .. ¡ hor:is Y de 11cruar JI:¡-; !
tica no se adapu muy bien 11 h secrecil'rn lX con cic:rta nriabiiidad farrnacocin(:tic1 cnrrc
de insulin:1, y:1 que el pico de i11s1ilin:1 pospr1111diaí los indi1 iduos ,. p11r:1 el mismo individuo en difcremcs
111onw1itos. :\nres de ser aclministracbs deben sn rno··
0

ocurre rn11s tarde v duc1 más. Por esta L17l lll. el ries
go de hipoglucemia pospra11d11il tardía es elcv11do. 1 1·idas lenta 1· repetidamenre hasta conseguir un11 enrnl
es recomendable b ingesL1 de un suplemento alirnen· sión complct:J. .'\I igual que con la IHC. se in1cct:1r:1n
Lirio tr1111scurricbs. apro;;im11damenlT, ) 11 4 hoL1s 2() :1 .)0 minutos ;rntc·s de Li correspondicmc comid:i.
de la invección, es decir. 11 media m111];11L1. l'll 11wrie11- Por sí sohs f'.:PH y i\Pl pueden cubrir Lis neccsid11des
da \.. al acostarse si se l!Sl1 IHC 1111tes del de-;anrno.
. h:isak-; dc i11suli11:1, pero dificilrnrntc conrrol:111 l:i hi-
almuerzo y cena. Por su duración de acu(.)11 ha de in- perglucrn1i11 postpLrndi11l precuz, por lo que se sL1L·le11
yectarse cada 6 horas, o hien asociarse a otras insu- asociar a insulinas rápidas.
linas de más larga acción La insulina NPH se puede mezclar de forma esta-
Los análogos de insulina de acción rápida (AnR) ble con IHC, sea de forma manual extrayendo ambas
han solucionado algunos de los problemas de la IHC. de su vial mediante una jeringa, o bien adquiriendo
Son obtenidos por tecnología del ADN recombínan- plumas premezcladas comercialmente preparadas a
te, incorporando pequeñas modificaciones de la se- dosis fijas (30% de IHC y 70% de NPH). La mezcla
cuencia de aminoácidos de la insulina humana que mejora el perfil farrnacocinético de la insulina inter-
evitan la formación de hexámeros. Su absorción es media, pero algunos pacientes siguen sin conseguir
más rápida, su comienzo y pico de acción son más un control suficiente de la hiperglucernia posprandial
precoces, y su duración m<"ÍS corta que la IHC, adap- precoz (en las primeras dos horas después de la comi-
tándose mejor a la excursión posprandrial de la glu- da) o sufren hipoglucemia pospranclrial tardía (entre
cosa, sin perder su unión al receptor y sus acciones 4 y 6 horas después de la comida). Por estas razones
tisulares específicas. Por eso se les llama "insulinas las mezclas de insulina humana han venido siendo
prandiales" o "bolos", aunque. en sentido estricto, la sustituidas por análogos de insulinas protaminados,
IHC también tiene una acción posprandial. Hay tres que comparten una acción mixta (rápida e interme-
análogos comercializados. En la insulina lispro se ha dia) mejor adaptada al pico postprandial de la glucc
cambiado la prolina del aminoúcido B28 por la lisina mía ("insulinas hif:1sicas"), de los que actualmente
del B29; en la insulina 11spart se ha G1mbiado !a pro- disponemos al 2S, 30 )' 50%, de anúlogo r:ipido.
lína del aminoácido B28 por <Ícido aspárrico y en la Igual que los AnR se ll1Yectan inmediatamente :rnrc~
insulina glulisina se ha cambiado b asparragina por de b comida.
lisina en el amino<kido B3 y la lisi11:1 por glut<imico
en el aminoácido B29. Esta última es la única que no
tiene zinc Todas elhs se admi11istr1111 inrnediaL1mc11-
te antes de la comida, lo que permite gran flexibil1 Son análogos de insulina de acción lema (,.\11Li.
dad en cuanto a horario \.tipo de comilb. Se puede I.a insulina glargina es soluble en el vial a pH ácido
inyectar al final de la comida en pacientes que no )'precipita en microcrisrales al llegar al tejido subcu-
pueden prever la ingest:1 a realizar (1rncianos con de- L"Ínco. lo que enlcntece su absorción. Li insulina ele··
mencia) o cuando la glucemia prepranclial es baja. temir es otro 1111<1logo lento soluble, que en este caso
Estas insulinas forman parte ele las pautas usadas ha- permanece líquido en el tejido suhcut~1neo. I.lq.'.a
bitualmente en la mayor111 de los di:1héticos tipo 1 \ pronto ~1 b sangre, donde se une a la albúmina a tra Vl'S
106 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

de una cadena de ácido graso, desde donde se libera Pauta sliding sea/e (Tabla 2, Figura 2)
de forma constante. Ambos análogos han conseguido
una cinética más estable, reproducible y duradera Cuando se pretende controlar a un individuo ex-
que la NPH, simulando mejor la secreción basal del clusivamente con IHC se puede administrar la insulina
páncreas normal, con una duración de acción aproxi- cada 6 horas por vía subcutánea (antes de desayuno,
mada de 24 horas en diabéticos tipo 1 y algo mayor almuerzo, cena y a mitad de la noche) o bien por vía
en diabéticos tipo 2. La mayor ventaja de estas insu- intravenosa con ajustes periódicos de la infusión. El
linas con respecto a la NPH es su menor incidencia uso de una pauta de insulina subcutánea en función de
de hipoglucemias, compatible con su perfil más pla- los controles se generalizó desde que su introducción
no. Su uso en una sola dosis se recomienda por la no- por Joslin en 1934 por su comodidad y sencillez, aun-
che, aunque puede hacerse por la mañana (sobre que no se adapta bien a las excursiones glucémicas.
todo, en caso de hipoglucemias nocturnas). La glar- No corrige bien la hiperglucemia postprandial y pre-
gina y el detemir muestran ligeras diferencias, aun- dispone a hipoglucemias postprandiales tardías, por lo
que sean similares en cuanto la disminución de que es aconsejabe un suplemento unas 3 a 4 horas des-
HbAlc y al riesgo de hipoglucemias1. '. La detemir pués de su administración. Por estas razones se stá sus-
tiene una duración de acción más corta que la glargi- tituyendo por pautas más modernas que consiguen
na, por lo que, frecuentemente, se distribuye en dos mayor estabilidad, mejor control y más flexibilidad. Se
dosis. La detemir precisa mayores dosis que la glargi- ha venido usando en la intolerancia o alergia a otras
na, tiene menor variabilidad intraindividual, no pro- insulinas (lo cual es excepcional), cuando desconoce-
duce aumento de peso en la diabetes tipo 1 y se mos las necesidades de insulina (diabetes de debut,
asocia a menor ganancia de peso en la diabetes tipo ingresos hospitalarios), en circunstancias agudas (pre-
2. Los AnL no permiten mezclas manuales con insu- anestesia, cirugía o cuando no hay información sufi-
linas rápidas, por lo que su administración conjunta ciente del tratamiento diabético que viene utilizando el
obliga a recibir de forma separada la insulina rápida paciente. Se aplica una dosis de insulina inicial en fun-
y los AnL. ción de los controles glucémicos, que puede ser muy
variada según las circunstancias particulares de cada
PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN SUBCUTÁNEA paciente (hay algoritmos iniciales diferentes según que
DE INSULINA (Tablas 2 y 4) las necesidades de insulinta del paciente sean altas o
bajas). Esta dosis inicial será titulada en las horas si-
En la práctica clinica, el paciente combina los dife- guientes según los controles glucémicos obtenidos, con
rentes tipos de insulina en las llamadas "pautas de in- la precaución de administrar menos insulina de lo cal-
sulina", adaptadas a cada circunstancia concreta. Las culado por el algoritmo si el paciente está bajo el efec-
más utilizadas son las siguientes: to de otra medicación antidiabética (u otra insulina).

e s s D s A M e

22 24 10 12 16 18 20 22

Horario

D= desayuno. A= almuerzo, C= cena. M= merienda, S= suplementos.


Para simplificar se han supuesto dosis similares de insulina rápida en cada inyección

Figura 2. Perfil de insulina en la pauta sliding scale


La insulina en ei tratamiento de la diabetes mellitus 107

posprandial del almuerzo, para la que puede ser nece-


Tabla 2. Pauta de titulación para insulina humana cris-
talina
sario añadir una tercera inyección ele insulina de ac-
ción rápida antes del almuerzo.
Control de la
Pautas de· intensiva (Tabla 4, Figura 4)
\foy baj,1
Son C]lll' coordinan múltiples :rnrocomro
Baja
Ideal

ma:; u1
En los p:Kientc·s que no corncr. ci :1porre hidro que consiste en :1dministur una i11suiinr1 "basa¡·· ck
c:Hhnrudn vcndrj :1 rr:11·,··s de suero gl11co<;:1do o :1li-
lllCIH:KÍ<'lll )':l rt'll tTr:1 i. "holos" dt· i11c;uli11,1 ré1pid:1 :111les de Lis comid:is. Par:1
los holos se preficrrn los 1\nR, \ ¡•rHJ h h1s.1!. in~
(l:ihh ~- Figur.1 ~: ,\nL por ClffS<H con 111t·11os hipogluccmÍ:i> \. !lLht>r flc
':ihilid:1d, :it111q11c· crn1 11L1yor costo que hs i1i:;uli1Lh
l !:11· p:KÍclltC'> que puedc·11 :1k:1111.:u llll uimrol glu· hu111:111:h. L1 i11suli1u h.1s:il se rituhr5 11 rcsult:Hlos
cérnico acqitnble c·on s<'llo dos dosis de 111suli11:1 día· de lus <lL1toco1itrnks h:1s,1les :111tt'S dt'I des:1n1no, \. la
rías, evir:111do p:111us m:1s i11cÓ1llodas, complic:1cbs y insulina r:ipida según los autocontroles posprandiales
costosas. Esta pauta suele plantearse a pacientes con (dos horas después de las comidas), haciendo los ajus-
diabetes tipo 2 que no tienen grandes exigencias de tes pertinentes a los cambios en la alimentación y ejer-
prevención de complicaciones crónicas y le sería pro- cicio físico que va a realizar el paciente en las horas
blemática una terapia intensiva (por ejemplo, algunos
pacientes seniles). Consiste en administrar una inyec-
ción de insulina intermedia antes del desayuno y otra
Tabla 3. Pauta de titulación para insulina bolo-basal
antes de la cena. Para mejorar el control posprandial
se suele usar una mezcla de insulina de acción prolon-
gada junto con rápida, siendo preferidas en este caso Ajuste de dosis
Glucemia antes del desayuno
previa
las insulinas bifásicas'. El problema más frecuente ele
esta pauta es la dificultad para controlar la glucemia Muy baja < 60 - 4 U!
Baja < 60 79 rng/dl. - 2 U!
Tabla 3. Pauta de titulación para insulina intermedia, Ideal 80 l 10 mg/dL No cambiar
lenta o bifásica dos veces al día ___ ___l:ígcramcnlc alta
Alta U!
de dosis
de desavuno y cena previa Muv alta

i\luy baja < (,() - 4 Uf :\jmte de dosi'


ClucL:mia do' horas dl'spués con1ida
- 2 U! prena
Baja < bO- -:9 mg/di

Ideal su - Baja < l 00 rng/dI 2 l'l

alta Ideal
141 - 180 mglcll +2a+4l'l
Muy alta 180 rng/dl + ·l a +6 l :¡ > 18U mg/DI l.'!

E! ~HHOl.."ontíni .rniC'> del '.'\l,n id pJr.1 titui:tr Li. i;1q:lin,1 dt.' l.1 ce Fi .:urqco1Hr( 1 l ,rnrl·.., d,,¡ dt''-.l) u:1n "-l..'!'\'ir,l ¡~.1r,1 rauL r l.! í!1~u!11;,1
!L.Ly el autncnntrol :J.lltl'S Jimuer1_c) y l.1 -:cnJ p,H,1 uruLu !.1 in-;uliru h.1:--J!. _,. d .1uwc01ltí()! po~pr.udiJl '-L'n·¡r,1 p.1u tituLu el .11L1ln~~,1 de
del dcsayunu. "iU1tnJ r.ip1J,1 (Pri"l''>pl1ndicrn1· J C>.1 comilb ¡ho]o\,
Si se us:1 rnsu!ina biLí.,;;Íc; o <>e ,1,,;;oci,1 ;rn.1!ogn de in->uiin.: d¡)id:i put',kn ro1.k (,1mhin th..' i11-;u!i!1;1 h.1,,1¡ por pJrrc de! p,1<..-l(n!t' >l' h,H.-Í l'!l !U11Clí.lll

ser llCn"SJrio-; Jutn.._·ontrdic<; ro<.,prJnd1,1!c..:, p;HJ CornpJcr,11- e! .1justt'. ,k Jutncontrok-., \k' ,11 rnuw..; -~ dí,Vi ...-cmsct.:Uil\ r.h. Lo-; -.-:1mhin'> "Obre l()'
Todo crn1hin de in'>u!iiu pPr p.irtc del pJl...'11.'nte Sl' h,1'-':lLÍ c11 .1u10..:nmrn- ¡--,,)Jo·) 1.k 111std1n,1 lul~r,ir1 dv (nll'>idn.ir l,1!1!;1.L1d ~- n¡~(' lk cnmi\Li" t'lt'r-
lc" de .1] mc110" ) dí,t'> C1;n-.,vt-uTn·~h. d<..·¡n P""i'Ll!11.lul .1 rc,d1¡,lr.
108 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

e s o A M e s

22 24 10 12 1€ ,. 20 22

Horario
D= desayuno. A= almuerzo. C= cena. M= merienda, S; suplementos.
Para simpilficar la Imagen se han supuesto dosis similares de insulina rápida en cada inyección

hgurn 3. Petfil Je iusuliua en la paura de dos dosis.

sucesivas. Cuando se elige como insulina basal un J\nL y la mitad antes de la cena comenzando 24 horas des-
no hace falta añadir suplementos alimentarios, pero si se pués de la última dosis de insulina lenta administrada
elige una insulina intermedia se aconseja añadirlos unas (se reduce la dosis total un 20% si se sospecha hipo-
4 horas después, para evitar hipoglucemias tardías. glucemias). La proporción inicial entre insulina basal y
rápida será de un 50%, llevándola, posteriormente, a
Otras pautas de insulinización un mejor ajuste mediante titulación.

Las pautas básicas descritas admiten múltiples va- TITULACIÓN DE LAS DOSIS DE INSULINA (Ta-
riantes. Hay diabéticos tipo 2 que pueden controlarse blas 2 y 4)
con una sola dosis de insulina de acción intermedia o
lenta, en tanto mantengan suficiente reserva pancreá- Una vez instaurada una pauta de insulina concreta
tica de insulina, generalmente, ayudados con antidia- hay que ajustar la dosis de insulina en base a los
béticos orales. Otros pacientes se pueden beneficiar autocontroles de glucemia realizados por el paciente
distribuyendo una mezcla de insulina bifásica en cada en diferentes momentos del día. Sólo la mitad de los
comida, por ejemplo mix 50 antes del desayuno, mix pacientes tipo 2 sometidos a tratamiento insulínico al-
50 antes del almuerzo y mix 25 o mix 30 antes de la canza niveles de HbAlc menor del 7%, por lo que ha-
cena. En otros casos es necesario usar inyecciones su- bría de procurarse una titulación más rigurosa. Las
plementarias de insulina rápida, por ejemplo, de ma- pautas de titulación han de individualizarse para cada
drugada, para evitar el fenómeno del alba, o en la paciente y circunstancia. Aunque son diseñadas para
merienda para controlar hiperglucemias vespertinas que el paciente las administre de forma autónoma, han
tardías. de ser discutidas con el médico en cada consulta. Son
al menos de tres tipos:
Tránsito entre pautas
Ajustes de anticipación de la insulina
Para el tránsito desde una pauta "sliding scale" a
una pauta en dos dosis, se administra un 20% menos El diabético modifica la dosis de insulina que va a
de la dosis total diaria, distribuyéndola 2/3 por la ma- administrar en función de los niveles de glucemia, ejer-
ñana y 113 por la noche) titulándola en los días suce- cicio físico y dieta de los días anteriores. Para evitar
sivos. Para pasar de una pauta de dos dosis de insulina oscilaciones excesivas, el paciente no debe cambiar
a una pauta bolo basal con glargina conviene también más de 2 UI en cada dosis. Por ejemplo, subirá la do-
reducir inicialmente la dosis un 20% (lo que no hace sis de insulina bifásica que se pone por la mañana
falta si se va a usar detemir). Para pasar de una pauta cuando observe durante varios días un aumento de la
de insulina basal lenta a una pauta de dos dosis se ad- glucemia antes de almuerzo y cena. Si el paciente pla-
ministra la mitad de la dosis total antes del desayuno nea realizar un ejercicio físico desacostumbrado puede
La insulina en el tratamiento de la diabetes mellitus 109

e o A e

disminuir h dosi'i de insuli11:1 prn isLl p:1r;1 csl' dí:i. '-ii glun·rn1:i supl'r:\ los ·;oo mg/dl :-,i11 ccto11uri:1 \ 'oc' vn
va a realizar u11 exceso de ingL'SU Lk hidraros de L·:u d1cnrr:1 hic11 podri:\ :u1:idir otras 4 UJ ck :\11R.
hono aumcmar5 la dosis de insulina r:ípid:i p:u:i es.1
comida. Los ajustl'S de anticipación no siempre supo-
nen cambios permanentes de la dosis, ya que se trata
de acomodar la dosis de insulina a los cambios de vi- Los procesos que impidan transitoriamente la inges-
da del paciente. ta alimentaria (por ejemplo, una gastroenteritis aguda)
obligan a un ajuste de dosis a la baja, aunque no a sus-
Ajustes compensadores de la insulina pender la administración de insulina. En una pauta bo-
lo-basal se mantendría la basal, disminuyendo la dosis
En un momento determinado, el diabético puede de los bolos. Otras enfermedades coexistentes pueden
encontrarse con una glucemia inadecuadamente alta o en cambio obligar a ajustes al alza de las dosis de insu-
baja de forma inesperada, ante lo cual ha de saber to- lina, o a cambiar a una pauta de IHC que permita cam-
mar una decisión sobre la administración de insulina. bios de dosis más frecuentes. Es el caso de las
La aparición de una hipoglucemia en el momento en infecciones o del uso de fármacos, corno los corticoides.
que toca administrar una dosis de insulina obliga a re-
solver primero la hipoglucemia y a retrasar la dosis de PROBLEMAS PRAcncos DE CONTHOL DE
insulina, que sería menor de la prevista. En el caso DIABETES CON !NSUUNA
contrario de padecer una hiperglucernia, el diabético
tipo 1 puede suplementar 1 UJ de insulina por cada 50
mg/dl que exceda la glucemia objetivo, v el diabético
tipo 2 suplementará l U! por cada 30 mg/dl, aunque Un paciente tratado con insulina que encuentra re·
esta regla puede variar dependiendo de circunstancias petidamentc autocontroles de glucemia basal elevados
tales como la dosis y horario de la insulina administra- debe valorar la glucemia capilar de mi!drugada la.e,
da con anterioridad, la comida v ejercicio a realizar, 2 o 3 /\.IV!, va las 5 A:vl) v la glucosuria nocturna p:1-
etc. Una norma general de Uicil comprensión para el ra determinar si se trata de una falta de insulina noc-
paciente es a11adir 4 UI suplementarias de un AnR turna, un efecto Somogyí o un fenómeno del alba.
cuando el autocontrol supera 300 mg/dL En estos ca- Si los autocomrolcs capilares de glucemia v la glu-
sos convendría posponer la correspondiente comida, cosuria nocturnos están elevados es preciso aumentar
no hacer ejercicio físico !' repetir el conrrol de gluce- la dosis de insulina lenta o intermedia de la noche.
mia y una determinación urinaria de cuerpos cctónicos Si en cambio se detectan hipoglucemias nocturnas
transcurridas dos horas. Si todavía la glucemia supera que desencadenan hiperglucemias matutinas como
los 300 mg/dl, aparece cctonuria y el paciente se en- una respuesta hormonal contrarreguladora (Efecto So-
cuentra mal habrá de acudir a su médico. Si toda\·ía la mogyi), la actitud a tomar es bajar la insulina. En este
110 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

caso las hipoglucemias acontecidas en la primera par- La rapidez de absorción y el pico de insulina alcan-
te de la noche pueden solucionarse cambiando IHC zado varían según el lugar de la inyección en orden de-
por AnR, cambiando la insulina intermedia por un creciente: abdomen > deltoides > muslo > nalgas, y las
análogo lento, o bajando la dosis de insulina que se inyecciones repetidas en el mismo lugar pueden alterar
pone en la cena. Se puede además añadir o aumentar la absorción. Por esto conviene recomendar la rotación
el suplemento alimentario antes de acostarse. Si la hi- del lugar de la inyección dentro de una misma región,
poglucemia ocurre más tarde, en la madrugada, la me- usar el abdomen antes de las comidas cuando se preten-
jor solución es el cambio de insulina intermedia a un de conseguir un pico precoz de insulina rápida, y usar
AnL, ajustando la dosis si es necesario. Se sospechará los muslos y brazos cuando se busca un pico más lento
un efecto Somogyi en pacientes con grandes oscilacio- y el paciente no va a realizar ejercicio con ellos.
nes de glucemia antes del desayuno, alternando El calor local o una temperatura ambiente elevada
hipoglucemias e hiperglucemias, y cuando la hiperglu- aumentan la absorción de insulina. Masajear en el lu-
cemia al levantarse no se soluciona (o incluso empeo- gar de la inyección o ejercitar el miembro inyectado
ra) subiendo la dosis de la insulina lenta o intermedia también.
de la noche. La sospecha aumenta en pacientes con El aumento de la dosis de IHC aumenta la duración
glucemia basal elevada a pesar de HbAlc baja. de acción.
El Fenómeno del alba consiste en el aumento de la Con NPH, el cambio de la dosis no es lineal con la
glucemia en la madrugada sin causa aparente y sin hi- respuesta farmacocinética conseguida. El 20 al 50%
poglucemia nocturna, que puede prolongarse hasta de la insulina inyectada se degrada localmente, lo que
primeras horas de la mañana, probablemente en rela- puede contribuir a una irregular absorción. Es mayor
ción con el ritmo de secreción fisiológica de hormonas la variabilidad a mayores concentraciones de insulina.
contrarreguladoras. En este caso, la glucemia a las 2-3 Se recomienda pasar a una pauta bolo-basal con aná-
AM es normal, pero a partir de entonces va aumentan- logos cuando la variabilidad es significativa. La insuli-
do. Se puede solucionar retrasando la dosis de insuli- na detemir parece tener la menor variabilidad
na intermedia (a la hora de acostarse), cambiando la intraindividual1.
insulina intermedia por un análogo de insulina lenta El pico de acción de la insulina cuando hay hiper-
(que permite aumentar la dosis de insulina administra- glucemia es más tardío, y mayor la duración de acción.
da con menor riesgo de hipoglucemia), o añadiendo Hay otros problemas de biodisponibilidad menos
una dosis suplementaria de IHC a las 2-3 AM. Algu- conocidos o más difíciles de solventar, como la presen-
nos pacientes necesitan una bomba de infusión conti- cia de anticuerpos antiinsulina, que es muy infrecuente.
nua de insulina. La falta de cumplimiento de las normas de admi-
nistración de insulina o la presencia de patologías re-
Hipergluccmia posprandial lacionadas con la respuesta tisular a la misma son
causas frecuentes de variabilidad 4 : síndromes de resis-
Se sospecha en pacientes con autocontroles pre- tencia insulínica, patologías endocrinológicas (síndro-
prandriales adecuados pero HbAlc elevada. Para des- me de Cushing, feocromocitoma, acromegalia,
cubrirla son necesarios autocontroles de glucemia hipertiroidismo), patologías intercurrentes (cirugía,
antes y dos horas después de cada comida y de madru- grandes quemados, infecciones, etc.), o cambios de si-
gada (perfil de 7 puntos). La mejoría del control pos- tuación hormonal (adolescencia, fenómeno del alba),
prandial obliga a coordinar ejercicio con dieta, a usar medicaciones (somastotatinérgicos, corticoides o pro-
a dosis adecuadas los AnR antes de las comidas (que pranolol), psicopatologías, etc.
permitirán mayor dosis de insulina que la IHC con Toda esta maraña de interferencias convierte la ad-
menor riesgo de hipoglucemias) y a usar de preferen- ministración de insulina en un arte, en cuyo resultado
cia las pautas de insulina bifásica e intensiva. Puede son protagonistas tanto el paciente como el personal
ayudar la metformina, por mejorar la resistencia insu- sanitario, el ambiente cultural y social y, en ocasiones,
línica y, en el caso de diabéticos tipo 2 con suficiente la suerte y la inspiración.
reserva insulínica, podrían ser útiles los antidiabéticos
orales con efecto posprandrial (inhibidores de la glu- ¿CUÁNDO INDICAR LA INSULINOTERAPIA?
cosidasa intestinal, repaglinida).
l. Desde el inicio en la diabetes mellitus tipo l.
Variabilidad intraindividual e interindividual 2. Desde el inicio en la diabetes mellitus tipo 2
cuando se presenta con muy mal control diabé-
La variabilidad intraindividual e interindividual de tico, con clínica cardinal de diabetes {pérdida de
las necesidades de insulina y de su efecto no son siem- peso, poliuria, polidipsia), glucemia muy eleva-
pre fáciles de detectar y corregir. Analicemos algunos da (mayor de 250 a 300 mg/dl) o cetoacidosis
de ellos. diabética. Los requerimientos totales aproxima-
La insulina rn ei tratamiento de la diabetes mellitus 111

dos de estos pacientes son 0,6 Ul/Kg, de los cua- del desayuno de 100 a ! JO mg/dl ',con las li-
les la mitad irán como insulin2 intermedia o len- mitacionc:s que imponga la aparición de hipo-
ta, y el resto como insulina rápida distribuida glucemias. ¿Con qué insulina empezar?
antes de las comidas'·''. Cualquier insulina intermedia o lenta es válida.
3. En diabetes gestacionales, cuando no son sufi- dando preferencia a los nuevos AnL en pacien-
cientes los cambios en los hábitos de vida, \. \n tes que sufren hipoglucemias nocturnas'' ' 1 • Si
pacientes diabéticas, cuando quedan crnb;iraza- la Hb.-\ 1e ¡>or c'numa del 7'i',, a ¡ws;tr Lk
d;is. lL1hcr el
·+. toda

() cu)] ic¡
otr;1 que supo11g~1 un ingn:so en L1( ~L ci
etc. empeoran el comrnl dei
diabético por el esirC·s que s11po1icn v por L1c, 111n scg1111cLi dosis dt' Í11s11Íi11:i. i11rl·rrrn'<l111 1> kn-
medic1cioncs <J medidas L':\tr,10rdin,1rias que 1w lll :mtcs ck '-;; 11lm llSÍ persiste
CeSllc111. Hh:\ i L lm:r,1 del h:1hría111os de dc·rcr
Cuando frac1s,111 los antidiahC·ricos or,ilcs. L1 111i1ur urnhié·n gluccrni,1s ¡1os¡>r,rndri,1ko \ pLrn
insulin;1 l'.s L'I 'uma ddiniti\·,1 cuando los ;rnri [L';1r el llSO de .-\111{ 11illL'S dv !;i, (()lllid:1s
diahé·tic()s orales fr;1c1s:111 porque no h,1\· dosis corrc·spo111.l 1c·mes. o pci 11 ¡,1 c, de 111s1il i 1u hi Lísi,·.1
m;'í:-;im,1 ck insulina ,1 panir de L1 cu,11 se agore o holo-hJs:il. l.lq.:,1do L'I 11l<ll1Wll10 ck lJ\)H 1·,1
su efccro. )e debate el mo111e11to y iorn1a de ini- r1,1s dosis de 111sulin,1 se puc·den suspender lo:,
ciarla, corno también si hay que suspender los medicamentos orales secretagogos, y seguir el
antidiabéticos orales. ¿Cuándo empezar? Como tratamiento con insulina asociada con mc:tfor-
norma general se plantea tratamiento con insu- mina, si no hay contraindicación a esta última.
lina cuandO la HbAlc se mantiene por encima En cualquier caso, los antidiabéticos van perdien-
del 7 a 7,5% durante más de dos o tres meses do eficacia, y con el tiempo serán necesarias ma-
en un paciente que sigue hábitos de vida adecua- yores dosis y número de inyecciones de insulina.
dos y usa dosis máximas de dos antidiabéticos La forma descrita de insulinización paulatina me-
oralesº·'. La alternativa de añadir un tercer fár- diante el control de las glucemias en ayunas con una
maco onl consigue una eficacia similar, pero a sola dosis de insulina no suele ser suficiente en los pa-
mayor coste y con peor perfil lipídico. ¿Cómo cientes que inicialmente tenían HbAlc superior a
empezar? Aunque podemos indicar directamen- 8,S'Yo, glucemia basal superior a 250 mg/dl, glucemia
te una pauta bolo-basal suspendiendo los anti- al azar superior a 300 mg/dl, cetonuria, o síntomas de
diabéticos orales, la asociación inicial de una hipcrglucemia. Estos pacientes pueden desde el princi-
dosis de insulina intermedia o lenta con merfor- pio necesitar una pauta con dos dosis de insulina, una
mina ha sido b pauta rn<is utilizada por su sen- pauta bifásica o incluso una pauta bolo-basal".
cillez y por conseguir si mi lar eficacia sobre la P,1r<1 estabilizar al pacie1;rc diabético rip() l se necc-
H bA Je con menor ganancia de peso, dosis de sitlrn 0,42 Ul/Kg/día de NPH o 0,48 Ul/Kg/día de
msulína Y episodios ele hipoglucemia. La insuli- gi11;1 <lSociacL1s a uno o dos 1rntidiahéricos or,1lcs' , \
na también puede asociarse a una sulfonilurea. con la insulinización plcn;1 Jicanzan rn:ís de l
pero aumenta el de hipoglucemia. Aun- aunque con menor rieSf:':<J ck ( l a_) hipo-
que lo habitual es em¡wzar por una insulina in- 1as gran's en l 00 p:Kit:ntc'o <lllU,iirnenrc! qm· los
tcrmedi;1 o lcntcJ por la noche, dirigida <1 pacientes tipo l .
controlar h glucemia basal (pautas BOT), L1111
hién se han propuesto pamas con insulinJs r5-
pidas dirigicbs al control posprandial. La dosis
inicial rccomen1.bda es 10 U! (o O,l UI/Kg/día) El tratamiento integral del diab,;tico time por obje-
de insulina intermedia o lema en dosis única rinJ incluir su terapia farmacológica en todo un con-
nocturna, titulúndoh según el resultado de los ¡unto de medidas que manrengJn al p;1C1ente
aurocomroles antes del desarnno (Tabla 4). El asintomático, e\'iL1ndole dcscornpcnsaciones agudas
objetivo es conseguir niveles de glucemia ;rnres (hipcrglucémicas o h1pogltKérnic1s), a hi \'CZ pre\·i-
112 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

niendo complicaciones a más largo plazo (microvascu- Aunque la insulina puede mantener su actividad a
lares, macrovasculares, mortalidad). En este sentido temperatura ambiente hasta 30 días, debe guardarse
hay que procurar mantener la glucemia preprandrial, en el frigorífico (2-8 ºC) para evitar el deterioro que
la postprandrial y la HbAlc en niveles adecuados, jun- ocurre a temperaturas extremas, sacándola poco tiem-
to a un buen control lipídico, tensional y de peso cor- po antes de su administración, y en el caso de la insu-
poral, que mejora tanto las perspectivas de vida como lina intermedia debe ser emulsionada con ligeros
la calidad de vida 13 . movimientos del vial o la pluma.
Aunque los objetivos de control propuestos por las Los sistemas de infusión continua de insulina serán
sociedades científicas son similares para diabéticos ti- tratados en otro tema. Otros sistemas de administra-
po 1 y tipo 2, han de ser individualizadas para cada ción no merecen comentarios porque han tenido poco
paciente. Se debe buscar como objetivo de control glu- éxito (inyectores "jet'', access ports}.
cémico HbAlc menor del 7% (ADA). Las exigencias
de control glucémico pueden ser menores en algunos COMPLICACIONES DE LA TERAPIA INSULÍNICA
pacientes, por ejemplo, los predispuestos a hipogluce-
mias frecuentes, asintomáticas y/o graves, cuando una Las complicaciones más frecuentes de la insulina
hipoglucemia puede tener serias consecuencias (enfer- son la hipoglucemia y la ganancia de peso.
mos coronarios, con arterosclerosis grave, insuficien- La hipoglucemia será tratada en otro tema.
cia suprarrenal o hipofisaria, o de otros órganos Se sabe desde antiguo que la insulinización se aso-
importantes, o en trabajos con riesgo) enfermedades cia a ganancia de peso, que puede estar relacionada con
sistémicas importantes (insuficiencia renal, hepática, la acción anabólica de la insulina, la disminución de la
etc.), psicopatologías, etilismo u otras drogodependen- glucosuria o el aumento de ingesta por hipoglucemias.
cias, o siempre que falte una disposición o capacidad Los diabéticos tipo 1 en tratamiento intensivo del estu-
suficiente para tomar adecuadamente decisiones a dia- dio DCCT ganaron 4,75 Kg más que en terapia conven-
rio acerca de su insulinoterapia, defectos físicos que cional durante los 3,5 a 9 años de duración del estudio,
dificulten el autocontrol (ceguera) o falta de una res- aunque sin diferencias en la relación cintura-cadera"'.
puesta rápida y adecuada a una hipoglucemia, en ni- Los pacientes con diabetes tipo 2 del estudio UKPDS so-
ños pequeños, o si la terapia intensiva será de dudoso metidos a terapia intensiva con insulina ganaron de 1,4
beneficio (complicaciones avanzadas), o en quienes no a 2,3 Kg más de peso que los tratados con antidiabéti-
son buenos cumplidores de tratamiento o tienen difi- cos orales. La estrategia para el inicio de la insuliniza-
cultades para un seguimiento adecuado 14· 15 . ción con una dosis nocturna de insulina intermedia o
lenta asociada a metformina supone menor ganancia de
FORMAS DE ADMINISTRACIÓN DE INSULINA peso que otras estrategias, con ligera ventaja en este sen-
tido para detemir2 • Si importante es para el diabético
La forma clásica para administrar insulina es la obeso seguir unos hábitos de vida que permitan perder
jeringa de 1 mi graduada en unidades extraídas de peso, lo es más cuando se insuliniza.
viales de 100 UI/ml, con agujas para administración La mejoría rápida del control glucémico en pacien-
subcutánea. Si ha de mezclarse IHC con NPH, se tes mal controlados (HbAlc > 10%) puede empeorar la
carga primero la IHC. En los últimos años se ha ge- retinopatía diabética, sobre todo si el paciente padecían
neralizado el uso de plumas precargadas desechables retinopatía proliferativa con anterioridad, por lo que es
que contienen de 150 a 300 UI de insulina, a las que recomendable en estas circunstancias alcanzar los obje-
se les cambian periódicamente las agujas, que se fa- tivos de HbAlc de forma lenta y bajo vigilancia oftal-
cilitan aparte. Destacamos entre sus ventajas la co- mológica3. Esta alteración retiniana es independiente de
modidad para el paciente, la mayor seguridad de la los problemas transitorios de la refracción que pueden
dosis administrada, el "clic" durante la carga que aparecen en pacientes mal controlados, y que desapare-
orienta a los pacientes con visión deteriorada, la po- cen al poco tiempo de mejorar el control.
sibilidad de dejar preparada la carga para pacientes Otras complicaciones inmunológicas (lipodistrofia
ancianos, la administración con una sola mano, la lipoatrófica o lipoatrofia insulínica, anticuerpos an-
mayor exactitud en pacientes con problemas de ma- tiinsulina) o farmacológicas (lipodistrofia hipertrófica
nipulación, etc. Entre los inconvenientes encontra- o hipertrofia insulínica} son excepcionales.
mos la falta de flexibilidad cuando se necesitan La aparición de anticuerpos antiinsulina circulan-
proporciones de insulinas distintas de las ofertadas, tes pueden aparecer en diabéticos que han recibido in-
y su coste. No supone en la práctica un problema la sulina, aunque también en algunos individuos que
imposibilidad de aspiración para comprobar si la in- nunca la recibieron. Los anticuerpos inactivan parte de
yección se hizo en un vaso. la insulina libre en sangre, alargando su vida media y
Se elige una zona con suficiente grasa, aquellas su duración de acción, y disminuyendo el pico de insu-
donde se pueda pellizcar para la inyección. lina. La liberación de la insulina secuestrada desde el
La insulina en e! tratamiento de la diabetes mellitus •• 113

complejo anticuerpo-insulina puede llevar a crisis de 4 Acosta D. Dificultades en el control glucémico del pa-
hipoglucemia inesperada, seguida de un periodo de hi- ciente diabético. Endocrino! Nurr, 2007; 54 Supl 3: 8-16.
perglucemia por inactivación de la insulina inyectada 5 Mooradian AD, Bcrnbaum M, Albert SG. Narrati\·e re-
hasta que de nuevo queden saturados los anticuerpos. view: a rational approach to starting insulin thernpv.
Además, parte de estos complejos anticuerpo-insulina Ann lntern Mcd, 2006: 145:125-34.
son destruidos por el sistema reticulo-endotelial, por 6 Raskin P, Allen E, Hollandcr !', Lewin A, Gabbay RA,
lo que las necesidades de esta hormona pueden aurnen- Hu P, et al. lnitiating insulin thcrapY in tYpc 2 diabetes:
t::ir. Para complicar aun m5s las c·osas existen medica- :1 cumparison of :rnd h:bal insulin Di.1
mentos que rompen la unión del con b hctcs Cm:. 2005: 28: 260-65.
insulina. haciendo· hli: ¡,,
act1\·,1 ,·n h.1 dicho que 11
conccnt-r~1ción de 1ni..,ulin;t :-;upcnu¡- :tl
CLtpa1 de ~tlrt_'L1r de fon1L1 signific~1ti\·;¡ t'i \..'()nrrol
ic()~ I() CtL1l ocurn.' \t)lo c:-.:ccpci1)n:1ln1cnt\.'. ·r:u11
l"nén es n1u\· r~1ra ia rc'acci(,)JJ 3 L1 in\ul de:
po local lilltnos de un 3'.~~) dl' pacientes con i11sul1n:t
humana), la gu1eralizacLi (desde urticari<l <1 anafilaxia: :d. imuli11
dependiente de lg E o una forma de a prcpaL1· np: 2 diabetes: Thc L\N,\lET
dos de insulina obtenidos por técnica del ADN-recorn- 2006: 49: 442-S 1.
hinantc que cursa con anrornialgias, aumento de VSG Y !(I l krmansen l<, D:l\ics \L Dcruinsk1 T. F.a1n C;\L Ch
anemia normucítica lcH\ que cede al cambiar de tipo ele son P. l lu1rn; I', Lcn:rnir Trt':H ro Study ( ,\
insulína. ,.\fonunadalllcntc, rn la pr5ctic1 no hay peli- randomized, p.1r:1llcl. Trc<H-to-Tirgct Tr1ai
gro de auroinlllunidad dc\encHlcnada por las lllodifica- comparing 111sulin dctcrnir \\·ith Nl'I l insuli11 :1s r\dd-<l11
cioncs genéticas de la molécula de insulin:i. 1hcr<i¡w ro oral glucosc· drugs in 111sulin-N:rnc
Otras raras complicacio11cs reL1cionadas con Li in- pcoplc wirh Typc 2 Di:1hcrcs. J)1ahctcc; Lirc, 21)0h:
sulina son la lipoarrofia (rcducci<'m de grasa localiza(Li 29(6í:l269-"4.
en la zona donde se inyecta insulina) o la lipohipertro- l l Riddlc MC. Rosensrock, Gcrich J. The trcat ro target tri-
fia (aumento de grasa localizada en la zona donde se a!. Randomized addition of glargine or human NPJ l in-
inyecta insulina). En tanto la primera puede tratarse sulin to oral therapy of type 2 diabetic patients. Diabetes
inyectando insulina en la zona que la rodea, la segun- Care, 2003; 26:3080-6.
da se evita rotando los puntos de inyección. 12 Holman RR, Thorne KJ, Farmer AJ, et al. Addition of
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L glucé·mico en p;1c1e1ite'i críticos v se han publicado di-
\-Crsos tr<ih;ijos relcv;rntes_ En el estudio DJC;;\!Yll
Los p;1cic·ntcs d1;1hé·tic()s son ;i menudo hospitali1;1- (Dialwtes lnsulin-Clucmc 111fusio11 in t\cutl' \ lvocar-
1

dn-, corno consen1cnc1a Lk L-omplicnciones mctah<ílicas di11l inLirL·ti()n) c11 J'11cic11tes con diahctcc, que h11hía11
agudas (CAD, E!HINC) u de bs cornpliciciones cró- sufrido un infarto de miocirdio,}1 hi¡wrgluccmia en el
nic1s, especialmente, insuficiencia renal y la enferme- momento del ingreso fue un factor predictor de la
dad cardiovascular. Otras veces, el motivo de ingreso mortalidad en el hospital y al cabo de un ar1o del alta".
son enfermedades coexistentes no estrictamente rela- Asimismo, en el grupo que recibió tratamiento intensi-
cionadas con la diabetes, aunque influyen negativa- vo con insulina (nivel medio de glucemia en 24 horas
mente sobre su controL de 173 mg/dl), la mortalidad en el primer ar1o fue un
La prevalencia de diabetes en sujetos hospitalizados 29% menor que en el grupo en tratamiento convencio-
es desconocida. Umpierrez et al.' encontraron una pre- nal (nivel medio de glucemia en 24 horas de 211
valencia del 26% de diabetes conocida y adicionalmen- mg/dl)_ Hallazgos similares se han obtenido en sujetos
te, un 12 'Yo de hipergl ucernia durante el ingreso, ingresados en ucr, en diabéticos sometidos a técnicas
confirmada o no como diabetes tras el alta. Otros auto- ele revascularización coronaria' y, en general, en aque-
res han encontrado cifras similares o más bajas 2- 3 y, en llos que han sufrido otros accidentes vasculares, inclui-
resumen, puede estimarse una frecuencia de 12,4-25º/,,_ do el ictus'1 •
Algunos estudios observacionales realizados' en ser- Tales observaciones no se restringen a diabéticos
vicios de Ivledícina Interna y Cirugía General han de- conocidos, ya que, en algunos estudios, la tasa de mor-
mostrado que los pacientes con hiperglucemia, con o talidad es mayor en pacientes infartados con hiperglu-
sin diabetes diagnosticada previamente, tienen mayor cemia detectada inicialmente durante el ingreso que en
riesgo de infecciones, complicaciones vasculares y neu- los que tenían diabetes previamente'"
rológicas, probabilidad de ingreso en ucr, mayor
mortalidad hospitalaria y una estancia media más pro- INTERACCIONES
longada_ Estas complicaciones son incluso más fre- ENFEICv1EDAD
cuentes en los casos de hiperglucemia de novo que en
aquellos con diabetes ya detectada previamente'-". Pro- El control de la diabetes se ve afectado por nume-
bablemente, la hiperglucemia detectada por primera rosos factores en el curso de diversas patologías que
vez en el hospital representa un grupo heterogéneo, en requieren ingreso hospitalario_ En general, la enfernw-
el cual estarían incluidos diabéticos no diagnosticados dad aguda grave determina un incremento de los ni\-e-
ambulatoriamente, estados de intolerancia hidrocar- les circulantes de hormon<lS conrrainsulares o de estrés
bonada o glucemia basal cle\·ada desenmascarados (citecolaminas, cortisol, v;lucagón, etc), que aumen-
por la patología actual y la híperglucemia de estrés. un 1a·~·esiste11cia periféric:1 a l~ insulina y disminuyen
En los últimos ar1os se ha prestado una atención b capacidad secretora de las células 1) pancre<'íticas_
creciente a los posibles beneficios del estricto conrrol Adcm'1s, tales hormonas producen una cstimulación
116 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

de las vías metabólicas glucogénicas (glucogenólisis y gicos se produce una hipofunción de las células fago-
neoglucogénesis) a nivel hepático y de la lipólisis en el cíticas, cambios de la microcirculación tisular que fa-
tejido adiposo 12, con la consiguiente elevación de la cilitan la isquemia (incluido el miocardio), trastornos
glucemia y de los ácidos grasos libres en plasma. Tales hemodinámicos que aumentan la presión arterial, se-
mecanismos fisiopatológicos tienden a deteriorar el creción de citocinas (IL-6, IL-1, TNFa, etc.) y disfun-
control glucémico en los pacientes diabéticos e incluso ción endotelial. Se establece en definitiva un estado
pueden inducir hiperglucemia en sujetos sin diabetes clínico caracterizado por depresión inmunitaria, alte-
conocida o "hiperglucemia de estrés" (glucemia igual ración microcirculatoria e hiperactividad proinflama-
o superior a 200 mg/dl en ausencia de diabetes previa). toria y protrombótica.
La inactividad física, la modificación del contenido
y horario de la ingesta, la utilización de ciertos fárma- MANEJO TERAPÉUTICO
cos (corticoesteroides, diuréticos, etc.) o la necesidad
de nutrición artificial, son otros factores asociados ha- Las medidas terapéuticas y de control de la diabe-
bitualmente a la hospitalización con un efecto negati- tes en el hospital han de ser similares, en general, a las
vo sobre la glucemia u. que realiza el paciente habitualmente, introduciendo
Por otra parte, es bien conocido el efecto desfavo- sólo los cambios inevitables. Por este motivo, deben
rable de la diabetes descompensada sobre la evolución registrarse en la historia clínica una serie de datos, que
de cualquier enfermedad coexistente, entorpeciendo su incluyen: utilización previa de insulina (tipo, número
recuperación y prolongando el tiempo de hospitaliza- de inyecciones y dosis), toma de compuestos orales (ti-
ción (Figura 1 ). La hiperglucemia actúa modificando po y posología), régimen dietético, resultados del au-
diversos aspectos de la fisiología celular, mediante sus toanálisis domiciliario y grado de control metabólico
efectos sobre macromoléculas y procesos metabólicos (nivel de hemoglobina glicosilada). Con frecuencia, se
clave, especialmente elevando el estrés oxidativo'4. Co- producen automatismos erróneos en el manejo del pa-
mo resultado final de dichos mecanismos fisiopatoló- ciente diabético hospitalizado ("insulina según pauta",

·. .;:l:fl~EH~LÜ8EMJ.A.

Figura l. Relación entre enfermedad aguda e hiperglucemia 13 •


El paciente diabético ingresado en el medio hospitalario: enfoque global del tratamiento 117

no administración de insulina si la glucemia capilar


normal, suspensión de la insulina si el paciente no co- Tabla 1. Indicaciones de insulinización
me, etc), que dificultan el control glucémico y que, ide-
almente, deberían ser superados. En general, hemos de • Diabetes tipo 1
tener en cuenta que la inmensa mayoría de los pacien- 0 Pancrearoparí~ o p:.1ncreatecron1ía previas
tes diabéticos del hospital van a ser tratados por otros • Historia de ccroacidosis diabética
especialistas y por equipos de enfermería que no son fltH.:fu2cioncs de la giucernía
expertos en diabetes\. que necesitan disponer de un'L
normas de entender \' de
Por tanto, deheri<rn enrarsc
engorrosos y
a lf.) largo de
En el
eriblcrnenr,· l«l!1
puestcis sólo :,e utiliZ<lLl
pacientes seleccionados ( lus nu
graves, que coman con normalidad y que teng'rn un l'rl c'Stos paciente:-;~

buen control ambulatorio con é1lltidiabéticos (JralcsJ. indic,rn un óprimo controi merabólico \
ya que tienen dos in1 portan tes Jin1ltacíoncs: di flcu l- rener los mejores resultados hospitalat:ios, se
tad para su dosificación rápida '1 difcrená1 de h in- como una glucemia en avunas inferior a 11 O mg/dl y
sulina, y sus efectos sc:cundarios. que han ele ser una glucemia posprandial m;ixima (2 horas postinge:,-
considerados especialmente en d curso de parologí,1s u) inferior a l SO rng/dl' 1

si m ul Lineas (insuficiencia ca rd Í;1c1, h i poperfus1<rn ri


sular, edemas, etc.). \\;! ¡ LRA ! ¡no L\ c;¡n ¡ \ClO:\ES l.
En los diabéticos que torn;rn u1u JlirnemaL·i<rn nor· PFC \U e,
mal es de elección la terapia bolo-basal. Se cubrirc111 b~
necesidades basales de insulina con una invección de: En la literatura médica hay pocos estudios que ana-
insulina glargina o detemir (análogos de i;1sulina de licen la estrategia terapéutica más adecuada en diabé-
acción prolongada) y se administrarán bolos prepran- ticos que precisan nutrición artificial17, tanto en
diales de análogos de acción rápida (lispro, aspártica o relación con el tipo de fórmula a elegir como en lo que
glulisina). Esta forma de tratamiento está específica- respecta a la insulinoterapia.
mente indicada en pacientes que ya son dependientes En el curso de la nutrición entera! es aconsejable
de la insulina (Tabla 1 ). En muchos diabéticos que si- una insulinización basal con insulina glargina o de-
guen ambulatoriarnente este régimen insulínico pue- terrnir a las dosis ya mencionadas de 0,2-
den mantenerse inicialmente las mismas dosis y, en 0,3U/kg/día. Sí la alimentación entera! es
general, puede empezarse con 0,2-0,3U/Kg/día para la intermitente, se administrará insulina regular antes
dosis de insulina basal y con 0,05-0, 1 U/Kg/comida pa- de cada torna, ajustando las dosis en función de los
ra los bolos preprandiales. Deben realizarse controles niveles de glucemia antes y dos horas después de la
de glucemia capilar frecuentes (pre y posprandiales y toma. Cuando la alimentación entera! es exclusiva-
durante el descanso nocturno cuando sea necesario) v mente nocturna estaría indicada una única dosis pre-
reajustar las dosis de insulina en función de los m·i;- vía de insulina NPH mezclada con insulina regular.
mos cada 24-48 horas. Por último, en pacientes que reciben nutrición e~teral
Con frecuencia son necesarias dosis correctoras o su- continua está indicada una insulinización basal más
plementarias de insulina para compensar la hipergluce- dosis correctoras de insulina regular cada 6 horas. seaún
~ - b ,

mia preprandial. Una buena opción es incrementar en 2


unidades la dosis programada por cada 50 rng/dl que b
glucemia medida supere los 150 mg/dl. En casos de alta Tabla 2. Criterios de síndrome metabólico
sensibilidad a la insulina (diabéticos tipo 1, sujetos del-
gados, dosis total díari:l inferior a .rn unidades etc.) se Glucemia Menos de 30 U/día
reducirá a la mitad ( 1 unidad) v en casos de resistencia l S0-200 mg/dl 1 unidad
a la insulina (obesidad, terapia .esteruidea, fármacos) se
aumentará al doble (4 unidades). 201-250 mg/dl 4 unídadcs

En aquellos sujetos que no ingieren una alimenta- 251-.300 mg/dl 6 unidades .) unidades
ción normal ha de proporcionarse sicm{ne una insul i- 301-3SO mgidl 8 unidades 4 unidades
nización basal con insulina glargina o detemir J dosis
de 0,2-0,3U/Kg/día. Adícionalrneme, en estos casos se > .l )() 111g/dl 1O unidades
118 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

necesidades, y basándose en las recomendaciones pre- HIPOGLUCEMIA


viamente citadas.
La nutrición parenteral supone el ingreso directo La hipoglucemia es la complicación más frecuente del
de glucosa en sangre y requiere insulina por vía intra- tratamiento con insulina y es el principal factor limitan-
venosa para evitar el impacto sobre la glucemia. La in- te de la optimización del control metabólico 22 • En los pa-
sulina debe añadirse en estos casos a la bolsa de cientes hospitalizados numerosos factores pueden
nutrición o, alternativamente, administrase mediante facilitar la aparición de hipoglucemia, la mayoría de los
infusión endovenosa continua independiente. La dosis cuales son evitables. Ha de tenerse especial precaución al
diaria puede establecerse en un 75-100% de la dosis reducir las dosis de glucocorticoides, ingesta insuficiente
de los 2-3 días previos al comienzo de la nutrición pa- o irregular, disminución del nivel de conciencia, insufi-
renteral y se incrementará sucesivamente en función de ciencia renal e interrupción de la alimentación enteral o
los controles de la glucemia capilar 18• 1_9 .-- parenteral sin mantener un adecuado aporte de gluco-
En pacientes en estado crítico en Unidades de Cuida- sa23. Incluso en no diabéticos, tales circunstancias pueden
dos Intensivos, médicas o quirúrgicas, la insulina debe también precipitar episodios hipoglucémicos 24 • Resulta
administrarse por vía endovenosa. La infusión intrave- prioritario, por tanto, realizar glucemias capilares fre-
nosa continua de insulina está reservada al medio hospi- cuentes en pacientes insulinizados, particularmente si tie-
talario y tiene unas indicaciones precisas (Tabla 3). nen riesgo elevado y disponer de protocolos sencillos
para tratar precozmente la hipoglucemia.

Tabl,{3. Indicaciones de insulinoterapia intravenosa PREPARACIÓN PARA EL ALTA HOSPITALARIA

• Cetoacidosis y estado hiperglucémico hiperosmolar En los pacientes diabéticos es imprescindible un rea-


- • IAM y shock cardiogénico en diabéticos juste progresivo del tratamiento con insulina en los días
• Pacientes críticos que requieren venrilación mecánica previos al alta hospitalaria, una vez controlado el proce-
• Diabéticos tipo 1 en dieta absoluta
so intercurrente, que determinará una reducción paulati-
na de las necesidades y permitirá simplificar el
• Antes, duranre y después de intervención quirúrgica, hasta
que se restablezca una alimenración normal tratamiento. En sujetos que recibían anteriormente com-
• Glucemias sistemáticamente superiores a 350 mg/dl a pesar
puestos orales y precisan en el momento del alta dosis re-
de administración de insulina subcutánea lativamente bajas de insulina (inferiores a 30 U/día),
puede restaurarse nuevamente su tratamiento ambulato-
Puede comenzarse con 1 unidad/hora, con el 50% de rio. Si se supera dicha dosis, puede indicarse una terapia
la dosis total diaria en los días previos dividida en 24 combinada con compuestos orales más una dosis de in-
horas, infundiendo cada hora la cantidad resultante o sulina glargina o detemir como insulinización basal.
calculando con la ecuación 0,02U/kg/hora. La dosis En diabéticos tipo 1 y en sujetos que requieran
puede doblarse si la glucemia al ingreso en la unidad es multiples dosis de insulina, se mantendrá el mismo tra-
superior a 250 mg/dl, en sujetos con altos requerimien- tamiento aplicado en el hospital en tipo y dosificación
tos de insulina y cuando existe resistencia a la insulina 2 º. de insulina.
Es imprescindible realizar determinaciones de glucemia En cualquier caso es aconsejable un seguimiento es-
capilar cada hora hasta conseguir la estabilización del trecho de los niveles de glucemia en las 2-3 semanas si-
nivel glucémico durante al menos 6-8 horas y cada 2-3 guientes en su domicilio y por su médico habitual.
horas ulteriormente. Es deseable en este tipo de pacien-
tes un objetivo ideal de glucemia próximo a 110 mg/dl
REFERENCIAS
y siempre entre 110 y 180 mg/dJi 6 •
El cambio de insulina intravenosa a insulina subcutá-
nea debe hacerse cuidadosamente para evitar descom- 1 Umpierrez GE, Isaacs SD, Bazargan N, You X, Thaler
LM, Kitabachi AE. Hyperglycemia: an independent
pensaciones metabólicas. Dado que la insulina por vía
marker of inhospital mortality in patients with undiag-
endovenosa tiene una vida media muy corta de 5-6 mi-
nosed diabetes. J C:lin F.nclocrinl Metab 2002; 87:978-
nutos, debe inyectarse insuliua Je acción prolongada, al 82.
menos, dos horas antes de suspender la infusión, asocia- 2 Levetan CS, Tenerz A, Jablonski K, Kass M, Ratner RE.
da o no con insulina de acción rápida, dependiendo de la Unrecognized diabetes among hospitalized patients. Dia-
hora del día y del tipo de ingesta del paciente. La dosis betes Care 1998: 21:246-49.
de insulina subcutánea puede calcularse considerando 3 Norhammar A, Tenerz A, Nilsson G, Hamsten A, Efen-
las necesidades diarias de insulina en los días previos o a dic S, Ryden L, Malmberg K. Glucose metabolism in pa-
través del peso del paciente. Normalmente, 0,5-0, 7 tients with acure miocardial infarction and no previus
U/kg/día, asignando un 50% para la dosis basal y el diagnosis of diabetes mellitus: a prospective study.
50% restante para los bolos preprandiales 21 • Lancet 2002: 359:2140-44.
El paciente diabético ingresado en el medio hospitalario: enfoque global del tratamiento 119

4 Pomposelli J, Baxtcr J, Babineau T, Pomfrct E, Driscoll 13 lnzucchi SE. Managcmenr of hyperglycemia in the hospi-
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Strc,s :1ml prognosis of sirukc· 111 nond1:1· per J. !nnh,<Jil C, 1 L11ek:1li JZ. Cdki11s L Br.i1th\1 itl' SS.
hcric :rnd diabc·tic p:tril·nrs: .1 s1·src·111:Hic 0Yen·ic:11» Strokc lll ~l il ;tgl-1 l1Cl l t
2()() 1; 32:242h-.12. prur(h:nl for di;·thl'fÍL' hL·Jn c;urgL·r:,·.
l O Capes SL l lunr ]), ~ k. Cnq<.'111 ! !C. Strc•;s h1 F11dll,1· !'r,ht 21Jll.?.: 8: 11)-S.
pcrgh-cc111i.1 :rnd incrc·:1sc·d risk uf dc:1d1 :1frcr lm·oc·ardi:1i
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"
1

:\ comintuci(·m se describe' una serie ck csrrarcgias ;i


-;cguir para el 111;111c'io pcriopcrarorio del p;Kicnre diahé·
En este capírulo se revisa el uuncjo de Li diahcre' llco, s1 bien no han demostrado su papel en h morbili-
mellitus en aquellas situaciones que alteran el metabo- dad, mortalidad y duración ele la estancia hospitalaria.
lismo de la glucosa y los requerimientos de insulina y Cualquier plan de actuación sobre el paciente, aunque
que, por tanto, necesitan un control adicional de la glu- bien coordinado, es dinámico y puede verse afectado por
cemia y el ajuste de la dosis de insulina. Por otro lado se situaciones impredecibles. La decisión sobre qué régimen
revisa el concepto de resistencia a la insulina y los ma- a utilizar y cuándo establecerlo depende de cada pacien-
nifestaciones clínicas asociadas a ésta, y se comentan te individual y del propio juicio clínico del médico.
brevemente las reacciones alérgicas a la insulina.
Evaluación preoperatoria
CIRUGÍA EN EL PACIENTE CON DIABETES
MELLITUS La valoración del riesgo c¡u1rurg1co del paciente
con diabetes mellitus es similar a la de cualquier otro
La cirugía en pacientes con diabetes mellitus es re- paciente en el cual es importante descartar (y tratar si
lativamente común, debido a la elevada prevalencia de es posible) la existencia de enfermedad cardíaca, pul-
esta enfermedad y a que la diabetes predispone a una monar o renal subyacente, alteraciones electrolíticas y
serie de situaciones médicas que requieren interven- anemia antes de la cirugía. Adicionalmente, la valora-
ción qmrúrgica. ción debe centrarse en el control metabólico de la dia-
La cirugía y la antestesia general activan una res· betes y de la existencia de complicaciones crónicas de
puesta neuroendocrina al estrés con la liberación de la misma (neuropatía autonómica, macrovascular, mi-
hormonas comrarreguladoras, particularmente, coni · crovascular), que pueden potenciar el riesgo quirúrg1·
sol y catecolarninas, y aumento de la actividad simp~i­ co (Tabla l )1 • Se debe prestar atención especial a h
tíca. Esto causa un estado de deficiencia relatiL1 de existencia de factores de riesgo de complicc1ciones pos-
insulina, resistencia periférica a b misma, aumento de toperatorias (eventos cardíacos, fallo renal agudo, in-
la producción hepática de glucosa, lipólisis y proreóii· fecciones de heridas):
sis, con potencial riesgo de hiperglucernia v ccrosis. La Enfermedad cardiovascular: se debe realizar, corno
magnitud de esta respuesta varía en cada individuo y mínimo, un electrocardiograma que permita evaluar la
depende ele la extensión de la cirugía v la presencia de presencia de isquemia miocárdica previa.
complicaciones postoperatorias. En adición a esta res· G Enfermedad renal: estudio bioquímico sérico \.
puesta metabólica, la ausencia de ingesta calóriu filtrado glornerular.
(ayuno quirúrgico) y la disminución de volumrn con- e Neuropatía autonómica: taquicardia de reposo,
tribuyen a la descompensación rnct;1bólica. hipotensión ortostática, neuropatía periférica.
122 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

• Concentraciones de glucemia basal y hemoglo-


Tabla 1. Evaluación preoperatoria del paciente con dia-
bina glicosilada. betes mellitus

Objetivos de control glucémico Riesgo quirúrgico:


• Factores de riesgo generales: cardíaco, pulmonar, renal, he-
Los objetivos de control en el manejo perioperato- matológico
rio del paciente diabético son: 1) evitar la hipergluce- • Factores de riesgo relacionados con la diabetes mellitus
mia marcada, que puede asociarse a cetosis, - Macrovasculares: enfermedad coronaria, enfermedad ce-
deshidratación, riesgo de infección postoperatoria y rebrovascular, enfermedad vascular periférica
mayor mortalidad; 2) evitar la hipoglucemia, que pue- - Microvasculares: retinopatía, nefropatía, neuropatía
de ser difícil de detectar en pacientes sedados, y puede diabética
asociarse a arritmias, otros eventos cardíacos y déficit - Neuropatía autonómica
cognitivos transitorios. Control metabólico de la diabetes:
Existe evidencia de que el control estricto para con- • General: tipo de diabetes mellitus, control glucémico basal,
seguir normoglucemia (80-110 mg/dl, y a ser posible, frecuencia de autoconrrol, valores medios de glucemia, in-
siempre inferior a 140 mg/dl) en pacientes con cirugía tervalo de valores
cardíaca y en pacientes críticos ejerce efectos benefi- • Tratamiento: fármacos, posología, dieta, ejercicio físico
ciosos sobre la reducción de la mortalidad. Sin embar- • Hipoglucemias: frecuencia, horario de presentación, per-
go, no se ha demostrado en el resto de situaciones, en cepción, gravedad
las que no se recomienda el c:ontrnl estricto ya que au- Intervencion quirúrgica:
menta el riesgo de hipoglucemia. En estos casos, parece • Características generales: duración intervención y ayuno,
que hay una menor inci<lencia Je complicaciones si se horario, tipo de cirugía
consiguen glucemias basales inferiores a 126 mg/dl y to- • A11e>le>i,i: q_1idwdl u ge11etdl
das las demás inferiores a 200 mg/dl. Por ello, la rAayo- Exploraciones complementarias:
ría de las guías publicadas proponen como objetivo de • ECG, RX tórax
control razonable mantener concentraciones de gluce- • Electrolitos, creatinina, microalbuminuria
mia inferiores a 180-200 mg/dl durante la cirugía 2 •
concentraciones de glucemia capilar deben ser medidos
Manejo perioperatorio antes y después de la intervención quirúrgica, y durante
la misma si ésta es de larga duración. La hiperglucemia
Se han propuesto diversas estrategias para mante- debe tratarse con suplementos de insulina rápida o ul-
ner los objetivos de glucemia perioperatorios pero no trarrápida, administrada por vía subcutánea, siguiendo
existe consenso sobre cuál es la óptima. De cualquier una escala móvil según las concentraciones de glucemia,
forma, ésta debe tener dos características fundamenta- para conseguir los objetivos de control anteriormente
les: seguridad y simplicidad, para que pueda ser lleva- descritos (Tabla 2).
da a cabo por personal sanitario que no tenga
conocimientos especializados en diabetes y pueda ser Diabetes tipo 2 en tratamiento con hipoglucemiantes
aplicable en diversas situaciones (quirófano, desper- orales
tar, hospitalización médica, etc.). Independientemente
del protocolo utilizado, la clave del éxito está en el Los pacientes deben continuar el tratamiento con
control frecuente de la glucemia, para detectar cual- hipoglucemiantes orales con su pauta habitual hasta la
quier alteración y poder corregirla de forma adecuada. mañana de la cirugía, en la que deben suspenderlos (ya
Obviamente, cuanto más inestable sea la diabetes, con sean inhibidores de la alfa-glucosidasa, biguanidas,
más frecuencia debe controlarse la glucemia. sulfonilureas o glitazonas). El manejo durante la inter-
Idealmente, los pacientes diabéticos deberían ser vención quirúrgica será diferente según el tipo de ciru-
intervenidos por la mañana tan pronto como sea posi- gía y el grado de control metabólico del paciente antes
ble, para minimizar, alteraciones ocasionadas por la de la misma.
pérdida de su rutina diaria. " Pacientes que van a ser sometidos a una cirugía
menor y presentan buen control (glucemia basal
Diabetes tipo 2 con tratamiento únicamente dietético < 150 mg/dl y resto de glucemias < 200 mg/dl):
- Control de la glucemia capilar antes y des-
En general, los pacientes con diabetes tipo 2 contro- pués de la intervención y cada dos horas du-
lados con dieta no requieren tratamiento preoperatorio. rante la misma.
Se debe asegurar la hidratación con fluidoterapia intra- No son necesarias las soluciones glucosadas
venosa, que no requiere glucosa si no se administra in- si no se utiliza insulina y el periodo de ayu-
sulina y el periodo de ayuno no va a ser prolongado. Las no no es prolongado.
La insulinización en circunstancias especiales: cirugía, procesos intercurrentes y viajes 123

Utilizar suplementos de insulina rápida o ul-


Tabla 2. Escala móvil orientativa para la
trarrápida subcutánea para controlar la hi- de insulina subcutánea
perglucemia si ésta aparece (Tabla 2).
" Pacientes que van a ser sometidos a una cirugía Glucemia capilar Insulina de acción rápida se
mayor o pacientes con mal control (aunque ci- (mg!dl) (regular; lispro, aspan,
rugía menor):
200-250 4 UI
Utilizar infusión continua de glucosa e insu-
lina según las pautas descritas en el aparta- 251 ,)()!) 6 l'l
do l .3.3.

lrl"-tilina

n1~1yori3 de lu\ ¡ 1 ,1c1cnrc~ que uuli;,:111 111'-->uli11~1 puc"


nL1l de' 1nsul1n~1
cu1H1nu~1r '-·u1~ "u p,1uL.1 suhLuLlllL'(1 pJL1
~tdininisrrar la lnsulin~t
rniuitcio, ele c·orL1 duración v baja complejidad. L\
rr;1s el paciente esté en aninas.
reducir la Jusis Je: insulina de la noche: ante- Infusión suhcur;1nea continua de i110ulrn;1:
rior a ia cirugía en pacicntl's que presentan controles glu- mantener la tasa de infusión basai.
cémicos basales en d límite inferior de b normalidad. lntcrvcnción programada por la tarde: la dosis
Los pacientes tr;1tados con insulina de acción prolong0- de insulina a administrar también depende de h
da (gbrgina) bien controlados pueden mantener esta in- pauta del paciente y se debe asegurar el apone
sulina Jurante el periodo de ayuno y la intervención de electrólitos v glucosa necesarios nwdi;rnte sn·
quirúrgica, si bien se puede, como alternativa, cambiar a illcioncs intravenosas.
una insuli11;1 Je acci<°Jl1 intermedia 2-3 días antes de la ci· Un;1 dosis diaria de insuli11;1: ;1d111inisrr;u Li
rugía, para reducir el riesgo de hipoglucemia. El lxncfi- miud de la dosis por b m~111ana como insu-
cio de una de estas ;1duaciones sobre h otra 110 ha sido lina de ;iccir'm internwdi~1.
demostrado. - Dos o tres dosis de insulina de acción inter-
media: administrar un tercio de la dosis de la
Cirugía menor y de corta duración mañana (por la mañana) en el caso de dos
dosis y si la pauta es de tres dosis, reducir
En los procedimientos de baja complejidad, la glu- también a un tercio la dosis de la comida.
cemia puede ser controlada con insulina subcutánea, - Múltiples dosis de insulina (acción prolonga-
ajustándola según la pauta habitual del paciente y la da y acción corta): administrar la dosis de in-
hora en la que se realiza la intervención quirúrgica. Se sulina de acción prolongada en su horario
deberá asociar fluidoterapia intravenosa con glucosa si habitual.
el periodo de ayuno va a ser prolongado. Además se - Infusión subcutánea continua de insulina:
realizará un control frecuente de la glucemia capilar y mantener la tasa de infusión basal'.
se corregirá la hiperglucemia con insulina de acción
corta subcutánea (Tabla 2). Cirugía mayor y de larga
Procedimiento corto, realizado temprano por la
mañana: únicamente se debe retrasar la dosis En procedimientos largos y de mayor complejidad
habitual de insulina de la mañana hasta después es preferible el uso de infusiones intravenosas conti-
del procedimiento y antes de la ingesta oral. nuas de insulina y glucosa. La seguridad de la infusión
" Intervención programada por la maiiana: la do· continua de insulina ha sido demostrada en múltiples
sís de insulina subcutánea se administrará por la estudios. Asimismo, algunos estudios que compara ..
maí1ana y dependerá del tipo de insulina y nú- ronn la administración de insulina suhctfüÍnea frente a
mero de dosis diarias del paciente. intravenosa han encontrado mayor variabilidad rn
Una dosis diaria antes de desayuno de insu- concentraciones de glucosa cuando se uriliza h da
lina de acción intermedia: administrar dos subcutánea. Esto ha sido atribuido a b variación en b
tercios de la dosis. perfusión tisular que se obsen·a en inte¡Tcnciones lar-
Dos dosis diarias de insulina de acción inter- gas y complejas, que puede interferir en la clbsorción
media: administrar la mitad de la dosis de la de la insulina subcutánea.
mai1ana. Se han propuesto múltiples protocolos de administra-
- Múltiples dosis de insulina (acción interme- ción continua de insulina y glucosa, pero ninguno ha de-
dia y acción corta): administrar un tercio de mostrado superioridad frente a los demás. Los dos m;Ís
la dosis total de la maí1ana. utilizados son los que se muestran a conrinuaci{m:
124 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

• Infusión "separada" continua de soluciones in- bitual (oral o insulina). Es necesaria la determinación
travenosas de glucosa e insulina: frecuente de la glucemia capilar por los efectos que so-
Por una línea se administra suero glucosado bre el control metabólico pueden tener el estrés quirúr-
al 10% a una velocidad de 50-100 ml/h (glu- gico, la inactividad y la infección postoperatoria. Con
cosa a 5-10 g/h). Hay que asociar potasio respecto a algunos hipoglucemiantes orales hay que te-
para prevenir hipopotasemia. ner en cuenta que:
Por otra línea se administra insulina de ac- - La metformina no se debe reintroducir si
ción corta en infusión continua. Para ello se aparece disfunción renal o hepática signifi-
preparan 50 U de insulina y se diluyen en 50 cativa, o insuficiencia cardíaca congestiva.
mi de suero salino 0,9% (1 U/mi) e iniciar la - Las glitazonas no deben ser utilizadas si el
infusión a 2-4 U/h (2-4 ml/h). paciente ha desarrollado fallo cardíaco con-
Los concentraciones de glucemia capilar se gestivo, isquemia miocárdica, problemas de
deben medir cada hora, y se debe ajustar la ve- retención hídrica o presenta alteraciones en
locidad de infusión de insulina según la la función hepática.
glucemia. Una pauta orientativa sería:
s Aumentar la velocidad de infusión en 1 Manejo en situaciones especiales
U/h por cada 50 mg/dl que la glucemia
sea > 200 mg/dl. Cirugía urgente: Los pacientes que precisan cirugía
&1 Reducir la velocidad de infusión en 1 U/h de urgencia deben ser evaluados clínica y bioquími-
por cada 50 mg/dl que la glucemia sea < camente, ya que el problema quirúrgico puede ha-
100 mg/dl. ber causado una descompensación metabólica.
Los electrólitos deben ser medidos cada 4-6 Ésta, si es posible, debe ser corregida antes de la in-
horas. tervención. El manejo general sigue las mismas
- La glucosa y la insulina se pueden adminis- pautas descritas anteriormente, pero es importante
trar a través de accesos venosos separados o tener en cuenta la hora de la última inyección de in-
bien, en "Y" por la misma vía venosa.
sulina o dosis de sulfonilurea, ya que puede afectar
• Infusión "glucosa-insulina-potasio" (GKI):
al control glucémico durante la cirugía. Es aconse-
Se prepara una solución única con 500 mi de
jable, en estos casos, el uso de insulina y glucosa in-
suero glucosado al 5%, 10 mEq de cloruro
travenosas de forma separada.
potásico y 15 unidades de insulina de acción
Cirugía cardíaca (con by-pass cardiopulmonar): en
corta. Se infunde a una velocidad de 100 ml/h
este tipo de cirugía se requieren cantidades mucho ma-
(insulina a 3 U/h y glucosa a 5 g/h).
yores de insulina que en el resto de intervenciones
Se deben realizar mediciones horarias de
(trauma quirúrgico, hipotermia, uso de fármacos in-
glucemia capilar y cada 4-6 horas de electró-
otrópicos, etc.). En esta situación también es preferible
litos. Se ajustará el aporte de ClK según las
la administración separada de glucosa e insulina, ya
concentraciones plasmáticas de potasio. Pa-
ra variar la velocidad de infusión de insulina que este régimen es más flexible y no requiere cambios
se debe cambiar la cantidad de insulina de la en la solución entera de infusión.
solución según las glucemias. Una pauta
orientativa sería: PROCESOSCOEXISTENTS
• Glucemia < 100 mg/dl: solución GKI con
lOU de insulina. Las enfermedades agudas, infecciones coexistentes,
• Glucemia 100-200: mantener solución complican el manejo de la diabetes mellitus, ya que pro-
GKI estándar. ducen efectos variables en las necesidades de insulina.
11 Glucemia > 200 mg/dl: solución GKI con Por un lado, las infecciones causan hiperglucemia, debi-
20 U de insulina (y aumentar en 5U cada do a un aumento en las hormonas contrarreguladoras li-
50 mg que la glucemia pase de 200 mg/dl). beradas en respuesta al estrés. Estas hormonas (cortisol,
glucagón, catecolaminas) aumentan la resistencia perifé-
Con independencia del protocolo utilizado, si aparece
rica a la insulina y, por tanto, los requerimientos de la
hiponatremia dilucional debe tratarse con infusión salina
misma. Por otro lado, los pacientes con enfermedades
adicional. En pacientes con riesgo de sobrecarga de volu-
coexistentes presentan disminución del apetito, náuseas
men se deben utilizar soluciones glucosadas más concen-
y vómitos, por lo que reducen la ingesta oral de carbohi-
tradas, con adecuado ajuste de insulina y potasio4 •
dratos y se someten riesgo de hipoglucemias. Esta situa-
Manejo postoperatorio ción reduce las necesidades de insulina'.
En estos casos, los pacientes tratados con insulina re-
Cuando el paciente tolere la ingesta oral normal, se quieren con frecuencia mayores dosis de insulina duran-
puede reintroducir el tratamiento hipoglucemiante ha- te la infección, mientras que algunos pacientes tratados
La insulinización en circunstancias especiales: cirugía, procesos intercurrentes y viajes 125

con hipoglucemiantes orales pueden necesitar tratamien- permite al paciente diabético la realización de v1a¡es
to con insulina ele forma transitoria. Los pacientes con por todo el mundo, de la misma forma que el indivi-
diabetes mellitus tipo 1 tienen mayor riesgo ele desarro- duo no diabético.
llar cetosis, aunque no presenten hiperglucernia y cetoa-
cidosis diabética. Además, también es mayor el riesgo de Tabla 3. Indicaciones de derivación al hospital
deshidratación en estos pacientes debido a la hipergluce-
mia y a la fiebre que acompar1a, en muchas ocasiones. a
estos procesos.
Por todo ell<J. ame una enfrrmcLLld simult;ínca \e

. ,·omu
Comrol de écTunuri;• o ,:cwncm

que c(.1ntt.''l1g~1¡1 hidrJU)'-J Uc' x._:,¡


Se debe g;ir;rntiLu b
l 00-150 g/día de hidratos de carhonu.
Y actuar según el estadu del palientc:
Si prcscnu hipt:rglucemia o cetonuria/emia (si11
hipoglucemia): administrar dosis adiéÍonales de FI paciente diab~rico que va a realizar un viaje de·
insulina de acción rápida cada 2-4 horas, <l do- he tener en cuenta las siguientes recomendaciones :
sis de 0,0.5-0, 1 U/kg en caso de hipcrglucemia 1 Obtener información antes del viaje sobre los
O, 1 U/kg en caso de Cl'tonuria modcr;1da-ek1·ada alirnentoó (sohre todo, el contenido en carhohi·
(++!+++). draro,), bebidas, tipos de insulina e hipoglucc-
Si no existe hiperglucemia 1· el pacrl·ntc no es c1- miantes orales disponibles en el lugar dl'
paz de ingerir los rcquerimirntos de éJrhohidr;1 destino, así como la situ;1ción de los puntos de
tos, reducir la dosis de insulina para prevrnir atención médica donde poder acudir en caso de
hipoglucemias: precisarla.
Tratamiento convencional con dosis fijas de " Llevar consigo el material de control (glucóme-
insulina de acción intermedia: reducir la do- tro, tiras de glucemia y cetonuria, lancetas) y
sis diaria un 30-50%. medicación necesarios para el tiempo que dure
Terapia intensiva que incluye insulina basal el viaje y algunos días más (incluido glucagón e
(glargina o ISCI): la dosis de insulina basal insulina ele acción rápida por si fuera necesa-
se debe mantener igual o reducir un 10- rio). Además, tener a mano algún alimento con
20%. hidratos de carbono de absorción rápida y len-
En cualquiera de los dos casos, si aparece hi- ta.
perglucemia, se debe tratar con dosis suple- La insulina no precisa recipientes especiales pa-
mentarias de insulina de acción rápida. ra ser tansportada, aunque se debe evitar su ex-
"' Si existe hipoglucemia y el paciente no tolera posición a temperaturas extremas, ya que puede
correctamente la vía oral: administrar bebidas ser dañada y perder su efectividad. La insulina,
frías azucaradas o glucagón en dosis muy bajas igual que el material de control y los alimentos,
(0,1-0,2 mg/h/sc durante 2 horas). debe llevarse en el equipaje de mano cuando se
Si presenta cetonuria/emia con hipoglucemia viaja en avión, no sólo por la posibilidad de pér-
(dehido a la íngesta oral deficiente): aumentar la dida, sino por el riesgo de desnaturalización de
ingesta de líquidos con carbohidratos e insulina. la insulina por las bajas temperaturas en la ca-
"' Con cetonuria positiva se deben suprimir las bina de transporte de maletas.
grasas y las proteínas de la dicta. Cotrol frecuente de la glucemia capilar, ya que du-
En algunos casos, y a pesar ch.: actuar correcrarnen · rante los viajes puede variar el horario y tipo de
te en el control y manejo de la diabetes, es necesaria la ingesta y el grado de actividad física, lo que pue-
hospitalización del paciente (Tabla 3 ). de condicionar cambios en la glucemia.
° Cuando se viaja a lugares con climas cálidos, se
VI.AJES debe tener en cuenta que la insulina sulxut~ínea
se absorbe con mayor rapidez. Adem~ís los pa-
La presencia de diabetes mellitus no debe ser con- cientes con neuropatía periférica deben ser avi-
siderada como una barrera para viajar, ya que un co- sados del peligro que supone anclar sohre arena
nocimiento adecuado del manejo v autocontrol caliente v la exposición al sol.
126 • 0 ' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

