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La DM sin tratamiento, pero también con trata- la vida como ésta puede dejar secuelas irrecuperables.
miento, es una enfermedad progresiva; existe el control Clásicamente, se ha dicho que el niño sería capaz de
pero no la curación, y, dependiendo la evolución y del soportar la hiperglucemia de la DM mejor que el adul-
grado de control que se consiga de la hiperglucemia, así to. Es cierto que es infrecuente ver complicaciones cró-
como de la coexistencia de otros factores, como pueden nicas en niños, pero cuándo han evolucionado
ser la hipertensión arterial o la dislipemia, se acelerará crónicamente mal controlados, sí es frecuente la apari-
el deterioro del diabético, agravándose su situación. ción de complicaciones microangiopáticas ya antes de
El diabético muere, fundamentalmente, por sus pro- los 20 años. También es de destacar el progresivo in-
blemas cardiovasculares, centrados, sobre todo, en tres cremento de DM tipo 2 y síndrome metabólico en ni-
procesos, el infarto agudo de miocardio, el accidente ños, que de no corregirse hará que el futuro sanitario
vascular cerebral y en la isquemia de extremidades infe- en materia de DM sea cada vez más complicado.
riores que desemboca en gangrena y frecuente infección De igual forma, en la diabética embarazada o en la
grave. Pero desde que se inicia el deterioro hasta que lle- diabetes gestacional {mujer embarazada a la que le
ga la muerte, un sin fin de complicaciones pueden hacer surge la DM durante el embarazo) la morbi-mortali-
su aparición, lo que supone que con el paso de los años, dad infantil es mucho mayor que en la población no
y conforme el control metabólico es peor, la DM se con- diabética, a la par que durante el embarazo y el parto-
vierte en una enfermedad multiforme, precisando con puede haber un empeoramiento de las complicaciones
frecuencia la intervención de numerosos especialistas y crónicas.
obligando al generalista a dedicarle gran parte de su Existen también una serie de DM que aparecen co-
tiempo. La falta de preparación diabetológica y la mala mo consecuencia de otras enfermedades en las que se
coordinación de los servicios médicos, con frecuencia, deteriora el metabolismo de la glucosa, bien por pérdi-
empeoran la evolución del paciente. da de parénquima pancreático {pancreatitis crónica fi-
De esta forma, y conforme se va haciendo mayor el brosante o calcificante) o por la aparición de
número de complicaciones, la calidad de vida del pa- resistencia a la insulina o coexistencia de una acción
ciente va empeorando a la par que aumenta el deterio- glucogenolítica o neoglucogénica.
ro personal, familiar, laboral y social del paciente, No hace ni cincuenta años, en los textos clásicos de
incrementándose a su vez el costo de la enfermedad Medicina Interna se decía que una persona era diabé-
por factores directos e indirectos (Figura 1). En Euro- tica cuando su glucemia sanguínea alcanzaba cifras al-
pa, la DM es responsable del 2,5 al 15% del presu- rededor de 170 mg/dl. Posteriormente, en 1965, la
puesto sanitario, lo que demuestra no sólo el elevado Organización mundial de la Salud (OMS) publicó las
número de pacientes sino también el alto coste que ge- primeras guías de diagnóstico y clasificación de la DM
nera la enfermedad. y desde entonces hemos desarrollado criterios consen-
suados y precisos para definir si un sujeto es o no dia-
bético. No obstante, en 1997, estas guías fueron
revisadas, quedando también incluidas en la clasifica-
ción y en el diagnóstico otras categorías de alteración
del metabolismo hidrocarbonado anterior a la DM en
< su aparición.
9 En definitiva, en la DM nos encontramos ante un
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u.l
Cl
proceso multidisciplinar con diferentes categorizacio-
Cl nes patogénicas y clínicas que harán que el tratamien-
<
Cl
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to de un diabético sea muy diferente al de otro,
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u
incluyendo en esto la necesidad o no de insulina exó-
gena (en base a la producción endógena de la misma)
y la existencia o no de complicaciones de los diferen-
tes órganos y aparatos.
pueden alterar el metabolismo hidrocarbonado en el enfermedad de Addison u otras que se encuadran en los
rango de DM, para posteriormente, si desaparecen, síndromes pluriglandu!ares autoinmunes tipos 1 y 2.
provocar la normalización g!ucémica. Estos pacientes, en su mayoría, desarrollan su en-
Los hechos más significativos, bajo el punto de vis- fermedad antes de los 25 ar1os de edad, con igual pre-
ta histórico, en la actual clasificación de la DM, par- sentación en ambos sexos y diferente incidencia según
ten del año 1979 en el que el National Diabetes Data raza y hábitat geográfico. Así, la DM tipo 1 es más fre-
Group (NDDG) consensuó un documento, publicado cuente en blancos \' en nórdicos de Europa.
en la revista Diabetes ese mismo a11o, titulado "Chssi- T;1mbién, como se vn;Í en el capítulo S. conocernos
;1nd othvr su frecuente ~1sociac1</)ll (()J1 dctern1in~1do~ p;i.tr()-
ri hi 1id:1lL F 1 H L\-l WJl
n1ento
pacientes están sin diagnóstico por la escasez de sínto- de la glucocinasa, la enzima que convierte la
mas que presentan. glucosa a glucosa-6-fosfato. Realmente a la glu-
La aparición de cetoacidosis no excluye el diagnós- cocinasa se le ha denominado enzima "gluco-
tico de DM tipo 2, si bien en estos casos debe existir sensora" para la célula [3 y cuando esta enzima
un factor precipitante que incremente la demanda de no actúa adecuadamente, es necesario que au-
acción insulínica, lo que ocurre en infecciones, inter- menten los niveles de glucosa para obtener nive-
venciones quirúrgicas o situaciones muy estresantes, les normales de secreción insulínica.
entre otros. e MODY 3. Se produce por la mutación del gen
Mientras el páncreas mantiene una secreción de in- de HNF- la en el cromosoma 12. Es el tipo más
sulina suficiente para vencer la resistencia insulínica, el frecuente de todos.
diabético tipo 2 se mantiene en situación funcional de " MODY 4. Se produce por la mutación del gen
no insulinodependencia, pero lo habitual es que, con el de IPF-1 en el cromosoma 13. IPF-1 es un fac-
paso de los años, el páncreas vaya claudicando y la se- tor promotor de insulina. Esta rara forma tiene
creción de insulina sea insuficiente para controlar la la particularidad de que en su forma homocigo-
glucemia, momento en el que el diabético tipo 2 cam- ta existe agenesia pancreática.
bia su situación funcional a diabético insulinodepen- Otras formas todavía más infrecuentes se ha descri-
diente, debiendo en cualquier caso contemplar el to recientemente. La mutación en el ADN mitocon-
médico que la insulinización debe hacerse más bien an- drial es una alteración que puede encontrarse unida o
tes que después. no a DM. Otras alteraciones son la falta de conversión
Aunque su diagnóstico se realiza normalmente en de proinsulina a insulina que también se hereda de for-
la edad adulta (más de 40 años), cada vez la edad de ma autosómica dominante o la secreción de insulinas
diagnóstico es menor, estando diagnosticándose ya en mutadas que son biológicamente inactivas.
adolescentes y más raramente en niños con obesidades 2. Defectos en la acción de la insulina de etiología
abdominales importantes y/o gran resistencia a la insu- genética. Son causas infrecuentes de DM y están deter-
lina. En esta DM, la carga genética es importante co- minadas por alteraciones del receptor o a nivel posre-
mo lo es en las mujeres haber tenido una diabetes ceptor, que en función de su gravedad darán lugar a
gestacional previa. modestas hiperglucemias acompañadas de hiperinsuli-
nemia, pero que, a veces, llegan a producir hipergluce-
Otros tipos específicos de DM mias graves. Los cuadros clínicos mejor conocidos
asociados a estas alteraciones son:
Este tercer grupo clasificatorio de la DM reúne una - El antes llamado tipo A de resistencia a la insuli-
serie de situaciones clínicas con diagnóstico de DM na y que hoy en día podría considerarse como un
que no tienen relación entre ellas y que, en general, se subtipo del Síndrome del Ovario Poliquístico; es
apartan de la frecuencia e importancia de la DM tipo un cuadro en el que la mujer presenta poliquisto-
1 y tipo 2. sis ovárica, androgenismo, acantosis nigricans y
l. Defectos genéticos de las células (3. Personas ha- resistencia a la insulina. Se han descrito algunas
bitualmente con menos de 25 años pueden expresar mutaciones genéticas pero no todos los pacientes
datos diagnósticos de DM que tiene su causa en un están genéticamente caracterizados. Una muta-
mal funcionamiento de las células [3, lo que induce un ción bien conocida es la del gen de la laminina A,
déficit en la secreción de insulina, con mínima o nula una proteína que desempeña un papel importan-
repercusión en la acción insulínica. Estas formas de te en la organización nuclear de las células.
DM recibieron hace tiempo el nombre de diabetes tipo - El leprechaunismo o síndrome de Donohue es
MODY (Maturity Onset Diabetes of theYoung). El una alteración genética que se hereda de forma
comportamiento es como en la DM tipo 2. autosómica recesiva, que clínicamente cursa
La causa de esta alteración es un defecto genético, con bajo peso y talla al nacer, malformaciones
que se hereda con patrón autosómico dominante. craneofaciales, aumento de tamaño de pene/clí-
Existen varias formas de MODY y en ellas se implican toris, lipoatrofia y resistencia a la insulina. Su
diferentes cromosomas. origen está en una mutación genética localizada
• MODY l. Se produce por alteración del gen en el cromosoma 19p 13.2, que a1ecta al recep-
HNF-4a (HNF es el factor nuclear del hepato- tor de la insulina. Es el más grave de los síndro-
cito) en el cromosoma 20. HNF-4a es un factor mes de resistencia a la insulina por afectación
de transcripción involucrado en la regulación y del receptor de insulina y los niños afectados
expresión de HNF-12. mueren precozmente.
• MODY 2. Se produce por alteración del gen de - El síndrome de Rabson-Mendenhall es uno más
la glucocinasa en el cromosoma 7p. Debido a de los cuadros debidos a alteraciones del receptor
este problema hay una alteración en la función de insulina. Es de muy rara aparición y de menor
Concepto, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus 5
gravedad que el anterior, cuya mutación tam- sulina a su receptor, mecanismo por el que indu-
bién se encuentra en el cromosoma 19. cirían hiperglucemia. Pero independientemente
3. Enfermedades del /Jáncreas exocrino. Numero- pueden producir hipoglucemia como conse-
sos son los procesos exocrinos que, aconteciendo so- cuencia de su unión al receptor. Cuando el esta-
bre el páncreas, pueden llegar a afectar el páncreas do de resistencia a la insulina es muy
endocrino y producir DM. Los más conocidos son las pronunciado cursan con acantosis nigricans (es-
pancreatitis, en especial, la aguda necrótico-hemorrá- to <lntes era conocido como resistencia a la 1!1-
y la crr'mica algunos rraumarismos sulina tipo B!. Esn siruación ;1 1cces
t 1 1 . , . 1
graves que incidan sohre el ;frea hs in ~1 Clcrt~1~ l.!lfl'rllll~l.J,1UC'."J \!'.-1Ll.'111Ji._-~1'-- \._]¡__'
o no de 1crcnc¡;1 o
en el que ;lpJrece un;1 hiperglucc:mia CJUL' 1nclu:,o puc·
de estar L'll r;111go de D\l, debe sc'r esrudi;1do p;1L1 cks IZ01,;1h;ti. Pndn
cutar cáncer de en rrc otros.
4. bzdoai110/h1t1Í1s. L1 apariL·ión de co1Kcntr;iciom's
anorm;1ks de horrnon;1s contra -insuhres del tipo de Li
hor111011;1 de crecimiento, gluc1g<·lll. cortisol o c;Hccoh
minas anragoni;,an la ;icci<.lll insulínica, d:rndo luµ,<ir ;1 h1- Fsrc ctLHW 1 1-'ilti1rni grup<l l'I! [;1 cL1sific;1ci<.lll de Li
perglucemia v Di'vl. ;\sí. h ;1cro111egalia, el glucagonom;i_ ,k1hncc; vsLÍ definido p()r Li ;1parici(rn de intolcr;11K1;1
el síndrome de Cushing v la fcocromocitoma. enlTl' ol r;1,. ;1 Li ,duc·oc;;1 e h1perglucc1rna dv gravnbd 1arÍ;1blc l]ll<'
son enfcrmedalks que en su cuadro clínico lk1·;rn h po- c0ipccific;1111entl' 1w dchc ser co11ucid;1 ;111tcc; del cmb;1-
sibilidad de DM. Esta DM desaparece con el control de ra1,o y debe manifestarse y ser diagnosticada durante
la enfermedad o de su hiperproducción hormonal. el mismo. Esto no excluye que la paciente ya tuviese b
5. Inducida por fármacos u otras sustancias quími- intolerancia antes del embarazo, pero, en cualquier ca-
cas. Lo que estas sustancias hacen es precipitar la ma- so, no había sido diagnosticada.
nifestación de alteraciones ya existentes, bien en forma También este concepto es diferente al de "diabética
de disfunción secretora o de insulino-resistencia. Otras embarazada", es decir, mujer portadora de diabetes ti-
actúan directamente destruyendo las células ~- Ácido po 1 o 2, ya diagnosticada y, habitualmente, en trata-
nicotínico, glucocorticoides, hormonas tiroideas, ago- miento, que queda embarazada.
nistas ex y 13 adrenérgicos, tiacidas, pentamidina, dilan- Durante el primer trimestre de gestación, la gluce-
tina, vacor o interferón-cx entre otros pueden inducir mia suele ser normal o nús baja de lo habitual. La
diabetes por este mecanismo. aparición de hiperglucemia en esta fase del embarazo
6. Infecciones. Cienos virus se han asociado a la debe hacer pensar en que la mujer ya era portadora de
destrucción de las células [3 y se han localizado, inclu- la alteración metabólica antes de quedar embara;,acla.
so, en el páncreas de pacientes que han muerto en el Un test normal de sobrecarga oral de glucosa en estos
transcurso del debut de su enfermedad. La diabetes tres primeros meses de embarazo no excluye la ap;iri-
acontece en algunos nifios con rubéola congéniu; tam- ción posterior de DM gestacion;il.
bién se ha relacionado con parotiditis, virus co:\ackie El perfil de mujer con riesgo de D;\1 gestacional es:
B o citornegalovirus, entre otros. mujer aiiosa, historia pre1 ia de intolerancia a b gluco-
7. Fomrns infrecuentes de diabetes mediada por in- sa, fetos y nü1os con macrosornas previos, obesidad
munidad. En este apartado hay dos entidades bien co central, glucemia anormal en avunas o pcne1wncia ;¡
nocidas: dcrcrrniiL1dos grupos ~trncos como hispano-arncric1-
a) Síndrome del hombre rígido ("stiff man" s.!. Se no\. ;1fro-arncricanns. asiático-americanos, indios Pi-
caracteri;,a por una afectación del SNC en la que rna o natÍH)S de las islas del pacífico.
el paciente desarrolla de forma progresiva espas- L1 DM gestacional por sí misma constitun' un focror
ticidad muscular acornpai1ada de paroxismos es- de riesgo para desarrollar posteriormente b D.\1 tipo 2.
pasmódicos y dolorosos. Aclem<"Ís, los pacientes
suelen tener anticuerpos anti-GAD positivos 1 DlAGI\ÓSTICO DEL:.\ Di\1
un tercio de ellos desarrollan diabetes.
b) Anticuerpos anti-receptor de insulina. P,loquea11 lndependienrerncnte del tipo de DiVl los datos L'll
la acción insulí11ica al impedir la unión de la in- los que h;isa el diagnóstico de cualquier DiVl y de otras
6 •0 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
alteraciones del metabolismo de la glucosa, como cibían antaño el nombre de prediabéticos. El concepto
glucemia anormal en ayunas e intolerancia a la glu- de "prediabetes" vuelve de nuevo al argot médico pa-
cosa, están actualmente bien consensuados y son cla- ra significar una situación clínica que puede evolucio-
ros con el fin de que no haya diferentes criterios nar a DM, pero que también a través de medidas
diagnósticos. Además, un Comité de Expertos para el higiénicas y si fuere necesario fármacos sensibilizantes
Diagnóstico y la Clasificación de la Diabetes Mellitus de la insulina, puede retroceder hacia la normalidad
revisa periódicamente los enunciados diagnósticos y metabólica. Sin embargo, lo más importante es que en
la clasificación de estas alteraciones del metabolismo la actualidad sabemos que la mayor parte de estos pa-
hidrocarbonado. cientes entroncan con el síndrome metabólico y, por
En la actualidad, y bajo el punto de vista del diag- tanto, en esta etapa previa a la DM ya existirá un ries-
nóstico, se consideran 3 situaciones diferentes dentro go cardiovascular mayor o menor según qué otras al-
de las alteraciones hiperglucemiantes del metabolismo teraciones del síndrome existan.
de la glucosa: Otro aspecto de interés que deberemos tener en
l. Glucosa anormal en ayunas. Los pacientes con cuenta es que la HbAlc de estos pacientes puede estar
glucosa anormal en ayunas (GAA) se encuentran asin- en rango normal o casi normal y que incluso algunos
tomáticos, pero como se comentará posteriormente ya pacientes con intolerancia a la glucosa están habitual-
presentan alteraciones metabólicas que, con frecuen- mente normoglucémicos, situaciones ambas que no
cia, entroncan con el síndrome metabólico. nos deben alejar del diagnóstico de estas alteraciones
Este grupo se define por tener una concentración de del metabolismo de la glucosa.
glucosa plasmática en ayunas de 100 mg/dl (5,6 También debemos de tener presente que el diagnósti-
mmol/l), siendo 99,99 mg/dl el límite superior de la nor- co de DM ha evolucionado a lo largo de la historia y es
malidad para la glucemia. Además este grupo debería te- probable que siga evolucionando. En cualquier caso, con
ner una glucemia en ayunas :5 a 126 mg/dl (7 mmol/l) los datos de evidencia que actualmente tenemos enlama-
(valores ;::: de 126 mg/dl pueden considerarse, como se no lo que podemos decir es que este diagnóstico distin-
verá después, dentro del concepto de DM. Por lo tanto gue a un grupo de personas que presentan un incremento
glucemias entre 100 y 126 mg/dl en ayunas de 8 horas de mortalidad a edad prematura respecto a las personas
son diagnósticas de glucosa anormal en ayunas. sin este diagnóstico y que todos ellos tienen un alto ries-
2. Intolerancia a la glucosa. El diagnóstico de into- go de complicaciones micro y rnacroangiopáticas.
lerancia a la glucosa exige la realización de un test de 4. Diagnóstico de diabetes mellitus gestacional.
tolerancia oral a glucosa (TSOG) con 75 g de glucosa. Como se verá en el capítulo correspondiente, la diabe-
En la actualidad sólo se utilizan 2 puntos, la glucemia tes complica alrededor de un 4% de los embarazos,
basal y la glucemia a las 2 horas de la ingesta de la glu- con cifras diferentes según etnia, edad, etc. El estudio
cosa. Si la glucemia a las 2 horas es < 140 mg/dl /7,8 para el diagnóstico precoz de este proceso debería ex-
mmol/l) se considera normal, pero si se encuentra en va- tenderse a toda embarazada; sin embargo hay un gru-
lores comprendidos entre 140 y 200 mg/dl (11,1 po de mujeres con escaso riesgo que podrían no
mmol/1), el diagnóstico es intolerancia a la glucosa. precisar el estudio. Éstas son:
3. Diabetes mellitus. Por tres vías diferentes llega- - Mujeres con edad < de 25 años e IMC normal,
mos al diagnóstico de DM: sin antecedentes de abortos, hijos con rnacroso-
- Glucosa plasmática en ayunas. Si la glucemia mas o muerte perinatal.
plasmática en ayunas es ;::: 126 mg/dl (7 mmol/I) - Mujeres sin historia familiar de diabetes ni perso-
es diagnóstica de DM. No obstante, en ausencia nal de alteración del metabolismo de la glucosa.
de una hiperglucemia inequívoca, es recomen- Mujeres no pertenecientes a grupos étnicos con
dable repetir la prueba otro día. alta prevalencia de DM.
- Los síntomas de DM {poliuria, polidipsia, poli- Los criterios establecidos por la ADA para el diag-
fagia, astenia y/o pérdida de peso) y una gluce- nóstico de DM gestacional siguen siendo los de Car-
mia plasmática en cualquier momento del día y penter y Coustan publicados en Am J Obstet Gynecol
sin relación con ayuno o ingesta previa ;::: 200 en 1982.
rng/dl (11.1 mmol/l) son suficientes para el diag- Una vez que la mujer se sabe embarazada y realiza
nóstico de D M. su primera visita médica se debe establecer el riesgo de
- Glucemia plasmática a las 2 horas del TSOG diabetes. Se consideran mujeres de alto riesgo las que
con 75 g de glucosa;::: 200 mg/dl (11,l mmol/I). presenten: obesidad central, antecedentes de DM ges-
Este diagnóstico debería ser confirmado y con- tacional, glucosuria o antecedentes familiares de DM.
siderado provisional mientras tanto. Para la En estas mujeres, si al inicio del embarazo no hay da-
confirmación no debe usarse la HbAlc. tos de DM gestacional, se debe hacer una nueva eva-
Los pacientes que ahora se diagnostican de gluce- luación metabólica entre las 24 y las 26 semanas de
mia anormal en ayunas o intolerancia a la glucosa re- gestación:
Concepto, clasificación y diagnóstico de !a diabetes mellitus 7
Una glucemia plasmática en ayunas > ] 26 precisa tratamiento insulínico. Su curso suele autolimi-
mg/dl (7 mmol/l) o una glucemia en cualquier tarse (60% de los casos) o perpetuarse (40%). No hay
momento del día (casual) > 200 mg/dl ( 11, 1 autoinmunidad ni susceptibilidad a HLA. Algunos es-
mmol/l) son diagnósticas de hiperglucemia. tudios genéticos intentan delimitar la etiopatogenia del
- Si el diagnóstico no está claro, especialmente en tipo autolimitado y del perpetuo. Un 40% de los re-
mujeres en edad i11edia de la vida, el siguienre cién nacidos que presentan este cuadro suelen recaer Y
paso sería: presentar una DM tipo 2 entre los 7 y los 20 ai1os. Se
a) En pacientes de alto riesgo de D\1 gcsL1UI)· desconoce el porqué de c:st:1 relación con L1 D.\l
nal: realizar directamente un TSOC. 2. pero hasta un tcrc;o de los pacil'nrc:-,
Ln otras cmh;Hazacbs sc rc(cdcnre~ L1rnil1arc::; de 1)\í
preceden de una adecuada explicación de los objetivos su caso tratarse, otros factores de riesgo car-
que se persiguen, no hay un aumento de la ansiedad en diovascular (BJ.
la población estudiada. c) Pruebas diagnósticas para DM tipo 2 en niños:
El test preferido es la glucemia plasmática en
Glucemia posprandial como método de control de la ayunas (EJ.
DM - Se estudiarán niños con sobrepeso (IMC >
percentil 85 para la edad y sexo, peso para
Frente al concepto muy extendido de la importancia la altura > percentil 85 o peso > 120% de su
del control preprandial de la glucemia, la International peso ideal para la altura) y 2 de los siguien-
Diabetes Federation (IDF) insiste en sus últimos docu- tes factores de riesgo:
mentos en que el principal responsable del incremento de - Historia de DM tipo 2 en familiares de pri-
la HbA le, así como del riesgo de tener complicaciones mer o segundo grado.
crónicas, es la glucemia posprandial; y en este sentido, - Raza: indios americanos, afro-americanos,
las nuevas guías de control de IDF recomiendan que los latino-americanos, asiático-americanos y na-
pacientes diabéticos deben controlar su glucemia pos- tivos de las islas del Pacífico.
prandial, entendiéndose ésta como la determinada 2 ho- - Signos de resistencia a la insulina o condicio-
ras después del inicio de la comida correspondiente, nes asociadas a ella: acantosis nigricans,
debiendo estar en este momento la glucemia por debajo HTA, dislipemia, síndrome de ovarios poli-
de 140 mg/dl (7,8 mmol/l). quísticos.
- Historia materna de DM o DM gestacional
Estándares asistenciales en el diagnóstico de la DM (EJ.
- Los estudios podrían iniciarse a los 1O años
La ADA establece 4 niveles de evidencia en sus re- o al comieuw Je la pubertad sí ésta se ade-
comendaciones: A) Clara evidencia a partir de estudios lanta y se repetirán cada 2 aii.os (EJ.
de gran poder de definición (aleatorizados, control¡¡¡- c) Detección y diagnóstico de DM gestacional:
dos, etc.), B) Evidencia a partir de estudios de cohorte - En mujeres gestantes con factores de riesgo
bien hechos, C) Evidencia a través de estudios poco el test preferido es el TSOG (CJ.
controlados, y E) Consensos de expertos o experien- - A las mujeres que hayan tenido DM gestacio-
cias clínicas. A partir de aquí, cada una de las reco- nal hay que evaluarlas a las 6-12 semanas del
mendaciones o estándares de la ADA son calificados parto respecto a la posibilidad de que sean
como A, B, C, o E. diabéticas, y las que no lo sean deberían ser se-
a) Recomendaciones en diagnóstico: guidas con cierta periodicidad ante la posibili-
La glucemia plasmática en ayunas es el test dad de que desarrollen pre-DM o DM (EJ.
preferido en el diagnóstico de DM en niños
y adultos (no gestantes) (EJ. Recomendaciones para el diagnóstico de la OMS e IDF
- El uso de la HbAlc para el diagnóstico de
DM no es recomendable por ahora (EJ. En noviembre de 2005 un grupo de expertos de la
b) Pruebas diagnósticas en pre-DM y DM: OMS y de la IDF realizaron una serie de recomenda-
Las pruebas dirigidas al diagnóstico de pre- c10nes que se resumen en:
DM y DM en población adulta asintomática .. Recomendación 1. Deben mantenerse los actua-
deben restringirse a aquellos con sobrepeso u les criterios diagnósticos de DM: una glucemia
obesidad (IMC 2: 25) y que tengan uno o más en ayunas 2: 126 mg/dl (7 mmol/I) o una gluce-
factores de riesgo adicionales para DM. En mia 2 horas tras TSOG ~ 200 mg/dl (11,1
personas sin estos factores las pruebas de- mmol/I). Estos datos definen a un grupo de per-
berían iniciarse a partir de los 45 años (BJ. sonas con incremento significativo de una mor-
- Si los test son normales se repetirán con in- talidad precoz e incremento del riesgo de
tervalos de 3 años (EJ. complicaciones microvasculares y de riesgo car-
- Para el diagnóstico de estados de pre-DM o diovascular.
DM se utilizarán o la glucemia plasmática " Recomendación 2. Los datos actuales son insu-
en ayunas o la glucemia 2 horas después del ficientes para definir el nivel normal de glucosa.
TSOG (BJ. El término "normoglucemia" debería usarse pa-
- En pacientes con glucemia anormal en ayu- ra glucemias asociadas a bajo riesgo de desarro-
nas, el TSOG es el que mejor define el riesgo llar DM o a baja incidencia de enfermedad
de DM (EJ. cardiovascular. Actualmente se considera esta
En las personas en las que se detecte una si- glucemia en un máximo de 100 mg!dl (5,6
tuación de pre-DM deben identificarse, y en mmol!lJ, ADA-2008.
Concepto, clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus 9
" Recomendación 3. En el momento actual es co- 2 American Diabetes Association. Srandards of medica!
rrecta la definición de intolerancia a la glucosa care in diabetes-2008. Diabetes Care 2008; 31 (Suppl
de la OMS. Esta definición podría ser reempla- ll:Sl2-S54.
zada por la de un riesgo global para DM y en- 3 Ccricllo /\·. Postprandial hvpcrglycemi:i and diabetes
fermedad cardiovascular o ambas. cornplications: is it tinw to treat? L);c?hetes 2005:
" Recomendación 4. El punto de corte para el 54! l 1: J-7.
diagnóstico de glucosa anormal en anrnas
siendo 11 O rngídl (6,1 mmolíl ). No
ADA en sus zíltimc1s "C/iniwí Fm(/i(C' Rcm-
1( )- J ¡ .:;-
En paL·icnres con gl m.-cmi:1s elltrc 1()() 1 1 1 .~ '! 1\, d1·11 l c'l .1!. (1n1rk s grnt1p lor tlw
mg/dl se debcrí:i re:iliz;ir un TSO( ;. :rnd ,·:ird101 ,1sc1il.ir d1S<·.1s1·s "¡ thc Et11·n1x.111 '<lll1't1· ol
l\ccu111c11d11ci<5n . La! lb;\ le 110 debe uril1z;usc 1·.irdll!logy .111d tlw l-.t1rnpc:111 sul'Íl'l\ lrn tlw stuch o!
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(j
Por otra parte, los estudios concretos de prevalen- dad no incluyen información sobre DM2 en nmos y
cia global ele diabetes ele base poblacional, realizados adolescentes. Partiendo de la base de la alta prevalen-
mediante extracción sanguínea y prueba ele sobrecarga cia de obesicbd infantil en nuestro país, de la también
oral ele glucosa, que detectan tanto diabetes conocida elevada prevalencia de diabetes en adultos y de la tasa
como ignorada, demuestran así mismo un aumento de población inmigrante, a priori el fenómeno emer-
progresivo y constante ele la prevalencia de la enferme- gente de la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en ni-
dad. Así, si en la década de los ochent:t b prcqJcnci11 i1os 1· adolescentes probablemente se ohsen·ar;1
glob:tl se situaba enrre el 5 \ el 6'/;, (León. I cierna (\'i;- L1mhié'n en En este sentido, 1 a se han pues ro
caya), L los estudio-, rc:ali11idos en l1Jc, ;11]ns cJ(] z.,'JJ nJ1~,1 tn1portanrcs ii1iciati\>;1s :...a11ir;1ria"'
detectaban una cncrna 11! j(J<!,, 1Cnalui11L Jf HltJr \.:! r1roh!t..'i1l;1 de l (,
,\srurias
dr1·11 o~ rrc111cl <)
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ción de d;irns de duhelec ckc!;n
cional de S11lud V de ck1h·tl'S de- c".tlldi("
autonómicos o provinciales dernuesrra que Le ¡-irn11
lcncia de dia ha au111e11tado cnnsidc"r;Ü1icmcntc
hs dos últimas décadas, v se sitúa acrualmcnrc en Li-
sas cercan:ts al 12 '/;,_ i\dem;Ís. en algun11s 1on11s. cumo mente se· h11 dicho que h prnporcic'm de DM conoci-
las islas Canarias, se h;rn detecudo prev11lc1ic111s 11L111 lla frcntt' ,1 1gnorach c'S ck l/l. l-.n lrJ\ csrudios de
m;Ís airas, del 1.1- J 4º10, confirmild11s en dos l"itudios .\r;igc'ln, !.c¡r11u. ll·cín. C1irillu1111 1· ;\:;ruri11c; Lis prnil
independientes: El de Cuía 1 el de Tcldt: '. leiicias rc·s¡wcti1 as dt: D;'vl co11ocid1i/ig11ori1d:1 son de
Fn efecto. la:; prevalcnciils de ])j\.J.2 llliÍs ;iltas detcc 1. J;:J.O; 2.8/).h: 1,9/I ,-:-; 6."7!1Jo 1· 4/S.LJ. l.11 rodo e;¡
tadas hasta la actualidad en Fsp111111. v umhié·n c11 Fu so. u1111 gr1111 prnporc1ó11 de personas :1kcti1d11s ck
ropa, corresponden a las obsen·11das en 1·1irios t'srud1os D.\l c·n Fsl'111111 actualmenrc dcsco11occ11 qm· padecen
realizados en las Islas Canarias. El estudio de Guía se estJ1 enfermedad, por lo que podría ser útil plantear
realizó en este municipio ele 12.383 habitantes situado estrategias de diagnóstico precoz en los grupos ele po-
en el noroeste ele la isla ele Gran Canaria. La prevalen- blación de alto riesgo. Estas estrategias permitirían
cia ele DM fue del 15,9%. Por otra parte, el estudio de detectar la diabetes en estadios evolutivos menos
Telele, realizado también en la isla de Gran Canaria so- avanzados, con menor deterioro ele la función ele las
bre una muestra ele población ele 1.030 personas ma- células í3 de los islotes pancreáticos, y menor preva-
yores de 30 años, detectó una prevalencia ele D M del lencia ele complicaciones crónicas en el diagnóstico.
13,2%. En este sentido, uno de los elatos más preocupantes
Uno ele los elatos más evidentes que han proporcio- de la detección "tardía" de la diabetes tipo 2, es el al-
nado los estudios ele prevalencia ele la diabetes es la to índice de complicaciones crónicas presentes en el
constatación de una da ra relación directa entre la pre- momento del diagnóstico clínico de la enfermedad.
valencia de diabetes tipo 2 y la edad, ele forma que a Podríamos pensar que a medida que mejora nuestro
mayor edad existe mayor prevalencia de diabetes, al- sistema sanitario, disminuye la proporción de perso-
canzando tasas cercanas al 25% en grupos de edad su· nas con diabetes ignorada. Nada más lejos de la rea-
perior a 70 años 4 • lidad. A la luz de los datos ele los estudios más
Tradicionalmente, se ha considerado que la D i\H recientes, lamentablemente no parece observarse una
afecta de forma casi exclusiva a adultos y ancianos, tendencia al incremento ele la ratio de diabetes cono-
siendo poco frecuente antes de los 45 ai1os. e inexis- cida respecto a ignorada.
tente en ni11os y adolescentes. Pero esta situación. sor-
prendentemente, ha cambiado en los últimos aúos. Li lncidcnci:1 de diabetes '
diabetes tipo 2, actualmente, no sólo es un11 enferme
dad asociada a edad aYanzada sino que se detect<1 tam- Dado que la DM 2 es una enfermedad de cursCJ
bién en niños y adolescentes con ohesichd. En efecto, silente, sin un inicio clínicamente hrusco ni una frcl111
el alarmante aumento de la pre,·alencia de obesidad en exacta en que un individuo pasa a padecer DM2, C'i
niúos y adolescentes observado en Estados Unidos se dificil plantear estudios de incidencia de la enfer-
acompa11a de un aumento de la prevalencia de di11bc- medad. tsros se deben hacer, a fin de detectar dia-
tes tipo 2 en estos grupos de edad. Este fenómeno tam- betes asintomática, mediante pruebas específicas,
bién se ha objetivado en otros países industrialiwdos. glucemia y/o test de tolerancia oral a la glucosa, anual-
Con respecto a la situación en Espaiia, los estudios de mente o tras un determinado lapso de tiempo en una
prevalencia de la diabetes publicados hasta la acruali- muestra de la pohl ación genera l. Estas di ficu Itad es
14 •en La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
metodológicas hacen que la información sobre inci- ralelo de la obesidad, siendo este fenómeno más mar-
dencia de diabetes tipo 2 haya sido mínima hasta cado en los grupos de menos edad 7 •
hace poco tiempo.
En conjunto, la incidencia anual de DM2 en los es- Factores de riesgo de diabetes tipo 2
tudios europeos publicados varía entre 1,2 y 4,1 casos/
1.000 personas. En España actualmente existen datos Los marcadores de riesgo de DM2 son la edad
sobre incidencia de diabetes tipo 2 en la población ge- avanzada, la obesidad, la historia familiar de diabetes,
neral del Norte, Asturias 5 y País Vasca6, y de Andalu- la raza, el nivel socioeconómico y el estilo de vida oc-
cía. Las tasas de incidencia de diabetes tipo 2 en estos cidental (refiriéndose principalmente a la obesidad,
estudios son de 8,2, 10,8 y 19 casos por 1.000 habi- dieta e inactividad física). Cada uno de ellos es proba-
tantes y año. blemente un reflejo de los factores causales subyacen-
En estos estudios, los factores predictivos más im- tes. En la historia natural de la DM2 se describe un
portantes para el desarrollo de diabetes fueron las al- estado previo de intolerancia a la glucosa y de gluce-
teraciones previas de la tolerancia a la glucosa mia basal alterada, estados que confirman que el ries-
(alteración de la glucemia basal y de la tolerancia a la go de desarrollar DM2 aumenta cuanto mayor es el
glucosa), la edad, la obesidad, la historia familiar de nivel de glucemia. La diabetes gestacional también
diabetes, el aumento de peso, la hipertrigliceridemia y puede ser un marcador de un estado prediabético 4.
la hipertensión arterial5. Muchos estudios confirman el papel de los factores
Algunos de los factores que han podido influir en fisiológicos y de estilo de vida en la etiología de la
este incremento de DM2 en nuestro país son el cam- DM2. Tales factores incluyen, en primer lugar, a la
bio de criterios diagnósticos de DM2 (en 1999, la obesidad, que se acompaña de resistencia a la insuli-
OMS decide reducir el punto de corte de glucemia en na4. La duración prolongada de la obesidad y la pre-
ayunas para diagnosticar diabetes de 140 mg/dl a sencia de obesidad central, detectada por un mayor
126 mg/dl), el envejecimiento de la población, el des- perímetro de cintura, también se han asociado a una
censo de la mortalidad en diabéticos y un verdadero mayor incidencia de DM2. Más polémica es la cues-
aumento en la incidencia de diabetes o bien un des- tión de si la dieta en sí misma precipita la diabetes inde-
censo en su edad de comienzo. En lo que respecta al pendientemente de la obesidad. Los estudios recientes
envejecimiento de la población, al igual que en otros sugieren que hay cambios importantes en la tolerancia
países desarrollados, en los últimos años, tanto el au- a la glucosa con el cambio de la dieta tradicional a la
mento en la esperanza de vida como la disminución occidental y viceversa. Otros estudios describen los
de la natalidad están provocando un envejecimiento efectos protectores de una dieta rica en fibra, cereales
progresivo de la población española. Como uno de integrales, frutas y verduras, o incluso, y aunque pa-
los factores más determinantes en la prevalencia de rezca paradójico, el efecto protector del consumo mo-
diabetes es la edad, el incremento en el número de in- derado de alcohol, o mayor riesgo ante niveles
dividuos en tramos de edad avanzada provoca un in- plasmáticos bajos de vitamina E.
cremento global de prevalencia de diabetes. Respecto La inactividad física también desempeña un impor-
al descenso de mortalidad en diabéticos, el desarrollo tante papel en el riesgo de presentación de intolerancia
progresivo de terapias intensivas para las DM2 y sus a la glucosa y DM2. Diversos estudios epidemiológi-
factores de riesgo asociados así como posibles mejo- cos han relacionado positivamente el sedentarismo
ras en el tratamiento de los eventos vasculares, po- con el riesgo de DM2. Muy recientemente, el análisis
drían haber llevado a un descenso de la mortalidad de los resultados tras 16 años de seguimiento (de 1980
en este grupo y, por tanto, a un incremento en el nú- a 1996) de una cohorte de enfermeros americanos, in-
mero total de individuos afectados. Aunque este me- cluyendo 84.941 mujeres, ha demostrado una vez más
canismo es posible a nivel teórico, no existen por el que el factor predictivo más importante de DM2 es la
momento datos que confirmen esta tendencia. Por úl- obesidad y el sobrepeso (121). También se asocian al
timo, otro posible factor implicado sería un verdadero desarrollo de DM2 el sedentarismo, la dieta, el taba-
aumento en la incidencia de diabetes o bien un descen- quismo y de nuevo, sorprendentemente, la abstinencia
so en su edad de comienzo. En Estados Unidos la inci- de alcohol. En todo caso, todos estos factores son mo-
dencia de diabetes diagnosticada en adultos entre 18 y dificables con cambios en el estilo de vida.
75 años se ha incrementado un 43%, de 4,9 por 1.000 Recientes estudios en Europa y Estados Unidos han
habitantes en 1997 a 7 por 1.000 habitantes en 2004. descrito que el bajo peso al nacer y otras alteraciones
Ajustado a edad, el incremento es de 41 %, indicando del crecimiento fetal en neonatos a término estarían
que el cambio no se debe al envejecimiento de la po- asociadas con mayor prevalencia de intolerancia a la
blación. De manera análoga, en Taiwan se ha objetiva- glucosa y consiguiente DM2. Los mecanismos se des-
do que la incidencia anual de diabetes diagnosticada conocen, pero parece ser que existirían alteraciones del
casi se duplicó de 1992 a 1996, con un incremento pa- desarrollo neuroendocrino del feto. Estas alteraciones
Epidemiología de la diabetes mellitus 15
tasa de mortalidad oscila entre 8 y 33 por cada te, en el mundo occidental, con el arquetipo de los Es-
100.000 habitantes, siendo en España actualmente del tados Unidos de América, se están sufriendo las conse-
orden de 23 por cada 100.000. En la mayor parte de cuencias del aumento de la prevalencia de obesidad,
los estudios, las tasas de mortalidad son superiores pa- así como de su aparición en edades más tempranas y
ra las mujeres que para los hombres (en España, 29 en formas más graves. Estos cambios han provocado
frente a 16 por 100.000) 11 • que emerja un nuevo grupo de riesgo de diabetes tipo
La estimación de la mortalidad por diabetes se ob- 2, hasta ahora inexistente, en niños y adolescentes que
tiene a través de los certificados de defunción. Se ha sufren obesidad.
cuestionado la fiabilidad del método, ya que, en gene- Los estudios demográficos de población general re-
ral, en un gran porcentaje de los certificados no se re- alizados en España han evidenciado una disminución
gistra la diabetes como causa de muerte. En todo caso, de las tasas de natalidad, con una reducción de la po-
la información disponible posee un indudable interés. blación de edad inferior a 15 años, así como una re-
La diabetes aparece en España como la tercera causa ducción de la tasa general de mortalidad, con un
de muerte en mujeres (después de las enfermedades progresivo aumento de la población con edades supe-
cardiovasculares y la isquémica cardíaca) y la séptima riores a 65 años. Esto condiciona un envejecimiento
en varones. Es evidente que este rango se debería corre- progresivo de la población, la media de edad aumenta
gir en función del papel que desempeña la diabetes co- y se produce una inversión de la pirámide poblacional,
mo causa predisponente de enfermedad cardiovascular de forma que si en épocas pasadas la mayor propor-
o coronaria''. Por provincias, el exceso de mortalidad ción de población se concentraba en las décadas me-
por DM en España presenta una agregación geográfica nores de la vida, y la menor en edades avanzadas
en el sur, sureste y provincias insulares 12 • (pirámide con una base inferior), la evolución previsi-
En los últimos años se ha podido documentar un ble es hacia una pirámide invertida, con mayor pro-
importante descenso de la tasa de mortalidad por dia- porción de población anciana. La tasa mínima de
betes en España. Este descenso es lógico, si se conside- natalidad se alcanzó al final de la década de los noven-
ran las mejoras aplicadas al manejo de los factores de ta, mientras que en los últimos años se ha observado
riesgo cardiovascular en la diabetes, así como a la op- una progresiva recuperación, fundamentalmente, a ex-
timización del control metabólico y, la prevención de pensas de la inmigración. Independientemente de todo
las complicaciones crónicas de la enfermedad''. lo anterior, la tasa de mortalidad por diabetes, pese a
que está situada entre las siete primeras causas de
PROYECCIÓN DE LA DIABETES EN LAS PRÓXI- muerte en España, ha ido disminuyendo progresiva-
MAS DÉCADAS mente en las últimas décadas. Es previsible que esta
tendencia decreciente de mortalidad se mantenga en
En lo que respecta a la enfermedad a nivel mundial, los próximos años como consecuencia de la mejora
se ha declarado que la diabetes constituirá una de las continuada de la calidad asistencial, la mejora del con-
epidemias del siglo XXI' 4 • Así, las previsiones efectua- trol metabólico y el tratamiento más universal, eficaz
das por la OMS vaticinan un aumento muy importan- y agresivo de los factores de riesgo vascular (antiagre-
te de la prevalencia de la enfermedad, especialmente, gantes), tratamiento de la dislipemia, de la hiperten-
en países en vías de desarrollo, hasta alcanzar proporcio- sión o del tabaquismo. En todo caso, ello condiciona
nes epidémicas. A nivel mundial se estima que, actual- un aumento de la prevalencia del proceso.
mente, el número de personas adultas (de más de 20 Además de todo lo anteriormente expuesto, los flu-
años) con diabetes es de 171 millones. Esto ya supone jos migratorios pueden aumentar también la prevalen-
un 11 % más con respecto a estimaciones previas. Ade- cia de diabetes en los países industrializados. La
más, las proyecciones previstas para el año 2031 si- población inmigrante procede de países en vías de des-
túan la cifra mundial de casos de diabetes en 366 arrollo, por lo que su incorporación al "estilo de vida
millones de personas. Los aumentos más drásticos se occidental", con lo que ello comporta de disminución
esperan en países como la India, que pasaría de 31 a de actividad física y cambios dietéticos, con aumento
79 millones, China (de 20 a 42 millones), otros países de la ingesta calórica, de la de grasas e hidratos de car-
de Asia (de 22 a 58 millones), África sub-sahariana (de bono de absorción rápida. Todo ello puede acarrear
7 a 18 millones) y Latinoamérica (de 13 a 32 millo- un importante aumento de obesidad y diabetes tipo 2,
nes)". Esto es así por la progresiva occidentalización al igual que ha ocurrido con los cambios del estilo de
en el estilo de vida de las poblaciones menos indus- vida en algunos países de Asia. En este sentido, son
trializadas. Los cambios, básicamente dietéticos y de clásicos los estudios que demuestran distintas tasas de
actividad física, sobre la base de un genotipo predispo- prevalencia de diabetes en un mismo grupo étnico en
nente, aumentarán exponencialmente el número de función de que residan en medio rural o urbano, o
personas afectadas por diabetes en los países hasta bien en el país de origen en vías de desarrollo frente al
ahora considerados en vías de desarrollo. Por otra par- país de acogida industrializado.
Epidemiología de !a diabetes mellitus 17
Actualmente, disponemos de muy escasa informa- un mayor grado de precariedad económica de la po-
ción sobre epidemiología de la diabetes en inmigrantes blación inmigrante se asociará a mayor predisposición
en España. En efecto, pese a la importancia sociode- a diabetes. En tercer lugM, probablemente, la influcn-
mográfica del fenómeno de la inmigración en Espai°1a ci::i del fenómeno migratorio será muy distinta entre la
durante los últimos ar'ios, y de los avances realizados primera generación y los hijos nacidos o criados en el
en el conocimiento de la epidemiología de la di::ibetes país de destino, o incluso en los ancestros que emigran
en Espú1a. no disponemos de daros simibrcs a lo, de tras la reagrupación familiar. En base a todo io ante
p()hLici(m referido, a inmigrantcs. pu- rior, se podrí:1 c·stimar que b prn-:1lencia de dialxw,
t11ic·acionc,S sugicn..'n en funci()n dr.: !as frc-cucn(1~1-.; de·
7
~lllll1t..'.i1L_lL1 ill~Ís (L1L1llH:'i1fC Cil ia
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tr;1ció11 de en sangre. Por esto. L1
: L1 disfunción de Lis céluLis f3 esr5n eil L1 hase de t<1-
FI p;Ínc·rcas endocrino dcsempcí1;1 un papel e~encial dos los tipos de díahercs. L1 hiperglucerni~1 que car;1c
,·11 b rel',ulación ckl llll'L1holisrno de cirhohidratos. lí- \-eriza a la cliahetl's tipo 2 es consccuc·ncu de u11~1
nido;, 1. ¡¡roreínas. L1 función cndocri11;1 del páncTL'J'- disminución en b scc1-c1.:i,ín Lk imulina v/u de h inu-
' .
rL·siLk en los Jslores de Lrngerh;111s. que son unas ;1gru· p;1cid:1d de h horrnon:1 p;ir~1 c¡crcer su efecto hipoglu-
paciones cclulare~ compkj;1s, de unas \.50() céluhs. cemiante'. La L·línic1 dcrnuL·srr;i que en l;1 111:11-or p;1rtc
que están suspendidas en la masa del páncreas exocri· de los diabéticos se constata un defecto en la secreción
no. Los islotes están separados del tejido exocrino por de insulina en el momento del diagnóstico: cuando la
una cápsula conectiva y por células gliales. Su número
secreción compensatoria de insulina decrece, aumenta
aproximado es de un millón y constituyen entre el 1 y
la intolerancia a la glucosa'. Por eso, para comprender
el 3% del total de la masa glandular.
los complejos mecanismos que intervienen en la pato·
Los islotes pancreáticos se componen de cuatro ti·
genia de la diabetes y en su tratamiento es importante
pos fundamentales de células: las células [3, producto·
ras de insulina (60 a 80% ); las células a, productoras
de glucagón (10 al 20%); las células o, que producen
Control hormonal de la homeostasis de la glucemia
soma tosta tina (5%) y las células PP, productoras del
polipéptido pancreático ( 1 'Yc, ). La estructura y disposi-
Glucemia en mmol/I
ción de las células dentro del islote varía entre las dis·
(x18 = mg/dl
tintas especies, pero en el ser humano las células se
encuentran entremezcladas, lo que apoya la existencia
de estrechas interacciones paracrinas: la insulina inhi-
la secreción de glucagón, el glucagón estimula la se·
HIPOGLUC~~
Insulina EMIA
HIPERGLUCEMIA
Glucagón
creción de insulina y la somatostatina inhibe b Catecolaminas
Cortisol
secreción de ambas hormonas. Niveles en GH
Las células insulares v, en especial, las células [3 sangre Glucosa
disponen de mecanismos capaces de detectar los
cambios en los niveles de nutrientes, neurotransmi- Glucagón
sores v hormonas en su entorno, pero el principal re-
gulacl;>r fisiológico de la secreción de insulina es la Insulina
concentración de glucosa en la sangre. Las células f3
son capaces de integrar todas las sCI'iales en una res- Ingestión de
puesta secretora adecuada con el fin de mantener la comida
homeostasis de la glucosa, bajo las más variadas 08 14 20 Horas
condiciones (Figura 1 ).
Las células f3 segregan b única hormona que en el
cuerpo humano es capaz de hacer descender Li conccn· i. Fr111c:1pak, 111cc:a11L,lllOS que comrnlan L1 gluccmi.i.
20 • • • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
de proinsulina (alrededor de un 5%). En la diabetes ti- te la glucólisis genera piruvato, que penetra en la mi-
po 2, a veces se observa un aumento del cociente tocondria y proporciona átomos de carbono para el ci-
proinsulina/insulina y la determinación de la propor- clo tricarboxílico. En estos procesos metabólicos se
ción entre proinsulina/insulina en la circulación es un generan las formas reducidas de ios nucleótidos
marcador cualitativo de disfunción de las células f3'. NADH y FADH 2 , los cuales ceden sus electrones a la
cadena respiratoria, que los aí1adc al oxígeno para for-
MECANlSiv10 DE SECRECIÓN DE LA lNSULlN m;,u agua. La enngía librada en este proceso se utiliza
para bombear prnrunes de b marn1 rnirocon-
es unu de los procesos 11ü' <.:srn- dri:1l mnliant<: los C<>lllpkjos L 111 \ JV 1 se origina un
Su irnporr<111Cit1 reside· en b \-crific1~·Jrn dt q<ic de prnr()n1.:~
los patrones de oscilación intervienen tanto los marca- acumulación de cagas positivas y esta despolarización
pasos de los propios islotes como las influencias de se- es capaz de activar los canales de Ca++ dependientes de
ñales procedentes del entorno 2 • Las manifestaciones voltaje. 3. La mayor parte de los aminoácidos se co-
precoces de alteración de la función de las células 13 sue- transportan con el Na·, así aumentan las cargas posi-
len consistir en retrasos y aplanamientos de las respues- tivas y reducen la polaridad de la membrana de las
tas a la glucosa, irregularidades en los patrones células 13, facilitando la secreción de insulina.
pulsátiles y pérdida del acoplamiento que debe de exis- Los ácidos grasos penetran dentro de las células 13,
tir entre los pulsos de glucemia y los pulsos de secreción donde se metabolizan y proporcionan grupos acilos
de insulina 8 • adicionales, y contribuyen a aumentar el nivel cito-
plasmático de ATP. Su efecto sobre la secreción de in-
EXOCITOSIS DE LOS GRÁNULOS DE SECRECIÓN sulina es potenciar la acción de otros secretagogos,
pero tiene importantes implicaciones en relación con
La despolarización de la membrana activa unos ca- la diabetes tipo 2, como se verá luego.
nales de Ca .. tipo L que a su vez se inactivan por un ex- La membrana de las células 13 está equipada con re-
ceso de Ca++ citoplasmático, lo que establece un eficaz ceptores asociados a la enzima adenilato ciclasa, que
sistema regulador de retroalimentación''. La entrada de produce el mensajero AMPc a partir de ATP. El AMPc
Ca" desencadena el mecanismo de exocitosis de los grá- activa la proteína cinasa A que actúa sobre la maquina-
nulos de secreción y lo hace en menos de 50 ms. Una ria secretora propiamente dicha, es decir, estimulando la
porción de los miles de gránulos secretores que hay en exocitosis de los gránulos ya formados•. Numerosos
una célula 13 están situados en aéreas de liberación in- neurotransmisores y hormonas potencian la secreción
mediata, y muy próximos a los canales de Ca++". de insulina mediante esta vía, como glucagón, GLPly
El transporte de los gránulos se realiza a través de GIP. Estas incretinas permiten un ajuste fino de la secre-
microtúbulos y microfilamentos del citoesqueleto celu- ción postprandial de insulina y constituyen hoy prome-
lar, que están asociados con la estructura de la mem- tedoras armas para la terapéutica de la diabetes 2.
brana plasmática. Una proteína motora, dependiente La secreción de insulina también está sometida al
de ATP, la cinesina, proporciona la fuerza para este control del sistema nervioso autónomo 11 • Durante las
movimiento' 2 • Cuando la membrana del gránulo con- comidas, las descargas parasimpáticas potencian la se-
tacta con la membrana celular se fusionan ambas es- creción de insulina fundamentalmente a través de la li-
tructuras, se disuelven en el punto de contacto y se beración de acetilcolina y también de los neuropéptidos
vacía el contenido al exterior. En este complejo proce- PACAP y VIP, que activan la adenilato-ciclasa. La ace-
so, aún no bien dilucidado, intervienen numerosas mo- tilcolina de la célula 13 estimula la exocitosis activando
léculas como proteína SNARE, granufilina, un receptor colinérgico muscarínico asociado a la pro-
sinaptobrevina, entre otras 12 • La importancia de algu- teína G, que está unida a la fosfolipasa C (PLC). Ésta,
na de estas proteínas en el proceso de secreción de in- actuando sobre los lípidos de la membrana, genera los
sulina se pone de manifiesto alobservar que las toxinas segundos mensajeros inositol 3 fosfato (IP3) y diacilgli-
botulínicas y las toxinas tetánicas inhiben la secreción cerol (DAG), que a través de la poteína cinasa C facili-
de insulina al inactivar a'las proteínas SNARE. tan la actuación del calcio sobre la exocitosis granular 13 •
Cuando disminuye la glucemia entre las comidas, los
MODULACIÓN DE LA SECRECIÓN DE INSULINA nervios simpáticos del islote liberan noradrenalina, que
actúa sobre receptores adrenérgicos a2 y el neuropépti-
Los factores que influyen en la secreción de insulina do galanina. Ambos activan la secreción de glucagón e
se pueden clasificar en tres grupos. Los iniciadores, co- inhiben la secreción de insulina.
mo la glucosa, la arginina o las sulfonilureas; los poten- La insulina es un importante modulador de su pro-
ciadores, como es el caso de las glucoincretinas GLPl y pia secreción. Esta acción autocrina se ejerce a través de
GIP; y los inhibidores, como somatostatina, galanina, los receptores de insulina que están en la membrana de
catecolaminas o CB2-endocannabinoides. Comentare- las células ¡3. La insulina exógena en gran cantidad hi-
mos algunos aspectos de mayor interés práctico. perpolariza la membrana de las células 13 activando los
Algunos aminoácidos ejercen un notable efecto in- canales de potasio, lo que dificulta la secreción de la
sulinosecretor. Los aminoácidos se acumulan rápida- hormona 14 • La insulina también utiliza para su acción
mente en las células 13, donde penetran a través de autocrina diversos mensajeros intracelulares que modu-
varios sistemas de transporte y dentro de ellas tienen lan la biosíntesis y secreción de la hormona.
tres destinos 9 : 1. El metabolismo y generación de inter-
mediarios metabólicos y ATP, como es el caso de la DESENSIBILIZACIÓN DE LAS CÉLULAS 13
leucina. 2. Inducir una despolarización directa de la
membrana como es el caso de la arginina. Este amino- El fenómeno de desensibilización celular es común
ácido se transporta eh forma de catión y ocasiona una en las células eucarioticas y constituye un mecanismo
La secreción de insulina 23
de protecc1on celular. Este fenómeno se corresponde sis de insulina y de arnilina. La hormona se secreta
con un estado de resistencia temporal y reversible que al exterior, la amilina selleposita y ocasiona amiloi-
se origina en respuesta a una exposición prolongada a dosis celular=.
un estímulo. Los mecanismos implicados son: cambios
en los receptores, modulación de la expresión genéti- LA LlPOTOXJCIDAD
ca, alteración de canales iónicos o cambios mitocon-
driales, entre otros··. La exposición crónica a concentraciones elevadas
l .as células 13 poseen mecanismos de: :ícidus grasos, como sucede lºll los estados de in-
exceso de nutrientes \ mantener la \' l'll la diabetes ripo 2~ ucJsioiLl
pero cuando esos excesos sun reircr:1dos
nI;1nrc'n1d1,1."'
l-::;t11c.., fcn<'>nll.'.110'.'J de·
>~1cidJ.d
rcsplll'SLl lllSU
IÍurcas. DíH:rsos esrud1os lnn dernostradu que l)e 1.>··P'-'"-·1;1l irn·l,rL·:-i Cl 1) dt: ]t 1 --
la :1 dusis elevadas de sulfoni- ;_icido:-i graso.~ sobre L'] J.un1t:11l\'i 1_L_' dL'SJ(< 1
lmeas produce una dcsensibilización ah acción de lo;, pLrnre 2 iUCP2)' E:,ra perte!lL'Ce ;1 una forn1
frírm:Kos sobre los canales de potasio dependientes e li<1 de prorcín:1s de,;1coplanrcs :,Huada, e11 h
mdcpcndientes de ;\TP'. me111br:111a de h 111iroco11dri;1 1 que pueden sen·ir de
rut;l de enrrada ;1!tern:1ti\·a de los promnes desdc el ci-
Tibia 1. Princ:i1nlcs hctore;, que influ~·t·n en la actividad ropbsm¿1 al irnerinr 111ituoJ11drial. Cu:rndo los proto
sccr<étoL1 de las cl'lulas f:l nes milizan csr:1 1·í:1 de reingreso :1 h 111itocondria nu
generan :\TP \'su L'llergía se di-,1pa c11 forrn:1 de L:;1lor.
~utricntc..., l·f <>r111(>1l<l "1 gastroi11testi11;.1 Jc-:. La imporr:111c1a de Lis l IC:J'2 en b ;,ccreción de insuli-
+ Clucos<l + (;asrrina na se ha evidenciado en numerosos estudios con pre-
+ Aminoácidos + CCI< paraciones de células insulares aisladas. El aumento de
+ Cetoácidos + GIP
+ Triglicéridos + GLP-1
UCP2 en ellas reduce los niveles de ATP e inhibe la se-
+ Ácidos grasos + Secretina creción de insulina estimulada por la glucosa'. En ra-
+Glicerol tones knockout en los que se crea una deficiencia en el
Hormonas Sistema nervioso autónomo gen de la UCP2 se produce un aumento de los niveles
l
1·
+ H. de crecimiento
- Adrenalina
+ Estímulos colinérgicos
+ Estímulos ¡3 adrcnérgicos
de ATP en las células 13 y se eleva la secreción de insu-
lina8. Estos ratones, cruzados con ratones obesos
1 - Cortisol + VIP ob/ob, dieron una generación de ratones ob/ob sin
+ Clucagón - Estímulos a adrcnérgicos proteína UCP2. En ellos no se redujo la obesidad (el
- Sornarosratina
problema de la leptina persistía), pero si se redujo la
intolerancia a la glucosa'.
Múltiples estudios sugieren que la UCP2 podía estar
GLUCOTOXIClDAD implicada en la inducción de diabetes en sujetos insulí-
norresistentes con obesidad central y el síndrome meta-
La exposición prolongada y reiterada a tasas eleva- bólico. Muchos autores consideran que la UCP2 es una
das de glucosa extracclular ocasiona alteraciones en la diana prometedora para nuevos fármacos en el trata-
función de las células 13 y al cabo del tiempo reducen miento de la diabetes tipo 2 y b insulinorresistencia.
su capacidad secretora de insulina. En cultivos de islo-
tes humanos, la hiperglucemia crónica ocasiona un au-
mento de b apoptosis celular con sobreexpresión de
genes prnapoptóticos, Bad, Bid y Bik, y activación de Numerosos cstudioo han demostrado que una vida
caspasas-. sedentaria, jumo con una ingesta calórica excesiva, la
Un fenómeno que se asocia a una exposición abundancia de a¡JCriti\·os \ golosinas\' los ni\-cles ele\<l-
constante a airas concentraciones de glucosa es el dus persistentes de glucosa y <i.cidos grasos en s:rngrc im-
aumenro del depósito del polipéptido arniloide (ami- ponen una demanda cxc-csi1·a a hs células !). Su
lína). El gen de la arnilina se expresa casi exclusiva- agotamiento puede ser L1 principal crnsa de la diabetes
mente en las células 13 y la proteína es cosccretada tipo 2".
con la insulina. De esta forma, las estimulaciones in- Quien sufre Lis consecuencias del trabajo excesio de
tensas de las células [3 incrernenL111 a la vez la sínte- bs células ¡3 e:, el retículo rndopLís!llk\). Estt' orgánulo,
24 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
entre otras, tiene la función de plegar y ensamblar las creased beta-cell apoptosis in humans with type 2 diabetes.
proteínas destinadas a ser secretadas. Para ello, cuenta Diabetes 2003; 52: 102-10.
con la asistencia de numerosas chaperonas y enzimas es- 4 Cahuana GM, Tejedo JR, Hmadcha A, Ramírez R, Cues-
pecializadas. Cualquier perturbación de su función pue- ta AL, Soria B, Martín F, Bedoya FJ. Nitric oxide medi-
de ocasionar graves alteraciones de la actividad celular, ates the survival action of IGF-1 and insulin in pancreatic
como la diabetes 15 • beta cells. Cell Signa! 2008; 20:301-10.
Cuando se compromete la capacidad de plegamien- 5 Ohneda K, Ee H, German M. Regulation of insulin gene
to de proteínas o se produce una sobrecarga de polipép- transcription, Semin Cell Dev Biol 2000; 11: 227-33.
tidos recién sintetizados se acumulan las proteínas no 6 Stumvoll M, Goldstein BJ, van Haeften TW. Type 2 di-
plegadas o mal plegadas y ello ocasiona el llamado es- abetes: principies of pathogenesis and therapy. Lancet
trés del retículo endoplásmico 16 • En estas circunstancias 2005; 365: 1333-46
se activan tres vías diferentes para solventar el atasco, 7 Maechler P, Wollheim CB. Mitochondrial function in nor-
cada una con una proteína diferente: PERK, IREl y mal and diabetic beta-cells. Nature 2001; 414:807-!2.
ATF6 15 • El resultado es que estas proteínas pueden lle- 8 Bell GI, Polonsky KS.Diabetes mellitus and genetically
programmed defects in beta-ce!! function. Narnre 2001;
gar a resolver el estrés porque inhiben la síntesis de pro-
414:788-91.
teínas, aumentan la capacidad de plegamiento y
9 McClenaghan NH. Physiological regulation of the pan-
destruyen las proteínas mal plegadas.
creatic (beta)-cell: functional insights for understanding
Pero la capacidad de estos sistemas anti estrés puede
and therapy of diabetes. Exp Physiol 2007; 92:481-96.
no ser suficiente para resolver la situación cuando las
10 Koster JC, Remedí MS, Dao C, Nichols CG. ATP and
celulas 13 están sometidas a tasas de secreción elevadas
s1ilfn11ylurea sensitivity of mutant ATP se11:;Ílive K+
y constantes. En es las condiciones, la biosíntesis de channels in neonatal diaLeLes: implicarions for ph<'mrn1-
preproinsulina y su acompañante amilina w11 excesi- cogenomic therapy. Diabetes 2005; 54:2645-54.
vas para la capacidad del retículo rndoplásmicn 15 • Uu 11 Rorsman P, Eliasson L, Renstrom E, Gromada J, Barg S,
ambiente hiperglucémico e hiperlipémico pueden des- Gopel S. The Cell Physiology of Biphasic Insulin Secretion.
encadenar este estrés del retículo endoplásmico y más News Physiol Sci 2000; 15:72-7.
si se dan conjuntamente. El estrés del retículo endo- 12 Gomi H, Mizutani S, Kasai K, ltohara S, Izumi T.
plásmico ocasiona apoptosis de las células 13. En la ac- Granuphilin molecularly docks insulin granules to the
tualidad se están realizando diversas investigaciones fusion machinery. J Cell Biol 2005; 171:99-109.
sobre fármacos que actúen sobre las proteínas que re- 13 Ahrén B. Autonomic regulation of islet hormone secre-
suelven este atasco y así proteger a las células 13 de es- tion - implications for health and disease. Diabetologia
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prco;e11c1a de cc,rn secuencia tiene c·sc1sa
L1 t1ni(í11 de h i11st1lina ,ti receptor. pern da
L1 instilina, ,11 1,c;t1;1l que Lis dem,ís h()rIJlOil,h, prn:1 ilL1\ or afi11iLbd de los factores lk uecimicnro sirn1b-
s,1 de un recq-iror c·elular ,Ji qul' u11ir'x I''1n qtw puccLrn 1-l'S '1 la inst1lina ilCF) ,¡ la isoform:1 .\
ponerse en march,1 sus acuonc·s hi(1kJgic1s. LI 1-ccq1t(ff L1 cxprcsJ(-Jll del gen del receptor de iw,ul111a l'oLÍ
de la insulina se sinu en L1 supcrticil· celuLir de u1cLis las rcgulalh por Li act1\1dad mctaholica de Li célub \ p()r
c(·luJas ljllt' SOll diana ruL1 l'Sl'l horJll<Jll'L lo l]Uc' h,1c'l' el esi,1do de d1fere11ci,1ci('m celular c11ire otros. ·1olLní:1
que esté muy extendido por todos los tejidos del cuer- se desconocen algunos de los mecanismos 1mpl icados,
po. Se trata de una glucoproteína con un peso molecu- pero sí se sabe que hay diferentes promotores de la
lar de unos 400 kDa que constituye lo que conocemos trascripción del gen. Diferentes hormonas y la propia
como una estructura trasmembrana, con una parte fue- insulina podrían estar detrás de esta promoción, pero
ra de la célula, una parte incluida en la estructura de la los glucocortícoides son los promotores de trascrip-
membrana y otra parte dentro de la célula. Estructural- ción mejor conocidos''.
mente (Figura 1 ), está constituido por 2 cadenas o subu-
nidades a que se encuentra en el territorio extracelular BIOSÍNTESIS Y RECICLAJE DEL RECEPTOR DE
y están unidas por puentes disulfuro entre sí y con las lNSUUNA
cadenas o subunidades ¡3. Las subunidades a represen-
tan el dominio de unión a la insulina. Por su parte, las El polipéptido inicial, predecesor del receptor de in-
subunidades Bmantienen una pequeña porción extrace- sulina, es una molécula de unos 160 kDa en la que b
lular por la que se unen a las su bunidades u. respectivas, parte correspondiente a la subunidad a se sitúa en el ex-
siendo el resto trasmembrana y, sobre todo, intracelular. tremo NI-I2 y la correspondiente a la subunidad 13 en el
constituyendo lo que conocernos como dominio de la ti- extremo COOH. En sucesivos pasos, la molécula va
rosina cinasa, cuya activación es esencial p~ira la puesn madurando v tras diferentes glucaciones aumenta basta
en marcha de la acciCrn insulínica l 90-210 kDa; además, sus diferentes porciones van es-
pecialióndose en las di versas futuras acciones, así apa-
EL DEL rt'ce el dominio de la tirosina cinasa o la presencia, o 1w.
de la secuencia del exón 11 entre otras. Para terrnin,ir
El receptor de insulina esta codificado por un gen este complejo proceso, el pro-receptor cambio:,
específico que se sitúa en el cromosoma J 9q. cerc1 del que incluyen nuevas glucacíones, la aparición de puen·
gen de las lipoproteínas de baja densidad. E11 su es· res disulfuru y por último, la formación del compuesto
tructura existen 22 e;-;ones, pero el cxó11 1 1 presenta la hcterotetramérico íhgurJ 1 ), rras b cual se iniciar,1 su
particularidad de poder expresar 2 isoforrnas, una de- migración v fijación a la membrana celular' '.
nominada isoform~1 ,-\ exón l 1 \' otra isoforma B En ausencia de insulina, el receptor adopL1 u11,1
exón 11 (+).Estas 2 distintas formas de ARNrn codi· configuración de inactividad en la que están implica-
fican sendas subunidades o., que difieren enrre sí en la das las subunidades ex, pero, tras el reconocimiento '
secuencia terminal de aminoácidos 7 l 7-72 9 presentes anclaje de la insulina, se produce una reagrupaciún de
en la subunidad u tipo BY 'rnsentes en h tipo 1\. La las subunicbdes ¡3 v la activación del receptor'.
26 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Alternativo exón 11 -
Subunidades f>
Dominio de la
tirosína cínasa
_,/
Región íntratracelular
'----------------- __________ ___;
reins": IRS-1,lRS-2, IRS-3 e IRS-4. b) 3 isoformas de La vía de la MAP-cinasa llegará hasta el núcleo ce-
"Src-homology-collagen proteins" (SHC) de 46 kDa, lular para fosforilar factores de trascripción que, ac-
52 kDa y 66 kDa. c) 5 "downstream of kinasa" DOK tuando sobre el ADN, promueven cambios en la
1-5. d) familia de "signa! regulated protein" SlRP. e) actividad mitogénica y de promoción del crecimiento
Gab-1 (grovvrh factor associated binder-1 ). f) comple- propios de la insulina. Por otro lado, la vía MAP-cina-
jo CAP/c-Chl. g) "adaprer protein with pleckstrim ho- sa también activa potencialmente a la glucógeno-sinte-
mology (PH) ancl src hornology domains'' APS. hi tasa a través de la fosforilación inducida por p9(Y''' vía
transducer and actÍ\'ator of transcription 5g·· J asociada a de esu rna-
STAf-55, entre otras' íll:'LL inreraccior1;-i C(!11 h \·fa metabólica de b insulrna .
!.os sustratos del rc:ccptrir se tener
· \' fu
Receptor activado
t
l IRSs: family on insulin receptor substrate pro-
teins; grb2: Growth factor receptor bound 2;
' V
.
T
/ ~'
'
y
~
GS) + - - - - - ~y----
Shc: Src- homology-collagen proteins; SOS:
mamalian homologue of the Drosophila son-
of-sevenless protein; Ras : rat sarcome pro-
tein; MAP kinase: mitogen-activating protein
kinase; PPG-1: glycogen-associated protein
\_______, phosphatase 1; pi: phosphatidyl-inositol: Pl-3-
kinasa: phosphatidyl-inositol kinase; PKC:
'
EFECTOS METABÓLICOº EFECTOS MITOGÉNICOS
glycogen sintetase. GLUT: glucose transpor-
te protein. j
Figura 3. Simplificación de algunos mecanismos de acción posreceptor.
de insulina, lo r.:unstituyc la acción del GLUT ·1, prin- Como se ha con11::utad11a11Lt~~,1:11 situación de insu-
cipal responsable de la captación y entrada de glu1..11s<i liru1-<lt·fü:iencia, el GLUT 4 se internaliza por un com-
a la célula, en especial, a la muscular y adiposa, tras el plejo proceso de endocitosis que dura 2-3 minutos y se
estímulo de la insulina. almacena en el citoplasma por un proceso no perfecta-
GLUT 4 pertenece a una familia de transportado- mente conocido, pero que puede incluir la zona de in-
res de la que se han descrito 13 genes que expresan terconexión del aparato de Golgi, vesículas recicladas
moléculas diferentes. De todas ellas, GLUT 4 es la me- endosomales y diversas organelas túbulo-vesiculares''
jor conocida y, segun los datos actuales, la más impor- (Figura 4). También hay que contemplar en este proce-
tante, pues representa el 90% de los transportadores so la acción de la amino-peptidasa regulada por insu-
de glucosa en el adipocito y el 75% de los transporta- lina (IRAP), proteína que se co-localiza con GLUT 4
dores que se encuentran en la membrana plasmática (Figura 5). Esta proteína interviene en el procesamien-
tras el estímulo con insulina 12 • También GLUT 1 seco- to de diferentes péptidos como vasopresina, oxitocina,
noce bien, pero la mayoría de los otros GLUT están metencefalina, bradicininas, etc. Respecto a su acción
todavía mal caracterizados. En la célula no estimulada con GLUT se sabe que cuando se procede a la anula-
por la insulina, GLUT 4 se retira rápidamente de la ción genética de la proteína, disminuyen los niveles de
membrana plasmática para sufrir un reciclaje lento GLUT 4 en músculo esquelético, corazón y tejido adi-
con el fin de mantener una reserva intracelular que le poso; no obstante, dicha disminución no conlleva un
permita actuar ante el estímulo insulínico. Éste alma- empeoramiento en la homeostasis de la glucosa u· 14 •
cenamiento se realiza en vesículas. Por el contrario, En los últimos años se ha avanzado en el conoci-
tras la acción insulínica se produce la translocación de miento de la fusión de la vesícula-GLUT 4 y la mem-
los GLUT 4 a la membrana plasmática en un co~ple brana plasmática. En la actualidad se ha comprobado
jo proceso en el que intervienen diferentes moléculas. que la subclase IA PI-3- cinasa precisa la cooperación
Mientras persiste la acción insulínica, el GLUT 4 se específica de la insulina para lograr la fusión de vesí-
mantiene en la membrana plasmática no sólo porque culas de GLUT 4 con la membrana plasmática. Pero
aumenta la actividad de exocitosis celular sino porque, este mecanismo es complejo. Para ello es necesario que
al mismo tiempo, se inhibe la endocitosis, resultando la vesícula-GLUT 4 contenga la molécula que va a ac-
un incremento en la actividad transportadora de 10 a tuar de ligando, la "v-snare" VAMP-2, que va a ser la
20 veces 13 • 14 • Tras la acción de la insulina, el pico de que se une al complejo SNARE formado por sintaxina
GLUT 4 se observa a los 10-15 minutos y los pasos 4 y SNAP-23 que se encuentran en la membrana plas-
bioquímicos que se siguen (ya conocidos) son: fosfo- mática. Para que se produzca este acercamiento y se
rilación del sustrato de receptor de insulina tipo 1, contacte en el punto preciso es necesaria la coopera-
activación de la PI-3-cinasa, PKC y Akt/PKB. Tam- ción de Exo70 13 • Otras muchas proteínas, entre las que
bién se produce un remodelado de actina, de forma se encuentran Munc l8-c 1-'· 16 , Synip o Tomosyn, modu-
que se constituya una señalización que conduzca a lan estos pasos; su acción sería unirse a sintaxina 4 e
las vesículas a su fusión con la membrana plasmática inhibir la unión de la vesícula con la membrana plasmá-
(figura 4). tica en estado basal, pero ante la acción insulínica
El receptor de insulina. Mecanismos de acción posreceptor ·.. 29
en t'l hígado :
Li .d
\1i (
¡ ¡
CONCLUSIONES
Figura 5. Detalle símplificado del mecanísrno de fusión de
GLUT 4 a la membrana plasmática. La insulina es la hormona con mayor poder anabó-
lico de nuestro organismo. Para ejercer su efecto pleio-
trópico, necesita que las células le ofrezcan un receptor
ocurre lo contrario, se inhibe la acción de estas prote-
al que unirse. Este receptor es una proteína trasmem-
ínas y se promueve el proceso de fusión (Figura 5).
brana compuesta de 2 subunidades et. que son las que
80K-H es otra proteína cuyo in ter' s ha aumentado re-
se unen a la insulina y 2 subunidades 13 en donde se
cientemente, aunque se describió en 1989; esta proteína
produce la activación tirosina cinasa y la autofosfori··
participa en la translocación de GLUT 4 ;1 través de su
!ación de sus residuos tirosínicos, a la que siguen una
interacción con PKCz y con VASAP-60, otra proteína
serie de fosforilizaciones ya en el espacio citoplásmico
que interviene en la regulación de 1~1 llegada de la vesí- de nue\'as proteínas que ponen en marcha seüalcs tan-
cula-GLUT 4'-. 80K-H se asocia a Muncl8. El meca- to para alcanzar las acciones metabólicas corno miro-
nismo más sencillo para explicar b acción de 80K-h es génicas de la insulina.
que promueve la pérdida de la unión de Jvl unc-18 so- La diabetes mellitus es, junto con b obesidad, el
bre sinraxina 4, permitiendo así su unión a VAMP-2. trastorno metabólico más frecuente en el mundo y sus
Hemos repasado someramente hasta aquí los me- estimaciones para ai1os venideros son tremendamente
canismos más importantes de entrada de glucosa a la alarmantes. Tan sólo un 5 a 10% de los diabéticos, los
célula a través de GLUT 4 \. algunos de los mecanis- denominados tipo 1, presentan una prádicamente nu-
mos que inhiben este proceso, pero esto sería una par- la producción de insulina en su comienzo. El resto, en
te de la acción metabólica de la insulina. Recordemos lo que conocemos como diabetes mellitus tipo 2, pre-
que a partir de Akt/PI<B se ponen en marcha diferen- senta una alteración molecular múltiple en la que b
tes vías metabólicas que conducen a un aumento de la disfunción de las \·ías metabólicas, que se han repasado
30 • 00 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
someramente en este capítulo, ocupan un papel pre- 9 Garvey WT. Mechanisms of insulin signa! transduction.
ponderante. Su conocimiento puede ser la puerta de En: De Fronzo RA, Ferranini E, Keen H, Zimmet P. In-
nuevos fármacos en la lucha contra la diabetes. ternacional Textbook of diabetes mellitus (third edition).
