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Thiebaut, C. Invitación a la filosofía. y expandir nuestra inteligencia, a revi-


Un modo de pensar el mundo y la vida. sar nuestro modo de pensar, nuestras
Bogotá: Siglo del Hombre Editores- creencias, las respuestas que ofrecemos,
Pontificia Universidad Javeriana, 2008. los criterios de que nos valemos cuando
259 pp. tomamos una decisión.
Inspirado en las ideas que muchos de
El objetivo del texto es ofrecer una los filósofos de Occidente han planteado,
reflexión filosófica a quienes no son espe- tanto los antiguos como los modernos,
cialistas en filosofía y también a quienes Carlos Thiebaut desarrolla su escrito a
creen que lo son. Es sobre todo una inci- partir de estos tres apartados: “la incóg-
tación para todas aquellas personas que nita del mundo, el examen de la propia
desean encontrar en la filosofía herra- vida y hacer la ciudad”.
mientas que les ayuden a comprender su “La incógnita del mundo” está direc-
vida, a conocerse a sí mismas y orientarse tamente relacionadO con el hecho del
en el mundo en que se desenvuelven. pensar. Ésta es una realidad cotidiana
Luc Ferry se refiere a esta experien- que experimenta cualquier persona, no
cia como al arte de “aprender a vivir”, así importa si lo que piensa es falso o ver-
reza el título de uno de sus libros. Carlos dadero. En toda actividad en la que está
Thiebaut persigue este mismo propó- involucrado el ser humano está presente
sito con su particular estilo. Con un len- el pensamiento. Pensar es una actividad
guaje sencillo y claro nos sugiere algunos del espíritu humano, y el pensamiento
recursos que nos pueden ayudar a pensar es fruto de esa actividad, la cual se con-
para orientarnos en la vida. Su reflexión vierte en ideas, en conceptos que forman
es una “invitación a la filosofía”. Éste es los conocimientos que tenemos. Aquí
precisamente el título de su libro. Para hay que subrayar un punto importante:
quienes estén interesados en la trayecto- cuando hemos adquirido algún tipo de
ria filosófica del autor, pueden dirigirse a aprendizaje, nos podemos acomodar,
la presentación que de este escrito hace establecer en esos conocimientos y dar
el profesor Guillermo Hoyos. Allí encon- por “supuesto” todo lo que hemos apren-
trarán una buena descripción de su reco- dido, sin someterlo a duda.
rrido intelectual. Pensar requiere: ser coherente, reco-
Comprender el mundo, comprender- nocer los errores, saber percibir, dudar, y
nos a nosotros mismos y sacar conse- ante todo exige aprender a narrar lo que
cuencias, son ideas centrales que estarán nos sucede, lo que vemos, lo que inves-
presentes en todo el texto. El compren- tigamos. Pensar supone que nosotros y
der será la clave que le permitirá a cada el mundo que habitamos son una reali-
persona valorar la experiencia de la res- dad dinámica. Ello implica, por nuestra
ponsabilidad frente a sí misma, frente a parte, estar siempre dispuestos y abier-
los otros y el mundo concreto en el que tos para aprender. Mas ¿cómo aprender
habita. a pensar? He ahí una de las preguntas
Son precisamente los problemas a los importantes que el lector puede inten-
que nadie es ajeno −el fracaso, la muerte tar responder, teniendo en cuenta algu-
de un ser querido, la agitación de las nas de las indicaciones que el autor nos
emociones y afectos, el reconocimiento sugiere en su libro. Igual de importan-
de la propia identidad, la realización de tes son estos otros interrogantes: ¿qué es
la justicia−, lo que nos impulsa a afinar lo que podemos esperar de la filosofía, y

Departamento de Filosofía • Facultad de Ciencias Humanas • Universidad Nacional de Colombia


reseñas [2 27]

qué es lo que definitivamente no le pode- una serie de instituciones y criterios que