• En los climas muy fríos, la tasa de absorción de Concepto


insulina es más lenta. El peligro en estos casos
es que la hipoglucemia puede inhibir la termo- La resistencia a la insulina (RI) puede definirse como
génesis y producir y hipotermia. una respuesta subóptima de la glucosa a la insulina tanto
endógena como exógena. Se debe a una disminución del
Viajes transcontinentales transporte de glucosa estimulado por insulina. La resis-
tencia a la insulina endógena se define por la existencia de
Viajar a través de las zonas horarias hace necesario elevadas concentraciones de insulina sérica asociadas a
ajustar el tratamiento del paciente diabético. En gene- concentraciones de glucemia normales o altas. La resis-
ral, los cambios horarios inferiores a 4 horas no re- tencia a la insulina exógena es evidente cuando los pa-
quieren cambios en el tratamiento. cientes diabéticos tratados con insulina requieren grandes
Los pacientes tratados con hipoglucemiantes orales dosis de ésta para el control de la glucemia.
no precisan modificar apenas nada, únicamente el hora-
rio de las comidas mientras dura el viaje. No es necesario Causas de resistencia a la insulina
tomar dosis extra de fármacos para cubrir un día más lar-
go, pero una dosis sí que puede ser omitida en un día muy Existen múltiples causas de resistencia a la insulina
corto (por ejemplo, cuando se viaja a un lugar lejano). (Tabla 4). Algunas, las menos frecuentes, se deben a
Los pacientes tratados con insulina requieren ajus- defectos intrínsecos hereditarios en la función de la cé-
tes en la administración de la misma. Éstos depende- lula diana, ya sean defectos primarios de causa desco-
rán de la pauta del paciente: nocida o debidos a mutaciones en el receptor de la
Pacientes tratados con múltiples dosis de insulina: insulina. Las más frecuentes son las causas secunda-
Cuando se viaja hacia el oeste, administrar la insulina rias, entre las que se incluyen la diabetes tipo 2, la obe-
basal a la dosis habitual ajustada a la hora de la nue- sidad y las debidas a anticuerpos frente a la insulina o
va zona horaria y administrar una dosis de insulina rá- a su receptor. Por último, también existen una serie de
pida adicional con las nuevas comidas. Cuando se patologías que cursan con resistencia a la insulina de
viaja hacia el este, reducir el números de dosis de insu- causa desconocida 8 •
lina rápida y administrar la dosis de insulina basal La resistencia a la insulina se puede presentar de múl-
ajustada al nuevo horario. Si la diferencia horaria es tiples formas. La presentación clásica es la hiperglucemia
elevada, realizar el ajuste de insulina basal en varios a pesar de dosis elevadas de insulina, pero la mayoría de
días (1-2 horas cada día). los pacientes con RI extrema no tienen hiperglucemia es-
Pacientes con tratamiento convencional: cuando se tablecida. No obstante, casi todos presentan alguna de
viaja hacia el oeste, administrar la insulina de acción las características que sugieren la existencia de resisten-
intermedia ajustada al nuevo horario y una dosis adi- cia a la insulina, como se muestra a continuación9•
cional de insulina rápida con las nuevas comidas. Alteraciones de la homeostasis de la glucosa: pue-
Cuando se viaja hacia el este, administrar la insulina den variar desde la normalidad hasta alteraciones ex-
rápida según la pauta habitual y reducir la dosis de in- tremas (diabetes e hipoglucemia). Con hiperglucemia
sulina intermedia durante el viaje un 3-5% por cada cursan los diabéticos, tratados o no con insulina. La
hora de tiempo cambiada. mayoría de los pacientes presentan concentraciones de
Obviamente, las instrucciones exactas deben ser in- glucemia normales o ligeramente elevadas, como los
dividualizadas en cada paciente, en función del tipo y que presentan obesidad, hipertensión, hiperandroge-
duración del viaje 7 • nismo y síndrome tipo A. Algunos pacientes con RI se-
cundaria a anticuerpos contra el receptor de la
RESISTENCIA A LA INSULINA insulina presentan hipoglucemia.
Alteraciones cutáneas: la acantosis nigricans es la
La resistencia a la insulina es una situación en la alteración característicamente asociada a la RI. Se trata
cual una concentración de insulina está asociada con de placas hiperqueratósicas, oscuras, aterciopeladas que
una respuesta inferior a lo normal de la glucosa. El tér- se localizan en la parte posterior del cuello, axilas, ingles
mino fue inicialmente definido tras la introducción de y codos, aunque pueden cubrir toda la superficie cutá-
la insulina en 1922 para describir a pacientes que ne- nea, respetando sólo palmas y plantas. Histológicamen-
cesitaban altas dosis de insulina para controlar la hi- te, se componen de hiperqueratosis, papilomatosis
perglucemia. La mayoría de estos pacientes epidérmica y aumento del número de melanocitos. La
desarrollaron anticuerpos contra la insulina exógena acantosis puede ser variable en cuanto a gravedad y
que recibían como tratamiento y, por ello, presentaban puede ser hereditaria o adquirida.
resistencia a la insulina. En la actualidad, la presencia de Hiperandrogenismo y alteraciones reproductivas:
estos anticuerpos es rara y la resistencia insulínica es un no se conocen anomalías reproductivas en los varones
componente de múltiples trastornos más que una com- con RI. Sin embargo, en las mujeres se objetiva hipe-
plicación del tratamiento de la diabetes. randrogenismo, independientemente de la causa de la
La insulinización en circunstancias especiaies: cirugía, procesos intercurrentes y viajes 127

mente, debido a la activación de los receptores esque-


Tabla 4. Causas de resistencia a la insulina léticos de IGF-1 por la hiperinsulinemia.
Autoinmzmidad: en los pacientes con síndrome de
Resistencia primaria: defectos intrínsecos en la función de la cé- RI tipo B, ésta se debe a la presencia de anticuerpos di-
lula diana: rigidos contra el receptor de la insulina. Dependiendo
• Mutaciones en el receptor de la imulina: de las propiedades de estos anticuerpos, los pacientes
-- Lcprcchaunismo pueden presentar diabetes o hipoglucemia. Además.
asociarse otras enfermedades auroinrnunL'S.
C' ~ 1
,Jlílllí'(JlílC

'-:t:

La pn.:·.'1cnl-'L'( de' csL1'.) c\lL1ctcristil·~1~ dch'-· ,__ ondu;__:Jr


;1 Li de insulina séric1. Si c':\Íc,rt· 1pcrn1
su!incmi;1 se dchc e\·,1luar la presencia de ;11Jticuerpo-,
anti-receptor de insuliru circulanrcs 1· lk orr:1s crnsas
Resi'1cncia ;1 la insulina de crnS;l de"onocida: de Rl (descrir;1s en L1hla 4).
0 Síndrornv d,: U\',H!n puiiquísti1.._·o
r,tl
9 Si'ndromt: !lll'Lll'l(c)!i(o

Lo-, fánn:1CO'i p:ir:1 el tr;1umicnro de Li RI son limi·


rL'sisrcncia a la insuli11a. f:src cursa con gr;1do-, \·aria·
rados. La msuli11;1 a dosis elC\ :illao 110 permite l'll mu·
bles de hirsutismo y virilización, amenorrea e infertili-
chas ocasiones un adecuado control. La metformina y
dad. La reducción de la RI con la administración de
las glitazonas son útiles para el manejo de las causas
metformina o glitazona desciende los niveles de testos-
secundarias. La administración de IGF-1 en estudios a
terona libre en estas pacientes.
corto plazo ha sido eficaz en pacientes con síndrome
Alteraciones en el tejido adiposo: la cantidad y dis- de resistencia a la insulina tipo A y B, lipodistrofias, le-
tribución del tejido adiposo es habitualmente normal, prechaunismo y síndrome de Rabson-Mendenhall.
excepto en los síndromes de lipodistrofia. Algunos pa-
cientes sólo presentan obesidad abdominal. Los sín- ALERGIA A LA INSULINA
dromes de lipodistrofia son un grupo de trastornos
diversos, hereditarios o adquiridos, que cursan con al- La alergia a la insulina en pacientes diabéticos que re-
teraciones variables en cantidad y distribución de la ciben este tratamiento es una entidad poco frecuente. Su
gwsa corporal, con atrofia de tejido adiposo que pue- aparición se remonta a 1922, con la introducción de la
de ser total o parcial. Un síndrome de lipodistrofía ca- insulina, cuando algunos pacientes presentaron compli-
racterístico es el que aparece en pacientes con caciones inmunológicas y manifestaciones cutáneas
infección por VIH tratados con inhibidores de las pro- tras el uso de la misma (inicialmente de origen animal)
teasas, que presentan Rl con hiperglucernia e hiperli- como tratarnicnto de la diabetes, Con la utilización de
pernia más precoz y frecuente que los pacientes insulinas humanas recombinantes se han reducido
tratados con otros antirrerrovirales. de forma marcada pero no completamente las reaccio-
Alteraciones musculoesqueléticas: algunos pacien - nes alérgicas a la insulina.
tes presentan calambres musculares no relacionados Se han descrito múltiples alergenos causantes de
con el ejercicio. Si son de elevada intensidad, pueden alergia ~1 b insulina. como son insulinas
mejorar con fenitoína. (bovina ven menor proporción porcina), componentes
Alteraciones en el crcámicnto: Las alteraciones en no-insulínicos de las preparaciones de insulina (con-
el crecimiento lineal únicimeme se observan en tres sen·antes corno el metacresol) o sustancias que prolon-
síndromes pediátricos de resistencia a la insulina extre- gan la acción de la misma (zinc y especialmente
ma. En el leprechaunisrno \.en el síndrome de Rabson- protamina). Asimismo, también ha sido descrita aler-
l'viendenhall, la ausenci,1 casi completa de la función gia primaria a la insulina recombinante humana y, en
del receptor de insulina causa un marcado retraso en menor medida, a los análogos de insulina.
el crecimiento. En la pseudoacrornegalia, al contrario, Teniendo en cuenta que la insulina es un tratamien-
existe una aceleración del crecimiento lineal, probable- to \'ita! para pacientes diabéticos tipo l, la apariL'ión
128 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

de síntomas sugestivos de alergia a la insulina debe neas persisten, se deben considerar otras opciones. Por
conducir a un diagnóstico precoz y tratamiento ade- un lado, se debe cambiar el tipo de insulina a otro ti-
cuado, que habitualmente es satisfactorio, y requiere po menos alergénico (como los análogos de insulina).
la coordinación entre endocrinólogos y alergólogos. Por otro, se puede variar el modo de liberación de la
Raramente, la alergia a la insulina puede ser fatal a pe- insulina, mediante el tratamiento con infusión subcu-
sar de una adecuada intervención. tánea continua de insulina {preferiblemente, con aná-
logos de insulina rápida) que ha demostrado ser una
Presentación clínica alternativa útil para el manejo de estos pacientes. Si el
cambio de insulina no es posible porque persisten las
La inyección de insulina en el tejido subcutáneo reacciones alérgicas y el paciente presenta una diabetes
puede inducir varias reacciones del sistema inmunoló- tipo 2, puede intentarse el control metabólico con hi-
gico1º. La aparición de una reacción de hipersensibili- poglucemiantes orales 11 . Si todas estas posibilidades
dad inmediata (tipo 1) es, con diferencia, la más fracasan o no son aplicables, debe considerarse la in-
frecuente. Se trata de una reacción mediada por inmu- munoterapia específica para inducir tolerancia a la in-
noglobulinas IgE, con síntomas que aparecen inmedia- sulina que, aunque es una técnica compleja y debe ser
tamente tras la administración de insulina. llevada a cabo por alergólogos, es efectiva y puede lle-
Inicialmente, se produce una reacción local en la zona var a la resolución completa de los síntomas.
de inyección, con eritema, hinchazón y picor, pudien-
do progresar hacia una reacción generalizada de gra-
vedad variable, que oscila desde una simple urticaria REFERENCIAS

con prurito generalizado hasta, en raros casos, una


1 Moghissi ES, Hirsch IB. Hospital management of dia-
anafilaxia con disnea e hipotensión. Los síntomas se betes. Endocrino! Metab Clin N Am 2005; 34:99-116.
resuelven después de 1 hora, y suelen aparecer tras una
2 American Diabetes Association. Standards of medica!
semana de tratamiento con insulina. En algunos casos
care in diabetes-2008. Diabetes Care 2008; 31 (Suppl
puede permanecer una induración local en el sitio de 1):512-54.
inyección por una reacción retardada mediada por
3 Jacober SJ, Sowers JR. An update on perioperative
IgG. La hipersensibilidad tipo 3 representa una reac-
management of diabetes. Arch Intern Med 1999;
ción local mediada por inmunocomplejos (insulina- 159:2405-11.
IgG) muy poco frecuente, consistente en la aparición
4 Pickup JC, Williams G. Surgery in patients with diabetes
de pequeños nódulos dolorosos, no eritematosos, sub- mellitus. In: Pickup JC, Williams G, editors. Textbook of
dérmicos y blandos que aparecen en la zona de inyec- diabetes. 2 ed. United Kingdom: Blackwell Science Ltd;
ción 6-8 horas después de la administración de 1997:71.1-71.7.
insulina y desaparecen en 48 horas. La hipersensibilidad 5 Hirsch IB, Paauw DS. Diabetes management in special
retardada, tipo IV, también muy poco frecuente, está situations. Endocrino! Metab Clin N Am 1997;
mediada por linfocitos T y se caracteriza por la apari- 26:631-45.
ción de nódulos cutáneos 24 horas o más después de la 6 Silverstein J, Klingensmith G, Copeland K, Plotnick L,
inyección de la insulina, con una duración de 4-7 días. Kaufman F, Laffel L, et al. Care of children and adoles-
cents with type 1 diabetes: A statement of the American
Diagnóstico Diabetes Association. Diabetes Care 2005; 28:186-212.
7 Pickup JC, Williams G. Diabetes mellitus and lifestyle.
El enfoque diagnóstico ante la sospecha clínica de In: Pickup JC, Williams G, editors. Textbook of diabetes.
alergia a la insulina (relación temporal entre la admi- 2 ed. United Kingdom: Blackwell Science Ltd
nistración de insulina y la aparición de los síntomas) se 1997.p.76.1-76.17.
basa, previa exclusión de otras causas, en la realiza- 8 Moller DE, Flier JS. Insulin resistance-mechanisms,
ción de pruebas cutáneas {prick test) o pruebas intra- syndromes, and implications. N Engl J Med 1991;
dérmicas {tanto para la insulina como para los 26:325( 13 ):938-48.
componentes de su preparación) y la determinación de 9 Mantzoros C, Flier JS. Syndromes of insulin resistance
las IgE e IgG específicas 11 . and mutant insulin. In: DeGroot LJ, Jameson JL, edi-
tores. Endocrinology. 5 ed. Philadelphia: Elservier Saun-
Tratamiento ders 2006: 1133-47.
10 Radermecker RP, Scheen AJ. Allergy reactions to insulin:
El tratamiento inicial de una reacción alérgica a la effects of continuous subcutaneous insulin infusion and
insulina es sintomático, con antihistamínicos. Las re- insulin analogues. Diabetes Metab Res Rev 2007;
acciones cutáneas locales tienen una vida corta y habi- 23:348-55.
tualmente se resuelven en unas semanas a pesar de 11 Heinzerling L, Raile K, Rochlitz H, Zuberbier T, Worm
mantener el tratamiento con insulina. Cuando el trata- M. Insulin allergy: clinical manifestations and manage-
miento sintomático es insuficiente y las lesiones cutá- ment strategies. Allergy 2008; 63:148-55.
cidosis di:1hétici i v b descripción de muntes -,t'1
hita" por hipoglucemia hizo que se abandonaLl!l estoc,
Reproducir de manera estricta b secreción fisini<'igi· primnos sistt:i11<1S de !SCJ. :\sí pues, aunque la tcrap111
ca de insulina l'S uno de los ohjeti\ os pri111ordi<1lcs del c-011 IS\:¡ se introdujo hace ni;is de 2S <Úios. el uso rn-
tratamiento de la diabetes, pero el L'mplco de 1milriplcs ti1i;irio, enrre orros L'll h edad ¡wdi11t-ric1, 11<1 sido h11c,-
dosis de insulina (MD!l no e.s capaz de conseguirlo <l pe· u11tc rcciL'lltc. En el mrn11e11to ;1ctu11l, csre tipo Lk
sar de la introducción en h tL'Llpéut1ca de los an<'ílogn'> ter;1pia c.; 1·1ilor:1da como scgur;1 y resulta u11i1 buena
de insulina de acción lenta y rápida. En la actualidad, el alternativa de tratamiento tanto en adultos como C'n
modelo terapéutico que puede mantener los niveles de adolescentes y en n iiios con diabetes.
glucemia dentro de unos límites más próximos a la nor-
malidad son los basados en el empleo de los sistemas de Que nos dice la literatura en relación a la eficacia de
Infusión Subcutánea Continua de Insulina (ISCI). los ISCI
Con la introducción de los nuevos modelos de in-
fusores de insulina que combinan la determinación de Si repasarnos la literatura médica encontraremos
glucosa en tiempo real integrada dentro del propio in- multitud de publicaciones que hacen referencia a la efi-
fusor, los ISCI son, actualmente, la vía más aproxima- cacia del empleo de los ISCI, tanto en pediatría como en
da para reemplazar tanto el componente basal de la adultos. Si nos cefiirnos a los diferentes metaanálisisc ·t'.
secreción de insulina, al poderla ajustar a los diferen- - publicados al respecto, así como a un ensayo clínico de
tes requerimientos fisiológicos existentes a lo largo del gran impacto por ser rnulticéntrico, cruzado, aleatorio y
día, corno los picos de secreción insulínica en respues- prospectivo\ podemos observar en la Tabla 1 que en to-
ta a los alimentos conseguido mediante la administra· dos ellos la eficacia en cuanto a mejora en C'l control me-
ción de bolos de insulina ames de cada ingesta. tabólico valorado mediante la HbAlc , el valor
promedio de los perfiles glucémicos y un menor reque·
Visión histórica rimiento de las necesidades de insulina es superior con
lSCI que con NlDI. Ll mejoría de los valores de HbA le
En los afios sesenta se desarrolló el primer sistema es menor en los metaanálisis donde analizan trabajos
para la administración de insuli1w de manera conti· más recientes y en los que se emplearon los análogos de
nua por vía intravenosa con el fin de remedar la se- insulina de vida media corta y larga.
creción fisiológica de insulina en los pacientes Tras el análisis cktallaclo de éstos y otros estudios
afectados de diabetes tipo J, pero esos dispositivos podernos concluir que hay evidencias científicas que
fueron abandonados por las sepsis y trombosis a que avalan el beneficio del tratamiento con lSCl frente <l
daban lugar. A finales de la década de los ai1os seten· :VID!.
ta se inicio el tratamiento mediante los primeros lSCI En los estudios comentados no queda reflejado su·
con publicación de numerosos trabajos en donde se ficientemente el descenso de las hipoglucemias graves
evidenciaba la eficacia de estos sistemas sobre los tra · um ISCJ frente a MDI, pero en una revisión reciente
tamiento convencionales cuando se valoraba el grado llevada a cabo en una población pedi~1trica, en donde
de control metabólico', si bien el mcrernento de ccto<l· se valora los resultados en función de la indicaci('rn
130 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla l. Trabajos más relevantes que comparan ISCI con MDI

Glucemia Excursiones
Trabajos n pacientes Dosis de Hipogluce- Calidad
Autores HbAlc (%) media glucémicas Cetoacidosis
seleccionados ISCI/ MDI insulina mías graves de vida
(mgldl) (SO')

-7,6*
Metaanálisis -0,51" -18''
Pickup 1,27* VS Uni/día
n=12 301/299 p=0,07 p=0,17
1,47 (J, 14 %)
J, 1' ...
2002
RCT
p=0,07

1.547 -0,40* -9,5'· uni/día


!v!eraanálisis n diferentes p=0,039 -58,41 ''' p<0,001 iensayos
Weissberg
n=52 según > l a11.o rro'': p<0,00 l ... (- 0,12 J, ... anteriores
2003
37 RCT' aspectos -l,2'' uni/kg) a 1993
valorados p<0,00! p<0,001

n diferentes
Nlernanálisis ~-12"'
Colquitt según -0,61'
n = 20 ... ... Uní/día ...
2004
9RCT'
aspectos
valorados
1'=0,08
(J, 20-25 %) * "'

Metaanálisis
n =3
Retnakaran -0,35'· -12,2'' J,
RCT' 1391139 ... ... ...
2004
Sólo análogos
p=0,08 Uní/día p=0,39'
*
rápidos

- 0,18''·
Mulricénrrico Uni/kg
Hoogma -0,23' -14,4'' ~7,2':· J,
Prospectivo 129/127 26 %)
(J, 1'
2006
RCT''
p<0,00! pdl,00! p<0,001
P<0,0001
2,61 ''
*

Metaanálisis Tipol 908 -04% Menor !SC! J,


Jeitler ... ...
n = 22 Tipo2 234 Ns ... ns ns ...
2008 74
RCT y Cruzados Niños -0,7% Menor ISCI J,

ISCIº: Infusión subcutánea continua de insulina. rro: Tratamiento.


MOi§: Múltiples dosis de insulina. RCT': Estudios randomizados y controlados.
SO': Desviación estándar. "· Diferencia de ISCI vs MOL
No se observan diferencias.
*'
paran ISCI y se hace un seguimiento a 3 años, los au- con ISCI, unos de los aspectos que son tratados de for-
tores concluyeron que los pacientes incluidos por hi- ma intensa y repetitiva es la preparación de las líneas
poglucemias graves o control metabólico deficiente de infusión de insulina.
son los únicos que mantienen una reducción significa-
tiva del numero hipoglucemias graves, pero en el resto CARACTERÍSTICAS DE LOS INFUSORES DE IN-
de paciente incluidos por otro tipo de indicación, los SULINA HABITUALES EN ESPAÑA
resultados en cuanto a HbAlc, hipoglucemias, CAD,
variaciones IMC son iguales o peores que al inicio del En nuestro país existen en la actualidad 3 casas co-
tratamiento con ISCI8. merciales que distribuyen infusores de insulina, y, en tér-
En función de ésta y otras muchas observaciones 9 minos generales, las 3 marcas cumplen con solvencia las
se puede concluir que las hipoglucemias graves, des- prestaciones básicas y avanzadas que se le puede pedir a
apercibidas y nocturnas de repetición serían con toda un sistema de estas características. En la Tabla 2 se des-
seguridad la indicación principal para recomendar un criben las características de todos los sistemas utilizados
tratamiento con ISCI. (Animas 2020, Accuchek Spirit y Paradigma).
Un aspecto a tener en cuenta de los sistemas ISCI De reciente aparición en nuestro mercado son los
frente a las MDI es el mayor riesgo de presentar ceto- infusotes Paradigma Real Time (PRT) que tienen el va-
acidosis (CDA), sobre todo, al inicio del tratamiento lor añadido de incorporar dentro del mismo sistema
debido a problemas básicamente técnicos. En el traba- un sensor continuo de glucosa en tiempo real, lo que
jo de Hoogma 6 los casos de CAD se describieron úni- permite que el paciente pueda actuar inmediatamente
camente en pacientes que estaban utilizando ISCI. para corregir o evitar cambios en el control glucémico.
Dentro de los programas específicos de educación La utilización de un sistema PRT requiere un pro-
terapéutica para pacientes tributarios a tratamiento grama educativo aun más específico y sofisticado que
Sistemas de infusión continua de insulina 131

2. Diferentes modelos de ISCI comercializados en España

Anirn;::s 2020
.\ccuchd..:-Spiri1 Roch1..'
0.:1)\'0bh

111i111mo L:
i11.Í\'.in10 l ;-;;
lth..-fC!ll\'11[{1<.. 1),1)\
!11l\·n·.1!0-. '1,-.;
h,h,1! r<'m¡~()1.1i

\.)nrndn.\·;hr 1n1111
,,,, \¡
( h:IU'-H~ll
B.nn1-.1 h,1p
,,


\; ,,
\i

Poca 111sul1r1a )Í ~i :,,


Tiempo sin perfusión Sí Sí Sí Si
Ce hado Sí Sí Sí Sí
Variacíoncs gluctmicas No No No Sí
Otras características
Peso (g) 100 98 108/100 1081100
Baterías AJ\ AA AAA AAA
Duración 1 mes 2 sem 1 mes 1 mes
Insulina
Tipo U/l 00 U/100 U/!00 U/100
Cap::i.cidad cartucho 315Ui 200Ul .100lJl/181l 300Ul/180
Aviso control glucemia No Sí Sí Sí
Control remoro No No Sí Sí
Bloqueo nil'im Sí Sí Si Sí
l'C: datos Sí Sí Sí Sí
l._,OillllllOJC:lCJC>n trlcnütie-1 Smart-Pix Di.isend Carc,línk c~1n.>!ink
Sensor continuo g!ucos.1 No No No Sí
Base datos alimentos No Sí :-.Jo No
PJ.nralla color ::\o Sí No No

el utilizado para ISCI, ya que al disponer de una can, Unido, Espar1a), En relación a la población pediátrica,
tidad enorme de información de su nivel glucémico se países como Suecia est~1n utilizando ISCI en más del 25
puede correr el riesgo de que el paciente acrúe en de- 0
/o de los pacientes con diabetes tipo 1. Esta enorme
masía y, por tanro, de corrija en exceso las desviacio- variabilidad entre países para el uso de ISCI se debe a
nes glucémicas'", las difcri:ntes prioridades dentro de los presupuestos
destinados al tratamiento de h diabetes,
Selección de candidatos (edad pediátrica y
Indicaciones
El número de diabéticos tipo 1 que pueden ser can-
didatos a tratamiento con ISCI según las diferentes Las indicaciones consenstiadas por el grupo de nue-
agencias de evaluación tanto nacionales como interna- vas tecnologías de la SED se describen en la Tabla 3 y
cionales es muy varia ble. Así, existen países en donde se refiere a pacientes con diabetes tipo 1 y tanto en h
la población de diabéticos tratados con ISCI es, en la edad pediátrica como adultos,
actualidad del 15 -20'/;, (Suecia, Alemania, Francia) \ A h hora de iniciar la terapia con ISCI, una \TZ que
otros países donde no llega al 5% (Dinamarca, Reino el paciente ha sido seleccionado, es importante que éste
132 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Otro inconveniente obvio es el coste elevado de la


Tabla 3. Indicaciones para ISCI terapia con ISCI, que incluye el coste de la bomba y del
material fungible.
• HbAlc > 7% a pesar de buen cumplimiento con MDI
• Hipoglucemias graves, nocturnas o desapercibidas recurrentes. Programa de educación terapéutica para el tratamien-
• "Fenómeno del alba" relevante to con ISCI
• Amplia variabilidad glucémica independiente de la HbAlc
• Planificación de un embarazo si no hay buen control con La Educación Terapéutica es el proceso de aprendi-
MDI zaje a través del cual se intenta facilitar a los pacientes
• Existencia de gastroparesia y familia los conocimientos, las habilidades y el sopor-
• Necesidad de flexibilizar el estilo de vida te necesarios para que puedan tomar parte activa en la
• Requerimientos muy bajos de insulina (<20 U! /día) toma de decisiones diarias para el autocontrol del tra-
• En la infancia son potencialmente elegibles a cualquier edad tamiento. Debe contemplar los aspectos biomédicos,
con padres motivados y colaboradores. (Especialmenre bene- psicológicos y de aprendizaje de cada paciente y fami-
ficioso en niüos muy pequei'ios) lia en particular.
• Fobias a las agujas Es una tarea interdisciplinaria en la que participan
• Arietas de competición los diferentes miembros del equipo de salud y de ma-
nera especial los profesionales de enfermería. Como
método de prevención secundaria y terciaria de la en-
cumpla con una serie de requisitos como son tener una fermedad tiene por finalidad mejorar el control de la
estabilidad física y mental, motivación y capacidad inte- diabetes, así como la percepción de calidad de vida.
lectual suficiente. Los mejores candidatos son aquellos Es básico que la unidad en donde se lleve a cabo
que practican el autocontrol de su diabetes sabiendo todo el programa de adiestramiento para el uso de
cuantificar los carbohidratos de cada ingesta, controlan ICSI sea multidisciplinar (endocrinólogos y diploma-
de manera frecuente la glucemia a lo largo del día y ano- dos en enfermería) con amplia formación en diabetes
tan los valores en su cuaderno. Además, es importante , dietética-nutrición y educación terapéutica y ade-
que acudan con regularidad a las visitas programadas más es muy importante que las diferentes casas co-
con el equipo diabetológico que les atiende. En la edad merciales que distribuyen los ICSI se impliquen
pediátrica se necesita la colaboración de la familia y del directamente 11 •
medio escolar, así como el respaldo y ayuda de un equi- Los objetivos del programa educativo para pacien-
po diabetológico durante las 24 horas del día. Los me- tes y/o familiares son:
nores de 1O años precisan una supervisión continua por • Conocer las bases del tratamiento con ISCI.
un adulto, tanto en casa como en el colegio. • Adquirir habilidad en preparar el infusor e in-
yectar el catéter de insulina previniendo infec-
Contraindicaciones. Inconvenientes ciones cutáneas y lipoatrofias insulínicas.
• Adaptar el plan de alimentación utilizando el
Los sistemas con ISCI exigen la existencia de perso- índice cociente dosis insulina/carbohidratos
nal cualificado que los maneje, con tiempo suficiente (también se conoce como ratio o cociente).
para la formación y seguimiento de los pacientes, así • Utilizar algoritmos de modificación pauta: tasa
como poder ofrecer asistencia continuada con disponi- basal (TB) y bolus (B).
bilidad de 24 h, además de un servicio telefónico de la • Conocer y calcular el Factor de Sensibilidad a la
empresa dispensadora para resolver posibles proble- Insulina (FSI).
mas técnicos. • Mejorar el control metabólico.
La contraindicación más importante para este tipo • Integrar el nuevo tratamiento a la vida cotidiana.
de tratamiento es la falta de motivación y colabora- • Mejorar la percepción de calidad de vida.
ción del paciente. Cuando existen, se produce el fraca- Para poder llevar a cabo un programa de estas carac-
so de esta terapia. En los pacientes con ISCI, la terísticas se deben tener en cuenta una serie de puntos:
mterrupc1ón de la mfus1ón de msulina por descone- • Valoración punto de partida individual del pa-
xión del catéter o burbujas de aire en el sistema, etc. ciente y familia.
provoca una elevación rápida de la glucemia y el indi- • Adiestramiento de técnicas con el material
viduo puede experimentan cetoacidosis en pocas horas propIO.
al no existir reservorio de insulina subcutáneo. Por es- • Trabajo en grupo.
te motivo debemos estar seguros de que los pacientes • Información escrita de soporte.
están dispuestos a realizarse "de por vida" un mínimo Otro aspecto importante y previo a la instauración
de 4 a 6 controles de glucosa capilar diarios y actuar de un tratamiento con ISCI es el de tener constancia de
en todo momento según lo acordado. cómo son los controles de glucemia con MDI. Para
Sistemas de infusión continua de insulina 133

ello, necesitamos estudiar de manera pormenorizada


los perfiles glucémicos diarios que se realiza el pacien- ¡mg. Glucemia x 1UI 1 UI utiliza .... g HC
te, incluidas mediciones nocturnas. Si tenemos posibi- y
lidad, debemos colocar un sensor de glucosa que nos
permita evaluar de forma más minuciosa las glucemias
del paciente durante 3-4 días. Si optamos por esta po-
sibilidad sería conveniente disponer de una semana de
t t
FSI Regla 500
información. Cuando el pacicmc llnc a cibu esta re- (1800/DTI ISCI) (500/DTI ISCI)
es in1portan1c que ]J realice h<.h..-icndo
~
n·irandu s1ttL1c1onc·-; p<>LU fn:cm·rnc\
DTI fV10i - 0·20ºc

rema
ción. \·u1cs. tr:1 DTI iSCi

:-.l' lL:\·c un rndJJ'-' ,_:()J1 l'">\c


esL1hiecnse p:lllU\
para este de sinuc1unvs. 50%
50~'~
(40·60%) (40-60%)
dmi, tuca] di.: insulin;; l .l

Una vez anali1.ados estos pasos p1-c1·ioc;, quL: sun hj


sicus ¡x1r;1 podl'.r insraurar un tr:iramiemo c·(i11 !SCL sL·
Tasa basal "Bolus''
deben cakubr las dosis de i11suli11:1 :1 111fundir :1 pan1r dl'
b que el paciente utili1.a con \l])J, resum!ok. :1r1ro\1-
madamcnre, un 2U'io ( 1ll-25º•;, l. 1·:1 que con lSC :1 L'\IS!L'
un mejor aprovechamiemo de la insulina y. por tanto,
las dosis totales suelen ser menores que con MDI. Aho- l. lns/HC
ra bien, en los niños prepúberes no se precisa disminuir (:Z:"bolus"/2:rHC)
el aporte de insulina sobre el que llevaban con MDI. Las
dosis totales de inicio en ISCI no suelen superar los 0,6
UI/Kg/día, salvo en pacientes adolescentes.
... UI utiliza 1rHC
Diseño de la tasa basal (TB)
HC: Hidratos de carbono.
Para el diseño de la TB se pueden utili1.ar varios mé- FSI: Factor de Sensibilidad a la Insulina.
DTJ MD!: Dosis Total de Insiulina en lvlúlriples Dosis de Insulina.
todos. Uno de ellos parte de la dosis total de insulina
DTI ISCI: Dosis Total de Insulina con lnfusor Subcutáne<) Continuo de
calculada para ISCI, destinando un 50% a la TB (divi- 1nsu!ina.
diendo la cantidad adjudicada en 24 h) y el otro 50'.lo l. lns/HC: Índice Insulina /Hidratos de Corbono.
2:: Sum;Horio.
repartiéndolo entre los diferentes B que se ;1d111inistra- rI-lC: ración de l"iidr.nos Je Carbono.
rán a lo largo del día antes de cada ingesta. Dado que
en la actualidad se llega a terapia con ISCI, por lo gene- l. para el cilculo de algoritmos !SU.
ral después de un tratamiento con MDI en el que el pa-
ciente est5 con análogos de insulina de acci(m rápida v
lenta, el cálculo de la TB puede hacerse a partir de Li mendahlc es instaurar un tratamiento con una TB
cantidad total que el paciente lb·e de amílogo lento de única e ir modificando ésta en función de los contro·
insulina (clespm~s de restarle el apro\imadanll'ntc, les glucémicos posteriores. A veces, existen situacio
excepto en el ni11o prepúber en que se mantit'ne b dosis ncs clínicas previas a ISCI muy cvidenres, como puede
total) y dividir la cantidad resultante en 24 h. Un tercer ser la presencia ele un "fenómeno del alba'' manifiesto o
método se emplea en pacientes adultos e<)n sobr,'pe~o, 1 de hipoglucemias nocturnas claras 1· repetiti1·as. Otra
se estima a razón de 0,22 UI/Kg/día, dividiendo el resul- posibilidad es poner una TB única y mantener al pa-
t3do en 24 h. Si existiera discrepancia de unidades por ciente con una dicta carente de hidratos de carbono
los tres métodos comentados, aplicaremos aquél que (HC), es dec:ir, una dieta cctogénica y observar las va-
menos insulina resulte. ri:1ciones glucémicas mediante un sensor continuo de
Para el diseño inicial de la TB no existen algorit- glucosa; y en función de los diferentes perfiles glucémi-
mos claramente definidos, por lo que lo más rcL·o- cos observados se redise11a la TB.
134 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Diseño de los "Bolus". Índice insulina/hidratos de forma que la gran mayoría de los pacientes mostrarán
carbono (HC) distintos "picos" y caídas en los requerimientos de in-
sulina basal en algunos momentos del día. Los reque-
Para estimar la cantidad de insulina a administrar rimientos suelen disminuir durante la mañana y
en cada B prandial, tenemos dos tipos de algoritmos: aumentar en el último tramo de la tarde "fenómeno
1. Calcular la cantidad de insulina necesaria por del atardecer" y en la madrugada debido al "fenóme-
ración de HC. Si el 50% de la dosis total de in- no de alba", por lo que la TB plana pautada inicial-
sulina para ISCI está destinada a repartir entre mente se irá ajustando de 0,1 en 0,1 UI/h (0,05 UI/h en
los diferentes B, y esta cantidad la dividimos los niños más pequeños), al alza o a la baja, en función
por el número total de raciones de carbohidra- de las lecturas de las glucemias capilares realizadas antes
tos de la dieta del paciente en 24 h (1 ración = de las ingestas cuando las glucemias varíen en más de 30
10 g de HC), obtendremos la cantidad de insu- mg respecto a mediciones previas en rango aceptable, y,
lina necesaria por ración de HC. Es el llamado al menos, en dos días consecutivos. Los cambios realiza-
"índice insulina/HC", y en general, en adultos 1 dos en la perfusión basal tardan una hora en comenzar
U de insulina cubre 10-15 g de HC. a manifestarse, hecho que tenemos que tener en cuenta
l. Utilizar la "regla del 500'', que consiste en divi- al realizar cualquier tipo de modificación en la TB. Los
dir 500 por la dosis total de insulina calculada más jóvenes suelen tener unos picos de necesidades noc-
para ISCI y nos calcula la cantidad de HC que turnas más pronunciados y prolongados, mientras que
hace disminuir 1 unidad de insulina los requerimientos son más bajos en los niños menores
En la edad pediátrica, antes de pasar al tratamiento de 10 y en las personas mayores de 60 años.
con ISCI, el paciente, por lo general, ha recibido pauta Los B se ajustan según las glucemias capilares a las
de insulina con análogos de acción rápida y prolongada, 2 horas de la ingesta. Cuando se haya conseguido un
y la dosis a utilizar para cubrir cada ingesta con ISCI se- adecuado control glucémico se vuelve a calcular el ín-
rá la dosis preprandial utilizada previamente. dice insulina/HC con el fin de adecuarlo a las diferen-
Así pues, el índice insulina/HC indica la cantidad tes comidas del día.
de insulina necesaria para metabolizar una ración de Es imprescindible la realización de un mínimo de 6-
HC y, como resulta obvio, es necesario que los pacien- 7 controles de glucemia capilar diarios por parte de los
tes manejen y dominen la dieta por raciones o unida- pacientes, 3 preprandiales y 3 postprandiales a las 2 h
des. Pero, a pesar de las fórmulas expuestas para de la ingesta; además, deben realizar una determina-
calcularlo, lo mejor es ir valorando en cada ingesta ción a las 3-4 AM durante los primeros días o sema-
qué cantidad de insulina es capaz de conseguir una nas del uso de la bomba de infusión, y más de cuatro
glucemia posprandial adecuada partiendo de una glu- controles diarios de manera permanente. Aunque hay
cemia normal. Por esta razón, es necesario que, al ini- que individualizar los objetivos glucémicos, en gene-
cio de la terapia con ISCI, los pacientes no varíen las ral, van a ser: glucemia preprandial entre 70 y 120
proporciones de HC que ingieren en cada comida, ni mg/dl, 2 h posprandial entre 90 a 150 mg/dl, y a la 3
los horarios de las mismas, ya que este índice puede ser AM > 90 mg/dl, aunque hay quien prefiere realizar las
diferente en los distintos momentos del día debido a mediciones posprandiales 1 h después de las ingestas y
que la sensibilidad a la insulina varía a lo largo de las en ese caso los objetivos postprandiales serán más ele-
24 h. En general, se precisa una dosis mayor de insuli- vados. Si el paciente presenta una contrarregulación de-
na para cubrir el desayuno. También, al aplicarlo hay fectuosa o continúa existiendo peligro de hipoglucemia,
que tener en cuenta el índice glucémico de los alimen- tendremos que elevar los objetivos glucémicos. Estas
tos y la elaboración de los mismos, ya que la ingesta lecturas pueden verse influidas por los alimentos ingeri-
de arroz, pasta muy elaborada, alimentos fritos o muy dos, la actividad física, las situaciones de estrés, la pro-
condimentados o, en general, las comidas "de restau- ducción hormonal y diversos factores ambientales.
rante" van a requerir más cantidad de insulina para
obtener buenos resultados glucémicos posprandiales, Factor de sensibilidad a la insulina (FSI)
y, como regla general, en estas ocasiones deberán au-
mentarse la dosis del B en 1 o 2 unidades a pesar de Se define como tal el valor de glucemia en mg/dl
consumir los mismos HC que habitualmente. que se consigue reducir al administrar una unidad de
insulina de acción rápida en forma de B. Es decir, nos
Algoritmos de modificación de la tasa basal y de los indica el descenso de la glucemia en mg/dl que pode-
bolus mos esperar por cada unidad extra de insulina que ad-
ministremos. Este factor es de gran utilidad para
Los requerimientos basales de insulina varían a lo corregir con rapidez situaciones de hiperglucemia. El
largo del día y de la noche en función del gasto de glu- FSI se calcula de la siguiente manera: 1.800/dosis total
cosa endógeno y de la sensibilidad de la insulina, de tal de insulina en ISCI al día.
Sistemas de infusión continua de insulina 13 5

Tipos de bolus: "bolus corrector'' y "bolus ayuda'' Los "bolus correctores" como dice su nombre sir-
(Figura 2) ven para corregir híperglucernias puntuales y para su
cálculo se utiliza el FSI de cada paciente. El "bolus co-
La mayoría de los sistemas ISCI actuales presen- rrector" se calcula de la siguiente manera: glucemia ac-
tan la posibilidad de infundir diferentes B dependien- tual menos el valor de glucemia deseado/ factor de
do del tipo, tamaño y duración de la comida a sensibilidad igual a unidades de insulina a administrar.
ingerir. El B de insulina "estándar" (o normal) es Antes de administrar un B corrector hav que conside-
en el que se libera "de golpe'' toda la insulina rar siempre el remancnre de insulina que puede quedar
que se calculado de forma similar a las inn•ccio- aUÍ\"<l de un "hulus" anterior.
nes subcutáneas de insulrna. El B n ..

sor.;rcnida durantL' et ricn1pn que se L'onsidvn.' ! n


rnalrncnrc., h0···120 i11inuto~1: c"SL1 1nai11.:r;.t de ;·1po1·r;1¡·
J i11<..:,uJirL1 SC (ll;'lildo el fla.Cil'lllc prc:--icnLl ¡2,J:-,·-
trnparc~Ía. El B "'dtul" adrninisrr,1 "de tm
de b insulina tonl del Ben forrn,1 esLíndar seguidr1
de un B "extendido" con el 'Xi de la insulina resr,rnre h~t c~1lcuL1 ~nno11L1nc:tincnre l:vs unidades de 111sul111J
pautada para que pase en 60, 90 o !20 minutos. Con ('Stimadas en forma de B. aunquv sitrnpre podr;Í mudif
este tipo de B se han descrito los mejores resultados car esta estimación si lo cree necesario. Esta rnodalichd
glucémicos posprandi,1les ante comidas ricas en gra- tiene en cucma Li insulina que puede quedar ;Kti\·;1 dl· B
sas y proteínas. Hay una cuarta manera de emitir el anteriores l'il funci<'lll de la insulina empicada: vida lllt'-
B, que es el "doble bolo normal'', y consiste en Ín\"ec- dia de los '1nillogos tk msulina r5pidos dv unas 4 h \ de
tar el 50'\, de la cantidad de insulin;1 calculatb S-1 () L1 1nsuli11;1 reguhr. unas 6 h.
minutos antes de la comida (como h;1cemos habitual-
mente si estamos cnn an5logos de insulina tk acció11
rápida) y el 50'/., restante durante, o después de b
misma; este B puede resultar de ayuda en nir1os pe- Las TB ''temporales" van a resultar de gran ayuda
queños en los que no se sabe "a priori" lo que van a en la vida cotidiana con sistemas ISCI. Programar una
ingerir, o bien en aquellas celebraciones que se pro- TB "temporal" durante un tiempo determinado supo-
longan demasiado y en las que se está ingiriendo más ne aumentar o descender la infusión basal de insulina,
comida de lo pensado al inicio de la misma. o inclusive suspender la emisión ele la misma al realizar

Estándar Multionda Anpliado


Normal Dual Cuadrado
Normal Mixto Extendido

----·--------···------ ---·---- --·-··--·----···---------------- ------------·---- - -

Figura 2. Tipos de holus \. »U\ diicrcntcs denominaciones.


136 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

ejercicio o en periodos de hipo o de hiperglucemia, y te debe disponer de estas pautas en su libreta de control.
se puede programar bien en porcentaje o en unida- En la Tabla 5 se esquematizan los algoritmos aplicables.
des/hora.
Situaciones especiales en el tratamiento con ISCI
Actitud frente las complicaciones agudas
Ejercicio
Hipoglucemias
Durante la práctica de ejercicio, la actitud que se
Si una de las indicaciones más recomendable para co- debe seguir es parecida al tratamiento con MDI en
locar un ICSI es en pacientes con hipoglucemias graves, cuanto a reducción de dosis de insulina, adecuar la
desapercibidas o nocturnas, es evidente que también con dieta y dosificar el aporte de HC antes, durante y des-
este tipo de terapia las hipoglucemias se observan, en pués del ejercicio e intensificar el numero de autocon-
muchas ocasiones, con una percepción de hipoglucemia troles de glucemia capilar. La gran diferencia está en
diferente por parte del paciente. Básicamente la diferen- cómo hacerlo. Dos publicaciones recientes al respecto
cia viene dada por la forma de administrar la insulina en tanto para la edad pediátrica como adulta son suma-
la ISCI claramente diferente a la MDL mente útiles 12• 13 • Para una actividad deportiva de me-
Ante un episodio de hipoglucemia grave con ISCI nos de una hora de duración se puede desconectar el
es importante que alguien suspenda la administración infusor y no es necesario suplementar con insulina.
de insulina por parte de la bomba, puesto que la infu- En actividades de mayor duración, las recomenda-
sora no lo hará por sí misma y es, entonces, cuando se ciones son las siguientes:
:i) C:nntrnl <Ít" b elucos;:i rnpibr: medir b ¡i;lurns;:i
requiere la implicación de algún familiar o amigo. El
capilar 2 o 3 veces antes de iniciar la actividad
tratamiento consiste en la interrupción de la aJmi11is-
deportiva para poder valorar cuál es la tenden-
tración de insulin;1 dcsconccrando la bomba (retirando
cia de la glucemia antes de la actividad y en fun-
o cortando por la par Le má;, disLal el catéter conecrado
ción de esta tendencia se deberá actuar de
a la piel). Simultáneamente; se debe actuar como se
diferente forma; si ésta es hacia la hipogluce-
hace frente a cualquier hipoglucemia grave.
mia, se suplementará con CH o bien con insuli-
na si la tendencia es hacia la hiperglucemia.
Cetoacidosis
Medir la glucosa capilar cada media hora, si es
posible, durante la actividad deportiva eviden-
Como ya se mencionó en el principio del capítu-
temente esta medida resulta en muchas ocasio-
lo, los episodios de CAD se describen al inicio del nes inviable durante la competición y por tanto
tratamiento con ISCI y ello se debe básicamente a es recomendable realizarla en los entrenamien-
problemas técnicos relacionados con la preparación tos para conocer el plan de alimentación duran-
de la línea de infusión, siendo las causas mas fre- te la competición.
cuentes a) interrupción del aporte de insulina por También es importante intensificar el control de
bloqueo o desinserción del catéter, existencia de aire la glucosa capilar en el periodo post ejercicio
en el sistema, etc.; b) incremento de las necesidades para evitar las hipoglucemias tardías e incluso
de insulina por enfermedad sin que el paciente au- nocturnas.
mente las dosis consecuentemente; c) inflamación o b) Reposición de carbohidratos: el consumo de
infección en la zona de inyección; d) disminución de HC antes del ejercicio dependerá de los niveles
la absorción de la insulina por la existencia de zonas glucémicos, si bien se recomienda un desayuno
de lipohipertrofia; e) disminución de la actividad de rico en HC de medio o bajo índice glucémico 2
la insulina por la utilización de insulinas caducadas, o 3 horas antes de la práctica de la actividad de-
o la exposición de las mismas al calor, etc. La acti- portiva.
tud a seguir ante una hiperglucemia con o sin ceto- Inmediatamente antes y durante la práctica del
sis se resume en la Tabla 4. Siempre se debe ejercicio, en función de los controles de glucosa
recomendar que los cambios de catéter nunca se lle- capilar, se tomarán HC de alto índice glucémico
ven a cabo antes de acostarse para poder comprobar y básicamente isotónicos; la cantidad puede os-
el buen funcionamiento. cilar entre 15 a 30 g cada 30 minutos.
Al finalizar la actividad física se realiza una in-
Tratamientos alternativos a ISCI gesta superior de HC para reponer depósitos de
glucógeno muscular y evitar las hipoglucemias
Es importante establecer algunos algoritmos prácti- tardías.
cos que permitan a los pacientes en tratamiento con IS- c) Administración de insulina con ISCI: reducir de
CI realizar desconexiones de la bomba temporales, de un 20 al 50% la TB y un 50% B previo a la
corta, mediana o larga duración pero seguras; el pacien- práctica del ejercicio.
Sistemas de infusión continua de insulina 13 7

situaciones de hiperglucemia (>250 mg/dl) en pacientes tratados con ISCI. Control del
[3-hidroxibutirato ([3-0HB)

Comprobar lo:, niveks de [3-011]3 en sangre

,\J1ninistrar "B corn:\.:tor" \'


conrroi gl ucé'r11ico b hor,1

Si [:\-O! m 2'. ll.5 mrnol/i:


"!) COITl'ctor" con bolígr;¡fn: O.IJ~ l ck j'C''<»
Si desciende h gluccm1c1 )\
-- l)icL1 <k C<.'Wsis ,. hebn liq11idos c1hu11d,1nll's
1