John Wiley & Son, 2004:227-52.
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ni Jllt(l<lllticucrpos dc'f\Yt;1hkc, o '>Óio C()íl illl!\ ll
\ qu115s lk ('\i(Jlngi.1 ·r;1l !lilt'c~·ció11
El rC-rrni110 di,ihercs nwllirus ID,\! i 'ksign;1 u11;1 ,.,,. pir~1ron~1) y l'\'olu~'J(,)n rLthlv~ incluid~1 L1 i·l'lllhH
confirmó la importancia del locus R pero también de últimos tienden a tener un comienzo más precoz, sig-
los genes DQ, sobre todo, de alelos implicados en la nos más agresivos de autoinmunidad (autoanticuer-
síntesis de la polirnórfica cadena 0 (DQB 1). L. Todd pos ), mayor frecuencia de asociación con otras
et al, ( 1987) primero y luego Kahlil, Trueco y Serrano enfermedades (endocrinas) autoinmunes. El tipo clíni-
Ríos (1989-92), entre otros demostraron que cambios co de DM tipo l asociado al haplotipo DR3 corres-
puntuales de un aminoácido en posiciones determina- ponde al de evolución más solapada (insuliris de curso
das de la cadena f'l como la sustitución de un residuo lenro 1, a 1Tces, enmascarada como Divl tipo 2 o into-
dt aminocicidu aspcirtico por otros am111011cidos ncu- iera1xia ~l Í;¡ de COI11Íel17.0 llll'ÍS COJl1lÍil a !J'lrlÍr
serina) estaban 11soci11do::- a u1 dv los 30 ~nlos. Los n1ec~1nJS1no:i JnolccuL1rc\ de L1 ~·l\()
e11 D\l upo 1 L' JlL\
del genotipo de alto nesgo DQAJ ''-0501- rubéola rus) durante d embarazo
DQB 1 '"'020 l/DQAJ '·0301-DQB 1 ''-0302. Este fenóme- lncom¡:iatihilicLid d~ .;rupo
no no es constante en otras poblaciones y en algunas. co-
san- rios iniburanlÍnas)
mo Finlandeses, Estonios v Rusos. el impacto del
haplotipo de susceptibilidad DRBl '0404-DQB 1 0302
depende también de b presencia simuk1nea de otros
:\"1trO"'cU11in,J~ :·éH.ílri\'O.';-. ;1 ~1li- Crccimil'nto ,1cclc :1dc
alelos en otra región del sistema HL\. como el ,1Jelo mvnto<..l
HLA-A.39 o HLt\-A24 ambos porenci<Hlorcs de sus- ~itr!tlJ:-./nirr,1t()'>
ceptibilidad. Por otra parte L1 combinación de genoti-
pos DRB 1+DQA J-DQB J '·confieren diferentes riesgos Tab~i.qni',mn ('ll
DQB1x0201 en haplotipo DR3 resulta en una sinergia Varios estudios de asociación en diversas poblaciones
que aumenta el riesgo a presentar DMlA. El haploti- muestran que el estado homozigoto de clase I está aso-
po DQAlx0301-DQBlx0302 es, en Caucasoides, ciado a un riesgo incrementado (3-5 veces) de padecer
(74% en DMlA), el haplotipo de riesgo para DMlA DM tipo l. Estas clases a su vez pueden ser subdividi-
más prevalente seguido de DQAlx0501-DQBlx201 das según el número de unidades repetidas lo que ex-
(52 % de prevalencia en Caucasoides). El alelo plica que no todos los alelos de una clase (por ejemplo,
DQB1x602 asociado a DR2 es protector y dominante alelo 14 de clase I) tenga el efecto predecible. En con-
a los efectos de susceptibilidad de los haplotipos arri- traste, los alelos de clase III parecen protectores, quizá
ba referidos. Debe subrayarse que los genes HLA del porque como se ha demostrado en modelos animales,
locus DR modifican el riesgo conferido por HLADQ. estos haplotipos favorecen una mayor expresión que
Procede aquí recordar que otro haplotipo, el DR3- los homozigotos de clase I, del ARN mensajero de in-
A30-Bl 8, descrito en la población vasca, confiere un sulina en el timo. Este fenómeno podría desarrollar
elevado riesgo de DMlA en esa población. precozmente a nivel tímico la eliminación de clones de
En resumen, el riesgo asociado con un genotipo linfocitos T específicos de antígenos (insulina) con la
HLA viene definido por la combinación específica de consiguiente tolerancia a esta hormona durante el pro-
alelos de susceptibilidad y de protección. Los riesgos ceso de desarrollo. Por tanto, la susceptibilidad asocia-
absolutos de estas combinaciones en un niño o adoles- da en diabetes en el gen IDDM2 podría derivar en
cente de la población general es de 1 en 20, similar al protección o predisposición según la influencia de ca-
de un familiar de primer grado de un paciente con da clase (I o III) de VNTR sobre la expresión del gen
DMlA (ver Tabla: riesgo familiar en individuos que de insulina en el timo. Algunos datos recientes de re-
comparten 2 o ningún haplotipo HLA de susceptibili- gistros de incidencia de DM tipo 1 como el de Bélgica
dad). Datos recientes indican que ciertos alelos de ge- sugieren que los genes IDDM 1 y IDDM 2 actúan de
nes HLA clase I como los llamados A4-5-6-9-10 y A51 modo aditivo (epistático). Pero los efectos sumados de
en los que se detectan polimorfismos (microsatélites) ambos no explican totalmente la agrupación de casos
en posiciones determinadas del exón 5 tienen unas de DM tipo 1 en familias. De los restantes genes no-
asociaciones notables con la susceptibilidad a DMlA HLA, varios loci se han identificado como asociados a
de comienzo juvenil pero no en la de aparición tardía DM en el cromosoma 2: IDDM7 (2q31-33), IDDM12
(o 2ADA). (2q33), IDDM13 (2q34-35). Todos ellos presentan ca-
racterísticas de potenciales candidatos de susceptibili-
GENESNOHLA dad. El gen IDDM7 reside próximo al gen de la
proteína neuro D-~ 2 (2q32) identificado como factor
Por otra parte, se han identificado otros muchos de transcripción del gen de insulina indispensable pa-
factores genéticos fuera del sistema HLA y siguen ra la morfogénesis de la célula~ pancreática. Otros ge-
identificándose (cartografía genómica) que contribu- nes de interés en la proximidad del IDDM7 incluye el
yen en grado diverso a la susceptibilidad a DMlA. que codifica la glutámico decarboxilasa (2q31) u otros
Se numeran consecutivamente según su tiempo de (HOX) de factores de transcripción. El locus IDDM
descripción a partir del IDDM l. De ellos, el que codi- 12 contiene dos genes candidatos de especial significa-
fica el gen de la insulina o IDDM 2 situado en el cro- ción para enfermedades autoinmunes: el CTLA-4
mosoma 11 locus 1 lp15.5 es el que explica hasta un (cytotoxic T lymphocyte-associated protein 4) y el CD
10% de la agregación familiar de este tipo de DM. El 28 CTLA-4 los cuales codifican proteínas del receptor
locus IDDM 2 ocupa una extensión de 20 kilobases en de células T. La unión de la molécula co-estimuladora
la que se incluyen otros genes como los de la enzima B7 produce efectos distintos sobre CTLA-4 y sobre
tirosina hidroxilasa, la proteína IGF2 (insulin growth CD8. CTLA-4 regulador negativo de la prolifación de
factor 2) HRASl y la propia insulina. La zona en la los linfocitos T se expresa en el linfocito T e induce la
que en dicha región se ha identificado la residencia de apoptosis de éstas. Por el contrario la CD28 es activa-
la "susceptibilidad" es de 4, 1 kilobases y contiene un dora de los linfocitos T. En este gen CTLA-4 ha de-
verdadero "acúmulo de polimorfismos". Esta zona tan mostrado la trasmisión preferencial a los sujetos
polimórfica consiste en un número variable de repeti- afectos de DM de una mutación en el exón 1 posición
ciones ("tandem repeat") de oligonucleótidos de 14 49 que consiste en una transición A (adenina)-Guani-
pares de bases (en inglés: "variable number of tandem na (G) que resulta de una sustitución de treonina por
repeats" o abreviadamente VNTR) situados junto a la alanina. El hallazgo en familias con DMl de origen
posición 365 corriente (5') arriba del sitio de comien- mediterráneo (Italia, España, pero no Cerdeña) no se
zo de trascripción del gen. Tres clases de VNTR se ha producido en otras (con múltiples casos) de origen
identifican claramente por sus longitudes (pares deba- anglosajón. La ligazón/asociación más potente con
ses o "bp") que, respectivamente, de menor a mayor se DM tipo 1 se ha demostrado con una región (D5272-
denominan I (570 bp ); II (1200 bp) y III (2220 bp). CTLA-4-D55l16) con un marcador "(AT)n" (repetí-
Etiopatogenia de la diabetes mellitus tipo 1 35
ción n veces de pares AT) en la región 3 no traducida de su vida. También, en poblaciones con una definida
del gen. Últimamente, se ha completado la cartografía composición genética emigradas a países con caracte-
("fine mapping") del locus IDDM 12 por el análisis de rísticas ambientales diferentes a las de su origen, la in-
nuevos marcadores polimórficos, lo que sostiene que cidencia de DM tipo 1 pueden variar (aumentar o
este gen IDDM12 es el mismo CTLA-4 u otro muy disminuir) respecto a la que les era original. Éstos v
próximo a éste. El locus IDDM13 está situado en una otros argumentos clínicos, epidemiológicos y experi-
rq::;ión en la que se localizan genes relevantes para la mentales, subrayan la necesidad de que se establezca
;rntoinrnunidad de b célula f) como los que ia 3 t"IL:~-
de :rn :\. i101-IL\ \. UJl()
r el de
\ l 1q ¡ -; I 1''
tl
~1.~·~{) dl' J.¡ 1 optos1:-. u 111uc'rtc ....:cluL1r pni¡!,l"J!li;H.LL 1rn
¡··nn:1mc i1;ecrnismo c·11 1:1 p:1rogc;nesi~ de h D\:í
l. El IDDM4 csr5 siru:id() en h prnxi1111lbd al loGis C.
fC,F3 ("fibrohbst 3) junto :il que se :,uccso dinjrnic<> de la l1Utodl'Slruc..:iún ~.ic Lt céluLl ¡3
Ílan identificadu algunos otros que codifican proteí1Lb como: ¡xeL'I ni-es o :Kek'r:1dorc~ del co-
importantes para la función de h célula f3 como h re· mienzo de la larga historia de la auto<1gresi<'m a h cé·-
gubción intr:icelul:ir de calcio o de la emisión de seí1a- lub f). Dalquist ha prnpucst() estos crrn:rios u1J:1
ks a las célul:1s T p:ir:i su activación. T1mbién muy i1sra prm·isional de "dcrnmi11:111tc:s <lmhil'llt:1ks de
pníxima se sitt'1:1 otra proteín:1 de gran importancia en riesgo" p:H<1 !)\!tipo (fahl:1 2).
h inducción de :ipoptosis, Li lbrn:ida Fi\DD ("h1s :t\-
sociated death domain prntc:in.') codificada en un sirio TahL1 2. Esc1l:i de de' cksarrollar Di:ihc'tcs \kili-
1Tcino :11 locus ]])!)J\14. En la rahl:i 4 se resumen otr:1~ tus tiro1
características de otros loci IDDM, cuya significación
01
Factores de riesgo Riesgo absoluto :o
es todavía menos conocida. Otros genes descubiertos
recientementeson: Vitamina D / IFI (interferon induced A). Con historia familiar
with helicase c-domain 1 ); ITPR3 (inositol 1-4-5 tri- Gemelo de un paciente
1 :3-1:2 33-50
fosfato receptor 3 ), receptor IL-2; y PTPN 22 (protein con DM tipo 1
tyrosine phosphatase, no receptor type 22). También Compartir haplotipo
llamado LYP, este gen pertenece a los de la familia de DR3/DR4 con un her-
1:4 25
las proteínas tirosina-fosfatasas que modulan la acti- mano afectado de DM
tipo 1
vación de las células T. Una determinada mutación
Individuo ! !LA-idénti-
"equivocada" por la que la arginina en posición 620 se
co con herrn,1110 afec- 1:7
sustituye por triptófano altera la función inmunológica tado de DiVl tipo 1
de las células T y se asocia con numerosas enfermeda-
Padre de un diabético
des autoimunes (artritis reumatoide, lupus ED) incluída tipo J
l:H
la DMIA. Los estudios epidemiológicos recientes con-
Familiar de prinwr
firman que este gen PTPN22 es, en efecto, junto al de grado de un p.1cientc 1:20
insulina (IDDM2) v el CTLA-4 (IDD!vll2), los que, en- con Di\! 1
tre los no-HLA, contribuyen con más peso a la predis- 1:)0
posición/patogénesis de la DMJ A. Finalmente, otros
genes "raros,, asociados a ciertos trastornos ::iutoinmu-
nes como el síndrome poliendocrino múltiple tipo- J
(adc!isson. crndidiasis rnucocutánea, hipoparatiroidis-
mo) resultante de una mutación en un gen (AIRE) regu- Virus. (,l'!léricarnente, !a'i infecciones, sobre r·mlo, l'n
lador autoinmune u otros debidos a una mutación en el i:i madre durante b gestación.\' las situaciones de estrés
gen FOxP3 (factor de transcripción esencial para la fun- pueden ser potenciales factores precipitantes. Como in-
ción de linfocitos reguladores (CD4 +- CD25-+) colabo- dican algunos estudios de relación entre determinados
rarían a b predisposición a DM !A incluso en la forrn:i brotes epidémicos (infección respiratoria)\' aumento del
de diabetes neonatal (mutación FoxP3 ). número de caso de DJvl tipo l en 11ii1os o adolescentes: o
Es necesario subravar que una importante propor- de una relación dosis-respuesta entre el número rotal
ción de individuos portadores de riesgo genético de infecciones de cualquier tipo en el aiio anterior al
(DR.1/DR4/DQBJ) no desarrollar<'Ín la DJ\l a lo largo comienzo de l:i diabetes \. el riesgo de padccerb en una
36 ºº La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
población determinada. A favor de algún factor infeccio- efecto tóxico de las nitrosaminas sobre las células f3
so precipitante también se ha argumentado el aumento pancreáticas, que puede prevenirse teóricamente con
creciente de la incidencia de DM tipo 1 en ciertos países nicotinamida, cuyo efecto protector sugiere que la ac-
(Dinamarca, Finlandia, Suecia, Escocia, Cerdeña) o de tuación de las nitrosaminas (aditivos alimentarios) se
aparentes brotes epidémicos de esta enfermedad en otros debe a una reducción específica del contenido celular
(por ejemplo, Polonia); o la de que en ciertos grupos ét- en NAD ("nicotinamide adenine dinucleotide"). Re-
nicos emigrados (por ejemplo, niños franceses a Canadá) sultados epidemiológicos de Dalquist et al. en Suecia
ha aumentado en pocos años la incidencia de esta enfer- indican que la frecuencia de ingesta de alimentos con
medad por encima de la existente en su país de origen un elevado contenido de nitrosaminas se asocia a un
hasta aproximarse a la del país huésped. Y en este senti- riesgo correspondiente mayor de padecer DM tipo l.
do, la pubertad es la etapa vital en la que es máxima en Otros estudios similares en Escandinavia sugieren que
cualquier grupo étnico la incidencia de DM tipo l. la ingesta de aguas ricas en nitritos puede guardar una
Numerosos datos clínico-epidemiológicos en hu- relación de riesgo con la DM tipo 1. Así mismo, la in-
manos y en modelos experimentales con animales in- gesta excesiva de cereales, la deficiente en ácidos ome-
dican que ciertos virus pueden desempeñar un papel ga (w) o la hipovitaminosis D se han postulado
importante entre los determinantes etiológicos no ge- uniformemente como otros factores adicionales de
néticos de la DM tipo l. La evidencia más firme pro- riesgo.
viene de la observación prospectiva de una elevada La duración restringida (menos de tres meses) de
prevalencia de DM tipo 1 en niños o adolescentes que la lactancia natural se ha establecido como un firme
habían padecido el síndrome de embriopatía fetal por factor de riesgo de DMl mientras que la introducción
infección intraútero por el virus de la rubéola si bien la pronta de leche de vaca o sustitutos en la alimentación
eficacia actual de la vacunación anti-rubéola en el del recién nacido puede también aumentar ese riesgo.
mundo occidental hace esta situación muy rara y, por En efecto, las proteínas de la leche de vaca son las que
tanto, su efecto etiológico es ya anecdótico. han producido sospechas más fundadas de una rela-
Otros muchos virus se han implicado en la etiolo- ción entre la alimentación y riesgo de DM tipo l. Los
gía de la DM tipo l. Los de mayor significación son: argumentos son múltiples y la culpabilidad de las pro-
enterovirus (Coxackie B4), Ebstein-Barr, citomegalovi- teínas de la leche ha sido muy debatida durante años.
rus, el virus de la parotiditis, y ciertos retrovirus. Los La hipótesis es que la administración precoz (1-3 me-
argumentos en los que se soporta el potencial etiológi- ses) en la vida postnatal de leche de vaca en fórmulas
co de un virus pueden resumirse en datos que proce- para la alimentación del recién nacido en sustitución
den de tres tipos de fuentes: de (o tras un corto periodo de) la lactancia natural ma-
a) Experimentales: aislamientos del virus y/o de- terna, incrementaría el riesgo de desarrollar diabetes
tección de antígenos virales (páncreas) en tejido mellitus tipo 1 en los años siguientes. La evidencia dis-
pancreático (islotes) de animales de experimen- ponible de estudios epidemiológicos de casos y contro-
tación o de individuos con DM tipo 1 fallecidos les es muy abundante y, en general, indican un riesgo
en cetoacidosis o incluso vivos (intestino). mayor del esperado para aquellos recién nacidos que
b) Epidemiológicos: asociación temporal entre la han tenido un periodo breve de alimentación con leche
estacionalidad de la infección por un virus y el materna, sobre todo, si son portadores de alto riesgo
aumento de la incidencia de nuevos casos de genético (genotipos HLA ). Se desconoce si esta asocia-
DM tipo l. ción postulada en Caucasoides es válida para otros
c) Biología molecular: homología estructural entre grupos étnicos con diferentes "ambientes culturales,
proteínas del virus (por ejemplo, Coxackie B4) alimentarios y geográficos". Quizá pueda resolverse
como la llamada 2C y moléculas constitutivas esta problemática a través de estudios multicéntricos
de la célula beta como la glutámico-decarboxi- en varios países, como el ya iniciado proyecto
lasa (GAD 65). Dicha homología provoca la TRIGR''" (2000-2010).
formación de anticuerpos con reacción cruzada Otras circunstancias posibles en el periodo neona-
frente a ambas por el fenómeno llamado mime- tal, como el "distress" respiratorio neonatal, el naci-
tismo molecular. Es posible que esta reacción miento por cesárea o el peso reducido para la edad
cruzada que convierte al GAD en la primera y gestacional, podrían ser potenciales factores de riesgo
principal diana como autoantigeno esté restrin- en sujetos susceptibles. El efecto de la vacunación se
gida a un haplotipo (DR 3) HLA determinado. ha considerado positivo en algunos estudios, pero en
otros se sugiere un incremento del riesgo de DMl. Un
Dieta estudio prospectivo reciente con escolares de Lituania
sugiere que otras circunstancias como la ingesta ma-
Alimentos y aditivos alimentarios. En investigacio- terna de medicación (anti-hipertensiva u otras) duran-
nes de experimentación animal se ha sugerido un te el embarazo o, incluso, el tabaquismo en el entorno
Etiopatogenia de ia diabetes mellitus tipo 1 37
familiar son factores de riesgo. El menor desarrollo in- dotación celular beta en el órgano de Langerhans nor-
trauterino del feto, el tamar1o del recién nacido mayor mal. Sin embargo, es probable que esta estimación va-
del correspondiente a la edad gestacional o su rápido ríe según el riesgo (genético) potencial y la edad del
crecimiento postnatal también han sido sugeridos por individuo, así como de la capacidad insulinogenética
Dalquist corno otras circunstancias potenciadoras de inicial proporcional a la masa celular y al peso corporal
riesgo diabetológico autoinrnune. ¡l. Las técnicas modernas de imagen no invasivas en
modelos ofrecen va datos interesantes iPET¡
Otrm factores sohre este proceso de destrucción ccluLH, pero los ch·
10\ l'l1 hun1~1no'> son Jlin irrl·lc\·;1nrc:-,.
ocl\iornlnwrne ;qn
dererminados indiviclulls. si bien ahulllLi
carúcrer anecdótico ( "cisus") 1 es esch;1
afirm;1cla en estudios pohlacionaic'> de c1,os 1 l'\)lltro SL'Ji1 los n1cc~1nísr11os dv inicio v
les. Es, sin embargo. interesante rccorchr que en 1110 dc·srrncci()n ;1t1toi11111une "beta" es muy debatid() 1 gi-
delos animales (rat{m NOD) neonaros Li sep;H;1c·1,·Jil r;1 ;1lrcdcdor de estas ct1estiones h;ísic-1s: 1) ,:Se 1r:1u
reiterada de la madre ("stress") ;rn111cnc1 L1s pos1hil1 ;rncÍ;1lmc'me (o ¡>rimon.lialrnL'nt\.') de·! "reconucimicnw
cbdes de que se dl."<Hrolk Di'vl insul111oderw11d1rnt,·. ,k un cierro (110 extenso) numero de ;lllto-;111tígenus dv
r\sí mismo, cierL1s siru;1c1om·s. urn10 h p1·,.,.L·l;1m1''Ll. L1 C\.·lula 11 por llil;l pobl;Ki<'rn limir;1d;i de céluhs T;iu
la incompatibilidad de grupos s;rnguím:os o bs rnin t()rrc;ll"tÍ\;1s. \/o no solo en su número srno c11 su tu11-
mee.beles neonau!cs se han posruL1do con L";e;1s;1 C<ll1 c1<m ":. 21 ¿Es;1 c1nu dec;trucc1<'i11 ck Li rnas;1 celuLH p
sistencia como factores precipitantes. es el resultado de una exposición extensa y sobre todo
En resumen: entre los múltiples factores ambientales durante mucho tiempo repetida, de un cierto número
destacan los asociados a la alimentación /nutrición en los de células T reactivas a un número creciente de epíto-
primeros meses de vida (especialmente, la escasa dura- pos en la célula B? En todo caso: 3) La reiteración de
ción de la lactancia natural < 3 meses), la exposición a agresiones externas ("hits") o "ambientales" corno vi-
agentes infecciosos (virus) y ciertas circunstancias vitales rus o ciertos nutrientes o metabólicos (estrés metabó-
(pubertad, estrés psicológico). Seguramente diferentes lico) forzarían la expresión de nuevos antígenos en la
combinaciones de factores genéticos (etnia, genes) y no célula f3 y, por tanto, los mecanismos anteriores. En es-
genéticos actúan cada vez en diferentes individuos o te sentido, la inflamación en los islotes de cualquier
poblaciones, lo que explica numerosas discrepancias origen provocaría la propia proliferación espontánea de
en la incidencia observada entre unos y otros. las o'.·lulas f), con una expresión más acentuada de neo-
antígenos corno demuestra un rnetaanálisis de los datos
LA Dlvl TlPO 1 COMO ENFER1'v1EDAD histopatológicos comparativos de islotes humanos en no
NlUNE diabéticos y en diabéticos tipo 1 extraídos de tres estu·
dios clásicos. Estos estudios sugieren que la presentación
En este tipo particular de DrvL. el hecho escncd es clínica de la DM lA se correlaciona con un mavor por-
la destrucción selectiva, autoagresiva o auroinmune de centaje de pérdida de masa celular f3 en nifios (85'\, que
las célula Bde los islotes de Lagerhans por cé· c·n adultos. Y que un 40'/o de pérdida de masa celular be-
lulas T autorreacrivas. Este proceso es gradual pero ta en un paciente cuya DJ\·l 1 debuta a los 20 afios es su
con remisiones ("luna de miel" o "honn· moon pc- ficie11te para inducir hipcrglucemia" 1· que una menor
riod" en ingles) y recaídas por complejos mecanismos reducción o pérdida de rn;1sa [3 !);\! cli
de interacción entre múltiples facton:s ambientales (Y1- rnca en ancianos
rus, nutrientes) y genéticos (HL/\ I no HL'\\ todaYÍ;1
no determinados. La cantidad de células 1) que debe ¡)¡\\ ¡
perderse para entrar en la fas,· clínica o dicho de otro
modo cuál es la masa beta restante al llegar a la FI término autoinmunidad se define iTruccol dlllll)
clínica se desconoce pero quiz<Í es inferior al 1':l., de b "la ruptura de la (auto)tolerancia", lo que signifie;1
Desde aquí h:1sta el f¡n;il del C.1!'Ítulo. el !c'Zto lu sido publie:1do c·n l.i ohr:1 l-:n,iu«rin11/<1gi,1. del Prof.:\. j;1r;1 ,\lh:irr:ín. \Lid,id: hllin"
rial i\ilédic1 Pt1narncric1na, 2001 y reprod11c1do en c:-.rc lihro con ~1utnri;,;¡c1t)11.
38 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
que las células inmunocompetentes comienzan a ata- y, TNF 13) intervienen en la respuesta mediada por
car los tejidos y las células del propio organismo. En el células o hipersensibilidad de tipo retardado. Las
caso de la DM tipo 1, dicha definición postula que célula Th2 y sus citocinas son más eficaces en la es-
"células T específicas para moléculas propias de las cé- timulación de la respuesta inmunológica mediada
lulas 13 pancreáticas (autoantígenos) existen normal- por anticuerpos. Estos fenotipos originalmente
mente pero están reprimidas por mecanismos de identificados en el ratón parecen estar también pre-
autocontrol" . Las hipótesis patogénicas actuales so- sentes en el ser humano. Ambas subpoblaciones
bre la DM tipo 1 proponen que la "puesta en marcha" Thl y Th2 son recíprocamente inhibidores a través
del proceso autoinmune supone el fracaso de la inmu- de sus citocinas características.
norregulación con la consecuencia inmediata de la ac-
tivación de células T frente a (auto)antígenos de las B. LA DMlA: ENFERMEDAD AUTOINMUNE.
células 13, la progresiva proliferación y expansión de ARGUMENTOS
clones de éstas; y la producción de una intensa infiltra-
ción de células inmunocompetentes y actividad infla- Numerosos argumentos indican que la DM tipo 1
matoria (insulitis) en los islotes de Langerhans. es una enfermedad autoinmune.
a) La insulitis: en fecha tan remota como 1910 en
A) TOLERANCIA INMUNOLÓGICA estudios de necropsia se demostraron cambios
de infiltración por "células inflamatorias" y ne-
1. Tolerancia central: el timo es un órgano en el que du- crosis celular en el páncreas de individuos con
rante el periodo neonatal se "educan" los linfocitos T diabetes mellitus. Este hallazgo confirmado y
para aprender a distinguir entre lo que es propio y lo ampliado por Gepts y otros definió el concepto
que no es propio en los tejidos del organismo al que de insulitis en la que coexisten células inmuno-
pertenecen. Esta función tÍinica elimina selectivamen- competentes (macrófagos, linfocitos T) y me-
te a las células T "nacidas" con elevada afinidad por diadores de inflamación tlpicamente IL-1 y
antígenos propios y elimina más del 95% de los pre- otras citocinas cuyo valor ha sido resaltado por
cursores de esa estirpe celular. V. Nerup et al. como expresión aberrante de
2. Tolerancia periférica: la deleción de células T en el moléculas HLA II en el lecho de los capilares en
timo no es completa. Tres mecanismos fundamen- el seno de la insulitis. La insulitis es un hallazgo
tales a nivel post-tímico regulan la respuesta de la constante en la DM autoinmune del ratón NOD
célula T a antígenos individuales: a) Anergia. Las y la rata BB, precede a la fase clínica de la enfer-
células quedan temporalmente incapacitadas para medad y puede ser evitada o atenuada por fár-
responder al antígeno y/o para proliferar y expan- macos inmunodepresores. En estos modelos, la
dirse en clones. b) Apoptosis. La población T pue- insulitis es selectiva de la célula 13 (como en el
de ser eliminada por el mecanismo apoptótico de humano), con ocasional daño transitorio de
muerte celular programada. c) La producción de ci- otras células de los islotes (células a producto-
tocinas particulares producidas por las células T ras de glucagón; o de somatostatina, u otras).
bajo el estímulo de un antígeno puede alterarse y Suele ser localizada o "parcheada", alternándo-
así modular (suprimir) su propia proliferación. En se áreas del páncreas con islotes afectados y
este proceso de inmunomodulación intervienen co- otros poco o nada afectados de insulitis.
mo mínimo dos subespecies de células T ya citadas: b) Diabetes autoinmune experimental (NOD,
Thl (Thelper 1) o cooperadoras tipo 1, y Th2 (T BB): es transferible a otros animales de la mis-
helper 2), cooperadoras tipo 2, que producen dife- ma especie con células T autorreactivas, pero no
rentes citocinas. Las células Thl típicas producen con suero del animal diabético, lo que indica
(fenotipos Thl) y liberan en respuesta al estímulo que todos los autoanticuerpos generados frente
antigénico: Interleukina 2 (IL-2), interferon gamma a la célula 13 son marcadores de daño pero no
(IFN y) y factor de necrosis tumoral beta (TNF 13). patogénicos.
Por el contrario las células Th2 responden a la ac- c) El trasplante (parcial) de páncreas entre geme-
tivación por el antígeno con una respuesta de dis- los monocigóticos puede ser infructuoso y el re-
tintas citocinas que incluyen entre otras: ceptor rechazarlo si no se acompaña de una
interleucina 4 (IL-4), 5(IL-5) y 10 (IL-10), respues- eficaz terapia inmunosupresora. Si el páncreas
ta inmunológica mediada por anticuerpos. Otras es rechazado por el gemelo MZ receptor se re-
citocinas son comunes a ambas subpoblaciones de produce el hallazgo histopatológico de insulitis,
Th ( IL-1). La significación de los fenotipos Thl y la reaparición de autoanticuerpos y el retorno a
Th2 reside en que las citocinas que les son caracte- la hiperglucemia clínica.
rísticas definen el tipo de respuestas inmune en ca- d) La pérdida de tolerancia a antígenos de la célu-
da caso: las células Thl y sus citocinas (IL-2, IFN la 13 no sólo ha sido documentada en el animal
de !a diabetes mel!itus ",Q 39
Li prcscnci11 de múltiples 11llto11mígencJS en imli- 11os CJLIL' CLlL".;J'iLlíl otr11s c11docri11op11tías ci11
\ iduos con D\1 tipo 1 di11g11os11cach \' e11 fomi- io111111u11vs 1tiru1dit1s de l ll1:,hi111otLJ,
li1nes ck pnrnn gr11do (prediahéticos) H11seclowJ. :\o se hi1 idcnr1lic1dC1 un anrígL'll\'
normoglucém1cos de un proh1111do. L·s¡1ccífiu1 co11rri1 d lJllL' fuer1111 d1ríg1dos los
e) La detección de autoanticuerpos en el suero de anticuerpos (heterogcneos) lCA, pero, pro-
estos individuos prediabéticos ser1ala la historia bablemente, incluyen numerosas proteínas y
natural de la DM tipo 1 y marca el daño de los lípidos de los islotes. La estandarización de
islotes antes del declinar completo de la célula la metodología usando páncreas tipo O hu-
beta y el fracaso insulinosecretor. Incluso en ob- mano es compleja y ha requerido Reuniones
servaciones en gemelos dizigóticos se ha podido ( "Workshop '') Internacionales ad hoc, para
demostrar que estos autoanticuerpos son detec- establecer la mejor sensibilidad y reproducti-
tables en el suero muchos años antes de la dia- bilidad de resultados entre distintos labora-
betes clínica. torios. Su valor como marcador crece a
f) Inmunidad humoral y D!VI ti/70 1: autoantígc- partir de 25U/ml JDF y junto a otros
nos y autoanticucr{Jos. Es notable la frecuente (GAD65, JA-2") constituyen un algoritmo
asociación de la DM tipo l, a menudo con agre- de predicción de D J\1 tipo 1 en personas con
gación familicu (endocrinopatía autoinmunc genotipos (HLA) diabetogénicos de alto ries-
múltiple) con otras enfermedades autoinrnunes go, e incluso es predictor aislado en nii1os
endocrinológicas específicas de un órgano (ti- (<JO ai1os) con l CA ( > l 00 Uíml) en los que
roiditis de H11shirnoto, enfermedad de Gr1wes- la probabilidad de desarrollar Divl ripo len
Basedow, adrenalitis-Addíson) o no (vitíligo, un periodo de pocos a11os (5 es
artritis reum~1toide). Los autoanricuerpos ck rn11 a 75'/;, \ no m,1s del 20'X, en indi\·iduos
mayor relevancia son: no diabéticos de pos H L.\
l. !CA ("lslet cell citoplasrnatic autoamibo- de alto Otras variantes lk
dies .. ). Ll inrrnducción del microscopio de menor \ sensibilidad de lC\.
fluorescencia permitió identificar en 1970 incluvcn los que fijan complemento 1 los lla-
estos auroanticucrpos, lo que represcntcí un mados I CSA (írenre 11 de
descubrimiento esencial pan el conocimien· en la cé·lub 13 Si hirn los !C\ son típicos <.k
to posterior de la historia natuL1L patogéne- b D1\l tipo l dís1c1, de comienw n11ís pre-
sis \ prevención de la Divl tipo l. Los IC\ coz antes de los .3U a11os, puede también ck-
son de tipo IG policlonal y cruzan la placen- tccrarse en las formas de ''autodestrucción
ta sin causar dai1o al feto. Los !CA son una lenta de los islotes -- en d adulto \' del anciano
mezcla compleja de proteínas de los islotes con fenotipo clínico de Divl tipo J. También
que inclm·e GAD, sialo-conjugados v tirnsi- en una v~iricdad de L'SL1 forrn11 evoluri1·11 h
40 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
llamada LADA ("Latent Autoinmune Dia- los elevados en pacientes de otros grupos étni-
betes in the Adult"), generalmente, asociada cos, como japoneses. Por otro lado, los GAD
a haplotipo HLA-DR3. tienen una mayor persistencia en suero (años
2. Autoanticuerpos frente a insulina (AAI). tras el diagnóstico) que ICA y AAI. Suelen de-
Descritos originalmente por J. Palmer et al. en tectarse en elevada proporción en sujetos pre-
Estados Unidos, son detectables en la fase más diabéticos (80-82%) e incluso se han
inicial (prediabetes) y en el comienzo clínico encontrado sueros positivos para GAD que
de numerosos pacientes con DM tipo l. Estos fueron obtenidos 10 años antes del comienzo
autoanticuerpos (en ausencia de insulinotera- de la DM clínica. De aquí su gran especifici-
pia) tienen un valor excepcional, pues su dad y sensibilidad como predictor en indivi-
"diana" es la proteína (insulina) más carac- duos predispuestos. Debido, además, a la
terística de la célula (3. Sin embargo, al igual prolongada estancia de los GAD en el suero (3
que los ICA, no son patogénicos. Los AAI a 28 años o más) en un número elevado de pa-
aparecen en el 50% de los niños con DM re- cientes (50% o más), estos autoanticuerpos
cién diagnosticada y su detección específica son útiles para estudios retrospectivos y de
no es posible tras la insulinoterapia. predicción. Actualmente, las moléculas GAD
3. Autoanticuerpos frente a la decarboxilasa del aparecen como autoantígenos "diana prima-
ácido glutámico (GADA: "Glutamic Acid De- rios" en DM tipo 1 según numerosos datos en
carboxilase Antibody"). Esta enzima cataliza modelos animales.
la conversión de ácido glutámico en y aminoi- 4. Autoanticuerpos IA-2 (IA-2 A). De descrip-
sobutrico (GABA), un potente neurotransmi- ción más reciente (1996), la IA-2 como auto-
sor de carácter inhibitorio. La enzima está antigeno es una proteína de la familia de las
presente en las neuronas del sistema nervioso tirosina-fosfatasas (PTP: "Protein-Tyroxin-
central, en los nervios periféricos y en la mem- Phosfatase family") que incluye una serie de
brana de la célula (3 pancreática. Los autoan- enzimas de posición transmembrana que
ticuerpos (anti-GAD) frente a esta enzima se transmiten diversas señales al citoplasma cé-
describieron por primera vez en una rara en- lular. La función básica (y común) de los
fermedad neurológica con rasgos autoinmu- miembros de esta familia (incluida la IA-2A)
nes, denominada síndrome del hombre rígido es catalizar la defosfoliración de los residuos
("stiffman syndrome"). Antes de su identifica- fosfotirosina en proteínas de tejidos específi-
ción como GADA, Baekkeskov y otros descu- cos (para cada miembro de esta familia de ti-
brieron que el suero de ratones NOD y de las rosina-fosfatasas), como linfocitos, páncreas,
ratas BB, contenían autoanticuerpos precipi- músculo esquelético, sistema nervioso y otros.
tantes frente a una proteína de 64KD ("kilo- Los autoanticuerpos IA-2 (IA-2A) se detectan
daltons) de peso molecular. Más tarde, se en el 70% o más de los pacientes con DM ti-
detectaron similares anticuerpos anti-64KD po 1 y tienen también carácter predictivo. Los
en humanos con DM tipo 1 de comienzo y en anticuerpos IA-2 reconocen el dominio intra-
individuos prediabéticos o con alto riesgo ge- celular pero no el extracelular de la proteína
nético de este tipo de diabetes. En 1990, de localización transmembrana que es IA-2
Baekkesov tuvo el mérito de descubrir que la (Peso molecular 106 KD).
proteína 64KD es la propia proteína GAD. Otro anticuerpo de interés es el llamado ICA
Más tarde, junto a la forma de peso molecular 512 que es un fragmento de IA-2. A menudo
65 (GAD 65, aproximativo a 64) se descubrió se usan como sinónimos IA-2 (ICA 512) o
otra importante especie de GAD: GAD67. ICA 512/IA2 entre otros. Esta proteína es un
Ambas formas moleculares de la glutámico- autoantígeno expresado en los gránulos (3 y
decarboxilasa se codifican por dos genes dis- en los de otras glándulas endocrinas y ner-
tintos localizados respectivamente en los viosas secretoras. La actividad I CA 512 esta
cromosomas 2 y 10. Ambas comparten una contenida junto a la anti-GAD en los sueros
homología en secuencia de aminoácidos de ICA positivos y deben ser extraídos (absor-
hasta un 70%. La mayor parte de la inmuno- bidos) para evitar errores de estimación. Fi-
reactividad GAD en el suero está proporciona- nalmente, los anticuerpos anti-fogrina IA-2B
da por GAD65. Estos anticuerpos están o SGM35, proteína extraída de la insulina
presentes en el 75% de los niños de reciente de rata (membrana de gránulos de secreción)
diagnóstico frente al 4 % en los no diabéticos tiene una extensa homología de aminoácidos
en poblaciones caucasoides. Asimismo, y a di- con IA-2 con cuya proteína comparte varios
ferencia de los ICA, pueden detectarse en títu- epítopos. Los anticuerpos fogrina se han de-
de ia diabetes mellitus tipo 41
tectado en pacientes y en familiares predia- estos hallazgos en el páncreas de personas con DM ti-
béticos (56-59% respectivamente). Los anti- po 1 es obviamente difícil de obtener por la inaccesibi-
cuerpos frente a IA-2A v de fogrina lidad de los islotes salvo ocasiones excepcionales. Sin
muestran un estrecho paralelismo temporal. embargo, en algún paciente fallecido en cetoacidosis
g) Asociación con antígenos del sistema HL\ ha sido posible detectar la expresión predominante de
antes). lF'.\-y (fenotipo Thü) ven experimentos de activación
110 (mitógenos) se ha comprobado reiterada-
mente· unJ menor de secreción dl' l L ..¡
i hl Cií indi1·1du()~ :-<lll ])\! tipu l ck u 1cn;,1
mo la DM tipo 1, es debida a que ciertos epí- ya residían en los islotes en estado inactivo
topos (dominios moleculares) de un elemen- previamente al estímulo externo.
to infeccioso particular (virus Coxackie) c) Superantígenos y DM tipo 1.
pueden compartir una extensa homología Un superantígeno se define como "una prote-
con ciertas proteínas de membrana de la cé- ína viral (por ejemplo, Coxackie B4 ), pero
lula beta pancreática y que esta similitud an- también de otro origen, capaz de mediar la
tigénica entre el agente infectante y los interacción entre antígenos HLA clase II y cé-
tejidos del huésped puede provocar la reac- lulas T policlonales con activación recíproca
ción cruzada. Así ciertas clases de células T, de unos y otros". Para dicha mediación, los
al reaccionar contra antígenos extraños del superantígenos, a diferencia de los convencio-
agente infeccioso se "confunden" (mimetis- nales, sólo requerirán la expresión de una o
mo molecular) provocando la destrucción de dos regiones variables del receptor en célu-
selectiva de las células beta. La evidencia dis- las T y la de moléculas de clase II HLA en
ponible para sostener esta hipótesis es nume- la superficie de las células presentadoras
rosa desde la demostración ele anticuerpos (macrófago, monocito) de antígeno. Estos
monoclonales con reactividad cruzada virus- superantígenos podrían estimular subpobla-
huéspecl a la sorprendente "quasi-identiclacl" ciones de linfocitos autorreactivos frente a las
molecular entre ciertas proteínas virales del células beta pancreática en mucha mayor pro-
virus Coxackie B y moléculas típicas ele las porción que los antígenos convencionales. De
célula beta (y ele las neuronas del SNC), co- aquí la denominación de "super". Algunos
mo las de la enzima glutámico-clecarboxila- datos experimentales indican que ciertos virus
sa (GAD 65) y tam!Jiéu cHtre éstas proteínas (por ejemplo, Coxackie B4) a través de uu su-
constitutivas de otros numerosos virus, cumu perantígcno reclutan y expanden subpobla
citornegalovirus y el de la rubéola. En minu- ciones de linfocitos T con expresión de
ciosas investigaciones se ha demostrado que dominios muy particulares de las regiones be-
estos determinantes homólogos en ambos se ta del receptor (T) de esas células: VB1,VB1.
identifican o reconocen por clones particulares El concepto de superantígeno aplicado a la
de células T en pacientes con diabetes tipo 1. patogenia de la DM tipo 1 presume la exis-
Otra molécula constitutiva de la célula beta tencia de dominios en la estructura del virus
que puede ser una "diana" preferida de la Coxackie B4 (o de otro agente)con propieda-
agresión autoinmune es la tirosina fosfatasa des de superantígeno "con capacidad para in-
IA-2. Algunos datos recientes muestran que ducir la expresión de genes de retrovirus
ciertos epítopos de IA-2 provocan una res- endógenos con la consecuente producción de
puesta in vitro máxima de células T en sujetos citocinas frente a la célula beta. No obstante,
de alto riesgo de DM tipo 1. Dicha región ele y a pesar de la originalidad de esta teoría, no
IA-2 tiene similitudes con determinantes anti- puede explicar completamente la patogenia
génicos de ciertos virus, como rotavirus, cito- de la DM tipo 1 en humanos.
megalovirus, de la hepatitis e o de la gripe. Otros modelos han sido propuestos por GF
No obstante, la hipótesis del mimetismo mo- Botazzo para quién la célula beta puede redu-
lecular contiene limitaciones para ser aceptada cir su propia destrucción (suicidio) si un suce-
como explicación general. so etiológico inicial (por ejemplo, infección
b) Estimulación no dependiente del antígeno por virus) provoca la presentación restringida
("bystander hypothesis" ). a HLA clase II de un antígeno celular previa-
Una vez inducida por una infección viral una mente no expuesto al reconocimiento del sis-
respuesta celular T, la expansión de esta sub- tema inmunocompetente y, por tanto, al ser
población puede hacerse independiente del es- presentado en la superficie celular no es reco-
tímulo por el antígeno viral o de otro tipo: se nocido como propio y actúa la conocida cas-
hace antígeno independiente. Dicha hipótesis cada de células T autorreactivas, citotóxicas,
("bystander" o de daño al espectador) está ba- citocinas, formación de autoanticuerpos. Al-
sada en la observación comparativa de la DM ternativamente un antígeno de la célula beta
tipo 1 inducida por infección con virus Coxac- podría ser "liberado" captado, procesado y
kie B4 en ratón NOD y en cepas transgénicas presentado (HLA-restringido) por las células
portadoras de células T con receptores "diabe- presentadoras de antígenos (Ag) con idénticas
togénicos". La hipótesis propone que la inicia- secuencias. En otra hipótesis, elaborada por J.
ción de la insulitis autoinmune es debida a la Nerup, Mauricio y Mandrup-Poulsen et al., el
activación ele células inmunocompetentes que evento inicial desencadenante protagonizado
Etiopatogenia de la diabetes mellitus tipo 1 43
por la liberación precoz por células T de IL-l cornbinations of auroantibodes rnarkers. Diabetes 1997:
promovería una cascada posterior de sucesos 46:1701.
incluída la promoción de la formación incon- 3 O.S. Birk, !.R. C:ohcn. T cell auroinrnunitv in n·pc 1 Dia-
trolada de radicales libres y de la muerte celu- betes Mellitus. Current opinion in lnmunologv 1993:
lar apoptósica de las células beta. 5:903-09.
4 Casraiio L, Eisenbanh CS. Tvpc l Di:ibcrcs: a chronic
auroimmunc discasc of human. momc ;rnd Llt ..\nn Rcv.
Fl
1990: 8:6-1 -Sil.
Defectos adquiridos
GAA, IG
TG Normal DM2
(Prediabetes)
RI
Figura l. Esquema representativo de los hechos fundamentales implicados en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
de la diabetes mellitus 2 47
regulanclo b liberacic'rn de los i\GL \, por otra, con la del 1rn'1scuiu L'Squckrico .. \clcm5s. Li disfunción L'lldo-
producción de adipocirncinas que ;1fccc1 <1 Li sensibilidad tL·lial que ac·omp:liía :1 Li ohcoichd 1 !)\-12 oc;1c,Í()J1'! es-
;1 la i11suli1i;1 en 1m'1srnlo e híg;1do. trés oxiéhti\"<l que pucck i11h1lm· L1 sc·11:1li1:1cic)n LlL'i
La insulina estimuh h produccic'm de c·Jxido 11ítrico n't.:eptor de i11st1li11a 1· p<llCliU;1r 1.i Rl.
en la céluh cndotelial que puede inhibir el proceso ;HC· Lx1-,rc u11<1 Jsoc·i:1ciL'J11 i"unrc L'lltrl' olws1cL1d ;1hd<)
roesclnc'lt 1cc> \", Ll m h1én, h s citoc1 n;1s i11 fLrnLitori;1s. rni11:1I 1· IZ!, <.:011 gr;111 ;1c1'1nrnlo de i,·érido.\ depo:,1·
como el focror de· necrosis rumor;il !TKF-c<). Estos L1dos L'll esws gr;11llk'> ;1d1pociros 1·cc,1c,tentc:, ;i Li
efectos lwncficiosch de la insulina a través ckl 0-iO se· ;1cc1ó11 111suli111c1 suprL'SLlr;1 dl' Li l1pol1sis, l]ll<' produce
enfrentan a la posibilidad de otros efectos nocivos atri- un aumento de los AGL y glicerol que empeoran la RI
buidos a la hormona, como su acción sobre el creci- a nivel muscular y hepc'ítico.
miento de la musculatura vascular, que podría El aumento de los AGL derivados de ese acúmulo de
contribuir al desarrollo de aterosclerosis. grasa corporal condiciona un aumento de su oxidación
En condiciones normales, la acción de la insulina se a nivel hepático y de la gluconeogénesis, lo que provo-
desarrolla tras unirse al dominio extracelular de su re- ca hiperglucemia e intolerancia hidrocarbonada, así co-
ceptor y la posterior autofosforilación de residuos de rno las alteraciones lipoproreicas que señalarnos
tirosina de la subunidad ¡3 del dominio intracitoplás- previamente. En la Figura 2 se resumen estos hechos.
mico que produce la activación del receptor; esto con-
diciona un aumento de la actividad catalítica de la
subunidad ¡3 que provoca la fosforilación de diversos
• Lip¡nsis
sustratos proteicos endógenos, como IRS-1, IRS-2,
IRS-3, IRS-4. Éstos estimulan una serie de cascadas de l
reacciones de fosforilación y clcsfosforilación media-
das por diversas enzimas, poniéndose en marcha las
funciones de la insulina como transporte de glucosa,
síntesis de glucógeno, síntesis proteica, de 6cidos grn ·
~~~
+Oxidación AGL +Oxidación AGL
sos, crecirnienro cc:lular, cte. Músculo Hígado
RI est<1 presc:nte desde el primer momento en la his-
toria natural de la D1\12, aunque la tolcranci;1 a la glu-
cosa se<l normal porque se produce un aumento
compensatorio de Li secreción de insulina, en alguna
manera la célula beta es capaz de adaprarse a la inten-
sidad de la Rl, aumentando de forma adecuada la se-
creción de insulina para mantener normal la tolerancia
a la glucosa, aunque esto n() significa que b función Hiperglucemia
celular ¡3 sea normal'.
Es bueno record;ir que la hiperinsulinemia en situa- 2. Rcprcscntacic'rn csquc111útic;1 del p,1pcl de lo-; ;íc·idm
ción basal v de cualquier origen puede producir inten- grasos libres(.\(;!.) en el dcs;irrollo de hi¡wrglucc:rnia.
sa RI v se pueden ver ;1fecrados todos lus tejidos que
48 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Hemos comentado que la hiperinsulinemia precede del glucógeno muscular. La actividad de esta enzima es-
al desarrollo de DM2 y es un factor predictivo signifi- tá muy reducida en la DM2 y la capacidad de la insuli-
cativo de intolerancia a la glucosa y DM2, pero sería na para activarla también está muy afectada, y parece
importante señalar que no se desarrollará diabetes si ser que la causa molecular del defecto se relaciona con
no existe DC-¡3. una alteración en la transducción de la señal insulínica.
Algunos autores han insistido en el papel funda- Respecto a la producción de glucosa hepática, re-
mental que desempeñan los adipocitos y los AGL en la cordemos que la insulina la inhibe y que el glucagón y
patogenia de la DM2. Ya comentamos que la insulina los AGL la estimulan. El aumento de AGL en DM2 in-
es un gran inhibidor de la lipólisis y, por lo tanto, im- duce RI hepática, que se puede unir al efecto de un au-
pide la liberación de los AGL al inhibir la lipasa hor- mento del glucagón plasmático y de la captación
mono-sensible. Se podría resumir que la homeotasis hepática de precursores de la gluconeogénesis.
glucosada se altera en la DM2 por ese "cuarteto disar- Las células grasas adquieren un relieve importante
mónico" (DeFronzo) que forman la producción au- en relación con la RI y la DM2, pues, además de ser el
mentada de glucosa por el hígado, la disminución de lugar de depósito de la grasa del que se liberan los
la captación de glucosa por el músculo, y de la secre- AGL, es un auténtico órgano endocrino en el que se
ción de insulina por las células beta y el aumento de la producen una serie de sustancias denominadas adipo-
lipólisis con incremento de los AGL que es capaz de citocinas, cuyas características vamos a resumir.
causar o agravar los tres fenómenos anteriores. A esto La adiponectina se expresa sólo en los adipocitos y
se añade que pueden encontrarse depósitos de triglicé- es el único factor que aumenta la sensibilidad de los te-
ridos en el músculo y en el hígado, relacionados con la jidos a la insulina; esta sustancia está muy disminuida
RI en estos tejidos; estos fenómenos se han conocido en los casos de DM2, sobre todo, en obesos. Esta dis-
como lipotoxicidad que puede causar también DC-¡38. minución se correlaciona con la mayor RI a nivel he-
Los AGL pueden ser transportados a las células be- pático y muscular también se ha dicho que tiene gran
ta y, por diversos mecanismos, inducir un aumento de actividad antiinflamatoria.
la secreción de insulina. Sin embargo, esto sería un La resistina es otra proteína producida por el adi-
efecto agudo del aumento de los AGL plasmáticos, pe- pocito en mayores cantidades en la obesidad y en la
ro una elevación crónica de los AGL plasmáticos tiene DM2 y sus niveles plasmáticos elevados en estas situa-
un efecto inhibidor sobre la secreción de insulina que ciones se correlacionan con la RI a nivel hepático pero
es más evidente en las personas con predisposición ge- no muscular. La insulina sería capaz de inhibir la ex-
nética para la DM2. Por el contrario, la reducción de presión de la resistina en el adipocito, pero en DM2
los AGL en pacientes con DM 2 mejora la secreción de que puede haber un aumento de los niveles de insulina
insulina; todos estos hechos motivaron la creación del plasmática el adipocito debe ser insensible a este efec-
término lipotoxicidad que, en definitiva, se refiere a to inhibitorio de la insulina.
los efectos de los AGL sobre la secreción de insulina En el adipocito también se producen las denomina-
por las células beta. das citocinas inflamatorias, como el TNF-a, cuyo pa-
Algunos AGL y lipoproteínas favorecen la apop- pel en la RI de la obesidad y de la DM2 no está
tosis (muerte celular) de las células ¡3 y otros, la pro- suficientemente aclarado, aunque esta sustancia au-
tegen y, en este sentido, los ácidos grasos saturados menta en el plasma en pacientes con obesidad y DM2
como el palmítico son muy tóxicos, mientras que los pero tiene pobre correlación con el grado de RL Otra
monoinsaturados como el oleico tienen efecto protec- citocina inflamatoria es la interleucina-6 (IL-6). La IL-
tor y en la misma forma las lipoproteínas como VILD 6 aumenta en la DM2 y se correlaciona con la intensi-
y LDL favorecen la apoptosis mientras que las HDL dad de la inflamación medida por la proteína
son protectoras. C-reactiva (PCR).
Hace ya 45 años que Randle et al. propusieron su El inhibidor-1 del activador del plasminógeno
ciclo de la glucosa-ácidos grasos que quería decir que (PAI-1) se produce, sobre todo, en el adipocito; está
el aumento de oxidación de los AGL disminuía la oxi- muy aumentado en obesos diabéticos y no diabéticos
dación de la glucosa en el músculo, aunque algunos en relación con el grado de RI. PAI-1 puede ser un fac-
autores piensan que otros mecanismos, como, por tor importante para acelerar la enfermedad cardiovas-
ejemplo, un aumento de la glucosa-6-fosfato tenían cular que se da en los estados de RI, obesidad y DM2.
que estar implicados en la inhibición de los primeros La leptina es una hormona producida por los adi-
estadios del. metabolismo de la glucosa para poder pocitos, que suprime el apetito a través de sus efectos
aclarar los defectos en el transporte y fosforilación de sobre los receptores hipotalámicos. No parece que nin-
la glucosa y en la síntesis de glucógeno. gún estudio haya demostrado un efecto de la leptina
En todos los estados de RI, la síntesis de glucógeno sobre el metabolismo de la glucosa en obesos y en
estimulada por la insulina está alterada y sabernos que DM2; sin embargo, es verdad que las mutaciones del
la enzima glucógeno-sintasa es clave para la síntesis gen de esta hormona se asocian con obesidad impor-
de la diabetes mellitus tipo 2 ,. 49
tante, intolerancia a la glucosa y RI, fenómenos que que codifican las proteínas mitocondriales; algunos de
pueden ser reversibles con la administración de la hor- estos genes están implicados en la RI. También el nú-
mona. Algunos estudios apoyan la posibilidad de que mero y tamaño de las rnitocondrias se correlacionan
la leptina desempei'íe un papel significativo en el pro- con la capacidad oxidativa y aunque algunos autores
ceso de inflamación que parece existir en b ff\!2 v en han sugerido que la disminución de la función miro-
la aterosclerosis. condrial se relaciona, sobre todo, con la disminución
Ciertos datos han puesto de rclin·e la posible cone- del número de mitocondrias, parece ser que este hecho
xión enrre infLun;ici<i11 crónic1. RL D\12 1 arcrosc.·!c- no pucdl· explicarlo rndu.
rus1s. S"
la glucosa y que un déficit de su función puede ser sig- riesgo genético para la enfermedad es la célula [3 la que
nificativo en la patogenia de la DM2, en la que se en- determina el nivel de glucemia.
cuentra disminución del GLP-1 plasméítico porque Actualmente, el consenso más generalizado es ad-
está disminuida su secreción. Más tardíamente se ha mitir que DC-[3 y RI se dan muy precozmente en la his-
comprobado una disminución del efecto del GIP en es- toria natural de la DM2 antes de que se llegue al
tos pacientes, lo que podría confirmar que la parrici- estadio de prediabetes. No hay pruebas de que ambos
dc bs incretinas en la patogenia de la D'vl2 se defectos estén ligados genfocamente v es curioso con-
concn:ta en una )L'creción inadccuach del ( ;LP-1 \ u1u sidcrar que los cambios en el estilo de \·ida
;Kci(m disminuid;1 del (;JP' . desde !(, ])\12. ck
ta1mi1c1r
;·un c11 estc procc,o. d() de pcr:,0¡1;is cun DM2 ,lc,;1rrnlL111 ¡e; u J)\12.
Dona th et ;11.' comc11 t;iron qm· i11lcTkucin;1- i i:\ (l l · de los padec:e DJ\12. ei nesgo p;ir;1 desarrolLlJ"
] í3: es Ul1<1 citocÍn;J riroinfl;rnl<Horia que inhihl' iJ fu11- DM2 de los hijos (ha-;ra los 8() :u1osl es de un .)8'!,, \" ,¡
,-i(Jll de Lis células [3 '-' inducL· apoptosis dL' Li misni;i. ;1111hos p<idrcs p;1dece11 el trilslurno, la prL'l';1lcnci:1 Lk
Fsr<Í ciroci11.i punk ser Li 111ediadm;1 de los dL·crm Lk DM2 cn Li descendenl:ia es del 6U'\, la lm 60
h hipc1·glucrnw1 sohrc hs n:·li1L1;, [:} 1· en ddi111tiva cs- Los t'stud1os rc;1Ji;,ado-; en gemelos Jll(JJlocig(ÍlJUh
rns lulh;,gos irnplic.irÍJn un proceso inflarnarnrio l'Jl 1 umhiL·n en dicigóricos h;¡ pnmmdo d1sringuir L1
1nrcr111ed1;ui;1, Li !L- l f:\. ?\o ulw dulb de que los facrorcs gcnl;ricos l'\LÍn
La leptina también se ha considerado una citocina implicados en la DM2 pero teniendo en cuenta la gran
proinflamatoria y, adem;is de su efecto negativo sobre heterogeneidad del trasi-orno no extrai'ía la gran varia-
la secreción de insulina, puede provocar apoptosis de bilidad de los resultados de investigaciones genéticas.
las células Bpor aumento de la secreción de IL-1 [3. En El estudio genético comprende la investigación de po-
la DM2 están presentes, pues, factores tóxicos, como sibles genes candidatos, se trata de encontrar genes espe-
hiperglucemia, dislipemia y aumento de compuestos cíficos que influyan en el desarrollo de la enfermedad y
inflamatorios circulantes por lo cual es posible que un en este sentido se verifica la relación estadística entre un
aumento del estrés celular precipite inflamación de los determinado gen y un fenotipo correspondiente, por
islotes. Bajas concentraciones de IL-1[3 pueden ser be- ejemplo para DM2 o RI. Otro procedimiento es la inves-
neficiosas para conservar la función de las células [3, tigación de un genoma amplio que locali;,a genes según
por lo cual se podría plantear el potencial terapéutico su posición genómica y se basa en establecer una corre-
que tendría el antagonismo de la IL-1 [3 en el trata- lación entre miembros de una misma familia que com-
miento de la diabetes. parten un determinado fenotipo al mismo tiempo que
Venimos discutiendo los factores que influyen en regiones crornosómicas donde está el gen implicado.
!os dos mecanismos de puesta en escena ele la DM 2, Enrre los genes candidatos se ha estudiado el .sus-
b RI \ la DC-[3, y toda vía seguimos preguntándonos trato del receptor de la insulina (IRS-1 ), que es uno de
cu;iJ es el primero. Parece que RI aparece muy precoz- los sustratos proteicos endógenos fosforilados por la
;nente en h enfermedad cuando t()(bvía las glucerni;1s subumdad [3 del receptor de insulina y cuyo gen se lo-
son normales v, dependiendo de muchos factores gené- caliza en el cromosoma 2 ). El
ticos o adquiridos, como la obesidad, sedentarismu, Gly972Arg se ha asociado con Rl, mayor
neas en grasas, la edad v otros. pero una \"CZ cs- desarrollar D\12 \ cardiovascuhr. Se han
ta blccida la RI no parece que sea capaz por sí sola de estudiado adernéÍs otras mutaciones de genes que codi
alterar los nlores de normalidad de la glucemia a l(; fican proteínas de h familia del sustrato del receptor
o diabetes. si no se deteriora b función de las células 13, de la imulina (lRS-2, !RS-1, IRS-4). pero 110 existen
que comienza por producir una mayor cantidad de in- datos suficientes de su relación con posibles alteracio-
sulina y termina por disminuir la producción de la nes de la acción de la insulina.
misma. al mismo tiempo que aumenta la glucemia. Es Se ha estudiado también el polimorfismo Trp6-
decir, se ha instalado DC-f3 con alteración en la prime- 4Arg del gen del receptor [3-.3-adrenérgico que esr;1 lo-
ra fase de secreción dr insuli11,1 y b hiperglucemia lle- calizado en el cromosoma 8 \" que se ha asociado con
ga al grado de DJV12: es decir. que en personas con obesidad \ isceral \ el receptor lipolírico fl-2-adrcnér-
52 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Se han sugerido muchos genes pero, sin embargo, AGL activan cinasas inflamatorias inhibidoras como KB
son escasos los que se han validado mediante su repli- cinasa (IKK) y W Jun NH3-terminal cinasa (JNK). Éstas
cación en otros estudios. Entre los candidatos más se- incrementan la fosforilación serina/treonina del IRS, re-
guros destacan los polimorfismos de los genes PPAR-8, duciendo así la cascada de activación. Es aquí donde se
Co-activador 1-Q'. (PGCl ), factor de transcripción observa una conexión entre resistencia a la insulina y las
Kruppel-like 11 (KLFl 1 ), factor de transcripción 7-li- vías inflamatorias clásicas.
ke 2 (TCF7L2), calplain 10 (CAPlO), KCNJl 1 (Kir6.2), La mayoría de los pacientes con DM2 son obesos. En
HFN4A y muy especialmente el gen TCF7L2 (38-44). A especial, en aquellos que presentan grandes depósitos de
estos genes hay que añadir aquellos identificados recien- grasa visceral existe una mayor circulación de AGL y au-
temente a través del estudio del genoma humano com- mento de las citocinas proinflamatorias, corno TNF-a e
pleto, que son TCF2, WFSl, HHEX-IDE, SLC30A8, IL-6, y activación del sistema inmune innato. El TNF-a
CDKALl, CDKN2A-2B, IGF2BP2 y el FTO. A pesar de incrementa la lipólisis en los adipocitos, lo que implica la
que las relaciones son sólidas y evidentes, el riesgo con- elevación de AGL que tendrá, a su vez, efectos negativos
ferido aisladamente a cada gen no es potente. sobre la cascada de señal de la insulina. La IL-6 inhibe la
Existen, además, otros genes que se relacionan dis- señal de insulina mediante el aumento de la expresión de
cretamente con la resistencia a la insulina (ENPP1, proteínas supresoras de la señal de citocinas (SOC), que
RBP4, PEPCK, IRSl, INS y NNT) o con la inflama- se encargan de degradar a la proteína IRS. Por ello, la
ción crónica de bajo grado (TNFR, IL6R) que forman obesidad se asocia con inflamación crónica de bajo gra-
parte del mecanismo etiopatogénico de diferentes do. Esta inflamación es el mecanismo de unión entre los
componentes del síndrome metabólico, la DM2 y de la factores de susceptibilidad a la DM2 y los factores res-
arrerioesclerosis 1·'·. Probablemente, la relación genética ponsables de la resistencia a la insulina, como una dieta
de genotipos proinflamatorios se debe a que confiere rica en grasas, actividad física reducida, incremento de la
una clara ventaj;i cvoluriva en el contexru de unas con-· grasa visceral, talmcu, embarazo, ciertas medicaciones y
diciones amGieutales propias del paleolítico 4 • glucotoxicidad'· ".
Sangre r·,1Usculo
Endotelio
Citocinas
dcfcns;.1 :,· L1n1h1é11 por ;J:-,pi_.:crn,.., ~1lll
k:-, c'lJl110 <:I exceso Lk peso. Rccic11tcmcme se 11:1 oh-,n
Tejido adiposo
\·:1do que la 111ayor exposición a (adipocinas, res1stoncio
Cerebro/pituitaria
infl;1m:nori:1'.> <' inkccinnes favorece la a¡•;iric·i<'rn <.k c11 dislipcrrna)
fCatocolarninas. ACTH/cor t1sol.
a la insulina)
c:omportarnionto)
fcrnwdades cardim·:1sn1brl''> \ di:ilwtc:,. 1\sirnismo. 1:1 .1c·
ti\·;ici<Ín del sistema inmune i1111:iro puede dar lug:ff ,1 i111
dcs:irrollo de Li :wroi11rnt111id:1d 11wd1alltl' 1:1 acti\·:1ci<.J11 ¡. \ locklo -;obre· Li irn¡•o1·t.111u,1 ckl o!Slc-111,1 lllilillill' 111
lk !os linfocitos T J\ros re:iccion:irí:111 comr:1 los 11,1!< > ,·11 el cks.1rrnllo de c11kr111nLid l11t'l'1holic:1 1· ohl':'Íd,1d. L1
nos de bs c·éluhs f3. SerÍ:1 Slcmprc tilla :1lllllll111lllllllbd dl' 1n111u11;d,1d 11111,1t;1 1 L1 ví,1 111illl1Lllor:,1 c-;t.111 ¡1roh,1hk111c'11lc'
h:1¡0 grado\·, por :,upm·-;to, lllll\ k¡<h de 1:1 :1uto111111uni mnduL1dc,, t.1111" pnr h prnlio¡•osic1<>ll 1nn.1t.1 iprogr;1111:1c·1<»11
dad propia de b DM 1. Lleg~idos a este punto, es impor- gcnéuca o teta!) como por las presione' cvoliml'a:, \pa11dcm1,1:0
tante mencionar la existencia de asociación emre 1:1 y c~xposicioncs nónícas a productos ambicnralcs). La selección
DM2 v el síndrome metabólico mediante la activación natural ha implicado la selección de diferentes polimorfismos,
de cit~cinas del sistema inmune innato. Este explica el
de manera que el ambiente modula la respuesta inflamatoria y,
a su vez, estos dos componentes influyen en la susceptibilidad
mecanismo fisiopatológico tanto de la DM2 como las
genética. Además, la expresión genética también está modula-
distintas patologías clínicas asociadas al síndrome meta- da por el ambiente.
bólico, corno aterosclerosis y dislipernia. Por ello, la in-
hibición de las vías inflamatorias abre una opción
CLÍNICA DE LA DIABETES TIPO 2
terapéutica en el control de la DM2. En las Figuras l y
l se muestra la relación entre el sistema inmune y la La resistencia a la insulina, factor fundamental en
DM2' el desarrollo de la D M2, se asocia a otros factores, en
El depósito de teiido amíloide. El papel del depósi- especial, la obesidad. Así, el 80-90'1,, de los pacientes
to de ami! ina en la fisiopa togenia de la disfunción de con Div12 son obesos. Es precisamente el aumento, de
células f3 en la DM2 ha sido tema de debate durante momento imparable, de la obesidad en casi todas las
muchos ai1os. Sabernos que, en condiciones normales. poblaciones humanas, la causa de que en la actualidad
la amilína es co-almacenada y co-secretada con b in- se superen los 150 x l 0 6 de individuos afectados de es-
sulina en respuesta a secretagogos de las células (3. Va- ta enfermedad y que se presuma un aumento del doble
rios autores sugieren que estos pequeíl.os ele hacia el a11o 2025. En este contexto es importante des-
amilina podrían ser los responsables de b ciroroxici- tacar que en los últimos ailos, la DM2 ha pasado de
dad de la masa (3 mediante b producción de radicales considerarse un;i enfermedad casi exclusiva de los
librl:'s. Otra hipótesis que se har~1ja es que, en re:tlidad. adultos a ser una entidad que también :1parece dur~rn
este depósito de amilina es secundario a b aparición te b infancia \" adolescencia.
de hiperglucernia 1·, por lo tanto, no tendrí:1 un papel C::1he mencionar que la mayor parte ele los casos de
principal en la fisioparnlogí:t de la D\'12. DM2 se producen en el conrexro del llamado síndrome
El depc!siío de hierro. Finalmente, también se ha lks- metabólico !SM). El SM es una entidad clínica contro-
críro una relación bidireccional entre el metabolismo Lkl vertida que aparece, con amplias variaciones fenotípi-
hierro y Di'v12. De manera que, en un contexto genético cas, en personas con una predisposición endógena,
determinado, un incremento en los depósitos de hierro determinada genéticamente y condicionada por factores
implicaría una mayor predisposici(Ín a padecer Di\12 ambientales. Se caracteriza por la presencia de insulino-
mientras que la disminución de éstos sería protector:L rresistencia e hipcrinsulinismo compensador asociados
58 u• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Susceptibilidad:
• Genes/ etnia
• Programación
fetal/neonatal Desencadenantes:
•Obesidad
• Inactividad
Respuesta Resistencia a la insulina y disminución • Estrs psicológico
Inflamatoria en la secreción de insulina •Tabaquismo
• Otros factores
~----=..,/ ~,----------,
Dosificación Selección
genética natural
Otros rasgos:
Síndrome metabólico:
• Estado procoagulante
• Hiperglucemla •Depresión
• Dislipemia • Atteracíones del sueño
• Obesidad central • Saja testosterona
• Aterosclerosis acelerada • CRP elevado
• Hipertensión
Figura 2. La inmunidad innata y la DM2. Las células centi- Figura 3. Modelo para el desarrollo de la DM2. La diabetes y
nela como los macrófagos, los hepatocitos, el endotelio y los el síndrome metabólico se desarrollan cuando los factores am-
adipocitos, detectan agentes ambientales contra el huésped a bientales, como la obesidad, causan resistencia a la insulina y
través de los receptores de reconocimiento de patrón (PRP). empeoramiento de la secreción de insulina en individuos gené-
Estos activan la vía inflamatoria NF-KB liberando citocinas ticamente susceptibles. IGT/!FG: intolerancia a la glucosa/into-
que actúan produciendo las características clínicas y bioquí- lerancia basal a la glucosa.
micas del síndrome metabólico y la DM2. La inmunidad in-
nata y la vía inflamatoria probablemente están moduladas
por la predisposición innata (programación genética o fetal) RHERENCIAS
y los cambios metabólicos.
ACTH: hormona adrenocorticotropa; AGE: producto final 1 Diagnosis and classification of diabetes mellitus. American
de la glucosilación avanzada; APP: proteína de fase aguda; Diabetes Association. Diabetes Care, 2008; 3l:S55-S60.
ROS: "reactive oxygen species". 2 Daneman D. Type 1 diabetes. The Lancet 2006;
367:847-57.
3 Barker JM. Clínica! review. Type 1 diabetes - associated
a trastornos del metabolismo hidrocarbonado, cifras autoimmunity: natural history, genetic associations and
elevadas de presión arterial, alteraciones lipídicas (hi- screening. The Journal of Clinical Endocrinology and
pertrigliceridemia, descenso del cHDL, presencia de Metabolism 2006; 91:1210-17.
LDL tipo B, aumento de ácidos grasos libres y lipemia 4 Freeman H, Cox RD. Type-2 diabetes: a cocktail of ge-
posprandial) y obesidad, con un incremento de la mor- netic discovery. Hum Mol Genet. 2006; 15:R202-9.
bimortalidad de origen aterosclerótico. En la Figura 3 se 5 Fernández-Real JM, Ricart R. Insulinresistance and
muestra un modelo de desarrollo de la DM2. chronic cardiovascular inflammatory syndrome. En-
La clínica cardinal de la DM2 (debilidad, poliuria, po- docrine Review, 2003; 24:278-301.
lidipsia, etc.) se presenta frecuentemente de forma insi- 6 Grupo de trabajo Resistencia a la insulina de la Sociedad
diosa a lo largo de semanas o meses. Incluso es frecuente Espaüola de Diabetes. Resistencia a la insulina y su im-
el hallazgo casual de hiperglucemia en pacientes asinto- plicación en múltiples factores de riesgo asociados a dia-
máticos. Éste es en realidad el gran problema de la DM2, betes tipo 2. Medicina Clínica, 2002; 111:158-163.
7 Pickup JC. lnflammation and activated innate immunity
ya que se diagnostica con varios años de retraso. De he-
in the pathogenesis of type 2 diabetes. Diabetes Care,
cho, se considera que, en el momento del diagnóstico, la
2004; 27:813-23.
función pancreática es aproximadamente del 50%, dis- 8 Wajchenberg B L. Beta cell failure in Diabetes and
minución que se inicia probablemente 10-12 años antes preservation by clinical treatment. Endocrine Reviews,
del diagnóstico. Debido a esta demora en el momento de 2007; 28:187-218.
diagnóstico, hasta en un 20% de los casos presentan al- 9 Ronti T, Lupattelli G, Mannarino E. The endocrine func-
guna complicación crónica y, aproximadamente, un 50% tion of adipose tissue: an update. Clin Endocrino!, 2006;
de las personas con DM2 no han sido todavía diagnosti- 64:355-65.
cadas. Este hecho realza la importancia de instaurar polí- 10 Ceska R. Clinical implications of the metabolic syn-
ticas de diagnóstico precoz en población de alto riesgo 1º. drome. Diab Vasc Dis Res, 2007; 4:S2-4.
fl)frl1;1 ~1grcsi\·;1 lo'.-> L1cton:~
de ric-sgo coc>>.:i:--.tl'llT<"..,
Ul!liJdo <;(·)¡() COllOCCllJ()\ h eL !lJHl ck c:ll<h.
l'XIS1c'l1CLl
FI síndro1m: llll'l:1hc'llico 1.'i\l \ se h:1 ddi11id<l corno L1 l'l'L'SUKi:1 dl· sí11dro111c rnet:1h(1lie<l d:1 l!!l:I d111K11
h :lS()CÍ:1ci\.lll de \ :1rios f:iLt<lrcs dv riesgo prcdirsorL'S sÍ\lil distint:1 \ rnt1s c·mnplcja :1 Li ohesid:1d. Li hqwncn
de c11frrnwdad c1rdio\·;1scul:1r :1rrcrioL'Sdcr<.ltic:1 \ ,JL. sitín. L1 dí,;l1pemi:1 \. Li :1lrer:1e·1\.lll del 11lL't:1hol1s!ll<l
diaht:tcs mcllitm ripo 2. ¡·:1 c11 l ')SS. Rcwrn ohscrn·i h 1droca rh( lll :1 elo.
que :ilglllrns f:Krorcs de riesgo cardim :1scuLir, como Li Fste 1111s1110 cu:1dro clínico h:1 sido 1il>scn·:1do c·11 111
dislipernia, la hipertensión y la hiperglucernia, solían ilos y adolescentes, asociado a la obesidad; asuc1ado <il
aparecer agrupados y denominó a esta asociación sín- aumento de presión arterial y las alteraciones del meta-
drome X'. Postuló que la resistencia a la insulina (Rl) bolismo de los lípidos y la glucosa, e incluso a la presen-
tenía un papel fundamental en su fisioparología, de ahí cia precoz de lesiones arterioescleróticas en las arterias
que también comenzara a denominarse como síndro- coronarias y la aorta. En la actualidad no existe un con-
me de .Rl. Desde entonces se han divulgado multitud senso para diagnosticar el síndrome metabólico en ni-
de trabajos y se han establecido distintas definiciones 2 4, !1os y adolescentes, aunque si se han formulado \•arias
como se observa en la Tabla l. Pero en los últimos propuestas (Tabla 2).
ai1os, varias publicaciones han puesto en tela de juicio
el valor clínico del síndrome metabólico 5 ". A pesar de flSlOPATOLOGÍA
que la definición no es idónea, que la etiología no está
aclarada y que el valor clínico del diagnóstico es in- La patogénesis del síndrome metabólico es cornple-
cierto no se puede negar que la asociación de los fac- Ja, participando tanto factores genéticos corno am-
tores de riesgo descritos se presenta en la población bientales, que van a influir sobre el tejido adiposo y
con un;i asociación mayor de la atribuible al azar. La sobre la inmunidad innata.
elección de las variables que definen el síndrome meta- La obesidad desempei'ía un papel protagonista, ya
bólico tiene un cierto grado de arbitrariedad pero obe- que el tejido adiposo, sobre todo, el visceral o abdomi-
dece, fundamentalmeme, a criterios prácticos. La nal, libera distintas sustancias corno ácidos grasos.
presentación dei síndrome metabólico se reduce al re- ror de necrosis tumoral (e kpt1na, rL·s1st111a.
sultado de la combinación de distintos componenrcs factor inhibidor de la 11ctirnuc'm de
que tienen como denominador común b resistencia 11 (PAi 11, 11.6, etc. Esros factores fa1·oreccn b
la insulina. así como un estado proinfbmatorio y pro- de un estado proinfiam~ltorio. resistencia a la 111sulin11
trornbótico con :1fectación endotelial. La principal crí- v/o dai1o cndotclial. La resistencia a la insulina\ e!
tica al concepto de síndrome metabólico es b perinsulinismo L'.n anmas tienen relación 1ndcpcnd1en-
demostración de que no es v:1lidu para estimar el ries- te con b dislipcmia, Li hipertensión ancrial, h
go cardiovascular de un paciente individual. Múltiples disfuncit'in endorelial y otras manifestaciones del sín-
estudios han constatado que el riesgo cardiovascubr drome. Li elC\·ación de los :icidos grasos libres en san-
asociado al síndrome metabólico no es mayor al glo- gre es una de las consecuencias fisiopatológicas nüs
balmente asociado a los factores de riesgo que lo com- imporrantes de la resistencia a la insulina. La acriva-
ponen. El concepto es útil para buscar ,. tratar de ció11 de la irnnunid:1d innata conduce a b liberación ele
60 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
OMS: deben cumplirse el criterio glucosa/insulina y dos criterios más. EGIR: Grupo Europeo para el estudio de la Resistencia a la Insulina. De- 1
NCEP: deben cumplirse 3 de 5 criterios (HDL bajo y TG altos son dos cri- ben cumplir un criterio mayor (RI o hiperinsulinemia en ayunas) y
terios). 2 o más de los menores. 1
IF: deben cumplirse el criterio de perímetro de cintura y dos criterios AAEC (2002):Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos.
más (HDL bajo y TG altos son dos criterios).