mos pedir? En un sentido mucho más en parte dificultan la vida, que cierran o
general: ¿qué es lo que podemos esperar abren nuevas posibilidades? ¿Cómo man-
de nuestra capacidad de pensar, y cuál es tener la individualidad o desarrollarla en
el camino que nos permite ejercer mejor un lugar, en un mundo con otros donde
esta actividad? los intereses personales entran en con-
“Una vida examinada” es la segunda flicto con bastante regularidad?
parte del texto, y a la vez uno de los derro- Parece ser que la manera como vivi-
teros hacia donde nos conduce el pensar, mos, la ciudad que hacemos, es respon-
es decir, al conocimiento de nosotros sabilidad nuestra. Dicho de otra manera,
mismos, de lo que sentimos, pensamos, si existen en nuestra sociedad estruc-
deseamos, de lo que “queremos” y de las turas de injusticia, la responsabilidad
intensiones que tenemos. “Conócete a no la tienen únicamente quienes regen-
ti mismo” no es simplemente la procla- tan algún tipo de liderazgo, sino todos
mación misteriosa de la inscripción del los que hacemos parte de esa ciudad. Si
templo de Delfos, o una idea espectacu- no somos responsables directamente de
lar que se le haya ocurrido a un griego, es las decisiones colectivas que perpetúan
ante todo una realidad a la cual está lla- las situaciones de injusticia, entonces
mada toda persona, sin importar su edad, lo somos individualmente por no hacer
sexo, raza, cultura, nacionalidad, etc. nada para cambiar esa realidad, por
Ahora bien, las decisiones que sur- ejemplo, la desigualdad social:
gen de nuestro querer ¿son responsabi- [L]a minoría de la humanidad dispone
lidad nuestra, o son el resultado de un de la mayoría de los recursos económicos
deseo incontrolable? ¿Qué son los deseos y culturales; la geografía de la desigualdad
y cómo trabajarlos, si es que es posible, marca una frontera de fortuna a veces in-
para que no sean ellos los que nos domi- superable, pues quienes han nacido en uno
nen, sino nosotros a ellos? de los lados más afortunados vivirán más y
Conocernos es, por otra parte, una mejor, y quienes han nacido en el otro lado
tarea en la que nadie nos puede reem- vivirán menos y peor, sufrirán más, mori-
plazar, puesto que implica relacionarnos rán antes y se les morirán sus personas cer-
con los otros y comprender la “natura- canas antes. Padecerán más enfermedades
leza” básica de lo que somos, del mundo y tendrán menos remedios, tendrán me-
que habitamos, de las relaciones, la amis- nos capacidades y las desarrollarán peor,
tad, la familia, el amor, la vida en socie- sabrán menos, y de peor manera, porque
dad, la experiencia de la felicidad. leerán menos y contarán con menos infor-
“Hacer la ciudad” incluye todo lo que mación. (221)
hasta aquí se ha indicado, porque pen-
sar, conocernos a nosotros mismos, ¿Qué es entonces la justicia? ¿Qué es
tener fines, perseguir objetivos determi- un Estado justo? De momento, digamos
nados, es algo que hacemos en un lugar, que la justicia se hace patente cuando se
contexto y situaciones específicas, en los puede crear un espacio donde cada quien
cuales interactuamos con otras personas tiene la posibilidad de desarrollar sus
que tienen intereses distintos y comunes. capacidades, de llegar a ser lo que puede
En este contexto de la reflexión se plan- y debe ser. Concretamente, el sentir-
tea un asunto central: ¿cómo vivir en un nos concernidos por lo público, el coraje
espacio en el que ya se han establecido para actuar y la capacidad de ponernos

Ideas y Valores • número 140 • Agosto de 2009• ISSN 0120-0062• Bogotá, Colombia
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en el lugar del otro, acentúan y poten- duda ésta es una cuestión sobre la que
cian tanto la virtud de la justicia, como deben tomar partido los que se dedican
la vida de cada persona en la ciudad. En a la filosofía o están a punto de empren-
otros términos, la práctica de la justicia der ese camino: los primeros pasos ini-
es la condición de posibilidad mediante cian una pauta en el modo de entender el
la cual cada ser humano puede reali- oficio.
zar aquello que quiere ser, el logro de su No trata de esto el libro de Claudia
felicidad. Carbonell, Movimiento y forma en
Lo que hasta aquí he señalado consti- Aristóteles. Pero en cierta medida parti-
tuye la estructura general del libro, junto cipa de esa tensión. La seriedad y rigor
con algunas de las ideas centrales que a los que de algún modo se alude con la
allí se exponen. Por lo demás, considero profesionalidad de la filosofía se suele
que mientras las dos primeras partes del identificar con un estilo de trabajo que
texto abundan en ideas a las que les falta alcanza sus expresiones modélicas en el
desarrollo, la tercera parte y la conclu- estudio de un filósofo −que paradójica-
sión, en cambio, las juzgo interesantes e mente apenas se deja domesticar por las
iluminadoras. El escrito cumple con ser metodologías actuales− como es el caso
una invitación, una provocación para de Aristóteles: sus textos presentan pro-
pensar. El lector podrá encontrar allí ini- blemas filológicos, históricos y, lógica-
ciativas para su propia reflexión, será su mente, filosóficos, siendo esta variante
responsabilidad el poder encontrarlas. la que menos confianza parece despertar
en el aristotelismo profesional. “Explorar
Armando Rojas todos los caminos para dar con la verdad
Universidad Católica de Colombia y adquirir inteligencia de ella”, con estas
arojas@ucatolica.edu.co palabras que encabezan el libro, toma-
das del Parménides de Platón, la autora
ilustra lo que constituye mucho más que
una actitud “profesional”. En el presente
Carbonell, C. Movimiento y forma libro tenemos una investigación rigurosa
en Aristóteles. Pamplona: Ediciones (profesional, según algunos), de tipo
Universidad de Navarra (EUNSA), 2007. filológico e historiográfico. Esto −siendo
267 pp. importante− no es sin embargo su prin-
cipal virtud. Se trata de un estudio no
Desde comienzos del siglo XX se habla solo de filosofía, sino filosófico. Esto no
de la figura del filósofo profesional. Ya es tan frecuente. Muchas veces la biblio-
en 1904, William James vinculaba el cre- grafía especializada sobre un pensador
ciente profesionalismo académico con o un tema netamente filosófico es sólo
la crisis del pensamiento. Algunos pen- eso: especialismo. Un material del que
sarán que precisamente la falta de pro- se obtiene información reciente, se com-
fesionalidad es el origen del problema pletan datos, referencias, el dónde, qué y
de la filosofía, que sólo anteponiendo lo cómo de las tesis a estudiar, pero en el
procedimental y metodológico se puede que escasea la formulación de un pro-
asegurar una buena definición de la blema filosófico y, por tanto, en el que no
investigación y una exposición de resul- se aquilata la forma de verdad que recu-
tados capaz de concitar el acuerdo de la peramos al entender los planteamientos
comunidad académica de filósofos. Sin del filósofo en cuestión. Si esto sucede

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