t
Control de la gluccmi.1

i
antes de la siguie11tc comida

Control de la glucemia en J hora Cuando se resuelvJ el cuadro,


cambiar equipo de infusión y comprobar sistema

i
Cambiar equipo infusión 1

~~~-r-J~~~~-

Si a pesar de realizar el tratamiento de manera correcta la cetonemia se incrementa, significa que el déficit de insulina
es cada vez más marcado y hay que acudir al hospital para recibir sueroterapia

Durante la actividad deportiva se puede: E!VIBARAZO


l. IV1antener la ISCJ conectada. En estos casos se
deberá reducir, aproximadamente, un 50'/;, la candidata:, a ISCl d embarazo abl;1 6)
TB durante tod;:i la actividad deportiva e in-
cluso 2 o 3 horas después de finalizar esta. Los criterios de implantación de ISCI en el emba-
2. En el caso de desconectar la lSCI, se dehcr5 razo han sido establecidos por el Centro Médico ck
administrar cada hora un 50':<, de la dosis de la Universidad de \Vashington en su ''Programa de
TB en forn13 de B y, al finalizar la acti\·idad Diabetes v Embarazo" que describe a las pacientes
física, se deber;1 reconectar la in fu sora v candidatas a ISCI como "aquellas que realizando un
mantener durante un periodo de 2 o 3 horas control glucémico estricto no logren alcanzar un
la TB al 5()';;;,_ acepta ble control metabólico con MD 1 y deseen ser
El f) correspondiente a la ingesta post ejercici\l tratadas con estos dispositivos'·. Si bien no hay has-
se recomienda reducirlo al 50'1o. L1 la fecha ensayos clínicos que demuestren benefi-
Evidentemente, cada diabético deberé'Í adecuar es- cios de los sistemas de ISCI frente a rv1Dl en la
tas normas en función de Lis características de su dié1- gestación, la mayoría de los autores coinciden en re-
betes y tipo de actividad deporti,·a que practique. comendar el tratamiento con infusores cuando con
138 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Insulinas a emplear en ISCI durante el embarazo


Tabla 5. Algoritmos para desconexión de ISCI
Si bien "a priori" en el embarazo, la insulina re-
Desconexión temporal de corta duración (:> 3 h) gular humana (IRH) sería la más idónea por ser idén-
Cálculo de dosis de insulina de acción rápida: regular o aná- tica a la insulina humana, no lo es en la práctica,
logos: debido a que resulta mucho más fácil el manejo de las
l TB en desconexión x 1,25 bombas empleando análogos rápidos al presentar un
(debe administrarse la dosis calculada en el momento de la perfil farmacocinético más acorde con el fisiológico
desconexión mediante la propia bomba) que la IRH. Desde el año 2005, la Agencia Europea
En niños prepúberes no hay que multiplicar por 1,25 del Medicamento apunta que los datos sobre la expo-
sición en un gran número de embarazos no indican
Desconexión temporal prolongada (3-8 h):
ningún efecto adverso de insulina lispro sobre el em-
Cálculo de dosis de insulina NPH
barazo ni sobre la salud del feto/recién nacido, aun-
l TB en desconexión x 1,25 que tampoco se hayan podido demostrar los
(debe administrarse la dosis calculada de insulina NPH una beneficios de ésta sobre la IRH. En el 2006 ya se ha
hora antes de la desconexión de la bomba)
aprobado también el uso de insulina aspártica en la
En niños prepúberes no hay que multiplicar por 1,25 gestante diabética. El empleo de estos análogos rápi-
No debe olvidar llevar su bolígrafo de insulina rápida por si dos de insulina supone más facilidad de manejo y
le surge hacer una ingesta. En ese caso se inyectará el B con-
secuente a dicha ingesta.
más satisfacción por parte de las pacientes, al poder
adecuar mejor los tiempos de inyección de los B a la
Desconexión temporal prolongada 2-3 días (fin de semana): comida que se va a ingerir.
Se administrarán los B mediante bolígrafo de análogos de in-
sulina de vida media corta (misma dosis) ISCI EN PEDIATRÍA
La TB se administrara urilizando insulina NPH
Desayuno: (l TB TB del desayuno-almuerzo) x 1,25 Una revisión de la bibliografía publicada en rela-
Almuerzo: (l TB del almuerzo-cena) x 1,25 ción al tratamiento y uso de ISCI durante la ultima
Bedtime: (l TB de la cena-desayuno) x 1,25 década indica que cada 10 trabajos publicados 7 es-
tán realizados en población en edad pediátrica, es de-
Desconexión temporal prolongada >3 días (vacaciones ISCI): cir, que las características que tiene la diabetes en esta
Se administrarán los B mediante bolígrafo de análogos de vi- población (diabetes más lábil, mayores fluctuaciones
da media corta (misma dosis). de la glucemia~ mas hipoglucemias) la hace mas re-
TB se administrara utilizando análogos de vida media larga ceptiva a tratamiento con ISCI y los resultados así lo
(glargina o detemir) en una o dos dosis. demuestran.
Se calcula: l de toda la TB x 1,25 En nuestro país y en la última encuesta a nivel na-
cional llevada a cabo por el grupo de nuevas tecnolo-
MDI no se consiguen los objetivos estrictos de con- gías de la SED se comprobó que, únicamente, un
trol que requiere el embarazo de la mujer con diabe- 10-15% de todos los sujetos que llevan ISCI son dia-
tes tipo 1, y siempre en periodo preconcepcional. béticos en edad pediátrica, porcentaje claramente infe-
Esta aparente contradicción se explica en parte por- rior a la necesidad de empleo de infusores en niños.
que las bombas de insulina se han empleado en ges-
tantes cuando existían problemas en la consecución Primera infancia
de un buen control metabólico o estaban presentes
complicaciones graves de la diabetes, obteniéndose No existe una edad mínima para utilizar ISCI. Se
los mismos resultados metabólicos y de complicacio- ha usado con éxito incluso en lactantes, pero en és-
nes maternofetales que en embarazadas con diabetes tos se precisa utilizar insulina diluida para aportar
"más benignas". dosis muy bajas. En general, los niños más pequeños
Recientemente, se ha publicado un metaanálisis de necesitan menor porcentaje de la dosis total corno
los pocos trabajos prospectivos existentes en la literatu- insulina basal (alrededor del 40%), y las mayores
ra y que comparan ISCI y MDI en mujeres gestantes con necesidades están entre la 9 PM y las 12 AM, no pre-
diabetes tipo 1 ' 4; los resultados concluyen que no hay sentando fenómeno del alba. Cuando en estos niños
diferencias entre los dos tipos de intervención terapéuti- pequeños se pasa del tratamiento con MDI a ISCI no
ca en lo referente a patología materna y fetal. Nuestra hay que modificar la dosis. Además, en estas edades,
experiencia al respecto, si bien se trata de un estudio ob- a veces, los niños tienen un apetito caprichoso y se
servacional de casos y controles, tampoco observamos pueden beneficiar de dosis pequeñas en "bolus" se-
diferencias entre ISCI y MDI como la mayoría de los gún lo que vayan comiendo. Estos pequeños suelen
trabajos publicados con una metodología similar 1 '. cargar la bomba en la espalda con una mochila en
Sistemas de infusión continua de insulina 139

Tabla 6. Embarazo e ISCI. Recomendaciones sobre cómo actuar

Indicaciones
Candidatas
Cuándo iniciar lSCl
Controles glucémicos a realizar
" l:1s ) S h :\ \ l
de control

hKtor de sensibilidad
"Ratio·· HC/!muli1u

Actitud cintes las


Cetoncrni;.1/nuria

Cnétcr Rotacíún .;;istern;Ú-ÍCL c~1m\-iio c1d,1 ) dí;h m;Í\'.i!llo. Rc·t1Lirlo 'ii 2 ( ¡ t.'lc\:1d,1c.; de lllclilt:Ll Í!lC'<pli\._';\
1.b. Rc\·l...,~1rln sil'i11prt antes di..: dormir. En lo' t'ilti111l1'> illt"1vs u1iii1.:n L1 11~1]~;1 <1 v! 1rH1...,io pnr L1 ten
~ión cxistl'l1ll' en e! .1hdumc'!l

Desconexión de ISCI
1\dministración de corticoi1ks Triplicar TB después de l.1 p1·irnu«1 1!0"' 1· dur.111rc 2·1 h. du¡ol1c.irl:i el >c':,und" di.i. 1 ,Jl1rncr1t.H li. I
Ul/h el tercero y cuarto días
ISCJ durante el parto vaginal TB programadas con un descenso del 30 'Y,, respecto '' las necesidades del 3" Tr
TB y B postparto Reprogramar las TB y B hasta dosis algo inferiores a las previas al embarazo, con o sin lactancia
Insulinas LP, NR, y IRH

prepr: preprandial. LP: insulina lispro.


rospr: posprandial. NR: insulina aspart.
Tr: trimestre. IRH: insulín3 regular hum:1n;L

modo "bloqueo" y a partir de los 4 o 5 años pueden niveles de necesidades altos durante el denominado
llevarla ya en el mismo sitio que los niños mayores. En "fenómeno del alba", para luego disminuir a lo largo
general, el catéter irá insertado en el glúteo. En este de la maüana e incrementarse de nuevo a lo largo de
grupo de edad se ha evidenciado mejoría mantenida la tarde en el llamado "fenómeno del atardecer". Las
del control metabólico sin aumento del riesgo de ceto- ingestas de estos chicos suele ser más erráticas y menos
acidosis y con disminución de hipoglucemias diurnas y correctas que en otras edades, por lo que pueden bene--
nocturnas. Estudios del grupo de Yale et al. demues- ficiarse de B duales prolongados para cubrir la alimen-
tran que esta mejoría se consigue tanto en los rnnos tación rica en grasa que consumen con frecuencia. Por
cuidados por sus padres corno por cuidadores. ejemplo, en comidas que incluyen pizza se recomienda
prolongar varias horas la segunda parte del B dual para
Adolescencia evitar las hiperglucemias tardías. En estas edades. el
olvido de los ''bolus'' prandiales parece ser una de las
En general, la literatura existente sobre el uso de JS- causas m5s importantes paL1 no consegrnr un control
CI en adolescentes ha demostrado que este tipo de te- glucémico adecuado.
r<1pia también es beneficiosa para este grupo de edad,
pues adquieren mayor sentido de control de su enfer- Futuro del tratamiento con lSCl
medad. De manera fisiológica presentan resistencia a
la insulina (JU), lo que determina unas mayores nece- Como se ha comentado en este capítulo ya existen IS-
sidades de insulina. Sus requerimientos basales co- C:l que simultáneamente puede leer de forma continua y
mienzan a aumentar a partir de media noche, con en tiempo real los niveles de glucos,1 intersticial; son
140 • 00 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

los conocidos sistemas PRT (Tabla 2) y que permiten betes: meta-analysis of randomised controlled trials.
actuar de forma inmediata ante variaciones de los BMJ, 2002; 324(7339):705-11.
cambios glucémicos y con la ayuda de los bolus Wi- 3 Weissberg-Benchell J, Antisdel-Lomaglio J, Seshadri R.
zard se pueden minimizar los riesgos de excesiva co- Insulin Pump Therapy. A meta-analysis. Diabetes Care,
rrección de la glucemia. 2003; 26:1079-87.
A pesar de ello seguimos sin disponer de un sistema 4 Colquitt JL, Green C, Sidhu MK, Hartwell D, Waugh N.
inteligente que permita cerrar el asa terapéutica (deter- Clinical and cost-effectiveness of continuous subcuta-
minación glucemias-interpretación-decisión-ejecución), neous insulin infusión for diabetes. Health Technol Ass-
si bien existen una serie de investigadores que están tra- es, 2004; 8(43):1-171.
bajando en ello; así en nuestro país Mercedes Rigla pre- 5 Retnakaran R, Hochman J, Hans De Vries J, Hanaire-
sentó resultados preliminares de un sistema inteligente Broutin H, Heine RJ, Melki V, Zinman B. Continuous
en la reunión sobre nuevas tecnología celebraba en Pra- subcutaneous insulin infusión versus multiple daily injec-
tions. Diabetes Care, 2004; 27:2590-96.
ga en el mes de febrero de este año y a nivel internacio-
nal ya se han presentado resultados para poder 6 Hoogma RP, Hammond PJ, Gomis R, et al. Comparíson of
the effects of continouos subcutaneous insulin infusion
controlar la producción endógena de glucosa mediante
(CSII) and NPH-based multiple daily insulin injections
sistemas de asa cerrada con resultados muy aceptables.
(MDI) on glycaemic control and quality of life: result of the
Hovorka ha empleado sistemas de estas características 5-nations tria!. Diabet Med, 2006; 23 (2):141-7.
en unidades de cuidados intensivos para poder mante-
7 K. Jeitler & K. Horvath & A. Berghold & T. W. Gratzer
ner la normoglucemia y, comparados con el protocolo &K. Neeser & T. R. Pieber & Aenhofer Continuous sub-
habitual, los resultados han sido espectaculares. Tam- cutaneous msulm mfusion versus multiplc daily insulin
bién el mismo autor esta realizando estudios en ninos injections 111 pal!ents with diabetes mellitus:systematic
para poder mantener la normoglucemia durante el pe- review and mera-analysis, DiaÜeLolugia 2008.
riodo nocturno con resultados igualmente muy buenos. 8 Heidtmann B. lndications for insulin pump thcrapy in
Este tipo de sistemas aún resultan poco ágiles para po- different age groups: an analysis of 1,567 children and
der reaccionar de forma adecuada a los cambios rápidos adolescents, Diabet.Med, 2007; 24:836-42.
de la glucemia (periodos posprandiales). 9 Giménez M, Conget I, M. Jansa M, Vidal M, Chirager
Estos estudios recientes hacen suponer que en poco G, Levy I. Efficacy of continuous subcutaneous insulin
tiempo se podrá disponer de mini-páncreas artificiales infusion in Type 1 diabetes: a 2-year perspective using
para controlar la producción endógena de glucosa y the established criteria for funding from a National
con una mínima intervención del propio paciente Health Service. Diabet Med. 2007 Nov 26;24(12):1419-
anunciando al sistema la cantidad de HC que va a in- 1423. Epub 2007 Ocr.
gerir, controlar la utilización periférica de glucosa. 10 Howard A Wolpert The Nuts and Bolts of Achieving End
Points With Real-Time Continuous Glucose Diabetes
AGRADECIMIENTOS Carc; Fcb 2008; 31.
11 ]ansa M, Vida! M, Conget I, Giménez M, Esmatjes JE,
A Raquel Barrio y Pilar Martín Vaquero con las Yoldi C, Levy I. Educación terapéutica ante la Diabetes
que colaboré en el desarrollo del capítulo sobre ISCI Tipo 1 (DMl) Iniciación con infusión subcutánea conti-
nua de insulina (ISCI).Rol Enf, 2007; 30(10):663-72.
de la monografía sobre nuevas tecnologías de la SED y
de cuyo capítulo se ha obtenido mucha información. 12 Robertson K, Adolfsson P, Riddell MC, Scheiner G,
Hanas. ISPAD Clinical Practice Consensus Guidelines
A Marga Jansa y Merce Vida!, enfermeras de la
2006-2007. Exercise in children and adolescents with di-
Unidad de Educación Diabetológica del Servicio de abetes R. Pediatric Diabetes, 2008; 9: 65-77.
Endocrinología del Hospital Clínic de Barcelona y con
13 Jimenez CC, Corcoran H, Crawley JT, et al. National
las que formo equipo para la instauración y segui- Athletic Trainers' Association Position Statement: Man-
miento de los pacientes con ISCI desde el año 2000. agement of the Athlete With Type 1 Diabetes Mellitus
Journal of Athletic Training. 2007; 42(4):536-45.
14 Mukhopadhyay A, Farrell T, Fraser RB, Ola B. Continu-
REFERENCIAS ous subcutaneous insulin infusion vs intensive conven-
tional insulin therapy in pregnant diabetic women: a
1 Levy I, Bergua M, Esmatjes E, Halperin I, Figuerola D. systematic review and metaanalysis of randomized, con-
Diabetes mellitus tipo I inestable: Estudio comparativo trolled trials.American Journal of Obstetrics & Gynecol-
entre tratamiento convencional intensificado e infusión ogy. November 2007.
continua de insulina subcutánea.Med. Clin, (Barc.), 15 Giménez M, Conget I, Nicolau J, Pericot A, Levy I. Out-
1984; 13:525. come of pregnancy in women with type 1 diabetes inten-
2 Pickup J, Mattock M, Kerry S. Glycaemic control with sively treated with continuous subcutaneous insulin
continuous subcutaneous insulin infusion compared with infusion or conventional therapy. A case-control srudy.
intensive insulin injections in patients with type 1 dia- Acta Diabeto!. 2007; 44:34-37.
prirncra medida en cnlcnre~-cr Li ahsorcic'm intcsri1nl
de cubohidratos, au1rn:ntar la scnsihilicLid i11sulínic1 \
La historia naturai de Li dialKte' 111cllitu;, tipo ' en i11crcmentar la c1pacidad secretora de la célula lw-
demuestra que en \U eriologÍ;1 v progn:sió11 \L' L'll t;1, 1·a dirccranwnrc o rncdianre la cstirnui;1ci<·m dci
cucntra11 implicado:- unt<1 focrorcs gu1(·ticu' co1rn1 deL:ro i11cretínico. Cuando estos recursos son l!lSll(i··
ambientales. Emrc esros t"dtimus, h olwsid;id 1· el se- c1c11tcs, b 111sulinorcrapia tanto cxclus11·a111entc» o co-
dentarismo dcsempe1]a11 un p;lpL·I cLll L' par;1 el 1nicHj 1110 en muchos casos co111bi11;1da con formacos 0L1ks,
de la intolerancia hidrocarbonada y su posterior de- representa el tratamiento sustitutivo de la deficiencia
terioro. Dos factores determinan, desde el punto de insulínica que caracteriza a las fases más tardías de la
vista fisiopatológico, la aparición de la diabetes tipo diabetes tipo 2 2 •
2. Por una parte, la resistencia a la insulina, que es
compensada en sus primeras fases por un aumento de FÁRMACOS SECRETAGOGOS DE INSULINA
la secreción de la hormona por parte de las células
beta de los islotes de Langerhans, y, por otro, lado el Tras el hallazgo accidental por Janbon y Loubatie-
fallo secretor de estas últimas que conduce inequívo- res en 1942 del efecto hipoglucemiante de las sulfami-
camente al desarrollo de hiperglucemia con las consi- das, las sulfonilureas han sido los fármacos más
guientes consecuencias metabólicas y complicaciones frecuentemente utilizados en la historia de la diabeto-
micro y macrovasculares. Ambas características, re- logía reciente en el tratamiento farmacológico oral de
sistencia y fallo secretor, evolucionan en forma cre- la diabetes. Los fármacos estimulantes de la secreción
ciente desde las fases iniciales del trastorno corno son de las células beta tienen corno objetivo paliar la defi-
los estadios de prediabetes hasta la expresión com- ciencia en !a secreción de insulina. La fisiología de la
pleta de la diabetes mellitus'. A partir del desarrollo secreción insulínica demuestra que en situación de
de hiperglucemia de ayuno, es el deterioro de la fun- ayuno su magnitud es escasa en comparación con la Ji
ción de la célula beta, en gran parte condicionado ge- beración posprandial necesaria para metabolizar el au-
néticamente, el elemento que va a determinar el mento de glucemia inducido por la ingesta. Es por ello
ulterior quebrantamiento del control metabólico. l\o que los fármacos de efecto secretagogo se encuentran
obstante, el fallo en la primera de secreción de especialmente dirigidos a contrarrestar b
insulina es un fenómeno muy precoz, que ya se en- mia posprandial.
cuentra presente en los familiares ele primer grado
normoglucémicos de diabéticos tipo 2, lo que sugiere
que resistencia y deficiencia insulínica concurren en potas10
las fases preclínicas de la diabetes.
De acuerdo con estos principios, y asumiendo el Su mecanismo de acción se basa en su imeracción
papel capital que desempCI'ian la alimentación y la ac- con los canales de potasio de la membrana de las célu-
tividad física en el tratamiento de la diabetes tipo 2, las las beta'.
intervenciones farmacológicas dirigidas a corregir la El canal de potasio dependiente de A!T de las célu-
hiperglucemia y la deficiencia insulínica se centran como las beta consiste en un complejo hetero-octornérico de
142 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

cuatro subunidades (Kir6.l o Kir6.2) que se encuen- interaccionan con una región del receptor SURl dife-
tran ligadas al receptor de sulfonilureas SUR 1. rente al de las sulfonilureas, lo que se traduce en un
El transporte de glucosa al interior de la célula be- perfil de acción más rápido que facilita el control glu-
ta a través del transportador GLUT2, permite la gene- cémico posprandial y reduce la probabilidad de hipo-
ración intracelular de ATP que ocasiona el cierre del glucemia interprandial. Esta diferente interacción con
canal de potasio. Este fenómeno es esencial para que el receptor se debe a que estos fármacos se encuentran
se produzca la despolarización de la membrana de la estructuralmente relacionados con la parte de la molé-
célula beta que induce la apertura de los canales de cula de glibenclamida que no corresponde a la estruc-
calcio dependientes de voltaje facilitando la entrada de tura de sulfonilurea 3·5 •
iones calcio en la célula y aumentando su concentra- La interacción de los fármacos con ambas regiones
ción intracelular. Este aumento de calcio intracelular del receptor SUR 1, como es glibenclamida o glimepiri-
provoca la exocitosis de los gránulos de insulina 1 • La da, tienen un efecto con menor capacidad de reversibi-
interacción de las sulfonilureas con el receptor SUR 1 lidad, mientras que los que son activos frente a una de
de la célula beta resulta en el cierre de los canales de las regiones del receptor poseen una reversibilidad rá-
potasio dependientes de ATP, poniendo en marcha así pida de su efecto, como sucede con metiglinida, tolbu-
la liberación de insulina. tamida o gliclazida. La repaglinida es una excepción,
Aun cuando la respuesta de insulina a sulfonilure- pues tiene poca reversibilidad 3 -5 •
as se amplifica por el efecto de la glucosa, la interac- Existen receptores de baja afinidad ligados a cana-
ción del fármaco con el receptor estimula la liberación les de potasio dependientes de ATP en otros tejidos co-
de insulina, incluso con valores bajos de glucemia, lo mo miocardiocitos, músculo esquelético (SUR2A) y
que posibilita el desarrollo de hipoglucemia, que va a músculo liso vascular incluyendo el territorio corona-
constituir el efecto secundario más importante de este rio (SUR2B)'· 6 • En estos tejidos, la hipoxia genera
tipo de fármacos. Las sulfonilureas no parecen corre- apertura de los canales de potasio provocando vasodi-
gir el defecto precoz en la secreción de insulina, ac- latación. La posibilidad de que los fármacos no selec-
tuando sobre la fase tardía 1 •4 • tivos de SUR 1 ejerzan efectos indeseables en otros
La metiglinida y sus derivados, llamados glinidas tejidos no parece sustentarse a la vista de los resulta-
(Tabla 1), pertenecen a un grupo de compuestos que dos clínicos obtenidos bajo tratamiento crónico con

Tabl~ 1. C::aracterís_tic_as farmacocinéticas y clínicas de los secretagogos más utiliz_ados

Fármaco Dosis Vida media Reducción de Efectos


Excreción
Tipo mg/d (horas) HbAlc % secundarios

Tolbutamida Hipoglucemia
500-3.000 4,5-6,5 1,8 Renal
SU 1' Generación Aumento de peso

Hipoglucemia
Clorpropamida •
100-500 36 1,7 Renal Aumento de peso
SU l' Generación
Hiponatremia

Glibenclamida . Hipoglucemia
1,25-20 10 1-2% Renal y biliar
SU 2" Generación Aumento de peso

Gliquidona
15-120 6-12 l-2% Biliar Hipoglucemia
SU 2' Generación

Glipizida Hipoglucemia
2,5-25 2-4 1-2% Renal y biliar
SU 2' Generación Aumento de peso

Gliclazida Hipoglucemia
30-120 12-24 1-2% Renal
SU 2" Generación Aumento de peso

Glimepirida Hipoglucemia
2-8 8-24 1,4-2,5% Renal y biliar
SU 2' Generación Aumento de peso

Repaglinida Hipoglucemia
1,5-16 l 1,7-1,9 Biliar
Glinida Aumento de peso

SU: Sulfonilurea
Fármacos secretagogos de insulína

sulfonilureas, como muestra el estudio UKPDS, en el un aumento de la utilización periférica de la glucosa.


que no se asocian a mayor riesgo cardiovascular. Tam- En general, el aumento de utilización de glucosa se si-
bién existen receptores SUR 1 en la sustancia negra y túa en torno al 29°/,, con un rango comprendido entre
en el hipotálamo ventromedial que pueden estar liga- 10% y 52 % ". Estos efectos se deben en gran parte a su
dos a la respuesta contrarreguladora a la hipoglucemia efecto promotor de la traslocación del transportador
y a la protección frente a la hipoxia 1• de glucosa GLUT4 a la membrana celular en los teji-
Todas las sulfonilureas v glinicL;s bloquean los ca- dos diana \'en la activación de enzimas cb\·e en el me-
nales ele potasio a través del con SUR 1 con gran hoiisrno hidrocarhonadu corno la gi o
·benclarnicb, ¡,
wm hién gr:rn :1 fi rn

i]j)

Tant() los modelos de animal comu


Jos estudios re::diz~1dos en hun1J.nos dc1Tiucstran que L1
apoprosis de Lis células hct:1 es un fenómeno preco1 e
inhcrcnrc a la evolución de b diabetes rncllii-us tipo 2. Lis sulfo11ilt1rl':1s se chsilic111 l'll f:írm:1c·os de: pri
que es responsable de la reducción de h masa ~·eluLu nwr:1 \ segu11d:1 gl'11n:1c1<'n1 i l :ihh Ji. :\mh()s grupos
heta. Así pues. la posihili,bcl de aumentar la supeni- difinn1 fu11d:1111cm:1lmellll' en su ¡1otl'llc'L1 de acci<'m,
w11ci:1 ck las células beu constiruvc un objetivo rn el que es 111:1Hlr c11 l:i-. lk \l'gt111d:1 gl'ill:LlCJ(,Jll. ¡,, q11r h:1
traramienro de Li diabetes tipo L )'el imp:Kro Lk los di- lk\ :ido :1 qm· Sl\111 ,-c;ras 1'ilt1m:1s Lis ljlll' 'ol' ut1liz:rn c'll
ferentes tratamientos sobre este parjmetro adquiere una b pr:íctica clínic1 en ri 11wme1Hu actual.
importancia significativa. Tanto tolbutarnida como gli- La capacidad de las diferentes sulfonilureas para
benclamida, en contraste con repaglinida, han demos- mejorar el control metabólico, es decir, reducir los va-
trado ser potenciadores de la apoptosis en cultivos de lores de HbA 1c es similar encontrándose entre l y 2 %
células beta y de islotes de ratones y humanos a corto (Tabla 1).
plazo 8 • La exposición prolongada tanto a glibenclamida Aun cuando las sulfonilureas poseen característi-
como a repaglinida y nateglinida favorece la apoptosis cas comunes, existen peculiaridades propias de cada
de las células beta'. En consonancia con estos hallazgos, molécula.
la exposición crónica a glibenclamida o clorpropamida La clorpropamida posee una vida media muy larga,
deteriora la respuesta de insulina a glucosa en cultivo de por lo que las hipoglucemias que tienen lugar con este
islotes, mientras que no ocurre con glimepirida '. La tra- fármaco son muy prolongadas y recidivantes. Adicio-
ducción de estos hallazgos al humano es complicada nalmente, posee un efecto estimulador de la secreción de
por la propia evolución natural de la diabetes. El hecho vasoprcsina que es capaz de generar hiponatremia dilu-
que el deterioro de la célula beta ocurriera con el mismo cional y produce enrojecimiento facial con la ingesta de
ritmo en los grupos terapéuticos del estudio UKPDS su- alcohol. Debido a estas características, val hecho de no
giere que otros factores como la hipergluccmia o el es- mostrar ventajas sobre compuestos más modernos, su
trés oxidativo, entre otros, pueden desempe11ar un papel uso se encuentra prácticamente abandonado.
adicional en la apoptosis. En este sentido, se ha sugeri- La glihenclamicla continúa siendo !a sulfonilurca
do que las sulfonilureas con capacidad de contrarrestar más pn:.scrita en el momento actual, aunque no es m;Í.s
los radicales libres, como gliclazida, pudieran ser menos dicaz ni 111:-ís segura que otras. De hecho, su vida me-
perjudiciales para la función de la célula beta. Un efec- dia es prolongada, lo que :rnmenta el riesgo de hipo-
to desensihilizador a la :1cción de las sulfonilureas po- glucemias tardías. La intensidad de hs hipoglucemias
dría igualmente contribuir al deterioro en su respuesta gra\·es es rna\'Cir que con otras sulfonilureas rn~1s mo--
ter<i péutica. dern:is. La falta de selccri\-iLfad por el receptor SUR 1
coloca a la molécula corno potencial gcner:1dor;1 de
complicaciones cardim·asculares, aunque no existe
evidencia clara en la práctic1 clínica. Al igual que otras
Es bien conocido que las sulfonilureas poseen efec- sulfonilurcas, su eficaci:1 es máxima cuando se indica
tos reductores de la glucemia que son independientes en las foses iniciales de la di:Üietes, pero se pierde con
de la propia acción derivada de la liberación de insuli- el paso del tiempo en el marco del agot:1111iento de la
na por las cdulas beta. Estos efectos se relacionan con capacidad secretora de la célula beta.
144 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

La glipizida tiene la ventaja sobre glibenclamida de que permite la administración en dosis única diaria 11 • La
una vida media más corta y un riesgo de hipoglucemia respuesta contrarreguladora a la hipoglucemia es más
menor. Su eliminación no se ve afectada significativa- favorable que la de glibenclamida. Al igual que otras
mente por la insuficiencia renal leve. Existe en Estados sulfonilureas tiene efectos extrapancreáticos con au-
Unidos una formulación de liberación prolongada que mento de la utilización de glucosa por efectos sobre el
permite una administración diaria en dosis única. transportador GLUT4 en adipocitos y células muscula-
La gliclazida tiene un perfil de acción similar, pero res'º. Los datos experimentales sugieren que la potencia-
posee efectos adicionales sobre el estrés oxidativo, la lidad de glimepirida para desarrollar efectos
vasodilatación inducida por oxido nítrico y la neovas- cardiovasculares nocivos es inferior al de otras sulfoni-
cularización retiniana inducida por isquemia aportan- lureas. Se ha descrito un efecto estimulador de recepto-
do un potencial efecto protector vascular. Además, se res PPAR gamma y de la liberación de óxido nítrico.
ha descrito un efecto antiproliferativo sobre los adipo- Inhibe la activación del factor de transcripcion NF-kap-
citos y en general todo un cúmulo de acciones antiin- paB, que posee un papel clave en la promoción de la in-
flamatorias y de protección vascular con referencia a flamación y de la resistencia insulínica, favorece la
glibenclamida. Adicionalmente, estimula la secreción producción de oxido nítrico por las células endoteliales
de adiponectina e inhibe la de citoquinas proinflama- de la circulación coronaria y ejerce un efecto inhibidor
torias y generadoras de resistencia insulínica así como de la agregación plaquetaria inducida por ADP. Al igual
de moléculas de adhesión, favoreciendo un perfil an- que otras sulfonilureas, también aumenta adiponectina
tiaterogénico (Figura 1). Se le ha atribuido un cierto y reduce los niveles de TNF alfa (Figura 1 ), y previene
efecto protector de apoptosis de la célula beta. el desarrollo de arterioesclerosis en animales con dieta
La glimepirida es la sulfonilurea más moderna. Se rica en grasa.
une al receptor tres veces más rápidamente y se desliga Las tasas de hipoglucemia son menores que con gli-
de él nueve veces más rápidamente que la glibenclami- benclamida, aunque el efecto beneficioso sobre el con-
da. Una de sus ventajas emana de su farmacocinética trol metabólico es similar.

Efectos secundarios Efectos extrapancreáticos

Hipoglucemia lnsulinosensibilidad

~
Gluconeogénesis
Peso y masa grasa
~' Glucólisis
Precondicionamiento 8 ~ SULFONILUREA ~
PPAR gamma
cardíaco ~
8
Arritmias

Presión art~rial
k
~

G
GLINIDA

l
-----. Inflamación

Agregación
nocturna Canal de potasio plaquetaria
dependiente de ATP
Adiponectina
Apoptosis de
células betas Síntesis de
Secreción
de insulina óxido nítrico

Figura 1. Efectos pancreáticos, extrapancreáticos y efectos secundarios de los secretagogos de insulina.


Fármacos secretagogos de insulina 145

La gliquidona tiene vida media corta y posee claros da y a glirazonas en lo que respecta a la mejoría de los
efectos insulinosensibilizantes. Se ha documentado su valores de HbAlc"·'" . La asociación de sulfonilureas
buena tolerancia en insuficiencia renal moderada, me- a metformina provoca una significativa reducción ele
nor ganancia de peso que con glibenclarnida y efectos HbAlc respecto al tratamiento con metformina en
reductores de la hiperagregabilidad plaquetar. Estas monoterapia. Igualmente, la asociación a glitazonas
características Ja proponen corno una sulfonilurea de induce mayor descenso que la glitazona en monotera--
buen perfil de eficacia y tolerancia. pia. En general, puede decirse que sulfonilureas y rcpa--
La repaglinida es el compuesto rn<"is en en ocasion,111 descensos entre 1.S
del grupo de l:i inicbs. La :ntcracci(rn ck 2 % de Hh~\ 1e frcmc a placebo . '.\ 'nicL1 lTHlt":-.
estos Lírmacos con u11 de SUR 1 dikrrntc a Lis l11C'il () r.
l (~rillciCtll'llli_:'ricn
. \~1 rfcctn cun1itn1.~t
y tvrn1iri;1 :llHL''.'-i~ p1)r
1nc..uJina que prov(h_-3 1111..:i()i- ,1 lJ
<-:e' Je( '.\ ()
~
rt'duciend(; Lt prohJb1l1d~Hl dL· ''i1 su \_,fic_1l.iJ p:1r;·¡ c~o1nruiar \
hipogluccrni;i. Por cii(). dehc tonursc 1 ~ mi11uros am,·s qul:' c·on frccul'nci,1 prt·scnL111 lo-, diahéti1.'<h. L1 1
de las comidas. Se puede suprnnir si :10 mgesta. L1 razona, qul' ;1lkm~1s de su efecto agonisrn PPAR gam-
reducción ele su duraci(-)Jl ele acci('rn una pcrs- ma posee acción PPAR e~ superior a la hora ck
pecti va interesante; que. posi hlcmentc, explic1 que Li elevar tl nivel de f-Il)L colesterol. Sin crnb~1rgo: los
gananCi<1 de peso Sea ITlCllOr (jllC' COll gJihenclarnicb. S,· dectos de merforrnina, otro insuli11osensibili1.ador, so-
rnctaboliza en el hígado 1 C'i 'JO'\, se excreta por vía bi- hrc este par;1metro resulta11 similares''-
liar (Tabb l ), lo que permite su ;1dministraci<i11 en in- E11 lo que respecta a los mglicérido:, los resultados
suficiencia renal 1· ohlig;1 ;11 re;1jusre de h dosis -;i son simiLires ;1 favor de piogli1;11.011a, pero mctfurmi-
existen signos ele 111sufic1enciJ hep;itic.1. 11;1 ofrece rn;n·or cficJciil que la, sulfo11ilurc>;1s' '. Si11
L1 nateglinich es un den vado dL' k11ilaL111111a que se embargo. h asociación de mnformina con sulfonilurc-
une ~1 Ja suhunidad SUR 1 del crnal de potasio\' mues- as no obtiene mejor resultado que la monotcrapia co11
tra rápida capacidad de disociación. Su selectividad este último grupo ele fármacos.
por la célula beta pancreática es elevada. Su efecto so- En lo que se refiere a colesterol LDL, las sulfonilu-
bre la secreción de insulina en ayuno es muy inferior al reas muestran peor rendimiento que rnetformina, pero
que se produce cuando se administra antes de la inges- mejor que las glitazonas 14 •
ta. Posee un efecto estimulador de la secreción de
GLP-1, que es una molécula clave en el efecto incretí- Peso c011wral, presión aiterial y factores de nesgo
nico que se encuentra deteriorado en la diabetes tipo cardiouascular
2. La capacidad de reducir los valores ele HbAlc cuan-
do se empica en monoterapia es inferior al de las sul-
En Jo que respecta al peso corporal, las sulfonilure-
fonilureas (Tabla 1 ), lo que hil limitado su uso. Al
as favorecen su aumento, en probable relación con el
igual que las sulfonilureas se pueden emplear asociada
aumento ele la secreción de insulina y su efecto lipogé-
a metformina o glitazonas, o incluso insulina.
nico, sin que existan diferencias entre los distintos se-
cretagogos. La asociación de sulfonilureas con
comparativos el controi
metforrnina no mejora Ja evolución poncleral1'.
alteraciones metabólicas asociadas
No hay elatos que sugieran que los secreragogos
de insulina modifiquen sígnificati1·amente la presión
El algoritmo para el tratamiento de Ja diabetes melli-
arterial".
tus tipo 2 propuesto por Ja Asociación Americana de
El recientemente publicado estudio ADVANCE'
Diabetes y la Sociedad Europea de Diabetes'', coloca i1
los secretagogos de insulina en un segundo escalón, demuestra que la intensificación del tratamiento con
cuando Ja administración de merformina no consigue base en la administración de gliclazida fue eficaz en re--
mantener un control metabólico adecuado. Sin embargo, ducir la HbAlc y la tasa global ele eventos macro v mi-
ofrece la posibilidad de incorporar diferentes tipos de crovasculares en un 10°/,), especialmente, a expensas
frírmacos v sus combinaciones. Es por ello neces;irio co- de estos últimos v, sobre todo, de las complicaciones
nocer no sólo la eficacia de los secretagogos en monure-- nefropáticas. Este estudio demuestra que la intensifica-
rapia, sino tamhién en combinación con otros formacos. ción del tratamiento ele la diabetes tipo 2 aporta bene-
ficios muy significativos en la evolución de Li
Co11trol glucémico microangiopatía cliabétic1. En contraste con otros es-
tuclios previos, no se observó un aumento de la mor-
Los metaan<1lisis disponibles indican que Lis sulfo- talidad asociada a la intensificación del control
nilureas son cquiporentes entre sí y frente a repaglini- glucérnico. No hay datos condtl\'entes de que las
146 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

sulfonilureas se asocien a mortalidad aumentada, pero de los canales de potasio dependientes de ATP genera
su uso en pacientes con enfermedad cardiovascular pre- efectos similares al precondicionamiento, probable-
existente es controvertido 16 • mente, en relación con la activación de los receptores
A 1 de adenosina 17 •
Efectos secundarios Estudios llevados a cabo mediante experimenta-
ción animal muestran que una dosis aguda de gliben-
Los efectos secundarios más frecuentes e importan- clamida es capaz de inhibir el precondicionamiento
tes y comunes a todo el grupo de secretagogos son la hi- isquémico durante, angioplastia, fenómeno que no su-
poglucemia y el aumento ponderal (Figura 1, Tabla 1). cede con glimepirida 17 • En cambio, estos sucesos no
La hipoglucemia se deriva del propio efecto secre- tienen lugar bajo administración de insulina.
tagogo de insulina por parte de la célula beta y es el Por el contrario, el cierre de los canales de potasio
efecto secundario más característico de las sulfonilure- puede tener un efecto protector del desarrollo de arrit-
as frente a otros antidiabéticos orales, como metformi- mias alterarando la dispersión de la refractoriedad en-
na, glitazonas o acarbosa. Entre las sulfonilureas de tre células normales e isquémicas. Así, tanto
primera generación, clorpropamida, por su vida media glibenclamida como glimepirida han mostrado un
muy prolongada, es el fármaco que genera hipogluce- efecto reductor del desarrollo de arritmias, mientras
mias más frecuentes, intensas y prolongadas, aspecto que tolbutamida induce el efecto contrario 17 •
que ha restringido su uso. Entre las de segunda gene- En lo que respecta a los efectos vasculares, glibencla-
ración, es la glibenclamida la más productora de hipo- mida ha demostrado un efecto inhibidor sobre la relaja-
glucemias. Este efecto secundario se observa menos ción vascular inducida por pinacidil y sobre la
con moléculas de acción más rápida y coordinada con vasodilatación coronaria inducida por isquemia en co-
la evolución de la glucemia posprandial, como repagli- razón de cerdo aislado, así como sobre el flujo corona-
nida y nateglinida (Tabla 1). La insuficiencia hepática rio en perros 17 • Otros estudios demuestran un efecto
o renal aumenta el riesgo de hipoglucemia. Como ca- potenciador de la resistencia vascular periférica y de la
bía esperar, la asociación a otros fármacos antidiabéti- presión arterial nocturna en relación con glibenclamida.
cos, como glitazonas o metformina, incrementan la A pesar de estos datos, no existen evidencias clíni-
tasa de hipoglucemias inducidas por sulfonilureas 14 • cas inequívocas que indiquen un efecto perjudicial de
El aumento de peso se atribuye al efecto lipogénico las sulfonilureas sobre la morbilidad y mortalidad car-
de la hiperinsulinemia y es común a todos los secretago- diovascular.
gos. Éste es un efecto indeseable, dado el papel fisiopa-
tológico que la obesidad desempeña en el deterioro del Indicación de tratamiento con secretagogos de insulina
control metabólico y en la perpetuación del síndrome
metabólico. Probablemente, los secretagogos de acción La sulfonilureas están indicadas en el tratamiento
más rápida, que producen liberación de insulina menos de la diabetes mellitus tipo 2, especialmente, en sus fa-
sostenida, producen menos ganancia ponderal. ses iniciales cuando la monoterapia con metformina
no consigue un adecuado control metabólico. Su efec-
Efectos cardiovasculares de las sulfonilureas to tiene lugar predominantemente sobre la hipergluce-
mia posprandial, dado su efecto liberador de insulina,
La existencia de receptores de sulfonilureas en aunque reducen la glucemia en ayunas de forma signi-
otras células diferentes a la célula beta pancreática ficativa. Por ello, precisan de la existencia de reserva
(SURl), como miocardiocitos y músculo liso vascular pancreática detectable. Si el paciente no es obeso, su
(SUR2A y SUR2B), y el posible papel fisiológico pro- indicación en monoterapia es más eficaz dado el efec-
tector de los canales de potasio dependientes de ATP to favorecedor de la obesidad que poseen los secreta-
en respuesta a situaci01=1es de isquemia, ha planteado la gogos de insulina.
posibilidad que los fármacos que actúen a ese nivel De los compuestos disponibles son las glinidas, y
puedan generar efectos secundarios en esos territorios36 • entre ellas repaglinida, y las sulfonilureas de segunda
Cuando los niveles intracelulares de ATP de los mio- generación, glimepirida y gliclazida, las que mejor per-
cardiocitos caen en condiciones de isquemia, los cana- fil de acción y efectos secundarios muestran.
les de potasio se abren permitiendo la salida de potasio Los criterios de consenso actuales promueven la
del interior de la célula, lo que provoca repolarización combinación de fármacos antidiabéticos para optimi-
de los miocardiocitos, reducción de la entrada de cal- zar la compensación de los pacientes con diabetes tipo
cio, de la contractilidad celular y del consumo de oxí- 2 12 • En este sentido, y salvo intolerancia, los secretago-
geno. Estos mecanismos se encuentran implicados en gos de insulina se emplean con mucha frecuencia aso-
el precondicionamiento isquémico, por el cual, la ex- ciados a metformina, que ayuda adicionalmente a
posición repetida a isquemia mejora la capacidad del contrarrestar el efecto favorecedor del aumento de pe-
miocardio para protegerse de la isquemia. La apertura so inducido por las sulfonilureas y a mejorar el perfil
Fármacos secretagogos de insulina "• 147

lipídico].\. Dependiendo de la tolerancia, de las carac- mediante mecanismos ligados a la vía del AMPc y de
terísticas clínicas del paciente y de la evolución de su la proteina cinasa A. Su actividad ha sido evaluada en
control metabólico, pueden asociarse a glitazonas (Ava- animales y humanos in vitro. Parece que el subtipo
glim0, Duetact0), análogos de GLP-1 y a inhibidores de P2Yl es el más implicado en la homeosrasis del meta-
DPP-IV (Janumet0), combinaciones algunas comerciali- bolismo hidrocarbonado.
zadas. La individualización es imprescindible en este La hidroxisoleucina, que amplifica la liberación de
contexto. insulina sin mediación por canales de potasio, v mejo-
En las fases iniciales del fallo secundario a antidia- ra la rt·sistcncia insu!ínica es otro compuesto a tener en
pueden asociadas a insulina í...'UL'nta '.

las glinidas. pero su efecto rn11s Otrn<o s1st<:mas fururns son la 111hihición de L1 act1·
importamc tiene -,obre ia secrcc;ón i1FulínicL \\ l I\.
por lo que cuando ésta se conforme 11\·11 l'l1];1

Li evolución de h di:1hetes. csr<1 3SOCLKÍÓ11 1rn p:i

L1 conveniencia de mantener h ,k L;
céluia beta corno objetivo de tr11umicntu. ¡unro ;¡ Lt
potencial de b apoptosis ele las 1-_·,n rcsu1nL·11~ !o~ ~ccn.:r~1gogo~ de 111~uli113 son un
sulfonilureas, hace e¡ ue el uso de secretagogos pueda grupo de que estimulan ia secreción de insu-
ocupar un lug:ir más tardío en el esquema terapéutico. lina por p<1rtC de la célub het;1, ocupando un lugar cL1-
Sin embargo, est11 por demostrar que su eficacia pueda \T en el esquema tcr:1péutico de Li diabetes mellitus

ser sustituida por otros formacos alternativos. tipo 2. El des:irrollo de nuevas moléculas, incluidas las
Debe tenerse en cuenta que 11lgunos formacos. co- sulfonilureas de segunda generación :· de glinidas ha
mo anticoagulantes, sulfamidas. fibr:nos. aspirin<l. :rn- abierto nue1·,1s posibilidades derivadas no s(ilo de sus
tiinflamatorios no esreroideos y alcohol pueden particuhrcs t·11ncterís11c1s f:irrnacocinéricas. sino tam-
potenciar su efecto, mientras que corticoides, rifampi· bién de su:, efectos extrapancrc5ticos que alcanzan
cina, barbitúricos, beta-bloqueantes, tiacidas, <:srn'ige- adern<Ís de al rncuholisrno hidrocubun<1do, a un sin-
nos e isoniacida entre otros, lo atenúan. fín de mecanismos implicados en el riesgo cardiovas-
Su uso no se encuentra indicado en el embarazo ni cular. Las numerosas combinaciones farmacológicas
en la diabetes tipo 1. pueden potenciar sus efectos beneficiosos sobre el con-
trol metabólico y atenuar los perjudiciales. No obstan-
Perspectivas futuras en el desarrollo de nuevos secreta- te, existen aspectos que requieren clarificación, como
gogos de insulina son su capacidad de inducir apoptosis y su eventual
efecto deletéreo sobre el precondicionamiento cardía-
Dejando aparte los incretinrniméticos exenatída y co y sobre la mortalidad cardiovascular.
liraglutida y los incretinpotenciadores, como sitaglip-
tina y vildaglíptina, que son tratados en otro capítulo,
las perspectivas en el desarrollo de nuevos secretago-
Del Praro S, Marchctti P, Bonadonna RC. Phasic insulin
gos encaminados a mejorar los fármacos disponibles
rclcasc and mctabolic regulation in typc 2 diabetes. Dia-
actualmente son alentadoras'.
betes 2002; 51(Supl l):S\0916.
Entre los posibles nuevos moduladores de los cana-
2 Del Prato S, Bianchi C. lvlarchctri P. Beta-ce!! function
les de potasio dependientes de ATP se encuentran R -
and :rnti-diabctic pharmacotehrapy. Diabetes Metab Res
acetoxihexarnida que es una sulfonilurea con un perfil
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de acción rápida y potencial perfil cardiovascular fo-
Gribblc Fivl, Rcirnann F. Sulphonvlurca action rcvisited:
vorable. La metiglinida muestra un perfil de acción r<'í-
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pida sin afectación del precondicionarniento cardí,1co
4 AYY, hintus IG. Oral antihyperglyccrnic thcrapy
y con alta selectividad por SUR1.
for t,·¡x' 2 diabetes mellitus. Can l\kd Assoc 2005:
Los derivados imiclazolínicos que poseen efecto blo- l 2:213-26.
queante alfa-adrenérgico han demostrado aumentar la
S Farrcr 1\, Lugo-C~arcia L~ c;alticr I·~ c.;ross I\. Petir P.
secreción de insulina, a través de la inhibición de los ca- !'h,irrnacological intcrn:ntions thar dirccth· stimulate or
nales de potasio dependientes de ATP y de un efecto in- modulare insulin secrction from p,111crcatic hcta-ccll: im-
dependiente sobre la exocitosis de insulina. Midaglizol plications fur rhc treatment of typc 2 diabetes. l'undam
y RX871024 pertenecen a este tipo de compuestos. Clin Pharrncicol 2005; 19:645-56.
Los agonistas de receptor P2Y amplifican la secre- 6 Quast U. Stcphan D, Bieger S, Russ U. Thc imp:Kt of
ción de insulina sólo en presencia de hiperglucemia, lo :\TP-sesnitin: I< channcl subrvpe sclccrivity of insulin
que reduce el riesgo ele hipoglucemia. Actúan sohre re- s<:creragogucs for thc coronan· Yasculaturc :1nd the 1111·-
ceptores P2Y que se expresan en islotts pancreáticos ocardiurn. Diabetes 2004; S)(Supl3l:Sl56-64.
148 .. "' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

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metabólico/enfcrrnecbd cardiovascubr es tcma ck


controversia 1 •
Existen dos factores fundamentales en la génesis de La elevada prevalencia de RI en todo el mundo y su
la diabetes mellitus tipo 2 (DJ\112): b resistencia a la ac- asociación a algunos componentes del síndrome mcta-
ción de la insulina en determinados rejidos y la progre- bólico ha impulsado la investigacitin de frírni;icos qut:
siva disfunción de la célula beta. La mayoría de los actúen a este nivel. La mejora de la RI es útil tanto pa-
pacientes con Dl\112 (cerca del 85'¡;,) presentan una re- ra el tratamiento de la DJ\12 corno para tratar algunos
sistencia significativa a la acción de la insulina (RI). La de los componentes del síndrome metabólico.
RI es consecuencia de una combinación de susceptibi- En la actualidad se dispone de dos clases de fárma-
lidad genética y obesidad. cos orales, biguanidas y glitazonas, para tratar la resis-
La RI en las primeras fases, se acompaña de un au- tencia a la insulina.
mento en la producción de insulina', que es necesaria
para compensar la resistencia y mantener un metabo- BIGUANJDAS
lismo de la glucosa normal. La aparición de la intole-
rancia a la glucosa indica una disfunción de las células Las biguanidas son un grupo farmacológico consti-
beta, que no son capaces de secretar la cantidad sufi- tuido por la metfomina, la fenformina y la buformina,
ciente de insulina como para superar adecuadamente siendo la metformina el fármaco más relevante del
la resistencia; y cuando la función de las células beta grupo. La fenformina y la buformina fueron retirados
declina todavía más, la hipoinsulinemia relativa se del mercado en la mayor parte de los países, debido su
acompaña de aumento de la producción hepática de asociación con acidosis láctica mortal.
glucosa y aparece la diabetes manifiesta. La metformina se ha utilizado en el tratamiento
La resistencia del músculo a la acción de la insu- de la DM2 desde la década de los cincuenta, aunque
lina y la supresión alterada de la producción hepáti- su uso más extendido es a partir de la década de los
ca de glucosa contribuyen, aproximadamente, por noventa, tras la realización de ensayos clínicos que
igual, a la hiperglucemia posprandial; por el contra- avalaban su seguridad y eficacia en el tratamiento de
río, el aumento de la producción hepática de gluco- la DM2. De esta forma, en la actualidad, se conside-
sa es el principal responsable del aumento de la ra como fármaco de primera línea en el tratamiento
glucemia en ayunas. de la D M2 cuando fracasan las medidas no farmaco-
La Rl no sólo es parte importante en la génesis de lógicas.
la DM2, sino que desempe11a un importante papel en Esta indicación se basa en el estudio UKPDS, en el
el síndrome metabólico. Existe una clara relación en- cual se observó que en el subgrupo de Ios pacientes
tre hiperinsulinemia, dislipernia, hipertensión arterial, diabéticos tipo 2 con sobrepeso, tratados con metfor-
obesidad, anomalías de la coagulación, microalbumi- mina, Ios episodios cardiovasculares y la mortalidad
nuria y aterosclerosis acelerada. Muchos autores creen por esta causa disminuyeron de forma significativa, en
que la hiperinsulinemia puede ser un factor de riesgo comparación con la terapia convencional. El mismo
cardiovascular 2 • No obstante, la relación causal entre fenómeno no se produjo en los grupos tratados de for-
resistencia a la ii1sulina/hiperinsulinemia y síndrome ma intensiva con otros hipoglucemiantes'.
150 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Mecanismo de acción Por otra parte la metformina parece tener un efec-


to anorexígeno, contribuyendo a la disminución de te-
La metformina ejerce varios efectos fisiológicos que jido adiposo y de peso en los pacientes obesos.
contribuyen a su capacidad de disminuir la hipergluce- El efecto beneficioso de la metformina sobre la en-
mia en los DM2. Es capaz de reducir significativamen- fermedad macrovascular en los pacientes con DM2
te la glucemia plasmática en ayunas, la glucemia puede explicarse por su efecto reductor del inhibidor
posprandial y el valor de la HbAlc de forma indepen- del activador del plasminógeno tipo l. También mejo-
diente de los niveles de insulina circulantes en sangre. ra la fibrinólisis en un 20-25% y puede disminuir el fi-
La metformina actúa fundamentalmente a dos ni- brinógeno y la reactividad plaquetaria.
veles: en el músculo y en el hígado. En el músculo Por último, la metformina carece de efectos direc-
aumenta la captación y utilización tisular de la glu- tos sobre la célula beta pancreática y no influye en la
cosa, incrementando la sensibilidad a la insulina. En secreción de insulina directamente, sino sólo a través
el hígado disminuye la producción de glucosa al re- de sus acciones sobre las cifras de glucosa.
ducir principalmente la neoglucogénesis (de un 25 a
un 40%) y, en menor medida, reduciendo la gluco- Farmacocinética, metabolismo y posología
genólisis. La disminución de producción de glucosa
por el hígado contribuye a la reducción de la gluce- La metformina se absorbe en el intestino delgado.
mia en ayunas'. Ésta disminuye con mayores dosis del fármaco y la ad-
La metformina actúa sobre el metabolismo de los lí- ministración conjunta con alimentos reduce y retrasa
pidos. Reduce moderadamente los triglicéridos plasmá- ligeramente la absorción. Tiene una biodisponibilidad
ticos (entre el 10 y 20%), debido a la reducción de la del 50 al 60% con un comprimido de 500 mg tomado
síntesis hepática de lipoproteínas VLDL. También dismi- en ayunas. Las concentraciones plasmáticas máximas
nuye el colesterol total (5-10%) y las concentraciones (1 a 2 µg/ml) se alcanzan una a dos horas después de
plasmáticas de ácidos grasos libres. Los efectos sobre el una dosis oral de 500 a 1.000 mg. No se une a las pro-
metabolismo lipídico son modestos. teínas plasmáticas y tiene una semivida plasmática de
1,5 a 4,9 horas.
Es importante destacar que no se metaboliza en el
Métformina hígado y se elimina con rapidez por el riñón (90% en
un plazo de 12 horas). Por lo tanto, no se acumula en

J el organismo y es improbable que aparezcan concen-


traciones plasmáticas excesivas en presencia de una
función renal normal.
fl":gado El tratamiento con metformina debe iniciarse con
dosis medias, preferiblemente con alimentos, incre-
Activáción de AMPK Activación de AMPK mentando la dosis del fármaco progresivamente hasta

{ i i ¡ conseguir el objetivo terapéutico después de una o dos


semanas, para minimizar los efectos gastrointestinales
adversos.
Según los diferentes estudios realizados, los efectos
Mctividad .J. Expresión 1'Captación
.J.Gluconeogénesis
deACC SREPB1 de glucosa máximos de la metformina se consiguen con dosis de
1.750 a 2.000 mg al día 5 , repartidos dos o tres veces al
día.
En España, la metfomina se comercializa como
.J.Expr('lsión genética
de enzimas lipolíticas comprimidos que contiene 850 mg del fármaco. En Es-
tados Unidos también se comercializa en forma de un
preparado de acción prolongada (comprimidos de
1' Oxidación de clorhidrato de metformina de liberación ampliada),
ácidos grasos
isíntesis GVLDL administrándose en dosis de 500 a 2.000 mg una vez
al día con la cena.
f
iHígado graso Aplicaciones clínicas
t Sensibilidad hepática
insulínica
Es el fármaco oral de primera elección en la DM2,
especialmente, en pacientes con sobrepeso u obesidad.
Como ya se ha mencionado en el apartado de me-
Figura l. Mecanismo de acción de la metformina canismo de acción, la administración de metformina a
Fármacos insulino-sensibilizadores 1 51

pacientes con DM2 provoca una disminución de la re- mente indicado en aquellos pacientes con DM2 y au-
sistencia hepática a la insulina y, en menor medida, sencia de insulinopenia.
una disminución de la resistencia a la insulina en el La utilización en combinación de insulina con met-
músculo. Actúa también a otros niveles y de esta for- formina en la actualidad es un método realmente efec-
ma es la responsable de las siguientes acciones: dismi- tivo en el control de los pacientes con DM2 que tienen
nuye la glucemia en un 20-30%, reduce el colesterol una deficiencia de la función de la célula beta avanza-
LDL hasta en 10% y disminuye los triglicéridos hasta da asociada a resistencia insulínica-. En estos pacientes
en un 30%. Reduce la insulinemia hasta en 10%, \.me- se comigue mejorar la hiperglucemia \' otros factores
la sensibilidad insulínica. También actúa disrninu- de ries¡uJ can:licwascular asociados al síndrome rner,1-
vendo la actividad del PAl-1, mejorando la fibrinólisi' h('ilico, ,~unque a io de b e\ta coml!1;1a-
20 dis¡ninuir l'l bn \. iJ trn de Lts esrratc"gi~h
;tcm·idad 1¡1--.,idcr:t t:n;.¡ r:'(ct'kTnc· (
Ln los d1stimus ensa\"<J<, clírncos realizad('S de,r

¿iJ respecto. b l.{lS 1."fci,_:ro-, )é'CUnd~trl<l'.) !lLÍS


ducción de peso sea limitada, deberno' destacar que íorrn1n;1 St' <1 ni\el i,
gran parte de los fo.rmacus antihiperglucemiames no oc10>1011<1r, sohrc todo, al inicio del traramiemo, cki
sólo no producen este efecro, sino que causan un incre· rrea, náuseas y dolor abdominal de tipo cólico, apare
mento del peso como efecto colateral. cicndo en el 2S-30''1;1 de los pacientes. Suelen ser
El tratamiento con rnetformina, gencralnwnn:, rt:- moderados 1 transitorios v pueden minimizarse si se
ducc la hiperglucernia en el n1isrno grado que d con· u11pieD1 con b;1j,1s dosis v se toma con las comidas.
seguido con sulfonilureas, incluso aunqut: su' Resulta t'iril cornenzar el tr;1tamiento en la cena. Tam-
mecanismos de acción sean totalmente d1fcrenres·. hiC,11 produce <lltcraci<'m del gusto tipo s~1hor merúlico.
En el UKPDS qunb patenre la clara ventaja de Li :\unque los efectos secundarios gastroinrestinalcs
mctforrnina frente a otros antidiabé'ticos orales en el de la metforirnna desaparecen en gran medicla con el
impacto beneficioso sobre la enfermedad cardiovascu- tiempo, existe un porcentaje de pacientes en los que no
lar, actuando sobre factores de riesgo cardiovasculares se logra conseguir una dosis terapéutica de metformi-
como la fibrinólisis, la hiperinsulinemia, la inflama- na (5-10%).
ción vascular y la disfunción endotelial. Otros efectos secundarios son la cefalea y la anorexia
En los ensayos clínicos, la monoterapia con metfor- o pérdida de apetito. Raramente producen hipoglucemia
mina redujo la glucemia plasmática en ayunas de 52 a y eritema por hipersensibilidad. A largo plazo se ha aso-
92 mg/dl (58 mg/dl) y el valor de HbAlc en un 1,8% ciado con una disminución en la absorción intestinal de
manejando unas dosis diarias de L 700-3.000 mg'. vitamina Bl2 y 5cido fólico, aunque raramente ha oca-
Las concentraciones en ayunas de insulina y péptido sionado anemia megaloblástica, y si aparece, suele rever-
C no se modificaron. En monoterapia se observó una tir con suplementos de vitamina B12.
discreta mejoría del perfil lipídico. Frente a otros fárma- El principal riesgo de la metformina y, por lo tan-
cos hipoglucemiantes, el tratamiento con rnetforrnina en to, su efecto secundario más grave es la posibilidad de
pacientes obesos con diabetes mellitus tipo 2 se acompa- que produzcan una acidosis l5ctica que puede llegar a
i1a de un descenso moderado del peso (o estabilización) ser mortal (mortalidad que asciende al 50% ). La acido-
y, adem<Ís, en monoterapia no produce hipoglucemia. sis láctica ocurre en 3 por cada 100.000 pacientes/año.
En el UKPDS, la metformína disminuyó la mortali- Este riesgo era mayor con la fenformina, siendo muy re-
dad global y los episodios relacionados con la diabetes moto con la metformina siempre que no se utilicen en
mellitus en pacientes con sobrepeso/obesidad, pero no pacientes en los que exista contraindicación.
las sulfonilureas ni la insulina. El uso de rnetformina está contraindicado en presen-
Por tanto, la metformina actúa sobre factores de cia de insuficiencia renal (crcatinina sérica en mujeres
riesgo cardiovascular, que son un problema importan· inferior a l ,4 mg/dl y en varones inferior a 1,5 mg/dl),
te en los diabéticos tipo 2, por lo que debe ser el f5r- insuficiencia respiratoria o cardíaca crónicas y hepáti-
maco que se utilice de preferencia. cas, así como embarazo, lactancia y alcoholismo.
La metformina puede utilizarse en monoterapia o También está contraindicado su uso en caso de in-
en combinación con otros antihiperglucerniantes. La fecciones graves \·,en general, aquellas situaciones que
combinación de metformina con sulfonilureas consi- favorezcan una mala perfusión tisular. Por este motivo
gue un mejor control glucémico frente a cada uno de los deben suspenderse antes de la cirugía mayor o de téc-
fármacos en monoterapia 2·''. nicas de imagen que impliquen el uso de contraste iv,
Actualmente, el uso combinado de rnerformina con pudiendo rcintroducirse 48 horas después del procedi-
glitazonas (rosisglitazona y pioglitazona) esLÍ espcci,11- miento.
152 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

No se considera contraindicado en edades superio- riesgo en estos pacientes: reducen la presión arterial
res a 65 años y puede prescribirse en ancianos con (por disminución de la RI pero también a través del
aclaramiento de creatinina mayor de 60 mi/minuto. sistema renina-angiotensina), ejercen una acción favo-
rable sobre el fenotipo de las lipoproteínas (reducción
TIAZOLIDINEDIONAS (GLITAZONAS) de valores plasmáticos de c-LDL, incremento de la
subfracción c-HDL2), mejoran la función endotelial y
Mecanismo de acción la microalbuminuria (independiente de los cambios en
las cifras de glucemia), incrementan la actividad del
Las tiazolidinedionas o también conocidas como activador del plasminógeno y reducen la de su inhibi-
glitazonas son un grupo de fármacos cuyo mecanismo dor. Por otro lado, disminuyen los marcadores de in-
de acción se basa en la activación de unos receptores flamación (fundamentalmente, la proteína e reactiva)
nucleares específicos, conocidos como receptores de la y ejercen una acción favorable sobre otros determinan-
proliferación de los peroxisomas (PPAR), en concreto, tes del proceso aterotrombótico.
sobre los PPAR gamma, aumentando la transcripción Este grupo farmacológico ha supuesto una impor-
de genes que son importantes reguladores de la dife- tante revolución terapéutica, no sólo por su efecto a
renciación de adipocitos, homeostasis lipídica y de la nivel del control glucémico sino por otros beneficios
acción de la insulina. Provocan una disminución signi- metabólicos y antioxidantes derivados de su mecanis-
ficativa en los ácidos grasos libres y del factor de ne- mo de acción.
crosis tumoral, que son fundamentales mediadores, de En la actualidad está autorizado el uso clínico de
la resistencia a la insulina. Además, disminuyen los tri- rosiglilazoua y <le pioglitazona.
glicéridos en el tejido adiposo y prnducen uu aumento
de la adiponectina. Farmacocíuética, metabolismo y posología
Estos cambios desencadenan una serie de efectos.
En el mú&culo aumenta el trnn&portador GLUT 4 y la La ros1ghtazona se absorbe bien por vía oral con
utilización de glucosa, mejorando, por lo tanto, la sen- una biodisponiobilidad del 99%, metabolizándose en
sibilidad a insulina. En el hígado disminuye la neoglu- el hígado a través del citocromo P-450. Su semivida es
cogénesis. En la célula beta mejora su función y de tres a cuatro horas, alcanzando la concentración
secreción. En los vasos ejercen un efecto antiinflama- máxima en la primera hora tras su administración. Al-
torio y la disfunción endotelial mejora.
rededor de dos tercios se excretan en la orina y un ter-
El receptor PPAR se expresa en el tejido adiposo,
cio a través de la bilis. Se administra en dosis de 4 a 8
hígado y músculo esquelético, tejidos donde la insuli-
mg una o dos veces al día.
na ejerce preferentemente su acción, regula la trans-
La pioglitazona, al igual que la rosiglitazona, se ab-
cripción de varios genes relacionados con la
sorbe bien por vía oral, con una concentración máxi-
diferenciación de los preadipocitos y en la captación
ma a las 2 horas y una vida media plasmática de 16 a
de glucosa mediada por insulina en los tejidos perifé-
24 horas. Se metaboliza en el hígado a través del cito-
ricos. Estos receptores reducen la expresión de la lep-
cromo P-450 y se excreta dos tercios por las heces y un
tina, un factor que regula el apetito, el peso corporal y
tercio a través del riñón. La pioglitazona se administra
el balance energético.
en dosis de 15 a 45 mg una vez al día.
Además de mejorar el control glucémico, influyen
de forma favorable en los diferentes componentes de
Aplicaciones clínicas

Las glitazonas están indicadas en pacientes diabéti-


Tabla 1. cos resistentes a la insulina.
En monoterapia, tanto la rosiglitazona como la
Metformina Rosiglitazona Pioglitazona pioglitazona, actúan de forma similar sobre el control
glucémico, disminuyendo la HbAlc entre un 1-1,5%
Glucemia J, J, J,
frente a placebo 3·9 •
LDL J, 1' "'ó1' Además de actuar sobre el control glucémico, las
Triglicéridos J, "'ó1' J, glitazonas se caracterizan por su efecto beneficioso en
J,
los distintos componentes del síndrome metabólico, al
Insulinemia J, J,
disminuir la resistencia insulínica.
Microalbuminuria - J, J, Modifican el patrón lipídico hacia un perfil menos
Presión arterial - J, J, aterogénico: aumentan la cifra plasmática de colesterol
Peso J, 1'
HDL y la pioglitazona disminuye los triglicéridos en
1'
plasma. Existen diferencias entre las dos glitazonas a es-
Célula~ - Efecto prorccror Efecto prorecror
te respecto. La pioglitazona disminuye levemente los
Fármacos insul ino-sensibilizadores o 153

GLITAZONAS

Maduración de
adipocitos

tÁcidos
grasos
libres
Captación Insulina
de glucosa ----Glucosa
(1'GLUT i y 4)

lll\'eles ck LDL; e11 c1mh10, e11 b 11L11·oría de los es control glucémic·o a lo !,irgo de dos a11os frente ,1 gli
tudius, h rosigl1n1.011~1 aurnenu esra lípoprnrdna ,¡ ca1.ida 1 '. l'or lo L111to, estos !'5rn1<1cos ricnen una \'l'll·
bien también disminuye el porcentaje de partículas taja adicional muy importante en proteger la célula :),
LDL pequer1as y densas, por lo cual podría disminuir ventaja que otros fármacos no tendrían.
su efecto aterogénico. El efecto sobre HDL es similar Otras ventajas con respecto a los hipoglucemian-
con ambos fármacos, pero la pioglitazona reduce tes convencionales son: a) disminuyen la glucemia sin
más los triglicéridos, posiblemente porque tiene un provocar hipoglucemias, b) rosíglítazona ha demos-
discreto efecto PPAR alfa'º. trado retrasar, en una población con riesgo, la apari-
Otros efectos importantes de este grupo farmaco- ción de diabetes mellitus tipo 2 en un porcentaje
lógico son sobre la rnicroalburninuria y la presión superior al de otros fármacos y al logrado con estilo
arterial. Es conocido que la presencia de microalbumi- de vida (estudio DREAM) y c) pioglitazona ha de-
nuria en los pacientes DM2 se considera un marcador mostrado que disminuye el volumen de la placa de
de riesgo cardiovascular. En diversos estudios se ha ateroma, medido mediante ecografía intravascular en
comprobado que el uso de rosiglitazona reduce la rni- un porcentaje significativamente mayor, que glimepi-
croalbuminuria en comparación con sulfonilureas in- rida (PERISCOPE'i y CHICAGO'").
dependiente de las cifras de glucemia" . El efecto que La administración de rosiglitazona disminuye de
producen las glitazonas sobre la pared vascular refleja forma importante los ácidos grasos libres, lo cual sig-
una disminución de los niveles de presión arterial. nifica menos resistencia a la insulina y disminución de
Las glitazonas reducen b fibrinólisis como conse· la proteína C reactiva. Por lo tanto, las glitazonas son
cuencia de h disminución de las concentraciones plas- antiinflamatorios potentes que pueden proteger al pa-
máricas de PAI- l, TNF o y proteína C: reactiva. Este ciente contra la aterosclerosis, pero faltan estudios con
efecto terapéutico podría proporcionar mejorías car- e\'enros cardiovascubres.
diovasculares independil'.ntes del control glucérnico 11 • El tratamiento en monoterapia, en la acwalidad no
La ventaja de las glitazonas, que no rienen la met- supone una venta ja en el control gl ucérnico frente a otros
formina ni las sulfonilureas. es que enlentece el dete- anrihipergluce1111antes orales. 1-labítualrnente, se utilizan
rioro de la función de la célula beta. FI estudio UKPDS en asociación con sulfonilureas y/o metformina'-".
demostró que los hipoglucernianres convencionales no La combinación con sulfonilureas ha demostrado
protegen a la célula beta de su deterioro progresivo. Al una disminución del la HhA 1c de un l 'i\1 respecto al gru-
comparar glipizida como monoterapia, en pacientes po control, sin un incremento de los efectos adversos' .
bien controlados, la función de la célula .3 mejoró en La combinación con rnetformina ha sido estudiada
un 5%; en cambio, al agregar rosiglirazona. mejoró en en varios ensavos clínicos, demosrr<1ndose una reduc-
54º/,,. Asimismo, pioglitazona ha demostrado un mejor ción significati 1·a de la HbA le del O, 7 al 1,2 ~;) en la
154 .. °' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

combinación de rosiglitazona con metformina. Como asociados al tratamiento que puedan contribuir al in-
efecto colateral se observó una ganancia ponderal cremento de la frecuencia de fracturas 19 •
frente al uso de metformina en monoterapia. La com- El uso de las glitazonas está contraindicado en pa-
binación de pioglitazona con metformina consiguió cientes con insuficiencia cardíaca o con historia de In-
una disminución similar de la HbA1c 13 • suficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, en la
El uso de glitazonas con insulina está aprobado en cetoacidosis diabética y en el embarazo. Deben usarse
Estados Unidos y en España sólo está aprobado el uso con precaución en pacientes tratados con AINE por-
de pioglitazona con insulina. Es una terapia eficaz, pe- que ambos se asocian con retención de líquidos.
ro se debe tener precaución en pacientes con tendencia
a los edemas e insuficiencia cardíaca. Asociación de glitazonas y cardiopatía isquémica

Efectos secundarios y contraindicaciones En la actualidad existe una gran controversia sobre


la asociación entre el tratamiento con glitazonas y el
Los efectos secundarios más importantes observa- riesgo de cardiopatía isquémica.
dos en el tratamiento con glitazonas consisten en: au- Desde el comienzo de su uso en la clínica en
mento de peso por aumento del tejido adiposo 1999, las glitazonas han demostrado su capacidad
periférico, retención hídrica que en los casos más ex- de mejorar algunos factores de riesgo cardiovascular
tremos puede exacerbar o desencadenar signos o sín- (hiperglucemia, presión arterial y el metabolismo li-
tomas de insuficiencia cardíaca congestiva y, en pídico), marcadores de daño orgánico, como la mi-
mujeres, su uso se asocia con aumento de las fracturas croalbuminuria, o marcadores de arterioesclerosis
óseas distales. como el grosor de la íntima de la arteria carótida y más
El edema está relacionado con un incremento en la recientemente el volumen de las placas de ateroma en
reabsorción tubular de sodio y agua. El edema apare- las arterias coronarias. Sin embargo, pocos ensayos
ce en el 5% de los pacientes tratados en monoterapia; clínicos han estudiado el impacto del tratamiento so-
en triple terapia puede aparecer en el 3-6% de los que bre la incidencia de cardiopatía isquemica.
reciben tratamiento con rosiglitazona y en el 7% de El primer ensayo clínico que estudió la relación en-
los tratados con pioglitazona. En el 15% de los pa- tre glitazonas (pioglitazona) y la incidencia de enfer-
cientes que combinan pioglitazona con insulina puede medad cardiovascular fue el PROACTIVE. En este
aparecer edema. ensayo clínico se estudiaron más de 5.000 pacientes
Los casos de insuficiencia cardíaca están descritos en con DM2 de alto riesgo (cerca del 50% con historia
pacientes que presenten otros factores de riesgo para la previa de infarto de miocardio) que se aleatorizaron
aparición de insuficiencia cardíaca: sexo femenino, para recibir pioglitazona o placebo, asociados con
combinación con insulina, presencia de insuficiencia re- cambios en el estilo de vida y otros antidiabéticos
nal crónica o enfermedad cardiovascular. (metformina, sulfonilureas e insulina). El seguimiento
El aumento de peso descrito en los pacientes trata- fue de 3 años. En el grupo de pacientes tratados con
dos con glitazonas parece estar relacionado con una pioglitazona se observó una reducción no significativa
combinación de retención hídrica e incremento del te- de los componentes del objetivo primario formado por
jido adiposo. Varios estudios demostraron que el au- mortalidad total, infarto de miocardio no mortal, ic-
mento del tejido graso corporal total y del tejido tus, otro síndrome coronario agudo, amputación de
adiposo subcutáneo, sin modificación del tejido adipo- las extremidades inferiores, revascularización corona-
so visceral. ria y revascularización de las piernas [CP] = 0,904; IC
La utilización de glitazonas está contraindicada en 95%, 0,802-1,018), sin embargo si se observó una re-
la insuficiencia hepática y es recomendable el control ducción del riesgo de presentar uno de los componen-
de las enzimas hepáticas durante el tratamiento. En ca- tes del objetivo secundario, compuesto por mortalidad
so de elevaciones al triple de los valores normales, se total, infarto de miocardio no fatal e ictus (CP =
debe suspender el tratamiento. Sin embargo, en los úl- 0,841; IC 95%, 0,722-0,981; p = 0,0273). En un sub-
timos ensayos clínicos se ha visto una reducción de la análisis de reciente publicación, en el que se incluyó a
hipertransaminasemia producida por esteatosis hepáti- los pacientes con infarto de miocardio previo, se ob-
ca, por mejoría de esta última. serva una reducción significativa (CP = 0,72; IC 95%,
Los datos procedentes de ensayos clínicos controla- 0,52-0,99; p = 0,045) del riesgo de reinfarto durante el
dos indican que existe un riesgo incrementado de frac- seguimiento
turas óseas en mujeres tratadas con pioglitazona o En mayo del 2007 se publicó en el New England un
rosiglitazona. metaanálisis en el que se analizaron 42 ensayos clíni-
La mayoría de estas fracturas se presentaron en ex- cos, con un total de 15.500 pacientes con DM2 2º. Los
tremidades, desconociéndose el mecanismo que parti- resultados de este estudio mostraron un incremento
cipan en este efecto o si existen factores de riesgo del infarto de miocardio en los pacientes en tratamiento
Fármacos insulino-sensibilizadores 155

con rosiglitazona; CP = 1,43 (1,03-1,98). Al analizar de causa cardiovascular. Debido al diseño del estudio,
este meta-análisis es preciso tener en cuenta que en el los resultados definitivos del mismo aclararan definiti-
se incluyeron ensayos en los que el infarto de miocar- vamente esta polémica.
dio no era una variables de medida de eficacia proto- Las autoridades sanitarias (FDA y EMEA), tras
colizada, también se incluyeron ensayos con pacientes valorar las evidencias publicadas en el último año,
en los que actualmente la rosiglitazona está contrain- han mantenido la autorización para el uso de éstos
dicada y se excluyeron del análisis los pacientes de los fármacos va que el beneficio de su uso supera el ries-
ensayos clínicos como el DREAM \.el ADOPT, en los go de los efectos secundarios, arl.adiendo
que no se objetivó ninguna en la incidenci<1 L1 :Hhencncia de no recomendar el uso de rusiglita-
de isquemica entre i:I grupo rrarado con O lllSU

i.
otros 11H:L1'1!!<il1si J '~ ¡

cuc:-.tiorL1r L1 seguridad l~~1rdin\·ascular giitaZC)11~2'"'


. En el prin1cro ~e d1.'')l'ribc~ en l:i (L: p:ll~i1.'li i!lJt:ntu de L1 di:1
tc::-i rrat;Jdo\ con 1c1zona~ un inCrt.:·n1cnLi:'
significativo del conjunto en:ntos cudiO\ Jc,CtlÍ<Hl'~­
sin diferencias significativas en las gr<nes (infarto de·
miocardio, muerte cardiovascular e ictus). Fn el se-
gundo, en el que tan sólo se incluyeron los resultados lkFronzo R:\. Bo1udunn:1 RC Fcrrannini E. P;itho-
de 4 ensavos se observa un incremento del riesgo ck of non-1nsuiin diabetes mciiitus (NID-
J)\!): a b:1Lrncnl P\'l'n·1,·11. J)iahl'tc?s C:ar,· 1992:
experimentar un inforro de miocardio asociado ;1 ro-
IS:olS-68.
siglitazona, con un índin· de riesgo de l (IC: ckl
P,l\l\1'11 C\L Li1v' .\. lm11ii11 r1·sisu1Kc, cumpcnsator\
95%, 1,06-1,911.
h1pn1!l',ulinc111i:L :rnd c·oronan· h1·:irt d1scasc>. l!i:1
Por el contrario, en el mismo mírnero de J:\:\L\ ,,,
lwroloµ.1:1 1994:17:948·9~2.
incluye otro metaan<1lisis sobre Li seguridad de r'iogli-
l111L·11SJ1'1· hlo<lll-glucosc comrnl 11·irh sulphonylurcas or
t<lzona en el que se incluyeron J 9 estudios, y se ohsn·
imulin cornp:ired with convcntional treatmcnt and nsk
va una reducción que alcanza significación estadística of complications in paticnrs with type 2 diabetes
en el riesgo de un objetivo combinado que incluye (lJKPDS 33). UK Prospectivc Diabetes Study (UKPDS)
muerte, infarto de miocardio e ictus 23 • Group. Lancet 1998; 352:837-53.
En un nuevo metaanálisis publicado por McAfee2' 4 Hunda! RS, Krssak M, Dufour S, Laurent D, Lebon V,
no se observó un incremento significativo del riesgo de Chandramouli V et al. Mechanism by which metformin
infarto de miocardio ni revascularización coronaria reduces glucose production in type 2 diabetes. Diabetes
asociado con el tratamiento con rosiglitazona compa- 2000;49:2063-69.
rado con otras modalidades terapéuticas, tanto en mo- 5 Garber AJ, Duncan TG, Goodman AM, Milis DJ, Rohlf
noterapia como en terapia combinada con otros JL Efficacy of metformin in type 2 diabetes: results of a
antidiabéticos. doubleblind, placebo-controlled, dosc-response tria!. Am
Los resultados de un reanálisis del metaanálisis de J !Vlcd 1997; 103: 491-97.
Nissen y \\!olski 2' demuestran que el modelo estadísti- 6 DeFronzo R/\, Goodman AM. Efficacy of metforrnin in
co aplicado podría condicionar los resultados. En este paticnts with noninsulin-dependent diabetes mellitus.
ambiente de incertidumbre clínica, los responsables Thc Multiccnter Mctformin Study Group. N Engl J i\frd
del estudio RECORD 2" hicieron un análisis no progra- 1995; 333:541-9.
mado de la incidencia de complicaciones cardiovascu- Garbcr AJ. Bencfits of cornbination thcrapy of insulin
lares. No se vieron diferencias significativas en el and oral hypoglycemic agcnts. Arch lntcrn 1\kd
163:1781-2.
objetivo primario ni en ninguno de sus componentes
(infarto de miocardio y muerte cardiovascular); tan só- Lchovirz HE, Dok JF, Patwardhan R, Rappaport EB.
Frccd ML thl' Rosiglitnonc Clinical Trials Stuch
lo se observó un incremento significativo del riesgo de
is dfcctin: in pa-
desarrollar insuficiencia cardíaca asociado con el tra-
ticnrs \\·ith rvpc 2 diabetes. J Clin Endocrino! ¡\[ctab
tamiento con rosiglitazona. 2001; 86:280-8.
El estudio RECORD es un ensarn clínico alcatori-
Aronoff S. Rost?nblatt S, lkúthwairc S, Egan JW.
zado, multicéntrico, abierto y de no inferioridad en el \Lithiscn .-\L Schncidcr RL Pioglitazone lwdrochloridc
que entre 4.447 diabéticos tipo 2 con un inadecuado monothcrap1· impr01-cs glvcemic control in rhc treatmern
control metabólico con tratamiento con metformina of paticnts 11·ith typc 2 di;ibctcs: a 6-month randomizcd
fueron randomizados para recibir tratamiento combi- pL1cebo-controllcd dose-rcsponsc stmfr. Diabetes C:arc
nado con rosiglitazona (2.227) frente a una combina- 2000; 23: 1605-1 L
ción de metformina \. sulfonilurea. El objetivo l (l Yki-fin·incn. Thiawlidincdiones. l\ Engl J ¡\frd 2004
primario es la combinación de hospitalización o muerrc Sq) 9: i5!(1 !l:1106-18.
156 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

11 St John Sutton M, Rendell M, Dandona P, Dole JF, Mur- 18 Fonseca V, Rosenstock J, Patwardhan R, Salzman A.
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r 1 r

colon, produciendo 5cidos graso;, de cade!la coru, hi-


drógeno, metano y C02 .
La glucemia posprandial es el resultado del ba- Disminuir la absorción ck h glucosa de la dicta
lance neto entre la cantidad de carhohidratos absor· es una vía de para el ,1bordaje control de la gluce-
bidos desde el intestino y la capacidad de captación mia, bien sea impidiendo su rransporre a través de In
del hígado \' los tejidos periféricos. El ascenso de rnuc·osa inrestinal, bloqueando el tr,111sponador
glucosa en sangre despu<'.'s de una comida oscila ha- SGITJ de la membrana del cnterocito o inhihirndo
bitualmente entre 30 y 50 rng/dl. Este incremento es- su digestión por las cx-glucosidasas en la luz intesti-
tá r·egulado por la velocidad de tránsito intestinal, la nal (Figura 1).
cantidad y cinética de las enzimas digestivas, la velo-
cidad y cantidad de la respuesta de la insulina secre- MODO DE ACCIÓN
tada y la sensibilidad del hígado y de los tejidos
periféricos a la insulina secretada. Aunque, princi- Los ínhibidores de las a-glucosidasas compiten de
palmente, la respuesta de la secreción de insulina a forma reversible con los oligosacáridos por la unión a
los hidratos de carbono por vía oral es determinada los enzimas del borde en cepillo de la mucosa intesti-
por el nivel de glucemia posprandial, también es am- nal. Los mecanismos de la acción de los inhibidores de
pliada por la secreción de las hormonas incretinas: o:-glucosidasas son parecidos, aunque no idénticos. La
GIP y GLP-1. acarbosa se une a la sacarosa con una afinidad mucho
La intervención dietética para el control de la hi- mayor que la propia sacarasa. La afinidad de la acar-
perglucernia es una parte fundamental del tratamiento bosa por las o:-glucosidasas sigue este orden: glucoa-
para pacientes diabéticos. Por lo tanto, fármacos que milasa> sacarasa> maltasa. Su efecto es mínimo sobre
actúan en el tracto intestinal para interferir con la di- la isomaltasa y no tiene actividad sobre las [3-glucosi-
gestión de los carbohidratos o su absorción pueden ser dasas, como la lactasa. Además, inhibe la amilasa pan-
útiles en el tratamiento de la diabetes. creática aunque de forma leve. Por el contrario, la
La absorción intestinal de los hidratos de carbono actividad de miglitol sobre la isomaltasa es superior a
se realiza en forma de monosadridos. Los alimentos la de la acarbosa y nula sobre la amilasa pancreática.
se componen, fundamentalmente, de hidratos de car- Sin embargo, a diferencia de la acarbosa, interfiere con
bono complejos. Para su absorción tienen que ser coi" la absorción intestinal de glucosa, a! interaccionar con
tados por la amilasa pancreática en oligosacáridos y el transportador SGLTl. Por su parte, voglibosa es
disacáridos y descompuestos posteriormente en mono- menos potente que la acarbosa inhibiendo la sacarasa
sacáridos por las enzimas o-glucosidasas (glucoamila- y no tiene efecto sobre la amilasa pancreática''-
sa, sacarasa, rnaltasa, dextrinasa o isomaltasa) o por la In vivo, la administración de inhibidores de o:-glu-
enzimas [3-glucosidadas (lactasa) del borde en cepillo cosidasas retarda e impide la digestión de los oligosa-
perteneciente a la mucosa intestinal del duodeno y a la cáridos en el yeyuno proximal que pasarán a ser
primera porción del yeyuno. Los carbohiclratos que digeridos parcialmente en el yeyuno distal, si hay sufí-
eluden la digestión en el intestino delgado fermentan ciente actividad enzimática, o en el intestino grueso,
en el intestino grueso por la acción de las bacterias del dónde las bacterias rnetabolizarán los hidratos de
158 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Polisacáridos

~
..__ _ _ _ _ Amilasa

~
Intestino Oligosacáridos
Delgado

X a-glucosidasas

(3-glucosidasas

GLUT1
Glucosa Glucosa

1
Ácidos grasos lnhibidores
Colon C02, O+ ..__________ Bacterias
Metanos

Figura 1. Regulación de la absorción de la glucosa.

carbono en ácidos grasos de cadena corta, hidrógeno, FARMACOCINÉTICA DE LOS INHIBIDORES DE


metano y C02. LAS a-GLUCOSIDASAS
El efecto primario de los inhibidores de las a-glu-
cosidasas es disminuir los valores de glucemia pos- La acarbosa es un pseudotetrasacárido que contie-
prandial y en consecuencia los niveles de insulinemia ne un átomo de nitrógeno en lugar de oxígeno en la
posingesta. Cualquier efecto sobre los niveles de gluce- unión de dos moléculas de glucosa; el miglitol es un
mia basal, probablemente, sea indirecto, mediante la derivado sintético de desoxinojirimicina y voglibosa es
disminución de la glucotoxicidad sobre la célula 13- un derivado de valiolamina (Figura 2).
pancreática. La magnitud del efecto sobre la gluce- La absorción de acarbosa es escasa, menor del 2%.
mia posprandial dependerá de la cantidad de hidra- La mayor parte es digerida por las bacterias del colon.
tos de carbono de la dieta, del grado de inhibición de Sus metabolitos (glucosa, maltosa, acarviosina y 4-me-
las a-glucosidasas en el yeyuno proximal y de la acti- tilpirogalol) se absorben en un 35% y son excretados
vidad de éstas en el yeyuno distal. La actividad en el por la orina en las siguientes 14-24 horas 1• 2 •
yeyuno distal está sometida a diferencias interindivi- Sin embargo, miglitol se absorbe rápidamente por
duales y raciales y depende de la proporción de hidra- un mecanismo de transporte similar al de la glucosa y
tos de carbono complejos en la dieta 1• se excreta por el riñón sin cambios cualitativos. La ab-
La administración de acarbosa a largo plazo incre- sorción de voglibosa oscila entre el 3 y el 5 % 1•
menta la masa de bacterias del colon, fundamental-
mente, las lactobactcrias, incrementando la APLICACIONES CLÍNICAS
fermentación bacteriana de los hidratos de carbono y
la acidificación de las heces. Se ha evidenciado que re- Efecto sobre el metabolismo de hidratos de carbono
duce los niveles de hidroxibutirato, de la hiperamone-
mia y del pH intestinal. Por este motivo, se le El efecto fundamental primario de los inhibidores
atribuyen efectos antiproliferativos que pudieran redu- de a-glucosidasas es disminuir los valores de glucemia
cir el riesgo de carcinogénesis 2 • posprandial. El efecto depende de la dosis, del nivel de
Para que los inhibidores sean efectivos, precisan hiperglucemia y de la cantidad y tipo de hidratos de
administrarse con el primer bocado de la ingesta y, co- carbono de la dieta.
mo es lógico, su eficacia se aprecia más cuanto mayor El descenso medio de la elevación posprandial má-
sea la ingesta de carbohidratos. xima es de 54 mg/dl en pacientes con diabetes tipo 2
Fármacos inhibidores de alfa-glucosidasas intestinales 1 59

i OH Me OH OH basal pero sin significación estadística. Lo mismo se

IOH~~:~.
aprecia en la disminución de los valores de hemoglobi-
na glicosilada (HbAlc). No hay diferencias significati-
~~~~H
1
j o'H ~ OH o'H OH
vas en la glucemia posprandial.
El estudio Essen-Il no encuentra diferencias en la dis-
ACARBOSA minución de los valores de HbAlc cuando se compara
acarbosa 300 mg/día con metforrnina 1.700 rng/día'.
H0 1 /~~/OH
... Numerosos estudios clínicos muestran que en pa-

~
' ~---{'~'
cientes con diabetes tipo 2 en trarnrnienro con hipoglu
: OH
•.

HO ' . cemiantes, la de aurbosa.


OH rcdu1__~c' icr-; \·aiorcs de ~luct'lnÍ3 pnsprJil
VOGUBASA MiGLITOL ha:<.d \. '-1L I~·IB.-\l'-· en
n1craanjJisis lTh.Jlntrz··) que Lt ~1L-~1rhc)',J n:dUCl' un n.

pccu\·a111cnrc.
La acirbo~a urnbiéil ricile un rmpacru
diabéticos tipo 2 tratados con imulin~L Su admi111,-
SACAROSA tración redtKe los nin: les ck l-IbA 1c en un ck
media·.
Los inhibidores de L<-glucosidasas no ejercen un
efocro signifirntivo sobre los niveles basales de insuli-
11~1 en cornparacic'rn con placebo. L1 disminución de Li
1
insuli11enfr1 posprandial es secu11d~1ri:1 :1 Li dismirrn-
OH ción de b glucosa posprandial \.es rn:1s acusada en su-
POLISACÁRIDO
jetos con mayor capacidad de scucci(-JJl de insulina.
No se han detectado efectos de la acarbosa sobre la
primera o segunda fase de secreción de insulina'.
Figura 2. Estructura molecular de los inhibidores de las alfa-
La resistencia a la insulina es una característica
glucosidasas intestinales.
fundamental de la diabetes tipo 2. Algunos estudios
muestran que la acarbosa aumenta la sensibilidad a la
(de hasta el 60% en ancianos) y presenta un patrón de- insulina en sujetos obesos 7 con diabetes tipo 2 o con
pendiente de la dosis administrada. En algunos estu- intolerancia a la glucosa'. Sin embargo, este efecto no
dios, tanto acarbosa como miglitol o voglibosa se ha encontrado en numerosos estudios realizados en
disminuyen levemente la glucemia en ayunas, en torno sujetos jóvenes con diabetes tipo 2 con diabetes mal
a los 8-12 mg% de media. Posiblemente, sea un efecto controladas.
indirecto mediante la disminución ele la glucotoxíci- Al igual que en pacientes con diabetes tipo 2, en su-
dad sobre la célula ¡3-pancreátirn'. jetos con intolerancia hidrocarbonada también se ha
Una reciente revisión de Van de Laar et al.' mues- observado reducción de los niveles de la glucemia pos-
tra que los inhibidores de cx-glucosidasas son superio- prandial y de ayuno. Por el contrario, no se han encon-
res a placebo en el control de la glucemia en pacientes trado cambios en los niveles de insulina en ayunas o
con diabetes tipo 2. La disminución de la hemoglobi- posprandial''.
na glucosilada con acarbosa es de 0,8% de media, de
un 0,7'};, con miglitol y del 0,5'X, con voglibosa. En es- sobre el peso
ta revisión, la acarbosa no muestra un patrón claro de-
pendiente de la dosis y el rniglirol sí parece tener un No se detectan efectos en el balance calórico ni en
efecto dosis-repuesta aunque el número de estudios re- el patrón de la ingesta en los pacientes que consumen
visados es pequeí1o. No hay estudios que comparen la inhibidores de cx-glucosidasas. La gran mayoría de los
potencia de acarbosa con miglitol, pero no parece que estudios realizados en pacientes obesos o delgados con
existan diferencias apreciables entre ambos respecto a la diabetes tipo 2 no muestran cambios ponderales cuan-
disminución de los niveles de hemoglobina glicosilacla. do se comparan con placebo' '. Incluso en la revisión
1
Son escasos los estudios que comparan inhibidores de Van de Laar et al. en contra de lo esperable, tam-
,

de o:-glucosidasas con otras formas de intervención poco se muestran cambios significativos cuando se
que no sea placebo. En el metaanálisis de Van de Laar', comparan con las sulfonilureas. Por el contrario, si se
cuando se compara acarbosa con sulfonilureas se apre- ha demostrado una disminución de 1,2 kg en sujetos
cia una tendencia a mejorar los valores de glucemia con intolerancia hidrocarbonada'.
160 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Relación con las hormonas gastrointestinales con intolerancia hidrocarbonada pose un efecto reduc-
tor de la incidencia de enfermedades cardiovasculares
En particular, la acarbosa inhibe la secreción del tanto como variable combinada (infarto de miocardio,
polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y aumenta la se- angina de pecho, procedimientos de revascularización,
creción de GLP-1 en el periodo posprandial tardío que muerte cardiovascular, insuficiencia cardíaca congesti-
contribuye a modular la glucemia posprandial1· 2 • va, eventos cerebrovasculares y vasculopatía periféri-
ca) como también un efecto reductor de los infartos de
Efecto sobre los niveles de lípidos en plasma miocardio. No hay datos de otros estudios que permi-
tan contrastar este hallazgo.
En pacientes con diabetes tipo 2 como grupo no se En sujetos con sobrepeso, diabetes tipo 2 y mode-
han encontrado efectos sobre los niveles de HDL, LDL rada hipertensión, la acarbosa reduce la presión sistó-
o colesterol total y los efectos sobre la trigliceridemia lica a las 24 semanas de tratamiento cuando se
son controvertidos 3 • En algunos estudios realizados compara con glibenclamida, posiblemente, en relación
con sujetos obesos, resistentes a la insulina y portado- con la menor actividad del sistema simpático y con nive-
res de diabetes tipo 2 se aprecia una disminución de les insulina menores. Estos hallazgos no se han podido
los niveles de triglicéridos totales en plasma cuando si- demostrar en sujetos con intolerancia hidrocarbonada 2 •
guen tratamiento con acarbosa, posiblemente, debido
la reducción de la síntesis de VLDL y la disminución Tratamiento de hipoglucemias reactivas
de la hiperinsulinemia posprandial2. Esta disminución
también se ha encontrado en sujetos no diabéticos con Una aplicación de los efectos farmacológicos de los
hipertrigliceridemia de diferentes orígenes. Sin embargo, inhibidores de a-glucosidasas es el tratamiento de la
en una revisión reciente no se aprecian diferencias signi- hipoglucemia posprandial en los no diabéticos. La
ficativas en los valores de triglicéridos respecto a la ad- acarbosa en dosis a 100 mg reduce significativamente
ministración de placebo o de sulfonilureas en sujetos con la hipoglucemia posprandial tardía que ocurre en pa-
diabetes tipo 2 en generaP. cientes con un rápido vaciado gástrico, en los sujetos
Situación similar se produce cuando se considera el con intolerancia a la glucosa y en los que padecen hi-
efecto de los inhibidores de a-glucosidasas sobre el poglucemias aisladas. Aunque un pequeño número de
perfil lipídico de los sujetos con intolerancia hidrocar- pacientes tratados crónicamente con acarbosa tuviera
bonada. En general no tiene efectos sobre el nivel lipí- una mejoría de los síntomas clínicos, se precisan estu-
dico (STOP-NIDDM)9. Sin embargo, en subgrupos de dios más amplios y bien controlados para confirmar
obesos hiperinsulinémicos se han encontrado disminu- estos resultados 1•
éiones de los valores de LDL2. Algunas de estas discre-
pancias podrían explicarse por la cantidad y tipo de Efectos en el colon
hidratos de carbono ingeridos y los efectos sobre los lí-
pidos de los metabolitos resultantes de su digestión El tratamiento crónico con acarbosa aumenta el
por la bacterias del colon. peso de la humedad fecal, aproximadamente, un 50%,
los ácidos grasos de cadena corta aumentan un 212%
Efecto sobre los factores de riesgo cardiovascular en el bolo fecal, se acidifican las heces en torno a 0,7
unidades y no se objetivan cambios de la flora bacte-
En sujetos con diabetes tipo 2 no se han encontra- riana. La biopsia rectal no revela ninguna hiperplasia
do diferencias estadísticas o clínicas significativas con o cambio en la proliferación rectal. En conclusión, el
respecto a la mortalidad cardiovascular en los estudios tratamiento crónico con acarbosa no causa efectos
que han evaluado este objetivo 3 • Holman et al. 8 reali- desfavorables en el colon y puede reducir el riesgo de
zaron un estudio a 3 años y encontraron que el riesgo neoplasia del colon debido al efecto antiproliferativo
relativo para los que utilizaron acarbosa en compara- de los ácidos grasos de cadena corta 1•
ción con placebo fue de 1 para cualquier variable prin-
cipal de evaluación relacionada con la diabetes y de Prevención de diabetes tipo 2
0,9 para la microangiopatía. Sin embargo, se observan
diferencias significativas en la morbilidad a favor de Varios estudios han demostrado que en sujetos con
miglitol comparado con glibenclamida pero no con intolerancia hidrocarbonada la incidencia de diabetes
placebo3 tipo 2 se reduce con la utilización de inhibidores de a-
En sujetos con intolerancia hidrocarbonada tampoco glucosidasas. El efecto no se mantiene al suspender el
los inhibidores de a-glucosidasas muestran una disminu- tratamiento, por lo que no puede descartarse que sólo
ción sobre la mortalidad por causas cardiovasculares 1º. se enmascare la hiperglucemia.
Aunque no fue diseñado para ello, el estudio En el estudio STOP-NIDDM, la incidencia de dia-
STOP-NIDDM 9 demostró que la acarbosa en sujetos betes en el grupo de acarbosa fue del 32 % y del 4 2 %
Fármacos inhibidores de alfa-glucosidasas intestinales 161

en grupo del placebo durante los 39 meses de observa- DOSIFICACIÓN


ción. Según este estudio, es neces?rio tratar a 1O pa-
cientes durante 3 años para evitar un caso de diabetes En el mercado español sólo se comercializan la
tipo 2 1'' 12 • acarbosa y el miglitol. Las pautas terapéuticas de am-
bos son similares. Se dispensan en comprimidos de 50
EFECTOS ADVERSOS DE l OS !NHIBIDORES DE Y 100 mg.

oc-GLUCOSlDASAS La adminisrración es por vía onl. La dosis se debe


ajustar individualment<::, va que existen variaciones inte-
Tanto con ac1rho,a como cun aparecen con rimii\·iduales en la eficacia\ la rnierancia :1i tratarniemo.
gr1111 dur;111t\' el primer mes de tratam1cm< 1 Sv rcco111il'.nda iniciar el trc1r:.11nicnrn \...-on dosi') dz.:'
fl3¡ lcnc-¡J. distl'll\H.')!1 Jhdnn1u1Jl ~ n1(Teon:-;nin: id()"' h<1r;1.'-i, un1c11cini,J(Jl:1
fc>rn1e1Hac-i(,Hl dt: lo:-, hidrato'.'> de, 1 !)(l

bnno nu .e
1ncidv1h_-i~1 dl' l'fl~cros
disn1111 '-·on Li ! de! rL1L11riicnto 1Jc-~de'
t_'l ~\) ')e lL1 c\·~du~1.t.i(1 L1 'll:gLff11.L1li ~
s.-:; 1nici~1l h~1sta l'l 24{;() " hs il nh·scs. en p11n,· deh1 · :__·i\·nrt.:s cun insufic-it..'11LlJ 1·r11Jl ~L1\"(' 1>f"t·~( r < 30 1nl/1111
do a b mejor disciplina 1d aurnemo de !a 11111· nuro) y no se recomiench q¡ uso. ~o es
sa bacteriana del colon \' a un incremento de h reajustes posológicos en con iu:oufic"ienci;1
;Jctlvidad cnzirnjric~1 del inrcsrino dclg~1do · ·'· ! ;_ 1
1nl leve o moderada íTFC entre 30-90 rnlirninuro ).
Los efectos gastrointestinales de los de los inhihi- Los comprimidos deben tom;HSL' 1d inicio de bs c·o-
dores de o:-glucosidasas son dependientes de la dosis\ midas. Se podr;-ín ingerir crneros con un vaso de :1gu11
su frecue11ci:1 disminmT t'I SO'/;; si se alcanD1 h dosis o rn11sticirlos con los primeros bocados de ;1limcnro'
terapéutica esulonadamenrc. En estudios de \·igiLrncia
sobre L1 acuhosa realizados duL111re 2 a1ios se ohjeri-
vó un 2.5º\, de ;ibandono del Í;innaco.
Aunque la acarbosa no produce hipoglucemias en Los inhibidores de Lis tx-glucosichs:1s c-ornpiten de
monoterapia, sí se ha observado un incremento de la forma reversible con los oligosacáridos por la unión a
frecuencia de eventos posprandiales cuando se asocia las enzimas del borde en cepillo de la mucosa intesti-
a sulfonilureas o insulina. Para el tratamiento de estos nal. Por lo tanto, interfieren con la digestión de los oli-
eventos por vía oral deberá administrarse glucosa, evi- gosacáridos y disminuyen la tasa de absorción de la
tando la sacarosa u otros hidratos de carbono comple- glucosa por la mucosa intestinal. Para que sean efecti-
jos, por razones obvias. vos precisan administrarse con el primer bocado de la
Se han descrito incrementos de las transarninasas ingesta y, como es lógico, su eficacia se aprecia más
con las dosis máximas recomendadas de acarbosa has- cuanto mayor sea la ingesta de carbohidratos.
ta en un 15 'Yo de los pacientes. Están relacionadas con Actualmente, existen cuatro inhibidores de la cx-
la dosis, son reversibles, m;is frecuentes en mujeres y glucosidasas: acarbosa, miglitol, voglibosa y emiglita-
no ocasionan disfunción hepática. Con acarbosa sólo to. De ellos, el m:ís utilizado en clínica y el más
se han descrito hasta la fecha dos episodios hepatotó- estudiado es la acarbosa. No obstante, no son fárma-
xicos agudos, graves, ele carácter idiosincrásico y con cos de primera elección y se utilizan asociados a otros
recuperación plena posteriormente''. fármacos cuando no se alcanzan bs metas del trata-
En dos pacientes con insuficiencia cardíaca, la ad- miento o en caso de no ser posible la utilización de
ministración de acarbosa produjo una disminución de otras medicaciones.
los niveles de digoxina, posiblemente, por alteraciones Además de su manifiesto efecto normogluce-
en la ahsorcitrn ocasionados por el aumento de la \'C- miante, se ha demostrado la eficacia de los inhibido-
locidad de tránsito intestinal'. res de n-glucosidasas en la prevención de la diabetes
No se han detectado interacciones con la absorción en pacientes con disminución a la tolerancia de gluco-
de IEC.\, J-bloqueantcs o sulfonílureas. Sin embargo, sa. Su efecto en la morbilidad v mortalidad cardiovas-
se ha descrito una disminución significativa de b bio- cuhir es muy controvertido en la ;1ctualidad.
disponihilicbd de la nwtformina sin que al parecer ten
ga repercusión en el control glucémico. Rrrrni::--.:u.\~
Li eficacia de la acarbosa disminuye cuando se ad-
ministra con anfricidos, enzimas pancreáticos y se- Lcbo\\'Ítz HE. u ínhíbítl!l':> '1s agcnt'> in rhe
cuestrantes de ácidos biliares, por disminuir su efecto treatmrnt of dia bcrcs. Dia hercs Rn·ic\\' J 99iL 6 (21:
inhibitorio''. 132-45.
La acarhosa \' miglitol tienen un factor B de riesgo en Liubc J l. Acarhosc. :\n lipchtc of lts Thcrapcmíc Use in
embarazo (no h:i :· evidencias de riesgo en hu manos)''. ])íabctc'> frc;1t111cnt.Clin Drug lnvcst 22i3l: 14 l-Sb. 2tl02.
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puc':;L1;i L1 i11gcsta. estimulando h secreción de insuli

Para el tratamienro de la diabetes mellirus npo 2 nJ --depcnd1erne de glucosa- e inhibiendo la secreción


(DM tipo 2) se dispone ;Ktualrncntc de frín11;1cos anrihi- de glucagón 1Figura 1). Ciractcrístic1111cnte, los nive-
pergluccrniantcs e hipoglucemiantes. Corno estos últi- les de GLP-1 se hallan descrndidos en la DM tipo 2.
mos pueden producir hipoglucemias, resulta deseable El GLP- 1 interviene tanto en la primera como en la
que los nuevos fármacos dise1'1ados para el control meta- segunda fase de respuesta de la insulina a la glucosa,
bólico no induzcan un efecto directo hipoglucemiante ni retrasa el vaciamiento gástrico, inhibe la secreción
compromentan los mecanismos de contrarregulación posprandial de glucagón e inhibe el apetito. El efecto
glucémica endógena. Además, la ganancia ponderal, sobre la pérdida de peso es independiente de la apari-
asociada a diferentes tratamientos, puede interferir con ción de naúseas. Este efecto es mayoritariamente debi-
la mejoría alcanzada mediante el control glucémico. do a la acción central de GLP-1 o de los agonistas
La homeostasis de la glucosa se basa en una comple- GLP-1, incrementando la sensación de saciedad. En
ja interacción de múltiples hormonas: insulina y amíli- los estudios con agonistas GLP-1 los pacientes que no
na, producidas por las células beta pancreáticas; tienen naúseas también pierden peso. Por otra parte, al
glucagón, producido por las células alfo pancreáticas; y estimular la secreción de insulina dependiente de glu-
péptidos gastrointestinales que incluyen glucagon-likc cosa, no provoca hipoglucemias.
peptide-1 (GLP-1) y el polipéptido insulinorrópico glu- En modelos animales, el GLP-1 estimula la prolife-
cosa-dependiente (GIP; gastric inhibitory polipeptidc) ración y la diferenciación de las células beta pancrccí-
(Figura 1). La regulación anormal de estas sustancias ticas, y se ha descrito que podría tener un efecto
puede contribuir a la presentación clínica de b diabetes. beneficioso en la prevención de la día betes 1 •
Para el tratamiento del síndrome metabólico (SM), Como el GLP-1 tiene una vida media corta de pocos
compuesto por diferentes factores de riesgo de enferme- minutos, debido ;1 la rápida degradación del fragmento
dad cardiovascular (ECV), se requiere, habitualmente, la N-terminal por la enzima dipeptidil peptidasa IV (DDP-
administración de múltiples fármacos (Tabla 1), lo cual, !V), se han desarrollado análogos de GLP- l que resisten
por un lado, supone un alto coste económico y, por la degradación de la DPP-IV y compuestos que incre-
otro, dificulta el cumplimiento terapéutico. mentan los niveles de GLP-1, inhibiendo la DPP-lV.