1
citocinas por células del sistema del inmune (rnacrófa- llegado a un acuerdo entre los distintos criterios diag-
gos, rnonocitos). Éstas contribuyen a la acción pro- nósticos a tener en cuenta, es difícil comparar preva-
trornbótica y proinflarnatoria. lencias entre distintos países. Por esto, en la actualidad
Desde el punto de vista genético, una variedad de se a punta a lograr una única definición estandarizada
genes se han asociado al desarrollo del síndrome me- de uso internacional. Varios estudios concuerdan en
tabólico: genes reguladores de lipólisis, terrnogénesis, que alrededor de un 25% de la población adulta pade-
metabolismo de la glucosa y del músculo, etc. El peso ce síndrome metabólico, que la prevalencia aumenta
bajo al nacer, corno manifestación de subnutrición fe- con la edad, siendo de un 24 % a los 20 años, de un
tal, puede afectar al desarrollo y función de las células 30% o más en los mayores de 50 años y ya por enci-
í3 pancreáticas y de los tejidos sensibles a la insulina. ma de los 60 más del 40% de la población padece sín-
El sedentarismo y las dietas con alto contenido en gra- drome metabólico. La prevalencia en Europa está
sa son los factores ambientales fundamentales que fa- próxima al 23% en varones y al 12% en mujeres en-
vorecen el desarrollo del síndrome metabólico en tre 40 y 55 años, excluyendo la población diabética.
sujetos genéticamente predispuestos. Otros factores La prevalencia en España oscila entre el 19,3% (crite-
como la edad superior a 40 años, la etnia, los antece- rios de la OMS, Organización Mundial de la Salud) y
dentes familiares de diabetes mellitus, la enfermedad el 15,5% (criterios EGIR). Se considera que en la po-
cardiovascular, la hipertensión, y la diabetes gestacio- blación general puede existir una predisposición a la
nal son considerados elementos que aumentan la pro- resistencia insulínica del 40%. En diferentes estudios,
babilidad de desarrollar el síndrome metabólico. la prevalencia de SM en adolescentes es del 4%, pro-
Asimismo, hay que considerar los fármacos que favo- piciado por el aumento de la obesidad. Mientras que
recen el aumento de peso o alteraciones en el metabo- en jóvenes con obesidad moderada puede alcanzar el
lismo hidrocarbonato. 39%, en aquellos con obesidad importante se puede
presentar hasta en la mitad de los casos.
EPIDEMIOLOGÍA Después de la obesidad, la diabetes tipo 2 es la en-
tidad clínica con mayor expresividad en el SM. Así, el
Debido a que hasta el momento no se ha consegui- SM afecta al 42% de las mujeres y el 64% de los varo-
do establecer una única definición de SM y no se ha nes con intolerancia a la glucosa y al 78% de las rnuje-
Sindrome metabólico. Concepto, patogenia y diagnóstico. Actitud clinica u 61
intravenous glucose tolerance test o la determinación de práctica clínica diaria. El IMC es el método estandariza-
índices de sensibilidad a la insulina obtenidos tras la do para definir la obesidad en adultos (Tabla 3) y pro-
realización de un test de sobrecarga oral de glucosa. porciona en los niños un índice razonable de
La insulinemia en ayunas también ha sido utilizada co- adiposidad, utilizando las gráficas adaptadas a cada po-
mo criterio de resistencia a la insulina. El inconvenien- blación, sexo y edad. Se aceptan los percentiles 85 y 95
te es que es muy variable y en algunos estados para edad y sexo, como puntos de corte para definir el
fisiológicos, como la pubertad, se encuentra elevada. sobrepeso y la obesidad, respectivamente como reco-
Matthews et al. presentaron un modelo matemático, mienda el Grupo Europeo de Obesidad Infantil. Se tra-
homeostasis model assessment (HOMA), que permite ta, no obstante de límites arbitrarios y que varían de
realizar estimaciones de resistencia a la insulina median- una población a otra. El grupo pediátrico International
te las concentraciones de la glucosa y la insulina en ayu- Obesity Task Force (IOTF) acordó que se tomaran co-
nas (insulina en mU/ml x glucemia en mmol/l /22,5). mo puntos de corte para la definición de sobrepeso y
Se establece como indicador de insulinresistencia un obesidad pediátrica los percentiles correspondientes a
valor por encima de 2. Otros índices utilizados son el un IMC de 25 y 30 a los 18 años de edad, y que se con-
QUICKY, definido por Katz, y el cociente glucosa/ in- servaran estos percentiles en todos los grupo de edad.
sulina en ayunas. Todos estos índices son adecuados
para estudios epidemiológicos y clínicos y en los últi- Tabla 3. Clasificación de obesidad por IMC (SEEDO
mos años han sido utilizados en numerosos trabajos. 2000)
La pérdida de peso y la actividad física regular re-
ducen la resistencia a la insulina, mejoran la tolerancia IMC (kg/m2)
a la glucosa, reducen la posibilidad de desarrollar dia- Normopeso 18,5-24,9
betes tipo 2 y el riesgo cardiovascular. Sobrepeso tipo I 25-26,9
Sobrepeso tipo II 27-29,9
Obesidad Obesidad tipo I 30-34,9
Obesidad tipo 11 35-39,9
La obesidad es una patología que se caracteriza por Obesidad tipo Ill 40-50
un exceso de masa grasa (porcentaje de grasa corporal Obesidad tipo IV >50
>25% en hombres y >33% en las mujeres) perjudicial
para la salud y que constituye un problema de salud
pública de alcance mundial. Según los datos del estu- Los criterios diagnósticos que se basan exclusiva-
dio DORICA, la prevalencia de obesidad en la pobla- mente en la relación peso/talla no parecen muy adecua-
ción adulta española es del 15,5% (17,5% en mujeres dos para indicar si un individuo con exceso ponderal
y 13,2 % en hombres) 11 • La prevalencia de sobrepeso se presenta también un exceso de componente graso per-
estima en un 39,2 % y es más elevada en el colectivo judicial para su salud. Sin despreciar la utilidad del
masculino (46,4% frente a 32,9%). En conjunto, el IMC, lo más recomendable sería recurrir a los estima-
exceso ponderal se estima que afecta al 54,7% de la dores de la composición corporal y, en concreto, al por-
población entre 25 y 64 años. Sin descartar un posible centaje de grasa visceral (impedanciómetro, TC, RM).
condicionamiento genético, las causas de su aparición Estas técnicas además de costosas no suelen estar dis-
son complejas y sus efectos abarcan un espectro que va ponibles con facilidad y su uso se suele limitar a la in-
desde alteraciones hormonales y metabólicas a ortopé- vestigación. Otra medida que se utiliza es el Índice
dicas y psicológicas. Además, se ha observado la rela- Cintura / Cadera (ICC), que es indicativo de obesidad
ción positiva de la obesidad infantil con la abdominal si es superior a 0,9 en los hombres y a 0,85
morbimortalidad en el adulto, así como la importan- en las mujeres. Lo más utilizado actualmente en la
cia de su prevención a través de un oportuno diagnós- práctica clínica, con una buena correlación con la esti-
tico. Existen periodos de mayor riesgo para el mación de grasa obtenida por técnicas de imagen, es el
desarrollo de la obesidad en el niño y el adolescente y perímetro de cintura. Cuando los valores superan los
es importante identificarlos. El primer periodo de ries- 102 cm en varones y 88 en mujeres (94 cm y 80 cm res-
go es el denominado rebote adiposo (de los 4 a los 8 pectivamente para las clasificaciones de IDF y EGIR),
años). Los niños en los que se inicia antes tienen más se considera perímetro de riesgo y obesidad abdominal.
riesgo de desarrollar obesidad. Y el segundo periodo Tanto en niños como en adultos, la obesidad que más
de riesgo es la adolescencia. La morbilidad en el adul- se relaciona con complicaciones metabólicas es la gra-
to obeso es más elevada si ha habido previamente obe- sa visceral, siendo el perímetro de cintura el mejor in-
sidad en la adolescencia. dicador de la misma. La medida se debe hacer con el
La definición ideal de la obesidad se basa en el por- paciente en bipedestación, con la menor ropa posible,
centaje de grasa corporal, que se puede determinar por al final de una espiración normal y utilizando una cin-
distintos métodos que no suelen estar al alcance en la ta métrica no elástica. El punto de medición será la
Sindrorne metabólico. y J\ctitud cliníca 63
línea media, paralela al suelo, entre la última costilla y bioquímicos que bajo circunstancias normales mantie-
la cresta ilíaca. En aquellos pacientes en los que no se nen la homeosrasis cardiovascular. La metodología
pueda localizar con facilidad este punto debe quedar empleada para la medida de la presión arterial es fun-
reflejada en la historia clínica una referencia anatómi- damental. Un ambiente tranquilo, familiaridad con el
ca para comparar con próximas mediciones. procedimiento, tarna11.o adecuado del manguito y velo-
cidad lenta del desinflado son algunos puntos a consi-
DIABETES \lEU drrar.
3riOli1:1Ji:¡ 11ll'L1hók·<i
dl· un 111crcrnento de h
qw: pro\·0G1 hi pl'rgl uccm i:1.
;\unque los obesos tcng:111 distinto grado ck rc:ois tTLKruras 1·:1su1hrcs. l
tenci:1 ah insulina no todos dcs:1rrolhn intolerancia :1 cia con un incrcrnemo lÍt' Li acriviLLd dl.'I s1\tL'i1U
Li gluc·osa v no se 1.:onocc toL1l11wntc h lis1opatologí;i. nen·ios<J s1mp:1t1co 1 cun t;1 (·sr;1nuhcio1i <LI
l.:i intnacción de distintos factores unto en h vid:1 i"l.'· rni<:IHo del 1rn'1sculo liso \ .hcubr. s,, iLrn lºllC<.JiltLHl'i
tal corno en la infancia pu1.·\.k fonneccr el des:Hrull() 1·:1lorcs l"icl;l\.ios dé· lllSlll111,1 c?ll sui<'ltJs '''il hi¡>ntc·11
ck rcsisrc1JCi:1 insulinic1 1· de di:lhcrcs tipo 2. Entre c·s· si<'lll cse11ci:1l com¡>:H;Hlos ,·o;1 lo-, 11or111<l\<.'Jl'l!S. l':ll"l"l"c"
tos Licrores desucan: l]lll" h hipntc·ns1<.J11 c111 c'il h ¡•r111wr;1 \
F:1ctores genéticos: se h:1n dcscrirn :1lrer:11.·ionec, dé'c<llhs de h \ i<b.
rnonogérncas. El valor de la presion ;1rterial está mediado pur la
Factores familiares: la prevalencia ele diabetes es grasa corporal y lo~ beneficios de la pérdida de peso se
mayor en aquellos sujetos con antecedentes fa- han evidenciado en estudios observacionales y de in-
miliares y, más aún, si ambos padres son diabé- tervención. Esta relación puede atribuirse a varias sus-
ticos. tancias liberadas por el tejido graso en exceso (PAI,
Factores ambientales fetales: la baja nutrición ácidos grasos, leptina entre otros). En pacientes nor-
intrauterina puede provocar adaptaciones en el rnotensos, la prevalencia de SM es del 12 º/,,,en pacien-
desarrollo de distintos tejidos y predisponer a tes hipertensos sin tratamiento antihipertensivo del
los individuos a alteraciones metabólicas en la 29% y en pacientes hipenensos tratados del 37%.Di-
vida adulta Es lo que se conoce como hipótesis ferentes estudios han evidenciado que en los hiperten-
del fenotipo ahorrador. Cuando este sistema se sos con SJ\II el riesgo cardiovascular es mayor que en
expone en la vida adulta a una situación contra- los hipertensos sin Siv1.
ria a la anterior (exL-eso de íngesta de grasas, se-
dentarismo, tabaco, etc.) se desarrolla
resistencia a la insulina con mayor probabilidad
de presentar evrn tos cardiovascu lares. L1 obesidad 1· la resistencia a la insulina parccc11
Retraso en el crecimiento intrauterino. desempeí1ar un papel importante en la
Disminución o falta de actividad física en nií1o:; indi\·iduos con normalidad del metabolismo
y adolescentes. bonado, con intoicrancia ¡¡ la o diabetc~ tipo
Diabetes 2. El aumento de flujo de <'ícidus gr:isos :1! hígado pro·
Se' aconseja re;1lizar su¡etos duce un :rnrnentu de VLDL ricas c'Il \. lk
de alto riesgo midiendo la gluccmi:1 en plasma en nyu- la producción de .\po B. L1 dislipernia
nas o a las dos horas de una sobrecarga oral con 75 g (elevación del cLDL de las panículas LD!. \
de glucosa. Los resultados posítin!S se deben confir- densas, elevación de triglicéridos con \;dores bajos de
mar en un:1 segunda determinación. cHDL) se relaciona con el grado de resistencia a b in-
sulina. Se ha ckmostrado una correbción positiva en-
Hipertensión arterial tre el \alor del colesterol roul, LDL y triglicéridos con
la extensión de las lesiones arterioescleróticas tempra-
La hipertensión arterial es b expresión clínica de nas en adolescentes y adultos jóvenes. Las l.DL pl'que-
una interacción entre focrores genéticos, fisiológicos \. 11Js \. de11sas son m5s :Herogénicas que hs 1.Dl.
64 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
comunes porque son más toxICas para el endotelio, mal son las medidas fundamentales para la preven-
atraviesan la membrana basal del endotelio, se adhie- ción y el tratamiento del síndrome metabólico. Esta
ren a los glucosaminoglucanos y se oxidan con más fa- asociación reduce significativamente el perímetro
cilidad. Los valores de HDL muestran una correlación abdominal y la grasa visceral, mejora la sensibilidad a
negativa con estas alteraciones vasculares. La hiperin- la insulina y el perfil lipídico, disminuye las cifras de
sulinemia y la resistencia a la insulina contribuyen a presión arterial y los valores plasmáticos de la gluco-
aumentar los valores de cLDL y triglicéridos. Asimis- sa y puede prevenir o retrasar la aparición de diabe-
mo, la resistencia a la insulina puede disminuir los ni- tes tipo 2' 2•
veles de cHDL por un incremento de degradación de La ausencia de un claro mecanismo etiológico ha-
Apo l/cHDL con respecto a su síntesis. ce del tratamiento una tarea difícil que, sobre todo,
impide la estandarización de protocolos terapéuti-
Síndrome metabólico y adiponcctina cos. En relación a esto, los factores que participan en
la obesidad cambian con la edad. Además, un pro-
La adiponectina es una citocina producida exclusi- blema añadido es que pocos pacientes están motiva-
vamente por el tejido adiposo que tiene múltiples fun- dos y es frecuente el abandono terapéutico. El
ciones: antiinflamatoria, antiaterogénica, etc. Tiene una tratamic:nto se hará en base al exceso de peso, la ve-
relación inversa con el tejido adiposo visceral y se cree locidad de ganancia ponderal y las complicaciones
que el TNFa, que aumenta a medida que se incrementa existentes. El objetivo principal será fomentar estilos
la grasa visceral, inhibiría promotores activos de la adi- de vida saludables.
ponectina. Los sujetos con hipertensión arterial tienen " Plan dietético: no existe ninguno específico
niveles más bajos de adiponectina y varios estudios han para el tratamiento del síndrome metabólico.
puesto de manifiesto la relación entre las bajas concen- Hay que fomentar el consumo de frutas y ver-
traciones de adiponectina y el infarto agudo de miocar- duras, evitando las grasas, especialmente, las
dio así corno progresión de enfermedad coronaria saturadas y trans, y los azúcares refinados, co-
subclínica. Asimismo, la disminución de adiponectina mo bebidas azucaradas. Se debe garantizar un
podría favorecer la resistencia a la insulina y el desarro- aporte adecuado de proteínas, vitaminas, mi-
llo de diabetes. nerales y de calorías que permita un correcto
estado nutricional. El reparto de macronu-
Síndrome metabólico y leptina trientes aconsejado es 50-55% hidratos de
carbono (limitando la ingesta de azúcares re-
La leptina es una hormona que se sintetiza funda- finados), 30% grasas (< 7% grasas saturadas,
mentalmente en el tejido adiposo, pero también en la ácidos grasos trans < 2 %, < 200 mg/d coleste-
placenta y el estómago. Sus niveles dependen del sexo, rol), 15% proteínas (el 50% deben ser de alto
edad, IMC e ingcsta calórica y se considera una hormo- valor biológico), fibra 20-30 g/día. Las dietas
na reguladora del balance energético y del peso corporal. pobres en hidratos de carbono han demostrado
La leptina bloquea la secreción de insulina y disminuye pérdidas de peso mayores que las pobres en gra-
la resistencia periférica a ella. En personas obesas existe sa a corto plazo pero sin hallarse diferencia sig-
una situación de resistencia a la acción de la leptina. nificativa al año 13 • Además los niveles de
colesterol LDL son mayores con las dietas po-
Síndrome metabólico y síndrome de ovario poliquístico bres en hidratos de carbono. El ritmo de pérdi-
da aconsejable será de 0,5 kg/semana para
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una en- asegurar que la disminución de peso no es a ex-
docrinopatía frecuente en pacientes jóvenes que afecta pensas de la masa magra. Distintos estudios han
al 6-10% de mujeres en edad fértil y es la causa del 50- demostrado que una pérdida moderada de peso
60% de infertilidad femenina debido a anovulación. En (5-10% peso corporal) está asociada a una me-
la fisiopatología del SOP también interviene la resisten- jora significativa en distintas comorbilidades
cia a la insulina corno elemento fundamental y además (perfil lipídico, control glucémico y cifras de
de las manifestaciones clínicas a nivel reproductivo se tensión arterial). Deberá ser una dieta realista,
suelen presentar otras alteraciones metabólicas corno aceptada y apetecible para el paciente. Asimis-
obesidad central, alteración en el metabolismo hidro- mo es importante destacar el reparto de las co-
carbonado, dislipemia, hipertensión, etc. midas, realizando 5-6 tomas al día, sin olvidar
el desayuno y evitando el picoteo. La elabora-
Tratamiento del síndrome metabólico ción de la dieta debe hacerse sobre la base de
una encuesta dietética para rebajar el aporte ca-
La planificación dietética y el mantenimiento de lórico no más del 30% de lo habitual. Planes
una actividad física en la búsqueda de un peso nor- dietéticos de menos de 1.500 kcal/día pueden
Síndrome metabólico. Concepto, patogenia y diagnóstico. Actitud clínica 65
no cubrir los requerimientos de m1cronutrien- Ejercicio físico: debe ser regular. Disminuye la
tes. No es aconsejable la prohibición taxativa de lipogénesis, aumenta el consumo energético y
ningún tipo de alimento, reservando los hiper- disminuye la masa grasa, siempre que vaya
calóricos para ocasiones especiales. Un modelo acompaii.ado de unas normas alimentarias co-
empleado es la "dieta del semáforo··, que divide rrectas. Se aconseja la práctica de ejercicio ae-
los alimentos en 11 categorías (12 con las bebi- róbico de intensidad moderada, durante
das) y los separa en tres grupos de colores, que 25-30 minutos casi todos los días de la sem;1-
1 ••
a !os del ,ernáforo. :,u \ :ilur ílJ. Ei l':1111D1Ci1
nutritivo v c:1lórico. Otro tipu de dieLJs so11
las con Jlirncnto~ i11tl~rc~1n1hiJÍJÍc) !1 J.\:1dJ"
l'rl Lt1..:. norrrL1i_; de L1 .\~<h_·l,h,'!lill
l Ltlvrco bs ele
rc:-:\TY~1d,1" p~1
irnprcSL.lii(lihll' !,1
. Li di..' ~t l 1
cado cu11surí:1 de:
Lácteos: L' J1 C
teros. ricos en grasas s:ituradas. Se reu' hJ¡o., rasl-o y L1hurt:-; del r, ~1cosrun1
micnchn Líctcos scm1-desnawdos \' qtll'olJS br;1ndose <1 rncDrpor;H el ejercicio en sus
tiernos. Se deben consumir 3 r:1ci01ws/dí:i. ,·id:idcs de ucio v c1·irar el scdenrarisrno. l>
Farináceos: c\·irar el L·u11'urno de bollcrí:1. ri twL·es:irio conrroi:ir c·I mal uso o abuso dl' re
ca en grasa trans 1· s:Hurada. 1· :1/l.IC:Hc's rcfi ln·is1<.Jll, intcrnct. etc.
nados. Se rccomicmb <:! consumo dl· p.11i. ;\J,;di/f(dá¡}¡¡ de C!Jnd11da: irnpresu11dihlc par;¡
cereales, p:1sta, :uro; integrales. 1110t1\:H ,¡j p:1cie11rc. Fs fumhment:1I que L1 fa
Legumbres: ricas en protei11:1s \' fihr:i. sl' 111il1:1 comp1>rt:1 h:1hirns dietéticos v de acri1·ithd
:Konseja consumir 2- j veces p<i1· -;cm:i11;1. co- fí-;ic:1 de cir:i ;1 111:111renn lo, huenus h5hitos ;i
cinadas con verduras y poca grasa. largo plazo.
Carnes: preferentemente magras y retirando Tratamiento farmacológico de la obesidad: el
la grasa visible. empleo de fármacos en el tratamiento de la obe-
Pescados: se aconseja 2-3 raciones de pesca- sidad está aprobado para el uso en adultos con
do azul a la semana, fuente de ácidos grasos IMC > 27 kg/m2 con comorbilidades o IMC >
omega 3. Se debe limitar el consumo de crus- 30 kg/m2. Siempre debe ir acompañado de un
táceos y cefalópodos por su alto contenido plan dietético y de actividad física regular. El
en colesterol. tratamiento con orlistat, inhibidor de la lipasa
Huevos: limitar el consumo a 3 a la semana, pancreática, produce una reducción media del
pudiendo aumentar el número de claras. IMC, desciende los valores de cLDL y mejora la
Frutos secos: ricos en ácidos grasos poliinsa- resistencia a la insulina'". El tratamiento con si-
turados pero alta densidad calórica. Limitar butramina, inhibidor de la absorción de seroto-
su consumo. nina, noradrenalina y dopamina, disminuye los
Sal: cocinar con poca sal v evitar el consumo ni veles postprandiales de insulina y triglicéridos
de alimentos ricos en sal (s;1lazones, conser y aumcnta los niveles de cHDL''. Los efectos se-
vas, jamón, etc.). cuncbrios cardiovasculares (aumento de la fre-
Alcohol: limitar el consumo a 2 bebidas/día c:uenci;1 cardíaca, aumento de presión arterial)
en el caso de los hombres y 1 en el caso de son menos frecuentes en aquellos pacientes que
las mujeres. Contraindicado en hipertensión pierden más peso. Recientemente disponernos
no controlada e hípertrigliceridernia. dl' un nuevo frírmaco, rimonabant, inbibidor de
Aceite: se utilizará preferentemente aceite de los receptores cannabinoides C:B J, indicado en
oliva, limirando el consumo ;1 3-4 cuch:ir:1- pacientes con obesidad, diabetes v/o dislipcmia
das/día. arerogénica. Distintos estudios han puesto de
Con respecto a las dictas pintorescas debemo~ do- manifiesto la pérdida de peso y gra~a visceral
tar a los pacientes de la inform:Kión v herrarnientac, que se consigue con el tratamiento con rimo na -
adecuadas para que puedan ser críticos con ella-;. Co- bant así como la mejoría metabólica.
mo medidas pre\'entivas cn la infancia se debe fomen- Tratmniento quirzírgit:o de la obesidad: está in-
tar la lactancia materna y retrasar la introducción de dicado en pacientes con !MC: > 35 kgfm2 y en-
la alimentación cornplemcmaria al cu;uto-sexto mes fermedades coexistentes o pacientes con lJ\!lC >
de 1·ida. 40 kg/m~ 1· fracaso del tratamiento conserv;1dor.
66 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
pero tienen efectos discrepantes sobre el peso Dercction, b·aluation and Trcatment of High Blood
corporal: la primera disminuye el peso y las se- Cholcsterol in Adults (;\dult Trcatmcnt Panel lll). JAMA
gundas lo aumentan. Recientemente, se ha co- 2001; 285:2486-97.
mercializado un nuevo agente, de la familia de 4 Disponible en: http://www.idf.org/wcbdata/docsfIDF.)dc·
las incretinas, que preser\"a la función de lacé- tasyndrorne_definition. pdf.
lula ¡3, mejora el control glucémico y disminu- ') Kahn R~ Busc J. Fcrrannini E~ .Stern :V1; ¡..\n1crican Dia-
ye el peso. En caso de no obtener lo~ objetivos betes
de glucemia lOil amidiahéticos oraks se dehc·
ran '---nn1b1nar t~sro~ '--nn insuii
Ji1L1 en n1011(.lt1__T~1¡•1J.
i'vlODY 6 !vlODY 7
Los pacientes con mutaciones en los factores de trans- se un deterioro del control glucémico en caso de susti-
cripción hepatonucleares, como es el caso de la diabe- tuirse de éstas por metforrnina, algo que no ocurre en el
tes MODY 3, nacen con normoglucemia, apareciendo caso de los pacientes con diabetes tipo 2 . Se han des-
la hiperglucernia de forma progresiva con el tiempo, crito incluso casos de pacientes con diagnóstico erróneo
hasta hacerse clínicamente manifiesta en la adolescen- de diabetes tipo 1 durante más de 20 a11os, en tratamien-
cia o en la vida adulta_ !'duchos pacientes requerirán to con insulina desde el inicio de la enfermedad, que dis-
tratamiento farmacológico y, en caso de tratamiento continuaron el tratamiento con insulina y fueron
inadecuado, podr~1i1 tener complicaciones crónicas. rratadas con sulfonilureas, sin riesgo de cetoacidosis 11 •
los pacientes con la mut;Kión HNF- lo: en las fases Esta variedad de MODY tiene una prevalencia rnuv ba-
ínicíalcs presentan glucemias en :wunas 11orni;1lcs, pe- ja de obesidad, dislipcmia e arterial. Se ha
ro no presentan una respuesta insulínica a pro piada descrito que estos presentan un umbral renal
cuando aumentan los nin:les de glucemia (> l 40 p;u-a b gíucos~1 rn;Ís hijo, lo qul' se tL1duce frecuente-·
s1 se rea de glu-- mente en c'n el rnon1l'nro del
cosa, el incremenro de la horas suele
ser c:-:cesinJ (> 1 JO mg/d! ), incluso si el \ alor basal er,1
cercano a b normalidad. Esta alteración progresa con
el tiempo, producirndo una hipergluccmia rnarc1cb, Esta \ariccbd de \!ODY e~ illU\ pello frc'cuentc>. FI
que puede tener consecuencias 1mponanres c11 caso de gen H:\F-4·, que rcguLi ;11 11:\FlcL nene un pe1pd i11;·
que no se instaure el tratamiento apropiado. porcmre en b difrrcnciac·ión cc!t1hr' es fundamental rn
El aumento de h glucemia pospr.rndial, consccuenci<1 el desarrollo de los islorc'S panLTc'Óticos. hígado y riií<'.>n.
del deterioro progresivo de b función de Lis células f3. Por este motivo, !os mecanismos tisioparológicos de los
obliga a iniciar el tratJ1111ento con sulfonilureas o glini- tipos ?vlODY 1 y :VlODY 3 son mu\ similares, at111quc
das, e insulina, en caso necesario. Estos pacientes son no hay alteración de! u111br,1I renal par;1 h glucos;l. Li
muy sensibles <11 efecto de Lis sulfonilureas, produciéndo- c'cbd en el diagnóstico del i\-lODY 1 suele ~n rncÍs t;irck1_
72 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
ro 600
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e 500
<l.l
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·- e
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400 Controles (n=1 O) Glucocinasa (n=6)
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.e, 300
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Q_ 100
o 3 6 9 12 15
Glucosa plasmática (mmol/L)
Figura 1. La proporción de secreción de insulina frente a glucosa es diferente según el tipo de MODY, como consecuencia de
defectos diferentes en la función de la célula j3. En los controles se observa una relación lineal de la proporción de secreción
de insulina con el incremento de la glucosa plasmática. Los individuos con mutaciones en el gen HNF-4o: (MODY 1) o HNF-
lo: (MODY 3) tienen una respuesta normal en niveles bajos de glucemia, pero anormal cuando se incrementa la glucemia plas-
mática. En los individuos con mutación en el gen de la glucocinasa (MODY 2), la respuesta insulínica es deficiente en cualquier
nivel de glucemia, siendo aún más exigua para concentraciones de glucosa plasmática< 126 mg/dl. Adaptado de Byrne et al'.
Suelen ser sensibles al tratamiento con sulfonilureas y, milares a las del MODY 3, aunque con frecuencia hay
más tardíamente, pueden necesitar tratamiento con insu- anomalías renales (quistes, displasia) en casi todos los
lina. Dado que este gen se expresa también en el híga- pacientes que son reconocibles incluso antes del naci-
do, estos pacientes presentan concentraciones bajas de miento, malformaciones del tracto genital (útero bi-
apolipoproteínas AII y CIII, y de la lipoproteína (a). corne, agenesias de vasos deferentes, etc.), alteración
del páncreas exocrino por atrofia, hiperuricemia, y
Diabetes MODY 4 disfunción hepática (elevación de transaminasas). Es-
tos pacientes presentan resistencia a la insulina y dis-
Las mutaciones del gen que codifica al IPF-1 son función de la célula f3, con hiperinsulinemia,
una causa rara de MODY. Este gen es necesario para hipertrigliceridemia y niveles bajos de colesterol-HDL.
el desarrollo del páncreas y para la expresión del gen Se ha sugerido que el tratamiento inicial de elección
de la insulina. En caso de homocigosis existe agenesia puede ser la metformina, debido a la baja sensibilidad
congénita del páncreas y diabetes neonatal permanen- hepática a la insulina de estos pacientes, aunque mu-
te. En los individuos heterocigotos, la aparición de chos precisarán insulina con el tiempo. Frente a la va-
diabetes suele ocurrir de forma más tardía que en otras riedad MODY 3, estos pacientes se tratan con insulina
formas de MODY. Tan sólo se ha descrito una fami- con más frecuencia (67 frente a 31 % ), debido a un de-
lia hasta el momento. terioro más acelerado de la función de la célula f3 1 ~.
Síndn)mc 1111...'tabúli('(i
(obc,ichd. hiperten- \ • 1
sión. disliprn1i<1) liC'>({)Jl<>(lllJ. illJ
Tabla 4. Diferencias entre la diabetes tipo 1 de inicio en la infancia, diabetes tipo 1 de inicio en el adulto y LADA
Concordancia en )
Moderada Muy baja
gemelos idénticos
1 HLA DR3/DR4 1
l'vloderada Baja Baja-moderada
(predisponentes) 1
i
Autoanticuerpos IAA, GAD, IA2 CAD, IA2 GAD !
1
1
Insulina plasmática Muy baja Baja Baja 1
- - ----·-.----- ""-
_J
disfunción de las células W'- Gottsater et al. 1' demos- inicio de la insulinización, también recogido en los
traron que la secreción de insulina en LADA es inter- criterios de la defimcíón, éste dependerá en gran
media entre la de la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo parre del criterio del médico responsable y de suma-
2. Los niveles de péptido-C basal y estimulado en pa- yor o rncllor propensión a la utilización de la insuli-
cientes con LADA tueron interiores a los de los pacien- na en estos pacientes.
tes con diabetes tipo 2 y controles no diabéticos. La Puesto que el diagnóstico de LADA tiene importan-
progresión del deterioro de la función 13 en los pacien- tes implicaciones en el tratamiento y en la evaluación
tes LADA parece ser también importante, puesto que de la progresión de la enfermedad, recientemente se ha
tan sólo después de 3-4 años se demuestra una pérdi- comunicado un método clínico sencillo para identifi-
da del 50% de la capacidad secretora de la insulina' 8 • car a los pacientes con LADA2 1 • Mediante un estudio
La asociación con otras enfermedades autoinmunes retrospectivo se identificaron 5 variables, que fueron
en la diabetes LADA es frecuente. De hecho, antes de evaluadas posteriormente de forma prospectiva en un
la definición de LADA, se conocía una forma de dia- grupo de pacientes con diagnóstico de LADA, compa-
betes tipo 1, lentamente progresiva, asociada a la pre- rando la frecuencia de estas variables en estos pacien-
sencia de otras enfermedades autoinmunes, como tes y en pacientes con diabetes tipo 2 (Figura 2). La
parte del síndrome poliglandular autoinmune tipo 2 19 • presencia de al menos de 2 ó más de estas característi-
Se ha comunicado que, aproximadamente, un 24% de cas clínicas (puntuación ~ 2) tuvo una sensibilidad del
los pacientes con diabetes LADA presentan marcado- 90% y una especificidad del 71 % para identificar a los
res serológicos de tiroiditis autoinmune y hasta un pacientes con LADA, mientras que una puntuación
19% presentan anticuerpos anti-gliadina, aunque la menor de 2 tuvo un valor predictivo negativo del
prevalencia exacta de celiaquía en estos pacientes es 99%. No obstante, a pesar de ser una variable utiliza-
desconocida 2º. Estos datos contrastan con la baja fre- da en el modelo anterior, diversos estudios en pacien-
cuencia de agregación de estas enfermedades autoin- tes LADA en Europa han demostrado que el índice de
munes en la diabetes tipo 2. masa corporal (IMC) en los pacientes con LADA es si-
milar al de pacientes con diabetes tipo 2, por lo que no
Manifestaciones clínicas se recomienda utilizar un IMC <25 kglm2 como único
criterio diagnóstico de LADA.
En relación a los criterios diagnósticos de LADA, La frecuencia de cetoacidosis no ha sido documen-
aunque en la definición se admite una edad al diag- tada en LADA, por lo que se asume que debe ser muy
nóstico mayor de 30 años, algunos autores definen baja. La frecuencia de retinopatía, nefropatía y neuro-
un intervalo de edad entre 25-40 años. Respecto a patía en LADA es similar a la encontrada en la diabe-
los autoanticuerpos, se utiliza generalmente la deter- tes tipo 2, y está relacionada con el grado del control
minación de los anticuerpos anti-GAD, dada la rela- glucémico. Las complicaciones macrovasculares tam-
tiva sencillez del método frente a la determinación bién ocurren con una frecuencia similar a la diabetes
de otros autoanticuerpos y a que son los que se en- tipo 2, y son mucho más frecuentes que en la diabetes
cuentran elevados con más frecuencia en LADA. En tipo l. Sin embargo, la frecuencia de obesidad, hiper-
referencia al periodo que debe transcurrir para el tensión y dislipidemia en LADA es menor que en la
Formas clínicas menos frecuentes en la presentación cie la diabetes mei!itus: MODY, LADA 75
(j)
()
G
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El diagnóstico de ck1hcte\ 11wllirth iD\li c:<ill\t1tu ,,1 dc·\;Hroilo dv C<llllplie;1ci<n1c''> 'l'<tlíldariJ\ <l -;u lkihv
\T un momento c-ríric·ul'll la 11cb dcl ¡•;icielltl' 1 ,., lun t\'\.Li p;ic1c·11f\' 11 \ll fo1111li.ii dvhc·r;i11 lln·;ir ,1 caho ll!l
cbrnvntal que r;111to c'I mé·d1c<1 como 'li l'\jtll!'" ¡•roc\'so s1gni(ic;it i1·0 de adapr;1ci,·111 y po11c:r c11 11Lirc·ln
proporcio11e11 de forma r:ípilh; decri1a asi'>t\'11ci;1 11w u1u sni,· de 11wc111is111os psic·okig1cos cornpcnsadnrv-,
dica e información suficiente para que el paciente pue- para aíromar la nueva situación de salud. El paciente
da hacer frente a esta nueva situación. debe entender que el tratamiento de su diabetes estarú
La diabetes es sin duda la enfermedad crónica que basado en un enfoque interdisciplinar (enfermera edu-
requiere más diálogo entre el paciente y los profesio- cadora, dietista, médico). Su motivación y capacidad
nales de la salud; al contrario que en otras enfermeda- para cuidarse, acompañado de una línea de comunica-
des, los pacientes pueden tomar decisiones ción óptima, en forma de llamadas de teléfono, envío
importantes relativas al tratamiento de su diabetes. La de datos de forma electrónica y visitas a la consulta,
experiencia del equipo médico es importante, pero el serán factores decisivos de cara a desarrollar un plan
conocimiento del paciente, su dedicación y su iniciati- terapéutico eficaz.
va para pedir ayuda cuando lo considere necesario se-
rán los factores más significativos y decisivos para PERSPECTIVA GENERAL DEL TRATAMIENTO
manejar de forma óptima su diabetes, impidiendo que
pequeños problemas se conviertan en situaciones gra- El tratamiento de los pacientes con DM consiste
ves. en: cduoción sobre pautas de estilo de vida salud<1·
En este capítulo pretendemos dar una visión gene- bles, evaluación de la posibilidad de complicaciones
ral de las pautas de tratamiento de la DM (según las micro y macrovasculares, normalización de la gluce-
recomendaciones de la Asociación Americana de Dia- mia, reducción de los factores de riesgo cardiovascula-
betes (ADA), Sociedad Europea ¡ura el Estudio de h rcs v omisión de fármacos que pueden agravar bo
Diabetes (EASD), la Sociedad Española de Endocrino- anomalías del metabolismo insulínico y lipídico. La
logía (SEEN)'' y de los diferentes aspectos que corno D ,\ 12 presenta rn su historia natural una se ríe Lk
médicos, debernos abordar en nucstr<1s primeras con transformaciones en su fisiopatología, por lo que: re-
Yersaciones, con pacientes que acaban de ser diagnos- sulta imprescindible que adaptemos el tratamienru ~1
ticados con DM. En b consulr;1 inicial, el primer paso su curso c'HJlutivo. Las diferentes 5rcas de tratamil'nt<i
lógico ser<i llevar a cabo una historia médica detalla- se desarrollan a continuación.
da, examen físico y analíticas de sangre y orina.
Es, sin duda, el momento para calmar L1 ansiedad Educación diabetoló¡::ic1
del paciente (y su familia) y mostrarle que no está só-
lo ante su enfermedad y que tendr<1 un equipo de pro- Los pacientes con DM deben recibir educación dia-
fesionales dispuesto a ayudarle, informarle para que hctológica a partir del momento del diagnóstico de su
pueda llevar a cabo una vida normal \. también e\·ir;tr enfermedad v este apoyo educacional debe ser parte
78 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
integral del programa de tratamiento de su DM. Los proporcionar un pequeño beneficio adicional en el
cambios en el comportamiento llevados a cabo por el control de la glucémia al obtenido cuando únicamente
paciente son la clave del éxito de la educación diabe- se considera la ingesta total de carbohidratos.
tológica y deben medirse y controlarse como parte del Otras recomendaciones nutricionales aconsejarían
cuidado médico. La educación diabetológica debe in- limitar el consumo de grasas saturadas a <7% del to-
cluir temas psicosociales, porque sentirse bien se aso- tal de calorías, debiéndose minimizar la ingesta de gra-
cia fuertemente con resultados positivos en el control sas trans 1·4. Si los adultos con diabetes beben alcohol,
de la diabetes. la ingesta diaria debe limitarse a una cantidad mode-
La evaluación psicosocial y el seguimiento deben rada (1 bebida diaria o menos en las mujeres adultas y
incluir, aunque no sólo esto a, conocimientos sobre la 2 bebidas diarias o menos en los hombres adultos). Se
enfermedad, expectativas sobre el manejo médico y los recomienda igualmente el consumo de fibra en la die-
resultados, estado de humor, calidad de vida general y ta (14 g de fibra /1.000 Kcal) y de alimentos que conten-
asociada a diabetes, recursos (económicos, sociales y gan grano entero. Los suplementos con antioxidantes,
emocionales) e historia psiquiátrica. Hay que indagar como la vitamina E y C y los carotenos, no se aconsejan
sobre problemas psicosociales, como depresión, ansie- por la falta de evidencia de su eficacia y el desconoci-
dad, trastornos alimentarios y alteraciones cognitivas miento de la seguridad a largo plazo. Se debe aconsejar
cuando la adherencia al tratamiento médico no es a los pacientes diabéticos actividad física aeróbica de
apropiada. El asesoramiento de las situaciones psico- moderada intensidad, al menos, durante 150 minutos/se-
lógicas y sociales debe incluirse en el manejo médico mana (al 50-70% de la frecuencia cardíaca máxima). Si
de la diabetes. no hay contraindicaciones, debe animarse a los pacientes
con DM2 a hacer ejercicios de resistencia 3 veces por se-
Terapia nutricional y actividad física mana'.
se recomienda la pérdida de peso (- 7% del peso cor- la máxima dosis efectiva (generalmente, de 2.000 a
poral) a todos los pacientes con sobrepeso o a indivi- 2.500 mg/día en varias dosis) durante 1 o 2 meses, si
duos obesos que padezcan o que tengan riesgo de se tolera. Si hay contraindicaciones se podría conside-
desarrollar diabetes 1·;. La actividad física y las modifica- rar una sulfonilurea de' corta duración, como terapia
ciones en el comportamiento son factores importantes inicial, acompañada de cambios en el estilo de vida en
de los programas de adelgazamiento y son fundamenta- el momento del diagnóstico, de cara a contrarrestar la
les a la hora de mantener la pérdida de peso. ganancia de peso que, generalmente, se asocia al trata-
Para perder peso, tanto las dietas bajas en carbohi- miento con sulfonilureas.
dratos como las dietas con restricción de calorías gra- Después de una respuesta inicial positiva a esta te-
sas pueden ser efectivas a corto plazo (hasta 1 año) 6 • rapia, la mayoría de los pacientes ganan peso y mues-
En los pacientes con dietas bajas en carbohidratos se tran elevaciones de sus perfiles glucémicos y de la
debe controlar el perfil lipídico, la función renal y la HbAlc, por lo que requieren una terapia adicional
ingesta de proteínas (en aquellos con nefropatía) para (más agentes orales, combinación de agentes orales e
ajustar la terapia hipoglucemiante. insulina o insulina en monoterapia).
Controlar los carbohidratos, ya sea contándolos, a Para pacientes que no toleran o no son candidatos
través de intercambios o mediante estimaciones basa- a metformina o sulfonilureas, la repaglinida es una al-
das en la experiencia, es una clave estratégica impor- ternativa razonable, sobre todo, en los pacientes con
tante para conseguir el control glucémico. En los enfermedad renal crónica. Otra terapia alternativa es
pacientes diabéticos, el uso del índice glucémico puede una tiazolidinediona, que debe ser considerada en los
Actitud ante el debut de una diabetes mei!itus. del tratarniento 79
pacientes con valores iniciales bajos de HbAk o si hay a la hora de acostarse. Aunque no es aconsejable utili-
contraindicaciones específicas a las sulfonilureas 9 • Si se zar insulinas pre-mezcladas en el tratamiento de la
usa una tiazolidinediona como terapia inicial, se pre- D:'v11, es una opción razonable en los pacientes con
fiere la pioglit::izona porque hay de más datos sobre el DM2 a los que les va bien la relación fija. Los regíme-
perfil lipídico aterogénico y por el posible aumento nes más complejos de insulina pueden usarse en los pa-
de riesgo de eventos cardiovasculares con la rosigli- c1en tes con D,'v12 para rntentar conseguir la
tazona. Se puede considerar un inhibidor de la DPP- norrnoglucernia, aiiadicndo insulina de acción
4, h siraglipriiu, corno rnonorerapia en los o ~1ntc:-i dr la:-i \..~()nlid:.1"->. L()~ print.-ipi{h d\_'i
o a Jqlll'llus tn lo~ que L1 n1crforn1iiLL tTJ.Lli111CllfO iJ1ll'il.'->l\ e> (Uil
e1npez:H i11sulinoter;1pia debido :1 h proh.1hlc 1..,'011 3 dnsi::. de i11<..;uli1L1s pn. '111clcL1d~1\ (J il1~1\ frccuc¡:
g:rn:rnci:1 ck pcs(J :11 miedo ;i Lis hipogluce· !Clll<'Ilte co11 1 <1 2 do:ois de 1nsul1 knu ,\'1».uchs"
l1l J;) s. ck 1nsu lin,1 r;Í ¡)id:1 ¡•1-cpr.111d 1,\Í.
Pacientes olw,os c·rn1 1)\12 qm· tienen un;1 h1- Con Li dis111inuci(111 de la llliKJ()j] d,· L1s c'c•iuh-. ¡'i
perglucerni:1 pos! pr:111diJI gra\'l'. colllo cn1s;1 d1-,miin1H' h ¡•rudu,:ci<.JJl de· 1n-;ul111:1. 1 lo-o '°'
principal del mal control diabético. con Di\!11 necesitarán m:is insulina para mantener los
Los inhibidores de la DPP-4 pueden utilizarse mismos valores de glucemia. Los pacientes con DM 1
como monoterapia en: necesitan 0,5-1,0 unidades/Kg de peso/día de insuli-
., Pacientes que no deban tomar metformina debi- na. La terapia con insulina se inicia generalmente con
do a los efectos adversos o a insuficiencia renal. 0,5-0, 7 5 unidacles/Kg/día. Durante las etapas inicia-
En la insuficiencia renal puede emplearse sita- les de la DM1, los pacientes necesitarán menos insu-
gliptina ya que existen datos sobre su seguridad. lina porque las células beta todavía están
"' Pacientes que no quieren tornar sulfonilureas produciendo algo de insulina; las necesidades de in-
debido a hi poglucernias frecuentes o ganancia sulina pueden estar en el intervalo de 0,1-0,6 unida-
de peso. des/Kg/día. La terapia insulínica intensiva (definida
La insulina también puede ser considerada corno pri- como 3 o más inyecciones de insulina diarias) está in-
mera línea terapéutica en todos los pacientes con Divl2, dicada en los pacientes con D J\11 y ha demostrado
sobre todo, aquellos que presentan: 1--lbAlc > 10 '?!;,, glu- conseguir un mejor control glucérnico que J o 2 in-
cemia en ayunas> 250 rng/dl, determinaciones de gluce- yecciones diarias y reduce el desarrollo y
mia persistentemente > 300 mg/dl o cetonuria". de las complicaciones 111 icro\·ascu!a res"
Los ajustes posteriores del tratamiento han de rea- Un posible problema lo los
lizarse con una frecuencia trimestral y se basan en los pacientes que inicialrncrnc se con
ni\'elcs de HbA 1c (y en los resultados del control do- DJ\12 ven re;1lidad tienrn D:vl 1. Lsros p:1uernes ne
miciliario de la de J. intentando corregir nin" cesitan insulina corno terapia inicial. Fn los ¡•acicntc·s
les lo m5s pró:-;irnos a los rangos no y con e11 los que es difícil distinguir t:! tipu de diabetes
\·alores de HbA le< 7'\ .. Si se ohjctiYa un control in- cientes con sohrepe~o, que: esL1n ¡-wso o
adecuado (HbA le > T:<1 ), se debe a11adir otra medica- que cst:111 cetósicosi. es recomemhhlc irnci:n tr;1L1·
ción a los 2 u :; meses del inicio de los cambios en el miento con insulin;i.
estilo de 1 ida 1· rnetformin:l. Si no se uinsiguen los ob- El tratamiento quinírg1co de los p<Kil'iltL':- obesos
jetivos de control glucérnico, se dehcn iilL·luir terapias con diabetes proH>c1 el rna\·or gr;1do de disrnim1cilÍil
combinadas con compuestos orales o empezar tempra- de peso a largo plazo 1· IJ rncjorí:1 m<'ís irnportanre en
namente ariadicndo insulina. En caso de indicar insu- el control glucémico';. La renpia farmacológica para
lina asociada con la terapia hipogluccmiante oral en perder peso puede también usarse en lus pacientes con
los pacientes con DM2, son buenas opciones tanto la D1vl2, pero todavía carecemos de datos suficienres p:1-
insulina NPH. detcrmir o glargina por la maiiana \·/o ra poder emitir recomendaciones al respecto.
80 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Aspectos útiles sobre la automonitorización de la cientes que han cambiado su tratamiento o que no es-
glucemia tán consiguiendo sus objetivos glucémicos, deben de-
terminar la HbAlc de forma trimestral.
Cuando prescribimos la automonitorización de la
glucemia, debemos asegurarnos de que el paciente re- ¿Que información debemos proporcionar sobre hipo-
cibe la instrucción necesaria en la visita inicial y que glucemia?
evaluamos en las visitas de seguimiento, su habilidad
en la técnica y su capacidad para procesar los datos y El tratamiento de elección en los pacientes con hi-
ajustar la pauta de administración de insulina según poglucemia (conscientes) es la administración oral de
los resultados de glucemia obtenidos. 15-20 g de glucosa. Si a los 15 minutos después del
Los pacientes que usan inyecciones múltiples de in- tratamiento persiste la hipoglucemia en la automoni-
sulina o terapia con bomba de insulina, deben realizar torización de la glucemia, se debe repetir el tratamien-
automonitorización 3 o más veces al día. Aquellos que to. Cuando los valores de glucemia vuelven a la
utilizan un menor número de inyecciones de insulina, normalidad, el paciente debe tomarse una comida o un
terapias sin insulina, o terapia nutricional exclusiva- snack para evitar las recurrencias.
mente, la automonitorización es útil para conseguir los Se debe prescribir glucagón en todos los pacientes
objetivos glucémicos y para conseguir los objetivos de con riesgo de hipoglucemias graves y se debe instruir
glucemias pre- y posprandiales. en su administración a los cuidadores o familiares
El control continuo de la glucosa puede ser una he- (los profesionales sanitarios no deben ser los únicos
rramienta adicional a la automonitorización de la glu- capaces de administrarlo). La administración intra-
cosa en determinados pacientes con DMl, sobre todo, muscular de glucagón queda reservada para el trata-
en aquellos que sufren hipoglucemias inadvertidas. miento de hipoglucemia en pacientes que han
perdido la consciencia o que son incapaces de ingerir
¿Qué objetivos glucémicos debemos plantearnos? la glucosa oral.
A los pacientes con hipoglucemias inadvertidas o 1
El control glucémico estricto con la intención de o más episodios de hipoglucemias graves, deben acon-
obtener una disminución de la HbAlc hasta valores sejar elevar sus objetivos glucémicos. De esta forma re-
de 7% ha demostrado una reducción de las compli- vertirá parcialmente la inadvertencia a la hipoglucemia y
caciones microvasculares y neuropáticas de la diabe- se reducirán los riesgos de futuros episodios.
tes y, posiblemente, de la enfermedad macrovascular.
El descenso de sólo un punto de la HbAlc (0,9%) re- EVALUACIÓN DE LA POSIBILIDAD DE COMPLI-
duce el riesgo de eventos microvasculares en un 25% CACIONES MICRO Y MACROVASCULARES
y el riesgo de infarto de miocardio en un 16 % '· 15 • Por
esto, el objetivo de HbAlc en los adultos es, en gene- Evaluación de la ncfropatía
ral, < 7%. Los estudios epidemiológicos sugieren un
mayor beneficio al reducir la HbAlc desde el 7% al Para reducir el riesgo o enlentecer la progres1on
rango normal. Así, el objetivo en determinados pa- de la nefropatía, debemos optimizar el control glucé-
cientes debe ser acercar los valores de HbAlc lo más mico y de la presión arterial. Se debe realizar una de-
posible al normal (< 6%) sin ocasionar hipogluce- terminación de la excreción urinaria de albúmina a
mias significativas. nivel basal y, posteriormente, de forma anual, en los
Podemos proponernos objetivos de HbAlc menos pacientes con DMl (con una duración de más de 5
estrictos en pacientes con historia de hipoglucemias años) y en todos los DM2 en el momento del diag-
sgraves, pacientes con expectativa de vida limitada, nóstico. De la misma forma, se debe medir la creati-
niños, individuos con comorbilidades y aquellos con nina sérica al menos una vez al año en todos los
diabetes de larga evolución y complicaciones m1cro- adultos con DM. La creatinina sérica debe usarse pa-
vasculares mínimas o estables. ra estimar el filtrado glomerular (FG) y estratificar la
enfermedad renal crónica.
Utilidad de la hemoglobina glicosilada (HbA le) En el tratamiento de un paciente con micro o ma-
croalbuminuria pueden usarse tanto fármacos inhibi-
La determinación de HbArc nos permite tomar de- dores de la enzima conversora de angiotensina (IECA)
cisiones temporales en el tratamiento de la DM. La he- como antagonistas del receptor de angiotensina II
moglobina glicosilada debe determinarse, al menos, 2 (ARA-II). Mientras no haya estudios clínicos compa-
veces al año en los pacientes que están consiguiendo rativos adecuados entre IECA y ARA-U, la experiencia
sus objetivos glucémicos. Además, es útil para confir- clínica muestra que los IECA retrasan la progresión de
mar que las normoglucemias que el paciente obtiene, la nefropatía en los pacientes con DMl, hipertensión
se mantienen durante la mayor parte del día. Los pa- y algún grado de albuminuria'·'.
Actitud ante ei debut de una diabetes meiiitus. Perspectiva genera! de! tratamiento ,,. 81
Tanto los IECA como los ARA-U han demostrado cientes con alto riesgo de retinopatía diabética prolifc-
retrasar la progresión ele la microalbuminuria en los rativa, edema macular clínicamente significativo y en
pacientes con DM2, hipertensión y microalbuminuria. algunos casos de retinopatía diabética grave no proli-
Los ARA-II, por otro lado, parecen cnlentecer la pro- ferativa. La presencia de retinopatía no es una con-
gresión ele la ncfropatía en los pacientes con DM2, hi- traindicación para el tratamiento cardioprotector con
pertensión, macroalbuminuria e insuficiencia renal aspirina, ya que este tratamiento no aumenta el nesgo
(crcatinina sérica > 1,5 mg/dl). '
(]e retiniana.
La reducción de b ingcstél proteica en Jo, p;icientcs
con di~1hetl'S tanH} csradio~ 1níci3lc>: de: cnfc,rn1ed~1(l re-
trc1umicnro cornu Li dl: h cnfl:rmcdad. Se d(')log()~ ,1 ;lCJUl'l!o:-i p~1c1cn1T~ C<>il poiin rnpJ
cklx· remitir al <1 un ndn1iogu c·u,rndo h,H. in ,jrné'rrica di,ul.
C(:TtidumhrL· en b vnfrnm·chd rv11;1I iscdi111e11to urina SL' <kiK IL1C\:r una\'\ alu,1c1,'n1 de los signo'\ Si-!lt<1-
río patol<igico, é1l!Sc1ici,1 ck rerino¡•;HÍé1. r;ipido 11L1s d\' ilL'llrn¡•;HÍ;1 é1l!to11,ímic;1 l·n c-i rnornnno del
detnioro de h F(;i, llLllll'JO complicado o cnfcrrne<Lid lllStiul ck !,1 D\12 \ .~ aiios dcs¡H1L·, del di,1gll<'is
ITl1él I '.\ 1 ;111/.<llb. t1co \k L1 !J\l 1. Se n·co111iL·1llb <·i uso de nwdicacio1¡
J'é1Ll ,¡¡l\ 1,ir los sint1lllLlS cs¡wcíticos dv h polinvurn¡>;1
ti;1 sirnc'tric,1 d1,ul porque mc·jor,111 !;1 c;ilidad de \Ích
del paciente''.
La optimización del control glucémico y de la pre-
sión arterial también contribuye a reducir el riesgo o Evaluación de la enfermedad coronaria
enlentcccr la progresión de la retinopatía. Se recomien-
da la revisión por un oftalmólogo a adultos y adoles- En un paciente asintomático se deben evaluar los
centes con DMl, dentro de los 5 primeros años del factores de riesgo para estratificar a los pacientes se-
diagnóstico de la diabetes. Los pacientes con DM2 de- gún el riesgo a 1O años y, en consecuencia, tratar los
ben ser examinados por un oftalmólogo al poco tiem- factores ele riesgo adecuadamente.
po del diagnóstico de la clia betes: En los pacientes con enfermedad cardiovascular co-
Los pacientes con Divl 1 y DiV12 deben repetir nocida, los IECA, la aspirina, y la terapia con estatinas
anualmente las exploraciones oftalmológicas. Se pue- (si no está contraindicada) deben recetarse para redu-
den considerar las exploraciones cada 2-3 ail.os tras cir el riesgo de eventos cardiovasculares. En los pa-
uno o más exámenes de fondo de ojo normales. Se nc- cientes que han tenido un infarto de miocardio
ccsita1«1nexploraciones rn<ÍS frecuentemente, si la rcri- prc\·iarncntc, se deben añadir ,f:1-bloqucantcs (si no es-
nopatía está en progresión. tún contraindicados) para reducir la mortalidad.
Las mujeres con diabercs que quieran Se recomendará el uso de IECi\, aspirina y trata-
embarazadas o que estén cm b<ira1.adas deben some- miento con cstatinas para reducir el riesgo de eventos
terse a evaluación de fondo de ojo \' debe inform5r- en los pacientes ele más ele 40 ai1os
seles sobre el riesgo de desarrollo progresión de b sm otro:, factores de riesgo cardiovascular
rctinopa tía día hética d u nnrc el emb,1 rc11.o. El examen sión, historia familiar, dislipemia, rnicroalbuminuri,1,
ocular debe hacerse en el primer trimestre cnn un e'- ncuropatía cardíaca autonómica o fumadores).
trecho seguimiento duranrc la v hasta un En los paciemcs con insuficienci~1 cardíaca conges-
ar1o tras el parto. riv;1 trc1uch, la rnctformina \'las tiazolidineclionas cs-
Los pacientes con cualquier grado de edema lllélUI t«Ín cornraindicadas.
br, retinopatía diahétic1 grave no prolifer,llÍ\ <1 o cu,11- Siguirndo una estrategia de prevención secundaria,
quier grado de rctinopatí;1 diah6tica prnlifrratiYa han en pacirntes diabéticos con historia de enfermedad
de remitirse a un oftalmólogo experimentado en el lll<l- cardio\·ascular se recomienda et tratamiento con aspi-
nejo v tratamiento de la rctinoparía Llicihética. r111a 5- J 62 mg/día ). Se debe utilizar el tratamiento
La terapia de fotocoagulación con L1scr est<Í indica- con aspirina como una estrategia de prevención prima-
da para reducir el riesgo de pérdida de \'iSil'in en los pa- ria en aquellos pacientes con Di'vl l o Div12 con airo
82 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
riesgo cardiovascular, incluidos los pacientes mayores ralmente, se necesita una terapia con múltiples fárma-
de 40 años o que tienen más factores de riesgo (histo- cos (2 o más agentes a dosis máximas) para conseguir
ria familiar de enfermedad cardiovascular, hiperten- los objetivos señalados de presión arterial1· 3 •
sión, fumadores, dislipemia o albuminuria). No se
recomienda la terapia con aspirina en pacientes meno- Cese del hábito tabáquico
res de 30 años porque no hay evidencia de que sea be-
neficiosa, y está contraindicada en los pacientes Se debe aconsejar a todos los pacientes que dejen
menores de 21 años por el riesgo de síndrome de Re- de fumar. Se debe facilitar la entrada en programas de
ye. La terapia combinada de aspirina con otro antia- deshabituación al tabaco. Este aspecto debe ser reeva-
gregante plaquetario, como el clopidrogel, debe usarse luado en cada visita.
en los pacientes con enfermedad cardiovascular grave
y progresiva. Evaluación de la dislipemia
El uso de otros antiagregantes puede ser una alter-
nativa razonable cuando hay un riesgo elevado de Se ha de determinar el perfil lipídico en ayunas de
alergia a la aspirina, una tendencia al sangrado, en pa- forma anual. En la mayoría de los pacientes adultos.
cientes tratados con anticoagulantes, con sangrado En los adultos con niveles bajos de lípidos (colesterol
gastrointestinal reciente o con enfermedad hepática LDL < 100 mg/dl, colesterol HDL > 50 mg/dl y trigli-
clínicamente activa. céridos < 150 mg/dl), el perfil lipídico puede evaluarse
cada 2 años.
REDUCCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO Las recomendaciones terapéuticas incluyen modifi-
CARDIOVASCULAR caciones del estilo de vida, disminución de la ingesta
de grasas saturadas, grasas trans e ingesta de coleste-
Evaluación de la presión arterial rol. La pérdida de peso (si está indicada) y el aumento
de la actividad física deben recomendarse para mejo-
La presión arterial debe medirse en cada consulta rar el perfil lipídico en los pacientes con diabetes. El
médica. Los pacientes que muestren una presión arte- tratamiento con estatinas debe añadirse a los cambios
rial sistólica 130 mm Hg o diastólica 80 mm Hg deben en los estilos de vida en los pacientes diabéticos con
ser reevaluados en una visita posterior. Se debe docu- enfermedad cardiovascular manifiesta o en pacientes
mentar una segunda medición de presión arterial sistó- sin enfermedad cardiovascular mayores de 40 años
lica 130 mmHg o de presión arterial diastólica 80 mm con uno o más factores de riesgo cardiovascular 1• 2 ).
Hg antes de confirmar el diagnóstico de hipertensión En los pacientes con menos riesgo que los mencio-
arterial1 · 2• 8 • nados anteriormente (por ejemplo, en menores de 40
El objetivo en pacientes con diabetes es que tengan años y sin enfermedad cardiovascular manifiesta), la
una presión arterial sistólica < 130 mm Hg y que la terapia con estatinas debe considerarse junto a los
tensión arterial diastólica sea < 80 mm Hg. cambios en los estilos de vida, si el colesterol LDL >
El tratamiento de una presión arterial sistólica de 100 mg/dl o si presenta con múltiples factores de ries-
130-139 mm Hg o una presión arterial diastólica de go cardiovascular. En los pacientes sin enfermedad
80-89 mm Hg en pacientes diabéticos puede incluir te- cardiovascular manifiesta, el objetivo primario es un
rapia de modificación de los estilos de vida exclusiva- colesterol LDL < 100 mg/dl mientras que en los pa-
mente durante un máximo de 3 meses y, después, si los cientes con enfermedad cardiovascular manifiesta, el
objetivos no se consiguen, se debe añadir tratamiento objetivo es de un colesterol LDL < 70 mg/dl, utilizan-
farmacológico. do dosis altas de estatinas.
Los pacientes con hipertensión más grave (presión Son deseables niveles de triglicéridos < 150 mg/dl y
arterial sistólica 140 o presión arterial diastólica 90 los niveles de colesterol HDL > 40 mg/dl en los hom-
mmHg) en el momento del diagnóstico o en el segui- bres y > 50 mg/dl en las mujeres, aunque la mejor es-
miento deben recibir tratamiento farmacológico además trategia es actuar sobre el colesterol LDL mediante el
de la terapia de modificación de los estilos de vida. tratamiento con estatinas. En ocasiones es necesario
El tratamiento farmacológico de los pacientes con terapia combinada de estatinas y otros compuestos
diabetes e hipertensión debe realizarse con un IECA o (ezetimiba, fibratos, acido nicotínico e inhibidores de
ARA-U. Si una clase no se tolera, debe considerase el la absorción del colesterol) para alcanzar los objetivos
iniciar tratamiento con la otra. Para conseguir los ob- lipídicos.
jetivos de presión arterial, debe añadirse un diurético
tiazídico en pacientes con un FG de 50 ml/min. y un CUIDADO DE LOS PIES
diurético de asa en aquellos con FG < 50 ml/min. Si se
utilizan IECA, ARA-U o diuréticos, la función renal y En todos los pacientes con diabetes se debe llevar a
los niveles de potasio sérico deben controlarse. Gene- cabo un examen anual de los pies para identificar
Actitud ante el debut de una diabetes mellitus. Perspectiva general del tratamiento 83
factores de riesgo predictivos de úlceras y amputacio- cientes que tienen menos sensibilidad y anomalías es-
nes. El examen de los pies debe realizarse en la prime- tructurales o que tienen una historia de complicaciones
ra visita y debe incluir evaluación con monofilamento, en miembros inferiores. Los pacientes con claudica-
diapasón, palpación de pulsos y examen visual. ción significativa o índice tobillo-brazo patológico se
Se debe educar a todos los pacientes diabéticos en deben remitir para una evaluación vascular y se debe
el autocuidado de los píes. La evaluación inicial para considerar la instauración de ejercicio, medicaciones
dnerminar a de cnfermrcdad arterial períféri- \·/o opciones quirúrgicas.
c:1 dclx claudíctci(m ;
mu:~rro ín- \(
Porcentaje esperado
J 1Htf\ cJH:ionl'...; de di\minución de
b l lbA le
!'ª"' 1: i11ici.1I
No modifica el
Mctformina 1-2 Efectos adversos Gl, acidosis láctica rara
peso, baraca
No límites en iJ do-
liweccioncs, necesidad de control, hipoglu-
Insulina 1,5-3,5 sis, barata, mejora
cerni:i, gan:incia de peso
el perfil lipídico
0.5 O.S
años, previamente inmunizados cuando tenían menos based nutrition principies and recommendations for the
de 65 años si la vacuna se administró hace más de 5 treatment and prevention of diabetes and related compli-
años. Las otras indicaciones para repetir la vacunación cations. Diabetes Care. 2002; 25:148-98.
son: síndrome nefrótico, enfermedad renal crónica e 6 Foster GD, Wyatt HR, Hill JO, McGuckin BG, Brill C,
inmunodeficiencias (ejemplo: estatus postras plante) 1 • Mohammed B5, 5zapary PO, Rader DJ, Edman J5, Klein
5.A randomized tria! of a low-carbohydrate diet for obe-
CONCLUSIONES sity. N Engl J Med, 2003;348:2082-90.
7 Thomas DE, Elliott EJ, Naugthon GA. Exercise for type
Ante el debut de la DM es importante que tanto el 2 diabetes mellitus. Cochrane Database 5yst Rev, 2006;
paciente como el equipo de profesionales responsables 3:CD002968.
de su tratamiento tengan claros los objetivos glucémi- 8 K Prospective Diabetes 5tudy (UKPD5) Group. UK
cos de presión arterial y lípidos que debemos obtener. prospective Diabetes 5tudy 33. Lancet 1998. 352:837-53.
Los pacientes diabéticos debe recibir educación diabe- 9 Nathan, DM, Buse, JB, Davidson, MB, et al. Manage-
tológica cuando se diagnostica su diabetes y este apo- ment of hyperglycaemia in type 2 diabetes mellitus: a
yo educacional deben ser parte integral del programa consensus algorithm for the initiation and adjustment of
de tratamiento de su enfermedad. Es importante eva- therapy. Diabetologia 2008; 51:8.
luar la posibilidad de complicaciones micro y macro- 10 Nauck MA, Meininger G, Sheng D, Terranella L, Stein
vasculares, como retinopatía, nefropatía, neuropatía y PP. Efficacy and safety of the dipeptidyl peptidase-4 in-
hibitor, sitagliptin, compared with the sulfonylurea, glip-
enfermedad coronaria. Es nuestra labor poner en mar-
izide, in patients with type 2 diabetes inadequately
cha un plan de tratamiento adecuado para tratar de
controlled on metformin alone: a randomized, double-
conseguir los objetivos planteados y no debemos de-
blind, non-inferiority trial; Diabetes Obes Metab.
morar el tránsito de un escalón terapéutico a otro. Es- 2007;9:194-205.
te plan será un programa interdisciplinar que aporte
11 Nasser M. Incretin mimetics and dipeptidyl peptidase 4
apoyo psicológico, nutricional y farmacológico. Es inhibitors in clinical trials for the treatment of type 2 di-
fundamental que tanto el médico como su equipo pro- abetes. Expert Opin. lnvestig Drugs. 2008; 17:845-853.
porcionen la asistencia y formación necesaria para ha-
12 Schauer PR, Burguera B, Ikramuddin S, Cottam D,
cer frente a esta nueva situación, lo que facilitará una Gourash W, Hamad G, Eid GM, Mattar S, Ramanathan
buena adherencia del paciente al tratamiento. R, Barinas-Mitchel E, Rao RH, Kuller L, Kelley D. Effect
of laparoscopic Roux-en Y gastric bypass on type 2 dia-
betes mellitus.Ann 5urg, 2003; 238:467-8.
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2 Global Guideline for type 2 Diabetes: International Dia- Investigators. Preventing microalbuminuria in type 2
betes Federation. Clinical Guidelines task Force, Brus- diabetes.N Engl J Med. 2004;351:1941-51.
sels; 2005. 14 Dyck PJ. Severity and staging of Diabetic polneuropa-
3 Guía de actualización en el tratamiento de la Diabetes ti- thy. En: textbook of diabetic neuropathy. Stuttgart:
po 2 y sus complicaciones. (Ed. Hernández Mijares A). Thieme; 2003 p. 170-515.
Endocrino! Nutr, 2008 55:1-108. 15 Nathan DM, Lachin J, Cleary P, Orchard T, Brillon DJ,
4 Vázquez C, Montagna C, Garriga M, Alcaraz F, Martín Backlund JY, O'Leary DH, Genuth S; Diabetes Control
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5 Franz MJ, Bantle JP, Beebe CA, Brunzell JD, Chiasson sive diabetes therapy and carotid intima-media thickness
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E, Mooradian AD, Purnell JQ, Wheeler M.Evidence- 348:2294-303.
C()!HlZC1ll el tratamiento nutriciona\ \. Sl'aJ1 SO[IOrtC
del paciente diab,:tic·o l'll un momento dercrmi11;1do
El rra tamiento nutricioncil (T'.\) l'S un corn poneme de su ,~voluc·i(rn.
fundamental del tratamiento imegral de b diabctcs Fn estudios de imen-ención se ha demosrr;Hlu que
rncllirus (D\1), de tal manera que los p~1cw11tc:-, duh0· i<h progr<rnns que faciliun el c1rnhio en los estilos Lk
ticos deberían recibir un tratarn1enro nurriuon<1l 111di· \·ida con disminución de la mgesta calórica y <1unwnto
vidualizado. Los objetivm que se dclwrían ,1lcamar en el nivel Lk acti\ id ad física, consiguen péTdidas de
con el TN son' (Tabb 1): peso moderadas y reducen claramente la incidencia de
" Alcanzar y mantener los controles metabólicos diabetes en personas con riesgo.
recomendados, incluyendo niveles adecuados Una vez establecida la DM, el seguimiento correc-
de glucemia, HbA1c, lípidos, presión arterial y to de las recomendaciones nutricionales supone un pi-
peso corporal. lar básico en el tratamiento de la misma junto con la
" Prevenir y tratar las complicaciones y comorbi- actividad física y, en su caso, los fármacos.
lidades crónicas de la DM, modificando la in- El TN debe incluir una valoración nutricional para
gesta de nutrientes y el estilo ele vida de manera conocer la ingesta alimentaria del paciente, su estado
adecuada para prevenir y 'tratar la obesidad, so- metabólico, estilo de vida y capacidad para introducir
bre todo, de predominio abdominal/visceral, la cambios en la misma, y su nivel de conocimiento sobre
hipertensión arterial, la dislipemia, la enferme- nutrición. Para facilitar la adherencia del paciente, el
dad cardiovascular y la nefropatía. plan debería ser individualizado y tomando en consi-
" Ivlejoras de salud general, promoviendo unJ deración aspectos culturales y de estilo de vida, así co-
elección de alimentos saludables y recomendan- mo consideraciones sobre su estatus económico.
do niveles adecuados de actividad física, es de-
cir, promoviendo en nuestro 5mbito la
Tabla 1. Recomendaciones nutricionales en la diabetes
denominada dieta mediterránea.
mellitus. Objetivos a conseguir
" Valorar las necesidades nutricionall's inchidua-
les, teniendo en cuenta aspectos personales y cul- • ;\cbntencr rú,·clcs de glucemia y
turales, y respetando siempre que sea posible los tro de rn~rgenes de norn1alid;:id
deseos y preferencias del paciente, para que las e A!c:.nzar y n1antencr un lípidico óptimo
recomendaciones se mantengan a largo plazo. e :'vl~nHcncr cífr<1s normaies de presión Jrterial
Lograr los objetivos relacionados con la nutrici('m re- e ,-\se~ur;1r
un aporte cJlórico adecu¡tdo a cada circwi:-_iL1lll:Ía
quiere el esfuerzo de un equipo coordinado, qul' r;1m· (crecimiento. [Zl'SL1ción, q:jez, cte.) c,·itando la dcsntarición:
bién debe incluir al paciente diabético. Es muy obesidad
recomendable que exista un dietista u otro profesio- 0 Pn.'u.:nir y/o reducir la incidencia de con1plicacioncs
nal experto que sea el que dé las normas y consejos • Conseguir un buen estado general ,. buena calidad de ,·ida
relacionados con la nutrición, dentro de todo el tra· • Todo ello Yalor<rndo las necesidades nutrícionalcs índíYídua·
tamiento y educación de la diabetes. De tod,1s for- les, teniendo en cucma aspectos personales y culturales. así
c·orno los deseos \ Lis preferencias de los pacÍentCS
mas, es necesario que todos los miembros del equipo -------------~·------- ·-------··,·-----·-·j
86 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Tabla 2. Resumen de las recomendaciones nutricionales para la población diabética de las sociedades científicas inter-
nacionales ADA y EASD
* La ADA considera que una bebida corresponde a 15 gramos de alcohol y la EASD a ¡O gramos.
acumulado de 150 minutos semanales). En los dos es- el) J\llantener el placer por la comida, eYitando res-
tudios, las modificaciones dietéticas en el grupo, inter- tricciones innecesarias y sólo limitando determi-
vención consistían en una dieta baja en calorías y nados alimentos cuando esté apoyado por la
grasa, con un consumo calórico de grasas inferior al evidencia científica.
30% de las kilocalorías (kcal) totales. el En determinados grupos de edad (nii1os, adoles-
Otros trabajos proporcionan evidencias positivas centes y ancianos) \. situaciones fisiológicas
en relación al papel del consumo de cereales · (embarazo \. !act:mcu),
Y fibra rn b mejoría de la srnsihíliLLid a la insulilla 1 ulriciurui
la de L1 D\1 J F
Fmrc ios suicrn' cun alt<i ric·'-''º de dcs:unJILir [)\ í
basándose en su respuesta glucémica. En este sentido se Un metaanálisis 13 de ensayos clínicos que examina
han investigado dos métodos (índice glucémico y carga la eficacia de las dietas de bajo índice glucémico en pa-
glucémica) como herramientas potenciales útiles para la cientes diabéticos ha demostrado que éstas disminuyen
planificación de las comidas y/o la valoración del riesgo la hemoglobina glicosilada con un descenso medio de
de la enfermedad asociado con la ingesta de HCº. 0,43-0,27% comparadas con aquellas de alto índice
El índice glucémico es una medida del cambio en la glucémico. Sin embargo, esto no ha sido confirmado
glucemia tras la ingestión de alimentos que contienen en todos los estudios. Además, la variabilidad de la
HC. Se trata de un índice que compara el incremento respuesta glucémica (inter e intrasujeto) de los alimen-
en la glucemia (sobre el nivel basal) que se observa en tos con contenidos específicos de carbohidratos supo-
las dos horas siguientes a la ingestión de una cantidad ne una limitación en la uso generalizado del índice y la
de HC en una comida individual. Este valor se compa- carga glucémica como estrategia dietética en el control
ra con la respuesta a cantidades equivalentes de HC de glucémico.
alimentos de referencia, que suelen ser el pan blanco o
la glucosa. La clasificación del índice glucémico de los Control de los hidratos de carbono: recuento de hi-
alimentos se desarrolló como guía de selección entre dratos de carbono, planes de alimentación por racio-
los mismos, siendo un ranking de alimentos ricos en nes y estimaciones basadas en la experiencia
HC de acuerdo con sus efectos sobre los niveles de glu-
cemia posprandial. Aunque el índice glucémico aporta En el tratamiento de la diabetes es imprescindible
esta información, no tiene en cuenta el efecto que tie- ajustar la insulina o la dosis de secretagogos al con-
ne sobre la glucemia ese alimento cuando se consume tenido de HC de las comidas. Aunque la educación
en cantidades habituales en una comi<la. Para subsa- no fue una variable controlada en el Diabetes Con-
nar este problema, y con r.I fin de mejorar la posibi- trol and C:omplieations Tria! (DCCT) se comprobó
lidad de predecir la respuesta glucémica con una que los sistemas más efectivos para la individualiza-
cfo~t:-i clrtrrmin:-icl1, surge el concepto de carga glucé ción del plan de alimeHlaciú11 y apreudizaje dierérico
mica. La carga glucémica se obtiene del cálculo de la fueron el cálculo de HC y los planes de alimentación
cantidad de HC de una comida multiplicada por el por raciones 8• 14 •
índice glucémico, aproximándose mejor al verdadero Para adecuar el tratamiento al contenido de carbo-
efecto esperado sobre la glucemia de diferentes racio- hidratos se han desarrollado varios métodos:
nes de alimentos ricos en carbohidratos 11 • Existen lis- 1. Recuento de carbohidratos:
tas publicadas de alimentos con sus correspondientes A partir de 1994, la ADA aconsejó el recuento
índices y cargas glucémicas basados en estudios de de HC como la mejor técnica para el control
población sana y diabéticos 12 • En la Tabla 3 se dan al- glucémico. Con el fin de estabilizar la cantidad
gunos ejemplos. de HC ingeridos, así como de asegurar que estos
IG ÍG Tamaño de la HCpor
Alimento Carga glucémica
(glucosa =100) (pan blanco=lOO) ración (g) ración (g)
Arroz blanco 69 :!: 7 99 150 53 36
21
Patatas fritas
Refrescos azucarados
54
68
:!:
:!:
3
6
77
97
:!: 4 50
250 mi
,,11
_.)
~1cru~d1da1,_L L1 in;1\ t
de HC: que van a c011sumir'. por 1.00() kcil (grado B, i\D/\l, idealmente m:1s ck
Planes de alimentación por r:iciones. Sisrcnus 40 g d1:1rios o 20 g/l ,00() kcal/día (grado:\, F1\SDl.
de intercambio dl' racione:;: b hasl' dl' los pLincs !fav d:ttos que suginl'n LJllC el consumo ck dictas con
de alimcntaci<'in por r:1cio1ws consistL' l'll h cL1- un altu contenido en fibrJ (SO gramos diarios) redu-
sificación de los alimentos en seis grupos en ce las cifras de glucemia en la DJ\1 tipo 1, la hiperi11-
función del nutriente principal que contengan: sulinemia y la lipemia en DM2, aunque no existe
leche, farináceos, frutas, verduras, alimentos ninguna evidencia fuerte para recomendarlo'. En to-
proteicos y grasas. A cada grupo se le identifica do caso hemos de comentar que una de las medidas
y agrupa por cantidades equivalentes de su prin- más difíciles de llevar a la práctica es alcanzar estas
cipal nutriente: HC, proteínas o grasas. Este sis- altas cantidades de fibra alimentaría.
tema genera unas listas de intercambios
equivalentes de alimentos"'. Ed11lcora11tcs
3. I:stin1aciones de recuento basadas en Ja experien-
cia: Los pacientes adiestrados en el recuento de Los datos procedentes de estudios clínicos han de-
raciones de HC y los planes de alimentación por mostrado que el consumo de sacarosa no incrementa
raciones automatizan el cálculo v lo introducen la glucemia más que la ingesta de una cantidad isoca-
de manera habitual en su dicta, 'modificando el lórica de almidón. La inge.sta de sacarosa y de alimen-
tratamiento en función de la ingesta. tos con contenido en sacarosa en diabéticos no tiene
Hasta la fecha, los estudios no han demostrado que ser necesariamente restringida siempre que se con-
la superioridad de ninguno de estos métodos de temple en el total de los hidratos de carbono consumi-
relación entre la ingcsta de HC v la respuesta dos para el cálculo de las unidades de insulina (grado
glucémica respecto a los otros, aunque hav da- ADA). Al igual que en la población generaL el con-
tos que avalan positivamente d papel de la libe- sumo de azúcares libres no debe exceder el l 0'/;, del
ralización de la dicta en ck1hetes mellitus con total de energía diaria (grado A, EASD).
ajustes insulínicos en funcic'Jn de la dieta'·.
dosis elevadas puede tener un efecto negativo sobre el de cada individuo y la necesidad de perder peso serán
perfil lipídico. Entre los edulcorantes no calóricos se los principales determinantes de las recomendaciones.
encuentran: la sacarina, el aspartamo, el acesulfamo Así, por ejemplo, se recomendará el consumo de HC
potásico y la sucralosa 1• 18 • Los azúcares alcohólicos y en caso de ser necesaria la pérdida de peso o de mo-
los edulcorantes no nutritivos son seguros cuando se noinsaturados en pacientes con hipertrigliceridemia o
consumen en los niveles establecidos por la FDA (gra- hiperglucemia posprandial1.
do A, ADA). Los aceites ricos en ácidos grasos monoinsaturados
son útiles como fuente energética y dependiendo de las
La grasa en la dieta y la diabetes preferencias individuales pueden proporcionar del 1 O
al 20% de la energía total (grado B, EASD).
Contenido total de grasa
A.ciclos grasos poliinsaturados
Las recomendaciones respecto al consumo de grasa
en la población diabética se basan fundamentalmente Las dietas con alto contenido en ácidos grasos po-
y se extrapolan de estudios epidemiológicos y contro- liinsaturados parecen tener efectos similares a los mo-
lados realizados en la población no diabética. La reco- noinsaturados sobre el perfil lipídico 2 •
mendación actual sobre la ingesta total de grasa dice
que no debe exceder el 35% de la energía total en su- Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 {lu-3}: Los
jetos en normopeso (grado C, EASD). suplementos con ácidos grasos poliinsaturados de ca-
dena muy larga (suplementos con aceite de pescado, ri-
Ácidos grasos saturados y colesterol cos en w-3) han demostrado reducciones de los niveles
de triglicéridos en diabéticos tipo 2 hipertrigliceridé-
El objetivo principal en relación con la ingesta de micos, aunque va asociado a un aumento discreto de
grasas en los diabéticos es disminuir el consumo de los niveles de LDL'. Además de esto, el consumo de
grasas saturadas y de colesterol. El contenido de gra- ácidos grasos lu-3 del pescado o procedentes de suple-
sas saturadas se debe reducir a menos del 7% (grado mentos ha demostrado reducir los eventos cardiovas-
A, ADA) o del 10% (grado A, EASD) del contenido culares adversos, pero la evidencia con el ácido
calórico total. En individuos con diabetes se debe limi- linolénico es aún escasa y poco concluyente. Las reco-
tar el consumo de colesterol a menos de 200 mg dia- mendaciones americanas abogan por el consumo de
rios (grado E, ADA) o 300 mg diarios según la EASD más de dos raciones de pescado semanal (con la excep-
(grado A), con mayor restricción si es necesario. ción de los preparados de pescado frito precocinados)
para proporcionar una cantidad suficiente de ácidos
Ácidos grasos monoinsaturados grasos poliinsaturados w-3 (grado B, ADA).
Ácidos grasos poliinsaturados omega-6 (w-6): La
La sustitución de ácidos grasos saturados por mo- sustitución de ácidos grasos saturados por poliinsatu-
noinsaturados ha demostrado tener un efecto benefi- rados tiene un efecto beneficioso sobre la concentra-
cioso sobre el perfil lipídico y sobre la sensibilidad a la ción de lípidos, la lipoproteína lipasa sérica y la
insulina, mejorando la tolerancia a la glucosa 19 • Exis- sensibilidad a la insulina 19 • La recomendación respecto
ten algunos trabajos comparando dietas isocalóricas a que la ingesta de ácido linoleico en la población dia-
con dietas bajas en ácidos grasos saturados con alto bética no exceda el 10% de la ingesta energética total
contenido en grasas monoinsaturadas frente a dietas se debe a la posibilidad de que un consumo superior
con alto contenido en carbohidratos, observándose re- pudiera incrementar el riesgo de peroxidación lipídica
ducciones equivalentes en el colesterol LDL. Las dietas en el organismo. Aunque no hay evidencias directas
con alto contenido en HC (aproximadamente el 55% que apoyen esta recomendación, la EASD sigue reco-
del total de la energía en forma de HC) incrementan la mendando que el consumo de ácidos grasos poliinsa-
glucemia posprandial, la insulinemia y los triglicéridos turados no exceda el 10% de la ingesta calórica total
cuando se comparan con a aquellas con alto conteni- diaria (grado C, EASD).
do en monoinsaturados. Sin embargo, las dietas ricas
en monoinsaturados no han demostrado mejorar la Ácidos grasos insaturados trans
glucemia basal ni reducir las cifras de hemoglobina gli-
cosilada. En otros estudios, cuando se reduce el consu- Los ácidos grasos insaturados trans, junto con las
mo calórico total diario, no se observa el efecto grasas saturadas, son los principales determinantes die-
adverso de las dietas ricas en HC sobre el metabolismo téticos del nivel de LDL plasmático. Un metaanalásis y
hidrocarbonado. La ADA recomienda un consumo to- otros estudios controlados han confirmado el efecto ad-
tal diario con un 60- 70% de la energía procedente de verso de los ácidos grasos trans sobre el colesterol LDL,
HC y grasas monoinsaturadas. El perfil metabólico el colesterol HDL, el tamaii.o de las partículas LDL y los
La dieta en el tratamiento de la diabetes mellitus ~· 91
( ,() !1]
la hemoglobina glicosilada en el grupo intervención ingesta adecuada de nutrientes que proporcione una
tras seis meses de seguimiento, sin incrementos en el adecuada ganancia ponderal durante la gestación. En
peso ni en la frecuencia de hipoglucemias graves. Esta el caso de mujeres con diabetes gestacional y sobrepe-
estrategia ha sido recomendada por el Nacional lnsti- so u obesidad puede estar recomendada una restric-
tute of Clínica\ Excellence (NICE), ya que puede faci- ción discreta de energía e HC (grado E, ADA).
litar el manejo de la diabetes tipo 1 por los propios La cantidad y la distribución de los HC se indivi-
pacientes. La liberalización de la dieta mediante el dualizarán durante la gestación en función del peso
ajuste de las dosis de msulina y el recuento de racione:, ponderal durante el los
de HC se de un;1 en ei ¡u;1 l·i<1hlro:; y los rcsulrados de Jos conrrok:s dz'
do de sJtisfa(CÍÓn de lus pJc1c11tt'S con el tL.tL11111ent()~ La dict2 dchcr;Í
) L·~ '--·,: i l
rrar~11·111cilt(J 111L¡__'J1~J\'{)
o la dieta hipocalórica sola son menos eficaces que b ro dentro de la obesidad hay varios grados (5), y estos
combinación de ambos a la hora de prevenir dicha evo- grados diferencian a los obesos entre sí y delimitaran a
lución de IG a diabetes'. su vez la topología del ejercicio. No es lo mismo el dia-
bético con obesidad grado 1 \índice de masa corporal
EJERCICIO Y DIABETES 1\lELUTUS TIPO l (l:V1C): 25-26,9 Kg!m2] que el diabético con obesidad
grado 4 [L\rlC: 40-49,9 Kg!rnl]. Un diabético del primer
En nii1os y adulescemes con diabetes tipo l (D\:11 i, no tendrá en principio, problemas para desarrollar
físico adquiere una imporLrncia cuaiquier programa de ejercicio ¡xFa él. Fn
Lon10 1nccan1sn10 para con~cguir~ ¡unto con ri pu ck pac1enre, éste cSLl:
el tr~H;J111iento insulínícn \' uhc:sidad. Ucbn5
mas habitual) diabético sedentario que el único ejerci- pequeño paseo. Un pequeño "step" portátil en el baño
cio que hace es apretar el botón del mando a distancia para realizarlo durante 10-15 min. antes de la ducha dia-
del televisor. En el primer caso no tendremos mas pro- ria puede ser otra opción. Se trata de compensar en lo
blema que conseguir armonizar el nivel de ejercicio, posible el exceso de calorías de la dieta. Desgraciada-
que en algunos pacientes puede llegar a niveles de cua- mente, el más pequeño alimento supone un aporte de ca-
si profesionalidad, con el control de cifras glucémicas lorías que precisa una actividad física "desmesurada"
antes y después de la actividad deportiva. Son nume- para compensarlo. Comer dos croissants en un tiempo
rosos los deportistas que consiguen controlar su diabe- máximo de unos 10 min., supone una ingesta de 420
tes casi exclusivamente con ejercicio físico y dieta. Bien Kcal mientras que caminar una hora a una velocidad de
entrenados, conocen perfectamente los síntomas de hi- 5 Km/hora supone un gasto calórico de 210 Kcal. Esto
poglucemia y la combaten adecuadamente. De cual- es lo que se viene denominando el "drama calórico" 2 •
quier forma, este tipo de pacientes se presentan más
frecuentemente en la diabetes tipo 1 que en la tipo 2 EJERCICIO Y DIABETES GESTACIONAL
donde la obesidad y el sedentarismo son habituales.
En el caso mas común del paciente sedentario con dia- Si el ejercicio es importante en cualquier embarazada,
betes, el planteamiento inicial es simplemente romper en la diabética lo es con mayor razón. Si bien, las reco-
la rutina de la falta de ejercicio. El podómetro, arte- mendaciones dietéticas y de actividad física para las mu-
facto de pequeño tamaño que cuenta los pasos dados jeres diabéticas gestacionales no se diferencian de las
en un intervalo de tiempo por el portador, sirve como recomendadas a cualquier mujer gestante\ la mujer em-
motivador y verificador del número de pasos dados barazada que desarrolla diabetes, tiene pocas alternati-
por el paciente. Muchas veces informa al mismo de lo vas terapéuticas y antes de recurrir a la administración
poco que anda realmente. Comenzar con una cantidad de insulina hay que instaurar un programa de dieta y
inicial de 7.000 pasos al día e incrementar esta canti- ejercicio controlados. Tanto uno como otro variarán en
dad hasta los 10.000 pasos/día cuando se alcance re- función del trimestre de la gestación en que se encuentre
gularmente la cifra inicial de 7.000 no es en absoluto la gestante. En el primer trimestre, la mujer diabética tie-
un objetivo descabellado para ningún diabético seden- ne menos peso y, por tanto, más facilidad para hacer
tario y constituye un buen punto de partida para cam- ejercicio, pero también tiene más predisposición a una
biar hábitos falta de actividad física. posible amenaza de aborto si éste es excesivo. En el últi-
La edad es otro factor limitante a la hora de practi- mo trimestre es menos probable que el ejercicio afecte al
car una actividad física regular. Los mayores pertenecen desarrollo ya de por si avanzado del feto, pero el peso li-
a unas generaciones en las que practicar ejercicio era ac- mitará a la diabética gestante a la realización de este. Por
tividad de deportistas profesionales, desocupados o ma- lo tanto, andar o practicar la natación (aunque algunos
niáticos y lo aceptan mucho mejor como hábito social ginecólogos prefieren evitarla por el posible riego de in-
para relacionarse con personas de su edad en grupos que fecciones) constituirán actividades físicas suaves fácil-
asisten a clases colectivas como parte de una terapia ocu- mente toleradas por la gestante, que acompañadas de
pacional que como parte de unos hábitos saludables que cambios en la alimentación posibilitarán el control glu-
mejoren el control de su diabetes. Hay que tener en cémico durante el embarazo. El mencionado podómetro
cuenta las limitaciones físicas que acorde a la edad de ca- es de gran utilidad aquí de cara a dosificar el ejercicio.
da paciente nos harán pensar muy bien el tipo de progra- Este puede separarse en dos o mejor tres periodos diarios
ma a instaurar. La artrosis está presente en un porcentaje de pequeña duración de unos 4.000-5.000 pasos. Este
elevadísimo de integrantes de este grupo. Por este moti- enfoque de la actividad física reglada es el mismo en el
vo, el comentado podómetro puede ser de utilidad en es- caso de la mujer diabética tipo 1 o tipo 2 embarazada co-
te grupo. No despreciaremos el aprovechar los grupos mo de la diabética gestacional. Se intentará conseguir
colectivos que suelen programar ejercicios asequibles y glucemia media basal inferior a 100 mg/dl y entre 90-
con un ambiente que les ayuda a evitar el aburrimiento 140 mg/dl posprandiales (1 hora), para evitar las compli-
que es el principal motivo de abandono de cualquier pro- caciones en el embarazo y parto, según el GEDE9.
grama de ejercicio físico de cualquier nivel.
Los integrantes de los grupos de edad mas bajos son DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE EJERCI-
mas proclives a la actividad física y si bien no tienen las CIO FÍSICO EN LA DIABETES
limitaciones físicas de los mayores, la falta de costumbre
constituye el autentico obstáculo a vencer. Otro gran Dejando a un lado a aquellos diabéticos tipo 1 o ti-
handicap de la población diabética activa es la falta de po 2 que realizan ejercicio físico a nivel de deportista
tiempo para practicar deporte reglado. Hay que recurrir profesional y que precisan un programa específico y
entonces a pequeños "trucos", como subir escaleras, de- diseñado en exclusiva para ellos, el resto de los diabé-
jar el coche en casa o aparcarlo lo suficientemente lejos ticos pueden englobarse en función de sus comorbili-
del centro de trabajo como para que sea necesario dar un dades. El ejercicio prescrito se basará en ejercicios
El ejercícío en el tratamiento de las diabetes mellitus
aeróbicos, esto es, ejercicio de baja intensidad y larga rno para un obeso que para un delgado, lo mismo para
duración como caminar, correr, nadar, montar en bici- un sedentario que para un atleta. Todos gastan 1 MET.
cleta, etc. Las necesidades metabólicas de oxígeno son En términos de valores absolutos, sí es diferente el gasto
satisfechas por el aparato cardiovascular y respirato- calórico entre ellos, pero sirve para unificar criterios 2 • Las
rio. Se utilizan como nutrientes grasas y carbohidra- fuentes de energía utilizadas por el músculo esquelético
tos. L1 glucosa se metaboliza por las vías aeróbicas y varían según se encuentre en fase de reposo o ejercicio.
no se produce mucho hcrato. La frecuencia cardíaca En reposo, sólo el 10% de la energía producida por el
debe ser de menos del 80';<, del m5ximo según edad \" músculo procede de la oxidación de la mientras
los ni\"clcs de Ltcrato en sangre por ck que e! 85-90'~º de los kid(ls gLNJS 1 ci l-2};, de
del umhL1l <HLten'Jhico (menos ck c'f mrnul/l
c:1usa. !fasta un11 acnvicbd un como c'S incL1holisn10 p;1\~l de ser ~nL1crohin
un gasto calórico de solo )()() kcal pur semana apon11 Lt1Hr;Jci<')J1 de i:n sangrt~ ~e n1~11Hl\::11c
beneficios cardiovascubres e11 personas previamente se- rncme consta11te como resuk1do de ius 111ecanislllos dv
dentarias''. Por r:111ro, b instauración de un program:i contrarregulaci<Í11 (producción de glucosa \' n:-
de ejel"L'icio debe sc:r grachul, habida cuenta que el mas loL'icbd de absorrnín de por el nll';sudo)'.
ligero aumento de h actividad física de u11 p11ciente. \ 11 El gluc1g('lll es importante· a b hora de la glu
de por sí comporr11 hrncficios. U11a H'Z alcanzado el pri cemi~1 durante el ejercicio intenso o prolong:1do \' lo e:,
mer 11i\cl de :1crividad 1· rora h din:1rnic:1 seclcntari:L p:1- en menor I11l'did:1 cuando se tr11t:1 de ejercicio ligero ~1
sarcmos :1 phntc:1r nuevos ohjeti\"(is que siempre ser:1n moderado. Desempd1J u1L1 func1611 rn1wor en Ja, perso·
realistas 1· no prete11dcr1ín mnas imposibles de Cllrnplir n~1s 110 cnrre1u&1s que en las personas que habitualmen-
por el paciente. Esto va a desanimar al paciente y posi- te hacen ejercicio regular. El cortisol y la hormona de
bilitaría el abandono del programa por este. crecimiento forman parte ele las hormonas conrrarrregu-
Algunas sociedades científicas recomiendan un in- ladoras que ayudan a bloquear los efectos de la insulina
cremento del ejercicio en el diabético de forma gradual durante el ejercicio. Esto tendrá que ser tenido en cuen-
desde 30-45 minutos entre 3 y 5 días a la semana hasta ta ya que el aporte de insulina en el diabético es constan-
un total de 150 minutos a la semana". En ADA, esta re- te según una pauta que deberá ser modificada en función
comendación de 150 min/semana de actividad física del ejercicio. El ejercicio físico incrementa el consumo de
moderada, con una frecuencia cardíaca máxima del 50- oxígeno, la frecuencia cardíaca y el ritmo respiratorio y
70%, o al menos 90 minutos de actividad intensa (> estos parámetros, dentro de determinados límites, con el
70% de frecuencia máxima) se considera el mínimo. De gasto calórico y la intensidad de la actividad física reali-
cualquier forma debe distribuirse en al menos tres días zada. Teniendo los datos de gastos calórico que se en-
de la semana y no deben transcurrir mas de dos días cuentran en distintas tablas publicadas", los de
consecutivos sin realizarla". En aquellos pacientes dia- frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio y MET de la acti-
béticos sedentarios cuyo riesgo de sufrir un episodio co- vidad física en cuestión podremos calcular el gasto meta-
ronario a los l O a11os es igual o mayor a 10% antes de bólico para un individuo determinado (Tabla 2).
empezar una actividad física aeróbica de una intensidad Debemos, por tanto, prescribir el ejercicio físico que
superior a una marcha rápida, se debe realizar una ocasione el mayor gasto energético dentro de las posibi-
prueba de esfuerzo controlada con electrocardiograma. lidades y sociales de cada cual. En d caso del dia-
Se tendrá en cuenta también la posibilidad de otras po- bético obeso, esto nos avudar5 no sólo a controlar l:i
sibles contraindicaciones al ejercicio como: hipertensión glucemia sino a una reducción del pe-
no controlada, neuropatía autónoma gr~we, neuropatía so corporal.
periférica grave, rnínopatía preproliferativa o prolifera-
tiva o edema macular. ERUUO Y Pi
D!
DETER1vUN/HJ()'.'\ DEL GASTO
o se incrementa el consumo de carbohidratos. La res- sidad moderada el suplemento será de 15-20 g por cada
puesta al ejercicio provoca la hipoglucemia inmediata 30 min. y en los de intensidad alta suplementaremos con
debida a la disminución de la producción hepática de 20-25 g por cada 30 minutos de actividad. Los suple-
glucosa, al aumento de utilización periférica de glucosa mentos se harán en varias tomas evitando comidas co-
y a la disminución de la lipólisis. Tras la actividad física, piosas que provocarán hiperglucemias iniciales. Se
hasta varias horas después de acabar el ejercicio, se pue- intentará que sea en forma líquida, de forma que ayuden
den producir hipoglucemias por otros mecanismos. El a la rehidratación. Son recomendables las bebidas isotó-
músculo esquelético está necesitado de glucosa para re- nicas. En caso necesario se pueden utilizar barritas ener-
poner los depósitos de glucógeno consumidos. El ejerci- géticas o pequeñas cantidades de hidratos de carbono de
cio aumenta la sensibilidad de la propia insulina, absorción rápida con poco contenido en fibra para evi-
mejorando el transporte de glucosa al interior celular tar problemas de digestión y absorción. Si al finalizar el
gracias en parte al incremento del GLUT-4, principal ejercicio, la glucemia es menor de 100 mg/dl, también se
transportador de glucosa en el músculo estriado, alar- tomarán suplementos de carbohidratos pero tanto de ab-
gando y potenciando los efectos de la misma. Todo esto sorción rápida como de absorción lenta o intermedia pa-
hace que las peores hipoglucemias son las diferidas en el ra mantener la glucemia durante las horas posteriores y
tiempo, porque encuentran al diabético desprevenido. facilitar la recuperación muscular.
Por tanto, en caso de que antes del comienzo del ejerci-
cio la glucemia sea menor d 100 mg/dl, el diabético de- Hipcrgluccmia
berá consumir carbohidratos en proporción a la
intensidad del ejercicio a realizar. En los individuos que Un paciente diabético tipo 1 sin insulina o con can-
no son tratados con insulina o inductores de la secreción tidades muy insuficientes de ésta, a las 12-48 h. des-
de ésta, la hipoglucemia es poco frecuente. No suele ser arrolla cetosis y el ejercicio puede empeorar la
necesario suplementar con carbohidratos cuando los hiperglucemia y la cetosis. En este caso se deberá sus-
diabéticos están en tratamiento con dieta solo, metformi- pender la actividad física intensa, no así la actividad fí-
na, inhibidores de la a-glucosidasa o tiazolidindionas. Si sica ligera. Si no se produce cetosis o el paciente no se
acaso, posiblemente disminuir la dosis de fármacos encuentra mal, no es necesario suspender el ejercicio
cuando el ejercicio se convierte en algo regular, lo cual es sólo por la hipergluccmia 11 • En cualquier caso, el dia-
un éxito de la actividad física. bético deberá intensificar los autocontroles de glucosa
Será importante verificar los niveles de glucemia me- en sangre capilar pre y post ejercicio. En el caso de que
diante autocontrol con reflectómetro. Niveles de 100 la terapia habitual sea insulina, el paciente estará ins-
mg/dl a 250 mg/dl son indicativos de baja probabilidad truido para manipular la dosis de insulina en un mar-
de sufrir hipoglucemia al realizar ejercicio físico. En el gen de dos unidades arriba o abajo. De esta forma,
caso de que el ejercicio dure más de 60 minutos habrá podrá adaptar la terapia a las glucemias en cada caso
concreto. Si el tratamiento son antidiabéticos orales, el
que disminuir la cantidad de insulina rápida alrededor
margen de maniobra estará más limitado y tendrá que
de un 30% cuando el ejercicio es suave, <lee un 50 hasta
ajustar la dieta y el ejercicio a esta circunstancia, no
un 70% cuando es moderado o intenso, y de un 20 a un
debiendo alterar la dosis de antidiabéticos orales.
40%, la insulina lenta en estos dos últimos supuestos en
función también de la duración del ejercicio. A más tiem-
EJERCICIO Y COMPLICACIONES CRÓNICAS
po y mayor intensidad, mayor reducción de las unidades
de insulina previa al ejercicio. Los ejercicios de baja in- Neuropatía diabética
tensidad (caminar, nadar a ritmo suave, montar en bici-
cleta) tienen un bajo consumo de carbohidratos y será En la neuropatía, el ejercicio deberá ser vigilado y re-
suficiente con aportar 10-15 g de hidratos de carbono gulado en función del posible daño local que éste pueda
por cada 30 minutos de actividad física. En los de inten- producir. Pequeños traumatismos en los pies, no percibí-
Tabla 2. Valores aproximados de ritmo respiratorio, frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno y gasto calórico en diver-
sas actividades físicas en adultos
Volumen respiratorio Consumo 02 Frecuencia cardíaca Gasto calórico
Actividad
(l/minuto) (l/minuto) latidos/minuto (Kcal/Kg/h)
dos por el diabético debido a la disminución del umbral física suave o moderada. Es posible que tampoco el ejer-
de dolor y de la sensibilidad que presentan estos pacien- cicio intenso aumente la tasa de progresión de la nefro-
tes, pueden dar lugar a lesiones tórpidas. Deber<1 usar un patía diabética y que no sea necesaria ninguna restricción
calzado anatómico y cómodo, sin zonas de compresión específica pero, en cualquier caso, y hasta que no dispon-
o roces excesivos. Tras el ejercicio, los pies y otras zonas gamos de más datos, al igual que en el caso de la rctino-
anatómicas sometidas a roces y/o traumatismos deberán patía diabética, st evitarán ejercicios que impliquen la
ser examinadas cuidadosamente v tratadas localmente realización ele maniobras de Vasalva por el aumento que
auwmímic1 modifica conllevan de ele\ ación ck b arterial.
da de peso planteado. La consecuencia es la vuelta al and obesity. Public Health Nutrition, 10 (10"), October
peso original o incluso mayor que el que se tenia al ini- 2007.
cio, con los perjuicios que eso conlleva, en cuanto a 8 De Leiva A., Corcoy R. Nutrición en la diabética gestante.
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El rr;1nmicnrn C()il insulina se cst:í utilizando por
ios pacicntL'S diah0tiLns tipo 1 > un;1 buL·na parre de Jo,
diabéticos tipo 2 desd1: h;1ce más dt· 80 ;1Í1os. Aunque Li r(lJ"lll;1 n1;1c. fi-,i(1log1c;1 ck h iilSU!i11;1
;ídlllllí!\lr;H
debemos a Fhnti11g \ Best su dcscuhri1111L·nto en J 92 l. l'S por \Í;l ÍlltrapLTÍlOl1C;11 (iLlCl;lel SiStc'll1'1 porL1ii, r1L'
hast;1 1926 no dispusimos de L1 insulin;1 cristalina que ro L'll Li 1c:1 ec; difícil s;1ho 11wd1:rnte di,íli,is pni-
ha llcg;1do ;1 nuestros días. L·ompuesl<1 por hexámcros ro11e;1l. Li 1 ía onl 110 ec; ,·1ri! por Li dcgrad:1c1<'rn
de insulina rodeando a un núcleo de zinc, con u11;1 du- digcsti1·;i de h 1muli11a. l.;1 1 Í;i rccul podrí;1 us;nsc. pe·
ración de acción aproximada de 6 horas. Con el fin de ro no parece más cómoda que b subcut:'ínea. La insu-
prolongar su acción y así disminuir el número de do- lina cristalina por vía intramuscular consigue picos y
sis, el grupo de Hagedorn unió la protamina, consi- duración de acción intermedios entre la vía intraveno-
guiendo la llamada insulina NPH (Neutral Protamina sa y la subcutánea, pero, a largo plazo, puede produ-
Hagedorn). Tanto la insulina cristalina (también lla- cir hematomas, dolor y fibrosis.
mada regular) como la NPH (también llamada isofa- La insulina en polvo inhalada llegó al mercado, con
na) se obtenían inicialmente de páncreas de animales, limitaciones para los fumadores, asnúticos mal con-
pero, recientemente, la ingeniería genética ha conse- trolados o pacientes con EPOC avanzada. Su pico y
guido insulina con estructura igual a la humana, las duración de acción es más rápido que la insulina cris-
llamadas "insulinas humanas". Últimamente, se han talina, adaptándose bien al pico de glucemia pospran-
venido introduciendo en el mercado insulinas genéti- drial, pero fue retirada del mercado a finales del afio
camente modificadas llamadas "análogos de la insuli- 2007 argumentando motivos económicos.
na humana". Unas son de acción más 1«1 pida que b Las vías de administración intravenosa y subcut;'í-
insulina cristalina (insulinas lispro, aspart y glulisina), nea de la insulina son en dcfiniti\·a las nús utilizadas.
y otras más lentas y estables que la NPH (insulinas Por vía intr;wenosa sólo es utilizable la insulina
glargina y detemir). ·fa¡ diwrsidad de insulinas ofrece cristali1u, sea inyectada directanwnre o bien diluida en
una amplia gama de posibilidades para adaptarse a ca- suero salino. Tiene una indicación en situaciones
da paciente, buscando un csquem;i de administración agucfas porque su comienza en pocos minutos,
personalizado. alcanzando su m'1xima acción en 1 a 2 \
Li insulina se mide en Unidades Internacionales reciendo a hs 3 a 4 hor~is.
). Un miligramo del intern:Kional contie- Para un uso m5s prolongad1i, b \ Ll es h
ne 24 UI de insulina ( l UI equivale a 41 ~tg de insuli- subcut;Íne:1 por su fricil acceso, permitir un almacén de
na). La concentración de los preparados disponibles es insulina suficiente en ci tejido gr:1so, ¡ no
de 100 Ul/ml. A modo de orientación, un diabético ti- complicaciones i111porr~111tes ..\ parrir d'-· ;1hor:1. sólo
po l suele necesitar entre 0,5 y l Ul/Kg/día. y un dia- nos referiremos a ella.
bético tipo 2 :1lgo más, si bien, en cualquier caso las En la Figura l se c'squernatizan los perfiles forrna-
dosis usadas inicialmeme son menores para evitar hi-- cocinéticos de las diferentes insulinas disponibles en el
poglucemias. A efectos pr;1cticos podríamos decir que mercado. C1be destacar que la duración rnedi,1 de ac-
1 a 1,5 UI de insulina metaholiz:rn 10 g de hidratos de ción no reprcsenc1 ohligadarnente lo que ocurra en un
carbono. p;1ciemc concreto. porque la \·ariah1lidad es alta entre
104 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Análogo rápido
cu
.i::::
:s
(/)
.i:::: Cristalina
(lJ
-o
o
ü
1
~
1 E
(/) Intermedia
1
-Cll
1
o.. Insulina lenta
1 (ii
1
1 .2'.
z
los individuos e incluso en el mismo individuo someti- en muchos diabéticos tipo 2, consiguiendo controlar
do a diferentes circunstancias. mejor que la IHC las hiperglucemias posprandiales
con menor riesgo de hipoglucemias. Son también úti-
Insulinas de acción rápida les cuando interesa un control rápido de la hiperglu-
cemia, en forma de bolos suplementarios. Por su
Hasta hace poco, la única insulina de acción rá- corta duración de acción se utilizan asociadas a otras
pida disponible era la insulina humana cristalina o insulinas ele acción rn:1s prolongada.
1JHCi, que depositada e11 el tejid()
subcutáneo en forma de he:dmeros. Desde llí di
socia par11 arra1·csar loe, cipil1trl's 1· clifund1
Ll' s;.1ngui,llc'<J. ~u t.'fi..'c'rc1 i__-{
• • ~ < ) 1
n11nurns. tiene nL1>.:1nL1 ~L'rI\·¡zt~1l1 en
il;1iJ1;1 l'il tO!TiO
ad1111111stc1 l.U it
ocurre rn11s tarde v duc1 más. Por esta L17l lll. el ries
go de hipoglucemia pospra11d11il tardía es elcv11do. 1 1·idas lenta 1· repetidamenre hasta conseguir un11 enrnl
es recomendable b ingesL1 de un suplemento alirnen· sión complct:J. .'\I igual que con la IHC. se in1cct:1r:1n
Lirio tr1111scurricbs. apro;;im11damenlT, ) 11 4 hoL1s 2() :1 .)0 minutos ;rntc·s de Li correspondicmc comid:i.
de la invección, es decir. 11 media m111];11L1. l'll 11wrie11- Por sí sohs f'.:PH y i\Pl pueden cubrir Lis neccsid11des
da \.. al acostarse si se l!Sl1 IHC 1111tes del de-;anrno.
. h:isak-; dc i11suli11:1, pero dificilrnrntc conrrol:111 l:i hi-
almuerzo y cena. Por su duración de acu(.)11 ha de in- perglucrn1i11 postpLrndi11l precuz, por lo que se sL1L·le11
yectarse cada 6 horas, o hien asociarse a otras insu- asociar a insulinas rápidas.
linas de más larga acción La insulina NPH se puede mezclar de forma esta-
Los análogos de insulina de acción rápida (AnR) ble con IHC, sea de forma manual extrayendo ambas
han solucionado algunos de los problemas de la IHC. de su vial mediante una jeringa, o bien adquiriendo
Son obtenidos por tecnología del ADN recombínan- plumas premezcladas comercialmente preparadas a
te, incorporando pequeñas modificaciones de la se- dosis fijas (30% de IHC y 70% de NPH). La mezcla
cuencia de aminoácidos de la insulina humana que mejora el perfil farrnacocinético de la insulina inter-
evitan la formación de hexámeros. Su absorción es media, pero algunos pacientes siguen sin conseguir
más rápida, su comienzo y pico de acción son más un control suficiente de la hiperglucernia posprandial
precoces, y su duración m<"ÍS corta que la IHC, adap- precoz (en las primeras dos horas después de la comi-
tándose mejor a la excursión posprandrial de la glu- da) o sufren hipoglucemia pospranclrial tardía (entre
cosa, sin perder su unión al receptor y sus acciones 4 y 6 horas después de la comida). Por estas razones
tisulares específicas. Por eso se les llama "insulinas las mezclas de insulina humana han venido siendo
prandiales" o "bolos", aunque. en sentido estricto, la sustituidas por análogos de insulinas protaminados,
IHC también tiene una acción posprandial. Hay tres que comparten una acción mixta (rápida e interme-
análogos comercializados. En la insulina lispro se ha dia) mejor adaptada al pico postprandial de la glucc
cambiado la prolina del aminoúcido B28 por la lisina mía ("insulinas hif:1sicas"), de los que actualmente
del B29; en la insulina 11spart se ha G1mbiado !a pro- disponemos al 2S, 30 )' 50%, de anúlogo r:ipido.
lína del aminoácido B28 por <Ícido aspárrico y en la Igual que los AnR se ll1Yectan inmediatamente :rnrc~
insulina glulisina se ha cambiado b asparragina por de b comida.
lisina en el amino<kido B3 y la lisi11:1 por glut<imico
en el aminoácido B29. Esta última es la única que no
tiene zinc Todas elhs se admi11istr1111 inrnediaL1mc11-
te antes de la comida, lo que permite gran flexibil1 Son análogos de insulina de acción lema (,.\11Li.
dad en cuanto a horario \.tipo de comilb. Se puede I.a insulina glargina es soluble en el vial a pH ácido
inyectar al final de la comida en pacientes que no )'precipita en microcrisrales al llegar al tejido subcu-
pueden prever la ingest:1 a realizar (1rncianos con de- L"Ínco. lo que enlcntece su absorción. Li insulina ele··
mencia) o cuando la glucemia prepranclial es baja. temir es otro 1111<1logo lento soluble, que en este caso
Estas insulinas forman parte ele las pautas usadas ha- permanece líquido en el tejido suhcut~1neo. I.lq.'.a
bitualmente en la mayor111 de los di:1héticos tipo 1 \ pronto ~1 b sangre, donde se une a la albúmina a tra Vl'S
106 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
de una cadena de ácido graso, desde donde se libera Pauta sliding sea/e (Tabla 2, Figura 2)
de forma constante. Ambos análogos han conseguido
una cinética más estable, reproducible y duradera Cuando se pretende controlar a un individuo ex-
que la NPH, simulando mejor la secreción basal del clusivamente con IHC se puede administrar la insulina
páncreas normal, con una duración de acción aproxi- cada 6 horas por vía subcutánea (antes de desayuno,
mada de 24 horas en diabéticos tipo 1 y algo mayor almuerzo, cena y a mitad de la noche) o bien por vía
en diabéticos tipo 2. La mayor ventaja de estas insu- intravenosa con ajustes periódicos de la infusión. El
linas con respecto a la NPH es su menor incidencia uso de una pauta de insulina subcutánea en función de
de hipoglucemias, compatible con su perfil más pla- los controles se generalizó desde que su introducción
no. Su uso en una sola dosis se recomienda por la no- por Joslin en 1934 por su comodidad y sencillez, aun-
che, aunque puede hacerse por la mañana (sobre que no se adapta bien a las excursiones glucémicas.
todo, en caso de hipoglucemias nocturnas). La glar- No corrige bien la hiperglucemia postprandial y pre-
gina y el detemir muestran ligeras diferencias, aun- dispone a hipoglucemias postprandiales tardías, por lo
que sean similares en cuanto la disminución de que es aconsejabe un suplemento unas 3 a 4 horas des-
HbAlc y al riesgo de hipoglucemias1. '. La detemir pués de su administración. Por estas razones se stá sus-
tiene una duración de acción más corta que la glargi- tituyendo por pautas más modernas que consiguen
na, por lo que, frecuentemente, se distribuye en dos mayor estabilidad, mejor control y más flexibilidad. Se
dosis. La detemir precisa mayores dosis que la glargi- ha venido usando en la intolerancia o alergia a otras
na, tiene menor variabilidad intraindividual, no pro- insulinas (lo cual es excepcional), cuando desconoce-
duce aumento de peso en la diabetes tipo 1 y se mos las necesidades de insulina (diabetes de debut,
asocia a menor ganancia de peso en la diabetes tipo ingresos hospitalarios), en circunstancias agudas (pre-
2. Los AnL no permiten mezclas manuales con insu- anestesia, cirugía o cuando no hay información sufi-
linas rápidas, por lo que su administración conjunta ciente del tratamiento diabético que viene utilizando el
obliga a recibir de forma separada la insulina rápida paciente. Se aplica una dosis de insulina inicial en fun-
y los AnL. ción de los controles glucémicos, que puede ser muy
variada según las circunstancias particulares de cada
PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN SUBCUTÁNEA paciente (hay algoritmos iniciales diferentes según que
DE INSULINA (Tablas 2 y 4) las necesidades de insulinta del paciente sean altas o
bajas). Esta dosis inicial será titulada en las horas si-
En la práctica clinica, el paciente combina los dife- guientes según los controles glucémicos obtenidos, con
rentes tipos de insulina en las llamadas "pautas de in- la precaución de administrar menos insulina de lo cal-
sulina", adaptadas a cada circunstancia concreta. Las culado por el algoritmo si el paciente está bajo el efec-
más utilizadas son las siguientes: to de otra medicación antidiabética (u otra insulina).
e s s D s A M e
22 24 10 12 16 18 20 22
Horario
ma:; u1
En los p:Kientc·s que no corncr. ci :1porre hidro que consiste en :1dministur una i11suiinr1 "basa¡·· ck
c:Hhnrudn vcndrj :1 rr:11·,··s de suero gl11co<;:1do o :1li-
lllCIH:KÍ<'lll )':l rt'll tTr:1 i. "holos" dt· i11c;uli11,1 ré1pid:1 :111les de Lis comid:is. Par:1
los holos se preficrrn los 1\nR, \ ¡•rHJ h h1s.1!. in~
(l:ihh ~- Figur.1 ~: ,\nL por ClffS<H con 111t·11os hipogluccmÍ:i> \. !lLht>r flc
':ihilid:1d, :it111q11c· crn1 11L1yor costo que hs i1i:;uli1Lh
l !:11· p:KÍclltC'> que puedc·11 :1k:1111.:u llll uimrol glu· hu111:111:h. L1 i11suli1u h.1s:il se rituhr5 11 rcsult:Hlos
cérnico acqitnble c·on s<'llo dos dosis de 111suli11:1 día· de lus <lL1toco1itrnks h:1s,1les :111tt'S dt'I des:1n1no, \. la
rías, evir:111do p:111us m:1s i11cÓ1llodas, complic:1cbs y insulina r:ipida según los autocontroles posprandiales
costosas. Esta pauta suele plantearse a pacientes con (dos horas después de las comidas), haciendo los ajus-
diabetes tipo 2 que no tienen grandes exigencias de tes pertinentes a los cambios en la alimentación y ejer-
prevención de complicaciones crónicas y le sería pro- cicio físico que va a realizar el paciente en las horas
blemática una terapia intensiva (por ejemplo, algunos
pacientes seniles). Consiste en administrar una inyec-
ción de insulina intermedia antes del desayuno y otra
Tabla 3. Pauta de titulación para insulina bolo-basal
antes de la cena. Para mejorar el control posprandial
se suele usar una mezcla de insulina de acción prolon-
gada junto con rápida, siendo preferidas en este caso Ajuste de dosis
Glucemia antes del desayuno
previa
las insulinas bifásicas'. El problema más frecuente ele
esta pauta es la dificultad para controlar la glucemia Muy baja < 60 - 4 U!
Baja < 60 79 rng/dl. - 2 U!
Tabla 3. Pauta de titulación para insulina intermedia, Ideal 80 l 10 mg/dL No cambiar
lenta o bifásica dos veces al día ___ ___l:ígcramcnlc alta
Alta U!
de dosis
de desavuno y cena previa Muv alta
alta Ideal
141 - 180 mglcll +2a+4l'l
Muy alta 180 rng/dl + ·l a +6 l :¡ > 18U mg/DI l.'!
E! ~HHOl.."ontíni .rniC'> del '.'\l,n id pJr.1 titui:tr Li. i;1q:lin,1 dt.' l.1 ce Fi .:urqco1Hr( 1 l ,rnrl·.., d,,¡ dt''-.l) u:1n "-l..'!'\'ir,l ¡~.1r,1 rauL r l.! í!1~u!11;,1
!L.Ly el autncnntrol :J.lltl'S Jimuer1_c) y l.1 -:cnJ p,H,1 uruLu !.1 in-;uliru h.1:--J!. _,. d .1uwc01ltí()! po~pr.udiJl '-L'n·¡r,1 p.1u tituLu el .11L1ln~~,1 de
del dcsayunu. "iU1tnJ r.ip1J,1 (Pri"l''>pl1ndicrn1· J C>.1 comilb ¡ho]o\,
Si se us:1 rnsu!ina biLí.,;;Íc; o <>e ,1,,;;oci,1 ;rn.1!ogn de in->uiin.: d¡)id:i put',kn ro1.k (,1mhin th..' i11-;u!i!1;1 h.1,,1¡ por pJrrc de! p,1<..-l(n!t' >l' h,H.-Í l'!l !U11Clí.lll
ser llCn"SJrio-; Jutn.._·ontrdic<; ro<.,prJnd1,1!c..:, p;HJ CornpJcr,11- e! .1justt'. ,k Jutncontrok-., \k' ,11 rnuw..; -~ dí,Vi ...-cmsct.:Uil\ r.h. Lo-; -.-:1mhin'> "Obre l()'
Todo crn1hin de in'>u!iiu pPr p.irtc del pJl...'11.'nte Sl' h,1'-':lLÍ c11 .1u10..:nmrn- ¡--,,)Jo·) 1.k 111std1n,1 lul~r,ir1 dv (nll'>idn.ir l,1!1!;1.L1d ~- n¡~(' lk cnmi\Li" t'lt'r-
lc" de .1] mc110" ) dí,t'> C1;n-.,vt-uTn·~h. d<..·¡n P""i'Ll!11.lul .1 rc,d1¡,lr.
108 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
e s o A M e s
22 24 10 12 1€ ,. 20 22
Horario
D= desayuno. A= almuerzo. C= cena. M= merienda, S; suplementos.
Para simpilficar la Imagen se han supuesto dosis similares de insulina rápida en cada inyección
sucesivas. Cuando se elige como insulina basal un J\nL y la mitad antes de la cena comenzando 24 horas des-
no hace falta añadir suplementos alimentarios, pero si se pués de la última dosis de insulina lenta administrada
elige una insulina intermedia se aconseja añadirlos unas (se reduce la dosis total un 20% si se sospecha hipo-
4 horas después, para evitar hipoglucemias tardías. glucemias). La proporción inicial entre insulina basal y
rápida será de un 50%, llevándola, posteriormente, a
Otras pautas de insulinización un mejor ajuste mediante titulación.
Las pautas básicas descritas admiten múltiples va- TITULACIÓN DE LAS DOSIS DE INSULINA (Ta-
riantes. Hay diabéticos tipo 2 que pueden controlarse blas 2 y 4)
con una sola dosis de insulina de acción intermedia o
lenta, en tanto mantengan suficiente reserva pancreá- Una vez instaurada una pauta de insulina concreta
tica de insulina, generalmente, ayudados con antidia- hay que ajustar la dosis de insulina en base a los
béticos orales. Otros pacientes se pueden beneficiar autocontroles de glucemia realizados por el paciente
distribuyendo una mezcla de insulina bifásica en cada en diferentes momentos del día. Sólo la mitad de los
comida, por ejemplo mix 50 antes del desayuno, mix pacientes tipo 2 sometidos a tratamiento insulínico al-
50 antes del almuerzo y mix 25 o mix 30 antes de la canza niveles de HbAlc menor del 7%, por lo que ha-
cena. En otros casos es necesario usar inyecciones su- bría de procurarse una titulación más rigurosa. Las
plementarias de insulina rápida, por ejemplo, de ma- pautas de titulación han de individualizarse para cada
drugada, para evitar el fenómeno del alba, o en la paciente y circunstancia. Aunque son diseñadas para
merienda para controlar hiperglucemias vespertinas que el paciente las administre de forma autónoma, han
tardías. de ser discutidas con el médico en cada consulta. Son
al menos de tres tipos:
Tránsito entre pautas
Ajustes de anticipación de la insulina
Para el tránsito desde una pauta "sliding scale" a
una pauta en dos dosis, se administra un 20% menos El diabético modifica la dosis de insulina que va a
de la dosis total diaria, distribuyéndola 2/3 por la ma- administrar en función de los niveles de glucemia, ejer-
ñana y 113 por la noche) titulándola en los días suce- cicio físico y dieta de los días anteriores. Para evitar
sivos. Para pasar de una pauta de dos dosis de insulina oscilaciones excesivas, el paciente no debe cambiar
a una pauta bolo basal con glargina conviene también más de 2 UI en cada dosis. Por ejemplo, subirá la do-
reducir inicialmente la dosis un 20% (lo que no hace sis de insulina bifásica que se pone por la mañana
falta si se va a usar detemir). Para pasar de una pauta cuando observe durante varios días un aumento de la
de insulina basal lenta a una pauta de dos dosis se ad- glucemia antes de almuerzo y cena. Si el paciente pla-
ministra la mitad de la dosis total antes del desayuno nea realizar un ejercicio físico desacostumbrado puede
La insulina en el tratamiento de la diabetes mellitus 109
e o A e
disminuir h dosi'i de insuli11:1 prn isLl p:1r;1 csl' dí:i. '-ii glun·rn1:i supl'r:\ los ·;oo mg/dl :-,i11 ccto11uri:1 \ 'oc' vn
va a realizar u11 exceso de ingL'SU Lk hidraros de L·:u d1cnrr:1 hic11 podri:\ :u1:idir otras 4 UJ ck :\11R.
hono aumcmar5 la dosis de insulina r:ípid:i p:u:i es.1
comida. Los ajustl'S de anticipación no siempre supo-
nen cambios permanentes de la dosis, ya que se trata
de acomodar la dosis de insulina a los cambios de vi- Los procesos que impidan transitoriamente la inges-
da del paciente. ta alimentaria (por ejemplo, una gastroenteritis aguda)
obligan a un ajuste de dosis a la baja, aunque no a sus-
Ajustes compensadores de la insulina pender la administración de insulina. En una pauta bo-
lo-basal se mantendría la basal, disminuyendo la dosis
En un momento determinado, el diabético puede de los bolos. Otras enfermedades coexistentes pueden
encontrarse con una glucemia inadecuadamente alta o en cambio obligar a ajustes al alza de las dosis de insu-
baja de forma inesperada, ante lo cual ha de saber to- lina, o a cambiar a una pauta de IHC que permita cam-
mar una decisión sobre la administración de insulina. bios de dosis más frecuentes. Es el caso de las
La aparición de una hipoglucemia en el momento en infecciones o del uso de fármacos, corno los corticoides.
que toca administrar una dosis de insulina obliga a re-
solver primero la hipoglucemia y a retrasar la dosis de PROBLEMAS PRAcncos DE CONTHOL DE
insulina, que sería menor de la prevista. En el caso DIABETES CON !NSUUNA
contrario de padecer una hiperglucernia, el diabético
tipo 1 puede suplementar 1 UJ de insulina por cada 50
mg/dl que exceda la glucemia objetivo, v el diabético
tipo 2 suplementará l U! por cada 30 mg/dl, aunque Un paciente tratado con insulina que encuentra re·
esta regla puede variar dependiendo de circunstancias petidamentc autocontroles de glucemia basal elevados
tales como la dosis y horario de la insulina administra- debe valorar la glucemia capilar de mi!drugada la.e,
da con anterioridad, la comida v ejercicio a realizar, 2 o 3 /\.IV!, va las 5 A:vl) v la glucosuria nocturna p:1-
etc. Una norma general de Uicil comprensión para el ra determinar si se trata de una falta de insulina noc-
paciente es a11adir 4 UI suplementarias de un AnR turna, un efecto Somogyí o un fenómeno del alba.
cuando el autocontrol supera 300 mg/dL En estos ca- Si los autocomrolcs capilares de glucemia v la glu-
sos convendría posponer la correspondiente comida, cosuria nocturnos están elevados es preciso aumentar
no hacer ejercicio físico !' repetir el conrrol de gluce- la dosis de insulina lenta o intermedia de la noche.
mia y una determinación urinaria de cuerpos cctónicos Si en cambio se detectan hipoglucemias nocturnas
transcurridas dos horas. Si todavía la glucemia supera que desencadenan hiperglucemias matutinas como
los 300 mg/dl, aparece cctonuria y el paciente se en- una respuesta hormonal contrarreguladora (Efecto So-
cuentra mal habrá de acudir a su médico. Si toda\·ía la mogyi), la actitud a tomar es bajar la insulina. En este
110 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
caso las hipoglucemias acontecidas en la primera par- La rapidez de absorción y el pico de insulina alcan-
te de la noche pueden solucionarse cambiando IHC zado varían según el lugar de la inyección en orden de-
por AnR, cambiando la insulina intermedia por un creciente: abdomen > deltoides > muslo > nalgas, y las
análogo lento, o bajando la dosis de insulina que se inyecciones repetidas en el mismo lugar pueden alterar
pone en la cena. Se puede además añadir o aumentar la absorción. Por esto conviene recomendar la rotación
el suplemento alimentario antes de acostarse. Si la hi- del lugar de la inyección dentro de una misma región,
poglucemia ocurre más tarde, en la madrugada, la me- usar el abdomen antes de las comidas cuando se preten-
jor solución es el cambio de insulina intermedia a un de conseguir un pico precoz de insulina rápida, y usar
AnL, ajustando la dosis si es necesario. Se sospechará los muslos y brazos cuando se busca un pico más lento
un efecto Somogyi en pacientes con grandes oscilacio- y el paciente no va a realizar ejercicio con ellos.
nes de glucemia antes del desayuno, alternando El calor local o una temperatura ambiente elevada
hipoglucemias e hiperglucemias, y cuando la hiperglu- aumentan la absorción de insulina. Masajear en el lu-
cemia al levantarse no se soluciona (o incluso empeo- gar de la inyección o ejercitar el miembro inyectado
ra) subiendo la dosis de la insulina lenta o intermedia también.
de la noche. La sospecha aumenta en pacientes con El aumento de la dosis de IHC aumenta la duración
glucemia basal elevada a pesar de HbAlc baja. de acción.
El Fenómeno del alba consiste en el aumento de la Con NPH, el cambio de la dosis no es lineal con la
glucemia en la madrugada sin causa aparente y sin hi- respuesta farmacocinética conseguida. El 20 al 50%
poglucemia nocturna, que puede prolongarse hasta de la insulina inyectada se degrada localmente, lo que
primeras horas de la mañana, probablemente en rela- puede contribuir a una irregular absorción. Es mayor
ción con el ritmo de secreción fisiológica de hormonas la variabilidad a mayores concentraciones de insulina.
contrarreguladoras. En este caso, la glucemia a las 2-3 Se recomienda pasar a una pauta bolo-basal con aná-
AM es normal, pero a partir de entonces va aumentan- logos cuando la variabilidad es significativa. La insuli-
do. Se puede solucionar retrasando la dosis de insuli- na detemir parece tener la menor variabilidad
na intermedia (a la hora de acostarse), cambiando la intraindividual1.
insulina intermedia por un análogo de insulina lenta El pico de acción de la insulina cuando hay hiper-
(que permite aumentar la dosis de insulina administra- glucemia es más tardío, y mayor la duración de acción.
da con menor riesgo de hipoglucemia), o añadiendo Hay otros problemas de biodisponibilidad menos
una dosis suplementaria de IHC a las 2-3 AM. Algu- conocidos o más difíciles de solventar, como la presen-
nos pacientes necesitan una bomba de infusión conti- cia de anticuerpos antiinsulina, que es muy infrecuente.
nua de insulina. La falta de cumplimiento de las normas de admi-
nistración de insulina o la presencia de patologías re-
Hipergluccmia posprandial lacionadas con la respuesta tisular a la misma son
causas frecuentes de variabilidad 4 : síndromes de resis-
Se sospecha en pacientes con autocontroles pre- tencia insulínica, patologías endocrinológicas (síndro-
prandriales adecuados pero HbAlc elevada. Para des- me de Cushing, feocromocitoma, acromegalia,
cubrirla son necesarios autocontroles de glucemia hipertiroidismo), patologías intercurrentes (cirugía,
antes y dos horas después de cada comida y de madru- grandes quemados, infecciones, etc.), o cambios de si-
gada (perfil de 7 puntos). La mejoría del control pos- tuación hormonal (adolescencia, fenómeno del alba),
prandial obliga a coordinar ejercicio con dieta, a usar medicaciones (somastotatinérgicos, corticoides o pro-
a dosis adecuadas los AnR antes de las comidas (que pranolol), psicopatologías, etc.
permitirán mayor dosis de insulina que la IHC con Toda esta maraña de interferencias convierte la ad-
menor riesgo de hipoglucemias) y a usar de preferen- ministración de insulina en un arte, en cuyo resultado
cia las pautas de insulina bifásica e intensiva. Puede son protagonistas tanto el paciente como el personal
ayudar la metformina, por mejorar la resistencia insu- sanitario, el ambiente cultural y social y, en ocasiones,
línica y, en el caso de diabéticos tipo 2 con suficiente la suerte y la inspiración.
reserva insulínica, podrían ser útiles los antidiabéticos
orales con efecto posprandrial (inhibidores de la glu- ¿CUÁNDO INDICAR LA INSULINOTERAPIA?
cosidasa intestinal, repaglinida).
l. Desde el inicio en la diabetes mellitus tipo l.
Variabilidad intraindividual e interindividual 2. Desde el inicio en la diabetes mellitus tipo 2
cuando se presenta con muy mal control diabé-
La variabilidad intraindividual e interindividual de tico, con clínica cardinal de diabetes {pérdida de
las necesidades de insulina y de su efecto no son siem- peso, poliuria, polidipsia), glucemia muy eleva-
pre fáciles de detectar y corregir. Analicemos algunos da (mayor de 250 a 300 mg/dl) o cetoacidosis
de ellos. diabética. Los requerimientos totales aproxima-
La insulina rn ei tratamiento de la diabetes mellitus 111
dos de estos pacientes son 0,6 Ul/Kg, de los cua- del desayuno de 100 a ! JO mg/dl ',con las li-
les la mitad irán como insulin2 intermedia o len- mitacionc:s que imponga la aparición de hipo-
ta, y el resto como insulina rápida distribuida glucemias. ¿Con qué insulina empezar?
antes de las comidas'·''. Cualquier insulina intermedia o lenta es válida.
3. En diabetes gestacionales, cuando no son sufi- dando preferencia a los nuevos AnL en pacien-
cientes los cambios en los hábitos de vida, \. \n tes que sufren hipoglucemias nocturnas'' ' 1 • Si
pacientes diabéticas, cuando quedan crnb;iraza- la Hb.-\ 1e ¡>or c'numa del 7'i',, a ¡ws;tr Lk
d;is. lL1hcr el
·+. toda
() cu)] ic¡
otr;1 que supo11g~1 un ingn:so en L1( ~L ci
etc. empeoran el comrnl dei
diabético por el esirC·s que s11po1icn v por L1c, 111n scg1111cLi dosis dt' Í11s11Íi11:i. i11rl·rrrn'<l111 1> kn-
medic1cioncs <J medidas L':\tr,10rdin,1rias que 1w lll :mtcs ck '-;; 11lm llSÍ persiste
CeSllc111. Hh:\ i L lm:r,1 del h:1hría111os de dc·rcr
Cuando frac1s,111 los antidiahC·ricos or,ilcs. L1 111i1ur urnhié·n gluccrni,1s ¡1os¡>r,rndri,1ko \ pLrn
insulin;1 l'.s L'I 'uma ddiniti\·,1 cuando los ;rnri [L';1r el llSO de .-\111{ 11illL'S dv !;i, (()lllid:1s
diahé·tic()s orales fr;1c1s:111 porque no h,1\· dosis corrc·spo111.l 1c·mes. o pci 11 ¡,1 c, de 111s1il i 1u hi Lísi,·.1
m;'í:-;im,1 ck insulina ,1 panir de L1 cu,11 se agore o holo-hJs:il. l.lq.:,1do L'I 11l<ll1Wll10 ck lJ\)H 1·,1
su efccro. )e debate el mo111e11to y iorn1a de ini- r1,1s dosis de 111sulin,1 se puc·den suspender lo:,
ciarla, corno también si hay que suspender los medicamentos orales secretagogos, y seguir el
antidiabéticos orales. ¿Cuándo empezar? Como tratamiento con insulina asociada con mc:tfor-
norma general se plantea tratamiento con insu- mina, si no hay contraindicación a esta última.
lina cuandO la HbAlc se mantiene por encima En cualquier caso, los antidiabéticos van perdien-
del 7 a 7,5% durante más de dos o tres meses do eficacia, y con el tiempo serán necesarias ma-
en un paciente que sigue hábitos de vida adecua- yores dosis y número de inyecciones de insulina.
dos y usa dosis máximas de dos antidiabéticos La forma descrita de insulinización paulatina me-
oralesº·'. La alternativa de añadir un tercer fár- diante el control de las glucemias en ayunas con una
maco onl consigue una eficacia similar, pero a sola dosis de insulina no suele ser suficiente en los pa-
mayor coste y con peor perfil lipídico. ¿Cómo cientes que inicialmente tenían HbAlc superior a
empezar? Aunque podemos indicar directamen- 8,S'Yo, glucemia basal superior a 250 mg/dl, glucemia
te una pauta bolo-basal suspendiendo los anti- al azar superior a 300 mg/dl, cetonuria, o síntomas de
diabéticos orales, la asociación inicial de una hipcrglucemia. Estos pacientes pueden desde el princi-
dosis de insulina intermedia o lenta con merfor- pio necesitar una pauta con dos dosis de insulina, una
mina ha sido b pauta rn<is utilizada por su sen- pauta bifásica o incluso una pauta bolo-basal".
cillez y por conseguir si mi lar eficacia sobre la P,1r<1 estabilizar al pacie1;rc diabético rip() l se necc-
H bA Je con menor ganancia de peso, dosis de sitlrn 0,42 Ul/Kg/día de NPH o 0,48 Ul/Kg/día de
msulína Y episodios ele hipoglucemia. La insuli- gi11;1 <lSociacL1s a uno o dos 1rntidiahéricos or,1lcs' , \
na también puede asociarse a una sulfonilurea. con la insulinización plcn;1 Jicanzan rn:ís de l
pero aumenta el de hipoglucemia. Aun- aunque con menor rieSf:':<J ck ( l a_) hipo-
que lo habitual es em¡wzar por una insulina in- 1as gran's en l 00 p:Kit:ntc'o <lllU,iirnenrc! qm· los
tcrmedi;1 o lcntcJ por la noche, dirigida <1 pacientes tipo l .
controlar h glucemia basal (pautas BOT), L1111
hién se han propuesto pamas con insulinJs r5-
pidas dirigicbs al control posprandial. La dosis
inicial rccomen1.bda es 10 U! (o O,l UI/Kg/día) El tratamiento integral del diab,;tico time por obje-
de insulina intermedia o lema en dosis única rinJ incluir su terapia farmacológica en todo un con-
nocturna, titulúndoh según el resultado de los ¡unto de medidas que manrengJn al p;1C1ente
aurocomroles antes del desarnno (Tabla 4). El asintomático, e\'iL1ndole dcscornpcnsaciones agudas
objetivo es conseguir niveles de glucemia ;rnres (hipcrglucémicas o h1pogltKérnic1s), a hi \'CZ pre\·i-
112 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
niendo complicaciones a más largo plazo (microvascu- Aunque la insulina puede mantener su actividad a
lares, macrovasculares, mortalidad). En este sentido temperatura ambiente hasta 30 días, debe guardarse
hay que procurar mantener la glucemia preprandrial, en el frigorífico (2-8 ºC) para evitar el deterioro que
la postprandrial y la HbAlc en niveles adecuados, jun- ocurre a temperaturas extremas, sacándola poco tiem-
to a un buen control lipídico, tensional y de peso cor- po antes de su administración, y en el caso de la insu-
poral, que mejora tanto las perspectivas de vida como lina intermedia debe ser emulsionada con ligeros
la calidad de vida 13 . movimientos del vial o la pluma.
Aunque los objetivos de control propuestos por las Los sistemas de infusión continua de insulina serán
sociedades científicas son similares para diabéticos ti- tratados en otro tema. Otros sistemas de administra-
po 1 y tipo 2, han de ser individualizadas para cada ción no merecen comentarios porque han tenido poco
paciente. Se debe buscar como objetivo de control glu- éxito (inyectores "jet'', access ports}.
cémico HbAlc menor del 7% (ADA). Las exigencias
de control glucémico pueden ser menores en algunos COMPLICACIONES DE LA TERAPIA INSULÍNICA
pacientes, por ejemplo, los predispuestos a hipogluce-
mias frecuentes, asintomáticas y/o graves, cuando una Las complicaciones más frecuentes de la insulina
hipoglucemia puede tener serias consecuencias (enfer- son la hipoglucemia y la ganancia de peso.
mos coronarios, con arterosclerosis grave, insuficien- La hipoglucemia será tratada en otro tema.
cia suprarrenal o hipofisaria, o de otros órganos Se sabe desde antiguo que la insulinización se aso-
importantes, o en trabajos con riesgo) enfermedades cia a ganancia de peso, que puede estar relacionada con
sistémicas importantes (insuficiencia renal, hepática, la acción anabólica de la insulina, la disminución de la
etc.), psicopatologías, etilismo u otras drogodependen- glucosuria o el aumento de ingesta por hipoglucemias.
cias, o siempre que falte una disposición o capacidad Los diabéticos tipo 1 en tratamiento intensivo del estu-
suficiente para tomar adecuadamente decisiones a dia- dio DCCT ganaron 4,75 Kg más que en terapia conven-
rio acerca de su insulinoterapia, defectos físicos que cional durante los 3,5 a 9 años de duración del estudio,
dificulten el autocontrol (ceguera) o falta de una res- aunque sin diferencias en la relación cintura-cadera"'.
puesta rápida y adecuada a una hipoglucemia, en ni- Los pacientes con diabetes tipo 2 del estudio UKPDS so-
ños pequeños, o si la terapia intensiva será de dudoso metidos a terapia intensiva con insulina ganaron de 1,4
beneficio (complicaciones avanzadas), o en quienes no a 2,3 Kg más de peso que los tratados con antidiabéti-
son buenos cumplidores de tratamiento o tienen difi- cos orales. La estrategia para el inicio de la insuliniza-
cultades para un seguimiento adecuado 14· 15 . ción con una dosis nocturna de insulina intermedia o
lenta asociada a metformina supone menor ganancia de
FORMAS DE ADMINISTRACIÓN DE INSULINA peso que otras estrategias, con ligera ventaja en este sen-
tido para detemir2 • Si importante es para el diabético
La forma clásica para administrar insulina es la obeso seguir unos hábitos de vida que permitan perder
jeringa de 1 mi graduada en unidades extraídas de peso, lo es más cuando se insuliniza.
viales de 100 UI/ml, con agujas para administración La mejoría rápida del control glucémico en pacien-
subcutánea. Si ha de mezclarse IHC con NPH, se tes mal controlados (HbAlc > 10%) puede empeorar la
carga primero la IHC. En los últimos años se ha ge- retinopatía diabética, sobre todo si el paciente padecían
neralizado el uso de plumas precargadas desechables retinopatía proliferativa con anterioridad, por lo que es
que contienen de 150 a 300 UI de insulina, a las que recomendable en estas circunstancias alcanzar los obje-
se les cambian periódicamente las agujas, que se fa- tivos de HbAlc de forma lenta y bajo vigilancia oftal-
cilitan aparte. Destacamos entre sus ventajas la co- mológica3. Esta alteración retiniana es independiente de
modidad para el paciente, la mayor seguridad de la los problemas transitorios de la refracción que pueden
dosis administrada, el "clic" durante la carga que aparecen en pacientes mal controlados, y que desapare-
orienta a los pacientes con visión deteriorada, la po- cen al poco tiempo de mejorar el control.
sibilidad de dejar preparada la carga para pacientes Otras complicaciones inmunológicas (lipodistrofia
ancianos, la administración con una sola mano, la lipoatrófica o lipoatrofia insulínica, anticuerpos an-
mayor exactitud en pacientes con problemas de ma- tiinsulina) o farmacológicas (lipodistrofia hipertrófica
nipulación, etc. Entre los inconvenientes encontra- o hipertrofia insulínica} son excepcionales.
mos la falta de flexibilidad cuando se necesitan La aparición de anticuerpos antiinsulina circulan-
proporciones de insulinas distintas de las ofertadas, tes pueden aparecer en diabéticos que han recibido in-
y su coste. No supone en la práctica un problema la sulina, aunque también en algunos individuos que
imposibilidad de aspiración para comprobar si la in- nunca la recibieron. Los anticuerpos inactivan parte de
yección se hizo en un vaso. la insulina libre en sangre, alargando su vida media y
Se elige una zona con suficiente grasa, aquellas su duración de acción, y disminuyendo el pico de insu-
donde se pueda pellizcar para la inyección. lina. La liberación de la insulina secuestrada desde el
La insulina en e! tratamiento de la diabetes mellitus •• 113
complejo anticuerpo-insulina puede llevar a crisis de 4 Acosta D. Dificultades en el control glucémico del pa-
hipoglucemia inesperada, seguida de un periodo de hi- ciente diabético. Endocrino! Nurr, 2007; 54 Supl 3: 8-16.
perglucemia por inactivación de la insulina inyectada 5 Mooradian AD, Bcrnbaum M, Albert SG. Narrati\·e re-
hasta que de nuevo queden saturados los anticuerpos. view: a rational approach to starting insulin thernpv.
Además, parte de estos complejos anticuerpo-insulina Ann lntern Mcd, 2006: 145:125-34.
son destruidos por el sistema reticulo-endotelial, por 6 Raskin P, Allen E, Hollandcr !', Lewin A, Gabbay RA,
lo que las necesidades de esta hormona pueden aurnen- Hu P, et al. lnitiating insulin thcrapY in tYpc 2 diabetes:
t::ir. Para complicar aun m5s las c·osas existen medica- :1 cumparison of :rnd h:bal insulin Di.1
mentos que rompen la unión del con b hctcs Cm:. 2005: 28: 260-65.
insulina. haciendo· hli: ¡,,
act1\·,1 ,·n h.1 dicho que 11
conccnt-r~1ción de 1ni..,ulin;t :-;upcnu¡- :tl
CLtpa1 de ~tlrt_'L1r de fon1L1 signific~1ti\·;¡ t'i \..'()nrrol
ic()~ I() CtL1l ocurn.' \t)lo c:-.:ccpci1)n:1ln1cnt\.'. ·r:u11
l"nén es n1u\· r~1ra ia rc'acci(,)JJ 3 L1 in\ul de:
po local lilltnos de un 3'.~~) dl' pacientes con i11sul1n:t
humana), la gu1eralizacLi (desde urticari<l <1 anafilaxia: :d. imuli11
dependiente de lg E o una forma de a prcpaL1· np: 2 diabetes: Thc L\N,\lET
dos de insulina obtenidos por técnica del ADN-recorn- 2006: 49: 442-S 1.
hinantc que cursa con anrornialgias, aumento de VSG Y !(I l krmansen l<, D:l\ics \L Dcruinsk1 T. F.a1n C;\L Ch
anemia normucítica lcH\ que cede al cambiar de tipo ele son P. l lu1rn; I', Lcn:rnir Trt':H ro Study ( ,\
insulína. ,.\fonunadalllcntc, rn la pr5ctic1 no hay peli- randomized, p.1r:1llcl. Trc<H-to-Tirgct Tr1ai
gro de auroinlllunidad dc\encHlcnada por las lllodifica- comparing 111sulin dctcrnir \\·ith Nl'I l insuli11 :1s r\dd-<l11
cioncs genéticas de la molécula de insulin:i. 1hcr<i¡w ro oral glucosc· drugs in 111sulin-N:rnc
Otras raras complicacio11cs reL1cionadas con Li in- pcoplc wirh Typc 2 Di:1hcrcs. J)1ahctcc; Lirc, 21)0h:
sulina son la lipoarrofia (rcducci<'m de grasa localiza(Li 29(6í:l269-"4.
en la zona donde se inyecta insulina) o la lipohipertro- l l Riddlc MC. Rosensrock, Gcrich J. The trcat ro target tri-
fia (aumento de grasa localizada en la zona donde se a!. Randomized addition of glargine or human NPJ l in-
inyecta insulina). En tanto la primera puede tratarse sulin to oral therapy of type 2 diabetic patients. Diabetes
inyectando insulina en la zona que la rodea, la segun- Care, 2003; 26:3080-6.
da se evita rotando los puntos de inyección. 12 Holman RR, Thorne KJ, Farmer AJ, et al. Addition of
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L glucé·mico en p;1c1e1ite'i críticos v se han publicado di-
\-Crsos tr<ih;ijos relcv;rntes_ En el estudio DJC;;\!Yll
Los p;1cic·ntcs d1;1hé·tic()s son ;i menudo hospitali1;1- (Dialwtes lnsulin-Clucmc 111fusio11 in t\cutl' \ lvocar-
1
dn-, corno consen1cnc1a Lk L-omplicnciones mctah<ílicas di11l inLirL·ti()n) c11 J'11cic11tes con diahctcc, que h11hía11
agudas (CAD, E!HINC) u de bs cornpliciciones cró- sufrido un infarto de miocirdio,}1 hi¡wrgluccmia en el
nic1s, especialmente, insuficiencia renal y la enferme- momento del ingreso fue un factor predictor de la
dad cardiovascular. Otras veces, el motivo de ingreso mortalidad en el hospital y al cabo de un ar1o del alta".
son enfermedades coexistentes no estrictamente rela- Asimismo, en el grupo que recibió tratamiento intensi-
cionadas con la diabetes, aunque influyen negativa- vo con insulina (nivel medio de glucemia en 24 horas
mente sobre su controL de 173 mg/dl), la mortalidad en el primer ar1o fue un
La prevalencia de diabetes en sujetos hospitalizados 29% menor que en el grupo en tratamiento convencio-
es desconocida. Umpierrez et al.' encontraron una pre- nal (nivel medio de glucemia en 24 horas de 211
valencia del 26% de diabetes conocida y adicionalmen- mg/dl)_ Hallazgos similares se han obtenido en sujetos
te, un 12 'Yo de hipergl ucernia durante el ingreso, ingresados en ucr, en diabéticos sometidos a técnicas
confirmada o no como diabetes tras el alta. Otros auto- ele revascularización coronaria' y, en general, en aque-
res han encontrado cifras similares o más bajas 2- 3 y, en llos que han sufrido otros accidentes vasculares, inclui-
resumen, puede estimarse una frecuencia de 12,4-25º/,,_ do el ictus'1 •
Algunos estudios observacionales realizados' en ser- Tales observaciones no se restringen a diabéticos
vicios de Ivledícina Interna y Cirugía General han de- conocidos, ya que, en algunos estudios, la tasa de mor-
mostrado que los pacientes con hiperglucemia, con o talidad es mayor en pacientes infartados con hiperglu-
sin diabetes diagnosticada previamente, tienen mayor cemia detectada inicialmente durante el ingreso que en
riesgo de infecciones, complicaciones vasculares y neu- los que tenían diabetes previamente'"
rológicas, probabilidad de ingreso en ucr, mayor
mortalidad hospitalaria y una estancia media más pro- INTERACCIONES
longada_ Estas complicaciones son incluso más fre- ENFEICv1EDAD
cuentes en los casos de hiperglucemia de novo que en
aquellos con diabetes ya detectada previamente'-". Pro- El control de la diabetes se ve afectado por nume-
bablemente, la hiperglucemia detectada por primera rosos factores en el curso de diversas patologías que
vez en el hospital representa un grupo heterogéneo, en requieren ingreso hospitalario_ En general, la enfernw-
el cual estarían incluidos diabéticos no diagnosticados dad aguda grave determina un incremento de los ni\-e-
ambulatoriamente, estados de intolerancia hidrocar- les circulantes de hormon<lS conrrainsulares o de estrés
bonada o glucemia basal cle\·ada desenmascarados (citecolaminas, cortisol, v;lucagón, etc), que aumen-
por la patología actual y la híperglucemia de estrés. un 1a·~·esiste11cia periféric:1 a l~ insulina y disminuyen
En los últimos ar1os se ha prestado una atención b capacidad secretora de las células 1) pancre<'íticas_
creciente a los posibles beneficios del estricto conrrol Adcm'1s, tales hormonas producen una cstimulación
116 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
de las vías metabólicas glucogénicas (glucogenólisis y gicos se produce una hipofunción de las células fago-
neoglucogénesis) a nivel hepático y de la lipólisis en el cíticas, cambios de la microcirculación tisular que fa-
tejido adiposo 12, con la consiguiente elevación de la cilitan la isquemia (incluido el miocardio), trastornos
glucemia y de los ácidos grasos libres en plasma. Tales hemodinámicos que aumentan la presión arterial, se-
mecanismos fisiopatológicos tienden a deteriorar el creción de citocinas (IL-6, IL-1, TNFa, etc.) y disfun-
control glucémico en los pacientes diabéticos e incluso ción endotelial. Se establece en definitiva un estado
pueden inducir hiperglucemia en sujetos sin diabetes clínico caracterizado por depresión inmunitaria, alte-
conocida o "hiperglucemia de estrés" (glucemia igual ración microcirculatoria e hiperactividad proinflama-
o superior a 200 mg/dl en ausencia de diabetes previa). toria y protrombótica.
La inactividad física, la modificación del contenido
y horario de la ingesta, la utilización de ciertos fárma- MANEJO TERAPÉUTICO
cos (corticoesteroides, diuréticos, etc.) o la necesidad
de nutrición artificial, son otros factores asociados ha- Las medidas terapéuticas y de control de la diabe-
bitualmente a la hospitalización con un efecto negati- tes en el hospital han de ser similares, en general, a las
vo sobre la glucemia u. que realiza el paciente habitualmente, introduciendo
Por otra parte, es bien conocido el efecto desfavo- sólo los cambios inevitables. Por este motivo, deben
rable de la diabetes descompensada sobre la evolución registrarse en la historia clínica una serie de datos, que
de cualquier enfermedad coexistente, entorpeciendo su incluyen: utilización previa de insulina (tipo, número
recuperación y prolongando el tiempo de hospitaliza- de inyecciones y dosis), toma de compuestos orales (ti-
ción (Figura 1 ). La hiperglucemia actúa modificando po y posología), régimen dietético, resultados del au-
diversos aspectos de la fisiología celular, mediante sus toanálisis domiciliario y grado de control metabólico
efectos sobre macromoléculas y procesos metabólicos (nivel de hemoglobina glicosilada). Con frecuencia, se
clave, especialmente elevando el estrés oxidativo'4. Co- producen automatismos erróneos en el manejo del pa-
mo resultado final de dichos mecanismos fisiopatoló- ciente diabético hospitalizado ("insulina según pauta",
·. .;:l:fl~EH~LÜ8EMJ.A.
buen control ambulatorio con é1lltidiabéticos (JralcsJ. indic,rn un óprimo controi merabólico \
ya que tienen dos in1 portan tes Jin1ltacíoncs: di flcu l- rener los mejores resultados hospitalat:ios, se
tad para su dosificación rápida '1 difcrená1 de h in- como una glucemia en avunas inferior a 11 O mg/dl y
sulina, y sus efectos sc:cundarios. que han ele ser una glucemia posprandial m;ixima (2 horas postinge:,-
considerados especialmente en d curso de parologí,1s u) inferior a l SO rng/dl' 1
En aquellos sujetos que no ingieren una alimenta- 251-.300 mg/dl 6 unidades .) unidades
ción normal ha de proporcionarse sicm{ne una insul i- 301-3SO mgidl 8 unidades 4 unidades
nización basal con insulina glargina o detemir J dosis
de 0,2-0,3U/Kg/día. Adícionalrneme, en estos casos se > .l )() 111g/dl 1O unidades
118 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
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"
1
lrl"-tilina
• Infusión "separada" continua de soluciones in- bitual (oral o insulina). Es necesaria la determinación
travenosas de glucosa e insulina: frecuente de la glucemia capilar por los efectos que so-
Por una línea se administra suero glucosado bre el control metabólico pueden tener el estrés quirúr-
al 10% a una velocidad de 50-100 ml/h (glu- gico, la inactividad y la infección postoperatoria. Con
cosa a 5-10 g/h). Hay que asociar potasio respecto a algunos hipoglucemiantes orales hay que te-
para prevenir hipopotasemia. ner en cuenta que:
Por otra línea se administra insulina de ac- - La metformina no se debe reintroducir si
ción corta en infusión continua. Para ello se aparece disfunción renal o hepática signifi-
preparan 50 U de insulina y se diluyen en 50 cativa, o insuficiencia cardíaca congestiva.
mi de suero salino 0,9% (1 U/mi) e iniciar la - Las glitazonas no deben ser utilizadas si el
infusión a 2-4 U/h (2-4 ml/h). paciente ha desarrollado fallo cardíaco con-
Los concentraciones de glucemia capilar se gestivo, isquemia miocárdica, problemas de
deben medir cada hora, y se debe ajustar la ve- retención hídrica o presenta alteraciones en
locidad de infusión de insulina según la la función hepática.
glucemia. Una pauta orientativa sería:
s Aumentar la velocidad de infusión en 1 Manejo en situaciones especiales
U/h por cada 50 mg/dl que la glucemia
sea > 200 mg/dl. Cirugía urgente: Los pacientes que precisan cirugía
&1 Reducir la velocidad de infusión en 1 U/h de urgencia deben ser evaluados clínica y bioquími-
por cada 50 mg/dl que la glucemia sea < camente, ya que el problema quirúrgico puede ha-
100 mg/dl. ber causado una descompensación metabólica.