GLP-1 DE GLP-l

El papel de los péptidos gastrointestinales en la ho- Lxenatida


meostasis de la glucosa es el efecto incretina, median-
te el cual, la glucosa por vía oral ejerce un mayor Recientemente comercializada, exenatida es la ver-
efecto estimulador en la secreción de insulina que la sión sintética de exendina-4, un componente natural
glucosa por vía intravenosa. El GLP-1 se produce en de la saliva del reptil Gíla (J-fcloderma suspcctum) y
164 ºº La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Cerebro

Células 13 1-------~
Glucagón

2~<?
Células L: GLP-1 Celulas 13
Amilina 3
Células K: GIP I~ Insulina

J_
Glucosa
plasmática

En individuos sanos, (1) la ingestión de alimentos produce en (2) la secreción de péptidos gastrointestinales (GLP-1 y
GIP) así como (3) de insulina y amílina por las células beta pancreáticas. GLP-1 y amilina, particularmente, tienen efec-
tos inhibitorios en (4) el vaciamiento gástrico, (5) la secreción de glucagón y (6) en el apetito. (7) Después de la absor-
ción· de los alimentos, GLP-1 · y GIP promueven la secreción de la insulina, .conocido esto como efecto incretina. En
diabetes tipo 2 estas acciones se hallan alteradas,

Figura l. Regulación multihormonal de la glucosa plasmática.

comparte el 53% de secuencias con el GLP-l2. Es re- sigue una reducción significativa de la Hbalc en un
sistente a la degradación del DPP-IV y, por ello, tiene 1 % 9 y un notable incremento del porcentaje de pacien-
una vida media más prolongada. Es el primer trata- tes que alcanzan objetivos glucémicos. Los estudios a
miento basado en GLP-1 que se aprobó en los Esta- largo plazo han demostrado que el descenso de los ni-
dos Unidos por la FDA para el tratamiento de la DM veles de Hba 1c es sostenido y que existe, además, una
tipo 2. pérdida continua de peso con mejoría de factores de
In vitro se ha demostrado la unión de exenatida al riesgo de ECV como presión arterial y lípidos 1º.
receptor de GLP-1 en islotes de rata e, in vivo, se ha Aunque, ensayos clínicos aleatorizados comparan-
comprobado su capacidad para promover la regenera- do exenatida con insulina glargina o aspártica bifási-
ción y diferenciación de la célula beta pancreática 1 ·1• ca, en pacientes con DM tipo 2 muestran reducciones
El efecto de exenatida es dependiente de la dosis y similares de Hbalc 11 • 12 , no se infiere de ellas que sea re-
de la glucosa, de forma tal que si la glucosa plasmáti- comendable, con carácter general, la sustitución de in-
ca se acerca a 4 mmol/I (72 mg/dl) se suprimen sus sulina por exenatidau.
efectos insulinotrópicos. Además, como GLP-1, exe- Las náuseas son el efecto secundario más frecuente
natida retarda el vaciamiento gástrico, suprime niveles del tratamiento con exenatida, pero suelen ser de in-
inadecuadamente elevados de glucagón, y favorece la tensidad suave o moderada y disminuyen con la dura-
pérdida de peso 5 • Su eficacia se ha demostrado en va- ción del tratamiento y al reducir la dosis 14 • La pérdida
rios estudios que han comparado los efectos de exena- de peso es también frecuente; es dependiente de la do-
tida, a dosis de 5-10 µcg dos veces al día, con placebo, sis y progresiva. En un metaanálisis 9 en el que se com-
en pacientes con control glucémico deficiente a pesar paraba exenatida con placebo, se observó una
de dosis máximas de fármacos orales 5•8• Un metaanáli- discreta, aunque significativa, reducción ponderal en
sis de estos estudios ha constatado que exenatida con- los pacientes tratados con exenatida 5· 8 •
Nuevos fármacos para el tratamiento de !a diabetes me!iitus y del síndrome metabólico 165

Tabla l. Fármacos para el tratamiento del síndrome metabólico

Diatesis trombótica

Orlisrar /\carbosa IEC.A.//\R:\-11 :\splrin~1


Sibutrarn1nc1 Sulfonilurca'
\lt:rforrni¡L¡

Las h · no suelen acornt~ccr en pacic11tc'~ ri.'ducciones de l()s ni\'l'lcs de Hh<1 l c lkl O, , en


tratados con excn~nicb. \<llvo oundo se asocia a sul estudios a corto pL11.o'-, -.,imil<:rcs a hs uhrc11id,1s con
fonilureas . dosis nLíxim<ls de glimcpir1dc o 11wtfornrnu. U tra-
tamiento con liraglutide t~1mhien consigue u1u re
oc os e;¡ i I i( ducci611 signific<llÍ\·;1 dv 1wso co11 rnu1 h<1io i.k
hipogitlL"Cllll<lS .
Fxenatida l.:\ R

La formulación de exenatida de larga acción, exe-


natida LAR, con una vida media aproximada de dos La enzima dipeptidil peptidasa IV (DDP-IV) des-
semanas, está siendo experimentada en ensayos de fa- activa los péptidos GIP y GLP-l, impidiendo o acor-
se 3. Este preparado, a dosis de 0,8-2,0 mg, al igual tando sus efectos incretín-miméticos. Pueden ser
que su homólogo de corta acción, consigue una reduc- administrados por vía oral, a diferencia que los aná-
ción de HbAlc de 1-1,5% 15 e incrementa notablemen- logos de GLP-1, y aunque su eficacia es menor, tam-
te el porcentaje de pacientes que alcanzan el objetivo bién lo son sus efectos secundarios. Los mejores
de control (HbAlc < 7%). También logra una pérdida resultados se obtienen asociándolos a metforrnina
ponderal significativa asociada, sobre todo, a la utili- que, además, parece aumentar, por sí sóla, la secre-
zación de dosis elevadas. Las náuseas siguen siendo el ción de GLP-1 '".
efecto adverso más frecuente, apareciendo en el 1.5-
27% de los casos. Las hipoglucemias son infrecuentes Sitagliptina
y leves.
Un estudio reciente''·, que compara la eficacia de la La sitagliptina, recientenwnre comercializada en
formulación de exenatida una vez a la semana con la Espai'1a, es un inhibidor de la DPP-IV que se utiliza en
de 2 veces al día, demuestra una mayor reducción en el tratamiento de la DM tipo 2. La do~is habitual es de
los nieveles de HbAlc para exenatida LAR (1,9%) que 100 mg, una vez al día, por vía oral, reduciéndose a
para exenatida 2 veces al día (1,S'X,), sin incrementar· 25-50 mg/día en c1so de insuficiencia renal.
se el riesgo de hipogluccmi<1s y con similares reduccio- La sitagliptina consigue Ull<l reducción del OJ1·
nes en el peso. 0,8% en los niveles de Hba le comparad(1 con place-
bo:", que resulta aun manx cuando los niveles dv
Liraglutide Hba 1e se hallan francamente elevados. La incidencia
de hipoglucemias es muy baj;1: los efectos secur1éforios
Liraglutide es un análogo de GLP-1 modificado gastrointestinales, menores que con la utilización de
para unirse de forma no-covalenre a Li albúmina sé- análogos de CLP-l.
rica, a tra\·és de una cadena lipídica, dando como re- La sitagliptina es efrcti\'a tamo en combinación
sultado una degradación más lenta y permitiendo con mcrformina:' corno con glitazonas'2. En un estudio
una dosificación subcut<Ínea de sólo una vez al día. de 2 arios de duración en 70 l pacientes con D Ivl tipo
Hasta el rnornenro, en fase de prccornercialización, 2, en tratamiento con mctformina, con inadecuado
con dosis de 0,6.5 1,90 rng/día, se han demostrado control metabólico, se obtuvo una reducción significa-
166 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

tiva y mantenida de la glucemia basal y posprandial y REFERENCIAS


de la Hbalc2º. Similares resultados se han descrito
cuando se añade siptagliptina a pacientes en trata- 1 Abraham EJ, Leech CA, Lin JC, Zulewski H, Habener
miento con glitazonas 21 o glipizida, aunque en este úl- ]F. Insulinotropic hormone glucagon-like peptide-1 dif-
timo caso, con una mayor tasa de hipoglucemias y ferentiation of human pancreatic islet-derived progenitor
ganancia ponderal2 3 • cells into insulin-producing cells. Endocrinology 2002;
143:3152-61.
Vildagliptina 2 Engj, Kleinman WA, Singh L, Singh G, RaufmanJP. Iso-
lation and characterization of exendin-4, an exendin-3
La vildagliptina es otro inhibidor DPP.-IV de simi- analogue, from Heloderma suspectum venom. Further
lares características a sitagliptina 9 • A dosis de 50-100 evidence for an exendin receptor on dispersed acini from
guinea pig pancreas. J Biol Chem 1992; 267:7402-05.
mg/día muestra similar eficacia en monoterapia y tera-
pia combinada con metformina 24 . En pacientes previa- 3 Xu G, Stoffers DA, Habener JF, Bonner-Weir S. Exendin-
4 stimulates both beta-cell replication and neogenesis, re-
mente tratados con insulina se consigue una modesta
sulting in increased beta-cell mass and improved glucose
reducción de los niveles de HbAl 25 y, al compararlo
tolerance in diabetic rats. Diabetes 1999; 48:2270-76.
con otros agentes orales, parece tener similar eficacia
4 Stoffers DA, Desai BM, DeLeon DD, Simmons RA. Ne-
que el tratamiento con glitazonas 26 y menor que el tra-
onatal exendin-4 prevents the development of diabetes in
tamiento con metformina 27 .
the intrauterine growth retarded rat. Diabetes
La sitagliptina y vildagliptina se toleran bien a cor- 2003;52: 734-740.
to plazo. En algunos estudios 2º· 21 , aunque no en to- 5 DeFronzo RA, Ratner RE, Han J, Kim DD, Fineman MS,
dos19, se ha observado mayor riesgo de efectos Baron AD. Effects of exenatide (exendin-4) on glycemic
secundarios gastrointestinales con sitagliptina. Las re- control and weight over 30 weeks in metformin-treated
percusiones sobre el peso y la tasa de hipoglucemias patients with type 2 diabetes. Diabetes Care 2005;
no parecen ser significativas. 28: 1092-100.
Los inhibidores DPP-IV son específicos para inhi- 6 Buse JB, Henry RR, Han J, Kim DD, Fineman MS,
bir la enzima DPP-IV. Esta enzima, sin embargo, es Baron AD. Effects of exenatide (exendin-4) on
ubícua e interviene en la modulación de un importan- glycemic control over 30 weeks in sulfonylurea-treated
te número de substratos entre ellos, GLP-1 y GIP. Las patients with type 2 diabetes. Diabetes Care 2004;
consecuencias a largo plazo de la inhibición de DPP- 27:2628-35.
IV y de sus efectos sobre otros sustratos dependientes 7 Kendall DM, Riddle MC, Rosenstock ], Zhuang D, Kim
de la enzima son desconocidas. Es posible que el ries- DD, Fineman MS et. al. Effects of exenatide (exendin-4)
go de efectos secundarios pueda ser más alto con los on glycemic control over 30 weeks in patients with type
inhibidores menos selectivos de DPP-IV y se ha ex- 2 diabetes treated with metformin and a sulfonylurea.
presado cierta preocupación por sus potenciales re- Diabetes Care 2005; 28:1083-91.
percusiones sobre la función inmune, aunque esto no 8 Zinman B, Hoogwerf BJ, Duran García S, Milton DR,
se ha podido constatar en estudios a corto plazo. Sin Giaconia JM, Kim DD et al. The effect of adding exe-
embargo, en algunos pacientes se ha descrito un ma- natide to a thiazolidinedione in suboptimally controlled
yor riesgo, aunque pequeño, de procesos infecciosos type 2 diabetes: a randomized tria!. Ann Intern Med
leves y cefaleas 9. 2007; 146:477-85.
9 Amori RE, Lau J, Pittas AG. Efficacy and safety of in-
CONCLUSIONES cretin therapy in type 2 diabetes: systematic review and
meta-analysis. JAMA 2007; 298:194-206.
La DM tipo 2 y el SM son situaciones clínicas de 10 Ratner RE, Maggs D, Nielsen LL, Stonehouse AH, Poon
T, Zhang B, et al. Long-term effects of exenatide therapy
alto riesgo para el desarrollo de ECV. Las mayores di-
over 82 weeks on glycaemic control and weight in over-
ficultades para el correcto enfoque terapéutico provie-
weight metformin-treated patients with type 2 diabetes
nen de la limitada efectividad de los cambios en el
mellitus. Diabetes Obes Metab 2006; 8:419-28.
estilo de vida y de la escasa cumplimentación terapéu-
11 Heine RJ, Van Gaal LF, Johns D, Mihm MJ, Widel MH,
tica de pacientes que han de realizar múltiples terapias Brodows RG, et al. Exenatide versus insulin glargine in
para corregir múltiples alteraciones. El diseño de nue- patients with suboptimally controlled type 2 diabetes: a
vos fármacos que ejerzan, al mismo tiempo, acciones randomized tria!. Ann Intern Med 2005; 143:559-69.
metabólicas correctoras a diferentes niveles y con me- 12 Nauck MA, Duran S, Kim D, Johns D, Northrup J, Fes-
nos efectos secundarios, abre un horizonte de esperan- ta A et al. A comparison of twice-daily exenatide and
za para conseguir una reducción del porcentaje de biphasic insulin aspart in patients with type 2 diabetes
población con SM y, por tanto, de morbilidad y mor- who were suboptimally controlled with sulfonylurea and
talidad por ECV. metformin: a non-inferiority study. Diabetologia 2007;
50:259-67.
Nuevos fármacos para el tratamiento de la diabetes mellitus y del síndrome metabólico 167

13 Davis SN, Johns D, Maggs D, Xu H, Norrhrup JH, tidase-4 inhibitor siragliptin as monorhcrapy on glycemic
Brodows RG. Exploring the Substitution of Exenatidc control in paticnts with type 2 diabetes. Diabetes Care
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14 Fineman MS, Shcn LZ, Taylor K, Kim DD, Baron AD. tion Therapy with Sitagliptin, a Dipepridyl Pcptidase-4
Effoctivcness of dose-escahtion of exenatidc Inhibitor, and .\letformin on Glvccmic Control in Pa-
(cxcndin-4) in dose-limiting sidc cffects in su- ricnrs n·irh
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tienrs \\'Í t h t\·pc 2 d ia he res '1 frn once-da ih· trc'1 nm·m ,\J. Hfc·c1 s of 1·ildagl ipt 111 011 gi u cose comrol oHT 2-l

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ideal par;1 rc;1liLirio es antes Lk ;1p:Hc'cer Lis
c:iones cnínic1s. se IL1 111dic.·ado en fases de prcdiálisis.
El traspl;11lll' de p;Í11crc;1s es rni;1 alrcrn;niva de Lis rccomcmbc.·iones ele los principales org:1nisrnos'
tratamienro en los d1ahér1cos tipo l con insuficiL'JKi;1 nos indican que los criterios dv \('kcci(.lJl p:H:1 esrc dll
re11;1I. Cu;rndo twnv é:-;iro puede con\eguir Li nonno· lile t r·aspLrntc' (SPJ-... 1 so1i:
0

glucern1;1 sin insuli11orerapi;1 e:\l Jge11;1 \ L1 esuhiliza· Ecbd entr<.' 1!\-SS aiíos.
..:i,)n o mejora de las eomplicaciones crónicas'. Diabéticos ripo J •
Se puede realizar de tres formas, la rn<1s frecuente " Insuficiencia renal por nefrop:Hía diabética
es en combinación con un trasplante renal (SPK) y en (aclaramiento creatinina <30 mi/minuto).
menor proporción después de un trasplante renal " Capacidad de comprensión de beneficios y ries-
{PAK) o un bien puede ser un trasplante pancreático gos del procedimiento.
en solitario (PTA). • Ausencia de contraindicaciones:
Función cardíaca deteriorada: cardiopatía
HISTORIA Y SITUACIÓN ACTUAL isquémica grave, fracción de eyección <
40'Yo. Infarto reciente.
Desde el primer trasplante de páncreas realizado por - Enfermedad vascular periférica extensa.
Kelly y Lillehei 2 en 1966, las mejoras en la técnica qui- -· Ncuropatía motora o autonómica incapaci·
rúrgica y, sobre todo, los avances en la inmunosupresión' tantes.
han generalizado su realización. Al final del 2005 se ha- Enfermedad maligna, enfermedad psiqui,1-
bían rea!i?ado en el mundo cerca de 24.000 trasplantes rrica, hábitos tóxicos.
y de ellos las dos terceras partes en los Estados Unidos. - Son contraindicaciones relativas: ser fuma··
Desde el inicio, los mejores resultados se han obtenido dor activo o la obesidad.
con el SPK que alcanza el 85'}';, de supervivencia del in- El trasplante secuencial (PAK) se ofertar<Í a diabéti·
jerto al a11o, frente al 75'1., del PAK y el 70% del PTA'. cos con trasplante renal previo que continúen con mal
En Espaiía se efectuó el primero en J 974 .Su núnit:· control o con empeoramiento de las lesiones crónicas.
ro ha variado desde la decena de ellos al aiío que se fl'· El trasplante aislado de púncreas (PTA) se puede
alizaban en la década de los nm-enta, h:1sta el centenar efectuar en diabéticos con buena función renal que
al aiio actuales . presenten una diabetes inestable con frecuentes com
plicaciones agudas, hipoglucemias inadvertidas o pro-
lNDlCA.UOT\ES DEL R.'\SPL\T\TE blemas incapac.·irantes con b insulinoterapia en estos
T!CO casos. la indicación se contrapone con el riesgo quirúr·
gico y b inmunosupresión de por vida.
En la mayoría de los casos se realiza en combina-
ción con el de ri1ión en pacientes con insuficiencia re· \Al.ORACIÓN PRFfRASPL·\:\TE
nal diabética. En estos casos no hay eluda en la
indicación, puesto que necesitar<Ín inmunosupresión Es imprescindible una detallada e\·aluacH"m antes
de por vida por el tr;1splante renal. Corno el morncnro del trasplante, con especial énfasis en h e:-;isrencia de
170 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

complicaciones irreversibles, sobre todo, vasculares, TÉCNICA DE EXTRACCIÓN


para que tenga éxito y sea útil. Para ello se precisa en
todos los pacientes5• 8: Ha de ser muy cuidadosa para evitar la llamada "trí-
1. Anamnesis y exploración clínicas completas y ada secuencial maligna": cualquier traumatismo duran-
detalladas, sobre todo, de las complicaciones te la extracción, conducirá durante la reperfusión a una
crónicas vasculares y neuropatía. pancreatitis y edema del órgano, que se relacionan direc-
2. Estudio analítico general con perfiles renal, he- tamente con el desarrollo de complicaciones técnicas. El
pático, hematológico, óseo, péptido e y autoin- primer paso es la perfusión del órgano con solución de
munidad pancreática. preservación (solución de Wisconsin). A fin de evitar una
3. Estudio oftalmológico, con retinografía si fuera hiperpresión pancreática, se limitará el flujo de esta so-
necesario. lución por arteria esplénica y mesentérica superior. Para
4. Test de función autonómica y estudio urológico. evitar la hiperpresión venosa, se seccionará la vena por-
5. Electromiografía. ta por debajo de la zona de inserción de la cánula de per-
6. Eco Doppler carotídeo y pélvico. AngioTAC o fusión hepática (Figura 1).
AngioRMN periférica o contraste si se precisa.
7. Ecocardiograma con talio dipiridamol y angio-
grafía coronaria en los casos necesarios. En ca-
so de lesiones susceptibles de revascularización
coronaria o periférica se efectuarán y se reeva-
luará al paciente.

INMUNOSUPRESIÓN EN EL TRASPLANTE DE
PÁNCREAS

Su necesidad viene condicionada por la antigeni-


cidad elevada del injerto pancreático (el rechazo agu-
do supone el 10% de las causas de pérdida del
injerto) y la posibilidad de recurrencia de la enferme-
dad autoinmune.
El protocolo más empleado hoy día es una triple
de terapia a base de tacrolimus, micofenolato-mofetil
y corticoides, junto a una inducción con anticuerpos
monoclonales (basiliximab o daclizumab )9 •
Cánula de
perfusión
SELECCIÓN DEL DONANTE aórtica

La rigurosa selección del donante es clave a la ho-


ra de obtener buenos resultados 1º. Para ello se emple-
Figura 1. Técnica de perfusión pancreática evitando el sín-
an criterios generales y específicos. Entre los primeros
drome de hiperpresión venosa. Se observa la vena porra sec-
se citan todos aquellos propios de cualquier trasplante cionada por debajo de la zona de inserción de la cánula de
de órgano sólido y, en particular, del trasplante de ri- perfusión portal hepática.
ñón, como son serología negativa para VHB, VHC y
VIH, ausencia de enfermedades neoplásicas o compa-
tibilidad ABO. Entre los de carácter específico destaca- CIRUGÍA DE BANCO
mos que los donantes deben ser menores de 45 años,
sin historia familiar o personal de diabetes o pancrea- El objetivo es preparar el injerto para su implante
titis crónica, y con glucemias normales o HbAlc nor- en el receptor. El primer paso consiste en la esplenec-
mal cuando las glucemias sean superiores a 200 mg/dl, tomía. A fin de limitar la cantidad de tejido duodenal
algo frecuente tras la muerte cerebral. Así mismo, es trasplantado se resecan las porciones proximales y dis-
de gran importancia que las cifras de amilasa y lipasa tales del mismo. Para disminuir el riesgo de enferme-
sean normales, a fin de descartar pancreatitis traumá- dad injerto contra huésped y facilitar la reconstrucción
ticas o isquémicas. Finalmente, el aspecto macroscópi- vascular se ejecuta una limpieza del tejido linfograso
co del órgano, descrito por el cirujano extractor, tiene retropancreático. La reconstrucción vascular tiene co-
un valor fundamental, no debiendo existir edema, he- mo objetivo la elongación portal y la creación de un
morragias petequiales o hematomas, desgarros o infil- único aferente arterial, siendo la técnica más común-
tración grasa. mente empleada la del injerto en "Y" (Figura 2).
Trasplante de páncreas 171

El manejo de la secreción exocrina es el verdadero


~í!jerto
Injerto en " ] Y '
arterial J¡u
(bifurcación . /} venoso
talón de Aquiles del trasplante de páncreas. Aunque han
ilíaca 1haco
del donante) sido múltiples las formas de drenaje exocrino ensayadas,
Arteria hoy día son dos las usadas, el drenaje vesical mediante
gastroduodenal
Arteria esplén duodeno-cistostornía (Figura 3) y el drenaje entérico me-
di:rnte duodeno-enterostomía (Figura 4 ).

'
/ I
i

2. Rcconstrucci,·m \·ascuhr en ei Jv
creas. Se observa l'i injerto en ''Y" ilíaco para anastomo,;cir
sobre v mcsentfrica superior ckl donamc.
Asimismo. sc observa el injnro vcn,iso ')ohrc ¡mru para
clongarla .

.l!\!PLANTf P:\NCRF nn
La solución técnica actual mis empicada es la del
implante heterotópico en fosa ilíaca derecha, tanto
en el SPK como en el PTA. En el caso de PAK se co-
locará en la fosa ilíaca que quede libre. Esta posición
hace al injerto fácilmente accesible desde un punto de
Figura 3. Drenaje exocrino vesical mediante duodenocistos-
vista radiológico ("ventana radiológica"). El páncre- tomía laterolateral.
as se coloca en posición intraperitoneal, pues en esta
posición se facilita la reabsorción de la ascitis pancre-
ática producida como consecuencia de la isquemia-
reperfusión, y porque se asocia a una baja incidencia
de infecciones de la herida operatoria. Por el contra-
rio, el riñón se alojará en posición retroperitoneal,
con lo que ambos órganos quedan aislados uno del
(
otro. La colocación del injerto en fosa ilíaca obliga a
que las anastomosis arteriales y venosas del injerto se
A
efectúen sobre el eje vascular ilíaco común/externo r
del receptor. Estas anastomosis son técnicamente frí-
ciles de efectuar; sin embargo, al drenarse la sangre
venosa procedente del injerto pancreático directa-
mente a circulación sistémica se evita el primer paso
hep~itico de la insulina, lo que se traduce en hiperin-
sulinismo". Como alternativa a este drenaje se ha
desarrollado el denominado drenaje portal, en el que
el drenaje venoso se efectúa sobre la \Tna mesentéri-
ca superior. Es una técnica difícil que obliga a la co-
locación del injerto en posición centro-abdominal v hgura .f. Drl'na1c exonrno intestinal mediante duodcnoilc-
con ello, a la pérdida de la ventana radiológica, y que osmmía btcroLllcnl.
tiene como ventaja la conservación del primer paso
hepático y un potencial beneficio inmunológico al En el drenaje vesical se anastomosa el duodeno
metabolizar el hígado los antígenos procedentes del ~obre b cúpula vesical, lo que constituvc una ;rnas-
injerto (efecto Chase-Suizberger). tomosis rntn- segura, con bajo riesgo de dehiscencia
172 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

anastomótica y que cuando esto ocurre se trata fácil- de la técnica quirúrgica y, en especial, el que el tras-
mente mediante el sondaje vesical con sonda de Foley. plante se efectúe por grupos experimentados, así como
Otras ventajas son la posibilidad de toma de biopsia el empleo de protocolos de anticoagulación, una ade-
transvesical y la posibilidad de medición de la secre- cuada selección del donante y manejo del mismo, han
ción exocrina del injerto {amilasa urinaria) como mar- contribuido a alcanzar estos buenos resultados.
cador de rechazo. Esto ha hecho que la técnica fuera
muy popular hasta hace apenas una década. Sin em- SUPERVIVENCIA DEL TRASPLANTE DE PÁN-
bargo, la técnica presenta importantes complicaciones CREAS
urológicas (deshidratación, acidosis metabólica, hema-
turia, infecciones de repetición, litiasis urinaria y pan- Globalmente, el SPK presenta una supervivencia
creatitis por reflujo.) a un año del 95% para el paciente, del 94% para el
La gravedad de las complicaciones urológicas del riñón y del 85% para el injerto pancreático. En caso
drenaje vesical, unida a la mejora técnica del propio de PAK y PTA, los resultados son inferiores. La su-
trasplante, han popularizado enormemente la técnica pervivencia del injerto pancreático también es muy
de drenaje entérico. En el drenaje entérico se efectúa diferente, pues si bien a un año es del 7 5 % para am-
una duodeno-ileostomía latero-lateral a fin de drenar bas formas de trasplante, a los 3 años cae hasta el
el jugo pancreático al íleon del receptor. Sin embar- 65%. A pesar de estos datos, todos los resultados
go, la dehiscencia anastomótica es una complicación son mejores que los comunicados en los años ochen-
mucho más grave que obliga a relaparotomizar al pa- ta4, en donde la supervivencia del injerto pancreáti-
ciente, no existe posibilidad de toma de biopsias vía co era del 50% al año.
vesical y la medición de la amilasa urinaria como
marcador de rechazo. EFECTOS SOBRE LAS COMPLICACIONES DE LA
En definitiva, hoy día, en el SPK se coloca el injer- DIABETES
to pancreático de forma heterotópica intra-peritoneal
en fosa ilíaca derecha con drenaje venoso sistémico (al- Cuando el trasplante tiene éxito, la calidad de vida
gunos grupos lo prefieren por vía portal), el drenaje mejora al dejar de ser dependiente de la insulina, de la
exocrino es vía entérica (al proceder el riñón del mis- dieta, del autocontrol; además, si hay hipoglucemias son
mo donante y dado que se suele rechazar antes que el leves.
páncreas, podemos utilizar la creatinina sérica como Aun con resultados variables, son múltiples los
marcador de rechazo). El riñón se coloca en posición estudios que demuestran una detención o mejora en
retroperitoneal en fosa ilíaca izquierda. las complicaciones crónicas 13 • Así, en la nefropatía
En caso de PAK o PTA, la técnica es la misma sal- son clásicos los datos en SPK 14 que muestran preven-
vo que el drenaje exocrino se efectuará por la vía vesi- ción de la glomerulopatía diabética. En PTA a cinco
cal, pues ambos injertos proceden de donantes y diez años 15 hay una reversión en las lesiones glome-
diferentes {o bien sólo existe un único injerto) y se pue- rulares. La repercusión en la retinopatía es menor
den rechazar, por tanto, de forma aislada. pues suelen incluirse pacientes con lesiones avanza-
das aun así hay estudios que muestran estabilidad 16
COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS o mejoría 17 en lesiones de retinopatía preproliferati-
va e incluso edema macular. Los estudios a largo pla-
Los datos procedentes de múltiples series o de re- zo también demuestran mejoría en la polineuropatía
gistros internacionales como el International Pancre- diabética 18 •
as Transplant Registry (IPTR) 12, nos indican que las El impacto que el trasplante supone sobre la super-
complicaciones quirúrgicas suponen, durante los 6 vivencia del diabético es más difícil de valorar, pero se
primeros meses postrasplante, la causa más frecuen- admite que en el SPK, a pesar de un mayor riesgo de
te de pérdida del injerto (> 60% ), calculándose una mortalidad inicial, el aumento en la longevidad es ma-
tasa de pérdida del injerto por razones técnicas del 7 yor que para cualquier otro tratamiento en diabéticos
al 9%. La tasa de complicaciones quirúrgicas es su- tipo 1 con insuficiencia renal 10 •
perior en caso de drenaje entérico que en drenaje ve-
sical. Estas cifras son mucho más favorables que las CONCLUSIONES
comunicadas en la década de los ochenta, en donde
la tasa de pérdida del injerto por razones técnicas al- El trasplante de páncreas, especialmente el asocia-
canzaba el 15%. do al trasplante renal, es una buena opción de trata-
Las principales complicaciones quirúrgicas son la miento en el diabético tipo 1 con nefropatía bien
trombosis vascular arterial (4-6%), la infección (1 %), seleccionado, pues mejora su calidad de vida y sus
la pancreatitis (0,3%-0,8%), la dehiscencia anastomó- complicaciones crónicas, a pesar del riesgo quirúrgico
tica (0,3-0,7%) y el sangrado (0,3-0,5%). La mejora y de la inmunosupresión de por vida.
Trasplante de páncreas 173

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hígado 1· \'C'11:1 pon;1 o por hq15rica rr;rns-
parieraL La fihrosis \ c1lcificacionc:, del difi-
El di;1bético tipo 1 necesita rnsuli11;1 de por 1·1cb 1 cult;rn el aislamicnto de los islotes, pero no se neccsiL1
de forma que imite su SL'UeL·ión fisiológic1, si prcre11- i11111urnhupn:si<'i11 1 h;1sw11 .l00.000 islotcs para ;1segu
dL'!l1os n·irar las L·omplicacio11es ;1gucb~ 1· cró111c1s. r;ir la imlcpcnckiKi;1 de la isnsul111;1 quc punk llegar ;1
La terapia insulí11ic1 externa de form;i ;rnto111;nÍ;,;1 rn5s d<: 1O ;i11os. aunquL· en centros con rn<:nor ex¡w
da a través ele in fusores ele insulina conectados a sen- ntnc1a, los resultados no son tan excelentes .
sores en tiempo real, es posible que esté cerca, pero
aún no está totalmente conseguida. ALOTRASPLi\NTE DE ISLOTES
Otras formas de intentar la "curación" de la diabe-
tes tipo 1 (DM-1), una vez establecida, podrían ser el En el alotrasplante, los islotes proceden del páncreas
trasplante de páncreas o el de islotes (Tx-1) o transfor- de un donante. Se aplica a diabéticos tipo 1 (DMl)
mando células madre o progenitoras, de uno u otro con más de 5 ai'ios de evolución y con péptido C nega-
origen, en células productoras de insulina (¿regenerán- tivo (menor de 0,5 ng/ml y sin respuesta a glucagón).
dolas?). El procedimiento para el aislamiento de los islotes
El Tx-I posee grandes ventajas frente al trasplante a partir de un páncreas de donante es complejo. Se re-
del páncreas como órgano'- 2 , especialmente, en lo que quiere un laboratorio adecuado, reactivos específicos,
se refiere a la cirugía del trasplante del páncreas y a las aparatos especiales para todo el proceso y personal
complicaciones posoperatorias. Pero, ademús, los islo- muy entrenado. Los islotes deben ser separados del
tes pueden conservarse en cultivo varios días, o en páncreas exocrino y purificados.
congelación durante meses o ai1os, facilitando así su Su utilización para el trasplante puede hacerse en
transporte y posterior trasplante sin la urgencia que fresco o tras J o 2 días ele cultivo, lo que permite en
requiere el órgano completo. caso necesario conservar los islotes durante varios dí-
El capítulo a desarrollar \-Crsará sobre Tx-1, auto y as o semanas o incluso congelarlos durante meses o
alotrasplanrc, pero también expondremos las posibili- ai1os, creando un banco de islotes para su utilización
cfades de emplear solo células beta pancreáticas o bien cuando sea necesario. Sin embargo, los resultados sue-
técnicas que eviten la inmunosupresión. Finalmente len ser mejores con los islotes frescos o con pocos días
actualizaremos el tema de orras células productoras ele de cultivo.
insulina obtenidas a partir de L-élllhs madre de diver- Habitualmente, los islotes se inyectan en el hígado
sos orígenes. mediante una ernholización percut5nea transhep5tica
a través de un catéter con guía ecogriifica, tomando
AFfOTEr\SPL\NTE DE !SlO controles de presión portal '" al final, se coloca espon-
ja de fibrina en el lugar de la punción para evitar el
Para e1·itar la diabetes pancreopriva tras la pancre- sangrado. Generalmente, el paciente se va de alta al
atectornía en pacientes con pancreatitis crónica calcifi- día siguiente. previo control ecogrMico, recuentos he-
cante, se puede realizar lln aurorrasplante de islotes. marológicos v rnzimas hep5ticas, aparte el control dc
que una vez aislados y purificados sc irnplanran en el b diabetes.
176 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Hasta el año 2000, el Tx-I se realizaba casi exclusi- En contra, están los efectos adversos del tratamien-
vamente en pacientes con DMl con insuficiencia renal to inmunosupresor. Casi la mitad necesitan medica-
avanzada, de forma simultánea o con posterioridad al ción hipotensora y la mayoría estatinas. También la
renal, aprovechando la inmunosupresión necesaria para terapia inmunosupresora cursó a veces con úlceras bu-
el Tx-renal5. En menos casos se ha realizado tras fallo cales, diarrea, anemia o quistes ováricos. Algunos ca-
del trasplante de páncreas en un diabético sometido a sos con retinopatía previa necesitaron fotocoagulación
trasplante doble renal y pancreático o en combinación y otros con microalbuminuria progresaron a macroal-
con el trasplante hepático en casos de cirrosis hepática buminuria. El procedimiento transparietal produjo he-
u otras hepatopatías. Otra indicación ha sido la pancre- morragia en 15 casos, en 7 se realizó transfusión
atectomía a causa de tumores malignos abdominales sanguínea y dos requirieron laparotomía. Cinco pa-
con necesidad de cirugía extensa. cientes presentaron trombosis en ramas portales, que
A partir del procedimiento de Edmonton en el ailo se trataron con anticoagulación, pero ninguno presen-
2004, se introdujeron cuatro novedades importantes: tó secuelas de hipertensión portal.
la primera fue la selección de los pacientes con DMI Con esas premisas, las indicaciones para el Tx-I en
sin afectación renal o muy poca, esto es, no necesita- DM-1 serían la diabetes lábil, incontrolable, con hipo-
ban el trasplante de riilón; la segunda consistió en glucemias graves repetidas o inadvertidas que pongan
prescindir del uso de esteroides que siempre han sido en peligro la vida del paciente, la progresión rápida de
considerados como responsables de la gran resistencia las complicaciones microvasculares, y algunas otras
insulínica observada en la era anterior; en tercer lugar como la resistencia a la insulina por vía s.c. o la pérdi-
cambiaron el tipo de inmunosupresión y la cuarta va- da del injerto pancreático en un trasplantado renal.
riante fue incrementar el número de islotes hasta Por todo ello, el Tx-I sigue siendo un procedimien-
10.000/kg de peso, lo que supuso utilizar dos donan- to terapéutico experimental, sólo admisible en centros
tes en la mayoría de los pacientes. dotados con los recursos necesarios, siendo aconseja-
La medicación más habitual según el procedi- ble la centralización de los aislamientos corno medio
miento de Edmonton consistió en daclizumab, siruli- para mejorar la técnica de extracción y el número y ca-
mus y tacrolimus, según dosis y pautas establecidas, lidad de los islotes a trasplantar''.
además de profilaxis de Pneumocystis carinii con sul- Hacen falta más estudios y experiencias para con-
fametoxazol/trimetroprim y de citomegalovirus con seguir mejores aislamientos con un solo páncreas, me-
ganciclovir. jor tolerancia de los islotes, mayor duración de su
Con esas variaciones el grupo de Edmonton consi- funcionamiento y nuevos inmunosupresores con me-
guió, en el año 2000, que los 7 pacientes con DM-1 a nos efectos secundarios.
quienes se les trasplantaron islotes dejaran de necesitar
insulina. ALOTRASPLANTE DE ISLOTES CON UN SOLO
Tras esa primera experiencia, el procedimiento de DONANTE
Edmonton se expandió por numerosos centros de Es-
tados Unidos y Europa, pero los resultados no han si- Considerando la ventaja de poder utilizar menos is-
do uniformes, e incluso los conseguidos a largo plazo lotes para cada trasplante, en la Universidad de Min-
por el propio grupo canadiense no han sido los espe- nesota7 se ha realizado un proyecto basado en un solo
rados, ya que después de trasplantar 65 pacientes, has- donante para cada diabético a trasplantar, con algunas
ta finales del 2004, la independencia de la insulina variantes técnicas corno el cultivo de los islotes un día
sólo persistía en el 10% de los trasplantados al cabo a 37 ºC y otro a 22 ºC, la anticoagulación durante el
de 5 ailos, con una HbAlc de 6,4%, siendo la media trasplante, no emplear esteroides y una inmunosupre-
de islotes recibidos de 800.000, a razón de 11.910 sión potente diferente a la de Edmonton.
IE/Kg. Sin embargo, la mayoría (80%) tenían péptido Las 8 pacientes con DMl trasplantadas (todas
c presente y aunque volvieron a necesitar insulina, en mujeres) consiguieron liberarse de la insulina y de las
ellos, los cuadros de hipoglucemia desaparecieron y el hipoglucemias con buen control glucémico y HbAlc
control de la diabetes fue más fácil de conseguir con normal. Sin embargo, sólo 5 seguían sin insulina al
sólo la mitad de necesidades de insulina comparadas año del trasplante.
con las dosis pretrasplante5. Por tanto, este procedimiento necesita mejoras téc-
Aunque los estudios prospectivos son aun cortos y nicas antes de su aplicación clínica más amplia.
muchas veces no se ha visto mejoría de las complica-
ciones crónica de la diabetes, aparte de la hipogluce- ALOTRASPLANTE DE ISLOTES PROCEDENTES
mia y el mejor control, algunos grupos ya han DE DONANTE VIVO
observado estabilización de la retinopatía y cierta me-
joría en la neuropatía; pero no sabemos si la diabetes Según los datos de la Universidad de Minnesota ba-
puede reaparecer sobre los islotes trasplantados. sados en el estudio de aislamientos en 33 páncreas
Trasplante de islotes y células productoras de insulina 177

torales y 12 hemipáncreas distales (cola del páncreas), En el 2006, Calafiore' implantó islotes humanos
del hemipáncreas distal se pueden obtener unos 5 .148 microencapsulados, procedentes de un solo páncreas,
IE/g, equivalentes al 75 % de los islotes totales y po- en la cavidad peritoneal de 2 pacientes con DMl, con
dría ser suficiente para curar la diabetes si el aisla- sólo anestesia local y sin inmunosupresión, logrando
miento de los islotes es eficiente cuantitativa y reducir a la mitad la dosis de insulina.
cualitativamente.
Con estos antecedentes.\. cbdo que en J:ipón la do-
nación de c1cLher es culturalmente difícil de aceptar.
\Lusumoro 11L ha11 1-c;1li1¡¡do l'll el pnrner
l 11 una inujl'!. 2- a11ch. cm1 D\1- l ,. h

;1z)rrn,1 ll-,'-. npo:-:.ic:101h_'S di\Tr\~l'>, qth'


la ca1·idad l e11númcni1ar1:1hk
,() l ridad de islotes necesarios p:1r;1 revertir l;i diabetes en
! . .
1 l' ,- l . l '

c;ioa espeue an11na1. ue esL1 rorma se nan 1mp1antl1C10


;1 raras 1 perros. islotL'S c;rninos. hu1·1nos \. porclllos.
Si consiguiéra1nos domi1ur est;1s réc11Jc1s e11 los logr;rndo su¡wn in·1ici:1s prolonga ch<> de m:-ís de 12
di;1hC·ricos podrí1rn1os <'VÍr:ir los dedos secunchrios de Illl'Sl'' sin di;1bctl''>.
h 111ed1c;Ki<-lll in11H111osupreso1·;i. Por L'I momento. se Otros Ill\'\'Stig11d(J1"<'S h;rn uril11;Hlo 111;1crocípsulas de
es¡;Í estudiando <·011 alorr;1spL111re e11 1111Ím11les de expe- fo;1111 recubierto con :1g:1rnsa, o hiL'Il (Jlr;1s rncrnhr;i·
rirn<'!ltJción. p1ir11 posreriornwrne 111tL'nLir el >:<·11otr;1s- n;1s d<' co¡•olímcro acrílico con resulr;1dos \'Jri;1hle<>.
plame entre d1st1 ntas es penes. También se han ideado dispositivos mayores con
Algunos de los procedimientos utilizados son la mi- anastomosis v:1sctdares, arterial y venosa, que asegu-
cro y macroencapsulación de islotes, el trasplante de ran la nutrición de los islotes y la liberación de insuli-
islotes fetales y el co-trasplante. na a la sangre.
El grupo de Valdés-González en Méjico'º ha coloca-
Microcncapsulación do un aparato subcutáneo con islotes neonatales por-
cinos en 12 pacientes con D M 1, consiguiendo
Consiste en rodear uno o varios islotes con una independencia de la insulina en 2 casos durante varios
membrana que permita el paso de nutrientes e insuli- meses y una reducción importante de las necesidades
na, pero no el de anticuerpos que destruyan los islotes. de insulina en la mitad. Uno de los pacientes ha sido
Las microc:ípsulas, inicialmente, contenían 4 o 5 islo- seguido durante tres ai'íos, quedando libre de insulina
tes; actualmente solo contienen l o 2 islotes y su tama- algunas semanas y otras con menos de 6 UJ, sin com-
ño es ligeramente superior al del islote que rodea. plicaciones ni infecciones por retrovirus.
La membrana consta de varias capas, como algina-
to-polilisina-alginato o bien alginato de bario, siempre de islotes fetales
tratando de evitar la reacción fibrosa a su alrededor
que impide su permeabilidad y conduce a la muerte del Considerando la escasa anrigenicidad y buena tole-
islote. Luego se inyectan en la cavidad peritoneal. rancia de los tejidos fetales, se ha intentando utilizar
Experimentalmente, se han conseguido buenos re- islotes ferales para su implantación en animales r pa-
sultados en roedores y perros. Incluso la tolerancia ha cientes diabéticos, buscando una buena tolerancia sin
sido buena durante meses con xenotrasplante de islo- necesidad de inmunosuprcsión.
tes porcinos o bovinos en perros. ,-\I cabo de ese tiem- Se necesir:rn muchos fetos para conseguir una ma-
po. b diabetes reaparece. pero las microc:ípsubs sa de islotes capaz de revertir Li diabetes en un arnrnal
pueden ser extraídas por la va do peri tunea 1 v repetí rse adulto.
la implarnación de otras nuevas. Lis últimas experiencias publicadas en este senti-
Fn 1994, Soon-Shiong et al realizaron un alorras- do, realizadas en Belgrado. empleando una o vari;is
pbnre de islotes humanos microencapsulados implan- inyecciones L'Vl de islotes fetales humanos en 9 v 8
t;1ndolos en la cavidad peritoneal de un diabético tipo l pacientes con DM l, respectivamente, muestran re-
con un trasplante renal funcionante, logrando que si- sultados poco convincentes.
guiera sin insulina 9 meses después. Sin embargo, estas También en pacientes diabéticos, pero con islotes
experiencias no fueron confirmadas posteriormente. fetales porcinos. el grupo de Groth ha realizado en
178 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Suecia algunas experiencias, no habiéndose obtenido La posible utilización de monos es muy costosa y
resultados satisfactorios. de menor aceptación social. Sin embargo, la especie
porcina es inmunológicamente más cercana al hombre
Co-trasplantes de islotes y su crianza, fácil. El aislamiento de los islotes porci-
nos está conseguido y podría ser una fuente inagotable
Considerando la buena tolerancia de los islotes de islotes siempre que se pudiera evitar su rechazo, pa-
cuando se implantaban en testículo se empezaron a re- ra lo que se han ensayado técnicas de micro y macro-
alizar co-trasplantes de islotes más células testiculares encapsulación, de inducción de tolerancia mediante
y luego con células de Sertoli, que facilitan su toleran- cultivo o congelación previa, de cotrasplante con otras
cia sin necesidad de inmunosupresión. células (de Sertoli, médula ósea, etc.) o incluso la
Valdés-González, antes mencionados 16 , también ha crianza de cerdos transgénicos. La posible transmisión
utilizado células de Sertoli en los xenotrasplantes con de enfermedades víricas no se ha observado durante
macrocá psulas. varios años de xenotrasplante de islotes porcinos neo-
Nuestro grupo 11 ha observado que también una natales en pacientes DMl 10• u.
suspensión de células hepáticas facilita la tolerancia
del alotrasplante de islotes de rata y el efecto se consi- CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS
gue tanto si la suspensión es rica en hepatocitos (has-
ta un 37% de ratas con euglucemia), como en Las células embrionarias contienen todo el poten-
fibroblastos hepáticos, y todo ello sin ninguna inmu- cial para desarrollar tejidos y órganos que constituirán
nosupresión. el organismo correspondiente a su especie. En las pri-
meras. fases del embrión, la masa celular interna del
blastocisto contiene la capacidad de generar, en su me-
TRASPLANTE DE CÉLULAS BETA AISLADAS dio natural, cualquier tejido u órgano.
Conseguir su desarrollo específico junto a su divi-
Parece lógico utilizar células beta aisladas mejor sión y multiplicación adecuadas en el laboratorio, fue-
que islotes, ya que son ellas las que producen la insu- ra de su medio natural, resulta muy difícil de conseguir
lina, sin necesidad aparente de los demás componentes y, además, es tal su potencial de reproducción que con
celulares. Además, podrían ser menos inmunogénicas frecuencia genera tumores malignos.
y mejor toleradas que los islotes. En el desarrollo del páncreas fetal humano inter-
Con este fundamento, el grupo de Pipeleers en vienen diversas estructuras y múltiples factores de
Bruselas desarrolló la técnica de aislamiento y poste- compleja coordinación. Sería más factible partir de
rior trasplante, pero no consiguió mejorar los resul- estructuras ya iniciadas para ayudarlas a diferenciar-
tados respecto al trasplante de islotes. Prosiguiendo se y luego expandirse en tejidos específicos, como el
sus experiencias, en 2004 12 ha logrado la indepen- islote pancreático con sus células beta secretoras de
dencia de la insulina en un DMl de 41 años, con re- insulina.
sistencia subcutánea a la insulina (más de 400 U/d). Soria et al. publicaron en el año 2000 la reversión
Se realizó inmunosupresión con ATG, tacrolimus y de la diabetes en ratones con células madre embriona-
micofenolato-mofetil y se inyectaron en el hígado, rias productoras de insulina. Sin embargo, trascurri-
por vía transparietal, 4,5 millones de células beta dos 8 años no ha habido progreso en esa línea de
por kg de peso. Al cabo de un año, el paciente pro- investigación que permita su aplicación a la clínica.
seguía sin insulina, con HbAlc menor de 6,5% y En España se ha permitido la transferencia nuclear
además se le curó una lesión de necrobiosis lipoidi- de células adultas en humanos lo que contempla la de-
ca pretibial. rivación de células madre a partir de células adultas
del propio paciente; se desconoce su posible aplicación
XENOTRASPLANTES DE ISLOTES a la diabetes.

En Estados Unidos, la incidencia de DMl se calcu- CÉLULAS MADRE DE TEJIDOS ADULTOS


la en 30.000 casos por año, pero sólo se pueden obte-
ner unos 6.000 páncreas al año, lo que indica la Células madre existen prácticamente en todos los
limitación de donantes. tejidos del organismo. Es a partir de ellas como se re-
En España, según datos de 2006 de la ONT, de las generan los tejidos dañados. Por ello, se han investiga-
1.443 donaciones de órganos había disponibles unos do y aislado en multitud de tejidos para aplicaciones
264 páncreas, pero de hecho sólo se trasplantaron 74 diversas en medicina regenerativa.
páncreas, mientras que cada año surgen unos 6.000 A partir de células ductales humanas y porcinas se
DMl nuevos. De ahí la necesidad de buscar alternati- han conseguido células madre pancreáticas capaces
vas al alotrasplante de páncreas o islotes. de diferenciarse en células productoras de insulina y
Trasplante áe islotes y células productoras áe insulina ·"" 179

lo mismo se ha conseguido a partir de células mesen- hacen necesario añadir medicación hipotensora e hi-
quimales procedentes del propio islote pancreático polipemiante.
humano. Por ello, el T x-I sigue siendo una técnica experi-
La médula ósea posee células madre que desde hace mental sólo permitida en centros con dotaciones ade-
muchos años se vienen aplicando para la regeneración cuadas de laboratorio, aparatos y personal entrenado.
hematopoyética tras la quimioterapia intensiva. Pero Hace falta progresar más en la obtención de los islotes
esas células madre poseen gran plasticidad para trans- y en su tolerancia con nuevos inmunosupresores o réc-
formarse en di\ersidad de celulares: nicas que los mneccsanos.
neuronas, condrociros, céluhs endoteliaks. Por orra existe un importante en
1.'tC. Por dlo, se c·sián miliz:rndo en multitud de prnYec- rn'imero de mucho nwnor qut L1 i11cidenci:1
n.:gt:11crat1Y\)S y a chf1.:Tc111..-iJ dl.' Lh c¿lul~1~ tnadrc ('Ir1 de, h ])\l- l, pm
nu L:r1dl·nc1J de

·¡ :irn hién
urnbilic1l )' de h sa11grv cstirnubcic·rn
con c;.c:SF. FI mecanismo pri1rn:r,1mentc ,itrihuido a Ll
transformación de las células madre en células produc- SuthcrLrnd DFR, Cruc·s:;ncr ,\, Bj.
toras de insuiin,1, se LTcc qui.: e~ pur rcgcncución dc las de :,ustiruci<Ín 1.k (élubs b de
células beta residu,1ks cstimuhdas por factores de secre- islorcsl pare\ el tr:1r:rniÍrnto de b di:1bctl'S nwllitus: un c11·
fclqul' intcgr:1d1i. Clin F11d1lc"rinol .\ku b '.;;\ 2001:
ción ele las células madre rraspLrnudas.
1:123-)4.
Algunos investigadores han 1.:onseguido en raron1.·s
2 Jir:1 :\lb:ir1·<i11 :\. Tr:1spL111re de islorc·s
mejoría de la (lic1 her es i11duci1.Li c·on csrrepto1.otoci 11'1
(Ti!'). F.11 "Tr:1LHl0 SED de· Di.1hctcs .\kllitm. !)"""' 1111>·
tras el rr,1sphntc 1.k c¿·Juhs prog('nÍror;1s dnivachs de
lccuhrc':,, clín1c1:, \ 1rc1u111ie11to". Dír. Co1111'.. l\uvir.1.
la médula óse,i. h·líú \. Char1.:ih:1I. \L1drid: Edíwri:1I ,\>lé·dici P,rn,111wr1-
Recientemente, en i\rgenrina, ívlcsples et al. ' han cana 2007:393-401.
implanrado, en el propio p<Íncreas de 12 pacientes con 3 Blondet JJ, Cirlson i\l\l, Kobayashi T, .Jie T, Bcllin JV!,
DM1, células madre autólogas de médula ósea consi- Hering BJ, Freeman ML, Beilman GJ, Suthedand DE.
guiendo que 4 pacientes prescindieran de la insulina y The role of total pancreatectomy and íslet autotransplan-
otros 4 mejoraran su control con menos del 66% de la tation for chronic pancreatitís. Surg Clin North Am
dosis prevía de insulina. Voltarelli et al., en Sao Pau- 2007; 87:1477-501.
101\ también con células madre hematopoyéticas autó- 4 Shapiro AMJ, Lakey .JRT, Ryan EA, Korbutt GS, Toth
logas, pero por vía i.v., junto con inmunosupresión EL, Warnock GL et al. Islet transplantation ín scvcn pa-
fuerte, en 15 pacientes con DM1 de reciente diagnós- tients with rype l diabetes mellitus usíng a glucocorti-
tico, han conseguido librar de la insulina temporal- coid-frce immunosupprcssive regimen. N Engl J Mcd
mente a 14, alguno hasta 35 meses. 2000; 343:230-8.
Por otra parte, en 2007, el grupo de Yamamoto en 5 Ryan El\, Paty BW, Senior PA, Bigam D, Alfadhli E,
Kyoto, trabajando con fibroblastos de ratón y el de Knetenrnn NM et al. FiYc-year follow-up after clínica!
Thomson'", en \'Visconsin, con células somáticas huma- islet transplantation. Diabetes 2005; 54:2060-69.
nas, han conseguido, aüadiendo 4 genes que expresan 6 B:1det L, Benhamou PY, \X1ojtusciszyn A, R,
factores de transcripción, reprograrnarlas a células ma- Milliat-Guittard L, I<.esslcr L, Pcnfornis i\, Thivolet C,
dre pluripotentes, capaces de desarrollarse y diferenciar- Rcnard E, Bosco D, ivlorcl P, Morclon E, F, Colín
C, Bcrncy T; GRi\GlL Group. Expccutions and stratc-
se como las células madre embrionarias, lo que puede
rcgarding islct rnc:taholic data frnm
tener aplicaciones en diwrsos modelos de rnfermedad.
thc GRi\GlL 2 trial. 84:89-%.
Hering BJ, Kandaswa1m R, A.nsitc: JD. Ecknnn P;\L
RESUNíEN
Nakano M. Sa1\·ada T. et :d.
islct rransplantation rn ¡nticnts with tvpc cli:1hcrcs. j:\-
Lus resultados obtenidos con el trasplante de islo- ;\J;\ 2005; 293:830-5.
tes (Tx-I) han mejorado signiiicarivamente desde la in-
8 :Vbtsumoto S, Okitsu T, h1·anag:1 Y. H.
troducción del prot(K:olo de Edrnonron en 2000. l L Yonckawa Y, Liu X. !<.arnn·a H, Ucda ;\!, Ha ta na ka
Aunque la independencia de la insulina sólo persiste N, Kohayashi N. Yamada Y, .\li1·aka11·a S. Scíno Y. Sha·
en el 1O'X, de los pacientes a los 5 arios, la mayoría piro r\1\L T1naka K. Follow-up studY of thc firsr succcs-
quedan libres del peligro de la hipoglucemia y obtie- sful living doncir islct tra11spbntatio11. Tr:inspbntation.
nen un mejor control de b diabetes con menor dosis 2006; 82: 1629-33.
de insulina. Sin embargo, necesitan una inrnunosupre- 9 Cilafiore R, FlJsr;i C. Luca e;, Lcmmí :\, .\!011t:1nucc1
sión ele por vida, con efectos adversos importantes que MP, C:alcbrcsc e; et ,11. ;\•licroc11cap;,ul:11cd pa11crcatic·
180 •• •, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

islet allografts into nonimmunosuppressed patients with 13 Elliott RB, Escobar L, Tan PL, Muzina M, Zwain S, Bu-
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plant. Clin Transplant 2007; 21:352-7.
15 Voltarelli JC, Couri CE, Stracieri AB, Oliveira MC,
11 Soto-Montenegro L, Zugasti-Murillo A, Rollan E, Al-
Moraes DA, Pieroni F, Coutinho M, Malmegrim KC,
varez Y, Alvarez G, Jara-Albarrán A. lnfluence of hepa-
Foss-Freitas MC, Sim6es BP, Foss MC, Squiers E, Burt
tocyte-rich liver cell mixture and liver fibroblasts on
prolonging graft islet survival in rats without immuno- RK. Autologous nonmyeloablative hematopoietic stem
suppressive drugs. Exp Clin Endocrino! Diabetes 2004; cell transplantation in newly diagnosed type 1 diabetes
112:580-6. mellitus. JAMA 2007; 297:1568-76.
12 Guillard P, Ling Z, Lannoo M, Maes B, Maleux G, Pipe- 16 Yu J, Vodyanik MA, Smuga-Otto K, Antosiewicz-Bour-
leers D, Keymeulen B and Mathieu C. Beta-cell trans- get J, Frane JL, Tian S, Nie J, Jonsdottir GA, Ruotti V,
plantation restores metabolic control and quality of life Stewart R, Slukvin II, Thomson JA. Induced pluripotent
in a patient with subcutaneous insulin resistance. Diabe- stem cell lines derived from human somatic cells. Science
tes Care 2004; 27: 2243-4. 2007; 318:1917-20.

y lJnitcd l<illgdom Prospcctive DiahctC'S Stuclv


(Ul<PDS! rn 1998'. ahh 1!.
El tratamiento de algunas enfermedades rcquivrc La educ:Kicm constituve un recurso terapéutico, en
solamente cumplir unas sencillas recomc11dacio11Cs: to- b misma línea que L1 dicta, insulina o ejercicio. Es el
mar la medicación, n:spetar u1ias normas t:s¡xcí(ich 1nsrrunwnto que aplica v ejecuta h rcoría, llevando a
de la patología, vigilar la natural evolución lkl prnCL'- término todo el proceso de tratamiento. En ocasiones,
so y poco más. En la diabetes es necesario, sin embar el s;ÜJer y poder hacer!() uno mismo puede ser la única
go, evaluar de forma más o menos continuada los forma de realizarlo, precisando para ello, preparación,
cambios que se producen, corrigiendo las desviaciones habílidad, y ayuda familiar o administrativa. Educar
con los alimentos, fármacos o cambios en el estilo de es más rentable siempre que curar'.
vida; procedimientos que requieren un conocimiento y
unas habilidades que se han de adquirir, y sí además METODOLOGÍA
existen complicaciones evolutivas, hay que compen-
sarlas con técnicas que requieren una participación di- La educación diabetológica, "es un proceso que
recta del paciente o de los familiares. permite la adquisición de conocimientos, modificación
El diabético se ve envuelto, por tanto, en el mane- de hábitos y actitudes tendentes a mantener o mejorar
jo de dispositivos para analizar la glucosa, obtener el estado de salud de la persona con diabetes".
muestras de sangre, inyectarse insulina; modificar su En ésta definición están integrados los compo-
alimentación y ejercicio, analizar la situación, prever nentes esenciales de la educación. Al hablar del pro-
lo que va a suceder, y tomar determinaciones respecto ceso excluimos ya cualquier acción aislada o
al tratamiento; y si adern~1s tuviese dificultades en la simplista. Un proceso implica un conjunto de accio-
vista, pie o manos, usar alternativas. Estos conoci- nes dirigidas a la consecución de objetivos concre-
mientos, habilidades y decisiones no son innatas, re- tos. En éste caso, supone conocer al paciente y su
quieren un aprendizaje y adaptación que son el entorno (social, psicológico, hábitos y creencias, im-
fundamento de la educación diabetológica. pacto ocasionado por la enfermedad .... )", trasmitir
En educación diabetológica, los beneficios econó- los conocimientos sobre la diabetes, que le permitan
micos y de calidad de vida no admiten discusión'; ni valorar su situación y consecuencias, motivándolo
los indirectos, objetivo de la administración y que su- para que esté dispuesto a asumir una serie de cam-
ponen dos tercios del gasto total; morbilidad, pensio- bios en su estilo de vida, relativos a la alimentación
nes por incapacidad, disminución de productividad y actividad física, que son beneficiosos para su esta-
etc., ni los directos que repercuten en la persona con do de salud. Debe adquirir habilidades que le permi-
diabetes; reducción de amputaciones, ceguera, insufi- tan autoanalizar su glucemia, interpretar los
ciencia renal etc. Es evidente que la educación mejora cambios que se producen, ajustando el tratamiento,
el gasto económico y proporciona mayor beneficio en autoinyecuíndose y adaptando su alimentación; lo
bienestar y calidad de vida; hechos admitidos en que le incrementa la calidad de vida sin tener que de-
1991 por la OMS, Declaración de St Vincent 1990', pender de terceras personas, participando de forma
Diabetes and Complications Tria! (DCCT) en J 993' activa en la mejoría de su estado de salud.
182 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla 1. Repercusiones de la educación en distintos pa- tros secundarios; HbAlc, COL, TG, presión ar-
rámetros. de la diabetes terial, tabaquismo, obesidad etc. que el pacien-
te debe conocer y pactar.
Componentes Tipo de mejoría b) Prevención y resolución de las complicaciones
agudas: hipoglucemias, descompensaciones, ce-
Mejorados Frecuencia Intervalo
tósis.
Cetoacidosis/ hipoglucemias Disminución 60-90% c) Disminución de la incidencia de las complica-
Amputaciones Disminución 50-80% ciones crónicas: retinopatía, neuropatía.
Esperanza de vida Aumento 15-20 años d) Lograr una calidad de vida similar a la de las
personas que no tienen diabetes 9, lo cual impli-
Ceguera Disminución 50-25%
ca:
Fallo renal final Disminución 40% 1. Incrementar los conocimientos acerca de la
Costos económicos Disminución 70-80% diabetes, consecuencias y tratamiento, moti-
Muerte perinatal Disminución Al 1% vándolo hacia una participación activa con
soluciones concretas en relación con la
adaptación a su enfermedad y entorno so-
En este proceso hay varias fases el educador emite
cio-laboral.
una serie de mensajes, que necesariamente ha de cap-
2. Bienestar psíquico como resultado de una
tar la persona con diabetes y ésta debe a su vez emitir
mayor libertad en el tratamiento y una ma-
nuevos mensajes al educador que le permitan saber si
yor independencia, y bienestar físico, con
ha sido oído, entendido y captada su actitud. mayor capacidad funcional y fortaleza.
La educación del paciente supone la transmisión de 3. Mejor calidad asistencial, personalizada y
una información, y la adquisición de habilidades y ac- humanizada.
titudes que le permitan alcanzar los objetivos desea- 4. Disponibilidad de los medios adecuados; hu-
dos, presuponiendo una preparación y aptitud, por manos, técnicos y científicos (médicos, die-
parte del educador8 acerca del cuánto, cómo y cuándo tistas, educadores, trasplantes, láser, riñones
establecer la comunicación, captar el efecto de la mis- artificiales, tiras reactivas, reflectómetros,
ma; y por parte del paciente, asumir su participación y ordenadores para correo electrónico, inter-
protagonismo en el proceso del tratamiento. Pero hay net etc.)
que tener muy claro que el proceso educativo hay que 5. Incidir en la Salud Pública: disminuyendo
centrarlo en el paciente, el educador es únicamente el los costes médicos, al mejorar los episodios
"conductor" que sabe canalizar lo que la persona con agudos y las complicaciones; y disminuyen-
diabetes demanda y preocupa, con la adquisición de la do los costos sociales de absentismo laboral,
habilidad suficiente para cuidar su enfermedad. incapacidades y carga social5• 9•
Los médicos suelen enseñar a sus pacientes de la Existe, además, un problema que es intrínseco al
misma forma que a ellos les enseñaron, tipo profesor educador éste es habitualmente personal de enfermería
pasivo, favoreciendo la retención de conocimientos pe- o médico, en cuya formación no han sido incluidas
ro poco efecto sobre la conducta y destreza. técnicas de pedagogía, abordaje holístico, comunica-
ción, psicología aplicada, manejo de grupos 8 etc., por
OBJETIVOS lo que su entrega e interés personal han de ser amplia-
dos con una formación complementaria a través de
El objetivo final para el equipo educador será do- cursos específicos, pero que, por desgracia, carecen de
tar a sus pacientes de la necesaria destreza para cuidar- un reconocimiento académico que permita perfilar
se ellos mismos y mantener el control adecuado 1 • una carrera profesional; la del educador en diabetes.
El proceso educativo debe ir dirigido a mejorar el
bienestar de la persona con diabetes, tanto en su esta- PLANIFICACIÓN
do personal de salud como social, teniendo en cuenta
unos objetivos concretos a conseguir, individualmente Según los objetivos anteriormente descritos es nece-
pactados entre el paciente y el equipo educador según sario analizar cada situación particular: paciente, edu-
sus propias posibilidades y capacidades, estableciendo cador y medio, definir los objetivos concretos,
un listado de los mismos. Éstos deben ser5 muy claros confeccionar un plan estratégico para su consecución
y justificables para el paciente. pertinentes a su situa- en el que consten 1:
ción y posibilidades, realizables, evaluables. l. Un plan de necesidades; teniendo en cuenta: a) al
En general hemos de plantearnos como objetivos: paciente; sus posibilidades y las distintas fases;
a) Un control metabólico adecuado de la glucemia inicial o supervivencia, adquisición de conoci-
lo mas normal posible, y de los demás paráme- mientos, técnicas de consolidación de los hábitos
Educación diabetológica 183

y reciclaje, b) al educador: sus conocimientos, grama a impartir; la educación de los pacientes


técnicas pedagógicas, disponibilidad de tiempo, con diabetes, habitualmente, se hace ambulato-
medios didácticos, c) las necesidades estructura- riamente en los hospitales, centros de especiali-
les como el aula, teléfono, fax, audiovisuales, dades y medicina primaria, debiéndose elegir el
ordenador etc., e) al equipo sanitario; fundamen- sistema educacional que mejor se adapte a la si-
talmente constituido por un médico endocrinólo- tuación, teniendo en cuenta las distintas técni
go, enfermería, dietista y profesionales de apoyo cas educacionales como el mctaplán, desarrollo
podólogo, oculisu, de roles, tormenta de idea:,. grup( ''-
2. Un progrn.rna desarrollado que rk discusión\ nllcrc:-,
mínimo: a) un contenido re(irico 5. Técnic1:; de cduG1Ci('.1n:
d3de~ \- di'.'Jt-rihuh.Lr-- en Lt') ,__]i:-,ri
forn1aci<~n1 CT:-thla 2 '1~ bl des~; )Ílo
nidos~ teniendo l'n cuenLt
distancia dci d<Jmiciíio etc.
rlL1ClOJ1CS~ (011. Síf,U1Cl1
supervivencia u pri111l~L1 J)"LHiL h; de J
u;
con u11 contenido m;;s L c! ele reci
en t'Í que pcriódic;1mente se refuerzan los
objetivos incompletos o las nuevas necesidades
3. Un calendario para el des;urollo de los progra-
mas inici;1les o de supen·i\'CllCi;1 en el momento El hecho ¡wi111ordi,d l"il L1 edul~lCÍ(Íi1 e:, '-rn1c,,·guir
del debut durante el ingreso en el Flospinl o ese camhio de acrirud de h pcrc,01i;1 con diahc:tcs hau:1
amhularnriameme p;Ha los progr;1111as de fur- una conducta que me¡orc q1 s:1lud. ;1dqu1ricildu u1nn
maci<Ín <J recicbjc. cimientos, despertando rnotiL1c·i<í11 1· dc:oarr<ilhnd<i
4. Una metodolop.ía acorde con Li situ;1ci,·rn 1· pro h;1bilid;1dcs que le pnrniran un rr;1r;1111icmo <Íp111110 ck
su cnfcrmcd:1d v p;1r;1 ello son 1wn·s;irio-, u1u -,n1l' de
recursos:
Tabla 2. Sugerencias al contenido de los distintos progra-
mas en las distintas fases de la educación diabetológica. Humanos: Debe desarrollarse un equipo educador,
El número de ,,. indica la recomendación mayor o menor formado por los médicos y personal de enfermería que
de inclusión en cada fase ya venían desarrollando la educación, pero que han de
realizar un reciclaje en técnicas de pedagogía y meto-
Contenido teórico general de Fase Fase Fase dología educativa, o por aquellos que ya se están for-
los programas inicial formación reciclaje
mando específicamente como educadores,
Qué es la diabetes mellitus. Tipos Los equipos deben estar constituidos según el nivel
El tratamiento en general en donde desarrollan la asistencia de la diabetes, En
¿Qué se entiende por control? medicina primaria: por un médico interesado en la
Autoanálisis :;.::-,··
educación y una enfermera con formación de educado-
Dicta ra y dedicación especial a ello. En un centro de espe-
Pastillas cialidades, el eqmpo estará formado por un
Insulina ,.. ·:.: endocrinólogo, una enfermera educadora especifica \"
Técnicas y sistemas de inyección exclusiva para diabetología, y a ser posible: dietist;1,
Hipoglucemia psicólogo y la colaboración de especialistas implica-
Cctoacidosis y comas dos: oculistas ortopcdas etc.
Ejercicio Un Servicio de Endocrinología elche formarlo, un
Viajes endocrinólogo con especial dedicación a la educaciún
Aspectos psíco-socialcs y con la participación del resto de los médicos del ser
Cuidado de los pies vicio, una enfermera educadora con forrnación
Días de enfermedad fica en educación diaberológica y la participación de b
Ajustes del tra<amicnto. Auto- enfermería de consultas externas\- plantas de hospita-
control lización, un dietista, un psicólogo, y un asistente so-
Cirugía cial. A éste nivel deben colaborar los restantes
Complicaciones especialistas que participan en el control de la persona
Educación. Empico. ¡\ fotrimo- con diabetes: oftalmólogo, podólogo, cirujano vascu-
nio. Gestación
lar, cte.
i\'1cdicacioncs
Medíos materiales: un espacio físico para desarrollar
Asociaciones de diabético<,
b actividad (Aub de docencia) que ha de reunir condi-
184 .. o.o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla 3. El empleo de los· distintos métodos de educación, técnica individual o en grupos tienen unas indicaciones deter-
mihadas y su uso aporta ventajas en unos casos y desventajas en otros que es necesario sopesar

Métodos de educación

Individual Grupos

Comunicación Aprovechamiento recursos


Participación Aceptación/Desdramatización
Control y feedback Comparte experiencias
Ventajas Adaptación/individual Promneve discusión
Privaticidad Facilita motivación
Interacción personal Mejora actitud y resistencia
Más entretenido

Caro, tiempo, costes, espacio Precisa educador experto


Repetitivo (cansa) Menor individualización
Inconvenientes Crea dependencia del educador Posibilidad de "disrnrsionadores"
Aislamiento del resto diabéticos Necesidad de selección específica
Relación paciente/educador Disminuye la atención

Problemas de integración Fase de consolidación y recicla je


Fase inicial Temas teóricos generales
Indicaciones
Necesidades específicas
Circunstancias laborales/físicas

ciones idóneas de tamaño, luz, ventilación, comodidad, Inicialmente, hay que romper la barrera que siente
temperatura. Dotación adecuada: sillas cómodas, mesas el recién diagnosticado, de ignorancia, impotencia,
de trabajo, pizarras, cañón de proyección, retroproyec- miedo, dificultades para "saber" pincharse, hacer aná-
tor, vídeo, proyector de opacos, etc. 11 lisis o qué comer todos los días. Hay que sentarse a su
Es importante el aspecto del aula, para que el dia- lado, escuchar sus vivencias y valoraciones para "re-
bético valore la educación, los medios el esfuerzo y se conducirlas" en positivo y hacerle participar de forma
motive. Hay que buscar su atención, concentración y activa en su educación. Tener en cuenta las fases por
participación. El local debe poderse cerrar por dentro las que pasa todo debutante 1• 6 •
para impedir interrupciones no programadas. l. Negación(... esto no me sucede a mí... ).
Material didáctico: libros, folletos, monografías, 2. Rebelión (... por qué me sucede a mí?).
pósters, dibujos, transparencias y material de adiestra- 3. Pacto (acepto poner la insulina ... pero sólo una
miento (reflectómetros, plumas, jeringuillas, maquetas vez al día).
de alimentos, etc.); el material didáctico que suele ser 4. Depresión con esperanza (me doy cuenta de que
más rentable es el de producción propia. tengo diabetes y que necesito tratamiento ...
Dotación informática: ordenador con acceso a la ¿podré hacerle frente?).
red de internet, página Web propia, correo electrónico, 5. Aceptación.
telefonía móvil, telemedicina. Dependiendo de cada paciente, tipo de diabetes,
objetivos y capacidad personal, se le adaptará el pro-
DESARROLLO grama, con una educación individual o en grupo, te-
niendo en cuenta que éste ha de ser lo mas homogéneo
Es el punto clave del proceso educativo es esencial posible según edades, nivel cultural, tipo de diabetes,
tener definidos los objetivos y los programas, estable- estado de la complicaciones, etc. Aunque a veces son
cidos los medios y su aplicación en modo y forma, ya positivos grupos no tan homogéneos, pudiendo hacer
que son los que van a definir el resultado final. cambios usando la educación individual o en grupo o
El primer contacto con el paciente puede marcar ambas según el momento (Tabla 4).
ese resultado final y el "arte del educador" es saber Dedicarle el tiempo adecuado para cumplir lo
captarlo, despojar el miedo, comunicar optimismo, programado, sin que nadie se sienta "atosigado"; ca-
dar confianza y que sienta la voluntad de que le están da uno tiene su velocidad de aprendizaje y también
ayudando. Es necesario tener habilidad para comuni- la necesidad de contar su vida, formando parte del
car y, según evoluciona el proceso educativo, saber intercambio de información entre el educador y la
retomar posiciones acordes a las necesidades. persona con diabetes. Equilibrio pedagógico entre lo
Educación diabetológica 185

Tabla 4. En las distintas fases educativas se desarrollarán las evaluaciones adecuadas aplicando las diferentes técnicas eva-
luadoras, historia clínica, tests específicos y control habilidades

Fases y evaluaciones Técnicas de cvalucion

.AL l".;lClO
Valor~1 r la situaci<'Jn mcrahóliG1 11ístoria ~· educacional

.\L 11:'\;\I DEL l'RO<,R.\.v!:\


Conoc!JTiicnt()', fí11~1lcs ;1dquirídt>'-'
\brh.·ju pLkíi1.:n Lh.' h di:1hctl'\
P,1niclp:1'--'i('.H1 en el traumiento
r\ctitud ,111tc L1 \'ÍlLt :· ,1ntc "11 di:1h::tl'"

Dl'R.\\ilE EL SH;l J\111\iJ(l

teórico (transmitir información) y la práctica (parti- NUEVOS RETOS


cipación según una metodología activa). Los tiem-
pos dedicados a cada apartado dependen de la Inmigración
capacidad de atención del paciente y de la habilidad
individual. Desde las fases iniciales de la educación en Espa-
ña, en los años ochenta, los conocimientos básicos
EVALUACIÓN en salud y el acceso a los medios sanitarios han me-
jorado notablemente; el plantel de educadores/as es
Siempre que se plantean unos objetivos es necesa- más numeroso y su formación profesional más espe-
rio conocer cuál ha sido su grado de consecución. Dar cifica; se han simplificado los distintos dispositivos
por hecho que el proceso educativo ha sido beneficio- de tratamiento: medidores, plumas, pinchadores,
so no permite evaluar ni la eficacia del método ni las bombas etc., pero el incremento del nivel de vida en
deficiencias de la metodología. nuestro país ha abierto las fronteras a la inmigración
La evaluación se puede referir a la colectividad en resta nueva población, nos vuelve a situar en los ini-
general, teniendo en cuenta el programa establecido cios de la educación, pero con las dificultades que
(estamos evaluando el programa), por lo que debemos enrrai'ian la variedad de culturas, costumbres, idio-
valorar el cambio que se ha producido en ingresos, mas y religiones de centroeuropcos, islámicos, hispa-
amputaciones, absentismo laboral, nivel general de noamericanos, orientales, etc. El nue\·o reto es ahora
Hba le, etc. A nivel individual, los par<'ímetros son dis- adaptarse a todos ellos para obtener idénticos resul-
tintos; incremento de conocimientos, actitud hacia la tados, teniendo en cuenta sus costumbres sociales,
enfermedad, cambios en los h;1bitos, grado de satisfac- alimentarias, nivel adquisitivo, idioma, confianDl
ción, mejoría de controles, ausencia de complicacio- pre\·alcncia y objetivos:.
nes, etc. i. Según los cbros oficiales del lNE en el aí1o 200.1, el
Es necesario un estudio comparatin) de b siwación número de extranjeros en Espa11a era 2,65 millones de
de los objetivos previos al establecimiento del programa personas, siendo más numerosos los procedentes de
y en el periodo post-educacional, para replantearse b Latinoamérica, i\farruecos, Europa, etc., y por sus pre-
idoneidad, la metodología )", durante el desarrollo del valencias en el país de origen, hemos de contar con
mismo, valorar la evolución del proceso educativo. l 42.205 diabéticos potenciales si bien las estimaciones
186 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

de INE en 2006 son ya de 3,88 millones de extranje- blica. Su tecnología y amplitud de prestaciones exige
ros empadronados (http://sauce.pntic.mec.es/jotero/In- la adquisición de conocimientos con habilidades espe-
migra/Cuantos.htm) (Figura 1 ). cíficas para su manejo y seguridad mediante un pro-
La adaptación al nuevo estilo de vida; fast-food, grama específico de educación, reafirmando los
TV, consolas, PC etc. y las distintas prevalencias de las conocimientos sobre la dieta, autocontrol, situaciones
patologías asociadas a sus etnias: HTA, dislipemias, agudas, junto con el funcionamiento de la bomba. Es
insuficiencia renal, obligan a una educación de preven- necesario saber calcular la dosis total de insulina, su
ción, con apoyo de los estilos de vida mas saludables y distribución en la tasa basal (liberación continua) y el
la adaptación de sus costumbres no renunciables (reli- manejo de los bolus, sus tipos y correcciones, las ex-
giosas, culturales), fundamentalmente en Ramadán en tras para adaptarse individualmente a las variaciones
los pacientes islámicos, que supone cambio en los ho- de la glucemia. Dominar las técnicas de inserción de
rarios de comidas y distribución de la medicación' 3 • catéter y sus posibles problemas, las desconexiones
Según su procedencia es necesario conocer y valo- cortas o largas con sus correspondientes tratamientos
rar las medicinas tradicionales que ingiere, sus creen- alternativos (Tabla 5).
cias, factores culturales y sus hábitos en distintos
momentos; determinadas prohibiciones como la de in- Sensores de insulina. Sistemas de Monitorización Con-
gesta de carne de cerdo entre judíos y musulmanes, tinua de Glucosa (SMCI).
carne de vaca en los hindúes, ritos de sacrificio, etc. El
educador deberá compaginarlas con los hábitos educa- El continuo avance tecnológico está desarrollando
cionales precisos para mejor control de la diabetes. sistemas de medición continua de la glucosa en san-
gre que permiten calcular las necesidades de insulina
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS en cada momento e integrarlas en el tratamiento con
insulina. Su manejo e interpretación de resultados, al
Bombas de insulina. Infusión Subcutánea Continua de igual que en las bombas de infusión continua de in-
Insulina (ISCI). sulina, precisan de conocimientos básicos sobre el
dispositivo y la adquisición de capacidades de mane-
Su empleo se ha hecho más universal en la última jo, solución de problemas y alternativas de trata-
década al ampliarse su financiación por la sanidad pú- miento.