Los electrólitos deben ser medidos cada 4-6 Ésta, si es posible, debe ser corregida antes de la in-
horas. tervención. El manejo general sigue las mismas
- La glucosa y la insulina se pueden adminis- pautas descritas anteriormente, pero es importante
trar a través de accesos venosos separados o tener en cuenta la hora de la última inyección de in-
bien, en "Y" por la misma vía venosa.
sulina o dosis de sulfonilurea, ya que puede afectar
• Infusión "glucosa-insulina-potasio" (GKI):
al control glucémico durante la cirugía. Es aconse-
Se prepara una solución única con 500 mi de
jable, en estos casos, el uso de insulina y glucosa in-
suero glucosado al 5%, 10 mEq de cloruro
travenosas de forma separada.
potásico y 15 unidades de insulina de acción
Cirugía cardíaca (con by-pass cardiopulmonar): en
corta. Se infunde a una velocidad de 100 ml/h
este tipo de cirugía se requieren cantidades mucho ma-
(insulina a 3 U/h y glucosa a 5 g/h).
yores de insulina que en el resto de intervenciones
Se deben realizar mediciones horarias de
(trauma quirúrgico, hipotermia, uso de fármacos in-
glucemia capilar y cada 4-6 horas de electró-
otrópicos, etc.). En esta situación también es preferible
litos. Se ajustará el aporte de ClK según las
la administración separada de glucosa e insulina, ya
concentraciones plasmáticas de potasio. Pa-
ra variar la velocidad de infusión de insulina que este régimen es más flexible y no requiere cambios
se debe cambiar la cantidad de insulina de la en la solución entera de infusión.
solución según las glucemias. Una pauta
orientativa sería: PROCESOSCOEXISTENTS
• Glucemia < 100 mg/dl: solución GKI con
lOU de insulina. Las enfermedades agudas, infecciones coexistentes,
• Glucemia 100-200: mantener solución complican el manejo de la diabetes mellitus, ya que pro-
GKI estándar. ducen efectos variables en las necesidades de insulina.
11 Glucemia > 200 mg/dl: solución GKI con Por un lado, las infecciones causan hiperglucemia, debi-
20 U de insulina (y aumentar en 5U cada do a un aumento en las hormonas contrarreguladoras li-
50 mg que la glucemia pase de 200 mg/dl). beradas en respuesta al estrés. Estas hormonas (cortisol,
glucagón, catecolaminas) aumentan la resistencia perifé-
Con independencia del protocolo utilizado, si aparece
rica a la insulina y, por tanto, los requerimientos de la
hiponatremia dilucional debe tratarse con infusión salina
misma. Por otro lado, los pacientes con enfermedades
adicional. En pacientes con riesgo de sobrecarga de volu-
coexistentes presentan disminución del apetito, náuseas
men se deben utilizar soluciones glucosadas más concen-
y vómitos, por lo que reducen la ingesta oral de carbohi-
tradas, con adecuado ajuste de insulina y potasio4 •
dratos y se someten riesgo de hipoglucemias. Esta situa-
Manejo postoperatorio ción reduce las necesidades de insulina'.
En estos casos, los pacientes tratados con insulina re-
Cuando el paciente tolere la ingesta oral normal, se quieren con frecuencia mayores dosis de insulina duran-
puede reintroducir el tratamiento hipoglucemiante ha- te la infección, mientras que algunos pacientes tratados
La insulinización en circunstancias especiales: cirugía, procesos intercurrentes y viajes 125
con hipoglucemiantes orales pueden necesitar tratamien- permite al paciente diabético la realización de v1a¡es
to con insulina ele forma transitoria. Los pacientes con por todo el mundo, de la misma forma que el indivi-
diabetes mellitus tipo 1 tienen mayor riesgo ele desarro- duo no diabético.
llar cetosis, aunque no presenten hiperglucernia y cetoa-
cidosis diabética. Además, también es mayor el riesgo de Tabla 3. Indicaciones de derivación al hospital
deshidratación en estos pacientes debido a la hipergluce-
mia y a la fiebre que acompar1a, en muchas ocasiones. a
estos procesos.
Por todo ell<J. ame una enfrrmcLLld simult;ínca \e
. ,·omu
Comrol de écTunuri;• o ,:cwncm
'-:t:
de síntomas sugestivos de alergia a la insulina debe neas persisten, se deben considerar otras opciones. Por
conducir a un diagnóstico precoz y tratamiento ade- un lado, se debe cambiar el tipo de insulina a otro ti-
cuado, que habitualmente es satisfactorio, y requiere po menos alergénico (como los análogos de insulina).
la coordinación entre endocrinólogos y alergólogos. Por otro, se puede variar el modo de liberación de la
Raramente, la alergia a la insulina puede ser fatal a pe- insulina, mediante el tratamiento con infusión subcu-
sar de una adecuada intervención. tánea continua de insulina {preferiblemente, con aná-
logos de insulina rápida) que ha demostrado ser una
Presentación clínica alternativa útil para el manejo de estos pacientes. Si el
cambio de insulina no es posible porque persisten las
La inyección de insulina en el tejido subcutáneo reacciones alérgicas y el paciente presenta una diabetes
puede inducir varias reacciones del sistema inmunoló- tipo 2, puede intentarse el control metabólico con hi-
gico1º. La aparición de una reacción de hipersensibili- poglucemiantes orales 11 . Si todas estas posibilidades
dad inmediata (tipo 1) es, con diferencia, la más fracasan o no son aplicables, debe considerarse la in-
frecuente. Se trata de una reacción mediada por inmu- munoterapia específica para inducir tolerancia a la in-
noglobulinas IgE, con síntomas que aparecen inmedia- sulina que, aunque es una técnica compleja y debe ser
tamente tras la administración de insulina. llevada a cabo por alergólogos, es efectiva y puede lle-
Inicialmente, se produce una reacción local en la zona var a la resolución completa de los síntomas.
de inyección, con eritema, hinchazón y picor, pudien-
do progresar hacia una reacción generalizada de gra-
vedad variable, que oscila desde una simple urticaria REFERENCIAS
Glucemia Excursiones
Trabajos n pacientes Dosis de Hipogluce- Calidad
Autores HbAlc (%) media glucémicas Cetoacidosis
seleccionados ISCI/ MDI insulina mías graves de vida
(mgldl) (SO')
-7,6*
Metaanálisis -0,51" -18''
Pickup 1,27* VS Uni/día
n=12 301/299 p=0,07 p=0,17
1,47 (J, 14 %)
J, 1' ...
2002
RCT
p=0,07
n diferentes
Nlernanálisis ~-12"'
Colquitt según -0,61'
n = 20 ... ... Uní/día ...
2004
9RCT'
aspectos
valorados
1'=0,08
(J, 20-25 %) * "'
Metaanálisis
n =3
Retnakaran -0,35'· -12,2'' J,
RCT' 1391139 ... ... ...
2004
Sólo análogos
p=0,08 Uní/día p=0,39'
*
rápidos
- 0,18''·
Mulricénrrico Uni/kg
Hoogma -0,23' -14,4'' ~7,2':· J,
Prospectivo 129/127 26 %)
(J, 1'
2006
RCT''
p<0,00! pdl,00! p<0,001
P<0,0001
2,61 ''
*
Anirn;::s 2020
.\ccuchd..:-Spiri1 Roch1..'
0.:1)\'0bh
111i111mo L:
i11.Í\'.in10 l ;-;;
lth..-fC!ll\'11[{1<.. 1),1)\
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( h:IU'-H~ll
B.nn1-.1 h,1p
,,
\¡
\¡
\; ,,
\i
el utilizado para ISCI, ya que al disponer de una can, Unido, Espar1a), En relación a la población pediátrica,
tidad enorme de información de su nivel glucémico se países como Suecia est~1n utilizando ISCI en más del 25
puede correr el riesgo de que el paciente acrúe en de- 0
/o de los pacientes con diabetes tipo 1. Esta enorme
masía y, por tanro, de corrija en exceso las desviacio- variabilidad entre países para el uso de ISCI se debe a
nes glucémicas'", las difcri:ntes prioridades dentro de los presupuestos
destinados al tratamiento de h diabetes,
Selección de candidatos (edad pediátrica y
Indicaciones
El número de diabéticos tipo 1 que pueden ser can-
didatos a tratamiento con ISCI según las diferentes Las indicaciones consenstiadas por el grupo de nue-
agencias de evaluación tanto nacionales como interna- vas tecnologías de la SED se describen en la Tabla 3 y
cionales es muy varia ble. Así, existen países en donde se refiere a pacientes con diabetes tipo 1 y tanto en h
la población de diabéticos tratados con ISCI es, en la edad pediátrica como adultos,
actualidad del 15 -20'/;, (Suecia, Alemania, Francia) \ A h hora de iniciar la terapia con ISCI, una \TZ que
otros países donde no llega al 5% (Dinamarca, Reino el paciente ha sido seleccionado, es importante que éste
132 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
rema
ción. \·u1cs. tr:1 DTI iSCi
Diseño de los "Bolus". Índice insulina/hidratos de forma que la gran mayoría de los pacientes mostrarán
carbono (HC) distintos "picos" y caídas en los requerimientos de in-
sulina basal en algunos momentos del día. Los reque-
Para estimar la cantidad de insulina a administrar rimientos suelen disminuir durante la mañana y
en cada B prandial, tenemos dos tipos de algoritmos: aumentar en el último tramo de la tarde "fenómeno
1. Calcular la cantidad de insulina necesaria por del atardecer" y en la madrugada debido al "fenóme-
ración de HC. Si el 50% de la dosis total de in- no de alba", por lo que la TB plana pautada inicial-
sulina para ISCI está destinada a repartir entre mente se irá ajustando de 0,1 en 0,1 UI/h (0,05 UI/h en
los diferentes B, y esta cantidad la dividimos los niños más pequeños), al alza o a la baja, en función
por el número total de raciones de carbohidra- de las lecturas de las glucemias capilares realizadas antes
tos de la dieta del paciente en 24 h (1 ración = de las ingestas cuando las glucemias varíen en más de 30
10 g de HC), obtendremos la cantidad de insu- mg respecto a mediciones previas en rango aceptable, y,
lina necesaria por ración de HC. Es el llamado al menos, en dos días consecutivos. Los cambios realiza-
"índice insulina/HC", y en general, en adultos 1 dos en la perfusión basal tardan una hora en comenzar
U de insulina cubre 10-15 g de HC. a manifestarse, hecho que tenemos que tener en cuenta
l. Utilizar la "regla del 500'', que consiste en divi- al realizar cualquier tipo de modificación en la TB. Los
dir 500 por la dosis total de insulina calculada más jóvenes suelen tener unos picos de necesidades noc-
para ISCI y nos calcula la cantidad de HC que turnas más pronunciados y prolongados, mientras que
hace disminuir 1 unidad de insulina los requerimientos son más bajos en los niños menores
En la edad pediátrica, antes de pasar al tratamiento de 10 y en las personas mayores de 60 años.
con ISCI, el paciente, por lo general, ha recibido pauta Los B se ajustan según las glucemias capilares a las
de insulina con análogos de acción rápida y prolongada, 2 horas de la ingesta. Cuando se haya conseguido un
y la dosis a utilizar para cubrir cada ingesta con ISCI se- adecuado control glucémico se vuelve a calcular el ín-
rá la dosis preprandial utilizada previamente. dice insulina/HC con el fin de adecuarlo a las diferen-
Así pues, el índice insulina/HC indica la cantidad tes comidas del día.
de insulina necesaria para metabolizar una ración de Es imprescindible la realización de un mínimo de 6-
HC y, como resulta obvio, es necesario que los pacien- 7 controles de glucemia capilar diarios por parte de los
tes manejen y dominen la dieta por raciones o unida- pacientes, 3 preprandiales y 3 postprandiales a las 2 h
des. Pero, a pesar de las fórmulas expuestas para de la ingesta; además, deben realizar una determina-
calcularlo, lo mejor es ir valorando en cada ingesta ción a las 3-4 AM durante los primeros días o sema-
qué cantidad de insulina es capaz de conseguir una nas del uso de la bomba de infusión, y más de cuatro
glucemia posprandial adecuada partiendo de una glu- controles diarios de manera permanente. Aunque hay
cemia normal. Por esta razón, es necesario que, al ini- que individualizar los objetivos glucémicos, en gene-
cio de la terapia con ISCI, los pacientes no varíen las ral, van a ser: glucemia preprandial entre 70 y 120
proporciones de HC que ingieren en cada comida, ni mg/dl, 2 h posprandial entre 90 a 150 mg/dl, y a la 3
los horarios de las mismas, ya que este índice puede ser AM > 90 mg/dl, aunque hay quien prefiere realizar las
diferente en los distintos momentos del día debido a mediciones posprandiales 1 h después de las ingestas y
que la sensibilidad a la insulina varía a lo largo de las en ese caso los objetivos postprandiales serán más ele-
24 h. En general, se precisa una dosis mayor de insuli- vados. Si el paciente presenta una contrarregulación de-
na para cubrir el desayuno. También, al aplicarlo hay fectuosa o continúa existiendo peligro de hipoglucemia,
que tener en cuenta el índice glucémico de los alimen- tendremos que elevar los objetivos glucémicos. Estas
tos y la elaboración de los mismos, ya que la ingesta lecturas pueden verse influidas por los alimentos ingeri-
de arroz, pasta muy elaborada, alimentos fritos o muy dos, la actividad física, las situaciones de estrés, la pro-
condimentados o, en general, las comidas "de restau- ducción hormonal y diversos factores ambientales.
rante" van a requerir más cantidad de insulina para
obtener buenos resultados glucémicos posprandiales, Factor de sensibilidad a la insulina (FSI)
y, como regla general, en estas ocasiones deberán au-
mentarse la dosis del B en 1 o 2 unidades a pesar de Se define como tal el valor de glucemia en mg/dl
consumir los mismos HC que habitualmente. que se consigue reducir al administrar una unidad de
insulina de acción rápida en forma de B. Es decir, nos
Algoritmos de modificación de la tasa basal y de los indica el descenso de la glucemia en mg/dl que pode-
bolus mos esperar por cada unidad extra de insulina que ad-
ministremos. Este factor es de gran utilidad para
Los requerimientos basales de insulina varían a lo corregir con rapidez situaciones de hiperglucemia. El
largo del día y de la noche en función del gasto de glu- FSI se calcula de la siguiente manera: 1.800/dosis total
cosa endógeno y de la sensibilidad de la insulina, de tal de insulina en ISCI al día.
Sistemas de infusión continua de insulina 13 5
Tipos de bolus: "bolus corrector'' y "bolus ayuda'' Los "bolus correctores" como dice su nombre sir-
(Figura 2) ven para corregir híperglucernias puntuales y para su
cálculo se utiliza el FSI de cada paciente. El "bolus co-
La mayoría de los sistemas ISCI actuales presen- rrector" se calcula de la siguiente manera: glucemia ac-
tan la posibilidad de infundir diferentes B dependien- tual menos el valor de glucemia deseado/ factor de
do del tipo, tamaño y duración de la comida a sensibilidad igual a unidades de insulina a administrar.
ingerir. El B de insulina "estándar" (o normal) es Antes de administrar un B corrector hav que conside-
en el que se libera "de golpe'' toda la insulina rar siempre el remancnre de insulina que puede quedar
que se calculado de forma similar a las inn•ccio- aUÍ\"<l de un "hulus" anterior.
nes subcutáneas de insulrna. El B n ..
ejercicio o en periodos de hipo o de hiperglucemia, y te debe disponer de estas pautas en su libreta de control.
se puede programar bien en porcentaje o en unida- En la Tabla 5 se esquematizan los algoritmos aplicables.
des/hora.
Situaciones especiales en el tratamiento con ISCI
Actitud frente las complicaciones agudas
Ejercicio
Hipoglucemias
Durante la práctica de ejercicio, la actitud que se
Si una de las indicaciones más recomendable para co- debe seguir es parecida al tratamiento con MDI en
locar un ICSI es en pacientes con hipoglucemias graves, cuanto a reducción de dosis de insulina, adecuar la
desapercibidas o nocturnas, es evidente que también con dieta y dosificar el aporte de HC antes, durante y des-
este tipo de terapia las hipoglucemias se observan, en pués del ejercicio e intensificar el numero de autocon-
muchas ocasiones, con una percepción de hipoglucemia troles de glucemia capilar. La gran diferencia está en
diferente por parte del paciente. Básicamente la diferen- cómo hacerlo. Dos publicaciones recientes al respecto
cia viene dada por la forma de administrar la insulina en tanto para la edad pediátrica como adulta son suma-
la ISCI claramente diferente a la MDL mente útiles 12• 13 • Para una actividad deportiva de me-
Ante un episodio de hipoglucemia grave con ISCI nos de una hora de duración se puede desconectar el
es importante que alguien suspenda la administración infusor y no es necesario suplementar con insulina.
de insulina por parte de la bomba, puesto que la infu- En actividades de mayor duración, las recomenda-
sora no lo hará por sí misma y es, entonces, cuando se ciones son las siguientes:
:i) C:nntrnl <Ít" b elucos;:i rnpibr: medir b ¡i;lurns;:i
requiere la implicación de algún familiar o amigo. El
capilar 2 o 3 veces antes de iniciar la actividad
tratamiento consiste en la interrupción de la aJmi11is-
deportiva para poder valorar cuál es la tenden-
tración de insulin;1 dcsconccrando la bomba (retirando
cia de la glucemia antes de la actividad y en fun-
o cortando por la par Le má;, disLal el catéter conecrado
ción de esta tendencia se deberá actuar de
a la piel). Simultáneamente; se debe actuar como se
diferente forma; si ésta es hacia la hipogluce-
hace frente a cualquier hipoglucemia grave.
mia, se suplementará con CH o bien con insuli-
na si la tendencia es hacia la hiperglucemia.
Cetoacidosis
Medir la glucosa capilar cada media hora, si es
posible, durante la actividad deportiva eviden-
Como ya se mencionó en el principio del capítu-
temente esta medida resulta en muchas ocasio-
lo, los episodios de CAD se describen al inicio del nes inviable durante la competición y por tanto
tratamiento con ISCI y ello se debe básicamente a es recomendable realizarla en los entrenamien-
problemas técnicos relacionados con la preparación tos para conocer el plan de alimentación duran-
de la línea de infusión, siendo las causas mas fre- te la competición.
cuentes a) interrupción del aporte de insulina por También es importante intensificar el control de
bloqueo o desinserción del catéter, existencia de aire la glucosa capilar en el periodo post ejercicio
en el sistema, etc.; b) incremento de las necesidades para evitar las hipoglucemias tardías e incluso
de insulina por enfermedad sin que el paciente au- nocturnas.
mente las dosis consecuentemente; c) inflamación o b) Reposición de carbohidratos: el consumo de
infección en la zona de inyección; d) disminución de HC antes del ejercicio dependerá de los niveles
la absorción de la insulina por la existencia de zonas glucémicos, si bien se recomienda un desayuno
de lipohipertrofia; e) disminución de la actividad de rico en HC de medio o bajo índice glucémico 2
la insulina por la utilización de insulinas caducadas, o 3 horas antes de la práctica de la actividad de-
o la exposición de las mismas al calor, etc. La acti- portiva.
tud a seguir ante una hiperglucemia con o sin ceto- Inmediatamente antes y durante la práctica del
sis se resume en la Tabla 4. Siempre se debe ejercicio, en función de los controles de glucosa
recomendar que los cambios de catéter nunca se lle- capilar, se tomarán HC de alto índice glucémico
ven a cabo antes de acostarse para poder comprobar y básicamente isotónicos; la cantidad puede os-
el buen funcionamiento. cilar entre 15 a 30 g cada 30 minutos.
Al finalizar la actividad física se realiza una in-
Tratamientos alternativos a ISCI gesta superior de HC para reponer depósitos de
glucógeno muscular y evitar las hipoglucemias
Es importante establecer algunos algoritmos prácti- tardías.
cos que permitan a los pacientes en tratamiento con IS- c) Administración de insulina con ISCI: reducir de
CI realizar desconexiones de la bomba temporales, de un 20 al 50% la TB y un 50% B previo a la
corta, mediana o larga duración pero seguras; el pacien- práctica del ejercicio.
Sistemas de infusión continua de insulina 13 7
situaciones de hiperglucemia (>250 mg/dl) en pacientes tratados con ISCI. Control del
[3-hidroxibutirato ([3-0HB)
t
Control de la gluccmi.1
i
antes de la siguie11tc comida
i
Cambiar equipo infusión 1
~~~-r-J~~~~-
Si a pesar de realizar el tratamiento de manera correcta la cetonemia se incrementa, significa que el déficit de insulina
es cada vez más marcado y hay que acudir al hospital para recibir sueroterapia
Indicaciones
Candidatas
Cuándo iniciar lSCl
Controles glucémicos a realizar
" l:1s ) S h :\ \ l
de control
hKtor de sensibilidad
"Ratio·· HC/!muli1u
Cnétcr Rotacíún .;;istern;Ú-ÍCL c~1m\-iio c1d,1 ) dí;h m;Í\'.i!llo. Rc·t1Lirlo 'ii 2 ( ¡ t.'lc\:1d,1c.; de lllclilt:Ll Í!lC'<pli\._';\
1.b. Rc\·l...,~1rln sil'i11prt antes di..: dormir. En lo' t'ilti111l1'> illt"1vs u1iii1.:n L1 11~1]~;1 <1 v! 1rH1...,io pnr L1 ten
~ión cxistl'l1ll' en e! .1hdumc'!l
Desconexión de ISCI
1\dministración de corticoi1ks Triplicar TB después de l.1 p1·irnu«1 1!0"' 1· dur.111rc 2·1 h. du¡ol1c.irl:i el >c':,und" di.i. 1 ,Jl1rncr1t.H li. I
Ul/h el tercero y cuarto días
ISCJ durante el parto vaginal TB programadas con un descenso del 30 'Y,, respecto '' las necesidades del 3" Tr
TB y B postparto Reprogramar las TB y B hasta dosis algo inferiores a las previas al embarazo, con o sin lactancia
Insulinas LP, NR, y IRH
modo "bloqueo" y a partir de los 4 o 5 años pueden niveles de necesidades altos durante el denominado
llevarla ya en el mismo sitio que los niños mayores. En "fenómeno del alba", para luego disminuir a lo largo
general, el catéter irá insertado en el glúteo. En este de la maüana e incrementarse de nuevo a lo largo de
grupo de edad se ha evidenciado mejoría mantenida la tarde en el llamado "fenómeno del atardecer". Las
del control metabólico sin aumento del riesgo de ceto- ingestas de estos chicos suele ser más erráticas y menos
acidosis y con disminución de hipoglucemias diurnas y correctas que en otras edades, por lo que pueden bene--
nocturnas. Estudios del grupo de Yale et al. demues- ficiarse de B duales prolongados para cubrir la alimen-
tran que esta mejoría se consigue tanto en los rnnos tación rica en grasa que consumen con frecuencia. Por
cuidados por sus padres corno por cuidadores. ejemplo, en comidas que incluyen pizza se recomienda
prolongar varias horas la segunda parte del B dual para
Adolescencia evitar las hiperglucemias tardías. En estas edades. el
olvido de los ''bolus'' prandiales parece ser una de las
En general, la literatura existente sobre el uso de JS- causas m5s importantes paL1 no consegrnr un control
CI en adolescentes ha demostrado que este tipo de te- glucémico adecuado.
r<1pia también es beneficiosa para este grupo de edad,
pues adquieren mayor sentido de control de su enfer- Futuro del tratamiento con lSCl
medad. De manera fisiológica presentan resistencia a
la insulina (JU), lo que determina unas mayores nece- Como se ha comentado en este capítulo ya existen IS-
sidades de insulina. Sus requerimientos basales co- C:l que simultáneamente puede leer de forma continua y
mienzan a aumentar a partir de media noche, con en tiempo real los niveles de glucos,1 intersticial; son
140 • 00 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
los conocidos sistemas PRT (Tabla 2) y que permiten betes: meta-analysis of randomised controlled trials.
actuar de forma inmediata ante variaciones de los BMJ, 2002; 324(7339):705-11.
cambios glucémicos y con la ayuda de los bolus Wi- 3 Weissberg-Benchell J, Antisdel-Lomaglio J, Seshadri R.
zard se pueden minimizar los riesgos de excesiva co- Insulin Pump Therapy. A meta-analysis. Diabetes Care,
rrección de la glucemia. 2003; 26:1079-87.
A pesar de ello seguimos sin disponer de un sistema 4 Colquitt JL, Green C, Sidhu MK, Hartwell D, Waugh N.
inteligente que permita cerrar el asa terapéutica (deter- Clinical and cost-effectiveness of continuous subcuta-
minación glucemias-interpretación-decisión-ejecución), neous insulin infusión for diabetes. Health Technol Ass-
si bien existen una serie de investigadores que están tra- es, 2004; 8(43):1-171.
bajando en ello; así en nuestro país Mercedes Rigla pre- 5 Retnakaran R, Hochman J, Hans De Vries J, Hanaire-
sentó resultados preliminares de un sistema inteligente Broutin H, Heine RJ, Melki V, Zinman B. Continuous
en la reunión sobre nuevas tecnología celebraba en Pra- subcutaneous insulin infusión versus multiple daily injec-
tions. Diabetes Care, 2004; 27:2590-96.
ga en el mes de febrero de este año y a nivel internacio-
nal ya se han presentado resultados para poder 6 Hoogma RP, Hammond PJ, Gomis R, et al. Comparíson of
the effects of continouos subcutaneous insulin infusion
controlar la producción endógena de glucosa mediante
(CSII) and NPH-based multiple daily insulin injections
sistemas de asa cerrada con resultados muy aceptables.
(MDI) on glycaemic control and quality of life: result of the
Hovorka ha empleado sistemas de estas características 5-nations tria!. Diabet Med, 2006; 23 (2):141-7.
en unidades de cuidados intensivos para poder mante-
7 K. Jeitler & K. Horvath & A. Berghold & T. W. Gratzer
ner la normoglucemia y, comparados con el protocolo &K. Neeser & T. R. Pieber & Aenhofer Continuous sub-
habitual, los resultados han sido espectaculares. Tam- cutaneous msulm mfusion versus multiplc daily insulin
bién el mismo autor esta realizando estudios en ninos injections 111 pal!ents with diabetes mellitus:systematic
para poder mantener la normoglucemia durante el pe- review and mera-analysis, DiaÜeLolugia 2008.
riodo nocturno con resultados igualmente muy buenos. 8 Heidtmann B. lndications for insulin pump thcrapy in
Este tipo de sistemas aún resultan poco ágiles para po- different age groups: an analysis of 1,567 children and
der reaccionar de forma adecuada a los cambios rápidos adolescents, Diabet.Med, 2007; 24:836-42.
de la glucemia (periodos posprandiales). 9 Giménez M, Conget I, M. Jansa M, Vidal M, Chirager
Estos estudios recientes hacen suponer que en poco G, Levy I. Efficacy of continuous subcutaneous insulin
tiempo se podrá disponer de mini-páncreas artificiales infusion in Type 1 diabetes: a 2-year perspective using
para controlar la producción endógena de glucosa y the established criteria for funding from a National
con una mínima intervención del propio paciente Health Service. Diabet Med. 2007 Nov 26;24(12):1419-
anunciando al sistema la cantidad de HC que va a in- 1423. Epub 2007 Ocr.
gerir, controlar la utilización periférica de glucosa. 10 Howard A Wolpert The Nuts and Bolts of Achieving End
Points With Real-Time Continuous Glucose Diabetes
AGRADECIMIENTOS Carc; Fcb 2008; 31.
11 ]ansa M, Vida! M, Conget I, Giménez M, Esmatjes JE,
A Raquel Barrio y Pilar Martín Vaquero con las Yoldi C, Levy I. Educación terapéutica ante la Diabetes
que colaboré en el desarrollo del capítulo sobre ISCI Tipo 1 (DMl) Iniciación con infusión subcutánea conti-
nua de insulina (ISCI).Rol Enf, 2007; 30(10):663-72.
de la monografía sobre nuevas tecnologías de la SED y
de cuyo capítulo se ha obtenido mucha información. 12 Robertson K, Adolfsson P, Riddell MC, Scheiner G,
Hanas. ISPAD Clinical Practice Consensus Guidelines
A Marga Jansa y Merce Vida!, enfermeras de la
2006-2007. Exercise in children and adolescents with di-
Unidad de Educación Diabetológica del Servicio de abetes R. Pediatric Diabetes, 2008; 9: 65-77.
Endocrinología del Hospital Clínic de Barcelona y con
13 Jimenez CC, Corcoran H, Crawley JT, et al. National
las que formo equipo para la instauración y segui- Athletic Trainers' Association Position Statement: Man-
miento de los pacientes con ISCI desde el año 2000. agement of the Athlete With Type 1 Diabetes Mellitus
Journal of Athletic Training. 2007; 42(4):536-45.
14 Mukhopadhyay A, Farrell T, Fraser RB, Ola B. Continu-
REFERENCIAS ous subcutaneous insulin infusion vs intensive conven-
tional insulin therapy in pregnant diabetic women: a
1 Levy I, Bergua M, Esmatjes E, Halperin I, Figuerola D. systematic review and metaanalysis of randomized, con-
Diabetes mellitus tipo I inestable: Estudio comparativo trolled trials.American Journal of Obstetrics & Gynecol-
entre tratamiento convencional intensificado e infusión ogy. November 2007.
continua de insulina subcutánea.Med. Clin, (Barc.), 15 Giménez M, Conget I, Nicolau J, Pericot A, Levy I. Out-
1984; 13:525. come of pregnancy in women with type 1 diabetes inten-
2 Pickup J, Mattock M, Kerry S. Glycaemic control with sively treated with continuous subcutaneous insulin
continuous subcutaneous insulin infusion compared with infusion or conventional therapy. A case-control srudy.
intensive insulin injections in patients with type 1 dia- Acta Diabeto!. 2007; 44:34-37.
prirncra medida en cnlcnre~-cr Li ahsorcic'm intcsri1nl
de cubohidratos, au1rn:ntar la scnsihilicLid i11sulínic1 \
La historia naturai de Li dialKte' 111cllitu;, tipo ' en i11crcmentar la c1pacidad secretora de la célula lw-
demuestra que en \U eriologÍ;1 v progn:sió11 \L' L'll t;1, 1·a dirccranwnrc o rncdianre la cstirnui;1ci<·m dci
cucntra11 implicado:- unt<1 focrorcs gu1(·ticu' co1rn1 deL:ro i11cretínico. Cuando estos recursos son l!lSll(i··
ambientales. Emrc esros t"dtimus, h olwsid;id 1· el se- c1c11tcs, b 111sulinorcrapia tanto cxclus11·a111entc» o co-
dentarismo dcsempe1]a11 un p;lpL·I cLll L' par;1 el 1nicHj 1110 en muchos casos co111bi11;1da con formacos 0L1ks,
de la intolerancia hidrocarbonada y su posterior de- representa el tratamiento sustitutivo de la deficiencia
terioro. Dos factores determinan, desde el punto de insulínica que caracteriza a las fases más tardías de la
vista fisiopatológico, la aparición de la diabetes tipo diabetes tipo 2 2 •
2. Por una parte, la resistencia a la insulina, que es
compensada en sus primeras fases por un aumento de FÁRMACOS SECRETAGOGOS DE INSULINA
la secreción de la hormona por parte de las células
beta de los islotes de Langerhans, y, por otro, lado el Tras el hallazgo accidental por Janbon y Loubatie-
fallo secretor de estas últimas que conduce inequívo- res en 1942 del efecto hipoglucemiante de las sulfami-
camente al desarrollo de hiperglucemia con las consi- das, las sulfonilureas han sido los fármacos más
guientes consecuencias metabólicas y complicaciones frecuentemente utilizados en la historia de la diabeto-
micro y macrovasculares. Ambas características, re- logía reciente en el tratamiento farmacológico oral de
sistencia y fallo secretor, evolucionan en forma cre- la diabetes. Los fármacos estimulantes de la secreción
ciente desde las fases iniciales del trastorno corno son de las células beta tienen corno objetivo paliar la defi-
los estadios de prediabetes hasta la expresión com- ciencia en !a secreción de insulina. La fisiología de la
pleta de la diabetes mellitus'. A partir del desarrollo secreción insulínica demuestra que en situación de
de hiperglucemia de ayuno, es el deterioro de la fun- ayuno su magnitud es escasa en comparación con la Ji
ción de la célula beta, en gran parte condicionado ge- beración posprandial necesaria para metabolizar el au-
néticamente, el elemento que va a determinar el mento de glucemia inducido por la ingesta. Es por ello
ulterior quebrantamiento del control metabólico. l\o que los fármacos de efecto secretagogo se encuentran
obstante, el fallo en la primera de secreción de especialmente dirigidos a contrarrestar b
insulina es un fenómeno muy precoz, que ya se en- mia posprandial.
cuentra presente en los familiares ele primer grado
normoglucémicos de diabéticos tipo 2, lo que sugiere
que resistencia y deficiencia insulínica concurren en potas10
las fases preclínicas de la diabetes.
De acuerdo con estos principios, y asumiendo el Su mecanismo de acción se basa en su imeracción
papel capital que desempCI'ian la alimentación y la ac- con los canales de potasio de la membrana de las célu-
tividad física en el tratamiento de la diabetes tipo 2, las las beta'.
intervenciones farmacológicas dirigidas a corregir la El canal de potasio dependiente de A!T de las célu-
hiperglucemia y la deficiencia insulínica se centran como las beta consiste en un complejo hetero-octornérico de
142 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
cuatro subunidades (Kir6.l o Kir6.2) que se encuen- interaccionan con una región del receptor SURl dife-
tran ligadas al receptor de sulfonilureas SUR 1. rente al de las sulfonilureas, lo que se traduce en un
El transporte de glucosa al interior de la célula be- perfil de acción más rápido que facilita el control glu-
ta a través del transportador GLUT2, permite la gene- cémico posprandial y reduce la probabilidad de hipo-
ración intracelular de ATP que ocasiona el cierre del glucemia interprandial. Esta diferente interacción con
canal de potasio. Este fenómeno es esencial para que el receptor se debe a que estos fármacos se encuentran
se produzca la despolarización de la membrana de la estructuralmente relacionados con la parte de la molé-
célula beta que induce la apertura de los canales de cula de glibenclamida que no corresponde a la estruc-
calcio dependientes de voltaje facilitando la entrada de tura de sulfonilurea 3·5 •
iones calcio en la célula y aumentando su concentra- La interacción de los fármacos con ambas regiones
ción intracelular. Este aumento de calcio intracelular del receptor SUR 1, como es glibenclamida o glimepiri-
provoca la exocitosis de los gránulos de insulina 1 • La da, tienen un efecto con menor capacidad de reversibi-
interacción de las sulfonilureas con el receptor SUR 1 lidad, mientras que los que son activos frente a una de
de la célula beta resulta en el cierre de los canales de las regiones del receptor poseen una reversibilidad rá-
potasio dependientes de ATP, poniendo en marcha así pida de su efecto, como sucede con metiglinida, tolbu-
la liberación de insulina. tamida o gliclazida. La repaglinida es una excepción,
Aun cuando la respuesta de insulina a sulfonilure- pues tiene poca reversibilidad 3 -5 •
as se amplifica por el efecto de la glucosa, la interac- Existen receptores de baja afinidad ligados a cana-
ción del fármaco con el receptor estimula la liberación les de potasio dependientes de ATP en otros tejidos co-
de insulina, incluso con valores bajos de glucemia, lo mo miocardiocitos, músculo esquelético (SUR2A) y
que posibilita el desarrollo de hipoglucemia, que va a músculo liso vascular incluyendo el territorio corona-
constituir el efecto secundario más importante de este rio (SUR2B)'· 6 • En estos tejidos, la hipoxia genera
tipo de fármacos. Las sulfonilureas no parecen corre- apertura de los canales de potasio provocando vasodi-
gir el defecto precoz en la secreción de insulina, ac- latación. La posibilidad de que los fármacos no selec-
tuando sobre la fase tardía 1 •4 • tivos de SUR 1 ejerzan efectos indeseables en otros
La metiglinida y sus derivados, llamados glinidas tejidos no parece sustentarse a la vista de los resulta-
(Tabla 1), pertenecen a un grupo de compuestos que dos clínicos obtenidos bajo tratamiento crónico con
.·
Tolbutamida Hipoglucemia
500-3.000 4,5-6,5 1,8 Renal
SU 1' Generación Aumento de peso
Hipoglucemia
Clorpropamida •
100-500 36 1,7 Renal Aumento de peso
SU l' Generación
Hiponatremia
Glibenclamida . Hipoglucemia
1,25-20 10 1-2% Renal y biliar
SU 2" Generación Aumento de peso
Gliquidona
15-120 6-12 l-2% Biliar Hipoglucemia
SU 2' Generación
Glipizida Hipoglucemia
2,5-25 2-4 1-2% Renal y biliar
SU 2' Generación Aumento de peso
Gliclazida Hipoglucemia
30-120 12-24 1-2% Renal
SU 2" Generación Aumento de peso
Glimepirida Hipoglucemia
2-8 8-24 1,4-2,5% Renal y biliar
SU 2' Generación Aumento de peso
Repaglinida Hipoglucemia
1,5-16 l 1,7-1,9 Biliar
Glinida Aumento de peso
SU: Sulfonilurea
Fármacos secretagogos de insulína
i]j)
La glipizida tiene la ventaja sobre glibenclamida de que permite la administración en dosis única diaria 11 • La
una vida media más corta y un riesgo de hipoglucemia respuesta contrarreguladora a la hipoglucemia es más
menor. Su eliminación no se ve afectada significativa- favorable que la de glibenclamida. Al igual que otras
mente por la insuficiencia renal leve. Existe en Estados sulfonilureas tiene efectos extrapancreáticos con au-
Unidos una formulación de liberación prolongada que mento de la utilización de glucosa por efectos sobre el
permite una administración diaria en dosis única. transportador GLUT4 en adipocitos y células muscula-
La gliclazida tiene un perfil de acción similar, pero res'º. Los datos experimentales sugieren que la potencia-
posee efectos adicionales sobre el estrés oxidativo, la lidad de glimepirida para desarrollar efectos
vasodilatación inducida por oxido nítrico y la neovas- cardiovasculares nocivos es inferior al de otras sulfoni-
cularización retiniana inducida por isquemia aportan- lureas. Se ha descrito un efecto estimulador de recepto-
do un potencial efecto protector vascular. Además, se res PPAR gamma y de la liberación de óxido nítrico.
ha descrito un efecto antiproliferativo sobre los adipo- Inhibe la activación del factor de transcripcion NF-kap-
citos y en general todo un cúmulo de acciones antiin- paB, que posee un papel clave en la promoción de la in-
flamatorias y de protección vascular con referencia a flamación y de la resistencia insulínica, favorece la
glibenclamida. Adicionalmente, estimula la secreción producción de oxido nítrico por las células endoteliales
de adiponectina e inhibe la de citoquinas proinflama- de la circulación coronaria y ejerce un efecto inhibidor
torias y generadoras de resistencia insulínica así como de la agregación plaquetaria inducida por ADP. Al igual
de moléculas de adhesión, favoreciendo un perfil an- que otras sulfonilureas, también aumenta adiponectina
tiaterogénico (Figura 1). Se le ha atribuido un cierto y reduce los niveles de TNF alfa (Figura 1 ), y previene
efecto protector de apoptosis de la célula beta. el desarrollo de arterioesclerosis en animales con dieta
La glimepirida es la sulfonilurea más moderna. Se rica en grasa.
une al receptor tres veces más rápidamente y se desliga Las tasas de hipoglucemia son menores que con gli-
de él nueve veces más rápidamente que la glibenclami- benclamida, aunque el efecto beneficioso sobre el con-
da. Una de sus ventajas emana de su farmacocinética trol metabólico es similar.
Hipoglucemia lnsulinosensibilidad
~
Gluconeogénesis
Peso y masa grasa
~' Glucólisis
Precondicionamiento 8 ~ SULFONILUREA ~
PPAR gamma
cardíaco ~
8
Arritmias
Presión art~rial
k
~
G
GLINIDA
l
-----. Inflamación
Agregación
nocturna Canal de potasio plaquetaria
dependiente de ATP
Adiponectina
Apoptosis de
células betas Síntesis de
Secreción
de insulina óxido nítrico
La gliquidona tiene vida media corta y posee claros da y a glirazonas en lo que respecta a la mejoría de los
efectos insulinosensibilizantes. Se ha documentado su valores de HbAlc"·'" . La asociación de sulfonilureas
buena tolerancia en insuficiencia renal moderada, me- a metformina provoca una significativa reducción ele
nor ganancia de peso que con glibenclarnida y efectos HbAlc respecto al tratamiento con metformina en
reductores de la hiperagregabilidad plaquetar. Estas monoterapia. Igualmente, la asociación a glitazonas
características Ja proponen corno una sulfonilurea de induce mayor descenso que la glitazona en monotera--
buen perfil de eficacia y tolerancia. pia. En general, puede decirse que sulfonilureas y rcpa--
La repaglinida es el compuesto rn<"is en en ocasion,111 descensos entre 1.S
del grupo de l:i inicbs. La :ntcracci(rn ck 2 % de Hh~\ 1e frcmc a placebo . '.\ 'nicL1 lTHlt":-.
estos Lírmacos con u11 de SUR 1 dikrrntc a Lis l11C'il () r.
l (~rillciCtll'llli_:'ricn
. \~1 rfcctn cun1itn1.~t
y tvrn1iri;1 :llHL''.'-i~ p1)r
1nc..uJina que prov(h_-3 1111..:i()i- ,1 lJ
<-:e' Je( '.\ ()
~
rt'duciend(; Lt prohJb1l1d~Hl dL· ''i1 su \_,fic_1l.iJ p:1r;·¡ c~o1nruiar \
hipogluccrni;i. Por cii(). dehc tonursc 1 ~ mi11uros am,·s qul:' c·on frccul'nci,1 prt·scnL111 lo-, diahéti1.'<h. L1 1
de las comidas. Se puede suprnnir si :10 mgesta. L1 razona, qul' ;1lkm~1s de su efecto agonisrn PPAR gam-
reducción ele su duraci(-)Jl ele acci('rn una pcrs- ma posee acción PPAR e~ superior a la hora ck
pecti va interesante; que. posi hlcmentc, explic1 que Li elevar tl nivel de f-Il)L colesterol. Sin crnb~1rgo: los
gananCi<1 de peso Sea ITlCllOr (jllC' COll gJihenclarnicb. S,· dectos de merforrnina, otro insuli11osensibili1.ador, so-
rnctaboliza en el hígado 1 C'i 'JO'\, se excreta por vía bi- hrc este par;1metro resulta11 similares''-
liar (Tabb l ), lo que permite su ;1dministraci<i11 en in- E11 lo que respecta a los mglicérido:, los resultados
suficiencia renal 1· ohlig;1 ;11 re;1jusre de h dosis -;i son simiLires ;1 favor de piogli1;11.011a, pero mctfurmi-
existen signos ele 111sufic1enciJ hep;itic.1. 11;1 ofrece rn;n·or cficJciil que la, sulfo11ilurc>;1s' '. Si11
L1 nateglinich es un den vado dL' k11ilaL111111a que se embargo. h asociación de mnformina con sulfonilurc-
une ~1 Ja suhunidad SUR 1 del crnal de potasio\' mues- as no obtiene mejor resultado que la monotcrapia co11
tra rápida capacidad de disociación. Su selectividad este último grupo ele fármacos.
por la célula beta pancreática es elevada. Su efecto so- En lo que se refiere a colesterol LDL, las sulfonilu-
bre la secreción de insulina en ayuno es muy inferior al reas muestran peor rendimiento que rnetformina, pero
que se produce cuando se administra antes de la inges- mejor que las glitazonas 14 •
ta. Posee un efecto estimulador de la secreción de
GLP-1, que es una molécula clave en el efecto incretí- Peso c011wral, presión aiterial y factores de nesgo
nico que se encuentra deteriorado en la diabetes tipo cardiouascular
2. La capacidad de reducir los valores ele HbAlc cuan-
do se empica en monoterapia es inferior al de las sul-
En Jo que respecta al peso corporal, las sulfonilure-
fonilureas (Tabla 1 ), lo que hil limitado su uso. Al
as favorecen su aumento, en probable relación con el
igual que las sulfonilureas se pueden emplear asociada
aumento ele la secreción de insulina y su efecto lipogé-
a metformina o glitazonas, o incluso insulina.
nico, sin que existan diferencias entre los distintos se-
cretagogos. La asociación de sulfonilureas con
comparativos el controi
metforrnina no mejora Ja evolución poncleral1'.
alteraciones metabólicas asociadas
No hay elatos que sugieran que los secreragogos
de insulina modifiquen sígnificati1·amente la presión
El algoritmo para el tratamiento de Ja diabetes melli-
arterial".
tus tipo 2 propuesto por Ja Asociación Americana de
El recientemente publicado estudio ADVANCE'
Diabetes y la Sociedad Europea de Diabetes'', coloca i1
los secretagogos de insulina en un segundo escalón, demuestra que la intensificación del tratamiento con
cuando Ja administración de merformina no consigue base en la administración de gliclazida fue eficaz en re--
mantener un control metabólico adecuado. Sin embargo, ducir la HbAlc y la tasa global ele eventos macro v mi-
ofrece la posibilidad de incorporar diferentes tipos de crovasculares en un 10°/,), especialmente, a expensas
frírmacos v sus combinaciones. Es por ello neces;irio co- de estos últimos v, sobre todo, de las complicaciones
nocer no sólo la eficacia de los secretagogos en monure-- nefropáticas. Este estudio demuestra que la intensifica-
rapia, sino tamhién en combinación con otros formacos. ción del tratamiento ele la diabetes tipo 2 aporta bene-
ficios muy significativos en la evolución de Li
Co11trol glucémico microangiopatía cliabétic1. En contraste con otros es-
tuclios previos, no se observó un aumento de la mor-
Los metaan<1lisis disponibles indican que Lis sulfo- talidad asociada a la intensificación del control
nilureas son cquiporentes entre sí y frente a repaglini- glucérnico. No hay datos condtl\'entes de que las
146 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
sulfonilureas se asocien a mortalidad aumentada, pero de los canales de potasio dependientes de ATP genera
su uso en pacientes con enfermedad cardiovascular pre- efectos similares al precondicionamiento, probable-
existente es controvertido 16 • mente, en relación con la activación de los receptores
A 1 de adenosina 17 •
Efectos secundarios Estudios llevados a cabo mediante experimenta-
ción animal muestran que una dosis aguda de gliben-
Los efectos secundarios más frecuentes e importan- clamida es capaz de inhibir el precondicionamiento
tes y comunes a todo el grupo de secretagogos son la hi- isquémico durante, angioplastia, fenómeno que no su-
poglucemia y el aumento ponderal (Figura 1, Tabla 1). cede con glimepirida 17 • En cambio, estos sucesos no
La hipoglucemia se deriva del propio efecto secre- tienen lugar bajo administración de insulina.
tagogo de insulina por parte de la célula beta y es el Por el contrario, el cierre de los canales de potasio
efecto secundario más característico de las sulfonilure- puede tener un efecto protector del desarrollo de arrit-
as frente a otros antidiabéticos orales, como metformi- mias alterarando la dispersión de la refractoriedad en-
na, glitazonas o acarbosa. Entre las sulfonilureas de tre células normales e isquémicas. Así, tanto
primera generación, clorpropamida, por su vida media glibenclamida como glimepirida han mostrado un
muy prolongada, es el fármaco que genera hipogluce- efecto reductor del desarrollo de arritmias, mientras
mias más frecuentes, intensas y prolongadas, aspecto que tolbutamida induce el efecto contrario 17 •
que ha restringido su uso. Entre las de segunda gene- En lo que respecta a los efectos vasculares, glibencla-
ración, es la glibenclamida la más productora de hipo- mida ha demostrado un efecto inhibidor sobre la relaja-
glucemias. Este efecto secundario se observa menos ción vascular inducida por pinacidil y sobre la
con moléculas de acción más rápida y coordinada con vasodilatación coronaria inducida por isquemia en co-
la evolución de la glucemia posprandial, como repagli- razón de cerdo aislado, así como sobre el flujo corona-
nida y nateglinida (Tabla 1). La insuficiencia hepática rio en perros 17 • Otros estudios demuestran un efecto
o renal aumenta el riesgo de hipoglucemia. Como ca- potenciador de la resistencia vascular periférica y de la
bía esperar, la asociación a otros fármacos antidiabéti- presión arterial nocturna en relación con glibenclamida.
cos, como glitazonas o metformina, incrementan la A pesar de estos datos, no existen evidencias clíni-
tasa de hipoglucemias inducidas por sulfonilureas 14 • cas inequívocas que indiquen un efecto perjudicial de
El aumento de peso se atribuye al efecto lipogénico las sulfonilureas sobre la morbilidad y mortalidad car-
de la hiperinsulinemia y es común a todos los secretago- diovascular.
gos. Éste es un efecto indeseable, dado el papel fisiopa-
tológico que la obesidad desempeña en el deterioro del Indicación de tratamiento con secretagogos de insulina
control metabólico y en la perpetuación del síndrome
metabólico. Probablemente, los secretagogos de acción La sulfonilureas están indicadas en el tratamiento
más rápida, que producen liberación de insulina menos de la diabetes mellitus tipo 2, especialmente, en sus fa-
sostenida, producen menos ganancia ponderal. ses iniciales cuando la monoterapia con metformina
no consigue un adecuado control metabólico. Su efec-
Efectos cardiovasculares de las sulfonilureas to tiene lugar predominantemente sobre la hipergluce-
mia posprandial, dado su efecto liberador de insulina,
La existencia de receptores de sulfonilureas en aunque reducen la glucemia en ayunas de forma signi-
otras células diferentes a la célula beta pancreática ficativa. Por ello, precisan de la existencia de reserva
(SURl), como miocardiocitos y músculo liso vascular pancreática detectable. Si el paciente no es obeso, su
(SUR2A y SUR2B), y el posible papel fisiológico pro- indicación en monoterapia es más eficaz dado el efec-
tector de los canales de potasio dependientes de ATP to favorecedor de la obesidad que poseen los secreta-
en respuesta a situaci01=1es de isquemia, ha planteado la gogos de insulina.
posibilidad que los fármacos que actúen a ese nivel De los compuestos disponibles son las glinidas, y
puedan generar efectos secundarios en esos territorios36 • entre ellas repaglinida, y las sulfonilureas de segunda
Cuando los niveles intracelulares de ATP de los mio- generación, glimepirida y gliclazida, las que mejor per-
cardiocitos caen en condiciones de isquemia, los cana- fil de acción y efectos secundarios muestran.
les de potasio se abren permitiendo la salida de potasio Los criterios de consenso actuales promueven la
del interior de la célula, lo que provoca repolarización combinación de fármacos antidiabéticos para optimi-
de los miocardiocitos, reducción de la entrada de cal- zar la compensación de los pacientes con diabetes tipo
cio, de la contractilidad celular y del consumo de oxí- 2 12 • En este sentido, y salvo intolerancia, los secretago-
geno. Estos mecanismos se encuentran implicados en gos de insulina se emplean con mucha frecuencia aso-
el precondicionamiento isquémico, por el cual, la ex- ciados a metformina, que ayuda adicionalmente a
posición repetida a isquemia mejora la capacidad del contrarrestar el efecto favorecedor del aumento de pe-
miocardio para protegerse de la isquemia. La apertura so inducido por las sulfonilureas y a mejorar el perfil
Fármacos secretagogos de insulina "• 147
lipídico].\. Dependiendo de la tolerancia, de las carac- mediante mecanismos ligados a la vía del AMPc y de
terísticas clínicas del paciente y de la evolución de su la proteina cinasa A. Su actividad ha sido evaluada en
control metabólico, pueden asociarse a glitazonas (Ava- animales y humanos in vitro. Parece que el subtipo
glim0, Duetact0), análogos de GLP-1 y a inhibidores de P2Yl es el más implicado en la homeosrasis del meta-
DPP-IV (Janumet0), combinaciones algunas comerciali- bolismo hidrocarbonado.
zadas. La individualización es imprescindible en este La hidroxisoleucina, que amplifica la liberación de
contexto. insulina sin mediación por canales de potasio, v mejo-
En las fases iniciales del fallo secundario a antidia- ra la rt·sistcncia insu!ínica es otro compuesto a tener en
pueden asociadas a insulina í...'UL'nta '.
las glinidas. pero su efecto rn11s Otrn<o s1st<:mas fururns son la 111hihición de L1 act1·
importamc tiene -,obre ia secrcc;ón i1FulínicL \\ l I\.
por lo que cuando ésta se conforme 11\·11 l'l1];1
L1 conveniencia de mantener h ,k L;
céluia beta corno objetivo de tr11umicntu. ¡unro ;¡ Lt
potencial de b apoptosis ele las 1-_·,n rcsu1nL·11~ !o~ ~ccn.:r~1gogo~ de 111~uli113 son un
sulfonilureas, hace e¡ ue el uso de secretagogos pueda grupo de que estimulan ia secreción de insu-
ocupar un lug:ir más tardío en el esquema terapéutico. lina por p<1rtC de la célub het;1, ocupando un lugar cL1-
Sin embargo, est11 por demostrar que su eficacia pueda \T en el esquema tcr:1péutico de Li diabetes mellitus
ser sustituida por otros formacos alternativos. tipo 2. El des:irrollo de nuevas moléculas, incluidas las
Debe tenerse en cuenta que 11lgunos formacos. co- sulfonilureas de segunda generación :· de glinidas ha
mo anticoagulantes, sulfamidas. fibr:nos. aspirin<l. :rn- abierto nue1·,1s posibilidades derivadas no s(ilo de sus
tiinflamatorios no esreroideos y alcohol pueden particuhrcs t·11ncterís11c1s f:irrnacocinéricas. sino tam-
potenciar su efecto, mientras que corticoides, rifampi· bién de su:, efectos extrapancrc5ticos que alcanzan
cina, barbitúricos, beta-bloqueantes, tiacidas, <:srn'ige- adern<Ís de al rncuholisrno hidrocubun<1do, a un sin-
nos e isoniacida entre otros, lo atenúan. fín de mecanismos implicados en el riesgo cardiovas-
Su uso no se encuentra indicado en el embarazo ni cular. Las numerosas combinaciones farmacológicas
en la diabetes tipo 1. pueden potenciar sus efectos beneficiosos sobre el con-
trol metabólico y atenuar los perjudiciales. No obstan-
Perspectivas futuras en el desarrollo de nuevos secreta- te, existen aspectos que requieren clarificación, como
gogos de insulina son su capacidad de inducir apoptosis y su eventual
efecto deletéreo sobre el precondicionamiento cardía-
Dejando aparte los incretinrniméticos exenatída y co y sobre la mortalidad cardiovascular.
liraglutida y los incretinpotenciadores, como sitaglip-
tina y vildaglíptina, que son tratados en otro capítulo,
las perspectivas en el desarrollo de nuevos secretago-
Del Praro S, Marchctti P, Bonadonna RC. Phasic insulin
gos encaminados a mejorar los fármacos disponibles
rclcasc and mctabolic regulation in typc 2 diabetes. Dia-
actualmente son alentadoras'.
betes 2002; 51(Supl l):S\0916.
Entre los posibles nuevos moduladores de los cana-
2 Del Prato S, Bianchi C. lvlarchctri P. Beta-ce!! function
les de potasio dependientes de ATP se encuentran R -
and :rnti-diabctic pharmacotehrapy. Diabetes Metab Res
acetoxihexarnida que es una sulfonilurea con un perfil
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de acción rápida y potencial perfil cardiovascular fo-
Gribblc Fivl, Rcirnann F. Sulphonvlurca action rcvisited:
vorable. La metiglinida muestra un perfil de acción r<'í-
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pida sin afectación del precondicionarniento cardí,1co
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y con alta selectividad por SUR1.
for t,·¡x' 2 diabetes mellitus. Can l\kd Assoc 2005:
Los derivados imiclazolínicos que poseen efecto blo- l 2:213-26.
queante alfa-adrenérgico han demostrado aumentar la
S Farrcr 1\, Lugo-C~arcia L~ c;alticr I·~ c.;ross I\. Petir P.
secreción de insulina, a través de la inhibición de los ca- !'h,irrnacological intcrn:ntions thar dirccth· stimulate or
nales de potasio dependientes de ATP y de un efecto in- modulare insulin secrction from p,111crcatic hcta-ccll: im-
dependiente sobre la exocitosis de insulina. Midaglizol plications fur rhc treatment of typc 2 diabetes. l'undam
y RX871024 pertenecen a este tipo de compuestos. Clin Pharrncicol 2005; 19:645-56.
Los agonistas de receptor P2Y amplifican la secre- 6 Quast U. Stcphan D, Bieger S, Russ U. Thc imp:Kt of
ción de insulina sólo en presencia de hiperglucemia, lo :\TP-sesnitin: I< channcl subrvpe sclccrivity of insulin
que reduce el riesgo ele hipoglucemia. Actúan sohre re- s<:creragogucs for thc coronan· Yasculaturc :1nd the 1111·-
ceptores P2Y que se expresan en islotts pancreáticos ocardiurn. Diabetes 2004; S)(Supl3l:Sl56-64.
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•
pacientes con DM2 provoca una disminución de la re- mente indicado en aquellos pacientes con DM2 y au-
sistencia hepática a la insulina y, en menor medida, sencia de insulinopenia.
una disminución de la resistencia a la insulina en el La utilización en combinación de insulina con met-
músculo. Actúa también a otros niveles y de esta for- formina en la actualidad es un método realmente efec-
ma es la responsable de las siguientes acciones: dismi- tivo en el control de los pacientes con DM2 que tienen
nuye la glucemia en un 20-30%, reduce el colesterol una deficiencia de la función de la célula beta avanza-
LDL hasta en 10% y disminuye los triglicéridos hasta da asociada a resistencia insulínica-. En estos pacientes
en un 30%. Reduce la insulinemia hasta en 10%, \.me- se comigue mejorar la hiperglucemia \' otros factores
la sensibilidad insulínica. También actúa disrninu- de ries¡uJ can:licwascular asociados al síndrome rner,1-
vendo la actividad del PAl-1, mejorando la fibrinólisi' h('ilico, ,~unque a io de b e\ta coml!1;1a-
20 dis¡ninuir l'l bn \. iJ trn de Lts esrratc"gi~h
;tcm·idad 1¡1--.,idcr:t t:n;.¡ r:'(ct'kTnc· (
Ln los d1stimus ensa\"<J<, clírncos realizad('S de,r
No se considera contraindicado en edades superio- riesgo en estos pacientes: reducen la presión arterial
res a 65 años y puede prescribirse en ancianos con (por disminución de la RI pero también a través del
aclaramiento de creatinina mayor de 60 mi/minuto. sistema renina-angiotensina), ejercen una acción favo-
rable sobre el fenotipo de las lipoproteínas (reducción
TIAZOLIDINEDIONAS (GLITAZONAS) de valores plasmáticos de c-LDL, incremento de la
subfracción c-HDL2), mejoran la función endotelial y
Mecanismo de acción la microalbuminuria (independiente de los cambios en
las cifras de glucemia), incrementan la actividad del
Las tiazolidinedionas o también conocidas como activador del plasminógeno y reducen la de su inhibi-
glitazonas son un grupo de fármacos cuyo mecanismo dor. Por otro lado, disminuyen los marcadores de in-
de acción se basa en la activación de unos receptores flamación (fundamentalmente, la proteína e reactiva)
nucleares específicos, conocidos como receptores de la y ejercen una acción favorable sobre otros determinan-
proliferación de los peroxisomas (PPAR), en concreto, tes del proceso aterotrombótico.
sobre los PPAR gamma, aumentando la transcripción Este grupo farmacológico ha supuesto una impor-
de genes que son importantes reguladores de la dife- tante revolución terapéutica, no sólo por su efecto a
renciación de adipocitos, homeostasis lipídica y de la nivel del control glucémico sino por otros beneficios
acción de la insulina. Provocan una disminución signi- metabólicos y antioxidantes derivados de su mecanis-
ficativa en los ácidos grasos libres y del factor de ne- mo de acción.
crosis tumoral, que son fundamentales mediadores, de En la actualidad está autorizado el uso clínico de
la resistencia a la insulina. Además, disminuyen los tri- rosiglilazoua y <le pioglitazona.
glicéridos en el tejido adiposo y prnducen uu aumento
de la adiponectina. Farmacocíuética, metabolismo y posología
Estos cambios desencadenan una serie de efectos.
En el mú&culo aumenta el trnn&portador GLUT 4 y la La ros1ghtazona se absorbe bien por vía oral con
utilización de glucosa, mejorando, por lo tanto, la sen- una biodisponiobilidad del 99%, metabolizándose en
sibilidad a insulina. En el hígado disminuye la neoglu- el hígado a través del citocromo P-450. Su semivida es
cogénesis. En la célula beta mejora su función y de tres a cuatro horas, alcanzando la concentración
secreción. En los vasos ejercen un efecto antiinflama- máxima en la primera hora tras su administración. Al-
torio y la disfunción endotelial mejora.
rededor de dos tercios se excretan en la orina y un ter-
El receptor PPAR se expresa en el tejido adiposo,
cio a través de la bilis. Se administra en dosis de 4 a 8
hígado y músculo esquelético, tejidos donde la insuli-
mg una o dos veces al día.
na ejerce preferentemente su acción, regula la trans-
La pioglitazona, al igual que la rosiglitazona, se ab-
cripción de varios genes relacionados con la
sorbe bien por vía oral, con una concentración máxi-
diferenciación de los preadipocitos y en la captación
ma a las 2 horas y una vida media plasmática de 16 a
de glucosa mediada por insulina en los tejidos perifé-
24 horas. Se metaboliza en el hígado a través del cito-
ricos. Estos receptores reducen la expresión de la lep-
cromo P-450 y se excreta dos tercios por las heces y un
tina, un factor que regula el apetito, el peso corporal y
tercio a través del riñón. La pioglitazona se administra
el balance energético.
en dosis de 15 a 45 mg una vez al día.
Además de mejorar el control glucémico, influyen
de forma favorable en los diferentes componentes de
Aplicaciones clínicas
GLITAZONAS
Maduración de
adipocitos
tÁcidos
grasos
libres
Captación Insulina
de glucosa ----Glucosa
(1'GLUT i y 4)
lll\'eles ck LDL; e11 c1mh10, e11 b 11L11·oría de los es control glucémic·o a lo !,irgo de dos a11os frente ,1 gli
tudius, h rosigl1n1.011~1 aurnenu esra lípoprnrdna ,¡ ca1.ida 1 '. l'or lo L111to, estos !'5rn1<1cos ricnen una \'l'll·
bien también disminuye el porcentaje de partículas taja adicional muy importante en proteger la célula :),
LDL pequer1as y densas, por lo cual podría disminuir ventaja que otros fármacos no tendrían.
su efecto aterogénico. El efecto sobre HDL es similar Otras ventajas con respecto a los hipoglucemian-
con ambos fármacos, pero la pioglitazona reduce tes convencionales son: a) disminuyen la glucemia sin
más los triglicéridos, posiblemente porque tiene un provocar hipoglucemias, b) rosíglítazona ha demos-
discreto efecto PPAR alfa'º. trado retrasar, en una población con riesgo, la apari-
Otros efectos importantes de este grupo farmaco- ción de diabetes mellitus tipo 2 en un porcentaje
lógico son sobre la rnicroalburninuria y la presión superior al de otros fármacos y al logrado con estilo
arterial. Es conocido que la presencia de microalbumi- de vida (estudio DREAM) y c) pioglitazona ha de-
nuria en los pacientes DM2 se considera un marcador mostrado que disminuye el volumen de la placa de
de riesgo cardiovascular. En diversos estudios se ha ateroma, medido mediante ecografía intravascular en
comprobado que el uso de rosiglitazona reduce la rni- un porcentaje significativamente mayor, que glimepi-
croalbuminuria en comparación con sulfonilureas in- rida (PERISCOPE'i y CHICAGO'").
dependiente de las cifras de glucemia" . El efecto que La administración de rosiglitazona disminuye de
producen las glitazonas sobre la pared vascular refleja forma importante los ácidos grasos libres, lo cual sig-
una disminución de los niveles de presión arterial. nifica menos resistencia a la insulina y disminución de
Las glitazonas reducen b fibrinólisis como conse· la proteína C reactiva. Por lo tanto, las glitazonas son
cuencia de h disminución de las concentraciones plas- antiinflamatorios potentes que pueden proteger al pa-
máricas de PAI- l, TNF o y proteína C: reactiva. Este ciente contra la aterosclerosis, pero faltan estudios con
efecto terapéutico podría proporcionar mejorías car- e\'enros cardiovascubres.
diovasculares independil'.ntes del control glucérnico 11 • El tratamiento en monoterapia, en la acwalidad no
La ventaja de las glitazonas, que no rienen la met- supone una venta ja en el control gl ucérnico frente a otros
formina ni las sulfonilureas. es que enlentece el dete- anrihipergluce1111antes orales. 1-labítualrnente, se utilizan
rioro de la función de la célula beta. FI estudio UKPDS en asociación con sulfonilureas y/o metformina'-".
demostró que los hipoglucernianres convencionales no La combinación con sulfonilureas ha demostrado
protegen a la célula beta de su deterioro progresivo. Al una disminución del la HhA 1c de un l 'i\1 respecto al gru-
comparar glipizida como monoterapia, en pacientes po control, sin un incremento de los efectos adversos' .
bien controlados, la función de la célula .3 mejoró en La combinación con rnetformina ha sido estudiada
un 5%; en cambio, al agregar rosiglirazona. mejoró en en varios ensavos clínicos, demosrr<1ndose una reduc-
54º/,,. Asimismo, pioglitazona ha demostrado un mejor ción significati 1·a de la HbA le del O, 7 al 1,2 ~;) en la
154 .. °' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
combinación de rosiglitazona con metformina. Como asociados al tratamiento que puedan contribuir al in-
efecto colateral se observó una ganancia ponderal cremento de la frecuencia de fracturas 19 •
frente al uso de metformina en monoterapia. La com- El uso de las glitazonas está contraindicado en pa-
binación de pioglitazona con metformina consiguió cientes con insuficiencia cardíaca o con historia de In-
una disminución similar de la HbA1c 13 • suficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, en la
El uso de glitazonas con insulina está aprobado en cetoacidosis diabética y en el embarazo. Deben usarse
Estados Unidos y en España sólo está aprobado el uso con precaución en pacientes tratados con AINE por-
de pioglitazona con insulina. Es una terapia eficaz, pe- que ambos se asocian con retención de líquidos.
ro se debe tener precaución en pacientes con tendencia
a los edemas e insuficiencia cardíaca. Asociación de glitazonas y cardiopatía isquémica
con rosiglitazona; CP = 1,43 (1,03-1,98). Al analizar de causa cardiovascular. Debido al diseño del estudio,
este meta-análisis es preciso tener en cuenta que en el los resultados definitivos del mismo aclararan definiti-
se incluyeron ensayos en los que el infarto de miocar- vamente esta polémica.
dio no era una variables de medida de eficacia proto- Las autoridades sanitarias (FDA y EMEA), tras
colizada, también se incluyeron ensayos con pacientes valorar las evidencias publicadas en el último año,
en los que actualmente la rosiglitazona está contrain- han mantenido la autorización para el uso de éstos
dicada y se excluyeron del análisis los pacientes de los fármacos va que el beneficio de su uso supera el ries-
ensayos clínicos como el DREAM \.el ADOPT, en los go de los efectos secundarios, arl.adiendo
que no se objetivó ninguna en la incidenci<1 L1 :Hhencncia de no recomendar el uso de rusiglita-
de isquemica entre i:I grupo rrarado con O lllSU
i.
otros 11H:L1'1!!<il1si J '~ ¡
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•
r 1 r
Polisacáridos
~
..__ _ _ _ _ Amilasa
~
Intestino Oligosacáridos
Delgado
X a-glucosidasas
(3-glucosidasas
GLUT1
Glucosa Glucosa
1
Ácidos grasos lnhibidores
Colon C02, O+ ..__________ Bacterias
Metanos
IOH~~:~.
aprecia en la disminución de los valores de hemoglobi-
na glicosilada (HbAlc). No hay diferencias significati-
~~~~H
1
j o'H ~ OH o'H OH
vas en la glucemia posprandial.
El estudio Essen-Il no encuentra diferencias en la dis-
ACARBOSA minución de los valores de HbAlc cuando se compara
acarbosa 300 mg/día con metforrnina 1.700 rng/día'.
H0 1 /~~/OH
... Numerosos estudios clínicos muestran que en pa-
~
' ~---{'~'
cientes con diabetes tipo 2 en trarnrnienro con hipoglu
: OH
•.
pccu\·a111cnrc.
La acirbo~a urnbiéil ricile un rmpacru
diabéticos tipo 2 tratados con imulin~L Su admi111,-
SACAROSA tración redtKe los nin: les ck l-IbA 1c en un ck
media·.
Los inhibidores de L<-glucosidasas no ejercen un
efocro signifirntivo sobre los niveles basales de insuli-
11~1 en cornparacic'rn con placebo. L1 disminución de Li
1
insuli11enfr1 posprandial es secu11d~1ri:1 :1 Li dismirrn-
OH ción de b glucosa posprandial \.es rn:1s acusada en su-
POLISACÁRIDO
jetos con mayor capacidad de scucci(-JJl de insulina.
No se han detectado efectos de la acarbosa sobre la
primera o segunda fase de secreción de insulina'.
Figura 2. Estructura molecular de los inhibidores de las alfa-
La resistencia a la insulina es una característica
glucosidasas intestinales.
fundamental de la diabetes tipo 2. Algunos estudios
muestran que la acarbosa aumenta la sensibilidad a la
(de hasta el 60% en ancianos) y presenta un patrón de- insulina en sujetos obesos 7 con diabetes tipo 2 o con
pendiente de la dosis administrada. En algunos estu- intolerancia a la glucosa'. Sin embargo, este efecto no
dios, tanto acarbosa como miglitol o voglibosa se ha encontrado en numerosos estudios realizados en
disminuyen levemente la glucemia en ayunas, en torno sujetos jóvenes con diabetes tipo 2 con diabetes mal
a los 8-12 mg% de media. Posiblemente, sea un efecto controladas.
indirecto mediante la disminución ele la glucotoxíci- Al igual que en pacientes con diabetes tipo 2, en su-
dad sobre la célula ¡3-pancreátirn'. jetos con intolerancia hidrocarbonada también se ha
Una reciente revisión de Van de Laar et al.' mues- observado reducción de los niveles de la glucemia pos-
tra que los inhibidores de cx-glucosidasas son superio- prandial y de ayuno. Por el contrario, no se han encon-
res a placebo en el control de la glucemia en pacientes trado cambios en los niveles de insulina en ayunas o
con diabetes tipo 2. La disminución de la hemoglobi- posprandial''.
na glucosilada con acarbosa es de 0,8% de media, de
un 0,7'};, con miglitol y del 0,5'X, con voglibosa. En es- sobre el peso
ta revisión, la acarbosa no muestra un patrón claro de-
pendiente de la dosis y el rniglirol sí parece tener un No se detectan efectos en el balance calórico ni en
efecto dosis-repuesta aunque el número de estudios re- el patrón de la ingesta en los pacientes que consumen
visados es pequeí1o. No hay estudios que comparen la inhibidores de cx-glucosidasas. La gran mayoría de los
potencia de acarbosa con miglitol, pero no parece que estudios realizados en pacientes obesos o delgados con
existan diferencias apreciables entre ambos respecto a la diabetes tipo 2 no muestran cambios ponderales cuan-
disminución de los niveles de hemoglobina glicosilacla. do se comparan con placebo' '. Incluso en la revisión
1
Son escasos los estudios que comparan inhibidores de Van de Laar et al. en contra de lo esperable, tam-
,
de o:-glucosidasas con otras formas de intervención poco se muestran cambios significativos cuando se
que no sea placebo. En el metaanálisis de Van de Laar', comparan con las sulfonilureas. Por el contrario, si se
cuando se compara acarbosa con sulfonilureas se apre- ha demostrado una disminución de 1,2 kg en sujetos
cia una tendencia a mejorar los valores de glucemia con intolerancia hidrocarbonada'.
160 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Relación con las hormonas gastrointestinales con intolerancia hidrocarbonada pose un efecto reduc-
tor de la incidencia de enfermedades cardiovasculares
En particular, la acarbosa inhibe la secreción del tanto como variable combinada (infarto de miocardio,
polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y aumenta la se- angina de pecho, procedimientos de revascularización,
creción de GLP-1 en el periodo posprandial tardío que muerte cardiovascular, insuficiencia cardíaca congesti-
contribuye a modular la glucemia posprandial1· 2 • va, eventos cerebrovasculares y vasculopatía periféri-
ca) como también un efecto reductor de los infartos de
Efecto sobre los niveles de lípidos en plasma miocardio. No hay datos de otros estudios que permi-
tan contrastar este hallazgo.
En pacientes con diabetes tipo 2 como grupo no se En sujetos con sobrepeso, diabetes tipo 2 y mode-
han encontrado efectos sobre los niveles de HDL, LDL rada hipertensión, la acarbosa reduce la presión sistó-
o colesterol total y los efectos sobre la trigliceridemia lica a las 24 semanas de tratamiento cuando se
son controvertidos 3 • En algunos estudios realizados compara con glibenclamida, posiblemente, en relación
con sujetos obesos, resistentes a la insulina y portado- con la menor actividad del sistema simpático y con nive-
res de diabetes tipo 2 se aprecia una disminución de les insulina menores. Estos hallazgos no se han podido
los niveles de triglicéridos totales en plasma cuando si- demostrar en sujetos con intolerancia hidrocarbonada 2 •
guen tratamiento con acarbosa, posiblemente, debido
la reducción de la síntesis de VLDL y la disminución Tratamiento de hipoglucemias reactivas
de la hiperinsulinemia posprandial2. Esta disminución
también se ha encontrado en sujetos no diabéticos con Una aplicación de los efectos farmacológicos de los
hipertrigliceridemia de diferentes orígenes. Sin embargo, inhibidores de a-glucosidasas es el tratamiento de la
en una revisión reciente no se aprecian diferencias signi- hipoglucemia posprandial en los no diabéticos. La
ficativas en los valores de triglicéridos respecto a la ad- acarbosa en dosis a 100 mg reduce significativamente
ministración de placebo o de sulfonilureas en sujetos con la hipoglucemia posprandial tardía que ocurre en pa-
diabetes tipo 2 en generaP. cientes con un rápido vaciado gástrico, en los sujetos
Situación similar se produce cuando se considera el con intolerancia a la glucosa y en los que padecen hi-
efecto de los inhibidores de a-glucosidasas sobre el poglucemias aisladas. Aunque un pequeño número de
perfil lipídico de los sujetos con intolerancia hidrocar- pacientes tratados crónicamente con acarbosa tuviera
bonada. En general no tiene efectos sobre el nivel lipí- una mejoría de los síntomas clínicos, se precisan estu-
dico (STOP-NIDDM)9. Sin embargo, en subgrupos de dios más amplios y bien controlados para confirmar
obesos hiperinsulinémicos se han encontrado disminu- estos resultados 1•
éiones de los valores de LDL2. Algunas de estas discre-
pancias podrían explicarse por la cantidad y tipo de Efectos en el colon
hidratos de carbono ingeridos y los efectos sobre los lí-
pidos de los metabolitos resultantes de su digestión El tratamiento crónico con acarbosa aumenta el
por la bacterias del colon. peso de la humedad fecal, aproximadamente, un 50%,
los ácidos grasos de cadena corta aumentan un 212%
Efecto sobre los factores de riesgo cardiovascular en el bolo fecal, se acidifican las heces en torno a 0,7
unidades y no se objetivan cambios de la flora bacte-
En sujetos con diabetes tipo 2 no se han encontra- riana. La biopsia rectal no revela ninguna hiperplasia
do diferencias estadísticas o clínicas significativas con o cambio en la proliferación rectal. En conclusión, el
respecto a la mortalidad cardiovascular en los estudios tratamiento crónico con acarbosa no causa efectos
que han evaluado este objetivo 3 • Holman et al. 8 reali- desfavorables en el colon y puede reducir el riesgo de
zaron un estudio a 3 años y encontraron que el riesgo neoplasia del colon debido al efecto antiproliferativo
relativo para los que utilizaron acarbosa en compara- de los ácidos grasos de cadena corta 1•
ción con placebo fue de 1 para cualquier variable prin-
cipal de evaluación relacionada con la diabetes y de Prevención de diabetes tipo 2
0,9 para la microangiopatía. Sin embargo, se observan
diferencias significativas en la morbilidad a favor de Varios estudios han demostrado que en sujetos con
miglitol comparado con glibenclamida pero no con intolerancia hidrocarbonada la incidencia de diabetes
placebo3 tipo 2 se reduce con la utilización de inhibidores de a-
En sujetos con intolerancia hidrocarbonada tampoco glucosidasas. El efecto no se mantiene al suspender el
los inhibidores de a-glucosidasas muestran una disminu- tratamiento, por lo que no puede descartarse que sólo
ción sobre la mortalidad por causas cardiovasculares 1º. se enmascare la hiperglucemia.
Aunque no fue diseñado para ello, el estudio En el estudio STOP-NIDDM, la incidencia de dia-
STOP-NIDDM 9 demostró que la acarbosa en sujetos betes en el grupo de acarbosa fue del 32 % y del 4 2 %
Fármacos inhibidores de alfa-glucosidasas intestinales 161
bnno nu .e
1ncidv1h_-i~1 dl' l'fl~cros
disn1111 '-·on Li ! de! rL1L11riicnto 1Jc-~de'
t_'l ~\) ')e lL1 c\·~du~1.t.i(1 L1 'll:gLff11.L1li ~
s.-:; 1nici~1l h~1sta l'l 24{;() " hs il nh·scs. en p11n,· deh1 · :__·i\·nrt.:s cun insufic-it..'11LlJ 1·r11Jl ~L1\"(' 1>f"t·~( r < 30 1nl/1111
do a b mejor disciplina 1d aurnemo de !a 11111· nuro) y no se recomiench q¡ uso. ~o es
sa bacteriana del colon \' a un incremento de h reajustes posológicos en con iu:oufic"ienci;1
;Jctlvidad cnzirnjric~1 del inrcsrino dclg~1do · ·'· ! ;_ 1
1nl leve o moderada íTFC entre 30-90 rnlirninuro ).
Los efectos gastrointestinales de los de los inhihi- Los comprimidos deben tom;HSL' 1d inicio de bs c·o-
dores de o:-glucosidasas son dependientes de la dosis\ midas. Se podr;-ín ingerir crneros con un vaso de :1gu11
su frecue11ci:1 disminmT t'I SO'/;; si se alcanD1 h dosis o rn11sticirlos con los primeros bocados de ;1limcnro'
terapéutica esulonadamenrc. En estudios de \·igiLrncia
sobre L1 acuhosa realizados duL111re 2 a1ios se ohjeri-
vó un 2.5º\, de ;ibandono del Í;innaco.
Aunque la acarbosa no produce hipoglucemias en Los inhibidores de Lis tx-glucosichs:1s c-ornpiten de
monoterapia, sí se ha observado un incremento de la forma reversible con los oligosacáridos por la unión a
frecuencia de eventos posprandiales cuando se asocia las enzimas del borde en cepillo de la mucosa intesti-
a sulfonilureas o insulina. Para el tratamiento de estos nal. Por lo tanto, interfieren con la digestión de los oli-
eventos por vía oral deberá administrarse glucosa, evi- gosacáridos y disminuyen la tasa de absorción de la
tando la sacarosa u otros hidratos de carbono comple- glucosa por la mucosa intestinal. Para que sean efecti-
jos, por razones obvias. vos precisan administrarse con el primer bocado de la
Se han descrito incrementos de las transarninasas ingesta y, como es lógico, su eficacia se aprecia más
con las dosis máximas recomendadas de acarbosa has- cuanto mayor sea la ingesta de carbohidratos.
ta en un 15 'Yo de los pacientes. Están relacionadas con Actualmente, existen cuatro inhibidores de la cx-
la dosis, son reversibles, m;is frecuentes en mujeres y glucosidasas: acarbosa, miglitol, voglibosa y emiglita-
no ocasionan disfunción hepática. Con acarbosa sólo to. De ellos, el m:ís utilizado en clínica y el más
se han descrito hasta la fecha dos episodios hepatotó- estudiado es la acarbosa. No obstante, no son fárma-
xicos agudos, graves, ele carácter idiosincrásico y con cos de primera elección y se utilizan asociados a otros
recuperación plena posteriormente''. fármacos cuando no se alcanzan bs metas del trata-
En dos pacientes con insuficiencia cardíaca, la ad- miento o en caso de no ser posible la utilización de
ministración de acarbosa produjo una disminución de otras medicaciones.
los niveles de digoxina, posiblemente, por alteraciones Además de su manifiesto efecto normogluce-
en la ahsorcitrn ocasionados por el aumento de la \'C- miante, se ha demostrado la eficacia de los inhibido-
locidad de tránsito intestinal'. res de n-glucosidasas en la prevención de la diabetes
No se han detectado interacciones con la absorción en pacientes con disminución a la tolerancia de gluco-
de IEC.\, J-bloqueantcs o sulfonílureas. Sin embargo, sa. Su efecto en la morbilidad v mortalidad cardiovas-
se ha descrito una disminución significativa de b bio- cuhir es muy controvertido en la ;1ctualidad.
disponihilicbd de la nwtformina sin que al parecer ten
ga repercusión en el control glucémico. Rrrrni::--.:u.\~
Li eficacia de la acarbosa disminuye cuando se ad-
ministra con anfricidos, enzimas pancreáticos y se- Lcbo\\'Ítz HE. u ínhíbítl!l':> '1s agcnt'> in rhe
cuestrantes de ácidos biliares, por disminuir su efecto treatmrnt of dia bcrcs. Dia hercs Rn·ic\\' J 99iL 6 (21:
inhibitorio''. 132-45.
La acarhosa \' miglitol tienen un factor B de riesgo en Liubc J l. Acarhosc. :\n lipchtc of lts Thcrapcmíc Use in
embarazo (no h:i :· evidencias de riesgo en hu manos)''. ])íabctc'> frc;1t111cnt.Clin Drug lnvcst 22i3l: 14 l-Sb. 2tl02.
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puc':;L1;i L1 i11gcsta. estimulando h secreción de insuli
GLP-1 DE GLP-l
Cerebro
Células 13 1-------~
Glucagón
2~<?
Células L: GLP-1 Celulas 13
Amilina 3
Células K: GIP I~ Insulina
J_
Glucosa
plasmática
En individuos sanos, (1) la ingestión de alimentos produce en (2) la secreción de péptidos gastrointestinales (GLP-1 y
GIP) así como (3) de insulina y amílina por las células beta pancreáticas. GLP-1 y amilina, particularmente, tienen efec-
tos inhibitorios en (4) el vaciamiento gástrico, (5) la secreción de glucagón y (6) en el apetito. (7) Después de la absor-
ción· de los alimentos, GLP-1 · y GIP promueven la secreción de la insulina, .conocido esto como efecto incretina. En
diabetes tipo 2 estas acciones se hallan alteradas,
comparte el 53% de secuencias con el GLP-l2. Es re- sigue una reducción significativa de la Hbalc en un
sistente a la degradación del DPP-IV y, por ello, tiene 1 % 9 y un notable incremento del porcentaje de pacien-
una vida media más prolongada. Es el primer trata- tes que alcanzan objetivos glucémicos. Los estudios a
miento basado en GLP-1 que se aprobó en los Esta- largo plazo han demostrado que el descenso de los ni-
dos Unidos por la FDA para el tratamiento de la DM veles de Hba 1c es sostenido y que existe, además, una
tipo 2. pérdida continua de peso con mejoría de factores de
In vitro se ha demostrado la unión de exenatida al riesgo de ECV como presión arterial y lípidos 1º.
receptor de GLP-1 en islotes de rata e, in vivo, se ha Aunque, ensayos clínicos aleatorizados comparan-
comprobado su capacidad para promover la regenera- do exenatida con insulina glargina o aspártica bifási-
ción y diferenciación de la célula beta pancreática 1 ·1• ca, en pacientes con DM tipo 2 muestran reducciones
El efecto de exenatida es dependiente de la dosis y similares de Hbalc 11 • 12 , no se infiere de ellas que sea re-
de la glucosa, de forma tal que si la glucosa plasmáti- comendable, con carácter general, la sustitución de in-
ca se acerca a 4 mmol/I (72 mg/dl) se suprimen sus sulina por exenatidau.
efectos insulinotrópicos. Además, como GLP-1, exe- Las náuseas son el efecto secundario más frecuente
natida retarda el vaciamiento gástrico, suprime niveles del tratamiento con exenatida, pero suelen ser de in-
inadecuadamente elevados de glucagón, y favorece la tensidad suave o moderada y disminuyen con la dura-
pérdida de peso 5 • Su eficacia se ha demostrado en va- ción del tratamiento y al reducir la dosis 14 • La pérdida
rios estudios que han comparado los efectos de exena- de peso es también frecuente; es dependiente de la do-
tida, a dosis de 5-10 µcg dos veces al día, con placebo, sis y progresiva. En un metaanálisis 9 en el que se com-
en pacientes con control glucémico deficiente a pesar paraba exenatida con placebo, se observó una
de dosis máximas de fármacos orales 5•8• Un metaanáli- discreta, aunque significativa, reducción ponderal en
sis de estos estudios ha constatado que exenatida con- los pacientes tratados con exenatida 5· 8 •
Nuevos fármacos para el tratamiento de !a diabetes me!iitus y del síndrome metabólico 165
Diatesis trombótica
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ideal par;1 rc;1liLirio es antes Lk ;1p:Hc'cer Lis
c:iones cnínic1s. se IL1 111dic.·ado en fases de prcdiálisis.
El traspl;11lll' de p;Í11crc;1s es rni;1 alrcrn;niva de Lis rccomcmbc.·iones ele los principales org:1nisrnos'
tratamienro en los d1ahér1cos tipo l con insuficiL'JKi;1 nos indican que los criterios dv \('kcci(.lJl p:H:1 esrc dll
re11;1I. Cu;rndo twnv é:-;iro puede con\eguir Li nonno· lile t r·aspLrntc' (SPJ-... 1 so1i:
0
glucern1;1 sin insuli11orerapi;1 e:\l Jge11;1 \ L1 esuhiliza· Ecbd entr<.' 1!\-SS aiíos.
..:i,)n o mejora de las eomplicaciones crónicas'. Diabéticos ripo J •
Se puede realizar de tres formas, la rn<1s frecuente " Insuficiencia renal por nefrop:Hía diabética
es en combinación con un trasplante renal (SPK) y en (aclaramiento creatinina <30 mi/minuto).
menor proporción después de un trasplante renal " Capacidad de comprensión de beneficios y ries-
{PAK) o un bien puede ser un trasplante pancreático gos del procedimiento.
en solitario (PTA). • Ausencia de contraindicaciones:
Función cardíaca deteriorada: cardiopatía
HISTORIA Y SITUACIÓN ACTUAL isquémica grave, fracción de eyección <
40'Yo. Infarto reciente.
Desde el primer trasplante de páncreas realizado por - Enfermedad vascular periférica extensa.
Kelly y Lillehei 2 en 1966, las mejoras en la técnica qui- -· Ncuropatía motora o autonómica incapaci·
rúrgica y, sobre todo, los avances en la inmunosupresión' tantes.
han generalizado su realización. Al final del 2005 se ha- Enfermedad maligna, enfermedad psiqui,1-
bían rea!i?ado en el mundo cerca de 24.000 trasplantes rrica, hábitos tóxicos.
y de ellos las dos terceras partes en los Estados Unidos. - Son contraindicaciones relativas: ser fuma··
Desde el inicio, los mejores resultados se han obtenido dor activo o la obesidad.
con el SPK que alcanza el 85'}';, de supervivencia del in- El trasplante secuencial (PAK) se ofertar<Í a diabéti·
jerto al a11o, frente al 75'1., del PAK y el 70% del PTA'. cos con trasplante renal previo que continúen con mal
En Espaiía se efectuó el primero en J 974 .Su núnit:· control o con empeoramiento de las lesiones crónicas.
ro ha variado desde la decena de ellos al aiío que se fl'· El trasplante aislado de púncreas (PTA) se puede
alizaban en la década de los nm-enta, h:1sta el centenar efectuar en diabéticos con buena función renal que
al aiio actuales . presenten una diabetes inestable con frecuentes com
plicaciones agudas, hipoglucemias inadvertidas o pro-
lNDlCA.UOT\ES DEL R.'\SPL\T\TE blemas incapac.·irantes con b insulinoterapia en estos
T!CO casos. la indicación se contrapone con el riesgo quirúr·
gico y b inmunosupresión de por vida.
En la mayoría de los casos se realiza en combina-
ción con el de ri1ión en pacientes con insuficiencia re· \Al.ORACIÓN PRFfRASPL·\:\TE
nal diabética. En estos casos no hay eluda en la
indicación, puesto que necesitar<Ín inmunosupresión Es imprescindible una detallada e\·aluacH"m antes
de por vida por el tr;1splante renal. Corno el morncnro del trasplante, con especial énfasis en h e:-;isrencia de
170 ••• · La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
INMUNOSUPRESIÓN EN EL TRASPLANTE DE
PÁNCREAS
'
/ I
i
2. Rcconstrucci,·m \·ascuhr en ei Jv
creas. Se observa l'i injerto en ''Y" ilíaco para anastomo,;cir
sobre v mcsentfrica superior ckl donamc.
Asimismo. sc observa el injnro vcn,iso ')ohrc ¡mru para
clongarla .
.l!\!PLANTf P:\NCRF nn
La solución técnica actual mis empicada es la del
implante heterotópico en fosa ilíaca derecha, tanto
en el SPK como en el PTA. En el caso de PAK se co-
locará en la fosa ilíaca que quede libre. Esta posición
hace al injerto fácilmente accesible desde un punto de
Figura 3. Drenaje exocrino vesical mediante duodenocistos-
vista radiológico ("ventana radiológica"). El páncre- tomía laterolateral.
as se coloca en posición intraperitoneal, pues en esta
posición se facilita la reabsorción de la ascitis pancre-
ática producida como consecuencia de la isquemia-
reperfusión, y porque se asocia a una baja incidencia
de infecciones de la herida operatoria. Por el contra-
rio, el riñón se alojará en posición retroperitoneal,
con lo que ambos órganos quedan aislados uno del
(
otro. La colocación del injerto en fosa ilíaca obliga a
que las anastomosis arteriales y venosas del injerto se
A
efectúen sobre el eje vascular ilíaco común/externo r
del receptor. Estas anastomosis son técnicamente frí-
ciles de efectuar; sin embargo, al drenarse la sangre
venosa procedente del injerto pancreático directa-
mente a circulación sistémica se evita el primer paso
hep~itico de la insulina, lo que se traduce en hiperin-
sulinismo". Como alternativa a este drenaje se ha
desarrollado el denominado drenaje portal, en el que
el drenaje venoso se efectúa sobre la \Tna mesentéri-
ca superior. Es una técnica difícil que obliga a la co-
locación del injerto en posición centro-abdominal v hgura .f. Drl'na1c exonrno intestinal mediante duodcnoilc-
con ello, a la pérdida de la ventana radiológica, y que osmmía btcroLllcnl.
tiene como ventaja la conservación del primer paso
hepático y un potencial beneficio inmunológico al En el drenaje vesical se anastomosa el duodeno
metabolizar el hígado los antígenos procedentes del ~obre b cúpula vesical, lo que constituvc una ;rnas-
injerto (efecto Chase-Suizberger). tomosis rntn- segura, con bajo riesgo de dehiscencia
172 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
anastomótica y que cuando esto ocurre se trata fácil- de la técnica quirúrgica y, en especial, el que el tras-
mente mediante el sondaje vesical con sonda de Foley. plante se efectúe por grupos experimentados, así como
Otras ventajas son la posibilidad de toma de biopsia el empleo de protocolos de anticoagulación, una ade-
transvesical y la posibilidad de medición de la secre- cuada selección del donante y manejo del mismo, han
ción exocrina del injerto {amilasa urinaria) como mar- contribuido a alcanzar estos buenos resultados.
cador de rechazo. Esto ha hecho que la técnica fuera
muy popular hasta hace apenas una década. Sin em- SUPERVIVENCIA DEL TRASPLANTE DE PÁN-
bargo, la técnica presenta importantes complicaciones CREAS
urológicas (deshidratación, acidosis metabólica, hema-
turia, infecciones de repetición, litiasis urinaria y pan- Globalmente, el SPK presenta una supervivencia
creatitis por reflujo.) a un año del 95% para el paciente, del 94% para el
La gravedad de las complicaciones urológicas del riñón y del 85% para el injerto pancreático. En caso
drenaje vesical, unida a la mejora técnica del propio de PAK y PTA, los resultados son inferiores. La su-
trasplante, han popularizado enormemente la técnica pervivencia del injerto pancreático también es muy
de drenaje entérico. En el drenaje entérico se efectúa diferente, pues si bien a un año es del 7 5 % para am-
una duodeno-ileostomía latero-lateral a fin de drenar bas formas de trasplante, a los 3 años cae hasta el
el jugo pancreático al íleon del receptor. Sin embar- 65%. A pesar de estos datos, todos los resultados
go, la dehiscencia anastomótica es una complicación son mejores que los comunicados en los años ochen-
mucho más grave que obliga a relaparotomizar al pa- ta4, en donde la supervivencia del injerto pancreáti-
ciente, no existe posibilidad de toma de biopsias vía co era del 50% al año.
vesical y la medición de la amilasa urinaria como
marcador de rechazo. EFECTOS SOBRE LAS COMPLICACIONES DE LA
En definitiva, hoy día, en el SPK se coloca el injer- DIABETES
to pancreático de forma heterotópica intra-peritoneal
en fosa ilíaca derecha con drenaje venoso sistémico (al- Cuando el trasplante tiene éxito, la calidad de vida
gunos grupos lo prefieren por vía portal), el drenaje mejora al dejar de ser dependiente de la insulina, de la
exocrino es vía entérica (al proceder el riñón del mis- dieta, del autocontrol; además, si hay hipoglucemias son
mo donante y dado que se suele rechazar antes que el leves.
páncreas, podemos utilizar la creatinina sérica como Aun con resultados variables, son múltiples los
marcador de rechazo). El riñón se coloca en posición estudios que demuestran una detención o mejora en
retroperitoneal en fosa ilíaca izquierda. las complicaciones crónicas 13 • Así, en la nefropatía
En caso de PAK o PTA, la técnica es la misma sal- son clásicos los datos en SPK 14 que muestran preven-
vo que el drenaje exocrino se efectuará por la vía vesi- ción de la glomerulopatía diabética. En PTA a cinco
cal, pues ambos injertos proceden de donantes y diez años 15 hay una reversión en las lesiones glome-
diferentes {o bien sólo existe un único injerto) y se pue- rulares. La repercusión en la retinopatía es menor
den rechazar, por tanto, de forma aislada. pues suelen incluirse pacientes con lesiones avanza-
das aun así hay estudios que muestran estabilidad 16
COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS o mejoría 17 en lesiones de retinopatía preproliferati-
va e incluso edema macular. Los estudios a largo pla-
Los datos procedentes de múltiples series o de re- zo también demuestran mejoría en la polineuropatía
gistros internacionales como el International Pancre- diabética 18 •
as Transplant Registry (IPTR) 12, nos indican que las El impacto que el trasplante supone sobre la super-
complicaciones quirúrgicas suponen, durante los 6 vivencia del diabético es más difícil de valorar, pero se
primeros meses postrasplante, la causa más frecuen- admite que en el SPK, a pesar de un mayor riesgo de
te de pérdida del injerto (> 60% ), calculándose una mortalidad inicial, el aumento en la longevidad es ma-
tasa de pérdida del injerto por razones técnicas del 7 yor que para cualquier otro tratamiento en diabéticos
al 9%. La tasa de complicaciones quirúrgicas es su- tipo 1 con insuficiencia renal 10 •
perior en caso de drenaje entérico que en drenaje ve-
sical. Estas cifras son mucho más favorables que las CONCLUSIONES
comunicadas en la década de los ochenta, en donde
la tasa de pérdida del injerto por razones técnicas al- El trasplante de páncreas, especialmente el asocia-
canzaba el 15%. do al trasplante renal, es una buena opción de trata-
Las principales complicaciones quirúrgicas son la miento en el diabético tipo 1 con nefropatía bien
trombosis vascular arterial (4-6%), la infección (1 %), seleccionado, pues mejora su calidad de vida y sus
la pancreatitis (0,3%-0,8%), la dehiscencia anastomó- complicaciones crónicas, a pesar del riesgo quirúrgico
tica (0,3-0,7%) y el sangrado (0,3-0,5%). La mejora y de la inmunosupresión de por vida.
Trasplante de páncreas 173
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El di;1bético tipo 1 necesita rnsuli11;1 de por 1·1cb 1 cult;rn el aislamicnto de los islotes, pero no se neccsiL1
de forma que imite su SL'UeL·ión fisiológic1, si prcre11- i11111urnhupn:si<'i11 1 h;1sw11 .l00.000 islotcs para ;1segu
dL'!l1os n·irar las L·omplicacio11es ;1gucb~ 1· cró111c1s. r;ir la imlcpcnckiKi;1 de la isnsul111;1 quc punk llegar ;1
La terapia insulí11ic1 externa de form;i ;rnto111;nÍ;,;1 rn5s d<: 1O ;i11os. aunquL· en centros con rn<:nor ex¡w
da a través ele in fusores ele insulina conectados a sen- ntnc1a, los resultados no son tan excelentes .
sores en tiempo real, es posible que esté cerca, pero
aún no está totalmente conseguida. ALOTRASPLi\NTE DE ISLOTES
Otras formas de intentar la "curación" de la diabe-
tes tipo 1 (DM-1), una vez establecida, podrían ser el En el alotrasplante, los islotes proceden del páncreas
trasplante de páncreas o el de islotes (Tx-1) o transfor- de un donante. Se aplica a diabéticos tipo 1 (DMl)
mando células madre o progenitoras, de uno u otro con más de 5 ai'ios de evolución y con péptido C nega-
origen, en células productoras de insulina (¿regenerán- tivo (menor de 0,5 ng/ml y sin respuesta a glucagón).
dolas?). El procedimiento para el aislamiento de los islotes
El Tx-I posee grandes ventajas frente al trasplante a partir de un páncreas de donante es complejo. Se re-
del páncreas como órgano'- 2 , especialmente, en lo que quiere un laboratorio adecuado, reactivos específicos,
se refiere a la cirugía del trasplante del páncreas y a las aparatos especiales para todo el proceso y personal
complicaciones posoperatorias. Pero, ademús, los islo- muy entrenado. Los islotes deben ser separados del
tes pueden conservarse en cultivo varios días, o en páncreas exocrino y purificados.
congelación durante meses o ai1os, facilitando así su Su utilización para el trasplante puede hacerse en
transporte y posterior trasplante sin la urgencia que fresco o tras J o 2 días ele cultivo, lo que permite en
requiere el órgano completo. caso necesario conservar los islotes durante varios dí-
El capítulo a desarrollar \-Crsará sobre Tx-1, auto y as o semanas o incluso congelarlos durante meses o
alotrasplanrc, pero también expondremos las posibili- ai1os, creando un banco de islotes para su utilización
cfades de emplear solo células beta pancreáticas o bien cuando sea necesario. Sin embargo, los resultados sue-
técnicas que eviten la inmunosupresión. Finalmente len ser mejores con los islotes frescos o con pocos días
actualizaremos el tema de orras células productoras ele de cultivo.
insulina obtenidas a partir de L-élllhs madre de diver- Habitualmente, los islotes se inyectan en el hígado
sos orígenes. mediante una ernholización percut5nea transhep5tica
a través de un catéter con guía ecogriifica, tomando
AFfOTEr\SPL\NTE DE !SlO controles de presión portal '" al final, se coloca espon-
ja de fibrina en el lugar de la punción para evitar el
Para e1·itar la diabetes pancreopriva tras la pancre- sangrado. Generalmente, el paciente se va de alta al
atectornía en pacientes con pancreatitis crónica calcifi- día siguiente. previo control ecogrMico, recuentos he-
cante, se puede realizar lln aurorrasplante de islotes. marológicos v rnzimas hep5ticas, aparte el control dc
que una vez aislados y purificados sc irnplanran en el b diabetes.
176 ... La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Hasta el año 2000, el Tx-I se realizaba casi exclusi- En contra, están los efectos adversos del tratamien-
vamente en pacientes con DMl con insuficiencia renal to inmunosupresor. Casi la mitad necesitan medica-
avanzada, de forma simultánea o con posterioridad al ción hipotensora y la mayoría estatinas. También la
renal, aprovechando la inmunosupresión necesaria para terapia inmunosupresora cursó a veces con úlceras bu-
el Tx-renal5. En menos casos se ha realizado tras fallo cales, diarrea, anemia o quistes ováricos. Algunos ca-
del trasplante de páncreas en un diabético sometido a sos con retinopatía previa necesitaron fotocoagulación
trasplante doble renal y pancreático o en combinación y otros con microalbuminuria progresaron a macroal-
con el trasplante hepático en casos de cirrosis hepática buminuria. El procedimiento transparietal produjo he-
u otras hepatopatías. Otra indicación ha sido la pancre- morragia en 15 casos, en 7 se realizó transfusión
atectomía a causa de tumores malignos abdominales sanguínea y dos requirieron laparotomía. Cinco pa-
con necesidad de cirugía extensa. cientes presentaron trombosis en ramas portales, que
A partir del procedimiento de Edmonton en el ailo se trataron con anticoagulación, pero ninguno presen-
2004, se introdujeron cuatro novedades importantes: tó secuelas de hipertensión portal.
la primera fue la selección de los pacientes con DMI Con esas premisas, las indicaciones para el Tx-I en
sin afectación renal o muy poca, esto es, no necesita- DM-1 serían la diabetes lábil, incontrolable, con hipo-
ban el trasplante de riilón; la segunda consistió en glucemias graves repetidas o inadvertidas que pongan
prescindir del uso de esteroides que siempre han sido en peligro la vida del paciente, la progresión rápida de
considerados como responsables de la gran resistencia las complicaciones microvasculares, y algunas otras
insulínica observada en la era anterior; en tercer lugar como la resistencia a la insulina por vía s.c. o la pérdi-
cambiaron el tipo de inmunosupresión y la cuarta va- da del injerto pancreático en un trasplantado renal.
riante fue incrementar el número de islotes hasta Por todo ello, el Tx-I sigue siendo un procedimien-
10.000/kg de peso, lo que supuso utilizar dos donan- to terapéutico experimental, sólo admisible en centros
tes en la mayoría de los pacientes. dotados con los recursos necesarios, siendo aconseja-
La medicación más habitual según el procedi- ble la centralización de los aislamientos corno medio
miento de Edmonton consistió en daclizumab, siruli- para mejorar la técnica de extracción y el número y ca-
mus y tacrolimus, según dosis y pautas establecidas, lidad de los islotes a trasplantar''.
además de profilaxis de Pneumocystis carinii con sul- Hacen falta más estudios y experiencias para con-
fametoxazol/trimetroprim y de citomegalovirus con seguir mejores aislamientos con un solo páncreas, me-
ganciclovir. jor tolerancia de los islotes, mayor duración de su
Con esas variaciones el grupo de Edmonton consi- funcionamiento y nuevos inmunosupresores con me-
guió, en el año 2000, que los 7 pacientes con DM-1 a nos efectos secundarios.
quienes se les trasplantaron islotes dejaran de necesitar
insulina. ALOTRASPLANTE DE ISLOTES CON UN SOLO
Tras esa primera experiencia, el procedimiento de DONANTE
Edmonton se expandió por numerosos centros de Es-
tados Unidos y Europa, pero los resultados no han si- Considerando la ventaja de poder utilizar menos is-
do uniformes, e incluso los conseguidos a largo plazo lotes para cada trasplante, en la Universidad de Min-
por el propio grupo canadiense no han sido los espe- nesota7 se ha realizado un proyecto basado en un solo
rados, ya que después de trasplantar 65 pacientes, has- donante para cada diabético a trasplantar, con algunas
ta finales del 2004, la independencia de la insulina variantes técnicas corno el cultivo de los islotes un día
sólo persistía en el 10% de los trasplantados al cabo a 37 ºC y otro a 22 ºC, la anticoagulación durante el
de 5 ailos, con una HbAlc de 6,4%, siendo la media trasplante, no emplear esteroides y una inmunosupre-
de islotes recibidos de 800.000, a razón de 11.910 sión potente diferente a la de Edmonton.
IE/Kg. Sin embargo, la mayoría (80%) tenían péptido Las 8 pacientes con DMl trasplantadas (todas
c presente y aunque volvieron a necesitar insulina, en mujeres) consiguieron liberarse de la insulina y de las
ellos, los cuadros de hipoglucemia desaparecieron y el hipoglucemias con buen control glucémico y HbAlc
control de la diabetes fue más fácil de conseguir con normal. Sin embargo, sólo 5 seguían sin insulina al
sólo la mitad de necesidades de insulina comparadas año del trasplante.
con las dosis pretrasplante5. Por tanto, este procedimiento necesita mejoras téc-
Aunque los estudios prospectivos son aun cortos y nicas antes de su aplicación clínica más amplia.
muchas veces no se ha visto mejoría de las complica-
ciones crónica de la diabetes, aparte de la hipogluce- ALOTRASPLANTE DE ISLOTES PROCEDENTES
mia y el mejor control, algunos grupos ya han DE DONANTE VIVO
observado estabilización de la retinopatía y cierta me-
joría en la neuropatía; pero no sabemos si la diabetes Según los datos de la Universidad de Minnesota ba-
puede reaparecer sobre los islotes trasplantados. sados en el estudio de aislamientos en 33 páncreas
Trasplante de islotes y células productoras de insulina 177
torales y 12 hemipáncreas distales (cola del páncreas), En el 2006, Calafiore' implantó islotes humanos
del hemipáncreas distal se pueden obtener unos 5 .148 microencapsulados, procedentes de un solo páncreas,
IE/g, equivalentes al 75 % de los islotes totales y po- en la cavidad peritoneal de 2 pacientes con DMl, con
dría ser suficiente para curar la diabetes si el aisla- sólo anestesia local y sin inmunosupresión, logrando
miento de los islotes es eficiente cuantitativa y reducir a la mitad la dosis de insulina.
cualitativamente.
Con estos antecedentes.\. cbdo que en J:ipón la do-
nación de c1cLher es culturalmente difícil de aceptar.
\Lusumoro 11L ha11 1-c;1li1¡¡do l'll el pnrner
l 11 una inujl'!. 2- a11ch. cm1 D\1- l ,. h
Suecia algunas experiencias, no habiéndose obtenido La posible utilización de monos es muy costosa y
resultados satisfactorios. de menor aceptación social. Sin embargo, la especie
porcina es inmunológicamente más cercana al hombre
Co-trasplantes de islotes y su crianza, fácil. El aislamiento de los islotes porci-
nos está conseguido y podría ser una fuente inagotable
Considerando la buena tolerancia de los islotes de islotes siempre que se pudiera evitar su rechazo, pa-
cuando se implantaban en testículo se empezaron a re- ra lo que se han ensayado técnicas de micro y macro-
alizar co-trasplantes de islotes más células testiculares encapsulación, de inducción de tolerancia mediante
y luego con células de Sertoli, que facilitan su toleran- cultivo o congelación previa, de cotrasplante con otras
cia sin necesidad de inmunosupresión. células (de Sertoli, médula ósea, etc.) o incluso la
Valdés-González, antes mencionados 16 , también ha crianza de cerdos transgénicos. La posible transmisión
utilizado células de Sertoli en los xenotrasplantes con de enfermedades víricas no se ha observado durante
macrocá psulas. varios años de xenotrasplante de islotes porcinos neo-
Nuestro grupo 11 ha observado que también una natales en pacientes DMl 10• u.
suspensión de células hepáticas facilita la tolerancia
del alotrasplante de islotes de rata y el efecto se consi- CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS
gue tanto si la suspensión es rica en hepatocitos (has-
ta un 37% de ratas con euglucemia), como en Las células embrionarias contienen todo el poten-
fibroblastos hepáticos, y todo ello sin ninguna inmu- cial para desarrollar tejidos y órganos que constituirán
nosupresión. el organismo correspondiente a su especie. En las pri-
meras. fases del embrión, la masa celular interna del
blastocisto contiene la capacidad de generar, en su me-
TRASPLANTE DE CÉLULAS BETA AISLADAS dio natural, cualquier tejido u órgano.
Conseguir su desarrollo específico junto a su divi-
Parece lógico utilizar células beta aisladas mejor sión y multiplicación adecuadas en el laboratorio, fue-
que islotes, ya que son ellas las que producen la insu- ra de su medio natural, resulta muy difícil de conseguir
lina, sin necesidad aparente de los demás componentes y, además, es tal su potencial de reproducción que con
celulares. Además, podrían ser menos inmunogénicas frecuencia genera tumores malignos.
y mejor toleradas que los islotes. En el desarrollo del páncreas fetal humano inter-
Con este fundamento, el grupo de Pipeleers en vienen diversas estructuras y múltiples factores de
Bruselas desarrolló la técnica de aislamiento y poste- compleja coordinación. Sería más factible partir de
rior trasplante, pero no consiguió mejorar los resul- estructuras ya iniciadas para ayudarlas a diferenciar-
tados respecto al trasplante de islotes. Prosiguiendo se y luego expandirse en tejidos específicos, como el
sus experiencias, en 2004 12 ha logrado la indepen- islote pancreático con sus células beta secretoras de
dencia de la insulina en un DMl de 41 años, con re- insulina.
sistencia subcutánea a la insulina (más de 400 U/d). Soria et al. publicaron en el año 2000 la reversión
Se realizó inmunosupresión con ATG, tacrolimus y de la diabetes en ratones con células madre embriona-
micofenolato-mofetil y se inyectaron en el hígado, rias productoras de insulina. Sin embargo, trascurri-
por vía transparietal, 4,5 millones de células beta dos 8 años no ha habido progreso en esa línea de
por kg de peso. Al cabo de un año, el paciente pro- investigación que permita su aplicación a la clínica.
seguía sin insulina, con HbAlc menor de 6,5% y En España se ha permitido la transferencia nuclear
además se le curó una lesión de necrobiosis lipoidi- de células adultas en humanos lo que contempla la de-
ca pretibial. rivación de células madre a partir de células adultas
del propio paciente; se desconoce su posible aplicación
XENOTRASPLANTES DE ISLOTES a la diabetes.
lo mismo se ha conseguido a partir de células mesen- hacen necesario añadir medicación hipotensora e hi-
quimales procedentes del propio islote pancreático polipemiante.
humano. Por ello, el T x-I sigue siendo una técnica experi-
La médula ósea posee células madre que desde hace mental sólo permitida en centros con dotaciones ade-
muchos años se vienen aplicando para la regeneración cuadas de laboratorio, aparatos y personal entrenado.
hematopoyética tras la quimioterapia intensiva. Pero Hace falta progresar más en la obtención de los islotes
esas células madre poseen gran plasticidad para trans- y en su tolerancia con nuevos inmunosupresores o réc-
formarse en di\ersidad de celulares: nicas que los mneccsanos.
neuronas, condrociros, céluhs endoteliaks. Por orra existe un importante en
1.'tC. Por dlo, se c·sián miliz:rndo en multitud de prnYec- rn'imero de mucho nwnor qut L1 i11cidenci:1
n.:gt:11crat1Y\)S y a chf1.:Tc111..-iJ dl.' Lh c¿lul~1~ tnadrc ('Ir1 de, h ])\l- l, pm
nu L:r1dl·nc1J de
·¡ :irn hién
urnbilic1l )' de h sa11grv cstirnubcic·rn
con c;.c:SF. FI mecanismo pri1rn:r,1mentc ,itrihuido a Ll
transformación de las células madre en células produc- SuthcrLrnd DFR, Cruc·s:;ncr ,\, Bj.
toras de insuiin,1, se LTcc qui.: e~ pur rcgcncución dc las de :,ustiruci<Ín 1.k (élubs b de
células beta residu,1ks cstimuhdas por factores de secre- islorcsl pare\ el tr:1r:rniÍrnto de b di:1bctl'S nwllitus: un c11·
fclqul' intcgr:1d1i. Clin F11d1lc"rinol .\ku b '.;;\ 2001:
ción ele las células madre rraspLrnudas.
1:123-)4.
Algunos investigadores han 1.:onseguido en raron1.·s
2 Jir:1 :\lb:ir1·<i11 :\. Tr:1spL111re de islorc·s
mejoría de la (lic1 her es i11duci1.Li c·on csrrepto1.otoci 11'1
(Ti!'). F.11 "Tr:1LHl0 SED de· Di.1hctcs .\kllitm. !)"""' 1111>·
tras el rr,1sphntc 1.k c¿·Juhs prog('nÍror;1s dnivachs de
lccuhrc':,, clín1c1:, \ 1rc1u111ie11to". Dír. Co1111'.. l\uvir.1.
la médula óse,i. h·líú \. Char1.:ih:1I. \L1drid: Edíwri:1I ,\>lé·dici P,rn,111wr1-
Recientemente, en i\rgenrina, ívlcsples et al. ' han cana 2007:393-401.
implanrado, en el propio p<Íncreas de 12 pacientes con 3 Blondet JJ, Cirlson i\l\l, Kobayashi T, .Jie T, Bcllin JV!,
DM1, células madre autólogas de médula ósea consi- Hering BJ, Freeman ML, Beilman GJ, Suthedand DE.
guiendo que 4 pacientes prescindieran de la insulina y The role of total pancreatectomy and íslet autotransplan-
otros 4 mejoraran su control con menos del 66% de la tation for chronic pancreatitís. Surg Clin North Am
dosis prevía de insulina. Voltarelli et al., en Sao Pau- 2007; 87:1477-501.
101\ también con células madre hematopoyéticas autó- 4 Shapiro AMJ, Lakey .JRT, Ryan EA, Korbutt GS, Toth
logas, pero por vía i.v., junto con inmunosupresión EL, Warnock GL et al. Islet transplantation ín scvcn pa-
fuerte, en 15 pacientes con DM1 de reciente diagnós- tients with rype l diabetes mellitus usíng a glucocorti-
tico, han conseguido librar de la insulina temporal- coid-frce immunosupprcssive regimen. N Engl J Mcd
mente a 14, alguno hasta 35 meses. 2000; 343:230-8.
Por otra parte, en 2007, el grupo de Yamamoto en 5 Ryan El\, Paty BW, Senior PA, Bigam D, Alfadhli E,
Kyoto, trabajando con fibroblastos de ratón y el de Knetenrnn NM et al. FiYc-year follow-up after clínica!
Thomson'", en \'Visconsin, con células somáticas huma- islet transplantation. Diabetes 2005; 54:2060-69.
nas, han conseguido, aüadiendo 4 genes que expresan 6 B:1det L, Benhamou PY, \X1ojtusciszyn A, R,
factores de transcripción, reprograrnarlas a células ma- Milliat-Guittard L, I<.esslcr L, Pcnfornis i\, Thivolet C,
dre pluripotentes, capaces de desarrollarse y diferenciar- Rcnard E, Bosco D, ivlorcl P, Morclon E, F, Colín
C, Bcrncy T; GRi\GlL Group. Expccutions and stratc-
se como las células madre embrionarias, lo que puede
rcgarding islct rnc:taholic data frnm
tener aplicaciones en diwrsos modelos de rnfermedad.
thc GRi\GlL 2 trial. 84:89-%.
Hering BJ, Kandaswa1m R, A.nsitc: JD. Ecknnn P;\L
RESUNíEN
Nakano M. Sa1\·ada T. et :d.
islct rransplantation rn ¡nticnts with tvpc cli:1hcrcs. j:\-
Lus resultados obtenidos con el trasplante de islo- ;\J;\ 2005; 293:830-5.
tes (Tx-I) han mejorado signiiicarivamente desde la in-
8 :Vbtsumoto S, Okitsu T, h1·anag:1 Y. H.
troducción del prot(K:olo de Edrnonron en 2000. l L Yonckawa Y, Liu X. !<.arnn·a H, Ucda ;\!, Ha ta na ka
Aunque la independencia de la insulina sólo persiste N, Kohayashi N. Yamada Y, .\li1·aka11·a S. Scíno Y. Sha·
en el 1O'X, de los pacientes a los 5 arios, la mayoría piro r\1\L T1naka K. Follow-up studY of thc firsr succcs-
quedan libres del peligro de la hipoglucemia y obtie- sful living doncir islct tra11spbntatio11. Tr:inspbntation.
nen un mejor control de b diabetes con menor dosis 2006; 82: 1629-33.
de insulina. Sin embargo, necesitan una inrnunosupre- 9 Cilafiore R, FlJsr;i C. Luca e;, Lcmmí :\, .\!011t:1nucc1
sión ele por vida, con efectos adversos importantes que MP, C:alcbrcsc e; et ,11. ;\•licroc11cap;,ul:11cd pa11crcatic·
180 •• •, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
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•
Tabla 1. Repercusiones de la educación en distintos pa- tros secundarios; HbAlc, COL, TG, presión ar-
rámetros. de la diabetes terial, tabaquismo, obesidad etc. que el pacien-
te debe conocer y pactar.
Componentes Tipo de mejoría b) Prevención y resolución de las complicaciones
agudas: hipoglucemias, descompensaciones, ce-
Mejorados Frecuencia Intervalo
tósis.
Cetoacidosis/ hipoglucemias Disminución 60-90% c) Disminución de la incidencia de las complica-
Amputaciones Disminución 50-80% ciones crónicas: retinopatía, neuropatía.
Esperanza de vida Aumento 15-20 años d) Lograr una calidad de vida similar a la de las
personas que no tienen diabetes 9, lo cual impli-
Ceguera Disminución 50-25%
ca:
Fallo renal final Disminución 40% 1. Incrementar los conocimientos acerca de la
Costos económicos Disminución 70-80% diabetes, consecuencias y tratamiento, moti-
Muerte perinatal Disminución Al 1% vándolo hacia una participación activa con
soluciones concretas en relación con la
adaptación a su enfermedad y entorno so-
En este proceso hay varias fases el educador emite
cio-laboral.
una serie de mensajes, que necesariamente ha de cap-
2. Bienestar psíquico como resultado de una
tar la persona con diabetes y ésta debe a su vez emitir
mayor libertad en el tratamiento y una ma-
nuevos mensajes al educador que le permitan saber si
yor independencia, y bienestar físico, con
ha sido oído, entendido y captada su actitud. mayor capacidad funcional y fortaleza.
La educación del paciente supone la transmisión de 3. Mejor calidad asistencial, personalizada y
una información, y la adquisición de habilidades y ac- humanizada.
titudes que le permitan alcanzar los objetivos desea- 4. Disponibilidad de los medios adecuados; hu-
dos, presuponiendo una preparación y aptitud, por manos, técnicos y científicos (médicos, die-
parte del educador8 acerca del cuánto, cómo y cuándo tistas, educadores, trasplantes, láser, riñones
establecer la comunicación, captar el efecto de la mis- artificiales, tiras reactivas, reflectómetros,
ma; y por parte del paciente, asumir su participación y ordenadores para correo electrónico, inter-
protagonismo en el proceso del tratamiento. Pero hay net etc.)
que tener muy claro que el proceso educativo hay que 5. Incidir en la Salud Pública: disminuyendo
centrarlo en el paciente, el educador es únicamente el los costes médicos, al mejorar los episodios
"conductor" que sabe canalizar lo que la persona con agudos y las complicaciones; y disminuyen-
diabetes demanda y preocupa, con la adquisición de la do los costos sociales de absentismo laboral,
habilidad suficiente para cuidar su enfermedad. incapacidades y carga social5• 9•
Los médicos suelen enseñar a sus pacientes de la Existe, además, un problema que es intrínseco al
misma forma que a ellos les enseñaron, tipo profesor educador éste es habitualmente personal de enfermería
pasivo, favoreciendo la retención de conocimientos pe- o médico, en cuya formación no han sido incluidas
ro poco efecto sobre la conducta y destreza. técnicas de pedagogía, abordaje holístico, comunica-
ción, psicología aplicada, manejo de grupos 8 etc., por
OBJETIVOS lo que su entrega e interés personal han de ser amplia-
dos con una formación complementaria a través de
El objetivo final para el equipo educador será do- cursos específicos, pero que, por desgracia, carecen de
tar a sus pacientes de la necesaria destreza para cuidar- un reconocimiento académico que permita perfilar
se ellos mismos y mantener el control adecuado 1 • una carrera profesional; la del educador en diabetes.
El proceso educativo debe ir dirigido a mejorar el
bienestar de la persona con diabetes, tanto en su esta- PLANIFICACIÓN
do personal de salud como social, teniendo en cuenta
unos objetivos concretos a conseguir, individualmente Según los objetivos anteriormente descritos es nece-
pactados entre el paciente y el equipo educador según sario analizar cada situación particular: paciente, edu-
sus propias posibilidades y capacidades, estableciendo cador y medio, definir los objetivos concretos,
un listado de los mismos. Éstos deben ser5 muy claros confeccionar un plan estratégico para su consecución
y justificables para el paciente. pertinentes a su situa- en el que consten 1:
ción y posibilidades, realizables, evaluables. l. Un plan de necesidades; teniendo en cuenta: a) al
En general hemos de plantearnos como objetivos: paciente; sus posibilidades y las distintas fases;
a) Un control metabólico adecuado de la glucemia inicial o supervivencia, adquisición de conoci-
lo mas normal posible, y de los demás paráme- mientos, técnicas de consolidación de los hábitos
Educación diabetológica 183
Tabla 3. El empleo de los· distintos métodos de educación, técnica individual o en grupos tienen unas indicaciones deter-
mihadas y su uso aporta ventajas en unos casos y desventajas en otros que es necesario sopesar
Métodos de educación
Individual Grupos
ciones idóneas de tamaño, luz, ventilación, comodidad, Inicialmente, hay que romper la barrera que siente
temperatura. Dotación adecuada: sillas cómodas, mesas el recién diagnosticado, de ignorancia, impotencia,
de trabajo, pizarras, cañón de proyección, retroproyec- miedo, dificultades para "saber" pincharse, hacer aná-
tor, vídeo, proyector de opacos, etc. 11 lisis o qué comer todos los días. Hay que sentarse a su
Es importante el aspecto del aula, para que el dia- lado, escuchar sus vivencias y valoraciones para "re-
bético valore la educación, los medios el esfuerzo y se conducirlas" en positivo y hacerle participar de forma
motive. Hay que buscar su atención, concentración y activa en su educación. Tener en cuenta las fases por
participación. El local debe poderse cerrar por dentro las que pasa todo debutante 1• 6 •
para impedir interrupciones no programadas. l. Negación(... esto no me sucede a mí... ).
Material didáctico: libros, folletos, monografías, 2. Rebelión (... por qué me sucede a mí?).
pósters, dibujos, transparencias y material de adiestra- 3. Pacto (acepto poner la insulina ... pero sólo una
miento (reflectómetros, plumas, jeringuillas, maquetas vez al día).
de alimentos, etc.); el material didáctico que suele ser 4. Depresión con esperanza (me doy cuenta de que
más rentable es el de producción propia. tengo diabetes y que necesito tratamiento ...
Dotación informática: ordenador con acceso a la ¿podré hacerle frente?).
red de internet, página Web propia, correo electrónico, 5. Aceptación.
telefonía móvil, telemedicina. Dependiendo de cada paciente, tipo de diabetes,
objetivos y capacidad personal, se le adaptará el pro-
DESARROLLO grama, con una educación individual o en grupo, te-
niendo en cuenta que éste ha de ser lo mas homogéneo
Es el punto clave del proceso educativo es esencial posible según edades, nivel cultural, tipo de diabetes,
tener definidos los objetivos y los programas, estable- estado de la complicaciones, etc. Aunque a veces son
cidos los medios y su aplicación en modo y forma, ya positivos grupos no tan homogéneos, pudiendo hacer
que son los que van a definir el resultado final. cambios usando la educación individual o en grupo o
El primer contacto con el paciente puede marcar ambas según el momento (Tabla 4).
ese resultado final y el "arte del educador" es saber Dedicarle el tiempo adecuado para cumplir lo
captarlo, despojar el miedo, comunicar optimismo, programado, sin que nadie se sienta "atosigado"; ca-
dar confianza y que sienta la voluntad de que le están da uno tiene su velocidad de aprendizaje y también
ayudando. Es necesario tener habilidad para comuni- la necesidad de contar su vida, formando parte del
car y, según evoluciona el proceso educativo, saber intercambio de información entre el educador y la
retomar posiciones acordes a las necesidades. persona con diabetes. Equilibrio pedagógico entre lo
Educación diabetológica 185
Tabla 4. En las distintas fases educativas se desarrollarán las evaluaciones adecuadas aplicando las diferentes técnicas eva-
luadoras, historia clínica, tests específicos y control habilidades
.AL l".;lClO
Valor~1 r la situaci<'Jn mcrahóliG1 11ístoria ~· educacional
de INE en 2006 son ya de 3,88 millones de extranje- blica. Su tecnología y amplitud de prestaciones exige
ros empadronados (http://sauce.pntic.mec.es/jotero/In- la adquisición de conocimientos con habilidades espe-
migra/Cuantos.htm) (Figura 1 ). cíficas para su manejo y seguridad mediante un pro-
La adaptación al nuevo estilo de vida; fast-food, grama específico de educación, reafirmando los
TV, consolas, PC etc. y las distintas prevalencias de las conocimientos sobre la dieta, autocontrol, situaciones
patologías asociadas a sus etnias: HTA, dislipemias, agudas, junto con el funcionamiento de la bomba. Es
insuficiencia renal, obligan a una educación de preven- necesario saber calcular la dosis total de insulina, su
ción, con apoyo de los estilos de vida mas saludables y distribución en la tasa basal (liberación continua) y el
la adaptación de sus costumbres no renunciables (reli- manejo de los bolus, sus tipos y correcciones, las ex-
giosas, culturales), fundamentalmente en Ramadán en tras para adaptarse individualmente a las variaciones
los pacientes islámicos, que supone cambio en los ho- de la glucemia. Dominar las técnicas de inserción de
rarios de comidas y distribución de la medicación' 3 • catéter y sus posibles problemas, las desconexiones
Según su procedencia es necesario conocer y valo- cortas o largas con sus correspondientes tratamientos
rar las medicinas tradicionales que ingiere, sus creen- alternativos (Tabla 5).
cias, factores culturales y sus hábitos en distintos
momentos; determinadas prohibiciones como la de in- Sensores de insulina. Sistemas de Monitorización Con-
gesta de carne de cerdo entre judíos y musulmanes, tinua de Glucosa (SMCI).
carne de vaca en los hindúes, ritos de sacrificio, etc. El
educador deberá compaginarlas con los hábitos educa- El continuo avance tecnológico está desarrollando
cionales precisos para mejor control de la diabetes. sistemas de medición continua de la glucosa en san-
gre que permiten calcular las necesidades de insulina
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS en cada momento e integrarlas en el tratamiento con
insulina. Su manejo e interpretación de resultados, al
Bombas de insulina. Infusión Subcutánea Continua de igual que en las bombas de infusión continua de in-
Insulina (ISCI). sulina, precisan de conocimientos básicos sobre el
dispositivo y la adquisición de capacidades de mane-
Su empleo se ha hecho más universal en la última jo, solución de problemas y alternativas de trata-
década al ampliarse su financiación por la sanidad pú- miento.
Argelia
Bulgaria
India
e Senegal, Gambia
(J,)
Ol
·;:
o Rusia
(J,)
"O Rumania
,!!!
lll
a. China
Comunidad Europea
Marruecos
Latinoamérica
Figura l. Los datos de inmigrantes diabéticos se han calculado según la prevalencia en su país de origen, teniendo en cuen-
ta los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Educación diabetológica •• 187
Tabla 5. El proceso educativo para los dispositivos de in- dicta, ejercicio, autocontrol etc. como para la posibili-
fusión continua de insulina deberá incluir, como mínimo, dad de envío de datos, descargas de autocontroles co-
l9s apartados reflejados en la tabla rrecciones dietéticas, con la posibilidad de una
respuesta rápida y personalizada.
Contenido educativo para el uso de bombas de infusión
• Bases del funcionamienro de las bombas de insulina y tra- Línea telefónica 900
tamiento
0 Adquisición de hal1 ilidad Algunas sociedade::s )' asociacion<c'S de
bJt>ilLl'.-i
' la de Lis casas crnner
ciaks disponen de una línea 900, sin gastos para el p,1-
,__-ic1nc, qtH.' funcinn~til 2~ h \" qu1:·· ¡•n)pn1< ¡oi1c:r
Infonnal'ión úril y r~u1to dc:-.dl:' l'i punto de
de L.1 L'nfcrn1t(L1d ..:01110
para su manejo y los conocimientos suficientes de dia- 5 Vida! Vazquez O, Boo Feijoo C, Vida! Hernandez R. La
betes para interpretar y ejecutar las observaciones rea- educación diabetológica desde los planteamientos teóri-
lizadas por el profesional1 6 • El aprendizaje con las cos a las dificultades de la práctica pedagógica Diabetes.
nuevas tecnologías precisa modelos, sistemas y entor- En Escobar F, Fernández ML (eds). Diabetes Mellitus:
nos diferentes a la enseñanza tradicional el profesor entorno metabólico y complicaciones. Grupo Aula Med-
deja de ser el trasmisor de la información y el alumno; ica SA. 2000:205-12.
el receptor pasivo; ambos han de interactuar entre 6 Day JL. Education of the Diabetic Patient. In Eduat R,
ellos y con la tecnología al uso. De Fronzo A, Ferrannini E, Keen H, Zimmet P (eds). In-
ternational Texbook of Diabetes Mellitus. John Wiley &
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RESUMEN
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La diabetes es una enfermedad crónica, que obliga
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vos para valorar la glucosa en sangre y inyección de in-
la salud en diabetes. En Gomis R, Rovira A, Feliu JE,
sulina. La persona con diabetes debe conocer y asumir Oyarzabal M (Eds.). Tratado SED de Diabetes Mellitus,
su participación con el objetivo de mejorar su calidad bases moleculares, clínicas y tratamiento. Editorial Pan-
de vida por las complicaciones crónicas y agudas que americana 2007; 433-45.
pueden ocasionar. El proceso educativo incluye el des- 9 Educación Diabetológica.Conferencia Nacional de la
arrollo de actividades integradas en un programa cu- diabetes mellitus. Ministerio de Sanidad y Consu-
yos resultados se deben desarrollar y evaluar. La mo.1991. Instituro Nacional de la SaluJ. Secrelaria Ge-
inmigración plantea nuevos objetivos en relación con neral. Madrid 1994: 79-80.
el choque Je rnlluras, hábitos y limitaciones que pre- 10 Lafuenre Robles N. La educación de personas cnn dialw-
cisan ser integradas a través de la cJucación. Las nue- res. Tratado SED de Diabetes Mellilus, bases molecula-
vas tecnologías, para en el tratamiento de la diabetes; res, clínicas y tratamiento. Madrid: Editorial Médica
bombas, sensores etc. como de comunicación: ordena- Panamericana 2007:422-32.
dores, internet y teléfonos móviles han ampliado las 11 Díaz Cadórniga FJ, Delgado Álvarez E. Diabetes tipo II.
posibilidades de información, aprendizaje y tratamien- Manual para asistencia primaria. A.G. Gutenberg.
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• "
1i 1
COMPLICACIONES CRÓNICAS
Tabla.1. Cml"l~Iicacit>rtes .de la diabe.tes·meilitus
En la DM tipo 1, antes del descubrimiento de la in-
Hiperglucémica cetoacidótica sulina y su utilización clínica como parte primordial
Descompensaciones agudas Hiperglucémica hiperosmolar del tratamiento, la descompensación hiperglucémica
Hipogluemia aguda fue la complicación más frecuente y, a menudo,
Retinopatía fatal, lo que condicionaba una esperanza de vida muy
Complicaciones limitada para el enfermo. Con la utilización de la insu-
Nefropatía
microvasculares Neuropatía lina, la muerte por descompensaciones hiperglucémi-
Cardiopatía isquémica cas disminuyó de una forma drástica, prolongándose
Complicaciones Accidente vascu]acerebral notablemente la supervivencia. No obstante, el pro-
macro vasculares longar la vida de los pacientes ha traído como conse-
Arrerioparía periférica
cuencia la aparición de complicaciones, que hoy
conocemos como crónicas, desconocidas en el pasado,
La incidencia de la DHC es de 46 casos por 10.000 que continúan siendo un desafío en la actualidad y el
diabéticos y de 1,4 casos por cada 10.000 personas de principal problema para la supervivencia del diabéti-
la población general y justifica entre el 2 % y 9 % de los co. Para el diabético tipo 2, los avances en el control
ingresos hospitalarios en personas diabéticas 1· 3 • Apro- de la diabetes a través de la implementación de la die-
ximadamente, el 20% de los ingresados por DHC pre- ta y el ejercicio o del tratamiento hipoglucemiante, con
sentan una diabetes mellitus no diagnosticada antidiabéticos orales o con insulina, así como el cono-
previamente y el 15% de los ingresados corresponde a cimiento de la importancia y tratamiento de sus co-
pacientes con múltiples ingresos por DHC3. Esta situa- morbilidades, como la dislipemia, hipertensión arterial
ción, independientemente de la repercusión que tiene u otras, también ha supuesto un cambio en su evolu-
sobre el propio paciente, origina un adicional coste de ción y pronóstico.
la enfermedad, en el que, además del gasto de la estan- Estas complicaciones crónicas derivadas de la
cia hospitalaria, hay que contemplar la posible apari- diabetes aparecen en los dos grandes tipos de diabe-
ción de secuelas crónicas o el empeoramiento de las tes mellitus y se pueden dividir en dos categorías:
complicaciones crónicas previamente establecidas. complicaciones microangiopáticas o manifestaciones
La DHH se caracteriza por un estado de hiperglu- específicas de la diabetes y complicaciones macroan-
cemia grave, hiperosmolaridad, ausencia o ligera ceto- giopáticas.
nuria y deshidratación grave. Su mortalidad oscila
entre el 9 % y el 14 % 1• La infección sigue siendo la COMPLICACIONES MICROANGIOPÁTICAS
causa precipitante más frecuente, siendo las infeccio-
nes urinarias y pulmonares las más habituales, expli- Las manifestaciones microangiopáticas o específi-
cando entre el 20 y el 40% de todos los casos de DHC cas se caracterizan por la afectación de los pequeños
y DHH4 • Quizá una de las características más signifi- vasos de la microcirculación que afectan a la retina, el
cativas de la DHH es su mayor incidencia en personas glomérulo y a los nervios periféricos y que le conocen
adultas, generalmente, ancianas; esto conlleva al igual como retinopatía, nefropatía y neuropatía diabéticas.
que en la DHC un costo adicional en la enfermedad Debido a la enfermedad microvascular, la diabetes me-
debido al ingreso hospitalario, que en el caso de la llitus es hoy en día la primera causa de ceguera en el
DHH se ve agravado al complicarse con procesos co- mundo occidental y de insuficiencia renal terminal.
mo la infección hospitalaria, la aparición de graves úl- La retinopatía diabética es poco frecuente en pacien-
ceras de decúbito u otros, que, en definitiva, son la tes prepúberes con diabetes tipo 1, pero casi todos los
causa de una larga estancia hospitalaria y con cierta pacientes con diabetes tipo 1 y más del 60% de los pa-
frecuencia de la muerte del paciente. cientes con diabetes tipo 2 desarrollan algún grado de
Dentro de las complicaciones agudas debemos con- retinopatía a los 20 años de evolución de la enfermedad.
templar también las hipoglucemias que aparecen tanto En pacientes con diabetes tipo 2, aproximadamente, el
en la DM tipo 1 como en la tipo 2. Su causa radica en 20% presentan retinopatía en el momento del diagnós-
una falta de equilibrio entre el tratamiento hipogluce- tico de la diabetes. En pacientes menores de 18 años, la
miante, la ingesta y el ejercicio físico. Por su parte, la retinopatía diabética es más frecuente en pacientes con
hipoglucemia en la fase de neuroglucopenia grave, a diabetes tipo 1 que en pacientes con diabetes tipo 2 (20
cualquier edad, también producirá alteraciones en el frente al 4%). Por el contrario, la microalbuminuria fue
sistema nervioso central que de forma crónica suponen más frecuente en pacientes con diabetes tipo 2 5•
un deterioro del mismo con diferentes expresiones clí- La diabetes aumenta 25 veces el riesgo de padecer
nicas que pueden ir desde el déficit motor al cognitivo insuficiencia renal y, en España, constituye la primera
u otras alteraciones. causa de inclusión en programas de hemodiálisis. La
Cornpiicaciones de ia diabetes mellitus. Clasific0ción y 191
insuficiencia renal crónica se presenta en el 50'Ya de los nismo descrito se refiere al incremento cn la vía de la
pacientes con diabetes tipo 1 con 10 ai1os de evolución y hexosamina.
en el 90% de los pacientes con una evolución de 20 o Vía del polio!: esta vía, a través de un a u mento del
más ai1os. También supone la primera causa de trasplan- sorbitol, conduce a un aumento del estrés oxidativo,
te renal acompafiado o no de trasplante pancreático. un incremento de la glucosilación no enzimática y a
Más del 60% de las personas con diabetes sufren un dai1o celular a través del edema celular que indu-
alguna forma de neuropatía, con una incidencia del ce por el aumento de la presión osmótica intracelular.
7,5%i rn el momento del diagnóstico y del 50% des- En b fibra nerviosa. el sorbitol disminm e la síntesis
de 25 <l11os . En la de la rwu de mioinositol e indun;
afecta al 22 ni;) de los pa1...:Jt.'.I1Lc'<.., que '--Jus;1 cde1n:1 ason3i :· d~11ln
diabétil()'.) \. se inc-rcnH.'IILl [),\(, u,·;:rrc c'SCi
cbbctcs. El ')I)
:;on pcrson~ts C()Jl di3bcte:-,
LJ ;Jtcro~c-J1._'ro<..,1'.1 :h.~l'lcr~1cL1 de
JUnru c:on L·1 ih~urop~HÍJ
n1cllitus sc:a ~tn1puL1cion('\
se lu cstim,1do qm' la inci- de L1 iY2 a,.:,J \ :c·~ p(lr orto~/:·¡
de1Ki<l de amputaciones no trc1umc1tic:1s es c:1si )(] \e' ¡'roreic1. Fsrudius é'!1 JilÍm;1k~ corno <ci tTah:qo de
ces superior en los pacitntc:--: di:1h{',rlcos que en ios que y Tin Kcrn ponen de rnan1fiesro que z·I
no lo son'. tratamiento de perros diabéticos con un ;nhihidor de
Varios estudios prospecti\'lJS hcrn puesto ck 111cini- la aldos;1 rniuctc1s:1 prc1,ie11e ('! dern1orn tk J;1 1clo'-·i
fiesto una estrech,1 relación entre la glucerni;1 1 Lis dad de conduccil'rn 11cn,Ío'J<l.
complicaciones por n1ici-0;111giopatÍ;1 diabética tanto f/ SC,P,lllltÍu /llC(dlÚSii!U l:S h for111Jci"1;1 111rr:1cciuLu
en b dialwtc~ ri¡m 1 como L'il Li di;1hctcs tipo .2.. U e~ de lo, dcnominadm l'rodunos fi11;1\c-, ck 'Lici,í11
tuclio DCCT ( D1a betes Con trol a nd Complica tions a\'Clll1.ada íPF(;;\). l~stm pucdrn oc1sio11ar cLii'10 Cc'lu-
Tria!), demostró que b h1perglucL m1a podrícl ser el nw-
0
Lir por rre.-, 1'Í<b. Li primcr:1 es b modific1c1l·Jll de pro
canismo común para el origen de las manifestaciones reínas intracelulares incluyendo proteíncis implicadas
específicas de la diabetes y puso de manifiesto los be- en la regulación de la transcripción genética. La segun-
neficios del buen control de la glucemia. El estudio de- da vía es que estos PFGA pueden difundirse fuera de la
mostró que manteniendo los niveles de glucosa dentro célula y modificar las propiedades de la matriz extra-
de un rango lo más cercano posible a la normalidad, cclular, alterando las interacciones entre matriz y célu-
se lograba reducir el riesgo de aparición de retinopatía la causando disfunción celular 1'· 16 y la tercera vía es
en un 76%, la nefropatía en un 56% y la neuropatía que estos PFGA difundidos fuera de la célula modifi-
en un 60%. Otros estudios llevados a cabo en pacien- can proteínas circulantes en la sangre como la albúmi-
tes con diabetes tipo 2 han demostrado también que el na. Estas proteínas modificadas circulantes pueden
control estricto de la glucemia es capaz de reducir fijarse a receptores PFGA y activarlos, causando así la
drásticamente la aparición de complicaciones cróni- producción de citocinas inflamatorias y factores de
cas. El estudio Kumamoto"', con un dise11o similar al crecimiento, que, a su vez, son responsa bles de b pa ·
DCCl~ ha demostrado que el tratamiento intensivo tología vascular'-'".
(HbAlc 7%) ha reducido el riesgo de retinopatía en El tercer mecanismo es la activación de b proteína
un 69% y el riesgo de nefropatía, en un 70'X,. El estu- cinasa C (PKC). La PKC es una fomilia de enzimas que
dio UKPDS" muestra que la disminución del 0,9';{1 en la funcionan como seüales de distintos factores de creci-
HbA le reduce el riesgo de retinopatía en un 2 J % y el miento, hormonas, neurotransmisores y citocinas. Al
de nefropatía en el 32 %. El control metabólico estricto menos hay 12 isoformas de la PKC. Nue\'e de estas
no tuvo mayor influencia sobre b rnacroangiopatía. isoforrnas son activadas por el fosfolípido diacilglice-
Como se verá en los correspondientes capítulos con rol (DAG), que es un activador fisiológico de la PKC.
mayor detalle, hay varios mecanismos fisiopatológicos El zíltimo mecanislilo es el aumento dd flujo a tra
a través de las cuales la hipcrglucemia conduce a las vés de la vía de la hexosamina. El exceso de gluL·os;1
complicaciones rnicro\·asculares crónicas de b diabe- dentro de la vía de la hexosamina causa diversas com-
tes". El primer rnecrnismo descrito es b vía del po- plicaciones vasculares en los animales de experimenta·
lio]¡;; el segundo mecanismo, descrito en la década de ción. En síntesis. la activación de la vía de b
los setenta, se refiere a la formación de los denominci- hexosamina por la hiperglucemia puede pro1·ocar cn
dos productos finales de glucosilación avanzada. A diversos cambios tanto en la expresión del gen como
principios de los a11os noventa se descrihió un tercer en la función de las moléculas proteicas que forman
mecanismo, la activación inducida por la glucemia de parte de toda la cadena de eventos que llevan :1 bs
las isoformas de la prnteincinasa e\' el cuarto meca- cornplic1ciones vasculares de la diabetes'·
192 ... ,, La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Oisíunc1ón endotelial
¡-~~~<- .. ·-·--·~·-·-·-··-·--
\~:~1:
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1
~
Aterogénesis
el riesgo cardiovascular global del paciente que nos 5 Eppens MC, Craig ME, Cusumano J, Hing S, Chan
obliga con frecuencia al uso combinado de estatinas y AK, Howard NJ, Silink, M, Donaghue KC. Prevalence
ezetimibe. Del mismo modo debemos saber que para of Diabetes Complications in Adolescents With Type 2
valorar el riesgo puede ser más útil medir el colesterol- Compared With Type 1 Diabetes. Diabetes Care 2006;
no HDL que aúna a todas las moléculas aterogénicas. 29:1300-06.
En la valoración de la HTA debemos igualmente valo- 6 Dyck PJ, Kratz KM, Karnes JL, Litchy WJ, Klein R,
rar el control adecuado de la TA y que el fármaco que Paich JM et al. The prevalence by stage severity of vari-
utilicemos tenga también proyección en la prevención ous types of diabetic neuropathy, retinopathy and
o tratamiento de la nefropatía diabética o que haya de- nephropathy in a population-based cohort: the
mostrado otras bondades metabólicas. Por supuesto Rochester.Diabetic Neuropathy Study. Neurology 1993;
43:817-24.
no debemos olvidar que la DM es un estado procoa-
gulante y en este sentido la administración de un an- 7 Cabezas-Cerrato J. The prevalence of clinical diabetic
tiagregante ha de hacerse en estadios precoces de la polyneuropathy in Spain: a study in primary care and
hospital clinic groups. Neuropathy Spanish Study Group
enfermedad. En el abordaje de las lesiones microangio-
of the Spanish Diabetes Society (SDS). Diabetologia
páticas o neuropáticas nuestro pensamiento clínico ha
1998; 41:1263-9.
de tener el mismo sentido, es decir, intentar abordar
8 Calle-Pascual AL, Redondo MJ, Ballesteros M,
todos los supuestos que conllevan a estas lesiones pa-
Martínez-Salinas MA, Díaz JA, De Marías P et al. Non-
ra su control adecuado. Así, no basta con dar láser en
traumatic lower extremity amputacions in diabetic and
el tratamiento de la retinopatía diabética, es necesario non diabetic subjects in Madrid, Spain. Diabetes & Me-
contemplar si existe HTA, tabaquismo o dislipemia tabolism 1997; 23:519-23.
que la empeore. O en la neuropatía, no basta diagnos- 9 The Diabetes Control and Complications Tria! Research
ticarla, hemos de estar pensando, ya de entrada, en Group: The effect of intensive treatment of diabetes on
prevenir las lesiones neuropáticas del pie con ortesis, the development and progression of long-term complica-
tratamientos podológicos e instrucción adecuada al tions in insulin dependent diabetes mellitus. N Engl J
paciente. También las complicaciones agudas deben Med 1993; 329:977-86.
considerarse en un contexto globalizador donde la 10 Shichiri M, Kishikawa H, OhkuboY, Wake N. Long-
educación diabetológica sea capaz de hacer que el dia- Term Results of the Kumamoto Study on Optima! Dia-
bético pueda prevenir o tratar adecuadamente el inicio betes Control in Type 2 Diabetic Patients. Diabetes Care
de una complicación. 2000; 23 (Suppl. 2):B21-B29.
La existencia de complicaciones en la diabetes nos 11 UK Prospective Diabetes Study Group: Intensive blood-
debe llevar, en un paso más allá, a la consecución de glucose control with sulphonylureas or insulin compared
Unidades de Diabetes Hospitalarias en donde el pa- with conventional treatment and risk of complications in
ciente pueda recibir una atención integral de su proce- patients with type 2 diabetes (UKPDS 33). Lancet 1998;
so, instaurando además conexiones con el médico de 352:837-53.
Atención Primaria que permita que la atención al pa- 12 Brownlee M. The pathobiology of Diabetic Complications:
ciente sea un conjunto de acciones que eviten la apari- A unifynig Mechanism. Diabetes 2005; 54:1615-25.
ción de complicaciones de la DM, o de existir ya, al 13 Gabbay KH, Merola LO, Field RA. Sorbitol pathway:
enlentecimiento de su evolución. presence in nerve and cord with substrate accumulation
in diabetes. Science 1966; 151:209-10.
14 Engerman RL, Kern TS, Larson ME. Nerve conduction
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26 Hsuch \\7., Jackson S, Law R. Control of \·ascular ccll
J 9 Kirstein M, :\ston C, Hintz R, Vbssara !J.
and
cific induction of insu!in-likc factor in hunLrn
síntesis de glucosa. Tanto la adrenalina como el gluca- bajas concentraciones de glucosa sanguínea, no perci-
gón producen lipólisis, favorecida por cortisol, que se ben síntomas. Aunque imprecisa, esta definición es la
segrega en respuesta a hipoglucemia y permite y esti- que trasmite espontáneamente el paciente en sus visi-
mula la síntesis de adrenalina y la acción de ésta. El tas a la clínica y la que seguramente determina cam-
cortisol, como el glucagón, favorece la gluconeogéne- bios terapéuticos por parte del médico. Pero es
sis hepática a partir de sustratos no hidrocarbonados. necesario disponer de definiciones más explícitas y
La acción del glucagón sobre la glucogenólisis es de precisas, que puedan servir para la decisión clínica y
más corta duración que sobre la gluconeogénesis. La para la comunicación científica o la evaluación de me-
actividad de la adrenalina sobre la glucogenólisis es dicamentos. La Agencia Europea de Evaluación ~e
también de corta duración. Se segrega también hormo- Medicamentos, EMEA, propuso en 2002 la descrip-
na de crecimiento que favorece la lipólisis. Ésta induce ción de hipoglucemia clasificada según el grado de in-
crecientes concentraciones periféricas de ácidos grasos tensidad como: a) episodios mayores (es decir graves),
libres que se traducen en una menor actividad de la in- definidos como episodios sintomáticos que requieren
sulina a nivel periférico. Existe una mayor producción asistencia externa debida a deterioro de la conciencia
de cortisol y la excreción de corticoides urinarios en o de la conducta, con niveles de glucosa sanguínea in-
las fases de frecuentes hipoglucemias está aumentada. feriores a 3 mmol/I (54 mg/dl) y pronta recuperación
En esta situación existe una supresibilidad hipófiso- después de la administración de glucosa o glucagón, b)
adrenal disminuida. episodios menores, definidos, ya como episodios sinto-
Esta respuesta, neural, hormonal y metabólica, ex- máticos con glucemias por debajo de 3 mmol/I sin ne-
puesta de manera tan simplificada, supone una inte- cesidad de asistencia, ya como hallazgo de glucemia
gración teleológica más compleja. A esta respuesta menores de 3 mmol/I sin presencia de síntomas y c)
puede sumarse la percepción de hipoglucemia por el episodios sugestivos de hipoglucemia, en los que no se
sujeto que puede determinar una conducta de inges- dispone de valores de glucemia6 • La Canadian Diabe-
tión que permite anticipar o atenuar esa respuesta. tes Association define hipoglucemia en presencia de 1)
La activación de estos distintos mecanismos se pro- desarrollo de síntomas autonómicos o neuroglucopé-
duce como respuesta a distintos niveles descendentes de nicos, 2) glucemia menor de 4 mmol/I (72 mg/dl) y 3)
glucosa en el líquido extracelular, que pueden conside- respuesta de los síntomas a la administración de car-
rarse como umbrales de respuesta• y que varían de unos bohidrato. Se describe la gravedad de la hipoglucemia
individuos a otros y, en el mismo sujeto, en diferentes si- como leve: síntomas autonómicos presentes. El sujeto
tuaciones. La variación de este umbral puede modificar es capaz de tratarse a sí mismo; moderada: están pre-
la magnitud de la respuesta y la aparición de síntomas sente síntomas autonómicos y neuroglucopénicos. El
derivados de la hipoglucemia o de la respuesta a ella5 • sujeto es capaz de tratarse a sí mismo; Grave: el sujeto
Para que estos mecanismos sean útiles y eficaces, deben requiere asistencia de otra persona. Puede ocurrir in-
ser activados a concentraciones de glucosa que permitan consciencia. La glucosa plasmática es típicamente <2,8
la utilización de ésta por el tejido nervioso. mmol/F. A su vez, el Grupo de Trabajo sobre Hipoglu-
cemia de la American Diabetes Association ha descri-
DEFINICIÓN to los episodios hipoglucémicos como: 1) Hipoglucemia
grave cuando el cuadro requiere la asistencia de otra
La concentración de glucosa en sangre es una va- persona aun cuando no se disponga del nivel de gluce-
riable continua y no podría señalarse un determinado mia. La recuperación neurológica atribuible a la nor-
nivel como límite entre normo e hipoglucemia. Por malización de la glucemia es considerada como
tanto, debe recurrirse a una definición operativa que suficiente evidencia de que el suceso fue inducido por
sería la concentración a que se evocan las respuestas una baja concentración de glucosa plasmática. 2) Hi-
neurales y hormonales tendentes a corregir esta altera- poglucemia sintomática documentada en cualquier si-
ción. O una definición clínica que sería el nivel glucé- tuación en la que los síntomas típicos de hipoglucemia
mico a que aparece una respuesta clínica o la se acompañan de glucemias medidas :::; 70 mg/dl ( 3,9
percepción del sujeto que la experimenta y que puede mmol/I). 3) Hipoglucemia asintomática: cualquier si-
determinar una respuesta terapéutica por el propio su- tuación no acompañada de síntomas típicos pero con
jeto u otra persona. Desde un punto de vista práctico una glucosa plasmática medida :::; 70 mg/dl (3,9
se ha definido hipoglucemia cuando un paciente pre- mmol/I). 4) Probable hipoglucemia sintomática en la
senta la tríada de Whipple; es decir, síntomas compa- que los síntomas de hipoglucemia no se acompañan de
tibles con hipoglucemia, baja concentración de la determinación de glucosa pero que fue presumible-
glucosa sanguínea y mejoría de los síntomas al corre- mente causada por una glucemia :::; 70 mg/dl (3,9
gir la hipoglucemia. Pero esta definición no incluiría a mmol/I). 5) Hipoglucemia relativa durante la cual la
los pacientes que presentan síntomas y su glucemia es persona con diabetes refiere cualquiera de los síntomas
normal o a aquellos otros que, teniendo bajas o muy típicos de hipoglucemia y los interpreta como tales,
Hipoglucemias en las diabetes mellitus 199
pero en las que la concentración de glucosa es mayor La frecuencia de episodios en el tratamiento varía
de 70 mg/dl (3,9 mmol/1)8. En el estudio DCCT se de- sobre todo, en función del régimen terapéutico emple-
fine la hipoglucemia como una situación que induce ado, que es, en gran medida, diferente en distintos ti-
convulsiones, coma, confusión, conducta irracional o pos de diabetes. En realidad, la aparición de
incontrolable, u otros síntomas consistentes con hipo- hipoglucemia es el factor limitante más influyente en el
glucemia (por ejemplo, sudoración, palpitaciones, tratamiento de los pacientes con DM. Puede ser tan
hambre o visión borrosa) en conjunción con: l. Una variable como, O, 1 % de los pacientes en tratamiento
detcrmiincb en el laboratorio o por punción co1wencional de dieta \. en pacientes con di;1-
menor de 50 rng/dl mrnol/li o 2. betes mellitus 2 en el estudio UKPDS . h,:sra ,.¡
con tr<H::imienro que tleva h.
:J1nton1;1'.:>
han1hri.._)~
rc,__-ordJ_(L1 r-ior el ~ujcro con1n prl'SClHt.'
:--;111_-cs(). Sl' dcfi11L' hí i~l c,_)inu l't)iTLt (~
\...~onvulsione~ () un~l 1·c;1cci(')n que n.'C]Llh_T:1
Ci(Jil O O lil\f:1\'l'llO'illS .
En estas definiciones existe sólo un cierto de Desnutnci<·rn.
consenso, en cuanto a la gravedad, al definir hipoglu- 0
Dietas hipocalóricL.
cemia grave cuando el paciente eo incap,11. dt ;rntotra- /\norcx1a.
tarse. Pm'den existir otras múltiples definiciones Castroparía cli<1hériu.