Inmigrantes con diabetes en España

Argelia

Bulgaria
India
e Senegal, Gambia
(J,)
Ol
·;:
o Rusia
(J,)
"O Rumania
,!!!
lll
a. China
Comunidad Europea
Marruecos
Latinoamérica

o 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000


Estimación por prevalencia en país de origen

Figura l. Los datos de inmigrantes diabéticos se han calculado según la prevalencia en su país de origen, teniendo en cuen-
ta los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Educación diabetológica •• 187

Tabla 5. El proceso educativo para los dispositivos de in- dicta, ejercicio, autocontrol etc. como para la posibili-
fusión continua de insulina deberá incluir, como mínimo, dad de envío de datos, descargas de autocontroles co-
l9s apartados reflejados en la tabla rrecciones dietéticas, con la posibilidad de una
respuesta rápida y personalizada.
Contenido educativo para el uso de bombas de infusión

• Bases del funcionamienro de las bombas de insulina y tra- Línea telefónica 900
tamiento
0 Adquisición de hal1 ilidad Algunas sociedade::s )' asociacion<c'S de
bJt>ilLl'.-i
' la de Lis casas crnner
ciaks disponen de una línea 900, sin gastos para el p,1-
,__-ic1nc, qtH.' funcinn~til 2~ h \" qu1:·· ¡•n)pn1< ¡oi1c:r
Infonnal'ión úril y r~u1to dc:-.dl:' l'i punto de
de L.1 L'nfcrn1t(L1d ..:01110

A los medios clási('<\S d,· cdllcación: clases. talleres.


cZ1mpamentos. cursos v dem;1s, cuvo acceso cr;1 depen- Algunas empresas han desarrollado si.stem:1s de co-
diente de las consultas rnédicis y asociaciones, se han rwxión a través de teléfo110 rn(J\·il, en los que el
abierto ventanas que no hs necesitan, como son los te puedt: descargar directamente lo~ datos de
distintos portales dt: internct. con inforrnacir'm librc- autocontro! de su medidor. que son ~'1wiados al médi-
nwnte disponible, por lo que el procesu cducati\·o st· co responsable y éste emitir un mensaje con b~ im-
clirigir:i a un uso corredo de mismo. FI cduc1dor de- trucciones adecuadas, lo que facilita la currecci(m del
berá conocer las páginas \Vch mas adt:cuadas para sus tL1tam1ento y solución de prohlunas de control.
pacientes, instruirlos en su manejo y ser cautos con las
conclusiones, que deberán ser valoradas. Éstas páginas Telcrnedicina
permiten acceder a los aspectos teóricos y prácticos,
tanto dietéticos como de dispositivos, siendo los más La telemedicina es la combinación de las telecomu-
aconsejables los editados por las sociedades científicas nicaciones con la tecnología de la información aplica-
médicas', de educadores, asociaciones de diabéticos y da a la medicina, manejando una gran cantidad de
de casas comerciales de prestigio, en sus apartados pa- información, independientemente de la localización de
ra los pacientes (Tabla 6). los participantes, pudiendo intercambiar datos, como
historias clínicas, cartillas electrónicas, programas,
Correo electrónico imágenes de fondo de ojo, EKG etc., que son evalua-
dos por personal que puede emitir su diagnóstico o
La utilización del sistema de correo por e-mail per- plan de actuación''. El manejo de estos sistemas exige
mite una rápida comunicación entre paciente y educa- el conocimiento de su tecnología e interpretación de
dor, tanto para la resolución de dudas, en relación a la los datos junto a una educación diabetológica que per-
mita su adecuada utilización; sistemas como DIABTel,
proyecto T-IDDM, Ivl2 DM, Emmincns Conecta, I'v1e-
Tabla 6. Direcciones \veb de interés dical Guard etc., en los que los datos de los pacientes
remitidos por conexión telefónica, PDA o portales -de
la \Xicb son evaluados y las respuestas del médico o
educador pueden ser consultadas por el paciente en
\\'\\'W. d ia betesj u ven i 1.com cualquier momemo''. El sistema Ernrni11cns Conecw
www.abbottdiahetesc11T.1's permite el control de los pacientes diabéticos a tra·-
\\'\vw.accu-chek.cs vés del móvil e interner. E! paciente cn\'Ía los dato;;
\\'\\·w.di~1 l"'ctes. ha yl'r.:..·s
de glucemia vía S1\lS; el profesional los re\ isa a tra
\\'\\'\\·. fcacd.org
\V\\'\V.scdia hetl:'S.()rg
vés de una aplicación Web y éste mediante otro men-
"ww. li llrdia betes.es saje SMS envía las recomendaciones al paciente
W'>\'\\'.novonordisk .es (www.emminens.com). En Espaiia hay 1m1s de 24
W\V\v.sccnwch.org grandes hospitales conectados. Similar es el sistenu
\V\\"\v.dia l)etes.org/hon1c. j SJ"' Medica! Guard (Yvww.medicalguard.net). Todos estos
\\·\vw.arq u ÍttXtl' .org/uscrs/ft:dci sistemas precisan de b información técnic1 m·cesaria
188 ... ,, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

para su manejo y los conocimientos suficientes de dia- 5 Vida! Vazquez O, Boo Feijoo C, Vida! Hernandez R. La
betes para interpretar y ejecutar las observaciones rea- educación diabetológica desde los planteamientos teóri-
lizadas por el profesional1 6 • El aprendizaje con las cos a las dificultades de la práctica pedagógica Diabetes.
nuevas tecnologías precisa modelos, sistemas y entor- En Escobar F, Fernández ML (eds). Diabetes Mellitus:
nos diferentes a la enseñanza tradicional el profesor entorno metabólico y complicaciones. Grupo Aula Med-
deja de ser el trasmisor de la información y el alumno; ica SA. 2000:205-12.
el receptor pasivo; ambos han de interactuar entre 6 Day JL. Education of the Diabetic Patient. In Eduat R,
ellos y con la tecnología al uso. De Fronzo A, Ferrannini E, Keen H, Zimmet P (eds). In-
ternational Texbook of Diabetes Mellitus. John Wiley &
Sons Ltd. England 2004.
RESUMEN
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La diabetes es una enfermedad crónica, que obliga
S.A. 1996:277-91.
a cambios en el estilo de vida y al manejo de dispositi-
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vos para valorar la glucosa en sangre y inyección de in-
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sulina. La persona con diabetes debe conocer y asumir Oyarzabal M (Eds.). Tratado SED de Diabetes Mellitus,
su participación con el objetivo de mejorar su calidad bases moleculares, clínicas y tratamiento. Editorial Pan-
de vida por las complicaciones crónicas y agudas que americana 2007; 433-45.
pueden ocasionar. El proceso educativo incluye el des- 9 Educación Diabetológica.Conferencia Nacional de la
arrollo de actividades integradas en un programa cu- diabetes mellitus. Ministerio de Sanidad y Consu-
yos resultados se deben desarrollar y evaluar. La mo.1991. Instituro Nacional de la SaluJ. Secrelaria Ge-
inmigración plantea nuevos objetivos en relación con neral. Madrid 1994: 79-80.
el choque Je rnlluras, hábitos y limitaciones que pre- 10 Lafuenre Robles N. La educación de personas cnn dialw-
cisan ser integradas a través de la cJucación. Las nue- res. Tratado SED de Diabetes Mellilus, bases molecula-
vas tecnologías, para en el tratamiento de la diabetes; res, clínicas y tratamiento. Madrid: Editorial Médica
bombas, sensores etc. como de comunicación: ordena- Panamericana 2007:422-32.
dores, internet y teléfonos móviles han ampliado las 11 Díaz Cadórniga FJ, Delgado Álvarez E. Diabetes tipo II.
posibilidades de información, aprendizaje y tratamien- Manual para asistencia primaria. A.G. Gutenberg.
to que deben incluirse en el actual proceso educativo. 1998:187-193.
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Lancet 1998; 352: 837-53. Sociedad Española de Diabetes (SED) 2007: 95-124.
• "
1i 1

INTRODUCCIÓN sación hipcrglucémic<i cetoacidórica (Dl!C) y la des-


com¡x11sación hiperglucC·mica hiperosmolar (DHH ).
La diabetes mellitus (Dl'v1) no suele cursar con c01n- r\mhas sinL1ciom'<.,, cacla vez menos frecuentes en
plicaciones cuando el control glucémico es ackl·u~1dn nuestro medio, constitu\Tn, junto con las hipogluce-
desde el inicio de la enfermedad, pero sí lo hace ante mias graves, las principales causas de urgencias diabe-
un control inadecuado; en especial, ante hipergluce- tológicas tributarias de ingreso hospitalario.
mias que asocian cifras de HbA1c > 7% de forma cró- La descompensación hipcrglucémica hiperosmolar
nica. También se complica la enfermedad cuando se y la cetoacidótica representan dos desequilibrios meta-
produce un déficit agudo de insulina o cuando hay un bólicos diferentes, caracterizados por una deficiencia
exceso de la misma en las que se denominan complica- de insulina e hiperglucemia. La DHH se manifiesta
ciones agudas. cuando la carencia insulínica con respecto a las nece-
Como se muestra en la Tabla 1, las complicaciones sidades de ésta, provoca un cuadro de híperglucemia
de la DM se clasifican en agudas y crónicas, con dife- intensa asociada a deshidratación e hiperosmolaridad.
rentes subtipos en cada una. La DHC surge como consecuencia de una deficiencia
No todos los diabéticos responden con igual intensi- de insulina más intensa que provoca un aumento de la
dad en la aparición de complicaciones; en algunos de producción de ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos
ellos con deterioro crónico del control glucémico tardan y, en último término, acidosis metabólica, además de
en aparecer, mientras que en otros con leves desajustes hiperglucemia y deshidratación. Ambas se estudiarán
metabólicos pronto aparecen signos de complicaciones, en sus capítulos correspondientes, pero es obligado re-
en especial, de microangiopatía. Este hecho, que a veces cordar que tanto una como otra son complicaciones
se muestra con carácter familiar, pone de manifiesto que graves que tienen una morbimortalidad elevada. Los
la aparición de complicaciones crónicas obedece a una pacientes adultos, generalmente, ancianos, que presen-
causalidad múltiple en donde incluso habría que consi- tan Dl-IH sufren graves estados de deshidratación que
derar aspectos genéticos. También en las complicacio- con frecuencia se acompai1aran de accidentes vascula-
nes agudas vemos que determinados sujetos diabéticos res, sobre tocio, en la esfera cerebral, lo que hace que
por su labilidad u otras causas tienen una mayor ten- si logran superar la DHH con frecuencia queden en si-
dencia a la cetosis o a la hipoglucemia. En definitiva, no tuación ele incapacidad (hemiplejía, disfosia, demen-
hay un patrón exacto en la aparición de complicaciones, cia, etc.). Por su parte, los jóvenes o adultos, que
sean crónicas o agudas, pero sí podemos decir que glo- sufren una DHC, también están expuestos desde a la
balmente se corresponde a un patrón de mal control de muerte en el episodio agudo por b acidosis o sus com-
la enfermedad. plicaciones, hasta deterioro agudo o su bagudo de su
estado general. Una DHC: de repetición, sin duda algu-
COMPLICACIONES AGUDAS na, precipita la aparición o empeoramiento de las
complicaciones crónicas.
Las dos complicaciones hiperglucémicas agudas m<1s La DHC se define por hiperglucernia (glucemia >
habituales en las personas diabéticas son la dcscompen- 250 mg/dl), cetosis y acidosis metabólica (pl-I < 7,3)'.
190 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

COMPLICACIONES CRÓNICAS
Tabla.1. Cml"l~Iicacit>rtes .de la diabe.tes·meilitus
En la DM tipo 1, antes del descubrimiento de la in-
Hiperglucémica cetoacidótica sulina y su utilización clínica como parte primordial
Descompensaciones agudas Hiperglucémica hiperosmolar del tratamiento, la descompensación hiperglucémica
Hipogluemia aguda fue la complicación más frecuente y, a menudo,
Retinopatía fatal, lo que condicionaba una esperanza de vida muy
Complicaciones limitada para el enfermo. Con la utilización de la insu-
Nefropatía
microvasculares Neuropatía lina, la muerte por descompensaciones hiperglucémi-
Cardiopatía isquémica cas disminuyó de una forma drástica, prolongándose
Complicaciones Accidente vascu]acerebral notablemente la supervivencia. No obstante, el pro-
macro vasculares longar la vida de los pacientes ha traído como conse-
Arrerioparía periférica
cuencia la aparición de complicaciones, que hoy
conocemos como crónicas, desconocidas en el pasado,
La incidencia de la DHC es de 46 casos por 10.000 que continúan siendo un desafío en la actualidad y el
diabéticos y de 1,4 casos por cada 10.000 personas de principal problema para la supervivencia del diabéti-
la población general y justifica entre el 2 % y 9 % de los co. Para el diabético tipo 2, los avances en el control
ingresos hospitalarios en personas diabéticas 1· 3 • Apro- de la diabetes a través de la implementación de la die-
ximadamente, el 20% de los ingresados por DHC pre- ta y el ejercicio o del tratamiento hipoglucemiante, con
sentan una diabetes mellitus no diagnosticada antidiabéticos orales o con insulina, así como el cono-
previamente y el 15% de los ingresados corresponde a cimiento de la importancia y tratamiento de sus co-
pacientes con múltiples ingresos por DHC3. Esta situa- morbilidades, como la dislipemia, hipertensión arterial
ción, independientemente de la repercusión que tiene u otras, también ha supuesto un cambio en su evolu-
sobre el propio paciente, origina un adicional coste de ción y pronóstico.
la enfermedad, en el que, además del gasto de la estan- Estas complicaciones crónicas derivadas de la
cia hospitalaria, hay que contemplar la posible apari- diabetes aparecen en los dos grandes tipos de diabe-
ción de secuelas crónicas o el empeoramiento de las tes mellitus y se pueden dividir en dos categorías:
complicaciones crónicas previamente establecidas. complicaciones microangiopáticas o manifestaciones
La DHH se caracteriza por un estado de hiperglu- específicas de la diabetes y complicaciones macroan-
cemia grave, hiperosmolaridad, ausencia o ligera ceto- giopáticas.
nuria y deshidratación grave. Su mortalidad oscila
entre el 9 % y el 14 % 1• La infección sigue siendo la COMPLICACIONES MICROANGIOPÁTICAS
causa precipitante más frecuente, siendo las infeccio-
nes urinarias y pulmonares las más habituales, expli- Las manifestaciones microangiopáticas o específi-
cando entre el 20 y el 40% de todos los casos de DHC cas se caracterizan por la afectación de los pequeños
y DHH4 • Quizá una de las características más signifi- vasos de la microcirculación que afectan a la retina, el
cativas de la DHH es su mayor incidencia en personas glomérulo y a los nervios periféricos y que le conocen
adultas, generalmente, ancianas; esto conlleva al igual como retinopatía, nefropatía y neuropatía diabéticas.
que en la DHC un costo adicional en la enfermedad Debido a la enfermedad microvascular, la diabetes me-
debido al ingreso hospitalario, que en el caso de la llitus es hoy en día la primera causa de ceguera en el
DHH se ve agravado al complicarse con procesos co- mundo occidental y de insuficiencia renal terminal.
mo la infección hospitalaria, la aparición de graves úl- La retinopatía diabética es poco frecuente en pacien-
ceras de decúbito u otros, que, en definitiva, son la tes prepúberes con diabetes tipo 1, pero casi todos los
causa de una larga estancia hospitalaria y con cierta pacientes con diabetes tipo 1 y más del 60% de los pa-
frecuencia de la muerte del paciente. cientes con diabetes tipo 2 desarrollan algún grado de
Dentro de las complicaciones agudas debemos con- retinopatía a los 20 años de evolución de la enfermedad.
templar también las hipoglucemias que aparecen tanto En pacientes con diabetes tipo 2, aproximadamente, el
en la DM tipo 1 como en la tipo 2. Su causa radica en 20% presentan retinopatía en el momento del diagnós-
una falta de equilibrio entre el tratamiento hipogluce- tico de la diabetes. En pacientes menores de 18 años, la
miante, la ingesta y el ejercicio físico. Por su parte, la retinopatía diabética es más frecuente en pacientes con
hipoglucemia en la fase de neuroglucopenia grave, a diabetes tipo 1 que en pacientes con diabetes tipo 2 (20
cualquier edad, también producirá alteraciones en el frente al 4%). Por el contrario, la microalbuminuria fue
sistema nervioso central que de forma crónica suponen más frecuente en pacientes con diabetes tipo 2 5•
un deterioro del mismo con diferentes expresiones clí- La diabetes aumenta 25 veces el riesgo de padecer
nicas que pueden ir desde el déficit motor al cognitivo insuficiencia renal y, en España, constituye la primera
u otras alteraciones. causa de inclusión en programas de hemodiálisis. La
Cornpiicaciones de ia diabetes mellitus. Clasific0ción y 191

insuficiencia renal crónica se presenta en el 50'Ya de los nismo descrito se refiere al incremento cn la vía de la
pacientes con diabetes tipo 1 con 10 ai1os de evolución y hexosamina.
en el 90% de los pacientes con una evolución de 20 o Vía del polio!: esta vía, a través de un a u mento del
más ai1os. También supone la primera causa de trasplan- sorbitol, conduce a un aumento del estrés oxidativo,
te renal acompafiado o no de trasplante pancreático. un incremento de la glucosilación no enzimática y a
Más del 60% de las personas con diabetes sufren un dai1o celular a través del edema celular que indu-
alguna forma de neuropatía, con una incidencia del ce por el aumento de la presión osmótica intracelular.
7,5%i rn el momento del diagnóstico y del 50% des- En b fibra nerviosa. el sorbitol disminm e la síntesis
de 25 <l11os . En la de la rwu de mioinositol e indun;
afecta al 22 ni;) de los pa1...:Jt.'.I1Lc'<.., que '--Jus;1 cde1n:1 ason3i :· d~11ln
diabétil()'.) \. se inc-rcnH.'IILl [),\(, u,·;:rrc c'SCi
cbbctcs. El ')I)
:;on pcrson~ts C()Jl di3bcte:-,
LJ ;Jtcro~c-J1._'ro<..,1'.1 :h.~l'lcr~1cL1 de
JUnru c:on L·1 ih~urop~HÍJ
n1cllitus sc:a ~tn1puL1cion('\
se lu cstim,1do qm' la inci- de L1 iY2 a,.:,J \ :c·~ p(lr orto~/:·¡
de1Ki<l de amputaciones no trc1umc1tic:1s es c:1si )(] \e' ¡'roreic1. Fsrudius é'!1 JilÍm;1k~ corno <ci tTah:qo de
ces superior en los pacitntc:--: di:1h{',rlcos que en ios que y Tin Kcrn ponen de rnan1fiesro que z·I
no lo son'. tratamiento de perros diabéticos con un ;nhihidor de
Varios estudios prospecti\'lJS hcrn puesto ck 111cini- la aldos;1 rniuctc1s:1 prc1,ie11e ('! dern1orn tk J;1 1clo'-·i
fiesto una estrech,1 relación entre la glucerni;1 1 Lis dad de conduccil'rn 11cn,Ío'J<l.
complicaciones por n1ici-0;111giopatÍ;1 diabética tanto f/ SC,P,lllltÍu /llC(dlÚSii!U l:S h for111Jci"1;1 111rr:1cciuLu
en b dialwtc~ ri¡m 1 como L'il Li di;1hctcs tipo .2.. U e~ de lo, dcnominadm l'rodunos fi11;1\c-, ck 'Lici,í11
tuclio DCCT ( D1a betes Con trol a nd Complica tions a\'Clll1.ada íPF(;;\). l~stm pucdrn oc1sio11ar cLii'10 Cc'lu-
Tria!), demostró que b h1perglucL m1a podrícl ser el nw-
0
Lir por rre.-, 1'Í<b. Li primcr:1 es b modific1c1l·Jll de pro
canismo común para el origen de las manifestaciones reínas intracelulares incluyendo proteíncis implicadas
específicas de la diabetes y puso de manifiesto los be- en la regulación de la transcripción genética. La segun-
neficios del buen control de la glucemia. El estudio de- da vía es que estos PFGA pueden difundirse fuera de la
mostró que manteniendo los niveles de glucosa dentro célula y modificar las propiedades de la matriz extra-
de un rango lo más cercano posible a la normalidad, cclular, alterando las interacciones entre matriz y célu-
se lograba reducir el riesgo de aparición de retinopatía la causando disfunción celular 1'· 16 y la tercera vía es
en un 76%, la nefropatía en un 56% y la neuropatía que estos PFGA difundidos fuera de la célula modifi-
en un 60%. Otros estudios llevados a cabo en pacien- can proteínas circulantes en la sangre como la albúmi-
tes con diabetes tipo 2 han demostrado también que el na. Estas proteínas modificadas circulantes pueden
control estricto de la glucemia es capaz de reducir fijarse a receptores PFGA y activarlos, causando así la
drásticamente la aparición de complicaciones cróni- producción de citocinas inflamatorias y factores de
cas. El estudio Kumamoto"', con un dise11o similar al crecimiento, que, a su vez, son responsa bles de b pa ·
DCCl~ ha demostrado que el tratamiento intensivo tología vascular'-'".
(HbAlc 7%) ha reducido el riesgo de retinopatía en El tercer mecanismo es la activación de b proteína
un 69% y el riesgo de nefropatía, en un 70'X,. El estu- cinasa C (PKC). La PKC es una fomilia de enzimas que
dio UKPDS" muestra que la disminución del 0,9';{1 en la funcionan como seüales de distintos factores de creci-
HbA le reduce el riesgo de retinopatía en un 2 J % y el miento, hormonas, neurotransmisores y citocinas. Al
de nefropatía en el 32 %. El control metabólico estricto menos hay 12 isoformas de la PKC. Nue\'e de estas
no tuvo mayor influencia sobre b rnacroangiopatía. isoforrnas son activadas por el fosfolípido diacilglice-
Como se verá en los correspondientes capítulos con rol (DAG), que es un activador fisiológico de la PKC.
mayor detalle, hay varios mecanismos fisiopatológicos El zíltimo mecanislilo es el aumento dd flujo a tra
a través de las cuales la hipcrglucemia conduce a las vés de la vía de la hexosamina. El exceso de gluL·os;1
complicaciones rnicro\·asculares crónicas de b diabe- dentro de la vía de la hexosamina causa diversas com-
tes". El primer rnecrnismo descrito es b vía del po- plicaciones vasculares en los animales de experimenta·
lio]¡;; el segundo mecanismo, descrito en la década de ción. En síntesis. la activación de la vía de b
los setenta, se refiere a la formación de los denominci- hexosamina por la hiperglucemia puede pro1·ocar cn
dos productos finales de glucosilación avanzada. A diversos cambios tanto en la expresión del gen como
principios de los a11os noventa se descrihió un tercer en la función de las moléculas proteicas que forman
mecanismo, la activación inducida por la glucemia de parte de toda la cadena de eventos que llevan :1 bs
las isoformas de la prnteincinasa e\' el cuarto meca- cornplic1ciones vasculares de la diabetes'·
192 ... ,, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

En la Tabla 2 se expresan algunas de las recomen- protrombótico, la hiperagregabilidad plaquetaria, el


daciones encaminadas a prevenir el riesgo o retrasar la remodelado vascular o la miocardiopatía. Estos proce-
aparición de complicaciones microangiopáticas. sos, junto con la dislipemia y la hipertensión, que fre-
cuentemente se asocian a la diabetes tipo 2, aumentan
de forma sinérgica el riesgo cardiovascular en estos pa-
Tabla 2. Prevención y recomendaciones generales cientes. Múltiples estudios han relacionado la hiper-
glucemia con el riesgo de enfermedad macrovascular y
• El control óptimo de la glucemia reduce el riesgo o retarda la complicaciones cardiovasculares. El estudio UKPDS 11 ,
progresión de las complicaciones microangiopáticas demostró que el tratamiento intensivo de la diabetes
• El riesgo y la progresión de la retinopatía y nefropatía se re- mellitus logra reducir la incidencia de infarto de mio-
duce con el control óptimo de la presión arterial cardio en un 16%, comparado con el grupo sometido
• La restricción proteica puede retardar el progreso de la nefro- a tratamiento convencional. En el estudio Steno-2, con
patía en diabéticos en quienes la enfermedad progresa a pesar
de un adecuado control glicémico y de la presión arterial
una intervención multifactorial intensiva en pacientes
con diabetes mellitus tipo 2, y con un objetivo de con-
• La aspirina, como antiagregante plaquetario no modifica el
curso ni el pronóstico de la retinopatía diabética y su miliza- trol de HbAlc < 6,5%, se vio una reducción del ries-
ción no aumenta el riesgo de hemorragia retiniana go relativo de mortalidad total, cardiovascular y de
• Los inhibidores de la aldosa reductasa no previenen la progre- eventos cardiovasculares del 46, 57 y 59%, respectiva-
sión de la retinopatía temprana mente. El estudio ACCORD (Action to Control Car-
• Deben evitarse todos los nefrotóxicos diovascular Risk in Diabetes) 22 , realizado con 10.251
• Las estudios en animal<:s con diversos fármacos como los m pacientes <liabeticos con alto riesgo cardiovaswhr,
h1b1<lores de la alta reductasu, aminoguarndma eLL, 110 pare-- mostró en el grupo de tratarmento intensivo con un
c:~n mnstra r efectos beneficiosos en el <lesa rrollo de Ja, objetivo de control <le HbAlc <6% frente al 7,5 -7,9%
complicaciones en humanos
del grupo de tratamiento estándar, un aumento de la
mortalidad por cualquier causa después de un periodo
COMPLICACINES MACROANGIOPÁTICAS de tratamiento de 3,5 años. La suspensión del estudio
debido a estos resultados reabre la controversia sobre
La diabetes se asocia también con una aceleración la terapia intensiva encaminada a disminuir los niveles
de la enfermedad macrovascular de tipo ateroscleróti- de hemoglobina glucosilada. Sin embargo, en el estu-
co que afectan a las arterias que nutren el miocardio, dio ADVANCE (Action in Diabetes and Vascular Di-
el cerebro y las extremidades inferiores. Esta enferme- sease: Preterax and Diamicron MR Controlled
dad macrovascular no parece ser diferente desde el Evaluation) 23 , realizado en más de 11.000 pacientes
punto de vista histológico de aquella que ocurre en pa- con diabetes mellitus tipo 2 de alto riesgo cardiovascu-
cientes no diabéticos, con la excepción de ser más in- lar, no hay evidencia de un mayor riesgo de mortalidad
tensa y con una progresión más rápida' 1• El riesgo de entre los pacientes que habían recibido tratamiento in-
mortalidad de los pacientes diabéticos es el mismo que tensivo. El estudio DIGAMI24 evaluó el tratamiento in-
el de los no diabéticos que han sufrido un infarto de tensivo con insulina, en infusión continua, a pacientes
miocardio (alrededor del 20%) y este riesgo se triplica diabéticos con infarto de miocardio demostrando una
entre aquellos diabéticos que sufren un infarto. Por es- reducción de la mortalidad de origen cardiovascular
to, no resulta sorprendente que la expectativa de vida en un 28%. Numerosos estudios epidemiológicos sus-
de un paciente al que se le diagnostica de diabetes tipo tentan el papel de la hiperglucemia posprandial y en
2 se reduzca en un 30%. Además, cuando contraen ayunas como variable independiente y continua en el
una patología cardiovascular, la mortalidad es mucho desarrollo de enfermedad cardiovascular, incluso en
mayor entre los diabéticos que entre los no diabéticos. niveles de intolerancia a la glucosa.
Una de las principales razones del mal pronóstico de Dado que la hiperglucemia posprandial aparece en
los pacientes con diabetes y cardiopatía isquémica es la forma más precoz que la alteración en ayunas, muchos
mayor prevalencia de disfunción ventricular y de insu- autores recomiendan hoy la búsqueda y tratamiento
ficiencia cardíaca, lo que ha venido en llamarse mio- precoz de esta alteración. El mecanismo fisiopatológi-
cardiopatía diabética. La diabetes aumenta también el co a través del cual la hiperglucemia produce daño
riesgo de aterosclerosis carotídea; alrededor del 13% macrovascular, es similar al descrito al hablar de las
de los pacientes diabéticos de más de 65 años ha sufri- complicaciones microvasculares y resumida en la Figu-
do un accidente cardiovascular. La mortalidad por ac- ra l. La hiperglucemia, a través de diversos mecanis-
cidente cerebrovascular es casi el triple entre los mos, genera especies moleculares de oxígeno reactivo
pacientes diabéticos. Existen diversos factores que responsables de la degradación del óxido nítrico (NO)
promueven el desarrollo de una aterosclerosis acelera- dando lugar a disfunción endotelial, crecimiento celu-
da y la afectación cardíaca en la diabetes mellitus tipo lar, inflamación producida por la activación del factor
2: la disfunción endotelial, la inflamación, el estado nuclear kappa beta (NF-Kf3), la proteína quimíotáctica
Complicaciones de la diabetes mellitus. Clasificación y enfoque general 193

Glicosilación proteica Estr·és oxidativo PKC

PGA-RAGE ROS OAG

Oisíunc1ón endotelial

¡-~~~<- .. ·-·--·~·-·-·-··-·--

\~:~1:
l-·-·------~-~--
1
" -- ~~-------·¡--·-"----------
mo
. -----···---·········.J
1

1··--------·-L·-----¡--·- ----l1~~~~ció~~------····-¡········--;~1!bosis ------1


1 Vasoconsti·i·cci·o· n ' (prote1na qu1m1otact1ca: MCP-1: ' H. . • 1
1 moléculas de adhesión: VCAM. ipercoagu 1ac1on
1 ICAM-1: citocinas: IL6. TNF-u Activación plaquetaria

~
Aterogénesis

PGA: Productos de glicación avanzada. TGF-fH: Factor de crecimiento de transformación beta.


RAGE: Receptores de PGA. PAI-1: Inhibidor del activador del plasminógeno.
ROS: especies moleculares de oxígeno reactivo. MCP: Proteína quimiotáctica de los monocitos.
DAG: Diacilglicerol. VCAM: Molécula de adhesión celular vascular.
NO: Óxido Nítrico. ICAM-1: Molécula de adhesión intercelular.
ETl: Endot"lina-1. IL6: Interleucina 6.
ATII: Angiotensina U. TNF-cx: Factor de necrosis tumoral alfa.
NF-k!):Factor Nuclear kappa.

l. Hipergluccmia y ¿üio vascular.

monocitaria l, la molécula de adhesión celular \·ascu- la enzim:1 de conversión de la angiotensina


lar y la liberación de citocinas como la interleucina 6 eNOS. N F-Kf3, lC:AM-1,YCAJ'vl- I y selcctina E.
\. factor de necrosis tumoral alfa (TNF-cx). L1 acción fa! esr.1do de posibles complicaciones nos obliga a
de las moléculas de adhesión y las citocinas aumentan \cr :11 diabético corno un todo en el que haya que con-
la adhesividad del endotelio y la fijación de células in- templar cada una de sus partes con un enfoque etiopa-
flamatorias a la superficie endotelial, causando infla· rogénico y clínico, valorando su repercusión cn el
rnación y trombosis vascular> . paciente r estableciendo un criterio terapéutico en el
La disfunción endote!ial puede ev,1luarse mediante que no sólo se trate la hiperglucemia sino también un
marcadores bioquímicos y genéticos. Los marcadores correcto tratamiento de los principales factores de ries-
bioquímicos actuales son las moléculas de adhesión go asociados. Así, y especialmente en el diabético tipo
ICAM-1, YCA!Vl-1, selectina E, selectina P y sCD40L 2, la dislipcrni:1 deber<1 ser objeto de gran atención, no
las citocinas IL6, IL l 8, PCR v la endotelina (ET-1 ). Los sólo en el contexto de una cifra aislada de colesrcroL
marcadores genéticos son el factor de von \Xlillebrancl, triglicéridos, I íDLc o LDLc, si no teniendo en cuenta
194 ... , La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

el riesgo cardiovascular global del paciente que nos 5 Eppens MC, Craig ME, Cusumano J, Hing S, Chan
obliga con frecuencia al uso combinado de estatinas y AK, Howard NJ, Silink, M, Donaghue KC. Prevalence
ezetimibe. Del mismo modo debemos saber que para of Diabetes Complications in Adolescents With Type 2
valorar el riesgo puede ser más útil medir el colesterol- Compared With Type 1 Diabetes. Diabetes Care 2006;
no HDL que aúna a todas las moléculas aterogénicas. 29:1300-06.
En la valoración de la HTA debemos igualmente valo- 6 Dyck PJ, Kratz KM, Karnes JL, Litchy WJ, Klein R,
rar el control adecuado de la TA y que el fármaco que Paich JM et al. The prevalence by stage severity of vari-
utilicemos tenga también proyección en la prevención ous types of diabetic neuropathy, retinopathy and
o tratamiento de la nefropatía diabética o que haya de- nephropathy in a population-based cohort: the
mostrado otras bondades metabólicas. Por supuesto Rochester.Diabetic Neuropathy Study. Neurology 1993;
43:817-24.
no debemos olvidar que la DM es un estado procoa-
gulante y en este sentido la administración de un an- 7 Cabezas-Cerrato J. The prevalence of clinical diabetic
tiagregante ha de hacerse en estadios precoces de la polyneuropathy in Spain: a study in primary care and
hospital clinic groups. Neuropathy Spanish Study Group
enfermedad. En el abordaje de las lesiones microangio-
of the Spanish Diabetes Society (SDS). Diabetologia
páticas o neuropáticas nuestro pensamiento clínico ha
1998; 41:1263-9.
de tener el mismo sentido, es decir, intentar abordar
8 Calle-Pascual AL, Redondo MJ, Ballesteros M,
todos los supuestos que conllevan a estas lesiones pa-
Martínez-Salinas MA, Díaz JA, De Marías P et al. Non-
ra su control adecuado. Así, no basta con dar láser en
traumatic lower extremity amputacions in diabetic and
el tratamiento de la retinopatía diabética, es necesario non diabetic subjects in Madrid, Spain. Diabetes & Me-
contemplar si existe HTA, tabaquismo o dislipemia tabolism 1997; 23:519-23.
que la empeore. O en la neuropatía, no basta diagnos- 9 The Diabetes Control and Complications Tria! Research
ticarla, hemos de estar pensando, ya de entrada, en Group: The effect of intensive treatment of diabetes on
prevenir las lesiones neuropáticas del pie con ortesis, the development and progression of long-term complica-
tratamientos podológicos e instrucción adecuada al tions in insulin dependent diabetes mellitus. N Engl J
paciente. También las complicaciones agudas deben Med 1993; 329:977-86.
considerarse en un contexto globalizador donde la 10 Shichiri M, Kishikawa H, OhkuboY, Wake N. Long-
educación diabetológica sea capaz de hacer que el dia- Term Results of the Kumamoto Study on Optima! Dia-
bético pueda prevenir o tratar adecuadamente el inicio betes Control in Type 2 Diabetic Patients. Diabetes Care
de una complicación. 2000; 23 (Suppl. 2):B21-B29.
La existencia de complicaciones en la diabetes nos 11 UK Prospective Diabetes Study Group: Intensive blood-
debe llevar, en un paso más allá, a la consecución de glucose control with sulphonylureas or insulin compared
Unidades de Diabetes Hospitalarias en donde el pa- with conventional treatment and risk of complications in
ciente pueda recibir una atención integral de su proce- patients with type 2 diabetes (UKPDS 33). Lancet 1998;
so, instaurando además conexiones con el médico de 352:837-53.
Atención Primaria que permita que la atención al pa- 12 Brownlee M. The pathobiology of Diabetic Complications:
ciente sea un conjunto de acciones que eviten la apari- A unifynig Mechanism. Diabetes 2005; 54:1615-25.
ción de complicaciones de la DM, o de existir ya, al 13 Gabbay KH, Merola LO, Field RA. Sorbitol pathway:
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(ACC:ORD) Stuch c;ruu!'. Efü·cts ol inrcnsi\c glucusc·
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luwcring in n·¡w 2 duhcrc·s. N .J \lcd 2008:
tur:i pronc :1rc11s uf hum,111 c<Jr<Jll:H\- ,1lhcrom11<, producv
358:2545-S':!.
.rncl stor,.· T:\F 11lph11. C:irrnl:1tirn1 19')(,: 2 :s·~ LJ2.
23 Thc :\DV:\NCF Cnl11h1Jr:rn\c c;roup. lmc1rnn· hlowl
glucosc comrol 1rnd \·ascular <H1tc11mcs 111 p:1tic·nt'> \V1rli ) 1 Yudk111 JS. Kum;1s1 \L l lumphril's SE. lnfl:11rnn:1il<lll.
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lo que ocurre con \·arios otros tejidos. 110 es dqw11-


dicntc de h ;iccit·m de la insulin;1, sino que es regulada
La aparición cspontán.:a ck vndadcra hipoglucc- por L1 prnpi;1 c-onccntracit'rn de glucosa. L1 c1p;1cicbd
mia en sujetos no diabéticos es una incidencia infre- de utilizacit.)ll de glucosa en intcrv;1los bajos de con-
cuente. Es frecuente en sujetos diabéticos con distinras Cl'lltLicic.)11 110 es igual para las distintas :írcas cerebra-
modalidades de tratamiento y, en general, relacionada les. En gc·11cra l. son m;1s dependientes de la glucerni;1
con éste, por lo que influye notablemente tanto en la cuanto más reciente sea su formación filogenética, lo
calidad de vida del paciente, corno en el logro del ade- que puede reflejarse en las distintas alteraciones que
cuado control metabólico, lo que puede influir en el niveles bajos de glucemia inducen en las variadas fun-
desarrollo de complicaciones agudas y crónicas de la ciones cerebrales.
diabetes mellitus (DM). En los párrafos que siguen se Por ello existen mecanismos tendentes a prevenir y
discuten las causas, los mecanismos implicados y la corregir la aparición de hipoglucernia 1• 3• 4 • Estos meca-
presentación clínica de hipoglucemia (HG), así como nismos parecen seguir un patrón establecido de actua-
su diagnóstico y tratamiento. ción que incluye, en primer lugar, la supresión de la
secreción de insulina que determina la activación de
REGULACIÓN DE LA GLUCEMIA transportadores de glucosa en otros tejidos o la poten-
ciación por la insulina de la activación de esos trans-
La concentración de glucosa en sangre es determi- portadores por el ejercicio. La activación del
nante de su uso como sustrato metabólico por distin- transporte de glucosa por otros compuestos, tales co-
tos tejidos, cuya actividad está relacionada con estos mo los IGf-I e IGF-II, etc., es de muy escasa relevan-
niveles, que en el sujeto normal oscilan dentro ele unos cia. En segundo lugar, la aparición de hipoglucemia
estrechos límites, tanto durante la absorción de carbo- determina la activación de otros mecanismos tenden-
hidratos como durante los períodos postabsortivos o tes a corregir esta baja concentración de glucosa,
durante el ejercicio, momento en que se produce una bien dificultando la acción de la insulina circulante
gran utilización de glucosa por los músculos, mante- o promoviendo mayor producción hepática de glu-
niendo un equilibrio entre la producción hepática de cosa. Estos mecanismos contrarreguladores incluyen
glucosa y su utilización. La concentración de insuli- neurotransmisores, variadas hormonas y metabolitos
na actúa corno principal regulador de los flujos de que entran C'n acción estimulados por la decreciente
carburantes metabólicos y, entre ellos, la glucosa, a concentración de glucosa en sangre'. Algunos de estos
múltiples tejidos. Aun cuando en determinadas circuns- compuestos actúan potenciando la actividad de otros.
tancias, las células nerviosas pueden utilizar cuerpos La hipoglucemia detcrmina la secreción ele adrenalina
cetónicos, la glucosa constituye en condiciones habi- que, a través de ex-receptores en la célula ,f3, bloquea la
tuales su único carburante metabólico. Estas células liberación de insulina y estimula, por su efecto sobre
no tienen capacidad de almacenar glucosa, salvo en [)-receptores, la liberación de glucagón en las células A
forma de pequeñas cantidades de glucógeno, y su acti- de los islotes. La hipoglucemia, por sí misma, estimu-
vidad depende de la constante entrada de glucosa des- la la liberación de glucagón. l::.ste, y la estimulación de
de el líquido extracelular. Esta entrada, a diferencia de [-\-receptores hepáticos, promueven glucogenólisis \"
198 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

síntesis de glucosa. Tanto la adrenalina como el gluca- bajas concentraciones de glucosa sanguínea, no perci-
gón producen lipólisis, favorecida por cortisol, que se ben síntomas. Aunque imprecisa, esta definición es la
segrega en respuesta a hipoglucemia y permite y esti- que trasmite espontáneamente el paciente en sus visi-
mula la síntesis de adrenalina y la acción de ésta. El tas a la clínica y la que seguramente determina cam-
cortisol, como el glucagón, favorece la gluconeogéne- bios terapéuticos por parte del médico. Pero es
sis hepática a partir de sustratos no hidrocarbonados. necesario disponer de definiciones más explícitas y
La acción del glucagón sobre la glucogenólisis es de precisas, que puedan servir para la decisión clínica y
más corta duración que sobre la gluconeogénesis. La para la comunicación científica o la evaluación de me-
actividad de la adrenalina sobre la glucogenólisis es dicamentos. La Agencia Europea de Evaluación ~e
también de corta duración. Se segrega también hormo- Medicamentos, EMEA, propuso en 2002 la descrip-
na de crecimiento que favorece la lipólisis. Ésta induce ción de hipoglucemia clasificada según el grado de in-
crecientes concentraciones periféricas de ácidos grasos tensidad como: a) episodios mayores (es decir graves),
libres que se traducen en una menor actividad de la in- definidos como episodios sintomáticos que requieren
sulina a nivel periférico. Existe una mayor producción asistencia externa debida a deterioro de la conciencia
de cortisol y la excreción de corticoides urinarios en o de la conducta, con niveles de glucosa sanguínea in-
las fases de frecuentes hipoglucemias está aumentada. feriores a 3 mmol/I (54 mg/dl) y pronta recuperación
En esta situación existe una supresibilidad hipófiso- después de la administración de glucosa o glucagón, b)
adrenal disminuida. episodios menores, definidos, ya como episodios sinto-
Esta respuesta, neural, hormonal y metabólica, ex- máticos con glucemias por debajo de 3 mmol/I sin ne-
puesta de manera tan simplificada, supone una inte- cesidad de asistencia, ya como hallazgo de glucemia
gración teleológica más compleja. A esta respuesta menores de 3 mmol/I sin presencia de síntomas y c)
puede sumarse la percepción de hipoglucemia por el episodios sugestivos de hipoglucemia, en los que no se
sujeto que puede determinar una conducta de inges- dispone de valores de glucemia6 • La Canadian Diabe-
tión que permite anticipar o atenuar esa respuesta. tes Association define hipoglucemia en presencia de 1)
La activación de estos distintos mecanismos se pro- desarrollo de síntomas autonómicos o neuroglucopé-
duce como respuesta a distintos niveles descendentes de nicos, 2) glucemia menor de 4 mmol/I (72 mg/dl) y 3)
glucosa en el líquido extracelular, que pueden conside- respuesta de los síntomas a la administración de car-
rarse como umbrales de respuesta• y que varían de unos bohidrato. Se describe la gravedad de la hipoglucemia
individuos a otros y, en el mismo sujeto, en diferentes si- como leve: síntomas autonómicos presentes. El sujeto
tuaciones. La variación de este umbral puede modificar es capaz de tratarse a sí mismo; moderada: están pre-
la magnitud de la respuesta y la aparición de síntomas sente síntomas autonómicos y neuroglucopénicos. El
derivados de la hipoglucemia o de la respuesta a ella5 • sujeto es capaz de tratarse a sí mismo; Grave: el sujeto
Para que estos mecanismos sean útiles y eficaces, deben requiere asistencia de otra persona. Puede ocurrir in-
ser activados a concentraciones de glucosa que permitan consciencia. La glucosa plasmática es típicamente <2,8
la utilización de ésta por el tejido nervioso. mmol/F. A su vez, el Grupo de Trabajo sobre Hipoglu-
cemia de la American Diabetes Association ha descri-
DEFINICIÓN to los episodios hipoglucémicos como: 1) Hipoglucemia
grave cuando el cuadro requiere la asistencia de otra
La concentración de glucosa en sangre es una va- persona aun cuando no se disponga del nivel de gluce-
riable continua y no podría señalarse un determinado mia. La recuperación neurológica atribuible a la nor-
nivel como límite entre normo e hipoglucemia. Por malización de la glucemia es considerada como
tanto, debe recurrirse a una definición operativa que suficiente evidencia de que el suceso fue inducido por
sería la concentración a que se evocan las respuestas una baja concentración de glucosa plasmática. 2) Hi-
neurales y hormonales tendentes a corregir esta altera- poglucemia sintomática documentada en cualquier si-
ción. O una definición clínica que sería el nivel glucé- tuación en la que los síntomas típicos de hipoglucemia
mico a que aparece una respuesta clínica o la se acompañan de glucemias medidas :::; 70 mg/dl ( 3,9
percepción del sujeto que la experimenta y que puede mmol/I). 3) Hipoglucemia asintomática: cualquier si-
determinar una respuesta terapéutica por el propio su- tuación no acompañada de síntomas típicos pero con
jeto u otra persona. Desde un punto de vista práctico una glucosa plasmática medida :::; 70 mg/dl (3,9
se ha definido hipoglucemia cuando un paciente pre- mmol/I). 4) Probable hipoglucemia sintomática en la
senta la tríada de Whipple; es decir, síntomas compa- que los síntomas de hipoglucemia no se acompañan de
tibles con hipoglucemia, baja concentración de la determinación de glucosa pero que fue presumible-
glucosa sanguínea y mejoría de los síntomas al corre- mente causada por una glucemia :::; 70 mg/dl (3,9
gir la hipoglucemia. Pero esta definición no incluiría a mmol/I). 5) Hipoglucemia relativa durante la cual la
los pacientes que presentan síntomas y su glucemia es persona con diabetes refiere cualquiera de los síntomas
normal o a aquellos otros que, teniendo bajas o muy típicos de hipoglucemia y los interpreta como tales,
Hipoglucemias en las diabetes mellitus 199

pero en las que la concentración de glucosa es mayor La frecuencia de episodios en el tratamiento varía
de 70 mg/dl (3,9 mmol/1)8. En el estudio DCCT se de- sobre todo, en función del régimen terapéutico emple-
fine la hipoglucemia como una situación que induce ado, que es, en gran medida, diferente en distintos ti-
convulsiones, coma, confusión, conducta irracional o pos de diabetes. En realidad, la aparición de
incontrolable, u otros síntomas consistentes con hipo- hipoglucemia es el factor limitante más influyente en el
glucemia (por ejemplo, sudoración, palpitaciones, tratamiento de los pacientes con DM. Puede ser tan
hambre o visión borrosa) en conjunción con: l. Una variable como, O, 1 % de los pacientes en tratamiento
detcrmiincb en el laboratorio o por punción co1wencional de dieta \. en pacientes con di;1-
menor de 50 rng/dl mrnol/li o 2. betes mellitus 2 en el estudio UKPDS . h,:sra ,.¡
con tr<H::imienro que tleva h.
:J1nton1;1'.:>
han1hri.._)~
rc,__-ordJ_(L1 r-ior el ~ujcro con1n prl'SClHt.'
:--;111_-cs(). Sl' dcfi11L' hí i~l c,_)inu l't)iTLt (~
\...~onvulsione~ () un~l 1·c;1cci(')n que n.'C]Llh_T:1
Ci(Jil O O lil\f:1\'l'llO'illS .
En estas definiciones existe sólo un cierto de Desnutnci<·rn.
consenso, en cuanto a la gravedad, al definir hipoglu- 0
Dietas hipocalóricL.
cemia grave cuando el paciente eo incap,11. dt ;rntotra- /\norcx1a.
tarse. Pm'den existir otras múltiples definiciones Castroparía cli<1hériu.
;1plic1h!cs a c1cb contexto. En todo caso, la definición Malabsorción. F11fcr111ed;1d c·clí<ic1.
implica siempre la necesidad de i1Kluir un \·alor quími- Insuficiencia pancre.íiica l''-:Ocri11:1.
co determinado. sin el cual serÍ;1 imposibk la cornp;1- ,:;. LacL1ción.
raci<in de cualquier ripo de esrudios sohre este Hipotiroidismo. :\ddison, hipopituitaris1rn1.
problema. lltili1.ar en la definición como nin:! glucé- In su ficicncia rrna l.
mico límite 70 o 72 rng/dl (3,9 o 4,0 mmol/l) puede
producir una sobreestirnación del número de episodios FACTORES DESENCADENANTES
hipoglucérnicos en el tratamiento de los pacientes dia-
béticos y hacen difícil valorar el impacto del trata- • Ejercicio.
miento con diferentes hipoglucerniantes. El límite • Omisión o reducción de porciones alimentarias.
glucémico aceptado por la E.MEA aparece como mejor • Cambio de insulina, cambio de dosis, dosis ex-
definición para el diagnóstico de hipoglucemia con re- cesiva, cambio de lugar de inyección.
levancia clínica, ya que el nivel propuesto es el que " Sulfonilureas.
más claramente se asocia a los cambios cognitivos y de 0 Adición de exenatida al tratamiento con sulfo-
respuesta neural y hormonal inducidos por el descen- nilureas.
dente nivel de glucemia. "' Gastroenteritis.
Alcohol.
FRECUENCIA '" l\.1edicamentos concomitantes:
- aclaramiento renal de sulfonilureas reduc-
Es imposible determinar la frecuenciJ de la apari- ción del alopurinol, aspirina.
ción de hipoglucemia. debido en parre a la coexisten- Desplazamiento de sulfonilureas de la albú-
cia de múltiples definiciones, como :icabarnos ele ver, mina (aspirina, fibratos, IrvlAO, sulfamidas.
y, en parte, a otros factores, corno pueden ser la he- trimetoprim, warfarina, etc.).
terogeneidad de los grupos de pacientes, la dificultad - Disminución de la degracbción hepátic1 de
de percibir hipoglucemia durante el sucí'io, las varia- sulfonilureas por múltiples
bles percepciones de diferentes pacientes diabéticos, Uícido nicotínico, andrógenos, anticonceptivos
los diferentes gr,1dos de evocación de los episodios en orales, c!ofibrato, cloramfenicol, colestirarni·
las posteriores visitas clínicas, a \Tces, en función de n:i, cournadina/warfarina, dia1.óxido, famoti-
la variable gravedad del cuadro. Este recuerdo es más dina, fenilbutazona, fluconazoL hidantoínas.
duradero tras episodios más graves. Y en parre pue- L\lAO, ketoconazol, rnetildopa. oxitetracicli-
de estar en relación con \·ariables en las recogidas de na, probenecid, quinolonas. rifampicina. sali-
daros. Existe también una cierta modificación volun- cilatos, sulfamidas, tiacidas, etc.).
taria del relato de la intensidad y frecuencia de los - Disminución de glucóncogénesis: propranolo!.
episodios por los propios pacientes, lo que tiene tan- Suspensión de corticoterapia previa.
to importancia clínica como en la im-cstigación epi- "' Posrpartum.
demiológica. "' Apoplejía pituitaria.
200 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

La mayoría de las veces, uno de los tres primeros proceso no ha concluído. Se ha basado en parte en la
factores puede ser la causa desencadenante. Muchos observación de episodios experimentales de hipogluce-
de los otros factores están presentes muy rara vez. La mia. Alguno de los síntomas no son específicos de nin-
relaciones con el alcohol o con el propranolol u otros guno de estos mecanismos. Un síntoma que no aparece
~-bloqueantes o con la retirada de corticoides sí deben en ninguna clasificación, y que está presente con mu-
ser frecuentemente tenidas en cuenta. Los factores cha frecuencia en las horas posteriores a la presenta-
desencadenantes se perciben, a veces, claramente por ción de un episodio grave, .es una prolongada y
el propio sujeto o por el médico, y esto puede tener va- profunda sensación de agotamiento y malestar general
lor educativo y preventivo. Muchas otras veces quedan difícil de definir.
sin aclarar. El cuadro se modifica con el tratamiento y es, en
general, prontamente reversible con éste. Las convul-
CUADRO CLÍNICO siones pueden determinar hipoxia cerebral e inducir
cambios irreversibles o muerte. Algunas de las muertes
El cuadro clínico puede ser muy variable de unas han sido explicadas por arritmias cardíacas.
personas a otras y en la misma persona puede también
mostrar variaciones en el orden de presentación de los
síntomas, o en su intensidad, aunque, en general, en 1 Tabla 1. Manifestaciones clínicas
cada persona suele repetirse su modo de presentación
con cierta consistencia. Aun así, puede desconcertar al Manifestaciones neuroglucopénicas
Manifestaciones del
paciente que en muchas ocasiones no haya percibido S.N. Autónomo
1

alteración alguna y la glucemia obtenida aparezca en Inquietud, nerviosis-


niveles bajos o muy bajos. La presentación del cuadro mo, ansiedad, irrita- Hambre Temblor
bilidad, agresividad
suele modificarse con el paso del tiempo, y algunos
síntomas que el sujeto percibía anteriormente dejan de Debilidad
Conducta irracional Sudoración
aparecer. Muchas veces, el sujeto no percibe como ta- generalizada
les algunos síntomas presentes, que sí son percibidos
Mareo Hipotermia Palidez
por sus acompañantes. En muchas ocasiones, con la
repetición del cuadro, se desarrolla una incapacidad Alteraciones
del sujeto para su percepción, lo que está en la base del Parestesias Palpitaciones
cognitivas
desarrollo de muchos episodios graves que pasan des-
apercibidos. Esto mismo puede ocurrir durante el sue- Visión borrosa, Hemiparesia o he-
Dolor abdominal
diplopía miplejia pasajeras
ño y hace de la posibilidad de la aparición de
hipoglucemias nocturnas una verdadera pesadilla en la Lenguaje balbucien-
Convulsiones Náuseas
vigilia. Y el temor a la aparición de hipoglucemia, a te, disartria
cualquier hora, puede inducir ingestión excesiva de car-
Lenguaje
bohidratos u otros alimentos que puede explicar parte incoherente
Coma Vómitos
de la ganancia de peso que suele observarse durante el
tratamiento con insulina o sulfonilureas. Medicamentos Afasia Muerte
como el propranolol o hipnóticos pueden modificar el
desarrollo del cuadro y evitar su percepción. Lo mismo
puede ocurrir con el alcohol. El cuadro no se percibe de HIPOGLUCEMIA EN LA DIABETES MELLITUS
la misma forma cuando ocurre espontáneamente en el TIPO 1
sujeto tratado, que cuando se induce experimentalmen-
te en sujetos sanos con infusión de insulina. La aparición de hipoglucemia en la DM tipo 1
Además de los síntomas y signos que se describen (DMTl), dependiente de insulina, es muy frecuente. Y
en la Tabla 1, pueden apreciarse alteraciones del ECG es conocido que la aparición de hipoglucemia es uno
y del EEG, que son raramente obtenidos en la clínica de los antecedentes más frecuentes en la aparición de
habitual. nuevos episodios. Con gran frecuencia se relaciona
Estas manifestaciones, unas debidas a la propia hi- con problemas inherentes a la administración de insu-
poglucemia y otras a la respuesta neurohormonal ante lina. Ésta puede ser inadecuada en su programación en
ésta, ejercen un papel de protección del sistema nervio- relación con el tiempo de actividad o de máxima acti-
so y sirven, en muchas ocasiones, de señales que per- vidad, o en relación con las comidas, o inadecuada en
mitan la anticipación de la respuesta de forma relación con la probable duración de su efecto, o en
voluntaria por el sujeto. dosis excesivas o en el modo de su administración. Un
La adscripción de los síntomas a unos u otros me- factor que seguramente contribuye al desarrollo de hi-
canismos ha sufrido múltiples modificaciones y este poglucemia es que, a diferencia de los sujetos normales
en las diabetes mellitus 201

o de los pacientes que no se inyectan insulina, el des- En algunas ocasiones puede apreciarse omisión o
censo de la concentración de glucosa sanguínea no disminución de ingestión de nutrientes o de carbohi-
puede acompañarse del cese o disminución de la libe- clratos. Y esto tiene más importancia tras la inyección
ración de insulina y ésta persiste en sangre en concen- de insulina o la realización de ejercicio o ambas al mis-
traciones inapropiadamente elevadas para ese nivel mo tiempo. A veces, puede apreciarse una inadecuada
glucémico, siguiendo la farmacocinética de la insulina programación de la dieta En sujetos con DMTl, jóve-
Debe recordarse aquí que existen nes o adultos, L1 dicta inadecuada puede ser el resulta-
oscilaciunc~ en h absorción de la insulina suhc·ucím.'<L do ck un rLi:;turno primario de h alimentación ha~t;l
la b rern pcLHlll'<1 lo· .'1.demjc,_ eqos
Lt i...~u11cc1HLH:ió11 d\' in...;uli

la i11..1J
l. "-·n11 l'l ~ucílu \' con unJ ilh'l1()r
rc:-ipucst~1hurnoL1l y dC> pt.._'TC1..,pci<,)l1 :, n.'SJllllº'ILl \·o!u
taria del sujero'. Con c·icrta frecuencia. numcrosoo cTi
sodios de hipoglucemu nocturna, a veces, prolong:ido:,. 1111tiría lill;1 rncjur
paS<lil inadvertidos por éste. /\lgunas veces, h inquie- 11~1. E:--ito pudría )!gnific~-tr un;-1 n1ayor de
tud motora o Li sudorau<·m puede ser pcrcihi<h por .111ric·ip:1cir)n c'll L1 ¡•1-cn:ncitrn de estos episodios. L1rn-
otra persona, no por el propio paciente. hi(·11 1mplic«lll u11 llS() 111<1:, frecuente de rnúltiplcs invcc-
Tanto con glargina como con dctcmir se ha :1prc- c·io11es <k insulina con un;1 mavor fragmentación de l;i
c·i:1do una menor pre\·aknci:1 de h1poglL1cerni:1s e11 ,losic. \ 111ern1rt'S c11Hi<hdt·:, de instilinJ en c1cL1 1mec-
comp:iraci<·rn con el uso de insL1li11;1 NPl L aunque i;i, ~·ir'm. Por otro L1do, h !llJvorÍ<l de los tr;1tJmÍento;, in
dosis emplc;1das pueden 110 ser equivakIH<'S en térmi· tensinls hJ11 sido progr;rn1;1dos para obtener
nos funcionales. Estos dos análogos exhiben unas cur- glucemias más bajas, m;Ís cercanas al intervalo "nor-
vas de concentraciones séricas más planas tras su mal," e implican la utilización de mayores dosis ele in-
administración, salvo en los casos de dosis elevadas. sulina. Durante la realización del estudio DCCC en el
Puede producirse hipoglucemia con el uso de glargina grupo de pacientes con tratamiento intensivo, la fre-
inyectada a cualquier hora. La hipoglucemia que se cuencia de episodios de hipoglucemia se multiplicó por
aprecia en algunos casos asociada al uso de glargina tres. También se ha percibido una mayor sensibilidad
puede ser muy grave y prolongada y de difícil correc- a la insulina en sujetos bien controlados. Lo mismo
ción. La frecuencia de hipoglucemias en pacientes que ocurre tras la pérdida de peso. En sujetos con DMT1,
utilizan am1logos de acción rápida como aspan, gluli- después de un cierto tiempo pueden apreciarse altera-
sina o lispro puede ser similar o menor que con insuli- ciones de la contrarregubción de la glucosa 12 • Se ha
na regular, y sus características clínicas son muy podido observar una secreción inadecuada de gluca-
similares. El uso de bombas de infusión continua de gón corno respuesta a la hipoglucemia después de los
insulina, que producen concentraciones séricas bajas primeros a11os. La secreción de adrenalina se mantiene
de ésta y depósitos locales de cantidades de insulina pero a niveles glucémicos mjs bajos. En sujetos con ni-
muy bajas, ha supuesto una disminución del número veles glucérnicos más bajos, corno consecuencia de un
de episodios de hipoglucemia entre los pacientes que tratamiento más intensivo, se observa una habituación
las utilizan y tal vez una menor frecuencia de episodios :1 tolerar estos bajos niveles sin desarrollar una res-
graves. puesta del sistema nervioso autónomo o percibir esta
Frecuentemente, Li hipoglucemia es el resultado de situación. Lo mismo puede ocurrir en las horas poste-
ia realización de ejercicio externpor5neo o excesivo, riores a la ap;irición de una hipoglucemia grave. De es-
mal integrado en el régimen terapéutico. La utilizaci<'m ta manera. ios episodios tienden a reproducirse.
muscular de glucosa no es dependiente de la concen- Dcspu(-s de un tiempo Yari~1hk ele frecuentes episodios
rracíón de insulina durante el ejercicío y éste aumenu de hipoglucemia, e11 muchos paciemes se desarrolb
la sensibilidad a la insulina, con lo que favorece la apa- una incap;ici<bd para percibir HG a niveles que ;rntes
rICión de hipoglucerma. El ejercicio y la \·asodilatación inducí;rn esa percepción que ahorci aparece a ni\-cles
local en el sitio de la inyección inducida por éste pue- glucérnicos más bajos. lo que dificulta \. pospone su
den acelerar la absorción de insulina. ¡\ las edades ju- detección . .\luchas veces. esre descenso en el umbral de
veniles de muchos pacientes con diabetes tipo l deben percepción aparece en paralelo al descenso del um-
siempre buscarse modificaciones de la duración o i11- bral glucémico p<ira la respuesta neurohumoral, lo
tensidad u horario del ejercicio físico como mu\· pro- que está en la base del des:1rrollo de muchos episodios
ba ble causa de la aparición de hipoglucemia. gran's. Este fenómeno de disminución de perce¡xi<'>n no
202 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

es un hecho irreversible y después de un período de au- una mayor vigilancia, o más frecuentes determinacio-
sencia de hipoglucemias puede verse mejoría de esta nes de glucemia u otras medidas, lo que es percibido
capacidad y de la respuesta de adrenalina. por el sujeto como pérdida de libertad o restricción de
actividades. O puede inducir excesiva ingestión de ali-
HIPOGLUCEMIA EN EL PACIENTE DIABÉTICO mento (que pudiera no ser reconocida ante el médico)
JUVENIL DE CORTA EDAD o conllevar más visitas al médico o los servicios de ur-
gencia. Todo esto puede ser mucho más dramático si
La aparición de hipoglucemias es la más temida los episodios son del todo inesperados o se presentan
complicación aguda del tratamiento de la DM en estas de noche o se acompañan de convulsiones. Estas cir-
edades. Es un problema frecuente. Su prevalencia no es cunstancias pueden tener consecuencias en el rendi-
conocida, ya que muchos de los episodios pueden no miento escolar del paciente, en sus relaciones con los
ser detectados o pueden no ser referidos al médico, es- compañeros, etc. La hipoglucemia repetida puede in-
pecialmente, los nocturnos 1 i. 14 • Los episodios se clasifi- ducir a largo plazo déficit cognitivo.
can, como en el adulto, en ligeros, moderados o
severos. Los ligeros son los que se acompañan de in- HIPOGLUCEMIA EN PACIENTES CON DIABETES
gestión voluntaria de glucosa o comida; los moderados TIPO 2
se refieren a la asistencia por otras personas como ayu-
da a ingerir alimento; los episodios graves son los que La aparición de hipoglucemia en el paciente con
refieren administración parenteral de glucosa o gluca- diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) puede ser una mani-
gón o en los que aparecen síntomas graves como con- festación clínica precoz incluso antes del diagnóstico.
vulsiones o coma. Ya que muchos menores confían en Pero, como en el tipo 1, suele estar relacionada con el
que otras personas les ofrezcan alimento aun con sín- tratamiento y deberse a dosis inadecuadas de hipoglu-
tomas ligeros, la exigencia del auxilio por terceras per- cemiantes orales o insulina, tardía o inadecuada inges-
sonas como índice de clasificación no sería adecuada tión de nutrientes o ejercicio excesivo o extemporáneo.
en este caso. Cualquiera de estos factores, o más de uno conjunta-
Las causas de hipoglucemia en los pacientes de me- mente, pueden ser identificados prácticamente en la
nor edad son las ya señaladas. El ejercicio no previa- mayoría de las ocasiones, si se analizan las actividades
mente planificado es la causa más prevalente. Y del paciente en las horas precedentes al episodio. La
también el ejercicio integrado en el programa de acti- causa más frecuente de aparición de hypoglucemia es-
vidades diarias cuando se prolonga o es más intenso. tá relacionada con el uso de insulina o secretagogos de
Pueden aparecer hipoglucemias hasta muchas horas insulina 2• 16• 17• En el paciente con DMT2 tratado con in-
después de haber realizado ejercicio, lo que se ha inter- sulina, los requerimientos de ésta pueden en ocasiones
pretado como debido a reducción de glucógeno mus- disminuir, como ocurre muchas veces durante el perí-
cular y su repleción posterior. Frecuentemente, la odo menstrual, o con el desarrollo de insuficiencia re-
hipoglucemia aparece después de una omisión de ali- nal progresiva. Cambios en el tipo de insulina, sitio o
mento por olvido o por falta de tiempo. Y aun, a ve- modo de inyección, dosis, etc. pueden ser la causa de
ces a omisión voluntaria de alimento por el paciente numerosos episodios, como ocurre en el paciente con
para no parecer diferente de otros chicos, especialmen- DMTl. La adición de insulina al tratamiento de pa-
te, en el ambiente deportivo o escolar. Otra causa fre- cientes con hipoglucemiantes orales, que puede acom-
cuente es gastroenteritis. pañarse, muchas veces, de mejoría en el control,
El cuadro clínico es muy similar a lo descrito. En podría verse acompañada de hipoglucemia nocturna,
un estudio realizado en pacientes de 1,5 a 16 años, los dada la frecuencia con que la insulina es utilizada co-
síntomas más frecuentemente referidos fueron debili- mo "basal" en una inyección nocturna. Como en los
dad, mareo y temblor, mientras que las observaciones pacientes con DMTl, las reducciones dietéticas son
más frecuentes de los padres eran irritabilidad, pali- causas frecuentes de hipoglucemia. El ejercicio extem-
dez, lagrimeo y sudoración 15 • poráneo o excesivo, incluso muchas horas después de
La aparición de frecuentes episodios de hipogluce- su realización, puede ser causa de hipoglucemia.
mia en niños puede ser causa de constante preocupa- En el paciente tratado con hipoglucemiantes ora-
ción, ansiedad, y desajuste personal para el paciente o les puede apreciarse hipoglucemia, en general, con
sus padres. Muchas veces éstos sienten cierto grado de mucha menor frecuencia que en los pacientes trata-
culpabilidad. A veces, la repetición de los cuadros, so- dos con insulina. Puede aparecer HG como resulta-
bre todo, si son ligeros, pueden traer atenuación de es- do de excesiva dosis de hipoglucemiantes o como
tos sentimientos y una creciente sensación de ser resultado de la prolongación del tiempo de elimina-
capaces de afrontar adecuadamente la situación. Pero ción. Los compuestos más frecuentemente implicados
esta confianza puede desaparecer tras uno o varios han sido clorpropamida y glibenclamida. Debe recordar-
episodios graves y pueden hacer sentir la necesidad de se que, en términos ponderales, la glibenclamida es el
Hipoglucemias en las diabetes mellitus u 203

secretagogo de insulina más potente y tiene una per- forma que el de su madre, y la extracción de glucosa
manencia en el plasma moderadamente larga, aun- está comprometida cuando la madre perfunde al feto
que menor que la de la clorpropamida, y sus con una sangre con baja concentración de glucosa. El
metabolitos activos permanecen mucho tiempo en feto está así en una situación de ayuno y puede utilizar
plasma. El tiempo de residencia en el receptor es sus propios 5cidos grasos, produciendo cuerpos cetó-
prolongado. En el estudio UKPDS fueron más fre- nicos (que pueden pasar por difusión a la sangre ma-
cuentes los episodios relacionados con glibenclarni- terna, en la que pueden ser detectados). El cerebro
da que: con clorproparnida. En los pacientes mejor fetal puede utiliz:H estos cuerpos cetónicos. "Ji el
los de h · son mas materno ni otras hormonas cruzan h
frec·uenres a media rn:rnan:i con El cunce¡1to
nocturnos. con inid:.L Se h(t ~ugcridu qul'
no debe utiliz:1rsl i(i¿1
p~tCil'ilfCS 1l13Y\)rt.._"S~ l:Spcci~1]1ncn
5 a1lo~~. ~u deben (u:·11HJ0 L1 fi)rL11..-i<-)n rr:1C1' uc\_' 1.1

ren:1I est0 disminuicb. Se lnn descnrP 1ne110' cp:so· ¡n1pal~t() en L1:; Jl'ciones an~1ho!icJ'.:-i de
dios relacionados cun ·pizich. Y son mucho menos ,-ió11 fetal de 11rnino:íc:idus como sustri1111
frecuentes con glicnida v con g!imc·pirida. La fre- puede una menor disponibilidad para Li ern-
cuencia parece ser mucho menor con repaglinida \' briogénesis. !.a ceronemia materna se asociado con
nateglinida. La aparición de hipoglucemia con met- un 1i-1cnor desarrollo intelectivo valor:.1do a los ,) e 5
formina, con acarbosa 1· con tiazolidindionas en 1110- a11os. Todo esto requiere una cuidados;1 utilizació11 de
noter<ipia es muy infrecuente. No se ha visto que el insulina y de nutrientes. espccialmeme, cuhohidratos,
uso de an<ilogos de incretina o 111hibidorc~ de la di- que puedan evitar tanto la hipoglucerni;1 como la apa-
peptidil-dipeptidasa-4. como sir:igliptina o vildaglip- rición de ceros is'' '
tina, se h:iya visto acomp:1i);1do ck aparici6n ch:
hipoglucemias cu;111do son usados como 111011otcr;1- lPOCLUU·ML f)
pia o asociados a merforrnina o tiazolidindionas, AVAJ:\iZADA
aunque sí se ha apreciado, ocasionalmente, hipoglu-
cemia en pacientes tratados con exenatida asociada Puede aparecer hipoglucemia por las mismas cau-
a sulfonilureas 17 • sas que en otros grupos de pacientes. En muchos ca-
El cuadro clínico es similar al descrito más arriba. sos, el tratamiento hipoglucemiante puede hacerse
inadecuado para las especiales circunstancias de estos
HIPOGLUCEMIA EN LA MUJER EMBARAZADA pacientes, en los que, probablemente, no esté justifica-
do un tratamiento intensivo para prevenir complica-
Las mujeres embarazadas tienen una mayor sensi- ciones vasculares. Muchos de estos sujetos tienen otras
bilidad a la insulina durante el primer trimestre del muchas patologías y reciben otros medicamentos con
embarazo y una cierta estabilidad de la glucemia, para muchas posibilidades de interacciones medicamento-
dar paso en la segunda mitad a un mayor requerimien- sas. Muchos entre ellos est5n mal nutridos. Los sujetos
to de insulina y una mayor inestabilidad. Con cierta de edad avanzada tienen, en muchos casos, una inade-
frecuencia, las mujeres gestantes pueden desarrollar cuada percepción de la aparición de hipoglucemia. Con
menor respuesta contrarreguladora, que aparece a ni- frecuencia, presentan trastornos cognitivos 2". Tocio ello
veles de glucemia rn<is bajos que en la mujer no emba- confiere a este grupo de pacientes una especial vulnera-
razada y una atenuación de los síntomas de bilidad. El cuadro clínico es similar al ya descrito.
hipoglucemia. Así, ésta puede aparecer con cierta fre-
cuencia en las mujeres tratadas con insulina, o con los
más recientes análogos, y desarrollarse durante cierto
tiempo. La placenta no requiere la presencia de insuli- La aparición de un episodio de hipoglucemia en
na materna para permitir el paso de glucosa (ni ami- un paciente con Divl se debe, en la inmens;1 mayoría
noácidos) hacia el feto y éste puede recibir glucosa, de los casos, a la medicación empicada para su trata·
sustrayéndola de la circulación, lo que contribuye al miento. Excepcionalmente, nos encontramos con
desarrollo de hipoglucemia y puede hacerla m:is pro- otras causas, similares a las de los individuos sin dia-
funda o m5s duradera anres de que sea percibida por betes mellitus. Con frecuencia se detecta un factor
la madre. La extracción fetal de aminoácidos de la cir- coadym-ante al farmacológico (ver factores predispo-
culación materna puede contribuir a una menor ami- nentes). Sólo si se excluye la hipoglucemia inducida
noacidemia, lo que disminuye h capacidad por el propio tratamiento debe el médico considerar
gluconeogenética de la madre. El cerebro fetal necesi- estos otros factores, cuya exclusión pueden obligar a
ta glucosa como carburante metabólico de la misma un complejo estudio.
204 •• • La Diabetes Mellitt_.1s en la Práctica Clínica

Aunque idealmente se debería confirmar el episo- COSTO


dio hipoglucémico con la determinación de la gluce-
mia capilar, habitualmente, suele bastar la presencia de Los costes de las hipoglucemias son variables. De-
clínica compatible en un paciente diabético bajo trata- penden de la prevalencia de hipoglucemia, clasifica-
miento farmacológico hipoglucemiante, que se recupe- ción de los episodios, características de los pacientes,
ra tras la ingesta de hidratos de carbono. En caso de conocimiento y actitud ante HG, sistemas sanitarios,
dudas diagnósticas, síntomas atípicos, dificultades en recursos, etc. Los costes incluyen la utilización de los
el reconocimiento de los episodios de hipoglucemia o servicios de emergencia o de atención primaria, medi-
al inicio de la enfermedad, la mejoría de los síntomas cación, bajas laborales, disminución de productividad,
rápidamente tras la administración de carbohidrato es estancias hospitalarias, etc. 1'· 22 • Por otra parte, tam-
de gran importancia diagnóstica, pero no es específica. bién ocurre en otros casos una infrautilización de los
En algunos casos debe excluirse la posibilidad de in- recursos, solventando, en muchas ocasiones, la HG el
tención suicida, especialmente, en mujeres jóvenes con propio paciente o sus allegados. En todo caso las hipo-
depresión larvada que debe ser excluida. También de- glucemias severas son costosas. Un reciente análisis re-
be ser considerada la posibilidad de hipoglucemia au- trospectivo de pacientes de Cataluña y Madrid sitúa
toinducida deliberadamente -hipoglucemia facticia-, los costos 366 euros por episodio. Esto es comparable
cuyo diagnóstico requiere un cuidadoso análisis de las al costo de tratamiento de la retinopatía con láser, o de
circunstancias que rodean a los episodios, considera- un episodio de gangrena o el tratamiento de un año
ciones sociopsicológicas y, a veces, cuidadas o ingenio- con estatinas, etc.22.
sas estrategias para obtener evidencias con las que
confrontar al paciente. Tampoco debe olvidarse que TRATAMIENTO
algunos hipoglucemiantes pueden ser, en ocasiones,
verdaderas armas homicidas. En la mayoría de los ca- El tratamiento de la HG implica el aporte de hidra-
sos, el diagnóstico puede establecerse preguntando al tos de carbono para la normalización inmediata de la
paciente si ha hecho cambios en las horas del ejercicio glucemia y la desaparición de los síntomas presentes.
o en su intensidad o duración, si retrasó u omitió algu- Es preferible valorar la glucemia antes del tratamiento,
na toma de alimento, si ha bebido alcohol o si ha ha- sin que esto implique demora en la iniciación de éste,
bido adición de algún medicamento o cambios en las y a intervalos durante y después del tratamiento. En la
dosis o en el modo de administración de los medica- mayor~a de los casos se deben ingerir 15-20 gramos de
mentos hipoglucemiantes. En el caso de insulina debe hidratos de carbono por vía oral, en forma de compri-
averiguarse si ha habido cambios de inyector, cambios midos, bebidas azucaradas, leche, zumos. Pueden em-
en el sitio o modo de inyección, en la dosis, sustitución plearse miel o mermeladas, etc. En principio, cualquier
de una insulina lenta por una de acción rápida, etc. carbohidrato puede emplearse, salvo en el paciente
que ha consumido inhibidores de la a-glicosidasa, en el
IMPACTO EN EL PACIENTE. TEMOR A LA HIPO- que se debe administrar glucosa. Debe esperarse una
GLUCEMIA respuesta glucémica a los 10-15 min de la ingestión.
Sólo deben emplearse líquidos orales cuando el pacien-
La aparición de hipoglucemias es el factor limitan- te esté consciente y sea capaz de tragar. Cuando se pre-
te más importante en el manejo glucémico de la DM, vea que la próxima to~na de alimento se demore más
limitando muchos intentos de intensificación del trata- de una hora, se deben' añadir otros 10-20 gramos de
miento insulínico. Los episodios de hipoglucemia, jun- carbohidratos más complejos. Dependiendo del tipo,
to al miedo a su aparición de manera inesperada y a cantidad, horario de las insulinas o compuestos orales,
no poder controlarlos, provoca una carga psicológica éste esquema puede sufrir modificaciones, para ajus-
adicional a la propia presencia de una enfermedad cró- tarse y evitar recidivas de la HG o hiperglucemia tras
nica como la DM, contribuyendo a una mayor reduc- ella. Si los síntomas no ceden en 15-20 minutos o si se
ción de la calidad de vida del paciente con diabetes reagravan o si el paciente está inconsciente, debe debe
mellitus 21 • El miedo a la hipoglucemia es mayor a me- repetirse la administración de HC o emplearse gluca-
dida que el número y la intensidad de los episodios de gón, 1 mg s.c., i.m. o i. v. Estas tres vías producen efec-
hipoglucemia aumentan, y mayor en la mujer que en el tos glucémicos similares23 • La respuesta al glucagón
varón. Además, la posibilidad de hipoglucemia en el puede ser insuficiente en las hipoglucemias inducidas
paciente diabético impone limitaciones en el ámbito por sulfonilureas o en los pacientes con reducción del
laboral, social, conducción de vehículos, etc. La im- glucógeno hepático o en los pacientes con hipogluce-
portancia que los sujetos diabéticos otorgan a las HG mia prolongada que ya han demostrado inadecuados
es mayor que la dada por sus médicos. Los pacientes mecanismos de contrarregulación. Cuando el paciente
tienen la percepción de un escaso interés e información está inconsciente o no responde a glucagón debe em-
por parte de sus médicos. plearse glucosa i.v., inicialmente 25 g. Este método
en las diabetes mellitus 205

suele producir más rápida respuesta glucémica que los estricto, especialmente en sujetos con mayor riesgo de hi-
anteriores. Debe valorarse la necesidad de repetir una poglucemia o en sujetos de edad avanzada, etc. Algunos
o' varias inyecciónes o establecer una infusión i. v. de dispositivos basados en el aumento de la conductividad
glucosa al 10%. En sujetos con HG inducida por sul- de la piel con la sudoración inducida por la hipogluce-
fonilureas o insulinas de acción prolongada, la infu- mia han podido ayudar a prevenir mayores descensos a
sión deberá mantenerse durante horas. Rara vez, h numerosos pacienres. Otros se benefician de sistemas co-
HG requerirá ingreso hospitalario. Después de haber mo la pulsera \lcdic-Alcn u otros sistemas que orientan
tratado el episodio debe hacerse la , ck iu, 11 orros en el rt'COnoci:rncnrn 1· el pronto rrat:rnllemo.

n1utivo'.l de su \. n. '\T.:.;a.r con z.'1

\l11c-h,¡s h !i

b~1 no scT eYÍL1zL1s~ pero u11~1 ~tdccLLHJ1 ¡·l·YlsH'}~


de Ja deJ ri<1cienrc ell CSLlS :,itu:1Ci(1J1C'> puede
C0!1CÍllCf<1
prevenir su en IlllC\';JS oc:1s1011e:, o arL'·· l 1;1d1,!ill'o :..LiductÍ<l !J. l 1
FL1rh:.1L1 I\, l\u1ira Loscuo .\, Fcl1u
nuar su impacto'. La mayoría de las hipoglun:mi:is
n.1 jJ·, (l\Jrnh,d \l. Ti-atado SFll lit: lkiht·r"s
son, sin embargo, \·arrogénicas. Es imprescindihlc u11:1
.\ll·lliu1'. \L1dr11..l: Fdi;(irL1! \k,dic'J P~11L1r11i..·rl'--'<\JJ,1: 200--:
rc\·isi(m de las invccciones dl' i11sulm:1 o de las vcloci- '1 1 .22.
cbdcs de infusión ck insulina c'n pac1cnrcs que usan J)c!hlt"-()11 i. ~¡_·tiri
bombas de infusi<'rn, o de los co1111•uc<;tos orales, l'Spc- c,1c·111i.1. i.11 1 l;\L 1·1,itn l\\l. il'ds.1 11
ci:1lmentc, clorprnp:rniida \' glihrnchmicb, pero L1ill .rnd lli.lhc'i<.''. ( L111c.il .111cl l'h;stt ,11 ..\spcch. !l)!l
hién los dcm:1~;, o de hs dosis o el lwr:irio de su dlln: hk1ird .\m"lcL JCJ9i: -:i CJ.
administración o del horario de las tomas de alimen- 4 \lirrakou :\, Rpn C, Vcnernan T, Mobn M, Jensscn ·1,
tos y de las cantidades de calorías y de carbohidratos l<iss 1 cr :d. 1 licrarchv uf glyccmíc rhrcsholds for countcr-
o de la ingestión de alcohol, etc. Clorpropamida o gli- rcgularory horrnone secrction, symproms and cerebral
benclamida pueden ser sustituidas por glimepirida o dysfuncrion. Arn J Physiol Endocrino! Metab 1991;
glícacida o por repaglinida o nateglinida. Si se emple- 260:E67-E74.
an éstas, deben omitirse cuando el sujeto vaya a omi- 5 Schwartz NS, Cluttcr WE, Shah SD, Crycr PE. Glycemic
tir una toma de alimento. Si el paciente se pone rhrcsholds for activarion of glucose countcrregulatory
insulina regular puede ser ventajoso cambiar a análo- systcms are higher rhan thc threshold for symroms. J Clin
gos de acción rápida 22 · 2"" 5 o utilizar una bomba de in- lnvcst 1987; 79:777-78.
fusión continua de insulina 2". 6 Europcan Agcncy For Medicinal Products (EMEA).
Debe valorarse la glucemia antes de hacer ejercicio Note for guidancc on clinical investig,1tion of medici-
y a intervalos, si éste va a ser prolongado y después de nal products in rhc rrcarrncnt of diabetes rnellirus (.30·
5-2002\. Disponible en URL:
finalizado. Lo mismo antes o durante la conducción de
vehículos o en la realización de actividades arriesgadas h tt p ://w w \\',e mea/cu/in r/ I pd fs/h u 108000.
(Cont:Ktado 26/1 /2008 ).
en la pesca, construcción, utilización de máquinas in-
dustriales o cualquier otro riesgo. Debe adiestrarse en Crnadian Diabetes Association (CDA). Clinical Practicc
(;uidclincs Commi1tcc. Cm J Di-
el reconocimiento prematuro y en el pronto tratamien-
:1bcrcs 2003: 27:S43-S45.
to de estas situaciones a los familiares y profesores \'
;.; ..\.nwricrn Jliahctcs :\ssociation (ADA)
compañeros de trabajo o de expedición, \' asegurarse
111 diahcrcs. Diabctc:, (:arL: 2U05:
de que poseen la destreza necesaria y que van a dispo-
28: l 24S-4lJ.
ner de azúcares (glucos:1, si el sujeto torna acarbosa).
glucagón, etc. Muchas veces deben modificarse los ho- (,roup: rcsulh of
rarios de comidas o su composición, n de turnos de 1O: l l 9.
trabajo, etc. La mejor forma de prevenir debe ser h
1í1 .\D, C:uil C \. \bcl.cod I<\L 1lu!rnan RR. í
adecuada educación día betológica del paciente \' de in T\pc 2 di:1liet1c paticms rarndorniLcd to and
una adecuada planificación del tratamiento. La tera- 111ai111:11ncd 011 m<mOlhcrap\· with dict. sulfondtirl':1,
péutica insulínica intensi\'a está contraindicada en su- nwrforn1111. m insulin for 6 \Tars Írom diagnosis. UI<l'DS
jetos con pocos conocimientos y en los que present;rn 7.i. J Diabetes Crnnplícarions 2006: 20:395-40 l.
frecuentes episodios de HG grave. 1 1 C:rn'I' l'F, Cnich J. Cmmtcrregulation. lwpogh c1c111i:1
l'vluchas veces. la prevención implica el estableci- and inrrnsc 1nsulin thcra1w in Dí:1hcrcs \lcllirus. Ne1\·
miento de nuevos niveles de control. que debe ser menos Engl J \lcd 1985; ) l 1:232-41.
206 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

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cocorticuides, a11tipsicóticos atípicos, · ri:1~·id;1~
\ sirnp:Hicomiméticos (s:1lbutamol. dopamin:1, dohuL1 ·
La ceroacidosis dia h\:ric1 i C:\D) es un:1 rnrnpl ica· mina, terhurali1L1 ).
t:ión aguda ck la di:1bercs. con una incidenu:1 anual d<: En un porcentaje eln·ac!o de casos 110 se consigm·
4,6 a 8 q1isod1os am1;1lcs por cada 1.000 p:icicntes ;weriguar el factor precipitante íC¡\[) idiop;Ít1c1) ...\pro
diabéticos. Es más frecuente l'11 diabetes tipo I, pero ximad:rnwnte, u1i;1 rercera parte de L·asos de CAD se pro
también puede ocurrir en pacientes con diabetes tipo 2 ducen en pacientes no diagnosticados, como primera
sometidos a una situación de estrés orgánico, como ci- manifestación de la diabetes mellitus, especialmente en la
rugía, traumatismo, infección o infarto agudo de mio- de tipo 1. El tratamiento con bombas de infusión conti-
cardio. También está aumentando la frecuencia de nua subcutánea de insulina se asoció hasta 1993 a un
CAD en niños y adolescentes obesos con diabetes tipo mayor riesgo de CAD, pero, en la actualidad, los avan-
2. Por otra parte, se ha descrito, en los últimos años, ces tecnológicos y la mejor educación de los pacientes
un aumento de la frecuencia de CAD como forma de portadores de infusoras subcutáneas muestran una re-
debut de diabetes tipo 2 en pacientes afroamericanos e ducción en su incidencia en estos pacientes.
hispanos adultos, con historia familiar de diabetes,
obesidad, reserva insulínica y baja prevalencia de au- F!SlOPATOLOGÍA
toinmunidad pancreática. Esta variante de diabetes ti-
po 2 se conoce como diabetes atípica o diabetes tipo 2 Las alteraciones metabólicas que aparecen en la
con predisposición a la cetosis. Estos pacientes presen- CAD son consecuencia de las alteraciones hormonales
tan inicialmente u1u disminución en la secreción y ac- que caracterizan a esta entidad. Es necesaria la combi-
ción insulínicas, pero el tratamiento intensivo con nación de un déficit de insulina y un aumento de hor-
insulina mejora la función de las células beta y permi- monas contrarreguladoras (fundamentalmente,
te la retirada de la misma a los pocos meses, permane- glucagón y, en menor medida, catecolaminas, cortisol
ciendo 1 O ai1os despuc's el 40'/;, de los pacientes sin y hormona de crecimiento).
tr;:itamicmo con insulina. La combinación de ambas alteraciones pronica al-
teraciones metabólicas a diferentes niveles:
lVletabolismo hidrocarbonado. Se produce un :m·
mento de la producción hep<itic1 de glucos:1 '1
Las causas más frecuentes son b infección (principal- partir de b neoglucogénesis Y en menor medich
mente, neumonía, infección urinaria\. sepsis). la omisión de la glucogenólisis. Simulráneamente se produce
de la insulina, d debut de diabetes y el inforto agudo de un descenso de la utilización periférica de gluco·-
miocardio. La omisión de insulina es la principal causa sa. :\mbos fenómenos producen hiperglucemi:1
de CAD recurrente, fundamentalmente, en adolescentes. marcada con glucosuria, diuresis osmótica, péTdi·
Otras causas más raras son: hipertiroidismo, hemocro· da de electrólitos y deshidratación.
matosis, accidente cerehrovascular, pancrearitis, ingesta Metabolismo lipídico. Se desarrolla un importan-
de alcohol, cocaína, traumatismo o cirugía. Determina- te ;rnmemo de la lipólisis, mediante b cual los tri·
dos fármacos se han asociado al desarrollo de CAD: glu- glicéridos de depósito se desdoblan en ácidos
208 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

grasos libres y glicerol. El incremento de la oferta - Disnea y respiración de Kussmaul (taquipnea),


de ácidos grasos al hígado condiciona un aumen- para compensar la acidosis metabólica.
to de la betaoxidación con producción final de - Náuseas, vómitos y dolor abdominal (25-50%
cuerpos cetónicos (~-hidroxibutirato y acetoace- de los casos), con cuadro que puede sugerir ab-
tato ). El aumento de los cuerpos cetónicos conlle- domen agudo. También puede existir una infec-
va la modificación del pH hacia una acidosis ción intraabdominal, como apendicitis o
metabólica con hiato aniónico elevado responsa- colecistitis, que actúe como desencadenante de
bles de la situación de acidosis metabólica. la CAD.
• Metabolismo proteico. Se presenta un incre- Signos de deshidratación: taquicardia, sequedad
mento del catabolismo proteico, especialmente, de piel y mucosas, hipotensión arterial.
en el tejido muscular, coh el consiguiente au- - Puede haber alteración del nivel de conciencia,
mento de la oferta de alanina al hígado, sustra- desde confusión hasta coma.
to importante para la neoglucogénesis. La temperatura corporal suele estar normal o dis-
• Metabolismo hidroelectrolítico. La insulina minuida, y la presencia de fiebre sugiere infección. La
promueve el transporte intracelular de potasio y hipotermia grave es un signo de mal pronóstico.
fósforo. En situación de déficit de insulina, es-
tos elemento tienden a salir al espacio extrace- DIAGNÓSTICO
lular, lo que favorece su depleción por pérdidas
urinarias. Por el efecto antinatriurético de la in- Cualquier paciente diabético conocido que presente
sulina, en situación de déficit aumentan las pér- hiperglucemia junto con clínica digestiva (náuseas, vómi-
didas renales de sodio. tos o dolor abdominal) o infecciosa (fiebre, clínica respi-
Finalmente, en relación a la CAD podernos afirmar ratoria o urinaria), es candidato a desarrollar una CAD,
que se trata de una situación proinflarnatoria en don- independientemente de su edad o su tipo de diabetes.
de hay un aumento en la producción de radicales libres Ante la sospecha clínica, se deben determinar los cuerpos
que indican estrés oxidativo, estando aumentados los cetónicos en sangre o en orina. La Tabla l muestra las
niveles de citocinas proinflamatorias y de proteína c principales características de la CAD y de la descompen-
reactiva. sación hiperosmolar. La gravedad de la CAD viene defi-
nida por el pH, los niveles de bicarbonato y el nivel de
CLÍNICA conciencia, pero no por la glucemia plasmática.

Se instaura en 12-36 horas. Su desarrollo es más rá- Pruebas de laboratorio


pido en pacientes en tratamiento exclusivo con insuli-
na de acción rápida, como los portadores de bomba La confirmación de laboratorio se obtiene con el
subcutánea continua de insulina. La clínica habitual se hallazgo de hiperglucemia (glucemia plasmática > 250
caracteriza por polidipsia, polifagia, poliuria y debili- mg/dl), cetonuria o cetonemia, y acidosis metabólica
. dad, junto con determinados signos característicos: (HC0 3 < 18 mEq/I) con hiato aniónico mayor de 10-
- Fetor cetósico ("olor a manzana"). 12 mEq/l (Fórmula 1), recomendándose que la primera

Tabla l. Criterios diagnósticos de la cetoacidosis diabética (CAD) y de la descompensación hiperglucémica hiperosmo-


lar (DHH)

CAD
DHH
Leve Moderada Grave

Glucemia (mg/dl) > 250 mg/dL > 250 mg/dL > 250 mg/dL > 600 mg/dL

pH 7,25-7,30 7,00-7,25 < 7,00 > 7,30

Bicarbonato (mEq/I) 15-18 lü-15 < 10 > 15

Cetosis Presenre Presente Presenre Ausente/débil

Osmolalidad sérica Variable Variable Variable >320 müsm/kg

Anión GAP (mEq/l) > 10 > 12 > 12 > 12

Estado mental Alerta Alerta/somnoliento Estupor o coma Estupor o coma


Cetoacidosis diabética .. 209

gasometría sea arterial. Los valores normales clási- musculares (creatinfosfocinasa). Pueden estar elevados
cos de hiato aniónico eran de 12±2 mEq/l, pero con hasta en un 30% de los casos los niveles de amilasa,
las técnicas actuales se consideran elevados valores que suelen ser de origen salival, y también los de lipa-
superiores a 1O mEq/l. Es imprescindible la consta- sa, por lo que en caso ele sospecha clínica de pancre-
tación del aumento de los cuerpos cetónicos, dado atitis aguda se debe recurrir a las técnicJs de imagen.
que la acidosis puede deberse al acúmulo de otros También puede existir una hipertrigliceridemia se-
ácidos como el ácido láctico. Son preferibles las téc- cundariJ a la lipólisis, que puede. a su vez, disminuir
nicJs que determinan 3-hidroxihurirato, que es ei falsamente los \-alores de glucemia (pseudonormoglu-
::ícido rn;1s ;¡umcnrado en la CAD 175'>;, de los cuer- ccm1a) v sodio ). Los \alorcs de
pos cetl'micos c:n L1 C.\D !. siendo indicati\ os de Hb_.\ le sen·ir como indicaci<'m del comrol me
1dr(1:.,:ibt1t1
c111\13rgo, l'\t~1\ 1l.' ,1 '-., ;..;{) i' ()

u ÍmJc:;: s uc· icn t d !f<H


tC'CilJ;_,~J.
dci nirroprus1Jtn, que detL'rnli1L1 :-;ólo ,1ccto- el rraran11c11t<) pc)'>tl'ti()J·.
;1cn:1to. p:11«1 detc:rrnin:n los cuerpos ceu:lrncos ru La osmoblidad sé rica (Í-(lrmuh ~ \uck 1

c·n sangre corno en orina. en la r no cctós1ca qu,·


Aunque puede existir una hiponarrernia dilucio1nL de la puede csr:1r aurne11c1cb hast;1
ll)S valores dl'- sodio plasn1(ltico corregido (Fórrnui3 2) t.~n e! con C:!\D.
se encuentran habitualmente dentro ele la normalidad
y su au111enro indica mayor pérdida de agua.
El por;1sio s('rico puede estar elevado, normal o dis-
rninuido. pern h cantidad toral corporal de potasin Se dche 1-e~1liz:ir de forma sistem;'irica un electrocar-
:--iempre se· L'llCuenrra reducida, dado que tanto la insu- diograma para excluir :irrirmias secundarias a trastornos
linopenia e-orno la acidosis facilitan su salida exrraec" del potasio, así como par;1 descartar infarro agudo de
lular y su com1gu1cnle eliminauón urinaria. Por ello, miocardio silente. Asimismo, se debe buscar la presenua
se debe seguir estrechamente la evolución de los nive- de una infección subyacente, mediante radiografía de tó-
les plasmáticos de potasio independientemente de sus rax, sedimento y cultivo de orina, si se considera necesa-
valores iniciales, dado que la reposición insulínica pro- rio, y hemocultivos en el caso de fiebre.
moverá su paso intracelular y el descenso de sus nive-
les plasmáticos. Diagnóstico diferencial
Puede haber aumento de los valores de urea y cre-
atinina plasmáticas, como consecuencia de una insufi- Principalmente, debe realizarse el diagnóstico dife-
ciencia renal aguda prerrenal. Sin embargo, también rencial con la cetoacidosis Jlcobólica, la cetosis del
puede encontrarse una falsa elevación de los vJlores de ayuno y la acidosis láctica. La cetoacidosis alcohólica
creatinina si ésta se mide por métodos colorirnétricos, se da en pacientes con ingesrn etílica abundante, y cur-
que interfieren con el acetoacetato. sa con aumento de cuerpos cetónicos, pero con hiper-
Es muy frecuente la leucocitosis, aunque vJlores glucemia ausente o mínima (<200 mg/dl). La cetosis
superiores a 25.000 x 106íl sugieren la presencia de in- del ayuno no suele acompafrarse de concentraciones de
fección. Otros hallazgos analíticos carJcterísticos de la bicarbonato inferiores a 18 rnEq/I. La acidosis láctica
CAD son la hipomagnesernia, la hipofosforemia, el au- se debe sospechar en casos de acidosis metJbólica en
mento de transaminasas hepáticas y el de enzimas ausencia de cuerpos cerónicos.

Fórmula 1: Cálculo del hiato aniónico:


l-Iiato aniónico (rnEq/l) =sodio (rnEq/l) [cloro (mEq/I) + bicarbonato (mEq/l)]

Fórmula 2: Cálculo del sodio corregido:


glucemia plasmática (rng/dl)-100
Sodio corregido (rnEq/l) =sodio medido (mEqíl) + 1,6 xl

Cálculo de la osmolalidad plasmática efectiva:


(mOsm/kg) =[sodio (mEq/l) x 2] +[glucosa (mg/dl) I 18]
plasmática efectiva no considera !<1 urca ya que su acürnulo no induce cambios en el
21 O ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

TRATAMIENTO del peso corporal, hasta que se restablezca un balance


hídrico positivo. Se suele precisar un volumen inicial de
Insulina 250-500 ml/h, seguido de 150-250 ml/h. Tal y como se
ha comentado, una vez que la glucemia desciende por
Es la medida principal en el tratamiento de la CAD. debajo de 200 mg/dl, se debe asociar suero glucosado al
La vía de elección para la insulina en el tratamiento de 5% al suero salino para mantener la glucemia plasmá-
la CAD es la perfusión intravenosa. Se debe adminis- tica entre 150 y 200 mg/dl. La velocidad media de co-
trar insulina regular intravenosa en forma de bolo ini- rrección de la osmolalidad efectiva no debería ser
cial de 0,1 unidades/kg seguido de perfusión continua superior a 3 müsm por hora, para evitar el edema cere-
de 0,1 unidades/kg/h (5-7 unidades/h) hasta la norma- bral. Los pacientes con insuficiencia cardíaca o renal
lización del pH. Se debería obtener un descenso de glu- pueden precisar control de la presión venosa central.
cemia de 50-75 mg/dl cada hora. Si esto no ocurre,
tras comprobar la correcta administración de las per- Potasio
fusiones pautadas, se debe sospechar resistencia a la
insulina y doblar el ritmo de perfusión de insulina de La reposición de potasio es uno de los puntos que
forma horaria. Cuando la glucemia se halla por deba- más se debe cuidar en el tratamiento de una CAD, da-
jo de 200 mg/dl, se reduce el ritmo de perfusión de in- do que la hipopotasemia es una posible causa de muer-
sulina a 0,05-0,1 unidades/kg/h, y se asocia suero te en esta entidad. El déficit medio de potasio oscila en
glucosado a los fluidos para mantener una glucemia torno a 5 mEq/kg de peso, aunque puede ser mayor si
plilsm::ític;¡ entre 1SO y ?.00 mg/dl. In \.AD se ha prolongado mucho tiempo. A p1~.snr de In~
Cuando el paciente tolere por vía oral, se puede re- pérdidas corporales de potasio, los niveles plasmáticos
alizar el paso a insulina subcutánea, siendo fundamen- de dicho ion a la llegada del paciente suelen ser norma-
tal garantizar el aporte de insulina en todo momento les o incluso elev;iclos. Al tratar con insulina, el pornsio
para evitar recidiva de la CAD. Para ello, se debe ad- vuelve al compartimento intracelular y desciende en
ministrar la primera dosis de insulina subcutánea 1-2 plasma, por lo que la reposición es siempre necesaria,
horas antes de retirar la perfusión intravenosa de insu- pero el momento de su administración depende de las
lina, dado que la vida media de ésta es de escasos mi- cifras iniciales de potasio. Sólo si el potasio inicial es al-
nutos. Al pasar a insulina subcutánea, se deben to (superior a 5,3 mEq/l) no se administrará en las dos
administrar pautas basal-bolus: insulina de acción len- primeras horas. En los demás casos, se debe aportar po-
ta (NPH, NPL, glargina o detemir) asociada a insulina tasio desde el inicio. En el caso poco habitual de que el
de acción rápida (regular, lispro, aspart o glulisina), a paciente presente una hipopotasemia inicial inferior a
la dosis previa del paciente, o a dosis de 0,5-0,8 unida- 3,3 mEq/l, se demorará la administración de insulina
des/kg/día en pacientes sin insulina previa, con ajustes hasta ];i corrección de la misma.
posteriores de dosis en función de las glucemias. Se ha La velocidad inicial de administración de potasio
demostrado que las CAD no complicadas pueden tra- debe ser de 10 a 30 mEq/hora, excepto en los casos de
tarse desde el inicio mediante la administración subcu- hipopotasemia o de administración de bicarbonato, en
tánea de análogos de insulina de acción rápida cada 2 los que la reposición debe ser mayor, en torno a 40-60
horas, a dosis inicial de 0,3 unidades/kg seguidas de mEq/hora. La reposición de potasio se hace inicial-
0,2 unidades/kg cada 2 horas. mente con cloruro potásico. En el caso de hipopotase-
mia o hiperpotasemia, se deben vigilar las posibles
Fluidoterapia complicaciones cardíacas de estas entidades mediante
electrocardiograma. Los signos electrocardiográficos
El déficit de líquidos suele ser de 4 a 6 litros. El flui- sugestivos de hipopotasemia son: ondas T disminuidas
do inicial de elección es el suero salino isotónico al o invertidas, depresión del segmento ST, ondas U y di-
0,9%, excepto que exista hipernatremia notable y sin- sociación aurículo-ventricular.
tomática. Se debe administrar 1 litro en los primeros
30-60 minutos, seguido de 1 litro en la siguiente hora. Bicarbonato
Posteriormente, el fluido de elección depende, funda-
mentalmente, de los niveles de sodio: si el sodio corre- El tratamiento con bicarbonato no es esencial en
gido es normal o elevado, se recomienda suero salino una CAD ni aumenta la velocidad de recuperación, si-
al 0,45%, mientras que en caso de hiponatremia o no que la acidosis desaparece con la supresión de la
shock, se continúa con suero salino al 0,9%. Tras res- producción de ácidos mediada por la insulina. Por otra
tablecer la volemia, quedan por restablecer las pérdi- parte, el uso de bicarbonato puede tener efectos negati-
das de sodio y agua intracelular, para lo que es preciso vos como hipopotasemia, hipernatremia o edema cere-
aportar suficiente cantidad de fluidos durante 12-24 bral. Por ello, sólo se encuentra indicado en la CAD si
horas más, con un aporte total aproximado del 10% el pH < 7, o en el caso de hiperpotasemia grave.
Cetoacidosis diabética ' 00 211

Se suele utilizar bicarbonato sódico 1/6 molar: 50- paciente se encuentre estable. El seguimiento de la res-
100 mEq diluidos en 250-500 mi de suero salino que puesta al tratamiento se realiza preferentemente con el
se 'debe perfundir en 1-2 horas, con posterior control bicarbonato plasmático y los cuerpos cetónicos, consi-
del pH sanguíneo y nueva administración hasta que derándose que la CAD está resuelta cuando la gluce-
éste sea superior a 7. Para prevenir la hipopotasemia mia sea < 200 rng/dl, el pH > 7,3 y el bicarbonato ;:;: 18
asociada al tratamiento con bicarbonato, se deben mEq/l, lo que suele ocurrir tras 48 horas de tratamien-
aüadir 1 O mEq adicionales de cloruro potAsico a cada to. La cetosis tarda m5s en desaparecer que la hiper-
de 50 rnEq de excepto s1 ésn: Sl' In \' Li :1Cidosis. Durante el tratamiento de h
indicado por ci ~-hidroxibmirato se com-ierte a acetoacerntu.
\, F'ºr tanto, no se dchr: utiliz:ir h medición dt cuerpos
-.·v1(:ini'-·()':> rncdtJillt' ('¡ rnétt)do del nitnlpru')1~trt 1

rJrnicnro, Junquc
r~1l toL1l sul"ic estar
rcduc'llLJ pnr un dl fi(Ír 111tr2,Cl,luL1L
1
,te.,, dl· '.)U t111cio. Se considera
reduciéndose así los ni\elco nwdida quv '( r,'sw·lt:'! nnndo Íoc; ';i]i)rcs c:ipiL;rc-, de
administra insulina. pudiendo ;1parc·ccr hipofosfatemia r;uo son inferiores a iJ.S mrnol/I.
e hipomagnesemia. Estas alteraciones. a diferencia de h
hipopotaserrna, no sueien tener rrascendencía clínica, \
su sustitución rutinari;1 no nwjora el pronóstico de L1
CAD, y la reposición excesiva ele fosfato puede crns;H Li mortalidad es inferior ;11 )'/o\' se debe sohrl' to-
hipocalcemia. Sin emb;ugo. en detern1inad;1s sittLKÍo- do, ;J la causa precipitante y a complicaciones t;udías
nes se deben administr;u suplementos. Co11c-rcr<1rnenre. íinlanu agudo de miocardio. trnrnhoembolismo e· in-
en los casos de hipofosfatemi;1 asocÍ;Hb ;1 r.1hclomiólis1s, feccio11es). La L'cbd ava11zada, la presc11cia de coma o
deterioro del sistema nen,ioso centr;1J, disfunción c1rdí, de hipote11sic)n son indicadores de mal pronóstico.
aca, anemia, depresión respiratoria, hemodiálisis, o en Otras posibles complicaciones asociadas al tratamien-
los casos de fosfato sérico <1 mg/dl, se debe administrar to son la hipoglucemia, la hipopotasemia y la hiper-
entre un tercio y la mitad de la cantidad de potasio en glucemia recurrente. La hipercloremia es un hallazgo
forma de fosfato potásico intravenoso, vigilando la apa- frecuente pero transitorio y que no precisa tratamien-
rición de una posible hipocalcemia. El magnesio está in- to. Otras complicaciones poco frecuentes son la hipo-
dicado en el caso de arritmias ventriculares no debidas xemia y el edema pulmonar no cardiogénico.
a hipopotasemia, en forma de sulfato de magnesio (10- En los niños y adolescentes, una complicación rara
20 mEq de magnesio en 30-60 minutos: 2,5-5 mi de sul- (0,7-1 % de los niños con CAD) pero muy grave es el
fato de magnesio al 50% diluido en 100 mi), o en caso edema cerebral, que es la causa más común de muerte
de hipomagnesemia (magnesio sérico < 1,8 mg/dl) sin- en nil'íos con CAD. Se caracteriza por una depresión
tomática: parestesias, temblor, espasmo carpopedal, del nivel de conciencia y un deterioro neurológico rá-
agitación o convulsiones. pido que termina con herniación cerebral, siendo la
principal causa de muerte en nii1os con CAD. Los pa-
Otras medidas terapéuticas cientes suelen presentar mejoría inicial con el trata-
miento, seguida de un empeoramiento brusco, con
Se debe iniciar amibioterapia de amplio espectro si cefalea, confusión y lctargia. El edema de papila pue-
se confirma o se sospecha una infección corno causa de estar ausente por la rapidez del cuadro. Las técni,,
desencadenante, o ante los casos de CAD idiopática. Si cas de imagen muestran dilatación de los ventrículos
se conocen otros factores precipitantes (por ejemplo: cerebrales. El cuadro progresa con convulsiones, crni
hipertiroidismo), se deben tratar los mismos. Asimis- bios pupilares y parada respiratoria. La fisiopatología
mo, se debe considerar la administración de heparina de esta complicación no está totalmente aclarada. \'
subcutánea de b;ijo peso molecular a dosis prnfil5cticél aunque clásicamente se ha atribuido al desequilihrio
en CAD graves o en edad 3\';rnzada. Los pacientes con osmótico entre cerebro v plasma que acontece al corre-
CAD grave deben ser tratados en u11~1 Unidad de Cui- gir rápidamente la glucemia, se han descrito casos pre-
dados Intensivos, manteniendo la \'Ía aé·rea \' tratando vios al inicio del tratamiento, \' recientemente se ha
el shoc/:.: en caso de estar presente. sugerido que podría deberse a un aumento de b pre-
sión de perfusión cerebral. El tratamiento del edema
SEGUIMIENTO cerebral consiste en manito! y dexametasona intrave-
nosos, aunque una vez están presentes los síntomas
Se debe controlar b glucemia, la ÍU11ción renal. los graves, b mortalidad supera el 70'}~,, y sólo el 10% de
clectrolitos y el pH venoso cada 2-4 horas hasta que el los pacientes se recuperan sin secuelas. Las medidas
212 ••• , La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

que pueden reducir el riesgo de edema cerebral son la REFERENCIAS


reposición paulatina de los déficit de agua y sodio,
añadiendo glucosa a los fluidos cuando la glucemia 1 Guerci B, Tubiana-Rufi N, Bauduceau B, Bresson R, Cu-
plasmática sea inferior a 200 mg/dl. Dado que es una perlier A, Delcroix C et al. Advantages to using capillary
complicación más frecuente en niños y jóvenes, se de- blood beta-hydroxybutyrate determination for the detec-
be tener aun más cuidado en el manejo delos electro- tion and treatment of diabetic ketosis. Diabetes Metab
litos, insulina y fluidos en este grupo de edad. 2005; 31:401-6.
2 Kitabchi AE. Ketosis-prone diabetes-a new subgroup of
DESCOMPENSACIÓN HIPERGLUCÉMICA CETÓ- patients with atypical type 1 and type 2 diabetes? J Clin
SICA Endocrino! Metab 2003; 88:5087-9.
3 Kitabchi AE, Umpierrez GE, Murphy MB, Kreisberg RA.
Es el paso previo a la CAD, y consiste en hiperglu- Hyperglycemic crises in adult patients with diabetes: a
cemia con cetosis pero con pH y bicarbonato norma- consensus statement from the American Diabetes Associ-
ation. Diabetes Care 2006; 29:2739-48.
les. Se debe tratar de forma urgente para evitar el
paso a CAD, y para ello es fundamental que todo pa- 4 Meas T, Taboulet P, Sobngwi E, Gautier JF. Is capillary
ketone determination useful in clinical practice? In which
ciente diabético en tratamiento insulínico esté ade-
circumstances? Diabetes Metab 2005; 31:299-303.
cuadamente instruido en la determinación de cuerpos
5 Peden NR, Braaten JT, McKendry JB. Diabetic ketoaci-
cetónicos en el caso de hiperglucemia y/o estrés. En el
dosis during long-term treatment with continuous subcu-
caso de cetonuria/cetonemia positiva, el paciente de-
taneous insulin infusion. Diabetes Care 1984; 7:1-5.
be tomar abundante hidratación oral (líquidos ricos
6 Pickup J, Keen H. Continuous subcutaneous insulin in-
en hidratos de carbono de absorción rápida, como
fusion at 25 years: evidence base for the expanding use
zumos) y suplementos de insulina de acción rápida of insulin pump therapy in type 1 diabetes. Diabetes
(4-10 unidades cada 2-3 horas). Si no hay una res- Care 2002; 25:593-8.
puesta adecuada, o si el paciente presenta vómitos, 7 Sales Sanz J, Hernández Mijares A. Comas en el paciente
debe acudir a Urgencias para recibir fluidos intrave- diabético. Medicine 1993; 6:1473-87.
nosos y para descartar CAD. La adecuada instruc- 8 Stentz FB, Umpierrez GE, Cuervo R, Kitabchi AE. Proin-
ción del paciente acerca de cómo debe actuar ante la flammatory cytokines, markers of cardiovascular risks,
enfermedad ambulatoria (determinar cetosis, admi- oxidative stress, and lipid peroxidation in patients with
nistrar suplementos de insulina) ha demostrado redu- hyperglycemic crises. Diabetes 2004; 53:2079-86.
cir la aparición de CAD. Se debe aleccionar al 9 Trachtenbarg DE. Diabetic ketoacidosis. Am Fam Physi-
paciente para que nunca abandone el tratamiento in- cian 2005; 71:1705-14.
sulínico. Tras un episodio de CAD, la prevención de 10 Umpierrez GE, Smiley D, Kitabchi AE. Narrative review:
recurrencias debe ser parte fundamental del trata- ketosis-prone type 2 diabetes mellitus. Ann Intern Med
miento. Para ello, además de buscar y tratar la causa 2006; 144:350-7.
precipitante, es fundamental realizar un programa de 11 Wolfsdorf J, Glaser N, Sperling MA. Diabetic ketoacido-
educación diabetológica que incluya conocimiento sis in infants, children, and adolescents: A consensus sta-
por parte del paciente de la actuación a seguir en ca- tement from the American Diabetes Association.
so de enfermedad o estrés intercurrente. Diabetes Care 2006; 29:1150-9.

r:

bu'>cH nuevos c·amin<>s de que ahora pu-


dieran estar fallando.
El coma hipnosmolar o mejor dicho el hiperglucé--
mico hiperosmolar (C:HH), representa un porcentaje F l!OLOGÍA O !ACTORES PRFUP!Ti\NTES
de urgcncias endocrinológicas analizadas hasta cl aí1o
2000 superior al 1 ,5'};, de todos los cuadros que acu- L1 conjunc1,·rn de hipo111sulincmia relati\·a y la evo-
den a un hospital general. El análisis más riguroso po- lución cLísiu del gluug<'in como factor hipergluce-
dría alcanzar el 1 %. Estos datos, a veces, son miante de primer orden, no tendría ninguna
expresión de cierto desfase o están algo sesgados por- explicación si en nuestro diabético tipo 2 no se hubie-
que no todos los hospitales tienen equipos de profesio- ra desarrollado lentamente una agresiva situación es-
nales y medios para atender a estos pacientes y tienen tresante para su sistema de respuesta metabólica.
que ser derivados, provocando aumentos comarcales y Mucho más lento como se supone para el CHCA. A
regionales que difieren epidemiológicamente de la rea- este CHH se añade fisiopatológicamente el concurso
lidad. En otras ocasiones, grandes hospitales que abar- de catecolaminas, de cortisol, de la hormona de creci-
can sectores geográficos amplios y con equipos miento y, desde el punto de vista objetivo, para este
médicos multidisciplinarios registran más pacientes paciente aquejado de diabetes tipo 2, de una forma ge-
que otros de ámbito comarcal o de competencias infe- neral y muy frecuente una infección urinaria o gas-
riores (sectores privados), por lo que la prevalencia de trointestinal con diarreas, o una variante de cuadro
este 1 % comentado es difícil de modificar, pero nos séptico pulmonar en casi el 50% de estos pacientes y
parece que está aumentando. que acuden con posible presentación de CHH. Algu-
El coma de la diabetes tipo 2 (no siempre ajusta- nos hechos etiológicos pasaban desapercibidos en el
do a esta realidad), muchas veces englobado como ambiente familiar. También debemos comentar la im-
estado de coma hiperglucémico no cetósico (CHNC), portancia de la primera impresión clínica ante un pa-
parece inferior al coma cetoacidótico (CHCA) en el ciente que puede ser portador de un infarto agudo de
contexto de todos los diabéticos que acuden a los ser- miocardio (1Al'v1), muchas veces silente, o un ictus o
vicios de urgencia, pero que ya está superando al nu- una pancreatitis (alcohol), o accidentes traumatológi-
mero de personas no diabéticas y que algunas cos larvados que cursaron desapercibidos íncluso en el
estadísticas elevan al 65% de población que van a re- ambiente familiar'.
cibir esta asistencia. El sentido de este comentario lo Hay que considerar al consultar las últimas revisio-
debemos entender porque este CHH tiene una mor- nes sobre el CHH, que este representa la fase final de
talidad entre 10 y 50%, ya que, además del impor- una complicación aguda en el curso de la diabetes tipo
tante factor edad, en estos pacientes subyacen otras 2, que, al contrario de lo que acaece en el CHCA, es
enfermedades larvadas o cronificadas como veremos de inicio más lento, en general, y repetimos de mayor
causas precipitantes. En un contexto "in crescendo'' mortalidad y con morbilidad acompañante pocas ve-
y alarmante coincide con la llamada soledad social, ces detectada. Casi el 45'X, acude con mal control me-
(y que nosotros hemos ampliado en el capítulo de tabólico y el olvido o baja adherencia en la torna de
Diabetes en el anciano), que hace muy importante la medicación es un hecho llamativo. Incluso en las
214 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

indicaciones de insulinoterapia por su especialista co- ben estados de cetoacidosis en la diabetes tipo 2, ligados
rrespondiente, ha sido sustituida por agentes orales. principalmente, a factores raciales (afroamericanos), al-
Como también sabemos, una enfermedad aguda apa- gunos caucásicos y, aunque sin causa aparente, la reali-
rentemente banal o una crónica agudizada contribu- dad que se ofrece en las urgencias endocrinológicas es
yen lentamente al inicio de un CHH en otro porcentaje que su número sigue en aumento5 •
elevado de casos 3 • La infección se puede recoger en De todo esto, si se es consecuente, se llega a un ni-
protocolos pormenorizados hasta en un 60% de los vel práctico que puede recoger cualquier algoritmo de
casos de diabéticos tipo 2 y, desde luego, el acerca- trabajo clínico (Figura 1).
miento hacia la ancianidad eleva el riesgo de forma lla-
mativa, sobre todo, para la infección urinaria de
Anamnesis Exploración Circunsrancias
repetición o en un 10% de agudización de procesos in- acornpar1anres
tercurrentes ocasionales 3 •
Los procesos vasculares y relacionados a veces o no Cardiopulmonar
con complicaciones micro-macro vasculares de la his-
toria natural de la diabetes se deben excluir pormeno- Grado de deshidratación
rizadamente en el análisis del debut etiológico para el
Causa
CHH: precipitante
Estatus neurológico
• General: y mental
- Ictus.
- Infarto de miocardio.
Colecistitis y pancreatitis. Infección urinaria,
Obstrucciones intestinales. Pulmonar, intestinal
Insuficiencia renal y diálisis. IAM, ACV, infarto intestinal
Abandono, grado de cumplimiento
- Patología vascular intestinal. Terapéutico de la diabetes Glucosa, electrólitos, anión GAP
• Endocrinológica: Alcohol y consumo de cocaína entre Función renal, BUN, cetonuria.
los orígenes crecientes OSMOLARIDAD PLASMÁTICA
- Tirotoxicosis Gasometría, bicarbonato
- Cushing. No descartar Rx de torax,
TC cerebral según casos
• Ingesta de medicación:
- ~-bloqueantes
- Diuréticos Figura 1. Enfoque clínico del coma hiperglucérnico hiperos-
- Tiacidas. rnolar (CHH).
Dejamos claro en nuestras intenciones que estas si-
tuaciones desencadenantes tal vez predisponen, pero,
con toda seguridad, coinciden la mayoría de las veces ASPECTOS MÁS LLAMATIVOS EN LA CLÍNICA
con un mal control metabólico de la diabetes con o sin DE PACIENTES CON COMA HIPERGLUCÉMICO
el abandono de un plan terapéutico, en un entorno de- HIPEROSMOLAR
licado para esta edad que viene representado por esta
pléyade de comorbilidades en el diabético tipo l4. Como se sabe, el espectro de la hiperglucemia para
la mayoría de los pacientes en los que enfocamos el
EL TRÍPODE FISIOPATOLÓGICO CHH, difiere, especialmente, por el tipo de diabetes,
por la edad y por la patología subyacente. En cuanto
La falta de un equilibrio en la gluconeogénesis, con a la hiperglucemia, sus valores pueden ser mayores de
un incremento progresivo en el origen hepático y renal 600 mg/dl, incluso, de 800 o 1.000 mg/dl, y rayando
(a veces, en ambos), añadido a una dificultad menos la deshidratación más o menos prolongada, la osmolari-
considerable pero no por ello menos importante, como dad se eleva por encima de los 320 mOsm/l. A las modi-
es la utilización periférica de la glucosa y una glucoge- ficaciones de los electrólitos y, por ejemplo, de la
nólisis aumentada (en la agresiva conjunción hormo- importante función renal, nos referiremos más delante
nal comentada anteriormente: catecolaminas, GH y de forma somera pero individualizada. Luego, la reali-
sobretodo el glucagón), junto una secreción disminui- dad se expresa por la gravedad clínica del cuadro, los lí-
da de insulina pero no una carencia absoluta, como la mites de la osmolalidad y, en más de un 50% de los
que tradicionalmente se ha descrito en el CHCA de la pacientes, se observa que desde una paradójica situación
diabetes tipo 1, van consiguiendo una elevación pro- precomatosa de vigilia, el enfermo va evolucionando a
gresiva de la glucosa y un cambio fatal de la osmolali- un coma neurológico de distinto grado y gravedad 6 •
dad plasmática. El déficit de agua y electrólitos es muy grave y tam-
Fisiopatológicamente, y en el encuadre clínico y de bién muy especial en su análisis en determinadas situa-
diagnóstico diferencial, en algunas ocasiones se descri- ciones de urgencia. En un 20-30% de los adultos
Coma hiperosmolar: una urgencia en el diabético tipo 2 215

coinciden varios hechos que nos pueden hacer dudar si TRATAMIENTO: UN ENFOQUE TERAPÉUTICO
la situación podría ser la de un CHCA, en los que, ade- INDIVIDUALIZADO
más, y para ese momento clínico, todavía no hemos
catalogado al paciente como un tipo 1 o como un tipo El clínico tiene que centrar su actuación en vanos
2"· c. frentes terapéuticos. No querernos recordar que la ac-
El cuadro clínico del CHI:-I, con frecuencia, se dis- titud ''simultánea" no es un reto aislado para el médi-
fraza, no con la conocida hiperglucemia con deshidra- co v esta situación de CHH es un área más en un
sino con el variado cuadro clínico que suh·ace Sin querer ser ri:itcrati,os, l.¡
v cuvo abanico de posibilidacks crioló dl·

1-1c;~¡·¡1r,1

r un
en l'Sl· 25 de Lis ihrn(1ch;, fnrnL1, lill'.r _1.)illci ,_,.11 iu-., it·J(

m1xras, a deshacer b imbric1ción con la C:HC.\. dos, la Lk ohjct!\'(JS ljUL' -,o!uc1onc·r1

de horrnniuc, CPntr.1rrq:ul.dorJ'-
d1.· iib1.-r,1,:H')n hcp,Ú!'"«l 1..k giuc1h,l
liuli1.1c11'i11 pn1ft'ri1..1 d1-.nrnrnHL1 d(:

• Hipovolemia grave: Suero fisiológico (SF) 0,9% NaCI ( 1 l/ 1-2 h


o 0,5 1/2-4 h)
0 Deshidratacíón moderJcb: determinar sodio sérico p;ira modifi-
car pauta previa:
Na+ > 150 -> SF 0,45'1o NaCI (0,25-0,5 Jih según el grado de
hidratación) !:t Control del potasio:
- Na+ 135-145 -> SF ll,45'X, NaCI l!J.25-0,5 l!h según d ,,rndo - Asegurnr adecuada función renal (diuresis > o igual a SO
Je hidratación) , ' ml/h)
Na+< 130 -1' SF 0.9'>;1 N<1C! (0~25-0,:) l/b scgtin e! grado de -· K+ < 3,3 mEq!l: Administrar 20
hidratación) K+ sérico > 3,."3 mEq/\, y mantener
1$Clundo la ~lucosa séric-1 :dcance 200 m~/dl: cambiar ~1 suero K+ > 5,.3 mEq/l: no admínistrar potasio y dc:t..:rniin;1r calú:
5% + SF 0.45% ,1 J 50-250 1111/h mi.-i c:H.b 2 horas
cardiog'-~nico: v.1,-opresurcs + monitorÍL;11.:íón hl'mo<--lin;i· 3.3-5,3 rnEc¡/l: ~1dmini-;tr;:u 20 KC!lh/l de sucroter"J
mica para n1ct.!1!C"l1l'f K" sérico 4-5

i.\'. Cl.2 U/kg j'l'..;n/hoLt


rápicL 0.2 U/K~ s.c. cada 2 hor-t:-.
21..){l rn.'.'.:/dl: disminuir Jr!.sulin,.i Í.\".. i O.U.:; (1_ J Ci/kg/h n ,~dmini.:.rr;F lll>uiin.1 r,'¡pid.1 '-.1..-. O. J
lu~u. resoluci6n dr C;\D

P.li:'<. pH H.'i10'd} n1:.H1nin,1 ~,. µloc¡):-;,i cid,1 ~-4 hortVi h.1.Std c.-.,r1bilil,1ción . .:línic1
;.·existe toler;rncia por \-i,1 or~1L 111Ki,:r 1!1'-'uhnJ :-.e Continu;i.r mfusiún de insulrna u·. dur.:nrc l -2 htiLl:-, tr.1s trncur in

111\"cks ::idel·11.1dos dt.' in:'ulin:i pl.1s;yi.íti(.1

Figura 2. Valoración clínica giohal de una situación de cuma hipcrglucémico hipcrosmoLir.


216 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

forma segura la expansión intravascular es de dratación se mejora la filtración glomerular,


primer orden. descendiendo la urea y la creatinina (BUN, si es
• Corregir la situación hiperosmolar. Ambas si- un dato fácil de calcular por el servicio de bio-
tuaciones se consiguen cuando el individuo ya química). El restablecimiento, mediante sonda
ha equilibrado las consecuencias de una diuresis vesical si es necesaria, de la diuresis y la vigilan-
glucosada osmótica, que puede suponer hasta 2 cia monitorizada parcialmente, se debe añadir a
y 3 días de evolución. Por esto, no nos debe ex- la toma de al menos dos muestras estériles de
trañar que la infusión de suero se haga con has- orina antes de comenzar la antibioterapia (para
ta 8-10 litros, con ajustes de 40-70 mEq de sedimento y urocultivo). Es un punto de máxi-
sodio y 20-40 mEq de potasio por cada litro de ma vigilancia en el trabajo clínico del equipo de
suero salino isotónico (0,45% ), realizando de- tratamiento en el diabético con CHH.
terminaciones periódicas de ionograma. No ol- 0 Tratamiento de la hipocaliemia. Casi todos los
videmos que este detalle adicional también pacientes sufren descensos de distinta intensi-
intenta prevenir un edema cerebral que nuestra dad del potasio en sangre. Ojo a los pacientes
actitud "urgente y masiva" puede generar se- con diarrea coincidentes, pues a la pérdida por
cundariamente. la diuresis se añade la de origen intestinal. La
• Análisis de la situación de la función cardíaca. impresión en el primer momento de una hiper-
En ausencia de una insuficiencia cardíaca o aun- caliemia es un hecho aislado que tras la prime-
que solamente se trate de una afectación cardí- ra hidratación coloca al paciente en una
aca o de un alarmante shock, el suero salino potasemia de situación inferior a los 3,5 - 4
puede infundirse con una concentración de has- mEq. Atención por tanto a los niveles bajos o
ta 20 ml/kg de peso en las primeras horas. Con que se sucedan con descendimiento, porque la
mayor concentración no se consiguen mejores hipocaliemia (< 3,5 mEq) induce la presenta-
resultados, y la infusión más lenta debe reser- ción de arritmias cardíacas, a las que se añaden
varse para situaciones de colapso y siempre muy síntomas y signos de debilidad muscular que
vigilado para las situaciones de shock cardio- pueden evolucionar a fases de parálisis muscu-
vascular. lares secundarias, que dificulten aun más el
Una pauta de mantenimiento con suero isotóni- diagnóstico diferencial, por su comienzo en ex-
co salino después de la investigación seriada de tremidades superiores y afectación progresiva
electrólitos sería de 4-15 mi/hora por kilo de pe- con debilidad y arritmias que agravan aun más
so, que además de la hidratación conseguiría el cuadro 8 • Es importante en este punto la deter-
normalizar los niveles de sodio ligeramente ele- minación del magnesio sérico, ya que la hipo-
vados o descendidos, pues ambas situaciones magnesemia suele acompañar a muchos casos
pueden coincidir en altibajos. de hipopotasemia resistente al tratamiento,
Las primeras 24 horas son críticas y aquí es siendo necesario añadir suplementos de magne-
donde el clínico no debe excluir que mientras se sio i.v. (Figura 2)
está consiguiendo estabilizar, el paciente puede La remisión, una vez corregida la cifra de potasio
haber desarrollado un cuadro vascular, o existe es también llamativa en el seguimiento clínico de estos
la probabilidad de que éste aparezca en algunos pacientes.
momentos posteriores, o tal vez es diagnostica-
do de IAM o ictus preexistente en el curso evo- EVOLUCIÓN CLÍNICA
lutivo de su diabetes. Se remite al lector al
capítulo de diabetes en el anciano porque la Como se puede deducir de esta revisión clínica, el
enorme prevalencia de estas complicaciones CHH está aumentando en su prevalencia general y, mu-
cardiovasculares en función de la edad, confiere chas veces, situaciones clínicas de inicio no se registran
a estos pacientes un grado de riesgo añadida7. al compensar a algunos pacientes, pero son verdaderas
La utilización de un catéter central para medir situaciones precomatosas de un CHH. La morbimorta-
la presión venosa central (PVC) es aconsejable lidad también está creciendo y la experiencia práctica de
en la sospecha y en el tratamiento de la insufi- los profesionales que tratan el proceso cada vez, más
ciencia cardíaca. El aumento de la urea refleja, consecuente, y lográndose una alta cualificación.
a veces, prácticamente, la gravedad de la deshi- La preocupación desde un consejo clínico va en la
dratación, y debe tenerse en cuenta como un dirección de sospechar formar mixtas y diabetes con de-
elemento añadido más a la propia constelación ficiencia de insulina en mayor número de las esperadas.
terapéutica del CHH. La positividad de anticuerpos en la DM tipo LADA y la
• La función renal. Es característico en la prácti- falta de respuesta del péptido C al glucagón IV posible-
ca clínica observar que con una correcta rehi- mente obliguen al médico a no acabar el tratamiento del
Coma híperosmolar: una urgencia en el diabético tipo 2 217

CHH sólo estabilizando todas las constantes. Esto está 4 Maclsaac RJ, Lee LY, Mc!\cil KJ et al. Influencc of agc
cambiando o evolucionando hacia formas más agresi- on tbc prescntation and outcome of acidoric and hyper·
vas y redoblar nuestro interés en los estudios diagnósti- osmolar diabetic emcrgencies. lntern. \lcd. J. 2002:
cos y el tratamiento posterior en edades que no se 32(8):379-85.
corresponden teóricamente con la diabetes tipo 2, am- 5 Kitabchi AE, Umpierrcz GE, Fisher j:\. Murpln \!B.
plían el perfil de un profesional cualificado. Stentz FB. Thirtv 1·cars of pcrsonr1l
Por último. debemos repetir: familia, soledad social ketoac.:idmis rrnd
,. c:dad necesitan de mrís que el trabajo de un pro- sc1tc'. J. Clin. Fndocrinni. \icrah.
fesional médico. Se deben con¡unLE
:<1niL1rLt donde "L' rc~uch·cn L1 ni;1
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K·.·.:rnn· T, ·. J)i:ihe¡"; ami c11docrn1c IZ:\ i)cF1·011zo, L h.'JTJnninL l l. kz.Tn, P. /.ii11r11cr 1Fd"'i.
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P111iés .).\. ( .a1r" (,, CJ1.ta111hi,L: C., et al. Crnirsl' .rnd pro.~.­ " !Zosl' ])\), P11sl TW. ( "i1111c·:il ,1¡ .k1d-h:1sc :111d
nusis uf ll2 paticnts wirh diahc·1ic 11011 kctotic· h1·¡wr<'S elcctrohw d1sordns. _.:;rh nL \éc11 York . .\kCrall" l lill:
molar slcltl'. lk1hcrc ..\k1;1h. 199·1: ].ll1 l):4)-8. 21101. pp. ;;:.:;- h.1.
La descompcnsación crónica ele b rneliirus nL111tL'niendo y Lt 1Ib;.\ le por debajo de par;1 ga-
(D!Vl) tanto la tipo 1 corno b 2, supone h lll<l\'or ;1gre- nmizar la ausencia de complicKiones microangiop5ti
sión metabólica para nuestro organis1no. En L1 hase us. Sirnibres conclusiones se obtuvieron del estudio UK
patogénica de esta agresión est;Í b hiperglucemi;1 1 Prnspcctive Di;1hercs Study (UKPDS) en 1998, rcali1ado
t:imbién otras alteraciones rneuhólius. corno b disli- en p~Kicnres uin DM tipo 2; e11 él, por cada 1º·{; de des·
pemia que, por diferentes vÍ;1s rneL1htJlicis, v;rn <1 tener crnso de la 1lb:\1 e se obtuvo un mejorL1 del 21 ' .<, en u-
corno diana fundamental ,¡J sistema v;1scuhr \'con me- d,1 di<111<1 relacionada con la Di\1. Los pacil·ntcs
nos gravedad, cualquier otro sistema celular. De esta asignados al grupo de tratamiento intensivo consiguie-
forma, la afectación de los grandes vasos o rnacroan- ron disminuir un 2.5%, el riesgo de rnicroangiopatía en
giopatía, ligada a un proceso de arterioesclerosis y ate- relación con el grupo de tratamiento convencional. En
rogénesis progresivo, o la afectación de los pequeños la actualidad sabemos que el mejor estado de control
vasos o microangiopatía, con una afectación universal para un diabético es estar por debajo de 6,.5%, cosa no
del organismo, van a ocasionar la alteración progresi- siempre fácil, y que en cualquier caso induce la apari-
va de todos y cada uno de los órganos y sistemas, dan- ción de complicaciones hipoglucémicas 3 •
do lugar a un deterioro que, progresivamente, hace La esperanza de vida del diabético disminuye .5 a
que el diabético entre en un estado de "insuficiencia 1 O ai1os respecto a la población no diabética una vez
multiorgánica" que disminuye la calidad y acorta la que aparecen las complicaciones microvasculares, es-
esperanza de vida del paciente. pecialmente, cuando éstas entran en fase irreversible.
La escalada de complicaciones desde el descubri- Y esto es así porque las complicaciones crónicas mi-
miento de la insulina, con cuyo tratamiento el diabéti- crovasculares se corresponden con una etiopatogenia
co conseguía prolongar su vida, ha puesto en evidencia en la que intervienen múltiple factores, pero en 1;; que
la existencia de un mecanismo inicialmente desconoci- el principal factor etiológico es la hipergluccmia. Una
do, por el que órganos y aparatos del cuerpo humano vez puesto en marcha el mecanismo inductor de la le-
iban progresivamente entrando en un deterioro que sión vascular, la progresión será tanto más r6pida
daba lugar a la aparición de ceguera, insuficiencia re- cuanto más factores intervengan, debiendo tener en
nal, necrosis de extremidades, neuropatbs, infartos de cuenta que, inicialmente, se contempla una en bs
miocardio o aumento de accidentes \'asculares cere- que las complicaciones, en un estadio rnuy precoz. son
brales entre otros'- 2 • reversibles, para dejar de serlo poco después, ensorn
La publicación en 199 3 dei estudio americano breciendo el pronóstico" '.
"Diabetes Control and Complications Tria!'' (DCCT) Es de sobra conocido que existe una fuene relación
demostró de forma clara cómó un tratamiento intensi - entre el grado y cronicidad de la hiperglucemia v la
vo de la diabetes consiguiendo mejores conrroles glu- aparición de complicaciones rnicroangio¡x1ticas, pero
cémicos, evidenciados por un descenso de la HbA J c de aunque la hiperglucemia afecte a todas las células del
un 2% respecto al grupo de pacientes con tratamiento organismo, no rodas responden de igual manera, pu-
convencional, conseguía una disminución de la retino- diendo ser estas complicaciones más graves en algunos
patía del 76'Y,,, un 54'Yo de la nefropatía \'un 60% de pacientes, aun manteniendo menos hiperglucemia que
la neuropatía. En este l.'Stado de cosas se preconizó b otros. La explicación a este hecho se nos da hov en día
necesidad de mejorar al máximo d control glucérnico del conocimiento de determinadas mutaciones genéticas.
220 •ee La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

cuya expresión puede afectar más a un órgano que a sición de las células endoteliales a altas concentraciones
otro, o con mayor virulencia en unos pacientes que en de glucosa va a originar un aumento de (Oz-) que con-
otros. De igual forma, es un hecho a tener en cuenta y trarresta al (NO), un potente vasodilatador microvascu-
demostrado, la existencia de una "memoria hiperglu- lar que participa en la homeostasis general de los vasos.
cémica"; es decir, pacientes con hiperglucemia crónica El estrés oxidativo no sólo consigue una disminución de
que tras normalizar su glucemia siguen manteniendo la relajación vascular, sino también es el responsable de
activos los mecanismos patogénicos que conducen a la otras alteraciones, como un retraso en la replicación
complicación micro y macroangiopática. vascular, situaciones ambas reversibles por mecanismos
Los capilares retinianos, los glomérulos renales y antioxidantes. Últimamente, se ha descrito que la dife-
los vasa nervorum son los territorios microvasculares rente susceptibilidad de los diabéticos para padecer
afectados con mayor expresión clínica y sus mecanis- complicaciones microvasculares se asocia a su indivi-
mos patogénicos son similares con algunas particulari- dual capacidad interna de antioxidación 6-8 •
dades que iremos viendo en este capítulo.
Aunque todas las células del organismo están expues- Vía del polio!
tas a la hiperglucemia cuando la DM está descompensa-
da, sólo aquellas en las que se llega a producir aumento En condiciones normales, la glucosa intracelular
de la concentración intracelular de glucosa, como ocurre se metaboliza, sobre todo, por fosforilación y poste-
con el endotelio, van a sufrir la afectación microangiopá- rior glucólisis. En situaciones de hiperglucemia, el
tica. Ésta afectación se inicia en estadios precoces de la exceso de glucosa intracelular se convierte en sorbi-
diabetes, cuando la hiperglucemia es capaz de modificar tol y, posteriormente, éste, en fructosa, lo que gene-
el flujo vascular, la presión intracapilar y la permeabili- ra una alteración del potencial oxirreductor, induce
dad capilar por diferentes mecanismos, entre los que se un estado hiperosmolar intracelular, genera una si-
encuentran la disminución en la producción de óxido ní- tuación de estrés oxidativo y, en general, cambios ce-
trico (NO) o la mayor sensibilidad para la angiotensina lulares que conducen progresivamente a la apoptosis
II, entre otros. En cualquier caso, la consecuencia de es- celular. Las enzimas clave de estas reacciones son la
tas alteraciones es un progresivo estrechamiento de la luz aldosa-reductasa y la sorbitol-deshidrogenasa. Ade-
vascular motivado por la presencia en la pared vascular, más, la oxidación del sorbitol por NAD+ incrementa
de proteínas glucosiladas que inducen la aparición de la proporción citosólica de NADH:NAD+, inhibien-
factores de crecimiento y el progresivo aumento de una do así la actividad de la enzima gliceraldehído-3-fos-
matriz extracelular; todo ello y otras alteraciones que fato-dehidrogenasa e incrementando la concentración
acompañan con frecuencia a la DM, como dislipemia o de triosa-fosfato; a su vez, ésta aumentará la forma-
HTA, entre otras, así como el potencial genético que ca- ción de metilglioxal, un precursor de AGE, y de diacil-
da diabético exprese, serán los responsables de una mi- glicerol (DAG) que activa el sistema PKC.
croangiopatía precoz o tardía, leve o grave.
Vía de la activación de PKC
ALTERACIONES METABÓLICAS INDUCIDAS POR
LA HIPERGLUCEMIA Conceptualmente la familia de PKC está formada
por, al menos, 12 miembros, de los cuales 9 son activa-
La hiperglucemia mantenida afecta al metabolismo dos por diacilglicerol (DAG), el cual se encuentra eleva-
celular a través de 4 vías fundamentales: do con la hiperglucemia y la consiguiente elevación de
• Vía del polio!. la glucosa intracelular. También se ha demostrado que
• Vía de la formación de productos finales de glu- esta vía está activa de forma importante en los órganos
cosilación avanzada (AGE). más afectados por la microangiopatía diabética. Ade-
• Vía de la activación de la proteína cinasa C más de por el DAG, PKC se activa por diferentes situa-
(PKC). ciones, como dislipemia, en especial, aquella con gran
• Vía de la hexosamina. cantidad de ácidos grasos libres circulantes, factores de
Además, la hiperglucemia por sí misma, junto con crecimiento y citocinas, entre otros.
alteraciones como la formación de AGE, la activación La consecuencias de la activación de la PKC son
de la vía del polio!, la glucosilación proteica o la sínte- muy variadas, pero tienen gran repercusión vascular.
sis de prostanoides, tendrán como consecuencia un ex- En síntesis, podríamos decir que la isoforma 13 de la
ceso de formación o un defecto de metabolización de PKC disminuye la producción de NO glomerular y en
diferentes especies de oxígeno reactivo (estrés oxidati- el músculo liso, a la vez que estimula la producción de
vo), es decir, un aumento de radicales libres que hoy sa- endotelina 1, lo que tiene como consecuencia un au-
bemos que están ligados a la afectación vascular del mento de la vasoconstricción. Por su parte la isoforma
diabético. Esto es lo que ocurre con el anión superóxi- a de la PKC aumenta la permeabilidad capilar, estimu-
do (Oz-) o el óxido nítrico (NO), entre otros. La expo- la la angiogénesis y altera la contractibilidad vascular.
Patogenia de ia microangiopatía diabética eo 221

Globalmente, la PKC induce engrosamiento de la rios pasos, en uridin-difosfato-N-acetil-glucosamina,


membrana basal y oclusión vascular, a la vez que, au- que sirve como donante de N-acetilglucosamina para
mentando el PAI-1, disminuye la acción fibrinolítica. la glucosilación proteica. Además, en esta vía se esti-
mula la expresión de genes relacionados con la micro-
Vía de la formación de productos finales de la glucosi- angiopatía, como el TGFcx y TGF 131, y el del PAI-1.
lación avanzada (AGE) Tarn bién se ha asociado con un a u mento de la resisten-
cia a la insulina, quizás por inhibición de la fosforila-
La no enzimitica uJnsiste en la 1nrer- ción \ acrn ;¡L·ión dd susrra to proteico del receptor de
con los grupo:; amino de las pro- 1nsulinc1 tipo l o bien por ~dtnacioncs
teín~1s. tanto 111rc.1 cnn10 t.:~xrral-t'luL1nncntc. pJr~1 cLi.r ks dd rcn'prnr dl' msul1nc1 ()del c,un 4.
Ullll l(í h

rcvcrs1hlc~ pero Jl in~1l 1JT\.:,:crsd-il1._'::-- y 1..:on


r11c1dad par~1 In> \·aso'.-<. -Ira'-- --,u tlfli()n :1i µ,rup(l ,11llin{1
de las ¡.1 rDLi_'l!L1\ <.:.t.,' fornLt u11~1 h~t"il'
horas. !c1 b\t'.'->t: dt· )~h1 C\'Oluc'iOllJ. su
progresa <1 e\ Jnuch<J l11<"ÍS estahlc ¡ce-
ro también con posibilidad de ser posterior· qLu..~ L1 <1c'll\"J(H,)Jl dl' h \'Í3 dt.' L1 hl'xo:-,~1n1111~1 p\)r
mente, estos compuestos pueden inreraccion,u entre sí 1d ll(í..'!111~1 e:-.i dl· Lt cxprcs1on de gcih"':--;
y con compuestos pirrúlicos para dar lugar a compue::s· o ck· altcrac'i()l!1..''- de 1:1 f1¡nci(,)!l prorcica linpliL'adí.h t:n L1
tos muy estables e irreversibles con fuertes uniones en- de h m1crncrng1op;1ri"a d1ahéric1.
tre sí \ posibili&1d de agregaciones rmíltiplcs, que es lo
que conocemos corno ACL T1mbién se producen AGF
;1 partir de glioxaL 111crilgliox;1I \ desoxiglucoso11a.
Los A(;E Jlldudablementc están en la patogé11esis de' ·¡;Jdo lo rl'in1do h;L'>Ll almr,1 cst;Í rehLio11;ido con h
la vasculopatía a tr;1Vés de difcremcs acciones, corno h h1pcrgluL·u11i;i \·, por 1() r<rnro, pul'dc afectar tanto ;1 la
modificación de proteínas tipo colágeno l y IV, o la lamí· D.\l tipo J como;_¡ la tipo 2, swinpre que· estc'll 111;1\ con-
nina, que producen alteraciones fisiopatológicas en la troladas rnetabólicarnente. Pero la DM tipo 2 a parte ele
matriz extracclular, repercutiendo también en la elastici- ser una enfermedad debida a la alteración del metabolis-
dad y tono vascular. Además, intracelularmente, los mo hidrocarbonado, es una enfermedad del metabolis-
AGE activan la NADPH-oxidasa, poniendo en marcha mo lipídico, caracterizada, fundamentalmente, por un
mecanismos de estrés oxidativo; también inducen la ex- aumento de la concentración plasmática de ácidos gra-
presión de genes que dan lugar a la aparición de factores sos libres (AGL) procedentes de la lipólisis mantenida y
de crecimiento, como el TGF-131 (factor de transforma- aumentada del teíido adiposo, en especial, del intraabdo-
ción del crecimiento tisular), IGF-1 (factor de crecimien- rninal. También aparecen AGL por la acción de la lipo-
to tipo insulina), FGF (factor de crecimiento de proteinlipasa a nivel del endotelio capilar sobre los
fibroblasros), VEGf (factor de crecimiento vascular en- triglicéridos transportados por las lipoproteínas.
dotelial), etc., y citocinas, como el TNf-cx (factor de ne- En la actualidad sabemos que incluso moderados
crosis tisular) o la IL-1 (interleucina 1), entre otros. aumentos de AGL unidos a la albúmina alteran la es-
En los últimos aJ1os se ha perfeccionado el conoci- tructura y funcionalidad de los proteoglucanos que se-
miento de los receptores cdulares para AGE, descritos cretan las células endotcliales y musculares lisas de
inicialmente en macrófagos y monocitos. Tras su interac- vasos de mayor calibre. Esto produce una disminución
ción, los macrófagos son estimulados para producir al- de la cantidad relativa y grado de sulfatación de los
gunos de los factores de crecimiento e interlcucinas antes proteoglucanos tipo heparán-sulfato, io que se asocia
citados. Estos receptores abundan allí donde la afecta- a un aumellto de la permeabilidad vascular que deja
ción microangiopática del diabético es más evidente'' " escapar moléculas como la albúmina. En <:studios ex-
perimentales, la matriz de· Lis células tratadas con AGL
Vía de la hexosamina ligados a alhúmina mostró una rnavor afinidad a mu
léculas lipoproreius de baja densidad (LDLc), lo que
La marta hipótesis sobre cómo la hiperglucemia redundaría en un ;iumenro de h captación por macró-
produce complicaciones crónicas en la diabetes es b fogos que también producen alteraciones en la matriz
más moderna y, b;1sicamente, es una forma de autorre- extracelular. Esta "\·ía lipídic1 '' habría que tenerb mLl\"
gular la captación y utilización de la glucosa en casos en cuenta en d desarrollo de la microangiopatía en el
de hiperglucemia. Ya dentro de la célula, la glucosa-6- diabfoco tipo 2 y tendría, probablemente, su expresión
fosfato se transforma en fructosa-6-fosfato, la cual, clínica inicial <:n la aparición de microalburninuria.
por acción de la fructosa-6-fosfaro aminotransferasa, En esta disfunción lipoproteica del diabético tipo 2,
se transforma en glucosamina-6-fosfato y ésta, tras va- el aumento de concentración plasm,-ítica de:: ACL y, en
222 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

especial, aquellos que derivan de la lipólisis intraabdo- del diabético, en donde las lesiones van a ir aparecien-
minal, da lugar a aumento del tamaño de las VLDL do en consonancia con la fase patogénica en la que se
que nacen con gran carga de triglicéridos. Esto reper- encuentre la complicación microvascular. En síntesis,
cutirá en el metabolismo de VLDL hacia LDL, dando podríamos decir que el proceso se inicia por el engro-
lugar a LDL pequeñas y densas, que son bien conoci- samiento de la membrana basal, pérdida de pericitos y
das como factores aterógenos. Además, la disminución progresión hacia un endotelio acelular, en donde van a
del catabolismo de las VLDL origina una disminución aparecer extravasación plasmática y microaneurismas,
de la concentración de HDL que se agrava por un au- para terminar con isquemia retiniana y proliferación
mento de su catabolismo. Pues bien, la presencia de es- del endotelio (neovasos), que poco a poco conducen a
tas lipoproteínas modificadas, junto con el estrés la amaurosis.
oxidativo antes comentado y otros factores como La hiperglucemia es el requisito fundamental para
edad, sexo masculino, tabaco, HTA y disminución de el desarrollo de RD. A partir de aquí, varias vías con-
la síntesis y liberación de NO entre otros, son pilares ducen a la aparición de lesiones, pero quizás las tres
etiopatogénicos fundamentales de lo que conocemos más importantes son: inadecuado control del flujo
como disfunción endotelial. La disfunción endotelial sanguíneo en la retina, acúmulo de sorbitol en las cé-
es la causa de aumento en plasma de moléculas de ad- lulas retinianas y aparición de AGE en el espacio ex-
hesión al endotelio, lo que genera conexiones de todo tracelular. Una vez que se pone en marcha la agresión,
tipo con la aterogénesis de grandes arterias, pero tam- su progresión da lugar a otros mecanismos mediados,
bién con la vasculopatía capilar6 • sobre todo, por factores de crecimiento, como el fac-
En definitiva, la microangiopatía tiene una patoge- tor de crecimiento tipo insulina (IGF-1) o el factor de
nia compleja, de la que hemos esbozado unas genera- crecimiento del endotelio vascular (VEGF).
lidades que pueden ayudar al lector a situarse en la Autorregulación del flujo hemático: la retina pre-
patogenia específica de las principales alteraciones mi- senta una autorregulación de su flujo vascular para
croangiopáticas de la DM: retinopatía, nefropatía y que éste sea constante en condiciones de normalidad,
neuropatía, pero también de otras, como la dermopa- De forma precoz, los capilares retinianos del diabético
tía o la afectación difusa del sistema nervioso central. sometido a hiperglucemia experimentan una disminu-
En la actualidad se están desarrollando estudios so- ción del flujo sin embargo, en estadios más avanzados
bre fármacos que inhiben específicamente los mecanis- ocurre un aumento del flujo. El NO es un factor rela-
mos patogénicos de la microangiopatía diabética. Así, el jante y vasodilatador. Su disminución podría ser el
tratamiento con aminoguanidina ha demostrado experi- principal, pero no único, efecto vasoconstrictor. La va-
mentalmente que reduce en un 80% el número de capi- soconstricción mantenida, junto con otras alteracio-
lares acelulares, la pérdida de pericitos e induce la nes, dará lugar a la aparición de isquemia retiniana y
disminución de la microalbuminuria, entre otras accio- su progresión a la aparición de microtrombosis y a la
nes. inhibidores de la aldosa-reductasa reducirán la for- expresión de factores angiogénicos que ponen en mar-
mación de sorbitol-fructosa, aunque algunos de ellos, cha el proceso de la neovascularización.
como sorbinil y tolrestat, han demostrado toxicidad y Acción patógena del sorbitol: el aumento de la con-
otros, como ponalrestat, escaso beneficio; se trabaja con centración intracelular de sorbitol hay que contem-
esperanza en este campo con flavonoides. El LY333531 plarlo no sólo en la génesis de la retinopatía, sino
reduce la actividad de la PKC de forma significativa. In- también en la degeneración del cristalino que conduce
hibidores de la fructosa-6-amidotransferasa también pa- a la catarata años después del comienzo de la diabetes.
recen ser efectivos en la disminución de la vía de la No obstante, en diabéticos jóvenes mal controlados,
hexosamina. Los fármacos antioxidantes o reguladores incluso al comienzo de su enfermedad, puede aparecer
del metabolismo lipídico, actuando a nivel de resistencia catarata "en copo de nieve" de rápida evolución, pero
a la insulina o disminuyendo el LDLc y los triglicéridos, también mediada por el aumento de sorbitol que pro-
también podrían ser beneficiosos para contrarrestar los duce la hiperglucemia.
mecanismos microangiopáticos antes aludidos. Respecto a la retinopatía, su participación no es-
tá clara, pero se ha relacionado al sorbitol con la
PATOGENIA DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA destrucción de células endoteliales y con un aumento
en el grosor de la membrana basal que experimental-
Como se expone en el capítulo 29 de este libro, la mente se ha visto como se reducía con el uso de inhi-
retinopatía diabética (RD) es una lesión producida por bidores de la aldosa-reductasa.
alteraciones microvasculares en la diabetes mellitus de Productos avanzados de glucosilación proteica
larga evolución y mal control metabólico. (AGE}: se implican tanto en la aparición de retinopatía
Como ocurre en otras complicaciones diabéticas, el como de catarata. En los capilares retinianos, los AGE
inicio de la complicación no se sigue de síntomas, de inducen cambios en la morfología y función de las pro-
ahí la necesidad de la exploración sistemática del ojo teínas que participan en el crecimiento de la matriz
Patogenia de la microangiopatía diabética ,.. 223

extracelular además, son capaces de generar moléculas IGF-1 reducen el grado de retinopatía como también
que inhiben la producción de NO induciendo isquemia. ocurre en diabéticos que sufren patología hipofisaria
Activación del sistema PKC: como ya es conocido, la con disminución del complejo GH-IGF-1. Por otro la-
PKC puede modular diferentes funciones vasculares, en- do, las concentraciones de VEGF en el humor vítreo
tre las que se encuentra la permeabilidad capilar, la repa- son proporcionales a la gravedad de la retinopatía.
ración endotelial o la expresión de señales que influyen Otro facror que se considera promoror de la angiogé-
en la aparición de factores de crecimiento o en la acción nesis retiniana es la eritropoyetina; adem<is, la eritro-
hormonal. se encuentran ac- tam bién esLÍ elevada en pacicmes con edema
tivas en la retina de diabéticos mal controlados>» corno macular en ausenci<l de El
!
consccucncia oc su un rnec1rn'->- factor de crecimienw
illieill" de'!
dos
carf)(}¡¡z(·"z:
este scmido. sc ha ckrnosrr,1du que· h PKC csrirnub L1 dc)critn un in1pnrt~1ntc cft.~cro ck,
de factores de crccirniem(' \·,1sctdar lilU\. L;1rhcJ11ii...:a c·n L1s altl'.L1L-i\Jl1l'S vasoacti\·as dl' la
en h corno el VECI-; CU\<\ tí~1. :\I pareccT la anh· a través de L·~rn1hlus vn
producción puede realizarse en diferrntcs células ornb- pl-L acti\·a el sistema de Li braclicinina, induciendo ~rn­
rcs como las células pigmentadas, pcriciros, células rnclo- mento de la permeabilidad y vasoespasrno. Su de
teliales, células glialcs, célula~ de Miillcr y célubs ;_1ctivicL1d en la iT1jcroangioparía diabética se ha con1p~1-
gangliónicas. Experimentalmente, se ha demostrado el rado al del VEGF v cuando actúan juntos se potencian.
importante papel de VEGF rn la neovascubrización de hzctorcs genéticos: como }'<l se ha comemado con
b retina del diabético. anterioridad, tenernos bastantes descripciones cientí-
También el IGF-l est<i relacionado con h prolifera- fic1s de l,1 influencia de determinadas mutaciones
ción endotclial, la migración celular v Li degradación de genéticas en la ap<Hici(ín de las alteraciones rnicru\'as-
la membrana basal /11 uitro. Adem<1s, clínicamente, SL' h,1 culares de h diabetes en su globalidad. Sin embargo,
visto regresión de la retinopatía diabética en pacientes toda vía 110 se ha llegado al conocimiento completo de
que ha sufrido ablación o necrosis de la hipófisis. Por el estas alteraciones. La homocigosidad para el polimor-
contrario, pacientes con alta GH e IGF-1 no presentan fismo Bgl II supone un incremento importante para re-
mayor neovascularización, por lo que deben influir otros tinopatía con una odds ratio de 3,4, pero genes como
factores. También experimentalmente se ha visto que con el de la óxido-nítrico sintetasa o el de la aldosa reduc-
inhibidores de IGF-1 se inhibe la neovascularízacíón. tasa, entre otros, tienen que ser considerados como
Estrés oxidativo: como ya se explicó anteriormente factores patogénicos de la retinopatía.
el estrés oxidativo es una de las principales causas de Factores étnicos: Harris et al. publicaron en 1999
disfunción endotelial. En la retina, a través de varias un trabajo en el que, tras seguir durante 4 años a una
vías, entre las que podría destacarse la presencia de población de pacientes diabéticos tipo 2, objetivaron
AGE inducida por aumento de ROS (reactive oxigen que la retinopatía aparecía 2,6 veces más en población
species), se ponen en marcha procesos oxidativos. Ade- negra que blanca, no pudiendo ser explicada esta dife-
más, los ROS participan también en la disfunción enclo- rencia por diferente control metabólico, HTA, etc. en-
telial induciendo mutaciones del ADN mitocondrial e tre las dos razas.
inhibiendo la vasodilatación por bloqueo del NO. En definitiva, una de las más graves complicaciones
Isquemia retiniana y microtrombosis. La disminu- del diabético, la retinopatía, está mediada en su apari-
ción progresiva de la vasodilatación capilar, el progre- ción por un proceso multifactorial (Figura 1) que pro-
sivo engrosamiento de la membrana basal y la duce isquemia retiniana y formación de neovasos
aparición de alteraciones hernorreológicas varias, co- como patología más significativa. En la actualidad,
mo la indefonnabilidad del hematíe o la mayor agrega- una gran cantidad de trabajos pone de manifiesto la
ción plaquetaria, entre otras, conducen a la aparición de complejidad de su patogenia y la esperanza de que. po-
microtrornbosis retinianas que originar<1n isquemia dis- siblemente, en un futuro no lejano se pueda controlar
tal al trombo, dando lugar, progresivamente a una reti- su aparición y evolución con fármacos inhihidores de
na isquémica. Junto a la isquemia \·a a aparecer una los factores patogénicos utilizados de forma precoz.
extravasación de plasma y la aparición de factores de
crecimiento, como IGF-l, PDGC FGF y VEGE Relación con otras formas de microangiopatía
Acción de los factores de crecimiento: los factores
de crecimiento antes aludidos, en especial, lGF-1 v La afectación rnicroangiopática es universal, aun-
VEGF son responsables del crecimiento de neovasos y que en la clínica determinados territorios, como los
de un aumento de la permeabilidad vascular. En mode- que estudiamos en este capítulo, retiniano, renal y neu-
los experimentales, los antagonistas del receptor de rológico, se manifiestan de forma más evidente. Como
224 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Hiperglucemia
NADP .....__ NADPH