;1plic1h!cs a c1cb contexto. En todo caso, la definición Malabsorción. F11fcr111ed;1d c·clí<ic1.
implica siempre la necesidad de i1Kluir un \·alor quími- Insuficiencia pancre.íiica l''-:Ocri11:1.
co determinado. sin el cual serÍ;1 imposibk la cornp;1- ,:;. LacL1ción.
raci<in de cualquier ripo de esrudios sohre este Hipotiroidismo. :\ddison, hipopituitaris1rn1.
problema. lltili1.ar en la definición como nin:! glucé- In su ficicncia rrna l.
mico límite 70 o 72 rng/dl (3,9 o 4,0 mmol/l) puede
producir una sobreestirnación del número de episodios FACTORES DESENCADENANTES
hipoglucérnicos en el tratamiento de los pacientes dia-
béticos y hacen difícil valorar el impacto del trata- • Ejercicio.
miento con diferentes hipoglucerniantes. El límite • Omisión o reducción de porciones alimentarias.
glucémico aceptado por la E.MEA aparece como mejor • Cambio de insulina, cambio de dosis, dosis ex-
definición para el diagnóstico de hipoglucemia con re- cesiva, cambio de lugar de inyección.
levancia clínica, ya que el nivel propuesto es el que " Sulfonilureas.
más claramente se asocia a los cambios cognitivos y de 0 Adición de exenatida al tratamiento con sulfo-
respuesta neural y hormonal inducidos por el descen- nilureas.
dente nivel de glucemia. "' Gastroenteritis.
Alcohol.
FRECUENCIA '" l\.1edicamentos concomitantes:
- aclaramiento renal de sulfonilureas reduc-
Es imposible determinar la frecuenciJ de la apari- ción del alopurinol, aspirina.
ción de hipoglucemia. debido en parre a la coexisten- Desplazamiento de sulfonilureas de la albú-
cia de múltiples definiciones, como :icabarnos ele ver, mina (aspirina, fibratos, IrvlAO, sulfamidas.
y, en parte, a otros factores, corno pueden ser la he- trimetoprim, warfarina, etc.).
terogeneidad de los grupos de pacientes, la dificultad - Disminución de la degracbción hepátic1 de
de percibir hipoglucemia durante el sucí'io, las varia- sulfonilureas por múltiples
bles percepciones de diferentes pacientes diabéticos, Uícido nicotínico, andrógenos, anticonceptivos
los diferentes gr,1dos de evocación de los episodios en orales, c!ofibrato, cloramfenicol, colestirarni·
las posteriores visitas clínicas, a \Tces, en función de n:i, cournadina/warfarina, dia1.óxido, famoti-
la variable gravedad del cuadro. Este recuerdo es más dina, fenilbutazona, fluconazoL hidantoínas.
duradero tras episodios más graves. Y en parre pue- L\lAO, ketoconazol, rnetildopa. oxitetracicli-
de estar en relación con \·ariables en las recogidas de na, probenecid, quinolonas. rifampicina. sali-
daros. Existe también una cierta modificación volun- cilatos, sulfamidas, tiacidas, etc.).
taria del relato de la intensidad y frecuencia de los - Disminución de glucóncogénesis: propranolo!.
episodios por los propios pacientes, lo que tiene tan- Suspensión de corticoterapia previa.
to importancia clínica como en la im-cstigación epi- "' Posrpartum.
demiológica. "' Apoplejía pituitaria.
200 •o La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
La mayoría de las veces, uno de los tres primeros proceso no ha concluído. Se ha basado en parte en la
factores puede ser la causa desencadenante. Muchos observación de episodios experimentales de hipogluce-
de los otros factores están presentes muy rara vez. La mia. Alguno de los síntomas no son específicos de nin-
relaciones con el alcohol o con el propranolol u otros guno de estos mecanismos. Un síntoma que no aparece
~-bloqueantes o con la retirada de corticoides sí deben en ninguna clasificación, y que está presente con mu-
ser frecuentemente tenidas en cuenta. Los factores cha frecuencia en las horas posteriores a la presenta-
desencadenantes se perciben, a veces, claramente por ción de un episodio grave, .es una prolongada y
el propio sujeto o por el médico, y esto puede tener va- profunda sensación de agotamiento y malestar general
lor educativo y preventivo. Muchas otras veces quedan difícil de definir.
sin aclarar. El cuadro se modifica con el tratamiento y es, en
general, prontamente reversible con éste. Las convul-
CUADRO CLÍNICO siones pueden determinar hipoxia cerebral e inducir
cambios irreversibles o muerte. Algunas de las muertes
El cuadro clínico puede ser muy variable de unas han sido explicadas por arritmias cardíacas.
personas a otras y en la misma persona puede también
mostrar variaciones en el orden de presentación de los
síntomas, o en su intensidad, aunque, en general, en 1 Tabla 1. Manifestaciones clínicas
cada persona suele repetirse su modo de presentación
con cierta consistencia. Aun así, puede desconcertar al Manifestaciones neuroglucopénicas
Manifestaciones del
paciente que en muchas ocasiones no haya percibido S.N. Autónomo
1
o de los pacientes que no se inyectan insulina, el des- En algunas ocasiones puede apreciarse omisión o
censo de la concentración de glucosa sanguínea no disminución de ingestión de nutrientes o de carbohi-
puede acompañarse del cese o disminución de la libe- clratos. Y esto tiene más importancia tras la inyección
ración de insulina y ésta persiste en sangre en concen- de insulina o la realización de ejercicio o ambas al mis-
traciones inapropiadamente elevadas para ese nivel mo tiempo. A veces, puede apreciarse una inadecuada
glucémico, siguiendo la farmacocinética de la insulina programación de la dieta En sujetos con DMTl, jóve-
Debe recordarse aquí que existen nes o adultos, L1 dicta inadecuada puede ser el resulta-
oscilaciunc~ en h absorción de la insulina suhc·ucím.'<L do ck un rLi:;turno primario de h alimentación ha~t;l
la b rern pcLHlll'<1 lo· .'1.demjc,_ eqos
Lt i...~u11cc1HLH:ió11 d\' in...;uli
la i11..1J
l. "-·n11 l'l ~ucílu \' con unJ ilh'l1()r
rc:-ipucst~1hurnoL1l y dC> pt.._'TC1..,pci<,)l1 :, n.'SJllllº'ILl \·o!u
taria del sujero'. Con c·icrta frecuencia. numcrosoo cTi
sodios de hipoglucemu nocturna, a veces, prolong:ido:,. 1111tiría lill;1 rncjur
paS<lil inadvertidos por éste. /\lgunas veces, h inquie- 11~1. E:--ito pudría )!gnific~-tr un;-1 n1ayor de
tud motora o Li sudorau<·m puede ser pcrcihi<h por .111ric·ip:1cir)n c'll L1 ¡•1-cn:ncitrn de estos episodios. L1rn-
otra persona, no por el propio paciente. hi(·11 1mplic«lll u11 llS() 111<1:, frecuente de rnúltiplcs invcc-
Tanto con glargina como con dctcmir se ha :1prc- c·io11es <k insulina con un;1 mavor fragmentación de l;i
c·i:1do una menor pre\·aknci:1 de h1poglL1cerni:1s e11 ,losic. \ 111ern1rt'S c11Hi<hdt·:, de instilinJ en c1cL1 1mec-
comp:iraci<·rn con el uso de insL1li11;1 NPl L aunque i;i, ~·ir'm. Por otro L1do, h !llJvorÍ<l de los tr;1tJmÍento;, in
dosis emplc;1das pueden 110 ser equivakIH<'S en térmi· tensinls hJ11 sido progr;rn1;1dos para obtener
nos funcionales. Estos dos análogos exhiben unas cur- glucemias más bajas, m;Ís cercanas al intervalo "nor-
vas de concentraciones séricas más planas tras su mal," e implican la utilización de mayores dosis ele in-
administración, salvo en los casos de dosis elevadas. sulina. Durante la realización del estudio DCCC en el
Puede producirse hipoglucemia con el uso de glargina grupo de pacientes con tratamiento intensivo, la fre-
inyectada a cualquier hora. La hipoglucemia que se cuencia de episodios de hipoglucemia se multiplicó por
aprecia en algunos casos asociada al uso de glargina tres. También se ha percibido una mayor sensibilidad
puede ser muy grave y prolongada y de difícil correc- a la insulina en sujetos bien controlados. Lo mismo
ción. La frecuencia de hipoglucemias en pacientes que ocurre tras la pérdida de peso. En sujetos con DMT1,
utilizan am1logos de acción rápida como aspan, gluli- después de un cierto tiempo pueden apreciarse altera-
sina o lispro puede ser similar o menor que con insuli- ciones de la contrarregubción de la glucosa 12 • Se ha
na regular, y sus características clínicas son muy podido observar una secreción inadecuada de gluca-
similares. El uso de bombas de infusión continua de gón corno respuesta a la hipoglucemia después de los
insulina, que producen concentraciones séricas bajas primeros a11os. La secreción de adrenalina se mantiene
de ésta y depósitos locales de cantidades de insulina pero a niveles glucémicos mjs bajos. En sujetos con ni-
muy bajas, ha supuesto una disminución del número veles glucérnicos más bajos, corno consecuencia de un
de episodios de hipoglucemia entre los pacientes que tratamiento más intensivo, se observa una habituación
las utilizan y tal vez una menor frecuencia de episodios :1 tolerar estos bajos niveles sin desarrollar una res-
graves. puesta del sistema nervioso autónomo o percibir esta
Frecuentemente, Li hipoglucemia es el resultado de situación. Lo mismo puede ocurrir en las horas poste-
ia realización de ejercicio externpor5neo o excesivo, riores a la ap;irición de una hipoglucemia grave. De es-
mal integrado en el régimen terapéutico. La utilizaci<'m ta manera. ios episodios tienden a reproducirse.
muscular de glucosa no es dependiente de la concen- Dcspu(-s de un tiempo Yari~1hk ele frecuentes episodios
rracíón de insulina durante el ejercicío y éste aumenu de hipoglucemia, e11 muchos paciemes se desarrolb
la sensibilidad a la insulina, con lo que favorece la apa- una incap;ici<bd para percibir HG a niveles que ;rntes
rICión de hipoglucerma. El ejercicio y la \·asodilatación inducí;rn esa percepción que ahorci aparece a ni\-cles
local en el sitio de la inyección inducida por éste pue- glucérnicos más bajos. lo que dificulta \. pospone su
den acelerar la absorción de insulina. ¡\ las edades ju- detección . .\luchas veces. esre descenso en el umbral de
veniles de muchos pacientes con diabetes tipo l deben percepción aparece en paralelo al descenso del um-
siempre buscarse modificaciones de la duración o i11- bral glucémico p<ira la respuesta neurohumoral, lo
tensidad u horario del ejercicio físico como mu\· pro- que está en la base del des:1rrollo de muchos episodios
ba ble causa de la aparición de hipoglucemia. gran's. Este fenómeno de disminución de perce¡xi<'>n no
202 •u La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
es un hecho irreversible y después de un período de au- una mayor vigilancia, o más frecuentes determinacio-
sencia de hipoglucemias puede verse mejoría de esta nes de glucemia u otras medidas, lo que es percibido
capacidad y de la respuesta de adrenalina. por el sujeto como pérdida de libertad o restricción de
actividades. O puede inducir excesiva ingestión de ali-
HIPOGLUCEMIA EN EL PACIENTE DIABÉTICO mento (que pudiera no ser reconocida ante el médico)
JUVENIL DE CORTA EDAD o conllevar más visitas al médico o los servicios de ur-
gencia. Todo esto puede ser mucho más dramático si
La aparición de hipoglucemias es la más temida los episodios son del todo inesperados o se presentan
complicación aguda del tratamiento de la DM en estas de noche o se acompañan de convulsiones. Estas cir-
edades. Es un problema frecuente. Su prevalencia no es cunstancias pueden tener consecuencias en el rendi-
conocida, ya que muchos de los episodios pueden no miento escolar del paciente, en sus relaciones con los
ser detectados o pueden no ser referidos al médico, es- compañeros, etc. La hipoglucemia repetida puede in-
pecialmente, los nocturnos 1 i. 14 • Los episodios se clasifi- ducir a largo plazo déficit cognitivo.
can, como en el adulto, en ligeros, moderados o
severos. Los ligeros son los que se acompañan de in- HIPOGLUCEMIA EN PACIENTES CON DIABETES
gestión voluntaria de glucosa o comida; los moderados TIPO 2
se refieren a la asistencia por otras personas como ayu-
da a ingerir alimento; los episodios graves son los que La aparición de hipoglucemia en el paciente con
refieren administración parenteral de glucosa o gluca- diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) puede ser una mani-
gón o en los que aparecen síntomas graves como con- festación clínica precoz incluso antes del diagnóstico.
vulsiones o coma. Ya que muchos menores confían en Pero, como en el tipo 1, suele estar relacionada con el
que otras personas les ofrezcan alimento aun con sín- tratamiento y deberse a dosis inadecuadas de hipoglu-
tomas ligeros, la exigencia del auxilio por terceras per- cemiantes orales o insulina, tardía o inadecuada inges-
sonas como índice de clasificación no sería adecuada tión de nutrientes o ejercicio excesivo o extemporáneo.
en este caso. Cualquiera de estos factores, o más de uno conjunta-
Las causas de hipoglucemia en los pacientes de me- mente, pueden ser identificados prácticamente en la
nor edad son las ya señaladas. El ejercicio no previa- mayoría de las ocasiones, si se analizan las actividades
mente planificado es la causa más prevalente. Y del paciente en las horas precedentes al episodio. La
también el ejercicio integrado en el programa de acti- causa más frecuente de aparición de hypoglucemia es-
vidades diarias cuando se prolonga o es más intenso. tá relacionada con el uso de insulina o secretagogos de
Pueden aparecer hipoglucemias hasta muchas horas insulina 2• 16• 17• En el paciente con DMT2 tratado con in-
después de haber realizado ejercicio, lo que se ha inter- sulina, los requerimientos de ésta pueden en ocasiones
pretado como debido a reducción de glucógeno mus- disminuir, como ocurre muchas veces durante el perí-
cular y su repleción posterior. Frecuentemente, la odo menstrual, o con el desarrollo de insuficiencia re-
hipoglucemia aparece después de una omisión de ali- nal progresiva. Cambios en el tipo de insulina, sitio o
mento por olvido o por falta de tiempo. Y aun, a ve- modo de inyección, dosis, etc. pueden ser la causa de
ces a omisión voluntaria de alimento por el paciente numerosos episodios, como ocurre en el paciente con
para no parecer diferente de otros chicos, especialmen- DMTl. La adición de insulina al tratamiento de pa-
te, en el ambiente deportivo o escolar. Otra causa fre- cientes con hipoglucemiantes orales, que puede acom-
cuente es gastroenteritis. pañarse, muchas veces, de mejoría en el control,
El cuadro clínico es muy similar a lo descrito. En podría verse acompañada de hipoglucemia nocturna,
un estudio realizado en pacientes de 1,5 a 16 años, los dada la frecuencia con que la insulina es utilizada co-
síntomas más frecuentemente referidos fueron debili- mo "basal" en una inyección nocturna. Como en los
dad, mareo y temblor, mientras que las observaciones pacientes con DMTl, las reducciones dietéticas son
más frecuentes de los padres eran irritabilidad, pali- causas frecuentes de hipoglucemia. El ejercicio extem-
dez, lagrimeo y sudoración 15 • poráneo o excesivo, incluso muchas horas después de
La aparición de frecuentes episodios de hipogluce- su realización, puede ser causa de hipoglucemia.
mia en niños puede ser causa de constante preocupa- En el paciente tratado con hipoglucemiantes ora-
ción, ansiedad, y desajuste personal para el paciente o les puede apreciarse hipoglucemia, en general, con
sus padres. Muchas veces éstos sienten cierto grado de mucha menor frecuencia que en los pacientes trata-
culpabilidad. A veces, la repetición de los cuadros, so- dos con insulina. Puede aparecer HG como resulta-
bre todo, si son ligeros, pueden traer atenuación de es- do de excesiva dosis de hipoglucemiantes o como
tos sentimientos y una creciente sensación de ser resultado de la prolongación del tiempo de elimina-
capaces de afrontar adecuadamente la situación. Pero ción. Los compuestos más frecuentemente implicados
esta confianza puede desaparecer tras uno o varios han sido clorpropamida y glibenclamida. Debe recordar-
episodios graves y pueden hacer sentir la necesidad de se que, en términos ponderales, la glibenclamida es el
Hipoglucemias en las diabetes mellitus u 203
secretagogo de insulina más potente y tiene una per- forma que el de su madre, y la extracción de glucosa
manencia en el plasma moderadamente larga, aun- está comprometida cuando la madre perfunde al feto
que menor que la de la clorpropamida, y sus con una sangre con baja concentración de glucosa. El
metabolitos activos permanecen mucho tiempo en feto está así en una situación de ayuno y puede utilizar
plasma. El tiempo de residencia en el receptor es sus propios 5cidos grasos, produciendo cuerpos cetó-
prolongado. En el estudio UKPDS fueron más fre- nicos (que pueden pasar por difusión a la sangre ma-
cuentes los episodios relacionados con glibenclarni- terna, en la que pueden ser detectados). El cerebro
da que: con clorproparnida. En los pacientes mejor fetal puede utiliz:H estos cuerpos cetónicos. "Ji el
los de h · son mas materno ni otras hormonas cruzan h
frec·uenres a media rn:rnan:i con El cunce¡1to
nocturnos. con inid:.L Se h(t ~ugcridu qul'
no debe utiliz:1rsl i(i¿1
p~tCil'ilfCS 1l13Y\)rt.._"S~ l:Spcci~1]1ncn
5 a1lo~~. ~u deben (u:·11HJ0 L1 fi)rL11..-i<-)n rr:1C1' uc\_' 1.1
ren:1I est0 disminuicb. Se lnn descnrP 1ne110' cp:so· ¡n1pal~t() en L1:; Jl'ciones an~1ho!icJ'.:-i de
dios relacionados cun ·pizich. Y son mucho menos ,-ió11 fetal de 11rnino:íc:idus como sustri1111
frecuentes con glicnida v con g!imc·pirida. La fre- puede una menor disponibilidad para Li ern-
cuencia parece ser mucho menor con repaglinida \' briogénesis. !.a ceronemia materna se asociado con
nateglinida. La aparición de hipoglucemia con met- un 1i-1cnor desarrollo intelectivo valor:.1do a los ,) e 5
formina, con acarbosa 1· con tiazolidindionas en 1110- a11os. Todo esto requiere una cuidados;1 utilizació11 de
noter<ipia es muy infrecuente. No se ha visto que el insulina y de nutrientes. espccialmeme, cuhohidratos,
uso de an<ilogos de incretina o 111hibidorc~ de la di- que puedan evitar tanto la hipoglucerni;1 como la apa-
peptidil-dipeptidasa-4. como sir:igliptina o vildaglip- rición de ceros is'' '
tina, se h:iya visto acomp:1i);1do ck aparici6n ch:
hipoglucemias cu;111do son usados como 111011otcr;1- lPOCLUU·ML f)
pia o asociados a merforrnina o tiazolidindionas, AVAJ:\iZADA
aunque sí se ha apreciado, ocasionalmente, hipoglu-
cemia en pacientes tratados con exenatida asociada Puede aparecer hipoglucemia por las mismas cau-
a sulfonilureas 17 • sas que en otros grupos de pacientes. En muchos ca-
El cuadro clínico es similar al descrito más arriba. sos, el tratamiento hipoglucemiante puede hacerse
inadecuado para las especiales circunstancias de estos
HIPOGLUCEMIA EN LA MUJER EMBARAZADA pacientes, en los que, probablemente, no esté justifica-
do un tratamiento intensivo para prevenir complica-
Las mujeres embarazadas tienen una mayor sensi- ciones vasculares. Muchos de estos sujetos tienen otras
bilidad a la insulina durante el primer trimestre del muchas patologías y reciben otros medicamentos con
embarazo y una cierta estabilidad de la glucemia, para muchas posibilidades de interacciones medicamento-
dar paso en la segunda mitad a un mayor requerimien- sas. Muchos entre ellos est5n mal nutridos. Los sujetos
to de insulina y una mayor inestabilidad. Con cierta de edad avanzada tienen, en muchos casos, una inade-
frecuencia, las mujeres gestantes pueden desarrollar cuada percepción de la aparición de hipoglucemia. Con
menor respuesta contrarreguladora, que aparece a ni- frecuencia, presentan trastornos cognitivos 2". Tocio ello
veles de glucemia rn<is bajos que en la mujer no emba- confiere a este grupo de pacientes una especial vulnera-
razada y una atenuación de los síntomas de bilidad. El cuadro clínico es similar al ya descrito.
hipoglucemia. Así, ésta puede aparecer con cierta fre-
cuencia en las mujeres tratadas con insulina, o con los
más recientes análogos, y desarrollarse durante cierto
tiempo. La placenta no requiere la presencia de insuli- La aparición de un episodio de hipoglucemia en
na materna para permitir el paso de glucosa (ni ami- un paciente con Divl se debe, en la inmens;1 mayoría
noácidos) hacia el feto y éste puede recibir glucosa, de los casos, a la medicación empicada para su trata·
sustrayéndola de la circulación, lo que contribuye al miento. Excepcionalmente, nos encontramos con
desarrollo de hipoglucemia y puede hacerla m:is pro- otras causas, similares a las de los individuos sin dia-
funda o m5s duradera anres de que sea percibida por betes mellitus. Con frecuencia se detecta un factor
la madre. La extracción fetal de aminoácidos de la cir- coadym-ante al farmacológico (ver factores predispo-
culación materna puede contribuir a una menor ami- nentes). Sólo si se excluye la hipoglucemia inducida
noacidemia, lo que disminuye h capacidad por el propio tratamiento debe el médico considerar
gluconeogenética de la madre. El cerebro fetal necesi- estos otros factores, cuya exclusión pueden obligar a
ta glucosa como carburante metabólico de la misma un complejo estudio.
204 •• • La Diabetes Mellitt_.1s en la Práctica Clínica
suele producir más rápida respuesta glucémica que los estricto, especialmente en sujetos con mayor riesgo de hi-
anteriores. Debe valorarse la necesidad de repetir una poglucemia o en sujetos de edad avanzada, etc. Algunos
o' varias inyecciónes o establecer una infusión i. v. de dispositivos basados en el aumento de la conductividad
glucosa al 10%. En sujetos con HG inducida por sul- de la piel con la sudoración inducida por la hipogluce-
fonilureas o insulinas de acción prolongada, la infu- mia han podido ayudar a prevenir mayores descensos a
sión deberá mantenerse durante horas. Rara vez, h numerosos pacienres. Otros se benefician de sistemas co-
HG requerirá ingreso hospitalario. Después de haber mo la pulsera \lcdic-Alcn u otros sistemas que orientan
tratado el episodio debe hacerse la , ck iu, 11 orros en el rt'COnoci:rncnrn 1· el pronto rrat:rnllemo.
\l11c-h,¡s h !i
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\ sirnp:Hicomiméticos (s:1lbutamol. dopamin:1, dohuL1 ·
La ceroacidosis dia h\:ric1 i C:\D) es un:1 rnrnpl ica· mina, terhurali1L1 ).
t:ión aguda ck la di:1bercs. con una incidenu:1 anual d<: En un porcentaje eln·ac!o de casos 110 se consigm·
4,6 a 8 q1isod1os am1;1lcs por cada 1.000 p:icicntes ;weriguar el factor precipitante íC¡\[) idiop;Ít1c1) ...\pro
diabéticos. Es más frecuente l'11 diabetes tipo I, pero ximad:rnwnte, u1i;1 rercera parte de L·asos de CAD se pro
también puede ocurrir en pacientes con diabetes tipo 2 ducen en pacientes no diagnosticados, como primera
sometidos a una situación de estrés orgánico, como ci- manifestación de la diabetes mellitus, especialmente en la
rugía, traumatismo, infección o infarto agudo de mio- de tipo 1. El tratamiento con bombas de infusión conti-
cardio. También está aumentando la frecuencia de nua subcutánea de insulina se asoció hasta 1993 a un
CAD en niños y adolescentes obesos con diabetes tipo mayor riesgo de CAD, pero, en la actualidad, los avan-
2. Por otra parte, se ha descrito, en los últimos años, ces tecnológicos y la mejor educación de los pacientes
un aumento de la frecuencia de CAD como forma de portadores de infusoras subcutáneas muestran una re-
debut de diabetes tipo 2 en pacientes afroamericanos e ducción en su incidencia en estos pacientes.
hispanos adultos, con historia familiar de diabetes,
obesidad, reserva insulínica y baja prevalencia de au- F!SlOPATOLOGÍA
toinmunidad pancreática. Esta variante de diabetes ti-
po 2 se conoce como diabetes atípica o diabetes tipo 2 Las alteraciones metabólicas que aparecen en la
con predisposición a la cetosis. Estos pacientes presen- CAD son consecuencia de las alteraciones hormonales
tan inicialmente u1u disminución en la secreción y ac- que caracterizan a esta entidad. Es necesaria la combi-
ción insulínicas, pero el tratamiento intensivo con nación de un déficit de insulina y un aumento de hor-
insulina mejora la función de las células beta y permi- monas contrarreguladoras (fundamentalmente,
te la retirada de la misma a los pocos meses, permane- glucagón y, en menor medida, catecolaminas, cortisol
ciendo 1 O ai1os despuc's el 40'/;, de los pacientes sin y hormona de crecimiento).
tr;:itamicmo con insulina. La combinación de ambas alteraciones pronica al-
teraciones metabólicas a diferentes niveles:
lVletabolismo hidrocarbonado. Se produce un :m·
mento de la producción hep<itic1 de glucos:1 '1
Las causas más frecuentes son b infección (principal- partir de b neoglucogénesis Y en menor medich
mente, neumonía, infección urinaria\. sepsis). la omisión de la glucogenólisis. Simulráneamente se produce
de la insulina, d debut de diabetes y el inforto agudo de un descenso de la utilización periférica de gluco·-
miocardio. La omisión de insulina es la principal causa sa. :\mbos fenómenos producen hiperglucemi:1
de CAD recurrente, fundamentalmente, en adolescentes. marcada con glucosuria, diuresis osmótica, péTdi·
Otras causas más raras son: hipertiroidismo, hemocro· da de electrólitos y deshidratación.
matosis, accidente cerehrovascular, pancrearitis, ingesta Metabolismo lipídico. Se desarrolla un importan-
de alcohol, cocaína, traumatismo o cirugía. Determina- te ;rnmemo de la lipólisis, mediante b cual los tri·
dos fármacos se han asociado al desarrollo de CAD: glu- glicéridos de depósito se desdoblan en ácidos
208 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
CAD
DHH
Leve Moderada Grave
Glucemia (mg/dl) > 250 mg/dL > 250 mg/dL > 250 mg/dL > 600 mg/dL
gasometría sea arterial. Los valores normales clási- musculares (creatinfosfocinasa). Pueden estar elevados
cos de hiato aniónico eran de 12±2 mEq/l, pero con hasta en un 30% de los casos los niveles de amilasa,
las técnicas actuales se consideran elevados valores que suelen ser de origen salival, y también los de lipa-
superiores a 1O mEq/l. Es imprescindible la consta- sa, por lo que en caso ele sospecha clínica de pancre-
tación del aumento de los cuerpos cetónicos, dado atitis aguda se debe recurrir a las técnicJs de imagen.
que la acidosis puede deberse al acúmulo de otros También puede existir una hipertrigliceridemia se-
ácidos como el ácido láctico. Son preferibles las téc- cundariJ a la lipólisis, que puede. a su vez, disminuir
nicJs que determinan 3-hidroxihurirato, que es ei falsamente los \-alores de glucemia (pseudonormoglu-
::ícido rn;1s ;¡umcnrado en la CAD 175'>;, de los cuer- ccm1a) v sodio ). Los \alorcs de
pos cetl'micos c:n L1 C.\D !. siendo indicati\ os de Hb_.\ le sen·ir como indicaci<'m del comrol me
1dr(1:.,:ibt1t1
c111\13rgo, l'\t~1\ 1l.' ,1 '-., ;..;{) i' ()
Se suele utilizar bicarbonato sódico 1/6 molar: 50- paciente se encuentre estable. El seguimiento de la res-
100 mEq diluidos en 250-500 mi de suero salino que puesta al tratamiento se realiza preferentemente con el
se 'debe perfundir en 1-2 horas, con posterior control bicarbonato plasmático y los cuerpos cetónicos, consi-
del pH sanguíneo y nueva administración hasta que derándose que la CAD está resuelta cuando la gluce-
éste sea superior a 7. Para prevenir la hipopotasemia mia sea < 200 rng/dl, el pH > 7,3 y el bicarbonato ;:;: 18
asociada al tratamiento con bicarbonato, se deben mEq/l, lo que suele ocurrir tras 48 horas de tratamien-
aüadir 1 O mEq adicionales de cloruro potAsico a cada to. La cetosis tarda m5s en desaparecer que la hiper-
de 50 rnEq de excepto s1 ésn: Sl' In \' Li :1Cidosis. Durante el tratamiento de h
indicado por ci ~-hidroxibmirato se com-ierte a acetoacerntu.
\, F'ºr tanto, no se dchr: utiliz:ir h medición dt cuerpos
-.·v1(:ini'-·()':> rncdtJillt' ('¡ rnétt)do del nitnlpru')1~trt 1
rJrnicnro, Junquc
r~1l toL1l sul"ic estar
rcduc'llLJ pnr un dl fi(Ír 111tr2,Cl,luL1L
1
,te.,, dl· '.)U t111cio. Se considera
reduciéndose así los ni\elco nwdida quv '( r,'sw·lt:'! nnndo Íoc; ';i]i)rcs c:ipiL;rc-, de
administra insulina. pudiendo ;1parc·ccr hipofosfatemia r;uo son inferiores a iJ.S mrnol/I.
e hipomagnesemia. Estas alteraciones. a diferencia de h
hipopotaserrna, no sueien tener rrascendencía clínica, \
su sustitución rutinari;1 no nwjora el pronóstico de L1
CAD, y la reposición excesiva ele fosfato puede crns;H Li mortalidad es inferior ;11 )'/o\' se debe sohrl' to-
hipocalcemia. Sin emb;ugo. en detern1inad;1s sittLKÍo- do, ;J la causa precipitante y a complicaciones t;udías
nes se deben administr;u suplementos. Co11c-rcr<1rnenre. íinlanu agudo de miocardio. trnrnhoembolismo e· in-
en los casos de hipofosfatemi;1 asocÍ;Hb ;1 r.1hclomiólis1s, feccio11es). La L'cbd ava11zada, la presc11cia de coma o
deterioro del sistema nen,ioso centr;1J, disfunción c1rdí, de hipote11sic)n son indicadores de mal pronóstico.
aca, anemia, depresión respiratoria, hemodiálisis, o en Otras posibles complicaciones asociadas al tratamien-
los casos de fosfato sérico <1 mg/dl, se debe administrar to son la hipoglucemia, la hipopotasemia y la hiper-
entre un tercio y la mitad de la cantidad de potasio en glucemia recurrente. La hipercloremia es un hallazgo
forma de fosfato potásico intravenoso, vigilando la apa- frecuente pero transitorio y que no precisa tratamien-
rición de una posible hipocalcemia. El magnesio está in- to. Otras complicaciones poco frecuentes son la hipo-
dicado en el caso de arritmias ventriculares no debidas xemia y el edema pulmonar no cardiogénico.
a hipopotasemia, en forma de sulfato de magnesio (10- En los niños y adolescentes, una complicación rara
20 mEq de magnesio en 30-60 minutos: 2,5-5 mi de sul- (0,7-1 % de los niños con CAD) pero muy grave es el
fato de magnesio al 50% diluido en 100 mi), o en caso edema cerebral, que es la causa más común de muerte
de hipomagnesemia (magnesio sérico < 1,8 mg/dl) sin- en nil'íos con CAD. Se caracteriza por una depresión
tomática: parestesias, temblor, espasmo carpopedal, del nivel de conciencia y un deterioro neurológico rá-
agitación o convulsiones. pido que termina con herniación cerebral, siendo la
principal causa de muerte en nii1os con CAD. Los pa-
Otras medidas terapéuticas cientes suelen presentar mejoría inicial con el trata-
miento, seguida de un empeoramiento brusco, con
Se debe iniciar amibioterapia de amplio espectro si cefalea, confusión y lctargia. El edema de papila pue-
se confirma o se sospecha una infección corno causa de estar ausente por la rapidez del cuadro. Las técni,,
desencadenante, o ante los casos de CAD idiopática. Si cas de imagen muestran dilatación de los ventrículos
se conocen otros factores precipitantes (por ejemplo: cerebrales. El cuadro progresa con convulsiones, crni
hipertiroidismo), se deben tratar los mismos. Asimis- bios pupilares y parada respiratoria. La fisiopatología
mo, se debe considerar la administración de heparina de esta complicación no está totalmente aclarada. \'
subcutánea de b;ijo peso molecular a dosis prnfil5cticél aunque clásicamente se ha atribuido al desequilihrio
en CAD graves o en edad 3\';rnzada. Los pacientes con osmótico entre cerebro v plasma que acontece al corre-
CAD grave deben ser tratados en u11~1 Unidad de Cui- gir rápidamente la glucemia, se han descrito casos pre-
dados Intensivos, manteniendo la \'Ía aé·rea \' tratando vios al inicio del tratamiento, \' recientemente se ha
el shoc/:.: en caso de estar presente. sugerido que podría deberse a un aumento de b pre-
sión de perfusión cerebral. El tratamiento del edema
SEGUIMIENTO cerebral consiste en manito! y dexametasona intrave-
nosos, aunque una vez están presentes los síntomas
Se debe controlar b glucemia, la ÍU11ción renal. los graves, b mortalidad supera el 70'}~,, y sólo el 10% de
clectrolitos y el pH venoso cada 2-4 horas hasta que el los pacientes se recuperan sin secuelas. Las medidas
212 ••• , La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
indicaciones de insulinoterapia por su especialista co- ben estados de cetoacidosis en la diabetes tipo 2, ligados
rrespondiente, ha sido sustituida por agentes orales. principalmente, a factores raciales (afroamericanos), al-
Como también sabemos, una enfermedad aguda apa- gunos caucásicos y, aunque sin causa aparente, la reali-
rentemente banal o una crónica agudizada contribu- dad que se ofrece en las urgencias endocrinológicas es
yen lentamente al inicio de un CHH en otro porcentaje que su número sigue en aumento5 •
elevado de casos 3 • La infección se puede recoger en De todo esto, si se es consecuente, se llega a un ni-
protocolos pormenorizados hasta en un 60% de los vel práctico que puede recoger cualquier algoritmo de
casos de diabéticos tipo 2 y, desde luego, el acerca- trabajo clínico (Figura 1).
miento hacia la ancianidad eleva el riesgo de forma lla-
mativa, sobre todo, para la infección urinaria de
Anamnesis Exploración Circunsrancias
repetición o en un 10% de agudización de procesos in- acornpar1anres
tercurrentes ocasionales 3 •
Los procesos vasculares y relacionados a veces o no Cardiopulmonar
con complicaciones micro-macro vasculares de la his-
toria natural de la diabetes se deben excluir pormeno- Grado de deshidratación
rizadamente en el análisis del debut etiológico para el
Causa
CHH: precipitante
Estatus neurológico
• General: y mental
- Ictus.
- Infarto de miocardio.
Colecistitis y pancreatitis. Infección urinaria,
Obstrucciones intestinales. Pulmonar, intestinal
Insuficiencia renal y diálisis. IAM, ACV, infarto intestinal
Abandono, grado de cumplimiento
- Patología vascular intestinal. Terapéutico de la diabetes Glucosa, electrólitos, anión GAP
• Endocrinológica: Alcohol y consumo de cocaína entre Función renal, BUN, cetonuria.
los orígenes crecientes OSMOLARIDAD PLASMÁTICA
- Tirotoxicosis Gasometría, bicarbonato
- Cushing. No descartar Rx de torax,
TC cerebral según casos
• Ingesta de medicación:
- ~-bloqueantes
- Diuréticos Figura 1. Enfoque clínico del coma hiperglucérnico hiperos-
- Tiacidas. rnolar (CHH).
Dejamos claro en nuestras intenciones que estas si-
tuaciones desencadenantes tal vez predisponen, pero,
con toda seguridad, coinciden la mayoría de las veces ASPECTOS MÁS LLAMATIVOS EN LA CLÍNICA
con un mal control metabólico de la diabetes con o sin DE PACIENTES CON COMA HIPERGLUCÉMICO
el abandono de un plan terapéutico, en un entorno de- HIPEROSMOLAR
licado para esta edad que viene representado por esta
pléyade de comorbilidades en el diabético tipo l4. Como se sabe, el espectro de la hiperglucemia para
la mayoría de los pacientes en los que enfocamos el
EL TRÍPODE FISIOPATOLÓGICO CHH, difiere, especialmente, por el tipo de diabetes,
por la edad y por la patología subyacente. En cuanto
La falta de un equilibrio en la gluconeogénesis, con a la hiperglucemia, sus valores pueden ser mayores de
un incremento progresivo en el origen hepático y renal 600 mg/dl, incluso, de 800 o 1.000 mg/dl, y rayando
(a veces, en ambos), añadido a una dificultad menos la deshidratación más o menos prolongada, la osmolari-
considerable pero no por ello menos importante, como dad se eleva por encima de los 320 mOsm/l. A las modi-
es la utilización periférica de la glucosa y una glucoge- ficaciones de los electrólitos y, por ejemplo, de la
nólisis aumentada (en la agresiva conjunción hormo- importante función renal, nos referiremos más delante
nal comentada anteriormente: catecolaminas, GH y de forma somera pero individualizada. Luego, la reali-
sobretodo el glucagón), junto una secreción disminui- dad se expresa por la gravedad clínica del cuadro, los lí-
da de insulina pero no una carencia absoluta, como la mites de la osmolalidad y, en más de un 50% de los
que tradicionalmente se ha descrito en el CHCA de la pacientes, se observa que desde una paradójica situación
diabetes tipo 1, van consiguiendo una elevación pro- precomatosa de vigilia, el enfermo va evolucionando a
gresiva de la glucosa y un cambio fatal de la osmolali- un coma neurológico de distinto grado y gravedad 6 •
dad plasmática. El déficit de agua y electrólitos es muy grave y tam-
Fisiopatológicamente, y en el encuadre clínico y de bién muy especial en su análisis en determinadas situa-
diagnóstico diferencial, en algunas ocasiones se descri- ciones de urgencia. En un 20-30% de los adultos
Coma hiperosmolar: una urgencia en el diabético tipo 2 215
coinciden varios hechos que nos pueden hacer dudar si TRATAMIENTO: UN ENFOQUE TERAPÉUTICO
la situación podría ser la de un CHCA, en los que, ade- INDIVIDUALIZADO
más, y para ese momento clínico, todavía no hemos
catalogado al paciente como un tipo 1 o como un tipo El clínico tiene que centrar su actuación en vanos
2"· c. frentes terapéuticos. No querernos recordar que la ac-
El cuadro clínico del CHI:-I, con frecuencia, se dis- titud ''simultánea" no es un reto aislado para el médi-
fraza, no con la conocida hiperglucemia con deshidra- co v esta situación de CHH es un área más en un
sino con el variado cuadro clínico que suh·ace Sin querer ser ri:itcrati,os, l.¡
v cuvo abanico de posibilidacks crioló dl·
1-1c;~¡·¡1r,1
r un
en l'Sl· 25 de Lis ihrn(1ch;, fnrnL1, lill'.r _1.)illci ,_,.11 iu-., it·J(
de horrnniuc, CPntr.1rrq:ul.dorJ'-
d1.· iib1.-r,1,:H')n hcp,Ú!'"«l 1..k giuc1h,l
liuli1.1c11'i11 pn1ft'ri1..1 d1-.nrnrnHL1 d(:
P.li:'<. pH H.'i10'd} n1:.H1nin,1 ~,. µloc¡):-;,i cid,1 ~-4 hortVi h.1.Std c.-.,r1bilil,1ción . .:línic1
;.·existe toler;rncia por \-i,1 or~1L 111Ki,:r 1!1'-'uhnJ :-.e Continu;i.r mfusiún de insulrna u·. dur.:nrc l -2 htiLl:-, tr.1s trncur in
CHH sólo estabilizando todas las constantes. Esto está 4 Maclsaac RJ, Lee LY, Mc!\cil KJ et al. Influencc of agc
cambiando o evolucionando hacia formas más agresi- on tbc prescntation and outcome of acidoric and hyper·
vas y redoblar nuestro interés en los estudios diagnósti- osmolar diabetic emcrgencies. lntern. \lcd. J. 2002:
cos y el tratamiento posterior en edades que no se 32(8):379-85.
corresponden teóricamente con la diabetes tipo 2, am- 5 Kitabchi AE, Umpierrcz GE, Fisher j:\. Murpln \!B.
plían el perfil de un profesional cualificado. Stentz FB. Thirtv 1·cars of pcrsonr1l
Por último. debemos repetir: familia, soledad social ketoac.:idmis rrnd
,. c:dad necesitan de mrís que el trabajo de un pro- sc1tc'. J. Clin. Fndocrinni. \icrah.
fesional médico. Se deben con¡unLE
:<1niL1rLt donde "L' rc~uch·cn L1 ni;1
iH.
Ltr
¡z \. ¡
sr:.n,·rnc-nt. Di.1bcrc·s Cu,· 2\.lUCo: 2'1:2 \')
ri 1·u11:-Uht1> -1~.
K·.·.:rnn· T, ·. J)i:ihe¡"; ami c11docrn1c IZ:\ i)cF1·011zo, L h.'JTJnninL l l. kz.Tn, P. /.ii11r11cr 1Fd"'i.
i'<»tgrad. ;\·lnl. j. 20CF: :n:79-8ií. J<>hn \Vill'I 0:. Sons. ltd. \.hiciwstn \iis 21)04. p. i JO!.
P111iés .).\. ( .a1r" (,, CJ1.ta111hi,L: C., et al. Crnirsl' .rnd pro.~. " !Zosl' ])\), P11sl TW. ( "i1111c·:il ,1¡ .k1d-h:1sc :111d
nusis uf ll2 paticnts wirh diahc·1ic 11011 kctotic· h1·¡wr<'S elcctrohw d1sordns. _.:;rh nL \éc11 York . .\kCrall" l lill:
molar slcltl'. lk1hcrc ..\k1;1h. 199·1: ].ll1 l):4)-8. 21101. pp. ;;:.:;- h.1.
La descompcnsación crónica ele b rneliirus nL111tL'niendo y Lt 1Ib;.\ le por debajo de par;1 ga-
(D!Vl) tanto la tipo 1 corno b 2, supone h lll<l\'or ;1gre- nmizar la ausencia de complicKiones microangiop5ti
sión metabólica para nuestro organis1no. En L1 hase us. Sirnibres conclusiones se obtuvieron del estudio UK
patogénica de esta agresión est;Í b hiperglucemi;1 1 Prnspcctive Di;1hercs Study (UKPDS) en 1998, rcali1ado
t:imbién otras alteraciones rneuhólius. corno b disli- en p~Kicnres uin DM tipo 2; e11 él, por cada 1º·{; de des·
pemia que, por diferentes vÍ;1s rneL1htJlicis, v;rn <1 tener crnso de la 1lb:\1 e se obtuvo un mejorL1 del 21 ' .<, en u-
corno diana fundamental ,¡J sistema v;1scuhr \'con me- d,1 di<111<1 relacionada con la Di\1. Los pacil·ntcs
nos gravedad, cualquier otro sistema celular. De esta asignados al grupo de tratamiento intensivo consiguie-
forma, la afectación de los grandes vasos o rnacroan- ron disminuir un 2.5%, el riesgo de rnicroangiopatía en
giopatía, ligada a un proceso de arterioesclerosis y ate- relación con el grupo de tratamiento convencional. En
rogénesis progresivo, o la afectación de los pequeños la actualidad sabemos que el mejor estado de control
vasos o microangiopatía, con una afectación universal para un diabético es estar por debajo de 6,.5%, cosa no
del organismo, van a ocasionar la alteración progresi- siempre fácil, y que en cualquier caso induce la apari-
va de todos y cada uno de los órganos y sistemas, dan- ción de complicaciones hipoglucémicas 3 •
do lugar a un deterioro que, progresivamente, hace La esperanza de vida del diabético disminuye .5 a
que el diabético entre en un estado de "insuficiencia 1 O ai1os respecto a la población no diabética una vez
multiorgánica" que disminuye la calidad y acorta la que aparecen las complicaciones microvasculares, es-
esperanza de vida del paciente. pecialmente, cuando éstas entran en fase irreversible.
La escalada de complicaciones desde el descubri- Y esto es así porque las complicaciones crónicas mi-
miento de la insulina, con cuyo tratamiento el diabéti- crovasculares se corresponden con una etiopatogenia
co conseguía prolongar su vida, ha puesto en evidencia en la que intervienen múltiple factores, pero en 1;; que
la existencia de un mecanismo inicialmente desconoci- el principal factor etiológico es la hipergluccmia. Una
do, por el que órganos y aparatos del cuerpo humano vez puesto en marcha el mecanismo inductor de la le-
iban progresivamente entrando en un deterioro que sión vascular, la progresión será tanto más r6pida
daba lugar a la aparición de ceguera, insuficiencia re- cuanto más factores intervengan, debiendo tener en
nal, necrosis de extremidades, neuropatbs, infartos de cuenta que, inicialmente, se contempla una en bs
miocardio o aumento de accidentes \'asculares cere- que las complicaciones, en un estadio rnuy precoz. son
brales entre otros'- 2 • reversibles, para dejar de serlo poco después, ensorn
La publicación en 199 3 dei estudio americano breciendo el pronóstico" '.
"Diabetes Control and Complications Tria!'' (DCCT) Es de sobra conocido que existe una fuene relación
demostró de forma clara cómó un tratamiento intensi - entre el grado y cronicidad de la hiperglucemia v la
vo de la diabetes consiguiendo mejores conrroles glu- aparición de complicaciones rnicroangio¡x1ticas, pero
cémicos, evidenciados por un descenso de la HbA J c de aunque la hiperglucemia afecte a todas las células del
un 2% respecto al grupo de pacientes con tratamiento organismo, no rodas responden de igual manera, pu-
convencional, conseguía una disminución de la retino- diendo ser estas complicaciones más graves en algunos
patía del 76'Y,,, un 54'Yo de la nefropatía \'un 60% de pacientes, aun manteniendo menos hiperglucemia que
la neuropatía. En este l.'Stado de cosas se preconizó b otros. La explicación a este hecho se nos da hov en día
necesidad de mejorar al máximo d control glucérnico del conocimiento de determinadas mutaciones genéticas.
220 •ee La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
cuya expresión puede afectar más a un órgano que a sición de las células endoteliales a altas concentraciones
otro, o con mayor virulencia en unos pacientes que en de glucosa va a originar un aumento de (Oz-) que con-
otros. De igual forma, es un hecho a tener en cuenta y trarresta al (NO), un potente vasodilatador microvascu-
demostrado, la existencia de una "memoria hiperglu- lar que participa en la homeostasis general de los vasos.
cémica"; es decir, pacientes con hiperglucemia crónica El estrés oxidativo no sólo consigue una disminución de
que tras normalizar su glucemia siguen manteniendo la relajación vascular, sino también es el responsable de
activos los mecanismos patogénicos que conducen a la otras alteraciones, como un retraso en la replicación
complicación micro y macroangiopática. vascular, situaciones ambas reversibles por mecanismos
Los capilares retinianos, los glomérulos renales y antioxidantes. Últimamente, se ha descrito que la dife-
los vasa nervorum son los territorios microvasculares rente susceptibilidad de los diabéticos para padecer
afectados con mayor expresión clínica y sus mecanis- complicaciones microvasculares se asocia a su indivi-
mos patogénicos son similares con algunas particulari- dual capacidad interna de antioxidación 6-8 •
dades que iremos viendo en este capítulo.
Aunque todas las células del organismo están expues- Vía del polio!
tas a la hiperglucemia cuando la DM está descompensa-
da, sólo aquellas en las que se llega a producir aumento En condiciones normales, la glucosa intracelular
de la concentración intracelular de glucosa, como ocurre se metaboliza, sobre todo, por fosforilación y poste-
con el endotelio, van a sufrir la afectación microangiopá- rior glucólisis. En situaciones de hiperglucemia, el
tica. Ésta afectación se inicia en estadios precoces de la exceso de glucosa intracelular se convierte en sorbi-
diabetes, cuando la hiperglucemia es capaz de modificar tol y, posteriormente, éste, en fructosa, lo que gene-
el flujo vascular, la presión intracapilar y la permeabili- ra una alteración del potencial oxirreductor, induce
dad capilar por diferentes mecanismos, entre los que se un estado hiperosmolar intracelular, genera una si-
encuentran la disminución en la producción de óxido ní- tuación de estrés oxidativo y, en general, cambios ce-
trico (NO) o la mayor sensibilidad para la angiotensina lulares que conducen progresivamente a la apoptosis
II, entre otros. En cualquier caso, la consecuencia de es- celular. Las enzimas clave de estas reacciones son la
tas alteraciones es un progresivo estrechamiento de la luz aldosa-reductasa y la sorbitol-deshidrogenasa. Ade-
vascular motivado por la presencia en la pared vascular, más, la oxidación del sorbitol por NAD+ incrementa
de proteínas glucosiladas que inducen la aparición de la proporción citosólica de NADH:NAD+, inhibien-
factores de crecimiento y el progresivo aumento de una do así la actividad de la enzima gliceraldehído-3-fos-
matriz extracelular; todo ello y otras alteraciones que fato-dehidrogenasa e incrementando la concentración
acompañan con frecuencia a la DM, como dislipemia o de triosa-fosfato; a su vez, ésta aumentará la forma-
HTA, entre otras, así como el potencial genético que ca- ción de metilglioxal, un precursor de AGE, y de diacil-
da diabético exprese, serán los responsables de una mi- glicerol (DAG) que activa el sistema PKC.
croangiopatía precoz o tardía, leve o grave.
Vía de la activación de PKC
ALTERACIONES METABÓLICAS INDUCIDAS POR
LA HIPERGLUCEMIA Conceptualmente la familia de PKC está formada
por, al menos, 12 miembros, de los cuales 9 son activa-
La hiperglucemia mantenida afecta al metabolismo dos por diacilglicerol (DAG), el cual se encuentra eleva-
celular a través de 4 vías fundamentales: do con la hiperglucemia y la consiguiente elevación de
• Vía del polio!. la glucosa intracelular. También se ha demostrado que
• Vía de la formación de productos finales de glu- esta vía está activa de forma importante en los órganos
cosilación avanzada (AGE). más afectados por la microangiopatía diabética. Ade-
• Vía de la activación de la proteína cinasa C más de por el DAG, PKC se activa por diferentes situa-
(PKC). ciones, como dislipemia, en especial, aquella con gran
• Vía de la hexosamina. cantidad de ácidos grasos libres circulantes, factores de
Además, la hiperglucemia por sí misma, junto con crecimiento y citocinas, entre otros.
alteraciones como la formación de AGE, la activación La consecuencias de la activación de la PKC son
de la vía del polio!, la glucosilación proteica o la sínte- muy variadas, pero tienen gran repercusión vascular.
sis de prostanoides, tendrán como consecuencia un ex- En síntesis, podríamos decir que la isoforma 13 de la
ceso de formación o un defecto de metabolización de PKC disminuye la producción de NO glomerular y en
diferentes especies de oxígeno reactivo (estrés oxidati- el músculo liso, a la vez que estimula la producción de
vo), es decir, un aumento de radicales libres que hoy sa- endotelina 1, lo que tiene como consecuencia un au-
bemos que están ligados a la afectación vascular del mento de la vasoconstricción. Por su parte la isoforma
diabético. Esto es lo que ocurre con el anión superóxi- a de la PKC aumenta la permeabilidad capilar, estimu-
do (Oz-) o el óxido nítrico (NO), entre otros. La expo- la la angiogénesis y altera la contractibilidad vascular.
Patogenia de ia microangiopatía diabética eo 221
especial, aquellos que derivan de la lipólisis intraabdo- del diabético, en donde las lesiones van a ir aparecien-
minal, da lugar a aumento del tamaño de las VLDL do en consonancia con la fase patogénica en la que se
que nacen con gran carga de triglicéridos. Esto reper- encuentre la complicación microvascular. En síntesis,
cutirá en el metabolismo de VLDL hacia LDL, dando podríamos decir que el proceso se inicia por el engro-
lugar a LDL pequeñas y densas, que son bien conoci- samiento de la membrana basal, pérdida de pericitos y
das como factores aterógenos. Además, la disminución progresión hacia un endotelio acelular, en donde van a
del catabolismo de las VLDL origina una disminución aparecer extravasación plasmática y microaneurismas,
de la concentración de HDL que se agrava por un au- para terminar con isquemia retiniana y proliferación
mento de su catabolismo. Pues bien, la presencia de es- del endotelio (neovasos), que poco a poco conducen a
tas lipoproteínas modificadas, junto con el estrés la amaurosis.
oxidativo antes comentado y otros factores como La hiperglucemia es el requisito fundamental para
edad, sexo masculino, tabaco, HTA y disminución de el desarrollo de RD. A partir de aquí, varias vías con-
la síntesis y liberación de NO entre otros, son pilares ducen a la aparición de lesiones, pero quizás las tres
etiopatogénicos fundamentales de lo que conocemos más importantes son: inadecuado control del flujo
como disfunción endotelial. La disfunción endotelial sanguíneo en la retina, acúmulo de sorbitol en las cé-
es la causa de aumento en plasma de moléculas de ad- lulas retinianas y aparición de AGE en el espacio ex-
hesión al endotelio, lo que genera conexiones de todo tracelular. Una vez que se pone en marcha la agresión,
tipo con la aterogénesis de grandes arterias, pero tam- su progresión da lugar a otros mecanismos mediados,
bién con la vasculopatía capilar6 • sobre todo, por factores de crecimiento, como el fac-
En definitiva, la microangiopatía tiene una patoge- tor de crecimiento tipo insulina (IGF-1) o el factor de
nia compleja, de la que hemos esbozado unas genera- crecimiento del endotelio vascular (VEGF).
lidades que pueden ayudar al lector a situarse en la Autorregulación del flujo hemático: la retina pre-
patogenia específica de las principales alteraciones mi- senta una autorregulación de su flujo vascular para
croangiopáticas de la DM: retinopatía, nefropatía y que éste sea constante en condiciones de normalidad,
neuropatía, pero también de otras, como la dermopa- De forma precoz, los capilares retinianos del diabético
tía o la afectación difusa del sistema nervioso central. sometido a hiperglucemia experimentan una disminu-
En la actualidad se están desarrollando estudios so- ción del flujo sin embargo, en estadios más avanzados
bre fármacos que inhiben específicamente los mecanis- ocurre un aumento del flujo. El NO es un factor rela-
mos patogénicos de la microangiopatía diabética. Así, el jante y vasodilatador. Su disminución podría ser el
tratamiento con aminoguanidina ha demostrado experi- principal, pero no único, efecto vasoconstrictor. La va-
mentalmente que reduce en un 80% el número de capi- soconstricción mantenida, junto con otras alteracio-
lares acelulares, la pérdida de pericitos e induce la nes, dará lugar a la aparición de isquemia retiniana y
disminución de la microalbuminuria, entre otras accio- su progresión a la aparición de microtrombosis y a la
nes. inhibidores de la aldosa-reductasa reducirán la for- expresión de factores angiogénicos que ponen en mar-
mación de sorbitol-fructosa, aunque algunos de ellos, cha el proceso de la neovascularización.
como sorbinil y tolrestat, han demostrado toxicidad y Acción patógena del sorbitol: el aumento de la con-
otros, como ponalrestat, escaso beneficio; se trabaja con centración intracelular de sorbitol hay que contem-
esperanza en este campo con flavonoides. El LY333531 plarlo no sólo en la génesis de la retinopatía, sino
reduce la actividad de la PKC de forma significativa. In- también en la degeneración del cristalino que conduce
hibidores de la fructosa-6-amidotransferasa también pa- a la catarata años después del comienzo de la diabetes.
recen ser efectivos en la disminución de la vía de la No obstante, en diabéticos jóvenes mal controlados,
hexosamina. Los fármacos antioxidantes o reguladores incluso al comienzo de su enfermedad, puede aparecer
del metabolismo lipídico, actuando a nivel de resistencia catarata "en copo de nieve" de rápida evolución, pero
a la insulina o disminuyendo el LDLc y los triglicéridos, también mediada por el aumento de sorbitol que pro-
también podrían ser beneficiosos para contrarrestar los duce la hiperglucemia.
mecanismos microangiopáticos antes aludidos. Respecto a la retinopatía, su participación no es-
tá clara, pero se ha relacionado al sorbitol con la
PATOGENIA DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA destrucción de células endoteliales y con un aumento
en el grosor de la membrana basal que experimental-
Como se expone en el capítulo 29 de este libro, la mente se ha visto como se reducía con el uso de inhi-
retinopatía diabética (RD) es una lesión producida por bidores de la aldosa-reductasa.
alteraciones microvasculares en la diabetes mellitus de Productos avanzados de glucosilación proteica
larga evolución y mal control metabólico. (AGE}: se implican tanto en la aparición de retinopatía
Como ocurre en otras complicaciones diabéticas, el como de catarata. En los capilares retinianos, los AGE
inicio de la complicación no se sigue de síntomas, de inducen cambios en la morfología y función de las pro-
ahí la necesidad de la exploración sistemática del ojo teínas que participan en el crecimiento de la matriz
Patogenia de la microangiopatía diabética ,.. 223
extracelular además, son capaces de generar moléculas IGF-1 reducen el grado de retinopatía como también
que inhiben la producción de NO induciendo isquemia. ocurre en diabéticos que sufren patología hipofisaria
Activación del sistema PKC: como ya es conocido, la con disminución del complejo GH-IGF-1. Por otro la-
PKC puede modular diferentes funciones vasculares, en- do, las concentraciones de VEGF en el humor vítreo
tre las que se encuentra la permeabilidad capilar, la repa- son proporcionales a la gravedad de la retinopatía.
ración endotelial o la expresión de señales que influyen Otro facror que se considera promoror de la angiogé-
en la aparición de factores de crecimiento o en la acción nesis retiniana es la eritropoyetina; adem<is, la eritro-
hormonal. se encuentran ac- tam bién esLÍ elevada en pacicmes con edema
tivas en la retina de diabéticos mal controlados>» corno macular en ausenci<l de El
!
consccucncia oc su un rnec1rn'->- factor de crecimienw
illieill" de'!
dos
carf)(}¡¡z(·"z:
este scmido. sc ha ckrnosrr,1du que· h PKC csrirnub L1 dc)critn un in1pnrt~1ntc cft.~cro ck,
de factores de crccirniem(' \·,1sctdar lilU\. L;1rhcJ11ii...:a c·n L1s altl'.L1L-i\Jl1l'S vasoacti\·as dl' la
en h corno el VECI-; CU\<\ tí~1. :\I pareccT la anh· a través de L·~rn1hlus vn
producción puede realizarse en diferrntcs células ornb- pl-L acti\·a el sistema de Li braclicinina, induciendo ~rn
rcs como las células pigmentadas, pcriciros, células rnclo- mento de la permeabilidad y vasoespasrno. Su de
teliales, células glialcs, célula~ de Miillcr y célubs ;_1ctivicL1d en la iT1jcroangioparía diabética se ha con1p~1-
gangliónicas. Experimentalmente, se ha demostrado el rado al del VEGF v cuando actúan juntos se potencian.
importante papel de VEGF rn la neovascubrización de hzctorcs genéticos: como }'<l se ha comemado con
b retina del diabético. anterioridad, tenernos bastantes descripciones cientí-
También el IGF-l est<i relacionado con h prolifera- fic1s de l,1 influencia de determinadas mutaciones
ción endotclial, la migración celular v Li degradación de genéticas en la ap<Hici(ín de las alteraciones rnicru\'as-
la membrana basal /11 uitro. Adem<1s, clínicamente, SL' h,1 culares de h diabetes en su globalidad. Sin embargo,
visto regresión de la retinopatía diabética en pacientes toda vía 110 se ha llegado al conocimiento completo de
que ha sufrido ablación o necrosis de la hipófisis. Por el estas alteraciones. La homocigosidad para el polimor-
contrario, pacientes con alta GH e IGF-1 no presentan fismo Bgl II supone un incremento importante para re-
mayor neovascularización, por lo que deben influir otros tinopatía con una odds ratio de 3,4, pero genes como
factores. También experimentalmente se ha visto que con el de la óxido-nítrico sintetasa o el de la aldosa reduc-
inhibidores de IGF-1 se inhibe la neovascularízacíón. tasa, entre otros, tienen que ser considerados como
Estrés oxidativo: como ya se explicó anteriormente factores patogénicos de la retinopatía.
el estrés oxidativo es una de las principales causas de Factores étnicos: Harris et al. publicaron en 1999
disfunción endotelial. En la retina, a través de varias un trabajo en el que, tras seguir durante 4 años a una
vías, entre las que podría destacarse la presencia de población de pacientes diabéticos tipo 2, objetivaron
AGE inducida por aumento de ROS (reactive oxigen que la retinopatía aparecía 2,6 veces más en población
species), se ponen en marcha procesos oxidativos. Ade- negra que blanca, no pudiendo ser explicada esta dife-
más, los ROS participan también en la disfunción enclo- rencia por diferente control metabólico, HTA, etc. en-
telial induciendo mutaciones del ADN mitocondrial e tre las dos razas.
inhibiendo la vasodilatación por bloqueo del NO. En definitiva, una de las más graves complicaciones
Isquemia retiniana y microtrombosis. La disminu- del diabético, la retinopatía, está mediada en su apari-
ción progresiva de la vasodilatación capilar, el progre- ción por un proceso multifactorial (Figura 1) que pro-
sivo engrosamiento de la membrana basal y la duce isquemia retiniana y formación de neovasos
aparición de alteraciones hernorreológicas varias, co- como patología más significativa. En la actualidad,
mo la indefonnabilidad del hematíe o la mayor agrega- una gran cantidad de trabajos pone de manifiesto la
ción plaquetaria, entre otras, conducen a la aparición de complejidad de su patogenia y la esperanza de que. po-
microtrornbosis retinianas que originar<1n isquemia dis- siblemente, en un futuro no lejano se pueda controlar
tal al trombo, dando lugar, progresivamente a una reti- su aparición y evolución con fármacos inhihidores de
na isquémica. Junto a la isquemia \·a a aparecer una los factores patogénicos utilizados de forma precoz.
extravasación de plasma y la aparición de factores de
crecimiento, como IGF-l, PDGC FGF y VEGE Relación con otras formas de microangiopatía
Acción de los factores de crecimiento: los factores
de crecimiento antes aludidos, en especial, lGF-1 v La afectación rnicroangiopática es universal, aun-
VEGF son responsables del crecimiento de neovasos y que en la clínica determinados territorios, como los
de un aumento de la permeabilidad vascular. En mode- que estudiamos en este capítulo, retiniano, renal y neu-
los experimentales, los antagonistas del receptor de rológico, se manifiestan de forma más evidente. Como
224 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Hiperglucemia
NADP .....__ NADPH
Glioxal Producto
Diacilglicerol Glucosamina
Sorbitol y amadori
~--.--~ 'tNADH-NAD Metilglioxal
NAD
i
NADH Deixiglucosona
y
VLDL oxidadas
Fructosa LDL oxidadas
ROS
y
Disfunción UDP-N-acetil-
Estrés oxidativo AGE
endotelial glucosamina
i
J Microangiopatía diabética j
Figura l. Mecanismos patogénicos de la microangiopatía diabética: incremento de la vía del sorbitol, aumento de ROS (es-
pecies reactivas de oxigeno), incremento de AGE (productos de glucosilación avanzada), aumento de actividad de PKC (pro-
teína cinasa C), estrés oxidativo, disfunción endotelial e incremento de la vía de la hexosamina con aumento de UDP-N-
acetil-glucosamina con sus relaciones en la glucosilación proteica, la producción de factores de crecimiento o de factores
trombogénicos, confluyen en la patogenia de la microangiopatía diabética, que tendrá mayor o menor expresión en función
de la presencia de determinados genes o de la raza del diabético, entre otros.
HbA1c, presión arterial, colesterol y factores pro-infla- por los grupos de Seaquist y de Borch Johnsen hace al-
matorios y protrombóticos, que acelerarían el curso fa- gunos años. Algunos estudios muy importantes han de-
tal de la evolución de la nefropatía diabética. mostrado en la lesión microangiopática una agregación
Posiblemente, debamos destacar algunas diferencias familiar tanto en la DM tipo 1 como en la DM tipo 2.
en el proceso patogenético que expliquen el mecanismo, Los cromosomas afectados son: 39,69, 7p, 7q, 18q,
al menos erí parte, de la evolución de la microangiopatía 1Op y 22q' pudiéndose ya demostrar genes asociados al
diabética en el ri11ón. En primer lugar, el hecho diferen- desarrollo de la retinopatía y de la nefropatía en el dia-
cial de la hiperfiltración glornerular, cm·a dependencia de bético: a) gen de la aldosarreductasa; b) gen del óxido ní-
b hipertensión es ya que la misma ~rn- de los productos a\·anzados de h
gintcnsina II tiene afectos muv 1mportan- que codifican h angiott'noi1u:
q11l' acn'1a Sllbrl'
' 1
dcJ
Los factores metabólicos se repiten universalmente dríguez J. Aspectos moleculares del daño tisular induci-
en el diabético como un trípode fatal: a) Acúmulo de sor- do por la hiperglucemia crónica. Gac Méd Méx 2004;
bitol, b) Incremento de productos avanzados de glucoxi- 140:437-47.
lación, y c) Aumento patológico del estrés oxidativo 11-1s. 6 Mohler E R, III. Endothelial dysfuntion. www.upto-
Estos mecanismos agresivos se comportan para la date.com 2008.
microangiopatía del nervio con similar intensidad, ha- 7 Giugliano D, Ceriello A, Paolisso G. Oxidative stress and
biendo sido sometidos, al igual que los isquémicos, a diabetic vascular complications. Diabetes Care 1996;
19:257-67.
diferentes opiniones o teorías en los últimos años. Tan-
8 Monnier V M, Sell D R, Dai Z, Nemet I, Collard F,
to los estudios en autopsias, como la demostración de
Zhang J. The role of Amadori products in the complica-
unos pequeños vasos de pacientes con polineuropatía, tions of diabetes. Ann N Y Acad Sci 2008; 1126:81-8.
con anatomía patológica coincidente con vasculitis y 9 Correa-Gianella M L, Vieira S M. Genetic susceptibility
lesiones focales en fibras sensoriales autonómicas, in- to microangiopathy development in type 1 diabetes mel-
tentan demostrar si es la lesión focal o por el contrario litus. Arq Bras Endocrino! Metabol 2008; 2:375-86.
es sistémica y por depósito de ciertas sustancias tóxi- 10 Gasser A, Forbes JM. Advanced glycation: implications
cas, como aquellas que reducen los niveles de trombo- in tissue damage and disease. Protein Pept Lett 2008;
modulina y de activador de plasminógeno en territorio 15:385-91.
microvascular de pacientes diabéticos. Todo esto re- 11 Estacio RO, McFarling E, Biggerstaff S, et al. Overt al-
fuerza la teoría de una alteración de los mecanismos buminuria predicts diabetic retinopathy in Hispanics
antitrombóticos a nivel del nervio. with NIDDM. Am J Kidney Dis 1998; 31:947.
En resumen, no es aventurado opinar que lo que 12 Hilgers KF, Veelken R. Type 2 Diabetic Nephropathy: nev-
sucede a nivel del nervio para la microangiopatía, es er too early to treat? J Am Soc Nephrol 1005; 16:574.
13 Maxhimer JB, Somenek M, Rao G. et al. Heparanase-1
que sean mecanismos mixtos y que unas alteraciones
gene expression and regulation by high glucose in renal
no excluyen a otras y la mayoría de las veces pueden
epithelial cells: a potential role in the pathogenesis of
manifestarse conjuntamente 16 - 19 • proteinuria in diabetic patients. Diabetes 2005; 54:2172.
Para concluir este capítulo, debemos añadir que al 14 De Vriese AS, Tilton RG, Elger M et al. Antibodies
igual que en otros territorios afectos de microangiopatía against vascular endothelial growth factor improve early
diabética, ya se ha descrito el fracaso de los mecanismos renal dysfunction in experimental diabetes. J Am Soc
que podrían reparar las fases precoces del daño en el ner- Nephrol 2001; 12:993.
vio y que ayudan a mantener el tono y la conducción20 • 15 Doublier S, Salvidio G, Lupia E et al. Nephrin expression
Así sugerimos al lector qu amplie su información so- is reduced in human diabetic nephropathy: evidence for
bre la neurotropina-3, IGF y vascular growth factor a distinct role for glycated albumin and angiotensin II.
(VGF). El factor del crecimiento nervioso (NGF), el Diabetes 2003; 52:1023.
brain-derived neurotrophic factor (ADNF) y como no, la 16 Vardali I, Baier IJ, Hanson RI, et al. Genes for suscepti-
misma insulina, que por su deficit de cantidad o acción, bility to diabetic nephropathy. In type 2 diabetes maps to
pone en marcha el daño nervioso, y posiblemente las eta- 18q23.3-23. Kidney Int 2002; 62:2176-83.
17 Araki S, Ng DP, Krolewski B, Wyrwicz , Rogus JJ, Canani
pas regenerativas de unas primeras formas de lesión 21 -22 •
L et al. Identification of a common risk haplotype for dia-
REFERENCIAS
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gene locus. J Am Soc Nephrol 2003; 14:2015-24.
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Ellenberg & Rifkin' s Diabetes Mellitus (sixth edition). and diabetes (FIND) J Am Soc Nephrol 2003; 14(suppl.
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2 He Z, Rask-Madsen Ch, King G L. Pathogenesis of Dia- 19 Mueller PW, Rogus JJ, Cleary PA, Zhao et al. Genetics of
betic microvascular complications. In. DeFronzo R A, Kidneys in Diabetes (GoKinD) Study : A genetics collec-
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4 Camejo G, Hurt-Camejo E, Olsson U, Bondjers G. Los 21 Ziegler D, Ametov A, Barinov A, et al. Oral treatment
efectos de los ácidos grasos no esterificados sobre la ma- with alpha-lipoic acid improves symptomatic diabetic
triz extracelular de las células vasculares podrían con- polyneuropathy: the SYDNEY 2 tria!. Diabetes Care
tribuir a una respuesta aterogénica. Cardiovascular risk 2006; 29:2365-70.
factor 2000; 9:45-53. 22 Stevens MJ, Feldman EL, Greene DA. The aetiology of
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A, Pascoe-Lira D, Guzmán-Greenfel A M, Kumate-Ro- and vascular defects. Diabet Med 1995; 12(7):566-79.
• lf .
1 1
Figura l. Fondo de ojo de paciente con RDP y sin afectación de su agudeza visual. Obsérvese el grueso penacho de neova-
sos en la zona superior derecha de la imagen, con extensas áreas de ausencia de perfusión en la periferia retiniana. Este pa-
ciente precisa panfotocoagulación de la retina con láser con carácter urgente, para intentar detener el progreso de su
retinopatía proliferativa.
duros, manchas algodonosas y anomalías vas- graves, como hemorragia vítrea, glaucoma neo-
culares retinianas). El número y extensión de es- vascular y desprendimiento de retina traccional.
tos signos determinarán la clasificación de la
RDNP en leve, moderada, grave o muy grave. Signos de la retinopatía diabética
Los términos RD grave o muy grave presentan
signos de oclusión vascular extensa y equivalen • Microaneurismas: es la primera alteración vas-
al término de RD preproliferativa de anteriores cular visible en la RD. No son patognomónicos
clasificaciones. de la RD, aunque si muy característicos. Son
• Retinopatía diabética proliferante (RDP), en la identificados por oftalmoscopia como pequeños
cual se forman sobre la retina nuevos vasos y te- puntos rojos, con un diámetro que oscila entre
jido fibroso. Esta fase de RD, sin un adecuado 15 y 135 µm y pueden localizarse en cualquier
control, evoluciona a complicaciones oculares parte del fondo de ojo aunque es más frecuente
Adultos y adolescentes a los 3-5 años del - Anual: si la lesión inicial RDNP leve.
DM tipo 1
diagnóstico de la diabetes - Si las lesiones son más graves, a establecer
por oftalmólogo
Figura 2. Rcrinografía (a) y angiografía (b) ele un fondo de: ojo con RDNP. Obs(rn·sc en b de n:u
dados duros alrededor de la mácula y rnicroaneurismas. En Li 111&s rnicro;rnl'Urisrn;1s que'
la rctinogr3fía~ ya que aquellos inferiores a 1S prn no son ohscn·~1hl':"' por Lt>s exudados duros 110 nencu
ducción angiogrMica sólo cuando son grandes pueden producir una discreta sombra o'>cura 1cfccro L
observarlos en el polo posterior. Fundamental- cular sin embargo, su existencia 110 ['<HeC(' rela-
mente, se localizan en la capa nuclear interna y cionarse con el nesgo de progresú-rn de h RD.
en b red profunda de capilares retinianos. Histo· por lo que su preSl'llcia 110 inflll\'c como agr;1
lógicamente, son dilataciones saculares adelgaza· \<1llll' en h clasific1rní11 de la RD.
das de las paredes capilares con proliferación de :\'Ln1d1c1s c1l,!!,udo11us<1s: urnhién se dem)rnin<rn
células endoteliales. En muchos casos está com- exudados algodonosos y, aunque no es un térmi-
prometida la estabilidad de la barrera hematorre- no correcto puesto que no se trata de una verda--
tiniana interna, haciéndose permeables y siendo dera exudación, es un término aceptado. Son
la fuente principal de edema, exudados duros y pequeñas formaciones superficiales redondas u
hemorragias intrarretinianas (Figura 2). ovaladas, blancoamarillentas de límites mal defi-
• Hemorragias intrarretinianas: se producen por la nidos, discretamente elevadas. Traducen un infar-
ruptura de microaneurismas, capilares o vénulas. to isquémico focal de la capa de fibras nerviosas
Pueden aparecer en cualquier parte del fondo de producido por oclusión súbita de arteriolas preca-
ojo pero al igual que los microaneurismas, es más
frecuente observarlas en el polo posterior. Las he-
morragias profundas suelen ser redondeadas, de Tabla 2. Escala Internacional de gravedad de la RD
bordes irregulares y están localizadas en la capa
nuclear interna y plexiforme externa. Las hemo- Grado de afectación
rragias superficiales son alargadas o en forma de
Sin retin()patía aparente Sín signos de rctinoparía diabética
Jlama se localizan en la capa de fibras nerviosas.
La cantidad de rnicrohemorragias y de microa- no Sólo micoraneurismas
neurisrnas suele ser más frecuente en número y en
extensión, cuanto más elevado sea el grado de de 111icroancurísn1as y
RD, por lo que su número se utiliza para deter· otras lesiones pero en n1enor gra-
do que la RDNP grcwc
minar la clasificación de la RD (Tabla 2).
Exudados duros: se producen por la alteración no Presenci;1 de cu;1lquícra de los si-
sm signos de
de la permeabilidad vascular que produce acu- RD
mulación extracelular de lípidos y lipoproteínas :VLís de 20 111-
séricas en la capa plexiforme externa (capa de tr<.1 rrctinian;1s
Henle), aunque pueden ser más superficiales o ArV en 2 o n1,Í.s cuadrJ.ntcs
más profundos (subretinianos). Aparecen como ¡\\!IR en 1 o más cuadrantes
depósitos blancoamarillentos de límites irregu- Rctinop;u ÍJ di,1 h¿'t ic1 pro- Prt':-.Clh.:ia de· uno \) rn,1s de los si-
lifcr,rnrc µ_uicntc:-. h:1!b1:µ,os:
lares, de tamaí1o variable, desde puntiforrnes
(hgur«1 2) hasta grandes placas confluyentes \:;_'()\';1SCU Ja rll.1(Ít-H1
(Figura 3). Su localización en el ;irea macular se I lcmorr-1gu \·J¡n~a/prcrn:u,
i1L\l1,1.
asocia con el grado de intensidad del edema rna-
230 •• •' La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
y AMIR. De ellos, el ArV es el signo de mayor capaci- larización del iris (rubeosis de iris) y glaucoma neovas-
dad para predecir la aparición futura de una RDP. cular por obstrucción de la malla trabecular dificultan-
do el drenaje del humor acuoso. Además, en la retina,
Retinopatía diabética proliferante (RDP) la contracción del tejido fibroso asociado a la neovas-
cularización es la responsable del desarrollo de des-
Es una fase avanzada de la RD, cuyas consecuen- prendimiento de retina por tracción.
cias sin un tratamiento adecuado pueden llevar a la
pérdida del globo ocular. Se caracteriza por la apari- Edema macular
ción de neovascularízación en la cabeza del nervio óp-
tico o en la retina, acompañada de proliferación de Es la principal causa de disminución de la
ido fibroso para proveer soporte a los vasos sual en el paciente diabético, por lo que su
Esta de nuevos vasos se por la precoz y su tratamiento adecuado son
liberación de factores estimuladores de ang1ogénes1s ralentizar en ia medida de lo posible, la
como el Factor de crecimiento del endotelio pérdida de la visual. Puede aparecer en cuai
Endotelial Grozuth foctur-VEGF), en res- qmer de RD, pero su y
puesta a la isquemia retiniana. Estos nuevos vasos ca- incrementa en los grados de RD más grave (Figura
ne>cen de las uniones estrechas entre las células produce por un acúrnulo de fluido en el área macular
endoteliales que caracterizan la barrera hematorreti- que, clínicamente, se trnduce corno un engrosamiento
niana interna, por lo que exudan y presentan gran fa- la retina, que puede ser localizado (edema focal) o afec-
cilidad a la rotura. Cuando algún neovaso se rompe tar a toda la mácula (edema difuso). Su origen está en re-
produce hemorragias que según su localización serán lación con la presencia de rnicroaneurisrnas, capilares
prerretinianas (cuando la sangre queda atrapada entre anormalmente permeables y otras alteraciones microvas-
la retina y la hialoides posterior del vítreo) (Figura 7) culares intrarretinianas. Se conoce con el término de ede-
o vítreas (cuando atravies:i la hialoides posterior y pe- ma macular clínicamente significativo (EMCS) al
netra en cavidad vítrea). Las hemorragias prerretinia- engrosamiento retiniano o presencia de exudados duros
nas provocarán disminución de la visión si afectan al con engrosamiento retiniano adyacente que afecta al
área macular, mientras que las hemorragias vítreas en- centro de la mácula. Si es de reciente instauración, pue-
turbiarán el vítreo tanto más cuanto mayor sea la he- de ser reversible, con recuperación visual tras tratamien-
morragia, lo que conlleva a diferentes grados de to, pero cuando es crónico (Figura 8b), el líquido
disminución de la agudeza visual de forma brusca. acumulado da lugar a la formación de espacios quísticos
Sin tratamiento, los neovasos y el tejido fibroso rodeados por células de Müller. En este estadio se produ-
asociado se extenderán progresivamente también por cen cambios degenerativos en la retina con repercusiones
el segmento anterior del ojo, provocando la neovascu- funcionales irreversibles en la mayoría de los casos. Ac-
Figura 6. En (a) se observa una RD proliferante con neovasos papilares y edema macular clínicamente significativo con presencia
de microaneurismas, exudados duros y hemorragias. En (b), el mismo ojo meses después de haber sido panfotocoagulado v tra-
tado con l:íser focal el polo posterior. Se observa obliteración de las arterias temporales superior e inferior por la ernlución de su
RD :·cicatrices del láser por fuera del polo posterior. Los exudados duros han disminuido por el tratamiento focal y la prolifera-
ción ele neovasos papilares ha remitido, pero se aprecia tracción papilo-retiniana por el tejido glial que acompañaba a los ncm·a-
sos. La contracción de esta fibrosis produce, en este caso, levanr,1micnto de la vena temporal inferior de la retina.
232 ... 0 La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Figura 7. Imágenes que muestran hemorragias prerretinianas producidas por RDP. La sangre queda atrapada entre la retina
y la hialoides posterior del vítreo.
tualmente, el desarrollo de nuevas técnicas de explora- llos en los que su estricto control ha demostrado influir
ción no invasivas, como la Tomografía de Coherencia positivamente en el retraso de la aparición de la RD o en
Óptica (OCT) ha supuesto una gran ayuda en el diag- estabilizar una RD ya establecida. Estos factores son:
nóstico y cuantificación del edema macular diabético, Control glucémico: Diversos estudios 7• 8 demuestran
por lo que los criterios de clasificación meramente oftal- que un control estricto manteniendo los niveles de he-
moscópica del edema macular establecidos en la actuali- moglobina glucosilada (HbAlc) inferiores al 7% redu-
dad tienden a caer en desuso. La OCT permite visualizar cen el riesgo de desarrollo y progresión de la retinopatía
la relación entre la retina y la hialoides posterior, detec- diabética, lo que clínicamente se traduce en mejorpro-
tando componentes traccionales vitreorretinianos, que nóstico visual y menor probabilidad de precisar trata-
pueden influir en la persistencia y gravedad del edema miento de laserterapia. No obstante, se ha observado
macular diabético. que el inicio de un estricto control glucémico puede es-
tar asociado con riesgo inicial de empeoramiento de la
Clasificación de la retinopatía diabética RD durante el primer año con un incremento de man-
chas algodonosasª. Este efecto, probablemente, repre-
La clasificación de RD que se utiliza como referencia sente el cierre de pequeños vasos sanguíneos de la retina
es la establecida por el Early Treatment Diabetic Retino- que estaban previamente comprometidos, debido a la
pathy Study (ETDRS) 3-5 • Está basada en el análisis de disminución de volumen plasmático que se produce tras
imágenes estereoscópicas del fondo de ojo con la pupila la corrección de la hiperglucemia. Este síntoma se logra
dilatada en 7 campos estándar. Esta clasificación es com- controlar en el tiempo y no provoca una pérdida de agu-
pleja por su rigurosidad y niveles de afectación que con- deza visual importante.
templa, lo que la hace poco práctica para su uso en la Hipertensión arterial (HTA): observaciones epide-
clínica diaria. Dada la necesidad de desarrollar una nue- miológicas sugieren que la HTA incrementa el riesgo y/o
va escala de gravedad de la RD, cuya utilización fuera progresión de la RD y del edema macular. En estudios
práctica y útil no sólo al oftalmólogo general sino tam- como el UKPDS 9 se ha demostrado que el control estric-
bién a endocrinólogos y a médicos de atención primaria, to de la presión arterial disminuye la probabilidad de
surge la "Escala Internacional de la Retinopatía Diabéti- progresión de la RD, así como el riesgo de deterioro vi-
ca" (Tabla 2), en el simposio denominado "Consenso so- sual y, a diferencia del control estricto de las glucemias,
bre la clasificación clínica internacional de la retinopatía no se asocia a efectos adversos. Actualmente, se reco-
diabética" en el que participaron oftalmólogos, endocri- mienda'º que la PA sea inferior a 130/80 en diabéticos
nólogos y epidemiólogos de dieciséis países expertos en adultos. Aunque a nivel experimental, la angiotensina II
la materia 5 • 6 • ha demostrado capacidad angiogénica y es capaz de in-
ducir el desarrollo de neovasos en la retina diabética, no
FACTORES DE RIESGO PARA LA PROGRESIÓN hay estudios concluyentes que demuestren que el uso de
DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA inhibidores de la enzima conversora de angiotensina
mejore el pronóstico de la RD.
Aunque son numerosos los factores que pueden in- Nivel de lípidos en sangre: en varios estudios se han
fluir en la progresión de la RD, comentaremos sólo aque- relacionado los niveles elevados de colesterol en sangre
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento 00 • 233
Figura 8. Fondo de ojo panfotocoagulado (a). En la imagen (b) detalle angiográfico de la mácula en la que se observa edema ma-
cular quístico. En (c) se observa OCT que muestra el engrosamiento del área macular por el edema entre las capas de la retina.
con un mayor grado de depósitos de exudados duros los controles de glucemia, la duración de la diabetes y la
en la RD asociados al edema macular y una relación presencia de HTA concomitante. Por esto, la mujer dia-
entre la gravedad de los exudados duros y el descenso bética debe intentar lograr un adecuado control de las
de la agudeza visual'". Además la gravedad de la RD glucemias y de la HTA si tiene previsto quedar embara-
está asociada con el incremento de triglicéridos y de li- zada, y hacer un control de fondo de ojo previo, al ini·-
poproteínas de baja densidad (LDL), e inversamente cio de la gestación, así como en el primer trimestre. El
asociada con lipoproteÍnJs de alta densidad (HDU. seguimiento oftalmológico durante el embarazo depen-
Los niveles de lípidos en sangre recomendados'" son: derá del grado de RD de base que presente la gestante.
LDL <100 mg/100 mi, triglicéridos <150 mg /lOOml,
HDL >40 mg/1 OOml en mujeres y HDL >50 mg/l 00 Diagnóstico de la retinopatía diabética
ml en hombres. Alcanzar estos niveles es importante
para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular Corno mencionarnos anteriormente, el diagnóstico
y de pérdida visual. de la RD es oftalmoscópíco, es decir, por \·aloración ck
Embarazo y retino¡wtia diabéti1«1: el ernbawzo estcí. las lesiones de RD mediante oftalmoscopio indirecto o
frecuentemente asociado con un empeoramiento de la utilizando la Limpara de hendidura con ayuda de len-
RD 12 • Se consideran factores de riesgo para la progresión tes que nos permitan ver el fondo de ojo. No obstan-
de la RD duranre el embarazo el grado de RD de base. te, otras técnicas pueden avudar a precisar el grado de
234 .. ., La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
RD y de edema macular, como son las fotografías del función visual o la gravedad de las lesiones retinianas
fondo de ojo, la angiografía fluoresceínica y la OCT. han supuesto un importante avance en el control de las
• Fotografías: permiten detectar detalles de la en- complicaciones oculares del paciente diabético.
fermedad que pudieran pasar inadvertidos, es-
pecialmente, en la RD inicial. También es de Fotocoagulación con láser
gran utilidad para documentar la progresión de
Se utilizan láseres de efecto térmico que provocan
la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Se
una desnaturalización de las proteínas, necrosis celular
aconseja tomar fotografías de los 7 campos cen-
y coagulación intravascular. Hay que diferenciar dos
trales del fondo del ojo, bien en imagen plana o
modalidades de fotocoagulación:
estereoscópica. • Tratamiento focal o en rejilla: se utiliza en ojos
• Angiografía con fluoresceína: consiste en inyectar
con edema macular clínicamente significativo
en la vena cubital del antebrazo un colorante
como tratamiento de las áreas de hiperpermea-
(fluoresceína sódica) y obtener fotografías seria- bilidad vascular alrededor de la mácula. El tra-
das. Permite valorar la vascularización de la reti- tamiento focal consiste en dar impactos de láser
na, la presencia de la rotura de las barreras aislados sobre los microaneurismas que produ-
hematorretinianas y la presencia de neovasculari- cen la exudación (Figura 10). El tratamiento en
zación. No está indicada como prueba de rutina rejilla consiste en aplicar los impactos de láser
en la RD o de exploración básica, ni para estable- alrededor de la mácula (Figura 11) y está indi-
cer el nivel de gravedad de la RD. Sus indicacio- cado cuando existe un edema macular difuso
nes actuales son: establecer las características del (Figura 8), en el que no se pueJe11 detectar los
edema macular para decidir su patrón de trata- puntos de e.x.uJat:iúu del plasma.
miento, determinar la extensión de las áreas de re- • Fotocoagulación panretiniana o panfotocoagu.,
tina no perfundidas, evaluar una pérdida visual lación: es el tratamiento de toda la retina con lá-
inexplicada y diferenciar AMIR de neovasos. ser, excepto el polo posterior y tiene su
• Tomografía de coherencia óptica (OCT): ofrece indicación en la RDNP grave y en la RDP. En-
imágenes de las estructuras oculares de alta re- tre los efectos secundarios de esta técnica se en-
solución(< 10 micras) en tiempo real, de modo cuentra la reducción del campo visual periférico
no invasivo y sin precisar contacto ocular. Su y una menor capacidad para la adaptación a la
funcionamiento está basado en la interferome- oscuridad, habiéndose observado también, en
tría de baja coherencia. Los rayos reflejados por muchos casos, un incremento del edema macu-
las estructuras oculares se analizan por un de- lar tras el tratamiento con la consiguiente dismi-
tector y el resultado se muestra en una escala de nución de la agudeza visual (Figural2).
color que representa zonas de diferente reflecti-
vidad. El resultado final es parecido al de un Cirugía vitreorretinana
corte histológico in vivo (Figura 9). En la RD
nos ayuda de forma muy importante al diagnós- La vitrectomía no es una alternativa a la fotocoagu-
tico y evolución de la maculopatía diabética. Su lación, sino un tratamiento complementario cuando la
principal limitación es la falta de transparencia fotocoagulación no va seguida de regresión de los neova-
de medios oculares (hemorragias vítreas, cata- sos o no se puede realizar el tratamiento con láser por la
ratas avanzadas, etc.). presencia de hemorragia vítrea. Otras indicaciones de la
vitrectomía en la RD es el tratamiento del edema macu-
TRATAMIENTO DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA lar diabético cuando existen tracciones vitreorretinianas
y en el desprendimiento de retina traccional.
Actualmente, la única actuación médica que ha de- Fármacos intravítreos para el tratamiento de la retino-
mostrado capacidad para prevenir la progresión de la patía diabética
RD es el control de la glucemia mediante un trata-
miento optimizado que consiga niveles de glucosa en Corticoides: son fármacos que utilizados por vía
sangre en el rango de la normalidad, junto con el con- intravítrea han demostrado ser eficaces en el trata-
trol de la presión arterial y de lípidos en sangre. Ade- miento del edema macular diabético. Su mecanismo de
más, el único tratamiento directo oftalmológico sobre acción está asociado con una disminución en la forma-
la RD de demostrada efectividad 13 es el empleo del lá- ción de citocinas y proteínas que incrementan la per-
ser para la fotocoagulación de la retina en los pacien- meabilidad vascular, como el VEGF. Los corticoides
tes con RD grave o RDP. Todo ello, junto con los que se utilizan en la RD son el acetónido de triamcino-
recientes avances en cirugía vitreorretiniana para el lona, la dexametasona y la fluocinolona.
tratamiento de las complicaciones de la RD y la utili- De ellos, el acetónido de triamcinolona es probable-
zación de fármacos intravítreos capaces de mejorar la mente el fármaco más utilizado y que cuenta con un
Oftalmopatía diabética. Clínica y tratamiento •• 235
Figura 9. Imágenes de OCT correspondientes al área macular. En a) se observa el aspecto de una mácula normal con la depresión
foveal. En b) Importante engrosamiento por edema macular diabético grave con formaciones quísticas entre las capas de la retina.
mayor número de ensayos clínicos. Se trata de un corti- Inhibidores del Factor de Crecimiento del Endotelio
coide de liberación lenta que reduce la inflamación e in- Vascular (anti-VEG.F}: el VEGF es un mediador de la in-
hibe la proliferación fibrovascular. En estudios recientes flamación del que se conoce su implicación en modelos
se ha comprobado la eficacia intravítrea de este fármaco animales de neovascularización del iris y de la retina. La
tanto en procesos inflamatorios oculares, como en la RD liberación de VEGF en la RD desencadenada como res-
y en las trombosis venosas de la retina desde 1 a 6 sema- puesta a la isquemia tisular conlleva la formación de ne-
nas tras su administración intravítrea. Es eficaz en la re- ovasos retinianos y al incremento de la permeabilidad
ducción del espesor retiniano en el edema macular vascular. Por este motirn, los inhibidores del VEGF por
diabético, mejorando la agudeza visual, utilizándolo co- vía intravítrea pueden representar una alternativa en el
mo tratamiento inicial o administrándolo en los casos re- tratamiento de b RD y el edema macular diabético. Ac-
fractarios al tratamiento con láser. Sin embargo, la alta tualmente, son tres los anti-VECF disponibles: pegapta-
incidencia de efectos adversos de los corticoides, co1-i10 nib, ranibizumab y bevacizumab. El pegaptanib
incremento ele presión intraocular y form:lción de cata- bloquea selectivamente la isoforma 165 del VEGF-A,
ratas, limitan su aplicación como tratamiento de la RD. mientras que ranibizumab y bevacizumab bloquean to-
Recientemente, se han desarrollado implantes in- das las isoformas del VECF-A., siendo ranibirnrnab una
travítreos que permiten la liberación lema y continua- molécula de menor tamaiio, por lo que podría difundir
da de corticoides, en concreto, de fluocinolona con más facilidad en el tejido retiniano tras su imccción
(Retiser(; Bausch&Lornb, Rochester, New York) v de intr<wítrea. Todos los tratamientos antiangiogénicos
dexarnetasona (Posurdex '; Allergan, Irving, Califor- han demostrado su eficacia en la reducción de la activi-
nia). Sin embargo, éstos tampoco est,1n exentos del dad nem·ascular y del edema retiniano en la RD y, ac-
riesgo de elevaciones de la presión inrraocu lar ,. del tualmente, es una irnporuntc arma terapéutica en los
desarrollo de cnaratas. procesos oculares asoci~1dos a neovascubrización e hi-
236 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
bargo, carecemos de ensayos clínicos que establezcan III. Prevalence and risk of diabetic retinopathy when age
pautas para generalizar este tratamiento. at diagnosis is 30 or more years. Arch Ophthalmol 1984;
Papilopatía diabética: debe realizarse diagnóstico di- 102:527-32.
ferencial con el edema de papila por hipertensión intra- 2 Cunha-Vaz JC, Diabetic retinopathy. Human and ex-
craneral y con la neuropatía óptica anterior isquémica. perimental studies. Trans Ophthalmol Soc UK 1972;
Se consideró inicialmente como una entidad propia de 92:111-24.
la diabetes tipol, aunque es una patología también 3 Early Treatment Diabetic Retinopathy Study Group.
diagnosticada en diabetes tipo 2 15 • Se trata de un edema Fundus photographic risk factors for progression of dia-
agudo del nervio óptico unilateral o bilateral, con telan- betic retinopathy. ETDRS. Report nº 12. Ophthalmolo-
giectasias de disposición radial que cursa de forma asin- gy 1991; 98:823-83.
tomática o con leve pérdida de la función visual, a 4 Grading diabetic retinopathy from stereoscopic colour
menos que ésta se encuentre comprometida como con- fundus photographs an extension of the modified Airlie
secuencia de la RD. Aunque se considera que puede es- House classification. ETDRS report number 10. Early
tar desarrollada por fenómenos isquémicos, la Treatment Diabetic Retinopathy Study Group. Ophthal-
papilopatía diabética presenta diferencias con la neuro- mology 1991; 98:786-806.
patía óptica isquémica anterior no arterítica, como la 5 Bonafonte Royo S, García CH. Retinopatía Diabética.
ausencia de defecto pupilar aferente y la falta de altera- Madrid: Harcourt Brace de España SA; 1998.
ción de la visión cromática. Las alteraciones del campo 6 Wilkilson CP, Ferris FL, klein RE, Lee PP, Agardh CD,
visual en la papilopatía diabética son variables, pudien- Da vis M, Dills D, Kampik A, Pararajasegaram R, Verda-
do encontrar aumentos de tamaño de la mancha ciega, guer JT. Proposed interrnational clinical diabetic
escotomas arqueados y constricciones periféricas del retinopathy and diabetic macular edema disease severity
campo visual. El pronóstico es bueno y la recuperación scales. Ophthalmology 2003; 110:1677-82.
oscila de 1 a 5 meses, tras la cual, el nervio óptico pue- 7 The Diabetes Control and Complications Tria! Research
de exhibir una atrofia óptica de grado variable. Group. The effect of intensive diabetes treatment on the
Oftalmoplejia diabética: la diabetes es un factor de development and progression of long term complications
riesgo para sufrir una paresia o parálisis oculomotora. in insulin-dependent diabetes mellitus. N Engl J Med
Su incidencia está relacionada con el grado.de control 1993; 329:977-86.
metabólico de la glucosa. La alteración del VI par cra- 8 UK Prospective Diabet~s Study Group. Effect of inten-
neal (nervio oculomotor externo) que inerva el múscu- sive blood-glucose control with sulphonylureas or in-
lo recto externo es la más frecuente, seguida de las sulin compared with conventional treatment and risk if
alteraciones del III par craneal (nervio oculomotor co- complications in patients with type 2 diabetes (UKPDS
mún) que inerva el músculo recto superior, recto inter- 33). Lancet 1988; 352:837-53.
no, recto inferior, oblicuo inferior y elevador del 9 Tight blood pressure control and risk of macrovascular
párpado superior y la <le! IV par craneal (nervio paté- · ·· and microvascular complications in type 2 diabetes:
tico) que inerva el músculo oblicuo superior. Es impor- UKPDS 38. UK Prospective Diabetes Study Group. Br
tante recordar que la afectación del III par por Med] 1998; 317:703-13.
diabetes cursa con pupila indemne, ya que las fibras 10 Standard of Medica! Care in Diabetes-2007. American
parasimpáticas viajan por fuera del tercer par y no Diabetes Association. Diabetes Care: Jane 2007; 30, Pro-
suelen afectarse por isquemia. El síntoma principal Quest Medica! Library Pg.S4.
que presentará el paciente ante una afectación oculo- 11 Klein BEK, Moss SE, Klein R, Surawicz TS: The Wiscon-
motora será la diplopía. Se deben intentar controlar sin Epidemiologic Study of Diabetic Retinopathy XII.
adecuadamente las glucemias y su estado cardiovascu- Relationship of serum cholesterol to retinopathy and
lar. Generalmente, son autolimitadas y suelen revertir hard exudares. Ophthalmology 1991; 98:1261-65.
en los primeros 6 meses, pero puede estar aconsejado 12 Diabetes Control and Complications Tria! Research
el tratamiento con toxina botulínica del músculo anta- Group. Effects of pregnancy on microvascular complica-
gonista al parético para evitar contracturas. En el caso tions in the diabetes control and complications trial. Di-
de que una parálisis no revierta o si hay evidencia de abetes Care 2000; 23:1084-91.
focalidad neurológica central estarán indicadas prue- 13 Early Treatment Diabetic Retinopathy Study Research
bas de imagen para descartar otras patologías. Group. ETDRS Report nº 9. Early photocoagulation for
diabetic retinopathy. Ophthalmology 1991; 98:766-85.
14 Cousen P, Cackett P, Bennett H, Ken S, Bal D. Tear pro-
REFERENCIAS duction and cornea! sensitivity in diabetes. Journal of Di-
abetes and its complications 2007; 21:371-3.
1 Klein R, Klein BE, Moss SE, Da vis MD, DeMets DL: The 15 Barrater Z, Alacali N; Bayraktar S. Diabetic papillopa-
Wisconsin Epidemiologic Study of Diabetic Retinopathy thy in type II diabetic patients. Retina 2002; 22:752-8.
•• 11 11 11!
1 e1
n rra
Hay varias diferencias clínicas entre la nefropatía sis acelerada aumenta la prevalencia de enfermedad
en pacientes con diabetes tipo 1 y en pacientes con dia- coronaria, insuficiencia cardíaca, accidentes vasculares
betes tipo 2 (Tabla 1). cerebrales y arteriopatía distal4.
La nefropatía diabética no sólo se manifiesta clíni- La microalbuminuria aumenta el riesgo cardio-
camente por un incremento en la excreción urinaria de vascular en 2 a 4 veces. A medida que aumentan los
albúmina sino también por un descenso progresivo de estadios de enfermedad renal crónica, aumenta el
la TFG. La TFG es el mejor test para medir la función grado de riesgo cardiovascular, que es de 10 a 50 ve-
renaP y puede ser estimada utilizando un calculador ces superior en el estadio 5 y de 20 a 1.000 veces su-
(www.kidney.org/professionals/kdoqi/gfr_calculator.cf perior en el estadio de enfermedad renal terminal en
m) o bien la siguiente fórmula de Cockroft-Gault3 : comparación con personas sin enfermedad renal cró-
TFG = [(140-edad en años) x (peso en kilogramos)] nica4. Hoy en día es más probable que los individuos
dividido por creatinina sérica en mg/dl para varones. con enfermedad renal crónica fallezcan debido a una
El resultado de estas operaciones se multiplica en el ca- enfermedad cardiovascular que desarrollen una insu-
so de mujeres por 0,85. La clasificación de la nefropa- ficiencia renal 4 •
tía según la Nacional Kidney Foundation se presenta
en la Tabla 2. Posteriormente, en el apartado de eva- Osteodistrofia renal
luación se detallan las características de cada uno de
los estadios. Clásicamente se ha considerado que comprende un
conjunto de manifestaciones bioquímicas y óseas origi-
COMPLICACIONES DE LA NEFROPATÍA DIA- nadas por el deterioro de la función renal. Como se ha
BÉTICA señalado más arriba, la alteración del producto Ca x P
sérico hoy debe interpretarse como un factor patogénico
Enfermedad cardiovascular de la calcificación arterial y, por consiguiente, contribu-
yente a la aterosclerosis y a sus complicaciones4 • La re-
La enfermedad cardiovascular es una complicación ducción de la síntesis renal del metabolito activo de la
frecuente de la enfermedad renal. La diabetes mellitus vitamina D 1,25-hidroxi-vitamina DJ (calcitriol) da lu-
y otras enfermedades asociadas que forman parte del gar a una disminución en la absorción intestinal de cal-
denominado síndrome metabólico, que incluye hiper- cio, un descenso del calcio iónico y el correspondiente
tensión arterial, obesidad y dislipemia, no sólo contri- estímulo para la secreción excesiva de paratohormona,
buyen a un deterioro de la función renal, sino que qué, a su vez, aumenta la reabsorción ósea. El descenso
representan importantes factores de riesgo para el des- de la función renal promueve una hiperfosforemia, que,
arrollo de la disfunción endotelial y la progresión de la a su vez, reduce la síntesis de calcitriol inhibiendo la ac-
aterosclerosis. El sistema renina-angiotensina-aldoste- tividad de la enzima que lo sintetiza, la la-hidroxilasa.
rona está activado frecuentemente en la insuficiencia El incremento del producto calcio-fósforo favorece adi-
renal crónica, lo que, probablemente, contribuye a un cionalmente la calcificación tisular y vascular, incremen-
aumento en la producción de especies de oxígeno reac- tando aun más el riesgo de accidente vascular4• En
tivo y a una aceleración de la aterosclerosis. Promoto- estadios 4 y 5 de nefropatía (Tabla 2) es decir; en la in-
res de la calcificación como el producto calcemia por suficiencia renal crónica, existe una incapacidad para
fosforemia y metabolitos de la vitamina D, junto con sintetizar cantidades adecuadas de calcitriol5.
inhibidores de la calcificación, también contribuyen a Las manifestaciones clínicas específicas incluyen sín-
la calcificación de las capas arteriales. La aterosclero- tomas como dolores, deformidades y fracturas, diversos
Tabla 1. Diferencias en la nefropatía diabética (ND) entre pacientes con diabetes mellitus de tipo 1 y 2
~, Por envejecimiento
Nefropatía diabética. Clínica y tratamiento ··*" 241
EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO
se define por cifras inferiores a 30 mg/24, la microalbu- En la Tabla 2 se presentan los posibles resultados
minuria por valores entre 30 y 299 mg/24 y la macroal- de la estimación de la TFG y los 5 estadios de nefro-
buminuria o albuminuria por concentraciones iguales o patía según la clasificación de la Nacional Kidney
superiores a 300 mg/24 horas. Foundation3 • La normalidad es una tasa superior a 90
Debido a la variabilidad y a las múltiples influen- ml/min/1,73 m2 de superficie corporal. El estadio 1 in-
cias que existen sobre la excreción urinaria de albúmi- cluye pacientes con alguna forma de enfermedad renal,
na, antes de establecer un diagnostico de nefropatía bien sea micro o macroalbuminuria, hematuria, ano-
diabética es preciso demostrar la presencia de norma- malías en el sedimento urinario o en la ecografía que
lidad o anormalidad al menos en 2 o 3 mediciones se- persistan más de 3 meses, asociadas con una TFG nor-
paradas por intervalos de 3 a 6 meses. Además, es mal o elevada. El estadio 2 clasifica a pacientes con al-
preciso haber tratado o excluido posibles factores que guna forma de lesión renal, por ejemplo, una
falseen el diagnóstico, como hipertensión arterial no microalbuminuria persistente, pero asociada ya a una
controlada, fiebre aguda, insuficiencia cardíaca con- disminución de la TFG. Los estadios 3 a 5 se estable-
gestiva, mal control glucémico de la diabetes, infección cen en base a la TFG independientemente de si hay o
urinaria, ejercicio físico realizado en las 24 horas pre- no evidencias de lesión renaP. La TFG inferior a 60
vias al análisis y hematuria 1• ml/min/l,73 m2 de superficie corporal define la exis-
Para el cribado del trastorno bioquímico, es decir, tencia de una insuficiencia renal. La denominada en-
para la identificación de la microalbuminuria en perso- fermedad renal en estadio terminal viene definida por
nas cuya posible presencia es desconocida, se recomien- la necesidad de tratamiento sustitutivo de la función o
da la evaluación en pacientes con diabetes de tipo 1 con del órgano renal, mediante la diálisis o el trasplante.
una duración de la diabetes de al menos 5 años y en to- La detección de una anemia (Hb < 13 g/dl) es tam-
dos los pacientes con diabetes de tipo 2 en el momento bién importante por el significado funcional renal que
del diagnóstico\ teniendo en cuenta que en éstos la dia- conlleva, indicando un defecto en la secreción de eri-
betes puede estar presente años antes de que se diagnos- tropoyetina, por su significado fisiopatológico en la
tique y, por consiguiente, ya existir albuminuria desde medida que puede suponer una sobrecarga funcional
antes del diagnóstico. La proteinuria de origen no dia- cardíaca, porque constituye un factor de progresión de
bético puede aparecer en un 10% de los pacientes con la nefropatía y por sus implicaciones terapéuticas.
diabetes de tipo 1 y en un 30% de los pacientes con dia- La medición de las concentraciones de calcemia
betes de tipo 2 2 • Si la albuminuria es negativa, se reco- (normal: 8,5-10 mg/dl), fosforemia (normal: 3-4.5
mienda repetir la determinación al cabo de un año 1• mg/dl), paratohormona intacta (normal: < 60 pg/ml)
La evaluación del paciente no se limita a medir la sirve para identificar posibles complicaciones de la
albuminuria, puesto que conlleva adicionalmente el nefropatía diabética. También se recomienda evaluar
análisis de la creatinina, hemograma, ionograma, cal- los niveles séricos de 25 hidroxivitamina DJ (normal
cemia, fosforemia, paratohormona intacta, 25 hidro- <30 ng/ml), que reflejan la depleción o repleción de
xivitamina DJ y perfil lipídico, para realizar una vitamina D.
evaluación integral del paciente con. nefropatía, junto La determinación del perfil lipídico debe conllevar
con la evaluación del grado de control glucémico. la medición de los niveles séricos de colesterol total,
Un paciente puede tener una excreción urinaria de triglicéridos, cLDL y cHDL, cuyos valores deseables
albúmina normal y, en cambio, ser portador de nefro- en un paciente diabético son definidos más adelante.
patía desde el momento en que está alterada la tasa de Es obvio que, junto con esta evaluación analítica
filtración glomerular o presente otros marcadores bio- de la nefropatía y de sus enfermedades coexistentes y
químicos, de imagen o histológicos, propios de la ne- complicaciones, puede ser preciso realizar otro tipo de
fropatía. Una proporción importante (30%) de pruebas de imagen para detectar anomalías estructura-
pacientes con diabetes y con una TFG inferior a 60 les renales o, raramente, biopsia renal.
ml/min/1,73 m2 de superficie corporal no tienen albu-
minuria patológica, lo que permite señalar que esta DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
población quedaría sin diagnosticar de enfermedad re-
nal crónica si solo se mide la excreción urinaria de al- La microalbuminuria no es un signo bioquímico
búmina. Puede haber descensos importantes de la TFG exclusivo de la nefropatía diabética y puede estar
en pacientes con diabetes de tipo 1 y 2 no acompaña- presente en otras condiciones o enfermedades. Como
dos de albuminuria 3 • Por consiguiente, junto a la tasa- norma general, puede sospecharse la posibilidad de
ción de la albúmina es preciso calcular la tasa de que la albuminuria no sea consecuencia de una dia-
filtrado glomerular midiendo la creatinina sérica. La betes si no hay hipertensión arterial coexistente y/o
creatinina aislada no debe ser usada para conocer la retinopatía diabética, y en casos de descenso rápido
función renal por depender de múltiples factores, co- de la TFG, enfermedad renal avanzada o sedimento
mo la masa muscular, sexo, edad y raza. urinario anormal 6 •
Nefropatía diabética, Clínica y tratamiento u 243
La microalbuminuria también puede estar presente Tabla 3. Objetivos deseables en el tratamiento del pa-
en otras enfermedades renales. El diagnóstico diferencial
general se establece mediante la historia clínica, explora-
ción, estudio analítico y pruebas de imagen renal. La
biopsia renal sólo está indicada en unas pocas ocasiones.
Estos instrumentos pueden descartar la presencia de in-
fección urinaria, nefrolitiasis, lupus eritematoso, SIDA,
hepatitis, glomerulonefritis o poliquistosís renar. Los
criterios para realizar una biopsia renal no están es-
Entre las situaciones que hacer valo·
la necesidad de rc11al csLÍn: ~1lburninuria rn
1n-
dicación de la biopsia rn b diabetes de
comru\·ersia, 1a que en una proporción sign·
de no hav asociada a la albuminu-
ria y el rendimiento diagnóstico; es decir, b proporcióu
de ellos en que se demuestra nefropatía no diabética (por
< í)() J !¡:
ejcn1plo, glorneruloncfritis) es pcquclla ~. llllll
(reatinma
PR < ·,7 5 mm Hg si h~1y proteinuria ~upe
rlor a l g/2--l horas
~·····---··-) --····-····-···-----··· ···-········-··-·-·-- .
Los principales focrores de riesgo para l'I desarrollo 1·
h progresión de la nefropatía diabética son la hiperglu- .\ll\. '111!.1 ! kmPglohÍ!Ll > l ) t:ídl (v:nonc-.)
cemia/deficiente control glucémico, hipertensión arterial. > 12
obesidad, taba4uismo, tasa de filtración glomerular, dis- ObesiJad
lipemia, anemia y niveles altos de albuminuria', que
d.DL: e<Jkstcrol transportado por lipnproteína" Je haja densidad.
interactúan con factores no modificables tales como la cHDL: cokstcrol transportado por lipoprotcínas de alta densidad.
edad y la genética. Por consiguiente, las maniobras des- TA: Tensión arterial.
tinadas a la prevención primaria y secundaria deben ir
dirigidas a obtener el mejor control metabólico posible, convencional'º. Los beneficios preventivos derivados
controlar la presión arterial sistólica, reducir el peso cor-
del tratamiento intensivo en pacientes con diabetes
poral, eliminar el hábito tabáquico, controlar los niveles
mellitus de tipo 1 no se limitan al periodo en que se
de lípidos, eliminar la anemia y negativizar o reducir la
administra dado que, en un reanálisis de los pacientes
proteinuria existente. Los objetivos a lograr en el adulto
del DCCT, a los 7-8 úios de finalizar el tratamiento in-
para cada una de las variables clínicas citadas, recomen-
tensivo, se ha demostrado que dicho tratamiento redu-
dados institucionalmente' ', se presentan en la Tabla 3.
cía en un 40% el riesgo de desarrollo ulterior de
De todos los objetivos señalados es preciso desta-
microalbuminuria y de hipertensión arterial. El riesgo
car por su importancia el control glucémico y el de la
de alcanzar en este plazo de tiempo unos valores séricos
presión arterial, ya que constituyen los principales
de creatinina 2: 2 mg/dl era casi 4 veces menor en los que
factores de riesgo para el inicio y la progresión de la
nefropatía en los sujetos susceptibles'. El ensayo clíni- habían recibido tratamiento intensivo en comparación
co DCCT (Diabetes Control and Complications Tria/) con los tratados de forma convencional".
ha demostrado que la terapia intensiva en pacientes El Estudio UKPDS también demostró que un con-
con diabetes mellitus de tipo 1, hasta alcanzar valores trol estrecho de la tensión arterial ( 144/82 mm Hg) en
de HbA 1c próximos al reducía el riesgo de apari- pacientes hipenensos conseguía una reducción de un
ción de rnicroalbuminuria en un 39';\, y de rnacroalbu- 29''.!,, en el riesgo de desarrollo de micrnalbuminuri1i
minuria en un 54'/;,. La reducción del riesgo de en comparación con aquellos pacientes que tenían pe-
microalbuminuria era apreciable tanto en pacientes sin ores controles ( 154/87 mm Hg) y de un l 9'X, en el ries-
nefropatía previa corno en aquellos que ya tenían mi·· go de desarrollar mícroalbuminuria a los 6 ai1os. Un
croangiopatía antes del tratamiento intensivo''. El control estrecho de la presión arterial también obtenía
UKPDS ( Unitcd Kingdom Pros/Jectiue Diabetes beneficios cardiovasculares reduciendo el riesgo de
Study), realizado en pacientes con diabetes de tipo 2, muertes relacionadas con la diabetes en un 32~\, y el
también demostró una reducción en el riesgo de des- de accidentes vasculares cerebrales, en un 44 °;;,. Tam-
arrollar rnicroalbuminuria en pacientes tratados inten- bién reducía el riesgo de progresión de la retinopatía y
sivamente respecto a aquellos sometidos a tratamiento deterioro de la agudeza visu<1l.
244 ••• La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
No hay estudios clínicos que hayan evaluado en pa- diabetes mellitus de tipo 1 y 26 • No obstante, es impor-
cientes con diabetes el efecto del tratamiento hipolipe- tante ajustar estas recomendaciones generales a pa-
miante sobre la incidencia de nefropatía. No obstante, cientes concretos. Así, en ancianos dependientes de
en un estudio de intervención multifactorial 12 realizado terceras personas, o pacientes con bajo grado de auto-
en pacientes con diabetes de tipo 2 y microalbuminuria, nomía en el manejo de la enfermedad o mala alimen-
que combinaba terapia intensiva dirigida al control de la tación, así como en pacientes con poca esperanza de
hiperglucemia, hiperlipidemia, hipertensión arterial, mi- vida, un control estricto de la glucemia puede ser más
croalbuminuria y tratamiento antiagregante plaquetario, perjudicial que beneficioso.
con un seguimiento medio de 7,8 años, se apreció una La existencia de nefropatía diabética puede condi-
reducción de un 61 % en el riesgo de macroalbuminuria cionar el tipo de fármacos utilizable para el control de
(razón de probabilidad: 0,39, intervalo de confianza al la hiperglucemia. Así, en pacientes con insuficiencia
95%, 0,17 a 0,87) y de cerca de un 50% en el riesgo de renal (niveles de creatinina ::?: 1,5 mg/dl, en el hombre
eventos cardiovasculares (razón de probabilidad 0,47, y;::: 1,4 mg/dl, en la mujer) no debe usarse metformina
intervalo de confianza al 95%, 0,24 a 0,73) respecto al por el riesgo de acidosis láctica, ni sulfonilureas excre-
grupo tratado convencionalmente. tables, principalmente, por vía renal, con la excepción
de la glimepirida 7 • Las glitazonas descieI1Jen la micro-
TRATAMIENTO albuminuria y la presión arterial, pero su seguridad en
la insuficiencia renal crónica está por establecer. La re-
El tratamiento del paciente afectado de una nefro-
paglinida y nateglinida tienen una corta duración de
patía diabética debe ser orientado de forma integral,
acción y son excretadas independientemente de la fun-
considerando no sólo medidas específicas para el tra-
ción renal. En pacientes con insuficiencia renal grave
tamiento de la nefropatía sino también todas aquellas
el tratamiento recomendable es la insulina, debiéndo-
dirigidas al control de los múltiples factores de riesgo
se pasar del tratamiento con antidiabéticos orales a in-
cardiovascular modificables que ocasionan la mayoría
sulina cuando la TFG sea inferior a 30 ml/min/1,73 m2
de los fallecimientos en estos enfermos. En estadios 1
de superficie corporal.
a 3 de enfermedad renal (Tabla 2) se recomiendan me-
didas destinadas a enlentecer la progresión de la nefro- Bloqueo del sistema rcnina-angiotcnsina
patía y al control de las enfermedades coexistentes,
mientras que el estadio 5 indica medidas de terapia El control de la hipertensión arterial es el factor ais-
sustitutiva de la función o del propio órgano. lado más importante para limitar la tasa de progresión
de la nefropatía. La optimización del control de la pre-
Cambios en el estilo de vida sión arterial reduce el riesgo de nefropatía y enlentece su
progresión6• Hay múltiples evidencias del máximo nivel
Es recomendable una reducción de peso cuando
de calidad indicando la -eficacia del empleo de inhibido-
exista sobrepeso (índice de masa corporal ;::: 25 kg/m')
res de la enzima conversora de la angiotensina 1 en an-
u obesidad (;::: 30 kg/m'), mediante la realización de
giotensina 2 (IECAs) y de los antagonistas del receptor
ejercicio físico (al menos, 150 minutos por semana) y
de la angiotensina (ARA) en la progresión desde micro-
el seguimiento de una dieta hipocalórica, que suele os-
albuminuria hasta macroalbuminuria en pacientes con
cilar en la mayoría de los pacientes entre 1.250 y
diabetes mellitus de tipo 1 y 2. La ADA recomienda usar
1.750 kilocalorías al día. En la terapia dietética de pa-
IECA o ARA para el tratamiento de la nefropatía en pa-
cientes en los primeros estadios de enfermedad renal
cientes con diabetes de tipo 2, independientemente de
crónica se recomienda una ingesta de proteínas de 0,8
que haya o no hipertensión arterial 6 , en base a que se ha
a 1 g/kg de peso/día, mientras que en pacientes en es-
demostrado que ambos tratamientos enlentecen la pro-
tadios posteriores se recomienda reducir la ingesta de
gresión de la nefropatía en sujetos normotensos.
proteínas a 0,8 g/kg/día 6 • Así mismo, puesto que el ta-
Una cuestión importante es conocer cuál de los
baquismo es un factor de riesgo que favorece la pro-
dos tipos de bloqueantes del sistema renina-angioten-
gresión de la nefropatía y representa un factor de
sina es más eficaz como anti-proteinúrico y si la
riesgo cardiovascular, es recomendable su eliminación.
combinación de ambos es superior al uso de cado
El tratamiento nutricional también puede afectar, fa-
uno por separado. Un metaanálisis reciente que in-
vorablemente, a otros factores de riesgo cardiovascu-
cluyó a pacientes con ambos tipos de diabetes, porta-
lar presentes frecuentemente en los pacientes con
dores de proteinuria, señaló que los ARA parecen
nefropatía y tiene un efecto favorable sobre la misma 13 •
tener una eficacia similar a los IECA para reducir la
Tratamiento hipoglucemiante excreción urinaria de albúmina; también sugirió que
la terapia combinada, usando dosis habituales, con-
En general, es recomendable el control estricto de sigue mayores reducciones de la albuminuria que la
la glucemia para enlentecer la progresión de la micro- monoterapia y que los ARA reducen la excreción uri-
albuminuria a la macroalbuminuria en pacientes con naria de albúmina un 35% más que los calcio-anta-
Nefropatía diabética. Clínica y tratamiento ªº 245
gonistas o el placebo 1". Este efecto antiprotemunco, ARA para conseguir un mejor grado de control de la
probablemente, depende del efecto hipotensor y del presión arterial, dado que suele ser necesario usar más de
bloqueo del sistema renina-angiotensina si bien un dos antihipertensivos para conseguir los objetivos tensio-
efecto antiproteinúrico de estos fármacos indepen- nales. Dentro de los agentes calcio-antagonistas es prefe-
dientemente de su efecto hipotensor es objeto de de- rible usar no dihidropiridínicos como verapamilo o
ba te en la actualidad. diltiazem que pueden reducir la albuminuria y retrasar la
Ambas drogas tienen una eficacia similar para retra- progresión de la nefropatía diabética. Los dihidropiriclí-
sar la del deterioro de la ras::i de filtración nicos no son más eficaces que el placebo para retrasar la
merular en con diabetes mellitus de tipo 2. El ele la
rr;Hamicnro combinado con IECA \. ,\RA esd
mente indicado en pauenres con macroalhum1nuria. L(Jc-
AIZA retrasan b de h en l(JS ¡n·
Cientes C\lll 2 con rn;1GCJ;1i
huminuria e' renal crónic1. cun niv<.:ies d,
,~reatini1u séric1 superiores ;1 1.5 rng/dl'. Lus Al·C-\ parc·-
cen tener un efecto hiperpotasérnico menor qu\· lm IEC.-\
d(~ h nc-
en pacientes con nefroparía'. El tratamiento con IEC:\
fropatía, el tratamiento con hipolipemiantes se ha con
reduce el riesgo de padecer las enfermedades cardiovas-
'iderado como una prioridad en el tratamiento
culares que ocasionan la muerte en la mayoría de lus p;1-
prevención de las enfermedades cardiovasculares en pa
cienres con nefropatía diabética'. La elección de uno o de
cit'ntcs con nefropatía 1 '. Con respecto a la eficacia del
otro bloqueante del sistema renin;hrngiotensina, por
tratamiento hipolipemíante en la progresión de la ncfrn·
tanto, ha de establecerse en función de criterios distintos
paría, los beneficios no son tan evidentes, puesto que
a su eficacia. No obstante, si un frírmaco no se tolera, de-
ha\· estudios con estatinas que muestran o bien u1u re
he sustituirse por el otro.
ducción en la excreción urinaria de albúmina o, mejoría
El tratamiento con !ECí\ y AR;\ <:stá contraindica-
del aclaramiento de la creatinina o de la TrG mientr<1s
do en el embarazo y en la lactancia, en pacientes con
que otros no aprecian efecto alguno". En la prevención
insuficiencia renal avanzada (aclaramiento de creatini-
de enfermedades cardiovasculares, las estatinas son me-
na < 1 O ml/min) y en los sometidos a diálisis. dicaciones de primera elección si tenemos en cuenta que
El tratamiento con IECA y ARA debe controlarse el objetivo principal de este tipo de tratamiento es redu-
determinando los valores de la presión arterial, la excre- cir las concentraciones de cLDL. Es aconsejable utilizar
ción urinaria de albúmina y la analítica, incluyendo el io- la atorvastatina y simvastatina por ser bien toleradas en
nograma, vigilando así la respuesta al tratamiento, no pacientes con enfermedad renal crónica.
solo en términos de control de la hipertensión arterial si- A medida que progresa el descenso de la TFG, la
no también en términos de reducir la albuminuria, que dosis de hipolipemiantes debe reducirse, con la excep-
constituye un factor de riesgo independiente de eventos ción de la atorvastatina y fluvastatina. Tampoco necesi-
cardiovasculares. Al mismo tiempo, se vigila la aparición ta reducirse la ezetimiba. Atorvastatina, simvastatina y
de efectos secundarios como la tos con los IECA o la hi- fluvastatina se excretan principalmente por vía biliar y
perpotasernia con ambos. El tratamiento con IECA o su excreción urinaria es baja. Cuando la tasa de filtra··
ARA debe ser retirado si la creatinina aumenta más de c1on glomerular desciende por debajo de 30
un 30% sobre el valor basal a los dos meses de iniciado. ml/min/1,73 m2 de superficie corporal, preferidas son la
Está aún por determinar cuáles son las dosis óptimas de atorvastatina y fluvastatina porque no requieren ajustes
IECA y ARA para el tratamiento de la nefropatía diabé- adicionales de las dosis en pacientes con nefropatía, in-
tica. La reducción de la albuminuria mediante losartán cluso en estadio .5 15 • Ezetimiba puede ser usada en com-
en pacientes con diabetes mellitus de tipo 2 y macroalbu- binación, incluso en pacientes en hemodiálisis o diálisis
minuria consigue disminuir la tasa de eventos cardiovas·· peritoneal sin riesgo de efectos adversos';. La adición de
culares, incluyendo los infartos de miocardio, accidentes ezetimiba (10 mg/día) a simvastatina (20 mg/día) en pa·
vasculares ce~ebrales, insuficiencia cardíaca, revasculari- cientes con insuficiencia renal crónica produce una re-
zación coronaria y fallecimiento'. Por consiguiente, la al- ducción adicional de un 21 ':Yo en los valores de
buminuria no sólo es un factor de riesgo para el colesterol LDL respecto a la estatina aislada, sin promo-
desarrollo de enfermedad cardiovascular sino un objeti- ver efectos secundarios hepáticos o musculares''. Como
vo terapéutico'. norma general, las dosis de estatinas recomendables pa-
Otro típo de antihipertensivos constituyen trata- ra pacientes trasplantados son más bajas de lo habitual.
mientos adyuvantes para el paciente con nefropatía Para el tratamiento de la hipertrigliceridemia pue-
diabética. Los diuréticos, beta bloqueantes, calcio-anta- de usarse el gemfibrozilo, a dosis máximas, hasta un
gonistas y bloqueantes alfa-adrenérgicos, corrientemente estadio 4 de nefropatía. Debe evitarse la combinación
son utilizados en pacientes ya tratados con un !ECA o un de estatinas y fibratos.
246 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
CAP" (71%)
España 2.664 12,9 24,1 - 22,7
Hospital (29%)
Rochester Población
380 - 35,5 14
(Estados Unidos) diabética general
idati\·U
"producto de Amadori"; a partir del cual (aunque no tes a la activación del NF-kB. A su vez, estimulan la
sólo a partir de él) se formarán productos avanzados de generación de ROS (Reactive Oxigen Species) y la mi-
la glicación (AGE) (Figura 2-A). Tampoco es la glucosa gración y activación de los macrófagos.
la única responsable de la generación de AGE, también Existen otros mecanismos a través de los cuales la
lo son los lípidos y los fosfolípidos, cuyo metabolismo unión AGE-RAGE puede alterar la función neural. En
también está alterado en la DM (Figura 2-B). la polineuropatía diabética es característica la pérdida
Los dos mecanismos principales a través de los cua- axonal retrógrada, a la que sigue y acompaña la des-
les se ha propuesto que los AGE ejercen su efecto pa- mielinización segmentaria. Se conoce que la glucación
togénico son el entrecruzamiento de ciertas proteínas excesiva de la mielina en la diabetes y el acúmulo neu-
estructurales de baja tasa de recambio, como colágeno ral de AGE facilitan la fagocitosis de la mielina por los
y laminina, y la acción mediada por receptores (R 1- macrófagos. La formación de AGE, promueve el atra-
R3, de la galectina3 y, especialmente, del RAGE). No pamiento de IgG y M, y de la fracción C3 del comple-
obstante, los niveles de estos productos que se detec- mento, facilitando la inducción de reacciones
tan en los tejidos de pacientes diabéticos jóvenes son inmunológicas que contribuyen, a su vez, a la desrnie-
equivalentes a los que se detectan en los de individuos linización neural. Como la unión AGEs-RAGE tiene
sanos de edad más avanzada. Y sin embargo, las com- como consecuencia la activación sostenida del NF-kB.
plicaciones características de la diabetes no son a la La generación de radicales libres y la atracción de ma-
vez típicas del envejecimiento normal. Una explicación crófagos en otros tejidos se ha supuesto que un meca-
que permite soslayar este obstáculo es la posible exis- nismo semejante podría estar implicado en la génesis
tencia de efectos cinéticos, de modo que la clave no es- de la lesión neural en la diabetes. La hipótesis ha sido
té en la cantidad absoluta de AGE sino en la tasa de analizada en ratones diabéticos nulos y hornocigotos
acumulación de los mismos. para el RAGE (RAGE-/-) y en muestras biópsicas del
El RAGE (Receptor for the Advanced Glycated nervio sural de pacientes diabéticos, demostrándose la
End-Product) pertenece a la superfamilia de las inmu- dependencia del déficit sensorial (al menos, para la
noglobulinas, pero, a diferencia de estas, sólo parece percepción del dolor que fue la sensación estudiada)
tener ligandos endógenos. Una importante consecuen- de la operatividad de tal hipótesis. Sin embargo, la in-
cia de la interación AGE/RAGE es la activación de existencia de moléculas que específicamente bloqueen
múltiples vías de señalización intracelulares conducen- las reacciones de glucación suponen un obstáculo
Glucación no .enzimática
Glucosa
2A +
NH2-R
;io.
¡ Base
Schiff
Productos
Amadori
~ Productos finales
4(L'---- L _ _ _ ___¡ _ _ _ _ _ _ .___ _ _ _ __,
1..... (AGE)
Reversible
(02) Arabinosa-
Glucosa
Vía de Wolff glioxal ·......... .
...................
Amina
t
Base de
Schiff
(02)
Vía de Namiki
Glioxal/
metilgliosal
+/-
--- ---- ---- -- -----:i.-
(0 2)
------""'
AGE
28
/1(
Cambio
de / / / ..
Amadori
1
Cetoamina
+/- (02)
Vía de Hodge
Deoxiosonas y ··
fragmentos
Hiperglucemia
AR
~
Estrés oxidativo
Glucoxidación
Lipoperoxidación
Mioinositol
Neurotroíismo
Taurina
alterado
Actividad
Na/K-ATPasa PG 12
ISQUEMIA • Resistencia
ENDONEURAL vascular endoneural
¿Agresión
Autoinmune Degeneración axonal/Desmielinización segmentaria
en DM T-1? Disminución de Regeneración/Remielinización
Figura 3. Ofrece una sinopsis de los principales mecanismos parogenéticos de la polineuropatía diabética, tanto somática
como autonómica.
importante en los estudios sobre el impacto funcional duos de cisterna pueden ser abundantes e importantes
y estructural de los AGE y unión AGE/RAGE sobre el en la patogenia de las complicaciones de la diabetes.
sistema nervioso; y lo señalado es tanto más evidente
si se tiene presente que, en la neuropatía diabética, tan Inactivación-activación enzimática y activación de sc-
importante como la degeneración axonal y desmielini- 11.ales intracelulares
zación segmentaría es el déficit regenerativo del nervio
y la apoptosis celular excesiva. Así, tanto en la rata Un nuevo e interesante mecanismo ha sido decubier-
diabética por STZ como en las muestras surales del to por el grupo de Baynes;,', al que han denominado "su-
paciente diabético, la regeneración axonal está dismi- cinacion de proteínas". Al S-(2-succinil)-cisteína lo
nuida. Esta disminución es proporcional a la duración postulan como un biomarcador precoz de glucotoxici-
de la Divl. Y aunque los mecanismos implicados en es- dad; probablemente, como una respuesta anticipadora
te déficit regenerativo neural comprenden el estrés- de los cambios en la permeabilidad e hinchazón mito-
oxidativo, el déficit en neurotrofinas, la alteración de condrial (disfunción mitocondrial) que preceden a la
la síntesis y transporte de componrntes del citoesque- generación elevada ele ROS con todas las consecuen·
leto, la formación de AGE v su activación del RAGE, cías mencionadas más arriba. El hallazgo experimental
parecen importantes. que fundamenta esta especulación es el acúrnulo del
Sin embargo, aunque los estudios sobre la transfor- furnarato (procedente del exceso de glucosa \" lípídos
mación de las proteínas en la diabetes (circulantes y es- propio de la diabetes) generador de S-(2-succini/j-cis-
tructurales) se han centrado tradicionalmnte en la tcína potente inactivador irreversible ele la sucinil-P-
modificación de los residuos de lisina y arginina, como dehídrogenasa; inhibición que limitaría el flujo al
acabamos de ver, los grupos sulfhidrilos de las proteínas ciclo de Krebs de productos intermediarios hidrocarbo-
son mucho más nucleofílicos que los grupos ami nos, su- natos y lipídicos en la diabetes, que, de acuerdo con la
giriendo que las modificaciones proteicas en los resi- hipótesis de Brownlee'·', constituiría un evento central
252 .. ª La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
en la patogenia de las complicaciones micro y macro- 6 Young, MJ, Boulton, AMJ, McLeod, AF, Williams,
vasculares. DRR, Sonksen, PH. : A multicentre study of the preva-
Tanto en cultivos neuronales como en ratas y en lence of diabetic peripheral neuropathy in the united
muestras de nervio sural de pacientes diabéticos, la hi- Kingdom Hospital Clinic population. Diabetologia
perglucemia activa la PKC [3 MAP-cinasas. Esta acti- 1993; 36:150-4.
vación puede emerger de la hipertonicidad, estrés 7 Fedele D, Comi G, Coscelli C, Cucinotta D, Feldman EL,
oxidativo, activación del RAGE o la combinación de Chirlanda G, Greene DA, Negrin P, Santeusiano P. The
estos efectos; lo que podría contribuir a la atrofia axo- Italian Diabetic Neuropathy Commettee. A multicentre
study on the prevalence of diabetic neuropathy in Italy.
nal tardía. Los factores mencionados, unidos al déficit
Diabetes Care 1997; 20:386-93.
de neurotrofinas y la alteraciones de la síntesis y trans-
porte de componentes del citoesqueleto bloquean la 8 Cabezas Cerrato for the neuropathy Spanish Study
Group of the Spanish Diabetes Society (SDS). The preva-
regeneración axonal.
lence of clínica] polyneuropathy in Spain: a study in pri-
A lo largo de esta exposición se ha podido ver có-
mary care and hospital clinic groups. Diabetologia 1998;
mo los mecanismos descritos, implicados en la patoge- 41:1263-69.
nia de la neuropatía diabética, están íntimamente
9 DCCT Research Group: The effect of intensive treatment
relacionados entre sí; ello permite, como intento apro- of diabetes on the development and progession of long-
ximativo, reunirlos y sintetizarlos en la Figura 3. Y term complications in insulin-dependent diabetes melli-
aunque las investigaciones sobre el estrés oxidativo tus. The Diabetes Conctrol and Complications Tria!
dominan en número, es difícil, si no imposible, discer- Research Group. N Engl J Med 1993; 329:977-86.
nir que ruta de las mencionadas es dominante. Es im- 10 UK Prospective Di:"Jhetes Study (UKPDS) Group. Tight
portante subrayar, no obstante, que la resultante iinal blood pressure control and risk of macrovascular auJ
más importante es la isquemia endoneural, responsa- microvascular complications in type 2 diabetes: UKPDS
ble de la atrofia axonal, a la que sigue la desmieliniza- 38. BMJ 1998; 317:703-13.
ción segmentaría. 11 Tesfaye S, Chaturvedi N, Eaton SEM, Ward JD, Manes
C, Tirgoviste IC, Witte DR, Fuller JH, Vascular risk fac-
tors and diabetic neuropathy. N Engl. J. Med 2005;
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pression and function deteriorare with progression of perimental diabetic neuropathy: the relation is revisited.
Alzheimer's disease: link to brain rcductions iu acetyl- Diabetes 2005; 54:3435-41.
choline. J Alzheimers Dis 2005; 8:247-68. 14 Cabezas-Cerrato J. Neuropatía diabética pg, 603-618.
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eral nerve society. Ann Neurol 1995; 38:478-82. 57:41-9.
• lf
r 1
son neuropatías mucho menos frecuentes en la práctica a) alteraciones de la función pupilar: se puede apre-
clínica que la anterior que, suelen afectar a diabéticos ciar dificultad en la adaptación pupilar a la oscu-
más ancianos y que a diferencia de la PSMC, su relación ridad con entorpecimiento en la visión nocturna.
con la hiperglucemia o la duración de la diabetes es es- b) disfunción sudara!: en forma de anhidrosis en
casa, estando su patogenia mediada por fenómenos pies y manos que ocasiona prurito, piel adelga-
oclusivos isquémicos agudos tipo vasculítico. En la Ta- zada y frágil, o hiperhidrosis e intolerancia al
bla 1 se muestra un resumen de sus características. calor en el torso superior precipitada por am-
Neuropatía autonómica diabética (NAD): la NAD bientes calurosos o ciertas comidas.
visceral afecta a cualquier órgano desde la piel hasta el c) disfunción vesical: debido a la lesión en las fi-
sistema gastrointestinal, y su presencia (a menudo sub- bras aferentes puede aparecer una vejiga neuró-
clínica) aumenta de forma significativa tanto la morbi- gena con disminución en la percepción de la
lidad como la mortalidad, sobre todo, de origen repleción, de tal forma que la vejiga puede au-
cardiovascular (la mortalidad a los 5 años en diabéticos mentar su tamaño hasta 3 veces con disminu-
con NAD se ha estimado 5 veces mayor que en diabéti- ción en el número de micciones y vaciado
cos sin afectación autonómica). Los síntomas clínicos de vesical incompleto. Aumenta la propensión a
NAD no suelen aparecer hasta bien avanzada la diabe- las infecciones locales y sepsis subsiguientes.
tes, aunque la afectación subclínica pueda detectarse También puede aparecer retención urinaria e in-
desde poco tiempo después del diagnóstico de diabetes. continencia del esfínter vesical.
La prevalencia varía mucho según las series, dependien- d) disfunción eréctil: se tratará específicamente en
do de los test empleados para el diagnóstico y de la po- otro capítulo
blación estudiada. En el estudio multicéntrico del e) disfunción gastrointestinal: a nivel del esófago
Grupo de Estudio de la Neuropatía Diabética (NEU- puede haber atonía esofágica que puede cursar
RODIABES) de la SED, realizado sobre una muestra de en forma de disfagia. La gastroparesia diabéti-
522 diabéticos de ambos tipos y sexos, la prevalencia de ca, al dificultar el vaciamiento de los sólidos,
la neuropatía autonómica cardiovascular fue del 28,4% puede originar saciedad precoz, anorexia, sen-
(IC 95%, 24-33%), coincidente con otros estudios. sación de plenitud gástrica, náuseas, vómitos de
Los sistemas orgánicos y las estructuras que exhi- retención e inestabilidad metabólica con fre-
ben una clínica autonómica más relevante son los si- cuentes hipoglucemias debidas al vaciamiento
guientes: anárquico del estómago. El estreñimiento es de
El III par es el más frecuentemente alterado (rara vez los IV, VI, VII pares) y de etiología isqué-
Mononeuropatía oculomotora mica con recuperación espontánea en 2-3 meses. Cursa con inicio rápido de dolor orbitario que
precede a la diplopía, ptosis, con reactividad pupilar conservada
Aparece en ancianos, y cursa con dolor asimétrico de inicio agudo en distribución de dermato-
Radiculoneuropatía toracolumbar
ma torácico o lumbar con hipoestesia parcheada, con recuperación en meses.
La etiología es una vasculitis que produce isquemia neural con afectación de raíces lumbosacras,
Radiculoplexoneuropatía lumbosacra plexos y nervios periféricos. Afecta más a menudo a varones ancianos. Cursa con dolor grave pro-
(también conocida como amiotrofia fundo tipo quemazón en muslo, a menudo, asimétrico, con parestesia e hiperestesia, debilidad iliop-
diabética; neuropatía proximal mo- soas, cuádriceps, y aductores muslo con marcada atrofia muscular y la consiguiente dificultad para
tora; neuropatía femoral; plexopatía incorporarse desde la posición de cuclillas (maniobra de Gower +). No hay pérdida sensitiva, ex-
lumbar) cepto que coexista con PSMC, y el reflejo rotuliano está ausente o disminuido. En la mayoría me-
jora el dolor y las disestesias con recuperación motora más tardía a lo largo de meses.
Aparecen con más frecuencia en la DM, pero sin relación con la hiperglucemia. El síndrome del
Neuropatías por atrapamiento
túnel carpiano ocurre clínicamente en el 12% (subclínica: 30%), los otros son mucho menos frc-
(mediano, peróneo, cubital)
cuentes. Clínicamente, cursa con variables grados de dolor y debilidad
lorac1ó11 de 01nJ~ \
bra nciltLh.:ión clini,_-a
F\'.plor:11.:it,)Jl funl:ional rcfltit)\ corno test
E\\ ii1g:~cst<1ndar oro: ,_-onducción nerviosa, elcuromiografía), pruebas cuan-
- Re-;piracioncs profundas \rc,pucsta FCi titati\':1S sensitivas (PC:S), test autonómicos. biopsia
- .\brnobra de Valsalva irc'spuc'>ta l'C)
RcspucsL1 FC y Pi\ ;1! onostatismo acti\'o
nen·iosa (no se usa de forma rutinaria en la clínica) y
Respuest:i FC v PA ;1 I 1 Lrndgri p 1en des u'<, 1 más rec-ientl'nwntL:, biopsia cuL-Í11cc1 v microscopia cor-
• Esrndío de la scmíhilicbd J,;irordlc¡;¡ nea! co11foc1I (,\ilCU' '
~ An5!isi~ cspcdral de L1 vJri;:hi!ii..hd dv Li frv1..-ut..·ni..._·1_: (,Hdí.1c,1 ,\Ic;t(}dos de ,<crcc11!ng :v de rnc111tili<",1t"i()i1 de dcfíát:
¡VRRl en b exploraci<'rn física no debe bitar, adcrnc1s de b
Otros (anjl1s:i:-:. \·ccturul~ rcspuc.">tcI di.." L1 F< J Lt rnh.1 L11_·H'm de inspecciL'rn del pw (p:H<l \'alorar pulsos peclios y tibi<1-
carbónico)
• Esrndio inervación simp<Ítica mediante eswdio gamrnagr:\fico
les posteriores, color, sequedad, cambios tróficos), la
SPECT y PET valoración de los reflejos aquíleos, sensibilidad táctil,
al pinchazo, sensibilidad vibratoria con el diapasón ca-
FC: frecuencia cardíaca
PA: presión arterial
librado de Rydell-Seifer (que en nuestra experiencia
tiene una excelente correlación con el neurotensióme-
tro) y el sentido de la posición. La percepción de la
grado importante en cerca del 15 %) de los pa- presión mediante el monofilamento de Semmes-Weins-
cientes y se asocia con atonía del intestino grue- tein (de 1O g) es especialmente útil en la valoración del
so y recto y, a veces, megacolon, alternando con "pie insensible", antesala de la aparición de úlceras.
brotes de diarrea. La diarrea diabética se carac- Se han propuesto varios sistemas clínicos de pun-
teriza por ser líquida, voluminosa, de predomi- tuación que facilitan el seguimiento longitudinal del
nio nocturno, intermitente y, ocasionalmente paciente y se basan en información aportada por la ex-
acompa11ada de tenesmo. ploración antes rese11ada, y la aportada por las PCS y
f) fallo autonómico relacio11ado con la hípogl11ce- la electrofisiología. El primero fue propuesto por Dyck
mia: se caracteriza clínicamente por la atenuación en la Clínica Mayo (Neuropathy Impairrnent Scorc -
o pérdida de las manifestaciones adrenérgicas que NlS-), y posteriormente han aparecido otros sistemas
acompañan a la hipoglucemia. Se trata de una al-- más sencillos para la rutina clínica, como Neuropatby
teración estrictamente funcional y reversible, pese Disabilitv Score modificado, Michigan Diabetic Neu-
a lo cual puede tener consecuencias muy pertur- ropathy Score, Toronto Clínica! Neuropathy Scoring
badoras para el paciente, al quedar desprotegido Systern y otros más.
de la principal alarma ante el descenso glucérnico Pruebas cuantÍl<ltiuas sensiti1'dS (PCS}: estas pruebas
agudo. Cualquier tipo de tratamiento anticliabéti- no invasivas permiten valorar de forma cuantitativa, pe-
co puede causarlo, si bien es la insulinoterapia in- ro con un componente subjetivo no desdeñable, funcio-
tensiva la causa más frecuente. Se trata relajando nes específicas de las diferentes fibras nernosas:
los objetivos glucémicos lo suficiente durante umbrales de percepción de la sensibilidad vibratoria, tér-
unos días o semanas para que se recupere la res- mica (en forma ele calor, como dolor, frío). Se han dise-
puesta adrenérgica. ñado varios instrumentos desde más sencillos corno el
g) neuropatía autonómica cardúwaswlar (NACVJ: neurotensiómetro y el biotensiómetro que valoran el um-
esta frecuente y, sin embargo, infradiagnosticacb bral de sensibilidad vibratoria, hasta otros equipos com-
complicación (debido a la relativamente engorro- putarizados más precisos pero también rn5s complejos y
256 •• • La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
o:,>
·Tabla 3, TratariJ.ieht()s}~~hiacológicos d~ la NAD excepto disfunción eréctil (ver capítulo específico en esta obra)
I•
/
·' .. .... .
no fácilmente accesibles como el CASE IV que valora va- vioso de la capa subbasal de la córnea pues este órgano
rios tipos de fibras. En 2003, la Academia Americana de es la parte del cuerpo más densamente inervada conte-
Neurología concluyó que las PCS no deben ser usadas de niendo fibras delgadas y muy delgadas (provenientes del
forma aislada como único criterio para diagnosticar la V par). Serviría para la detección precoz de la ND.
ND, aunque sí son muy útiles para cuantificar los déficit
sensitivos de ahí su empleo en ensayos clínicos. TRATAMIENTO
Test neurofisiológicos: el estudio electrofisiológico
de los nervios peróneo, tibia! y sural permite evaluar El tratamiento farmacológico de la PND va orien-
las fibras nerviosas gruesas mielínicas y de conducción tado a dos objetivos: el dirigido a su base fisiopatoló-
más rápidas. No valora, pues, las fibras delgadas (que gica (esto es, fármacos que afectan a las vías activadas
son las más precozmente afectadas). Se valoran varios por la hiperglucemia) y, por otro, al tratamiento sinto-
parámetros como la velocidad de conducción nerviosa mático del dolor 1• 'º. Lamentablemente, a pesar del in-
máxima y la amplitud (parámetro éste que valora la negable avance en el conocimiento de esta
densidad axonal) complicación en las dos últimas décadas, la disponibi-
Test autonómicos: ver Tabla 2. lidad actual de fármacos dirigidos a la primera de las
Biopsia cutánea: esta técnica relativamente no in- bases es más bien escasa (en España no existen, si ex-
vasiva y, por lo mismo, fácilmente repetible permite ceptuamos fármacos para el control glucémico) debido
cuantificar la densidad de las fibras delgadas (escasa- a que los resultados de los ensayos clínicos, en general
mente mielinizadas) y muy delgadas (no mielinuiza- han sido decepcionantes. Probablemente, el tratamien-
das) de la epidermis (que se detectan mediante to dirigido a una única vía patogenética sea insuficien-
inmunohistoquímica frente a varios antígenos, como te para revertir el daño neuronal.
la Protein Gene Product 9,5- PGP 9,5-). Una reducción Por el contrario, existen varias clases de fármacos
precoz en la densidad de fibras nerviosas epidérmicas dirigidos contra el dolor, más o menos eficaces, pero a
se ven en las neuropatías de fibras delgadas de la dia- menudo con importantes efectos secundarios, que es el
betes, incluso en la intolerancia a la glucosa y que cur- principal factor limitante de su uso. Además, a la ho-
san con dolor neuropático. Esta técnica sería la más ra de valorar la eficacia de un medicamento contra el
sensible para detectar la ND en fases precoces. dolor hay que tener en cuenta que el efecto placebo en
Microscopia cornea! confocal (MCC): esta técnica no los ensayos puede superar el 20-30 %, y que la histo-
invasiva permite la valoración secuencial del plexo ner- ria natural de la neuropatía dolorosa es la de una es-
Neuropatía diabética. Clínica y tratamiento u 257
pontánea mejoría, a medida que progresa el daño, in- bles';. En un metaanálisis de 4 de esos ensayos (ALA-
dependientemente del fármaco usado. DIN I y Ill, SYDNEY 1, y NATHAN II), con un total
de 1.258 diabéticos (con AL n= 716) siendo > 90%
Tratamiento etiológico diabéticos tipo 2, empleando infusiones de AL por vía
intravenosa de 600 mg/día durante 3 semanas (excep-
Control glucémico y otros de Ha to fines de semana) se han hallado mejorías significa-
quedado dernostL1do desde el estucho Diabetes Con- tivas y rápidas (al cabo de 8 días) en sínrorn<is
trol and Complicarions Tria! (!)CCTI en diabéticos ti- positivos !paresrc:sias. q ;1dormecirniento i \
po J que d huen contrui glucé·rnico con en '\IS (sobre tod() sc1bibilidad a Í:1
linotcr;1p1~1 i1Hl'l1'>Í\·3 rcdu;:_·í(1 o
jl~j) \ q
h:i c·ornproh:ido
lL.' L1 .-ohonc,
11Jc'Ú,)Jl 1
Lli:ihcrc' lmn1crn1:l;1 1d (
Rcsultad1h s111nhres. :11rnq h:111
hallado en diabéticos tipo 2. :'\AlllA'\ 1 !puhli~·,1d<; l'll (orm;1 de
Tras el trasplante de ¡xíncrvas 200'), de 4 :u1os Lk l·rní 460 cb1hénco~ LUii
neo de p:í11nva:,-ri111'm) :.e ha t•n di·· PND kve-111oderada que cmplc:iln dosis de «00
versos par:ímetrns (velocidad de conducción 1wn·iosa dí:1 evidenció rarnhién una nwjorí:i significHi\'a en sín
motora, pumuacicín pur sínromas\, mejoría que incluso romas positinis \.en C,,\l\. pem 1w en p:ir:ímetros ck
continua ha tras l O :111os postraspbntc·' . El efecto sohre conducción nen·iosa ni en pruchas cuantiLitiv:1s (k
h ncurop:HÍ;I :i11ro11«1mica es m:ís discutido. sens1hilichd. Fesult:1dos c;irnilarcc; se ohtu\icrnn en ,,¡
Pero. ,ide111:1s del co11trol glucémicu, el e\ludio SYD\TY 2 (puhlic:Hl() L'll 200(1), ensarn n.:~1lizado rn
prospecti\'ll eurnpeo UJRODL\B en diabétiuJs tipo l, Israel \. Ru-.i:i dur<111te S c;e111~111as, L·rn1 dosis \ :Ht<thles
sugiere que la modificación de factores tradicional- de :\L (entre 6011 y 1.800 rng/d). Los dedos secumh-
mente asociados a la enfermedad rnacrovascular (hi- rios más frecuentes fueron na úseas y vómitos.
pertens1on, IMC, cintura, hipertrigliceridernia, Hasta la fecha, el AL es el rrnís prometedor de los
tabaquismo) podría disminuir la incidencia de PND. tratamientos etiológicos.
Inhibidores de la aldosa reductasa (IAR): este gru- Inhibidores de la proteincinasa C (PKC}: la activa-
po de fármacos reducen el flujo de glucosa a través de ción de las isoformas 13 y o de la PKC conduce a la
la vía de los polioles, inhibiendo así el acúmulo de trascripción ele factores de crecimiento, como el VEGF
sorbitol y fructosa. A pesar de las esperanzas puestas (Vascular Endothelium Growth Factor) que origina
en los IAR desde que se empezó a ensayar en 1981 el trastornos en la microcirculación neuronal, mecanis-
alrestatin, la mayoría han sido un fracaso debido a mo que participa en esta complicación microvascular.
varias causas: defectuoso diseño del estudio con la in- La ruboxistaurina es un inhibidor selectivo de la PKC-
clusión de pacientes con PND avanzada; insuficiente 13 por vía oral que se ha ensayado en la retinopatía. En
penetración tisular; efectos secundarios frecuentes y, la PND, en un ensayo con 205 diabéticos en el que se
a veces, graves (hepatitis, nefrotoxicidad); o quizás compararon dosis de 32 y 64 mg frente a placebo, en
debido que la activación de ésta vía no sea tan impor- la cohorte completa no se encontraron diferencias en
tante en la fisiopatología de la ND como se había la sensibilidad vibratoria ni en el sistema de puntua-
pensado. Fiasta la fecha se han ensayado alrestatin, ción por síntomas (Total Symptoms Score), pero sí en
sorbinil, tolrestat, ponalrestat, minalrestat, lindores- un subgrupo con PND leve-moderada.
tat, epalrestat (comercializado en Japón), zopolres- En la Tabla 4 se muestra un resumen de otros tra·
tat, ranirestat, fidarestat v zenarestat, encontrándose tarnientos fisiopatológicos que hasta la frcha han teni-
en algunos de ellos mejorías discretas en parámetros do menos evidencias de éxito (o ninguna!'
de conducción nerviosa sin respuesta significativa en
los síntomas o signos. Tratamiento del dolor
Acido o:-li{Joi:o (AL) o <icido tióctico, se lleva usan-
do en Alemania y Japón desde hace décadas para el La PND es, con diferencia, la crns:1 nüs frecuente
tratamiento de la hepatitis fulminante por Anw11it,1 de dolor neuropático, definido corno el inKiado o cau-
Faloidcs, por sus propiedades antioxidantes (atrapa sado por una lesi(m primaria o disfunción del sistern;1
radicales libres v recupera el glutatión). Hasta la fecha nervioso y que puede cursar con otros síntomas posi-
se han realizado 6 ensayos aleatorizados v controlados tivos v negativos. Hav que tener en nienta varias ca-
frente a placebo (uno de ellos para la neuropatía auto- racterísticas del dolor neurop:ítico v su tratamiento: 1!
nómica cardiovascuhr) con dis6íos y duración varia- no ha sido posible relacionar el tipo de dolor con un
258 ... e La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
IECAs (trandolapril, lisinopril, quinapril) 1' Flujo neural Escasos estudios. Mejoría VCN
Tiempo hasta
Fármaco Titulación Dosis máxima
efecto
3.6
l'rcgab~dln,~
2.6
í_<L
2,6
Nortriptilina
í •'!. l.6
5,2
Duloxctina ! 20 rng/día
_),/.-~.:)
4,6 ¡ )""7,:) mg
Venlafaxina
2.9-1 (l t..:Jt.Ll "cr1un,1
2,6
Oxicodona 5- l\J 111g
l ,9-4,l
t 50-l 00 rng/d en
3,4 400 mg/d (en 4
Tramado! 50 mg/12-24 horas dosis dividida 1-2 semanas
2,3-6,4 dosis divididas)
cada 3-7 días
NNT: Número necesario a tratar (número de pacientes necesario a tratar con un cierto fármaco para obtener un pacíentc con reducción del 50 ~~ del
dolor).
dos (duloxetina) que en un metaanálisis (con 1.139 léculas son los mareos, la somnolencia y los edemas
pacientes) logró reducir> 50% el dolor en un 45-55 'X, periféricos.
de los pacientes en 12 semanas de tratamiento (frente Opioídes (tramado!, oxicodona): su eficacia ha que-
a 25% de placebo). Los efectos secundarios frecuentes dado probada en varios ensayos y se pueden usar como
fueron las náuseas y, con menor frecuencia, los mare- fármacos de segunda línea en monoterapía o en combi-
os, somnoleflcia, anorexia, estreñimiento y aumento nación para reducir las dosis o cuando los anteriores
de la presión arterial. Hay menos evidencias con ven- han fracasado en monoterapia. Se puede usar de cómo
lafaxína. Se toleran mejor que los ADT. fármaco de elección en las siguientes situaciones: exa-
Ligandos a2-o canal del calcio (gabapentina, pre- cerbaciones agudas de dolor intenso y durante la titula-
gabalina): actúan por varios mecanismos pero en ge- ción de otra medicación de primera linea para el alivio
neral reducen las descargas ectópicas de las terminales rápido del dolor. Los efectos secundarios más frecuentes
nerviosas bloqueando los canales Ca+ y liberación son náuseas, somnolencia, estreñimiento y en ancianos,
posterior de neurotrasmisores (glutamato, noradrena- además, alteraciones cognitivas y trastornos de la mar-
lina, sustancia P). Son los antiepilépticos con mayor cha. No deben asociarse a ADT ni lSRSN debido alma-
evidencia para el tratamiento de la PND dolorosa. La yor riesgo de inducir síndrome serotoninérgico.
eficacia y tolerabilidad de estos fármacos ha sido pro- Tratamientos no farmacológicos: otras medidas co-
bada en varios ensayos aleatorizados y controlados adyuvantes pero con evidencias escasas son: masajes \.
frente a placebo, y es similar. Sin embargo, la pregaba- calor local, estimulación eléctrica neural transcutánea y
lina parece ser algo más rápida en su inicio de acción espinal, acupuntura, tratamiento con campos magnéti-
que la gabapentina y, además, hay que administrarla cos estáticos v uso de luz infrarroja monocromática.
con menor frecuencia diaria. Los efectos secundarios En la figura se representa una propuesta de algorit-
más frecuentes y similares en frecuencia de las 2 rno- mo terapéutico.
260 eoo La Diabetes Mellitus en la Práctica Clínica
Terapia coadyuvante:
Dependiendo de contraindicación o
enfermedades coexistentes Procedimientos no farmacológicos:
Masajes locales
Baños locales (calor o frío
suaves)