Glioxal Producto
Diacilglicerol Glucosamina
Sorbitol y amadori
~--.--~ 'tNADH-NAD Metilglioxal
NAD

i
NADH Deixiglucosona
y
VLDL oxidadas
Fructosa LDL oxidadas
ROS

y
Disfunción UDP-N-acetil-
Estrés oxidativo AGE
endotelial glucosamina

Apoptosis Glucosilación Engrosamiento de Aumento de la Aumento de Isquemia Factores de


Otros
celular protéica membrana basal permeabilidad vasoconstricción hipoxia crecimiento

i
J Microangiopatía diabética j

Figura l. Mecanismos patogénicos de la microangiopatía diabética: incremento de la vía del sorbitol, aumento de ROS (es-
pecies reactivas de oxigeno), incremento de AGE (productos de glucosilación avanzada), aumento de actividad de PKC (pro-
teína cinasa C), estrés oxidativo, disfunción endotelial e incremento de la vía de la hexosamina con aumento de UDP-N-
acetil-glucosamina con sus relaciones en la glucosilación proteica, la producción de factores de crecimiento o de factores
trombogénicos, confluyen en la patogenia de la microangiopatía diabética, que tendrá mayor o menor expresión en función
de la presencia de determinados genes o de la raza del diabético, entre otros.

se puede derivar de la observación patogenética, la PATOGENIA DE LA NEFROPATÍA DIABÉTICA


mayoría de las alteraciones que se expresan en la rna-
croangiopatía se desarrollan en retina, riñón y nervios. Se produce nefropatía diabética en ambos tipos de
De esta forma los marcadores típicamente utilizados diabetes. El diabético tipo 1 precisa desde el diagnós-
en el rastreo de la afectación renal, corno rnicroalbu- tico, un periodo de tiempo de hiperglucemia crónica
rninuria (MAU), se correlacionan también con otras para que se manifiesten las primeras alteraciones de la
afectaciones. Clásico es el estudio de casi diez ai'ios de nefropatía. Sin embargo, en el diabético tipo 2 es po-
antigüedad, entre microalbuminuria y grado de retino- sible que, en el momento del diagnóstico, ya se encuen-
patía (R.O. Estacio et al. 1998) en el que se aprecia tre presente por el conocido periodo preclínico pero
también la influencia de genes y raza; entre 815 pa- hiperglucémico de estos pacientes. El desarrollo va a
cientes con DM tipo 2, la microalbuminuria f1w prE- coincidir en gran medida con el de b neuropatía y la re
dictor de retinopatía en la raza hispánica y no lo fue tinopatía; así que se citaremos hechos que debemos des-
en la raza caucásica, independientemente, en este caso, tacar. De nuevo, el control riguroso de la glucosa según
de la hiperglucemia y de la duración de la enfermedad. la terapia intensiva DCCT es muy importante, corno
Los pericitos retinianos y células endoteliales se van también la mal llamada "terapia agresiva" para los fac-
perdiendo en las primeras fases de la lesión de la retina, tores de riesgo (¿se debe llamar a la buena práctica clíni-
siendo las modificaciones de la membrana basal de la re- ca tratamiento agresivo o mejor será normalizador o
tina tan precoces como los cambios que podemos obser- estabilizador de factores de riesgo?) Así IECA y ARA II
var en el glomérulo, que también conducen a la apoptosis se convierten junto a estatinas e insulina, en un arsenal
de las células glomerulares y a la nefropatía diabética. terapéutico imprescindible para normalizar glucosa y
Patogenia de la mic:roangiopatía diabética ""º 225

HbA1c, presión arterial, colesterol y factores pro-infla- por los grupos de Seaquist y de Borch Johnsen hace al-
matorios y protrombóticos, que acelerarían el curso fa- gunos años. Algunos estudios muy importantes han de-
tal de la evolución de la nefropatía diabética. mostrado en la lesión microangiopática una agregación
Posiblemente, debamos destacar algunas diferencias familiar tanto en la DM tipo 1 como en la DM tipo 2.
en el proceso patogenético que expliquen el mecanismo, Los cromosomas afectados son: 39,69, 7p, 7q, 18q,
al menos erí parte, de la evolución de la microangiopatía 1Op y 22q' pudiéndose ya demostrar genes asociados al
diabética en el ri11ón. En primer lugar, el hecho diferen- desarrollo de la retinopatía y de la nefropatía en el dia-
cial de la hiperfiltración glornerular, cm·a dependencia de bético: a) gen de la aldosarreductasa; b) gen del óxido ní-
b hipertensión es ya que la misma ~rn- de los productos a\·anzados de h
gintcnsina II tiene afectos muv 1mportan- que codifican h angiott'noi1u:
q11l' acn'1a Sllbrl'
' 1
dcJ

\' a,!.!_rCSiOll \"13 confirmado 1r1Ctl)t..i(.JJ<;-


glucosibcil)n de h matriz en experirnci~is cncunrr;1r difLTl'I1CÍ3s c<.)n n11cT<J<1lt:ur111n11ri~1
"in \itro··. mediadas por b elevación ele b glucosa. Estu o c:n Li neuropatía establecida.
es común para otras complicaciones, pero, en este caso. esrndios epiduniológicos que est5n \ irn-
porqtH: la hiperglucernia t~nnbién induce activación de L1 do los prin1cros resultado son: c;okin 1) kicl--
proteína cinasa, que por otros caminos llega a contribuir ne\ clisease), FINEl (Familv i1westigation of 11ephropad1\
al incremento de la perrnc1bilichd a h albúmina en h ,rnd diabetes) v ED!C (Epidemiology of diabetes interven-
membrana basal (\·í~1 de expresión hiperanasa). tions and complications) reclutaron '1 diabéticos tipo l
La prorrenina, al unirst' a receptores específicos ti- (ce1Ya de 6.500 participantes) \. poblaciones con DM ti
tulan:s, promueve la adivación de mitógenos ligados a po 2 con fa111ili,1s con nefrnpatía diabética; los n:sultadm
proteínas cinasas; también las citocinas en su evoluti-- reforzaron el conocimiento sobl't' el importante papel de
va activación, los elementos profibróricos en general, la genética y otros factores de riesgo, en el desarrollo y
la inflamación y los factores de crecimiento vasculares evolución desde el inicio de la rnicroangiopatía.
pueden inducir de forma abigarrada pero letal para la
matriz, el desarrollo inicial y sostenido posteriormente PATOGENIA DE LA NEUROPATÍA DIABÉTICA
en el tiempo de nefropatía diabética. La hipergluce-
mia, en este caso, corno en la retinopatía, induce la ex- Para una lectura más extensa de la neuropatía dia-
presión de VEGF que es un mediador de la agresión bética remitimos al lector al capítulo 31, pero digamos
endotelial en la diabetes humana (Figura 1 ). aquí que además de la hiperglucemia, otros factores
de riesgo son ca paces de incrementar el desarrollo de
Otros factores de la microangiopatía renal neuropatía en el diabético, al menos, aumentando el
riesgo de padecerla-desarrollarla. Así la hipertrigliceri-
El factor beta (expresión de otro factor de creCJ- demia, hipertensión arterial, el tabaco y hasta el au-
rniento) es una citocina (TGF-beta), que se induce por mento del índice de masa corporal y la obesidad
la hiperglucernia en el glomérulo y afecta a proteínas podrían desempeñar un papel importante.
específicas de la matriz. En general, la alteración de la glucosa de una for-
La expresión de nefrina (proteína transmernbrana, ma crónica dará lugar a este tipo de alteración y pon-
expresada así mismo por los podocitos), también está drá en marcha los mecanismos patogenéticos que se
alterada en la nefropatía diabética. Los estudios sobre explican en la introducción de este capítulo, con la
sus mutaciones congénitas demuestran que se puede contrapartida de que la detección clínica precoz y el
modificar en algunas formas congénitas del síndrome tratamiento intensificado con insulina, conocido desde
ndrótico. En los diabéticos, frente a los controles no 1980, es capaz de mejorar-revertir la lesión dolorosa\-
diabéticos, la expresión de nefrina se encuentra dismi- abrir expectatiYas mediante control metabólico estable
nuida y confiere una característica en la evolución de hacia su remisión parcial o total.
la neuropatía del diabético. Según un análisis de la forma de presentación clínica
en el diabético, la polineuropatía simétrica distal, la for-
Factores genéticos en la nefropatía del diabético ma lll<-ÍS frecuente de afectación neuraL se identifica con
lo anteriormente expuesto en relación a la hiperglucemia
En la microangiopatía, todo no se explica por la hi- crónicamente elevada. En este principio hay evidencias
perglucemia, la edad y el tiempo de evolución de la dia- de que los procesos metabólicos desencadenantes de la
betes. Y es que, en la nefropatía diabética, la microangiopatía deben superponerse con fenómenos is-
susceptibilidad genética es fundamental, aspecto descrito quémicos, principalmente. demostrados en la DivI tipo 2.
226 ... " La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Los factores metabólicos se repiten universalmente dríguez J. Aspectos moleculares del daño tisular induci-
en el diabético como un trípode fatal: a) Acúmulo de sor- do por la hiperglucemia crónica. Gac Méd Méx 2004;
bitol, b) Incremento de productos avanzados de glucoxi- 140:437-47.
lación, y c) Aumento patológico del estrés oxidativo 11-1s. 6 Mohler E R, III. Endothelial dysfuntion. www.upto-
Estos mecanismos agresivos se comportan para la date.com 2008.
microangiopatía del nervio con similar intensidad, ha- 7 Giugliano D, Ceriello A, Paolisso G. Oxidative stress and
biendo sido sometidos, al igual que los isquémicos, a diabetic vascular complications. Diabetes Care 1996;
19:257-67.
diferentes opiniones o teorías en los últimos años. Tan-
8 Monnier V M, Sell D R, Dai Z, Nemet I, Collard F,
to los estudios en autopsias, como la demostración de
Zhang J. The role of Amadori products in the complica-
unos pequeños vasos de pacientes con polineuropatía, tions of diabetes. Ann N Y Acad Sci 2008; 1126:81-8.
con anatomía patológica coincidente con vasculitis y 9 Correa-Gianella M L, Vieira S M. Genetic susceptibility
lesiones focales en fibras sensoriales autonómicas, in- to microangiopathy development in type 1 diabetes mel-
tentan demostrar si es la lesión focal o por el contrario litus. Arq Bras Endocrino! Metabol 2008; 2:375-86.
es sistémica y por depósito de ciertas sustancias tóxi- 10 Gasser A, Forbes JM. Advanced glycation: implications
cas, como aquellas que reducen los niveles de trombo- in tissue damage and disease. Protein Pept Lett 2008;
modulina y de activador de plasminógeno en territorio 15:385-91.
microvascular de pacientes diabéticos. Todo esto re- 11 Estacio RO, McFarling E, Biggerstaff S, et al. Overt al-
fuerza la teoría de una alteración de los mecanismos buminuria predicts diabetic retinopathy in Hispanics
antitrombóticos a nivel del nervio. with NIDDM. Am J Kidney Dis 1998; 31:947.
En resumen, no es aventurado opinar que lo que 12 Hilgers KF, Veelken R. Type 2 Diabetic Nephropathy: nev-
sucede a nivel del nervio para la microangiopatía, es er too early to treat? J Am Soc Nephrol 1005; 16:574.
13 Maxhimer JB, Somenek M, Rao G. et al. Heparanase-1
que sean mecanismos mixtos y que unas alteraciones
gene expression and regulation by high glucose in renal
no excluyen a otras y la mayoría de las veces pueden
epithelial cells: a potential role in the pathogenesis of
manifestarse conjuntamente 16 - 19 • proteinuria in diabetic patients. Diabetes 2005; 54:2172.
Para concluir este capítulo, debemos añadir que al 14 De Vriese AS, Tilton RG, Elger M et al. Antibodies
igual que en otros territorios afectos de microangiopatía against vascular endothelial growth factor improve early
diabética, ya se ha descrito el fracaso de los mecanismos renal dysfunction in experimental diabetes. J Am Soc
que podrían reparar las fases precoces del daño en el ner- Nephrol 2001; 12:993.
vio y que ayudan a mantener el tono y la conducción20 • 15 Doublier S, Salvidio G, Lupia E et al. Nephrin expression
Así sugerimos al lector qu amplie su información so- is reduced in human diabetic nephropathy: evidence for
bre la neurotropina-3, IGF y vascular growth factor a distinct role for glycated albumin and angiotensin II.
(VGF). El factor del crecimiento nervioso (NGF), el Diabetes 2003; 52:1023.
brain-derived neurotrophic factor (ADNF) y como no, la 16 Vardali I, Baier IJ, Hanson RI, et al. Genes for suscepti-
misma insulina, que por su deficit de cantidad o acción, bility to diabetic nephropathy. In type 2 diabetes maps to
pone en marcha el daño nervioso, y posiblemente las eta- 18q23.3-23. Kidney Int 2002; 62:2176-83.
17 Araki S, Ng DP, Krolewski B, Wyrwicz , Rogus JJ, Canani
pas regenerativas de unas primeras formas de lesión 21 -22 •
L et al. Identification of a common risk haplotype for dia-
REFERENCIAS
l betic nephropathy at the protein kinase C-beta 1 (prkcbl)
gene locus. J Am Soc Nephrol 2003; 14:2015-24.
18 The Family Investigation of Nephropathy and Diabetes
1 Duh E J, Ajello Ll P. Basic pathobiology of the eye and Research Group et al. Genetic determinants of diabetic
its complications. In: Porte D Jr, Shervin R S, Baron A. nephropathy: the family investigation of nephropathy
Ellenberg & Rifkin' s Diabetes Mellitus (sixth edition). and diabetes (FIND) J Am Soc Nephrol 2003; 14(suppl.
New York, McGraw-Hill: 2003:653-121. 2):202-4.
2 He Z, Rask-Madsen Ch, King G L. Pathogenesis of Dia- 19 Mueller PW, Rogus JJ, Cleary PA, Zhao et al. Genetics of
betic microvascular complications. In. DeFronzo R A, Kidneys in Diabetes (GoKinD) Study : A genetics collec-
Ferrannini E, Keen H, Zimmett P. International textbook tion available for identifying genetic susceptibility fac-
of Diabetes Mellitus (third edition). John Wiley & Sons tors for diabetic nephropathy in type 1 diabetes. J Am
Ltd. NJ (USA). 2004:1135-59. Soc Nephrol 2006; 17:1782-90.
3 McCulloch D K. Glycemic and vascular complications in 20 Tesfaye S, Chaturvedi N, Eaton SE, et al. Vascular risk fac-
type l. www.uptodate.com 2008. tors and diabetic neuropathy. N Engl J Med 2005; 352:41.
4 Camejo G, Hurt-Camejo E, Olsson U, Bondjers G. Los 21 Ziegler D, Ametov A, Barinov A, et al. Oral treatment
efectos de los ácidos grasos no esterificados sobre la ma- with alpha-lipoic acid improves symptomatic diabetic
triz extracelular de las células vasculares podrían con- polyneuropathy: the SYDNEY 2 tria!. Diabetes Care
tribuir a una respuesta aterogénica. Cardiovascular risk 2006; 29:2365-70.
factor 2000; 9:45-53. 22 Stevens MJ, Feldman EL, Greene DA. The aetiology of
5 Díaz-Flores M, Baiza-Gutman LA, Ibáñez-Hernández M diabetic neuropathy: the combined roles of metabolic
A, Pascoe-Lira D, Guzmán-Greenfel A M, Kumate-Ro- and vascular defects. Diabet Med 1995; 12(7):566-79.
• lf .
1 1

atención primaria, en los que se incluv:i b


de im:ígenes de fondo de ojo. En el diseño de estos pro
Un:i de las complicaciunes de la diJhetes mellitus es gr;1111as se :iconseja incluir la utilización de retinúgra-
el desarrollo de alteraciones oculares. Entre ellas. la re fos no rnidri<iticos v de las aplicaciones inform<1ticas
tinopatía diabética (RD) L'S la ni;Ís 1mport:1nre, tanto 11eccs:iri:1s para permitir la coordinaci<.Jll entre los Ccn
por su prevalencia ulmo pnr el impon:rntc deterioro tros de Salud y los Servicios de Oftalmología de refc-
visual que conlkva. No obstante, otras akcuciom·s rL'IKÍa (Telcrnedicin;1). De esta manera, las im:ígencs de
oculares inducidas por la diabetes como son las altera- fondo de ojo captadas por los retinógrafos no rnidriá-
cicrnes de la superficie ocular, los cambios bruscos de ticos pueden enviarse a los especialistas, que, tras su
refracción, el desarrollo precoz de catarata, la papilitis valoración establecerán la pauta de revisiones o ele tra-
diabética o las alteraciones oculomororas también son tamiento que sea más aconsejable en cada caso.
comunes en estos pacientes.
Presentación clínica de la retinopatía diabética
RETINOPATÍA DIABÉTICA
Las lesiones iniciales de RD son producidas por alte-
En los países industrializados, la RD se ha conver- raciones microvasculares en la diabetes mellitus de lar-
tido en la principal causa de deficiencia visual y cegue- ga evolución. De forma esquem:ítica, las alteraciones
ra entre los 25 y 74 años de edad. Aproximadamente, iniciales que ocurren en la retina del diabético" son:
el 98% de las personas con diabetes juvenil y el 78°1<, "' Engrosamiento de la membrana basal, pérdida
de los día béticos adultos presentan algún tipo de reti- de pericitos y desaparición de células enclotelia-
nopatía en los primeros 15 años después del diagnós· les con formación de microaneurisrnas predo-
tico de la diabetes'. El síntoma principal del paciente minantemente en el lado venoso. Estas
con RD es la disminución progresiva de la agudeza vi- alteraciones implican, con frecuencia, la pérdi-
sual producida por el desarrollo de edema macular; no da de la barrera hernatorretiniana interna for-
obstante en los casos más avanzados de su RD se pue- mada por las uniones estrechas de las células
de producir una disminución brusca de la agudeza vi- endotelialcs con el consiguiente escape de plas-
sual por hemorragia vítrea o, con menor frecuencia, ma y sus componentes al espacio extracelular.
por desprendimiento de retina traccional. La presencia Proliferación endotelial y la oclusión en
de signos de RD no es sinónimo de déficit visual, ya el lado arterial, lo que provoca áreas ,k isque-
que el paciente puede desarrollar estadios :w:rnzados mia retiniana.
de la misma, permaneciendo asintom<itico (Figura 1l. Estas lesiones en grado progresinJ conforrnar:in
Por ello, la detección precoz es fundame11tal para evi- las manifestaciones clínicas de la RD.
tar que las lesiones oculares diagnosticadas en fases La RD se divide en:
avanzadas sean ya irreparables (Tabla 1). El diagnósti- " Retinopatía diabétic:i no proliferante (RDNP),
co de la RD se realiza mediante visuafo:ación del fon- cuando sólo hay cambios rnicrovasculares intra-
do de ojo, lo que hace prioritario la implantación de rctinia nos ( m icroa neurismas, perrnea bi l1dad
programas de asistencia oftalmológica del diabético en vascular, hemorragias íntrarretinianas, exudados
228 .. H La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Figura l. Fondo de ojo de paciente con RDP y sin afectación de su agudeza visual. Obsérvese el grueso penacho de neova-
sos en la zona superior derecha de la imagen, con extensas áreas de ausencia de perfusión en la periferia retiniana. Este pa-
ciente precisa panfotocoagulación de la retina con láser con carácter urgente, para intentar detener el progreso de su
retinopatía proliferativa.

duros, manchas algodonosas y anomalías vas- graves, como hemorragia vítrea, glaucoma neo-
culares retinianas). El número y extensión de es- vascular y desprendimiento de retina traccional.
tos signos determinarán la clasificación de la
RDNP en leve, moderada, grave o muy grave. Signos de la retinopatía diabética
Los términos RD grave o muy grave presentan
signos de oclusión vascular extensa y equivalen • Microaneurismas: es la primera alteración vas-
al término de RD preproliferativa de anteriores cular visible en la RD. No son patognomónicos
clasificaciones. de la RD, aunque si muy característicos. Son
• Retinopatía diabética proliferante (RDP), en la identificados por oftalmoscopia como pequeños
cual se forman sobre la retina nuevos vasos y te- puntos rojos, con un diámetro que oscila entre
jido fibroso. Esta fase de RD, sin un adecuado 15 y 135 µm y pueden localizarse en cualquier
control, evoluciona a complicaciones oculares parte del fondo de ojo aunque es más frecuente

Tabla l. Calendario de exploraciiones oftalmológicas

Grupo de pacientes Primera exploración recomendada Seguimiento

- Cada 2 años si el fondo de ojo es normal

Adultos y adolescentes a los 3-5 años del - Anual: si la lesión inicial RDNP leve.
DM tipo 1
diagnóstico de la diabetes - Si las lesiones son más graves, a establecer
por oftalmólogo

- Cada 2 años si el fondo de ojo es normal


Anual: si la lesión inicial RDNP leve.
DM tipo 2 En el momento del diagnóstico
- Si las lesiones son más graves a establecer
por oftalmólogo

Según el grado de afectación al inicio de la


Previo a la concepción y durante gestación
Embarazo y diabetes
el primer trimestre
Durante el primer año postparto
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento '0 229

Figura 2. Rcrinografía (a) y angiografía (b) ele un fondo de: ojo con RDNP. Obs(rn·sc en b de n:u
dados duros alrededor de la mácula y rnicroaneurismas. En Li 111&s rnicro;rnl'Urisrn;1s que'
la rctinogr3fía~ ya que aquellos inferiores a 1S prn no son ohscn·~1hl':"' por Lt>s exudados duros 110 nencu
ducción angiogrMica sólo cuando son grandes pueden producir una discreta sombra o'>cura 1cfccro L

observarlos en el polo posterior. Fundamental- cular sin embargo, su existencia 110 ['<HeC(' rela-
mente, se localizan en la capa nuclear interna y cionarse con el nesgo de progresú-rn de h RD.
en b red profunda de capilares retinianos. Histo· por lo que su preSl'llcia 110 inflll\'c como agr;1
lógicamente, son dilataciones saculares adelgaza· \<1llll' en h clasific1rní11 de la RD.
das de las paredes capilares con proliferación de :\'Ln1d1c1s c1l,!!,udo11us<1s: urnhién se dem)rnin<rn
células endoteliales. En muchos casos está com- exudados algodonosos y, aunque no es un térmi-
prometida la estabilidad de la barrera hematorre- no correcto puesto que no se trata de una verda--
tiniana interna, haciéndose permeables y siendo dera exudación, es un término aceptado. Son
la fuente principal de edema, exudados duros y pequeñas formaciones superficiales redondas u
hemorragias intrarretinianas (Figura 2). ovaladas, blancoamarillentas de límites mal defi-
• Hemorragias intrarretinianas: se producen por la nidos, discretamente elevadas. Traducen un infar-
ruptura de microaneurismas, capilares o vénulas. to isquémico focal de la capa de fibras nerviosas
Pueden aparecer en cualquier parte del fondo de producido por oclusión súbita de arteriolas preca-
ojo pero al igual que los microaneurismas, es más
frecuente observarlas en el polo posterior. Las he-
morragias profundas suelen ser redondeadas, de Tabla 2. Escala Internacional de gravedad de la RD
bordes irregulares y están localizadas en la capa
nuclear interna y plexiforme externa. Las hemo- Grado de afectación
rragias superficiales son alargadas o en forma de
Sin retin()patía aparente Sín signos de rctinoparía diabética
Jlama se localizan en la capa de fibras nerviosas.
La cantidad de rnicrohemorragias y de microa- no Sólo micoraneurismas
neurisrnas suele ser más frecuente en número y en
extensión, cuanto más elevado sea el grado de de 111icroancurísn1as y
RD, por lo que su número se utiliza para deter· otras lesiones pero en n1enor gra-
do que la RDNP grcwc
minar la clasificación de la RD (Tabla 2).
Exudados duros: se producen por la alteración no Presenci;1 de cu;1lquícra de los si-
sm signos de
de la permeabilidad vascular que produce acu- RD
mulación extracelular de lípidos y lipoproteínas :VLís de 20 111-
séricas en la capa plexiforme externa (capa de tr<.1 rrctinian;1s
Henle), aunque pueden ser más superficiales o ArV en 2 o n1,Í.s cuadrJ.ntcs
más profundos (subretinianos). Aparecen como ¡\\!IR en 1 o más cuadrantes
depósitos blancoamarillentos de límites irregu- Rctinop;u ÍJ di,1 h¿'t ic1 pro- Prt':-.Clh.:ia de· uno \) rn,1s de los si-
lifcr,rnrc µ_uicntc:-. h:1!b1:µ,os:
lares, de tamaí1o variable, desde puntiforrnes
(hgur«1 2) hasta grandes placas confluyentes \:;_'()\';1SCU Ja rll.1(Ít-H1
(Figura 3). Su localización en el ;irea macular se I lcmorr-1gu \·J¡n~a/prcrn:u,
i1L\l1,1.
asocia con el grado de intensidad del edema rna-
230 •• •' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

na por su pronóstico clínico destacamos las si-


guientes:
a) Anomalías microvasculares intrarretinianas
(AMIR): son alteraciones de la red capilar que
se reconocen por presentar calibre dilatado,
trayecto tortuoso y aspecto telangiectásico (Fi-
gura 5). Las AMIR pueden ser anormalmente
permeables a las proteínas plasmáticas y pre-
sentan fugas graduales de forma similar a co-
mo lo hacen algunos microaneurismas y, por
tanto, son fuente de edema retiniano. En algu-
nos casos se debe establecer el diagnóstico di-
ferencial con neovasos, ya que, en ocasiones,
su aspecto puede ser similar. La angiografía
fluoresceínica nos permite establecer este diag-
Figura 3. RD con edema macular intenso por el gran com- nóstico diferencial, ya que en los neovasos se
ponente exudativo en el polo posterior. observa una difusión más intensa de plasma
que en los AMIR.
pilares (Figura 4 ). La imagen clínica se debe al
edema de la capa de fibras nerviosas de la retina
y a la consecuente formación de cuerpos cistoides.
El color blanquecino de la lesión tiene relación
con el enlentecimiento o interrupción del flujo
axoplásmico en el área donde se ha producido la
isquemia. Las manchas algodonosas pueden re-
solverse en semanas o meses sin dejar huella en la
exploración oftalmoscópica. Al igual que los exu-
dados duros, su presencia se correlaciona débil-
mente con el desarrollo de retinopatía diabética
proliferante, por lo que su presencia no influye
como agravante en la clasificación de la RD.
• Anomalías vasculares: se asocian con amplias
áreas sin perfusión capilar e isquemia de la reti-

Figura 5. Imagen angiográfica que muestra una RD con


AMIR (círculo). Obsérvese el aspecto tortuoso de los vasos
que constituyen el AMIR. La ausencia o presencia de leve re-
zume de fluoresceína en la imagen angiográfica nos ayuda a
establecer el diagnóstico diferencial con los neovasos; en es-
te último caso, el escape de colorante es abundante.
b) Arrosariamiento venoso (ArV): son dilatacio-
nes irregulares de vénulas, alternando áreas de
estenosis con zonas de dilatación que tienen
apariencia de rosario. Su presencia se asocia
con una elevada probabilidad de progresión
hacia una RD proliferante (RDP).
El número de AMIR y de los Ar V pueden de-
terminar el grado de RD.
Consideramos importante insistir en que entre los
Figura 4. Fondo de ojo izquierdo con RPDNP. Se observan signos clínicos observados en el fondo de ojo en la RD,
abundantes microaneurismas (punta de fechas) y hemorra- la presencia de exudados duros o blandos no se relacio-
gias (flechas blancas), exudados duros (flecha negra) y man- na de forma significativa con el desarrollo de RD pero
chas algodonosas (asteriscos). sí el incremento de microaneurismas, hemorragias, ArV
230 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

na por su pronóstico clínico destacamos las si-


guientes:
a) Anomalías microvasculares intrarretinianas
(AMIR): son alteraciones de la red capilar que
se reconocen por presentar calibre dilatado,
trayecto tortuoso y aspecto telangiectásico (Fi-
gura 5). Las AMIR pueden ser anormalmente
permeables a las proteínas plasmáticas y pre-
sentan fugas graduales de forma similar a co-
mo lo hacen algunos microaneurismas y, por
tanto, son fuente de edema retiniano. En algu-
nos casos se debe establecer el diagnóstico di-
ferencial con neovasos, ya que, en ocasiones,
su aspecto puede ser similar. La angiografía
fluoresceínica nos permite establecer este diag-
Figura 3. RD con edema macular intenso por el gran com- nóstico diferencial, ya que en los neovasos se
ponente exudativo en el polo posterior. observa una difusión más intensa de plasma
que en los AMIR.
pilares (Figura 4 ). La imagen clínica se dehe al
edema de la ca1m Je fibras nerviosas de la retina
y a la consecuente formación de cuerpo~; Ú!itoides.
El color blanqueÓn<> de la lesión tient: rt:lnrión
con el enlentecimiento o iulerrupción del flujo
axoplásmico en el área donde se ha producido la
isquemia. Las manchas algodonosas pueden re-
solverse en semanas o meses sin dejar huella en la
exploración oftalmoscópica. Al igual que los exu-
dados duros, su presencia se correlaciona débil-
mente con el desarrollo de retinopatía diabética
proliferante, por lo que su presencia no influye
como agravante en la clasificación de la RD.
• Anomalías vasculares: se asocian con amplias
áreas sin perfusión capilar e isquemia de la reti-

Figura 5. Imagen angiográfica que muestra una RD con


AMIR (círculo). Obsérvese el aspecto tortuoso de los vasos
que constituyen el AMIR. La ausencia o presencia de leve re-
zume de fluoresceína en la imagen angiográfica nos ayuda a
establecer el diagnóstico diferencial con los neovasos; en es-
te último caso, el escape de colorante es abundante.

b) Arrosariamiento venoso (ArV): son dilatacio-


nes irregulares de vénulas, alternando áreas de
estenosis con zonas de dilatación que tienen
apariencia de rosario. Su presencia se asocia
con una elevada probabilidad de progresión
hacia una RD proliferante (RDP).
El número de AMIR y de los ArV pueden de-
terminar el grado de RD.
Consideramos importante insistir en que entre los
Figura 4. Fondo de ojo izquierdo con RPDNP. Se observan signos clínicos observados en el fondo de ojo en la RD,
abundantes microaneurismas (punta de fechas) y hemorra- la presencia de exudados duros o blandos no se relacio-
gias (flechas blancas), exudados duros (flecha negra) y man- na de forma significativa con el desarrollo de RD pero
chas algodonosas (asteriscos). sí el incremento de microaneurismas, hemorragias, ArV
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento ,,.. 231

y AMIR. De ellos, el ArV es el signo de mayor capaci- larización del iris (rubeosis de iris) y glaucoma neovas-
dad para predecir la aparición futura de una RDP. cular por obstrucción de la malla trabecular dificultan-
do el drenaje del humor acuoso. Además, en la retina,
Retinopatía diabética proliferante (RDP) la contracción del tejido fibroso asociado a la neovas-
cularización es la responsable del desarrollo de des-
Es una fase avanzada de la RD, cuyas consecuen- prendimiento de retina por tracción.
cias sin un tratamiento adecuado pueden llevar a la
pérdida del globo ocular. Se caracteriza por la apari- Edema macular
ción de neovascularízación en la cabeza del nervio óp-
tico o en la retina, acompañada de proliferación de Es la principal causa de disminución de la
ido fibroso para proveer soporte a los vasos sual en el paciente diabético, por lo que su
Esta de nuevos vasos se por la precoz y su tratamiento adecuado son
liberación de factores estimuladores de ang1ogénes1s ralentizar en ia medida de lo posible, la
como el Factor de crecimiento del endotelio pérdida de la visual. Puede aparecer en cuai
Endotelial Grozuth foctur-VEGF), en res- qmer de RD, pero su y
puesta a la isquemia retiniana. Estos nuevos vasos ca- incrementa en los grados de RD más grave (Figura
ne>cen de las uniones estrechas entre las células produce por un acúrnulo de fluido en el área macular
endoteliales que caracterizan la barrera hematorreti- que, clínicamente, se trnduce corno un engrosamiento
niana interna, por lo que exudan y presentan gran fa- la retina, que puede ser localizado (edema focal) o afec-
cilidad a la rotura. Cuando algún neovaso se rompe tar a toda la mácula (edema difuso). Su origen está en re-
produce hemorragias que según su localización serán lación con la presencia de rnicroaneurisrnas, capilares
prerretinianas (cuando la sangre queda atrapada entre anormalmente permeables y otras alteraciones microvas-
la retina y la hialoides posterior del vítreo) (Figura 7) culares intrarretinianas. Se conoce con el término de ede-
o vítreas (cuando atravies:i la hialoides posterior y pe- ma macular clínicamente significativo (EMCS) al
netra en cavidad vítrea). Las hemorragias prerretinia- engrosamiento retiniano o presencia de exudados duros
nas provocarán disminución de la visión si afectan al con engrosamiento retiniano adyacente que afecta al
área macular, mientras que las hemorragias vítreas en- centro de la mácula. Si es de reciente instauración, pue-
turbiarán el vítreo tanto más cuanto mayor sea la he- de ser reversible, con recuperación visual tras tratamien-
morragia, lo que conlleva a diferentes grados de to, pero cuando es crónico (Figura 8b), el líquido
disminución de la agudeza visual de forma brusca. acumulado da lugar a la formación de espacios quísticos
Sin tratamiento, los neovasos y el tejido fibroso rodeados por células de Müller. En este estadio se produ-
asociado se extenderán progresivamente también por cen cambios degenerativos en la retina con repercusiones
el segmento anterior del ojo, provocando la neovascu- funcionales irreversibles en la mayoría de los casos. Ac-

Figura 6. En (a) se observa una RD proliferante con neovasos papilares y edema macular clínicamente significativo con presencia
de microaneurismas, exudados duros y hemorragias. En (b), el mismo ojo meses después de haber sido panfotocoagulado v tra-
tado con l:íser focal el polo posterior. Se observa obliteración de las arterias temporales superior e inferior por la ernlución de su
RD :·cicatrices del láser por fuera del polo posterior. Los exudados duros han disminuido por el tratamiento focal y la prolifera-
ción ele neovasos papilares ha remitido, pero se aprecia tracción papilo-retiniana por el tejido glial que acompañaba a los ncm·a-
sos. La contracción de esta fibrosis produce, en este caso, levanr,1micnto de la vena temporal inferior de la retina.
232 ... 0 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Figura 7. Imágenes que muestran hemorragias prerretinianas producidas por RDP. La sangre queda atrapada entre la retina
y la hialoides posterior del vítreo.

tualmente, el desarrollo de nuevas técnicas de explora- llos en los que su estricto control ha demostrado influir
ción no invasivas, como la Tomografía de Coherencia positivamente en el retraso de la aparición de la RD o en
Óptica (OCT) ha supuesto una gran ayuda en el diag- estabilizar una RD ya establecida. Estos factores son:
nóstico y cuantificación del edema macular diabético, Control glucémico: Diversos estudios 7• 8 demuestran
por lo que los criterios de clasificación meramente oftal- que un control estricto manteniendo los niveles de he-
moscópica del edema macular establecidos en la actuali- moglobina glucosilada (HbAlc) inferiores al 7% redu-
dad tienden a caer en desuso. La OCT permite visualizar cen el riesgo de desarrollo y progresión de la retinopatía
la relación entre la retina y la hialoides posterior, detec- diabética, lo que clínicamente se traduce en mejorpro-
tando componentes traccionales vitreorretinianos, que nóstico visual y menor probabilidad de precisar trata-
pueden influir en la persistencia y gravedad del edema miento de laserterapia. No obstante, se ha observado
macular diabético. que el inicio de un estricto control glucémico puede es-
tar asociado con riesgo inicial de empeoramiento de la
Clasificación de la retinopatía diabética RD durante el primer año con un incremento de man-
chas algodonosasª. Este efecto, probablemente, repre-
La clasificación de RD que se utiliza como referencia sente el cierre de pequeños vasos sanguíneos de la retina
es la establecida por el Early Treatment Diabetic Retino- que estaban previamente comprometidos, debido a la
pathy Study (ETDRS) 3-5 • Está basada en el análisis de disminución de volumen plasmático que se produce tras
imágenes estereoscópicas del fondo de ojo con la pupila la corrección de la hiperglucemia. Este síntoma se logra
dilatada en 7 campos estándar. Esta clasificación es com- controlar en el tiempo y no provoca una pérdida de agu-
pleja por su rigurosidad y niveles de afectación que con- deza visual importante.
templa, lo que la hace poco práctica para su uso en la Hipertensión arterial (HTA): observaciones epide-
clínica diaria. Dada la necesidad de desarrollar una nue- miológicas sugieren que la HTA incrementa el riesgo y/o
va escala de gravedad de la RD, cuya utilización fuera progresión de la RD y del edema macular. En estudios
práctica y útil no sólo al oftalmólogo general sino tam- como el UKPDS 9 se ha demostrado que el control estric-
bién a endocrinólogos y a médicos de atención primaria, to de la presión arterial disminuye la probabilidad de
surge la "Escala Internacional de la Retinopatía Diabéti- progresión de la RD, así como el riesgo de deterioro vi-
ca" (Tabla 2), en el simposio denominado "Consenso so- sual y, a diferencia del control estricto de las glucemias,
bre la clasificación clínica internacional de la retinopatía no se asocia a efectos adversos. Actualmente, se reco-
diabética" en el que participaron oftalmólogos, endocri- mienda'º que la PA sea inferior a 130/80 en diabéticos
nólogos y epidemiólogos de dieciséis países expertos en adultos. Aunque a nivel experimental, la angiotensina II
la materia 5 • 6 • ha demostrado capacidad angiogénica y es capaz de in-
ducir el desarrollo de neovasos en la retina diabética, no
FACTORES DE RIESGO PARA LA PROGRESIÓN hay estudios concluyentes que demuestren que el uso de
DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA inhibidores de la enzima conversora de angiotensina
mejore el pronóstico de la RD.
Aunque son numerosos los factores que pueden in- Nivel de lípidos en sangre: en varios estudios se han
fluir en la progresión de la RD, comentaremos sólo aque- relacionado los niveles elevados de colesterol en sangre
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento 00 • 233

Figura 8. Fondo de ojo panfotocoagulado (a). En la imagen (b) detalle angiográfico de la mácula en la que se observa edema ma-
cular quístico. En (c) se observa OCT que muestra el engrosamiento del área macular por el edema entre las capas de la retina.

con un mayor grado de depósitos de exudados duros los controles de glucemia, la duración de la diabetes y la
en la RD asociados al edema macular y una relación presencia de HTA concomitante. Por esto, la mujer dia-
entre la gravedad de los exudados duros y el descenso bética debe intentar lograr un adecuado control de las
de la agudeza visual'". Además la gravedad de la RD glucemias y de la HTA si tiene previsto quedar embara-
está asociada con el incremento de triglicéridos y de li- zada, y hacer un control de fondo de ojo previo, al ini·-
poproteínas de baja densidad (LDL), e inversamente cio de la gestación, así como en el primer trimestre. El
asociada con lipoproteÍnJs de alta densidad (HDU. seguimiento oftalmológico durante el embarazo depen-
Los niveles de lípidos en sangre recomendados'" son: derá del grado de RD de base que presente la gestante.
LDL <100 mg/100 mi, triglicéridos <150 mg /lOOml,
HDL >40 mg/1 OOml en mujeres y HDL >50 mg/l 00 Diagnóstico de la retinopatía diabética
ml en hombres. Alcanzar estos niveles es importante
para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular Corno mencionarnos anteriormente, el diagnóstico
y de pérdida visual. de la RD es oftalmoscópíco, es decir, por \·aloración ck
Embarazo y retino¡wtia diabéti1«1: el ernbawzo estcí. las lesiones de RD mediante oftalmoscopio indirecto o
frecuentemente asociado con un empeoramiento de la utilizando la Limpara de hendidura con ayuda de len-
RD 12 • Se consideran factores de riesgo para la progresión tes que nos permitan ver el fondo de ojo. No obstan-
de la RD duranre el embarazo el grado de RD de base. te, otras técnicas pueden avudar a precisar el grado de
234 .. ., La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

RD y de edema macular, como son las fotografías del función visual o la gravedad de las lesiones retinianas
fondo de ojo, la angiografía fluoresceínica y la OCT. han supuesto un importante avance en el control de las
• Fotografías: permiten detectar detalles de la en- complicaciones oculares del paciente diabético.
fermedad que pudieran pasar inadvertidos, es-
pecialmente, en la RD inicial. También es de Fotocoagulación con láser
gran utilidad para documentar la progresión de
Se utilizan láseres de efecto térmico que provocan
la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Se
una desnaturalización de las proteínas, necrosis celular
aconseja tomar fotografías de los 7 campos cen-
y coagulación intravascular. Hay que diferenciar dos
trales del fondo del ojo, bien en imagen plana o
modalidades de fotocoagulación:
estereoscópica. • Tratamiento focal o en rejilla: se utiliza en ojos
• Angiografía con fluoresceína: consiste en inyectar
con edema macular clínicamente significativo
en la vena cubital del antebrazo un colorante
como tratamiento de las áreas de hiperpermea-
(fluoresceína sódica) y obtener fotografías seria- bilidad vascular alrededor de la mácula. El tra-
das. Permite valorar la vascularización de la reti- tamiento focal consiste en dar impactos de láser
na, la presencia de la rotura de las barreras aislados sobre los microaneurismas que produ-
hematorretinianas y la presencia de neovasculari- cen la exudación (Figura 10). El tratamiento en
zación. No está indicada como prueba de rutina rejilla consiste en aplicar los impactos de láser
en la RD o de exploración básica, ni para estable- alrededor de la mácula (Figura 11) y está indi-
cer el nivel de gravedad de la RD. Sus indicacio- cado cuando existe un edema macular difuso
nes actuales son: establecer las características del (Figura 8), en el que no se pueJe11 detectar los
edema macular para decidir su patrón de trata- puntos de e.x.uJat:iúu del plasma.
miento, determinar la extensión de las áreas de re- • Fotocoagulación panretiniana o panfotocoagu.,
tina no perfundidas, evaluar una pérdida visual lación: es el tratamiento de toda la retina con lá-
inexplicada y diferenciar AMIR de neovasos. ser, excepto el polo posterior y tiene su
• Tomografía de coherencia óptica (OCT): ofrece indicación en la RDNP grave y en la RDP. En-
imágenes de las estructuras oculares de alta re- tre los efectos secundarios de esta técnica se en-
solución(< 10 micras) en tiempo real, de modo cuentra la reducción del campo visual periférico
no invasivo y sin precisar contacto ocular. Su y una menor capacidad para la adaptación a la
funcionamiento está basado en la interferome- oscuridad, habiéndose observado también, en
tría de baja coherencia. Los rayos reflejados por muchos casos, un incremento del edema macu-
las estructuras oculares se analizan por un de- lar tras el tratamiento con la consiguiente dismi-
tector y el resultado se muestra en una escala de nución de la agudeza visual (Figural2).
color que representa zonas de diferente reflecti-
vidad. El resultado final es parecido al de un Cirugía vitreorretinana
corte histológico in vivo (Figura 9). En la RD
nos ayuda de forma muy importante al diagnós- La vitrectomía no es una alternativa a la fotocoagu-
tico y evolución de la maculopatía diabética. Su lación, sino un tratamiento complementario cuando la
principal limitación es la falta de transparencia fotocoagulación no va seguida de regresión de los neova-
de medios oculares (hemorragias vítreas, cata- sos o no se puede realizar el tratamiento con láser por la
ratas avanzadas, etc.). presencia de hemorragia vítrea. Otras indicaciones de la
vitrectomía en la RD es el tratamiento del edema macu-
TRATAMIENTO DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA lar diabético cuando existen tracciones vitreorretinianas
y en el desprendimiento de retina traccional.
Actualmente, la única actuación médica que ha de- Fármacos intravítreos para el tratamiento de la retino-
mostrado capacidad para prevenir la progresión de la patía diabética
RD es el control de la glucemia mediante un trata-
miento optimizado que consiga niveles de glucosa en Corticoides: son fármacos que utilizados por vía
sangre en el rango de la normalidad, junto con el con- intravítrea han demostrado ser eficaces en el trata-
trol de la presión arterial y de lípidos en sangre. Ade- miento del edema macular diabético. Su mecanismo de
más, el único tratamiento directo oftalmológico sobre acción está asociado con una disminución en la forma-
la RD de demostrada efectividad 13 es el empleo del lá- ción de citocinas y proteínas que incrementan la per-
ser para la fotocoagulación de la retina en los pacien- meabilidad vascular, como el VEGF. Los corticoides
tes con RD grave o RDP. Todo ello, junto con los que se utilizan en la RD son el acetónido de triamcino-
recientes avances en cirugía vitreorretiniana para el lona, la dexametasona y la fluocinolona.
tratamiento de las complicaciones de la RD y la utili- De ellos, el acetónido de triamcinolona es probable-
zación de fármacos intravítreos capaces de mejorar la mente el fármaco más utilizado y que cuenta con un
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento •• 235

Figura 9. Imágenes de OCT correspondientes al área macular. En a) se observa el aspecto de una mácula normal con la depresión
foveal. En b) Importante engrosamiento por edema macular diabético grave con formaciones quísticas entre las capas de la retina.

mayor número de ensayos clínicos. Se trata de un corti- Inhibidores del Factor de Crecimiento del Endotelio
coide de liberación lenta que reduce la inflamación e in- Vascular (anti-VEG.F}: el VEGF es un mediador de la in-
hibe la proliferación fibrovascular. En estudios recientes flamación del que se conoce su implicación en modelos
se ha comprobado la eficacia intravítrea de este fármaco animales de neovascularización del iris y de la retina. La
tanto en procesos inflamatorios oculares, como en la RD liberación de VEGF en la RD desencadenada como res-
y en las trombosis venosas de la retina desde 1 a 6 sema- puesta a la isquemia tisular conlleva la formación de ne-
nas tras su administración intravítrea. Es eficaz en la re- ovasos retinianos y al incremento de la permeabilidad
ducción del espesor retiniano en el edema macular vascular. Por este motirn, los inhibidores del VEGF por
diabético, mejorando la agudeza visual, utilizándolo co- vía intravítrea pueden representar una alternativa en el
mo tratamiento inicial o administrándolo en los casos re- tratamiento de b RD y el edema macular diabético. Ac-
fractarios al tratamiento con láser. Sin embargo, la alta tualmente, son tres los anti-VECF disponibles: pegapta-
incidencia de efectos adversos de los corticoides, co1-i10 nib, ranibizumab y bevacizumab. El pegaptanib
incremento ele presión intraocular y form:lción de cata- bloquea selectivamente la isoforma 165 del VEGF-A,
ratas, limitan su aplicación como tratamiento de la RD. mientras que ranibizumab y bevacizumab bloquean to-
Recientemente, se han desarrollado implantes in- das las isoformas del VECF-A., siendo ranibirnrnab una
travítreos que permiten la liberación lema y continua- molécula de menor tamaiio, por lo que podría difundir
da de corticoides, en concreto, de fluocinolona con más facilidad en el tejido retiniano tras su imccción
(Retiser(; Bausch&Lornb, Rochester, New York) v de intr<wítrea. Todos los tratamientos antiangiogénicos
dexarnetasona (Posurdex '; Allergan, Irving, Califor- han demostrado su eficacia en la reducción de la activi-
nia). Sin embargo, éstos tampoco est,1n exentos del dad nem·ascular y del edema retiniano en la RD y, ac-
riesgo de elevaciones de la presión inrraocu lar ,. del tualmente, es una irnporuntc arma terapéutica en los
desarrollo de cnaratas. procesos oculares asoci~1dos a neovascubrización e hi-
236 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

repetidas inyecciones intravítreas cada 4 ó 6 semanas;


esto supone un inconveniente en una enfermedad cróni-
ca como es la RD.
Nuevas perspectivas en el tratamiento de la RD: a pe-
sar de los tratamientos actuales para el tratamiento de la
RD, en un número importante de pacientes se produce
un deterioro inevitable de la agudeza visual a largo pla-
zo. Ello hace que la RD sea fuente de constante investi-
gación en busca de nuevas alternativas terapéuticas. Sólo
mencionaremos algunas de las líneas de investigación ac-
tuales más interesantes, ya que un análisis detallado de
todas ellas excedería el objetivo de este capítulo:
• Inhibidores de la proteína cinasa C (PKC): la
actividad de esta enzima de membrana produce
entre otros efectos un incremento de la permea-
bilidad vascular al estimular la síntesis de
VEGF, que es un importante mediador de la neo-
vascularización ocular en la isquemia. El efecto
Figura 10. Imagen angiográfica de una RD que muestra las sobre la progresión de la RD de sustancias inhi-
cicatrices producidas por un tratamiento focal con láser (fle-
bidoras de la PKC está siendo objeto de estudio.
chas). El tratamiento focal con láser pretende coagular los
El ruboxistaurin es un inhibidor de la PKC, que
microaneurismas y capilares que presentan alteración de la
permeabilidad a través de su pared vascular.
en varios ensayos clínicos demostrado buena to-
lerancia oral, reduciendo la pérdida de visión en
la RD. Sin embargo, no parece evitar la progre-
sión de la RPNP a formas proliferantes, por lo
que no reduce la necesidad de panretinofotoco-
agulación. Este fármaco está pendiente de
aprobación para su comercialización por la US
Food and Drug Administration (FDA).
La administración oral de PKC-412, otro inhibi-
dor de la PKC 13, es eficaz para reducir el edema
macular diabético y mejorar la agudeza visual.
Pero su administración oral presenta efectos se-
cundarios como diarrea, náuseas y vómitos junto
con toxicidad hepática. Ello hace necesario inves-
tigaciones más exhaustivas sobre la administra-
ción intravítrea de esta molécula, para evitar los
efectos sistémicos indeseables mencionados.
• ARN de interferencia (small interference ARN -
siARN): el bevasiranib es un siARN diseñado
para silenciar el gen que produce el VEGF. Se
Figura 11. Representación esquemática sobre un fondo de administra mediante inyección intravítrea. Las
ojo normal de una rejilla macular para el tratamiento del
investigaciones preliminares han demostrado la
edema macular diabético difuso.
efectividad de esta molécula bloqueando la sín-
tesis de VEGF. Actualmente, está pendiente del
perpermeabilidad vascular. No obstante, en la actuali- desarrollo y de los resultados de ensayos clíni-
dad, sólo pegaptanip y ranibizumab tienen indicación cos en fase III.
para el tratamiento ocular en la degeneración macular • Antagonistas de los receptores de hormonas del
asociada a la edad; pero ninguno de los anti-VEGF co- crecimiento: las hormonas del crecimiento y del
mercializados lo tiene para el tratamiento de la retino- factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-
patía diabética. Por lo tanto, los anti-VEGF son 1) son importantes reguladores de la angiogéne-
fármacos que deben utilizarse como uso compasivo en sis en la retina, por lo que la inhibición de su
el tratamiento de las manifestaciones de la RD. Además, acción podría tener efectos beneficiosos sobre la
se trata de moléculas capaces de bloquear sólo tempo- progresión de la RD, pero se precisan estudios
ralmente la actividad del VEGF, ya que su efecto dismi- que analicen realmente su efectividad en el tra-
nuye conforme se metaboliza la molécula, precisando tamiento de la RD.
Oftalrnopatía diabética. Clínica y tratamiento ·•• 237

,. Antiinflamatorios no esteroideos: los inhibidores demos ocasionar por la panfotocoagulación, como se ha


de la ciclooxigenasa y los derivados de las prosta- comentado anteriormente.
glandinas podrían reducir las alteraciones histoló-
gicas y metabólicas de la RD. No se han OTRAS MANIFESTACIONES OCULARES SECUN-
encontrado efectos protectores para la progresión DARIAS A LA DIABETES MELLITUS
de la RD en pacientes tratados con ácido acetilsa-
licílico, aunque se ha observado que su uso no in- Alteraciones de la superficie ocular en pacientes dia-
crementa el riesgo de sangrado vítreo en los béticos: la etiopatogenia de los trastornos de la superfi-
pacientes con RDP; por lo que no se contraindica cie ocular en la diabetes probablemente es de origen
si éste se indica por otras multifactorial. Los
rn2vores Unto COi1
acético), alteraciones en la capa lipídica corno de los e;,traro'
con potentes acuoso\' mucoso de la película 1\den1~1s. una de
matorias \.alta penetrabilidad en ei tejido ocular las aitcraciunes clínicas más comunes es la ,1lrcración del
por vía tópici, ha demostrado que que provoca
daí1o inducido por RD en animales de experimen- ,11-eas extensas de cornea!. La poc; adlw-
tación, reduciendo los niveles de marcadores in- rencia epitelial en los complejos de unión rnicrofibrilar
flamatorios corno la prostaglandina E2. del epitelio hacia la membrana basal y el estroma pare
lnhibidores de la aldolasL? reductasa: di;;:cr.sus ccn ser los responsables de esta alteración epitelial. Estas
estudios experimentales sugieren que el bloqueo alteraciones, junto a los cambios cualitativos en la com-
de esta enzima que facilita !a conversión de glu- posición de la película de lagrimas y de la sensibilidad
cosa a sorbitol podría ralentizar la progresión cornea] por neuropatía autonómica pueden ser determi-
de la RD. Sin embargo, los ensayos clínicos no nantes en la estabilidad de la capa de células epiteliak·c,
han demostrado la eficacia de este tratamiento. que conllevan epiteliopafri.
"' Inhibidorcs de productos dcriuados de la :.:,!11- Los pacientes con síntomas de ojo seco (scnsaci<'rn
cosllación: los niveles elevados de glucosa en de cuerpo extra11o, irritación ocular, escozor, dolor, la-
sangre conllevan la formación de productos de grimeo, fotofobia, blefarospasmo, visión borrosa, etc.)
glucosilación avanzada (Advanced Glycation deben ser tratados con lágrimas artificiales y lubrican-
end products - AGE). El uso de sustancias que tes tópicos, preferiblemente, sin conservantes, para
impiden la formación de estos productos, co- evitar la toxicidad que podría inducir su uso continuado.
mo la aminoguanidina, ha demostrado a nivel En los casos de afectación querática se aconseja valo-
experimental proteger el desarrollo de la rni- ración y tratamiento específico por el oftalmólogo.
croangiopatía día bética. Entre sus efectos ad- Cambios de refracción en los pacientes diabéticos:
versos se encuentra el desarrollo de anemia, los cambios en la glucemia del paciente diabético, espe-
por lo que su utilización debe ser sometida a cialmente, los cambios bruscos, son los responsables de
nuevos estudios. las refracciones variables del diabético por acumulación
"' Antioxidantes: la diabetes se asocia con un in- de sorbitol y desarrollo de edema en el cristalino.
cremento del estrés oxidativo responsa ble de Catarata en pacientes con retinofJatía diabética: la
cambios en la microcirculación, pero el benefi- clasificación de catarata en pacientes diabéticos sigue
cio del uso de ios antioxidantes en la RD preci- los mismos parámetros que las cataratas seniles; sin
sa de estudios que demuestren su eficacia. embargo, la prevalencia de las opacificaciones subcap-
En resumen, un paciente con RD que presente afec- sular posterior y corticales es mayor en este grupo de
tación macular que amenace o repercuta directamente en pacientes. La catarata típica, sobre todo, en el adulto
su agudeza YÍsual, independientemente del grado de RD joven con DM mal controlada es en copos de niew Y
que presente, puede requerir tratamiento macular con Lí- está caracterizada por opacidades subcapsulares blan-
ser (focal o rejilla para tratar los microaneurismas que co grisáceas, bilaterales, de desarrollo abrupto Y pro-
producen la exudación). Junto con este tratamiento pue- gresión rápida, aunque, actualmente, es poco
den estar indicados tratamientos inrravítreos (corticoides frecuente observarla. Un aspecto a tener en cuenta es
y/o anti-VEGF) o bien utilizar éstos si no ha habido me- la cirugía de la catarata senil en el paciente con RD no
joría de la maculopatía tras el tratamiento con láser. Por proliferante, ya que un 50% de los pacientes puede
otra parte, hay que valorar el grado de RD general del desarrollar edema macular clínicamente significativo
fondo de ojo, y si se trata de una RDNP grave o una tras la cirugía de la catarata o empeorar el edema ma-
RDP, la indicación es de fotocoagulación de toda la reti- cular previo a la cirugía. La administración de triam-
na. Previamente a la panfotocoagulación retiniana se cinolona intravítrea en el mismo momento de b
aconseja administrar corticoides o anti-angiogénicos in- cirugía parece mejorar los resultados obtenidos tras la
travítreos para minimizar la afectación macular que po- cirugía ele la catarata en pacientes diabéticos sin em-
238 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

bargo, carecemos de ensayos clínicos que establezcan III. Prevalence and risk of diabetic retinopathy when age
pautas para generalizar este tratamiento. at diagnosis is 30 or more years. Arch Ophthalmol 1984;
Papilopatía diabética: debe realizarse diagnóstico di- 102:527-32.
ferencial con el edema de papila por hipertensión intra- 2 Cunha-Vaz JC, Diabetic retinopathy. Human and ex-
craneral y con la neuropatía óptica anterior isquémica. perimental studies. Trans Ophthalmol Soc UK 1972;
Se consideró inicialmente como una entidad propia de 92:111-24.
la diabetes tipol, aunque es una patología también 3 Early Treatment Diabetic Retinopathy Study Group.
diagnosticada en diabetes tipo 2 15 • Se trata de un edema Fundus photographic risk factors for progression of dia-
agudo del nervio óptico unilateral o bilateral, con telan- betic retinopathy. ETDRS. Report nº 12. Ophthalmolo-
giectasias de disposición radial que cursa de forma asin- gy 1991; 98:823-83.
tomática o con leve pérdida de la función visual, a 4 Grading diabetic retinopathy from stereoscopic colour
menos que ésta se encuentre comprometida como con- fundus photographs an extension of the modified Airlie
secuencia de la RD. Aunque se considera que puede es- House classification. ETDRS report number 10. Early
tar desarrollada por fenómenos isquémicos, la Treatment Diabetic Retinopathy Study Group. Ophthal-
papilopatía diabética presenta diferencias con la neuro- mology 1991; 98:786-806.
patía óptica isquémica anterior no arterítica, como la 5 Bonafonte Royo S, García CH. Retinopatía Diabética.
ausencia de defecto pupilar aferente y la falta de altera- Madrid: Harcourt Brace de España SA; 1998.
ción de la visión cromática. Las alteraciones del campo 6 Wilkilson CP, Ferris FL, klein RE, Lee PP, Agardh CD,
visual en la papilopatía diabética son variables, pudien- Da vis M, Dills D, Kampik A, Pararajasegaram R, Verda-
do encontrar aumentos de tamaño de la mancha ciega, guer JT. Proposed interrnational clinical diabetic
escotomas arqueados y constricciones periféricas del retinopathy and diabetic macular edema disease severity
campo visual. El pronóstico es bueno y la recuperación scales. Ophthalmology 2003; 110:1677-82.
oscila de 1 a 5 meses, tras la cual, el nervio óptico pue- 7 The Diabetes Control and Complications Tria! Research
de exhibir una atrofia óptica de grado variable. Group. The effect of intensive diabetes treatment on the
Oftalmoplejia diabética: la diabetes es un factor de development and progression of long term complications
riesgo para sufrir una paresia o parálisis oculomotora. in insulin-dependent diabetes mellitus. N Engl J Med
Su incidencia está relacionada con el grado.de control 1993; 329:977-86.
metabólico de la glucosa. La alteración del VI par cra- 8 UK Prospective Diabet~s Study Group. Effect of inten-
neal (nervio oculomotor externo) que inerva el múscu- sive blood-glucose control with sulphonylureas or in-
lo recto externo es la más frecuente, seguida de las sulin compared with conventional treatment and risk if
alteraciones del III par craneal (nervio oculomotor co- complications in patients with type 2 diabetes (UKPDS
mún) que inerva el músculo recto superior, recto inter- 33). Lancet 1988; 352:837-53.
no, recto inferior, oblicuo inferior y elevador del 9 Tight blood pressure control and risk of macrovascular
párpado superior y la <le! IV par craneal (nervio paté- · ·· and microvascular complications in type 2 diabetes:
tico) que inerva el músculo oblicuo superior. Es impor- UKPDS 38. UK Prospective Diabetes Study Group. Br
tante recordar que la afectación del III par por Med] 1998; 317:703-13.
diabetes cursa con pupila indemne, ya que las fibras 10 Standard of Medica! Care in Diabetes-2007. American
parasimpáticas viajan por fuera del tercer par y no Diabetes Association. Diabetes Care: Jane 2007; 30, Pro-
suelen afectarse por isquemia. El síntoma principal Quest Medica! Library Pg.S4.
que presentará el paciente ante una afectación oculo- 11 Klein BEK, Moss SE, Klein R, Surawicz TS: The Wiscon-
motora será la diplopía. Se deben intentar controlar sin Epidemiologic Study of Diabetic Retinopathy XII.
adecuadamente las glucemias y su estado cardiovascu- Relationship of serum cholesterol to retinopathy and
lar. Generalmente, son autolimitadas y suelen revertir hard exudares. Ophthalmology 1991; 98:1261-65.
en los primeros 6 meses, pero puede estar aconsejado 12 Diabetes Control and Complications Tria! Research
el tratamiento con toxina botulínica del músculo anta- Group. Effects of pregnancy on microvascular complica-
gonista al parético para evitar contracturas. En el caso tions in the diabetes control and complications trial. Di-
de que una parálisis no revierta o si hay evidencia de abetes Care 2000; 23:1084-91.
focalidad neurológica central estarán indicadas prue- 13 Early Treatment Diabetic Retinopathy Study Research
bas de imagen para descartar otras patologías. Group. ETDRS Report nº 9. Early photocoagulation for
diabetic retinopathy. Ophthalmology 1991; 98:766-85.
14 Cousen P, Cackett P, Bennett H, Ken S, Bal D. Tear pro-
REFERENCIAS duction and cornea! sensitivity in diabetes. Journal of Di-
abetes and its complications 2007; 21:371-3.
1 Klein R, Klein BE, Moss SE, Da vis MD, DeMets DL: The 15 Barrater Z, Alacali N; Bayraktar S. Diabetic papillopa-
Wisconsin Epidemiologic Study of Diabetic Retinopathy thy in type II diabetic patients. Retina 2002; 22:752-8.
•• 11 11 11!

1 e1

n rra

lNTRODUCCIÓN orina, anomalía que se denomina rnicroalburninuria, y


que representa, a su vez, una clave para el diagnóstico
La nefropatía diabética (ND i es una complicación de la ND. Esta fase evoh1tiq también es conocida co-
microvascular que aparece en pacientes con diabetes rno nefropatía incipiente. La microalbuminuria habi-
mellitus, definida por un aumento en la excreción uri- rualrnente auccc 5-15 a11os después dl'I diagnóstico de
naria de albúmina y un deterioro progresivo de la tasa la diabetes mellitus de tipo l. En esta fase microalbu-
de filtración glomerular (TFG). También es conocida minúrica de la historia natural de la ND, si no se in-
como enfermedad de Kimmelstiel-Wilson. La ND es terviene, aumenta la excreción urinaria de albúmina a
un marcador de lesión tisular cuya importancia viene una tasa de un 10-20% por año, hasta que se desarro-
dada porque constituye la principal causa de insufi- lla la fase de nefropatía clínica, también conocida co-
ciencia renal en el mundo occidental y la principal cau- mo albuminuria clínica o macroalbuminuria, a lo
sa de muerte en pacientes con diabetes tipo 1. Hoy se largo de un periodo de 10 a 15 años, con un máximo
ha demostrado, además, que es un factor que aumen- en la incidencia a los 17 años después del diagnóstico
ta el riesgo cardiovascular y su mera presencia incre- de diabetes de tipo l. Un 25 a 45% de los pacientes
menta tanto los costes de atención al paciente con diabetes de tipo 1 con microalbuminuria des-
diabético como la duración y el gasto derivado de la arrollan macroalbuminuria y sólo después de ésta
hospitalización. Desde un punto de vista histopatoló- desciende la tasa de filtración glomerular pudiendo
gico, presenta un incremento en el grosor de la mem- aparecer, potencialmente, una enfermedad renal en
brana basal glomcrular, expansión del tejido de sostén estadio terminal. La hipertensión arterial se desarro-
glomerular (mesangio), hialinosis glomerular y cam- lla al principio de la fase microalbuminúrica o en la
bios fibróticos en las arteriolas aferentes y eferentes fase de transición de ésta hasta la macroalbuminuria.
glomerulares. Alrededor de un 20-40%, de los pacien- Una vez desarrollada la fase de nefropatía clínica, si
tes con diabetes mellitus de tipo 1y2 desarrollan ND;. no se interviene terapéuticamente, se va reduciendo
Debido a un incremento en la incidencia de diabetes y de forma progresiva la TFG, basta que, finalmente,
a la mayor supervivencia de los pacientes, la prevalen- se desarrolla una insuficiencia renal crónica. La pro-
cia e incidencia de nefropatía diabética aumentan en la gresión hasta la fase de enfermedad renal en estadio
actualidad. terminal es mucho más común en los pacientes con
diabetes de tipo l, un 80°/., a los 20 años, que en
CLÍNICA aquellos con diabetes de tipo 2', si bien esta noción
hoy día es cuestionada. La insuficiencia renal en es-
Desde el desarrollo de la diabetes hasta el inicio de tadio terminal se desarrolla en un 50':\'~, ele los pacien-
las complicaciones vasculares y, concretamente, de la tes con diabetes tipo 1 con nefropatía clínica en un
nefropatía, transcurren varios ai1os. Inicialmente, solo plazo de alrededor de 1O años después del comienzo
hay cambios funcionales renales, como aumento de la ele la albuminuria' y en más de un 75% a los 20
TFG y aumento del tamai'ío de los riñones. La prime- a11os 1 • La duración de la diabetes antes del desarrollo
ra evidencia clínica de nefropatía es la presencia ele de ND es inferior en la diabetes de tipo 1 que en la
cantidades anormalmente elevadas de albúmina en de tipo 2'.
240 •••, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Hay varias diferencias clínicas entre la nefropatía sis acelerada aumenta la prevalencia de enfermedad
en pacientes con diabetes tipo 1 y en pacientes con dia- coronaria, insuficiencia cardíaca, accidentes vasculares
betes tipo 2 (Tabla 1). cerebrales y arteriopatía distal4.
La nefropatía diabética no sólo se manifiesta clíni- La microalbuminuria aumenta el riesgo cardio-
camente por un incremento en la excreción urinaria de vascular en 2 a 4 veces. A medida que aumentan los
albúmina sino también por un descenso progresivo de estadios de enfermedad renal crónica, aumenta el
la TFG. La TFG es el mejor test para medir la función grado de riesgo cardiovascular, que es de 10 a 50 ve-
renaP y puede ser estimada utilizando un calculador ces superior en el estadio 5 y de 20 a 1.000 veces su-
(www.kidney.org/professionals/kdoqi/gfr_calculator.cf perior en el estadio de enfermedad renal terminal en
m) o bien la siguiente fórmula de Cockroft-Gault3 : comparación con personas sin enfermedad renal cró-
TFG = [(140-edad en años) x (peso en kilogramos)] nica4. Hoy en día es más probable que los individuos
dividido por creatinina sérica en mg/dl para varones. con enfermedad renal crónica fallezcan debido a una
El resultado de estas operaciones se multiplica en el ca- enfermedad cardiovascular que desarrollen una insu-
so de mujeres por 0,85. La clasificación de la nefropa- ficiencia renal 4 •
tía según la Nacional Kidney Foundation se presenta
en la Tabla 2. Posteriormente, en el apartado de eva- Osteodistrofia renal
luación se detallan las características de cada uno de
los estadios. Clásicamente se ha considerado que comprende un
conjunto de manifestaciones bioquímicas y óseas origi-
COMPLICACIONES DE LA NEFROPATÍA DIA- nadas por el deterioro de la función renal. Como se ha
BÉTICA señalado más arriba, la alteración del producto Ca x P
sérico hoy debe interpretarse como un factor patogénico
Enfermedad cardiovascular de la calcificación arterial y, por consiguiente, contribu-
yente a la aterosclerosis y a sus complicaciones4 • La re-
La enfermedad cardiovascular es una complicación ducción de la síntesis renal del metabolito activo de la
frecuente de la enfermedad renal. La diabetes mellitus vitamina D 1,25-hidroxi-vitamina DJ (calcitriol) da lu-
y otras enfermedades asociadas que forman parte del gar a una disminución en la absorción intestinal de cal-
denominado síndrome metabólico, que incluye hiper- cio, un descenso del calcio iónico y el correspondiente
tensión arterial, obesidad y dislipemia, no sólo contri- estímulo para la secreción excesiva de paratohormona,
buyen a un deterioro de la función renal, sino que qué, a su vez, aumenta la reabsorción ósea. El descenso
representan importantes factores de riesgo para el des- de la función renal promueve una hiperfosforemia, que,
arrollo de la disfunción endotelial y la progresión de la a su vez, reduce la síntesis de calcitriol inhibiendo la ac-
aterosclerosis. El sistema renina-angiotensina-aldoste- tividad de la enzima que lo sintetiza, la la-hidroxilasa.
rona está activado frecuentemente en la insuficiencia El incremento del producto calcio-fósforo favorece adi-
renal crónica, lo que, probablemente, contribuye a un cionalmente la calcificación tisular y vascular, incremen-
aumento en la producción de especies de oxígeno reac- tando aun más el riesgo de accidente vascular4• En
tivo y a una aceleración de la aterosclerosis. Promoto- estadios 4 y 5 de nefropatía (Tabla 2) es decir; en la in-
res de la calcificación como el producto calcemia por suficiencia renal crónica, existe una incapacidad para
fosforemia y metabolitos de la vitamina D, junto con sintetizar cantidades adecuadas de calcitriol5.
inhibidores de la calcificación, también contribuyen a Las manifestaciones clínicas específicas incluyen sín-
la calcificación de las capas arteriales. La aterosclero- tomas como dolores, deformidades y fracturas, diversos

Tabla 1. Diferencias en la nefropatía diabética (ND) entre pacientes con diabetes mellitus de tipo 1 y 2

Características Diabetes tipo 1 Diabetes tipo 2

Prevalencia 15-40% 5-20%


Duración de la DM antes de ND más larga más corra
Progresión hasta ND terminal más común menos frecuente
Tasación de albuminuria al diagnóstico no necesariamente sí
Proteinuria de origen no diabético en un 10% en un 30%
Anomalías histológicas añadidas'· menos probables más probables
Incidencia de ND terminal menos frecuente más frecuente

~, Por envejecimiento
Nefropatía diabética. Clínica y tratamiento ··*" 241

Tabla 2. Estadios de nefropatía según la Natíonal Kidney Foundation 3

ck reabsorcirm 11. un cÍcc,- ~· rcduc. ' el cok''.)tcrul urndu Lt'.'i


ccnso ele la densidad rninnal <·isc~1. condicionando ostc de aira densidad i l lD L i que es un importante·
openia u osteoporosis, 1· un incremento consecutivo en el agente antioxidante y protector endotclial a c1tuc1-
riesgo de fracturas óseas. suele encon- 11as prrnnflamatorias. La enfcrmeddd renal también ele-
rrarsc hipcrfosfore1nia y auincnto en L1 cnnccnrr(1ción s(:- va h ¡-1roducción de lipoproteínas de baja densidad
rica de paratohorrnona i11tacta. El hiperparatiroidisrno (LDL) \',en consecuencia, los niveles de colesterol, de las
secundario en estos pacientes. generalmente, es de brga lipoproteínas de mm baja drnsiclad (VLDL) y de las LDL
duración y es más grave en cuamo ;1 sus 111;rnifcsr;1cio11cs pcquó1as/densas, con mayor capacidad aterogénica.
que en la mavoría de casos de hiperparatiroidismo pri- L1 b;1sc fisiopatol(igic1 de estos trastornos lipídi-
mario no debidos ;1 circino111;1s paratiroideos. h•c:ntual- cos posihlcmenre sca mulrifoctorial, incluyendo la re-
mente, el estímulo de bs paratiroides puede cnllucionar sistencia ;1 la insulina y un aumento en la síntesis
hacia un trastorno de h1persecreción de paratohormona lu:pJ.rica de proteínas, reacriva a su pérdida urinaria e
asociado con hipercalcemia, es decir, a un hiperparatiroi- hipoalbuminemia. Una disminución de la lipólisis, de-
dismo terciario, en el que el trastorno de la glándula pa- bida a un descenso de la actividad de la enzima lipo-
sa de ser funcional a orgánico. proteínlipasa, reduce el aclaramiento de quilomicrones
y VLDL, aumentando así la concentración de triglicé-
Dislipemia de la nefropatía diabética ridos y reduciendo la de HDL. La proteinuria con la
correspondiente hipoalbuminemia produce una regu-
La enfermedad renal produce múltiples efectos sobre lación al alza de la enzima hidroximetilglutaril-CoA
los lípidos y lipoproteínas circulantes. Aumenta los nivc- reductasa, dando lugar a una hipercolesterolemia.

EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO

Puesto que la detección de microalbuminuria es un


elemento clave para el diagnóstico de la nefropatía dia-
bética, en el proceso de evaluación, una tarea básica,
aunque no la única, es cuantificarla. Hay varias técnicas
para hacerlo: obteniendo una muestra de orina al azar y
calculando la albuminuria en µg/mg de creatinina o re-
cogiendo orina de 24 horas y expresando los resultados
en miligramos excretados de albúmina por día. Aunque
el procedimiento de referencia o estándar en trabajos ele
investigación suele ser la determinación de la albúmina
en orina de 24 horas', el método recomendado en la ac-
tualidad, por razones de coste y conveniencia, es h reco-
gida de la muestra de orina al azar'-. En el primer caso,
la normalidad viene definida por valores inferiores a 30
Figura l. Cambios radiológicos en un paciente con hipcrpa- pg/rng de creatinina; la microalbuminuria, por cifras
ratiroidisrno secundario a insuficiencia renal crónica. Acro- comprendidas entre 30 y 299 pg/rng de creatinina y la
osteolísis en falange distal del primn dedo. Reabsorción rnacroalbuminuria o albuminuria clínica, por valores
subperióstica intensa en falange media de los dedos 2 \..i de iguales o superiores a 300 pg/mg de creatinina. Cuanti-
la mano e imágenes de qu1stc:s óseos en varias falanges. ficando la excreción diaria ele albúmina, la normalidad
242 .. & • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

se define por cifras inferiores a 30 mg/24, la microalbu- En la Tabla 2 se presentan los posibles resultados
minuria por valores entre 30 y 299 mg/24 y la macroal- de la estimación de la TFG y los 5 estadios de nefro-
buminuria o albuminuria por concentraciones iguales o patía según la clasificación de la Nacional Kidney
superiores a 300 mg/24 horas. Foundation3 • La normalidad es una tasa superior a 90
Debido a la variabilidad y a las múltiples influen- ml/min/1,73 m2 de superficie corporal. El estadio 1 in-
cias que existen sobre la excreción urinaria de albúmi- cluye pacientes con alguna forma de enfermedad renal,
na, antes de establecer un diagnostico de nefropatía bien sea micro o macroalbuminuria, hematuria, ano-
diabética es preciso demostrar la presencia de norma- malías en el sedimento urinario o en la ecografía que
lidad o anormalidad al menos en 2 o 3 mediciones se- persistan más de 3 meses, asociadas con una TFG nor-
paradas por intervalos de 3 a 6 meses. Además, es mal o elevada. El estadio 2 clasifica a pacientes con al-
preciso haber tratado o excluido posibles factores que guna forma de lesión renal, por ejemplo, una
falseen el diagnóstico, como hipertensión arterial no microalbuminuria persistente, pero asociada ya a una
controlada, fiebre aguda, insuficiencia cardíaca con- disminución de la TFG. Los estadios 3 a 5 se estable-
gestiva, mal control glucémico de la diabetes, infección cen en base a la TFG independientemente de si hay o
urinaria, ejercicio físico realizado en las 24 horas pre- no evidencias de lesión renaP. La TFG inferior a 60
vias al análisis y hematuria 1• ml/min/l,73 m2 de superficie corporal define la exis-
Para el cribado del trastorno bioquímico, es decir, tencia de una insuficiencia renal. La denominada en-
para la identificación de la microalbuminuria en perso- fermedad renal en estadio terminal viene definida por
nas cuya posible presencia es desconocida, se recomien- la necesidad de tratamiento sustitutivo de la función o
da la evaluación en pacientes con diabetes de tipo 1 con del órgano renal, mediante la diálisis o el trasplante.
una duración de la diabetes de al menos 5 años y en to- La detección de una anemia (Hb < 13 g/dl) es tam-
dos los pacientes con diabetes de tipo 2 en el momento bién importante por el significado funcional renal que
del diagnóstico\ teniendo en cuenta que en éstos la dia- conlleva, indicando un defecto en la secreción de eri-
betes puede estar presente años antes de que se diagnos- tropoyetina, por su significado fisiopatológico en la
tique y, por consiguiente, ya existir albuminuria desde medida que puede suponer una sobrecarga funcional
antes del diagnóstico. La proteinuria de origen no dia- cardíaca, porque constituye un factor de progresión de
bético puede aparecer en un 10% de los pacientes con la nefropatía y por sus implicaciones terapéuticas.
diabetes de tipo 1 y en un 30% de los pacientes con dia- La medición de las concentraciones de calcemia
betes de tipo 2 2 • Si la albuminuria es negativa, se reco- (normal: 8,5-10 mg/dl), fosforemia (normal: 3-4.5
mienda repetir la determinación al cabo de un año 1• mg/dl), paratohormona intacta (normal: < 60 pg/ml)
La evaluación del paciente no se limita a medir la sirve para identificar posibles complicaciones de la
albuminuria, puesto que conlleva adicionalmente el nefropatía diabética. También se recomienda evaluar
análisis de la creatinina, hemograma, ionograma, cal- los niveles séricos de 25 hidroxivitamina DJ (normal
cemia, fosforemia, paratohormona intacta, 25 hidro- <30 ng/ml), que reflejan la depleción o repleción de
xivitamina DJ y perfil lipídico, para realizar una vitamina D.
evaluación integral del paciente con. nefropatía, junto La determinación del perfil lipídico debe conllevar
con la evaluación del grado de control glucémico. la medición de los niveles séricos de colesterol total,
Un paciente puede tener una excreción urinaria de triglicéridos, cLDL y cHDL, cuyos valores deseables
albúmina normal y, en cambio, ser portador de nefro- en un paciente diabético son definidos más adelante.
patía desde el momento en que está alterada la tasa de Es obvio que, junto con esta evaluación analítica
filtración glomerular o presente otros marcadores bio- de la nefropatía y de sus enfermedades coexistentes y
químicos, de imagen o histológicos, propios de la ne- complicaciones, puede ser preciso realizar otro tipo de
fropatía. Una proporción importante (30%) de pruebas de imagen para detectar anomalías estructura-
pacientes con diabetes y con una TFG inferior a 60 les renales o, raramente, biopsia renal.
ml/min/1,73 m2 de superficie corporal no tienen albu-
minuria patológica, lo que permite señalar que esta DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
población quedaría sin diagnosticar de enfermedad re-
nal crónica si solo se mide la excreción urinaria de al- La microalbuminuria no es un signo bioquímico
búmina. Puede haber descensos importantes de la TFG exclusivo de la nefropatía diabética y puede estar
en pacientes con diabetes de tipo 1 y 2 no acompaña- presente en otras condiciones o enfermedades. Como
dos de albuminuria 3 • Por consiguiente, junto a la tasa- norma general, puede sospecharse la posibilidad de
ción de la albúmina es preciso calcular la tasa de que la albuminuria no sea consecuencia de una dia-
filtrado glomerular midiendo la creatinina sérica. La betes si no hay hipertensión arterial coexistente y/o
creatinina aislada no debe ser usada para conocer la retinopatía diabética, y en casos de descenso rápido
función renal por depender de múltiples factores, co- de la TFG, enfermedad renal avanzada o sedimento
mo la masa muscular, sexo, edad y raza. urinario anormal 6 •
Nefropatía diabética, Clínica y tratamiento u 243

La microalbuminuria también puede estar presente Tabla 3. Objetivos deseables en el tratamiento del pa-
en otras enfermedades renales. El diagnóstico diferencial
general se establece mediante la historia clínica, explora-
ción, estudio analítico y pruebas de imagen renal. La
biopsia renal sólo está indicada en unas pocas ocasiones.
Estos instrumentos pueden descartar la presencia de in-
fección urinaria, nefrolitiasis, lupus eritematoso, SIDA,
hepatitis, glomerulonefritis o poliquistosís renar. Los
criterios para realizar una biopsia renal no están es-
Entre las situaciones que hacer valo·
la necesidad de rc11al csLÍn: ~1lburninuria rn

1n-
dicación de la biopsia rn b diabetes de
comru\·ersia, 1a que en una proporción sign·
de no hav asociada a la albuminu-
ria y el rendimiento diagnóstico; es decir, b proporcióu
de ellos en que se demuestra nefropatía no diabética (por
< í)() J !¡:
ejcn1plo, glorneruloncfritis) es pcquclla ~. llllll

(reatinma
PR < ·,7 5 mm Hg si h~1y proteinuria ~upe
rlor a l g/2--l horas
~·····---··-) --····-····-···-----··· ···-········-··-·-·-- .
Los principales focrores de riesgo para l'I desarrollo 1·
h progresión de la nefropatía diabética son la hiperglu- .\ll\. '111!.1 ! kmPglohÍ!Ll > l ) t:ídl (v:nonc-.)
cemia/deficiente control glucémico, hipertensión arterial. > 12
obesidad, taba4uismo, tasa de filtración glomerular, dis- ObesiJad
lipemia, anemia y niveles altos de albuminuria', que
d.DL: e<Jkstcrol transportado por lipnproteína" Je haja densidad.
interactúan con factores no modificables tales como la cHDL: cokstcrol transportado por lipoprotcínas de alta densidad.
edad y la genética. Por consiguiente, las maniobras des- TA: Tensión arterial.
tinadas a la prevención primaria y secundaria deben ir
dirigidas a obtener el mejor control metabólico posible, convencional'º. Los beneficios preventivos derivados
controlar la presión arterial sistólica, reducir el peso cor-
del tratamiento intensivo en pacientes con diabetes
poral, eliminar el hábito tabáquico, controlar los niveles
mellitus de tipo 1 no se limitan al periodo en que se
de lípidos, eliminar la anemia y negativizar o reducir la
administra dado que, en un reanálisis de los pacientes
proteinuria existente. Los objetivos a lograr en el adulto
del DCCT, a los 7-8 úios de finalizar el tratamiento in-
para cada una de las variables clínicas citadas, recomen-
tensivo, se ha demostrado que dicho tratamiento redu-
dados institucionalmente' ', se presentan en la Tabla 3.
cía en un 40% el riesgo de desarrollo ulterior de
De todos los objetivos señalados es preciso desta-
microalbuminuria y de hipertensión arterial. El riesgo
car por su importancia el control glucémico y el de la
de alcanzar en este plazo de tiempo unos valores séricos
presión arterial, ya que constituyen los principales
de creatinina 2: 2 mg/dl era casi 4 veces menor en los que
factores de riesgo para el inicio y la progresión de la
nefropatía en los sujetos susceptibles'. El ensayo clíni- habían recibido tratamiento intensivo en comparación
co DCCT (Diabetes Control and Complications Tria/) con los tratados de forma convencional".
ha demostrado que la terapia intensiva en pacientes El Estudio UKPDS también demostró que un con-
con diabetes mellitus de tipo 1, hasta alcanzar valores trol estrecho de la tensión arterial ( 144/82 mm Hg) en
de HbA 1c próximos al reducía el riesgo de apari- pacientes hipenensos conseguía una reducción de un
ción de rnicroalbuminuria en un 39';\, y de rnacroalbu- 29''.!,, en el riesgo de desarrollo de micrnalbuminuri1i
minuria en un 54'/;,. La reducción del riesgo de en comparación con aquellos pacientes que tenían pe-
microalbuminuria era apreciable tanto en pacientes sin ores controles ( 154/87 mm Hg) y de un l 9'X, en el ries-
nefropatía previa corno en aquellos que ya tenían mi·· go de desarrollar mícroalbuminuria a los 6 ai1os. Un
croangiopatía antes del tratamiento intensivo''. El control estrecho de la presión arterial también obtenía
UKPDS ( Unitcd Kingdom Pros/Jectiue Diabetes beneficios cardiovasculares reduciendo el riesgo de
Study), realizado en pacientes con diabetes de tipo 2, muertes relacionadas con la diabetes en un 32~\, y el
también demostró una reducción en el riesgo de des- de accidentes vasculares cerebrales, en un 44 °;;,. Tam-
arrollar rnicroalbuminuria en pacientes tratados inten- bién reducía el riesgo de progresión de la retinopatía y
sivamente respecto a aquellos sometidos a tratamiento deterioro de la agudeza visu<1l.
244 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

No hay estudios clínicos que hayan evaluado en pa- diabetes mellitus de tipo 1 y 26 • No obstante, es impor-
cientes con diabetes el efecto del tratamiento hipolipe- tante ajustar estas recomendaciones generales a pa-
miante sobre la incidencia de nefropatía. No obstante, cientes concretos. Así, en ancianos dependientes de
en un estudio de intervención multifactorial 12 realizado terceras personas, o pacientes con bajo grado de auto-
en pacientes con diabetes de tipo 2 y microalbuminuria, nomía en el manejo de la enfermedad o mala alimen-
que combinaba terapia intensiva dirigida al control de la tación, así como en pacientes con poca esperanza de
hiperglucemia, hiperlipidemia, hipertensión arterial, mi- vida, un control estricto de la glucemia puede ser más
croalbuminuria y tratamiento antiagregante plaquetario, perjudicial que beneficioso.
con un seguimiento medio de 7,8 años, se apreció una La existencia de nefropatía diabética puede condi-
reducción de un 61 % en el riesgo de macroalbuminuria cionar el tipo de fármacos utilizable para el control de
(razón de probabilidad: 0,39, intervalo de confianza al la hiperglucemia. Así, en pacientes con insuficiencia
95%, 0,17 a 0,87) y de cerca de un 50% en el riesgo de renal (niveles de creatinina ::?: 1,5 mg/dl, en el hombre
eventos cardiovasculares (razón de probabilidad 0,47, y;::: 1,4 mg/dl, en la mujer) no debe usarse metformina
intervalo de confianza al 95%, 0,24 a 0,73) respecto al por el riesgo de acidosis láctica, ni sulfonilureas excre-
grupo tratado convencionalmente. tables, principalmente, por vía renal, con la excepción
de la glimepirida 7 • Las glitazonas descieI1Jen la micro-
TRATAMIENTO albuminuria y la presión arterial, pero su seguridad en
la insuficiencia renal crónica está por establecer. La re-
El tratamiento del paciente afectado de una nefro-
paglinida y nateglinida tienen una corta duración de
patía diabética debe ser orientado de forma integral,
acción y son excretadas independientemente de la fun-
considerando no sólo medidas específicas para el tra-
ción renal. En pacientes con insuficiencia renal grave
tamiento de la nefropatía sino también todas aquellas
el tratamiento recomendable es la insulina, debiéndo-
dirigidas al control de los múltiples factores de riesgo
se pasar del tratamiento con antidiabéticos orales a in-
cardiovascular modificables que ocasionan la mayoría
sulina cuando la TFG sea inferior a 30 ml/min/1,73 m2
de los fallecimientos en estos enfermos. En estadios 1
de superficie corporal.
a 3 de enfermedad renal (Tabla 2) se recomiendan me-
didas destinadas a enlentecer la progresión de la nefro- Bloqueo del sistema rcnina-angiotcnsina
patía y al control de las enfermedades coexistentes,
mientras que el estadio 5 indica medidas de terapia El control de la hipertensión arterial es el factor ais-
sustitutiva de la función o del propio órgano. lado más importante para limitar la tasa de progresión
de la nefropatía. La optimización del control de la pre-
Cambios en el estilo de vida sión arterial reduce el riesgo de nefropatía y enlentece su
progresión6• Hay múltiples evidencias del máximo nivel
Es recomendable una reducción de peso cuando
de calidad indicando la -eficacia del empleo de inhibido-
exista sobrepeso (índice de masa corporal ;::: 25 kg/m')
res de la enzima conversora de la angiotensina 1 en an-
u obesidad (;::: 30 kg/m'), mediante la realización de
giotensina 2 (IECAs) y de los antagonistas del receptor
ejercicio físico (al menos, 150 minutos por semana) y
de la angiotensina (ARA) en la progresión desde micro-
el seguimiento de una dieta hipocalórica, que suele os-
albuminuria hasta macroalbuminuria en pacientes con
cilar en la mayoría de los pacientes entre 1.250 y
diabetes mellitus de tipo 1 y 2. La ADA recomienda usar
1.750 kilocalorías al día. En la terapia dietética de pa-
IECA o ARA para el tratamiento de la nefropatía en pa-
cientes en los primeros estadios de enfermedad renal
cientes con diabetes de tipo 2, independientemente de
crónica se recomienda una ingesta de proteínas de 0,8
que haya o no hipertensión arterial 6 , en base a que se ha
a 1 g/kg de peso/día, mientras que en pacientes en es-
demostrado que ambos tratamientos enlentecen la pro-
tadios posteriores se recomienda reducir la ingesta de
gresión de la nefropatía en sujetos normotensos.
proteínas a 0,8 g/kg/día 6 • Así mismo, puesto que el ta-
Una cuestión importante es conocer cuál de los
baquismo es un factor de riesgo que favorece la pro-
dos tipos de bloqueantes del sistema renina-angioten-
gresión de la nefropatía y representa un factor de
sina es más eficaz como anti-proteinúrico y si la
riesgo cardiovascular, es recomendable su eliminación.
combinación de ambos es superior al uso de cado
El tratamiento nutricional también puede afectar, fa-
uno por separado. Un metaanálisis reciente que in-
vorablemente, a otros factores de riesgo cardiovascu-
cluyó a pacientes con ambos tipos de diabetes, porta-
lar presentes frecuentemente en los pacientes con
dores de proteinuria, señaló que los ARA parecen
nefropatía y tiene un efecto favorable sobre la misma 13 •
tener una eficacia similar a los IECA para reducir la
Tratamiento hipoglucemiante excreción urinaria de albúmina; también sugirió que
la terapia combinada, usando dosis habituales, con-
En general, es recomendable el control estricto de sigue mayores reducciones de la albuminuria que la
la glucemia para enlentecer la progresión de la micro- monoterapia y que los ARA reducen la excreción uri-
albuminuria a la macroalbuminuria en pacientes con naria de albúmina un 35% más que los calcio-anta-
Nefropatía diabética. Clínica y tratamiento ªº 245

gonistas o el placebo 1". Este efecto antiprotemunco, ARA para conseguir un mejor grado de control de la
probablemente, depende del efecto hipotensor y del presión arterial, dado que suele ser necesario usar más de
bloqueo del sistema renina-angiotensina si bien un dos antihipertensivos para conseguir los objetivos tensio-
efecto antiproteinúrico de estos fármacos indepen- nales. Dentro de los agentes calcio-antagonistas es prefe-
dientemente de su efecto hipotensor es objeto de de- rible usar no dihidropiridínicos como verapamilo o
ba te en la actualidad. diltiazem que pueden reducir la albuminuria y retrasar la
Ambas drogas tienen una eficacia similar para retra- progresión de la nefropatía diabética. Los dihidropiriclí-
sar la del deterioro de la ras::i de filtración nicos no son más eficaces que el placebo para retrasar la
merular en con diabetes mellitus de tipo 2. El ele la
rr;Hamicnro combinado con IECA \. ,\RA esd
mente indicado en pauenres con macroalhum1nuria. L(Jc-
AIZA retrasan b de h en l(JS ¡n·
Cientes C\lll 2 con rn;1GCJ;1i
huminuria e' renal crónic1. cun niv<.:ies d,
,~reatini1u séric1 superiores ;1 1.5 rng/dl'. Lus Al·C-\ parc·-
cen tener un efecto hiperpotasérnico menor qu\· lm IEC.-\
d(~ h nc-
en pacientes con nefroparía'. El tratamiento con IEC:\
fropatía, el tratamiento con hipolipemiantes se ha con
reduce el riesgo de padecer las enfermedades cardiovas-
'iderado como una prioridad en el tratamiento
culares que ocasionan la muerte en la mayoría de lus p;1-
prevención de las enfermedades cardiovasculares en pa
cienres con nefropatía diabética'. La elección de uno o de
cit'ntcs con nefropatía 1 '. Con respecto a la eficacia del
otro bloqueante del sistema renin;hrngiotensina, por
tratamiento hipolipemíante en la progresión de la ncfrn·
tanto, ha de establecerse en función de criterios distintos
paría, los beneficios no son tan evidentes, puesto que
a su eficacia. No obstante, si un frírmaco no se tolera, de-
ha\· estudios con estatinas que muestran o bien u1u re
he sustituirse por el otro.
ducción en la excreción urinaria de albúmina o, mejoría
El tratamiento con !ECí\ y AR;\ <:stá contraindica-
del aclaramiento de la creatinina o de la TrG mientr<1s
do en el embarazo y en la lactancia, en pacientes con
que otros no aprecian efecto alguno". En la prevención
insuficiencia renal avanzada (aclaramiento de creatini-
de enfermedades cardiovasculares, las estatinas son me-
na < 1 O ml/min) y en los sometidos a diálisis. dicaciones de primera elección si tenemos en cuenta que
El tratamiento con IECA y ARA debe controlarse el objetivo principal de este tipo de tratamiento es redu-
determinando los valores de la presión arterial, la excre- cir las concentraciones de cLDL. Es aconsejable utilizar
ción urinaria de albúmina y la analítica, incluyendo el io- la atorvastatina y simvastatina por ser bien toleradas en
nograma, vigilando así la respuesta al tratamiento, no pacientes con enfermedad renal crónica.
solo en términos de control de la hipertensión arterial si- A medida que progresa el descenso de la TFG, la
no también en términos de reducir la albuminuria, que dosis de hipolipemiantes debe reducirse, con la excep-
constituye un factor de riesgo independiente de eventos ción de la atorvastatina y fluvastatina. Tampoco necesi-
cardiovasculares. Al mismo tiempo, se vigila la aparición ta reducirse la ezetimiba. Atorvastatina, simvastatina y
de efectos secundarios como la tos con los IECA o la hi- fluvastatina se excretan principalmente por vía biliar y
perpotasernia con ambos. El tratamiento con IECA o su excreción urinaria es baja. Cuando la tasa de filtra··
ARA debe ser retirado si la creatinina aumenta más de c1on glomerular desciende por debajo de 30
un 30% sobre el valor basal a los dos meses de iniciado. ml/min/1,73 m2 de superficie corporal, preferidas son la
Está aún por determinar cuáles son las dosis óptimas de atorvastatina y fluvastatina porque no requieren ajustes
IECA y ARA para el tratamiento de la nefropatía diabé- adicionales de las dosis en pacientes con nefropatía, in-
tica. La reducción de la albuminuria mediante losartán cluso en estadio .5 15 • Ezetimiba puede ser usada en com-
en pacientes con diabetes mellitus de tipo 2 y macroalbu- binación, incluso en pacientes en hemodiálisis o diálisis
minuria consigue disminuir la tasa de eventos cardiovas·· peritoneal sin riesgo de efectos adversos';. La adición de
culares, incluyendo los infartos de miocardio, accidentes ezetimiba (10 mg/día) a simvastatina (20 mg/día) en pa·
vasculares ce~ebrales, insuficiencia cardíaca, revasculari- cientes con insuficiencia renal crónica produce una re-
zación coronaria y fallecimiento'. Por consiguiente, la al- ducción adicional de un 21 ':Yo en los valores de
buminuria no sólo es un factor de riesgo para el colesterol LDL respecto a la estatina aislada, sin promo-
desarrollo de enfermedad cardiovascular sino un objeti- ver efectos secundarios hepáticos o musculares''. Como
vo terapéutico'. norma general, las dosis de estatinas recomendables pa-
Otro típo de antihipertensivos constituyen trata- ra pacientes trasplantados son más bajas de lo habitual.
mientos adyuvantes para el paciente con nefropatía Para el tratamiento de la hipertrigliceridemia pue-
diabética. Los diuréticos, beta bloqueantes, calcio-anta- de usarse el gemfibrozilo, a dosis máximas, hasta un
gonistas y bloqueantes alfa-adrenérgicos, corrientemente estadio 4 de nefropatía. Debe evitarse la combinación
son utilizados en pacientes ya tratados con un !ECA o un de estatinas y fibratos.
246 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Otros tratamientos cos tales como los compuestos de contraste yodado y


los antiinflamatorios no esteroideos.
Hay que desaconsejar el tabaquismo, puesto que
acelera el desarrollo y la progresión de la nefropatía
REFERENCIAS
diabética y su abandono retrasa la progresión; todos
los pacientes con diabetes, sin excepción, deben recibir 1 American Diabetes Association. Nephropathy in dia-
el consejo de evitar el tabaco. betes. Diabetes Care 2004; 27 5uppl.1: 579-583.
Es recomendable el uso de aspirina para la preven- 2 Turner HE, Wass JAH. Oxford Handbook of en-
ción primaria cardiovascular en todos los pacientes docrinology and diabetes. Oxford: Oxford University
con 30 años o más y para la prevención secundaria de Press, 2003.
todos los pacientes con evidencia de enfermedad ma- 3 Kramer H, Molitch ME. Screening for kidney disease in
crovascular. Su eficacia, utilizada junto a otras inter- adults with diabetes. Diabetes Care 2005; 28:1813-16.
venciones multifactoriales, para la prevención de la 4 5chiffrin EL, Lipman ML, Mann JFE. Chronic kidney
nefropatía clínica en pacientes con diabetes mellitus de disease: Effects on the cardiovascular system. Circula-
tipo 2 ya diagnosticados de microalbuminuria, ha sido tion. 2007; 116: 85-97.
demostrada 12 • La dosis utilizada en dicho ensayo era 5 Holick MF. Vitamin D deficiency. N Engl J Med 2007;
de 150 mg al día. 357: 266-81.
El tratamiento de las alteraciones del metabolismo 6 American Diabetes Association. 5tandards of medica!
fosfo-cálcico en pacientes con nefropatía diabética ha care in diabetes-2008. Diabetes Care 2008; 31,
adquirido importancia, puesto que el balance fosfo-cál- 5uppl.1:512-554.
cico tiene repercusiones cardiovasculares, en la medida 7 Gross JL, De Azevedo MJ, 5ilveiro 5P, Canani LH,
que interviene en la patogenia de las calcificaciones arte- Caramori ML, Zelmanovitz T. Diabetic nephropathy:
riales4. El tratamiento trata de reducir la absorción intes- Diagnosis, prevention, and treatment. Diabetes Care
tinal de fósforo, normalizar los niveles séricos de calcio, 2005; 28:176-88.
los de 25 hidroxivitamina D3 y evitar los efectos de un 8 Rossing K, Christensen PK, Hoving P, Tarnow L, Ross-
ing P, Parving HH. Progression of nephropathy in type 2
exceso de paratohormona. A tal efecto se recomienda re-
diabetic patients. Kidney Int 2004; 66:1596-605.
ducir la ingesta dietética de fósforo a 0,8-1 gramos al día
9 The Diabetes Control and Complications Tria! Research
y/o utilizar fármacos que reduzcan la absorción intesti-
Group. The effect of intensive treatment of diabetes on
nal de calcio. El acetato de calcio es preferible como in- the development and progression of long-term complica-
hibidor de la absorción intestinal de fósforo respecto al tions in insulin-dependent diabetes mellitus. N Engl J
hidróxido de aluminio por la toxicidad ósea de éste. Se Med 1993; 329:977-86.
usan sales de calcio cuando las calcemias sean inferiores 10 UK Prospective Diabetes 5tudy (UKPD5) Group. Inten-
a 8,4 mg/dl y si son insuficientes se emplean junto con sive blood-glucose control with sulphonylureas or in-
calcitriol a la dosis de 0,25 a 1 microgramo al día. Los sulin compared with conventional treatment and risks of
niveles de 25 hidroxivitamina D3 deben mantenerse por complications in patients with type 2 diabetes. Lancet
encima de 30 ng/ml. El hiperparatiroidismo secundario 1998; 352:837-53.
grave es una indicación para la paratiroidectomía en pa- 11 Writing Team for the Diabetes Control and Complica-
cientes con insuficiencia renal crónica que no puedan ser tions Tria!. 5ustained effect of intensive treatment of type
tratados con las medidas indicadas. 1 diabetes mellitus on development and progression of
La anemia debe ser tratada con hierro y eritropoye- diabetic nephropathy. The epidemiology of Diabetes In-
tina. Se recomienda iniciar el tratamiento con eritro- terventions and Complications (EDIC) Study. JAMA
poyetina humana recombinante cuando los valores de 2003; 290:2159-67.
hemoglobina sean inferiores a 11 g/dl, con el objetivo 12 Gaede P, Vede! P, Larsen N, Jensen GVH, Parving HH,
de alcanzar niveles de 12 a 13 g/dl. Los resultados re- Pedersen O. Multifactorial intervention and cardiovascu-
lar disease in patients with type 2 diabetes. N Engl J Med
cientes del estudio ACORD (Anemia Correction in
2003; 348:383-93.
Diabetes) indican que la corrección de la anemia en
13 American Diabetes Association. Nutrition recommenda-
pacientes con diabetes y nefropatía incipiente median-
tions and interventions for diabetes. A position state-
te tratamiento con eritropoyetina no reduce el índice ment of the American Diabetes Association. Diabetes
de masa del ventrículo izquierdo, principal objetivo Care 2008; 31 5upl.1:561-578.
del estudio. Tampoco tiene un efecto sobre el descenso 14 Kunz R, Friedrich C, Wolbers M, Mann JFE. Meta-analy-
en el aclaramiento de creatinina. En contraste, evita la sis: Effect of monotherapy and combination therapy with
progresión de la hipertrofia ventricular izquierda, me- inhibitors of the renin-angiotensin system on proteinuria in
jora la calidad de vida de los pacientes y es segura. renal disease. Ann Int Med 2008; 148:30-48.
Por último, en pacientes con nefropatía, diabética o 15 Molitch ME. Management of dyslipemias in patients
no, es importante evitar un empeoramiento de las le- with diabetes and chronic kidney disease. Clin J Am 5oc
siones renales debido al uso de compuestos nefrotóxi- Nephrol 2006; 1:1090-99.
poco acusadas, dach la clc\·ada prevalcnci de b
Divl, la sombra que se proyecta a ni\'l'l pohbcional es
La diabt:tes puede afectar al sistema nervioso en su 111qu1cr~1nrc.

roralidad: y aunque la más frecucntt: y específica t:s b


afectación dt:I sistema nn\'ioso periférico, en la últi-
ma década se h~111 multiplicado las C\'idencias que im-
plican a la diabetes en la génesis de la demencia de la
enfermedad de Alzheimer esporádica'. El grupo de Tomando como base la historia natural clínica (co-
Suzanne de la Monte' ha logrado reproducir en el mienzo, curso, patrón de los nervios afectados y pro-
animal, a través del déficit cerebral de insulina, cam- nóstico), la población de neuronas lesionadas, la
bios neurodegenerativos propios de la enfermedad de anatomía patológica, los mecanismos patogenéticos
Alzheimer: formación de ovillos neurofibrilares y de implicados, los factores de riesgo identificados para
placas, pérdida neuronal, y deterioro de las funciones padecerla y la respuesta a los diferentes tipos de trata-
cognitivas. Pero es el Grupo de Estudio de la Encefa- miento es posible distinguir dos grupos de neuropatías
lopatía Diabética (Departmento de Neurología en el bien diferenciados atribuidos a la diabetes' (Tabla 1 ).
Instituto de Neurociencia "Rudolf Magnus" y Cen- Sin embargo, sólo la polineuropatía (PN) y la neuro-
tro Médico universitario ele Utrecht, Holanda) quien patía autonómica (NA) (clasificada esta última como
viene revisando y estudiando más sistemáticamente disfunción autonómica de cada uno de los órganos,
la disfunción cognitiva en la diabetes humana', lo- aparatos y sistemas afectos) están en relación directa
gr;:111do hacer aportaciones fundamentales: han esti- con la hiperglucemia crónica y en ellas centraremos
niado la prenlencia de la disfunción cognitiva en nuestra atención en este capítulo.
aproximadamente, el 30% de los diabéticos tipo 2;
han identificado dos periodos vitales de riesgo para DE
esa disfunción: comienzo de la diabetes antes de los 7
años (lógicamente, en la DM tipo 1 ), y un periodo La PN diabética es una "polineuropatía sensitiv-o-
tardío pasado los 65 a11os (válido para ambos tipos), motora y simétrica debida a la diabetes, que afecta,
cuando se inician los fenómenos degenerativos en el predorninantememe, al segmento distal de los miem-
cerebro que enwjece (fuera de estos periodos, el de- bros i nferiort:s, y a la que caracterizan la presencia de
terioro cognitivo tiene lugar en aquellos pacientes síntomas sensitivos (positivos) y de déficit (negativos),
con notables complicaciones macro o microvascub- una variable participación autonómica,\" una partici-
res). Han establecido que la polineuropatía y enccfa- pación muscular que no suele ser importante" .
lopatía no están asociadas ni a nivel cognitivo ni
estructural, sugiriendo la existencia de una patogenia Prevalencia ck la polincuropatía
distinta para ambas. Habrá que permanecer atentos,
por tanto, al devenir de nuevos y prospectivos estu- Contamos con un estudio de población (población
dios sobre este tema, puesto que, si bien la mayoría de Rochester, Minesota. Estados Unidos) de riguroso di-
de los pacientes presentan manifestaciones clínicas sei"10', y con otras tres grandes muestras europeas'' que,
248 •••, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

!izó el mismo score), se anulan las diferencias en la dia-


T~bla i. Clasificación de. la neuropatía diabética betes tipo 2 (Figura 1). La prevalencia mayor en la
diabetes tipo 1 en el estudio del Reino Unido obedece a
I. Neuropatías dependientes de la longitud del nervio y de la la diferencia en la edad de ambas muestras (45 años
duración de la diabetes: frente a 28 años). Prueba de ello es que tomando como
l. PND (somática y autonómica)(*)
referencia el estudio de Rochester, la prevalencia de PN
2. Polineuropatía .de fibras delgadas ( * *)
fue del 0% en el grupo de edad< 20 años del 8% en el
II. Neuropatías independientes de la longitud del nervio y de la de 20-39 años, del 28% en el de 40-59 años.
duración de la diabetes:
1. Neuropatía oculomotora
En resumen, en un corte transversal, el 25 al 30%
2. Radículo-neuropatía tóracolumbar
de los pacientes diabéticos presentan PN clínica; y un
25% más, subclínica.
3. Radículo-plexo-neuropatía lumbosacra
4. Neuropatías por atrapamiento (nervio mediano, cubi-
tal, peróneo ... )
Patogenia de la polineuropatía
5. Neuropatía isquémica de los miembros inferiores
La PN y NA, y solo ellas, están en relación directa
6. Neuropatía hipoglucémica
1 con la hiperglucemia crónica 9• 'º como principal factor
('•)Aunque la alteración neural en la polineuropatía diabética es a la vez 1 de riesgo de desarrollo y de evolución de la misma, aun-
somática y autonómica, si bien variable en grado esta última, ambas al-
teraciones serán consideradas por separado, aun siendo conscientes de que existen otros, la mayoría de ellos factores de riesgo
que se contribuye al mantenimiento de un malentendido. micro y macrovascular (gravedad de la retinopatía, gra-
(••¡La variante descrita por Archr.r yThomas, sólo provisionalmente se· do de albuminuria, IITA, dislipernia y tabaco". Es evi-
rá considerada un tipo independiente de polineuropatía diabética, ya que
es posihle de que'" trntr rlr una forma de coniic11111 de la polincurop;1tiu
dente la asoci::ición estadística de las tres complicaciones
clásica (Dyck). Debido a la extraordinaria prevalencia de la PN, es posi- microvasculares más gen1Jinas de la diabetes (retinopa-
ble que coincidan más de un tipo tic neuropatía en un tletermmado pa- tía, nefropatía y ncuropatía) e incuestiouable el efecto
ciente diabético: la PN y la NA (la coincidencia más frecuente); pero
también la PN y un tipo de neuropatía ajeno por completo a la diabetes. preventivo que sobre las complicaciones mencionadas
tenía el buen control glucémico mantenido a lo largo del
tiempo, Todo ello sugería una patogenia que había de
aunque no son de población, han aportado datos valio- compartir los mecanismos (metabólico, microvascular e
sos (Tabla 2). Los estudios del Reino Unido y el de Ita- hipóxico) identificados para las otras dos. Vamos a pre-
lia fueron realizados sobre pacientes atendidos en cisar las principales evidencias conducentes desde la hi-
consultas externas del hospital; el estudio español8, en perglucemia crónica a la neurotoxicidad y a la
cambio, lo fue sobre dos grupos de pacientes: los aten- polineuropatía en la diabetes.
didos en centros de atención primaria (71 % ) y los pro-
cedentes de las consultas externas del hospital; por lo GLUCONEUROTOXICIDAD
tanto, en una muestra menos seleccionada complicada
que en los dos estudios precedentes, de donde se obtu- A la DM la caracterizan, con independencia de su
vo la menor prevalencia. Prueba de ello es que, compa- tipo y patogenia, la insulinopenia-resistencia a la in-
rando la parte hospitalaria de la muestra estudiada en su lina-hi pergl ucemia -hi pergl ucosuria, responsa bles
España con la muestra del RU (en ambos estudios se uti- de que el destino habitual de la glucosa ingerida

Tabla 2. Prevalencia de la polineuropatía diabética

Población Tamaño de DM DM GLOBAL


Estudio
diabética muestra Tipo 1 % Tipo 2 % Subclínica % Clínica%

Reino Unido Hospital 6.487 22,7 32,1 28,5

Italia Hospital 8.757 - - 28,1

CAP" (71%)
España 2.664 12,9 24,1 - 22,7
Hospital (29%)

Rochester Población
380 - 35,5 14
(Estados Unidos) diabética general

'CAP: Centros de Atención Primaria


Neuropatía diabética. Clasificación y etiopatogcnia •• 249

aldosa-reductasa. El acúmulo de sorbitol lesionaría el


nervio, directamente (neurotoxicidad directa), indirec-
tamente a través del acúmulo de agua y la depleción ci-
tosólica de metabolitos que como el mioinositol y la
taurina (necesarios para la función neural) y cuya en-
trada en la célula está regulada por la osrnolalidad in-
tacel u lar (efecto osmótico).

idati\·U

iv1T DM TIPO 1 DM TIPO 2


t:S~ J su Vl.'1~ por la l'XCC'S!\-~·¡ ox1dac-i(')n rnito·"
condrial de In glucosa. Lo anterior ca1rnna en c::,trech:1
ESPAÑA RU L:onexión con la vía de b aidosa·rc:ducrasa/sorbitol. El
funcionamiento de la mencionada rut~1 compromete el
ciclo del glutatión, al consumir NADP!-l (don<tdor de
ci i. Co111p;1L1ció11 d\.' la prcvairnci;i dt: PND rn el L'.Sfli-
protones), reducirndo así b capacidad de la peroxida-
dio dl'I P,.l i. \' rn el n:;ilizadu n1 hpa1];1, utilizando Ja, mue:>
S<l del gluLitión para metabolizar el pen'>xido de hidní-
¡-r;i, proc·nlultc's del hospital. Ob;,én·csc que 110 existen
geno lncia agu;1, incrcmenrando, en consecuencia, h
d1fc-rc·11c·;;1s 1f1c,H1\·;1s en h l1Hll'str;1 ioul 111 en la corrl:S-
gcnl'r:1cilí11 de r:Hlic1\es supnhidroxilos. 1.a evidcnci:1
pu11d1uitc -i Li D\l ii¡•o 2. L1 d1fc-rl·1Kia c-11 L1 [)\! tipo
ohcdecl· ,1 l.1 dl· nbd c111rv .1111h.1s 11111cstr;1s 110110,c u·xtli). disponible llléÍS directa sohrc h implicación de la vía
de la ;1ldosa-redudasa/sorhitol en el estrés-oxidatívo
viene de que el tratamiento con inhibidores de la aldo-
(captación hepato-muscular-adipocito, fosforiliza- sa-reductasa corrige el desequilibrio GSH/GSSG pro-
ción y glucólisis) sea derivado en mayor o menor pro- pio del animal diabético no tratado.
porción hacia otras rutas metabólicas dotadas de un Un aspecto importante del estrés-oxidativo es que
notable potencial agresivo para la célula. Ésta es la tanto el peróxido como el superóxido de hidrógeno
esencia del fenómeno conocido como neurotoxicidad pueden reaccionar con el nitrito procedente del metabo-
de la glucosa. La neurotoxicidad se ejerce a través de lismo del óxido nítrico para producir peroxinitrito en el
varios mecanismos moleculares: la vía de la aldosa-re- nervio periférico. La evidencia mejor fundada hoy es la
ductasa-sorbitol, la exagerada glucación de las proteí- de que los radicales libres, especialmente, los peroxini-
nas, el estrés oxidativo celular, la alteración del tritos rompen el ADN, activando, como consecuencia,
metabolismo de los ácidos grasos poliinsaturados (PU- la enzima nuclear poli(ADPribosa)-polimerasa que ini-
FA) y la activación de determinadas rutas de se11aliza- cia una cadena de acontecimientos (descenso de NAD
ción celular. La exposición etiopatogénica que sigue -sustrato de la enzima-, disminución de la glucólisis, del
esti b2sadJ. en las revisiones siguientes"" transporte electrónico y consiguiente síntesis de ATP)
que terminan en la activación de las MAP-cinasas, res-
Via de la aldosa-reductasa-sorbitol ponsables de la disfunción y muerte celular (célula de
Schwann en el c1so que nos ocupa).
El descubrimiento de que la célula de Schwann era
notablemente rica en aldosa-reductasa hizo posible G!ucación, de y lipoxidación de ías pro-
emitir b prnnera hipótesis, que de modo coherente. temas
parecía unir la hiperglucernia y su alterado metabolis-
mo en la patogenia de la neuropatía diabética. El pro- Cualquier proteína, independientcmentl' su tasa de
blema era que la aldosa-reductasa tiene, frenrr a la recambio, esLuá sujeta <l glucación, glucoxidación o li-
hcxocinasa, una 111uy débil afinidad por la glucosa, de poxidación en una situaCl(Ín de hipergluccrni<l sosteni-
forma que en su llléPior cantidad la glucosa es 111etabo- da corno es b DM.
lizacLt a glucosa-6P y solamente indicios a sorbitol. El Los rnonosaciridos cuentan en su estructura con
escollo fue superado al aducirse que el sistema nervio- grupos carbonilo capaces de reaccionar con el grupo
so no es un tejido dependiente de la insulina, de modo amino ele la lisina y, en menor proporción, de la argi-
que en situaciones de hiperglucernia crónica, la hexo- nina. El resultado es la formación de la "base de
cinélSa se saturaría quedando el camino expedito a la Schiif' que, aunque rn·ersible, puede evolucionar al
250 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

"producto de Amadori"; a partir del cual (aunque no tes a la activación del NF-kB. A su vez, estimulan la
sólo a partir de él) se formarán productos avanzados de generación de ROS (Reactive Oxigen Species) y la mi-
la glicación (AGE) (Figura 2-A). Tampoco es la glucosa gración y activación de los macrófagos.
la única responsable de la generación de AGE, también Existen otros mecanismos a través de los cuales la
lo son los lípidos y los fosfolípidos, cuyo metabolismo unión AGE-RAGE puede alterar la función neural. En
también está alterado en la DM (Figura 2-B). la polineuropatía diabética es característica la pérdida
Los dos mecanismos principales a través de los cua- axonal retrógrada, a la que sigue y acompaña la des-
les se ha propuesto que los AGE ejercen su efecto pa- mielinización segmentaria. Se conoce que la glucación
togénico son el entrecruzamiento de ciertas proteínas excesiva de la mielina en la diabetes y el acúmulo neu-
estructurales de baja tasa de recambio, como colágeno ral de AGE facilitan la fagocitosis de la mielina por los
y laminina, y la acción mediada por receptores (R 1- macrófagos. La formación de AGE, promueve el atra-
R3, de la galectina3 y, especialmente, del RAGE). No pamiento de IgG y M, y de la fracción C3 del comple-
obstante, los niveles de estos productos que se detec- mento, facilitando la inducción de reacciones
tan en los tejidos de pacientes diabéticos jóvenes son inmunológicas que contribuyen, a su vez, a la desrnie-
equivalentes a los que se detectan en los de individuos linización neural. Como la unión AGEs-RAGE tiene
sanos de edad más avanzada. Y sin embargo, las com- como consecuencia la activación sostenida del NF-kB.
plicaciones características de la diabetes no son a la La generación de radicales libres y la atracción de ma-
vez típicas del envejecimiento normal. Una explicación crófagos en otros tejidos se ha supuesto que un meca-
que permite soslayar este obstáculo es la posible exis- nismo semejante podría estar implicado en la génesis
tencia de efectos cinéticos, de modo que la clave no es- de la lesión neural en la diabetes. La hipótesis ha sido
té en la cantidad absoluta de AGE sino en la tasa de analizada en ratones diabéticos nulos y hornocigotos
acumulación de los mismos. para el RAGE (RAGE-/-) y en muestras biópsicas del
El RAGE (Receptor for the Advanced Glycated nervio sural de pacientes diabéticos, demostrándose la
End-Product) pertenece a la superfamilia de las inmu- dependencia del déficit sensorial (al menos, para la
noglobulinas, pero, a diferencia de estas, sólo parece percepción del dolor que fue la sensación estudiada)
tener ligandos endógenos. Una importante consecuen- de la operatividad de tal hipótesis. Sin embargo, la in-
cia de la interación AGE/RAGE es la activación de existencia de moléculas que específicamente bloqueen
múltiples vías de señalización intracelulares conducen- las reacciones de glucación suponen un obstáculo

Glucación no .enzimática

Glucosa
2A +
NH2-R
;io.
¡ Base
Schiff
Productos
Amadori
~ Productos finales
4(L'---- L _ _ _ ___¡ _ _ _ _ _ _ .___ _ _ _ __,
1..... (AGE)

Reversible

(02) Arabinosa-
Glucosa
Vía de Wolff glioxal ·......... .
...................
Amina

t
Base de
Schiff
(02)

Vía de Namiki
Glioxal/
metilgliosal
+/-
--- ---- ---- -- -----:i.-
(0 2)
------""'
AGE
28
/1(
Cambio
de / / / ..
Amadori
1
Cetoamina
+/- (02)

Vía de Hodge
Deoxiosonas y ··
fragmentos

Figura 2. Se muestra la vía clásica de la glicación y las vías alternativas a la misma.


Neuropatía diabética. Clasificación y etiopatogenia 'eo 251

Hiperglucemia

AR
~
Estrés oxidativo
Glucoxidación
Lipoperoxidación

Mioinositol
Neurotroíismo
Taurina
alterado

Actividad
Na/K-ATPasa PG 12

ISQUEMIA • Resistencia
ENDONEURAL vascular endoneural

¿Agresión
Autoinmune Degeneración axonal/Desmielinización segmentaria
en DM T-1? Disminución de Regeneración/Remielinización

Figura 3. Ofrece una sinopsis de los principales mecanismos parogenéticos de la polineuropatía diabética, tanto somática
como autonómica.

importante en los estudios sobre el impacto funcional duos de cisterna pueden ser abundantes e importantes
y estructural de los AGE y unión AGE/RAGE sobre el en la patogenia de las complicaciones de la diabetes.
sistema nervioso; y lo señalado es tanto más evidente
si se tiene presente que, en la neuropatía diabética, tan Inactivación-activación enzimática y activación de sc-
importante como la degeneración axonal y desmielini- 11.ales intracelulares
zación segmentaría es el déficit regenerativo del nervio
y la apoptosis celular excesiva. Así, tanto en la rata Un nuevo e interesante mecanismo ha sido decubier-
diabética por STZ como en las muestras surales del to por el grupo de Baynes;,', al que han denominado "su-
paciente diabético, la regeneración axonal está dismi- cinacion de proteínas". Al S-(2-succinil)-cisteína lo
nuida. Esta disminución es proporcional a la duración postulan como un biomarcador precoz de glucotoxici-
de la Divl. Y aunque los mecanismos implicados en es- dad; probablemente, como una respuesta anticipadora
te déficit regenerativo neural comprenden el estrés- de los cambios en la permeabilidad e hinchazón mito-
oxidativo, el déficit en neurotrofinas, la alteración de condrial (disfunción mitocondrial) que preceden a la
la síntesis y transporte de componrntes del citoesque- generación elevada ele ROS con todas las consecuen·
leto, la formación de AGE v su activación del RAGE, cías mencionadas más arriba. El hallazgo experimental
parecen importantes. que fundamenta esta especulación es el acúrnulo del
Sin embargo, aunque los estudios sobre la transfor- furnarato (procedente del exceso de glucosa \" lípídos
mación de las proteínas en la diabetes (circulantes y es- propio de la diabetes) generador de S-(2-succini/j-cis-
tructurales) se han centrado tradicionalmnte en la tcína potente inactivador irreversible ele la sucinil-P-
modificación de los residuos de lisina y arginina, como dehídrogenasa; inhibición que limitaría el flujo al
acabamos de ver, los grupos sulfhidrilos de las proteínas ciclo de Krebs de productos intermediarios hidrocarbo-
son mucho más nucleofílicos que los grupos ami nos, su- natos y lipídicos en la diabetes, que, de acuerdo con la
giriendo que las modificaciones proteicas en los resi- hipótesis de Brownlee'·', constituiría un evento central
252 .. ª La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

en la patogenia de las complicaciones micro y macro- 6 Young, MJ, Boulton, AMJ, McLeod, AF, Williams,
vasculares. DRR, Sonksen, PH. : A multicentre study of the preva-
Tanto en cultivos neuronales como en ratas y en lence of diabetic peripheral neuropathy in the united
muestras de nervio sural de pacientes diabéticos, la hi- Kingdom Hospital Clinic population. Diabetologia
perglucemia activa la PKC [3 MAP-cinasas. Esta acti- 1993; 36:150-4.
vación puede emerger de la hipertonicidad, estrés 7 Fedele D, Comi G, Coscelli C, Cucinotta D, Feldman EL,
oxidativo, activación del RAGE o la combinación de Chirlanda G, Greene DA, Negrin P, Santeusiano P. The
estos efectos; lo que podría contribuir a la atrofia axo- Italian Diabetic Neuropathy Commettee. A multicentre
study on the prevalence of diabetic neuropathy in Italy.
nal tardía. Los factores mencionados, unidos al déficit
Diabetes Care 1997; 20:386-93.
de neurotrofinas y la alteraciones de la síntesis y trans-
porte de componentes del citoesqueleto bloquean la 8 Cabezas Cerrato for the neuropathy Spanish Study
Group of the Spanish Diabetes Society (SDS). The preva-
regeneración axonal.
lence of clínica] polyneuropathy in Spain: a study in pri-
A lo largo de esta exposición se ha podido ver có-
mary care and hospital clinic groups. Diabetologia 1998;
mo los mecanismos descritos, implicados en la patoge- 41:1263-69.
nia de la neuropatía diabética, están íntimamente
9 DCCT Research Group: The effect of intensive treatment
relacionados entre sí; ello permite, como intento apro- of diabetes on the development and progession of long-
ximativo, reunirlos y sintetizarlos en la Figura 3. Y term complications in insulin-dependent diabetes melli-
aunque las investigaciones sobre el estrés oxidativo tus. The Diabetes Conctrol and Complications Tria!
dominan en número, es difícil, si no imposible, discer- Research Group. N Engl J Med 1993; 329:977-86.
nir que ruta de las mencionadas es dominante. Es im- 10 UK Prospective Di:"Jhetes Study (UKPDS) Group. Tight
portante subrayar, no obstante, que la resultante iinal blood pressure control and risk of macrovascular auJ
más importante es la isquemia endoneural, responsa- microvascular complications in type 2 diabetes: UKPDS
ble de la atrofia axonal, a la que sigue la desmieliniza- 38. BMJ 1998; 317:703-13.
ción segmentaría. 11 Tesfaye S, Chaturvedi N, Eaton SEM, Ward JD, Manes
C, Tirgoviste IC, Witte DR, Fuller JH, Vascular risk fac-
tors and diabetic neuropathy. N Engl. J. Med 2005;
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2 Rivera EJ, Goldin A, Fulmer N, Tavares R, Wands JR, de Stevens MJ, Yorek MA. Oxidative-nitrosative stress and
la Monte SM. Insulin and insulin-like growth factor ex- poly(ADP-ribose) polymerase (PARP) activation in ex-
pression and function deteriorare with progression of perimental diabetic neuropathy: the relation is revisited.
Alzheimer's disease: link to brain rcductions iu acetyl- Diabetes 2005; 54:3435-41.
choline. J Alzheimers Dis 2005; 8:247-68. 14 Cabezas-Cerrato J. Neuropatía diabética pg, 603-618.
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eral nerve society. Ann Neurol 1995; 38:478-82. 57:41-9.
• lf

r 1

(disestesias) suelen clesLTibirse ('Orno pinchazos, hormi-


gueos, s\'nsación quemante, dolor lancinante, latidos
El ténrnno neuropatía diabétic1 (ND) engloba un de dolor que se repiten durante varios segundos o mi-
grupo de enfermedades, heterogé,neas en su prn·alcn- nutos; sensación de entumecimiento o frialdad; o ma-
cia, ctioparogenia, clínica, evolución v tratamiento''. nifrstar ~11odinia (dolor prodtKido por L,stímulos
Fxisten varias clasificKioncs basadas en varios aspec- normalmente 110 dolorosos como tacto), hiperalgesia
tos, como su presentación clínica (por ej., afectación (hipercspuesu ~1 un estímulo normalmente doloroso),
simétrica o asimétrica; focales o difusas; proximales o También síntomas sensitivos negativos (disminución o
distales; de fibras gruesas o delgadas), o basadas en su incapacidad para sentir estímulos diversos: dolorosos,
historia natural (neuropatías progresivas, reversibles, térmicos, presión, etc.).
por atrapamiento) 5 • La clasificación que seguiremos Los síntomas positivos ocurren sólo en una minoría
aquí es la dada en el anterior capítulo. Como ya se ex- de diabéticos con ND. Lo síntomas negativos son mucho
puso, la más frecuente de las neuropatías diabéticas es más frecuentes y aparecen a lo largo de la evolución de
con diferencia la polineuropatía sensitivo-motora cró- la diabetes y a medida que avance la pérdida axonal se
nica (PSMC) con manifestaciones autonómicas, que es le unirá la atrofia de músculos pedios con la posterior
el principal factor iniciador de las úlceras de pie y am- aparición de deformidades y el consiguiente aumento de
putación de extremidades, la directamente relacionada riesgo de ulceración. Lo más frecuente es que curse de
con la hiperglucemia crónica y la duración de la diabe- forma asintomática, ciado que la pérdida progresiva de
tes (a diferencia de las otras neuropatías) y será, pues, sensibilidad distal sólo será detectada con la exploración
el centro de este capítulo. física, con el consiguiente riesgo de píe diabético.
La PSMC afecta a todas las fibras, pero la disfunción
CLÍNICA de las fibras delgadas amielínicas o escasamente mielini-
zadas predomina, sobre todo, en estadios iniciales mo-
Polineurupatía sensitiuo-motora aómca (PSM C}: mento en el cual los estudios electroneurorniográficos
es la más frecuente y ampliamente reconocida forma no aportan información alguna (pues transmite infor··
de ND (en la práctica clínica diaria, los términos mación de fibra gruesas, y no delgadas), con posterior
PSMC y ND son equivalentes). Afecta, predominante- afectación fibras gruesas mielínicas. En la exploración
mente, al segmento distal de los miembros inferiores física destaca la disminución o ausencia de reflejos oste-
(distribución típica "en calcetín") y se caracteriza por otendinosos, disminución de sensibilidad vibratoria,
la presencia de síntomas sensitivos, negativos y positi- tacto, temperatura Y posiciona!, función autonómica al-
vos, de predominio nocturno, con una variable parti- terada (disminución de la sudoración, piel seca, altera-
cipación autonómica y una participación muscular ción función vasomornra, pie frío), La conocida como
poco frecuente (que sólo se ve en las formas más gra- neuropatía de fibras delgadas se considera en la actuali-
ves)''·'. Los síntomas positivos no dolorosos (pareste- dad una etapa temprana de la PSMC, en la que los sín-
sias); los puede describir el paciente como rigidez, tomas positivos son muy prominentes"'.
hinchazón, hormigueos, picazón, "sensación de calce- Neuropatías f(xales (n1011011e1irof7alÍas; síndromes
tines apretados". Los síntomas positivos dolorosos por atrap,mzicnlo) }' nc11ro¡1atías /iroximales motoras:
254 .... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

son neuropatías mucho menos frecuentes en la práctica a) alteraciones de la función pupilar: se puede apre-
clínica que la anterior que, suelen afectar a diabéticos ciar dificultad en la adaptación pupilar a la oscu-
más ancianos y que a diferencia de la PSMC, su relación ridad con entorpecimiento en la visión nocturna.
con la hiperglucemia o la duración de la diabetes es es- b) disfunción sudara!: en forma de anhidrosis en
casa, estando su patogenia mediada por fenómenos pies y manos que ocasiona prurito, piel adelga-
oclusivos isquémicos agudos tipo vasculítico. En la Ta- zada y frágil, o hiperhidrosis e intolerancia al
bla 1 se muestra un resumen de sus características. calor en el torso superior precipitada por am-
Neuropatía autonómica diabética (NAD): la NAD bientes calurosos o ciertas comidas.
visceral afecta a cualquier órgano desde la piel hasta el c) disfunción vesical: debido a la lesión en las fi-
sistema gastrointestinal, y su presencia (a menudo sub- bras aferentes puede aparecer una vejiga neuró-
clínica) aumenta de forma significativa tanto la morbi- gena con disminución en la percepción de la
lidad como la mortalidad, sobre todo, de origen repleción, de tal forma que la vejiga puede au-
cardiovascular (la mortalidad a los 5 años en diabéticos mentar su tamaño hasta 3 veces con disminu-
con NAD se ha estimado 5 veces mayor que en diabéti- ción en el número de micciones y vaciado
cos sin afectación autonómica). Los síntomas clínicos de vesical incompleto. Aumenta la propensión a
NAD no suelen aparecer hasta bien avanzada la diabe- las infecciones locales y sepsis subsiguientes.
tes, aunque la afectación subclínica pueda detectarse También puede aparecer retención urinaria e in-
desde poco tiempo después del diagnóstico de diabetes. continencia del esfínter vesical.
La prevalencia varía mucho según las series, dependien- d) disfunción eréctil: se tratará específicamente en
do de los test empleados para el diagnóstico y de la po- otro capítulo
blación estudiada. En el estudio multicéntrico del e) disfunción gastrointestinal: a nivel del esófago
Grupo de Estudio de la Neuropatía Diabética (NEU- puede haber atonía esofágica que puede cursar
RODIABES) de la SED, realizado sobre una muestra de en forma de disfagia. La gastroparesia diabéti-
522 diabéticos de ambos tipos y sexos, la prevalencia de ca, al dificultar el vaciamiento de los sólidos,
la neuropatía autonómica cardiovascular fue del 28,4% puede originar saciedad precoz, anorexia, sen-
(IC 95%, 24-33%), coincidente con otros estudios. sación de plenitud gástrica, náuseas, vómitos de
Los sistemas orgánicos y las estructuras que exhi- retención e inestabilidad metabólica con fre-
ben una clínica autonómica más relevante son los si- cuentes hipoglucemias debidas al vaciamiento
guientes: anárquico del estómago. El estreñimiento es de

. .· .•.. .. . ... . •.· '· ', .


·,

Tabla L Otí:as neuropatías clíabeticas

Tipo de neuropatía Características

El III par es el más frecuentemente alterado (rara vez los IV, VI, VII pares) y de etiología isqué-
Mononeuropatía oculomotora mica con recuperación espontánea en 2-3 meses. Cursa con inicio rápido de dolor orbitario que
precede a la diplopía, ptosis, con reactividad pupilar conservada

Aparece en ancianos, y cursa con dolor asimétrico de inicio agudo en distribución de dermato-
Radiculoneuropatía toracolumbar
ma torácico o lumbar con hipoestesia parcheada, con recuperación en meses.

La etiología es una vasculitis que produce isquemia neural con afectación de raíces lumbosacras,
Radiculoplexoneuropatía lumbosacra plexos y nervios periféricos. Afecta más a menudo a varones ancianos. Cursa con dolor grave pro-
(también conocida como amiotrofia fundo tipo quemazón en muslo, a menudo, asimétrico, con parestesia e hiperestesia, debilidad iliop-
diabética; neuropatía proximal mo- soas, cuádriceps, y aductores muslo con marcada atrofia muscular y la consiguiente dificultad para
tora; neuropatía femoral; plexopatía incorporarse desde la posición de cuclillas (maniobra de Gower +). No hay pérdida sensitiva, ex-
lumbar) cepto que coexista con PSMC, y el reflejo rotuliano está ausente o disminuido. En la mayoría me-
jora el dolor y las disestesias con recuperación motora más tardía a lo largo de meses.

Es 11 veces más frecuente en diabéticos que en la población general. Es un variante de la anterior


Polineuropatía desmielinizante
pero con características predominantes de desmielinización, y en LCR hay hiperproteinorraquia,
inflamatoria crónica
que responde muy bien a tratamiento con Ig iv, corticoides, plasmaféresis e inmunosupresores.

Aparecen con más frecuencia en la DM, pero sin relación con la hiperglucemia. El síndrome del
Neuropatías por atrapamiento
túnel carpiano ocurre clínicamente en el 12% (subclínica: 30%), los otros son mucho menos frc-
(mediano, peróneo, cubital)
cuentes. Clínicamente, cursa con variables grados de dolor y debilidad

LCR: líquido cefalorraquídeo.


Ig iv: inmunoglobulina intravenosa.
Neuropatía diabética. Clínica y tratamiento 255

sa tecnología para su diagnóstico) se asocia con


Tabla 2. Características clínicas de la NACV y métodos
instrumentales un aumento de la mortalidad, uno de cuyos meca-
nismos potenciales es el aumento del riesgo de
Características clínicas arritmias ventriculares malignas y muerte súbita
por prolongación del intervalo QT En la Tabla 2
• Taquicardia en reposo, recuperación incomplern de la fre- se muestran algunas de sus múltiples manifestacio-
cuencia cardíaca (FCl post-ejercicío
nes clínicas v los métodos instrumentales usados
Ausencia \'cHi:1hilidad FC duc1nti: las n.''-j'Ír~1ciqni:s prufund,1s
, \-en la Tabla 3, el tratamicn-

lorac1ó11 de 01nJ~ \
bra nciltLh.:ión clini,_-a
F\'.plor:11.:it,)Jl funl:ional rcfltit)\ corno test
E\\ ii1g:~cst<1ndar oro: ,_-onducción nerviosa, elcuromiografía), pruebas cuan-
- Re-;piracioncs profundas \rc,pucsta FCi titati\':1S sensitivas (PC:S), test autonómicos. biopsia
- .\brnobra de Valsalva irc'spuc'>ta l'C)
RcspucsL1 FC y Pi\ ;1! onostatismo acti\'o
nen·iosa (no se usa de forma rutinaria en la clínica) y
Respuest:i FC v PA ;1 I 1 Lrndgri p 1en des u'<, 1 más rec-ientl'nwntL:, biopsia cuL-Í11cc1 v microscopia cor-
• Esrndío de la scmíhilicbd J,;irordlc¡;¡ nea! co11foc1I (,\ilCU' '
~ An5!isi~ cspcdral de L1 vJri;:hi!ii..hd dv Li frv1..-ut..·ni..._·1_: (,Hdí.1c,1 ,\Ic;t(}dos de ,<crcc11!ng :v de rnc111tili<",1t"i()i1 de dcfíát:
¡VRRl en b exploraci<'rn física no debe bitar, adcrnc1s de b
Otros (anjl1s:i:-:. \·ccturul~ rcspuc.">tcI di.." L1 F< J Lt rnh.1 L11_·H'm de inspecciL'rn del pw (p:H<l \'alorar pulsos peclios y tibi<1-
carbónico)
• Esrndio inervación simp<Ítica mediante eswdio gamrnagr:\fico
les posteriores, color, sequedad, cambios tróficos), la
SPECT y PET valoración de los reflejos aquíleos, sensibilidad táctil,
al pinchazo, sensibilidad vibratoria con el diapasón ca-
FC: frecuencia cardíaca
PA: presión arterial
librado de Rydell-Seifer (que en nuestra experiencia
tiene una excelente correlación con el neurotensióme-
tro) y el sentido de la posición. La percepción de la
grado importante en cerca del 15 %) de los pa- presión mediante el monofilamento de Semmes-Weins-
cientes y se asocia con atonía del intestino grue- tein (de 1O g) es especialmente útil en la valoración del
so y recto y, a veces, megacolon, alternando con "pie insensible", antesala de la aparición de úlceras.
brotes de diarrea. La diarrea diabética se carac- Se han propuesto varios sistemas clínicos de pun-
teriza por ser líquida, voluminosa, de predomi- tuación que facilitan el seguimiento longitudinal del
nio nocturno, intermitente y, ocasionalmente paciente y se basan en información aportada por la ex-
acompa11ada de tenesmo. ploración antes rese11ada, y la aportada por las PCS y
f) fallo autonómico relacio11ado con la hípogl11ce- la electrofisiología. El primero fue propuesto por Dyck
mia: se caracteriza clínicamente por la atenuación en la Clínica Mayo (Neuropathy Impairrnent Scorc -
o pérdida de las manifestaciones adrenérgicas que NlS-), y posteriormente han aparecido otros sistemas
acompañan a la hipoglucemia. Se trata de una al-- más sencillos para la rutina clínica, como Neuropatby
teración estrictamente funcional y reversible, pese Disabilitv Score modificado, Michigan Diabetic Neu-
a lo cual puede tener consecuencias muy pertur- ropathy Score, Toronto Clínica! Neuropathy Scoring
badoras para el paciente, al quedar desprotegido Systern y otros más.
de la principal alarma ante el descenso glucérnico Pruebas cuantÍl<ltiuas sensiti1'dS (PCS}: estas pruebas
agudo. Cualquier tipo de tratamiento anticliabéti- no invasivas permiten valorar de forma cuantitativa, pe-
co puede causarlo, si bien es la insulinoterapia in- ro con un componente subjetivo no desdeñable, funcio-
tensiva la causa más frecuente. Se trata relajando nes específicas de las diferentes fibras nernosas:
los objetivos glucémicos lo suficiente durante umbrales de percepción de la sensibilidad vibratoria, tér-
unos días o semanas para que se recupere la res- mica (en forma ele calor, como dolor, frío). Se han dise-
puesta adrenérgica. ñado varios instrumentos desde más sencillos corno el
g) neuropatía autonómica cardúwaswlar (NACVJ: neurotensiómetro y el biotensiómetro que valoran el um-
esta frecuente y, sin embargo, infradiagnosticacb bral de sensibilidad vibratoria, hasta otros equipos com-
complicación (debido a la relativamente engorro- putarizados más precisos pero también rn5s complejos y
256 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

o:,>

·Tabla 3, TratariJ.ieht()s}~~hiacológicos d~ la NAD excepto disfunción eréctil (ver capítulo específico en esta obra)
I•

/
·' .. .... .

Indicación Fármaco y dosis Mecanismo acción

Fludrocortisona: O, 1-0,6 mg/día Mineralcorticoide


Midodrina: 2,5-5 mg/día a 1-bloqueanre
Piridostigmina: 60 mg/6 horas lnhibidor de la colinesterasa
Hipotensión ortostática
lndometacina: 25-50 mg en comida
Clonidina: 0,1-0,5 mg nocturno Agonista a2 adrenérgico
Octreótido: 50-100 µg/8 horas
Metoclopramida:lO mg/6 horas Procinéticos 1
1
Gastroparesia Domperidona: 10-20 mg/6 horas 1
1
Eritromicina: 250 mg/8 horas Agonista de morilina
Metronidazol: 2.50 mg/8h/1-2 semana Eliminación del sobrecrecimiento bacteriano
Ciprofloxacino: 125-750 mg/12 h/2 semana
Diarrea
Loperamida: 2 mg/6 horas
Octreótido: 50-100 µg/ 8 horas J, Nº de deposiciones
Betanecol: 10-20 mg/12 horas vo Agonista colinérgico
Estreñimiento ...
Piridostigmina: 60 mg/ 6 horas Inhibidor de la colinesterasa
Betanecol: 10-20 mg/12 horas vo -Agonista colinérgico
Cistopatía
Doxazosina: 1-2 mg/8- l 2 horas -al-bloqueante 1

no fácilmente accesibles como el CASE IV que valora va- vioso de la capa subbasal de la córnea pues este órgano
rios tipos de fibras. En 2003, la Academia Americana de es la parte del cuerpo más densamente inervada conte-
Neurología concluyó que las PCS no deben ser usadas de niendo fibras delgadas y muy delgadas (provenientes del
forma aislada como único criterio para diagnosticar la V par). Serviría para la detección precoz de la ND.
ND, aunque sí son muy útiles para cuantificar los déficit
sensitivos de ahí su empleo en ensayos clínicos. TRATAMIENTO
Test neurofisiológicos: el estudio electrofisiológico
de los nervios peróneo, tibia! y sural permite evaluar El tratamiento farmacológico de la PND va orien-
las fibras nerviosas gruesas mielínicas y de conducción tado a dos objetivos: el dirigido a su base fisiopatoló-
más rápidas. No valora, pues, las fibras delgadas (que gica (esto es, fármacos que afectan a las vías activadas
son las más precozmente afectadas). Se valoran varios por la hiperglucemia) y, por otro, al tratamiento sinto-
parámetros como la velocidad de conducción nerviosa mático del dolor 1• 'º. Lamentablemente, a pesar del in-
máxima y la amplitud (parámetro éste que valora la negable avance en el conocimiento de esta
densidad axonal) complicación en las dos últimas décadas, la disponibi-
Test autonómicos: ver Tabla 2. lidad actual de fármacos dirigidos a la primera de las
Biopsia cutánea: esta técnica relativamente no in- bases es más bien escasa (en España no existen, si ex-
vasiva y, por lo mismo, fácilmente repetible permite ceptuamos fármacos para el control glucémico) debido
cuantificar la densidad de las fibras delgadas (escasa- a que los resultados de los ensayos clínicos, en general
mente mielinizadas) y muy delgadas (no mielinuiza- han sido decepcionantes. Probablemente, el tratamien-
das) de la epidermis (que se detectan mediante to dirigido a una única vía patogenética sea insuficien-
inmunohistoquímica frente a varios antígenos, como te para revertir el daño neuronal.
la Protein Gene Product 9,5- PGP 9,5-). Una reducción Por el contrario, existen varias clases de fármacos
precoz en la densidad de fibras nerviosas epidérmicas dirigidos contra el dolor, más o menos eficaces, pero a
se ven en las neuropatías de fibras delgadas de la dia- menudo con importantes efectos secundarios, que es el
betes, incluso en la intolerancia a la glucosa y que cur- principal factor limitante de su uso. Además, a la ho-
san con dolor neuropático. Esta técnica sería la más ra de valorar la eficacia de un medicamento contra el
sensible para detectar la ND en fases precoces. dolor hay que tener en cuenta que el efecto placebo en
Microscopia cornea! confocal (MCC): esta técnica no los ensayos puede superar el 20-30 %, y que la histo-
invasiva permite la valoración secuencial del plexo ner- ria natural de la neuropatía dolorosa es la de una es-
Neuropatía diabética. Clínica y tratamiento u 257

pontánea mejoría, a medida que progresa el daño, in- bles';. En un metaanálisis de 4 de esos ensayos (ALA-
dependientemente del fármaco usado. DIN I y Ill, SYDNEY 1, y NATHAN II), con un total
de 1.258 diabéticos (con AL n= 716) siendo > 90%
Tratamiento etiológico diabéticos tipo 2, empleando infusiones de AL por vía
intravenosa de 600 mg/día durante 3 semanas (excep-
Control glucémico y otros de Ha to fines de semana) se han hallado mejorías significa-
quedado dernostL1do desde el estucho Diabetes Con- tivas y rápidas (al cabo de 8 días) en sínrorn<is
trol and Complicarions Tria! (!)CCTI en diabéticos ti- positivos !paresrc:sias. q ;1dormecirniento i \
po J que d huen contrui glucé·rnico con en '\IS (sobre tod() sc1bibilidad a Í:1
linotcr;1p1~1 i1Hl'l1'>Í\·3 rcdu;:_·í(1 o
jl~j) \ q

h:i c·ornproh:ido
lL.' L1 .-ohonc,
11Jc'Ú,)Jl 1

Lli:ihcrc' lmn1crn1:l;1 1d (
Rcsultad1h s111nhres. :11rnq h:111
hallado en diabéticos tipo 2. :'\AlllA'\ 1 !puhli~·,1d<; l'll (orm;1 de
Tras el trasplante de ¡xíncrvas 200'), de 4 :u1os Lk l·rní 460 cb1hénco~ LUii

neo de p:í11nva:,-ri111'm) :.e ha t•n di·· PND kve-111oderada que cmplc:iln dosis de «00
versos par:ímetrns (velocidad de conducción 1wn·iosa dí:1 evidenció rarnhién una nwjorí:i significHi\'a en sín
motora, pumuacicín pur sínromas\, mejoría que incluso romas positinis \.en C,,\l\. pem 1w en p:ir:ímetros ck
continua ha tras l O :111os postraspbntc·' . El efecto sohre conducción nen·iosa ni en pruchas cuantiLitiv:1s (k
h ncurop:HÍ;I :i11ro11«1mica es m:ís discutido. sens1hilichd. Fesult:1dos c;irnilarcc; se ohtu\icrnn en ,,¡
Pero. ,ide111:1s del co11trol glucémicu, el e\ludio SYD\TY 2 (puhlic:Hl() L'll 200(1), ensarn n.:~1lizado rn
prospecti\'ll eurnpeo UJRODL\B en diabétiuJs tipo l, Israel \. Ru-.i:i dur<111te S c;e111~111as, L·rn1 dosis \ :Ht<thles
sugiere que la modificación de factores tradicional- de :\L (entre 6011 y 1.800 rng/d). Los dedos secumh-
mente asociados a la enfermedad rnacrovascular (hi- rios más frecuentes fueron na úseas y vómitos.
pertens1on, IMC, cintura, hipertrigliceridernia, Hasta la fecha, el AL es el rrnís prometedor de los
tabaquismo) podría disminuir la incidencia de PND. tratamientos etiológicos.
Inhibidores de la aldosa reductasa (IAR): este gru- Inhibidores de la proteincinasa C (PKC}: la activa-
po de fármacos reducen el flujo de glucosa a través de ción de las isoformas 13 y o de la PKC conduce a la
la vía de los polioles, inhibiendo así el acúmulo de trascripción ele factores de crecimiento, como el VEGF
sorbitol y fructosa. A pesar de las esperanzas puestas (Vascular Endothelium Growth Factor) que origina
en los IAR desde que se empezó a ensayar en 1981 el trastornos en la microcirculación neuronal, mecanis-
alrestatin, la mayoría han sido un fracaso debido a mo que participa en esta complicación microvascular.
varias causas: defectuoso diseño del estudio con la in- La ruboxistaurina es un inhibidor selectivo de la PKC-
clusión de pacientes con PND avanzada; insuficiente 13 por vía oral que se ha ensayado en la retinopatía. En
penetración tisular; efectos secundarios frecuentes y, la PND, en un ensayo con 205 diabéticos en el que se
a veces, graves (hepatitis, nefrotoxicidad); o quizás compararon dosis de 32 y 64 mg frente a placebo, en
debido que la activación de ésta vía no sea tan impor- la cohorte completa no se encontraron diferencias en
tante en la fisiopatología de la ND como se había la sensibilidad vibratoria ni en el sistema de puntua-
pensado. Fiasta la fecha se han ensayado alrestatin, ción por síntomas (Total Symptoms Score), pero sí en
sorbinil, tolrestat, ponalrestat, minalrestat, lindores- un subgrupo con PND leve-moderada.
tat, epalrestat (comercializado en Japón), zopolres- En la Tabla 4 se muestra un resumen de otros tra·
tat, ranirestat, fidarestat v zenarestat, encontrándose tarnientos fisiopatológicos que hasta la frcha han teni-
en algunos de ellos mejorías discretas en parámetros do menos evidencias de éxito (o ninguna!'
de conducción nerviosa sin respuesta significativa en
los síntomas o signos. Tratamiento del dolor
Acido o:-li{Joi:o (AL) o <icido tióctico, se lleva usan-
do en Alemania y Japón desde hace décadas para el La PND es, con diferencia, la crns:1 nüs frecuente
tratamiento de la hepatitis fulminante por Anw11it,1 de dolor neuropático, definido corno el inKiado o cau-
Faloidcs, por sus propiedades antioxidantes (atrapa sado por una lesi(m primaria o disfunción del sistern;1
radicales libres v recupera el glutatión). Hasta la fecha nervioso y que puede cursar con otros síntomas posi-
se han realizado 6 ensayos aleatorizados v controlados tivos v negativos. Hav que tener en nienta varias ca-
frente a placebo (uno de ellos para la neuropatía auto- racterísticas del dolor neurop:ítico v su tratamiento: 1!
nómica cardiovascuhr) con dis6íos y duración varia- no ha sido posible relacionar el tipo de dolor con un
258 ... e La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

Tabla •tOtros tratamientos de la neuropatía diabética !:>asada en mecanismos patogenéticos


..,
Fármaco Mecanismo acción Comentarios

.¡, peroxidación lipidica 3 ERC:2000 mg/d o 1000 mg vo/8 h /1


Acetil-L-carnitina
1' myo-inositol año: mejoría SV, VCN y dolor

,J, AGE Escasos ensayos de corta duración


Benfotíamina ±otras vitamin B
.¡, acumulo polioles con mejoría SV y dolor

NGF 1' Regeneración nerviosa ERC no eficaz

Aminoguanidina ,¡, AGE No eficaz

Peptido C 1' ATPasaNa/K Mejoría VCN, parámetros FA

A.-y linolenico No eficaz

IECAs (trandolapril, lisinopril, quinapril) 1' Flujo neural Escasos estudios. Mejoría VCN

Lipo-PGE1 1' Flujo neural 1 ensayo: mejoría dolor y VCN

Myoinosirol 1' Myoinosirol neural Escasos estudios

ERC: ensayo randomizado controlado. AGE: advanced glycation end producr.


VCN: velocidad conducción nerviosa. !ECA: inhibidores enzima conversora angiotensina.
SV: sensibilidad vibratoria. FA: función autonómica.
NGF: nerve growth factor. Lipo-PGEl: prostaglandina incorporado en microesferas lipídicas.

determinado mecanismo, 2) un determinado tipo de dencia (ensayos únicos o de resultados inconsistentes)


dolor puede obedecer a más de un mecanismo, y un son otros antiepilépticos (carbamacepina, topiramato,
único mecanismo puede inducir varios tipos de dolor oxcarbacepina, lamotrigina, ácido valproico), com-
en el mismo paciente, 3) tampoco ha sido posible iden- puestos tópicos (capsaicina, parches de lidocaína al
tificar un determinado fármaco con un determinado 5%) y fármacos antiarrítmicos (mexiletina). Los ann-
mecanismo y tipo de dolor, 4) muchos de los datos ob- tiinflamatorios no esteroideos y paracetamol son inefi-
tenidos en la experimentación animal, intentando es- caces excepto se asocia dolor nociceptivo.
tas correlaciones, han fallado en el hombre pues el Antidepresivos tricíclicos (ADT}: los ADT clási-
daño en este último es más crónico, más extenso y más cos (aminas secundarias-nortriptilina, imipramina y
grave. Existen pocas evidencias para decidir cuál es el terciarias, amitriptilina) actúan como inhibidores,
fármaco de primera elección por su eficacia y seguridad, recaptación de monoaminas o noradrenalina/seroto-
motivo por el cual deberemos guiarnos por otros facto- nina, bloqueantes de los canales Na+ y se vienen em-
res a la hora de la selección: efectos secundarios, patolo- pleando para el dolor neuropático desde hace
gías coexistentes (depresión, insomnio) o interacciones décadas apoyados por ensayos controlados. Los
medicamentosas. Es muy importante, pues, informar a efectos secundarios frecuentes son de tipo colinérgi-
los pacientes de los beneficios y limitaciones de los trata- co (boca seca, mareos, hipotensión ortostática, es-
mientos existentes, que mayoritariamente aliviarán el treñimiento, visión borrosa, retención urinaria),
dolor sólo de forma parcial (sólo un tercio de los pacien- aunque las aminas secundarias (nortriptilina) se to-
tes obtienen un alivio> 50 % del dolor) 1rn. leran mejor que las terciarias (amitriptilina). Benefi-
Existen varias clases de fármacos pero sólo Ltes son cios de su uso son la me¡ora de la depresión y del
los de primera elección (Tabla 5 y Figura 1): antidepre- insomnio a menudo asociadas a esta complicación.
sivos tricíclicos (amitriptilina, nortriptilina, imiprami- Debido a su asociación a glaucoma y sobre todo, a
na) e inhibidores selectivos de la recaptación de la muerte súbita por arritmias (sobre todo, a dosis >
serotonina y noradrenalina -ISRSN- (duloxetina, ven- 100 mg/día) habrá que tener mucho cuidado su uso
lafaxina), 2) antiepilépticos tipo ligandos a2-8 del ca- en diabéticos ancianos y cardiópatas.
nal del calcio (gabapentina, pregabalina), y 3) ISRSN (duloxetina, venlafaxina}: son inhibidores
analgésicos opioides (tramado!, oxicodon). Otros fár- de la recaptación, serotonina y noradrenalina de re-
macos que se pueden emplear aunque con menor evi- ciente aparición pero con aval de 3 ensayos controla-
Neuropatía diabética. Clínica y tratamiento 259

Tabla 5. Dosis de fármacos de elección en la PND dolorosa

Tiempo hasta
Fármaco Titulación Dosis máxima
efecto

3,6 T J 00-300 rng/8 ho-


Gabapentina
3.2-5
,.
CJUS
t
ten ) ; J .
UO'.:-ilSi
\

3.6
l'rcgab~dln,~

2.6
í_<L

2,6
Nortriptilina
í •'!. l.6

5,2
Duloxctina ! 20 rng/día
_),/.-~.:)

4,6 ¡ )""7,:) mg
Venlafaxina
2.9-1 (l t..:Jt.Ll "cr1un,1

2,6
Oxicodona 5- l\J 111g
l ,9-4,l

t 50-l 00 rng/d en
3,4 400 mg/d (en 4
Tramado! 50 mg/12-24 horas dosis dividida 1-2 semanas
2,3-6,4 dosis divididas)
cada 3-7 días

NNT: Número necesario a tratar (número de pacientes necesario a tratar con un cierto fármaco para obtener un pacíentc con reducción del 50 ~~ del
dolor).

dos (duloxetina) que en un metaanálisis (con 1.139 léculas son los mareos, la somnolencia y los edemas
pacientes) logró reducir> 50% el dolor en un 45-55 'X, periféricos.
de los pacientes en 12 semanas de tratamiento (frente Opioídes (tramado!, oxicodona): su eficacia ha que-
a 25% de placebo). Los efectos secundarios frecuentes dado probada en varios ensayos y se pueden usar como
fueron las náuseas y, con menor frecuencia, los mare- fármacos de segunda línea en monoterapía o en combi-
os, somnoleflcia, anorexia, estreñimiento y aumento nación para reducir las dosis o cuando los anteriores
de la presión arterial. Hay menos evidencias con ven- han fracasado en monoterapia. Se puede usar de cómo
lafaxína. Se toleran mejor que los ADT. fármaco de elección en las siguientes situaciones: exa-
Ligandos a2-o canal del calcio (gabapentina, pre- cerbaciones agudas de dolor intenso y durante la titula-
gabalina): actúan por varios mecanismos pero en ge- ción de otra medicación de primera linea para el alivio
neral reducen las descargas ectópicas de las terminales rápido del dolor. Los efectos secundarios más frecuentes
nerviosas bloqueando los canales Ca+ y liberación son náuseas, somnolencia, estreñimiento y en ancianos,
posterior de neurotrasmisores (glutamato, noradrena- además, alteraciones cognitivas y trastornos de la mar-
lina, sustancia P). Son los antiepilépticos con mayor cha. No deben asociarse a ADT ni lSRSN debido alma-
evidencia para el tratamiento de la PND dolorosa. La yor riesgo de inducir síndrome serotoninérgico.
eficacia y tolerabilidad de estos fármacos ha sido pro- Tratamientos no farmacológicos: otras medidas co-
bada en varios ensayos aleatorizados y controlados adyuvantes pero con evidencias escasas son: masajes \.
frente a placebo, y es similar. Sin embargo, la pregaba- calor local, estimulación eléctrica neural transcutánea y
lina parece ser algo más rápida en su inicio de acción espinal, acupuntura, tratamiento con campos magnéti-
que la gabapentina y, además, hay que administrarla cos estáticos v uso de luz infrarroja monocromática.
con menor frecuencia diaria. Los efectos secundarios En la figura se representa una propuesta de algorit-
más frecuentes y similares en frecuencia de las 2 rno- mo terapéutico.
260 eoo La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica

• Control glucéinicoy otros factores de riesgo


• ¿A. lipoico?

Terapia coadyuvante:
Dependiendo de contraindicación o
enfermedades coexistentes Procedimientos no farmacológicos:

Masajes locales
Baños locales (calor o frío
suaves)

Pregabalina Estimulación eléctrica neural


Duloxetina transcutánea
Gabapentina
Estimulación externa muscular
mediante impulsos eléctricos
de alta frecuencia
Campos magnéticos estáticos
Si el dolor no está controlado y dependiendo de las
contraindicaciones se cambiará a otro grupo o bien Luz infrarroja monocromática
se asociarán agonistas opioides

Figura l. Algoritmo terapéutico de la PND dolorosa

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